Texto completo de la Sentencia1 Santiago, seis de enero de dos mil

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Texto completo de la Sentencia1
Santiago, seis de enero de dos mil nueve.
Vistos:
Ante el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de San Antonio, en autos rol Nº
17.934 07, don Luis Gonzalo Sáenz Diez Soto demanda a la Municipalidad de
Santo Domingo, representada por su Alcalde, don Fernando Rodríguez Vicuña,
a fin que se declare injustificado su despido y se condene a la demandada a
pagar las prestaciones que indica.
La demandada, evacuando el traslado conferido, alegó que el actor se incorporó
a la dotación docente, primero, en calidad de contratado y posteriormente, a
través de sucesivos contratos, vinculaciones que terminaron por aplicación de la
causal establecida en el artículo 72 letra c) del Estatuto Docente, lo que le fue
comunicado oportunamente y no le da derecho a indemnización alguna.
El tribunal de primera instancia, en sentencia de quince de abril del año recién
pasado, escrita a fojas 95, acogió la demanda, declarando injustificado el
despido del actor y condenó a la demandada a pagar indemnización por años
de servicios, incrementada en un 50%, más intereses y reajustes, con costas.
Se alzó la demandada y una de las salas de la Corte de Apelaciones de
Valparaíso, en sentencia de veintinueve de julio de dos mil ocho, que se lee a
fojas 117, confirmó la de primer grado, por voto de mayoría.
En contra de esta última resolución la demandada deduce recurso de casación
en el fondo, sosteniendo la comisión de errores de derecho con influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo, solicitado la invalidación de la sentencia
recurrida
y
la
dictación
de
la
de
reemplazo
que
señala.
Se trajeron estos autos en relación.
Considerando:
Primero: Que el recurrente denuncia la infracción de los artículos 25, 72 letra c)
y 73 del Estatuto Docente. Argumenta que la aplicación correcta de esas normas
debió conducir a que el demandante, en sus relaciones con la Municipalidad, se
encuentra regulado por normativa especial expresa, esto es, el Estatuto Docente
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Demanda de despido injustificado. “Luis Gonzalo Sáenz Diez Soto con I. Municipalidad de
Santo Domingo”, sentencia de fecha 06.01.2009, rol N° 6629-2008.
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y, en forma supletoria, por el Código del Trabajo, pero sólo en los asuntos no
regulados por el Estatuto y siempre que sus normas no sean contrarias a las de
éste. Agrega que los profesionales de la educación, de acuerdo al artículo 25 del
Estatuto Docente, se incorporan a una dotación en calidad de titulares o
contratados, debiendo concluirse que el demandante fue contratado desde el 1º
de marzo de 2002 hasta el 28 de febrero de 2007 y, conforme lo dispone el
artículo 72 letra c) del referido Estatuto, dichos profesionales dejan de
pertenecer a la dotación por término del período por el cual se efectuó el
contrato, lo que ocurrió en el caso.
Luego señala que en conformidad a lo establecido en los artículos 72 letra i) y 73
de la dicha normativa, sólo quienes dejan de pertenecer a una dotación docente
por la supresión total o parcial de las horas servidas, tienen derecho a
indemnización por años de servicios con un máximo de once y, en
consecuencia, estando esa materia expresamente regulada, es improcedente la
aplicación supletoria del Código del Trabajo. Cita jurisprudencia.
Finaliza el recurrente describiendo la influencia sustancial en lo dispositivo de
fallo, de los errores de derecho que denuncia.
