Historia de la sociedad Mexicana Primera parte Guía para el alumno Historia de México. Guía para el alumno del bachillerato Universitario, fue elaborada por la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad Autónoma de Puebla. Comisión de Mejoramiento de los materiales didácticos de la Academia General de Historia de México del nivel medio superior de la Universidad Autónoma de Puebla: Nicolás Cerón Herrera Jorge Cruz Vivanco María Elena Mercado Juárez Margarita Vara Álvarez Silvia Villarreal Arriaga Coordinación Academia General de Historia de la Sociedad Mexicana Revisión Pedagógica Academia General de Historia de la Sociedad Mexicana D. R. (c) Universidad Autónoma de Puebla, 2009 Calle 4 Sur N°. 104, Centro Histórico C.P. 72000 Puebla, Pue. Editorial UAP ISBN 968-863-601-0 3ª. edición corregida Impreso en México Este libro ha sido elaborado por la Universidad Autónoma de Puebla, como parte de las acciones de fortalecimiento del bachillerato Universitario. La edición e impresión de este libro no tiene carácter lucrativo, es para uso exclusivo de alumnos de la UAP. Los juicios y opiniones de la comunidad universitaria son indispensables para mejorar el contenido de este libro, éstos pueden ser enviados a: Vicerrectoría de Docencia Av. Juan de Palafox y Mendoza N°. 218 Centro Histórico, C.P. 72000, Puebla, Pue. Fax: 32-4070 Correo Electrónico; [email protected] Historia de la Sociedad Mexicana TEXTO PARA EL ALUMNO UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA DIRECTORIO Mtro. Roberto Enrique Agüera Ibáñez Rector Ramón Eguibar Cuenca Secretario General Mtro. José Jaime Vázquez López Vicerrector de Docencia Mtra. Georgina Maldonado Lima Directora General de Educación Media Superior INTRODUCCIÓN La Benemérita Universidad Autónoma se ha distinguido por el impulso que ha otorgado al trabajo colegiado que realizan las academias que integran el Nivel Medio Superior, entre cuyos se encuentra la elaboración de las Guías Metodológicas para los alumnos. La presente guía Metodológica esta dirigida especialmente a los alumnos del bachillerato universitario de la BUAP., con el fin de ser un material de apoyo para el segundo año del mismo. Esta representa el arduo trabajo de los maestros que integran la academia de Historia de México. El programa de Historia de la Sociedad Mexicana, consta en su primera parte de cuatro unidades, que se ha estructurado enunciando los temas, los objetivos, los conceptos, las habilidades y los valores, que se esperan desarrollar con la visión de lograr en los alumnos una formación integral La propuesta pretende responder a tres preguntas: ¿por qué enseñar Historia de la Sociedad Méxicana a estudiantes de preparatoria?, ¿qué tipo de historia enseñar? y ¿cómo hacerlo? De este modo nuestros estudiantes deben aprender a pensar históricamente plantearse el porque de los acontecimientos y procesos, del como se dan los hechos y a que se debió que no se dieron de otra manera, por que ciertos eventos del pasado están presentes y forman parte de la realidad actual de la sociedad mexicana y han resistido el paso del tiempo a pesar de las influencias del exterior que nos han invadido. La Historia hoy en día se esta interpretando a la luz de nuevos enfoques críticos con una visión de historia total, es decir, que incluye aspectos culturales que si bien, no se contemplan todos, sirve de guía al estudiante para que de manera lúdica y ante situaciones-problema, aprendan, motiven su espíritu de investigación y logren el conocimiento significativo. Hay que recordar que la historia en el bachillerato coincide con los años en que te preparas para iniciar una vida activa como ciudadano. Dejas de ser adolescente para convertirte en alguien con derechos y responsabilidades para orientar la vida política de nuestro país. La historia no sólo tiene la vocación de ayudarte a ubicarte en la sociedad en que vives, aprender a conocerla, identificar sus problemas y rumbos, sino que además es un campo favorable para practicar la crítica y aprender a pensar históricamente. Habilidades que te ayudarán para ejercer tu compromiso de una manera autónoma. Identificar el objetivo nos permitió acercarnos al tipo de historia que queremos proponerte. El enfoque que se priorizó no fue el de una historia factual; rica en acontecimientos, datos, fechas y personajes; una historia memorística que ciertamente amplía tu horizonte cultural pero que no promueve la crítica. Se optó por la historia problema, basada en el enfoque constructivista sociocultural, que considera el aprendizaje contextualizado dentro de comunidades de práctica, esto permite reconsiderar que el salón de clases no es el único sitio donde se promueve el conocimiento, sino que requiere de herramientas simbólicas de origen social. Con esta orientación los alumnos desarrollan sus capacidades e intereses en torno a las necesidades sociales; el maestro es investigador de su práctica, la cuestiona, la confronta y la modifica. El aula es un taller donde se diseñan actividades para construir el conocimiento histórico sobre problemas específicos, problemas sociales que se experimentan, más allá del aula y que se sistematizan, discuten y resuelven en sentido critico, todo esto bajo los postulados del quehacer científico y de la reconstrucción y construcción del