LALTOR TI I O V O SU IS N G CO LE LA MODIFICACIÓN DE LA LOTT HA INCORPORADO LA ACCIÓN DIRECTA CONTRA EL CARGADOR PRINCIPAL EN LOS SUPUESTOS DE INTERMEDIACIÓN LA PREGUNTA ¿QUÉ CONSECUENCIAS TENDRÁ LA ACCIÓN DIRECTA EN LA CADENA DE SUBCONTRATACIÓN? EL CONSTANTE INCREMENTO DE LOS COSTES DE EXPLOTACIÓN Y LA DEMORA EN EL PAGO O EL IMPAGO POR LAS EMPRESAS CARGADORAS E INTERMEDIARIAS AGUDIZA LA CRISIS EN EL SECTOR DEL TRANSPORTE. Por Néstor Val, director gerente de Lextransport Grupo L as pymes, mayoritarias en el transporte por carretera, necesitan medidas legislativas que les sirvan de protección ante situaciones como ésta. La Acción Directa contra el cargador principal en los supuestos de intermediación, largamente demandada por el sector, es una de ellas. Su inclusión en la modificación de la LOTT nos coloca al mismo nivel que países como Francia, donde el porteador puede llevar a cabo la acción directa por impago del servicio contra el cargador y el destinatario, que son garantes del pago del porte. Básicamente, es una transposición del artículo 1.597 del Código Civil al ámbito sectorial del transporte por carretera: “Los que ponen su trabajo y materiales en una obra ajustada alzadamente por el contratista, no tienen acción contra el dueño de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a aquél cuando se hace la reclamación”. El texto definitivo recoge: “En los supuestos de intermediación en la contratación de transportes terrestres, el transportista que efectivamente haya realizado el transporte tendrá acción directa por la parte impagada, contra el cargador principal y todos los que, en su caso, le hayan precedido en la cadena de subcontratación, en caso de impago del precio del transporte por quien lo hubiese contratado, salvo en el supuesto previsto en el artículo 227.8 del texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 20 14 de noviembre”. Esto es, salvo que ese cargador principal pertenezca a la Administración. El texto es un hito en materia de contratación a favor del transpor tista que cuenta, ahora, con una herramienta que le garantiza el cobro de su trabajo por par te de quien le ha contratado directamente o, en su defecto, de cualquier otro que ocupe un eslabón en la cadena de subcontratación. No habrá un único responsable del pago: todos los inter vinientes serán responsables. Al margen de otros efectos, la aplicación de la Acción Directa tendrá consecuencias inminentes en la cadena de subcontratación: reducirá el número de par ticipantes y apor tará mayor transparencia. No obstante, la redacción del texto puede generar problemas en su aplicación. De su lectura puede interpretarse que la Acción Directa podría utilizarse contra todos los que preceden al transportista efectivo en la cadena de subcontratación, incluido el cargador, haya pagado o no, lo que podría provocar que el cargador pagara dos veces. Ahora bien, el camino no ha hecho más que comenzar. Es una cuestión polémica y sujeta a interpretaciones. Las Juntas Arbitrales de Transporte y los Tribunales de Justicia serán, en definitiva, quienes marquen las claves para el desarrollo e implementación de esta “nueva figura” en nuestro ordenamiento sectorial. En todo caso demos la bienvenida a la tan demandada y esperada Acción Directa.