Señal Colombia - Pontificia Universidad Javeriana

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APROXIMACIÓN A LA TELEVISIÓN PÚBLICA
DESDE SEÑAL COLOMBIA
DIANA MILENA NÚÑEZ ARGEL
COMUNICACIÓN SOCIAL
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
BOGOTÁ D.C.
ENERO, 2009
1
APROXIMACION A LA TELEVISIÓN PÚBLICA
DESDE SEÑAL COLOMBIA
DIANA MILENA NÚÑEZ ARGEL
TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO PREREQUISITO PARA OPTAR POR EL
TITULO DE COMUNICADORA SOCIAL
DIRECTOR:
MANUEL CARREÑO
COMUNICACIÓN SOCIAL
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
BOGOTÁ D.C.
ENERO, 2009
2
Bogotá 30 de enero de 2009
Doctor.
J ürgen Horlbeck
Decano Académico
Facultad de Comunicación y Lenguaje
Respetado Doctor
Presento el trabajo de tesis de la Alumna Diana Núñez para optar por el grado de
Comunicador Social.
El titulo de la monografía de tesis es “Aproximación a la
televisión pública desde Señal Colombia”.
Diana ha estado desarrollando el presente trabajo en el segundo semestre del año 2008,
dirigido por asesorías externas y yo me he encargado de realizar las últimas
correcciones.
Mi nota como asesor de tesis es: 4.6
Respetuosamente:
Manuel Francisco Carreño
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
4
1. TELEVISIÓN PÚBLICA EN LATINOAMERICA ¿ EDUCACIÓN Y
CULTURA?
8
1.1 Acercamiento conceptual a la tv pública
1.2 La cultura
13
1.3 Identidad y diversidad
16
2. SEÑAL COLOMBIA
2.1 Una historia de televisión pública
19
2.2 ¿Quién está a cargo de los lineamientos de producción de Señal
Colombia?, una mirada a su estructura interna
29
2.3 Ingresos
2.4 Críticos de Señal Colombia: Los educadores
33
3
ANÁLISIS PROGRAMÁTICO SUB 30
3.1 La Sub 30 Y La Audiencia
4
CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
41
50
BIBLIOGRAFÍA
56
ANEXOS
70
3
Introducción
Televisión educativa y cultural en Colombia:
Señal Colombia
Televisión pública es un concepto complejo para nuestro país, ya que pretende abarcar
desde los medios como espacio público, la multiplicidad de culturas que se encuentran en
un lugar y por ejemplo, en nuestro caso, la diversidad regional y cultural que encontramos
en Colombia; lo cual se convierte en un ideal muy difícil de alcanzar por muchos factores,
el principal de ellos el presupuesto.
Este trabajo pretende revelar, en principio como es el ideal de una televisión pública con
una conceptualización de los valores que en teoría incluye, como cultura, diversidad,
educación; planteando la problemática de compatibilidad en la inclusión de estos conceptos
dentro del medio, la oposición latente entre la academia y los medios.
Se relata una documentación histórica que nos cuenta cómo surgió y cómo se ha ido
desenvolviendo Señal Colombia con el paso de los años, incluyendo una mirada a cómo
está conformada su estructura administrativa y programática; y una pequeña mirada hacia el
pensamiento de una audiencia crítica, lo que es importante para conocer el objeto de
estudio y para analizar las causas del cumplimiento o no de los lineamientos estipulados
para televisión pública desde las mismas entidades administradoras del canal que son los
Ministerios de Cultura, Educación y Comunicaciones.
Asimismo, el proyecto abre un espacio en el que se contempla más de cerca el
funcionamiento del programa La Sub 30, el cual se destaca dentro del canal, examinando
4
sus aportes para la televisión pública nacional e inspeccionando tanto la parte productora y
administrativa como también la opinión de la audiencia respecto al mismo, gracias a un
focus group realizado por el Ministerio de Cultura en el año 2007. Esta mirada al programa
La Sub 30 y a las respuestas de la audiencia del mismo, permite realizar sugerencias
aplicables a la programación restante de Señal Colombia, tanto para modificar estrategias
como para seguir planeaciones ya establecidas.
Con ésta la investigación y el análisis se busca conocer más de cerca la televisión pública
nacional desde Señal Colombia para poder señalar algunas de sus problemáticas y analizar
posibles soluciones a partir de ese conocimiento del canal generado por la investigación;
exaltando los aspectos positivos para sugerir formas de perpetuar la producción de las
buenos productos audiovisuales de televisión educativa y cultural.
Un aspecto muy importante es rescatar a la televisión pública colombiana de ese concepto
gracias al cual muchos piensan que se encuentra destinada al declive ya que podemos ver
que se están generando cambios y pueden generarse muchos más para que Señal Colombia
pueda posicionarse como el canal educativo y cultural colombiano más representativo.
Algunas de las modificaciones que se han generado podemos verlas representadas en el
programa que observamos más de cerca dentro de éste proyecto de grado que es La Sub 30,
que con su apuesta por la cultura, genero un estilo más acorde con las propuestas de
televisión en la actualidad, incluyendo conocimiento y entretenimiento dentro del mismo
elemento.
También veremos cómo aunque no llevan un tiempo sustancial al aire estas propuestas, la
audiencia colombiana ha comenzado a responder de una forma favorable hacia los mismos,
es el caso particular del programa La Sub 30, que ha adquirido una audiencia fiel,
preocupada por el contenido, y que exalta las bondades de la televisión educativa y cultural.
Hace algún tiempo no existían expectativas de la audiencia hacia la televisión educativa y
cultural, y en realidad, actualmente es muy poca la audiencia colombiana que recurre a ésta.
5
Sin embargo, además de las pequeñas captaciones de audiencia, se puede hacer aún más,
para darle un renacer a la televisión pública nacional y a Señal Colombia, las
modificaciones y mejoras que se han hecho a una mínima escala durante los últimos años,
logrando que Señal Colombia haya obtenido grandes logros a pesar de sus recursos.
A través de un programa como La Sub 30 podemos conocer mejor la televisión pública
como medio de expresión para los colombianos, al alcance de todos, asimismo podemos
evidenciar las problemáticas que conlleva como que son pocos los colombianos que se
identifican con el canal y mucho menos que se interesan por la participación en el mismo.
Además de la imagen sosa que se tiene de televisión pública lo que reduce el interés que
podrían tener, cuando lo ideal sería que tuvieran una activa participación en la televisión
pública.
El siguiente trabajo conforma un recorrido no sólo por los conceptos, opiniones y
estructuras que la televisión de Señal Colombia tiene, sino que finalmente conlleva a una
prescripción con posibles mejorías para el canal, teniendo en cuenta sus posibilidades, y la
experiencia adquirida a través de ciertos elementos que implementaron cambios durante su
historia.
El documento está pensado para suplir la necesidad de que el público conozca un poco más
acerca de Señal Colombia, su estructura, funcionamiento, objetivos y visión, para que
pueda cumplir con el objetivo de inclusión y pueda formarse el producto audiovisual a
través de una construcción social.
Esto es importante porque sabemos que popularmente se escucha que "la educación
empieza por casa", haciendo alusión a las bases que se deben adquirir dentro del seno
familiar, de modo que la cercanía y el provecho que se puedan obtener de una televisión
pública dependen también del conocimiento que se tenga de ésta, para poder relacionarse e
interactuar con la misma.
6
Después de pensar en la familia como primera institución clave en la formación de las
personas, es menester pensar en la escuela, como segunda institución importante en la
educación de la sociedad, que debe reforzar los valores y las buenas enseñanzas, por decirlo
de alguna manera, instituidas desde el hogar; por lo que, para los maestros que son quienes
se encuentran ejerciendo su labor en la misma, es extremadamente relevante que conozcan
y sean conscientes de la ayuda pedagógica que pueden obtener de la televisión pública, de
Señal Colombia y su programación, en cuanto a contenidos educativos y culturales, que
reforzarían varios de los temas instruidos por los educadores, entre los cuales sería
novedoso añadir un tema que no está incluido en los programas de básica primaria y
secundaria como son las nociones de televisión, para que al tiempo que la televisión
cultural refuerza elementos de la educación, lo que también ayudaría a formar a los
televidentes como receptores autónomos más que como consumidores.
7
CAPÍTULO 1
Televisión pública en Latinoamérica: ¿educación y
cultura?
Para hablar de televisión educativa y cultural en nuestro país es necesario acercarse un poco
a las nociones de la misma. Un concepto que reuna un poco lo que comprende el
significado de televisión educativa y cultural, nos la ofrece como un dispositivo
comunicacional cuyo propósito prioritario converge hacia lo informativo, pudiendo
complementarse simultáneamente con lo cultural y lo formativo; y que actualmente intenta
permanecer en un sistema en el que predomina el entretenimiento.
Para adentrarnos dentro del tema de la Televisión educativa y cultural dentro de nuestro
territorio, es menester especificar, no sólo los conceptos y diferencias de la televisión
pública y de la televisión educativa y cultural, sino también, un panorama general de esta
televisión a lo largo de América Latina. Es necesario aclarar la diferencia predominante
entre Televisión pública y televisión educativa y cultural, ya que aunque muchas veces las
encontramos bajo el mismo contexto, no necesariamente se encuentran contenidas en el
mismo ámbito.
Una televisión pública se concibe desde su aspecto más general como una televisión cuyos
objetivos no se basan en lo remunerativo ni en lo comercial sino que existen en función de
otras finalidades. Televisión educativa y cultural parte del principio de contenidos
relacionados directamente con algún tipo de conocimiento referente a estos ámbitos,
contenidos formativos que instruyan acerca de temas culturales como por ejemplo acerca de
la idiosincrasia de las regiones y/o contengan contenidos académicos.
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Alrededor de América Latina observamos que existe una miscelánea de televisiones
públicas cuya parte administrativa es manejada de distintas formas, generalmente ligadas al
estado, lo que puede determinar muchas de las temáticas ahí expuestas. En Chile, por
ejemplo, encontramos la TVN (Televisión nacional de Chile) que surgió administrada por
el gobierno, y que después con una reforma de un gobierno democrático se desvinculó de
éste, desvinculándose asimismo de la dependencia financiera.
En Brasil, encontramos distintas programadoras públicas que a su vez son educativas y
culturales en distintas locaciones como Porto Alegre, Río de Janeiro, São Paulo, las cuales
se mantienen interrelacionadas compartiendo parte de su programación.
En México se mantienen los canales 11 y 22 como canales principales de televisión
pública, destacándose en especial por un contenido cultural y eminentemente tradicionalista
en su programación, y que son avalados por el gobierno y administradas por el Instituto
Politécnico Nacional, y por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, organismo del
Ministerio de Educación, y cuentan con bajo rating y poca cobertura.
Entre los pocos ejemplos que podemos ver relacionados con televisión educativa y cultural,
la constante generalmente es la poca acogida en la audiencia, que sinembargo, en canales
educativos y culturales privados, no se ve reflejada, por varios factores como presupuesto,
estilo y producción, entre otros, es el caso de Discovery Channel (por citar un ejemplo),
cuyos contenidos son ilustrativos e impartidores de conocimiento, cuya puesta en escena
atractiva, narrativa audiovisual mas atractiva y otros factores aseguran la permanencia de
una significativa audiencia.
El caso latinoamericano en donde generalmente la televisión se encuentra ligada al estado,
algunas veces dependiente del gobierno, otras no, complica el tema del presupuesto
destinado, del compromiso con la realización de los contenidos y con la construcción de
una televisión incluyente, que pueda en realidad comprometerse a fondo con la educación
y/o cultura de la sociedad.
9
En nuestro país Colombia con el pasar de los años y con el crecimiento de la sociedad,
hemos presenciado reajustes en las necesidades de la audiencia y de los medios, pero
debemos considerar que precisamente por ésta expansión social determinados programas o
canales han sido concebidos, planteados y diseñados en función de una intencionalidad
específica como sabemos, por ejemplo, el mayor porcentaje que comprende la mayoría de
los canales y cadenas conforman su estructura programática acorde con el entretenimiento y
sus distintas variables, suministrando un servicio en el que la tele audiencia puede encontrar
espacio para el esparcimiento, la diversión, la distracción, que confluye hacia un sector
comercial, en el cual, el televidente no es solo un teleespectador sino un consumidor y
comprador en potencia.
Así como la televisión está, en su mayor parte, catalogada para recreación, nos
encontramos con una variable que es la televisión pública, que generalmente se dirige hacia
un público mucho más específico compartiendo una misión educativa que ilustra, imparte
conocimiento, afianza identidades, entre otras funciones con las cuales puede catalogarse
como una televisión educativa y cultural.
Conceptualizar el educar a través de la televisión según la noción de José Manuel Pérez
Tornero, es transmitir contenidos de carácter formativo y educativo a través de la
televisión, lo que nos conduce a realizar una observación íntegra con la que podamos
replantear tanto la educación como la televisión. (Pérez, 1994)
Hay que convenir en que para hacer la transición de un medio en el que, (debido a sus
contenidos preponderantes) frecuentemente se ve orientado al entretenimiento, pasemos a
pensar en un dispositivo de aprendizaje, tenemos que examinar todo el proceso, desde el
punto en que se crea el producto audiovisual con todos los lineamientos y estipulaciones
que conlleva hasta que llega al espectador cubriendo su necesidad de aprendizaje; buscando
de ésta manera un punto de conexión entre la sociedad de consumo y un servicio público de
interés general.
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Es por tanto necesario reflexionar acerca del aspecto en que la televisión, con la gran
influencia que ostenta, contribuya con aportes realmente significativos a la sociedad para
que se presente una genuina comunicación y pueda servir para el ascenso de nuestra cultura
y a su vez, en la educación, se tome como una herramienta para acrecentar y desarrollar el
conocimiento y el aprendizaje de las personas.
“La educación tiene que salir de su reserva académica para convertirse en una tarea
global y cotidiana, que asuma la realidad social y que busque mejorarla” (Pérez Tornero,
1994)
Esta perspectiva de televisión educativo – cultural de Pérez Tornero tiene como principal
objetivo el desarrollo cultural y educativo de la sociedad, utilizando como eje central la
participación y expresión de la comunidad, promoviendo y asistiendo con la creación e
innovación cultural en todas sus facetas ( arte, ciencia, etc.), colaborando a la vez con el
sistema educativo entendiéndolo todo como una sola unidad (escuela, familia y sociedad),
buscando así una cooperación con los diversos ámbitos de producción cultural y en donde
el propósito lucrativo pasa a un segundo plano, sin descuidar los criterios de rentabilidad o
comercialización del producto, resaltando como idea primordial el trabajo en conjunto tanto
con los organismos que apoyan el desarrollo de la comunidad, como con las demás ofertas
de televisión.
La educación en televisión debe fusionarse para interactuar activamente con la tele
audiencia, haciendo que ésta gestione un buen uso y se apropie del medio como un espacio
perteneciente a todos en el que puedan intervenir, expresarse, desenvolverse, crear e
innovar: un espacio público.
Una definición de espacio público que sería el espacio en el que por definición se
desenvolvería la televisión pública nos la confiere Vizcaíno:
“… El espacio público es el sector donde los beneficios culturales, ideológicos o
económicos, también pertenecen a la colectividad y no deben ser interferidos por intereses
11
ajenos al concepto de “público” que desnaturaliza no solo el servicio sino la
comunicación”. (Vizcaíno Gutierrez, 1992)
Acorde con estos conceptos de televisión pública y espacio público, la televisión pública
puede ser aquella dispuesta a reformular el cursor por el que se rige normalmente la
televisión como medio y dispositivo de información, conocimientos y mensajes; para
contribuir al propósito de reedificación y mejoramiento de la sociedad en cuanto a su
cultura, educación e identidad; dejando de lado las intenciones comerciales para establecer
un servicio a la comunidad en el que exista una retroalimentación que permita acceder y
confrontar un mayor desarrollo cultural, educativo y televisivo.
Los conceptos de cultura, educación e identidad también deben ser analizados para
concretar de qué manera están siendo emitidos y captados por los distintos grupos que
hacen parte de la tele audiencia de un país multicultural como lo es Colombia, y para saber
de que manera la televisión pública puede impulsar y promover aspectos positivos de la
pluralidad del país.
Esta característica multicultural, hace que se fraccionen aún más los contenidos
programáticos ya que al igual que las diferencias de edad y de gustos dentro del público, la
diferenciación cultural hace que las necesidades y exigencias de la sociedad adquieran
diversificaciones que necesariamente dictaminan reformas de géneros, formatos y
contenido.
Estos cambios son de vital importancia ya que cumplen con una función que es la de
contribuir al mejoramiento y afianzamiento de la diversidad y consecuentemente de la
identidad de las poblaciones colombianas.
Una mirada más penetrante nos habla de éstos conceptos contemplados en la televisión
pública: conceptos tal y como son cultura, educación, diversidad e identidad; y cómo están
siendo aplicados desde lo público que es un aspecto que tampoco hemos logrado apropiar
satisfactoriamente, lo que se puede observar debido a la poca y escasa o nula relación que
tiene la gente con la televisión pública y en general con el espacio público del país.
12
Este concepto de espacio público toca un aspecto a considerar en cuanto a la televisión
pública y es el del obstáculo que pueda o no emerger en el momento en que ocurra un
distanciamiento entre la televisión público y el concepto de lo social y público; al
presentarse ésta situación se dificultaría la conexión entre el producto cultural y educativo y
la tele audiencia, el puente que ha de enriquecer, a través de retroalimentación y
perfeccionamiento, ambas partes de este sistema.
Si la televisión pública se desvía de sus objetivos culturales y educativos y propende hacia
propósitos o proyectos lucrativos, el buen funcionamiento o el perfeccionamiento de la
producción educativa y pública y de la sociedad alteraría la autenticidad del proceso
comunicacional.
Ambas partes, en un sistema ideal, han de sustentarse y enriquecerse la una a la otra: la
televisión pública como un reflejo de cómo está conformada la sociedad, y así mismo la
televisión pública ayuda a ésta a re afianzar su identidad y porqué no, a impartir
conocimientos y educación.
Es bastante generosa la televisión pública en el momento en el que se auto confiere todos
éstos compromisos que son de gran magnitud, así como de objetivos nobles que tienden al
progreso social, sin embargo, ¿cómo satisfacer la misión de cumplir todos las
responsabilidades que se ha adjudicado desde sus inicios dentro de sus principios básicos, si
se le dificulta de gran manera el objetivo más elemental, que es ser visto por la tele
audiencia?
Ahora bien, sabemos que los medios audiovisuales son muy competitivos y muchas veces
resulta difícil posicionarse dentro de ellos cuando cada vez son muchas más las ofertas de
canales especializados en los distintos intereses del público, sin embargo los contenidos
educativos y en especial, los culturales, por exponer acerca de nosotros mismos y de
nuestra idiosincrasia, deberían convertirse en un epicentro de interés general para toda la
tele audiencia colombiana, no solo para conocernos sino para expresarnos, funcionando
como un espacio público.
13
Sin embargo, éste proceso en el que se presume que los contenidos se emiten y la audiencia
no solo los apropia, sino que participa activamente con los productos educativos y
culturales, porta muchas fallas para que esto se presente de la manera en la que se encuentra
proyectado.
¿Cuáles son las percepciones o conceptos que tenemos de la televisión pública y cuáles de
éstas valoraciones se cumplen en nuestro país?
Acercamiento conceptual a la TV pública
La televisión pública es una opción extra la televisión habitual que, en teoría, debe
circunscribir un camino hacia el reconocimiento de la sociedad, pero desafortunadamente
no es percibida como tal, y mucho menos de la manera en que pensamos la televisión como
propuesta interesante y seductora para los espectadores, ya que el concepto general que se
tiene de ésta derriba el interés que pueda generar y el conocimiento que pueda ofrecer para
los mismos.
Un concepto práctico de cómo se crearía de forma ideal la televisión pública, nos lo sugiere
Omar Rincón con lo que él denomina: “Los diez mandamientos para hacer televisión
educativa” (Rincón, 2005) que toca muchos aspectos claves en cuanto a éste proceso.
El primer y segundo apartado convocan puntos vitales para conservar la estructura de la
narración televisiva y aplicarla a los contenidos educativos y culturales. “La televisión no
reproduce la secuencia lineal y curricular de la educación formal sino que trabaja sobre el
proceso y el flujo propio de las narrativas audiovisuales.”
(Rincón, 2005)
14
Otro punto muy relevante lo constituye el número IV que nos expone la participación de la
televisión pública en la formación de modelos sociales. La televisión pública se apropia de
la misión de servir como contexto a la multi-cultura y a ampliar la construcción social, que
se realiza desde lo audiovisual, esperando que sean resaltados los aspectos positivos de la
idiosincrasia colombiana, de manera en la que exista una aprehensión real de
conocimientos, valores y competencias para formar “ciudadanos productivos” para el país.
Otro aspecto sumamente importante se encuentra contemplado en el apartado VI, que ha
sido comentado un sinnúmero de veces, que se resume en una frase concisa pero algo
repasada, como es “pensar local, actual global”. Rincón habla, precisando un poco más, de
cómo las temáticas actuales deben ser locales y las narrativas, globales; por lo que, tanto
éstas temáticas como las narraciones deben estar a la vanguardia, tanto en formas, formatos
y contenidos, para lograr no solo llegar, sino seducir y mantener a los espectadores.
