Una causa de irreductibilidad.en las luxaciones de `codo.`

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ANALEC-DE
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REALA.C A ~ M IDÉ
A.- ;ME¿>I~IPSA
Y G I R U G ~ ADE
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BARCELON~
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33. Contribución al estudio de la ~neurnotera~ia
en las afecciones del' oído, 1888.
34. Otitis consecutivas a los traumatismos d.el maxilar inferior. 1888.
35. Fibrosarcoma mastoideo. 'Dificultades e@ el -agnóstico. C9iáCión con el cauterio, &8.
36. Desde Bruselas. Cartas al Dr, Roquer acp,rca del Congreso Internacional de Otologia, 1888.
37. La trepanación en las otitis dolorosas cbúrneas, 1889. Congreso de París.
38. El Hipnotismo en otología, 1889.
- - 39. La Grippe del año 1889-1890 y sus efectos sobre el oído, 1890.
. .
40. Reflejos timpánicos. Historia clínica, 1890.
41. "Sobre la cicugía operatoria del hueso temporal, 1890.
42. Tímpano artificial de colodión, i8go.
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43. Otitis aguda, Síntomas de gran gravedad. Osteítis. Curación. 1890.
44. Los síntomas auricularesen la neurastenia. 1890.
45. Grippe auricular. Obscuridades diagnósticas en los niños, 1891.
46. Anosmia y Kakosmia, 1892.
47. Sur quelques particularités des btessures par arme A feu dans la mastoide.. Comunicación al
Congreso de Ftorencia, 1895.
48. Las osteítis de la poci6n.escamosa del temporal. Comunicación al Congreso de Madrid, 1896.
49. El oido en sus relaciones con el organismo. Discurso de turno en la Real Academia de -Medicina de Barcelona, 1898.
50. Parásitos vegetales en el oido: conducto y tímpano, 1898.
51. El formo1 en las otorreas. Congreso de Barcelona, 1899.
52. :, ¿Qué puede esperarse
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de la electroterapia en las afecciones laberínticas?Congresode Barcelona..,1800.
53. rata miento mkdiio de las otitis supuradas agudas complicadas de artritis mastoidea, 1go1.
54. Infección de la herida quirúrgica en las osteotomias antromastoideas. Re'visla de Cielicias
Médicas, 1900.
55. Defensa del.otoscopio de Brunton, 190%
.56. Mastoiditis dobles supuradas, curadas sin operación'. Revista de Cielicias Médicas, 1902.
. 57. La evolución del órgano auditivo en la escala zoológica, 1902.
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58. La levadura de cerveza en la Otologia. Revzsta de Ciencias Médicas, 1902.
59. Rinitis. fnngosa por cuerpo extraño. Revista de Ciencias Médicas, 1902.
60. Parásitos .yegetaies del oído. Revista de Ciencias Médicas, rgoz.
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61: Contribución al estudio clínico de las complicaciones otocerebrales, 1905.
62. Disquisiciones sobre higiene olfatoria y gustativa. Discnrso de contestación al Dr. Botey
en la Real Academia de Medicina, 1905.
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63. La abenalina-en ciertas gtanuiaciones
64. Aphor,istique ou abrégé symptomatologiqiie
des inédecins..non spécialistes. Revue hebdomadaire de
F+rdeos, xgo?
65. Consideraciones sobre las otitis-tuberculosas y las otorreasde los tuberculo~s.CÓhgreso
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de l a Tub.erculosis de Barcelona, rgro.
66. Otitic media aguda supurada. ,Osteomastoiditis aguda. ~íntomas:deflebitis del seno lateral.
Curación sinintervención quirúrgica operatoria. Sociedad Barcelonesa de Otorrinojaringología, xgrz.
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Sesión del 28 de octubre de 1916
PRESIDENCIA:
DR. CAXULLA
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Una causa de irreductibilidad.en las luxaciones de 'codo.'
