tipo de clima

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Elaborar, comentar y comparar climogramas
• Confecciona y comenta los climogramas 1 y 3 de la página 79 del manual. Razona a qué zona
climática corresponde cada uno. Después compara los climogramas n.° 1 y n.° 3.
Climograma nº. 1
Las precipitaciones anuales, 995 mm, presentan un total abundante (superior a 800 mm). Su
distribución presenta dos meses secos en verano con precipitación inferior a 30 mm y un máximo en
otoño-invierno. Dadas las temperaturas no demasiado bajas de los meses invernales, caerán
principalmente en forma de lluvia. El total y el régimen de precipitaciones es propio del clima
oceánico de transición.
La temperatura media anual es moderada (14º C) y la amplitud térmica baja (8,6 º C). El verano es
fresco (ningún mes tiene temperatura media igual o superior a 22 º C) y el invierno suave (la
temperatura media del mes más frío no baja de 10 º C). Estas características térmicas son propias de la
zona costera gallega.
La relación entre temperaturas y precipitaciones indica que existen dos meses áridos, julio y agosto (se
cumple el índice de Gaussen: en el climograma la curva de las temperaturas supera la barra de las
precipitaciones). En ambos meses (Julio y Agosto) se reciben menos de 30 mm de precipitación, por lo
que según el índice de aridez de Lautensach-Meyer se trata de un clima semihúmedo. Sin embargo, el
índice de aridez de De Martonne [P/(T+10)], es de 41,45 (superior a 30), por lo que el clima puede
considerarse húmedo.
Las características analizadas corresponden a un tipo de clima oceánico de transición, situado en la
costa gallega de la Península.
La abundancia de las precipitaciones se debe a que esta zona se encuentra todo el año bajo la
influencia de las borrascas atlánticas. El mínimo estival se explica por la influencia del anticiclón de
las Azores, que en esta estación suele ascender en latitud y se sitúa frente a las costas gallegas,
reduciendo las precipitaciones. La baja amplitud térmica se debe a la acción reguladora del mar, que en
invierno se comporta como una masa cálida respecto a la tierra, templando la temperatura, mientras
que en verano actúa a la inversa, suavizando el calor.
Este clima lleva asociada una vegetación de bosque caducifolio (hayas y robles), landas (matorral
denso de brezo, tojo y retama) y abundantes prados y ríos caudalosos, de régimen bastante regular.
Climograma nº. 3
Las precipitaciones, 487 mm, presentan un total escaso (entre 800 y 300 mm, pero por debajo de 500
mm). Su distribución es irregular a lo largo del año: tres meses de sequía en verano con precipitaciones
inferiores a 30 mm (junio, julio y agosto); máximo principal en otoño-invierno; y máximo relativo en
el mes de febrero. Dadas las suaves temperaturas del invierno, las precipitaciones caerán
principalmente en forma de lluvia. El total y el régimen de precipitaciones es característico del clima
mediterráneo.
La temperatura media anual es cálida (16 º C) y la amplitud térmica alta (17,4 º C). El verano es
caluroso (tres meses superan los 22 º C) y el invierno moderado (la temperatura del mes más frío está
entre 6 º C y 10 º C). Estas características son propias de un clima con una posición interior y no
demasiado septentrional en la Península.
La relación entre temperaturas y precipitaciones indica que existe aridez en cuatro meses, desde junio a
septiembre (se cumple el índice de Gaussen: la curva de las temperaturas se sitúa por encima de la
barra de las precipitaciones). En tres meses (Julio, Agosto y Septiembre) se reciben menos de 30 mm
de precipitación, por lo que podemos considerar este clima como semihúmedo según el índice de
aridez de Lautensach-Meyer. Pero el índice de aridez de De Martonne, es de 18,73 (entre 10 y 20), lo
que permite considerarlo como semiárido.
Las características analizadas corresponden a un tipo de clima mediterráneo continentalizado, situado
en la submeseta sur.
La sequía en verano se debe a la influencia del anticiclón de las Azores, desplazado hacia el norte en
esta época del año. Las precipitaciones se producen en otoño-invierno, cuando el anticiclón de las
Azores se retira hacia latitudes más meridionales y deja penetrar las borrascas atlánticas. Los valores
pluviométricos relativamente abundantes de esta época indican una posición occidental dentro de la
submeseta sur que permite una influencia más destacada de las borrascas del frente polar. El mínimo
relativo del invierno está ocasionado porque el frío del interior favorece o consolida las situaciones
anticiclónicas.