conocimiento, se establece que la orientación social participativa responda a los compromisos sociales. El rol del maestro que enseña historia es el de ser un guía, un facilitador que contribuye a propiciar situaciones instruccionales mediante una enseñanza indirecta. En cuanto al papel del alumno este es un constructor activo de su propio conocimiento. En la construcción de los objetivos necesariamente se plantea, al realizar las distintas actividades el desarrollo de habilidades que permita a los educandos obtener un aprendizaje significativo para resolver problemas y al mismo tiempo contribuir al desarrollo de su sociedad. Las habilidades quedan sujetas a la planificación de los objetivos, para esto se elaboran objetivos instructivos y se introduce en ejes transversales un sistema de valores. Los métodos de enseñanza son totalmente activos donde se propicien situaciones experimentales para resolver problemas que dependen de cómo de estructura la asignatura. El programa queda sujeto en su elaboración a los aportes que hacen los maestros que pertenecen a la academia, para ello tendrán que cumplir una serie de requisitos que los da el momento histórico de su elaboración y los elementos de forma que se requiere de acuerdo a las exigencias del currículo implantado. Cada unidad inicia con una presentación que te introduce en los problemas a tratar. Y enuncia los temas específicos que te proponemos examinar. Los temas también cuentan con una presentación donde se pone énfasis en los aspectos particulares a investigar y aporta algunas preguntas para guiar tu búsqueda. Como dice el refrán: "lo importante no es conseguir un pez para satisfacer el hambre, sino aprender a pescar". Y para ello la Guía te brinda ayudas didácticas que van desde una explicación detallada sobre la misión a cumplir, hasta definiciones de algunas nociones. No olvides que la historia no se construye solamente con información y datos, no se limita a una sucesión cronológica de hechos; requiere de una reflexión sobre el funcionamiento de las sociedades y sus cambios en el tiempo. Los conceptos son como aparatos ópticos microscopio, lupa o telescopio que amplifican la imagen de los procesos sociales y te permiten verlos con mayor nitidez, identificar sus relaciones e inscribirlos en estructuras más amplias. Son herramientas que puedes usar para analizar el pasado, recrear una versión histórica y, al mismo tiempo, comprender el presente. Para que los conozcas mejor incluimos en la presentación de cada unidad mapas conceptuales, que ilustran su contenido. Recuerda, la propuesta que te hacemos es aprender investigando. Seguimos la idea de J.J. Rousseau de que "sólo aprendo cuando respondo a las preguntas que me hago"; aprendemos cuando resolvemos un problema por nosotros mismos, cuando enfrentamos y superamos lo que los psicólogos llaman un "conflicto cognitivo". Cada periodo de la historia encierra sus problemas, sus rompimientos, sus rupturas frente al antes y al después. Los diferentes temas de cada unidad se convierten así en una posibilidad para que estudies la problemática y comprendas la ruptura. Port otro lado el criterio de la selección de las fuentes bibliográficas se centro en el uso de publicaciones recientes de investigadores reconocidos y que sirvan al docente como un complemento para profundizar en algunos temas o los alumnos manifiesten interés y requieran de información adicional, Así pues están sujetas a consideración del profesor que pueda integrar o cambiar las lecturas que se ofrecen, toda vez que la guía, si bien constituye un valioso instrumento didáctico, se encuentra anualmente en constante proceso de revisión, mejoramiento y reinterpretación de los acontecimientos como una nueva manera de aprehender. Sin embargo, reconocemos que existen obras clásicas de la materia cuya consulta es imprescindible para el acceso al conocimiento e interpretación de la historia. Tenemos la firme convicción de que a través del trabajo constante, la critica y la colaboración enriquecedora de nuestros compañeros, se podrá realizar una labor provechosa en beneficio de nuestra juventud frente a los cambios históricos que ocurren en el país y que nos exigen un análisis dinámico y veraz de la realidad mexicana. I&DICE PRIMERA UNIDAD: La Sociedad Prehispánica 1. Los pueblos originarios o “indios”, o cómo se han ido construyendo las identidades en México. 2. De los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales 3. Del nomadismo a la revolución agrícola y la creación de mitos unificadores 4. Principales culturas de Mesoamérica 5. La sociedad azteca. 6. Sociedad, cultura y civilización: Persistencia de la riqueza cultural de las sociedades Mesoamericanas. a) - La formación ético-moral en la sociedad azteca. SEGUNDA UNIDAD: La sociedad Colonial (1521-1760) 1. Inicio de la mundialización 2. Del poblamiento de América a su conquista 3. La conquista de mesoamérica. 4. Los diferentes aspectos de la colonización 5. Funcionamiento de la sociedad 6. La integración de la Nueva España al sistema mundo 7. La herencia de la cultura colonial. 7.1.Educación y marginación de las mujeres. 7.2.Expresiones estéticas y culturales TERCERA UNIDAD: De la sociedad colonial a la sociedad nacional (1760-1867) 1. Problemas que plantea la construcción de una nación. 