Lecturas del módulo IV - Centro de Formación Docente y Atención

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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO
CENTRO DE DIDÁCTICA Y COMUNICACIÓN EDUCATIVA
CURSO - TALLER
Módulo IV
LAS HERRAMIENTAS DE LA ACTIVIDAD
TUTORIAL
LECTURA 17
LA ENTREVISTA
ARNAIZ, Isus. (1995). La tutoría, organización y tareas. Graó: España. Pp.95-115
4. LA ENTREVISTA TUTORIAL
La relación interpersonal en la entrevista: El Juego de la Comunicación
La comunicación constituye el factor esencial en la entrevista educativa. La capacidad de
comunicación, innata en ciertas personas, se compone de unas habilidades que pueden ser
aprendidas. Para el entrenamiento de las habilidades conversacionales hace falta definir todas las
conductas componentes, analizar su efecto y enseñar a manifestarlas durante las interacciones en
la entrevista.
El intercambio intencional de mensajes significativos en el contexto de un encuentro entre el
tutor y el estudiante, los padres o los profesores obliga a hacer referencia a una serie de aspectos
esenciales para entender y mejorar la fluidez y el dinamismo de la entrevista. Estos aspectos son:
1. El lenguaje, en todas sus vertientes – verbal, no verbal, paraverbal - , que hace posible el
intercambio de conocimientos e informa de las actitudes.
2. Las actitudes, siempre presentes en la relación interpersonal , permiten crear un clima en
la entrevista y en la relación tutorial.
3. El marco de la entrevista, en referencia al lugar en donde ser realiza y el tiempo que se le
dedica.
Lenguaje Verbal
El lenguaje verbal tiene importancia capital en la entrevista por la información que proporciona
sobre el lenguaje interno de la persona entrevistada, pero sobre todo por la significación de las
palabras en acomodación al contexto, según las personas que intervienen en la conversación. La
evolución de la entrevista, lo implícito de la conversación, lo que se dice y lo que se quiere decir,
la interpretación de las palabras que ha dicho el tutor o la tutora, siempre serán aspectos a tener
en cuenta y a controlar. El nivel sociocultural del entrevistado puede influir en esta comunicación
verbal, pero no es la única variable.
Los códigos lingüísticos que se derivan de estas características han de hacer posible que la
información que se desea transmitir sea interpretada correctamente. Pero también hay que estimar
la información que realmente repercute en la persona que escucha, en función de la actitud en esa
conversación. Nos lo muestra Dorra y Millet (1970), en el cuadro siguiente.
2
Para ello es importante que el tutor o la tutora, respecto al lenguaje verbal, efectúe la preparación
necesaria mediante:






Concretar, a ser posible por escrito, de las informaciones esenciales que se desean
transmitir en el curso de la conversación.
Efectuar preguntas conversacionales, es decir, peticiones directas de información o
preguntas indirectas del tipo “Cuéntame más acerca de esto”; “Sí, en serio?”
Verbalizar comentarios autorreveladores que transmiten información de uno mismo
respecto a sus intereses, aficiones, opiniones, preferencias. Algunos ejemplos podrían ser:
“Me gusta mi trabajo”; “A mí me costaba mucho concentrarme a estudiar”; “No me gusta
esta situación”. Esta información del tutor o tutora , que no tiene por qué ser muy personal
ni de sentimientos íntimos, provoca, por empatía, una reacción de confianza y buena
comunicación con el entrevistado.
Hacer comentarios de refuerzo dando a entender que uno aprueba, que está de acuerdo o
que comprende lo que el entrevistado o entrevistada acaba de decir. Estos comentarios
siempre deben describir los sentimientos reales del tutor o tutora; en caso contrario, aún
dificultan más la comunicación. Los cumplidos que proporcionamos pueden ser directos,
con frases del tipo “Me gusta hablar contigo” o “Debes jugar muy bien al baloncesto”,
pero también se pueden reforzar a través de expresiones como “Sí, ya sé”; “Estupendo”.
Prever el feedback con el entrevistado o entrevistada, mediante preguntas o afirmaciones
que permitan comprobar si la información dada ha sido interpretada en el sentido que se
pretendía.
Resumen verbal y/o escrito de los aspectos tratados y de los compromisos adquiridos, si
los hubiere.
3
Lenguaje No Verbal
En la comunicación, el lenguaje verbal se combina continuamente con lenguajes no verbales y
paraverbales hasta el punto de que la falta de acuerdo o la contraposición abierta entre estos
lenguajes produce los mensajes cruzados que dificultan y, a veces, imposibilitan la comunicación.
En un mensaje cruzado verbalmente damos una información que se contradice con el lenguaje no
verbal, por ejemplo, cuando ejerciendo el rol de tutor en una aula, ante una situación conflictiva
que comprendemos y hasta la consideramos con cierto sentido del humor, decidimos manifestar
la desaprobación para prever posibles complicaciones de disciplina. Verbalmente desaprobamos
la conducta, pero el verdadero sentimiento del tutor se manifestará en el lenguaje no verbal, pocas
veces controlable.
Este lenguaje no verbal se manifiesta a través del contacto visual, del tono emocional, de la
actitud corporal, de la proximidad en el espacio, del gesto, de la apariencia externa...
El contacto visual se comprueba con el porcentaje de tiempo durante el cual el entrevistador mira
directamente a los ojos al entrevistado mientras le está hablando o escuchando. Cuanto mayor sea
el porcentaje, más favorecida será la conversación.
El tono emocional se expresa a través de la expresión facial y del lenguaje paraverbal
(entonación, modulación y volumen de la voz). El grado de este tono determina el efecto
apropiado según la situación en que se está interactuando. La adecuación afectiva del tutor o la
tutora se considera apropiada si se muestra cálido, cordial, interesado. La ausencia de tono
emocional o el excesivo énfasis producen efectos similares en el entrevistado, dificultando la
comunicación.
La actitud corporal, la postura de la columna vertebral, el tono muscular, la posición al sentarse,
todo ello informa sobre la actitud general ante la vida y de modo especial, ante la entrevista. La
autoobservación del entrevistador y la observación del entrevistado proporciona información
valiosa para la interacción.
La proximidad en el espacio y la disposición de los muebles en la sala es otro factor que influye
en la comunicación. Cuanta más proximidad y menos muebles interpuestos entre las personas,
mayor carácter confidencial tendrá la entrevista; por el contrario, el situarse tras la mesa o
escritorio puede ser una buena opción cuando se pretende establecer cierta distancia en la
relación.
El lenguaje no verbal facilita la comunicación en la entrevista, por lo que el tutor o la tutora
tendrá en cuenta los siguientes aspectos:


La autenticidad del orientador u orientadora es la mejor garantía para la coherencia entre
el lenguaje verbal y el no verbal.
La autoobservación del lenguaje no verbal propio permite detectar las habilidades
conversacionales que están poco desarrolladas y que se pueden entrenar.
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

Al observar el contacto visual, el gesto, el tono emocional y las demás variables que
componen en lenguaje no verbal del entrevistado, obtenemos información de sus
actitudes, permitiendo adaptar las interacciones a lo largo de la sesión.
En lugar en donde se desarrolla la entrevista ayuda a crear un determinado clima. Para
una interacción adecuada es necesario un espacio tranquilo y con una adecuada
distribución de los muebles.
Lenguaje Paraverbal
Se compone de una serie de características del volumen, ritmo, tono de la voz, así como de las
repeticiones, enlaces, sonidos y silencios que complementan el lenguaje verbal.
Este lenguaje tiene una doble función: mejorar la percepción del lenguaje verbal y manifestar
sentimientos, emociones y actitudes del que habla. Influye en la regulación de la conversación,
expresando la invitación a participar en ella a través de la elevación de tono al acabar el turno
propio, en los silencios que instan al entrevistado a hablar, en mostrar deseo de intervenir,
etcétera.
El ritmo del lenguaje tiene gran influencia en la propia comprensión de éste, mientras que el
volumen y el tono de voz, con las cadencias monótona o vivaces, ayuda en la percepción del
mensaje.
Pero la parte emocional es la que más se comunica en este lenguaje no verbal. Los sentimientos,
el estado de ánimo, las actitudes, quedan reflejadas de manera fiel en la voz. A través de este
lenguaje paraverbal se producen las señales de aprobación, de que se ha oído lo que se acaba de
decir, que se entiende o aprueba lo que el interlocutor está comunicando. Esto produce la
sensación de sentirse escuchado, de interés por parte de la otra persona. Respecto al lenguaje
paraverbal, en toda entrevista el tutor deberá tener en cuenta los siguientes puntos:
1. La regulación del volumen y el tono de voz del entrevistador tiene una repercusión directa
sobre el entrevistado, permitiendo dar a conocer la parte emocional y de actitudes hacia el
estudiante o los padres.
2. Un entrenamientos adecuado de cómo y cuándo hacer las pausas en la conversación, de
cómo se invita a participar en la conversación, puede ayudar al tutor o tutora a hacer más
participativa la entrevista.
3. Es conveniente, a lo largo de la conversación, efectuar señales paraverbales de aprobación
de lo que se ha dicho, para demostrar el interés que se tiene.
La actitud del tutor
La actitud que el tutor toma ante el entrevistado es fundamental. Además del aprecio y calor que
se demuestra a través de los lenguajes descritos, el grado en que sea conducida la entrevista
puede ayudar o entorpecer una relación.
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Los docentes suelen dirigir a los niños y adolescentes en su quehacer educativo de un modo
continuo y a veces innecesario. La mayoría de las veces, esta entrevista está en contradicción con
la conducta que desearían practicar. La actitud dirigista a veces se traslada también a la relación
interpersonal, tanto en el trato con los estudiantes como con los padres.
La ausencia de dirigismo otorga al entrevistado la posibilidad de autodeterminación y libertad
personal. No se pretende controlar, ni dar órdenes o mandatos sino que aprenda a solucionar sus
problemas con ayuda del entrevistado, sin adoctrinarle ni interpretar su conducta, sin manipularle
ni convencerle.
Para evitar esta actitud directiva es necesario que el tutor conozca las actitudes básicas en la
relación interpersonal.
Clasificación de las actitudes básicas
En psicología se clasifican las actitudes entre terapeuta y cliente. Estas clasificaciones también
sirven para las situaciones entrevistador-entrevistado, en todas las áreas posibles. La clasificación
de Dorra y Millet (1970) describe seis actitudes posibles de:
-
Decisión o resolutiva
Encuesta o exploradora
Ayuda o tranquilizadora
Evaluación o valorativa
Interpretación o clarificadora
Comprensión o empática
La clasificación de las actitudes siempre implica hacer una división artificial y fragmentaria de la
realidad. A lo largo de una entrevista tutorial se combinan y suceden diversas actitudes del tutor,
por lo que de algún modo podríamos resumir estas seis actitudes en dos grandes líneas: directivas
y no directivas.
Entre las actitudes directivas se encuentran la resolutiva, valorativa, interpretativa y
tranqulizadora. Entre las no directivas, las clarificadora y la empática.
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1. La Actitud de decisión o resolutiva
Consiste en dar una solución al entrevistado siendo elaborado en función del punto de vista del
entrevistador. La persona hace un juicio de valor de la situación e indica al estudiante o a los
padres cómo se debe solucionar el problema.
Se puede comunicar al entrevistado de forma imperativa mediante frases como éstas:
-
“Lo que sucede es que no estudias suficiente, debes programar tu horario...”
O a veces en forma de consejo:
-
“Te aconsejo que...”
“Sugiero que...”
Algunas veces se expresa claramente el proceso del pensamiento realizado por el tutor cuando
dice algo así:
-
“En tu lugar, yo haría...”
En todas las situaciones, el tutor o tutora se proyecta en la situación del otro, analiza el problema
según sus puntos de referencia y toma la decisión. El mensaje que se transmite es: “Pienso y
decido por ti”.
Esta actitud tiende a crear dependencia en los estudiantes o padres inseguros, puesto que es el
tutor quien soluciona el problema sin intervención del interesado. Inhibe a la persona de la
responsabilidad de tomar sus propias decisiones, con la asunción de las consecuencias de sus
actos.
En los estudiantes o en los padres y madres con una personalidad madura, crea una actitud de
rechazo y de interrupción de comunicación al sentirse manipulados y sin libertad en la toma de
decisiones.
2. La actitud de encuesta o exploradora
Consiste en solicitar gran cantidad de información complementaria que permita conocer mejor el
problema. Las preguntas suelen ser del tipo:
-
“¿Te sucedía esto antes?”
“¿Cómo te has dado cuenta de ello?”
Esta actitud puede ser captada por el entrevistado como una simple demanda de información
neutra y sin ningún problema. Pero también puede ser interpretada como un mensaje del tipo: “El
problema es más importante de lo que te imaginabas”:
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El simple hecho de desear profundizar en un aspecto concreto del tema tratado puede ser
interpretado como que ese punto es más importante o esencial en esa situación, según el criterio
del entrevistador.
3. La actitud de ayuda o tranquilizadora
Consiste en quitar importancia a la situación, disminuyendo la intensidad del problema del
entrevistado a través de la comparación con otras personas, para darle a entender que no es una
situación especial, sino algo habitual.
-
“Lo que sientes es más frecuente de lo que crees”.
“A todos nos sucede esto en algún momento de la vida”.
A veces se expresa a través de la implicación del tutor en el problema:
-
“No te preocupes, ya hablaré con tus padres...”
“Entonces todos lo solucionaremos...”
Desplazar el problema, poniendo el tiempo como aliado, es otro modo de manifestar esta actitud:
-
“Es demasiado pronto para tratar esto; en unos meses seguro que se soluciona por sí
solo...”
El mensaje que se transmite a nivel profundo es: “Te preocupas de cosas sin importancia”. La
comunicación no se favorece, puesto que el entrevistado no se siente comprendido. No capta el
interés del entrevistador en relación a su situación.
4. La actitud de evaluación o valorativa
Consiste en juzgar el comportamiento de la otra persona, en evaluar en sentido moral lo que está
bien y lo que está mal. Los valores del entrevistador son la base de este juicio, sin tener en cuenta
las diferencias con los del interlocutor. En realidad, se pide al entrevistado que analice su
problema según la escala axiológica del entrevistador. Se le indica cómo debe justipreciar la
situación, qué valores morales debe aplicar. Las características de esta actitud se refleja en frases
como las siguientes:
-
“Es falsa tu apreciación sobre los estudios...”
“Es un problema grave y es bueno que tengas conciencia de ello...”
El mensaje que recibe el interlocutor es: “No tienes criterios para evaluar la situación; debes
valorarla como yo te indico”. Esta actitud favorece muy poco la comunicación, puesto que el
juicio de valor efectuado impide que la persona se sienta comprendida y pueda comunicar sus
verdaderos sentimientos.
5. La actitud de interpretación o clarificadora
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Tiende a indicar al otro cómo debe interpretar la situación, basándose en la competencia como
experto en el tema, en los conocimientos y en la experiencia del tutor. Se dan nuevos
conocimientos sobre el tema y se señala de qué manera se debe explicar. Es un modo subrepticio
de imponer el juicio del tutor o tutora, de manera más suave que en la actitud valorativa, pero sin
grandes diferencias en cuanto a la imposición de criterios. Las frases que acostumbran mostrar
esta actitud son:
-
“Aunque tú creas que estudias suficiente, en realidad debes comprender que no todas las
horas de estudio las aprovechas...”
“Podría pensar que su hijo está a gusto en casa; lo que en realidad sucede en la
adolescencia es que no se comunica bien con los padres...”
El mensaje que se transmite es: “Como experto en el tema, voy a clarificar la situación”.
Esta actitud puede ser de ayuda cuando coinciden las interpretaciones del tutor o tutora con la del
estudiante o la de los padres. Puede también suceder que entorpezca la comunicación si no
concuerdan las opiniones o si se comunican de manera demasiado acelerada, sin dar tiempo a que
el interlocutor pueda hacer su propia interpretación de la situación.
6. La actitud comprensiva o empática
Consiste en intentar captar y comprender los sentimientos de la persona ante la situación. El
educador comprende de qué modo se siente y se ve a sí mismo el interlocutor en ese momento.
Intentan meterse “en la piel” del otro y tomar conciencia de las ideas expresadas por él.
Esta actitud implica comunicar al interlocutor lo que ha comprendido de su mundo interior, tanto
para verificar la exactitud de lo captado como para hacer que el entrevistado tome conciencia de
sus propios sentimientos y pueda progresar en la toma de decisiones.
El tutor hace de espejo, reflejando los sentimientos expresados en la conversación. Para ello
utiliza la técnica de repetir las mismas frases u otras muy similares a las que ha pronunciado el
entrevistado; por ejemplo:
-
“Estás triste porque no consigues cumplir tu horario de estudio.”
“Tienes miedo de que tus padres se enfaden al recibir las notas.”
Esta actitud no implica aprobación ni desaprobación, sino que es un fiel reflejo de las expresiones
y sensaciones recibidas. Se enmarca en la no directividad de Rogers (1972).
El mensaje que se transmite es: “Puedes expresar tus sentimientos y valores, puedes tomar tus
propias decisiones”.
Cuando una persona se siente atendida en su mundo interior, se siente profundamente
comprendida y no realiza ninguna crítica ni valoración; permite que se expresen los sentimientos
y mejora la capacidad de funcionamiento psíquico para solucionar problemas por sí misma, según
Tausch y Tausch (1981). La persona se abre más al interlocutor, entablando un contacto más
estrecho con su propio yo y clarificando los sentimientos al explicarse a otra persona.
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Es el modo más efectivo de conocer aspectos personales significativos sin acudir a pruebas ni
cuestionarios de personalidad.
Cómo utilizar las actitudes en la entrevista tutorial
La utilización de una técnica u otra depende de diversos factores. La naturaleza del problema será
el primer factor que habrá que analizar. En una entrevista con padres, para recoger información
de la situación y de actitudes del hijo se puede utilizar la actitud predominantemente directiva,
mientras que en una sesión de orientación individual, con un estudiante será necesario proponer
actitudes no directivas que permitan dirigir los esfuerzos a analizar sus dificultades, tomar
conciencia de su situación y decidir sus propias soluciones.
En las entrevistas de diagnóstico con estudiantes se pueden alternar ambas actitudes directivas y
no directivas, mientras que en las de resolución de problemas el modelo preferible es la no
directiva.
La personalidad del entrevistado/a también determina el tipo de entrevista. Con personas
inhibidas o agresivas, la entrevista se debe enfocar hacia cauces directivos.
Según el momento de la entrevista, se puede utilizar una u otra manera de conducirla. Mientras
que en la primera parte de una entrevista, en la que recabamos información, se aplicará el modelo
directivo, en la segunda parte, cuando deseemos que el estudiante o los padres tomen conciencia
de las motivaciones o de ciertas actitudes, nos situaremos en el modelo no directivo.
La personalidad del tutor también influye en la elección. Según la formación psicológica y el
propio modelo educativo, unos tutores tienden más al modelo de encuesta, y otros, al
comprensivo o cualquier otro. El perfeccionamiento del tutor debe incluir este apartado referente
a modificar esta tendencia personal, sin olvidar que para hacer este cambio de actitud se precisa
tiempo y un buen entrenamiento en las habilidades conversacionales.
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Observación de la conducta del entrevistado
En el curso de una entrevista, tan importante es la actitud que toma el profesor o la profesora
como saber observar la actitud que toma el entrevistado para poder adaptar la forma como se
comunica el mensaje del tutor o tutora.
