Srda Pavlovic I Marko Zivkovic [Eds.] Trascendiendo al fratricidio Mitologías políticas, reconciliaciones, Y el futuro incierto en la ex Yugoslavia Perspectivas de integración del sudeste europeo Editado por Wolfgang Petritsch, El ex Alto Representante para Bosnia y Herzegovina y Enviado Especial de la UE para Kosovo Christophe Solioz, Secretario General del Centro de Estrategias para la Integración Europea 0 Nomos James E. Waller Trascendiendo al fratricidio: La política de la onomástica Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. Génesis 4:8 No pude evitar pensar cuánto había prosperado Caín después de matar a su hermano: fundó la primera ciudad, y aunque no nos gusta hablar de todo esto mucho, todos somos sus hijos. Philip Gourevitch, 1998 Ustedes también, como nosotros y como Caín, han matado al hermano. Vení, podemos jugar juntos. Primo Levi, 1986 Según la Biblia y el Corán, la primera vez que la muerte apareció en el mundo fue asesinato. Caín mató a Abel. "Dos hombres", dice Elie Wiesel, quizá el escritor más leído sobre el holocausto, y uno de ellos se volvió un asesino".1 El libro de Génesis luego registra que Caín fue desterrado del Edén. Posteriormente, fundó la primera ciudad, en tierra de Nod, al oriente de Edén, y la llamó Enoc, después de su hijo primogénito. A través de Enoc, el linaje de Caín continuó y prosperó. Miles de años después, todos podemos ser considerados los hijos de Caín. Por lo menos, cargamos la corrupción del violento legado que introdujo en el mundo cuando mató a su hermano. El fratricidio (de las palabras latinas frater, que significa "hermano" y cide, que significa matar) es literalmente la denominación para el primer asesinato cometido en la historia humana. Más que una acción individual, sin embargo, el fratricidio también puede referirse a un fenómeno social, como en una guerra o conflicto fratricida, en donde las personas matan a miembros de su propia sociedad o grupo social.2 En este sentido, el fratricidio es un descriptor más que apto para la violencia que destrozó a la ex República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFSY) durante 1 2 Citado en Lance Morrow, "Evil", Time, el 10 de junio de 1991, pág. 52. Eric Sangar, Fratricidio, la Enciclopedia en línea sobre violencia de masas (OEMV, por sus siglas en inglés), publicado el 3 de noviembre 2007. Disponible en: <www.massviolence.org> (Consultada el 22 de enero de 2011). 31 las Guerras de Yugoslavia de 1991-1995.3 Antes de la guerras, bajo el Mariscal Tito, la República Federativa Socialista de Yugoslavia era un estado multiétnico conformada por seis repúblicas o regiones: Bosnia y Herzegovina, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia; y dos provincias autónomas dentro de Serbia: Kosovo y Voivodina. La RFSY, cuyo gobierno comunista oficial tenía el lema "Hermandad y unidad", disfrutaba relativa armonía en la nación con la etnicidad más diversa de Europa. La RFSY estaba organizada alrededor de un principio social ("justicia para todos") en lugar de un principio étnico y hubo un alto grado de matrimonios mixtos entre serbios, croatas y musulmanes. Aunque ciertamente había desconfianza mutua en algunas áreas y solamente coexistencia fácil en otras; en general, existía una interdependencia mutua en donde diferentes grupos étnicos vivían juntos, hablaban el mismo idioma (serbocroata), y estaban comprometidos al ideal de una Yugoslavia multireligiosa y multiétnica.4 Sarajevo fue el escenario mundial de los Juegos Olímpicos de invierno de 1984 y los visitantes, así como los espectadores de todo el mundo, se vieron sorprendidos por la cultura, el patrimonio humano, la historia y la diversidad de la región. En síntesis, si bien no deberíamos idealizar excesivamente el estado de las relaciones interétnicas en la ex RFSY, no debemos caer en la sobre simplificación de utilizar a los antiguos "viejos odios" como el mecanismo explicativo central de la violencia que llegaría a la región en la década de los noventa. Cuando Tito (un croata) murió en 1980 (tras haber gobernado desde 1945), dejó una Yugoslavia demasiado descentralizado para ser liderada por cualquiera de las regiones. De esta manera, esta inestabilidad por la transición política, animada y empeorada por las cuestiones económicas, el surgimiento de líderes nacionalistas (como el serbio Slobodan Milosevic y el croata Franjo Tudman) y el intencional resurgimiento y explotación de traumas históricos, llevó a un contexto de volatilidad, en donde un nuevo principio étnico-religioso reemplazó al anterior principio de organización social.5 Eslovenia y Croacia declararon su independencia en 1991, seguidos por Bosnia y Herzegovina en 1992. Los Montenegrinos, estrechamente relacionados con los serbios y menos desarrollados económicamente, decidieron continuar siendo parte de lo que permanecía de la Yugoslavia dominada por los serbios (los macedonios se separaron y evitaron la guerra hasta el 2001). La región finalmente colapsó bajo el peso de las divisiones étnico-religiosas. Lo que sucedió después fueron las Guerras de Yugoslavia (1991-1995). Los conflictos europeos con el mayor número de muertes desde la Segunda Guerra Mundial, plagada de numerosas violaciones de los derechos humanos, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, e incluso, genocidio. 3 4 5 32 Generalmente, las Guerras de Yugoslavia se consideran tres guerras separadas pero relacionadas: (a) la guerra en Eslovenia (1991), (b) la Guerra Croata de Independencia (1991-1995), y (c) la Guerra de Bosnia (1992-1995). Mientras otros capítulos de este tomo también abordan la Guerra de Kosovo de 1998-1999, he decidido restringir mi enfoque a las Guerras Yugoslavas de 1991-1995. Ver Martin Mennecke, "Genocidal Violence in the Former Yugoslavia: Bosnia Herzegovina and Kosovo", en Samuel Totten y William S. Parsons (eds.), Century of Genocide: Critical Essays and Eyewitness Accounts (3ª ed., Nueva York: Routledge, 2009), pág. 513. Michael A. Sells describe a la "etno-religiosidad" como la fusión inseparable entre la identidad étnica y religiosa. Ver The Bridge Betrayed: Religion and Genocide in Bosnia (Berkeley: University of California Press, 1998). Por esto, la noción del fratricidio, hermano mata a hermano, provoca un eco convincente y emocionante en la verdad histórica del eventual proceso de la fragmentación de la ex Yugoslavia. Después de ofrecer una breve revisión de los conflictos sociales en la historia humana, este capítulo realizará un seguimiento del desarrollo del término "genocidio" y el surgimiento del derecho internacional y de las normas conexas. También describirá la relación entre el genocidio y la amplia gama de los crímenes de atrocidades masivas. El capítulo concluirá con una breve mirada a la aplicación de las categorías de atrocidades masivas a las Guerras de Yugoslavia. Central a este capítulo, es el reconocimiento que "las políticas de la onomástica" (del inglés, "politics of naming") son fundamentales a la memoria colectiva, las mitologías y narrativas de victimización que se han desarrollado en la ex Yugoslavia, como también a la potencial resolución, reconciliación y justicia restaurativa pos-conflicto en su futuro incierto.6 Conflicto Social en la Historia Humana A través de la historia humana, siempre está presente el conflicto social. Las guerras estallan en todos los lugares en donde los humanos están presentes. Como dijo Winston Churchill: "La guerra es la narrativa de la raza humana. Excepto por breves y frágiles pausas, nunca ha habido paz en el mundo; y mucho antes del comienzo de la historia, los conflictos letales eran universales e interminables".7 Michael Ghiglieri