módulo: nº 1

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MÓDULO: Nº 1
ANÁLISIS DE CONFLICTOS
A.
Objetivo de aprendizaje:
Participantes adquieren destrezas y habilidades básicas para el análisis de
conflictos y su aplicación al diseño y ejecución de estrategias de construcción de
consensos orientados hacia proyectos de salud ambiental (agua y saneamiento), desde
una perspectiva intercultural.
B.
Contenido
1.
Palabras clave (según orden de aparición)
•
•
•
•
•
•
2.
Consenso
Conflicto
Concertación
Formas de solución de conflictos
Actitudes conflictivas
Comportamientos conflictivos
Conceptos prácticos
La noción de consenso la relacionamos al hecho de que varias personas lleguen a estar
de acuerdo en uno o varios puntos alrededor de los cuales inicialmente pudo haber
diferencias de opinión o controversias abiertas.
Construir el consenso pasa primero por reconocer las diferencias de opinión, percepción
o juicio sobre un asunto dado. El siguiente paso fundamental es abordar las diferencias
o posturas divergentes, para ir decantándola hasta lograr a una decisión común,
alrededor de la cual todos o la mayoría estén de acuerdo. Todo ello tiene como base
fundamental el reconocimiento de las partes como iguales y, a partir de allí, un diálogo
franco y abierto que busque puntos de encuentro. De hecho este es un ejercicio que
toma esfuerzo, voluntad por concertar y ciertas destrezas y habilidades que pueden
facilitar y hacer más eficiente el trabajo.
“ Consenso: Decisiones de grupo en las que participan todos sus miembros de
manera consiente, racional y voluntaria ; ...hecho en el que un determinado grupo
social acepta la misma definición de una situación en particular; conciencia grupal
de compartir, determinados sentimientos, opiniones, ideas o decisiones...”
Tomado de: “Diccionario de sociología” Henry Pratt Fairchild (Editor) FCE. México,
1994.
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Generalmente, uno de las situaciones de partida para ir en la búsqueda de consensos, es
la existencia de controversias o conflicto. Justamente, a partir de su abordaje y
discusión es que se buscan construir acuerdos. El conflicto es un hecho consustancial a
la convivencia humana. Convivimos entre seres humanos que, si bien tenemos muchas
cosas en común, también compartimos diferencias, sea de interpretación, valoración,
intereses, puntos de vista, etc. Más aún si nos movemos en el campo intercultural, en
donde los patrones de entendimiento y comprensión de lo que nos rodea difieren, a
veces, abiertamente.
El conflicto social es una relación entre una o más partes (o entre sus representantes)
que perciben tener metas u objetivos incompatibles”.
Existen tantos conflictos como seres humanos hay en el planeta. Estos pueden diferir en
su alcance, naturaleza, duración, intensidad, formas de abordaje, resolución y
consecuencias. No caben juicios de valor sobre el conflicto en sí, pues éste no es malo
ni bueno, simplemente es un hecho, una situación que surge dadas ciertas condiciones.
En todo caso, sí cabe juzgar sus consecuencias, que de hecho derivan de la forma de
manejo o abordaje que pudo haber sido deficiente o ineficaz. Vale la pena aclarar
también, que las nociones de violencia o agresión no son sinónimo de conflicto, más
bien son maneras a través de las cuales éste se manifiesta o expresa.
Dentro del vasto campo de estudio y reflexión sobre el conflicto, prevalece actualmente
una corriente que lo asume como un vehículo apropiado para el cambio, como una
oportunidad, más que como un obstáculo o una disfunción que afecta al grupo social.
Ciertamente, depende cómo el conflicto sea abordado y canalizado para que sus
consecuencias no sean negativas o francamente devastadoras, que es el caso extremo de
la guerra.
Todos los conflictos tienen más o menos los mismos componentes o factores que lo
caracterizan como tal. Lo que difieren son las maneras cómo abordarlos y éstas se
hallan en gran parte influida por el contexto socio cultural.
“La situaciones objetivas por sí solas no causan o desencadenan el conflicto, las
interpretaciones de tales situaciones juegan un papel trascendental”.