Segundo: Que se fijaron como hechos en la sentencia atacada, los siguientes:
a) No se ha controvertido que el demandante prestó servicios para la
demandada, bajo vínculo de subordinación y dependencia, en calidad de
docente en la asignatura de Artes Plásticas, servicios que concluyeron el 28 de
febrero de 2007, según comunicación de 1º de diciembre de 2006, por
vencimiento del plazo.
b) El 6 de agosto de 1999, el actor ingresó como profesional de la educación, en
calidad de contratado, para realizar funciones docentes transitorias y fue
nombrado anualmente y en la misma calidad y condiciones hasta el año 2006.
c) La demandada se limitó a señalar que se aplicó la causal establecida en el
artículo 72 letra c) del Estatuto Docente, sin justificar los motivos por los cuales
dejaron de ser necesarios los servicios del demandante en la dotación docente o
la naturaleza de las labores que, en algún momento, justificaron su contratación.
d) El actor aportó prueba en el sentido que la asignatura de Artes Plásticas es de
carácter permanente y que se imparte en aula obligatoriamente, lo que
reconoció el representante legal de la demandada en la confesión ficta y se
encuentra corroborado por los dichos de los testigos del demandante.
Tercero: Que conforme con los hechos narrados en el motivo anterior, los jueces
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de la instancia estimaron que como en el Estatuto Docente no existe
procedimiento para reclamar contra el despido, resulta aplicable
supletoriamente el Código del Trabajo y ante la falta de prueba del demandado
para acreditar la causal invocada, decidieron que el despido del actor fue
injustificado y accedieron a la demanda en los términos ya señalados.
Cuarto: Que para una apropiada solución de la controversia, es necesario
determinar el régimen jurídico a que estaba sujeto el actor en el desempeño de
sus funciones como profesional de la educación. Al efecto, cumple considerar lo
que previene el artículo 1º del Estatuto Docente aprobado por la Ley Nº 19.070,
cuyo texto refundido se contiene en el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, de 1996,
acerca de que “quedarán afectos al presente Estatuto los profesionales de la
educación que prestan servicios en los establecimientos de educación básica y
media, de administración municipal o particular reconocida oficialmente y lo
que, a su turno, señala el artículo 19 del Párrafo I del Título III del mismo
cuerpo legal, en orden a que “el presente Título se aplicará a los profesionales
de la educación que desempeñen funciones en los establecimientos
educacionales del sector municipal integrando la respectiva dotación docente.
Quinto: Que, por su parte, el artículo 71 del mencionado Decreto con Fuerza de
Ley declara que “los profesionales de la educación que se desempeñan en el
sector municipal se regirán por las normas de este Estatuto de la profesión
docente y supletoriamente por las del Código del Trabajo y sus leyes
complementarias . Esta regla concuerda con lo que preceptúan los incisos
segundo y tercero del artículo 1º del Código Laboral, en orden a que sus
“normas no se aplicarán, a los funcionarios de la Administración del Estado
centralizada y descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder Judicial ni a
los trabajadores de las empresas o instituciones del Estado o de aquellas en que
éste tenga aportes, participación o representación, siempre que dichos
funcionarios o trabajadores se encuentren sometidos por ley a un estatuto
especial y a que “con todo, los trabajadores de las entidades señaladas en el
inciso precedente se sujetarán a las normas de este Código, en los aspectos o
materias no regulados en sus respectivos estatutos, siempre que ellas no fueren
contrarias a estos últimos.
Sexto: Que de las disposiciones transcritas en los considerandos que preceden,
resulta que el demandante en sus relaciones con el Municipio demandado se
hallaba especialmente sometido al Estatuto Docente y, en forma supletoria, a las
del Código del Trabajo, pero sólo en los asuntos no regulados por dicho
Estatuto y en la medida en que las normas del Código Laboral no fueran
contrarias a las de esa normativa especial.
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Séptimo: Que, entre otros preceptos aplicables a la materia, el artículo 25 del
Estatuto Docente establece que “los profesionales de la educación se incorporan
a una dotación docente en calidad de titulares o de contratados y en sus incisos
segundo y tercero prescriben, respectivamente, que “son titulares los
profesionales de la educación que se incorporan a una dotación docente previo
concurso público de antecedentes y que “tendrán la calidad de contratados
aquellos que desempeñan labores docentes transitorias, experimentales,
optativas, especiales o de reemplazo de titulares. A ello cabe agregar la
disposición contenida en el artículo 70 del Reglamento del Estatuto Docente,
que prevé: “Funciones transitorias son aquellas que requieren el nombramiento
de un profesional de la educación sólo por un determinado período de tiempo,
mientras se designa a un titular o mientras sean necesarios sus servicios.
