de investigación

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DE INVESTIGACIÓN
DEL CENTRO DE INFORMACIÓN Y EDUCACIÓN
PARA LA PREVENCIÓN DEL ABUSO DE DROGAS
NAS - EMBAJADA DE
LOS ESTADOS UNIDOS
ENCUESTA DE HOGARES
1
Centro de Información y Educación para la
Prevención del Abuso de Drogas
Presidente de Directorio
Ramiro Castro de la Mata
Vicepresidente de Directorio
Roberto Maclean
Consejo Directivo
Dante Córdova
Hory Chlimper
Alfonso De los Heros
Graciela Fuentes
Fernando Otero
Monseñor Salvador Piñeiro
Federico Prieto
Director Ejecutivo
Alejandro Vassilaqui
Sub Directora
Carmen Masías
Edición
Area de Comunicaciones
Centro de Ediciones
Epidemiología de Drogas en la
Población Urbana Peruana 2003
Monografía de Investigación N° 23
© CEDRO
Centro de Información y Educación
para la Prevención del Abuso de Drogas.
Av. Roca y Boloña 271. San Antonio. Miraflores. Lima 18, Perú.
Teléfonos
: 446 6682 - 446 7046 - 447 5130 - 447 0748.
Fax
: 446 0751
E-Mail
: [email protected].
[email protected]
[email protected]
Página web
: www.cedro.org.pe
Portal web
: www.drogasglobal.org.pe
Tiraje
: 100 ejemplares
Derechos Reservados.
Impresión, Junio 2004
2
Impreso en equipos
donados por:
PERSONAL DE LA INVESTIGACIÓN
Investigadores principales
Ramiro Castro de la Mata Caamaño
Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas
Asistentes de investigación
Luis Tapia Cabanillas
Virgilio Chávez Rodas
Carmen Masías Claux
Milton Rojas Valero
Muestra, diseño y evaluación
de rendimiento
Codificación, procesamiento
y limpieza de datos
Francisco Codina Giralt
Eduardo Romero Bolognesi
Viviana Maldonado García
Programa de ingreso de datos
Patricia Nores Portales
Supervisores de trabajo de campo
Georgina Arana Vivar
Virgilio Chávez Rodas
Eduardo Cruz Días
Viviana Maldonado García
Mauricio Mendoza Uscamayta
Julio Moscoso Cabrera
Patricia Nores Portales
Eduardo Romero Bolognesi
Iván Romero Silva
Selene Soto Soto
Luis Tapia Cabanillas
Diseño gráfico y diagramación
Roberto Aliaga Vilchez
Apoyo secretarial
Alexandra Dextre Gómez
3
4
PERFIL DEL PERSONAL DE LA INVESTIGACION
§
Ramiro Castro de la Mata.
Medico, Doctor en Medicina (Universidad Peruana Cayetano Heredia).
Presidente del Directorio de CEDRO.
Profesor Emérito y Ex Vicerrector de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Profesor, Facultad de Medicina, Universidad San Martín de Porres.
Miembro de la Academia Nacional de Medicina.
Ex Subdirector, Consejo Nacional y Ciencia y Tecnología.
Ex Research Fellow, University of Pennsylvania, U.S.A.
Ganador del premio COSAPI a la innovación científica y tecnológica.
e-mail: [email protected]
§
Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas.
Médico, Doctor en Farmacología (Universidad Cayetano Heredia).
Encargado del Área de Investigaciones de CEDRO.
Profesor Principal, Coordinador Sección Farmacología, Facultad de Ciencia y Filosofía, Universidad
Cayetano Heredia.
Subdirector, Centro Antidoping, Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Fue Director General, Centro Nacional de Control de Calidad, y Subjefe del Instituto Nacional de
Salud, Ministerio de Salud.
Ganador de los Premios Nacionales Hipólito Unanue, Grunenthal, Roussell, Alberto Hurtado y Carlos
Gutiérrez Noriega (CONCYTEC) por investigaciones en el área biomédica, y la Distinción al Mérito
del Colegio Medico Del Perú 2003.
e-mail: [email protected], [email protected]
§
Luis Tapia Cabanillas.
Psicólogo (Pontificia Universidad Católica del Perú).
Supervisor del Área de Investigaciones y Monitoreo de CEDRO, participando en fases de
planeamiento y ejecución de estudios evaluados, epidemiológicos y de opinión pública sobre la
problemática de las drogas y áreas afines, Consultor en estudios de mercado y en el monitoreo y
evaluación de proyectos de desarrollo en el área social. Participación en diversas publicaciones
relacionadas a la problemática de las drogas.
e-mail: [email protected]
§
Virgilio Chávez Rodas.
Economista (Universidad San Martín de Porres).
Supervisor del Área de Investigaciones y Monitoreo de CEDRO, con experiencia y planeamiento y
ejecución de estudios de opinión pública y epidemiología de drogas, monitoreo y evaluación de
programas y proyectos. Consultor en el planeamiento de estudios, diseño de instrumentos, selección
y capacitación de personal de campo, trabajo de campo, procesamiento y elaboración de resultados,
incluyendo el manejo de indicadores sociales y económicos. Participación en publicaciones diversas.
e-mail: [email protected]
5
§
Francisco Codina Giralt.
Matemático (Universidad Nacional de La Plata, Argentina), Master en Educación (Universidad de
Harvard, Cambridge, USA).
Consultor independiente para organizaciones tales como el Instituto para el Desarrollo Internacional
(HIID) de la Universidad de Harvard, USA y AID (Capacitación en técnicas de encuestas por
muestreo).
Ha sido Jefe de la División de Programación de Recursos Humanos, Director Fundador del Centro
de Investigaciones Sociales por Muestreo (CISM), Director General de Planificación, Asesor del
Ministro de Trabajo y del Viceministro de Promoción Social en el Ministerio de Trabajo.
Ha trabajado más de 10 años en la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en la formulación,
dirección, seguimiento y evaluación de proyectos de cooperación internacional.
e-mail: [email protected]
§
Carmen Masías Claux.
Psicóloga (Universidad Nacional mayor de San Marcos), Master en Psicología (Terapia Familiar,
Universidad Particular San Martín de Porras).
Con estudios de Doctorado en Psicología (Universidad Nacional Federico Villarreal)
Sub Directora de CEDRO.
Ha participado en actividades docentes en las universidades Nacional Mayor de San Marcos,
Universidad Ricardo Palma y Universidad Peruana Cayetano Heredia y es docente de la Primera
Maestría On Line en Drogodependencias.
Miembro de la Junta coordinadora de la Red Iberoamericana de ONGs que trabajan en
Drogodependencia (RIOD) y encargada del Nodo Andino (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela,
1999-2001).
Ha realizado consultorías temporales para USAID y el Programa de acercamiento entre ONGs de las
Américas y el Caribe (Lima, La Habana, Cuba), y es consultora del BID/CICAD.
Consultora en el Programa de Desarrollo Curricular en Educación en Población en el Perú (con el
Ministerio de Educación).
e-mail: [email protected]
§
Milton Rojas Valero
Psicólogo clínico, (Universidad Ricardo Palma), psicoterapeuta, estudios de Maestría en
Farmacodependencia (Universidad Peruana Cayetano Heredia), Encargado del Programa de consejería
y motivación en casos de consumo de drogas «Lugar de Escucha» de CEDRO.
Entrenamiento y Pasantías en: Programa «La Casa», Bogotá, Colombia, Day Top Inc., New York y
«Villa Renata», Venecia, Italia.
Ex becario de CONTRADROGAS y del Centro Europeo contra las Drogas (Francia).
Docencia en las Universidades Federico Villarreal y Católica del Perú.
Past Primer Presidente de la Sociedad Peruana de Psicólogos en Conductas Adictivas.
Investigador y consultor en el campo de la dependencia a drogas, consulta privada. Consultarías
temporales a entidades nacionales y extranjeras en el campo de las adiciones.
Artículos y publicaciones en el Perú y el extranjero en motivación, adicción femenina, adolescencia,
sesiones motivacionales y aspectos clínicos.
Ganador del Premio del Area de Psicología, Colegio de Psicólogos del Perú.
e.mail: [email protected]
6
§
Patricia Nores Portales.
Licenciada en Computación y Sistemas (Universidad Nacional Mayor de San Marcos).
Jefe del Centro de Cómputo de CEDRO. Ha sido analista en el Congreso de la República.
Con experiencia en creación de programas y base de dato, análisis y procesamiento de trabajos
vinculados al tema de las drogas, así como de diversos procesos evaluativos.
e-mail: [email protected]
§
Eduardo Romero Bolognesi.
Licenciado en Estadística (Universidad Nacional Mayor de San Marcos).
Actualmente se encuentra realizando Maestría en Ciencias con mención en proyectos de inversión
(Facultad de Ingeniería Económica y CC. SS. Universidad Nacional de Ingeniería).
Programador de sistemas empresariales (CIBERTEC).
Encargado de Procesamiento y Análisis Estadístico, Área de Investigaciones de CEDRO, planeamiento
y ejecución de las actividades de campo, de diversos estudios realizados por CEDRO en Provincias.
Experiencia en desarrollo y tratamiento estadístico de estudios enfocados en el Área de las ciencias
sociales, investigación de mercados, Psicología y Arqueología.
e-mail: [email protected]
§
Viviana Maldonado García.
Bachiller en Estadística. (Universidad Nacional Federico Villarreal), actualmente se encuentra
realizando un Post Grado en Salud Pública con Mención en Epidemiología.
Estadístico del área de investigaciones de CEDRO.
Encargado del Procesamiento y Análisis Estadístico, Área de Investigaciones de CEDRO.
Ha participado en análisis y procesamiento de estudio vinculados a Psicología Organizacional
(Universidad Nacional Federico Villarreal), y en CEDRO en temas relacionados a drogas.
e-mail: [email protected]
7
8
PRESENTACION
El Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas
(CEDRO) es una institución no gubernamental peruana privada y sin fines de lucro,
fundada en 1986; cuya finalidad es promover la educación e información en los distintos
aspectos de la problemática de las drogas destacando sus causas y consecuencias para
contribuir a la prevención de su disponibilidad y su abuso.
CEDRO institucionalmente busca lograr un afronte integral del problema de las
drogas en sus dimensiones de producción, tráfico y consumo, creando conciencia sobre
la magnitud de dicha problemática entre los más diversos sectores de la sociedad y
especialmente en los líderes de opinión pública, de manera tal que se tomen acciones
concretas y efectivas a escala nacional.
Las monografías de investigación de CEDRO constituyen una serie de obras técnico
científicas que se publican desde 1987 y en la que se incluyen estudios llevados a cabo
por investigadores de CEDRO y de otras instituciones. En esta serie se ha dado a conocer
diversos estudios relacionados con el consumo de drogas, así como con aspectos
económicos, legislación, problemas de adicción, opiniones y actitudes de la población y
de grupos especiales como líderes y jóvenes.
En esta oportunidad, CEDRO da a conocer los resultados del estudio epidemiológico
2003 sobre el consumo de drogas en la población peruana que incluye a pobladores de 12
a 64 años ubicados en las zonas urbanas de siete ciudades del Perú: Lima capital; Trujillo
y Tacna en la costa; Arequipa y Ayacucho en la sierra; y Tarapoto e Iquitos en la selva.
Con ello se continúa una ya larga serie iniciada por CEDRO con la publicación en 1987
del primer estudio epidemiológico llevado a cabo a nivel nacional por Jutkowitz y
colaboradores.
Como en oportunidades anteriores, en las «Monografías de Investigación» se
presentan en forma de tablas y gráficas los principales resultados obtenidos en el estudio
2003, discriminados por diversas variables como sexo, edad, nivel de instrucción, lugar
de residencia y estrato socioeconómico, referidos no solo a los principales indicadores
epidemiológicos del consumo (prevalencia de vida, de año y ultimo mes), sino también a
otros como la edad de inicio, oportunidad de consumo, consumo en el entorno y demás
variables que puedan constituir factores de riesgo o de protección
La base de datos queda a disposición de los investigadores que deseen analizar las
interacciones de las diversas variables, hacer estudios complementarios o meta análisis.
Alejandro Vassilaqui
Director Ejecutivo
CEDRO
9
10
INDICE
PERSONAL DE LA INVESTIGACIÓN .......................................................................... 3
PERFIL DEL PERSONAL DE LA INVESTIGACION ................................................... 5
PRESENTACION ............................................................................................................ 9
INDICE .......................................................................................................................... 11
INDICE DE TABLAS Y GRAFICOS ............................................................................ 13
CAPITULO 1. Introducción ........................................................................................ 15
CAPITULO 2. Aspectos Metodológicos ..................................................................... 17
CAPITULO 3. Dimensiones globales del consumo de drogas ................................... 25
CAPITULO 4. Drogas sociales ................................................................................... 27
CAPITULO 5. Drogas ilegales .................................................................................... 43
CAPITULO 6. Influencia de las variables epidemiológicas ....................................... 77
CAPITULO 7. Consumo de drogas en el Perú desde 1986 ........................................ 85
7.1 Un comentario final acerca de la prevalencia
de la adicción a drogas ................................................................ 86
CAPITULO
8 Referencias bibliográficas .................................................................. 89
CAPITULO
9 ANEXOS:
Anexo 1 Cálculo de probabilidades de la selección de viviendas .... 91
Anexo 2 Glosario de términos empleados en el estudio
epidemiológico 2003 .......................................................... 94
11
12
INDICE DE FIGURAS Y TABLAS
Capítulo II
Tabla 2.1
Distribución del Marco Muestral de Viviendas ................................................... 20
Tabla 2.2
Resultados de Trabajo de Campo: Entrevistas de vivienda ................................. 21
Capítulo IV
Tabla 4.1
Ofrecimiento de bebidas alcohólicas .................................................................. 28
Tabla 4.2
Prevalencia de vida de bebidas alcohólicas ......................................................... 29
Tabla 4.3
¿Cuándo fue la primera vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno
o dos sorbos? ...................................................................................................... 30
Tabla 4.4
Tasa de incidencia* de uso de Alcohol................................................................ 31
Tabla 4.5
Edad de inicio en el consumo de alcohol ............................................................ 32
Tabla 4.6
Frecuencia de uso de bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses .................... 33
Tabla 4.7
Indicadores del uso de bebidas alcohólicas ......................................................... 34
Tabla 4.8
Ofrecimiento de cigarrillos de tabaco ................................................................. 36
Tabla 4.9
Prevalencia de vida de cigarrillos de Tabaco....................................................... 37
Tabla 4.10 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas? .. 38
Tabla 4.11 Tasa de incidencia* de uso de Tabaco ................................................................. 39
Tabla 4.12 Edad de inicio en el consumo de tabaco ............................................................. 40
Tabla 4.13 Frecuencia de uso de cigarrillos en los últimos 12 meses ................................... 41
Tabla 4.14 Indicadores del uso de cigarrillos ........................................................................ 42
Capítulo V
Tabla 5.1
Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003
(12 a 64 años) ..................................................................................................... 44
Tabla 5.2
Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003
(12 a 64 años) ..................................................................................................... 46
Tabla 5.3
Ofrecimiento de marihuana................................................................................. 48
Tabla 5.4
Prevalencia de vida de marihuana ....................................................................... 49
Tabla 5.5
¿Cuándo fue la primera vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas? . 50
Tabla 5.6
Tasa de incidencia* de uso de Marihuana ........................................................... 51
Tabla 5.7
Edad de inicio en el consumo de marihuana ....................................................... 52
Tabla 5.8
Frecuencia de uso de marihuana en los últimos 12 meses .................................. 53
Tabla 5.9
Indicadores del uso de marihuana ....................................................................... 54
13
Tabla 5.10 Ofrecimiento de pasta básica de cocaína ............................................................ 57
Tabla 5.11 Prevalencia de vida de pasta básica de cocaína .................................................. 58
Tabla 5.12 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas? .. 59
Tabla 5.13 Tasa de incidencia* de uso de PBC .................................................................... 60
Tabla 5.14 Edad de inicio en el consumo de PBC ................................................................ 61
Tabla 5.15 Frecuencia de uso de pasta básica de cocaína en los últimos 12 meses .............. 62
Tabla 5.16 Indicadores del uso de pasta básica .................................................................... 63
Tabla 5.17 Ofrecimiento de cocaína ..................................................................................... 64
Tabla 5.18 Prevalencia de vida de cocaína ........................................................................... 65
Tabla 5.19 ¿Cuándo fue la primera vez que usó cocaína aunque sea una ó dos probadas? .. 66
Tabla 5.20 Tasa de incidencia* de uso de cocaína ............................................................... 67
Tabla 5.21 Edad de inicio en el consumo de cocaína ........................................................... 68
Tabla 5.22 Frecuencia de consumo de cocaína en los últimos 12 meses .............................. 69
Tabla 5.23 Indicadores del uso de cocaína ........................................................................... 70
Tabla 5.24 Ofrecimiento de éxtasis ...................................................................................... 72
Tabla 5.25 Prevalencia de vida de éxtasis ............................................................................ 73
Tabla 5.26 Ofrecimiento de heroína ..................................................................................... 75
Tabla 5.27 Prevalencia de heroína ........................................................................................ 76
Capítulo VII
Tabla 7.1
Estudios Epidemiológicos – CEDRO (Prevalencia de vida – uso alguna vez
en la vida) ........................................................................................................... 88
Anexo
Tabla A1
Distribución del Marco Muestral de Viviendas .................................................. 92
Tabla A2
Tasa de no respuesta de vivienda por ciudad ...................................................... 93
* Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores.
14
CAPITULO 1
INTRODUCCIÓN
Los problemas derivados del uso de las drogas han venido aumentando en los últimos
años. De un lado la globalización y el acceso ilimitado a la información permiten que usos y
costumbres novedosas, entre ellas el consumo de determinadas drogas se difunda sin control.
Lo mismo ocurre con las instrucciones para extraerlas o sintetizarlas- Esto obliga a que sea
imperativo el contar con elementos que permitan apreciar el comportamiento de la población
frente a las drogas para poder actuar eficazmente desde lo preventivo.
Se cuenta actualmente con diversos métodos para apreciar la magnitud del problema.
Los reportes de observaciones clínicas son los más seguros para determinar la peligrosidad
para el individuo. Pero el problema es mucho más amplio y extendido, ya que incluye aspectos
no solo de salud, sino también policiales, judiciales, carcelarios, ecológicos, poblacionales,
económicos, geopolíticos, y otros que configuran un universo de extrema complejidad.
Las encuestas de hogares, como la presente, enfocan el problema desde el punto de vista
de lo que ocurre en la población general, excluyendo aquellos que han abandonado su hogar,
los que son inubicables, los que están internados en cárceles u hospitales, los que están
acuartelados, etc. Mediante encuestas de hogares usualmente no se llega a los que tienen
problemas severos de adicción, tampoco a los que constituyen grupos cerrados, minoritarios,
en los que puede haber un consumo muy alto de alguna sustancia.
Desde su fundación CEDRO ha realizado estudios epidemiológicos a fin de efectuar el
diagnóstico del consumo de drogas por la población urbana, a nivel nacional. Como
antecedente de este tipo de estudios sólo se encuentra el llevado a cabo en Lima por Carbajal
y col. (1980), antes de que se iniciara la epidemia de consumo de pasta básica de cocaína.
En la presente publicación se ha puesto poco énfasis en lo que ocurre con las drogas
sociales ya que en este caso estamos frente a una situación estable, de gran inercia que no
parece pueda ser modificada en pocos años. Se examina con cierta amplitud lo que ocurre
con las drogas ilícitas y se ha puesto especial cuidado en el uso de drogas para las que se teme
un incremento explosivo en los próximos años. Tal es el caso de la heroína que no es de uso
frecuente pero cuya disponibilidad va en aumento ya que en el Perú se ha extendido el cultivo
de la adormidera y la producción de opio.
Otra droga cuyo empleo está en aumento es el éxtasis, cuyo uso ya ha dejado de limitarse
a grupos de jóvenes que buscan diversión en las discotecas, y que constituye una grave
amenaza, ya que su fácil síntesis puede abaratarla y aumentar su disponibilidad.
15
16
CAPITULO 2
ASPECTOS METODOLÓGICOS
POBLACION Y CIUDADES INVESTIGADAS
La población incorporada en el presente Estudio Epidemiológico 2003 y V Estudio de
Opinión sobre Drogas en el Perú, Población Urbana Peruana 2003, incorpora a los residentes
habituales entre 12 y 64 años ubicados en las zonas urbanas de siete ciudades del Perú: Lima
capital; Trujillo y Tacna en la costa; Arequipa y Ayacucho en la sierra; y Tarapoto e Iquitos en
la selva. (ver Mapa).
Se seleccionaron 750 viviendas en Lima metropolitana y 400 viviendas en cada una de
las seis ciudades del interior del país. De esta manera, la muestra estuvo conformada por
3,150 viviendas seleccionadas a nivel nacional.
Lima metropolitana está definida por los distritos que conforman la Provincia de Lima
y la Provincia Constitucional del Callao, excluyéndose los balnearios y zonas periféricas, que
constituyen alrededor del 5% del total de la población de Lima y Callao.
Para fines del estudio se consideró residentes habituales a las personas que habitaron
cada vivienda seleccionada hasta por lo menos 15 días antes de la primera visita. El personal
de servicio no fue considerado residente habitual debido a que usualmente mantiene un
domicilio particular diferente al de su lugar de trabajo. Incluirlos dentro de la selección hubiera
duplicado su probabilidad de inclusión en la muestra.
Marco muestral
El marco muestral para la presente encuesta fue elaborado empleándose
fundamentalmente la información del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1993 y
material estadístico y cartográfico actualizado a junio de 1996, proporcionado por el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Desde un punto de vista técnico, debe mencionarse que la información obtenida en el
presente estudio únicamente es inferible a los distritos del área metropolitana de las siete
ciudades de los cuales se seleccionó la muestra; es decir, al área cubierta por el marco muestral;
solicitándose cautela al realizar inferencias más amplias.