hasta argumenta que la guerra compite con el sexo por la distinción de ser el proceso más significativo en la evolución humana. "Las guerras no solo han dado forma a fronteras geopolíticas y difundido ideologías nacionales," escribe, "pero también han determinado las distribuciones de las religiones, culturas, enfermedades, tecnologías y hasta las poblaciones genéticas de la humanidad."8 Desde las Guerras Napoleónicas, hemos luchado un promedio de seis guerras internacionales y seis guerras civiles por década. Desde el 1900, un promedio de tres conflictos de alta letalidad se llevan a cabo en alguna parte del mundo en un momento dado. Las cuatro décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial vieron 150 guerras, que involucraron a más de 60 estados miembros de las Naciones Unidas y solo 26 días de paz mundial; y estás cifras ni siquiera incluyen las innumerables guerras internas y acciones policiales.9 Para el 1990, el final de la Guerra Fría le trajo alivio y optimismo a personas alrededor del mundo. Superpotencias que antes eran adversarias realizaron sustanciales reducciones de sus arsenales convencionales y nucleares. Con la ausencia de las guerras subsidiarias (por proxy), nuevos líderes encontraron la manera de 6 7 8 9 La frase "las políticas de la onomástica" ("the politics of naming" en inglés) fue tomada de lo escrito por Mahmood Mamdani en "The Politics of Naming: Genocide, Civil War, Insurgency", London Review of Books, 29 (2007) 5, págs.: 5-8. Citado de O. Cooper en "The Long Peace", Prospect, abril de 1999. Michael P. Ghiglieri, The Dark Side of Man: Tracing the Origins of Male Violence (Reading, MA Perseus, 1999), pág.: 162. Ver Arthur H Westing "War as a Human Endeavour", Journal of Peace Research, 19 (1982) 3, págs. 261-70. 33 cooperar en una variedad de problemáticas internacionales. A medida que el miedo a una confrontación nuclear comenzó a disminuir, muchos tenían la esperanza que el mundo podría encontrar una nueva disponibilidad a trabajar de manera conjunta, como una comunidad internacional, para resolver conflictos a través de negociaciones pacíficas y la diplomacia. ¿Pero deberíamos haber sido tan optimistas? Sea en la comunidad diplomática, las fuerzas militares, sectores de seguridad privada o en organizaciones no gubernamentales; aquellos que trabajan en áreas de conflicto han tenido que hacerse una pregunta fundamental y potencialmente inquietante, ¿ha aumentado la intensidad del conflicto desde el final de la Guerra Fría? Al principio de la década del 1990, las estadísticas no eran alentadoras. Con 93 guerras en 70 países, el periodo entre 1990 y 1995 fue el doble de mortal que cualquier otra década desde la Segunda Guerra Mundial. De hecho, de las estimadas 22 millones de personas que murieron en conflictos desde 1945, un cuarto murieron a principios de los 1990. Sin embargo, el final de la década mostró una disminución de la violencia. El fin del apartheid en Sudáfrica, cierto progreso hacia la paz en el Medio Oriente y una tendencia general a nivel mundial hacia la gobernanza democrática nuevamente elevó la esperanza que los conflictos serían más fáciles de manejar en el nuevo siglo. Sin embargo, estas esperanzas se vieron templadas por varios eventos, incluyendo la crisis en el proceso de paz en el Medio Oriente y la amenaza terrorista que se hizo brutalmente manifiesta el 11 de septiembre de 2001.10 ¿Entonces, cuál es el estado de la paz y el conflicto hoy? Información de Paz y Conflicto 2008 (Peace and Conflict), indica que el número de conflictos activos en el último año con información completa (2005), aumentó de manera pronunciada en comparación al total previo del 2004. Muchos de estos "nuevos" conflictos fueron causados por las retomadas hostilidades de conflictos que parecían haber estado finalizados en los años anteriores. Además, la disminución percibida de conflictos activos a nivel mundial es más el resultado de la resolución efectiva de conflictos más antiguos. De hecho, la tasa de emergencia de nuevos conflictos armados por año en los últimos 60 años ha permanecido esencialmente igual.11 Más recientemente, el Programa de datos sobre conflictos de Uppsala (UDCP, por sus siglas en inglés) registró un total de 36 conflictos armados en el 2008. De estos 36 conflictos armados, un total de 5 llegaron al nivel de intensidad de "Guerra", lo que significa que más de 1.000 muertes relacionadas al combate fueron registradas a lo largo del año. Estos conflictos armados fueron los de Afganistán, Iraq, Pakistán, Sri Lanka y Somalia.12 De acuerdo a otro grupo, el Centro para el Desarrollo Internacional y Manejo de Conflicto (CIDCM, pos sus siglas en inglés), a principios del 2008 habían 26 conflictos armados alrededor del mundo; furiosos e intensos en algunos lugares, latentes en otros. Todos eran conflictos civiles entre el gobierno de un estado por un lado, y al menos un grupo interno por el otro. Todas eran disputas de bastante larga 10 11 12 34 Información tomada del Instituto para la Paz de Estados Unidos, "Certificate Conflict in Course Analysis". Disponible en: <www.usip.org> (Consultada el 22 de enero de 2011). J. Joseph Hewitt, Jonathan Wilkenfeld, y Ted Robert Gurr, Peace and Conflict 2008 (Boulder, CO: Paradigm, 2008). Programa de datos sobre conflictos de Uppsala (UCPD): El UCPD recolecta información sobre una gran cantidad de aspectos del conflicto armado desde 1946. Desde la década del 1970, el UCPD registra conflictos violentos activos. Disponible en: <www.pcr.uu.se> (Consultada el 22 de enero de 2011). duración que habían comenzado previo al 2007. Es decir, que ninguno de los conflictos activos en el 2007 habían comenzado en ese año.13 En el 2009, el Instituto de investigación de conflictos internacionales de Heidelberg (HIIK, por sus siglas en alemán) contó 365 conflictos políticos, incluyendo 7 guerras (Afganistán, Somalia, Sri Lanka, dos guerras en Pakistán, Israel, y Yemen) y otras 24 graves crisis. Comparado al año anterior, el número total de conflictos aumentó ligeramente de 353 en el 2008 a 365.14 En resumen, nueva evidencia, y una mirada más de cerca a evidencia más antigua, sugiere que si hubo un movimiento mundial hacia la paz en la década del 1990 y a principios del siglo XXI, esta se ha detenido. No hay señal alguna de que estamos en una trayectoria ascendente, saliendo de la sombra de nuestro trabajo de descreación. Hoy, mientras que el número de conflictos armados en todo el mundo ha supuestamente disminuido, más de una cuarta parte de las 193 naciones del mundo aún siguen envueltas en conflictos, una estadística que realmente subestima la violencia mundial ya que sólo incluye conflictos entre estados o los conflictos internos del estado, pero no a los conflictos asimétricos como la actividad terrorista. Escondidas entre medio de todo nuestro progreso en el siglo XX, hay más de cien millones de personas que sufrieron una muerte violenta a manos de sus congéneres humanos en guerras y conflictos. Esto es más de cinco veces el número del siglo XIX y más de diez veces el número del siglo XVIII.15 El sistema bipolar de la Guerra Fría se ha desintegrado en un sistema de "Guerras Calientes", con conflictos distribuidos al azar que emergen en todos los rincones del mundo interdependiente. El retirado Mayor del ejército Andy Messing, Jr., director ejecutivo de la Fundación Consejo de Defensa Nacional (NDCF, por sus siglas en inglés), organización con tendencias conservadoras, advierte que la creciente proliferación de armas de destrucción masiva y el aumento de la población mundial sólo empeoran el peligro. En sus palabras: "Los próximos 20 años serán muy difíciles."16 