IV. Recordar que la televisión es educativa en cuanto forma en modelos sociales. La
televisión es educativa cuando es escenario del diálogo intercultural, presenta lo universal
que no pasa por lo comercial y amplia las posibilidades simbólicas de construcción de
ciudadanía, democracia y sociedad civil. (Rincón, 2005)
Otro de los ítems de Rincón que merece igual atención ya que constituye un punto que debe
considerarse como un medidor de la efectividad de la televisión pública el atribuírsele el
calificativo de educativa en la medida en que genera “proyectos de interactividad en la
comunidad educativa”; ésta condición podría medirse a partir, no únicamente del rating,
sino del uso de medios, no solo por la frecuencia o intensidad con que utilizan los usuarios
la prensa, la televisión, la radio, la internet; sino también el para qué lo utilizan y como
contribuyen con éstos usos al mejoramiento de la sociedad.
X. Recordar que la televisión es educativa en cuanto genere proyectos de interactividad
con la comunidad educativa; la interactividad del canal educativo está dada por el uso de
los multimedios (televisión, radio, impresos e internet) (Rincón, 2005)
15
¿Podemos decir que los canales que cumplan con estos requisitos o “mandamientos”
pueden ser considerados televisión educativa y cultural? No necesariamente, pero un
aspecto sobresaliente en estas premisas indica que un canal cultural y educativo debe
imponerse como contexto para el intercambio cultural, para la intertextualidad de los
grupos culturales, pudiendo dejar un aprendizaje en los individuos que sea de provecho
para los mismos, presentándolos de la manera audiovisualmente más atractiva en la medida
en que esto sea posible.
Entre los canales nacionales el mayor ejemplo de este tipo de televisión, o que por lo menos
cumpla con mayor fidelidad los requerimientos o cualidades que se necesitan para
designarse como tal, es Señal Colombia, que se clasifica autodefiniéndose como televisión
educativa y cultural sin que se vea eliminado el problema existente entre la relación de la
industria lucrativa, y la función social con la que muchos han responsabilizado a la
televisión.
La televisión cultural y educativa trae consigo ésta responsabilidad implícita, ya que por
definición se adjudica el compromiso de posicionarse como un espacio presto para que se
presenten procesos de interacción entre distintos modelos culturales dentro de un espacio
audiovisual.
Anteriormente se tenía la concepción de que la educación por televisión se restringía a esos
procesos en que se guía al televidente realizando procesos en los que se muestra la
enseñanza tradicional en uno de sus aspectos.
Lo educativo se concibe no desde la perspectiva tradicional de aprendizaje por medio de lo
audiovisual en el que los conocimientos a adquirir están estrechamente ligados con la
escolarización que tienen que ver con instrucciones para realizar procedimientos de la
enseñanza como operaciones básicas y procesos de gramática; que aún siendo importantes,
no son los contenidos apropiados para la televisión pública, por tanto, lo educacional en
televisión pública se mira desde una perspectiva de aprehensión y de comunicación, donde
16
se construye a través de una retroalimentación de todos sus componentes que entretejen una
gran red social y en la que fluctúan conocimientos humanos.
Está claro que es importante, para tener paso a muchas personas que se encuentren en
distintos contextos (entendiendo que esto se da porque coexistimos en un país
multicultural), debe pensarse éste tipo de televisión, no solo desde la cultura y la educación,
sino desde las particularidades de los grupos, de las minorías, de su contexto social, para
evidenciar la aprehensión que pueda llegar a hacer del contenido, y que de ésta manera la
televisión educativa y cultural pueda obtener la relevancia que merece en el contexto social.
Después de observar las pautas que expone Omar Rincón acerca de la realización de
televisión educativa y conociendo como se percibe una televisión pública de calidad por
uno de los conocedores y críticos del tema, es menester cuestionarse cómo se conciben los
otros elementos que se encuentran contenidos en el concepto de televisión pública: cultura,
identidad y diversidad.
La cultura
Una definición bastante general de cultura nos la delimitaría como una construcción
conformada por distintos componentes sociales en un contexto y que se encuentra en
permanente desarrollo.
Según los lineamientos de comunicación del canal Señal Colombia el concepto cultura
abarca cuantiosos componentes encontrados en los grupos sociales que abarcan desde lo
material hasta lo inmaterial. Comprende comportamientos, incluyendo hábitos, valores,
conocimientos.
“La cultura se ha considerado como la construcción social de lo que significa “el conjunto
de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan
una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos
17
de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias.
La cultura se halla conformada por las prácticas, formas de actuar y de sentir de un grupo.
Pero los fenómenos culturales son ante todo procesos. Esto quiere decir que, si bien
forman parte de la cultura las tradiciones, las costumbres, las prácticas, etc., nos interesa
sobre todo entender qué fue lo que llevó a generar esas prácticas y costumbres. Es decir el
proceso social subyacente, que tiene como componente fundamental una manifestación
cultural específica.
La cultura es el entramado de relaciones y cosmovisiones mediante las cuales una
comunidad comprende e interpreta el mundo y cuyo conjunto de expresiones son resultado
de la acción continua y prolongada de esa comunidad transformando un territorio
mediante el soporte de su memoria. Está en permanente proceso de recreación y creación,
de cambio y adaptación, ante nuevas realidades sociales.
Lo cultural incluye, además de las manifestaciones referidas anteriormente, los procesos
que explican su aparición y les confieren razón de ser. Procesos que con el paso del tiempo
hacen que las manifestaciones se vayan resignificando y se sigan reproduciendo, o que
simplemente pierdan sentido y desaparezcan.
Este punto es importante y para subrayarlo vamos también a hablar de lo cultural, como el
resultado de prácticas y formas de percibir, pensar y actuar que le dan significado a
nuestra vida diaria. Lo cultural es todo aquello con lo cual nos enfrentamos a nuestro
diario vivir. Lo que nos sirve de guía para actuar, así como lo que vamos generando a
medida que vamos cambiando y adaptándonos a nuevas circunstancias, a partir de lo que
sabemos y pensamos que es válido o correcto.
Situarse en lo cultural permite concebir la cultura desde una perspectiva dinámica y en
permanente configuración, la cultura como algo vivo que se crea y se recrea
permanentemente, dependiendo de las necesidades de su contexto.” (Señal Colombia, 08)
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Ésta es, una visión sustanciosa de lo que se concibe como cultura, ahora, sabemos que la
televisión tiende a ser (incluso con el auge que ha tenido la Internet) una de las
herramientas electrodomésticas mas imprescindible en los hogares colombianos y del
mundo, ¿cómo se interrelaciona con la cultura?
Lo cultural no se evidencia únicamente en el actuar de los individuos, o en la interacción
social que realizan a distintos niveles, sino también en los programas creados por y para
ciertos individuos, esto es, de cierta manera un reflejo de lo que les gusta y de lo que son.
Es así como el tipo de programación demandada y creada ayuda a conocer un poco quiénes
somos y lo que queremos, esperamos y por consiguiente, creamos.
Lo cultural puede o debería ser percibido desde una visión muy íntima en un contexto
global, tal como ha sido expresado por la asesora de TV pública, Susana Silva en entrevista
con Señal Colombia, con relación a establecer una fórmula para despertar el interés en la
TV pública que sería “Pensar global, actuar local”; método que se intenta ejecutar en Señal
Colombia, pero que hasta el momento en pocos casos ha logrado surtir efectos y captar una
audiencia significativa. Debería ser un nosotros, no únicamente para nosotros, sino un
nosotros para el mundo.
Los contenidos culturales se construyen a partir de hechos cotidianos que se entretejen en
una locación y que componen todo un sistema, cuyas particularidades son de sumo interés
para la tele audiencia, suscitando ya sea el interés por una cultura diferente a la nuestra o un
sistema de auto conocimiento para con nuestra propia cultura.
Uno de los métodos para que esto funcione es revelar estas particularidades de una manera
atractiva universalmente para que le interese tantos a los que participan del movimiento
cultural como a los que están semi-ajenos o ajenos completamente a ella. Pensar la
presentación de manera universal para que pueda ser admitida por diferentes colectivos y
pueda tener rating. El sentido universal que se le puede dar al producto audiovisual muchas
veces tiene su atractivo en el sentimiento de identificación que puede dar al público.
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Identidad y diversidad
La identidad puede definirse como un acumulado de variables que describen y definen al
grupo de personas que habitan determinado lugar. La función de un medio de comunicación
al expresar un tema cultural en un producto audiovisual cultural y educativo, sería mostrar
estas existencias culturales de manera atractiva para que, como dije anteriormente, interesar
distintas poblaciones o afianzar el sentido de identidad que puede haber en el público.
El término identidad está íntimamente relacionado con el concepto de cultura, ya que todas
esas características o particularidades que surgen conformándose como una parte de ese
entorno social en lo que se conoce como cultura crean un sentido y capacidad de auto
reconocimiento o pertenencia que podemos denominar como Identidad.
Sabemos que Colombia es un país enriquecido con una multiplicidad de culturas y
subculturas, estas variaciones o distintas agrupaciones que encontramos podemos llamarla
de una manera muy escueta diversidad.
Además de las características etnográficas, la sociedad y la cultura, que están en
permanente transmutación creando sus propios distintivos que se salen de los paradigmas
de lenguaje o de raza, que Jesús Martín Barbero lo señala de la siguiente manera:
“…Y frente a las culturas letradas - ligadas estructuralmente al territorio y a la lengua- las
culturas audiovisuales y musicales rebasan ese tipo de adscripción congregándose en
comunas hermenéuticas que responden a nuevas maneras de sentir y expresar la identidad,
incluida la nacional. Estamos ante identidades más precarias y flexibles, de
temporalidades menos largas y dotadas de una flexibilidad que les permite amalgamar
ingredientes provenientes de mundos culturales distantes y heterogéneos, y por lo tanto
atravesadas por dis-continuidades en las que conviven gestos atávicos con reflejos
modernos, secretas complicidades con rupturas radicales”. (Barbero, 2002)
20
Esto vendría conformándose en una mezcla de las características culturales que ya
poseemos gracias a nuestra etnia y lugar de nacimiento y que vamos transformando a
medida que vamos interactuando con la sociedad, en especial la sociedad cada vez más
tecnológica de la que hacemos parte.
“…Estamos habitando un nuevo espacio comunicacional en el que “cuentan” menos los
encuentros y las muchedumbres que el tráfico, las conexiones, los flujos y las redes.
Estamos ante nuevos “modos de estar juntos” y unos nuevos dispositivos de percepción
que se hallan mediados por la televisión, el computador, y dentro de muy poco por la
imbricación entre televisión e informática en una acelerada alianza entre velocidades
audiovisuales e informacionales”. (Barbero, 2002)
La televisión ha de cumplir este papel no solo de dispositivo sino de contexto para que estas
modulaciones se presenten, en especial la televisión pública que tiene un contexto diseñado
para estar al servicio de la promoción educativa y cultural de la tele audiencia.
El Ministerio de Cultura establece principios que se perfilan en el Plan Nacional de Cultura
y que se presentan en un proyecto nacional de comunicación, cultura y educación en
medios (PROCEM), que propende por la participación ciudadana fomentando la
interacción de la multiculturalidad del país, la diversidad, los valores, el sentido de
pertenencia nacional, los recursos ambientales, etc.
“De acuerdo con los lineamientos del PROCEM, la programación de Señal Colombia
buscará ser el punto de convergencia de la enorme diversidad característica de la
población colombiana: los colombianos de todas las edades, de todas las etnias, de todas
las culturas, deberán encontrar en este canal una actitud abierta y acogedora, empapada
del principio de transversalidad que anima toda la propuesta. Los proponentes deberán
especificar la representatividad de su propuesta de acuerdo con lo fijado por el
PROCEM”. (Señal Colombia)
21
Es menester registrar estos conceptos que servirán más adelante para establecer hasta que
punto cumple la televisión pública con la propuesta de un contexto que dé cabida a la
diversidad cultural y de la tele audiencia y como se construye y recrea ésta dinámica, auto
propuesta por las mismas definiciones de televisión pública, que no solo implica una
apertura a las distintas subculturas o subgrupos regionales, sino también a aquellos que no
tienen lugar en las cadenas comerciales.
Ahora bien, ¿el pluralismo y la diversidad se dan en nuestros medios de comunicación
públicos colombianos?, Por oferta plural se entiende que los medios tienen que plantear una
oferta variada, no monopolística, como requerimiento básico del mercado de ideas plural.
La multiplicidad de canales, operadores, productores, etc., parece ser la garantía de este
pluralismo en el panorama europeo. El respeto al pluralismo y a la diversidad, por tanto,
forma parte esencial de la cultura europea, y aún de toda verdadera cultura, por tener
profundas raíces en la misma racionalidad humana. Se trata de un valor que no es
patrimonio de la ideología tolerante que tratamos de caracterizar, sino que trasciende en
forma radical. Es ésta un modo de pensar que aparece cuando, por entender mal las
relaciones humanas, se lleva ese valor al extremo.
El pluralismo como representatividad supone atender a las distintas sensibilidades sociales
permitiendo su acceso a los contenidos de los medios. Es pertinente aclarar que atendiendo
los estudios elaborados por: Mª Teresa La Porte Y Teresa Sádaba (Profesoras en la Facultad
de comunicación. Universidad de Navarra), sugieren la existencia de tres indicadores para
medir el grado de pluralismo en los medios de comunicación en Europa: “La presencia de
los diferentes grupos sociales o políticos, la naturaleza de su intervención y las
características de la imagen difundida”
(La Porte & Sádaba, 2005)
Sin embargo, las instancias
políticas europeas coinciden mayoritariamente en la defensa del servicio público; todo ello
conduce a que la revisión actual se limite a plantear la necesidad de redefinir la función de
la televisión pública que ha adoptado algunas prácticas propias de la televisión comercial
como medida necesaria para subsistir en un mercado cada vez más competitivo.
En
Latinoamérica este proceso es similar, solo que la realidad nos muestra que su oferta busca
ofrecer otra opción y por más que se evite, se compara con la televisión privada, pero al no
22
presentar la misma financiación que tienen los canales privados, queda limitada, lo cual
denota la diferencia en la proyección, la trascendencia y la calidad del servicio.
En Colombia encontramos varios canales de televisión nacional, que al ser regionales
pueden ser llamados como públicos, presentan una programación tendiente a reafirmar el
pluralismo y la diversidad desde su misión. En la página oficial de la CNTV
(http://www.cntv.org.co) se referencian los siguientes canales regionales que se encuentran
distribuidos en distintas regiones de Colombia conformando el contexto de televisión
pública en el país, buscando cubrir distintos objetivos propuestos de la televisión pública:
Canal Capital Ltda., tiene por objeto realizar programación con énfasis en temas de origen
regional cuyo contenido esté orientado al desarrollo social y cultural de la comunidad que
cubre. Por su parte, Canal 13 TeveAndina Ltda., tiene como objeto la prestación del
servicio público de televisión abierta en 14 Departamentos del país, del que forman parte,
Amazonas, Arauca, Boyacá, Cundinamarca, Casanare, Caquetá, Guainía, Guaviare, Huila,
Meta, Tolima, Putumayo, Vichada, Vaupés y Santafé de Bogotá D.C., con el enfoque de
recrear de manera sana e informar veraz y objetivamente, haciendo énfasis en temas y
contenidos que expresen la identidad cultural de las regiones.
Aparece Telecafé, que presta el servicio de televisión pública en la región colombiana del
Eje Cafetero. El objeto de Telecafé es prestar el servicio público de televisión en el área de
cubrimiento autorizada (Caldas, Quindío y Risaralda) con programas de carácter educativo,
cultural, informativo y recreativo. Dentro de sus logros cabe mencionar que su señal llega a
un total de 51 municipios entre estos 3 departamentos. No tiene señal en el satélite (está en
proceso).
Telecaribe guía sus estrategias basados en prestar con alta calidad el servicio público de
televisión regional a través de una programación variada dentro de los distintos géneros
televisivos, dirigida a la familia, con énfasis en la producción de temas de origen regional y
seleccionado según valores que contribuyan al desarrollo social y cultural de la comunidad
caribe colombiana. El canal busca consolidarse como un escenario de integración del caribe
colombiano desde su entorno, a partir de la información y la comunicación que generan sus
23
8.800.000 habitantes, y llegar a cubrir el 100% de la región Caribe Colombiana. Tiene un
área de cubrimiento por alrededor de 7 Departamentos; entre ellos, César, Córdoba,
Guajira, Magdalena, Sucre, Bolívar y Atlántico. En estos departamentos un total de 153
municipios están cubiertos.
Luego de 14 años al aire, Telepacífico se convirtió en un canal público de televisión
regional que ha logrado liderar la difusión de valores culturales y educativos, integrar los
intereses de la comunidad y acercarse a los televidentes por medio de programas que
expresan y ponen de manifiesto la idiosincrasia de la región. Cuenta con una cobertura de 4
Departamentos, ellos son, Valle del Cauca, Nariño, Cauca y Chocó. En estos departamentos
un total de 100 municipios están cubiertos.
Teleantioquia, fue el primer canal regional constituido y ya completa 20 años en el
mercado. Dentro de sus objetivos esta el ofrecer un producto que atraiga y genere un mayor
consumo en televidentes y anunciantes; lograr la sostenibilidad del canal y fortalecer la
infraestructura tecnológica. Solamente 2 departamentos disfrutan de su señal (Antioquia y
Chocó), pero estos departamentos suman un total de 117 municipios que tienen cobertura.
TRO es el Canal Regional del oriente colombiano, que se encarga de la operación del
servicio público de la Televisión a través de la realización, producción y emisión de
Programas Educativos y Culturales. Como operador del servicio televisivo, su objetivo es
confirmar su naturaleza jurídica como medio de comunicación concebido para ser voz e
imagen de la región que cubre. Norte de Santander y Santander, aparecen como los
departamentos que son de su zona de influencia. En total 37 municipios están cubiertos.
Tiene la señal en el satélite.
Teleislas busca afianzar la protección de la identidad cultural en la comunidad raizal y
propende por la soberanía nacional. Se proyecta como una organización con amplio
liderazgo en la emisión de programación de verdadera alternativa para el televidente, que
sirva como medio de vitrina turística de la región insular, que promueva las
manifestaciones culturales propias del archipiélago. Su área de influencia en el
24
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Actualmente sólo cubre San
Andrés.
Sin embargo, el canal que más se destaca en Colombia y que más se reconoce en su calidad
de televisión pública y para fines de mi investigación es Señal Colombia, aunque aún está
tratando de corregir sus múltiples falencias, es un canal que propende por la cultura y la
educación, que se constituye como una gran ventana de exposición y continuación de
diferentes proyectos relacionados proyectados y regulados por los Ministerios de
Comunicaciones, Cultura y Educación.
“Somos lo nuestro” parece ser el lema de los canales públicos, que llegan a sólo a ciertos
grupos teniendo como objetivo, brindar la oportunidad para expresar otras miradas y
perspectivas sobre cómo construir una sociedad pluralista, sobre las diferencias, sobre las
cosas que nos unen, sobre las ideas nuevas, sobre lo que ya se innova y quizás
desconocemos, sobre temas que generan polémicas.
Esclarecer, desmitificar, brindar elementos de análisis para la toma de posición;
a partir de entrevistas tomar contacto, obtener información, indagar sobre temas que nos
ayudan a tener en cuenta la posición propia y la de los otros: la de aquellos que piensan
desde otras perspectivas; y poder escuchar, dialogar y pensar con otros.
Es claro que la Comisión Nacional de Televisión, en su calidad de organismo de derecho
público dependiente de un sistema constitucional que efectúa los proyectos del servicio
público de televisión que han sido forjados por el estado, crea unos espacios que sugieren la
puesta en marcha de una serie de estrategias que le permiten desde su óptica, un
acercamiento a la sociedad y con ello generar la construcción de una cultura con gran
sentido de pertenencia por su identidad, idiosincrasia y diversidad con un alto grado de
tolerancia y pluralismo.
“La denuncia sobre la reducción del pluralismo en los contenidos es, en la mayor parte de
los casos, puramente intuitiva, siendo muy insuficientes también los métodos de medición
de la presencia de esos valores en la programación” expresa (Miguel Bustos, 2007)
25
escritor; ya que el pluralismo es un valor social y políticamente aceptado que busca que los
medios de comunicación reflejen la diversidad de situaciones que caracteriza la realidad
social y política, asumiendo la cadena de valor de la diversidad como el instrumento de
análisis del pluralismo. La pregunta sobre la necesidad de su existencia está latente tanto
entre los reguladores de la parte administrativa como entre los consumidores; ¿sería posible
diseñar nuevas vías de financiación y perfeccionar los instrumentos legales que garanticen
la defensa de los valores que el medio público tiene asignados?
El debate se origina, no obstante, sin excesivo fundamento empírico. Sólo existen
evidencias que justifiquen esta revisión en los métodos de financiación, donde las prácticas
de la televisión pública son fácilmente verificables, la discusión sobre las funciones de la
televisión pública, garante tradicional del pluralismo, cuestionando su comportamiento en
un mercado audiovisual dominado por criterios comerciales.
El subsecretario de Telecomunicaciones en Chile, Pablo Bello emitió las siguientes
palabras respecto a la compra por parte del Grupo español Prisa de la red de emisoras
Iberoamerican Radio:
"Estamos convencidos que la concentración de los medios de comunicación no es buena
para el país. Nuestra visión es muy clara y muy nítida: aspiramos a que hayan más diarios,
aspiramos a que hayan más radios, aspiramos a que hayan más canales de televisión".
Ahora...si llevamos esa frase a un contexto más amplio de la realidad de los medios de
comunicación, nos podemos dar cuenta que no es tan consecuente.
