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ela INTRODUCCIÓN
Que el cambio climático es un problema preocupante es un hecho innegable. Es foco de atención de miles de personas. Hoy en día, el fenómeno tiene una vertiente sociocultural muy importante, perfectamente comparable con la científica. Siendo un tema tan tratado cae dentro de la propaganda tan fácilmente que se pierde de vista el propio contenido científico del asunto. Titulares diarios vaticinando los terribles efectos del cambio climático nos recuerdan cada día que el infierno podrá existir. El punto de partida de este trabajo será intentar dar una visión más amplia sobre el problema asociado al cambio climático. Viendo dicho problema más allá de un aumento de la temperatura media del planeta. Hay suficientes publicaciones científicas que avalan el calentamiento global, muchas de ellas lo asocian al incremento de la concentración de gases invernaderos. Por otra parte las predicciones parecen ser aventuradas. El problema del clima es complejo. Las causas y efectos muchas veces se confunden y cruzan. Lo que es evidencia para algunos es ridículo para otros. El efecto de una perturbación sobre él es difícil de tratar. Las consecuencias de las perturbaciones, sumadas a la implacable propaganda y sentimientos que el problema produce es virtualmente imposible de tratar. Por eso no pretendemos obtener ninguna conclusión salvo: no es fácil. Se tratará de contrastar las opiniones de algunos individuos concretos contra la fuerte “evidencia” del grupo de científicos del IPCC. El planteamiento del trabajo se hizo luego que nos sorprendiera que no todo el mundo estuviera de acuerdo con el “hecho” de que el clima cambiaba por culpa nuestra. Desmembrando el problema parece ser que el acuerdo unánime en que la temperatura media global aumenta. Es decir el calentamiento global se produce. El punto de contradicción es: ¿por qué? También se encontraron muchas críticas hacia el planteamiento del problema, la fiabilidad de los modelos de predicción y la falta de tolerancia respecto al progreso económico junto a opiniones adversas al cambio climático. Nuestro interés por desglosar el problema se afianzó cuando fuimos capaces de elaborar el siguiente gráfico relativo al cambio climático: Número de Publicaciones
El gráfico muestra el creciente interés científico por el cambio climático o la “invención” del problema climático en la última década. Con 1700 publicaciones previstas para el 2008 el problema sin lugar a duda existe. Fuente: SciFinder Scholar 1500
1200
900
600
300
0
1975
1980
1985
1990
Año
1995
2000
2005
EL CAMBIO CLIMÁTICO: VERSIÓN OFICIAL
En este apartado haremos una pequeña introducción al problema del cambio climático. Una breve discusión de sus variables para poder comprender que son, ya que luego veremos cómo las usan las diferentes voces. La información de este apartado será íntegramente obtenida de bibliografía reconocida. Climate Change 2007: Synthesis Report (IPCC) ‐ Observaciones: Empecemos por la definición de cambio climático: Según el IPCC se usa cambio climático para referirse al cambio en el estado del clima que pueda ser identificado (usando métodos estadísticos) por cambios en el promedio y/o en la variabilidad de sus propiedades, que persista por un periodo amplio, normalmente décadas o mayor. Se refiere a algún cambio en el clima en el tiempo tanto si es debido a la actividad humana o al medio natural. Cabe resaltar que esta definición no es exclusiva de la actividad humana, más adelante veremos otros factores. Ahora trataremos los cambios observados en el clima. Lo primero que resalta el informe del IPCC es que el calentamiento global es inequívoco. Tanto si se refiere al aumento de la temperatura de la superficie, o en los océanos. Aumento, según ellos, bien distribuido alrededor del mundo. Además del aumento de la temperatura media, se aprecia el derretimiento de los hielos y nieve y un aumento en la altura del océano. Sobre el aumento de la temperatura media y el crecimiento del océano no hay discusión relevante de que no se produzca. El problema surge al intentar buscar su verdadera magnitud y su relación causa‐efecto. Aumento de la temperatura: Once de los últimos doce años entran en el ranking de los 12 años más cálidos desde 1850. Tomando el periodo (1906‐2005): la temperatura aumentó 0.74ºC, correspondiente a 0.074 ºC/ década. Tomando el periodo (1956‐2005): la temperatura aumentó 0.13ºC /década. (Sin datos del aumento total) Vemos que no sólo se calienta, sino que cada vez lo hace más rápido (casi al doble). Dicho aumento es observa a nivel global. Siendo más pronunciado a latitudes altas del hemisferio norte (ártico). En esta zona la razón de cambio de la temperatura es el doble que la media global. La temperatura en la superficie terrestre también cambia más rápido que en los océanos. Es decir que los océanos tienen más inercia térmica como era de esperar. No obstante mediciones a 3000 metros de profundidad reflejan el aumento global. De esta información se concluye que el 80% del calor añadido al sistema climático lo albergan los océanos. Aumento en el nivel de los océanos‐deshielo. El aumento de volumen es consistente con el aumento de la temperatura. El océano crece 1.8 milímetros al año (periodo 1961‐2003), y 3.1 mm/año durante el periodo (1993‐2003). Otra vez vemos la aceleración a medida que nos acercamos al presente. Las contribuciones relativas de los diferentes factores son: ‐57% del crecimiento es debido a la expansión térmica ‐15% del crecimiento es debido al deshielo de los casquetes polares. ‐28% del crecimiento es debido a la pérdida de masa de glaciares. En el informe se habla de una marcada contracción de los hielos árticos, deshielo en Groenlandia y pérdida de cantidad de masa de los glaciares. Causas del Cambio: Según señala el informe del IPCC la principal causa es el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero a causa de las emisiones de gases producidas en diferentes actividades humanas. Las concentraciones de estos gases crecieron desde la época pre‐industrial un 70%, dicha subida se aprecia mayormente en el periodo comprendido entre 1970‐2004. Veamos las gráficas: El CO2 es el gas de efecto invernadero