AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. QUEJOSO: **********. VISTO BUENO SEÑOR MINISTRO PONENTE: MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO. SECRETARIO: ALFONSO FRANCISCO TRENADO RÍOS. Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día V I S T O S para resolver los autos relativos al amparo directo en revisión 3411/2016, interpuesto contra la sentencia dictada el cuatro de mayo de dos mil dieciséis, por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, en el amparo directo **********; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. Demanda de amparo. Mediante escrito presentado el diecinueve de noviembre de dos mil quince, ante la Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, **********, a través de su representante legal, demandó el amparo y la protección de la Justicia de la Unión en contra de la autoridad y por el acto que a continuación se indican: Autoridad responsable: Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla. AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Acto reclamado: La sentencia definitiva de tres de junio de dos mil quince, dictada en el toca de apelación **********, que modificó el fallo de trece de noviembre de dos mil catorce, pronunciado por el Juez Penal del Distrito Judicial de Tepexi de Rodríguez, en la causa penal **********, seguida contra el quejoso por el delito de violación y por la que se le impuso pena de quince años y veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos. SEGUNDO. Derechos fundamentales vulnerados. La parte quejosa señaló como derechos fundamentales transgredidos en su perjuicio, los contenidos en los artículos 1, 14, 16, 17 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Asimismo, refirió los antecedentes del caso y expresó los conceptos de violación que estimó pertinentes.1 TERCERO. Trámite y resolución del juicio de amparo. Por razón de turno correspondió conocer de la demanda de amparo al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, cuyo Presidente la admitió a trámite mediante proveído de treinta de noviembre de dos mil quince, ordenando su registro bajo el número **********. En el propio auto, se reconoció con el carácter de tercero interesada a la menor **********; se ordenó verificar el emplazamiento correspondiente, así como hacer del conocimiento de su representante legal el plazo previsto en el artículo 181 de la Ley de Amparo, para presentar alegatos o promover amparo adhesivo.2 1 Juicio de amparo directo **********. Fojas 6 a 49. 2 Ibídem. Fojas 52 y 53. 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Seguidos los trámites procesales correspondientes, el órgano colegiado dictó sentencia en sesión de cuatro de mayo de dos mil dieciséis, en la que resolvió negar el amparo y la protección de la Justicia Federal.3 CUARTO. Interposición del recurso de revisión. Inconforme con dicha resolución, mediante escrito presentado el tres de junio de dos mil dieciséis, ante el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, el defensor particular del quejoso interpuso recurso de revisión en su contra.4 Mediante acuerdo de seis de junio de dos mil dieciséis, el Magistrado Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, ordenó remitir a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación el escrito original de expresión de agravios y las constancias relativas a los autos del juicio de amparo directo **********. QUINTO. Trámite del recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Con la remisión anterior, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por auto de dieciséis de junio de dos mil dieciséis, ordenó formar y registrar el recurso de revisión bajo el número 3411/2016, y lo admitió a trámite al estimar actualizada una cuestión de constitucionalidad porque “del análisis de las constancias de autos se advierte que en el presente asunto se planteó la inconstitucionalidad del artículo 193 del Código Procesal en Materia de Defensa Social, en relación con el tema: “Presunción de inocencia. El artículo 193 del Código Procesal en Materia de Defensa Social es contrario a ese principio, ya que establece que la sola negativa del inculpado de haber participado en el delito imputado es insuficiente para desvirtuar los elementos de cargo 3 4 Ibídem. Fojas 111 a 229. Ibídem. Fojas 338 a 266. 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. existentes en su contra.”; en la sentencia recurrida, se declararon infundados los conceptos de violación y en los agravios materia de esta instancia, la parte quejosa controvierte esa determinación, por lo que subsiste una cuestión propiamente constitucional en términos de los previsto en el artículo 81, fracción II de la ley de Amparo y, atendiendo a lo previsto en los Puntos Primero y Segundo del Acuerdo general 9/2015, al tratarse de un asunto novedoso en virtud de que a la búsqueda de precedentes relacionados por tema o precepto controvertido no se advierte la existencia de un criterio sostenido por este Alto Tribunal al respecto, se impone admitirlo al actualizarse los requisitos de importancia y trascendencia referidos en la fracción IX del artículo 107 de la Constitución(...)”. En el mismo proveído se dispuso turnar el expediente para su estudio al Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo y su radicación en la Primera Sala, a la que se encuentra adscrito.5 SEXTO. Radicación del asunto en la Primera Sala. El Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por acuerdo de veinticuatro de agosto de dos mil dieciséis, determinó el avocamiento del asunto y ordenó la devolución de los autos al Ministro designado Ponente para la elaboración del proyecto de resolución6; y, C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracción IX de la Constitución Política de los 5 6 Amparo directo en revisión 3411/2016. Fojas 33 a 35. Ibídem. Foja 55. 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción II y 83 de la Ley de Amparo en vigor; y, 21, fracción III, inciso a) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así como en los puntos Primero y Tercero del Acuerdo General 5/2013, emitido por el Pleno de este Alto Tribunal el trece de mayo de dos mil trece y publicado en el Diario Oficial de la Federación, el veintiuno del mismo mes y año; toda vez que el recurso fue interpuesto en contra de una sentencia pronunciada en amparo directo, en materia penal, por un Tribunal Colegiado de Circuito, y, en esta instancia se reitera el planteamiento de constitucionalidad, sin que su resolución implique justificar la competencia del Tribunal Pleno para conocer del presente asunto, en términos del punto Segundo, fracción III del Acuerdo General Plenario en cita, en virtud de que la resolución del mismo no reviste un interés excepcional. SEGUNDO. Oportunidad del recurso de revisión. El recurso de revisión fue interpuesto oportunamente de conformidad con lo dispuesto en el artículo 86 de la Ley de Amparo7 aplicable, en atención a lo siguiente: a) La sentencia recurrida se notificó por lista al autorizado de la parte quejosa, el viernes veinte de mayo de dos mil dieciséis. b) La notificación surtió sus efectos el día hábil siguiente, esto fue el lunes veintitrés de mayo siguiente. c) El plazo de diez días para impugnar la resolución recurrida, previsto en el artículo 86 de la Ley de Amparo aplicable, “Artículo 86. El recurso de revisión se interpondrá por conducto del Juez de Distrito, de la autoridad que conozca del juicio, o del Tribunal Colegiado de Circuito en los casos de amparo directo. El término para la interposición del recurso será de diez días, contados desde el siguiente al en que surta sus efectos la notificación de la resolución recurrida. La interposición del recurso, en forma directa, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación o ante el Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, no interrumpirá el transcurso del término a que se refiere el párrafo anterior.” 7 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. transcurrió del martes veinticuatro de mayo al lunes seis de junio de dos mil dieciséis. d) De dicho cómputo hay que descontar los veintiocho y veintinueve de mayo, así como cuatro y cinco de junio de dos mil dieciséis, por corresponder a sábados y domingos, respectivamente, por ser considerados días inhábiles de conformidad con los artículos 19 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. e) El recurso de revisión se interpuso el viernes tres de junio de dos mil dieciséis, ante el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito; consecuentemente, debe declararse oportuna su presentación. TERCERO. Problemática jurídica a resolver. En el presente asunto deberá dilucidarse si el recurso de revisión resulta procedente y, en su caso, determinar si los agravios formulados por la parte recurrente, a fin de desvirtuar las razones por las cuales se determinó negar el amparo solicitado, resultan aptos para revocar la sentencia recurrida. CUARTO. Cuestiones necesarias para resolver el asunto. Las consideraciones necesarias para resolver esta instancia son las que a continuación se sintetizan: 1. Hechos que dieron origen al presente asunto. El cuatro de octubre (sic) de dos mil once, **********, formuló denuncia en contra de **********, por el delito de violación cometido en agravio de su sobrina menor de edad **********, menor que el cuatro de noviembre de dos mil once, declaró ante el representante social los pormenores de los hechos perpetrados en su agravio y contra el referido inculpado, menor que dijo que el día diecisiete de octubre de ese año, aproximadamente como a las once de la mañana su mamá **********, la mandó a cuidar los chivos del inculpado, quien es su padrastro y vive con su mamá, y siendo 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. como a las tres de la tarde cuando cuidaba los chivos de ese señor, en el **********, al verla sola y parado junto a ella le dijo que la quería como mujer, incluso que dejaría a su mamá por ella, y ante la negativa de la menor el sujeto la empezó a tocar y en un momento dato la tiró al suelo y con fuerza le quitó sus pantaletas y él se bajó su pantalón, se acostó sobre ella, le abrió las piernas y le metió su pene en su vagina; luego, relató otros tres eventos en los que dio noticia detallada de la forma en que el mismo sujeto la obligó a sostener relaciones sexuales contra su voluntad. En consecuencia, los agentes de policía procedieron a detener al ahora quejoso y a trasladarlo a las oficinas de la Comisaría General de Seguridad Pública del Estado, aproximadamente a las diecisiete horas con cincuenta minutos. En dicho lugar, también se elaboró el informe de policía y se practicó el dictamen médico del inculpado. En atención a lo anterior, el Agente del Ministerio Público local, inició e integró la correspondiente averiguación previa, misma que consignó a la autoridad judicial ejerciendo la acción penal contra el inculpado como presunto responsable del delito de violación referido. 2. Proceso penal **********. En virtud de los hechos antes descritos y una vez agotado el proceso penal correspondiente, el trece de noviembre de dos mil catorce, el Juez Penal del Distrito Judicial de Tepexi de Rodríguez, Estado de Puebla, dictó sentencia en la que determinó que **********, es penalmente responsable del delito de violación, previsto y sancionado por los artículos 267, 269, fracción IV, en relación con los diversos 13 y 21 del Código de Defensa Social para el Estado, cometido en agravios de la menor (**********), representada por **********, y determinó imponer la pena de ocho años, seis meses de prisión, así como al pago de noventa y dos días de salario mínimo vigente en la época de la perpetración del antijurídico; y, al pago de la reparación del daño. 3. Recurso de apelación. En contra de la determinación anterior, el sentenciado, su defensor particular y la representación legal de la menor interpusieron recurso de apelación que se radicó en la Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, bajo el número de toca penal **********, en el que mediante sentencia dictada el tres de junio de dos mil quince, se determinó modificar la determinación de primer grado, en cuanto a la pena privativa de libertad 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. impuesta al sentenciado para fijarla en quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos. De igual forma, se modificó la condena al pago de la reparación del daño moral por el equivalente a un mil días de salario mínimo diario vigente en la región a favor de la menor, y al pago de la reparación del daño material, dejando su cuantificación para la etapa de ejecución de la sentencia. Las consideraciones en que se basó la Sala responsable, en lo conducente refieren: La Sala responsable consideró que del estudio de la sentencia impugnada, analizada a la par de las constancias que conforman la causa penal número ********** del índice del Juzgado Penal del Distrito Judicial de Tepexi, Puebla, se advertía la existencia de un agravio que suplir en favor de la menor agraviada, en el rubro de la individualización de la pena. De igual forma, estimó que un argumento de la inconformidad planteada por el representante legal de la menor agraviada, resultaba ser esencialmente fundado porque