Tomado de: La cultura del conflicto. Marc Howard Ross. Paidos. Bs.As. 1995
Llegamos a una comunidad andina para instalar un sistema de agua y desagüe. Un
grupo de pobladores expresa su punto de vista sobre la utilidad y necesidad de dicho
servicio. Otro grupo, de la misma comunidad, no coincide con dicho punto de vista y
busca bloquear los trabajos, hasta se retira de la Asamblea en donde se había establecido
que el acuerdo sobre la instalación del sistema se haga por consenso. Luego de una serie
de conversaciones se llega por fin a un acuerdo y decide instalar el sistema. De pronto,
un grupo de pobladores plantea que el trazo de instalación debe partir del centro del
poblado hacia la zona más alejada del río. Los pobladores de otra zona se oponen a ese
trazo y plantean otro. Finalmente se ponen de acuerdo y surge luego otra discusión, esta
vez sobre cómo pagar el servicio. Un grupo de familias propone que el servicio sea
completamente gratuito y otro que no, pero que no exceda de una suma mínima...así
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sucesivamente. Este escenario se hace más interesante si consideramos que nosotros,
como grupo de técnicos y profesionales formados y experimentados en el trabajo
urbano, no logramos entender algunas razones que nos parecen objetivas o ceñidas a la
“verdad”. Como vemos, es posible afirmar que los conflictos aparecen como “condición
de trabajo” en las que solemos movernos.
Hay quienes plantean que hablar de conflicto no es lo mismo que hablar de problema,
diferencia o controversia. Para poder definir una situación como conflicto, deben mediar
acciones. Tomando el caso anterior como referencia para esta distinción, podemos ver
que mientras un grupo de familias plantee su punto de vista diferente al del otro grupo,
no estamos necesariamente en medio de un conflicto. Basta que alguno de estos grupos
ponga en marcha una acción o estrategia concreta para materializar su punto de vista y
no permitir que el otro se imponga, que recién podemos hablar de la aparición de un
conflicto como tal.
3. Abordando los conflictos.
Generalmente abordamos los conflictos de las siguientes maneras:
•
•
•
•
Evitándolos: no tomando partido y esperando que las diferencias se compongan
solas, aislándose del problema y dejando que el tiempo o las circunstancias
definan la situación.
Por la fuerza: A través de la parte que pueda ejercer más presión o valerse de
su poder. Siempre que un conflicto o controversia se resuelva por la fuerza habrá
alguien que gane y otro que pierda.
Recurriendo a la autoridad: Apelando a un tercero legitimado y reconocido
por todos que es quien toma la decisión y determina la solución o el acuerdo.
Igualmente, el campo se dividirá entre ganadores y perdedores.
A través del intercambio: Donde las partes involucradas en la controversia son
las que buscan directamente el diálogo y, a partir de él, las posibles soluciones o
acuerdos. Esta forma de resolución abre el campo a la posibilidad en que las
partes puedan alcanzar soluciones mutuamente satisfactorias.
En cuando a los mecanismos para resolver disputas y buscar soluciones a controversias,
éstos generalmente son:
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•
•
La negociación cara a cara: Cuando son los propios involucrados en el
conflicto los que, intercambiando información, buscan un acuerdo satisfactorio.
La mediación: Cuando las partes involucradas apelan a un tercero neutral quien
facilita la comunicación y hasta puede sugerir los caminos de solución, que las
partes asumirían como acuerdo, de manera voluntaria.
El arbitraje: Cuando las partes apelan a un tercero neutral para que sea él,
quien decida o establezca cuál es la solución de la controversia.
Entre los bosquimanos de África del Sur, cuando tienen un problema serio, todos se
sientan, hombres y mujeres, y hablan, hablan...y hablan. Todos tienen la oportunidad de
decir lo que piensan. Este proceso se llama kgotla y funciona como un jurado popular
sin juez, la disputa es solucionada por consenso.
Tomado de: “Alcanzar la Paz” William Ury. Paidos. Bs.As. 2000.
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En todas las sociedades se manejan medios para la resolución de controversias o
disputas que son de uso consetudinario. En general, éstos tienen que ver con la
negociación cara a cara, individual o grupal, o a través e la ayuda un tercero, que
generalmente es una persona legitimada por su edad o por un cargo que desempeña en
el grupo. Dicha persona puede ayudar a que los participantes en una disputa se pongan
de acuerdo o, finalmente, él mismo determinar cuál es la solución.
