• e n s o c i e d a d • ESDE que comenzara la recesión económica se acumulan los casos de personas que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca de su vivienda y de familias que se sitúan al borde del embargo. Descartada, por infructuosa, la opción de venta, cada vez son más los que se suman a una práctica emergente en diversos puntos de España: las rifas de pisos y fincas. Un fenómeno que, a priori, puede parecer sencillo, pero que, estudiado detenidamente, resulta complejo y costoso para las partes involucradas. RIFA DE PISOS: D Las bases oficiales de los sorteos redactados ante notario se inscriben en el archivo electrónico notarial de bases de concursos y sorteos (Ábaco). ¿UNA BUENA ALTERNATIVA A LA VENTA? TERESA BLANCO L AS situaciones de crisis llevan a soluciones ocurrentes. Las dificultades económicas por las que atraviesan las economías domésticas obligan a muchos particulares a agudizar su ingenio buscando nuevas estrategias comerciales que permitan dar salida a la venta de pisos que ya no pue- Escritura 66 PÚBLICA den pagar. Y es en este contexto donde se sitúa una reciente iniciativa que abandona la tradicional compraventa de inmuebles. Se trata de un nuevo modelo de comercialización que pasa por vender papeletas hasta recaudar el valor de la vivienda sin necesidad de rebajarla a precio de mercado. Por su parte, el agraciado adquiere la propiedad del inmue- Los ejemplos son ya numerosos. Así, un habitante del municipio de Ciempozuelos (Madrid) que trató de sortear su piso mediante la venta de 64.000 participaciones de cinco euros, –el famoso piso de los cinco euros–; un británico que quiso vender su vivienda a las afueras de Benidorm (Alicante) mediante una rifa a través de Internet con papeletas que costaban 31 euros; o el sorteo de una vivienda en Mallorca, en este caso por parte de unos particulares austriacos, que pusieron en circulación 15.999 papeletas a un precio de 99 euros cada una. Por su parte, los modelos más ocurrentes los dejan la promotora Rob en Cataluña, que por la compra de un calefactor por valor de 75 euros, ofrecía la posibilidad de participar en el sorteo de un piso en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), o el sorteo de una finca de 3.644,21 metros cuadrados, en Lerín (Navarra), en el que se podía participar con cada una de las copas consumidas de una conocida marca de pacharán. Sin embargo, varios de estos intentos han sido fallidos. Los complejos trámites administrativos y fiscales y el elevado coste económico que encierra el proceso han provocado, en unos casos, que empresas y particulares desistieran de continuar y, en otros, la paralización de los sorteos por el incumplimiento de los requisitos exigidos para llevarlos a cabo. Incidencias legales. Para empeble por el valor de un boleto para un sorteo. Y no sólo los particulares. El estancamiento económico y el repentino colapso del sector inmobiliario han hecho que constructoras y agencias se sumen paulatinamente a estas soluciones más imaginativas buscando una salida comercial de sus inversiones económicas ante la parálisis del mercado. zar, el primer trámite que debe llevar a cabo quien se disponga a la realización de un sorteo de este tipo es de carácter administrativo. Para poder celebrar una rifa, apuesta o tómbola de interés particular, es preceptivo que el organizador obtenga la previa autoriza- Intervención notarial en las rifas de bienes inmuebles OS complicados trámites requeridos para llevar a cabo sorteos de bienes inmuebles hacen recomendable la intervención de un notario que garantice un proceso transparente y no manipulado. Este funcionario público, habría de cerciorarse de que se cumplen los requisitos legales exigidos, verificar la existencia de la autorización preceptiva, y asesorar legalmente a la persona que haga la rifa en la redacción de unas bases oficiales que concreten las pautas que regirán el sorteo. Además, la intervención notarial aseguraría el control y la veracidad de la rifa en el momento de extraer la papeleta premiada, y la adjudicación del inmueble al titular del boleto agraciado. L ción del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (Onlae) o del organismo competente de la comunidad autónoma, en función