2. Las reformas borbónicas y el nacimiento del patriotismo criollo. 3. Desintegración del imperio español y la guerra de independencia. 4. Movimientos sociales: indígenas, guerra de castas, conspiraciones criollas. 5. Lucha de proyectos liberal y conservador (1821-1867) y sus contradicciones entre lo viejo y lo nuevo. 6. Las intervenciones extranjeras. 7. La intervención francesa y el rescate de la soberanía nacional. 8. La consolidación del Estado nacional CUARTA UNIDAD: De la republica restaurada a una sociedad moderna con privilegios y exclusiones (1867-1910). 1 Republica restaurada 2 Del fracaso de la vía democrática a la dictadura del régimen de Díaz 3 La expansión de los nuevos imperios 4 La modernidad, progreso y privilegios 5 Contradicciones del régimen y los grupos sociales 6 Los movimientos sociales de oposición, el partido liberal, los obreros y las luchas campesinas U&IDAD I. La Sociedad Prehispánica T odo pueblo se pregunta por su pasado y busca sus orígenes. En las diferentes etapas que ha vivido nuestro país se han dado respuestas acerca de las raíces de México. En el caso de los colonizadores españoles quisieron borrar el pasado indígena; sin embargo, éste será recuperado por los criollos y sobre todo por la Revolución popular de Hidalgo y Morelos. En el siglo XIX los dos principales proyectos de país: el liberal y el conservador darán también su versión del pasado. Para los liberales la etapa colonial era la más negativa y había que sepultarla. Para los conservadores, en el período novohispano se encontraban nuestros orígenes y la etapa posterior a la Colonia se había convertido en una verdadera anarquía como consecuencia de las ideas liberales que habían conducido al caos. Ambos proyectos negaban el pasado indígena. Pese a todo, el pasado indígena sigue estando presente en la sociedad actual, en nuestra vida diaria diversos aspectos culturales de la sociedad prehispánica siguen vigentes. Parte de nuestra dieta alimenticia tiene orígenes prehispánicos, al idioma español se han incorporado vocablos de origen indígena. Millones de indígenas forman parte de la población mexicana actual, con sus lenguas, vestimentas, tradiciones y costumbres que deben ser preservadas. Desde las más altas esferas del poder se pretende actualmente borrar de los programas de la Historia Nacional el pasado de la sociedad prehispánica –que ya han empezado a ejecutar en el nivel de Secundaria- que nos ha dado identidad como mexicanos y que ha hecho posible la existencia de una sociedad multiétnica y pluricultural. Como Academia de Historia de México reivindicamos la etapa de la sociedad prehispánica como parte fundamental de nuestra Historia y de nuestros orígenes como mexicanos. De esta manera estamos convencidos que el estudio de la sociedad antigua de México debe mantenerse vigente en el programa actual de Historia de la Sociedad Mexicana, lo que contribuirá a entender mejor nuestro presente y a que los alumnos analicen, expliquen, interpreten y problematicen acerca del pasado precolombino y lo relacionen con la sociedad mexicana actual. A lo largo de la Primera Unidad se abordarán cuestiones tales como: el por qué es importante estudiar a los pueblos originarios y cómo se han ido construyendo las identidades en México; cómo se transitó de los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales; qué papel desempeñó la revolución agrícola en la transición del nomadismo a la creación de sociedades sedentarias y el surgimiento de mitos unificadores; cuáles son las culturas más representativas de Mesoamérica, sus características, rasgos comunes y sus diferencias. Se estudiará especialmente a la sociedad azteca por ser la última gran cultura mesoamericana y por qué en ella se sintetizan todas las aportaciones culturales de las sociedades que le precedieron, incluyendo la formación ético-moral. Por último debemos preguntarnos: ¿qué persiste en nuestros días de la riqueza cultural de las sociedades mesoamericanas? Contenido Temático 1. Los pueblos originarios o “indios”, o cómo se han ido construyendo las identidades en México. 2. De los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales 3. Del nomadismo a la revolución agrícola y la creación de mitos unificadores 4. Principales culturas de Mesoamérica 5. La sociedad azteca. 6. Sociedad, cultura y civilización: Persistencia de la riqueza cultural de las sociedades Mesoamericanas. a) - La formación ético-moral en la sociedad azteca. Objetivo general: Valorar las transformaciones que ha tenido la sociedad en su etapa de nómada a sedentaria. Conceptos: Geografía, origen del hombre americano, Mesoamérica, nomadismo, sedentarismo, revolución agrícola, áreas culturales, mitos. Habilidades: Identificará los elementos que propiciaron el tránsito de una sociedad nómada a una sociedad sedentaria; caracterizará los elementos comunes de los pueblos mesoamericanos y sus diferencias; establecerá los aspectos más importantes de la sociedad azteca. Actitudes/valores: Valorar la permanencia de la herencia cultural prehispánica. Tiempo: 12 sesiones de una hora TEMA 1. Los pueblos originarios o “indios”, o cómo se han ido construyendo las identidades en México. La conquista y colonización española cambiaron para siempre el destino de los pueblos indígenas al imponer sobre ellos una nueva estructura