ES ES OPINIÓN

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PARLAMENTO EUROPEO
2009 - 2014
Comisión de Asuntos Constitucionales
2012/2024(INI)
10.10.2012
OPINIÓN
de la Comisión de Asuntos Constitucionales
para la Comisión de Asuntos Jurídicos
sobre la Ley de procedimientos administrativos de la Unión Europea
(2012/2024(INI))
Ponente de opinión: Anneli Jäätteenmäki
(Iniciativa – artículo 42 del Reglamento)
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Unida en la diversidad
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SUGERENCIAS
La Comisión de Asuntos Constitucionales pide a la Comisión de Asuntos Jurídicos,
competente para el fondo:
– que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:
A. Considerando que un problema acuciante de la Unión Europea hoy en día es la falta de
confianza por parte de los ciudadanos que puede afectar a su legitimidad; considerando
que la Unión Europea debe ofrecer respuestas rápidas, claras y visibles a los ciudadanos a
fin de responder a sus inquietudes;
B. Considerando que el Tratado de Lisboa prevé la elaboración de un Reglamento sobre la
administración europea, sobre la base del artículo 298 del Tratado de Funcionamiento de
la Unión Europea (TFUE) que todavía es preciso aplicar;
C. Considerando que todas las acciones de la Unión han de cumplir los principios del Estado
de Derecho y la separación de poderes;
D. Considerando que el artículo 41 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión
Europea, que reconoce el derecho a la buena administración como un derecho
fundamental de los ciudadanos, se hizo jurídicamente vinculante como Derecho primario
en virtud de lo dispuesto en el artículo 6, apartado 1, del Tratado de la Unión Europea;
E. Considerando que el artículo 298 del TFUE proporciona un fundamento jurídico adecuado
para la adopción de una Ley de Procedimiento Administrativo de la Unión Europea;
F. Considerando que tanto el Código de buena conducta administrativa elaborado por el
Defensor del Pueblo Europeo y aprobado por el Parlamento el 6 de septiembre de 20011
proporciona una buena base para el nuevo Reglamento, al igual que el conjunto de
«principios de la función pública de la Unión Europea» publicado por el Defensor del
Pueblo el 19 de junio de 2012 y la Recomendación del Consejo de Europa sobre buena
administración; que la experiencia adquirida de la actividad del Defensor del Pueblo
podría ser útil también en este contexto;
G. Considerando que un Reglamento sobre Derecho administrativo europeo podría apuntar
hacia una convergencia futura de las normas nacionales sobre Derecho administrativo, en
lo que concierne a los principios generales que afectan a los ciudadanos, y podría
contribuir a reforzar el proceso de integración en este ámbito;
H. Considerando que, teniendo en cuenta las recomendaciones del Grupo de Estados contra
la Corrupción (GRECO) del Consejo de Europa, un conjunto de normas claras y
vinculantes para la administración de la UE constituiría una señal positiva en la lucha
contra la corrupción en las administraciones públicas;
1
Resolución del Parlamento Europeo, de 6 de septiembre de 2001, sobre el Informe especial del Defensor del
Pueblo Europeo al Parlamento Europeo relativo a su investigación por iniciativa propia sobre la existencia y el
acceso público a un Código de buena conducta administrativa en las instituciones y órganos comunitarios (DO C
