CONTENIDO DE LA SESION Nº 05

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CONTENIDO DE LA SESION Nº 05
El Titulo Valor como Titule Ejecutivo y el Ejercicio de las Acciones
Cambiarias
El articulo 18º de la Ley señala que los títulos valores tienen mérito
ejecutivo, si reúnen los requisitos establecidos por la ley, según sean su clase.
Es indispensable que el titulo reúna los requisitos exigidos por la ley, debido a
que las obligaciones documentales tienen el carácter de formales, de modo que
el juez al dictar el auto de pago tiene que examinar cuidadosamente el
documento.
El articulo 65 de la Ley otorga merito ejecutivo a la copia certificada
notarial o judicial del título valor con la constancia de haber sido parcialmente
pagado; la Carta Porte negociable confiere a su legítimo tenedor acción
ejecutiva para reclamar la entrega de las mercaderías (Art. 254.1); los valores
mobiliarios constituyen títulos ejecutivos conforme a la ley procesal, sin que se
requiera de su protesto para el ejercicio de las acciones derivadas de ellos (art.
255.6);El Pagaré bancario, emitido en forma individual o masiva no requiere de
protesto para el ejercicio de los derechos cambiarias, constituyendo titulo
ejecutivo (Art.273.6);El certificado de depósito negociable, emitido en forma
individual o masiva, no requiere de protesto para el ejercicio de los derechos
cambiarios, constituyendo titulo ejecutivo (Art.274.6);Los valores mobiliarios
representativos de deuda, emitidos por oferta pública o por oferta privada
constituyen títulos valores ejecutivos según la ley de la materia (Art. 81 Dec.
Leg.861).
La acción ejecutiva no es de orden público puede renunciarse a él, e
interponerse
la
acción
cambiaria
respectiva
utilizando
el
proceso
de
conocimiento o abreviado, según corresponda. El artículo 18.2 de la Ley precisa
que el tenedor podrá ejercitar las acciones derivadas del titulo valor en proceso
distinto al ejecutivo, observando la ley procesal.
Cuando se trata de ejercitar los valores con representación en cuenta o
valores desmaterializados, el monto ejecutivo, recae en la constancia de
inscripción y titularidad que expida la respectiva Institución de Compensación y
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Liquidación de Valores, conforme a la ley de la materia.
El titulo ejecutivo confiere a su tenedor legítimo una protección especial,
inmediata y provisional, que posterga la indagación de las circunstancias que
invalidad la fuerza del título. Se trata pues de una acción privilegiada que
concede la ley por determinadas motivaciones y que, tratándose de los títulos
valores, se concede en favor de quienes figuran en el ámbito formal de dichos
títulos.
La acción cambiaria es una acción de sustantividad propia que faculta a
ejercitar, judicial o extrajudicialmente, el derecho contenido en el título valor. En
cambio la acción ejecutiva es una de las vías procesales para movilizar el aparato jurisdiccional y obtener el cumplimiento de la obligación.
Las normas sustanciales, regulan en derecho cambiario, la relación
obligacional existente entre los diversos sujetos que han tomado parte en la
creación del titulo circulatorio, sus recaudas de validez, los limites y contenido,
los recaudas para mantener su vigencia, las circunstancias de tiempo, lugar y
modo del ejercicio.
Las normas procesales, por su parte se orientan a una mejor
instrumentación jurisdiccional del ejercicio de los derechos, y, partiendo de la
pretensión accionada, regulan sus recaudas formales, reglamentando la
defensa, la prueba y la actuación en los tribunales, en sus diversas instancias o
grados.
No existe inconveniente en interponer la acción cambiaria por el proceso
de conocimiento o abreviado, según el monto. Ello significa en todo caso que el
titular del documento habría renunciado a los beneficios procesales de la vía
ejecutiva, lo que podría ocurrir por negligencia en la conservación de la acción
ejecutiva a través del protesto.
La acción cambiaria intentada en el proceso de conocimiento o abreviado,
no varía su naturaleza, ya que tendrá su fuente en el titulo valor presentado por
su legítimo tenedor y éste no tendrá necesidad de invocar en su demanda otros
documentos o títulos.
Medidas de Defensa contra las Acciones emergentes de los Títulos Valores
Otro de los medios de asegurar la eficacia del título valor es la limitación
de los medios procesales que el puede hacer uso el demandado frente a las
acciones derivadas de tales documentos.
