DE INVESTIGACIÓN DEL CENTRO DE INFORMACIÓN Y EDUCACIÓN PARA LA PREVENCIÓN DEL ABUSO DE DROGAS NAS - EMBAJADA DE LOS ESTADOS UNIDOS ENCUESTA DE HOGARES 1 Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas Presidente de Directorio Ramiro Castro de la Mata Vicepresidente de Directorio Roberto Maclean Consejo Directivo Dante Córdova Hory Chlimper Alfonso De los Heros Graciela Fuentes Fernando Otero Monseñor Salvador Piñeiro Federico Prieto Director Ejecutivo Alejandro Vassilaqui Sub Directora Carmen Masías Edición Area de Comunicaciones Centro de Ediciones Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2003 Monografía de Investigación N° 23 © CEDRO Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas. Av. Roca y Boloña 271. San Antonio. Miraflores. Lima 18, Perú. Teléfonos : 446 6682 - 446 7046 - 447 5130 - 447 0748. Fax : 446 0751 E-Mail : [email protected]. [email protected] [email protected] Página web : www.cedro.org.pe Portal web : www.drogasglobal.org.pe Tiraje : 100 ejemplares Derechos Reservados. Impresión, Junio 2004 2 Impreso en equipos donados por: PERSONAL DE LA INVESTIGACIÓN Investigadores principales Ramiro Castro de la Mata Caamaño Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas Asistentes de investigación Luis Tapia Cabanillas Virgilio Chávez Rodas Carmen Masías Claux Milton Rojas Valero Muestra, diseño y evaluación de rendimiento Codificación, procesamiento y limpieza de datos Francisco Codina Giralt Eduardo Romero Bolognesi Viviana Maldonado García Programa de ingreso de datos Patricia Nores Portales Supervisores de trabajo de campo Georgina Arana Vivar Virgilio Chávez Rodas Eduardo Cruz Días Viviana Maldonado García Mauricio Mendoza Uscamayta Julio Moscoso Cabrera Patricia Nores Portales Eduardo Romero Bolognesi Iván Romero Silva Selene Soto Soto Luis Tapia Cabanillas Diseño gráfico y diagramación Roberto Aliaga Vilchez Apoyo secretarial Alexandra Dextre Gómez 3 4 PERFIL DEL PERSONAL DE LA INVESTIGACION § Ramiro Castro de la Mata. Medico, Doctor en Medicina (Universidad Peruana Cayetano Heredia). Presidente del Directorio de CEDRO. Profesor Emérito y Ex Vicerrector de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Profesor, Facultad de Medicina, Universidad San Martín de Porres. Miembro de la Academia Nacional de Medicina. Ex Subdirector, Consejo Nacional y Ciencia y Tecnología. Ex Research Fellow, University of Pennsylvania, U.S.A. Ganador del premio COSAPI a la innovación científica y tecnológica. e-mail: [email protected] § Alfonso Zavaleta Martínez-Vargas. Médico, Doctor en Farmacología (Universidad Cayetano Heredia). Encargado del Área de Investigaciones de CEDRO. Profesor Principal, Coordinador Sección Farmacología, Facultad de Ciencia y Filosofía, Universidad Cayetano Heredia. Subdirector, Centro Antidoping, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Fue Director General, Centro Nacional de Control de Calidad, y Subjefe del Instituto Nacional de Salud, Ministerio de Salud. Ganador de los Premios Nacionales Hipólito Unanue, Grunenthal, Roussell, Alberto Hurtado y Carlos Gutiérrez Noriega (CONCYTEC) por investigaciones en el área biomédica, y la Distinción al Mérito del Colegio Medico Del Perú 2003. e-mail: [email protected], [email protected] § Luis Tapia Cabanillas. Psicólogo (Pontificia Universidad Católica del Perú). Supervisor del Área de Investigaciones y Monitoreo de CEDRO, participando en fases de planeamiento y ejecución de estudios evaluados, epidemiológicos y de opinión pública sobre la problemática de las drogas y áreas afines, Consultor en estudios de mercado y en el monitoreo y evaluación de proyectos de desarrollo en el área social. Participación en diversas publicaciones relacionadas a la problemática de las drogas. e-mail: [email protected] § Virgilio Chávez Rodas. Economista (Universidad San Martín de Porres). Supervisor del Área de Investigaciones y Monitoreo de CEDRO, con experiencia y planeamiento y ejecución de estudios de opinión pública y epidemiología de drogas, monitoreo y evaluación de programas y proyectos. Consultor en el planeamiento de estudios, diseño de instrumentos, selección y capacitación de personal de campo, trabajo de campo, procesamiento y elaboración de resultados, incluyendo el manejo de indicadores sociales y económicos. Participación en publicaciones diversas. e-mail: [email protected] 5 § Francisco Codina Giralt. Matemático (Universidad Nacional de La Plata, Argentina), Master en Educación (Universidad de Harvard, Cambridge, USA). Consultor independiente para organizaciones tales como el Instituto para el Desarrollo Internacional (HIID) de la Universidad de Harvard, USA y AID (Capacitación en técnicas de encuestas por muestreo). Ha sido Jefe de la División de Programación de Recursos Humanos, Director Fundador del Centro de Investigaciones Sociales por Muestreo (CISM), Director General de Planificación, Asesor del Ministro de Trabajo y del Viceministro de Promoción Social en el Ministerio de Trabajo. Ha trabajado más de 10 años en la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en la formulación, dirección, seguimiento y evaluación de proyectos de cooperación internacional. e-mail: [email protected] § Carmen Masías Claux. Psicóloga (Universidad Nacional mayor de San Marcos), Master en Psicología (Terapia Familiar, Universidad Particular San Martín de Porras). Con estudios de Doctorado en Psicología (Universidad Nacional Federico Villarreal) Sub Directora de CEDRO. Ha participado en actividades docentes en las universidades Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Ricardo Palma y Universidad Peruana Cayetano Heredia y es docente de la Primera Maestría On Line en Drogodependencias. Miembro de la Junta coordinadora de la Red Iberoamericana de ONGs que trabajan en Drogodependencia (RIOD) y encargada del Nodo Andino (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, 1999-2001). Ha realizado consultorías temporales para USAID y el Programa de acercamiento entre ONGs de las Américas y el Caribe (Lima, La Habana, Cuba), y es consultora del BID/CICAD. Consultora en el Programa de Desarrollo Curricular en Educación en Población en el Perú (con el Ministerio de Educación). e-mail: [email protected] § Milton Rojas Valero Psicólogo clínico, (Universidad Ricardo Palma), psicoterapeuta, estudios de Maestría en Farmacodependencia (Universidad Peruana Cayetano Heredia), Encargado del Programa de consejería y motivación en casos de consumo de drogas «Lugar de Escucha» de CEDRO. Entrenamiento y Pasantías en: Programa «La Casa», Bogotá, Colombia, Day Top Inc., New York y «Villa Renata», Venecia, Italia. Ex becario de CONTRADROGAS y del Centro Europeo contra las Drogas (Francia). Docencia en las Universidades Federico Villarreal y Católica del Perú. Past Primer Presidente de la Sociedad Peruana de Psicólogos en Conductas Adictivas. Investigador y consultor en el campo de la dependencia a drogas, consulta privada. Consultarías temporales a entidades nacionales y extranjeras en el campo de las adiciones. Artículos y publicaciones en el Perú y el extranjero en motivación, adicción femenina, adolescencia, sesiones motivacionales y aspectos clínicos. Ganador del Premio del Area de Psicología, Colegio de Psicólogos del Perú. e.mail: [email protected] 6 § Patricia Nores Portales. Licenciada en Computación y Sistemas (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Jefe del Centro de Cómputo de CEDRO. Ha sido analista en el Congreso de la República. Con experiencia en creación de programas y base de dato, análisis y procesamiento de trabajos vinculados al tema de las drogas, así como de diversos procesos evaluativos. e-mail: [email protected] § Eduardo Romero Bolognesi. Licenciado en Estadística (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Actualmente se encuentra realizando Maestría en Ciencias con mención en proyectos de inversión (Facultad de Ingeniería Económica y CC. SS. Universidad Nacional de Ingeniería). Programador de sistemas empresariales (CIBERTEC). Encargado de Procesamiento y Análisis Estadístico, Área de Investigaciones de CEDRO, planeamiento y ejecución de las actividades de campo, de diversos estudios realizados por CEDRO en Provincias. Experiencia en desarrollo y tratamiento estadístico de estudios enfocados en el Área de las ciencias sociales, investigación de mercados, Psicología y Arqueología. e-mail: [email protected] § Viviana Maldonado García. Bachiller en Estadística. (Universidad Nacional Federico Villarreal), actualmente se encuentra realizando un Post Grado en Salud Pública con Mención en Epidemiología. Estadístico del área de investigaciones de CEDRO. Encargado del Procesamiento y Análisis Estadístico, Área de Investigaciones de CEDRO. Ha participado en análisis y procesamiento de estudio vinculados a Psicología Organizacional (Universidad Nacional Federico Villarreal), y en CEDRO en temas relacionados a drogas. e-mail: [email protected] 7 8 PRESENTACION El Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO) es una institución no gubernamental peruana privada y sin fines de lucro, fundada en 1986; cuya finalidad es promover la educación e información en los distintos aspectos de la problemática de las drogas destacando sus causas y consecuencias para contribuir a la prevención de su disponibilidad y su abuso. CEDRO institucionalmente busca lograr un afronte integral del problema de las drogas en sus dimensiones de producción, tráfico y consumo, creando conciencia sobre la magnitud de dicha problemática entre los más diversos sectores de la sociedad y especialmente en los líderes de opinión pública, de manera tal que se tomen acciones concretas y efectivas a escala nacional. Las monografías de investigación de CEDRO constituyen una serie de obras técnico científicas que se publican desde 1987 y en la que se incluyen estudios llevados a cabo por investigadores de CEDRO y de otras instituciones. En esta serie se ha dado a conocer diversos estudios relacionados con el consumo de drogas, así como con aspectos económicos, legislación, problemas de adicción, opiniones y actitudes de la población y de grupos especiales como líderes y jóvenes. En esta oportunidad, CEDRO da a conocer los resultados del estudio epidemiológico 2003 sobre el consumo de drogas en la población peruana que incluye a pobladores de 12 a 64 años ubicados en las zonas urbanas de siete ciudades del Perú: Lima capital; Trujillo y Tacna en la costa; Arequipa y Ayacucho en la sierra; y Tarapoto e Iquitos en la selva. Con ello se continúa una ya larga serie iniciada por CEDRO con la publicación en 1987 del primer estudio epidemiológico llevado a cabo a nivel nacional por Jutkowitz y colaboradores. Como en oportunidades anteriores, en las «Monografías de Investigación» se presentan en forma de tablas y gráficas los principales resultados obtenidos en el estudio 2003, discriminados por diversas variables como sexo, edad, nivel de instrucción, lugar de residencia y estrato socioeconómico, referidos no solo a los principales indicadores epidemiológicos del consumo (prevalencia de vida, de año y ultimo mes), sino también a otros como la edad de inicio, oportunidad de consumo, consumo en el entorno y demás variables que puedan constituir factores de riesgo o de protección La base de datos queda a disposición de los investigadores que deseen analizar las interacciones de las diversas variables, hacer estudios complementarios o meta análisis. Alejandro Vassilaqui Director Ejecutivo CEDRO 9 10 INDICE PERSONAL DE LA INVESTIGACIÓN .......................................................................... 3 PERFIL DEL PERSONAL DE LA INVESTIGACION ................................................... 5 PRESENTACION ............................................................................................................ 9 INDICE .......................................................................................................................... 11 INDICE DE TABLAS Y GRAFICOS ............................................................................ 13 CAPITULO 1. Introducción ........................................................................................ 15 CAPITULO 2. Aspectos Metodológicos ..................................................................... 17 CAPITULO 3. Dimensiones globales del consumo de drogas ................................... 25 CAPITULO 4. Drogas sociales ................................................................................... 27 CAPITULO 5. Drogas ilegales .................................................................................... 43 CAPITULO 6. Influencia de las variables epidemiológicas ....................................... 77 CAPITULO 7. Consumo de drogas en el Perú desde 1986 ........................................ 85 7.1 Un comentario final acerca de la prevalencia de la adicción a drogas ................................................................ 86 CAPITULO 8 Referencias bibliográficas .................................................................. 89 CAPITULO 9 ANEXOS: Anexo 1 Cálculo de probabilidades de la selección de viviendas .... 91 Anexo 2 Glosario de términos empleados en el estudio epidemiológico 2003 .......................................................... 94 11 12 INDICE DE FIGURAS Y TABLAS Capítulo II Tabla 2.1 Distribución del Marco Muestral de Viviendas ................................................... 20 Tabla 2.2 Resultados de Trabajo de Campo: Entrevistas de vivienda ................................. 21 Capítulo IV Tabla 4.1 Ofrecimiento de bebidas alcohólicas .................................................................. 28 Tabla 4.2 Prevalencia de vida de bebidas alcohólicas ......................................................... 29 Tabla 4.3 ¿Cuándo fue la primera vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos? ...................................................................................................... 30 Tabla 4.4 Tasa de incidencia* de uso de Alcohol................................................................ 31 Tabla 4.5 Edad de inicio en el consumo de alcohol ............................................................ 32 Tabla 4.6 Frecuencia de uso de bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses .................... 33 Tabla 4.7 Indicadores del uso de bebidas alcohólicas ......................................................... 34 Tabla 4.8 Ofrecimiento de cigarrillos de tabaco ................................................................. 36 Tabla 4.9 Prevalencia de vida de cigarrillos de Tabaco....................................................... 37 Tabla 4.10 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas? .. 38 Tabla 4.11 Tasa de incidencia* de uso de Tabaco ................................................................. 39 Tabla 4.12 Edad de inicio en el consumo de tabaco ............................................................. 40 Tabla 4.13 Frecuencia de uso de cigarrillos en los últimos 12 meses ................................... 41 Tabla 4.14 Indicadores del uso de cigarrillos ........................................................................ 42 Capítulo V Tabla 5.1 Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003 (12 a 64 años) ..................................................................................................... 44 Tabla 5.2 Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003 (12 a 64 años) ..................................................................................................... 46 Tabla 5.3 Ofrecimiento de marihuana................................................................................. 48 Tabla 5.4 Prevalencia de vida de marihuana ....................................................................... 49 Tabla 5.5 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas? . 50 Tabla 5.6 Tasa de incidencia* de uso de Marihuana ........................................................... 51 Tabla 5.7 Edad de inicio en el consumo de marihuana ....................................................... 52 Tabla 5.8 Frecuencia de uso de marihuana en los últimos 12 meses .................................. 53 Tabla 5.9 Indicadores del uso de marihuana ....................................................................... 54 13 Tabla 5.10 Ofrecimiento de pasta básica de cocaína ............................................................ 57 Tabla 5.11 Prevalencia de vida de pasta básica de cocaína .................................................. 58 Tabla 5.12 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas? .. 59 Tabla 5.13 Tasa de incidencia* de uso de PBC .................................................................... 60 Tabla 5.14 Edad de inicio en el consumo de PBC ................................................................ 61 Tabla 5.15 Frecuencia de uso de pasta básica de cocaína en los últimos 12 meses .............. 62 Tabla 5.16 Indicadores del uso de pasta básica .................................................................... 63 Tabla 5.17 Ofrecimiento de cocaína ..................................................................................... 64 Tabla 5.18 Prevalencia de vida de cocaína ........................................................................... 65 Tabla 5.19 ¿Cuándo fue la primera vez que usó cocaína aunque sea una ó dos probadas? .. 66 Tabla 5.20 Tasa de incidencia* de uso de cocaína ............................................................... 67 Tabla 5.21 Edad de inicio en el consumo de cocaína ........................................................... 68 Tabla 5.22 Frecuencia de consumo de cocaína en los últimos 12 meses .............................. 69 Tabla 5.23 Indicadores del uso de cocaína ........................................................................... 70 Tabla 5.24 Ofrecimiento de éxtasis ...................................................................................... 72 Tabla 5.25 Prevalencia de vida de éxtasis ............................................................................ 73 Tabla 5.26 Ofrecimiento de heroína ..................................................................................... 75 Tabla 5.27 Prevalencia de heroína ........................................................................................ 76 Capítulo VII Tabla 7.1 Estudios Epidemiológicos – CEDRO (Prevalencia de vida – uso alguna vez en la vida) ........................................................................................................... 88 Anexo Tabla A1 Distribución del Marco Muestral de Viviendas .................................................. 92 Tabla A2 Tasa de no respuesta de vivienda por ciudad ...................................................... 