Hasta voces más tendientes al liberalismo reconocen que el actual crecimiento de la población, la distribución desigual de la tierra y los recursos energéticos y el consumo per cápita actual no pueden mantenerse sin que lleven a aún más conflictos humanos catastróficos. "Un crimen sin nombre" Las mayores catástrofes ocurren cuando se desvanece la distinción entre la guerra y el crimen; cuando hay una disolución del límite entre la conducta militar y criminal, entre la civilización y la barbarie; cuando grupos políticos, sociales o religiosos creen y 13 14 15 16 El Centro para el Desarrollo Internacional y Manejo de Conflictos (CIDCM, por sus siglas en inglés) es un centro de investigación interdisciplinario de la Universidad de Maryland. El CIDCM busca prevenir y transformar conflictos, para comprender la interacción entre el conflicto y el desarrollo, y ayudar a las sociedades a crear un futuro sustentable para sí mismos. Ver <www.cidcm.umd.edu>. El Instituto de investigación de conflictos internacionales de Heidelberg (HIIK, por sus siglas en alemán) publica anualmente el Barómetro de Conflictos, que describe las recientes tendencias en el desarrollo de conflictos, las intensificaciones y los acuerdos. Ver <http://www.hiik.de/en/index.html> (Consultada el 22 de enero de 2011) . Los datos sobre muertes relacionadas a la guerra fueron tomados de William Eckhardt "War-Related Deaths from 3000 B.C.", Bulletin of Peace Proposals, 22 (1991) 4, págs.: 437-43. Associated Press, "Third of Nations Mired in Conflict", 30 de diciembre de 1999. 35 aceptan que la violencia colectiva contra una grupo víctima indefenso es la guerra o, peor aún, "progreso". Tales actos de atrocidad masiva son la maldad humana hecha carne. A lo largo de la historia humana, han habido momentos en donde las cuestiones de "tener" (por ejemplo: los derechos al voto, la ciudadanía y la igualdad) han sido suplantados por cuestiones de "ser" (es decir, derechos de existencia). Ciertamente, este fue el caso en el Holocausto (1939-1945). El 24 de agosto de 1941, tras una reunión en el medio del Océano Atlántico con el Presidente Franklin D. Roosevelt, el Primer Ministro Winston Churchill regresó a Inglaterra e hizo un discurso por radio en la BBC, en el que se refirió a las continuas atrocidades Nazis como: "un crimen sin nombre".17 Esta frase evocativa afectó a un joven erudito europeo, que se había sumergido en el estudio del "asesinato por etnicidad" y que pronto estaría obsesionado con la búsqueda de darle un nombre a este crimen. Raphael Lemkin fue un jurista polaco que era judío. Mientras estudiaba lingüística en Polonia (a los 14 años de edad ya había dominado diez idiomas), Lemkin se encontró con la historia de Soghomon Tehlirian. Tehlirian era un sobreviviente del genocidio armenio en el que, desde 1915 a 1923, se calcula que hasta un millón y medio de armenios murieron a manos de fuerzas militares y paramilitares turcas y otomanas, a través de atrocidades intencionalmente diseñadas para eliminar la presencia demográfica armenia en Turquía. Durante el genocidio, Tehlirian fue testigo de la violación de sus hermanas, la decapitación de su hermano y el asesinato de sus padres y escapó sólo porque lo dejaron erróneamente por muerto en una pila de cadáveres.18 El 15 de marzo de 1921 en el distrito de Charlottenburg de Berlín, Tehlirian, como parte del extremo radical del Partido Dashnak, y para vengar a su familia, asesinó a Talaat Pasha, uno de los líderes otomanos que fueron arquitectos del genocidio armenio. Tehlirian, en lo que fue un juicio muy sensacionalista para la época, finalmente fue absuelto bajo el argumento que hoy se llamaría la pérdida momentánea de la razón. Luego, Lemkin, a los veintiún años de edad, en conversación con uno de sus profesores en la Universidad de Lvov en Polonia, hizo una pregunta engañosamente sencilla: "Es un crimen que Tehlirian mate a un hombre, ¿pero no es un delito que su opresor mate a más de un millón de hombres? Esto es extremadamente inconsistente."19 Su profesor citó al estandarte de la soberanía del Estado, el derecho que tiene cada estado para llevar a cabo sus asuntos internos de forma independiente. Es decir, estados y estadistas pueden hacer lo que deseen dentro de sus propias fronteras. Su profesor continuó: "No hay ninguna ley bajo la que él [Talaat] podría ser detenido . . . Consideremos el caso de un granjero que posee una bandada de pollos. Él los mata, y ese es tema suyo. Si interfieren, están infringiendo sobre su 17 18 19 36 Winston Churchill, Never Give In! The Best of Winston Churchill's Speeches (Nueva York: Hyperion, 2003), págs.: 297-300. Peter Balakian, The Burning Tigris: The Armenian Genocide and America's Response (Nueva York: Perennial, 2003). Citado en Samantha Power, "A Problem From Hell:" America and the Age of Genocide (Nueva York: Perennial, 2002), pág.: 17. propiedad"20 La respuesta de Lemkin, que "la soberanía no puede ser concebida como el derecho de matar a millones de personas inocentes", fue el comienzo de una larga cruzada para lograr que el "asesinato por etnicidad" fuera un crimen internacional.21 Lemkin primero presentó una propuesta de una ley internacional a la Liga de las Naciones (precursora de la Organización de las Naciones Unidas) en Madrid, España en octubre de 1933. La ley comprometería a su gobierno (Polonia) y otros a detener la destrucción intencional de grupos étnicos, nacionales y religiosos. A último minuto, buscando el favor de los Nazis, el gobierno polaco le negó a Lemkin la visa necesaria para asistir a la reunión. Muy decidido, Lemkin encontró un delegado que accedió a presentar su propuesta por él.22 La propuesta pedía un nuevo tipo de derecho internacional para legislar en contra de los "actos de barbarie" (asesinato de miembros de un grupo minoritario) y "actos de vandalismo" (la destrucción de un patrimonio cultural del grupo).23 La recepción de la propuesta fue, en el mejor de los casos, fría. Algunos creían que estos crímenes ocurrían demasiado poco seguido para ameritar una legislación, y casi todos parecían estar de acuerdo en que la soberanía estatal regía por encima de las atrocidades masivas contra los propios ciudadanos de un estado. Sin ser disuadido, Lemkin siguió impulsando su programa durante los próximos años alrededor del mundo. Con la invasión nazi de Polonia, y el posterior inicio del Holocausto, el trabajo de Lemkin tomó una nueva urgencia. Aunque finalmente escapó a los EE.UU., Lemkin perdió cuarenta y nueve familiares al Holocausto, incluyendo a sus padres. Luego se dedicó incansablemente, y aún más obsesivamente, a su campaña unipersonal para que el "asesinato por etnicidad" sea un crimen internacional. El primer paso en ese proceso involucraba darle un nombre al crimen. En noviembre de 1944, el Fondo Carnegie para la Paz Internacional publicó "El poder del Eje en la Europa ocupada" ("Axis Rule in Occupied Europe"), un libro escrito por Lemkin.24 Este libro de 721 páginas reiteró su propuesta de Madrid de 1933 de prohibir la destrucción selectiva de grupos e instó a la creación de un tratado internacional que pudiera utilizarse como base para juzgar y castigar a los perpetradores. Sin embargo, lo fundamental, fue que en este libro Lemkin propuso el término "genocidio", a partir de la palabra del griego antiguo geno (raza, tribu) y del latín cide (asesinato). Él definió al genocidio como "un plan coordinado destinado a la destrucción de los fundamentos esenciales de la vida de grupos nacionales para que 20 21 22 22 Adam Strom (ed.), Totally Unofficial: Raphael Lemkin and the Genocide Convention (Brookline, Ma: Facing History and Ourselves, 2007), pág.: 3. Raphael Lemkin, "Totally Unofficial Man", citado en Samuel Totten y Steven Leonard Jacobs (eds.), Pioneers of Genocide Studies (Nueva Brunswick: Transaction , 2002), pág.: 371. El texto completo puede encontrarse en <www.preventgenocide.org/lemkin/ madridl933-engli- sh.htm#l > (Consultada el 21 de enero de 2011). Raphael Lemkin, Axis Rule in Occupied Europe: Laws of Occupation, Analysis of Government, Proposals for Redress (Washington, D.C.: Carnegie Endowment for International Peace, Division of International Law, 1944). 