poder judicial del estado supremo tribunal de justicia primera sala

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
PRIMERA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
1376/2014
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
17 DIECISIETE DE DICIEMBRE 2014 DOS MIL CATORCE
San Luis Potosí, S.L.P., a 17 Diecisiete de Diciembre del año 2014 dos mil catorce.
V I S T O, para resolver el Toca número 1376/2014, formado con motivo de los recursos de apelación
interpuestos por el Agente del Ministerio Público, el Sentenciado y su Defensor, contra la SENTENCIA
CONDENATORIA dictada el 14 catorce de junio del año 2013 dos mil trece, por el Juez de Primera Instancia de
Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de ELIMINADO por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal
número 64/2010; y,
RESULTANDO
PRIMERO.- La sentencia impugnada contiene los siguientes puntos resolutivos: “PRIMERO.- Este Juzgado
es competente para conocer y resolver el presente caso.- SEGUNDO.- ELIMINADO , es penalmente responsable en la
comisión del delito de Homicidio, en perjuicio de quien en vida llevó el nombre de ELIMINADO .- TERCERO.- Por su
probada responsabilidad penal, se impone a ELIMINADO , la pena de 06 seis años de prisión y sanción pecuniaria por la
cantidad de $6,536.00 (seis mil quinientos treinta y seis pesos 40/100 m.n.), equivalente a ciento veinte días de salario
mínimo vigente en la región al momento de los hecho; en los términos establecidos en el considerando anterior.CUARTO.- Se condena al sentenciado al pago de la reparación del daño por la cantidad de $43,031.30 (sic) (cuarenta y
tres mil treinta y tres pesos 30/100 m.n.) (sic), debiendo pagar dicha suma a ELIMINADO , en su carácter de esposa del
hoy occiso, por lo que deberá notificársele personalmente a ELIMINADO , la condena de reparación de daño impuesta a
ELIMINADO .- QUINTO.- Quedan suspendidos los derechos o prerrogativas que como ciudadano tenía el hoy
sentenciado ELIMINADO .- SEXTO.- Amonéstese en privado a ELIMINADO , en los términos de Ley.- SÉPTIMO.- Con
fundamento en el artículo 482 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, una vez que la presente
resolución cause ejecutoria comuníquese de manera inmediata tanto al Juez de ejecución como al responsable del
Centro de Reinserción, enviándoles copia de la sentencia, del auto qué la declaró ejecutoriada, de los datos de
identificación del sentenciado y demás documentos que sean necesarios, dejando al sentenciado a disposición de la
autoridad primeramente citada.- OCTAVO.- Notifíquese, comuníquese, cúmplase y hágase saber a las partes el derecho
y término que la Ley conceda para recurrir la presente resolución si con ella no fueren conformes.” ELIMINADO
SEGUNDO.- Inconforme con el fallo anterior el Agente del Ministerio Público, lo recurrió en apelación, recurso que
previa su calificación, se declaró legalmente admitido en ambos efectos, por lo que en esa virtud se ordenó la remisión
del duplicado autorizado del proceso para la substanciación de Alzada, cuyo conocimiento correspondió conocer por
turno a la Sala Auxiliar del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, misma que en fecha 18 dieciocho de septiembre del
2013 dos mil trece, admitió y dio trámite al recurso de apelación asignándole el número de toca 927/2013. Certificando el
día 25 veinticinco de septiembre de 2013 dos mil trece, sobre la no impugnación de la admisión y efecto del multicitado
recurso; se le dio vista las partes para que promovieran las pruebas que estimaren procedentes, sin que las mismas se
pronunciaran al respecto, según se desprende de certificación asentada el 02 dos de octubre del 2013 dos mil trece. El
día 05 cinco de noviembre del 2013 dos mil trece, tuvo verificativo la audiencia de vista, en la cual la Secretaría hizo
constar la asistencia del Licenciado ELIMINADO , Agente del Ministerio Público y del Licenciado ELIMINADO , Defensor
de Oficio, quienes expresaron agravios, mediante escritos previamente recibidos ante esa Autoridad. Finalmente, se
declaró visto el asunto y se citó para resolver.
Ahora bien, en cumplimiento a lo ordenado en fecha 09 nueve de octubre del 2014 dos mil catorce, por el H.
Pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, el presente asunto fue remitido a esta Primera Sala, para la
continuación del trámite correspondiente, teniendo por recibido el testimonio de constancias relativas al proceso penal
645/2010, así como toca de apelación 927/2013 (unidos en un solo cuaderno), mediante acuerdo dictado el día 31 treinta
y uno de octubre del año 2014 dos mil catorce, quedando registrado el Toca de apelación bajo el número 1376/2014, en
el Libro de Gobierno de que se tiene para tal fin; en consecuencia, se turnó el expediente al Magistrado Ponente para la
formulación del proyecto de resolución; y,
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Esta Primera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, es competente para conocer
del recurso interpuesto, de conformidad con los artículos 90 y 91 de la Constitución Política del Estado de San Luis
Potosí, 1º del Código Penal vigente, 4º, 371, 373 y 383 del Código de Procedimientos Penales vigente, y 1º, 3º, 4º, 7º, 21
y 25 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
SEGUNDO.- El presente recurso tiene el objeto y alcance que le conceden los artículos 361 y 362 del
Código de Procedimientos Penales.
TERCERO.- Los agravios expresados por el Agente del Ministerio Público, son del tenor literal siguiente:
ELIMINADO “HECHOS VIOLATORIOS: Lo constituye la sentencia definitiva de fecha 14 de junio de 2013 pronunciada
por el Juez Mixto de Primera Instancia de Santa María del Río, S.L.P., en la que se dicta sentencia condenatoria a
ELIMINADO
por su plena responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio cometido en agravio de
ELIMINADO . PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS: La sentencia que se combate referentemente a la pena baja que le
fue impuesta al encausado de mérito como penalmente responsable en la comisión del delito de referencia que se
contiene en dicha resolución, viola en perjuicio de la parte ofendida y de la sociedad que se representa, el contenido de
los artículos 107 en relación con el 7° párrafo Segundo del Código Penal en vigor, por su inexacta aplicación de la Ley,
porque no se fundó y motivó correctamente e incluso violatoria de los principios reguladores de la valoración de la
prueba, los artículos 311, 316, 317 y 320 del Código de Procedimientos Penales del Estado por su inexacta aplicación e
incorrecta interpretación. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. La sentencia definitiva que se combate viola en perjuicio de la
parte ofendida que se representa y de la sociedad en general, el contenido de los artículos mencionados en el párrafo
denominado “PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS”, ya que es indudable que el A quo, al valorar los medios de prueba y
constancias que formaron la causa penal número 64/210, que se instruyó al encausado ELIMINADO no le dio el valor
que en estricto derecho les correspondían y de las cuales se hace amplía referencia en el pliego de conclusiones
acusatorias que obran en autos a fojas 166-173 vuelta del presente sumario. Causa agravio a esta Representación Social
los resolutivos tercero y cuarto en relación con el considerando Quinto de la resolución que se combate esencialmente la
pararte que establece: “…asimismo, y visto lo solicitado por el Representante Social, en sus conclusiones acusatorias
respecto a la penalidad a imponer al sentenciado, esta resultó procedente pues solicita que se condena a ELIMINADO ,
por el delito de homicidio, sin embargo y toda vez que en autos se encuentra demostrado que el delito de homicidio fue
preterintencional, procede sancionar al aquí sentenciado con la pena a que se refiere el artículo 111 en relación con el 69,
ambos del Código Penal vigente que dicen: Artículo 111. “Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que
no tenga señalada una sanción especial en este Código, se le impondrá una pena de ocho a veinte años de prisión y
sanción pecuniaria de ciento sesenta a cuatrocientos días de salario mínimo.” Artículo 69. “El delito preterintencional será
sancionado con las penas y medidas de seguridad que correspondan al delito doloso, las cuales el Juez reducirá hasta
una cuarta parte.” De lo anteriormente expuesto y fundado a criterio del suscrito juzgador, procede imponer al hoy
sentenciado la pena mínima del homicidio simple intencional, que es de ocho años de prisión y sanción pecuniaria de 160
días, penas que se reducen en una cuarta parte y en definitiva se impone a ELIMINADO una pena de 06 seis años de
prisión y sanción pecuniaria por la cantidad de $6,532.40 (seis mil quinientos treinta y dos pesos 40/100 M.N.) … Por lo
que respecta al pago de la reparación del daño, la Representación Social al ejercitar acción penal y al formular
conclusiones acusatorias solicitó dicho pago, pedimento que resulta procedente … En ese contexto se condena a
ELIMINADO a pagar la cantidad de $43,031.30 /100 M.N.), en concepto de reparación del daño de los familiares del
pasivo cuyo monto se obtiene de la siguiente manera: los hechos delictivos que nos ocupan sucedieron en el año de
2010 cuando el salario mínimo era de $54.47, cantidad que multiplicada por 730 días, arroja un resultado de $39,763.10,
aunado a lo anterior son los dos meses del salario por concepto de gastos funerarios, esto es 60 x 54.47, lo que asciende
a $3,268.20. sumando las cantidades precisadas de $39,763.10 y $3,268.20, da un total de $43,031.30 (cuarenta y tres
mil treinta y un pesos 30/100 M.N.) que es precisamente la cantidad a la que se condena a ELIMINADO por concepto de
reparación del daño …”. Causa agravio a esta Representación Social en primer término, la pena impuesta al sentenciado
por considerar que ésta es baja, ello en virtud de que tal y como lo afirma el Juez inferior, pues por una parte es imposible
restituir una vida humana y tampoco puede ser evaluada económicamente, por no encontrarse en el comercio, de ahí que
este tipo de delitos deben ser juzgados severamente para evitar su repetición, lo que en el caso no aconteció pues no se
valoró debidamente la conducta desplegada por los activos sobre todo tomando en consideración el certificado de
defunción elaborado por el médico legista en el que se aprecia que el paciente del delito presentó lesiones tales como las
siguientes: “Torácica.- A la disección encontramos fractura total de los arcos costales derechos 9 y 10 en su segmento
posterior, los cuales prostruyen (sic) en forma irregular en la cavidad torácica, lesionando pleura parietal y visceral
causando laceración de cuatro centímetros en el pulmón derecho en su lóbulo inferior y producen hemotórax de 1500 cc.
Pericardio con contenido cetrino y órgano cardíaco sin lesiones traumáticas. Concluyendo que: Con las lesiones descritas
al exterior, la lesión registrada en el número 8 al exterior se diseca y se encuentra hematoma en planos profundos y
sección completa de venas superficial de 0.5 cm de diámetro con formación de hematoma y drenaje exterior”. Es decir,
que el ahora occiso fue golpeado de manera inmisericorde por ambos sujetos, exteriorizando su conducta dolosa de
causar un daño mayor al de simples lesiones por lo que resulta cuestionable que hubiese existido dolo eventual al
encontrarse demostrado que la víctima fue lesionada en repetidas ocasiones, lo que desvirtúa la hipótesis de que existió
homicidio preterintencional. De igual forma, no obstante que en su momento se desechó la calificativa en su modalidad
de ventaja, este Honorable Cuerpo Colegiado no debe dejar pasar desapercibido que fueron dos personas las que en
conjunto agredieron al pasivo y que esto se encuentra cabalmente demostrado con la pena confesional rendida por
ambos, siendo en consecuencia indicios de que el aquí imputado debe ser considerado con un grado de peligrosidad
superior a la que le fue impuesta, habida cuenta que el juzgador debe tener en cuenta para fijar la gravedad de la
conducta delictiva, todos los datos que al respecto arroje la causa, sirviendo de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia que
a continuación se transcribe: Octava Época, Registro: 227649, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la federación IV, Segunda parte-II julio a diciembre de 1989, materia (s):
penal. Tesis VI.2º.J/34 Página 643. Genealogía: Gaceta número 22-24 octubre-diciembre de 1989, página 261. PENA,
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA. DELINCUENTES PRIMARIOS. La autoridad no está obligada a considerar en el sujeto
activo del delito una temibilidad mínima por ser un delincuente primario, sino que debe tener en cuenta para fijar la
gravedad de la conducta delictiva todos los datos que al respecto arroje la causa. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO
DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 161/88. Jorge Villalpando Bastida. 13 de julio de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Jorge Núñez Rivera. Amparo directo 324/88. Alberto Flores Tecanhuey. 26 de
octubre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas, Secretario: Jorge Núñez Rivera. Amparo directo
45/89. Isauro Flores Fernández. 17 de marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario:
Vicente Martínez Sánchez. Amparo directo 103/89 Juan Herrera Espejel. 09 de mayo de 1989. Unanimidad de votos.
Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura. Amparo directo 300/89. Jesús Anaya Castillo y otro. 17 de
octubre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Álvarez.
En esas circunstancias, resulta procedente que este H. Tribunal de alzada, considere al sentenciado en un grado de
peligrosidad superior a la mínima, toda vez que existen datos suficientes de prueba para ubicarlos en un grado de
peligrosidad media, pues como ya se señaló, las lesiones ocasionadas al occiso, revelan a los coacusados desprecio por
la vida de los demás al ensañarse con una persona inerme por el estado de embriaguez en que se encontraba y
golpearlo en repetidas ocasiones como ellos mismos lo refieren en su declaración ministerial y ratificada en preparatoria y
esencialmente, aunque el órgano judicial no lo consideró así, tuvieron la calificativa de la ventaja al golpearlo de manera
concurrente aprovechándose de su superioridad numérica, por lo que debe ser considerado con una peligrosidad media y
por ende dictarle una sentencia adecuada y acorde a su grado de peligrosidad. Por otra parte, causa agravio a esta
Fiscalía, lo concerniente al pago de la reparación del daño a favor de los familiares de la víctima, ya que si bien es cierto
el Juez de la causa enumeró los pasos a seguir para obtener la cantidad correspondiente a este rubro, también cierto es
que fue omiso en considerar lo concerniente al cuádruplo del salario mínimo que en la época de los hechos era de $54.47
(cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.) resultando con ello una cantidad inferior a la que realmente corresponde. Lo
anterior se traduce en una incorrecta valoración de la prueba respecto de la reparación del daño por la muerte de
ELIMINADO pues del análisis del párrafo que antecede, se aprecia que el Juez de la causa, no analizó de manera
minuciosa, lo previsto en los numerales 500, 502, de la Ley Federal del Trabajo, aplicables al caso y 1751 del Código
Civil, mismos que a la letra dicen: “Artículo 500.- Cuando el riesgo traiga como consecuencia la muerte del trabajador, la
indemnización comprenderá: I.- Dos meses de salario por concepto de gastos funerarios y II.- El pago de la cantidad que
fija el artículo 502”. “Artículo 502.- En caso de muerte del trabajador la indemnización que corresponda a las personas a
que se refiere el artículo anterior será la cantidad equivalente al importe de 730 días de salario sin deducir la
indemnización que recibió el trabajador durante el tiempo que estuvo sometido al régimen de incapacidad temporal”.
“Artículo 1751.- La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido en el establecimiento de la situación
anterior a él cuando ello sea posible o el pago de daños y perjuicios. Cuando el daño cause a las personas y produzca la
muerte, incapacidad total permanente, parcial permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación del
daño se determinará atendiendo lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo. Para calcular la indemnización que
corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario y se extenderá al número de días que para cada
una de las incapacidades mencionadas señala la Ley Federal del Trabajo. En caso de muerte, la indemnización
corresponderá a los herederos de la víctima”. Sobre todo si lo relacionamos con el artículo 1751 del Código Civil en el
Estado, que prevé: “El pago de la reparación del daño a consecuencia de la muerte que le provocó el sentenciado al
ofendido, por haber quedado demostrada su plena responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio, existe el
fundamento en relación lógica y armónica con los artículos 22, 24 y 27 relativos del Código Penal vigente en el Estado y
505 de la Ley Federal del Trabajo, aplicables en la época de los hechos. Porque el artículo 20 Constitucional apartado B
fracción IV de actual vigencia (hasta que entren en vigor los juicios orales) consagra como garantía a favor de la víctima o
de los ofendidos que la reparación del daño será obligatoria cuando el juzgador haya emitido una sentencia condenatoria
como en la especie sucedió, sobre todo porque el Ministerio Público lo solicitó en su pliego de conclusiones acusatorias, y
existir la declaración de ELIMINADO mediante la cual hace el reconocimiento del cadáver, refiriendo que el occiso es su
padre, declaración que tiene pleno valor probatorio en términos de los ordinales 317 y 320 del Código Procesal Penal en
vigor, al encadenarse con el resto de las probanzas que obran en autos y son aptas para demostrar que conforme a
derecho el antes citado tiene derecho al pago de la reparación del daño. Por lo tanto, para calcular la indemnización
según el artículo 1751 del Código Civil vigente en el Estado por haber producido el sentenciado la muerte de
ELIMINADO se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario el cual se extenderá a 730 días como lo
establece el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo, legislaciones que conjuntamente deben interpretarse bajo un
principio racional y científico del derecho para obtener el monto de la reparación del daño. Al haber establecido que el
salario diario mínimo vigente en la época de los hechos era de $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.) por lo
tanto, el cuádruplo de dicho salario es de $217.88 (doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.), según lo previsto por el
artículo 1751 del Código Civil vigente en el Estado, artículo que también establece que esta cantidad deberá comprender
el número de días por cada una de las incapacidades que señala la Ley Federal del Trabajo, por lo tanto si el artículo 502
de la ley en consulta establece que en caso de muerte, la indemnización que corresponda a las personas que tengan
derecho a ello, será equivalente al importe de setecientos treinta días de salario que se deberá de multiplicar $217.88
(doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.) resultando la cantidad de $159,052.40 (sic) (ciento cincuenta y nueve mil
cincuenta y dos pesos 88 (sic)/100 M.N.), suma a la que se debe agregar la cantidad de $3,268.20 por concepto de
gastos funerarios para dar un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte pesos 60/100 M.N.)
cantidad por la que se debió de haber condenado a ELIMINADO como pago de la reparación del daño a favor de los
familiares del ahora occiso por haberse dictado sentencia condenatoria en su contra por su plena responsabilidad penal
en la comisión del delito de Homicidio, previsto por el ordinal 107 en relación con el 7º párrafo segundo del Código Penal
vigente en el Estado. Pedimento que es así por tratarse de delitos que afectan la vida y que el monto de su reparación no
puede ser menor al previsto por las disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo, que los artículos 500 y 502
prevén indemnización equivalente a dos meses de salario mínimo por gastos funerarios (daño material) y una cantidad
adicional equivalente a 730 días de salario mínimo, con lo que se pretende se compense el daño moral; por lo tanto es
indispensable que de manera obligada el juzgador en este tipo de delitos deba de condenar a la reparación del daño
simplemente por haber tenido por acreditada la comisión del delito de Homicidio, no siendo necesario que el Ministerio
Público o los interesados aporten mayores pruebas para acreditar el daño causado, en la inteligencia de que las tres
codificaciones a que se ha hecho referencia, en las que se apoya dicha pena pública, se interpreta en conjunto con los
artículos aplicables al caso sub-examen, debiendo complementarse mutuamente, criterio que es acorde a una
interpretación científica y racional del derecho, pues el fin social de la ley penal en materia de reparación del daño es la
protección del ofendido por el delito. De lo anterior se debe modificar la sentencia impugnada y condenar al pago de la
reparación del daño al sentenciado en los términos solicitados, por haber privado de la vida a
ELIMINADO cuya
indemnización deberá ser a favor de su familia por consecuencia del delito cometido”.
CUARTO.-Los agravios expresados por el Defensor Público del sentenciado, son del tenor literal siguiente:
“Causa agravio el considerando tercero, en virtud de que en autos no se encuentran debidamente justificados los
elementos materiales de la figura en estudio, efectuando el A quo una inadecuada aplicación e interpretación de la ley
penal, con violación a los artículos 107, 110, así como los artículos 308 al 320 de la Ley adjetiva penal en el Estado, ya
que del material probatorio no existe en autos, no es apto ni suficiente, para acreditar la materialidad de la conducta de
homicidio preterintencional. El delito de Homicidio se encuentra tipificado en el artículo 107 del Código punitivo en vigor y
de cuya literalidad se desprenden los siguientes elementos: a. La existencia de una vida humana; b. La supresión de la
vida; c. La supresión de esa vida se deba a la intencionalidad del activo. Efectivamente se encuentran acreditados los dos
primeros elementos de la figura en estudio, lo que no está debidamente acreditado es que exista un elemento doloso en
la conducta de mi defenso para entender cómo la intención de privar de la vida al occiso (sic) debemos partir del hecho
que el A quo tuvo por demostrado el tercer elemento de la figura en estudio del cual señala que se identificó un dolo
eventual en el actuar de mi representado en base a las siguientes pruebas, las declaraciones de
ELIMINADO y
ELIMINADO cuyo contenido se solicita se me tenga por reproducido como si lo insertara a la letra. Mas sin embargo, se
difiere del A quo en el sentido de que la conducta de mi defenso tenga que ser tipificada dentro del catálogo de los delitos
preterintencionales, lo que corresponde en el presente caso es la tipificación de la conducta desarrollada por mi defenso
tenga que ser tipificada como un homicidio en riña, citaremos el siguiente criterio con el objeto de reforzar el argumento
que a continuación desplegaremos: HOMICIDIO EN RIÑA, ANÁLISIS PARA DETERMINAR QUE LA PRIVACIÓN DE LA
VIDA OCURRIÓ DENTRO DE UNA CONTIENDA DE OBRA. El artículo 137 del Código Penal para el Distrito Federal
define a la riña como la contienda de obra entre dos o más personas con el propósito de causarse daño. Ahora bien, si el
contexto fáctico indica que se trató de una verdadera contienda de obra en donde las partes involucradas aceptaran la
generación de violencia así como la posibilidad de inferirse lesiones mutuas, que es lo que caracteriza al animus rigendi
como elemento subjetivo de la riña y provocado o provocador, impulsado por tal ánimo, privó de la vida a su rival, tal acto
habrá de considerarse, fáctica y jurídicamente, como parte integrante de la contienda. Debe considerarse que aún
cuando uno de los implicados estuviera siendo vencido, ello no significa ni representa el final o suspensión de la riña,
púes no se trata de una contienda reglada (deportiva o de exhibición) y tampoco es Posible afirmar que un
enfrentamiento de tal naturaleza es una contienda civilizada entre dos hombres que concertaron el evento para resolver
contienda civilizada entre dos hombres qué concertaron el evento para resolver una diferencia a fuerza de golpes, por lo
que no es exigible descararte el usos de ciertos objetos que representan ventaja, o que se tenga el entendimiento de que
la probable “victoria” de uno significa el final de la pelea. Asimismo, la terminación de una riña para dar paso a una
situación punible diversa como puede ser un homicidio calificado, no puede considerarse actualizada por cualquier pausa
momentánea en la contiende de obra, sino por actos fehacientes de rechazo a la pelea, por ejemplo retirarse del lugar,
pues sólo entonces podría hablarse de que no existe solución de continuidad en la riña, si no ha cesado el ánimo lesivo
de los contendientes. Época: Décima Época. Registro: 2001925, Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO, Tipo Tesis Aislada, Fuente. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Localización: Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 4, Materia(s): Penal, Tesis: I.1º.P. 9 P (10ª), Pág. 2539. PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 467/2011. 9 de febrero de
2012, Unanimidad de votos. Ponente. Juan José Olvera López. Secretario: Roberto Negrete Romero. Amparo directo
43/2012. 14 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente. José Luis Villa Jiménez. Secretario: José Ramón Flores
Flores. Amparo directo 158/2012. 28 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Luis Pérez de la Fuente.
Secretario: Miguel Enrique Hidalgo Carmona. De las pruebas que fueron en el sumario en específico, de las
declaraciones de ELIMINADO y ELIMINADO se desprende una contienda provocada porque el occiso lanzó una piedra
que golpeó fuertemente la frente de mi defenso ELIMINADO los confirma la fe de lesiones que le fue practicada y que
éste al sentir la agresión se bajó de la camioneta para responder la agresión, posteriormente a esto el golpe dado por la
piedra, ocasionó que mi defenso se cayera al piso y se desprende un momento toral en los hechos cuando el diverso
ELIMINADO estaba en el piso y el occiso parado enfrente de éste con una piedra en ambas manos de aproximadamente
30 centímetros. De la anterior situación viene una duda que de los autos no se advierte y ésta es ¿Cuál era el deber
objetivo de cuidado que mi defenso tenía la obligación de observar, si momentos antes había visto peligrar su integridad?
Y la necesidad de responderlo a la luz de la situación que vivía mi defenso es imposible que se le pueda efectuar un juicio
de reproche en los términos que refiere el delito preterintencional. En opinión de la Defensa, los hechos que se
desprenden de la causa que nos ocupa, necesariamente deberían ser encuadrados en la figura de homicidio en riña,
dado que existió entre los contendientes el ánimus rigendi de obra, esto es, los contendientes aceptaron en dirimir sus
diferencias a golpes, con el ánimo de causarse lesiones mutuamente, y que de esa aceptación e impulsado por el ánimo
de producirse lesiones, se produjo como resultado la muerte del occiso. Esta situación contrapone la idea marcada por el
A quo en el sentido que los hechos encuadran en la tipificación de la conducta preterintencional, dado que no se
desprende un dolo eventual en la conducta de mi defenso en razón de que existió ese ánimus rigendi entre ambos
contendientes. Ese ánimus rigendi destruye por completo que la exteriorización de la conducta de mi defenso haya
estado provista de una intencionalidad marcada por otros motivos diferentes a la contienda, bajo esa perspectiva, la sola
existencia de una voluntad de ambos de dirimir diferencias, los sitúa en un plano diferente a lo manifestado por el A quo.
De ahí que resulte el material de la prueba que forma el sumario, insuficiente para acreditar de manera plena la
responsabilidad de mi defenso en la comisión del delito de Homicidio encuadrado en el ámbito de los delitos
preterintencionales, dado que no se efectuó un adecuado análisis de la mecánica de los hechos. Resultando ser un claro
ejemplo de un asunto de prueba insuficiente. Sirve de apoyo el siguiente criterio: PRUEBA INSUFICIENTE EN MATERIA
PENAL. La mayor o menor exigencia de datos probatorios para tener por demostrado un hecho delictuoso, y atribuirle su
comisión a una persona, sobre todo, cuando ésta la niega, se encuentra en relación directa con la cantidad de medios de
prueba que, según la experiencia y naturaleza de ese hecho, pudieran haberse aportado para ese efecto, desde luego,
con las limitaciones numéricas que señala la ley adjetiva. Ello es así, porque si no se allegaron estas probanzas, ello sólo
puede obedecer a que el hecho no existió, o que siendo cierto, el órgano de acusación no cumplió con su deber de
aportarlas; por tanto, un argumento adicional que pueda apoyar el porqué las pruebas aportadas son insuficientes, puede
ser el de que pudiendo haberse allegado otras, de ser cierto el hecho delictivo, no se aportaron. SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO. No. Registro: 176,494. Jurisprudencia. Materia(s):
Penal. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. XXII, Diciembre de 2005, Tesis: II.2o.P. J/17. Página: 2462. Causa agravio a mi defenso el considerando quinto
de la sentencia que se combate, en atención a que se dejaron de atender los numerales 14 tercer párrafo, 18 segundo
párrafo y 22 primer párrafo Constitucionales, 12, 38 y 347 del Código adjetivo penal en vigor en atención a que se dejaron
de atender los derechos fundamentales de mi defenso en el dictado de la misma, imponiéndole una pena de prisión
demasiado alta en relación con la mecánica de los hechos y el bien jurídico tutelado. En el considerando que nos ocupa
es evidente que el A quo para imponer la sanción refiere elementos de la personalidad del encausado para introducir al
juicio de reproche punitivo dado que el artículo 59 del Código punitivo en vigor le permite al Juez fijar las penas y medidas
de seguridad que correspondan según su prudente arbitrio y la peligrosidad del infractor tomando en cuenta los
antecedentes y condiciones personales del responsable, los móviles del delito, los daños materiales y morales causados,
el peligro corrido, las circunstancias que concurrieron en el hecho y las condiciones personales del ofendido, para lo cual
el Juez requirió a la autoridad encargada de custodiar al procesado que rinda los dictámenes periciales tendientes a
conocer la personalidad del sujeto y los demás elementos que sean conducentes en su caso para la fijación de las
sanciones penales cuyo dictamen se recabó antes de dictar sentencia. Ahora bien, el anterior ejercicio llevó al A quo a
determinar que mi defenso le correspondía una peligrosidad mínima, de ahí le impuso una penalidad que es de 6 años de
prisión, mas sin embargo para individualizar la pena de prisión aplicable a mi defenso no debió de haber sido regida por
la personalidad de mi defenso, sino que por el contrario debió de abundarse más sobre las circunstancias del hecho que
se le atribuyen dado que el nuevo paradigma es el derecho penal del acto y no el derecho penal de autor. De ahí que
contrario a lo que afirma el A quo la penalidad determinada a mi defenso por el hecho cometido es a todas luces excesiva
y no sanciona con exactitud las circunstancias del hecho además que en opinión de la defensa, se le está sancionando
por un delito mayor al que verdaderamente se desprende de los hechos probados en la causa penal que nos ocupa. De
ahí que al haberse expuesto en los presentes agravios que no existe razón alguna para actualizar las calificativas al ilícito
atribuido a mi defenso, la sanción a imponerse debería de ser de acuerdo a las condiciones de un delito en riña y toda
vez que de acuerdo a las circunstancias del hecho, deberá de aplicársele a mi defenso la pena mínima que para este
delito nos señala el numeral 112 del Código Penal en vigor. A mayor abundamiento y en franca protección a los derechos
humanos de mi defenso y a sus derechos fundamentales garantizados tanto por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, deberá dictársele una pena que siga el principio pro homine, mismo que se cita a continuación: “[TA];
9ª. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXDI, Febrero de 2005; Pág. 1744. PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN ES OBLIGATORIA. El principio pro homine que implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar
el mayor beneficio para el hombre, es decir, que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva
cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la interpretación más restringida, cuando se
trata de establecer límites a su ejercicio, se contempla en los artículos 29 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, publicados en el Diario Oficial de la Federación el
siete y el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y uno, respectivamente. Ahora bien, como dichos tratados forman
parte de la Ley Suprema de la Unión, conforme al artículo 133 constitucional, es claro que el citado principio debe
aplicarse en forma obligatoria. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO. Amparo directo 202/2004. Javier Jiménez Sánchez. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Sandra Ibarra Valdez. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XX, octubre de 2004, página 2385, tesis I.4o.A.441 A, de rubro: "PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN." Y otra que dice: “DERECHO PENAL DEL AUTOR Y DERECHO PENAL DEL ACTO. RASGOS
CARACTERIZADORES Y DIFERENCIAS. De la interpretación sistemática de los artículos 1, 14, tercer párrafo, 18,
segundo párrafo, y 22, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se concluye que
nuestro orden jurídico se decanta por el paradigma conocido como "derecho penal del acto" y rechaza a su opuesto, el
"derecho penal del autor". Entender las implicaciones de ello, requiere identificar sus rasgos caracterizadores y
compararlos entre sí. El modelo del autor asume que las características personales del inculpado son un factor que se
debe considerar para justificar la imposición de la pena. Al sujeto activo del delito (que en esta teoría suele ser llamado
delincuente) puede adscribírsele la categoría de persona desviada, enferma, desadaptada, ignorante, entre otros
calificativos. Esta categorización no es gratuita: cumple la función de impactar en la imposición, el aumento o el
decremento de la pena; incluso permite castigar al sujeto por sus cualidades morales, su personalidad o su
comportamiento precedente frente a la sociedad. Así, la pena suele concebirse como un tratamiento que pretende curar,
rehabilitar, reeducar, sanar, normalizar o modificar coactivamente la identidad del sujeto; también como un medio que
pretende corregir al individuo "peligroso" o "patológico", bajo el argumento de que ello redunda en su beneficio. Por ello,
el quantum está en función del grado de disfuncionalidad que se percibe en el individuo. Ese modelo se basa en la falaz
premisa de que existe una asociación lógico-necesaria entre el "delincuente" y el delito, para asumir que quien ha
delinquido probablemente lo hará en el futuro, como si la personalidad "peligrosa" o "conflictiva" fuera connatural a quien
ha cometido un acto contrario a la ley. Además, el derecho penal de autor asume que el Estado -actuando a través de
sus órganos- está legitimado para castigar la ausencia de determinadas cualidades o virtudes en la persona (o, por lo
menos, utilizarla en su perjuicio). En cambio, el derecho penal del acto no justifica la imposición de la pena en una idea
rehabilitadora, ni busca el arrepentimiento del infractor; lo asume como un sujeto de derechos y, en esa medida,
presupone que puede y debe hacerse responsable por sus actos. Por ello, la forma en que el individuo lidia en términos
personales con su responsabilidad penal, queda fuera del ámbito sancionador del Estado. Época: Décima Época.
Registro: 160693. Instancia: Primera Sala. Tipo Tesis: Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Localización: Libro II, Noviembre de 2011, Tomo 1. Materia(s): Constitucional. Tesis: 1a. CCXXXVII/2011 (9a.).
Página: 198. [TA): 10ª. Época; 1ª. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro II, Noviembre de 2011, Tomo 1; Pág. 198. PRIMERA
SALA. Amparo directo en revisión 1562/2011. 24 de agosto de 2011. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.”
QUINTO.- Son infundados los agravios esgrimidos por el Defensor Público de la adscripción; y fundados en
parte, e inatendibles en diverso aspecto los expresados por el Fiscal investigador.
Esta Sala que revisa advierte que en el caso se está ante la substanciación de un recurso de apelación interpuesto
por el sentenciado, por lo que previo al estudio de los motivos de inconformidad del defensor del sentenciado, con
fundamento en los artículos 361 y 362 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, este Tribunal de
Alzada procede a examinar de oficio, todas y cada una de las constancias probatorias que obran en el sumario y en
especial la sentencia impugnada, con el fin de examinar si el Juez de primer grado aplicó la ley correspondiente o se
aplicó ésta inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los
hechos o no se fundó ni motivó correctamente; todo esto al resolver sobre los aspectos relativos a la comprobación del
cuerpo del delito, de la responsabilidad penal del acusado y de las sanciones impuestas.
Ahora bien, este Tribunal de Alzada considera que el Juez procedió de manera correcta al tener por
acreditado el cuerpo del delito de HOMICIDIO, se encuentra previsto por el artículo 107 del Código Penal en
aplicación, en los siguientes términos ELIMINADO “ARTICULO 107.- Comete este delito quien priva de la vida a otro.”
ELIMINADO Ilícito que tiene señalada comprobación especial, establecida en el numeral 110 del Código de
Procedimientos Penales, que a la letra dice:
“ARTÍCULO 110.- Si se tratare de homicidio, el tipo penal se tendrá por comprobado con la inspección y descripción del
cadáver hechos en los términos de los dos artículos anteriores y con el dictamen de los peritos médicos, quienes
practicarán la necropsia y expresarán con minuciosidad el estado que guarda el cadáver y las causas que originaron la
muerte”. ELIMINADO
Precepto legal de donde se desprende los siguientes elementos que conforman la citada figura
delictiva:
A ) La preexistencia de una vida humana;
B ) La supresión posterior de esa vida; e
C).- Intencionalidad ejercida por el agente del delito.
Elementos que como bien lo determinó el Juez de primer grado, se encuentran debidamente acreditados
conforme a los numerales 107, 110 y 117 del Código de Procedimientos Penales
El primero de los elementos que dan vida a la figura delictiva que nos ocupa, consistente en la existencia
previa de una vida humana, se encuentra debidamente comprobado como correctamente lo consideró el A Quo, con las
comparecencias de PASCUAL SEGURA OROCIO y , quienes el 25 veinticinco de octubre del 2010 dos mil diez, ante el
Agente del Ministerio Público investigador, manifestaron lo siguiente: ELIMINADO El primero de los mencionados refirió:
“Que comparezco ante esta autoridad a fin de solicitar la devolución del cuerpo sin vida de mi hermano el cual pude
reconocer plenamente sin temor a equivocarme de que se trata de mi hermano, quien en vida respondiera al nombre de
BARTOLO SEGURA OROCIO quien al momento de fallecer contará con la edad de 55 años de edad, con fecha de
nacimiento 02 de mayo de 1955 y ocupó el sexto lugar de diez hermanos ELIMINADO mi hermano era jornalero, vivía en
domicilio conocido Comunidad La Cardona, ELIMINADO y en relación a los hechos en que perdiera la vida mi hermano,
puedo decir que el día domingo como a las 04:30 (cuatro y media de la tarde) yo me encontraba junto con mi esposa
REYNALDA HERNÁNDEZ RINCO, en la salida del Pueblo de Santa María del Río y de pronto veo que pasa mi hermano
BARTOLO junto con DANIEL VALENTE, JUAN, MARGARITO y ORLANDO, en una camioneta larga, no se la marca y
veo que se paran en una tienda que está a la salida de Santa María del Río (y al pasar mi hermano me dice adiós con la
mano) y como yo me encontraba como a unos 20 metros de distancia de ellos escucho que ORLANDO FLOREZ
VÁZQUEZ a quien apodan “El Vaca”, le dice a mi hermano que le dispare una caguama y mi hermano le contesta que no
traía dinero y ORLANDO, le dice entonces bájate y mi hermano se baja y se va caminando rumbo a la Comunidad y los
de la camioneta se quedaron ahí entonces, yo me quede ahí para comprar un refresco de Coca Cola y un pan y cuando
ya me fui en mi camioneta no vi a mi hermano supongo que los de la camioneta pasaron y lo volvieron a subirlo (sic)
porque como son vecinos de la Comunidad iban para el mismo rumbo a los que puedo identificar plenamente y ya no
supe nada hasta las 10:30 (diez treinta de la noche) que llegó mi cuñado de nombre GILBERTO RUIZ y me grita
PASCUAL estas dormido y le contestó si y me dice oye ven, vengo a avisarte que tu hermano esta tirado, yo le dije está
golpeado o qué, y me dice no ya está muerto y le pregunte en donde y me dijo en la bajada de la Campana, entonces yo
le dije vamos, y ya estando ahí pude identificar a mi hermano BARTOLO que ya había fallecido, quiero mencionar que mi
hermano tomaba cerveza cada semana y a veces se juntaba con ORLANDO FLORES VÁZQUEZ alías El Vaca, con
MARGARITO MARTÍNEZ BOCANEGRA alías Chiches, y a mi no me consta que tuvieran algún problema pasado con
alguno de ellos, por lo que solicito se investiguen los ELIMINADO hechos y en estos momentos presento denuncia en
contra de ORLANDO FLORES VÁZQUEZ alías El Vaca con MARGARITO MARTÍNEZ BOCANEGRA alías CHICHES y
quien más resulte responsable por el delito de Homicidio en agravio de mi hermano BARTOLO SEGURA OROCIO, por lo
que solicito la devolución del cuerpo de mi hermano para darle cristiana sepultura. Siendo todo lo que tengo que
manifestar.” (fojas 4 frente y vuelta).
Por su parte, ELIMINADO manifestó ELIMINADO “El motivo de mi comparecencia ante esta autoridad es
para reconocer el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que reconocí como mi padre y que en vida llevara
por nombre ELIMINADO , actualmente contaba con ELIMINADO de edad por haber nacido el día ELIMINADO , y mi
papá era jornalero, mi papá era originario de la Cardona perteneciente a la comunidad de La Campana Municipio de
Santa María del Río, S.L.P., ELIMINADO con domicilio conocido, mi papá no tuvo estudios y vivía en el mismo domicilio
que di en mis generales, no tenía adicciones únicamente tomaba cerveza regularmente los fines de semana y él era hijo
de ELIMINADO y ocupaba el sexto lugar de diez hijos que procrearon sus padres. En cuanto a los hechos en que
perdiera la vida mi padre los desconozco, ya que la última vez que vi a mi papá fue en la casa el día domingo 24 de
octubre del presente año, aproximadamente a las diez de la mañana, cuando él dijo que se dirigía a la Cabecera
Municipal de Santa María, sin saber si iba acompañado de alguien, o en qué vehículo se iba a trasladar, y fue hasta
aproximadamente a las diez de la noche de ese mismo día que mi primo ELIMINADO , acudió a mi domicilio para
informarnos que mi papa estaba grave por lo que de inmediato salí de mi casa para ver de qué se trataba y afuera de mi
casa ya estaban los policías quienes me hicieron varias preguntas y me indicaron que mi padre había fallecido y era
necesario que me trasladara a estas oficinas para reconocer el cuerpo de mi padre, asimismo hago mención que mi
padre no tenía problemas con ninguna persona y no padecía ninguna enfermedad, y agrego que en el lugar únicamente
escuché a algunas personas que decían que mi papá se había peleado con ELIMINADO y ELIMINADO y desconozco
si hayan tenido algún problema por lo que solicito la devolución del cuerpo de mi padre a fin de darle cristiana sepultura,
mismo que una vez que lo tuve a la vista en el SEMELE ubicado en la calle de República de Polonia numero 350 Colonia
Lomas de Satélite en esta Ciudad lo reconocí plenamente sin temor a equivocarme como el de mi papá ELIMINADO .
Asimismo en estos momentos formulo denuncia en contra de quien o quienes resulten responsables del fallecimiento de
mi padre ELIMINADO solicitando se investiguen los hechos y se de con los responsables a fin de que se les castigue
conforme a la Ley. siendo todo lo que tengo que declarar.” (fojas 12 frente y vuelta).
Atestos que revisten valor probatorio de indicio de acuerdo a lo establecido en los artículos 311 y 317 de la
Ley Adjetiva Penal en vigor, por haber sido rendidos por personas mayores de edad (64 sesenta y cuatro años, y 28
veintiocho años, respectivamente), con capacidad suficiente para apreciar los hechos que narraron de manera clara y
precisa, sin dudas ni reticencias, acreditándose con los mismos en forma fehaciente la preexistencia de la vida de una
persona llamada BARTOLO SEGURA OROCIO, quien contaba con la edad de 55 cincuenta y cinco años, con fecha de
nacimiento 02 dos de mayo de 1955, de ocupación jornalero, originario y vecino de la Comunidad La Cardona del
Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí.
Además, para tener por acreditada la previa existencia de la vida de BARTOLO SEGURA OROCIO, como
acertadamente lo consideró el Juez A Quo, obran dentro del caudal probatorio, los testimonios rendidos por JUAN
MANUEL FLORES PADRON y JOSE VALENTE RINCON RIVERA, ante el Representante Social investigador el día 25
veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, en los siguientes términos:
El mencionado en primer lugar, en lo que aquí interesa, dijo: “. . . Que yo iba en una camioneta azul, marca
Ford, el día de ayer como a las cinco de la tarde e íbamos ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO ,
ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO y yo, y la camioneta es de ELIMINADO y de ELIMINADO y cuando íbamos a
la Cardona ya que veníamos de regreso de Santa María del Río, ya que habíamos ido a dar la vuelta y venían tomando
todos menos yo, y en el camino por la salida a Santa María en un arrollo (sic) nos pidió raid un señor que se llama
ELIMINADO y nos paramos y se subió con nosotros y nos paramos enfrente de un campo de beis donde jugamos y esta
con rumbo a ELIMINADO La ELIMINADO y cuando nos paramos se bajó ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO a
orinar y en eso también se bajó el señor ELIMINADO y ya cuando nos íbamos a ir ELIMINADO le dijo al señor vámonos
y el señor como que se enojó y agarró una piedra y se la aventó a ELIMINADO y le pegó en la cabeza a ELIMINADO y
este se calló de la camioneta y el que iba manejando no miró y le dio a la camioneta y ya más abajo como a 500
quinientos metros se paró porque nosotros le íbamos gritando que habían golpeado al ELIMINADO y también le dijimos
que se había quedado y en eso se bajó ELIMINADO y ELIMINADO se regresó y ya cuando nosotros nos bajamos y ya
íbamos de regreso caminando a donde se había quedado ELIMINADO en el camino nos encontramos a ELIMINADO
ELIMINADO
ELIMINADO que ya venían de regreso y ELIMINADO venía sangrando de la cara y traía sangre en la
camisa, pantalón, y las botas y nos regresamos con ellos y ya no vimos al señor ELIMINADO ” (FOJAS )
Por su parte, ELIMINADO, expresó: ELIMINADO fojas 30 frente a 31 frente).