económica y social y una diferente representación del pasado. Sin embargo esta nueva representación absorbió algunos de los antiguos valores que dotaban a los pueblos indígenas de identidad, articulando así el pasado con el presente y construyendo así una identidad colectiva. ¿Qué tanto sabes acerca de los valores y las identidades de los pueblos indígenas? ¿Dónde y cómo se vinculan estos valores e identidades con tu vida presente? ¿De qué manera estas representaciones del pasado pueden ayudarte a construir tu futuro? Una de las primeras representaciones occidentales con las que nos encontramos es aquella del origen del hombre americano. ¿Los pueblos indígenas son autóctonos de América?. Muchas ideas se han manejado al respecto y esgrimido varias teorías. Lo que es visible es que a lo largo de milenios, esas poblaciones transitaron de la caza y la recolección al sedentarismo, se agruparon en comunidades y formaron superáreas bien diferenciadas (Oasisamérica, Aridoamérica, Mesoamérica, Andina, Caribe, etcétera). ¿Cuáles son las características de estas áreas? ¿Cómo se dio el proceso de diferenciación? ¿Qué papel jugó la revolución agrícola? ¿Se transformaron los inmigrantes en autóctonos? Objetivo: Explicar el surgimiento de la identidad mexicana a través de la problematización de los acontecimientos históricos. Conceptos: identidad individual, identidad social- colectiva, medio geográfico, tránsito nomadismo – sedentarismo. Habilidades: que aprendan a reflexionar sobre los distintos discursos historiográficos estableciendo semejanzas y diferencias entre los fenómenos sociohistóricos así como entre las distintas teorías que los explican. Actitudinales y valores: respeto a los orígenes de las comunidades indígenas Ayuda didáctica para el alumno: a lo largo de esta guía encontrarás una explicación breve sobre los conceptos y nociones básicas de los temas del curso. La intención no es que los memorices como definiciones rígidas, sino que reflexiones acerca de las mismas, que trates de comprender el significado que encierran y vincularles la información con las lecturas y actividades que vas relacionando. Puedes, además, enriquecer o replantear lo que aquí se presenta como resultado de la consulta de otras fuentes o de la discusión con tus compañeros y el profesor del grupo. &ociones para reflexionar: • Autóctono: que es originario del lugar donde vive o se desarrolla. Era el nombre que los griegos dieron a los pueblos que se decían originarios del país que habitaban y que se vanagloriaban de no venir de otra parte. Esta palabra se compone de mismo y de tierra, quisiera decir nativo de la • • • • • misma tierra. Los romanos confundieron esa palabra con la de indígena, es decir, nacido en el lugar. Indígena: que nació o tuvo su origen en la tierra, la región o el país del que se trata; que se relaciona con los pueblos y las culturas originarias del lugar. Extranjero: aquel que nace en otra tierra o nación, en otro país o región del que se encuentra. Los antiguos romanos, dice Cicerón, confundieron la palabra extranjero con la de “enemigo”. Esta actitud también la tenían los griegos que no pudieron simpatizar con las personalidades de origen extranjero; reprocharon a Hipócrates que su madre no era de Atenas, sino de Tracia. El filósofo respondió que la madre de los dioses venía de la soledad de los montes de Ida y que no por ello dejaba de ser respetada en toda la tierra. Alejandro Magno, al contrario, nunca se mostró más digno de su apellido, Magno, que cuando declaró en un edicto que todas las personas de bien eran parientes unos con otros, y que no había más que los maleantes que debían ser tratados de extranjeros. Hoy que el comercio ha unido todo el universo, que la política ha sido ilustrada sobre sus intereses, que el humanismo se expande a todos los pueblos no hay un soberano en Europa que no piense como Alejandro. Nadie ignora que nada contribuye más al engrandecimiento, el poder y la prosperidad de un estado que el acceso libre que el otorga a los extranjeros de instalarse y fijarse en el país. (traducción libre de la Enciclopedia de Diderot y D’Alambert, fines del siglo XVIII). Mestizo: es un término genérico que se aplica a quien ha nacido de padres pertenecientes a razas distintas. En América la persona que es hija de blanco e indígena. Mexicano: persona que nació en los Estados Unidos Mexicanos o tiene esa nacionalidad. Identidad: palabra que tiene dos sentidos. 1. la cualidad de ser algo igual a sí mismo, sentido de similitud, idéntico. 