El lenguaje verbal es un indicador, pero no el único y ante ciertas situaciones, no precisamente el
que proporciona más información.
Cuando la actitud de estudiante o de los padres es de colaboración y de diálogo abierto, el
indicador más fiable de la información puede ser este lenguaje verbal, pero cuando se observen
tensiones o inquietudes en el acto de comunicación, es imprescindible acudir al lenguaje
paraverbal y no verbal como fuente esencial para determinar la verdadera actitud.
En algunas ocasiones, especialmente cuando el entrevistado tiene dificultades para aceptar la
situación sobre la que pretende informar el tutor, la observación de los diversos lenguajes
permite detectar la verdadera actitud y evitar situaciones tensas, como las que se producen
cuando la información comunicada es interpretada de modo distorsionado y en función de los
intereses del estudiante o de sus padres.
Ante una actitud resolutiva o valorativa de los padres, el tutor debe proceder con mucha
prudencia al comunicar datos del estudiante, para evitar que la información dada sea utilizada de
modo poco adecuado y en lugar de ayudar a la resolución del problema se contribuya a aumentar
la tensión familiar y a la pérdida de confianza entre padres e hijos.
Cuando la actitud de los padres tiende a ser tranquilizadora, será conveniente advertirles del
mensaje que se transmite con esa actitud e intenta que promuevan situaciones de la vida cotidiana
en las que el hijo deba desempeñar responsabilidades adecuadas a su edad y madurez, para
favorecer la autoconfianza y el saber asumir las consecuencias de sus actos.
Ante una actitud exploradora de los padres, es conveniente hacerles observar que al aumentar la
edad va acentuándose la falta de comunicación de experiencias personales, y que es normal que
en la adolescencia no se desee comunicar con los padres o profesores. La actitud exploradora es
interpretada como una falta de respeto a la intimidad del chico o chica.
Una alternativa adecuada a esta actitud es enseñar a los padres o tomar una actitud empática a
través de la comunicación de sus experiencias cotidianas en le trabajo, la familia o cualquier otra
situación que hayan vivido durante el día. En numerosas ocasiones, cuando los padres explican
experiencias o sentimientos propios, por reacción empática el hijo tiende a manifestar también
sus sentimientos y a comunicar experiencias.
Cuando la entrevista es con los estudiantes, el tutor debe tener presente que si el alumno, por
alguno de los lenguajes, manifiesta una actitud de no comunicarse, toda acción tutorial sólo
tiende a empeorar la situación, o como mucho, a perder el tiempo. El tutor se tranquiliza cuando
ha comunicado aquello que creía necesario, pero si el mensaje no ha sido recibido, debido a la
falta de actitud receptiva del estudiante, la entrevista no ha sido útil.
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Estructura de la entrevista
Para que una entrevista sea efectiva se debe darle una estructura básica de preparación, desarrollo
y conclusión de la misma.
Fase preparatoria
En la fase de preparación será necesario determinar algunos aspectos, que comentamos a
continuación.
1. Respecto al entrevistado o entrevistada (estudiantes o familia)

Grado de identificación de las características generales del entrevistado, como nivel
cultura, capacidad de escucha, intereses, situación familiar. La información anticipada
sobre las personas que van a ser entrevistadas, permite acceder de modo más directo a la
comunicación, adaptando desde el principio el vocabulario y la actitud sin necesidad de
hacer una exploración previa. EL único riesgo de esta información recogida con
anterioridad es que el tutor o tutora se cree expectativas ante la entrevista, y que, si no se
tiene la suficiente agilidad para comprobar en los primeros minutos la autenticidad de esa
información, la situación resultante no propicie una buena comunicación.

Si la entrevista es por iniciativa propia o del tutor o tutora. El clima de la entrevista
acostumbra ser muy distinto según sea a petición del tutor o tutora o de la familia. Con
demasiada frecuencia, sólo se convoca a una entrevista a los estudiantes o a los padres
cuando existen problemas graves. Es necesario programar entrevistas de modo
sistemático, no a medida que vayan apareciendo dificultades. Si convocamos a los
estudiantes o padres para resolver problemas, también debemos hacerlo para constatar la
buena marcha del curso escolar o simplemente para conocer mejor a los estudiantes.

Actitud que se espera del estudiante o de los padres. Al programar la entrevista,
generalmente se hace una prospectiva de ella, imaginando la actitud o posibles actitudes
de los entrevistados. Estas valoraciones, útiles en cuanto ayudan a prever situaciones en la
comunicación, deben tenerse en cuanta como lo que son previsiones de futuro, que
debemos ir confirmando a lo largo de la entrevista, estando siempre dispuestos a cambiar
la actitud en función de la observada en el entrevistado.

Relación previa entre los interlocutores. La relación establecida con anterioridad, si la
hubiere, también se debe tener en cuanta, tanto para recoger la información obtenida en
otras ocasiones como para reflexionar sobre los posibles cambios del entrevistado y del
mismo tutor. La situación que se analiza en la entrevista, siempre es distinta a otras
anteriores, puesto que las personas han evolucionado durante el espacio de tiempo entre la
entrevista anterior y la actual. La información recopilada permite acceder mejor al
problema al conocer aspectos de su procedencia, pero no por ello se debe creer que se
repite una situación dada.
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2. Respecto al tutor





Dominio de las habilidades dialogantes y valoración de las propias limitaciones ante el
trato con chicos o chicas estudiantes o con padres. Cuando el tutor o tutora se conoce bien
a sí mismo respecto al trato social, puede actuar de modo más coherente y equilibrado en
la entrevista.
Expectativas ante la situación que deseamos plantear en la entrevista. La esperanza de
poder solucionar un problema facilita al entrevistado la búsqueda de alternativas y
soluciones. Por el contrario, unas pobres expectativas respecto al tema tratado y a su
posible solución, con bastante probabilidad bloquearán las soluciones e impedirán la
comunicación correcta.
Elección de la actitud básica que hay que mantener durante la entrevista. Aunque ya
hemos recomendado unas actitudes del tutor, recordamos la necesidad de tomar una
actitud esencial que se irá modificando según la respuesta y la actitud que vaya tomando
la persona entrevistada.
Situación afectiva del tutor en ese momento, transmitida a través del lenguaje paraverbal
y no verbal. Es necesario valorar la situación personal del tutor para prever reacciones y
sentimiento que podrían desencadenarse durante la interacción. El cansancio del final de
trimestre, las situaciones personales conflictivas, el malestar entre el equipo de profesores,
suelen ser malos compañeros en las entrevistas. Cuando el tutor/a se halla ante situaciones
de este tipo, aunque no pueda dejar de convocar entrevistas, debe saber relativizar sus
propias reacciones y tener en cuanta su susceptibilidad.
Datos objetivos del itinerario educativo del estudiante. Además del historial académico y
personal del estudiante, es muy útil el registro anecdótico de hechos acaecidos,
distinguiéndolos de la valoración que haga el tutor o tutora. La variabilidad de los datos
registrados y su misma naturaleza permiten observar el itinerario y comprender mejor el
momento actual, en función del pasado.
3. Respecto a cuestiones materiales

Previsión del tiempo dedicado a la entrevista. Es muy necesario fijar un tiempo límite en
cada una. Si se dispone de poco tiempo, haya que fijar los minutos de duración lo cual
ayuda a evitar la sensación de prisa; y si se dispone de tiempo suficiente, también ayuda a
delimitar mejor el tema que vaya a tratarse, evitando repetir innecesariamente aspectos ya
trataos y no aludiendo a otras cuestiones no previstas, ni pertinentes.
 Determinación del espacio físico donde vaya a realizarse. Una entrevista requiere un
ámbito tranquilo, que permita comunicarse sin interrupciones. El pasillo, la zona de juego,
suelen ser espacios inadecuados utilizados en las entrevistas con alumnos. Por respeto
hacia la persona y para facilitar el desarrollo de la entrevista, se debe buscar un despacho,
una zona tranquila.
Desarrollo de la entrevista
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No podemos restringir la entrevista tutorial a un solo tipo, puesto que a veces su finalidad es la
recogida de datos, orientar al entrevistado, proponer soluciones, etc., pero todas guardan una
estructura básica. Durante el desarrollo de la entrevista es necesario distinguir diversas fases:
1. Planteamiento del problema y descripción de los objetivos de la entrevista
-
Clara exposición de los objetivos de la entrevista. La persona entrevistada, en todo
momento debe conocer los objetivos que se ha propuesto el tutor.
Exposición del problema o de la situación que vaya a tratarse. El tutor o tutora debe
describir con claridad la situación, animando al entrevistado a que exponga su visión del
tema.
2. Fase exploratoria para recoger datos
-
-
-
Descripción detallada de los datos que han conducido al problema o situación. El análisis
de las posibles causas, realizado desde la perspectiva del entrevistado y del entrevistador,
permite observar la coincidencia o divergencia en el modo de interpretar el tema,
iniciándose el primer contraste de pareceres que facilitará la posible solución.
Observación de la reacción del entrevistado a la exposición según sus diversos lenguajes.
La información obtenida permite ir acomodando las actitudes del tutor al proceso personal
del estudiante o los padres.
Petición de verbalizar la opinión del entrevistado hacia el problema o situación descrita.
Demanda explícita de datos que complementen la información ofrecida. Puede ayudar la
elaboración de una guía o pauta de las cuestiones esenciales que haya que analizar.
Demanda implícita de información a través de diversas metodologías, como la
descripción de situaciones (que se hace a lo largo de un día habitual), observación de las
relaciones interpersonales (manifiestas en la descripción de conductas).
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3. Propuestas de alternativas de solución del problema planteado
1. Descripción de alternativas de solución, ya sea por parte del tutor o tutora que toma la
iniciativa o a través del a petición directa de alternativas al interesado o interesada.
2. Valoración de las alternativas propuestas y reflexión de ventajas e inconvenientes según
la situación.
Elección de soluciones y final de entrevista

Determinación de la solución por parte del entrevistado y expresión verbal de aquella

Análisis de las consecuencias derivadas de la opción tomada. Tomar una decisión implica
comprometerse en ciertas actitudes o estrategias. Es importante verbalizar estas
consecuencias para que el entrevistado sea consciente de lo que se ha elegido.

Anotación de las resoluciones y del plan trazado en presencia del entrevistado. Tomar
nota de lo hablado y especialmente de las conclusiones y compromisos tomados es un
modo de reafirmar la solución y de favorecer el compromiso de la persona. A posteriori,
los datos se podrán utilizar como evaluación de la entrevista y para reenfocar el tema si
fuera necesario.

Fijación de la siguiente entrevista. Casi siempre es interesante fijar la nueva entrevista,
puesto que delimitar el tiempo es otra manera de favorecer la acción y hacer un
seguimiento del problema.
El registro de la entrevista
En los libros que tratan el tema es frecuente que se propongan diversos modelos de registro de la
entrevista. Son fichas más o menos extensas que campos cerrados o semicerrados en donde
anotar los diversos aspectos.
En la práctica de la tutoría se puede comprobar que la mayoría de tutores acaban por desechar
cualquier tipo de ficha con campos cerrados a priori. El modelo que consideramos más práctico
es la ficha sencilla, en donde recogemos los datos de identificación del entrevistado, el motivo de
la entrevista, los acuerdos a que se ha llegado, la actitud general del entrevistado y la fecha de la
entrevista siguiente.
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Registrar los datos de la entrevista, con el formato que se crea más conveniente, es esencial. La
información ha de ser recopilada en la ficha, pero de la manera más objetiva posible, para que
pueda ser utilizada por otros profesores y profesoras y por los tutores de cursos posteriores. Un
informe basado en la subjetividad o que detallara demasiados aspectos podría constituir una falta
de respeto a intimidad del entrevistado. Más adelante tratamos este tema en profundidad.
Aspectos esenciales de la entrevista con la familia
Padres y madres de estudiantes de infantil y primaria
En general, los padres y madres de niños y niñas de estos niveles tienen numerosas expectativas
respecto a la entrevista con el tutor. La mayoría de las veces las entrevistas son para intercambiar
información del niño o la niña. La familia espera del tutor cosas como las siguientes:
-
Información sobre la adaptación de su hijo al centro educativo.
Descripción de conductas sociales en el grupo de clases.
Grado de aceptación de los compañeros.
Nivel de aprendizaje individual y respecto al grupo.
De modo específico, en la Educación Infantil se espera obtener informaciones aspectos
fisiológicos (control de esfínteres, alimentación, sueño).
Indicaciones del tutor/a sobre modos de actuar ante situaciones problemáticas si las
hubiere.
El tutor o tutora espera de la entrevista:
-
Obtener información general que le permita conocer y entender mejor al alumno o alumna
en su proceso de aprendizaje, de socialización y desarrollo personal.
Obtener colaboración de los padres en los diversos objetivos afectivos, cognitivos y
sociales que se proponen en clase.
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-
Incidir en la educación familiar cuando haya déficit que tengan consecuencias para el
proceso de desarrollo de los niños y niñas (promover la responsabilidad, dar más
independencia, mejorar la relación afectiva).
Padres y Madres de estudiantes de Secundaria
La situación varía considerablemente respecto a la Enseñanza Primaria. Los padres de
adolescentes ya conocen y han valorado la relación social de sus hijos, han realizado las primeras
evaluaciones del potencial intelectual y del proceso y aprendizaje, han establecido unas pautas de
conducta familiares, más o menos estables, y esperan del tutor o tutora:
-
-
Información académica: rendimiento escolar, capacidades intelectuales, actitud ante el
estudio.
Indicaciones para establecer pautas de conducta de los progenitores ante problemas
sociales o de personalidad. Esperan información sobre especialistas cuando se cree
conveniente su intervención.
Si el problema está relacionado con los estudios, esperan soluciones inmediatas a la
situación.
El autor de Secundaria utiliza las entrevistas tutoriales para diversas finalidades, en función de la
problemática del estudiante:
-
Informar del itinerario académico, solicitando colaboración cuando lo crea conveniente.
Informar sobre problemas de conducta, para implicar a los padres en el proceso de
desarrollo personal.
Contribuir a la orientación personal y profesional corroborando con la familia la
observación efectuada en clase.
Intercambiar información para ayudar al estudiante en sus hábitos de estudio y trabajo
personal.
Algunas estrategias para dirigir la conversación hacia objetivos propuestos
En la entrevista con la familia, a veces se producen situaciones ambiguas o de cierto rechazo que
se manifiestan a través de la dispersión de temas y en la dificultad de hablar de los objetivos
propuestos.
Es conveniente que el tutor o tutora disponga de estrategias que permitan reconducir la situación
y retornar a los objetivos que se proponían.
Las principales estrategias disponibles son las siguientes:
-
Aplicar un pequeño cuestionario sobre aspectos relacionados con el tema a tratar.
A través de la conversación, reiniciar el tema enlazándolo con algunos de los aspectos que
se estén hablando.
17
-
Interrumpir la conversación, recordando que al principio de la entrevista se determinaron
los objetivos que en ese momento no se están tratando.
Las habilidades sociales del entrevistador, en especial la asertividad, serán imprescindibles para
conducir la entrevista hacia los objetivos propuestos. Un correcto entrenamiento de la oposición
asertiva permite comunicar los sentimientos de rechazo ante una actitud o comentario del
entrevistado o entrevistada invitándole a cambiar de conducta sin que el tono, el estilo ni el
contenido verbal sea hostil (Jeffrey, 1992).
La entrevista con alumnos y alumnas
Grados de aceptación en la relación tutor alumno
En la relación personal tutor-estudiante existe un conjunto de situaciones que a veces dificulta el
diálogo y la comunicación.
En los más pequeños, la principal dificultad se debe a la falta de competencia comunicativa que,
según Garbarino y cols. (1993), depende de la competencia psicológica para ser entrevistado, el
grado de desarrollo cognitivo, el desarrollo del lenguaje y nivel de socialización.
La inclusión de funciones disciplinarias en la tarea de tutor puede dificultar la comunicación
abierta y sincera por parte del estudiante. La situación de autoridad, el rol que desempeña el tutor,
crea distancias a veces insalvables.
La doble tarea de profesor de un área a la vez que autor, facilita el conocimiento de los
estudiantes, pero puede crear una ambivalencia poco aceptable en la comunicación de vivencias y
experiencias.
La situación escolar en sí implica falta de espontaneidad en la relación entre las personas. Ante
estas limitaciones, se deben tener en cuenta estos aspectos:
-
-
Las respuestas pueden estar influidas por lo que el entrevistado creas que vaya a pensar el
tutor y por las consecuencias que se derivarán de aportar esta información.
Es necesario adaptar el lenguaje y el contenido de la entrevista a la capacidad de
comunicación del entrevistado.
El retraimiento y el estado letárgico durante una entrevista suelen ser canales de
comunicación para mostrar una situación de incomodidad o malestar ante la actitud que
esté tomando el tutor.
En el trato habitual con adultos, los niños suelen interpretar las preguntas más cómo una
orden o exigencia que como una petición de información. Es una entrevista tutorial, esto
puede crear situaciones de presión y bloquear la comunicación de los alumnos o alumnas.
El deseo de ayuda abierta, encubierta o nula
En la relación tutorial es importante detectar el deseo de ayuda por parte del alumno o alumna. Si
esta ayuda no es deseada, se debe respetar su libertad y se podrá actuar sólo a nivel de los
18
aspectos más superficiales sin pretender acceder a informaciones más profundas. Esto no siempre
anula el efecto de la entrevista, si es respetuoso con los aspectos personales y se haga especial
incidencia en los aspectos más técnicos y académicos. La no aceptación de ayuda por parte del
tutor no impide indicar otras vías de solución, como la elección de otros profesores o tutores del
centro que puedan atenderlo. En numerosas ocasiones, el estudiante desea ayuda, pero no lo
manifiesta de manera abierta. En cualquier caso, espera del tutor las actitudes siguientes:
-
Empatía para establecer un contacto entre las diferentes visiones de la situación.
Autenticidad en el trato, poniendo de manifiesto los sentimientos del tutor o tutora sin
artificios ni actitudes paternalistas.
Competencia para ayudarle a resolver problemas, proporcionando estrategias de solución
sin imponer ninguna.
Respeto en los aspectos más personales o de relación que no desea comunicar en ese
momento.
Obtener información sobre la opinión del tutor o tutora respecto al tema que se está
tratando.
Seguridad en sí mismo y en la manera de analizar el problema.
Coherencia entre lo que expresa el tutor o la tutora y el modo de comportarse en la
situación de clase.
Confianza en las posibilidades de resolución y en las decisiones que toma el estudiante.
El respeto a la libertad y a la toma de decisiones
En la fase de desarrollo y en la parte final de la entrevista, cuando se establecen acuerdos y pautas
de comportamiento para solucionar los problemas que se han tratado a lo largo de la entrevista, se
debe cuidar de modo especial el respeto a la libertad del estudiante. La tendencia a tomar la
actitud más directiva se acentúa en esta fase de la entrevista, intentando forzar al estudiante a
tomar decisiones que pueden parecer las más adecuadas desde el punto de vista del tutor o la
tutora, pero que sin la aceptación libre por parte del estudiante, no tienen ninguna validez.
Aún en el caso en que el estudiante acepte las propuestas efectuadas por el tutor o tutora, si éstas
no son interiorizadas e incorporadas como propias, es probable que cuando el estudiante
reflexione sobre el problema, sin la presencia tutorial, examine el problema de otro modo y ya no
considere válidas las decisiones tomadas.