Medios de prueba que como acertadamente consideró el Juez de primer grado, se encuentran revestidos de
valor probatorio indiciario de acuerdo a lo establecido en los artículos 311 y 317 de la Ley Adjetiva Penal en vigor, por
haber sido rendidas por personas mayores de edad (37 treinta y siete años y 21 veintiún años, respectivamente), con
capacidad suficiente para apreciar los hechos de los cuales se dieron cuenta por medio de sus sentidos, y que narraron
de manera clara y precisa, sin dudas ni reticencias, acreditándose con las mismas en forma fehaciente que el paciente
del delito ELIMINADO, se encontraba con vida el día 24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez,
aproximadamente a las 16:30 dieciséis horas con treinta minutos.
Cúmulo de pruebas, que al adminicularse entre sí, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 320 de
la Ley Adjetiva Penal, adquieren valor probatorio pleno para tener por acreditado el primer elemento relativo a la previa
existencia de la vida humana de ELIMINADO, presupuesto necesario, sin el que es imposible se registre la materialidad
del antijurídico en estudio.
Por lo que respecta al segundo de los elementos corpóreos del delito de HOMICIDIO, referente a la
supresión posterior de una vida humana, cabe decir, que se encuentra plenamente demostrado, como acertadamente
lo estimó el Juez natural, con los siguientes medios probatorios:
Con la Inspección desahogada por el Representante Social Investigador, el 25 veinticinco de octubre de
2010 dos mil diez, quien se constituido en un terreno comunal denominado La Cardona perteneciente a la Comunidad La
Campana, aproximadamente a unos 5 kilómetros de la Cabecera Municipal de Santa María del Río, San Luis Potosí,
certificó y dio fe de tener a la vista: ELIMINADO “De tener a la vista un cuerpo sin vida del sexo masculino quien
respondiera al nombre de ELIMINADO, el cual se encuentra sobre superficie de tierra y piedra, encontrándose dicha área
del terreno en posición descendiente a ascendiente, es decir de sur a norte respectivamente encontrándose dicho cuerpo
en posición decúbito ventral con región cefálica a noreste, extremidades inferiores semiflexionadas al suroeste y
extremidad superior derecha semiflexionada en 90 grados a partir del codo superior izquierdo hacía el tórax, el cual
cuenta con la siguiente media filiación, estatura aproximada es de 1.63 metros, complexión delgada, constitución débil,
tez morena clara, pelo negro ondulado, orejas pequeñas, cejas semipobladas, pestañas pequeñas, iris cafés, barba y
bigote en color negro sin rasurar, nariz recta y regular (aún con lesión), boca mediana, labios medianos, dentadura
completa, mentón oval, de aproximadamente 56 años de edad. SIGNOS CADAVÉRICOS: Rigidez presente, flacidez
ausente, livideces en partes declives del cuerpo. SEÑAS PARTICULARES: Ninguna aparentemente visible. LESIONES:
Herida cortocontundente en región occipital derecha de aproximadamente 5 centímetros de diámetro, fractura de tabique
nasal, posible fractura expuesta en pantorrilla izquierda, fractura expuesta de nudillo del dedo índice de mano derecha,
excoriación en cara externa de antebrazo izquierdo. VISTE: Camisa de vestir en color negro manga larga, pantalón azul
tipo poliéster, bota tipo industrial en color negro, calceta en color negro. OBJETOS: Cinturón color café en malas
condiciones. OBSERVACIONES: Cabe hacer mención que dicha área de terreno es destinada a terreno comunal de
tramo irregular y como referencias a aproximadamente 50 centímetros del cuerpo se encontró un potrero formado por
llamada piedra bruta, el cual mide aproximadamente
un metro de altura por 50 centímetros de ancho, y de largo
aproximadamente entre 50 o 60 metros que corre de sur a norte, además de encontrarse gran cantidad de piedras de
diferentes tamaños de la llamada “piedra bruta” y vegetación diversa como nopales, mezquites medianos, órganos
pequeños y de las llamadas (clavellinas) además de encontrarse el cuerpo a aproximadamente 30 metros de distancia y
hacía el lado sur sobre una brecha de terracería y piedra que tiene dirección de poniente a oriente y viceversa de
aproximadamente unos 3.5 metros de ancho y la cual conduce hacía el lado poniente hacía la propiedad del Licenciado
ELIMINADO, además de señalar que el potrero de deslinde antes señalado hacía su lado poniente, también es propiedad
de la citada persona y del lado en donde se ubica el cuerpo corresponde al terreno comunal, el cual se encuentra cercado
de su lado sur con postes de concreto y alambre de púas y por último por datos proporcionados por la Agente del a
Policía Ministerial en mención, señalaron que el día de hoy se encontraba un grupo de personas entre ellos el ahora
occiso los cuales procedían de la cabecera de ELIMINADO, llegando a este lugar aproximadamente a las 16:30 horas y
que se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes y que entre estas se encontraban ELIMINADO y ELIMINADO,
ambos de 18 años de edad y originarios de la Comunidad de La Campana, perteneciente a dicha Municipalidad, y
quienes empezaron a discutir con el ahora occiso por viejas rencillas, cuando el ahora occiso les arrojó una piedra sobre
al camioneta en la que se encontraban cuando dichos jóvenes se le fueron a golpes al ahora occiso hasta quedar en el
lugar de referencia y que hasta el momento se tiene aseguradas a estas dos personas en las instalaciones de la policía
Municipal de esta Cabecera, por lo que se da por terminada la presente diligencia, ordenándose el traslado del cuerpo a
las instalaciones del SEMELE. Siendo todo lo que se aprecia a simple, vista, lo que se asienta para constancia y por
diligencia.” (fojas 2 frente y vuelta). ELIMINADO Inspección que tiene pleno valor probatorio de acuerdo lo previsto en el
artículo 315 de la Ley Adjetiva Penal aplicable, por tratarse de una inspección practicada por funcionario investido de fe
pública, con todos los requisitos legales, en la que pudo directamente apreciar, que en un terreno comunal denominado
La ELIMINADO perteneciente a la Comunidad ELIMINADO, aproximadamente a unos 5 kilómetros de la Cabecera
Municipal de ELIMINADO, se encontraba el cuerpo sin vida de ELIMINADO, así mismo pudo apreciar que las lesiones
que el pasivo presentaba eran las siguientes: herida cortocontundente en región occipital derecha de aproximadamente 5
centímetros de diámetro, fractura de tabique nasal, posible fractura expuesta en pantorrilla izquierda, fractura expuesta de
nudillo del dedo índice de mano derecha, excoriación en cara externa de antebrazo izquierdo. Probanza con la que quedó
plenamente demostrado la supresión de una vida previamente existente, como lo fue en la especie, del ofendido
ELIMINADO.
Se adminicula a las precedentes probanzas, el dictamen de necropsia número 262/2010, emitido por el
Perito Médico Legista adscrito a la Dirección General de Servicios Periciales, Doctor ELIMINADO, el 25 veinticinco de
octubre de 2010 dos mil diez, practicado al cuerpo de quien en vida llevara el nombre de ELIMINADO, en el cual consta
lo siguiente: “LESIONES AL EXTERIOR: A la exploración externa se encontró lo siguiente: 1. Herida irregular, estrellada,
de 3 cm., en la región parietal derecha. 2. Herida irregular 3 cm., en región occipital. 3. Herida irregular 2 cm., en la región
frontal izquierda. 4 Escoriación dermoepidérmica irregular de 1 cm., en la región malar izquierda. 5. Aumento de volumen
y equimosis en región palpebral superior izquierda. 6. Aumento de volumen y equimosis en dorso nasal con deformidad y
crepitación como signos de fractura de tabique nasal. 7. Múltiples equimosis violáceas y escoriaciones dermoepidérmicas
irregulares en región intraescapula y dorso del hemitorax derecho. 8. Herida lineal de 1 cm., con aumento de volumen y
equimosis en área de 6 cm., en la cara anterior de la pierna izquierda en su tercio medio. 9. Escoriación dermoepidérmica
irregular de 2 cm., en el dorso del tercio medio del antebrazo izquierdo. 10. Equimosis violácea irregular de 4 cm., en el
dorso de la mano izquierda. 11. Cinco equimosis verdiosas irregulare en al cara anterior del muslo derecho. 12.
Excoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el borde costal izquierdo. A LA APERTURA DE LAS CAVIDADES
ENCONTRAMOS: CRANEANA: A la disección de los tejidos blandos, planos cutáneos y muslos se encuentran infiltrados
sanguíneos que se corresponden a las heridas descritas al exterior, las cuales afectan cuero cabelludo. CUELLO: A la
disección de los tejidos blandos, planos cutáneos y musculares íntegros sin lesiones. TORÁCICA: A la disección
encontramos fractura total de los arcos costales derecho 9 y 10 en su segmento posterior, los cuales protruyen en forma
irregular en la cavidad torácica lesionando pleura parietal y visceral, causando laceración de 4 cm., en el pulmón derecho
en su lóbulo inferior y producen hemotórax de 1500 cc. Pericardio con contenido cetrino y órgano cardiaco sin lesiones
traumáticas. Pulmones antracóticos. Pulmón izquierdo sin lesiones traumáticas. ABDOMINAL: A la disección epiplón
indemne. Hígado congestivo. Vesícula plétorica sin lesiones. Estómago y tracto intestinal íntegros, sin lesiones. Riñones
sin lesiones, páncreas íntegro sin lesiones. El bazo sin lesiones. La vejiga sin lesiones. GENITALES Y REGIÓN ANAL:
Sin lesiones traumáticas. EXTREMIDADES: Con las lesiones descritas al exterior. La lesión registrada en el número 8 al
exterior se diseca y se encuentra hematoma en planos profundos y sección completa de vena superficial de 0.5 cm., de
diámetro con formación de hematoma y drenaje al exterior. Se remiten la laboratorio de química forense de esta
Procuraduría, muestras biológicas de las siguientes regiones: Sangre. Orina y Contenido Gástrico. CONCLUSIÓN: Quien
en vida llevó el nombre de ELIMINADO falleció a consecuencia de: 1. Choque hipovolémico. 2. Hemotórax derecho de
1500 cc., secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3. Politraumatizado. Cronotanatodiagnóstico:
En base a los signos cadavéricos abióticos se calcula un Cronotanatodiagnóstico de 08 a 10 horas, hasta la realización
de la necropsia.” (fojas 34 frente).
Dictamen que adquiere valor probatorio pleno, con fundamento en los artículos 247, 260 y 316 del Código
de Procedimientos Penales, en virtud de haber sido emitido por persona con conocimientos especiales en el ramo de la
medicina, quien explicó los hechos y circunstancias que le sirvieron de fundamento a su opinión; de ahí que tenga plena
eficacia probatoria, de conformidad con el numeral citado en último término, dictamen a que se refiere el artículo 110 del
ordenamiento antes citado, para tener por comprobado las características que presentaba el cadáver de quien en vida
llevara el nombre de ELIMINADO, y concluir que el paciente del delito, falleció a consecuencia de “1.-Choque
hipovolémico. 2.- Hemotórax derecho de 1500 cc., secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3.Politraumatizado.”
En consecuencia, del caudal probatorio valorado en líneas anteriores, concatenado de manera lógica y
natural como lo dispone el artículo 320 del Código de Procedimientos Penales aplicable, se encuentra plenamente
comprobada la supresión de la vida de ELIMINADO, aproximadamente a las 17:00 diecisiete horas del día 24 veinticuatro
de Octubre del 2010 dos mil diez.
Ahora bien, en cuanto a la acreditación del tercer elemento integrador del cuerpo del ilícito en análisis,
consistente en que la privación de la vida sea atribuible a la intencionalidad del sujeto activo, cabe destacar que el
A Quo, estimó que la conducta desplegada por el diverso sujeto activo del delito, aquí recurrente, encuadra dentro del
llamado dolo eventual, el cual se presenta cuando el sujeto activo, no persigue el resultado típico y tampoco lo prevé
como seguro, sino que sólo prevé que es posible que se produzca, pero para el caso de su producción lo asume en su
voluntad.
Así, el elemento en análisis, se encuentra justificado con la concatenación lógica y natural de las relatadas
pruebas de inspección ministerial y necropsia, mismas que por economía procesal en este espacio se dan por
reproducidas para todos los efectos legales a que haya lugar; entre sí y adminiculadas, además, con los siguientes
medios de prueba:
Con la declaración de ELIMINADO, quien el 25 veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, ante el
Ministerio Público, dijo: “Que el día de ayer domingo 24 de octubre del año en curso, como a las cuatro de la tarde yo iba
en la camioneta propiedad de ELIMINADO , el cual es mi amigo y que él también iba ya que él era el que la tripulaba y
que además iba aparte de mi ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO , y ELIMINADO y que veníamos de Santa
María y nos dirigimos a la casa de ELIMINADO a una fiesta y era un bautizo, y fue cuando alcanzamos al ahora occiso y
él me aventó una piedra a mi y me pegó en la cabeza, y no supe porque te (sic) golpeaba y anteriormente no habíamos
tenido problemas, y yo me bajé y caí entre unas espinas cuando me baje de la camioneta y el agarró una piedra y me la
quería aventar en la cabeza y era una piedra grande, yo creo que unos treinta centímetros porque incluso la tenía
agarrada con las dos manos y únicamente dijo “chingas a toda tu madre” y me levanto y ELIMINADO le dio un aventón
y yo me levanté y fue cuando nos agarramos a golpes yo y ELIMINADO , con el señor ELIMINADO pero así le dicen,
pero se llama ELIMINADO , y ELIMINADO agarró de piedras de ahí mismo y nos peleamos y como él agarró más
piedras corrimos y nos fuimos y le pegamos entre yo y
ELIMINADO
y le pegamos a patadas y miré cuando
ELIMINADO le dio un aventón a ELIMINADO y como él tomo más piedras nos fuimos y sí lo golpeamos y al último más
piedras y éramos nosotros dos contra él solo, y él me pegó con la piedra en la cabeza, es decir del lado de la frente y que
ELIMINADO era una persona de edad grande, y él como me aventó el pedrazo yo fue que me bajé de la camioneta y
empezamos a pelear, y yo le reclamo diciéndole “por qué me tiras piedras” y lo único que decía es que chinga a tu madre
y a lo mejor le tiró a la camioneta ya que un hijo de ELIMINADO traía pleito con ELIMINADO , que es el dueño de la
camioneta y yo creo que por eso traían problemas entre el hijo de ELIMINADO con ELIMINADO y como estos no se
pueden ver, y que si subió por un momento ELIMINADO en la camioneta y él se bajó solo, y no es cierto que hayamos
pedido para tomar, ya que en esas horas no íbamos tomando, y que el día de ayer como a la una de la tarde estuvimos
en la mentada “Macro”, y la cual es una tienda o taquería y ahí venden cerveza y ahí estábamos tomando yo y todos los
amigos a los que ya he mencionado y fue de este lugar que nos retiramos para ir a la fiesta del bautizo y ahí nos invitó
ELIMINADO ya que era su hermana la que iba a bautizar, que los demás muchachos no intervinieron en la pelea y lo
único que dijeron ya vámonos, y de ahí nos fuimos al bautizo y de esta fiesta salimos como a las siete de la tarde, ya que
únicamente llegamos comimos y nos salimos y de ahí me fui a la casa, que yo no me enteré de que ELIMINADO había
muerto, y ahora pues ya ni modo debe seguir lo que sigue, y si estoy consciente de lo que hicimos y que sí vi cuando
ELIMINADO le dio el aventón a ELIMINADO , y de ahí me paro y me limpio la sangre y lo agarramos a golpes, y que los
golpes fueron a patadas y con los puños también, que el día de los hechos yo traía un pantalón azul de mezclilla y
playera de algodón color negra manga corta y bota tipo vaquera, que antes de estos hechos yo me había tomado como
unas cinco cervezas de tamaño normal. Que es todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 22 frente a 24 frente).
Declaración que ratificó en vía de preparatoria ante el Juez del conocimiento, el día 27 veintisiete de octubre
del año 2010 dos mil diez, medio de prueba que correctamente el Juez A Quo, consideró como una confesión lisa y llana,
confiriéndole pleno valor probatorio de conformidad con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de
Procedimientos Penales en vigor, en razón de que fue rendida ante el Agente del Ministerio Público investigador, por
persona mayor de edad (18 dieciocho años) en pleno uso de sus facultades mentales, sin coacción ni violencia física o
moral, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, declarando sobre
hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO; narrando de manera clara y precisa, en lo conducente, que el día
24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, como a las cuatro de la tarde, iba en la camioneta propiedad de
ELIMINADO, quien es su amigo y tripulaba el vehículo; que además iba ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, y
ELIMINADO; que venían de Santa María, dirigiéndose a la casa de ELIMINADO a una fiesta, un bautizo; que fue cuando
alcanzaron al ahora occiso; que él le aventó una piedra y le pegó en la cabeza; que no supo por qué lo golpeaba; que
anteriormente no habían tenido problemas; que él se bajó, cayéndose entre unas espinas; que cuando se bajo de la
camioneta el ofendido agarró una piedra y se la quería aventar en la cabeza; que era una piedra grande, de unos treinta
centímetros, porque incluso la tenía agarrada con las dos manos, diciéndole únicamente “chingas a toda tu madre”; que
él se levanto y ELIMINADO le dio un aventón; que fue cuando se agarraron a golpes él y ELIMINADO, con el aquí
pasivo; que el ofendido agarró de piedras de ahí mismo y se pelearon; que como el ofendido agarró más piedras
corrieron y se fueron; que le pegaron al ofendido, entre él y MARGARITO, a patadas; que él vio cuando ELIMINADO
le dio un aventón al pasivo y como éste tomó más piedras se fueron; que sí lo golpearon y “al último más piedras”; que
eran ellos dos contra él solo; que el ofendido le pegó a él con la piedra en la cabeza, del lado de la frente. Declaración
ministerial del acusado que relacionada con el restante material probatorio existente en el proceso de origen, se advierte
verosímil y, por tanto, idónea para demostrar que el día 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, como a las
cuatro de la tarde, el aquí inculpado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, y el diverso acusado ELIMINADO, golpearon al
pasivo, dándole patadas en el cuerpo, lo que le provocó según el Dictamen médico, antes reseñado y valorado: “1. Herida
irregular, estrellada, de 3 cm., en la región parietal derecha. 2. Herida irregular 3 cm., en región occipital. 3. Herida
irregular 2 cm., en la región frontal izquierda. 4 Escoriación dermoepidérmica irregular de 1 cm., en la región malar
izquierda. 5. Aumento de volumen y equimosis en región palpebral superior izquierda. 6. Aumento de volumen y
equimosis en dorso nasal con deformidad y crepitación como signos de fractura de tabique nasal. 7. Múltiples equimosis
violáceas y escoriaciones dermoepidérmicas irregulares en región intraescapula y dorso del hemitorax derecho. 8. Herida
lineal de 1 cm., con aumento de volumen y equimosis en área de 6 cm., en la cara anterior de la pierna izquierda en su
tercio medio. 9. Escoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el dorso del tercio medio del antebrazo izquierdo. 10.
Equimosis violácea irregular de 4 cm., en el dorso de la mano izquierda. 11. Cinco equimosis verdiosas irregulare en al
cara anterior del muslo derecho. 12. Excoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el borde costal izquierdo.”; lo
cual le ocasionó: “1.-Choque hipovolémico, 2.-Hemotórax derecho de 1500 cc., secundario a laceración pulmonar
derecha en su lóbulo inferior. 3.- Politraumatizado”; y, por ende, la muerte.
Asimismo se encuentra comprobado el tercer elemento material del delito de HOMICIDIO, con la
declaración del coacusado ELIMINADO, quien el 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, ante el Fiscal
investigador, manifestó: “El día de ayer domingo 24 de octubre, como a las seis de la tarde íbamos de ELIMINADO , a
un bautizo de unos gemelos de mi hermana ELIMINADO , ya que mi hermana me había dicho que invitara a comer a mis
amigos, y yo iba en compañía de ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le dicen “
ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le apodan “ ELIMINADO ”, ELIMINADO de quien no se sus apellidos pero le dicen
“ ELIMINADO ” y ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ” y ELIMINADO quien es hermano de ELIMINADO de apodo “
ELIMINADO ”, y todos íbamos en una camioneta de color azul con negro, larga, la cual es vieja, tipo Pick Up,. y el que
iba manejando era ELIMINADO
y yo iba tras en la caja, y al ir circulando por un lugar que se le conoce como
ELIMINADO mi amigo ELIMINADO quien también iba atrás en la caja de la camioneta recibió una pedrada que le pegó
en la cien y empezó a sangrar y nos dimos cuenta que él que había aventado la piedra fue un señor de nombre
ELIMINADO quien es un borracho que siempre anda tomando alcohol y se la pasa diciéndole cosas a la gente y hasta
les dice groserías a las señoras y cuando uno pasa por ahí les mienta la madre, pero ayer sin decirnos anda le aventó la
piedra a ELIMINADO y después ELIMINADO se frenó y ELIMINADO se bajó de la camioneta y ELIMINADO agarró
más piedras y ELIMINADO se le fue a golpes y de pronto cuando estaban peleando ELIMINADO se cayo (ilegible) se
resbaló yo creo que se quiso desmayar del piedraza es decir de la pedrada y ELIMINADO agarró una piedra más o
menos grande y se la iba a ventar a ELIMINADO en la cabeza y entonces yo llegué y le di un golpe con el puño en la
cara y la piedra que traía ELIMINADO se le cayó y después ELIMINADO se levantó y le dio otro golpe con el puño en
la cara y luego le di un aventón para que cayera más rápido y ELIMINADO cayó al lado, y después entre ELIMINADO
y yo lo estuvimos dando patadas y golpes con los puños y
ELIMINADO
seguía agarrando piedras y nos daba
manotazos pero ya no alcanzaba a tirarnos, y lo estuvimos golpeando como unos cinco minutos, y después lo dejamos
tirado pero todavía se movía y en todo el rato no nos dijo nada y tampoco nosotros le dijimos nada y después me llevé a
ELIMINADO para subirlo a la camioneta, pues andaba terco y quería seguir golpeando a ELIMINADO ya que él andaba
todavía enojado y sangrado de la cara y aparte andaba borracho y no entendía, y después ya nos subimos a la
camioneta y nos fuimos al bautizo con todos los que mencioné pero todo ellos no se metieron solamente se bajaron de la
camioneta a ver, y después al llegar al bautizo comimos y estuvimos otro rato cotorreando hasta las diez de la noche y
después cada quien se fue para su casa y ya no volvimos a ver a ELIMINADO . Que es todo lo que tengo que
manifestar.” (fojas 26 frente y vuelta).
Declaración del coinculpado al que el Juez natural correctamente estimó como una confesión, de
conformidad con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de Procedimientos Penales en vigor, en razón de
haber sido rendida por persona mayor de edad (18 dieciocho años de edad), en pleno uso de sus facultades mentales,
ante el Agente del Ministerio Público, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado
defensor, declarando sobre hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le imputa, narración de hechos
que relacionada con el restante material probatorio existente en el proceso de origen, se puede advertir que es verosímil,
y sirve para dejar acreditado que el 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, estando en un terreno comunal
denominado La Cardona perteneciente al Municipio de ELIMINADO, el pasivo le aventó una piedra al diverso sujeto
activo ELIMINADO , aquí recurrente, ELIMINADO cuando viajaban a bordo de una camioneta; que después el aquí
inculpado ELIMINADO y el declarante, golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas en el cuerpo,
lo que ocasionó según el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado, la muerte del paciente del delito.
Así, con los anteriores medios de prueba reseñados y valorados de forma individual, se integra la prueba
circunstancial de conformidad con lo establecido en el artículo 320 del Código de Procedimientos Penales en consulta,
para tener por comprobado en forma cierta el sujetos activo ELIMINADO, aquí recurrente, de manera conjunta con
diverso acusado (ELIMINADO), golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas, lo que le ocasionó la
lesiones descritas en el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado, y por ende, la muerte; destacando que
como correctamente lo determinó el Juez de primer grado, y si bien, el sujeto activo del delito, aquí apelante, no deseo el
resultado, esto es, cometer el delito de HOMICIDIO, al aceptar y golpear de forma conjunta con diverso activo, aún
cuando no tenía la intención de privar de la vida al ofendido, aceptó el riesgo de que los golpes propinados al pasivo,
trajeran como consecuencia el resultado típico, como en el caso ocurrió.
En ese orden de ideas, en el sumario existen pruebas que constituyen un conjunto armónico de indicios
concordantes y convergentes en un mismo sentido que, corroborados, complementados y adminiculados entre sí,
conforme lo dispone el numeral 320 del Código Procesal Penal, de manera lógica y natural conducen a demostrar que en
autos del sumario, quedaron acreditados los elementos materiales que configuran el cuerpo del delito de HOMICIDIO,
contemplados por el artículo 107 de la Ley Sustantiva Penal, como lo son, la preexistencia de la vida de ELIMINADO y,
su posterior supresión, atribuible a la intencionalidad del sujeto activo; ya que quedó demostrado que el día 24
veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, el sujeto activo, aproximadamente a las 16:30 dieciséis treinta horas,
estando en el camino que conduce a la Comunidad ELIMINADO, el aquí recurrente, de manera conjunta con diverso
sujeto activo ELIMINADO, golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas, lo que le ocasionó según
el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado: “1.-Choque hipovolémico, 2.-Hemotórax derecho de 1500 cc.,
secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3.- Politraumatizado”; ELIMINADO y por ende, la muerte.
Lo antes expuesto encuentra sustento en la jurisprudencia número V.2º.P.A.J/8, emitida por del Segundo
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, publicada en la página 1456, del Tomo XXVI
de agosto de dos mil siete, correspondiente a la Novena Época del enunciado Semanario, que textualmente indica:
“PRUEBA INDICIARIA O CIRCUNSTANCIAL EN MATERIA PENAL. SU EFICACIA NO PARTE DE PRUEBAS
PLENAS
AISLADAS, SINO DE DATOS UNÍVOCOS, CONCURRENTES Y CONVERGENTES, DE CUYA
ARTICULACIÓN, CONCATENACIÓN Y ENGARCE, SE OBTIENE OBJETIVAMENTE UNA VERDAD FORMAL, A
TRAVÉS DE UNA CONCLUSIÓN NATURAL A LA CUAL CADA INDICIO, CONSIDERADO EN FORMA AISLADA, NO
PODRÍA CONDUCIR POR SÍ SOLO. En el proceso penal no es dable acoger la falacia de la división, que consiste en
asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de éste, y que en el caso se refleja al aislar cada elemento
de convicción y demeritar su eficacia o contundencia demostrativa por sí mismo, es decir, considerado aisladamente. Lo
anterior es improcedente, cuenta habida que de cada medio de prueba pueden desprenderse uno o varios indicios,
signos o presunciones, con un determinado papel incriminador, partiendo de que el indicio atañe al mundo de lo fáctico e
informa sobre la realidad de un hecho acreditado, que sirve como principio de prueba, no necesariamente para justificar
por sí mismo un aserto, o la verdad formal que se pretende establecer, sino para presumir la existencia de otro
desconocido, a base de razonar silogísticamente partiendo de datos aislados que se enlazan entre sí en la mente, para
llegar a una conclusión, y es precisamente la suma de todos los indicios, lo que constituye la prueba plena circunstancial,
que se sustenta en la demostración de los hechos indiciarios y en el enlace natural, más o menos necesario, entre la
verdad conocida y la buscada. Por ello, la eficacia de la prueba indiciaria o circunstancial, como prueba indirecta, no parte
de pruebas plenas aisladas, sino de datos unívocos, concurrentes y convergentes, de cuya articulación, concatenación y
engarce, se obtiene objetivamente una verdad formal, a través de una conclusión natural, a la cual cada indicio considerado en forma aislada- no podría conducir por sí solo.”
SEXTO.- En cuanto a la responsabilidad penal de ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en la comisión del
delito de HOMICIDIO este Tribunal Ad Quem, estima que el Juez natural, procedió de manera correcta al tener por
comprobada la plena responsabilidad penal del sentenciado, conforme a lo establecido por los numerales 107 y 117 de la
Ley Adjetiva Penal, siendo su intervención, la prevista en el numeral 8°, fracción III, del Código Penal vigente, al haber
realizado la conducta de manera conjunta con diverso sujeto activo. Además, importante destacar que el A Quo, estimó
que el delito de HOMICIDIO fue cometido por el aquí apelante, preterintencionalmente, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 7º. que en su parte conducente dice:
“ARTICULO 7º.- Los delitos pueden ser dolosos, culposos o preteintencionales. . . .
Obra preterintencionalmente el que causa el resultado típico mayor al querido o aceptado.”
Lo anterior, en razón de que el recurrente ELIMINADO alías “ELIMINADO”, no deseó el resultado (HOMICIDIO)
pues al recibir una agresión por parte del pasivo, la contestó y si bien el resultado de golpearlo conjuntamente con el
diverso acusado ELIMINADO, ocasionó la muerte del ofendido, esa acción no evidencia que al golpearlo, tuviese la
intensión de privarlo de la vida. No obstante, al aceptar y realizar la agresión propinada al ofendido, trae como
consecuencia la aceptación de la muerte, pues existe el riesgo, como ocurrió, que los golpes debido a su severidad
provoquen la muerte de una persona.
Así, la plena responsabilidad del sentenciado y aquí apelante ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en la
comisión del delito de HOMICIDIO en agravio de ELIMINADO, quedó comprobada con el siguiente acervo probatorio que
obra en autos del proceso en estudio:
En primer término, para tener por comprobada la probable responsabilidad del inculpado, existe el Parte
informativo, número ELIMINADO, elaborado por ELIMINADO y ELIMINADO, Agentes de la Policía Ministerial del
Estado adscritos a la Subdirección Zona Rural de la Procuraduría General de Justicia del Estado, ELIMINADO datado el
25 veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, en el cual asentaron lo siguiente ELIMINADO “HECHOS. El día de hoy
siendo las 21:05 hrs., se recibió una llamada telefónica por parte de ELIMINADO, con domicilio conocido en
“ELIMINADO” anexo a la Comunidad de La ELIMINADO, en donde se reporta que en un predio que se encuentra en la
ladera del cerro se encuentra una persona del sexo masculino al parecer sin vida. INVESTIGACIÓN. Al dar inicio a la
presente investigación nos trasladamos a dicha comunidad, lugar en donde tuvimos a la vista un cuerpo sin vida del sexo
masculino, entrevistándonos con el Juez Auxiliar de nombre ELIMINADO, de ELIMINADO de edad, con domicilio
conocido en la misma Comunidad, quien nos informó que la persona que yacía en el piso sin vida respondía al nombre de
ELIMINADO de ELIMINADO de edad, con domicilio conocido en la Comunidad en mención, manifestándonos el Juez
Auxiliar, que desconocía con exactitud que es lo que le había pasado a ELIMINADO, pero que algunos habitantes de ese
lugar le comentaron que por la tarde habían observado que el hoy occiso se peleaba a golpes con unos jóvenes de la
misma Comunidad apodados “La ELIMINADO” y “ELIMINADO” aproximadamente a las 16:30 hrs., sobre la carretera que
conduce a la Cabecera Municipal, pero que después del pleito estos jóvenes se dirigieron hacía su domicilio y
ELIMINADO continuó caminando al parecer pidiendo raid, pero con visibles huellas de sangrado en el rostro. Por lo
anterior nos trasladamos al domicilio de quien ahora sabemos se llama ELIMINADO de ELIMINADO de edad, alías
“ELIMINADO”, con domicilio conocido en la Comunidad de la Cardona Santa Maria del Río y quien a la entrevista y
enterado del motivo de nuestra visita nos manifestó que efectivamente el día 24 de los corrientes aproximadamente a las
16:00 hrs., él viajaba de raid en una camioneta de una persona que solo se sabe se llama ELIMINADO por la carretera
que conduce a su Comunidad e iba acompañado de ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO todos con
domicilio conocido en la Comunidad de La ELIMINADO, y viajaban en la parte trasera de la camioneta, cuando a la altura
del lugar denominado El Puerto sintió un fuerte golpe en la cabeza deteniéndose inmediatamente el conductor, dándose
cuenta que el Sr. ELIMINADO alías “ELIMINADO” le había propinado una pedrada y cuando le reclamó su proceder esta
ya tenía más piedras en la mano, por lo que sin pensarlo comenzó a liarse a golpes con ELIMINADO y en un momento
dado y debido a que él sangraba de la cabeza por la pedrada que le propinó esta persona, él cayo al suelo y ELIMINADO
intentó arrojarle nuevamente una piedra, pero su amigo ELIMINADO, evitó esto propinándole un golpe a ELIMINADO y
así entre ambos comenzaron a propinarle golpes al hoy occiso y añadiendo que sus demás amigos solo observaron la
pelea pero nunca intervinieron y después de unos minutos se retiraron a sus domicilios dejando a ELIMINADO sangrando
abundantemente y que ignora que fue lo que pasó de después con esta persona. Continuando con la investigación nos
entrevistamos con ELIMINADO, de 18 años de edad y con domicilio conocido en la Comunidad de la Cardona, quien una
vez enterado del motivo de la entrevista nos manifestó que es totalmente cierto que el pasado día 24 de los corrientes
aproximadamente a las 16:30 hrs., viajaba de raid en compañía de varios amigos entre ellos ELIMINADO, y que al pasar
por un lugar llamado el puerto a su amigo ELIMINADO le propinaron una pedrada en la cabeza sin motivo alguno y que el
responsable de esto fue ELIMINADO a quien conocen con el sobrenombre de “ELIMINADO” y que al sentirse herido
ELIMINADO se bajo de la camioneta y le reclamó al señor ELIMINADO pero este continuo agrediendo a su amigo por lo
que comenzaron a pelear y en un momento dado ELIMINADO cayó al piso y ELIMINADO intentó arrojarle otra piedra
pero que él evitó esto dándole un golpe a ELIMINADO y así entre ambos comenzaron a propinarle golpes, pero que sus
demás acompañantes solo se limitaron a observar y después de unos minutos dejaron a esta persona sangrando del
rostro y ellos mejor se dirigieron a sus respectivos domicilios ignorando que sucedido posteriormente con el señor
ELIMINADO. Posteriormente logramos entrevistarnos con ELIMINADO de ELIMINADO de edad con domicilio conocido
en la ELIMINADO y quien es hijo del ahora occiso manifestándonos que su padre ya tenía rencillas con ELIMINADO
desde hace algún tiempo pero que desconoce el motivo de esto ya que incluso ya habían peleado en un baile que se
había realizado en la Comunidad hace algún tiempo y que quizá esto fue lo que orillo a ELIMINADO a pelear nuevamente
con su padre. Por lo anterior me permito dejar a su disposición a ELIMINADO y ELIMINADO internados en los separos
de la Policía Ministerial asimismo anexo a Usted certificado médico legal de integridad física expedido mediante oficio
Núm. 4807-08/2010, por el Dr. ELIMINADO, Perito Médico Legista. Lo anterior para su debido conocimiento y lo que a
bien tenga ordenar.” (fojas 5 frente y 6 frente).
Parte informativo investido de valor probatorio de indicio, en términos de los numerales 228, 229 y 311 de la
Ley Adjetiva Penal en consulta, al tratarse de una pieza informativa que se integra a las constancias del procedimiento,
rendido en función de la obligación que tienen los citados agentes ministeriales, de informar a su superior del resultado de
las investigaciones a ellos encomendadas. Probanza que se justiprecia de acuerdo con la corroboración o concordancia
de los medios de convicción existentes en el sumario, y en el que se puede apreciar, que los agentes ministeriales se
entrevistaron con el sentenciado recurrente ELIMINADO alías “ELIMINADO”, quien les manifestó que efectivamente el
día 24 de los corrientes aproximadamente a las 16:00 hrs., él viajaba de raid en una camioneta de una persona que solo
se sabe se llama ELIMINADO, por la carretera que conduce a su Comunidad e iba acompañado de ELIMINADO,
ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, todos con domicilio conocido en la Comunidad ELIMINADO; que él viajaba en
la parte trasera de la camioneta, cuando a la altura del lugar denominado El ELIMINADO sintió un fuerte golpe en la
cabeza deteniéndose inmediatamente el conductor, dándose cuenta que el ofendido, le había propinado una pedrada;
que cuando le reclamó su proceder éste ya tenía más piedras en la mano, por lo que sin pensarlo comenzó a liarse a
golpes con ELIMINADO y en un momento dado y debido a que él sangraba de la cabeza por la pedrada que le propinó
esta persona, él cayo al suelo y ELIMINADO intentó arrojarle nuevamente una piedra, pero su amigo ELIMINADO, evitó
esto propinándole un golpe al paciente del delito, ELIMINADO; que así entre ambos comenzaron a propinarle golpes al
hoy occiso y añadiendo que sus demás amigos solo observaron la pelea pero nunca intervinieron; que después de unos
minutos se retiraron a sus domicilios dejando a ELIMINADO sangrando abundantemente y que ignora que fue lo que
pasó de después con esta persona. De igual forma, los elementos aprehensores entrevistaron al coacusado ELIMINADO,
quien les manifestó que el día 24 de octubre del año 2010 dos mil diez, aproximadamente a las 16:30 hrs., viajaba de raid
en compañía de varios amigos entre ellos ELIMINADO; que al pasar por un lugar llamado El Puerto a su amigo
ELIMINADO, esto es el aquí recurrente, le propinaron una pedrada en la cabeza sin motivo alguno; que el responsable
de esto fue el ofendido, ELIMINADO a quien conoce con el sobrenombre de “ELIMINADO”; que al sentirse herido
ELIMINADO se bajo de la camioneta y le reclamó al pasivo, pero éste continuo agrediendo a su amigo por lo que
comenzaron a pelear; que en un momento dado ELIMINADO cayó al piso y ofendido intentó arrojarle otra piedra pero
que él evitó esto dándole un golpe al pasivo ELIMINADO; que así entre ambos comenzaron a propinarle golpes; que sus
demás acompañantes sólo se limitaron a observar y después de unos minutos dejaron a esta persona sangrando del
rostro y ellos mejor se dirigieron a sus respectivos domicilios ignorando que haya sucedido posteriormente con el
ofendido. Declaraciones de los ofendidos, que conforme a lo previsto en el artículo 235 de la Ley Procesal Penal, de
manera alguna constituyen una confesión, sin embargo, el informe rendido por los elementos policíacos, tiene valor
indiciario como previamente se dijo para dejar señalada la responsabilidad que pesa sobre el sentenciado ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, en la comisión del delito de HOMICIDIO, máxime que este medio de prueba se encuentra
robustecido por las propias declaraciones rendidas ante el Fiscal investigador, por los acusados ELIMINADO alías
“ELIMINADO” y ELIMINADO, como enseguida se verá.
Se adminicula a la precedente probanza, la declaración rendida por el coacusado ELIMINADO, quien el día
25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, declaró ante el Representante Social investigador, lo siguiente: “El
día de ayer domingo 24 de octubre, como a las seis de la tarde íbamos de ELIMINADO , a un bautizo de unos gemelos
de mi hermana ELIMINADO , ya que mi hermana me había dicho que invitara a comer a mis amigos, y yo iba en
compañía de ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO
a quien le apodan “ ELIMINADO ”,
ELIMINADO
de quien no se sus apellidos pero le dicen “ ELIMINADO ” y
ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ” y ELIMINADO quien es hermano de ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ”, y
todos íbamos en una camioneta de color azul con negro, larga, la cual es vieja, tipo Pick Up,. y el que iba manejando era
ELIMINADO y yo iba tras en la caja, y al ir circulando por un lugar que se le conoce como ELIMINADO mi amigo
ELIMINADO quien también iba atrás en la caja de la camioneta recibió una pedrada que le pegó en la cien y empezó a
sangrar y nos dimos cuenta que él que había aventado la piedra fue un señor de nombre ELIMINADO quien es un
borracho que siempre anda tomando alcohol y se la pasa diciéndole cosas a la gente y hasta les dice groserías a las
señoras y cuando uno pasa por ahí les mienta la madre, pero ayer sin decirnos anda le aventó la piedra a ELIMINADO y
después
ELIMINADO
se frenó y
ELIMINADO
se bajó de la camioneta y
ELIMINADO
agarró más piedras y
ELIMINADO se le fue a golpes y de pronto cuando estaban peleando ELIMINADO se cayo (ilegible) se resbaló yo creo
que se quiso desmayar del piedrazo es decir de la pedrada y ELIMINADO agarró una piedra más o menos grande y se
la iba a ventar a ELIMINADO en la cabeza y entonces yo llegué y le di un golpe con el puño en la cara y la piedra que
traía ELIMINADO se le cayó y después ELIMINADO se levantó y le dio otro golpe con el puño en la cara y luego le di
un aventón para que cayera más rápido y ELIMINADO cayó al lado, y después entre ELIMINADO y yo lo estuvimos
dando patadas y golpes con los puños y ELIMINADO seguía agarrando piedras y nos daba manotazos pero ya no
alcanzaba a tirarnos, y lo estuvimos golpeando como unos cinco minutos, y después lo dejamos tirado pero todavía se
movía y en todo el rato no nos dijo nada y tampoco nosotros le dijimos nada y después me llevé a ELIMINADO para
subirlo a la camioneta, pues andaba terco y quería seguir golpeando a ELIMINADO ya que él andaba todavía enojado y
sangrado de la cara y aparte andaba borracho y no entendía, y después ya nos subimos a la camioneta y nos fuimos al
bautizo con todos los que mencioné pero todo ellos no se metieron solamente se bajaron de la camioneta a ver, y
después al llegar al bautizo comimos y estuvimos otro rato cotorreando hasta las diez de la noche y después cada quien
se fue para su casa y ya no volvimos a ver a ELIMINADO . Que es todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 26 frente y
vuelta).
Declaración del coinculpado, que el Juez natural correctamente estimó como una confesión, de conformidad
con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 de la Ley Procesal Penal aplicable, en razón de haber sido rendida por
persona mayor de edad (18 dieciocho años), en pleno uso de sus facultades mentales, ante el Agente del Ministerio
Público, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, declarando sobre
hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le imputa, narración de hechos que relacionada con el
restante material probatorio existente en el proceso de origen, se puede advertir que es verosímil, y sirve para determinar
que fue el aquí recurrente ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, quien de manera conjunta con el declarante ELIMINADO, el
día 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, estando en un terreno comunal denominado La Cardona
perteneciente al Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, golpeó al ofendido, dándole patadas y golpes con los
puños en el cuerpo, lo que ocasionó según el dictamen de necropsia precedentemente mencionado y valorado, la muerte
del paciente del delito ELIMINADO.
Lo antes expuesto, encuentra sustento en la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, con número de registro 263,299 consultable en la página 57, Segunda parte, tomo XVII, agosto de
dos mil siete, correspondiente a la Sexta Época del Semanario Judicial de la Federación, que textualmente indica:
“COACUSADO, TESTIMONIO DEL. Las confesiones calificadas de los acusados, tienen un doble carácter de confesión
y de testimonio por lo que respecta a cada uno de los coacusados.”
De igual forma cobra aplicación la tesis emitida por la Sala auxiliar de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, con número de registro 246,361 consultable en la página 15, Séptima parte, correspondiente a la Séptima Época
del Semanario Judicial de la Federación, que textualmente indica:
“COACUSADO. VALOR DE SU DICHO. La confesión del coacusado, tiene valor probatorio pleno cuando, sin eludir su
responsabilidad, señale la responsabilidad de otro.”