Cuestionándonos acerca de los medios, no sólo en países como Chile, sino también en
nuestro país, Colombia, en donde la competencia de la televisión comercial está
prácticamente definida, nos preguntamos por el surgimiento de radios y canales
comunitarios, y donde quedan éstos de cierta manera relegados por la televisión privada y
por las ofertas que ofrecen otros canales y las limitaciones que tienen los mismos medios
comunitarios.
26
Este respeto al pluralismo y la diversidad, hoy extendida incluso a las especies biológicas,
responde a una realidad indudable y fundamental: la civilización europea, desde el siglo
XVI, ha valorado y defendido, por concretas y a veces trágicas circunstancias de su
historia, el pluralismo religioso, cultural y político. Hemos aprendido a convivir con gentes
de distintas culturas, tradiciones y religiones. El proceso cultural de los tres últimos siglos
nos ha enseñado que esa pluralidad no es una pérdida, sino todo lo contrario, una ganancia.
Hemos aprendido a respetar y a convivir con quienes no piensan como nosotros. Esto no es
sólo un hallazgo de la Ilustración, sino un crecimiento de la sensibilidad hacia la dignidad
de la persona y su libertad, que en Europa ha existido desde el siglo V antes de Cristo, y en
especial desde que éste predicó su mensaje. Esa sensibilidad ha aumentado mucho gracias a
la mejora de la educación y a la progresiva desaparición de la miseria económica, jurídica,
política y moral que ha tenido lugar en Europa. No obstante en Colombia como parte de
Latinoamérica estamos en la búsqueda de la cualificación de la televisión, lo cual nos sirve
como medio que genere una cultura en pro del respeto por la vida y la dignidad humana.
La ideología tolerante, en efecto, es el desarrollo lógico del ideal de la elección, y de la
visión liberal del hombre y de la sociedad, arraigada principalmente en el mundo
anglosajón y germánico. Según esa visión, la libertad consiste sobre todo en emancipación,
es decir, independencia, autonomía respecto de cualquier autoridad: cada uno es la única
autoridad legisladora sobre sí mismo; la autoridad civil no pasa de ser un simple árbitro,
que organiza los intereses de individuos que eligen libremente lo que quieren. Sobre esa
base se añaden dos ideas: Para garantizar el pluralismo territorial y cultural, entre las
distintas cadenas de los Estados, existe un acuerdo para subvencionar a los más pequeños
para que puedan tener sus propias emisoras frente a los grandes (aunque esto actualmente, y
debido a cuestiones económicas, está muy cuestionado).
"Desde el punto de vista de las concentraciones de los medios, la noción de pluralismo
debe ser entendida como la posibilidad de que una larga gama de valores, opiniones,
informaciones e intereses de orden social, político y cultural puedan encontrar el medio de
manifestarse a través de los medios de comunicación de masas. El pluralismo puede ser
interno, a través de una amplia gama de valores, opiniones, informaciones e intereses que
encuentran un vehículo de expresión en el seno de un organismo determinado del sector de
27
los medios, o bien externo a través de un cierto número de estos organismos, cada uno de
ellos expresando un punto de vista particular" (Conferencia concejo de Europa, 1994)
De este modo, pluralismo interno y pluralismo externo son los dos modos de concebir el
pluralismo que coinciden de modo aproximado con lo que en las legislaciones se concebía
como representación y oferta plural respectivamente.
El pluralismo externo está relacionado con la concentración del mercado, mientras que el
interno se vincula a la diversidad de ideas y opiniones en los contenidos. Con cierta
frecuencia, se ha entendido que el primero afecta al segundo, en cuanto que un mercado
más concentrado puede limitar el pluralismo de los contenidos. Esta hipótesis se ha
contrastado con recientes estudios que señalan que la concentración afecta a los niveles
financieros y productivos, y no siempre a los contenidos (Sánchez - Tabernero & Carvajal,
2002).
En torno a este debate aparecen tres escuelas de investigación diferenciadas. En primer
lugar, la escuela crítica aboga por un proteccionismo que evite la excesiva concentración,
argumentando que los productos mediáticos son productos culturales (Wright, 1994;
Shaughnessy, 1990; Burgelman y Pauwels, 1992; Machet, 1998). En el lado opuesto, la
escuela liberal, apuesta por el libre mercado de ideas que lleva a su propia regularización y
equilibrio. En tercer lugar, la escuela moderada, introduce nuevas variables al debate,
explicando que en la defensa del pluralismo, no sólo se puede tener en cuenta los factores
del mercado, sino que hay que atender a otros elementos como las propias funciones de los
medios, el concepto que tienen de sí mismos, su línea editorial, etc. (Toussanit, 1996;
Picard, 2002; Albarran, 2002; Nieto e Iglesias, 2000; Doyle, 2002). Por lo tanto, el punto
central del debate se traslada de la titularidad de los medios a sus contenidos y su enfoque.
Este trabajo de tesis adopta el concepto de pluralismo utilizado por el Consejo de Europa.
Esta definición incluye todas las dimensiones del pluralismo que afectan a los medios de
comunicación. También es especialmente oportuna porque esta institución actúa en el
mismo ámbito sin distinción geográfica en Latinoamérica. Así mismo, se parte de la idea
de que la televisión pública tiene una específica misión de salvaguarda del pluralismo y
28
actúa, por lo tanto, como factor de equilibrio ante los riesgos de la excesiva
comercialización. De este modo, se supone que los contenidos de la televisión pública
deben adquirir elementos diferenciadores respecto a la privada.
De acuerdo con el concepto de pluralismo asumido, el modelo que se propone para la
valoración de su presencia en los informativos está sustentado sobre tres indicadores:
representación de los grupos sociales o políticos, naturaleza de su intervención y
características de la imagen difundida. Estos tres indicadores se recogen en el código
desglosado en las variables que se describen a continuación.
La representación de los grupos sociales o políticos se valora por la frecuencia de su
aparición. La presencia en el medio implica visibilidad en la esfera pública y también, por
tanto, acceso a la audiencia: tanto la visibilidad pública como la posibilidad de contactar
con el resto de los ciudadanos son rasgos que garantizan la existencia de una sociedad
plural real y efectiva.
Los medios de comunicación son un Poder en el marco de un País, como todo poder tiende
a concentrarse, y existen barreras para no llegar a la NO DIVERSIDAD y el NO
PLURALISMO, esas barreras pueden ser naturales, leyes y normas, lo importante es que
siempre haya un espacio para defender la diversidad y para que el pluralismo exista
libremente, éstos espacios son los llamados espacios públicos, que bien, la televisión
pública actúa como tal, brindándoles a los ciudadanos, un área de reconocimiento propio y
de expresión.
La televisión pública en su calidad de espacio audiovisual constituido por y para el servicio
de todos los habitantes de un país, debería poder convocar multitudes integradas con el
pensamiento de encontrarse en un espacio que les pertenece y del que pueden hacer libre
uso. Si la televisión, no sólo la pública, sino la televisión en general no cumple con el
objetivo primordial que es ser vista, entonces algo está fallando, y particularmente la
televisión pública debe esforzarse todavía un poco más, ya que al adjudicarse el
compromiso de emitir cultura y educación, y al mismo tiempo ser vista y obtener una
29
interacción con el público, debe establecer una conexión real que pueda cumplir con esos
objetivos y satisfacer otros aún más profundos.
30
CAPÍTULO 2
SEÑAL COLOMBIA
Una historia de televisión pública
La televisión llega a Colombia en el año 1954 durante el gobierno del General Gustavo
Rojas Pinilla desplazando de cierta forma a la radio que tenía el lugar principal como
instrumento mediático de producción nacional en la sociedad Colombiana de la época.
En este momento en el cual aparece la televisión constituyendo una novedad para los
colombianos, también se posiciona como un medio de uso exclusivo entre la clase más
pudiente del país, compuesta por las familias más prestigiosas que eran quienes tenían
mayor poder adquisitivo, pudiendo acceder de ésta manera a la televisión.
En este período de principios de desarrollo para la televisión se comienzan a establecer las
primeras y más importantes cadenas de televisión colombiana, durante este proceso
también se creó el Canal Once, legitimado por Inravisión hacia el año 1970, lo que
constituyó el primer paso para el establecimiento de lo que en éstos días conocemos como
Señal Colombia, con una proyección de emitir programación cultural y educativa.
En 1985 cambia la estructura interna de Inravisión, enlistándose como un espacio público,
en unión con el Ministerio de Comunicaciones. Hacia el año de 1991 establecen preceptos
para la prestación pública de televisión y de radio. Luego en 1994 es establecida la
programación y en 1995 se crea la Comisión Nacional de Televisión, administrando y
vigilando los lineamientos del servicio prestado y el trabajo de producción de las cadenas
Canal Uno y Canal A, mientras surgen las cadenas de televisión comercial y privada.
(Televisión, 2008)
31
Cuando la industria televisiva creció, promoviendo la competitividad y por ende los
cambios e innovaciones, el Canal Uno y el Canal A, mantuvieron una competencia directa
con la programación de los respectivos canales Caracol y RCN, quienes, incluso
actualmente se posicionan en la supremacía del rating televisivo de canales nacionales de
Colombia, enfocando su contenido más hacia lo comercial que hacia lo cultural y
educativo; por lo que al hablar exclusivamente de televisión educativa y cultural, que es el
tema que nos compete, debemos tocar necesariamente al canal Señal Colombia, que desde
sus inicios se instauró y se definió como un canal empeñado en trabajar con el amplio
concepto de cultura y con la construcción de identidad de nación pero que
desafortunadamente carece de una audiencia notoria y significativa.
Parte de su propuesta de creación dice haber estado basada en el modelo de televisión de la
BBC de Londres, que sin embargo no se definen como canal educativo y cultural pero de
quienes tomaron aspectos positivos, como por ejemplo la inspiración para elaborar un libro
de contenidos temáticos y colocar una figura como la del productor delegado, quien se debe
encargar de guiar las realizaciones que se estén dando en coproducción. Las diferencias sin
embargo, son notorias, principalmente radican en que la BBC tiene los sistemas de
contratación bien definidos, mientras que Señal Colombia apenas está configurándolos y la
figura anteriormente mencionada del productor delegado sirve antes como un guía más que
como un limitante.
En éste período de configuración de la televisión pública ya se estaba trabajando en la
configuración de la programación de Señal Colombia. Cuando muere Inravisión, se
estructura RTVC y sus dependencias por medio del Decreto 3912 del 2004 del Ministerio
de Comunicaciones (Ministerio de Comunicaciones, 2004), con el consenso de un comité
de los ministerios de Cultura, Educación y Comunicaciones; se refuerza el objetivo
primario de consolidar a Señal Colombia como un canal educativo y cultural, siendo
dirigido por RTVC, como un proyecto de identidad cultural y de apoyo a la convivencia
pacífica, por lo que el canal se autodefine como “un medio para que los Colombianos
expresemos y reconozcamos TODO LO QUE SOMOS”, rechazando de plano cualquier
32
tentativa comercial, al hacer gala de “la virtud de no tener que responder a intereses
comerciales y privados, por eso sus contenidos son abiertos a la cultura, a la educación y
al entretenimiento sano”. (Ministerio de Comunicaciones, 2004)
Lo que encontramos en ésta auto definición de canal no se restringe exclusivamente al
proyecto de identidad de nación, sino que también incursiona en el concepto de medio, y al
ser público está proponiéndose como espacio audiovisual para todos.
Algunos de sus objetivos para emitir su propuesta son en gran medida, interesantes y
prácticos, pero también idealistas, es decir, son objetivos perfectos para el proyecto de
identidad, pero no pueden ser cumplidos a cabalidad porque Señal Colombia no tiene un
funcionamiento que pueda ceñirse estrictamente a estos propósitos, ya sea por presupuesto
para la ejecución de proyectos, o por ejemplo en cuanto a la
“promoción del talento nacional y la participación de los ciudadanos en la creación
audiovisual” y a la “garantía de la interacción de lo local, lo regional, lo nacional y lo
internacional” (Señal Colombia., 2008)
Asimismo sucede con la interacción de lo local, lo regional, lo nacional y lo internacional;
se producen proyectos en éstos cuatro ámbitos, los cuales tienen mayor énfasis en unas
regiones que en otras, lo que puede considerarse también bastante relativo, ya que la escasa
audiencia que tiene Señal Colombia, tiene distintos intereses, de tal manera se puede ver
unificada en pocas ocasiones, como por ejemplo en los momentos en los que Señal
transmite juegos nacionales, olímpicos, conciertos o emisiones deportivas y culturales que
atraen e interesan a las afluencias.
“En concordancia con los principios señalados, el objetivo de señal Colombia consiste en
hacer del Canal una alternativa real de televisión para los colombianos, mediante una
oferta de programación coherente con la concepción de espacio público audiovisual”
(RTVC, 2008)
33
La oferta de Señal Colombia no sólo busca posicionarse como una opción novedosa y poco
recorrida para los ciudadanos, sino que busca obsequiar un contenido que coincida y encaje
con la concepción de lo público, y que la audiencia se acomode y participe en esta
concepción, promoviendo sus talentos, conocimientos y aptitudes.
Lo anterior promueve la necesidad de plantear una serie de interrogantes, en cuanto a la
problemática de cultura y educación en televisión: ¿Qué impide que Señal Colombia se
posicione como un canal principal de televisión pública con contenido educativo y cultural,
si se propone como un espacio de Colombia para Colombia? ¿En qué sentido la propuesta
de Señal Colombia se considera como un proyecto educativo y cultural, teniendo en cuenta
la incidencia de éste canal en el público Colombiano a lo largo del tiempo al aire y de los
cambios tanto en el contexto de la televisión como en su interior?
Sabiendo que como audiencia somos directamente influyentes en la creación de canales, ya
que son nuestras necesidades y demandas las que son estudiadas para la creación o
renovación de programas, ¿será que no tenemos una carencia colosal de educación y cultura
autóctona al no exigir mayor amplitud de contenido en éstos temas o que simplemente no
nos interesa, y el problema está más bien en el sentido de pertenencia para con lo nuestro?
¿Cuenta cada programa que sale al aire con un correcto estudio de mercadeo y consulta a
los televidentes acerca de sus preferencias a la hora de transmitirlo? ¿Qué opinan al
respecto las audiencias críticas? Y lo más importante que es: ¿Qué estamos produciendo en
cuanto a televisión cultural se refiere?
34
¿Quién está a cargo de los lineamientos de producción de Señal Colombia?
Una mirada a su estructura interna.
Para responder a éstos interrogantes debemos notar dos perspectivas importantes, la
perspectiva de televisión pública desde su producción contemplando como se administran
sus lineamientos y políticas; y la perspectiva de audiencia crítica.
Desde una perspectiva macro de producción nos encontramos con una primera instancia
que es el Estado, el cual estipula leyes y contenidos para dos entidades principales que son:
la CNTV (Comisión Nacional de Televisión) al que le distribuye un fondo para el
desarrollo de la televisión; y a los Ministerios de Educación, Cultura y Comunicaciones.
Del Fondo para el Desarrollo de la Televisión, antes mencionado, se desprende un
porcentaje que se dirige hacia la gerencia de RTVC (Radio Televisión Colombia), una
institución naciente de la relación existente entre el Gobierno, los Ministerios y la Comisión
nacional de Televisión; encargada de la programación, producción y emisión de los canales
públicos nacionales Señal Colombia, Canal institucional y Canal 1; y de las emisoras de la
radio pública nacional Radio Nacional de Colombia y Radiónica.
En el decreto número 3912 (Ministerio de Comunicaciones, 2004) expedido el 25 de
noviembre de 2004, el Presidente de la República de Colombia aprobó la estructura de la
Sociedad Radio Televisión Nacional de Colombia, RTVC y determinó las funciones de
dicha sociedad, con el cual quedó estipulada a consideración del Decreto número 3525 de
26 de octubre de 2004, como “una sociedad entre entidades públicas, indirecta, del orden
nacional, sometida al régimen de las Empresas Industriales y Comerciales del
Estado”.(Gobierno, 2004)
Por lo cual quedó a disposición del gobierno la aprobación de la organización de RTVC,
junto con sus lineamientos y políticas, lo que quedó sentado en el Acta Número 01 de 2004.
35
En éste decreto quedó organizado el sistema de RTVC (Radio Televisión Nacional de
Colombia, por capítulos, en los cuales quedaron estipulados la conformación del personal,
conformada por una Junta de Socios, por una Junta Directiva, por la Gerencia General, por
una Oficina Asesora de Jurídica, por la Subgerencia de Televisión, por la Subgerencia de
Radio, por la Subgerencia de Soporte Corporativo, por Órganos de Asesoría y
Coordinación, por un Comité de Coordinación del Sistema de Control Interno, por una
Comisión de personal; junto a sus respectivos deberes, como por ejemplo la Gerencia
general que ha de encargarse de administrar y controlar el funcionamiento de RTVC bajo
los lineamientos estipulados por las juntas directivas, órganos asociados a la entidad y al
Estado.
Las funciones de La Subgerencia de Televisión se encuentran contempladas en el Artículo
5º del Decreto número 3912 de 2004, donde asimismo se específica que debe encargarse de
la estructuración del contenido programático de Señal Colombia y del Canal institucional
en justa medida de análisis que han de tener en cuenta las necesidades de las audiencias; así
como la toma de decisiones y cumplimiento de las contrataciones en plena sintonía con las
formalidades que instituye la Gerencia General y la Junta Directiva.
Los ítems de los que se debe encargar la Subgerencia de Televisión que tienen que ver
directamente con Señal Colombia estipulan que se debe ajustar el contenido programático
según los resultados obtenidos de un “área de análisis de audiencia” RTVC y los
ministerios de Comunicaciones, Educación y Cultura trabajan en conjunto desde el año
2003 para fortalecer el canal como un designio de identidad nacional.
Desafortunadamente para que esto se dé, de la forma tal como se encuentra estipulado, se
necesita que exista una verdadera retroalimentación con lo que se está produciendo y
presentando y con las necesidades y exigencias (preferencias y gustos) de la tele audiencia
de televisión pública. Los incisos 8 y 9 del decreto 3912 del 2004 artículo 5, especifican
dentro de las funciones de la subgerencia de televisión:
36
8. Diseñar medios de captura de información para conocer la opinión, necesidades y
expectativas de las audiencias.
9. Diseñar propuestas de programación y contenidos que respondan a las necesidades y
expectativas.
El área que mencionábamos anteriormente de análisis de audiencia desafortunadamente no
realiza un seguimiento constante de los requerimientos del público. Se tiene conocimiento
de un focus group que realizó el Ministerio de Cultura aproximadamente en Noviembre de
2007, de algunos de los programas ancla de Señal Colombia, pero pareciera que estos
estudios nunca trascendieron lo suficiente como para realizar una reforma general de
lineamientos, planeación y correcciones de los errores cometidos en la producción de los
programas, lo cual evidencia la falta de interés tanto de la parte productora por realizar
cambios de acorde a las exigencias que podría demandar el público en cuanto a televisión
cultural y educativa se refiere, si lo hicieran, adecuando así las parrillas y los contenidos;
como de la audiencia en que sean cubiertas sus necesidades audiovisuales de educación y
cultura.
Otra de las funciones importantes que abarca RTVC junto con la subgerencia de televisión
incluye la definición de “realización de contenidos en equipo con los productores
delegados”: ésta figura del productor delegado que fue instituida para actuar como un guía,
como una representación de apoyo, para con quienes realizan un producto en coproducción
pero en la práctica, debido a las políticas del canal, se ajusta de forma estricta a éstas y no
permite una exploración más allá de los contenidos y las formas audiovisuales, lo que en
vez de suministrar apoyo, restringe y cuadricula los proyectos.
También se encuentran a cargo de la intervención en el compromiso de la producción de los
contenidos que han sido establecidos, así como de la dirección de las coproducciones y de
gestionar todo lo que se relaciona con derechos de autor de las emisiones televisivas que
hayan sido originadas para Señal Colombia, regulando y velando porque todo esté en orden
con los acuerdos de las producciones.
37
Los lineamientos que Señal Colombia tiene, provienen del Ministerio de Comunicaciones,
Cultura, Educación, de la CNTV (Comisión Nacional de Televisión), y aún más
directamente de la gerencia RTVC (Radio Televisión Colombia) y la Subgerencia que se
encarga sucintamente del canal institucional y de Señal. Las modificaciones pertinentes
estarían tanto a cargo como de ésta entidad como de la comisión y los ministerios.
Probablemente lo que impide consolidar el propósito ideal de Señal conteniendo una
pertinente y posible reestructuración de parrilla, una ampliación de contenidos, la inclusión
de pauta, promoción abierta del canal, entre otras, es la ausencia de un método de desarrollo
eficiente, dinámico, manejable y que trascienda sobre los periodos de los funcionarios que
se encuentran a cargo del canal.
RTVC y los ministerios de Comunicaciones, Educación y Cultura, trabajan desde el 2003
en la consolidación de Señal Colombia como un proyecto de identidad nacional, y a lo
largo de ésta época Señal Colombia ha tenido diferentes innovaciones, sin que ninguna de
ellas haya sido completamente trascendental, pero han propendido por la mejoría del canal.
Señal Colombia y en general la televisión pública de Colombia se encuentran desde hace
varios años ya, en un momento en el que a pesar de que se realicen reformas, éstas
continúan siendo mínimas y no alcanzan a mejorar la realización de la misma ni mucho
menos los objetivos propuestos por la misma, empezando por la imagen paupérrima y
deplorable muchos tienen en el país respecto a la televisión pública.