La elevada amplitud térmica se explica por la ausencia de influencia marina; los valores moderados del
invierno por la latitud meridional y la altitud moderada (460 m) y el calor estival por la latitud.
Este clima lleva asociada una vegetación de bosque perennifolio, maquia y garriga, y ríos de caudal
poco abundante e irregular.
Comparación de los climogramas n.° 1 y n.° 3
Ambos son climas templados, pero presentan notorias diferencias.
– El total de precipitaciones es abundante en el primero (995 mm) y escaso en el segundo (487 mm).
Su distribución a lo largo del año es más regular en el primero (dos meses secos en verano –julio y
agosto– con precipitación inferior a 30 mm) que en el segundo (tres meses secos –julio, agosto y
septiembre–). El máximo pluviométrico tiene lugar en ambos en otoño-invierno, por su proximidad al
océano Atlántico, mayor en el caso del primero, de donde provienen las borrascas frontales, que tienen
su mayor frecuencia de paso en esta estación. No obstante, el volumen de precipitación mensual
durante esta época es más del doble en el primero que en el segundo por su posición septentrional.
Además, el segundo cuenta con un mínimo pluviométrico relativo en invierno (enero) que no existe en
el primero. Dadas las temperaturas del invierno, las precipitaciones caerán en los dos principalmente
en forma de lluvia.
– La temperatura media anual es moderada en ambos casos, aunque un poco más baja en el nº 1 por su
latitud septentrional (14 º C frente a 16 º C). La amplitud térmica de de éste (8,6 º C) es baja. La
influencia reguladora del océano Atlántico determina inviernos suaves a pesar de su latitud
septentrional (la temperatura del mes más frío no desciende de 10 º C) y veranos frescos (no se
alcanzan los 22 º C). En cambio, el nº 3, localizado en el interior peninsular, posee una amplitud
térmica alta (17,2 º C), con inviernos moderados por su más baja latitud (entre 6 º C y 10 º C) y
veranos calurosos (tres meses superan los 22 º C).
– La relación entre temperaturas y precipitaciones indica que en el nº 1 existen dos meses áridos, julio
y agosto, mientras que en el nº 3 son tres, desde julio hasta septiembre (se cumple el índice de Gaussen
y la curva de las temperaturas se sitúa por encima de la barra de las precipitaciones). El índice de De
Martonne para el primero es de 41,45 (superior a 30) y para el segundo de 18,73 (entre 20 y 10). Por
tanto, el primer clima puede considerarse húmedo y el segundo semiárido.
– Las características analizadas corresponden, en el caso del nº 1, a un tipo de clima oceánico de
transición, localizado en la costa gallega. La abundancia de las precipitaciones se debe a que esta zona
se encuentra todo el año bajo la influencia de las borrascas atlánticas.
El mínimo estival se explica por la influencia del anticiclón de las Azores, que en esta estación
asciende en latitud y se sitúa frente a las costas gallegas, reduciendo las precipitaciones.
La baja amplitud térmica se debe a la acción reguladora del mar, que en invierno se comporta como
una masa cálida respecto a la tierra, templando la temperatura, mientras que en verano actúa a la
inversa, suavizando el calor. En el caso del nº 3 se trata de un clima mediterráneo continentalizado,
situado en la submeseta sur. La sequía en verano se debe a la influencia del anticiclón de las Azores,
desplazado hacia el norte en esta época del año. Las precipitaciones se producen en otoño-invierno,
cuando el anticiclón de las Azores se retira hacia latitudes más meridionales y deja penetrar las
borrascas atlánticas. Los valores pluviométricos relativamente abundantes de esta época son propios de
una posición occidental dentro de la submeseta sur que permite una influencia más destacada de las
borrascas del frente polar. El mínimo relativo del invierno está ocasionado porque el frío del interior
favorece o consolida las situaciones anticiclónicas. La elevada amplitud térmica se explica por la
ausencia de influencia marina; los valores moderados del invierno por la latitud meridional y la altitud
moderada (460 m) y el calor estival por la latitud.
– El contraste climático se refleja en la vegetación: bosque caducifolio, landa y prados en el nº 1,
frente a bosque perennifolio, maquia y garriga en el nº 3; y en las aguas, caudalosas y regulares en el
primero y mucho menos abundantes y con marcada irregularidad en el segundo.
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