¿PUTUMAYO ESTÁ EN EL MAPA?… Por: Ingrid Hernández Castillo. “El siguiente relato es una pequeña recopilación relacionada con el inicio de exigir los derechos del Putumayo al Gobierno Nacional, ya que hasta 1995 no se conocía -ni en el mapa-, pero sí se conocía para explotar el oro negro”. Era el año de 1.981, en el departamento del Putumayo, la Hormiga – Valle del Guamuézdónde Jerónimo Estrada fue a desempeñarse como docente en la vereda de Miravalle, tierra de clima muy cálido húmedo malsano, lugar donde vivían muchos niños en edad escolar, en donde desgraciadamente no existía ni siquiera una escuelita para desarrollar sus actividades escolares. Los campesinos en su mayoría provenientes de Nariño se dedicaban a la agricultura, transportando sus productos al caserío de la Hormiga a lomo de mula o a caballar, aunque después de tanto sufrimiento los vendían a precios irrisorios aumentando cada día su descontento, pobreza e inconformismo. En la Hormiga existía nada mas un puesto de salud totalmente ineficiente, la mayoría de los pacientes obligatoriamente debían viajar a Pasto en medios de transporte muy precarios como en camiones y chivas durante 25 y hasta 30 horas de recorrido por caminos intransitables, y cruzando por un punto llamado: EL MIRADOR, bautizado también como el TRAMPOLÍN DE LA MUERTE, dónde demasiadas personas han perdido la vida no sólo por las carreteras en mal estado y la cantidad de abismos que están allí, sino también por los enfrentamientos de guerra que han acontecido en éste lugar. En la mayoría de municipios de este departamento no existían siquiera servicios públicos, haciendo que la población utilizara todos los medios rudimentarios para satisfacer sus necesidades básicas, por ejemplo Mocoa como la capital del Putumayo ni siquiera tenía energía eléctrica, ¡imagínense entonces el resto de poblaciones.! comunidades pertinentes se vieron obligadas a no dejarse morir lentamente y tomar una decisión radical como fue el dedicarse al cultivo ilícito de la mata de coca, la cual inició en los años 1984 y 1985 con la denominada caucana y luego con la peruana, desarrollando un proceso de cultivo, procesamiento y comercialización de ese producto. En el Putumayo todo este tiempo el Gobierno Colombiano ha venido explotando estos años miles de millones de barriles de petróleo exportándolo a EEUU, sin donar ninguna contribución a las comunidades de estos lugares que tanto lo necesitan, y cuando lo han hecho, estos recursos nunca han llegado a su destino quedando el dinero en manos de algunos pocos, y sumiendo cada vez más en el olvido y la pobreza a toda esta región. El profesor Jerónimo, relata el caso de campesino : En vista de la penuria desbordada en los habitantes del Putumayo, las nos un - “ Mientras me jodo cultivando la tierra con plátano, maíz, etc. y los vendo a precios bajos, mejor cargo un kilo de coca más liviano y vale más, de lo contrario ¿como podríamos sobrevivir?”. Por lo tanto sí el Gobierno se hubiera preocupado por el desarrollo de todas y cada una de estas comunidades, seguramente en el Putumayo jamás hubiera existido el narcotráfico que actualmente ocasiona tanto desorden social, pobreza, hambre, muertes desplazados etc. , sino que tendríamos un paraíso terrenal como el Edén y no sabríamos lo que significa la palabra “droga” o “narcotráfico”. Por eso a finales del año 1994 sucedió lo imprevisto, todo el Putumayo decidió realizar un paro cívico regional. A las 12 del medio día los campesinos se tomaron todas y cada una de las baterías de ECOPETROL, paralizando todo tipo de actividad, incluido el transporte aéreo y terrestre . Se reunieron aproximadamente 20.000 personas en la Hormiga, al igual que en los demás municipios como Orito, San miguel, la Dorada, etc., con el fin de exigir la NO fumigación de las plantas de coca, y todas las demás peticiones como mejoras en la salud, educación, vías, saneamiento ambiental, entre otros. Los habitantes habían previsto con anticipación el suministro de alimentación, por lo tanto transportaron en camiones autorizados los viáticos, ya que se paralizaron todos los medios de transporte terrestres y aéreos. Instalaron carpas en el terreno de ECOPETROL y cada vereda o Inspección eligió su propio coordinador para mayor organización; quienes crearon algunas fórmulas en recolección de fondos, los cuales eran destinados para gastos de la comunidad. En esas regiones por supuesto hicieron presencia las FARC, éstos invitaron a una reunión a los protestantes porque querían participar en el paro, pero todos los líderes se negaron, al igual que Jerónimo. Después de 15 días de paro, llegó la comisión del Gobierno la cual se instaló en el colegio Agropecuario Valle del Guamuez. Se estableció la mesa de negociaciones y a los primeros días del mes de enero de 1995 se firmó el acta de acuerdos entre las dos comisiones antes mencionadas. Antes de firmar dicha acta la comandancia de las FARC, hizo llegar a la comisión de las comunidades un escrito manifestando que no estaban de acuerdo con dichas decisiones y que por lo tanto no deberían firmar, mas sin embargo, todos los líderes firmaron ya que les parecía que habían puntos indispensables para el desarrollo de la región como: -En lugar de fumigación se haría la sustitución de las matas de coca en forma manual y después de un tiempo prudencial, remplazando por proyectos productivos, se nombrarían más de 300 docentes; se empezaría la construcción de colegios escuelas,acueductos ,alcantarillados; interconexión eléctrica para todo el Putumayo; construcción de un hospital en la Hormiga con servicio de