Toledo y Aranjuez

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TOLEDO.
Provincia de España, en la región central, perteneciente a Castilla − La Mancha. Está situada entres los 39° 15'
y 40° 15' de latitud Norte y los 3° 5' y 5° 21' de longitud Oeste del meridiano de Greenwich. Limita al Norte
con las provincias de Ávila y Madrid, al Este con la de Cuenca y Badajoz y al Oeste con la de Cáceres.
Tiene una superficie de 15.368 km2 y su población absoluta es de 468.925 h.; densidad media 30,57 h. Por
km2.
La provincia está enclavada en la submeseta meridional. En su parte Noroeste está accidentada por la sierra de
San Vicente, derivada de la cordillera central, y al Sur, en el límite con Ciudad Real, se levanta el sistema de
los Montes de Toledo, de poca elevación (cerro Rocigalgo, 1.448 m.), pero fragoso en extremo. El resto del
territorio propende a la llanura.
Su río principal es el Tajo, que atraviesa la provincia por el centro y de Este a Oeste, y es poco aprovechable a
causa de su cauce profundo. Recibe como afluentes, por la derecha, el Jarama, el Guadarrama y el Alberche, y
por la izquierda, el Algodor, Torcón, Pusa, Cadena, Sangrera, Gevato y Husa, todos ellos de menor
importancia. Por el límite con Ávila corre el Tiétar, al que vierten sus aguas el Guadierbas y el Cañizo.
Es una de las más antiguas poblaciones españolas; testigo durante catorce siglos de las más gloriosas gestas,
compendia armoniosamente, como ninguna otra, la historia de España y constituye una síntesis admirable de
lo español. Las diversas civilizaciones que se han sucedido la fueron dotando con sus más preciados dones
que, conservados en su mayor parte a pesar de las injurias del tiempo y de los hombres, hacen de la ciudad un
relicario grandioso de la raza y una fuente inagotable de recuerdos y evocaciones. Por eso se la califica de
Ciudad − Museo y de Toledo único, para exaltar su fuerte individualidad. Se levanta sobre un elevado cerro
granítico, de escarpadas pendientes, que el río Tajo, encajado entre rocas, dota de insuperable foso natural por
el Este, Sur y Oeste, lo que le hizo casi inexpugnable. Sólo por el Norte ofrece más fácil acceso, con la tierra
llana de la vega, y por eso se acumularon allí las defensas de murallas y puertas torreadas. A pesar de la
acción transformadora del tiempo, ha conservado Toledo el típico trazado medieval de su planta, con sus
calles estrechas, tortuosas y de áspera pendiente, lo que le da un carácter oriental inconfundible, y ofrece al
curioso, a cada paso, el espectáculo siempre cambiante de sus monumentos y de sus deliciosos rincones, en
que cada nombre y cada edificio nos dan una vívida estampa del pasado. En la antigüedad fue la ciudad más
importante de los carpetanos, y Tito Livio la citada con el nombre de Tolétum, diciendo que era ciudad
pequeña, pero fuerte por su situación". Conquistada por los romanos, en 192 a. C., acuño moneda y se
distinguió en la fabricación de armas. Leovigildo la hizo capital del reino visigodo en el año 577; fue teatro de
las luchas entre arrianos y católicos, y, cuando el catolicismo creció en importancia, se celebraron en ella
varios concilios, de los cuales fue particularmente importante el tercero, en el que Recaredo I abjuró el
arrianismo (año 587). Los árabes, al adueñarse de la ciudad en 712, la llamaron Toleitola y la convirtieron en
baluarte de sus empresas bélicas; con el derrumbamiento del califato de córdoba, fue capital del reino
musulmán de su nombre y tuvo florecimiento industrial de armas, artes industriales y sedería hasta que fue
conquistada por Alfonso VI (1085), que dos años después trasladó a ella su corte. Restablecida la mitra
toledana, recuperó pronto la significación de primada de España, que ya tuvo desde mediado el s. VII hasta la
invasión sarracena. Después de la reconquista de la ciudad, perduró la civilización mahometana, por haberse
estipulado en la capitulación el respeto de las vidas y haciendas de moros y judíos, y fue tan preponderante
que dio origen al arte mudéjar toledano, y se conservaron industrias locales como el damasquinado y la lengua
árabe, que no fue prohibida hasta l580. Los arzobispos de Toledo fueron verdaderos señores de la ciudad, y
muchos de ellos ilustraron sus nombres con altas empresas y su protección a las artes, como Jiménez de Rada,
Fonseca, Tenorio, Mendoza, Jiménez de Cisneros, Tavera y Lorenzana. Fue cuartel general de los comuneros
de Castilla y en ella se hizo fuerte doña María Pacheco hasta 1521, después de la derrota de Villalar y muerte
de su esposo, Juan de Padilla, en el cadalso. Felipe II, que había nacido en Valladolid, residió por algún
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tiempo en esta c., se estableció en Toledo en 1559 y, por último, en Madrid (1561), lo que fue causa de la
decadencia de la imperial ciudad, Sufrió graves daños durante la guerra de la Independencia, y otro tanto le
ocurrió en la guerra de Liberación, en que se hizo famoso su nombre el general Moscardó con la heroica
resistencia del Alcázar (1936), donde se sucedió esta conversación entre el jefe de Milicias, Moscardó y su
hijo Luis:
Jefe de Micillas. − Son ustedes responsables de los crímenes y de todo lo que está ocurriendo en Toledo y le
doy un plazo de diez minutos para que rinda el Alcázar, de no hacerlo, fusilaré a su hijo Luis, que lo tengo
aquí a mi lado.