Diseño de la muestra
La muestra empleada del presente estudio fue probabilística, triétapica y de estratificación
implícita previa. Cada ciudad considerada en el estudio conforma un marco muestral aislado,
por tanto las selecciones son independientes en cada ciudad:
17
Probabilística
La muestra fue probabilística pues las unidades de selección dentro
del marco muestral fueron seleccionadas empleando procedimientos
aleatorios. Por tanto, cada unidad del marco de muestreo tuvo una
probabilidad de selección conocida y diferente de cero. Se emplearon
siete fracciones de muestreo diferenciadas, una para cada ciudad del
estudio.
Triétapica
La selección de la muestra se realizó en tres etapas:
1. Se seleccionó Unidades Primarias de Muestreo (UPMs), que son
conglomerados formados por una, o la unión de dos o más
manzanas, o partición de manzanas de gran magnitud de viviendas.
En promedio, cada UPM incluyó alrededor de 150 viviendas
particulares
2. Se seleccionó Unidades Secundarias de Muestreo (USMs),
conformadas por segmentos de 10 viviendas contiguas dentro de
las UPMs seleccionadas. En cada USM se seleccionó uno de tales
segmentos, obteniéndose el listado de viviendas que constituyó la
muestra del estudio.
3. Al realizar el listado de personas en cada vivienda se conformó
Unidades Terciarias de Muestreo (UTMs), constituidas por las
personas entre 12 y 64 años residentes habituales en el hogar,
denominados ‘elegibles’. De entre los elegibles se eligió un
‘seleccionado’ a ser entrevistado, empleándose un procedimiento
estandarizado. Cuando en una vivienda se halló un solo elegible,
éste se auto seleccionó en la muestra.
Estratificada
Se utilizó la técnica de estratificación implícita previa, lo que significa
que antes de iniciar el proceso de selección, las UPMs fueron
agrupadas con un orden preestablecido, comenzando con los distritos
de mayor población hasta los menos poblados y yendo desde las áreas
céntricas hacia las más alejadas. A través de dicho procedimiento se
optimizó la eficiencia de la selección.
Selección de las personas a entrevistar
Se visitó cada una de las viviendas seleccionadas, efectuándose el registro de las personas
que cumplían el requisito para ser consideradas residentes habituales (habitar en la vivienda
por lo menos durante los 15 días previos al diligenciamiento del registro. Inmediatamente se
identificó a los ‘elegibles’, es decir, a las personas que se encontraban entre 12 y 64 años de
edad.
Cuando el hogar presentaba dos o más elegibles se seleccionaba a uno de ellos para ser
entrevistado. Se empleó un procedimiento simple, seleccionándose al último elegible que
había cumplido años antes de la fecha de visita; asumiéndose que la fecha de cumpleaños
sigue una distribución uniforme en el tiempo.
18
19
Si en el hogar se encontraba solo un elegible, este era seleccionado y entrevistado. Si
había dos personas que cumplían años el mismo día -como en el caso de mellizos o gemelos-;
y ese día era el más reciente en relación a la fecha de visita; ambos eran seleccionados y
entrevistados.
Tamaño de la muestra
Se decidió seleccionar 75 UPMs en Lima metropolitana debido a la alta variabilidad de
las características de su población entre estratos y su importancia como capital de la república
que alberga a la tercera parte de la población nacional y en cada una de las restantes seis
ciudades incorporadas en el estudio se seleccionó 40 UPMs. La Tabla 2.1 presenta la
distribución de las unidades seleccionadas.
Tabla 2.1
Distribución del Marco Muestral de Viviendas 1/
1/ Cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 1993, y actualización cartográfica a 1996.
2/ Se seleccionaron 120 conglomerados, pero 6 de ellos eran de gran tamaño (superaban 3 veces su tamaño inicial estimado). Al
no ser posible dividirlos, se les sumó a la muestra total.
Evaluación de la muestra
Las selecciones sufren variaciones antes de llegar a establecerse una muestra final de
viviendas. Por un lado, nuevas selecciones pueden incrementarse en el listado cuando son
omitidas por éste, las que se denominan viviendas suplementarias e incrementan el número
de viviendas que son visitadas en el terreno.
Como contraparte, algunas viviendas no pueden ser entrevistadas (debido a errores de
listado, modificaciones en el terreno u otras razones) o no pueden ser consideradas unidades
de entrevista por no tener población o no corresponder ésta con la definición de población de
la encuesta. Estas son eliminadas, considerándolas pérdidas por razones de vivienda y se
considera que no afectan la tasa de respuesta.
20
La Tabla 2.2 presenta el rendimiento del trabajo de campo. Las tasas de respuesta de
vivienda obtenidas en la encuesta superan el 87%, en todos los casos. Las pérdidas anotadas
se ubican dentro de lo previsto al determinar el tamaño de muestra, concluyéndose que los
rendimientos obtenidos son los usualmente alcanzados en estudios de este tipo.
Al efectuar el conteo de las viviendas ocupadas se comienza a evaluar las pérdidas
muestrales, sea de unidades de viviendas completas o personas dentro de las mismas. Estas
pérdidas se originan en rechazos a la entrevista, ausencias o dificultades para ubicar a las
personas.
En el presente estudio la no-respuesta por negativa a cooperar o razones vinculadas
con las personas residentes en las viviendas llegó al 10% en promedio. Estas pérdidas se
consideran incidentales y de escasa repercusión frente a los resultados pues se emplearon
procedimientos de ponderación que permitieron atenuar los efectos de la pérdida de
observaciones.
Tabla 2.2
Resultados de Trabajo de Campo: Entrevistas de Vivienda
Ciudad
Viviendas Total de
seleccio viviendas
nadas
1/
Viviendas
ocupadas
Viviendas
ocupadas
entrevistadas
Viviendas
Viviendas
Tasa de
ocupadas
desocu respuesta de
no entrevistadas
padas
vivienda
Lima y
Callao
750
899
796
504
292
103
63.3%
Trujillo
400
433
380
326
54
53
85.8%
Tacna
400
405
386
351
35
19
90.9%
Arequipa
400
398
329
229
100
69
69.6%
Ayacucho
400
445
400
366
34
45
91.5%
Tarapoto
400
476
442
416
26
34
94.1%
Iquitos
400
441
408
372
36
33
91.2%
Total
3660
3497
3141
2564
577
356
81.6%
1/. Incluye a las viviendas suplementarias
Instrumento
Para el presente estudio se empleó un formulario específicamente desarrollado, el cual
consta de una hoja muestral que contiene información de identificación de la vivienda, un
registro de miembros del hogar que incluye datos sobre los residentes habituales de la vivienda
y el cuestionario individual que contiene seis secciones.
Las preguntas fueron elaboradas sobre la base de dos criterios: a) temas investigados en
estudios previos, los cuales requirieron de un seguimiento con miras a evaluar cambios en las
tendencias de opinión; y b) temas de relevancia en cuanto a la epidemiología actual de las
drogas que requieren ser investigados con miras a dilucidar tendencias de consumo.
21
El instrumento incluyó las siguientes partes:
Hoja Muestral
Incluye información para identificar la vivienda donde se aplicó la
entrevista. Es un registro que permite llevar un control exhaustivo de
la ubicación de la vivienda, número de visitas realizadas por el
entrevistador, identidad del personal involucrado en las distintas fases
del proceso y comentarios del entrevistador y el supervisor de campo.
Registro de
miembros del
hogar
El registro de los miembros del hogar permite recabar información
demográfica relevante con el fin de caracterizar la población de la
que ha sido extraída la muestra; de esta manera se cumple el objetivo
de verificar la adecuación del procedimiento de muestreo y se obtiene
una descripción detallada de las familias participantes en el estudio.
Encuesta
Individual
Incorpora preguntas sobre aspectos relacionados al consumo de drogas
legales (tabaco y alcohol), consumo y actitudes para las drogas ilegales
(marihuana, pasta básica de cocaína, clorhidrato de cocaína, y otras
drogas).
RECOLECCION DE INFORMACIÓN
Organización del trabajo de campo
La presente encuesta estuvo a cargo del Área de Investigaciones y Monitoreo de CEDRO,
habiéndose conformado un equipo de trabajo de campo para el diligenciamiento de la
recolección de información en Lima y provincias.
El equipo de campo en Lima y Callao estuvo conformado por 20 personas (4 supervisores
y 16 entrevistadores). En cada ciudad del interior del país se estableció un equipo conformado
por un supervisor responsable y 12 personas (2 supervisores y 10 entrevistadores) seleccionados
y capacitados exhaustivamente.
Capacitación y selección del personal de campo
El personal de campo, en todo proceso de investigación, constituye un factor clave para
un adecuado levantamiento de información, y de ahí su veracidad y confiabilidad. Los equipos
de campo del presente estudio se conformaron mediante convocatorias abiertas, incorporándose
como postulantes a personas que contasen con: a) educación universitaria en especialidades
de las ciencias humanas y sociales; b) experiencia previa en labores similares; y c)
características de personalidad, temperamento y capacidad de trabajo en equipo adecuadas
para la importante labor encomendada.
Los postulantes, ingresaron a un período de capacitación durante el cual se les entrenó
en el manejo del instrumento y los procedimientos de entrevista, empleando como material
de trabajo un ‘Manual del Entrevistador’ especialmente desarrollado, el cual contenía
información referente a los objetivos del estudio, descripción y empleo del cuestionario,
funciones y tareas del entrevistador, técnicas de apertura de vivienda y entrevista, neutralidad
al recoger información y manera de solucionar eventuales problemas, etc.
22
Prueba piloto
La encuesta y los procedimientos previamente delineados fueron puestos a prueba antes
de su empleo definitivo. En cada ciudad se realizaron entrevistas en sectores diferentes a los
seleccionados para el estudio, con miras a detectar dificultades en la comprensión de las
preguntas y medir el tiempo empleado en la aplicación de la encuesta, efectuándose los ajustes
correspondientes.
La selección final del equipo de entrevistadores, estuvo en función del desempeño logrado,
tanto durante la capacitación como en la prueba piloto.
Trabajo de campo
Para el desarrollo del trabajo de campo los entrevistadores contaron con la siguiente
documentación:
Documentos de Incluyen los planos de la ciudad, croquis de los conglomerados de
Ubicación
cada ciudad y los listados de direcciones (10 viviendas por cada
conglomerado en Lima y provincias).
Documentos de
recolección de
datos y
supervisión
Incluyen el Manual del entrevistador, Manual del Supervisor, el
formato de la entrevista individual, fichas de control de supervisión,
fichas de control del encuestador y fichas de control de avance del
trabajo de campo.
Documentos de Incluyen la credencial de CEDRO, carta dirigida al jefe o jefa del
identificación hogar, carta de presentación visada por las autoridades militares y
policiales, carta de presentación visada por autoridades civiles (alcalde
y prefecto) y carta de presentación visada por el Ministerio del Interior.
La labor de campo se desarrolló con personal a tiempo completo, entendiéndose que son
los entrevistadores quienes deben adaptarse a los horarios de los entrevistados y no lo contrario.
Las labores de los supervisores incluyeron verificar la información recogida por los
entrevistadores, en cuanto a su llenado y contenido así como efectuar controles aleatorios de
las entrevistas realizadas a través de visitas domiciliarias.
CRÍTICA Y CODIFICACIÓN
Culminado el trabajo de campo, se procedió a realizar en forma exhaustiva la labor de
crítica y codificación. El entrevistador es quien tiene la tarea inicial de revisar cada encuesta
aplicada; posteriormente lo hace el supervisor de cada grupo, siempre con el fin de detectar
los errores de aplicación y regresar a la vivienda si fuese necesario.
La labor de crítica (valoración de la calidad de la información contenida en cada
cuestionario) fue realizada por personal de CEDRO, calificado y capacitado específicamente
para este propósito.
23
PROCESAMIENTO DE DATOS
El procesamiento de la información estuvo a cargo de personal especializado del centro
de cómputo de CEDRO. Dicha labor involucró las siguientes etapas:
1. Traspaso de información hacia hojas de lectora óptica.
2. Elaboración de un programa adaptado a las especificaciones de la hoja óptica.
3. Lectura de hojas ópticas en OpScan 5 específico para la encuesta, y obtención del
archivo dat.
4. Exportación de datos del archivo dat al formato Excel para su respectivo
consistenciamiento.
5. Exportación de datos al formato SPSS (Statistical Package for the Social Sciences),
etiquetando cada variable para facilitar la lectura de listados.
6. Ponderación y expansión de la información muestral.
7. Recodificación de variables; es decir, la agrupación de respuestas con significado
similar en base a criterios cualitativos (contenido) y cuantitativos (porcentaje de
cada respuesta en la muestra total).
8. Procesamiento de cruces de información, según requerimientos de la investigación.
Para la estratificación socioeconómica de la información de esta encuesta, se ha adoptado
un criterio diferente al empleado en encuestas previas de CEDRO, preparando tres estratos
diferentes: Bajo, Medio y Alto.
Para la construcción del indicador se utilizan las siguientes variables:
· Material predominante en las paredes de la vivienda.
· Material predominante en los pisos de la vivienda.
· Abastecimiento de agua de la Vivienda.
Los criterios empleados para la construcción de este indicador en el presente estudio fueron:
Para el nivel Bajo:
- Si el material predominante en las paredes de la vivienda es de esteras o cartón/
madera/ palos o adobe/ barro/ quincha
- Material predominante de los pisos de la vivienda es de tierra/ arena o cemento/
ladrillos
- El abastecimiento de agua en la vivienda es mediante uso de camión cisterna/ aguatero,
Pilón de uso publico o red publica fuera de la vivienda.
Para el nivel Medio:
- Sujetos excluidos de los niveles bajo y alto.
Para el nivel Alto:
- Si el material predominante en las paredes de la vivienda es de ladrillo/ cemento.
- Material predominante de los pisos de la vivienda es de losetas/ terrazos/ cerámica o
madera pulida/ parquet o laminas vinílicas/ pisopak.
- El abastecimiento de agua en la vivienda es mediante uso de red pública dentro de la
vivienda.
24
CAPITULO 3
DIMENSIONES GLOBALES DEL
CONSUMO DE DROGAS
Tal como se hizo en el primer estudio de consumo de drogas publicado por CEDRO
(Jutkowitz y col, 1987) se, considera que las drogas usadas en el Perú se pueden agrupar en
cuatro categorías, de acuerdo a su accesibilidad y significado en la sociedad. Es así que en un
primer grupo se consideran las drogas sociales, aquellas cuyo consumo es libre para los
adultos y que forman parte importante de los usos y costumbres de la sociedad. En esta
categoría se incluyen el alcohol y el tabaco. Otras como la cafeína que también son drogas
sociales, no se incluyen por su poca importancia como productoras de habituación,
dependencia o toxicidad importante.
Una segunda categoría está dada por las drogas folklóricas, cuyo uso está limitado a
minorías étnicas, sustancias que tienen las características de las drogas sociales, es decir que
en esos grupos minoritarios se consumen habitualmente, y forman parte de los usos y
costumbres de esas sociedades en particular. Para el caso del Perú se pueden considerar como
drogas folclóricas, la hoja de coca consumida como coqueo en la llamada cultura andina y
grupos de trabajadores como mineros y pescadores y ciertos alucinógenos de plantas como la
ayahuasca, brebaje que tiene como componente importante la Banisteriopsis caapi usado en
la zona de la selva y el San Pedro (Trichocereus pachanoi) que contiene mezcalina. En la
presente encuesta, que se refiere a población urbana, no se ha considerado a esta categoría.
Tratándose de una encuesta de hogares llevada a cabo en la población urbana de ciudades
de más de 20 000 habitantes los hallazgos referidos a las drogas folclóricas son de muy difícil
interpretación ya que en la mayoría de los casos puede haber un uso ocasional por curiosidad
o tratarse de una persona que lo ha hecho de manera habitual durante una permanencia más
o menos larga en una zona rural. La discriminación puede hacerse usando un cuestionario
mucho más extenso, a costa de alargar demasiado la aplicación de la encuesta. El consumo
de la hoja de coca requiere un estudio especial en profundidad, que no es el objetivo del
presente trabajo
Las otras drogas folclóricas como el ayahuasca o el san pedro son de consumo local
bastante circunscrito y se reportan o nó de acuerdo a la cobertura de la muestra
Un tercer grupo está dado por los productos industriales, es decir sustancias que tienen
uso en la industria, pero que al tener efectos psicoactivos son usadas con ese fin por algunas
personas. Entre ellos se encuentran los solventes de pinturas como la acetona, y en general
derivados del petróleo usados para disolver los pegamentos. En el Perú, sobre todo los «niños
de la calle», hoy denominados «niños y adolescentes de alto riesgo» abusan de los pegamentos
del cuero.
25
Los medicamentos constituyen un grupo especial, que puede incluirse entre los productos
industriales pero que no han sido objeto del presente estudio, debido fundamentalmente a la
dificultad de decidir si su uso es como automedicación o como sustancia recreativa o de
abuso.
Un cuarto grupo está constituido por las drogas cuya venta libre está prohibida y
penalizada, al que llamamos grupo de las drogas ilegales, de alta toxicidad y capaces de
producir dependencia. Incluye a la marihuana, la cocaína y últimamente la heroína y las
drogas sintéticas como el «éxtasis».
El consumo de drogas, expresado como prevalencia de vida, es decir si la persona
entrevistada ha consumido o probado la sustancia por lo menos en una oportunidad en su
vida, muestra para la población, motivo de la encuesta, una distribución por sustancias similar,
en términos generales, a la que presentan la mayoría de los países, es decir un elevado consumo
cuando se trata de drogas sociales, como el alcohol y el tabaco que llegan en el caso del Perú
al 87,9% y al 63,4% respectivamente, cosa que no es de extrañar, dado que son sustancias
que se pueden obtener sin restricciones, que son objeto de intensa propaganda en todos los
medios (con algunas restricciones para el caso del tabaco) y cuyo consumo es presentado
como habitual por los modelos de comportamiento social como líderes y figuras del
entretenimiento y en general por los medios masivos de comunicación, con un afán
mercantilista.
La incidencia, definida como la tasa porcentual de personas que dejan la condición de
no usuarios en el último año es relativamente baja para las drogas ilegales, y está dada
básicamente por las personas que alcanzan la edad de inicio del consumo. (Marihuana: 0,5%,
PBC: 0,1%, Cocaína Clorhidrato: 0,6%, Heroína: 0,01% y Éxtasis: 0,017%). Las drogas
legales alcohol y tabaco tienen altas incidencias de último año: 42,2% y 9,1% respectivamente.
26
CAPITULO 4
DROGAS SOCIALES
ALCOHOL
El consumo de alcohol es el que es reportado en la más alta proporción (87,9%) tanto
como prevalencia de vida como de consumo en el último mes y en el último año. Pese a ser
una droga peligrosa, causante del mayor número de casos de adicción y de accidentes asociados
a sus efectos psicotrópicos, su carácter social mantiene el consumo y es reportado sin mayor
problema por los usuarios. En muchos países el consumo es diario, acompañando las comidas,
como vino o cerveza, pero en el Perú es más frecuente la costumbre de consumirlo los fines
de semana y en fiestas y reuniones
El alcohol sigue siendo la droga social más consumida, con una prevalencia de vida de
cerca al 90% (Tabla 4.2) que sigue muy de cerca al ofrecimiento para consumirlo (Tabla 4.1),
cosa de esperarse para una droga social frente a la cual no hay dificultad alguna para su
obtención y consumo y, al contrario, resulta ser índice de buena educación el ofrecerlo en
muchas ocasiones sociales y de consumo obligado en momentos trascendentes de la vida,
como matrimonios, graduaciones e incluso sepelios.
Salvo los más jóvenes la gran mayoría se inició en el consumo hace más de 3 años
(Tabla 4.3). El consumo más frecuente se hace dentro del mes, mayormente entre una y seis
veces (Tabla 4.6), pero un 5,8% lo hace una vez por semana. El consumo diario es excepcional.
El uso actual, dentro del último mes, se da en cerca de la mitad de la población (Tabla
4.7) y el uso reciente para un tercio adicional. Los ex-usuarios, considerados así los que no
consumen desde hace más de un año, son los menos (11,4%)
La incidencia del consumo de alcohol es bastante alta, pese al pequeño número de no
usuarios y llega al 42,2%
La edad media de inicio del alcohol fue de 17 años para toda la población, de 16 años en
los varones y de 18 años en las mujeres (Tabla 4.5).
Estos resultados no hacen sino confirmar que el consumo de bebidas alcohólicas se ha
masificado, existiendo una insignificante proporción que reporta no haber ingerido alcohol.
Ello es coincidente con lo comunicado por DEVIDA (2003), donde se encuentra que casi la
totalidad de la población urbana del Perú encuestada ha consumido alcohol por lo menos una
vez en su vida.
27
Tabla 4.1
Ofrecimiento de bebidas alcohólicas según variables demográficas
de la población peruana entrevistada
(12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Ofrecimiento
(%)
Hombre
Mujer
12 – 18
19 – 24
25 – 29
Edad
30 – 39
40 – 49
50 a 64
Soltero
Casado
Estado Civil
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Región de residencia
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
Nivel de instrucción
Pre-escolar
Primaria
Bajo
Estrato socioeconómico Medio
Alto
Total
82,5
83,2
63,6
94,6
89,1
86,7
96,4
72,5
80,5
86,4
83,2
86,7
83,2
81,7
83,1
74,3
88,2
70,8
78,6
93,5
65,2
62,1
80,7
82,9
Sexo
28
Tabla 4.2
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de bebidas alcohólicas según
variables demográficas de la población peruana entrevistada
(12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de
residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
Total
Prevalencia
de vida
(%)
90,6
85,5
61,6
94,1
96,7
95,0
95,9
94,4
82,3
93,8
93,2
93,9
89,6
82,0
82,8
75,2
88,5
84,0
85,0
94,2
64,0
59,8
72,1
87,9
29
Tabla 4.3
¿Cuándo fue la primera vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos?