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POR EL DOCTOR
:
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A. NARTINEZ VARGAS
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. .... SEÑORES:
' Las luxaciones de iodo son de lo más frecuente en los niños; pero las luiaciones complicadas,
esto es,-abiertas, con salida de los huesos a través de la piel.cua1 la que tengola honra de prescnQrro,
-son tan raras, que un cirujano de exténsa clientela como
declara
que no. h a visto
personal. Malgaignc
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mente un solo caso (L. Delarbre). Y como
la rotura del ligamento capsular hace accesible la sinovial alosmicrobios que se desarrollan eficazmente en ella y producen artritis
graves, estas luxaciones tienen una gravedad
intensa, pues como ha dicho hforestin (1).
como en toda la patología de las artritis-!a
sinovial-es el 6rgano esencial y las heridas
de las articulacioens son desde luego y sobre
todo, heridas de la sinovial; sin lesi6n de esta
las heridas articulares carecerían dc individualidad y de interés.>
Historia clínica.-El 7 de noviembre de
1915 encontr6 en una cama de mi sala de
'irugía el niño José Cortina. de Tots (Lérida), de 9 años de edad. Acababan de traerle
del tren. envuelto en trapos su brazo derecho.
Unos días antes, allá en su pueblo. iba montado en un burro y por un salto que di6 éste
fué lanzado el niño por encima de la cabeza
del animal; recogido del suelo, con grandes
dolores y llevado al médico más prbximo, en
la Seo de Urgel, fste se di6 cuenta al punto
de la gravedad de la lesión y recomendó a la
familia que inmediatamente le trajeran a mi
sala del Hospital Clinico, adonde acaso tuvieran que practicarle la amputación del brazoa.
Descubierta la región enferma. pudo
apreciarse en la cara interna del codo derecho. seaún revela la fotoerafía n.0 1 . una
Fleura nhm. 1
herida algo elíptica de unos siete ceitímetros de longitud en su eje mayor, ocupada
en toda su extensión por casi toda la extremidad inferior del húmero. La relación recíproca del brazo
v del antebrazo estaba intensamcnte alterada; por virtud del accidente, el húmero. al salir a traves
de la piel, se dirigía abajo y adentro. hacia el eje
del cuerpo; la extremidad superior
del antebrazo se
dirigía haciaarriba
y afuera; la mano
se hallaba desviada hacia dentro.
La herida, de bordes desgarrados y
sucios, dejaba ver
en sus dos tercios
u
1.- por las líneas
de A, la epitrddea,
rugosa, con restos
por arrancamiento
de fibras musculares, sin los músculos que en ella se
i n s e h n . los cinco llamados epitrodeares que. son el pronador redondo, el palmar mayor, el palmar
menor, el cubital anterior y el flexor superficial de los dedos; a veces un haz supernumerario del flexor
profundo. En el tercio inferior, señalado por las líneas de B, presentábase toda la tr6clea. pues el borde
inferior de la piel estápor fuera de su labio externo, detenida en el cuello del cóndilo,en elcanal cóndilo troclear. Desde la mitad interna de la garganta de la tróclea, el cartflagoarticular estaba ya ennegrecido hasta el borde interno,señal de que se había alterado su nutrición; en cambio lamitadexterna
conservaba su aspecto nacarado normal, como puede verse en la fotografia.
La violencia del golpe debió ser extraordinaria, ya que. además de haberse arrancado la inserción
de los cinco músculos epitrocleares, la extremidad del húmero hubo de romper la barrera del ligamento
interno y de la cápsula articular. Sabemos que la articulación del codo tiene cuatro ligamentos: interno,
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.
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externo, anteridr y posterior, y un ligamento capsular, especie de manguito cilíndrico, fibroso, que recubre la extremidad inferior del húmero y la superior del cúbito y del radio. El ligamento interno se caracteriza por s i grosor
~
y resistencia. y consta de 3 liaces, que desde la epitróclea van a la apófisis coronoides y al olhanon: el primero o haz anterior, el 2.0 6 haz medio y el 3 . O o haz posterior que se dirige
hacia atrás y abajo en forma de abanico y se llama ligamento de Bardinet. Todavía existen unos
manojos arciformes o ligamento de Cooper. Pues toda esta barrera fibrosa geutánea había sido destruida al hacer inupción la extremidad inferior del hueso a través de la piel en la cara interna
del codo.