antropogénico más importante. Sus emisiones aumentaron (entre 1970‐2004) de 21 a 38 gigatoneladas, lo que representa un aumento del 80%. Sin embargo, también emitimos otros gases entre ellos el metano, el N2O y los halocarbonos (CFC’s). El cambio en la concentración de dióxido de carbono fue de 280 ppm (preindustrial) a 379 ppm en el año 2005. Tomando el promedio de los años 1995‐2005 la concentración de CO2 aumenta 1.9 ppm al año. La atmósfera es una capa tan fina que podríamos cambiar su composición (Climatología, CUADRAT, J M y PITA M F). El cambio en la concentración de metano fue de 715 ppb en la época preindustrial a 1732 ppb en 1990 hasta 1774 ppb en 2005. Cabe destacar el aporte de la ganadería en las emisiones de este gas. Un punto crítico en el estudio del cambio climático fue justamente ver los gráficos del cambio de la concentración de estos gases según registros paleoclimatológicos. La forma que adquieren los gráficos es también conocida como “palo de hockey”. También hay que tener en cuenta que los aerosoles antropogénicos (principalmente sulfatos, carbón, nitratos y polvo) contribuyen al cambio en la temperatura pero provocando un enfriamiento. En la siguiente imagen vemos los cambios observados en la temperatura durante el último siglo. Los cambios en la temperatura en el futuro se estiman como probables entre 2‐4.5 ºC y muy improbables con un aumento de menos de 1.5 ºC. El calentamiento reduce la capacidad de absorción del CO2 por parte de los océanos principalmente como también de la superficie terrestre. Aumentando el tiempo de residencia del dicho gas en la atmósfera. Con más del 90% de confianza se puede decir que la mayoría del incremento observado en la temperatura es debido al aumento de gases invernaderos de origen antropogénico. El calentamiento tan ampliamente notado en la superficie como en los océanos juntos a la pérdida de masa de hielo es muy improbable que se pueda explicar sin tener en cuenta un agente externo. Es muy probable (probabilidad mayor que el 90%) que no sólo sea debido a causas naturales. Durante este período los fenómenos naturales que influyen en la temperatura tales como el sol o la actividad volcánica llevarían a un enfriamiento. También es consistente con la teoría del efecto invernadero que las capas altas de la atmósfera se estén enfriando. OTROS CAUSANTES DEL CAMBIO NO DETALLADOS EN EL INFORME DEL IPCC
Conviene resaltar que la tierra es un sistema abierto alimentado por la energía solar compuesto por la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la litosfera. La energía aportada por el sol circula por los distintos componentes del sistema y finalmente es devuelta al espacio exterior. El carácter de la órbita terrestre La órbita de la tierra no es constante. Cambia con un ciclo de 90.000 a 100.000 años. Pasando de ser casi esférica a adoptar una forma elíptica. Estos cambios afectan a la distribución de la energía en la tierra a lo largo del año. Cuando la órbita es más esférica la distribución del calor es más uniforme durante las estaciones. Sin embargo no parece tener una influencia más allá del 0.1 % sobre la energía solar total que incide sobre la tierra. La tierra tiene una inclinación sobre su eje oscila entre un valor máximo de 24.4º a un valor mínimo de 21.8º con un período de cambio de 40.000 años. Otra vez su efecto es sobre la distribución estacional del calor, afectando más a las latitudes altas. Magnetismo Terrestre El campo magnético terrestre no es fijo. Se intensifica y extingue gradualmente cambiando en cada ciclo la dirección del mismo. Durante las inversiones magnéticas, cuando el campo está debilitado, se ha observado una disminución en la temperatura superficial terrestre. El fenómeno se puede atribuir a que el campo magnético fuerte ejerce una protección a la tierra de los rayos intergalácticos, que provocan un enfriamiento de la superficie. En el momento actual el campo se está invirtiendo por lo que favorecería un enfriamiento. Actividad Solar La actividad solar juega un papel en la composición de la atmósfera. La intensa actividad solar el viento solar ejerce como un escudo de los rayos intergalácticos. A su vez, estos rayos fomentan la formación en las capas altas de la atmósfera de óxidos de nitrógeno los cuales retienen parte de la radiación solar impidiendo que llegue a la superficie terrestre. Erupciones Volcánicas La modificación de la composición atmosférica es debida a que las erupciones volcánicas inyectan en la atmósfera grandes cantidades de partículas y gases. Las partículas sólidas (aerosoles) son capaces de bloquear parte de la radiación. Así, una intensa actividad volcánica como la de estos tiempos apuntan a un enfriamiento global, aunque algunos autores le asignan un rol irrelevante a dichas partículas en el cambio climático. Superficie Terrestre (Albedo) La superficie terrestre por su capacidad de absorber o reflejar (albedo) la radiación. Interviene mediante su acción en el balance energético especialmente las zonas heladas o nevadas por su alto albedo. Ejerce un efecto de bucle positivo por lo que le otorga una gran capacidad de cambiar el clima local. Antes de continuar, creemos necesario definir el concepto de Bucles de realimentación. Estos bucles se definen como procesos que una vez producida una perturbación en el sistema tienden a amplificar la anomalía (ej: disminución en la temperatura superficial comporta un aumento en la cubierta de hielo que aumenta el albedo superficial logrando un nuevo descenso en la temperatura ya que absorbe menos energía). Existen bucles de realimentación positivos y negativos. El clima en el pasado Nos interesará poder comparar el clima con el del pasado para poder contrastar la información. Especialmente dos periodos recientes en la escala geológica que son punto de polémica a la hora de analizar el cambio climático actual. Óptimo Medieval El óptimo climático secundario (nombre técnico) ocurre durante la Edad Media (1000‐1200). Supone un periodo de calentamiento. Las temperaturas veraniegas de la Europa central eran aproximadamente las actuales, tal vez un grado más altas. Lo cual fomento un auge económico, expediciones vikingas a América del Norte, mayor extensión de viñedos, etc.
