Luz Pearson nació en 1974, en Buenos Aires. Escribió las obras de teatro "Resultante Cero", "Lenguaje", "Pestañas como agujas" y la más reciente, "Sed". En 2014 publicó su primer libro de poemas "TARDIS, diccionario poético de las bellas palabras" (Llanto de mudo). Pearson, Luz Bitnus, Luz Pearson. Editorial Horda, 2016 - Buenos Aires, Argentina ISBN en trámite CDD A860 Esta licencia Creative Commons establece que podés compartir, copiar, distribuir y hacer obras derivadas de esta obra, siempre y cuando cites la fuente y no hagas uso comercial de la misma o sus derivados. Y sólo podés modificar o transformar esta obra si al hacerlo la distribuís bajo una licencia idéntica a ésta. Podés leer la licencia completa acá: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es_AR Primera edición: abril 2016 – 500 ejemplares en papel + epub Este es un libro impulsado por la editorial HORDA, Argentina. Diseño y foto de tapa: Lorena Soledad Abbiatici [email protected] Diseño y maquetado de interior: María Bianco [email protected] Coordinación editorial: Luz Pearson Producción de objetos y distribución: Anne Sztejnberg Editorial HORDA #objetostextuales #hordaedita www.horda.com.ar / [email protected] Editorial HORDA @editorialhorda ma de Buenos mpo, Federico, y hacer obras de la misma o buís bajo una 0/deed.es_AR m hoo.com.ar Luz Pearson Ni Pizca El fauno me coge. El fauno me coge cada vez que yo quiero. El fauno nunca dice no. El fauno me coge como nunca nadie en la vida me cogió. El fauno me coge como nunca nadie en la vida me cogió porque entre el fauno y yo no hay amor. Ni una pizca. ogió. ó porque El fauno no fue siempre el fauno. Fue apareciendo, lo fui propiciando, fui pidiendo. Le clavé la mirada y reclamé. Le grité. El fauno respondió. El fauno es fauno porque si no se muere. El fauno no se confunde. El fauno me coge. El fauno no me quiere. Entre el fauno y yo hay cortesía. El respeto necesario para bañarse, vestirse, saludarse y arreglar un (próximo) encuentro. Lo Lo que m rse El fauno quiere a otras. Lo que hace cuando no está conmigo no me importa. Lo que me hace a mí es lo único que importa entre el fauno y yo. Al fauno yo le marco el ritmo. Ahora. Ahí. Chau. El fauno aprecia mi falta de interés por él. Le gusta ganarle a mi indiferencia. El fauno no me gusta. Yo le gusto. Eso me gusta. El fauno encuentra en mí algo que yo no. No sé si es consciente de esto. Al fauno no le reconozco pensamiento. Al fauno no le gustan mis juguetes. El fauno es fauno. Cada ve C Cada vez con el fauno matamos algo. Cada cual mata lo suyo. Cuando cogemos algo del pasado siempre muere. Somos cómplices. El fauno y yo no nos conocemos. Somos dos latidos. Eso, latidos. El fauno no se cansa. Si el fauno se cansa ya no es fauno. El fauno no puede esperar a sacarme la ropa. Solo en mi desnudez sabe quién es él para mí. Es Cuando el fauno se baña evito mirar. Cuando se viste, me da pudor. Es íntimo -en exceso- ver al fauno dejar de ser fauno. El fauno es fauno porque perdió algo, desenreda mis extremidades con gratitud. No es joven. El fauno joven no existe. El fauno coge con desesperación. La esperanza no es erótica. Entre el fauno y yo hay distancia, entre sus manos y mi piel vacío, sus caricias provocan escalofríos, desenlazan aullidos. Después del fauno me ordeno. Siento que todo está bien. Todo. Si deseo fauno, pido fauno. Cuando no amo me obedezco. Infinito ¿Despierta a estas horas? Vas a Despierta y caminando. No encuentro taxi para volver a casa. ¿Dónde