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La ley hace referencia a las causales de contradicción para el ejercicio de
la acción cambiaria, señalando que cualquiera que fuere la vía, en la que se
ejerciten las acciones derivadas del título valor, el demandado puede contradecir
fundándose en el contenido literal del titulo valor o en los defectos de forma
legal de éste: la falsedad de la firma que se le atribuye: la falta de capacidad o
representación del propio demandado en el momento que se firmó el título valor;
la falta de protesto, o el protesto defectuoso, o de la forma sustitutoria, en los
casos de los títulos valores sujetos a ello; que el titulo valor incompleto al
emitirse, haya sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados,
acompañando necesariamente el respectivo documento donde consten tales
acuerdos transgredidos por el demandante; la falta de algún requisito señalado
por la ley para el ejercicio de la acción cambiaria.
El deudor también puede contradecir al tenedor del titulo valor,
proponiendo las defensas que se deriven de sus relaciones personales y las que
resulten procedentes, según la ley procesal, como lo estable el artículo 700 del
Código Procesal Civil.
El demandado no puede ejercer los medios de defensa fundados en sus
relaciones personales con los otros obligados del titulo valor, ni contra quienes
no mantenga relación causal vinculada al título valor, a menos que al adquirirlo,
el demandante hubiese obrado a sabiendas del daño de aquél, con lo cual se
consagra el principio de la autonomía y abstracción de los titulas valores.
La relación causal y el Titulo Valor
Si las calidades de tenedor y obligado principal del título valor
corresponden respectivamente al acreedor y al deudor de la relación causal de
la que derivó la emisión sin que éste hubiese sido endosado, el tenedor podrá
promover, alternativamente la acción derivada del título o la acción causal (art.
94.1, de la Ley). Igual derecho funcionará entre el endosante y el endosatario.
Igual derecho asistirá al endosatario respecto a su inmediato endosante,
siempre que el endoso fuere absoluto y derivase de una relación causal, en la
que uno y otro tuvieren las calidades de acreedor y deudor, respectivamente.
Subsiste la acción causal correspondiente a la relación jurídica que dio
origen a la emisión y transmisión del titulo valor no pagado él su vencimiento, a
menos que se pruebe que hubo novación.
En los títulos abstractos no se revela la causa o el motivo que genera la
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emisión del titulo. No obstante ello, todo titulo tiene una causa generadora. En
otros titulas si se revela la causa (conocimiento de embargue).
Si el titulo entra en circulación se pierde la relación causal generadora de
el documento, cada uno de los posteriores endosatarios es también ajeno a las
causas que originaron la creación del titulo, y no tiene otra relación con el primer
tomador y con los sucesivos endosatarios, que resulten del titulo, en virtud de la
colocación de las firmas en el reverso del documento y que forman la cadena de
endosas.
Los títulos al circular se liberan de su causa. Nadie lo adquiriría si tuvieran
que indagar su procedencia. Hay que abstraerlos de su procedencia para
permitir una circulación económica fuerte y solvente. Abstractos son los
derechos en ellos consignados, por valer tan solamente la fuerza de su
literalidad.
En títulos de tradición, o sea aquellos representativos de mercaderías, la
acción emergente del titulo aparece vinculada a la relación causal, es decir, al
contrato que origina el documento.
Respecto a la novación, se ha debatido si la emisión de un titulo valor
produce novación de la obligación fundamental o subyacente, o sea si ésta
queda extinguida y surge la cambiaria que vendría a remplazarla. La posición
vigente en doctrina afirma que la letra de cambio no produce novación de la
obligación, sino que la cambia, origina una obligación nueva, de carácter
abstracto, que no anula la anterior, coexistiendo dos obligaciones por una misma
causa. Desde el punto de vista del Derecho Civil, el pago con un documento de
crédito no produce novación, porque propiamente no es pago. Constituye una
promesa de pago que está sujeta a las condiciones resolutorias de todo contrato
bilateral.
Ennencerus afirma que el acuerdo cambiario tiene dos créditos. Si se
satisface uno, se extingue el otro, y si no consigue ser satisfecho, puede hacer
valer su primer crédito, aceptando que primero debería ejercitarse la acción
cambiaria, y de fallar ésta se intente la causal.
Si las acciones propias de los títulos valores se han extinguido, considera
la ley injusto que no pueda reclamarse los derechos resultantes de las
relaciones básicas o fundamentales que generaron la creación o transmisión del
título, así como que se produzca por ese hecho una situación de
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enriquecimiento indebido (Art. 20). Estas acciones, según el artículo 99º de la
Ley están sujetas a sus propios plazos de prescripción. La acción de
enriquecimiento sin causa a la que se refiere al artículo 20º, prescribe a los dos
años de extinguida la correspondiente acción cambiaria derivada del título valor.
Para que proceda la acción de enriquecimiento indebido se requiere el
triple requisito del enriquecimiento del demandado, el empobrecimiento del actor
y la conexión entre tales enriquecimiento y empobrecimiento: todo lo que habrá
de acreditarse en el proceso de conocimiento o abreviado en el que se ejercite
la acción, pues se trata de una acción propia del Derecho Civil.
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