cirugía y la construcción y arreglo de vías. En seguida se terminó el paro se conformó una comisión de seguimiento y veeduría para hacer cumplir dicha acta de acuerdos, se realizaron muchos viajes a la ciudad de Bogotá y el trámite siguió su curso en pro del cumplimiento por ambas partes. La comisión de seguimiento y veeduría por parte de las comunidades quedó conformada en ese entonces por: Jerónimo Estrada, Jorge Burbano,Luis Alfredo Urbano, y Pastor Galviz actuando como coordinador el suscrito, y la comisión por parte del gobierno la encabezó el Dr. José Noé Rios. Luego de lo pactado se realizaron varias reuniones en pro del cumplimiento del acta de acuerdos, pasó aproximadamente un año, lapso en el cual fue asesinada una de las líderes del municipio de San Miguel llamada Colombia Rodríguez, y empezó a desatarse una persecución en contra de todos los líderes; realmente no se sabía con claridad de donde provenían los hechos de muerte y amenazas, pero luego todos se vieron envueltos en una encrucijada, ya que aparecerían los paramilitares y las FARC , quienes también estaban muy disgustadas por el convenio realizado. el mapa, mucho menos en la realidad!”…¿Curioso no?. Jerónimo muchas veces fue tildado como guerrillero por apoyar como líder este paro cívico pero él jamás tuvo nexos con las FARC, a pesar de que el Gobierno siempre pensó que era uno de sus comandantes. El Gobierno de Uribe tomó la decisión entonces de fumigar con glifosato, arreciando con toda la naturaleza y casi terminando con todo lo que existía en el Putumayo, a pesar de ser considerado como parte vital del PULMÓN DEL MUNDO como es la AMAZONÍA COLOMBIANA, se terminaron cultivos lícitos, en dónde también muchos niños perdieron la vida”. Jerónimo relató lo sucedido la primer noche del paro: “Las FARC abrieron las llaves de combustible que existía en la batería, fueron capturados y expulsados del movimiento, situación que tampoco les gustó de lo contrario posiblemente hubieran volado la población de la Hormiga.” Este suceso ocurrió en el Gobierno del Dr. Ernesto Samper y como Ministro del Interior se encontraba el Dr. Horacio Serpa, quienes manifestaron asombrosamente: “Que el Putumayo hasta ese momento, ¡no se conocía ni en Jerónimo opina que: “La guerra en Colombia es un negocio muy lucrativo especialmente para el Gobierno y demás actores armados, y los famosos diálogos de paz siempre serán una farsa, para muestra un botón: a todos los líderes sindicales, comunitarios, políticos que se trate de defender y exigir los derechos de las comunidades, son continuamente perseguidos, amenazados, desplazados, asesinados, encarcelados etc. y con ello el Gobierno seguirá imponiendo todo lo que se le antoje, en vez de protegerlos y buscar alternativas de solución a las necesidades ya que ellos son los verdaderos conocedores de la realidad del pueblo.” Durante la realización del paro cívico toda Colombia estuvo informada de los acontecimientos y también el mundo ya que YAMID AMAT, entrevistaba a diario a las 5:00 de la madrugada a Jerónimo por la radio. En el tiempo de la bonanza cocalera, muchas personas del país y de otras naciones, llegaron a esta región buscando un mejor porvenir y la población de la Hormiga se convirtió en un punto cosmopolita, desarrollando en cierta forma el comercio nacional e internacional pero con el asesinato de varios líderes, amenazas y demás sucesos, muchos líderes tuvieron que marcharse de la Hormiga al igual que Jerónimo, quien fue trasladado al municipio de Sibundoy en Alto Putumayo, aún así las amenazas por parte de las FARC persistieron, y Jerónimo tuvo que trasladarse a Pasto en contra de su voluntad. A raíz de lo anterior, sobra decir que quedaron varias secuelas marcadas en la vida de Jerónimo, su hogar se desintegró, su estabilidad en muchos sentidos fue afectada, y todo este tiempo ha buscado su traslado definitivo como docente pero las instancias gubernamentales no le han solucionado nada hasta la fecha. ¿Qué irónico no?, afortunadamente Jerónimo sigue siendo un héroe, y un líder respetado en el bajo Putumayo, recordado aún por su solidaridad con los más pobres y vulnerables. Por último solo me queda concluir que mientras exista hambre y pobreza jamás se acabarán los grupos armados al margen de la ley, por lo tanto, no se debe atacar únicamente a los productores de coca sino también a los consumidores, mientras éstos existan, el narcotráfico también existirá. Me pregunto ¿Qué estará haciendo EE.UU. por terminar con los consumidores?. Y más ahora con el boom de la nueva ley a punto de aprobarse en California a favor del consumo legal de la marihuana. Es necesario que en Colombia se busquen cambios de fondo y no de forma, que todos tengamos las mismas oportunidades en todos los aspectos, que no existan privilegios únicamente para la oligarquía dueños y señores de todos los colombianos. En Colombia no existe libertad en todas sus dimensiones, y justicia social mucho menos, de ahí el resentimiento de la clase media y baja en contra de las actuaciones de los gobiernos que engañan al pueblo con el fin de continuar desangrando gota a gota hasta terminar con él, saltándose la misma Constitución Nacional y el mismo nombre de “ EL PAIS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS”. Cuando el Gobierno colombiano conozca la realidad de todas las regiones, “SU UBICACIÓN EN EL MAPA DE COLOMBIA”, aplique la política y no la politiquería, y exista equidad en materia de justicia social, sólo el diálogo bastaría y se terminarían con las manifestaciones, paros, sindicatos y revueltas sociales en todas sus formas.