UNA PUBLICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA 60 PÁGINAS enero - abril 2012 Política de Seguridad: 7 ajustes necesarios ARMAS LEGALES Y SEGURIDAD: ¿SIRVE LA PROHIBICIÓN? Centro Seguridad y Democracia Editorial E EL DETERIORO DE LA SEGURIDAD l retroceso de los principales indicadores demuestra que la seguridad en el país se está deteriorando y la opinión pública también lo registra de esa forma en las más recientes encuestas. En efecto, la encuesta del mes de abril de Ipsos-Napoleón Franco, la del mes de febrero de Invamer Gallup y la más reciente de Datexco registran tendencias similares de malestar ciudadano con la situación de seguridad. Así, en la primera encuesta la opinión favorable al manejo gubernamental de la seguridad baja de 80% a 49% entre noviembre de 2010 y abril de 2012, y la seguridad se señala como el segundo tema de preocupación de los ciudadanos, solo superado por el desempleo; en la segunda encuesta, la opinión favorable de esa misma gestión es solo de 30% mientras que la desfavorable asciende al 68%, siendo la seguridad el principal tema de preocupación ciudadana; y en la tercera encuesta mencionada el 49% de los consultados considera que Colombia es menos segura que hace dos años y sólo el 29% estima que es más segura. Todas las encuestas no pueden estar equivocadas, ni la mayoría de los colombianos pueden tener una estimación errada del deterioro de la seguridad de su entorno. En consecuencia, corresponde al Gobierno aceptar esta realidad, como un primer paso necesario para introducir los ajustes indispensables en sus estrategias de seguridad. En este segundo número de nuestra revista analizamos los hechos que han dado origen a esta preocupación creciente de los ciudadanos por la seguridad del país que se verifica en todas las encuestas, mediante un examen de lo sucedido en la seguridad en el primer trimestre del presente año con relación a primeros trimestres de años anteriores, y con un estudio sobre el comportamiento de los ocho delitos que más afectan la seguridad urbana en las 27 principales ciudades país en los últimos años. De igual manera, en esta entrega señalamos los que a nuestro juicio serían los principales cambios que se deberían realizar en cuanto a la seguridad, identificando los siete ajustes necesarios que en consecuencia se deberían llevar a cabo para enderezar el rumbo. Así mismo, queremos animar el debate público sobre la medida de la prohibición del porte de armas legales por parte de la ciudadanía en algunas ciudades de Colombia, señalando las limitaciones que esta medida tiene a la luz de la experiencia internacional y de nuestra propia situación local. Finalmente, presentamos a nuestros lectores un sugerente artículo de un polémico pensador británico cuyas reflexiones estimamos de gran pertinencia en la actual coyuntura que vive nuestro país. Alfredo Rangel Director Centro Seguridad y Democracia Universidad Sergio Arboleda 3 SD UNA PUBLICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA Universidad Sergio Arboleda Rector Fundador Rodrigo Noguera Laborde Rector Rodrigo Noguera Calderón Presidente Consejo Académico Orlando García-Herreros Salcedo Vicerrector Académico Germán Quintero Andrade Centro Seguridad y Democracia Director Alfredo Rangel Investigador Rafael Ibarra Director de Arte Andrés Prieto R. oficina de comunicaciones Editor Óscar Núñez Riaño Corrección de Estilo Bibiana Mendoza C. 4 SD Carrera 13 No. 78-17 Tel. (57 1) 325 0075 Ext. 2499, Bogotá D.C., Colombia [email protected] www.usergioarboleda.edu.co Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización manifiesta de los editores. La opinión expresada en los artículos es responsabilidad exclusiva de sus autores y no refleja necesariamente el pensamiento de la revista. POLÍTICA DE SEGURIDAD: 7 AJUSTES NECESARIOS PERSISTE EL DETERIORO DE LA SEGURIDAD La percepción negativa de la situación de deterioro de la seguridad en el país por parte de la opinión pública es reiterada por todas las encuestas, apreciación producida por una acumulación de hechos violentos cuyo escalamiento es cada vez mayor. El primer mes del presente año ha sido el más violento de los últimos ocho, pero es la continuación de una tendencia que ya viene de años anteriores. Existe un rebrote de los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública y la población civil, así como un inusitado aumento de los atentados contra la infraestructura económica nacional... En relación con años anteriores, durante el primer trimestre de 2012 se sigue evidenciando un deterioro de la seguridad nacional. Esto se evidencia en la persistencia del incremento de las actividades violentas de los grupos armados irregulares, y en la constante caída del número de combates contra estos grupos por parte de las Fuerzas Militares. En efecto, en este primer trimestre hubo un incremento de los atentados contra la infraestructura económica nacional y de los retenes ilegales, así como un aumento bimestral de los secuestros. También se presentó un leve descenso de los ataques guerrilleros ... ARMAS LEGALES Y SEGURIDAD: ¿SIRVE LA PROHIBICIÓN? Por cuenta de la medida adoptada por el recién posesionado alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, se ha revivido en el país el debate sobre la conveniencia o inconveniencia de restringir el porte legal de armas cortas por parte de la población civil. Queremos sumarnos a esta discusión aportando algunos argumentos en contra de dicha restricción. Los argumentos que aquí expondremos buscan animar el debate público y llamar la atención de aquellos que piensan que con la prohibición de las armas legales se solucionarán como por ensalmo las preocupantes situaciones de seguridad que aún vive... SEGURIDAD URBANA: MÁS RETROCESOS QUE AVANCES ROGER SCRUTON Y LOS USOS DEL PESIMISMO La evolución reciente de la seguridad urbana en Colombia presenta un panorama bastante disparejo con estancamientos, avances y retrocesos según las ciudades y los delitos de que se trate. En efecto, en los últimos años el homicidio urbano aparece prácticamente estancado, simultáneamente se han incrementado en forma significativa las lesiones personales, el hurto a personas, a bancos y de vehículos, mientras ha disminuido la piratería terrestre, el hurto al comercio y de residencias. O sea que de los 8 principales delitos que más afectan a los habitantes de los centros urbanos, 4 presentan retrocesos... Roger Scruton es quizás uno de los filósofos más polémicos hoy en el Reino Unido. Su obra es muy diversa: más de treinta ensayos sobre filosofía, política, arte, arquitectura y música, novelas y relatos de ficción e incluso ha compuesto el libreto y la música de dos óperas que han llegado a ser representadas en Inglaterra. Entre sus obras se podrían destacar las siguientes: The meaning of Conservatism (1980), From Descartes to Wittgenstein: A short history of modern Philosophy (1981)... 5 SD 06 20344050 Política de Seguridad: 7 ajustes necesarios 6 SD La percepción negativa de la situación de deterioro de la seguridad en el país por parte de la opinión pública es reiterada por todas las encuestas, apreciación producida por una acumulación de hechos violentos cuyo escalamiento es cada vez mayor. El primer mes del presente año ha sido el más violento de los últimos ocho, pero es la continuación de una tendencia que ya viene de años anteriores. Existe un rebrote de los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública y la población civil, así como un inusitado aumento de los atentados contra la infraestructura económica nacional, del secuestro y de la extorsión. Recientemente las bandas criminales han hecho demostraciones sin antecedentes de la capacidad de intimidación violenta contra poblaciones enteras. La alianza de las estructuras guerrilleras con estas bandas criminales constituye una nueva, inédita y repotenciada amenaza contra la seguridad colectiva. De los 8 delitos que más afectan la seguridad en los centros urbanos, hay retrocesos en 4 delitos, estancamiento en 1, y avances en 3. Ante la opinión pública y los medios de comunicación estos hechos a veces pasan desapercibidos tras la espectacularidad de las bajas de algunos de los principales líderes de la guerrilla. Por ejemplo, si no hubiera sido por la muerte de alias Alfonso Cano, la evaluación mediática de la gestión gubernamental en seguridad en el año 2011 hubiera sido negativa. Sin embargo, esa muerte salvó el año del gobierno en los medios de comunicación y minimizó el impacto del rebrote de la violencia guerrillera en muchas zonas del país. No obstante, la opinión empieza a tener la sensación de que no se está haciendo lo suficiente para controlar el deterioro de la seguridad y para neutralizar las intenciones de los grupos armados irregulares. Estimamos que es necesario abrir un debate democrático acerca de la gestión gubernamental en este campo, que lleve a identificar eventuales debilidades de las políticas públicas y a plantear opciones que permitan mejorar la situación. Como contribución a este debate proponemos los que a nuestro parecer son los siete principales ajustes de la política de seguridad: 7 1 Reconocer la realidad El Gobierno ha sido insistente en que la situación de seguridad del país ha estado mejorando consistentemente durante los meses transcurridos de su administración y ha señalado que quienes critican su gestión en este campo lo hacen por razones políticas. En el mejor de los casos los considera “idiotas útiles” de los enemigos del Estado. Recientemente ha hecho un llamado a los mandatarios locales a no “magnificar” los hechos violentos de que son víctimas las poblaciones y la Fuerza Pública en sus departamentos y municipios e insiste en señalar que el leve descenso que gradualmente se está presentando en las cifras de homicidio es prueba del mejoramiento de la situación. El Gobierno considera que las acciones violentas de la guerrilla son resultado de su debili- tamiento y su desesperación ante el avance de las tropas oficiales, en lo que puede llevar razón. Pero no existe un reconocimiento del incremento del número y la osadía de sus acciones violentas, ni de su retorno más callado a zonas de las que había sido expulsada por la acción de la Fuerza Pública. No obstante, según un estudio del Centro Seguridad y Democracia, con relación al año anterior, en el 2011 aumentaron un 24 % los ataques de la guerrilla, entendidos estos como hostigamientos, emboscadas y ataques contra instalaciones militares y policiales. Estos ataques vienen creciendo desde el año 2009 y en el 2011 triplicaron en número a los ocurridos en el 2008. De igual forma crecieron en un 32 % los atentados contra la infraestructura económica nacional, siendo SD particularmente alto el incremento de los atentados contra el sector petrolero que crecieron en un 80 %. Estos atentados tuvieron en el 2011 el más alto número de los últimos 5 años. De igual forma, el secuestro creció en un 10 % con relación al año anterior, pero comparado con el 2009 ha aumentado un 45 %.1 8 SD Esta tendencia al aumento de la violencia ha continuado en lo que va corrido del presente año. En efecto, el mes de enero del 2012 ha sido el más violento de los últimos 8 años en lo que a ataques guerrilleros contra la Fuerza Pública se refiere. Con relación al año anterior el incremento fue de 81 %, pasando de 21 casos a 38 entre esos años, y habría que ir hasta el 2004 para encontrar un año con un mayor número de ataques. De igual manera, el número de atentados contra la infraestructura económica se multiplicó por 4.2 En lo que atañe a la seguridad urbana, la situación también es preocupante. De los 8 delitos que principalmente afectan la seguridad ciudadana en los 27 centros urbanos con más de 200 mil habitantes en el país, hay retrocesos en 4 delitos, estancamiento en 1 y avances en 3. En efecto, entre 2010 y 2011 el homicidio urbano se redujo sólo en 1 %. El hurto a personas es hoy el doble de hace 9 años. Los casos de lesiones personales crecieron 27 % con relación al 2010 y fue el número más alto en los últimos 9 años, excluyendo el 2009. El hurto a entidades financieras se incrementó en 76 % con respecto al 2010 y registró el más alto número de los últimos 8 años. El hurto de automotores también está en alza y fue en el 2011 el más alto de los últimos 5 años, exceptuando el 2010. Únicamente se presentaron avances en piratería terrestre, hurto de residencias y hurto al comercio.3 Toda esta situación ha llevado a que, según las encuestas de la firma Invamer -Gallup, la percepción ciudadana de que la inseguridad 1. La Seguridad Nacional en Colombia 2011. Centro Seguridad y Democracia, Universidad Sergio Arboleda. Bogotá, noviembre de 2011. 2. El enero más violento en ocho años. Centro Seguridad y Democracia, Universidad Sergio Arboleda, Bogotá, febrero de 2012. 3. Seguridad Urbana: Más Retrocesos que Avances. Centro Seguridad y Democracia, Universidad Sergio Arboleda, Bogotá, febrero de 2012. entre 2010 y 2011 el homicidio urbano se redujo sólo en 1 %. El hurto a personas es hoy el doble de hace 9 años. Los casos de lesiones personales crecieron 27 % con relación al 2010 y fue el número más alto en los últimos 9 años, excluyendo el 2009. está empeorando subió de 48 % en julio del 2010, a 67% en diciembre del 2011, mientras que la percepción de que el problema de la guerrilla empeoró pasó de 33 % a 58 %, en el mismo período. De otra parte, la aprobación de la forma como el presidente estaba manejando la inseguridad bajó de 71 % a 38 %, mientras que la aprobación al manejo del problema de la guerrilla bajó de 82 % a 54 %, luego de descender a 43 % antes de la muerte de alias Alfonso Cano.4 Esto significa que la percepción de inseguridad refleja en la opinión pública la tendencia objetiva de deterioro, evidenciada en el seguimiento y la contrastación de las cifras de los hechos de violencia que ocurren en el país. No es un problema de excesivo cubrimiento mediático de los hechos de violencia, la opinión lo siente y las cifras lo reflejan: hay un deterioro de la situación de seguridad en el país. Lo grave es que la negación de esta realidad impida introducir los ajustes necesarios a sus políticas de seguridad. Y sin estos ajustes, la situación se seguirá deteriorando. 