93 * Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores. 14 CAPITULO 1 INTRODUCCIÓN Los problemas derivados del uso de las drogas han venido aumentando en los últimos años. De un lado la globalización y el acceso ilimitado a la información permiten que usos y costumbres novedosas, entre ellas el consumo de determinadas drogas se difunda sin control. Lo mismo ocurre con las instrucciones para extraerlas o sintetizarlas- Esto obliga a que sea imperativo el contar con elementos que permitan apreciar el comportamiento de la población frente a las drogas para poder actuar eficazmente desde lo preventivo. Se cuenta actualmente con diversos métodos para apreciar la magnitud del problema. Los reportes de observaciones clínicas son los más seguros para determinar la peligrosidad para el individuo. Pero el problema es mucho más amplio y extendido, ya que incluye aspectos no solo de salud, sino también policiales, judiciales, carcelarios, ecológicos, poblacionales, económicos, geopolíticos, y otros que configuran un universo de extrema complejidad. Las encuestas de hogares, como la presente, enfocan el problema desde el punto de vista de lo que ocurre en la población general, excluyendo aquellos que han abandonado su hogar, los que son inubicables, los que están internados en cárceles u hospitales, los que están acuartelados, etc. Mediante encuestas de hogares usualmente no se llega a los que tienen problemas severos de adicción, tampoco a los que constituyen grupos cerrados, minoritarios, en los que puede haber un consumo muy alto de alguna sustancia. Desde su fundación CEDRO ha realizado estudios epidemiológicos a fin de efectuar el diagnóstico del consumo de drogas por la población urbana, a nivel nacional. Como antecedente de este tipo de estudios sólo se encuentra el llevado a cabo en Lima por Carbajal y col. (1980), antes de que se iniciara la epidemia de consumo de pasta básica de cocaína. En la presente publicación se ha puesto poco énfasis en lo que ocurre con las drogas sociales ya que en este caso estamos frente a una situación estable, de gran inercia que no parece pueda ser modificada en pocos años. Se examina con cierta amplitud lo que ocurre con las drogas ilícitas y se ha puesto especial cuidado en el uso de drogas para las que se teme un incremento explosivo en los próximos años. Tal es el caso de la heroína que no es de uso frecuente pero cuya disponibilidad va en aumento ya que en el Perú se ha extendido el cultivo de la adormidera y la producción de opio. Otra droga cuyo empleo está en aumento es el éxtasis, cuyo uso ya ha dejado de limitarse a grupos de jóvenes que buscan diversión en las discotecas, y que constituye una grave amenaza, ya que su fácil síntesis puede abaratarla y aumentar su disponibilidad. 15 16 CAPITULO 2 ASPECTOS METODOLÓGICOS POBLACION Y CIUDADES INVESTIGADAS La población incorporada en el presente Estudio Epidemiológico 2003 y V Estudio de Opinión sobre Drogas en el Perú, Población Urbana Peruana 2003, incorpora a los residentes habituales entre 12 y 64 años ubicados en las zonas urbanas de siete ciudades del Perú: Lima capital; Trujillo y Tacna en la costa; Arequipa y Ayacucho en la sierra; y Tarapoto e Iquitos en la selva. (ver Mapa). Se seleccionaron 750 viviendas en Lima metropolitana y 400 viviendas en cada una de las seis ciudades del interior del país. De esta manera, la muestra estuvo conformada por 3,150 viviendas seleccionadas a nivel nacional. Lima metropolitana está definida por los distritos que conforman la Provincia de Lima y la Provincia Constitucional del Callao, excluyéndose los balnearios y zonas periféricas, que constituyen alrededor del 5% del total de la población de Lima y Callao. Para fines del estudio se consideró residentes habituales a las personas que habitaron cada vivienda seleccionada hasta por lo menos 15 días antes de la primera visita. El personal de servicio no fue considerado residente habitual debido a que usualmente mantiene un domicilio particular diferente al de su lugar de trabajo. Incluirlos dentro de la selección hubiera duplicado su probabilidad de inclusión en la muestra. Marco muestral El marco muestral para la presente encuesta fue elaborado empleándose fundamentalmente la información del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1993 y material estadístico y cartográfico actualizado a junio de 1996, proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Desde un punto de vista técnico, debe mencionarse que la información obtenida en el presente estudio únicamente es inferible a los distritos del área metropolitana de las siete ciudades de los cuales se seleccionó la muestra; es decir, al área cubierta por el marco muestral; solicitándose cautela al realizar inferencias más amplias. Diseño de la muestra La muestra empleada del presente estudio fue probabilística, triétapica y de estratificación implícita previa. Cada ciudad considerada en el estudio conforma un marco muestral aislado, por tanto las selecciones son independientes en cada ciudad: 17 Probabilística La muestra fue probabilística pues las unidades de selección dentro del marco muestral fueron seleccionadas empleando procedimientos aleatorios. Por tanto, cada unidad del marco de muestreo tuvo una probabilidad de selección conocida y diferente de cero. Se emplearon siete fracciones de muestreo diferenciadas, una para cada ciudad del estudio. Triétapica La selección de la muestra se realizó en tres etapas: 1. Se seleccionó Unidades Primarias de Muestreo (UPMs), que son conglomerados formados por una, o la unión de dos o más manzanas, o partición de manzanas de gran magnitud de viviendas. En promedio, cada UPM incluyó alrededor de 150 viviendas particulares 2. Se seleccionó Unidades Secundarias de Muestreo (USMs), conformadas por segmentos de 10 viviendas contiguas dentro de las UPMs seleccionadas. En cada USM se seleccionó uno de tales segmentos, obteniéndose el listado de viviendas que constituyó la muestra del estudio. 3. Al realizar el listado de personas en cada vivienda se conformó Unidades Terciarias de Muestreo (UTMs), constituidas por las personas entre 12 y 64 años residentes habituales en el hogar, denominados ‘elegibles’. De entre los elegibles se eligió un ‘seleccionado’ a ser entrevistado, empleándose un procedimiento estandarizado. Cuando en una vivienda se halló un solo elegible, éste se auto seleccionó en la muestra. Estratificada Se utilizó la técnica de estratificación implícita previa, lo que significa que antes de iniciar el proceso de selección, las UPMs fueron agrupadas con un orden preestablecido, comenzando con los distritos de mayor población hasta los menos poblados y yendo desde las áreas céntricas hacia las más alejadas. A través de dicho procedimiento se optimizó la eficiencia de la selección. Selección de las personas a entrevistar Se visitó cada una de las viviendas seleccionadas, efectuándose el registro de las personas que cumplían el requisito para ser consideradas residentes habituales (habitar en la vivienda por lo menos durante los 15 días previos al diligenciamiento del registro. Inmediatamente se identificó a los ‘elegibles’, es decir, a las personas que se encontraban entre 12 y 64 años de edad. Cuando el hogar presentaba dos o más elegibles se seleccionaba a uno de ellos para ser entrevistado. Se empleó un procedimiento simple, seleccionándose al último elegible que había cumplido años antes de la fecha de visita; asumiéndose que la fecha de cumpleaños sigue una distribución uniforme en el tiempo. 18 19 Si en el hogar se encontraba solo un elegible, este era seleccionado y entrevistado. Si había dos personas que cumplían años el mismo día -como en el caso de mellizos o gemelos-; y ese día era el más reciente en relación a la fecha de visita; ambos eran seleccionados y entrevistados. Tamaño de la muestra Se decidió seleccionar 75 UPMs en Lima metropolitana debido a la alta variabilidad de las características de su población entre estratos y su importancia como capital de la república que alberga a la tercera parte de la población nacional y en cada una de las restantes seis ciudades incorporadas en el estudio se seleccionó 40 UPMs. La Tabla 2.1 presenta la distribución de las unidades seleccionadas. Tabla 2.1 Distribución del Marco Muestral de Viviendas 1/ 1/ Cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 1993, y actualización cartográfica a 1996. 2/ Se seleccionaron 120 conglomerados, pero 6 de ellos eran de gran tamaño (superaban 3 veces su tamaño inicial estimado). Al no ser posible dividirlos, se les sumó a la muestra total. Evaluación de la muestra Las selecciones sufren variaciones antes de llegar a establecerse una muestra final de viviendas. Por un lado, nuevas selecciones pueden incrementarse en el listado cuando son omitidas por éste, las que se denominan viviendas suplementarias e incrementan el número de viviendas que son visitadas en el terreno. Como contraparte, algunas viviendas no pueden ser entrevistadas (debido a errores de listado, modificaciones en el terreno u otras razones) o no pueden ser consideradas unidades de entrevista por no tener población o no corresponder ésta con la definición de población de la encuesta. Estas son eliminadas, considerándolas pérdidas por razones de vivienda y se considera que no afectan la tasa de respuesta. 20 La Tabla 2.2 presenta el rendimiento del trabajo de campo. Las tasas de respuesta de vivienda obtenidas en la encuesta superan el 87%, en todos los casos. Las pérdidas anotadas se ubican dentro de lo previsto al determinar el tamaño de muestra, concluyéndose que los rendimientos obtenidos son los usualmente alcanzados en estudios de este tipo. Al efectuar el conteo de las viviendas ocupadas se comienza a evaluar las pérdidas muestrales, sea de unidades de viviendas completas o personas dentro de las mismas. Estas pérdidas se originan en rechazos a la entrevista, ausencias o dificultades para ubicar a las personas. En el presente estudio la no-respuesta por negativa a cooperar o razones vinculadas con las personas residentes en las viviendas llegó al 10% en promedio. Estas pérdidas se consideran incidentales y de escasa repercusión frente a los resultados pues se emplearon procedimientos de ponderación que permitieron atenuar los efectos de la pérdida de observaciones. Tabla 2.2 Resultados de Trabajo de Campo: Entrevistas de Vivienda Ciudad Viviendas Total de seleccio viviendas nadas 1/ Viviendas ocupadas Viviendas ocupadas entrevistadas Viviendas Viviendas Tasa de ocupadas desocu respuesta de no entrevistadas padas vivienda Lima y Callao 750 899 796 504 292 103 63.3% Trujillo 400 433 380 326 54 53 85.8% Tacna 400 405 386 351 35 19 90.9% Arequipa 400 398 329 229 100 69 69.6% Ayacucho 400 445 400 366 34 45 91.5% Tarapoto 400 476 442 416 26 34 94.1% Iquitos 400 441 408 372 36 33 91.2% Total 3660 3497 3141 2564 577 356 81.6% 1/. Incluye a las viviendas suplementarias Instrumento Para el presente estudio se empleó un formulario específicamente desarrollado, el cual consta de una hoja muestral que contiene información de identificación de la vivienda, un registro de miembros del hogar que incluye datos sobre los residentes habituales de la vivienda y el cuestionario individual que contiene seis secciones. Las preguntas fueron elaboradas sobre la base de dos criterios: a) temas investigados en estudios previos, los cuales requirieron de un seguimiento con miras a evaluar cambios en las tendencias de opinión; y b) temas de relevancia en cuanto a la epidemiología actual de las drogas que requieren ser investigados con miras a dilucidar tendencias de consumo. 21 El instrumento incluyó las siguientes partes: Hoja Muestral Incluye información para identificar la vivienda donde se aplicó la entrevista. Es un registro que permite llevar un control exhaustivo de la ubicación de la vivienda, número de visitas realizadas por el entrevistador, identidad del personal involucrado en las distintas fases del proceso y comentarios del entrevistador y el supervisor de campo. Registro de miembros del hogar El registro de los miembros del hogar permite recabar información demográfica relevante con el fin de caracterizar la población de la que ha sido extraída la muestra; de esta manera se cumple el objetivo de verificar la adecuación del procedimiento de muestreo y se obtiene una descripción detallada de las familias participantes en el estudio. Encuesta Individual Incorpora preguntas sobre aspectos relacionados al consumo de drogas legales (tabaco y alcohol), consumo y actitudes para las drogas ilegales (marihuana, pasta básica de cocaína, clorhidrato de cocaína, y otras drogas). RECOLECCION DE INFORMACIÓN Organización del trabajo de campo La presente encuesta estuvo a cargo del Área de Investigaciones y Monitoreo de CEDRO, habiéndose conformado un equipo de trabajo de campo para el diligenciamiento de la recolección de información en Lima y provincias. El equipo de campo en Lima y Callao estuvo conformado por 20 personas (4 supervisores y 16 entrevistadores). En cada ciudad del interior del país se estableció un equipo conformado por un supervisor responsable y 12 personas (2 supervisores y 10 entrevistadores) seleccionados y capacitados exhaustivamente. Capacitación y selección del personal de campo El personal de campo, en todo proceso de investigación, constituye un factor clave para un adecuado levantamiento de información, y de ahí su veracidad y confiabilidad. Los equipos de campo del presente estudio se conformaron mediante convocatorias abiertas, incorporándose como postulantes a personas que contasen con: a) educación universitaria en especialidades de las ciencias humanas y sociales; b) experiencia previa en labores similares; y c) características de personalidad, temperamento y capacidad de trabajo en equipo adecuadas para la importante labor encomendada. Los postulantes, ingresaron a un período de capacitación durante el cual se les entrenó en el manejo del instrumento y los procedimientos de entrevista, empleando como material de trabajo un ‘Manual del Entrevistador’ especialmente desarrollado, el cual contenía información referente a los objetivos del estudio, descripción y empleo del cuestionario, funciones y tareas del entrevistador, técnicas de apertura de vivienda y entrevista, neutralidad al recoger información y manera de solucionar eventuales problemas, etc. 22 Prueba piloto La encuesta y los procedimientos previamente delineados fueron puestos a prueba antes de su empleo definitivo. En cada ciudad se realizaron entrevistas en sectores diferentes a los seleccionados para el estudio, con miras a detectar dificultades en la comprensión de las preguntas y medir el tiempo empleado en la aplicación de la encuesta, efectuándose los ajustes correspondientes. La selección final del equipo de entrevistadores, estuvo en función del desempeño logrado, tanto durante la capacitación como en la prueba piloto. Trabajo de campo Para el desarrollo del trabajo de campo los entrevistadores contaron con la siguiente documentación: Documentos de Incluyen los planos de la ciudad, croquis de los conglomerados de Ubicación cada ciudad y los listados de direcciones (10 viviendas por cada conglomerado en Lima y provincias). Documentos de recolección de datos y supervisión Incluyen el Manual del entrevistador, Manual del Supervisor, el formato de la entrevista individual, fichas de control de supervisión, fichas de control del encuestador y fichas de control de avance del trabajo de campo. Documentos de Incluyen la credencial de CEDRO, carta dirigida al jefe o jefa del identificación hogar, carta de presentación visada por las autoridades militares y policiales, carta de presentación visada por autoridades civiles (alcalde y prefecto) y carta de presentación visada por el Ministerio del Interior. La labor de campo se desarrolló con personal a tiempo completo, entendiéndose que son los entrevistadores quienes deben adaptarse a los horarios de los entrevistados y no lo contrario. Las labores de los supervisores incluyeron verificar la información recogida por los entrevistadores, en cuanto a su llenado y contenido así como efectuar controles aleatorios de las entrevistas realizadas a través de visitas domiciliarias. CRÍTICA Y CODIFICACIÓN Culminado el trabajo de campo, se procedió a realizar en forma exhaustiva la labor de crítica y codificación. El entrevistador es quien tiene la tarea inicial de revisar cada encuesta aplicada; posteriormente lo hace el supervisor de cada grupo, siempre con el fin de detectar los errores de aplicación y regresar a la vivienda si fuese necesario. La labor de crítica (valoración de la calidad de la información contenida en cada cuestionario) fue realizada por personal de CEDRO, calificado y capacitado específicamente para este propósito. 23 PROCESAMIENTO DE DATOS El procesamiento de la información estuvo a cargo de personal especializado del centro de cómputo de CEDRO. Dicha labor involucró las siguientes etapas: 1. Traspaso de información hacia hojas de lectora óptica. 2. Elaboración de un programa adaptado a las especificaciones de la hoja óptica. 3. Lectura de hojas ópticas en OpScan 5 específico para la encuesta, y obtención del archivo dat. 4. Exportación de datos del archivo dat al formato Excel para su respectivo consistenciamiento. 5. Exportación de datos al formato SPSS (Statistical Package for the Social Sciences), etiquetando cada variable para facilitar la lectura de listados. 6. Ponderación y expansión de la información muestral. 7. Recodificación de variables; es decir, la agrupación de respuestas con significado similar en base a criterios cualitativos (contenido) y cuantitativos (porcentaje de cada respuesta en la muestra total). 8. Procesamiento de cruces de información, según requerimientos de la investigación. Para la estratificación socioeconómica de la información de esta encuesta, se ha adoptado un criterio diferente al empleado en encuestas previas de CEDRO, preparando tres estratos diferentes: Bajo, Medio y Alto. Para la construcción del indicador se utilizan las siguientes variables: · Material predominante en las paredes de la vivienda. · Material predominante en los pisos de la vivienda. · Abastecimiento de agua de la Vivienda. Los criterios empleados para la construcción de este indicador en el presente estudio fueron: Para el nivel Bajo: - Si el material predominante en las paredes de la vivienda es de esteras o cartón/ madera/ palos o adobe/ barro/ quincha - Material predominante de los pisos de la vivienda es de tierra/ arena o cemento/ ladrillos - El abastecimiento de agua en la vivienda es mediante uso de camión cisterna/ aguatero, Pilón de uso publico o red publica fuera de la vivienda. Para el nivel Medio: - Sujetos excluidos de los niveles bajo y alto. Para el nivel Alto: - Si el material predominante en las paredes de la vivienda es de ladrillo/ cemento. - Material predominante de los pisos de la vivienda es de losetas/ terrazos/ cerámica o madera pulida/ parquet o laminas vinílicas/ pisopak. - El abastecimiento de agua en la vivienda es mediante uso de red pública dentro de la vivienda. 