El adiós a un director prodigioso

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El adiós a un director prodigioso
El conductor orquestal francés falleció el domingo, a los 84 años. Estuvo al frente
de más de 150 orquestas.
Enérgico y preciso Dos cualidades que destacaron a Lorin Maazel.
Considerado como uno de los más prolíficos directores orquestales de su generación,
Lorin Maazel murió el domingo en su casa de Virginia, en los Estados Unidos, a los 84
años, debido a una serie de complicaciones derivadas de una neumonía.
Maazel había nacido en París, el 6 de marzo de 1930, y creció en los Estados Unidos,
donde a los siete años tomó sus primeras clases de violín y de dirección orquestal, rol
en el que debutó un año después. Punto de partida de una carrera que lo llevó a
ocupar, a los 11 años, el lugar de director de la orquesta de la National Broadcasting
Company, por invitación de Arturo Toscanini. Y a salir de gira al año siguiente, a cargo
de diferentes formaciones. Entre ellas, la New York Philarmonic Orchestra, a la que
dirigió por primera vez en agosto de 1942.
Al día siguiente de esta presentación, The New York Times decía: “Indudablemente,
algunos eran escépticos, pero hacia el final de la tarde, no quedaban dudas acerca del
talento del chico. El público aplaudió con entusiasmo, obligándolo a regresar cuatro
veces al escenario; y los músicos de la filarmónica se sumaron al aplauso.” Desde
entonces, el músico, que a los 15 le sumaría a su ya consolidado papel de conductor, la
ejecución del violín, dirigió más de 150 orquestas, en más de cinco mil óperas y
conciertos, en diferentes partes del mundo. Sólo en 2008 Maazel se paró ante el atril
en 111 ocasiones, incluida una visita sin precedentes, a Corea del Norte.
Además, grabó alrededor de 300 discos -ganó 10 premios Grand Prix du Disque-; entre
ellos, las obras orquestales completas de Ludwig van Beethoven, Claude Debussy,
Gustav Mahler y Richard Strauss, entre otros.
Entre aquella “tarde” de agosto del ‘42 a su llegada a la Metropolitan Opera
neoyorquina pasaron dos décadas. Poco después asumiría en la Opera de Berlín, al
frente de la cual permaneció hasta 1971, en simultáneo con su desempeño en la RadioSymphonie Orchester de la misma ciudad.
Galardonado con los mayores honores en Francia, Alemania, Italia y Austria, entre
otros países, Maazel también tuvo a su cargo a la Orquesta de Cleveland, la Orquesta
Nacional de Francia, la Sinfónica de Pittsburgh y la Orquesta Estatal de Viena, a las
que aportó su pasión por la exactitud y su estilo enérgico.
A principio de este año había presentado su renuncia a la Filarmónica de Munich,
durante la temporada 2014/2015, atento a la sugerencia de los médicos de ponerse en
buena forma antes de asumir sus compromisos.
En 2009 creó junto a su tercera esposa, Dietlinde Turban Maazel, el Festival de
Castleton, con el objetivo de promover y darle visibilidad a jóvenes talentos, en una
especie de retribución a las oportunidades de las que dispuso en su infancia y su
juventud.
“Más que un trabajo basado en el amor, la labor con los jóvenes es puro goce”, dijo
Maazel antes de la apertura de la edición 2014 del festival, ocurrida el 28 de junio.
Precisamente, en los últimos días el director se estaba preparando de cara a su
participación en el evento que él había creado.
Clarin.com 15/07/14
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