Moscardó. − Lo creo.
Jefe de Micillas. − Y para que vea que es verdad, ahora se pone al aparato.
Luis. − Hola papá.
Moscardó. − ¿Qué hay hijo mío?
Luis. − Nada; que dicen que me van a fusilar si el Alcázar no se rinde, pero no te preocupes.
Moscardó. − si es cierto, encomienda tu alma a Dios, da un viva a España y serás un héroe que muere por
ella. Adiós, hijo mío, un beso muy fuerte.
Moscardó (al jefe de Micillas). − Puede ahorrarse el plazo que me ha dado y fusilar a mi hijo: el Alcázar no
se rendirá jamás.
En el Alcázar podemos encontrar:
Un Refugio de Mujeres y Niños donde se destinaron a albergar 328 mujeres y 210 niños, todos ellos
familiares de defensores. Al ser de reducidas dimensiones estas naves, las personas estaban hacinadas y el
hedor que despedían era insoportable. Se alumbraban con la luz de un candil mantenido con grasa de caballo.
Una Enfermería en esta nave permanecían los heridos graves y acudían para su curación los leves. Durante el
asedio atendían este servicio tres médicos − ninguno de ellos cirujano − no obstante lo cual, hicieron con éxito
operaciones y amputaciones de miembros. El material sanitario no podía ser más deficiente ni rudimentario
con la casi ausencia de anestésicos. Como ayudantes tenían a un practicante y a cinco hermanas de la caridad.
Su trabajo lo hacían a la luz de un candil.
La Maternidad era una pequeña habitación con un camastro donde dieron a luz dos señoras: El 9 de
Septiembre Dña. Herminia Ramos, esposa del alumno de Infantería D. Ángel Valero Rodríguez, un niño al
que se puso de nombre Restituto Alcázar y el 18 de Septiembre Dña. Trinidad Rodríguez, esposa del Cabo de
la Guardia Civil, D. Ildefonso Blanco Chamizo, una niña a la que se puso de nombre Josefa del Milagro.
Una Puerta de Carros por esta puerta del ala Oeste del Sótano, el día 9 de Septiembre hizo su entrada el
parlamentario Vicente rojo, portavoz del Gobierno marxista, para proponer la rendición del Alcázar, con la
amenaza, en caso de no atender la proposición, de volarlo mediante minas. La rendición, fue absolutamente
rechazada y sólo se pidió la presencia de un sacerdote que atendiera al servicio espiritual de los defensores. El
día 11 de Septiembre entró, también por esa puerta, el canónigo Vázquez Camarasa Quién después de oficiar
la Santa Misa y dar la Absolución general, volvió a marchar. La voladura de las minas se produjo el 18 de
Septiembre, destruyendo la parte del edificio que comprende toda esta galería.
El Patio del Alcázar es una obra del insigne arquitecto del Siglo XVI, Villalpando. En el centro se encuentra
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un grupo escultórico con la figura del Emperador Carlos V, obra del italiano Leone Leoni, también del Siglo
XVI.
