Consideraciones Sobre el Crédito Agrícola en México

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Consideraciones Sobre el Crédito Agrícola en México
Por el
LIC. DN. JUAN ANTONIO RUIBAL CoRELLA
Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 45, México, 1971.
DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C.
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PREFACIO.
Es incuestionable el desarrollo económico de
México en los últimos años; en efecto, con todas
sus carencias, con todas sus fallas, el país ha penetrado en la senda anchurosa del progreso, en un
derrotero que nada ni nadie puede detener y que
motiva que comienza ya a considerarse con toda
seriedad nuestra ubicación en el concierto económico mundial.
Y no es palabrería hueca, ni utopía vana,
nuestra República restañada al fin de convulsiones internas y externas que impidieron su desarrollo durante más de una centuria, empieza a
perfilarse como una de las naciones más evolucionadas (si no la más) financieramente hablando de toda Latinoamérica.
Ciertamente, el precio de esta posición ha sido muy elevado: cuatro devaluaciones de nuestra
unidad monetaria a partir de la Revolución de
1910 boicot internadonal con motivo de la Expropiación Petrolera de 1938, quiebras comerciales desquiciantes, después de la efímera bonanza
de la segunda guerra mundial y un sinnúmero
de fenómenos adversos, constituyen el tributo a
la prosperidad.
Pero a cambio de estos sinsabores, nos cabe
la legitima satisfacción, que nuestro país empieza a ser justipreciado en el campo internacional
y que el avance espéctacular de los últimos tiempos, permite la disponibilidad en los bancos, de
la respetable suma de cien mil millones de pesos,
cantidad que se antoja increíble, surgida como
por arte de milagro, en un país de pequeñeces,
cuya producción indudablemente se ha agiganta-
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do con la inolvidable gesta de la. XIX Olimpiada
de 1968, que presentó al mundo la imagen de un
México sorprendente.
N o obstante, es honrado destacar que frente
a este progreso de claridad meridiana, una de las
fuentes básicas de la economía del país, ha permanecido a la zaga. Nos referimos a la agricultura y concretamente al crédito agrícola, que pese a las llamadas obras de infraestructura y al
adelanto tecnológico e industrial, el desarrollo
agrícola que atañe el 40% aproximadamente de
la clase laborante del país, no ha podido alcanzar su "mayoría de edad", su crecimiento armónico, en comparación con otras ramas productivas de la economía.
La agricultura, columna vertebral del desarrollo de México, salvo casos aislados en grandes zonas productoras del Noroeste, permanece atrofiada ávida de crecimiento, en ocasiones encadenada como el Prometeo de la fábula, sin esperanza
aparente de posible redención, deseando la opM'tunidad de concluir sus penurias seculares.
Y hablamos de la pequeña agricultura, de la
agricultura ejidal, elemento incompleto de nuestra Reforma Agraria, la que aguarda impaciente
el auxilio del capital paraestatal, el de la banca
privada, pues creemos con toda sinceridad, que
los g,obiernos de México, han realizado en este
sentido una plausible labor, que no puede ya extenderse por encima de los recursos destinados al
efecto.
Ha llegado la hora de que el crédito privado,
no el agio ni la usura. sino el préstamo sistemático, reprodu,cti'l)o y de buena clase, rescate a los
pequeños a.oricultores y e.fidatarios de su miseria
tradicional; que los bancos los consideren verdaderos "su.ietos de crédito'', que coadyuven más
eficazmente con el E.c~tado, en la soluCión de esté
problema hasta la fecha irresoluble.
La modesta obra que ofrezco al lecto1·, es una
excitativa destinada a tal propósito, que en ma-
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nera alguna pretende convertirse en una elegía al
"Estatismo"; por el contrario, ya decía el inmortal Aristóteles, que la verdad esta en el justo medio y creo que ese justo medio ha tocado a su
puerta; de lo contrario, la Reforma Agraria Integral, concepto tradicional en esta materia, seguirá siendo un vocablo decantado y extraño en
nuestro idioma económico
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PRINCIPALES ABREVIATURAS USADAS:
art., arts.
artículo, artículos.
B. R.
Bancos Regionales de Crédito Agrícola.
Baugrícola
Banco Nacional de Crédito Agrícola
Banjidal
Banco Nacional de Crédito Ejidal.
C. Co.
Código de Comercio.
D. O.
Diario Oficial.
ed.
edición.
Edit.
Editorial.
L.C.A.
Ley de Crédito Agrícola.
L.I.C.O.A.
Ley General de Instituciones de Crédito.
y Organizaciones Auxiliares.
loe. cit.
locución citada.
L.T.O.C.
Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito.
S. C.
Sociedades Cooperativas Agrícolas.
S.L.C.A.
Sociedades Locales de Crédito Agrícola.
S.L.C.E.
Sociedades Locales de Crédito Ejidal.
trad. esp.
traducción española.
U.C.A.H.
Unión de Crédito Agrícola de Hermosillo,
S,A, de C.V.
vol.
volumen.
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CAPITULO
PRIMERO
GENERALIDADES
1.- DEL CREDITO
A.- Significado del vocablo, su evolución histórica.
B.- Diversas acepciones de crédito.
C.- Clasificación del crédito.
D.- Importancia del crédito en la vida moderna.
2.- EL CONTRATO DE APERTURA DE CREDITO
A.- Concepto.
B.- Clasificación del contrato.
a).
b) .
e) •
d).
e).
f).
Consensual.
Bilateral.
Oneroso.
Principal.
Sucesivo.
Conmutativo.
C.- Modalidades del Contrato.
3.- EL CREDITO AGRICOLA COMO ESPECIE DEL GENERO
APERTURA DE CREDITO
A.- Concepto.
B.- Características.
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1.- DEL CREDITO.
A.- Significado del Vocablo, su Evo:ución Histórica.
A través del tiempo, es posible precisar tres etapas en el proceso del cambio; en los albores de la civilización, el cambio se manifiesta en su forma más rudimentaria o sea el trueque, que consiste
en la permuta de dos bienes ; con el progreso del cambio natural,
se llegó al conocimiento de que determinados bienes eran admitidos
en <·ambio por todos y es en esta segunda etapa, cuando aparece la
moneda a la cual se le representó en un principio de las mas diversas
maneras (té, pieles, sal, etc.), pero al poco tiempo, los metales disfrutaron de la preferencia general, enLre las distintas materias empleadas como dinero.
Avanzando cronológicamente, nos encontramos que a los mercados de las ciudades medioevales, concurrían gran número de
comerciantes que empezaban a cambiar entre si las diferentes clases de monedas, se instalaban en una mesa ( trapeza) o en un banco,
T allí realizaban el negocio de cambiar el dinero a los visitantes al
mercado, mediante una pequeña remuneración. Al frecuentar estos
cambistas distintos mercados, y entablar en ellos relaciones comerciales con otros banqueros, empezaron a efectuar cobros y pagos en
diversos lugares a nombre de los comerciantes, por medio de órdenes de pago, a las que se llamó letras de cambio.
El trato continuo de los cambistas o trapezitae, con letras de
cambio, órdenes de pago y documentos análogos, originó como necesaria consecuencia, que comerciasen a veces por su propia cuenta o sea que concediesen crédito a los comerciantes; en esta forma, los
cambistas llegaron a ser mediadores de crédito, ya que aceptaban
dinero mediante un interés, y lo prestaban a su vez, con un interés
mayor a personas que lo necesitaban; es en esta tercera etapa, cuando aparece el crédito como eficaz substituto de trueque y del dinero. (1)
(1)
FEDERICO VoN
S.
KLEINWACHTER,
"Economía Políticcl', trad.
esp.
Sa. ed., Barcelona,
1946, pág. 297 y
23
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Es bien conocido, que etimológicamente y en sentido generiCo,
la palabra crédito deriva del vocablo latino "credere", que significa
confianza, así se d~ce que es persona digna de crédito, aquella en
quien se cree, en quien se tiene confianza. De acuerdo con lo anterior, si bien es cierto que existe el crédito cuando hay confianza, en
ocasiones aquél se concede en ausencia de ésta, Vgr: Cuando se facilita dinero a un comerciante para que salga de una situación angustiosa y precisamente como no se confía en él, se le nombra un
administrador para su empresa. (2)
B.- Diversas Acepciones del Crédito.
Existen multitud de definiciones para explicar en qué consiste el
fenómeno jurídico-económico del crédito, en este orden de ideas, en el
campo de la Economía GIDE ( 3 ) considera que el crédito es "el
cambio de una riqueza presente por una riqueza futura" KLEINWACHTER ( 4 ) expresa que "el crédito es la confianza en la posibilidad, voluntad y solvencia de un individuo en lo que se refiere al cumplimiento de una obligación contraída"; CREW ( 5 ) por su parte,
entiende por crédito "el medio hábil para que quien carece de capital pueda conseguir el uso de un capital que es propiedad ajena".
Por lo que respecta a los juristas, entresacamos las siguientes
definiciones: Según RODRIGUEZ Y RODRIGUEZ (s) "la operación de crédito se caracteriza por implicar una transmisión actual
de la propiedad de dinero o títulos, por el acreedor, para que la contrapartida se realice a tiempo después por el deudor"; OCTAVIO A.
HERNANDEZ (7) enseña que el crédito "es la institución económico-jurídica en cuya virtud una persona entrega a otra un bien presente a cambio de la promesa de que se le entregará al vencimiento
de la obligación otro bien o su equivalente".
CERVANTES AHUMADA ( 8 ) por su parte, con toda claridad
establece que: "En sentido jurídico habrá un negocio de crédito, cuando el sujeto activo, que recibe la designación de acreditante, traslade al sujeto pasivo, que se llama acreditado, un valor económico ac(2)
RAÚL CERVANTES AHUMADA, "Títulos y Operaciones de Crédito", 2a. ed., México,
1957, págs 203 y 204.
(3) "Curso de Economia Politicli", trad. esp. Buenos Aires, 1952, pág. 276.
( 4) O,p. cit., pág. 337.
(5) "Economía'', trad. esp., 2a ed., México, 1954, pág. 212.
(6) "Curso de Dereclu:J Mercantil", T. Il, México, 1964, pág. 54.
(7) "Derecho Bancario Mexicano", T. 1, México, 1956. pág. 22.
(8) Op. cit., pág. 204.
24
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tual, con la obligación del acreditado de devolver tal valor o su equivalente en dinero, en el plazo convenido". De esta manera, añade
el autor citado, se comprende lo mismo la translación de propiedad de
un bien tangible (mutuo) que la transmisión de un valor económico intangible (casos en que se presta la firma, o bien se contrae una obligación por cuenta del acreditado).
c...
Clasificación del Crédito.
En la misma forma que se ofrecen por la doctrina una gran
cantidad de definiciones de la palabra crédito, existen múltiples clasificaciones de la figura en cuestión; no obstante nos parece sumamente clara, la que ofrecemos a continuación y que es un compendio
de las más conocidas :
El crédito puede clasificarse en público y privado, siendo el primero aquél en el cual intervienen, el Estado en cualquiera de sus
niveles (Federal, Estatal o Municipal), sea como acreedor, como deudor o en ambos casos. El crédito privado, es el que se realiza entre
particulares.
Según el tiempo durante el que se conceda el crédito, puede ser
a corto o largo plazo. El primero se otorga a plazos menores de un
año mientras que el segundo es a plazos mayores, como en el caso
del crédito hipotecario.
Según la garantía, el crédito puede ser personal o real, en el
primero responde el propio deudor o conjuntamente con él otras
personas (aval); en el segundo, se afecta un bien mueble o inmueble
al cumplimiento de la obligación.
De acuerdo con el fin al que se aplica el crédito, puede ser productivo o consuntivo, es productivo, cuando se utiliza en inversiones que dan lugar a la formación de nuevas riquezas, es consuntivo,
cuando los bienes obtenidos por la operación de crédito se dedican
a la satisfacción de las necesidades y se consumen sin producir otros
brenes en substitución.
En la práctica, según sea la actividad concreta a la cual se va
a destinar, el crédito recibe varias denominaciones, las mas usuales
son: inmobiliario, mobiliario, agrícola, comercial, hipotecario, industrial, prendario, de avío, refaccionario, etc.
D.- Importancia del Crédito en la Vida Moderna
La vida comercial moderna, no puede concebirse sin la existencia del crédito, ya que la mayor parte de la riqueza, es riqueza ere25
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diticia, en este orden de ideas, posiblemente nuestros antepasados
jamás pensaron en las dimensiones tan colosales que la figura del
crédito iba a adquirir en los tiempos modernos.
En efecto, su utilidad es inconmensurable económicamente hablando, ya que favorece la producción al permitir que la capacidad
de trabajo improductiva para crear riqueza, se torne en productiva
al recibir de un tercero los medios para tal efecto; en otras palabras,
por medio del crédito se coloca capital al servicio de quien no lo posee y se facilita la disponibilidad de capitales a las personas que
tienen aptitud para utilizarlos, permitiendo situar los fondos de los
lugares en donde abundan a donde son escasos.
Independientemente de la ventaja anterior, el crédito facilita el
uso del ahorro, en virtud de que con la acumulación del mismo, se
forman grandes capitales para ser aplicados a la creación de empresas importantes y por último, el crédito restringe el uso de la
moneda y en esa forma se dá mayor elasticidad y volumen a las
operaciones de comercio; testimonio patente de ello, son las tarjetas
de crédito que han alcanzado un auge inusitado en los Estados Unidos de América y que en nuestro país, empieza a abrir exitosa brecha correspondiendo por cierto al Banco Nacional de México, S. A.,
el mérito de haber sido los innovadores de la materia en México,
con la tarjeta "Bancomático",
2.- EL CONTRATO DE APERTURA DE CREDITO
A.- Concepto.
