juicio ordinario civil federal 1/2000

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
QUEJOSO: **********.
VISTO BUENO
SEÑOR MINISTRO
PONENTE: MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.
SECRETARIO: ALFONSO FRANCISCO TRENADO RÍOS.
Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
V I S T O S para resolver los autos relativos al amparo directo
en revisión 3411/2016, interpuesto contra la sentencia dictada el
cuatro de mayo de dos mil dieciséis, por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, en el amparo directo
**********; y,
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. Demanda de amparo. Mediante escrito presentado
el diecinueve de noviembre de dos mil quince, ante la Segunda Sala
en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
Puebla, **********,
a través de su representante legal, demandó el
amparo y la protección de la Justicia de la Unión en contra de la
autoridad y por el acto que a continuación se indican:
Autoridad responsable:
 Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia
del Estado de Puebla.
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Acto reclamado:
 La sentencia definitiva de tres de junio de dos mil quince, dictada
en el toca de apelación **********, que modificó el fallo de trece
de noviembre de dos mil catorce, pronunciado por el Juez Penal
del Distrito Judicial de Tepexi de Rodríguez, en la causa penal
**********, seguida contra el quejoso por el delito de violación y por
la que se le impuso pena de quince años y veintidós días de
prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo
vigente en la época de los hechos.
SEGUNDO. Derechos fundamentales vulnerados. La parte
quejosa señaló como derechos fundamentales transgredidos en su
perjuicio, los contenidos en los artículos 1, 14, 16, 17 y 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Asimismo,
refirió los antecedentes del caso y expresó los conceptos de violación
que estimó pertinentes.1
TERCERO. Trámite y resolución del juicio de amparo. Por
razón de turno correspondió conocer de la demanda de amparo al
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, cuyo
Presidente la admitió a trámite mediante proveído de treinta de
noviembre de dos mil quince, ordenando su registro bajo el número
**********.
En el propio auto, se reconoció con el carácter de tercero
interesada a la menor **********; se ordenó verificar el emplazamiento
correspondiente, así como hacer del conocimiento de su representante
legal el plazo previsto en el artículo 181 de la Ley de Amparo, para
presentar alegatos o promover amparo adhesivo.2
1
Juicio de amparo directo **********. Fojas 6 a 49.
2
Ibídem. Fojas 52 y 53.
2
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Seguidos
los
trámites
procesales
correspondientes, el órgano colegiado dictó sentencia
en sesión de cuatro de mayo de dos mil dieciséis, en la que resolvió
negar el amparo y la protección de la Justicia Federal.3
CUARTO. Interposición del recurso de revisión. Inconforme
con dicha resolución, mediante escrito presentado el tres de junio de
dos mil dieciséis, ante el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Sexto Circuito, el defensor particular del quejoso interpuso
recurso de revisión en su contra.4
Mediante acuerdo de seis de junio de dos mil dieciséis, el
Magistrado Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Sexto Circuito, ordenó remitir a esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación el escrito original de expresión de agravios y las
constancias relativas a los autos del juicio de amparo directo **********.
QUINTO. Trámite del recurso de revisión ante la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. Con la remisión anterior, el
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por auto de
dieciséis de junio de dos mil dieciséis, ordenó formar y registrar el
recurso de revisión bajo el número 3411/2016, y lo admitió a trámite al
estimar actualizada una cuestión de constitucionalidad porque “del
análisis de las constancias de autos se advierte que en el presente
asunto se planteó la inconstitucionalidad del artículo 193 del Código
Procesal en Materia de Defensa Social, en relación con el tema:
“Presunción de inocencia. El artículo 193 del Código Procesal en
Materia de Defensa Social es contrario a ese principio, ya que
establece que la sola negativa del inculpado de haber participado en el
delito imputado es insuficiente para desvirtuar los elementos de cargo
3
4
Ibídem. Fojas 111 a 229.
Ibídem. Fojas 338 a 266.
3
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
existentes en su contra.”; en la sentencia recurrida, se declararon
infundados los conceptos de violación y en los agravios materia de
esta instancia, la parte quejosa controvierte esa determinación, por lo
que subsiste una cuestión propiamente constitucional en términos de
los previsto en el artículo 81, fracción II de la ley de Amparo y,
atendiendo a lo previsto en los Puntos Primero y Segundo del Acuerdo
general 9/2015, al tratarse de un asunto novedoso en virtud de que a
la búsqueda de precedentes relacionados por tema o precepto
controvertido no se advierte la existencia de un criterio sostenido por
este Alto Tribunal al respecto, se impone admitirlo al actualizarse los
requisitos de importancia y trascendencia referidos en la fracción IX
del artículo 107 de la Constitución(...)”.
En el mismo proveído se dispuso turnar el expediente para su
estudio al Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo y su radicación en la
Primera Sala, a la que se encuentra adscrito.5
SEXTO. Radicación del asunto en la Primera Sala. El
Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, por acuerdo de veinticuatro de agosto de dos mil dieciséis,
determinó el avocamiento del asunto y ordenó la devolución de los
autos al Ministro designado Ponente para la elaboración del proyecto
de resolución6; y,
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente para
conocer del presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto
por los artículos 107, fracción IX de la Constitución Política de los
5
6
Amparo directo en revisión 3411/2016. Fojas 33 a 35.
Ibídem. Foja 55.
4
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción II y 83 de la
Ley de Amparo en vigor; y, 21, fracción III, inciso a) de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así como en los
puntos Primero y Tercero del Acuerdo General 5/2013, emitido por el
Pleno de este Alto Tribunal el trece de mayo de dos mil trece y
publicado en el Diario Oficial de la Federación, el veintiuno del mismo
mes y año; toda vez que el recurso fue interpuesto en contra de una
sentencia pronunciada en amparo directo, en materia penal, por un
Tribunal Colegiado de Circuito, y, en esta instancia se reitera el
planteamiento de constitucionalidad, sin que su resolución implique
justificar la competencia del Tribunal Pleno para conocer del presente
asunto, en términos del punto Segundo, fracción III del Acuerdo
General Plenario en cita, en virtud de que la resolución del mismo no
reviste un interés excepcional.
SEGUNDO. Oportunidad del recurso de revisión. El recurso
de revisión fue interpuesto oportunamente de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 86 de la Ley de Amparo7 aplicable, en atención
a lo siguiente:
a) La sentencia recurrida se notificó por lista al autorizado de la
parte quejosa, el viernes veinte de mayo de dos mil dieciséis.
b) La notificación surtió sus efectos el día hábil siguiente, esto
fue el lunes veintitrés de mayo siguiente.
c) El plazo de diez días para impugnar la resolución recurrida,
previsto en el artículo 86 de la Ley de Amparo aplicable,
“Artículo 86. El recurso de revisión se interpondrá por conducto del Juez de Distrito, de la
autoridad que conozca del juicio, o del Tribunal Colegiado de Circuito en los casos de amparo
directo. El término para la interposición del recurso será de diez días, contados desde el siguiente
al en que surta sus efectos la notificación de la resolución recurrida.
La interposición del recurso, en forma directa, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación o
ante el Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, no interrumpirá el transcurso del
término a que se refiere el párrafo anterior.”
7
5
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
transcurrió del martes veinticuatro de mayo al lunes seis
de junio de dos mil dieciséis.
d) De dicho cómputo hay que descontar los veintiocho y
veintinueve de mayo, así como cuatro y cinco de junio de dos
mil dieciséis, por corresponder a sábados y domingos,
respectivamente, por ser considerados días inhábiles de
conformidad con los artículos 19 de la Ley de Amparo y 163
de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
e) El recurso de revisión se interpuso el viernes tres de junio de
dos mil dieciséis, ante el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito; consecuentemente, debe
declararse oportuna su presentación.
TERCERO. Problemática jurídica a resolver. En el presente
asunto deberá dilucidarse si el recurso de revisión resulta procedente
y, en su caso, determinar si los agravios formulados por la parte
recurrente, a fin de desvirtuar las razones por las cuales se determinó
negar el amparo solicitado, resultan aptos para revocar la sentencia
recurrida.
CUARTO. Cuestiones necesarias para resolver el asunto.
Las consideraciones necesarias para resolver esta instancia son las
que a continuación se sintetizan:
1. Hechos que dieron origen al presente asunto. El cuatro de
octubre (sic) de dos mil once, **********, formuló denuncia en
contra de **********, por el delito de violación cometido en agravio
de su sobrina menor de edad **********, menor que el cuatro de
noviembre de dos mil once, declaró ante el representante social
los pormenores de los hechos perpetrados en su agravio y
contra el referido inculpado, menor que dijo que el día diecisiete
de octubre de ese año, aproximadamente como a las once de la
mañana su mamá **********, la mandó a cuidar los chivos del
inculpado, quien es su padrastro y vive con su mamá, y siendo
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
como a las tres de la tarde cuando cuidaba los
chivos de ese señor, en el **********, al verla sola
y parado junto a ella le dijo que la quería como mujer, incluso
que dejaría a su mamá por ella, y ante la negativa de la menor el
sujeto la empezó a tocar y en un momento dato la tiró al suelo y
con fuerza le quitó sus pantaletas y él se bajó su pantalón, se
acostó sobre ella, le abrió las piernas y le metió su pene en su
vagina; luego, relató otros tres eventos en los que dio noticia
detallada de la forma en que el mismo sujeto la obligó a sostener
relaciones sexuales contra su voluntad.
En consecuencia, los agentes de policía procedieron a detener al
ahora quejoso y a trasladarlo a las oficinas de la Comisaría
General de Seguridad Pública del Estado, aproximadamente a
las diecisiete horas con cincuenta minutos. En dicho lugar,
también se elaboró el informe de policía y se practicó el dictamen
médico del inculpado.
En atención a lo anterior, el Agente del Ministerio Público local,
inició e integró la correspondiente averiguación previa, misma
que consignó a la autoridad judicial ejerciendo la acción penal
contra el inculpado como presunto responsable del delito de
violación referido.
2. Proceso penal **********. En virtud de los hechos antes descritos
y una vez agotado el proceso penal correspondiente, el trece de
noviembre de dos mil catorce, el Juez Penal del Distrito Judicial
de Tepexi de Rodríguez, Estado de Puebla, dictó sentencia en
la que determinó que **********, es penalmente responsable del
delito de violación, previsto y sancionado por los artículos 267,
269, fracción IV, en relación con los diversos 13 y 21 del Código
de Defensa Social para el Estado, cometido en agravios de la
menor (**********), representada por **********, y determinó
imponer la pena de ocho años, seis meses de prisión, así
como al pago de noventa y dos días de salario mínimo
vigente en la época de la perpetración del antijurídico; y, al pago
de la reparación del daño.
3. Recurso de apelación. En contra de la determinación anterior,
el sentenciado, su defensor particular y la representación legal
de la menor interpusieron recurso de apelación que se radicó en
la Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de
Justicia del Estado de Puebla, bajo el número de toca penal
**********, en el que mediante sentencia dictada el tres de junio
de dos mil quince, se determinó modificar la determinación de
primer grado, en cuanto a la pena privativa de libertad
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
impuesta al sentenciado para fijarla en quince años, veintidós
días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de
salario mínimo vigente en la época de los hechos.
De igual forma, se modificó la condena al pago de la
reparación del daño moral por el equivalente a un mil días de
salario mínimo diario vigente en la región a favor de la menor, y
al pago de la reparación del daño material, dejando su
cuantificación para la etapa de ejecución de la sentencia.
Las consideraciones en que se basó la Sala responsable, en lo
conducente refieren:

La Sala responsable consideró que del estudio de la
sentencia impugnada, analizada a la par de las constancias
que conforman la causa penal número ********** del índice
del Juzgado Penal del Distrito Judicial de Tepexi, Puebla, se
advertía la existencia de un agravio que suplir en favor de la
menor agraviada, en el rubro de la individualización de la
pena.
De igual forma, estimó que un argumento de la
inconformidad planteada por el representante legal de la
menor agraviada, resultaba ser esencialmente fundado
porque el juez natural al momento de aplicar la sanción al
sentenciado, dejó de considerar lo dispuesto por el tercer
párrafo del artículo 267 del código penal del Estado, que
establece que cuando el sujeto pasivo es menos de
dieciocho años, se duplicará la sanción establecida en el
primer párrafo del propio precepto, el cual era la legalmente
aplicable al caso concreto, para imponer inexplicablemente la
sanción establecida por la violación genérica, lo que redundó
en perjuicio de la ofendida.