37 ... cometidos con la intención de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal: (a) asesinar a miembros del grupo; b) provocar serias lesiones físicas o mentales a miembros del grupo; c) imponer deliberadamente en el grupo condiciones de vida calculadas para causar su destrucción física total o parcial; d) imponer medidas destinadas a prevenir nacimientos dentro del grupo o (e) transferir a niños del grupo a otro grupo por la fuerza. estos grupos se marchiten y mueren como plantas que han sufrido una plaga".25 Lemkin publicó un resumen de su argumento en la edición de abril de 1946 del "American Scholar".26 La nueva palabra de Lemkin se hizo popular rápidamente y apareció por primera vez en el diccionario Merriam-Webster en 1950. Legislativamente, sin embargo, Lemkin tuvo menos éxito inicial. Por ejemplo, mientras que la palabra "genocidio" aparece en la historia de la redacción de la Carta del Tribunal Militar Internacional (IMT, por sus siglas en inglés), así como en algunas acusaciones y alegatos finales, no aparece en la sentencia definitiva. Más desconcertantemente para Lemkin, el IMT sostuvo que los estados y los individuos que no cruzaban una frontera internacional todavía podían cometer genocidio bajo el derecho internacional. En otras palabras, los Aliados no cuestionaron la autoridad absoluta de Alemania sobre sus asuntos internos antes de la guerra. De hecho, no se registró ninguna convicción por un acto cometido antes del 1 de septiembre de 1939. (Como una pequeña victoria, sin embargo, debe señalarse que el subsiguiente procedimiento de Núremberg incluía al genocidio como un cargo separado). Todavía buscando peso legislativo para respaldar la nueva palabra, Lemkin acudió a la recién creada Organización de las Naciones Unidas (ONU) (fundada el 24 de octubre de 1945) para constituir un derecho internacional que no vinculara la destrucción de grupos con la agresión transfronteriza internacionalmente reconocida. Con otros dos expertos, ayudó a la Secretaría de la ONU a redactar un texto preliminar para la consideración de la Asamblea General. Lemkin estaba dispuesto a alienar a personas en la búsqueda de sus objetivos. Conmovido por sus visitas a los campamentos de personas desplazadas en 1946, no podía volver a la vida ordinaria de un experto legal o parar de vivir y comportarse como un refugiado. Finalmente, en gran parte como resultado de los esfuerzos incesantes de Lemkin, el 11 de diciembre de 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución que condenaba al genocidio como "una denegación del derecho a la vida de los grupos humanos (...) Muchos ejemplos de tales crímenes de genocidio han ocurrido cuando grupos raciales, religiosos o políticos han sido destruidos parcial o totalmente."27 La resolución también encargó a un comité con la redacción de un tratado completo de la ONU (esencialmente convirtiéndolo en derecho internacional) que prohíba el crimen de genocidio. Después de un año tumultuoso de negociación política, la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito del Genocidio de la Organización de las Naciones Unidas (también conocida como la Convención contra el Genocidio de la ONU) fue finalmente aprobada en París el 9 de diciembre de 1948. Cincuenta y cinco delegados votaron a favor del pacto; ninguno votó en contra. La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito del Genocidio se convirtió en el primer tratado sobre los derechos humanos aprobado por la Asamblea General de la ONU. En el Artículo II, define el delito del genocidio como cualquiera de cinco actos 25 26 27 38 Raphael Lemkin, "Genocide: A Modem Crime", Free World, 4 (abril de 1945), págs.: 39-43. Citado en Samuel Totten y Paul R. Bartrop (Eds.), The Genocide Studies Reader (Nueva York: Routledge, 2009), pág.: 6. Raphael Lemkin,"Genocide", American Scholar, 15 (1946), 2. págs; 227-30. Cita de <untreaty.un.org/cod/avvha/ga_95-i/ga_95-i.html> (Consultada el 23 de enero de 2011. El Artículo I también aclaraba, significativamente, que el genocidio puede ser cometido en tiempos de paz o de guerra.28 Aunque fue aprobada en 1948, la Convención contra el Genocidio entró en vigor el 12 de enero de 1951, después de un número suficiente de ratificaciones internas (20) por parte de los estados miembros. Como escribe Samantha Power, esta ley internacional oficial consagró una nueva realidad, "los estados ya no tendrían el derecho a ser dejados solos".29 Debido, en gran parte, al activismo decidido y enfocado de Lemkin, el delito ahora tenía un nombre, y ese nombre era "genocidio". Además, el delito de genocidio ha sido codificado en las leyes y los tratados internacionales. Por una variedad de razones, la definición del genocidio de las Naciones Unidas ha sido menos que satisfactoria para muchos académicos y juristas. Algunos están en desacuerdo con el listado de grupos protegidos, un listado que excluye a grupos políticos, sociales, y de género. Otros han expresado su preocupación por la falta de precisión en las frases "total o parcialmente" y "como tal", así también como el significado de la palabra "intención". Todavía otros cuestionan los méritos de enumerar los medios de destrucción. (Aunque, como señala William Schabas, muchos de "los vacíos dejados por la algo estrecha definición del genocidio en la Convención de 1948, se han rellenado más o menos satisfactoriamente por la drástica ampliación del ámbito de los crímenes de lesa humanidad durante la década de los noventa.")30 En definitiva, sin embargo, como destacan Samuel Totten y Paul Bartrop: Es importante señalar que los investigadores pueden desarrollar todas las definiciones alternativas que deseen, y si bien estas pueden ser útiles para investigaciones académicas, en este momento, una sola y única definición, que se encuentra en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de las Naciones Unidas, es utilizada por los tribunales de justicia, los tribunales ad hoc, y la CPI.31 Sin controversia está el hecho de que la realidad humana del genocidio precedió su taxonomía semántica. Acertadamente apodado como la "era del genocidio", el siglo pasado vio a gran escala el sistemático y deliberado asesinato en masa sumado a mecanismos y técnicas de destrucción masiva con una eficiencia sin precedentes. Luego del genocidio cultural y físico de los indios americanos durante el siglo XIX, 28 29 30 31 El texto completo puede encontrarse en: <www.hrweb.org/legal/genocide.html> (Consultada el 23 de enero de 2011). Power, "A Problem From Hell," pág.: 58. William A. Schabas, "Convention for the Prevention and Punishment of the Crime of Genocide", (2008). Disponible en: <www.un.org/law/avl> (Consultada el 21 de enero de 2011). Totten and Bartrop, The Genocide Studies Reader, pág.: 35. 