La apertura de crédito, es un contrato de reciente reglamentación en los ordenamientos positivos, y aunque no está tipificado legalmente en algunos países, lo cierto es que se practica en forma
universal. Este contrato aunque puede ser realizado entre los particulares, quienes lo celebran normalmente son los bancos. ( 9 )
Especialmente en nuestm sistema jurídico, aparece reglamentada
por primera vez en la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito {1°)
quien la define así en su artículo 291: "En virtud del contrato de
apertura de crédito, el acreditante se obliga a poner una suma de
dinero a disposición del acreditado, o a contraer por cuenta de éste
una obligación, para que el mismo haga uso del crédito concedido
en la forma y en los términos y condiciones convenidos quedando
(9)
(lO)
Op. cit., pág.
Que en adelante se designará con las siglas L.T.O.C.
CERVANTES AHUMADA,
26
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obligado el acreditado a restituir al acreditante las sumas de que
disponga, o a cubrirlo oportunamente por el importe de la obligación
que contrajo, y en todo caso a pagarle los intereses, prestaciones,
gastos y comisiones que se estipulan".
De la doctrina especializada, destacamos las siguientes definiciones: RODRIGUEZ Y RODRIGUEZ ( 11 ) arguye que es: "Un contrato mediante el cual una persona (el acreditante, banco o particular) se obliga con otra (acreditado) a poner a su disposición una
cantidad de dinero determinada, o a emplear su crédito en beneficio de aquél"; GAY DE MON'TELLA (u) anota que "es un contrato ·por medio del cual una persona (acreedor), se obliga enfrente
de otra (acreditado), a suministrar fondos durante un plazo más o
n;tenos largo, o varias operaciones susceptibles de procurar fondos
al mismo o a un tercero obligándose al acreditado respecto del primero, a reembolsarle sus anticipos o a garantizarle de posibles descubiertos"; finalmente ESGARRA (1 3 ) expresa que "es un convenio por el cual el banquero se obliga a poner a disposición de su
cliente medios de solvencia bajo una o varias formas determinadas".
Por nuestra parte, definimos la figura jurídica en cuestión, de
la siguiente forma: La apertura de crédito es un contrato por el
cual, el acreditante presta su dinero o su firma al acreditado, quien
se obliga a su vez a pagar la suma recibida o a cubrir el importe
de)~ obligación, que el acreditante contrajo a su nombre.
B.- Clasificación del Contrato.
La apertura de crédito puede clasificarse como contrato:
a) .- Consensual, en oposición a real, porque solo se requiere el
consentimiento de las partes para su formación, sin necesidad de la
entrega de la cosa.
b) .- Bilateral o sinalagmático en oposición a unilateral, ya que
produce obligaciones correlativas para ambas partes; por un lado,
la entrega de la suma y el plazo, y por otro, la restitución y el pago
de intereses.
_ ~) .- Oneroso, en_ opm¡ición a gratuito, dado que en él se pactan
provechos y gravámenes recíprocos.
d) .- Principal, en oposición a accesorio, ya que no precisa de
otro contrato para susbsistir.
(11) Curso de Dereclw Mercantil", pág. 87.
(12) "Tratado de la Legislación Bancaria Española", 5a. ed., Barcelona, 1963, T. 11,
pág. 246.
(13) "Curso de Droit Commercial", París, 1952, pág. 957.
27
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e).- Sucesivo, en oposición a instantáneo, debido a que las partes se obligan a prestaciones continuas y repetidas a intervalos periódicos.
f) .- Conmutativo, en oposición a aleatorio, debido a que las prestaciones estipuladas, son ciertas desde el momento de su celebración,
de tal suerte que ellas (las partes) pueden apreciar desde luego la
pérdida o beneficio que les cause éste (el contrato).
C.- Modalidades del Contrato.
Las principales modalidades del contrato de apertura de crédito
son ( 14 ) :
a).- Por el objeto, puede ser: De dinero (créditos de prestación: Pagos y Descuentos), o de asunción de obligaciones de pagar
(créditos de obligación: De aceptación y de garantía). En otros términos, la apertura de crédito puede ser de dinero o de firma; es
de dinero, cuando el acreditante se obliga con el acreditado a colocar a su disposición una suma determinada de dinero, para que
este último, utilice esa suma en las condiciones pactadas; es de firma, cuando el acreditante pone a disposición del acreditado su propia
capacidad crediticia para contraer una obligación por cuenta de éste
aceptar documentos, prestar su aval, etc.) {1 5 )
b) .- Por la forma de disposición ( 16 ) : Simple, si la prestación
es única, o en cuenta corriente, si las prestaciones son sucesivas; es
decir ( 17 ) simple, cuando el acreditado está impedido a hacer remesas en abono a su cuenta, si no se ha vencido el plazo estipulado
para la devolución de las sumas de que dispuso, pues en caso de remitir esos abonos; no puede retirarlos nuevamente; en cuenta corriente, cuando el acreditado tiene la facultad de hacer remesas antes del plazo de vencimiento y está autorizado por ello, para dispOner en la forma estipulada del saldo que resulte a su favor.
e).- Por la garantía {1 8 ) : En descubierto o quirografario, cuando
solo se exije la firma del acreditado, o con garantía, que puede ser
personal (aval o fianza), o real (prendaria, hipotecaria, fiduciaria,
o garantías especiales) .
op. cit., pág. 88.
op. cit., pág. 253 y s.
RoDRÍGUEZ Y RoDRÍGUEZ, Ibídem.
ÜCTAVIO A. HERNÁNDEZ, op. cit., pág. 253 y
RoDRÍGUEZ Y RoDRÍGUEz, Ibídem.
(14)
RoDRÍGUEZ Y RoDRÍGUEZ,
(15)
CERVANTES AHUMADA,
(16)
("11)
(18)
28
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p
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d) .- Por su destino: Libre, o bien especializado: Avío, refaccionario, hipotecario, etc.
3.- EL CREDITO AGRICOLA COMO ESPECIE DEL GENERO
APERTURA DE CREDITO.
A... Concepto.
El maestro LUCIO MENDIETA Y NUÑEZ, transcribe en su
obra ( 19 ) diversas definiciones del crédito agrícola, así RABAGO
expresa que "el crédito agrícola es el que teniendo por objeto el cultivo, toca a la agricultura por el capital de explotación"; REDONET
Y LOPEZ DORIGA, afirma que es "la forma de crédito que se consagra al mejoramiento de la agricultura, basado en el cultivo y productos de la tierra", MORET sostiene que "el crédito agrícola no
es ni puede ser, otra cosa, que el procedimiento o medio de hacer
llegar a los agricultores, colonos o aparceros que solo tienen garantía personal o la de sus bienes muebles, los beneficios del anticipo de
capitales para el desarrollo de sus negocios".
Por su parte, GOMEZ MORIN (2°) anota: "crédito agícola es
el destinado a facilitar la mejor organización de la producción agrícola".
Finalmente, MENDIETA Y NUN'EZ (21 ) precisa que "el crédito agrario es un sistema especial de crédito condicionado por la naturaleza de su fin, que es el de proporcionar a los agricultores, propietarios o no de la tierra que explotan, los recursos necesarios para
el fomento de sus operaciones agrarias, entendiéndose por tales, no
solo las del cultivo del campo, sino también las íntimamente relacionadas con el mismo desde la preparación de la tierra y las obras de
mejoramiento, hasta la recolección y venta de las cosechas y productos". Creemos que esta definición es la más completa.
B.- Características.
Explicando MENDIETA Y NUÑEZ (2 2 ) el crédito agrícola en relación con las necesidades de la agricultura, argumenta que: "En to(19)
(10)
(\11)
(D)
El Crédito Agrario en México, México, 1933, pág. 25.
"El Crédito Agrícola en México", Madrid, 1928, pág. 48.
Op. cit., pág. 25.
Op. cit., pág, 29 y s.
29
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•
dos los países y en todos los tiempos, los agricultores han necesitado
anticipo de capitales, pues sin el crédito difícilmente realizan sus
trabajos o los realizan en una forma rutinaria e inadecuada, así es
que aún el agricultor que tiene lo suficiente para sostener una situación económica llevadera, necesita fondos a fin de introducir en la
producción de las tierras que explota, los indispensables progresos
para intensificarla ... " "Con el crédito agrario no solamente se tra~
ta, por consiguiente, de acudir en auxilio de los labriegos pobres,
sino de alcanzar fines más altos como son los de intensificar y mejorar la producción agrícola nacional".
El crédito agrícola es como su nombre lo expresa, un crédito específico destinado a la clase trabajadora del campo, que aún cuando
genéricamente hablando, se concede en los mismos términos que los
créditos comerciales e industriales, precisa de condiciones particulares. De acuerdo con GOMEZ MORIN (~ 3 ) estas condiciones son:
a) plazo largo, b) garantías especiales, e) localización de crédito. ( 24 )
a) .- Plazo largo, porque al contrario de lo que sucede en la industria y el comercio, el agricultor no siempre tiene disponible los
bienes en cuya producción se ocupa, amén de que la actividad agrícola está sujeta a una serie de factores de diversa índole, que hacen
imposible en la práctica, la seguridad y uniformidad aún relativa,
de las actividades industriales o comerciales, es por ello, que el plazo debe coincidir con el tiempo necesario para obtener, la utilidad
de la obra o cultivo para el cual se concedió.
b) .-Garantías especiales, en atención a que los agricultores no
pueden prestar las garantías necesarias para obtener créditos con la
relativa facilidad que lo hacen industriales o comerciantes, en efecto,
la garantía personal (voluntad y especialmente capacidad de pagar),
~e iocaliza más frecuentemente en éstos que en aquél ; si se trata
de garantía real sobre muebles, el comerciante casi siempre tiene un
"stock" de mercancías disponibles, y el industrial cuenta con un conjunto de bienes, útiles, etc., usualmente de gran valor, que pueden
servir de base para el otorgamiento de una garantía real, por el
contrario, el agricultor por regla general posee precariamente ese
"stock'. En cuanto a la garantía real sobre inmuebles, aquí si puede
equipararse en ocasiones al agricultor al comerciante o al industrial.
Op. cit., pág. 33 y S,
M EN DIETA y NúÑEZ, p. r:it., pág.27, agrega a éstas el interés bajo, ya que la agri·
cultura no podría soportar el elevado interés que resultara, acumulando en el tiempo ré;
ditos parciales.
'
( 23)
(24)
o
30
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e).- Finalmente, es necesario la "localización" del crédito, con
el objeto de que éste beneficie preferentemnte a los pequeños agricultores, propósito que se logra con el establecimiento de instituciones locales; en esta forma, se evita la nociva "centralización" del crédito, y por otra parte, se facilita la labor del solicitante, ya que generalmente por razón de sus ocupaciones, éstos habitan alejados de
los centros de capital, y les es difícil acudir a ellos. (125 ) .
( 26 )
Es sorprendente
CAMBIAIRE en su obra
observar la similitud del fenómeno en otros países; vg:
JEAN DE
"Le Credit Agricole Mutual en Francl!', Albi, 1954, pág. 11 y s.
señala que es necesario un crédito agrícola distinto de la organización bancaria, por tres
razones especiales: 1.- El trato específico que debe darse a la ac.tividad agrícola motivado: a) .. Por la incertidumbre y debilidad de la renta. o sea que si en la industria o el
comercio todo acreedor corre un riesgo tratándose del sector agrícola el riesgo de no reembolso es doble, puesto que el hombre no puede controlar la producción agrícola; y
b) .. El vencimiento del plazo o sea que en la agricultura es necesario otorgar eré di tos
de duración mayor que los comerciantes e industriales. 2.- El trato especifico que merece la población rural, puesto que el agrieultor, a) .. Posee una psicología y una manera
de actuar muy peculiar, que motiva que no esté habituado a la precisión y que los han
queros lo consideran un mal cliente. b) .. El hombre del campo, desconoce los compli.
cados mecanismos bancarios, y e) .. La ausencia de confianza entre banquero y agricultor,
factor básico en el sistema bancario. 3.- La dispersión rural, que es de doble índole;
numérica y geográfica.
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CAPITULO
SEGUNDO
EL PRESTAMO DE AVIO Y EL PRESTAMO REFACCIONARIO
COMO PRINCIPALES FORMAS DE OTORGAMIENTO DE CREDI'TO AGRICOLA.
1.- ANTECEDENTES HISTORICOS
A.- El Préstamo de Avío.
B.- El Préstamo Refaccionario.
2.- CARACTERISTICAS
A.- Diferencia entre ambos contratos.
B.-· Naturaleza Jurídica.
a).- Bilaterales.
b) .- Onerosos.
e).- Conmutativos.
3.- GARANTIAS
A.- Personales.
B.- Reales.
4.- IMPORTE, PLAZO Y DISPOSICION DE LOS CREDITOS
5.- REGISTRO PUBLICO
6.- 'TERMINACION DE LOS CONTRATOS
7.- PROCEDIMIENTOS ESPECIALES DE EJECUCION
A.- Garantía de bienes muebles.
B.- Garantía de bienes inmuebles.
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1.~
ANTECEDENTES HISTORICOS
A.- El Préstamo de Avío.
Toda la doctrina está acorde en considerar a este contrato como
genuinamente mexicano (1); el propio ESCRICHE ( 2 ) al referirse
al vocablo "avío" apunta lo siguiente: "En Méjico el dinero o efec~
tos que se dan a alguno para el fomento de las minas o de otras
haciendas de labor o ganado".