estás? ¿Querés que te rescate? Estaría muy muy muy muy muy muy agradecida. Agarro llaves y allá voy. Síiiii! Cita- r a casa. a. Vas a cumplirme todos los deseos, genio-de-la-lámpara? Te quedan dos. Quiero una cita. Concedida. Este fin de semana. Domingo. Quiero una cita-cita. Cita-cita. A las 21. En casa, te cocino con especias de India. ¿A mí? Ja! A vos te desmenuzo, sin nada. Toc toc, ¿Abrió? ¿Esta es la ventana de las cosas ilegales? Es muy temprano, ¿no le parece? Vine a sacar número. le p Voy por Pi. Lástima (desperté con ganas de tocarte). Nad ales? Cuando siento amor, llamo al fauno. Después del amor, llamo al fauno y le pido que me coja hasta que ya no me quede rastro de amor. Nada me da más ganas de fauno que el amor por otro. El fauno es fácil. Me quiere comer cuando estoy dispuesta a ser masticada. Para el fauno yo soy fácil. El fauno es fácil. La complicación, para mí, soy yo. Boca ¿Cómo fue que pasamos aquella primera vez del sillón a la cama? Me dijiste “¿Puedo besarte?”. Yo dije sí. Debió ser así. Fue así. Uno de los x encuentros (que se cuentan con una sola mano), fragmentado en microsegundos, puede alimentarnos meses. Años. ¿En qué estábamos? Ya no sé, levito. Mmm, me gustaría verte levitar, y tocarte mientras levitás, claro. Uffff Vos acostada de costado, yo a la par pero al revés, mi cabeza en tus piernas, respiro en tu rodilla. La parte de atrás de la rodilla. Porque ahora estás boca abajo, ¿verdad? Ajá. ¿Podrías girar? Giro. Entonces subo, te levanto una pierna, la doblo, la abro. Entrás por ahí. Entro por ahí y sigo subiendo despacio subo con la boca. Las palabras, cuando las dejamos, nos enlazan. Íba ás, claro. bro. Me perdí. Íbamos por: sentate en la silla alta. Manos al teclado. Decime cosas. Uno de los x encuentros (que se cuentan con una sola mano), fragmentado en dígitos, puede alimentarnos semanas: -10594 caracteres -2057 espacios -855 verbos -abundantes T -enormes J mano), nas: Quiero leerte mientras otro yo te chupa. ¿Qué me leerías? ¿Quién sería el otro yo? Leéme ahora. Amarillo. Terso. Nuca. Por atrás. Respingado. Yema. Ciruela. Duro. A palmas. Pecho. Uñas. A labios. Tobillo. Mano. Voltereta. Omóplato. Abro. Abierto. Pedazo. Tronco. Troncho. Palo. Sangre. Boca. Boca. Boca. Boca. Boca. Las letritas hacen sus cosas. bios. Se acoplan. Sudan. rto. Se aceleran. Respiran más lento. Me duermo. Voy a soñar con vos. Soñame. Apagar. Hablemos de lo que hablemos estamos siempre hablando de sexo. Obvio. Obvio. El t de sexo. El tiempo que dura una relación con el fauno se mide proporcionalmente a la cantidad de amor que yo pueda sentir por otro. Una relación con el fauno, dura. Escudo Yo quiero a otro. Al fauno lo convoco. Con el fauno no hay palabras. El ruido del cuerpo es suficiente. El fauno es el fauno. No quiero que tenga nombre. No lo nombro. Con el fauno exploramos orificios -menos que palabrasque nos decimos cada vez. Después del fauno estoy más liviana, sin lo que no tolero de mí. El fauno me acaricia. Yo no acaricio al fauno. Yo no me resigno. El fauno me coge mirándome a los ojos, él no. El fauno mira con descaro, su mirada dice: vos existís, acá, ahora, para mí. Él no. ¿Me ves? Te veo. Shhh, sin palabras. Con palabras. No apagues el audio. Quiero escucharte. En su voz, la confirmación: existe. Par Para hacer video necesito estar bañada, ¿me esperás? arte. Detrás del ojo de la cámara: sus retinas me miran pixelada. Cámara en el baño no, hay pésima luz. La dicroica me convierte en cocodrilo. Tendría que