24 CAPITULO 3 DIMENSIONES GLOBALES DEL CONSUMO DE DROGAS Tal como se hizo en el primer estudio de consumo de drogas publicado por CEDRO (Jutkowitz y col, 1987) se, considera que las drogas usadas en el Perú se pueden agrupar en cuatro categorías, de acuerdo a su accesibilidad y significado en la sociedad. Es así que en un primer grupo se consideran las drogas sociales, aquellas cuyo consumo es libre para los adultos y que forman parte importante de los usos y costumbres de la sociedad. En esta categoría se incluyen el alcohol y el tabaco. Otras como la cafeína que también son drogas sociales, no se incluyen por su poca importancia como productoras de habituación, dependencia o toxicidad importante. Una segunda categoría está dada por las drogas folklóricas, cuyo uso está limitado a minorías étnicas, sustancias que tienen las características de las drogas sociales, es decir que en esos grupos minoritarios se consumen habitualmente, y forman parte de los usos y costumbres de esas sociedades en particular. Para el caso del Perú se pueden considerar como drogas folclóricas, la hoja de coca consumida como coqueo en la llamada cultura andina y grupos de trabajadores como mineros y pescadores y ciertos alucinógenos de plantas como la ayahuasca, brebaje que tiene como componente importante la Banisteriopsis caapi usado en la zona de la selva y el San Pedro (Trichocereus pachanoi) que contiene mezcalina. En la presente encuesta, que se refiere a población urbana, no se ha considerado a esta categoría. Tratándose de una encuesta de hogares llevada a cabo en la población urbana de ciudades de más de 20 000 habitantes los hallazgos referidos a las drogas folclóricas son de muy difícil interpretación ya que en la mayoría de los casos puede haber un uso ocasional por curiosidad o tratarse de una persona que lo ha hecho de manera habitual durante una permanencia más o menos larga en una zona rural. La discriminación puede hacerse usando un cuestionario mucho más extenso, a costa de alargar demasiado la aplicación de la encuesta. El consumo de la hoja de coca requiere un estudio especial en profundidad, que no es el objetivo del presente trabajo Las otras drogas folclóricas como el ayahuasca o el san pedro son de consumo local bastante circunscrito y se reportan o nó de acuerdo a la cobertura de la muestra Un tercer grupo está dado por los productos industriales, es decir sustancias que tienen uso en la industria, pero que al tener efectos psicoactivos son usadas con ese fin por algunas personas. Entre ellos se encuentran los solventes de pinturas como la acetona, y en general derivados del petróleo usados para disolver los pegamentos. En el Perú, sobre todo los «niños de la calle», hoy denominados «niños y adolescentes de alto riesgo» abusan de los pegamentos del cuero. 25 Los medicamentos constituyen un grupo especial, que puede incluirse entre los productos industriales pero que no han sido objeto del presente estudio, debido fundamentalmente a la dificultad de decidir si su uso es como automedicación o como sustancia recreativa o de abuso. Un cuarto grupo está constituido por las drogas cuya venta libre está prohibida y penalizada, al que llamamos grupo de las drogas ilegales, de alta toxicidad y capaces de producir dependencia. Incluye a la marihuana, la cocaína y últimamente la heroína y las drogas sintéticas como el «éxtasis». El consumo de drogas, expresado como prevalencia de vida, es decir si la persona entrevistada ha consumido o probado la sustancia por lo menos en una oportunidad en su vida, muestra para la población, motivo de la encuesta, una distribución por sustancias similar, en términos generales, a la que presentan la mayoría de los países, es decir un elevado consumo cuando se trata de drogas sociales, como el alcohol y el tabaco que llegan en el caso del Perú al 87,9% y al 63,4% respectivamente, cosa que no es de extrañar, dado que son sustancias que se pueden obtener sin restricciones, que son objeto de intensa propaganda en todos los medios (con algunas restricciones para el caso del tabaco) y cuyo consumo es presentado como habitual por los modelos de comportamiento social como líderes y figuras del entretenimiento y en general por los medios masivos de comunicación, con un afán mercantilista. La incidencia, definida como la tasa porcentual de personas que dejan la condición de no usuarios en el último año es relativamente baja para las drogas ilegales, y está dada básicamente por las personas que alcanzan la edad de inicio del consumo. (Marihuana: 0,5%, PBC: 0,1%, Cocaína Clorhidrato: 0,6%, Heroína: 0,01% y Éxtasis: 0,017%). Las drogas legales alcohol y tabaco tienen altas incidencias de último año: 42,2% y 9,1% respectivamente. 26 CAPITULO 4 DROGAS SOCIALES ALCOHOL El consumo de alcohol es el que es reportado en la más alta proporción (87,9%) tanto como prevalencia de vida como de consumo en el último mes y en el último año. Pese a ser una droga peligrosa, causante del mayor número de casos de adicción y de accidentes asociados a sus efectos psicotrópicos, su carácter social mantiene el consumo y es reportado sin mayor problema por los usuarios. En muchos países el consumo es diario, acompañando las comidas, como vino o cerveza, pero en el Perú es más frecuente la costumbre de consumirlo los fines de semana y en fiestas y reuniones El alcohol sigue siendo la droga social más consumida, con una prevalencia de vida de cerca al 90% (Tabla 4.2) que sigue muy de cerca al ofrecimiento para consumirlo (Tabla 4.1), cosa de esperarse para una droga social frente a la cual no hay dificultad alguna para su obtención y consumo y, al contrario, resulta ser índice de buena educación el ofrecerlo en muchas ocasiones sociales y de consumo obligado en momentos trascendentes de la vida, como matrimonios, graduaciones e incluso sepelios. Salvo los más jóvenes la gran mayoría se inició en el consumo hace más de 3 años (Tabla 4.3). El consumo más frecuente se hace dentro del mes, mayormente entre una y seis veces (Tabla 4.6), pero un 5,8% lo hace una vez por semana. El consumo diario es excepcional. El uso actual, dentro del último mes, se da en cerca de la mitad de la población (Tabla 4.7) y el uso reciente para un tercio adicional. Los ex-usuarios, considerados así los que no consumen desde hace más de un año, son los menos (11,4%) La incidencia del consumo de alcohol es bastante alta, pese al pequeño número de no usuarios y llega al 42,2% La edad media de inicio del alcohol fue de 17 años para toda la población, de 16 años en los varones y de 18 años en las mujeres (Tabla 4.5). Estos resultados no hacen sino confirmar que el consumo de bebidas alcohólicas se ha masificado, existiendo una insignificante proporción que reporta no haber ingerido alcohol. Ello es coincidente con lo comunicado por DEVIDA (2003), donde se encuentra que casi la totalidad de la población urbana del Perú encuestada ha consumido alcohol por lo menos una vez en su vida. 27 Tabla 4.1 Ofrecimiento de bebidas alcohólicas según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Ofrecimiento (%) Hombre Mujer 12 – 18 19 – 24 25 – 29 Edad 30 – 39 40 – 49 50 a 64 Soltero Casado Estado Civil Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Región de residencia Resto Costa Sierra Selva Ninguno, Pre-escolar, Primaria Nivel de instrucción Pre-escolar Primaria Bajo Estrato socioeconómico Medio Alto Total 82,5 83,2 63,6 94,6 89,1 86,7 96,4 72,5 80,5 86,4 83,2 86,7 83,2 81,7 83,1 74,3 88,2 70,8 78,6 93,5 65,2 62,1 80,7 82,9 Sexo 28 Tabla 4.2 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de bebidas alcohólicas según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Resto Costa Sierra Selva Ninguno, Pre-escolar, Primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto Total Prevalencia de vida (%) 90,6 85,5 61,6 94,1 96,7 95,0 95,9 94,4 82,3 93,8 93,2 93,9 89,6 82,0 82,8 75,2 88,5 84,0 85,0 94,2 64,0 59,8 72,1 87,9 29 Tabla 4.3 ¿Cuándo fue la primera vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos? (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico 30 Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Resto Costa Sierra Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto hace menos de 30 días hace más hace más de 1 mes de 1 año hace más de pero pero menos de menos de 3 años 1 año 3 años nunca he tomado bebidas alcohólic as No sabe/ No responde Total (%) 4,1 3,5 3,7 4,1 0,8 3,1 2,1 8,1 5,1 2,8 2,4 0,1 3,5 4,7 4,7 5,6 3,7 (%) 3,6 6,5 15,7 4,8 0,9 1,9 0,3 2,2 8,0 2,2 1,1 0,7 4,3 8,2 8,5 8,9 7,1 (%) 9,9 7,2 19,1 15,0 3,3 3,2 0,7 2,9 14,4 1,7 4,5 1,4 8,4 8,8 8,8 6,2 11,8 (%) 72,8 68,2 23,1 69,7 91,8 86,8 92,8 81,0 54,5 87,0 85,2 91,7 73,3 60,1 60,6 54,2 65,7 (%) 9,4 14,5 38,4 5,9 3,3 5,0 4,1 5,6 17,7 6,2 6,8 6,1 10,4 18,0 17,2 24,8 11,5 (%) 0,2 0,1 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0,2 0,2 0,1 0,0 0,0 0,1 0,3 0,2 0,3 0,2 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 1,2 5,7 7,4 69,5 16,0 0,2 100,0 4,4 3,9 2,3 4,2 5,1 3,8 7,2 1,8 6,1 4,9 4,4 5,1 10,5 6,0 9,4 8,2 7,7 8,5 62,8 82,4 69,5 69,0 75,5 70,4 15,0 5,8 12,3 13,7 7,3 12,1 0,2 0,0 0,4 0,1 0,0 0,1 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Tabla 4.4 Tasa de incidencia* de uso de Alcohol (N Expandido = 1.149.436) ¿Cuándo fue la primera vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos? Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel educativo Estrato Socioeconómico Total Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Resto Costa Sierra Selva Ninguno, pre escolar, primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto Tasa de incidencia* Hace más Hace de 1 mes menos de pero menos 30 días de 1 año Nunca he tomado bebidas alcohólicas No sabe/ No responde Total (%) 44,3 41,0 33,6 58,3 34,4 49,8 37,0 63,9 42,2 44,3 34,2 11,9 42,6 41,4 43,1 36,6 48,0 (%) 23,6 14,3 6,4 26,8 15,5 30,5 31,8 50,0 16,4 24,7 23,4 1,7 19,2 15,1 15,3 14,2 16,5 (%) 20,7 26,6 27,2 31,5 18,9 19,3 5,3 13,9 25,8 19,5 10,8 10,2 23,4 26,3 27,8 22,4 31,5 (%) 54,4 58,8 66,4 38,5 65,6 50,2 63,0 34,8 57,0 55,0 65,8 88,1 56,8 57,8 56,1 62,6 51,2 (%) 1,3 0,3 0,1 3,2 0,0 0,0 0,0 1,4 0,7 0,7 0,0 0,0 0,6 0,8 0,8 0,9 0,8 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 29,8 5,3 24,5 69,1 1,1 100,0 43,3 49,5 39,8 39,7 56,5 42,2 16,4 33,5 10,74 18,41 30,29 17,9 26,9 16,0 29,06 21,32 26,20 24,4 56,0 50,2 58,48 60,00 43,50 57,1 0,7 0,4 1,72 0,27 0,00 0,7 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 * Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores. 31 32 Tabla 4.5 Edad de inicio en el consumo de alcohol (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Resto Costa Sierra Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto Edad media de inicio No ha 4 a 11 consumido años 12 a 18 años 19 a 24 años 25 a 29 años 30 a 39 años 40 a 49 Sin años información Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) 16 9,4 6,5 70,3 10,2 3,2 0,0 0,0 0,4 100,0 18 14,5 1,6 50,7 24,0 5,4 2,3 0,7 0,9 100,0 14 38,4 7,7 53,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 100,0 16 5,9 2,0 74,4 16,8 0,0 0,0 0,0 0,9 100,0 17 3,3 4,4 67,2 19,4 5,5 0,0 0,0 0,2 100,0 17 5,0 2,5 64,0 24,5 2,3 0,4 0,0 1,4 100,0 19 4,1 1,0 58,0 22,3 8,5 5,7 0,2 0,2 100,0 19 5,6 4,9 42,7 28,8 13,0 2,0 2,3 0,6 100,0 16 17,7 5,9 64,5 9,6 1,2 0,2 0,2 0,5 100,0 18 6,2 2,4 54,8 25,2 9,0 1,0 0,3 1,2 100,0 18 6,8 1,3 55,4 27,2 4,8 3,8 0,4 0,3 100,0 20 6,1 0,2 53,5 23,1 7,2 7,2 2,8 0,0 100,0 17 10,4 3,6 62,6 16,6 4,8 1,2 0,3 0,4 100,0 18 18,0 4,9 50,1 20,6 2,8 1,3 0,8 1,6 100,0 18 17,2 4,7 51,1 21,0 1,8 1,2 1,3 1,9 100,0 18 24,8 5,3 41,1 21,5 3,3 1,3 0,4 2,2 100,0 17 11,5 4,6 58,8 19,2 3,2 1,4 0,5 0,6 100,0 20 16,0 2,5 37,4 22,6 12,9 5,6 2,8 0,3 100,0 17 15,0 3,8 61,2 14,9 3,8 0,7 0,1 0,4 100,0 17 5,8 4,8 66,8 19,2 2,2 0,6 0,0 0,7 100,0 18 12,3 2,9 57,6 17,8 5,5 2,7 0,8 0,4 100,0 18 13,7 3,4 58,7 17,5 4,6 0,8 0,3 1,0 100,0 17 7,3 6,9 66,8 17,0 1,6 0,0 0,0 0,4 100,0 17 12,1 3,9 59,9 17,5 4,3 1,2 0,4 0,7 100,0 Tabla 4.6 Frecuencia de uso de bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses (N Expandido = 5.435.901 Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Total Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias - Resto Costa - Sierra - Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto 1-2 veces 3-6 veces 7-11 veces al menos una vez por mes al menos una vez por semana diariamente no he tomado en los últimos 12 meses nunca he tomado bebidas alcohólicas (%) 21,3 24,9 33,0 17,7 31,4 17,9 19,3 20,6 23,6 17,5 30,1 31,3 22,9 24,3 21,3 22,0 30,4 (%) 20,0 20,5 10,4 17,0 18,2 22,5 33,4 24,3 16,7 25,6 20,5 19,2 22,4 12,7 12,9 13,8 11,1 (%) 9,6 6,0 0,7 10,4 1,7 8,7 7,7 17,1 5,3 11,9 5,7 14,6 8,5 5,1 7,3 4,3 3,4 (%) 22,6 16,6 4,8 26,1 25,6 28,8 18,9 17,0 17,0 22,5 22,8 17,8 19,8 18,1 19,7 13,3 21,5 (%) 9,2 2,7 1,4 17,4 9,7 3,3 1,5 1,0 9,6 1,3 3,4 1,3 5,9 5,3 3,4 4,3 8,5 (%) 0,2 0,5 0,0 0,4 0,0 0,1 0,4 1,2 0,6 0,2 0,0 0,0 0,4 0,1 0,0 0,1 0,2 (%) 7,6 14,3 11,3 5,1 10,1 13,7 14,8 13,2 9,4 14,7 10,8 9,8 9,7 16,5 18,3 17,5 13,3 (%) 9,4 14,5 38,4 5,9 3,3 5,0 4,1 5,6 17,7 6,2 6,8 6,1 10,4 18,0 17,2 24,8 11,5 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 17,5 15,8 20,4 12,6 4,4 0,0 13,2 16,0 100,0 27,8 18,4 30,7 21,2 16,6 23,2 17,3 25,9 15,7 22,1 22,5 20,3 5,9 6,3 7,2 8,4 6,5 7,7 17,5 25,1 16,7 18,6 26,0 19,4 5,3 7,2 4,5 5,2 9,3 5,8 0,5 0,2 0,3 0,0 1,4 0,4 10,6 11,1 12,5 10,7 10,2 11,2 15,0 5,8 12,3 13,7 7,3 12,1 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Total 33 34 Tabla Nº 4.7 Uso de bebidas alcohólicas según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) ¿Cuándo fue la última vez que tomó bebidas alcohólicas aunque sea uno o dos sorbos? Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Total Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Resto Costa Sierra Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto Ex-usuarios (> 12 meses) hace más de hace 1 año pero más de 3 menos de 3 años años Prevalencia de vida Uso actual (último mes) Uso reciente (entre 2 y 12 meses) (%) 90,6 85,5 61,6 94,1 96,7 95,0 95,9 94,4 82,3 93,8 93,2 93,9 89,6 82,0 82,8 75,2 88,5 (%) 53,8 34,7 13,4 56,9 55,7 45,3 49,2 52,4 38,4 48,9 49,5 47,4 45,7 36,5 35,7 29,7 45,0 (%) 27,5 37,0 36,4 31,1 29,7 35,9 31,6 28,1 33,5 29,4 34,3 36,3 33,5 28,9 29,7 28,7 28,0 (%) 4,3 5,0 8,5 3,2 4,9 2,6 5,9 2,2 5,6 4,1 3,6 2,0 3,7 8,0 9,7 8,2 5,8 84,0 41,9 30,7 85,0 94,2 64,0 59,8 72,1 87,9 40,4 49,8 44,0 42,3 46,8 43,7 33,1 32,5 30,4 33,0 34,5 32,5 nunca he tomado bebidas alcohólicas No sabe/ No responde Total (%) 4,6 8,6 3,3 1,9 6,1 10,3 9,2 11,7 4,1 11,3 5,6 8,3 6,2 8,3 7,6 8,5 9,0 (%) 9,4 14,5 38,4 5,9 3,3 5,0 4,1 5,6 17,7 6,2 6,8 6,1 10,4 18,0 17,2 24,8 11,5 (%) 0,4 0,4 0,0 0,9 0,3 0,9 0,0 0,0 0,7 0,0 0,2 0,0 0,4 0,3 0,2 0,1 0,6 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 2,8 8,6 16,0 0,1 100,0 5,0 4,9 5,3 4,3 4,8 4,7 6,5 5,9 7,2 6,7 5,9 6,7 15,0 5,8 12,3 13,7 7,3 12,1 0,0 1,1 0,7 0,1 0,8 0,4 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 TABACO El tabaco fumado en cigarrillos sigue ocupando el segundo lugar en el consumo de drogas. Desde ya hace más de 50 años se reconoce su elevada toxicidad crónica y es la droga que causa el mayor número de casos de enfermedad severa y muerte; es así que su uso por largo tiempo está asociado a enfermedades cardiovasculares con secuelas de infarto del miocardio y accidentes vasculares cerebrales. Las secuelas respiratorias incluyen el enfisema y el cáncer pulmonar. Asimismo el tabaco se ha asociado a una amplia variedad de cánceres de otros órganos. El tabaco está dejando de ser droga social en muchos ambientes y su uso legal viene siendo restringido ya que está prohibido fumar en lugares públicos y hacer propaganda del tabaco durante el día. Sin embargo, la propaganda abierta y encubierta está dirigida al consumo precoz por jóvenes y mujeres, quienes vienen fumando cada vez más. El hecho de que el consumo no produzca cambios importantes en el comportamiento y que la toxicidad se manifieste al cabo de varios años de uso intensivo, lleva a que no se aprecie con facilidad el peligro de su uso y que se perciba como una sustancia «fácil de dejar». . La prevalencia de vida para el tabaco alcanza el 63,4%, (Tabla 4.9) cifra muy próxima a la de las personas que refieren que se les haya ofrecido alguna vez. (Tabla 4.8), es decir el ofrecimiento de tabaco casi siempre es seguido de su aceptación, lo que es un indicador más del carácter social de la sustancia. La edad de inicio promedio es de 17 años (Tabla 4.12) y la gran mayoría de las personas ha iniciado el consumo hace más de tres años (Tabla 4.10) y a una edad entre los 12 a 18 años (Tabla 4.10). El consumo es bastante frecuente, como puede apreciarse en la tabla 4.14, con la mayoría consumiendo dentro del último mes. Es así que el uso en el último mes alcanza casi la tercera parte (27,3%) y el acumulado para el último año casi la mitad (39,1%) contra un 36,6% que no ha fumado nunca (Tabla 4.14) La incidencia no alcanza el 10%, esto también debido, como en el caso del alcohol, al número poco importante de no usuarios. En relación al número de veces que se ha consumido en el último año, cerca del 10% de los varones afirma haber consumido al menos una vez por mes En el Tabla 4.13 se muestra la frecuencia de uso de cigarrillos en los últimos 12 meses en la población estudiada. El 10% de las mujeres y 8,4% de los varones afirman haber consumido 1 a 2 veces en el último año. El porcentaje disminuye en ambos sexos para mayores consumos (3 a 11 veces). El 8% de los varones afirma consumir diariamente, en una proporción que dobla a la de las mujeres (4,3%). Alrededor del 24% manifestaron no haber fumado en el último año. 35 Tabla 4.8 Ofrecimiento de cigarrillos de tabaco según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato socioeconómico Total 36 Hombre Mujer 12 – 18 19 – 24 25 – 29 30 – 39 40 – 49 50 a 64 Soltero Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Resto Costa Sierra Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria Superior Bajo Medio Alto Ofrecimiento (%) 78,0 56,3 47,1 78,3 76,2 77,3 69,8 56,4 63,5 68,7 68,9 79,6 67,3 63,6 61,2 56,7 73,9 50,6 61,2 80,2 65,2 62,1 80,7 66,5 Tabla 4.9 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de cigarrillos de Tabaco según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Prevalencia de vida (%) Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Total Hombre 74,4 Mujer 53,6 12 – 18 31,4 19 – 24 81,1 25 – 29 70,0 30 – 39 71,1 40 – 49 74,3 50 a 64 60,7 Soltero 58,3 Casado 69,7 Conviviente 63,2 Sin pareja actual 78,0 Lima 65,9 Provincias 54,1 Resto Costa 53,2 Sierra 49,3 Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria 60,4 49,2 Superior 77,1 Bajo 64,0 Medio 59,8 Alto 72,1 58,4 63,4 37 38 Tabla 4.10 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas? (N Expandido = 5.435.901) hace menos de 30 días Hace más de 1 mes pero menos de 1 año hace más de 1 año pero menos de 3 años hace más de 3 años nunca he fumado cigarrillos Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 2,8 1,0 3,8 66,8 25,6 100,0 Mujer 2,1 1,4 5,9 44,2 46,4 100,0 12 - 18 4,6 3,1 8,1 15,6 68,6 100,0 19 - 24 2,4 2,0 15,0 61,7 18,9 100,0 25 - 29 0,8 0,6 0,9 67,8 30,0 100,0 30 - 39 2,3 0,3 0,2 68,1 28,9 100,0 40 - 49 1,3 0,2 0,2 72,6 25,7 100,0 50 a 64 1,8 0,1 0,0 58,8 39,3 100,0 Soltero 3,7 2,2 8,2 44,2 41,7 100,0 Casado 1,3 0,2 1,8 66,4 30,3 100,0 Conviviente 0,9 0,3 0,7 61,2 36,8 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,7 0,2 77,2 22,0 100,0 Lima 2,2 0,7 4,8 58,1 34,1 100,0 Provincias 3,2 2,9 5,0 43,0 45,9 100,0 Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Total Resto Costa 4,0 3,1 5,7 40,3 46,8 100,0 Sierra 4,2 2,7 3,9 38,6 50,7 100,0 Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria 1,3 3,0 5,4 50,7 39,6 100,0 0,9 0,8 3,8 43,6 50,8 100,0 1,9 1,4 5,6 49,5 41,6 100,0 Superior 3,9 1,2 4,4 67,7 22,9 100,0 Bajo 3,5 1,1 6,5 52,9 36,0 100,0 Medio 0,8 1,3 4,7 53,0 40,2 100,0 Alto 5,2 1,2 2,7 