Asimismo, sirve para tener por acreditada la plena responsabilidad el sentenciado, aquí recurrente
ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, su propia declaración rendida ante el Agente del Ministerio Público investigador, el día
25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, en la manifestó: ELIMINADO Que el día de ayer domingo 24 de
octubre del año en curso, como a las cuatro de la tarde yo iba en la camioneta propiedad de ELIMINADO , el cual es mi
amigo y que él también iba ya que él era el que la tripulaba y que además iba aparte de mi ELIMINADO , ELIMINADO y
ELIMINADO , y ELIMINADO y que veníamos de Santa María y nos dirigimos a la casa de ELIMINADO a una fiesta y
era un bautizo, y fue cuando alcanzamos al ahora occiso y él me aventó una piedra a mi y me pegó en la cabeza, y no
supe porque te (sic) golpeaba y anteriormente no habíamos tenido problemas, y yo me bajé y caí entre unas espinas
cuando me baje de la camioneta y el agarró una piedra y me la quería aventar en la cabeza y era una piedra grande, yo
creo que unos treinta centímetros porque incluso la tenía agarrada con las dos manos y únicamente dijo “chingas a toda
tu madre” y me levanto y ELIMINADO le dio un aventón y yo me levanté y fue cuando nos agarramos a golpes yo y
ELIMINADO , con el señor ELIMINADO , pero así le dicen, pero se llama ELIMINADO , y ELIMINADO agarró de
piedras de ahí mismo y nos peleamos y como él agarró más piedras corrimos y nos fuimos y le pegamos entre yo y
ELIMINADO y le pegamos a patadas y miré cuando ELIMINADO le dio un aventón a ELIMINADO y como él tomo
más piedras nos fuimos y si lo golpeamos y al último más piedras y éramos nosotros dos contra él solo, y él me pegó con
la piedra en la cabeza, es decir del lado de la frente y que ELIMINADO era una persona de edad grande, y él como me
aventó el pedrazo yo fue que me bajé de la camioneta y empezamos a pelear, y yo le reclamo diciéndole “por qué me
tiras piedras” y lo único que decía es “que chinga a tu madre” y a lo mejor le tiró a la camioneta ya que un hijo de
ELIMINADO traía pleito con ELIMINADO , que es el dueño de la camioneta y yo creo que por eso traían problemas
entre el hijo de ELIMINADO con ELIMINADO y como estos no se pueden ver, y que si subió por un momento
ELIMINADO en la camioneta y él se bajó solo, y no es cierto que hayamos pedido para tomar, ya que en esas horas no
íbamos tomando, y que el día de ayer como a la una de la tarde estuvimos en la mentada “Macro”, y la cual es una tienda
o taquería y ahí venden cerveza y ahí estábamos tomando yo y todos los amigos a los que ya he mencionado y fue de
este lugar que nos retiramos para ir a la fiesta del bautizo y ahí nos invitó ELIMINADO ya que era su hermana la que iba
a bautizar, que los demás muchachos no intervinieron en la pelea y lo único que dijeron ya vámonos, y de ahí nos fuimos
al bautizo y de esta fiesta salimos como a las siete de la tarde, ya que únicamente llegamos comimos y nos salimos y de
ahí me fui a la casa, que yo no me enteré de que ELIMINADO había muerto, y ahora pues ya ni modo debe seguir lo
que sigue, y si estoy consciente de lo que hicimos y que si vi cuando ELIMINADO le dio el aventón a ELIMINADO , y
de ahí me paro y me limpio la sangre y lo agarramos a golpes, y que los golpes fueron a patadas y con los puños
también, que el día de los hechos yo traía un pantalón azul de mezclilla y playera de algodón color negra manga corta y
bota tipo vaquera, que antes de estos hechos yo me había tomado como unas cinco cervezas de tamaño normal. Que es
todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 22 frente a 24 frente).
Declaración que fue debidamente ratificada en vía de preparatoria ante el Juez del proceso, el día 27
veintisiete de octubre del año 2010 dos mil diez, agregando únicamente lo siguiente: “que todavía cuando me caía en las
espinas y (sic) occiso todavía me quiso arrojar una piedra en la cabeza y ya fue por eso que lo golpeamos y es todo lo
que tengo que agregar.” (fojas 54) Medios de prueba que se consideran como una confesión, de conformidad con lo
preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de Procedimientos Penales en vigor, en razón de haber sido rendida
por persona mayor de edad (18 dieciocho años), en pleno uso de sus facultades mentales, ante Fiscal investigador,
debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, como consta en la citada
diligencia, declarando sobre hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le atribuye; estimándose
además verosímil, puesto que su narración de hechos se encuentra corroborada con el restante material probatorio
existente en el proceso de origen, en especial con la declaración rendida por el coacusado ELIMINADO, de la cual se
desprenden indicios suficientes y armónicos, los que de manera conjunta de acuerdo a lo contemplado en el artículo 320
del Cuerpo de Leyes en mención, son suficientes e idóneos para hacer verosímil la versión del inculpado ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, respecto a que fue él, quien el día 24 veinticuatro de octubre del 2010 dos mil diez,
aproximadamente a las 16:00 dieciséis horas, golpeó de manera conjunta con el diverso acusado ELIMINADO, al
ofendido ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas en el cuerpo; por lo cual resulta idónea para demostrar que fue él
quien en la fecha y hora antes mencionadas, privó de la vida al ofendido ELIMINADO, al haberlo golpeado de manera
conjunta con el diverso activo ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas en el cuerpo, pues aunque no se advierte dato
alguno que haga presumir que el acusado al inferir dichos golpes tuviera la intención o el dolo respecto del daño
requerido, lo cierto es que su conducta provocó al pasivo las lesiones descritas en el antes reseñado y valorado,
dictamen de necropsia de fecha 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, emitido por el Perito médico
ELIMINADO; y en consecuencia, la muerte.
Cobra aplicación en apoyo, a lo antes expuesto, la Jurisprudencia II. 1o. J/6, sustentada por el Primer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, con número de registro 212,758, consultable en la página 41, Tomo 76, Abril de
1994, correspondiente a la Octava Época del Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dice:
“CONFESION, VALOR DE LA. Conforme a la técnica que rige la apreciación de las pruebas en el procedimiento penal,
la confesión del imputado, como reconocimiento de su propia culpabilidad derivada de los hechos propios, tiene el valor
de un indicio y alcanza el rango de prueba plena, cuando no está desvirtuada, ni es inverosímil y en cambio está
corroborada por otros elementos de convicción.”
En ese orden de ideas, ha quedado demostrada la plena responsabilidad penal del sentenciado
ELIMINADO alías “ELIMINADO” en la comisión del delito de HOMICIDIO, previsto por el artículo 107 del Código Penal
en aplicación, toda vez que el acusado desplegó una acción, típica, antijurídica, culpable y punible conforme a lo
establecido por el artículo 6º. del Cuerpo de Leyes en cita. Dicha conducta quedó demostrada con todos y cada uno de
los medios de convicción reseñados y justipreciados conforme a las reglas de valorización establecidas en los artículos
308, 310, 311, 315, 316 y 317 del Código de Procedimientos Penales, pruebas que adminiculadas y relacionadas entre
sí, acreditan que ELIMINADO alías “ELIMINADO”, desplegó una conducta la cual encuadra en la forma de intervención
prevista en los artículos 7º., y 8º., fracción III, del Código Penal en consulta, ya que, junto con diverso sujeto activo, el día
24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, aproximadamente a las 16:30 dieciséis treinta horas, estando en el
camino que conduce a la Comunidad ELIMINADO, ELIMINADO, el aquí recurrente, privó de la vida al ofendido
ELIMINADO, al haberlo golpeado de manera conjunta con el diverso activo ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas
en el cuerpo, pues aunque no se advierte dato alguno que haga presumir que el acusado al inferir dichos golpes tuviera la
intención o el dolo respecto del daño requerido, lo cierto es que su conducta provocó al pasivo las lesiones descritas en el
antes reseñado y valorado, dictamen de necropsia de fecha 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, emitido
por el Perito médico ELIMINADO; y por ende, su fallecimiento; sin que esta Sala en revisión de oficio, advierta alguna
causa excluyente de responsabilidad ni extintiva de la acción penal, que hacer valer en favor del inculpado, aquí apelante.
Así, en mérito de lo antes expuesto, resulta infundado el agravio aducido por el defensor público de la
adscripción, en el sentido de que la comisión de los hechos imputados a su defenso ELIMINADO alías “ELIMINADO”, fue
desplegada bajo la modalidad de RIÑA. Considerando este Tribunal Colegiado precisar que por RIÑA, se entiende una
contienda de obra entre dos o más personas con intención de causarse daño. En efecto, aún y cuando como lo
argumenta el apelante, en un primer término el ofendido agredió a su defenso, aventándole una piedra a la cabeza; sin
embargo, no se encuentra demostrado con el cúmulo de pruebas integrantes del proceso, previamente analizadas, que
posterior a ese momento, el hoy occiso hubiera realizado otros actos encaminados a involucrarse en una pelea con el
acusado, por el contrario, como se dejó acreditado, enseguida que recibió la pedrada por parte del pasivo, el sentenciado,
aquí recurrente, fue ayudado por el diverso acusado ELIMINADO, golpeando entre los dos, con puñetazos y patadas, al
paciente del delito, quien ante la superioridad numérica de sus atacantes, ya no pudo defenderse y mucho menos
contender con el sentenciado, es decir, no se acreditó que hubiera existido un intercambio de ataques con intención
lesiva entre el aquí recurrente y el hoy occiso, como lo aduce el defensor recurrente; por el contrario se dejó plenamente
acreditado, con las pruebas existentes en el sumario de origen, valoradas de manera individual en la presente resolución,
y de manera conjunta conforme a lo previsto en el artículo 320 de la Ley Procesal Penal, que el recurrente ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, al recibir una agresión por parte del pasivo (pedrada en la cabeza), la contestó golpeando al paciente
del delito, al propinarle puñetazos y patadas, de manera conjunta con diverso sujeto activo ELIMINADO, y aunque no
deseó el resultado (HOMICIDIO), al desplegar la acción de golpearlo conjuntamente con el coacusado, aceptó el riesgo
de que su conducta produjera un resultado mayor al querido, en el caso, la muerte del ofendido. De ahí que no puede
estimarse que la conducta típica haya sido cometida en la modalidad de riña.
Es aplicable, en apoyo a lo antes expuesto, la tesis sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito, con registro 219,907, publicada en la página 622, Tomo IX, Abril de 1992, correspondiente a la Octava
Época, del Semanario Judicial de la Federación, cuyo texto dice:
“RIÑA Y PRETERINTENCIONALIDAD SON INCOMPATIBLES. HOMICIDIO COMO RESULTADO DE LA PRIMERA.
(CODIGO PENAL DEL ESTADO DE NUEVO LEON). Una interpretación sistemática de los artículos 29, 313, 315 y 319
del Código Penal del Estado de Nuevo León, permite establecer que la riña, como circunstancia modificativa del
homicidio perpetrado, es jurídicamente incompatible con la preterintencionalidad, en tanto aquélla excluye a ésta, pues lo
que es aceptable dentro del terreno puramente psicológico, como es el caso de que el quejoso no tuvo la intención de
causar la muerte a su adversario, puede no serlo bajo el prisma legal, esto es, la privación de la vida de este último como
resultado de un hecho que cae dentro del ámbito de ilicitud, como lo es la riña. En efecto, generalmente coinciden
intención y resultado, pero su no coincidencia no implica ausencia de dolo en la consecuencia final del evento, cuando en
el ánimo del rijoso existe una voluntad inicial de contenido típico al penetrar voluntariamente al terreno delictual y, en ese
caso, el resultado producido debe reprochársele como doloso, por derivar de una conducta que en sí misma es delictiva,
al margen de que se haya o no querido tal consecuencia, ya que en el plano de la ilicitud típica sólo se puede penetrar a
título de dolo y si el activo se ubicó voluntariamente en ese plano, ello excluye la preterintencionalidad a que se refieren
los artículos 29 y 315 del Código Penal del estado, pues debe atenderse a la particularidad de que el acusado violó la
prohibición primigenia implícita en el tipo y el resultado no querido, pero ocurrido dentro de la secuela lógica y material del
evento, aun cuando asegure que no deseaba privar de la vida a su adversario, en tanto ese elemento subjetivo resulta
intrascendente,
ELIMINADO
por
las
razones
expuestas.”
Por último, no pasa desapercibido para este Tribunal de Alzada que con fecha 29 de septiembre del
año 2014 dos mil catorce, quedó abrogado el Código Penal bajo cuya vigencia, fue cometido el delito en estudio; por lo
que de acuerdo con los principios de validez temporal de la ley y de ley más favorable, es menester precisar que en el
caso la conducta atribuida al aquí apelante, estimada como delito en la época del evento (24 veinticuatro de octubre del
año 2010 dos mil diez), es decir en el Código Penal de anterior vigencia, sigue siendo delito en el nuevo Código Penal
para el Estado, en vigor a partir del 30 treinta de septiembre del año 2014 dos mil catorce, toda vez que en su artículo
126, establece: “comete el delito de homicidio quien priva de la vida a otro”.
Por lo que al tenor de lo dispuesto en el artículo TERCERO TRANSITORIO del Código Penal en vigencia, lo
correcto es, como en la especie ocurrió, aplicar para la resolución del presente recurso, lo dispuesto en el Código Penal
publicado en Periódico Oficial del Estado mediante Decreto 51 del 30 treinta de septiembre del año 2000 dos mil.
SEPTIMO.- En relación al capítulo de la individualización de la pena el Agente del Ministerio Público de la
adscripción, aduce causarle agravio que el Juez de primer grado, con fundamento en el artículo 59 del Código Penal del
Estado, haya estimado que el sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, representaba un grado de PELIGROSIDAD
MINIMA, aduciendo que el Juez A Quo, no tomó en cuenta que del certificado de defunción se desprende que el ofendido
fue golpeado de manera inmisericorde por ambos sujetos exteriorizando su conducta dolosa de causar un daño mayor al
de simples lesiones; que fueron dos personas las que en conjunto agredieron al pasivo; circunstancias por las cuales el
sentenciado debe ser considerado con un grado peligrosidad superior a la que le fue impuesta, esto es una
PELIGROSIDAD MEDIA.
ELIMINADO Al respecto, cabe puntualizar, que mediante publicación en el Periódico Oficial del Estado, de fecha 07 siete
de diciembre del año 2013 dos mil trece, se reformó el artículo 59, del Código Penal del Estado de San Luis Potosí, ello a
fin de ser conforme con el paradigma “del derecho penal del acto”, el cual acoge nuestra Constitución Federal a partir
del 18 de junio del año 2008 dos mil ocho, y que como su nombre lo dice, lo único que castiga es el acto (aquellas
conductas previamente tipificadas que, además afectan a otras personas), quedando fuera del ámbito sancionador del
Estado, castigar al individuo por sus cualidades morales, por su personalidad o por su comportamiento previo frente a la
sociedad.
En esa tesitura, el criterio “peligrosidad” a que hacen referencia el Juez y que la Fiscalía apelante, aduce
debe ser aumentado a una grado MEDIO, por las razones que expone, no puede ser considerado para individualizar la
pena a imponer al sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, ya que el significado del principio de culpabilidad para la
mención de la pena sólo puede consistir en la exigencia de haber ajustado su conducta a las exigencias de la norma;
resultando por tanto, inatendible el motivo de inconformidad esgrimido al respecto por la Representación Social apelante.
Así, para poder determinar el grado de culpabilidad del sentenciado, únicamente es factible tomar en
consideración que el acusado ELIMINADO, desplegó una conducta típica, antijurídica y reprochable; típica, porque el
delito de HOMICIDIO, se encuentra previsto por el artículo 107 del Código Penal en consulta, y que el sentenciado
adecuo su conducta a la descripción del citado delito. (tipicidad). Es antijurídica, porque la conducta desplegada por el
acusado, es contraria al orden del derecho vigente, lo que implica que su realización no está permitida por la Ley y por
ende, vulneraron un bien jurídico tutelado por el Estado; sin que se actualizara alguna causa de justificación en la
ejecución del hecho. Reprochable porque el comportamiento típico lleva implícito el dolo, sin que exista alguna causa
excluyente de responsabilidad contenida en el artículo 17 del Código Penal del Estado.
Ahora bien, considerando que el aquí apelante, es el sentenciado, este Tribunal Ad Quem, a fin de no
perjudicarlo, debe prevalecer la condena mínima impuesta por el Juez de primer grado.
Es aplicable a lo antes expuesto, la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en la página 99, Tomo VI, registro número 264,471, correspondiente a la Sexta Época, del Semanario
Judicial de la Federación, cuyo rubro y texto dicen:
“APELACION EN MATERIA PENAL (NON REFORMATIO IN PEIUS). El principio jurídico procesal de non reformatio in
peius consiste en que el Juez de segundo grado no puede agravar la situación jurídica del quejoso, como apelante,
cuando el Ministerio Público se conforma con la sentencia de primer grado, esto es, que no interpone el medio
impugnatorio de la apelación ni expresa agravios. El ámbito de la prohibición de la reformatio in peius, se traduce en que
la resolución recurrida no debe ser "modificada en disfavor del reo", pues lo peor que puede ocurrir al recurrente es que
se conserve la resolución impugnada. Si quienes hacen valer el recurso de apelación pudieran correr el peligro de
encontrar lo contrario de la ayuda esperada, es seguro que nunca haría valer su protesta respecto del fallo de primera
instancia, pues, por el contrario, se confirmarían con frecuencia, desgraciadamente, con resoluciones injustas. Por tanto,
existe siempre reformatio in peius, si el nuevo fallo es más gravoso que el antiguo. Por otra parte, no se agrava la
situación jurídica del acusado, cuando la pena señalada en el fallo de segundo grado es igual a la que fijo el Juez del
conocimiento en su resolución.”
Una vez que se determinó que el grado de culpabilidad del sentenciado en los hechos delictuosos que nos
ocupan, es MINIMA, cabe señalar que el Juez de primera instancia, para imponer la pena correspondiente al sentenciado
estimó que en virtud de encontrarse demostrado que HOMICIDIO fue preterintencional, lo procedente era sancionar al
sentenciado, aquí recurrente, conforme a lo establecido en los artículos 69 y 111 de la Ley Sustantiva Penal aplicable, los
que por su orden dicen:
”ARTÍCULO 69.- El delito preterintencional será sancionado con las penas y medidas de seguridad que
correspondan al delito doloso, las cuales el Juez reducirá hasta en una cuarta parte.”
ARTICULO 111.- Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que no tenga señalada una
sanción especial en este Código se le impondrá una pena de ocho a veinte años de prisión y sanción pecuniaria de ciento
sesenta a cuatrocientos días de salario mínimo”.
En consecuencia, tomando en cuenta que el sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, representa
un grado de CULPABILIDAD MINIMA, es correcto que se le haya impuesto la pena de 06 SEIS AÑOS DE PRISION
ORDINARIA y una SANCIÓN PECUNIARIA de $6,536.40 (seis mil quinientos treinta y seis pesos 00/100),
equivalente a 120 ciento veinte días de salario, a razón de $54.47 (CINCUENTA Y CUATRO PESOS 47/100 M.N.),
salario mínimo vigente en la época de la comisión del delito; pena de prisión que deberá compurgar en el establecimiento
que designe el Ejecutivo del Estado, debiéndose tenerle por compurgado el tiempo que ELIMINADO alías “ELIMINADO”,
ha estado privado de su libertad, esto es, a partir del 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, ELIMINADO
faltándole por compurgar UN AÑO, 10 DIEZ MESES, 10 DIEZ DIAS de prisión; y en cuanto a la sanción pecuniaria, ésta
deberá ser ingresada a la cuenta número 064-25545-2, del Banco Mercantil del Norte, S.A, de C.V., a nombre de
Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Poder Judicial del Estado, destinada para el Fondo de Apoyo de Administración
de Justicia, otorgando la ficha de depósito correspondiente ante el Juez Regional de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad, con residencia en esta Ciudad Capital.
Por otra parte, es correcta la negativa al sentenciado de obtener los beneficios de la suspensión condicional
de la pena de prisión y la sustitución de la pena de prisión, al no reunirse los requisitos previstos en los artículos 78, 81 y
488 de la Ley Adjetiva de la Materia.
En lo concerniente a la suspensión de los derechos políticos de ELIMINADO alías “ELIMINADO”, durante el
término de la pena de prisión, decretada por el A Quo; de forma alguna viola garantías, pues obedece al imperativo
contenido en los artículos 40 fracción II, 41 y 42 del Código Punitivo en aplicación.
En lo relativo a la amonestación, se ajusta al artículo 57 de la Ley Penal en aplicación, ya que se advierte al
sentenciado que enmiende su conducta, y de no ser así y reincidiere, se le impondrá una sanción mayor.
Por lo que respecta a la reparación del daño, el A Quo, manifestó:
“si bien el Código Penal local no hace remisión a la Ley Federal del trabajo para la reparación del daño, es
inconcuso que, en lo que hace a este derecho, en los delitos de homicidio, se deberá remitir al numeral 1751 del Código
Civil para el Estado, . . . En ese contexto se condena a ELIMINADO alias “ELIMINADO”, a pagar la cantidad de $43,
031.30 (cuarenta y tres mil treinta y tres pesos 30/100) en concepto de reparación de daño a los familiares del pasivo
cuyo monto se obtiene de la siguiente manera: los hechos delictivos que nos ocupan sucedieron en el año 2010, cuando
el salario mínimo era de $54.47, cantidad que multiplicada por 730 setecientos treinta días, arroja un resultado de
$39,763.10; aunado a lo anterior son los dos meses de salario por concepto de gastos funerarios, esto es 60 por $54.47,
lo que asciende a la cantidad de $3,268.20, da un total de $43,031.30 (cuarenta y tres mil treinta y tres pesos 30/100),
que es precisamente la cantidad a la que se condena a ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, por concepto de reparación del
daño.”
Sobre el particular, el Agente del Ministerio Público apelante en síntesis aduce causarle agravio que el Juez
de primera instancia, fuera omiso en considerar lo concerniente al cuádruplo del salario mínimo, que en la época de los
hechos era $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 m.n.), resultando con ello una cantidad inferior a la que realmente
corresponde. Que para calcular la indemnización según el artículo 1751 del Código Civil, por haber producido el
sentenciado la muerte de ELIMINADO, se debe tomar como base el cuádruplo del salario mínimo diario el cual se
extenderá a 730 días como lo establece el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo; por tanto, al haber establecido que
el salario diario mínimo vigente en la época de los hechos era de $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.), el
cuádruplo de dicho salario es de $217.88 (doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.), que se deberá será multiplicar por
setecientos treinta días de salario, resultando la cantidad de $159,052.40, suma a la que se debe agregar la cantidad de
$3,268.20 por concepto de gastos funerarios para dar un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte
pesos 60/100 M.N.) cantidad por la que se debió de haber condenado a ELIMINADO, como pago de la reparación del
daño a favor de los familiares del ahora occiso por haberse dictado sentencia condenatoria en su contra por su plena
responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio, previsto por el ordinal 107 en relación con el 7º párrafo
segundo del Código Penal vigente en el Estado.
Es fundado el precedente motivo de agravio. En efecto, la reparación del daño constituye Garantía
Constitucional a favor de la víctima o del ofendido, como lo establece el artículo 20, apartado B, Fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como con los artículos 23, 24 del Código Penal vigente, toda
vez que la víctima o ofendido tienen derecho a que se le repare el daño y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de
dicha reparación, si ha emitido un sentencia condenatoria, bajo ese orden de ideas, y en razón de que en el presenta
caso, quedó acreditado el cuerpo del delito de HOMICIDIO así como la plena responsabilidad del sentenciado
ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en su comisión, lo procedente es condenarlo al pago de la reparación del daño.
Por tanto, en el caso, procedió con acierto jurídico el Juzgador de primer grado, al condenar al sentenciado
al pago de la reparación del daño, con motivo del fallecimiento de ELIMINADO, conforme a la Ley Federal del Trabajo, ya
que el citado artículo 20 Constitucional, como el Código Penal aplicable, en sus numerales 22 al 28; al igual que el 179,
fracción V, del Código Procesal Penal y, 1751 del Código Civil en el Estado, pretenden restablecer el equilibrio de la
víctima u ofendido por una conducta ilícita, con la restitución del daño resentido o bien con una indemnización, por ello, el
ordinal 1751 invocado, remite a la Ley Federal del Trabajo, en donde los dispositivos 500 y 502, establecen la cantidad a
cubrir por concepto de indemnización por muerte y gastos funerarios.
Así, el artículo 1751 del Código Civil, en su parte conducente dice:
ELIMINADO “Cuando el daño cause a las personas y produzca la muerte, incapacidad total permanente, parcial
permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto por la
ley federal del trabajo. Para calcular la indemnización que corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario
mínimo diario y se extenderá al numero de días que para cada una de las incapacidades mencionadas señala la ley
federal del trabajo. En caso de muerte la indemnización corresponderá a los herederos de la victima.”
Preceptos legal aplicado por el A Quo, del cual se advierte que como correctamente adujo el Fiscal
apelante, las operaciones matemáticas realizadas por el A Quo son deficientes, por lo que este Tribunal de Alzada
procede a realizar el cómputo correcto del monto de la reparación del daño a que debe ser condenado el sentenciado.
Por tanto, atendiendo a lo dispuesto en el artículo 1751 del Código Civil, de idéntico contenido al artículo 22,
fracción III, del Código Penal aplicable, conforme al cual cuando el daño que se cause a las personas produzca la muerte,
como en la especie acontece, el grado de la reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto por la Ley Federal del
Trabajo; y, para el cálculo de la indemnización correspondiente, se toma como base el cuádruplo del salario mínimo diario
vigente al 24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, época de la comisión del delito, el cual era de $54.47
(cincuenta y cuatro pesos 47/100 m.n.), que conforme al artículo 502 de la citada Ley Federal, corresponde la
indemnización en caso de muerte a los beneficiarios de la víctima, dando un subtotal de $217.88 (doscientos diecisiete
pesos 88/100 m.n.) que multiplicados por 730 días de salario, da la cantidad de $159,052.00 (ciento cincuenta y un mil
cincuenta y dos pesos 40/100 m.n.), lo anterior más la suma de los gastos funerarios, cuya cantidad correctamente
determinó el A Quo, conforme al ordinal 500 fracción I, de la invocada Ley Federal del Trabajo, consistentes en dos
meses de salario mínimo en vigor antes anotado, la cual asciende a $3,268.20 (tres mil doscientos sesenta y ocho pesos
20/100 m.n.), para hacer un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte pesos 60/100 m.n.); por
tanto, lo procedente en el caso, es condenar a ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la cantidad de $162,320.60
(CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.); por la muerte de ELIMINADO, causada
por la conducta dolosa desplegada en conjunto con diverso activo.
Es aplicable a lo antes expuesto, la Jurisprudencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, visible en la página 555 del Tomo VII, Junio de 1998, correspondiente a la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, del rubro y texto siguiente:
“REPARACIÓN DEL DAÑO, PRUEBA DE SU PROCEDENCIA, DEVENIDA DEL DELITO DE HOMICIDIO.Tomando en consideración que la reparación del daño tiene el carácter de pena pública y de que ésta cuenta con medios
enérgicos de ejecución, de acuerdo con lo que disponen los artículos 29, párrafo primero, 30 fracción II, 31 párrafo
primero, 33, 34 párrafo primero, 35, 37, 38 y 39 del Código Penal para el Distrito Federal, si demostrado está en el
proceso el daño causado a la familia de la víctima con la muerte de ésta devenida del delito de homicidio por el que se
dictó sentencia condenatoria, basta con tal prueba para que el juzgador fije el monto del pago correspondiente dado que
a la Ley Federal del Trabajo envían los numerales 34 del Código Penal vigente para el Distrito Federal y 556, fracción I,
del Código de Procedimientos Penales para la localidad; en la inteligencia de que esas tres codificaciones se interpretan
conjuntamente en los artículos aplicables al caso subexamen, por provenir del mismo legislador federal y, por ende,
deben complementarse mutuamente, criterio que es acorde a una interpretación científica y racional del derecho, pues el
fin social de la ley penal en la materia de la reparación del daño es la protección del ofendido por el delito”.
En mérito de lo anterior, lo precedente en el caso es MODIFICAR en su punto resolutivo CUARTO y
Considerando respectivo, la SENTENCIA CONDENATORIA, dictada el 14 catorce de Junio del 2013 dos mil trece, por
el Juez de Primera Instancia de Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de ELIMINADO alías “ELIMINADO”,
por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal número 64/2010, para quedar como sigue: CUARTO.- Se condena al
sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la reparación del daño por la cantidad de $162,320.60
(CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.), debiendo pagar dicha suma a
ELIMINADO, en su carácter de esposa del hoy occiso. Dejando intocados los restantes puntos resolutivos de la sentencia
impugnada.
Por lo anteriormente expuesto y fundado y, además, con apoyo en lo dispuesto por los ordinales 89, 90, 91,
92, 361, 362, 383 y 385 de la Ley Adjetiva Penal, es de resolverse y se resuelve:
PRIMERO.- Este Tribunal de Apelación, resultó competente para conocer y resolver el presente recurso.
SEGUNDO.- Resultaron fundados en parte, e inatendibles en diverso aspecto, los agravios expresados por
la Agente del Ministerio Público de la adscripción.
TERCERO.- Resultaron infundados los agravios expresados por la Defensor Público.
CUARTO.- Se MODIFICA la SENTENCIA CONDENATORIA dictada el 14 catorce de junio del año 2013
dos mil trece, por el
Juez de Primera Instancia de Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de
ELIMINADO por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal número 64/2010; para quedar como sigue: CUARTO.Se condena al sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la reparación del daño por la cantidad de
$$162,320.60 (CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.), debiendo pagar dicha
suma a ELIMINADO, en su carácter de esposa del hoy occiso.
QUINTO.- Se dejan incólumes los demás puntos resolutivos de la sentencia impugnada.
SEXTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de su origen
y, en su oportunidad, archívese el Toca donde corresponda.
SÉPTIMO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que integran la Primera Sala
del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Licenciada
ELIMINADO , Licenciado
ELIMINADO
Y Licenciado
ELIMINADO, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe Licenciada ELIMINADO , siendo ponente
el segundo de los Magistrados nombrados y Secretaria de Estudio y Cuenta, Licenciada ELIMINADO . DOY FE.-
PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
PRIMERA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
1376/2014
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
17 DIECISIETE DE DICIEMBRE 2014 DOS MIL CATORCE
San Luis Potosí, S.L.P., a 17 Diecisiete de Diciembre del año 2014 dos mil catorce.
V I S T O, para resolver el Toca número 1376/2014, formado con motivo de los recursos de apelación
interpuestos por el Agente del Ministerio Público, el Sentenciado y su Defensor, contra la SENTENCIA
CONDENATORIA dictada el 14 catorce de junio del año 2013 dos mil trece, por el Juez de Primera Instancia de
Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de ELIMINADO por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal
número 64/2010; y,
RESULTANDO
PRIMERO.- La sentencia impugnada contiene los siguientes puntos resolutivos: “PRIMERO.- Este Juzgado
es competente para conocer y resolver el presente caso.- SEGUNDO.- ELIMINADO , es penalmente responsable en la
comisión del delito de Homicidio, en perjuicio de quien en vida llevó el nombre de ELIMINADO .- TERCERO.- Por su
probada responsabilidad penal, se impone a ELIMINADO , la pena de 06 seis años de prisión y sanción pecuniaria por la
cantidad de $6,536.00 (seis mil quinientos treinta y seis pesos 40/100 m.n.), equivalente a ciento veinte días de salario
mínimo vigente en la región al momento de los hecho; en los términos establecidos en el considerando anterior.CUARTO.- Se condena al sentenciado al pago de la reparación del daño por la cantidad de $43,031.30 (sic) (cuarenta y
tres mil treinta y tres pesos 30/100 m.n.) (sic), debiendo pagar dicha suma a ELIMINADO , en su carácter de esposa del
hoy occiso, por lo que deberá notificársele personalmente a ELIMINADO , la condena de reparación de daño impuesta a
ELIMINADO .- QUINTO.- Quedan suspendidos los derechos o prerrogativas que como ciudadano tenía el hoy
sentenciado ELIMINADO .- SEXTO.- Amonéstese en privado a ELIMINADO , en los términos de Ley.- SÉPTIMO.- Con
fundamento en el artículo 482 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, una vez que la presente
resolución cause ejecutoria comuníquese de manera inmediata tanto al Juez de ejecución como al responsable del
Centro de Reinserción, enviándoles copia de la sentencia, del auto qué la declaró ejecutoriada, de los datos de
identificación del sentenciado y demás documentos que sean necesarios, dejando al sentenciado a disposición de la
autoridad primeramente citada.- OCTAVO.- Notifíquese, comuníquese, cúmplase y hágase saber a las partes el derecho
y término que la Ley conceda para recurrir la presente resolución si con ella no fueren conformes.” ELIMINADO
SEGUNDO.- Inconforme con el fallo anterior el Agente del Ministerio Público, lo recurrió en apelación, recurso que
previa su calificación, se declaró legalmente admitido en ambos efectos, por lo que en esa virtud se ordenó la remisión
del duplicado autorizado del proceso para la substanciación de Alzada, cuyo conocimiento correspondió conocer por
turno a la Sala Auxiliar del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, misma que en fecha 18 dieciocho de septiembre del
2013 dos mil trece, admitió y dio trámite al recurso de apelación asignándole el número de toca 927/2013. Certificando el
día 25 veinticinco de septiembre de 2013 dos mil trece, sobre la no impugnación de la admisión y efecto del multicitado
recurso; se le dio vista las partes para que promovieran las pruebas que estimaren procedentes, sin que las mismas se
pronunciaran al respecto, según se desprende de certificación asentada el 02 dos de octubre del 2013 dos mil trece. El
día 05 cinco de noviembre del 2013 dos mil trece, tuvo verificativo la audiencia de vista, en la cual la Secretaría hizo
constar la asistencia del Licenciado ELIMINADO , Agente del Ministerio Público y del Licenciado ELIMINADO , Defensor
de Oficio, quienes expresaron agravios, mediante escritos previamente recibidos ante esa Autoridad. Finalmente, se
declaró visto el asunto y se citó para resolver.
Ahora bien, en cumplimiento a lo ordenado en fecha 09 nueve de octubre del 2014 dos mil catorce, por el H.
Pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, el presente asunto fue remitido a esta Primera Sala, para la
continuación del trámite correspondiente, teniendo por recibido el testimonio de constancias relativas al proceso penal
645/2010, así como toca de apelación 927/2013 (unidos en un solo cuaderno), mediante acuerdo dictado el día 31 treinta
y uno de octubre del año 2014 dos mil catorce, quedando registrado el Toca de apelación bajo el número 1376/2014, en
el Libro de Gobierno de que se tiene para tal fin; en consecuencia, se turnó el expediente al Magistrado Ponente para la
formulación del proyecto de resolución; y,
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Esta Primera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, es competente para conocer
del recurso interpuesto, de conformidad con los artículos 90 y 91 de la Constitución Política del Estado de San Luis
Potosí, 1º del Código Penal vigente, 4º, 371, 373 y 383 del Código de Procedimientos Penales vigente, y 1º, 3º, 4º, 7º, 21
y 25 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
SEGUNDO.- El presente recurso tiene el objeto y alcance que le conceden los artículos 361 y 362 del
Código de Procedimientos Penales.
TERCERO.- Los agravios expresados por el Agente del Ministerio Público, son del tenor literal siguiente:
ELIMINADO “HECHOS VIOLATORIOS: Lo constituye la sentencia definitiva de fecha 14 de junio de 2013 pronunciada
por el Juez Mixto de Primera Instancia de Santa María del Río, S.L.P., en la que se dicta sentencia condenatoria a
ELIMINADO
por su plena responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio cometido en agravio de
ELIMINADO . PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS: La sentencia que se combate referentemente a la pena baja que le
fue impuesta al encausado de mérito como penalmente responsable en la comisión del delito de referencia que se
contiene en dicha resolución, viola en perjuicio de la parte ofendida y de la sociedad que se representa, el contenido de
los artículos 107 en relación con el 7° párrafo Segundo del Código Penal en vigor, por su inexacta aplicación de la Ley,
porque no se fundó y motivó correctamente e incluso violatoria de los principios reguladores de la valoración de la
prueba, los artículos 311, 316, 317 y 320 del Código de Procedimientos Penales del Estado por su inexacta aplicación e
incorrecta interpretación. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. La sentencia definitiva que se combate viola en perjuicio de la
parte ofendida que se representa y de la sociedad en general, el contenido de los artículos mencionados en el párrafo
denominado “PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS”, ya que es indudable que el A quo, al valorar los medios de prueba y
constancias que formaron la causa penal número 64/210, que se instruyó al encausado ELIMINADO no le dio el valor
que en estricto derecho les correspondían y de las cuales se hace amplía referencia en el pliego de conclusiones
acusatorias que obran en autos a fojas 166-173 vuelta del presente sumario. Causa agravio a esta Representación Social
los resolutivos tercero y cuarto en relación con el considerando Quinto de la resolución que se combate esencialmente la
pararte que establece: “…asimismo, y visto lo solicitado por el Representante Social, en sus conclusiones acusatorias
respecto a la penalidad a imponer al sentenciado, esta resultó procedente pues solicita que se condena a ELIMINADO ,
por el delito de homicidio, sin embargo y toda vez que en autos se encuentra demostrado que el delito de homicidio fue
preterintencional, procede sancionar al aquí sentenciado con la pena a que se refiere el artículo 111 en relación con el 69,
ambos del Código Penal vigente que dicen: Artículo 111. “Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que
no tenga señalada una sanción especial en este Código, se le impondrá una pena de ocho a veinte años de prisión y
sanción pecuniaria de ciento sesenta a cuatrocientos días de salario mínimo.” Artículo 69. “El delito preterintencional será
sancionado con las penas y medidas de seguridad que correspondan al delito doloso, las cuales el Juez reducirá hasta
una cuarta parte.” De lo anteriormente expuesto y fundado a criterio del suscrito juzgador, procede imponer al hoy
sentenciado la pena mínima del homicidio simple intencional, que es de ocho años de prisión y sanción pecuniaria de 160
días, penas que se reducen en una cuarta parte y en definitiva se impone a ELIMINADO una pena de 06 seis años de
prisión y sanción pecuniaria por la cantidad de $6,532.40 (seis mil quinientos treinta y dos pesos 40/100 M.N.) … Por lo
que respecta al pago de la reparación del daño, la Representación Social al ejercitar acción penal y al formular
conclusiones acusatorias solicitó dicho pago, pedimento que resulta procedente … En ese contexto se condena a
ELIMINADO a pagar la cantidad de $43,031.30 /100 M.N.), en concepto de reparación del daño de los familiares del
pasivo cuyo monto se obtiene de la siguiente manera: los hechos delictivos que nos ocupan sucedieron en el año de
2010 cuando el salario mínimo era de $54.47, cantidad que multiplicada por 730 días, arroja un resultado de $39,763.10,
aunado a lo anterior son los dos meses del salario por concepto de gastos funerarios, esto es 60 x 54.47, lo que asciende
a $3,268.20. sumando las cantidades precisadas de $39,763.10 y $3,268.20, da un total de $43,031.30 (cuarenta y tres
mil treinta y un pesos 30/100 M.N.) que es precisamente la cantidad a la que se condena a ELIMINADO por concepto de
reparación del daño …”. Causa agravio a esta Representación Social en primer término, la pena impuesta al sentenciado
por considerar que ésta es baja, ello en virtud de que tal y como lo afirma el Juez inferior, pues por una parte es imposible
restituir una vida humana y tampoco puede ser evaluada económicamente, por no encontrarse en el comercio, de ahí que
este tipo de delitos deben ser juzgados severamente para evitar su repetición, lo que en el caso no aconteció pues no se
valoró debidamente la conducta desplegada por los activos sobre todo tomando en consideración el certificado de
defunción elaborado por el médico legista en el que se aprecia que el paciente del delito presentó lesiones tales como las
siguientes: “Torácica.- A la disección encontramos fractura total de los arcos costales derechos 9 y 10 en su segmento
posterior, los cuales prostruyen (sic) en forma irregular en la cavidad torácica, lesionando pleura parietal y visceral
causando laceración de cuatro centímetros en el pulmón derecho en su lóbulo inferior y producen hemotórax de 1500 cc.
Pericardio con contenido cetrino y órgano cardíaco sin lesiones traumáticas. Concluyendo que: Con las lesiones descritas
al exterior, la lesión registrada en el número 8 al exterior se diseca y se encuentra hematoma en planos profundos y
sección completa de venas superficial de 0.5 cm de diámetro con formación de hematoma y drenaje exterior”. Es decir,
que el ahora occiso fue golpeado de manera inmisericorde por ambos sujetos, exteriorizando su conducta dolosa de
causar un daño mayor al de simples lesiones por lo que resulta cuestionable que hubiese existido dolo eventual al
encontrarse demostrado que la víctima fue lesionada en repetidas ocasiones, lo que desvirtúa la hipótesis de que existió
homicidio preterintencional. De igual forma, no obstante que en su momento se desechó la calificativa en su modalidad
de ventaja, este Honorable Cuerpo Colegiado no debe dejar pasar desapercibido que fueron dos personas las que en
conjunto agredieron al pasivo y que esto se encuentra cabalmente demostrado con la pena confesional rendida por
ambos, siendo en consecuencia indicios de que el aquí imputado debe ser considerado con un grado de peligrosidad
superior a la que le fue impuesta, habida cuenta que el juzgador debe tener en cuenta para fijar la gravedad de la
conducta delictiva, todos los datos que al respecto arroje la causa, sirviendo de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia que
a continuación se transcribe: Octava Época, Registro: 227649, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la federación IV, Segunda parte-II julio a diciembre de 1989, materia (s):
penal. Tesis VI.2º.J/34 Página 643. Genealogía: Gaceta número 22-24 octubre-diciembre de 1989, página 261. PENA,
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA. DELINCUENTES PRIMARIOS. La autoridad no está obligada a considerar en el sujeto
activo del delito una temibilidad mínima por ser un delincuente primario, sino que debe tener en cuenta para fijar la
gravedad de la conducta delictiva todos los datos que al respecto arroje la causa. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO
DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 161/88. Jorge Villalpando Bastida. 13 de julio de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Jorge Núñez Rivera. Amparo directo 324/88. Alberto Flores Tecanhuey. 26 de
octubre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas, Secretario: Jorge Núñez Rivera. Amparo directo
45/89. Isauro Flores Fernández. 17 de marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario:
Vicente Martínez Sánchez. Amparo directo 103/89 Juan Herrera Espejel. 09 de mayo de 1989. Unanimidad de votos.
Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura. Amparo directo 300/89. Jesús Anaya Castillo y otro. 17 de
octubre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Álvarez.
En esas circunstancias, resulta procedente que este H. Tribunal de alzada, considere al sentenciado en un grado de
peligrosidad superior a la mínima, toda vez que existen datos suficientes de prueba para ubicarlos en un grado de
peligrosidad media, pues como ya se señaló, las lesiones ocasionadas al occiso, revelan a los coacusados desprecio por
la vida de los demás al ensañarse con una persona inerme por el estado de embriaguez en que se encontraba y
golpearlo en repetidas ocasiones como ellos mismos lo refieren en su declaración ministerial y ratificada en preparatoria y
esencialmente, aunque el órgano judicial no lo consideró así, tuvieron la calificativa de la ventaja al golpearlo de manera
concurrente aprovechándose de su superioridad numérica, por lo que debe ser considerado con una peligrosidad media y
por ende dictarle una sentencia adecuada y acorde a su grado de peligrosidad. Por otra parte, causa agravio a esta
Fiscalía, lo concerniente al pago de la reparación del daño a favor de los familiares de la víctima, ya que si bien es cierto
el Juez de la causa enumeró los pasos a seguir para obtener la cantidad correspondiente a este rubro, también cierto es
que fue omiso en considerar lo concerniente al cuádruplo del salario mínimo que en la época de los hechos era de $54.47
(cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.) resultando con ello una cantidad inferior a la que realmente corresponde. Lo
anterior se traduce en una incorrecta valoración de la prueba respecto de la reparación del daño por la muerte de
ELIMINADO pues del análisis del párrafo que antecede, se aprecia que el Juez de la causa, no analizó de manera
minuciosa, lo previsto en los numerales 500, 502, de la Ley Federal del Trabajo, aplicables al caso y 1751 del Código
Civil, mismos que a la letra dicen: “Artículo 500.- Cuando el riesgo traiga como consecuencia la muerte del trabajador, la
indemnización comprenderá: I.- Dos meses de salario por concepto de gastos funerarios y II.- El pago de la cantidad que
fija el artículo 502”. “Artículo 502.- En caso de muerte del trabajador la indemnización que corresponda a las personas a
que se refiere el artículo anterior será la cantidad equivalente al importe de 730 días de salario sin deducir la
indemnización que recibió el trabajador durante el tiempo que estuvo sometido al régimen de incapacidad temporal”.