del ámbito territorial donde vaya a tener lugar el sorteo. Y los pasos para conseguir esta autorización no son cosa sencilla. Primero, el organizador debe depositar ante el Onlae o ante el organismo autonómico competente las bases por las que se regirá el sorteo. Entre otros datos, se debe indicar las fechas de comienzo y finalización de la rifa; la fecha y lugar donde va a celebrarse el sorteo; la forma y lugar de publicación de los resultados; el número y características de las papeletas que se proponga emitir –cuyo importe total será, como mínimo, igual al precio del inmueble sorteado–, con indicación del precio de cada participación; o la descripción detallada del procedimiento telemático de venta de las papeletas así como el ámbito territorial que abarque. Además, debe presentarse el modelo de papeleta, en el que deberán figurar todos los extremos del sorteo; el justificante del abono de la tasa de gestión del servicio que se solicita de la Administración; una relación detallada del premio con expresión de su precio y forma de adjudicación a los jugadores premiados, así como el lugar donde se encuentra o si está sujeto a cargas. En algunas comunidades autónomas, se exigen incluso otros documentos más inusuales: ejemplar del contrato del organizador y la imprenta a la que se le vaya a encargar la elaboración de las papeletas; o ejemplares de los contratos, facturas, títulos o documentos acreditativos de la propiedad de la finca rifada a favor del solicitante de la autorización. Es preciso presentar la solicitud, acompañada de toda esta documentación, con una antelación mínima que puede variar entre 15 días y 3 meses, dependiendo del ámbito territorial de que se trate, a la fecha en que se pretenda el comienzo de la venta de papeletas. Además, cuando la entidad pública competente notifica al interesado su autorización, una vez verificada la documentación aportada, también le comunica la liquidación de la tasa de juego que proceda. Se trata de un depósito en concepto de aval o fianza en metálico, en la cuantía que en cada caso se determine por la autoridad a quien corresponda otorgar la autorización, establecida sobre el valor total del volumen de papeletas emitidas. Así, por ejemplo, la tasa Este nuevo modelo pasa por vender papeletas hasta recaudar el valor de la vivienda sin necesidad de rebajarla a precio de mercado Escritura PÚBLICA 67 • e n s o c i e d a d Normativa fiscal • Rifas en otros países La crisis inmobiliaria ha paralizado la actividad constructora. N comparación con lo que ocurre en España estas nuevas iniciativas cuajan más en otros países. Por ejemplo, en Austria, se llevó a cabo el sorteo de una casa mediante la venta de 9.999 papeletas a 99 euros cada una y se vendieron todas logrando recaudar 990.000 euros, importe incluso superior al precio de tasación de la vivienda. En Estados Unidos, también tuvo éxito una rifa de una vivienda en la que se vendieron 5.000 participaciones por 100 dólares cada una. Por su parte, en Alemania se ha creado una página web privada que permite al usuario rifar su vivienda y obtener a cambio el dinero de la venta de los boletos. Para garantizar la legalidad del sorteo y la empresa lo presenta como juego de entretenimiento y no como juego de azar, alegando el bajo precio de los boletos (50 céntimos). E A Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio, es la normativa fiscal aplicable para este tipo de sorteos. Concretamente, su artículo 101, dispone que “el porcentaje de retención e ingreso a cuenta sobre los premios que se entreguen como consecuencia de la participación en juegos, concursos, rifas o combinaciones aleatorias, estén o no vinculadas a la oferta, promoción o venta de determinados bienes, productos o servicios, será del 18 por ciento”. L se ha fijado en un 15 por ciento en la Comunidad de Madrid o en un 10 por ciento en Cataluña, y deberá ser ingresada dentro de los plazos generales para las notificaciones individuales, es decir, se debe satisfacer antes de empezar a vender las papeletas de la rifa. Además, con independencia de que finalmente los boletos se vendan o no, y se lleve a cabo el sorteo, la cantidad pagada por el organizador por este concepto no será devuelta en ningún caso. Carga