DECRETO No. 214

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Tomo 93 Colima, Col., Sábado 26 de Enero del año 2008; Núm. 5; pág. 7.
DEL GOBIERNO DEL ESTADO
PODER LEGISLATIVO
DECRETO No. 213
POR EL QUE SE REFORMA EL ARTÍCULO 289 Y SE DEROGA LA FRACCIÓN XI DEL
ARTÍCULO 267, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE COLIMA.
LIC. JESÚS SILVERIO CAVAZOS CEBALLOS, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Colima,
a sus habitantes sabed:
Que el H. Congreso del Estado me ha dirigido para su publicación el siguiente
DECRETO
EL HONORABLE CONGRESO CONSTITUCIONAL DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE COLIMA, EN EJERCICIO
DE LAS FACULTADES QUE LE CONFIERE EL ARTÍCULOS 39 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA LOCAL, EN
NOMBRE DEL PUEBLO, Y
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Que mediante oficio número 964/07 de fecha 17 de octubre de 2007, los Diputados Secretarios del
Congreso del Estado turnaron a la Comisión de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, la Iniciativa de Ley
con Proyecto de Decreto presentada por el Diputado Flavio Castillo Palomino, Integrante de la Fracción Parlamentaria
del Partido Revolucionario Institucional, relativa a reformar el artículo 289 del Código Civil para el Estado de Colima,
la cual dentro de su exposición de motivos señala textualmente que:
*
Partiendo del supuesto de que los derechos naturales del hombre y de la mujer contemplados en nuestra
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos siendo uno de ellos el de Libertad, se considera a
este derecho como uno de los más importantes y relevantes ya que el mismo le da al hombre y a la mujer
su libertad absoluta de decidir lo que mejor convenga a sus intereses personales, por lo que en tales
condiciones están facultados ambos con tal derecho a determinar lo que harán de sus vidas, por lo que en
nuestro Código Civil y en el artículo 289 existen disposiciones que contraviene dicho derecho natural ya que
de manera tajante se coarta tal derecho, pudiera pensarse que el legislador al momento de plasmar dicho
numeral estaba pasando por una etapa sumamente conservadora ya que nuestro Código Civil data de 1953
y en consecuencia tiene mas de un siglo de haber sido elaborado y las ideas y costumbres de esos tiempos
influyeron determinantemente en el ánimo del legislador para limitar a las personas que determinaran dar por
terminada la situación legal de su matrimonio y que tramitaran su divorcio ya sea en la vía necesaria o
voluntaria, a condenar en primer término a no contraer nuevas nupcias a partir de dos años al cónyuge que
diera lugar al divorcio y en segundo término tratándose del divorcio voluntario limitar a no contraer nuevas
nupcias hasta dentro de un año computable a partir de dictada la sentencia de divorcio y del auto que las
declare ejecutoriadas es así como quedaron plasmadas las ideas del legislador en aquellos lejanos tiempos
mismas ideas que no se adecuan a la realidad actual ya que son desde luego otros tiempos equidistantes
unos de otros y en la actualidad se presentan nuevos casos pero si diferentes a los que se vivían en aquellos
tiempos por lo que resulta ahora necesario adecuar nuestro marco jurídico para ajustarlo a nuestro tiempos
y realidades.
*
Actualmente el artículo 289 del Código Civil vigente en el Estado, textualmente dice: "En virtud del divorcio,
los cónyuges recobrarán su entera capacidad para contraer nuevo matrimonio.
El cónyuge que haya dado causa al divorcio no podrá volver a casarse sino después de dos años, a contar
desde que se decretó el divorcio.
Para que los cónyuges que se divorcian voluntariamente puedan volver a contraer matrimonio, es indispensable
que haya transcurrido un año desde que obtuvieron el divorcio."
*
El segundo párrafo del numeral antes transcrito impide y limita al cónyuge que haya dado causa al divorcio
a volver a casarse hasta dentro de dos años a contar o a partir de la fecha en que se haya decretado el divorcio
por sentencia firme y a partir del auto que declare ejecutoriada dicha sentencia definitiva esto tratándose de
un divorcio necesario y en el cual se haya invocado una causal contenida en el artículo 267 del Código Civil
vigente en el Estado, y tercer párrafo del artículo antes transcrito impide y limita a los cónyuges que se
divorcian voluntariamente o por mutuo consentimiento a volver a casarse hasta que haya transcurrido un año
contado a partir desde la fecha que se dictó la sentencia firme que los declaró legalmente divorciados así como
del auto que haya declarado ejecutoriada dicha sentencia, por lo que con tales razonamientos jurídicos
emitidos por el legislador en su momento y al legislar en el sentido ya referido en el artículo ya transcrito
violenta el estado de derecho de las personas en lo relativo al derecho de libertad que tiene cada individuo
en franca contraposición a los derechos naturales de las personas contemplados en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos. A últimas fechas lamentablemente se han dado un incremento sustancial
de los juicios de divorcio en nuestro Estado, pero alentados por diversos factores principalmente el económico
por el cual atraviesa nuestro País, por lo que al contenerse las limitantes consignadas en el numeral ya
transcrito en los párrafos ya citados se está coartando la garantía de libertad de las personas ya que no
pueden volver a casarse por lo dispuesto en dicho numeral y se ha dado el caso de que las personas necesitan
afectivamente volver a casarse para obtener estabilidad emocional o bien en algunas ocasiones tienen con
anterioridad y a la par otra familia y no pueden darle seguridad jurídica a su nueva familia y cónyuge, en
consecuencia dada las limitantes para volver a casarse ya referidas y contenidas en el numeral en comento.