Pequeña Edad de Hielo Tuvo lugar aproximadamente entre 1430 y 1850. Supuso un avance importante de los glaciares en Europa, Norteamérica y Asia y se ha constatado temperaturas inferiores en 1 a 3ºC a las actuales en el Atlántico Norte. En el hemisferio sur, sin embargo no experimenta un enfriamiento similar hasta el siglo XIX, anteriormente el antártico estaba más cálido que en la actualidad. Esta tendencia se rompe a mediados del siglo XIX para ser substituida por un nuevo proceso de calentamiento persistente hasta la actualidad. PUNTOS DE CONFLICTO
Hay muchos puntos del informe del IPCC y de la versión “oficial” del cambio climático criticados por los desertores del mismo. Básicamente sólo hay unanimidad en que el planeta se está calentando. A lo largo del trabajo discutiremos algunos puntos con mayor atención, ahora solo se introducirán cuales son las opiniones de algunos individuos y las críticas que plantean a la teoría del cambio climático. Lamentablemente la fiabilidad de la bibliografía consultada en este apartado carece de gran apoyo científico. Muchas veces se encuentran opiniones y datos que se escapan de lo que indica el sentido común o explicaciones tendenciosas. No obstante el planteamiento del trabajo requiere una visión más amplia que la oficial. Los Modelos que predicen el clima. Más adelante hablaremos de ellos pero a estas alturas es necesario presentar algunas controversias. Estos modelos estiman aumentos en las concentraciones, temperaturas y demás, ajustando parámetros matemáticos que son foco de mucho desencuentro por su fiabilidad. Para poder dar una previsión es necesario un cierto riesgo, que algunos consideran que los datos pasan a estar manipulados una vez fue se plantea el clima de futuro. Como ejemplo representativo citamos un ejemplo usado en contra de las previsiones: “A finales del siglo XIX, la humanidad se enfrentaba a un serio problema medioambiental: estiércol. La población urbana se disparaba y, dado que el medio de transporte principal eran los coches de caballos, los excrementos se acumulaban peligrosamente en la ciudad y causaban hedor, enfermedades respiratorias y fiebres tifoideas. Los sabios, que proyectaban una explosión demográfica a lo largo del siglo XX, predijeron una crisis ecológica sin precedentes. Han pasado cien años y el miedo a morir sepultados por boñigas ecuestres se ha evaporado” (Xavier Sala i Martín, La Vanguardia 17 marzo 2007) Usos de energías Las energías renovables se deberán fomentar para lograr un crecimiento sostenible. La quema de combustibles fósiles parece no ser tan buena idea: A Favor: las energías renovables son la fuente divina para poder seguir en el mundo. Deberíamos haberlo hecho siempre así, por lo que aconsejamos a los países que estén en vías de desarrollo que vayan por ese camino. En contra: Las energías renovables para los países pobres, dado su elevado coste es un freno potente para su discreto crecimiento. Tal vez así los países ricos puedan emitir CO2 por nosotros. CO2, Océanos y temperatura. El océano tiene disuelto cantidades importantes de dióxido de carbono. El sistema está en equilibrio dinámico con la atmósfera. Vemos en este ejemplo como un problema complejo se puede ver de dos puntos de vista contrarios y no absurdos ya que se basan en un principio básico: la solubilidad de los gases disminuye con la temperatura. A Favor: El aumento de CO2 antropogénico induce un aumento de la temperatura global que a su vez hace que la solubilidad del gas en el océano disminuya y el problema se agrave. (Bucle positivo en términos técnicos) En contra: El océano regula la cantidad de CO2 en la atmósfera. Absorbiéndolo si es necesario. Todo tendiendo al equilibrio en periodos milenarios. Entonces un aumento en la temperatura por algún motivo induce a un aumento en la concentración del gas en la atmósfera. CO2 y aerosoles: una de cada En informes anteriores (1990) se predijo un aumento de 0.91ºC para el año 2000 en la temperatura media, casi el doble que lo que se observó. El IPCC en su informe del año 1996 admitió el hecho y se justificó: A Favor: Cuando solo se considera los incrementos en las emisiones de los gases invernaderos a la hora de crear modelos de simulación, se aprecia un calentamiento mayor, en cambio cada vez son más las pruebas que demuestran un aumento en los aerosoles de azufre que contrarrestan el calentamiento debido a los gases invernaderos. En contra: Las predicciones basadas sobre modelos no sirven ya que son ajustables “a gusto del consumidor.” La voz opositora opina que se estimó en mucho más del doble la cantidad de CO2 que se emite descuidando su absorción por los océanos. Papel de moderador del clima del CO2 No se discute que el CO2 sea un gas de efecto invernadero. Sin embargo siendo el 0.054% de la atmósfera muchos lo descartan como moderador del clima. Hay opiniones que señalan que las concentraciones de CO2 fueron más altas en otras épocas y que nunca lideró los cambios en el clima, papel reservado al Sol. Óptimo Medieval La pregunta de algunos economistas hacia los climatólogos es ¿por qué nos preocupamos por las temperaturas actuales si en el período llamado óptimo eran un poco más altas que las actuales e impulsó un gran desarrollo para la sociedad? Sueño africano La temperatura subirá bastante en África, aumentará los desiertos, disminuirá las lluvias, aumentará las epidemias, se les aconseja no usar energías fósiles… Líderes africanos reclaman: no nos arruinen los sueños de progreso y dejen de “usar” nuestro continente. Deshielo El aumento de la temperatura provocará un deshielo del ártico y parte de Groenlandia provocando aumentos en los niveles de los océanos que a su vez tendrán terribles consecuencias… A favor: la temperatura hará que el hielo se derrita. La temperatura hace que el agua aumente de volumen por dilatación. En contra: Los hielos del ártico están flotando, cuando se derritan (si ocurriese) formarán parte del océano y no aumentará el nivel del mismo ya que flotan por la diferencia de densidad. Además sobre la antártica lloverá más y se enfriará o mantendrá la misma temperatura por lo que el agua se acumulará allí. Ahora la parte más social para presentar el impacto mediático: Golpes de Calor A favor: la temperatura en aumento provocará olas de calor que afectarán sobre todo en Europa provocando muertes por golpe de calor. En contra: Las muertes por enfriamientos en las latitudes altas del mundo son tres veces más importantes que las muertes por calor. Nuevo Comunismo Algunos de los desertores del cambio climático señalan que el problema del cambio climático es posterior a la caída del muro de Berlín y fin del comunismo. Los ecologistas, compuestos por muchos comunistas, son ahora quienes quieren frenar los éxitos del capitalismo y quieren poner fin al bienestar económico de los Estados Unidos. Impacto Mediático El increíble interés mediático del cambio climático está logrando que exista un fenómeno climático que en lugar de regirse por las leyes de la física, lo hace por las leyes del marketing. Una breve investigación en periódicos nos mostró que es extremadamente raro que en un periódico cualquiera no salga diariamente algún artículo relacionado con el cambio climático. Además si se puede vincular el cambio climático, sin duda venderá más… Algunos ejemplos: Si además consideramos las películas hechas al respecto, la cantidad de libros escritos y el interés publicitario que tiene vender algo “ecológico” (por ejemplo la oportunidad de comprar dióxido de carbono para remediar el emitido por el avión en el vuelo en el que estás), sin lugar a duda el fenómeno social del cambio climático se está convirtiendo en una maquinaria más del sistema que se está intentando cambiar. UN POCO MÁS A FONDO...