Hace notar MANUEL CERVANTES (3), que en sus orígenes
el contrato de avío (cuyas partes eran aviado y aviador), forjado al
calor de las costumbres y usos mineros de la Colonia, inicialmente
fué concebido como una modalidad de la compraventa de metaléS,
que revestía las tres siguientes características: a) el minero o aviado vendía al aviador todos los metales a un precio menor que el co~
rriente de plaza; b) el aviador anticipaba al minero para el laborío
de la mina, las cantidades necesarias hasta cierto límite, por cuenta
de los metales que se produjeran; e) el aviador se reservaba el de~
recho de inspeccionar la inversión de los caudales que anticipaba.
Al través de los años, el contrato de avío adquirió un nuevo
carácter, muy especialmente por la promulgación de las "Ordenanzas de Minería" de 22 de mayo de 1783, que a petición del virrey de
la Nueva España don Antonio María Bucareli y Ursúa, fueron elaborados por los diputados del "Cuerpo de Minería', y por el "Tribunal de Minería" de la Colonia. Muy afortunada fué la aplicación
de estas célebres Ordenanzas, ya que no sólo rigieron en el territorio de la Nueva España, sino también en Guatemala, Nueva Gra~
nada y Perú, e incluso fueron traducidas al inglés en 1830: asimismo,
sirvieron de pauta para las posteriores disposiciones sobre minas,
(1)
"Naturaleza Jurídica de los Contratos de Refacción y Avío",
.
Diccionario Razonado de Legislacion y Jurisprudencia, París, 1860, pág. -335.
Op, cit., pág. 92.
MANUEL CERVANTES,
México, 1936, pág. 91.
(2)
(3)
35
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en la época del México independientemente, hasta fines del siglo
XIX. ( 4 )
Las Ordenanzas constaban de diecinueve Títulos, de los cuales
el número once se refería a las compañías mineras; el quince, a los
aviadores y mercaderes de plata, el dieciseis, al fondo y banco de
avíos de minas y el diecinueve a los privilegios y restricciones de
los mineros ( 5 ) ; por otra parte, las compañías mineras estaban organizadas a la manera de sociedades anónimas divididas en veinticuatro partes sociales llamadas "barras" de las cuales, unas que se
denominaba aviadoras, estaban obligadas a contribuir para los gastos de la mina, y otros que recibían el nombre de aviadas, eran equiparables a las acciones liberadas de nuestras sociedades anónimas
pudiendo transmitirse como éstas últimas. ( 6 )
"Dentro de esta segunda forma, el aviador tomaba barras aviadoras en acciones de la mina y hacía periódica e indefinidamente
exhibiciones en numerario que se imputaban a su haber y cuenta y
se destinaban al laborío del fondo minero. Viniendo utilidades, se
repartían éstas, como dicen las Ordenanzas, entre el aviador y el
minero, quedando el capital invertido, que no podía retirarse mientras no se disolviese la sociedad. Si la mina no daba frutos y se
paralizaba, no por ello perdía sus exhibiciones el aviador, mientras
se conservase la propiedad de la mina, sino que quedaba con un crédito vivo, de tal suerte que al ser trabajado de nuevo el panino con
capitales de refresco, se separaba generalmente determinado tanto
por ciento de las ganancias para cubrir los créditos de los socios
aviadores pendientes de reembolso de los capitales que aportaron, y
el resto se repartía entre los nuevos socios o accionistas".
"Bajo este sistema es imposible verdaderamente reconocer al
primitivo contrato de avío, ni en su naturaleza jurídica de anticipo
a cuenta de precio de metales, ni en sus priviJegios, sino que se trata de una verdadera sociedad, que se rige por las estipulaciones de
las partes, y por las normas jurídicas propias de este contrato". (7)
Sin embargo, los mineros (aviados) eran generalmente gente
pobre que necesitaba de capital para iniciar sus trabajos, teniendo
así que recurrir a los aviadores, taimados prestamistas que lucraban
(4)
( 5)
BARRERA GRAF, "Tratado de Derecho Mercantil", México, 1957, pág. 73.
ESQUIVEL OBREGÓN, "Apuntes para la Historia del Derecho en México", México,
1943, T. III, págs. 419 y 420.
( 6 ) EsQUIVEL OBREGÓN, op. cit., T. Il, pág. 454 y s.
( 7 ) MANUEL CERVANTES, op. cit., pág. 97.
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con grandes ganancias, y que en numerosas ocasiones, se apoderaban
de las minas refaccionadas.
En estas condiciones, se expuso al rey Carlos III la urgente
necesidad de fundar bancos refaccionarios, con el objeto de mejorar
el estado en que se encontraban las minas del país y así fué como por
Real Cédula del lo. de julio de 1776, se creó el "Banco de Avíos de
Minas", con un capital de 5.000,000.00 de pesos. ( 8 )
Las citadas Ordenanzas de Minería, en el Título quince se ocupaban del mencionado banco, cuyas características principales eran
las siguientes: Recibían la plata a bajo precio, no percibía interés,
tenía como garantía no la mina, sino los fondos de ella, confiaba la administración de la mina al minero, y se limitaba a vigilar
la inversión de los fondos, nombrando para el efecto un interventor. ( 9 )
Por lo que se refiere al procedimiento seguido por los mineros,
para obtener crédito del banco, se desarrollaba así: el solicitante presentaba su petición a su vez, el Real Tribunal de Minería, demandaba de aquél los títulos de propiedad y posesión, certificaciones y demás documentos conducentes; acreditados por las buenas apariencias,
se estipulaba con el dueño de la mina, la forma en que el banco
había de suministrar los avíos o refacciones respectivos (recordemos que en esta época, ambos créditos eran sinónimos) .
Una vez concedido el préstamo, se colocaban interventores en
las minas, que vigilaban el empleo de capital prestado y las rayas
de los operarios y trabajadores, remitiendo además al banco, informes periódicos acerca de toda clase de actividades en las minas refaccionadas. (1°)
En términos generales, podemos asegurar que pese a las nobles
intenciones de la institución, en la práctica alcanzó resultados poco
felices, pues aún cuando favoreció al minero en pequeño, lo cierto
es que sirvió como instrumento de lucro de los mineros más ricos;
empero, constituyó un enorme esfuerzo, al encauzar la minería por
senderos más en consonancia con el tiempo, y con las necesidades
de nuestro territorio e industria. (11 )
Después de múltiples vicisitudes, el contrato de avío resurge
con nueva vida, al expedirse la Ley General de Instituci~:.:~s de Cré(8)
CARRERA STAMPA,
(9)
OcTAVIO
A.
op.
cit~
pág. 240.
op. cit., pág. 46.
op. cit., pág. 241 y s.
HERNÁNDEZ,
(10)
CARRERA STAMPA,
(u)
Ibídem.
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dito de 19 de marzo de 1897, con la importantísima salvedad de que
se amplía la extensión del crédito al fomento y progreso de la agricul
tura e industria; a partir de entonces, el avío empieza a desenvolverse en la forma en que hoy lo conocemos.
B.- El Préstamo Refaccionario.
Tal parece que la primera vez que se habla de crédito refaceionario, es en la época del emperador Marco Aurelio en Roma (:!. 2 ) ,
donde se concibió como un contrato de préstamo cuyo objeto era
invertir la suma mutuada, en la reconstrucción o rehacimiento de
una cosa, que estaba a punto de perecer o de destruirse; vgr: una
casa en ruinas que se reedifica o la nave desmantelada que se repara.
Desde esta época se suscitó el problema del privilegio de los acreedores refaccionarios, sobre los demás acreedores fuesen prendarios
o hipotecarios, y la noción acerca del privilegio que deben tener aquellos préstamos, ha variado constantemente a través del tiempo. (1 3 )
Uno de los comentadores romanos, Neguzancio de Fano ( 14 ) ,
establece las siguientes condiciones para que el préstamo sea refaccionario:
a).- El dinero debe ser prestado, expresartlente, para la conservación y refacción de la cosa, de tal manera que si se entrega
sin la expresión de que será empleado precisamente en esa conservación o refacción, el prestamista no gozará de ningún privilegio.
b) .- N o basta que el dinero sea prestado, con expresión de que
se utilizará en la refacción o conservación de la cosa, sino que es
preciso, que efectivamente se emplee en tal fin.
e).- El privilegio sólo se concede a la suma prestada, pero no
a la pena convencional pactada, para el caso de falta de cumplimiento de contrato.
d) .- Es indispensable que la suma mutuada sea necesaria para
la conservación o refacción de la cosa, en consecuencia, no goza del
privilegio refaccionario, el acreedor que presta más allá de lo necesario para la conservación de la cosa.
(1.2 )
(13)
pág.
MANUEL CERVANTES, op. cit., pág. 63.
CLARA MoNTERO RINCÓN, "El Contrato de Crédito Refaccionario", México, 1949,
10.
Cit., por MANUEL CERVANTES,
pág. 12.
(14)
O¡JJ.
cit ..
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pág. 66 y por MoNTERO RINCÓN,
op. cit.,
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e).- No goza del privilegio refaccionario el mutuo usuario, aunque el préstamo se haya hecho realmente para rehacer o conservar
la cosa, y concurran todos los demás requisitos de la refacción.
f) .- La dote es preferente a la refacción.
Las ideas romanas acerca del préstamo refaccionario, pasaron casi literalmente al antiguo derecho español, el cual exigía tres presupuestos para que el crédito se considere como tal: "el pirimer requisito, es que la refacción sea necesaria; el segundo que el préstamo haya
sido contraído en el concepto y con la expresión de que las cosas prestadas, se destinarán precisamente a la conservación o rehacimiento
de la cosa; y el tercero, que real y efectivamente se empleen en este
rehacimiento o conservación ... " ( 15 )
Como es de suponerse, las disposiciones del antiguo derecho español sobre crédito refaccionario, estuvieron vigentes con más o menos variaciones en la Nueva España y gran parte de México Independiente, hasta la Ley de Instituciones de Crédito de 1897, en cuyo Ordenamiento legal, el contrato, a semejanza del avío, adquirió
la forma en que se conoce actualmente.
2.- CARACTERISTICAS.
A.- Diferencia entre ambos contratos.
La L. T. O . C. en su art. 321 dispone: "En virtud del contrato
de crédito de habilitación y avío, el acreditado queda obligado a invertir el importe del crédito precisamente en la adquisición de las
materias primas y naturales, y en el pago de los jornales, salarios
y gastos directos de explotación indispensables para los fines de la
empresa"; a su vez, el art. 323 prescribe que: "En virtud del contrato de crédito refaccionario, el acreditado queda obligado a invertir
el importe del crédito, precisamente en la adquisición de aperos, instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganado o animales de cría; en
la realización de plantaciones o cultivos cíclicos o permanentes; en
la apertura de tierras para el cultivo, en la compra o instalación de
maquinaria, y en la construcción de obras materiales necesarias para el fomento de la empresa del acreditado". (16 )
En ambos contratos, intervienen dos partes : el acreditante, que
es la persona quien otorga el préstamo, la que se obliga en los términos del contrato, a poner una suma de dinero a disposición del
(15)
~18)
MANUEL CERVANTES, op, cit., pág. 79.
La L.C.A. en sus arts. 55 y 56, se expresa en términos muy similares.
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acreditado, que puede ser una persona física o moral, capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones ( 17 ) . La L. T. O. C. (arts. 321
y 323) y la L. C. A. (arts. 55 y 56), emplean la misma denomina•
eión de acreditante y acreditado para las partes en el contrato, no
así el Proyecto de 1954 para un nuevo Código de Comercio que vuelve a la terminología tradicional. (1 8 )
Los dos créditos tienen una misión específica están destinados
a la producción, y como señala RODRIGUEZ Y RODRIGUEZ ( 19 ) ,
se caracterizan por su destino y por su garantía; en efecto, a diferencia de otras modalidades de la apertura de crédito, en las cuales
el acreditado dispone del préstamo como mejor le convenga, en los
créditos a la producción, tienen el deber ineludible de invertir la suma mutuada, precisamente, en la adquisición de las materias primas,
o en la atención de los gastos previstos en el contrato.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre avío y refacción? CERVANTES AHUMADA (2°), al respecto, arguye lo siguiente: "Ambos créditos, como hemos indicado, tienen la característica fundamental de ser destinados al fomento de la producción. Pero en tanto que
el avío se aplica directamente a la producción, a la acción inminente de
producir, la refacción se aplica a una operación más a fondo, en preparar a la empresa para el fenómeno productivo.
Ilustraremos la diferencia con algunos ejemplos: el propietario
de un predio agrícola solicita un crédito para desmonte, canalización
preparación de su tierra para el cultivo. Esto será un crédito refaccionario. Una vez desmontada y lista la tierra necesitará un crédito
de avío para realizar la siembra ... ". (2 1 )
(17) RoDRIGO LINARES TURRENT, "El Contrato de Apertura de Crédito", México, 1958,
pág. 31 y s.
(18) Art. 722. "Por el contrato de avío el aviador se obliga a suministrar fondos que
el aviado habrá de invertir en la adquisición de materiales o materias primas, pago de
salarios, u otros gastos directamente encaminados a la producción de bienes"; Art. 724:
Por el contrato de refacción el re/accionado obtiene un crédito, el importe del cual ha
de invertir en la realización de plantaciones permanentes, o en la adquisición o construcción de los elementos necesarios para la creación, ampliación o me¡oramiento de su empresa, y que no estén destinados a consumirse en el proceso de producción,
(19) Curso cit., pág. 99.