Afortunadamente no ha sido en todos los casos, ya que contamos con una serie de
ejemplos que han implementado reformas, modificando ciertos aspectos en la forma de
producir material para televisión pública y se han posicionado como verdaderas muestras
de ella.
Cuando hablamos de televisión pública en nuestro país ya hemos visto que la mejor
muestra de ello, o al menos la más reconocida dentro del ámbito de la televisión educativa
y cultural ha sido Señal Colombia, y que ésta se encuentra estrictamente configurada, su
vinculación con el sistema gubernamental del país
no solo restringe los
contenidos
38
temáticos, sino que impide la pauta publicitaria e impulsa al canal a subsistir con un
presupuesto preciso y limitado que no alcanza para innovar mucho en recursos de
producción.
Como ya hemos venido observando un poco más de cerca el funcionamiento de Señal
Colombia, sabemos que este canal tiene lineamientos que provienen de una cadena de
entidades ajustadas a lo oficial.
Sabemos que la institución con mayor autoridad para reformular algunos términos es el
Estado, quien rige y coordina, organismos principales que vendrían siendo los Ministerios
de Comunicaciones, de Educación y de Cultura; a quienes no sólo delega funciones
administrativas y políticas respecto a los canales de televisión pública, sino que también les
distribuye un capital destinado para que los proyectos relacionados con los mismos se
cumplan y con quienes se fundó la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), dándole
también atribuciones y jurisdicciones sobre la televisión pública con la Ley 182 de 1995:
"Por la cual se reglamenta el servicio de televisión y se formulan políticas para su
desarrollo, se democratiza el acceso a éste, se conforma la comisión nacional de televisión,
se promueven la industria y actividades de televisión, se establecen normas para
contratación de los servicios, se reestructuran entidades del sector y se dictan otras
disposiciones en materia de telecomunicaciones". (Ministerio de Comunicaciones, 1995)
Los organismos ya mencionados administran este capital denominado Fondo para el
Desarrollo de la Televisión que proviene de las ganancias de la Comisión Nacional de
Televisión (CNTV).
“Los recursos de este fondo deben ser invertidos prioritariamente en el fortalecimiento de
los operadores públicos del servicio de televisión y en programación cultural a cargo del
Estado, con el propósito de garantizar el pluralismo informativo, la competencia, la
inexistencia de prácticas monopolísticas en el uso del espectro electromagnético utilizado
39
para el servicio de televisión y la prestación eficiente de dicho servicio.” (Comisión
nacional de Televisión, 2000)
Esto quiere decir que este capital está claramente predestinado a ser administrado por
quienes están a cargo de la televisión nacional pública, prestando un servicio de carácter
patriota para los colombianos, y también por el Gobierno Colombiano para verificar que su
uso se ejecute de manera correcta y provechosa.
Esto se traduce en que existen muchas entidades detrás del proceso de Señal Colombia y
que un cambio radical significaría muchas aprobaciones para realizar una reestructuración
que incluya cambios en cuanto a lineamientos, modelo publicitario, presupuesto y
planeación, que podrían darle un nuevo aire a Señal Colombia y a la vez significar una
transformación significativa y positiva para la televisión pública en el país.
Hacia julio del año 2005, fue presentado por quienes se encontraban a cargo en el momento
y fue aprobado por las directivas un proyecto de metamorfosis de la imagen institucional
del Señal Colombia. El nuevo logo no sólo trajo consigo, una imagen más fresca, dinámica
y atrayente para los espectadores, sino también, una primera etapa con el lanzamiento de
ciento veintiséis horas de producción nacional.
La segunda etapa de éste proceso se presentó en Septiembre del mismo año (2005), que
lanzaron trescientas veintiocho horas de televisión educativa.
Luego en Octubre estrenaron por primera vez series, lo que instituyó una innovación en
cuanto a formatos y en el 2006 estrenaron programas de anclas culturales de gran
recordación como fueron Culturama y la Sub30.
En el 2007 se presentó la primera innovación en cuanto a formatos: se estrenó la primera
serie dramatizada en la historia de Señal Colombia.
Para muchos, desde el año 2005 al año 2007 sería, la que podríamos denominar, la época
más provechosa en cuanto a televisión pública se refiere desde Señal Colombia, en lo que
concuerdan personajes pertinentes en el tema, como Ricardo Ramírez (Asesor de
Comunicaciones del Ministerio de Cultura) quien reafirma el avance que se realizó en el
40
momento de muerte de Inravisión en el 2003 con el surgimiento de RTVC, (con la
reafirmación de los tres ministerios: Comunicaciones, Cultura y Educación quienes ya se
encontraban vinculados) y la creación de un comité conformado con los tres ministerios
que realizó planeación de la programación del canal, en la cual el Ministerio de Cultura
estuvo más ligado con las fichas que constituían los programas, se produjo un piloto, un
libro de contenidos y se coincidió con una empatía laboral entre los contribuyentes de la
realización, y una especial coincidencia entre los intereses del Ministerio de Cultura, con
quien estaba a cargo de RTVC en esa época.
Cabe resaltar que una de las ventajas de Señal Colombia, para Ricardo Ramírez y para
nosotros, los audiovisuales, se enfoca en la puesta por la juventud. Por el aporte que brinda
Señal como espacio para las audiencias menos visibles en otros canales. Su temática podría
ser utilizada como espacio a la diversidad, que es en parte la idea de “Todo lo que somos”,
si en realidad se promoviera un interés para que esto fuese factible, tanto de la parte
realizadora como de la parte espectadora.
Señal Colombia, presidida por dos ámbitos que son educación y cultura, ha procurado
obsequiar a los colombianos una parrilla con un contenido programático que se salga de los
frecuentes contenidos comerciales a los que el público está habituado y en muchos casos,
que se la impuesto.
Una de sus misiones principales cuando innovaron, residió en mostrarle a los tele
espectadores que la televisión pública es completamente asequible, y que contrario a lo que
muchos conciben, no contiene ninguna dificultad para ser entendida. Señal Colombia
procuró coaliciones con cadenas internacionales de gran renombre como TVE, BBC y
Discovery Kids.
“El trabajo que estamos haciendo es dinámico y pretende darnos a conocer a nosotros
mismos como nación”, dice Eduardo Osorio, quien fue director de Asomedios. (Revista
Gerente, 2007)
41
Además de las alianzas logradas con canales de talla internacional, otra parte de las
transformaciones que han hecho parte del proceso reciente del canal incluyen las
convocatorias para desplegar proyectos audiovisuales con productoras universitarias,
comunitarias y profesionales. Esta etapa de reinvención rápidamente mostró resultados que
se evidencian en los galardones y estímulos que ha recibido Señal Colombia por ciertos
programas en los últimos años transcurridos. El programa En movimiento, que fue dirigido
por la Universidad del Valle ganó un premio Simón Bolívar.
Probablemente ésta etapa innovadora fue la mejor época de televisión pública, no sólo para
Señal Colombia, sino para el país, porque se realizó televisión educativa y cultural, de
calidad tal, que obtuvo inclusive reconocimientos internacionales. Ésta etapa que sin duda,
ya hemos aludido, inició aproximadamente a partir de octubre de 2005 con los estrenos de
series, seguidos de los exitosos estrenos de programas como Culturama y la Sub 30, en el
2006. Luego en el 2007 se estrenaron formatos con la primera serie dramatizada del canal.
Banderas en Marte, ganó el premio Maeda en el Concurso NHK del Japón con el capítulo
"Trabajos de Franco". Por primera vez en la historia de la televisión pública colombiana
recibimos una gratificación de tal magnitud. No sólo fuimos nominados, sino que
obtuvimos el reconocimiento, en una de las competencias más significativas a nivel
internacional, en cuanto a televisión pública se refiere. Es la primera vez que Colombia
clasifica a estos premios y recibe un galardón en este concurso, uno de los más
significativos a nivel mundial de televisión educativa y que era fuertemente competido con
potencias fuertes en televisión educativa como Canadá, China, Finlandia, Dinamarca,
Francia, Alemania, Hungría, Holanda, Corea, España, Suecia, Reino Unido y Estados
Unidos.
Banderas en Marte, programa que se presentó en la División de Programas en la Categoría
para jóvenes. Recibió el premio especial "The Maeda Prize", el cual se concede a
programas que sean episodios de una serie que provea una apropiada y efectiva respuesta a
las demandas educativas del país concursante.
42
¿Qué se realizó de manera diferente en ésta época para lograr hacer ésta televisión
educativa de calidad sobresaliente y obtener reconocimientos por ello?
Marcela Benavidez, quien fuera productora delegada de Señal Colombia varios años opina
(Benavidez, 2008): “La realización de todos estos proyectos contó con una rigurosa
metodología de diseño de mesa, que no en todos los casos se puede replicar. Sirven de
insumo y referente para trabajar el diseño de formatos, la investigación de contenidos
culturales y la creación de lenguajes compatibles con las audiencias destinatarias”.
Ésta elaboración de éstos materiales audiovisuales implican, por tanto, un esfuerzo que
prevalezca para seguir siendo aplicado y poder seguir emitiendo televisión pública de
calidad, que los productores se preocupen en crear un material diseñado para que la
audiencia quiera ver y seguir.
Ingresos
Históricamente las producciones siempre han dependido del gerente o sugerente de turno.
Sin embargo se vislumbra que, debido al surgimiento de la televisión digital y la tarea que
le dio el gobierno al canal de hacer las pruebas desde el 2009 obligará al canal a pensar y
producir contenidos adecuados para este entorno. Por otra parte la tendencia a bajar el
presupuesto recibido anualmente para la producción de televisión, puede llevar al canal a
buscar cambiar la legislación respecto a comercialización, esto tiene de su lado positivo y
su lado negativo dependiendo de cómo se implemente, dentro de qué marco. Lo ideal es
preservar las temáticas de los contenidos, con la posibilidad de flexibilizarlos o expandirlos
para que se vuelvan más amplios e interesantes para el público, siendo competitivos con
alternativas de contenidos.
Suponiendo que no existan temas vetados, el contenido programático tiene un limitante
inicial que lo constituye el presupuesto, los contenidos son planeados en principio desde
éste, así como la programación. Los recursos de Señal Colombia, que provienen del Fondo
43
para el Desarrollo de la Televisión de la Comisión Nacional de Televisión quien los obtiene
a través de cobros a canales privados, pero que no consigue suministrar una fuente efectiva
que permita la producción de calidad que amplíe los horizontes de la televisión pública en
la medida en que provee recursos.
Ésta temática de los ingresos parece ser bastante limitada ya que además de que el
presupuesto no es suficiente para producir en cada proyecto un programa de calidad, al
mismo tiempo la línea de pauta no permite publicidad pagada, sino solamente ciertos tipos
de patrocinio, lo que además de todo, se suma al hecho que no hay empresas interesadas en
pautar, ya que el rating de Señal Colombia es apenas perceptible, lo que es evidentemente
muy poco atractivo para publicidad. Por otra parte, sabemos que los canales culturales
generalmente restringen la publicidad, ya que, entre otras razones, se perdería la naturaleza
del canal donde entrara a pautar comercialmente.
La idea no estaría, por ende, en la publicidad, ya que no se puede comparar a Señal
Colombia con canales culturales como Film & Arts, en donde los comerciales son
constituidos por programas pagados y tele compras, que les permite recibir cierta entrada,
sino que además es un canal de nicho que pertenece a una cadena internacional manejada
bajo una administración comercial, la cual amplía su presupuesto para producción y por
ende sus posibilidades de creación.
Sin embargo, sería conveniente visualizar maneras de controlar y optimizar el presupuesto
para darle el mejor provecho posible, concentrándose en producir buena calidad para que el
contenido sea atractivo y exista una posibilidad de atraer nueva audiencia, para lo que
igualmente se necesitaría un plan de convocatoria. ¿Cuáles serían los deseos para Señal
Colombia a partir de las posibilidades que vislumbra la televisión pública, para aquellos
que trabajan en el medio?
Ricardo Ramírez, Asesor de Comunicaciones del Ministerio de Cultura opina que
(Ramírez, 2008): “una buena manera de realizar un mejoramiento para Señal Colombia
sería permitiendo el acceso a la comercialización, un acceso regulado, no total. Los
44
recursos del fondo deberían regularse en la medida de lo posible, es decir el horizonte
financiero estable (los pocos recursos) deben ser destinados a proyectos justificados.
Replantear las maneras de convocar del canal. Crear una identidad de canal, los
programas bandera deben ser producidos en casa.”
Ricardo toca aspectos importantísimos, no únicamente alusivos al aspecto presupuestal de
éste caso de Televisión Pública que es Señal Colombia, sino también a esa otra parte que
tiene que ver con las maneras de convocar del canal, que no debe concernir exclusivamente
a las personas o empresas con quienes realizan coproducciones
sino también las
convocatorias donde han de circunscribir a la audiencia, que es para quienes se debe crear
en principio los proyectos, de acuerdo a sus necesidades en calidad de espacio audiovisual
público.
Pero ¿En qué ejemplos ha sido exitosa la creatividad con recursos estrictos o limitados?
Podemos decir que aproximadamente todos los proyectos producidos y emitidos por Señal
Colombia han sido realizados con el mismo presupuesto destinado lo que implica que han
sido adelantados con escasos recursos en relación con los proyectos que realizan los canales
comerciales.
Marcela Benavidez (Benavidez, 2008) opina que: “Se manejan presupuestos muy
estandarizados y en ese sentido programas como Colombia se mueve, Yo me Libro,
Expedición Sonora, Macondo.com, Audible, Ensamble, Festivaliando, La Sub30,
Culturama, En cine nos vemos, Kikiriki, Cuentos de Cocina, son ejemplo de buenos
resultados con pocos recursos. Por supuesto también hay programas con los mismos
recursos con malos resultados. La creatividad y la calidad no dependen de los recursos.”
Esto es, como observaba anteriormente, una opción para tomar la iniciativa y trabajar, bajo
el presupuesto asignado, claro está dándole la mejor utilidad y enfocándose en el contenido
concentrándose en un contenido que cumpla las expectativas educativas y culturales que
evidencien que se están logrando los objetivos de Señal Colombia. Se trata de seguir el
ejemplo de las buenas producciones cuyo mayor contribución la ha hecho el aporte creativo
45
más que el capital, con el apoyo de un equipo creativo que suministre ideas novedosas y
atractivas para lo audiovisual.
Sin embargo en cuanto al acceso a la comercialización, las opiniones se encuentran
divididas, Claudia Bautista, (Bautista, 2009) quien fue realizadora de Señal Colombia,
opina que:
“En cambio lo de la pauta publicitaria ha sido un tema complejo, que regula directamente
la CNTV y que, según entiendo, está determinado desde la naturaleza misma de la empresa
y, si me pregunta, yo prefiero que no entre, porque no me quiero imaginar un programa en
Señal Colombia, lleno de vendedores de Gamaderm Champú, ollas de roca volcánica,
tratamientos de salud oral, viejas empelotas vendiendo Ron Santa Fe, un títere gigante
vendiendo chicles y otras monstruosidades por el estilo que es lo que termina ocurriendo
en todos los demás canales; yo creo que hay que conseguir socios, como ONGs,
organizaciones internacionales como UNICEF, la UNESCO o la OIM y las divisiones de
responsabilidad social de las grandes multinacionales, como la Fundación BAT, por
ejemplo. Yo no soy partidaria de meter pauta en la programación, porque este es un canal
que está diseñado para formar CIUDADANOS y no consumidores, a diferencia de todos
los demás de este país.”
Un buen punto exaltado en ésta entrevista es que definitivamente si comercializamos la
televisión pública, ésta puede ir perdiendo su calidad como tal, y aún más importante que
eso, al perder los intereses de la misma se empiezan a crear consumidores, como bien lo
dice Bautista, lo que se alejaría definitivamente de los ideales de Señal Colombia y de la
televisión pública.
La proposición que arroja Bautista, en cuanto a la asociación con ONG’s y organismos
internacionales, constituiría una buena opción para ingresos de capital para el canal que
podrían mejorar colosalmente sus producciones, sin embargo la idea de la comercialización
regulada, además de los ingresos, aportaría un elemento que necesita perentoriamente Señal
Colombia y que es el reconocimiento, que la gente conozca el canal y sus ofertas y las siga,
46
para lo que se requiere también de algo que Omar Rincón denomina “mercadeo cultural” y
que ofrece un acercamiento con el televidente, sin necesidad de “vender” la televisión
pública:
“Un cambio de imagen y de estilo parece que no es suficiente. Se requiere más cercanía al
televidente y mucho mercadeo cultural. (....) ¿Qué falta? Una estrategia de comunicación,
que nos cuente a los colombianos lo que hay para ver; no se trata de hacer publicidad sino
de llegar a los televidentes de colegio, de universidades, de centros culturales y
comunitarios, de ciudadanos inconformes. Falta que Señal Colombia sea conversación
cotidiana. Falta vincular a los televidentes a la pantalla vía acceso: ¡se tiene que
democratizar y diversificar las voces, los rostros y las estéticas de la pantalla!. Hay
demasiada formalidad en textos, presentadores y escenografía. Hay que dejar de lado el
acartonamiento del discurso correcto para ganar la espontaneidad de la conversación
inteligente. Hay que responder a las necesidades del público. Un canal cultural debe ser un
experimento en imágenes y modos de contar. El reto: ¡Reinventar el entretenimiento!”
(Rincón, 2006)
No se trata de intentar emitir con la lógica comercial que utilizan los canales privados,
porque está claro que se pierde la razón de ser del canal, pero si renovaría el canal una
inyección de nuevos capitales y un reconocimiento en el público con una imagen que
cautive y atraiga
a la audiencia que se encuentra inmersa en los canales privados,
ofreciéndole buenos contenidos culturales.
Valerio Fuenzalida (Fuenzalida, 2000) nos habla de ciertos componentes de la Televisión
en “La TV pública en América Latina: Reforma o Privatización”: sería interesante ver
cuáles de éstos se cumplen o no en el caso de Señal Colombia, ya que estos aspectos se
convierten en responsables de cierta manera del funcionamiento y de la poca acogida que
tiene.
47
En primer lugar nos topamos con : El lenguaje audiovisual. Para el cual claramente existe
restricción, pero más que restricción existen son lineamientos bien ceñidos al talante
académico al que se tiene que ajustar el canal.
Si el mismo canal se adjudica responsabilidades tan grandes, como son las de educar y
culturizar, pero en realidad es muy poca la gente que lo ve, no está cumpliendo ni siquiera
ese objetivo primordial que es ser visto, el destino que al parecer le espera es el debacle
hasta la extinción, por lo cual si quiere resurgir y conseguir los objetivos que les han sido
encomendados, debe contemplar la posibilidad de salir de esa imagen académica que se
vuelve cuadriculada y sosa, y que la audiencia no quiere ver por relacionar esos dos
ámbitos, educativo y cultural, con un sector relegado a lo no atractivo y poco interesante
para el público.
Un cambio en el lenguaje audiovisual sugeriría presentar las cosas no sólo más digeribles
sino también más llamativas para los públicos objetivos, que en el caso de Señal Colombia,
no estarían solamente divididos por audiencia, sino que con su propósito de crear una
identidad de nación, el cambio en la narrativa, la imagen y el ritmo estaría dirigido y
buscando ser aprehendido por todos los colombianos en sus distintas subculturas de los
distintos territorios.
Este cambio, tendría dos principales inconvenientes: el primero que vendría siendo el
presupuesto. Una inyección de capital extra podría ser la fórmula más sencilla para ayudar
con los recursos de producción, para hacer cambios de locaciones, de imágenes, de sonidos,
reinventar y reformar las emisiones de tal manera que queden atractivas y novedosas, esto
atraería a la audiencia de varias generaciones actuales que somos netamente audiovisuales y
nos atrae lo diferente. Sin embargo sabemos que el presupuesto que le llega a Señal
Colombia es estricto, y que mucho menos permiten pauta publicitaria, sólo ciertos
patrocinios, ya que se perdería la esencia pública del canal y como vimos anteriormente es
un tema que causa polémica, entre los que piensan que se vendería la televisión pública y
los que piensan en una comercialización regulada; además de esto con el bajo rating que
48
mantiene el canal, muy pocos habrían de querer pautar en él porque en realidad el aporte
que recibirían sería mínimo.
Otro obstáculo que tendría la reforma del lenguaje audiovisual serían los mismos
lineamientos estrictos que no permiten cierta amplitud o libertad en los temas y en la forma
de desarrollarlos. Con el paradigma de que el canal en todo momento tiene que dar el mejor
ejemplo posible, y mostrar sucesos como delincuencia, violencia, embarazos en menores, y
cosas por el estilo, afectan ese propósito positivista del mismo, se abstienen muchas veces
de mostrar aspectos que hacen parte de la realidad que toca a muchos y que presentándolo
de manera adecuada pueden ser certeros en cuanto al reconocimiento de nuestro país, ya
que nuestros problemas también hace parte e influyen enormemente en nuestra
idiosincrasia.
Sabemos que otro de los principales problemas que tiene Señal Colombia , más que la
rigidez de sus lineamientos, es su imagen (ya que aún sobre ellos se ha visto y somos
conscientes que se puede trabajar), encontramos el colosal inconveniente de la percepción
general del público que desde los tiempos del nacimiento de Señal Colombia, tiene la
imagen de la televisión pública nacional como ceremoniosa, aburrida y sosa, lo que evita
que los programas de calidad que realiza Señal Colombia sean reconocidos como tal y se
propague dicha moción.
