50-C-2012 SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE

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50-C-2012
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once
horas y cuarenta minutos del día veintiséis de noviembre de dos mil doce.
El anterior recurso de casación ha sido promovido por los Licenciados Laura Iris Mina
Córdova y José Alberto Machado Calderón, en su calidad de Defensores Particulares, contra el
fallo condenatorio que contiene la Sentencia Definitiva, dictada por la Cámara Primera de lo
Penal de la Primera Sección del Centro de San Salvador, a las ocho horas y treinta minutos del
día veintidós de febrero del presente año, en el proceso penal instruido contra el imputado JOSÉ
EMILIO C. C., por los delitos de TENENCIA, PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGAL
O IRRESPONSABLE DE ARMAS DE FUEGO y CONDUCCIÓN TEMERARIA DE
VEHÍCULO DE MOTOR, previstos y sancionados en forma correspondiente en los Arts. 346B y 147-E Pn., en perjuicio de la Paz Pública y la Vida e Integridad Personal, respectivamente.
Por encontrarse el escrito casacional, a tenor de lo dispuesto en los Arts. 479 y 480 Pr. Pn.,
en razón de haberse presentado en el término que establece la ley y contra una sentencia
definitiva pronunciada por un Tribunal de Segunda Instancia, y además porque los motivos
alegados encajan en los supuestos regulados en el Art. 478 No. 4 y 5 Pr. Pn.; por consiguiente,
ADMÍTANSE los mismos, y de conformidad al Art. 484 Pr. Pn., se procede a emitir sentencia.
I. FALLO DICTADO POR LA CÁMARA PRIMERA DE LO PENAL DE LA
PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO, SAN SALVADOR.
En lo medular se expresó: "... POR TANTO: Conforme a las razones expuestas,
disposiciones legales citadas y Arts. 172 Cn., 473 y 475 CPP, en nombre de la REPÚBLICA DE
EL SALVADOR, ESTA CÁMARA FALLA:
A) CONFÍRMASE la sentencia definitiva condenatoria y todo lo que ha sido su consecuencia,
excepto el reemplazo de pena, pronunciada por la Juez Cuarto de Paz de esta ciudad en contra del
imputado JOSÉ EMILIO C. C., por el delito calificado definitivamente como Tenencia,
Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego, en perjuicio de la Paz
Pública; y se reforma dicha sentencia en el sentido de que por dicho delito impone al imputado la
pena de CUATRO AÑOS de prisión. --- B) REVÓCASE el beneficio otorgado al imputado
JOSÉ EMILIO C. C. consistente en el reemplazo de la pena por trabajo de utilidad pública que
impuso la Juez por la condena de tres años de prisión en el delito de Tenencia, Portación o
Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego. --- C) REVÓCASE la sentencia
definitiva apelada en la parte absolutoria y todo lo que ha sido su consecuencia, pronunciada por
la Juez Cuarto de Paz de esta ciudad a favor de JOSÉ EMILIO C. C., por el delito de
Conducción Temeraria de Vehículo de Motor, en perjuicio de la Vida e Integridad Personal; --D) CONDÉNASE al imputado JOSÉ EMILIO C. C., por el delito calificado definitivamente
como Conducción Temeraria de Vehículo de Motor, en perjuicio de la Vida e Integridad
Personal, a cumplir las penas principales de: 1) DOS AÑOS de prisión y 2) a la privación del
derecho de conducir vehículos de motor por el término de dos años; --- E) CONDÉNASE al
imputado JOSÉ EMILIO C. C. a la pena accesoria de inhabilitación absoluta comprendida en el
Art. 58 CP consistente en la pérdida de los derechos de ciudadano y, si fuere el caso, la pérdida
del cargo, comisión, contrato o empleo público que ejerciere, aunque fuere de elección popular;
la incapacidad para obtener toda clase de cargos o empleos públicos...".