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
30
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
hace
menos
de 30
días
hace más hace más
de 1 mes de 1 año
hace
más de
pero
pero
menos de menos de 3 años
1 año
3 años
nunca he
tomado
bebidas
alcohólic
as
No sabe/
No
responde
Total
(%)
4,1
3,5
3,7
4,1
0,8
3,1
2,1
8,1
5,1
2,8
2,4
0,1
3,5
4,7
4,7
5,6
3,7
(%)
3,6
6,5
15,7
4,8
0,9
1,9
0,3
2,2
8,0
2,2
1,1
0,7
4,3
8,2
8,5
8,9
7,1
(%)
9,9
7,2
19,1
15,0
3,3
3,2
0,7
2,9
14,4
1,7
4,5
1,4
8,4
8,8
8,8
6,2
11,8
(%)
72,8
68,2
23,1
69,7
91,8
86,8
92,8
81,0
54,5
87,0
85,2
91,7
73,3
60,1
60,6
54,2
65,7
(%)
9,4
14,5
38,4
5,9
3,3
5,0
4,1
5,6
17,7
6,2
6,8
6,1
10,4
18,0
17,2
24,8
11,5
(%)
0,2
0,1
0,0
0,5
0,0
0,0
0,0
0,2
0,2
0,1
0,0
0,0
0,1
0,3
0,2
0,3
0,2
(%)
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
1,2
5,7
7,4
69,5
16,0
0,2
100,0
4,4
3,9
2,3
4,2
5,1
3,8
7,2
1,8
6,1
4,9
4,4
5,1
10,5
6,0
9,4
8,2
7,7
8,5
62,8
82,4
69,5
69,0
75,5
70,4
15,0
5,8
12,3
13,7
7,3
12,1
0,2
0,0
0,4
0,1
0,0
0,1
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Tabla 4.4
Tasa de incidencia* de uso de Alcohol
(N Expandido = 1.149.436)
¿Cuándo fue la primera vez que tomó bebidas
alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos?
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel educativo
Estrato
Socioeconómico
Total
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, pre
escolar, primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
Tasa de
incidencia*
Hace más
Hace
de 1 mes
menos de
pero menos
30 días
de 1 año
Nunca he
tomado
bebidas
alcohólicas
No sabe/
No
responde
Total
(%)
44,3
41,0
33,6
58,3
34,4
49,8
37,0
63,9
42,2
44,3
34,2
11,9
42,6
41,4
43,1
36,6
48,0
(%)
23,6
14,3
6,4
26,8
15,5
30,5
31,8
50,0
16,4
24,7
23,4
1,7
19,2
15,1
15,3
14,2
16,5
(%)
20,7
26,6
27,2
31,5
18,9
19,3
5,3
13,9
25,8
19,5
10,8
10,2
23,4
26,3
27,8
22,4
31,5
(%)
54,4
58,8
66,4
38,5
65,6
50,2
63,0
34,8
57,0
55,0
65,8
88,1
56,8
57,8
56,1
62,6
51,2
(%)
1,3
0,3
0,1
3,2
0,0
0,0
0,0
1,4
0,7
0,7
0,0
0,0
0,6
0,8
0,8
0,9
0,8
(%)
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
29,8
5,3
24,5
69,1
1,1
100,0
43,3
49,5
39,8
39,7
56,5
42,2
16,4
33,5
10,74
18,41
30,29
17,9
26,9
16,0
29,06
21,32
26,20
24,4
56,0
50,2
58,48
60,00
43,50
57,1
0,7
0,4
1,72
0,27
0,00
0,7
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
* Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores.
31
32
Tabla 4.5
Edad de inicio en el consumo de alcohol
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
Edad media
de inicio
No ha
4 a 11
consumido años
12 a 18
años
19 a 24
años
25 a 29
años
30 a 39
años
40 a 49
Sin
años información
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
16
9,4
6,5
70,3
10,2
3,2
0,0
0,0
0,4
100,0
18
14,5
1,6
50,7
24,0
5,4
2,3
0,7
0,9
100,0
14
38,4
7,7
53,4
0,0
0,0
0,0
0,0
0,5
100,0
16
5,9
2,0
74,4
16,8
0,0
0,0
0,0
0,9
100,0
17
3,3
4,4
67,2
19,4
5,5
0,0
0,0
0,2
100,0
17
5,0
2,5
64,0
24,5
2,3
0,4
0,0
1,4
100,0
19
4,1
1,0
58,0
22,3
8,5
5,7
0,2
0,2
100,0
19
5,6
4,9
42,7
28,8
13,0
2,0
2,3
0,6
100,0
16
17,7
5,9
64,5
9,6
1,2
0,2
0,2
0,5
100,0
18
6,2
2,4
54,8
25,2
9,0
1,0
0,3
1,2
100,0
18
6,8
1,3
55,4
27,2
4,8
3,8
0,4
0,3
100,0
20
6,1
0,2
53,5
23,1
7,2
7,2
2,8
0,0
100,0
17
10,4
3,6
62,6
16,6
4,8
1,2
0,3
0,4
100,0
18
18,0
4,9
50,1
20,6
2,8
1,3
0,8
1,6
100,0
18
17,2
4,7
51,1
21,0
1,8
1,2
1,3
1,9
100,0
18
24,8
5,3
41,1
21,5
3,3
1,3
0,4
2,2
100,0
17
11,5
4,6
58,8
19,2
3,2
1,4
0,5
0,6
100,0
20
16,0
2,5
37,4
22,6
12,9
5,6
2,8
0,3
100,0
17
15,0
3,8
61,2
14,9
3,8
0,7
0,1
0,4
100,0
17
5,8
4,8
66,8
19,2
2,2
0,6
0,0
0,7
100,0
18
12,3
2,9
57,6
17,8
5,5
2,7
0,8
0,4
100,0
18
13,7
3,4
58,7
17,5
4,6
0,8
0,3
1,0
100,0
17
7,3
6,9
66,8
17,0
1,6
0,0
0,0
0,4
100,0
17
12,1
3,9
59,9
17,5
4,3
1,2
0,4
0,7
100,0
Tabla 4.6
Frecuencia de uso de bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses
(N Expandido = 5.435.901
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Total
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
- Resto Costa
- Sierra
- Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
1-2
veces
3-6
veces
7-11
veces
al menos
una vez
por mes
al menos
una vez
por
semana
diariamente
no he
tomado en
los últimos
12 meses
nunca he
tomado
bebidas
alcohólicas
(%)
21,3
24,9
33,0
17,7
31,4
17,9
19,3
20,6
23,6
17,5
30,1
31,3
22,9
24,3
21,3
22,0
30,4
(%)
20,0
20,5
10,4
17,0
18,2
22,5
33,4
24,3
16,7
25,6
20,5
19,2
22,4
12,7
12,9
13,8
11,1
(%)
9,6
6,0
0,7
10,4
1,7
8,7
7,7
17,1
5,3
11,9
5,7
14,6
8,5
5,1
7,3
4,3
3,4
(%)
22,6
16,6
4,8
26,1
25,6
28,8
18,9
17,0
17,0
22,5
22,8
17,8
19,8
18,1
19,7
13,3
21,5
(%)
9,2
2,7
1,4
17,4
9,7
3,3
1,5
1,0
9,6
1,3
3,4
1,3
5,9
5,3
3,4
4,3
8,5
(%)
0,2
0,5
0,0
0,4
0,0
0,1
0,4
1,2
0,6
0,2
0,0
0,0
0,4
0,1
0,0
0,1
0,2
(%)
7,6
14,3
11,3
5,1
10,1
13,7
14,8
13,2
9,4
14,7
10,8
9,8
9,7
16,5
18,3
17,5
13,3
(%)
9,4
14,5
38,4
5,9
3,3
5,0
4,1
5,6
17,7
6,2
6,8
6,1
10,4
18,0
17,2
24,8
11,5
(%)
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
17,5
15,8
20,4
12,6
4,4
0,0
13,2
16,0
100,0
27,8
18,4
30,7
21,2
16,6
23,2
17,3
25,9
15,7
22,1
22,5
20,3
5,9
6,3
7,2
8,4
6,5
7,7
17,5
25,1
16,7
18,6
26,0
19,4
5,3
7,2
4,5
5,2
9,3
5,8
0,5
0,2
0,3
0,0
1,4
0,4
10,6
11,1
12,5
10,7
10,2
11,2
15,0
5,8
12,3
13,7
7,3
12,1
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Total
33
34
Tabla Nº 4.7
Uso de bebidas alcohólicas según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
¿Cuándo fue la última vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos?
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Total
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
Ex-usuarios
(> 12 meses)
hace más de
hace
1 año pero
más de 3
menos de 3
años
años
Prevalencia
de vida
Uso
actual
(último
mes)
Uso
reciente
(entre 2 y
12 meses)
(%)
90,6
85,5
61,6
94,1
96,7
95,0
95,9
94,4
82,3
93,8
93,2
93,9
89,6
82,0
82,8
75,2
88,5
(%)
53,8
34,7
13,4
56,9
55,7
45,3
49,2
52,4
38,4
48,9
49,5
47,4
45,7
36,5
35,7
29,7
45,0
(%)
27,5
37,0
36,4
31,1
29,7
35,9
31,6
28,1
33,5
29,4
34,3
36,3
33,5
28,9
29,7
28,7
28,0
(%)
4,3
5,0
8,5
3,2
4,9
2,6
5,9
2,2
5,6
4,1
3,6
2,0
3,7
8,0
9,7
8,2
5,8
84,0
41,9
30,7
85,0
94,2
64,0
59,8
72,1
87,9
40,4
49,8
44,0
42,3
46,8
43,7
33,1
32,5
30,4
33,0
34,5
32,5
nunca he
tomado
bebidas
alcohólicas
No sabe/
No
responde
Total
(%)
4,6
8,6
3,3
1,9
6,1
10,3
9,2
11,7
4,1
11,3
5,6
8,3
6,2
8,3
7,6
8,5
9,0
(%)
9,4
14,5
38,4
5,9
3,3
5,0
4,1
5,6
17,7
6,2
6,8
6,1
10,4
18,0
17,2
24,8
11,5
(%)
0,4
0,4
0,0
0,9
0,3
0,9
0,0
0,0
0,7
0,0
0,2
0,0
0,4
0,3
0,2
0,1
0,6
(%)
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
2,8
8,6
16,0
0,1
100,0
5,0
4,9
5,3
4,3
4,8
4,7
6,5
5,9
7,2
6,7
5,9
6,7
15,0
5,8
12,3
13,7
7,3
12,1
0,0
1,1
0,7
0,1
0,8
0,4
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
TABACO
El tabaco fumado en cigarrillos sigue ocupando el segundo lugar en el consumo de
drogas. Desde ya hace más de 50 años se reconoce su elevada toxicidad crónica y es la droga
que causa el mayor número de casos de enfermedad severa y muerte; es así que su uso por
largo tiempo está asociado a enfermedades cardiovasculares con secuelas de infarto del
miocardio y accidentes vasculares cerebrales. Las secuelas respiratorias incluyen el enfisema
y el cáncer pulmonar. Asimismo el tabaco se ha asociado a una amplia variedad de cánceres
de otros órganos.
El tabaco está dejando de ser droga social en muchos ambientes y su uso legal viene
siendo restringido ya que está prohibido fumar en lugares públicos y hacer propaganda del
tabaco durante el día. Sin embargo, la propaganda abierta y encubierta está dirigida al consumo
precoz por jóvenes y mujeres, quienes vienen fumando cada vez más. El hecho de que el
consumo no produzca cambios importantes en el comportamiento y que la toxicidad se
manifieste al cabo de varios años de uso intensivo, lleva a que no se aprecie con facilidad el
peligro de su uso y que se perciba como una sustancia «fácil de dejar».
.
La prevalencia de vida para el tabaco alcanza el 63,4%, (Tabla 4.9) cifra muy próxima a
la de las personas que refieren que se les haya ofrecido alguna vez. (Tabla 4.8), es decir el
ofrecimiento de tabaco casi siempre es seguido de su aceptación, lo que es un indicador más
del carácter social de la sustancia.
La edad de inicio promedio es de 17 años (Tabla 4.12) y la gran mayoría de las personas
ha iniciado el consumo hace más de tres años (Tabla 4.10) y a una edad entre los 12 a 18 años
(Tabla 4.10). El consumo es bastante frecuente, como puede apreciarse en la tabla 4.14, con
la mayoría consumiendo dentro del último mes. Es así que el uso en el último mes alcanza
casi la tercera parte (27,3%) y el acumulado para el último año casi la mitad (39,1%) contra
un 36,6% que no ha fumado nunca (Tabla 4.14)
La incidencia no alcanza el 10%, esto también debido, como en el caso del alcohol, al
número poco importante de no usuarios.
En relación al número de veces que se ha consumido en el último año, cerca del 10% de
los varones afirma haber consumido al menos una vez por mes
En el Tabla 4.13 se muestra la frecuencia de uso de cigarrillos en los últimos 12 meses
en la población estudiada. El 10% de las mujeres y 8,4% de los varones afirman haber
consumido 1 a 2 veces en el último año. El porcentaje disminuye en ambos sexos para mayores
consumos (3 a 11 veces). El 8% de los varones afirma consumir diariamente, en una proporción
que dobla a la de las mujeres (4,3%). Alrededor del 24% manifestaron no haber fumado en el
último año.
35
Tabla 4.8
Ofrecimiento de cigarrillos de tabaco según variables demográficas de la población
peruana entrevistada
(12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato socioeconómico
Total
36
Hombre
Mujer
12 – 18
19 – 24
25 – 29
30 – 39
40 – 49
50 a 64
Soltero
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Resto Costa
Sierra
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
Superior
Bajo
Medio
Alto
Ofrecimiento
(%)
78,0
56,3
47,1
78,3
76,2
77,3
69,8
56,4
63,5
68,7
68,9
79,6
67,3
63,6
61,2
56,7
73,9
50,6
61,2
80,2
65,2
62,1
80,7
66,5
Tabla 4.9
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de cigarrillos de Tabaco según
variables demográficas de la población peruana entrevistada
(12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Prevalencia de vida
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Total
Hombre
74,4
Mujer
53,6
12 – 18
31,4
19 – 24
81,1
25 – 29
70,0
30 – 39
71,1
40 – 49
74,3
50 a 64
60,7
Soltero
58,3
Casado
69,7
Conviviente
63,2
Sin pareja actual
78,0
Lima
65,9
Provincias
54,1
Resto Costa
53,2
Sierra
49,3
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
60,4
49,2
Superior
77,1
Bajo
64,0
Medio
59,8
Alto
72,1
58,4
63,4
37
38
Tabla 4.10
¿Cuándo fue la primera vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas?
(N Expandido = 5.435.901)
hace menos
de 30 días
Hace más de 1
mes pero
menos de 1
año
hace más de 1
año pero menos
de 3 años
hace más
de 3 años
nunca he
fumado
cigarrillos
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
2,8
1,0
3,8
66,8
25,6
100,0
Mujer
2,1
1,4
5,9
44,2
46,4
100,0
12 - 18
4,6
3,1
8,1
15,6
68,6
100,0
19 - 24
2,4
2,0
15,0
61,7
18,9
100,0
25 - 29
0,8
0,6
0,9
67,8
30,0
100,0
30 - 39
2,3
0,3
0,2
68,1
28,9
100,0
40 - 49
1,3
0,2
0,2
72,6
25,7
100,0
50 a 64
1,8
0,1
0,0
58,8
39,3
100,0
Soltero
3,7
2,2
8,2
44,2
41,7
100,0
Casado
1,3
0,2
1,8
66,4
30,3
100,0
Conviviente
0,9
0,3
0,7
61,2
36,8
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,7
0,2
77,2
22,0
100,0
Lima
2,2
0,7
4,8
58,1
34,1
100,0
Provincias
3,2
2,9
5,0
43,0
45,9
100,0
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Total
Resto Costa
4,0
3,1
5,7
40,3
46,8
100,0
Sierra
4,2
2,7
3,9
38,6
50,7
100,0
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
1,3
3,0
5,4
50,7
39,6
100,0
0,9
0,8
3,8
43,6
50,8
100,0
1,9
1,4
5,6
49,5
41,6
100,0
Superior
3,9
1,2
4,4
67,7
22,9
100,0
Bajo
3,5
1,1
6,5
52,9
36,0
100,0
Medio
0,8
1,3
4,7
53,0
40,2
100,0
Alto
5,2
1,2
2,7
63,0
27,9
100,0
2,4
1,2
4,9
54,8
36,6
100,0
Tabla 4.11
Tasa de incidencia* de uso de Tabaco
(N Expandido = 2.191.256)
Características
¿Cuándo fue la primera vez que fumó cigarrillos
aunque sea una ó dos pitadas?
Tasa de
incidencia* Hace menos de 30 Hace más de 1 mes Nunca he fumado
pero menos de 1 año
cigarrillos
días
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Hombre
Mujer
Estrato Socioeconómico
(%)
(%)
9,5
3,6
87,0
100,0
7,0
4,2
2,8
93,0
100,0
10,1
6,0
4,0
89,9
100,0
19 - 24
18,9
10,4
8,5
81,1
100,0
25 - 29
4,4
2,7
1,8
95,6
100,0
30 - 39
8,5
7,4
1,1
91,5
100,0
40 - 49
5,6
4,9
0,7
94,4
100,0
50 a 64
4,7
4,4
0,4
95,3
100,0
Soltero
12,4
7,9
4,6
87,6
100,0
Casado
4,8
4,2
0,5
95,2
100,0
Conviviente
3,3
2,4
0,9
96,7
100,0
Sin pareja actual
3,1
0,1
3,0
96,9
100,0
Provincias
Nivel Educativo
(%)
13,0
12 - 18
Lima
Región de residencia
(%)
Total
8,0
6,0
2,0
92,0
100,0
11,8
6,2
5,6
88,2
100,0
Resto Costa
13,3
7,4
5,8
86,7
100,0
Sierra
11,8
7,2
4,6
88,2
100,0
Selva
9,6
2,9
6,8
90,4
100,0
Ninguno, pre escolar, primaria
3,3
1,8
1,5
96,7
100,0
Secundaria
7,4
4,3
3,0
92,6
100,0
Superior
18,2
13,9
4,3
81,8
100,0
Bajo
11,3
8,70
2,64
88,66
100,0
5,0
1,91
3,14
94,96
100,0
18,6
15,11
3,45
81,44
100,0
9,1
6,0
3,0
90,9
100,0
Medio
Alto
Total
* Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores.
39
40
Tabla 4.12
Edad de inicio en el consumo de tabaco
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Hombre
Edad
media de
inicio
No ha
consumido
(%)
4 a 11
años
(%)
12 a 18
años
(%)
19 a 24
años
(%)
25 a 29
años
(%)
30 a 39
años
(%)
40 a 50
años
(%)
Sin
información
(%)
16
25,6
4,2
58,2
8,2
2,7
0,7
0,0
0,3
Total
(%)
100,0
Mujer
19
46,4
1,4
31,4
13,9
3,8
1,9
0,5
0,7
100,0
12 - 18
14
68,6
3,6
26,1
0,0
0,0
0,0
0,0
1,8
100,0
19 - 24
16
18,9
1,4
64,7
15,0
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
25 - 29
16
30,0
7,1
52,0
10,2
0,6
0,0
0,0
0,1
100,0
30 - 39
18
28,9
2,6
46,7
16,0
5,3
0,3
0,0
0,1
100,0
40 - 49
19
25,7
1,6
48,5
13,3
5,3
4,8
0,4
0,2
100,0
50 a 64
21
39,3
1,4
29,3
15,1
9,5
3,4
1,5
0,4
100,0
Soltero
16
41,7
3,7
44,9
8,0
0,4
0,5
0,0
0,8
100,0
Casado
19
30,3
1,6
42,7
16,2
6,3
2,5
0,2
0,2
100,0
Conviviente
18
36,8
2,8
42,8
10,5
4,0
2,0
0,9
0,2
100,0
Sin pareja actual
20
22,0
0,3
48,1
12,0
14,0
0,8
2,8
0,0
100,0
Lima
17
34,1
2,7
47,0
10,4
3,7
1,4
0,3
0,4
100,0
Provincias
18
45,9
2,8
33,2
14,0
1,8
1,2
0,4
0,7
100,0
Resto Costa
17
46,8
2,6
37,6
10,9
0,8
0,6
0,1
0,6
100,0
Sierra
18
50,7
3,3
26,8
15,4
1,7
0,8
0,6
0,8
100,0
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
18
39,6
2,7
35,1
16,1
3,0
2,2
0,5
0,8
100,0
21
50,8
2,2
19,0
13,8
9,6
3,1
1,3
0,2
100,0
17
41,6
3,0
41,8
8,6
2,3
1,7
0,3
0,8
100,0
Superior
17
22,9
2,6
57,1
14,4
2,7
0,2
0,0
0,2
100,0
Bajo
18
36,0
2,7
43,0
11,0
4,8
1,8
0,5
0,3
100,0
Medio
19
40,2
2,2
41,1
10,7
3,1
1,5
0,3
0,8
100,0
Alto
17
27,9
4,2
53,5
12,9
1,3
0,1
0,0
0,0
100,0
18
36,6
2,7
44,0
11,2
3,3
1,3
0,3
0,5
100,0
Tabla 4.13
Frecuencia de uso de cigarrillos en los últimos 12 meses
(N Expandido = 5.435.901)
7-11 veces
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
8,4
8,8
3,7
9,7
12,1
8,0
23,5
25,6
100,0
10,0
3,9
1,8
6,0
3,2
4,3
24,4
46,4
100,0
12 - 18
8,2
4,1
0,2
2,0
2,5
1,0
13,6
68,6
100,0
19 - 24
12,6
6,4
7,1
12,8
15,0
10,7
16,6
18,9
100,0
25 - 29
6,3
8,6
3,0
14,5
7,3
4,2
26,2
30,0
100,0
30 - 39
14,2
5,1
3,0
7,7
7,7
3,1
30,3
28,9
100,0
40 - 49
7,3
7,8
2,6
4,1
5,1
8,9
38,5
25,7
100,0
50 a 64
5,0
7,0
0,4
8,1
6,4
8,8
25,0
39,3
100,0
Soltero
9,4
5,7
3,1
8,7
8,2
7,0
16,3
41,7
100,0
Casado
9,1
6,0
3,1
7,4
6,5
5,0
32,6
30,3
100,0
Conviviente
8,5
6,9
1,3
6,5
7,2
3,2
29,6
36,8
100,0
12,3
13,6
0,2
3,8
6,0
12,7
29,5
22,0
100,0
Hombre
Mujer
Edad
Estado Civil
no he fumado nunca he
en los últimos fumado
12 meses
cigarrillos
3-6 veces
Características
Sexo
al menos una al menos una
diariamente
vez por mes vez por semana
1-2 veces
Sin pareja actual
Total
Lima
9,1
6,5
2,8
7,8
7,5
6,6
25,5
34,1
100,0
Provincias
9,5
5,4
2,3
7,5
6,9
4,0
18,6
45,9
100,0
Región de residencia
- Resto Costa
7,6
5,3
4,3
8,9
5,8
3,3
18,2
46,8
100,0
9,0
4,7
0,9
5,5
7,5
2,0
19,6
50,7
100,0
12,3
6,3
1,4
8,1
7,5
6,9
18,0
39,6
100,0
3,2
4,4
4,6
10,8
2,4
6,6
17,2
50,8
100,0
Nivel de instrucción
- Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
9,3
7,1
2,2
6,5
6,5
4,2
22,5
41,6
100,0
Superior
10,8
5,7
2,9
9,0
10,8
8,8
29,1
22,9
100,0
Bajo
10,6
4,6
3,5
10,8
5,2
5,5
23,7
36,0
7,3
7,3
2,4
4,6
8,6
5,5
24,0
40,2
100,0
12,5
5,8
2,2
11,5
7,5
8,4
24,3
27,9
100,0
9,2
6,2
2,7
7,8
7,4
6,0
24,0
36,6
100,0
- Sierra
Estrato
Socioeconómico
Medio
Alto
Total
41
42
Tabla Nº 4.14
Uso de cigarrillos según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
¿Cuándo fue la última vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas?