Sostuvo la Sala responsable que del estudio realizado a la
sentencia impugnada propiamente en el capítulo relativo a la
individualización de la pena, el juez del conocimiento, en
parte se apegó al contenido de los artículos 72 a 75 del
Código Penal del Estado, porque ponderó las peculiaridades
del enjuiciado, analizó las circunstancias propias que revistió
el evento delictivo y las circunstancias exteriores de
ejecución del delito y al adminicularlas, concluyó con su
estimativa sobre el grado de culpabilidad del sentenciado, a
quien ubicó entre la mínima y la media más cercana a la
primera, ubicación que ese órgano compartió, no así
tratándose del quantum de la pena, pues apreció que el
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Ministerio Público al momento de formular acusación,
en su pliego de conclusiones acusatorias, solicitó la
imposición de la pena prevista en los artículos 267 y 269
fracción IV del Código Penal del Estado y el juez de la causa,
al respecto dejó de considerar que la sujeto pasivo del delito
de violación, era una menor de dieciocho años y que la pena
a imponer lo era la prevista en el tercer párrafo del artículo
267 del Código Penal del Estado, que al contemplar la
duplicidad de la pena prevista en dicho numeral, la sanción a
imponer era de doce a cuarenta años de prisión y multa de
cincuenta a quinientos días de salario mínimo vigente en la
época de los hechos.
Lo que consideró el tribunal de apelación, sin dejar de
advertir que los hechos materia de la causa actualizaban un
concurso real o material de delitos, al haber el activo
desplegado la conducta de imponer la cópula a la ofendida
en cuatro actos distintos, sin embargo, en atención a que el
Ministerio Público fue omiso al solicitar la acumulación de
penas, estimó que se encontraba impedido para realizar
modificación al respecto.
De lo anterior, advirtió que si la ley concede al juzgador la
facultad de hacer uso de manera discrecional y razonada de
las penas a imponer a quien transgrede las normas de
defensa social; y que entre la pena impuesta al sentenciado,
el estudio de las condiciones personales, sociales y
económicas de éste, conjuntamente con las circunstancias
que revistió el delito, la mecánica operatoria, el resultado
lesivo, la magnitud del daño causado y el grado de
culpabilidad en el que fue ubicado, no guardaban una
proporción justa y equitativa.
Ante ello, el tribunal de alzada estimó procedente reasumir
las facultades del juzgador, en términos de lo dispuesto en el
artículo 272 de la ley procesal de la materia, para efecto de
determinar la pena impuesta dada la inconformidad
planteada por el representante legal de la ofendida,
respetando para ello el estudio ponderado que efectuó el
resolutor de las peculiaridades personales del enjuiciado y de
las circunstancias de ejecución del injusto penal, así como el
grado de culpabilidad en el que fue ubicado el sentenciado,
así concluyó que atendiendo al grado de peligrosidad en que
lo ubicó el juez A quo, esto es, entre la mínima y la media
más cercana a la primera y en atención a que la pena a
imponer se encuentra señalada en los artículos 267 y 269 de
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
la ley punitiva estatal, consideró justo imponerle por la
simplicidad del delito una pena privativa de la libertad de
trece años, nueve meses de duración y multa de cincuenta y
seis días de salario mínimo vigente en la época de los
hechos, la que deberá aumentarse por la penalidad agravada
en un año, tres, meses, veintidós días de prisión, sanciones
que sumadas equivalen a quince años, veintidós días de
prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario
mínimo vigente en la época de los hechos.
4. Juicio de amparo directo. Inconforme con esta última
resolución, el defensor particular del sentenciado, promovió el
juicio de amparo directo que se radicó en el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, bajo el número
**********, órgano que en la sesión celebrada el cuatro de mayo
de dos mil dieciséis, dictó sentencia en la que negó el amparo.
En la demanda respectiva, el quejoso expresó los conceptos de
violación que en síntesis refieren lo siguiente:
- En el primer concepto de violación alude al contenido del
artículo 1° constitucional, en cuanto a la obligación de todas
las autoridades de hacer respetar los derechos fundamentales
de los gobernados, precepto que dijo en el caso se vulnera en
agravio del sentenciado, por estar siendo molestado y privado
de su libertad en forma ilegal, ello al dictar el acto reclamado.
- En el segundo concepto de violación, aduce violación a los
numerales 14 y 16 constitucionales, porque contra lo
sostenido por la responsable, de la declaración del
denunciante, éste en ningún apartado de su declaración
señaló que la menor le haya manifestado que el activo la
obligó a tener relaciones sexuales, incurriendo en error la sala
de dar valor a esa prueba, pues no podía ir mas allá de lo
que no hubiera declarado el denunciante; además, fue
incorrecto que soslayara el agravio en que planteó
incongruencia por las fechas en que se denunció el delito y
las mencionadas como en las que ocurrieron los hechos, pues
aun cuando se inició la indagatoria el cuatro de noviembre, no
octubre, de dos mil once, el denunciante declaró ese último
día y firmó su deposado, de modo que a partir de ellos los
hechos narrados por la menor son falsos.
También señala que contra lo establecido por la sala, no
debió darle credibilidad a la declaración de la menor, por las
contradicciones que señaló en los agravios, desestimadas por
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
la sala, pues la versión de la pasivo es inverosímil y
contradictoria en sí misma con lo relatado por ella que
aparece en el dictamen de trabajo social del veintitrés de
noviembre de dos mil once, pues como lo indicó en los
agravios desestimados, dio versiones diferentes que minimiza
la sala, pero que de atenderse darían como resultado anular
la credibilidad de la menor, pues su dicho no se ajusta a lo
previsto en el artículo 201, fracción IV del Código de
procedimientos en Materia de Defensa Social, dado que no
puede adquirir certeza, de ahí que el proceder de la sala es
contrario a los derechos fundamentales del sentenciado.
Agrega que contra lo establecido por la sala sin
fundamentación y motivación indispensable, al responder los
agravios tercero y cuatro, su criterio revela una indebida
valoración de las pruebas en cuanto al estado físico de la
menor, porque al darse fe ministerial la menor estaba en el
periodo de menstruación, lo cual fue omitido ponderar por el
fiscal, y ese estado se corrobora con el dictamen ginecológico
y proctológico practicado, siendo por tanto imposible
determinar el tipo de desgarro del himen que señaló dicha
autoridad ministerial, que además carece de conocimientos
médicos al respecto y ello fue desatendido por la sala,
sumado a que del dictamen ginecológico se dijo que había
desfloración antigua como indica la sala, pero no señala el
tiempo de ese desfloramiento para determinar si coincide con
el día de los hechos y si realmente lo cometió el sentenciado;
por ello alega indebida valoración de esas pruebas por la sala.
En cuanto al criterio de la sala desplegado para contestar el
quinto agravio, el defensor del quejoso señala incorrecto
proceder, porque no tomó en cuenta la responsable las
contradicciones de la menor en la narrativa que hizo de los
hechos al perito en trabajo social, discordantes con lo que
declaró ministerialmente, por lo que se duele de indebida
valoración de esa prueba, entonces los elementos del delito
no se acreditan con las señaladas pruebas y ponen de
manifiesto la inocencia del sentenciado.
En contra del criterio de la sala que desestimó el sexto
agravio, alega que se emitió sin sustento legal al señalar que
si se corrobora el dicho de la ofendida con la inspección
ministerial, pues la responsable al momento de hacer el
análisis de la inspección del lugar de los hechos señala en su
valoración que es un lugar solitario cuando en realidad dicha
inspección no se habla de que sea un lugar solitario, lo cual
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
revela que al apreciar esa prueba alteran la diligencia
ministerial, saliéndose del marco de la legalidad, ya que no se
cumple con los requisitos establecidos del artículo 73 del
Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social del
Estado, sobre todo porque se anotan aspectos que no se
desprenden de la diligencia y ello está en desacuerdo con lo
manifestado por la menor.
Contra la respuesta que la responsable da al séptimo agravio,
el quejoso advierte que lo sustentado en cuanto a que se
configura prueba suficiente en contra del sentenciado carece
de fundamentación y motivación para tener por acreditada la
conducta desplegada por el hoy quejoso en contra de la
menor, porque no hace un estudio de fondo ni toma en cuenta
las contradicciones de la menor en cuanto al material
probatorio que beneficia al sentenciado, por tanto, insiste en
que la declaración de la menor ofendida no la abriga prueba
alguna que corrobore su declaración, sino más bien se ha
demostrado la falsedad con la que se ha conducido respecto
a la acreditación de una conducta dolosa cometida por el
acusado, máxime que la sala no dice qué pruebas acreditan
esa conducta, por tanto no quedó demostrado el delito de
violación imputado y el fallo reclamado resulta contrario a
derecho, pues rompe los principios del debido proceso, de
valoración de la prueba y de legalidad contemplados en los
artículos 14 y 16 de la carta magna.
En cuanto al apartado de la responsabilidad penal del ahora
sentenciado, indica que contra el criterio de la sala, las
apreciaciones alegadas en los agravios no son subjetivas,
sino todo lo contrario se hicieron valer con objetividad en
razón al análisis de los medios de prueba que obran en el
sumario y del cual se desprende un aleccionamiento de la
menor ofendida, así como las contradicciones que ya se han
señalado y de las cuales enseguida precisa, diciendo que lo
destacado demuestra la falsedad con la que se ha conducido
la menor, lo que hace cuestionable su imputación la cual
carece de credibilidad, y pues se nota también el
aleccionamiento a una pretensión buscada, pues dicha
declaración es incongruente, inverosímil, aislada y
contradictoria, y la misma no se sustenta en prueba alguna
que la haga creíble, por lo que las sentencias del juez y la
responsable son contrarias a derecho vulnerando los
derechos fundamentales consagrados en los artículos 14 y 16
de nuestra carta magna, así como en los Tratados
Internacionales de los que México forma parte, máxime que
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
con el estudio clínico criminológico de fecha dos de
junio del dos mil doce, se establece que el acusado es
clínicamente asintomático, sin datos patológicos que reportar,
por lo que resulta contradictorio con lo señalado por la menor,
ya que, ella misma señaló que mi representado legal la violó
en cuatro ocasiones, si fuera cierta esta versión, mi defendido
fuera portador de la hepatitis B de la cual es portadora la
menor tal como se encuentra acreditado con el dictamen
médico legal ginecológico y proctológico de fecha cuatro de
noviembre del dos mil once.
En cuanto a la respuesta de la sala al noveno agravio, el
abogado particular del quejoso señala que la responsable
indica como fundamento de su criterio el artículo 201 del
Código Procesal en Materia de Defensa Social, razonamiento
que carece de motivación como lo establece el artículo 16 de
la Constitución, ya que toda decisión de autoridad debe estar
fundada y motivada lo que en este supuesto no acontece.
Por lo que respecta al artículo 193 del Código Procesal en
Materia de Defensa Social, aduce que lo aplica de manera
indebida en razón de que contraviene a lo dispuesto por
el artículo 191 del ordenamiento legal antes invocado en
la que se establece que en caso de duda deberá
absolverse al acusado y, además, que el citado artículo
no puede estar por encima de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, tal y como lo regula el
artículo 20, en su apartado A, fracción V, en donde se
establece que la carga de la prueba para demostrar la
culpabilidad corresponde a la parte acusadora conforme
lo establezca el tipo penal. Por lo que el artículo 193 del
Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social,
resulta inaplicable toda vez que el Ministerio Público tiene
la carga de la prueba y el juez está obligado a dictar su
resolución no contraria a derecho, dado que el juez al
momento de emitir su sentencia hace una indebida
valoración del material probatorio que obra en el sumario
y sin tomar en cuenta las apreciaciones que se han
señalado en las conclusiones y, dejó de tomar en cuenta
los razonamientos que se expusieron en el escrito de
apelación, por lo que la autoridad responsable atenta
contra los derechos fundamentales del quejoso y,
además, porque no tomó en cuenta las pruebas de
descargo que se ofrecieron en su momento procesal
oportuno en donde se robustece la negativa del hoy
quejoso, así como la falsedad con la que se ha conducido
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
la menor ofendida. Por otra parte, la responsable dejó de
aplicar los principios de exhaustividad y de congruencia a
que está obligada en su resolución que se impugna en
esta vía de amparo.