La actitud no directiva es la más adecuada en esta fase de resolución, puesto que cualquiera de las
otras actitudes descritas posiblemente sólo sirvan para calmar la ansiedad del tutor o tutora ante la
situación, pero no para resolverla.
Cuando se puede alcanzar un acuerdo respecto al tema tratado, será conveniente el siguiente
formalismo:
-
Anotar ante el estudiante el acuerdo alcanzado y repetirlo en voz alta para confirmarlo.
Describir la metodología y estrategia que se desarrollarán para alcanzar el objeto
secuenciado las acciones.
19
-
Distribuir las responsabilidades de manera clara y directa, así como los posibles controles
de la situación.
Confirmar la aceptación del estudiante de continuar la relación iniciada cuando ésta
parece posible.
Determinar los aspectos que haya que tratar en la entrevista siguiente.
Referencias Bibliográficas
DORRA, H. MILLET G. (1970): Comment mener un entretien individuel. París. Dunod.
GARBARINO, J. STOTTK, F., Ciñaustro del Instituto Erikson (1993): Lo que nos pueden decir
los niños. Madrid. Ministerio de Asuntos Sociales.
GOODALE, J. (1992): La entrevista. Madrid. Pirámide.
GORDILLO, Ma. V. (1984): La orientación en el proceso educativo. Pamplona. Ediciones
Universidad de Navarra.
JEFFREY, K. (1992): Entrenamiento de las habilidades sociales. Bilbao, Desclée de Bouwer.
MARROQUIN, M. (1982): La Relación de ayuda en Robert R. Carkhuff. Bilbao. Mensajero.
NAHOUM, C. (1961): La entrevista psicológica. Buenos Aires, Kapelusz.
PROSHASKA, L. (1964): Pedagogía del Encuentro, Barcelona. Herder.
ROGERS, C. (1972): El proceso de convertirse en persona. Barcelona. Piados.
ROSALES, C. (1988): Didáctica: Núcleos fundamentales. Madrid. Narcea.
SALZBERGER-WITTENBERG, I. (1980): La relación asistencial. Buenos Aires. Amorrortu
editores.
SCHORDERET, L. (1975): La entrevista: su técnica. Madrid. Orines.
TAUSCH, R. TAUSCH, A. M. (1981): Psicología de la educación. Barcelona. Herder.
TOLBERT, E. I. (1981): Técnicas de asesoramiento en orientación profesional. Barcelona.
Oikos-Tau.
TYLER, L. (1983): La función de orientador. México. Trillas.
20
LECTURA 18
MOTIVACIÓN PARA ESTUDIAR EFICAZMENTE
BROWN, F. W. (1990). Guía para la Supervivencia del estudiante (2ª Ed.). Trillas: México.
Pp. 13-22
MOTIVACIÓN PARA ESTUDIAR EFICAZMENTE
EL ESTUDIANTE RECIEN ingresado en la Universidad pronto descubre que se espera de él
que asuma toda responsabilidad y practique una autodisciplina en sus actividades personales,
sociales y académicas. Una persona lo expresó así: “El estudiante recién ingresado, para salir
adelante, ha de comprender que el primer año en la universidad no es otro año más como en la
enseñanza secundaria.” Un universitario de segundo año lo expresó con más énfasis: “En la
universidad no lograrás nada mientras no hayas madurado.”
ANTEPON LOS ESTUDIOS A LA VIDA SOCIAL
De un modo u otro, lo que suceda durante tu primer año en la universidad dependerá, en gran
medida, de una sola cosa: ¿estás dispuesto a afrontar las nuevas libertades y responsabilidades
como un adulto? Recuerda que la mayoría de ellos ejercitan una eficaz autodisciplina, al colocar
las diversiones en lejas perspectivas. Se obligan a sí mismos a anteponer las exigencias más
importantes y a cumplir con su deber antes que ceder a caprichos. ¿y tu? ¿Serás capaz de
anteponer los estudios a la vida social? De no proceder así, seguramente arriesgas tu futuro al
dedicar más tiempo a las diversiones.
MANTENTE SANO
Tu salud física y mental son factores importantes que influyen en el éxito o fracaso en la
universidad. Si es el trabajo académico tropiezas con una dificultad inesperada, una de las
primeras cosas que debes comprobar es tu salud física. Si necesitas lentes o si estás siempre
cansado, no serás capaz de concentrarte en los estudios. Igualmente, el nerviosismo excesivo, los
dolores de cabeza frecuentes, algunas otras molestias físicas pueden reducir tu eficacia en el
estudio. En estos casos, el médico familiar es la persona indicada a quién plantear tus problemas
de salud que pudieran influir negativamente en tu trabajo universitario.
MINIMIZA TUS PROBLEMAS PERSONALES Y FINANCIEROS
El estar libre de preocupaciones sobre problemas personales, financieros y evitar influencias que
distraen es otro requisito necesario para estudiar con eficacia. Todos los estudiantes de primer
años se enfrentan a muchos problemas inmediatos. Quizá sientas inclinación a abandonarla
universidad y conseguir un empleo, con el fin de tener más dinero para gastar. O tal vez creas que
tus padres son demasiado estrictos y no tienes demasiada libertad personal. O quizá pienses que
la universidad no vale la pena porque no asistes a muchas actividades sociales que ahora te
parecen importantes.
Los psicólogos indican que tales problemas tienen que ver con la satisfacción de objetivos de
corto alcance; esto es, más dinero, más libertad, o aceptación por los demás, precisamente ahora.
El interés en personas del sexo opuesto, el deseo de tener más dinero para gastar, o la búsqueda
21
de mayor libertad personal son preocupaciones normales e importantes para todo estudiante
universitario sin embargo, no debes permitir que tales pensamientos interfieran en tus objetivos
de largo alcance, como son el prepararse para una ocupación futura y desarrollar una filosofía de
la vida, cargada de sentido. Hablemos claro, tú probablemente, no lograrás buenas calificaciones
si permites que el preocuparse excesivamente con tales metas conflictivas de corto plazo te haga
perder la vista tus metas a largo plazo.
APRENDER A PENSAR POSITIVAMENTE
Buena Salud mental significa que miras el buen lado de la vida y que actúas de una manera
positiva cuando reaccionas frente a tus problemas. ¿cuál es tu actitud respecto a la universidad:
positiva o negativa? Sobra decir que ninguna universidad es perfecta: toda institución, educativa
o social, tiene sus fallas. La vida universitaria puede ser tanto placentera como desagradable y
será tu actitud básica aquella que determine como interpretaras la realidad. Si tu actitud es
generalmente positiva, concentrarás la atención en los aspectos estimulantes y satisfactorios de la
actividad académica; si tu actitud es negativa, te concentrarás en los aspectos desagradables.
Piensa en un tono positivo y la universidad será para ti una experiencia estimulante e incitante;
piensa en un tono negativo y verás a la universidad como una carga aburrida y sin recompensas.
Es obvio, por tanto, que existen razones importantes para que tengas una actitud positiva. En
principio, ella te mantendrá motivado, alerta y productivo, mientras que el pensar negativos
agotará tu energía y tu entusiasmo. Asimismo, una actitud negativa te alejará de las actividades
amenas que puede ofrecerte la universidad, mientras que el pensar positivo te permitirá disfrutar
de la vida universitaria. Otra razón sería que condiscípulos y profesores te apreciaran más si
presentas una actitud positiva, mientras que una negativa provocará que la mayoría de las
personas quieran estar alejadas de ti lo mas posible. Así es que pagaras un precio demasiado caro
si permites que las actitudes negativas controlen tu perspectiva mental. ¿qué puedes hacer para
cambiar de una actitud negativa a una positiva? Una respuesta sería asumir otra perspectiva. En
tu situación estimula aquellas cosas que sean buenas, placenteras, correctas y elimina las malas,
desagradables o erróneas. Cuando los profesores aumentan la presión y las tareas se acumulan,
puedes empezar a desanimarte y decir que “toda esta competencia feroz” no vale la pena. Pero,
¡piénsalo otra vez! Piensa que las amistades estimulantes, en la satisfacción de dominar ideas
intelectualmente incitantes, en el sentimientos de logro al alcanzar nuevas habilidades, así como
el disfrute de la libertad personal, de la vida social, de los deportes y de otras actividades
extracurriculares que constituyen la mayor parte de la vida universitaria. Perderías todo esto si
abandonaras los estudios. Recuerda que siempre hay dos salidas en cada problema o situación;
piensa por tanto, de modo positivo y no permitas que una actitud negativa ponga en peligro tu
carrera universitaria.
22
OTRAS IDEAS PARA LOGRAR UNA ACTITUD POSITIVA HACIA EL ESTUDIO
Hay naturalmente, muchas otras cosas que puedes hacer para desarrollar una actitud positiva ante
la vida; por ejemplo la Asociación Nacional para la Salud Mental sugiere los siguiente once
principios para mejorar tu actitud.
Desahógate
Cuando algo te preocupe, comunícalo; no te lo guardes. Confía tu preocupación a alguna persona
prudente, que merezca tu confianza, ya sea un buena amigo, tus padres, el clérigo de tu parroquia,
el médico, el asesor universitario, o el consejero en orientación. El comunicar los problemas
ayuda a aliviar la tensión, a ver tu preocupación con claridad y con frecuencia, a ver el modo de
resolver el problema.
Evádete por algún tiempo
Cuando los asuntos van mal, a veces ayuda el apartarse del problema por algún tiempo, relajarse
viendo una película, leyendo un libro, jugando o realizando un corto viaje. El permanecer en la
situación y sufrir es una forma de autocastigo, y no un modo de resolver el conflicto. Es realista y
saludable el evadirse lo suficiente para recobrar el aliento y el equilibrio, y regresar cuando te
sientas tranquilo, cuando tú y los antagonistas se encuentren, mental y emocionalmente aptos,
para resolver el conflicto.
Deshazte de tu enfado
Si te enfadas con frecuencia, recuerda que aunque tal actitud pueda darte una sensación temporal
de rectitud e, incluso de poder, por lo general hará que te sientas tonto y al final, triste. Si tienes
el impulso de insultar a alguien que te haya provocado, intenta contener tal arrebato. Espera
varios días y en el intervalo encauza la energía reprimida hacia otros canales. Dedícate a alguna
actividad física, como el atletismo, o a un paseo a la limpieza de tu habitación, por ejemplo. El
arrojar todo impulso de enfado, el serenar el ánimo por un día o dos, te permitirá resolver
cualquier conflicto inteligentemente y de una manera constructiva.
Cede en ocasiones
Si riñes con frecuencia mostrándote obstinado y desafiante, recuerda que de esa manera se
comportan los frustrados. Intenta entender las razones básicas de la frustración. Permanece firma
en lo que estimas acertado, pero hazlo con calma y prepárate a admitir que podrías estar
equivocado. Incluso, si estás en lo cierto, es prudente ceder de vez en cuando en temas que no son
fundamentales. Si cedes casi siempre comprobarás que los otros harán los mismo. Al menos, tú
puedes “estar de acuerdo con el desacuerdo”. El resultado será el alivio de la tensión, el logro de
una solución práctica y un satisfactorio sentido de madurez.
Haz algo por los demás
Si dedicas mucho tiempo a preocuparte de ti mismo, intenta hacer algo a favor de otra persona.
Comprobarás que así disminuyen tus propias preocupaciones y, mejor esto te producirá la amable
impresión de haber hecho algo valioso.
Cada cosa a su tiempo
Para las personas sometidas a tensión, una cantidad ordinaria de trabajo puede parecer
insoportable. La carga parece tan grande que el afrontar cualquier parte de ella ocasiona agobio.
23
Recuerda que está es una condición de pasajera. Puedes abrirte camino afrontando algunas tareas
urgentes, una a una, soslayando el resto por el momento. Una vez superado esos primeros
obstáculos, verás que los demás son superables. Estarás, entonces, en disposición de lograr más y
las tareas restantes se te harán más fáciles. Si te angustias porque no puedes dejar nada de lado y
tienes que hacerlo todo enseguida, reflexiona: ¿estás seguro de no sobreestimar la impotencia de
lo que haces, es decir, tu propia importancia personal?
No eres un superhombre
Algunas personas esperan demasiado de sí mismas y están constantemente preocupadas y
ansiosas porque piensan que no están logrando alcanzar tanto como debieran. Intentan la
perfección en todo. Aunque este ideal es admirable, es también una invitación al fracaso, ya que
nadie puede ser perfecto en todo. Decide que puedes hacer bien (usualmente serían las
asignaturas de tu preferencia o en las que más te interesaras) y dedica a ellas tu mayor esfuerzo.
Después aplícate con decisión y habilidad a aquellos deberes que no te atraigan tanto, sin
angustiarte porque no obtengas buenas calificaciones.
Sé benevolente en tus críticas
Algunos esperan demasiado de los demás y cuando alguien no llena la medida de esas
esperanzas, se sienten frustrados, decaídos, decepcionados, incluso traicionados. Cada persona
tiene sus propias virtudes, sus propias deficiencias, sus propios valores, y su propio derecho a
desarrollarse como individuo. Somos injustos cuando juzgamos a alguien de acuerdo a ideas
preconcebidas o cuando intentamos que se adapten a nosotros mismos. Si encuentras mucho qué
criticar en otra persona, tal vez la estás juzgando de acuerdo a una norma que tú mismo quisieras
alcanzar. En lugar de tal crítica, busca sus puntos positivos y ayúdalo a desarrollarlos. Esto les
dará mutua satisfacción y te ayudará a lograr una mejor comprensión de ti mismo.
Da oportunidad al prójimo
Cuando estas sometido a tensión emocional, puedes pensar que “tienes que ser el primero, sin dar
ventaja al prójimo, incluso cuando la meta es tan trivial como ir adelante en la carretera”. Aquello
se convertirá en una carrera donde alguien acabará lastimado , bien físicamente como puede
ocurrir en la carretera o bien emocionalmente y mentalmente en el empeño por vivir una vida
plena. No tienes porque comportarte así; la competencia es contagiosa, pero también lo es la
cooperación. Cuando das oportunidad al prójimo, frecuentemente facilitas las cosas para ti
mismo. Si aquél ya no te considera una amenaza, él deja también de ser una amenaza para ti.
Sé accesible
Muchos de nosotros tenemos la impresión de que se nos hace a un lado, se nos olvida o se nos
rechaza. Imaginamos con frecuencia que otros nos menosprecien, cuando en realidad están
deseando que demos el primer paso. En lugar de apartarse, es saludable y práctico mantenerse
disponible e iniciar algunas colaboraciones en lugar de esperar que otros nos pidan ayuda. Por
supuesto, es de un error ponerse en primer plano en cada ocasión, pues con frecuencia se
malinterpreta y puede haber un rechazo verdadero. Hay un término medio en separarse de los
demás e insistir. Inténtalo.
Plantea tu tiempo para divertirte
Muchas personas trabajan con mucha intensidad que se permiten poco tiempo para divertirse y
esto es esencial para una buena salud física, mental y emocional. Dicen no tener tiempo para sí
24
mismo. Pues bien, a tales personas les ayudara un horario fijo en que asignen horas concretas
para dedicarse a alguna forma de diversión, beneficiándose al elegir un pasatiempo para dedicarle
las horas libres, y lograr un cambio de ritmo respecto al trabajo cotidiano. Por supuesto ninguna
de estas ideas será útil mientras no se reconozca que se tiene una actitud negativa, o que el modo
de pensar negativo está dañándote y a los demás y que es necesario actuar para cambiar esa
actitud mental. Una vez dado ese gran paso, el resto es realmente fácil. Por tanto pregunte ahora
mismo: “¿se está manifestando mi actitud negativa‟” si la respuesta es sí. Sería lo mejor que
empezaras a cambiarla.
CÓMO APRENDER A AFRONTAR LA REALIDAD
Cómo lograr buenas notas
Los estudiantes universitarios critican frecuentemente los modos de calificar, en especial, cuando
sus propias notas son mediocres. Es prudente recordar que el profesor no es quien te califica; eres
tu quien se califica a sí mismo. El maestro sólo apunta las notas, a la mayoría de los profesores
les disgusta que lo reprueben. Acaso te sorprenda saberlo, pero los maestros se culpan a sí
mismos, al menos parcialmente, por el fracaso de un estudiante, ya que estiman que también ellos
han fallado. El fracaso es no comunicarse con un estudiante, ya que estiman que también ellos
han fallado. El fracaso es no comunicarse con un estudiante, y en no ayudarlo a desarrollar sus
potenciales es muy frustrante para un profesor dedicado. Ya que mencionamos a los profesores,
hablemos claro. Los estudiantes de preparatoria frecuentemente usan al profesor como “chivo
expiatorio”. Cuando los padres critican a sus hijos por las bajas calificaciones, muchos de esos
estudiantes han culpado al profesor y, con frecuencia han convencido a sus padres que el profesor
era responsable del procedimiento logrado. Esta no ha sido la causa de las malas notas y tu como
estudiante lo sabes. Algunos profesores son mejores que otros, por supuesto, y unos cuantos no
deberían estar enseñando. El enseñar no es tarea fácil, y sin embargo, muchos padres, no
enseñarían por el doble del salario que los profesores reciben. Así pues, en lo futuro ¿tendrás la
honradez suficiente para no hacer responsables a los profesores de lo que en realidad son fracasos
propios? Si no has estudiado en horas que corresponden al estudio, pon la responsabilidad en
quien corresponde: tu mismo.
Cómo tomar decisiones académicas
Muchos estudiantes universitarios están indecisos en su primer año acerca de futuros planes
educativos y profesionales. Se muestras ambiguos o poco realistas respecto al campo ocupacional
en el que planea desempeñarse; por consiguiente, ignoran cuales deberían ser los cursos
principales, y cuales los secundarios. Con excesiva frecuencia el resultado de tal indecisión es
desinteresarse de los estudios. Los principios síntomas de la falta de interés en los propios
estudios son la pereza, la vacilación y la desorganización. La mayoría de las veces puede
diagnosticarse a la pereza por un retraso y una distracción que impiden terminar las actividades
académicas, el moroso, por ejemplo, inicia la lectura de sus asignaturas poco antes de los
exámenes, cuando intenta ponerse al día mediante un repaso frenético, de último minuto. Una
conducta vacilante se caracteriza por una fluctuación de sentimientos acerca de actividades y
requerimientos académicos. Quien vacila puede estar interesado hoy en sus clases, indiferente
mañana, aburrido al otro día, para invertir al ciclo de la semana próxima. Con frecuencia,
caracteriza a la desorganización cierta confusión y desorden al trabajar en actividades
académicas. Tareas olvidadas, libros perdidos, apuntes embrollados y un escritorio desarreglado
típica al estudiante desorganizado. Si la pereza, la vacilación y la desorganización son típicos de
25
tu comportamiento en los estudios, podría vaticinarse, a ojos cerrados, que tus metas académicas
deberían ser examinadas sistemáticamente. No hay duda que tu motivación escolar permanecerá a
bajo nivel, hasta que no hayas clasificado tus objetivos educativos. La clave de una buena actitud
es saber lo que se pretende alcanzar en la universidad y el porque se le pretende.