4. Gallup Poll Bimestral, Poll 86, Gallup Colombia, diciembre de 2011. 2 CONTRA LAS BACRIM Ejercito y Policia Los grupos armados denominados por unos Bacrim o bandas criminales, y por otros neoparamilitares, son una amenaza a la seguridad nacional que no ha sido suficientemente comprendida ni evaluada. Se les considera únicamente como bandas de narcotraficantes, unos aparatos mafiosos que son solamente un problema policial. Pero para combatirlos no se ha tenido en cuenta su estrecha alianza con los frentes guerrilleros, ni su demostrada capacidad para amenazar y controlar poblaciones y regiones enteras, ni su capacidad de confrontación militar, ni sus estructuras jerarquizadas. A partir de una enorme dispersión inicial de numerosas bandas, algunas fuertes y muchas relativamente débiles, estas bandas se han ido concentrando en unas pocas organizaciones con mayor capacidad de violencia, enormes recursos, mayor penetración entre la población, más potencial de corrupción y más capacidad para concertar acciones a nivel regional. Sus alianzas con las guerrillas las han repotenciado desde el punto de vista logístico, de inteligencia y de capacidad de control territorial. En su momento alias el Mono Jojoy, comandante de las FARC, estableció como política general realizar alianzas con estos grupos. Su presencia abarca a más de 150 municipios en 17 departamentos, según la Policía Nacional, y están en cerca de 340 municipios de 31 departamentos, según Indepaz.5 Pero el Gobierno decidió, por razones de tipo conceptual, que a estas bandas solamente las persiguiera la Policía Nacional, dejando a un lado la posibilidad de que las Fuerzas Militares también las repriman allí donde se encuentren, con lo cual el Estado se está amarrando a sí mismo una mano que puede ser definitiva para combatirlas con éxito. Pero con la creencia de que las Fuerzas Militares deben solamente perseguir a los grupos guerrilleros, porque estos son insurgentes con motivaciones políticas, mientras que la Policía debe reprimir a los delincuentes comunes que no tienen intereses políticos, el Estado está olvidando que en su momento, a pesar de que varias sentencias de la Corte Suprema de Justicia las declaró como mera delincuencia común, las Fuerzas Militares también combatieron y con mucha contundencia a las organizaciones pa5. Para la versión de la Policía Nacional, ver: Bacrim, una amenaza y hay que contenerlas, dice Naranjo. El Colombiano, Medellín, 26 de enero de 2011. Para la versión de Indepaz, ver: http://m. elespectador.com/impreso/judicial/articulo-327595bacrim-crecen-todo-el-pais 9 SD es n o i c a iz n a g r Estas o itares il m a a r n a o p r a z vili , o s e m t s n e a d egr t n s i e l l i a m u 2 c 3 s o l e d l 16 mi aron sus entreg de asalto n s a í a c m e r n a rte e p e u porq cturas a estru as, mientras armad resto hacía e que el e sus redes d e d d y e t o r c a i p íst g o l apoyo ncia. e intelig 10 SD ramilitares, forzándolas a aceptar las condiciones de desmovilización que finalmente les impuso el Estado. Estas organizaciones paramilitares desmovilizaron a 32 mil integrantes, 16 mil de los cuales entregaron sus armas de asalto porque pertenecían a estructuras armadas, mientras que el resto hacía parte de sus redes de apoyo logístico y de inteligencia. La pregunta es si estas organizaciones paramilitares se hubieran desmovilizado de no haber sido por el concurso de la presión de las Fuerzas Militares en multitud de combates que produjeron centenares de bajas y capturas de sus integrantes. Estas organizaciones eran actores del conflicto armado interno y por ser actores del conflicto fueron sujetos de la justicia transicional mediante la Ley de Justicia y Paz, que no se aprobó por el Congreso Nacional ni se la declaró exequible la Corte Constitucional para ser aplicada a delincuentes comunes. Pues bien, todo parece indicar que los sucesores de estos grupos paramilitares, unos y otros muy vinculados al narcotráfico, que han conservado muchas de sus formas organizativas y de sus modos de operar, ahora no combaten contra la guerrilla sino que están aliados con ella, constituyendo esta alianza una amenaza inédita contra la seguridad nacional que debe ser combatida por el conjunto de las fuerzas represivas del Estado, tanto militares como policiales. En Colombia las Fuerzas Militares combaten contra el narcotráfico y contra las bandas de secuestradores, que son delincuencia común. No hay razón para que no combatan también a estos grupos irregulares vinculados al narcotráfico y aliados a la guerrilla. Porque estas alianzas no son excepcionales ni puntuales, sino, como hemos dicho arriba, una política general de las FARC. Muchos documentos de la Fiscalía General, de la Policía Nacional y de las Fuerzas Militares dan fe de la persistencia de estas alianzas y del mutuo apoyo que en muchos sitios del país se prestan estos grupos. Se sospecha que algunos de los más recientes atentados terroristas han sido perpetrados conjuntamente por Bacrim y guerrillas. Se echa, pues, de menos, una estrategia específica para hacer frente a esta alianza, estrategia que debería utilizar toda la contundencia del Estado. 3 Claridad SOBRE DIaLOGOS DE PAZ Según lo estiman algunos analistas, las guerri- neamente, las FARC incrementan sus acciones llas han exacerbado sus acciones violentas ante violentas como argumento para respaldar su la posibilidad de que el Gobierno acceda a reali- disposición a dialogar; al mismo tiempo, con las zar con ellas conversaciones de paz, posibilidad expectativas de liberar a unos cuantos secuesque, si no se dan antes los condicionamientos trados, exigen que sea aprobada una ley de necesarios, podría desmoralizar a las Fuerzas canje para dar base legal a futuros intercambios Militares y desorientar a la opinión pública. de guerrilleros presos por secuestrados, y obteEl Gobierno no parece haber manejado de ner así un tácito reconocimiento como fuerza la manera más adecuada este tema. Primero beligerante que intercambia prisioneros en conplanteó que habría diálogos de paz solamente diciones de igualdad con el Estado. Aun más, si la guerrilla abandona en forma definitiva y ve- reclaman que los guerrilleros extraditados a rificable todas sus acciones violentas contra la Estados Unidos por narcotráfico sean repatriaFuerza Pública y contra la sociedad civil. Luego, dos y que la agenda de la negociación concretó sus exigencias a que la guerrilla prosea la aprobada en los la gue dujera “hechos de paz”. Adicionalmente, impulsó rrilla h un proyecto de Ley Marco para la Paz que antia vuelt aplica oa cipadamente ofrece suspensión de procesos jur su vie ja tác diciales, lo que podría conllevar impunidad a los d e habla tica guerrilleros que se desmovilicen, gabela que no r de pa z, esca excluye los delitos atroces o de lesa humanidad. la v i o lar l e ncia y En tanto, la guerrilla ha vuelto a aplicar su vieh a cer ja táctica de hablar de paz, escalar la violencia exige ncias p y hacer exigencias para ganar terreno. Efecara ga nar tivamente, el nuevo jefe de las FARC, alias terren o . E f ectivam Timochenko, ha hecho públicas varias cartas ente, en las que plantea su disposición para hablar el nuevo j e fe de l de paz, como quien le hace un favor al país; a as FARC l i a s T eso sí, deja en claro que para la guerrilla la imoch , enko, h solución política “no debe entenderse sino he cho pú a como un replanteamiento del orden exisblicas varias tente” que lleve a “reconstruir las reglas car t a s e n de la democracia” mediante el desmonte las qu e plant del “sistema multipartidista de elecciones su dis p ea o s i ción p periódicas” luego de un debate sobre a r h a ablar d “las realidades económicas, sociales, e p a políticas, culturales y hasta ambientales z. del momento contemporáneo mundial, latinoamericano y nacional”. Simultá- 11 SD anteriores frustrados diálogos del Caguán, agenda que incluía prácticamente todos los temas nacionales. Probablemente toda esta ofensiva política y militar no la estaría haciendo la guerrilla –como no la hizo durante la anterior administración– si no se estuviera generando un ambiente de expectativa sobre la proximidad de unos diálogos de paz. Los más suspicaces dirían que esa ofensiva es la respuesta de la guerrilla a mensajes que por vías no oficiales se le ha dirigido auscultando las posibilidades de un acercamiento con vistas a realizar diálogos de paz. El reiterado mensaje, según el cual el Presidente tiene las llaves de la paz en el bolsillo y bastarían “hechos de paz” de la guerrilla para dar inicio a las conversaciones, ha llevado a sectores de la opinión pública a creer que sería suficiente que la guerrilla, por ejemplo, libere secuestrados para que 12 SD 4 se abra la puerta de unas conversaciones de paz. De esta manera, sería la guerrilla la que impondría sus propias condiciones para arrancar un proceso de paz, cuyo solo anuncio le representaría una enorme ganancia política y mediática. Con esa expectativa la guerrilla observa con satisfacción cómo, sin siquiera haberse sentado a la mesa de negociaciones, ya está logrando una ley que abra la posibilidad de un indulto que le perdonaría sus crímenes y le permitiría reincorporarse a la vida normal del país como si no hubiera pasado nada. A nuestro modo de ver, el Gobierno debería dejar en claro que sus condiciones para el diálogo son las iniciales: una tregua unilateral, incondicional y permanente por parte de la guerrilla; la liberación de todos los secuestrados, y el cese definitivo de todo tipo de violencia o amenaza contra la población civil. Seguridad juridica para la Fuerza Publica Las Fuerzas Militares de Colombia son el único ejército en el mundo que combate en un conflicto armado sin contar con fuero militar, institución centenaria que está vigente en la inmensa mayoría de los países democráticos del mundo. Adicionalmente, las recientes reformas al Manual de Operaciones de las Fuerzas Militares han introducido una enorme incertidumbre jurídica y se han convertido en una traba insuperable a su disposición ofensiva. El desmonte del fuero militar viene ya de varios años atrás, pero el puntillazo final lo dio el acuerdo interadministrativo entre los entonces Ministro de Defensa, Camilo Ospina, y el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán, mediante el cual la Fuerza Pública renunció al fuero militar en primera instancia, para otorgarle de oficio a la Fiscalía y a la justicia civil el inicio del conocimiento, la investigación y el juzgamiento de todos los hechos de violencia en que resulten involucrados sus miembros. De esta manera, por ejemplo, las bajas de grupos irregulares resultado de combates contra la Fuerza Pública se transforman automáticamente en objeto de engorrosos procesos en la justicia ordinaria que involucran a los soldados, suboficiales y oficiales que intervinieron en la acción. Esta situación, sumada a la actitud hostil de algunos jueces y fiscales civiles en contra de los miembros de la Fuerza Pública, que se ha traducido en fallos que la opinión pública ha considerado no excentos de imparcialidad y objetividad, ha ocasionado una sensación de inseguridad jurídica generalizada entre los miembros de la Fuerza Pública. La consecuencia es una muy comprensible desmotivación que, en opinión de algunos, ha llevado a una preocupante caída de los niveles de operaciones ofensivas de las Fuerzas Militares contra la guerrilla. Según un estudio del Centro Seguridad y Democracia, en el año 2011 las Fuerzas Militares realizaron un número de operaciones equivalente a solo el 20% de las que realizaron en el año 2003, es decir, hay una caída del 80% en su nivel de operaciones ofensivas, a pesar de que en este periodo su pie de fuerza pasó de 203 mil a 286 mil integrantes, se incrementó la movilidad aérea al pasar de 428 aeronaves a 525, y el presupuesto de defensa subió de 13 billones de pesos a 21 billones.6 No obs- El desmonte del fuero militar viene ya de varios años atrás, pero el puntillazo final lo dio el acuerdo interadministrativo entre los entonces Ministro de Defensa, Camilo Ospina, y el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán, mediante el cual la Fuerza Pública renunció al fuero militar en primera instancia, para otorgarle de oficio a la Fiscalía y a la justicia civil tante este incremento de medios, el descenso en 6. La Seguridad Nacional en Colombia 2011, óp. cit. 13 SD uero milita En lo relativo al fuero militar la situación que vive el país es francamente inconstitucional. En efecto, el artículo 221 de la Constitución Política señala taxativamente que todos los delitos que cometieren los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, durante la ejecución de sus funciones institucionales, serán conocidos por tribunales militares, sin excepción. 