Alega que la respuesta por la sala dada al décimo agravio no
es clara y resulta ambigua, toda vez que señala que no sabe
a qué documentales se refería el quejoso, pues la misma
autoridad inferior en su resolución hace mención a la
documental privada consistente en dos cartas de buena
conducta que consta en foja 24 de la sentencia de trece de
noviembre del dos mil catorce, por lo no se puede explicar del
por qué la Sala responsable señalo: “que los documentos
como tal no prueban lo que afirman esto que no estuvo en
compañía de la menor y a solas con esta pues tan solo pone
en evidencia lo expuesto en ella.”
Asimismo, alega que la sala fue omisa al no pronunciarse
respecto del décimo primer agravio, dejando así en estado de
indefensión al hoy quejoso.
Tocante a la respuesta de la sala al décimo segundo y décimo
tercer agravio, el quejoso señala que la misma carece de
fundamentación y motivación al no valorar debidamente las
testimoniales de ********** y **********, ya que las mismas se
ajustan a lo dispuesto por el artículo 201 del Código de
Procedimientos en Materia de Defensa Social, y que
concatenadas con otros medios de prueba resultan suficientes
para apoyar la negativa del hoy quejoso y para desvirtuar los
elementos de cargo que fueron considerados, ya que la
menor se ha estado conduciendo con falsedad.
Dice que la respuesta al décimo cuarto agravio carece de la
indebida motivación y fundamentación, toda vez que las
apreciaciones que se hicieron valer en la exposición de
agravios no son subjetivas ni carecen de sustento, sino todo
lo contrario, se hicieron valer con objetividad en razón al
análisis de los medios de prueba que obran en el sumario y
del cual se desprende un aleccionamiento de la menor
ofendida, así como las contradicciones que resalta y que otra
vez precisa, poniendo de manifiesto la falsedad con la que se
ha conducido la menor, lo que hace cuestionable su
imputación, pues dice, se nota también el aleccionamiento a
una pretensión buscada, ya que esa declaración es
incongruente, inverosímil, aislada y contradictoria.
En cuanto a la respuesta del décimo quinto agravio, alega que
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
la responsable fue omisa al no pronunciarse sobre lo
que adujo dejando en estado de indefensión al
quejoso, sobre todo por negarle valor a la testimonial de
descargo de ********** y **********.
Refuta que la sala indebidamente respondió el décimo sexto
agravio, pues contrario a su criterio, existe indebida valoración
de todos los medios probatorios señalados en los conceptos
de violación que anteceden, con los que se acredita de
manera objetiva que la menor en sus declaraciones se ha
conducido con falsedad.
Controvierte la respuesta de la sala al décimo séptimo
agravio, pues indica que si bien las testimoniales a cargo de
********** y **********, respecto del primero es testigo de cargo
al tratarse del abuelo de la menor ofendida reseñando lo que
declaró, su dicho es relevante porque acredita que la menor
no fue violada como lo señala el testigo **********, y por lo que
respecta a la testigo de descargo **********, acorde con lo
declarado, es evidente que la menor únicamente se ha
conducido con falsedad, de modo que ambas testimoniales
tienen el valor de prueba plena, cuando éstas han sido
concatenadas con todo el material probatorio que obra en el
sumario en donde se prueba y robustece la negativa del hoy
quejoso, y la falsedad con la que se ha conducido la menor
ofendida.
Sobre la respuesta de la sala al décimo octavo, el quejoso
señala que la responsable para emitirla no hizo un debido y
minucioso estudio de los interrogatorios practicados a las
peritos en psicología y trabajo social, ya que en los mismos la
menor se contradice con la declaración ministerial, lo cual
pasa por alto la responsable, destacando al respecto lo que
dijo la menor a la perito de psicología respecto de su dictamen
cuando fue interrogada ante el juez, de ahí que al ser
considerada por la responsable como prueba plena y al estar
concatenada con los demás medios de prueba se llega a la
certeza jurídica que el hoy quejoso es inocente de la
imputación que le hace la menor.
Se duele que la sala omitiera pronunciarse respecto del
décimo noveno agravio en que planteó las incongruencias en
que incurrió la menor.
Por lo que hace a la respuesta del vigésimo agravio, alega
que la sala se condujo sin fundamentación ni motivación, toda
15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
vez que no señaló que la documental expedida por el
Presidente Municipal Constitucional de Atexcal, se trata de
una documental pública, que no es necesario ratificar, sin
pasar por alto que dicha documental no fue objetada por el
Ministerio Público ni por la víctima, ni redargüida de falsa, por
lo tanto hace prueba plena conforme a lo dispuesto por el
artículo 196 del Código de Procedimientos en Materia de
Defensa Social, por lo que beneficia al quejoso y robustece
jurídicamente su negativa, toda vez que en dicha documental
se señala que: “El cerro de la Cruz y Loma Encantada no
existe abrevaderos para que el ganado tome agua”,
desvirtuando así los parámetros utilizados para dar valor a las
declaraciones de la menor, al adminicularse con la inspección
judicial practicada el veinticuatro de enero del dos mil trece,
en donde el juzgador y secretario señalan que no existe pila o
estanque construido para que puedan ir a tomar agua los
ganados, pues este lugar es una zona semidesértica donde
no se observa algún lugar donde se concentre o almacene
agua, desvirtuando los datos de la menor.
En consecuencia, alega que no quedó acreditado el cuerpo
del delito ni mucho menos la responsabilidad penal del hoy
quejoso en el delito de violación atribuido, por lo que es
procedente concederle el amparo liso y llano.
Por todo ello, insiste en que la autoridad responsable viola lo
dispuesto por los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal,
e incumple con lo que establecen los artículos; 178, 190, 193,
196, 199, 200, 201 y 204 del Código de Procedimientos en
Materia de Defensa Social, puesto que la autoridad
responsable no valoró todas las pruebas en su conjunto,
además, porque la autoridad judicial debió ceñirse no solo a
los lineamientos señalados por la ley secundaria, porque para
la subsunción del hecho concreto a los presupuestos
generales de la norma, deben seguirse ciertas formalidades
basadas en los principios lógicos del pensamiento.
Dice que la violación a las garantías constitucionales
establecidas en el artículo 16 de la Constitución Federal, en
relación a los artículos; 178, 190, 193, 196, 199, 200, 201 y
204 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa
Social, deriva por su inexacta aplicación, puesto que la
autoridad responsable no valora todas las pruebas en su
conjunto para hacer un análisis lógico jurídico que conlleve a
la búsqueda de la verdad, siendo ese su deber tal como lo
señala la ley adjetiva de la materia y la ley fundamental, como
16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
sustento
invoca
las
tesis
de
rubro:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, FALTA O
INDEBIDA. EN CUANTO SON DISTINTAS, UNAS GENERAN
NULIDAD LISA Y LLANA Y OTRAS PARA EFECTOS.” y
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. NO PUEDEN
OMITIRSE POR LA SIMPLE CITA DE JURISPRUDENCIA.”
- En el tercer concepto de violación, alega que es ilegal el
incremento de la pena de prisión que hace la autoridad
responsable al sentenciado, por el delito de violación de ocho
años, seis meses y multa de noventa y dos días de salario
mínimo vigente a quince años, veintidós días de prisión y
multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo
vigente en la época de los hechos, lo cual dice es totalmente
violatorio de los derechos humanos fundamentales, ya que la
responsable basa el incremento de la pena en las
manifestaciones que hizo el representante legal de la menor,
el cual no presentó agravios y en suplencia de la menor
incrementó la pena de prisión, lo que atenta contra el principio
del debido proceso y de legalidad, porque si bien debe existir
cierta suplencia a favor de la menor, también es cierto que la
menor a través de su representante puede interponer la
apelación únicamente en cuanto hace a la reparación del
daño y no para el incremento de la pena, como indebidamente
lo hace la responsable.
Asimismo, señala que el Ministerio Público no interpuso el
recurso de apelación para que se pudiera dar el incremento
de la pena de prisión del quejoso, porque el artículo 298 del
Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social,
dice: “Si solamente hubiere apelado el procesado o su
defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en la
sentencia recurrida ni agravarse la estimación de la
peligrosidad hecha por el inferior”, lo que quiere decir que si el
Ministerio Público no interpuso recurso de apelación y
únicamente lo hizo el defensor o el procesado no podrá
aumentarse la sanción como indebidamente lo hizo la
autoridad responsable, violentando el precepto antes
invocado, así como los principios de legalidad y debido
proceso contempladas en la Constitución Federal, los
Tratados Internacionales y el Pacto de San José de Costa
Rica.
Agrega, que si bien la ofendida menor de edad puede
interponer recurso de apelación como lo establece el artículo
275 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa
17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Social, el mismo artículo establece que solo podrá interponer
este recurso cuando el motivo de la impugnación verse sobre
cuestiones relativas a la reparación del daño proveniente del
delito, más no para el incremento de la pena, por lo que la
responsable se excedió de sus atribuciones y facultades como
autoridad al momento de emitir la sentencia que se combate,
pues no puede ir más allá de lo que dice la ley, menos
atentando contra los derechos humanos del sentenciado.
Por lo que respecta a los fundamentos invocados por la
autoridad responsable consistente en los artículos 7, fracción
XXV, 10, 11 y 12, fracción III, de la Ley General de Víctimas,
así como la jurisprudencia 191/2005, sustentada por la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
para el incremento de la pena, son inaplicables, en razón a
que los mismos sólo refieren que la víctima podrá coadyuvar
con el Ministerio Público y que las víctimas tendrán acceso a
los mecanismos y procedimientos previstos en la
Constitución, en las leyes locales y Federales aplicables y en
los Tratados Internacionales, así como interponer los recursos
que prevé la ley, pero solo por lo que hace a la reparación
integral por los daños sufridos, como lo establece el artículo
10 de la Ley General de Víctimas, pero no en cuanto al
incremento de la pena de prisión como lo hizo indebidamente
la responsable, por lo que se atenta contra el principio del
debido proceso y de legalidad contemplados en los artículos
14, 16 y 17 de la Norma Suprema, ya que se deben cumplir
las formalidades esenciales del procedimiento y las
resoluciones deben dictarse de manera imparcial sin rebasar
los derechos del quejoso.
-
En el cuarto concepto de violación, alega que el artículo 17
de la Constitución Federal, establece la garantía de acceso a
la justicia, por ello el juez debe resolver la controversia ante él
planteada y la autoridad responsable debe resolver el
problema planteado en el recurso de apelación,
específicamente analizando todos los puntos materia de
debate que hayan sido expresados por el recurrente, lo cual
no sucedió en el caso, invocando la jurisprudencia del índice
del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto
Circuito de rubro: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O
AGRAVIOS. PROCEDE SU ANÁLISIS DE MANERA
INDIVIDUAL, CONJUNTA O POR GRUPOS Y EN EL
ORDEN PROPUESTO O EN UNO DIVERSO.”.
- En el quinto concepto de violación, alega infracción al
18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
artículo 133 de la Constitución Federal, al
haberse
vulnerado
las
disposiciones
establecidas en los artículos 8, 24 y 25 del Pacto de San José
de Costa Rica, cuyo contenido reproduce.
5. Sentencia del juicio de amparo directo **********. Mediante
sentencia dictada el cuatro de mayo de dos mil dieciséis, el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito,
determinó negar el amparo con base en las consideraciones
que enseguida se exponen:
 Una vez que reseñó a detalle los pormenores de las pruebas
desahogadas en el juicio, calificó de infundados los
conceptos de violación que hace valer el quejoso, analizados
aun en términos del artículo 79, fracción III, inciso a), de la
Ley de Amparo.
Desestimó el disenso de que la sentencia reclamada
vulneraba al quejoso los artículos 1, 14, 16, 17 y 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Lo anterior, aludiendo al párrafo segundo del artículo 1° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues
señaló que si bien acorde con su contenido los tribunales
federales, en los asuntos de su competencia, deben realizar
el estudio y análisis ex officio sobre la constitucionalidad y
convencionalidad de las normas aplicadas en el
procedimiento, o en la sentencia que ponga fin al juicio, del
análisis de la sentencia reclamada y del procedimiento del
cual es resultado, no advirtió violación a los derechos
fundamentales del quejoso contemplados en la Constitución
Federal, ni en tratados internacionales suscritos por el Estado
Mexicano.