“...en la sierra sur del Perú debe mencionarse el papel que juegan los tenientes
gobernadores, el sistema de varayoq, los cargos como teniente o capitanes, segunda,
qollana y arariwas, éstos generalmente tienen un papel relevante en al solución de
problemas entre familias...”
Tomado de: “El impacto social y ambiental del manejo alternativo de conflictos sobre recursos
naturales en la zona andina del Perú”. Juan Churats, et al. CBC. Cusco, 2002.
Dado que conflictos hay en todos lados, también existen los medios para prevenirlos y
abordarlos. Debemos indagar con atención, en cualquier comunidad, parroquia, cantón,
vecindad, etc., en la que trabajemos, sea andina, costeña o amazónica, cómo es que allí
funcionan dichos medios. Como lo dijimos, generalmente es a partir de la negociación
cara a cara, la participación de terceros (autoridad, experiencia de vida, etc.) que
facilitan la comunicación o terceros que dirimen. De hecho hay variaciones, matices y
diferencias, por eso es clave estar atentos a ellas y tratar de entender bien su lógica y
sentido.
4. Analizar el conflicto, un paso previo importante.
Como hecho que acontece en la sociedad, el conflicto es factible de ser analizado. Ello
implica poder identificar cuáles son sus componentes principales, logrando así tener un
cuadro general de sus características fundamentales, su sentido y lógica de
desenvolvimiento. Así, un paso previo para llegar a acuerdos mutuamente satisfactorios
es, fundamentalmente, analizar las diferencias o controversias subyacentes.
Una primera entrada para el análisis general puede ser planteando en términos de
identificar qué aspectos del conflicto pueden determinarse como “estáticos”
(componentes) y cuáles “dinámicos” (historia, interacción de los componentes estáticos
y su desenvolvimiento en el tiempo). Algunos autores se refieren a esto como los
componentes sincrónicos (estructura) del conflicto y los componentes diacrónicos
(dinámica y evolución del conflicto).
En todo conflicto es posible identificar una serie de componentes que pueden ser
aislados para efectos de análisis y comprensión. En la realidad, estos componentes se
hallan interconectados y en movimiento, muchas mostrando más bien un escenario a
veces caótico. Veamos estos componentes:
•
Asunto o problema: Tiene que ver con el tema de la controversia o conflicto.
Por ejemplo, el instalar o no los servicios de agua y saneamiento en una
localidad determinada. De hecho puede haber en la población, un sector que
estima este servicio como prioritario, mientras otro sector no.
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•
Actores o partes involucradas: Son todas las personas o grupos de personas
que de algún modo u otro está relacionados al problema, tomando parte en él.
Según su grado de cercanía con éste, pueden ser partes primarias (directamente
involucrados), segundarias o terciarias (indirectamente involucrados).
•
Posturas o posiciones: Expresan la manera cómo las partes perciben y
plantean sus soluciones al conflicto. Por ejemplo, siguiendo con el caso de la
comunidad en la que dos sectores difieren respecto a la prioridad de instalar el
sistema de agua y saneamiento. Sencillamente, la posición de una de las partes
será el negarse a apoyar el trabajo (no se instala el sistema); la otra parte buscará
lo contrario, que sí se instale el sistema.
•
Intereses (necesidades, temores, etc): Es todo lo que está detrás de las
posiciones: necesidades, temores, valores que subyacen a la postura de solución
inmediata. Por ejemplo, tal vez el sector de la comunidad que está en contra de
instalar el sistema piense que ello les va a ocasionar un gasto adicional o que
perderían la oportunidad de que hayan otras inversiones en infraestructura social
en la zona.
•
Actitudes (de las partes): Tiene que ver con el estado anímico o psicológico de
las partes involucradas. Puede que haya mucha irritación alrededor del hecho o
apatía y desazón. Aquí también juegan las percepciones, cómo las partes ven el
hecho, sienten que ellos tienen la razón, que las otras partes no cuentan o se los
percibe como enemigos.
•
Comportamientos (de las partes): Tiene que ver con su disposición hacia la
controversia. Puede que una de las partes sea más confrontacional y busque
hacer primar sus intereses. Otra, puede ser más bien evitadora, buscando alejarse
y no atender sus intereses ni los de la otra parte. Otra será concesiva y sacrificará
sus intereses. Otra buscará transar intentando llegar a acuerdos equilibrados o de
“punto medio”, cediendo parte de sus intereses en función de que la otra parte
también lo haga. Por último, habrá partes más bien colaboradoras, buscando
satisfacer sus propios intereses así como los de la otra parte también.