“Artículo 1751.- La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido en el establecimiento de la situación
anterior a él cuando ello sea posible o el pago de daños y perjuicios. Cuando el daño cause a las personas y produzca la
muerte, incapacidad total permanente, parcial permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación del
daño se determinará atendiendo lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo. Para calcular la indemnización que
corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario y se extenderá al número de días que para cada
una de las incapacidades mencionadas señala la Ley Federal del Trabajo. En caso de muerte, la indemnización
corresponderá a los herederos de la víctima”. Sobre todo si lo relacionamos con el artículo 1751 del Código Civil en el
Estado, que prevé: “El pago de la reparación del daño a consecuencia de la muerte que le provocó el sentenciado al
ofendido, por haber quedado demostrada su plena responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio, existe el
fundamento en relación lógica y armónica con los artículos 22, 24 y 27 relativos del Código Penal vigente en el Estado y
505 de la Ley Federal del Trabajo, aplicables en la época de los hechos. Porque el artículo 20 Constitucional apartado B
fracción IV de actual vigencia (hasta que entren en vigor los juicios orales) consagra como garantía a favor de la víctima o
de los ofendidos que la reparación del daño será obligatoria cuando el juzgador haya emitido una sentencia condenatoria
como en la especie sucedió, sobre todo porque el Ministerio Público lo solicitó en su pliego de conclusiones acusatorias, y
existir la declaración de ELIMINADO mediante la cual hace el reconocimiento del cadáver, refiriendo que el occiso es su
padre, declaración que tiene pleno valor probatorio en términos de los ordinales 317 y 320 del Código Procesal Penal en
vigor, al encadenarse con el resto de las probanzas que obran en autos y son aptas para demostrar que conforme a
derecho el antes citado tiene derecho al pago de la reparación del daño. Por lo tanto, para calcular la indemnización
según el artículo 1751 del Código Civil vigente en el Estado por haber producido el sentenciado la muerte de
ELIMINADO se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario el cual se extenderá a 730 días como lo
establece el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo, legislaciones que conjuntamente deben interpretarse bajo un
principio racional y científico del derecho para obtener el monto de la reparación del daño. Al haber establecido que el
salario diario mínimo vigente en la época de los hechos era de $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.) por lo
tanto, el cuádruplo de dicho salario es de $217.88 (doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.), según lo previsto por el
artículo 1751 del Código Civil vigente en el Estado, artículo que también establece que esta cantidad deberá comprender
el número de días por cada una de las incapacidades que señala la Ley Federal del Trabajo, por lo tanto si el artículo 502
de la ley en consulta establece que en caso de muerte, la indemnización que corresponda a las personas que tengan
derecho a ello, será equivalente al importe de setecientos treinta días de salario que se deberá de multiplicar $217.88
(doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.) resultando la cantidad de $159,052.40 (sic) (ciento cincuenta y nueve mil
cincuenta y dos pesos 88 (sic)/100 M.N.), suma a la que se debe agregar la cantidad de $3,268.20 por concepto de
gastos funerarios para dar un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte pesos 60/100 M.N.)
cantidad por la que se debió de haber condenado a ELIMINADO como pago de la reparación del daño a favor de los
familiares del ahora occiso por haberse dictado sentencia condenatoria en su contra por su plena responsabilidad penal
en la comisión del delito de Homicidio, previsto por el ordinal 107 en relación con el 7º párrafo segundo del Código Penal
vigente en el Estado. Pedimento que es así por tratarse de delitos que afectan la vida y que el monto de su reparación no
puede ser menor al previsto por las disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo, que los artículos 500 y 502
prevén indemnización equivalente a dos meses de salario mínimo por gastos funerarios (daño material) y una cantidad
adicional equivalente a 730 días de salario mínimo, con lo que se pretende se compense el daño moral; por lo tanto es
indispensable que de manera obligada el juzgador en este tipo de delitos deba de condenar a la reparación del daño
simplemente por haber tenido por acreditada la comisión del delito de Homicidio, no siendo necesario que el Ministerio
Público o los interesados aporten mayores pruebas para acreditar el daño causado, en la inteligencia de que las tres
codificaciones a que se ha hecho referencia, en las que se apoya dicha pena pública, se interpreta en conjunto con los
artículos aplicables al caso sub-examen, debiendo complementarse mutuamente, criterio que es acorde a una
interpretación científica y racional del derecho, pues el fin social de la ley penal en materia de reparación del daño es la
protección del ofendido por el delito. De lo anterior se debe modificar la sentencia impugnada y condenar al pago de la
reparación del daño al sentenciado en los términos solicitados, por haber privado de la vida a
ELIMINADO cuya
indemnización deberá ser a favor de su familia por consecuencia del delito cometido”.
CUARTO.-Los agravios expresados por el Defensor Público del sentenciado, son del tenor literal siguiente:
“Causa agravio el considerando tercero, en virtud de que en autos no se encuentran debidamente justificados los
elementos materiales de la figura en estudio, efectuando el A quo una inadecuada aplicación e interpretación de la ley
penal, con violación a los artículos 107, 110, así como los artículos 308 al 320 de la Ley adjetiva penal en el Estado, ya
que del material probatorio no existe en autos, no es apto ni suficiente, para acreditar la materialidad de la conducta de
homicidio preterintencional. El delito de Homicidio se encuentra tipificado en el artículo 107 del Código punitivo en vigor y
de cuya literalidad se desprenden los siguientes elementos: a. La existencia de una vida humana; b. La supresión de la
vida; c. La supresión de esa vida se deba a la intencionalidad del activo. Efectivamente se encuentran acreditados los dos
primeros elementos de la figura en estudio, lo que no está debidamente acreditado es que exista un elemento doloso en
la conducta de mi defenso para entender cómo la intención de privar de la vida al occiso (sic) debemos partir del hecho
que el A quo tuvo por demostrado el tercer elemento de la figura en estudio del cual señala que se identificó un dolo
eventual en el actuar de mi representado en base a las siguientes pruebas, las declaraciones de
ELIMINADO y
ELIMINADO cuyo contenido se solicita se me tenga por reproducido como si lo insertara a la letra. Mas sin embargo, se
difiere del A quo en el sentido de que la conducta de mi defenso tenga que ser tipificada dentro del catálogo de los delitos
preterintencionales, lo que corresponde en el presente caso es la tipificación de la conducta desarrollada por mi defenso
tenga que ser tipificada como un homicidio en riña, citaremos el siguiente criterio con el objeto de reforzar el argumento
que a continuación desplegaremos: HOMICIDIO EN RIÑA, ANÁLISIS PARA DETERMINAR QUE LA PRIVACIÓN DE LA
VIDA OCURRIÓ DENTRO DE UNA CONTIENDA DE OBRA. El artículo 137 del Código Penal para el Distrito Federal
define a la riña como la contienda de obra entre dos o más personas con el propósito de causarse daño. Ahora bien, si el
contexto fáctico indica que se trató de una verdadera contienda de obra en donde las partes involucradas aceptaran la
generación de violencia así como la posibilidad de inferirse lesiones mutuas, que es lo que caracteriza al animus rigendi
como elemento subjetivo de la riña y provocado o provocador, impulsado por tal ánimo, privó de la vida a su rival, tal acto
habrá de considerarse, fáctica y jurídicamente, como parte integrante de la contienda. Debe considerarse que aún
cuando uno de los implicados estuviera siendo vencido, ello no significa ni representa el final o suspensión de la riña,
púes no se trata de una contienda reglada (deportiva o de exhibición) y tampoco es Posible afirmar que un
enfrentamiento de tal naturaleza es una contienda civilizada entre dos hombres que concertaron el evento para resolver
contienda civilizada entre dos hombres qué concertaron el evento para resolver una diferencia a fuerza de golpes, por lo
que no es exigible descararte el usos de ciertos objetos que representan ventaja, o que se tenga el entendimiento de que
la probable “victoria” de uno significa el final de la pelea. Asimismo, la terminación de una riña para dar paso a una
situación punible diversa como puede ser un homicidio calificado, no puede considerarse actualizada por cualquier pausa
momentánea en la contiende de obra, sino por actos fehacientes de rechazo a la pelea, por ejemplo retirarse del lugar,
pues sólo entonces podría hablarse de que no existe solución de continuidad en la riña, si no ha cesado el ánimo lesivo
de los contendientes. Época: Décima Época. Registro: 2001925, Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO, Tipo Tesis Aislada, Fuente. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Localización: Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 4, Materia(s): Penal, Tesis: I.1º.P. 9 P (10ª), Pág. 2539. PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 467/2011. 9 de febrero de
2012, Unanimidad de votos. Ponente. Juan José Olvera López. Secretario: Roberto Negrete Romero. Amparo directo
43/2012. 14 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente. José Luis Villa Jiménez. Secretario: José Ramón Flores
Flores. Amparo directo 158/2012. 28 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Luis Pérez de la Fuente.
Secretario: Miguel Enrique Hidalgo Carmona. De las pruebas que fueron en el sumario en específico, de las
declaraciones de ELIMINADO y ELIMINADO se desprende una contienda provocada porque el occiso lanzó una piedra
que golpeó fuertemente la frente de mi defenso ELIMINADO los confirma la fe de lesiones que le fue practicada y que
éste al sentir la agresión se bajó de la camioneta para responder la agresión, posteriormente a esto el golpe dado por la
piedra, ocasionó que mi defenso se cayera al piso y se desprende un momento toral en los hechos cuando el diverso
ELIMINADO estaba en el piso y el occiso parado enfrente de éste con una piedra en ambas manos de aproximadamente
30 centímetros. De la anterior situación viene una duda que de los autos no se advierte y ésta es ¿Cuál era el deber
objetivo de cuidado que mi defenso tenía la obligación de observar, si momentos antes había visto peligrar su integridad?
Y la necesidad de responderlo a la luz de la situación que vivía mi defenso es imposible que se le pueda efectuar un juicio
de reproche en los términos que refiere el delito preterintencional. En opinión de la Defensa, los hechos que se
desprenden de la causa que nos ocupa, necesariamente deberían ser encuadrados en la figura de homicidio en riña,
dado que existió entre los contendientes el ánimus rigendi de obra, esto es, los contendientes aceptaron en dirimir sus
diferencias a golpes, con el ánimo de causarse lesiones mutuamente, y que de esa aceptación e impulsado por el ánimo
de producirse lesiones, se produjo como resultado la muerte del occiso. Esta situación contrapone la idea marcada por el
A quo en el sentido que los hechos encuadran en la tipificación de la conducta preterintencional, dado que no se
desprende un dolo eventual en la conducta de mi defenso en razón de que existió ese ánimus rigendi entre ambos
contendientes. Ese ánimus rigendi destruye por completo que la exteriorización de la conducta de mi defenso haya
estado provista de una intencionalidad marcada por otros motivos diferentes a la contienda, bajo esa perspectiva, la sola
existencia de una voluntad de ambos de dirimir diferencias, los sitúa en un plano diferente a lo manifestado por el A quo.
De ahí que resulte el material de la prueba que forma el sumario, insuficiente para acreditar de manera plena la
responsabilidad de mi defenso en la comisión del delito de Homicidio encuadrado en el ámbito de los delitos
preterintencionales, dado que no se efectuó un adecuado análisis de la mecánica de los hechos. Resultando ser un claro
ejemplo de un asunto de prueba insuficiente. Sirve de apoyo el siguiente criterio: PRUEBA INSUFICIENTE EN MATERIA
PENAL. La mayor o menor exigencia de datos probatorios para tener por demostrado un hecho delictuoso, y atribuirle su
comisión a una persona, sobre todo, cuando ésta la niega, se encuentra en relación directa con la cantidad de medios de
prueba que, según la experiencia y naturaleza de ese hecho, pudieran haberse aportado para ese efecto, desde luego,
con las limitaciones numéricas que señala la ley adjetiva. Ello es así, porque si no se allegaron estas probanzas, ello sólo
puede obedecer a que el hecho no existió, o que siendo cierto, el órgano de acusación no cumplió con su deber de
aportarlas; por tanto, un argumento adicional que pueda apoyar el porqué las pruebas aportadas son insuficientes, puede
ser el de que pudiendo haberse allegado otras, de ser cierto el hecho delictivo, no se aportaron. SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO. No. Registro: 176,494. Jurisprudencia. Materia(s):
Penal. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. XXII, Diciembre de 2005, Tesis: II.2o.P. J/17. Página: 2462. Causa agravio a mi defenso el considerando quinto
de la sentencia que se combate, en atención a que se dejaron de atender los numerales 14 tercer párrafo, 18 segundo
párrafo y 22 primer párrafo Constitucionales, 12, 38 y 347 del Código adjetivo penal en vigor en atención a que se dejaron
de atender los derechos fundamentales de mi defenso en el dictado de la misma, imponiéndole una pena de prisión
demasiado alta en relación con la mecánica de los hechos y el bien jurídico tutelado. En el considerando que nos ocupa
es evidente que el A quo para imponer la sanción refiere elementos de la personalidad del encausado para introducir al
juicio de reproche punitivo dado que el artículo 59 del Código punitivo en vigor le permite al Juez fijar las penas y medidas
de seguridad que correspondan según su prudente arbitrio y la peligrosidad del infractor tomando en cuenta los
antecedentes y condiciones personales del responsable, los móviles del delito, los daños materiales y morales causados,
el peligro corrido, las circunstancias que concurrieron en el hecho y las condiciones personales del ofendido, para lo cual
el Juez requirió a la autoridad encargada de custodiar al procesado que rinda los dictámenes periciales tendientes a
conocer la personalidad del sujeto y los demás elementos que sean conducentes en su caso para la fijación de las
sanciones penales cuyo dictamen se recabó antes de dictar sentencia. Ahora bien, el anterior ejercicio llevó al A quo a
determinar que mi defenso le correspondía una peligrosidad mínima, de ahí le impuso una penalidad que es de 6 años de
prisión, mas sin embargo para individualizar la pena de prisión aplicable a mi defenso no debió de haber sido regida por
la personalidad de mi defenso, sino que por el contrario debió de abundarse más sobre las circunstancias del hecho que
se le atribuyen dado que el nuevo paradigma es el derecho penal del acto y no el derecho penal de autor. De ahí que
contrario a lo que afirma el A quo la penalidad determinada a mi defenso por el hecho cometido es a todas luces excesiva
y no sanciona con exactitud las circunstancias del hecho además que en opinión de la defensa, se le está sancionando
por un delito mayor al que verdaderamente se desprende de los hechos probados en la causa penal que nos ocupa. De
ahí que al haberse expuesto en los presentes agravios que no existe razón alguna para actualizar las calificativas al ilícito
atribuido a mi defenso, la sanción a imponerse debería de ser de acuerdo a las condiciones de un delito en riña y toda
vez que de acuerdo a las circunstancias del hecho, deberá de aplicársele a mi defenso la pena mínima que para este
delito nos señala el numeral 112 del Código Penal en vigor. A mayor abundamiento y en franca protección a los derechos
humanos de mi defenso y a sus derechos fundamentales garantizados tanto por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, deberá dictársele una pena que siga el principio pro homine, mismo que se cita a continuación: “[TA];
9ª. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXDI, Febrero de 2005; Pág. 1744. PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN ES OBLIGATORIA. El principio pro homine que implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar
el mayor beneficio para el hombre, es decir, que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva
cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la interpretación más restringida, cuando se
trata de establecer límites a su ejercicio, se contempla en los artículos 29 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, publicados en el Diario Oficial de la Federación el
siete y el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y uno, respectivamente. Ahora bien, como dichos tratados forman
parte de la Ley Suprema de la Unión, conforme al artículo 133 constitucional, es claro que el citado principio debe
aplicarse en forma obligatoria. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO. Amparo directo 202/2004. Javier Jiménez Sánchez. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Sandra Ibarra Valdez. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XX, octubre de 2004, página 2385, tesis I.4o.A.441 A, de rubro: "PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN." Y otra que dice: “DERECHO PENAL DEL AUTOR Y DERECHO PENAL DEL ACTO. RASGOS
CARACTERIZADORES Y DIFERENCIAS. De la interpretación sistemática de los artículos 1, 14, tercer párrafo, 18,
segundo párrafo, y 22, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se concluye que
nuestro orden jurídico se decanta por el paradigma conocido como "derecho penal del acto" y rechaza a su opuesto, el
"derecho penal del autor". Entender las implicaciones de ello, requiere identificar sus rasgos caracterizadores y
compararlos entre sí. El modelo del autor asume que las características personales del inculpado son un factor que se
debe considerar para justificar la imposición de la pena. Al sujeto activo del delito (que en esta teoría suele ser llamado
delincuente) puede adscribírsele la categoría de persona desviada, enferma, desadaptada, ignorante, entre otros
calificativos. Esta categorización no es gratuita: cumple la función de impactar en la imposición, el aumento o el
decremento de la pena; incluso permite castigar al sujeto por sus cualidades morales, su personalidad o su
comportamiento precedente frente a la sociedad. Así, la pena suele concebirse como un tratamiento que pretende curar,
rehabilitar, reeducar, sanar, normalizar o modificar coactivamente la identidad del sujeto; también como un medio que
pretende corregir al individuo "peligroso" o "patológico", bajo el argumento de que ello redunda en su beneficio. Por ello,
el quantum está en función del grado de disfuncionalidad que se percibe en el individuo. Ese modelo se basa en la falaz
premisa de que existe una asociación lógico-necesaria entre el "delincuente" y el delito, para asumir que quien ha
delinquido probablemente lo hará en el futuro, como si la personalidad "peligrosa" o "conflictiva" fuera connatural a quien
ha cometido un acto contrario a la ley. Además, el derecho penal de autor asume que el Estado -actuando a través de
sus órganos- está legitimado para castigar la ausencia de determinadas cualidades o virtudes en la persona (o, por lo
menos, utilizarla en su perjuicio). En cambio, el derecho penal del acto no justifica la imposición de la pena en una idea
rehabilitadora, ni busca el arrepentimiento del infractor; lo asume como un sujeto de derechos y, en esa medida,
presupone que puede y debe hacerse responsable por sus actos. Por ello, la forma en que el individuo lidia en términos
personales con su responsabilidad penal, queda fuera del ámbito sancionador del Estado. Época: Décima Época.
Registro: 160693. Instancia: Primera Sala. Tipo Tesis: Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Localización: Libro II, Noviembre de 2011, Tomo 1. Materia(s): Constitucional. Tesis: 1a. CCXXXVII/2011 (9a.).
Página: 198. [TA): 10ª. Época; 1ª. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro II, Noviembre de 2011, Tomo 1; Pág. 198. PRIMERA
SALA. Amparo directo en revisión 1562/2011. 24 de agosto de 2011. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.”
QUINTO.- Son infundados los agravios esgrimidos por el Defensor Público de la adscripción; y fundados en
parte, e inatendibles en diverso aspecto los expresados por el Fiscal investigador.
Esta Sala que revisa advierte que en el caso se está ante la substanciación de un recurso de apelación interpuesto
por el sentenciado, por lo que previo al estudio de los motivos de inconformidad del defensor del sentenciado, con
fundamento en los artículos 361 y 362 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, este Tribunal de
Alzada procede a examinar de oficio, todas y cada una de las constancias probatorias que obran en el sumario y en
especial la sentencia impugnada, con el fin de examinar si el Juez de primer grado aplicó la ley correspondiente o se
aplicó ésta inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los
hechos o no se fundó ni motivó correctamente; todo esto al resolver sobre los aspectos relativos a la comprobación del
cuerpo del delito, de la responsabilidad penal del acusado y de las sanciones impuestas.
Ahora bien, este Tribunal de Alzada considera que el Juez procedió de manera correcta al tener por
acreditado el cuerpo del delito de HOMICIDIO, se encuentra previsto por el artículo 107 del Código Penal en
aplicación, en los siguientes términos ELIMINADO “ARTICULO 107.- Comete este delito quien priva de la vida a otro.”
ELIMINADO Ilícito que tiene señalada comprobación especial, establecida en el numeral 110 del Código de
Procedimientos Penales, que a la letra dice:
“ARTÍCULO 110.- Si se tratare de homicidio, el tipo penal se tendrá por comprobado con la inspección y descripción del
cadáver hechos en los términos de los dos artículos anteriores y con el dictamen de los peritos médicos, quienes
practicarán la necropsia y expresarán con minuciosidad el estado que guarda el cadáver y las causas que originaron la
muerte”. ELIMINADO
Precepto legal de donde se desprende los siguientes elementos que conforman la citada figura
delictiva:
A ) La preexistencia de una vida humana;
B ) La supresión posterior de esa vida; e
C).- Intencionalidad ejercida por el agente del delito.
Elementos que como bien lo determinó el Juez de primer grado, se encuentran debidamente acreditados
conforme a los numerales 107, 110 y 117 del Código de Procedimientos Penales
El primero de los elementos que dan vida a la figura delictiva que nos ocupa, consistente en la existencia
previa de una vida humana, se encuentra debidamente comprobado como correctamente lo consideró el A Quo, con las
comparecencias de PASCUAL SEGURA OROCIO y , quienes el 25 veinticinco de octubre del 2010 dos mil diez, ante el
Agente del Ministerio Público investigador, manifestaron lo siguiente: ELIMINADO El primero de los mencionados refirió:
“Que comparezco ante esta autoridad a fin de solicitar la devolución del cuerpo sin vida de mi hermano el cual pude
reconocer plenamente sin temor a equivocarme de que se trata de mi hermano, quien en vida respondiera al nombre de
BARTOLO SEGURA OROCIO quien al momento de fallecer contará con la edad de 55 años de edad, con fecha de
nacimiento 02 de mayo de 1955 y ocupó el sexto lugar de diez hermanos ELIMINADO mi hermano era jornalero, vivía en
domicilio conocido Comunidad La Cardona, ELIMINADO y en relación a los hechos en que perdiera la vida mi hermano,
puedo decir que el día domingo como a las 04:30 (cuatro y media de la tarde) yo me encontraba junto con mi esposa
REYNALDA HERNÁNDEZ RINCO, en la salida del Pueblo de Santa María del Río y de pronto veo que pasa mi hermano
BARTOLO junto con DANIEL VALENTE, JUAN, MARGARITO y ORLANDO, en una camioneta larga, no se la marca y
veo que se paran en una tienda que está a la salida de Santa María del Río (y al pasar mi hermano me dice adiós con la
mano) y como yo me encontraba como a unos 20 metros de distancia de ellos escucho que ORLANDO FLOREZ
VÁZQUEZ a quien apodan “El Vaca”, le dice a mi hermano que le dispare una caguama y mi hermano le contesta que no
traía dinero y ORLANDO, le dice entonces bájate y mi hermano se baja y se va caminando rumbo a la Comunidad y los
de la camioneta se quedaron ahí entonces, yo me quede ahí para comprar un refresco de Coca Cola y un pan y cuando
ya me fui en mi camioneta no vi a mi hermano supongo que los de la camioneta pasaron y lo volvieron a subirlo (sic)
porque como son vecinos de la Comunidad iban para el mismo rumbo a los que puedo identificar plenamente y ya no
supe nada hasta las 10:30 (diez treinta de la noche) que llegó mi cuñado de nombre GILBERTO RUIZ y me grita
PASCUAL estas dormido y le contestó si y me dice oye ven, vengo a avisarte que tu hermano esta tirado, yo le dije está
golpeado o qué, y me dice no ya está muerto y le pregunte en donde y me dijo en la bajada de la Campana, entonces yo
le dije vamos, y ya estando ahí pude identificar a mi hermano BARTOLO que ya había fallecido, quiero mencionar que mi
hermano tomaba cerveza cada semana y a veces se juntaba con ORLANDO FLORES VÁZQUEZ alías El Vaca, con
MARGARITO MARTÍNEZ BOCANEGRA alías Chiches, y a mi no me consta que tuvieran algún problema pasado con
alguno de ellos, por lo que solicito se investiguen los ELIMINADO hechos y en estos momentos presento denuncia en
contra de ORLANDO FLORES VÁZQUEZ alías El Vaca con MARGARITO MARTÍNEZ BOCANEGRA alías CHICHES y
quien más resulte responsable por el delito de Homicidio en agravio de mi hermano BARTOLO SEGURA OROCIO, por lo
que solicito la devolución del cuerpo de mi hermano para darle cristiana sepultura. Siendo todo lo que tengo que
manifestar.” (fojas 4 frente y vuelta).
Por su parte, ELIMINADO manifestó ELIMINADO “El motivo de mi comparecencia ante esta autoridad es
para reconocer el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que reconocí como mi padre y que en vida llevara
por nombre ELIMINADO , actualmente contaba con ELIMINADO de edad por haber nacido el día ELIMINADO , y mi
papá era jornalero, mi papá era originario de la Cardona perteneciente a la comunidad de La Campana Municipio de
Santa María del Río, S.L.P., ELIMINADO con domicilio conocido, mi papá no tuvo estudios y vivía en el mismo domicilio
que di en mis generales, no tenía adicciones únicamente tomaba cerveza regularmente los fines de semana y él era hijo
de ELIMINADO y ocupaba el sexto lugar de diez hijos que procrearon sus padres. En cuanto a los hechos en que
perdiera la vida mi padre los desconozco, ya que la última vez que vi a mi papá fue en la casa el día domingo 24 de
octubre del presente año, aproximadamente a las diez de la mañana, cuando él dijo que se dirigía a la Cabecera
Municipal de Santa María, sin saber si iba acompañado de alguien, o en qué vehículo se iba a trasladar, y fue hasta
aproximadamente a las diez de la noche de ese mismo día que mi primo ELIMINADO , acudió a mi domicilio para
informarnos que mi papa estaba grave por lo que de inmediato salí de mi casa para ver de qué se trataba y afuera de mi
casa ya estaban los policías quienes me hicieron varias preguntas y me indicaron que mi padre había fallecido y era
necesario que me trasladara a estas oficinas para reconocer el cuerpo de mi padre, asimismo hago mención que mi
padre no tenía problemas con ninguna persona y no padecía ninguna enfermedad, y agrego que en el lugar únicamente
escuché a algunas personas que decían que mi papá se había peleado con ELIMINADO y ELIMINADO y desconozco
si hayan tenido algún problema por lo que solicito la devolución del cuerpo de mi padre a fin de darle cristiana sepultura,
mismo que una vez que lo tuve a la vista en el SEMELE ubicado en la calle de República de Polonia numero 350 Colonia
Lomas de Satélite en esta Ciudad lo reconocí plenamente sin temor a equivocarme como el de mi papá ELIMINADO .
Asimismo en estos momentos formulo denuncia en contra de quien o quienes resulten responsables del fallecimiento de
mi padre ELIMINADO solicitando se investiguen los hechos y se de con los responsables a fin de que se les castigue
conforme a la Ley. siendo todo lo que tengo que declarar.” (fojas 12 frente y vuelta).
Atestos que revisten valor probatorio de indicio de acuerdo a lo establecido en los artículos 311 y 317 de la
Ley Adjetiva Penal en vigor, por haber sido rendidos por personas mayores de edad (64 sesenta y cuatro años, y 28
veintiocho años, respectivamente), con capacidad suficiente para apreciar los hechos que narraron de manera clara y
precisa, sin dudas ni reticencias, acreditándose con los mismos en forma fehaciente la preexistencia de la vida de una
persona llamada BARTOLO SEGURA OROCIO, quien contaba con la edad de 55 cincuenta y cinco años, con fecha de
nacimiento 02 dos de mayo de 1955, de ocupación jornalero, originario y vecino de la Comunidad La Cardona del
Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí.
Además, para tener por acreditada la previa existencia de la vida de BARTOLO SEGURA OROCIO, como
acertadamente lo consideró el Juez A Quo, obran dentro del caudal probatorio, los testimonios rendidos por JUAN
MANUEL FLORES PADRON y JOSE VALENTE RINCON RIVERA, ante el Representante Social investigador el día 25
veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, en los siguientes términos:
El mencionado en primer lugar, en lo que aquí interesa, dijo: “. . . Que yo iba en una camioneta azul, marca
Ford, el día de ayer como a las cinco de la tarde e íbamos ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO ,
ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO y yo, y la camioneta es de ELIMINADO y de ELIMINADO y cuando íbamos a
la Cardona ya que veníamos de regreso de Santa María del Río, ya que habíamos ido a dar la vuelta y venían tomando
todos menos yo, y en el camino por la salida a Santa María en un arrollo (sic) nos pidió raid un señor que se llama
ELIMINADO y nos paramos y se subió con nosotros y nos paramos enfrente de un campo de beis donde jugamos y esta
con rumbo a ELIMINADO La ELIMINADO y cuando nos paramos se bajó ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO a
orinar y en eso también se bajó el señor ELIMINADO y ya cuando nos íbamos a ir ELIMINADO le dijo al señor vámonos
y el señor como que se enojó y agarró una piedra y se la aventó a ELIMINADO y le pegó en la cabeza a ELIMINADO y
este se calló de la camioneta y el que iba manejando no miró y le dio a la camioneta y ya más abajo como a 500
quinientos metros se paró porque nosotros le íbamos gritando que habían golpeado al ELIMINADO y también le dijimos
que se había quedado y en eso se bajó ELIMINADO y ELIMINADO se regresó y ya cuando nosotros nos bajamos y ya
íbamos de regreso caminando a donde se había quedado ELIMINADO en el camino nos encontramos a ELIMINADO
ELIMINADO
ELIMINADO que ya venían de regreso y ELIMINADO venía sangrando de la cara y traía sangre en la
camisa, pantalón, y las botas y nos regresamos con ellos y ya no vimos al señor ELIMINADO ” (FOJAS )
Por su parte, ELIMINADO, expresó: ELIMINADO fojas 30 frente a 31 frente).
Medios de prueba que como acertadamente consideró el Juez de primer grado, se encuentran revestidos de
valor probatorio indiciario de acuerdo a lo establecido en los artículos 311 y 317 de la Ley Adjetiva Penal en vigor, por
haber sido rendidas por personas mayores de edad (37 treinta y siete años y 21 veintiún años, respectivamente), con
capacidad suficiente para apreciar los hechos de los cuales se dieron cuenta por medio de sus sentidos, y que narraron
de manera clara y precisa, sin dudas ni reticencias, acreditándose con las mismas en forma fehaciente que el paciente
del delito ELIMINADO, se encontraba con vida el día 24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez,
aproximadamente a las 16:30 dieciséis horas con treinta minutos.
Cúmulo de pruebas, que al adminicularse entre sí, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 320 de
la Ley Adjetiva Penal, adquieren valor probatorio pleno para tener por acreditado el primer elemento relativo a la previa
existencia de la vida humana de ELIMINADO, presupuesto necesario, sin el que es imposible se registre la materialidad
del antijurídico en estudio.
Por lo que respecta al segundo de los elementos corpóreos del delito de HOMICIDIO, referente a la
supresión posterior de una vida humana, cabe decir, que se encuentra plenamente demostrado, como acertadamente
lo estimó el Juez natural, con los siguientes medios probatorios:
Con la Inspección desahogada por el Representante Social Investigador, el 25 veinticinco de octubre de
2010 dos mil diez, quien se constituido en un terreno comunal denominado La Cardona perteneciente a la Comunidad La
Campana, aproximadamente a unos 5 kilómetros de la Cabecera Municipal de Santa María del Río, San Luis Potosí,
certificó y dio fe de tener a la vista: ELIMINADO “De tener a la vista un cuerpo sin vida del sexo masculino quien
respondiera al nombre de ELIMINADO, el cual se encuentra sobre superficie de tierra y piedra, encontrándose dicha área
del terreno en posición descendiente a ascendiente, es decir de sur a norte respectivamente encontrándose dicho cuerpo
en posición decúbito ventral con región cefálica a noreste, extremidades inferiores semiflexionadas al suroeste y
extremidad superior derecha semiflexionada en 90 grados a partir del codo superior izquierdo hacía el tórax, el cual
cuenta con la siguiente media filiación, estatura aproximada es de 1.63 metros, complexión delgada, constitución débil,
tez morena clara, pelo negro ondulado, orejas pequeñas, cejas semipobladas, pestañas pequeñas, iris cafés, barba y
bigote en color negro sin rasurar, nariz recta y regular (aún con lesión), boca mediana, labios medianos, dentadura
completa, mentón oval, de aproximadamente 56 años de edad. SIGNOS CADAVÉRICOS: Rigidez presente, flacidez
ausente, livideces en partes declives del cuerpo. SEÑAS PARTICULARES: Ninguna aparentemente visible. LESIONES:
Herida cortocontundente en región occipital derecha de aproximadamente 5 centímetros de diámetro, fractura de tabique
nasal, posible fractura expuesta en pantorrilla izquierda, fractura expuesta de nudillo del dedo índice de mano derecha,
excoriación en cara externa de antebrazo izquierdo. VISTE: Camisa de vestir en color negro manga larga, pantalón azul
tipo poliéster, bota tipo industrial en color negro, calceta en color negro. OBJETOS: Cinturón color café en malas
condiciones. OBSERVACIONES: Cabe hacer mención que dicha área de terreno es destinada a terreno comunal de
tramo irregular y como referencias a aproximadamente 50 centímetros del cuerpo se encontró un potrero formado por
llamada piedra bruta, el cual mide aproximadamente
un metro de altura por 50 centímetros de ancho, y de largo
aproximadamente entre 50 o 60 metros que corre de sur a norte, además de encontrarse gran cantidad de piedras de
diferentes tamaños de la llamada “piedra bruta” y vegetación diversa como nopales, mezquites medianos, órganos
pequeños y de las llamadas (clavellinas) además de encontrarse el cuerpo a aproximadamente 30 metros de distancia y
hacía el lado sur sobre una brecha de terracería y piedra que tiene dirección de poniente a oriente y viceversa de
aproximadamente unos 3.5 metros de ancho y la cual conduce hacía el lado poniente hacía la propiedad del Licenciado
ELIMINADO, además de señalar que el potrero de deslinde antes señalado hacía su lado poniente, también es propiedad
de la citada persona y del lado en donde se ubica el cuerpo corresponde al terreno comunal, el cual se encuentra cercado
de su lado sur con postes de concreto y alambre de púas y por último por datos proporcionados por la Agente del a
Policía Ministerial en mención, señalaron que el día de hoy se encontraba un grupo de personas entre ellos el ahora
occiso los cuales procedían de la cabecera de ELIMINADO, llegando a este lugar aproximadamente a las 16:30 horas y
que se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes y que entre estas se encontraban ELIMINADO y ELIMINADO,
ambos de 18 años de edad y originarios de la Comunidad de La Campana, perteneciente a dicha Municipalidad, y
quienes empezaron a discutir con el ahora occiso por viejas rencillas, cuando el ahora occiso les arrojó una piedra sobre
al camioneta en la que se encontraban cuando dichos jóvenes se le fueron a golpes al ahora occiso hasta quedar en el
lugar de referencia y que hasta el momento se tiene aseguradas a estas dos personas en las instalaciones de la policía
Municipal de esta Cabecera, por lo que se da por terminada la presente diligencia, ordenándose el traslado del cuerpo a
las instalaciones del SEMELE. Siendo todo lo que se aprecia a simple, vista, lo que se asienta para constancia y por
diligencia.” (fojas 2 frente y vuelta). ELIMINADO Inspección que tiene pleno valor probatorio de acuerdo lo previsto en el
artículo 315 de la Ley Adjetiva Penal aplicable, por tratarse de una inspección practicada por funcionario investido de fe
pública, con todos los requisitos legales, en la que pudo directamente apreciar, que en un terreno comunal denominado
La ELIMINADO perteneciente a la Comunidad ELIMINADO, aproximadamente a unos 5 kilómetros de la Cabecera
Municipal de ELIMINADO, se encontraba el cuerpo sin vida de ELIMINADO, así mismo pudo apreciar que las lesiones
que el pasivo presentaba eran las siguientes: herida cortocontundente en región occipital derecha de aproximadamente 5
centímetros de diámetro, fractura de tabique nasal, posible fractura expuesta en pantorrilla izquierda, fractura expuesta de
nudillo del dedo índice de mano derecha, excoriación en cara externa de antebrazo izquierdo. Probanza con la que quedó
plenamente demostrado la supresión de una vida previamente existente, como lo fue en la especie, del ofendido
ELIMINADO.
Se adminicula a las precedentes probanzas, el dictamen de necropsia número 262/2010, emitido por el
Perito Médico Legista adscrito a la Dirección General de Servicios Periciales, Doctor ELIMINADO, el 25 veinticinco de
octubre de 2010 dos mil diez, practicado al cuerpo de quien en vida llevara el nombre de ELIMINADO, en el cual consta
lo siguiente: “LESIONES AL EXTERIOR: A la exploración externa se encontró lo siguiente: 1. Herida irregular, estrellada,
de 3 cm., en la región parietal derecha. 2. Herida irregular 3 cm., en región occipital. 3. Herida irregular 2 cm., en la región
frontal izquierda. 4 Escoriación dermoepidérmica irregular de 1 cm., en la región malar izquierda. 5. Aumento de volumen
y equimosis en región palpebral superior izquierda. 6. Aumento de volumen y equimosis en dorso nasal con deformidad y
crepitación como signos de fractura de tabique nasal. 7. Múltiples equimosis violáceas y escoriaciones dermoepidérmicas
irregulares en región intraescapula y dorso del hemitorax derecho. 8. Herida lineal de 1 cm., con aumento de volumen y
equimosis en área de 6 cm., en la cara anterior de la pierna izquierda en su tercio medio. 9. Escoriación dermoepidérmica
irregular de 2 cm., en el dorso del tercio medio del antebrazo izquierdo. 10. Equimosis violácea irregular de 4 cm., en el
dorso de la mano izquierda. 11. Cinco equimosis verdiosas irregulare en al cara anterior del muslo derecho. 12.
Excoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el borde costal izquierdo. A LA APERTURA DE LAS CAVIDADES
ENCONTRAMOS: CRANEANA: A la disección de los tejidos blandos, planos cutáneos y muslos se encuentran infiltrados
sanguíneos que se corresponden a las heridas descritas al exterior, las cuales afectan cuero cabelludo. CUELLO: A la
disección de los tejidos blandos, planos cutáneos y musculares íntegros sin lesiones. TORÁCICA: A la disección
encontramos fractura total de los arcos costales derecho 9 y 10 en su segmento posterior, los cuales protruyen en forma
irregular en la cavidad torácica lesionando pleura parietal y visceral, causando laceración de 4 cm., en el pulmón derecho
en su lóbulo inferior y producen hemotórax de 1500 cc. Pericardio con contenido cetrino y órgano cardiaco sin lesiones
traumáticas. Pulmones antracóticos. Pulmón izquierdo sin lesiones traumáticas. ABDOMINAL: A la disección epiplón
indemne. Hígado congestivo. Vesícula plétorica sin lesiones. Estómago y tracto intestinal íntegros, sin lesiones. Riñones
sin lesiones, páncreas íntegro sin lesiones. El bazo sin lesiones. La vejiga sin lesiones. GENITALES Y REGIÓN ANAL:
Sin lesiones traumáticas. EXTREMIDADES: Con las lesiones descritas al exterior. La lesión registrada en el número 8 al
exterior se diseca y se encuentra hematoma en planos profundos y sección completa de vena superficial de 0.5 cm., de
diámetro con formación de hematoma y drenaje al exterior. Se remiten la laboratorio de química forense de esta
Procuraduría, muestras biológicas de las siguientes regiones: Sangre. Orina y Contenido Gástrico. CONCLUSIÓN: Quien
en vida llevó el nombre de ELIMINADO falleció a consecuencia de: 1. Choque hipovolémico. 2. Hemotórax derecho de
1500 cc., secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3. Politraumatizado. Cronotanatodiagnóstico:
En base a los signos cadavéricos abióticos se calcula un Cronotanatodiagnóstico de 08 a 10 horas, hasta la realización
de la necropsia.” (fojas 34 frente).
Dictamen que adquiere valor probatorio pleno, con fundamento en los artículos 247, 260 y 316 del Código
de Procedimientos Penales, en virtud de haber sido emitido por persona con conocimientos especiales en el ramo de la
medicina, quien explicó los hechos y circunstancias que le sirvieron de fundamento a su opinión; de ahí que tenga plena
eficacia probatoria, de conformidad con el numeral citado en último término, dictamen a que se refiere el artículo 110 del
ordenamiento antes citado, para tener por comprobado las características que presentaba el cadáver de quien en vida
llevara el nombre de ELIMINADO, y concluir que el paciente del delito, falleció a consecuencia de “1.-Choque
hipovolémico. 2.- Hemotórax derecho de 1500 cc., secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3.Politraumatizado.”
En consecuencia, del caudal probatorio valorado en líneas anteriores, concatenado de manera lógica y
natural como lo dispone el artículo 320 del Código de Procedimientos Penales aplicable, se encuentra plenamente
comprobada la supresión de la vida de ELIMINADO, aproximadamente a las 17:00 diecisiete horas del día 24 veinticuatro
de Octubre del 2010 dos mil diez.
Ahora bien, en cuanto a la acreditación del tercer elemento integrador del cuerpo del ilícito en análisis,
consistente en que la privación de la vida sea atribuible a la intencionalidad del sujeto activo, cabe destacar que el
A Quo, estimó que la conducta desplegada por el diverso sujeto activo del delito, aquí recurrente, encuadra dentro del
llamado dolo eventual, el cual se presenta cuando el sujeto activo, no persigue el resultado típico y tampoco lo prevé
como seguro, sino que sólo prevé que es posible que se produzca, pero para el caso de su producción lo asume en su
voluntad.
Así, el elemento en análisis, se encuentra justificado con la concatenación lógica y natural de las relatadas
pruebas de inspección ministerial y necropsia, mismas que por economía procesal en este espacio se dan por
reproducidas para todos los efectos legales a que haya lugar; entre sí y adminiculadas, además, con los siguientes
medios de prueba:
Con la declaración de ELIMINADO, quien el 25 veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, ante el
Ministerio Público, dijo: “Que el día de ayer domingo 24 de octubre del año en curso, como a las cuatro de la tarde yo iba
en la camioneta propiedad de ELIMINADO , el cual es mi amigo y que él también iba ya que él era el que la tripulaba y
que además iba aparte de mi ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO , y ELIMINADO y que veníamos de Santa
María y nos dirigimos a la casa de ELIMINADO a una fiesta y era un bautizo, y fue cuando alcanzamos al ahora occiso y
él me aventó una piedra a mi y me pegó en la cabeza, y no supe porque te (sic) golpeaba y anteriormente no habíamos
tenido problemas, y yo me bajé y caí entre unas espinas cuando me baje de la camioneta y el agarró una piedra y me la
quería aventar en la cabeza y era una piedra grande, yo creo que unos treinta centímetros porque incluso la tenía
agarrada con las dos manos y únicamente dijo “chingas a toda tu madre” y me levanto y ELIMINADO le dio un aventón
y yo me levanté y fue cuando nos agarramos a golpes yo y ELIMINADO , con el señor ELIMINADO pero así le dicen,
pero se llama ELIMINADO , y ELIMINADO agarró de piedras de ahí mismo y nos peleamos y como él agarró más
piedras corrimos y nos fuimos y le pegamos entre yo y
ELIMINADO
y le pegamos a patadas y miré cuando
ELIMINADO le dio un aventón a ELIMINADO y como él tomo más piedras nos fuimos y sí lo golpeamos y al último más
piedras y éramos nosotros dos contra él solo, y él me pegó con la piedra en la cabeza, es decir del lado de la frente y que
ELIMINADO era una persona de edad grande, y él como me aventó el pedrazo yo fue que me bajé de la camioneta y
empezamos a pelear, y yo le reclamo diciéndole “por qué me tiras piedras” y lo único que decía es que chinga a tu madre
y a lo mejor le tiró a la camioneta ya que un hijo de ELIMINADO traía pleito con ELIMINADO , que es el dueño de la
camioneta y yo creo que por eso traían problemas entre el hijo de ELIMINADO con ELIMINADO y como estos no se
pueden ver, y que si subió por un momento ELIMINADO en la camioneta y él se bajó solo, y no es cierto que hayamos
pedido para tomar, ya que en esas horas no íbamos tomando, y que el día de ayer como a la una de la tarde estuvimos
en la mentada “Macro”, y la cual es una tienda o taquería y ahí venden cerveza y ahí estábamos tomando yo y todos los
amigos a los que ya he mencionado y fue de este lugar que nos retiramos para ir a la fiesta del bautizo y ahí nos invitó
ELIMINADO ya que era su hermana la que iba a bautizar, que los demás muchachos no intervinieron en la pelea y lo
único que dijeron ya vámonos, y de ahí nos fuimos al bautizo y de esta fiesta salimos como a las siete de la tarde, ya que
únicamente llegamos comimos y nos salimos y de ahí me fui a la casa, que yo no me enteré de que ELIMINADO había
muerto, y ahora pues ya ni modo debe seguir lo que sigue, y si estoy consciente de lo que hicimos y que sí vi cuando
ELIMINADO le dio el aventón a ELIMINADO , y de ahí me paro y me limpio la sangre y lo agarramos a golpes, y que los
golpes fueron a patadas y con los puños también, que el día de los hechos yo traía un pantalón azul de mezclilla y
playera de algodón color negra manga corta y bota tipo vaquera, que antes de estos hechos yo me había tomado como
unas cinco cervezas de tamaño normal. Que es todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 22 frente a 24 frente).