Indicó que el principio pro homine o pro persona que se
encuentra implícito en el artículo 1º constitucional, no
presupone necesariamente que las cuestiones planteadas
por los gobernados deban ser resueltas de manera favorable
a sus pretensiones, ni siquiera so pretexto de establecer la
interpretación más amplia o extensiva que se aduzca, ya que
19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
en modo alguno ese principio puede ser constitutivo de
“derechos” alegados o dar cabida a las interpretaciones más
favorables que sean aducidas, cuando tales interpretaciones
no encuentran sustento en las reglas de derecho aplicables,
ni pueden derivarse de éstas, porque, al final, es conforme a
las últimas que deben ser resueltas las controversias
correspondientes, al respecto invocó la jurisprudencia de la
Primera Sala de rubro: “PRINCIPIO PRO PERSONA. DE
ÉSTE NO DERIVA NECESARIAMENTE QUE LOS
ARGUMENTOS PLANTEADOS POR LOS GOBERNADOS
DEBAN
RESOLVERSE
CONFORME
A
SUS
PRETENSIONES”.
Señaló que el artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce los
derechos fundamentales de audiencia y debido proceso, de
esa forma el derecho fundamental de audiencia que en
referencia al diverso de debido proceso, previo al acto
privativo que afecte a las personas con carácter de imputadas
en un procedimiento criminal, implica la ineludible obligación
de agotar los requisitos formales de la notificación del inicio
del procedimiento y sus consecuencias, amén de la efectiva
oportunidad de ofrecer y desahogar pruebas, alegar y dictar
resolución que dirima las cuestiones debatidas; todo lo cual
no puede presentarse de manera aislada porque todo ello
materializa propiamente el sistema de defensa adecuada y
conforma el imprescindible marco de actuación de las
autoridades, por ende, cuando cualquiera de tales aspectos
se ve afectado hace evidente la infracción al derecho
fundamental de que se trata.
A partir de ello, dijo que en el caso, previo al pronunciamiento
de la sentencia definitiva objeto de reclamo el quejoso tuvo
oportunidad efectiva de defenderse, pues tomó conocimiento
oportuno de su inicio y de sus consecuencias, así como de la
opción de ofrecer y desahogar las pruebas en que fincó su
defensa, declarar lo que consideró pertinente para con base
en todo ello pronunciar sentencia en primera y segunda
instancia que comprendió las cuestiones debatidas,
20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
cumpliéndose así el artículo 14, párrafo segundo, de la
Carta Magna.
Señaló que adverso a lo afirmado en el concepto de
violación, el ministerio público al recibir la denuncia de la
agraviada **********, desahogó diversas diligencias, ejerció
acción penal contra el impetrante, como probable
responsable en la comisión del delito de violación, previsto y
sancionado por los artículos 267 y 269 fracción IV, en
relación con los diversos 13 y 21 fracción I, del Código de
Defensa Social para el Estado.
Luego refirió lo acontecido ante la autoridad jurisdiccional y
como se respetaron las prerrogativas constitucionales,
incluso que contra la primera sentencia del juez natural, se
interpuso apelación y a consecuencia del resultado se repuso
el procedimiento y merced a ello se desahogaron pruebas
que la defensa ofreció para posteriormente dictar nueva
sentencia condenatoria y que al ser recurrida en apelación se
dictó el fallo reclamado.
En esa medida, contra el disenso genérico del quejoso, para
el colegiado tuvo la oportunidad efectiva y cabal de
defenderse previo al pronunciamiento de la sentencia
definitiva reclamada, de ahí que se cumplió con las
formalidades esenciales del procedimiento, de modo que el
acto reclamado no es violatorio del numeral 14, párrafo
segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, ni de los numerales 8, 24 y 25 de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José),
invocando la jurisprudencia 210 del Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, de rubro: “FORMALIDADES
ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE
GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA
PREVIA AL ACTO PRIVATIVO”, así como la tesis IV/2014 de
la Primera Sala del alto Tribunal, de rubro: “DERECHO
HUMANO AL DEBIDO PROCESO. ELEMENTOS QUE LO
INTEGRAN”.
21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Asimismo, estimó que la responsable procedió con apego y
satisfacción al precepto 16, párrafo primero, pues al resolver
indicó en forma precisa las disposiciones normativas
aplicables al caso y expresó argumentos lógico-jurídicos que
lo llevaron a concluir que el atribuido y demostrado delito de
violación calificada encuadra en las hipótesis normativas de
los ordinales 267 y 269 fracción IV (cometido por el padrastro
contra su hijastra), del código sustantivo aplicable en la época
de los hechos, merced a la valoración probatoria a la cual se
ciñó en torno al procedimiento instruido con base en lo cual,
adecuadamente justificó la acreditación de la materialidad del
hecho tipificado como ilícito agravado objeto de la acusación,
fincar responsabilidad al quejoso como autor e imponerle las
penas previstas en la ley exactamente aplicables al delito
agravado en cita, con lo que dio cumplimiento a los
requerimientos formales de fundamentación y motivación del
acto de autoridad reclamado, invocando como apoyo la
jurisprudencia 204 de la Segunda Sala de rubro:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN”.
De igual forma estimó acatado el numeral 17 Constitucional y
el diverso 8, apartado 1, de la Convención Americana Sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José), en vista de que lo
previsto implica una condición esencial que debe revestir a
los juzgadores que tienen a su cargo el ejercicio de la función
jurisdiccional, misma que consiste en el deber que tienen de
ser ajenos o extraños a los intereses de las partes en
controversia, así como dirigir y resolver el juicio sin favorecer
indebidamente a alguna de ellas, de tal forma que, contra el
disenso, no existe dato para establecer que en forma
indebida el tribunal de alzada hubiese resuelto el asunto que
nos ocupa de manera parcial, pues como en forma apropiada
lo determinó y como quedó precisado, la versión imputativa
en torno a la conducta típica atribuida externada por la
denunciante, se adminiculó principalmente con los
dictámenes en materia de psicología, trabajo social y médico
legal ginecológico y proctológico, así como el restante cuadro
probatorio; de tal forma que dichos elementos de convicción,
robustecidos con la prueba circunstancial, le permitieron
acreditar los elementos del delito de que se trata, así como la
22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
plena responsabilidad del quejoso en su comisión. Por
ende, es evidente que en la sentencia controvertida se
analizaron de manera completa los aspectos sustanciales del
delito y la plena responsabilidad del justiciable en su
comisión, razón por la cual no se vulneraron las garantías de
seguridad jurídica, exacta aplicación de la ley penal y debido
proceso, invocó al respecto la jurisprudencia 1/2012 de la
Primera Sala de rubro: “IMPARCIALIDAD. CONTENIDO DEL
PRINCIPIO
PREVISTO
EN
EL
ARTÍCULO
17
CONSTITUCIONAL”.
Incluso precisó que contra lo esgrimido por el quejoso, no se
advierte violación al principio de presunción de inocencia,
previsto en el artículo 1° constitucional y en el artículo 8.2 de
la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto
de San José), pues la responsable aplicó de manera correcta
el artículo 193 del código procesal de la materia por lo que no
contraviene lo dispuesto por el numeral 191 del mismo
ordenamiento, que establece que en caso de duda debe
absolver al acusado; principio no violado puesto que como se
indicara antes, dentro del proceso de origen existen pruebas
suficientes que desvirtúan la duda de su inocencia, siendo
manifiesto que durante la tramitación del asunto se partió de
tal premisa a su favor, tan es así que en el ministerio público
investigador recayó la obligación de allegar los elementos de
prueba tendentes al acreditamiento de la conducta ilícita
atribuida y de su responsabilidad, las cuales fueron
adecuadamente valoradas por la Sala responsable, con lo
cual se dio cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 21 y
102, Apartado A, Constitucionales, en apoyó citó la tesis
XXXV/2012,
sustentada por el Pleno de rubro:
“PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO
SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL”.
Lo anterior, porque la Ad quem expuso de manera lógica,
razonada y suficiente las consideraciones merced a las
cuales otorgó eficacia demostrativa a los datos de prueba que
destacó y denegó a otros, pues de forma acertada consideró
que la materialidad del delito de violación, previsto y
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
sancionado por los artículos 267 y 268 fracción IV, en
relación con los diverso 13 y 21 fracción I, del Código Penal
del Estado, al igual que la plena responsabilidad del quejoso
en su comisión, se encuentran plenamente acreditados con
los medios de prueba que relacionó detalladamente.
Medios de prueba que concatenados unos con otros, dijo son
aptos y suficientes para demostrar la conducta dolosa
desplegada por el quejoso en su calidad de padrastro en
contra de su hijastra, quien al momento de los hechos era
menor de edad, al contar con catorce años; conducta
desplegada en cuatro ocasiones, narrando el colegiado los
hechos relatados en cada uno de los eventos por la menor,
así como el resultado de las pruebas periciales que destacó.
También validó el actuar de la sala, porque también quedó
acreditado que el delito se cometió de manera agravada, en
virtud de que se perpetró por parte del padrastro contra su
hijastra.
No es óbice, dijo el colegiado, para la anterior determinación,
la circunstancia de que al rendir su declaración preparatoria
el quejoso negó rotundamente haber cometido el ilícito que
se le imputa, pues la sola negativa de los hechos resulta
insuficiente para desvirtuar los elementos de cargo que
existen en su contra, virtud que la denunciante lo señala
directamente como la persona que mediante el uso de la
fuerza física y moral la agredió sexualmente en cuatro
ocasiones, invocando como apoyo la jurisprudencia número
68, sustentada por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Sexto Circuito, criterio compartido, de rubro:
“DECLARACIÓN DEL INCULPADO. LA NEGATIVA DE SU
PARTICIPACIÓN EN EL DELITO QUE SE LE IMPUTA, ES
INSUFICIENTE PARA DESVIRTUAR LOS ELEMENTOS DE
CARGO QUE EXISTEN EN SU CONTRA (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE PUEBLA)”.
En torno al disenso de que la sala fue más allá de lo
declarado por el denunciante ********** pues éste en ningún
momento de su atestado señaló que la menor le haya
24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
manifestado que el activo del delito la obligó a tener
relaciones sexuales, por lo que se excede en sus
facultades y atribuciones como autoridad, lo cual, dijo, es
incorrecto, en virtud de que como correctamente lo alude la
sala y como se desprende de autos la agraviada al ser
interrogada por su tío sobre los hechos acaecidos, ésta sí le
manifestó que su padrastro la había obligado a tener
relaciones sexuales, testimonio al que le dio correctamente la
responsable valor de indicio.
Asimismo, en cuanto a su disenso en el sentido de que
**********, denunció antes de los supuestos hechos –cuatro de
octubre de dos mil once-, por lo que es falso lo narrado por la
menor; para el colegiado, si bien es cierto que en la
comparecencia ministerial de la citada persona se asentó
como fecha de la diligencia el cuatro de octubre de dos mil
once, esto como correctamente lo dijo la responsable, se
debe a un error mecanográfico, máxime que la averiguación
previa el ministerio público la inició el cuatro de noviembre de
dos mil once, de ahí lo infundado de su inconformidad.
Sobre que no se debió dar credibilidad ni valor probatorio a la
declaración de la menor, por las contradicciones, ya que en
las entrevistas con los peritos en psicología y trabajo social,
da versiones diferentes sobre los hechos sucedidos; para el
colegiado fue inexacto, puesto que como correctamente lo
dijo la sala, las exposiciones hechas ante las peritos,
únicamente deben ser analizadas en el contexto del dictamen
a emitir, pues las mismas derivan en razón de la entrevista de
la que es objeto y la redacción del experto actuante, aunado
a que se advierte la persistencia del dicho de la ofendida al
narrar los cuatro momentos en los que fue agredida
sexualmente por el agente del delito y las contradicciones a
las que hace alusión la defensa del sentenciado, se trata de
cuestiones accidentales que de ninguna manera inciden en el
valor otorgado a la declaración de la ofendida, pues resulta
intrascendente el lugar en el que el agente del delito eyaculó,
máxime si la ofendida fue clara en establecer que en los
cuatro ataques de los que fue objeto por parte del agente del
delito, en todas las ocasiones eyaculó fuera de ella y de
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
forma clara hace una relación de los hechos cometidos en su
perjuicio sexual y en franco señalamiento de la persona que
fungía como su padrastro, por lo que la consideración de la
defensa en el sentido de que la versión de la ofendida resulta
falsa, es una apreciación subjetiva que carece de sustento,
pues el hecho de que no se diera fe del abrevadero que
refiere la ofendida, ello no pude implicar que el dicho de la
ofendida sea mendaz.