14 SD el nivel de operaciones de las Fuerzas Militares, ha permitido a la guerrilla un margen de maniobra que no tenía y que ha sabido aprovechar para incrementar sus acciones violentas. En lo relativo al fuero militar la situación que vive el país es francamente inconstitucional. En efecto, el artículo 221 de la Constitución Política señala taxativamente que todos los delitos que cometieren los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, durante la ejecución de sus funciones institucionales, serán conocidos por tribunales militares, sin excepción. La ley establece que en caso de reclamo de competencia por parte de la justicia civil, será el Consejo Superior de la Judicatura la que dirima la diferencia. Actualmente el Congreso Nacional tramita una reforma que no deja totalmente claro el alcance del fuero. Un fuero militar recortado, que no abarque todos los presuntos delitos cometidos por la Fuerza Pública en ejercicio de sus funciones institucionales, como está establecido en los países democráticos, es decir, en desarrollo del servicio, conducirá a una frustración y será causa de desaliento. Finalmente, el reciente Manual de Derecho Operacional de las Fuerzas Militares puesto en vigencia, se ha convertido en un engorroso instrumento que en vez de facilitar y hacer más efectivas las operaciones militares, dentro del necesario respeto a las leyes, parece actuar más como un disuasivo a la iniciativa y a la disposición ofensiva de las fuerzas del Estado. Este Manual ha introducido incertidumbre jurídica y muchos condicionamientos, trámites y procedimientos que rayan en la irrealidad, lo cual, sumado a la carencia de fuero militar, es un motivo adicional de desestímulo y confusión dentro de las Fuerzas Militares. Dicho Manual no parece haberse elaborado bajo la presunción de buena fe y legalidad del accionar de los integrantes de las fuerzas, sino como una talanquera para impedir su supuesta y generalizada tendencia al abuso y extralimitación en la aplicación de la fuerza legítima del Estado. Se hace necesario entonces una revisión del Manual para que facilite y dé claridad a las operaciones militares en el marco de la legalidad, y así le proporcione confianza a las tropas. 5 Mas exigencia a Chavez La opinión pública ha aplaudido la normalización de las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela. Sin embargo, persisten muchas dudas sobre la sinceridad con que el Gobierno del país vecino ha asumido los compromisos binacionales relacionados con la seguridad. A esto se suma la –probable para algunos, pero probada para otros– presencia de algunos de los principales líderes de la guerrilla colombiana en territorio venezolano, al parecer con la anuencia de funcionarios gubernamentales de ese país. Se sospecha que dos de los principales líderes de las FARC, alias Timochenko, y alias Iván Márquez, estarían en Venezuela desde hace ya varios años. También se cree que líderes del ELN como alias Gabino y Antonio García estarían protegidos por autoridades venezolanas en su territorio. Son frecuentes las quejas de los ciudadanos venezolanos de ser objeto de extorsiones y secuestros por reductos de las guerrillas colombianas y se continúa denunciando la existencia de campamentos guerrilleros en Venezuela. El Presidente Hugo Chávez nombró recientemente como Ministro de Defensa al General Henry Rangel Silva, con probados vínculos de apoyo a la guerrilla de las FARC, y quien ha sido señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de relaciones con el narcotráfico. Este nombramiento ha sido tachado como un acto desconsiderado hacia Colombia. El punto es que al ubicar como objetivo fundamental mantener buenas relaciones diplomáticas y comerciales con el Gobierno de Chávez, el Gobierno colombiano ha tenido que pagar el costo de no poder hacer ningún tipo de presión ni de reclamo público al Gobierno venezolano alrededor de los temas de seguridad. Los eventuales reclamos se limitan a reuniones cerradas que no trascienden al público y que, por tanto, no tienen consecuencias políticas. De esta forma, y aun en contra de su voluntad, el Gobierno colombiano envía el mensaje a la opinión nacional e internacional de que confía en la sinceridad y trasparencia del Gobierno venezolano, desvirtuando de hecho los señalamientos de sus críticos. También queda en cuestión la cooperación que se pueda esperar con las autoridades venezolanas para combatir el narcotráfico transfronterizo. Las consecuencias son graves para la seguridad nacional en Colombia. La guerrilla está consolidando en Venezuela un santuario activo que le permite proteger a sus principales líderes y evitar que sean objeto de bajas o capturas por las autoridades colombianas. De igual manera, Venezuela se consolida como una fuente de recursos económicos y logísticos para la guerrilla colombiana, lugar de recuperación y descanso de guerrilleros, escenario de entrenamiento de sus tropas, y corredor de tránsito a lo largo de la frontera binacional. La presión militar del Estado colombiano para obligar a la guerrilla a abandonar la lucha armada tiene un burladero, una vía de alivio y desfogue en el apoyo venezolano. 15 SD Así mismo, Venezuela se ha convertido en plataforma de salida por vía aérea del narcotráfico originado en Colombia. Al igual que lo que sucede con la lucha contrainsurgente, los esfuerzos de las autoridades colombianas para reducir el narcotráfico también se ven burlados por la aquiescencia y la complicidad de sectores venezolanos con los narcotraficantes colombianos. 6 16 SD Tarde o temprano el Gobierno colombiano tendrá que hacer públicos los reclamos y la inconformidad que hasta ahora ha expresado en privado, aun a costa de poner en vilo la normalidad de las relaciones binacionales. Porque es obvio que no puede haber normalidad en esas relaciones mientras se mantengan dudas sobre la lealtad del Gobierno venezolano con el Gobierno colombiano en el terreno de la seguridad. ulllaerras Desucaturratsic guerri estr El país ha aplaudido la forma como la Fuerza Pública ha venido descabezando la cúpula de las FARC, que hasta hace unos años parecía intocable. Sin lugar a dudas, las bajas de los alias Raúl Reyes, el Mono Jojoy y Alfonso Cano, han constituido notorios éxitos de la contrainsurgencia estatal. A pesar de que esas bajas constituyeron duros golpes que afectaron ostensiblemente la moral y el liderazgo político y militar de la guerrilla, ésta ha demostrado una inusitada capacidad para reconformar sus cuadros de mando y para sobreponerse a esas circunstancias. De hecho, formalmente las FARC de manera permanente y rutinaria tiene reemplazantes para cada mando, cualquiera sea su nivel en la organización, que están prestos a tomar el lugar de quien sea dado de baja o capturado. Las escuelas de mando, aunque muy reducidas ahora debido al debilitamiento estructural de la guerrilla, continúan sin embargo proveyendo a la organización de nuevos mandos y reemplazantes. Así, a diferencia de casos de guerrillas caudillistas como el de Sendero Luminoso en Perú, grupo que prácticamente se desbarató luego de que fuera capturado su máximo líder Abimael Guzmán, las FARC han demostrado tener mayor capacidad de supervivencia frente a la r i t a b m co caída de sus líderes. Esto no quiere decir, obviamente, que la guerrilla no haya sufrido ningún impacto o que no haya sido afectada con la pérdida de sus líderes históricos. Pero está demostrado que por la sola vía de la captura o baja de sus principales líderes, las FARC no van a dejar de existir ni tampoco van a dejar de combatir. Adicionalmente, a fuerza de repetir la dosis, tanto al interior de las FARC, como dentro de la opinión pública, el impacto y la espectacularidad de las primeras bajas tiende a irse debilitando tanto en su intensidad como en su duración, con lo cual sería de esperar que hacia el futuro la repetición de nuevas bajas de dirigentes tenga menores consecuencias. A esto hay que agregar que debido al refugio seguro que han encontrado los jefes de las FARC en Venezuela, cada vez será menos probable y más difícil que se repitan dichas bajas. Lo que preocupa es que esta estrategia de búsqueda de cabecillas u objetivos de alto valor se adelante con descuido de la búsqueda y destrucción de otros objetivos como los frentes, las columnas y las escuadras de las FARC, que son estructuras que continúan operando en muchas zonas del país, a pesar de su debilitamiento y reducción. Son estas estructuras las responsables de los ataques contra la Fuerza Pública, los sabotajes contra la infraestructura económica na- estrategia cional, los actos terroristas, los secuestros, la extorsión violenta y muchas formas de presión armada contra la población civil. Muchas de esas estructuras se están recomponiendo y están regresando a zonas del país de donde habían sido expulsadas por la acción de las autoridades. Están recuperando presencia territorial y están, en su jerga, “abriendo zona” por medio del “boleteo” contra todo tipo de empresarios del campo, comerciantes, transportistas, etc. La caída de los niveles de operatividad del grueso de las Fuerzas Militares ha disminuido la presión sobre estas estructuras guerrilleras, que están aprovechando el nuevo margen de maniobra para incrementar tanto su presencia soterrada como sus acciones violentas en muchas zonas del país. Mientras tanto, paralelamente, las fuerzas de élite han continuado una intensa labor que se ha concentrado precisamente en la búsqueda de los cabecillas de la guerrilla. La caída de la actividad del grueso de la tropa y la intensa actividad de los grupos de élite quizá se explique en parte porque para el conjunto de la tropa no opera el fuero militar y es objeto del control por la justicia civil, mientras que las fuerzas de élite, por el tipo de blanco que persigue, de hecho no son objeto del control judicial de la justicia civil. Para ilustrar el caso: la baja de un guerrillero raso puede generar un proceso judicial en la justicia civil y “empapelar” al pelotón de soldados involucrados, mientras que la baja de alias Alfonso Cano nunca 17 SD tropa FARC a i c n e v i v r e p u s será objeto de una imputación judicial a la fuerza élite, porque la opinión pública no lo soportaría. Mediante la recuperación del fuero militar, es necesario volver a incrementar los niveles de operatividad que tuvieron las Fuerzas Militares en años anteriores, con el fin de 7 18 SD aplicar estrategias orientadas a disminuir y neutralizar el rebrote de las acciones violentas de la guerrilla, así como para contener su retorno a aquellas zonas de donde había sido expulsada, reeditando el esfuerzo para debilitar al máximo y desvertebrar todo tipo de estructuras guerrilleras. Reeditar los informantes de las tomas guerrilleras de poblaciones. Por algo la guerrilla, en represalia, realizó muchos atentados terroristas contra esos soldados. De otro lado, la recuperación de la seguridad en las carreteras se logró, no solo con una mayor presencia en ellas de la Fuerza Pública, sino por la colaboración activa de la población organizada en “Redes de Cooperantes”, que contribuyeron a evitar decenas de atentados, estuvieron detrás de centenares de capturas de terroristas y permitieron la desarticulación de muchas estructuras de milicianos de la guerrilla y de otros grupos irregulares. Sin embargo, a pesar de su éxito, estos programas se han venido a menos, en el caso de los “Soldados de mi Pueblo”, y se han prácticamente desmontado, en el caso de las “Redes de Cooperantes”. Sería conveniente que el Gobierno analizara seriamente la posibilidad de volver a reeditar estos programas muy útiles para contrarrestar el rebrote de las acciones violentas de la guerri- Sería c onven iente que el Gobier analiza no ra seri amente la pos ibilidad volver de a reed itar est progr os amas m uy útile para c s ontrar restar el rebr ote de accio las nes vio lentas de la gue rrilla. lla en buena parte ejecutadas por medio de sus organizaciones de milicias, neutralizar sus planes de recuperar terreno perdido y también para apoyar los programas de consolidación del control territorial que están siendo amenazados precisamente por esta nueva ofensiva de la guerrilla. y los soldados campesinos La ejecución masiva del programa “Soldados de mi Pueblo” y el de las “Redes de Cooperantes”, explica en buena parte el enorme éxito de la Política de Seguridad Democrática en su propósito de recuperar la soberanía del Estado sobre el territorio. El programa “Soldados de mi Pueblo”, consistía en que los jóvenes de las poblaciones rurales prestaban su servicio militar en su propio pueblo, se organizaban y entrenaban para apoyar la defensa de los puestos de policía que eran blanco de los ataques de la guerrilla, reforzaban la seguridad de los municipios para que los alcaldes pudieran gober- nar y la población llevara una vida normal sin ser objeto unos y otros de las amenazas de la guerrilla. Por su parte, las “Redes de Cooperantes” eran civiles voluntarios, desarmados, entrenados y organizados por la Fuerza Pública para que sirvieran de ojos y oídos del Estado con el fin de prevenir ataques y atentados de los grupos irregulares. La eficacia de los “Soldados de mi Pueblo” para recuperar la seguridad en las zonas rurales se manifestó en el hecho de que más de dos centenares de alcaldes pudieron retornar a ejercer sus labores desde sus municipios y se disminuyó radicalmente el número CONCLUSIoN Con ánimo constructivo, hemos hecho este análisis sobre las causas que, en nuestra opinión y de cara a las cifras, generan que la situación de seguridad se haya deteriorado y demuestran la necesidad de introducir ajustes en aquellos frentes que se revelan más problemáticos. Seguramente el Gobierno ha advertido ya la necesidad de introducir correctivos urgentes. Los asuntos mencio- nados en este documento no son temas aislados, sino que se imbrican unos con otros, lo que plantea la necesidad de redefinir la estrategia de seguridad. Para ello es no solo conveniente sino necesario, además, concitar el respaldo de los partidos políticos, de las ramas del poder y de la ciudadanía, con el fin de presentar un solo y unido frente contra los violentos. 