Cosecha de recompensas
Hoy. Más que nunca, las ocupaciones mejor retribuidas y de más prestigio requieren una
preparación universitaria. Las ocupaciones que exigen una preparación universitaria avanzada
para empleos profesionales, administrativos y técnicos. El graduado universitario tiene más
oportunidades de ocupar un puesto creado o de dirección, que aquel que solo terminó la
instrucción, secundaria. Mejores ingresos, más seguridad y más prestigio son solo tres de las
recompensas ocupacionales que deben incitar a completar todos los estudios universitarios. Si
alguna vez te sientes tentado de abandonar la universidad, deberías sopesar larga y detenidamente
cada una de ellas. Los beneficios espirituales e intelectuales de una educación universitaria, tiene
todavía más importancia que las recompensas ocupacionales para gran parte de los antiguos
alumnos, cuando lanza una mirada retrospectiva a sus años universitarios. Para muchos
estudiantes el estimulante ambiente intelectual de una universidad es el primer reto para
profundizar en la comprensión de ellos mismos, en su captación de la ciencia y de la tecnología,
en su pareció de las obras literarias y del pensamiento del hombre a lo largo de los siglos y en el
entendimiento de la cultura del mundo. Es verosímil que en el futuro más de lo que fueron en el
pasado estas recompensas espirituales y emocionales de una educación universitaria demuestren
que son cruciales para lograr una vida pletórica de sentido.
26
LECTURA 19
EL HABITO DE ESTUDIAR
CONGRAINS, M. (1978). Así es como se estudia (5ª Ed.). Forja: Venezuela. Pp. 35-46
EL HABITO DE ESTUDIAR
2.1 El hábito de estudiar
Entiende por “hábito” la costumbre de hacer algo como la cosa más natural del mundo; el “hábito
de estudiar” es la costumbre de hacerlo sin que te lo tengas que estar ordenando una y otra vez. A
un nivel más técnico y riguroso, debes saber que el hábito es el automatismo que te lleva a
realizar, sin intervención de la voluntad y de la conciencia, diversidad de actos, los cuales, por
eso mismo, se integran al patrón de conducta característico de la persona. El hábito genera
dependencia y cuando por cualquier motivo se interrumpe la rutina del hábito, la persona
experimenta la sensación incómoda de que le falta algo. El catálogo de hábitos es, prácticamente,
infinito: el hábito de fumar, el hábito de cafecito al levantarse, el hábito de cepillarse los dientes,
el hábito de jugar con el llavero, etc., en otro nivel, tenemos el hábito de la lectura, el hábito del
trabajo, el hábito de planificar las actividades del día siguiente, el hábito de contar hasta diez
antes de protestar por algo, etc.
Es importante señalar que cuando se crea o se arraiga el hábito, de ahí en adelante y generalmente
de por vida, inconscientemente, sin que uno tenga que estar ordenándoselo o proponiéndoselo a
fuerza de voluntad, la persona cumple con el mecanismo del hábito. En cuanto a los que nos
concierne directamente, dada la índole y la finalidad de este libro, evidentemente te
recomendamos que adquieras el hábito del estudio.
Pero tienes que hacer una distinción fundamental: existe el hábito de estudiar (así como existe el
hábito de desayunarse), y aparte de ellos existen buenos hábitos de estudio y también existen
malos hábitos de estudio.
Por ejemplo, un buen hábito de estudio es subrayar cada idea especialmente significativa que
encuentres en el libro que lees o preguntar al profesor cada vez que sientas la necesidad de que un
punto determinado de su exposición sea ampliado.
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Y un mal hábito de estudio es estudiar y no repasar lo aprendido; y un pésimo hábito es postergar
el estudio para la semana inmediata al examen trimestral.
Como podrás verificar en la próxima sección del libro , esto que llamamos “buenos hábitos de
estudio”, se confunde en cierta medida con lo que es la “técnica de estudiar”. En cambio, el
hábito de estudiar, es decir, la costumbre natural de procurar aprender o, mejor aún, el aprender
permanentemente, “leyendo” en la infinidad de acontecimientos y fenómenos que la vida
presenta constantemente ante tu conciencia, es una de las condiciones concretas que más
favorecen tu actividad intelectual.
Imaginamos que deseas saber cómo puedes crear en ti el hábito de estudiar. ¿Nunca has visto o
transitado por un “camino de huella”? Así es como se crean los hábitos: simplemente por
repetición y acumulación de actos. Esto quiere decir que mientras más estudies y mientras lo
hagas de una manera más regular – el mismo lugar, las mismas horas, etc. – más y mejor podrás
arraigar en ti el hábito de estudiar.
28
LECTURA 20
TEORIA DE LA PERSONALIDAD
DICAPRIO, Nicholas. (1976). Teorías de la Personalidad. Trad. Ottenwaelder, Carlos Gerardo,
Interamericana: México. P. 305
IDEAS DERIVADAS DE LA TEORIA DE YO DE ROGERS
Escuchar, reflexionar, aclarar y aprecio positivo.
A título de guía para mejorar nuestras relaciones sociales podemos considerar algunas de las
ideas y las prácticas de Rogers en su terapéutica centrada en el paciente.
Escuchar atentamente. Rogers observó que sus pacientes experimentaban un gran deseo de
hablar simplemente de sus problemas a alguien que quisiera escucharlos. El acento se pone aquí
en la palabra escuchar, y no en criticar, juzgar, aconsejar o consolar. El paciente podía indicar a
menudo que se sentía mucho mejor después de una hora más o menos durante la cual Rogers no
había ofrecido orientación o consejo alguno, sino que había escuchado atentamente en una forma
cordial y tolerante. Rogers (1951) señala que el mayor obstáculo para ser el terapeuta un buen
oyente está en la compulsión de afirmarse o de expresarse uno mismo. De hecho, no se escucha
realmente al otro, porque se está tan ocupado en preparar la próxima expresión. La mayoría de la
gente responde positivamente a un oyente participante.
Reflexión. Rogers encontró otro procedimiento sumamente útil para dar a sus pacientes la
impresión de que sentía por ellos un verdadero interés. Designó esta técnica como “reflexión”
(Rogers, 1942). Implica el reconocimiento de los pensamientos y los sentimientos de otra persona
mediante la repetición verbal de los mismo, llamando la atención sobre ellos y hablando de ellos.
Aclaración. Escuchando atentamente y utilizando la técnica de la reflexión, se puede ayudar a la
otra persona a experimentar una aclaración de sus ideas y sentimientos. Las ideas específicas que
se seleccionan para reflexionar pueden favorecer asimismo el proceso de la clarificación. El
factor importante de la intuición, tan poderosos en conseguir un cambio de la personalidad,
resulta fomentado por aquella. Las dificultades en una relación personal pueden reducirse si una
de las personas utiliza las técnicas de escuchar, reflexionar y aclarar juiciosamente. En efecto, el
hecho de prestar atención a una actitud o un pensamiento expresados por alguien otro contribuye
a menudo a hacerlo aparecer de modo más vivo como irracional o ilusorio.
Aprecio Positivo. El aprecio positivo de otra persona, cualquiera que sea la forma en que se
exprese, suele ser agradecido por todo el mundo, especialmente si alguien tiene problemas
psicológicos. El individuo puede usar su facultad de dispensar aprecio positivo para ayudar a otra
persona a descubrir su verdadero yo, pero puede utilizarla también para promover una relación
cordial. Rogers habla de un aprecio positivo incondicional, lo que equivale (según observamos ya
anteriormente) a aceptar al otro tal como el, sin poner condiciones.
29
LECTURA 21
DIAGNOSTICO DE LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE
GASPERIN, R. (1993). Manual de hábitos de estudio para estudiantes (no para alumnos).
Universidad Veracruzana: México. Pp. 19-51
Capítulo 2
DIAGNOSTICO DE LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE
Para el establecimiento de nuevos hábitos de estudio, es decir, para aprender a aprender, se
precisa de tres momentos fundamentales:
1) Hacer un DIAGNOSTICO personal sobre cuáles son las necesidades o carencia
más urgentes
2) VER Y RECONOCER sus dificultades para el aprendizaje (darse cuenta).
3) Elaborar una ESTRATEGIA de trabajo y poner manos a la obra para realizarla.
Veamos cada uno de ellos:
Diagnóstico Personal
No todos los estudiantes tienen las mismas dificultades en el aprendizaje, algunos tienen mayores
dificultades de tipo ambiental (un lugar de estudio ruidoso, por ejemplo) otros, en cambio más de
tipo personal (falta de concentración, por ejemplo). Es preciso, por lo tanto, elaborar un
diagnóstico personal de las principales dificultades a fin de poder operar sobre de ellas.
-
Responde a la pregunta:
¿Cuáles son mis principales dificultades para aprender? Escríbelas sin orden de importancia,
como las vayas identificado, como en “lluvia de ideas”.
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- Ahora subraya las tres dificultades que consideras son las que más te limitan para
aprender, tus tres principales obstáculos para el aprendizaje.
- A continuación, escribe cuál de todas las anteriores es prioritaria, es decir, tu obstáculo
más importante en el aprendizaje.
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______________________________________________________________
Ver y reconocer
Ver y reconocer significa que el estudiante se da cuenta de que tiene dificultades o que sólo está
siendo enseñado, de que no es capaz de aprender por sí mismo. Es descubrir la necesidad y la
motivación para un aprendizaje autónomo, para un aprendizaje significativo. Esta motivación es
la que hizo exclamar a Miguel de Unamuno en sus últimos días: “!Qué lástima habiendo tanto
que aprender!”
Sin motivación para aprender o, como dice Bleger1, sin un cierto monto de ansiedad, no se
aprende: sólo se repiten conocimientos. Es preciso despertar la motivación por el aprendizaje
autónomo, significativo.
Estrategia de trabajo
El hecho de identificar el obstáculo más importante, te permite comenzar a planear una estrategia
para mejorar en esa área. La insistencia en identificar un solo obstáculo es porque si intentas
resolver varios a la vez, puedes sentirte frustrado de no solucionar ninguno. La tarea es: actuar
sobre un obstáculo para el aprendizaje con una estrategia concreta en un tiempo concreto.
Ejemplo: Si la mayor limitante es el exceso de tiempo dedicado a la televisión, la estrategia es ver
un programa al día o media hora de televisión. Y proponerse cumplirlo, primero por una semana,
después por un mes. Así, “bien concretito”...
El interés de este manual es ayudarte a resolver tus principales obstáculos para el aprendizaje, en
contribuir a que identifiques y planifiques estrategias concretas de resolución. Si no partes de tu
realidad concreta, es difícil que este manual pueda serte de utilidad en tus obstáculos para el
aprendizaje.
1
BLEGER, José, “Grupos operativos en la enseñanza, en Temas de Psicología (Entrevistas y grupos),
Buenos Aires, nueva Visión, 1977, p. 74.
31
Capítulo 3
APRENDER A APRENDER: NO A SER ENSEÑADO
La mayoría de los docentes y de los usuarios del Sistema Abierto se han formado en el sistema
escolarizado. Por lo que se precisa desaprender muchos de los vicios del sistema tradicional para
aprender en su lugar una nueva modalidad de aprendizaje: el docente, a ser asesor (no profesor) y
el estudiante, a ser precisamente eso, llegando a ser lo que es: estudiante (el que estudia, no un
alumno que es enseñado). Lo mismo es válido para los estudiantes: el haber estudiado en el
sistema escolarizado hace esperar que el aprendizaje venga del profesor.
Aprender a aprender y, aprender siendo enseñado, no sólo son dos formas totalmente diferentes
de aprender, sino que conllevan aprendizaje implícitos opuestos. Veamos:
El que aprendió siendo enseñado, posiblemente sí aprendió ciertos contenidos, pero al aprender,
también aprendió un modo (método) de aprendizaje: aprendió a ser enseñado. Dependerá de que
alguien le enseñe para poder aprender. Es decir, el aprender, aprendió también la dependencia.
(es a lo que se le llama un “deutero aprendizaje” no contemplado explícitamente en el
currículum: una deformación en lugar de formación).
Aprender siendo enseñado
En cambio, el que aprende a aprender no sólo aprende los conocimientos y habilidades
requeridos, sino también otro modo de aprendizaje: la independencia de criterio, la autonomía,
resolución de problemas, a trabajar en grupo cuando es necesario y por lo tanto, a interactuar.
Como se observa, los aprendizajes implícitos o deuteroaprendizaje, es decir, la formación o
“deformación” del estudiante en uno y otro caso, son radicalmente diferentes. Por eso se dice que
muchas veces el estudiante aprende gracias al maestro, a veces a pesar del maestro y en
ocasiones, contra el maestro..., es decir, asumiendo su responsabilidad en el aprendizaje a pesar
de la insistencia del maestro en no dejarlo aprender a base de tanto enseñar...
En resumen, al aprender a aprender el estudiante se forma como un individuo autónomo; al
aprender trabajando en equipo, aprende a trabajar en equipo, a interactuar, a relacionarse. El
aprender resolviendo problemas, permite romper el esquema de la escolarización.
32
Capítulo 4
EL TIEMPO: RECURSO NO RENOVABLE
De todos los recursos con que contamos para realizar nuestros proyectos, el tiempo es el más
importante. El tiempo es uno de los recursos no renovables, porque no es posible recuperar el
tiempo ni volver a vivirlo: el tiempo sólo puede ser aprovechado en el momento presente. De ahí
la sabiduría de vivir en el presente, no en el pasado, ni vivir angustiado por el futuro: “El futuro
es tan peligroso – para la vida – como el pasado”, dice A. De Mello.2 Es a lo que Tibor Devy
llama: “la proliferación cancerosa del futuro”.3 Es un cáncer porque te consume
irremediablemente el tiempo presente, el único que puede ser empleado. No ser una persona que
no llega a vivir, porque siempre se está preparando para vivir... (Alan Watss). Es como preparar
el menú de la semana... ¡sin llegar jamás a probarlo! Vivir en “el aquí y el ahora”... es saber vivir:
El arte de vivir (“Nada es mejor que el aquí y el ahora”, dice Walt Whitman 48 “porque después
de esta vida no hay otra oportunidad”, añade la canción “El Caballo Viejo”...) De ahí el mensaje
del poema de Renato Leduc, “Tiempo”, acaso mejor conocido como canción:
Sabia virtud de conocer el tiempo
A tiempo amar y desatarse a tiempo;
Como dice el refrán: “Dar tiempo al tiempo”...
Que de amor y dolor alivia el tiempo...
A este propósito se transcribe a continuación una anécdota que ilustra la importancia del tiempo
presente (léela con detenimiento dos veces y cierra después por un momento el Manual para que
puedas dejarte penetrar por su mensaje):
LOS VIEJOS NO TIENEN TIEMPO QUE PERDER5
Había un verdadero gentío en la sala de espera del médico. Un caballero de bastante edad se
levantó y se dirigió a la recepcionista. – Señorita -, dijo con suma cortesía, - yo tenía hora para las
diez en punto, y ya son casi las once. No puedo seguir esperando. ¿Tendría usted la amabilidad
de darme hora para otro día? –
Una mujer que estaba también aguardando se inclinó hacia la que se encontraba sentada a su lado
y le dijo: - Seguro que tiene más de 80 años... ¿Qué será eso tan urgente que tiene que hacer que
no puede esperar? -
El anciano que acertó a oír el comentario de la dama se volvió hacia ella, le hizo una cortés
reverencia y le dijo: - Tengo exactamente ochenta y siete años, señora. Y ésa es precisamente la
razón por la que no puede permitirme desperdiciar un solo minuto del precioso tiempo que aún
me queda - .
Es necesario, por lo tanto, detectar las “Fugas de tiempo” que tenemos en nuestra vida. Con
frecuencia nos quejamos: “No tengo tiempo”, cuando en realidad lo que pasa es que el tiempo
2
3
4
5
MELLO, Anthony de. La oración de la rana, Vol.2, Santander, Sal Térrea, 1989, p. 211.
Cit. Por Michel, Guillermo y Luviano, Virginia. El Mundo como escuela, México, Trillas, 1981, p.7.
Whitman, Walt. Op. Cit, p. 57.
MELLO; Anthony. La oración de la rana, 2, p. 211.
33
está mal aprovechado: se fuga, igual que el agua o el gas. De ahí la importancia de detectar los
“Desperdiciadores de Tiempo”, a fin de actuar sobre ellos. A continuación se encuentran algunos
de éstos; la tarea es identificar claramente por dónde se nos fuga el tiempo, poniendo un
señalamiento a los que consideres van contigo (pon un tache o subraya aquellos con los que más
te identifiques):
Desperdiciadores de tiempo* *
( ) Carencia de metas
“Si no sabes a dónde vas, nunca sabrás cuando habrás llegado”
( ) Falta de planificación
Tienes metas, pero no planificas su realización... Hace falta meter orden a tu
Vida, a tus proyectos: organizarte, planificar. Observar cuánto tiempo y
Recursos se desperdician por no planificar: si pavimentan una calle después se
Tiene que romper el pavimento para introducir el drenaje, después el teléfono,
El agua...
( ) Actuar bajo “crisis” o “urgencia”
Si todo urge, nunca sabremos qué es lo prioritario... “esto urge para ayer” suele
Oírse en las oficinas.
( ) Visitas sin previa cita
¡Cómo quitan tiempo!, sobre todo cuando no somos capaces de decir que
estamos haciendo algo importante...
( ) Falta de preparación
A veces hace falta prepararse o capacitarse para estudiar.
( ) Preocupaciones
Pre-ocuparse es ocuparse antes de tiempo y por ello estar ansioso: “¿Cómo
Me irá en el examen?, es pre-ocuparse. El mejor remedio para la
Preocupación... es la ocupación: ocuparse, actuar.
( ) Falta de motivación
¡Sin motivación no se aprende! Vale la pena preguntarse: “YO, ¿por qué quiero aprender?”
Nótese bien: YO. Es dentro de uno donde se halla la motivación. El problema no es buscarla sino
reconocerla.
( ) Chismes, charlas frívolas:
Cómo quitan el tiempo... ¡Sobre todo en las oficinas!
*
Tomado de GAMARGO L., Carmen. Programación al éxito. Maracay, Venezuela, CEU-IUPMA,
1986, pp. 22-24 (Con adaptaciones).
34
( ) Lectura Banal:
Cuánto tiempo se fuga en lecturas como “Lágrimas y Risas”, “El libro policiaco”,
“Novelas de Amor”, “Esto”, “Mujer: Casos de la Vida Real” , “Fotonovelas”,
“¡Peligro!”; por sólo mencionar algunas... sin hablar de su contenido... Según
una investigación realizada por la Universidad Pedagógica Nacional las
Lecturas preferidas por el magisterio son Contenido y Selecciones.6 10
( ) Televisión
¿Cuánto tiempo dedicas a la TV? Hay personas que le dedican más tiempo a
la “Tele” que... a la esposa, a los hijos, al estudio... José Ángel Pescador7 11,
reseña en el trabajo ya citado que los niños pasan el mismo tiempo en la “tele”
que en la escuela... por algo se le llama a la TV “la nodriza electrónica”... y,
nuevamente, sin hablar de su contenido... En el mismo trabajo se reseña que el
80% de las mamás de niños en edad escolar permanece en el hogar; sin
embargo, la mayor parte de su tiempo lo pasan frente al televisor...812
( ) Incapacidad de decir “no”
Quien es incapaz de decir “no”, no siempre dice “sí”. Además de perder tiempo,
Lo que hace lo realiza mediocremente: ¡No es un “sí” al 100%!
( ) Intentar, intentar, intentar... tareas sin terminar
“Intentar... es mentir”, dice Perls. Plantearse metas y concluirlas genera una
energía positiva que nos hace proponernos cada vez metas más ambiciosas.
El no concluir algo (la lectura de un libro, terminar un trabajo, titularse...) se revierte contra uno
mismo generando energía negativa: el “ahí se va” tiene un alto costo emocional, es como un
cargo más a la tarjeta de crédito ya sobregirada que nos limita cada vez más a realizar proyectos.
