San Salvador, a las doce horas y treinta y cinco minutos del

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112-2008
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce horas y
treinta y cinco minutos del día uno de junio de dos mil once.
El presente proceso de hábeas corpus ha sido promovido por el abogado Juan Manuel
Chávez a favor del señor Wilfredo Antonio Reyes Martínez, procesado por el delito de evasión
de impuestos; contra actuaciones del Juzgado Quinto de Paz de San Salvador.
Agréguese a sus antecedentes el escrito suscrito por el licenciado Juan Manuel Chávez,
mediante el cual señala un nuevo número de fax para recibir notificaciones.
Analizado el proceso y considerando:
I. El peticionario señala que el señor Reyes Martínez fue capturado, en cumplimiento de
una orden administrativa, el día tres de julio de dos mil ocho y consignado a la orden del Juzgado
Quinto de Paz de San Salvador a las dieciséis horas y diez minutos del día seis de julio del mismo
año, mediante la presentación de requerimiento fiscal en el cual se solicitó a la referida autoridad
judicial ordenara instrucción con detención provisional en contra del imputado. No obstante
encontrarse detenido el procesado, el mencionado Juzgado de Paz señaló audiencia inicial para
las nueve horas del día once de julio de dos mil ocho, transgrediendo lo establecido en el artículo
13 de la Constitución respecto a que la detención para inquirir no excederá de setenta y dos horas,
así como el plazo procesal señalado en el artículo 254 del Código Procesal Penal el cual indica
que la audiencia aludida deberá celebrarse dentro del término de inquirir cuando el imputado se
encuentre detenido.
II. Según lo dispuesto en la Ley de Procedimientos Constitucionales se nombró juez
ejecutor al licenciado Edwin de Jesús Gómez Granados, quien en su informe señaló que al
intimar a la jueza del Juzgado Quinto de Paz de San Salvador esta manifestó que el imputado fue
presentado a ese juzgado como reo no presente, por lo que solicitó al Juzgado Especializado de
Instrucción de San Salvador que autorizara su traslado para la audiencia inicial, finalizada la cual
se ordenó instrucción con detención en contra del señor Reyes Martínez.
Luego aseveró que constató en el expediente que el imputado se encontraba detenido
provisionalmente en la delegación de Montserrat de la Policía Nacional Civil, pero que se había
solicitado a la autoridad judicial a cuya orden se encontraba que informara si aún permanecía en
ese lugar, sin que esta hubiera contestado, por lo que no pudo verificar dónde se encontraba el
procesado.
El juez ejecutor, sin embargo, no efectuó análisis alguno respecto al reclamo que planteó
el pretensor en su solicitud de hábeas corpus, en consecuencia se prescindirá de dicho informe y,
en virtud de que la autoridad correspondiente remitió certificación de los pasajes del expediente
penal, se resolverá con la vista de los mismos.
III. A esta Sala se remitió certificación del expediente correspondiente al proceso penal
instruido en contra del imputado mencionado, dentro del cual, por su relación con la cuestión a
decidir, se citan los siguientes pasajes:
- Requerimiento fiscal presentado en el Juzgado Quinto de Paz de esta ciudad a las
dieciséis horas del día seis de julio de dos mil ocho. En dicho documento se señaló que el
procesado se encontraba en bartolinas, a la orden del Juzgado Especializado de Instrucción de
San Salvador, por los delitos de tráfico ilegal de personas, amenazas y agrupaciones ilícitas y se
solicitó que se intimara en tal lugar.
- Auto emitido por el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador a las dieciséis horas y diez
minutos el día seis de julio de dos mil ocho, mediante el cual se tuvo por recibido el
requerimiento fiscal, se ordenó intimar al imputado e informarle sus derechos, se señaló como
fecha para audiencia inicial las nueve horas del día once de los mismos mes y año y se ordenó
gestionar con el Juzgado Especializado de Instrucción de esta ciudad el traslado del imputado
para la aludida audiencia.
- Resolución de las diecisiete horas del día uno de julio de dos mil ocho, mediante la cual
agentes auxiliares del Fiscal General de la República decretaron la detención administrativa del
señor Wilfredo Antonio Reyes Martínez, por el delito de evasión de impuestos.