cambiar las bombitas: bajo consumo cálida. No tengo. Ya vengo. ¿No se ve nada? Acomodo la lámpara. Me pongo en foco, en cuadro, armo la escena. Definición estándar. ca Sos tan linda. mbitas: Soy tan linda. ro, Podría animarme a más: macros, planos detalle. Hay cercanías que sólo le permito al tacto. O a la lengua. ¿Qué estás tomando? Ron. ¿Con jugo de naranja? Con mango. Manjar. Pero se acaba, necesito mi próxima bebida. ¿Qué tenés? Anís. Aggg. Es lo único que hay y aún me quedan agujeros. Yo estoy llena de agujeros. Uf Uf Invitación a video. ¿Acepta? Aceptar. Imagino otras maneras de hacerlo. Dos cámaras, una en cada cuarto pero en una misma casa. Para -después- tocarnos mojados. Podríamos. En un mundo perfecto. Piernas abiertas sobre la mesa, la laptop en el medio, unos libros abajo para nivelar, mejor ángulo. kgnraihgoiraoij ¿Qué? Escribo o hago, elegí. ¿Pasó? No estoy segura, cero en el registro de los poros. ¿Archivo del chat? 1:47am 1:53am 2:03am 2:29am 2:36am 3:12am 3:17am 3:38am Pasó. Horas que le ganamos al descanso, madrugadas con hielo (nos mezcla). La no Resaca. Algo en la boca se hace verbos. Los callo. Quizás escucha igual. ¿Estás pelotita verde? Estoy. La notificación sonora de cada día. Salivo, Pavlov. Salivo. Si el fauno no está, me enamoro. El fauno es escudo. Dos Traté de decirle al fauno lo que me pasa con el amor “yo no sé qué hacer con el amor, me llega a los huesos”. El fauno se detuvo en la palabra “huesos” borró “amor” y se puso a “hacer” sobre mí. Muy pocas conversaciones son válidas. Demasiado pocas. Cuando el amor por otro me llega a los huesos el fauno me duele. Lastima como trampa. L Mi cuerpo llora, me escucho. Lloro porque el fauno es sólo el fauno. Lloro con el fauno clavado. Lloro porque estar con el fauno es estar apenas. Lloro, acabar vulnera. Cuando gozo me es inevitable sentir mi dolor. Mi perfume huele a fauno pero mis palabras son para otro. Tengo que dejarlos a los dos. Necesito prescindir del apuro por el fauno. Al fauno no lo anhelo. No me inquieta. El fauno es certeza. Cuando el fauno no está está su idea que también funciona. El fauno va a desaparecer, lo sé. El fauno debe desaparecer, lo sé. El fauno hace que me sea posible pensar, también lo sé. El fauno huele, yo evito sus ojos humanos, no quiero que vea que ya sé que pronto no. Un día al fauno le voy a mentir, le voy a decir que no tengo tiempo. Va a ser verdad. El fauno puede vivir sin mí, yo puedo vivir sin el fauno. Yo puedo vivir. El fauno puede aceptar que yo diga no. Con el fauno un sí es un sí, un no es un no. El fauno ya no me coge. No me falta que el fauno me coja. El fauno fue mi grito. E El fauno es mi tesis: si se coge sin amor, se coge. El fauno no me coge más. El fauno no me coge más porque quiero coger con palabras. Tal vez nunca pueda con un nombre. Amor Qué tal tanto tiempo. ¿Demasiado tiempo? Yo qué sé. Hola. Estuve con muchas cosas, viajes y demás. Ajá. ¿Vos cómo estás? ¿Aprendiste a extrañarme? ¿Qué tenés puesto? Remera y turbante de toalla. ¿Vos? Pantalón. Sacátelo. Sacando. ¿ Y ¿Cuándo nos vemos? Difícil. Puedo viernes. Yo, sábado. Puedo noche de domingo. Noche de lunes. No se alinean los planetas. Parece que no. ¿Son los planetas o sos vos que no querés verme? Yo escucharía a los ritmos que nos depara el tiempo. Siempre -tarde- me escucho a mí. Dije monstruo y no te dio miedo. No me dan miedo los monstruos, menos si no es mío. ¿De qué color es tu monstruo? No me hagas mirar. ¿Está vestido? ¿Desnudaste a mi monstruo? Es