Octavo: Que el fin de la relación laboral de los Profesionales de la Educación se
sujeta a las disposiciones del Párrafo VII del mismo Estatuto, cuyo artículo 72
previene en su letra c) que esos profesionales dejan de pertenecer a una
dotación docente del sector municipal, entre otras causales, “por término del
período por el cual se efectuó el contrato.
Noveno: Que la letra i) del aludido Estatuto indica que los Profesionales de la
Educación también pueden dejar de integrar a una dotación docente municipal
“por supresión de las horas que sirvan en conformidad con lo dispuesto en el
artículo 22 de esta ley; a su vez, el artículo 73 del mismo texto legal se refiere a
la forma como debe hacerse efectiva esta causal y en su inciso quinto dispone
que “los titulares tendrán derecho a una indemnización de cargo del
empleador, equivalente al total de las remuneraciones devengadas en el último
mes que corresponda al número de horas suprimidas, por cada año de servicios
en la respectiva Municipalidad o Corporación, o fracción superior a seis meses,
con un máximo de once o la indemnización a todo evento que hubieren pactado
con su empleador conforme al Código del Trabajo, si esta última fuere mayor .
Décimo: Que el artículo 77 del citado Estatuto Docente declara que si la
adecuación de una dotación docente por aplicación de su artículo 22 representa
una supresión parcial de horas, los profesionales de la educación de carácter
titular que sean afectados, tendrán derecho a recibir una indemnización parcial,
en proporción al número de horas que dejen de desempeñar.
Undécimo: Que de las normas estatutarias antes relacionadas resulta que
solamente los profesionales de la educación municipal que dejan de pertenecer
a una dotación docente en virtud de la supresión total o parcial de las horas de
clases que sirvan en calidad de titulares pueden percibir una indemnización por
el cese de sus funciones, de modo que en la medida que el actor no expiró en su
empleo en virtud de esa causal, sino por el término del período de su contrato,
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con arreglo a la mencionada letra c) del artículo 72 del Estatuto, no tiene
derecho a impetrar ese beneficio, al margen que, por otro lado, ciertamente no
poseía el carácter de titular que condiciona el derecho a la indemnización.
Duodécimo: Que el demandante tampoco podía impetrar la indemnización por
años de servicios que consulta el Código del Trabajo para los dependientes
afectos a sus disposiciones, porque no regían en la situación del actor, si se
considera que no opera en ella la aplicación supletoria prevista en el artículo 71
del Estatuto Docente, por hallarse sometidos en la materia de que se trata a las
normas de este cuerpo legal, que no sólo definen su condición como
profesionales de la educación contratados, sino que se refiere al término de sus
servicios, sin reconocerles el derecho a recibir las indemnizaciones que otorga,
en cambio, a los profesionales titulares.
Decimotercero: Que, por otra parte, corresponde señalar que las normas del
Código Laboral relativas al contrato de trabajo, a la transformación en
indefinidos de los contratos a plazo fijo, al aviso de la terminación del contrato
laboral, a las indemnizaciones sustitutivas de dicho aviso y por años de
servicios que encierran sus artículos 7º, 8º, 159 Nº 4, 162 y 163, no pueden recibir
aplicación supletoria en el caso del actor, ya que, según se ha anotado, el
Estatuto Docente establece su propia regulación en torno a las calidades
funcionarias en que pueden pertenecer a una dotación docente municipal, a las
causales de expiración en los cargos de titulares y de contratados y a los
beneficios a que puede dar lugar el cese de funciones y sus disposiciones rigen
con preferencia a quienes integran una dotación docente, excluyendo el imperio
del derecho laboral común en esos asuntos, al tenor de lo preceptuado tanto en
el artículo 71 del mismo Estatuto Docente como en los incisos segundo y tercero
del artículo 1º del Código del Trabajo, sin perjuicio de considerarse además el
artículo 13 del Código Civil.