72 E de 21.3.2002, p. 331).
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I. Considerando que un Reglamento podría fomentar la cooperación y el intercambio de
buenas prácticas entre las administraciones nacionales y la administración de la UE, con el
fin de cumplir los objetivos establecidos en el artículo 298 del TFUE;
1. Pide a la Comisión que presente, sobre la base del artículo 298 del TFUE, una propuesta
de Reglamento que incluya los principios fundamentales de la buena administración y
establezca unas garantías procesales y unas normas de calidad mínimas que sean
respetadas por todas las instituciones, órganos y organismos de la Unión;
2. El Reglamento deberá establecer una garantía y fijar unas normas procesales más
detalladas a fin de garantizar el respeto de los principios fundamentales de separación de
poderes, buena administración, en concreto los principios de legalidad y seguridad
jurídica, proporcionalidad, independencia, imparcialidad y equidad, confianza legítima e
igualdad;
3. El Reglamento deberá actuar como una legislación marco que proporcione a la
administración de la UE un conjunto universal de principios y debería establecer un
procedimiento aplicable como norma de minimis cuando no exista una lex specialis;
4. Teniendo en cuenta que el principio de buena fe es hoy universalmente reconocido como
principio fundamental del ordenamiento jurídico, indispensable para la creación de un
clima de confianza y previsibilidad en las relaciones entre los particulares y la
administración, deberá identificarse de forma independiente en la lista de los principios
generales que deben regir la actividad administrativa;
5. El principio de prosecución del interés público y el principio de buena fe deberán, por
consiguiente, añadirse a los principios generales de la buena administración;
6. La administración de la Unión Europea deberá regirse por el principio de servicio, que
significa que la administración debe actuar conforme al espíritu de servicio a los
ciudadanos, por ejemplo, ofreciéndoles el asesoramiento que necesitan y respondiendo a
sus preguntas, motivando por escrito las decisiones adoptadas e indicando las vías de
recurso que tienen a su disposición;
7.
En las normas procesales relevantes deberá especificarse una obligación general para las
instituciones, órganos y organismos de actuar en un plazo razonable;
8. Las normas procesales deberán garantizar, de conformidad con el artículo 41, apartado 2,
letra a), de la Carta de los Derechos Fundamentales, el derecho de toda persona a ser oída
antes de que se tome en contra suya cualquier medida individual que afecte a sus derechos
o intereses;
9. El derecho de los ciudadanos a la información deberá aplicarse por medio de una norma
que obligue a las instituciones, órganos y organismos a proporcionar a los ciudadanos con
la suficiente antelación cualquier información que pudieran necesitar para defender sus
derechos facilitándoles, además, el acceso a los documentos previsto en el Reglamento
(CE) nº 1049/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2001,
relativo al acceso del público a los documentos del Parlamento Europeo, del Consejo y de
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la Comisión1, junto con el derecho a examinar sus expedientes; las instituciones, órganos
y organismos estarán obligados a mantener un registro de sus documentos;
10. Dado que, con arreglo al artículo 20, apartado 2, letra d), del TFUE, los ciudadanos tienen
el derecho de comunicarse en una de las lenguas de oficiales de la Unión Europea en su
correspondencia con la administración de la Unión, el lenguaje utilizado por las
instituciones al abordar a los ciudadanos deberá ser claro y de fácil comprensión.
11. Como forma de promover el recurso a los medios extrajudiciales de resolución de
conflictos, deberán preverse medios de impugnación administrativa de las decisiones
adoptadas por las instituciones, órganos y organismos de la Unión.
1
DO L 145 de 31.5.2001, p. 43.
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EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Han pasado dos años y medio desde que entró en vigor el Tratado de Lisboa. El artículo 298
sobre buena administración es el único de los artículos nuevos del Tratado sobre el cual la
Comisión todavía no ha emprendido ninguna acción. Ha llegado el momento de emprender
acciones.
Podría aumentarse considerablemente la confianza en la administración elaborando un código
administrativo aplicable a todas las instituciones de la UE que defina los principios y las
prácticas de una buena administración. El artículo 298 del Tratado de Funcionamiento de la
Unión Europea prevé la elaboración de un reglamento de este tipo, estableciendo que «En el
cumplimiento de sus funciones, las instituciones, órganos y organismos de la Unión se
apoyarán en una administración europea abierta, eficaz e independiente. Dentro del respeto al
Estatuto y al régimen adoptados con arreglo al artículo 336, el Parlamento Europeo y el
Consejo establecerán las disposiciones a tal efecto, mediante reglamentos adoptados con
arreglo al procedimiento legislativo ordinario.»
El artículo 41 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea define el
derecho de los ciudadanos a una buena administración. De acuerdo con dicho artículo, toda
persona tiene derecho a que las instituciones y órganos de la Unión traten sus asuntos
imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable. El artículo establece asimismo el
derecho de los ciudadanos a ser oídos, a acceder al expediente que les afecte, a recibir una
reparación de los daños y a dirigirse a las instituciones de la Unión en una de las lenguas de
los Tratados, así como la obligación de la administración de motivar sus decisiones.