Dispuse en primer término que se fotografiara el brazo y a continuación un lavado el más minuciosa posible de la herida en sus bordes y en los huecos internos. Después se sometió a la radioscopia,
y en la figura 2.. tenemos el ejemplar obtenido en laproyección lateral y enla anterior. En ambas se
aprecia la luxación sin fractura; pero en la anterior es donde se destaca mejor la enorme separación
de las extremidades articulares. E n los fotograbados 3.0 y 4.' pueden verse las relaciones de las piezas
articulares.
Queda, pues, bien sentado el diagnóstico de luxación comi>licada del codo, con salida del húmero
a trares de la piel de la cara interna; arrancamiento de los músculos epitrocleares y rotura del ligamento
capsular y del interno del codo.
Tratamiento.-Una vez atendidas estas exigencias diagn6sticas. a las 48 horas de su ingreso me
dispuse a reducir la luxación. Sin anestesia era imposible todo intento, porque los dolores impedían
toda maniobra. Se practicó la anestesia y se agrandó la herida trazando una incisión de cinco centimetros por encima y por debajo de la herida; la reducción se hacía imposible. Eralo también lograr
la adaptación exacta delosextremos articulares y que ésta se mantuviera por si d a . Medecidí a cortar
el tendón del tríceps, con lo cual podría darse por vencido todo obstáculo a la reunión, y a pesar de
ello seguía sin conseguir el encaje articular, como si no hubiera hecho sección alguna; la movilidad de
los extremos era tan amplia como puede suponerse; pero la unión recíproca imposible; algo había interpuesto en el centro de la articulación, que lo impedia. Reconocí el interior de ésta y pude advertir
que sobre la apófisis olécranon se había agrupado la cápsula articular, que formaba una a modo de
caperuza que impedía la entrada del olécranon en la fosa olecraniana del húmero, y como sabemos que
este encaje es el que da la mayor fijeza a la articulación,se comprende fácilmente que era de primera
necesidad para vencer el obstáculo liberar al olécranon de tal envoltura. Con efecto, introducido mi
índice izquierdo en la cavidad de la cápsula por detrás del ol6cranon, corté transversalmente con
tijeras las fibras de aquélla, hasta dejar libre y descubierta toda la apofisis. Entonces la reducción
se obtuvo en el acto con toda libertad, desenvoltura y fijeza: la trócleo-artrosis era normal. Los movimientcs normales y suaíes lo Lemostrarc,n.
Obtenida éjta.lavamos ampliamente la región; reconstitul los órganos, co'í la cápsula seccionada
y rota, cosí el triceps, las fibras sueltas de los ligamentos interno y anterior y elevélos músculos epitrocleares para coserlos en los tejidos blandos próximos a la epitróclea. Establecí un amplio desagüe y
apliqué un vendaje enyesado, previa la colocación en ángulo recto del brazo y del antebrazo. El curso
postoperatorio, como puede verse por la hoja que acompaño, fué satisfactorio, porque al tercer dia
de estar en la clínica la temperatura descendióola normal; la reparaciún fué muv lenta, pero el niño
quedó completamente curado, como lo demuestran los dos fotograbados núms. 5 y 6 que corresponden
a las radiografías hechas 3 meses después. o sea el 12 de febrero de 1916. A su salida de la clinica,
el niño tenia fuerza y movilidad en el brazo, pero quedaban aún limitados los movimientos de flexión
ANALES DE
LA
REALACADEMIA
DE MEDICINA
. . , .B
Y
CIRUG~A
DE BARCELONA
263
y extensión. De todos modos, pudo marcharse a su~.pueblo sin que se cumpliera el a u p r i o de que
habría de ampiitárseleel brazo.