Modelos de predicción El principal sistema que usan los científicos hoy en día para intentar saber el tiempo que hará dentro de una semana o bien el clima que tendremos dentro de 50‐100 años es la elaboración de modelos de predicción matemáticos. Los primeros modelos usados se llamaban modelos Ur. Se basaban en la separación de la atmósfera en pequeños diferenciales de volumen llamados celdas. En cada celda se añadían una serie de ecuaciones y parámetros que hacían referencia a las variables atmosféricas (humedad, presión, temperatura, composición,…) además de las posibles relaciones existentes con las celdas circundantes. Estos modelos daban posibilidades predictivas muy reducidas (días) y se empezaron a desarrollar los llamados GCM (Global Circulation Models). Estos últimos estaban basados en el mismo principio que los primeros, pero su fuerte desarrollo y la utilización de supercomputadoras con una capacidad de cálculo enorme han hecho que sean capaces de hacer predicciones más lejanas (décadas). Gracias a que ya hace unos 100 años que se acumulan datos sobre la meteorología lo que se hace actualmente para saber si un modelo es mínimamente fiable o no es aplicarle los datos de hace unos años y mirar si es capaz de predecir el clima actual. A pesar de esta “comprobación”, los modelos predictivos son muy poco fiables por dos motivos: - Se hacen una cantidad altísima de cálculos y por tanto el error se va sumando hasta que se obtiene un resultado final con un grandísimo error. - Las ecuaciones y variables aplicadas al modelo las decide cada científico en particular, lo que hace que varíe el modelo y por tanto el resultado final. Visto todo esto, llegamos a la conclusión de que los modelos son útiles para tener una mínima orientación sobre el tema, pero hacerle un caso absoluto es un error porque no podemos asegurar si ese modelo está bien hecho o no. Con los mismos datos iniciales y dos modelos distintos (aparentemente válidos porque ambos cumplen la comprobación de los datos pasados y el clima actual) podemos obtener conclusiones totalmente contrapuestas. Los gases invernadero y la temperatura Desde que se empezó a hablar sobre el cambio climático y el calentamiento global siempre se nos ha dicho que eran consecuencia directa del aumento de la concentración de CO2. Las preguntas que se intentarán resolver en este apartado son ¿cómo funcionan los conocidos como gases de efecto invernadero? y si está relación CO2 – temperatura es tan evidente como parece. Funcionamiento: Los rayos solares están formados por luz visible en su gran mayoría. Esta luz entra en la atmósfera y una parte rebota contra las nubes y la otra entra hacia la superficie. Una vez calentados los cuerpos de la superficie estos emiten luz infrarroja, la cual es absorbible por los gases de efecto invernadero. Esta absorción de energía provoca un calentamiento debido a que entra más calor en la tierra del que sale. ¿Qué gases lo producen?: Como vemos en la imagen anterior los principales gases de efecto invernadero son el vapor de agua, el CO2, el ozono, el NO2 i el CH4. Más que por la cantidad presente en el aire es debido a su capacidad para absorber energía con longitud de onda comprendida en el grupo de los infrarrojos. Así pues, nos llevamos la primera sorpresa en ver que el gas que absorbe energía en un rango mayor de longitudes de onda es el vapor de agua. Entre todos forman una banda prácticamente impermeable a estas longitudes de onda. Se considera que la concentración de agua en la atmósfera es constante y por tanto no debe tener relación causal con la subida de las temperaturas. Lo que nadie se atreve a pronosticar con total seguridad es si un aumento de la concentración de agua, como consecuencia de la subida de la temperatura, llevaría a más calentamiento (por efecto invernadero) o un enfriamiento (por energía reflejada por las nubes). Podemos pensar que este cambio a gran escala se produce a partir de la emisión de gases desde la revolución industrial: Gas abundancia 1750 abundancia 1998 GWP en 100 años dióxido de carbono CO2 280 ppm
365 ppm
1 metano CH4 700 ppb
1745 ppb
23 óxido nitroso N2O 270 ppb
314 ppb
296 ozono troposférico* O3 10 ppb
30‐40 ppb
aprox 0 CFC‐11 CFCl3 0 268 ppt
4600 CFC‐12 CF2Cl2 0 533 ppt
10600 En este cuadro vemos la comparativa entre las concentraciones de diversos gases antes de la revolución industrial y a finales del siglo XX. Además también nos muestra la capacidad relativa de cada gas para almacenar energía y por tanto su potencial peligrosidad (GWP) si estuvieran en las mismas concentraciones unos y otros. Podemos ver que el CO2 es más peligroso por su cantidad que por su efecto invernadero, ya que en potencial de peligrosidad es realmente bajo a comparación de los otros. El sistema más utilizado para decir que la concentración de CO2 esta íntimamente relacionada con el aumento de las temperaturas es hacer la comparación directa a lo largo de los años. En nuestro estudio hemos decidido hacer 3 comparaciones distintas: - Los últimos 150 años - El último milenio - Desde hace muchos miles de años En este primer cuadro ya empezamos a intuir que la relación entre la temperatura y la cantidad de CO2 que el hombre ha emitido a la atmósfera no es en absoluto tan evidente. Veamos una segunda escala temporal: En esta ocasión la no dependencia directa se ve de forma mucho más clara, en especial por un hecho muy relevante, el conocido cómo óptimo medieval. En esa época la temperatura subió bastante, incluso un poco más que actualmente, sin que el CO2 variara su concentración. Otras dos cosas que podemos ver son que la pequeña edad de hielo no se refleja en la concentración de CO2 atmosférico y que si la subida exponencial del siglo XX de CO2 tuviera efecto sobre la temperatura esta debería haber subido mucho más de lo que lo hizo. Veamos finalmente una tercera escala: Como vemos en este último cuadro el metano cumple mucho mejor la relación directa con la temperatura que el CO2. Esto se ve de forma muy evidente en la época conocida como “Younger Dryas” ya que las temperaturas bajan de forma rápida, se mantienen un tiempo y vuelven a subir. En ese mismo período las concentraciones de CO2 se mantienen en constante crecimiento, cosa que parece demostrar que no hay demasiada relación entre ambos. El que si que mantiene exactamente la misma tendencia que la temperatura es el metano. Si estos cuadros ya nos hacen pensar que el CO2 puede tener un papel menos decisivo de lo que nos creíamos en un principio hay un par de datos sobre este gas que parecen señalar también en la dirección contraria a la creencia general: El CO2, por sus características gaseosas, tiende a dispersarse por todo el volumen ocupado de forma equitativa. Si este fuera el causante lo que debería pasar es que el globo terráqueo entero se debería calentar de igual manera, pero no es así: Como podemos ver en el primer gráfico la temperatura del Polo Norte sí que tiene tendencia a aumentar, mientras que en el segundo gráfico (Polo Sur) la temperatura se mantiene o incluso desciende levemente. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los niveles actuales de CO2 son de los más bajos que ha habido en la tierra desde que somos capaces de medir las concentraciones a través del aire atrapado en las capas de hielo. Como podemos apreciar en el gráfico, ha habido épocas en la que la concentración de CO2 llegaba a ser 20 veces la actual, cosa que según las previsiones actuales, debería haber llevado al mundo a unas temperaturas inviables para la mayor parte de formas de vida. Como dato curioso hay que resaltar que estamos poco por encima del nivel del CO2 del carbonífero, época en la que se cree hubo una gran destrucción de vegetación por falta de CO2 presente en la atmósfera, toda esa “desvegetalización” llevó a esa subida brusca que se puede ver hace 250 millones de años. EL SOL Y LA TEMPERATURA.
Cuando un coche tiene algun problema, lo primero que mira el mecánico es el motor. Es lógico. En cambio, las 73 páginas del informe del IPCC del 2007 no citan en Sol en ningún momento, se olvidan del motor de nuestro coche. Vayamos al grano, las siguientes gráficas muestran la evolución de la temperatura y el grado de insolación, el cual esta relacionado con los ciclos solares de los que hablamos más adelante. Temperatura: Se señala el Óptimo Climático Medieval, con temperaturas semejantes a las actuales, al que siguió el enfriamiento de la pequeña Edad de Hielo, con picos de temperatura mínima en los mínimos de actividad solar de Spoerer, Maunder y Dalton. Insolación: Bauer (azul) Lean (rojo) Para el que aun no haya visto las coincidencias, la siguiente imagen es una superposición “chapucera” de ambas anteriores: Se observa claramente, la correlación entre los mínimos de insolación y temperatura. De los mínimos citados, el más anómalo y mejor conocido es el ocurrido entre 1645 y 1715, llamado “Mínimo de Maunder”. Durante su transcurso las manchas solares casi desaparecieron por completo. Aquellos años coincidieron, por lo menos en Europa, con algunos inviernos muy crudos, como el de 1694‐1695, durante el cual, según diferentes escritores de diarios particulares, el Támesis permaneció helado durante varias semanas. El Sol no es el único factor que influye en la temperatura, sin duda, pero parece negligente que en el informe del IPCC, no reciba como mínimo el mismo trato que los “LLGHG”. Lo que sí se sabe ahora mismo es que estamos a caballo del ciclo solar 23 y el 24. El ciclo solar 23 alcanzó el máximo en 2001, coincidiendo con un aumento de la temperatura de 0.2 grados. La Corriente del Atlántico y la Temperatura En algunos casos es difícil diferenciar si una variable es causa o efecto de otra variable. En este punto, queremos presentar a la corriente del atlántico como causa, en lugar de como víctima. Últimamente se ha publicado un interesante artículo en Nature, la referéncia: N. S. Keenlyside et al., 2008, Advancing decadal‐scale climate prediction in the North Atlantic sector, Nature, 1 de Mayo, 2008. Este artículo habla de la relación entre la corriente del Atlántico, técnicamente llamada Meridian Overturning Circulation, y la temperatura. La MOC transporta las aguas más calientes del atlántico (en el ecuador) hasta el mar ártico, la corriente asciende el planeta por el atlántico este y baja con las aguas enfriadas por el oeste. Este aporte de energía es el causante de que mientras que en la costa Este americana, los inviernos son crudos (¿quién no ha visto por televisión imágenes de NY cubierta de nieve?) en la costa atlántica europea, los inviernos son bastante más suaves. Esta corriente oceánica es clave para entender el clima en el hemisferio norte. Como ya nos han advertido en algunas películas, su alentimiento o incluso su parada comportarían cambios drásticos en el clima. Sin embargo, la novedad es que parece que hay una relación directa entre la intensidad de esta corriente medida por el Índice de Circulación Termohalina i la temperatura. Observen la siguiente grafica... ...y vean como reproduce la misma tendencia que ha mostrado la temperatura este último siglo. Vemos un descenso en la intensidad de esta corriente en 1970 coincidiendo con la última mini‐era glacial y un aumento en los últimos 20 años coincidiendo con el patrón de temperaturas en el mismo periodo. Que cada cual saque sus conclusiones... EL DESHIELO Uno de los primeros puntos que el informe del IPCC resalta es el deshielo debido al aumento de temperatura: Lo que uno espera ver cuando lee el informe del IPCC es que el nivel de hielo disminuya progresivamente con el tiempo, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero (LLGHG, "long‐