Muy pocas personas ven en el canal la opción interesante y enriquecedora que debería
proyectarse, mientras que en otros canales, por ejemplo los canales internacionales que
ofrece el cable, con contenidos culturales y educativos no sólo ven ésta opción, sino que
además la exigen.
Ahora bien sabemos que los canales internacionales trabajan en conjunto con una serie de
canales, casi que creando un monopolio donde cada uno se especializa en algo, creando
ofertas en contenido más substanciosas para el público. También sabemos que éstas
cadenas trabajan con un presupuesto extremadamente más amplio que el de Señal
Colombia, bajo éste aspecto, más el hecho de que no se rigen por dogmas institucionales, se
49
les es permitido explorar y adoptar formatos mucho más atractivos, cuyo perfil se asemeja
un poco a la narrativa audiovisual que tienen los programas de ficción, lo que hace que de
ésta manera se generen expectativas, suspenso e inclusive emoción en los espectadores.
Señal Colombia no tiene porqué compararse con estos canales macro de televisión cultural,
ni mucho menos intentar imitar o basarse en, ya que no sólo el presupuesto es diferente,
sino las políticas e inclusive la idiosincrasia o cultura de nación de la audiencia para
quienes estos programas se crean principalmente.
A Señal Colombia le toca buscar maneras para optimizar sus recursos y buscar trabajar en
los que lo diferencia de los demás canales tanto nacionales como internacionales, lo que es
su proyecto de identidad nacional, donde bien realizado, no sólo podría captar un mayor
número de televidentes, suministrar nuevos aportes a los programas, sino que puede captar
mayor participación activa de éstos, y por ende, acrecentar su relevancia.
Una manera importante de realizar un cambio en la estética audiovisual de los programas
de Señal e incluso de la imagen misma de cada uno de ellos, es establecer y delimitar
estilos concretos, lo cual es absolutamente realizable bajo el mismo presupuesto adquirido.
Como bien sabemos aquí en Colombia encontramos gran variedad de estilos, en su mayoría
orientados por la música; Simona la presentadora de la Sub 30 es un buen ejemplo de ello,
ya que al tener un estilo algo rebelde y que se muestra absolutamente auténtico y no
manipulado por el medio, puede encontrar espectadores a los que les gusta como a los que
no, pero siempre van a tenerla en cuenta.
La idea es que el público joven, en realidad se siente identificado con lo que se muestra
verdaderamente legítimo en cada quien, así no sea el estilo al que se encuentran
acostumbrados a ver en televisión o inclusive así no sea su propio estilo. Estos estilos
definidos, crean un concepto de originalidad en el televidente, concepto que es sugestivo y
que aporta un granito de arena al proyecto de consolidar una imagen definida al tiempo de
50
construir identidad nacional, contemplando la idea de que se puede ser diferente pero a la
vez todos somos partes de un todo al que le podemos aportar nuestras cosas positivas.
El segundo aspecto que menciona Fuenzalida es El carácter industrial (Administrativo,
intrínseco a la empresa televisiva: Gobierno, Ministerios): Este aspecto ya lo habíamos
tocado un poco y conocemos que los organismos que se encuentran a cargo de Señal
Colombia se rigen generalmente por lineamientos institucionales, para lo cual cualquier
reforma por mínima que ésta sea implicaría cambios a lo largo de ésta cadena que no son
rápidos ni fáciles de realizar, tanto por la permisividad de estos entes como por los
objetivos primarios del canal.
Cualquier reforma implica un proceso lento, con pocas posibilidades de ser aceptado en su
totalidad, ya que éstas instituciones al parecer, tienen al parecer, muy poco interés en
maximizar las probabilidades de ésta televisión pública, de cierta manera pareciese que se
estuviera cumpliendo con un requisito y cualquier reforma radical (que realmente ayude a
un resurgir de Señal Colombia) implica procedimientos prolongados, engorrosos y cambios
de lineamientos instituidos desde hace muchos años, lo que para muchos implicaría un “ir
contra la corriente”.
La amplitud de temas es un argumento que no se discute. Señal Colombia se proyecta como
una canal que posee gama de los aspectos positivos del país, evitando temas escabrosos
para la televisión, pues bien una dilatación de éstos podría despertar el interés de la gente, y
mostrar realidad no es sólo mostrar aspectos positivos. A través de todas las realidades ( por
malas que éstas llegaran a ser) también se puede dar ejemplo a la sociedad, guiar a la
juventud hacia buenos caminos, y se abre aún más participación en un público que puede
opinar no sólo acerca de lo que ve, sino también acerca de lo que vive.
Otro aspecto fundamental de Fuenzalida, es la Producción de programas según necesidades
y expectativas de las audiencias televisivas: en primera instancia el problema se encuentra
distribuido tanto en el espectador como en la parte productora.
51
Primeramente el público no exige ni demanda educación y cultura propia en televisión y no
concibe el espacio público audiovisual como suyo. La globalización, (y porqué no hablar de
una “gringolización” refiriéndonos a los monopolios de cadenas gringas que se tienen
mercantilizado el ámbito audiovisual), junto a la vasta oferta de canales de muchos partes
del mundo, crean toda una cultura de masas instituyendo culturas que no pertenecen a
nuestra idiosincrasia, pero que por la forma de introducirlas al público terminan
apropiándolas como si en realidad fuesen nuestras.
Esto hace que el público colombiano no se ocupe ni de conocer ni de apropiarse de Señal
Colombia, las emisiones de la mayoría de los programas, a pesar de que ésta ha de
comisionarse para lograr hacer un cubrimiento del país, no son requeridas por la mayoría
del público, ya sea por falta de inclusión o por falta de interés, ya que en general son muy
pocos los seguidores de Señal Colombia y sus programas, así como son aún menos quienes
participan y exigen mayor contenido educativo o cultural en la programación de los canales
nacionales en general.
Con los ejemplos de buena televisión pública, podemos ver que además de que son
proyectos realizables, son proyectos que están cumpliendo el objetivo no sólo de ser vistos,
sino de contribuir con el propósito de identidad de nación que tiene el canal, al tiempo que
favorece y aporta a los ámbitos culturales y educativos del país.
Al mencionar estos ámbitos, surge una inquietud acerca de cómo es la percepción que tiene
de Señal Colombia y de la Televisión pública en general, en el país el ámbito educativo, ya
que
la
misma
televisión
pública
se
adjudica
estas
enormes
y
magnánimas
responsabilidades, es bueno saber que piensan los docentes o si han estado dispuestos a
implementar éste recurso, distanciándose de lo que es la educación por televisión, que
corresponde a la enseñanza técnica de procesos, de lo que es la televisión educativa y
cultural.
Debido a esto, y meditando acerca de quién puede expresarse como audiencia y a la vez ser
lo suficientemente crítico como para discernir errores o dificultades no únicamente en la
52
parte televisiva, sino en la parte de contenido educativo y cultural, realicé la siguiente
encuesta a profesores de distintas áreas del país:
Críticos de Señal Colombia: los educadores
(Ver anexos página 89)
La siguientes encuesta fue desarrollada a un promedio de 3 – 5 docentes de diferentes áreas,
en las siguientes ciudades: Valledupar (4), Montería (5), Lorica (5), Villa garzón (3),
Cúcuta (3), Medellín (4), Itagüí (3), Villavicencio (3), Barranquilla (4), Bogotá (4) y Cali
(3). Total personas encuestadas 41.
1. ¿Cuántas horas de televisión en promedio mira usted diariamente durante una semana?
a). una hora b) dos horas c) tres horas o más
2. ¿Cuál es su preferencia en los contenidos de televisión?
a) Opinión y farándula b) Programas deportivos c) Documentales d) Noticieros
e)
Telenovelas y series f) Películas.
3. ¿Cómo considera Usted (docente) la Televisión en su ámbito educativo?
a)
Un medio destructivo y malo.
b)
Un medio de entretenimiento
c)
Un medio informativo, indiscriminado y de calidad
d)
Es un medio tecnológico al servicio del hombre.
e)
Una herramienta de fácil uso y aplicabilidad
4. ¿Qué canal nacional considera conocer más Usted?
53
a) CARACOL b) RCN c) Zoom d) Señal Colombia e) Otro. Cual_______
5. ¿Cómo identifica señal Colombia en su ámbito educativo?
a)
Le falta contundencia y proyección en su programación
b)
Es lúgubre y su imagen no es nítida totalmente.
c)
Es adecuada y con gran sentido de pertenencia por lo nuestro.
d)
Es didáctica y entretenida, se utiliza en el direccionamiento de algunas temáticas del
área.
e)
Otra. Cual____________
Respuestas generales:
R/ Casi no la veo, no me gusta.
R/ “Le falta darse a conocer, usted sabe que en la competencia sana esta la calidad.”
Tabulación encuesta:
No3
1 hora
2,4%
Opi&Fara
nd.
17%
Destructiv
a
51%
No4
Caracol
RCN
35%
No5
Le falta
Lúgubre
32%
15%
No1
No2
2 horas
9,6%
Deportes
67,9%
Entretenimie
nto
29,2%
39%
tres horas o más
87,8%
Docume
nt.
Noticias
14,63%
0%
Informati Tecnolog
vo
ía
20%
0%
Señal
Zoom
Colombia
2,4%
24%
Adecuad
a
Didáctica
53,6%
0%
100%
Novelas&Series
0%
100%
Herramien
ta
0%
100%
Otro
0%
100%
0%
100%
Otra
54
Tabla 1
Como sabemos, en nuestros días ver televisión es una de las aficiones más importantes, de
mayor influencia y a la que más tiempo le dedican tanto estudiantes, como padres y
docentes; en general después de dormir esta es la segunda actividad de la comunidad
educativa, ya que genera espacios de compañía, distracción, esparcimiento, es utilizada
incluso como premio o castigo, guardería, sustituyente
materno Etc. Es tal el poder
televisivo que condiciona circunstancias en la vida familiar; tanto de tiempo como de
espacio; cuando y donde comer, hacer tareas y hasta el horario de acostarse. Teniendo en
cuenta los fines de semana y las vacaciones, los estudiantes pasan más horas viendo la
televisión que en clase; es aquí donde la escuela debe ejercer un papel relevante y obligado
en la formación integral de los estudiantes, ya que es un medio tecnológico que puede ser
utilizado para el servicio del hombre; y no lo contrario, siendo los padres y los maestros las
personas que entran a mediar entre los estudiantes y la televisión, direccionando lo que
deben ver y por qué, para poder hablar con ellos en un lenguaje común y ayudarles a
escoger con buen criterio cómo van a utilizarla.
Pero, ¿saben los padres y profesores utilizar los medios audiovisuales y comprender el
lenguaje y las imágenes que llegan hasta ella? Muy pocos docentes han recibido una
formación adecuada en el lenguaje de la imagen, por ello, cuando utilizan los medios
audiovisuales en el aula se emplean de forma inadecuada, desconociendo que la televisión
tiene una gran capacidad educativa por el diseño y por su poder didáctico, que usa
simultáneamente la imagen, el sonido, los modelos y la palabra, es claro que no se debe
esconder la realidad, pero sí generar una conciencia reflexiva y crítica frente a lo que
vemos.
El ámbito educativo (en ciertos círculos) se ha dado cuenta que no ha asumido un
compromiso relevante que cumpla con el reto de distinguir los elementos persuasivos que
nos ofrecen y la misión de comprender el lenguaje audiovisual para ayudar a las nuevas
generaciones de estudiantes a interpretar los símbolos de la cultura, generando sentido de
pertenencia por lo nuestro.
55
El estudio de la imagen sigue ausente de la mayoría de las escuelas, denotando el desfase,
porque el docente no habla de lo que no conoce, pero ¿Qué le interesa de la televisión al
docente para complementar su proceso pedagógico, si su afición y dedicación están en
torno a una programación distinta a la de sus estudiantes? En su mayoría, los profesores
encuestados en diferentes municipios y de diferentes áreas coinciden en que les gusta ver
programas de información, deportes y películas, de dos canales nacionales y de una serie
de canales internacionales, olvidando que la escuela actual debe tener entre sus objetivos
primordiales que el estudiante aprenda a trabajar con imágenes, tanto para su lectura como
para su creación, fomentando un sentido de pertenencia por nuestra identidad cultural,
reflejando un pluralismo, una idiosincrasia autóctona que nos enorgullezca, siendo Señal
Colombia el único canal Público – Cultural, que brinda una gama de programas que,
saliéndose de los programas a los que están acostumbrados a ver los jóvenes, pueden
cumplir con algunos materiales didácticos y requerimientos educativos que necesita el
maestro. El docente lo sabe pero en su mayoría no acuden a él porque aducen que
desconocen la programación, la imagen es un tanto oscura, le falta nitidez y no tiene el
carisma de la programación que atrae al público en general, le falta mayor difusión para que
llegue a todos, mientras que Juan Carlos Escobar, docente en Bogotá asegura:
“He
trabajado con la programación de Señal Colombia en diferentes ámbitos del área de
Ciencias Sociales y a los muchachos, les gusta y responden con gran acertividad”.
Otros, mientras tanto, como María Eugenia López profesora de Itagüí, reconoce que
“Algunas temáticas de grado 10 y 11 en el área de Humanidades pueden ser enfocadas con
metodologías y didácticas de programas de Señal Colombia, pero debo dedicar mucho
tiempo para poder planear las clases”
Otros como Milton Gómez docente de Villa Garzón, Putumayo expresa: “Para aplicar
didácticamente los diversos materiales que ofrece el medio televisivo de Señal Colombia,
integrándolos de manera oportuna en las diversas áreas de básica primaria; debemos
conocer la programación como funciona y como podemos aprovecharla.”
56
Manuel Primera de Lorica, profesor Cordobés, propone: “Señal Colombia, debe convocar a
los docentes y padres de familia por todos los medios para dar a conocer todas las
bondades que brinda y la manera como poder utilizarlas, para así asumir un compromiso
mutuo con la sociedad Colombiana; los mejores vendedores podemos ser los maestros.”
Es claro que en los canales nacionales encontramos un cúmulo de información,
entretenimiento, diversión, concursos y algunos programas que pueden clasificarse como
educativos. Desde este ángulo de intereses el propósito ideal para optimizar nuestra
televisión sería orientar una práctica televisiva que proporcione unos criterios claros y unos
elementos que permitan una recepción crítica de los mensajes.
Muchos de los maestros que tenemos en Colombia se encuentran con la mejor
disponibilidad para asumir el reto lo cual, si es bien comprendido y utilizado genera
importantes beneficios para los menores; vinculando en este proceso la participación de los
padres, que deben conocer la programación y al fin de cuentas son los que tienen la última
palabra, al comprender que la televisión no es la causante ni instigadora de la crisis social
actual, ni de los problemas que encontramos en la sociedad colombiana, pero que si puede
emplearse como un refuerzo de los conceptos y valores que influyen directamente en sus
vidas y en la de sus hijos, y en especial en la cultura que se encuentra tan íntimamente
ligada con lo que somos, de ahí que el lema de Señal Colombia sea completamente
inclusivo al decir: “Todo lo que somos”, estimulando a la audiencia a compartir esa
idiosincrasia en una unidad que es la televisión pública y en especial Señal Colombia.
Los maestros pueden apropiarse del contenido de la televisión pública como recurso y
material de apoyo para sus lecciones, además pueden ser partícipes de la televisión
educativa y cultural interactiva, apelando a los mecanismos de participación que pone a
disposición de la misma para que el discurso de la televisión pueda ser producto de una
construcción social.
Incentivar este tipo de uso puede también estar a cargo de los maestros ya que dentro de sus
deberes puede verse contemplada la labor de incentivar el aprendizaje desde sus distintas
57
manifestaciones, dado que la televisión pública esta posicionándose como una opción
diferente, cuyos contenidos se relacionan ampliamente con la naturaleza y lo relacionado
con las ciencias naturales, además de la producción intelectual ya sea artística o científica
de los colombianos.
58
CAPÍTULO 3
ANÁLISIS PROGRAMÁTICO
SUB 30
Uno de los principales problemas que ha tenido la televisión pública a lo largo del tiempo,
más que la falta de presupuesto, ha sido la falta de gestión por parte tanto de la parte
administrativa como de los realizadores para emprender proyectos creativos con poco
presupuesto que cumplan con los objetivos de emisión de contenidos culturales y
educativos.
Uno de los mitos que rodean a la televisión pública, con respecto a esto, contempla que sólo
con mucho dinero pueden realizarse excelentes producciones, dejando de lado otros
factores claves de la realización, como lo son el formato, el contenido, la narrativa, el
lenguaje audiovisual, los planos, el ritmo, el interés suscitado por el tema y acorde con los
tipos de audiencia, sin embargo uno de los cambios mas considerables que ha tenido Señal
Colombia ha sido desprenderse un poco de esta creencia y comenzar a producir televisión
pública de calidad, con buenos contenidos educativos y culturales apoyándose en los
recursos que han sido destinados para ello.
Además de este aspecto, otro que ha marcado la diferencia recientemente cubriendo una
falencia en cuanto a la producción en Señal Colombia ha sido el enfoque de los programas,
ya que ha empezado a girar de acuerdo a las expectativas que demandan ciertos grupos de
audiencia, a las necesidades de contenidos diferenciados
que no hagan parte de lo
comercial y que sean formativos y pedagógicos.
Manuel Corredor dice que: “Uno de los aprendizajes importantes, dados a partir del
proceso de desarrollo de Señal Colombia en los últimos años es que los canales de
59
televisión requieren tener control directo sobre un grupo de programas bandera cuya
función es la de crear en la televidencia el hábito de consumo y representar, frente a la
audiencia, la identidad del canal, tanto en su imagen como en su contenido, ritmo y tono.
En el caso de Señal Colombia estos programas, que tenían una frecuencia diaria de
emisión, eran dos magazines culturales, La Sub. 30, destinado a jóvenes y Culturama,
destinados a adultos.”
Televisión Cultural. Manual de conceptos, metodologías y herramientas. Manuel Alberto
Corredor. Ministerio de Cultura.
Este proceso de creación e institución de programas líderes del canal muestra la evolución
en cuanto a la disposición de la programación del mismo, que busca posicionar la identidad
de Señal Colombia en la mente del televidente, creando rutinas de recordación,
identificación y gusto con el contenido del programa; y que sugiere un cambio desde el
punto de vista de producción, ya que no sólo está creando de acuerdo a los propósitos
iniciales del canal, sino que está enfocándose hacia lo que se encuentra siendo requerido y
demandado por el teleespectador.
Los magazines culturales mencionados por Corredor, han sido dispuestos de esta manera y
su enfoque ha tenido la recepción requerida, ya que como hemos visto han tenido no solo
reconocimientos, sino que también un público que se ha identificado con los mismos y que
al mismo tiempo ha utilizado los mecanismos de participación, ayudando a construir la
narración audiovisual.
La estética de Señal Colombia es uno de los componentes que también ha evolucionado con
el paso del tiempo, pero a pesar de que actualmente utilice un diseño mas dinámico, no ha
sido suficiente para que también evolucione el concepto y la percepción aburrida que tiene
el televidente de Señal Colombia, lo que vuelve a restringir la audiencia al llamar al interés
de unos pocos.
60
Como mencioné anteriormente la televisión pública con mayor reconocimiento a nivel
mundial es la BBC (British Broadcasting Corporation) del Reino Unido, que además es la
televisión pública más antigua del mundo; cuyos deberes han sido estipulados por el
gobierno. Se dice que Señal Colombia se inspiró en muchos aspectos de esta, lo cual se
evidencia un poco en los lineamientos que buscan promover la identidad nacional, el
sentido de pertenencia por la misma, el patrimonio cultural, y los requerimientos de la
audiencia, que aunque en un principio no fueron base para nuestra televisión pública,
recientemente se han ido incorporando y han sido un pilar fundamental para las nuevas
producciones.
Aspectos que se podrían tener en cuenta para aplicarlos a nuestra televisión pública
colombiana es ser estrictos en cuanto a la calidad, no sólo en los contenidos, sino en la
parte técnica y de producción; sin embargo este sistema de televisión pública cuenta con el
atenuante de que adquiere apoyo económico mediante una especie de recaudo o impuesto
por parte de la audiencia, ya que por ser de naturaleza publica, no admite publicidad.
Una estrategia importante que realizan es un estudio denominado “Ofcom reviex of public
service television broadcasting”, realizado por el organismo Ofcom, el cual es básicamente
un estudio de las demandas de las audiencias donde se pretende encontrar mejoramientos
para la televisión pública de acuerdo a las exigencias de los televidentes, el cual es uno de
las estrategias más aplicables, que se facilita gracias al acceso a medios como la internet,
que están al alcance de muchos sectores de la audiencia.
Con las innovaciones de los últimos años en Señal Colombia, su programación se ha
orientado y especializado para producir y emitir mayor número de productos audiovisuales
para cierto tipo de audiencias, evidentemente fundamentada en temas de cultura y
educación.
En concordancia con los principios del PROCEM (Proyecto Nacional de Cultura y
Educación a través de los Medios Masivos de Comunicación) (The Communication
Initiative Network, 2004); el Canal determinó como propósitos prioritarios: los niños, los
61
jóvenes, los valores humanos y la identidad nacional. Por esta razón, considera necesario
promover en la comunidad nacional, la noción de la televisión como factor imprescindible
en los procesos educativos. Marcela Benavides (Benavidez, 2008) opina que:
“Se manejan presupuestos muy estandarizados y en ese sentido programas como La Sub30,
Colombia se mueve, Yo me Libro, Expedición Sonora, Audible, Ensamble, Culturama,
Kikiriki, Cuentos de Cocina, son ejemplo de buenos resultados con pocos recursos. Por
supuesto también hay programas con los mismos recursos pero con malos resultados. La
creatividad y la calidad no dependen de los recursos.”