En cuanto a que la perito en trabajo social no señaló la
vulnerabilidad que refiere en su argumento la responsable, ni
tampoco la perito en psicología señaló en que consistió la
afectación, la calidad y el estilo de vida en que se ve afectada
la pasivo, en que consiste la depresión, la ansiedad y la
inseguridad, por lo que resultan ambiguos para obtener valor
probatorio, fue inexacto para el colegiado, porque como
acertadamente lo señaló la sala, en el dictamen en trabajo
social se concluyó que la agresión sexual de la que fue objeto
afectan su calidad y estilo de vida, mientras que en el
psicológico se llegó a la conclusión de que presentó un
estado psicológico alterado desencadenado por la agresión
de índole sexual que refiere haber sido objeto durante la
entrevista, su tono de voz disminuye, se siente culpable,
avergonzada, triste, así como también refleja ansiedad,
depresión, inseguridad y temor a su agresor, presenta
preocupación de tipo sexual, indicadores que ponen en riesgo
su integridad psicológica y sexual.
Desestimó el disenso de que resultaban trascendentes las
circunstancias de modo, tiempo y lugar para restarle
credibilidad al testimonio de la víctima, por lo que se atenta
contra el debido proceso y el principio de legalidad, ya que
para el colegiado la agraviada fue contundente al señalar a
su padrastro como la persona que utilizando la violencia física
y moral la agredió en cuatro ocasiones sexualmente cuando
se encontraba sola en el cerro cuidando los animales, por lo
que las circunstancias a que hace alusión, quedaron
cubiertas en la declaración de la agraviada.
26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Lo mismo sucedió, según el colegiado, en cuanto al
disenso de que se haya dado fe del estado
psicofisiológico y proctológico cuando la ofendida se
encontraba en período de menstruación, y esto hacía
imposible determinar el tipo de desgarro que señala, pues
para el tribunal haber sido examinada la agraviada cuando se
encontrara menstruando, no era un factor para restarle valor
probatorio, aunado a que si bien la fiscal no es perito en
materia de ginecología para determinar las características del
desgarro himenal, la misma solo dio fe del examen que se le
practicó a la agraviada por el perito en medicina legal, por lo
que a dicha diligencia se le debe dar valor probatorio.
Respecto al disenso de que en el dictamen médico legal
ginecológico y proctológico, el galeno, no señala el tiempo
que lleva el desfloramiento para poder determinar si coincide
con el día de los hechos y si realmente lo cometió el hoy
quejoso; se desestimó pues el experto fue preciso en
establecer que la paciente del delito presentó desgarro a la
hora siete de la carátula himeneal, precisando que la
cicatrización de un himen es de aproximadamente siete a
diez días, por lo que después de ese tiempo se considera el
desfloramiento antiguo, de ahí que si al momento de la
práctica del dictamen habían pasado más de diez días, es
lógico que se considere un desfloramiento antiguo, lo que de
ninguna manera justifica la inocencia del sentenciado, por lo
que no debe restársele valor probatorio a dicha experticia
como aducía el quejoso.
Tocante al disenso de indebida valoración por la responsable
a la inspección ministerial ocular en el lugar de los hechos,
indicando que es un lugar solitario cuando de esa inspección
no se desprende que sea un lugar solitario, por lo que alteró
dicha diligencia, asimismo dice que a trescientos cincuenta
metros tuvo a la vista otro paraje al que hizo referencia la
ofendida, de lo que observó los dos lugares en donde la
ofendida refirió, y en dicha inspección en ningún momento se
señala otro paraje, ni de los dos lugares como indebidamente
refiere, por lo que no se corrobora el dicho de la menor; fue
también desestimado por el colegiado, porque de la citada
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
diligencia se desprende que primero indicó que se daba fe del
cerro conocido como Loma Encantada, haciendo constar
entre otras cosas que es una parte despoblado, donde le
señala la agraviada un lugar de dicha loma como el mismo
donde fue sometida y violada, continuando con la diligencia
dio fe que aproximadamente a trescientos cincuenta metros
hay un paraje de regular dimensión, donde también la
agraviada le señaló como el lugar donde fue sometida y
violada, haciendo constar que durante el desahogo de dicha
diligencia no se observó gente en dichos cerros, de ahí lo
inexacto de su argumento.
Resultó inexacto el disenso en el sentido a que la menor fue
aleccionada, porque de la declaración de la agraviada se
desprende que ésta es clara, precisa, sin dudas ni
reticencias, coincide en lo sustancial, precisa las
circunstancias de modo, tiempo y lugar en que acaecieron los
hechos; los hechos sobre los que depuso los vivió por si
misma; además, en autos no se prueba que haya sido
obligada a declarar; aunado a que en sus demás versiones
en los dictámenes psicológico y de trabajo fue contundente
en sostener la imputación contra el quejoso como la persona
que la agredió sexualmente en cuatro ocasiones.
Tocante al disenso de que la declaración de la menor está
plagada de falacias, tal como se demuestra con el estudio
clínico criminológico de donde se desprende que el quejoso
es asintomático, sin datos patológicos que reportar, por lo
que es contradictorio con lo señalado con la menor ya que si
la hubiera violando el quejoso fuera portador de la hepatitis B
de la cual es portadora la menor como se encuentra
acreditado con el dictamen médico legal ginecológico, ya que
dicha enfermedad se transmite por vía sexual, con lo cual se
demuestra su inocencia; planteamiento desestimado porque
si bien es cierto en el dictamen médico legal en la parte
conducente de historia clínica se advierte que como
antecedentes personales patológicos dice que la menor
agraviada es portadora de hepatitis B, tal circunstancia no
está corroborada con estudio médico alguno en el proceso,
de ahí que las manifestaciones que hace el quejoso en el
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
sentido de que se si la hubiera violado sería portador
de esa enfermedad no tiene apoyo alguno, y menos
para librarlo de la acusación que contra él pesa.
Sobre el reclamo de que la responsable no tomó en cuenta
las pruebas de descargo que se ofrecieron en su momento
procesal oportuno con lo que se robustece la negativa del hoy
quejoso, así como la falsedad con que la agraviada se
condujo, para el colegiado fue inexacto, ya que las
testimoniales que ofreció de **********, **********, ********** y
**********, se le restó eficacia probatoria al no reunir los
extremos del artículo 201 de la ley procesal de la materia y
por tanto son ineficaces para robustecer la negativa del
quejoso sobre la responsabilidad del ilícito y por si mismas no
desvirtúan el señalamiento que realiza la ofendida contra el
quejoso.
Por otra parte, desestimó el disenso de que la responsable le
violentó los derechos fundamentales al restarle valor a las
documentales que ofreció; pues como correctamente expuso,
la instrumental pública de actuaciones, la documental privada
y la presuncional legal y humana, no prueban lo que afirman,
esto es que no estuvo en compañía de la menor y a solas con
ésta, pues tan sólo pone en evidencia lo expuesto en ellas, y
si bien es cierto que las documentales privadas por su
naturaleza propia adquieren el carácter de presunciones que
adminiculados a las demás pruebas adquieren la calidad de
prueba, sin embargo, en el caso éstas no desvirtúan el dicho
de la ofendida, respecto a que fue objeto de la agresión
sexual por parte del quejoso.
Sobre el reclamo de que la Sala no atendió su agravio donde
cita que el juez no valoró el interrogatorio de la defensa al
quejoso, en donde señaló que éste no le reportaba beneficio
alguno puesto que solo se concretó a corroborar y
perfeccionar su dicho en preparatoria, pero no es suficiente
para desvirtuar las pruebas que obran en el sumario y que lo
incriminan; para el colegiado si bien la responsable al analizar
la sentencia emitida en el proceso percibió que dicha
resolución no conculcaba garantías al procesado, no tenía
29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
por qué cambiar el sentido de las consideraciones y
valoración que de la citada diligencia realizó el juez primario,
pues como correctamente se señaló, dicha prueba no
corrobora su dicho en preparatoria, en el sentido de que no
cometió el ilícito en estudio.
En cuanto a que la responsable no tomó en cuenta la
declaración de **********, en la que expuso que le preguntaron
los policías si ella era la persona que habían violado
contestando que a ella no le habían hecho nada, que no era
cierto, por lo que dicha manifestación era de relevancia en
ser tomada en cuenta toda vez que se acredita que la menor
no fue violada; para el colegiado era inexacto el disenso,
porque si bien es cierto, dicho ateste al declarar señaló lo
antes expuesto, también cierto es que sobre el tema al
declarar ministerialmente la agraviada, expuso: “(…) el día
lunes treinta y uno de octubre mi mamá ********** fue a visitar
a mi tío ********** a su casa y le dijo que yo me le había
ofrecido a ********** y que yo había hecho todo por mi
voluntad y también mi mamá le dijo a mi tío que si yo salía
embarazada me tenía que quedar con ********** y fue por eso
que mi tío ********** se enojó con mi mamá y le dijo que iba a
denunciar a ********** y por eso mi mamá cuando regresó a la
casa me dijo que si los metían a la cárcel iba a ser por mi
culpa por mi calentura, y como a las ocho de la noche
llegaron los policías a la casa de ********** junto con mi tío
********** y mi abuelito ********** quienes empezaron a hacer
preguntas pero mi mamá me amenazó que tenía que decir
que había sido por mi voluntad y por eso se fueron los
policías y mi tío ********** me dijo que me fuera a su casa con
él y también le dijo a mi mamá pero mi mamá no quiso y por
eso me fui con mi hermanita ********** (…)”. De ahí que no le
arroje benefició alguno al quejoso tal testimonial, puesto que
la agraviada en su ministerial externó el por qué había
negado los hechos ante los policías.
Alegó el quejoso que la testimonial de **********, demuestra
que la agraviada sólo trabajó hasta el catorce de octubre de
dos mil once, con lo que queda probado que los días
diecisiete, dieciocho, veinte y veintiuno de octubre de dos mil
30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
once, que señala la agraviada trabajó es totalmente
falso; para el colegiado fue infundado, ya que tal
deposado en el caso solo corrobora lo expuesto por la citada
ateste, sin embargo, no desvirtúa el dicho de la agraviada y
menos que ésta no haya trabajado los días en que alude fue
agredida sexualmente por el aquí quejoso, máxime que este
último señaló en su preparatoria que se dedica a cuidar
chivos, por lo que bien pudo estar cuidando la agraviada el
ganado del quejoso.
El disenso de que la sala incumplió con lo que establecen los
artículos 178, 190, 193, 196, 199, 200, 201 y 201 del Código
de Procedimientos en Materia de Defensa Social, puesto que
no valoró todas las pruebas en su conjunto; para el colegiado
fue inexacto, en virtud de que la responsable en atención a lo
que expresan dichos numerales valoró la pruebas que
constan en el proceso, llegando a la conclusión que con ellas
se acredita el delito de violación calificada, así como la plena
responsabilidad del quejoso en su comisión.
De ahí que dijo sea inexacto lo que señala en el sentido de
que la autoridad responsable debió indicar en su estudio
cuáles son los elementos que integran el ilícito, en virtud de
que de la sentencia reclamada se advierte que citó los
mismos, los cuales relacionó con la pruebas existentes,
llegando así a establecer la materialidad de la infracción
delictiva, situación que complementó con el examen de la
tipicidad, o sea, la adecuación entre la norma abstracta de la
hipótesis delictiva y la conducta concreta que se le imputó al
quejoso, analizando así que con los elementos de convicción
que sirvieron para acreditar el delito atribuido, también quedó
demostrada la plena responsabilidad del quejoso en el delito
de violación calificada.