Ex-usuarios
Características
Sexo
Hombre
Mujer
12 - 18
19 - 24
Edad
25 - 29
30 - 39
40 - 49
50 a 64
Soltero
Estado Civil
Casado
Conviviente
Sin pareja actual
Lima
Provincias
Región de residencia
Resto Costa
Sierra
Nivel de instrucción
Selva
Ninguno, Preescolar, Primaria
Secundaria
Superior
Estrato
Socioeconómico
Bajo
Medio
Alto
Prevalencia
de vida
Uso actual
(último mes)
Uso reciente
(entre 2 y 12
meses)
(%)
74,4
53,6
31,4
81,1
70,0
71,1
74,3
60,7
58,3
69,7
63,2
78,0
65,9
54,1
53,2
49,3
60,4
(%)
39,5
16,5
11,7
47,2
32,3
21,9
23,8
28,9
30,5
23,8
23,7
30,4
28,3
23,9
25,2
19,1
27,7
(%)
11,7
11,9
6,5
14,7
11,6
17,8
13,6
7,6
10,9
12,9
11,7
17,7
12,0
11,1
7,7
11,7
14,5
(%)
5,8
7,7
8,4
10,4
3,7
9,0
6,0
0,6
7,1
6,6
5,9
2,6
7,0
6,0
9,2
5,2
3,2
(%)
17,3
17,3
4,8
8,7
22,4
21,7
30,9
23,6
9,8
26,0
21,8
27,3
18,5
13,0
11,2
13,3
15,0
(%)
25,6
46,4
68,6
18,9
30,0
28,9
25,7
39,3
41,7
30,3
36,8
22,0
34,1
45,9
46,8
50,7
39,6
(%)
0,0
0,2
0,0
0,0
0,0
0,7
0,0
0,0
0,0
0,4
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
(%)
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
49,2
22,9
8,6
1,4
16,3
50,8
0,0
100,0
58,4
77,1
64,0
59,8
72,1
63,4
24,3
34,1
30,1
24,5
30,6
27,3
12,1
12,9
10,2
11,4
15,6
11,8
7,7
7,2
7,5
7,2
4,7
6,8
14,2
22,6
16,2
16,5
21,2
17,3
41,6
22,9
36,0
40,2
27,9
36,6
0,0
0,4
0,0
0,2
0,0
0,1
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
nunca he
No sabe/ No
fumado
hace más de 1
responde
hace más de 3 cigarrillos
año pero menos
años
de 3 años
(> 12 meses)
Total
CAPITULO 5
DROGAS ILEGALES
Para el caso de las drogas ilegales como puede apreciarse en la tabla 7.1 ocupa el primer
lugar la marihuana, y lo viene haciendo desde las primeras encuestas llevadas a cabo en el
Perú. La cocaína, como pasta básica y como clorhidrato, se sigue consumiendo en proporción
menor pero no por ello despreciable. Últimamente se ha reportado por diversas fuentes, el
consumo creciente del «éxtasis» que ya aparece en la presente encuesta de hogares. Lo mismo
ha ocurrido con la heroína, aunque es la primera vez que se hace evidente su prevalencia en
un estudio nacional.
Monoconsumo y Policonsumo
Los estudios epidemiológicos previos han tratado principalmente acerca del
monoconsumo de drogas ilegales, informando sobre su prevalencia e incidencia. En la Tabla
5.1 se presentan los resultados del análisis de mono y policonsumo de drogas ilegales en el
año 2003.
La mayoría de la población entrevistada (88,9%) manifestó no haber consumido nunca
en su vida una droga ilegal. El restante 11,1% de la población entrevistada respondió haber
consumido al menos una droga ilegal alguna vez en su vida. De los que han consumido
alguna vez en su vida por lo menos una droga ilegale, prácticamente la mitad de los casos
corresponden a monoconsumo (51,4%) y policonsumo (48,6%) respectivamente.
Para quienes consumen una sola droga (monoconsumo), la marihuana es la droga mas
consumida (5,1%), seguida de la Pasta básica de cocaína (0,5%). Cocaína clorhidrato, éxtasis
y heroína alcanzaron porcentajes marginales dentro de los monoconsumidores de drogas
ilegales (<0,1%). (Tabla 5.2)
En la Tabla 5.2 se presentan las drogas mas frecuentemente involucradas en el
policonsumo, según numero de drogas consumidas.
Los patrones de policonsumo mas frecuentemente observados en la población encuestada
incluyen la combinación de marihuana con PBC (1,6%), con cocaína clorhidrato (1,8%), o
con ambas drogas PBC y clorhidrato (1,8%). El policonsumo de drogas ilegales: marihuana,
cocaína y éxtasis, es todavía excepcional y se da entre el 0,003% y 0,1% de los entrevistados.
(Tabla 5.2)
43
Tabla 5.1
Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003*
(12 a 64 años)
Consumo de drogas Nº de
ilegales
casos
Nº de casos
expandidos
Porcentaje
Consumió al menos
una droga ilegal
245
602,500
11.1
- Monoconsumo
160
308,900
5.7
- Policonsumo**
85
293,600
5.4
No consumió drogas
2,318
ilegales
4,833,401
88.9
5,435,901
100.0
Total
2,563
*
CEDRO (2003). Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2003
(Encuesta de Hogares).
**
Policonsumo: consumo de 2 o más drogas ilegales.
INEI : Poblacion Perú Urbana de 12 a 64 años: 13.871.288 de habitantes.
A continuación se presenta los resultados obtenidos para cada una de las drogas ilegales
evaluadas en el estudio.
44
MARIHUANA
La marihuana se consume fundamentalmente en forma de cigarrillos («troncho», «pitillo»,
«pito») y su prevalencia real resulta difícil de apreciar en las encuestas de hogares. Los medios
de comunicación ofrecen información contradictoria. De un lado los esfuerzos preventivos y
los profesionales especializados la presentan como una droga peligrosa, causante de
alteraciones en el rendimiento intelectual, la memoria y la voluntad (síndrome amotivacional),
pero de otro lado, hay una campaña millonaria a favor de su uso y no es raro ver escritos de
personajes famosos que la propician, o noticias tergiversadas sobre una supuesta utilidad en
medicina, confundiendo el uso de su principio activo como medicina con el de fumar las
hojas de cualquier procedencia ilegal. El permiso de uso como medicina controlada en Holanda
ha sido presentado como que la marihuana se puede usar libremente y muchos que la probaron
en alguna oportunidad ahora aparecen como usuarios
Coincidiendo con los resultados de la encuesta de hogares efectuada por DEVIDA en el
año 2002 (DEVIDA 2003), en la presente encuesta hemos encontrado un consumo bastante
elevado como prevalencia de vida, que, sin embargo no se refleja como consumo importante
en el último mes o en el último año, lo que parecería corroborar lo expresado más arriba en el
sentido que, dada su fácil disponibilidad y difusión, muchos no usuarios regulares la han
probado por curiosidad pero no han seguido consumiéndola.
Cabe informar que en nuestro medio ya se han introducido otros tipos de marihuana, los
que se consumen en paralelo a otras formas tradicionales de marihuana (la «ponzoña», «moño
rojo», «colombiana», etc.). En este sentido, nuevas modalidades cannábicas como por ejemplo
el «super skunk» poseen mayor potencia, mayor contenido de cannabinoles y su toxicidad es
mayor. Su uso se viene incrementando entre los consumidores.
45
Tabla 5.2
Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003*
(12 a 64 años)
Tipo de
consumo
Número de
drogas
ilegales
consumidas
Nº de
casos
Nº de casos
expandidos
115
276,062
5.1
34
25,503
0.5
Cocaína
9
5,859
0.1
Éxtasis
1
937
0.02
1
539
0.01
Droga consumida
Marihuana
PBC
Monoconsumo
1
Heroína
Total
2
160
308,900
5.7
Marihuana + PBC
39
89,204
1.6
Marihuana + Cocaína
13
96,896
1.8
PBC + Cocaína
5
1,489
0.03
57
187,589
3.5
Marihuana + PBC + Cocaína
24
97,961
1.8
Marihuana + PBC + Éxtasis
1
584
0.01
0.003
Total
Policonsumo**
3
Marihuana + Cocaína + Éxtasis
1
139
PBC + Cocaína + Heroína
1
5,616
0.1
27
104,301
1.9
Total
4
Porcentaje
Marihuana + PBC + Cocaína + Éxtasis
Total
1
1,711
0.03
1
1,711
0.03
*
: CEDRO (2003). Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2003 (Encuesta de Hogares).
** : Policonsumo: consumo de 2 o más drogas ilegales.
INEI : Poblacion Perú Urbana de 12 a 64 años: 13.871.288 de habitantes.
46
La prevalencia de vida (Tabla 5.4) llega al 10,3%, con un ofrecimiento importante (Tabla
5.3) de más de la cuarta parte de los entrevistados (26,3%) lo que indica la elevada
disponibilidad de la droga y el carácter que podría haber adquirido de ser socialmente aceptada.
La incidencia es muy baja, de menos del 0,5% (Tabla 5.6) y la mayoría reconoce haber
fumado la marihuana hace más de tres años (Tabla 5.5) y algunos (2,4%) entre uno y tres
años
La edad de inicio corresponde a las del adulto joven de 18 años (Tabla 5.7). La frecuencia
de consumo llega a un máximo de 1,9% una o dos veces por año (Tabla 5.8) con un máximo
que reconoce no haber fumado en los últimos 12 meses.
El uso actual y el uso reciente (Tabla 5.9) no alcanzan el 1% (0,5% para el uso actual y
0,7 para el uso reciente) lo que parece confirmar la idea que más que un aumento en el
consumo el fenómeno se refiere a que la marihuana está siendo vista como droga cuyo consumo
ocasional no es necesario ocultar. La incidencia de ultimo año es baja (0,5%) (Tabla 5.6)
Finalmente, es indudable que existen varios factores que han contribuido en el incremento
sostenido del consumo de la marihuana. Entre otros podemos citar a los siguientes:
- El uso terapéutico de la marihuana. Si bien es cierto que el consumo de la marihuana
se ha legalizado en algunos países con fines estrictamente terapéuticos (pacientes
con cáncer terminal, esclerosis múltiple, glaucoma, entre otras enfermedades), en
determinados grupos de adolescentes y jóvenes, estos resultados de investigación y
terapéutica han sido erróneamente interpretados y asumidos.
- La globalización. El fenómeno de la globalización de las drogas ha contribuido en la
aparición de drogas desconocidas para nuestro medio (son ejemplos de ello, el éxtasis,
ketamina, GHB, etc.) así como, formas de mejorar el cultivo y la calidad de la
marihuana. Ello se refuerza con la introducción de otras modalidades de marihuana
(«Super skunk», «buble gum», «light», «mentolada», etc.
- Consumo múltiple. En la actualidad, los patrones de uso y abuso de drogas están
caracterizados por el consumo múltiple o poli-consumo, patrones que no existían
anteriormente. Los consumidores de marihuana frecuentemente consumen también
tabaco, alcohol; otro grupo, marihuana, tabaco, alcohol, cocaína; un siguiente grupo,
marihuana, alcohol, tabaco, alucinógenos, cocaína.
- Mercado, oferta y acceso. En una realidad como la nuestra, la disponibilidad y los
costos de las sustancias indudablemente han contribuido en el incremento del
consumo. Además, este factor contextual, se ha convertido en un fuerte factor de
riesgo.
- Cambio de percepción y actitud frente a las drogas, en particular de la marihuana.
- Industrialización de la fibra del cáñamo (pantalones, sudaderas, polos, refrescos,
papel, dulces, etc.).
47
Tabla 5.3
Ofrecimiento de marihuana según variables demográficas de la población peruana
entrevistada
(12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Estrato socioeconómico
Total
48
(%)
Hombre
41,8
Mujer
12,5
12 – 18
12,4
19 – 24
44,7
25 – 29
38,4
30 – 39
28,5
40 – 49
22,1
50 a 64
14,8
Soltero
32,9
Casado
19,6
Conviviente
18,4
Sin pareja actual
24,9
Lima
28,2
Provincias
19,5
Resto Costa
20,6
Sierra
12,8
Selva
25,5
Ninguno, pre-escolar, Primaria
Nivel de instrucción
Ofrecimiento
8,7
Secundaria
23,4
Superior
37,9
Bajo
24,5
Medio
23,3
Alto
37,2
26,3
Tabla 5.4
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de Marihuana según variables
demográficas de la población peruana entrevistada
(12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Hombre
Mujer
Edad
Estado Civil
4,7
17,4
25 – 29
13,3
30 – 39
10,9
40 – 49
10,9
50 a 64
5,9
Soltero
12,2
Sin pareja actual
Estrato Socioeconómico
2,2
19 – 24
Conviviente
Nivel de instrucción
(%)
19,5
12 – 18
Casado
Región de residencia
Prevalencia de vida
Lima
7,7
11,6
4,9
11,5
Provincias
6,2
Resto Costa
6,1
Sierra
2,2
Selva
10,6
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
3,8
Secundaria
10,7
Superior
12,5
Bajo
12,9
Medio
Alto
Total
8,9
10,3
10,3
49
50
Tabla 5.5
¿Cuándo fue la primera vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas?
(N Expandido = 5.435.901)
Características
hace menos
de 30 días
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
Hombre
0,0
hace más de 1 hace más de 1
hace más
mes pero
año pero menos
de 3 años
menos de 1 año
de 3 años
(%)
(%)
(%)
0,4
4,9
14,1
nunca he
fumado
marihuana
(%)
80,5
Total
(%)
100,0
Mujer
0,2
0,2
0,1
1,7
97,8
100,0
12 - 18
0,2
0,9
2,2
1,5
95,3
100,0
19 - 24
0,5
0,4
9,5
6,9
82,6
100,0
25 - 29
0,0
0,1
0,3
12,8
86,7
100,0
30 - 39
0,0
0,0
0,0
10,9
89,1
100,0
40 - 49
0,0
0,0
0,0
10,9
89,1
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,0
5,8
94,1
100,0
Soltero
0,2
0,5
4,7
6,7
87,8
100,0
Casado
0,0
0,0
0,0
7,7
92,3
100,0
Conviviente
0,0
0,1
0,0
11,5
88,4
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
4,8
95,1
100,0
Lima
0,1
0,3
2,8
8,3
88,5
100,0
Provincias
0,2
0,3
0,9
4,8
93,8
100,0
Resto Costa
0,4
0,3
1,1
4,2
93,9
100,0
Sierra
0,0
0,0
0,8
1,4
97,8
100,0
Selva
0,1
0,6
0,7
9,2
89,4
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,0
0,2
3,2
0,4
96,2
100,0
Secundaria
0,2
0,5
3,0
7,0
89,3
100,0
Superior
0,0
0,0
1,3
11,2
87,5
100,0
Bajo
0,0
0,1
6,2
6,6
87,1
100,0
Medio
0,2
0,2
0,6
7,9
91,1
100,0
Alto
0,0
0,8
1,4
8,2
89,7
100,0
0,1
0,3
2,4
7,5
89,7
100,0
Tabla 5.6
Tasa de incidencia* de uso de Marihuana
(N Expandido = 4.895.856)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel educativo
Estrato Socioeconómico
Tasa de
incidencia*
¿Cuándo fue la primera vez que fumó marihuana aunque sea
una ó dos pitadas?
Hace más de 1 mes
Hace menos de 30
Nunca he fumado
pero menos de 1
días
marihuana
año
(%)
(%)
(%)
0,0
0,5
99,5
Total
Hombre
(%)
0,5
(%)
100,0
Mujer
0,4
0,2
0,2
99,6
100,0
12 - 18
1,1
0,2
0,9
98,9
100,0
19 - 24
1,1
0,6
0,5
98,9
100,0
25 - 29
0,1
0,0
0,1
99,9
100,0
30 - 39
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
40 - 49
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Soltero
0,9
0,3
0,6
99,1
100,0
Casado
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Conviviente
0,1
0,0
0,1
99,9
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Lima
0,4
0,1
0,3
99,6
100,0
Provincias
0,5
0,2
0,3
99,5
100,0
Resto Costa
0,8
0,5
0,3
99,2
100,0
Sierra
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Selva
0,7
0,1
0,6
99,3
100,0
Ninguno, pre escolar, primaria
0,3
0,0
0,3
99,7
100,0
Secundaria
0,8
0,3
0,5
99,2
100,0
Superior
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Bajo
0,1
0,01
0,12
99,87
100,0
Medio
0,5
0,27
0,24
99,49
100,0
Alto
0,8
0,00
0,83
99,17
100,0
0,5
0,1
0,3
99,5
100,0
Total
* Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores.
51
52
Tabla 5.7
Edad de inicio en el consumo de marihuana
(N Expandido = 5.435.901)
Edad
media de
inicio
No ha
consumido
12 a 18
años
19 a 24
años
25 a 29
años
30 a 39
años
40 a 50
años
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
17
80,5
12,0
6,9
0,4
0,1
0,0
100,0
Mujer
20
97,8
0,8
1,2
0,1
0,1
0,0
100,0
12 - 18
14
95,3
4,7
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
19 - 24
18
82,6
8,5
8,9
0,0
0,0
0,0
100,0
25 - 29
17
86,7
7,8
5,4
0,1
0,0
0,0
100,0
30 - 39
18
89,1
7,0
3,4
0,5
0,0
0,0
100,0
40 - 49
19
89,1
5,5
4,0
1,2
0,2
0,0
100,0
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
50 a 64
19
94,1
3,4
2,3
0,0
0,3
0,0
100,0
Soltero
17
87,8
8,0
4,1
0,0
0,1
0,0
100,0
Casado
19
92,3
3,5
3,6
0,6
0,1
0,0
100,0
Conviviente
19
88,4
5,8
5,1
0,7
0,0
0,0
100,0
Sin pareja actual
16
95,1
4,8
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
Lima
18
88,5
6,8
4,4
0,3
0,1
0,0
100,0
Provincias
18
93,8
3,7
2,2
0,2
0,1
0,0
100,0
Resto Costa
18
93,9
3,5
2,4
0,1
0,0
0,0
100,0
Sierra
19
97,8
1,2
0,8
0,2
0,1
0,0
100,0
Selva
18
89,4
6,6
3,4
0,1
0,3
0,1
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
19
96,2
0,3
3,5
0,0
0,0
0,0
100,0
Secundaria
17
89,3
6,1
4,6
0,0
0,0
0,0
100,0
Superior
18
87,5
8,5
3,1
0,8
0,1
0,0
100,0
Bajo
18
87,1
6,8
6,0
0,0
0,1
0,0
100,0
Medio
18
91,1
5,5
3,1
0,4
0,0
0,0
100,0
Alto
17
89,7
6,8
2,9
0,4
0,2
0,0
100,0
18
89,7
6,1
3,9
0,3
0,1
0,0
100,0
Tabla 5.8
Frecuencia de uso de marihuana en los últimos 12 meses
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
1-2
veces
3-6
veces
7-11
veces
al menos una
vez por mes
no he fumado en los
últimos 12 meses
nunca he fumado
marihuana
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
3,6
0,5
0,4
0,3
14,7
80,5
100,0
Mujer
0,4
0,0
0,0
0,0
1,8
97,8
100,0
12 - 18
1,6
0,0
0,8
0,0
2,3
95,3
100,0
19 - 24
7,6
0,4
0,1
0,6
8,6
82,6
100,0
25 - 29
0,1
0,0
0,0
0,0
13,2
86,7
100,0
30 - 39
0,1
0,1
0,0
0,0
10,7
89,1
100,0
40 - 49
0,1
1,1
0,0
0,0
9,8
89,1
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,1
0,0
5,8
94,1
100,0
Soltero
3,7
0,2
0,4
0,2
7,7
87,8
100,0
Casado
0,1
0,0
0,0
0,0
7,7
92,3
100,0
Conviviente
0,1
1,2
0,1
0,0
10,2
88,4
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
0,0
4,8
95,1
100,0
Lima
2,3
0,3
0,2
0,1
8,6
88,5
100,0
Provincias
0,6
0,1
0,2
0,1
5,3
93,8
100,0
Resto Costa
1,2
0,0
0,3
0,0
4,6
93,9
100,0
Sierra
0,0
0,0
0,0
0,2
2,0
97,8
100,0
Selva
0,5
0,2
0,2
0,0
9,7
89,4
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
3,3
0,0
0,0
0,0
0,4
96,2
100,0
Secundaria
2,8
0,2
0,3
0,2
7,3
89,3
100,0
Superior
0,0
0,5
0,1
0,0
11,8
87,5
100,0
Bajo
5,4
0,0
0,6
0,4
6,4
87,1
100,0
Medio
0,5
0,5
0,0
0,0
7,9
91,1
100,0
Alto
0,0
0,0
0,1
0,0
10,2
89,7
100,0
Total
1,9
0,3
0,2
0,1
7,9
89,7
100,0
53
54
Tabla 5.9
Uso de marihuana según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
¿Cuándo fue la última vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas?