SEGUNDO.- Que mediante oficio número 1004/07 de fecha 24 de octubre de 2007, los Diputados Secretarios del H.
Congreso del Estado, turnaron a la Comisión de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, la Iniciativa de Ley
con Proyecto de Decreto presentada por el Diputado David Rodríguez Brizuela, Integrantes del Grupo Parlamentario
del Partido Revolucionario Institucional, relativa a derogar la fracción XI del artículo 267 del Código Civil para el Estado
de Colima, la cual dentro de su exposición de motivos señala que la violencia intrafamiliar es considerada como un
problema de salud pública en todo el mundo, el agravamiento del fenómeno es un signo inequívoco de una profunda
descomposición social.
En el año de 1998 el Congreso del Estado de Colima abordó el tema y aprobó la Ley para la Prevención y Atención
de la Violencia Intrafamiliar, publicada en el Periódico Oficial "El Estado de Colima" el sábado 14 de febrero.
Debido a la eficacia en la operación de políticas tendientes a atacar este grave problema, nuestro Estado se encuentra
por debajo de la media nacional. Pero aún así, tal y como lo reveló el IV informe de Gobierno durante el periodo que
se informó se presentaron 530 casos de violencia intrafamiliar de los cuales fueron resueltos 477, es decir, se logró
un 90% de éxito, abatiendo con ello la impunidad y rescate de la violencia a un número igual de hogares colimenses.
Mediante decreto publicado el 29 de marzo de 2003 se incluyó en nuestra legislación civil la violencia intrafamiliar como
causal de divorcio.
Esta medida de indiscutible justificación jurídica social en cuanto a que no es legítimo al Estado exigir vida en común
a quien reciba maltrato de su propio cónyuge dio claridad respecto a las conductas que el legislador considera
justificantes de divorcio. Sin embargo, esta adición debió haber sido acompañada de la supervisión de diversas
causales que comparten elementos iguales con la violencia intrafamiliar.
En este caso están las causales de divorcio de sevicia, las amenazas y las injurias graves de un conyugue contra
otro.
Conforme a lo definido por los diccionarios jurídicos, sevicia es el trato cruel que recibe una persona. A este respecto
la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al pronunciar la tesis "DIVORCIO. SEVICIA COMO
CAUSAL DE" señala que:
Para que exista la sevicia no es necesario que físicamente los golpes hagan contacto con la parte ofendida, sino que
basta con que la actuación del conyugue a quien se le atribuye dicha causal haga objeto de crueldad al otro, hasta
hacer imposible la vida en común entre ellos.
Así las cosas, se debe entender que el trato cruel inherente en la noción de sevicia se encuentra contenido en el
concepto de violencia intrafamiliar.
En un evento de golpes o de diversa violencia física de un conyugue contra el otro, propinado con la intención de dañar,
humillar o despreciar al ofendido, al mismo tiempo que constituye una conducta típica de violencia intrafamiliar
conforme a la definición contenida en el artículo 25 Fracción I de la Ley para la Prevención y Atención a la Violencia
Intrafamiliar.
TERCERO.- Que esta Comisión una vez llevado a cabo un estudio y análisis detallado de las iniciativas referidas en
los considerandos anteriores, considera viables las dos reformas planteadas al Código Civil, pues vienen a enriquecer
nuestra norma vigente y a la vez actualizarla a efecto de garantizar el desarrollo del individuo en sociedad, para lo que
se hace bajo los siguientes razonamientos:
a).- En cuanto a la iniciativa que deroga el primer y segundo párrafo del artículo 289 del Código Civil, esta Comisión
coincide en esencia con el espíritu de la iniciativa misma que por ser fundamental reproducimos, ya que efectivamente
nuestro Código Civil data del año 1953, época en la cual no coincide con los tiempos en que nos desarrollamos, ya
que en la vida actual, el ser humano vive en un estrés cotidiano que se refleja en las relaciones interpersonales, y que
origina la necesidad del acompañamiento aunado a que el Estado debe garantizar el derecho a la libertad que todo
ciudadano tiene de decidir respecto a su vida personal, concretamente el momento en que desean unirse en
matrimonio, lo que significa que con este acto legislativo se estaría dotando al individuo de una herramienta jurídica
de suma importancia, pues con ella el Estado contribuye a evitar el libertinaje y la informalidad afectiva, como es la
unión libre o el concubinato, la primera modalidad no está reconocida por la Ley Civil y si prohibida por la iglesia
católica, y la segunda a pesar de estar reconocida civilmente no generan ambas los mismos derechos que se
adquieren durante el matrimonio civil, creando con ello incertidumbre jurídica a la nueva familia y dejándola en dado
momento desprotegida.
