Acceso a la ley como acercamiento a la cultura. Lic. Francisco Carlos Hernández Juárez. Dirección de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla La legislación cultural comprende diversas leyes, reglamentos, etc., muchas propuestas y legislaciones en esta materia pueden garantizar el acceso a la cultura, pero considero una cuestión básica en este contexto: el ¿cómo accederemos a estas leyes, cómo se darán a conocer a la sociedad?, una cultura legislativa básica es también parte de una cultura general, conociendo nuestros derechos, podremos ejercerlos, más desconociendo a lo que tenemos acceso no podremos acceder, desconociendo lo que podemos hacer nunca lo haremos. La ley mejor estructurada y el reglamento más explicito no puede hacer mucho por quien no tiene una cercanía o conocimiento básico de estos. A muy groso modo, podemos decir que el objetivo de las leyes es regular acciones, acciones dirigidas para el orden y progreso de la sociedad, la legislación cultural, siendo mucho más específica, por ende tiene un objetivo y un campo específicos. Para que la sociedad forme parte de este campo y para formar parte de este objetivo es necesario una educación legislativa, podemos inclusive hablar de una cultura legislativa, lo cual nos lleva de nuevo al mismo punto: ¿cómo accederemos a la legislación que nos otorga el derecho a la cultura?. La inmensa mayoría de mexicanos sabe por lo menos una estrofa del himno nacional, conoce algunas efemérides, sobre todo las más importantes, pero, el nivel de conocimiento aumenta cuando preguntamos por asuntos de interés más general, tal vez podría ser la economía, o resultados deportivos. Estos temas son más conocidos por estar vinculados de una forma permanente y estrecha a la vida de la población, si la cultura fuera parte de estos temas estrechamente ligados a la sociedad en general, la legislación y derechos culturales serían ampliamente conocidos, lo cual es necesario inculcar desde la primera educación, no refiriendome a educación dogmática sino a la educación familiar. Si se dirigen esfuerzos para que desde el hogar se fomente el despertar de la pregunta, de las ganas de saber o por lo menos de las ganas de ignorar un poco menos, tenemos el motor para que las leyes en materia de cultura puedan funcionar como una herramienta eficaz para que, junto con la educación hagan un cambio en la sociedad y por consecuencia en el país. Una recomendación para una legislación cultural sería el que esta legislación fuera promovida para y por la sociedad, para la sociedad ya que ésta es su objetivo, pero el ser promovida por la sociedad sería la consecuencia de una marcada aceptación de esta legislación. Considero que el aceptar estas leyes se puede dar fácilmente considerando la respuesta que tienen los festivales e inclusive, los días festivos, por citar algunos ejemplos. Si se llega a dar a conocer a la población el por qué de las días festivos, de su historia, de su consecuencias, además de un día de asueto, podrían valorar el por qué no se trabaja ese día; si se difunde una explicación de lo que estamos escuchando en un concierto público o viendo en alguna exposición, sería el primer paso para el acceso a la cultura, todo esto a consecuencia de que al ignorar menos y saber más valoramos y apreciamos realmente el estar en ese concierto, viendo esa exposición o disfrutando de algún festival. La cultura es promovida en su mayor parte por quien la disfruta y por quien la vive, la legislación cultural garantiza esta promoción así como su difusión, investigación, etc. Lo que se puede garantizar se puede disfrutar, podemos acceder a lo que sabemos que esta ahí para nosotros, lo que las leyes nos otorgan para un bien colectivo. El instrumento más eficaz para la promoción es la motivación, motivemos a las personas a conocer, a entender más que llenar de datos, comprender más que memorizar, comprendamos las leyes de una manera general, conozcamos nuestros derechos para poder ejercerlos. La cultura en mayor o menor grado nos compete a todos, por lo que es responsabilidad de todos, no podemos quejarnos que no se nos proporcionan los medios para ejercer este derecho si no tenemos la intención de ejercerlo. Compete al gobierno el proporcionar los medios tales tantas y tantas actividades culturales podaos describir, se nos pueden regalar folletos, panfletos e incluso libros llenos de historia, pero de que sirven si no se leen; más tarda una persona en aprender a leer que en dejar de hacerlo, menos trabajo es enseñar a leer a los que no saben que lean los que si saben. Cada uno de los ciudadanos podemos hacer que la estructura legislativa en materia de cultura se efectiva, la colectividad marca rumbos diferentes cada vez que sus motivaciones cambian, hagamos de la cultura una motivación y las leyes serán efectivas, por que serán cumplidas, demos de nosotros mismos lo que pedimos al gobierno: progreso. Nosotros también progresamos al saber más, insisto, ignorando menos, no siempre el que más sabe es el que más puede, pero sí el que más sabe tiene más posibilidades de poder. Acerquémonos a las leyes, no esperemos que las leyes lleguen a nosotros como un correo postal, con nuestro nombre y dirección, llegando directamente a nuestros buzones en un sobre listo para ser abierto. Promovamos el acercamiento a las leyes a las normas para cumplirlas, hacerlas cumplir y progresar. Este acercamiento, con los medios de información actuales ya no es un problema; sólo tenemos que buscar, aprender a buscar y la ley que necesitemos nos proporcionará el medio para lo que necesitemos y, en este tema, nos proporcionará el medio para acceder a la cultura. Acerquemos las leyes a la gente y promovamos que la gente se acerque a las leyes, esta es una labor que desde la educación básica puede ser llevada a cabo, vayamos más allá de una clase de civismo, conozcamos a lo que tenemos derecho ejerciéndolo al mismo tiempo. Expliquemos el por qué tenemos ese derecho, en este caso el derecho a la cultura, y al mismo tiempo asistamos a actividades culturales. El saber que lo que estamos haciendo es garantizado por una ley nos da la facultad de exigirlo. El acceso a las leyes pudiera y debiera ser más sencillo, ni siquiera llegamos a saber cuántas leyes hay en México, por lo que el realizar una búsqueda en ellas se convierte una tarea titánica si no estamos empapados en la materia. Las bases de datos facilitan la búsqueda, pero que desde la educación elemental se nos enseñe a usar esas bases de datos para acceder a las mismas a fin de buscar leyes, reglamentos, códigos, etc., conforme en nuestro crecimiento y desenvolvimiento se va volviendo necesario el orden jurídico, de la misma manera es necesario el conocer lo que las leyes nos otorgan, la cultura es un bien al que no deberíamos renunciar y, mucho menos por ignorancia.