Decimocuarto: Que las consideraciones expuestas en los motivos que anteceden
conducen a concluir que el fallo cuya anulación se pide incurrió en los errores
de derecho denunciados en el recurso de autos y que éste, por lo tanto, debe ser
acogido, desde que los equívocos determinados influyen sustancialmente en lo
dispositivo, en la medida en que condujeron a condenar a la demandada al
pago de indemnizaciones improcedentes.
Y en conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 463 del Código del
Trabajo y 767, 772, 783 y 785 del Código de Procedimiento Civil, se acoge, sin
costas, el recurso de casación en el fondo deducido a fojas 130, en
representación de la Municipalidad de Santo Domingo, en contra de la
sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, de fecha veintinueve de
julio del año recién pasado, que figura a fojas 117, la que, en consecuencia, se
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invalida y se la reemplaza por la que se dicta a continuación, sin nueva vista,
separadamente.
Redacción a cargo del Ministro suplente, señor Julio Torres Allú.
Regístrese.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señor Patricio Valdés A., señor Guillermo Silva G., Ministro Suplente señor
Julio Torres Allú y Abogados Integrantes señores Benito Mauriz A. y Juan
Carlos Cárcamo O. No firma el Abogado Integrante señor Mauriz, no obstante
haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa por encontrarse ausente.
Autoriza la Secretaria Subrogante de la Corte Suprema, señora Carola Herrera
Brummer.
Nº 6.629-08.
Santiago, seis de enero de dos mil nueve.
Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 785 del Código de
Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus fundamentos noveno,
décimo y undécimo, los que se eliminan.
Y teniendo en su lugar y, además, presente:
Primero: Los motivos segundo, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno,
décimo, undécimo, duodécimo y decimotercero del fallo de casación que
precede, los que para estos efectos se tienen por expresamente reproducidos.
Segundo: Que conforme a los hechos declarados como probados, cabe concluir
que el demandante se incorporó a la dotación docente de la Escuela People
Help People, en calidad de contratado, en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 25 del Estatuto Docente, el que establece “los profesionales de la
educación se incorporan a una dotación docente en calidad de titulares o de
contratados, siendo sus funciones de naturaleza transitoria, es decir, mientras
sus servicios fueran necesarios, de acuerdo a lo previsto en el artículo 70 del
Reglamento del Estatuto Docente. Condición que no puede verse alterada por el
tiempo que transcurrió entre su contratación y desvinculación, en la medida en
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que las relaciones habidas entre las partes están regidas por normas de orden
público insoslayables.
Tercero: Que, en dichas condiciones, encontrándose la terminación de los
servicios del actor específicamente regulada por el Estatuto Docente, Decreto
con Fuerza de Ley Nº 1, de 1996, normativa dentro de la cual se regla la forma
de terminar la relación laboral con un profesional de la educación a contrata y
dentro de la cual no se prevén las indemnizaciones pretendidas a través del
libelo intentado en estos autos, corresponde desestimar íntegramente la
demanda de fojas 3.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 463 y
siguientes del Código del Trabajo, se revoca la sentencia apelada de quince de
abril de dos mil ocho, escrita a fojas 95 y siguientes y, en su lugar, se decide que
se desestima en todas sus partes la demanda interpuesta por don Luis Gonzalo
Sáenz Diez Soto, en contra de la Municipalidad de Santo Domingo.
No se condena en costas al demandante, por estimar este Tribunal que tuvo
motivos atendibles para litigar.
Redacción a cargo del Ministro suplente, señor Julio Torres Allú.
Regístrese y devuélvanse.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señor Patricio Valdés A., señor Guillermo Silva G., Ministro Suplente señor
Julio Torres Allú y Abogados Integrantes señores Benito Mauriz A. y Juan
Carlos Cárcamo O. No firma el Abogado Integrante señor Mauriz, no obstante
haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa por encontrarse ausente.
Autoriza la Secretaria Subrogante de la Corte Suprema, señora Carola Herrera
Brummer.
Nº 6.629-08.
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