En las arcadas se aprecia, por el color de su piedra la destrucción sufrida durante el asedio e incluso las
huellas de los impactos de proyectiles de armas automáticas que entraban por las ventanas.
La Sala Mixta recibe este nombre por exponerse en ella fondos pertenecientes a diversas armas y actividades
del Ejército. En todos los fondos encontrará una tarjeta explicativa.
En la Sala de Armas los fondos que contiene son principalmente armas nacionales y extranjeras, de Infantería
y Caballería, pertenecientes al Siglo XX. Las hay blancas y de fuego, largas y cortas con ánima rayada y lisa,
tanto de trayectoria curva como tensa.
En la Sala de Maquetas hay dos naves, una del Alcázar antes de su destrucción, que es como está en la
actualidad, y la otra tal y como quedó después de los 70 días de asedio.
La destrucción fue llevada a cabo por el enemigo empleando toda clase de armas bélicas convencionales,
fusiles, ametralladoras, artillería ligera y pesada, morteros, bombas de aviación, gases, incendios y la voladura
de tres minas con una carga aproximada cada una de ellas de dos toneladas de Trilita.
En las paredes se ven parejas de fotografías de las cuatro fachadas, del patio y también del picadero en las que
se ve como eran y como quedaron. En tamaño más pequeño hay otras fotos sacadas al siguiente día de la
liberación recogiendo distintos motivos.
En armeros y panoplias hay fusiles y pistolas usadas en la defensa.
Preside la nave un cuadro al óleo del coronel Moscardó con el adorno de un mazo de Banderas pertenecientes
a Unidades del Ejército, ya disueltas y que tomaron parte activa en la campaña de liberación nacional.
Como ornamentación de la sala se han colocado trozos de columnas y capiteles, así como fragmentos de
proyectiles de Artillería lanzados contra la fortaleza.
En la Sala de Romero Ortiz los fondos fueron donados por la familia Romero Ortiz con la condición de ser
expuestos en Toledo. Son meritorios por su valor histórico y artístico, destacando principalmente la colección
de documentos, monedas y medallas.
El Despacho del Coronel Moscardó se conserva en el estado que quedó después del asedio.
En la parte central hay una lápida en mármol donde está grabada la conversación, que el día 23 de Julio de
1936, mantuvieron el Coronel Moscardó, su hijo Luis y el Jefe de las Milicias Marxistas de Toledo. En
cuadros a su alrededor, figura esta misma conversación traducida a los idiomas más conocidos del mundo.
La habitación tiene las huellas de los destrozos causados por la explosión de una granada de artillería de 155
mm. , que afortunadamente, sólo causó heridas leves a los Jefes que en ese momento se encontraban con el
Coronel Moscardó. La flecha indica el lugar de incidencia del proyectil.
Encima del diván corrido se encuentran las fotografías de todos los Coroneles Directores que hubo en la
Academia hasta el año 1936.
En la Cripta los enterramientos durante el asedio se hicieron en el picadero, hasta que éste quedó totalmente
destruido y posteriormente en la piscina cubierta, en los huecos que había como vestuarios. Al reconstruir el
Alcázar, el Generalísimo Franco dispuso la construcción de esta Cripta, a la que se trasladaron los restos de
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los defensores enterrados en los lugares señalados.
En la parte central, en el suelo, permanecen los restos del General Moscardó, los de su esposa doña María de
Guzmán y de sus hijos José, Teniente de Infantería, fusilado por los rojos en Barcelona, Luis estudiante,
fusilado en Toledo y de Miguel y Carmelo, General y Comandante respectivamente, fallecidos de muerte
natural.
En las paredes, en nichos, descansan los restos de los 104 defensores que murieron durante el asedio o a
consecuencia de las heridas recibidas en él. Hay otros nichos ocupados por defensores, fallecidos después, que
pidieron ser enterrados en la cripta.
Los Aljibes son el lugar donde se encontraba el agua de recogida de lluvia. La ración diaria de cada defensor
era de litro.
El Horno de Pan está construido con piedra y tierra durante el asedio. En este horno se cocían diariamente
1.735 panecillos de harina integral sin levadura, de 140 gramos de peso por unidad, que constituían la ración
diaria de cada defensor.