el juez natural al momento de aplicar la sanción al sentenciado, dejó de considerar lo dispuesto por el tercer párrafo del artículo 267 del código penal del Estado, que establece que cuando el sujeto pasivo es menos de dieciocho años, se duplicará la sanción establecida en el primer párrafo del propio precepto, el cual era la legalmente aplicable al caso concreto, para imponer inexplicablemente la sanción establecida por la violación genérica, lo que redundó en perjuicio de la ofendida. Sostuvo la Sala responsable que del estudio realizado a la sentencia impugnada propiamente en el capítulo relativo a la individualización de la pena, el juez del conocimiento, en parte se apegó al contenido de los artículos 72 a 75 del Código Penal del Estado, porque ponderó las peculiaridades del enjuiciado, analizó las circunstancias propias que revistió el evento delictivo y las circunstancias exteriores de ejecución del delito y al adminicularlas, concluyó con su estimativa sobre el grado de culpabilidad del sentenciado, a quien ubicó entre la mínima y la media más cercana a la primera, ubicación que ese órgano compartió, no así tratándose del quantum de la pena, pues apreció que el 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Ministerio Público al momento de formular acusación, en su pliego de conclusiones acusatorias, solicitó la imposición de la pena prevista en los artículos 267 y 269 fracción IV del Código Penal del Estado y el juez de la causa, al respecto dejó de considerar que la sujeto pasivo del delito de violación, era una menor de dieciocho años y que la pena a imponer lo era la prevista en el tercer párrafo del artículo 267 del Código Penal del Estado, que al contemplar la duplicidad de la pena prevista en dicho numeral, la sanción a imponer era de doce a cuarenta años de prisión y multa de cincuenta a quinientos días de salario mínimo vigente en la época de los hechos. Lo que consideró el tribunal de apelación, sin dejar de advertir que los hechos materia de la causa actualizaban un concurso real o material de delitos, al haber el activo desplegado la conducta de imponer la cópula a la ofendida en cuatro actos distintos, sin embargo, en atención a que el Ministerio Público fue omiso al solicitar la acumulación de penas, estimó que se encontraba impedido para realizar modificación al respecto. De lo anterior, advirtió que si la ley concede al juzgador la facultad de hacer uso de manera discrecional y razonada de las penas a imponer a quien transgrede las normas de defensa social; y que entre la pena impuesta al sentenciado, el estudio de las condiciones personales, sociales y económicas de éste, conjuntamente con las circunstancias que revistió el delito, la mecánica operatoria, el resultado lesivo, la magnitud del daño causado y el grado de culpabilidad en el que fue ubicado, no guardaban una proporción justa y equitativa. Ante ello, el tribunal de alzada estimó procedente reasumir las facultades del juzgador, en términos de lo dispuesto en el artículo 272 de la ley procesal de la materia, para efecto de determinar la pena impuesta dada la inconformidad planteada por el representante legal de la ofendida, respetando para ello el estudio ponderado que efectuó el resolutor de las peculiaridades personales del enjuiciado y de las circunstancias de ejecución del injusto penal, así como el grado de culpabilidad en el que fue ubicado el sentenciado, así concluyó que atendiendo al grado de peligrosidad en que lo ubicó el juez A quo, esto es, entre la mínima y la media más cercana a la primera y en atención a que la pena a imponer se encuentra señalada en los artículos 267 y 269 de 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. la ley punitiva estatal, consideró justo imponerle por la simplicidad del delito una pena privativa de la libertad de trece años, nueve meses de duración y multa de cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos, la que deberá aumentarse por la penalidad agravada en un año, tres, meses, veintidós días de prisión, sanciones que sumadas equivalen a quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos. 4. Juicio de amparo directo. Inconforme con esta última resolución, el defensor particular del sentenciado, promovió el juicio de amparo directo que se radicó en el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, bajo el número **********, órgano que en la sesión celebrada el cuatro de mayo de dos mil dieciséis, dictó sentencia en la que negó el amparo. En la demanda respectiva, el quejoso expresó los conceptos de violación que en síntesis refieren lo siguiente: - En el primer concepto de violación alude al contenido del artículo 1° constitucional, en cuanto a la obligación de todas las autoridades de hacer respetar los derechos fundamentales de los gobernados, precepto que dijo en el caso se vulnera en agravio del sentenciado, por estar siendo molestado y privado de su libertad en forma ilegal, ello al dictar el acto reclamado. - En el segundo concepto de violación, aduce violación a los numerales 14 y 16 constitucionales, porque contra lo sostenido por la responsable, de la declaración del denunciante, éste en ningún apartado de su declaración señaló que la menor le haya manifestado que el activo la obligó a tener relaciones sexuales, incurriendo en error la sala de dar valor a esa prueba, pues no podía ir mas allá de lo que no hubiera declarado el denunciante; además, fue incorrecto que soslayara el agravio en que planteó incongruencia por las fechas en que se denunció el delito y las mencionadas como en las que ocurrieron los hechos, pues aun cuando se inició la indagatoria el cuatro de noviembre, no octubre, de dos mil once, el denunciante declaró ese último día y firmó su deposado, de modo que a partir de ellos los hechos narrados por la menor son falsos. También señala que contra lo establecido por la sala, no debió darle credibilidad a la declaración de la menor, por las contradicciones que señaló en los agravios, desestimadas por 10 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. la sala, pues la versión de la pasivo es inverosímil y contradictoria en sí misma con lo relatado por ella que aparece en el dictamen de trabajo social del veintitrés de noviembre de dos mil once, pues como lo indicó en los agravios desestimados, dio versiones diferentes que minimiza la sala, pero que de atenderse darían como resultado anular la credibilidad de la menor, pues su dicho no se ajusta a lo previsto en el artículo 201, fracción IV del Código de procedimientos en Materia de Defensa Social, dado que no puede adquirir certeza, de ahí que el proceder de la sala es contrario a los derechos fundamentales del sentenciado. Agrega que contra lo establecido por la sala sin fundamentación y motivación indispensable, al responder los agravios tercero y cuatro, su criterio revela una indebida valoración de las pruebas en cuanto al estado físico de la menor, porque al darse fe ministerial la menor estaba en el periodo de menstruación, lo cual fue omitido ponderar por el fiscal, y ese estado se corrobora con el dictamen ginecológico y proctológico practicado, siendo por tanto imposible determinar el tipo de desgarro del himen que señaló dicha autoridad ministerial, que además carece de conocimientos médicos al respecto y ello fue desatendido por la sala, sumado a que del dictamen ginecológico se dijo que había desfloración antigua como indica la sala, pero no señala el tiempo de ese desfloramiento para determinar si coincide con el día de los hechos y si realmente lo cometió el sentenciado; por ello alega indebida valoración de esas pruebas por la sala. En cuanto al criterio de la sala desplegado para contestar el quinto agravio, el defensor del quejoso señala incorrecto proceder, porque no tomó en cuenta la responsable las contradicciones de la menor en la narrativa que hizo de los hechos al perito en trabajo social, discordantes con lo que declaró ministerialmente, por lo que se duele de indebida valoración de esa prueba, entonces los elementos del delito no se acreditan con las señaladas pruebas y ponen de manifiesto la inocencia del sentenciado. En contra del criterio de la sala que desestimó el sexto agravio, alega que se emitió sin sustento legal al señalar que si se corrobora el dicho de la ofendida con la inspección ministerial, pues la responsable al momento de hacer el análisis de la inspección del lugar de los hechos señala en su valoración que es un lugar solitario cuando en realidad dicha inspección no se habla de que sea un lugar solitario, lo cual 11 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. revela que al apreciar esa prueba alteran la diligencia ministerial, saliéndose del marco de la legalidad, ya que no se cumple con los requisitos establecidos del artículo 73 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social del Estado, sobre todo porque se anotan aspectos que no se desprenden de la diligencia y ello está en desacuerdo con lo manifestado por la menor. Contra la respuesta que la responsable da al séptimo agravio, el quejoso advierte que lo sustentado en cuanto a que se configura prueba suficiente en contra del sentenciado carece de fundamentación y motivación para tener por acreditada la conducta desplegada por el hoy quejoso en contra de la menor, porque no hace un estudio de fondo ni toma en cuenta las contradicciones de la menor en cuanto al material probatorio que beneficia al sentenciado, por tanto, insiste en que la declaración de la menor ofendida no la abriga prueba alguna que corrobore su declaración, sino más bien se ha demostrado la falsedad con la que se ha conducido respecto a la acreditación de una conducta dolosa cometida por el acusado, máxime que la sala no dice qué pruebas acreditan esa conducta, por tanto no quedó demostrado el delito de violación imputado y el fallo reclamado resulta contrario a derecho, pues rompe los principios del debido proceso, de valoración de la prueba y de legalidad contemplados en los artículos 14 y 16 de la carta magna. En cuanto al apartado de la responsabilidad penal del ahora sentenciado, indica que contra el criterio de la sala, las apreciaciones alegadas en los agravios no son subjetivas, sino todo lo contrario se hicieron valer con objetividad en razón al análisis de los medios de prueba que obran en el sumario y del cual se desprende un aleccionamiento de la menor ofendida, así como las contradicciones que ya se han señalado y de las cuales enseguida precisa, diciendo que lo destacado demuestra la falsedad con la que se ha conducido la menor, lo que hace cuestionable su imputación la cual carece de credibilidad, y pues se nota también el aleccionamiento a una pretensión buscada, pues dicha declaración es incongruente, inverosímil, aislada y contradictoria, y la misma no se sustenta en prueba alguna que la haga creíble, por lo que las sentencias del juez y la responsable son contrarias a derecho vulnerando los derechos fundamentales consagrados en los artículos 14 y 16 de nuestra carta magna, así como en los Tratados Internacionales de los que México forma parte, máxime que 12 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. con el estudio clínico criminológico de fecha dos de junio del dos mil doce, se establece que el acusado es clínicamente asintomático, sin datos patológicos que reportar, por lo que resulta contradictorio con lo señalado por la menor, ya que, ella misma señaló que mi representado legal la violó en cuatro ocasiones, si fuera cierta esta versión, mi defendido fuera portador de la hepatitis B de la cual es portadora la menor tal como se encuentra acreditado con el dictamen médico legal ginecológico y proctológico de fecha cuatro de noviembre del dos mil once. En cuanto a la respuesta de la sala al noveno agravio, el abogado particular del quejoso señala que la responsable indica como fundamento de su criterio el artículo 201 del Código Procesal en Materia de Defensa Social, razonamiento que carece de motivación como lo establece el artículo 16 de la Constitución, ya que toda decisión de autoridad debe estar fundada y motivada lo que en este supuesto no acontece. Por lo que respecta al artículo 193 del Código Procesal en Materia de Defensa Social, aduce que lo aplica de manera indebida en razón de que contraviene a lo dispuesto por el artículo 191 del ordenamiento legal antes invocado en la que se establece que en caso de duda deberá absolverse al acusado y, además, que el citado artículo no puede estar por encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tal y como lo regula el artículo 20, en su apartado A, fracción V, en donde se establece que la carga de la prueba para demostrar la culpabilidad corresponde a la parte acusadora conforme lo establezca el tipo penal. Por lo que el artículo 193 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, resulta inaplicable toda vez que el Ministerio Público tiene la carga de la prueba y el juez está obligado a dictar su resolución no contraria a derecho, dado que el juez al momento de emitir su sentencia hace una indebida valoración del material probatorio que obra en el sumario y sin tomar en cuenta las apreciaciones que se han señalado en las conclusiones y, dejó de tomar en cuenta los razonamientos que se expusieron en el escrito de apelación, por lo