19 SD Primer Trimestre 2012 PERSISTE EL DETERIORO DE LA SEGURIDAD 21 SD 2012 RESUMEN 20 SD En relación con años anteriores, durante el primer trimestre de 2012 se sigue evidenciando un deterioro de la seguridad nacional. Esto se evidencia en la persistencia del incremento de las actividades violentas de los grupos armados irregulares, y en la constante caída del número de combates contra estos grupos por parte de las Fuerzas Militares. En efecto, en este primer trimestre hubo un incremento de los atentados contra la infraestructura económica nacional, los retenes ilegales, y los secuestros. También se presentó un leve descenso de los ataques guerrilleros contra la Fuerza Pública, originado por una disminución de la actividad armada del ELN. Finalmente, aunque el número de bajas de la guerrilla aumentó por obra de dos bombardeos de la Fuerza Aérea, el nivel de operatividad general de las Fuerzas Militares contra la guerrilla ha seguido descendiendo. El secuestro presentó un incremento del 11% con re- ENERO lación al año anterior y es el número más alto de los últimos cuatro años. A finales de febrero las FARC anunciaron la suspensión del secuestro a civiles y, de hecho, ya habían disminuido sus plagios en un 73% durante el primer bimestre. Pero se evidencia que la delincuencia común está relevando a las FARC como principal agente del secuestro, razón por la cual la disminución de los plagios de este grupo guerrillero ha disminuido solo en 9% el total de los secuestros extorsivos, ya que la delincuencia común sigue incrementando los que son de su autoría. Arauca y Bogotá concentran casi la mitad de los plagios, y es inquietante la utilización por los delincuentes de la zona fronteriza con Venezuela para ocultar y negociar los secuestros. FEBRERO MARZO 22 SD Los retenes ilegales presentaron el más alto nal al mismo nivel del año anterior. No obsincremento de los indicadores de seguridad tante, la disminución del número de ataques, aquí analizados, al aumentar en un 400% con el índice de letalidad de estos –esto es, el relación al año anterior, siendo el presente promedio de bajas de militares y policías por trimestre el de más alto número de casos en ataque-, aumentó ligeramente de 0.47 bajas a los últimos 6 años. Norte de Santander fue de 0.53, es decir, un 12%. lejos el departamento que más alto número Finalmente, en el número de combates por presentó (8 casos), seguido de Cauca y Valle iniciativa de la Fuerza Pública contra los grudel Cauca (3 casos cada uno). Diez departa- pos irregulares se presenta una situación mentos sufrieron estos ataques, y en prome- paradójica. De un lado, durante el presente dio se presentó uno cada 3.6 días. trimestre se registra una caída de 52% con Los ataques contra la infraesrelación al año pasado, ese número tructura económica nacional de combates es el más bajo de En el primer aumentaron en este trilos últimos 5 años, y represenmestre en un 57% con ta solo el 10% del número trimestre relación al año anterior, de combates que desarrohubo un aumento siendo el número más lló la Fuerza Pública en el de los sabotajes a alto de los últimos año 2008. De hecho, el la infraestructura 5 años. Un 72% número de ataques de la de estos sabotajes económica, de los retenes guerrilla contra la Fuerlos sufrió la indusilegales y del secuestro. za Pública duplica el nútria petrolera, que mero de combates por Los ataques contra la vio aumentado en iniciativa de las Fuerzas Fuerza Pública fueron un 160% los ataques Militares contra la guerrilos más numerosos en lla, con lo cual se evidenen su contra por parte de la guerrilla, con un 5 años, exceptuando cia que la iniciativa la tiene promedio de un sabotaje la guerrilla y que las Fuerzas el 2010. cada 3 días. Norte de SanMilitares están a la defensiva. tander concentró el 42% de los Pero, de otro lado, los dos últimos sabotajes económicos, y con relación bombardeos de la Fuerza Aérea produjeal año anterior allí se incrementaron estos ac- ron un alto número de bajas en la guerrilla, lo tos en un 150%; le siguieron Caquetá con un que generó la percepción contraria, es decir, 25%, y Arauca con 14% del total. que las Fuerzas Militares están a la ofensiva El número de ataques de los grupos irregula- mientras que la guerrilla se defiende. Es preres contra la Fuerza Pública disminuyó en un ciso señalar, por tanto, que esos dos comba15%, pero sigue siendo el más alto en los úl- tes no alteran por sí mismos la dinámica de timos 5 años, con excepción del año anterior. la confrontación armada, ni recuperan por sí De hecho, los ataques del presente trimestre solos la iniciativa para las fuerzas del Estado. casi triplican los ocurridos en el año 2008. El Para que esto suceda, los ataques contunmayor incremento se vio en los ataques a las dentes del Estado tendrían que ser continuos instalaciones de la Policía Nacional y en las y no esporádicos, y generar una caída en el emboscadas. Es de subrayar que la disminu- número de acciones de la guerrilla en contra ción de los ataques se debió en gran parte a la del Estado, de la sociedad y de la economía caída de las acciones del ELN, pues las FARC nacional. Es lo que está por verse en el futuro. prácticamente mantuvieron su nivel operacio- 1.secuestros En los tres primeros meses del 2012 se registraron en Colombia 81 secuestros los cuales se configuraron como la cifra más alta de los últimos cuatro años. En comparación con el mismo periodo del año anterior se evidencia un incremento del 11% al registrarse entre trimestres 8 casos más. 23 SD Del total de los hechos del trimestre, el 51% correspondió a secuestros extorsivos los cuales descendieron un 9% en comparación con lo ocurrido entre enero y marzo de 2011. Los secuestros simples concentraron el 49% restante y evidenciaron un aumento del 43%, pasando de 28 hechos en el primer trimestre del año anterior a 40 en el mismo del presente año. En cuanto a los autores de los plagios, la delincuencia común fue responsable del 88% de los secuestros del periodo mostrando un aumento frente al primer trimestre de 2011 del 54% pasando de 46 secuestros a 71. EL ELN fue el segundo grupo con el 9% de los secuestros sin mostrar ninguna variación entre ambos periodos. Las Farc se constituyeron como el último grupo generador de secuestros en el país con el 4% del total de los hechos y redujo su accionar en un 84% en comparación con el mismo periodo de 2011, teniendo en cuenta que durante el mes de marzo no realizaron ningún secuestro. Del total de las víctimas de secuestro, el 47% (38) fueron liberadas por sus captores, fueron rescatadas el 25% (20), permanecen en cautiverio el 14% (11), fueron liberadas bajo presión de las autoridades el 11% (9), se fugaron el 2% (2) y murieron en cautiverio el 1% restante (1). En términos departamentales, las mayores afectaciones 24 SD se registraron en Bogotá con el 21% (17) de los secuestros del primer trimestre del 2012, seguido por Arauca con el 19% (15), con el 10% (8) Nariño y con el 7% el departamento de Cesar. Los mayores aumentos entre los primeros trimestres de 2011 y 2012 se evidenciaron en el departamento de Tolima con un incremento del 400% al pasar de ningún caso a 4, y en Bolívar (300%) al pasar de ningún caso a 3, Arauca con un aumento del 200% pasando de 5 a 15 y en Cesar con un aumento igual en términos de proporción (200%) al pasar de 2 casos a 6 y en la capital del país donde los plagios aumentaron un 183% pasando de 6 casos entre enero y marzo de 2011 a 17 durante los mismos meses del presente año. Habría que preguntarse si la frontera con Venezuela está siendo utilizada por los secuestradores para ocultar a sus plagiados y si esto ha contribuido a que sea Arauca el departamento con más plagios en el país. Otra pregunta que surge es si a mediano plazo el cese del secuestro por parte de las FARC va a tener o no un impacto significativo en la disminución total del secuestro en el país, puesto que lo que se evidencia en el trimestre del presente año es que, a pesar de que este grupo guerrillero disminuyó sus plagios en un 84%, sin embargo los secuestros extorsivos solo disminuyeron un 9%, debido a que el principal agente del secuestro es la delincuencia común que ejecuta el 88% de los plagios y aumentó sus secuestros en un 54% entre los dos trimestres analizados. Secuestros en Colombia entre enero y febrero 2011-2012 Rótulos de fila BOGOTA D.C. ARAUCA NARIÑO CESAR TOLIMA META NORTE SANTANDER VALLE BOLIVAR CASANARE CAQUETA ATLANTICO CHOCO ANTIOQUIA BOYACA LA GUAJIRA CALDAS CUNDINAMARCA CAUCA CORDOBA GUAVIARE HUILA PUTUMAYO VICHADA Total general 2011 6 5 10 2 0 2 3 7 0 2 3 1 2 4 0 0 2 3 7 4 1 3 5 1 73 2012 17 15 8 6 4 4 4 4 3 3 3 2 2 2 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 81 Var% par%2012 183% 21% 200% 19% -20% 10% 200% 7% 400% 5% 100% 5% 33% 5% -43% 5% 300% 4% 50% 4% 0% 4% 100% 2% 0% 2% -50% 2% 100% 1% 100% 1% -50% 1% -67% 1% -100% 0% -100% 0% -100% 0% -100% 0% -100% 0% -100% 0% 11% 100% Fuente: Dirección operativa para la defensa de la libertad personal, procesado por Centro Seguridad y Democracia. 25 SD Número de retenes entre enero y marzo 2011-2012 2.RETENES Durante el primer trimestre del 2012 se registraron en el territorio colombiano 25 retenes, los cuales en comparación con el mismo trimestre de 2011, registra un aumento del 400% al pasar de 5 casos entre enero y marzo de 2011 a 25 en el mismo periodo del presente año. En cuanto a la autoría de los retenes ocurridos en el primer trimestre de 2012, el 76% fueron cometidos por las FARC, el 12% por el ELN, el 8% por las Bacrim y el 4% por los grupos sin determinar. DEPTO. Norte de santander Cauca Valle Guajira Meta Nariño Risaralda Antioquia Caquetá Chocó Arauca Total general 2011 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 3 5 2012 8 3 3 2 2 2 2 1 1 1 0 25 Var% 700% 300% 300% 200% 200% 200% 200% 100% 100% 0% -100% 400% par%2012 32% 12% 12% 8% 8% 8% 8% 4% 4% 4% 0% 100% Fuente: Centro Seguridad y Democracia a 3. De los 10 departamentos donde se presentaron retenes en el presente año, 8 no habían presentado ningún caso en el año anterior. 27 SD 3.COMBATES 26 SD En cuanto a la autoría de los retenes ocurridos en el primer trimestre de 2012, el 76% fueron cometidos por las FARC, el 12% por el ELN, el 8% por las Bacrim y el 4% por los grupos sin determinar. Todos los autores de los retenes ilegales mostraron aumentos entre los primeros trimestres de 2011 y 2012, siendo el mayor el evidenciado por el ELN (300%) al pasar de ningún caso durante el primer trimestre de 2011 a 3 en el mismo trimestre de 2012. Le siguieron en aumento los retenes perpetrados por las Farc los cuales crecieron un 280% pasando de 5 a 19, los cometidos por las Bacrim con un 200% más que en el primer trimestre de 2011 (de ninguno a 2). A nivel departamental, los retenes entre enero y marzo de 2012 se concentraron en Norte de Santander (32%), y en Cauca y Valle del Cauca con el 12% en cada uno. A pesar que solo se registraron hechos de este tipo en el 30% de los departamentos del territorio nacional durante los tres primeros meses de 2012, en la mayor parte de ellos se registraron aumentos siendo el más significativo el registrado en Norte de Santander, (700%) al pasar de 1 caso entre enero y marzo de 2011 a 8 en los mismos meses de 2012. Le siguieron los aumentos en Cauca y Valle del Cauca con un 300% más en cada uno, al pasar de ningún caso Entre enero y marzo se registraron en Colombia 44 combates por iniciativa de la Fuerza Pública, los cuales en comparación con los mismos meses de 2011 muestran un descenso del 52% con 46 contactos armados menos. Así mismo, la cifra de combates este trimestre se consolida como la más baja de los últimos cinco años. Número de combates por iniciativa de la Fuerza Pública entre enero y marzo 2011-2012 28 SD El grupo más combatido durante el primer trimestre de 2012 fueron las FARC con el 88% de los combates del periodo, le siguieron los DEPTO. 2011 2012 Var% par% 2012 combates contra las bandas emerMETA 32 7 -78% 16% gentes al igual que los entablados ANTIOQUIA 7 6 -14% 14% contra el ELN con un 5% en cada CAQUETA 8 5 -38% 12% uno. Al comparar la dinámica de los CAUCA 7 4 -43% 9% grupos combatidos entre los primeARAUCA 8 3 -63% 7% ros trimestres de 2011 y 2012, toCESAR 0 2 200% 5% dos los grupos registraron descenCORDOBA 1 2 100% 5% sos siendo el mayor el presentado NORTE SANTANDER 1 2 100% 5% contra el ELN (-67%) al pasar de 5 a 2, los combates contra las FARC PUTUMAYO 0 2 200% 5% con un descenso entre los primeros TOLIMA 5 2 -60% 5% trimestres del 2011 y el 2012 del BOYACA 0 1 100% 2% 51%, al pasar de 78 contactos arCHOCO 5 1 -80% 2% mados a 38 y con la menor reducGUAVIARE 2 1 -50% 2% ción entre trimestres los combates contra las Bacrim (-33%) al pasar HUILA 4 1 -75% 2% de 3 a 2. RISARALDA 0 1 100% 2% A pesar de la notable reducción SANTANDER 0 1 100% 2% en el número de combates entre VALLE 0 1 100% 2% los primeros trimestres de 2011 y VICHADA 2 1 -50% 2% 2012 el índice de letalidad de estos -expresado en el promedio de bajas BOLIVAR 1 0 -100% 0% por combate-, aumentó ostensibleCALDAS 1 0 -100% 0% mente como resultado de las opeCASANARE 1 0 -100% 0% raciones “Faraón” y “Armagedón” GUAJIRA 1 0 -100% 0% en las cuales en dos bombardeos fueron dados de baja 69 guerrilleNARIÑO 2 0 -100% 0% ros de las FARC, dando como resulQUINDIO 1 0 -100% 0% tado un incremento en el índice de Total general 89 43 -52% 100% letalidad de las Fuerzas Militares de Fuente: Centro Seguridad y Democracia un 370% al pasar de 0,62 bajas por combate en 2011 a 2,91 en 2012. La mayor letalidad durante el 2012 se registró en los combates por iniciativa de la Fuerza Pública contra las FARC con 3,11 bajas por combate seguida por la letalidad contra el ELN con 2,50 bajas por combate. En términos departamentales, en el 54% del territorio nacional se registraron combates por iniciativa de la Fuerza Pública siendo el departamento del Meta el de mayor operatividad al registrar la mayor cantidad de combates del primer trimestre de 2012 con el 16%. Le siguieron los departamentos de Antioquia con el 14%, Caquetá con el 12%, Cauca con el 9% y con el 7% el departamento de Arauca. Así mismo, los mayores aumentos entre trimestres se presentaron en los departamentos del Cesar y Putumayo, donde se pasó de ningún combate entre enero y marzo de 2011 a 2 en los mismos meses de 2012; en Córdoba y Norte de Santander donde los combates por iniciativa de la Fuerza Pública aumentaron un 200% y Boyacá donde se registró un incremento del 100%. 4. ataques Los ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública, los cuales se entienden para el análisis como los hostigamientos, emboscadas y ataques contra instalaciones tanto militares como policiales, descendieron un 15% pasando de 115 entre enero y marzo de 2011 a 98 durante los mismos meses de 2012. 