Pensiones: otro enfoque es posible

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Miércoles 17 de julio de 2013 l Heraldo de Aragón
20 l TRIBUNA
EL MERIDIANO
Carlos Sauras
El peirón
de Altabás
EN este mes de julio se ha recordado la voladura del Puente de Piedra hace dos siglos,
cuando los invasores franceses abandonaban definitivamente Zaragoza. Fruto de esta
conmemoración quedará el
peirón que se ha plantado al
otro lado del Puente, en la
margen izquierda del Ebro, y
que recuerda el lugar donde se
encontraba la antigua Iglesia
de Altabás, un templo que
puede contemplarse en los
grabados que se conservan.
Una hermosa iniciativa con
textos e imágenes sugerentes
sobre ese lugar santo y sobre
el heroísmo de los zaragozanos de entonces. Iniciativa
ejemplar por la forma en que
se ha llevado cabo. No ha costado ni un euro a las arcas públicas. Todo ha sido fruto del
entusiasmo por lo propio y de
la participación de quienes
han querido sacarlo adelante.
Se ha hecho entre todos, con
la colaboración de los vecinos,
de la parroquia de Altabás, de
asociaciones amantes de la
historia. Albañiles, pintor y escultor han trabajado de forma
desinteresada.
En muchos de nuestros pueblos, grupos de vecinos, comunidades parroquiales o los
quintos del año plantan peirones o contribuyen a restaurar
elementos del patrimonio local. Es una consecuencia positiva de estos tiempos económicamente duros en los que
es difícil, por no decir imposible, contar con subvenciones
para todo de las administraciones públicas. Ejemplos de
ese trabajo desinteresado no
faltan. En Miedes de Aragón,
en la Comunidad de Calatayud, conmemoran los cuatrocientos años del Monasterio
de La Concepción, en el que
continúan las monjas de la Orden Concepcionista que lo
fundó en julio de 1613. Un
completo programa de actos
culturales y populares se desarrollará a lo largo del verano.
La iniciativa ha sido de la comisión formada por un grupo
de vecinos y que preside la alcaldesa.
En Gotor, en la comarca del
Aranda, los toques tradicionales de las campanas se mantienen gracias a Lorenzo, campanero por devoción desde hace
sesenta años. Del duro esfuerzo físico de antes se ha pasado
a la modernidad de que toquen solas, si reciben las instrucciones adecuadas. Las
campanas lucen ahora restauradas y con un motor que permite el bandeo. Todos esos
trabajos han sido costeados
por los vecinos de Gotor. Son
iniciativas que ponen de manifiesto la necesidad del trabajo
en común, que hace sentir mayor apego por el patrimonio
que marca la historia y la vida
de los pueblos.
EL REFLEJO I La cobertura de nuestros pensionistas puede garantizarse y mejorarse. No es urgente
en estos momentos una nueva reforma del sistema de pensiones con más recortes
Por Luis Ferruz Agudo, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, Universidad de Zaragoza
Pensiones: otro enfoque es posible
ARISTÓTELES ya definió la política como el arte de lo posible. La
política económica debería ser el
instrumento para realizar cambios
posibles en realidades sociales y
tendencias que no nos parecen
adecuadas, tal y como de alguna
manera señalaba también en su
primer día de clase el gran economista Arthur C. Pigou (1877-1959),
pionero de la economía del bienestar y de la corrección de externalidades vía impuestos. Los políticos
y los agentes sociales (empresarios, sindicatos, organizaciones de
consumidores) deben escuchar a
los expertos, pero son ellos los que
en último término deben adoptar
democrática y consensuadamente
las decisiones. Un tema tan sensible como las pensiones, que afecta a unos nueve millones de personas, y en el quinto año de crisis,
con la recesión azotando la zona
del euro y una más profunda crisis
en España, debe abordarse sin precipitación ni alarmismos, en un
amplio contexto estratégico de política de cohesión social y de vertebración del territorio.
El reciente informe de la Comisión de Expertos sobre la Reforma
de las Pensiones no condiciona ni
vincula al Gobierno ni a las Cortes
Generales ni a los interlocutores
sociales. Es a los representantes de
los ciudadanos y a los interlocutores sociales a quienes corresponde definir y abordar las cuestiones
relacionadas con nuestro sistema
de pensiones. En estos momentos,
con una importante reforma en
marcha que lleva muy pocos meses en vigor y es imposible evaluar
con tanta premura en cuanto a sus
resultados, la entrada en vigor de
cualquier medida de este tipo nos
lleva a la referencia del Acuerdo de
Pensiones de 2011. Y es a partir de
2027 cuando estaba prevista la entrada en vigor del denominado
‘factor de sostenibilidad’ (basado
en la esperanza de vida y en el
equilibrio financiero en la Seguridad Social). Desde 2011 estamos
intervenidos por la denominada
EL FOCO
José Luis Castro Polo
El caso
Rajoy
DESPUÉS de conocer el cordial
intercambio de sms que acredita
que Rajoy intentaba contener a
Bárcenas mareando la perdiz, algo ha quedado claro: cuando todo un presidente de Gobierno se
implica en un asunto es que este
es muy grave y que le afecta –si
no, encargaría la gestión a dos
mandados–; y que, además, debe
pasar de la denominación originaria, ya no estamos ante el caso
Bárcenas, sino ante el caso Rajoy.