que la autoridad responsable atenta contra los derechos fundamentales del quejoso y, además, porque no tomó en cuenta las pruebas de descargo que se ofrecieron en su momento procesal oportuno en donde se robustece la negativa del hoy quejoso, así como la falsedad con la que se ha conducido 13 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. la menor ofendida. Por otra parte, la responsable dejó de aplicar los principios de exhaustividad y de congruencia a que está obligada en su resolución que se impugna en esta vía de amparo. Alega que la respuesta por la sala dada al décimo agravio no es clara y resulta ambigua, toda vez que señala que no sabe a qué documentales se refería el quejoso, pues la misma autoridad inferior en su resolución hace mención a la documental privada consistente en dos cartas de buena conducta que consta en foja 24 de la sentencia de trece de noviembre del dos mil catorce, por lo no se puede explicar del por qué la Sala responsable señalo: “que los documentos como tal no prueban lo que afirman esto que no estuvo en compañía de la menor y a solas con esta pues tan solo pone en evidencia lo expuesto en ella.” Asimismo, alega que la sala fue omisa al no pronunciarse respecto del décimo primer agravio, dejando así en estado de indefensión al hoy quejoso. Tocante a la respuesta de la sala al décimo segundo y décimo tercer agravio, el quejoso señala que la misma carece de fundamentación y motivación al no valorar debidamente las testimoniales de ********** y **********, ya que las mismas se ajustan a lo dispuesto por el artículo 201 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, y que concatenadas con otros medios de prueba resultan suficientes para apoyar la negativa del hoy quejoso y para desvirtuar los elementos de cargo que fueron considerados, ya que la menor se ha estado conduciendo con falsedad. Dice que la respuesta al décimo cuarto agravio carece de la indebida motivación y fundamentación, toda vez que las apreciaciones que se hicieron valer en la exposición de agravios no son subjetivas ni carecen de sustento, sino todo lo contrario, se hicieron valer con objetividad en razón al análisis de los medios de prueba que obran en el sumario y del cual se desprende un aleccionamiento de la menor ofendida, así como las contradicciones que resalta y que otra vez precisa, poniendo de manifiesto la falsedad con la que se ha conducido la menor, lo que hace cuestionable su imputación, pues dice, se nota también el aleccionamiento a una pretensión buscada, ya que esa declaración es incongruente, inverosímil, aislada y contradictoria. En cuanto a la respuesta del décimo quinto agravio, alega que 14 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. la responsable fue omisa al no pronunciarse sobre lo que adujo dejando en estado de indefensión al quejoso, sobre todo por negarle valor a la testimonial de descargo de ********** y **********. Refuta que la sala indebidamente respondió el décimo sexto agravio, pues contrario a su criterio, existe indebida valoración de todos los medios probatorios señalados en los conceptos de violación que anteceden, con los que se acredita de manera objetiva que la menor en sus declaraciones se ha conducido con falsedad. Controvierte la respuesta de la sala al décimo séptimo agravio, pues indica que si bien las testimoniales a cargo de ********** y **********, respecto del primero es testigo de cargo al tratarse del abuelo de la menor ofendida reseñando lo que declaró, su dicho es relevante porque acredita que la menor no fue violada como lo señala el testigo **********, y por lo que respecta a la testigo de descargo **********, acorde con lo declarado, es evidente que la menor únicamente se ha conducido con falsedad, de modo que ambas testimoniales tienen el valor de prueba plena, cuando éstas han sido concatenadas con todo el material probatorio que obra en el sumario en donde se prueba y robustece la negativa del hoy quejoso, y la falsedad con la que se ha conducido la menor ofendida. Sobre la respuesta de la sala al décimo octavo, el quejoso señala que la responsable para emitirla no hizo un debido y minucioso estudio de los interrogatorios practicados a las peritos en psicología y trabajo social, ya que en los mismos la menor se contradice con la declaración ministerial, lo cual pasa por alto la responsable, destacando al respecto lo que dijo la menor a la perito de psicología respecto de su dictamen cuando fue interrogada ante el juez, de ahí que al ser considerada por la responsable como prueba plena y al estar concatenada con los demás medios de prueba se llega a la certeza jurídica que el hoy quejoso es inocente de la imputación que le hace la menor. Se duele que la sala omitiera pronunciarse respecto del décimo noveno agravio en que planteó las incongruencias en que incurrió la menor. Por lo que hace a la respuesta del vigésimo agravio, alega que la sala se condujo sin fundamentación ni motivación, toda 15 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. vez que no señaló que la documental expedida por el Presidente Municipal Constitucional de Atexcal, se trata de una documental pública, que no es necesario ratificar, sin pasar por alto que dicha documental no fue objetada por el Ministerio Público ni por la víctima, ni redargüida de falsa, por lo tanto hace prueba plena conforme a lo dispuesto por el artículo 196 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, por lo que beneficia al quejoso y robustece jurídicamente su negativa, toda vez que en dicha documental se señala que: “El cerro de la Cruz y Loma Encantada no existe abrevaderos para que el ganado tome agua”, desvirtuando así los parámetros utilizados para dar valor a las declaraciones de la menor, al adminicularse con la inspección judicial practicada el veinticuatro de enero del dos mil trece, en donde el juzgador y secretario señalan que no existe pila o estanque construido para que puedan ir a tomar agua los ganados, pues este lugar es una zona semidesértica donde no se observa algún lugar donde se concentre o almacene agua, desvirtuando los datos de la menor. En consecuencia, alega que no quedó acreditado el cuerpo del delito ni mucho menos la responsabilidad penal del hoy quejoso en el delito de violación atribuido, por lo que es procedente concederle el amparo liso y llano. Por todo ello, insiste en que la autoridad responsable viola lo dispuesto por los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal, e incumple con lo que establecen los artículos; 178, 190, 193, 196, 199, 200, 201 y 204 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, puesto que la autoridad responsable no valoró todas las pruebas en su conjunto, además, porque la autoridad judicial debió ceñirse no solo a los lineamientos señalados por la ley secundaria, porque para la subsunción del hecho concreto a los presupuestos generales de la norma, deben seguirse ciertas formalidades basadas en los principios lógicos del pensamiento. Dice que la violación a las garantías constitucionales establecidas en el artículo 16 de la Constitución Federal, en relación a los artículos; 178, 190, 193, 196, 199, 200, 201 y 204 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, deriva por su inexacta aplicación, puesto que la autoridad responsable no valora todas las pruebas en su conjunto para hacer un análisis lógico jurídico que conlleve a la búsqueda de la verdad, siendo ese su deber tal como lo señala la ley adjetiva de la materia y la ley fundamental, como 16 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. sustento invoca las tesis de rubro: “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, FALTA O INDEBIDA. EN CUANTO SON DISTINTAS, UNAS GENERAN NULIDAD LISA Y LLANA Y OTRAS PARA EFECTOS.” y “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. NO PUEDEN OMITIRSE POR LA SIMPLE CITA DE JURISPRUDENCIA.” - En el tercer concepto de violación, alega que es ilegal el incremento de la pena de prisión que hace la autoridad responsable al sentenciado, por el delito de violación de ocho años, seis meses y multa de noventa y dos días de salario mínimo vigente a quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos, lo cual dice es totalmente violatorio de los derechos humanos fundamentales, ya que la responsable basa el incremento de la pena en las manifestaciones que hizo el representante legal de la menor, el cual no presentó agravios y en suplencia de la menor incrementó la pena de prisión, lo que atenta contra el principio del debido proceso y de legalidad, porque si bien debe existir cierta suplencia a favor de la menor, también es cierto que la menor a través de su representante puede interponer la apelación únicamente en cuanto hace a la reparación del daño y no para el incremento de la pena, como indebidamente lo hace la responsable. Asimismo, señala que el Ministerio Público no interpuso el recurso de apelación para que se pudiera dar el incremento de la pena de prisión del quejoso, porque el artículo 298 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, dice: “Si solamente hubiere apelado el procesado o su defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en la sentencia recurrida ni agravarse la estimación de la peligrosidad hecha por el inferior”, lo que quiere decir que si el Ministerio Público no interpuso recurso de apelación y únicamente lo hizo el defensor o el procesado no podrá aumentarse la sanción como indebidamente lo hizo la autoridad responsable, violentando el precepto antes invocado, así como los principios de legalidad y debido proceso contempladas en la Constitución Federal, los Tratados Internacionales y el Pacto de San José de Costa Rica. Agrega, que si bien la ofendida menor de edad puede interponer recurso de apelación como lo establece el artículo 275 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa 17 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Social, el mismo artículo establece que solo podrá interponer este recurso cuando el motivo de la impugnación verse sobre cuestiones relativas a la reparación del daño proveniente del delito, más no para el incremento de la pena, por lo que la responsable se excedió de sus atribuciones y facultades como autoridad al momento de emitir la sentencia que se combate, pues no puede ir más allá de lo que dice la ley, menos atentando contra los derechos humanos del sentenciado. Por lo que respecta a los fundamentos invocados por la autoridad responsable consistente en los artículos 7, fracción XXV, 10, 11 y 12, fracción III, de la Ley General de Víctimas, así como la jurisprudencia 191/2005, sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para el incremento de la pena, son inaplicables, en razón a que los mismos sólo refieren que la víctima podrá coadyuvar con el Ministerio Público y que las víctimas tendrán acceso a los mecanismos y procedimientos previstos en la Constitución, en las leyes locales y Federales aplicables y en los Tratados Internacionales, así como interponer los recursos que prevé la ley, pero solo por lo que hace a la reparación integral por los daños sufridos, como lo establece el artículo 10 de la Ley General de Víctimas, pero no en cuanto al incremento de la pena de prisión como lo hizo indebidamente la responsable, por lo que se atenta contra el principio del debido proceso y de legalidad contemplados en los artículos 14, 16 y 17 de la Norma Suprema, ya que se deben cumplir las formalidades esenciales del procedimiento y las resoluciones deben dictarse de manera imparcial sin rebasar los derechos del quejoso. - En el cuarto concepto de violación, alega que el artículo 17 de la Constitución Federal, establece la garantía de acceso a la justicia, por ello el juez debe resolver la controversia ante él planteada y la autoridad responsable debe resolver el problema planteado en el recurso de apelación, específicamente analizando todos los puntos materia de debate que hayan sido expresados por el recurrente, lo cual no sucedió en el caso, invocando la jurisprudencia del índice del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito de rubro: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PROCEDE SU ANÁLISIS DE MANERA INDIVIDUAL, CONJUNTA O POR GRUPOS Y EN EL ORDEN PROPUESTO O EN UNO DIVERSO.”. - En el quinto concepto de violación, alega infracción al 18 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. artículo 133 de la Constitución Federal, al haberse vulnerado las disposiciones establecidas en los artículos 8, 24 y 25 del Pacto de San José de Costa Rica, cuyo contenido reproduce. 