63,0 27,9 100,0 2,4 1,2 4,9 54,8 36,6 100,0 Tabla 4.11 Tasa de incidencia* de uso de Tabaco (N Expandido = 2.191.256) Características ¿Cuándo fue la primera vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas? Tasa de incidencia* Hace menos de 30 Hace más de 1 mes Nunca he fumado pero menos de 1 año cigarrillos días (%) Sexo Edad Estado Civil Hombre Mujer Estrato Socioeconómico (%) (%) 9,5 3,6 87,0 100,0 7,0 4,2 2,8 93,0 100,0 10,1 6,0 4,0 89,9 100,0 19 - 24 18,9 10,4 8,5 81,1 100,0 25 - 29 4,4 2,7 1,8 95,6 100,0 30 - 39 8,5 7,4 1,1 91,5 100,0 40 - 49 5,6 4,9 0,7 94,4 100,0 50 a 64 4,7 4,4 0,4 95,3 100,0 Soltero 12,4 7,9 4,6 87,6 100,0 Casado 4,8 4,2 0,5 95,2 100,0 Conviviente 3,3 2,4 0,9 96,7 100,0 Sin pareja actual 3,1 0,1 3,0 96,9 100,0 Provincias Nivel Educativo (%) 13,0 12 - 18 Lima Región de residencia (%) Total 8,0 6,0 2,0 92,0 100,0 11,8 6,2 5,6 88,2 100,0 Resto Costa 13,3 7,4 5,8 86,7 100,0 Sierra 11,8 7,2 4,6 88,2 100,0 Selva 9,6 2,9 6,8 90,4 100,0 Ninguno, pre escolar, primaria 3,3 1,8 1,5 96,7 100,0 Secundaria 7,4 4,3 3,0 92,6 100,0 Superior 18,2 13,9 4,3 81,8 100,0 Bajo 11,3 8,70 2,64 88,66 100,0 5,0 1,91 3,14 94,96 100,0 18,6 15,11 3,45 81,44 100,0 9,1 6,0 3,0 90,9 100,0 Medio Alto Total * Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores. 39 40 Tabla 4.12 Edad de inicio en el consumo de tabaco (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre Edad media de inicio No ha consumido (%) 4 a 11 años (%) 12 a 18 años (%) 19 a 24 años (%) 25 a 29 años (%) 30 a 39 años (%) 40 a 50 años (%) Sin información (%) 16 25,6 4,2 58,2 8,2 2,7 0,7 0,0 0,3 Total (%) 100,0 Mujer 19 46,4 1,4 31,4 13,9 3,8 1,9 0,5 0,7 100,0 12 - 18 14 68,6 3,6 26,1 0,0 0,0 0,0 0,0 1,8 100,0 19 - 24 16 18,9 1,4 64,7 15,0 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 25 - 29 16 30,0 7,1 52,0 10,2 0,6 0,0 0,0 0,1 100,0 30 - 39 18 28,9 2,6 46,7 16,0 5,3 0,3 0,0 0,1 100,0 40 - 49 19 25,7 1,6 48,5 13,3 5,3 4,8 0,4 0,2 100,0 50 a 64 21 39,3 1,4 29,3 15,1 9,5 3,4 1,5 0,4 100,0 Soltero 16 41,7 3,7 44,9 8,0 0,4 0,5 0,0 0,8 100,0 Casado 19 30,3 1,6 42,7 16,2 6,3 2,5 0,2 0,2 100,0 Conviviente 18 36,8 2,8 42,8 10,5 4,0 2,0 0,9 0,2 100,0 Sin pareja actual 20 22,0 0,3 48,1 12,0 14,0 0,8 2,8 0,0 100,0 Lima 17 34,1 2,7 47,0 10,4 3,7 1,4 0,3 0,4 100,0 Provincias 18 45,9 2,8 33,2 14,0 1,8 1,2 0,4 0,7 100,0 Resto Costa 17 46,8 2,6 37,6 10,9 0,8 0,6 0,1 0,6 100,0 Sierra 18 50,7 3,3 26,8 15,4 1,7 0,8 0,6 0,8 100,0 Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria 18 39,6 2,7 35,1 16,1 3,0 2,2 0,5 0,8 100,0 21 50,8 2,2 19,0 13,8 9,6 3,1 1,3 0,2 100,0 17 41,6 3,0 41,8 8,6 2,3 1,7 0,3 0,8 100,0 Superior 17 22,9 2,6 57,1 14,4 2,7 0,2 0,0 0,2 100,0 Bajo 18 36,0 2,7 43,0 11,0 4,8 1,8 0,5 0,3 100,0 Medio 19 40,2 2,2 41,1 10,7 3,1 1,5 0,3 0,8 100,0 Alto 17 27,9 4,2 53,5 12,9 1,3 0,1 0,0 0,0 100,0 18 36,6 2,7 44,0 11,2 3,3 1,3 0,3 0,5 100,0 Tabla 4.13 Frecuencia de uso de cigarrillos en los últimos 12 meses (N Expandido = 5.435.901) 7-11 veces (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) 8,4 8,8 3,7 9,7 12,1 8,0 23,5 25,6 100,0 10,0 3,9 1,8 6,0 3,2 4,3 24,4 46,4 100,0 12 - 18 8,2 4,1 0,2 2,0 2,5 1,0 13,6 68,6 100,0 19 - 24 12,6 6,4 7,1 12,8 15,0 10,7 16,6 18,9 100,0 25 - 29 6,3 8,6 3,0 14,5 7,3 4,2 26,2 30,0 100,0 30 - 39 14,2 5,1 3,0 7,7 7,7 3,1 30,3 28,9 100,0 40 - 49 7,3 7,8 2,6 4,1 5,1 8,9 38,5 25,7 100,0 50 a 64 5,0 7,0 0,4 8,1 6,4 8,8 25,0 39,3 100,0 Soltero 9,4 5,7 3,1 8,7 8,2 7,0 16,3 41,7 100,0 Casado 9,1 6,0 3,1 7,4 6,5 5,0 32,6 30,3 100,0 Conviviente 8,5 6,9 1,3 6,5 7,2 3,2 29,6 36,8 100,0 12,3 13,6 0,2 3,8 6,0 12,7 29,5 22,0 100,0 Hombre Mujer Edad Estado Civil no he fumado nunca he en los últimos fumado 12 meses cigarrillos 3-6 veces Características Sexo al menos una al menos una diariamente vez por mes vez por semana 1-2 veces Sin pareja actual Total Lima 9,1 6,5 2,8 7,8 7,5 6,6 25,5 34,1 100,0 Provincias 9,5 5,4 2,3 7,5 6,9 4,0 18,6 45,9 100,0 Región de residencia - Resto Costa 7,6 5,3 4,3 8,9 5,8 3,3 18,2 46,8 100,0 9,0 4,7 0,9 5,5 7,5 2,0 19,6 50,7 100,0 12,3 6,3 1,4 8,1 7,5 6,9 18,0 39,6 100,0 3,2 4,4 4,6 10,8 2,4 6,6 17,2 50,8 100,0 Nivel de instrucción - Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria 9,3 7,1 2,2 6,5 6,5 4,2 22,5 41,6 100,0 Superior 10,8 5,7 2,9 9,0 10,8 8,8 29,1 22,9 100,0 Bajo 10,6 4,6 3,5 10,8 5,2 5,5 23,7 36,0 7,3 7,3 2,4 4,6 8,6 5,5 24,0 40,2 100,0 12,5 5,8 2,2 11,5 7,5 8,4 24,3 27,9 100,0 9,2 6,2 2,7 7,8 7,4 6,0 24,0 36,6 100,0 - Sierra Estrato Socioeconómico Medio Alto Total 41 42 Tabla Nº 4.14 Uso de cigarrillos según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) ¿Cuándo fue la última vez que fumó cigarrillos aunque sea una ó dos pitadas? Ex-usuarios Características Sexo Hombre Mujer 12 - 18 19 - 24 Edad 25 - 29 30 - 39 40 - 49 50 a 64 Soltero Estado Civil Casado Conviviente Sin pareja actual Lima Provincias Región de residencia Resto Costa Sierra Nivel de instrucción Selva Ninguno, Preescolar, Primaria Secundaria Superior Estrato Socioeconómico Bajo Medio Alto Prevalencia de vida Uso actual (último mes) Uso reciente (entre 2 y 12 meses) (%) 74,4 53,6 31,4 81,1 70,0 71,1 74,3 60,7 58,3 69,7 63,2 78,0 65,9 54,1 53,2 49,3 60,4 (%) 39,5 16,5 11,7 47,2 32,3 21,9 23,8 28,9 30,5 23,8 23,7 30,4 28,3 23,9 25,2 19,1 27,7 (%) 11,7 11,9 6,5 14,7 11,6 17,8 13,6 7,6 10,9 12,9 11,7 17,7 12,0 11,1 7,7 11,7 14,5 (%) 5,8 7,7 8,4 10,4 3,7 9,0 6,0 0,6 7,1 6,6 5,9 2,6 7,0 6,0 9,2 5,2 3,2 (%) 17,3 17,3 4,8 8,7 22,4 21,7 30,9 23,6 9,8 26,0 21,8 27,3 18,5 13,0 11,2 13,3 15,0 (%) 25,6 46,4 68,6 18,9 30,0 28,9 25,7 39,3 41,7 30,3 36,8 22,0 34,1 45,9 46,8 50,7 39,6 (%) 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 49,2 22,9 8,6 1,4 16,3 50,8 0,0 100,0 58,4 77,1 64,0 59,8 72,1 63,4 24,3 34,1 30,1 24,5 30,6 27,3 12,1 12,9 10,2 11,4 15,6 11,8 7,7 7,2 7,5 7,2 4,7 6,8 14,2 22,6 16,2 16,5 21,2 17,3 41,6 22,9 36,0 40,2 27,9 36,6 0,0 0,4 0,0 0,2 0,0 0,1 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 nunca he No sabe/ No fumado hace más de 1 responde hace más de 3 cigarrillos año pero menos años de 3 años (> 12 meses) Total CAPITULO 5 DROGAS ILEGALES Para el caso de las drogas ilegales como puede apreciarse en la tabla 7.1 ocupa el primer lugar la marihuana, y lo viene haciendo desde las primeras encuestas llevadas a cabo en el Perú. La cocaína, como pasta básica y como clorhidrato, se sigue consumiendo en proporción menor pero no por ello despreciable. Últimamente se ha reportado por diversas fuentes, el consumo creciente del «éxtasis» que ya aparece en la presente encuesta de hogares. Lo mismo ha ocurrido con la heroína, aunque es la primera vez que se hace evidente su prevalencia en un estudio nacional. Monoconsumo y Policonsumo Los estudios epidemiológicos previos han tratado principalmente acerca del monoconsumo de drogas ilegales, informando sobre su prevalencia e incidencia. En la Tabla 5.1 se presentan los resultados del análisis de mono y policonsumo de drogas ilegales en el año 2003. La mayoría de la población entrevistada (88,9%) manifestó no haber consumido nunca en su vida una droga ilegal. El restante 11,1% de la población entrevistada respondió haber consumido al menos una droga ilegal alguna vez en su vida. De los que han consumido alguna vez en su vida por lo menos una droga ilegale, prácticamente la mitad de los casos corresponden a monoconsumo (51,4%) y policonsumo (48,6%) respectivamente. Para quienes consumen una sola droga (monoconsumo), la marihuana es la droga mas consumida (5,1%), seguida de la Pasta básica de cocaína (0,5%). Cocaína clorhidrato, éxtasis y heroína alcanzaron porcentajes marginales dentro de los monoconsumidores de drogas ilegales (<0,1%). (Tabla 5.2) En la Tabla 5.2 se presentan las drogas mas frecuentemente involucradas en el policonsumo, según numero de drogas consumidas. Los patrones de policonsumo mas frecuentemente observados en la población encuestada incluyen la combinación de marihuana con PBC (1,6%), con cocaína clorhidrato (1,8%), o con ambas drogas PBC y clorhidrato (1,8%). El policonsumo de drogas ilegales: marihuana, cocaína y éxtasis, es todavía excepcional y se da entre el 0,003% y 0,1% de los entrevistados. (Tabla 5.2) 43 Tabla 5.1 Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003* (12 a 64 años) Consumo de drogas Nº de ilegales casos Nº de casos expandidos Porcentaje Consumió al menos una droga ilegal 245 602,500 11.1 - Monoconsumo 160 308,900 5.7 - Policonsumo** 85 293,600 5.4 No consumió drogas 2,318 ilegales 4,833,401 88.9 5,435,901 100.0 Total 2,563 * CEDRO (2003). Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2003 (Encuesta de Hogares). ** Policonsumo: consumo de 2 o más drogas ilegales. INEI : Poblacion Perú Urbana de 12 a 64 años: 13.871.288 de habitantes. A continuación se presenta los resultados obtenidos para cada una de las drogas ilegales evaluadas en el estudio. 44 MARIHUANA La marihuana se consume fundamentalmente en forma de cigarrillos («troncho», «pitillo», «pito») y su prevalencia real resulta difícil de apreciar en las encuestas de hogares. Los medios de comunicación ofrecen información contradictoria. De un lado los esfuerzos preventivos y los profesionales especializados la presentan como una droga peligrosa, causante de alteraciones en el rendimiento intelectual, la memoria y la voluntad (síndrome amotivacional), pero de otro lado, hay una campaña millonaria a favor de su uso y no es raro ver escritos de personajes famosos que la propician, o noticias tergiversadas sobre una supuesta utilidad en medicina, confundiendo el uso de su principio activo como medicina con el de fumar las hojas de cualquier procedencia ilegal. El permiso de uso como medicina controlada en Holanda ha sido presentado como que la marihuana se puede usar libremente y muchos que la probaron en alguna oportunidad ahora aparecen como usuarios Coincidiendo con los resultados de la encuesta de hogares efectuada por DEVIDA en el año 2002 (DEVIDA 2003), en la presente encuesta hemos encontrado un consumo bastante elevado como prevalencia de vida, que, sin embargo no se refleja como consumo importante en el último mes o en el último año, lo que parecería corroborar lo expresado más arriba en el sentido que, dada su fácil disponibilidad y difusión, muchos no usuarios regulares la han probado por curiosidad pero no han seguido consumiéndola. Cabe informar que en nuestro medio ya se han introducido otros tipos de marihuana, los que se consumen en paralelo a otras formas tradicionales de marihuana (la «ponzoña», «moño rojo», «colombiana», etc.). En este sentido, nuevas modalidades cannábicas como por ejemplo el «super skunk» poseen mayor potencia, mayor contenido de cannabinoles y su toxicidad es mayor. Su uso se viene incrementando entre los consumidores. 45 Tabla 5.2 Consumo de drogas ilegales en la población urbana peruana entrevistada 2003* (12 a 64 años) Tipo de consumo Número de drogas ilegales consumidas Nº de casos Nº de casos expandidos 115 276,062 5.1 34 25,503 0.5 Cocaína 9 5,859 0.1 Éxtasis 1 937 0.02 1 539 0.01 Droga consumida Marihuana PBC Monoconsumo 1 Heroína Total 2 160 308,900 5.7 Marihuana + PBC 39 89,204 1.6 Marihuana + Cocaína 13 96,896 1.8 PBC + Cocaína 5 1,489 0.03 57 187,589 3.5 Marihuana + PBC + Cocaína 24 97,961 1.8 Marihuana + PBC + Éxtasis 1 584 0.01 0.003 Total Policonsumo** 3 Marihuana + Cocaína + Éxtasis 1 139 PBC + Cocaína + Heroína 1 5,616 0.1 27 104,301 1.9 Total 4 Porcentaje Marihuana + PBC + Cocaína + Éxtasis Total 1 1,711 0.03 1 1,711 0.03 * : CEDRO (2003). Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2003 (Encuesta de Hogares). ** : Policonsumo: consumo de 2 o más drogas ilegales. INEI : Poblacion Perú Urbana de 12 a 64 años: 13.871.288 de habitantes. 46 La prevalencia de vida (Tabla 5.4) llega al 10,3%, con un ofrecimiento importante (Tabla 5.3) de más de la cuarta parte de los entrevistados (26,3%) lo que indica la elevada disponibilidad de la droga y el carácter que podría haber adquirido de ser socialmente aceptada. La incidencia es muy baja, de menos del 0,5% (Tabla 5.6) y la mayoría reconoce haber fumado la marihuana hace más de tres años (Tabla 5.5) y algunos (2,4%) entre uno y tres años La edad de inicio corresponde a las del adulto joven de 18 años (Tabla 5.7). La frecuencia de consumo llega a un máximo de 1,9% una o dos veces por año (Tabla 5.8) con un máximo que reconoce no haber fumado en los últimos 12 meses. El uso actual y el uso reciente (Tabla 5.9) no alcanzan el 1% (0,5% para el uso actual y 0,7 para el uso reciente) lo que parece confirmar la idea que más que un aumento en el consumo el fenómeno se refiere a que la marihuana está siendo vista como droga cuyo consumo ocasional no es necesario ocultar. La incidencia de ultimo año es baja (0,5%) (Tabla 5.6) Finalmente, es indudable que existen varios factores que han contribuido en el incremento sostenido del consumo de la marihuana. Entre otros podemos citar a los siguientes: - El uso terapéutico de la marihuana. Si bien es cierto que el consumo de la marihuana se ha legalizado en algunos países con fines estrictamente terapéuticos (pacientes con cáncer terminal, esclerosis múltiple, glaucoma, entre otras enfermedades), en determinados grupos de adolescentes y jóvenes, estos resultados de investigación y terapéutica han sido erróneamente interpretados y asumidos. - La globalización. El fenómeno de la globalización de las drogas ha contribuido en la aparición de drogas desconocidas para nuestro medio (son ejemplos de ello, el éxtasis, ketamina, GHB, etc.) así como, formas de mejorar el cultivo y la calidad de la marihuana. Ello se refuerza con la introducción de otras modalidades de marihuana («Super skunk», «buble gum», «light», «mentolada», etc. - Consumo múltiple. En la actualidad, los patrones de uso y abuso de drogas están caracterizados por el consumo múltiple o poli-consumo, patrones que no existían anteriormente. Los consumidores de marihuana frecuentemente consumen también tabaco, alcohol; otro grupo, marihuana, tabaco, alcohol, cocaína; un siguiente grupo, marihuana, alcohol, tabaco, alucinógenos, cocaína. - Mercado, oferta y acceso. En una realidad como la nuestra, la disponibilidad y los costos de las sustancias indudablemente han contribuido en el incremento del consumo. Además, este factor contextual, se ha convertido en un fuerte factor de riesgo. - Cambio de percepción y actitud frente a las drogas, en particular de la marihuana. - Industrialización de la fibra del cáñamo (pantalones, sudaderas, polos, refrescos, papel, dulces, etc.). 47 Tabla 5.3 Ofrecimiento de marihuana según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Estrato socioeconómico Total 48 (%) Hombre 41,8 Mujer 12,5 12 – 18 12,4 19 – 24 44,7 25 – 29 38,4 30 – 39 28,5 40 – 49 22,1 50 a 64 14,8 Soltero 32,9 Casado 19,6 Conviviente 18,4 Sin pareja actual 24,9 Lima 28,2 Provincias 19,5 Resto Costa 20,6 Sierra 12,8 Selva 25,5 Ninguno, pre-escolar, Primaria Nivel de instrucción Ofrecimiento 8,7 Secundaria 23,4 Superior 37,9 Bajo 24,5 Medio 23,3 Alto 37,2 26,3 Tabla 5.4 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de Marihuana según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Hombre Mujer Edad Estado Civil 4,7 17,4 25 – 29 13,3 30 – 39 10,9 40 – 49 10,9 50 a 64 5,9 Soltero 12,2 Sin pareja actual Estrato Socioeconómico 2,2 19 – 24 Conviviente Nivel de instrucción (%) 19,5 12 – 18 Casado Región de residencia Prevalencia de vida Lima 7,7 11,6 4,9 11,5 Provincias 6,2 Resto Costa 6,1 Sierra 2,2 Selva 10,6 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 3,8 Secundaria 10,7 Superior 12,5 Bajo 12,9 Medio Alto Total 8,9 10,3 10,3 49 50 Tabla 5.5 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas? (N Expandido = 5.435.901) Características hace menos de 30 días (%) Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre 0,0 hace más de 1 hace más de 1 hace más mes pero año pero menos de 3 años menos de 1 año de 3 años (%) (%) (%) 0,4 4,9 14,1 nunca he fumado marihuana (%) 80,5 Total (%) 100,0 Mujer 0,2 0,2 0,1 1,7 97,8 100,0 12 - 18 0,2 0,9 2,2 1,5 95,3 100,0 19 - 24 0,5 0,4 9,5 6,9 82,6 100,0 25 - 29 0,0 0,1 0,3 12,8 86,7 100,0 30 - 39 0,0 0,0 0,0 10,9 89,1 100,0 40 - 49 0,0 0,0 0,0 10,9 89,1 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,0 5,8 94,1 100,0 Soltero 0,2 0,5 4,7 6,7 87,8 100,0 Casado 0,0 0,0 0,0 7,7 92,3 100,0 Conviviente 0,0 0,1 0,0 11,5 88,4 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 4,8 95,1 100,0 Lima 0,1 0,3 2,8 8,3 88,5 100,0 Provincias 0,2 0,3 0,9 4,8 93,8 100,0 Resto Costa 0,4 0,3 1,1 4,2 93,9 100,0 Sierra 0,0 0,0 0,8 1,4 97,8 100,0 Selva 0,1 0,6 0,7 9,2 89,4 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,0 0,2 3,2 0,4 96,2 100,0 Secundaria 0,2 0,5 3,0 7,0 89,3 100,0 Superior 0,0 0,0 1,3 11,2 87,5 100,0 Bajo 0,0 0,1 6,2 6,6 87,1 100,0 Medio 0,2 0,2 0,6 7,9 91,1 100,0 Alto 0,0 0,8 1,4 8,2 89,7 100,0 0,1 0,3 2,4 7,5 89,7 100,0 Tabla 5.6 Tasa de incidencia* de uso de Marihuana (N Expandido = 4.895.856) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel educativo Estrato Socioeconómico Tasa de incidencia* ¿Cuándo fue la primera vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas? Hace más de 1 mes Hace menos de 30 Nunca he fumado pero menos de 1 días marihuana año (%) (%) (%) 0,0 0,5 99,5 Total Hombre (%) 0,5 (%) 100,0 Mujer 0,4 0,2 0,2 99,6 100,0 12 - 18 1,1 0,2 0,9 98,9 100,0 19 - 24 1,1 0,6 0,5 98,9 100,0 25 - 29 0,1 0,0 0,1 99,9 100,0 30 - 39 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 40 - 49 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Soltero 0,9 0,3 0,6 99,1 100,0 Casado 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Conviviente 0,1 0,0 0,1 99,9 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Lima 0,4 0,1 0,3 99,6 100,0 Provincias 0,5 0,2 0,3 99,5 100,0 Resto Costa 0,8 0,5 0,3 99,2 100,0 Sierra 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Selva 0,7 0,1 0,6 99,3 100,0 Ninguno, pre escolar, primaria 0,3 0,0 0,3 99,7 100,0 Secundaria 0,8 0,3 0,5 99,2 100,0 Superior 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Bajo 0,1 0,01 0,12 99,87 100,0 Medio 0,5 0,27 0,24 99,49 100,0 Alto 0,8 0,00 0,83 99,17 100,0 0,5 0,1 0,3 99,5 100,0 Total * Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores. 51 52 Tabla 5.7 Edad de inicio en el consumo de marihuana (N Expandido = 5.435.901) Edad media de inicio No ha consumido 12 a 18 años 19 a 24 años 25 a 29 años 30 a 39 años 40 a 50 años Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 17 80,5 12,0 6,9 0,4 0,1 0,0 100,0 Mujer 20 97,8 0,8 1,2 0,1 0,1 0,0 100,0 12 - 18 14 95,3 4,7 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 19 - 24 18 82,6 8,5 8,9 0,0 0,0 0,0 100,0 25 - 29 17 86,7 7,8 5,4 0,1 0,0 0,0 100,0 30 - 39 18 89,1 7,0 3,4 0,5 0,0 0,0 100,0 40 - 49 19 89,1 5,5 4,0 1,2 0,2 0,0 100,0 Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico 50 a 64 19 94,1 3,4 2,3 0,0 0,3 0,0 100,0 Soltero 17 87,8 8,0 4,1 0,0 0,1 0,0 100,0 Casado 19 92,3 3,5 3,6 0,6 0,1 0,0 100,0 Conviviente 19 88,4 5,8 5,1 0,7 0,0 0,0 100,0 Sin pareja actual 16 95,1 4,8 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 Lima 18 88,5 6,8 4,4 0,3 0,1 0,0 100,0 Provincias 18 93,8 3,7 2,2 0,2 0,1 0,0 100,0 Resto Costa 18 93,9 3,5 2,4 0,1 0,0 0,0 100,0 Sierra 19 97,8 1,2 0,8 0,2 0,1 0,0 100,0 Selva 18 89,4 6,6 3,4 0,1 0,3 0,1 