( 20)
O,p. cit., pág. 303.
(21) En el mismo orden de ideas, MANTILLA MoLINA., "Derecho Mercantil", Edit. "Porrúa", 4a. cd., México 1959. pág. 58, expresa que: "En el contrato de Crédito refaccio.
nario (art. 323 L.T.O.C.) el acreditado está obligado a invertir los fondos obtenidos, no
oo elementos que constituyan una riqueza circulante llamada a consumirse o desaparecer
con el movimiento de la negociación transformándose en dinero (como sucede en el
avío), sino en los que constituyen sus elementos estables, y que se denominan capital
fijo en Economía, y en términos contables, activo fijo".
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B.- Naturaleza Jurídica.
a).- Bilaterales: "Es contrato bilateral aquel en que resulta obligación para todos los contratantes" decía el art. 1274 del Código Civil de
1884; por su parte, el art. 1836 del Código de 1928, estipula que: "el
contrato es bilateral, cuando las partes se obligan recíprocamente".
Ya habíamos expresado que la apertura del crédito es un contrato bilateral {Z2 ) ; ahora bien, dado que los contratos de avío y refacción son modalidades de aquella, es obvio que también tienen el
carácter de bilaterales; en efecto, el acreditado, aviado o refacciona~
do por una parte, se obliga a pagar la deuda principal y los intereses pactados, y el acreditante, aviador o refaccionario, tiene el deber de prestar la suma estipulada.
Lógica y correlativamente el acreditado tiene el derecho de exigir, el otorgamiento del crédito, y el acreditante, de cobrar el principal y los intereses; además el acreditante posee dos derechos adicionales (2 3 ) , que consisten: uno en designar un interventor que cuide
exacto cumplimiento de las obligaciones del acreditado (2 4 ) y al respecto el art. 327 L.T.O.C. ordena: "Si el acreditado emplea los fondos que
se le suministren en fines distintos de los pactados, o no atiende su
negociación con la diligencia debida el acreedor podrá rescindir el
contrato, dar por vencida anticipadamente la obligación y exigir el
reembolso de las sumas que haya proporcionado con sus intereses".
He aquí una de las diferencias fundamentales que la apertura
de crédito de avío y de refacción, respecto de otras modalidades de
dicho contrato, y que consiste en la obligación ineludible que tiene
el acreditado, de invertir los fondos exclusiva y precisamente en los
fines que señala la Ley; el otro derecho adicional del acreditan te,
consiste en perseguir los frutos o productos que constituyen la garantía del crédito contra los adquirentes de mala fé, conforme el art.
330 L. T. O. C. (2 5 )
b) .- Onerosos: Conforme a los arts. 1275 del Código Civil de
Supra Capítulo l.
CERVANTES AHUMADA, op. cit., pág. 304
La L.T.O.C. en su art. 327, prescribe que: "el sueldo y los gastos del interventor
serán a cargo del acreedor, salvo pacto en contrario ... "; por su parte, la L.C.A. en su
art. 58, solamente expresa que: "El creador tendrá en todo tiempo, vigilar e intervenir
en la inversión de los fondos materia de,Z préstamo", y finalmente, el Proyecto en su art.
731 estipula que: "El acreedor tendrá en todo tiempo el derecho de designar. a su costa,
interventor que cuide de que la inversión se haga en los términos ,pactados''. Creemos que
esta última disposición, es la más justa y congruente con la realidad.
(25) CERVANTES AHUMADA, op. cit., pág. 305.
( 22)
(23)
(24)
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1884 y 1837 del Código Civil de 1928, son contratos onerosos aquellos en que se estipulan provechos y gravámenes recíprocos, y gratuitos, aquellos en los que el provecho es solamente de una de las
partes.
Es de deducirse, que si el avío y la refacción son bilaterales, también serán onerosos, aunque a este respecto BORJA SORIANO (2 6 ) ,
opina que la afirmación absoluta de que todo contrato bilateral es
necesariamente oneroso, no es axacta en el derecho moderno. ( 27 )
e).- Conmutativos: Señala BORJA SORIANO ( 28 ), que el art.
1838 Civ. 1928, está casi literalmente transcrito del párrafo 954, tomo II de Planiol al decir el citado precepto que: "El contrato oneroso es conmutativo, cuando las prestaciones que se deben las partes
son ciertas desde que se celebra el contrato, de tal suerte que ellas
pueden apreciar inmediatamente el beneficio y la pérdida que les cause éste. Es aleatorio cuando la prestación debida depende de un acontecimiento incierto que hace que no sea posible la evaluación de la
ganancia o pérdida, sino que hasta que ese acontecimiento se realice''.
Con base en lo anterior, creemos que se puede afirmar que los
contratos de avío y refacción son conmutativos, ya que las prestaciones que se deben las partes son ciertas, desde el momento en que
se celebra el contrato.
3.- GARANTIAS
A.- Personales.
Jurídicamente hablando, el crédito agrícola está resguardado por
dos garantías: personales y reales. En este orden de ideas, ninguna
particularidad ofrece la garantía personal en el crédito agrícola, toda vez que las acciones y obligaciones que nacen son iguales, ya sea
tratándose de agricultores, como de cualquier otra clase de mutuatarios, esto es, la garantía personal que ofrece el deudor, es la respon(26) "Teoría General de las Obligaciones", Edit. "Porrúa", 2a. ed., T. l. México, 1953,
pág. 131.
(27)
En el mismo sf'ntido, RoJINA VrLLEGAS, "Derecho Civil Mexicano", Edit. "Porrúa",
T. VI, vol. 1 2a. ed., Méxic-o, 1954, páe;. 15 expresa: "No es exacto, como afirman algunos
autores que todo contrato bihteud s.eu une roso y todo unilateral sea gratuito". General.
mente se piensa que como el contrato bilateral engendra derechos y obligaciones recí.
procos, y no es exacto, como lo demuestra el comodato, en el que a pesar de que se
engendran obligaciones para ambas parte•, no se originan gravúmenes recíprocos.
(28) Op. cit., pág. 136.
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sabilidad jurídicamente sancionada de pagar los préstamos que reciba;
si acaso, las únicas notas distintivas que ofrece la garantía personal en el crédito agrícola, son la sencillez y la rápida eficacia de
procedimientos sin complicaciones, y sin alto costo para hacer efectiva esa garantía. (29)
Ahora bien, la disposición del deudor para pagar lo debido y
que se ha denominado "Solvencia Moral", no es suficiente; en otras
palabras, la garantía personal para ser perfecta, debe consistir en
esa solvencia moral apoyada en una "solvencia económica", que con~.iste en la capacidad del deudor para ejecutar su obligación oportunamente. ( 30 )
De acuerdo con GOMEZ MORIN ( 31 ) , esta solvencia económica tiene un doble aspecto: el primero que es inaprehensible y está
constituido por la capacidad de trabajo, la experiencia y la abilidad del deudor, y el segundo, que si puede ser objeto de sistematización, y se traduce en la inversión verdadera del capital prestado,
en cultivos o empresas reproductivas. La Ley es muy cuidadosa en
este aspecto, al imponer que para que el crédito sea concedido, debe
emplearse precisamente en los fines específicamente señalados. ( arts.
55 y 57).
B.- Reales.
Al lado de la garantía personal, se encuentra la garantía real
que fortalece el valor de aquella. En este sentido, si como habíamos expresado, en el crédito agrícola el plazo debe ser largo y el
interés corto, parece lógico buscar la compensación en la solidez de
la garantía; "desde luego se piensa en la garantía real, en la garantía misma de la tierra que se va a cultivar o en la que se van
a introducir mejoras que redundarán en beneficio del cultivo pero
debe tenerse en cuenta que no siempre se puede dar esa garantía,
porque muchos agricultores o no son propietarios, o el valor de sus
propiedades es tan pequeño, que la garantía resulta insuficiente. Se
presenta, además, la dificultad consistente en que las formalidades
(29)
GóMEZ MoRIN, op. cit., pág. 96.
En congruencia con lo anterior, el art. 65 L.C.A., prescribe: "El acreditante estimará, por conducta de peritos, el valor de los bienes con que cuentan los solicitantes; el
de los demás ingresv>s de que puedan disponer con motivo de su actividad agrícola u
otras actividades; el pasivo a su cargo; los gastos propios y los inherentes a la explotación agrícola, y en general, su solvencia económica y morar'.
(31) Op. cit., pág. 98.
(30)
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exigidas por la ley, para la constitución de las garantías reales, elevan el precio del capital solicitado, recargando el interés con un
gasto siempre fuerte". ( 32 )
Tratándose de préstamos de avío, la garantía consiste en prenda
33
(
) sobre las materias primas y los materiales adquiridos, y con
las cosechas o productos agrícolas que se obtengan, mediante la utilización del crédito (art. 55 L. C. A.). La L. T. O. C. en su art.
322 al referirse al avío, se expresa en términos muy similares, y en
el mismo sentido, CERVANTES AHUMADA (3 4 ) , apunta que se
trata de una garantía natural, porque "queda constituída simple,
natural y automáticamente, por efecto del contrato, y porque sólo
se constituye en este tipo de créditos".
Estos préstamos, únicamente podrán otorgarse a los propietarios
o cultivadores de las tierras, cuando demuestren tener derecho a su
cultivo, por todo el plazo señalado para el cumplimiento de la obligación. (última parte del art. 55 L. C. A.).
Ciertamente, la constitución de prenda es difícil, porque generalmente los bienes con los cuales el agricultor puede garantizar su
deuda, le son indispensables para su trabajo, y si se trata de frutos,
no están logrados aún; es por eso, que en ambos casos el deudor
no puede deshacerse de ellos y pasarlos al acreedor, que es el factor
básico para la constitución de prenda; en tales condiciones, la ley
estipula que los bienes y derechos de la prenda, pueden quedar en
poder del deudor considerándose éste como depositario judicial de tales bienes, con las inherentes responsabilidades civiles y penales. ( 35 )
Por último, en lo tocante a los préstamos refaccionarios, conforme a la fracción I del artículo 56 de la Ley, estarán garantizados
"con hipoteca ( 36 ) y prenda de las fincas, construcciones, maquinaria, implementos, muebles y útiles, y con las cosechas y demás productos agrícolas futuros, pendientes o ya obtenidos, de la explotación a cuyo fomento se destine el préstamo ... ".
MENDIETA Y NúÑEz, op. cit., pág. 28.
Recordt>mos la imprescindible noción civil de la prenda; al respecto, el art. 2857
del C. Civ. expresa: "La prenda es un derecho real constituído sobre un bien mueble
ennjenable para garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pa(32)
(33)
go'".
O p. cit,. pág. 302.
op. cit., pág. 104 y s.
(36) Conforme al art. 2893, C. Civ., "La hipoteca es una garantía real constituida sobre
bienes que no se entregan al acreedor y que da derecho a éste, en caso de incumpli.
miento de la obligación garantizada, a ~er pagado con el valor de los bienes, en el grado
de preferencia e.~tablecidos por la Ley".
( 3<
l
(33)
GóMEZ MoRIN.
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4.- IMPORTE; PLAZO Y DISPOSICION DE LOS CREDlTOS.
Por lo que se refiere al monto de los préstamos de avío, el art.
55 L.C.A. prescribe que no podrá exceder del 70% del valor probable de la cosecha, o de los productos anuales que el deudor puede obtener con la inversión del préstamo, asimismo, el plazo para la amortización será de dieciocho meses, término que a nuestro juicio debía
ser más amplio.
Si se trata de préstamos refaccionarios, el art. 56 de la ley citada
a propósito de la cuantía del crédito, preceptúa:
"II.- Su importe no excederá del valor comprobado, según peritaje de los bienes o mejoras para los que se vaya a destinar el
crédito, ni del 50% del valor de las cosechas o ingresos correspondientes al período durante el cual deba amortizarse el préstamo. En
el caso de que los acreditados sean ejidatarios, el importe del crédito se computará de acuerdo con este último límite, y su garantía
consistirá en los bienes a que se refiere la fracción anterior, excluídos
los que conforme a las leyes agrarias no puedan gravarse ... ".
En cuanto a la amortización, la frac. III del propio art. 56
L. C.A. ordena que: "se hará por pagos anuales, o por períodos menores cuando así lo permita la explotación ... " y agrega: "cuando
el género de ésta (se refiere a la explotación) no permita hacer
los pagos anuales, podrán diferirse los correspondientes a los primeros años y acumularse a las amortizaciones posteriores".
Finalmente, por lo relativo al plazo que se concede a los créditos refaccionarios, la frac. VI del mismo artículo expresa: "el plazo máximo de estos préstamos será : a) .- Hasta de cinco años, para los préstamos que se destinan a la compra de aperos, implementos,
útiles de labranza, maquinaria agrícola móvil, abonos de asimilación
lenta, animales de trabajo o de cría, apertura de tierras para el cultivo, construcciones, obras y mejoras materiales agrícolas de carácter transitorio, etc.; b) .- Hasta por ocho años para los préstamos
que se conceden con destino a la compra e instalación de maquinaria
agrícola fija y costosa; e) .-Hasta de doce años para los préstamos
que se destinen al establecimiento de plantaciones o cultivos cíclicos,
con plantas que sólo comiencen a producir al cabo de cinco a siete
años. En estos últimos casos la amortización se distribuirá en cinco
años contados a partir de la fecha en que las plantaciones comiencen
a producir. En la rama agrícola, estos créditos ameritarán, por lo
menos, el pago anual de los intereses".