5. Sentencia del juicio de amparo directo **********. Mediante sentencia dictada el cuatro de mayo de dos mil dieciséis, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, determinó negar el amparo con base en las consideraciones que enseguida se exponen: Una vez que reseñó a detalle los pormenores de las pruebas desahogadas en el juicio, calificó de infundados los conceptos de violación que hace valer el quejoso, analizados aun en términos del artículo 79, fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo. Desestimó el disenso de que la sentencia reclamada vulneraba al quejoso los artículos 1, 14, 16, 17 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior, aludiendo al párrafo segundo del artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues señaló que si bien acorde con su contenido los tribunales federales, en los asuntos de su competencia, deben realizar el estudio y análisis ex officio sobre la constitucionalidad y convencionalidad de las normas aplicadas en el procedimiento, o en la sentencia que ponga fin al juicio, del análisis de la sentencia reclamada y del procedimiento del cual es resultado, no advirtió violación a los derechos fundamentales del quejoso contemplados en la Constitución Federal, ni en tratados internacionales suscritos por el Estado Mexicano. Indicó que el principio pro homine o pro persona que se encuentra implícito en el artículo 1º constitucional, no presupone necesariamente que las cuestiones planteadas por los gobernados deban ser resueltas de manera favorable a sus pretensiones, ni siquiera so pretexto de establecer la interpretación más amplia o extensiva que se aduzca, ya que 19 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. en modo alguno ese principio puede ser constitutivo de “derechos” alegados o dar cabida a las interpretaciones más favorables que sean aducidas, cuando tales interpretaciones no encuentran sustento en las reglas de derecho aplicables, ni pueden derivarse de éstas, porque, al final, es conforme a las últimas que deben ser resueltas las controversias correspondientes, al respecto invocó la jurisprudencia de la Primera Sala de rubro: “PRINCIPIO PRO PERSONA. DE ÉSTE NO DERIVA NECESARIAMENTE QUE LOS ARGUMENTOS PLANTEADOS POR LOS GOBERNADOS DEBAN RESOLVERSE CONFORME A SUS PRETENSIONES”. Señaló que el artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce los derechos fundamentales de audiencia y debido proceso, de esa forma el derecho fundamental de audiencia que en referencia al diverso de debido proceso, previo al acto privativo que afecte a las personas con carácter de imputadas en un procedimiento criminal, implica la ineludible obligación de agotar los requisitos formales de la notificación del inicio del procedimiento y sus consecuencias, amén de la efectiva oportunidad de ofrecer y desahogar pruebas, alegar y dictar resolución que dirima las cuestiones debatidas; todo lo cual no puede presentarse de manera aislada porque todo ello materializa propiamente el sistema de defensa adecuada y conforma el imprescindible marco de actuación de las autoridades, por ende, cuando cualquiera de tales aspectos se ve afectado hace evidente la infracción al derecho fundamental de que se trata. A partir de ello, dijo que en el caso, previo al pronunciamiento de la sentencia definitiva objeto de reclamo el quejoso tuvo oportunidad efectiva de defenderse, pues tomó conocimiento oportuno de su inicio y de sus consecuencias, así como de la opción de ofrecer y desahogar las pruebas en que fincó su defensa, declarar lo que consideró pertinente para con base en todo ello pronunciar sentencia en primera y segunda instancia que comprendió las cuestiones debatidas, 20 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. cumpliéndose así el artículo 14, párrafo segundo, de la Carta Magna. Señaló que adverso a lo afirmado en el concepto de violación, el ministerio público al recibir la denuncia de la agraviada **********, desahogó diversas diligencias, ejerció acción penal contra el impetrante, como probable responsable en la comisión del delito de violación, previsto y sancionado por los artículos 267 y 269 fracción IV, en relación con los diversos 13 y 21 fracción I, del Código de Defensa Social para el Estado. Luego refirió lo acontecido ante la autoridad jurisdiccional y como se respetaron las prerrogativas constitucionales, incluso que contra la primera sentencia del juez natural, se interpuso apelación y a consecuencia del resultado se repuso el procedimiento y merced a ello se desahogaron pruebas que la defensa ofreció para posteriormente dictar nueva sentencia condenatoria y que al ser recurrida en apelación se dictó el fallo reclamado. En esa medida, contra el disenso genérico del quejoso, para el colegiado tuvo la oportunidad efectiva y cabal de defenderse previo al pronunciamiento de la sentencia definitiva reclamada, de ahí que se cumplió con las formalidades esenciales del procedimiento, de modo que el acto reclamado no es violatorio del numeral 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni de los numerales 8, 24 y 25 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), invocando la jurisprudencia 210 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro: “FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO”, así como la tesis IV/2014 de la Primera Sala del alto Tribunal, de rubro: “DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO. ELEMENTOS QUE LO INTEGRAN”. 21 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Asimismo, estimó que la responsable procedió con apego y satisfacción al precepto 16, párrafo primero, pues al resolver indicó en forma precisa las disposiciones normativas aplicables al caso y expresó argumentos lógico-jurídicos que lo llevaron a concluir que el atribuido y demostrado delito de violación calificada encuadra en las hipótesis normativas de los ordinales 267 y 269 fracción IV (cometido por el padrastro contra su hijastra), del código sustantivo aplicable en la época de los hechos, merced a la valoración probatoria a la cual se ciñó en torno al procedimiento instruido con base en lo cual, adecuadamente justificó la acreditación de la materialidad del hecho tipificado como ilícito agravado objeto de la acusación, fincar responsabilidad al quejoso como autor e imponerle las penas previstas en la ley exactamente aplicables al delito agravado en cita, con lo que dio cumplimiento a los requerimientos formales de fundamentación y motivación del acto de autoridad reclamado, invocando como apoyo la jurisprudencia 204 de la Segunda Sala de rubro: “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN”. De igual forma estimó acatado el numeral 17 Constitucional y el diverso 8, apartado 1, de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), en vista de que lo previsto implica una condición esencial que debe revestir a los juzgadores que tienen a su cargo el ejercicio de la función jurisdiccional, misma que consiste en el deber que tienen de ser ajenos o extraños a los intereses de las partes en controversia, así como dirigir y resolver el juicio sin favorecer indebidamente a alguna de ellas, de tal forma que, contra el disenso, no existe dato para establecer que en forma indebida el tribunal de alzada hubiese resuelto el asunto que nos ocupa de manera parcial, pues como en forma apropiada lo determinó y como quedó precisado, la versión imputativa en torno a la conducta típica atribuida externada por la denunciante, se adminiculó principalmente con los dictámenes en materia de psicología, trabajo social y médico legal ginecológico y proctológico, así como el restante cuadro probatorio; de tal forma que dichos elementos de convicción, robustecidos con la prueba circunstancial, le permitieron acreditar los elementos del delito de que se trata, así como la 22 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. plena responsabilidad del quejoso en su comisión. Por ende, es evidente que en la sentencia controvertida se analizaron de manera completa los aspectos sustanciales del delito y la plena responsabilidad del justiciable en su comisión, razón por la cual no se vulneraron las garantías de seguridad jurídica, exacta aplicación de la ley penal y debido proceso, invocó al respecto la jurisprudencia 1/2012 de la Primera Sala de rubro: “IMPARCIALIDAD. CONTENIDO DEL PRINCIPIO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 17 CONSTITUCIONAL”. Incluso precisó que contra lo esgrimido por el quejoso, no se advierte violación al principio de presunción de inocencia, previsto en el artículo 1° constitucional y en el artículo 8.2 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), pues la responsable aplicó de manera correcta el artículo 193 del código procesal de la materia por lo que no contraviene lo dispuesto por el numeral 191 del mismo ordenamiento, que establece que en caso de duda debe absolver al acusado; principio no violado puesto que como se indicara antes, dentro del proceso de origen existen pruebas suficientes que desvirtúan la duda de su inocencia, siendo manifiesto que durante la tramitación del asunto se partió de tal premisa a su favor, tan es así que en el ministerio público investigador recayó la obligación de allegar los elementos de prueba tendentes al acreditamiento de la conducta ilícita atribuida y de su responsabilidad, las cuales fueron adecuadamente valoradas por la Sala responsable, con lo cual se dio cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 21 y 102, Apartado A, Constitucionales, en apoyó citó la tesis XXXV/2012, sustentada por el Pleno de rubro: “PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”. Lo anterior, porque la Ad quem expuso de manera lógica, razonada y suficiente las consideraciones merced a las cuales otorgó eficacia demostrativa a los datos de prueba que destacó y denegó a otros, pues de forma acertada consideró que la materialidad del delito de violación, previsto y 23 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. sancionado por los artículos 267 y 268 fracción IV, en relación con los diverso 13 y 21 fracción I, del Código Penal del Estado, al igual que la plena responsabilidad del quejoso en su comisión, se encuentran plenamente acreditados con los medios de prueba que relacionó detalladamente. Medios de prueba que concatenados unos con otros, dijo son aptos y suficientes para demostrar la conducta dolosa desplegada por el quejoso en su calidad de padrastro en contra de su hijastra, quien al momento de los hechos era menor de edad, al contar con catorce años; conducta desplegada en cuatro ocasiones, narrando el colegiado los hechos relatados en cada uno de los eventos por la menor, así como el resultado de las pruebas periciales que destacó. También validó el actuar de la sala, porque también quedó acreditado que el delito se cometió de manera agravada, en virtud de que se perpetró por parte del padrastro contra su hijastra. No es óbice, dijo el colegiado, para la anterior determinación, la circunstancia de que al rendir su declaración preparatoria el quejoso negó rotundamente haber cometido el ilícito que se le imputa, pues la sola negativa de los hechos resulta insuficiente para desvirtuar los elementos de cargo que existen en su contra, virtud que la denunciante lo señala directamente como la persona que mediante el uso de la fuerza física y moral la agredió sexualmente en cuatro ocasiones, invocando como apoyo la jurisprudencia número 68, sustentada por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, criterio compartido, de rubro: “DECLARACIÓN DEL INCULPADO. LA NEGATIVA DE SU PARTICIPACIÓN EN EL DELITO QUE SE LE IMPUTA, ES INSUFICIENTE PARA DESVIRTUAR LOS ELEMENTOS DE CARGO QUE EXISTEN EN SU CONTRA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA)”. En torno al disenso de que la sala fue más allá de lo declarado por el denunciante ********** pues éste en ningún momento de su atestado señaló que la menor le haya 24 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. manifestado que el activo del delito la obligó a tener relaciones sexuales, por lo que se excede en sus facultades y atribuciones como autoridad, lo cual, dijo, es incorrecto, en virtud de que como correctamente lo alude la sala y como se desprende de autos la agraviada al ser interrogada por su tío sobre los hechos acaecidos, ésta sí le manifestó que su padrastro la había obligado a tener relaciones sexuales, testimonio al que le dio correctamente la responsable valor de indicio. Asimismo, en cuanto a su disenso en el sentido de que **********, denunció antes de los supuestos hechos –cuatro de octubre de dos mil once-, por lo que es falso lo narrado por la menor; para el colegiado, si bien es cierto que en la comparecencia ministerial de la citada persona se asentó como fecha de la diligencia el cuatro de octubre de dos mil once, esto como correctamente lo dijo la responsable, se debe a un error mecanográfico, máxime que la averiguación previa el ministerio público la inició el cuatro de noviembre de dos mil once, de ahí lo infundado de su inconformidad. Sobre que no se debió dar credibilidad ni valor probatorio a la declaración de la menor, por las contradicciones, ya que en las entrevistas con los peritos en psicología y trabajo social, da versiones diferentes sobre los hechos sucedidos; para el colegiado fue inexacto, puesto que como correctamente lo dijo la sala, las exposiciones hechas ante las peritos, únicamente deben ser analizadas en el contexto del dictamen a emitir, pues las mismas derivan en razón de la entrevista de la que es objeto y la redacción del experto actuante, aunado a que se advierte la persistencia del dicho de la ofendida al narrar los cuatro momentos en los que fue agredida sexualmente por el agente del delito y las contradicciones a las que hace alusión la defensa del sentenciado, se trata de cuestiones accidentales que de ninguna manera inciden en el valor otorgado a la declaración de la ofendida, pues resulta intrascendente el lugar en el que el agente del delito eyaculó, máxime si la