II. MOTIVOS DEL RECURSO.
Contra el anterior pronunciamiento los Licenciados Laura Iris Mina Córdova y José
Alberto Machado Calderón alegan en esencia y textualmente: "... Inobservancia a las reglas
relativas a la congruencia, pues como ya se señaló, el tribunal de alzada que conoció mediante la
interposición del recurso de apelación, se extralimitó resolviendo más allá de sus facultades, pues
en materia de recursos, el tribunal ad quem, posee competencia categóricamente definida por el
artículo 459 Pr. Pn. "el recurso atribuye al tribunal que lo resolverá el conocimiento del
procedimiento sólo en cuanto a los puntos de la resolución a que se refieran los agravios" ... A)
La Honorable Cámara conoció respecto del delito de TENENCIA, PORTACIÓN O
CONDUCCIÓN ILEGAL O IRRESPONSABLE DE ARMAS DE FUEGO, debido al recurso
interpuesto por la Defensa ... Pero su razonamiento no se limita a declarar erróneo el
razonamiento de la señora Juez Cuarto de Paz, como le fue solicitado vía recursiva, sino que va
más allá cuando, sin haber sido un punto apelado, la Cámara expresa en el literal ... aspecto QUE
NO FUE APELADO POR NINGUNA DE LAS PARTES RECURRENTES, ni fue el fallo
pronunciado por el tribunal sentenciador. --- El principio de Congruencia, constituye una
Garantía al debido proceso, que marca al Juez un camino para poder llegar a la sentencia, y fija
un límite a su poder discrecional ... B) Tal como se ha señalado en el párrafo que antecede, el
tribunal de alzada, se extralimitó en sus facultades y atribuciones, conociendo de aspectos que
estaban fuera de su competencia, imponiendo una condena al imputado por un hecho respecto del
cual no había sido condenado, peor aún, imponiéndosele una pena mayor a la que ya le había sido
impuesta, pues fue condenado a una pena de TRE AÑOS DE PRISIÓN, por el Art. 346-B literal
A, el cual el tribunal de alzada reconoció su atipicidad, sin embargo de forma oficiosa e ilegítima
le condena a CUATRO AÑOS DE PRISIÓN por considerar que el hecho se adecua al tipo penal
previsto en el Art. 346-B literal B, lo cual constituye una violación a la prohibición expresa de
reforma peyorativa, la cual está expresamente establecida por el legislador. ... C) Finalmente
corresponde en éste a relacionar el último motivo de casación señalado, respecto a que la
sentencia pronunciada por la Honorable Cámara posee una errónea interpretación de la norma
sustantiva para la determinación del juicio de tipicidad, interpretando de forma errónea el tribunal
de alzada los preceptos legales contenidos en el Art. 147-E Pn., que determina cuáles son las
conductas que encajan dentro del tipo penal, vulnerando a su vez el principio de legalidad,
seguridad jurídica, en estricta correlación a los hechos que han sido sometidos al conocimiento de
la Justicia Penal, Arts. 2, 174, 176 y 179 todos del Código Procesal Penal. --Previo a desarrollar
este aspecto, es determinante traer a colación en voto razonado expuesto por el Magistrado
CARLOS SÁNCHEZ ESCOBAR, quien además de considerar que no hay elementos que
permitan determinar la existencia del delito, ha puntualizado que el Ministerio Fiscal recurrió
señalando como causal de apelación ... Al respecto razonó su voto el Magistrado Sánchez
Escobar manifestando. "Fundamento jurídico No. 15: en tal sentido... Es decir entonces, que el
fallo condenatorio que emite el tribunal de alzada respecto del delito de CONDUCCIÓN
TEMERARIA DE VEHÍCULO DE MOTOR, por el cual se impuso al señor C. C., la pena de
DOS AÑOS DE PRISIÓN, también adolece de arbitrariedad e ilegitimidad por cuanto transgrede
el principio de congruencia, pues consta en la sentencia emitida por la Juez A-quo, su valoración
de la totalidad de la prueba y el iter lógico que le permitió arribar a un fallo absolutorio por este
delito, es decir que no se configura el motivo de apelación expuesto por la Representación Fiscal,
pues como se expresa en el Fundamento jurídico No. 28 del voto disidente ... Sin embargo, de
forma ilegítima el tribunal de alzada procede a valorar elementos de prueba tendientes a la
configuración del delito de CONDUCCIÓN TEMERARIA DE VEHÍCULO DE MOTOR,
partiendo de la declaración rendida por el imputado, razonando. ... Pese a que la Honorable
Cámara no se encontraba facultada para entrar a valorar aspectos configurativos del tipo, que no
fueron alegados como motivos de apelación, declara la existencia del delito de CONDUCCIÓN
TEMERARIA DE VEHÍCULO DE MOTOR, y hace una interpretación errónea del precepto
legal previsto en la ley penal, específicamente en el artículo 147-E...".
La Licenciada Ana Viky Carrillo, en su calidad de Agente Auxiliar del Fiscal General de
la República, no hizo uso del derecho que le confiere la ley de contestar el escrito impugnativo.
III. CONSIDERACIONES DE ESTE TRIBUNAL.
Del análisis de la sentencia respeto a los motivos denunciados que constan en el recurso de
casación, se determina.