El espíritu de la reforma radica en evitar en la medida de lo posible que exista el ocultamiento de la relaciones afectivas
y en consecuencia el clandestinaje de los nuevos matrimonios, que ante la imposibilidad legal de contraer nuevas
nupcias, se provoca que no se formalice una nueva sociedad conyugal, circunstancia que no ocurre con la prohibición
expresa actual en el sentido de que ante un divorcio existe la penalidad, según el caso, de no contraer nuevas nupcias
entre uno y dos años posterior a la disolución del vínculo matrimonial, ya que en la especie de ocurrir tal evento se
contribuye a la incertidumbre jurídica con respecto a la nueva familia en relación con los bienes que respaldan la
sociedad conyugal, es decir en plena contradicción a las disposiciones del Código Civil; por lo que es justo y necesario
desde este ángulo la adecuación de nuestra Legislación Civil, referente al matrimonio mismo que tiene como finalidad
la procreación de la especie y constitución legal de la familia, máxime que se actualiza a las exigencias sociales.
b).- Por lo que toca a la iniciativa que deroga la fracción XI del artículo 267 del Código Civil creemos que con su
aprobación se estaría evitando confusiones, ya que en el ámbito Estatal, nuestra legislación regula las diversas
situaciones que se presentan dentro del seno familiar, así como la imposición de sanciones como consecuencia de
alguna conducta ilícita, dichas disposiciones indudablemente son adecuadas, pero se requiere de una constante
actualización del cuerpo normativo, siendo esta una de las tareas de nosotros los legisladores.
Este artículo actualmente contempla XXI causales de divorcio, analizadas las fracciones XI y XVIII, se observa que
la primera consistente en "la sevicia, las amenazas o las injurias graves de un cónyuge para el otro", causal que con
motivo de la reforma a este mismo numeral, mediante decreto 334, de 31 de marzo de 2006, dio nacimiento a la fracción
XVIII, para contemplar la violencia intrafamiliar como causal y siendo esta tan extensa, subsumió la anterior causal.
Es de explorado Derecho, que no es correcto que un artículo contemple dos figuras semejantes por que ello ocasiona
confusión a los impartidores de justicia al momento de estudiar dichas causales invocadas en el juicio de divorcio.
La Ley, debe ser clara precisa, inequívoca de manera que no genere duda al momento de ser aplicada. Con la reforma
que se plantea se deroga la fracción XI, del artículo 267 del Código Civil para el Estado de Colima, dado que las sevicias,
las amenazas o las injurias graves de un cónyuge para el otro se establecen dentro de la fracción XVIII, del mismo
artículo, al disponer que se considera como violencia intrafamiliar:
"Aquel acto de poder u omisión intencional, recurrente o cíclico, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir
física, verbal, psicoemocional, económica y sexualmente a cualquiera de las personas citadas en la fracción
II de este artículo, que tiene por efecto causar daño, y que puede ser de cualquiera de las siguientes clases:
Maltrato Físico, Maltrato Psicoemocional, Maltrato Verbal, Maltrato Económico, Celotipia y Maltrato Sexual.
Por lo anteriormente expuesto se expide el siguiente:
DECRETO No. 213
"ARTÍCULO ÚNICO.- Se reforma el artículo 289 y se deroga la fracción XI del artículo 267, del Código Civil para el
Estado de Colima, para quedar como sigue:
Artículo 267.-. . . . . . .
I a la X.-. . . . . . . .
XI.- Derogado.
XII a la XXI.-. . . . . . .
Artículo 289.- En virtud del divorcio, los cónyuges recobrarán su entera capacidad para contraer nuevo matrimonio.
TRANSITORIOS
ÚNICO.- El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Periódico Oficial "El Estado de
Colima".
El Gobernador del Estado dispondrá se publique, circule y observe."
Dado en el Recinto Oficial del Poder Legislativo a los dieciséis días del mes de enero del año dos mil ocho.
C. José Fermín Santana, Diputado Presidente. Rúbrica. C. Jorge Octavio Iñiguez Larios, Diputado Secretario.
Rúbrica. C. Reené Díaz Mendoza, Diputado Secretario. Rúbrica.
Por lo tanto mando se imprima, publique, circule y observe.
Dado en Palacio de Gobierno, a los 17 días del mes de enero del año dos mil ocho.
EL GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO, LIC. JESÚS SILVERIO CAVAZOS CEBALLOS. Rúbrica. EL
SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO, LIC. HÉCTOR MICHEL CAMARENA. Rúbrica.
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