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
0,7
1,3
4,9
12,5
80,5
0,0
100,0
Mujer
2,2
0,2
0,2
0,3
1,5
97,8
0,0
100,0
12 - 18
4,7
1,1
0,7
2,3
0,6
95,3
0,0
100,0
19 - 24
17,4
1,0
1,7
8,8
5,8
82,6
0,0
100,0
25 - 29
13,3
0,0
0,1
0,9
12,3
86,7
0,0
100,0
30 - 39
10,9
0,1
0,1
0,0
10,7
89,1
0,0
100,0
40 - 49
10,9
0,0
1,1
0,6
9,3
89,1
0,0
100,0
50 a 64
5,9
0,1
0,0
0,3
5,5
94,1
0,0
100,0
Soltero
12,2
0,9
1,0
4,7
5,7
87,8
0,0
100,0
Casado
7,7
0,0
0,0
0,3
7,4
92,3
0,0
100,0
Conviviente
Lima
Estrato
Socioeconómico
11,6
0,1
1,2
0,2
10,1
88,4
0,0
100,0
4,9
0,0
0,0
0,0
4,8
95,1
0,0
100,0
11,5
0,5
0,8
2,9
7,4
88,5
0,0
100,0
Provincias
6,2
0,4
0,4
1,1
4,2
93,8
0,0
100,0
Resto Costa
6,1
1,0
0,8
1,4
2,9
93,9
0,0
100,0
Sierra
2,2
0,0
0,1
0,8
1,3
97,8
0,0
100,0
Selva
10,6
0,2
0,4
1,2
8,8
89,4
0,0
100,0
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
Nivel de instrucción
Total
19,5
Hombre
Sin pareja actual
Región de residencia
Prevalencia Uso actual Uso reciente Ex-usuarios (> 12 meses) nunca he No sabe/
de vida
fumado
No
(último
(entre 2 y 12 hace más de 1
hace más marihuana responde
mes)
meses)
año pero menos
de 3 años
de 3 años
3,8
0,0
0,1
3,3
0,4
96,2
0,0
Secundaria
10,7
0,8
0,9
3,0
6,0
89,3
0,0
100,0
Superior
12,5
0,1
0,6
1,5
10,4
87,5
0,0
100,0
Bajo
12,9
1,0
0,5
5,3
6,0
87,1
1,0
100,0
8,9
0,3
0,7
0,8
7,1
91,1
0,3
100,0
Alto
10,3
0,1
0,9
2,7
6,6
89,7
0,1
100,0
Total
10,3
0,5
0,7
2,5
6,7
89,7
0,0
100,0
Medio
COCAÍNA *
Como droga ilegal la cocaína se consume bajo la forma de pasta básica fumada y como
clorhidrato aplicado a las mucosas. Su uso, pero su uso por inyección es prácticamente
desconocido en nuestro medio.
La cocaína consumida como pasta básica tiene una prevalencia de vida pequeña (4,1%)
pero muy importante dada su muy elevada capacidad de producir adicción severa. Lo mismo
ocurre con el clorhidrato de cocaína que a lo largo de los años ha venido elevando su consumo,
al hacerse mas barato y gozar de mayor prestigio entre los usuarios.
El uso en el último mes y en el último año es pequeño y está en el margen de la detección
en una encuesta de hogares. Además, los márgenes de confianza para porcentajes pequeños,
son demasiado amplios como para establecer conclusiones valederas y el error de apreciación
resulta por ello demasiado grande.
La prevalencia de vida para la pasta básica de cocaína (Tabla 5.11) se encontró con un
valor de 4,1%, que indica que a una cuarta parte de los que le fue ofrecida la PBC, la aceptaron
(Tabla 5.10). La mayor parte refiere haberla consumido por primera vez hace más de 3 años
(Tabla 5.12) y apenas el 0,1% que la ha consumido dentro del año, con una incidencia anual
de 0,1%. La edad media de inicio es los 20 años (Tabla 5.14), con un 1,2% que refiere un
inicio entre 12 y 18 años.
La mayor parte de los entrevistados dice no haber consumido en los últimos 12 meses
(Tabla 5.15), un 0,1% que lo ha hecho una vez por semana y un porcentaje igual que lo hizo
1 o 2 veces al mes. El uso actual y el uso reciente están ambos en 0,1% (Tabla 5.16).
El consumo de clorhidrato de cocaína es bastante similar al anterior. Durante algún
tiempo existió una diferencia importante en los patrones de consumo. La pasta, de mucho
menos precio era la más consumida por las personas de estrato socioeconómico bajo, mientras
que el clorhidrato de cocaína de mayor precio, lo era por la clase medio – alta, pero esta
diferencia ya ha desaparecido y los resultados están siendo cada vez más parecidos. Así, la
prevalencia de vida llega al 3,9% (Tabla 5.18) con aceptación de consumo por una de cada
2.6 ofertas (Tabla 5.17). La mayor parte de los usuarios también refiere haberla consumido
por primera vez hace más de 3 años y el 0,5% la ha consumido dentro del año (Tabla 5.19),
con una incidencia total un poco más alta, de 0,6% (Tabla 5.20). La edad media de inicio está
en los 19 años, con un 1,9% que refiere un inicio entre 12 y 18 años (Tabla 5.21).
La mayor parte dice no haber consumido cocaína clorhidrato en los últimos 12 meses,
un 0,1% que lo ha hecho una vez por semana y un 0,6% que lo hizo 1 o 2 veces al año (Tabla
5.22). El uso actual y el uso reciente están en 0,3 y 0,5% respectivamente (Tabla 5.23).
* (Como Pasta Básica, Tablas 5.10 a 5.16)
(Como Clorhidrato de Cocaína,Tablas 5.17–5.23)
55
Los resultados aquí presentados sobre prevalencia de la drogas cocaína guardan cierta
relación con los obtenidos por DEVIDA (2003), donde tanto para pasta básica como para el
clorhidrato se concluye que 2 de cada 100 peruanos reportan haber consumido una de estas
sustancias, respectivamente.
El Perú es un país que viene atravesando por un período de convivencia prolongado de
más de tres décadas con el fenómeno de a producción, el uso y el abuso de la cocaína.
En las dos primeras décadas se experimentó un patrón moderado y sostenido, tanto de
prevalencia de vida, último año y tres últimos meses, (Carbajal y col ., 1980; Jutkowitz y col
1987; Ferrando, 1992).fenómeno que se reflejaba en la demanda de atención de casos de
consumo.
En ese contexto se registraba más oferta de pasta básica y más exportación de pasta
lavada y clorhidrato de cocaína a países como Colombia y los Estados Unidos. Ello generaba
que los precios del clorhidrato de cocaína en nuestro medio podían estar por encima de los
15 dólares por gramo, dependiendo ello de varios factores. Ello a su vez generaba que su
consumo estaba por debajo de la pasta básica (Castro y col, 2000).
Por otro lado, en los mismos estudios se registraban tasas muy bajas para los valles
cocaleros de la selva peruana y el consumo se daba de preferencia en las zonas urbanas
Es a partir de la década del 90 que se comienza a evidenciar un fenómeno particular,
donde por diversas razones, los precios del clorhidrato de cocaína se inscriben en una curva
descendente y se incremente gradualmente la oferta . Por otro lado, se comienza a producir
mayores cantidades de clorhidrato en nuestro medio, no solamente en la región de la selva, y
se acentúa la oferta y disponibilidad de esta sustancia.
Este panorama calza perfectamente con los datos epidemiológicos donde se verifica que
la prevalencia de vida y los pedidos de ayuda en zonas de cultivo de la hoja de coca y zonas
aledañas se visibilizan nítidamente.
Ya en nuevo siglo, la disponibilidad, oferta, precios, acceso y la elaboración de clorhidrato
de cocaína, ha conllevado a que el consumo se haya incrementado al punto de haber desplazado
a la pasta básica en cuanto a nuevos usuarios, prevalencia de vida y demanda de atención.
56
Tabla 5.10
Ofrecimiento de pasta básica de cocaína según variables demográficas de la
población peruana entrevistada (12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Hombre
Mujer
Estrato socioeconómico
27,1
5,0
12 – 18
5,6
19 – 24
23,9
25 – 29
15,2
30 – 39
19,9
40 – 49
16,4
50 a 64
12,1
Soltero
16,4
Casado
15,3
Conviviente
9,4
Sin pareja actual
26,0
Lima
16,8
Provincias
10,1
Lima
16,8
Resto Costa
8,7
Sierra
7,1
Selva
14,9
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
Nivel de instrucción
Ofrecimiento
(%)
9,1
Secundaria
13,8
Superior
19,9
Bajo
16,9
Medio
14,1
Alto
16,4
Total
15,4
57
Tabla 5.11
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de pasta básica de cocaína según
variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
58
Prevalencia de vida
(%)
Hombre
7,7
Mujer
0,9
12 – 18
1,5
19 - 24
1,6
25 - 29
6,3
30 - 39
6,2
40 - 49
6,5
50 a 64
4,7
Soltero
3,3
Casado
3,2
Conviviente
7,8
Sin pareja actual
8,9
Lima
4,3
Provincias
3,4
Resto Costa
1,7
Sierra
1,8
Selva
7,2
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,2
Secundaria
3,6
Superior
6,5
Bajo
3,1
Medio
4,6
Alto
4,2
Total
4,1
Tabla 5.12
¿Cuándo fue la primera vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas?
(N Expandido = 5.435.901)
Características
nunca he
hace más de 1 hace más de 1
hace menos
hace más
mes pero menos año pero menos
fumado pasta
de 30 días
de 3 años
de 1 año
de 3 años
básica
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
(%)
(%)
(%)
(%)
Total
(%)
Hombre
0,0
0,1
0,2
7,4
92,3
100,0
Mujer
0,0
0,2
0,1
0,6
99,1
100,0
12 - 18
0,0
0,1
0,0
1,3
98,5
100,0
19 - 24
0,0
0,4
0,3
0,8
98,4
100,0
25 - 29
0,0
0,1
0,2
6,0
93,7
100,0
30 - 39
0,0
0,0
0,2
5,9
93,8
100,0
40 - 49
0,0
0,0
0,0
6,4
93,5
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,0
4,7
95,3
100,0
Soltero
0,0
0,2
0,2
2,9
96,7
100,0
Casado
0,0
0,0
0,0
3,1
96,8
100,0
Conviviente
0,0
0,1
0,1
7,6
92,2
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
8,9
91,1
100,0
Lima
0,0
0,1
0,0
4,1
95,7
100,0
Provincias
0,1
0,2
0,4
2,8
96,6
100,0
Resto Costa
0,1
0,1
0,2
1,2
98,3
100,0
Sierra
0,1
0,4
0,5
0,8
98,2
100,0
Selva
0,0
0,0
0,5
6,7
92,8
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,0
0,0
0,0
0,2
99,8
100,0
Secundaria
0,0
0,2
0,1
3,2
96,4
100,0
Superior
0,0
0,0
0,1
6,3
93,5
100,0
Bajo
0,0
0,0
0,2
2,9
96,9
100,0
Medio
0,0
0,2
0,1
4,2
95,4
100,0
Alto
0,0
0,0
0,0
4,2
95,8
100,0
0,0
0,1
0,1
3,8
95,9
100,0
Total
59
60
Tabla 5.13
Tasa de incidencia* de uso de PBC
(N Expandido = 5.221.430)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel educativo
Estrato Socioeconómico
Tasa de
incidencia*
¿Cuándo fue la primera vez que fumó pasta básica aunque
sea una ó dos pitadas?
Hace menos de Hace más de 1 mes
30 días
pero menos de 1 año
Total
Nunca he fumado
pasta básica
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
0,1
0,00
0,10
99,90
100,0
Mujer
0,2
0,00
0,20
99,80
100,0
12 - 18
0,1
0,00
0,10
99,90
100,0
19 - 24
0,5
0,00
0,40
99,50
100,0
25 - 29
0,1
0,00
0,10
99,90
100,0
30 - 39
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
40 - 49
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
50 a 64
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
Soltero
0,2
0,00
0,20
99,80
100,0
Casado
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
Conviviente
0,1
0,00
0,10
99,90
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
Lima
0,1
0,00
0,10
99,90
100,0
Provincias
0,3
0,10
0,20
99,70
100,0
Resto Costa
0,2
0,10
0,10
99,80
100,0
Sierra
0,5
0,10
0,40
99,50
100,0
Selva
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
Ninguno, pre escolar, primaria
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
Secundaria
0,2
0,00
0,20
99,80
100,0
Superior
0,1
0,00
0,00
99,90
100,0
Bajo
0,1
0,03
0,03
99,94
100,0
Medio
0,3
0,02
0,23
99,75
100,0
Alto
0,0
0,00
0,00
100,00
100,0
Total
0,1
0,00
0,10
99,90
100,0
* Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores.
Tabla 5.14
Edad de inicio en el consumo de PBC
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
Hombre
No ha
Edad
12 a 18 años 19 a 24 años 25 a 29 años
media de consumido
inicio
(%)
(%)
(%)
(%)
20
92,3
3,8
1,8
1,4
30 a 39 años
40 a 50 años
Total
(%)
(%)
(%)
0,7
0,1
100,0
Mujer
21
99,1
0,2
0,6
0,0
0,1
0,0
100,0
12 - 18
14
98,5
1,5
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
19 - 24
19
98,4
0,9
0,7
0,0
0,0
0,0
100,0
25 - 29
16
93,7
5,0
1,0
0,3
0,0
0,0
100,0
30 - 39
21
93,8
1,8
3,2
0,1
1,0
0,0
100,0
40 - 49
20
93,5
3,1
1,8
0,5
1,1
0,0
100,0
50 a 64
27
95,3
0,2
0,7
3,6
0,0
0,2
100,0
Soltero
19
96,7
2,0
0,5
0,8
0,1
0,0
100,0
Casado
22
96,8
0,9
1,5
0,2
0,5
0,0
100,0
Conviviente
20
92,2
3,4
2,9
0,5
1,0
0,0
100,0
Sin pareja actual
23
91,1
2,3
1,6
4,3
0,0
0,7
100,0
Lima
20
95,7
2,0
1,2
0,8
0,3
0,0
100,0
Provincias
22
96,6
1,3
1,2
0,3
0,5
0,0
100,0
Resto Costa
23
98,3
0,4
0,6
0,4
0,3
0,0
100,0
Sierra
21
98,2
0,7
0,5
0,5
0,1
0,0
100,0
Selva
22
92,8
3,0
2,8
0,2
1,2
0,1
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
32
99,8
0,0
0,0
0,0
0,1
0,0
100,0
Secundaria
20
96,4
1,6
1,3
0,1
0,5
0,1
100,0
Superior
20
93,5
3,1
1,4
1,9
0,1
0,0
100,0
Bajo
21
96,9
1,3
1,5
0,1
0,1
0,1
100,0
Medio
22
95,4
1,6
1,3
1,1
0,6
0,0
100,0
Alto
16
95,8
3,4
0,4
0,4
0,0
0,0
100,0
Total
20
95,9
1,8
1,2
0,7
0,3
0,0
100,0
61
62
Tabla 5.15
Frecuencia de uso de Pasta Básica en los últimos 12 meses
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
Hombre
Al menos una No he fumado
vez por
en los últimos
semana
12 meses
Nunca he
fumado pasta
básica
1-2
veces
Al menos una
vez por mes
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
0,2
0,1
0,2
7,3
92,3
100,0
Total
Mujer
0,0
0,0
0,0
0,8
99,1
100,0
12 - 18
0,1
0,0
0,0
1,3
98,5
100,0
19 - 24
0,0
0,1
0,5
1,0
98,4
100,0
25 - 29
0,1
0,0
0,0
6,2
93,7
100,0
30 - 39
0,2
0,0
0,0
6,0
93,8
100,0
40 - 49
0,3
0,0
0,0
6,1
93,5
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,0
4,7
95,3
100,0
Soltero
0,1
0,1
0,2
3,0
96,7
100,0
Casado
0,1
0,0
0,0
3,1
96,8
100,0
Conviviente
0,4
0,0
0,0
7,3
92,2
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
8,9
91,1
100,0
Lima
0,0
0,0
0,1
4,1
95,7
100,0
Provincias
0,5
0,0
0,1
2,8
96,6
100,0
Resto Costa
0,4
0,0
0,0
1,3
98,3
100,0
Sierra
0,4
0,0
0,1
1,3
98,2
100,0
Selva
0,8
0,0
0,1
6,3
92,8
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,0
0,0
0,0
0,2
99,8
100,0
Secundaria
0,2
0,1
0,2
3,2
96,4
100,0
Superior
0,1
0,0
0,0
6,4
93,5
100,0
Bajo
0,2
0,1
0,3
2,5
96,9
100,0
Medio
0,1
0,0
0,0
4,5
95,4
100,0
Alto
0,0
0,0
0,0
4,2
95,8
100,0
Total
0,1
0,0
0,1
3,8
95,9
100,0
Tabla 5.16
Uso de pasta básica de cocaína según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
¿Cuándo fue la última vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas?
Ex-usuarios
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Prevalencia
de vida
Uso actual
(último mes)
Uso reciente
(entre 2 y 12
meses)
(> 12 meses)
nunca he
No sabe/ No
fumado pasta
hace más de 1 año
responde
básica
hace más
pero menos de 3
de 3 años
años
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
7,7
0,2
0,2
0,5
6,8
92,3
0,0
100,0
Mujer
0,9
0,0
0,0
0,2
0,6
99,1
0,0
100,0
12 - 18
1,5
0,0
0,1
0,1
1,3
98,5
0,0
100,0
19 - 24
1,6
0,4
0,2
0,6
0,4
98,4
0,0
100,0
25 - 29
6,3
0,0
0,1
0,3
5,9
93,7
0,0
100,0
30 - 39
6,2
0,0
0,1
0,1
6,0
93,8
0,0
100,0
40 - 49
6,5
0,0
0,3
1,1
5,1
93,5
0,0
100,0
50 a 64
4,7
0,0
0,0
0,0
4,7
95,3
0,0
100,0
Soltero
3,3
0,2
0,2
0,3
2,7
96,7
0,0
100,0
Casado
3,2
0,0
0,0
0,0
3,1
96,8
0,0
100,0
Conviviente
7,8
0,0
0,4
1,3
6,1
92,2
0,0
100,0
Sin pareja actual
8,9
0,0
0,0
0,0
8,9
91,1
0,0
100,0
Lima
4,3
0,1
0,0
0,3
3,8
95,7
0,0
100,0
Provincias
3,4
0,0
0,4
0,4
2,5
96,6
0,0
100,0
Resto Costa
1,7
0,1
0,3
0,3
1,0
98,3
0,0
100,0
Sierra
1,8
0,0
0,4
0,6
0,8
98,2
0,0
100,0
Selva
7,2
0,0
0,7
0,4
6,2
92,8
0,0
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,2
0,0
0,0
0,0
0,2
99,8
0,0
100,0
Secundaria
3,6
0,2
0,2
0,2
3,0
96,4
0,0
100,0
Superior
6,5
0,0
0,0
0,7
5,8
93,5
0,0
100,0
Bajo
3,1
0,3
0,3
0,1
2,5
96,9
0,0
100,0
Medio
4,6
0,0
0,1
0,6
3,9
95,4
0,0
100,0
Alto
4,2
0,0
0,0
0,0
4,2
95,8
0,0
100,0
Total
4,1
0,1
0,1
0,3
3,5
95,9
0,0
100,0
63
Tabla 5.17
Ofrecimiento de cocaína clorhidrato según variables demográficas de la población
peruana entrevistada
(12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Hombre
12 – 18
3,6
19 – 24
21,3
25 – 29
16,7
30 – 39
7,7
40 – 49
5,9
50 a 64
7,5
Soltero
13,7
Casado
6,0
Conviviente
7,8
Sin pareja actual
8,3
Lima
5,6
11,5
6,1
Sierra
5,0
Selva
5,8
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
3,4
Secundaria
8,4
15,9
Bajo
9,7
Medio
8,2
Alto
Total
64
11,5
Resto Costa
Superior
Estrato socioeconómico
17,9
3,4
Provincias
Nivel de instrucción
(%)
Mujer
Lima
Región de residencia
Ofrecimiento
16,5
10,2
Tabla 5.18
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de cocaína clorhidrato según
variables demográficas de la población peruana entrevistada
(12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Prevalencia de
vida
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Hombre
7,5
Mujer
0,6
12 - 18
1,1
19 - 24
7,4
25 - 29
4,0
30 - 39
3,3
40 - 49
2,6
50 a 64
4,8
Soltero
5,5
Casado
2,5
Conviviente
1,9
Sin pareja actual
1,7
Lima
4,6
Provincias
1,2
Resto Costa
1,4
Sierra
0,6
Selva
1,7
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
3,2
Secundaria
3,6
Superior
4,6
Bajo
4,6
Medio
3,3
Alto
Total
4,4
3,9
65
66
Tabla 5.19
¿Cuándo fue la primera vez que usó cocaína (clorhidrato) aunque sea una ó dos probadas?