- Acta de las siete horas con treinta y cinco minutos del cuatro de julio de dos mil ocho, en
la que consta que agentes de la Policía Nacional Civil detuvieron al imputado Reyes Martínez por
atribuírsele la comisión de los delitos de evasión de impuestos, tráfico ilegal de personas,
amenazas y agrupaciones ilícitas.
- Acta de audiencia inicial celebrada en el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador a las
nueve horas del día once de julio de dos mil ocho, finalizada la cual se decretó instrucción formal
con detención provisional en contra del señor Reyes Martínez, por el delito de evasión de
impuestos, ordenando la remisión del proceso al Juzgado Quinto de Instrucción de la misma
ciudad.
IV. Es de indicar, de manera liminar, que a partir del día uno de enero de este año entró en
vigencia el Código Procesal Penal aprobado por Decreto Legislativo No. 733, de fecha veintidós
de octubre de dos mil ocho, el cual de acuerdo con su artículo 505 inciso 1º derogó el Código
Procesal Penal aprobado en mil novecientos noventa y seis.
En ese sentido, debe señalarse que el inciso 3º de la mencionada disposición establece que
“los procesos iniciados desde el veinte de abril de mil novecientos noventa y ocho, con base a la
legislación procesal que se deroga, continuarán tramitándose hasta su finalización conforme a la
misma”. De manera que esta Sala, para emitir la decisión correspondiente, utilizará la referida
normativa derogada, en atención a que el proceso penal en el cual se alega ocurrieron las
violaciones constitucionales señaladas inició con anterioridad a la entrada en vigencia de la nueva
normativa procesal penal.
V. El peticionario del presente hábeas corpus reclama haber acontecido exceso en el plazo
de la detención para inquirir, ya que la audiencia inicial fue celebrada cuando ya había finalizado
el límite máximo que señala el artículo 13 de la Constitución y fuera del período establecido en el
artículo 254 del Código Procesal Penal, cuando se trata de imputados detenidos.
Según la certificación del expediente penal el imputado fue capturado debido a órdenes de
detención administrativas giradas en su contra por los delitos de evasión de impuestos, tráfico
ilegal de personas, amenazas y agrupaciones ilícitas. Una vez detenido fue puesto a disposición
del Juzgado Especializado de Instrucción de San Salvador por los últimos tres delitos señalados.
Simultáneamente fue presentado en su contra requerimiento fiscal en el Juzgado Quinto de Paz
de esta ciudad, autoridad a cuya orden no fue consignado el imputado, por lo que se le pidió que
se le intimara en el lugar donde estaba recluido a disposición del Juzgado Especializado
mencionado.
Una vez recibido el requerimiento aludido el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador no
decretó detención por el término de inquirir, pues únicamente decidió que se intimara al
imputado, que se le informaran sus derechos y señaló fecha para audiencia inicial. De manera que
la restricción al derecho de libertad del procesado Reyes Martínez había sido ordenada, durante
ese lapso, por una autoridad judicial diferente, para el caso el Juzgado Especializado ya señalado.
Es decir que, no obstante el imputado se encontró recluido durante el tiempo transcurrido
entre la presentación del requerimiento fiscal y la celebración de audiencia inicial, no fue en
virtud de una resolución del Juzgado Quinto de Paz de esta ciudad que, por lo tanto, en esas
condiciones no estaba regido por lo dispuesto en el artículo 13 de la Constitución.
En ese sentido es de indicar que la referida disposición constitucional señala “la detención
para inquirir no pasará de setenta y dos horas”, lo que implica que si el juez decide decretar
dicha medida cautelar provisionalísima (a la que así se ha referido esta Sala en diversas
resoluciones), esta no puede exceder el término señalado, lo cual no es aplicable al caso en
análisis porque, como ya se mencionó, la autoridad demandada no impuso al favorecido
detención durante el término para inquirir.
Ahora bien, en referencia a la transgresión al artículo 254 del Código Procesal Penal debe
indicarse que este tribunal se ha referido a la vinculación de algunos plazos procesales contenidos
en la legislación secundaria con el derecho fundamental de libertad física.