•
Estrategias de acción: Tiene que ver con la manera cómo los actores actúan en
busca de la solución, sea tratando de negociar, presionando violentamente,
buscando aliados, etc.
Una sencilla matriz nos puede ayudar a aplicar estos conceptos:
Componentes del conflicto
Asunto
Actores
Postura o posiciones
Intereses
Estrategias
Indagación
¿Qué está en disputa? ¿cuál es el problema?
¿Quiénes están comprometidos? ¿de qué manera?
¿Qué quieren los actores? ¿cómo quieren solucionar?
¿Por qué quieren solucionar así (posiciones)? ¿para qué?
¿Qué hacen los actores para lograr sus soluciones?
El análisis del conflicto nos permite tener un cuadro más o menos completo de la
situación. Ello, a su vez, nos facilitará la preparación de nuestra estrategia de abordaje,
dado que contaremos con más elementos de juicio para tomar tal o cual decisión. Suele
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suceder que cuando afrontamos un conflicto, independientemente de su complejidad, lo
hacemos sin tener claro, muchas veces, hasta nuestros propios intereses en juego. El
análisis en un paso previo clave que nos permitirá entrar con buen pie a la negociación o
a cualquier estrategia de resolución por la que se opte.
...la resolución de conflictos es básicamente un proceso que consiste en sacar un
asunto oculto de las aguas tenebrosas a la superficie, para que sea visible. Una vez
expuesto a la luz, el conflicto nos puede enseñar muchísimo”.
Tomado de: “El corazón del conflicto”. Brian Muldoon. Paidos. Bs.As. 1998.
Así como los diferentes medios que existen para el abordaje pueden ser casi constantes
en cualquier cultura (negociación, mediación, etc.), también lo son los componentes que
constituyen un conflicto, en cualquier caso lo que sí generalmente variará será el sentido
que le demos a la interpretación de los hechos.
Justamente, este punto es mucho más sensible si nos situamos en una perspectiva
intercultual, que por definición tiene que ver con una actitud de permanente negociación
entre nuestros pareceres con el de los otros. Las destrezas que podamos ir afinando en
este campo del análisis del conflicto, las iremos ganando en la práctica. Los manuales y
las guías aportan los conceptos clave, los esquemas y ciertas técnicas solamente.
En el campo de la negociación, la totalidad de expertos coinciden en que una gran
porcentaje del éxito o garantía de un buen manejo del conflicto, se halla en la etapa de
preparación previa, cuyo componente central tiene que ver con el análisis del problema
y el conflicto que de él deriva.
5.
Análisis de conflictos y concertación.
Considerando que nuestra práctica se desenvuelve en el campo del desarrollo y que lo
que buscamos es poner en marcha iniciativas que aporten a ello, es preciso que al llegar
a una determinada zona de trabajo, podamos empezar concertando alrededor de una
visión compartida acerca del desarrollo. Ello implica abrir espacios de participación en
el que se discuta y negocie la construcción de dicha visión.
“No es exagerado afirmar que el desarrollo humano –personal o comunitario- consiste
esencialmente en la correcta y positiva resolución de conflictos necesarios que plantea
la vida...imaginar un mundo sin conflictos es inútil”.
Tomado de: La cultura de paz. Alfons Banda. Itermon-Oxfam. Barcelona, 2002.
El tener el cuadro claro en torno a los actores o partes que operan en la comunidad, sus
posturas, intereses y estrategias de acción nos va permitir orientar de mejor manera
nuestras negociaciones. Paralelamente, el saber cuáles y cómo operan los mecanismos
de negociación interna, nos va permitir establece pautas de diálogo que no solo incidan
en los resultados que perseguimos sino en el enriquecimiento de los propios
mecanismos o formas de interacción.
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Un punto clave sobre el que cabe incidir es que cuando buscamos construir decisiones
consensuadas, buscamos fundamentalmente, atender a todos o la mayoría de intereses
que puedan estar en juego alrededor de una determinada situación. No se puede hablar
de desarrollo concertado si es que finalmente se imponen visiones o estrategias que no
son convalidadas por al población con la que se trabaja.
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