2. La cualidad que distingue uno frente al otro, sentido de diferenciación o singularidad. Conjunto de características que permite saber o reconocer quién es una persona, un grupo social distinguiéndola de otras u otros grupos sociales para satisfacer necesidades afectivoespirituales. La búsqueda de la identidad individual y colectiva es una actitud permanente de la humanidad; ella funda la distinción, la diferencia y, en contrapartida, la identidad se expresa por ellas. Implica signos de reconocimiento como la lengua, la cultura, la religión, una manera de ser, de hablar, un pasado compartido, etc.. Las identidades se exaltan en tiempos de dificultades, de crisis, cuando se mueven o desvanecen las referencias. La identidad es una manera de definirse a través de un discurso sobre sí mismo, en esencia de orden etnogeográfico sometido al mismo tiempo a modelos y a los efectos de las modas; en algunos momentos y circunstancias buscamos la identidad en las raíces. Muy a menudo la identidad va acompañada de la territorialidad y se alimenta de la concepción que el individuo tiene de sí mismo y de su entorno social. Se habla así de poblano, potosino, chiapaneco, etc., a lo que se puede agregar su pertenencia nacional, francés, inglés, ruso, chino, japonés. También es frecuente definir la identidad por la pertenencia étnica o el etnotipo: tlaxcalteca, cholulteca, totonaca, etc. LECTURA 1. Persistencia y transformación de la identidad indígena 1 ¿Cuáles fueron los mecanismos que permitieron a esos grupos sometidos a un poder extranjero conservar y recrear su propia identidad? Para responder esa pregunta es necesario volver al altépetl, la unidad territorial sobre la que se asentó la organización social y política de los grupos étnicos. Se distinguía por tres rasgos. En primer lugar, disponía de un territorio propio. En segundo, albergaba en él una o más etnias que compartían un pasado y tradiciones comunes. Y en tercero, estaba gobernado por un señor dinástico, el tlatoani. 1 Enrique Florescano, Etnia, Estado y $ación, Aguilar, México, 1997, pp. 318-329 En el centro de cada altépetl se levantaba un templo, que era a la vez la residencia de su dios tutelar y el símbolo de la soberanía territorial del pueblo. En cada uno de los cuatro lados del altépeto se extendían los calpulli. Altépetl agregó otros, religiosos y simbólicos, que lo transformaron en un condensador de la identidad colectiva de sus pobladores. Altépetl montaña o cerro con agua. En las tradiciones nahua y mixteca este jeroglífico es topónimo que identifica a un reino o señorío. En la tradición totonaca, tepehua y otomí, la colina primordial es el lugar en cuyo interior reposaban los alimentos esenciales (el maíz) y las aguas germinales. Es un símbolo de la fertilidad. Según los mitos más antiguos, de su interior brotaron. Desde el origen de la civilización, la Primera Montaña Verdadera simboliza a la tierra fértil, y es por tanto el lugar privilegiado de la habitación humana y la matriz del reino. El Templo Mayor es entonces el lugar sagrado donde se conservan los alimentos esenciales y el símbolo del poder mexica, 'Pero sobre todas las cosas, el Templo Mayor era la Primera Montaña Verdadera, la tierra misma, el gran monstruo del que emanaban todas las manifestaciones de la vida, y la hendidura por donde irremisiblemente desaparecían los seres humanos, las plantas y los astros". En los pueblos de tradición agrícola, la creación de la aldea y el reino estaban indisolublemente ligados al origen de la agricultura. En esta tradición, el origen del maíz, la fundación de la aldea y el nacimiento del reino son una y la misma cosa. Este símbolo de la identidad étnica mesoamericana fue también el polo articulador de la identidad indígena en los tres siglos del dominio español. Altépetl, la cédula sobre la cual se edificaron las instituciones que organizaron la vida de los pueblos indígenas en el virreinato: primero la encomienda, luego el distrito parroquial y más tarde el cabildo español. En la época prehispánica, el tlatoani acumulaba en su persona el gobierno vitalicio del altépetl y a la vez tenía derecho al disfrute del servicio personal y los tributos de sus pobladores. Al instalarse el gobierno colonial, el tlatoani perdió progresivamente esos derechos, pero el altépetl, conservó su estructura territorial y social. Bajo los encomenderos españoles quedó una parte de los tributos y de la fuerza de trabajo de los miembros del altépetl, y la otra parte (más reducida) la continúa otorgando al cacique del pueblo, vocablo que sustituye al antiguo tlatoani. La Corona española retiene para sí el gobierno y la administración de la justicia, pues son sus funcionarios quienes conceden las encomiendas y nombran a los caciques o al "gobernador", que es también un oficial indígena designado por las autoridades españolas. El cambio mayor adviene cuando en la estructura del altépetl se introducen las formas de gobierno del cabildo español. El modelo español fue modificado por el juego y la presión de los intereses indígenas. En Nueva España el alcalde, la autoridad que impartía la justicia, tuvo un rango superior al de los regidores. En Nueva España los Oficiales de República representaban a grupos étnicos o de parentesco, pero sobre todo a unidades geográficas y políticas dotadas de cierta autonomía, a barrios y parcialidades que hacían valer sus derechos en el seno del altépetl. Esta tendencia a la microetnicidad, mantener una representación separada para cada unidad social, abrió el camino a una fragmentación progresiva del altépetl, un proceso que comenzó desde mediados del siglo XVI. Debido a esta característica, el número de alcaldes y regidores creció tantas veces como unidades autónomas había en el seno del altépetl. De este modo, una antigua cualidad del altépetl, la de estar constituido por unidades sociales (calpulli) imbuidas de un fuerte espíritu de autonomía, se reprodujo en el cabildo. Así, al incorporarse en el altépetl indígena las funciones políticas del cabildo español, la República de Indios adquirió su personalidad política