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 19 96,2 0,3 3,5 0,0 0,0 0,0 100,0 Secundaria 17 89,3 6,1 4,6 0,0 0,0 0,0 100,0 Superior 18 87,5 8,5 3,1 0,8 0,1 0,0 100,0 Bajo 18 87,1 6,8 6,0 0,0 0,1 0,0 100,0 Medio 18 91,1 5,5 3,1 0,4 0,0 0,0 100,0 Alto 17 89,7 6,8 2,9 0,4 0,2 0,0 100,0 18 89,7 6,1 3,9 0,3 0,1 0,0 100,0 Tabla 5.8 Frecuencia de uso de marihuana en los últimos 12 meses (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico 1-2 veces 3-6 veces 7-11 veces al menos una vez por mes no he fumado en los últimos 12 meses nunca he fumado marihuana Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 3,6 0,5 0,4 0,3 14,7 80,5 100,0 Mujer 0,4 0,0 0,0 0,0 1,8 97,8 100,0 12 - 18 1,6 0,0 0,8 0,0 2,3 95,3 100,0 19 - 24 7,6 0,4 0,1 0,6 8,6 82,6 100,0 25 - 29 0,1 0,0 0,0 0,0 13,2 86,7 100,0 30 - 39 0,1 0,1 0,0 0,0 10,7 89,1 100,0 40 - 49 0,1 1,1 0,0 0,0 9,8 89,1 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,1 0,0 5,8 94,1 100,0 Soltero 3,7 0,2 0,4 0,2 7,7 87,8 100,0 Casado 0,1 0,0 0,0 0,0 7,7 92,3 100,0 Conviviente 0,1 1,2 0,1 0,0 10,2 88,4 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 0,0 4,8 95,1 100,0 Lima 2,3 0,3 0,2 0,1 8,6 88,5 100,0 Provincias 0,6 0,1 0,2 0,1 5,3 93,8 100,0 Resto Costa 1,2 0,0 0,3 0,0 4,6 93,9 100,0 Sierra 0,0 0,0 0,0 0,2 2,0 97,8 100,0 Selva 0,5 0,2 0,2 0,0 9,7 89,4 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 3,3 0,0 0,0 0,0 0,4 96,2 100,0 Secundaria 2,8 0,2 0,3 0,2 7,3 89,3 100,0 Superior 0,0 0,5 0,1 0,0 11,8 87,5 100,0 Bajo 5,4 0,0 0,6 0,4 6,4 87,1 100,0 Medio 0,5 0,5 0,0 0,0 7,9 91,1 100,0 Alto 0,0 0,0 0,1 0,0 10,2 89,7 100,0 Total 1,9 0,3 0,2 0,1 7,9 89,7 100,0 53 54 Tabla 5.9 Uso de marihuana según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) ¿Cuándo fue la última vez que fumó marihuana aunque sea una ó dos pitadas? Características Sexo Edad Estado Civil (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) 0,7 1,3 4,9 12,5 80,5 0,0 100,0 Mujer 2,2 0,2 0,2 0,3 1,5 97,8 0,0 100,0 12 - 18 4,7 1,1 0,7 2,3 0,6 95,3 0,0 100,0 19 - 24 17,4 1,0 1,7 8,8 5,8 82,6 0,0 100,0 25 - 29 13,3 0,0 0,1 0,9 12,3 86,7 0,0 100,0 30 - 39 10,9 0,1 0,1 0,0 10,7 89,1 0,0 100,0 40 - 49 10,9 0,0 1,1 0,6 9,3 89,1 0,0 100,0 50 a 64 5,9 0,1 0,0 0,3 5,5 94,1 0,0 100,0 Soltero 12,2 0,9 1,0 4,7 5,7 87,8 0,0 100,0 Casado 7,7 0,0 0,0 0,3 7,4 92,3 0,0 100,0 Conviviente Lima Estrato Socioeconómico 11,6 0,1 1,2 0,2 10,1 88,4 0,0 100,0 4,9 0,0 0,0 0,0 4,8 95,1 0,0 100,0 11,5 0,5 0,8 2,9 7,4 88,5 0,0 100,0 Provincias 6,2 0,4 0,4 1,1 4,2 93,8 0,0 100,0 Resto Costa 6,1 1,0 0,8 1,4 2,9 93,9 0,0 100,0 Sierra 2,2 0,0 0,1 0,8 1,3 97,8 0,0 100,0 Selva 10,6 0,2 0,4 1,2 8,8 89,4 0,0 100,0 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria Nivel de instrucción Total 19,5 Hombre Sin pareja actual Región de residencia Prevalencia Uso actual Uso reciente Ex-usuarios (> 12 meses) nunca he No sabe/ de vida fumado No (último (entre 2 y 12 hace más de 1 hace más marihuana responde mes) meses) año pero menos de 3 años de 3 años 3,8 0,0 0,1 3,3 0,4 96,2 0,0 Secundaria 10,7 0,8 0,9 3,0 6,0 89,3 0,0 100,0 Superior 12,5 0,1 0,6 1,5 10,4 87,5 0,0 100,0 Bajo 12,9 1,0 0,5 5,3 6,0 87,1 1,0 100,0 8,9 0,3 0,7 0,8 7,1 91,1 0,3 100,0 Alto 10,3 0,1 0,9 2,7 6,6 89,7 0,1 100,0 Total 10,3 0,5 0,7 2,5 6,7 89,7 0,0 100,0 Medio COCAÍNA * Como droga ilegal la cocaína se consume bajo la forma de pasta básica fumada y como clorhidrato aplicado a las mucosas. Su uso, pero su uso por inyección es prácticamente desconocido en nuestro medio. La cocaína consumida como pasta básica tiene una prevalencia de vida pequeña (4,1%) pero muy importante dada su muy elevada capacidad de producir adicción severa. Lo mismo ocurre con el clorhidrato de cocaína que a lo largo de los años ha venido elevando su consumo, al hacerse mas barato y gozar de mayor prestigio entre los usuarios. El uso en el último mes y en el último año es pequeño y está en el margen de la detección en una encuesta de hogares. Además, los márgenes de confianza para porcentajes pequeños, son demasiado amplios como para establecer conclusiones valederas y el error de apreciación resulta por ello demasiado grande. La prevalencia de vida para la pasta básica de cocaína (Tabla 5.11) se encontró con un valor de 4,1%, que indica que a una cuarta parte de los que le fue ofrecida la PBC, la aceptaron (Tabla 5.10). La mayor parte refiere haberla consumido por primera vez hace más de 3 años (Tabla 5.12) y apenas el 0,1% que la ha consumido dentro del año, con una incidencia anual de 0,1%. La edad media de inicio es los 20 años (Tabla 5.14), con un 1,2% que refiere un inicio entre 12 y 18 años. La mayor parte de los entrevistados dice no haber consumido en los últimos 12 meses (Tabla 5.15), un 0,1% que lo ha hecho una vez por semana y un porcentaje igual que lo hizo 1 o 2 veces al mes. El uso actual y el uso reciente están ambos en 0,1% (Tabla 5.16). El consumo de clorhidrato de cocaína es bastante similar al anterior. Durante algún tiempo existió una diferencia importante en los patrones de consumo. La pasta, de mucho menos precio era la más consumida por las personas de estrato socioeconómico bajo, mientras que el clorhidrato de cocaína de mayor precio, lo era por la clase medio – alta, pero esta diferencia ya ha desaparecido y los resultados están siendo cada vez más parecidos. Así, la prevalencia de vida llega al 3,9% (Tabla 5.18) con aceptación de consumo por una de cada 2.6 ofertas (Tabla 5.17). La mayor parte de los usuarios también refiere haberla consumido por primera vez hace más de 3 años y el 0,5% la ha consumido dentro del año (Tabla 5.19), con una incidencia total un poco más alta, de 0,6% (Tabla 5.20). La edad media de inicio está en los 19 años, con un 1,9% que refiere un inicio entre 12 y 18 años (Tabla 5.21). La mayor parte dice no haber consumido cocaína clorhidrato en los últimos 12 meses, un 0,1% que lo ha hecho una vez por semana y un 0,6% que lo hizo 1 o 2 veces al año (Tabla 5.22). El uso actual y el uso reciente están en 0,3 y 0,5% respectivamente (Tabla 5.23). * (Como Pasta Básica, Tablas 5.10 a 5.16) (Como Clorhidrato de Cocaína,Tablas 5.17–5.23) 55 Los resultados aquí presentados sobre prevalencia de la drogas cocaína guardan cierta relación con los obtenidos por DEVIDA (2003), donde tanto para pasta básica como para el clorhidrato se concluye que 2 de cada 100 peruanos reportan haber consumido una de estas sustancias, respectivamente. El Perú es un país que viene atravesando por un período de convivencia prolongado de más de tres décadas con el fenómeno de a producción, el uso y el abuso de la cocaína. En las dos primeras décadas se experimentó un patrón moderado y sostenido, tanto de prevalencia de vida, último año y tres últimos meses, (Carbajal y col ., 1980; Jutkowitz y col 1987; Ferrando, 1992).fenómeno que se reflejaba en la demanda de atención de casos de consumo. En ese contexto se registraba más oferta de pasta básica y más exportación de pasta lavada y clorhidrato de cocaína a países como Colombia y los Estados Unidos. Ello generaba que los precios del clorhidrato de cocaína en nuestro medio podían estar por encima de los 15 dólares por gramo, dependiendo ello de varios factores. Ello a su vez generaba que su consumo estaba por debajo de la pasta básica (Castro y col, 2000). Por otro lado, en los mismos estudios se registraban tasas muy bajas para los valles cocaleros de la selva peruana y el consumo se daba de preferencia en las zonas urbanas Es a partir de la década del 90 que se comienza a evidenciar un fenómeno particular, donde por diversas razones, los precios del clorhidrato de cocaína se inscriben en una curva descendente y se incremente gradualmente la oferta . Por otro lado, se comienza a producir mayores cantidades de clorhidrato en nuestro medio, no solamente en la región de la selva, y se acentúa la oferta y disponibilidad de esta sustancia. Este panorama calza perfectamente con los datos epidemiológicos donde se verifica que la prevalencia de vida y los pedidos de ayuda en zonas de cultivo de la hoja de coca y zonas aledañas se visibilizan nítidamente. Ya en nuevo siglo, la disponibilidad, oferta, precios, acceso y la elaboración de clorhidrato de cocaína, ha conllevado a que el consumo se haya incrementado al punto de haber desplazado a la pasta básica en cuanto a nuevos usuarios, prevalencia de vida y demanda de atención. 56 Tabla 5.10 Ofrecimiento de pasta básica de cocaína según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Hombre Mujer Estrato socioeconómico 27,1 5,0 12 – 18 5,6 19 – 24 23,9 25 – 29 15,2 30 – 39 19,9 40 – 49 16,4 50 a 64 12,1 Soltero 16,4 Casado 15,3 Conviviente 9,4 Sin pareja actual 26,0 Lima 16,8 Provincias 10,1 Lima 16,8 Resto Costa 8,7 Sierra 7,1 Selva 14,9 Ninguno, Pre-escolar, Primaria Nivel de instrucción Ofrecimiento (%) 9,1 Secundaria 13,8 Superior 19,9 Bajo 16,9 Medio 14,1 Alto 16,4 Total 15,4 57 Tabla 5.11 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de pasta básica de cocaína según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico 58 Prevalencia de vida (%) Hombre 7,7 Mujer 0,9 12 – 18 1,5 19 - 24 1,6 25 - 29 6,3 30 - 39 6,2 40 - 49 6,5 50 a 64 4,7 Soltero 3,3 Casado 3,2 Conviviente 7,8 Sin pareja actual 8,9 Lima 4,3 Provincias 3,4 Resto Costa 1,7 Sierra 1,8 Selva 7,2 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,2 Secundaria 3,6 Superior 6,5 Bajo 3,1 Medio 4,6 Alto 4,2 Total 4,1 Tabla 5.12 ¿Cuándo fue la primera vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas? (N Expandido = 5.435.901) Características nunca he hace más de 1 hace más de 1 hace menos hace más mes pero menos año pero menos fumado pasta de 30 días de 3 años de 1 año de 3 años básica (%) Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico (%) (%) (%) (%) Total (%) Hombre 0,0 0,1 0,2 7,4 92,3 100,0 Mujer 0,0 0,2 0,1 0,6 99,1 100,0 12 - 18 0,0 0,1 0,0 1,3 98,5 100,0 19 - 24 0,0 0,4 0,3 0,8 98,4 100,0 25 - 29 0,0 0,1 0,2 6,0 93,7 100,0 30 - 39 0,0 0,0 0,2 5,9 93,8 100,0 40 - 49 0,0 0,0 0,0 6,4 93,5 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,0 4,7 95,3 100,0 Soltero 0,0 0,2 0,2 2,9 96,7 100,0 Casado 0,0 0,0 0,0 3,1 96,8 100,0 Conviviente 0,0 0,1 0,1 7,6 92,2 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 8,9 91,1 100,0 Lima 0,0 0,1 0,0 4,1 95,7 100,0 Provincias 0,1 0,2 0,4 2,8 96,6 100,0 Resto Costa 0,1 0,1 0,2 1,2 98,3 100,0 Sierra 0,1 0,4 0,5 0,8 98,2 100,0 Selva 0,0 0,0 0,5 6,7 92,8 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,0 0,0 0,0 0,2 99,8 100,0 Secundaria 0,0 0,2 0,1 3,2 96,4 100,0 Superior 0,0 0,0 0,1 6,3 93,5 100,0 Bajo 0,0 0,0 0,2 2,9 96,9 100,0 Medio 0,0 0,2 0,1 4,2 95,4 100,0 Alto 0,0 0,0 0,0 4,2 95,8 100,0 0,0 0,1 0,1 3,8 95,9 100,0 Total 59 60 Tabla 5.13 Tasa de incidencia* de uso de PBC (N Expandido = 5.221.430) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel educativo Estrato Socioeconómico Tasa de incidencia* ¿Cuándo fue la primera vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas? Hace menos de Hace más de 1 mes 30 días pero menos de 1 año Total Nunca he fumado pasta básica (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 0,1 0,00 0,10 99,90 100,0 Mujer 0,2 0,00 0,20 99,80 100,0 12 - 18 0,1 0,00 0,10 99,90 100,0 19 - 24 0,5 0,00 0,40 99,50 100,0 25 - 29 0,1 0,00 0,10 99,90 100,0 30 - 39 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 40 - 49 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 50 a 64 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 Soltero 0,2 0,00 0,20 99,80 100,0 Casado 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 Conviviente 0,1 0,00 0,10 99,90 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 Lima 0,1 0,00 0,10 99,90 100,0 Provincias 0,3 0,10 0,20 99,70 100,0 Resto Costa 0,2 0,10 0,10 99,80 100,0 Sierra 0,5 0,10 0,40 99,50 100,0 Selva 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 Ninguno, pre escolar, primaria 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 Secundaria 0,2 0,00 0,20 99,80 100,0 Superior 0,1 0,00 0,00 99,90 100,0 Bajo 0,1 0,03 0,03 99,94 100,0 Medio 0,3 0,02 0,23 99,75 100,0 Alto 0,0 0,00 0,00 100,00 100,0 Total 0,1 0,00 0,10 99,90 100,0 * Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores. Tabla 5.14 Edad de inicio en el consumo de PBC (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre No ha Edad 12 a 18 años 19 a 24 años 25 a 29 años media de consumido inicio (%) (%) (%) (%) 20 92,3 3,8 1,8 1,4 30 a 39 años 40 a 50 años Total (%) (%) (%) 0,7 0,1 100,0 Mujer 21 99,1 0,2 0,6 0,0 0,1 0,0 100,0 12 - 18 14 98,5 1,5 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 19 - 24 19 98,4 0,9 0,7 0,0 0,0 0,0 100,0 25 - 29 16 93,7 5,0 1,0 0,3 0,0 0,0 100,0 30 - 39 21 93,8 1,8 3,2 0,1 1,0 0,0 100,0 40 - 49 20 93,5 3,1 1,8 0,5 1,1 0,0 100,0 50 a 64 27 95,3 0,2 0,7 3,6 0,0 0,2 100,0 Soltero 19 96,7 2,0 0,5 0,8 0,1 0,0 100,0 Casado 22 96,8 0,9 1,5 0,2 0,5 0,0 100,0 Conviviente 20 92,2 3,4 2,9 0,5 1,0 0,0 100,0 Sin pareja actual 23 91,1 2,3 1,6 4,3 0,0 0,7 100,0 Lima 20 95,7 2,0 1,2 0,8 0,3 0,0 100,0 Provincias 22 96,6 1,3 1,2 0,3 0,5 0,0 100,0 Resto Costa 23 98,3 0,4 0,6 0,4 0,3 0,0 100,0 Sierra 21 98,2 0,7 0,5 0,5 0,1 0,0 100,0 Selva 22 92,8 3,0 2,8 0,2 1,2 0,1 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 32 99,8 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 100,0 Secundaria 20 96,4 1,6 1,3 0,1 0,5 0,1 100,0 Superior 20 93,5 3,1 1,4 1,9 0,1 0,0 100,0 Bajo 21 96,9 1,3 1,5 0,1 0,1 0,1 100,0 Medio 22 95,4 1,6 1,3 1,1 0,6 0,0 100,0 Alto 16 95,8 3,4 0,4 0,4 0,0 0,0 100,0 Total 20 95,9 1,8 1,2 0,7 0,3 0,0 100,0 61 62 Tabla 5.15 Frecuencia de uso de Pasta Básica en los últimos 12 meses (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre Al menos una No he fumado vez por en los últimos semana 12 meses Nunca he fumado pasta básica 1-2 veces Al menos una vez por mes (%) (%) (%) (%) (%) (%) 0,2 0,1 0,2 7,3 92,3 100,0 Total Mujer 0,0 0,0 0,0 0,8 99,1 100,0 12 - 18 0,1 0,0 0,0 1,3 98,5 100,0 19 - 24 0,0 0,1 0,5 1,0 98,4 100,0 25 - 29 0,1 0,0 0,0 6,2 93,7 100,0 30 - 39 0,2 0,0 0,0 6,0 93,8 100,0 40 - 49 0,3 0,0 0,0 6,1 93,5 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,0 4,7 95,3 100,0 Soltero 0,1 0,1 0,2 3,0 96,7 100,0 Casado 0,1 0,0 0,0 3,1 96,8 100,0 Conviviente 0,4 0,0 0,0 7,3 92,2 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 8,9 91,1 100,0 Lima 0,0 0,0 0,1 4,1 95,7 100,0 Provincias 0,5 0,0 0,1 2,8 96,6 100,0 Resto Costa 0,4 0,0 0,0 1,3 98,3 100,0 Sierra 0,4 0,0 0,1 1,3 98,2 100,0 Selva 0,8 0,0 0,1 6,3 92,8 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,0 0,0 0,0 0,2 99,8 100,0 Secundaria 0,2 0,1 0,2 3,2 96,4 100,0 Superior 0,1 0,0 0,0 6,4 93,5 100,0 Bajo 0,2 0,1 0,3 2,5 96,9 100,0 Medio 0,1 0,0 0,0 4,5 95,4 100,0 Alto 0,0 0,0 0,0 4,2 95,8 100,0 Total 0,1 0,0 0,1 3,8 95,9 100,0 Tabla 5.16 Uso de pasta básica de cocaína según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) ¿Cuándo fue la última vez que fumó pasta básica aunque sea una ó dos pitadas? Ex-usuarios Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Prevalencia de vida Uso actual (último mes) Uso reciente (entre 2 y 12 meses) (> 12 meses) nunca he No sabe/ No fumado pasta hace más de 1 año responde básica hace más pero menos de 3 de 3 años años Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 7,7 0,2 0,2 0,5 6,8 92,3 0,0 100,0 Mujer 0,9 0,0 0,0 0,2 0,6 99,1 0,0 100,0 12 - 18 1,5 0,0 0,1 0,1 1,3 98,5 0,0 100,0 19 - 24 1,6 0,4 0,2 0,6 0,4 98,4 0,0 100,0 25 - 29 6,3 0,0 0,1 0,3 5,9 93,7 0,0 100,0 30 - 39 6,2 0,0 0,1 0,1 6,0 93,8 0,0 100,0 40 - 49 6,5 0,0 0,3 1,1 5,1 93,5 0,0 100,0 50 a 64 4,7 0,0 0,0 0,0 4,7 95,3 0,0 100,0 Soltero 3,3 0,2 0,2 0,3 2,7 96,7 0,0 100,0 Casado 3,2 0,0 0,0 0,0 3,1 96,8 0,0 100,0 Conviviente 7,8 0,0 0,4 1,3 6,1 92,2 0,0 100,0 Sin pareja actual 8,9 0,0 0,0 0,0 8,9 91,1 0,0 100,0 Lima 4,3 0,1 0,0 0,3 3,8 95,7 0,0 100,0 Provincias 3,4 0,0 0,4 0,4 2,5 96,6 0,0 100,0 Resto Costa 1,7 0,1 0,3 0,3 1,0 98,3 0,0 100,0 Sierra 1,8 0,0 0,4 0,6 0,8 98,2 0,0 100,0 Selva 7,2 0,0 0,7 0,4 6,2 92,8 0,0 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,2 0,0 0,0 0,0 0,2 99,8 0,0 100,0 Secundaria 3,6 0,2 0,2 0,2 3,0 96,4 0,0 100,0 Superior 6,5 0,0 0,0 0,7 5,8 93,5 0,0 100,0 Bajo 3,1 0,3 0,3 0,1 2,5 96,9 0,0 100,0 Medio 4,6 0,0 0,1 0,6 3,9 95,4 0,0 100,0 Alto 4,2 0,0 0,0 0,0 4,2 95,8 0,0 100,0 Total 4,1 0,1 0,1 0,3 3,5 95,9 0,0 100,0 63 Tabla 5.17 Ofrecimiento de cocaína clorhidrato según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Hombre 12 – 18 3,6 19 – 24 21,3 25 – 29 16,7 30 – 39 7,7 40 – 49 5,9 50 a 64 7,5 Soltero 13,7 Casado 6,0 Conviviente 7,8 Sin pareja actual 8,3 Lima 5,6 11,5 6,1 Sierra 5,0 Selva 5,8 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 3,4 Secundaria 8,4 15,9 Bajo 9,7 Medio 8,2 Alto Total 64 11,5 Resto Costa Superior Estrato socioeconómico 17,9 3,4 Provincias Nivel de instrucción (%) Mujer Lima Región de residencia Ofrecimiento 16,5 10,2 Tabla 5.18 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de cocaína clorhidrato según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Prevalencia de vida (%) Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre 7,5 Mujer 0,6 12 - 18 1,1 19 - 24 7,4 25 - 29 4,0 30 - 39 3,3 40 - 49 2,6 50 a 64 4,8 Soltero 5,5 Casado 2,5 Conviviente 1,9 Sin pareja actual 1,7 Lima 4,6 Provincias 1,2 Resto Costa 1,4 Sierra 0,6 Selva 1,7 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 3,2 Secundaria 3,6 Superior 4,6 Bajo 4,6 Medio 3,3 Alto Total 4,4 3,9 65 66 Tabla 5.19 ¿Cuándo fue la primera vez que usó cocaína (clorhidrato) aunque sea una ó dos probadas? (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre hace menos de 30 días hace más de 1 mes hace más de 1 año pero hace más pero menos de 1 año menos de 3 años de 3 años nunca he usado cocaína Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) 0,0 0,9 0,6 5,9 92,5 100,0 Mujer 0,2 0,0 0,2 0,3 99,4 100,0 12 - 18 0,0 0,0 0,1 1,0 98,9 100,0 19 - 24 0,5 2,0 1,1 3,8 92,6 100,0 25 - 29 0,0 0,3 0,0 3,7 96,0 100,0 30 - 39 0,0 0,0 0,0 3,3 96,7 100,0 40 - 49 0,0 0,0 1,1 1,5 97,4 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,0 4,8 95,2 100,0 Soltero 0,2 0,9 0,5 3,9 94,5 100,0 Casado 0,0 0,0 0,0 2,5 97,5 100,0 Conviviente 0,0 0,0 1,2 0,7 98,1 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 1,7 98,3 100,0 Lima 0,1 0,5 0,5 3,5 95,4 100,0 Provincias 0,0 0,1 0,1 1,0 98,8 100,0 Resto Costa 0,1 0,3 0,2 0,9 98,6 100,0 Sierra 0,0 0,0 0,0 0,6 99,4 100,0 Selva 0,0 0,1 0,0 1,5 98,3 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,0 3,2 0,0 0,0 96,8 100,0 Secundaria 0,2 0,1 0,4 3,0 96,4 100,0 Superior 0,0 0,1 0,5 4,0 95,4 100,0 Bajo 0,0 1,4 0,0 3,2 95,4 100,0 Medio 0,2 0,0 0,8 2,3 96,7 100,0 Alto 0,0 0,0 0,0 4,3 95,6 100,0 Total 0,1 0,4 0,4 2,9 96,1 100,0 Tabla 5.20 Tasa de incidencia* de uso de Cocaína (N Expandido = 5.255.570 Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel educativo Estrato Socioeconómico Tasa de incidencia* ¿Cuándo fue la primera vez que usó cocaína aunque sea una ó dos probadas? Total Hace menos Hace más de 1 mes pero Nunca he de 30 días menos de 1 año usado cocaína (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 1,0 0,0 1,0 99,0 100,0 Mujer 0,2 0,2 0,0 99,8 100,0 12 - 18 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 19 - 24 2,6 0,5 2,2 97,4 100,0 25 - 29 0,3 0,0 0,3 99,7 100,0 30 - 39 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 40 - 49 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 50 a 64 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Soltero 1,1 0,2 0,9 98,9 100,0 Casado 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Conviviente 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Lima 0,7 0,1 0,6 99,3 100,0 Provincias 0,2 0,0 0,1 99,8 100,0 Resto Costa 0,3 0,1 0,3 99,7 100,0 Sierra 0,0 0,0 0,0 100,0 100,0 Selva 0,2 0,0 0,1 99,8 100,0 Ninguno, pre escolar, primaria 3,2 0,0 3,2 96,8 100,0 Secundaria 0,2 0,2 0,1 99,8 100,0 Superior 0,1 0,0 0,1 99,9 100,0 Bajo 1,5 0,01 1,45 98,54 100,0 Medio 0,2 0,18 0,04 99,78 100,0 Alto 0,0 0,00 0,05 99,95 100,0 Total 0,6 0,1 0,5 99,4 100,0 67 * Expresado como % de nuevos consumidores en el último año/ nuevos consumidores en último año + nunca consumidores. 