Vamos dejando cosas no terminadas y arrastrando tras de sí el peso de lo no concluido. Por eso se
dice que “por el callejón del después se llega a la casa del NUNCA”.
( ) Prisa, impaciencia
La precipitación nos hace cometer errores y perder tiempo. “No empujes el río”,
Dice Perls, vive al ritmo de la vida. He aquí un ejemplo:
INSTRUCCIONES RÁPIDAS POR TELÉFONO9
Un joven ejecutivo empresarial telefoneó un día a su representante en el extranjero y anunció
lacónicamente: - Llamando para dar instrucciones. Esta llamada no durará más de tres minutos.
6
Pescador OSUNA, José Ángel, “Innovaciones para mejorar la calidad de la edición básica en
México”, en Revista Perfiles Educativa. No. 19, México, CISE-UNAM, enero-marzo 1983, p.40.
7
Pescador Osuna, J. Ángel, “Innovaciones para mejorar la calidad de la educación básica en
México”, 1983, p.42.
8
Idem, p. 40.
9
MELLO, Anthony De, La oración de la rana, Vol.2
35
Yo hablaré, y usted no deberá expones, deberá transmitírmelo más tarde por cable -. Y, dicho
esto, empezó a transmitir su mensaje, pero lo hizo tan rápido que no agotó los tres minutos. –
Tenemos aún veinte segundos -, le dijo a su interlocutor. - ¿Tiene usted algo que decir?- Sí -, respondió el otro. –Ha hablado usted tan de prisa que no he podido comprender una
sola palabra -.
Hay que aprender el difícil arte de VIVIR SIN PRISA...
( ) Desorganización personal, archivo inadecuado (carencia de autodisciplina). Si cada vez que
tenemos que comenzar un trabajo o estudiar, tenemos que comenzar por poner orden, buscar
hojas, lápiz, apuntes... terminamos por abandonar, o bien, lo dejamos “para mañana”...
( ) Soñar despierto
Aparte de quitar tiempo, se tiene que despertar...
( ) No escuchar
Escuchar es la clave de la comunicación. Con frecuencia no escuchamos o
Escuchamos lo que nos conviene, no lo que nos dicen, o sólo nos escuchamos
A nosotros mismo. Es decir, no escuchamos realmente, sólo oímos. Aparte de
Que el no escuchar desgasta enormemente las relaciones humanas, nos hace
Perder tiempo: “¿Qué me dijo?” o “¿Me lo puede repetir por favor?” Baste un
Ejemplo de este importante desperdiciador de tiempo:
EL SILENCIO DE COOLIDGE10
Cuando Calvin Coolidge era el presidente de los Estados Unidos, tenía que ver cada día a
docenas de personas, la mayoría de las cuales le presentaban quejas de uno u otro tipo. Un día
una de esas personas, concretamente un gobernador, le dijo al presidente que no comprendía
como era capaz de entrevistarse con tantas personas en el espacio de unas pocas horas.
- Usted -, le decía el gobernador, - ha despachado a todos sus visitantes cuando llega la
hora de cenar, mientras que a mí me suelen dar las tantas en mi despacho... – sí, - le dijo
Coolidge. – Eso le pasa porque usted habla
Anoche soñé que México era el país fuerte y Estados Unidos el débil... que fabricamos
automóviles de marcas: “GONZÁLEZ”, “LÓPEZ” y “RAMÍREZ” y que HOLLYWOOD se
llamaba CHURUBUSCO
10
Mello Anthony de. La oración de la rana, vol. 2. p. 100.
36
Soñé que había comités de lucha contra la discriminación de los americanos. Por más que en
algunos restaurantes exclusivos. No los dejaban entrar.
Soñé que por ejercer la política de la buena vecindad, contratábamos “cuerdas de braceros
americanos para cosechar el maíz y el frijol y que algunas veces, se colaban “espaldas güeras
mojadas”.
Soñé que, aunque de raza superior, éramos de muy buen corazón y protegíamos a los
americanos y a otros pueblos atrasados dentro de la cortina del peso.”
Y lo único malo de andar soñando es que, a veces, se despierta uno...
Un sueño azul
(Abel Quezada)*
( ) Instrucciones no claras o no seguir instrucciones
A veces las instrucciones no son claras: debemos pedir claridad, antes de
Comenzar... para
no volver a hacerlo. O en ocasiones comenzamos algo (un
Examen por ejemplo) haciendo
caso omiso de las instrucciones. Las Consecuencias son bien conocidas: hacer lo que creímos que
nos pedían, no Lo que realmente nos están solicitando.
Ejemplos: “Responda brevemente” (es decir sin “rollo”).
“Anote el resultado”
“Lea primero antes de responder”
“Subraye”, etc.
Recomendación: haz el ejercicio de la pág. 29-30.
( ) Interrupciones
¡Cómo quitan tiempo las interrupciones! Comenzamos a estudiar y: suena el
teléfono, o comienza la telenovela, el niño quiere su leche... y tantas
interrupciones más. Es preciso actuar sobre ellas fijándose un periodo de
trabajo, sin ser interrumpido, en un lugar apropiado.
37
Distractores*
( ) Postergar
Desgasta mucho una disciplina de trabajo el “dejar para mañana” algo
Importante. Esto, hasta cierto punto es un mito cultural (véase “Poema del
Tiempo” de Abel Quezada, pág. 30).
Debemos operar sobre ese mito y actuar HOY. No postergar lo importante, no
Dejarlo “para después”, “para lueguito”, “para el rato”... las cosas se van
Quedando en la “nave del olvido”, sin realizar nuestros proyectos.
Prueba de cinco minutos de tiempo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Lee todo antes de hacer nada
Escribe tu nombre en la parte superior de esta hoja
Pon el nombre de la carrera que cursas, en la parte superior izquierda de la hoja
En la parte posterior de esta hoja escribe el nombre de las materias que estás cursando
Escribe con mayúsculas la palabra Psicología y circula esta palabra
En la parte inferior izquierda del papel, escribe tu pseudónimo preferido.
Escribe las palabras PRUEBA ESCRITA y escribe un cuadro fuera de éstas para
señalarlas.
8. En la parte inferior derecha, escribe el nombre de tu canción preferida.
9. Si tú piensas que has seguido las instrucciones cuidadosamente hasta este punto en la
prueba grita “YO SÍ”
10. Escribe el nombre de la materia que más se te dificulta y traza un triángulo alrededor de
ella
11. Atrás de la hoja escribe tu dirección y tu teléfono
12. Si tú eres la primera persona que llega a este punto, di en voz alta y fuerte, sin
inhibiciones, las siguientes palabras. “YO SOY LA PRIMERA PERSONA EN LLEGAR A
ESTE PUNTO Y SOY UN RESPONSABLE EN SEGUIR LAS INSTRUCCIONES”.
13. Di en voz alta las últimas cinco letras del alfabeto en orden inverso
14. Escribe el nombre del postgrado que te gustaría continuar en la Universidad y encierra el
nombre en un rectángulo
15. Cuenta en voz normal del número 20 al 10 de descenso
16. Anota el año que cursas debajo del nombre de la carrera que estudias en la universidad
17. Di en voz alta: “ESTOY CERCA DEL FINAL Y HE SEGUIDO LAS INSTRUCCIONES”.
18. Ahora que terminaste de leer cuidadosamente, haz únicamente lo ordenado en los
párrafos: DOS, TRES, SEIS, OCHO Y CATORCE
¿Seguiste las instrucciones?
¿Cuántos desperdiciadores identificaste?;
¿Cuál es tu principal DESPERDICIADOR DE TIEMPO? (SÓLO UNO)
*
Tomado de Sempe, Sauve, qui peut. París, Denoél, 1964.
38
¿Cómo se te fuga el tiempo? (bien concreto):
Correctivos para los desperdiciadores de tiempo*
Los desperdiciadores de tiempo tienen correctivos: lo importante es actuar sobre ellos,
comenzando con UNO. (Los romanos decían: “teme al hombre de UNA idea”... Es decir, a quien
tiene bien claro lo que quiere). Comenzar con varios a la vez, puede ser otra manera de perder el
tiempo...
Veamos los más importantes (correlaciónalos con su respectivo “desperdiciador”).
- Escribe, clarifica, cuáles son tus metas, para que sepas “a dónde vas”: así sabrás si vas
bien y podrás concentrar tu energía en ello. Ejemplo: “Mi meta es titularme en un año
(manos a la obra con un plan de trabajo).
- Dedica tiempo para planificar y jerarquizar. Elabora una lista de PENDIENTES, lo
urgente para la semana, para hoy. Coloca la lista en el espejo del tocador o en un lugar
visible (en un tablero a la entrada de la casa.) Planifica diariamente: ¡Qué para hoy?, usa
una agenda donde anotes citas, pendiente, llamadas telefónicas, compromisos, para ser
eficiente hay que ORGANIZARSE y no perder tiempo o lamentarse: “!olvidé recoger a los
niños el lunes a las 12 horas!”
- No convertir “lo urgente” en algo cotidiano: priorizar las actividades: ¿Qué es lo urgente?
Comenzar con lo que urge.
- Asertividad: decirle a las visitas que se está haciendo algo importante, que vengan a otra
hora. Recuerda la sabiduría popular: “Lo cortés no quita lo valiente”, es decir, expresa tu
necesidad siendo considerado (en las relaciones humanas es tan importante el Qué como
el Cómo... cuidar lo que decimos y cómo lo decimos: con frecuencia perdemos en este
último). Es una buena oportunidad de ensayar a ser asertivo.
- Prepararse: ¡En qué? Detectar necesidades y buscar un medio de preparación; busca
ayuda para aprender a estudiar.
- Ocuparse... No pre-ocuparse. ¡Actúa! No te dejes atrapar por el “pantano de la
depresión”11 15 por tanta preocupación. Recuerda: Ocúpate en algo de lo que te
preocupa.
- Realizar un listado de tus motivos para estudiar o para realizar determinado trabajo:
¿cuáles son los “pros”?
- Aprende a establecer límites, a terminar una conversación. Da muy buen resultado el
ponerse de pie cuando alguien en la oficina prolonga una conversación intrascendente: o
viene a “hacer plática” (comentar el futbol o la telenovela) para “matar el tiempo”:
¡ensáyalo! El lenguaje corporal (sin palabras) corta la plática... Recuerda: el tiempo no “se
mata”... ¡se vive!... y es TU TIEMPO el que se está invirtiendo... es un lento suicidio de tu
tiempo y de tu vida... (*Para que no al morir darme cuenta de que no había yo vivido”,
*
11
Tomado de GAMARGO, C. Op. Cit. P. 22-24 (con adaptaciones).
Véase ENDE, Michel. La historia interminable, México, Alfaguara, 1987, p. 57
39
-
-
dice el Prof. Keating en la película La Sociedad de los Poetas Muertos) Insisto: a parte de
la improductividad, debe ser muy frustrante que el morir, percatarse de la cantidad de
tiempo que se fugó, sin vivir, en las conversaciones intrascendentes... Aprende el asertivo
arte de poner límites (a veces hasta se tiene que abandonar una “amistad” que sólo
envenena: “que fulanita, que el América, que la telenovela...).
Haz una lista de tus lecturas: analiza su contenido. Recuerda que las lecturas, igual que la
comida, algunas alimentan, otras “nada más atarantan”, como dice Abel Quezada. ¿Qué
leíste esta semana? ¿Te “nutrió”?
Raciona el uso de la TV. ¿Cuánto tiempo al día o ¿qué programa al día? O dejar la TV en
el closet cuando estés realizando un trabajo importante o preparando un examen.
¡También a la “tele” le hacen bien unas vacaciones! ¿Qué harías tu con todo ese tiempo?
A la pregunta: “si no tuviera televisión, ¿qué haría? Algunos contestaron:12 16
“Estaría de mal humor la primer semana”.
“A lo mejor hasta leería”.
“Quizá podría enseñar a los niños como se arma un juguete. Me gustaría”.
“Me acostaría más temprano”.
“Platicaríamos un rato después de cenar”.
“Iríamos más seguido al cine”.
(y muchas cosas más...)
Aprende a decir “NO”. En los casos que lo permitan, ensaya a decir “no quiero” (Lo
anterior tiene que ver con la asertividad y con la autoestima: sentirse valioso, con derecho
a su tiempo, pero siendo considerado con los demás: ¡Mi tiempo es tan valioso como yo
mismo!).
Cuando tengas duda, posterga la decisión: “Necesito pensarlo”, “necesito consultarlo con la
almohada (la esposa) antes de decidir”...
- Proponte metas cortas y realízalas: establece fechas límites.
Ejemplo: voy a concluir la lectura del libro esta semana.
Hoy termino mi ensayo ¡Y hazlo!
-
Proponte vivir sin prisa desde que te levantas hasta las 10 de la mañana: el resto del día lo harás
sin proponértelo:
- Levantarse sin prisa, bajar la escalera despacio, llevar a los niños y despedirlos en la
puerta de la escuela sin prisa, llegar al trabajo sin prisa... sólo hasta las 10 de la mañana.
¿Difícil? Prueba una semana: disfrutarás las delicias que nos aporta el difícil arte de vivir sin
prisa... recuerda esto:
Si viajas demasiado aprisa, no ves el paisaje...
Una buena manera de cubrir menos distancia
en más tiempo, consiste en ir más de prisa...13
12
13
Consejo Nacional de Población La televisión y los niños, CONAPO, México, pp. 35-36.
MELLO, Anthony de. La oración de la rana, vol. 2, p. 100
40
-
Establece un archivo propio: dejar los libros, cuadernos, apuntes, etc. En un solo lugar (y
“defiende” tu espacio de estudio ante tu esposa e hijos)
- Aprende a escuchar... dejando de hablar: daríamos un gran paso (para no perder tiempo y
para mejorar nuestras relaciones humanas) si habláramos menos y escucháramos más...
Para ello hay que aprende a silenciarse internamente: una mujer madre de familia fue advertida
pro el médico; “Su voz necesita reposo completo... es indispensable que deje de hablar durante 10
días por lo menos. Pero un mes de absoluto silencio sería lo más conveniente”... Esta “terapia de
silencio” (obligada) transformó su vida y la de su familia: ¡Aprendió a escuchar! Y se volvió
experta comunicadora.14
Un hombre cuyo matrimonio funcionaba mal, acudió a un maestro en busca de consejo, quien le
dijo: “Tienes que aprender a escuchar a tu mujer”. El hombre siguió las instrucciones y al cabo de
un mes volvió a decirle que había aprendido a escuchar cada una de la palabras que decía a su
mujer.
El maestro sonriendo le dijo: “Ahora vuelve a casa y escucha cada una de las palabras que ella
No dice”...15
Insisto: el escuchar, sólo escuchar... (palabras, silencios, actitudes) no sólo nos permite ahorrar
gran cantidad de tiempo sino transformar nuestras relaciones y nuestra vida.
-
Dar instrucciones completas, claras y precisas. No caer en detalles ni agregar información
que confundirían los resultados.
Aclarar los términos, precisar las citas, evitar confusiones que nos hagan perder tiempo... y
relaciones: “te veo mañana” (¿a qué hora?). “nos vemos al medio día” (¿...?)
14
Veáse Zakich Rhea. “Sencillos secretos de la comunicación familiar” en Revista Selecciones.
Nov 1986 p. 121.
15
Cit. Por MELLO, Anthony de. ¡Quién puede hacer que amanezca?, p. 211. (El subrayado es mío)
41
Una hora en el paraíso
UNO DE LOS GRANDES PROBLEMAS QUE TIENE MÉXICO ES QUE NO CUENTA CON
UNA VERDADERA HORA DEL MEDIO DIA. TAL VEZ CUENTE CON MUCHAS, PERO NO
CON UNA.
SI A USTED LE DICEN:
NOS VEMOS AL MEDIO DIA
SI SE PRESENTA A LA CITA
A LAS DOCE MERIDIANO
PORQUE AQUÍ TODO ES MEDIO DIA MENOS LAS DOCE. LA HORA MAS PROXIMA SON
LAS DOS DE LA TARDE, PERO NO ES PRECISA, PUEDEN SER LAS DOS Y MEDIA, O LAS
TRES O LAS TRES Y MEDIA.
POR ESO, A LA TARDE
LOS MEXICANOS LE
LLAMAN “TARDECITA”.
NO DE CARIÑO NI POR
AMOR AL DIMINUTIVO,
COMO SE CREE...
A LA TARDE LE LLAMAN TARDECITA PORQUE, NO TENIENDO MEDIA DIA A SUS
HORAS, A LA TARDE LA DEJAN CORTITA...
-
Fijarse periodos de trabajo de concentración interrumpida: trabajar 30 minutos sin
levantarse, descansar cinco y volver a la tarea.
No realizar el trabajo prioritario “a puertas abiertas”. En las oficinas casi siempre se
trabaja con las puertas abiertas. Esto es un hábito cultural que indica que uno está
dispuesto. Los alemanes, por lo contrario, siempre trabajan con la puerta cerrada. Si se
realiza algo importante, prioritario, hay que hacer como en el palenque “cierren las
puertas”... En todo caso, comenzar siempre con lo más importante y no dejar esto para el
final: “Lo primero es el número UNO”, dice don Román Segura.
Si lo que has leído hasta aquí, lo has puesto en práctica en algo concreto operando sobre un solo
correctivo de tiempo, es probable que este Manual esté siendo de utilidad para ti. En este caso,
continúa con la lectura crítica del mismo.
Pero si solo has leído “de corrido”, es conveniente que te detengas y analices tus desperdiciadores
de tiempo y actúes con el correspondiente correctivo. Trabaja en esto durante una semana sin
fallar y después continúa con la lectura. Necesitas disponer de tiempo para el estudio y para ello,
se requiere reorganizar tu tiempo... y tu vida.
42
Capítulo 5
EL ARTE DE ESTUDIAR
Saber cómo se estudia, significa saber cómo pensar, observar, concentrarse, organizar y
analizar; en una palabra, ser mentalmente eficiente... Aprendiendo a estudiar aprendemos a
pensar y a vivir.16
De los recursos con que cuentan los estudiantes para el logro de los objetivos de estudios
profesionales, el estudio es de los más importantes. El estudio es un recurso que nos permite
apropiarnos de información, aprende. La cultura, en sus diversas manifestaciones, la encontramos
procesada en libros; por ello, el saber estudiar, - el hábito de la lectura – es una herramienta
indispensable para todo estudiante universitario. Pero, lamentablemente, son pocos los que tienen
un buen hábito de estudio, de lectura, por eso se apropian de poca información profesional: la
lectura es intrascendente, inapropiada u ocasional (exámenes) pero no un verdadero hábito que
enriquezca constantemente nuestro acervo cultural.
Pregunta como ejercicio
¿Leíste con detenimiento la cita de arriba de esta página? Vuelve a leerla para apropiarte de su
significado... Repite lo dicho por el autor: “aprendiendo a estudiar aprendemos a pensar y a
vivir”... (así como suena: a vivir).
De eso se trata en este Manual: aprender a estudiar... para aprender a pensar y a vivir...
Efectivamente, de acuerdo con la investigación de Fernando Arias Galicia, citada en la
introducción, los estudiantes carecen de HÁBITOS DE ESTUDIO y esta carencia afecta su
manera de pensar y de vivir. De ahí que la adquisición de buenos hábitos de estudio, redunde en
poner también ORDEN en nuestra vida, en una mejor organización de nuestra vida cotidiana, en
una mayor productividad.