lived greenhouse gases") siguen aumentando. Pues bien, parece que la tendencia no esta tan clara: El nivel de hielo de este año ha aumentado en contra de la tendencia, la cual depende no solo de la temperatura, pero también de viento, precipitaciones y suciedad del aire por aerosoles. La grafica anterior se refiera al hemisferio norte, veamos el hemisferio sur: La extensión del hielo de la Antártida ha aumentado los últimos 4 años y de hecho mantiene los mismos niveles desde que se empezó a medir por satélite en 1979. La naturaleza oscilante de las graficas se debe a los cambios estacionales, aumenta la extensión en invierno y se reduce en verano hasta casi desaparecer, por eso no os asustéis si habéis visto imágenes del deshielo por la “tele”. Como hemos visto antes, el hemisferio norte ha sufrido un calentamiento mientras que el hemisferio sur parece que se resiste a calentarse, lo cual explica en parte esta diferencia. Hace 1.000 años, el calentamiento del clima les supuso a los Vikingos una gran época, durante el conocido como “optimo medieval”, en el que colonizaron Groenlandia y Terranova. EL NIVEL DEL MAR: El IPCC, en el apartado de impactos del cambio climático nos plantea diversos escenarios los cuales están ordenados de arriba debajo de menos a más catastróficos. Imagen: Informe oficial IPCC 2007 Como podemos ver, el peor escenario, el A1Fl nos plantea una subida maxima del nivel del mar de 0.6 metros teniendo en cuenta un aumento de temperatura de 6.4 grados. Muchos factores influyen en el nivel del mar: las corrientes, la mayor o menor salinidad (el norte del Báltico por ser menos salado tiene una altura media 40 cm por encima del sur), las presiones atmosféricas, que lo hunden donde son altas, y también la propia temperatura del agua. Abajo se muestra una imagen de la NASA sobre la anomalía en la altura del mar en el Pacífico durante este pasado noviembre. Donde las aguas están más frías son más densas y el nivel baja (en azul) y, al revés, donde las aguas están más cálidas de lo normal, el nivel sube. En el pacífico, el pasado noviembre ocurrió un fenómeno climàtico conocido como “La Niña”, el cual provoca una variación del nivel del mar de hasta +/‐ 40 centímetros. Y nadie se alarma, a pesar de que es casi el nivel màximo de subida que predice el IPCC. Existe una página web (http://flood.firetree.net) basada en los mapas de Google y en datos de la NASA que calcula y permite visualizar (en azul), para cualquier lugar del mundo, las zonas que quedarían inundadas con una subida, metro a metro, desde 0 hasta 14 metros. La siguiente imagen, sacada directamente de esta página web, muestra la costa catalana tras un aumento del nivel del mar de 1 metro (casi el doble del peor escenario previsto por el IPCC) Vemos el delta del Ebro teñido de azul y poca cosa más debido al poco zoom. Enfocando en la ciudad de Barcelona he visto que sólo se hundirían partes del delta del Llobregat, incluido el aeropuerto (no hay que temer, AENA no lo permitiria). Además, se han dicho muchas barbaridades acerca del aumento del nivel del mar. Como que Bangladesh, pequeño pais adyacente a la India, desaparecería. Si os moveis po el mapa hasta esta región vereis como un aumento del nivel del mar de 1 metro, apenas provoca cambios. Y Dacca, su capital, ni se immuta. Queda claro que el aumento del nivel del mar no va a inundar ciudades costeras tal y como se predica desde algunas tribunas. Pero cuál es la situación actual? Veamos el Mediterráneo, como se puede ver en el siguiente mapa, nos encontramos en una situación...digamos indefinida, se ven variaciones locales tanto negativas como positivas. El mapa se basa en las mediciones de la misión satelitaria Topex‐Poseidón, los números de la leyenda y los colores se refieren a la tendencia de subida o de bajada en milímetros/año durante el periodo reciente Enero 1993‐Octubre 2004. A escala global y haciendo la media, los satélites indican una subida media de 3 mm/año. Pero si no se fían de los satélites, (no debe ser fácil medir diferencias de milímetro a cientos de kilómetros de distancia) aquí unos datos sobre mareógrafos de algunos puertos mediterráneos. Se observa aproximadamente un aumento de 0,2 metros en 160 años, 1,25mm/año. Y además se trata de una tendencia lineal que no coincide con la evolución de la temperatura... ALBEDO El albedo, del latín blancura, es el porcentaje de radiación solar que se refleja y se pierde de nuevo en el espacio, por lo que no es captada por el sistema climático. En la Tierra, nubes incluidas, el albedo medio es aproximadamente del 30%. Æ EFECTO DE LA DEFORESTACIÓN El color verde de los bosques, (al contrario que el color blanquecino de las tierras sin vegetación) provoca una mayor absorción terrestre del calor solar. Por lo que podemos decir que la deforestación ha tenido probablemente un efecto de enfriamiento debido a que el albedo de las tierras agrícolas o ganaderas es mayor que la de los bosques que las ocupaban anteriormente. En el siguiente gráfico podemos observar la evolución de la deforestación en el planeta a lo largo del último milenio. En el informe del IPCC del 2007 se le sigue dando un valor global medio negativo a la deforestación. Æ EFECTO DE LA EDIFICACIÓN Hay diversas razones por las que en la ciudad la temperatura media es mayor que en el bosque. Esto sucede porque la edificación alta y densa hace que el calor emitido por las paredes de los edificios rebote, o sea reabsorbido especialmente en los días sin viento o de estabilidad. Además la impermeabilización de los suelos hace que la evaporación y el refrescamiento que la ciudad produce sean menores. También el tráfico, en días soleados, aumenta los niveles de ozono superficial, que es un potente gas invernadero. Estos datos concuerdan con lo dicho en el IPCC, donde se dice que la deforestación y la consiguiente transformación del paisaje en agrícola y urbano en estos siglos