Si usted muriera hoy ¿A dónde iría, al cielo, o al infierno? Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, Ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. Eccl. 9: 5. Min. Pablo Rivas. Hace muchos años, cuando aún era joven tuve una experiencia muy desconcertante; una dama misionera me salió al paso; y después de algunas palabras de introducción, me formuló la siguiente pregunta: Si usted muriera hoy; ¿A dónde iría, al cielo, o al infierno? LA PREGUNTA era demasiado profunda para mí, ya que en ese contexto de mi vida yo no tenía ninguna experiencia sobre estudios religiosos, o bíblicos específicos. Esto me desconcertó por algún tiempo al grado de sentir inconformidad conmigo mismo por no haber sido capaz de dar respuesta a aquella pregunta. El penoso incidente ya mencionado despertó en mí la curiosidad de indagar sobre asuntos relacionados con la biblia; busqué en los haberes de mi madre algo que me ayudara un poco en mi afanoso proyecto de búsqueda de información, encontré una biblia muy viejita; si mal no recuerdo, la biblia que encontré era una versión católica ilustrada, escrita por el señor FELIX TORRES AMAT, la leí por algún tiempo, pero no pude encontrar la información necesaria para esclarecer y dar respuesta a la pregunta que estaba siempre en mi mente. Para ese tiempo yo ya sabía rezar el Padre nuestro, y otras oraciones que me habían enseñado, me habían enseñado también que San Pedro estaba en el cielo, y que tenía consigo unas llaves con las cuales abría la puerta del cielo para los que morían aquí en la tierra, sabía que la virgen María estaba en el cielo al igual que otros Santos. Yo había aprendido que cuando una persona buena moría, era trasladada al cielo; por eso estaba seguro que mi padre (ya muerto) estaba en el cielo; pues de acuerdo a lo que escuchaba en la comunidad donde yo vivía, mi padre fue muy buena persona, lo cual no me dejaba ninguna duda, (Mi padre estaba en el cielo). Así me pasé un buen tiempo, divagando; y buscando respuestas por acá y por allá; hasta que un día, por bendición de Dios, cuando regresaba de mis labores; encontré en el patio de mi casa a dos evangelistas platicando con mi Madre, mi viejita que aun vivía: allí, debajo de un árbol y usando unas piedras como asiento, allí llegó para mí la oportunidad que tanto había esperado; comencé a hacerles muchas preguntas relacionadas al tema, hasta que obtuve la respuesta que tanto había esperado. Esto es lo que aprendí, esto es ahora entre otras cosas, lo que forma parte de mi más grande convicción. SI YO MURIERA HOY; ¿A dónde iría, al cielo, o al infierno? Ahora que todo está claro para mí, y que no hay dudas en lo que creo, puedo decir con toda seguridad que si yo muriera hoy no iría al cielo. La razón por la cual digo esto es la siguiente: la biblia dice en Eclesiastés capitulo 12:7; y el polvo vuelva a la tierra como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Gen. 2: 7. Aparte de esto, Dios en su soberana voluntad no ha prometido llevarnos al cielo. La Santa biblia enseña lo siguiente: Prov. 11: 31; Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; cuanto más el impío y el pecador. Sal. 115: 16; Los cielos son los cielos de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres. Sal. 37: 22: Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos. Apoc. 5: 10; Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Jn. 3: 13; Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el 1 cielo. Por otra parte: la idea de ir al infierno cuando la persona muere está descartada, si es que tomamos como referencia el concepto que popularmente se tiene sobre la existencia de un infierno que arde con fuego y azufre hoy día. No existe ningún versículo en las Sagradas Escrituras que me muestre la existencia de un infierno ardiente, ni en el cielo, ni en la tierra. Los así llamados “Padres de la Iglesia” que emergieron después de la era apostólica mal interpretaron algunos pasajes de la Santa biblia porque no usaron el único recurso Divino para interpretar bien el mensaje Divino, así como los apóstoles lo hicieron para ser inspirados en la escritura del evangelio; y es que aunque parezca increíble, el apóstol Pablo no se equivocó al enseñar que LAS COSAS DEL ESPIRITU SE HAN DE DICERNIR ESPIRITUALMENTE; 1ªCor. 2: 14. Quiero transcribir algunos pasajes del nuevo Testamento que fueron usados por los ya mencionados “Padres’ para establecer el dogma que refiere un infierno ardiente aquí, y ahora que espera a los malos en cuanto mueren: le suplico mucha atención a los siguientes relatos. Mat. 5: 29, 30; Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado, al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Vea también Mateo, 18: 8, 9. Mrc. 9: 43- 48; Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos, ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Las