ofendida fue clara en establecer que en los cuatro ataques de los que fue objeto por parte del agente del delito, en todas las ocasiones eyaculó fuera de ella y de 25 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. forma clara hace una relación de los hechos cometidos en su perjuicio sexual y en franco señalamiento de la persona que fungía como su padrastro, por lo que la consideración de la defensa en el sentido de que la versión de la ofendida resulta falsa, es una apreciación subjetiva que carece de sustento, pues el hecho de que no se diera fe del abrevadero que refiere la ofendida, ello no pude implicar que el dicho de la ofendida sea mendaz. En cuanto a que la perito en trabajo social no señaló la vulnerabilidad que refiere en su argumento la responsable, ni tampoco la perito en psicología señaló en que consistió la afectación, la calidad y el estilo de vida en que se ve afectada la pasivo, en que consiste la depresión, la ansiedad y la inseguridad, por lo que resultan ambiguos para obtener valor probatorio, fue inexacto para el colegiado, porque como acertadamente lo señaló la sala, en el dictamen en trabajo social se concluyó que la agresión sexual de la que fue objeto afectan su calidad y estilo de vida, mientras que en el psicológico se llegó a la conclusión de que presentó un estado psicológico alterado desencadenado por la agresión de índole sexual que refiere haber sido objeto durante la entrevista, su tono de voz disminuye, se siente culpable, avergonzada, triste, así como también refleja ansiedad, depresión, inseguridad y temor a su agresor, presenta preocupación de tipo sexual, indicadores que ponen en riesgo su integridad psicológica y sexual. Desestimó el disenso de que resultaban trascendentes las circunstancias de modo, tiempo y lugar para restarle credibilidad al testimonio de la víctima, por lo que se atenta contra el debido proceso y el principio de legalidad, ya que para el colegiado la agraviada fue contundente al señalar a su padrastro como la persona que utilizando la violencia física y moral la agredió en cuatro ocasiones sexualmente cuando se encontraba sola en el cerro cuidando los animales, por lo que las circunstancias a que hace alusión, quedaron cubiertas en la declaración de la agraviada. 26 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Lo mismo sucedió, según el colegiado, en cuanto al disenso de que se haya dado fe del estado psicofisiológico y proctológico cuando la ofendida se encontraba en período de menstruación, y esto hacía imposible determinar el tipo de desgarro que señala, pues para el tribunal haber sido examinada la agraviada cuando se encontrara menstruando, no era un factor para restarle valor probatorio, aunado a que si bien la fiscal no es perito en materia de ginecología para determinar las características del desgarro himenal, la misma solo dio fe del examen que se le practicó a la agraviada por el perito en medicina legal, por lo que a dicha diligencia se le debe dar valor probatorio. Respecto al disenso de que en el dictamen médico legal ginecológico y proctológico, el galeno, no señala el tiempo que lleva el desfloramiento para poder determinar si coincide con el día de los hechos y si realmente lo cometió el hoy quejoso; se desestimó pues el experto fue preciso en establecer que la paciente del delito presentó desgarro a la hora siete de la carátula himeneal, precisando que la cicatrización de un himen es de aproximadamente siete a diez días, por lo que después de ese tiempo se considera el desfloramiento antiguo, de ahí que si al momento de la práctica del dictamen habían pasado más de diez días, es lógico que se considere un desfloramiento antiguo, lo que de ninguna manera justifica la inocencia del sentenciado, por lo que no debe restársele valor probatorio a dicha experticia como aducía el quejoso. Tocante al disenso de indebida valoración por la responsable a la inspección ministerial ocular en el lugar de los hechos, indicando que es un lugar solitario cuando de esa inspección no se desprende que sea un lugar solitario, por lo que alteró dicha diligencia, asimismo dice que a trescientos cincuenta metros tuvo a la vista otro paraje al que hizo referencia la ofendida, de lo que observó los dos lugares en donde la ofendida refirió, y en dicha inspección en ningún momento se señala otro paraje, ni de los dos lugares como indebidamente refiere, por lo que no se corrobora el dicho de la menor; fue también desestimado por el colegiado, porque de la citada 27 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. diligencia se desprende que primero indicó que se daba fe del cerro conocido como Loma Encantada, haciendo constar entre otras cosas que es una parte despoblado, donde le señala la agraviada un lugar de dicha loma como el mismo donde fue sometida y violada, continuando con la diligencia dio fe que aproximadamente a trescientos cincuenta metros hay un paraje de regular dimensión, donde también la agraviada le señaló como el lugar donde fue sometida y violada, haciendo constar que durante el desahogo de dicha diligencia no se observó gente en dichos cerros, de ahí lo inexacto de su argumento. Resultó inexacto el disenso en el sentido a que la menor fue aleccionada, porque de la declaración de la agraviada se desprende que ésta es clara, precisa, sin dudas ni reticencias, coincide en lo sustancial, precisa las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que acaecieron los hechos; los hechos sobre los que depuso los vivió por si misma; además, en autos no se prueba que haya sido obligada a declarar; aunado a que en sus demás versiones en los dictámenes psicológico y de trabajo fue contundente en sostener la imputación contra el quejoso como la persona que la agredió sexualmente en cuatro ocasiones. Tocante al disenso de que la declaración de la menor está plagada de falacias, tal como se demuestra con el estudio clínico criminológico de donde se desprende que el quejoso es asintomático, sin datos patológicos que reportar, por lo que es contradictorio con lo señalado con la menor ya que si la hubiera violando el quejoso fuera portador de la hepatitis B de la cual es portadora la menor como se encuentra acreditado con el dictamen médico legal ginecológico, ya que dicha enfermedad se transmite por vía sexual, con lo cual se demuestra su inocencia; planteamiento desestimado porque si bien es cierto en el dictamen médico legal en la parte conducente de historia clínica se advierte que como antecedentes personales patológicos dice que la menor agraviada es portadora de hepatitis B, tal circunstancia no está corroborada con estudio médico alguno en el proceso, de ahí que las manifestaciones que hace el quejoso en el 28 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. sentido de que se si la hubiera violado sería portador de esa enfermedad no tiene apoyo alguno, y menos para librarlo de la acusación que contra él pesa. Sobre el reclamo de que la responsable no tomó en cuenta las pruebas de descargo que se ofrecieron en su momento procesal oportuno con lo que se robustece la negativa del hoy quejoso, así como la falsedad con que la agraviada se condujo, para el colegiado fue inexacto, ya que las testimoniales que ofreció de **********, **********, ********** y **********, se le restó eficacia probatoria al no reunir los extremos del artículo 201 de la ley procesal de la materia y por tanto son ineficaces para robustecer la negativa del quejoso sobre la responsabilidad del ilícito y por si mismas no desvirtúan el señalamiento que realiza la ofendida contra el quejoso. Por otra parte, desestimó el disenso de que la responsable le violentó los derechos fundamentales al restarle valor a las documentales que ofreció; pues como correctamente expuso, la instrumental pública de actuaciones, la documental privada y la presuncional legal y humana, no prueban lo que afirman, esto es que no estuvo en compañía de la menor y a solas con ésta, pues tan sólo pone en evidencia lo expuesto en ellas, y si bien es cierto que las documentales privadas por su naturaleza propia adquieren el carácter de presunciones que adminiculados a las demás pruebas adquieren la calidad de prueba, sin embargo, en el caso éstas no desvirtúan el dicho de la ofendida, respecto a que fue objeto de la agresión sexual por parte del quejoso. Sobre el reclamo de que la Sala no atendió su agravio donde cita que el juez no valoró el interrogatorio de la defensa al quejoso, en donde señaló que éste no le reportaba beneficio alguno puesto que solo se concretó a corroborar y perfeccionar su dicho en preparatoria, pero no es suficiente para desvirtuar las pruebas que obran en el sumario y que lo incriminan; para el colegiado si bien la responsable al analizar la sentencia emitida en el proceso percibió que dicha resolución no conculcaba garantías al procesado, no tenía 29 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. por qué cambiar el sentido de las consideraciones y valoración que de la citada diligencia realizó el juez primario, pues como correctamente se señaló, dicha prueba no corrobora su dicho en preparatoria, en el sentido de que no cometió el ilícito en estudio. En cuanto a que la responsable no tomó en cuenta la declaración de **********, en la que expuso que le preguntaron los policías si ella era la persona que habían violado contestando que a ella no le habían hecho nada, que no era cierto, por lo que dicha manifestación era de relevancia en ser tomada en cuenta toda vez que se acredita que la menor no fue violada; para el colegiado era inexacto el disenso, porque si bien es cierto, dicho ateste al declarar señaló lo antes expuesto, también cierto es que sobre el tema al declarar ministerialmente la agraviada, expuso: “(…) el día lunes treinta y uno de octubre mi mamá ********** fue a visitar a mi tío ********** a su casa y le dijo que yo me le había ofrecido a ********** y que yo había hecho todo por mi voluntad y también mi mamá le dijo a mi tío que si yo salía embarazada me tenía que quedar con ********** y fue por eso que mi tío ********** se enojó con mi mamá y le dijo que iba a denunciar a ********** y por eso mi mamá cuando regresó a la casa me dijo que si los metían a la cárcel iba a ser por mi culpa por mi calentura, y como a las ocho de la noche llegaron los policías a la casa de ********** junto con mi tío ********** y mi abuelito ********** quienes empezaron a hacer preguntas pero mi mamá me amenazó que tenía que decir que había sido por mi voluntad y por eso se fueron los policías y mi tío ********** me dijo que me fuera a su casa con él y también le dijo a mi mamá pero mi mamá no quiso y por eso me fui con mi hermanita ********** (…)”. De ahí que no le arroje benefició alguno al quejoso tal testimonial, puesto que la agraviada en su ministerial externó el por qué había negado los hechos ante los policías. Alegó el quejoso que la testimonial de **********, demuestra que la agraviada sólo trabajó hasta el catorce de octubre de dos mil once, con lo que queda probado que los días diecisiete, dieciocho, veinte y veintiuno de octubre de dos mil 30 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. once, que señala la agraviada trabajó es totalmente falso; para el colegiado fue infundado, ya que tal deposado en el caso solo corrobora lo expuesto por la citada ateste, sin embargo, no desvirtúa el dicho de la agraviada y menos que ésta no haya trabajado los días en que alude fue agredida sexualmente por el aquí quejoso, máxime que este último señaló en su preparatoria que se dedica a cuidar chivos, por lo que bien pudo estar cuidando la agraviada el ganado del quejoso. El disenso de que la sala incumplió con lo que establecen los artículos 178, 190, 193, 196, 199, 200, 201 y 201 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, puesto que no valoró todas las pruebas en su conjunto; para el colegiado fue inexacto, en virtud de que la responsable en atención a lo que expresan dichos numerales valoró la pruebas que constan en el proceso, llegando a la conclusión que con ellas se acredita el delito de violación calificada, así como la plena responsabilidad del quejoso en su comisión. De ahí que dijo sea inexacto lo que señala en el sentido de que la autoridad responsable debió indicar en su estudio cuáles son los elementos que integran el ilícito, en virtud de que de la sentencia reclamada se advierte que citó los mismos, los cuales relacionó con la pruebas existentes, llegando así a establecer la materialidad de la infracción delictiva, situación que complementó con el examen de la tipicidad, o sea, la adecuación entre la norma abstracta de la hipótesis delictiva y la conducta concreta que se le imputó al quejoso, analizando así que con los elementos de convicción que sirvieron para acreditar el delito atribuido, también quedó demostrada la plena responsabilidad del quejoso en el delito de violación calificada. Por lo que las tesis que citaba el quejoso como apoyó a sus anteriores conceptos de violación de rubros: “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, FALTA O INDEBIDA. EN CUANTO SON DISTINTAS, UNAS GENERAN NULIDAD LISA Y LLANA Y OTRAS PARA EFECTOS”; “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. NO PUEDEN 31 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. OMITIRSE