Ese Rajoy que niega haber reci-
Troika (Comisión Europea, BCE,
FMI) y además hemos tenido un
rescate financiero, la situación del
mercado laboral se ha degradado
impresionantemente, seguimos
muy endeudados (más a nivel privado que público), por lo que la
Troika y nuestra propia realidad
nos obligan a tomar decisiones. Pero estas no son necesariamente la
anticipación con premura de un
determinado mecanismo de ajuste de gasto en pensiones.
Para mantener niveles de protección y cobertura social compa-
rables a los de nuestro entorno,
con un mayor gasto en pensiones
homologable a la media europea,
se debería apostar, entre otras posibles vías, por una financiación
mediante cotizaciones sociales, en
lo que a pensiones contributivas se
refiere, y con recurso a imposición
general en lo que resulte necesario para garantizar niveles en torno a la media de los países de nuestro entorno. También debe ayudar,
y mucho, una potente reducción
de la economía subterránea, así como una reforma de la Administra-
ción, incluyendo reducción de políticos en todos los parlamentos
(también en el Europeo), reducción de sus coches oficiales, asesores, etc.
Mantener un sistema de pensiones adecuado no exige de forma
ineludible una reducción de las
prestaciones de nuestros pensionistas, como se intenta hacer creer en demasiadas ocasiones. Es posible seguir mejorando la cuantía
media de nuestras pensiones y
mantener una estructura equilibrada de ingresos y gastos, actuando sobre el mercado de trabajo y el
empleo, asumiendo una adecuada
transferencia de ingresos entre generaciones y financiándolas desde
las cotizaciones sociales, básicamente, y los presupuestos del Estado como complemento cuando
resulte necesario. Trasladar confianza a las generaciones más numerosas, despejar cualquier duda
sobre el compromiso intergeneracional en materia de pensiones es
y debe ser un objetivo esencial. El
Pacto de Toledo y el diálogo social
son las herramientas y vehículos
adecuados para ello.
En resumen, en este grave momento coyuntural en el que nos encontramos –y, por lo que dice el
Gobierno, a las puertas de una recuperación económica–, no parece
prudente ni razonable, máxime
con el gran colchón financiero que
se dispone en el Fondo de Reserva
de la Seguridad Social, plantear
una importante reforma del sistema de pensiones, con la muy profunda en vigor desde hace pocos
meses.
Otra cosa diferente es que la
Troika, con la alargada sombra de
Alemania, quiera que España, después del desastre de su gestión en
Grecia y Portugal, siga en la senda
del austericidio para intentar mostrarse solvente ante los inversores
y, sobre todo, los deudores y la gran
banca, a costa de una creciente
desvertebración social y del territorio, aumentando más y más las
desigualdades sociales.
bido dinero negro, pero que trata
con guante blanco y temeroso a
Bárcenas, quien puede desmentirle y de hecho le ha desmentido
en sus declaraciones judiciales. Y
es que es de pura lógica: ¿qué interés pudo tener hace muchos
años consignar una anotación B
contable falsa a nombre de Rajoy? ¿Qué se ganaba con ello? No
es verosímil y si así se hubiera
hecho no tendría lógica. La contabilidad B es, por definición, verídica; la falsa es la oficial, esto es
el abecé. Poner un dato falso en
la contabilidad B niega la función
a la que sirve.
Bárcenas ha declarado que los
pagos en sobresueldos y dinero
negro y las donaciones se hacían
antes de que él ocupara el cargo
de tesorero y que se limitó a seguir con las prácticas que encontró. Resulta creíble. Lo que no resultaría creíble es que dijera que
había una contabilidad exquisita.
De la contabilidad y la financiación de los partidos hay para hablar mucho y mal. Ni el ingenuo
más seráfico cree que las cuentas
oficiales sean las verdaderas, salvo en las excepciones de rigor,
que confirman la regla. Nuestra
democracia es corrupta hasta el
tuétano. En estos momentos tenemos el caso Rajoy, el caso de los
ERE andaluces y el caso del Palau, que fue calificado por el fiscal
como «trama criminal», casi nada. Esos, como escándalos mayúsculos, que de tono menor los
hay a cientos, sobre todo en ese
urbanismo a la carta y al maletín.
Pero volvamos al caso Rajoy.
Como siempre, ha repetido su soniquete del normal funcionamiento del Estado de derecho y
de que no se ha cedido a ningún
chantaje. ¿Sugiere que puede cederse? ¿Se atribuye como un mé-
rito y no una obligación que no se
ceda?
Por muchas vueltas que se
quiera dar a las palabras, los hechos son contundentes. El tesorero en quien depositó su confianza
Rajoy ha presentado una documentación explosiva y él es responsable estatutario de las finanzas del PP. Y, por lo visto, cuenta
con un conjunto documental voluminoso del que ahora, dispuesto a librar el ajuste de cuentas
hasta el final, hará uso con profusión. Contra el PP –y no olvidemos Gürtel– en su conjunto y
contra Rajoy en especial.
Rajoy no debería seguir, por
respeto a sí mismo y por respeto
a los ciudadanos. La sombra de
Bárcenas le perseguirá. Carece de
crédito personal y político. Que
recuerde la frase de Alfonso Guerra: «Más vale ponerse rojo una
vez que cien amarillo».
«Despejar cualquier
duda sobre el
compromiso
intergeneracional en
materia de
pensiones debe ser
un objetivo esencial»
POL
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