Rel1exiones.-Acabáis de oir en q u e consiste, tina causa de irredicctibilidad en las luxaciones de
codo. Esta fuE para mí una sor-presa quirúrgica, y si bien caieció de importancia porque. fué combatida
al punto, deseo consignarlo para que deje de ser tal sorpresa en lo sucesivo. La mayoría delos autores
no la consignan. Hay uno,moderno por cierto. Daniel N. Eisendrath, de Chicago,que en el cap. XXVI,
Lwaciones, de la Cirggáa de WWi Iceen (I), reconoce quelas causas de irreductibilidad son la iritcrposición entre las sppoficies articulares de fragmentos óseos, de trozos de músculos desgarrados y de
cápsulas y el haber transcurrido seis semanas despuésdel accidente. Pero además de que Eisendrath
se refiere a la porción troclear y no a la olecraniana, cuatro páginas más adelante, en la 422, declara
que ala cápsula rara vez opone grandes obstáculos a la reducción, porque en la mayoría de los casos
ha sido extensamente desgarrada*. Por esto insisto en que la forma de capuchón cn que se agrupó la
cápsula sobre la apófisis olécranon, constituye una novedad no descrita antes de ahora que yo sepa.
Termino, ofreciéndoos esta modesta contribución científica, manjar menguado e insulso para
yaladires intelectuales tan exquisitos cual los vuestros; pero noolvidemos que en la construcción
científica, jvnto a los grandes sillares, se colocan los granos de arena y todos sirven para la solidez
del edificio.
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, ,
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..
Una comedia
freniátrica en el siglo de oro
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..
Los locos de Valencia
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-
,
- - POR
LOPE DE VEGA
..
,
Lditeratura dtamática, coino fiel espejo de la sociedad, no haignorado en ningunaépoca el tema
dc la locura. El aspecto, ya cómico ya trágico, dc las enfermedades menta1es;con sus mil incidentes
y variantes,sus sorpresas y rarezas, sus intervalos de lucidez y exaltación, se comprende que tentara
la pluma de los grandes dramaturgos. Pero si encontramos locos en el teatro de Shal<espeare,de Xlo-.
liere, d i Congreve, de Moreto, de lbsen, en parte alguna de la dramática hallamos verdaderos manicomios. Por esta razón creemos curiosoanalizar la única obra cscénica que separnosen que aparece-un
hospital de dementes. Esta obra es la titulada Los locos de Valencia, de Lope devega, aquel genio tan
universal que no desdeñó problema humano alguno y con razón pudo aplicarse la famosa másiin* de
Terencio. No creo indigno de esta docta corporación dedicar el presente trabajo a la critica histórica
de aquella comedia, de interés secundario para el literato pero primordial para el alienista curioso de
los.orígenes de su especialidad. Si se han escrito tesis doctoralrs y dado conferencias acerca de los tipos
de locos en el teatro francés o escandinavo, nadie puede reprocharnos que estudiemos los del nuestro,
que ha sido tantas veces el precursor y modelo de los demás. El arte, cuando responde a su noble y
elevado fin de verdad y belleza, se hermana admirablemente con la ciencia y sólo un criterio mezquino
puede suponer undivorcio entre ambos. No creemos excesiva pretensión la de demostrarlo en el curso
de1 siguiente bosquejo.
El primer acto de la comedia empieza ante las puertas del manicomio d e Valencia. Dos caballeros,
Valerio. y Floriano, hablan del lance en que este ültimo mat6 de una estocada al príncipe Reinero
de Aragón. Fugitivo y temeroso Floriano acude a pedir socorro a Valerio y éste le aconseja que se finja
loco, acogiéndose como tal en el manicomio para burlar la persecución de la justicia. Como se ve, l a
treta de simular la vesania con fincs médico-forenses lleva ya muchos años de invención. Escuchemos,
en 'efecto, a blerio:
Oid, que habéis de haceros tan furioso
Que todo el mundo por furioso os crca.
Tiene Valencia un hospital- famoso
Adonde los frenéticos se curan
,
Con gran limpieza y celo cuidadoso.
(1) Edtci6n cnpaaola. traducida por el
Dr. L. Cardenal.-Salvat
y.C.'edltoru.
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