POR LA SIMPLE CITA DE JURISPRUDENCIA”; “APELACIÓN” y "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PROCEDE SU ANÁLISIS DE MANERA INDIVIDUAL, CONJUNTA O POR GRUPOS Y EN EL ORDEN PROPUESTO O EN UNO DIVERSO”, no le arrojen beneficio alguno en cuanto a sus pretensiones. Por otra parte, tocante al disenso de que es violatorio de los derechos fundamentales que la responsable le haya incrementado la pena, ya que se basó en las manifestaciones que hizo el representante legal de la menor, en el cual no presentó agravios por lo que atenta con el principio de debido proceso y de legalidad; que la menor únicamente puede apelar en cuanto hace a la reparación del daño y no al incremento de la pena; para el colegiado el disenso no prosperó, en virtud de que si bien el representante de la menor agraviada no formuló agravio alguno, de su escrito mediante el cual señaló interponer apelación contra la sentencia emitida en primera instancia, se desprende que se inconformó con la sanción privativa de libertad impuesta al inculpado -ocho años-, por considerarla injusta, así como con la reparación del daño a favor de su sobrina, reservándose su derecho para expresar los correspondientes agravios; razón por la cual, para el colegiado, la sala actuó correctamente al entrar al estudio de las materias citadas, supliendo la deficiencia de la queja a favor de la menor ofendida. Esto en virtud de los criterios sostenidos por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los que ha determinado que de una interpretación conforme al derecho humano de acceso a la justicia a que se refiere el artículo 17 Constitucional, en relación con la fracción IV del apartado B del artículo 20, ambos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todos pueden inconformarse en contra de aquellas determinaciones que afecten sus derechos constitucionales a la impartición de justicia y reparación del daño. De lo que se tiene que el recurso de apelación tiene por objeto que el tribunal de segunda instancia estudie la 32 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. legalidad de la resolución impugnada, con la finalidad de que confirme, revoque o modifique la resolución apelada, teniendo derecho a apelar, entre otros, la víctima o el ofendido o sus legítimos representantes. De forma tal que la víctima u ofendido en el proceso penal no están legitimados únicamente para promover la apelación en defensa de aquellas violaciones relacionadas directamente con la reparación del daño en su favor, sino que es procedente que acudan a ese recurso en defensa de cualquiera otro de los derechos fundamentales que en su favor consagre el apartado B del artículo 20 constitucional, así como de cualquier otro derecho humano consagrado en los tratados internacionales en los que México sea parte, conforme a lo que establece el primer párrafo del artículo 1o. de la Constitución Federal, invocando como apoyo la tesis de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro rubro y texto siguientes: “RECURSO DE APELACIÓN. LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO CUENTA CON LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLO EN DEFENSA DE CUALQUIER DERECHO FUNDAMENTAL CONTEMPLADO EN EL APARTADO B, DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL, ASÍ COMO DE CUALQUIER OTRO DERECHO HUMANO CONTENIDO EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN LOS QUE MÉXICO SEA PARTE (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 417 Y 418 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO FEDERAL).” De ahí que al advertir la sala responsable que era fundada su manifestación y que el juez del proceso no consideró para ello lo dispuesto por el tercer párrafo del artículo 267 del Código Penal del Estado, puesto que el representante social en su pliego de conclusiones solicitó la pena prevista en los numerales 267 y 269 fracción V de la citada codificación, al resultar que la menor agraviada es menor de dieciocho años; por lo que al contemplar la duplicidad de la pena que prevé el tercer párrafo del 267 enunciado, fue correcto que le 33 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. impusiera por la simplicidad del delito una pena privativa de la libertad de trece años, nueve meses de duración y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos, la que aumentada por la penalidad agravada de un año tres meses veintidós días de prisión, suman quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos. Sin que pase inadvertido para este órgano colegiado, que si bien la sala responsable hace alusión y transcribe el artículo 267 del Código Penal del Estado, el cual fue reformado en el dos mil doce, siendo que los hechos sucedieron en el dos mil once, esto no le depara perjuicio alguno al quejoso, puesto que dicho numeral no cambió en su contenido, sino sólo se le adicionó lo referente a que se duplicará la sanción cuando el pasivo sea mayor de setenta años. Por otra parte, respecto a la individualización e imposición de las penas al quejoso por su responsabilidad en la comisión del delito de violación calificada, este Tribunal Colegiado estima que la responsable, no se excedió en sus atribuciones y facultades, ya que de manera correcta lo ubicó en un grado de culpabilidad entre la mínima y la media, más cercano a la primera, resultándole incluso benéfica la sanción que le impuso -quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos-; puesto que si partimos de que por la simplicidad del delito le resultarían ocho años seis meses, duplicados éstos por el hecho de que la víctima del delito es menor de dieciocho años, le resultarían diecisiete años, aunado a la suma de la penalidad agravada por el carácter de padrastro que tiene el quejoso sobre la agraviada, lo que resultaría un total de dieciocho años; de lo que se concluye, que contrario a lo que indica el impetrante la sanción de quince años veintidós días de prisión que le impuso la sala, le benefician, puesto que dicha sanción es menor a la que en realidad le correspondería. 34 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Igualmente, estimó que la Sala responsable estuvo en lo correcto al condenarlo por la reparación del daño moral por la cantidad equivalente a un mil días de salario mínimo vigente al momento de la comisión de los hechos, en favor de la menor agraviada, esto con apoyo en lo estatuido en el artículo 1995 de la ley sustantiva civil, invocando el criterio jurisprudencial VI.2o.P. J/10, de ese Órgano Colegiado de rubro: “DAÑO MORAL. LA SOLA MATERIALIDAD DEL ATAQUE A LA INTEGRIDAD FÍSICA COMO DERECHO DE LA PERSONALIDAD ES SUFICIENTE PARA ACREDITARLO Y EXIGIR SU PAGO A TÍTULO DE INDEMNIZACIÓN DE ORDEN ECONÓMICO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA)”. En cuanto a lo referente al pago de la reparación del daño material, se deja intocado lo indicado por la sala responsable, en el sentido de dejar a salvo los derechos de la agraviada para que en la etapa de ejecución demuestre la cuantificación del mismo. Siendo correcto que se le negara al quejoso el beneficio de la conmutación de la pena corporal, conforme a lo dispuesto por el artículo 100 del código de la materia al exceder la sanción impuesta al quejoso de cinco años de prisión. Conforme a lo dispuesto por el numeral 37, fracción VII, del Código de Defensa Social para el Estado, fue legal que se le suspendiera al quejoso de sus derechos civiles y políticos, durante el tiempo que dure la pena corporal impuesta. Asimismo, también fue exacto que se le amonestara en término de ley de conformidad con lo dispuesto en los artículos 39 y 40 de la codificación aplicable. Por todo lo anterior, negó el amparo. 6. Recurso de revisión. Inconforme con la determinación emitida en el juicio de amparo directo, el defensor particular del quejoso, por escrito presentado el tres de junio de dos mil dieciséis, interpuso recurso de revisión. 35 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. Al respecto, se advierte que el recurrente como argumentos de agravio expuso de manera similar las violaciones alegadas en la demanda de amparo, sólo que ahora las endereza en contra del órgano colegiado. En efecto, aduce violado en perjuicio de su defendido, el numeral 1 constitucional y el diverso 25 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, precepto éste que acorde con la ejecutoria emitida por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación en la contradicción de tesis 293/2011, es parámetro de regularidad constitucional. Luego hace referencia al contenido de los numerales 2, 73, 74 y 75 de la Ley de Amparo y, posteriormente, alude a los fundamentos que destaca del fallo del tribunal colegiado, esgrimiendo razones por las cuales son incorrectos por carecer de fundamentación y motivación, sobre todo porque los expuso sin haber analizado debidamente las pruebas desahogadas en el juicio natural. En general, indica que el tribunal colegiado no analizó detenidamente los motivos de inconformidad desarrollados en los conceptos de violación, lo cual violenta sus derechos fundamentales, pues contrario a lo resuelto en la sentencia recurrida, el acto reclamado vulneró los principios señalados como pro persona, presunción de inocencia y debido proceso derivado, sobre todo, de la incorrecta valoración de pruebas que verificó la autoridad responsable. Asimismo, cuestiona el pronunciamiento del tribunal colegiado relacionado con el concepto de violación enderezado contra la determinación de la Sala responsable de incrementar la pena a pesar de que el Ministerio Público no apeló y el representante legal de la menor si bien apeló no expresó agravios, por lo que fue ilegal que le fuera agravada la penalidad impuesta, pues como fundamento para validar la actuación de la autoridad responsable, el colegiado hizo una interpretación incorrecta del artículo 20 constitucional, Apartado B y una aplicación indebida de la jurisprudencia que invocó respecto de la legitimación de las víctimas para apelar una sentencia sobre aspectos que no solo inciden en la reparación del daño, pues el numeral constitucional citado en ninguna de sus fracciones hace referencia a que las víctimas tienen derecho a combatir el incremento de las penas de prisión, sino que solamente en su fracción IV establece el derecho que tienen a la reparación del daño. 36 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. A ello, se suma que en el caso el Ministerio Público no apeló para que se pudiera incrementar la pena en perjuicio del sentenciado, pues como lo prevé el numeral 298 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social del Estado de Puebla, si solamente hubiera apelado el procesado o su defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en la sentencia recurrida ni agravarse la situación de la peligrosidad hecha por el inferior. Es decir, que si bien la ofendida es menor de edad y puede interponer recurso de apelación como prevé el artículo 275 del citado ordenamiento, dicho precepto establece que sólo podrá interponer este recurso cuando el motivo de la impugnación verse sobre cuestiones relativas a la reparación del daño proveniente del delito, pero no para el incremento de la pena de prisión, por lo que el fallo del colegiado violenta los principios de estricto derecho, legalidad y del debido proceso previstos en los numerales 1, 14 y 16 constitucionales. CUARTO. Procedencia del recurso. De conformidad con las reglas establecidas en la fracción IX del artículo 107 de la Constitución Federal8; la fracción II del artículo 81 de la Ley de Amparo vigente9; y, la fracción III del artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación10, para que el recurso de revisión interpuesto contra las “Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes: 8 (…) IX.- En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras;(…).” 9 “Artículo 81. Procede el recurso de revisión: (…) II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos generales del pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.” 10 “Artículo 10. La Suprema Corte de Justicia conocerá funcionando en Pleno: 37 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. sentencias dictadas por los Tribunales Colegiados de Circuito en amparo directo sea procedente, es necesario que en las mismas se decida sobre la constitucionalidad de normas generales, se establezca la interpretación directa de un precepto constitucional o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, o que en dichas resoluciones se omita hacer un pronunciamiento al respecto cuando se hubiera planteado en la demanda o se hubiera emitido motu proprio. Aunado a lo anterior, es necesario que la cuestión de constitucionalidad tenga la potencialidad de crear la fijación de un criterio de importancia y trascendencia a juicio de este Alto Tribunal, en el entendido de que la materia del recurso de revisión debe limitarse a la resolución de cuestiones propiamente constitucionales. Ahora, los requisitos de procedencia del recurso de revisión en amparo directo han sido interpretados y clarificados en numerosas tesis jurisprudenciales y aisladas de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación y desarrollados normativamente en el Acuerdo General número 9/2015, emitido por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ocho de junio de dos mil quince y publicado en el Diario Oficial de la Federación, el día doce siguiente, donde en los puntos Primero y Segundo se establece que el recurso de revisión contra las sentencias que en materia de amparo directo pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito es procedente, en términos de lo (…) III. Del recurso de revisión contra sentencias que en amparo directo pronuncien los tribunales colegiados de circuito, cuando habiéndose impugnado la inconstitucionalidad de una ley federal, local, del Distrito Federal o de un tratado internacional, o cuando en los conceptos de violación se haya planteado la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dichas sentencias decidan u omitan decidir sobre tales materias, debiendo limitarse en estos casos la materia del recurso a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales; (…).” 