plena. El espíritu corporativo era el rasgo más notable de estos pueblos y estaba presente en la mayoría de las actividades. Las tareas agrícolas absorbían el esfuerzo colectivo, y ocupaban a todos los miembros de la familia. La plaza y el templo eran el escenario donde anualmente tenía lugar la solemne ceremonia del cambio de autoridades del cabildo, el momento en cada uno de sus miembros, vestido con ropa de gala de tradición occidental (camisa, zaragüelles o calzones, jubones y sombrero), recibía la vara del mando y juraba honrar el cargo que se le otorgaba. La mayor responsabilidad de los miembros del cabi1do era entonces la conservación de esas tradiciones comunitarias: mantener el esplendor de las fiestas del santo patrono y del templo, realizar periódicamente el tianguis o mercado y, sobre todo, defender las tierras del pueblo. La República de Indios es, pues, una síntesis del proceso de aculturación efectuado a lo largo del virreinato, una combinación de elementos prehispánicos y españoles. A su vez, ese proceso impulsó la aparición de una nueva identidad local. Los pueblos ordenaron su memoria histórica y consignaron los símbolos y sucesos que fortalecían la identidad pueblerina. En primer lugar registran la fecha de la fundación del pueblo, que unos títulos remontan a tiempos prehispánicos y otros al siglo XVI, a la época de las congregaciones. En este gran esfuerzo de reconstrucción de su pasado, los pueblos indígenas integraron en los títulos primordiales la vieja memoria oral, las antiguas técnicas pictográficas de sus antepasados y los nuevos procedimientos legales españoles que legitimaban los derechos a tierra. El resultado fue la creación de una nueva memoria histórica, la historia del pueblo, centrada en sus derechos ancestrales a la tierra. TEMA 2. De los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales Es común considerar a los indígenas como los pobladores originales de las tierras que hoy son México, contraponiéndolos a los conquistadores españoles o a los europeos en general. Esta suposición se basa en que nuestra mirada se posa sobre el periodo en que los pueblos indígenas encontraron a los europeos, pero se omite buscar el origen de esos pueblos. ¿Son en verdad autóctonos? Se han encontrado restos humanos que datan de más de 20 000 años, pero no se tiene certeza sobre su origen. Muchas ideas se han manejado al respecto y esgrimido varias teorías. Lo que es visible es que a lo largo de milenios, esas poblaciones transitaron de la caza y recolección al sedentarismo, se agruparon en comunidades y formaron superáreas culturales bien diferenciadas (Oasisamérica, Aridoamérica, Mesoamérica, Andina, Caribe). ¿Cuáles son las características de esas áreas?, ¿cómo se dio el proceso de su diferenciación? ¿qué papel jugó la revolución agrícola?, ¿se transformaron los inmigrantes en autóctonos? Objetivo: Comparar las diferentes teorías sobre el origen del hombre americano y su validez. Conceptos: origen social, poblamiento, medio geográfico, sociedad, tránsito nomadismosedentarismo, áreas culturales. Habilidades: reconocer la huella de los hombres en el espacio geográfico, desarrollo de un pensamiento inquisitivo acerca de las diferentes tesis o teorías que explican el doblamiento del actual continente americano y capacidad de plantear hipótesis o conjeturas fundamentadas respecto de dicho proceso. Actitudinales y valores: respeto y valoración de la riqueza cultural que representan las diversas sociedades humanas asentadas en las llamadas áreas culturales del continente americano. Ayuda didáctica para el alumno: elaborar un texto o ensayo breve donde se pregunte al estudiante si es poblano o mexicano. ¿De dónde eres? ¿tus padres son poblanos? ¿tus abuelos? ¿desde qué generación eres poblano? ¿a partir de cuándo podemos decir que somos de un lugar? &ociones para reflexionar: • • Originario: se aplica al país o sitio de donde procede una persona, del sitio de dónde desciende. Puede usarse también oriundo que se aplica a las personas o familia que descienden de cierto lugar. Avecindado o avecinarse: establecerse como vecino en una población. Vecino se aplica a los habitantes de cierta población. Existe un vocablo “vecino mañero” que, desde el siglo XVIII, significa persona que se avecindaba en distintos sitos para eludir pagar tributos en cualquiera y disfrutar en todos de las ventajas correspondientes. • • &acionalidad: circunstancia de pertenecer una persona a una u otra nación. Estatuto jurídico que vincula a una persona o entidad a un estado. Término que designa una comunidad histórica, asentada en determinada región y con un estatuto de autonomía propio; se aplica, por ejemplo, a las naciones indias: apaches, siux, aztecas, mayas, etc. &ación: significa el grupo de individuos que tienen un mismo nacimiento (viene de natio). La palabra encontró signo de nobleza en la época moderna, fines del siglo XVIII, para designar a una comunidad de personas que unidas por una historia y una cultura comunes, que viven en un mismo territorio y, en muchos casos, bajo la autoridad de un mismo estado y gobierno. En lenguaje común nación significa un estado soberano, de los que participan en las Naciones Unidas, que establecen tratados entre ellos y acuerdos comerciales. La idea subyacente es la de Estado-nación, ideal