Los ejemplos de una buena televisión pública adquieren enorme valor, al saber que no sólo
pretenden cumplir con la responsabilidad monumental de la que ellos mismos se han hecho
cargo al emitir cultura y educación en un entorno comercializado, sino en hacerlo con las
limitantes y restricciones que esto conlleva, tanto en su presupuesto como en las políticas
de canal y en las especificaciones que han sido establecidas para cada una de los proyectos.
Primeramente encontramos entre los públicos objetivos y primordiales del canal, a la
audiencia infantil para quienes se tienen las siguientes especificaciones:
“Audiencia Infantil:
Los niños, como televidentes, están presentes a lo largo del día y durante buena parte de
la noche; por lo tanto, la programación en cualquier horario debe considerarlos como
audiencia participante. Adicionalmente, la programación destinada específicamente a los
niños tendrá una franja en los mejores horarios de Señal Colombia, incluido el "prime
time". Confluyen allí lo regional, lo étnico, lo ambiental, lo ciudadano, lo educativo y lo
audiovisual, con el fin de afianzar la identidad del niño, el reconocimiento de su entorno y
el estímulo a su capacidad expresiva”. (Ministerio de Cultura - Señal Colombia, 2006)
Ésta relación de Señal Colombia, con la niñez colombiana, evidencia su deseo de realizar
ese propósito de propagar y transmitir el sentido de pertenencia desde los niños que
62
constituyen la simiente de toda sociedad, donde no sólo lo refuercen sino que se les permita
expresarlo a medida que se interrelacionan con el contexto, por ejemplo emitiendo
contenido aplicable para los colegios.
De la misma manera expuso en sus especificaciones su interés para con la juventud, que
con el previo conocimiento de ser la audiencia con mayor resistencia a la convocatoria
hacia la televisión pública, constituye todo un reto para quienes se encargan de producirla, a
quienes les corresponde la tarea colosal de intentar satisfacer la variedad de exigencias y
gustos de los adolescentes colombianos.
“Audiencia Joven:
Señal Colombia reconoce la dificultad de reunir a los jóvenes en torno a la televisión
cultural y educativa. Por esta razón se ha planteado la necesidad de establecer un punto de
encuentro con y para ellos, a través de una franja joven en un horario privilegiado.
El diseño y desarrollo de los programas destinados a los jóvenes implica un ejercicio de
comunicación que abarque el amplio y contradictorio espectro de sus gustos e intereses
mediante la creación de una estructura y un lenguaje televisivo válido para la generación
de hoy. Esta búsqueda supone una aproximación más cuidadosa en la manera de
identificar la audiencia. Se trata de superar los criterios cuantitativos que determinan un
grupo de televidentes”. (Ministerio de Cultura - Señal Colombia, 2006)
Surge entonces, una inquietud interesante, al mirar todas estas especificaciones que tiene
Señal Colombia para conformar un ideal de lo que debe comprender su proyecto de
televisión pública, con su proyecto de identidad nacional encauzándolo hacia la niñez y la
juventud, nos preguntamos entonces, ¿Cuál de sus productos audiovisuales, puede
considerarse que haya cumplido éstos requerimientos? A través de entrevistas, indagué
acerca de cuál podría considerarse la mejor o una de las mejores muestras de televisión
pública en el país. Las respuestas coincidieron en general con los siguientes programas:
Colombia Se mueve,
Banderas en Marte, Expedición Sonora, Macondo.com,
63
Festivaliando, Culturama, En cine nos vemos, pero además la Sub30 estuvo claramente
exhibida y presentada como la mejor muestra audiovisual para personas desde el ámbito
audiovisual hasta el ámbito educativo.
Marcela Benavides,
quien fuera productora
delegada de Señal Colombia y quien ha estado íntimamente ligada con las producciones de
Señal Colombia durante varios años, respondió:
“La sub 30 fue un proyecto con un espíritu, presupuesto, contenidos, método de construcción y visibilización de los jóvenes bastante compatible con lo que debe ser la TV pública”. (Benavidez, 2008) Es importante destacar, como cualidad de La Sub 30, entre las que menciona la
entrevistada, que se haya provisto de un método de construcción y visibilización, ya que
complementa el proyecto de identidad, no sólo nacional, sino cultural; dando paso a la
inclusión de jóvenes de distintas regiones del país en un quehacer audiovisual atractivo.
¿Qué aporta que sea de carácter innovador y ejemplar la Sub30 para posicionarse como uno
de los modelos a seguir en televisión pública en el país?
La Sub 30 utiliza un formato de Magazín centrado en el aspecto juvenil, emitido en un
horario de lunes a viernes a las 9:00 PM y sábados y domingos a las 7:30 PM, con una
introducción audiovisual en animación completamente vívida, versátil, con colores y ritmos
llamativos.
Su propuesta de programa contiene dos presentadores jóvenes, son, Simona y Camilo,
quienes abordan un sinnúmero de temas que se busca que sean de especial interés para la
juventud, que van desde los temas musicales de actualidad, pasando por las artes, el teatro,
el cine, la ecología, lo arquitectónico hasta temas que se relacionan con los medios de
comunicación.
64
La forma de expresión de los conductores del magazín permite una mayor cercanía con el
público debido a su lenguaje e imagen juvenil, ingeniosa y perspicaz que compone un
programa con un estilo completamente diferente al que se encuentra habituado a ver y que
constituye una propuesta que consigue una audiencia bastante receptiva.
Simona, la
presentadora, es una mujer que maneja un estilo tal vez un poco tosco, es un poco más
conocida que el presentador, ya que se dio a conocer en el medio presentando el programa
“Mucha Música” en City TV, en donde su perfil se inclinaba un poco más por el reggae y
ahora la vemos en La Sub 30 con una mayor tendencia hacia el rock. A primera vista
pareciera que Simona tiende a sobresalir, opacando a Camilo en el momento de conducir el
programa, lo cual sucede algunas veces, dado que ella maneja un perfil un poco más
agresivo y marcado que él; sin embargo es notable también como a pesar de esto, se
complementan trasmitiendo y enganchando al público. Camilo maneja un perfil fresco, que
sin embargo no pasa desapercibido pero que se inclina más por un lado menos alternativo,
sin dejar de mostrar la opción diferente que componen.
Los estilos de estos personajes apuestan por lo diferente, y muestran la cultura del país
desde su visión diferente y juvenil, lo que atrae al público requerido, así no haga parte del
mismo estilo al cual éste público está acostumbrado; y conducen con mucha versatilidad el
programa, de tal manera que en el momento de presentar las notas se apropian, se amoldan
al estilo y exaltan de manera auténtica lo mejor de cada una ellas. Por ejemplo, en múltiples
ocasiones, realizan notas enfocadas hacía movimientos urbanos, que bien pueden ser
adaptaciones y mezclas de estilos de otros lados con un sello personal colombiano
estampado, como por ejemplo notas a grupos de rock electrónico en inglés como La
fábrica, entrevista realizada en la ciudad de Cali y emitida el 11 de Octubre del 2007, (La
Sub 30, 2007) en la sección de Jueves temático: Músicos Urbanos; ésta entrevista contrasta
con notas como la realizada a Diana Constanza Hernández, la joven santandereana mejor
conocida como María Mulata, quien se ha destacado dentro del folclor nacional por su
inclinación hacia uno de los ritmos más tradicionales del país como es el bullerengue. Esto
causa diferenciaciones, tanto en estilos como en gustos y visiones y lo que afortunadamente
demuestra, como a pesar de estas oposiciones y contrastes, tanto en La Sub 30 como en
Señal Colombia hay cabida para todas ellas y para todos los jóvenes.
65
Estas dos entrevistas tienen mucho en común, ambas son dedicadas a resaltar el talento
joven del país, con sus muy distintos géneros y cualidades, desde una misma perspectiva y
lenguaje joven que facilita la comprensión, la penetración y la enseñanza del tema. A pesar
de que estas dos entrevistas correspondan a personajes que se encuentren desarrollándose
en movimientos completamente diferentes, los conductores presentan con el mismo agrado
y con la misma importancia ambos reportajes, y cada una de las notas es tan ilustrativa y
crítica como la que la precede. Las entrevistas son llevadas a cabo con el mismo ahínco y
dedicación cualesquiera que fuese el tema, siempre conservando el enfoque de cada una de
ellas, desde los particulares estilos de los presentadores.
Un aspecto un tanto negativo radica en que a algún sector de la teleaudiencia puede diferir
del estilo de los presentadores como el de Simona por ejemplo, ya que pueden sentirse
excluidos al verse inmersos siguiendo un estilo que no es el tuyo, y que da pie para que no
se sientan identificados.
Sin embargo, en realidad, son muy pocas las quejas en contra de éste modelo de
presentadores y para su fortuna la conducción que realizan del programa ha tenido bastante
acogida entre el público, ya que además de que es resaltable la inteligencia y audacia de los
jóvenes conductores del programa, entre ambos logran mostrar esa visión joven de lo
urbano y lo artístico, lo que se complementa en producción con muy buenos manejos de
cámara y excelentes planos que le dan más vida a las realizaciones. Los acercamientos y
primeros planos juegan a ponernos de cara contra la realidad, las intervenciones de Simona
y Camilo son bastante afortunadas e ilustran más acerca del tema que están tratando para
contextualizar al televidente, lo que podemos traducir como el cumplimiento del objetivo
de culturizar, de una forma en que si le está llegando al público joven, expandiendo las
oportunidades para su participación y expresión.
A pesar de que la imagen de Señal Colombia y de todos sus programas siempre ha sido
poco animada, esta variación tanto de ambientes, como de presentadores, de perspectivas y
por supuesto de temas, es bien aceptaba, no solo por la apertura de opciones para la gente,
66
que mencionábamos antes, sino también por la manera de conducirla y de mostrar una
televisión pública con lo que su audiencia objetiva necesita y quiere ver, saliéndose de los
paradigmas comerciales de televisión y exaltando los aspectos positivos del país.
Además de contar con variedad temática, otro tema a favor lo constituye la multiplicidad de
secciones que se puede encontrar en cada uno de los capítulos de éste programa, que ofrece
durante toda la semana componentes permanentes como las sugerencias de literatura y del
talento musical nacional; mientras los otros segmentos varían lunes, miércoles y viernes;
intercalando esos componentes que están incorporados en el formato al mismo tiempo que
intenta seducir a la audiencia, realizando un cubrimiento nacional así como un cubrimiento
de la diversidad de temas, introducciones para cada sección para buscar no sólo una
cercanía con el espectador, sino también acompañamiento.
Los martes y jueves centralizan el programa en una entrevista que es apoyada con la
intervención de grabaciones ilustrativas del tema, así como por intervenciones tanto de los
presentadores, como del invitado. Está estipulado que los martes el grupo de los
entrevistados lo componen exponentes de mayor edad de la cultura tanto a nivel nacional
como a nivel internacional, esto es un gran recurso a partir del momento en el que se
expone para la juventud los buenos modelos y los buenos proyectos que desde hace varios
años han marcado una diferencia y han trascendido pudiendo hacer las veces de motivador.
Para los jueves se determinó que los entrevistados sean adolescentes que desarrollen
movimientos culturales en el país, lo cual también puede actuar como un inspirador para los
jóvenes, no solamente para seguir los buenos ejemplos, también buscar ese sentido de
identificación y del mismo modo vincularse a las actividades que se presentan con las
entrevistas realizadas por otros jóvenes.
Conjuntamente la Sub 30 cuenta los martes y jueves con una especie de “reportero”, un
joven, que con un estilo fresco y dinámico realiza un recorrido por distintos sitios territorios
de nuestro país realizando reportajes y reseñas a manera de seriados de cuatro capítulos,
que se distinguen tanto por su variedad como por su amenidad.
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Su objetivo principal busca: “Ofrecer a los jóvenes colombianos un espacio que, desde su
propia mirada, les permita conocerse y conocer a otros jóvenes de todo el país” (Señal
Colombia, 2007)
Este propósito principal del programa se realiza no únicamente desde el momento en el que
ven el programa, sino también desde el momento en el que los mismos jóvenes que han
desplegado en el ámbito cultural aportando algo nuevo, exponen las actividades que
realizan compartiendo su aporte con los demás jóvenes de Colombia interesados,
invitándolos a que se vinculen y participen contribuyendo también con la cultura del país,
de ésta manera, conservando su estilo propio, se dan la oportunidad de interaccionar con
otros jóvenes colombianos.
Los demás propósitos buscan examinar la multiplicidad de perspectivas que pueden
expresar los jóvenes acerca de la cotidianidad y su contexto desde distintos lugares y
estratos en el país. El programa a su vez funciona como un contexto en el que se emite un
intercambio cultural provechoso, ya que cada uno aporta la posición y el enfoque de vida
que tiene consigo al tiempo en el que aprende de los puntos de vista de los demás sobre
distintas temáticas relevantes para la convivencia como son el interés por la pluralidad
cultural y la comunicación en sociedad.
De esta manera permiten y suscitan la intervención de los jóvenes en la Sub 30 a través de
llamadas y chat, así como promueven la imagen de espacio abierto para quienes quieran
publicar productos audiovisuales manifestando su interés por la cultura colombiana.
Incentivar la participación de los jóvenes en el programa a través de líneas telefónicas e
internet, medios electrónicos que permiten que haya intercambio y flujo de información con
el equipo de producción.
“La creación, la producción y la memoria cultural expresan distintos procesos que
han ido configurando los contextos locales. Múltiples saberes, creencias, diferentes
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lenguas, distintos modos de hablar y vestirse que conforman la Nación y requieren
de un reconocimiento mutuo”. (Ministerio de Cultura, 2006) De ésta manera se permite que a través de ésta interacción no sólo haya intercambio de
contextos, conocimientos y características culturales, sino que se unifiquen como un todo,
reconociéndose como tal. Esto además de cumplir con el objetivo de identidad que pretende
institucionalizar Señal Colombia, busca posicionar a los jóvenes como verdaderos
ciudadanos al promover que ejerzan su derecho de Libertad de expresión, donde no
solamente van a enunciar sus opiniones, sino que va a comunicar lo que son, todo lo que
compone su humanidad y su idiosincrasia; lo que constituye también un motivador para que
participen activamente en los proyectos de integración que ofrecen distintos programas de
Señal, como por ejemplo la Sub 30.
La escogencia de temas de éste programa se preocupa por abarcar muchos aspectos del
ámbito cultural que están íntimamente relacionados con las actividades que se realizan en el
país. Estos ítems de los temas que están determinados incluyen todos los complementos de
las artes: escénicas, visuales, plásticas, musicales, literarias; así como el cine, los espacios
políticos y la cultura, los medios, el folclor y las expresiones populares, los patrimonios
nacionales y coloniales, la disciplina deportiva, así como la historia, la antropología, las
bibliotecas y museos.
Claramente se preocupan por abarcar el contenido del arte en todas sus manifestaciones, y
sabemos que el arte es un medio por el cual las personas pueden comunicar sus saberes, sus
impresiones, pensamientos, pasiones, emociones y por medio de éstas, la percepción y
visión de su contexto, lo que continúa siendo afín a los propósitos del canal y del programa
y en ningún momento se sitúa fuera de éstos.
Asimismo la cinematografía, la coexistencia del entorno con los jóvenes mismos y el
deporte, hacen el llamado a la integración e identificación que busca el canal, sin embargo
éste llamado ha sido atendido por sólo unos pocos, una estrecha audiencia que acepta la
invitación y participa activamente de los proyectos. En términos generales el contenido
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temático estipulado a modo de planeación está bien establecido, ya que los temas abarcan
no sólo los propósitos del canal, sino también diversidad de intereses repartidos en el
espectro de audiencias, pero ¿cómo se emiten estos temas para que sean recibidos y
apropiados por el público?
La orientación con la que sean presentados estos temas influye íntegramente en esta
aprehensión que puede o no hacer la tele audiencia de los mismos, El libro de Estilo que fue
diseñado para la Sub 30 indica que la dirección de los programas se sitúa por una parte, en
los valores acreditados por la legislación cultural colombiana, y por otra parte de acuerdo a
los políticas y lineamientos determinados por el Ministerio de Cultura que han sido
establecidos como de vital importancia en los objetivos del trabajo realizado por el Sistema
Nacional de Cultura.
Asimismo también afirma que en el momento de realizar las
producciones pretenden alejarse un poco de la imagen corporativa para emitir los temas con
una proyección, locución y tratamiento audiovisual que les permita acercarse a la audiencia,
logrando una verdadera conexión.
El enfoque con el que se encuentra direccionado la Sub 30 busca conseguir un balance, en
el que se emita el programa con un equilibrio entre lo que las instituciones políticas
imponen con miras a nuestro bienestar y entre lo que el público necesita o requiere para
sentirse a gusto y participar de los proyectos.
Este “equilibrio”, por así llamarlo se encuentra en un modelo que se encuentra con un
obstáculo que se localiza principalmente en la manera de ver televisión de la tele audiencia,
éste obstáculo es la percepción que tiene el público de todo lo relacionado con éstas
instituciones del estado, la apreciación que le dan es, más que cuadriculada, seria y lúgubre,
por no decir que obsoleta; y desafortunadamente lo que atrae al público se compone tanto
de buen contenido como de una forma atractiva de presentarlo, en el proceso de
composición de un proyecto audiovisual, es tan importante lo que se muestra, tanto como se
muestra.
70
Muchas veces los proyectos audiovisuales comerciales carecen de un contenido que en
realidad le aporte algo a los espectadores, pero su forma de presentarlos es tan atractiva,
que ganan audiencia. No estoy diciendo que esto sea lo correcto, pero si es verídico que una
narrativa audiovisual dinámica, interesante y sugestiva le aporta un bono extra a la emisión
de los programas.
Ahora en la parte de televisión pública, que está apadrinada por regímenes académicos,
claramente no tiene las mismas libertades que puede tener un programa de televisión
privada, y tiene aún más ordenaciones que seguir, que muchas veces pueden ser limitantes
y restrictivas, incluso dentro de los mismos temas.
El libro de estilo de la Sub 30 especifica que: “… el abordaje de los contenidos no
evidencia en ningún caso el carácter institucional de muchos de ellos” (Señal Colombia,
2007) haciendo referencia al Ministerio de Cultura y al Sistema Nacional de cultura, sin
embargo, cuando el público reconoce estos orígenes de las emisiones, adopta una postura
poco receptiva debido a lo que mencionaba anteriormente, y es que la imagen que se tiene
de éstas instituciones es letárgica y llama muy poco la atención de las personas.
La Sub 30 logra superar levemente ese obstáculo ya que con su modelo de narrativa
audiovisual mantiene un punto de vista joven que también resulta entendible y llamativo
para que las demás audiencias con distintas edades puedan sentirse identificadas. Para
hacerlo también evitan el acento y el lenguaje normativo saliéndose de los parámetros
educativos, emitiendo con buen humor y en ocasiones sarcasmo que les permite lograr una
cercanía con la audiencia; y particularmente, aunque varían de regiones, modificando con
ellas el contexto, la cultura, la multiplicidad de caracteres, convergen en el punto en común
del sentido fresco y joven del programa. Otra de sus estrategias para atraer se compone de
intercalar los espacios que tengan algún tipo de nudo con los que no lo tengan para darle
fluidez al programa, y de esta manera también captan la atención de los espectadores con
este ritmo alternado.
71
Si bien este tratamiento logra amenizar de gran manera el obstáculo de la imagen rígida que
mencionaba también tiene el contrapeso de poder convertirse con facilidad en un factor
limitante en el momento en el que se restringe en demasía el contenido para la audiencia
joven y la audiencia que sigue el programa y que es un poco mayor pierda el interés hacia
éste.
La Sub 30, que se encuentra siendo emitida en un horario que va de lunes a viernes, con
repetición los domingos; va dirigida hacia una audiencia que oscila entre los 14 y 28 años,
sin embargo, los temas de los contenidos, como ya vimos anteriormente, son temas de
interés, utilidad y provecho general que pueden expandirse más allá de los limites en la
edad de la audiencia, ya que las artes junto con sus derivados, más el cine, la música, el
deporte y demás temáticas tratadas en el programa que forman parte de los gustos y
necesidades tanto de adultos como de jóvenes. Sin embargo lo importante es que cumple su
objetivo, y tanto con su lenguaje como con su presentación y fórmula, llegan hasta su
público objetivo.
La proposición del carácter del programa, tal y como lo señala en el anexo “Propuesta
Creativa 060420 Sub 30”, incluye un estudio a fondo de las regiones que se van a
presentar y en especial de la forma como se van a exponer aclarando que no buscan
restringir los distintos usos que se les puede dar al habla, pero si criticando y evadiendo
estrictamente las conductas y los procederes que no constituyan un buen ejemplo y que no
aporten nada constructivo para la ciudadanía, esto incluye la drogadicción, la bebida, el
terrorismo, el racismo, entre otros, aclarando que pueden existir excepciones cuando se
encuentre una de éstas manifestaciones al interior de alguna de las culturas expuestas, sin
embargo se evita enormemente no exponerlas como malos ejemplos que pueden llegar a
ser, además de contradecir los objetivos del programa y del canal.