38 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. previsto en los artículos 107, fracción IX, constitucional, y 81, fracción II, de la Ley de Amparo, si se reúnen los supuestos siguientes: a) Si en las mencionadas resoluciones se decide sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma general, o se establece la interpretación directa de un precepto constitucional o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, o bien, si en dichas sentencias se omite el estudio de las cuestiones antes mencionadas, cuando se hubieren planteado en la demanda de amparo; y, b) Si el problema de constitucionalidad referido en el inciso anterior entraña la fijación de un criterio de importancia y trascendencia. Asimismo, señala que se entenderá que la resolución de un amparo directo en revisión permite fijar un criterio de importancia y trascendencia, cuando habiéndose surtido los requisitos del inciso a) del Punto inmediato anterior, se advierta que aquélla dará lugar a un pronunciamiento novedoso o de relevancia para el orden jurídico nacional. El Acuerdo Plenario de referencia también señala que se considerará que la resolución de un amparo directo en revisión permite fijar un criterio de importancia y trascendencia, cuando lo decidido en la sentencia recurrida pueda implicar el desconocimiento de un criterio sostenido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación relacionado con alguna cuestión propiamente constitucional, por 39 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. haberse resuelto en contra de dicho criterio o se hubiere omitido su aplicación. Establecido lo anterior, es de reiterarse que en el presente caso se cumple con los requisitos que quedaron precisados para la procedencia del juicio de amparo directo en revisión, pues del escrito de demanda se advierte que la parte quejosa impugnó que la Sala responsable transgredió los principios de legalidad y debido proceso al haber agravado la pena impuesta en primera instancia en suplencia de los agravios de la víctima menor porque si bien ésta interpuso recurso de apelación no expresó agravios, además de que el Ministerio Público que era la parte legitimada para impugnar ese aspecto no interpuso recurso de apelación. Asimismo, se advierte que en la sentencia recurrida, el Tribunal Colegiado calificó de infundado el referido alegato y validó la determinación de la Sala responsable estableciendo que si en el escrito en el que el representante legal de la menor víctima se apreciaba que éste se había inconformado con la sanción privativa de libertad por considerarla injusta, era correcto que la Sala responsable estudiara el aspecto mencionado supliendo la deficiencia de la queja a favor de la menor ofendida, pues esta posibilidad surge en virtud del criterio en el que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que de una interpretación conforme del derecho fundamental de acceso a la justicia, en relación con la fracción IV del artículo 20 de la Constitución Federal, la victima u ofendido no están legitimados únicamente para promover la apelación en defensa de aquellas violaciones relacionadas directamente con la reparación del daño en su favor, sino que es procedente que acudan a ese recurso en defensa de cualquiera otro de los derechos fundamentales que en su favor consagre el apartado B del artículo 20 constitucional, así 40 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. como de cualquier otro derecho humano consagrado en los tratados internacionales en los que México sea parte, conforme a lo que establece el primer párrafo del artículo 1° de la Constitución Federal. Postura que se contiene en la tesis aislada 1a. LVII/2016 (10a.), de esta Primera Sala que se identifica con el rubro: “RECURSO DE APELACIÓN. LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO CUENTA CON LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLO EN DEFENSA DE CUALQUIER DERECHO FUNDAMENTAL CONTEMPLADO EN EL APARTADO B, DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL, ASÍ COMO DE CUALQUIER OTRO DERECHO HUMANO CONTENIDO EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN LOS QUE MÉXICO SEA PARTE (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 417 Y 418 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO FEDERAL).” Luego, en el escrito de agravios, la parte quejosa, ahora recurrente, vierte como agravio que el Tribunal Colegiado realizó una incorrecta interpretación del artículo 20, Apartado B de la Constitución Federal, y una incorrecta aplicación del citado criterio de esta Primera Sala, al sostener que la víctima cuenta con legitimación para apelar una sentencia sobre aspectos que inciden en la individualización de la sanción del inculpado, además, se dolió de que el Tribunal Colegiado validara la determinación de la Sala responsable en el que llevó a cabo el estudio relativo al incremento de la sanción que se le impuso en suplencia de la queja de la víctima ante la ausencia de expresión de agravios en el recurso de apelación que interpuso contra la sentencia condenatoria de primera instancia, lo que dice, es contrario al referido precepto constitucional. 41 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. En ese contexto, se corroboran los supuestos de procedencia del recurso de revisión. QUINTO. Estudio del asunto. Esta Primera Sala estima que los agravios hechos valer por la parte quejosa son esencialmente fundados y suficientes para revocar la sentencia recurrida. En el caso, como se infiere de la reseña de antecedentes, el sentenciado quejoso fue condenado en primera instancia por la comisión del delito de violación, con una pena privativa de libertad de ocho años, seis meses de prisión; así como al pago de noventa y dos días de salario mínimo vigente en la época de perpetración del ilícito. Luego, inconformes con la sentencia condenatoria, el sentenciado quejoso y la víctima, a través de sus respectivos representantes legales, interpusieron recurso de apelación, destacando que únicamente el representante legal del sentenciado formuló agravios y, que el Ministerio Público se abstuvo de interponer el señalado recurso. Sobre esa base, la Segunda Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, al resolver la apelación en la que analizó de manera conjunta los recursos planteados por el sentenciado y la víctima, determinó modificar la sentencia de primera instancia e imponer una pena privativa de la libertad al sentenciado de quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta seis días de salario mínimo vigente en la época de la comisión de los hechos, lo que realizó dando como sustento que de la sentencia de primer grado y las constancias que conforman la causa penal se advertía la existencia de un agravio que suplir a la menor víctima en el rubro de individualización de la pena, en tanto que se apreciaba que el juez natural al momento de fijar la sanción por el ilícito cometido dejó de aplicar lo dispuesto por el 42 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. tercer párrafo del artículo 267 del Código Penal del Estado de Puebla11, que establece la duplicidad de la sanción cuando el sujeto pasivo del delito de violación por el que se condenó al quejoso sea menor de dieciocho años, circunstancia ante la que la Sala responsable estimó que haber impuesto la sanción establecida para el delito de violación genérica redundó en perjuicio de la ofendida. Además, porque se apreciaba que el Ministerio Público en el pliego de conclusiones acusatorias que formuló había solicitado la imposición de la pena conforme al numeral 267 del citado código sustantivo penal. En relación a lo anterior, el Tribunal Colegiado estimó que era correcto el actuar de la Sala responsable al haber suplido los agravios de la víctima y modificar la pena impuesta al sentenciado, lo cual fundamentó en la tesis 1a. LVII/2016 (10a.), emitida por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, reproduciendo en paráfrasis su contenido. La tesis aislada 1a. LVII/2016 (10a.), de la que se advierte fueron tomados las consideraciones del Tribunal Colegiado es del rubro y texto siguientes: “RECURSO DE APELACIÓN. LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO CUENTA CON LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLO EN DEFENSA DE CUALQUIER DERECHO FUNDAMENTAL CONTEMPLADO EN EL APARTADO B, DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL, ASÍ COMO DE CUALQUIER OTRO DERECHO HUMANO CONTENIDO EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN LOS QUE MÉXICO SEA PARTE (INTERPRETACIÓN “Artículo 267.- Al que por medio de la violencia física o moral tuviere cópula con una persona sea cual fuere su sexo, se le aplicarán de ocho a veinte años de prisión y multa de cincuenta a quinientos días de salario. 11 (…) Cuando el sujeto pasivo sea menor de 18 años de edad y mayor de 70 se duplicará la sanción establecida en el primer párrafo”. 43 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. DE LOS ARTÍCULOS 417 Y 418 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO FEDERAL). El artículo 417 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, establece expresamente que tendrán derecho de apelar el ofendido o sus legítimos representantes, cuando coadyuven en la acción reparadora y sólo en lo relativo a ésta. Por su parte, el numeral 418 de la referida ley adjetiva en materia penal, define las determinaciones contra las que procede el recurso de apelación, siendo éstas: las sentencias definitivas; los autos que se pronuncien sobre cuestiones de jurisdicción o competencia; los que mandan suspender o continuar la instrucción; el de ratificación de la detención; el de formal prisión o de sujeción a proceso o el que los niegue; el que conceda o niegue la libertad; los que resuelvan las excepciones fundadas en alguna de las causas que extinguen la acción penal; los que declaran no haber delito que perseguir; los que concedan o nieguen la acumulación o los que decreten la separación de los procesos; los asuntos en los que se niegue la orden de aprehensión o de comparecencia, sólo por el Ministerio Público; y todas aquellas resoluciones en que el Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal conceda expresamente el recurso. Ahora bien, de una interpretación extensiva del artículo 17, en relación con la fracción IV del apartado B del artículo 20, ambos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todos pueden inconformarse en contra de aquellas determinaciones que afecten sus derechos constitucionales a la impartición de justicia y reparación del daño. De lo anterior, se entiende que el recurso de apelación tiene por objeto que el tribunal de segunda instancia estudie la legalidad de la resolución impugnada, con la finalidad de que confirme, revoque o modifique la resolución apelada, teniendo derecho a apelar, entre otros, la víctima o el ofendido o sus legítimos representantes. En ese tenor, la víctima o el ofendido en el proceso penal no están legitimados únicamente para promover la apelación en defensa de aquellas violaciones relacionadas directamente con la reparación del daño en su favor, sino que es procedente que acudan a ese recurso en defensa de cualquiera otro de los derechos fundamentales que en su favor consagre el apartado B del artículo 20 constitucional, así como de cualquier otro derecho humano consagrado en los tratados internacionales en los que México sea parte, conforme a lo 44 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. que establece el primer párrafo del artículo 1o. de la Constitución Federal.” 12 Con base en el anterior criterio, el Tribunal Colegiado concluyó que era correcto el actuar de la Sala responsable al haber suplido la ausencia de agravios del recurso de revisión de la víctima, e imponer la pena privativa de libertad de trece años, nueve meses de duración y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos, la que aumentada por la penalidad agravada de un año tres meses veintidós días de prisión, sumaron quince años, veintidós días de prisión y multa de ciento cincuenta y seis días de salario mínimo vigente en la época de los hechos, sustentando su determinación en que el juez del proceso había omitido considerar que el representante social en su pliego de conclusiones solicitó la aplicación de la pena prevista en los numerales 267 y 269 fracción V de la codificación sustantiva penal del Estado de Puebla, al resultar que la menor agraviada es menor de dieciocho años. Es decir, que el Tribunal Colegiado validó la determinación de la Sala responsable en la que determinó agravar la pena impuesta al sentenciado en primera instancia en un supuesto en el que el Ministerio Público no interpuso recurso de apelación impugnando esa cuestión y, ante la circunstancia de que en el recurso de apelación interpuesto por la víctima no se expresaron agravios, decidiendo que la suplencia de la queja realizada por el órgano de apelación era 12 Tesis Aislada 1a. LVII/2016 (10a.), Décima Época, Registro: 2011238, Instancia: Primera Sala, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 28, Marzo de 2016, Tomo I, Materia(s): Constitucional, Penal, Página: 992. Amparo directo en revisión 1814/2015. 