forjado lentamente en Europa, consolidado con la Revolución francesa y exportado al mundo, muchas veces sin que sus bases históricas hayan existido. La mayoría de países de América latina tuvieron un Estado y un territorio antes de ser naciones, aún cuando éstas terminaron por nacer a fines del siglo XIX. Estados africanos o asiáticos no tienen de nación más que el aparato de estado. Inversamente, ciertos pueblos no disponen de dos de los más importantes atributos de la nación, el territorio y el Estado, lo que provoca violentos conflictos, como los de los Balcanes, que se denominan problemas nacionales. Algunos pueblos no disponen de territorio ni de estado, sea porque fueron expulsados, como los judíos, o las naciones indias de Estados Unidos. (Traducción libre y abreviada de Les mots de la géographie. Dictionnaire critique,Paris, Reclus, 1992.) &ociones para reflexionar: • • Idea sobre algo: es el primero y más obvio de los actos del entendimiento que se limita al simple conocimiento de una cosa. Es un concepto, una imagen o representación que queda en nuestro entendimiento del objeto percibido. Teoría: conjunto de conceptos organizados en un todo coherente que permite probar hipótesis indispensables en la investigación científica. Una teoría tiene principios, leyes, un campo de aplicación. Se aplica a una ciencia o a una proposición científica; puede haber una teoría de una ciencia determinada y teorías diferentes para trabajar en esa misma ciencia. La teoría es una construcción intelectual que proporciona luz a la reflexión y al análisis, pero es susceptible de ser modificada por nuevos resultados generados por el razonamiento o por experiencias. Así las teorías se afinan, se completan se enriqueces o se transforman y sustituyen. Una teoría intangible –el origen del hombre remonta a Adán y Eva, “nuestros primeros padres”- es un dogma. Existen grandes relaciones entre teoría y práctica, inclusive muchos escritos sobre la teoría de la práctica y la práctica de la teoría. El mérito de ciertas aproximaciones que insisten en el examen teórico de la práctica y en el arraigo de la teoría en la práctica social, es el de insistir sobre el análisis teórico y práctico de las acciones humanas, de los actores sociales y de sus estrategias. (Traducción libre y abreviada de Les mots de la géographie. Dictionnaire critique, Paris, Reclus, 1992) Métodos de la historia: • Superárea cultural: el poblamiento de América fue paulatino. A medida que los hombres se confrontaron con el medio fueron desarrollando una relación que terminó por transformarlos y genera una cultura, a veces singular y propia. Para reconocer las distintas culturas y regiones geográficas los científicos, basados en sus rasgos, prácticas y creencias comunes, así como en el tipo medio geográfico que habitan, las han agrupado en áreas. Los criterios para esa clasificación fueron las determinantes geográfica y cultural. Así se habla de Aridamérica, Mesoamérica, Oasisamérica. Según algunos autores fue Kirchhoff quien definió este concepto en los años 1950. Bibliografía de consulta para el alumno: Alfredo López Austin, Edmundo O Gorman, Josefina Vázquez de Knauth, Un recorrido por la historia de México. México 1981. Sep Setentas Diana. LECTURA 2: De las etapas del desarrollo cultural en el continente americano.2 Todas las poblaciones humanas se caracterizan por su historia biológica – cultural, relacionada con el medio ambiente natural. En esta interacción existe una diferencia fundamental en cuanto al modo de transmisión de una generación a otra tanto del patrimonio cultural como del biológico. Este último, por ser relativamente fijo, pasa de padres a hijos por medio de la herencia codificada de los genes y, salvo algunas mutaciones, éstos se combinan como unidades relativamente estables. No ocurre lo mismo en la transmisión de los hábitos culturales. Aunque frecuentemente se dice que la cultura se “hereda”: sin embargo no es así; no existe en esta transmisión una predisposición como la biológica o genética. La cultura no se hereda, sino que se aprende, depende exclusivamente del medio ambiente social que rodea al individuo desde su nacimiento (Faulhaber: 1994). Conviene tener claro estos hechos inherentes a la vida humana, antes de pretender conocer la biología o la cultura de poblaciones antiguas de las cuáles solo contamos con restos materiales que han perdurado hasta nuestros días. Desde sus orígenes más remotos hasta nuestros días y cualquiera que sea el medio en que se encuentre, el hombre, creador de cultura vive y controla un espacio y un tiempo específico, que adquiere un carácter de tiempo histórico por la acción del hombre, de la sociedad. Esta cuestión nos lleva a clarificar el problema del desarrollo cultural que se ha dado en el continente americano en el que podemos identificar tres etapas que se diferencian cualitativamente entre sí, en donde el nombre asignado nos está indicando, por una parte, la base fundamental de su economía, y por la otra, las relaciones existentes entre los miembros de esas sociedades. Estas son: 1. Etapa de cazadores – recolectores 2. Etapa de sociedades agrícolas igualitarias 3. Sociedades agrícolas- militaristas estatales Cuando llegaron los españoles, portugueses e ingleses, el continente americano estaba habitado