En lo que toca a su forma de otorgamiento, los préstamos de
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avío y refacción, generalmente se realizan bajo la forma de apertura de crédito (3') ; en efecto, así lo dispone el art. 63 L.C.A., en
su primer párrafo; "Los préstamos que concedan las instituciones
del sistema, de acuerdo con la presente ley, podrán ser operados por
medio de contratos de apertura de crédito de acuerdo con la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. El acreditado dispondrá de
su importe en las partidas y tiempo que requieran las necesidades
de la inversión ... ".
Es importante hacer notar, que conforme a la Ley de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, también los bancos de
depósito están facultados para otorgar préstamos de avío, a plazo
que no exceda de un año (art. 10, fracs. IV y V) y préstamos refaccionarios, a plazo no mayor de cinco años, asimismo, las sociedades financieras, pueden conceder créditos de avío a plazo máximo de
3 años y refaccionarios a diez años. (art. 26, frac. IX y art. 28,
frac. VII).
En cuanto a su forma de otorgamiento, conforme a1 art. 125 de
la ley mencionada en último término, los contratos que celebren las
instituciones de crédito y organizaciones auxiliares, deberán ajustarse a lo dispuesto por la L.T.O.C.; observándose además las siguientes
reglas especiales : Se consignarán en escritura pública o en contrato privado que se firmará por triplicado ante dos testigos, y se ratificará ante Notario Público, Corredor Público Titulado, Juez de
Primera Instancia en funciones de N otario o ante el Encargado del
Registro Público correspondiente. Por último, el citado precepto señala que el deudor puede usar y disponer de la prenda que quede
en su poder de acuerdo con lo pactado en el contrato.
5.- REGISTRO
"El registro está llamado a rlesempeñar la función de darle publicidad a las operaciones y surtir efectos en contra de terceros. Asi,
la consecuencia de la inscripción es mantener informados a terceros interesados y al público en general, acerca del estado jurídico de
una propiedad". ( 38 )
La L.C.A. vigente, trata esta materia en los arts. 84 y 110 inclusive, previniéndose en primer lugar, que el :registro estará bajo
CERVANTES AHUMADA, op. cit., pág. 303
EouARDO EsTRELLA AcEDO, Ley de Crédito Agrícola de 31 de Diciembre de 19.55.
Estudio, Crítica y Comentarios, Méxieo, 1956, pág. 71.
(37)
(38)
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el cuidado de una oficina central con sede en la Ciudad de México,
bajo la dirección de un N otario, y con el personal que fije la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; ordena además la citada
Ley, que deberán establecerse el número de oficinas que sean neceserias para el buen funcionamiento de la institución (arts. 84 y 85).
Asimismo, el registro deberá ser público y llevarse en archivos y
libros especiales, proporcionados por la Secretaría de Hacienda, en
los cuales se harán constar : las entradas y salidas de documentos,
con la fecha y hora de su presentación; la clase de actos o contratos
registrados, el nombre por orden alfabético de las partes que intervinieron en su otorgamiento, y en general, todas aquellas operaciones que deban ser conocidas por terceros ajenos a su celebración
(arts. 90 y 91).
El art. 90, enumera en sus catorce fracciones los actos sujetos
a registro, y en cuanto a los efectos, la L.C,A. en sus arts. 104 y
105, expresa que los documentos que conforme a ella (!a ley) deban
registrarse y ello no suceda, únicam~te producirán efectos sobre
los otorgantes, más no podrán ocasionar perjuicios a terceros; por
otra parte, la inscripción en el Registro ocasiona que los documentos
inscritos produzcan su efecto legal, desde la fecha de su otorgamiento,
siempre que su presentación se efectúe dentro de Jos treinta días
siguientes a aquél, pues de lo contrario, sólo surtirán efectos a partir de su presentación, sin que puedan invalirlarse otros documentos
anteriqres o posteriores no registrados.
Una vez realizada la inscripción, el registrador deberá dentro de
las 48 horas siguientes, dar aviso por duplicado a los Registros Públicos de la Propiedad y de Comercio respectivamente para su anotación al margen, de las inscripciones relativas (art. 101). ( 39 )
Finalmente, con el objeto de dar fuerza de documento público a
las operaciones que deban ser inscritas, el art. 112 estipula una serie de formalidades, destacando las establecidas en las fracs. I y II
en virtud de las cuales se procura que el encargado de la oficina correspondiente, arlquiera una mayor certeza rle las personas y los objetos o cosas que lleven a su presencia ( 40 ) . Así es como rezan las
mencionadas fracciones :
"l.- Los interesados suscribirán en presencia del registrador por
(39) Conforme a la frac. IV del art. 326 L.T.O.C., los contratos de avío y refaccionarios,
serán inscritos en el Registro de Hipotecas correspondientes, según la ubicación de los
bienes dados en garantía, o en el Registro de Comercio respectivo. si en la garantía no
se incluyen bienes inmuebles.
('O) EsTRELLA AcEDO, op. cit., pág. 72.
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lo menos cuatro tantos del documento que otorguen, firmando todos
al margen de cada una de las hojas y al calce del documento;
II.- El registrador autorizará con su firma y su sello todas las
hojas del documento y al calce asentará una declaración concisa en
forma de acta, que autorizará con su sello y firma, y en la que haga constar que ha sido suscrito ante él, que se ha cerciorado de la
identidad de los otorgantes, que le consta la capacidad legal de éstos
para obligarse y que, en su caso, ha tenido a la vista los documentos
justificativos de la personalidad de los otorgantes y cotejado cuidadosamente las circunstancias cuya inscripción total o parcial se haga en el documento que se autoriza ... ".
6.- TERMINACION DE LOS CONTRATOS.
"~
--
En esta materia, también son aplicables al avío y la refacción, las
disposiciones relativas a la apertura de crédito. Al respecto, el art.
301 L.'T.O.C. ordena:
"El crédito se cxtinguirf. cesando en consecuencia el derecho del
acreditado a hacer uso de él en lo futuro:
I.- Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad de su importe, a menos que el crédito se haya abierto en cuenta corriente;
II.- Por la expiración del término convenido, o por la notificación de haberse dado por concluído el contrato, conforme al art. 294,
cuando no se hubiere fijado plazo;
III.- Por la denuncia ( 41 ) que del contrato se haga en los términos del citado artículo;
IV.- Por la falta de disminución de las garantías pactadas a cargo del acreditado, ocurridas con posterioridad al contrato, a menos
que el acreditado suplemente o substituya debidamente la garantía
en el término convenido al efecto.
V.- Por hallarse cualquiera de las partes en estado de suspensión de pagos, de liquidación judicial o de quiebra;
VI.- Por la muerte, interdicción, inhabilitación o ausencia del
acreditado, o por disolución de la sociedad a cuyo favor se hubiere
concedido el crédito".
Por último, es importante traer a colación el párrafo segundo
del art. 327 L.T.O.C. al que ya habíamos hecho referencia y que
dispone, que tratándose específicamente de créditos de avío y refac( 41)
"Denuncia es el derecho que tiene cualquiera de las partes contratantes para dar
por terminado el contrato, por su sola voluntad, aún cuando la otra parte cumpla con las
obligaciones. A su cargo. Denuncia es causa que extingue las obligaciones".
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ción, el acreditante podrá rescindir el contrato, si el acreditado emplea los fondos, para fines distintos de los pactados.
7.- PROCEDIMIENTOS ESPECIALES DE EJECUCION.
En el caso de que los préstamos de avío y refacción sean otorgados por una institución de crédito o por una organización auxiliar,
el Ordenamiento sustantivo (L.I.C.O.A.), establece procedimientos especiales para hacer efectivas las garantías, ya sean muebles o inmuebles.
A.- Garantía de Bienes Muebles.
Si ·se trata de garantías muebles, la L.I.C.O.A. ordena en su art.
140, que el cobro procederá ya sea en la vía ejecutiva mercantil, o
bien, mediante la venta de los bienes ofrecidos en garantía. Respecto al procedimiento ejecutivo, son conducentes los arts. 453 al 461
inclusive del Código de Procedimientos Civiles. ( 42 )
Por lo relativo a la venta de los bienes entregados en garantía,
la L.T.O.C. fija la secuela a seguir en estos casos. En efecto, el art.
341 del citado Ordenamiento preceptúa:
a).- El acreedor podrá pedir al juez, que autorice la venta de
los bienes o títulos que garantizan el cumplimiento de la obligación,
cuando ésta se haya vencido.
b) .- Una vez presentada la petición del acreedor, se correrá traslado al deudor, quien podrá oponerse a la venta, si exhibe el importe del adeudo en un plazo de tres días.
e).~ Si el deudor no se opone a la venta, el juez ordenará que
se efectúe al precio de cotización en bolsa, o en su defecto, al precio del mercado, y por medio de corredor o de dos comerciantes con
establecimiento abierto en la plaza.
d) .- En caso de notona urgencia, y bajo la responsabilidad .del
acreedor, el juez puede autorizar la venta, antes de notificar al deudor.
e) .~ El corredor o los comerciantes que intervengan en la venta, deberán otorgar al acreedor un certificado de ella.
f) .- El producto de la venta, será conservado en prenda por el
acreedor, en substitución de los bienes o títulos vendidos.
(42)
ÜCTAVIO
A.
HERNÁNDEZ,
o.p. cit., .pág. 261.
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B.- Garantía de Bienes Inmuebles.
Si la garantía consiste en bienes inmuebles, el cobro del crédito podrá hacerse efectivo por la vía ejecutiva mercantil, por la
vía hipotecaria o bien, procediendo a la venta de los bienes en los
términos de ley (art. 141, L.I.C.O.A. primera parte). El juicio ejecutivo, se tramita en la misma forma que si se tratara de bienes
muebles, por lo que es válido lo expresado al respecto líneas atrás.
En cuanto al juicio hipotecario, "se tramita en forma semejante al ejecutivo mercantil, pues como aquél, es también sumario. La
diferencia más característica de la tramitación del juicio hipotecario
estriba en la expedición, fijación y registro de la cédula hipotecaria,
exclusiva de este proceso, y que no debe ser confundida con el título de crédito que lleva el mismo nombre. En el juicio ejecutivo
pueden ser embargados bienes diversos de los hipotecados, cosa que
no procede en el hipotecario. Esta desventaja está compensada por
la situación jurídica. verdaderamente excepcional que produce la cédula a favor del acreedor hipotecario ... ". ( 48 )
Por último, tratándose de venta de los inmuebles otorgados en
garantía, el procedimiento respectivo está regulado por el art. 141
L.I.C.O.A., procedimiento que puede llevarse a cabo: a).- Mediante
corredor, al precio señalado para el efecto en el contrato o b) .- Mediante remate.
a).- Si la venta se realiza mediante corredor, ésta deberá efectuarse bajo las siguientes reglas:
a').- La institución acreedora, notificará al deudor ante notario o en vía de jurisdicción voluntaria, la venta que tenga concertada o su intención df' efectuar el remate.
b') .- El deudor podrá oponerse a la venta dentro de los tres días
siguientes a la notificación, acudiendo para tal efecto al juez competente en el domicilio de la institución acreedora, formulando las
excepciones legales que tuviere.
e').- Del escrito de oposición. se correrá traslado por tres días
al acreedor y si se ofrecen pruebas, éstas deberán desahogarse en
un plazo no mayor de veinte días.
d') .- Para oír !os alegatos de las partes, el juez citará a junta
aue será celebrada dentro de los tres días siguientes, y en un plazo
de diez días deberá dictar su resolución.
('")
OcTAVIO
A.
HERNÁNDEZ,
op. cit., pág. 264.
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b) .- La venta se realiza por remate, "si en el contrato no se
señaló precio para vender el inmueble y la institución no tiene manera de venderlo mediante corredor ... " ( 44 ) . Conforme a la parte
final del mencionado art. 141 L.I.C.O.A., el remate se efectuará de
la siguiente manera:
a').- Antes de llevarse a cabo el remate, la institución acreedora deberá publicar tres avisos, en el D.O., en uno de los periódicos
de mayor circulación en la capital de la República y en la entidad
federativa donde se encuentren los bienes respectivos, debiendo transcurrir por lo menos cinco días, entre la fecha de la última publicación en el D.O. y el día señalado para el remate.
b') .- El remate deberá realizarse ante corredor o notario en el
local de la institución acreedora.
e').- Una vez hecho el remate, se levanta acta del mismo que
se remitirá al juez competente del domicilio de la institución acreedora, para que ésta, si estuviese el deudor en rebeldía, otorgue la escritura correspondiente y ordene hacer las inscripciones o cancelaciones respectivas.
(U)
OcTAVIO
A.
HERNÁNDEZ, op.
r;it., pág. 266.
tll
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1.- LA COLONIA
El renglón del crédito agrícola en la Colonia estuvo relegado a
un plan secundario, por la sencilla razón de que la minería fué la
actividad por excelencia, y hacia ella convergieron los cuidados de
la Metrópoli y del Gobierno de la Nueva España; en efecto, la agricultura colonial, la más pobre y abandonada de las fuentes de riqueza en el virreynato, fué constantemente la última en recibir el auxilio del crédito de la Colonia, y hablamos del crédito de buena clase,
del crédito reproductivo, del que aporta al agro recursos bastantes
para el ciclo productivo, a plazo largo y con intereses bajos, porque
el mal crédito, o sea el agio o usura, éste si encontró campo propicio
para florecer.