Esta estipulación es muy provechosa en el momento en el que vemos los múltiples lados
positivos de cada uno de los tipos de sub culturas que tienen las regiones de nuestro país,
sin embargo podría exteriorizar solo una cara de la realidad de un grupo o una región, lo
72
que podría hacerle perder un poco de
autenticidad a quienes se encuentran siendo
presentados y hacen parte de un todo, tanto con sus aspectos positivos como negativos, que
estos últimos son los que el programa (y en general el canal) se encuentra evitando.
La Sub 30 y la Audiencia
El 14 de Noviembre del año 2007 el Ministerio de Cultura realizó una investigación de
audiencia a través de la web y de un focus group (Grupo de Gestión y Ejecución Dirección
de Comunicaciones Ministerio de Cultura, 2007) para el programa la Sub 30, que finalizó el
13 de Diciembre del mismo año; estuvieron comprometidos, televidentes pertenecientes a
la audiencia fiel del canal (doscientos ocho espectadores), y un grupo menor que en parte
no estaba familiarizado con la Sub 30 o que lo habían visto esporádicamente.
Se buscó conocer en parte, el cumplimiento de los propósitos preestablecidos en los
lineamientos y en los objetivos del canal y de la Sub 30, como son la misión de que los
espectadores adquieran mayor sentido de identidad colombiana, afianzándoles el valor de
pertenencia; la libertad de expresión y el uso o participación que pueden estar haciendo los
ciudadanos de ella; la multiplicidad de todas las distintas culturas que adquieren su
reconocimiento en el programa; la noción de frescura y juventud que desea irradiar el canal
y con la que pretende interactuar y crear conexiones con su audiencia.
Entre los resultados que arrojó este estudio a pesar de estar bastante distribuidos entre los
diferentes objetivos a estudiar, son bastante interesantes, en primera instancia, porque
demostraron que la audiencia de La Sub 30 (y simultáneamente de Señal Colombia) no es
totalmente derogada, y que se pueden no sólo cambiar sino renovar distintos aspectos para
mejorar.
73
Estos resultados comprenden cuales son las cualidades o aspectos con los que el público se
siente más asociado cuando mira La Sub 30, y que pueden ser primordiales para medir si
los objetivos de canal y de programación están siendo cumplidos.
En las primeras resultas el aspecto que más destacaron los encuestados de éste estudio fue
la juventud (31.24%), (Grupo de Gestión y Ejecución Dirección de Comunicaciones
Ministerio de Cultura, 2007) esto comprueba que la orientación del canal se encuentra
justificada ya que está siendo absorbida justo de la manera en cómo está siendo trazada y
proyectada, hacia los jóvenes, teniendo gran aceptación y recepción por parte de los
mismos.
El aspecto destacado en segundo lugar lo constituye la cultura con un porcentaje del
20.19% (6). Este, siendo un foco central dentro de los objetivos principales tanto de Señal
Colombia como de La Sub 30, tiene que sobresalir, distinguirse y por supuesto prevalecer,
ya que además debe ir de la mano con la orientación juvenil para que entre ambas partes
cumplan con los objetivos ya designados.
En un tercer lugar nos encontramos con lo que los realizadores de la encuesta denominaron
en términos muy generales como “Buenos contenidos” que con un porcentaje de un 12.02%
(6), se posiciona en un buen puesto en la recordación de la audiencia, destacando su
importancia ya que los buenos contenidos son esenciales para cumplir el propósito de
difundir cultura y educación.
En conversación con uno de los educadores encuestados acerca de la educación en la
televisión pública (capítulo 2), me comentaba al respecto de éstos dos ámbitos por los que
se responsabiliza la televisión pública que son la educación y la cultura, y expresaba como
algunas veces la emisión de contenidos que provenían de estos dos ámbitos no llegaba a ser
lo suficientemente satisfactoria y cumplidora de los propósitos que tiene éste tipo de
televisión; posiblemente porque cuando se muestran algunos procesos o actividades
culturales o lúdicas en el país, en parte no se establece conexión con el televidente, y en
ocasiones lo que se muestra, a pesar de ser genuino y completamente válido para los
74
objetivos del canal, no tiene una posibilidad o no abre una puerta para que el espectador
quiera o pueda hacerle seguimiento, lo que es peor aún, no se resalta el beneficio que posee
la actividad, el valor que debe ser portado por el ejemplo cultural y reconocido por el
público, dejándole una contribución de saberes nuevos significativos para que su contenido
adquiera el estímulo de la calidad.
Sin embargo, entre los aportes de La Sub 30 está la invitación a la participación, que junto a
los buenos contenidos y a la forma, logra impartir conocimiento de una forma con la cual
los jóvenes se sienten atraídos e interesados.
La música constituye en cuarto lugar, otro de los reconocimientos a éste programa. Esto
demuestra que es uno de los conductos más importantes dentro del tema de la televisión
pública y cultura, y que la audiencia encuentra en la Sub 30 un lugar donde localizarla y
conocer más acerca de la misma.
La libertad de expresión se posiciona después del lugar en el cual se encuentra la música,
lo que refleja como prima la recepción de un elemento por encima de otro que implica un
aporte del televidente. Sin embargo, ser receptivos a la información es una forma de
participar y sabemos que son muy pocos quienes en realidad participan activamente
interrelacionándose con el programa y sus actividades. Es difícil para muchas personas
acceder a un medio como es la televisión, y muy a pesar de que las intenciones de ésta
televisión sean idealmente incluyentes, son muy pocos los que en realidad alcanzan a ser
partícipes de los proyectos de los medios. A pesar de esto, la idea está abierta y es puesta a
la práctica, esa idea de libertad de expresión es absolutamente compatible en este caso con
el concepto de espacio público audiovisual, que pretende ser Señal Colombia, y en
elementos como éste programa se abren los espacios para que esto sea posible
La diversidad es otro aspecto que se incluyó en ésta encuesta, obteniendo un porcentaje un
poco inferior pero similar al de la libertad de expresión. Lo que se visualiza al ver una serie
de capítulos de La Sub 30 es que la diversidad constituye uno de los principales objetivos
de creación en la producción de cada uno de ellos, ya que no sólo se exhiben muestras de
75
distintas actividades en su contenido programático sino que éstas muestras siempre van
acompañadas de nuevas locaciones y contextos, lo que establece un elemento contenedor e
incluso comparativo de los cambios que pueden observarse, varían de una sub cultura a
otra.
Sin embargo estos cambios aunque se modifiquen según las locaciones, estas no están
contemplando toda la diversidad nacional, no sólo observando los programas sino también
en acuerdo con las mismas opiniones de los encuestados, el programa se encierra un poco
en Cundinamarca, es decir, que las emisiones están mucho más concentradas en Bogotá y
sus alrededores, lo cual cercena un poco el propósito de promover la identidad nacional, ya
que la audiencia de otras ciudades puede sentirse excluida, como sucede con varias de las
personas que tomaron la encuesta.
Esto nos indicaría que la teleaudiencia ve que se resaltan sólo ciertas partes del país, en
especial la parte central, y que usualmente no ve representada su región y por tanto califica
como falta de diversidad.
El “cubrimiento geográfico” del programa, contemplado en la Propuesta Creativa 060420 la Sub 30, indica que: “El Magazín cubrirá toda la geografía nacional. Por ello los cuatro equipos de trabajo se
repartirán las regiones así: El equipo de Cali aportará el 20% del programa y cubrirá el
suroccidente del país; el equipo de Medellín aportará el 20 % del programa y cubrirá la
zona cafetera y el magdalena medio; el equipo de Barranquilla cubrirá el norte del país
incluidos los Santanderes; el equipo de Bogotá aportará el 40% del material del programa
y cubrirá el resto del centro, el sur y el oriente colombiano.” (Ministerio de Cultura - Señal
Colombia, 2006)
De ésta manera vemos cómo se encuentra establecida la cobertura nacional de la Sub 30,
jóvenes, sub culturas y grupos de ciudades por fuera de Bogotá tienen todas las
posibilidades abiertas de ser partícipes de La Sub 30, los cuatro grupos determinados y
76
distribuidos deben abarcar determinada zona para que entre todos puedan cubrir a todo el
país, sin embargo, dado que la capital responde por un porcentaje mayor del programa, en
comparación con los otros tres grupos, es claro que son los proyectos que van a quedar con
mayor visibilidad dentro del programa porque ocupan la mayor parte de éste.
A pesar de esto, la audiencia de Antioquia confirma como se ha visto identificada en el
programa, como a pesar del centralismo que persiste, ven reflejado el aporte de su cultura,
sintiendo plena identificación con el programa y el canal. Esto es un buen ejemplo de
filiación, ya que la audiencia antioqueña en lugar de sentirse apartada dentro de la
televisión pública, busca incluirse en miras de buscar beneficios en los aspectos culturales y
educativos, mientras que el resto de audiencias en el país escasas veces demuestran
iniciativa en cuanto a realizar proyectos para mostrarse a sí mismos.
En un porcentaje igual se encuentra el ítem de la novedad y de la creatividad. Innovar en
televisión pública no es una tarea fácil, como ya hemos visto, la creación en televisión
pública se restringe no únicamente por las políticas de contenido, sino por el presupuesto y
la disposición de los productores para la realización. El contenido de éste programa, se
fundamenta principalmente en acciones, eventos, personajes y costumbres, que ya han
establecido su propia estampa en el ámbito cultural, por lo que la transformación hacia lo
nuevo la instauran muchas veces más en la forma, que en el contenido. Esto funciona por
ejemplo, en el abordaje que hacen los productores y los presentadores de cada uno de los
temas, tanto el lenguaje, como el acento, el humor, la mordacidad y la propiedad con la que
manejen los temas, emite una impresión de frescura y novedad, propias de la creación.
Igualmente hay que tener en cuenta que los temas manejados, aunque ya estén instituidos y
arraigados en determinada región o territorio, muchas veces es en la Sub 30 donde apenas
se están dando a conocer, es decir, se convierten en novedad para personas de la audiencia
que no los conocen, pero si no se presentan de la forma adecuada o interesante,
probablemente, los espectadores van a reconocer poca novedad en el programa, sin
embargo es claro que los otros valores se encuentran más presentes que la novedad, sin que
77
por esto, ésta se vea desplazada, solamente va incluida tanto en los temas como en la forma
de introducirlos al televidente.
El ítem opción / alternativa. acompaña a la diversidad, así como a la novedad y creatividad
con el mismo número de votaciones (6.73%),
éstos últimos, aunque presentes en el
programa, ocupan un penúltimo lugar en lo percibido por los televidentes. Estas tres
variables se convierten entonces en un índice determinante de las prioridades de la
audiencia como son juventud, diversidad, libertad de expresión, etc. Sin que por eso, éstas
últimas dejen de ser importantes o de estar contenidas en el programa.
Sorpresivamente el arte que se encuentra en un bajo lugar de la encuesta, refleja cómo a
pesar de estar estipulada como el tema más abordado en el Libro de Contenido de la Sub
30, no está siendo percibido como tal, posiblemente porque en sus variaciones no se
reconozca, como por ejemplo en la música, con la cual relacionaron más votantes el
programa y que corresponde al ámbito artístico; siendo que es abordada en muchos de los
contenidos, no sólo en música, sino en teatro, cine, que son unas de las temáticas mas
requeridas por los jóvenes.
En los últimos lugares de la encuesta encontramos ciertas variables como el sentido de
pertenencia, el cual, siendo uno de los objetivos principales del canal y del programa, no es
registrado como una de las temáticas que más sostiene la audiencia cuando ve el programa,
esto se debe a lo ya mencionado antes en el ítem del cubrimiento geográfico, que se
localiza en ciertas regiones del país para intentar cubrirlo en su totalidad, y que por motivos
no sólo de producción sino también de presupuesto e interés, queda la mayor parte de las
veces restringidas las emisiones enfocándose en proyectos de las mismas zonas; lo que
dificulta que todo el público se apropie y haga uso de ese sentido de pertenencia al sentirse
exceptuados y porqué no, prescindibles en un medio que dice contener todo lo que es
Colombia.
La actualidad y opinión que van estrechamente ligadas a “la frescura” constituyen un
interrogante, acerca de en dónde queda el reconocimiento de la actualidad nacional. Si
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ocupan un lugar tan bajo en el escalafón de la encuesta, es menester preguntarse si las
emisiones no están mostrando las manifestaciones culturales en una contemporaneidad o en
una aplicabilidad a lo actual y si las opiniones no se reciben como trascendentales por los
personajes o por el tema que se está tratando. Es extremadamente positivo ver las
manifestaciones culturales del país, pero también es aceptable observar todos los lados de
estas manifestaciones: si en algún momento se omite algún episodio de violencia u otra
acción por ser poco ejemplar, o por cualesquiera que fuese el motivo, también deberían
mencionárseles, ya que es de vital importancia para los espectadores conocer la realidad
existente de su país, renovándose constantemente la información, ya sea con seguimientos
de las notas o destacando los hechos, pero siempre innovando al contenido para darle la
relevancia que merece la actualidad.
En los últimos lugares encontramos las siguientes variables: Diversión, Conocimiento /
Aprender, Cultura Urbana, Contracultura, Talento ; éstas incluyen todo ese tema de la
infinidad de detalles que se pueden encontrar en ciertas culturas, que son de atracción para
el público, en especial esas formas de rebelarse a la cultura que se mantienen siempre
dentro de la misma cultura, no es como algo que plantee como lo opuesto de algo
establecido como es la cultura, sino como la expresión de los mensajes que quieren emitir
de un modo no convencional, lo suficientemente creativo para enganchar a un público y
claro para que lo puedan entender distintas clases de personas.
De todas éstas variables, parece injustificable que se encuentre el Conocimiento y el
Aprendizaje en un último lugar entre lo que el público está percibiendo, ya que en primera
instancia el programa hace parte de un canal público cuyas responsabilidades comprenden
los ámbitos tanto culturales como educativos, y varios de los compromisos adquiridos con
la cultura insisten no sólo en mostrarla sino en enseñarla para establecer un sentido de
pertenencia con lo nuestro, lo cual puede no estarse presentando si el público no reconoce
las enseñanzas e instructivos del programa, pero la idea aunque si es impartir cultura y
educación, parte también de no hacerlo de modo tradicional, es impartir de una manera
79
atrayente que logre interesar al público sin que haya una concepción de aprendizaje que
puede interpretarse como forzosa.
Otros de los datos importantísimos de estas pruebas fueron los aspectos que los mismos
televidentes insisten en que deben ser perdurables y los que no. Gratamente en primer lugar
de los aspectos de La Sub 30 que el público aboga por conservar, se encuentran los
presentadores, Simona con un poco más porcentaje que Camilo, se posiciona en primer
puesto, pero ambos se perfilan en la delantera de los aspectos positivos del programa y
requeridos por la audiencia; lo que significa que su labor está siendo aceptada, y aunque en
muchos foros en internet encontramos críticas a su estilo, también hay una gran porcentaje
reconociendo la excelencia de su trabajo.
El aspecto que continúa en la lista de importancia de conservación de la audiencia lo
constituye el contenido, este concepto que maneja la mayor parte de lo que ofrece la
televisión pública al tomar distancia de la televisión comercial y que está prometiendo
principalmente calidad en sus productos audiovisuales, calidad de saberes y nociones, está
siendo evaluado satisfactoriamente por los televidentes, ya que además de contar con la
calidad ya mencionada, cuenta con un tratamiento audiovisual y humano que permiten la
aprehensión de los conocimientos con gran satisfacción por parte de los usuarios.
Otro de los datos altamente evaluado lo constituye la estética audiovisual , lo que incluye
no únicamente lenguaje, sino tratamiento, planos, ritmos, etc.… éste punto se considera de
vital importancia porque va de la mano con el contenido, el cual es el eje central de una
producción en televisión de éste tipo, junto con la cultura; si el contenido no es presentado
apropiadamente, puede perderse la información, el interés y hasta el sentido de lo que se
quiere comunicar, por lo que, al público exaltar la narrativa audiovisual seguida del
contenido, es porque se está realizando una notable sincronización entre ambas, y que están
realizando un buen desempeño, tanto llevándole realizaciones de buena calidad y en una
forma comprensible, ajustada a sus necesidades y penetrante.
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El siguiente aspecto lo cubre la Inclusión: pese a que no es la votación más alta, el número
de votantes refleja que hay un círculo que se siente incluido en la programación, ya sea por
los temas de su interés o por las invitaciones que se les extienden para los distintos
proyectos o actividades, lo que revela no sólo que se está llegando a las personas sino que
está cumpliendo el objetivo de cubrir distintas zonas para lograr una identificación nacional
como está propuesta.
Finalmente entre las últimas variables encontradas en lo que la audiencia conservaría de La
Sub 30 encontramos el formato y el estilo, estás cualidades a pesar de ocupar los últimos
puestos de recordación, sabemos que no solo están presentes en la mente de los televidentes
sino que también hacen parte de todo lo que contiene el tratamiento audiovisual; por lo que
no hay que escatimar en hacerles mención, ya que conforman un conjunto con la estética
audiovisual (que mencionamos anteriormente), de presentación y desenvolvimiento; los
temas están siendo presentados en un formato de Magazín Juvenil y con ciertas
características, frescura, dinamismo y energía, bajo una visión joven del mundo, que
encanta a los espectadores y para ellos merece la pena mantenerla.
Entre las variables que el público optimaría o corregiría, nos encontramos en un porcentaje
muy alto que indica que no cambiaría absolutamente nada, junto a los menores que son
aspectos como: El horario: el cual probablemente no responde a la disponibilidad de todos
los seguidores de La Sub 30, y que en realidad es un aspecto técnico que no representa
como tal un error en la estructura del programa.
Otras de las variables que la audiencia modificaría dícese de: “muy bogotano”. Esta
variable constituye el problema que ya mencionábamos acerca de la centralización. Dado
que el programa tiene ejes centrales a través de los cuales buscan abarcar ciertos
departamentos y con ellos la mayoría del país, siempre va a quedar ceñido más a ciertas
regiones que a otras, lo que se traduce en que desafortunadamente se ignoren ciertas
regiones. Además de eso, el presupuesto claramente no es suficiente para subsidiar
recorridos hasta cada una de éstas partes, por lo que sería más conveniente, crear
81
convocatorias para que la gente desde sus territorios envíe propuestas audiovisuales
factibles de emitir en el programa.
Un aspecto preocupante emitido en ésta encuesta es: “la superficialidad en los temas y en
las entrevistas”. Muy a pesar que la mayoría de los encuestados abogó por el excelente
contenido que dicen tiene La Sub 30, es preocupante ver como algunos piensan que existe
ligereza en el programa, puede ser que no compartan ciertos aspectos que son propios de
los proyectos culturales e inclusive la manera de presentarlos, pero en la práctica,
observando el programa, podemos notar que el desarrollo que se le da al programa siempre
está compuesto de un cubrimiento provechoso de los temas, y las entrevistas siempre
buscan explorar y facilitar la comprensión de los proyectos culturales y educativos.
La cámara movida y los libretos, son aspectos de la producción, que al igual que el anterior,
gozan de un porcentaje opuesto, que es mayor, que defienden lo contrario. Éste porcentaje
menor cambiaría la cámara movida por ejemplo, lo que conforma uno de los aspectos que
llama la atención de muchos televidentes por su propuesta audiovisual diferente. Lo mismo
sucede con los libretos, tal vez, un mínimo de tele espectadores no se identifica
completamente con el lenguaje o ritmo del programa, para lo que afortunadamente se
encuentran otros aspectos complementarios, como el tema y los contenidos, que si serán de
su agrado y podrá obviar los que no lo son. Aún así el estilo de La Sub 30 goza de un
espíritu integral, conformado por varias cualidades tan diversas, que permiten que las
personas encuentren su gusto o necesidad satisfecha, aunque sea parcialmente.
Finalmente, uno de los aspectos más importantes, y completamente loable y pertinente en el
tema, es la promoción escasa del programa. Sabemos que esto no es un problema exclusivo
de este programa, sino en general de toda la programación del canal, y esto lo demuestra
que hasta los televidentes lo noten, ya que además de la dificultad
de pautas, nos
encontramos con la percepción que mantiene encerrada a la televisión pública que es seria,
lúgubre y hermética, y por eso se mantiene restringida la publicidad en otros canales. Sin
embargo, cabe anotar, que gracias al internet, la audiencia del canal mantiene sus opiniones
y el interés vivo acerca del mismo, lo que es una buena manera de conocer referencias de
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televisión cultural. En muchos blogs de jóvenes en internet e inclusive en la página de
youtube, podemos encontrar infinidad de comentarios, generalmente apoyando al programa
y a la televisión pública en general, ya que la mayoría de los comentaristas expresa su
desagrado por la comercialización en la que permanentemente habitan los canales
nacionales de mayor rating en el país. Esto constituye una forma de publicidad no formal,
que a fin de cuentas, cumple la mayoría de objetivos que tuviera su fuese formal.