39 el siglo XX se retorcía desde la casi completa aniquilación de los hereros por los alemanes en el África Sudoccidental en 1904; a la brutal agresión de los turcos hacia la población armenia entre 1915 y 1923; hasta la implementación de una hambruna perpetrada por los soviéticos contra los kulaks ucranianos en 1932-1933 que dejó a varios millones de campesinos muriendo de hambre; a la exterminación de dos tercios de la población judía europea durante el Holocausto del 1939-1945; a la matanza de aproximadamente medio millón de personas en Indonesia durante 1965-1966; a matanzas en masa y genocidio en Bangladesh (1971), Burundi (1972), Camboya (1975-1979), Timor Oriental (1975-1979), Ruanda (1994), la ex Yugoslavia (1991-1995); y, finalmente, a la perpetua crisis humana que sigue furiosa en Sudán. En total, se estima que 60 millones de hombres, mujeres y niños fueron las víctimas de las matanzas y el genocidio solamente en el siglo pasado.32 Hoy, el genocidio sigue siendo un motivo de preocupación internacional. El Proyecto para la Prevención del Genocidio, por ejemplo, mantiene una "lista de vigilancia de las listas de vigilancia", que identifica a 33 países en alto riesgo de atrocidades en masa (ver más abajo para las distinciones definitorias).33 Sus ocho situaciones de mayor preocupación incluyen Afganistán, Birmania/Myanmar, la República Democrática del Congo, Iraq, Pakistán, Sri Lanka, Somalia y Sudán. El "ejercicio electoral no libre o justo" realizado por la junta militar gobernante en noviembre de 2010, de acuerdo a los Médicos en pro de los Derechos Humanos (Physicians for Human Rights), ha exacerbado la crisis en Birmania/Myanmar.34 Asimismo, se esperaba que los referendos para la independencia de Sudán del Sur de enero del 2011 reavivarían la violencia entre el norte y el sur en la guerra civil más prolongada de África. Al momento de escribirse este capítulo, sólo semanas después del "nacimiento" oficial de Sudán del Sur el 9 de julio de 2011, el aumento de los niveles de violencia en la frontera en el estado de Kordofán del Sur y la disputada región de Abyei, han incrementado el riesgo de atrocidades masivas cometidas contra civiles. Relación con el espectro más amplio de atrocidades masivas El genocidio debe ser entendido como una parte del espectro más amplio de crímenes de atrocidades masivas. También incluidos en este espectro se encuentran los crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y la limpieza étnica. Estas cuatro atrocidades masivas se describen en el Documento Final de la Cumbre Mundial de 32 33 34 40 La estimación de 60 millones de víctimas de asesinatos en masa y genocidio proviene de "Human Destructiveness and Politics", escrito por Smith en Isidor Wallimann y Michael N. Dobkowski, (eds.), Genocide and the Modern Age: Etiology and Case Studies of Mass Death (Syracuse , N.Y.: Syracuse University Press, 2000), pág.: 21. Genocide Prevention Project, More than an Ounce Required: Summoning the Political Will to Prevent Genocide and Mass Atrocity Crimes in the 21st Century (2008). Disponible en: <www.preventorprotect.org> (Consultada el 22 de enero de 2011). Physicians for Human Rights, Life Under the Junta: Evidence of Crimes Against Humanity in Burma's Chin State (enero de 2011 ), pág.: 5. 2005 de la ONU (párr. 139).35 Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, estas subcategorías de atrocidades masivas tienen algunas distinciones importantes, particularmente en los debates contenciosos que rodean a la "política de la onomástica" con respecto a los sucesos de las Guerras Yugoslavas. Si bien se puede argumentar que, en un sentido político, estas cuatro subcategorías podrían utilizarse indistintamente, tal argumento ignora los importantes desafíos jurídicos que resultan de la combinación de estas designaciones, desafíos que a menudo resultan fundamentales para la memoria colectiva, las mitologías y narrativas de la victimización. Sin embargo, como señala Gareth Evans, es fundamental que estas distinciones no se vuelvan contraproducentes de tal manera que, si el genocidio no fuese probado en un caso determinado, los "menores" cargos de crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad podrían ser reclamados de manera triunfante como una vindicación por el acusado.36 Los crímenes de guerra, un concepto en el derecho internacional durante muchos siglos, fueron definidos por la Carta de Londres del Tribunal Militar Internacional como "violaciones de las leyes o usos de la guerra", incluyendo, pero no limitado a, "el asesinato, los malos tratos o la deportación para realizar trabajos forzados o para otros objetivos en relación con la población civil de un territorio ocupado o en dicho territorio, el asesinato o malos tratos a prisioneros de guerra o a personas en alta mar, el asesinato de rehenes, el robo de bienes públicos o privados, la destrucción sin sentido de ciudades o pueblos, o la devastación no justificada por la necesidad militar".37 Los crímenes de guerra también se definen en el estatuto que estableció la Corte Penal Internacional (CPI), como las violaciones de las leyes internacionales de la guerra o leyes humanitarias internacionales que implican responsabilidad penal individual. W.J. Fenrick dice: Los crímenes de guerra son: (a) uno de una lista de actos generalmente prohibidos por tratados pero ocasionalmente prohibidos por el derecho consuetudinario, y (b) cometidos durante un conflicto armado. Algunos de estos actos están solamente prohibidos en los conflictos internacionales, algunos solamente en conflictos internos y algunos en todos los conflictos. Los actos prohibidos deben ser cometidos (c) por un autor vinculado a uno de los lados del conflicto, y (D) contra una víctima que es neutral o vinculada al otro lado del conflicto.38 Aunque quizás un punto obvio, cabe señalar que las leyes de la guerra sólo cubren las atrocidades cometidas durante el conflicto armado. Excluyen a muchos de los peores abusos de este siglo, como las purgas de Stalin y la destrucción de los kulaks, la mayoría del terror llevado a cabo por los Jemeres Rojos y las colectivizaciones forzadas de Mao. Si bien estas atrocidades son delitos internacionales, crímenes de lesa humanidad o, en algunos casos, genocidio, no son crímenes de guerra. Steven Ratner 35 36 37 38 Disponible en: <www.un.org/summit2005/documents.html> (Consultada el 22 de enero de 2011). Gareth Evans, Responsibility to Protect: Ending Mass Atrocity Crimes Once and For All (Washington, D.C.:Brookings Institution, 2008), pág.: 13. Ministerio de Defensa del Reino Unido, The Manual of the Law of Armed Conflict (Oxford: Oxford University Press, 2004), párrafo 16.21 en 422. También ver Gary D. Solis, The Law of Armed Conflict: International Humanitarian Law in War (Cambridge: Cambridge University Press, 2010), pág.: 203. W.J. Fenrick, "Crimes in Combat: The Relationship Between Crimes Against Humanity and War Crimes", "Ciclo de Conferencistas Invitados" de la Fiscalía (5 de marzo de 2004), pág.:2. 