Que en relación al primer vicio alegado, consistente la inobservancia a las reglas relativas
a la congruencia, por razonarse que la Cámara se extralimitó resolviendo más allá de sus
facultades al condenar con mayor pena por el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal
o Irresponsable de Armas de Fuego, sobre la base del Literal B) del Art. 346-B Pn., aspecto que
no había sido apelado por ninguno de los recurrentes, ya que lo que argumentaba la defensa era
una errónea aplicación pero del Art. 346 Lit. A) Pn., por consiguiente, el incremento en la
penalidad a cuatro años de prisión vulnera el principio de congruencia.
Ante lo expuesto en el texto impugnativo, se hace necesario recordar, que el Art. 459 Pr.
Pn., establece: "El recurso atribuye al tribunal que lo resolverá el conocimiento del procedimiento
sólo en cuanto a los puntos de la resolución a que se refieran los agravios.".
Bajo ese orden de ideas, ha de entenderse que la decisión de la Cámara adoptada en la
sentencia que emita deberá estar en función de la propuesta impugnaticia del recurrente, siempre
y cuando ésta atienda a lo desarrollado en los Art. 475 y 476 Pr. Pn. que enuncia las facultades
resolutivas del Tribunal de Segunda Instancia, es decir, que la sentencia no puede ir más allá de
dicha pretensión, pues de ser así, se quebrantaría la congruencia que ha de guardar la sentencia
pronunciada.
En consonancia de lo anterior, la Cámara respecto a dicho punto refirió en la sentencia
dictada, lo que textualmente dice: "... d) En cuanto a la errónea interpretación del Art. 346-B CP,
pero específicamente en lo relativo al supuesto contenido en la letra a)... f) Consecuente con el
anterior razonamiento, ocurre que en este punto de apelación sí tiene razón la recurrente, y es por
la circunstancia de que el espíritu de la norma punitiva de carácter penal no es sancionar a aquél
que por un olvido o cualquier otra causa fortuita o de fuerza mayor no lleve con él la
documentación que acredita la matrícula del arma y la autorización para su portación, sino la
omisión de hacer saber a la autoridad competente la tenencia y registro del arma y de requerir el
permiso para poder portarla, porque ello implica actuar en contra del ordenamiento legal
preestablecido, constituyendo por ello la infracción penal. En ese sentido, aquél que no realice las
gestiones para obtener la documentación pertinente, está actuando al margen de la ley y con la
plena intención de cometer el delito, es decir con dolo, a sabiendas que incurre en el ilícito penal;
pero en el caso de autos, como se demostró dentro del proceso, el imputado tiene registrada o
matriculada el arma de fuego que portaba, tan es así que la Juez le devolvió el arma de fuego, su
matrícula y licencia para su uso ... g) Por consiguiente, el motivo de apelación alegado por la
defensa consistente en la errónea interpretación y aplicación de un precepto legal cómo es la letra
a) del Art. 346-B CP, es admisible; sin embargo, lo que esta Cámara no comparte con el
razonamiento de la sentencia, es que no se haya establecido la existencia de ese delito sobre la
base de lo dispuesto en la letra b) del mismo Art. 346-B CP, puesto que este literal determina que
también incurre en el ilícito en comento el que portara un arma de fuego, entre otros casos, en
estado de ebriedad, presupuesto al que sí se adecua la conducta del imputado y respecto de la
cual también, como la misma defensa lo admite, acusó el ente fiscal ..." (el subrayado es de esta
Sala).
De los citados juicios de valor, se advierte, que la Cámara al analizar el motivo de
apelación consistente en la errónea aplicación del literal "a" del Art. 346-B Pn. verifica una
adecuada interpretación del mismo, ya que deja en claro que los elementos del tipo penal no
abarcan el mero olvido de la documentación requerida para portar legalmente un arma de fuego,
dado que, el bien jurídico tutelado no se lesiona, ya que para que esto suceda, lo requerido es la
inexistencia de la licencia o matrícula, pues el tenerlos y no llevarlos consigo lo que acarrea es
una falta de carácter administrativa.