Por lo que las tesis que citaba el quejoso como apoyó a sus
anteriores
conceptos
de
violación
de
rubros:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, FALTA O INDEBIDA.
EN CUANTO SON DISTINTAS, UNAS GENERAN NULIDAD
LISA
Y
LLANA
Y
OTRAS
PARA
EFECTOS”;
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. NO PUEDEN
31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
OMITIRSE POR LA SIMPLE CITA DE JURISPRUDENCIA”;
“APELACIÓN” y "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O
AGRAVIOS. PROCEDE SU ANÁLISIS DE MANERA
INDIVIDUAL, CONJUNTA O POR GRUPOS Y EN EL
ORDEN PROPUESTO O EN UNO DIVERSO”, no le arrojen
beneficio alguno en cuanto a sus pretensiones.
Por otra parte, tocante al disenso de que es violatorio de los
derechos fundamentales que la responsable le haya
incrementado la pena, ya que se basó en las manifestaciones
que hizo el representante legal de la menor, en el cual no
presentó agravios por lo que atenta con el principio de debido
proceso y de legalidad; que la menor únicamente puede
apelar en cuanto hace a la reparación del daño y no al
incremento de la pena; para el colegiado el disenso no
prosperó, en virtud de que si bien el representante de la
menor agraviada no formuló agravio alguno, de su escrito
mediante el cual señaló interponer apelación contra la
sentencia emitida en primera instancia, se desprende que se
inconformó con la sanción privativa de libertad impuesta al
inculpado -ocho años-, por considerarla injusta, así como con
la reparación del daño a favor de su sobrina, reservándose su
derecho para expresar los correspondientes agravios; razón
por la cual, para el colegiado, la sala actuó correctamente al
entrar al estudio de las materias citadas, supliendo la
deficiencia de la queja a favor de la menor ofendida.
Esto en virtud de los criterios sostenidos por la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los que ha
determinado que de una interpretación conforme al derecho
humano de acceso a la justicia a que se refiere el artículo 17
Constitucional, en relación con la fracción IV del apartado B
del artículo 20, ambos de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, todos pueden inconformarse en
contra de aquellas determinaciones que afecten sus derechos
constitucionales a la impartición de justicia y reparación del
daño.
De lo que se tiene que el recurso de apelación tiene por
objeto que el tribunal de segunda instancia estudie la
32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
legalidad de la resolución impugnada, con la finalidad
de que confirme, revoque o modifique la resolución
apelada, teniendo derecho a apelar, entre otros, la víctima o
el ofendido o sus legítimos representantes.
De forma tal que la víctima u ofendido en el proceso penal no
están legitimados únicamente para promover la apelación en
defensa de aquellas violaciones relacionadas directamente
con la reparación del daño en su favor, sino que es
procedente que acudan a ese recurso en defensa de
cualquiera otro de los derechos fundamentales que en su
favor consagre el apartado B del artículo 20 constitucional,
así como de cualquier otro derecho humano consagrado en
los tratados internacionales en los que México sea parte,
conforme a lo que establece el primer párrafo del artículo 1o.
de la Constitución Federal, invocando como apoyo la tesis de
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
de rubro rubro y texto siguientes:
“RECURSO DE APELACIÓN. LA VÍCTIMA U OFENDIDO
DEL DELITO CUENTA CON LEGITIMACIÓN PARA
INTERPONERLO
EN
DEFENSA
DE
CUALQUIER
DERECHO FUNDAMENTAL CONTEMPLADO EN EL
APARTADO B, DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL, ASÍ
COMO DE CUALQUIER OTRO DERECHO HUMANO
CONTENIDO EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN
LOS QUE MÉXICO SEA PARTE (INTERPRETACIÓN DE
LOS ARTÍCULOS 417 Y 418 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO
FEDERAL).”
De ahí que al advertir la sala responsable que era fundada su
manifestación y que el juez del proceso no consideró para
ello lo dispuesto por el tercer párrafo del artículo 267 del
Código Penal del Estado, puesto que el representante social
en su pliego de conclusiones solicitó la pena prevista en los
numerales 267 y 269 fracción V de la citada codificación, al
resultar que la menor agraviada es menor de dieciocho años;
por lo que al contemplar la duplicidad de la pena que prevé el
tercer párrafo del 267 enunciado, fue correcto que le
33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
impusiera por la simplicidad del delito una pena privativa de la
libertad de trece años, nueve meses de duración y multa de
ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la
época de los hechos, la que aumentada por la penalidad
agravada de un año tres meses veintidós días de prisión,
suman quince años, veintidós días de prisión y multa de
ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la
época de los hechos.
Sin que pase inadvertido para este órgano colegiado, que si
bien la sala responsable hace alusión y transcribe el artículo
267 del Código Penal del Estado, el cual fue reformado en el
dos mil doce, siendo que los hechos sucedieron en el dos mil
once, esto no le depara perjuicio alguno al quejoso, puesto
que dicho numeral no cambió en su contenido, sino sólo se le
adicionó lo referente a que se duplicará la sanción cuando el
pasivo sea mayor de setenta años.
Por otra parte, respecto a la individualización e imposición de
las penas al quejoso por su responsabilidad en la comisión
del delito de violación calificada, este Tribunal Colegiado
estima que la responsable, no se excedió en sus atribuciones
y facultades, ya que de manera correcta lo ubicó en un grado
de culpabilidad entre la mínima y la media, más cercano a la
primera, resultándole incluso benéfica la sanción que le
impuso -quince años, veintidós días de prisión y multa de
ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la
época de los hechos-; puesto que si partimos de que por la
simplicidad del delito le resultarían ocho años seis meses,
duplicados éstos por el hecho de que la víctima del delito es
menor de dieciocho años, le resultarían diecisiete años,
aunado a la suma de la penalidad agravada por el carácter de
padrastro que tiene el quejoso sobre la agraviada, lo que
resultaría un total de dieciocho años; de lo que se concluye,
que contrario a lo que indica el impetrante la sanción de
quince años veintidós días de prisión que le impuso la sala, le
benefician, puesto que dicha sanción es menor a la que en
realidad le correspondería.
34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
Igualmente, estimó que la Sala responsable estuvo en
lo correcto al condenarlo por la reparación del daño
moral por la cantidad equivalente a un mil días de salario
mínimo vigente al momento de la comisión de los hechos, en
favor de la menor agraviada, esto con apoyo en lo estatuido
en el artículo 1995 de la ley sustantiva civil, invocando el
criterio jurisprudencial VI.2o.P. J/10, de ese Órgano
Colegiado de rubro: “DAÑO MORAL. LA SOLA
MATERIALIDAD DEL ATAQUE A LA INTEGRIDAD FÍSICA
COMO DERECHO DE LA PERSONALIDAD ES SUFICIENTE
PARA ACREDITARLO Y EXIGIR SU PAGO A TÍTULO DE
INDEMNIZACIÓN DE ORDEN ECONÓMICO (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE PUEBLA)”.
En cuanto a lo referente al pago de la reparación del daño
material, se deja intocado lo indicado por la sala responsable,
en el sentido de dejar a salvo los derechos de la agraviada
para que en la etapa de ejecución demuestre la cuantificación
del mismo.
Siendo correcto que se le negara al quejoso el beneficio de la
conmutación de la pena corporal, conforme a lo dispuesto por
el artículo 100 del código de la materia al exceder la sanción
impuesta al quejoso de cinco años de prisión.
Conforme a lo dispuesto por el numeral 37, fracción VII, del
Código de Defensa Social para el Estado, fue legal que se le
suspendiera al quejoso de sus derechos civiles y políticos,
durante el tiempo que dure la pena corporal impuesta.
Asimismo, también fue exacto que se le amonestara en
término de ley de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 39 y 40 de la codificación aplicable.
Por todo lo anterior, negó el amparo.
6. Recurso de revisión. Inconforme con la determinación emitida
en el juicio de amparo directo, el defensor particular del quejoso,
por escrito presentado el tres de junio de dos mil dieciséis,
interpuso recurso de revisión.
35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.

Al respecto, se advierte que el recurrente como argumentos
de agravio expuso de manera similar las violaciones
alegadas en la demanda de amparo, sólo que ahora las
endereza en contra del órgano colegiado.
En efecto, aduce violado en perjuicio de su defendido, el
numeral 1 constitucional y el diverso 25 de la Convención
Americana sobre los Derechos Humanos, precepto éste que
acorde con la ejecutoria emitida por esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación en la contradicción de tesis 293/2011,
es parámetro de regularidad constitucional.
Luego hace referencia al contenido de los numerales 2, 73,
74 y 75 de la Ley de Amparo y, posteriormente, alude a los
fundamentos que destaca del fallo del tribunal colegiado,
esgrimiendo razones por las cuales son incorrectos por
carecer de fundamentación y motivación, sobre todo porque
los expuso sin haber analizado debidamente las pruebas
desahogadas en el juicio natural.
En general, indica que el tribunal colegiado no analizó
detenidamente los motivos de inconformidad desarrollados en
los conceptos de violación, lo cual violenta sus derechos
fundamentales, pues contrario a lo resuelto en la sentencia
recurrida, el acto reclamado vulneró los principios señalados
como pro persona, presunción de inocencia y debido proceso
derivado, sobre todo, de la incorrecta valoración de pruebas
que verificó la autoridad responsable.
Asimismo, cuestiona el pronunciamiento del tribunal
colegiado relacionado con el concepto de violación
enderezado contra la determinación de la Sala responsable
de incrementar la pena a pesar de que el Ministerio Público
no apeló y el representante legal de la menor si bien apeló no
expresó agravios, por lo que fue ilegal que le fuera agravada
la penalidad impuesta, pues como fundamento para validar la
actuación de la autoridad responsable, el colegiado hizo una
interpretación incorrecta del artículo 20 constitucional,
Apartado B y una aplicación indebida de la jurisprudencia
que invocó respecto de la legitimación de las víctimas para
apelar una sentencia sobre aspectos que no solo inciden en
la reparación del daño, pues el numeral constitucional citado
en ninguna de sus fracciones hace referencia a que las
víctimas tienen derecho a combatir el incremento de las
penas de prisión, sino que solamente en su fracción IV
establece el derecho que tienen a la reparación del daño.
36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
A ello, se suma que en el caso el Ministerio Público no
apeló para que se pudiera incrementar la pena en perjuicio
del sentenciado, pues como lo prevé el numeral 298 del
Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social del
Estado de Puebla, si solamente hubiera apelado el procesado
o su defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en
la sentencia recurrida ni agravarse la situación de la
peligrosidad hecha por el inferior.
Es decir, que si bien la ofendida es menor de edad y puede
interponer recurso de apelación como prevé el artículo 275
del citado ordenamiento, dicho precepto establece que sólo
podrá interponer este recurso cuando el motivo de la
impugnación verse sobre cuestiones relativas a la reparación
del daño proveniente del delito, pero no para el incremento de
la pena de prisión, por lo que el fallo del colegiado violenta los
principios de estricto derecho, legalidad y del debido proceso
previstos en los numerales 1, 14 y 16 constitucionales.
CUARTO. Procedencia del recurso. De conformidad con las
reglas establecidas en la fracción IX del artículo 107 de la Constitución
Federal8; la fracción II del artículo 81 de la Ley de Amparo vigente9; y,
la fracción III del artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación10, para que el recurso de revisión interpuesto contra las
“Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción
de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley
reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes:
8
(…) IX.- En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en contra de las sentencias
que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación
directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando
hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo
disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales
del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente
constitucionales, sin poder comprender otras;(…).”
9
“Artículo 81. Procede el recurso de revisión:
(…) II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de
normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre tales cuestiones
cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia,
según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos
generales del pleno.
La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin
poder comprender otras.”
10
“Artículo 10. La Suprema Corte de Justicia conocerá funcionando en Pleno:
37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
sentencias dictadas por los Tribunales Colegiados de Circuito en
amparo directo sea procedente, es necesario que en las mismas se
decida sobre la constitucionalidad de normas generales, se establezca
la interpretación directa de un precepto constitucional o de los
derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, o que en dichas resoluciones se
omita hacer un pronunciamiento al respecto cuando se hubiera
planteado en la demanda o se hubiera emitido motu proprio.
