¿Qué es la Sección de Delitos Económicos y Financieros del OIJ? Es una sección auxiliar a los Tribunales Penales de todo el país en el descubrimiento y verificación científica de los delitos denominados como “financieros” o de “cuello blanco”. Desarrolla tareas de investigación y de peritación en las áreas financiero-contables. Sus funciones están dirigidas a la Auditoría Forense, por lo que las y los servidores deben tener conocimientos académicos en todas las áreas relacionadas con las ciencias económicas. ¿Qué es la Auditoría Forense? La Sección de Delitos Económicos y Financieros dirige sus funciones por medio de la Auditoría Forense. Esta especialidad tiene como objetivo reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, en una forma que será aceptada por los tribunales en contra de los perpetradores de un crimen económico. ¿Cuáles son algunos de los Delitos Económicos y Financieros? Administración Fraudulenta: Se impondrá pena por Administración Fraudulenta a quien, por cualquier razón, teniendo a su cargo el manejo, la administración o el cuido de bienes ajenos, perjudique a su titular, alterando en sus cuentas los precios o condiciones de los contratos, suponiendo operaciones o gastos, exagerando los que haya hecho, ocultando o reteniendo valores o empleándolos abusiva o indebidamente. ¿Cuáles son algunos de los Delitos Económicos y Financieros? Estafa: Comete este delito quien, induciendo a error a otra persona o manteniéndola en él, por medio de la simulación de hechos falsos o por medio de la deformación o el ocultamiento de hechos verdaderos, y utilizando esta conducta para obtener un beneficio patrimonial antijurídico para sí o para un tercero, lesione el patrimonio ajeno. ¿Cuáles son algunos de los Delitos Económicos y Financieros? Peculado: Delito cometido por el funcionario público que sustraiga o distraiga dinero o bienes cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada en razón de su cargo; asimismo, el funcionario público que emplee, en provecho propio o de terceros, trabajos o servicios pagados por la Administración Pública o bienes propiedad de ella. Esta disposición también será aplicable a los particulares y a los gerentes, administradores o apoderados de las organizaciones privadas, beneficiarios, subvencionados, donatarios o concesionarios, en cuanto a los bienes, servicios y fondos públicos que exploten, custodien, administren o posean por cualquier título o modalidad de gestión. ¿Cuáles son algunos de los Delitos Económicos y Financieros? Corrupción Agravada: Son hechos de corrupción de funcionarios públicos, sea cohecho impropio o cohecho propio, que pretenden el otorgamiento de puestos públicos, jubilaciones, pensiones, o la celebración de contratos en los cuales esté interesada la administración a la que pertenece el funcionario. Cohecho impropio: El funcionario público que, por sí o por persona interpuesta, recibe una dádiva o cualquier otra ventaja indebida o acepta la promesa de una retribución de esa naturaleza para hacer un acto propio de sus funciones. Cohecho propio: El funcionario público que por sí o por persona interpuesta, recibiere una dádiva o cualquier otra ventaja o acepta la promesa directa o indirecta de una retribución de esa naturaleza para hacer un acto contrario a sus deberes o para no hacer o para retardar un acto propio de sus funciones. ¿Cuáles son algunos de los Delitos Económicos y Financieros? Fraude a la Hacienda Pública: El que, por acción y omisión, defraude a la Hacienda Pública con el propósito de obtener, para sí o para un tercero, un beneficio patrimonial, evadiendo el pago de tributos, cantidades retenidas o que se hayan debido retener, o ingresos a cuenta de retribuciones en especie u obteniendo indebidamente devoluciones o disfrutando beneficios fiscales de la misma forma, siempre que la cuantía de la cuota defraudada, el importe no ingresado de las retenciones o los ingresos a cuenta de las devoluciones o los beneficios fiscales indebidamente obtenidos o disfrutados exceda de 500 (quinientos) salarios base. También la no entrega al Fisco de tributos retenidos, percibidos o cobrados dentro del plazo debido, siempre que la suma supere doscientos salarios base.