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
Hombre
hace menos
de 30 días
hace más de 1 mes hace más de 1 año pero hace más
pero menos de 1 año
menos de 3 años
de 3 años
nunca he usado
cocaína
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
0,0
0,9
0,6
5,9
92,5
100,0
Mujer
0,2
0,0
0,2
0,3
99,4
100,0
12 - 18
0,0
0,0
0,1
1,0
98,9
100,0
19 - 24
0,5
2,0
1,1
3,8
92,6
100,0
25 - 29
0,0
0,3
0,0
3,7
96,0
100,0
30 - 39
0,0
0,0
0,0
3,3
96,7
100,0
40 - 49
0,0
0,0
1,1
1,5
97,4
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,0
4,8
95,2
100,0
Soltero
0,2
0,9
0,5
3,9
94,5
100,0
Casado
0,0
0,0
0,0
2,5
97,5
100,0
Conviviente
0,0
0,0
1,2
0,7
98,1
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
1,7
98,3
100,0
Lima
0,1
0,5
0,5
3,5
95,4
100,0
Provincias
0,0
0,1
0,1
1,0
98,8
100,0
Resto Costa
0,1
0,3
0,2
0,9
98,6
100,0
Sierra
0,0
0,0
0,0
0,6
99,4
100,0
Selva
0,0
0,1
0,0
1,5
98,3
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,0
3,2
0,0
0,0
96,8
100,0
Secundaria
0,2
0,1
0,4
3,0
96,4
100,0
Superior
0,0
0,1
0,5
4,0
95,4
100,0
Bajo
0,0
1,4
0,0
3,2
95,4
100,0
Medio
0,2
0,0
0,8
2,3
96,7
100,0
Alto
0,0
0,0
0,0
4,3
95,6
100,0
Total
0,1
0,4
0,4
2,9
96,1
100,0
Tabla 5.20
Tasa de incidencia* de uso de Cocaína
(N Expandido = 5.255.570
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel educativo
Estrato Socioeconómico
Tasa de
incidencia*
¿Cuándo fue la primera vez que usó cocaína aunque
sea una ó dos probadas?
Total
Hace menos Hace más de 1 mes pero
Nunca he
de 30 días
menos de 1 año
usado cocaína
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
1,0
0,0
1,0
99,0
100,0
Mujer
0,2
0,2
0,0
99,8
100,0
12 - 18
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
19 - 24
2,6
0,5
2,2
97,4
100,0
25 - 29
0,3
0,0
0,3
99,7
100,0
30 - 39
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
40 - 49
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
50 a 64
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Soltero
1,1
0,2
0,9
98,9
100,0
Casado
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Conviviente
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Lima
0,7
0,1
0,6
99,3
100,0
Provincias
0,2
0,0
0,1
99,8
100,0
Resto Costa
0,3
0,1
0,3
99,7
100,0
Sierra
0,0
0,0
0,0
100,0
100,0
Selva
0,2
0,0
0,1
99,8
100,0
Ninguno, pre escolar, primaria
3,2
0,0
3,2
96,8
100,0
Secundaria
0,2
0,2
0,1
99,8
100,0
Superior
0,1
0,0
0,1
99,9
100,0
Bajo
1,5
0,01
1,45
98,54
100,0
Medio
0,2
0,18
0,04
99,78
100,0
Alto
0,0
0,00
0,05
99,95
100,0
Total
0,6
0,1
0,5
99,4
100,0
67
* Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores.
68
Tabla 5.21
Edad de inicio en el consumo de Cocaína clorhidrato
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
No ha
12 a 18
Edad media consumido años
de inicio
(%)
(%)
19 a 24
años
25 a 29
años
30 a 39
años
40 a 50
años
Sin
información
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
19
92,5
4,0
1,9
1,4
0,2
0,0
0,0
100,0
Mujer
21
99,4
0,0
0,6
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
12 - 18
14
98,9
1,1
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
19 - 24
18
92,6
4,2
3,2
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
25 - 29
16
96,0
2,9
1,1
0,1
0,0
0,0
0,0
100,0
30 - 39
21
96,7
1,8
0,4
1,1
0,0
0,0
0,0
100,0
40 - 49
23
97,4
1,1
0,4
0,4
0,7
0,0
0,0
100,0
50 a 64
23
95,2
0,1
2,2
2,4
0,0
0,0
0,0
100,0
Soltero
19
94,5
3,2
1,5
0,8
0,0
0,0
0,0
100,0
Casado
22
97,5
0,4
1,2
0,6
0,3
0,0
0,0
100,0
Conviviente
19
98,1
1,2
0,1
0,6
0,0
0,0
0,0
100,0
Sin pareja actual
21
98,3
0,0
1,7
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
Lima
19
95,4
2,3
1,4
0,8
0,1
0,0
0,0
100,0
Provincias
20
98,8
0,6
0,5
0,1
0,0
0,0
0,0
100,0
Resto Costa
20
98,6
0,7
0,6
0,0
0,0
0,1
0,0
100,0
Sierra
19
99,4
0,3
0,0
0,3
0,0
0,0
0,0
100,0
Selva
20
98,3
0,6
0,9
0,1
0,0
0,0
0,0
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
19
96,8
0,0
3,2
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
Secundaria
19
96,4
2,1
1,2
0,1
0,2
0,0
0,0
100,0
Superior
20
95,4
2,3
0,6
1,7
0,0
0,0
0,0
100,0
Bajo
19
95,4
2,8
1,7
0,0
0,0
0,0
0,0
100,0
Medio
22
96,7
0,7
1,1
1,2
0,2
0,0
0,0
100,0
Alto
16
95,6
3,5
0,7
0,1
0,0
0,0
0,0
100,0
Total
19
96,1
1,9
1,2
0,6
0,1
0,0
0,0
100,0
Tabla 5.22
Frecuencia de uso de cocaína clorhidrato en los últimos 12 meses
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
1-2
veces
3-6
veces
(%)
(%)
al menos al menos no he usado en
7-11
una vez por una vez por los últimos 12
veces
meses
mes
semana
(%)
(%)
(%)
(%)
nunca he
usado
cocaína
Total
(%)
(%)
Hombre
1,2
0,1
0,9
0,2
0,2
5,0
92,5
100,0
Mujer
0,0
0,0
0,0
0,2
0,0
0,4
99,4
100,0
12 - 18
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
0,9
98,9
100,0
19 - 24
2,6
0,0
1,9
0,8
0,4
1,6
92,6
100,0
25 - 29
0,3
0,3
0,0
0,0
0,0
3,5
96,0
100,0
30 - 39
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
3,3
96,7
100,0
40 - 49
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
2,6
97,4
100,0
50 a 64
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
4,8
95,2
100,0
Soltero
1,1
0,1
0,8
0,3
0,2
3,0
94,5
100,0
Casado
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
2,5
97,5
100,0
Conviviente
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
1,8
98,1
100,0
Sin pareja actual
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
1,7
98,3
100,0
Lima
0,7
0,0
0,5
0,2
0,1
3,1
95,4
100,0
Provincias
0,2
0,2
0,1
0,0
0,0
0,8
98,8
100,0
Resto Costa
0,1
0,1
0,3
0,0
0,0
0,9
98,6
100,0
Sierra
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,6
99,4
100,0
Selva
0,4
0,5
0,0
0,0
0,0
0,8
98,3
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,0
0,0
3,2
0,0
0,0
0,0
96,8
100,0
Secundaria
1,0
0,1
0,0
0,3
0,1
2,0
96,4
100,0
Superior
0,1
0,0
0,0
0,0
0,0
4,5
95,4
100,0
Bajo
1,9
0,0
1,3
0,3
0,3
0,9
95,4
100,0
Medio
0,0
0,1
0,0
0,2
0,0
3,0
96,7
100,0
Alto
0,0
0,0
0,1
0,0
0,0
4,2
95,6
100,0
Total
0,6
0,0
0,4
0,2
0,1
2,6
96,1
100,0
69
70
Tabla 5.23
Uso de cocaína clorhidrato según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
¿Cuándo fue la última vez que usó cocaína aunque sea una ó dos probadas?
Ex-usuarios
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato Socioeconómico
Prevalencia de
vida
Uso
actual
(último
mes)
Uso reciente
(entre 2 y 12
meses)
(> 12 meses)
hace más de 1
año pero
hace más de
3 años
menos de 3
años
nunca he
usado
cocaína
No sabe/ No
responde
Total
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
(%)
Hombre
7,5
0,3
1,0
0,7
5,4
92,5
0,0
100,0
Mujer
0,6
0,2
0,0
0,3
0,1
99,4
0,0
100,0
12 - 18
1,1
0,0
0,0
0,1
1,0
98,9
0,0
100,0
19 - 24
7,4
1,3
2,0
1,4
2,8
92,6
0,0
100,0
25 - 29
4,0
0,0
0,6
0,4
3,0
96,0
0,0
100,0
30 - 39
3,3
0,0
0,0
0,0
3,2
96,7
0,0
100,0
40 - 49
2,6
0,0
0,0
1,1
1,5
97,4
0,0
100,0
50 a 64
4,8
0,0
0,1
0,0
4,8
95,2
0,0
100,0
Soltero
5,5
0,5
0,9
0,7
3,4
94,5
0,0
100,0
Casado
2,5
0,0
0,0
0,0
2,5
97,5
0,0
100,0
Conviviente
1,9
0,0
0,1
1,2
0,6
98,1
0,0
100,0
Sin pareja actual
1,7
0,0
0,0
0,0
1,7
98,3
0,0
100,0
Lima
4,6
0,3
0,5
0,6
3,2
95,4
0,0
100,0
Provincias
1,2
0,0
0,3
0,2
0,7
98,8
0,0
100,0
Resto Costa
1,4
0,1
0,2
0,5
0,7
98,6
0,0
100,0
Sierra
0,6
0,0
0,0
0,0
0,6
99,4
0,0
100,0
Selva
1,7
0,0
0,7
0,1
0,9
98,3
0,0
100,0
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
3,2
0,0
3,2
0,0
0,0
96,8
0,0
100,0
Secundaria
3,6
0,5
0,1
0,5
2,5
96,4
0,0
100,0
Superior
4,6
0,0
0,1
0,7
3,8
95,4
0,0
100,0
Bajo
4,6
0,5
1,4
0,2
2,4
95,4
0,0
100,0
Medio
3,3
0,2
0,1
0,7
2,3
96,7
0,0
100,0
Alto
4,4
0,0
0,0
0,5
3,8
95,6
0,0
100,0
3,9
0,3
0,5
0,5
2,6
96,1
0,0
100,0
Total
ÉXTASIS *
Éxtasis es el nombre que se da a un derivado de la anfetamina, la metilenodioximetanfetamina,
droga sintética que fue introducida en medicina y la psicoterapia, y luego abandonada por su
elevada peligrosidad y toxicidad, pero que ha entrado con gran fuerza en el mercado de
consumo de ciudades urbanas como Lima y el Callao.
En el Perú comenzó a usarse aproximadamente entre 1997 y 1998 en las discotecas
elegantes del sur de la capital, pero su uso se ha ampliado a todos los grupos sociales. La
venta de pastillas estimulantes bajo el nombre de éxtasis hace que cualquiera pueda ser
engañado y los niños pueden ser inducidos a probarlas ya que su uso no es detectado por sus
padres o profesores como ocurre con el alcohol o el tabaco que dejan olor persistente que se
percibe con facilidad. Así, cuando se indica que se ha consumido éxtasis, el consumo puede
ser de la droga verdadera o de una falsificación, que puede ser inocua o mucho más peligrosa.
La presente encuesta de hogares es la primera que ha detectado el uso de «éxtasis» que
no por ser en baja proporción (de 0,1%) deja de ser alarmante frente a un consumo en rápido
aumento y con un ofrecimiento que llega al 2,3%. Las cifras de incidencia en relación a las
variables demográficas son demasiado bajas para tener significado estadístico.
* (Tablas 5.24-5.25)
71
Tabla 5.24
Ofrecimiento de éxtasis según variables demográficas de la población peruana
entrevistada
(12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
socioeconómico
(%)
Hombre
2,3
Mujer
2,2
12 - 18
3,6
19 - 24
4,1
25 - 29
4,0
30 - 39
0,8
40 - 49
0,5
50 a 64
0,2
Soltero
4,0
Casado
0,4
Conviviente
0,0
Sin pareja actual
2,0
Lima
2,4
Provincias
1,7
Lima
2,4
Resto Costa
1,7
Sierra
1,7
Selva
1,7
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,4
Secundaria
2,2
Superior
3,1
Bajo
2,4
Medio
1,7
Alto
3,6
Total
72
Ofrecimiento
2,3
Tabla 5.25
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de éxtasis según variables
demográficas de la población peruana entrevistada
(12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Prevalencia de
vida
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Hombre
0,1
Mujer
0,0
12 - 18
0,1
19 - 24
0,1
25 - 29
0,3
30 - 39
0,0
40 - 49
0,0
50 a 64
0,0
Soltero
0,1
Casado
0,0
Conviviente
0,0
Sin pareja actual
0,0
Lima
0,0
Provincias
0,3
Resto Costa
0,0
Sierra
0,1
Selva
0,8
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,0
Secundaria
0,1
Superior
0,0
Bajo
0,0
Medio
0,1
Alto
0,0
Total
0,1
73
OPIO Y DERIVADOS-HEROÍNA *
La adormidera está siendo cultivada en forma creciente en el Perú y ya resultan
importantes los decomisos que efectúan las fuerzas policiales, indicando una producción
que va en aumento y que representa un rendimiento económico bastante mayor que el de la
cocaína para campesinos y traficantes. El alto contenido de alcaloides y la facilidad de su
extracción y transformación en heroína hacen que estemos frente a un problema que va a ser
muy difícil de resolver.
La disponibilidad del opio y la heroína ha dado lugar a que se detecten casos de consumo
en la encuesta y aunque los porcentajes sean marginales la llamada de atención es clara: ya
hay uso de opio y heroína en proporción detectable por encuesta de hogares. Esto sumado a
la creciente disponibilidad, nos debe servir de advertencia para reforzar las acciones
preventivas y de control.
La presente encuesta de hogares ha detectado el uso de heroína que, como en el caso del
éxtasis, no por ser en baja proporción (de 0,1%) (Tabla 5.26) deja de ser alarmante frente a
un ofrecimiento que llega al 0,7% (Tabla 5.27). Las cifras de incidencia en relación a las
variables demográficas también son demasiado bajas para tener significado estadístico.
* (Tablas 5.26 - 5.27)
74
Tabla 5.26
Ofrecimiento de heroína según variables demográficas de la población peruana
entrevistada
(12 a 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato socioeconómico
Ofrecimiento
(%)
Hombre
1,3
Mujer
0,2
12 - 18
1,5
19 - 24
0,4
25 - 29
0,0
30 - 39
1,7
40 - 49
0,0
50 a 64
0,4
Soltero
1,1
Casado
0,6
Conviviente
0,1
Sin pareja actual
0,0
Lima
0,9
Provincias
0,2
Resto Costa
0,1
Sierra
0,3
Selva
0,3
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,7
Secundaria
0,9
Superior
0,6
Bajo
2,4
Medio
0,1
Alto
0,0
Total
0,7
75
Tabla 5.27
Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de heroína según variables
demográficas de la población peruana entrevistada
(12 - 64 años)
(N Expandido = 5.435.901)
Características
Prevalencia de
vida
(%)
Sexo
Edad
Estado Civil
Región de residencia
Nivel de instrucción
Estrato
Socioeconómico
Hombre
0,2
Mujer
0,0
12 - 18
0,0
19 - 24
0,0
25 - 29
0,0
30 - 39
0,1
40 - 49
0,7
50 a 64
0,0
Soltero
0,0
Casado
0,3
Conviviente
0,1
Sin pareja actual
0,0
Lima
0,1
Provincias
0,0
Resto Costa
0,0
Sierra
0,0
Selva
0,1
Ninguno, Pre-escolar, Primaria
0,1
Secundaria
0,2
Superior
0,0
Bajo
0,0
Medio
0,2
Alto
Total
76
0,0
0,1
CAPÍTULO 6
INFLUENCIA DE LAS VARIABLES
EPIDEMIOLÓGICAS
GÉNERO
El consumo de drogas por la población, está ligado al sexo, pero con un fuerte componente
derivado del carácter social de cada droga. En el caso de las drogas legales, el consumo es
prácticamente igual entre hombres y mujeres y en el caso del alcohol la diferencia es pequeña
pero el ofrecimiento a las mujeres es incluso mayor que el de los varones.
En el escenario del uso y abuso de sustancias capaces de generar dependencia, la conducta
del consumo ha sido de «exclusividad» de los varones. Sin embargo, a lo largo de estas dos
últimas décadas es evidente que ha habido un gradual incremento, tanto en las tasas de
prevalencia de vida como en los de atención en adicción femenina.
No obstante, por las características del consumo femenino, particularmente de las drogas
ilegales, resulta complicado evaluar indicadores como prevalencia. Ello probablemente por
el hecho que las mujeres encuestadas podrían sentirse amenazadas por el carácter ilegal que
tiene el consumo y las actitudes de la sociedad frente al consumo femenino, representando
ello un subregistro importante.
En el caso de las drogas legales, el consumo se inscribe en una curva más o menos
ascendente, con patrones de consumo según género cada vez más similares, aunque el
ofrecimiento a las mujeres es incluso mayor que el de los varones. Ambos sexos han iniciado
el consumo hace más de tres años, pero las mujeres tienen una edad de inicio un poco mayor,
18 años en el promedio, contra 16 de los hombres. (Tabla 4.5). Para los 19 a 24 años el
porcentaje en las mujeres ya resulta ser mayor y los varones muestran porcentajes importantes
en el rango de los 4 a 11 años.
La frecuencia de consumo de alcohol es similar, es decir que los porcentajes son
ligeramente menores en las mujeres aunque son algo mayores para el rango de 1 a 6 veces por
mes (Tabla 4.5). Para el uso actual y el uso reciente; los varones han tenido un mayor uso
actual y las mujeres un mayor uso reciente. Sin embargo, la incidencia resulta ser mayor, ya
que el número de no usuarios, entre los varones, es muy pequeño en comparación con las
mujeres.
77
Para el tabaco (Tablas 4.8 a 4.14) los hombres muestran una prevalencia de vida mayor
en cerca de un tercio (74% en varones contra 53,6% en mujeres) siguiendo de cerca al
ofrecimiento. La edad de inicio del consumo es un poco más tardía en las mujeres (19 años
en el promedio, contra 16 en los hombres) con un inicio en la mayoría de las mujeres entre los
19 y 24 años, contra los varones que lo hacen entre los 12 y 18 años. El uso actual y el uso
reciente siguen la misma proporción que la prevalencia de vida. Con referencia al uso intensivo,
dentro de la dispersión de las cifras, parece haber un desplazamiento de uso diario o una vez
por semana en varones hacia el uso y una o dos veces por mes en las mujeres.
La diferencia en el consumo de drogas, debida al sexo, se aprecia de manera más clara
con las drogas ilegales: es así que para la marihuana las prevalencias de vida se dan en el
19,5% en el caso de los hombres y de 2,2% en el de las mujeres. El ofrecimiento de marihuana
sigue siendo mayor para los varones, pero casi uno de cada dos, ha aceptado consumir contra
una de cada 6 mujeres que también lo aceptó.
.
La incidencia del uso de marihuana es muy baja y aparece igual en ambos sexos.
La edad de inicio es más tardía en la mujer (20 años contra 17 en los hombres). La
frecuencia de uso en los hombres que la han usado el último año es de 1 o 2 veces al mes,
3,6% contra el 14% que dice no haberlo hecho en el último año. Para las mujeres estas cifras
son muy bajas y pierden significado.
La mayoría de los hombres y mujeres que han fumado marihuana dicen haberlo hecho
hace más de tres años, con un uso actual de 0,7% en los hombres y 0,2% en las mujeres
Tratándose de la pasta básica de cocaína se mantiene la diferencia entre los sexos, 7,7%
en los hombres y 0,9 en las mujeres, con un consumo inicial en su mayoría hace más de 3
años para ambos sexos, aunque la incidencia para las mujeres resulta mayor, los porcentajes
son muy bajos y no hay significación estadística. Como en el caso de la marihuana la edad
media de inicio es mayor en la mujer (21 años contra 20 en los hombres). Para la frecuencia
de consumo, la mayoría dice no haber consumido en los últimos 12 meses y ninguna mujer
afirma haber hecho un consumo repetido.