2 de septiembre de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien formuló voto concurrente. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Nínive Ileana Penagos Robles. Esta tesis se publicó el viernes 11 de marzo de 2016 a las 10:10 horas en el Semanario Judicial de la Federación. 45 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. correcta, lo cual sustentó en el criterio aislado de esta Primera Sala antes transcrito. Ahora, en el caso a estudio se advierte que la parte quejosa recurrente, se duele de la determinación asumida por el Tribunal Colegiado, señalando que se trata de una incorrecta interpretación del artículo 20, Apartado B de la Constitución Federal y de una indebida aplicación del señalado criterio aislado de esta Primera Sala, aduciendo que el citado numeral constitucional en ninguna de sus fracciones hace referencia a que las víctimas tienen derecho a combatir el incremento de las penas de prisión, sino solamente se establece que tienen derecho a la reparación del daño, sumado a que en el caso el Ministerio Público no interpuso recurso de apelación para que pudiera incrementarse la sanción. Además, refiere que de conformidad con el artículo 298 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social del Estado de Puebla, si solamente hubiera apelado el procesado o su defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en la sentencia de primer grado y, si bien la ofendida es menor de edad y puede interponer recurso de apelación como prevé el artículo 275 del citado ordenamiento, atento a lo que el propio precepto establece, solo podrá interponer el recurso cuando el motivo de impugnación verse sobre cuestiones relativas a la reparación del daño proveniente del delito, pero no para el incremento de la pena de prisión, por lo que el fallo del Tribunal Colegiado violenta sus derechos de legalidad y debido proceso. En el caso, como se anticipó, los argumentos de agravio formulados por la parte quejosa recurrente son fundados. 46 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. En efecto, asiste razón al quejoso recurrente pues si bien de conformidad con el artículo 20, Apartado B, fracción IV de la Constitución Federal, la víctima del delito tiene derecho a la reparación de daño, y de conformidad con el criterio aislado que fue aplicado por el Tribunal Colegiado se precisa que la víctima del delito cuenta con legitimación para interponer el recurso de apelación en defensa de cualquier derecho fundamental contemplado en el referido precepto constitucional o en tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, de ello no se sigue la posibilidad de que el tribunal de apelación cuente con facultad legal para realizar de oficio la suplencia de la queja ante la ausencia de agravios de la víctima en el recurso de apelación. Además, porque debe tomarse en cuenta que tal como lo refiere el quejoso recurrente, si bien la víctima del delito tiene posibilidad legal de interponer recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva de primera instancia de conformidad con lo que establece el artículo 275 del Código de Procedimientos en materia de Defensa Social para el Estado de Puebla13; sin embargo, respecto a la suplencia de la queja en el recurso de apelación, se advierte que por disposición del numeral 300 del citado Código de Procedimientos de esa Entidad14, ésta se prevé como reservada exclusivamente para el supuesto en el que se presente deficiencia o ausencia de expresión de agravios cuando la parte apelante se trate del acusado o su defensor. “Artículo 275. Pueden apelar el Ministerio Público, el acusado, el o los defensores y el ofendido; este último, sólo cuando el motivo de la impugnación verse sobre cuestiones relativas a la reparación del daño proveniente del delito.” 13 “Artículo 300. La Sala suplirá la deficiencia o falta de los agravios del acusado o del defensor cuando estos sean los apelantes.” 14 47 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. E incluso, en observancia lo que se dispone el diverso numeral 298 de la mencionada codificación adjetiva15, se obtiene que si solamente hubiere apelado el procesado o su defensor, no se podrá aumentar la sanción impuesta en la sentencia recurrida ni agravarse la estimación de la peligrosidad hecha en primera instancia. A partir de lo anterior, es dable concluir que el Tribunal Colegiado arribó a un pronunciamiento erróneo al validar la determinación de la Sala responsable en la que con base en la suplencia de la queja aplicó el tercer párrafo del artículo 267 del código penal sustantivo del Estado de Puebla, a fin de imponer una agravante a la pena originalmente impuesta por el juez rector del proceso penal. Luego, también se estima incorrecto el alcance que el Tribunal Colegiado otorgó al criterio aislado 1a. LVII/2016 (10a.), de esta Primera Sala que ha quedado referido en párrafos precedentes, porque si bien en dicho criterio se establece que la víctima o el ofendido en el proceso penal no están legitimados únicamente para promover la apelación en defensa de aquellas violaciones relacionadas directamente con la reparación del daño en su favor, sino que es procedente que acudan a ese recurso en defensa de cualquiera otro de los derechos fundamentales que en su favor consagre el apartado B del artículo 20 constitucional, así como de cualquier otro derecho humano consagrado en los tratados internacionales en los que México sea parte, conforme a lo que establece el primer párrafo del artículo 1° de la Constitución Federal; del señalado criterio no se obtiene la facultad del tribunal de apelación para suplir la deficiencia o ausencia de los agravios en el recurso de “Artículo 298. Si solamente hubiere apelado el procesado o su defensor, no se podrá aumentar la sanción Impuesta en la sentencia recurrida ni agravarse la estimación de la peligrosidad hecha por el inferior.” 15 48 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. apelación interpuesto por la víctima y, sobre esa base, se concluye que al hacerlo interpretó de manera incorrecta la tesis aislada de esta Primera Sala. Precisado lo anterior, esta Primera Sala llega a la conclusión de que el Tribunal Colegiado debió prescindir de la interpretación que dio al señalado criterio aislado y omitir considerar que del mismo se desprendía una facultad dirigida al tribunal de apelación para que de oficio aplicara la suplencia de la queja en favor de la víctima del delito y procediera a valorar la individualización de la pena realizado por el juez de primera instancia, en detrimento de la situación actual del sentenciado que acudió al juicio de amparo y, posteriormente, al recurso de revisión. En ese sentido, se estima que al resultar el argumento de la parte quejosa fundado, lo procedente es revocar el fallo recurrido en torno a la materia competencia del presente recurso de revisión y, consecuentemente, devolver los autos al Tribunal Colegiado del conocimiento a fin de que deje insubsistente la sentencia recurrida y dicte otra en la prescinda de la interpretación que otorgó al criterio aislado emitido por esta Primera Sala en que fundó su determinación, debiendo proceder de nueva cuenta a analizar la legalidad de acto reclamado y resolver lo que en derecho proceda, pues de hacerlo esta Primera Sala de la Suprema de Justicia de la Nación estaría pronunciándose sobre cuestiones de legalidad que escapan a la materia del medio de impugnación de que se trata. Adicionalmente, se menciona que el resto de los agravios expuestos por la parte recurrente, en los que reproduce las inconformidades aducidas en sus conceptos de violación, los cuales además están dirigidos a combatir cuestiones relacionadas con la 49 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. valoración de pruebas y el acreditamiento de la responsabilidad penal del quejoso en la comisión del ilícito por el que se le sentenció, no constituyen temas que deban ser abordados en el presente recurso de revisión en cuanto constituyen alegatos de mera legalidad que escapan a la materia de estudio en esta instancia. Por otra parte, no deja de considerarse que en el auto de admisión dictado por la Presidencia de esta Primera Sala, se estimó que se encontraban actualizados los requisitos de procedencia del recurso de revisión en virtud de que se advertía el planteamiento de inconstitucionalidad del artículo 193 del Código Procesal en Materia de Defensa Social del Estado de Puebla, relacionada con el tema de presunción de inocencia; sin embargo, en el caso a estudio no se corrobora esa determinación en tanto que de las constancias de autos se aprecia que la parte quejosa únicamente impugnó la indebida aplicación del referido precepto legal, lo que se estima así porque en la exposición de los conceptos de violación únicamente se aprecia que la parte quejosa aduce que el referido precepto legal contraviene lo dispuesto por el diverso numeral 191 del propio ordenamiento, en el que se establece que en caso de duda debe absolverse al acusado, refiriendo que el mismo no puede estar por encima de la Constitución Federal, tal y como lo regula el artículo 20, en su apartado A, fracción V, en donde se establece que la carga de la prueba para demostrar la culpabilidad corresponde a la parte acusadora conforme lo establezca el tipo penal. Asimismo, la parte quejosa argumenta en su demanda de amparo que el artículo 193 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, resulta inaplicable toda vez que el Ministerio Público tiene la carga de la prueba, alegando que en la sentencia del juez se realizó una indebida valoración de pruebas y que no se 50 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. tomaron en cuanta los razonamientos de su recurso de apelación, así como tampoco se tomaron en cuenta las pruebas de descargo. En ese orden, se estima que la aludida cuestión de constitucionalidad referida en el auto de admisión no se acredita en el presente asunto, ya que el alegato expresado por la parte quejosa únicamente constituye un aspecto de legalidad al estar dirigido a impugnar la aplicación de preceptos legales relacionados directamente con la valoración de pruebas, lo cual no configura un supuesto de procedencia del recurso de revisión. En esa medida, si el referido acuerdo de Presidencia no causa estado, en virtud de que sólo corresponde a un examen preliminar del asunto y no al definitivo, que compete realizarlo, según sea el caso, al Tribunal Pleno o a una de las Salas, es posible sostener la postura asumida en esta ejecutoria, en la que se demostró la actualización de un diverso supuesto de procedencia del presente medio de impugnación según quedó referido en el considerando precedente. Es aplicable al respecto, la jurisprudencia P./J. 19/98, sustentada por el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, del rubro y contenido siguientes: “REVISIÓN EN AMPARO. NO ES OBSTÁCULO PARA EL DESECHAMIENTO DE ESE RECURSO, SU ADMISIÓN POR EL PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. La admisión del recurso de revisión por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación constituye una resolución que no es definitiva, ya que el Tribunal Pleno está facultado, en la esfera de su competencia, para realizar el estudio a fin de 51 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3411/2016. determinar la procedencia del recurso y, en su caso, resolver su desechamiento.”16 Así las cosas, habiendo resultado que los agravios expresados por la parte quejosa resultaron fundados, lo que procedente es revocar la sentencia impugnada y devolver los autos al Tribunal Colegiado del conocimiento a fin de que actúe como antes quedó precisado. Por lo expuesto y fundado, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, resuelve: PRIMERO. En la materia de la revisión, se revoca la sentencia recurrida. SEGUNDO. Devuélvanse los autos al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, a efecto de que proceda de conformidad con lo señalado en el último considerando de esta ejecutoria. Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos al Tribunal de su origen, y en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido. En términos de lo previsto en los artículos 3° fracción II, 13, 14 y 18, fracción II, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadran en esos supuestos normativos. 16 Jurisprudencia P./J. 19/98, Novena Época, Registro: 196731, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VII, Marzo de 1998, Materia(s): Común, Página: 19. 52