Existieron sin embargo varias instituciones que fueron destinadas a tal propósito (1 ) : Los Pósitos, Las Cajas de Comunidad y los
Repartimientos, Habilitaciones y Tiendas de Raya; desgraciadamente, en la mayoría de los casos solo sirvieron para explotar al agricultor de escasos recursos; en efecto, los grandes hacendados y terratenientes y aún los medianos, no tuvieron grandes problemos para allegarse capitales, pero a los pequeños agricultores, les estuvo
vedado el otorgamiento de fondos que impulsaran la producción, y
mejoraran las condiciones de vida del campo mexicano, a no ser las
insuficientes instituciones ya mencionadas.
2.- MEXICO, INDEPENDIENTE
A.- Su evolución hasta 1926.
Al terminar el movimiento independiente, la situación del país
lógicamente era caótica, pues la guerra desarraigó a los hombres de
las tareas productivas, tornó peligrosos los caminos, asoló los campos,
paralizó el comercio y la industria y en una palabra, modificó ra(1)
ERNESTO LoBATO LóPEZ,
"El Crédito en México, Edit, "Fondo de Cultura Econó-
mica", la. t"d,, México, 1945, pág. 60.
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dicalmente los cauces ordinarios de todas las actividades economicas en su conjunto; todo este desquiciamiento, debió prolongarse por
cerca de cincuenta años, en los cuales la N ación se desangró en
contiendas militares y cívicas, en antagonismos mezquinos, y para
colmo, en dos humillantes guerras extranjeras. Puede decirse que
fué a partir de Don Porfirio Díaz, cuando se logró iniciar un prolongado período de paz y consolidación económica y social.
Naturalmente, que el medio rural no podía quedar sustraído a
estas convulsiones internas y la escazes de numerario, la falta absoluta de crédito, el despoblamiento de los campos por las levas, aunados a otras múltiples circunstancias, en lugar de conducir al adelanto de la industria agrícola del país, provocaron una lamentable
regresión. (2)
En la época porfirista ( 3 ) se trató con desgano de acudir en
auxilio de la agricultura; verbigracia, con la creación de los Bancos
Hipotecarios previstos en la "Ley de Instituciones de Crédito'' de
1897 y el surgimiento de la "Caja de Préstamos para Obras de
Irrigación y Fomento de la Agricultura". ( 4 )
Sin embargo, prácticamente todos los bancos mexicanos de la
época fueron comerciales; es decir, que se preocuparon únicamente
por auspiciar el desenvolvimiento del comercio nacional. A México, país de raquítico desarrollo económico, de muy limitado intercambio mercantil dentro de sus fronteras y de muy escaso intercambio con el exterior, se le deparó una estructura crediticia que
fomentaba precisamente las tareas del comercio y que se despreocupaba de impulsar el progreso de la industria y la agricultura.
Esta gran desviación de las naturales exigencias de nuestra economía, marcó el signo contradictorio del crédito bancario porfirista.
El movimiento armado de 1910, que sacudió hasta sus cimientos
todo el andamiaje social, político y económico de nuestro país, no
podía substraerse a estos factores mediatos de inconformidad, generándose como consecuencia, los siguientes ordenamientos legales que
examinaremos a continuación: Ley de Crédito Agrícola de 10 de
febrero de 1926; Ley de Crédito Agrícola para Ejidatarios y Agricultores en Pequeño de 2 de enero de 1931; Ley de Crédito Agrícola de 9 de febrero de 1934; Ley de Crédito Agrícola de 31 de di(2)
(3)
(4)
LoBATO LóPEZ, op. cit., pág. 99.
Lurs G. LABASTIDA, "La Legislación
ENRIQUE ÜRozco. "La Evolución de
de los Bancos", México, 1899, pág. 106 y s.
la Legislación Mercantil en la Repúblicd', Mé-
xico, 1911, pág. 79 y s.
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ciembre de 1942 y Ley de Crédito Agrícola de 31 de diciembre de
1955.
B.- Ley de Crédito Agrícola de 10 de Febrero de 1926.
A partir de la promulgación de esta ley, el legislador mexicano
confió el renglón del crédito agrícola a instituciones especializadas;
en efecto, la base del sistema lo constituye un organismo central:
El Bangrícola, y 2 organismos subsidiarios: Sociedades Regionales
y Sociedades Locales de Crédito Agrícola.
El Bangrícola se organizó como sociedad anónima, con un capital inicial de 21 millones de pesos, suscrito en la siguiente forma:
acciones de la serie "A", por aportaciones del Gobierno Federal (inalienables) ; de la serie "B" por aportaciones de los Gobiernos de los
Estados y de la serie "C", por aportaciones de los particulares.
Los resultados prácticos de esta ley, fueron pocos felices, pues
su defecto principal consistió en la "centralización" del crédito agrícola, en vez de procurar su "localización", factor básico en este tipo
de crédito; en efecto, así como el Bangrícola otorgaba los fondos
necesarios a las Sociedades Regionales y Locales, no existía impedimento legal alguno, para que operase directamente con el público
y de hecho así sucedió, prestándose los fondos a particulares quienes la mayoría de las veces, utilizaban los créditos para fines muy
diversos de los que se proponía la ley ( 5 ) ; por otra parte, estos
"fueron los resultados de la inexperiencia de lo que se hace por primera vez y sin tener antecedentes en que escudarse". (6 )
Sin embargo, la citada ley introdujo dos innovaciones afortunadas : El Registro Público de Crédito Agrícola, institución de gran
utilidad y trascendencia y los Bancos Ejidales cuya finalidad fué,
como su nombre lo indica, otorgar créditos a los ejidatarios.
Al respecto, Estrella Acedo ( 7 ) apunta que: "La creación del
crédito ejidal se había menospreciado tradicionalmente por la beligerancia que se concedió a la creación de los ejidos. Siempre se había pensado que la tierra que alcanzara a absorber este sistema de
propiedad sería ínfimo, y, por ende, el crédito sería poco. Craso error.
La ejidalización tomó un formidable impulso imprevisto, creando
de paso un enorme problema al verse de pronto la magnitud de las
NúÑF.Z, op. cit., pág. 75.
op. cit., pág. 19.
(5)
MENDIETA Y
(~)
EDUARDO EsTRELLA AcEDO,
(7)
O.p. cit .. loe. cit.
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cantidades que eran necesarias para reforzar económicamente a los
ejidos. Darles crédito de ahí en adelante se convirtió en una brega
muy dura, pues múltiples obstáculos habrían de salvarse; falta de
garantía real, ignorancia, poco o nulo espíritu de responsabilidad
de los nuevos propietarios, etc. ; era mucho el riesgo que habría de
correrse con el nuevo tipo de crédito, pero el problema estaba enfrente y tenía que solucionarse".
c..
Ley de Crédito Agrícola para Ejidatarios y Agricultores en Pequeño de 2 de Enero de 1931.
Conforme al art. lo. de esta ley, el sistema de crédito agrícola
que acusaba un marcado tipo cooperativo, estaba integrado: a).Bangrícola, b) .- Bancos Regionales de Crédito Agrícola y e).- Sociedades Cooperativas Agrícolas.
El Bangrícola se estableció como sociedad anónima, con sede
en la ciudad de México y con una duración de cincuenta años, cuyo
capital estaba integrado por acciones con valor de $ 10.00 cada una,
que debían ser íntegramente pagadas, autorizándose a la sociedad
para emitir acciones por la suma de 30 millones de pesos, sin perjuicio de posteriores emisiones. De tres clases podían ser la acciones: serie "A", suscrita únicamente por el Gobierno Federal; serie
"B", solo por los Gobiernos Locales y serie "C", por las sociedades
cooperativas agrícolas, los Bancos Regionales y los particulares. ( 8 )
La gran novedad de este Ordenamiento, lo constituye un importante y loable intento del legislador, por implantar en México un
sistema de crédito agrícola, que nunca antes había sido ensayado y
que en Europa había producido resultados magníficos; nos referimos al sistema cooperativo.
En este orden de ideas, señala KLEINW ACHTER ( 9 ) que la
patria del cooperativismo es Inglaterra, país en el que nacen las
"Co-operative store" hacia el siglo XVIII; de ahí, se extendieron
a Francia y posteriormente a Alemania, donde alcanzaron un auge
inusitado. En esta última nación, el principal propugnador de este
tipo de sociedades fué Raiffeisen nombre con el que fueron denominadas las cooperativas.
Su propósito fundamental, era proporcionar a los labradores crédito en buenas condiciones: asumían la forma de responsabilidad
(8)
(V)
Art. 2o., fracs. ll. 111, IV, V y VI.
Op. cit., pág. 199 y s.
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solidaria y el capital para sus "cajas de préstamos", debía procurarse por donativos y préstamos gratuitos o a bajo interés, respondiendo los cooperadores en forma solidaria del pasivo de la caja. El
dinero recaudado se empleaba en préstamos a los miembros mediante un reducido interés y con la ganancia obtenida. se acomulaba
para integrar un "capital social" en el cual no tenían participación
alguna los miembros.
Se procuró que el distrito correspondiente a cada cooperativa,
fuese lo más reducido posible, con el objeto de que los socios se conocieran íntimamente y fiscalizarse en lo referente al empleo de
los créditos obtenidos. Aunque la actividad primordial eran los préstamos, realizaban también otras operaciones como la compra en común de semillas, abonos, etc., y la venta colectiva de productos agrarios.
Semejante organización tienen las cajas o cooperativas en Italia;
al respecto, GRECO ( 10 ) apunta que las cajas rurale-s "son sociedades cooperativas en nombre colectivo, que tienen por principal objeto el ejercicio del crédito a favor de la agricultura" y añade que
"en relación a su constitución son notables: la exclusividad de la
denominación ; la cualidad de agricultores de cuando menos las cuatro quintas partes de los socios, cuyo número total no puede ser menor de cuarenta; el importe mínimo de cada cuota de participación,
que no debe ser inferior a cincuenta liras, suma que representa también la exhibición máxima de cada socio en el acto de inscripción ... ".
Refiriéndonos en concreto a nuestro país, debemos decir que las
cooperativas, pese, repetimos, al noble propósito del legislador de
31, no alcanzaron ni siquiera un mediano éxito, sino que lejos. de
ello constituyeron un fracaso. En efecto, en Europa se explica el
triunfo del cooperativismo, por la situación cultural de la clase cantpesina que es muy superior a la nuestra y añadido a este factor
fundamental, tenemos el adelanto de los métodos de cultivo y de
organización de los trabajos agrícolas, de los medios y establecimientos de industrialización de los productos correspondientes y finalmente de los mercados interiores y exteriores que se abren para los
mismos ( 11 ) ; es lógico pensar, que esas condiciones propicias para
el desenvolvimiento de las cooperativas, eran por esos años en México, prácticamente negativas y el transplante de ellas no dió los resultados apetecidos.
(10)
(11)
CuTVio de Derecho Bancario", trad. esp., MéJCico. 1945, 112 v s.
MENDIETA Y NúÑEZ, op. cit., pág. 143.
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D.- Ley de Crédito Agrícola de 9 de Febrero de 1934.
En esta fecha fué promulgada una nueva Ley de Crédito Agrícola, que se elaboró en forma completamente distinta a su predecesora, que había introducido el desafortunado ensayo del sistema cooperativo. En esencia, los postulados fundamentales de esta Ley fueron los siguientes :
a).- El sistema nacional de crédito agrícola, quedó integrado de
acuerdo con el art. lo., en esta forma: Banco Nacional de Crédito
Agrícola, Bancos Regionales de Crédito Agrícola. Sociedades Locales
de Crédito Agrícola, Uniones de Sociedades Locales de Crédito Agríla, Sociedades de Interés Colectivo Agrícola e Instituciones Auxiliares.
b) .- Las Sociedades Cooperativas dejan de existir.
e).- Se reestructuran las sociedades locales de crédito agrícola, disponiendo el art. 38 que podrían integrarse con ejidatarios, pequeños
o medianos agricultores ; la responsabilidad de los socios, podía ser
limitada, suplementada o ilimitada ( 12 ) , de acuerdo con lo estipulado en el acta constitutiva de la sociedad (art. 35) y su objeto principal era obtener crédito, para otorgarlo a su vez entre sus miembros,
mediante préstamos de avío, refaccionarios, comerciales e inmobiliarios (art. 36).
d) .- Se crearon las uniones de sociedades locales de crédito agrícola, siendo necesarias para integrarse, un mínimo de siete sociedades
locales de ejidatarios, pequeños o medianos agricultores (art. 53 y 54).
La cuantía del capital social, se dejaba al arbitrio de la asamblea constitutiva, pero debía de estar dividido en acciones de la serie "W" suscritas por el Bangrícola o los B. R., y de la "X" por las sociedades
locales de la zona (art. 55) ; las acciones eran nominativas, con un
valor de $ 10.00 y debían ser íntegramente pagadas (art. 56).
e).- Asimismo, se organizaron las sociedades de interés colectivo agrícola, como sociedades de responsabilidad limitada o suplementaria.
El art. 65. enumeraba las funciones de estas sociedades, que a nuestra
manera de ver, eran demasiadas para organizaciones auxiliares de
crédito como éstas; en cuanto al capital social no era indispensable,
pues la sociedad podía constituirse sin él. (art. 68).
12)
En su art. 35, la ley estipulaba: "Para los efectos de la presente Ley, huy responsa·
bilidad suplementada cuando los socios respondan mancomztnadarrn?nte por las operaciones
que realiza su sociedad hasta por una cantidad fija, determinada en el acta constitutiva,
o por dos o más tantos de su aportarión al fondo social".