La diferencia de género resulta ser casi idéntica para el clorhidrato de cocaína, 7,5% en
los hombres y 0,6 en las mujeres, con un consumo inicial en su mayoría hace más de 3 años
en los varones y, como en el caso anterior, la incidencia para las mujeres resulta mayor. Para
tiempos menores, los porcentajes son muy bajos y no hay significación estadística. Como en
el caso de la pasta básica, la edad media de inicio del clorhidrato es mayor en la mujer (21
años contra 19 en los hombres). Para la frecuencia de consumo de cocaína clorhidrato, la
mayoría dice no haber consumido en los últimos 12 meses y sólo un 0,2% de mujeres afirma
haberla consumido al menos una vez al mes.
Éxtasis y heroína muestran incidencia sólo en los varones, pero con cifras demasiado
bajas como para extraer conclusiones consistentes.
Aun considerando que el consumo de drogas ilegales por parte de las mujeres ha
comenzado a visibilizarse claramente, el fenómeno del uso y abuso de drogas mayoritariamente
se sigue dando en la población masculina.
78
Es indudable que existen variados factores socio-culturales que contribuyen para que existan
esos patrones de uso diferencial según sexo. En el caso de la mujer urbana, la misma permanencia
en la casa, el sobreinvolucramiento con los problemas cotidianos y de la familia, la percepción
del riesgo y cuidado, los factores cognitivos, de estructura de la personalidad, y las actitudes de
la sociedad, de hecho, contribuyen al bajo consumo de drogas ilícitas en la mujer.
Estos aspectos guardan relación con los hallazgos de Navarro Botella (2000), quien
encuentra que la mujer está más protegida que los hombres en cuanto a la adquisición de
conductas autodestructivas como el consumo de drogas, por lo que estos y otros factores aun
seguirían jugando un rol en el fortalecimiento de la conducta femenina frente al escenario de
las drogas ilícitas en particular.
Los factores familiares, pero también los extrafamiliares influyen en el consumo de
sustancias tanto en hombres como mujeres. Sin embargo, la cultura presiona de manera
diferenciada a hombres y mujeres, pareciendo ser que los varones se ven más influidos por el
sistema a iniciarse más tempranamente. Ello podría explicarse por tener más temprana exposición
a «la calle» (llámese fiestas, reuniones entre amigos, en un clima de menor control familiar).
La propaganda, en el caso de tabaco sobre todo, apunta al sector de mujeres jóvenes lo
que tendría una influencia en esta población. En lo que respecta al consumo de medicamentos
las mujeres harían más uso de los mismos por un fenómeno de «medicalización» de sus
problemas, medicalización que proviene de una distorsión del sistema respecto al malestar
histórico social de las mujeres. La automedicación estaría también obedeciendo a un acto de
evasión de inequidad.
EDAD
Para el consumo de drogas la edad es un factor muy importante. Las drogas sociales se
consumen desde edades muy tempranas y las ilegales predominan en el adulto joven, con
diferencias que es necesario señalar. Estos resultados coinciden con los de CONTRADROGAS
(1999) y DEVIDA (2003)
El alcohol se consume desde edades tempranas y rápidamente se llega a una prevalencia
estable para todas las edades. Así, de una prevalencia de 61,6% a los 12 a 18 años se pasa a
una de más de 94, que continúa hasta las edades más avanzadas (Tabla 4.2). El ofrecimiento
de alcohol sigue un curso paralelo, aunque los de mayor edad lo refieren en menor proporción
(Tabla 4.1).
Por encima de los 25 años, la mayoría de los que han consumido alcohol refieren haberlo
hecho por primera vez hace más de tres años, Los más jóvenes lo han consumido hace menos
tiempo (Tabla 4.3). La edad de inicio más frecuente está en los 12 a 18 años aunque hay casos
de consumo más precoz, entre los 4 y 11 años. (Tabla 4.5). La frecuencia de consumo se
estabiliza entre una y seis veces por mes pero el consumo por lo menos una vez por semana
llega al 17,4% en los jóvenes de 19 a 24 años disminuyendo progresivamente con la edad. La
edad de inicio crece consistentemente con la edad actual.
El uso actual y el uso reciente de alcohol no muestran diferencias apreciables en relación
a la edad, salvo un aumento de ex-usuarios conforme aumenta la edad. La incidencia mayor
se aprecia entre los de menor edad pero vuelve a aumentar entre los mayores.
79
La prevalencia de vida del tabaco es bastante alta desde el grupo de los 12 a 18 años,
donde llega a cerca del tercio de los entrevistados de dicha edad. La cifra sube hasta el 81%
para los 19 a 24 años para luego descender hasta el 60,7% entre los de 50 a 64 años. Aquí se
presenta un fenómeno bastante importante ya que para la otra droga social, el alcohol, la
diferencia entre los 40-49 años y los 50-64 años no es significativa (apenas el 1,5%), pero en
el caso del tabaco llega al 13,6% para los mismos rangos de edades. Esto correlaciona muy
bien con el aumento de mortalidad general de los fumadores, ya que en este caso la encuesta
se hace a personas vivas, que han sobrevivido hasta esa edad. Se supone que un significativo
porcentaje de los fumadores ya ha muerto hacia esas edades.
El inicio del consumo del tabaco (Tablas 4.10 y 4.12) es mayoritario entre los 12 y 18
años aunque hay un porcentaje significativo de 7,1% para los que ahora tienen entre 25 a 29
años que se iniciaron a edades menores de 11 años La frecuencia de consumo intensivo de
tabaco también es mayor entre los 19 y 24 años así como el uso actual.
La prevalencia de vida de la marihuana alcanza un máximo entre los 19 a 24 años donde
llega al 17,4% y baja progresivamente hasta el 5,9% para los de 50 a 64 años con una curva
paralela a la del ofrecimiento. La edad de inicio en el consumo de marihuana varía desde 14
años para los menores, hasta 19 para los de mayor edad. La mayoría de los usuarios de marihuana
ha consumido hace más de tres años, así lo dicen todos los mayores de 30 años. En el grupo de
25 a 29 años un 0,3% ha consumido hace más de un año pero menos de tres y un 0,1% afirma
haber consumido marihuana entre un mes y un año atrás. Para edades menores el consumo,
hasta hace un año, alcanza 1,1% para los de 12 a 18 años y 0,9% para los de 19 a 24 años.
La prevalencia de vida de la pasta básica de cocaína alcanza un máximo entre los 25 y
29 años y continúa con cifras muy próximas hasta los 48 años (entre 6,2 y 6,5%). La edad de
inicio en el consumo varía desde 14 años para los menores hasta 27 años para los de mayor
edad. La mayoría de los usuarios ha consumido hace más de tres años. El uso actual y el uso
reciente son demasiado bajos para tener significación.
Tratándose del clorhidrato de cocaína, alcanza un máximo entre los 19 y 24 años y
desciende luego con variaciones no significativas La edad de inicio en el consumo, varía
desde 14 años para los menores, hasta 23 años para los de mayor edad. La mayoría de los
usuarios ha consumido hace más de tres años El uso actual y el uso reciente son demasiado
bajos para tener significación.
Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína,
son demasiado bajas para tener significado estadístico.
Respecto a la edad los hallazgos sugieren que los mayores esfuerzos preventivos deberían
hacerse en la pubertad y la adolescencia considerando que el inicio en el consumo, para todas
las sustancias, es cada vez a menor edad.
ESTADO CIVIL
El estado civil de una persona, como categoría social reconocida por los códigos, considera
los estados de soltero, casado, viudo, divorciado y conviviente. Para los fines del presente estudio
se ha considerado la auto declaración de soltero, casado y conviviente y se ha añadido la categoría
de «sin pareja actual» que incluye a viudos, divorciados y convivientes de posición similar.
80
El estado civil tiene poca influencia en el consumo de alcohol. En la prevalencia de
vida, los solteros aparecen con un consumo algo menor, pero esto parece corresponder al
grupo más joven, que muestra un porcentaje similar y que se repite para las diversas preguntas
del cuestionario sobre alcohol incluyendo la incidencia y la edad de inicio del consumo.
Para el caso del tabaco la prevalencia de vida es mayor para aquellos que no tienen
pareja actualmente (78%, Tabla 4.9) Esta cifra sigue de cerca a la del ofrecimiento y
corresponde también a la de consumo intensivo, diario o varias veces por semana. La edad de
inicio es menor en los solteros y mayor en los que no tienen pareja actual, aunque esto pareciera
deberse al factor edad.
Para la marihuana, el estado civil ofrece influencia poco consistente, pero con cifras
menores para aquellos que no tienen pareja actualmente. La incidencia del consumo es mayor
en los solteros correlacionando con la edad, como en el caso de las drogas sociales. Lo mismo
ocurre con la edad de inicio y la frecuencia de uso y el uso actual.
En el caso de la pasta básica de cocaína los que tienen mayor prevalencia son los
convivientes y los que no tienen pareja actual. Estos últimos son también los que se han
iniciado más tardíamente, a los 23 años en promedio.
Para el clorhidrato de cocaína los que tienen mayor prevalencia son los solteros, siendo
los casados los que se han iniciado más tardíamente, a los 22 años en promedio.
Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína
son demasiado bajas para tener significado estadístico.
Respecto al estado civil el estar casado (a), parece representar un factor de protección
frente a las sustancias ilegales, En el caso del consumo del alcohol, cambia al ser el inicio
más temprano comparado al de las drogas ilegales, el estado civil tiene poca relevancia. Ello
sugeriría que la prevención de su abuso así como retardar el inicio de su uso debería ser una
tarea constante en los programas con ese fin.
REGIÓN DE RESIDENCIA
La región de residencia es una variable importante que refleja, de un lado, la mayor o
menor disponibilidad asociada a zona de producción o de tránsito de las drogas y de otro el
mayor o menor desarrollo urbano, acceso a medios de comunicación y vida cosmopolita.
En el caso del alcohol el menor consumo es reportado en la Sierra y el mayor en Lima y
en la Selva, lo que se repite para la edad de inicio más temprana, aunque no para la frecuencia
de consumo que es similar en todas partes.
Para el caso del tabaco la mayor prevalencia de vida se da en Lima (Tabla 4.9) y dentro
de las provincias, en la región de la Selva. En ambos casos también se da un mayor consumo
intensivo, diario y semanal (tablas 4.13 y 4.14). Las edades menores de inicio en el consumo
se dan en Lima y en el resto de la Costa.
La prevalencia de vida para la marihuana resulta ser mayor para Lima (11,5%) y para la
Selva (10,6%) y la más baja la de la Sierra (2,2%), con curvas paralelas con el ofrecimiento.
81
En este caso no hay diferencias en la edad de inicio. Lima mantiene las cifras mas altas, tanto
de no consumo en los últimos 12 meses (8,6%) como del uso una o dos veces por mes (2,3%).
Para la región de residencia se mantienen las proporciones señaladas para las cifras globales
en lo que concierne a uso actual, uso reciente y ex usuarios, es decir no hay ninguna
discrepancia importante que señale una característica particular dependiente de la región.
La región donde la prevalencia de vida para la pasta básica de cocaína es mayor,
corresponde a la Selva, donde llega al 7,2%, seguida de Lima con 4,3%. Es también en la
selva donde el ofrecimiento es seguido de la aceptación en casi la mitad de los casos. La edad
de inicio promedio más baja corresponde a Lima con 20 años y la más alta al resto de la Costa
con 22 años. La Selva la tiene en 22 años. La frecuencia de consumo reportada es muy baja
pero en la Selva alcanza 0,8% la de 1 o 2 veces al mes.
La región con mayor prevalencia de clorhidrato de cocaína es Lima donde llega al 4,6%.
La edad de inicio promedio más baja corresponde a Lima y a la Sierra, con 19 años. La frecuencia
de consumo reportada es muy baja pero alcanza 0,7% la de 1 o 2 veces al mes en Lima.
Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína
son demasiado bajas para tener significado estadístico.
Lima, es, como ciudad compleja culturalmente por la migración de todo el país, por la
cantidad de habitantes y los estímulos para el consumo, en general, donde la prevención debe
tener mas fuerza. Asimismo, la región Selva, arroja cifras similares a Lima, incluyendo una
mayor prevalencia de Pasta Básica de Cocaína. Ello lleva a la hipótesis que la cercanía de los
sitios de producción así como «la cultura de la droga» que aun se vive en esas zonas, sobre
todo en las cuencas cocaleras, repercute en el mayor uso. Los programas preventivos integrales
en Selva y ceja de Selva deberían tener, por ello, prioridad en los planes de gobierno y de las
organizaciones de la sociedad civil.
NIVEL DE INSTRUCCIÓN
En este caso hay una influencia de la edad ya que la universidad no se completa antes de
los 22 a 25 años y muchos jóvenes aparecen con estudios incompletos sin que esto represente
fracaso o abandono de los estudios. La tendencia reportada para todas las drogas es que el
consumo aumenta con el nivel de instrucción. Esto parece deberse a que a mayor instrucción
hay mayor roce social, mayores oportunidades de enfrentarse a nuevas situaciones, mayor
curiosidad y más cuestionamiento personal. Esta ocurrencia nos indica que hay un desfase
entre las medidas preventivas y la educación general ya que la tendencia de la educación es
usualmente la de olvidar a los que tienen mayor nivel educativo.
Para los fines del presente estudio el nivel educativo se ha clasificado en tres categorías:
inicial (sin educación, pre escolar y primaria), secundaria y superior (universitaria completa
o incompleta y superior completa o incompleta).
Para el caso del alcohol el aumento de la prevalencia de vida llega al 12% desde el nivel
inicial al superior (83,8% sube a 96,2%) crece de los que tienen educación primaria a
universitaria completa (83,8% a 96,2%, Tabla 4.2). Los que no tienen ninguna educación o
solo educación pre-escolar muestran cifras no susceptibles de comparación debido al escaso
número de encuestados en esas categorías.
82
El consumo de tabaco, expresado como prevalencia de vida aumenta también de manera
consistente con el nivel de instrucción desde 24,9 hasta 84,3% en el pre escolar hasta el
universitario completo siguiendo la tendencia general (Tabla 4.9). La tendencia de consumo
se repite en proporciones similares para el uso actual y el uso reciente.
El nivel de instrucción no muestra una influencia consistente, pero el máximo, por encima
del 40%, se encuentra en los de educación superior no universitaria completa y también en
los de universitaria incompleta.
Para la marihuana se aprecia también una marcada influencia del nivel educativo, con
aumento de la incidencia con el nivel educativo. Estos resultados coinciden con lo que se
observa en los centros de atención como los del Ministerio de Salud o «Lugar de Escucha»
de CEDRO, donde, en efecto, en los tres últimos años se ha incrementado de manera notoria
la demanda de abusadores y adictos de marihuana con nivel de instrucción superior. La cifra
más baja corresponde a la inicial y la más alta al nivel superior. Aquí también el consumo
sigue un curso paralelo con el ofrecimiento.
La pasta básica de cocaína y el clorhidrato siguen un patrón igual aunque con cifras
inferiores.
Tratándose de cocaína, sea como pasta básica o como clorhidrato, la prevalencia es baja
y se dispersa con el grado de instrucción y llega a ser mayor en los de educación superior no
universitaria completa para ambas formas, con 12.4% para la pasta básica y 9.4% para el
clorhidrato.
Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína
son demasiado bajas para tener significado estadístico.
Los hallazgos refuerzan lo encontrado en otros estudios y lo comprobado en programas
con grupos estudiantiles diversos: la información y la instrucción por si misma no parecen
ser herramientas eficaces preventivas, sino se agrega un fuerte componente formativo en
valores y una promoción de estilos saludables.
Finalmente, es indudable que los factores contextuales y socio-culturales influyen de
manera importante en la adquisición de comportamientos riesgosos como la experimentación
con las drogas. En escenarios distintos a los nuestros se ha encontrado, por el contrario, que
a mayor nivel educativo puede haber un nivel protector más elevado (Navarro Botella, 2000).
ESTRATO SOCIOECONÓMICO
El estrato socioeconómico es la variable que resulta más difícil de definir ya que los
indicadores no resultan ser muy claros y no son los mismos en ciudades de diferente nivel de
desarrollo. (De otro lado la muestra no se ha corregido para esta variable). Para el presente
estudio se han variado los criterios con relación a los usados en años anteriores y se consideran
tres categorías bajo, medio y alto. Esto permite separar de la mayoría de la población el
extremo superior que comprende el 18,6% y el 29,9% en el extremo inferior. Esta nueva
manera de agrupar a la población en permite apreciar, en general, para las drogas sociales,
prevalencias mayores en los estratos alto y bajo y menores en el estrato medio.
83
En el caso del alcohol, la prevalencia de vida y el ofrecimiento son mayores en el estrato
alto (Tabla 4.2) y lo son también el uso reciente y la incidencia y ,en forma consistente con lo
anterior, la edad de inicio es menor en el estrato alto.
En el caso del tabaco, siguiendo la tendencia señalada se aprecia una mayor prevalencia
de vida en el estrato alto,80% contra 65% en el estrato bajo (62% para el estrato medio, Tabla
4.9), estrato en el que también se aprecia una menor edad de inicio del consumo.
Para la marihuana las prevalencias de vida son similares. La edad de inicio promedio es
de 17 años en el estrato alto contra 18 en los otros
Para la cocaína el patrón de prevalencia refleja el desplazamiento del consumo de cocaína
de pasta básica a clorhidrato El estrato bajo es el que ahora tiene el porcentaje más alto de
consumo de clorhidrato y el más bajo de consumo de pasta básica (4,6% y 3,1%
respectivamente) El estrato alto mantiene porcentajes parecidos (4,2 y 4,4%), y el estrato
medio es el que ahora tiene la mayor prevalencia de consumo de pasta básica y la menor de
clorhidrato (4,6 y 3,3% respectivamente. La edad media de inicio de consumo es de 16 años
en el estrato alto para la pasta básica y el clorhidrato de 22 años en el estrato medio y en el
estrato bajo de 19 para el clorhidrato y de 21 para la pasta básica
Finalmente, como hemos señalado anteriormente, en nuestro medio las cifras de
incidencia para el éxtasis y la heroína son demasiado bajas para tener significado estadístico,
pero el ofrecimiento de «éxtasis» alcanza un nivel de 3,6% en el estrato alto y el de heroína
2,4 en el estrato bajo.
84
CAPÍTULO 7
CONSUMO DE DROGAS EN EL PERÚ DESDE 1986
En el Perú se cuenta con estudios sistemáticos del uso y abuso de drogas efectuado por
medio de encuestas de hogares, a partir de 1979 con el estudio llevado a cabo en Lima y
Callao por el grupo de Jerí (Carbajal y col, 1980). A partir de 1986 CEDRO publica la
primera encuesta llevada a cabo a nivel nacional en ciudades de más de 20 000 habitantes
para la población de 12 a 45 años. Encuesta que ha sido seguida por las encuestas de 1988,
1992, 1995, 1997, 2001 y la presente de 2003, efectuadas por CEDRO. En 1999
CONTRADROGAS publicó una encuesta llevada a cabo en 1998 y, últimamente, DEVIDA
en el año 2003.ha presentado el informe ejecutivo de una encuesta de hogares efectuada en el
año 2002. (DEVIDA 2003)
Los resultados obtenidos en las diversas encuestas no son directamente comparables
pues hay variación en la cobertura del universo que pretende en todos los casos ser
representativo de la población urbana adulta. Tampoco los instrumentos han sido los mismos,
pero a pesar de no poderse hacer una comparación rigurosa es interesante analizar las tendencias
(Tabla 7.1). Hay que tomar en consideración que las prevalencias obtenidas por
CONTRADROGAS en 1999 y DEVIDA en 2002 son las más altas para las drogas legales y
las más bajas para las ilegales.
Las drogas legales son las más consumidas en todos los casos con el alcohol en primer
lugar con porcentajes que llegan al 93,5 (CONTRADROGAS, 1999) y que en ningún caso
son menores a 83,5% (CEDRO 1988). Con el tabaco ocurre algo similar: consumos elevados
aunque con una cobertura menor que la del alcohol, con un máximo de 71%
(CONTRADROGAS, 1999) y un mínimo de 57% (CEDRO, 1988)
Las drogas ilícitas se vienen consumiendo en forma limitada desde hace mucho tiempo,
pero en el Perú, como en el resto del mundo, es a partir de los años sesenta que se difunde el
consumo en gran escala.
De las drogas ilícitas, la marihuana ocupa el primer lugar en todos los reportes, pero las
cifras son muy variables y aumentan o disminuyen a lo largo de los años sin seguir un patrón
uniforme. Esto puede atribuirse a una disponibilidad siempre muy alta, a su bajo precio y a
su cultivo casero en macetas y jardines. Además, es una droga cuyos daños inmediatos no se
aprecian fácilmente en los usuarios ocasionales, y que goza de gran popularidad.
No es de extrañar entonces que mucha gente la haya probado alguna vez sin continuar en
su uso y que afirme que lo ha hecho o nó de acuerdo a si se trate de una conducta reprobable o
aceptable. En este sentido, las noticias (tergiversadas e incompletas) de uso libre en Holanda y
de su aceptación como medicina llevan a una mayor aceptación que, de no acentuar los esfuerzos
preventivos, puede derivar en un incremento real del consumo intensivo. Las cifras muestran
un máximo en 10,9 % (presente estudio) y un mínimo de 5,2 % (CONTRADROGAS, 1999)
85
En el caso de la cocaína como pasta básica, es recién al inicio de los años 70 que se
descubre que se puede fumar y luego se difunde de manera epidémica con casos de adicción
muy severos que desconciertan a la mayoría de los especialistas que atribuyen la dependencia
a otras sales de cocaína como el sulfato o a contaminantes como el kerosene. Es bastante
tiempo después, y a raíz de la difusión de la base libre y del crack, que ya nadie duda que lo
que se consume al fumar quetes de PBC, es la cocaína base volatilizada por el calor en los
cigarrillos. Los primeros casos de dependencia severa se reportaron en 1978, por el grupo de
Jerí, y a raíz de ello se llevó a cabo la primera encuesta de 1979 en Lima, momento en el cual
se reporta una prevalencia de 1,34% (Carvajal y Jerí, 1980).