En síntesis, el estudio nos permite incrementar la cultura, conocer la naturaleza y adquirir una
metodología o disciplina de trabajo para la vida.
Pero ¡atención!, el estudio no debe sustituir la experiencia directa (leer recetas de cocina... en
lugar de cocinar) ni obstaculizarnos el contacto con la realidad;; en este caso, la responsabilidad
no es de la lectura, como lo demuestra el siguiente caso:
OBLIGADA A EMPLEAR EL CEREBRO17 21
Con la ayuda de un Manual de Instrucciones, una mujer estuvo durante horas tratando de
montar un aparato que acababa de comprar. Finalmente se rindió y dejó las piezas esparcidas
encima de la mesa de la cocina. Imagínese la sorpresa que se llevó cuando, al cabo de varias
horas, fue a la cocina y comprobó que la asistenta había montado el aparato y éste funcionaba a
la perfección. “¿Cómo diablos lo ha hecho?”, le preguntó asombrada. “Verá señora..., cuando
uno no sabe leer se ve obligado a emplear el cerebro... “ le respondió tranquilamente.
16
Kornhauser, A. El Arte de estudiar, cit. Por Zubierreta A. La aventura del trabajo intelectual,
México, Fondo Educativo Interamericano, 1983m p. IV (el subrayado es mio).
17
MELLO, Anthony De., La oración de la rana, Vol 2. p. 12
43
Capítulo 6
Dentro de los diversos métodos de estudios o denominaciones de éstos, se pueden destacar dos:
ESTUDIO “ESPONJA” O “ANÉMICA”
MÉTODO DE ESTUDIO
ESTUDIO CRÍTICO
Estudio “esponja” o “anémico”
El estudio o la lectura tipo “esponja” o “anémico” se basa en lo que Paulo Freire 18 llama “la
concepción digestiva del conocimiento”; esto es, la creencia de que el estudiante es una “olla” a
la que hay que “llenar” de conocimientos, o un banco donde éstos son depositados. Si se observa
la escuela tradicional a las clases tradicionales, la concepción del conocimiento que subyace es la
de una donación que el propietario del mismo, el maestro, hace al alumno (no al estudiante); se
busca “llenarlo” de conocimientos... aunque esto genera una auténtica “indigestión” previa a los
exámenes... con la consiguiente evaporación de lo aprendido. La lectura o estudio “esponja” o
“anémico” es cuando se da una asimilación acrítica del conocimiento; cuando la actividad para
elaborar los conocimientos es casi nula; cuando se estudia como un alumno y no como un
verdadero estudiante.
Como ya se mencionó antes, si uno de cada tres docentes del sistema abierto conviene las
sesiones sabatinas en docencia tradicional y evalúa por exámenes de conocimientos, en estos
casos, las consecuencias de esta escolarización corresponden a los efectos de un estudio esponja:
ser un depósito de conocimientos, dependencia, acriticidad, falta de la creatividad, autoestima
devaluada (sentirse “objeto” del profesor), subdesarrollo, etc.
Estudio crítico
El estudio o la lectura crítica corresponde a la concepción del conocimiento como una
construcción, una elaboración: por lo tanto, la actividad del estudiante es indispensable. Para
Piaget, incluso la inteligencia es una realidad que se construye a través de la operatividad; lo
mismo es válido en la elaboración de conocimientos, es decir, actuando
Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad, México, Siglo XXI, 1973.
inteligentemente: “pensar claro para hablar claro y obrar claro”, dice A. De Mello. Se ha dicho
que el pensamiento crítico es tan importante como conservar la buena salud. Es decir, así como la
salud no se limita a la ausencia de enfermedades sino sobre todo precisa de la actividad y
desarrollo de la persona, también la inteligencia necesita estar en ejercicio constante para
mantenerse en forma y esto se logra construyendo, elaborando, creando o recreando el
conocimiento.
La actividad crítica se manifiesta, por ejemplo, operando sobre el conocimiento de la historia y su
trascendencia y no tan sólo memorizando fechas históricas, como se observa en el siguiente
ejemplo:
18
Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad, México, Siglo XXI, 1973.
44
¡yo no pretendo que la maestra nos traiga los más recientes descubrimientos espaciales pero eso
de que venga y diga... “Cristóbal Colón descubrió América en 1492”... no es precisamente un
cable de ultimo momento ¿no? ¡yo creí que la escuela era otra cosa... y no un lugar en que
enseñan vejeces! ¡que Colón, que los conquistadores, que los indios, que tal batalla, que tal
otra!... ¡todo el tiempo de ñaupa!
¡pero así es la historia hombre! ¿ cómo quieres que te la enseñen?
¡PARA ADELANTE!
La actividad crítica también se desarrolla ante las dudas, preguntas, el querer saber más, las
inquietudes, el deseo de hallar respuestas nuevas... no obstante la opción de los propios padres o
maestros:
¿te puedo hacer una pregunta papá?
¡no! ¡tus preguntas siempre traen problemas! ¡ya las conozco! ¡bueno, bueno esta bien! ¡te
quedarás con la duda de que quería preguntarte!
¡siempre será mejor!
¿mafaldita? ¿dormís?
“mas mata una duda que el desengaño...”
y a pesar de la presión grupal y la repercusión que puede tener en el maestro el atreverse a decir:
“no sé”... lo cual es una forma de querer saber más:
veamos, a ver, Miguelito ¿8x9?
Los que conocemos nuestras propias limitaciones sabemos 8x4
Es más difícil decir “no sé” ante los demás...
La actividad crítica también puede tener defectos benéficos tanto en los maestros como en los
padres, por la necesidad de estudiar e investigar debido a... las preguntas:
Ayer le pedí a mi papá que me explicara que es la filosofía ¿y? ¿eh? ¡ah!
Como se observa la capacidad de estudiar de manera crítica va “emparentada” con un modo de
vivir de alguien que aprende cada día, no tan solo la lectura, sino de cualquier experiencia que
VIVE (¿Recuerdas la canción VIVE de Napoleón? “VIVE la vida intensamente... luchando lo
conseguirás”...) tan diferente de alguien que en lugar de aprender, es enseñado; en lugar de crecer
y desarrollarse, sólo se limita a envejecer; en lugar de VIVIR, vegeta en la inercia... por ello, se
dijo antes que transformar sus hábitos de lectura es un buen paso para transformar su vida o lo
que es lo mismo, para “ejercer un liderazgo sobre su propia vida” (Carmen Gamargo). Ser “líder
de su vida” es “mandar en su propia vida, dirigirla, y esto se evidencia también en el tipo y modo
de estudio que se tenga, en el modo de aprender.
A continuación se proponen algunas sugerencias para mejorar el hábito del estudio crítico, en la
inteligencia de que son propuestas (no “recetas”, sobre las que debes de operar ejercitándolas.
45
Capítulo 7
RECOMENDACIONES PARA EL ESTUDIO CRÍTICO
La recomendación que se propone para el estudio crítico son las siguientes:
-
Leer el índice general.
Ser constante
No hacer varias cosas a la vez: sólo estudiar.
Hojear y “ojear” el libro
Estudiar con lápiz en la mano: escribir
Releer
Estudiar en compañía (círculo de estudio)
Ejercitar la memoria comprensiva
Reorientar la motivación para el estudio
Observación: Las sugerencias están planteadas de lo general a lo particular pero no en orden de
importancia. El verdadero orden de importancia. El verdadero orden de importancia, es el que tu
mismo establezcas, de acuerdo con tus necesidades.
Leer el índice general
Leer el índice general del libro y analizarlo antes de comenzar la lectura es ver el todo antes que
las partes.
Ver el todo antes que las partes, significa tener una visión global del libro: las unidades, los
capítulos, la temática en general. Recurrir al índice cuantas veces sea necesario para estar bien
ubicado en una de las partes del libro con respecto del todo.
Un buen hábito de lectura debe ser: del todo a las partes y de éstas al todo, (es decir; síntesisanálisis-síntesis).
Se dice que “la cercanía de los árboles impide ver el bosque”, es decir, si no plantamos un árbol,
no tenemos la noción de lo que es el bosque... para poder ver el bosque, se precisa tomar
distancia como el caso del pez que al enterarse que existía el océano, se lanzó en su busca... y no
lo pudo hallar porque estaba dentro de él... le faltó distancia para reconocerlo... Lo mismo es
válido para la lectura, muchos estudiantes “se pierden” dentro de un libro y solo pueden encontrar
ideas sueltas pero no logran tener una expectativa de la totalidad.
Ejemplo: Esta recomendación: leer el índice general. ¿Qué relación tiene con las
recomendaciones para el estudio crítico? Y este capítulo a su vez ¿Qué relación tiene con los
anteriores capítulos de este manual? (Consulta el índice general).
Instinto: para tener “comprensión” en el estudio, es decir para poder “aprehender” la totalidad del
material, se debe “comprender” el todo; después estudiar las partes siempre en relación con la
totalidad y terminar con ésta mediante un resumen o esquema (“yo tenía la solución, ahora solo
tenía que descubrir los caminos por lo que llegué hasta ella” dijo Gauss 19, dando una muestra
evidente de cómo se puede percibir todo sin ver aún las partes).
Ser constante
19
Watzlawictk, Paul. Op. Cit., P. 35
46
Se trata de crear un hábito de estudio, de lectura, no de estudiar ocasionalmente.
La falta de constancia y el dejar las cosas inconclusas es un serio problema, incluso cultural: se
abren calles para introducir el agua y no se vuelve a pavimentar; se dejan libros sin terminar;
casas sin construir o sin pintar, (preparadas para “algún día” hacer el segundo piso...);
matrimonios que se separan sin divorciarse (¿por qué no cerrar bien la relación antes de comenzar
otra?); estudios sin concluir o sin titularse... (los eternos pasantes que no se deciden a ingresar
realmente al campo profesional... y acortar el “cordón umbilical” con la etapa de estudiante...),
por falta de constancia.
Se comienza algo, se realiza durante algún tiempo (hacer ejercicio diario, estudiar un idioma,
practicar un instrumento musical, etc,) y se abandona: la psicología del “ya merito”.
Ya se mencionó que esto se revierte en contra de uno mismo limitando cada vez más a la persona
por la energía negativa que genera: es parte de los “emisarios del pasado” que no nos decidimos a
enterrar.
Por ello, para establecer el Hábito de Estudio, se debe estudiar un determinado tiempo al día (una
hora por ejemplo) de preferencia siempre a la misma hora (todos los días de 17 a 18 horas) y de
preferencia en el mismo lugar. Así como el cuerpo se habitúa a comer a determinada hora cuando
lo acostumbramos a no comer entre comidas (lo contrario dela conocida “desorganización
alimenticia” de hacer solo una comida al día: ¡comer todo el día!); de igual modo la lectura se irá
incorporando como un modo de vivir cuando creamos el hábito de estudiar de manera constante.
¿Difícil?, lo más difícil es comenzar a aprobar la hipótesis: inténtalo una semana. Pero proponte
no fallar, sobre todo al principio. Para que el hábito nos proporcione sus frutos, es preciso serle
fiel. Después el mismo nos ira compensando por haber sido constante. (Decía un gran pianista:
“Dejo de ensayar un día y lo noto yo; dejo de ensayar una semana y lo notan mis críticos; dejo de
ensayar un mes y lo nota el público”).
Ensayar a leer un buen libro “de cabecera” quince minutos diarios antes de dormir, y te
sorprenderá el poco tiempo en que concluyes tu lectura. Lo mismo es válido para los materiales
de la carrera. Probablemente la constancia sea una de las metas urgentes sobre las que un
estudiante universitario de modalidad abierta deba operar.
Una de las quejas frecuentes de los estudiantes y en particular de los de la universidad abierta, es
que no tienen tiempo, no les alcanza el tiempo para incluir una hora diaria en sus actividades.
Aparte de la realidad de que un alto porcentaje de los estudiantes de enseñanza abierta trabajan y
tienen familia que atender, también es cierto que, como lo habrás
comprobado en el capítulo “El tiempo: recurso no renovable”, existen “muchos desperdiciadores
de tiempo”. Sin duda, tu ya lo habrás detectado... y operado sobre ellos o al menos uno de ellos,
si no, vuelve a trabajar sobre ese capítulo.
En cualquier caso, es sumamente útil el tener un panorama objetivo de cómo empleamos el
tiempo en un día y en una semana. Servirá para detectar las “fugas de tiempo” y reservar ese
recurso mal empleado para el estudio diario.
Por ello en la página 43 encontrarás una hoja para elaborar tu propio horario de actividades: hazlo
cada día durante una semana, para que te percates cómo está tu empleo del tiempo. Enseguida,
acomoda dentro de tu valioso tiempo el que va a determinar al estudio diario. Pero no te falles:
vive el valor de la constancia. Recuerda: nadie va a hacer las cosas por ti. Nadie va a vivir tu
47
tiempo. Si tú lo haces, tú lo haces, tú eres el beneficiado. Y si no lo haces, ¡no culpes a los
demás!
Vale la pena apoyar esta reflexión con el siguiente cuento:
20
“tómate tu tiempo”... pero sé constante.
No hacer varias cosas a la vez: sólo estudiar
El estudio es importante con... la televisión y las telenovelas o fútbol, la música de moda, etc.
Sencillamente, como al alcohol con el volante: no combinan.
A un discípulo de un gran maestro zen le preguntaron qué era a lo que éste dedicó más tiempo en
su vida y el discípulo respondió: “A lo que estaba haciendo en ese momento”.
Esta recomendación no sólo afecta positivamente el estudio si no la vida de cada uno: ser capaz
sencillamente de hacer lo que se está haciendo, no hacer varias cosas ala vez y así, no hacer
ninguna bien.
En resumen: ser uno con el estudio, ser uno con el trabajo, ser uno con el juego, etc. ¡no olvides!
No estar con el cuerpo a las cuatro de la tarde y la mente a las diez de la noche. Esta “fractura
interna” nos mantiene divididos, improductivos... medio dormidos en el día y medio despiertos
en la noche... “me meto de lleno en todo”
21
20
21
MELLO, Anthony De, El canto del pájaro, Santander, Sal Terrestre, 1989, p. 175.
Tomando de Quintero, Lisbeth. Hábitos de estudio, México, Trillas, 1990, p. 31.
48
49
“Lo que hago y salgo de lleno de todo lo que hago”, expresa Anthony de Mello y añade: “La
mente en libertad vive cada instante, y ése es el secreto de vivir lleno de vida”. 2226
Al estudiar... ¡sencillamente sólo estudiar!
Ensáyalo por una semana y notarás cómo mejora tu capacidad de concentración y productividad
no tan sólo en la universidad sino también en el trabajo, en la relación con la familia y los
amigos, en el deporte. Observa cómo los grandes deportistas se preparan también
psicológicamente concentrándose totalmente en el clavado, en el lanzamiento, en el salto, en el
partido de fútbol, etc. Sobran ejemplos: Hugo Sánchez, Jesús Mena, Teodoro Higueras, Raúl
Alcalá, etc.
Hojear y “ojear” el libro
“Hojear” es pasar las hojas y “ojear” es “echar ojo”, saber leer entre líneas, profundizar en la
lectura, establecer un diálogo con el autor: ¿qué me dice esta frase? ¿qué me da a entender el que
la palabra “ojea” este entre comillas y subrayado? ¿qué énfasis tiene en este manual las comillas,
las “negritas”, los subrayados?
Leer es establecer un diálogo activo con el autor, desentrañar los contenidos, hallar significado o
aplicaciones que muchas veces ni el autor había previsto, reconocer lo conocido. La verdadera
lectura es estudio.
Teilhard de Chardin dice que las palabras no son anémicas sino que estallan de vida... es el lector
el que al leer descubre la vida del texto impreso, abandonando el “estudio anémico”...
A Beethoven le pidieron alguna vez que explicara con palabras lo que había querido decir con
música en su tercer sinfonía. “Nunca la habría yo compuesto”...
En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su maestro Zen:
23
Así como nadie puede vivir tu propio tiempo, nadie tampoco puede descubrir tu propio
significado en el lugar tuyo: eres tú quien debe reconocer o redescubrir el significado de la
lectura y su aplicación en tu propia vida. En esto eres insustituible, ni siquiera por un maestro.
Ejercicio: A continuación se transcribe una pequeña historia. Haz el ejercicio de “ojear” (“echar
ojo”) y apropiarte de su significado.
24
22
23
MELLO, Anthony De, El canto del pájaro, Santander, Sal Térrea, 1989, p. 175.
cit por MELLO, Anthony De, El canto del pájaro, p. 14
50
¿Qué mensaje oculta esta historia que en un primer abordaje parece ser una “tomada de pelo”?
A estudiar, escribir
El hábito de estudiar deber ir con el hábito de escribir, anotar, señalar párrafos, definiciones,
frases, hacer síntesis, resúmenes, etc. Para ellos sirve el uso de un “marcador de textos”
(amarillo) que nos permita “dejar huella” en lo que hemos estudiado. Al volver a estudiar, ya
tenemos los resultados anteriores.
De lo que se trata es de operar sobre el material, no simplemente pasar los ojos sobre de él... un
antiguo adagio chino nos da la luz sobre esto.
“Si lo veo puedo tal vez recordarlo; si lo veo y lo escucho, seguramente podrá serme de alguna
utilidad, pero si lo veo, lo oigo y lo hago, jamás podré olvidarlo”25
Por eso es conveniente no leer de corrido sino hacer pausas en la lectura, hacer silencios
productivos, silenciarse uno mismo internamente para poder escuchar al autor y el contenido del
texto...
Ejercicio: haz aquí una pausa... silencio... y trata de escudriñar el significado para ti de la frase:
“Silenciarse uno mismo internamente para poder escuchar”.
(la frase no es “anémica”)
24
25
Tomando de VALLES, Carlos, op.cit, p. 131.
Tomado de MICHEL, Guillermo. Aprende a aprender, México, Trillas, 1987, p. 50.
51
Recuerda: si no eres capaz de estar en silencio algunos momentos, no podrás escuchar (te) ni
escuchar al autor, ni... a los demás.
“El silencio es la clave para poder escuchar”, y la comunicación con el autor de un libro no es la
excepción.
Releer
Con sus consiguientes “re”; repasar, revisar.
Las huellas de la memoria se logran con la repetición o relectura activa. Recuerda: “Se hace
camino al andar”, dice Antonio Machado.
La llamada “cueva del olvido”, está en función de la separación entre el estudio y el repaso: si
solo se lee una vez, se olvida fácilmente. Si se repasa en la semana, el material se afianza más; y
si añadimos una tercera revisión empleando otro recurso aparte de la lectura (resumen, esquema,
cuadros sinópticos), sin duda que el aprovechamiento será notable: esto es ser estudiante.
Estudiar en compañía (Círculo de estudio)
El estudio en compañía (círculo de estudio) tiene la fuerza del vínculo, de la solidaridad... cuando
en verdad dos o más se reúnen para estudiar, es ayudarse a aprender.
Aunque debido a la realidad del estudiante del sistema abierto esta modalidad de estudio sea poco
aprovechable, vale la pena emplearla cuando esto sea imposible.
Recomendación: fijarse un periodo interrumpido para evitar que el estudio compartido se
convierta en ¡charla interrumpida!
Ya sea solo acompañado, es posible también ejercitar la lectura comentada, con ello se pueden
aplicar tres verbos que secuenciados, permiten la formación de un excelente hábito de estudios.