29 SD Las FARC fueron responsables del 90% de los ataques contra la Fuerza Pública ocurridos durante el primer trimestre de 2012 y en comparación con el mismo trimestre de 2011 se evidenció un leve descenso (-1%) pasando de 88 a 89 casos. Le siguieron los ataques perpetrados por grupos no identificados con una concentración del 6% y con un descenso del 54% pasando de 13 ataques durante el primer trimestre de 2011 a 6 en el mismo periodo de 2012, los ataques realizados por las Bacrim con el 3% mostrando entre trimestres un aumento del 200% al pasar de 1 caso a 3 y con el 1% restante el ELN, los cuales redujeron su accionar en un 92% pasando de 12 casos a 1. En resumen, se puede verificar que las FARC prácticamente mantuvieron su nivel operativo en los dos últimos años, mientras que la caída en la operatividad del ELN explica en su mayor parte el descenso de los ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública. La modalidad de ataque más utilizada por los grupos irregulares contra la Fuerza Pública fueron las emboscadas que representaron el 43% del total de los hechos del trimestre en cuestión. Le siguieron los hostigamientos con el 31%, los ataques contra las instalaciones de la Policía Nacional con el 19% y, finalmente, los ataques contra las instalaciones de las Fuerzas Militares con el 7%. Tipos de ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública entre enero - marzo2011-2012 Tipo de ataque 2011 2012 Var% Par% 2012 Emboscada Hostigamiento Ataque instalación Policía Nacional Ataques instalación Fuerzas Militares Total general 37 59 11 8 115 42 30 19 7 98 14% -49% 73% -13% -15% 43% 31% 19% 7% 100% Fuente: Centro Seguridad y Democracia 30 SD Al analizar el comportamiento de las modalidades usadas por Número de ataques por iniciativa de los los grupos irregulares contra la grupos irregulares entre enero y marzo Fuerza Pública, se evidenciaron 2011-2012 aumentos en los ataques conDEPTO. 2011 2012 Var% Par% 2012 tra las instalaciones de la Policía CAUCA 22 28 27% 29% Nacional con el mayor aumento NORTE SANTANDER 9 21 133% 21% entre trimestres (73%) pasando ANTIOQUIA 5 9 80% 9% de 11 acciones en 2011 a 19 en CAQUETA 9 7 -22% 7% NARINO 14 7 -50% 7% 2012 y en las emboscadas las ARAUCA 17 6 -65% 6% cuales crecieron un 14% al paMETA 4 5 25% 5% sar de 37 hechos a 42. A su vez, PUTUMAYO 5 5 0% 5% se registraron descensos entre VALLE 6 3 -50% 3% los primeros trimestres de 2011 GUAJIRA 2 2 0% 2% HUILA 3 2 -33% 2% y 2012 en los hostigamientos BOLIVAR 1 100% 1% (-49%) pasando de 59 casos enCHOCO 3 1 -67% 1% tre enero y marzo de 2011 a 30 TOLIMA 7 1 -86% 1% en los mismos meses de 2012, y CALDAS 1 0 -100% 0% en los ataques contra instalacioCASANARE 2 0 -100% 0% nes de las Fuerzas Militares los CESAR 1 0 -100% 0% CORDOBA 2 0 -100% 0% cuales descendieron un (13%) CUNDINAMARCA 1 0 -100% 0% pasando de 8 casos a 7. QUINDIO 1 0 -100% 0% El índice de letalidad de los ataVICHADA 1 0 -100% 0% ques de los grupos irregulares Total general 115 98 -15% 100% contra la Fuerza Pública –o sea, Fuente: Centro Seguridad y Democracia el promedio de bajas de militares y policías por cada ataque de la guerrilla–, aumentó un 13% entre los primeros trimestres de 2011 y 2012 al pasar de 0,47 bajas por ataque a 0,531. En términos geográficos, de los 33 departamentos que conforman el territorio nacional en el 42% se registraron ataques entre los meses de enero y marzo del 2012, siendo los más afectados los departamentos de Cauca con el 29% del total de los ataques del trimestre. Le siguieron Norte de Santander con el 21%, Antioquia con el 9%, Caquetá y Nariño con el 8% en cada uno y Arauca con el 6%. Al comparar la dinámica regional de los ataques entre los primeros trimestres de 2011 y 2012, los mayores aumentos de ataques contra la Fuerza Pública se registraron en los departamentos de Norte de Santander (133%) al pasar de 9 casos a 21, Bolívar (100%) donde se pasó de ningún caso a 1, Antioquia con un incremento del 80% (de 5 a 9), Cauca donde las acciones ofensivas contra la Fuerza Pública aumentaron un 27% pasando de 22 a 28 y Meta con un incremento del 25% al pasar de 4 ataques a 5. 5. El índice de letalidad de los ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública –o sea, el promedio de bajas de militares y policías por cada ataque de la guerrilla–, aumentó un 13% entre los primeros trimestres de 2011 y 2012 al pasar de 0,47 bajas por ataque a 0,531. SABOTAJE Las acciones de sabotaje, las cuales pretenden alterar la economía local y nacional por medio de ataques a las distintas infraestructuras económicas del país, aumentaron un 55% con respecto al tercer trimestre del 31 SD año anterior, pasando de 64 a 99. De los últimos 9 años, el tercer trimestre de 2011 se configura como la tercera cifra más alta en cuanto a número de sabotajes. Entre enero y marzo de 2012, la modalidad de sabotaje más utilizada por los grupos irregulares fueron los ataques contra la infraestructura petrolera con el 72% del total de los hechos del trimestre evidenciando, en comparación con el mismo trimestre del 2011, un ascenso del 160% al pasar de 10 casos a 26. Le siguieron los ataques contra la infraestructura energética con el 14% de los casos, mostrando una reducción del 44% en comparación con el primer trimestre de 2011 al pasar de 9 a 5, los ataques contra la infraestructura vial con un 11% y con un incremento en comparación con el mismo trimestre de 2011 del 33% al pasar de 3 a 4 casos y con el 3% restante los ataques contra la infraestructura de las comunicaciones, sin ninguna variación en comparación con el primer trimestre de 2011. Número de sabotajes contra la infraestructura económica entre enero y marzo 2011-2012 DEPTO. Norte de santander Caquetá Arauca Cauca Antioquia Chocó Meta Nariño Casanare Guajira Guaviare Total general 2011 6 1 6 0 4 0 0 2 1 2 1 23 2012 15 9 5 3 1 1 1 1 0 0 0 36 Var% 150% 800% -17% 300% -75% 100% 100% -50% -100% -100% -100% 57% Fuente: Centro Seguridad y Democracia 32 SD La distribución porcentual de los autores de las acciones de sabotaje, presentadas entre enero y marzo de 2012, ubican a las FARC como el principal generador de los hechos al concentrar el 94% de los casos (34), y evidenciaron el único aumento al comparar los primeros trimestres de 2011 y 2012 al pasar de 17 casos a 34 (100%). Le siguieron en concentración los grupos sin identificar, dentro de los que se cuenta a la delincuencia común, con el 3% al igual que el ELN. Estos dos últimos grupos mostraron descensos en su accionar, el primero mostró una reducción del 75% y el segundo del 50%. En términos departamentales, las mayores afectaciones en cuanto al número de sabotajes se presentaron en los departamentos de Norte de Santander con el 42% de los sabotajes ocurridos en Colombia durante el primer trimestre de 2012. Le siguieron los departamentos de Caquetá con el 25%, Arauca con el 14% y con el 8% el departamento de Cauca. Así mismo, se registraron aumentos entre los primeros trimestres de 2011 y 2012 en los departamentos de Caquetá pasando de 1 caso a 9 (800%), Cauca con un incremento del 300% al pasar de ningún caso entre enero y marzo de 2011 a 3 en los mismos meses de 2012 y Norte de Santander donde los sabotajes contra la infraestructura económica aumentaron un 42% al pasar de 6 acciones a 15. par% 2012 42% 25% 14% 8% 3% 3% 3% 3% 0% 0% 0% 100% 33 SD tonces que si se quiere disminuir de manera importante la violencia y el crimen, la primera urgencia es desarticular las bandas de crimen organizado y los grupos armados irregulares, y golpear duramente el mercado negro de armas ilegales que está detrás de la inmensa mayoría de los delitos. ARMAS LEGALES Y SEGURIDAD: ¿SIRVE LA PROHIBICIÓN? P 34 SD or cuenta de la medida adoptada por el recién posesionado alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, se ha revivido en el país el debate sobre la conveniencia o inconveniencia de restringir el porte legal de armas cortas por parte de la población civil. Queremos sumarnos a esta discusión aportando algunos argumentos en contra de dicha restricción. Los argumentos que aquí expondremos buscan animar el debate público y llamar la atención de aquellos que piensan que con la prohibición de las armas legales se solucionarán como por ensalmo las preocupantes situaciones de seguridad que aún vive el país. Para compensar la escasez de análisis nacionales rigurosos y concienzudos sobre el tema, es pertinente apelar a la experiencia y a los análisis comparativos internacionales para procurar evitar repetir los errores cometidos en otras latitudes. Colombia: a pesar de los avances, persiste la violencia Para empezar, solo un vistazo panorámico a nuestra situación de seguridad. A pesar de los avances alcanzados en los últimos años, y que han reducido la tasa de homicidio a cerca de la mitad de lo que era hace poco más de una década, Colombia está aún lejos de tener una situación aceptable de seguridad. De hecho, según Naciones Unidas, con 36 homicidios por cien mil habitantes tenemos la quinta tasa de homicidio más alta del área después de Honduras, Salvador, Venezuela y Guatemala. Un país como México que ha adquirido notoriedad en la prensa mundial por el incremento reciente de su violencia homicida tiene, sin embargo, una tasa de homicidio que equivale a una quinta parte de la nuestra. Adicionalmente, en el conjunto de las 27 principales ciudades de Colombia –cada una con más de 200 mil habitantes– el número de secuestros del año 2011 ha sido el más alto de los últimos tres años; el hurto de automotores el más alto de los últimos cinco años, exceptuando el año 2010; el hurto a entidades financieras el más alto de los últimos ocho años; el hurto a personas el más alto de los últimos nueve años, y el homicidio el más alto de los últimos seis años, exceptuando el 2010.1 Así, las disminuciones re1. Ver, Revista Seguridad & Democracia. Universidad Sergio Arboleda, Centro Seguridad y Democracia. Bogotá, Edición 001, diciembre de 2011. cientes de la violencia en nuestro país son de una muy preocupante y reducida gradualidad, que de continuar en los próximos años nos colocarían frente a un horizonte temporal muy amplio de persistencia de tasas de violencia relativamente altas. Crimen organizado y armas ilegales, principal causa del delito Pero está suficientemente demostrado que la violencia y el homicidio en Colombia tienen como causa principal la acción violenta de las estructuras del crimen organizado, las cuales, por definición, no usan armas legales, sino armas sin registros ni salvoconductos, es decir, armas ilegales. Además de que en nuestro medio por cada arma legal hay cerca de cinco armas ilegales, estas armas ilegales son responsables del 96 % de los homicidios y otros delitos en el país. En efecto, en el año 2001 el Ministerio de Defensa Nacional presentó un estudio según el cual sólo el 3.8 % de las armas involucradas en homicidios eran legales, aunque sin discriminar cuántos de estos homicidios correspondían a legítima defensa y cuántos a hechos delictivos.2 En consecuencia, la restricción al porte de armas legales solo tendría, en el mejor de los casos, un impacto muy marginal en la reducción de la violencia en el país. Se puede concluir en2. Ministerio de Defensa Nacional de Colombia Homicidio y Control de Armas en Colombia. 2001. Disponible en: www.mindefensa.gov.co En Colombia no hay armamentismo civil De otra parte, Colombia no se caracteriza por tener una amplia proliferación de armas legales entre la población. Esa cultura armamentista, que existe en otros países, es ajena a nuestro entorno. En efecto, si nos comparamos con otros países, veremos, por ejemplo, que mientras en Colombia hay un arma legal por cada 45 habitantes, en Argentina hay un arma por cada 15 habitantes, en Estados Unidos una por cada 1.5 habitantes, y en Suiza un arma por cada habitante. Es decir, en proporción a su población, Colombia tiene tres 35 SD por cada arma legal hay cerca de cinco armas ilegales, estas estas armas armas ilegales ilegales son son responsables responsables del del 96 % de los homicidios y otros delitos en el país. 36 SD veces menos armas que Argentina y treinta veces menos que Estados Unidos. Esta brecha es aún más amplia si nos comparamos con Finlandia, Israel o Nueva Zelanda. Y todos estos países tienen tasas de crimen mucho menores que las colombianas. De la misma manera, Colombia es un país que se caracteriza por tener una de las legislaciones más exigentes y restrictivas sobre el porte y la tenencia de armas entre sus ciudadanos. Así por ejemplo, mientras en Estados Unidos solamente es necesario tener cierta edad y esperar unos días para acceder al arma, en Colombia es necesario que el ciudadano pruebe ante las autoridades la necesidad de tener un arma para su defensa, realizar un curso de manejo de armas, aprobar unas pruebas sicológicas, no tener antecedentes judiciales, entre otros requisitos. Cualquier ciudadano que lo haya intentado puede dar testimonio del camino tortuoso que significa en este país acceder legalmente a un arma. En contraste, con los contactos necesarios el acceso a cualquier tipo de armas ilegales es expedito, su precio es cinco veces menor que el de un arma legal, existe una amplia oferta y disponibilidad de todo tipo de armas, y son muchas las modalidades de acceso, que van desde la venta hasta el alquiler temporal por precios irrisorios. Más armas legales, menos delitos Pero tampoco está demostrado que a mayor disponibilidad de armas legales entre la población haya un mayor número de delitos. Son muchos los ejemplos internacionales que más bien demuestran lo contrario, es decir, que existe una coincidencia entre una alta tasa de armas legales y un bajo número de delitos. Por ejemplo, Suiza tiene la más alta tasa de armas legales del mundo entre su población, pero su tasa de delitos es solo una pequeña fracción de la que existe en su vecina Alemania donde son muy duras las restricciones a la tenencia y porte de armas entre los civiles. La comparación puede hacerse entre Nueva Zelanda y Australia: alta disponibilidad de armas y poca delincuencia en la primera, muchas restricciones y más alta delincuencia en la segunda. Israel, con muy alto armamentismo civil, tiene menos crimen que Canadá, donde las armas están prohibidas. Pero viniendo a un entorno más cercano, podemos corroborar que, por ejemplo, Argentina tiene tres veces más armas legales que Colombia, pero simultáneamente su tasa de criminalidad es cuatro veces menor que la nuestra. Esta coincidencia internacional entre un alto número de armas legales en la población y bajas tasas de delitos también se cumple en nuestro entorno nacional. En efecto, si comparamos algunas de nuestras ciudades principales vemos cómo algunas de ellas tienen tasas altas de armas legales entre la población y al mismo tiempo presentan tasas relativamente bajas de delitos y de homicidios, como son los casos de Bucaramanga y Popayán. En contraste, otras ciudades con bajas tasas de armas legales tienen no obstante altas tasas de crimen y de homicidio, por ejemplo Cali y también Pereira. Lo que hace la diferencia es la baja presencia del crimen organizado en las primeras y su alta presencia, factor que también en el conjunto del país es el que determina la frecuencia del delito con sus armas ilegales.3 Los estudios de John Lott4 para el caso de Estado Unidos, también parecen demostrar la falta de correspondencia entre disponibilidad de armas legales y altas tasas de delitos. Argentina tiene 3 veces más armas legales per cápita que Colombia, pero su tasa de crimen es 4 veces menor. Se explica porque en Colombia hay muchas más armas ilegales, responsables del 96% d e lo s d e l i t o s. 3. Ver, Violencia, Crimen y Tráfico Ilegal de Armas en Colombia. UNODC- Fundación Seguridad y Democracia, Bogotá, 2006. 