Nueva modalidad de iniciativa privada en obras públicas El mecanismo posibilita que el privado mejore la infraestructura pública que utiliza para prestar sus servicios y aumente sus ganancias Dra. Sandra Doldan [email protected] En la vida económica de la sociedad, a nadie escapa la importancia del Estado como contratante y el motor que implica la inversión pública en diversos ámbitos referidos a las obras de construcción e infraestructuras necesarias para las distintas actividades industriales, comerciales y productivas. Ahora bien, los presupuestos estatales no son infinitos sino que requieren en su formulación y ejecución la necesidad de invertir los dineros públicos en aquellas áreas en que se tutele el interés general, que puede no ser coincidente con el interés del empresario privado cuya actividad comercial o industrial requiere de una determinada obra pública. En este contexto y, en la actualidad limitado al ámbito de los servicios portuarios, se sancionó la ley No. 18.814 reglamentada por Decreto N°48/012 de 17 de febrero de 2012, que crea un mecanismo original que le permite al particular ver satisfecho de inmediato su necesidad de inversión en infraestructura pública, permitiendo que éste invierta en la realización de obras para mejorar la prestación de sus servicios. A través de este mecanismo el particular se convierte en acreedor del Estado, quien le abonará el costo de la obra en forma financiada hasta un plazo de 10 años, a través del descuento del precio que el particular le debe abonar al Estado, como contrapartida por los bienes y servicios que la Administración le presta o pone a su disposición. En concreto, se faculta a la ANP o MTOP, en los puertos bajo su jurisdicción, a tomar las obras complementarias y de adecuación de las infraestructuras existentes que ejecute una empresa como pago por adelantado de las tarifas portuarias que debería abonar ya sea por servicios que se le presten o por las áreas que se conceden o se otorgan bajo régimen de permisos y por los que se genera un canon a favor de las entidades titulares de dichos bienes del dominio público. Los particulares que deseen ampararse a este régimen presentarán iniciativas para ejecutar dichas obras, debiendo exponer su proyecto, sus características, ubicación, monto estimado, beneficios generales y particulares que comportarán las obras, indicación de existencia de impacto ambiental, plazo de ejecución de las obras, individualización de las tarifas a ser afectadas para el pago de las obras y estudio de amortización. Si la Administración considera viable el proyecto, le dará publicidad, y si existen otros interesados se deberá hacer un llamado a licitación para determinar a quién se le adjudicarán las obras, y en qué condiciones. De no haber otros interesados, el promotor original completará la información necesaria y cumplirá con las garantías, seguros y demás condiciones que se le establezcan, debiendo presentar el proyecto ejecutivo de las obras y/o adecuación de infraestructuras. La resolución que apruebe el proyecto autorizando las obras deberá establecer los plazos de realización de la misma. Si bien las obras e infraestructuras serán de propiedad estatal, la elección de quienes las deberán realizar y la contratación pertinente serán de exclusiva responsabilidad del promotor privado, quedando de cargo de la Administración el debido contralor de su ejecución. Como límite del monto de la inversión la ANP no podrá autorizar ninguna obra que, por todo concepto, supere el 100 % del rubro de inversiones de su Presupuesto. La empresa que realiza la inversión se asegura prioridad pero no exclusividad en el uso de las obras e instalaciones por el plazo durante el cual se estén imputando precios públicos portuarios al pago de la obra. Esta nueva figura que se incorpora al ordenamiento jurídico permite la realización de inversiones postergadas mediante aportes privados que se financian hasta en diez años y aseguran una mejora en la calidad de los servicios. De su éxito dependerá que se extienda a otros ámbitos necesitados de obras de inversión. Encastre: El privado construye la obra, la utiliza y el Estado reintegra el costo Claves: Beneficio - este mecanismo beneficia al particular, quien aprovecha las obras que realiza para mejorar la calidad del servicio que presta y también al Estado, que será finalmente el propietario de dicha obra. Financiación - el particular realiza la obra que utilizará y el Estado le reintegra su costo en cuotas, a través de la imputación a las tarifas públicas que debe abonar el particular. Alcance – la nueva modalidad es específicamente para servicios portuarios.