pasados, ha producido un efecto de enfriamiento en las regiones pobladas del planeta (el este de Estados Unidos, Europa, Sur de Asia y China). El efecto de enfriamiento debido a este cambio es regionalmente, según el IPCC, bastante importante. Æ EFECTO DE LA VEGETACIÓN Por el contrario, el aumento de vegetación provoca un aumento de la temperatura debido a que como se ha dicho anteriormente el verde absorbe más calor y porque además, la transpiración vegetal hace aumentar el vapor de agua en el aire y con ello aumenta también el efecto invernadero (pues el vapor de agua es con mucho el principal gas invernadero). La siguiente imagen indica la tendencia de la productividad vegetal estimada por satélite entre 1982 y 1999. Los colores verdes denotan mayor productividad y los marrones menor productividad vegetal. Las observaciones satelitarias nos han revelado que en esos años la productividad de las plantas terrestres aumentó globalmente en un 6 %. El aumento de la concentración atmosférica de CO2 y un cierto calentamiento, acompañado de más humedad, contribuirían probablemente a ese aumento de la biomasa vegetal, así que la Tierra no se está desertizando. De hecho, la vegetación es mucho más escasa en tiempos en que la temperatura es baja y en cambio en tiempos cálidos es más abundante. Æ EFECTO DE LAS NUBES El efecto de las nubes es el más difícil de prever con los modelos climáticos actuales, de hecho, aun no se sabe suficiente sobre la formación y composición de las mismas. Debido a la utilización de combustibles fósiles —carbón, petróleo, gas— que contienen impurezas de azufre, las actividades humanas emiten a la atmósfera cada año unos 60 millones de toneladas de azufre en forma de SO2. En el aire, el dióxido de azufre emitido se combina con el agua atmosférica y se forma ácido sulfúrico, que, a su vez, se disuelve en las gotas en forma de iones de sulfato. El resultado es la formación de nubes amarillentas capaces de reflejar la luz solar. Estos estratos sulfatados reducen la transparencia atmosférica y hacen que disminuya la insolación en la superficie de las áreas contaminadas (Kiehl, 1993). Globalmente se calcula que contribuyen en un tercio del total de la pérdida de luminosidad. Se calcula que la nubosidad global por término medio devuelve al espacio, por reflexión de la luz, unos 50 W/m2 (incremento del albedo planetario). Ahora bien, las nubes también retienen el calor en las capas bajas, se calcula que retienen globalmente y por término medio unos 30 W/m2 de radiación infrarroja, que no se escapa al espacio. Es su efecto invernadero particular. Por lo que netamente las nubes enfrían unos 20 W/m2. A continuación podemos observar el gráfico del IPCC (2007) de los forzamientos radiativos antropogénicos. Al efecto de las nubes sobre el albedo se le atribuye un forzamiento de ‐0,7 pero con un intervalo de confianza que va desde ‐0,3 hasta ‐1,8 W/m2. Por lo que la evolución de la nubosidad global puede tener un efecto de calentamiento o enfriamiento superior al producido por el CO2 humano. En el forzamiento radiativo del albedo superficial, se observa una contribución positiva denominada “Black Carbon” (Hollín). El hollín es un aerosol antrópico formado por partículas muy finas cuyo elemento principal es el carbono elemental en forma de grafito que flotan en el aire y crean un velo de calima que cubre frecuentemente algunas regiones densamente pobladas (India y China). Al contrario de lo que ocurre con los aerosoles sulfatados, el hollín, debido a su color oscuro es un buen absorbente de la luz del Sol y también de la que se refleja en el suelo, por lo que provoca un calentamiento de la troposfera de manera global. Como se puede ver en el gráfico anterior, el IPCC lo tiene en cuenta, y le atribuye un forzamiento de 0,1 W/m2, que sería menor que lo asignado en otros estudios. (Jacobson, 2001: 0,55 W/m2) SUMIDEROS DE CO2 Un sumidero de CO2 es aquella zona terrestre en donde al aire se le escapa el CO2. Esto sucede donde la absorción fotosintética de las hojas es mayor que la emisión de CO2 que resulta de la respiración y la descomposición de ellas mismas. De las mediciones directas de la concentración de CO2 en el aire se deduce que, en la actualidad, el carbono en la atmósfera aumenta de media unos 3∙1012 KgC al año. Sin embargo, las emisiones antrópicas de carbono superan los 6∙1012 KgC. Por lo tanto, ni siquiera la mitad del carbono emitido es retenido en la atmósfera. Existen todavía muchas dudas sobre la localización de los sumideros actuales y en qué proporción se produce el reparto entre los océanos y la vegetación de esos 3 Pg de carbono anuales que no se quedan en la atmósfera. Lo que sí parece estar claro es que el porcentaje de carbono emitido que se queda en la atmósfera va siendo cada vez menor. Por ejemplo, en la década de los 70, el porcentaje de CO2 antrópico que se quedaba en la atmósfera era el 70 % del emitido, pero en la década de los 90 fue inferior al 50 %. Una incógnita muy importante para poder calcular el incremento futuro del CO2 atmosférico es saber si este porcentaje continuará disminuyendo y a qué ritmo (Schimel, 2001). La NOAA calcula que en Estados Unidos el 30% del CO2 que se emite por la quema de combustibles fósiles es absorbido por la vegetación y los suelos. Si se intensifica la agricultura, este porcentaje aumentará por lo que en las próximas negociaciones postkyoto de reparto de cuotas de CO2, si los sumideros se tienen plenamente en cuenta, incluidos los cultivos, ese país podrá salir beneficiado. Aquí podemos observar el gráfico del flujo medio de CO2 en el año 2005 entre la tierra (suelo y vegetación) y el aire publicado por NOAA. El color azul indica que la Tierra absorbió más CO2 del que emitió y el naranja, lo contrario. DESIERTOS Æ AVANCE DE LOS DESIERTOS En el siguiente gráfico se puede ver que al contrario de lo que