68 Tabla 5.21 Edad de inicio en el consumo de Cocaína clorhidrato (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico No ha 12 a 18 Edad media consumido años de inicio (%) (%) 19 a 24 años 25 a 29 años 30 a 39 años 40 a 50 años Sin información Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 19 92,5 4,0 1,9 1,4 0,2 0,0 0,0 100,0 Mujer 21 99,4 0,0 0,6 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 12 - 18 14 98,9 1,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 19 - 24 18 92,6 4,2 3,2 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 25 - 29 16 96,0 2,9 1,1 0,1 0,0 0,0 0,0 100,0 30 - 39 21 96,7 1,8 0,4 1,1 0,0 0,0 0,0 100,0 40 - 49 23 97,4 1,1 0,4 0,4 0,7 0,0 0,0 100,0 50 a 64 23 95,2 0,1 2,2 2,4 0,0 0,0 0,0 100,0 Soltero 19 94,5 3,2 1,5 0,8 0,0 0,0 0,0 100,0 Casado 22 97,5 0,4 1,2 0,6 0,3 0,0 0,0 100,0 Conviviente 19 98,1 1,2 0,1 0,6 0,0 0,0 0,0 100,0 Sin pareja actual 21 98,3 0,0 1,7 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 Lima 19 95,4 2,3 1,4 0,8 0,1 0,0 0,0 100,0 Provincias 20 98,8 0,6 0,5 0,1 0,0 0,0 0,0 100,0 Resto Costa 20 98,6 0,7 0,6 0,0 0,0 0,1 0,0 100,0 Sierra 19 99,4 0,3 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 100,0 Selva 20 98,3 0,6 0,9 0,1 0,0 0,0 0,0 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 19 96,8 0,0 3,2 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 Secundaria 19 96,4 2,1 1,2 0,1 0,2 0,0 0,0 100,0 Superior 20 95,4 2,3 0,6 1,7 0,0 0,0 0,0 100,0 Bajo 19 95,4 2,8 1,7 0,0 0,0 0,0 0,0 100,0 Medio 22 96,7 0,7 1,1 1,2 0,2 0,0 0,0 100,0 Alto 16 95,6 3,5 0,7 0,1 0,0 0,0 0,0 100,0 Total 19 96,1 1,9 1,2 0,6 0,1 0,0 0,0 100,0 Tabla 5.22 Frecuencia de uso de cocaína clorhidrato en los últimos 12 meses (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico 1-2 veces 3-6 veces (%) (%) al menos al menos no he usado en 7-11 una vez por una vez por los últimos 12 veces meses mes semana (%) (%) (%) (%) nunca he usado cocaína Total (%) (%) Hombre 1,2 0,1 0,9 0,2 0,2 5,0 92,5 100,0 Mujer 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,4 99,4 100,0 12 - 18 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,9 98,9 100,0 19 - 24 2,6 0,0 1,9 0,8 0,4 1,6 92,6 100,0 25 - 29 0,3 0,3 0,0 0,0 0,0 3,5 96,0 100,0 30 - 39 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,3 96,7 100,0 40 - 49 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,6 97,4 100,0 50 a 64 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 4,8 95,2 100,0 Soltero 1,1 0,1 0,8 0,3 0,2 3,0 94,5 100,0 Casado 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,5 97,5 100,0 Conviviente 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 1,8 98,1 100,0 Sin pareja actual 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,7 98,3 100,0 Lima 0,7 0,0 0,5 0,2 0,1 3,1 95,4 100,0 Provincias 0,2 0,2 0,1 0,0 0,0 0,8 98,8 100,0 Resto Costa 0,1 0,1 0,3 0,0 0,0 0,9 98,6 100,0 Sierra 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 99,4 100,0 Selva 0,4 0,5 0,0 0,0 0,0 0,8 98,3 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,0 0,0 3,2 0,0 0,0 0,0 96,8 100,0 Secundaria 1,0 0,1 0,0 0,3 0,1 2,0 96,4 100,0 Superior 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 4,5 95,4 100,0 Bajo 1,9 0,0 1,3 0,3 0,3 0,9 95,4 100,0 Medio 0,0 0,1 0,0 0,2 0,0 3,0 96,7 100,0 Alto 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 4,2 95,6 100,0 Total 0,6 0,0 0,4 0,2 0,1 2,6 96,1 100,0 69 70 Tabla 5.23 Uso de cocaína clorhidrato según variables demográficas de la población urbana peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) ¿Cuándo fue la última vez que usó cocaína aunque sea una ó dos probadas? Ex-usuarios Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Prevalencia de vida Uso actual (último mes) Uso reciente (entre 2 y 12 meses) (> 12 meses) hace más de 1 año pero hace más de 3 años menos de 3 años nunca he usado cocaína No sabe/ No responde Total (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) Hombre 7,5 0,3 1,0 0,7 5,4 92,5 0,0 100,0 Mujer 0,6 0,2 0,0 0,3 0,1 99,4 0,0 100,0 12 - 18 1,1 0,0 0,0 0,1 1,0 98,9 0,0 100,0 19 - 24 7,4 1,3 2,0 1,4 2,8 92,6 0,0 100,0 25 - 29 4,0 0,0 0,6 0,4 3,0 96,0 0,0 100,0 30 - 39 3,3 0,0 0,0 0,0 3,2 96,7 0,0 100,0 40 - 49 2,6 0,0 0,0 1,1 1,5 97,4 0,0 100,0 50 a 64 4,8 0,0 0,1 0,0 4,8 95,2 0,0 100,0 Soltero 5,5 0,5 0,9 0,7 3,4 94,5 0,0 100,0 Casado 2,5 0,0 0,0 0,0 2,5 97,5 0,0 100,0 Conviviente 1,9 0,0 0,1 1,2 0,6 98,1 0,0 100,0 Sin pareja actual 1,7 0,0 0,0 0,0 1,7 98,3 0,0 100,0 Lima 4,6 0,3 0,5 0,6 3,2 95,4 0,0 100,0 Provincias 1,2 0,0 0,3 0,2 0,7 98,8 0,0 100,0 Resto Costa 1,4 0,1 0,2 0,5 0,7 98,6 0,0 100,0 Sierra 0,6 0,0 0,0 0,0 0,6 99,4 0,0 100,0 Selva 1,7 0,0 0,7 0,1 0,9 98,3 0,0 100,0 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 3,2 0,0 3,2 0,0 0,0 96,8 0,0 100,0 Secundaria 3,6 0,5 0,1 0,5 2,5 96,4 0,0 100,0 Superior 4,6 0,0 0,1 0,7 3,8 95,4 0,0 100,0 Bajo 4,6 0,5 1,4 0,2 2,4 95,4 0,0 100,0 Medio 3,3 0,2 0,1 0,7 2,3 96,7 0,0 100,0 Alto 4,4 0,0 0,0 0,5 3,8 95,6 0,0 100,0 3,9 0,3 0,5 0,5 2,6 96,1 0,0 100,0 Total ÉXTASIS * Éxtasis es el nombre que se da a un derivado de la anfetamina, la metilenodioximetanfetamina, droga sintética que fue introducida en medicina y la psicoterapia, y luego abandonada por su elevada peligrosidad y toxicidad, pero que ha entrado con gran fuerza en el mercado de consumo de ciudades urbanas como Lima y el Callao. En el Perú comenzó a usarse aproximadamente entre 1997 y 1998 en las discotecas elegantes del sur de la capital, pero su uso se ha ampliado a todos los grupos sociales. La venta de pastillas estimulantes bajo el nombre de éxtasis hace que cualquiera pueda ser engañado y los niños pueden ser inducidos a probarlas ya que su uso no es detectado por sus padres o profesores como ocurre con el alcohol o el tabaco que dejan olor persistente que se percibe con facilidad. Así, cuando se indica que se ha consumido éxtasis, el consumo puede ser de la droga verdadera o de una falsificación, que puede ser inocua o mucho más peligrosa. La presente encuesta de hogares es la primera que ha detectado el uso de «éxtasis» que no por ser en baja proporción (de 0,1%) deja de ser alarmante frente a un consumo en rápido aumento y con un ofrecimiento que llega al 2,3%. Las cifras de incidencia en relación a las variables demográficas son demasiado bajas para tener significado estadístico. * (Tablas 5.24-5.25) 71 Tabla 5.24 Ofrecimiento de éxtasis según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato socioeconómico (%) Hombre 2,3 Mujer 2,2 12 - 18 3,6 19 - 24 4,1 25 - 29 4,0 30 - 39 0,8 40 - 49 0,5 50 a 64 0,2 Soltero 4,0 Casado 0,4 Conviviente 0,0 Sin pareja actual 2,0 Lima 2,4 Provincias 1,7 Lima 2,4 Resto Costa 1,7 Sierra 1,7 Selva 1,7 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,4 Secundaria 2,2 Superior 3,1 Bajo 2,4 Medio 1,7 Alto 3,6 Total 72 Ofrecimiento 2,3 Tabla 5.25 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de éxtasis según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Prevalencia de vida (%) Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre 0,1 Mujer 0,0 12 - 18 0,1 19 - 24 0,1 25 - 29 0,3 30 - 39 0,0 40 - 49 0,0 50 a 64 0,0 Soltero 0,1 Casado 0,0 Conviviente 0,0 Sin pareja actual 0,0 Lima 0,0 Provincias 0,3 Resto Costa 0,0 Sierra 0,1 Selva 0,8 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,0 Secundaria 0,1 Superior 0,0 Bajo 0,0 Medio 0,1 Alto 0,0 Total 0,1 73 OPIO Y DERIVADOS-HEROÍNA * La adormidera está siendo cultivada en forma creciente en el Perú y ya resultan importantes los decomisos que efectúan las fuerzas policiales, indicando una producción que va en aumento y que representa un rendimiento económico bastante mayor que el de la cocaína para campesinos y traficantes. El alto contenido de alcaloides y la facilidad de su extracción y transformación en heroína hacen que estemos frente a un problema que va a ser muy difícil de resolver. La disponibilidad del opio y la heroína ha dado lugar a que se detecten casos de consumo en la encuesta y aunque los porcentajes sean marginales la llamada de atención es clara: ya hay uso de opio y heroína en proporción detectable por encuesta de hogares. Esto sumado a la creciente disponibilidad, nos debe servir de advertencia para reforzar las acciones preventivas y de control. La presente encuesta de hogares ha detectado el uso de heroína que, como en el caso del éxtasis, no por ser en baja proporción (de 0,1%) (Tabla 5.26) deja de ser alarmante frente a un ofrecimiento que llega al 0,7% (Tabla 5.27). Las cifras de incidencia en relación a las variables demográficas también son demasiado bajas para tener significado estadístico. * (Tablas 5.26 - 5.27) 74 Tabla 5.26 Ofrecimiento de heroína según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 a 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato socioeconómico Ofrecimiento (%) Hombre 1,3 Mujer 0,2 12 - 18 1,5 19 - 24 0,4 25 - 29 0,0 30 - 39 1,7 40 - 49 0,0 50 a 64 0,4 Soltero 1,1 Casado 0,6 Conviviente 0,1 Sin pareja actual 0,0 Lima 0,9 Provincias 0,2 Resto Costa 0,1 Sierra 0,3 Selva 0,3 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,7 Secundaria 0,9 Superior 0,6 Bajo 2,4 Medio 0,1 Alto 0,0 Total 0,7 75 Tabla 5.27 Prevalencia de vida (uso alguna vez en la vida) de heroína según variables demográficas de la población peruana entrevistada (12 - 64 años) (N Expandido = 5.435.901) Características Prevalencia de vida (%) Sexo Edad Estado Civil Región de residencia Nivel de instrucción Estrato Socioeconómico Hombre 0,2 Mujer 0,0 12 - 18 0,0 19 - 24 0,0 25 - 29 0,0 30 - 39 0,1 40 - 49 0,7 50 a 64 0,0 Soltero 0,0 Casado 0,3 Conviviente 0,1 Sin pareja actual 0,0 Lima 0,1 Provincias 0,0 Resto Costa 0,0 Sierra 0,0 Selva 0,1 Ninguno, Pre-escolar, Primaria 0,1 Secundaria 0,2 Superior 0,0 Bajo 0,0 Medio 0,2 Alto Total 76 0,0 0,1 CAPÍTULO 6 INFLUENCIA DE LAS VARIABLES EPIDEMIOLÓGICAS GÉNERO El consumo de drogas por la población, está ligado al sexo, pero con un fuerte componente derivado del carácter social de cada droga. En el caso de las drogas legales, el consumo es prácticamente igual entre hombres y mujeres y en el caso del alcohol la diferencia es pequeña pero el ofrecimiento a las mujeres es incluso mayor que el de los varones. En el escenario del uso y abuso de sustancias capaces de generar dependencia, la conducta del consumo ha sido de «exclusividad» de los varones. Sin embargo, a lo largo de estas dos últimas décadas es evidente que ha habido un gradual incremento, tanto en las tasas de prevalencia de vida como en los de atención en adicción femenina. No obstante, por las características del consumo femenino, particularmente de las drogas ilegales, resulta complicado evaluar indicadores como prevalencia. Ello probablemente por el hecho que las mujeres encuestadas podrían sentirse amenazadas por el carácter ilegal que tiene el consumo y las actitudes de la sociedad frente al consumo femenino, representando ello un subregistro importante. En el caso de las drogas legales, el consumo se inscribe en una curva más o menos ascendente, con patrones de consumo según género cada vez más similares, aunque el ofrecimiento a las mujeres es incluso mayor que el de los varones. Ambos sexos han iniciado el consumo hace más de tres años, pero las mujeres tienen una edad de inicio un poco mayor, 18 años en el promedio, contra 16 de los hombres. (Tabla 4.5). Para los 19 a 24 años el porcentaje en las mujeres ya resulta ser mayor y los varones muestran porcentajes importantes en el rango de los 4 a 11 años. La frecuencia de consumo de alcohol es similar, es decir que los porcentajes son ligeramente menores en las mujeres aunque son algo mayores para el rango de 1 a 6 veces por mes (Tabla 4.5). Para el uso actual y el uso reciente; los varones han tenido un mayor uso actual y las mujeres un mayor uso reciente. Sin embargo, la incidencia resulta ser mayor, ya que el número de no usuarios, entre los varones, es muy pequeño en comparación con las mujeres. 77 Para el tabaco (Tablas 4.8 a 4.14) los hombres muestran una prevalencia de vida mayor en cerca de un tercio (74% en varones contra 53,6% en mujeres) siguiendo de cerca al ofrecimiento. La edad de inicio del consumo es un poco más tardía en las mujeres (19 años en el promedio, contra 16 en los hombres) con un inicio en la mayoría de las mujeres entre los 19 y 24 años, contra los varones que lo hacen entre los 12 y 18 años. El uso actual y el uso reciente siguen la misma proporción que la prevalencia de vida. Con referencia al uso intensivo, dentro de la dispersión de las cifras, parece haber un desplazamiento de uso diario o una vez por semana en varones hacia el uso y una o dos veces por mes en las mujeres. La diferencia en el consumo de drogas, debida al sexo, se aprecia de manera más clara con las drogas ilegales: es así que para la marihuana las prevalencias de vida se dan en el 19,5% en el caso de los hombres y de 2,2% en el de las mujeres. El ofrecimiento de marihuana sigue siendo mayor para los varones, pero casi uno de cada dos, ha aceptado consumir contra una de cada 6 mujeres que también lo aceptó. . La incidencia del uso de marihuana es muy baja y aparece igual en ambos sexos. La edad de inicio es más tardía en la mujer (20 años contra 17 en los hombres). La frecuencia de uso en los hombres que la han usado el último año es de 1 o 2 veces al mes, 3,6% contra el 14% que dice no haberlo hecho en el último año. Para las mujeres estas cifras son muy bajas y pierden significado. La mayoría de los hombres y mujeres que han fumado marihuana dicen haberlo hecho hace más de tres años, con un uso actual de 0,7% en los hombres y 0,2% en las mujeres Tratándose de la pasta básica de cocaína se mantiene la diferencia entre los sexos, 7,7% en los hombres y 0,9 en las mujeres, con un consumo inicial en su mayoría hace más de 3 años para ambos sexos, aunque la incidencia para las mujeres resulta mayor, los porcentajes son muy bajos y no hay significación estadística. Como en el caso de la marihuana la edad media de inicio es mayor en la mujer (21 años contra 20 en los hombres). Para la frecuencia de consumo, la mayoría dice no haber consumido en los últimos 12 meses y ninguna mujer afirma haber hecho un consumo repetido. La diferencia de género resulta ser casi idéntica para el clorhidrato de cocaína, 7,5% en los hombres y 0,6 en las mujeres, con un consumo inicial en su mayoría hace más de 3 años en los varones y, como en el caso anterior, la incidencia para las mujeres resulta mayor. Para tiempos menores, los porcentajes son muy bajos y no hay significación estadística. Como en el caso de la pasta básica, la edad media de inicio del clorhidrato es mayor en la mujer (21 años contra 19 en los hombres). Para la frecuencia de consumo de cocaína clorhidrato, la mayoría dice no haber consumido en los últimos 12 meses y sólo un 0,2% de mujeres afirma haberla consumido al menos una vez al mes. Éxtasis y heroína muestran incidencia sólo en los varones, pero con cifras demasiado bajas como para extraer conclusiones consistentes. Aun considerando que el consumo de drogas ilegales por parte de las mujeres ha comenzado a visibilizarse claramente, el fenómeno del uso y abuso de drogas mayoritariamente se sigue dando en la población masculina. 78 Es indudable que existen variados factores socio-culturales que contribuyen para que existan esos patrones de uso diferencial según sexo. En el caso de la mujer urbana, la misma permanencia en la casa, el sobreinvolucramiento con los problemas cotidianos y de la familia, la percepción del riesgo y cuidado, los factores cognitivos, de estructura de la personalidad, y las actitudes de la sociedad, de hecho, contribuyen al bajo consumo de drogas ilícitas en la mujer. Estos aspectos guardan relación con los hallazgos de Navarro Botella (2000), quien encuentra que la mujer está más protegida que los hombres en cuanto a la adquisición de conductas autodestructivas como el consumo de drogas, por lo que estos y otros factores aun seguirían jugando un rol en el fortalecimiento de la conducta femenina frente al escenario de las drogas ilícitas en particular. Los factores familiares, pero también los extrafamiliares influyen en el consumo de sustancias tanto en hombres como mujeres. Sin embargo, la cultura presiona de manera diferenciada a hombres y mujeres, pareciendo ser que los varones se ven más influidos por el sistema a iniciarse más tempranamente. Ello podría explicarse por tener más temprana exposición a «la calle» (llámese fiestas, reuniones entre amigos, en un clima de menor control familiar). La propaganda, en el caso de tabaco sobre todo, apunta al sector de mujeres jóvenes lo que tendría una influencia en esta población. En lo que respecta al consumo de medicamentos las mujeres harían más uso de los mismos por un fenómeno de «medicalización» de sus problemas, medicalización que proviene de una distorsión del sistema respecto al malestar histórico social de las mujeres. La automedicación estaría también obedeciendo a un acto de evasión de inequidad. EDAD Para el consumo de drogas la edad es un factor muy importante. Las drogas sociales se consumen desde edades muy tempranas y las ilegales predominan en el adulto joven, con diferencias que es necesario señalar. Estos resultados coinciden con los de CONTRADROGAS (1999) y DEVIDA (2003) El alcohol se consume desde edades tempranas y rápidamente se llega a una prevalencia estable para todas las edades. Así, de una prevalencia de 61,6% a los 12 a 18 años se pasa a una de más de 94, que continúa hasta las edades más avanzadas (Tabla 4.2). El ofrecimiento de alcohol sigue un curso paralelo, aunque los de mayor edad lo refieren en menor proporción (Tabla 4.1). Por encima de los 25 años, la mayoría de los que han consumido alcohol refieren haberlo hecho por primera vez hace más de tres años, Los más jóvenes lo han consumido hace menos tiempo (Tabla 4.3). La edad de inicio más frecuente está en los 12 a 18 años aunque hay casos de consumo más precoz, entre los 4 y 11 años. (Tabla 4.5). La frecuencia de consumo se estabiliza entre una y seis veces por mes pero el consumo por lo menos una vez por semana llega al 17,4% en los jóvenes de 19 a 24 años disminuyendo progresivamente con la edad. La edad de inicio crece consistentemente con la edad actual. El uso actual y el uso reciente de alcohol no muestran diferencias apreciables en relación a la edad, salvo un aumento de ex-usuarios conforme aumenta la edad. La incidencia mayor se aprecia entre los de menor edad pero vuelve a aumentar entre los mayores. 