41 señala: "La conexión semántica entre los crímenes de guerra y el conflicto armado significa que las atrocidades cometidas por actores identificados como terroristas no siempre corresponden exactamente a las categorías de crímenes de guerra existentes".39 Los crímenes de lesa humanidad (la terminología/ designación/ nombre/ nomenclatura (?) que se origina en el preámbulo de la Convención de La Haya en 1907) es un concepto más reciente del siglo XX. Estos se definen en el Estatuto de Roma de la CPI como delitos particularmente detestables ya que constituyen un serio atentado a la dignidad humana o una grave humillación o una degradación de uno o más seres humanos. No son eventos aislados o esporádicos, sino que forman parte tanto de una política de gobierno (aunque los autores no necesitan identificarse con esta política) como de una práctica generalizada de las atrocidades toleradas o condonadas por parte de un gobierno o una autoridad de facto. Sin embargo, el asesinato, el exterminio, la tortura, la violación, la persecución política, racial o religiosa y otros actos inhumanos alcanzan el umbral de los crímenes de lesa humanidad solo si forman parte de una práctica generalizada o sistemática. Los actos inhumanos aislados de esta naturaleza pueden constituir graves violaciones de los derechos humanos, o según las circunstancias, crímenes de guerra, aunque estén lejos de formar parte de la categoría de crímenes en discusión.40 El Artículo 7.1 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (aprobada el 25 de mayo de 2000) estipula que los crímenes de lesa humanidad son ataques contra las poblaciones civiles.41 M. Cherif Bassiouni aclara: De hecho, hay once textos internacionales que definen a los crímenes de lesa humanidad, pero todos difieren ligeramente en cuanto a su definición del crimen y sus elementos legales. Sin embargo, lo que todas estas definiciones tiene en común es: (1) hacen referencia a actos de violencia contra personas, independientemente de si son ciudadanos del país o no, e independientemente de si los actos son cometidos en tiempos de paz o de guerra; y (2) estos actos deben ser el producto de la opresión contra un grupo identificable de personas sin importar la composición del grupo o el propósito de su persecución (...) En alguna medida, los crímenes de lesa humanidad coinciden y se superponen con el genocidio y los crímenes de guerra. Pero los crímenes de lesa humanidad se distinguen del genocidio ya que no requieren la intención de "destruir total o parcialmente" como es citado en la Convención contra el Genocidio de 1948. Los crímenes de lesa humanidad también se diferencian de los crímenes de guerra en que no aplican solamente dentro del contexto de guerra, pero en tiempos de guerra y de paz.42 39 40 41 42 42 Steven R. Ratner, "Categories of War Crimes", en Roy Gutman, David Rieff y Anthony Dworkin (eds.), Crimes of War: What the Public Should Know (2.0, 2007), pág.: 420. Ver <www.absoluteastronomy.com/topics/Crime_against_humanity> (Consultada el 23 de enero de 2011). Disponible en: <www.un.org/icc/part2.htm> (Consultada el 23 enero de 2011). M. Cherif Bassioun, "Crimes Against Humanity", en Gutman et al., Crimes of War, pág.: 136. Finalmente, si bien no tiene definición legal formal, la limpieza étnica puede incluir "la matanza, expulsión, actos de terror diseñados para provocar la huida, y la violación cuando es perpetrada como una forma de terrorismo o un intento intencional de cambiar la composición étnica del grupo en cuestión".43 De manera similar, un informe de la ONU al Consejo de Seguridad en enero de 1993, definía a la limpieza étnica como "convertir a un área de manera que se vuelva étnicamente homogénea a través de la fuerza o intimidación para remover grupos dados del área".44 Si bien fue popularizado por los medios internacionales durante las Guerras Yugoslavas, debemos recordar que la limpieza étnica es un término general difuso que puede incluir una gran variedad de ofensas criminales (ya codificadas bajo otros crímenes de atrocidades masivas) y que la limpieza étnica, en si misma, no está ligada a una definición legal específica. Aplicación a las Guerras de Yugoslavia (1991-1995) Si bien el propósito principal de este capítulo ha sido trazar el desarrollo del término "genocidio" y el surgimiento de las leyes y normas internacionales relacionadas, como también describir la relación entre el genocidio y el espectro más amplio de las atrocidades masivas, quiero concluir con una breve mirada a la aplicación de las categorías de atrocidades masivas a las Guerras de Yugoslavia. Otros capítulos en este volumen explorarán muchos de estos temas en gran detalle, y con mayor profundidad de conocimiento. A consecuencia, presento esto como un marco introductorio para entender a las "políticas de la onomástica" con respecto a las atrocidades masivas. a) Crímenes de guerra: Todas las partes (serbios, croatas y musulmanes) cometieron algunas atrocidades verificables en el conflicto. Sin embargo, los observadores están generalmente de acuerdo que los serbobosnios tienen la responsabilidad de la gran mayoría de los crímenes de guerra. Las víctimas fueron mayormente musulmanes pero también se incluyen a los croatas. En un informe exhaustivo a las Naciones Unidas, una Comisión de Expertos especial, presidida por M. Cherif Bassiouni, concluyó que 90 por ciento de los crímenes cometidos en Bosnia y Herzegovina fueron llevados a cabo por extremistas serbios, 6 por ciento por extremistas croatas y 4 por ciento por extremistas musulmanes. Más significativamente, los serbobosnios fueron los únicos que intentaron eliminar sistemáticamente a todos los vestigios de los otros grupos étnicos en su territorio.45 Este hallazgo es soportado por el hecho de que la clara mayoría de las condenas del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) han sido dirigidas a serbios. 43 44 45 Evans, Responsibility to Protect, pág.: 13. Citado en Roger Cohen, "Ethnic Cleansing", en Gutman et al., Crimes of War, pág.: 175. La Comisión de Expertos para la Investigación de Atrocidades en la ex Yugoslavia de las Naciones Unidas (1993). 43 Además del trabajo del TPIY de condenar a los criminales de guerra de alto nivel, se esperaba que las cortes nacionales de la ex Yugoslavia también condenen a los perpetradores de niveles bajos y medios por las severas violaciones de las leyes humanitarias internacionales cometidas durante las Guerras Yugoslavas, incluyendo crímenes de lesa humanidad y genocidio. Sin embargo, estos estados han sido abrumados por las demandas por justicia (solamente en Bosnia y Herzegovina viven 10.000 personas que son sospechadas de haber cometido crímenes de guerra durante la década del 1990) y por los marcos legales insuficientes para llevar a cabo los procedimientos de manera efectiva de acuerdo a la ley penal internacional y las normas internacionales de juicios justos. Por ejemplo, Croacia opera bajo un Código Penal Básico de 1993 que no incluye una categoría penal para los crímenes de lesa humanidad. Aún en referencia a crímenes de guerra, un informe de Amnesty Internacional del 2010 documentó que las autoridades de Croacia no les han dado a las víctimas de crímenes de guerra y a sus familias acceso a la verdad, justicia y reparaciones por las violaciones de los derechos humanos cometidos durante la guerra en Croacia entre 1991 y 1995 (...) las autoridades croatas no han desarrollado la capacidad de su sistema legal para poder procesar los casos de crímenes de guerra.46 b) Crímenes de lesa humanidad El TPIY se estableció con el mandato de investigar severas violaciones de la Convención de Ginebra de 1949, violaciones de las leyes y usos de la guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos en las Guerras de Yugoslavia desde 1991. Desde la primera sesión el 8 de noviembre de 1994, el Tribunal ha imputado a 161 individuos por graves violaciones de la ley humanitaria internacional cometidos en el territorio de la ex Yugoslavia, la última imputación fue declarada el 15 de marzo de 2004. Hasta agosto de 2011, el Tribunal ha completado los procedimientos de 129 de los acusados: 13 han sido exonerados, 67 sentenciados y 13 casos han sido transferidos a tribunales locales de la ex Yugoslavia. Treinta y seis casos adicionales han sido terminados (porque las acusaciones fueron rescindidas o porque el acusado murió, antes o después de su trasferencia al Tribunal). Hasta la fecha, agosto de 2011, los procedimientos activos de los 32 acusados remanentes incluyen a 17 personas en cinco casos en el estado de apelaciones, 14 personas actualmente involucradas en siete juicios activos y una persona actualmente