Aunado a lo anterior, es necesario que la cuestión de
constitucionalidad tenga la potencialidad de crear la fijación de un
criterio de importancia y trascendencia a juicio de este Alto Tribunal,
en el entendido de que la materia del recurso de revisión debe
limitarse
a
la
resolución
de
cuestiones
propiamente
constitucionales.
Ahora, los requisitos de procedencia del recurso de revisión en
amparo directo han sido interpretados y clarificados en numerosas
tesis jurisprudenciales y aisladas de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación y desarrollados normativamente en el Acuerdo General
número 9/2015, emitido por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, el ocho de junio de dos mil quince y publicado en el
Diario Oficial de la Federación, el día doce siguiente, donde en los
puntos Primero y Segundo se establece que el recurso de revisión
contra las sentencias que en materia de amparo directo pronuncien los
Tribunales Colegiados de Circuito es procedente, en términos de lo
(…) III. Del recurso de revisión contra sentencias que en amparo directo pronuncien los tribunales
colegiados de circuito, cuando habiéndose impugnado la inconstitucionalidad de una ley federal,
local, del Distrito Federal o de un tratado internacional, o cuando en los conceptos de violación se
haya planteado la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, dichas sentencias decidan u omitan decidir sobre tales materias, debiendo
limitarse en estos casos la materia del recurso a la decisión de las cuestiones propiamente
constitucionales; (…).”
38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
previsto
en
los
artículos
107,
fracción
IX,
constitucional, y 81, fracción II, de la Ley de Amparo,
si se reúnen los supuestos siguientes:
a) Si en las mencionadas resoluciones se decide sobre la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma
general, o se establece la interpretación directa de un
precepto
constitucional
o
de
los
derechos
humanos
establecidos en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, o bien, si en dichas sentencias se
omite el estudio de las cuestiones antes mencionadas,
cuando se hubieren planteado en la demanda de amparo; y,
b) Si el problema de constitucionalidad referido en el inciso
anterior entraña la fijación de un criterio de importancia y
trascendencia.
Asimismo, señala que se entenderá que la resolución de un
amparo directo en revisión permite fijar un criterio de importancia y
trascendencia, cuando habiéndose surtido los requisitos del inciso a)
del Punto inmediato anterior, se advierta que aquélla dará lugar a un
pronunciamiento novedoso o de relevancia para el orden jurídico
nacional.
El Acuerdo Plenario de referencia también señala que se
considerará que la resolución de un amparo directo en revisión permite
fijar un criterio de importancia y trascendencia, cuando lo decidido en
la sentencia recurrida pueda implicar el desconocimiento de un
criterio sostenido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
relacionado con alguna cuestión propiamente constitucional, por
39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
haberse resuelto en contra de dicho criterio o se hubiere omitido su
aplicación.
Establecido lo anterior, es de reiterarse que en el presente caso
se cumple con los requisitos que quedaron precisados para la
procedencia del juicio de amparo directo en revisión, pues del escrito
de demanda se advierte que la parte quejosa impugnó que la Sala
responsable transgredió los principios de legalidad y debido proceso al
haber agravado la pena impuesta en primera instancia en suplencia de
los agravios de la víctima menor porque si bien ésta interpuso recurso
de apelación no expresó agravios, además de que el Ministerio
Público que era la parte legitimada para impugnar ese aspecto no
interpuso recurso de apelación.
Asimismo, se advierte que en la sentencia recurrida, el Tribunal
Colegiado calificó de infundado el referido alegato y validó la
determinación de la Sala responsable estableciendo que si en el
escrito en el que el representante legal de la menor víctima se
apreciaba que éste se había inconformado con la sanción privativa de
libertad por considerarla injusta, era correcto que la Sala responsable
estudiara el aspecto mencionado supliendo la deficiencia de la queja a
favor de la menor ofendida, pues esta posibilidad surge en virtud del
criterio en el que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
establecido que de una interpretación conforme del derecho
fundamental de acceso a la justicia, en relación con la fracción IV del
artículo 20 de la Constitución Federal, la victima u ofendido no están
legitimados únicamente para promover la apelación en defensa de
aquellas violaciones relacionadas directamente con la reparación del
daño en su favor, sino que es procedente que acudan a ese recurso
en defensa de cualquiera otro de los derechos fundamentales que en
su favor consagre el apartado B del artículo 20 constitucional, así
40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
como de cualquier otro derecho humano consagrado
en los tratados internacionales en los que México sea
parte, conforme a lo que establece el primer párrafo del artículo 1° de
la Constitución Federal.
Postura que se contiene en la tesis aislada 1a. LVII/2016 (10a.),
de esta Primera Sala que se identifica con el rubro: “RECURSO DE
APELACIÓN. LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO CUENTA
CON LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLO EN DEFENSA DE
CUALQUIER DERECHO FUNDAMENTAL CONTEMPLADO EN EL
APARTADO B, DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL, ASÍ COMO
DE CUALQUIER OTRO DERECHO HUMANO CONTENIDO EN LOS
TRATADOS INTERNACIONALES EN LOS QUE MÉXICO SEA
PARTE (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 417 Y 418 DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO
FEDERAL).”
Luego, en el escrito de agravios, la parte quejosa, ahora
recurrente, vierte como agravio que el Tribunal Colegiado realizó una
incorrecta interpretación del artículo 20, Apartado B de la Constitución
Federal, y una incorrecta aplicación del citado criterio de esta Primera
Sala, al sostener que la víctima cuenta con legitimación para apelar
una sentencia sobre aspectos que inciden en la individualización de la
sanción del inculpado, además, se dolió de que el Tribunal Colegiado
validara la determinación de la Sala responsable en el que llevó a
cabo el estudio relativo al incremento de la sanción que se le impuso
en suplencia de la queja de la víctima ante la ausencia de expresión
de agravios en el recurso de apelación que interpuso contra la
sentencia condenatoria de primera instancia, lo que dice, es contrario
al referido precepto constitucional.
41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
En ese contexto, se corroboran los supuestos de procedencia del
recurso de revisión.
QUINTO. Estudio del asunto. Esta Primera Sala estima que los
agravios hechos valer por la parte quejosa son esencialmente
fundados y suficientes para revocar la sentencia recurrida.
En el caso, como se infiere de la reseña de antecedentes, el
sentenciado quejoso fue condenado en primera instancia por la
comisión del delito de violación, con una pena privativa de libertad de
ocho años, seis meses de prisión; así como al pago de noventa y dos
días de salario mínimo vigente en la época de perpetración del ilícito.
Luego, inconformes con la sentencia condenatoria, el sentenciado
quejoso y la víctima, a través de sus respectivos representantes legales,
interpusieron recurso de apelación, destacando que únicamente el
representante legal del sentenciado formuló agravios y, que el Ministerio
Público se abstuvo de interponer el señalado recurso.
Sobre esa base, la Segunda Sala del Tribunal Superior de Justicia
del Estado de Puebla, al resolver la apelación en la que analizó de
manera conjunta los recursos planteados por el sentenciado y la víctima,
determinó modificar la sentencia de primera instancia e imponer una
pena privativa de la libertad al sentenciado de quince años, veintidós
días de prisión y multa de ciento cincuenta seis días de salario mínimo
vigente en la época de la comisión de los hechos, lo que realizó dando
como sustento que de la sentencia de primer grado y las constancias
que conforman la causa penal se advertía la existencia de un agravio
que suplir a la menor víctima en el rubro de individualización de la
pena, en tanto que se apreciaba que el juez natural al momento de
fijar la sanción por el ilícito cometido dejó de aplicar lo dispuesto por el
42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
tercer párrafo del artículo 267 del Código Penal del
Estado de Puebla11, que establece la duplicidad de la
sanción cuando el sujeto pasivo del delito de violación por el que se
condenó al quejoso sea menor de dieciocho años, circunstancia ante
la que la Sala responsable estimó que haber impuesto la sanción
establecida para el delito de violación genérica redundó en perjuicio de
la ofendida. Además, porque se apreciaba que el Ministerio Público en
el pliego de conclusiones acusatorias que formuló había solicitado la
imposición de la pena conforme al numeral 267 del citado código
sustantivo penal.
En relación a lo anterior, el Tribunal Colegiado estimó que era
correcto el actuar de la Sala responsable al haber suplido los agravios
de la víctima y modificar la pena impuesta al sentenciado, lo cual
fundamentó en la tesis 1a. LVII/2016 (10a.), emitida por esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, reproduciendo en
paráfrasis su contenido.
La tesis aislada 1a. LVII/2016 (10a.), de la que se advierte fueron
tomados las consideraciones del Tribunal Colegiado es del rubro y
texto siguientes:
“RECURSO DE APELACIÓN. LA VÍCTIMA U OFENDIDO
DEL DELITO CUENTA CON LEGITIMACIÓN PARA
INTERPONERLO EN DEFENSA DE CUALQUIER
DERECHO FUNDAMENTAL CONTEMPLADO EN EL
APARTADO B, DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL,
ASÍ COMO DE CUALQUIER OTRO DERECHO HUMANO
CONTENIDO EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES
EN LOS QUE MÉXICO SEA PARTE (INTERPRETACIÓN
“Artículo 267.- Al que por medio de la violencia física o moral tuviere cópula con una persona
sea cual fuere su sexo, se le aplicarán de ocho a veinte años de prisión y multa de cincuenta a
quinientos días de salario.
11
(…) Cuando el sujeto pasivo sea menor de 18 años de edad y mayor de 70 se duplicará la sanción
establecida en el primer párrafo”.
43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
DE LOS ARTÍCULOS 417 Y 418 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO
FEDERAL). El artículo 417 del Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal, establece expresamente
que tendrán derecho de apelar el ofendido o sus legítimos
representantes, cuando coadyuven en la acción reparadora
y sólo en lo relativo a ésta. Por su parte, el numeral 418 de
la referida ley adjetiva en materia penal, define las
determinaciones contra las que procede el recurso de
apelación, siendo éstas: las sentencias definitivas; los
autos que se pronuncien sobre cuestiones de jurisdicción o
competencia; los que mandan suspender o continuar la
instrucción; el de ratificación de la detención; el de formal
prisión o de sujeción a proceso o el que los niegue; el que
conceda o niegue la libertad; los que resuelvan las
excepciones fundadas en alguna de las causas que
extinguen la acción penal; los que declaran no haber delito
que perseguir; los que concedan o nieguen la acumulación
o los que decreten la separación de los procesos; los
asuntos en los que se niegue la orden de aprehensión o de
comparecencia, sólo por el Ministerio Público; y todas
aquellas resoluciones en que el Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal conceda expresamente el
recurso. Ahora bien, de una interpretación extensiva del
artículo 17, en relación con la fracción IV del apartado B del
artículo 20, ambos de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, todos pueden inconformarse
en contra de aquellas determinaciones que afecten sus
derechos constitucionales a la impartición de justicia y
reparación del daño. De lo anterior, se entiende que el
recurso de apelación tiene por objeto que el tribunal de
segunda instancia estudie la legalidad de la resolución
impugnada, con la finalidad de que confirme, revoque o
modifique la resolución apelada, teniendo derecho a
apelar, entre otros, la víctima o el ofendido o sus legítimos
representantes. En ese tenor, la víctima o el ofendido en el
proceso penal no están legitimados únicamente para
promover la apelación en defensa de aquellas violaciones
relacionadas directamente con la reparación del daño en
su favor, sino que es procedente que acudan a ese recurso
en defensa de cualquiera otro de los derechos
fundamentales que en su favor consagre el apartado B del
artículo 20 constitucional, así como de cualquier otro
derecho
humano
consagrado
en
los
tratados
internacionales en los que México sea parte, conforme a lo
44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
que establece el primer párrafo del artículo 1o.
de la Constitución Federal.” 12
Con base en el anterior criterio, el Tribunal Colegiado concluyó
que era correcto el actuar de la Sala responsable al haber suplido la
ausencia de agravios del recurso de revisión de la víctima, e imponer
la pena privativa de libertad de trece años, nueve meses de duración y
multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la
época de los hechos, la que aumentada por la penalidad agravada de
un año tres meses veintidós días de prisión, sumaron quince años,
veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de
salario mínimo vigente en la época de los hechos, sustentando su
determinación en que el juez del proceso había omitido considerar que
el representante social en su pliego de conclusiones solicitó la
aplicación de la pena prevista en los numerales 267 y 269 fracción V
de la codificación sustantiva penal del Estado de Puebla, al resultar
que la menor agraviada es menor de dieciocho años.