79 La prevalencia de vida del tabaco es bastante alta desde el grupo de los 12 a 18 años, donde llega a cerca del tercio de los entrevistados de dicha edad. La cifra sube hasta el 81% para los 19 a 24 años para luego descender hasta el 60,7% entre los de 50 a 64 años. Aquí se presenta un fenómeno bastante importante ya que para la otra droga social, el alcohol, la diferencia entre los 40-49 años y los 50-64 años no es significativa (apenas el 1,5%), pero en el caso del tabaco llega al 13,6% para los mismos rangos de edades. Esto correlaciona muy bien con el aumento de mortalidad general de los fumadores, ya que en este caso la encuesta se hace a personas vivas, que han sobrevivido hasta esa edad. Se supone que un significativo porcentaje de los fumadores ya ha muerto hacia esas edades. El inicio del consumo del tabaco (Tablas 4.10 y 4.12) es mayoritario entre los 12 y 18 años aunque hay un porcentaje significativo de 7,1% para los que ahora tienen entre 25 a 29 años que se iniciaron a edades menores de 11 años La frecuencia de consumo intensivo de tabaco también es mayor entre los 19 y 24 años así como el uso actual. La prevalencia de vida de la marihuana alcanza un máximo entre los 19 a 24 años donde llega al 17,4% y baja progresivamente hasta el 5,9% para los de 50 a 64 años con una curva paralela a la del ofrecimiento. La edad de inicio en el consumo de marihuana varía desde 14 años para los menores, hasta 19 para los de mayor edad. La mayoría de los usuarios de marihuana ha consumido hace más de tres años, así lo dicen todos los mayores de 30 años. En el grupo de 25 a 29 años un 0,3% ha consumido hace más de un año pero menos de tres y un 0,1% afirma haber consumido marihuana entre un mes y un año atrás. Para edades menores el consumo, hasta hace un año, alcanza 1,1% para los de 12 a 18 años y 0,9% para los de 19 a 24 años. La prevalencia de vida de la pasta básica de cocaína alcanza un máximo entre los 25 y 29 años y continúa con cifras muy próximas hasta los 48 años (entre 6,2 y 6,5%). La edad de inicio en el consumo varía desde 14 años para los menores hasta 27 años para los de mayor edad. La mayoría de los usuarios ha consumido hace más de tres años. El uso actual y el uso reciente son demasiado bajos para tener significación. Tratándose del clorhidrato de cocaína, alcanza un máximo entre los 19 y 24 años y desciende luego con variaciones no significativas La edad de inicio en el consumo, varía desde 14 años para los menores, hasta 23 años para los de mayor edad. La mayoría de los usuarios ha consumido hace más de tres años El uso actual y el uso reciente son demasiado bajos para tener significación. Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína, son demasiado bajas para tener significado estadístico. Respecto a la edad los hallazgos sugieren que los mayores esfuerzos preventivos deberían hacerse en la pubertad y la adolescencia considerando que el inicio en el consumo, para todas las sustancias, es cada vez a menor edad. ESTADO CIVIL El estado civil de una persona, como categoría social reconocida por los códigos, considera los estados de soltero, casado, viudo, divorciado y conviviente. Para los fines del presente estudio se ha considerado la auto declaración de soltero, casado y conviviente y se ha añadido la categoría de «sin pareja actual» que incluye a viudos, divorciados y convivientes de posición similar. 80 El estado civil tiene poca influencia en el consumo de alcohol. En la prevalencia de vida, los solteros aparecen con un consumo algo menor, pero esto parece corresponder al grupo más joven, que muestra un porcentaje similar y que se repite para las diversas preguntas del cuestionario sobre alcohol incluyendo la incidencia y la edad de inicio del consumo. Para el caso del tabaco la prevalencia de vida es mayor para aquellos que no tienen pareja actualmente (78%, Tabla 4.9) Esta cifra sigue de cerca a la del ofrecimiento y corresponde también a la de consumo intensivo, diario o varias veces por semana. La edad de inicio es menor en los solteros y mayor en los que no tienen pareja actual, aunque esto pareciera deberse al factor edad. Para la marihuana, el estado civil ofrece influencia poco consistente, pero con cifras menores para aquellos que no tienen pareja actualmente. La incidencia del consumo es mayor en los solteros correlacionando con la edad, como en el caso de las drogas sociales. Lo mismo ocurre con la edad de inicio y la frecuencia de uso y el uso actual. En el caso de la pasta básica de cocaína los que tienen mayor prevalencia son los convivientes y los que no tienen pareja actual. Estos últimos son también los que se han iniciado más tardíamente, a los 23 años en promedio. Para el clorhidrato de cocaína los que tienen mayor prevalencia son los solteros, siendo los casados los que se han iniciado más tardíamente, a los 22 años en promedio. Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína son demasiado bajas para tener significado estadístico. Respecto al estado civil el estar casado (a), parece representar un factor de protección frente a las sustancias ilegales, En el caso del consumo del alcohol, cambia al ser el inicio más temprano comparado al de las drogas ilegales, el estado civil tiene poca relevancia. Ello sugeriría que la prevención de su abuso así como retardar el inicio de su uso debería ser una tarea constante en los programas con ese fin. REGIÓN DE RESIDENCIA La región de residencia es una variable importante que refleja, de un lado, la mayor o menor disponibilidad asociada a zona de producción o de tránsito de las drogas y de otro el mayor o menor desarrollo urbano, acceso a medios de comunicación y vida cosmopolita. En el caso del alcohol el menor consumo es reportado en la Sierra y el mayor en Lima y en la Selva, lo que se repite para la edad de inicio más temprana, aunque no para la frecuencia de consumo que es similar en todas partes. Para el caso del tabaco la mayor prevalencia de vida se da en Lima (Tabla 4.9) y dentro de las provincias, en la región de la Selva. En ambos casos también se da un mayor consumo intensivo, diario y semanal (tablas 4.13 y 4.14). Las edades menores de inicio en el consumo se dan en Lima y en el resto de la Costa. La prevalencia de vida para la marihuana resulta ser mayor para Lima (11,5%) y para la Selva (10,6%) y la más baja la de la Sierra (2,2%), con curvas paralelas con el ofrecimiento. 81 En este caso no hay diferencias en la edad de inicio. Lima mantiene las cifras mas altas, tanto de no consumo en los últimos 12 meses (8,6%) como del uso una o dos veces por mes (2,3%). Para la región de residencia se mantienen las proporciones señaladas para las cifras globales en lo que concierne a uso actual, uso reciente y ex usuarios, es decir no hay ninguna discrepancia importante que señale una característica particular dependiente de la región. La región donde la prevalencia de vida para la pasta básica de cocaína es mayor, corresponde a la Selva, donde llega al 7,2%, seguida de Lima con 4,3%. Es también en la selva donde el ofrecimiento es seguido de la aceptación en casi la mitad de los casos. La edad de inicio promedio más baja corresponde a Lima con 20 años y la más alta al resto de la Costa con 22 años. La Selva la tiene en 22 años. La frecuencia de consumo reportada es muy baja pero en la Selva alcanza 0,8% la de 1 o 2 veces al mes. La región con mayor prevalencia de clorhidrato de cocaína es Lima donde llega al 4,6%. La edad de inicio promedio más baja corresponde a Lima y a la Sierra, con 19 años. La frecuencia de consumo reportada es muy baja pero alcanza 0,7% la de 1 o 2 veces al mes en Lima. Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína son demasiado bajas para tener significado estadístico. Lima, es, como ciudad compleja culturalmente por la migración de todo el país, por la cantidad de habitantes y los estímulos para el consumo, en general, donde la prevención debe tener mas fuerza. Asimismo, la región Selva, arroja cifras similares a Lima, incluyendo una mayor prevalencia de Pasta Básica de Cocaína. Ello lleva a la hipótesis que la cercanía de los sitios de producción así como «la cultura de la droga» que aun se vive en esas zonas, sobre todo en las cuencas cocaleras, repercute en el mayor uso. Los programas preventivos integrales en Selva y ceja de Selva deberían tener, por ello, prioridad en los planes de gobierno y de las organizaciones de la sociedad civil. NIVEL DE INSTRUCCIÓN En este caso hay una influencia de la edad ya que la universidad no se completa antes de los 22 a 25 años y muchos jóvenes aparecen con estudios incompletos sin que esto represente fracaso o abandono de los estudios. La tendencia reportada para todas las drogas es que el consumo aumenta con el nivel de instrucción. Esto parece deberse a que a mayor instrucción hay mayor roce social, mayores oportunidades de enfrentarse a nuevas situaciones, mayor curiosidad y más cuestionamiento personal. Esta ocurrencia nos indica que hay un desfase entre las medidas preventivas y la educación general ya que la tendencia de la educación es usualmente la de olvidar a los que tienen mayor nivel educativo. Para los fines del presente estudio el nivel educativo se ha clasificado en tres categorías: inicial (sin educación, pre escolar y primaria), secundaria y superior (universitaria completa o incompleta y superior completa o incompleta). Para el caso del alcohol el aumento de la prevalencia de vida llega al 12% desde el nivel inicial al superior (83,8% sube a 96,2%) crece de los que tienen educación primaria a universitaria completa (83,8% a 96,2%, Tabla 4.2). Los que no tienen ninguna educación o solo educación pre-escolar muestran cifras no susceptibles de comparación debido al escaso número de encuestados en esas categorías. 82 El consumo de tabaco, expresado como prevalencia de vida aumenta también de manera consistente con el nivel de instrucción desde 24,9 hasta 84,3% en el pre escolar hasta el universitario completo siguiendo la tendencia general (Tabla 4.9). La tendencia de consumo se repite en proporciones similares para el uso actual y el uso reciente. El nivel de instrucción no muestra una influencia consistente, pero el máximo, por encima del 40%, se encuentra en los de educación superior no universitaria completa y también en los de universitaria incompleta. Para la marihuana se aprecia también una marcada influencia del nivel educativo, con aumento de la incidencia con el nivel educativo. Estos resultados coinciden con lo que se observa en los centros de atención como los del Ministerio de Salud o «Lugar de Escucha» de CEDRO, donde, en efecto, en los tres últimos años se ha incrementado de manera notoria la demanda de abusadores y adictos de marihuana con nivel de instrucción superior. La cifra más baja corresponde a la inicial y la más alta al nivel superior. Aquí también el consumo sigue un curso paralelo con el ofrecimiento. La pasta básica de cocaína y el clorhidrato siguen un patrón igual aunque con cifras inferiores. Tratándose de cocaína, sea como pasta básica o como clorhidrato, la prevalencia es baja y se dispersa con el grado de instrucción y llega a ser mayor en los de educación superior no universitaria completa para ambas formas, con 12.4% para la pasta básica y 9.4% para el clorhidrato. Como hemos señalado anteriormente, las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína son demasiado bajas para tener significado estadístico. Los hallazgos refuerzan lo encontrado en otros estudios y lo comprobado en programas con grupos estudiantiles diversos: la información y la instrucción por si misma no parecen ser herramientas eficaces preventivas, sino se agrega un fuerte componente formativo en valores y una promoción de estilos saludables. Finalmente, es indudable que los factores contextuales y socio-culturales influyen de manera importante en la adquisición de comportamientos riesgosos como la experimentación con las drogas. En escenarios distintos a los nuestros se ha encontrado, por el contrario, que a mayor nivel educativo puede haber un nivel protector más elevado (Navarro Botella, 2000). ESTRATO SOCIOECONÓMICO El estrato socioeconómico es la variable que resulta más difícil de definir ya que los indicadores no resultan ser muy claros y no son los mismos en ciudades de diferente nivel de desarrollo. (De otro lado la muestra no se ha corregido para esta variable). Para el presente estudio se han variado los criterios con relación a los usados en años anteriores y se consideran tres categorías bajo, medio y alto. Esto permite separar de la mayoría de la población el extremo superior que comprende el 18,6% y el 29,9% en el extremo inferior. Esta nueva manera de agrupar a la población en permite apreciar, en general, para las drogas sociales, prevalencias mayores en los estratos alto y bajo y menores en el estrato medio. 83 En el caso del alcohol, la prevalencia de vida y el ofrecimiento son mayores en el estrato alto (Tabla 4.2) y lo son también el uso reciente y la incidencia y ,en forma consistente con lo anterior, la edad de inicio es menor en el estrato alto. En el caso del tabaco, siguiendo la tendencia señalada se aprecia una mayor prevalencia de vida en el estrato alto,80% contra 65% en el estrato bajo (62% para el estrato medio, Tabla 4.9), estrato en el que también se aprecia una menor edad de inicio del consumo. Para la marihuana las prevalencias de vida son similares. La edad de inicio promedio es de 17 años en el estrato alto contra 18 en los otros Para la cocaína el patrón de prevalencia refleja el desplazamiento del consumo de cocaína de pasta básica a clorhidrato El estrato bajo es el que ahora tiene el porcentaje más alto de consumo de clorhidrato y el más bajo de consumo de pasta básica (4,6% y 3,1% respectivamente) El estrato alto mantiene porcentajes parecidos (4,2 y 4,4%), y el estrato medio es el que ahora tiene la mayor prevalencia de consumo de pasta básica y la menor de clorhidrato (4,6 y 3,3% respectivamente. La edad media de inicio de consumo es de 16 años en el estrato alto para la pasta básica y el clorhidrato de 22 años en el estrato medio y en el estrato bajo de 19 para el clorhidrato y de 21 para la pasta básica Finalmente, como hemos señalado anteriormente, en nuestro medio las cifras de incidencia para el éxtasis y la heroína son demasiado bajas para tener significado estadístico, pero el ofrecimiento de «éxtasis» alcanza un nivel de 3,6% en el estrato alto y el de heroína 2,4 en el estrato bajo. 84 CAPÍTULO 7 CONSUMO DE DROGAS EN EL PERÚ DESDE 1986 En el Perú se cuenta con estudios sistemáticos del uso y abuso de drogas efectuado por medio de encuestas de hogares, a partir de 1979 con el estudio llevado a cabo en Lima y Callao por el grupo de Jerí (Carbajal y col, 1980). A partir de 1986 CEDRO publica la primera encuesta llevada a cabo a nivel nacional en ciudades de más de 20 000 habitantes para la población de 12 a 45 años. Encuesta que ha sido seguida por las encuestas de 1988, 1992, 1995, 1997, 2001 y la presente de 2003, efectuadas por CEDRO. En 1999 CONTRADROGAS publicó una encuesta llevada a cabo en 1998 y, últimamente, DEVIDA en el año 2003.ha presentado el informe ejecutivo de una encuesta de hogares efectuada en el año 2002. (DEVIDA 2003) Los resultados obtenidos en las diversas encuestas no son directamente comparables pues hay variación en la cobertura del universo que pretende en todos los casos ser representativo de la población urbana adulta. Tampoco los instrumentos han sido los mismos, pero a pesar de no poderse hacer una comparación rigurosa es interesante analizar las tendencias (Tabla 7.1). Hay que tomar en consideración que las prevalencias obtenidas por CONTRADROGAS en 1999 y DEVIDA en 2002 son las más altas para las drogas legales y las más bajas para las ilegales. Las drogas legales son las más consumidas en todos los casos con el alcohol en primer lugar con porcentajes que llegan al 93,5 (CONTRADROGAS, 1999) y que en ningún caso son menores a 83,5% (CEDRO 1988). Con el tabaco ocurre algo similar: consumos elevados aunque con una cobertura menor que la del alcohol, con un máximo de 71% (CONTRADROGAS, 1999) y un mínimo de 57% (CEDRO, 1988) Las drogas ilícitas se vienen consumiendo en forma limitada desde hace mucho tiempo, pero en el Perú, como en el resto del mundo, es a partir de los años sesenta que se difunde el consumo en gran escala. De las drogas ilícitas, la marihuana ocupa el primer lugar en todos los reportes, pero las cifras son muy variables y aumentan o disminuyen a lo largo de los años sin seguir un patrón uniforme. Esto puede atribuirse a una disponibilidad siempre muy alta, a su bajo precio y a su cultivo casero en macetas y jardines. Además, es una droga cuyos daños inmediatos no se aprecian fácilmente en los usuarios ocasionales, y que goza de gran popularidad. No es de extrañar entonces que mucha gente la haya probado alguna vez sin continuar en su uso y que afirme que lo ha hecho o nó de acuerdo a si se trate de una conducta reprobable o aceptable. En este sentido, las noticias (tergiversadas e incompletas) de uso libre en Holanda y de su aceptación como medicina llevan a una mayor aceptación que, de no acentuar los esfuerzos preventivos, puede derivar en un incremento real del consumo intensivo. Las cifras muestran un máximo en 10,9 % (presente estudio) y un mínimo de 5,2 % (CONTRADROGAS, 1999) 85 En el caso de la cocaína como pasta básica, es recién al inicio de los años 70 que se descubre que se puede fumar y luego se difunde de manera epidémica con casos de adicción muy severos que desconciertan a la mayoría de los especialistas que atribuyen la dependencia a otras sales de cocaína como el sulfato o a contaminantes como el kerosene. Es bastante tiempo después, y a raíz de la difusión de la base libre y del crack, que ya nadie duda que lo que se consume al fumar quetes de PBC, es la cocaína base volatilizada por el calor en los cigarrillos. Los primeros casos de dependencia severa se reportaron en 1978, por el grupo de Jerí, y a raíz de ello se llevó a cabo la primera encuesta de 1979 en Lima, momento en el cual se reporta una prevalencia de 1,34% (Carvajal y Jerí, 1980). El consumo de clorhidrato de cocaína era bastante común entre intelectuales artistas y bohemios en dosis pequeñas y destinadas a anular los efectos del alcohol consumido en exceso. Esta forma poco adictiva fue reemplazada durante la epidemia de consumo de la pasta básica por el uso en forma de «líneas», con dosis mucho más altas y de fuerte componente adictivo. En un comienzo el uso del clorhidrato estaba concentrado en las clases altas, pero la disminución de los precios la ha extendido a todas las clases sociales La prevalencia de cocaína siempre ha estado por debajo del 5% con variaciones entre 2,7% (CEDRO 2001) y 4,7% (CEDRO 1997) Otras drogas como la heroína, el LSD o las drogas sintéticas como el éxtasis han venido ocupando una posición marginal con cifras de menos del 1% de prevalencia de vida, pero, como hemos señalado más arriba, ya se puede detectar el consumo de éxtasis y de heroína en las encuestas de hogares, situación explicable por la disponibilidad creciente de la primera al haberse difundido el cultivo de adormidera en el país y por la difusión universal de la segunda ya que el éxtasis se ha convertido en un problema universal. El incremento del consumo de las drogas ilegales, que incluye la marihuana, como hemos señalado más arriba, la cocaína como clorhidrato y como pasta básica no parece que sea un fenómeno que pueda desligarse del incremento general de la criminalidad, la inseguridad ciudadana y la importación de modos de vivir, de divertirse y de buscar experiencias novedosas . Corrupción, inseguridad, delincuencia y crimen se asocian ineludiblemente al consumo de drogas, más aún si se olvidan los valores tradicionales, sustento de la vida en sociedad. 