Esta lista de derechos, junto con las directrices existentes en materia de buena administración,
servirá de base para transformar la presente propuesta en reglamento. Un buen ejemplo de
tales directrices es el Código Europeo de Buena Conducta Administrativa, elaborado por el
Defensor del Pueblo Europeo y aprobado por el Parlamento Europeo en 2001. Las
recomendaciones del Consejo de Europa sobre la buena administración también pueden
utilizarse como fuente para el reglamento.
El reglamento administrativo deberá aplicarse a todas las instituciones, órganos y organismos
de la UE. Sin embargo, no puede aplicarse a los Estados miembros cuando ejecuten
decisiones tomadas por la UE.
La legitimidad depende por un lado de que los ciudadanos crean que pueden influir en las
políticas de la UE a través de procesos democráticos de toma de decisiones y por otro de
generar confianza en la imparcialidad y la independencia de la administración de la UE.
La definición de un reglamento sobre procedimientos administrativos genera una sensación de
seguridad, tanto entre los ciudadanos como entre los funcionarios de la Unión, a los que el
reglamento apoyará en el ejercicio de sus funciones. Una legislación sobre buena
administración también servirá de base para el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la
tramitación de casos relacionados con la administración de la Unión.
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En la actualidad existen diversas directrices sectoriales específicas aplicables al
procedimiento administrativo. Hay directrices en ámbitos como la política de competencia, la
política regional y la política del consumidor. El problema es que existen normas de este tipo
en muchos ámbitos diferentes de la legislación de la UE, pero no se dispone de una
legislación integrada sobre este tema.
La transparencia constituye una parte esencial de una buena administración. También es el
factor más importante a la hora de generar confianza. Las normas sobre acceso a los
documentos (1049/2001) han estado abiertas durante muchos años para ser evaluadas por el
Parlamento Europeo y el Consejo. Es evidente que la futura legislación sobre administración
ha de cumplir las disposiciones de este reglamento. Sin embargo, también debería superar los
límites del reglamento en algunos aspectos. Por ejemplo, la legislación sobre administración
debería contener el requisito de que se registre la documentación, un requisito no incluido en
el Reglamento (CE) nº 1049/2001.
El Código Europeo de Buena Conducta Administrativa, elaborado por el Defensor del Pueblo
Europeo, expresa el sentimiento de que la administración de las instituciones de la UE debería
cumplir ciertos principios de servicio. Según el Código, los funcionarios tienen el deber de
hacer todo lo posible para ayudar a los ciudadanos en sus relaciones con las instituciones. Ello
implica responder a las preguntas de los ciudadanos, dirigirlos al órgano adecuado y tratarlos
con respeto.
Uno de los principales problemas que experimentan los ciudadanos con respecto a la
administración de la UE es la lengua. Si bien el Tratado exige que los ciudadanos puedan
dirigirse a las instituciones en cualquiera de las lenguas oficiales de la UE, ello no implica
necesariamente que el lenguaje sea comprensible. Las complejidades del lenguaje jurídico y
oficial son aún más ininteligibles cuando se traducen a otro idioma. Los funcionarios de las
instituciones de la UE deberían recibir una formación sobre cómo utilizar un lenguaje
comprensible.
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RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN
Fecha de aprobación
9.10.2012
Resultado de la votación final
+:
–:
0:
Miembros presentes en la votación final
Alfredo Antoniozzi, Andrew Henry William Brons, Carlo Casini,
Andrew Duff, Roberto Gualtieri, Enrique Guerrero Salom, Gerald
Häfner, Stanimir Ilchev, Constance Le Grip, David Martin, Morten
Messerschmidt, Paulo Rangel, Algirdas Saudargas, Indrek Tarand,
Rafał Trzaskowski, Manfred Weber
Suplente(s) presente(s) en la votación
final
Zuzana Brzobohatá, Andrea Češková, Marietta Giannakou, Anneli
Jäätteenmäki, Vital Moreira, Helmut Scholz, György Schöpflin
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