se dice, en global no se puede hablar de avance de los desiertos (excepto en las zonas de talas abusivas de bosques y de incendios). Por ejemplo el Sahel (sur del Sahara) está más verde, mientras que la productividad fotosintética es menor en los bosques tropicales del Golfo de Guinea, pero no debido al clima sino al consumo de madera. Æ SAHARA VS SAHEL A continuación podemos ver un mapa del incremento de la vegetación en el Sahel entre 1982 y el 2004. En este mapa se indica la evolución durante el período 1982‐2004 de la Productividad Primaria Neta (NPP) en el Sahel, es decir, de la cantidad de carbono orgánico que fija la vegetación. Ese carbono vital proviene del CO2 de la atmósfera, absorbido en la fotosíntesis. Los tonos verdes indican que la productividad neta es positiva con lo podemos ver que entre 1982 y el 2004 se ha ido ganando cada vez más carbono por metro cuadrado. Una línea roja señala el eje del Sahel en 1984 y una línea de color amarillo‐verdoso (no se ve demasiado bien), que transcurre unos 100 km al norte de la roja, indica donde estaba ya el eje del Sahel en 1994. El caso es que la mayor parte del Sahel, especialmente el norte, después de las sequías de los 70 y los 80, se hace más verde y recupera terreno al Sahara. FENÓMENOS EXTREMOS Æ LLUVIAS A continuación se muestra una gráfica sobre la precipitación global media en los continentes mes a mes, desde 1952 hasta 2002. Por lo tanto podemos afirmar viendo este gráfico, que la precipitación global media no ha sufrido cambios remarcables en los últimos cincuenta años. Æ HURACANES El siguiente gráfico muestra la frecuencia de ciclones tropicales en los últimos cincuenta años. Con estos datos no observamos una tendencia clara de estos fenómenos en los últimos años. En la década de los 50‐60 había mayor número de huracanes fuertes pero después disminuye. Y en los últimos años a excepción de 1997 y 2002 (años del Niño) los ciclones también han sido más frecuentes. Las posibles causas de la mayor o menor ocurrencia de huracanes son inciertas. Pueden influir las temperaturas superficiales del Atlántico, relacionadas a su vez con un ciclo de oscilación en el Atlántico Norte denominado AMO (Atlantic multidecadal oscillation), influye la actividad convectiva en la zona occidental del Sahel africano, la oscilación en la circulación atmosférica tropical estratosférica QBO (Quasi‐Biennial Oscillation) y la oscilación en la circulación del Pacífico MJO (Madden‐Julian Oscillation). También parece que en el Atlántico se produce una disminución de huracanes en los años en que se produce El Niño. Su trayectoria depende en gran parte de la localización del anticiclón de Azores‐
Bermudas. Por ejemplo, cuando éste se retira hacia el este (Azores) los huracanes tienden a curvarse hacia el norte antes de alcanzar el Golfo de México y Florida. Por una parte, como los huracanes sólo se producen en regiones oceánicas en donde la temperatura de las aguas es superior a los 26 ºC, parecería que, si aumenta en el futuro la extensión de estas zonas, debería ser mayor su número. Sin embargo, en un clima más cálido aumentaría más la temperatura en los niveles altos de la troposfera que en los bajos, y disminuiría, por lo tanto, el gradiente térmico vertical. Esto dificultaría la génesis de los ciclones tropicales, cuya fuerza deriva precisamente de ese gradiente. Por lo tanto, no está claro cómo una hipotética subida de las temperaturas tropicales afectará a la frecuencia y fuerza de los huracanes. En cualquier caso, los recientes informes del IPCC disminuyen el grado de alarma suscitado anteriormente al respecto. No se habla de seguridad como en documentales y películas alarmistas sino de incerteza. CONCLUSIÓN
Como conclusión final de este trabajo creemos importante resaltar el hecho de que hay que mirarse las cosas con objetividad. Como científicos tenemos el deber de mirar los hechos y no quien los explica y por tanto no podemos descalificar un estudio por el simple hecho de que el/la autor/a pertenece a determinada empresa o sector social ya que sus estudios pueden ser perfectamente válidos. Aparte de eso cabe destacar también la complejidad del tema y la cantidad de información contradictoria que se puede encontrar haciendo que sea ciertamente difícil de tratar y llegando a la conclusión de que no se puede afirmar nada categóricamente al respecto. Personalmente, la cantidad de información que hemos leído, y sobre todo, el hecho de haberla resumido, nos ha dado un punto de vista un poco más abierto y tolerante ante quienes plantean alternativas y dudas. BIBLIOGRAFÍA:
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climatico/#comment‐11749 http://antonuriarte.blogspot.com/ http://homepage.mac.com/uriarte/lista.html#climareciente Informe IPCC 2007: Obtenido vía web: http://www.ipcc.ch/ipccreports/ar4‐syr.htm http://www.mapjourney.com/sahel/conc/conc_002_.htm Publicaciones: Bauer et al. 2003, Assessing climate forcings of the Earth system for the past millenium, Geophysical research Letters, 30, 9‐1/9‐4 N. S. Keenlyside et al., 2008, Advancing decadal‐scale climate prediction in the North Atlantic sector, Nature, 1 de Mayo, 2008. Gerhard Kramm, Comment to “Recent Climate Observations Compared to Projections” by Rahmstorf et al., (submitted to Science), http://www.gi.alaska.edu/~kramm/ Stauffer B. et al, 2002, Atmospheric CO2, CH4 and N2O records over the past 60 000 years based on the comparison of different polar ice cores, Annals of Glaciology, 35 Low Atlantic hurricane activity in the 1970s and 1980s compared to the past 270 years, 2007, Niberg J. et al., Nature, 7 June 2007 Pascual A. et al., 2005, "Sea level trends in the Mediterranean Sea from 12 years of altimetric data: real trends or change in the circulation ?", "XXI Trobades Cientifiques de la Mediterrania" 
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