El consumo de clorhidrato de cocaína era bastante común entre intelectuales artistas y
bohemios en dosis pequeñas y destinadas a anular los efectos del alcohol consumido en
exceso. Esta forma poco adictiva fue reemplazada durante la epidemia de consumo de la
pasta básica por el uso en forma de «líneas», con dosis mucho más altas y de fuerte componente
adictivo. En un comienzo el uso del clorhidrato estaba concentrado en las clases altas, pero la
disminución de los precios la ha extendido a todas las clases sociales
La prevalencia de cocaína siempre ha estado por debajo del 5% con variaciones entre
2,7% (CEDRO 2001) y 4,7% (CEDRO 1997)
Otras drogas como la heroína, el LSD o las drogas sintéticas como el éxtasis han venido
ocupando una posición marginal con cifras de menos del 1% de prevalencia de vida, pero,
como hemos señalado más arriba, ya se puede detectar el consumo de éxtasis y de heroína en
las encuestas de hogares, situación explicable por la disponibilidad creciente de la primera al
haberse difundido el cultivo de adormidera en el país y por la difusión universal de la segunda
ya que el éxtasis se ha convertido en un problema universal.
El incremento del consumo de las drogas ilegales, que incluye la marihuana, como
hemos señalado más arriba, la cocaína como clorhidrato y como pasta básica no parece que
sea un fenómeno que pueda desligarse del incremento general de la criminalidad, la inseguridad
ciudadana y la importación de modos de vivir, de divertirse y de buscar experiencias novedosas
. Corrupción, inseguridad, delincuencia y crimen se asocian ineludiblemente al consumo de
drogas, más aún si se olvidan los valores tradicionales, sustento de la vida en sociedad.
7.1 UN COMENTARIO FINAL ACERCA DE LA PREVALENCIA DE
LA ADICCIÓN A DROGAS
Las encuestas de hogares se usan frecuentemente para la obtención de datos con el
fin de estimar indicadores epidemiológicos de consumo, como la prevalencia de vida,
mes o año y la incidencia. Estas encuestas utilizan la entrevista a un sujeto informante
en el hogar, usualmente elegido mediante selección aleatoria. La identificación y
potencial participación de un sujeto informante adicto en una entrevista única efectuada
en el hogar reviste múltiples limitantes. La información dada por terceros acerca de los
adictos es aún más imprecisa.
Adicionalmente, la determinación en estas condiciones, de la prevalencia a la adicción
a drogas es un problema no resuelto satisfactoriamente, pese a los múltiples esfuerzos
llevados a cabo para estimarla, siendo las encuestas de hogares las menos indicadas para
hacerlo, y esto por múltiples motivos entre los que pueden considerarse los siguientes:
86
- Las encuestas no cubren a los que han abandonado el hogar, a los hospitalizados o
recluidos en comunidades terapéuticas o casas de tratamiento, cárceles, cuarteles, y
en general población que no se encuentra en los hogares visitados por los
encuestadores
- Una característica de la adicción es la psicopatización que se desarrolla en estos
casos durante la cual el adicto recurre a la mentira con relación a los síntomas que
padece y a la magnitud de los mismos, a la manipulación de familiares y amigos y a
negar completamente la posibilidad de adicción.
En otros países, han habido algunos intentos de calcular la prevalencia de la
adicción en función de la prevalencia de vida y del uso reciente, pero los resultados no
son satisfactorios y, de serlo requerirían una validación cuidadosa para ajustarla a las
características culturales de la población en estudio.
El intento más ambicioso fue el del Nacional Comorbility Survey, de hace unos
20 años, cuyos resultados, en lo que se refiere al porcentaje de los que consumieron
alguna vez y se convirtieron en adictos fueron reportados por Anthony y col (1984)
como sigue:
Alcohol .......... 15 %
Tabaco............ 32 %
Marihuana ....... 9 %
Cocaína .......... 17 %
Heroína .......... 23 %
La tabla correspondiente ha sido publicada en varias oportunidades y citada como
original del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de USA a raíz
de su inclusión en un libro sobre marihuana de dicha institución. Últimamente, en
Australia se han efectuado intentos muy serios de determinar el número de adictos a
opiáceos (Editorial MJA, 2000) obteniéndose cifras de 67 000 a 92 000 con otros
estimados de hasta 100 000 pero si se hacen proyecciones con los porcentajes del
Survey la cifra llega a ser de 300 000
Por los motivos anteriores no aventuramos cifras del número de adictos existentes
en los hogares estudiados, puesto que de aplicarse los porcentajes del estudio citado
(Anthony y Col 1984), llegarían a ser, para la población estudiada (n expandido = 5
435 901):
Tabaco
1 102 836
Alcohol
709 385
Marihuana
53 326
Cocaína (como clorhidrato)
33 267
Heroína
1 250
Pasta básica de cocaína
55 709
Cifras que debido a las diferencias socioculturales y demográficas de las
poblaciones peruanas y a las dificultades inherentes al método es poco probable que
resulten ser reales. En este caso para la pasta básica de cocaína, no incluida en el
reporte original de Anthony, se ha aventurado un 25%, más alto que para el clorhidrato
de cocaína y similar al de la heroína.
87
88
Tabla 7.1
Estudios Epidemiológicos – CEDRO
Prevalencia de Vida - uso alguna vez en la vida
Total
Alcohol
Tabaco
1986
(CEDRO)**
1988
(CEDRO)*
1992
(CEDRO)*
1995
(CEDRO)*
1997
(CEDRO)*
1999
(Contradrogas)*
2001
(CEDRO)*
2003
(CEDRO)***
2003
(DEVIDA)$
Total
87,2
83,5
92
84,6
87,2
93,5
85,7
87
94,2
Hombres
90.3
88
94,8
87,9
89
---
86,4
89,1
---
Mujeres
84.0
79,5
89,6
81,5
85,7
---
85,1
85,2
---
Total
67,4
57,2
66
62,1
60,5
71
62,8
63,4
68
Hombres
78.9
73,5
81,8
75,2
71,5
---
73,8
72,5
---
Mujeres
54.7
42,4
53,8
50
51,6
---
53,6
55,5
---
8,0
5,3
7,8
6,4
8
5,2
6,6
10,9
5,8
Hombres
14.1
9,7
16,6
12,1
14,6
---
12
20,8
---
Mujeres
1.8
1,3
1,1
1,1
2,7
---
2,2
2,4
---
Total
5.9
2,8
5,6
3,1
4,7
3,4
2,7
3,9
2,1
Hombres
7.3
5,7
10,4
5,7
9,4
---
4,9
7,4
---
Mujeres
0.4
0,1
1,5
0,7
0,6
---
1
1
---
Total
2,5
1,3
2
1,9
3,2
1,4
2
3,6
1,8
Hombres
4.2
2,5
4,1
2,9
6,6
---
3,9
6,8
---
Mujeres
0.8
0,1
0,2
0,9
0,5
---
0,4
0,7
---
Indicadores
Total
Marihuana
PBC
Cocaína
*
**
***
$
Para las edades de 12 a 50 años
Para las edades de 12 a 45 años
CEDRO (2003). Opinión de la Población Nacional Urbana sobre el Problema de las Drogas (Estudio de Opinión). De 12 a 50 años.
DEVIDA (2003). Segunda Encuesta Epidemiológica de Hogares. Resumen Ejecutivo. De 12 a 64 años.
CAPÍTULO 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Anthony, J C; Warner L A y Kessler, L A. Comparative epidemiology of dependence
on tobacco, alcohol, controlled substances and inhalants. Basic findings from
the National Comorbility Survey, Exptl. Clin. Psychopharmacol 1984. 2:244268
Castro de la Mata, R. Farmacodependencia en el Perú. Psicoactiva (Lima) 1987,
1:15-54.
Castro de la Mata, R y Zavaleta A. Epidemiología de drogas en la población urbana
peruana 2001. Encuesta de hogares. Lima, CEDRO. Monografía de
investigación 20, 108 pp. 2002
Castro de la Mata, R; Zavaleta, A; Rojas, M; Zegarra, L; Vasquez, D; Zarate, J y
Lara, A. (2000). Estudio Global de Mercados de Drogas Ilícitas en Lima
Metropolitana. CEDRO-PNUFID-UNICRI-CONTRADROGAS. Lima, Heral Mol.
158 p.
Carbajal, C; Jerí, R; Sánchez, C; Bravo, C; y Valdivia L. Estudio Epidemiológico
sobre uso de drogas en Lima. Revista de Sanidad de las Fuerzas Policiales
1980, 41: 1-38
CEDRO. Drogas en el Perú Urbano Tercer Estudio Epidemiológico sobre Drogas:
Principales Resultados. Lima, CEDRO, 12 pp. 1993
CEDRO. El Problema de las Drogas en el Perú 2001. Lima, CEDRO, 99 pp. 2001
Contradrogas. Perú. Encuesta Nacional sobre Prevención y Uso de Drogas 1998.
Lima, Contradrogas, INEI, PNUFID, 15 pp. 1998.
Contradrogas, Perú. Encuesta Nacional sobre Prevención y Uso de Drogas Informe
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DEVIDA. II Encuesta Nacional sobre Prevención y Consumo de Drogas 2002.
Informe Ejecutivo proyecto RLA/AD/PER/99/D77. Lima, Mix Negociaciones.
133 pp. 2003.
Jutkowitz, J; Arellano, R; Castro de la Mata, R; Davis, P; Elison, J; Jerí, F; Shaycoft,
M; y Timana, J. Uso y Abuso de Drogas en el Perú. Lima, CEDRO. Monografía
de investigación 1, 150 pp. 1987
89
Medical Journal of Australia, Editorial. Getting to grips with heroin and other opiate
use. MJA 2000, 173:509-510.
Ministerio de Educación. Estudio Epidemiológico del uso indebido de sustancias
psicoactivas y sus condicionantes en la población escolar y docente de
educación primaria y formación magisterial. Informe resumen. Ministerio de
Educación, PNUFID. Lima, PNUFID, 130 pp. 1999
Navarro J (2002). Factores de riesgo y protección de carácter social relacionados
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Plan Municipal Contra las Drogas.
Rojas, M y Castro de la Mata R. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana
Peruana 1997. Lima, CEDRO. Monografía de investigación 17, 325 pp. 1999
Rojas, M y Castro de la Mata, R. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana
Peruana 1995. Lima, CEDRO. Monografía de investigación 15, 255 pp. 1997
90
CAPÍTULO 9
ANEXOS
Anexo 1
Cálculo de probabilidades de la selección de viviendas
El cálculo de las probabilidades en la selección de las viviendas se efectuó a través de
los procedimientos de ponderación y expansión:
Ponderación. Se refiere a la necesidad de asignar ‘pesos’ o ponderaciones diferentes a
las observaciones, debido a que han sido seleccionadas con diferente probabilidad.
Expansión Es el proceso a través del cual es posible estimar el valor de una variable
dada en la población, a partir de la muestra. Para el caso de proporciones o porcentajes, con
las consideraciones de error muestral necesarias, el valor muestral es el de la población.
Para la estimación de valores absolutos en la población a partir de valores absolutos de
la muestra; se multiplican los valores observados por el Factor de Expansión, que es la inversa
de la fracción de muestreo, corregida por la inversa de la tasa de respuesta de vivienda. Dicho
cálculo implica asumir ciertos criterios de orden estadístico; entre ellos que las UPMs fueron
seleccionadas bajo muestreo sistemático con probabilidad proporcional al tamaño y que se
cuenta con una estratificación implícita.
Calculo de la probabilidad de selección de viviendas para la primera etapa
El procedimiento de selección de las UPMs en la primera etapa de muestreo se realizó
bajo un esquema sistemático, por lo cual se procedió de la siguiente manera:
1.
Cálculo del promedio de viviendas particulares en las UPMs seleccionadas.
2.
Cálculo del intervalo de selección; el cual se obtiene aplicando la siguiente fórmula:
Total de viviendas en la ciudad
Intervalo de
=
selección
Nº de viviendas particulares a ser seleccionados en la ciudad
La Tabla A1 presenta los resultados de dicho cálculo para cada una de las ciudades.
91
Tabla A1
Distribución del Marco Muestral de Viviendas 1/
Ciudades
Lima y Callao
Marco muestral
Conglomerados Población total
Total
viviendas
1.309.860
10,395.71
Intervalo
10.916
6.680.288
Trujillo
1.049
535.013
104.905
2,622.63
Tacna
375
191.195
37.489
937.23
1.301
663.555
130.109
3,252.73
Ayacucho
226
110.956
22.644
566.10
Tarapoto
180
88.262
18.013
450.33
Iquitos
616
302.040
61.641
1,541.03
Arequipa
1/ Cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 1993, y actualización cartográfica 1996.
Cálculo de la probabilidad de selección de la vivienda en cada ciudad
El cálculo se realizó aplicando la siguiente fórmula:
Número de viviendas
particular es en la UPM
= Probabilid ad de selección de vivienda
Intervalo de selección
de la vivienda
Cálculo de la probabilidad de selección de segmentos para la segunda etapa
Para el cálculo de la probabilidad de selección del segmento se tomó en consideración el
número de segmentos seleccionados en cada conglomerado y el número total de segmentos
que existen en el conglomerado.
Número de segmentos
selecciona dos
= Probabilidad de selección del segmento
Número total de segmentos
en el conglomera do
Cálculo de la probabilidad de selección de las dos etapas
Dicha probabilidad se empleó en el cálculo de la población total. Se obtuvo mediante la
multiplicación de los dos factores hallados previamente:
Probabilidad de selección
de la vivienda
92
×
Probabilidad de selección
del segmento
=
Probabilidad de las
viviendas
Cálculo del peso de la población total a partir de esta probabilidad total
Para el cálculo del factor de expansión simple para la población de las siete ciudades que
intervinieron en el estudio se empleó la siguiente fórmula:
Peso Poblacion Total =
1
Probabilidad de las viviendas
Cálculo del ajuste de la tasa de no respuesta de vivienda
Se empleó la siguiente fórmula:
Población Total ajustada
por no respuesta de vivienda
=
No respuesta de vivienda en ciudad
n° de hogares con y sin elegibles
100
+
Probabilidad de vivienda
Tabla A2
Tasa de no respuesta de vivienda por ciudad
Ciudad
Viviendas
Total de
Viviendas
seleccionadas viviendas 1/ ocupadas
Viviendas
Tasa de
ocupadas
respuesta
entrevistadas de vivienda
Lima y Callao
750
899
796
504
63.3%
Trujillo
400
433
380
326
85.8%
Tacna
400
405
386
351
90.9%
Arequipa
400
398
329
229
69.6%
Ayacucho
400
445
400
366
91.5%
Tarapoto
400
476
442
416
94.1%
Iquitos
400
441
408
372
91.2%
Total
3660
3497
3141
2564
81.6%
1/. Incluye a las viviendas suplementarias
Cálculo del peso final
El peso final o factor de expansión de la población total, y que fue aplicada a la hoja muestral,
se obtuvo mediante la siguiente fórmula:
=
93
Anexo 2
Glosario de términos empleados en el Estudio Epidemiológico 2003.
TIPO DE DROGA
Hay muchas maneras de clasificar las drogas, desde un criterio químico hasta
el de sus efectos. En este caso seguimos el que se viene empleando en el Perú
desde 1987 (Jutkovitz y col).que considera cuatro grupos:
· Drogas Sociales, las que se venden libremente, con muy pocas limitaciones
(si las hay) y que se consumen dentro de las normas de la moral y las
buenas costumbres y se espera que sean ofrecidas como prenda de amistad
y buena voluntad. En nuestro medio son drogas sociales el alcohol y el
tabaco, aunque este último está poco a poco perdiendo su carácter de droga
social. El te, el café que contienen cafeína y el chocolate que contiene
metilxantinas no se consideran «drogas» en esta clasificación
· Drogas Folclóricas, Las que tienen las características de drogas sociales
para minorías culturales. En el caso del Perú la más característica es la hoja
de coca en su consumo como coqueo o acullico. Otras drogas folclóricas
son los alucinógenos provenientes de plantas, ayahuasca (Banisteriopsis) y
San Pedro (Trichocereus) usados por los chamanes de la Selva y de la
Costa Norte con fines adivinatorios y en medicina popular.
· Medicamentos y Productos Industriales, Los primeros se incluyen cuando
son objeto de uso recreativo, fuera de un contexto terapéutico y dentro de
los segundos, los combustibles y solventes
· Drogas ilícitas, las que corresponden al uso popular de «drogas» es decir
sustancias psicoactivas cuyo comercio está prohibido o rigurosamente
controlado para uso exclusivo como medicamentos bajo control médico. La
cocaína ocupa un lugar especial y se le clasifica como droga social (como
mate de coca), droga folclórica (como hoja usada en el coqueo), y en dos
formas como droga ilícita, la pasta básica de cocaína (equivalente al crack)
y el clorhidrato.
Información epidemiológica acerca del consumo
Para apreciar la magnitud del uso de drogas en la poblacion se han empleado
los indicadores usuales en estos casos, con las siguientes definiciones operativas:
94
Prevalencia de consumo. Porcentaje de la población que declara haber consumido
una sustancia psicoactiva. La prevalencia puede ser:
· Prevalencia de vida. Porcentaje de la población que declara haber usado
una sustancia psicoactiva determinada por lo menos una vez en su vida. En
este caso no se pretende determinar la magnitud del uso, su frecuencia o
sus motivaciones que pueden ir desde la simple curiosidad a la necesidad
de satisfacer la apetencia derivada de la dependencia
· Uso en el último año Se refiere, como su nombre lo indica al uso en el
último año, es decir como la suma del uso actual y el uso reciente
· Uso reciente. Dentro de las limitaciones del significado de la prevalencia de
vida, en este caso este indicador está referido al uso dentro del último año
sin incluir el primer mes anterior a la fecha de respuesta al cuestionario
· Prevalencia en el último mes (Uso actual). Porcentaje de personas que
declara haber usado una sustancia psicoactiva determinada una o más veces
durante los últimos 30 días anteriores a la encuesta. Como en los casos
anteriores no indica motivación, intensidad o nivel de dependencia, si la hay.
Sin embargo es considerado uno de los indicadores mas confiables de los
cambios en el uso intensivo por la persona, aunque también existe la tendencia
en los usuarios habituales a reconocer haber usado la droga alguna vez pero
a negar el uso actual, por lo que resulta un indicador relativo en el grupo
poblacional que debe ser corroborado por otros indicadores.
· Ex consumo. Porcentaje de la población que declara haber usado una
sustancia psicoactiva determinada alguna vez; pero que no la ha vuelto a
usar hace un año o más.
Tasa de Incidencia
· Tasa de Incidencia de consumo. Porcentaje de nuevos consumidores de
una sustancia que ocurren en una población durante un periodo especificado
de tiempo dividido por el número de personas expuestas al riesgo de iniciar
el consumo de la droga durante ese periodo de tiempo [Lillienfeld AM,
Lilienfeld DE. Foundations of Epidemiology. 2nd Ed. Oxford University Press
1980. ISBN 0-19-502723-X, Rothman KJ, Greenland S. Modern Epidemiology.
2nd Ed. Lippincott Williams & Wilkins 1998. ISBN 0-316-75780-2].
· Tasa de incidencia de una sustancia en el ultimo año: Se obtiene como
el porcentaje de nuevos consumidores de dicha sustancia que ocurren en la
población durante el último año dividido por el número de personas expuestas
que NO habían consumido dicha sustancia con anterioridad al inicio del año
en cuestión (es decir, el numerador mas aquellos que nunca consumieron la
sustancia).
95
· Tasa de incidencia de una sustancia en el ultimo mes: Se obtiene como
el porcentaje de nuevos consumidores de dicha sustancia que ocurren en la
población durante el último mes dividido por el número de personas expuestas
que NO habían consumido dicha sustancia con anterioridad al inicio del año
en cuestión (es decir, el numerador mas aquellos que nunca consumieron la
sustancia).
· No consumidor o abstemio. Persona que declara no haber usado una
sustancia psicoactiva determinada alguna vez.
Términos empleados en teoría del muestreo y estadística
· Población objetivo: Colección completa de observaciones que deseamos
estudiar, la población objetivo es una parte importante, la elección de la población
objetivo afectará profundamente a las estadísticas resultantes. Para el presente
trabajo, la población objetivo está conformada por la población urbana de las
ciudades de Lima, Trujillo, Tacna, Iquitos, Arequipa, Ayacucho y Tarapoto, con
edades entre 12 y 64 años.
· Población Muestreada: Colección de todas las unidades de observación posibles
que podrían extraerse en una muestra; es la población de donde se extrae la
muestra. En el estudio, la población muestreada está conformada por la población
urbana de ciudades de Lima, Trujillo, Tacna, Iquitos, Arequipa, Ayacucho y Tarapoto.
· Marco Muestral: Lista de unidades o elementos de muestreo, en nuestro caso el
listado de las viviendas de las ciudades mencionadas.
· Muestra: conjunto de unidades o elementos de análisis sacados del marco.
· Unidades de muestreo: Número de elementos de la población, no solapados,
que se van a estudiar. Todo miembro de la población pertenecerá a una y sólo
una unidad de muestreo.
· Unidad de análisis: objeto o individuo del que hay que obtener la información.
Para el presente estudio, el poblador de 12 a 64 años, que reside en zona urbana
es considerado la unidad de la cual vamos a obtener la información.
· Peso de muestreo: Número de unidades en la población representadas por el
miembro de la muestra.
· Probabilidad: mide la mayor o menor posibilidad de que se dé un determinado
resultado (suceso) cuando se realiza un experimento aleatorio.
96
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