Declaración que ratificó en vía de preparatoria ante el Juez del conocimiento, el día 27 veintisiete de octubre
del año 2010 dos mil diez, medio de prueba que correctamente el Juez A Quo, consideró como una confesión lisa y llana,
confiriéndole pleno valor probatorio de conformidad con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de
Procedimientos Penales en vigor, en razón de que fue rendida ante el Agente del Ministerio Público investigador, por
persona mayor de edad (18 dieciocho años) en pleno uso de sus facultades mentales, sin coacción ni violencia física o
moral, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, declarando sobre
hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO; narrando de manera clara y precisa, en lo conducente, que el día
24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, como a las cuatro de la tarde, iba en la camioneta propiedad de
ELIMINADO, quien es su amigo y tripulaba el vehículo; que además iba ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, y
ELIMINADO; que venían de Santa María, dirigiéndose a la casa de ELIMINADO a una fiesta, un bautizo; que fue cuando
alcanzaron al ahora occiso; que él le aventó una piedra y le pegó en la cabeza; que no supo por qué lo golpeaba; que
anteriormente no habían tenido problemas; que él se bajó, cayéndose entre unas espinas; que cuando se bajo de la
camioneta el ofendido agarró una piedra y se la quería aventar en la cabeza; que era una piedra grande, de unos treinta
centímetros, porque incluso la tenía agarrada con las dos manos, diciéndole únicamente “chingas a toda tu madre”; que
él se levanto y ELIMINADO le dio un aventón; que fue cuando se agarraron a golpes él y ELIMINADO, con el aquí
pasivo; que el ofendido agarró de piedras de ahí mismo y se pelearon; que como el ofendido agarró más piedras
corrieron y se fueron; que le pegaron al ofendido, entre él y MARGARITO, a patadas; que él vio cuando ELIMINADO
le dio un aventón al pasivo y como éste tomó más piedras se fueron; que sí lo golpearon y “al último más piedras”; que
eran ellos dos contra él solo; que el ofendido le pegó a él con la piedra en la cabeza, del lado de la frente. Declaración
ministerial del acusado que relacionada con el restante material probatorio existente en el proceso de origen, se advierte
verosímil y, por tanto, idónea para demostrar que el día 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, como a las
cuatro de la tarde, el aquí inculpado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, y el diverso acusado ELIMINADO, golpearon al
pasivo, dándole patadas en el cuerpo, lo que le provocó según el Dictamen médico, antes reseñado y valorado: “1. Herida
irregular, estrellada, de 3 cm., en la región parietal derecha. 2. Herida irregular 3 cm., en región occipital. 3. Herida
irregular 2 cm., en la región frontal izquierda. 4 Escoriación dermoepidérmica irregular de 1 cm., en la región malar
izquierda. 5. Aumento de volumen y equimosis en región palpebral superior izquierda. 6. Aumento de volumen y
equimosis en dorso nasal con deformidad y crepitación como signos de fractura de tabique nasal. 7. Múltiples equimosis
violáceas y escoriaciones dermoepidérmicas irregulares en región intraescapula y dorso del hemitorax derecho. 8. Herida
lineal de 1 cm., con aumento de volumen y equimosis en área de 6 cm., en la cara anterior de la pierna izquierda en su
tercio medio. 9. Escoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el dorso del tercio medio del antebrazo izquierdo. 10.
Equimosis violácea irregular de 4 cm., en el dorso de la mano izquierda. 11. Cinco equimosis verdiosas irregulare en al
cara anterior del muslo derecho. 12. Excoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el borde costal izquierdo.”; lo
cual le ocasionó: “1.-Choque hipovolémico, 2.-Hemotórax derecho de 1500 cc., secundario a laceración pulmonar
derecha en su lóbulo inferior. 3.- Politraumatizado”; y, por ende, la muerte.
Asimismo se encuentra comprobado el tercer elemento material del delito de HOMICIDIO, con la
declaración del coacusado ELIMINADO, quien el 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, ante el Fiscal
investigador, manifestó: “El día de ayer domingo 24 de octubre, como a las seis de la tarde íbamos de ELIMINADO , a
un bautizo de unos gemelos de mi hermana ELIMINADO , ya que mi hermana me había dicho que invitara a comer a mis
amigos, y yo iba en compañía de ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le dicen “
ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le apodan “ ELIMINADO ”, ELIMINADO de quien no se sus apellidos pero le dicen
“ ELIMINADO ” y ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ” y ELIMINADO quien es hermano de ELIMINADO de apodo “
ELIMINADO ”, y todos íbamos en una camioneta de color azul con negro, larga, la cual es vieja, tipo Pick Up,. y el que
iba manejando era ELIMINADO
y yo iba tras en la caja, y al ir circulando por un lugar que se le conoce como
ELIMINADO mi amigo ELIMINADO quien también iba atrás en la caja de la camioneta recibió una pedrada que le pegó
en la cien y empezó a sangrar y nos dimos cuenta que él que había aventado la piedra fue un señor de nombre
ELIMINADO quien es un borracho que siempre anda tomando alcohol y se la pasa diciéndole cosas a la gente y hasta
les dice groserías a las señoras y cuando uno pasa por ahí les mienta la madre, pero ayer sin decirnos anda le aventó la
piedra a ELIMINADO y después ELIMINADO se frenó y ELIMINADO se bajó de la camioneta y ELIMINADO agarró
más piedras y ELIMINADO se le fue a golpes y de pronto cuando estaban peleando ELIMINADO se cayo (ilegible) se
resbaló yo creo que se quiso desmayar del piedraza es decir de la pedrada y ELIMINADO agarró una piedra más o
menos grande y se la iba a ventar a ELIMINADO en la cabeza y entonces yo llegué y le di un golpe con el puño en la
cara y la piedra que traía ELIMINADO se le cayó y después ELIMINADO se levantó y le dio otro golpe con el puño en
la cara y luego le di un aventón para que cayera más rápido y ELIMINADO cayó al lado, y después entre ELIMINADO
y yo lo estuvimos dando patadas y golpes con los puños y
ELIMINADO
seguía agarrando piedras y nos daba
manotazos pero ya no alcanzaba a tirarnos, y lo estuvimos golpeando como unos cinco minutos, y después lo dejamos
tirado pero todavía se movía y en todo el rato no nos dijo nada y tampoco nosotros le dijimos nada y después me llevé a
ELIMINADO para subirlo a la camioneta, pues andaba terco y quería seguir golpeando a ELIMINADO ya que él andaba
todavía enojado y sangrado de la cara y aparte andaba borracho y no entendía, y después ya nos subimos a la
camioneta y nos fuimos al bautizo con todos los que mencioné pero todo ellos no se metieron solamente se bajaron de la
camioneta a ver, y después al llegar al bautizo comimos y estuvimos otro rato cotorreando hasta las diez de la noche y
después cada quien se fue para su casa y ya no volvimos a ver a ELIMINADO . Que es todo lo que tengo que
manifestar.” (fojas 26 frente y vuelta).
Declaración del coinculpado al que el Juez natural correctamente estimó como una confesión, de
conformidad con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de Procedimientos Penales en vigor, en razón de
haber sido rendida por persona mayor de edad (18 dieciocho años de edad), en pleno uso de sus facultades mentales,
ante el Agente del Ministerio Público, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado
defensor, declarando sobre hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le imputa, narración de hechos
que relacionada con el restante material probatorio existente en el proceso de origen, se puede advertir que es verosímil,
y sirve para dejar acreditado que el 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, estando en un terreno comunal
denominado La Cardona perteneciente al Municipio de ELIMINADO, el pasivo le aventó una piedra al diverso sujeto
activo ELIMINADO , aquí recurrente, ELIMINADO cuando viajaban a bordo de una camioneta; que después el aquí
inculpado ELIMINADO y el declarante, golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas en el cuerpo,
lo que ocasionó según el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado, la muerte del paciente del delito.
Así, con los anteriores medios de prueba reseñados y valorados de forma individual, se integra la prueba
circunstancial de conformidad con lo establecido en el artículo 320 del Código de Procedimientos Penales en consulta,
para tener por comprobado en forma cierta el sujetos activo ELIMINADO, aquí recurrente, de manera conjunta con
diverso acusado (ELIMINADO), golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas, lo que le ocasionó la
lesiones descritas en el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado, y por ende, la muerte; destacando que
como correctamente lo determinó el Juez de primer grado, y si bien, el sujeto activo del delito, aquí apelante, no deseo el
resultado, esto es, cometer el delito de HOMICIDIO, al aceptar y golpear de forma conjunta con diverso activo, aún
cuando no tenía la intención de privar de la vida al ofendido, aceptó el riesgo de que los golpes propinados al pasivo,
trajeran como consecuencia el resultado típico, como en el caso ocurrió.
En ese orden de ideas, en el sumario existen pruebas que constituyen un conjunto armónico de indicios
concordantes y convergentes en un mismo sentido que, corroborados, complementados y adminiculados entre sí,
conforme lo dispone el numeral 320 del Código Procesal Penal, de manera lógica y natural conducen a demostrar que en
autos del sumario, quedaron acreditados los elementos materiales que configuran el cuerpo del delito de HOMICIDIO,
contemplados por el artículo 107 de la Ley Sustantiva Penal, como lo son, la preexistencia de la vida de ELIMINADO y,
su posterior supresión, atribuible a la intencionalidad del sujeto activo; ya que quedó demostrado que el día 24
veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, el sujeto activo, aproximadamente a las 16:30 dieciséis treinta horas,
estando en el camino que conduce a la Comunidad ELIMINADO, el aquí recurrente, de manera conjunta con diverso
sujeto activo ELIMINADO, golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas, lo que le ocasionó según
el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado: “1.-Choque hipovolémico, 2.-Hemotórax derecho de 1500 cc.,
secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3.- Politraumatizado”; ELIMINADO y por ende, la muerte.
Lo antes expuesto encuentra sustento en la jurisprudencia número V.2º.P.A.J/8, emitida por del Segundo
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, publicada en la página 1456, del Tomo XXVI
de agosto de dos mil siete, correspondiente a la Novena Época del enunciado Semanario, que textualmente indica:
“PRUEBA INDICIARIA O CIRCUNSTANCIAL EN MATERIA PENAL. SU EFICACIA NO PARTE DE PRUEBAS
PLENAS
AISLADAS, SINO DE DATOS UNÍVOCOS, CONCURRENTES Y CONVERGENTES, DE CUYA
ARTICULACIÓN, CONCATENACIÓN Y ENGARCE, SE OBTIENE OBJETIVAMENTE UNA VERDAD FORMAL, A
TRAVÉS DE UNA CONCLUSIÓN NATURAL A LA CUAL CADA INDICIO, CONSIDERADO EN FORMA AISLADA, NO
PODRÍA CONDUCIR POR SÍ SOLO. En el proceso penal no es dable acoger la falacia de la división, que consiste en
asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de éste, y que en el caso se refleja al aislar cada elemento
de convicción y demeritar su eficacia o contundencia demostrativa por sí mismo, es decir, considerado aisladamente. Lo
anterior es improcedente, cuenta habida que de cada medio de prueba pueden desprenderse uno o varios indicios,
signos o presunciones, con un determinado papel incriminador, partiendo de que el indicio atañe al mundo de lo fáctico e
informa sobre la realidad de un hecho acreditado, que sirve como principio de prueba, no necesariamente para justificar
por sí mismo un aserto, o la verdad formal que se pretende establecer, sino para presumir la existencia de otro
desconocido, a base de razonar silogísticamente partiendo de datos aislados que se enlazan entre sí en la mente, para
llegar a una conclusión, y es precisamente la suma de todos los indicios, lo que constituye la prueba plena circunstancial,
que se sustenta en la demostración de los hechos indiciarios y en el enlace natural, más o menos necesario, entre la
verdad conocida y la buscada. Por ello, la eficacia de la prueba indiciaria o circunstancial, como prueba indirecta, no parte
de pruebas plenas aisladas, sino de datos unívocos, concurrentes y convergentes, de cuya articulación, concatenación y
engarce, se obtiene objetivamente una verdad formal, a través de una conclusión natural, a la cual cada indicio considerado en forma aislada- no podría conducir por sí solo.”
SEXTO.- En cuanto a la responsabilidad penal de ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en la comisión del
delito de HOMICIDIO este Tribunal Ad Quem, estima que el Juez natural, procedió de manera correcta al tener por
comprobada la plena responsabilidad penal del sentenciado, conforme a lo establecido por los numerales 107 y 117 de la
Ley Adjetiva Penal, siendo su intervención, la prevista en el numeral 8°, fracción III, del Código Penal vigente, al haber
realizado la conducta de manera conjunta con diverso sujeto activo. Además, importante destacar que el A Quo, estimó
que el delito de HOMICIDIO fue cometido por el aquí apelante, preterintencionalmente, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 7º. que en su parte conducente dice:
“ARTICULO 7º.- Los delitos pueden ser dolosos, culposos o preteintencionales. . . .
Obra preterintencionalmente el que causa el resultado típico mayor al querido o aceptado.”
Lo anterior, en razón de que el recurrente ELIMINADO alías “ELIMINADO”, no deseó el resultado (HOMICIDIO)
pues al recibir una agresión por parte del pasivo, la contestó y si bien el resultado de golpearlo conjuntamente con el
diverso acusado ELIMINADO, ocasionó la muerte del ofendido, esa acción no evidencia que al golpearlo, tuviese la
intensión de privarlo de la vida. No obstante, al aceptar y realizar la agresión propinada al ofendido, trae como
consecuencia la aceptación de la muerte, pues existe el riesgo, como ocurrió, que los golpes debido a su severidad
provoquen la muerte de una persona.
Así, la plena responsabilidad del sentenciado y aquí apelante ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en la
comisión del delito de HOMICIDIO en agravio de ELIMINADO, quedó comprobada con el siguiente acervo probatorio que
obra en autos del proceso en estudio:
En primer término, para tener por comprobada la probable responsabilidad del inculpado, existe el Parte
informativo, número ELIMINADO, elaborado por ELIMINADO y ELIMINADO, Agentes de la Policía Ministerial del
Estado adscritos a la Subdirección Zona Rural de la Procuraduría General de Justicia del Estado, ELIMINADO datado el
25 veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, en el cual asentaron lo siguiente ELIMINADO “HECHOS. El día de hoy
siendo las 21:05 hrs., se recibió una llamada telefónica por parte de ELIMINADO, con domicilio conocido en
“ELIMINADO” anexo a la Comunidad de La ELIMINADO, en donde se reporta que en un predio que se encuentra en la
ladera del cerro se encuentra una persona del sexo masculino al parecer sin vida. INVESTIGACIÓN. Al dar inicio a la
presente investigación nos trasladamos a dicha comunidad, lugar en donde tuvimos a la vista un cuerpo sin vida del sexo
masculino, entrevistándonos con el Juez Auxiliar de nombre ELIMINADO, de ELIMINADO de edad, con domicilio
conocido en la misma Comunidad, quien nos informó que la persona que yacía en el piso sin vida respondía al nombre de
ELIMINADO de ELIMINADO de edad, con domicilio conocido en la Comunidad en mención, manifestándonos el Juez
Auxiliar, que desconocía con exactitud que es lo que le había pasado a ELIMINADO, pero que algunos habitantes de ese
lugar le comentaron que por la tarde habían observado que el hoy occiso se peleaba a golpes con unos jóvenes de la
misma Comunidad apodados “La ELIMINADO” y “ELIMINADO” aproximadamente a las 16:30 hrs., sobre la carretera que
conduce a la Cabecera Municipal, pero que después del pleito estos jóvenes se dirigieron hacía su domicilio y
ELIMINADO continuó caminando al parecer pidiendo raid, pero con visibles huellas de sangrado en el rostro. Por lo
anterior nos trasladamos al domicilio de quien ahora sabemos se llama ELIMINADO de ELIMINADO de edad, alías
“ELIMINADO”, con domicilio conocido en la Comunidad de la Cardona Santa Maria del Río y quien a la entrevista y
enterado del motivo de nuestra visita nos manifestó que efectivamente el día 24 de los corrientes aproximadamente a las
16:00 hrs., él viajaba de raid en una camioneta de una persona que solo se sabe se llama ELIMINADO por la carretera
que conduce a su Comunidad e iba acompañado de ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO todos con
domicilio conocido en la Comunidad de La ELIMINADO, y viajaban en la parte trasera de la camioneta, cuando a la altura
del lugar denominado El Puerto sintió un fuerte golpe en la cabeza deteniéndose inmediatamente el conductor, dándose
cuenta que el Sr. ELIMINADO alías “ELIMINADO” le había propinado una pedrada y cuando le reclamó su proceder esta
ya tenía más piedras en la mano, por lo que sin pensarlo comenzó a liarse a golpes con ELIMINADO y en un momento
dado y debido a que él sangraba de la cabeza por la pedrada que le propinó esta persona, él cayo al suelo y ELIMINADO
intentó arrojarle nuevamente una piedra, pero su amigo ELIMINADO, evitó esto propinándole un golpe a ELIMINADO y
así entre ambos comenzaron a propinarle golpes al hoy occiso y añadiendo que sus demás amigos solo observaron la
pelea pero nunca intervinieron y después de unos minutos se retiraron a sus domicilios dejando a ELIMINADO sangrando
abundantemente y que ignora que fue lo que pasó de después con esta persona. Continuando con la investigación nos
entrevistamos con ELIMINADO, de 18 años de edad y con domicilio conocido en la Comunidad de la Cardona, quien una
vez enterado del motivo de la entrevista nos manifestó que es totalmente cierto que el pasado día 24 de los corrientes
aproximadamente a las 16:30 hrs., viajaba de raid en compañía de varios amigos entre ellos ELIMINADO, y que al pasar
por un lugar llamado el puerto a su amigo ELIMINADO le propinaron una pedrada en la cabeza sin motivo alguno y que el
responsable de esto fue ELIMINADO a quien conocen con el sobrenombre de “ELIMINADO” y que al sentirse herido
ELIMINADO se bajo de la camioneta y le reclamó al señor ELIMINADO pero este continuo agrediendo a su amigo por lo
que comenzaron a pelear y en un momento dado ELIMINADO cayó al piso y ELIMINADO intentó arrojarle otra piedra
pero que él evitó esto dándole un golpe a ELIMINADO y así entre ambos comenzaron a propinarle golpes, pero que sus
demás acompañantes solo se limitaron a observar y después de unos minutos dejaron a esta persona sangrando del
rostro y ellos mejor se dirigieron a sus respectivos domicilios ignorando que sucedido posteriormente con el señor
ELIMINADO. Posteriormente logramos entrevistarnos con ELIMINADO de ELIMINADO de edad con domicilio conocido
en la ELIMINADO y quien es hijo del ahora occiso manifestándonos que su padre ya tenía rencillas con ELIMINADO
desde hace algún tiempo pero que desconoce el motivo de esto ya que incluso ya habían peleado en un baile que se
había realizado en la Comunidad hace algún tiempo y que quizá esto fue lo que orillo a ELIMINADO a pelear nuevamente
con su padre. Por lo anterior me permito dejar a su disposición a ELIMINADO y ELIMINADO internados en los separos
de la Policía Ministerial asimismo anexo a Usted certificado médico legal de integridad física expedido mediante oficio
Núm. 4807-08/2010, por el Dr. ELIMINADO, Perito Médico Legista. Lo anterior para su debido conocimiento y lo que a
bien tenga ordenar.” (fojas 5 frente y 6 frente).
Parte informativo investido de valor probatorio de indicio, en términos de los numerales 228, 229 y 311 de la
Ley Adjetiva Penal en consulta, al tratarse de una pieza informativa que se integra a las constancias del procedimiento,
rendido en función de la obligación que tienen los citados agentes ministeriales, de informar a su superior del resultado de
las investigaciones a ellos encomendadas. Probanza que se justiprecia de acuerdo con la corroboración o concordancia
de los medios de convicción existentes en el sumario, y en el que se puede apreciar, que los agentes ministeriales se
entrevistaron con el sentenciado recurrente ELIMINADO alías “ELIMINADO”, quien les manifestó que efectivamente el
día 24 de los corrientes aproximadamente a las 16:00 hrs., él viajaba de raid en una camioneta de una persona que solo
se sabe se llama ELIMINADO, por la carretera que conduce a su Comunidad e iba acompañado de ELIMINADO,
ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, todos con domicilio conocido en la Comunidad ELIMINADO; que él viajaba en
la parte trasera de la camioneta, cuando a la altura del lugar denominado El ELIMINADO sintió un fuerte golpe en la
cabeza deteniéndose inmediatamente el conductor, dándose cuenta que el ofendido, le había propinado una pedrada;
que cuando le reclamó su proceder éste ya tenía más piedras en la mano, por lo que sin pensarlo comenzó a liarse a
golpes con ELIMINADO y en un momento dado y debido a que él sangraba de la cabeza por la pedrada que le propinó
esta persona, él cayo al suelo y ELIMINADO intentó arrojarle nuevamente una piedra, pero su amigo ELIMINADO, evitó
esto propinándole un golpe al paciente del delito, ELIMINADO; que así entre ambos comenzaron a propinarle golpes al
hoy occiso y añadiendo que sus demás amigos solo observaron la pelea pero nunca intervinieron; que después de unos
minutos se retiraron a sus domicilios dejando a ELIMINADO sangrando abundantemente y que ignora que fue lo que
pasó de después con esta persona. De igual forma, los elementos aprehensores entrevistaron al coacusado ELIMINADO,
quien les manifestó que el día 24 de octubre del año 2010 dos mil diez, aproximadamente a las 16:30 hrs., viajaba de raid
en compañía de varios amigos entre ellos ELIMINADO; que al pasar por un lugar llamado El Puerto a su amigo
ELIMINADO, esto es el aquí recurrente, le propinaron una pedrada en la cabeza sin motivo alguno; que el responsable
de esto fue el ofendido, ELIMINADO a quien conoce con el sobrenombre de “ELIMINADO”; que al sentirse herido
ELIMINADO se bajo de la camioneta y le reclamó al pasivo, pero éste continuo agrediendo a su amigo por lo que
comenzaron a pelear; que en un momento dado ELIMINADO cayó al piso y ofendido intentó arrojarle otra piedra pero
que él evitó esto dándole un golpe al pasivo ELIMINADO; que así entre ambos comenzaron a propinarle golpes; que sus
demás acompañantes sólo se limitaron a observar y después de unos minutos dejaron a esta persona sangrando del
rostro y ellos mejor se dirigieron a sus respectivos domicilios ignorando que haya sucedido posteriormente con el
ofendido. Declaraciones de los ofendidos, que conforme a lo previsto en el artículo 235 de la Ley Procesal Penal, de
manera alguna constituyen una confesión, sin embargo, el informe rendido por los elementos policíacos, tiene valor
indiciario como previamente se dijo para dejar señalada la responsabilidad que pesa sobre el sentenciado ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, en la comisión del delito de HOMICIDIO, máxime que este medio de prueba se encuentra
robustecido por las propias declaraciones rendidas ante el Fiscal investigador, por los acusados ELIMINADO alías
“ELIMINADO” y ELIMINADO, como enseguida se verá.
Se adminicula a la precedente probanza, la declaración rendida por el coacusado ELIMINADO, quien el día
25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, declaró ante el Representante Social investigador, lo siguiente: “El
día de ayer domingo 24 de octubre, como a las seis de la tarde íbamos de ELIMINADO , a un bautizo de unos gemelos
de mi hermana ELIMINADO , ya que mi hermana me había dicho que invitara a comer a mis amigos, y yo iba en
compañía de ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO
a quien le apodan “ ELIMINADO ”,
ELIMINADO
de quien no se sus apellidos pero le dicen “ ELIMINADO ” y
ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ” y ELIMINADO quien es hermano de ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ”, y
todos íbamos en una camioneta de color azul con negro, larga, la cual es vieja, tipo Pick Up,. y el que iba manejando era
ELIMINADO y yo iba tras en la caja, y al ir circulando por un lugar que se le conoce como ELIMINADO mi amigo
ELIMINADO quien también iba atrás en la caja de la camioneta recibió una pedrada que le pegó en la cien y empezó a
sangrar y nos dimos cuenta que él que había aventado la piedra fue un señor de nombre ELIMINADO quien es un
borracho que siempre anda tomando alcohol y se la pasa diciéndole cosas a la gente y hasta les dice groserías a las
señoras y cuando uno pasa por ahí les mienta la madre, pero ayer sin decirnos anda le aventó la piedra a ELIMINADO y
después
ELIMINADO
se frenó y
ELIMINADO
se bajó de la camioneta y
ELIMINADO
agarró más piedras y
ELIMINADO se le fue a golpes y de pronto cuando estaban peleando ELIMINADO se cayo (ilegible) se resbaló yo creo
que se quiso desmayar del piedrazo es decir de la pedrada y ELIMINADO agarró una piedra más o menos grande y se
la iba a ventar a ELIMINADO en la cabeza y entonces yo llegué y le di un golpe con el puño en la cara y la piedra que
traía ELIMINADO se le cayó y después ELIMINADO se levantó y le dio otro golpe con el puño en la cara y luego le di
un aventón para que cayera más rápido y ELIMINADO cayó al lado, y después entre ELIMINADO y yo lo estuvimos
dando patadas y golpes con los puños y ELIMINADO seguía agarrando piedras y nos daba manotazos pero ya no
alcanzaba a tirarnos, y lo estuvimos golpeando como unos cinco minutos, y después lo dejamos tirado pero todavía se
movía y en todo el rato no nos dijo nada y tampoco nosotros le dijimos nada y después me llevé a ELIMINADO para
subirlo a la camioneta, pues andaba terco y quería seguir golpeando a ELIMINADO ya que él andaba todavía enojado y
sangrado de la cara y aparte andaba borracho y no entendía, y después ya nos subimos a la camioneta y nos fuimos al
bautizo con todos los que mencioné pero todo ellos no se metieron solamente se bajaron de la camioneta a ver, y
después al llegar al bautizo comimos y estuvimos otro rato cotorreando hasta las diez de la noche y después cada quien
se fue para su casa y ya no volvimos a ver a ELIMINADO . Que es todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 26 frente y
vuelta).
Declaración del coinculpado, que el Juez natural correctamente estimó como una confesión, de conformidad
con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 de la Ley Procesal Penal aplicable, en razón de haber sido rendida por
persona mayor de edad (18 dieciocho años), en pleno uso de sus facultades mentales, ante el Agente del Ministerio
Público, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, declarando sobre
hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le imputa, narración de hechos que relacionada con el
restante material probatorio existente en el proceso de origen, se puede advertir que es verosímil, y sirve para determinar
que fue el aquí recurrente ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, quien de manera conjunta con el declarante ELIMINADO, el
día 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, estando en un terreno comunal denominado La Cardona
perteneciente al Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, golpeó al ofendido, dándole patadas y golpes con los
puños en el cuerpo, lo que ocasionó según el dictamen de necropsia precedentemente mencionado y valorado, la muerte
del paciente del delito ELIMINADO.
Lo antes expuesto, encuentra sustento en la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, con número de registro 263,299 consultable en la página 57, Segunda parte, tomo XVII, agosto de
dos mil siete, correspondiente a la Sexta Época del Semanario Judicial de la Federación, que textualmente indica:
“COACUSADO, TESTIMONIO DEL. Las confesiones calificadas de los acusados, tienen un doble carácter de confesión
y de testimonio por lo que respecta a cada uno de los coacusados.”
De igual forma cobra aplicación la tesis emitida por la Sala auxiliar de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, con número de registro 246,361 consultable en la página 15, Séptima parte, correspondiente a la Séptima Época
del Semanario Judicial de la Federación, que textualmente indica:
“COACUSADO. VALOR DE SU DICHO. La confesión del coacusado, tiene valor probatorio pleno cuando, sin eludir su
responsabilidad, señale la responsabilidad de otro.”
Asimismo, sirve para tener por acreditada la plena responsabilidad el sentenciado, aquí recurrente
ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, su propia declaración rendida ante el Agente del Ministerio Público investigador, el día
25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, en la manifestó: ELIMINADO Que el día de ayer domingo 24 de
octubre del año en curso, como a las cuatro de la tarde yo iba en la camioneta propiedad de ELIMINADO , el cual es mi
amigo y que él también iba ya que él era el que la tripulaba y que además iba aparte de mi ELIMINADO , ELIMINADO y
ELIMINADO , y ELIMINADO y que veníamos de Santa María y nos dirigimos a la casa de ELIMINADO a una fiesta y
era un bautizo, y fue cuando alcanzamos al ahora occiso y él me aventó una piedra a mi y me pegó en la cabeza, y no
supe porque te (sic) golpeaba y anteriormente no habíamos tenido problemas, y yo me bajé y caí entre unas espinas
cuando me baje de la camioneta y el agarró una piedra y me la quería aventar en la cabeza y era una piedra grande, yo
creo que unos treinta centímetros porque incluso la tenía agarrada con las dos manos y únicamente dijo “chingas a toda
tu madre” y me levanto y ELIMINADO le dio un aventón y yo me levanté y fue cuando nos agarramos a golpes yo y
ELIMINADO , con el señor ELIMINADO , pero así le dicen, pero se llama ELIMINADO , y ELIMINADO agarró de
piedras de ahí mismo y nos peleamos y como él agarró más piedras corrimos y nos fuimos y le pegamos entre yo y
ELIMINADO y le pegamos a patadas y miré cuando ELIMINADO le dio un aventón a ELIMINADO y como él tomo
más piedras nos fuimos y si lo golpeamos y al último más piedras y éramos nosotros dos contra él solo, y él me pegó con
la piedra en la cabeza, es decir del lado de la frente y que ELIMINADO era una persona de edad grande, y él como me
aventó el pedrazo yo fue que me bajé de la camioneta y empezamos a pelear, y yo le reclamo diciéndole “por qué me
tiras piedras” y lo único que decía es “que chinga a tu madre” y a lo mejor le tiró a la camioneta ya que un hijo de
ELIMINADO traía pleito con ELIMINADO , que es el dueño de la camioneta y yo creo que por eso traían problemas
entre el hijo de ELIMINADO con ELIMINADO y como estos no se pueden ver, y que si subió por un momento
ELIMINADO en la camioneta y él se bajó solo, y no es cierto que hayamos pedido para tomar, ya que en esas horas no
íbamos tomando, y que el día de ayer como a la una de la tarde estuvimos en la mentada “Macro”, y la cual es una tienda
o taquería y ahí venden cerveza y ahí estábamos tomando yo y todos los amigos a los que ya he mencionado y fue de
este lugar que nos retiramos para ir a la fiesta del bautizo y ahí nos invitó ELIMINADO ya que era su hermana la que iba
a bautizar, que los demás muchachos no intervinieron en la pelea y lo único que dijeron ya vámonos, y de ahí nos fuimos
al bautizo y de esta fiesta salimos como a las siete de la tarde, ya que únicamente llegamos comimos y nos salimos y de
ahí me fui a la casa, que yo no me enteré de que ELIMINADO había muerto, y ahora pues ya ni modo debe seguir lo
que sigue, y si estoy consciente de lo que hicimos y que si vi cuando ELIMINADO le dio el aventón a ELIMINADO , y
de ahí me paro y me limpio la sangre y lo agarramos a golpes, y que los golpes fueron a patadas y con los puños
también, que el día de los hechos yo traía un pantalón azul de mezclilla y playera de algodón color negra manga corta y
bota tipo vaquera, que antes de estos hechos yo me había tomado como unas cinco cervezas de tamaño normal. Que es
todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 22 frente a 24 frente).
Declaración que fue debidamente ratificada en vía de preparatoria ante el Juez del proceso, el día 27
veintisiete de octubre del año 2010 dos mil diez, agregando únicamente lo siguiente: “que todavía cuando me caía en las
espinas y (sic) occiso todavía me quiso arrojar una piedra en la cabeza y ya fue por eso que lo golpeamos y es todo lo
que tengo que agregar.” (fojas 54) Medios de prueba que se consideran como una confesión, de conformidad con lo
preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de Procedimientos Penales en vigor, en razón de haber sido rendida
por persona mayor de edad (18 dieciocho años), en pleno uso de sus facultades mentales, ante Fiscal investigador,
debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, como consta en la citada
diligencia, declarando sobre hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le atribuye; estimándose
además verosímil, puesto que su narración de hechos se encuentra corroborada con el restante material probatorio
existente en el proceso de origen, en especial con la declaración rendida por el coacusado ELIMINADO, de la cual se
desprenden indicios suficientes y armónicos, los que de manera conjunta de acuerdo a lo contemplado en el artículo 320
del Cuerpo de Leyes en mención, son suficientes e idóneos para hacer verosímil la versión del inculpado ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, respecto a que fue él, quien el día 24 veinticuatro de octubre del 2010 dos mil diez,
aproximadamente a las 16:00 dieciséis horas, golpeó de manera conjunta con el diverso acusado ELIMINADO, al
ofendido ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas en el cuerpo; por lo cual resulta idónea para demostrar que fue él
quien en la fecha y hora antes mencionadas, privó de la vida al ofendido ELIMINADO, al haberlo golpeado de manera
conjunta con el diverso activo ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas en el cuerpo, pues aunque no se advierte dato
alguno que haga presumir que el acusado al inferir dichos golpes tuviera la intención o el dolo respecto del daño
requerido, lo cierto es que su conducta provocó al pasivo las lesiones descritas en el antes reseñado y valorado,
dictamen de necropsia de fecha 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, emitido por el Perito médico
ELIMINADO; y en consecuencia, la muerte.
Cobra aplicación en apoyo, a lo antes expuesto, la Jurisprudencia II. 1o. J/6, sustentada por el Primer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, con número de registro 212,758, consultable en la página 41, Tomo 76, Abril de
1994, correspondiente a la Octava Época del Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dice:
“CONFESION, VALOR DE LA. Conforme a la técnica que rige la apreciación de las pruebas en el procedimiento penal,
la confesión del imputado, como reconocimiento de su propia culpabilidad derivada de los hechos propios, tiene el valor
de un indicio y alcanza el rango de prueba plena, cuando no está desvirtuada, ni es inverosímil y en cambio está
corroborada por otros elementos de convicción.”
En ese orden de ideas, ha quedado demostrada la plena responsabilidad penal del sentenciado
ELIMINADO alías “ELIMINADO” en la comisión del delito de HOMICIDIO, previsto por el artículo 107 del Código Penal
en aplicación, toda vez que el acusado desplegó una acción, típica, antijurídica, culpable y punible conforme a lo
establecido por el artículo 6º. del Cuerpo de Leyes en cita. Dicha conducta quedó demostrada con todos y cada uno de
los medios de convicción reseñados y justipreciados conforme a las reglas de valorización establecidas en los artículos
308, 310, 311, 315, 316 y 317 del Código de Procedimientos Penales, pruebas que adminiculadas y relacionadas entre
sí, acreditan que ELIMINADO alías “ELIMINADO”, desplegó una conducta la cual encuadra en la forma de intervención
prevista en los artículos 7º., y 8º., fracción III, del Código Penal en consulta, ya que, junto con diverso sujeto activo, el día
24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, aproximadamente a las 16:30 dieciséis treinta horas, estando en el
camino que conduce a la Comunidad ELIMINADO, ELIMINADO, el aquí recurrente, privó de la vida al ofendido
ELIMINADO, al haberlo golpeado de manera conjunta con el diverso activo ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas
en el cuerpo, pues aunque no se advierte dato alguno que haga presumir que el acusado al inferir dichos golpes tuviera la
intención o el dolo respecto del daño requerido, lo cierto es que su conducta provocó al pasivo las lesiones descritas en el
antes reseñado y valorado, dictamen de necropsia de fecha 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, emitido
por el Perito médico ELIMINADO; y por ende, su fallecimiento; sin que esta Sala en revisión de oficio, advierta alguna
causa excluyente de responsabilidad ni extintiva de la acción penal, que hacer valer en favor del inculpado, aquí apelante.
Así, en mérito de lo antes expuesto, resulta infundado el agravio aducido por el defensor público de la
adscripción, en el sentido de que la comisión de los hechos imputados a su defenso ELIMINADO alías “ELIMINADO”, fue
desplegada bajo la modalidad de RIÑA. Considerando este Tribunal Colegiado precisar que por RIÑA, se entiende una
contienda de obra entre dos o más personas con intención de causarse daño. En efecto, aún y cuando como lo
argumenta el apelante, en un primer término el ofendido agredió a su defenso, aventándole una piedra a la cabeza; sin
embargo, no se encuentra demostrado con el cúmulo de pruebas integrantes del proceso, previamente analizadas, que
posterior a ese momento, el hoy occiso hubiera realizado otros actos encaminados a involucrarse en una pelea con el
acusado, por el contrario, como se dejó acreditado, enseguida que recibió la pedrada por parte del pasivo, el sentenciado,
aquí recurrente, fue ayudado por el diverso acusado ELIMINADO, golpeando entre los dos, con puñetazos y patadas, al
paciente del delito, quien ante la superioridad numérica de sus atacantes, ya no pudo defenderse y mucho menos
contender con el sentenciado, es decir, no se acreditó que hubiera existido un intercambio de ataques con intención
lesiva entre el aquí recurrente y el hoy occiso, como lo aduce el defensor recurrente; por el contrario se dejó plenamente
acreditado, con las pruebas existentes en el sumario de origen, valoradas de manera individual en la presente resolución,
y de manera conjunta conforme a lo previsto en el artículo 320 de la Ley Procesal Penal, que el recurrente ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, al recibir una agresión por parte del pasivo (pedrada en la cabeza), la contestó golpeando al paciente
del delito, al propinarle puñetazos y patadas, de manera conjunta con diverso sujeto activo ELIMINADO, y aunque no
deseó el resultado (HOMICIDIO), al desplegar la acción de golpearlo conjuntamente con el coacusado, aceptó el riesgo
de que su conducta produjera un resultado mayor al querido, en el caso, la muerte del ofendido. De ahí que no puede
estimarse que la conducta típica haya sido cometida en la modalidad de riña.
Es aplicable, en apoyo a lo antes expuesto, la tesis sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito, con registro 219,907, publicada en la página 622, Tomo IX, Abril de 1992, correspondiente a la Octava
Época, del Semanario Judicial de la Federación, cuyo texto dice:
“RIÑA Y PRETERINTENCIONALIDAD SON INCOMPATIBLES. HOMICIDIO COMO RESULTADO DE LA PRIMERA.
(CODIGO PENAL DEL ESTADO DE NUEVO LEON). Una interpretación sistemática de los artículos 29, 313, 315 y 319
del Código Penal del Estado de Nuevo León, permite establecer que la riña, como circunstancia modificativa del
homicidio perpetrado, es jurídicamente incompatible con la preterintencionalidad, en tanto aquélla excluye a ésta, pues lo
que es aceptable dentro del terreno puramente psicológico, como es el caso de que el quejoso no tuvo la intención de
causar la muerte a su adversario, puede no serlo bajo el prisma legal, esto es, la privación de la vida de este último como
resultado de un hecho que cae dentro del ámbito de ilicitud, como lo es la riña. En efecto, generalmente coinciden
intención y resultado, pero su no coincidencia no implica ausencia de dolo en la consecuencia final del evento, cuando en
el ánimo del rijoso existe una voluntad inicial de contenido típico al penetrar voluntariamente al terreno delictual y, en ese
caso, el resultado producido debe reprochársele como doloso, por derivar de una conducta que en sí misma es delictiva,
al margen de que se haya o no querido tal consecuencia, ya que en el plano de la ilicitud típica sólo se puede penetrar a
título de dolo y si el activo se ubicó voluntariamente en ese plano, ello excluye la preterintencionalidad a que se refieren
los artículos 29 y 315 del Código Penal del estado, pues debe atenderse a la particularidad de que el acusado violó la
prohibición primigenia implícita en el tipo y el resultado no querido, pero ocurrido dentro de la secuela lógica y material del
evento, aun cuando asegure que no deseaba privar de la vida a su adversario, en tanto ese elemento subjetivo resulta
intrascendente,
ELIMINADO
por
las
razones
expuestas.”
Por último, no pasa desapercibido para este Tribunal de Alzada que con fecha 29 de septiembre del
año 2014 dos mil catorce, quedó abrogado el Código Penal bajo cuya vigencia, fue cometido el delito en estudio; por lo
que de acuerdo con los principios de validez temporal de la ley y de ley más favorable, es menester precisar que en el
caso la conducta atribuida al aquí apelante, estimada como delito en la época del evento (24 veinticuatro de octubre del
año 2010 dos mil diez), es decir en el Código Penal de anterior vigencia, sigue siendo delito en el nuevo Código Penal
para el Estado, en vigor a partir del 30 treinta de septiembre del año 2014 dos mil catorce, toda vez que en su artículo
126, establece: “comete el delito de homicidio quien priva de la vida a otro”.
Por lo que al tenor de lo dispuesto en el artículo TERCERO TRANSITORIO del Código Penal en vigencia, lo
correcto es, como en la especie ocurrió, aplicar para la resolución del presente recurso, lo dispuesto en el Código Penal
publicado en Periódico Oficial del Estado mediante Decreto 51 del 30 treinta de septiembre del año 2000 dos mil.
SEPTIMO.- En relación al capítulo de la individualización de la pena el Agente del Ministerio Público de la
adscripción, aduce causarle agravio que el Juez de primer grado, con fundamento en el artículo 59 del Código Penal del
Estado, haya estimado que el sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, representaba un grado de PELIGROSIDAD
MINIMA, aduciendo que el Juez A Quo, no tomó en cuenta que del certificado de defunción se desprende que el ofendido
fue golpeado de manera inmisericorde por ambos sujetos exteriorizando su conducta dolosa de causar un daño mayor al
de simples lesiones; que fueron dos personas las que en conjunto agredieron al pasivo; circunstancias por las cuales el
sentenciado debe ser considerado con un grado peligrosidad superior a la que le fue impuesta, esto es una
PELIGROSIDAD MEDIA.
ELIMINADO Al respecto, cabe puntualizar, que mediante publicación en el Periódico Oficial del Estado, de fecha 07 siete
de diciembre del año 2013 dos mil trece, se reformó el artículo 59, del Código Penal del Estado de San Luis Potosí, ello a
fin de ser conforme con el paradigma “del derecho penal del acto”, el cual acoge nuestra Constitución Federal a partir
del 18 de junio del año 2008 dos mil ocho, y que como su nombre lo dice, lo único que castiga es el acto (aquellas
conductas previamente tipificadas que, además afectan a otras personas), quedando fuera del ámbito sancionador del
Estado, castigar al individuo por sus cualidades morales, por su personalidad o por su comportamiento previo frente a la
sociedad.
En esa tesitura, el criterio “peligrosidad” a que hacen referencia el Juez y que la Fiscalía apelante, aduce
debe ser aumentado a una grado MEDIO, por las razones que expone, no puede ser considerado para individualizar la
pena a imponer al sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, ya que el significado del principio de culpabilidad para la
mención de la pena sólo puede consistir en la exigencia de haber ajustado su conducta a las exigencias de la norma;
resultando por tanto, inatendible el motivo de inconformidad esgrimido al respecto por la Representación Social apelante.
Así, para poder determinar el grado de culpabilidad del sentenciado, únicamente es factible tomar en
consideración que el acusado ELIMINADO, desplegó una conducta típica, antijurídica y reprochable; típica, porque el
delito de HOMICIDIO, se encuentra previsto por el artículo 107 del Código Penal en consulta, y que el sentenciado
adecuo su conducta a la descripción del citado delito. (tipicidad). Es antijurídica, porque la conducta desplegada por el
acusado, es contraria al orden del derecho vigente, lo que implica que su realización no está permitida por la Ley y por
ende, vulneraron un bien jurídico tutelado por el Estado; sin que se actualizara alguna causa de justificación en la
ejecución del hecho. Reprochable porque el comportamiento típico lleva implícito el dolo, sin que exista alguna causa
excluyente de responsabilidad contenida en el artículo 17 del Código Penal del Estado.
Ahora bien, considerando que el aquí apelante, es el sentenciado, este Tribunal Ad Quem, a fin de no
perjudicarlo, debe prevalecer la condena mínima impuesta por el Juez de primer grado.