“Ana maría de Abril 16th, 2008 5:19 pm
Qué bueno que todavía haya algo que ver, que no solo sea la adicción a las novelas y a los
programas sin contenido donde lo único que enseñan es como ser muñecas de plástico sin
cerebro!!! me alegra que haya gente tan buena que se dedique a hacer buena televisión y
me alegra más que hayan tantos que la ven!! bien por ellos y por mí, todavía existe gente
con la que se pueda hablar chévere aunque en la calle se vea todo lo contrario…. éxitos a
ustedes se lo merecen!!!! y aunque en un principio lo que nos merecemos no parece llegar
tarde o temprano todo eso llega y la felicidad es enorme… créanme!!” (Burgos, 2007)
La idea de haber observado cercanamente algunas de las variables más que cuantificar los
resultados de ésta encuesta realizada por el Ministerio de Cultura, es analizar que está
aprehendiendo del programa el público, así como que es menester mejorar, que es menester
cambiar y que es menester hacer que prevalezca, lo que es completamente traducible como:
qué se está haciendo bien, que elementos constitutivos del programa se pueden
perfeccionar, que elemento se ha convertido en necesario para el buen funcionamiento y
cumplimiento de objetivos de la Sub 30; y un último aspecto que es aún mejor: qué cosas
puntuales podemos aplicar del programa o no, para el mejoramiento de la televisión pública
en general en Colombia.
83
CAPÍTULO 4
CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
Televisión pública: un objetivo a renovar
En primera instancia sabemos que la Televisión pública (idealmente) se estructura como un
dispositivo presto al servicio de la información y cultura, con contenidos formativos que
hacen que se distancie de la televisión privada, y que se enfocan principalmente en el
entretenimiento con el fin de que su telespectador consuma los productos que anuncia en
sus comerciales.
La televisión pública debería ser un punto central donde confluyan por una parte la
teleaudiencia que necesita formación académica y cultural, distanciándose del
conocimiento que se imparte en las aulas de clase, de tal manera que la comunidad pueda
crecer académica y culturalmente mientras se entretiene con la televisión. La cultura
ciudadana hacia la Televisión es muy pobre, siendo este uno de los mayores retos a superar,
ya que la inmediatez de un concurso de la Televisión privada supera enormemente la
audiencia de un programa educativo en la TV pública a pesar de que este le proporcionará
un mejor nivel de conocimientos y de valores.
Para hacer Televisión cultural y educativa se debe tener en cuenta, además de los
contenidos específicos de éstos dos ámbitos, las particularidades de un país como el
nuestro, que por ser multiétnico, es multicultural, lo que implica una medición diferente de
necesidades y requerimientos de audiencia y una necesidad de ofrecer variedad y espacios
con los que se puedan sentir identificados cada una de las subculturas.
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Señal Colombia plantea un proyecto de Identidad nacional con el que aboga por una
especie de integración nacional: La inclusión que pretende Señal Colombia, debe trabajar
en pro de la idiosincrasia de la comunidad, envolviendo y explorando la gama de
variaciones y trasmutaciones que ésta tiene. Señal Colombia como medio de comunicación
debe propender por las interrelaciones entre las culturas y el flujo de información entre las
mismas.
“El contenido de la comunicación es de sentidos el mensaje va acompañado del contexto en
el que es interpretado: éste contexto es la cultura. La comunicación incide sobre la cultura,
no sólo cuando se potencia el dialogo intercultural sino y principalmente cuando potencia
la creación y la memoria. “.
Germán Franco. (German, 2008)
Estas palabras de Germán Franco, (Director de Comunicaciones, Ministerio de Cultura)
expresadas en la conferencia de la Cátedra Unesco clarifican un aspecto muy importante, el
propósito de construir identidad nacional no debe limitarse al movimiento comunicativo
intercultural, sino también a la transformación, invención o reinvención de la misma
cultura; debe velar porque no se quede estancado, sino porque haya un flujo comunicativo y
cultural, que facilite la evolución y el crecimiento de la identidad nacional.
Muchas de las quejas que se tienen a partir de uno de los que se dice es una de las mejores
muestras de televisión pública, como es Señal Colombia, como es La Sub 30, que hemos
mirado un poco más de cerca, es como éste se confina un poco en Cundinamarca, es decir
se enfatiza mucho más en la cultura de Bogotá y sus alrededores, lo cual cercena el
propósito de promover la identidad nacional, ya que la audiencia de otras ciudades puede y
de hecho se siente excluida.
Desde los ajustes de este programa se especificó de tal manera el intento de cubrir la
diversidad existente en todo el territorio colombiano, intención que sólo refleja el modelo
inclusivo del que parte Señal Colombia, lo cual es un proyecto bastante ambicioso y difícil,
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esencialmente por el ajustado presupuesto que se maneja, y que ha venido siendo recortado
año tras año; intentar abarcar todo el país con tan poquito presupuesto, no sólo es una
empresa titánica sino que a la vez se está convirtiendo en un obstáculo para que Señal
Colombia prospere, en el sentido en que evita que se consolide un carácter definido de
canal que dentro de sus posibilidades podría tener asimismo una audiencia más marcada y
seguidora del mismo; además de esto sabemos que es en el epicentro del país en donde se
realiza en mayor parte la producción del canal, lo que exigiría un capital considerable para
el desplazamiento de la misma hasta los distintos lugares del país, motivo por el cual
justificadamente tiende a mostrar los eventos o proyectos que quedan más cercanos y por
ende más asequibles, es decir, los que se encuentran en Bogotá y sus alrededores.
Señal Colombia debe tener en cuenta aspectos principales para optimizar su labor, como
por ejemplo, tener en cuenta los errores de la televisión pública en la historia del país, como
el arranque que tuvo de un modo tan institucional, que no atrajo público ni mostró la visión
inclusiva que quería mostrar, lo que ahora incluiría un enorme esfuerzo y una serie de
reformas para cambiar esta percepción que tiene la audiencia, empezando por la imagen ya
que además de que la señal del canal no es la mejor, la concepción de Televisión Pública,
cuadriculada y aburrida que se tiene en el país exige toda una maniobra de exposición para
que la gente se entere de los buenos contenidos que tiene Señal Colombia para ofrecer.
La Sub 30, ejemplifica el cambio en cuanto al quehacer audiovisual de calidad para la
televisión pública de los últimos años llenando las expectativas de muchos en cuanto a
televisión pública y cultural, y a pesar de esto se encuentran aspectos para corregirle y
aspectos para seguir los pasos del programa.
Lo que constituiría una combinación clave para sacar a flote a Señal Colombia (además de
los cambios en la estructura y la inyección de nuevos capitales) serían:
Un cambio de imagen, un estilo con una definición que conlleve innovaciones en lenguajes
audiovisuales, formatos, estilos y locaciones, utilizando la novedad como enganche para los
televidentes, teniendo en cuenta que programas como La Sub 30 han realizado estos
cambios con muy buenos resultados. Se orientaron hacia la juventud, que es uno de los
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círculos de audiencia en el que más variabilidad encontramos, y aunque es imposible
abarcar todo este espectro de gustos y necesidades, la labor ha satisfecho a los seguidores
de LA Sub 30 y ha captado unos pocos más. La versatilidad para el manejo de temas la
permite el manejo de los mismos, presentan una imagen osada para la rigurosidad con la
que ha venido trabajando la televisión pública en cuanto a presentadores, el lenguaje
audiovisual y los cambios de estilo, bastante originales y urbanos, refrescan las locaciones
estáticas y grises con las que siempre se ha asociado la televisión pública. Y lo más
importante los cambios siguen abarcando el buen contenido cultural que debe emitirse,
haciéndolo más atractivo y cumpliendo necesidades de los jóvenes que difícilmente pueden
verse satisfechas en otro canal, y cumpliendo también en parte el propósito de inclusión
nacional, al ver reflejadas múltiples subculturas en el mismo, y al incluir la participación de
muchos jóvenes con sus bandas de música, proyectos de arquitectura, talentos, premios, etc.
Planeación: dedicar un tiempo al estudio de necesidades de audiencias, al diseño y
ejecución de los productos audiovisuales, para producir de la mejor manera posible, no sólo
buenos contenidos, sino formas atractivas de los mismos, una producción de cultura y
educación asimilable para las distintas audiencias del canal. Asimismo no sólo para la
programación, sino para todos los proyectos y propósitos del canal, se deben designar
procedimientos y planes y seguirlos.
La Sub 30 tuvo una organización al parecer
impecable, lo cual dio como resultado un programa tan bien pensado que suplió las
expectativas de realizadores y fue tomado como inspiración para la ejecución de otros
proyectos del canal.
“…el diseño de formatos de trabajo, flujos de información, cronogramas, organigramas,
modelo de investigación, la redacción de libros de estilo y contenido y la coordinación de
los equipos satélite que grababan en las diferentes regiones, sirvieron de insumo para el
diseño de otros proyectos de Señal Colombia.” (Bautista, 2009)
Este ejemplo convierte a la planeación en un aspecto no sólo fundamental, sino también
indispensable para los futuros proyectos del canal, ya que a partir del concepto, la pre
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producción, la producción y el resultado se empezaran a notar las buenas realizaciones de
Señal Colombia.
Los resultados positivos de La Sub 30 son notables, en la encuesta realizada por el
Ministerio de Cultura, (contemplada en el capítulo 3) es trascendental como la audiencia se
identifica con el programa, enfatizando la juventud y la cultura como dos de sus
características principales, que fueron las orientaciones que se le dieron al programa desde
un principio y que contempla Señal Colombia en sus propósitos.
Los buenos contenidos y la libertad de expresión son abanderados también de La Sub 30, es
importante que la audiencia reconozca calidad en lo que está viendo, por lo que entonces ya
La Sub 30 ha cumplido, aunque sea en un mínimo de la población, con el objetivo principal
que es ser visto; y continúa cumpliendo tanto sus propósitos como los del canal, el
propósito de identidad, de inclusión y de cultura.
Divulgación: Señal Colombia no puede seguir en el anonimato, aun cuando se creen buenas
realizaciones audiovisuales, con buen presupuesto o no, con novedad en imagen, géneros,
temáticas, no se aprovecha si la gente continúa desconociendo todo lo que tiene para
ofrecerle la televisión pública. La polémica se encuentra en cuanto a permitir pauta y
arriesgarse a perder la línea por la cual se sigue el canal o no, entonces si se opta por ésta
opción se necesita que exista una regulación de la comercialización, o sino buscar otros
organismos que estén prestos a colaborar con la televisión pública como decía Bautista las
ONG’s o fundaciones colombianas que cumplan una labor social, ya que después de todo la
televisión pública tiene dentro de sus objetivos misiones sociales de identidad, cultura y
educación, por este motivo, se considera necesario promover en la comunidad nacional, la
noción de la televisión como factor imprescindible en los procesos educativos y porqué no,
como proceso social.
Por estas buenas experiencias, también debe tenerse en cuenta los buenos aspectos de las
realizaciones, para seguir produciendo televisión pública de calidad. Esos aspectos que,
aunque no conlleven toda una reestructuración macro, hacen la diferencia en cuanto a
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cambios positivos se refiere y atraen audiencia, como por ejemplo la orientación de
programas hacia la juventud, rompiendo con el estigma de una juventud a la cual no le
interesa la cultura y la ciudad, y también con la concepción errada de que la televisión
educativa y cultural es exclusiva de adultos intelectuales, logrando un reconocimiento de la
diversidad regional que encontramos en nuestro país.
Muchas de las quejas que permanecen en común entre algunos programas de Señal
Colombia y que se evidencia en La Sub 30 que hemos tenido la oportunidad de mirar un
poco más sucintamente, es como las emisiones se confinan un poco en Cundinamarca,
enfatizando de esta manera la cultura de Bogotá y sus alrededores, lo cual cercena el
propósito de promover la identidad nacional, ya que la audiencia de otras ciudades puede y
de hecho se siente excluida.
El propósito, ya mencionado, de cubrir una buena parte del territorio colombiano, se
dificulta, no únicamente por el ajustado presupuesto, sino también por el escaso interés de
los televidentes de regiones alejadas al epicentro del país que es donde se realiza en mayor
parte la producción, creación y realización de las emisiones del programa, y que por tal
motivo está más inclinado a mostrar los eventos o proyectos que quedan más cercanos y
por ende más asequibles.
Se debe exigir estudios de audiencias y que los parámetros de medición que nos indiquen
las preferencias de la misma sean exactos, precisos y confiables, ya que a partir de ellos se
debe crear toda una conciencia emisora de buenos contenidos de televisión pública.
Desafortunadamente, no existen estudios regulares de audiencia que permitan medir
constantemente los valores de las necesidades de los televidentes en cuanto a televisión
pública, y además ésta audiencia a la cual nos referimos es aún muy escasa, a pesar de que
la televisión pública existe en Colombia desde que este medio llegó a nuestro país, no ha
cautivado un número considerable de espectadores como para posicionarse en un lugar
privilegiado de preferencias, muy a pesar de que los contenidos que ofrecen son una
alternativa diferente, rica en cultura autóctona y en valores de sociedad.
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Los principales puntos que debe tener en cuenta Señal Colombia para optimizar su labor,
son primeramente tener en cuenta los errores de la televisión pública en la historia del país,
el arranque de un modo tan institucional, que no atrajo público ni mostró la visión inclusiva
que quería mostrar, y que incluye un esfuerzo grande y una serie de reformas para cambiar
esta percepción que tiene la audiencia.
Los propósitos ideales de Señal Colombia no se consolidan por la ausencia de un método
de desarrollo eficiente, dinámico, manejable y que trascienda sobre los períodos de los
funcionarios a cargo.
Señal Colombia necesita un plan que se extienda y deje huella, para seguir implementando
cambios, mejoras y maneras creativas de realización para la televisión pública. Incluyendo
un reconocimiento publicitario y nacional del canal, sin necesidad de entrar a comercializar,
para que la gente se incluya y se empiece por fin a cambiar la imagen que tiene,
desenvolviendo la participación de la teleaudiencia, que a la vez que aporte cosas muy
suyas al canal, cumpla con el objetivo de identidad nacional.
Una limitación para la producción de alta calidad son los recursos y la restricción a pautas
comerciales. Además de que es una lucha constante crear programas para unos pocos
parcialmente interesados, otro gravísimo error consiste en la ya mencionada, falta de
retroalimentación entre la parte productora y los pocos tele espectadores.
No se interesan por los estudios de audiencia y el rating siempre es bajo, lo que no alcanza
a cumplir con el compromiso más básico de la televisión que es ser visto. Además de esto,
no existe un interés visible de parte de quienes están a cargo del canal, por supuesto no de
la parte productora ni de la parte de los usuarios, sino de la parte administrativa, los
ministerios no buscan amoldar la televisión pública colombiana a los ideales de ésta o a lo
que este fallando a nivel de cultura general y nacional.
90
Esto incluiría acondicionar el modelo de televisión pública que tiene Señal Colombia a
nuestras necesidades y recursos en vez de seguir modelos de otras televisiones públicas en
el mundo que no son aplicables a nuestra idiosincrasia. Se dice que la televisión pública se
basó y en realidad tomó ciertas cosas del modelo británico, cierto pero no es todos los casos
es 100% aplicable, es más, yo diría que en muy pocos, claramente adquirió el enfoque de
propender por la identidad de la nación, por la defensa al patrimonio y al talento nacional,
que aunque se tenga la intención no se ve del todo apoyado por el tipo de producción que
maneja. Señal Colombia puede tomar aquello que la diferencia de otros canales culturales
en el mundo y convertirlo en su fuerte a través de convocatorias y llamados interesantes a la
audiencia, inclusive campañas de expectativas; la verdadera intervención en cuanto a
reforma para televisión pública estaría en tener en cuenta lo que al público le hace falta y lo
que se encuentra motivado, que no hay en otros canales para ver y que le puede ofrecer
Señal Colombia, que se relacionara directamente con los propósitos del canal y necesidades
del público esto es: verse ellos mismos, en un espacio donde muestren realidades cercanas
y donde se conozcan más a fondo.
Sería interesante un acceso e invitación a la comercialización (Regulado, no total). Los
recursos del fondo deberían regularizarse haciendo el mejor uso posible del poco capital al
que tiene acceso, buscando maneras creativas y diferentes de presentar los temas, así se
innova la imagen, el proceso del lenguaje audiovisual y se cambia el panorama sombrío de
Señal Colombia.
Asimismo hay que replantear las maneras de convocar del canal. Buscar una publicidad
aunque sea mínima que permita mayor inclusión de la gente, ya que hay cosas muy buenas
que quedan ocultas, lo que se puede transformar, logrando un mayor acercamiento y
variando los formatos, haciendo que estos permitan tanto la actualidad como la opinión.
Lo que impide fortalecer el canal (buscando un proyecto de reformas que pueda incluir
dentro de sí una reestructuración de parrilla y la inclusión de pauta, entre otras ideas ya
planteadas) es la ausencia de un plan de desarrollo dinámico, flexible y que supere los
periodos de los funcionarios.
91
En los momentos en los que hubo planeación, puede decirse que se sincronizaron o
coordinaron varias de las personas que se encuentran a cargo de Señal Colombia para sacar
adelante buenos proyectos que fueron emisiones de buena calidad de televisión pública.
Trabajaron dentro de los lineamientos estipulados, bajo el presupuesto asignado y de
manera creativa y pujante sorprendieron con excelentes resultados, que lograron premios
internacionales, esto demuestra que si es posible hacer televisión inclusiva de buena
calidad, y que Señal Colombia es un proyecto aún rescatable del anonimato que se le ha
impuesto.
Señal Colombia puede llegar a cumplir con los propósitos que se ha impuesto la televisión
pública, no solamente la inclusión social, sino también el ilustrar a través de la televisión,
salir del estigma cuadriculado que tiene, para poder entretener y culturizar a través de los
medios, cumpliendo así una doble labor social, que es la de difundir y educar.
Además de estos aspectos que, si bien logran producir un cambio positivo y novedoso para
el canal, siempre debe pensarse en el contenido antes que nada, también debe pensarse en
cómo trabajar con los recursos que han sido suministrados para las realizaciones, es
entonces en donde surge el tema de la creatividad, que incluye el arriesgarse a realizar un
proceder diferente, que planeado y basado en estudios de audiencia que muestren
necesidades y requerimientos de éstas, le permitan a Señal Colombia modernizarse y
resurgir. No es suficiente hacerle pequeños cambios a cosas que ya se encuentran
establecidas; para innovar, también hay que aprender a crear y atreverse, teniendo en cuenta
planeaciones y proyecciones a largo plazo, para que se adquiera cierta estabilidad en los
proyectos del canal, tal y como se hizo con La Sub 30 y otros programas que le han dado
vida a Señal Colombia y a la Televisión pública nacional.
La audiencia puede hacerse un llamado a si misma, desde nuestras instituciones educativas,
puede realizarse un llamado a padres de familia y estudiantes, para que ambos ejes (familiar
y educativo) utilicen las herramientas que esta televisión nos ofrece. Los maestros pueden
incorporarla a los contenidos de sus clases, así como pueden convocar a padres de familia a
92
que refuercen dentro de su hogar la identidad nacional bajo las emisiones culturales y
educativas que pueden recibir de de Señal Colombia.
Este llamado debe hacerse de la manera más atractiva posible, teniendo en cuenta las
mejorías que ha tenido Señal Colombia en los últimos años, para que los estudiantes, por
ejemplo, no se sientan obligados a ver una televisión que de hecho, consideran aburrida, y
seguidamente los padres sientan que de verdad esta televisión está contribuyendo a la
formación de sus hijos, y porqué no, de ellos mismos.
El cambio de actitud constituye un elemento clave para empezar a construir y exigir buena
televisión pública, muchas veces son los mismos padres quienes se despreocupan por la
televisión que ven sus hijos, cuando pueden orientarlos hacia una televisión ilustrativa, que
incluso abre espacios de participación en los que la audiencia puede manifestarse.
Padres, maestros y la audiencia en general, pueden apoyar a la televisión pública desde sus
hogares, evidenciando la ayuda de ésta para la formación de los mismos y para el
crecimiento cultural de la sociedad, generando también nuevas necesidades que implicarían
nuevas exigencias y un perfeccionamiento de los contenidos, en la medida en que utilizan
los espacios de sugerencia que se encuentran, por ejemplo, en la página Web de Señal
Colombia, espacios donde todos los ciudadanos podemos contactarlos y en donde se
pueden expresar sus inquietudes, sugerencias, críticas, opiniones, todo esto en pro de
mejorías para la televisión educativa y cultural y para la misma audiencia.
93
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95
ANEXOS
No. 1 - Horas promedio TV por semana
100,0%
90,0%
80,0%
70,0%
60,0%
50,0%
40,0%
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
87,8%
9,6%
2,4%
1 hora
2 horas
tres horas o más
Los adultos le dedican también mucho tiempo a la televisión, en muchos casos los docentes
utilizan la programación de los canales públicos para ejemplificar muchos de los contenidos
de sus asignaturas.
Ésta podría llamarse una audiencia minoritaria de Señal Colombia, tanto la adulta como la
juvenil, sin embargo la idea de inclusión es que los jóvenes se apropien del canal y de sus
contenidos por gusto y por aprendizaje genuino y no por obligación.
96
No.2 - Preferencia
0%
0%
15%
17%
Opi&Farand.
Deportes
Document.
Noticias
Novelas&Series
68%
97
No3 - ¿Cómo considera la TV?
20%
0%
Destructiva
Entretenimiento
51%
29%
Informativo
Tecnología
Herramienta
98
No4 - Conocimiento
40%
39%
35%
30%
24%
Caracol
RCN
20%
Zoom
Señal Colombia
10%
Otro
2,4%
0%
No4
0%
Caracol
RCN
Zoom
Señal
Colombia
Otro
35%
39%
2,4%
24%
0%
99
No5 - ¿Cómo identifica Señal Colombia?
60%
53,6%
50%
40%
Le falta
Lúgubre
32%
30%
Adecuada
Didáctica
15%
20%
Otra
10%
0%
0%
0%
Le falta
Lúgubre
Adecuada
Didáctica
Otra
100
Descargar