citas bíblicas antes expuestas son sinópticas; o sea que reflejan el mismo mensaje; con la diferencia que en unos versos se lee la frase en la que se puede ver un lugar donde el fuego nunca se apaga, y el gusano de ellos no muere. Parece un poco enredado este juego de palabras; ¿No cree? Si, muy enredado y complejo; más que todo si no se cuenta con los recursos necesarios para una buena exegesis. Eso fue precisamente lo que sucedió con los lideres mencionados en este estudio; no contaban con un buen recurso para interpretar, y sobre todo no contaban con la asistencia del Santo Espíritu de Dios para una perfecta guianza; y lo más desastroso fue que los así llamados “Padres de la Iglesia” llegaron plagados con las filosofías Griegas, y un sincretismo descabellado sobre sus espaldas, lo cual dio lugar a malas doctrinas, entre ellas esta que estamos considerando: EL INFIERNO ARDIENTE, donde entran los malos. ¡Que craso error! Pero en realidad ¿existe ese lugar? Y si existe, ¿Dónde está? Se dice que es un lugar que arde con fuego y azufre, un fuego eterno en donde los malos reciben un castigo también eterno; así lo entienden la mayoría de religiones. Por otra parte: los que establecieron este dogma incurrieron en otro error; pues ellos enseñan que en realidad, no es el cuerpo el que va al infierno de fuego; sino el alma. ¿Qué es en realidad lo que el Señor enseñó en estas citas bíblicas? Esta es una instrucción de parte del Señor Jesús para sus discípulos; ellos, y sus demás seguidores formaban parte de lo más preciado para el Maestro, y no quería que las pruebas, tentaciones; y provocaciones foráneas hicieran caer a los suyos; pues hubiera sido desastroso para él que la ley los juzgara como malhechores. Si ubicamos las citas escritas arriba en un contexto; y somos cuidadosos en cada detalle que se refleja en el texto; concluiremos en que esto en realidad es una instrucción que está dando el Señor a sus discípulos; y lo hace para que ellos vean cuan duro es, EN EL CONTEXTO FARISEO, ser sorprendido en algún acto inmoral. Nota: esto era,(según el contexto fariseo) solo si alguien era sorprendido, y se contaba con la declaración de dos, o tres testigos; Deut. 17: 2- 7; Lev. 20: 9- 21.Los actos inmorales que regularmente eran castigados con muerte eran: Adulterio, fornicación, asesinatos, robo, trabajar en Sábado, actos homosexuales, etc. Cuando la falta era comprobada y el transgresor era declarado culpable; este pasaba a formar parte con los criminales condenados a muerte. De acuerdo con lo que leímos en las citas que contiene este párrafo; la ley de Dios bajo el contexto fariseo era rigurosa, tanto que las personas que incurrían en las acciones aquí mencionadas, debían morir irremisiblemente. La persona que moría así; (por ajusticiamiento) como transgresor; no era sepultada/o en los cementerios donde sepultaban a los demás, y esto los excluía del privilegio de ser sepultados con los nobles, y simplemente eran arrojados a un lugar específico, que según las citas de Mateo y Marcos que ya leímos arriba; se llamaba, EL INFIERNO DE FUEGO, EL FUEGO ETERNO; o simplemente; EL INFIERNO, donde el gusano de ellos no muere, ni el fuego se apaga. Esto obviamente no se refiere al ( infierno filosófico) que enseñaron los “PADRES” de la Iglesia y que hoy es un dogma que forma parte de la convicción 2 de millones de religiosos. El Señor Jesús en su instrucción se refiere a un lugar llamado Gehena, de la raíz Griega, y significa lo mismo que en Hebreo; Valle de Hinom, o Valle del hijo Hinom, o Valle de los hijos de Hinom. Esta palabra (Gehena) no se encuentra en la mayoría de las versiones bíblicas que acostumbramos usar; salvo en el N.T. lineal griego, en la versión católica Nácar y Colunga, la Biblia del oso, y otras pocas versiones muy antiguas. El/la Gehena= Valle de Hinom era un lugar que antiguamente fue usado para sacrificar niños en ofrenda al dios MOLOC. 2ªCron. 28: 3; Acaz, quemó también incienso en el Valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por Fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los Hijos de Israel. 2ºCron. 33: 6; Manases también, pasó sus hijos por fuego en el Valle del hijo de Hinom Jera 7: 3; Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón. Jer. 32: 35; Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el Valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por fuego a sus hijos y sus hijas a Moloc. Jer. 19: 2- 7; Y saldrás al Valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré. Dirás, pues; Oíd palabra de Jehová oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el que lo oyere, le retiñan los oídos. Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él, incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes. Y deificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. Por tanto, he aquí vienen días; dice Jehová, que este lugar no se llamará más Tofet, ni Valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza. Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este, lugar, y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. De acuerdo a lo que hemos leído en este párrafo bíblico; este lugar estaría siendo seriamente castigado con una condenación terrible de parte de Dios; puesto que lo que allí se hacía era por demás digno de condenación. Ese lugar ya no se llamaría Valle de Hinom; sino, Valle de la Matanza. Con el correr del tiempo este lugar fue usado como crematorio de la basura de la ciudad; pero también era el lugar en donde eran arrojados los criminales, o los que eran indignos de ser sepultados junto con los Nobles, era un crematorio en donde siempre había fuego quemando desechos; también había putrefacción; por lo que siempre había gusanos… lo que viene siendo típico en los depósitos de desechos (basurero) de nuestros países, donde siempre hay fuego ardiendo, mal olor, aves de rapiña, etc. Resumiendo sobre lo que expliqué en el comentario anterior, espero que se haya entendido la explicación antes expuesta, es mi deseo; pero si aun hay dudas, explico lo siguiente: a) En primer lugar; Jesús está instruyendo a sus discípulos para que se cuidaran de no cometer ilícitos que afectaran el valor de la ley de Dios, pues esto traería condenación a muerte por parte del CONSEJO de los fariseos, y el destino final para los transgresores sería el fuego eterno, (LA GEHENA) b) En segundo lugar; el lugar en donde el fuego arde y nunca se apaga era un depósito de desechos que se ubicaba en el Valle de Hinom; ese lugar, supuestamente dejó de existir por causa del crecimiento de la población; por lo tanto, los textos que muestran ese lugar, ya no tendrían lugar; por consiguiente, cuando alguien muere, sea bueno, o sea malo; es sepultado en un mismo lugar, el sepulcro. En el A. T. también se le nombraba infierno al sepulcro refiriéndose a un lugar oscuro, lugar de silencio, seol, etc. Pasando a un último relato; Quiero mostrar lo que yo entiendo con respecto a los que mueren. Según las Sagradas Escrituras y lo que revela su contenido; que de hecho (ES IRREFUTABLE) cuando el humano muere, muere todo; ¿Por qué digo esto? Comenzaré haciendo alusión a la historia de la creación del primer ser humano, (ADÁN) cuando Dios hizo a Adán, lo hizo simplemente (UN SER VIVIENTE) Gen. 2: 7; Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un SER VIVIENTE; vea también 1ªCor. 15: 45. Todo lo que hizo Dios fue usar un poco de tierra, esculpir una figura, mono en el buen Mexicano, o muñeco en el lenguaje general; después de que el hombre ya estuvo formado; DIOS sopló en SU NARIZ aliento de vida, o sea, aliento Divino, o aliento de él (DE DIOS) y si bien Dios lo hizo para dar eternidad a ese ser que él había hecho; él (EL HOMBRE) por su parte decidió que no fuese así cuando desobedeció al mandato de Dios en el Edén; es por eso que el aliento de vida que el ser humano posee, no es de él (no es nuestro) es de Dios, y Dios lo recoge en el momento que él 3 decide; Así lo declara el ;predicador en: Ecl. 12: 7; Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. De manera que cuando el humano muere, no queda nada sobreviviendo de él; a excepción del soplo de vida que vuelve a Dios; tampoco va a ningún lugar de los que menciona el credo popular. El que muere va al sepulcro de donde un día será despertado, como dice Daniel, Dan 12: 2; los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Quiero que ponga mucha atención al relato de Daniel, el está haciendo alusión a dos grupos de personas que están sepultadas que serán resucitadas para recibir su recompensa; si formamos un contexto entre este relato y lo que dice el apóstol Pablo a la Iglesia de Corinto, tendremos un poco más de claridad a cerca del tema. 1ªCor. 15: 22, 23; Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Pero los otros muertos, Apc. 20: 5; no resucitaran hasta que se cumplan mil años; ¿Mil años de qué? Explico: Cristo viene en su segunda venida, en ese evento resucitaran los verdaderos Cristianos; luego El Señor reina por mil años en la tierra; la resurrección de los otros muertos sucederá después del milenio; porque así está determinado que el hombre muera una vez, y después de esto el juicio, HEB, 9: 27.Hablaré de esto después. En realidad: en el suceso de la muerte toda vamos a un mismo lugar, con la diferencia de los que a voluntad de los familiares deciden incinerarlos, ellos son colocados en pequeñas cajas, unos para su recuerdo otros como un valor simbólico y así es, y es lo que es. Estimado lector; espero que se haya entendido este estudio, mi deseo es que El Señor le continúe bendiciendo y si no entendió hoy, lo entenderá después. 4