en audiencias previas al juicio.47 Con el arresto de Goran Hadzic el 20 de julio de 2011, no hay prófugos sin captura. Dado que el elemento constituyente más fundamental de los crímenes de lesa humanidad es ataques a la población civil, no debería ser sorprendente que un gran número de las acusaciones frente al TPIY recaen bajo esta categoría de atrocidades masivas. De los muchos precedentes legales internacionales establecidos por el TPIY, 46 47 44 Amnesty International, Behind a Wall of Silence: Prosecution of War Crimes en Croatia (Londres, Reino Unido: Amnesty International Publications, 2010). Ver <www.icty.org/action/cases/4> (Consultada el 1 de agosto de 2011). uno de los más notables fue el fallo que la presencia de una minoría armada dentro de un grupo principalmente civil no modifica el carácter civil del grupo.48 c) Limpieza étnica: En abril de 1992, fuerzas militares y paramilitares serbobosnias comenzaron una campaña de "limpieza étnica" contra los musulmanes que vivían en el este y oeste de Bosnia. Las fuerzas del ejército regular yugoslavo muchas veces atacaron a las ciudades que tenían como objetivo con artillería antes de que ataquen los paramilitares. En el nombre de la limpieza étnica, crearon condiciones de opresión aplastante; violaron, torturaron y asesinaron sistemáticamente a civiles; saquearon y se apropiaron de propiedades civiles; utilizaron a detenidos como escudos humanos en las primeras líneas y los campos minados; y encerraron a los musulmanes en campos de concentración. Las fuerzas serbias, en donde los serbios creían que tenían los "derechos" de tierras ocupadas por no serbios, típicamente seguían cinco pasos: (1) concentración (rodear el área a ser limpiada), (2) decapitación (ejecutar líderes políticos e intelectuales), (3) separación (dividir mujeres, niños y ancianos de los hombres de "edad de combate", definida como entre 16 y 60), (4) evacuación (transportar mujeres, niños y ancianos a las fronteras para su expulsión a territorios o países limítrofes) y (5) liquidación (ejecutar a los hombres de "edad de combate" y deshacerse de los cuerpos).49 En el proceso de su "limpieza étnica", los serbobosnios también establecieron numerosos campos de concentración, en donde los no serbios eran confinados en condiciones inhumanas. El abuso sexual contra las musulmanas bosnias y otras mujeres no serbias por las fuerzas militares, paramilitares y policiales serbias era una práctica generalizada y sistemática.50 Un informe de las Naciones Unidas para el Consejo de Seguridad de enero de 1993, citaba las siguiente atrocidades como evidencia de la limpieza étnica en la ex Yugoslavia: asesinato, tortura, detención y arresto arbitrario, ejecuciones extrajudiciales, violaciones y agresiones sexuales, confinamiento de la población civil, ataques militares intencionales o amenazas de ataques militares a civiles y zonas civiles y la destrucción indiscriminada de propiedad.51 A pesar de los hallazgos del informe, la clasificación de las atrocidades masivas en la ex Yugoslavia como "limpieza étnica", no obstante la precisión de la descripción, ha sufrido de una correspondiente falta de definición legal y subsecuente codificación en las leyes y los tratados internacionales. Como otros capítulos de este tomo discutirán, esto tiene implicaciones perjudicantes para la búsqueda de justicia legal después de las Guerras Yugoslavas. Además, como argumenta Michael A. Sells, en el caso de la ex 48 49 50 51 ICTY, caso Kordik, n° IT-95- 1412-T, veredicto del 12/2/2001, §178ss. TPIY, caso Blaskic, n° IT-95-14-T, veredicto del 3/3/2000. Mark Danner, "Endgame in Kosovo", New York Review of Books , 6 de mayo de 1999, pág.: 8. También ver Adam Jones, Genocide: A Comprehensive Introduction (Nueva York: Routledge, 2006), pág.: 216. Mennecke, "Genocidal Violence in the Former Yugoslavia", pág.: 511. Cohen, en Gutman et al., Crimes of War, pág.: 175. 45 Yugoslavia, el término "étnica" en la expresión "limpieza étnica" realmente se entiende mejor como un eufemismo para "religiosa".52 d) Genocidio: A medida que las Guerras de Yugoslavia llegaban a su fin, los académicos y activistas comenzaron a debatir cuan apropiada era la apelación de "genocidio" como nivel descriptivo para las atrocidades masivas cometidas. Stjepan Mestrovic, un sociólogo croata, insistió que la guerra en Croacia fue genocida.53 Como también lo decía su colega Nonnan Cigar en relación a Bosnia y Herzegovina.54 Sus respectivos tomos, publicados antes de los ataques aéreos de la OTAN liderados por EE.UU. que eventualmente obligarían a los líderes de las facciones en conflicto a aceptar los Acuerdos de Dayton, demostraron manifestaciones tempranas de las "políticas de la onomástica" en las Guerras de Yugoslavia. Mestrovic y Cigar construyen una narrativa exagerada de victimización en donde Croacia y los bosniocroatas sufrieron los mismos crímenes genocidas perpetrados por los serbios que los musulmanes bosnios. Su obstrucción, si no es omisión completa, del rol de Croacia en la traición y persecución de los musulmanes bosnios es, como argumenta Jonathan Landay, "revisionismo" que no está apoyado por ni siquiera una jurisprudencia internacional subsecuente.55 Se ve en claro contraste, sin embargo, la respuesta medida y precisa de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de la ONU, a los crímenes cometidos en Srebrenica. Srebrenica es un tradicional pueblo musulmán escondido en un valle con pronunciada pendiente en el este de Bosnia, a alrededor de 45 millas al noreste de Sarajevo y cerca de la frontera con Serbia. En la primavera de 1993, Srebrenica contenía a unos estimados 30.000 refugiados, mayormente musulmanes bosnios que huían de ataques serbios. Fuerzas bosnioserbias, deseando que los cerros alrededor de su frontera sean un núcleo puramente serbio, iniciaron un ataque feroz y sostenido sobre Srebrenica. El 16 de abril de 1993, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 819, exigiendo que todas las partes traten a Srebrenica como una "zona segura" y que los bosnioserbios cesen sus ataques y se retiren. Ya que ningún gobierno extranjero estaba dispuesto a revertir las ganancias serbias en las áreas circundantes, Srebrenica se mantuvo artificialmente con vida por otros dos años como una pequeña y aislada "zona segura". El 6 de julio de 1995, los serbios nuevamente comenzaron su ataque de Srebrenica. A pesar de la presencia de 52 53 54 55 46 Sells, The Bridge Betrayed, pág.: 15. Stjepan G. Mestrovic (ed.), Genocide after Emotion: The Post-Emotional Balkan War (Londres: Routledge, 2006). Norman Cigar, Genocide in Bosnia: The Policy of "Ethnic Cleansing", (College Station TX: Texas A&M University Press, 1995). Ver Cathie Carmichael, "Genocide and Population Displacement in Post-Communist Eastern Europe", en Donald Bloxham y A. Dirk Moses, The Oxford Handbook of Genocide Studies (Oxford: Oxford University Press, 2010), pág.: 518. Jonathan S. Landay, reseña de "Genocide After Emotion: The Post-Emtional Balkan War", SAIS Review of International Affairs, 17 (1997) 2, págs.: 182-6. tropas de la ONU, los bosnioserbios perpetraron en Srebrenica el peor crimen de guerra desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que el resto del mundo miraba sin hacer nada, las fuerzas serbias avanzaron a la "zona segura" y juntaron a decenas de miles de refugiados. Unos 23.000 mujeres y niños musulmanes fueron separados de los hombres y deportados. A las mujeres les "aseguraron" que todos iban a ser trasladados en colectivos y reunidos de manera segura. Durante los siguientes días, las fuerzas serbias, en los estadios de fútbol, gimnasios y las bodegas de almacenamiento