CHICK COREA Es el pianista más poliédrico y sorprendente del panorama musical actual, tanto por la amplitud de sus horizontes musicales como por la intensidad que es capaz de inculcar a todos y cada uno de sus trabajos por dispares que sean. Pocos músicos han tocado tantos campos distintos y ninguno lo ha hecho con la entrega y buenos resultados de Corea. Chick Corea no tiene paragón en la historia de la música actual. Otros jazzmen se han acercado con fortuna a la música clásica como intérpretes o compositores, y más de un intér`rete clásico ha probado suerte en el jazz. Muchos compositores clásicos juguetearon con mayor o menor fortuna con las armonías jazzísticas en sus composiciones. Tampoco es raro encontrar músicos de jazz que se muevan con soltura en los terrenos acústicos y electrónicos, o que hayan realizado interesantes fusiones con músicas de talante étnico. Y así podríamos seguir enumerando todos los campos en los que se sumerge Chick Corea para concluir siempre en el mismo lugar: nadie lo ha hecho todo ni tan bien. Inicios latinos. Armando Anthony Corea nació el 12 de Junio de 1941 en Chelsea, población situada junto al pueblo de Boston en el Estado norteamericano de Massachusetts. Educado en un ambiente sumamente musical, comenzó el estudio del piano a los cuatro años. Su padre repartía su amor entre la música clásica y el jazz. Así, en su casa se mezclaban los discos de sus admirados Dizzy Gillespie, Charlie Parker y Billy Eckstine con los de Mozart, Bach y Beethoven. El caldo de cultivo idóneo para el joven Chick. A las enseñanzas paternas se unieron pronto las del pianista italiano que vivía en Boston, el profesor Salvatore Sullo. Su primer trabajo serio fue acompañar al mítico Cab Calloway de paso por la ciudad. Posteriormente Coreo comenzará a ganarse una cierta reputación como pianista en orquestas de música latina. En 1962 consiguió superar la rigurosa selección para cursar el grado superior de piano en Juilliarn School of Music. Su paso por la reputada escuela neoyorquina fue realmente fugaz. Al finalizar el primer mes, Chick Corea abandonó la institución ante una llamada de Mongo Santamaría. Corea todavía se hacía llamar Armando. Se incorporó a la banda del percusionista afrocubano justo para grabar en julio de 1962 Go, Mongo! Sería el primer disco de Chick Corea en el que curiosamente participaba el saxofonista Pat Patrick, aparentemente también desplazado de lugar ya que era y siguió siendo una de las piezas fundamentales de la Arkestra del singular Sun Ra. Al año siguiente y siguiendo el rastro afrocubano, Corea se incorporó a la banda de otro gran percusionista: el neoyorquino Willie Bobo. ‘Tones for Joan’s Bones’ Este paso por orquestas latinas le sirvió para que el vibrafonista Carl Tjader le llamara en 1964. Con su grupo pudo comenzar a unir la sabiduría latina con sus dotes del jazz. También comenzó a interesase por el vibráfono. Corea compaginó su trabajo con Tjader con incursiones en el jazz duro de la época, trabajando con el trompetista Blue Mitchell y con el flautista Herbie Mann, que todavía no había comenzado su excursión hacia la comercialidad. En 1966 grabó su primer disco personal: Tones for Joan’s Bones, una grabación descaradamente mucho más experimental que los trabajos que hacía para rutilantes nombres del jazz. La escuela Miles Davis. En 1968 Corea graba su segundo álbum en formación de trío. Un disco que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un clásico del piano moderno. En septiembre del mismo año, Miles Davis le llama para que se incorpore a su grupo y al poco le exige que deje de lado el piano acústico y toque uno eléctrico. Fue el primer contacto de Corea con la electricidad musical, aquel Fender Rhodes que utilizó en la banda de Miles marcará el inicio de su amor por este tipo de instrumentos, que desarrollará ampliamente tanto en Return to Forever como en su posterior Elektric Banda. Corea entró en la banda de Miles en un momento crucial de la evolución del trompetista, dispuesto a sumergirse en los terrenos eléctricos que iban a marcar su carrera en el futuro acercándose a otra músicas cercanas al rock y a otras expresiones contemporáneas de la música negra. En septiembre de 1969, Corea entró por primera vez en un estudio de grabación con Miles, el resultado fue el hoy místico In a silent way, el primer disco con el que Miles rompió esquemas y abrió de par de par las puertas de la electricidad al jazz. Return to forever. Como ya se ha visto, Corea ha sido siempre un hombre de extremos y de la búsqueda del equilibrio entre esos extremos. Así, en 1971, al mismo tiempo que comandaba Circle, grababa un par de exquisitos discos de piano solo para sello alemán. En ese momento Corea acaba de abrazar la filosofía de L. Ron hubbard, conocida como Cienciología. A finales de ese mismo año el grupo grababa su exitoso álbum. También en 1972 Corea inició su colaboración con el vibrafonista Gary Burton que, a pesar de largos periodos de inactividad, todavía pervive. Nace el jazz rock. En la primera mitad de los años setenta del pasado siglo, RTF formó la primera línea de jazz rock. Sus éxitos, tal como estaba sucediendo con su mentor, traspasaron rápidamente las barreras del segundo disco de RTF como cuarteto. Ese mismo año, Corea empezó a añadir nuevos miembros a lavanda, grabando algún disco casi de jazz rock orquestal. El éxito internacional de RTF fue importante hasta e punto de atreverse en 1977 a editar un álbum de cuatro elepés que recogía un concierto íntegro de la banda. En esta versión ya militaba como cantante su esposa. Justo antes de editar ese cuádruple elepé, Corea materializó en un disco fuera de normas su amor al flamenco que, posteriormente, se convertiría en una de sus pasiones. Rompiendo esquemas una vez más a finales del 1977 Corea disuelve RTF y se embarca en una larga gira mundial a dos pianos con Herbie Hancock. En 1982, oara su disco Touchtone Corea llamó a Paco de Lucia y al bajista barcelonés Carles Benavent, que pasaría a formar parte de su grupo establo. Un año después Corea grabaría con Benavent un magnífico directo en Suráfrica. Wolfgang Amadeus Moozart. El año 1983 es una fecha clave para el desarrollo de la sensibilidad por la música clásica que Corea arrastraba desde la infancia ya que, al acabar la gira con su banda, comenzó a escribir primero para conjunto de cámara y después, en la más clara línea bartokiana, una serie de pequeñas piezas para niños. También ese año se inicia sus colaboraciones con pianistas procedentes del ámbito clásico. Después de trabajar tanto con ambientes clásicos, probablemente Corea echaba en falta sus teclados y sintetizadores y, como su idea nunca ha sido mirar hacia atrás en su carrera, en vez de recomponer RTF, funda en 1986 un nuevo grupo denominado Elektric Band. A partir de ahí la banda eléctrica ha ido alternándose con los proyectos acústicos de Corea, incluyendo sus dúos con el siempre desconcertante vocalista Bobby McFerrin. Dando un paso adelante en su concepción clásica, Corea escribía su primer concierto para piano inspirado en Mozart. En 1999 la grabación de ese concierto mereció un Grammy en la modalidad de música clásica. La libertad religiosa que Corea invoca en ese concierto entronca perfectamente con algunas de sus últimas obras dedicadas a convertir algunas novelas de ciencia-ficción de L. Ron Hubbard en poemas musicales sin palabras. En esa línea, Corea reparte gratuitamente en muchos de sus conciertos un librito de su autonomía con algunos consejos y mensajes destinados a ser mejores seres humanos.
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