En los Sótanos transcurría, mas intensamente, la vida durante el asedio en los ratos de descanso. En las
paredes del ala Este, hay una gran placa en mármol, donde están grabados los nombres de todos los caídos en
la defensa. También en las paredes figuran numerosas placas que como homenaje a la Gesta gloriosa han
ofrecido distintas promociones de Oficiales de nuestro Ejército en la celebración de sus bodas de oro o de
plata, así como de diversas Instituciones extranjeras.
El Museo del Asedio consta de tres naves:
En la central, y en vitrinas, están expuestos recuerdos del asedio, tales como emisora − receptora de radio,
proyectiles de artillería, aviación y mortero, granadas de mano hechas con clavos de adorno de las puertas,
restos de medicinas usadas en la enfermería, muestras de la ración de pan y de agua diaria, máquina ciclostil
con la que se tiraba diariamente la hoja informativa El Alcázar, etc....
En la nave de la izquierda, hay dos motocicletas, a cuyas ruedas propulsoras se adaptaron poleas a fin de
mover un molino para molturación del trigo; muestra de clavos de adorno, de los utilizados por los defensores
para construir granadas de mano y un reflector usado por los atacantes para evitar las salidas nocturnas de los
defensores.
En la nave de la derecha, las fotografías de los defensores muertos en el asedio y varios poemas de autores
extranjeros enalteciendo la Epopeya del Alcázar.
La Liberación, las columnas liberadoras avanzan pero no tan deprisa como quisieran los asediados, que
conocen la situación a través de Radio Club Portugués, cuyas emisiones han podido captar una emisora de
campaña que funciona con pilas. Moscardó considera providencial la existencia de un almacén de trigo en las
inmediaciones del Alcázar. Este trigo y los caballos de los guardias civiles, sacrificados poco a poco, les
sirven para subsistir. El enemigo arrecia con su artillería. Se desmorona el baluarte día a día. Vicente Rojo y
Santiago Camarasa entran con propuestas de rendición que fracasan. El 18 de Septiembre las fuerzas de la
República intentan volar el Alcázar con una mina subterránea. Sólo caen un torreón y cuatro defensores. Han
empleado seis mil kilos de trilita que al explosionar conmueven la plataforma rocosa de la vieja ciudad. El 27,
al anochecer, llega la liberación.
Al día siguiente de la liberación del Alcázar el periódico del mismo nombre facilitó una lista en la que en
números describía los pormenores del asedio.
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CASA DE EL GRECO.
Domenikos Theotokopoulos, El Greco, nació en la isla de Creta (Candia), en 1541. Abandonó Creta alrededor
de los veinte años. Su producción de este período está vinculada a las tradiciones bizantinas, con influjos
italianizantes.
En torno a 1560 llega a Venecia, desplazándose a Roma en 1570. En Venecia pudo adentrarse en el mundo
del color y del espacio (Tiziano, Tintoretto...) y en Roma conoció la obra de Miguel Angel, aunque se
mantuvo ligado a la expresión del color veneciana.
En 1576 − 1577 ya está en España, en parte atraído, como otros artistas italianos, por la obra del El Escorial y,
fundamentalmente, por la promesa de importantes encargos en Toledo, donde tenía conocidos vinculados a su
pasado romano, como D. Luis de Castilla quien puso en contacto a El Greco con los prelados de la Catedral
toledana.
En Toledo desarrolló su personal manera de pintar. Manierista, pero de gran vigor expresivo, aparece también
vinculado a la España de la Contrarreforma. Aparte de su producción de temas religiosos, es importante su
labor como retratista y su particular tratamiento y reinterpretación del paisaje.
En el período que abarca de la década de 1580 hasta 1614, fecha de su muerte, tuvo importantes encargos,
parte de los cuales figuran entre las colecciones de este museo.
Sobre la base de las ruinas de una casa del siglo XVI y de un palacio renacentista, en la Judería Toledana, se
levantó a principios de este siglo el conjunto que hoy constituye la Casa y Museo de El Greco. Fue el Marqués
de la Vega−Inclán quien recuperó estos espacios, así como los jardines entre 1907 y1910.
Finalizadas las obras se formalizó la donación al Estado y el 27 de abril de 1910 se constituye el Patronato,
encargado de su custodia y gobierno, del que formaron parte importantes personalidades de la época (Beruete,
Sorolla, Mélida, Cossío...). El 12 de junio de 1911 se inauguró y abrió al público.