y fábricas abandonadas, ejecutaron entre 5.000 y 8.000 hombres y niños musulmanes desarmados (algunos de apenas diez años de edad), tanto soldados como civiles. Luego, los cuerpos de las víctimas fueron arrojados en fosas comunes por topadoras. Hasta la fecha, más de 6.000 cuerpos han sido encontrados en fosas comunes cerca de Srebrenica. A la hora de escribir este capítulo, continúa el descubrimiento y la exhumación de fosas comunes en el área aledaña a Srebrenica. Oficiales bosnios musulmanes estiman que todavía quedan hasta 20 sitios de fosas comunes no divulgados. Hasta con el progreso de la tecnología del ADN, la identificación de muchos de los cuerpos permanece dificultosa dada la descomposición y separación de partes de los cuerpos luego de nuevos entierros en fosas secundarias para encubrir el tamaño de la masacre.56 El 23 de febrero de 2007, la Corte Penal Internacional llamó "genocidio" a las masacres de musulmanes bosnios de 1995 en Srebrenica, pero decidió que los demás abusos de la guerra no cumplían la definición legal de genocidio. La Corte no estaba lo suficientemente convencida de que la intención específica requerida para que el crimen pueda clasificarse como genocidio, la intención de destruir el grupo protegido total o parcialmente, existía al momento que ocurrieron estas atrocidades (aunque quizá puedan clasificarse como crímenes de guerra o de lesa humanidad). La corte también determinó que Serbia misma no era culpable de genocidio (no tenía el grado de control directo sobre las fuerzas bosnioserbias en Srebrenica). Sin embargo, sí determinó que Serbia violó el deber legal de prevenir al genocidio y que violó su deber de castigar a los responsables por Srebrenica (incluyendo el fracaso de no detener y entregar al comandante militar serbio bosnio Ratko Mladic). Esta determinación, que los estados y no solo individuos, podían ser juzgados por genocidio, significó que Serbia fue la primera nación encontrada en violación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de la ONU desde su adopción en 1948. El fallo de la CPI que el conflicto en Bosnia y Herzegovina, en su conjunto, no fue genocida y su determinación que Serbia no estuvo directamente involucrada en el genocidio de Srebrenica ha sido objeto de considerables críticas y reacciones emocionales, mucho de los que se relacionan a las "políticas de la onomástica" y su subsecuente impacto sobre la resolución, reconciliación y justicia restaurativa posconflicto. Algunos comentaristas vieron el fallo como una nueva traición a la 56 Mucho del material encontrado arriba fue tomado de: James E. Waller, Becoming Evil: How Ordinary People Commit Genocide and Mass Killing (Nueva York: Oxford University Press, 2007, 2nd edition), págs.: 272-8. 47 "justicia" internacional. Otros lo vieron como un final legal apropiado a la incógnita de si el genocidio había sido orquestado por Serbia, y todavía otros vieron el fallo como un acuerdo necesario en nombre de la reconciliación política. Eruditos legales diseccionaron al fallo y evidenciaron un rango similar de reacciones contrastantes al trabajo de la Corte y su impacto subsecuente. Por ejemplo, Susana SaCouto denota importantes preocupaciones procesales sobre tres áreas de la decisión de la Corte: (1) no buscar la mejor evidencia posible (más notablemente, los registros completos de las actas de reunión del Consejo Supremo de Defensa de Serbia), (2) aplicar un estándar estrecho, e imposiblemente alto, para las pruebas pero no realizar un análisis cumulativo de la evidencia, y (3) una sobre dependencia de la jurisprudencia de la TPIY.57 Mientras que reconoce algunos de los mismos problemas de los procedimientos, William Schabas contrarresta diciendo que el fallo de la Corte (...) es un mensaje poderoso, con tremendas implicaciones que van mucho más allá del limitado fallo que Serbia pudo haber hecho más para prevenir la masacre de Srebrenica de 1995. El enfoque de la Corte sobre el deber de prevenir el genocidio se enlaza muy bien con el desarrollo reciente de los cuerpos políticos de las Naciones Unidas reconociendo la "responsabilidad de proteger", y ofrece mayor apoyo al establecimiento de esta doctrina dentro del derecho internacional consuetudinario.58 Finalmente, hasta la hora de la composición de este capítulo, solo tres personas han sido condenadas por genocidio por el TRIY. El 2 de agosto de 2001, el General bosnioserbio Radislav Krstic fue encontrado culpable de complicidad de genocidio en Srebrenica. El 10 de junio de 2010, concluyendo el juicio más grande en la historia del TRIY, Vujadin Popovic, el Jefe de Seguridad de los Cuerpos Drina del Ejercito Bosnioserbio (VRS) y Ljubisa Beara, Jefe de Seguridad del Alto Personal, fueron encontrados culpables de cometer genocidio en Srebrenica. Conclusión Después de ofrecer un breve repaso del conflicto social a lo largo de la historia humana, este capítulo trazó el desarrollo del término "genocidio" y la aparición de las leyes y normativas internacionales relacionadas y describió la relación del genocidio con el espectro más amplio de atrocidades masivas. Este capítulo concluyó con un breve análisis de la aplicación de las categorías de atrocidades masivas a las Guerras de Yugoslavia. Central a este capítulo, estaba el reconocimiento que las "políticas de la onomástica" son fundamentales a la memoria colectiva, las mitologías y narrativas de la victimización que se han desarrollado en la ex Yugoslavia como también a la potencial resolución, reconciliación y justicia restaurativa pos-conflicto en su futuro incierto. Como argumentaba William Schabas: El debate no es sobre la realidad de lo que ocurrió (...) Más bien es sobre la caracterización de las atrocidades cometidas, y atrocidades ciertamente lo fueron. Este debate no es sobre si los crímenes (...) realmente ocurrieron, es solamente sobre si se pueden mejor describir como crímenes de lesa humanidad, en vez de "genocidio.59 En síntesis, las palabras importan; los nombres importan; las etiquetas importan. Y, como muchos de los otros capítulos de este tomo explorarán, quizá no importan en ningún lugar más que en la sanidad de las regiones y personas, destrozadas por atrocidades masivas. En este momento, Radovan Karadzoc está bajo juicio en el TRIY por genocidio como también por crímenes de lesa humanidad, violaciones de las leyes y usos de la guerra y graves violaciones de las Convenciones de Ginebra de 1949. Luego de su arresto el 26 de mayo de 2011, después de una búsqueda de 16 años, Ratko Mladic está ahora siendo enjuiciado en el TRIY, bajo los cargos de genocidio, complicidad de genocidio, crímenes de lesa humanidad y violaciones de las leyes y costumbres de la guerra. 57 58 48 Susana SaCouto, informe presentado en la reunión bianual de la Asociación Internacional de Académicos del Genocidio (International Association of Genocide Scholars), organizado por el Instituto para la Investigación de los Crímenes de Lesa Humanidad y Derecho Internacional de la Universidad de Sarajevo (Institute for the Research of Crimes Against Humanity and International Law of the University of Sarajevo) del 9 al 13 de julio de 2007. El informe completo estaba en: <www.wcl.american.edu/hrbrief/!5/l sacouto.pdf?rd -l > (Consultada el 1 de agosto de 2011). William A. Schabas, "Genocide and the International Court of Justice: Finally, a Duty to Prevent the Crime of Crimes", Genocide Studies and Prevention, 2 (2007) 2, págs.: 101-22; cita tomada de la pág.: 102. 59 William A. Schabas, "Problems of International Codification - Were the Atrocities in Cambodia and Kosovo Genocide?", New England Law Review, 35 (2001) 2, págs.: 287-302. 49