Sin embargo, el tribunal de Segunda Instancia se excede en sus facultades al adecuar
jurídicamente un cuadro fáctico que no había sido comprobado en juicio, pues tal como ha
quedado evidenciado, en la vista pública se comprobó la portación de un arma de fuego sin tener
a la mano los documentos correspondientes (licencia y matrícula) pero no se demostró que el
imputado al momento de ser detenido por agentes de la Policía Nacional Civil se encontrara en
estado de ebriedad, dado que, tal circunstancia surge como conclusión del estudio probatorio
efectuado por la Cámara del vicio de apelación consistente en el quebranto de las reglas de la
sana crítica, por consiguiente, sobre el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o
Irresponsable de Armas de Fuego, su competencia estaba habilitada a pronunciarse respecto a la
aplicación del literal "A" del Art. 346-B Pn., y no a la modificación de los hechos ya previamente
acreditados en juicio que no fueron objeto de discusión mediante la apelación presentada por la
parte defensora, por ende, tampoco el nuevo cuadro fáctico encajarlo en otro tipo penal.
Agregado a ello, se violenta el Art. 460 Pr. Pn., dado que, la modificación verificada por la
Cámara ha ocasionado un perjuicio contra el imputado, que en definitiva es el beneficiario del
recurso interpuesto, razón por la cual se configura un exceso que vicia esa parte de la motivación
de la sentencia, por lo que deberá declararse su nulidad.
Sin embargo, y siendo que el error es susceptible de ser corregido por esta Sala, ya que la
interpretación que se realiza del citado literal "a" es correcta en cuanto a que el bien jurídico
tutelado por el Art. 346-B Pn., es la Paz Pública y ésta se ve afectada cuando una persona posee,
tiene o porta un arma de fuego sin estar registrada, ni poseer el permiso para portarla (licencia y
matrícula), pero no se vulnera como en el presente caso, con el hecho de no llevarlos en el
momento que le son requeridos al imputado por la autoridad judicial, si éste los tenía de forma
legal aunque materialmente no los tuviera consigo, pues ello implica una falta administrativa, ya
que tal acción no es constitutiva de un reproche penal; en consecuencia, lo que procede, es
absolver a José Emilio C. C. por el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o
Irresponsable de Armas de Fuego, en razón de no ser posible encajar con el cuadro fáctico
comprobado en el juicio los supuestos contenidos en el Art. 346-B literales "A" y "B" Pn.
Respecto al motivo dos alegado y que es relativo a la errónea aplicación del Art. 147-E
Pn., se hace preciso recordar, que la legislación penal indica: "El que mediante la conducción
temeraria de vehículo de motor transgrediere las normas de seguridad vial, poniendo en peligro la
vida o la integridad física de las personas será sancionado con pena de prisión de uno a tres años
e inhabilitación al derecho de conducir vehículos por igual tiempo" y a su vez, desarrolla que por
conducción temeraria entre otros aspectos ha de entenderse el manejar en estado de ebriedad o
bajo los efectos de las drogas que limiten la capacidad de conducir.
En ese orden de ideas, se hace necesario analizar la aplicación de dicha norma penal por
parte de la Cámara, teniéndose así que constan lo argumentos que textualmente dicen: "... al
imputado se le practicó Evaluación de Embriaguez en el Instituto de Medicina Legal Doctor
Roberto Masferrer… el examen sugiere que el evaluado se encuentra con embriaguez:
Moderada… d) En consonancia con lo expuesto en el acta de detención del imputado y el
Protocolo de Embriaguez, el testigo […] declaró en vista pública que se detuvo al señor Emilio
C. por conducir en estado de ebriedad y portación de arma de fuego; que detuvieron a esta
persona inicialmente porque cuando circulaban de Sur a Norte él venía en sentido contrario a
ellos, los colisionó y se dio a la fuga; que el estado físico de esta persona cuando lograron
interceptarlo era de aparente estado de embriaguez, lo cual dedujo de su forma de actuar y se veía
como decaído, así como por el olor de alcohol que emanaba … La circunstancia de que el
imputado haya ingerido bebidas alcohólicas previo al hecho de haber colisionado con la patrulla
policial, lo corrobora el mismo imputado en su declaración ...".
Aunado a esto, se dice: "... f) Así, al valorar integralmente y en conjunto, la prueba
documental, pericial, y testimonial conforme lo establecido en los Arts. 176, 177 Inc. 1°., y 179
CPP, se establece que la persona del imputado José Emilio C. C. incurrió en el delito que se le
atribuye y por ende ninguna duda cabe respecto de su acreditación como autor directo del mismo
y su consiguiente culpabilidad. En ese orden, el motivo de apelación fiscal es admisible, puesto
que ciertamente concurre el vicio de no haber valorado la Juez la prueba conforme a las reglas de
la sana crítica tal como lo dispone el Art. 179 CPP, y por ende la solución del caso resulta ser
contraria a la adoptada por la Juez, sin embargo, se debe aclarar a la fiscal que no se trata de un
caso de falta de fundamentación como lo argumentó sobre la base Art. 144 CPP, ya que sí existió
fundamentación de la Juez como se puede advertir de su sentencia, pero lo que ha ocurrido es que
dicha fundamentación es incorrecta en cuanto a la valoración de la prueba porque dicha
valoración ha infringido las reglas de sana crítica. ...".