Es aplicable a lo antes expuesto, la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en la página 99, Tomo VI, registro número 264,471, correspondiente a la Sexta Época, del Semanario
Judicial de la Federación, cuyo rubro y texto dicen:
“APELACION EN MATERIA PENAL (NON REFORMATIO IN PEIUS). El principio jurídico procesal de non reformatio in
peius consiste en que el Juez de segundo grado no puede agravar la situación jurídica del quejoso, como apelante,
cuando el Ministerio Público se conforma con la sentencia de primer grado, esto es, que no interpone el medio
impugnatorio de la apelación ni expresa agravios. El ámbito de la prohibición de la reformatio in peius, se traduce en que
la resolución recurrida no debe ser "modificada en disfavor del reo", pues lo peor que puede ocurrir al recurrente es que
se conserve la resolución impugnada. Si quienes hacen valer el recurso de apelación pudieran correr el peligro de
encontrar lo contrario de la ayuda esperada, es seguro que nunca haría valer su protesta respecto del fallo de primera
instancia, pues, por el contrario, se confirmarían con frecuencia, desgraciadamente, con resoluciones injustas. Por tanto,
existe siempre reformatio in peius, si el nuevo fallo es más gravoso que el antiguo. Por otra parte, no se agrava la
situación jurídica del acusado, cuando la pena señalada en el fallo de segundo grado es igual a la que fijo el Juez del
conocimiento en su resolución.”
Una vez que se determinó que el grado de culpabilidad del sentenciado en los hechos delictuosos que nos
ocupan, es MINIMA, cabe señalar que el Juez de primera instancia, para imponer la pena correspondiente al sentenciado
estimó que en virtud de encontrarse demostrado que HOMICIDIO fue preterintencional, lo procedente era sancionar al
sentenciado, aquí recurrente, conforme a lo establecido en los artículos 69 y 111 de la Ley Sustantiva Penal aplicable, los
que por su orden dicen:
”ARTÍCULO 69.- El delito preterintencional será sancionado con las penas y medidas de seguridad que
correspondan al delito doloso, las cuales el Juez reducirá hasta en una cuarta parte.”
ARTICULO 111.- Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que no tenga señalada una
sanción especial en este Código se le impondrá una pena de ocho a veinte años de prisión y sanción pecuniaria de ciento
sesenta a cuatrocientos días de salario mínimo”.
En consecuencia, tomando en cuenta que el sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, representa
un grado de CULPABILIDAD MINIMA, es correcto que se le haya impuesto la pena de 06 SEIS AÑOS DE PRISION
ORDINARIA y una SANCIÓN PECUNIARIA de $6,536.40 (seis mil quinientos treinta y seis pesos 00/100),
equivalente a 120 ciento veinte días de salario, a razón de $54.47 (CINCUENTA Y CUATRO PESOS 47/100 M.N.),
salario mínimo vigente en la época de la comisión del delito; pena de prisión que deberá compurgar en el establecimiento
que designe el Ejecutivo del Estado, debiéndose tenerle por compurgado el tiempo que ELIMINADO alías “ELIMINADO”,
ha estado privado de su libertad, esto es, a partir del 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, ELIMINADO
faltándole por compurgar UN AÑO, 10 DIEZ MESES, 10 DIEZ DIAS de prisión; y en cuanto a la sanción pecuniaria, ésta
deberá ser ingresada a la cuenta número 064-25545-2, del Banco Mercantil del Norte, S.A, de C.V., a nombre de
Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Poder Judicial del Estado, destinada para el Fondo de Apoyo de Administración
de Justicia, otorgando la ficha de depósito correspondiente ante el Juez Regional de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad, con residencia en esta Ciudad Capital.
Por otra parte, es correcta la negativa al sentenciado de obtener los beneficios de la suspensión condicional
de la pena de prisión y la sustitución de la pena de prisión, al no reunirse los requisitos previstos en los artículos 78, 81 y
488 de la Ley Adjetiva de la Materia.
En lo concerniente a la suspensión de los derechos políticos de ELIMINADO alías “ELIMINADO”, durante el
término de la pena de prisión, decretada por el A Quo; de forma alguna viola garantías, pues obedece al imperativo
contenido en los artículos 40 fracción II, 41 y 42 del Código Punitivo en aplicación.
En lo relativo a la amonestación, se ajusta al artículo 57 de la Ley Penal en aplicación, ya que se advierte al
sentenciado que enmiende su conducta, y de no ser así y reincidiere, se le impondrá una sanción mayor.
Por lo que respecta a la reparación del daño, el A Quo, manifestó:
“si bien el Código Penal local no hace remisión a la Ley Federal del trabajo para la reparación del daño, es
inconcuso que, en lo que hace a este derecho, en los delitos de homicidio, se deberá remitir al numeral 1751 del Código
Civil para el Estado, . . . En ese contexto se condena a ELIMINADO alias “ELIMINADO”, a pagar la cantidad de $43,
031.30 (cuarenta y tres mil treinta y tres pesos 30/100) en concepto de reparación de daño a los familiares del pasivo
cuyo monto se obtiene de la siguiente manera: los hechos delictivos que nos ocupan sucedieron en el año 2010, cuando
el salario mínimo era de $54.47, cantidad que multiplicada por 730 setecientos treinta días, arroja un resultado de
$39,763.10; aunado a lo anterior son los dos meses de salario por concepto de gastos funerarios, esto es 60 por $54.47,
lo que asciende a la cantidad de $3,268.20, da un total de $43,031.30 (cuarenta y tres mil treinta y tres pesos 30/100),
que es precisamente la cantidad a la que se condena a ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, por concepto de reparación del
daño.”
Sobre el particular, el Agente del Ministerio Público apelante en síntesis aduce causarle agravio que el Juez
de primera instancia, fuera omiso en considerar lo concerniente al cuádruplo del salario mínimo, que en la época de los
hechos era $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 m.n.), resultando con ello una cantidad inferior a la que realmente
corresponde. Que para calcular la indemnización según el artículo 1751 del Código Civil, por haber producido el
sentenciado la muerte de ELIMINADO, se debe tomar como base el cuádruplo del salario mínimo diario el cual se
extenderá a 730 días como lo establece el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo; por tanto, al haber establecido que
el salario diario mínimo vigente en la época de los hechos era de $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.), el
cuádruplo de dicho salario es de $217.88 (doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.), que se deberá será multiplicar por
setecientos treinta días de salario, resultando la cantidad de $159,052.40, suma a la que se debe agregar la cantidad de
$3,268.20 por concepto de gastos funerarios para dar un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte
pesos 60/100 M.N.) cantidad por la que se debió de haber condenado a ELIMINADO, como pago de la reparación del
daño a favor de los familiares del ahora occiso por haberse dictado sentencia condenatoria en su contra por su plena
responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio, previsto por el ordinal 107 en relación con el 7º párrafo
segundo del Código Penal vigente en el Estado.
Es fundado el precedente motivo de agravio. En efecto, la reparación del daño constituye Garantía
Constitucional a favor de la víctima o del ofendido, como lo establece el artículo 20, apartado B, Fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como con los artículos 23, 24 del Código Penal vigente, toda
vez que la víctima o ofendido tienen derecho a que se le repare el daño y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de
dicha reparación, si ha emitido un sentencia condenatoria, bajo ese orden de ideas, y en razón de que en el presenta
caso, quedó acreditado el cuerpo del delito de HOMICIDIO así como la plena responsabilidad del sentenciado
ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en su comisión, lo procedente es condenarlo al pago de la reparación del daño.
Por tanto, en el caso, procedió con acierto jurídico el Juzgador de primer grado, al condenar al sentenciado
al pago de la reparación del daño, con motivo del fallecimiento de ELIMINADO, conforme a la Ley Federal del Trabajo, ya
que el citado artículo 20 Constitucional, como el Código Penal aplicable, en sus numerales 22 al 28; al igual que el 179,
fracción V, del Código Procesal Penal y, 1751 del Código Civil en el Estado, pretenden restablecer el equilibrio de la
víctima u ofendido por una conducta ilícita, con la restitución del daño resentido o bien con una indemnización, por ello, el
ordinal 1751 invocado, remite a la Ley Federal del Trabajo, en donde los dispositivos 500 y 502, establecen la cantidad a
cubrir por concepto de indemnización por muerte y gastos funerarios.
Así, el artículo 1751 del Código Civil, en su parte conducente dice:
ELIMINADO “Cuando el daño cause a las personas y produzca la muerte, incapacidad total permanente, parcial
permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto por la
ley federal del trabajo. Para calcular la indemnización que corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario
mínimo diario y se extenderá al numero de días que para cada una de las incapacidades mencionadas señala la ley
federal del trabajo. En caso de muerte la indemnización corresponderá a los herederos de la victima.”
Preceptos legal aplicado por el A Quo, del cual se advierte que como correctamente adujo el Fiscal
apelante, las operaciones matemáticas realizadas por el A Quo son deficientes, por lo que este Tribunal de Alzada
procede a realizar el cómputo correcto del monto de la reparación del daño a que debe ser condenado el sentenciado.
Por tanto, atendiendo a lo dispuesto en el artículo 1751 del Código Civil, de idéntico contenido al artículo 22,
fracción III, del Código Penal aplicable, conforme al cual cuando el daño que se cause a las personas produzca la muerte,
como en la especie acontece, el grado de la reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto por la Ley Federal del
Trabajo; y, para el cálculo de la indemnización correspondiente, se toma como base el cuádruplo del salario mínimo diario
vigente al 24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, época de la comisión del delito, el cual era de $54.47
(cincuenta y cuatro pesos 47/100 m.n.), que conforme al artículo 502 de la citada Ley Federal, corresponde la
indemnización en caso de muerte a los beneficiarios de la víctima, dando un subtotal de $217.88 (doscientos diecisiete
pesos 88/100 m.n.) que multiplicados por 730 días de salario, da la cantidad de $159,052.00 (ciento cincuenta y un mil
cincuenta y dos pesos 40/100 m.n.), lo anterior más la suma de los gastos funerarios, cuya cantidad correctamente
determinó el A Quo, conforme al ordinal 500 fracción I, de la invocada Ley Federal del Trabajo, consistentes en dos
meses de salario mínimo en vigor antes anotado, la cual asciende a $3,268.20 (tres mil doscientos sesenta y ocho pesos
20/100 m.n.), para hacer un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte pesos 60/100 m.n.); por
tanto, lo procedente en el caso, es condenar a ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la cantidad de $162,320.60
(CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.); por la muerte de ELIMINADO, causada
por la conducta dolosa desplegada en conjunto con diverso activo.
Es aplicable a lo antes expuesto, la Jurisprudencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, visible en la página 555 del Tomo VII, Junio de 1998, correspondiente a la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, del rubro y texto siguiente:
“REPARACIÓN DEL DAÑO, PRUEBA DE SU PROCEDENCIA, DEVENIDA DEL DELITO DE HOMICIDIO.Tomando en consideración que la reparación del daño tiene el carácter de pena pública y de que ésta cuenta con medios
enérgicos de ejecución, de acuerdo con lo que disponen los artículos 29, párrafo primero, 30 fracción II, 31 párrafo
primero, 33, 34 párrafo primero, 35, 37, 38 y 39 del Código Penal para el Distrito Federal, si demostrado está en el
proceso el daño causado a la familia de la víctima con la muerte de ésta devenida del delito de homicidio por el que se
dictó sentencia condenatoria, basta con tal prueba para que el juzgador fije el monto del pago correspondiente dado que
a la Ley Federal del Trabajo envían los numerales 34 del Código Penal vigente para el Distrito Federal y 556, fracción I,
del Código de Procedimientos Penales para la localidad; en la inteligencia de que esas tres codificaciones se interpretan
conjuntamente en los artículos aplicables al caso subexamen, por provenir del mismo legislador federal y, por ende,
deben complementarse mutuamente, criterio que es acorde a una interpretación científica y racional del derecho, pues el
fin social de la ley penal en la materia de la reparación del daño es la protección del ofendido por el delito”.
En mérito de lo anterior, lo precedente en el caso es MODIFICAR en su punto resolutivo CUARTO y
Considerando respectivo, la SENTENCIA CONDENATORIA, dictada el 14 catorce de Junio del 2013 dos mil trece, por
el Juez de Primera Instancia de Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de ELIMINADO alías “ELIMINADO”,
por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal número 64/2010, para quedar como sigue: CUARTO.- Se condena al
sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la reparación del daño por la cantidad de $162,320.60
(CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.), debiendo pagar dicha suma a
ELIMINADO, en su carácter de esposa del hoy occiso. Dejando intocados los restantes puntos resolutivos de la sentencia
impugnada.
Por lo anteriormente expuesto y fundado y, además, con apoyo en lo dispuesto por los ordinales 89, 90, 91,
92, 361, 362, 383 y 385 de la Ley Adjetiva Penal, es de resolverse y se resuelve:
PRIMERO.- Este Tribunal de Apelación, resultó competente para conocer y resolver el presente recurso.
SEGUNDO.- Resultaron fundados en parte, e inatendibles en diverso aspecto, los agravios expresados por
la Agente del Ministerio Público de la adscripción.
TERCERO.- Resultaron infundados los agravios expresados por la Defensor Público.
CUARTO.- Se MODIFICA la SENTENCIA CONDENATORIA dictada el 14 catorce de junio del año 2013
dos mil trece, por el
Juez de Primera Instancia de Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de
ELIMINADO por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal número 64/2010; para quedar como sigue: CUARTO.Se condena al sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la reparación del daño por la cantidad de
$$162,320.60 (CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.), debiendo pagar dicha
suma a ELIMINADO, en su carácter de esposa del hoy occiso.
QUINTO.- Se dejan incólumes los demás puntos resolutivos de la sentencia impugnada.
SEXTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de su origen
y, en su oportunidad, archívese el Toca donde corresponda.
SÉPTIMO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que integran la Primera Sala
del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Licenciada
ELIMINADO , Licenciado
ELIMINADO
Y Licenciado
ELIMINADO, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe Licenciada ELIMINADO , siendo ponente
el segundo de los Magistrados nombrados y Secretaria de Estudio y Cuenta, Licenciada ELIMINADO . DOY FE.-
PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
PRIMERA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
1376/2014
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
17 DIECISIETE DE DICIEMBRE 2014 DOS MIL CATORCE
San Luis Potosí, S.L.P., a 17 Diecisiete de Diciembre del año 2014 dos mil catorce.
V I S T O, para resolver el Toca número 1376/2014, formado con motivo de los recursos de apelación
interpuestos por el Agente del Ministerio Público, el Sentenciado y su Defensor, contra la SENTENCIA
CONDENATORIA dictada el 14 catorce de junio del año 2013 dos mil trece, por el Juez de Primera Instancia de
Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de ELIMINADO por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal
número 64/2010; y,
RESULTANDO
PRIMERO.- La sentencia impugnada contiene los siguientes puntos resolutivos: “PRIMERO.- Este Juzgado
es competente para conocer y resolver el presente caso.- SEGUNDO.- ELIMINADO , es penalmente responsable en la
comisión del delito de Homicidio, en perjuicio de quien en vida llevó el nombre de ELIMINADO .- TERCERO.- Por su
probada responsabilidad penal, se impone a ELIMINADO , la pena de 06 seis años de prisión y sanción pecuniaria por la
cantidad de $6,536.00 (seis mil quinientos treinta y seis pesos 40/100 m.n.), equivalente a ciento veinte días de salario
mínimo vigente en la región al momento de los hecho; en los términos establecidos en el considerando anterior.CUARTO.- Se condena al sentenciado al pago de la reparación del daño por la cantidad de $43,031.30 (sic) (cuarenta y
tres mil treinta y tres pesos 30/100 m.n.) (sic), debiendo pagar dicha suma a ELIMINADO , en su carácter de esposa del
hoy occiso, por lo que deberá notificársele personalmente a ELIMINADO , la condena de reparación de daño impuesta a
ELIMINADO .- QUINTO.- Quedan suspendidos los derechos o prerrogativas que como ciudadano tenía el hoy
sentenciado ELIMINADO .- SEXTO.- Amonéstese en privado a ELIMINADO , en los términos de Ley.- SÉPTIMO.- Con
fundamento en el artículo 482 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, una vez que la presente
resolución cause ejecutoria comuníquese de manera inmediata tanto al Juez de ejecución como al responsable del
Centro de Reinserción, enviándoles copia de la sentencia, del auto qué la declaró ejecutoriada, de los datos de
identificación del sentenciado y demás documentos que sean necesarios, dejando al sentenciado a disposición de la
autoridad primeramente citada.- OCTAVO.- Notifíquese, comuníquese, cúmplase y hágase saber a las partes el derecho
y término que la Ley conceda para recurrir la presente resolución si con ella no fueren conformes.” ELIMINADO
SEGUNDO.- Inconforme con el fallo anterior el Agente del Ministerio Público, lo recurrió en apelación, recurso que
previa su calificación, se declaró legalmente admitido en ambos efectos, por lo que en esa virtud se ordenó la remisión
del duplicado autorizado del proceso para la substanciación de Alzada, cuyo conocimiento correspondió conocer por
turno a la Sala Auxiliar del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, misma que en fecha 18 dieciocho de septiembre del
2013 dos mil trece, admitió y dio trámite al recurso de apelación asignándole el número de toca 927/2013. Certificando el
día 25 veinticinco de septiembre de 2013 dos mil trece, sobre la no impugnación de la admisión y efecto del multicitado
recurso; se le dio vista las partes para que promovieran las pruebas que estimaren procedentes, sin que las mismas se
pronunciaran al respecto, según se desprende de certificación asentada el 02 dos de octubre del 2013 dos mil trece. El
día 05 cinco de noviembre del 2013 dos mil trece, tuvo verificativo la audiencia de vista, en la cual la Secretaría hizo
constar la asistencia del Licenciado ELIMINADO , Agente del Ministerio Público y del Licenciado ELIMINADO , Defensor
de Oficio, quienes expresaron agravios, mediante escritos previamente recibidos ante esa Autoridad. Finalmente, se
declaró visto el asunto y se citó para resolver.
Ahora bien, en cumplimiento a lo ordenado en fecha 09 nueve de octubre del 2014 dos mil catorce, por el H.
Pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, el presente asunto fue remitido a esta Primera Sala, para la
continuación del trámite correspondiente, teniendo por recibido el testimonio de constancias relativas al proceso penal
645/2010, así como toca de apelación 927/2013 (unidos en un solo cuaderno), mediante acuerdo dictado el día 31 treinta
y uno de octubre del año 2014 dos mil catorce, quedando registrado el Toca de apelación bajo el número 1376/2014, en
el Libro de Gobierno de que se tiene para tal fin; en consecuencia, se turnó el expediente al Magistrado Ponente para la
formulación del proyecto de resolución; y,
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Esta Primera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, es competente para conocer
del recurso interpuesto, de conformidad con los artículos 90 y 91 de la Constitución Política del Estado de San Luis
Potosí, 1º del Código Penal vigente, 4º, 371, 373 y 383 del Código de Procedimientos Penales vigente, y 1º, 3º, 4º, 7º, 21
y 25 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
SEGUNDO.- El presente recurso tiene el objeto y alcance que le conceden los artículos 361 y 362 del
Código de Procedimientos Penales.
TERCERO.- Los agravios expresados por el Agente del Ministerio Público, son del tenor literal siguiente:
ELIMINADO “HECHOS VIOLATORIOS: Lo constituye la sentencia definitiva de fecha 14 de junio de 2013 pronunciada
por el Juez Mixto de Primera Instancia de Santa María del Río, S.L.P., en la que se dicta sentencia condenatoria a
ELIMINADO
por su plena responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio cometido en agravio de
ELIMINADO . PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS: La sentencia que se combate referentemente a la pena baja que le
fue impuesta al encausado de mérito como penalmente responsable en la comisión del delito de referencia que se
contiene en dicha resolución, viola en perjuicio de la parte ofendida y de la sociedad que se representa, el contenido de
los artículos 107 en relación con el 7° párrafo Segundo del Código Penal en vigor, por su inexacta aplicación de la Ley,
porque no se fundó y motivó correctamente e incluso violatoria de los principios reguladores de la valoración de la
prueba, los artículos 311, 316, 317 y 320 del Código de Procedimientos Penales del Estado por su inexacta aplicación e
incorrecta interpretación. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. La sentencia definitiva que se combate viola en perjuicio de la
parte ofendida que se representa y de la sociedad en general, el contenido de los artículos mencionados en el párrafo
denominado “PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS”, ya que es indudable que el A quo, al valorar los medios de prueba y
constancias que formaron la causa penal número 64/210, que se instruyó al encausado ELIMINADO no le dio el valor
que en estricto derecho les correspondían y de las cuales se hace amplía referencia en el pliego de conclusiones
acusatorias que obran en autos a fojas 166-173 vuelta del presente sumario. Causa agravio a esta Representación Social
los resolutivos tercero y cuarto en relación con el considerando Quinto de la resolución que se combate esencialmente la
pararte que establece: “…asimismo, y visto lo solicitado por el Representante Social, en sus conclusiones acusatorias
respecto a la penalidad a imponer al sentenciado, esta resultó procedente pues solicita que se condena a ELIMINADO ,
por el delito de homicidio, sin embargo y toda vez que en autos se encuentra demostrado que el delito de homicidio fue
preterintencional, procede sancionar al aquí sentenciado con la pena a que se refiere el artículo 111 en relación con el 69,
ambos del Código Penal vigente que dicen: Artículo 111. “Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que
no tenga señalada una sanción especial en este Código, se le impondrá una pena de ocho a veinte años de prisión y
sanción pecuniaria de ciento sesenta a cuatrocientos días de salario mínimo.” Artículo 69. “El delito preterintencional será
sancionado con las penas y medidas de seguridad que correspondan al delito doloso, las cuales el Juez reducirá hasta
una cuarta parte.” De lo anteriormente expuesto y fundado a criterio del suscrito juzgador, procede imponer al hoy
sentenciado la pena mínima del homicidio simple intencional, que es de ocho años de prisión y sanción pecuniaria de 160
días, penas que se reducen en una cuarta parte y en definitiva se impone a ELIMINADO una pena de 06 seis años de
prisión y sanción pecuniaria por la cantidad de $6,532.40 (seis mil quinientos treinta y dos pesos 40/100 M.N.) … Por lo
que respecta al pago de la reparación del daño, la Representación Social al ejercitar acción penal y al formular
conclusiones acusatorias solicitó dicho pago, pedimento que resulta procedente … En ese contexto se condena a
ELIMINADO a pagar la cantidad de $43,031.30 /100 M.N.), en concepto de reparación del daño de los familiares del
pasivo cuyo monto se obtiene de la siguiente manera: los hechos delictivos que nos ocupan sucedieron en el año de
2010 cuando el salario mínimo era de $54.47, cantidad que multiplicada por 730 días, arroja un resultado de $39,763.10,
aunado a lo anterior son los dos meses del salario por concepto de gastos funerarios, esto es 60 x 54.47, lo que asciende
a $3,268.20. sumando las cantidades precisadas de $39,763.10 y $3,268.20, da un total de $43,031.30 (cuarenta y tres
mil treinta y un pesos 30/100 M.N.) que es precisamente la cantidad a la que se condena a ELIMINADO por concepto de
reparación del daño …”. Causa agravio a esta Representación Social en primer término, la pena impuesta al sentenciado
por considerar que ésta es baja, ello en virtud de que tal y como lo afirma el Juez inferior, pues por una parte es imposible
restituir una vida humana y tampoco puede ser evaluada económicamente, por no encontrarse en el comercio, de ahí que
este tipo de delitos deben ser juzgados severamente para evitar su repetición, lo que en el caso no aconteció pues no se
valoró debidamente la conducta desplegada por los activos sobre todo tomando en consideración el certificado de
defunción elaborado por el médico legista en el que se aprecia que el paciente del delito presentó lesiones tales como las
siguientes: “Torácica.- A la disección encontramos fractura total de los arcos costales derechos 9 y 10 en su segmento
posterior, los cuales prostruyen (sic) en forma irregular en la cavidad torácica, lesionando pleura parietal y visceral
causando laceración de cuatro centímetros en el pulmón derecho en su lóbulo inferior y producen hemotórax de 1500 cc.
Pericardio con contenido cetrino y órgano cardíaco sin lesiones traumáticas. Concluyendo que: Con las lesiones descritas
al exterior, la lesión registrada en el número 8 al exterior se diseca y se encuentra hematoma en planos profundos y
sección completa de venas superficial de 0.5 cm de diámetro con formación de hematoma y drenaje exterior”. Es decir,
que el ahora occiso fue golpeado de manera inmisericorde por ambos sujetos, exteriorizando su conducta dolosa de
causar un daño mayor al de simples lesiones por lo que resulta cuestionable que hubiese existido dolo eventual al
encontrarse demostrado que la víctima fue lesionada en repetidas ocasiones, lo que desvirtúa la hipótesis de que existió
homicidio preterintencional. De igual forma, no obstante que en su momento se desechó la calificativa en su modalidad
de ventaja, este Honorable Cuerpo Colegiado no debe dejar pasar desapercibido que fueron dos personas las que en
conjunto agredieron al pasivo y que esto se encuentra cabalmente demostrado con la pena confesional rendida por
ambos, siendo en consecuencia indicios de que el aquí imputado debe ser considerado con un grado de peligrosidad
superior a la que le fue impuesta, habida cuenta que el juzgador debe tener en cuenta para fijar la gravedad de la
conducta delictiva, todos los datos que al respecto arroje la causa, sirviendo de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia que
a continuación se transcribe: Octava Época, Registro: 227649, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la federación IV, Segunda parte-II julio a diciembre de 1989, materia (s):
penal. Tesis VI.2º.J/34 Página 643. Genealogía: Gaceta número 22-24 octubre-diciembre de 1989, página 261. PENA,
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA. DELINCUENTES PRIMARIOS. La autoridad no está obligada a considerar en el sujeto
activo del delito una temibilidad mínima por ser un delincuente primario, sino que debe tener en cuenta para fijar la
gravedad de la conducta delictiva todos los datos que al respecto arroje la causa. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO
DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 161/88. Jorge Villalpando Bastida. 13 de julio de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Jorge Núñez Rivera. Amparo directo 324/88. Alberto Flores Tecanhuey. 26 de
octubre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas, Secretario: Jorge Núñez Rivera. Amparo directo
45/89. Isauro Flores Fernández. 17 de marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario:
Vicente Martínez Sánchez. Amparo directo 103/89 Juan Herrera Espejel. 09 de mayo de 1989. Unanimidad de votos.
Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura. Amparo directo 300/89. Jesús Anaya Castillo y otro. 17 de
octubre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Álvarez.
En esas circunstancias, resulta procedente que este H. Tribunal de alzada, considere al sentenciado en un grado de
peligrosidad superior a la mínima, toda vez que existen datos suficientes de prueba para ubicarlos en un grado de
peligrosidad media, pues como ya se señaló, las lesiones ocasionadas al occiso, revelan a los coacusados desprecio por
la vida de los demás al ensañarse con una persona inerme por el estado de embriaguez en que se encontraba y
golpearlo en repetidas ocasiones como ellos mismos lo refieren en su declaración ministerial y ratificada en preparatoria y
esencialmente, aunque el órgano judicial no lo consideró así, tuvieron la calificativa de la ventaja al golpearlo de manera
concurrente aprovechándose de su superioridad numérica, por lo que debe ser considerado con una peligrosidad media y
por ende dictarle una sentencia adecuada y acorde a su grado de peligrosidad. Por otra parte, causa agravio a esta
Fiscalía, lo concerniente al pago de la reparación del daño a favor de los familiares de la víctima, ya que si bien es cierto
el Juez de la causa enumeró los pasos a seguir para obtener la cantidad correspondiente a este rubro, también cierto es
que fue omiso en considerar lo concerniente al cuádruplo del salario mínimo que en la época de los hechos era de $54.47
(cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.) resultando con ello una cantidad inferior a la que realmente corresponde. Lo
anterior se traduce en una incorrecta valoración de la prueba respecto de la reparación del daño por la muerte de
ELIMINADO pues del análisis del párrafo que antecede, se aprecia que el Juez de la causa, no analizó de manera
minuciosa, lo previsto en los numerales 500, 502, de la Ley Federal del Trabajo, aplicables al caso y 1751 del Código
Civil, mismos que a la letra dicen: “Artículo 500.- Cuando el riesgo traiga como consecuencia la muerte del trabajador, la
indemnización comprenderá: I.- Dos meses de salario por concepto de gastos funerarios y II.- El pago de la cantidad que
fija el artículo 502”. “Artículo 502.- En caso de muerte del trabajador la indemnización que corresponda a las personas a
que se refiere el artículo anterior será la cantidad equivalente al importe de 730 días de salario sin deducir la
indemnización que recibió el trabajador durante el tiempo que estuvo sometido al régimen de incapacidad temporal”.
“Artículo 1751.- La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido en el establecimiento de la situación
anterior a él cuando ello sea posible o el pago de daños y perjuicios. Cuando el daño cause a las personas y produzca la
muerte, incapacidad total permanente, parcial permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación del
daño se determinará atendiendo lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo. Para calcular la indemnización que
corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario y se extenderá al número de días que para cada
una de las incapacidades mencionadas señala la Ley Federal del Trabajo. En caso de muerte, la indemnización
corresponderá a los herederos de la víctima”. Sobre todo si lo relacionamos con el artículo 1751 del Código Civil en el
Estado, que prevé: “El pago de la reparación del daño a consecuencia de la muerte que le provocó el sentenciado al
ofendido, por haber quedado demostrada su plena responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio, existe el
fundamento en relación lógica y armónica con los artículos 22, 24 y 27 relativos del Código Penal vigente en el Estado y
505 de la Ley Federal del Trabajo, aplicables en la época de los hechos. Porque el artículo 20 Constitucional apartado B
fracción IV de actual vigencia (hasta que entren en vigor los juicios orales) consagra como garantía a favor de la víctima o
de los ofendidos que la reparación del daño será obligatoria cuando el juzgador haya emitido una sentencia condenatoria
como en la especie sucedió, sobre todo porque el Ministerio Público lo solicitó en su pliego de conclusiones acusatorias, y
existir la declaración de ELIMINADO mediante la cual hace el reconocimiento del cadáver, refiriendo que el occiso es su
padre, declaración que tiene pleno valor probatorio en términos de los ordinales 317 y 320 del Código Procesal Penal en
vigor, al encadenarse con el resto de las probanzas que obran en autos y son aptas para demostrar que conforme a
derecho el antes citado tiene derecho al pago de la reparación del daño. Por lo tanto, para calcular la indemnización
según el artículo 1751 del Código Civil vigente en el Estado por haber producido el sentenciado la muerte de
ELIMINADO se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario el cual se extenderá a 730 días como lo
establece el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo, legislaciones que conjuntamente deben interpretarse bajo un
principio racional y científico del derecho para obtener el monto de la reparación del daño. Al haber establecido que el
salario diario mínimo vigente en la época de los hechos era de $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.) por lo
tanto, el cuádruplo de dicho salario es de $217.88 (doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.), según lo previsto por el
artículo 1751 del Código Civil vigente en el Estado, artículo que también establece que esta cantidad deberá comprender
el número de días por cada una de las incapacidades que señala la Ley Federal del Trabajo, por lo tanto si el artículo 502
de la ley en consulta establece que en caso de muerte, la indemnización que corresponda a las personas que tengan
derecho a ello, será equivalente al importe de setecientos treinta días de salario que se deberá de multiplicar $217.88
(doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.) resultando la cantidad de $159,052.40 (sic) (ciento cincuenta y nueve mil
cincuenta y dos pesos 88 (sic)/100 M.N.), suma a la que se debe agregar la cantidad de $3,268.20 por concepto de
gastos funerarios para dar un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte pesos 60/100 M.N.)
cantidad por la que se debió de haber condenado a ELIMINADO como pago de la reparación del daño a favor de los
familiares del ahora occiso por haberse dictado sentencia condenatoria en su contra por su plena responsabilidad penal
en la comisión del delito de Homicidio, previsto por el ordinal 107 en relación con el 7º párrafo segundo del Código Penal
vigente en el Estado. Pedimento que es así por tratarse de delitos que afectan la vida y que el monto de su reparación no
puede ser menor al previsto por las disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo, que los artículos 500 y 502
prevén indemnización equivalente a dos meses de salario mínimo por gastos funerarios (daño material) y una cantidad
adicional equivalente a 730 días de salario mínimo, con lo que se pretende se compense el daño moral; por lo tanto es
indispensable que de manera obligada el juzgador en este tipo de delitos deba de condenar a la reparación del daño
simplemente por haber tenido por acreditada la comisión del delito de Homicidio, no siendo necesario que el Ministerio
Público o los interesados aporten mayores pruebas para acreditar el daño causado, en la inteligencia de que las tres
codificaciones a que se ha hecho referencia, en las que se apoya dicha pena pública, se interpreta en conjunto con los
artículos aplicables al caso sub-examen, debiendo complementarse mutuamente, criterio que es acorde a una
interpretación científica y racional del derecho, pues el fin social de la ley penal en materia de reparación del daño es la
protección del ofendido por el delito. De lo anterior se debe modificar la sentencia impugnada y condenar al pago de la
reparación del daño al sentenciado en los términos solicitados, por haber privado de la vida a
ELIMINADO cuya
indemnización deberá ser a favor de su familia por consecuencia del delito cometido”.
CUARTO.-Los agravios expresados por el Defensor Público del sentenciado, son del tenor literal siguiente:
“Causa agravio el considerando tercero, en virtud de que en autos no se encuentran debidamente justificados los
elementos materiales de la figura en estudio, efectuando el A quo una inadecuada aplicación e interpretación de la ley
penal, con violación a los artículos 107, 110, así como los artículos 308 al 320 de la Ley adjetiva penal en el Estado, ya
que del material probatorio no existe en autos, no es apto ni suficiente, para acreditar la materialidad de la conducta de
homicidio preterintencional. El delito de Homicidio se encuentra tipificado en el artículo 107 del Código punitivo en vigor y
de cuya literalidad se desprenden los siguientes elementos: a. La existencia de una vida humana; b. La supresión de la
vida; c. La supresión de esa vida se deba a la intencionalidad del activo. Efectivamente se encuentran acreditados los dos
primeros elementos de la figura en estudio, lo que no está debidamente acreditado es que exista un elemento doloso en
la conducta de mi defenso para entender cómo la intención de privar de la vida al occiso (sic) debemos partir del hecho
que el A quo tuvo por demostrado el tercer elemento de la figura en estudio del cual señala que se identificó un dolo
eventual en el actuar de mi representado en base a las siguientes pruebas, las declaraciones de
ELIMINADO y
ELIMINADO cuyo contenido se solicita se me tenga por reproducido como si lo insertara a la letra. Mas sin embargo, se
difiere del A quo en el sentido de que la conducta de mi defenso tenga que ser tipificada dentro del catálogo de los delitos
preterintencionales, lo que corresponde en el presente caso es la tipificación de la conducta desarrollada por mi defenso
tenga que ser tipificada como un homicidio en riña, citaremos el siguiente criterio con el objeto de reforzar el argumento
que a continuación desplegaremos: HOMICIDIO EN RIÑA, ANÁLISIS PARA DETERMINAR QUE LA PRIVACIÓN DE LA
VIDA OCURRIÓ DENTRO DE UNA CONTIENDA DE OBRA. El artículo 137 del Código Penal para el Distrito Federal
define a la riña como la contienda de obra entre dos o más personas con el propósito de causarse daño. Ahora bien, si el
contexto fáctico indica que se trató de una verdadera contienda de obra en donde las partes involucradas aceptaran la
generación de violencia así como la posibilidad de inferirse lesiones mutuas, que es lo que caracteriza al animus rigendi
como elemento subjetivo de la riña y provocado o provocador, impulsado por tal ánimo, privó de la vida a su rival, tal acto
habrá de considerarse, fáctica y jurídicamente, como parte integrante de la contienda. Debe considerarse que aún
cuando uno de los implicados estuviera siendo vencido, ello no significa ni representa el final o suspensión de la riña,
púes no se trata de una contienda reglada (deportiva o de exhibición) y tampoco es Posible afirmar que un
enfrentamiento de tal naturaleza es una contienda civilizada entre dos hombres que concertaron el evento para resolver
contienda civilizada entre dos hombres qué concertaron el evento para resolver una diferencia a fuerza de golpes, por lo
que no es exigible descararte el usos de ciertos objetos que representan ventaja, o que se tenga el entendimiento de que
la probable “victoria” de uno significa el final de la pelea. Asimismo, la terminación de una riña para dar paso a una
situación punible diversa como puede ser un homicidio calificado, no puede considerarse actualizada por cualquier pausa
momentánea en la contiende de obra, sino por actos fehacientes de rechazo a la pelea, por ejemplo retirarse del lugar,
pues sólo entonces podría hablarse de que no existe solución de continuidad en la riña, si no ha cesado el ánimo lesivo
de los contendientes. Época: Décima Época. Registro: 2001925, Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO, Tipo Tesis Aislada, Fuente. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Localización: Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 4, Materia(s): Penal, Tesis: I.1º.P. 9 P (10ª), Pág. 2539. PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 467/2011. 9 de febrero de
2012, Unanimidad de votos. Ponente. Juan José Olvera López. Secretario: Roberto Negrete Romero. Amparo directo
43/2012. 14 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente. José Luis Villa Jiménez. Secretario: José Ramón Flores
Flores. Amparo directo 158/2012. 28 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Luis Pérez de la Fuente.
Secretario: Miguel Enrique Hidalgo Carmona. De las pruebas que fueron en el sumario en específico, de las
declaraciones de ELIMINADO y ELIMINADO se desprende una contienda provocada porque el occiso lanzó una piedra
que golpeó fuertemente la frente de mi defenso ELIMINADO los confirma la fe de lesiones que le fue practicada y que
éste al sentir la agresión se bajó de la camioneta para responder la agresión, posteriormente a esto el golpe dado por la
piedra, ocasionó que mi defenso se cayera al piso y se desprende un momento toral en los hechos cuando el diverso
ELIMINADO estaba en el piso y el occiso parado enfrente de éste con una piedra en ambas manos de aproximadamente
30 centímetros. De la anterior situación viene una duda que de los autos no se advierte y ésta es ¿Cuál era el deber
objetivo de cuidado que mi defenso tenía la obligación de observar, si momentos antes había visto peligrar su integridad?
Y la necesidad de responderlo a la luz de la situación que vivía mi defenso es imposible que se le pueda efectuar un juicio
de reproche en los términos que refiere el delito preterintencional. En opinión de la Defensa, los hechos que se
desprenden de la causa que nos ocupa, necesariamente deberían ser encuadrados en la figura de homicidio en riña,
dado que existió entre los contendientes el ánimus rigendi de obra, esto es, los contendientes aceptaron en dirimir sus
diferencias a golpes, con el ánimo de causarse lesiones mutuamente, y que de esa aceptación e impulsado por el ánimo
de producirse lesiones, se produjo como resultado la muerte del occiso. Esta situación contrapone la idea marcada por el
A quo en el sentido que los hechos encuadran en la tipificación de la conducta preterintencional, dado que no se
desprende un dolo eventual en la conducta de mi defenso en razón de que existió ese ánimus rigendi entre ambos
contendientes. Ese ánimus rigendi destruye por completo que la exteriorización de la conducta de mi defenso haya
estado provista de una intencionalidad marcada por otros motivos diferentes a la contienda, bajo esa perspectiva, la sola
existencia de una voluntad de ambos de dirimir diferencias, los sitúa en un plano diferente a lo manifestado por el A quo.
De ahí que resulte el material de la prueba que forma el sumario, insuficiente para acreditar de manera plena la
responsabilidad de mi defenso en la comisión del delito de Homicidio encuadrado en el ámbito de los delitos
preterintencionales, dado que no se efectuó un adecuado análisis de la mecánica de los hechos. Resultando ser un claro
ejemplo de un asunto de prueba insuficiente. Sirve de apoyo el siguiente criterio: PRUEBA INSUFICIENTE EN MATERIA
PENAL. La mayor o menor exigencia de datos probatorios para tener por demostrado un hecho delictuoso, y atribuirle su
comisión a una persona, sobre todo, cuando ésta la niega, se encuentra en relación directa con la cantidad de medios de
prueba que, según la experiencia y naturaleza de ese hecho, pudieran haberse aportado para ese efecto, desde luego,
con las limitaciones numéricas que señala la ley adjetiva. Ello es así, porque si no se allegaron estas probanzas, ello sólo
puede obedecer a que el hecho no existió, o que siendo cierto, el órgano de acusación no cumplió con su deber de
aportarlas; por tanto, un argumento adicional que pueda apoyar el porqué las pruebas aportadas son insuficientes, puede
ser el de que pudiendo haberse allegado otras, de ser cierto el hecho delictivo, no se aportaron. SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO. No. Registro: 176,494. Jurisprudencia. Materia(s):
Penal. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. XXII, Diciembre de 2005, Tesis: II.2o.P. J/17. Página: 2462. Causa agravio a mi defenso el considerando quinto
de la sentencia que se combate, en atención a que se dejaron de atender los numerales 14 tercer párrafo, 18 segundo
párrafo y 22 primer párrafo Constitucionales, 12, 38 y 347 del Código adjetivo penal en vigor en atención a que se dejaron
de atender los derechos fundamentales de mi defenso en el dictado de la misma, imponiéndole una pena de prisión
demasiado alta en relación con la mecánica de los hechos y el bien jurídico tutelado. En el considerando que nos ocupa
es evidente que el A quo para imponer la sanción refiere elementos de la personalidad del encausado para introducir al
juicio de reproche punitivo dado que el artículo 59 del Código punitivo en vigor le permite al Juez fijar las penas y medidas
de seguridad que correspondan según su prudente arbitrio y la peligrosidad del infractor tomando en cuenta los
antecedentes y condiciones personales del responsable, los móviles del delito, los daños materiales y morales causados,
el peligro corrido, las circunstancias que concurrieron en el hecho y las condiciones personales del ofendido, para lo cual
el Juez requirió a la autoridad encargada de custodiar al procesado que rinda los dictámenes periciales tendientes a
conocer la personalidad del sujeto y los demás elementos que sean conducentes en su caso para la fijación de las
sanciones penales cuyo dictamen se recabó antes de dictar sentencia. Ahora bien, el anterior ejercicio llevó al A quo a
determinar que mi defenso le correspondía una peligrosidad mínima, de ahí le impuso una penalidad que es de 6 años de
prisión, mas sin embargo para individualizar la pena de prisión aplicable a mi defenso no debió de haber sido regida por
la personalidad de mi defenso, sino que por el contrario debió de abundarse más sobre las circunstancias del hecho que
se le atribuyen dado que el nuevo paradigma es el derecho penal del acto y no el derecho penal de autor. De ahí que
contrario a lo que afirma el A quo la penalidad determinada a mi defenso por el hecho cometido es a todas luces excesiva
y no sanciona con exactitud las circunstancias del hecho además que en opinión de la defensa, se le está sancionando
por un delito mayor al que verdaderamente se desprende de los hechos probados en la causa penal que nos ocupa. De
ahí que al haberse expuesto en los presentes agravios que no existe razón alguna para actualizar las calificativas al ilícito
atribuido a mi defenso, la sanción a imponerse debería de ser de acuerdo a las condiciones de un delito en riña y toda
vez que de acuerdo a las circunstancias del hecho, deberá de aplicársele a mi defenso la pena mínima que para este
delito nos señala el numeral 112 del Código Penal en vigor. A mayor abundamiento y en franca protección a los derechos
humanos de mi defenso y a sus derechos fundamentales garantizados tanto por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, deberá dictársele una pena que siga el principio pro homine, mismo que se cita a continuación: “[TA];
9ª. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXDI, Febrero de 2005; Pág. 1744. PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN ES OBLIGATORIA. El principio pro homine que implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar
el mayor beneficio para el hombre, es decir, que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva
cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la interpretación más restringida, cuando se
trata de establecer límites a su ejercicio, se contempla en los artículos 29 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, publicados en el Diario Oficial de la Federación el
siete y el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y uno, respectivamente. Ahora bien, como dichos tratados forman
parte de la Ley Suprema de la Unión, conforme al artículo 133 constitucional, es claro que el citado principio debe
aplicarse en forma obligatoria. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO. Amparo directo 202/2004. Javier Jiménez Sánchez. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Sandra Ibarra Valdez. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XX, octubre de 2004, página 2385, tesis I.4o.A.441 A, de rubro: "PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN." Y otra que dice: “DERECHO PENAL DEL AUTOR Y DERECHO PENAL DEL ACTO. RASGOS
CARACTERIZADORES Y DIFERENCIAS. De la interpretación sistemática de los artículos 1, 14, tercer párrafo, 18,
segundo párrafo, y 22, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se concluye que
nuestro orden jurídico se decanta por el paradigma conocido como "derecho penal del acto" y rechaza a su opuesto, el
"derecho penal del autor". Entender las implicaciones de ello, requiere identificar sus rasgos caracterizadores y
compararlos entre sí. El modelo del autor asume que las características personales del inculpado son un factor que se
debe considerar para justificar la imposición de la pena. Al sujeto activo del delito (que en esta teoría suele ser llamado
delincuente) puede adscribírsele la categoría de persona desviada, enferma, desadaptada, ignorante, entre otros
calificativos. Esta categorización no es gratuita: cumple la función de impactar en la imposición, el aumento o el
decremento de la pena; incluso permite castigar al sujeto por sus cualidades morales, su personalidad o su
comportamiento precedente frente a la sociedad. Así, la pena suele concebirse como un tratamiento que pretende curar,
rehabilitar, reeducar, sanar, normalizar o modificar coactivamente la identidad del sujeto; también como un medio que
pretende corregir al individuo "peligroso" o "patológico", bajo el argumento de que ello redunda en su beneficio. Por ello,
el quantum está en función del grado de disfuncionalidad que se percibe en el individuo. Ese modelo se basa en la falaz
premisa de que existe una asociación lógico-necesaria entre el "delincuente" y el delito, para asumir que quien ha
delinquido probablemente lo hará en el futuro, como si la personalidad "peligrosa" o "conflictiva" fuera connatural a quien
ha cometido un acto contrario a la ley. Además, el derecho penal de autor asume que el Estado -actuando a través de
sus órganos- está legitimado para castigar la ausencia de determinadas cualidades o virtudes en la persona (o, por lo
menos, utilizarla en su perjuicio). En cambio, el derecho penal del acto no justifica la imposición de la pena en una idea
rehabilitadora, ni busca el arrepentimiento del infractor; lo asume como un sujeto de derechos y, en esa medida,
presupone que puede y debe hacerse responsable por sus actos. Por ello, la forma en que el individuo lidia en términos
personales con su responsabilidad penal, queda fuera del ámbito sancionador del Estado. Época: Décima Época.