Es decir, que el Tribunal Colegiado validó la determinación de la
Sala responsable en la que determinó agravar la pena impuesta al
sentenciado en primera instancia en un supuesto en el que el
Ministerio Público no interpuso recurso de apelación impugnando esa
cuestión y, ante la circunstancia de que en el recurso de apelación
interpuesto por la víctima no se expresaron agravios, decidiendo que
la suplencia de la queja realizada por el órgano de apelación era
12
Tesis Aislada 1a. LVII/2016 (10a.), Décima Época, Registro: 2011238, Instancia: Primera Sala,
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 28, Marzo de 2016, Tomo I,
Materia(s): Constitucional, Penal, Página: 992.
Amparo directo en revisión 1814/2015. 2 de septiembre de 2015. Cinco votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien formuló voto
concurrente. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Nínive Ileana Penagos Robles.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de marzo de 2016 a las 10:10 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
correcta, lo cual sustentó en el criterio aislado de esta Primera Sala
antes transcrito.
Ahora, en el caso a estudio se advierte que la parte quejosa
recurrente, se duele de la determinación asumida por el Tribunal
Colegiado, señalando que se trata de una incorrecta interpretación del
artículo 20, Apartado B de la Constitución Federal y de una indebida
aplicación del señalado criterio aislado de esta Primera Sala,
aduciendo que el citado numeral constitucional en ninguna de sus
fracciones hace referencia a que las víctimas tienen derecho a
combatir el incremento de las penas de prisión, sino solamente se
establece que tienen derecho a la reparación del daño, sumado a que
en el caso el Ministerio Público no interpuso recurso de apelación para
que pudiera incrementarse la sanción.
Además, refiere que de conformidad con el artículo 298 del
Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social del Estado de
Puebla, si solamente hubiera apelado el procesado o su defensor, no
se podrá aumentar la sanción impuesta en la sentencia de primer
grado y, si bien la ofendida es menor de edad y puede interponer
recurso de apelación como prevé el artículo 275 del citado
ordenamiento, atento a lo que el propio precepto establece, solo podrá
interponer el recurso cuando el motivo de impugnación verse sobre
cuestiones relativas a la reparación del daño proveniente del delito,
pero no para el incremento de la pena de prisión, por lo que el fallo del
Tribunal Colegiado violenta sus derechos de legalidad y debido
proceso.
En el caso, como se anticipó, los argumentos de agravio
formulados por la parte quejosa recurrente son fundados.
46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
En efecto, asiste razón al quejoso recurrente
pues si bien de conformidad con el artículo 20,
Apartado B, fracción IV de la Constitución Federal, la víctima del delito
tiene derecho a la reparación de daño, y de conformidad con el criterio
aislado que fue aplicado por el Tribunal Colegiado se precisa que la
víctima del delito cuenta con legitimación para interponer el recurso de
apelación en defensa de cualquier derecho fundamental contemplado
en el referido precepto constitucional o en tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte, de ello no se sigue la
posibilidad de que el tribunal de apelación cuente con facultad legal
para realizar de oficio la suplencia de la queja ante la ausencia de
agravios de la víctima en el recurso de apelación.
Además, porque debe tomarse en cuenta que tal como lo refiere
el quejoso recurrente, si bien la víctima del delito tiene posibilidad legal
de interponer recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva
de primera instancia de conformidad con lo que establece el artículo
275 del Código de Procedimientos en materia de Defensa Social para
el Estado de Puebla13; sin embargo, respecto a la suplencia de la
queja en el recurso de apelación, se advierte que por disposición del
numeral 300 del citado Código de Procedimientos de esa Entidad14,
ésta se prevé como reservada exclusivamente para el supuesto en el
que se presente deficiencia o ausencia de expresión de agravios
cuando la parte apelante se trate del acusado o su defensor.
“Artículo 275. Pueden apelar el Ministerio Público, el acusado, el o los defensores y el ofendido;
este último, sólo cuando el motivo de la impugnación verse sobre cuestiones relativas a la
reparación del daño proveniente del delito.”
13
“Artículo 300. La Sala suplirá la deficiencia o falta de los agravios del acusado o del defensor
cuando estos sean los apelantes.”
14
47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
E incluso, en observancia lo que se dispone el diverso numeral
298 de la mencionada codificación adjetiva15, se obtiene que si
solamente hubiere apelado el procesado o su defensor, no se podrá
aumentar la sanción impuesta en la sentencia recurrida ni agravarse la
estimación de la peligrosidad hecha en primera instancia.
A partir de lo anterior, es dable concluir que el Tribunal
Colegiado arribó a un pronunciamiento erróneo al validar la
determinación de la Sala responsable en la que con base en la
suplencia de la queja aplicó el tercer párrafo del artículo 267 del
código penal sustantivo del Estado de Puebla, a fin de imponer una
agravante a la pena originalmente impuesta por el juez rector del
proceso penal.
Luego, también se estima incorrecto el alcance que el Tribunal
Colegiado otorgó al criterio aislado 1a. LVII/2016 (10a.), de esta
Primera Sala que ha quedado referido en párrafos precedentes,
porque si bien en dicho criterio se establece que la víctima o el
ofendido en el proceso penal no están legitimados únicamente para
promover
la
apelación
en
defensa
de
aquellas
violaciones
relacionadas directamente con la reparación del daño en su favor, sino
que es procedente que acudan a ese recurso en defensa de
cualquiera otro de los derechos fundamentales que en su favor
consagre el apartado B del artículo 20 constitucional, así como de
cualquier
otro
derecho
humano
consagrado
en
los
tratados
internacionales en los que México sea parte, conforme a lo que
establece el primer párrafo del artículo 1° de la Constitución Federal;
del señalado criterio no se obtiene la facultad del tribunal de apelación
para suplir la deficiencia o ausencia de los agravios en el recurso de
“Artículo 298. Si solamente hubiere apelado el procesado o su defensor, no se podrá aumentar la
sanción Impuesta en la sentencia recurrida ni agravarse la estimación de la peligrosidad hecha por
el inferior.”
15
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
apelación interpuesto por la víctima y, sobre esa base,
se concluye que al hacerlo interpretó de manera
incorrecta la tesis aislada de esta Primera Sala.
Precisado lo anterior, esta Primera Sala llega a la conclusión de
que el Tribunal Colegiado debió prescindir de la interpretación que dio
al señalado criterio aislado y omitir considerar que del mismo se
desprendía una facultad dirigida al tribunal de apelación para que de
oficio aplicara la suplencia de la queja en favor de la víctima del delito
y procediera a valorar la individualización de la pena realizado por el
juez de primera instancia, en detrimento de la situación actual del
sentenciado que acudió al juicio de amparo y, posteriormente, al
recurso de revisión.
En ese sentido, se estima que al resultar el argumento de la
parte quejosa fundado, lo procedente es revocar el fallo recurrido en
torno a la materia competencia del presente recurso de revisión y,
consecuentemente, devolver los autos al Tribunal Colegiado del
conocimiento a fin de que deje insubsistente la sentencia recurrida y
dicte otra en la prescinda de la interpretación que otorgó al criterio
aislado emitido por esta Primera Sala en que fundó su determinación,
debiendo proceder de nueva cuenta a analizar la legalidad de acto
reclamado y resolver lo que en derecho proceda, pues de hacerlo esta
Primera Sala de la Suprema de Justicia de la Nación estaría
pronunciándose sobre cuestiones de legalidad que escapan a la
materia del medio de impugnación de que se trata.
Adicionalmente, se menciona que el resto de los agravios
expuestos por la parte recurrente, en los que reproduce las
inconformidades aducidas en sus conceptos de violación, los cuales
además están dirigidos a combatir cuestiones relacionadas con la
49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
valoración de pruebas y el acreditamiento de la responsabilidad penal
del quejoso en la comisión del ilícito por el que se le sentenció, no
constituyen temas que deban ser abordados en el presente recurso de
revisión en cuanto constituyen alegatos de mera legalidad que
escapan a la materia de estudio en esta instancia.
Por otra parte, no deja de considerarse que en el auto de
admisión dictado por la Presidencia de esta Primera Sala, se estimó
que se encontraban actualizados los requisitos de procedencia del
recurso de revisión en virtud de que se advertía el planteamiento de
inconstitucionalidad del artículo 193 del Código Procesal en Materia de
Defensa Social del Estado de Puebla, relacionada con el tema de
presunción de inocencia; sin embargo, en el caso a estudio no se
corrobora esa determinación en tanto que de las constancias de autos
se aprecia que la parte quejosa únicamente impugnó la indebida
aplicación del referido precepto legal, lo que se estima así porque en
la exposición de los conceptos de violación únicamente se aprecia que
la parte quejosa aduce que el referido precepto legal contraviene lo
dispuesto por el diverso numeral 191 del propio ordenamiento, en el
que se establece que en caso de duda debe absolverse al acusado,
refiriendo que el mismo no puede estar por encima de la Constitución
Federal, tal y como lo regula el artículo 20, en su apartado A, fracción
V, en donde se establece que la carga de la prueba para demostrar la
culpabilidad corresponde a la parte acusadora conforme lo establezca
el tipo penal.
Asimismo, la parte quejosa argumenta en su demanda de
amparo que el artículo 193 del Código de Procedimientos en Materia
de Defensa Social, resulta inaplicable toda vez que el Ministerio
Público tiene la carga de la prueba, alegando que en la sentencia del
juez se realizó una indebida valoración de pruebas y que no se
50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
tomaron en cuanta los razonamientos de su recurso
de apelación, así como tampoco se tomaron en cuenta
las pruebas de descargo.
En ese orden, se estima que la aludida cuestión de
constitucionalidad referida en el auto de admisión no se acredita en el
presente asunto, ya que el alegato expresado por la parte quejosa
únicamente constituye un aspecto de legalidad al estar dirigido a
impugnar la aplicación de preceptos legales relacionados directamente
con la valoración de pruebas, lo cual no configura un supuesto de
procedencia del recurso de revisión.
En esa medida, si el referido acuerdo de Presidencia no causa
estado, en virtud de que sólo corresponde a un examen preliminar del
asunto y no al definitivo, que compete realizarlo, según sea el caso, al
Tribunal Pleno o a una de las Salas, es posible sostener la postura
asumida en esta ejecutoria, en la que se demostró la actualización de
un diverso supuesto de procedencia del presente medio de
impugnación según quedó referido en el considerando precedente.
Es
aplicable
al respecto,
la
jurisprudencia P./J.
19/98,
sustentada por el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, del rubro y contenido siguientes:
“REVISIÓN EN AMPARO. NO ES OBSTÁCULO PARA
EL DESECHAMIENTO DE ESE RECURSO, SU
ADMISIÓN POR EL PRESIDENTE DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. La admisión del
recurso de revisión por el Presidente de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación constituye una resolución que no
es definitiva, ya que el Tribunal Pleno está facultado, en la
esfera de su competencia, para realizar el estudio a fin de
51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016.
determinar la procedencia del recurso y, en su caso,
resolver su desechamiento.”16
Así las cosas, habiendo resultado que los agravios expresados
por la parte quejosa resultaron fundados, lo que procedente es revocar
la sentencia impugnada y devolver los autos al Tribunal Colegiado del
conocimiento a fin de que actúe como antes quedó precisado.
Por lo expuesto y fundado, esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, resuelve:
PRIMERO. En la materia de la revisión, se revoca la sentencia
recurrida.
SEGUNDO.
Devuélvanse
los
autos
al
Segundo
Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, a efecto de que proceda
de conformidad con lo señalado en el último considerando de esta
ejecutoria.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los
autos al Tribunal de su origen, y en su oportunidad, archívese el toca
como asunto concluido.
En términos de lo previsto en los artículos 3° fracción II, 13, 14 y 18,
fracción II, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se
suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial que encuadran en esos supuestos normativos.
16
Jurisprudencia P./J. 19/98, Novena Época, Registro: 196731, Instancia: Pleno, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VII, Marzo de 1998, Materia(s): Común,
Página: 19.
52
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