QUE REFORMA Y ADICIONA EL ARTÍCULO 1916 DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL, PARA INCORPORAR LA OBLIGATORIEDAD DE LA INDEMNIZACIÓN DEL DAÑO MATERIAL Y MORAL CAUSADO EN LOS CASOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, A CARGO DE LA DIPUTADA MARÍA ELENA ORANTES LÓPEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI La suscrita diputada federal, en la LIX Legislatura, integrante del Partido Revolucionario Institucional con fundamento en los artículos 71 fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 55 y 56 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a consideración de esta honorable asamblea la siguiente iniciativa con proyecto de reforma al tenor de la siguiente: Exposición de Motivos Sabemos que la violencia intrafamiliar es un problema grave, entre otras cosas, porque de allí se difunde al resto de la sociedad. Sea cual sea la forma en que se manifiesta la violencia en la familia, siempre tiene consecuencias graves, que repercuten en la salud física y mental de las víctimas, en el bienestar y estabilidad de toda la familia, y finalmente en el desarrollo social. Quienes han sido víctimas de violencia por parte de familiares sufren consecuencias en su salud física, pero también en la mental ya que ven disminuida su autoestima, pierden la capacidad de relacionarse socialmente, carecen de confianza en sí mismos y en los demás. Se lesiona su creatividad y talento y, en general, se inhibe su desarrollo como ser humano. La violencia en el interior del núcleo familiar es un asunto que nos compete a todos, ya que la familia es la institución básica de la sociedad. En ella, no sólo tienen lugar una serie de procesos cruciales para la reproducción y permanencia social, sino que constituye un medio importante para el crecimiento, desarrollo, e integración de sus miembros, niños, mujeres, adolescentes, hombres y envejecientes. Todos los seres humanos sin importar nuestra condición social, raza, sexo y creencias, tenemos derecho a vivir de manera digna y poder desarrollar nuestros talentos y potencialidades. La familia debe ser un contexto proveedor, donde se establezcan límites y estímulos. La familia es el núcleo primordial y fundamental, así como el más antiguo de todos en la sociedad. Por lo que el compromiso de la familia no debe terminar en los muros del hogar, sino que la familia al ocupar una posición clave dentro de la comunidad debe apuntar hacia el bienestar de los individuos que la conforman y hacia la sociedad en general. No debemos olvidar que los seres humanos que conformamos las familias mexicanas, gozamos de derechos irrenunciables e inalienables. Los derechos individuales, familiares y sociales de las personas son innatos, absolutos y fundamentales: el derecho a la vida, a la libertad sexual, de acción, a la integridad física, al honor, a la seguridad y a la igualdad son bienes fundamentales de las personas que se contextualizan en los aspectos físicos y psíquicos. En ocasiones, dentro de los hogares que viven violencia el maltrato físico cesa y se reemplaza con un constante maltrato psicológico. Lo que incapacita a la víctima para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia afectiva, su autoestima queda deteriorada, quedando presa del miedo, por lo que es difícil convencerla de pedir auxilio por parte de autoridades y especialistas de la salud. La violencia psicológica es el daño emocional y se detecta con mayor dificultad. Este tipo de abuso o violencia doméstica ocurre mayormente en la privacidad del hogar, generalmente pasa desapercibido, a veces durante muchos años. Por añadidura, generalmente la violencia verbal o psicológica precede a la física. Dentro de las manifestaciones de violencia psicológica, podemos encontrar: abuso verbal, intimidación, amenazas, abuso económico, aislamiento, y desprecio, entre otras. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren. El vivir permanentemente en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en el desarrollo emocional, teniendo como resultados desórdenes psicológicos y violencia. En los infantes, los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda su existencia, privar a un niño de un ambiente sano y libre de violencia es alterar su pleno desarrollo psicológico y emocional. Las personas que han sido víctimas de violencia en su infancia, por lo general repiten esa misma conducta, sobre sus hijos y demás personas que están a su cargo o protección. Como los hijos imitan a los padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos y emocionales entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto, ya que aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan de manera violenta La violencia intrafamiliar afecta la estabilidad de la pareja, la calidad de vida familiar, la salud y el desarrollo psicológico y social de sus integrantes, en especial de las víctimas, propiciando diversas enfermedades emocionales. En razón de lo anterior, con esta iniciativa se pretende, que el miembro de la familia que ejerza violencia familiar en contra de uno o varios miembros de la misma, esté obligado al pago de la indemnización por el daño material y moral causado, el cual incluye el pago de los tratamientos curativos que, como consecuencia del maltrato, sean necesarios para la recuperación de la salud de la víctima, así como el de los tratamientos psicoterapéuticos que sean necesarios. Con esta reforma, compañeras y compañeros legisladores, se proporciona una alternativa para las víctimas de violencia con la finalidad de que cuenten con los mecanismos necesarios para su recuperación y un pleno desarrollo psicológico y emocional. Bajo este orden de ideas y por lo anteriormente expuesto, someto a consideración de esta honorable asamblea la siguiente iniciativa con proyecto de Decreto Único.- Se reforma y adiciona un párrafo tercero del artículo 1916 del Código Civil Federal, para quedar en los siguientes términos: Artículo 1916.- ... ... La indemnización del daño material y moral causado, en los casos de violencia familiar, por considerar que privan del normal desarrollo psicológico y de la libertad, incluirá el pago de los tratamientos curativos físicos y psicológicos que como consecuencia del daño, sean necesarios para la recuperación de la salud integral de la víctima. ... ... ... Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro a 7 de diciembre de 2004. Dip. María Elena Orantes López (rúbrica)