ESCUCHAR
PENSAR
ESCRIBIR
Ejercitar la memoria comprensiva
La memoria es un excelente recurso que se debe de aprovechar convenientemente. Pero, por
supuesto, la memoria comprensiva, no aquella a la que se ha llamado “memoria de perico”...
La clave para la memoria comprensiva es comprender antes de memorizar. Es decir, dilucidar el
significado, esclarecer lo que estudiamos, tratar de comprender y de “comprender”, esto es,
abarcar la totalidad de la situación o problema. Hay mucha evidencia de investigaciones que
prueban que se memorizan mucho más aquellos que comprendemos que a lo que no hallamos
significado.
Ejemplo: el número telefónico 50-100 es más fácil de memorizar que el 5-01-00, a pesar de ser el
mismo. Una fórmula química se recuerda mejor si se comprende cuáles son sus componentes que
si sólo se memoriza la fórmula.
Aquí cabe señalar la importancia de saber utilizar clave para facilitar la memoria. En especial al
tomar apuntes. Algunas son comunes y fáciles de emplear, en especial en los apuntes (+=más; x=
por, etc.) y otras son personales (a. = psicoanálisis).
Insisto, la clave para emplear la memoria para tu utilidad es comprender antes de memorizar.
52
Reorientar la motivación para el estudio
Leer determinadamente el siguiente texto:
- “Quisiera aprender”. ¿querrías enseñarme?
- “No creo que sepas como hay que aprender”, dijo el maestro
- “¿puedes enseñarme a aprender?”
- “¿puedes tu aprender a dejarme que te enseñe?”
Mas tarde les decía el Maestro a sus desconcertados discípulos:
- “El enseñar es posible cuando también es posible aprender. Y el aprender solo es posible
cuando te enseñas algo a ti mismo”26
Menos apropiado
Apropiado
Más apropiado
Estudiar en compañía (Círculo de Estudio)
*el diseño es de Heriberto Acosta, U.V.
Como habrás deducido del texto anterior, el aprender depende fundamentalmente del estar
dispuesto para ello, de “dejar que lo enseñen a uno”, ser permeable, estar motivado para aprender.
Dice Confucio:
“no enseñar a un hombre que está
dispuesto a aprender
es desaprovechar a un hombre.
Enseñar a quien no está dispuesto a
Aprender
Es malgastar las palabras...”
Podríamos añadir: “y perder el
Tiempo...”
Pero ello, esta recomendación, puesta hasta el final intencionalmente, engloba todas las
anteriores. Tiene que ver con la motivación hacia el estudio y hacia la realización de estudios
profesionales.
Se ha hecho mención anteriormente sobre la motivación y con mucha frecuencia se usa de
manera indiscriminada: “El maestro no motiva a los estudiantes”, “hay que motivar a los
empleados con estímulos”, “el mejor motivo para estudiar suelen ser las calificaciones”, etc.
En realidad nadie puede motivar a otro: sólo puede ayudarlo a descubrir sus motivos para realizar
algo.
26
MELLO, Anthony de, “¿Quién puede hacer que amanezca?, p. 83 (el subrayado
es mío)
53
La verdadera motivación es interior. Es dentro de uno mismo donde se halla la verdadera
motivación. Por lo tanto, si los únicos motivos para realizar una carrera son aprobar los exámenes
y obtener un títulos... no se pasará de ser estudiante “del montón”. Uno más (y de ese manual no
podrías obtener sin duda alguna utilidad...)
Cuando alguien descubre la profunda motivación, el motor interior que lo mueve a estudiar,
crecer, desarrollarse, prepararse y que los estudios superiores son parte de ese proceso y no una
finalidad en sí misma, incluso esta recomendaciones para estudiar estaría de más... (o hallarías sin
duda aplicaciones prácticas dentro de su propio proceso).
Por ello como dice Anthony De Mello: “la educación no debería ser una preparación para la vida;
debería ser vida”. Y entonces no habría que “motivar” a los estudiantes... pero esto ya es “harina
de otro costal”.
Para decirlo con la palabras de Walt Whitman en un verso citado en la película de La Sociedad de
los Poetas Muertos:
Que la poderosa obra continua...
Y quizás puedas aportar un
Verso...
El estudiar, el aprender algo cada día no importa de qué experiencia (un pisotón...) ni de que
persona (de un hijo de dos años...) la realización de una carrera profesional, el concluir las tareas
iniciadas (no importa cual), el aportar alguna iniciativa en el trabajo, el realizar bien (sin el “ahí
se va”) lo que uno hace... son versos que aportamos a la poderosa obra...
Preguntas de reflexión:
“¿Qué es la „poderosa obra‟ a la que
se refiere Walt Whitman en ese
vigoroso verso?”
“Cuál sería tu verso?”
Para concluir, vale la pena citar el cuento “La Verdad en casa”, íntimamente relacionado con la
búsqueda de la motivación interior, con la finalidad de que “eches ojo” y te apropies de su
significado:
27
27
MELLO, Anthony de, la oración de la rana, p.233.
54
Pregunta: ¿le ayudaron sus andanzas a descubrir la verdad?
Respuesta: no, pero si le prepararon para reconocerla.
CONCLUSIONES
Con la finalidad de ser coherente con el hábito de estudio: “Del todo a las partes y de éstas, al
todo”, se anuncian a continuación las principales conclusiones, esperando con ello dar una
perspectiva global al presente Manual:
-
-
-
-
En la introducción se abordó el problema de los hábitos de estudio, que en los estudiantes
del sistema abierto es una necesidad urgente en razón de las características que debe tener
el sistema
El primer capítulo se plantea la necesidad de que el estudiante se compone como tal,
como estudiante (literalmente “el que estudia”), no como alumno (“el que es enseñado”) y
que suma la responsabilidad (el “liderazgo”) de su propio aprendizaje. Esto implica
modificaciones en la relación docente del sistema –estudiantes (asesoría): sencillamente,
rescatar el derecho a aprender (ser adulto)
En el capítulo “Diagnóstico de los problemas de aprendizaje”, se busca que cada quien
haga un diagnóstico personal para detectar sus principales problemas en esta área
concluyendo con una estrategia personal para resolverlos.
Enseguida se amplían las diferencias entre “aprender a aprender” y “aprender siendo
enseñado” en particular en cuanto a la concepción del aprendizaje.
Los dos últimos capítulos enfatizan el arte del estudio como actividad crítica.
Comenzando con la detección de los “desperdiciadores de tipo” con sus respectivos
correctivos, buscando con ello un adecuado empleo del valioso tiempo (“El tiempo:
recurso “no renovable”)
55
-
Finalmente, en cuanto a recomendaciones para un estudio crítico (como estudiante), se
plantean las siguientes:
Leer el índice general antes del estudio
Ser constante para establecer el hábito del estudio
No hacer varias cosas a la vez: sólo estudiar
Hojear y “ojear” el libro
Estudiar con lápiz en la mano; escribir, releer
Estudiar en compañía (círculo de estudio)
Ejercitar la memoria comprensiva
Reorientar la motivación para el estudio
Las anteriores son las conclusiones del Manual de Hábitos de estudio par estudiantes (no para
alumnos).
Pero ¿cuáles son tus propias conclusiones?
Dicho de otra manera, ¿cuál fue el aprendizaje más significado obtenido por ti al operar sobre
este manual?
A continuación podrás anotar tus propia conclusión , tu propia meta o compromiso personal para
mejorar tus hábitos de estudio.
Nota: recuerda, “bien concretito”...
P.D. Antes de poner punto final a este manual, una pequeña nota de sabiduría de hace siglos,
acerca de “el ansia de aprender” del gran filósofo Sócrates:
SÓCRATES Y CANTANTE28
Sócrates de encontraba en la cárcel esperando a ser ejecutado. Un día oyó como otro
prisionero cantaba una difícil y poco conocida canción del poeta Stesichoros.
Sócrates pidió a su compañero que le enseñara aquella canción.
“¿Para qué?”, le preguntó el otro. “Para que pueda morir sabiendo una cosa más”,
fue la respuesta del gran filósofo. El discípulo: “por qué aprender algo nuevo una
28
MELLO, Anthony de, La oración de la rana, Vol. 2,212 (el subrayado es mio)
56
semana antes de morir?”. El maestro: “exactamente por la misma razón por la que
quieres aprender algo nuevo cincuenta años antes de morir”.
Churchill lo dijo siglos después de este modo: “siempre estuve dispuesto a aprender pero no a ser
enseñado”... Ahora sí: punto final.
OBSERVACIÓN: Con la finalidad de que este manual pueda mejorarse, agradeceré enviar
comentarios, observaciones y sugerencias a:
Apartado postal 10
91000 Xalapa, Ver. México
BIBLIOGRAFÍA
Buena G. Instrumentos de Investigación.
Manual para elaborar trabajos de investigación y tesis profesionales, México, Editores Mexicanos
Unidos, 1984.
Brown, W.F. Guía de estudios efectivos, México, Trillas, 1979.
Brown, W.F. y Holtzman, W.H. Guía para la supervivencia del estudiante, México, Trillas, 1984.
Carman, R.A. y Adams, W.R., Habilidades para estudiar
Guía práctica para mejorar el rendimiento escolar.
Chávez Maury, A. Aprender a estudiar, Guía para estudiar mejor y aprender más, México,
Editores Asociados Mexicanos, 1984.
Díaz Vega, J.L. Aprender a estudiar con éxito, México, Trillas, 1983.
Velásquez, N. Estrategias de estudio, Taller de autoaprendizaje, México, Publicaciones
Culturales, 1985.
Villarreal González, F. Un método para estudiar, México, Limusa, 1983.
57
LECTURA 22
LA MOTIVACIÓN DEL ESTUDIO
MEENS, Max. Cómo estudiar para aprender, Piados, pp. 17-27
CAPITULO II
LA MOTIVACIÓN DEL ESTUDIO
El estudio es motivado
Quizá usted estudie porque encuentra placer en hacerlo, quizá esté convencido de que el estudio
recompensa. Estudiar es la forma segura de aprender las asignaturas escolares, permite pasar las
pruebas y alcanzar las normas establecidas por el profesor y conduce a la obtención de un
diploma y una ocupación en la vida. El estudio produce aprendizaje. Estas son las recompensas
que lo motivan.
La motivación del estudio es compleja. Se estudia para pasar una prueba, para evitar un fracaso,
para permanecer en la escuela, para que los padres se sientan orgullosos o para lograr fines
personales y vocacionales. Es posible concentrar el esfuerzo en pasar las pruebas, o en prepararse
para una profesión. Estos y muchos otros motivos combinados inducen a estudiar. El tipo de
estudio a realizar está determinado por la naturaleza de los propósitos del alumno. Su amplitud y
profundidad dependerá de la fuerza de estos propósitos y de las normas que haya establecido para
sí mismo.
La intensidad de la motivación para el estudio es fluctuante; generalmente se eleva con la
proximidad de los exámenes y disminuye en los periodos intermedios. Cuando este impulso es
débil, el estudio puede ser abandonado para perseguir otros fines. La motivación para el estudio
puede mantenerse en un nivel alto si se considera como un trabajo, con horas regulares de
dedicación. Dado que es deseable que se estudie regularmente, conviene fijar para ello un horario
determinado.
El estudio es intencional
La meta del estudio es el aprendizaje. Se estudia para aprender lo que interesa, lo que se
considera será útil para la propia carrera, lo que se espera que ayude a rendir bien los exámenes.
Pero hay una forma diferente de estudiar para cada uno de los propósitos.
¿Cuáles son los objetivos de su estudio? ¿Qué quiere aprender? Esto difiere con cada materia,
pero es indudable que usted desea tener buenas notas en todas ellas. Estudiará, por lo tanto, con el
fin de pasar los exámenes, pero si éste es su único propósito, seguramente olvidará al poco
tiempo lo que estudió. Este tipo de estudio es ciertamente más temporario que duradero. Si, en
cambio, su intención es tener lo aprendido para su futuro uso, ella excede – y no puede limitarseal mero acontecimiento de aprobar un examen.
58
Gran parte del aprendizaje está basado en el aprendizaje previo. Especialmente en idiomas y
matemáticas es necesario retener lo aprendido para continuar avanzando. El segundo concurso de
cualquier asignatura, exige, en general, el conocimiento del primer curso. Cuando fallan los
conocimientos previos, se debe imprescindiblemente volver a aprenderlos al abordar temas más
avanzados. De modo que se adelanta más rápidamente si el propósito del estudio va más allá de
la mera aprobación del examen. El estudiante de medicina sabe que no puede remitirse al olvido
después de haber rendido sus materias. Al contrario, espera continuar estudiando toda su vida y
ha tomado conciencia de tal estudio se basará en el de sus primeros años de facultad.
Se desea estudiar lo que parece útil. Pero toda materia tiene una utilidad potencial. Tal valor
puede ser obvio, como en el caso de la fisiología para el estudiante de medicina. Otras materias
poseen un valor más bien cultural que profesional. Una misma asignatura, sin embargo, puede
tener un sentido profesional para unos y cultural para otros. Los estudiantes concurren a las
mismas clases con propósitos diferentes. En un concurso de idioma extranjero por ejemplo,
algunos no aspirarán mas que a llenar un requerimientos del plan de estudio, otros se
conformarán con aprender a leer en ese idioma, y habrá quienes
Estén preparándose para un viaje. La misma materia presenta diferentes valores para estos
estudiantes. El valor que se otorgue a una asignatura está en relación con el propósito del
aprendizaje, es decir, con el empleo posterior que se pretenda darle.
El estudio es intencional, ya que se propone un aprendizaje que pueda ser puesto en práctica. ¿Es
muy fuerte su intención de estudiar? La cantidad de tiempo que dedica al estudio en relación con
el que utiliza para otras actividades, puede ser tomada como índice aproximado de esta fuerza. Si
se dedica mucho a otras cosas aparte del estudio, su motivación será baja, después de la Segunda
Guerra Mundial se observó que los ex combatientes eran generalmente más serios y que, por lo
tanto, hacían un mejor trabajo que otros estudiantes. Ellos tenían un fuerte impulso al estudio. La
naturaleza de los propósitos del estudio y el impulso con el que se lo encara, determinan la
magnitud del rendimiento.
El estudio es una actividad que tiene como propósito el dominio de las materias escolares. Sus
recompensas son las calificaciones, diplomas, el éxito profesional, el status y la aprobación por
parte de terceros. Puede también proporcionar al estudiante la satisfacción de aprender. La
obtención de tales recompensas induce a realizar las tareas estudiantiles. El estudio no se
engendra a sí mismo; debe ser motivado. Es una actividad promovida y sostenida por el complejo
conjunto de los propósitos del estudiante. Parte de este impulso proviene de la necesidad de pasar
los exámenes parciales y finales, combinada con la convicción de que estudiar es la manera de
lograrlo. Otro motivo es el orgullos por el buen conocimiento intelectual. Todos estos impulsos a
estudiar responden a necesidades externas. Pero el estudio puede también auto motivarse: el
interés en el método y en el efecto del estudio sobre la adquisición del aprendizaje, puede llegar a
impulsar la tarea del alumno. Esta forma de motivación, intrínseca al propósito es, en sí misma,
resultado de un aprendizaje, surge de la práctica del estudio y de la demostración de la relación
entre el estudio y aprendizaje. De modo que el estudio puede ser activado por una multiplicidad
de intenciones y por el proceso de aprendizaje en sí mismo.
El estudio es necesario para lograr un aprendizaje seguro
59
Ciertos aprendizajes se alcanzan incidentalmente, pero el estudio es la manera segura de aprender
las asignaturas escolares. El estudio es un aprendizaje realizado con la manifiesta intención de
dominar una materia; cuando tal intención falta, no puede haber dominio seguro, y el poco
aprendizaje que pueda lograrse será vago e impreciso. Los psicólogos han demostrado que la
simple observación de un material, sin la intención de aprenderlo, no produce aprendizaje.
Aunque hayamos visto miles de veces el empapelado de una habitación, es muy probable que no
sepamos describirlo. Lo mismo ocurre – para dar otros ejemplos – con la memorización del dial
telefónico* : lo miramos y manipulamos varias veces al día, pero es difícil que podamos
reproducirlo de memoria, a menos que hayamos intentado hacerlo deliberadamente. Pero, en
primer lugar, esta memorización es innecesaria, además posiblemente, el lector crea conocerlo
muy bien sin haberlo estudiado. Vamos a probarlo antes de continuar dibuje un diagrama del dial.
¿ Ha dispuesto las letras y números en el orden correcto? ¿Son las letras rojas o negras? ¿Dónde
ubicó la Q? Compare su diagrama con el verdadero. ¿Le sorprende haber cometido algunos
errores, a pesar de sentirse seguro de conocer bien este dispositivo? Del uso constante del dial
queda una impresión general vaga, sin memoria de los detalles; este es el resultado que se obtiene
siempre que falta un incentivo. El aprendizaje seguro sólo se logra estudiando lo que se desea
saber; de ningún modo puede dejarse librado al azar.
El estudio con propósitos ocasionales
Cuando es inminente un examen o se aproxima la fecha de entrega de un trabajo escrito, la
motivación para estudiar es seguramente, alta. La necesidad de cumplir en el término establecido
por el profesor, la importancia de obtener una buena nota, el probable castigo por el fracaso etc.,
todo se combina para activar el estudio. Hay un requerimiento directo a satisfacer y el trabajo con
ese fin no puede ser dejado de lado. Algunos estudiantes prevén con la debida anticipación esas
situaciones, y se preparan desde mucho tiempo antes; cuando llegan el momento ya han realizado
la mayor parte de la tarea y necesitan poco estudio adicional para alcanzar sus metas. Otros, en
cambio, sólo estudian a última hora; lo hacen en respuesta a la presión externa. Para ellos cada
prueba es una emergencia. Durante la época de exámenes dejan todo de lado a fin de estudiar.
Puesto que no cuentan con la ventaja de un estudio regular previo, tiene que empezar por el
principio. Apremiados por el tiempo y preocupados por un probable
*El dial de los aparatos telefónicos de E.E.U.U. lleva, además de números, letras que guardan
correspondencia con aquellos. Una prueba análoga a la descrita aquí puede realizarse con el
cuadrante del propio reloj de pulsera (tipo de números, forma de agujas, lugar de las marcas de
fábrica y de procedencia, etc. N del T)
fracaso se limitan estrictamente a los temas que consideran imprescindibles para aprobar.
No se pueden permitir interesarse en ellos porque esto los desviaría de su objetivo inmediato.
Este tipo de estudio quizás cumpla la función que el alumno le asigna, pero el costo en tensión
emocional es muy alto.
El estudio de última hora: Atiborramiento
Para quienes estudiar de modo regular y distribuyen su aprendizaje a lo largo de un periodo de
tiempo considerable, la preparación para el examen no implica mas que un lapso relativamente
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breve de repaso, con vistas a los requerimientos particulares de esa situación. Si en ella llegan a
formularse preguntas inesperadas, probablemente estarán en condiciones de dar las respuestas
adecuadas sobres la base del conocimiento general de la asignatura.
Pero si se ha descuidado el estudio, al afrontar la situación del examen no queda más remedio que
atiborrarse precipitadamente. Se iniciará la preparación el día anterior, estudiando continuamente,
durante toda la noche manteniéndose despierto por medio de estimulantes. Este estudio “a
presión” está altamente motivado por la necesidad de rendir el examen inminente. La tensión
surgida de esta fuerte motivación tiende a mantener alta la atención y concentración y la actitud
resultante es activa. Este tipo de estudio rígidamente dirigido, debe cercenar todo lo que parezca
fútil e irrelevante y limitarse a lo concebido como necesario para la prueba. Su finalidad es
recordar estrictamente lo suficiente y durante el mínimo tiempo imprescindible para salir airoso
en el examen; cuando éste haya pasado, la mayor parte de los conocimientos precipitadamente
memorizados se perderán.