impositiva. Pero aún hay más. Superados estos obstáculos y aún en el supuesto de que se hubiese obtenido la autorización y pagado las tasas pertinentes, para organizar un sorteo de este tipo se deben tener en cuenta, además, otros aspectos. Y es que, una vez cumplido el proceso legal exigido para poder llevar a cabo la rifa, habría que añadir las obligaciones legales que se deben asumir frente a la Hacienda Pública. Conforme a la normativa fiscal en vigor, todos los premios en metálico y en especie tienen la consi- deración de ganancias patrimoniales, de forma que están sujetos a una retención del 18 por ciento sobre el valor de la vivienda, que deberá ingresar el organizador en el momento de efectuarse la rifa, excepto que se haga por cuenta del premiado. De este modo, habrá que concretar quién se hace cargo del pago de este impuesto, pudiéndose incluso exigir al ganador, en caso de que finalmente recaiga sobre él la obligación, que constituya, dentro del plazo en que deberán entregar la documentación que se le solicite con motivo del premio, una provisión de fondos para atender el pago de las cantidades a su cargo, sin cuyo cumplimiento no se procederá a la entrega del premio. El premiado, deberá, además, declarar esta ganancia por el IRPF, de forma que la deuda tributaria final ascenderá a un montante muy elevado. Seguridad preventiva. ¿Qué ocurre si no se vende el mínimo de papeletas estipulado en el sorteo? ¿Quién paga el impuesto de trans- misiones de la vivienda o el de actos jurídicos documentados, así como la escritura pública y su inscripción en el registro, en caso de que la vivienda pase finalmente a un nuevo dueño? Y si el inmueble no está libre de cargas (hipoteca, comunidad de propietarios, etc.): ¿se traspasan éstas al ganador del sorteo? Todas estas cuestiones plantean la conveniencia de la realización de este tipo de sorteos ante un funcionario público como el notario, que dote de seguridad jurídica y transparencia al proceso. La intervención notarial debería ir desde la redacción de las bases oficiales, a la comprobación de que se ha reunido toda la documentación exigida, como la certificación de la tasación oficial del inmueble, la conformidad del banco acreedor en el supuesto de bienes inmuebles hipotecados, y la autorización administrativa previa, expedida por la autoridad competente. Además, cuando el organizador acreditase en la fecha establecida el número de papeletas vendidas, el notario tendría que verificarlo. Un importante trámite ya que, en Para celebrar una rifa, el organizador debe obtener la autorización del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado o del organismo autonómico competente Escritura 68 PÚBLICA este punto del proceso, el organizador depositará la diferencia económica existente entre el número de papeletas vendidas y el precio total del inmueble sorteado, garantizando así que el ganador no tenga que hacerse cargo del precio impagado. Y en el supuesto de que la venta de papeletas sea tan mínima que el organizador no pueda hacer frente a esa diferencia tendría lugar lo que se denomina fa- llido de rifa, y se indicaría qué ocurrirá con el dinero pagado por los boletos. Por otra parte, la extracción de la papeleta premiada en la fecha y lugar estipulados en las bases, como en otro tipo de sorteos o concursos donde interviene un notario, habría de hacerse con la garantía de que la rifa no ha sido manipulada. Finalmente, el notario sería el encargado de comuni- car al titular de la papeleta premiada que ha ganado la vivienda, y de establecer un plazo, generalmente de entre tres y seis meses, para que se presente en su notaría y adjudicarle el premio. Además de todo esto, las bases oficiales de los sorteos redactados ante notario, se inscriben en el archivo electrónico notarial de bases de concursos y sorteos (Ábaco), registro oficial del Consejo General del Notariado, que certifica su legalidad, dotando de certeza y publicidad a la existencia del sorteo. El hecho de que la rifa esté inscrita en este fichero supone la transparencia del proceso y el control por parte de la figura notarial, de forma que cualquier interesado puede, si lo desea, obtener información sobre todos los aspectos constitutivos del concurso. ■