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Ciertamente, los resultados de la Ley de 1934 fueron poco felices, como lo demuestra el hecho de que antes de dos años, la Federación promulgó la Ley de 2 de diciembre de 1935, que introdujo
reformas radicales a su predecesora. Las principales fueron las siguientes:
a').- El crédito agrícola se dividió en dos ramas: para ejidatarios y
para agricultores; el propósito del legislador al crear esta dualidad
como es de deducirse, fué para lograr una mayor eficacia en la distribución del crédito.
b') .- En concordancia con lo anterior, se creó el "Banco Nacional de
Crédito Ejidal", constituído como sociedad anónima (1 3 ) con un capital de$ 20.000,000.00 representado por tres series de acciones: "A",
suscrita únicamente por el Gobierno Federal y cuyo importe debía
ser de $ 15.000,000.00; "B", por los Gobiernos de los Estados, de los
Territorios y del Departamento del D.F., con valor de $ 2.500,000.00;
"C", por las Sociedades Locales de Crédito Ejidal, Sociedades de Interés Colectivo Agrícola y los particulares, por el mismo importe, y
su objeto sería: organizar, reglamentar y vigilar, el funcionamiento
de las Sociedades Locales de Crédito Ejidal, y conjuntamente con el
Bangrícola, reglamentar el funcionamiento de las Sociedades de interés Colectivo Agrícola, cuando en ellas hubiera intereses ejidales
(art. 5o.).
e').- En cuanto al Bangrícola, fueron separados de su jurisdicción
todos los intereses de carácter ejidal, que pasaron a formar parte del
nuevo instituto, pero aumentó sus funciones de acuerdo con el art.
7o. que a la letra disponía: "El Banco Nacional de Crédito Agrícola
ajustará los términos de su escritura constitutiva a las disposiciones
contenidas en el Capítulo I del Título de la Ley de 24 de enero de
1934, en lo que no se oponga a lo dispuesto en la presente Ley, y
tendrá, además por funciones: I.- Fomentar el crédito territorial:
a).- Facilitando la movilización por enajenación, fraccionamiento o colonización de los predios rústicos que aporten el Gobierno Federal, los
Gobiernos de los Estados, los particulares o las Instituciones de Crédito a las que por la Ley les esté prohibido poseer inmuebles ; b) .- Financiando proyectos de irrigación, bonificación, fraccionamiento o colonización en forma que permita el acceso a la tierra a los elementos campesinos deseosos de constituirse un patrimonio. II.- Adquirir los inmuebles necesarios para la formación de cooperativas de
producción, en cuya constitución y organización intervenga, y III.(lB)
Posteriormente se transformó en Sociedad Anónima de Capital Variable.
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Recibir por cuenta ajena o adquirir o conservar bienes inmuebles
para su bonificación, fraccionamiento y colonización, según lo pre~
visto en el art. 144 de la Ley General de Instituciones de Crédito".
d') .- Finalmente y por lo relativo a los B.R., se transformaron en
agencias del Banco Nacional de Crédito Ejidal, de acuerdo con el art.
2o. transitorio de las reformas de 1935.
E.- Ley de Crédito Agrícola de 31 de Diciembre de 1942.
En realidad, son pocos los cambios que se hicieron a esta Ley,
respecto de la anterior. Entre ellos, destacan la reaparición de los
B.R., quedando integrado el sistema como sigue: Bancos Nacionales
de Crédito Ejidal y Agrícola, Sociedades Locales de Crédito Ejidal
y Agrícola, Uniones de Sociedades de Crédito Ejidal y Agrícola, Sociedades de Interés Colectivo Agrícola y Bancos Regionales de Cré~
dito Agrícola (art. lo.).
Por decreto de 31 de diciembre de 1946 (D.O. del mismo día),
se llevó a cabo una importantísima reforma a la ley de 1942. Tratábase de acuerdo con el art. lo. del decreto, de cambiar la denominación del "Banco Nacional de Crédito Agrícola", S. A., por "Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero", S. A. dando cabida
en esa forma, a un relevante renglón de la economía nacional como lo
es la ganadería.
Con tal motivo, se adicionó el sistema con las siguientes entidades:
"l.- Personas dedicadas a la ganadería;
II.- Sociedades locales de crédito ganadero ;
III.- Uniones de sociedades de crédito ganadero;
IV.- Sociedades de Interés colectivo ganadero;
V.- Bancos regionales de crédito agrícola y ganadero;
VI.- Instituciones de crédito y organizaciones auxiliares constituídas para el ob.}eto, de acuerdo con la Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, las que deberán ser autorizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y aceptadas por el Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero" (art.
lo.).
Para los efectos de la ley, se consideraban instituciones de crédito ganadero, las uniones regionales y las asociacioneS locales ganaderas constituídas por la Secretaría de Agricultura y Ganadería, conforme a la Ley de Asociaciones Ganaderas. cuando afirmasen su propósito de operar sujetándose a la Ley d.e Crédito Agrícola de 42, y
'
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fueron aceptadas por el Bangrícola, si lo permitía la capacidad económica de este último (art. 2o.).
Por último, el mencionado decreto facultó al Banco Nacional de
Crédito Agrícola y Ganadero, para implantar los Seguros Agrícola y Ganadero (art. 3o.), instituciones que en la práctica han dado
buenos resultados.
Postm·iormente, en Decreto de 30 de diciembre de 1947, (publicado en D.O. de 18 de febrero de 1948), las instituciones sufrieron
ligeras modificaciones, y es hasta el 31 de diciembre de 1955, cuando
se promulgó la ley actual, que será materia de nuestro estudio en
el siguiente epígrafe.
F.- Ley de Crédito Agrícola de 31 de Diciembre de 1955.
La ley vigente, se promulgó el 31 de diciembre de 1955, y a nuestro juicio podemos decir en términos generales, que mejoró considerablemente respecto de sus antecesoras. En efecto, no en balde habían transcurrido treinta años a partir de la primera "Ley de Crédito Agrícola" de 1926, para que el legislador aprovechara experiencias, y subsanara muchos errores.
Por lo que respecta a la distribución de materias, la ley sigue
casi exactamente el mismo orden de la anterior, aunque es notorio
el hecho de que el número de artículos, se redujo acusadamente de
251 a 128, lo cual nos parece plausible, ya que el legislador, guiado
indudablemente por dar un carácter más sencillo y fácilmente aprehensible al ordenamiento legal, suprimió disposiciones innecesarias.
En síntesis, podemos enumerar como sigue las innovaciones de
la ley de 1955:
A.- El sistema nacional de crédito agrícola, queda integrado por:
a) .- Banco N aeional de Crédito Ejidal;
b) .- Banco Nacional de Crédito Agrícola;
e).- Bancos Regionales de Crédito Ejidal;
d) .- Bancos Regionales de Crédito Agrícola;
e) .- Sociedades Locales de Crédito Ejidal;
f) .- Sociedades Locales de Crédito Agrícola ( art. lo. a 3o.) .
B.- Los fines del Bangrícola. siguen siendo los mismos ( 14 ) , excepto la supresión de las fracs. IX, X, XI, y XII dE>l art. 22 de la
ley anterior, relativas al Bangrícola y que se referían al punto de la
colonización de terrenos de propiedad federal. o de los Estados, la
( 1<1)
Art. 5o.
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administración del departamento del ahorro campesino y la organización económica y social de los pequeños propietarios. Esta medida
creemos que es atinada, ya que especialmente en lo que se refiere a
colonización de terrenos, aunque pudiese tener relación más o menos
inmediata con el crédito agrícola, la verdad es que con ello se desviaba la atención del Bangrícola, hacia asuntos que no concurrían
de manera directa, a la realización de los fines de la ley.
C.- Con el nuevo texto legal, se dió un gran paso en la descentralización del crédito agrícola, al permitir la transformación de las
agencias del Bangrícola, en sucursales, conforme al art. 6o. En esta
forma, la oficina matriz, empezó a dejar de resolver todas las solicitudes de crédito y disminuyó el trabajo innecesario, que hacía costosas e inoportunas las operaciones crediticias.
D.- Por lo referente a las sociedades locales de crédito, especialmente las ejidales, en la mayor parte de los casos ha de admitirse
que la experiencia no es alentadora. Y es una experiencia larga, ya
que data de 1926, diez años antes de la fundación del Banco Ejidal.
La indicada mayoría de las Sociedades Locales han arrastrado una
vida raquítica, hasta el punto de que casi no existen más que en el
papel, ya que el Banco se entiende prácticamente con los ejidatarios en lo individual.
N o obstante los avances logrados, falta que las Sociedades asuman
su función de organismos autónomos, elaborando sus contratos y
demás documentación de aperturas de crédito y, en su caso, las prórrogas y consolidaciones. N o se ha conseguido que las sociedades manejen directamente los créditos que les abre el Banco; tampoco se
ha obtenido que la Junta de Vigilancia fiscalice a la Comisión de
Administración y a los socios en el ejercicio de sus créditos. Estos
objetos son difíciles de lograr, porque se necesita hacer una labor
de educación entre los socios para que asuman colectivamente sus
responsabilidades. Después de un abandono de muchos años, se ha
tenido que luchar duramente para corregir una situación que se mantenía viciada y, desde luego, no debe esperarse un éxito inmediato.
3.- PANORAMA ACTUAL. JUICIO CRITICO.
En el año de 1948, el maestro KURI BREÑA {1 5 ) expresó que
los defectos del sistema de crédito agrícola imperante en aquél entonces eran los siguientes:
(15)
"El Créditn Agrícola en México", "Bases para la Reestructuración del sistema", Rev.
Ese. Nal. Jur., Enero-Marzo, 1948, pág. 163 y sgts.
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a).- La inconveniencia de que el crédito repose casi totalmente
sobre fondos del Estado, imposibilitando el auxilio de los capitales
privados.
b) .- La excesiva burocratización de las instituciones oficiales
(Bancos Nacionales de Crédito Agrícola y Ejidal).
e) .- La lentitud de sus movimientos que acarrea consigo, la dificultad en la difusión del crédito.
Estos conceptos fueron expresados hace 21 años y resulta doloroso reconocer, que en lugar de corregirse, las anomalías se han
agravado y por si fuera poco, nuevas y acusadas fallas acompañan al
sistema de crédito agrícola en nuestros días; vg: la falta de fiscalización y vigilancia en las agencias y sucursales de los bancos, que
son causa directa de una notoria desorganización en el manejo de
los fondos; al respecto, ya es familiar a la opinión pública nacional,
que determinado funcionario del Bangrícola o del Banjidal, cometa un cuantioso fraude en perjuicio de la Institución.
Y el problema se complica, porque salvo honrosas excepciones,
amén de la falta de honestidad de los funcionarios de los Bancos
Oficiales, en la gran mayoría de los casos, la titularidad de los puestos se otorga a personas poco idóneas en el ejercicio de sus funciones y totalmente desconectadas de los problemas locales.
Como simple comentario, mencionaremos que la gerencia local
de la sucursal del Bangrícola en una importante población del Estado de Sonora, ha cambiado 5 ocasiones de jefe en un lapso de 2
años.
El Gobierno Federal no ha querido o no ha podido resolver el
problema, ni tan siquiera atacarlo; quizá en parte, se deba a la perniciosa práctica de lanzar por la borda del olvido, las experiencias
acumuladas por el mexicano prurito de eliminar todo lo que sea
aportación benéfica del funcionario anterior.
Sin embargo, es justo destacar que por primera vez a los ojos
de quien esto escribe, el Estado Mexicano, realiza un esfuerzo serio
y digno de aquilatarse, al iniciar la Secretaría de Hacienda y Cré(lito Público un sistema de control en los bancos oficiales, para limitar el crecimiento de su deuda interna o externa, así como ajustarla a nuestra capacidad de pago.
De acuerdo con la información correspondiente ( 16 ) los bancos
oficiales deberán rendir mensualmente un informe en el cual se manifestarán: a).- Saldos al principio y al final del mes en moneda na('1111)
Diario "Excelsior", edición del 4 de Sept. de 1969.
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cional y extranjeras; b) .~ Tratándose de créditos, disposiciones y
amortizaciones de capital durante el mes; e).~ Pago de intereses, co~
misiones y otros pagos.
Deseamos en forma vehemente, que este control se lleve a cabo
de manera efectiva, que no se pierda en la esterilidad y que sea el
profiláctico inicio de una política de saneamiento, destinada a eliminar
a tanto funcionario corrupto, que aprovecha su posición exclusivamente para enriquecerse.
No obstante las consideraciones anteriores, el panorama del crédito agrícola y ejidal es verdaderamente desolador, generando como
consecuencia vicios mayores y deformándose en lo absoluto, el verdadero espíritu de la Reforma Agraria; a títulos de ejemplo, mencionaremos el alarmante fenómeno del arrendamiento de las parcelas ejidales, precisamente por la falta de crédito para trabajar la
tierra, como causa fundamental.
Sobre el particular, señala el Lic. Luis Encinas (11 ) "En el ambiente ejidal, desgraciadamente, existen también graves irregularidades. La tierra ejidal, en una elevada proporción, no se trabaja
por los ejidatarios sino que se dá en arrendamiento a otras personas,
o simplemente no se trabaja. . . N os consta, que en las regiones del
Yaqui y del Mayo, que son de las mejores del país, en años recientes
se ha dado en arrendamiento hasta el 80% de la tierra ejidal. .. ".
Sigue manifestando el autor citado: "Infinidad de campesinos
me hablaban, no del crédito en sí, sino de la forma en que lo reciben, particularmente mediante el sistema de "responsabilidad solidaria" de grupos llamados sociedades de crédito y en los cuales el
campesino trabajador, cumplido, se ve obligado a responder solidariamente por los que no trabajan con eficiencia y ello induce a los
buenos campesinos a no querer trabajar dentro de tal sistema ... ".