7.1 UN COMENTARIO FINAL ACERCA DE LA PREVALENCIA DE LA ADICCIÓN A DROGAS Las encuestas de hogares se usan frecuentemente para la obtención de datos con el fin de estimar indicadores epidemiológicos de consumo, como la prevalencia de vida, mes o año y la incidencia. Estas encuestas utilizan la entrevista a un sujeto informante en el hogar, usualmente elegido mediante selección aleatoria. La identificación y potencial participación de un sujeto informante adicto en una entrevista única efectuada en el hogar reviste múltiples limitantes. La información dada por terceros acerca de los adictos es aún más imprecisa. Adicionalmente, la determinación en estas condiciones, de la prevalencia a la adicción a drogas es un problema no resuelto satisfactoriamente, pese a los múltiples esfuerzos llevados a cabo para estimarla, siendo las encuestas de hogares las menos indicadas para hacerlo, y esto por múltiples motivos entre los que pueden considerarse los siguientes: 86 - Las encuestas no cubren a los que han abandonado el hogar, a los hospitalizados o recluidos en comunidades terapéuticas o casas de tratamiento, cárceles, cuarteles, y en general población que no se encuentra en los hogares visitados por los encuestadores - Una característica de la adicción es la psicopatización que se desarrolla en estos casos durante la cual el adicto recurre a la mentira con relación a los síntomas que padece y a la magnitud de los mismos, a la manipulación de familiares y amigos y a negar completamente la posibilidad de adicción. En otros países, han habido algunos intentos de calcular la prevalencia de la adicción en función de la prevalencia de vida y del uso reciente, pero los resultados no son satisfactorios y, de serlo requerirían una validación cuidadosa para ajustarla a las características culturales de la población en estudio. El intento más ambicioso fue el del Nacional Comorbility Survey, de hace unos 20 años, cuyos resultados, en lo que se refiere al porcentaje de los que consumieron alguna vez y se convirtieron en adictos fueron reportados por Anthony y col (1984) como sigue: Alcohol .......... 15 % Tabaco............ 32 % Marihuana ....... 9 % Cocaína .......... 17 % Heroína .......... 23 % La tabla correspondiente ha sido publicada en varias oportunidades y citada como original del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de USA a raíz de su inclusión en un libro sobre marihuana de dicha institución. Últimamente, en Australia se han efectuado intentos muy serios de determinar el número de adictos a opiáceos (Editorial MJA, 2000) obteniéndose cifras de 67 000 a 92 000 con otros estimados de hasta 100 000 pero si se hacen proyecciones con los porcentajes del Survey la cifra llega a ser de 300 000 Por los motivos anteriores no aventuramos cifras del número de adictos existentes en los hogares estudiados, puesto que de aplicarse los porcentajes del estudio citado (Anthony y Col 1984), llegarían a ser, para la población estudiada (n expandido = 5 435 901): Tabaco 1 102 836 Alcohol 709 385 Marihuana 53 326 Cocaína (como clorhidrato) 33 267 Heroína 1 250 Pasta básica de cocaína 55 709 Cifras que debido a las diferencias socioculturales y demográficas de las poblaciones peruanas y a las dificultades inherentes al método es poco probable que resulten ser reales. En este caso para la pasta básica de cocaína, no incluida en el reporte original de Anthony, se ha aventurado un 25%, más alto que para el clorhidrato de cocaína y similar al de la heroína. 87 88 Tabla 7.1 Estudios Epidemiológicos – CEDRO Prevalencia de Vida - uso alguna vez en la vida Total Alcohol Tabaco 1986 (CEDRO)** 1988 (CEDRO)* 1992 (CEDRO)* 1995 (CEDRO)* 1997 (CEDRO)* 1999 (Contradrogas)* 2001 (CEDRO)* 2003 (CEDRO)*** 2003 (DEVIDA)$ Total 87,2 83,5 92 84,6 87,2 93,5 85,7 87 94,2 Hombres 90.3 88 94,8 87,9 89 --- 86,4 89,1 --- Mujeres 84.0 79,5 89,6 81,5 85,7 --- 85,1 85,2 --- Total 67,4 57,2 66 62,1 60,5 71 62,8 63,4 68 Hombres 78.9 73,5 81,8 75,2 71,5 --- 73,8 72,5 --- Mujeres 54.7 42,4 53,8 50 51,6 --- 53,6 55,5 --- 8,0 5,3 7,8 6,4 8 5,2 6,6 10,9 5,8 Hombres 14.1 9,7 16,6 12,1 14,6 --- 12 20,8 --- Mujeres 1.8 1,3 1,1 1,1 2,7 --- 2,2 2,4 --- Total 5.9 2,8 5,6 3,1 4,7 3,4 2,7 3,9 2,1 Hombres 7.3 5,7 10,4 5,7 9,4 --- 4,9 7,4 --- Mujeres 0.4 0,1 1,5 0,7 0,6 --- 1 1 --- Total 2,5 1,3 2 1,9 3,2 1,4 2 3,6 1,8 Hombres 4.2 2,5 4,1 2,9 6,6 --- 3,9 6,8 --- Mujeres 0.8 0,1 0,2 0,9 0,5 --- 0,4 0,7 --- Indicadores Total Marihuana PBC Cocaína * ** *** $ Para las edades de 12 a 50 años Para las edades de 12 a 45 años CEDRO (2003). Opinión de la Población Nacional Urbana sobre el Problema de las Drogas (Estudio de Opinión). De 12 a 50 años. DEVIDA (2003). Segunda Encuesta Epidemiológica de Hogares. Resumen Ejecutivo. De 12 a 64 años. CAPÍTULO 8 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Anthony, J C; Warner L A y Kessler, L A. Comparative epidemiology of dependence on tobacco, alcohol, controlled substances and inhalants. Basic findings from the National Comorbility Survey, Exptl. Clin. Psychopharmacol 1984. 2:244268 Castro de la Mata, R. Farmacodependencia en el Perú. Psicoactiva (Lima) 1987, 1:15-54. Castro de la Mata, R y Zavaleta A. Epidemiología de drogas en la población urbana peruana 2001. Encuesta de hogares. Lima, CEDRO. Monografía de investigación 20, 108 pp. 2002 Castro de la Mata, R; Zavaleta, A; Rojas, M; Zegarra, L; Vasquez, D; Zarate, J y Lara, A. (2000). Estudio Global de Mercados de Drogas Ilícitas en Lima Metropolitana. CEDRO-PNUFID-UNICRI-CONTRADROGAS. Lima, Heral Mol. 158 p. Carbajal, C; Jerí, R; Sánchez, C; Bravo, C; y Valdivia L. Estudio Epidemiológico sobre uso de drogas en Lima. Revista de Sanidad de las Fuerzas Policiales 1980, 41: 1-38 CEDRO. Drogas en el Perú Urbano Tercer Estudio Epidemiológico sobre Drogas: Principales Resultados. Lima, CEDRO, 12 pp. 1993 CEDRO. El Problema de las Drogas en el Perú 2001. Lima, CEDRO, 99 pp. 2001 Contradrogas. Perú. Encuesta Nacional sobre Prevención y Uso de Drogas 1998. Lima, Contradrogas, INEI, PNUFID, 15 pp. 1998. Contradrogas, Perú. Encuesta Nacional sobre Prevención y Uso de Drogas Informe General Perú 1999. Lima, Contradrogas, INEI, PNUFID. 184 pp. 1999. DEVIDA. II Encuesta Nacional sobre Prevención y Consumo de Drogas 2002. Informe Ejecutivo proyecto RLA/AD/PER/99/D77. Lima, Mix Negociaciones. 133 pp. 2003. Jutkowitz, J; Arellano, R; Castro de la Mata, R; Davis, P; Elison, J; Jerí, F; Shaycoft, M; y Timana, J. Uso y Abuso de Drogas en el Perú. Lima, CEDRO. Monografía de investigación 1, 150 pp. 1987 89 Medical Journal of Australia, Editorial. Getting to grips with heroin and other opiate use. MJA 2000, 173:509-510. Ministerio de Educación. Estudio Epidemiológico del uso indebido de sustancias psicoactivas y sus condicionantes en la población escolar y docente de educación primaria y formación magisterial. Informe resumen. Ministerio de Educación, PNUFID. Lima, PNUFID, 130 pp. 1999 Navarro J (2002). Factores de riesgo y protección de carácter social relacionados con el consumo de drogas. Ayuntamiento de Madrid, Área de Servicio Social. Plan Municipal Contra las Drogas. Rojas, M y Castro de la Mata R. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 1997. Lima, CEDRO. Monografía de investigación 17, 325 pp. 1999 Rojas, M y Castro de la Mata, R. Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 1995. Lima, CEDRO. Monografía de investigación 15, 255 pp. 1997 90 CAPÍTULO 9 ANEXOS Anexo 1 Cálculo de probabilidades de la selección de viviendas El cálculo de las probabilidades en la selección de las viviendas se efectuó a través de los procedimientos de ponderación y expansión: Ponderación. Se refiere a la necesidad de asignar ‘pesos’ o ponderaciones diferentes a las observaciones, debido a que han sido seleccionadas con diferente probabilidad. Expansión Es el proceso a través del cual es posible estimar el valor de una variable dada en la población, a partir de la muestra. Para el caso de proporciones o porcentajes, con las consideraciones de error muestral necesarias, el valor muestral es el de la población. Para la estimación de valores absolutos en la población a partir de valores absolutos de la muestra; se multiplican los valores observados por el Factor de Expansión, que es la inversa de la fracción de muestreo, corregida por la inversa de la tasa de respuesta de vivienda. Dicho cálculo implica asumir ciertos criterios de orden estadístico; entre ellos que las UPMs fueron seleccionadas bajo muestreo sistemático con probabilidad proporcional al tamaño y que se cuenta con una estratificación implícita. Calculo de la probabilidad de selección de viviendas para la primera etapa El procedimiento de selección de las UPMs en la primera etapa de muestreo se realizó bajo un esquema sistemático, por lo cual se procedió de la siguiente manera: 1. Cálculo del promedio de viviendas particulares en las UPMs seleccionadas. 2. Cálculo del intervalo de selección; el cual se obtiene aplicando la siguiente fórmula: Total de viviendas en la ciudad Intervalo de = selección Nº de viviendas particulares a ser seleccionados en la ciudad La Tabla A1 presenta los resultados de dicho cálculo para cada una de las ciudades. 91 Tabla A1 Distribución del Marco Muestral de Viviendas 1/ Ciudades Lima y Callao Marco muestral Conglomerados Población total Total viviendas 1.309.860 10,395.71 Intervalo 10.916 6.680.288 Trujillo 1.049 535.013 104.905 2,622.63 Tacna 375 191.195 37.489 937.23 1.301 663.555 130.109 3,252.73 Ayacucho 226 110.956 22.644 566.10 Tarapoto 180 88.262 18.013 450.33 Iquitos 616 302.040 61.641 1,541.03 Arequipa 1/ Cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 1993, y actualización cartográfica 1996. Cálculo de la probabilidad de selección de la vivienda en cada ciudad El cálculo se realizó aplicando la siguiente fórmula: Número de viviendas particular es en la UPM = Probabilid ad de selección de vivienda Intervalo de selección de la vivienda Cálculo de la probabilidad de selección de segmentos para la segunda etapa Para el cálculo de la probabilidad de selección del segmento se tomó en consideración el número de segmentos seleccionados en cada conglomerado y el número total de segmentos que existen en el conglomerado. Número de segmentos selecciona dos = Probabilidad de selección del segmento Número total de segmentos en el conglomera do Cálculo de la probabilidad de selección de las dos etapas Dicha probabilidad se empleó en el cálculo de la población total. Se obtuvo mediante la multiplicación de los dos factores hallados previamente: Probabilidad de selección de la vivienda 92 × Probabilidad de selección del segmento = Probabilidad de las viviendas Cálculo del peso de la población total a partir de esta probabilidad total Para el cálculo del factor de expansión simple para la población de las siete ciudades que intervinieron en el estudio se empleó la siguiente fórmula: Peso Poblacion Total = 1 Probabilidad de las viviendas Cálculo del ajuste de la tasa de no respuesta de vivienda Se empleó la siguiente fórmula: Población Total ajustada por no respuesta de vivienda = No respuesta de vivienda en ciudad n° de hogares con y sin elegibles 100 + Probabilidad de vivienda Tabla A2 Tasa de no respuesta de vivienda por ciudad Ciudad Viviendas Total de Viviendas seleccionadas viviendas 1/ ocupadas Viviendas Tasa de ocupadas respuesta entrevistadas de vivienda Lima y Callao 750 899 796 504 63.3% Trujillo 400 433 380 326 85.8% Tacna 400 405 386 351 90.9% Arequipa 400 398 329 229 69.6% Ayacucho 400 445 400 366 91.5% Tarapoto 400 476 442 416 94.1% Iquitos 400 441 408 372 91.2% Total 3660 3497 3141 2564 81.6% 1/. Incluye a las viviendas suplementarias Cálculo del peso final El peso final o factor de expansión de la población total, y que fue aplicada a la hoja muestral, se obtuvo mediante la siguiente fórmula: = 93 Anexo 2 Glosario de términos empleados en el Estudio Epidemiológico 2003. TIPO DE DROGA Hay muchas maneras de clasificar las drogas, desde un criterio químico hasta el de sus efectos. En este caso seguimos el que se viene empleando en el Perú desde 1987 (Jutkovitz y col).que considera cuatro grupos: · Drogas Sociales, las que se venden libremente, con muy pocas limitaciones (si las hay) y que se consumen dentro de las normas de la moral y las buenas costumbres y se espera que sean ofrecidas como prenda de amistad y buena voluntad. En nuestro medio son drogas sociales el alcohol y el tabaco, aunque este último está poco a poco perdiendo su carácter de droga social. El te, el café que contienen cafeína y el chocolate que contiene metilxantinas no se consideran «drogas» en esta clasificación · Drogas Folclóricas, Las que tienen las características de drogas sociales para minorías culturales. En el caso del Perú la más característica es la hoja de coca en su consumo como coqueo o acullico. Otras drogas folclóricas son los alucinógenos provenientes de plantas, ayahuasca (Banisteriopsis) y San Pedro (Trichocereus) usados por los chamanes de la Selva y de la Costa Norte con fines adivinatorios y en medicina popular. · Medicamentos y Productos Industriales, Los primeros se incluyen cuando son objeto de uso recreativo, fuera de un contexto terapéutico y dentro de los segundos, los combustibles y solventes · Drogas ilícitas, las que corresponden al uso popular de «drogas» es decir sustancias psicoactivas cuyo comercio está prohibido o rigurosamente controlado para uso exclusivo como medicamentos bajo control médico. La cocaína ocupa un lugar especial y se le clasifica como droga social (como mate de coca), droga folclórica (como hoja usada en el coqueo), y en dos formas como droga ilícita, la pasta básica de cocaína (equivalente al crack) y el clorhidrato. Información epidemiológica acerca del consumo Para apreciar la magnitud del uso de drogas en la poblacion se han empleado los indicadores usuales en estos casos, con las siguientes definiciones operativas: 94 Prevalencia de consumo. Porcentaje de la población que declara haber consumido una sustancia psicoactiva. La prevalencia puede ser: · Prevalencia de vida. Porcentaje de la población que declara haber usado una sustancia psicoactiva determinada por lo menos una vez en su vida. En este caso no se pretende determinar la magnitud del uso, su frecuencia o sus motivaciones que pueden ir desde la simple curiosidad a la necesidad de satisfacer la apetencia derivada de la dependencia · Uso en el último año Se refiere, como su nombre lo indica al uso en el último año, es decir como la suma del uso actual y el uso reciente · Uso reciente. Dentro de las limitaciones del significado de la prevalencia de vida, en este caso este indicador está referido al uso dentro del último año sin incluir el primer mes anterior a la fecha de respuesta al cuestionario · Prevalencia en el último mes (Uso actual). Porcentaje de personas que declara haber usado una sustancia psicoactiva determinada una o más veces durante los últimos 30 días anteriores a la encuesta. Como en los casos anteriores no indica motivación, intensidad o nivel de dependencia, si la hay. Sin embargo es considerado uno de los indicadores mas confiables de los cambios en el uso intensivo por la persona, aunque también existe la tendencia en los usuarios habituales a reconocer haber usado la droga alguna vez pero a negar el uso actual, por lo que resulta un indicador relativo en el grupo poblacional que debe ser corroborado por otros indicadores. · Ex consumo. Porcentaje de la población que declara haber usado una sustancia psicoactiva determinada alguna vez; pero que no la ha vuelto a usar hace un año o más. Tasa de Incidencia · Tasa de Incidencia de consumo. Porcentaje de nuevos consumidores de una sustancia que ocurren en una población durante un periodo especificado de tiempo dividido por el número de personas expuestas al riesgo de iniciar el consumo de la droga durante ese periodo de tiempo [Lillienfeld AM, Lilienfeld DE. Foundations of Epidemiology. 2nd Ed. Oxford University Press 1980. ISBN 0-19-502723-X, Rothman KJ, Greenland S. Modern Epidemiology. 2nd Ed. Lippincott Williams & Wilkins 1998. ISBN 0-316-75780-2]. · Tasa de incidencia de una sustancia en el ultimo año: Se obtiene como el porcentaje de nuevos consumidores de dicha sustancia que ocurren en la población durante el último año dividido por el número de personas expuestas que NO habían consumido dicha sustancia con anterioridad al inicio del año en cuestión (es decir, el numerador mas aquellos que nunca consumieron la sustancia). 95 · Tasa de incidencia de una sustancia en el ultimo mes: Se obtiene como el porcentaje de nuevos consumidores de dicha sustancia que ocurren en la población durante el último mes dividido por el número de personas expuestas que NO habían consumido dicha sustancia con anterioridad al inicio del año en cuestión (es decir, el numerador mas aquellos que nunca consumieron la sustancia). · No consumidor o abstemio. Persona que declara no haber usado una sustancia psicoactiva determinada alguna vez. Términos empleados en teoría del muestreo y estadística · Población objetivo: Colección completa de observaciones que deseamos estudiar, la población objetivo es una parte importante, la elección de la población objetivo afectará profundamente a las estadísticas resultantes. Para el presente trabajo, la población objetivo está conformada por la población urbana de las ciudades de Lima, Trujillo, Tacna, Iquitos, Arequipa, Ayacucho y Tarapoto, con edades entre 12 y 64 años. · Población Muestreada: Colección de todas las unidades de observación posibles que podrían extraerse en una muestra; es la población de donde se extrae la muestra. En el estudio, la población muestreada está conformada por la población urbana de ciudades de Lima, Trujillo, Tacna, Iquitos, Arequipa, Ayacucho y Tarapoto. · Marco Muestral: Lista de unidades o elementos de muestreo, en nuestro caso el listado de las viviendas de las ciudades mencionadas. · Muestra: conjunto de unidades o elementos de análisis sacados del marco. · Unidades de muestreo: Número de elementos de la población, no solapados, que se van a estudiar. Todo miembro de la población pertenecerá a una y sólo una unidad de muestreo. · Unidad de análisis: objeto o individuo del que hay que obtener la información. Para el presente estudio, el poblador de 12 a 64 años, que reside en zona urbana es considerado la unidad de la cual vamos a obtener la información. · Peso de muestreo: Número de unidades en la población representadas por el miembro de la muestra. · Probabilidad: mide la mayor o menor posibilidad de que se dé un determinado resultado (suceso) cuando se realiza un experimento aleatorio. 96