monstruo varón, está claro. Lo es. Miralo. No. A los monstruos hay que mirarlos a los ojos. Quiero mirarte. Me mirás todo el tiempo. Mirarte con la piel. ¿Para qué? Así es mejor. Sos el eje de mi pensamiento cuando me recorro. Pensame. Apagar. ío. nto Él en pantalla. Una versión posible de él. Él tipeado, una versión posible de él. Me queda un deseo, ¿recuerda genio? Cómo olvidarlo. Cómo pedirlo. Fro ta me. Dale, vení ahora. Estoy sola. Yo no. El sábado. El sábado no puedo. “no puedo”. ¿De nuevo con eso? Estamos acá ahora. Algunos deseos sólo se cumplen en la mente. ¿Cómo te gustaría irte a dormir hoy? Con vos. ¿Qué puedo hacer por vos desde acá? Venir. Estoy a un triunfo automovilístico de distancia. Son veinte minutos. ¿Qué tenés puesto? No. ¿Estás descalza? No quiero. Sí, estás descalza, tenés un pie arriba del otro. Tengo que lavar los platos. Lavalos mañana. Los voy a lavar ahora. ¿Es un pila alta? Es un iceberg. Dejá que se deshiele. ¿Tenés puesta remera larga? No. ¿Estás sin remera? No. ¿Qué querés que te haga? Apagar. Volviste. ¿Ya lavaste los platos? Bañada, descalza. Des-todo. Invitación a cámara. ¿Acepta? Aceptar. ¿Neces Me equivoqué, no me caes tan bien. ¿Por qué me decís eso? Me dejaste riendo sola. No me gusta. ¿Necesitabas una respuesta en ese mismo momento? Me llegó en el medio de una reunión. Sí. La necesitaba. Apagar. Yo siento amor. No estaba en mis planes. Irrumpió. No sé Que no irrumpa ese. Yo no puedo. No es momento. Somos le Pero irrumpió. letras. P Ahora no puedo. Amor. Amor. Amor. Ya, basta. ió. o. No sé si es amor o ganas de amor. Vos sos tan sólo letritas. Somos letritas. Me gustan nuestras letritas. Hay amor en nuestras letras. Pero es verdad que vos no sabés nada de los mil laberintos que estoy atravesando yo. Yo no sé. Pero quiero mis dedos en tu nuca. Yo respeto mucho lo que tenemos, no quiero hipotecarlo con lo demás. Entiendo, lo demás, no. Entiendo, hipotecar, no. arlo No quiero que perdamos esto. Se me mezcló todo. Que no se mezcle. Es trágico. ¿Qué es trágico? Cuidarse, entenderse, las palabras. No, no. Saltemos por arriba. El amor también es una idea recursiva. Vuelve. Envuelve. El amor lo hace a él presente en mí. Archivo Sin el fauno, él se hace presencia. Al fauno se vuelve, por amor a otro. “¿Querés?” le dije. “¿Cuándo?” dijo el fauno. Para el fauno no vuelvo, nunca me fui. El tiempo del fauno es lineal y continuo. Regreso al fauno porque necesito tener algún contacto conmigo. Retornar al fauno es aceptar el desconcierto: no entiendo el amor, no entiendo el sexo. Uno me hace gozar segundos. El fauno no quiere que siga siendo yo la que decide cuándo. Se equivoca. Un fauno es fauno porque atiende al llamado, no por llamar. llamar. Le pedí al fauno un regalo de cumpleaños, su regalo no me gustó. Los regalos no se piden. Se reciben. El fauno desconoce mi manera de mirar. Pone sobre mí sus ganas. Soy su hoja en blanco. Le soy ajena al fauno. El fauno murmura “no me olvides”, no sabe que mi cuerpo es un archivo. Del fauno se sale. De mi también. D ¿Cuándo terminás? Hice pizza, rico vino. Tengo una cena. Lástima. Detrás de lo que digo, lo que siento. Muy detrás. Apagar Sostengo dos estrategias para el amor: amar de más o huir. Despliego ambas contra mí. Hola, ¿estás? ¿No hay señal? ¿No? H Hoy va a ser el día en que te voy a dejar de hablar. Como sacarse una curita. Así. Ay. Ay. “Te quiero” es la mejor manera de decir adiós. Te quiero. Apagar. Este libro fue impreso al sur del sur del mundo, en 2016.