El motivo de habilitar este conjunto era albergar la colección de obras de El Greco que, dispersas por la
ciudad de Toledo (Iglesia de San José, Hospital de Santiago, etc...), corrían riesgo de desaparecer. Esta
colección se desarrollaría con la posterior ampliación de salas, en 1921, para exponer pintura de las escuelas
españolas del siglo XVII; éste sería el punto de partida de un Centro de Arte Español, como consta en uno de
los artículos del Real Decreto de creación del museo.
Tras la reforma del año 1921, se realizarían otras dos en los años 1950 y 1960, hasta llegar a la actual
intervención, comenzada en 1990, con el fin de acometer de una forma definitiva la rehabilitación integral de
los dos edificios y la renovación de la exposición permanente de la Casa − Greco.
Se muestra ahora la primera fase, correspondiente a lo que sería propiamente el museo, y se continúa el
proyecto en el espacio de la Casa de El Greco y en el jardín. Asimismo se habilitarán otras zonas para
completar las salas de Exposición y el área pública del museo.
Las obras de El Greco pertenecen casi en su totalidad, al último período de su actividad artística, entre 1600 y
1614 − exceptuando la magnifica versión de Las Lágrimas de San Pedro Fechable hacia los años ochenta del
siglo XVI − y son todas ellas de primerísima fila dentro de su producción. Hay que destacar: el Apostolado! ;
la Vista y Plano de Toledo y los retratos de los hermanos Covarrubias.
Reúnen estas salas, además de obras de El Greco, pintura de la Escuela Toledana, de la Escuela Madrileña y
de la Escuela Sevillana del siglo XVII. Dentro de la colección de pintura de ESCUELA TOLEDANA deben
mencionarse las obras de Luis Tristán, ligado a la vida y al taller de El Greco y su hijo, Jorge Manuel
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Theotokopoulos.
ARANJUEZ.
Municipio español situado en la provincia y Comunidad de Madrid, a 51 km. al S., de
la capital. Situado en la vega del Tajo, ha sido una huerta para Madrid (cuenta con una importante producción
hortícola, centrada en el espárrago, el fresón y la alcachofa), y residencia para los monarcas de la Corte desde
Felipe II. Ya en tiempos de Fernando el Católico adquirió esa función de `real sitio', que se acrecentó con
Felipe II al instalar la capital en la vecina villa de Madrid. Felipe II impulsó la edificación del Palacio Real,
Comenzado a Construir en 1561 por Juan Bautista de Toledo y Continuado por Juan de Herrera,
concluyéndose definitivamente en la primera mitad del siglo XIX, bajo el reinado de los Borbones. Juan de
Villanueva es el principal arquitecto de la localidad. La Casa del Labrador y los jardines, que inspiraron a
Joaquín Rodrigo para componer su famoso Concierto de Aranjuez, así como al pintor Santiago Rusiñol, son
también buenos ejemplos de esta función residencial. En 1808 fue escenario del motín de Aranjuez. El trazado
de la localidad sigue un modelo típicamente barroco, a imitación de Versalles. Población (según estimaciones
para 1995), 39.417 habitantes.
Palacio real de Aranjuez, conjunto palaciego situado en el real sitio de Aranjuez (España). El proyecto
original de Juan Bautista de Toledo, continuado posteriormente por Juan de Herrera, responde a la línea de
construcciones del barroco monárquico español.
El monarca español Fernando VI lo mandó reconstruir después de que un incendio lo arrasara el 16 de junio
de 1784. En las obras de reconstrucción intervino Santiago Bonavia, que dotó de un carácter más solemne a la
fachada principal, añadiendo un piso y un ático heráldico, como hiciera merced a un pórtico que recibía los
carruajes. En el interior, la escalera aumentó de proporciones, haciendo más amplia su caja. No obstante el
carácter sobrio del palacio original, el conjunto no se verá terminado hasta la ampliación de las dos alas
laterales de la mano de Francesco Sabatani, a quien se debe el aspecto equilibrado final, herencia del palacio
de Versalles. El emplazamiento próximo al río Tajo permite, por otro lado, la presencia de unos soberbios
jardines, parte fundamental del conjunto palaciego, proyectados también por Santiago Bonavia. Su
racionalismo y su cuidada geometría indican la influencia de los jardines franceses, con grandes avenidas que
marcan ejes articulados por exedras y fuentes monumentales.
BIBLIOGRAFÍA:
Diccionario Enciclopédico Espasa − Calpe (1979).
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