El atiborramiento es un método de estudio riesgoso. Se puede fracasar por un error de cálculo en
la estimación del tiempo de trabajo requerido. La ansiedad que lo acompaña es muy alta, debido
al inevitable sentimiento de inseguridad con respecto al resultado del examen preparado de esa
manera. En el momento de que se la encara, la tarea parece formidable. Si la prueba exigiera
demostrar comprensión, más que memorización rutinaria, la desventaja será aún mayor, puesto
que solamente se habrán estudiado hechos desarticulados.
Durante el atiborramiento la tensión emocional es muy alta y la posterior retención del material
precaria. La falta de sueño y el uso de estimulantes pueden producir fatiga y modorra en el
momento de la prueba. Algunas materias excluyen por completo este tipo de estudio, en
particular las matemáticas y las asignaturas científicas. Insistimos además en que si no existe
familiaridad previa, es muy difícil que lo aprendido en una sola sesión permita recordar el
material correctamente. Y si este material es extenso, el estudiante de última hora podrá
confundirlo de modo que las preguntas del examen actuarán para confundirlo de modo que las
preguntas del examen actuaran como disparadores de respuesta incorrectas.
Sin embargo, el atiborramiento es inevitable cuando ha descuidado la materia. Es preferible a no
estudiar en absoluto, pero nunca mejor que el estudio regular. Puede tal vez, hacer que el
estudiante salga del paso, pero siempre se correrá un riesgo. En cambio, el estudio planeado es
seguro, reporta un aprendizaje cabal y duradero y disminuye las posibilidades de confusión.
El estudio por recompensas diferidas
Las buenas calificaciones no constituyen la única motivación del estudio; también existen
recompensas menos inmediatas. Los psicólogos han enseñado a chimpancés a actuar por
recompensas diferidas. Primero, los antropoides aprenden a trabajar a cambio de una moneda que
puede ser cambiada por comida en una máquina automática; luego son adiestrados para que
acumulen las monedas ganadas, las cuales pueden canjearse en la máquina automática solo al fin
del día. Trabajan continuamente y ahorran sus ganancias por una recompensa diferida.
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Con objetivos a largo plazo se estudia bajo presiones mucho menores que en los periodos de
exámenes. Hay pocas emergencias, la meta inmediata se incorpora al plan de largo alcance y se
logra mediante un pequeño esfuerzo adicional.
El estudio puede recompensarse a sí mismo
El estudio realizado con la finalidad de obtener distinciones y éxito profesional está motivado por
recompensas externas. Su concreción es el resultado de presiones exteriores y sus metas no son
inherentes al aprendizaje en sí mismo.
Pero el interés por el material o por el proceso del aprendizaje puede surgir también sin ninguna
atracción extrínseca. El ama de casa que prepara una torta, es recompensada por el hecho de
proveerse de un postre para la cena pero es posible que también disfrute con la tarea de la
preparación y que se sienta especialmente gratificada si la torta le sale bien. Análogamente, se
puede estudiar tanto como por el placer de hacerlo como por la obtención de distinciones. Es
posible hallar interés en proceso mismo del estudio y disfrutar con el aprendizaje.
Por lo común, los expertos con animales los motivan a dar las respuestas correctas utilizando
como recompensa la comida; esta recompensa es externa. También ha sido demostrado que los
monos, en ciertas condiciones, resuelven problema tras problema, trabajando durante horas, sin
recibir ninguna recompensa externa; encuentran recompensado su trabajo en la tarea misma. El
estudio que tiene por finalidad la adquisición de aprendizaje, presupone interés en la materia
misma, más que una consideración de su utilidad.
Algunas materias resultan atractivas desde el principio y no es necesario esforzarse para
estudiarlas; otras son menos interesantes y exigen más trabajo. Mientras más interese una
materia, más fácil resultará la tarea de aprenderla, pero el interés por una asignatura es
susceptible de desarrollarse. El vendedor no espera que todas las personas que visita se interesen
por sus productos de buenas a primeras; sabe que cuando se logra que compradores indiferentes
prueben su mercancía consigue, a menudo, provocar interés. En el estudio de una materia – aún
cuando falte un interés inmediato- lo que en un comienzo resulta insípido puede llegar a ser
atractivo; pero si la evita, difícilmente podrá desarrollarse el interés por ella. A medida que se
avanza en el estudio este interés podría crecer. Es de gran ayuda procurar, al mismo tiempo, ir
comprendiendo el valor de la asignatura en cuestión. Cuanto más sentido se le encuentre, cuando
más se conozca una materia, mayor será el interés que se despertará y cuanto más interesado se
esté, más fácil resultará aprenderla. Con el conocimiento crece el interés y con este aumenta la
facilidad del aprendizaje.
Conflicto de propósitos
Es posible que diversos asuntos reclames su atención y su tiempo. Aparte del estudio, está la
película que desea ver, la carta que debe escribir, el amigo a quien hablar, la reunión a la cual
asistir, el deporte favorito, etc. Todas estas necesidades deben ser atendidas de modo ordenado y
sistemático, sin mutua interferencia. La anarquía de deseos y propósitos puede colocarlo en
situación de conflicto. Cuando desee al mismo tiempo estudiar e ir al cine estará en un conflicto;
estas dos acciones no son necesariamente incompatibles, pero podrán serlo si se presentan en un
momento dado como igualmente motivantes. El alumnos queda escindido en direcciones
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opuestas: si va al cine, tendrá remordimientos por descuidar sus estudios. Si se queda, se resentirá
con el estudio y deseará estar en el cine. El sentirse incapaz de optar elevará su temperatura
emocional.
Estos conflictos pueden ser evitados asignando su tiempo a cada actividad. Si determina
definitivamente ir al cine al día siguiente, ese deseo no perturbará su estudio de hoy. No es
necesario abandonar los intereses que compiten con el estudio. La distribución adecuada del
tiempo evitará que esas otras posibilidades interfieran inoportunamente; un horario que prevea
todas las actividades, prevendrá tales conflictos potenciales. Si la vida emocional del estudiante
perturbará demasiado su rendimiento, necesita ayuda para el manejo de sus emociones.
Para algunos estudiantes, el conflicto se centra en el estudio mismo: están divididos mentalmente;
se sienten motivados hacia el estudio y al mismo tiempo, requieren alejarse de él. Por una parte
reconocen la necesidad de estudiar si han de continuar en el colegio; por otra parte, piensan que
el estudio es para los “niños modelo”. Al estudiante común lo guían propósitos de naturaleza
social y trata de arreglárselas con el menor esfuerzo posible. Siente que estudiar a conciencia lo
colocaría en el sector de “niño modelo”. Como tal, obtendrá buenas notas pero no se hará de
amigos; de la otra manera, evitando el estudio, se hará socialmente aceptable, pero pondrá en
peligro su permanencia en la escuela. De modo que vive en conflicto.
La persona que busca educación no se plantea este dilema, ni tampoco lo hace el que no aspira,
francamente, más que pasar el rato. Pero aquel que no está seguro del propósito de su vida
escolar, se hallará en este conflicto. La aceptación del estudio como algo respetable y necesario
reducirá la tensión emocional que del él deriva. Con una conciencia clara es posible programar
horarios adecuados para el estudio, sin interferir demasiado en la vida social.
La planificación del tiempo para estudiar
Un horario de trabajo bien planeado permite atender todos los intereses en una secuencia ,
proporción y equilibrio adecuados. Una parte del tiempo debe dedicarse a las metas
educacionales; cada asignatura contará con periodos regulares, y además con los lapsos
especiales requeridos para repasos y exámenes. Desde luego, también los intereses no vinculados
directamente con el estudio habrán de ser tomados en cuenta.
Antes de preparar su horario mida el tiempo que actualmente dedica al estudio y observe la
proporción que guarda con que le insumen otras actividades. ¿Está conforme con uno y con otro?
Después de eso formúlese un horario para la semana siguiente, teniendo en cuenta las sugestiones
que damos a continuación y sea consecuente con él.
Ninguna regla rígida establece la duración de las sesiones de estudio, ni la cantidad de tiempo que
se ha de dedicar a cada materia. Los profesores tradicionalmente, recomiendan dos horas de
estudio por cada clase. La experiencia de cada cual le indicará que materias puede dedicar menos
tiempo y a cuales debe dedicar más, de acuerdo con los requerimientos específicos y con el grado
de dificultad que presentan.
En cuanto a las sesiones de estudio, no es necesario que sean extensas; seis lapsos de una hora
cada uno dan mejor resultado que 6 horas corridas ocupada con una misma asignatura. Los
psicólogos han descubierto que sesiones relativamente breves, pero frecuentes, rinden más en el
aprendizaje que una sola sesión prolongada. La extensión de estos periodos en fin no tiene porque
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ser exactamente uniforme: habrá algunos en una hora, otros más de una y otros menos. Es
recomendable distribuir el horario por lo menos tres sesiones semanales para cada materia; de esa
manera se toma en consideración el principio de que las sesiones frecuentes, aunque breves, dan
mejor resultado que las extensas distanciadas.
La organización de las sesiones debe guardar relación con las clases; es conveniente reservar de
media a una hora para el repaso y estudio rápido de la lección precedente antes de cada clase.
Esta preparación previa permite seguir mejor el desarrollo de la clase y tomar apuntes claros. A
su vez, el desarrollo de la
Nueva clase deberá orientar la siguiente sesión de estudio dedicada a la materia, la cual habrá de
tener lugar lo más próxima posible a la clase recién dictada. Permitirá entonces revisar los
apuntes todavía frescos y transcribirlos con claridad si es necesario.
Los momentos que quedan libre durante las clases, pueden emplearse para revisar los apuntes,
pensar en la tarea a realizar o formularse preguntas relativas a las asignaturas. Así mismo es
posible preparar un programa de actividades a largo plazo, que abarque la totalidad del semestre
o del año y que tenga en cuenta los exámenes parciales y finales.
Un buen horario reserva a todas las materias una sesión de estudio diaria, o cada día por un
medio. Una vez programado se lo debe cumplir tan rigurosamente como sea posible. El estudio
debe hacerse efectivo aun cuando uno se sienta con voluntad y de ningún modo debe depender de
nuestra disposición momentánea. Respetando el horario se llega a habituarse al estudio regular.
Desde luego que un horario debe modificarse completamente si así lo indicara la experiencia,
pero es preferible aferrarse a él hasta que sea evidente la necesidad del cambio. Si lo reemplaza
por otro, aferrarse igualmente al nuevo horario.
Fluctuaciones en la intensidad del impulso al estudio
Las motivaciones fluctúan; es natural que durante la primera parte del periodo de estudio la
motivación sea alta: disminuye más adelante y se eleva nuevamente al final. Cuando la
motivación sea débil, habrá lagunas, se mirará el libro sin poder concentrarse. En consecuencia,
no se habrá aprendido la porción media tan bien como al principio y el final. Los psicólogos han
descubierto que tanto el comienzo como el final del material estudiado se aprenden antes que la
sección media. Un esfuerzo extra en este periodo puede ayudar a mantener la motivación elevada,
pero probablemente será necesario un estudio adicional de la parte media para compensar la
pérdida debida a la declinación motivacional. A veces un intervalo un descanso, reviva la
motivación y rectifica su curva.
En ciertas condiciones la motivación declina a medida que la meta se aproxima. Si se ha
determinado previamente hasta donde debe avanzarse, o el nivel de dominio a conseguir, es
necesario desde el comienzo una disposición de perseverancia y firmeza. Pues cuando se ha
aprendido una parte más o menos importante de lo planeado, y parece que queda poco por hacer,
es posible sentirse tentado por abandonar el estudio y continuarlo en otra oportunidad. Perseverar,
en este caso, hasta alcanzar la meta fijada originalmente, requerirá un esfuerzo adicional. De
modo análogo, si se ha programado una hora de estudio, aunque en menos tiempo se aprenda lo
necesario, no se debe abandonar. Es recomendable atenerse a la decisión previa, profundizando la
lección, pasando a otro tópico, o revisando algún otro material.
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LECTURA 23
EL DIAGNOSTICO PSICOLÓGICO Y LA ORIENTACIÓN
MORA, J. A. (1995). Acción Tutorial y Orientación. Narcea: España. Pp. 30-35
1. EL DIAGNOSTICO PSICOLÓGICO Y LA ORIENTACIÓN
El diagnóstico psicológico se nos presenta como punto de partida para cualquier actuación.
Forma parte del proceso de orientación, pero éste – realmente – no se desarrolla hasta que cuenta
con los datos de aquél. Por otra parte, siendo la orientación un proceso más que una acto aislado,
deberá recurrir, de continuo, a diagnosticar la “situación” en que, en cada momento evolutivo, se
encuentre el sujeto de dicho proceso, el orientado.
Concepto de diagnóstico
Diagnóstico es un término originariamente médico. El diccionario de la Real Academia Española
da 3 acepciones:
a. Perteneciente o relativo a la diagnosis. Diagnosis, conocimiento de los signos de
una enfermedad
b. Conjunto de signos que sirven para fijar el carácter peculiar de una enfermedad
c. Calificación que da el médico a la enfermedad según los signos que advierte
Con su rápido proceso actual, la psicología utilizará el término en un sentido muy próximo al de
“calificación” de una realidad a partir de los signos que evidencia. Dicha realidad no tiene
necesariamente que entenderse como “enfermedad”. Esta “calificación” habrá de fundarse en la
correcta utilización de técnicas psicológicas y en una rigurosa interpretación de los signos
(sentido a, de los dados por la Real Academia Española) que caractericen a la realidad objeto de
estudio, que podrá tener – o no – el carácter de enfermedad (psicológica y conductualmente
hablando).
Discutir la valía del diagnóstico sería poner en tela de juicio todo el trabajo previo al momento de
síntesis y abrir una interrogante al futuro educativo de la persona que hemos estudiado.
El diagnóstico es el punto de llegada de un proceso complejo y, al mismo tiempo, el punto de
arranque para la mejor educación o reeducación del caso analizado29. Podemos pues, definir el
diagnóstico en psicología como proceso general de identificación y valoración de las
características de comportamiento, aptitudes y actitudes o atributos personales de un individuo en
un contexto dado (todos los rasgos individuales y sociales que influyen de alguna manera en el
desarrollo educativo de un individuo).
29
RIOS GONZÁLEZ, J. A.: El diagnóstico de los escolares, Compañía Bibliográfica Española,
Madrid, 1969, vol.III
65
Finalidad del diagnóstico
En sujetos normales
En casos especiales
En el caso de los sujetos normales, el objetivo principal del diagnóstico debe ser un mejor
conocimiento de la integración y dinamismo que han logrado los distintos rasgos de la
personalidad y factores de inteligencia en cada sujeto. En el caso especial, por razones de nivel
mental o de conflicto en su comportamiento, la finalidad debe ser ayudar al sujeto, a fin de evitar
la aparición de un proceso de inadaptación que desemboque en una conducta anormal.
En cualquier caso, el fin psicopedagógico debe estar en función de la misión educativa y, por
tanto, debe tener una aplicación inmediata de tipo normativo30.
Funciones del diagnóstico
1. Identificar los aspectos concretos
2. Etiología o determinación de las causas concurrentes en la faceta estudiada
3. Dinamicidad del proceso: determinar el proceso que se sigue desde que las causas
empezaron a actuar hasta llegar a la situación actual.
4. Pronóstico: o predicción contingente
Este es el modo normal de proceder en actividades como la medicina, estudios de mercado,
encuestas de opinión, etc. En definitiva, todo diagnóstico viene a ser un proceso que nos permite
establecer un pronóstico o predicción.
Enumeración de factores y técnicas evaluadoras31
30
Ibid., pág. 51.
Subrayamos aquellas técnicas que pueden ser utilizadas por cualquier tutor sin que este sea
necesariamente licenciado en psicología o pedagogía. La finalidad de este trabajo es que logren llegar a
emplearlas.
31
66
67
Utilización del diagnóstico
Todos los aspectos que se mencionan en el cuadro anterior, en tanto que factores de la
personalidad de un estudiante, se han de relacionar entre sí. Esta relación es, en algunos casos,
más directa que en otros (por ejemplo, la técnica respecto de un mismo rasgo).
Resulta necesario establecer 4 tipos de comparaciones:
1. Coincidencia o discrepancia entre los factores mentales primarios de contenido (verbal,
numérico y espacial) y las áreas culturales predominantemente verbales, numéricas o
espaciales.
2. Coincidencias o discrepancias entre las aptitudes básicas profesionales, las aptitudes
mentales primarias y el rendimiento en las áreas culturales que se puedan considerar
semejantes
3. Coincidencias o discrepancias entre los intereses profesionales con las mencionadas
aptitudes básicas profesionales
4. Coincidencias o discrepancias con los datos obtenidos para el mismo factor cuando se
utilicen distintas técnicas de exploración. Por ejemplo, en el caso del rendimiento escolar,
cuando se utilizan pruebas objetivas y calificaciones del profesor.
Fácilmente se entiende que la coincidencia entre factores semejantes o entre diferentes datos
relativos a un factor facilita extraordinariamente la tarea de la orientación. Cuando hay
discrepancia la orientación se hace más difícil y puede convenir tanto una exploración más
detenida cuanto la aceptación de las diferencias como una realidad.
Antes de pasar a analizar el alcance y sentido de la orientación, sinteticemos lo dicho hasta aquí
afirmando que el diagnóstico es meta de un proceso y base para su comienzo. Se nos presenta
como punto de partida de todo el proceso orientador. Sin aquel, no puede estructurarse éste. Pero,
el diagnóstico – por otra parte – no es algo que formule por azar, sino que constituye un momento
importante en dicho proceso; no es algo desligado de éste, constituye su punto inicial, pero cada
vez en consecuencia de unas actividades previas que deben entenderse ya como insertas en él 32.
Concepto de Orientación
Modalidades
Definición
Le Gall, define de un modo general, la orientación como “el esfuerzo por saber de qué manera
pueden desarrollarse hasta el máximo las fuerzas latentes de cada personalidad en formación”.
Ciertamente, el problema cardinal de la educación ha
Sido siempre un permanente intento de conocer las posibilidades de cada niño para desarrollarlas
al máximo y conseguir encauzarle hacia los estudios y profesionales en que más puede rendir y
para los que más aptitudes posea. En definitiva, lo que pretende es la felicidad personal del
individuo, felicidad que depende, en gran parte del grado de perfeccionamiento conseguido y de
la actividad profesional elegida. No es de extrañar, por tanto, que, frecuentemente se identifique
32
Los tests y la observación fundamentos tecnológicos del diagnóstico, los estudiaremos –junto
con la entrevista y el consejo orientador- como técnica de la orientación no sólo del diagnóstico. Otro
tanto haremos con lo referente al equipo orientador, entendido como equipo de diagnóstico.
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la orientación con la misma educación pues, en última instancia el proceso educativo consiste en
formar al alumno y orientarlo hacia aquellas actividades que más se ajusten a sus aptitudes e
intereses.
De una forma más restringida, Zeran entiende la orientación como “un proceso de ayuda al
individuo para conocerse a sí mismo y a la sociedad en que vive a fin de que pueda lograr su
máxima ordenación interna y la mejor contribución a la sociedad”.
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