Registro: 160693. Instancia: Primera Sala. Tipo Tesis: Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Localización: Libro II, Noviembre de 2011, Tomo 1. Materia(s): Constitucional. Tesis: 1a. CCXXXVII/2011 (9a.).
Página: 198. [TA): 10ª. Época; 1ª. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro II, Noviembre de 2011, Tomo 1; Pág. 198. PRIMERA
SALA. Amparo directo en revisión 1562/2011. 24 de agosto de 2011. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.”
QUINTO.- Son infundados los agravios esgrimidos por el Defensor Público de la adscripción; y fundados en
parte, e inatendibles en diverso aspecto los expresados por el Fiscal investigador.
Esta Sala que revisa advierte que en el caso se está ante la substanciación de un recurso de apelación interpuesto
por el sentenciado, por lo que previo al estudio de los motivos de inconformidad del defensor del sentenciado, con
fundamento en los artículos 361 y 362 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, este Tribunal de
Alzada procede a examinar de oficio, todas y cada una de las constancias probatorias que obran en el sumario y en
especial la sentencia impugnada, con el fin de examinar si el Juez de primer grado aplicó la ley correspondiente o se
aplicó ésta inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los
hechos o no se fundó ni motivó correctamente; todo esto al resolver sobre los aspectos relativos a la comprobación del
cuerpo del delito, de la responsabilidad penal del acusado y de las sanciones impuestas.
Ahora bien, este Tribunal de Alzada considera que el Juez procedió de manera correcta al tener por
acreditado el cuerpo del delito de HOMICIDIO, se encuentra previsto por el artículo 107 del Código Penal en
aplicación, en los siguientes términos ELIMINADO “ARTICULO 107.- Comete este delito quien priva de la vida a otro.”
ELIMINADO Ilícito que tiene señalada comprobación especial, establecida en el numeral 110 del Código de
Procedimientos Penales, que a la letra dice:
“ARTÍCULO 110.- Si se tratare de homicidio, el tipo penal se tendrá por comprobado con la inspección y descripción del
cadáver hechos en los términos de los dos artículos anteriores y con el dictamen de los peritos médicos, quienes
practicarán la necropsia y expresarán con minuciosidad el estado que guarda el cadáver y las causas que originaron la
muerte”. ELIMINADO
Precepto legal de donde se desprende los siguientes elementos que conforman la citada figura
delictiva:
A ) La preexistencia de una vida humana;
B ) La supresión posterior de esa vida; e
C).- Intencionalidad ejercida por el agente del delito.
Elementos que como bien lo determinó el Juez de primer grado, se encuentran debidamente acreditados
conforme a los numerales 107, 110 y 117 del Código de Procedimientos Penales
El primero de los elementos que dan vida a la figura delictiva que nos ocupa, consistente en la existencia
previa de una vida humana, se encuentra debidamente comprobado como correctamente lo consideró el A Quo, con las
comparecencias de PASCUAL SEGURA OROCIO y , quienes el 25 veinticinco de octubre del 2010 dos mil diez, ante el
Agente del Ministerio Público investigador, manifestaron lo siguiente: ELIMINADO El primero de los mencionados refirió:
“Que comparezco ante esta autoridad a fin de solicitar la devolución del cuerpo sin vida de mi hermano el cual pude
reconocer plenamente sin temor a equivocarme de que se trata de mi hermano, quien en vida respondiera al nombre de
BARTOLO SEGURA OROCIO quien al momento de fallecer contará con la edad de 55 años de edad, con fecha de
nacimiento 02 de mayo de 1955 y ocupó el sexto lugar de diez hermanos ELIMINADO mi hermano era jornalero, vivía en
domicilio conocido Comunidad La Cardona, ELIMINADO y en relación a los hechos en que perdiera la vida mi hermano,
puedo decir que el día domingo como a las 04:30 (cuatro y media de la tarde) yo me encontraba junto con mi esposa
REYNALDA HERNÁNDEZ RINCO, en la salida del Pueblo de Santa María del Río y de pronto veo que pasa mi hermano
BARTOLO junto con DANIEL VALENTE, JUAN, MARGARITO y ORLANDO, en una camioneta larga, no se la marca y
veo que se paran en una tienda que está a la salida de Santa María del Río (y al pasar mi hermano me dice adiós con la
mano) y como yo me encontraba como a unos 20 metros de distancia de ellos escucho que ORLANDO FLOREZ
VÁZQUEZ a quien apodan “El Vaca”, le dice a mi hermano que le dispare una caguama y mi hermano le contesta que no
traía dinero y ORLANDO, le dice entonces bájate y mi hermano se baja y se va caminando rumbo a la Comunidad y los
de la camioneta se quedaron ahí entonces, yo me quede ahí para comprar un refresco de Coca Cola y un pan y cuando
ya me fui en mi camioneta no vi a mi hermano supongo que los de la camioneta pasaron y lo volvieron a subirlo (sic)
porque como son vecinos de la Comunidad iban para el mismo rumbo a los que puedo identificar plenamente y ya no
supe nada hasta las 10:30 (diez treinta de la noche) que llegó mi cuñado de nombre GILBERTO RUIZ y me grita
PASCUAL estas dormido y le contestó si y me dice oye ven, vengo a avisarte que tu hermano esta tirado, yo le dije está
golpeado o qué, y me dice no ya está muerto y le pregunte en donde y me dijo en la bajada de la Campana, entonces yo
le dije vamos, y ya estando ahí pude identificar a mi hermano BARTOLO que ya había fallecido, quiero mencionar que mi
hermano tomaba cerveza cada semana y a veces se juntaba con ORLANDO FLORES VÁZQUEZ alías El Vaca, con
MARGARITO MARTÍNEZ BOCANEGRA alías Chiches, y a mi no me consta que tuvieran algún problema pasado con
alguno de ellos, por lo que solicito se investiguen los ELIMINADO hechos y en estos momentos presento denuncia en
contra de ORLANDO FLORES VÁZQUEZ alías El Vaca con MARGARITO MARTÍNEZ BOCANEGRA alías CHICHES y
quien más resulte responsable por el delito de Homicidio en agravio de mi hermano BARTOLO SEGURA OROCIO, por lo
que solicito la devolución del cuerpo de mi hermano para darle cristiana sepultura. Siendo todo lo que tengo que
manifestar.” (fojas 4 frente y vuelta).
Por su parte, ELIMINADO manifestó ELIMINADO “El motivo de mi comparecencia ante esta autoridad es
para reconocer el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que reconocí como mi padre y que en vida llevara
por nombre ELIMINADO , actualmente contaba con ELIMINADO de edad por haber nacido el día ELIMINADO , y mi
papá era jornalero, mi papá era originario de la Cardona perteneciente a la comunidad de La Campana Municipio de
Santa María del Río, S.L.P., ELIMINADO con domicilio conocido, mi papá no tuvo estudios y vivía en el mismo domicilio
que di en mis generales, no tenía adicciones únicamente tomaba cerveza regularmente los fines de semana y él era hijo
de ELIMINADO y ocupaba el sexto lugar de diez hijos que procrearon sus padres. En cuanto a los hechos en que
perdiera la vida mi padre los desconozco, ya que la última vez que vi a mi papá fue en la casa el día domingo 24 de
octubre del presente año, aproximadamente a las diez de la mañana, cuando él dijo que se dirigía a la Cabecera
Municipal de Santa María, sin saber si iba acompañado de alguien, o en qué vehículo se iba a trasladar, y fue hasta
aproximadamente a las diez de la noche de ese mismo día que mi primo ELIMINADO , acudió a mi domicilio para
informarnos que mi papa estaba grave por lo que de inmediato salí de mi casa para ver de qué se trataba y afuera de mi
casa ya estaban los policías quienes me hicieron varias preguntas y me indicaron que mi padre había fallecido y era
necesario que me trasladara a estas oficinas para reconocer el cuerpo de mi padre, asimismo hago mención que mi
padre no tenía problemas con ninguna persona y no padecía ninguna enfermedad, y agrego que en el lugar únicamente
escuché a algunas personas que decían que mi papá se había peleado con ELIMINADO y ELIMINADO y desconozco
si hayan tenido algún problema por lo que solicito la devolución del cuerpo de mi padre a fin de darle cristiana sepultura,
mismo que una vez que lo tuve a la vista en el SEMELE ubicado en la calle de República de Polonia numero 350 Colonia
Lomas de Satélite en esta Ciudad lo reconocí plenamente sin temor a equivocarme como el de mi papá ELIMINADO .
Asimismo en estos momentos formulo denuncia en contra de quien o quienes resulten responsables del fallecimiento de
mi padre ELIMINADO solicitando se investiguen los hechos y se de con los responsables a fin de que se les castigue
conforme a la Ley. siendo todo lo que tengo que declarar.” (fojas 12 frente y vuelta).
Atestos que revisten valor probatorio de indicio de acuerdo a lo establecido en los artículos 311 y 317 de la
Ley Adjetiva Penal en vigor, por haber sido rendidos por personas mayores de edad (64 sesenta y cuatro años, y 28
veintiocho años, respectivamente), con capacidad suficiente para apreciar los hechos que narraron de manera clara y
precisa, sin dudas ni reticencias, acreditándose con los mismos en forma fehaciente la preexistencia de la vida de una
persona llamada BARTOLO SEGURA OROCIO, quien contaba con la edad de 55 cincuenta y cinco años, con fecha de
nacimiento 02 dos de mayo de 1955, de ocupación jornalero, originario y vecino de la Comunidad La Cardona del
Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí.
Además, para tener por acreditada la previa existencia de la vida de BARTOLO SEGURA OROCIO, como
acertadamente lo consideró el Juez A Quo, obran dentro del caudal probatorio, los testimonios rendidos por JUAN
MANUEL FLORES PADRON y JOSE VALENTE RINCON RIVERA, ante el Representante Social investigador el día 25
veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, en los siguientes términos:
El mencionado en primer lugar, en lo que aquí interesa, dijo: “. . . Que yo iba en una camioneta azul, marca
Ford, el día de ayer como a las cinco de la tarde e íbamos ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO ,
ELIMINADO , ELIMINADO , ELIMINADO y yo, y la camioneta es de ELIMINADO y de ELIMINADO y cuando íbamos a
la Cardona ya que veníamos de regreso de Santa María del Río, ya que habíamos ido a dar la vuelta y venían tomando
todos menos yo, y en el camino por la salida a Santa María en un arrollo (sic) nos pidió raid un señor que se llama
ELIMINADO y nos paramos y se subió con nosotros y nos paramos enfrente de un campo de beis donde jugamos y esta
con rumbo a ELIMINADO La ELIMINADO y cuando nos paramos se bajó ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO a
orinar y en eso también se bajó el señor ELIMINADO y ya cuando nos íbamos a ir ELIMINADO le dijo al señor vámonos
y el señor como que se enojó y agarró una piedra y se la aventó a ELIMINADO y le pegó en la cabeza a ELIMINADO y
este se calló de la camioneta y el que iba manejando no miró y le dio a la camioneta y ya más abajo como a 500
quinientos metros se paró porque nosotros le íbamos gritando que habían golpeado al ELIMINADO y también le dijimos
que se había quedado y en eso se bajó ELIMINADO y ELIMINADO se regresó y ya cuando nosotros nos bajamos y ya
íbamos de regreso caminando a donde se había quedado ELIMINADO en el camino nos encontramos a ELIMINADO
ELIMINADO
ELIMINADO que ya venían de regreso y ELIMINADO venía sangrando de la cara y traía sangre en la
camisa, pantalón, y las botas y nos regresamos con ellos y ya no vimos al señor ELIMINADO ” (FOJAS )
Por su parte, ELIMINADO, expresó: ELIMINADO fojas 30 frente a 31 frente).
Medios de prueba que como acertadamente consideró el Juez de primer grado, se encuentran revestidos de
valor probatorio indiciario de acuerdo a lo establecido en los artículos 311 y 317 de la Ley Adjetiva Penal en vigor, por
haber sido rendidas por personas mayores de edad (37 treinta y siete años y 21 veintiún años, respectivamente), con
capacidad suficiente para apreciar los hechos de los cuales se dieron cuenta por medio de sus sentidos, y que narraron
de manera clara y precisa, sin dudas ni reticencias, acreditándose con las mismas en forma fehaciente que el paciente
del delito ELIMINADO, se encontraba con vida el día 24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez,
aproximadamente a las 16:30 dieciséis horas con treinta minutos.
Cúmulo de pruebas, que al adminicularse entre sí, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 320 de
la Ley Adjetiva Penal, adquieren valor probatorio pleno para tener por acreditado el primer elemento relativo a la previa
existencia de la vida humana de ELIMINADO, presupuesto necesario, sin el que es imposible se registre la materialidad
del antijurídico en estudio.
Por lo que respecta al segundo de los elementos corpóreos del delito de HOMICIDIO, referente a la
supresión posterior de una vida humana, cabe decir, que se encuentra plenamente demostrado, como acertadamente
lo estimó el Juez natural, con los siguientes medios probatorios:
Con la Inspección desahogada por el Representante Social Investigador, el 25 veinticinco de octubre de
2010 dos mil diez, quien se constituido en un terreno comunal denominado La Cardona perteneciente a la Comunidad La
Campana, aproximadamente a unos 5 kilómetros de la Cabecera Municipal de Santa María del Río, San Luis Potosí,
certificó y dio fe de tener a la vista: ELIMINADO “De tener a la vista un cuerpo sin vida del sexo masculino quien
respondiera al nombre de ELIMINADO, el cual se encuentra sobre superficie de tierra y piedra, encontrándose dicha área
del terreno en posición descendiente a ascendiente, es decir de sur a norte respectivamente encontrándose dicho cuerpo
en posición decúbito ventral con región cefálica a noreste, extremidades inferiores semiflexionadas al suroeste y
extremidad superior derecha semiflexionada en 90 grados a partir del codo superior izquierdo hacía el tórax, el cual
cuenta con la siguiente media filiación, estatura aproximada es de 1.63 metros, complexión delgada, constitución débil,
tez morena clara, pelo negro ondulado, orejas pequeñas, cejas semipobladas, pestañas pequeñas, iris cafés, barba y
bigote en color negro sin rasurar, nariz recta y regular (aún con lesión), boca mediana, labios medianos, dentadura
completa, mentón oval, de aproximadamente 56 años de edad. SIGNOS CADAVÉRICOS: Rigidez presente, flacidez
ausente, livideces en partes declives del cuerpo. SEÑAS PARTICULARES: Ninguna aparentemente visible. LESIONES:
Herida cortocontundente en región occipital derecha de aproximadamente 5 centímetros de diámetro, fractura de tabique
nasal, posible fractura expuesta en pantorrilla izquierda, fractura expuesta de nudillo del dedo índice de mano derecha,
excoriación en cara externa de antebrazo izquierdo. VISTE: Camisa de vestir en color negro manga larga, pantalón azul
tipo poliéster, bota tipo industrial en color negro, calceta en color negro. OBJETOS: Cinturón color café en malas
condiciones. OBSERVACIONES: Cabe hacer mención que dicha área de terreno es destinada a terreno comunal de
tramo irregular y como referencias a aproximadamente 50 centímetros del cuerpo se encontró un potrero formado por
llamada piedra bruta, el cual mide aproximadamente
un metro de altura por 50 centímetros de ancho, y de largo
aproximadamente entre 50 o 60 metros que corre de sur a norte, además de encontrarse gran cantidad de piedras de
diferentes tamaños de la llamada “piedra bruta” y vegetación diversa como nopales, mezquites medianos, órganos
pequeños y de las llamadas (clavellinas) además de encontrarse el cuerpo a aproximadamente 30 metros de distancia y
hacía el lado sur sobre una brecha de terracería y piedra que tiene dirección de poniente a oriente y viceversa de
aproximadamente unos 3.5 metros de ancho y la cual conduce hacía el lado poniente hacía la propiedad del Licenciado
ELIMINADO, además de señalar que el potrero de deslinde antes señalado hacía su lado poniente, también es propiedad
de la citada persona y del lado en donde se ubica el cuerpo corresponde al terreno comunal, el cual se encuentra cercado
de su lado sur con postes de concreto y alambre de púas y por último por datos proporcionados por la Agente del a
Policía Ministerial en mención, señalaron que el día de hoy se encontraba un grupo de personas entre ellos el ahora
occiso los cuales procedían de la cabecera de ELIMINADO, llegando a este lugar aproximadamente a las 16:30 horas y
que se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes y que entre estas se encontraban ELIMINADO y ELIMINADO,
ambos de 18 años de edad y originarios de la Comunidad de La Campana, perteneciente a dicha Municipalidad, y
quienes empezaron a discutir con el ahora occiso por viejas rencillas, cuando el ahora occiso les arrojó una piedra sobre
al camioneta en la que se encontraban cuando dichos jóvenes se le fueron a golpes al ahora occiso hasta quedar en el
lugar de referencia y que hasta el momento se tiene aseguradas a estas dos personas en las instalaciones de la policía
Municipal de esta Cabecera, por lo que se da por terminada la presente diligencia, ordenándose el traslado del cuerpo a
las instalaciones del SEMELE. Siendo todo lo que se aprecia a simple, vista, lo que se asienta para constancia y por
diligencia.” (fojas 2 frente y vuelta). ELIMINADO Inspección que tiene pleno valor probatorio de acuerdo lo previsto en el
artículo 315 de la Ley Adjetiva Penal aplicable, por tratarse de una inspección practicada por funcionario investido de fe
pública, con todos los requisitos legales, en la que pudo directamente apreciar, que en un terreno comunal denominado
La ELIMINADO perteneciente a la Comunidad ELIMINADO, aproximadamente a unos 5 kilómetros de la Cabecera
Municipal de ELIMINADO, se encontraba el cuerpo sin vida de ELIMINADO, así mismo pudo apreciar que las lesiones
que el pasivo presentaba eran las siguientes: herida cortocontundente en región occipital derecha de aproximadamente 5
centímetros de diámetro, fractura de tabique nasal, posible fractura expuesta en pantorrilla izquierda, fractura expuesta de
nudillo del dedo índice de mano derecha, excoriación en cara externa de antebrazo izquierdo. Probanza con la que quedó
plenamente demostrado la supresión de una vida previamente existente, como lo fue en la especie, del ofendido
ELIMINADO.
Se adminicula a las precedentes probanzas, el dictamen de necropsia número 262/2010, emitido por el
Perito Médico Legista adscrito a la Dirección General de Servicios Periciales, Doctor ELIMINADO, el 25 veinticinco de
octubre de 2010 dos mil diez, practicado al cuerpo de quien en vida llevara el nombre de ELIMINADO, en el cual consta
lo siguiente: “LESIONES AL EXTERIOR: A la exploración externa se encontró lo siguiente: 1. Herida irregular, estrellada,
de 3 cm., en la región parietal derecha. 2. Herida irregular 3 cm., en región occipital. 3. Herida irregular 2 cm., en la región
frontal izquierda. 4 Escoriación dermoepidérmica irregular de 1 cm., en la región malar izquierda. 5. Aumento de volumen
y equimosis en región palpebral superior izquierda. 6. Aumento de volumen y equimosis en dorso nasal con deformidad y
crepitación como signos de fractura de tabique nasal. 7. Múltiples equimosis violáceas y escoriaciones dermoepidérmicas
irregulares en región intraescapula y dorso del hemitorax derecho. 8. Herida lineal de 1 cm., con aumento de volumen y
equimosis en área de 6 cm., en la cara anterior de la pierna izquierda en su tercio medio. 9. Escoriación dermoepidérmica
irregular de 2 cm., en el dorso del tercio medio del antebrazo izquierdo. 10. Equimosis violácea irregular de 4 cm., en el
dorso de la mano izquierda. 11. Cinco equimosis verdiosas irregulare en al cara anterior del muslo derecho. 12.
Excoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el borde costal izquierdo. A LA APERTURA DE LAS CAVIDADES
ENCONTRAMOS: CRANEANA: A la disección de los tejidos blandos, planos cutáneos y muslos se encuentran infiltrados
sanguíneos que se corresponden a las heridas descritas al exterior, las cuales afectan cuero cabelludo. CUELLO: A la
disección de los tejidos blandos, planos cutáneos y musculares íntegros sin lesiones. TORÁCICA: A la disección
encontramos fractura total de los arcos costales derecho 9 y 10 en su segmento posterior, los cuales protruyen en forma
irregular en la cavidad torácica lesionando pleura parietal y visceral, causando laceración de 4 cm., en el pulmón derecho
en su lóbulo inferior y producen hemotórax de 1500 cc. Pericardio con contenido cetrino y órgano cardiaco sin lesiones
traumáticas. Pulmones antracóticos. Pulmón izquierdo sin lesiones traumáticas. ABDOMINAL: A la disección epiplón
indemne. Hígado congestivo. Vesícula plétorica sin lesiones. Estómago y tracto intestinal íntegros, sin lesiones. Riñones
sin lesiones, páncreas íntegro sin lesiones. El bazo sin lesiones. La vejiga sin lesiones. GENITALES Y REGIÓN ANAL:
Sin lesiones traumáticas. EXTREMIDADES: Con las lesiones descritas al exterior. La lesión registrada en el número 8 al
exterior se diseca y se encuentra hematoma en planos profundos y sección completa de vena superficial de 0.5 cm., de
diámetro con formación de hematoma y drenaje al exterior. Se remiten la laboratorio de química forense de esta
Procuraduría, muestras biológicas de las siguientes regiones: Sangre. Orina y Contenido Gástrico. CONCLUSIÓN: Quien
en vida llevó el nombre de ELIMINADO falleció a consecuencia de: 1. Choque hipovolémico. 2. Hemotórax derecho de
1500 cc., secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3. Politraumatizado. Cronotanatodiagnóstico:
En base a los signos cadavéricos abióticos se calcula un Cronotanatodiagnóstico de 08 a 10 horas, hasta la realización
de la necropsia.” (fojas 34 frente).
Dictamen que adquiere valor probatorio pleno, con fundamento en los artículos 247, 260 y 316 del Código
de Procedimientos Penales, en virtud de haber sido emitido por persona con conocimientos especiales en el ramo de la
medicina, quien explicó los hechos y circunstancias que le sirvieron de fundamento a su opinión; de ahí que tenga plena
eficacia probatoria, de conformidad con el numeral citado en último término, dictamen a que se refiere el artículo 110 del
ordenamiento antes citado, para tener por comprobado las características que presentaba el cadáver de quien en vida
llevara el nombre de ELIMINADO, y concluir que el paciente del delito, falleció a consecuencia de “1.-Choque
hipovolémico. 2.- Hemotórax derecho de 1500 cc., secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3.Politraumatizado.”
En consecuencia, del caudal probatorio valorado en líneas anteriores, concatenado de manera lógica y
natural como lo dispone el artículo 320 del Código de Procedimientos Penales aplicable, se encuentra plenamente
comprobada la supresión de la vida de ELIMINADO, aproximadamente a las 17:00 diecisiete horas del día 24 veinticuatro
de Octubre del 2010 dos mil diez.
Ahora bien, en cuanto a la acreditación del tercer elemento integrador del cuerpo del ilícito en análisis,
consistente en que la privación de la vida sea atribuible a la intencionalidad del sujeto activo, cabe destacar que el
A Quo, estimó que la conducta desplegada por el diverso sujeto activo del delito, aquí recurrente, encuadra dentro del
llamado dolo eventual, el cual se presenta cuando el sujeto activo, no persigue el resultado típico y tampoco lo prevé
como seguro, sino que sólo prevé que es posible que se produzca, pero para el caso de su producción lo asume en su
voluntad.
Así, el elemento en análisis, se encuentra justificado con la concatenación lógica y natural de las relatadas
pruebas de inspección ministerial y necropsia, mismas que por economía procesal en este espacio se dan por
reproducidas para todos los efectos legales a que haya lugar; entre sí y adminiculadas, además, con los siguientes
medios de prueba:
Con la declaración de ELIMINADO, quien el 25 veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, ante el
Ministerio Público, dijo: “Que el día de ayer domingo 24 de octubre del año en curso, como a las cuatro de la tarde yo iba
en la camioneta propiedad de ELIMINADO , el cual es mi amigo y que él también iba ya que él era el que la tripulaba y
que además iba aparte de mi ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO , y ELIMINADO y que veníamos de Santa
María y nos dirigimos a la casa de ELIMINADO a una fiesta y era un bautizo, y fue cuando alcanzamos al ahora occiso y
él me aventó una piedra a mi y me pegó en la cabeza, y no supe porque te (sic) golpeaba y anteriormente no habíamos
tenido problemas, y yo me bajé y caí entre unas espinas cuando me baje de la camioneta y el agarró una piedra y me la
quería aventar en la cabeza y era una piedra grande, yo creo que unos treinta centímetros porque incluso la tenía
agarrada con las dos manos y únicamente dijo “chingas a toda tu madre” y me levanto y ELIMINADO le dio un aventón
y yo me levanté y fue cuando nos agarramos a golpes yo y ELIMINADO , con el señor ELIMINADO pero así le dicen,
pero se llama ELIMINADO , y ELIMINADO agarró de piedras de ahí mismo y nos peleamos y como él agarró más
piedras corrimos y nos fuimos y le pegamos entre yo y
ELIMINADO
y le pegamos a patadas y miré cuando
ELIMINADO le dio un aventón a ELIMINADO y como él tomo más piedras nos fuimos y sí lo golpeamos y al último más
piedras y éramos nosotros dos contra él solo, y él me pegó con la piedra en la cabeza, es decir del lado de la frente y que
ELIMINADO era una persona de edad grande, y él como me aventó el pedrazo yo fue que me bajé de la camioneta y
empezamos a pelear, y yo le reclamo diciéndole “por qué me tiras piedras” y lo único que decía es que chinga a tu madre
y a lo mejor le tiró a la camioneta ya que un hijo de ELIMINADO traía pleito con ELIMINADO , que es el dueño de la
camioneta y yo creo que por eso traían problemas entre el hijo de ELIMINADO con ELIMINADO y como estos no se
pueden ver, y que si subió por un momento ELIMINADO en la camioneta y él se bajó solo, y no es cierto que hayamos
pedido para tomar, ya que en esas horas no íbamos tomando, y que el día de ayer como a la una de la tarde estuvimos
en la mentada “Macro”, y la cual es una tienda o taquería y ahí venden cerveza y ahí estábamos tomando yo y todos los
amigos a los que ya he mencionado y fue de este lugar que nos retiramos para ir a la fiesta del bautizo y ahí nos invitó
ELIMINADO ya que era su hermana la que iba a bautizar, que los demás muchachos no intervinieron en la pelea y lo
único que dijeron ya vámonos, y de ahí nos fuimos al bautizo y de esta fiesta salimos como a las siete de la tarde, ya que
únicamente llegamos comimos y nos salimos y de ahí me fui a la casa, que yo no me enteré de que ELIMINADO había
muerto, y ahora pues ya ni modo debe seguir lo que sigue, y si estoy consciente de lo que hicimos y que sí vi cuando
ELIMINADO le dio el aventón a ELIMINADO , y de ahí me paro y me limpio la sangre y lo agarramos a golpes, y que los
golpes fueron a patadas y con los puños también, que el día de los hechos yo traía un pantalón azul de mezclilla y
playera de algodón color negra manga corta y bota tipo vaquera, que antes de estos hechos yo me había tomado como
unas cinco cervezas de tamaño normal. Que es todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 22 frente a 24 frente).
Declaración que ratificó en vía de preparatoria ante el Juez del conocimiento, el día 27 veintisiete de octubre
del año 2010 dos mil diez, medio de prueba que correctamente el Juez A Quo, consideró como una confesión lisa y llana,
confiriéndole pleno valor probatorio de conformidad con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de
Procedimientos Penales en vigor, en razón de que fue rendida ante el Agente del Ministerio Público investigador, por
persona mayor de edad (18 dieciocho años) en pleno uso de sus facultades mentales, sin coacción ni violencia física o
moral, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, declarando sobre
hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO; narrando de manera clara y precisa, en lo conducente, que el día
24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, como a las cuatro de la tarde, iba en la camioneta propiedad de
ELIMINADO, quien es su amigo y tripulaba el vehículo; que además iba ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, y
ELIMINADO; que venían de Santa María, dirigiéndose a la casa de ELIMINADO a una fiesta, un bautizo; que fue cuando
alcanzaron al ahora occiso; que él le aventó una piedra y le pegó en la cabeza; que no supo por qué lo golpeaba; que
anteriormente no habían tenido problemas; que él se bajó, cayéndose entre unas espinas; que cuando se bajo de la
camioneta el ofendido agarró una piedra y se la quería aventar en la cabeza; que era una piedra grande, de unos treinta
centímetros, porque incluso la tenía agarrada con las dos manos, diciéndole únicamente “chingas a toda tu madre”; que
él se levanto y ELIMINADO le dio un aventón; que fue cuando se agarraron a golpes él y ELIMINADO, con el aquí
pasivo; que el ofendido agarró de piedras de ahí mismo y se pelearon; que como el ofendido agarró más piedras
corrieron y se fueron; que le pegaron al ofendido, entre él y MARGARITO, a patadas; que él vio cuando ELIMINADO
le dio un aventón al pasivo y como éste tomó más piedras se fueron; que sí lo golpearon y “al último más piedras”; que
eran ellos dos contra él solo; que el ofendido le pegó a él con la piedra en la cabeza, del lado de la frente. Declaración
ministerial del acusado que relacionada con el restante material probatorio existente en el proceso de origen, se advierte
verosímil y, por tanto, idónea para demostrar que el día 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, como a las
cuatro de la tarde, el aquí inculpado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, y el diverso acusado ELIMINADO, golpearon al
pasivo, dándole patadas en el cuerpo, lo que le provocó según el Dictamen médico, antes reseñado y valorado: “1. Herida
irregular, estrellada, de 3 cm., en la región parietal derecha. 2. Herida irregular 3 cm., en región occipital. 3. Herida
irregular 2 cm., en la región frontal izquierda. 4 Escoriación dermoepidérmica irregular de 1 cm., en la región malar
izquierda. 5. Aumento de volumen y equimosis en región palpebral superior izquierda. 6. Aumento de volumen y
equimosis en dorso nasal con deformidad y crepitación como signos de fractura de tabique nasal. 7. Múltiples equimosis
violáceas y escoriaciones dermoepidérmicas irregulares en región intraescapula y dorso del hemitorax derecho. 8. Herida
lineal de 1 cm., con aumento de volumen y equimosis en área de 6 cm., en la cara anterior de la pierna izquierda en su
tercio medio. 9. Escoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el dorso del tercio medio del antebrazo izquierdo. 10.
Equimosis violácea irregular de 4 cm., en el dorso de la mano izquierda. 11. Cinco equimosis verdiosas irregulare en al
cara anterior del muslo derecho. 12. Excoriación dermoepidérmica irregular de 2 cm., en el borde costal izquierdo.”; lo
cual le ocasionó: “1.-Choque hipovolémico, 2.-Hemotórax derecho de 1500 cc., secundario a laceración pulmonar
derecha en su lóbulo inferior. 3.- Politraumatizado”; y, por ende, la muerte.
Asimismo se encuentra comprobado el tercer elemento material del delito de HOMICIDIO, con la
declaración del coacusado ELIMINADO, quien el 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, ante el Fiscal
investigador, manifestó: “El día de ayer domingo 24 de octubre, como a las seis de la tarde íbamos de ELIMINADO , a
un bautizo de unos gemelos de mi hermana ELIMINADO , ya que mi hermana me había dicho que invitara a comer a mis
amigos, y yo iba en compañía de ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le dicen “
ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le apodan “ ELIMINADO ”, ELIMINADO de quien no se sus apellidos pero le dicen
“ ELIMINADO ” y ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ” y ELIMINADO quien es hermano de ELIMINADO de apodo “
ELIMINADO ”, y todos íbamos en una camioneta de color azul con negro, larga, la cual es vieja, tipo Pick Up,. y el que
iba manejando era ELIMINADO
y yo iba tras en la caja, y al ir circulando por un lugar que se le conoce como
ELIMINADO mi amigo ELIMINADO quien también iba atrás en la caja de la camioneta recibió una pedrada que le pegó
en la cien y empezó a sangrar y nos dimos cuenta que él que había aventado la piedra fue un señor de nombre
ELIMINADO quien es un borracho que siempre anda tomando alcohol y se la pasa diciéndole cosas a la gente y hasta
les dice groserías a las señoras y cuando uno pasa por ahí les mienta la madre, pero ayer sin decirnos anda le aventó la
piedra a ELIMINADO y después ELIMINADO se frenó y ELIMINADO se bajó de la camioneta y ELIMINADO agarró
más piedras y ELIMINADO se le fue a golpes y de pronto cuando estaban peleando ELIMINADO se cayo (ilegible) se
resbaló yo creo que se quiso desmayar del piedraza es decir de la pedrada y ELIMINADO agarró una piedra más o
menos grande y se la iba a ventar a ELIMINADO en la cabeza y entonces yo llegué y le di un golpe con el puño en la
cara y la piedra que traía ELIMINADO se le cayó y después ELIMINADO se levantó y le dio otro golpe con el puño en
la cara y luego le di un aventón para que cayera más rápido y ELIMINADO cayó al lado, y después entre ELIMINADO
y yo lo estuvimos dando patadas y golpes con los puños y
ELIMINADO
seguía agarrando piedras y nos daba
manotazos pero ya no alcanzaba a tirarnos, y lo estuvimos golpeando como unos cinco minutos, y después lo dejamos
tirado pero todavía se movía y en todo el rato no nos dijo nada y tampoco nosotros le dijimos nada y después me llevé a
ELIMINADO para subirlo a la camioneta, pues andaba terco y quería seguir golpeando a ELIMINADO ya que él andaba
todavía enojado y sangrado de la cara y aparte andaba borracho y no entendía, y después ya nos subimos a la
camioneta y nos fuimos al bautizo con todos los que mencioné pero todo ellos no se metieron solamente se bajaron de la
camioneta a ver, y después al llegar al bautizo comimos y estuvimos otro rato cotorreando hasta las diez de la noche y
después cada quien se fue para su casa y ya no volvimos a ver a ELIMINADO . Que es todo lo que tengo que
manifestar.” (fojas 26 frente y vuelta).
Declaración del coinculpado al que el Juez natural correctamente estimó como una confesión, de
conformidad con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de Procedimientos Penales en vigor, en razón de
haber sido rendida por persona mayor de edad (18 dieciocho años de edad), en pleno uso de sus facultades mentales,
ante el Agente del Ministerio Público, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado
defensor, declarando sobre hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le imputa, narración de hechos
que relacionada con el restante material probatorio existente en el proceso de origen, se puede advertir que es verosímil,
y sirve para dejar acreditado que el 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, estando en un terreno comunal
denominado La Cardona perteneciente al Municipio de ELIMINADO, el pasivo le aventó una piedra al diverso sujeto
activo ELIMINADO , aquí recurrente, ELIMINADO cuando viajaban a bordo de una camioneta; que después el aquí
inculpado ELIMINADO y el declarante, golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas en el cuerpo,
lo que ocasionó según el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado, la muerte del paciente del delito.
Así, con los anteriores medios de prueba reseñados y valorados de forma individual, se integra la prueba
circunstancial de conformidad con lo establecido en el artículo 320 del Código de Procedimientos Penales en consulta,
para tener por comprobado en forma cierta el sujetos activo ELIMINADO, aquí recurrente, de manera conjunta con
diverso acusado (ELIMINADO), golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas, lo que le ocasionó la
lesiones descritas en el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado, y por ende, la muerte; destacando que
como correctamente lo determinó el Juez de primer grado, y si bien, el sujeto activo del delito, aquí apelante, no deseo el
resultado, esto es, cometer el delito de HOMICIDIO, al aceptar y golpear de forma conjunta con diverso activo, aún
cuando no tenía la intención de privar de la vida al ofendido, aceptó el riesgo de que los golpes propinados al pasivo,
trajeran como consecuencia el resultado típico, como en el caso ocurrió.
En ese orden de ideas, en el sumario existen pruebas que constituyen un conjunto armónico de indicios
concordantes y convergentes en un mismo sentido que, corroborados, complementados y adminiculados entre sí,
conforme lo dispone el numeral 320 del Código Procesal Penal, de manera lógica y natural conducen a demostrar que en
autos del sumario, quedaron acreditados los elementos materiales que configuran el cuerpo del delito de HOMICIDIO,
contemplados por el artículo 107 de la Ley Sustantiva Penal, como lo son, la preexistencia de la vida de ELIMINADO y,
su posterior supresión, atribuible a la intencionalidad del sujeto activo; ya que quedó demostrado que el día 24
veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, el sujeto activo, aproximadamente a las 16:30 dieciséis treinta horas,
estando en el camino que conduce a la Comunidad ELIMINADO, el aquí recurrente, de manera conjunta con diverso
sujeto activo ELIMINADO, golpearon al ofendido, dándole entre los dos, puñetazos, y patadas, lo que le ocasionó según
el dictamen de necropsia antes mencionado y valorado: “1.-Choque hipovolémico, 2.-Hemotórax derecho de 1500 cc.,
secundario a laceración pulmonar derecha en su lóbulo inferior. 3.- Politraumatizado”; ELIMINADO y por ende, la muerte.
Lo antes expuesto encuentra sustento en la jurisprudencia número V.2º.P.A.J/8, emitida por del Segundo
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, publicada en la página 1456, del Tomo XXVI
de agosto de dos mil siete, correspondiente a la Novena Época del enunciado Semanario, que textualmente indica:
“PRUEBA INDICIARIA O CIRCUNSTANCIAL EN MATERIA PENAL. SU EFICACIA NO PARTE DE PRUEBAS
PLENAS
AISLADAS, SINO DE DATOS UNÍVOCOS, CONCURRENTES Y CONVERGENTES, DE CUYA
ARTICULACIÓN, CONCATENACIÓN Y ENGARCE, SE OBTIENE OBJETIVAMENTE UNA VERDAD FORMAL, A
TRAVÉS DE UNA CONCLUSIÓN NATURAL A LA CUAL CADA INDICIO, CONSIDERADO EN FORMA AISLADA, NO
PODRÍA CONDUCIR POR SÍ SOLO. En el proceso penal no es dable acoger la falacia de la división, que consiste en
asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de éste, y que en el caso se refleja al aislar cada elemento
de convicción y demeritar su eficacia o contundencia demostrativa por sí mismo, es decir, considerado aisladamente. Lo
anterior es improcedente, cuenta habida que de cada medio de prueba pueden desprenderse uno o varios indicios,
signos o presunciones, con un determinado papel incriminador, partiendo de que el indicio atañe al mundo de lo fáctico e
informa sobre la realidad de un hecho acreditado, que sirve como principio de prueba, no necesariamente para justificar
por sí mismo un aserto, o la verdad formal que se pretende establecer, sino para presumir la existencia de otro
desconocido, a base de razonar silogísticamente partiendo de datos aislados que se enlazan entre sí en la mente, para
llegar a una conclusión, y es precisamente la suma de todos los indicios, lo que constituye la prueba plena circunstancial,
que se sustenta en la demostración de los hechos indiciarios y en el enlace natural, más o menos necesario, entre la
verdad conocida y la buscada. Por ello, la eficacia de la prueba indiciaria o circunstancial, como prueba indirecta, no parte
de pruebas plenas aisladas, sino de datos unívocos, concurrentes y convergentes, de cuya articulación, concatenación y
engarce, se obtiene objetivamente una verdad formal, a través de una conclusión natural, a la cual cada indicio considerado en forma aislada- no podría conducir por sí solo.”
SEXTO.- En cuanto a la responsabilidad penal de ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en la comisión del
delito de HOMICIDIO este Tribunal Ad Quem, estima que el Juez natural, procedió de manera correcta al tener por
comprobada la plena responsabilidad penal del sentenciado, conforme a lo establecido por los numerales 107 y 117 de la
Ley Adjetiva Penal, siendo su intervención, la prevista en el numeral 8°, fracción III, del Código Penal vigente, al haber
realizado la conducta de manera conjunta con diverso sujeto activo. Además, importante destacar que el A Quo, estimó
que el delito de HOMICIDIO fue cometido por el aquí apelante, preterintencionalmente, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 7º. que en su parte conducente dice:
“ARTICULO 7º.- Los delitos pueden ser dolosos, culposos o preteintencionales. . . .
Obra preterintencionalmente el que causa el resultado típico mayor al querido o aceptado.”
Lo anterior, en razón de que el recurrente ELIMINADO alías “ELIMINADO”, no deseó el resultado (HOMICIDIO)
pues al recibir una agresión por parte del pasivo, la contestó y si bien el resultado de golpearlo conjuntamente con el
diverso acusado ELIMINADO, ocasionó la muerte del ofendido, esa acción no evidencia que al golpearlo, tuviese la
intensión de privarlo de la vida. No obstante, al aceptar y realizar la agresión propinada al ofendido, trae como
consecuencia la aceptación de la muerte, pues existe el riesgo, como ocurrió, que los golpes debido a su severidad
provoquen la muerte de una persona.