Como es posible observar con los citados razonamientos, se dio cumplimiento a lo
prescrito en los Arts. 144 y 179 Pr. Pn., pues se ha motivado la decisión de la Cámara en cuanto
al encuadramiento de los hechos que verificó producto del motivo de apelación, consistente en la
inobservancia a las reglas de la sana crítica que planteó la fiscalía, ya que plasmó en el fallo de
forma clara y completa el material probatorio que desfiló en el juicio, así como las conclusiones
emanadas de los mismos, y la respectiva adecuación a los elementos del tipo penal.
Así también, tales hechos se adecuan a las exigencias del Art. 147-E Pn„ dado que, se
comprobó la existencia de una conducción de un vehículo automotor por parte del procesado y
que éste se encontraba bajo los efectos del alcohol, situación que limitó su capacidad de conducir,
y siendo que el tipo penal no requiere para su consumación un resultado, en virtud de ser de
aquellos que la doctrina mayoritaria clasifica como de peligro abstracto, ya que la lesión del bien
jurídico ha sido ponderada previamente por el legislador al considerar que con la sola realización
del comportamiento descrito en la norma ya concurre la vulneración al objeto de protección
penal; y a esto cabe agregar, que en el presente caso, sucedió un resultado de colisión en una
patrulla policial, por consiguiente, se determina que las conclusiones que constan en el proveído
corresponden a una correcta aplicación del comentado artículo, ya que la fundamentación jurídica
ha sido derivada de las probanzas inmediadas en audiencia de vista pública y adecuadas a los
elementos del tipo, consecuentemente, el vicio en estudio no se configura y deberá mantenerse la
validez de la sentencia en cuanto a la condena dictada por el delito de Conducción Temeraria de
Vehículo de Motor.
En virtud de haberse mantenido la condena por el delito de Conducción Temeraria de
Vehículo de Motor a una pena de dos años de prisión, y siendo aplicable el Art. 74 Inc. 2 Pn., es
procedente convertir la pena de prisión por trabajos de utilidad pública, que serán controlados por
el Juez de Vigilancia Penitenciaria correspondiente, ya que por el hecho comprobado y las
consecuencias que éste generó, resulta innecesario retirar al procesado de su círculo familiar, y a
esto cabe agregarle, que los Centros Penitenciarios no cumplen con las funciones establecidas en
el Art. 27 Cn.; por consiguiente, se le reemplazará la pena de dos años de prisión al equivalente
en trabajos de utilidad pública, y a la privación del derecho de conducir vehículos de motor por el
término de dos años, así como la pena accesoria de inhabilitación absoluta comprendida en el Art.
58 Pn.
Por tanto y con base a las consideraciones dichas, disposiciones legales citadas y Arts. 50
Inc. 2° Lit. a), 147 y 484 Incs. 4° y 5° Pr. Pn., en nombre de la República de El Salvador, esta
Sala RESUELVE:
a)
HA LUGAR A CASAR LA SENTENCIA DICTADA POR LA CÁMARA
PRIMERA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO, sobre el motivo
uno relativo a la inobservancia a las reglas relativas a la congruencia.
b)
ABSUÉLVASE al señor José Emilio C. C., por el delito de Tenencia, Portación o
Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego, previsto y sancionado en el Art. 346-B Lit
"a" Pn., en perjuicio de la Paz Pública.
c)
NO HA LUGAR A CASAR LA SENTENCIA DICTADA POR LA CÁMARA
PRIMERA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO, SAN
SALVADOR, por el motivo de errónea aplicación del Art. 147-E Pn.
d)
QUEDA FIRME la condena por el delito de Conducción Temeraria de Vehículo de
Motor, la privación del derecho de conducir vehículos de motor por el término de dos años, y la
pena accesoria de inhabilitación absoluta comprendida en el Art. 58 Pn., de conformidad al Art.
147 Pr. Pn.
e)
REEMPLAZASE la pena de dos años de prisión impuesta al señor José Emilio C.
C. por trabajo de utilidad pública.
f)
REMÍTASE el proceso al tribunal de origen, para los efectos legales consiguientes.
NOTIFÍQUESE.--------R.
M.
FORTIN
H.-------------M.
TREJO.------------D.
L.
R.
GALINDO.--------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
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