4. Ver, John, Lott. More Guns, Less Crime. Understanding Crime and Guns Control Laws. The University of Chicago Press, Chicago, 1998. Incluso este autor va más allá y después de haber estudiado el caso de Estados Unidos durante 20 años, haciendo un acopio de información no igualado en ningún otro análisis, su principal conclusión es que entre más armas legales disponga el público, menos crimen habrá en la sociedad. Así, según Lott, los 29 estados que permiten las armas han tenido reducciones dramáticas en el crimen, en particular los asesinatos, las violaciones y los asaltos agravados. Sus tasas de crimen cayeron en relación con los Estados que prohíben las armas. Según las cifras oficiales recopiladas por Lott, los homicidios son un 81 % más bajos en los Estados donde hay libre porte de armas. El desarme desprotege a la población Más aún, según Lott, el paso de la permisión a la prohibición tiene consecuencias muy negativas para la seguridad. Así, antes de la prohibición Washington tenía una tasa de homicidio 28 % más alta que el promedio de las grandes ciudades en Estados Unidos. Veinte años después de la prohibición esa misma tasa era un 98 % más alta que ese mismo promedio. Según el criminalista Joyce Lee Malcom5, la ley que en Inglaterra prohibió en 1977 el porte de armas, es la principal causa del aumento de los delitos. Se refiere este analista a que antes de la prohibición la gente estaba armada, había poca delincuencia y la policía, los famosos “bobbies”, estaban desarmados; diez años después la gente está desarmada, la delincuencia se disparó y los “bobbies” tuvieron que armarse. Solo en 2005 aumentaron en Inglaterra un 50 % los crímenes violentos. Desde que en 1996 prohibieron en Australia las armas, los asaltos con armas ilegales han aumentado un 44 %. La experiencia colombiana también es digna de mención: la ciudad de Medellín ha restringido durante los últimos años el porte de ar5. JOYCE, Lee Malcolm. Guns & Violence : The English Experience. Harvard University Press, Cambridge ,2000. Citado por MACIEL, Guillermo. Armas de Fuego, Seguridad y Delincuencia. En, tacticalcg.com/Articulos/Armas de Fuego.pdf 37 SD 38 SD mas legales, y durante esos mismos años el bieran estado armados. Adicionalmente, un homicidio no ha dejado de crecer. estudio en Estados Unidos demostró que el Todo lo anterior tiene sentido si analizamos 34 % de los delincuentes presos fue asuslos hechos a la luz de la teoría económica del tado, herido o capturado por una víctima crimen, que establece que todo criminal tie- que en el momento del asalto criminal se ne su propia racionalidad y antes de actuar encontraba armada. hace un balance entre los beneficios potenPero este efecto disuasorio de las armas ciales y los riesgos eventuales de cometer legales contra el delito, no convierte a quieuna fechoría. Es de bulto que una víctima nes las portan en un factor de inseguridad y desarmada representa un menor riesgo para violencia. De acuerdo con el estudio de Lott, el delincuente que una víctima armada, en el 85 % de los casos en que se usó un y que, por tanto, el desarme general arma legal el agresor atacó primero Para reduce los costos de los delincuena su víctima. El 91 % de los que un delintes y los induce a incrementar su cuente, la pres- se defendieron con su arma no actividad criminal. Esto ocurre tuvieron necesidad de herir o encia de un vigiporque mientras la ciudadanía matar a su agresor, aún cuanlante armado es un do en un 60 % de los casos la que está dentro de la ley es desarmada, los delincuentes factor más disuasivo víctima fue atacada por dos o continúan armados aún des- que la de uno desar- más delincuentes. Detalle de mado. La disuasión no menor importancia es que pués de la prohibición. En contra del porte de armas se demuestra con el en el 80 % de los casos la vícse argumenta que quien posee hecho de que en los tima llevaba el arma oculta, un arma tiene 40 veces más últimos cuatro años sin hacer ninguna ostentación posibilidades de morir violen- los vigilantes priva- de ella. tamente que quien no la tiene. dos en Colombia La disuasión también opera Es un argumento sofístico. solo han tenido que para el caso de la vigilancia También podría decirse que usar sus armas en 23 privada. Para un delincuente, quien usualmente conduce un ocasiones, es decir, la presencia de un vigilante arautomóvil tiene muchas veces en el 0.093 % de las sit- mado es un factor más disuamás posibilidades de morir en sivo que la de uno desarmado. uaciones de peligro. un accidente automotriz que La disuasión se demuestra quien anda a pie, pero esto con el hecho de que en los últino se puede esgrimir como armos cuatro años los vigilantes gumento para prohibir los auprivados en Colombia solo han tomóviles. Ni quien porta un arma ni quien tenido que usar sus armas en 23 ocasiones, conduce un automóvil está condenado por es decir, en el 0.093 % de las situaciones ese solo hecho a morir violentamente. de peligro. Esto demuestra también que los vigilantes no usan su arma en forma indiscriLas armas legales disuaden a los delincuentes minada, que no representan un riesgo para En contraste, debe acentuarse el com- los ciudadanos, y que los delincuentes sí son probado efecto disuasorio que frente a los disuadidos por los vigilantes armados. Adicriminales conlleva portar un arma. Según cionalmente, la poca cultura armamentista Lott, cada 13 segundos un norteamericano de nuestro país también se corrobora si se usa un arma para defenderse de un crimi- tiene en cuenta que solo hay disponible un nal; el 16 % de quienes se han defendido arma legal por cada cuatro vigilantes pricon un arma tienen la certeza de que hubie- vados.6 ran resultado muertos o heridos si no hu- 6. El Tiempo, lunes 16 de enero de 2012, página 3. Después de la prohibición de las armas legales, los crímenes violentos aumentaron un 50% en Inglaterra y un 44% en Australia. Mantener el control nacional sobre las armas Finalmente, son mezquinos los argumentos que señalan que por el hecho de que en Colombia el monopolio de la fabricación y venta de armas legales lo tiene el Ejército Nacional, esta institución estaría interesada en la proliferación de armas entre la población. Es un argumento improcedente a favor de la prohibición. En primer lugar, como hemos visto, en Colombia no hay una cultura armamentista generalizada entre la población y el mercado legal de las armas es estructuralmente restringido, lo que no hace de su producción y venta un gran negocio, económicamente hablando. En segundo lugar, los ingresos por este rublo son francamente marginales con respecto al presupuesto total de las Fuerzas Militares. Y en tercer lugar, porque aunque formal y legalmente es el Ejército el que autoriza o restringe el porte de armas en los departamentos y municipios del país, esta institución está adscrita al Ministerio de Defensa Nacional y se encuentra sometida a las determinaciones del poder civil en cuestiones de seguridad nacional y ciudadana; por tanto, según la legislación actual, es el Gobierno Nacional el que en última instancia tiene en sus manos el control del porte de armas por parte de los civiles. En una situación tan compleja de seguridad como la que aún vivimos los colombianos, es aconsejable que sea el Gobierno Nacional el que, a través del Ejército Nacional, siga determinando cómo se maneja el porte de las armas por civiles en los departamentos y municipios del país, con el fin de garantizar un manejo consistente del tema, en coherencia con las políticas nacionales de seguridad. En consecuencia, por muy democrática y civilista que parezca la iniciativa de darle autonomía a alcaldes y gobernadores para determinar si en su jurisdicción se prohíbe o se permite el porte de armas, esta medida puede atentar contra la coherencia y desarticular las políticas y las estrategias nacionales de seguridad. Aún falta mucho por andar en el camino de la normalización del país en el campo de la seguridad para que semejante iniciativa sea recomendable. 39 SD L 40 SD SEGURIDAD URBANA: MÁS RETROCESOS QUE AVANCES a evolución reciente de la seguridad urbana en Colombia presenta un panorama bastante disparejo con estancamientos, avances y retrocesos según las ciudades y los delitos de que se trate. En efecto, en los últimos años el homicidio urbano aparece prácticamente estancado, simultáneamente se han incrementado en forma significativa las lesiones personales, el hurto a personas, a bancos y de vehículos, mientras ha disminuido la piratería terrestre, el hurto al comercio y de residencias. O sea que de los 8 principales delitos que más afectan a los habitantes de los centros urbanos, 4 presentan retrocesos, en uno hay estancamiento y solo hay avances claros en 3. Como conclusión general se puede señalar que en la actualidad Villavicencio es de lejos la ciudad con los peores indicadores de seguridad, seguida de Neiva y Cali. Las ciudades con los mejores indicadores son Bello, Medellín y Buenaventura. Y En la actualidad Villavicencio es de lejos la ciudad con los peores indicadores de seguridad, seguida de Neiva y Cali. Las ciudades con los mejores indicadores son Bello, Medellín y Buenaventura. Y las ciudades que, sin ser las más seguras ni las más inseguras, han visto deteriorar de manera más grave su situación de seguridad en el último año son Pasto, Cúcuta, Santa Marta y Cartagena. las ciudades que, sin ser las más seguras ni las más inseguras, han visto deteriorar de manera más grave su situación de seguridad en el último año son Pasto, Cúcuta, Santa Marta y Cartagena. 41 SD Homicidios en las 27 ciudades principales Hurto a personas en las 27 ciudades principales 43 SD 42 SD HOMICIDIO En el conjunto de estas ciudades, entre los años 2003 y el 2011 se registra una reducción del homicidio del 29%, al pasar de 10.853 casos en el 2003 a 7.736 en el 2011, y de una tasa por cien mil habitantes promedio 51,3 a 36,5. Sin embargo, luego de una disminución importante entre 2003 y 2008, este delito se resiste a disminuir sustancialmente en los últimos años. De hecho, se volvió a incrementar a partir del 2009, a tal punto que en el año 2011 el número de homicidios urbanos fue superior al que se presentó en el 2006, 2007 y 2008. Entre el 2010 y 2011 la reducción fue de tan solo el 1%. Las ciudades con más altas tasas de homicidio son Palmira, Cali, Itagüí, Medellín y Villavicencio. Pero son muy preocupantes los incrementos del último año en Santa Marta (19%), Pasto (18%), Armenia (15%), Montería (15%) y Sincelejo (15%). Las que menos tasas presentaron en el 2011 fueron Floridablanca, Bucaramanga, y Bogotá, D.C. HURTO A PERSONAS El hurto a personas es otro delito que presenta una tendencia sostenida al alza desde hace 9 años. Hoy en las ciudades de Colombia hay el doble de hurtos a personas que hace 9 años. La inmensa mayoría de los casos están relacionados con hurto de teléfonos celulares, cuyo mercado negro es realizado por bandas de crimen organizado que aprovechan la falta de reglamentación y de control de las autoridades. Todavía no se ve un impacto positivo de los anuncios ni las medidas que se han tomado para atacar este mercado negro. Las ciudades con las más altas tasas de hurtos por cien mil habitantes son: Villavicencio (640), Sincelejo (475), Bucaramanga (470), Neiva (369) y Manizales (340). Las que tienen menores tasas son Bello (26), Buenaventura (59) y Medellín (61). Como se puede comprobar, existe diez veces más riesgo de que a una persona le roben el teléfono celular en Villavicencio que en Medellín. También se registraron aumentos importantes de hurto a personas en Pasto –donde se duplicaron los casos–, Cúcuta, Cartagena y Santa Marta. Lesiones personales en las 27 ciudades principales Hurto a entidades financieras en las 27 ciudades principales 45 SD 44 SD LESIONES PERSONALES Con relación a las lesiones personales no se ha avanzado nada en los últimos nueve años, más bien se ha retrocedido, como se evidencia en el hecho de que en el año 2011 se presentó el mayor número de casos en los últimos 9 años, excluyendo el 2009. Así, en el 2011 hubo un incremento de 21% con relación al 2003, y de 27% con relación al 2010. La tendencia general es al alza. Las ciudades con más alta tasa de lesiones personales por cien mil habitantes son: Villavicencio (356), Bucaramanga (387), Neiva (347), Barrancabermeja (326) y Pasto (291). Las que tienen menos tasa son Bello (12), Itagüí (30) y Medellín (31). En Villavicencio hay 30 veces más riñas que en Bello. Se presentaron aumentos importantes en Pasto (donde se triplicaron), Cúcuta (con dos veces y media más riñas), Cartagena, Armenia, Santa Marta, Cali y Barranquilla. HURTO A ENTIDADES FINANCIERAS Con la misma tendencia creciente en el largo plazo se encuentra el hurto a entidades financieras, siendo el 2011 el año que registró el más alto número de estos delitos en los últimos 8 años, con un incremento del 83% con relación al 2004 y de 76% con respecto al 2010. Las ciudades con mayores tasas fueron Itagüí, Barranquilla, Bogotá y Cali. Por razones de concentración de la actividad del sector financiero, en Bogotá ocurrió el 58% de los hechos, seguida por Barranquilla y Cali con 10% cada una, y Medellín con un 9% del total. En el 2011 se registró el más alto número de hurtos a entidades financieras de los últimos 8 años, con un incremento del 83% con relación al 2004 y de 76% con respecto al 2010. Hurto a vehículos en las 27 ciudades principales Pirateria en las 27 ciudades principales 47 SD 46 SD HURTO DE AUTOMOTORES Aunque este delito descendió de manera significativa entre el 2003 y el 2007, a partir de este último año el hurto de automotores también presenta una tendencia sostenida al alza, pero menos acentuada que los anteriores delitos. Con todo, el 2011 fue el año con mayor número de robos de automotores de los últimos 5 años, exceptuando el 2010. Las ciudades con mayores tasas por cien mil habitantes en este delito son Cali (92), Pasto (63), Bogotá (40), Medellín (36) y Barranquilla (34). Con las menores tasas están Buenaventura, Sincelejo y Armenia, cuyas tasas oscilaron entre 2 y 3, muy lejos de las ciudades con las más altas tasas. Los mayores aumentos en el último año se presentaron en Pasto –donde casi se triplicó el delito–, Neiva y Villavicencio –casi duplican sus tasas–, Barranquilla y Popayán. PIRATERÍA TERRESTRE El delito urbano que presenta la más acentuada tendencia a la baja es el de la piratería terrestre, debido a que una mayor presencia de las autoridades en las carreteras y al mejoramiento de los sistemas de control en vehículos de carga por parte de las empresas privadas, ha incidido positivamente en su reducción. El 2011 tuvo solamente un 18% de los casos del año 2003. Sin embargo, las ciudades con el mayor número de casos en el último año fueron Medellín que concentró el 28% de estos delitos, Bogotá con 27%, Bello con 9%, Itagüí e Ibagué, ambas con 5% del total. Los mayores aumentos se presentaron en Itagüí, Cartagena, Ibagué, Barrancabermeja y Buenaventura. Hurto a residencias en las 26 ciudades principales Hurto de comercio en las 26 ciudades principales 49 SD 48 SD HURTO DE RESIDENCIAS Otro delito con tendencia a la baja es el hurto de residencias, aunque con un descenso muy débil del 8% en los últimos 9 años. Las ciudades con más altas tasas por cien mil habitantes son: Villavicencio (285), Valledupar (106), Pereira (103), Neiva (90), e Ibagué (67). Las que menos tienen son Bello, Medellín y Soledad. Las que tuvieron mayor incremento en el último año son Buenaventura, Pasto y Cúcuta, cuyas tasas oscilan entre 3 y 10. Es impresionante constatar que la tasa de hurto de residencias es 57 veces más alta en Villavicencio que en Medellín. HURTO A COMERCIO Finalmente, aunque con importantes oscilaciones, el hurto a comercio también ha descendido en los últimos años: ha bajado un 18% en los últimos 9 años, un 17% desde el 2009, y un 8% con relación al 2010. No obstante, las ciudades con las más altas tasas por cada cien mil habitantes son: Villavicencio (186), Pereira (117), Neiva (113), Santa Marta (90), y Valledupar (77). Las más bajas tasas están en Sincelejo (4), y Medellín, Palmira y Bello, cuyas tasas oscilan entre 10 y 12. Las ciudades donde se ha agravado el delito en el último año son Buenaventura –donde casi se triplicó el delito–, Neiva y Pasto, cuyas tasas casi se duplicaron, y Pereira, donde este delito aumentó un 64% en el 2011. CONCLUSIÓN Todavía queda mucho por hacer en lo que respecta a la seguridad ciudadana. No basta con señalar que el homicidio es ahora el más bajo, pues su muy lenta caída en los últimos años señala unos factores estructurales de persistencia que se empecinan en impedir que Colombia logre las tasas promedio de la región o, incluso, de países con imagen reciente de violentos, como México, que, no obstante sus complicaciones de seguridad, tiene una tasa de homicidio por cien mil habitantes de 14, menos de la mitad de la nuestra. Ese estancamiento en el homicidio urbano, junto con la tendencia creciente de los hurtos a personas, las lesiones personales y del hurto de vehículos, además del muy leve descenso del hurto de residencias, se suman y se refuerzan y produce como resultado que la mayor parte de la ciudadanía perciba que su entorno más cercano de seguridad se sigue deteriorando. A todo esto se agrega una creciente sensación de desgobierno en ciudades como Bogotá que se han visto sacudidas por protestas ciudadanas que se salieron de control, se convirtieron en asonadas y produjeron graves daños a la infraestructura de movilidad, ante la mirada impasible de las autoridades, deteriorando aún más la sensación de seguridad ciudadana. Los nuevos alcaldes deben actuar de forma más decidida y apoderarse del manejo de la seguridad de sus ciudades, para así enviar al menos el mensaje tranquilizador a la ciudadanía, de que en su entorno hay alguien que se ocupa directamente de hacer efectivo este derecho ciudadano. R 50 SD ROGER SCRUTON Y LOS USOS DEL PESIMISMO oger Scruton es quizás uno de los filósofos más polémicos hoy en el Reino Unido. Su obra es muy diversa: más de treinta ensayos sobre filosofía, política, arte, arquitectura y música, novelas y relatos de ficción e incluso ha compuesto el libreto y la música de dos óperas que han llegado a ser representadas en Inglaterra. Entre sus obras se podrían destacar las siguientes: The meaning of Conservatism (1980), From Descartes to Wittgenstein: A short history of modern Philosophy (1981), Thinkers of the new Left (1985), An intelligent person’s Guide to Philosophy (1996), The Aesthetics of Music (1997), The need for Nations (2004), A political Philosophy: Arguments for Conservatism (2006), News from somewhere (2004) y las dos más recientes, I drink therefore I am: A philosopher’s Guide to Wine, publicada en 2009, y The uses of pessimism and the danger of false hope, en 2010. Scruton se define a sí mismo como conservador “no porque quiera serlo, sino porque mi pensamiento me obliga a ello”. Vivió en París los sucesos de Mayo del 68. Aquella izquierda subversiva que estaba dispuesta a llevarse por delante todas las instituciones académicas, y cuyo ideal era la Revolución Cultural China , hizo emerger su conservadurismo: “yo quería conservar lo que ellos pretendían destruir”. Al final de los noventa, Scruton decidió instalarse a vivir, con su mujer e hijos, en una granja que posee en un pueblecito del condado de Wiltshire, al sureste de Inglaterra. El último libro de Scruton, The uses of pessimism and La sociedad tiene síntomas de haberse dejado seducir por las falacias de un puñado de ilusionistas utópicos, vendedores de sueños irrealizables. Para neutralizarlos, Scruton apela a los pesimistas razonables. 51 SD the danger of false hope, publicado por Ariel con el título Usos del pesimismo. El peligro de la falsa esperanza, está dirigido a los “pesimistas” razonables. Es decir, a esas personas que creen que vivimos en un momento de desconcierto ideológico, moral, cultural y político y buscan argumentos para combatir la sinrazón que parece haberse apoderado de nuestra sociedad. Una sociedad que da síntomas de haberse dejado seducir por las falacias de un puñado de ilusionistas utópicos, vendedores de sueños irrealizables. Scruton rastrea en la historia, en la psicología, en la filosofía y en la política para analizar de dónde viene el poder de sugestión de esos vendedores de falsas esperanzas y cuáles son las falacias que se esconden tras sus discursos optimistas. Toma de Schopenhauer el significado del “optimismo” para conducir al lector a la conclusión de que debe huir de las utopías irrealizables y concentrar sus energías en la defensa de la “libertad con restricciones” y de la felicidad conseguida con sacrificios: “En este libro examino el optimismo en el sentido en que Schopenhauer llamaba su modalidad ‘perversa’ o ‘sin escrúpulos’, y analizo el papel que desempeña el pesimismo cuando se trata de restablecer el equilibrio y la sensatez en la dirección de los asuntos humanos”. Así pues, un “optimista sin escrúpulos” será, para Scruton, aquel que quiere resolver los conflictos humanos aferrándose siempre a la que considera solución ideal, al “mejor caso posible”, y se niega a analizar cualquier otra posibilidad. Lejos de asumir la responsabilidad de equivocarse, estos “optimistas” siempre están dispuestos a hacer recaer sobre otros la culpa de sus errores, descalifican a quienes les critican o tratan de poner freno a su afán reformador, considerándolos “seres diabólicos” que, poseídos de un cinismo cruel, pretenden destruir “las esperanzas de la humanidad”. El optimista sin escrúpulos actúa como un devoto que dominado por la arrogancia que le da su fe aspira a la mejora de “la espe- Scruton revela que los errores más obvios son los más difíciles de rectificar. Los optimistas sin escrúpulos aceptan falacias que se apoderan de su mente y quedan adheridas en lo más profundo de sus emociones. 52 SD cie”, al tiempo que ignora y desprecia las necesidades de sus semejantes; no gusta de soluciones individuales, sueña con planificaciones a gran escala, transformaciones redentoras cuyas consecuencias desconoce. En su optimismo y su afán redentor pone en peligro, y a veces destruye, las instituciones y los procedimientos que podrían servir para corregir los errores. La falsa esperanza de estos optimistas, advierte Scruton, nada tiene que ver con la esperanza del que cree en una vida eterna, que sabe que el Reino de Dios no es de este mundo y “que cualquier intento de construir el cielo en la tierra sería tan presuntuoso como irracional”. Tampoco tiene que ver con la forma de actuar de los que Scruton considera optimistas “con escrúpulos”, quienes, antes de tomar una decisión, acuden a las fuentes del conocimiento respetando la jerarquía del saber, consideran la posibilidad de equivocarse y optan por la que piensan será mejor decisión, asumiendo los riesgos de un posible error. El uso del pesimismo sirve de freno a la falsa esperanza de los “optimistas sin escrúpulos” que están dispuestos a redimir a los hombres y establecer el Reino de Dios en la Tierra. “El pesimismo –escribe Scruton– nos enseña a no idealizar a los seres humanos, para así perdonar sus errores y podernos esforzar en privado para enmendarlos”. El estudio de Scruton sobre los usos del pesimismo “revelará un rasgo todavía más interesante de la naturaleza humana: que los errores más obvios son los más difíciles de rectificar”. Esa dificultad de rectificar los errores reside en el hecho de que las decisiones que llevaron a cometerlos no fueron dictadas por la razón sino por la aceptación de una serie de falacias que, una vez se apoderan de la mente del hombre, quedan adheridas a lo más profundo de sus emociones. Los individuos que sucumban al poder de esos engaños intelectuales se verán sumergidos en un mundo de ilusiones tan confortable que inventarán cualquier estrategia y utilizarán todas las armas posibles con tal de no verse obligados a abandonarlo. Además de “la falacia del mejor caso posible”, que definiría el optimismo sin escrúpulos, Scruton analiza otras seis falacias, a las que llama “el nacidos en libertad”, “la utopía”, “la suma cero”, “la planificación”, “el movimiento del espíritu” y “la agregación”. En su estudio recorre los graves errores a los que conduce la creencia en las falsas ilusiones que producen y alerta del poder que aún ejercen en nuestro tiempo. Merece la pena exponer brevemente cómo analiza Scruton estas falacias. LA FALACIA DEL ‘NACIDOS EN LIBERTAD’ El artífice de esta falacia fue Rousseau, que en su Contrato social “anunció de manera grandilocuente que el hombre nace libre, pero que en cualquier parte del mundo se encuentra cubierto de cadenas”. No se decide Scruton a situar a Rousseau entre los optimistas, pero afirma con rotundidad que el autor de las Confesiones “suministró el lenguaje y las líneas de pensamiento con las que presentar un nuevo concepto de libertad humana, de acuerdo con el cual la libertad es lo que queda cuando retiramos todas las instituciones, restricciones, leyes y jerarquías”. 