31/08/15 INTRODUCCIÓN: AMÉRICA DE LOS MIL NOMBRES • Todos conocemos 1492 como año del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Sin embargo, en aquel año, ni llegó Colón al continente, ni llamó así esta tierra, ni supo jamás que había descubierto un mundo nuevo. • Primero porque este descubrimiento fue fruto de un error. Como bien sabéis, Colón pensaba hallar la ruta occidental hacia las Indias descritas por Marco Polo; sólo que se había equivocado en su cálculo de la superficie del globo terráqueo. • Luego, porque llegó a una isla, llamada Guanahaní por los indígenas y que bautizó San Salvador. Los primeros arribos referidos a las costas continentales son en 1498-99: Colón llega a las costas de Venezuela en su tercer viaje, los hermanos Pinzón à Guayana y Brasil, Juan Días de Solís a Honduras. Pero quinientos años antes, los vikingos ya habían llegado a las costas de Terranova. • Colón, por su parte, pensaba haber hallado las costas de Catay (China) después de llegar a Cipango (Japón, confundido con Cuba) en su primer viaje. • En 1503, Amerigo Vespucci, que fue amigo de Colón, redacta una carta en la que afirma que sus viajes lo llevaron a un “nuevo mundo”. Es el primero en afirmarlo en un escrito; y cuando en 1507 se vuelve a publicar la Cosmografía de Ptolemeo, el mapa de referencia entonces, el geógrafo – de Saint Dié, en Francia – nombra América este continente. Colón murió en 1506 en Valladolid sin saber que había descubierto un nuevo mundo. • Además, noción de descubrimiento ¿qué punto de vista? ¿Qué nombres conocéis para designar la zona y sus habitantes? • La porción de continente que nos interesa plantea un problema de fondo: la forma de designarlo. Su vecino estadounidense es tan grande y tan pesado que se ha quedado el término de “americano” para sí solo: para designar sus habitantes, su sueño (american dream), su estilo de vida (american way of life). De ahí que haga falta precisar que hablamos de otra “América”. • Usualmente se emplea una designación geográfica: Suramérica, considerando el ismo centroamericano como eje separador norte / sur (y no la línea del ecuador, que dejaría en el norte Colombia, Venezuela y las tres Guayanas). Esta simplificación deja a un lado América Central y el Caribe. Además, en Suramérica, tanto Guyana como Surinam no son latinos, como Belice en Centroamérica. He aquí un primer problema. A veces se evoca “América Central y del Sur”. Pero ¿qué es México, que está en América del Norte? • La apelación “América Latina” remite a una región “coherente”, que comparte algo “latino” – mil años después de la caída del imperio romano, sin que, histórica o geográficamente, tenga nada que ver con esto. Se trata de un invento chileno de mediados del siglo XIX que evita referirse al ex colonizador español, cuando la independencia es tan fresca. Es popularizado por los franceses, cuando Napoleón III, con ganas de hacerse con México (cf la expedición francesa: 1862-67) , afirma que todo el continente situado al sur del Río Grande es una “América latina”, o sea más próxima a Francia, país latino, que al mundo anglosajón. • Desde el siglo XX los latinoamericanos recelan de esta apelación, negándose a la dominación de toda potencia por muy “latina” que sea y prefieren autodesignarse por la palabra hispanoamericanos o iberoamericanos. En este caso también es la lengua lo que permite caracterizar el continente: los países de habla hispana en el primer caso, los mismos y Brasil en el segundo. • El concepto de América Latina se usa realmente desde los años 1940-50. A raíz de la Segunda Guerra Mundial, los estadounidenses empiezan a interesarse por lo que pasa al sur (después de una fase intervencionista y otra de “no injerencia”) y adoptan esta expresión para designar los países situados al sur del Río Grande, por oposición con ellos. Resulta, pues, un concepto vago, muy marcado por la historia geopolítica. • Es de subrayar el desarrollo de otra idea, la de « Extremo occidente », un « hemisferio occidental » que remite claramente al Nuevo Mundo en oposición con su oriente, el Viejo Mundo. Los norteamericanos le tienen apego a este concepto que les permite anclarse en el continente americano frente a los antiguos colonizadores ; es una disposición de la mente que conllevó también la doctrina Monroe : América para los americanos, que veremos a continuación. • Todos estos nombres fueron dados por personas extranjeras al subcontinente. Existe una voz indígena para designarlo: Abya Yala, nombre dado por las etnias Kuna de Panamá y Colombia antes de la llegada de Colón, y que significa algo como “tierra madura” o “tierra floreciente”. En la actualidad muchos pueblos originarios usan este nombre en un posicionamiento político de oposición a los nombres atribuidos por los colonos. Vamos a interesarnos por Iberoamérica. Se trata de un conjunto regional mucho más coherente que otras zonas (Europa, Asia, África) y que es sin embargo un mosaico. Primero, deciros que el estudio de Iberoamérica no es una ciencia exacta. La prensa europea y los estudios internacionales vehiculan una imagen probablemente bastante alejada de la realidad. Por ello lo mejor es como mínimo intentar seguir la prensa iberoamericana; lo mejor, ir allí a ver cómo son las cosas.