Dicha vinculación deriva del artículo 13 de la Constitución, sobre el cual se ha expresado
que contiene la garantía primordial del derecho a la libertad física: la reserva de ley. La misma
asegura que únicamente sea el legislador, por medio de una ley formal, el habilitado para
determinar los supuestos y las formas en que es posible restringir a una persona del derecho
aludido.
Tales supuestos deben estar taxativamente señalados en un precepto legal, por lo que la
validez de la restricción de libertad dependerá, entre otros aspectos, de si se ejecutó en
cumplimiento de alguno de los casos dispuestos, de lo contario la misma será contraria a la
Constitución.
Pero la reserva de ley no solo se extiende a los supuestos de restricción del derecho de
libertad física, sino también a las formalidades requeridas para su ejecución y al tiempo permitido
para su cumplimiento, de forma que también corresponde al legislador determinar las
formalidades y, desde luego, los plazos de restricción del derecho de libertad personal; a efecto
de que la configuración de los límites en comento no se deje al arbitrio del aplicador de los
mismos.
Lo anterior no implica que esta Sala sea contralora de los plazos establecidos en el
proceso penal pero sí puede enjuiciar, con fundamento en el artículo 13 de la Constitución,
pretensiones basadas en la superación de los que están determinados en la Constitución –como
los de la detención administrativa y de la detención por el término de inquirir– y en los que están
dispuestos en normas procesales referidas a la duración del proceso –cuando el imputado está
restringido o privado de libertad– o de las medidas restrictivas de libertad personal, por tratarse
de plazos legales con relevancia constitucional.
En relación con lo argumentado, es de apuntar que el comentado artículo del Código
Procesal Penal señala el plazo en que debe realizarse la audiencia inicial cuando el imputado se
halla detenido y con base en lo señalado en párrafos precedentes, puede afirmarse que se trata de
un plazo legal con relevancia constitucional.
Dicha disposición legal literalmente prescribe “Recibido el requerimiento fiscal, el Juez
de Paz convocará a las partes a una audiencia dentro de los plazos siguientes: 1) Cuando el
imputado se halle detenido y el fiscal estime que debe continuar en ese estado, dentro del término
de inquirir…”.
Esta regulación tiene por objeto potenciar el cumplimiento de lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 13 ya mencionado. Lo anterior reside tanto en la coincidencia entre el plazo
de la detención para inquirir y el de celebración de la audiencia inicial cuando el imputado se
encuentra detenido, como en la naturaleza de la referida audiencia en la que el juez debe
pronunciarse sobre la situación jurídica del procesado en cuanto a la imputación penal pero
además debe decidir la continuación o no de la detención del mismo.
De manera que el sentido del artículo 254 citado debe determinarse en relación con la
disposición constitucional que lo inspira y por lo tanto, cuando aquel se refiere al imputado que
se halle detenido habrá de entenderse que hace alusión al que se halle detenido por el término de
inquirir dentro del proceso penal que se instruye en su contra, con la finalidad de que no se supere
el plazo dispuesto en el artículo 13 de la Constitución.
Es así que, cuando en contra del imputado se haya impuesto la detención por el término de
inquirir por parte de la autoridad a quien corresponde celebrar la audiencia inicial, esta diligencia
deberá efectuarse dentro del plazo de setenta y dos horas contadas a partir del momento en que
fue decretada la aludida restricción; por lo que en este caso en que, se insiste, tal detención no se
ordenó por parte de la autoridad demandada tampoco se transgredió lo dispuesto en dicho artículo
en relación con la detención del imputado.
Por las razones expuestas y con fundamento en lo establecido en los artículos 11 inc. 2º y
13 de la Constitución de la República, 254 del Código Procesal Penal derogado y 505 del Código
Procesal Penal, esta Sala RESUELVE:
1. No ha lugar al hábeas corpus solicitado a favor del señor Wilfredo Antonio Reyes
Martínez, por no haberse transgredido su derecho de libertad física.
2. Notifíquese.
3. Devuélvase al Juzgado Quinto de Instrucción de San Salvador la certificación del
expediente correspondiente al proceso penal instruido en contra del imputado.
4. Archívese.
---J. B. JAIME --- F. MELÉNDEZ ---O. BON F.--- R. E. GONZÁLEZ B.---PRONUNCIADO
POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.--RUBRICADAS.
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