53 SD Desde la Revolución francesa, esa idea de que la libertad es una condición natural del género humano que exige la eliminación de las instituciones y de la jerarquía ha ido ganando fuerza en la filosofía, en la política y en la educación. Una interpretación de la libertad que para Scruton es absolutamente falaz, pues “Instituciones, leyes, restricciones y disciplina moral son una parte de la libertad y no su enemigo, liberarse de ellas acabaría rápidamente con la libertad”. El niño solamente cuando sale de su yo egoísta tiene la oportunidad de entrar en el mundo de los otros y de aprender a respetarlos. Y sólo entonces, cuando es capaz de respetar a los otros, puede respetarse a sí mismo. Solamente cuando ha aprendido a compartir el mundo con los demás, cuando ha llegado a aceptar las restricciones que hacen posible el disfrute de la libertad en un grupo humano, habrá aprendido lo que es la 54 SD libertad. El niño debe aprender que el disfrute de la libertad exige responsabilizarse de las consecuencias de nuestras acciones. Así que, concluye Scruton, no nacemos libres, “La libertad, aunque valiosa en sí misma, no es un regalo de la naturaleza, sino el resultado de un proceso educativo, algo que debemos obtener a través de la disciplina y el sacrificio”. El filósofo nos induce a llegar a la conclusión de que sería absurdo pensar que nacemos libres cuando es evidente que no nacemos responsables. Scruton encuentra un magnífico ejemplo de esta falacia en “la revolución que barrió las escuelas y departamentos de educación durante los años cincuenta y sesenta, y que nos indicó, enarbolando la autoridad de una ristra de pensadores que iban de Rousseau a Dewey, que la educación no debía fundamentarse en la obediencia y el estudio, sino en la expresión de la personalidad y el juego”. Y como ejemplo concreto cita el informe Children and their Primary Schools, realizado en 1967 en Inglaterra por el Consejo Central de Educación, presidido por Lady Plowden, con el que se obligó a las escuelas bri-tánicas a sustituir los métodos tradicionales de enseñanza por una “pedagogía progresista”. La aplicación del informe se llevó por delante los programas tradicionales, la disciplina en las aulas, la instrucción y la autoridad académica de los profesores para, aparentemente, hacer triunfar la creatividad del niño, el autoaprendizaje o la libre y lúdica construcción del propio conocimiento. Y por si acaso algo fallaba, para protegerse del posible error, el informe descargaba de toda responsabilidad a los responsables directos de la educación, es decir, a los padres, profesores y alumnos, y señalaba como únicos culpables a la sociedad, a los jerarcas y a la falta de recursos económicos. No es necesario ser un experto en educación para estar de acuerdo con Scruton en que esta falacia del “nacido libre” ha dominado el pensamiento educativo a lo largo del Los utópicos, según Scruton, ven el mundo de una forma muy particular. Son capaces de ignorar o desechar los hallazgos de la experiencia o del sentido común, y colocar en el centro de cada deliberación un proyecto que saben es absurdo e irrealizable. siglo XX. Una falacia que se apoderó de las mentes de unos optimistas que carecieron de escrúpulos para imponerla a la sociedad y lograron encontrar las armas necesarias para protegerse de la realidad. LA FALACIA DE LA UTOPÍA Los utópicos, según Scruton, ven el mundo de una forma muy particular. Son capaces de ignorar o desechar los hallazgos de la experiencia o del sentido común, y colocar en el centro de cada deliberación un proyecto que saben es absurdo e irrealizable. Pero el hecho de ser absurdo, en vez de considerarlo un defecto, lo utilizan como forma de descalificar a quien se atreva a señalar que la idea es descabellada. La utopía se protege de la refutación, de la realidad de los hechos, mediante la descalificación moral: “El ideal se vuelve tan puro como se pretendía. Quienes creen que pueden refu- tarlo recurriendo a los hechos, es evidente que están guiados por ‘conciencias falsas’”. “Este marco mental –escribe Scruton– ha desempeñado durante dos siglos un papel determinante en la política europea, y en ningún caso la experiencia de los desastres ha tenido el menor efecto para conseguir algún resultado a la hora de frenar a los nuevos reclutas”. No le faltan ejemplos a Scruton para describir la tragedia que puede sobrevenir cuando un puñado de utópicos alcanza el poder. Ante cualquier sospecha de que la realidad pueda empañar sus sueños, buscarán víctimas propiciatorias contra las que dirigir su cólera. Lo hicieron los jacobinos contra los aristócratas, lo hizo Hitler contra los judíos, lo hicieron los bolcheviques contra los burgueses, los kulaks, y “cualquier grupo que pudiera satisfacer el papel de víctima sacrificial, tal y como exige la falacia de la utopía”. LA FALACIA DE LA SUMA CERO Cuando los optimistas sin escrúpulos deben afrontar un fracaso buscan siempre un culpable. Instintivamente les funciona un cierto sentido de compensación: si yo fracaso es porque alguien ha tenido éxito. Es lo que Scruton llama “falacia de la suma cero”, en la que “cada pérdida es la ganancia de otro”. El norte será cada vez más rico a costa de que el sur se empobrezca. La pobreza del Tercer Mundo se debe al enriquecimiento de sus colonizadores. Esta falacia, que “ha sido la raíz del pensamiento socialista desde los escritos de SaintSimon, pero sólo se ha convertido en un clásico después de que Marx formulase la teoría de la plusvalía”, conduce inexorablemente al resentimiento y a la confusión entre igualdad y justicia que ha gobernado las reformas educativas de las sociedades occidentales. Scruton cuenta cómo siendo de familia pobre tuvo la suerte de conseguir una plaza en la Grammar School de su distrito. Las Grammar Schools eran centros públicos de enseñanza secundaria en los que sólo podían matricularse los niños que obtenían una buena nota en los exámenes conocidos como Eleven plus que todos debían realizar a los once años, edad en que finalizaban la educación primaria. Este sistema se implantó en Inglaterra en 1944 y se mantuvo hasta que, en 1965, el ministro de Educación laborista, Anthony Crosland, decidiera cerrar las Grammar Schools e imponer como único modelo de enseñanza secundaria el de las Comprehensive Schools, en las que ingresaban todos los niños de once años y permanecían hasta los dieciséis recibiendo las mismas enseñanzas. Para Scruton, la explicación del odio de los laboristas hacia las Grammar Schools puede encontrarse en esta falacia de “la suma cero”. Un sistema que permitía el éxito de algunos inevitablemente permitiría el fracaso de otros. No se podía permitir que unos gozaran de todas las oportunidades mientras otros quedaban al margen. “De este modo –escribe Scruton– nació el movimiento de la educación comprehensiva, junto con la hostilidad a las clases tradicionales y la degradación de los exámenes, con el propósito de evitar que el sistema educativo produzca y reproduzca ‘desigualdades’”. Era fácil asegurar la igualdad en el campo de la educación, bastaba con retirar todas 55 SD rimen organizad Scruton rastrea lo largo de la que estuvieron organización las posibilidades de prosperar, de manera que ningún estudiante consiguiera aprender algo. “Un sistema que ofrecía a niños de familias pobres una oportunidad de avanzar por los méritos de su talento o de su esfuerzo, fue destruido sin más, por la simple razón de que distinguía a los que triunfaban de los que fracasaban”. Con una pequeña dosis de realismo, añade Scruton, se podría haber pensado que un chico puede triunfar en una cosa y fracasar en otra. “Sólo un sistema educativo diversificado, con exámenes rigurosos y bien diseña-dos, permitiría a los críos desarrollar su pericia, su habilidad o su vocación hacia el campo que les resultase. 56 SD LA FALACIA DE LA PLANIFICACIÓN Como ejemplo del efecto de esta falacia que, según Scruton, domina a políticos de diferentes ideologías, el escritor hace una crítica demoledora del funcionamiento de la Unión Europea, en la que altos funcionarios diseñan normas que han de aplicarse en países muy diversos. “La institución carece de medios para rectificar los errores y es muy difícil pedir responsabilidades a las personas que toman decisiones. (…) Algunas regulaciones son tan ridículas que pueden provocar las carcajadas de toda la Unión Europea, pero la risotada resuena en el vacío, pues no hay ningún responsable para sonrojarse o responder”. LA FALACIA DEL MOVIMIENTO DEL ESPÍRITU El tiempo avanza, avanzar con el tiempo siempre es progresar. Volver hacia atrás es intolerable. Esta falacia, que protege a los optimistas sin escrúpulos de toda rectificación, se ve “agravada por el mito del ‘progreso’”. El progreso científico se produce añadiendo descubrimientos a los conocimientos adquiridos por la generación anterior. Esto, que es cierto en el campo de la ciencia, no es trasladable a otros campos en los que no hay una acumulación de saberes sobre los que construir. Y no lo es, por ejemplo, en la esfera política, donde el cambio unas veces es a mejor y otras a peor. Scruton explora también el campo del arte y de la arquitectura y se despacha a gusto contra la obligatoria modernidad de sus cánones de belleza. LA FALACIA DE LA AGREGACIÓN “Cuando los revolucionarios franceses compusieron su lema ‘Libertad, igualdad y fraternidad’, se sentían en un estado de exaltación utópica que les impedía ver ningún error. A sus ojos, la libertad era buena, la igualdad era buena y la fraternidad era buena, así que la combinación de las tres era, por definición, buena”. “Ni siquiera cuando Robespierre proclamó fanáticamente ‘el despotismo de la libertad’ se les ocurrió a los jacobinos considerar que estaban inmersos en una contradicción. Sólo cuando se pusieron en marcha los tribunales revolucionarios, los más sensatos de entre ellos captaron que el objetivo de la igualdad requería la destrucción de la libertad. Las cabezas jacobinas en las que germinó este pensamiento crítico fueron rá- el poder de todas estas falacias a historia y llega a la conclusión de presentes y fueron necesarias en la social del hombre prehistórico pidamente cortadas para evitar que la idea diera sus frutos. Desde entonces, una y otra vez la humanidad ha cometido el mismo error, al considerar la búsqueda de la igualdad como la verdadera vía para alcanzar la libertad y defendiendo la sumisión al Estado como la ‘liberación’ de las masas ante las ataduras de la explotación”. Vuelve Scruton a referirse a la educación para buscar ejemplos que muestren el error de esta nueva falacia. Los optimistas sin escrúpulos, al considerar la educación de los inmigrantes, apostaron por el multiculturalismo. Si una cultura es buena, dos culturas serían mejor y muchas culturas, algo muchísimo mejor. El multiculturalismo no ha sido capaz de crear nuevos programas de estudio, sólo ha destruido los que había. El multiculturalismo ha criado una generación de jóvenes de origen inmigrante que no se sienten identificados ni con el país que los acoge ni con su lugar de origen. Scruton rastrea el poder de todas estas falacias a lo largo de la historia y llega a la conclusión de que estuvieron presentes y fueron necesarias en la organización social del hombre prehistórico, y que vuelven a aparecer en tiempos de guerra o en casos de emergencia en los que peligra el mantenimiento de la paz. Son situaciones en las que la población pone su voluntad en manos del líder con la confianza ciega de que velará por su seguridad. Pero en tiempos de paz, dice Scruton, deben escucharse las voces de los “pesimistas”, con sus “Las falacias que he diagnosticado en este libro no lo son porque el pensamiento que ejemplifican sea absurdo, sino porque pretenden aplicar en tiempos de paz y cooperación social la actitud propia de la guerra”. De vez en cuando, a lo largo de la historia, han surgido grupos de “optimistas sin escrúpulos” que han intentado utilizar todo tipo de falacias para destruir la forma asentada de gobierno. Lo hizo “una minúscula banda de bolcheviques” y, ahora, quieren hacerlo los islamistas que persiguen imponer en los países musulmanes una forma de vida tribal. Termina Scruton con una reflexión sobre dos valores que considera irrenunciables del legado espiritual de la manera europea de vivir: la ironía y el perdón. La ironía, que no el “sarcasmo”, sería la facultad que tenemos de observarnos desde fuera, como si fuéramos otra persona. Somos capaces de juzgar nuestras propias acciones como si fueran de otro, y reconocer en ellas los aciertos y los errores. La ironía, dice Scruton “permite que incluso en nuestros peores momentos deseemos vivir”. Scruton considera que en ese “barullo de las falsas esperanzas”, de las utopías irrealizables, se ha perdido uno de los mensajes más propios de nuestra cultura: el de que “la felicidad no proviene de la persecución 57 SD del placer ni está garantizada por la libertad. La felicidad viene del sacrificio (…). Y en la tradición judeocristiana el acto primero del sacrificio es el perdón”. El perdón nos ofrece la oportunidad de reparar las cosas, de encontrar soluciones a los conflictos y evitar la llamada a la venganza. Pero el perdón sólo puede ser concedido si el que ha injuriado reconoce su falta. Un reconocimiento que, según Scruton, requiere penitencia y expiación: “A través de estos actos fundamentales el malhechor se dirige de nuevo a su víctima y restablece la igualdad moral que hace el perdón posible”. Scruton se refiere al terrorismo islámico cuando habla del perdón. La mayor parte de los musulmanes que viven en Occidente querrían vivir en paz, aceptar las reglas del juego del país que les acoge, pero los islamistas han recurrido al terror para imponerles una sociedad tribal, incompatible con nuestra organización ciudadana. “Al-Qaeda es un producto de las falacias que he descrito en este libro. Promete un plan divino, un gobierno topdown (que emana de arriba hacia abajo) y una visión utópica; y que considera el éxito de los otros como una causa suficiente para castigarles”. Para poner fin a su ensayo, Scruton cita al poeta irlandés William Butler Yeats: C M Y CM MY CY CMY 58 SD The best lack all conviction, while the worst Are full of passionate intensity. (Los mejores carecen de convicción, mientras los peores Rebosan intensidad apasionada) Versos que escribió el poeta en 1919 “probablemente –dice Scruton– como reacción contra la Revolución Rusa, una anticipada visión apocalíptica de la destrucción venidera. Pero también pueden ser leídos de otro modo: como una verdad universal”. Scruton anima a las gentes de buena voluntad que quieran preservar los valores tradicionales de la cultura europea a afianzarse en sus convicciones y a hacer uso de un pesimismo razonable para “restablecer el equilibrio y la sensatez en la dirección de los asuntos humanos” y frenar así las peligrosas consecuencias que podrían derivarse de la toma del poder de estos ilusionistas utópicos, capaces de cualquier cosa con tal de no renunciar a sus sueños irrealizables. Alicia Delibes / Viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid Revista Cuadernos de Pensamiento Político 29 Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales - FAES K www.usergioarboleda.edu.co