Así, la plena responsabilidad del sentenciado y aquí apelante ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en la
comisión del delito de HOMICIDIO en agravio de ELIMINADO, quedó comprobada con el siguiente acervo probatorio que
obra en autos del proceso en estudio:
En primer término, para tener por comprobada la probable responsabilidad del inculpado, existe el Parte
informativo, número ELIMINADO, elaborado por ELIMINADO y ELIMINADO, Agentes de la Policía Ministerial del
Estado adscritos a la Subdirección Zona Rural de la Procuraduría General de Justicia del Estado, ELIMINADO datado el
25 veinticinco de Octubre del 2010 dos mil diez, en el cual asentaron lo siguiente ELIMINADO “HECHOS. El día de hoy
siendo las 21:05 hrs., se recibió una llamada telefónica por parte de ELIMINADO, con domicilio conocido en
“ELIMINADO” anexo a la Comunidad de La ELIMINADO, en donde se reporta que en un predio que se encuentra en la
ladera del cerro se encuentra una persona del sexo masculino al parecer sin vida. INVESTIGACIÓN. Al dar inicio a la
presente investigación nos trasladamos a dicha comunidad, lugar en donde tuvimos a la vista un cuerpo sin vida del sexo
masculino, entrevistándonos con el Juez Auxiliar de nombre ELIMINADO, de ELIMINADO de edad, con domicilio
conocido en la misma Comunidad, quien nos informó que la persona que yacía en el piso sin vida respondía al nombre de
ELIMINADO de ELIMINADO de edad, con domicilio conocido en la Comunidad en mención, manifestándonos el Juez
Auxiliar, que desconocía con exactitud que es lo que le había pasado a ELIMINADO, pero que algunos habitantes de ese
lugar le comentaron que por la tarde habían observado que el hoy occiso se peleaba a golpes con unos jóvenes de la
misma Comunidad apodados “La ELIMINADO” y “ELIMINADO” aproximadamente a las 16:30 hrs., sobre la carretera que
conduce a la Cabecera Municipal, pero que después del pleito estos jóvenes se dirigieron hacía su domicilio y
ELIMINADO continuó caminando al parecer pidiendo raid, pero con visibles huellas de sangrado en el rostro. Por lo
anterior nos trasladamos al domicilio de quien ahora sabemos se llama ELIMINADO de ELIMINADO de edad, alías
“ELIMINADO”, con domicilio conocido en la Comunidad de la Cardona Santa Maria del Río y quien a la entrevista y
enterado del motivo de nuestra visita nos manifestó que efectivamente el día 24 de los corrientes aproximadamente a las
16:00 hrs., él viajaba de raid en una camioneta de una persona que solo se sabe se llama ELIMINADO por la carretera
que conduce a su Comunidad e iba acompañado de ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO todos con
domicilio conocido en la Comunidad de La ELIMINADO, y viajaban en la parte trasera de la camioneta, cuando a la altura
del lugar denominado El Puerto sintió un fuerte golpe en la cabeza deteniéndose inmediatamente el conductor, dándose
cuenta que el Sr. ELIMINADO alías “ELIMINADO” le había propinado una pedrada y cuando le reclamó su proceder esta
ya tenía más piedras en la mano, por lo que sin pensarlo comenzó a liarse a golpes con ELIMINADO y en un momento
dado y debido a que él sangraba de la cabeza por la pedrada que le propinó esta persona, él cayo al suelo y ELIMINADO
intentó arrojarle nuevamente una piedra, pero su amigo ELIMINADO, evitó esto propinándole un golpe a ELIMINADO y
así entre ambos comenzaron a propinarle golpes al hoy occiso y añadiendo que sus demás amigos solo observaron la
pelea pero nunca intervinieron y después de unos minutos se retiraron a sus domicilios dejando a ELIMINADO sangrando
abundantemente y que ignora que fue lo que pasó de después con esta persona. Continuando con la investigación nos
entrevistamos con ELIMINADO, de 18 años de edad y con domicilio conocido en la Comunidad de la Cardona, quien una
vez enterado del motivo de la entrevista nos manifestó que es totalmente cierto que el pasado día 24 de los corrientes
aproximadamente a las 16:30 hrs., viajaba de raid en compañía de varios amigos entre ellos ELIMINADO, y que al pasar
por un lugar llamado el puerto a su amigo ELIMINADO le propinaron una pedrada en la cabeza sin motivo alguno y que el
responsable de esto fue ELIMINADO a quien conocen con el sobrenombre de “ELIMINADO” y que al sentirse herido
ELIMINADO se bajo de la camioneta y le reclamó al señor ELIMINADO pero este continuo agrediendo a su amigo por lo
que comenzaron a pelear y en un momento dado ELIMINADO cayó al piso y ELIMINADO intentó arrojarle otra piedra
pero que él evitó esto dándole un golpe a ELIMINADO y así entre ambos comenzaron a propinarle golpes, pero que sus
demás acompañantes solo se limitaron a observar y después de unos minutos dejaron a esta persona sangrando del
rostro y ellos mejor se dirigieron a sus respectivos domicilios ignorando que sucedido posteriormente con el señor
ELIMINADO. Posteriormente logramos entrevistarnos con ELIMINADO de ELIMINADO de edad con domicilio conocido
en la ELIMINADO y quien es hijo del ahora occiso manifestándonos que su padre ya tenía rencillas con ELIMINADO
desde hace algún tiempo pero que desconoce el motivo de esto ya que incluso ya habían peleado en un baile que se
había realizado en la Comunidad hace algún tiempo y que quizá esto fue lo que orillo a ELIMINADO a pelear nuevamente
con su padre. Por lo anterior me permito dejar a su disposición a ELIMINADO y ELIMINADO internados en los separos
de la Policía Ministerial asimismo anexo a Usted certificado médico legal de integridad física expedido mediante oficio
Núm. 4807-08/2010, por el Dr. ELIMINADO, Perito Médico Legista. Lo anterior para su debido conocimiento y lo que a
bien tenga ordenar.” (fojas 5 frente y 6 frente).
Parte informativo investido de valor probatorio de indicio, en términos de los numerales 228, 229 y 311 de la
Ley Adjetiva Penal en consulta, al tratarse de una pieza informativa que se integra a las constancias del procedimiento,
rendido en función de la obligación que tienen los citados agentes ministeriales, de informar a su superior del resultado de
las investigaciones a ellos encomendadas. Probanza que se justiprecia de acuerdo con la corroboración o concordancia
de los medios de convicción existentes en el sumario, y en el que se puede apreciar, que los agentes ministeriales se
entrevistaron con el sentenciado recurrente ELIMINADO alías “ELIMINADO”, quien les manifestó que efectivamente el
día 24 de los corrientes aproximadamente a las 16:00 hrs., él viajaba de raid en una camioneta de una persona que solo
se sabe se llama ELIMINADO, por la carretera que conduce a su Comunidad e iba acompañado de ELIMINADO,
ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, todos con domicilio conocido en la Comunidad ELIMINADO; que él viajaba en
la parte trasera de la camioneta, cuando a la altura del lugar denominado El ELIMINADO sintió un fuerte golpe en la
cabeza deteniéndose inmediatamente el conductor, dándose cuenta que el ofendido, le había propinado una pedrada;
que cuando le reclamó su proceder éste ya tenía más piedras en la mano, por lo que sin pensarlo comenzó a liarse a
golpes con ELIMINADO y en un momento dado y debido a que él sangraba de la cabeza por la pedrada que le propinó
esta persona, él cayo al suelo y ELIMINADO intentó arrojarle nuevamente una piedra, pero su amigo ELIMINADO, evitó
esto propinándole un golpe al paciente del delito, ELIMINADO; que así entre ambos comenzaron a propinarle golpes al
hoy occiso y añadiendo que sus demás amigos solo observaron la pelea pero nunca intervinieron; que después de unos
minutos se retiraron a sus domicilios dejando a ELIMINADO sangrando abundantemente y que ignora que fue lo que
pasó de después con esta persona. De igual forma, los elementos aprehensores entrevistaron al coacusado ELIMINADO,
quien les manifestó que el día 24 de octubre del año 2010 dos mil diez, aproximadamente a las 16:30 hrs., viajaba de raid
en compañía de varios amigos entre ellos ELIMINADO; que al pasar por un lugar llamado El Puerto a su amigo
ELIMINADO, esto es el aquí recurrente, le propinaron una pedrada en la cabeza sin motivo alguno; que el responsable
de esto fue el ofendido, ELIMINADO a quien conoce con el sobrenombre de “ELIMINADO”; que al sentirse herido
ELIMINADO se bajo de la camioneta y le reclamó al pasivo, pero éste continuo agrediendo a su amigo por lo que
comenzaron a pelear; que en un momento dado ELIMINADO cayó al piso y ofendido intentó arrojarle otra piedra pero
que él evitó esto dándole un golpe al pasivo ELIMINADO; que así entre ambos comenzaron a propinarle golpes; que sus
demás acompañantes sólo se limitaron a observar y después de unos minutos dejaron a esta persona sangrando del
rostro y ellos mejor se dirigieron a sus respectivos domicilios ignorando que haya sucedido posteriormente con el
ofendido. Declaraciones de los ofendidos, que conforme a lo previsto en el artículo 235 de la Ley Procesal Penal, de
manera alguna constituyen una confesión, sin embargo, el informe rendido por los elementos policíacos, tiene valor
indiciario como previamente se dijo para dejar señalada la responsabilidad que pesa sobre el sentenciado ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, en la comisión del delito de HOMICIDIO, máxime que este medio de prueba se encuentra
robustecido por las propias declaraciones rendidas ante el Fiscal investigador, por los acusados ELIMINADO alías
“ELIMINADO” y ELIMINADO, como enseguida se verá.
Se adminicula a la precedente probanza, la declaración rendida por el coacusado ELIMINADO, quien el día
25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, declaró ante el Representante Social investigador, lo siguiente: “El
día de ayer domingo 24 de octubre, como a las seis de la tarde íbamos de ELIMINADO , a un bautizo de unos gemelos
de mi hermana ELIMINADO , ya que mi hermana me había dicho que invitara a comer a mis amigos, y yo iba en
compañía de ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO a quien le dicen “ ELIMINADO ”, ELIMINADO
a quien le apodan “ ELIMINADO ”,
ELIMINADO
de quien no se sus apellidos pero le dicen “ ELIMINADO ” y
ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ” y ELIMINADO quien es hermano de ELIMINADO de apodo “ ELIMINADO ”, y
todos íbamos en una camioneta de color azul con negro, larga, la cual es vieja, tipo Pick Up,. y el que iba manejando era
ELIMINADO y yo iba tras en la caja, y al ir circulando por un lugar que se le conoce como ELIMINADO mi amigo
ELIMINADO quien también iba atrás en la caja de la camioneta recibió una pedrada que le pegó en la cien y empezó a
sangrar y nos dimos cuenta que él que había aventado la piedra fue un señor de nombre ELIMINADO quien es un
borracho que siempre anda tomando alcohol y se la pasa diciéndole cosas a la gente y hasta les dice groserías a las
señoras y cuando uno pasa por ahí les mienta la madre, pero ayer sin decirnos anda le aventó la piedra a ELIMINADO y
después
ELIMINADO
se frenó y
ELIMINADO
se bajó de la camioneta y
ELIMINADO
agarró más piedras y
ELIMINADO se le fue a golpes y de pronto cuando estaban peleando ELIMINADO se cayo (ilegible) se resbaló yo creo
que se quiso desmayar del piedrazo es decir de la pedrada y ELIMINADO agarró una piedra más o menos grande y se
la iba a ventar a ELIMINADO en la cabeza y entonces yo llegué y le di un golpe con el puño en la cara y la piedra que
traía ELIMINADO se le cayó y después ELIMINADO se levantó y le dio otro golpe con el puño en la cara y luego le di
un aventón para que cayera más rápido y ELIMINADO cayó al lado, y después entre ELIMINADO y yo lo estuvimos
dando patadas y golpes con los puños y ELIMINADO seguía agarrando piedras y nos daba manotazos pero ya no
alcanzaba a tirarnos, y lo estuvimos golpeando como unos cinco minutos, y después lo dejamos tirado pero todavía se
movía y en todo el rato no nos dijo nada y tampoco nosotros le dijimos nada y después me llevé a ELIMINADO para
subirlo a la camioneta, pues andaba terco y quería seguir golpeando a ELIMINADO ya que él andaba todavía enojado y
sangrado de la cara y aparte andaba borracho y no entendía, y después ya nos subimos a la camioneta y nos fuimos al
bautizo con todos los que mencioné pero todo ellos no se metieron solamente se bajaron de la camioneta a ver, y
después al llegar al bautizo comimos y estuvimos otro rato cotorreando hasta las diez de la noche y después cada quien
se fue para su casa y ya no volvimos a ver a ELIMINADO . Que es todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 26 frente y
vuelta).
Declaración del coinculpado, que el Juez natural correctamente estimó como una confesión, de conformidad
con lo preceptuado por los artículos 311 y 312 de la Ley Procesal Penal aplicable, en razón de haber sido rendida por
persona mayor de edad (18 dieciocho años), en pleno uso de sus facultades mentales, ante el Agente del Ministerio
Público, debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, declarando sobre
hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le imputa, narración de hechos que relacionada con el
restante material probatorio existente en el proceso de origen, se puede advertir que es verosímil, y sirve para determinar
que fue el aquí recurrente ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, quien de manera conjunta con el declarante ELIMINADO, el
día 24 veinticuatro de Octubre del año 2010 dos mil diez, estando en un terreno comunal denominado La Cardona
perteneciente al Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, golpeó al ofendido, dándole patadas y golpes con los
puños en el cuerpo, lo que ocasionó según el dictamen de necropsia precedentemente mencionado y valorado, la muerte
del paciente del delito ELIMINADO.
Lo antes expuesto, encuentra sustento en la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, con número de registro 263,299 consultable en la página 57, Segunda parte, tomo XVII, agosto de
dos mil siete, correspondiente a la Sexta Época del Semanario Judicial de la Federación, que textualmente indica:
“COACUSADO, TESTIMONIO DEL. Las confesiones calificadas de los acusados, tienen un doble carácter de confesión
y de testimonio por lo que respecta a cada uno de los coacusados.”
De igual forma cobra aplicación la tesis emitida por la Sala auxiliar de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, con número de registro 246,361 consultable en la página 15, Séptima parte, correspondiente a la Séptima Época
del Semanario Judicial de la Federación, que textualmente indica:
“COACUSADO. VALOR DE SU DICHO. La confesión del coacusado, tiene valor probatorio pleno cuando, sin eludir su
responsabilidad, señale la responsabilidad de otro.”
Asimismo, sirve para tener por acreditada la plena responsabilidad el sentenciado, aquí recurrente
ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, su propia declaración rendida ante el Agente del Ministerio Público investigador, el día
25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, en la manifestó: ELIMINADO Que el día de ayer domingo 24 de
octubre del año en curso, como a las cuatro de la tarde yo iba en la camioneta propiedad de ELIMINADO , el cual es mi
amigo y que él también iba ya que él era el que la tripulaba y que además iba aparte de mi ELIMINADO , ELIMINADO y
ELIMINADO , y ELIMINADO y que veníamos de Santa María y nos dirigimos a la casa de ELIMINADO a una fiesta y
era un bautizo, y fue cuando alcanzamos al ahora occiso y él me aventó una piedra a mi y me pegó en la cabeza, y no
supe porque te (sic) golpeaba y anteriormente no habíamos tenido problemas, y yo me bajé y caí entre unas espinas
cuando me baje de la camioneta y el agarró una piedra y me la quería aventar en la cabeza y era una piedra grande, yo
creo que unos treinta centímetros porque incluso la tenía agarrada con las dos manos y únicamente dijo “chingas a toda
tu madre” y me levanto y ELIMINADO le dio un aventón y yo me levanté y fue cuando nos agarramos a golpes yo y
ELIMINADO , con el señor ELIMINADO , pero así le dicen, pero se llama ELIMINADO , y ELIMINADO agarró de
piedras de ahí mismo y nos peleamos y como él agarró más piedras corrimos y nos fuimos y le pegamos entre yo y
ELIMINADO y le pegamos a patadas y miré cuando ELIMINADO le dio un aventón a ELIMINADO y como él tomo
más piedras nos fuimos y si lo golpeamos y al último más piedras y éramos nosotros dos contra él solo, y él me pegó con
la piedra en la cabeza, es decir del lado de la frente y que ELIMINADO era una persona de edad grande, y él como me
aventó el pedrazo yo fue que me bajé de la camioneta y empezamos a pelear, y yo le reclamo diciéndole “por qué me
tiras piedras” y lo único que decía es “que chinga a tu madre” y a lo mejor le tiró a la camioneta ya que un hijo de
ELIMINADO traía pleito con ELIMINADO , que es el dueño de la camioneta y yo creo que por eso traían problemas
entre el hijo de ELIMINADO con ELIMINADO y como estos no se pueden ver, y que si subió por un momento
ELIMINADO en la camioneta y él se bajó solo, y no es cierto que hayamos pedido para tomar, ya que en esas horas no
íbamos tomando, y que el día de ayer como a la una de la tarde estuvimos en la mentada “Macro”, y la cual es una tienda
o taquería y ahí venden cerveza y ahí estábamos tomando yo y todos los amigos a los que ya he mencionado y fue de
este lugar que nos retiramos para ir a la fiesta del bautizo y ahí nos invitó ELIMINADO ya que era su hermana la que iba
a bautizar, que los demás muchachos no intervinieron en la pelea y lo único que dijeron ya vámonos, y de ahí nos fuimos
al bautizo y de esta fiesta salimos como a las siete de la tarde, ya que únicamente llegamos comimos y nos salimos y de
ahí me fui a la casa, que yo no me enteré de que ELIMINADO había muerto, y ahora pues ya ni modo debe seguir lo
que sigue, y si estoy consciente de lo que hicimos y que si vi cuando ELIMINADO le dio el aventón a ELIMINADO , y
de ahí me paro y me limpio la sangre y lo agarramos a golpes, y que los golpes fueron a patadas y con los puños
también, que el día de los hechos yo traía un pantalón azul de mezclilla y playera de algodón color negra manga corta y
bota tipo vaquera, que antes de estos hechos yo me había tomado como unas cinco cervezas de tamaño normal. Que es
todo lo que tengo que manifestar.” (fojas 22 frente a 24 frente).
Declaración que fue debidamente ratificada en vía de preparatoria ante el Juez del proceso, el día 27
veintisiete de octubre del año 2010 dos mil diez, agregando únicamente lo siguiente: “que todavía cuando me caía en las
espinas y (sic) occiso todavía me quiso arrojar una piedra en la cabeza y ya fue por eso que lo golpeamos y es todo lo
que tengo que agregar.” (fojas 54) Medios de prueba que se consideran como una confesión, de conformidad con lo
preceptuado por los artículos 311 y 312 del Código de Procedimientos Penales en vigor, en razón de haber sido rendida
por persona mayor de edad (18 dieciocho años), en pleno uso de sus facultades mentales, ante Fiscal investigador,
debidamente enterado del hecho que se le imputa y con asistencia de su abogado defensor, como consta en la citada
diligencia, declarando sobre hechos propios constitutivos del ilícito de HOMICIDIO que se le atribuye; estimándose
además verosímil, puesto que su narración de hechos se encuentra corroborada con el restante material probatorio
existente en el proceso de origen, en especial con la declaración rendida por el coacusado ELIMINADO, de la cual se
desprenden indicios suficientes y armónicos, los que de manera conjunta de acuerdo a lo contemplado en el artículo 320
del Cuerpo de Leyes en mención, son suficientes e idóneos para hacer verosímil la versión del inculpado ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, respecto a que fue él, quien el día 24 veinticuatro de octubre del 2010 dos mil diez,
aproximadamente a las 16:00 dieciséis horas, golpeó de manera conjunta con el diverso acusado ELIMINADO, al
ofendido ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas en el cuerpo; por lo cual resulta idónea para demostrar que fue él
quien en la fecha y hora antes mencionadas, privó de la vida al ofendido ELIMINADO, al haberlo golpeado de manera
conjunta con el diverso activo ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas en el cuerpo, pues aunque no se advierte dato
alguno que haga presumir que el acusado al inferir dichos golpes tuviera la intención o el dolo respecto del daño
requerido, lo cierto es que su conducta provocó al pasivo las lesiones descritas en el antes reseñado y valorado,
dictamen de necropsia de fecha 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, emitido por el Perito médico
ELIMINADO; y en consecuencia, la muerte.
Cobra aplicación en apoyo, a lo antes expuesto, la Jurisprudencia II. 1o. J/6, sustentada por el Primer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, con número de registro 212,758, consultable en la página 41, Tomo 76, Abril de
1994, correspondiente a la Octava Época del Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dice:
“CONFESION, VALOR DE LA. Conforme a la técnica que rige la apreciación de las pruebas en el procedimiento penal,
la confesión del imputado, como reconocimiento de su propia culpabilidad derivada de los hechos propios, tiene el valor
de un indicio y alcanza el rango de prueba plena, cuando no está desvirtuada, ni es inverosímil y en cambio está
corroborada por otros elementos de convicción.”
En ese orden de ideas, ha quedado demostrada la plena responsabilidad penal del sentenciado
ELIMINADO alías “ELIMINADO” en la comisión del delito de HOMICIDIO, previsto por el artículo 107 del Código Penal
en aplicación, toda vez que el acusado desplegó una acción, típica, antijurídica, culpable y punible conforme a lo
establecido por el artículo 6º. del Cuerpo de Leyes en cita. Dicha conducta quedó demostrada con todos y cada uno de
los medios de convicción reseñados y justipreciados conforme a las reglas de valorización establecidas en los artículos
308, 310, 311, 315, 316 y 317 del Código de Procedimientos Penales, pruebas que adminiculadas y relacionadas entre
sí, acreditan que ELIMINADO alías “ELIMINADO”, desplegó una conducta la cual encuadra en la forma de intervención
prevista en los artículos 7º., y 8º., fracción III, del Código Penal en consulta, ya que, junto con diverso sujeto activo, el día
24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, aproximadamente a las 16:30 dieciséis treinta horas, estando en el
camino que conduce a la Comunidad ELIMINADO, ELIMINADO, el aquí recurrente, privó de la vida al ofendido
ELIMINADO, al haberlo golpeado de manera conjunta con el diverso activo ELIMINADO, dándole puñetazos y patadas
en el cuerpo, pues aunque no se advierte dato alguno que haga presumir que el acusado al inferir dichos golpes tuviera la
intención o el dolo respecto del daño requerido, lo cierto es que su conducta provocó al pasivo las lesiones descritas en el
antes reseñado y valorado, dictamen de necropsia de fecha 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, emitido
por el Perito médico ELIMINADO; y por ende, su fallecimiento; sin que esta Sala en revisión de oficio, advierta alguna
causa excluyente de responsabilidad ni extintiva de la acción penal, que hacer valer en favor del inculpado, aquí apelante.
Así, en mérito de lo antes expuesto, resulta infundado el agravio aducido por el defensor público de la
adscripción, en el sentido de que la comisión de los hechos imputados a su defenso ELIMINADO alías “ELIMINADO”, fue
desplegada bajo la modalidad de RIÑA. Considerando este Tribunal Colegiado precisar que por RIÑA, se entiende una
contienda de obra entre dos o más personas con intención de causarse daño. En efecto, aún y cuando como lo
argumenta el apelante, en un primer término el ofendido agredió a su defenso, aventándole una piedra a la cabeza; sin
embargo, no se encuentra demostrado con el cúmulo de pruebas integrantes del proceso, previamente analizadas, que
posterior a ese momento, el hoy occiso hubiera realizado otros actos encaminados a involucrarse en una pelea con el
acusado, por el contrario, como se dejó acreditado, enseguida que recibió la pedrada por parte del pasivo, el sentenciado,
aquí recurrente, fue ayudado por el diverso acusado ELIMINADO, golpeando entre los dos, con puñetazos y patadas, al
paciente del delito, quien ante la superioridad numérica de sus atacantes, ya no pudo defenderse y mucho menos
contender con el sentenciado, es decir, no se acreditó que hubiera existido un intercambio de ataques con intención
lesiva entre el aquí recurrente y el hoy occiso, como lo aduce el defensor recurrente; por el contrario se dejó plenamente
acreditado, con las pruebas existentes en el sumario de origen, valoradas de manera individual en la presente resolución,
y de manera conjunta conforme a lo previsto en el artículo 320 de la Ley Procesal Penal, que el recurrente ELIMINADO
alías “ELIMINADO”, al recibir una agresión por parte del pasivo (pedrada en la cabeza), la contestó golpeando al paciente
del delito, al propinarle puñetazos y patadas, de manera conjunta con diverso sujeto activo ELIMINADO, y aunque no
deseó el resultado (HOMICIDIO), al desplegar la acción de golpearlo conjuntamente con el coacusado, aceptó el riesgo
de que su conducta produjera un resultado mayor al querido, en el caso, la muerte del ofendido. De ahí que no puede
estimarse que la conducta típica haya sido cometida en la modalidad de riña.
Es aplicable, en apoyo a lo antes expuesto, la tesis sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito, con registro 219,907, publicada en la página 622, Tomo IX, Abril de 1992, correspondiente a la Octava
Época, del Semanario Judicial de la Federación, cuyo texto dice:
“RIÑA Y PRETERINTENCIONALIDAD SON INCOMPATIBLES. HOMICIDIO COMO RESULTADO DE LA PRIMERA.
(CODIGO PENAL DEL ESTADO DE NUEVO LEON). Una interpretación sistemática de los artículos 29, 313, 315 y 319
del Código Penal del Estado de Nuevo León, permite establecer que la riña, como circunstancia modificativa del
homicidio perpetrado, es jurídicamente incompatible con la preterintencionalidad, en tanto aquélla excluye a ésta, pues lo
que es aceptable dentro del terreno puramente psicológico, como es el caso de que el quejoso no tuvo la intención de
causar la muerte a su adversario, puede no serlo bajo el prisma legal, esto es, la privación de la vida de este último como
resultado de un hecho que cae dentro del ámbito de ilicitud, como lo es la riña. En efecto, generalmente coinciden
intención y resultado, pero su no coincidencia no implica ausencia de dolo en la consecuencia final del evento, cuando en
el ánimo del rijoso existe una voluntad inicial de contenido típico al penetrar voluntariamente al terreno delictual y, en ese
caso, el resultado producido debe reprochársele como doloso, por derivar de una conducta que en sí misma es delictiva,
al margen de que se haya o no querido tal consecuencia, ya que en el plano de la ilicitud típica sólo se puede penetrar a
título de dolo y si el activo se ubicó voluntariamente en ese plano, ello excluye la preterintencionalidad a que se refieren
los artículos 29 y 315 del Código Penal del estado, pues debe atenderse a la particularidad de que el acusado violó la
prohibición primigenia implícita en el tipo y el resultado no querido, pero ocurrido dentro de la secuela lógica y material del
evento, aun cuando asegure que no deseaba privar de la vida a su adversario, en tanto ese elemento subjetivo resulta
intrascendente,
ELIMINADO
por
las
razones
expuestas.”
Por último, no pasa desapercibido para este Tribunal de Alzada que con fecha 29 de septiembre del
año 2014 dos mil catorce, quedó abrogado el Código Penal bajo cuya vigencia, fue cometido el delito en estudio; por lo
que de acuerdo con los principios de validez temporal de la ley y de ley más favorable, es menester precisar que en el
caso la conducta atribuida al aquí apelante, estimada como delito en la época del evento (24 veinticuatro de octubre del
año 2010 dos mil diez), es decir en el Código Penal de anterior vigencia, sigue siendo delito en el nuevo Código Penal
para el Estado, en vigor a partir del 30 treinta de septiembre del año 2014 dos mil catorce, toda vez que en su artículo
126, establece: “comete el delito de homicidio quien priva de la vida a otro”.
Por lo que al tenor de lo dispuesto en el artículo TERCERO TRANSITORIO del Código Penal en vigencia, lo
correcto es, como en la especie ocurrió, aplicar para la resolución del presente recurso, lo dispuesto en el Código Penal
publicado en Periódico Oficial del Estado mediante Decreto 51 del 30 treinta de septiembre del año 2000 dos mil.
SEPTIMO.- En relación al capítulo de la individualización de la pena el Agente del Ministerio Público de la
adscripción, aduce causarle agravio que el Juez de primer grado, con fundamento en el artículo 59 del Código Penal del
Estado, haya estimado que el sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, representaba un grado de PELIGROSIDAD
MINIMA, aduciendo que el Juez A Quo, no tomó en cuenta que del certificado de defunción se desprende que el ofendido
fue golpeado de manera inmisericorde por ambos sujetos exteriorizando su conducta dolosa de causar un daño mayor al
de simples lesiones; que fueron dos personas las que en conjunto agredieron al pasivo; circunstancias por las cuales el
sentenciado debe ser considerado con un grado peligrosidad superior a la que le fue impuesta, esto es una
PELIGROSIDAD MEDIA.
ELIMINADO Al respecto, cabe puntualizar, que mediante publicación en el Periódico Oficial del Estado, de fecha 07 siete
de diciembre del año 2013 dos mil trece, se reformó el artículo 59, del Código Penal del Estado de San Luis Potosí, ello a
fin de ser conforme con el paradigma “del derecho penal del acto”, el cual acoge nuestra Constitución Federal a partir
del 18 de junio del año 2008 dos mil ocho, y que como su nombre lo dice, lo único que castiga es el acto (aquellas
conductas previamente tipificadas que, además afectan a otras personas), quedando fuera del ámbito sancionador del
Estado, castigar al individuo por sus cualidades morales, por su personalidad o por su comportamiento previo frente a la
sociedad.
En esa tesitura, el criterio “peligrosidad” a que hacen referencia el Juez y que la Fiscalía apelante, aduce
debe ser aumentado a una grado MEDIO, por las razones que expone, no puede ser considerado para individualizar la
pena a imponer al sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, ya que el significado del principio de culpabilidad para la
mención de la pena sólo puede consistir en la exigencia de haber ajustado su conducta a las exigencias de la norma;
resultando por tanto, inatendible el motivo de inconformidad esgrimido al respecto por la Representación Social apelante.
Así, para poder determinar el grado de culpabilidad del sentenciado, únicamente es factible tomar en
consideración que el acusado ELIMINADO, desplegó una conducta típica, antijurídica y reprochable; típica, porque el
delito de HOMICIDIO, se encuentra previsto por el artículo 107 del Código Penal en consulta, y que el sentenciado
adecuo su conducta a la descripción del citado delito. (tipicidad). Es antijurídica, porque la conducta desplegada por el
acusado, es contraria al orden del derecho vigente, lo que implica que su realización no está permitida por la Ley y por
ende, vulneraron un bien jurídico tutelado por el Estado; sin que se actualizara alguna causa de justificación en la
ejecución del hecho. Reprochable porque el comportamiento típico lleva implícito el dolo, sin que exista alguna causa
excluyente de responsabilidad contenida en el artículo 17 del Código Penal del Estado.
Ahora bien, considerando que el aquí apelante, es el sentenciado, este Tribunal Ad Quem, a fin de no
perjudicarlo, debe prevalecer la condena mínima impuesta por el Juez de primer grado.
Es aplicable a lo antes expuesto, la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en la página 99, Tomo VI, registro número 264,471, correspondiente a la Sexta Época, del Semanario
Judicial de la Federación, cuyo rubro y texto dicen:
“APELACION EN MATERIA PENAL (NON REFORMATIO IN PEIUS). El principio jurídico procesal de non reformatio in
peius consiste en que el Juez de segundo grado no puede agravar la situación jurídica del quejoso, como apelante,
cuando el Ministerio Público se conforma con la sentencia de primer grado, esto es, que no interpone el medio
impugnatorio de la apelación ni expresa agravios. El ámbito de la prohibición de la reformatio in peius, se traduce en que
la resolución recurrida no debe ser "modificada en disfavor del reo", pues lo peor que puede ocurrir al recurrente es que
se conserve la resolución impugnada. Si quienes hacen valer el recurso de apelación pudieran correr el peligro de
encontrar lo contrario de la ayuda esperada, es seguro que nunca haría valer su protesta respecto del fallo de primera
instancia, pues, por el contrario, se confirmarían con frecuencia, desgraciadamente, con resoluciones injustas. Por tanto,
existe siempre reformatio in peius, si el nuevo fallo es más gravoso que el antiguo. Por otra parte, no se agrava la
situación jurídica del acusado, cuando la pena señalada en el fallo de segundo grado es igual a la que fijo el Juez del
conocimiento en su resolución.”
Una vez que se determinó que el grado de culpabilidad del sentenciado en los hechos delictuosos que nos
ocupan, es MINIMA, cabe señalar que el Juez de primera instancia, para imponer la pena correspondiente al sentenciado
estimó que en virtud de encontrarse demostrado que HOMICIDIO fue preterintencional, lo procedente era sancionar al
sentenciado, aquí recurrente, conforme a lo establecido en los artículos 69 y 111 de la Ley Sustantiva Penal aplicable, los
que por su orden dicen:
”ARTÍCULO 69.- El delito preterintencional será sancionado con las penas y medidas de seguridad que
correspondan al delito doloso, las cuales el Juez reducirá hasta en una cuarta parte.”
ARTICULO 111.- Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que no tenga señalada una
sanción especial en este Código se le impondrá una pena de ocho a veinte años de prisión y sanción pecuniaria de ciento
sesenta a cuatrocientos días de salario mínimo”.
En consecuencia, tomando en cuenta que el sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, representa
un grado de CULPABILIDAD MINIMA, es correcto que se le haya impuesto la pena de 06 SEIS AÑOS DE PRISION
ORDINARIA y una SANCIÓN PECUNIARIA de $6,536.40 (seis mil quinientos treinta y seis pesos 00/100),
equivalente a 120 ciento veinte días de salario, a razón de $54.47 (CINCUENTA Y CUATRO PESOS 47/100 M.N.),
salario mínimo vigente en la época de la comisión del delito; pena de prisión que deberá compurgar en el establecimiento
que designe el Ejecutivo del Estado, debiéndose tenerle por compurgado el tiempo que ELIMINADO alías “ELIMINADO”,
ha estado privado de su libertad, esto es, a partir del 25 veinticinco de octubre del año 2010 dos mil diez, ELIMINADO
faltándole por compurgar UN AÑO, 10 DIEZ MESES, 10 DIEZ DIAS de prisión; y en cuanto a la sanción pecuniaria, ésta
deberá ser ingresada a la cuenta número 064-25545-2, del Banco Mercantil del Norte, S.A, de C.V., a nombre de
Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Poder Judicial del Estado, destinada para el Fondo de Apoyo de Administración
de Justicia, otorgando la ficha de depósito correspondiente ante el Juez Regional de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad, con residencia en esta Ciudad Capital.
Por otra parte, es correcta la negativa al sentenciado de obtener los beneficios de la suspensión condicional
de la pena de prisión y la sustitución de la pena de prisión, al no reunirse los requisitos previstos en los artículos 78, 81 y
488 de la Ley Adjetiva de la Materia.
En lo concerniente a la suspensión de los derechos políticos de ELIMINADO alías “ELIMINADO”, durante el
término de la pena de prisión, decretada por el A Quo; de forma alguna viola garantías, pues obedece al imperativo
contenido en los artículos 40 fracción II, 41 y 42 del Código Punitivo en aplicación.
En lo relativo a la amonestación, se ajusta al artículo 57 de la Ley Penal en aplicación, ya que se advierte al
sentenciado que enmiende su conducta, y de no ser así y reincidiere, se le impondrá una sanción mayor.
Por lo que respecta a la reparación del daño, el A Quo, manifestó:
“si bien el Código Penal local no hace remisión a la Ley Federal del trabajo para la reparación del daño, es
inconcuso que, en lo que hace a este derecho, en los delitos de homicidio, se deberá remitir al numeral 1751 del Código
Civil para el Estado, . . . En ese contexto se condena a ELIMINADO alias “ELIMINADO”, a pagar la cantidad de $43,
031.30 (cuarenta y tres mil treinta y tres pesos 30/100) en concepto de reparación de daño a los familiares del pasivo
cuyo monto se obtiene de la siguiente manera: los hechos delictivos que nos ocupan sucedieron en el año 2010, cuando
el salario mínimo era de $54.47, cantidad que multiplicada por 730 setecientos treinta días, arroja un resultado de
$39,763.10; aunado a lo anterior son los dos meses de salario por concepto de gastos funerarios, esto es 60 por $54.47,
lo que asciende a la cantidad de $3,268.20, da un total de $43,031.30 (cuarenta y tres mil treinta y tres pesos 30/100),
que es precisamente la cantidad a la que se condena a ELIMINADO, alías “ELIMINADO”, por concepto de reparación del
daño.”
Sobre el particular, el Agente del Ministerio Público apelante en síntesis aduce causarle agravio que el Juez
de primera instancia, fuera omiso en considerar lo concerniente al cuádruplo del salario mínimo, que en la época de los
hechos era $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 m.n.), resultando con ello una cantidad inferior a la que realmente
corresponde. Que para calcular la indemnización según el artículo 1751 del Código Civil, por haber producido el
sentenciado la muerte de ELIMINADO, se debe tomar como base el cuádruplo del salario mínimo diario el cual se
extenderá a 730 días como lo establece el artículo 502 de la Ley Federal del Trabajo; por tanto, al haber establecido que
el salario diario mínimo vigente en la época de los hechos era de $54.47 (cincuenta y cuatro pesos 47/100 M.N.), el
cuádruplo de dicho salario es de $217.88 (doscientos diecisiete pesos 88/100 M.N.), que se deberá será multiplicar por
setecientos treinta días de salario, resultando la cantidad de $159,052.40, suma a la que se debe agregar la cantidad de
$3,268.20 por concepto de gastos funerarios para dar un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte
pesos 60/100 M.N.) cantidad por la que se debió de haber condenado a ELIMINADO, como pago de la reparación del
daño a favor de los familiares del ahora occiso por haberse dictado sentencia condenatoria en su contra por su plena
responsabilidad penal en la comisión del delito de Homicidio, previsto por el ordinal 107 en relación con el 7º párrafo
segundo del Código Penal vigente en el Estado.
Es fundado el precedente motivo de agravio. En efecto, la reparación del daño constituye Garantía
Constitucional a favor de la víctima o del ofendido, como lo establece el artículo 20, apartado B, Fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como con los artículos 23, 24 del Código Penal vigente, toda
vez que la víctima o ofendido tienen derecho a que se le repare el daño y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de
dicha reparación, si ha emitido un sentencia condenatoria, bajo ese orden de ideas, y en razón de que en el presenta
caso, quedó acreditado el cuerpo del delito de HOMICIDIO así como la plena responsabilidad del sentenciado
ELIMINADO alías “ELIMINADO”, en su comisión, lo procedente es condenarlo al pago de la reparación del daño.
Por tanto, en el caso, procedió con acierto jurídico el Juzgador de primer grado, al condenar al sentenciado
al pago de la reparación del daño, con motivo del fallecimiento de ELIMINADO, conforme a la Ley Federal del Trabajo, ya
que el citado artículo 20 Constitucional, como el Código Penal aplicable, en sus numerales 22 al 28; al igual que el 179,
fracción V, del Código Procesal Penal y, 1751 del Código Civil en el Estado, pretenden restablecer el equilibrio de la
víctima u ofendido por una conducta ilícita, con la restitución del daño resentido o bien con una indemnización, por ello, el
ordinal 1751 invocado, remite a la Ley Federal del Trabajo, en donde los dispositivos 500 y 502, establecen la cantidad a
cubrir por concepto de indemnización por muerte y gastos funerarios.
Así, el artículo 1751 del Código Civil, en su parte conducente dice:
ELIMINADO “Cuando el daño cause a las personas y produzca la muerte, incapacidad total permanente, parcial
permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto por la
ley federal del trabajo. Para calcular la indemnización que corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario
mínimo diario y se extenderá al numero de días que para cada una de las incapacidades mencionadas señala la ley
federal del trabajo. En caso de muerte la indemnización corresponderá a los herederos de la victima.”
Preceptos legal aplicado por el A Quo, del cual se advierte que como correctamente adujo el Fiscal
apelante, las operaciones matemáticas realizadas por el A Quo son deficientes, por lo que este Tribunal de Alzada
procede a realizar el cómputo correcto del monto de la reparación del daño a que debe ser condenado el sentenciado.
Por tanto, atendiendo a lo dispuesto en el artículo 1751 del Código Civil, de idéntico contenido al artículo 22,
fracción III, del Código Penal aplicable, conforme al cual cuando el daño que se cause a las personas produzca la muerte,
como en la especie acontece, el grado de la reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto por la Ley Federal del
Trabajo; y, para el cálculo de la indemnización correspondiente, se toma como base el cuádruplo del salario mínimo diario
vigente al 24 veinticuatro de octubre del año 2010 dos mil diez, época de la comisión del delito, el cual era de $54.47
(cincuenta y cuatro pesos 47/100 m.n.), que conforme al artículo 502 de la citada Ley Federal, corresponde la
indemnización en caso de muerte a los beneficiarios de la víctima, dando un subtotal de $217.88 (doscientos diecisiete
pesos 88/100 m.n.) que multiplicados por 730 días de salario, da la cantidad de $159,052.00 (ciento cincuenta y un mil
cincuenta y dos pesos 40/100 m.n.), lo anterior más la suma de los gastos funerarios, cuya cantidad correctamente
determinó el A Quo, conforme al ordinal 500 fracción I, de la invocada Ley Federal del Trabajo, consistentes en dos
meses de salario mínimo en vigor antes anotado, la cual asciende a $3,268.20 (tres mil doscientos sesenta y ocho pesos
20/100 m.n.), para hacer un total de $162,320.60 (ciento sesenta y dos mil trescientos veinte pesos 60/100 m.n.); por
tanto, lo procedente en el caso, es condenar a ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la cantidad de $162,320.60
(CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.); por la muerte de ELIMINADO, causada
por la conducta dolosa desplegada en conjunto con diverso activo.
Es aplicable a lo antes expuesto, la Jurisprudencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, visible en la página 555 del Tomo VII, Junio de 1998, correspondiente a la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, del rubro y texto siguiente:
“REPARACIÓN DEL DAÑO, PRUEBA DE SU PROCEDENCIA, DEVENIDA DEL DELITO DE HOMICIDIO.Tomando en consideración que la reparación del daño tiene el carácter de pena pública y de que ésta cuenta con medios
enérgicos de ejecución, de acuerdo con lo que disponen los artículos 29, párrafo primero, 30 fracción II, 31 párrafo
primero, 33, 34 párrafo primero, 35, 37, 38 y 39 del Código Penal para el Distrito Federal, si demostrado está en el
proceso el daño causado a la familia de la víctima con la muerte de ésta devenida del delito de homicidio por el que se
dictó sentencia condenatoria, basta con tal prueba para que el juzgador fije el monto del pago correspondiente dado que
a la Ley Federal del Trabajo envían los numerales 34 del Código Penal vigente para el Distrito Federal y 556, fracción I,
del Código de Procedimientos Penales para la localidad; en la inteligencia de que esas tres codificaciones se interpretan
conjuntamente en los artículos aplicables al caso subexamen, por provenir del mismo legislador federal y, por ende,
deben complementarse mutuamente, criterio que es acorde a una interpretación científica y racional del derecho, pues el
fin social de la ley penal en la materia de la reparación del daño es la protección del ofendido por el delito”.
En mérito de lo anterior, lo precedente en el caso es MODIFICAR en su punto resolutivo CUARTO y
Considerando respectivo, la SENTENCIA CONDENATORIA, dictada el 14 catorce de Junio del 2013 dos mil trece, por
el Juez de Primera Instancia de Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de ELIMINADO alías “ELIMINADO”,
por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal número 64/2010, para quedar como sigue: CUARTO.- Se condena al
sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la reparación del daño por la cantidad de $162,320.60
(CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.), debiendo pagar dicha suma a
ELIMINADO, en su carácter de esposa del hoy occiso. Dejando intocados los restantes puntos resolutivos de la sentencia
impugnada.
Por lo anteriormente expuesto y fundado y, además, con apoyo en lo dispuesto por los ordinales 89, 90, 91,
92, 361, 362, 383 y 385 de la Ley Adjetiva Penal, es de resolverse y se resuelve:
PRIMERO.- Este Tribunal de Apelación, resultó competente para conocer y resolver el presente recurso.
SEGUNDO.- Resultaron fundados en parte, e inatendibles en diverso aspecto, los agravios expresados por
la Agente del Ministerio Público de la adscripción.
TERCERO.- Resultaron infundados los agravios expresados por la Defensor Público.
CUARTO.- Se MODIFICA la SENTENCIA CONDENATORIA dictada el 14 catorce de junio del año 2013
dos mil trece, por el
Juez de Primera Instancia de Santa María del Río, San Luis Potosí, en contra de
ELIMINADO por el delito de HOMICIDIO, en el proceso penal número 64/2010; para quedar como sigue: CUARTO.Se condena al sentenciado ELIMINADO alías “ELIMINADO”, al pago de la reparación del daño por la cantidad de
$$162,320.60 (CIENTO SESENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE PESOS 60/100 m.n.), debiendo pagar dicha
suma a ELIMINADO, en su carácter de esposa del hoy occiso.
QUINTO.- Se dejan incólumes los demás puntos resolutivos de la sentencia impugnada.
SEXTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de su origen
y, en su oportunidad, archívese el Toca donde corresponda.
SÉPTIMO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que integran la Primera Sala
del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Licenciada
ELIMINADO , Licenciado
ELIMINADO
Y Licenciado
ELIMINADO, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe Licenciada ELIMINADO , siendo ponente
el segundo de los Magistrados nombrados y Secretaria de Estudio y Cuenta, Licenciada ELIMINADO . DOY FE.-
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