4.- EL BANCO NACIONAL AGROPECUARIO.
Esta institución constituye en nuestro concepto, un espléndido
aunque malogrado intento de descentralizar el crédito agrícola y coordinar los esfuerzos de todos los bancos agrícolas y ejidales, con el
fin de lograr la integración regional, tanto en el sector ejidal como
en el de !a pequeña propiedad.
El Banco es de reciente creación ( 18 ) y sus propósitos como
asentamos en el párrafo anterior, son altamente constructivos, con
('17 )
('18)
"La Alternatii!(J tle México", Ediciones Sonot, México. 1969, pág. 156
Decreto de 2 de Marzo de 1965.
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y
s.
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la meta ulterior de finiquitar la desorganización en el manejo de
los fondos, al traslucirse el fin del legislador de suprimir en un
futuro, los Bancos Nacionales,de Crédito Agrícola y Ejidal. (19 ) .
La institución se. constituyó como sociedad anónima, con el
nombre de "Banco Nacional Agropecuario", S. A., con domicilio
en la ciudad de México, D. F. duración indefinida y un capital de
$1,500.000,000.00 el cual está dividido en 2 tipos de acciones: serie
"A" nominativas (51 'Yo) suscrita únicamente por el Gobierno Federal y serie "B" de suscripción libre y que puedan ser al portador.
La administración del Banco, está a cargo de un Consejo de
Administración, integrado por nueve miembros propietarios y nueve suplentes, de los cuales, 5 son designados por los accionistas de
la serie "A" y cuatro por los de la serie "B", debiendo intervenir
en su integración, un representante de las siguientes dependencias :
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Secretaría de Agricultura
y Ganadería, Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, Banco de México, S.A., Almacenes Nacionales de Depósito, S.A. y Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera, S.A.
En términos generales, la ley es clara, concisa y sin ambages ;
las iunciones del Banco están perfectamente especificadas, solamente que en la práctica se ha desvirtuado su papel, en el poco tiempo
que tiene funcionando. En efecto, en lugar de fortalecer las instituciones ya existentes y convertirse en un banco de redescuento de
las mismas, (de acuerdo con el considerando Cuarto del Decreto) ,
se ha convertido en un factor más de diversificación del crédito
agropecuario, pues el Banco se está entendiendo directamente con los
solicitantes, lo que hace que sus funciones sean un tanto ambigüas.
5.- LAS UNIONES DE CREDITO, COMO ORGANIZACIONES
AUXILIARES.
Las· consideraciones enumeradas en los epígrafos anteriores,
paradójicfl,mente; ·en nuestro concepto han sido causa indirecta de
que en los últimos años, las Uniones de Crédito como Org!lnizaciones Auxiliares,· hayan adquirido un desarrollo extraordinario, al mencionar lo anterior, nos estamos limitando al Noroeste de la República (Baja California, Sonora y Sinaloa) ya que por falta de fuentes informativas, desconocemos su situación general en el resto del
país.
(19)
Decreto cit., art. So.
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La L.I.C.O.A. ( 20 ) previene su creac10n como organismos auxiliares de crédito, especializados en cualquiera de las siguientes ramas; agrícola, ganadera, industrial, comercial y mixta, con autorización previa de la Comisión Nacional Bancaria, debiendo constituirse como sociedades anónimas de capital variable.
Con el objeto de otorgarles la mayor fortaleza financiera posible y evitar el acaparamiento de acciones, la ley con espíritu verdaderamente celoso, vigila estos aspectos ; vg. : el número de socios
no podrá ser menor de 10; el capital mínimo sin derecho a retiro
será fijado por la Comisión Nacional Bancaria, entre $250,000.00
y $500,000.00 el cual deberá estar íntegramente suscrito y pagado,
en el momento en que se constituya la Unión y ningún socio, podrá
ser propietario de un porcentaje mayor del 15% del capital pagado.
Llama poderosamente la atención, de acuerdo con el art. 86 de
la Ley citada, la riqueza en la gama de actividades de las Uniones
que no se agota en facilitar el uso del crédito a los socios, sino que
entre otras funciones, prestan a los mismos su garantía o aval en
los créditos que éstos contraten con otras personas o instituciones;
practican operaciones descuento y préstamo de toda clase; promueven la organización y administración de empresas de industrialización, transformación o venta de los productos obtenidos por sus agremiados, etc., etc., para no mencionar sino unos cuantos de los apartad<•s del art. 86.
Las Uniones de Crédito, por factores circunstanciales y desde
luego, por el poco interés demostrado hasta ahora por la banca privada hacia el pequeño agricultor y el ejidatario (no obstante su calificativo legal de "auxiliares" de crédito), se han convertido en
puente de éxito para muchos agricultores y ejidatarios de escasa
potencialidad económica, con funciones de consultoría y asesoría verdaderamente encomiables y de gran utilidad para sus socios.
Claro está que la influencia del agricultor fuerte no se hace
esperar, pero en términos generales, campea en su organización, un
clima democrático e igualitario, que acoje en su seno lo mismo a
magnates agrícolas que a modestos parceleros.
En la ciudad de Hermosillo, Sonora, nuestro lugar de residencia, existen 4 Uniones sumamente homogéneas que prestan valiosos
servicios al sector agrícola y son las siguientes: "Unión de Crédito
Agrícola de Hermosillo", S.A. de C.V., "Unión de Crédito Agrícola e Industrial Hermosillense", S.A. de C.V., "Unión de Crédito Agrí(D)
Art,
85.
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cola, Ganadero e Industrial Pitic", S.A. de C.V. y "Unión de Crédito
Ganadero y Agrícola", S.A. de C.V.
Las 4 Instituciones mencionadas, son fuertes, y en plena etapa
de desarrollo; la más antigua, es la primera de ellas "Unión de
Crédito Agrícola de Hermosillo", S.A. de C.V., que cuenta con 450
agremiados y entre ellos ¡ ejidatarios!. . . Según información que nos
fué proporcionada por uno de sus altos funcionarios, jamás han tenido problemas de recuperación de créditos con los ejidatarios y éstos han sido los primeros, en aquilatar los avances y beneficios de
una agricultura altamente tecnificada.
Para que el lector se forme una idea de la pujanza financiera
de la Institución, señalaremos que en el ejercicio correspondiente al
año de 1969 las cosechas totales manejadas, ascendieron a la cantidad de 139 millones de pesos y el total de créditos otorgados, alcanzó la suma de 120 millones de pesos, ambas cifras sin precedente en
la historia de la U.C.A.H. ( 21 )
6.- NECESIDAD INELUDIBLE DE MAYOR INTERVENCION
DE LA BANCA PRIVADA EN EL OTORGAMIENTO DEL CREDITO AGRICOLA.
En comparación con otros países, México cuenta con un desarrollado sistema bancario y crediticio. Puede decirse que <.>1 mismo es funcional, ya que está dotado de instituciones especializadas en las diferentes ramas del mercado de dinero (corto plazo) y de capitales
(largo plazo) y en las distintas actividades económicas (agricultura, minería, industria, etc.). En su conjunto, se integra con las autoridades del ramo, las instituciones privadas, las instituciones nacionales y las organizaciones auxiliares de crédito (2 2 ) ; sin embargo, esta estructura que actualmente es armónica y equilibrada, precisó de una acción laboriosa y gradual, que ha dado al sistema bancario mexicano, una peculiar fisonomía mixta, muy diferente de la
que tenía el país antes de 1910.
Es importante advertir, la destacada posición que guarda la
banca privada en el sistema y asimismo el papel preponderante que
le ha correspondido en el desarrollo de la República al través de
los años en todos los órdenes económicos, con excepción de la pequeña agricultura y el ejido.
(2 1 )
"Unión de Crédito Agrícola de Hermosillo", S.A. de C.V., Informe Anual, 1969,
pág. 2.
(ll2)
Op. cit., pág. 29 y s.
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Y queremos destacar la atención sobre el particular, porque en
la hora presente, cargando con un cúmulo de problemas presupuestales, especialmente el educativo, el Estado Mexicano no puede solo,
sin ayuda efectiva de la banca privada, solucionar el agobiante problema materia de nuestro estudio y la idea no es nueva, ya que ha
sido expuesta por plumas más autorizadas que la: que escribe (2 3 ) ;
lo que sucede es que a estas alturas, el fenómeno es ya verdaderamente crítico.
Por último, la mismo Banca ha demostrado pública y fehacientemente su propósito manifiesto de 'cooperar en tal sentido; recientemente, el presidente de la "Asociación de ·Banqueros de México", como portavoz de la misma, ofreció a nombre de las instituciones bancarias afiliadas a dicho organismo "otorgar mayores créditos al campesino y en el futuro canalizar mayores recursos hacia
esa actividad ... ". ( 24 )
Creemos pues con honestidad, que contamos. con los elementos
objetivos y subjetivos necesarios, para que el crédito agrícola rinda
ya sus nobles propósitos; no podemos escapar a la tangible y dramática realidad, de que el 60 "'o de nuestra población, vive de la agricultura y la gran mayoría, en pequeñas comunidades. rurales. Tenemos la convicción de que los conceptos Estado, Banca Privada y Pequeños Agricultores y Ejidatarios, pueden conjugarse simultáneamente; ya hemos demostrado nuestra capacidad y madurez en otros
órdenes de nuestra vida institucional como nación, por l'o que no
vemos el motivo de que en este campo, se haga patente el fracaso;
por el contrario, hay que confiar aunque rebosemos optimismo, en
el más contundente de los éxitos.
'
(113) 0RTIZ MENA y URQUI, en su obra "El Desarrollo Económico de México", Edit. Fon·
do de Cultura Económica, México, 1953, pág. 93, expresan lo siguientes: "Los fondos
obtenidos del Gobierno han. hecho posible que los bancos agrícolas aumenten de modo
considerable sus préstamos refaccionarios, pero las cantidades recibidas, no han sido suficientes para permitir una expan.sión de los préstamos de avío que guarde proporción
con el valor de la producción agrícola".
( 24 )
Diario "El Heraldo de México", edic.ión del 28 de Septiembre de 1969, pág. 3A.
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CONCLUSIONES
1.- El crédito como fenómeno histórico, aparece en los mercados medioevales, cuando los cambistas o "trapezitae" convertidos en
intermediarios, aceptaban dinero ajeno mediante un interés y lo
prestaban con un interés mayor a personas que lo necesitaban.
2.- La importancia del crédito en la vida moderna es inconmensurable; entre otras ventajas, la capacidad improductiva de trabajo
la transforma en productiva, al recibir de un tercero los medios para tal efecto, asimismo, facilita el uso del pequeño ahorro.
3.- El crédito agrícola es una especie del género apertura de crédito, que precisa de condiciones especiales: a).- Plazo largo; b) .Garantías especiales; e).- Descentralización del crédito.
4.- El préstamo de habilitación o avío y el préstamo refaccionario, constituye las dos formas principales de otorgamiento de crédito agrícola.
5.- Ambos créditos tienen una misión específica. están destinados al fomento de la producción; pero en tanto que el avío se aplica
directamente a la producción propiamente dicha, el préstamo refaccionario se destina a preparar a la empresa para el fenómeno productivo.
6.- Tanto en la época colonial, como en México idependiente,
salvo escasas excepciones, el renglón del crédito agrícola permaneció relegado al más absoluto de los abandonos por parte de las autoridades gubernamentales.
7.- El 10 de Febrero de 1926, se promulgó la primera Ley de
Crédito Agrícola, en la cual se confió el otorgamiento del crédito
materia de nuestro estudio a instituciones especializadas.
8.- Con posterioridad, cronológicamente se han expedido Leyes
de Crédito Agrícola en los años de 193]., 1934, 1942 y 1955, con resulhdos poco satisfactorios.
9.- En el año de 1965, se creó el Banco Nacional Agropecuario
con el propósito de convertirlo en un banco de redescuento del Bangrícola y del Banjidal; desgraciadamente, ha constituí do un factor
más de diversificación del crédito agrícola, pues la Institución en la
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práctica, está otorgando préstamos directamente, imprimiéndole un
sello de ambigüedad a sus funciones.
10. Las Uniones de Crédito como Organizaciones Auxiliares previstas en la ley substantiva, han producido espléndidos resultados
en el Noroeste de la República.
11.- El Estado Mexicano no puede distraer del Presupuesto de
Egresos, mayores cantidades para destinarlas a préstamos a pequeños agricultores y ejidatarios, en virtud de que existen necesidades
más urgentes todavía que reclaman su atención.
12.- Es estrictamente indispensable, que la Banca Privada, se
convierta en poderoso auxiliar del Gobierno Federal y de los Estados,
otorgando mayores créditos en este renglón.
13.- Para el efecto anterior, la Banca Privada quien muestra
públícamente la mejor de las disposiciones, deberá dispensar mayor
flexibilidad a su política crediticia y considerar a los pequeños agricultores y ejidatarios como verdaderos "sujetos de credito".
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LEGISLACION
CONSULTADA
Ley de Crédito Agrícola de 10 de Febrero de 1926.
Ley de Crédito Agrícola para Ejidatarios y Agricultores en Pequeño de 2 de Enero de 1931.
Ley de Crédito Agrícola de 9 de Febrero de 1934.
Ley de Crédito Agrícola de 31 de Diciembre de 1942.
Ley de Crédito Agrícola de 31 de Diciembre de 1955.
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Ley de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares.
Código de Comercio.
Decreto que creó el Banco Nacional Agropecuario.
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