por numerosos pueblos que se encontraban en alguna de las etapas arriba mencionadas. Etapa de cazadores recolectores – igualitarios. Grupos que dependen fundamentalmente de la caza y la recolección. Esta etapa es común a todo el continente, si bien presenta variantes en cuanto a determinados tipos de instrumentos, materias primas, o tipo de fauna y flora según el área. Semo (1981) nos ejemplifica la riqueza de variantes que presenta esta etapa. Así tenemos que, el extremo norte del continente estaba habitado por los esquimales y aleutianos, pueblos dedicados principalmente a la caza de osos, focas, morsas, y otros animales de la zona. Como armas utilizaban arpones fabricados con los huesos de los mismos animales que cazaban, habitaban en iglús, vestían con las pieles de los mismos animales, la grasa la utilizaban para cocinar y calentarse. Hacia el sur, en las praderas de lo que actualmente es Estados Unidos encontramos entre otros, numerosos grupos como los comanches cuya principal fuente de subsistencia era la caza de bisontes. ”La carne de esos los animales les proporcionaba alimento y la piel les servía para fabricar vestidos, zapatos y tiendas. Sus armas, el arco y la flecha, la lanza y el hacha, tenían punta de piedra y sus instrumentos eran también de ese material. Hasta la llegada de los europeos, la caza era practicada a pié, con la ayuda de perros, y constituía una actividad colectiva. Estaba estrictamente prohibido cazar bisontes individualmente (pag. 185-186). En la parte sur del continente (Brasil, Argentina) habitaban pueblos con un incipiente desarrollo, para alimentarse recolectaban plantas, raíces o moluscos de acuerdo al medio que habitaban. Mientras, en lo que hoy conocemos como la región de las pampas encontramos numerosos grupos que vivían de la caza del guanaco. Su principal instrumento de trabajo eran las boleadoras. Podemos observar entonces que, a pesar de la diversidad que el medio ambiente produce, todos ellos son pueblos con semejante nivel de desarrollo; dedicados a la caza o recolección, donde no existe la propiedad privada, y las relaciones entre sus integrantes son igualitarias. Etapa de sociedades agrícolas igualitarias. En esta etapa la agricultura va a provocar un cambio cualitativo en el proceso de desarrollo que va a traer cambios en el seno de esas sociedades. El hombre poco a poco dependerá más de la agricultura; surgen nuevos instrumentos y hay un arraigo mayor en la tierra que trae como consecuencia un sedentarismo con el surgimiento de las primeras aldeas. El agua y la tierra se deifican cobrando una importancia esencial dentro de la sociedad. Las relaciones sociales de producción son igualitarias pero con características diferentes a las de la etapa anterior y no hay un estamento que aproveche para sí el trabajo de la mayoría del grupo 2 Texto elaborado para esta guía por: Academia de Historia de México. Esta etapa puede ser representada por los indios pueblo. Para Semo (1981) ya en el siglo VII practicaban la agricultura de riego, cultivaban el maíz, frijol, calabaza, algodón. Sus viviendas se encontraban sobrepuesta de manera que el techo de una servía de piso a la superior, este tipo de construcción en bloque les permitía defenderse de los ataques del exterior. Etapa de sociedades agrícolas militaristas estatales. Caracterizamos estas sociedades como dependientes fundamentalmente de la agricultura y de la guerra, con la presencia de nuevas tecnologías agrícolas y un incremento comercial importante. Se crean aparatos coercitivos o ideológicos que tendrán un papel básico dentro de las sociedades y en relación con otras. Surge el Estado que las controla, y las relaciones entre los miembros de la sociedad y en relación con otras sociedades se establecen con base en la explotación y aprovechamiento de la mano de obra y la producción ajena, de ahí el carácter clasista y estratificado de las mismas. El sistema tributario será indispensable para el sostenimiento de los distintos estados que tienen su sede en centros urbanos, tributo que se logra principalmente a través de la guerra vista como parte de la economía de estas sociedades. Esta etapa sólo se da en ciertas partes del continente, en la superárea andina con características que le son propias y en Mesoamérica. Así vemos que hay un cambio fundamental dentro del proceso que podríamos caracterizar como el cambio de las sociedades aldeanas no clasistas por sociedades con clases o estamentos, en donde el estamento superior va a tener el control general, creándose relaciones de explotación entre el Estado y las comunidades, en donde el primero se apoya en una serie da aparatos ideológicos y represivos que le dan cohesión. (Matos, 1994) asienta que a partir el cambio cualitativo que conforma Mesoamérica estamos ante un nuevo modo de producción que estará presente hasta el momento de la conquista española. Desde los olmecas hasta los mexicas o aztecas en el proceso de desarrollo de estas sociedades no se presentó ningún cambio fundamental que pueda sugerir algún nuevo modo de producción. En cuanto a los límites mesomericanos las fluctuaciones de frontera fueron importantes. En los inicios de la sociedad olmeca cubriría parte de la Costa del Golfo y de los estados de Guerrero y Morelos, además del centro de México y parte de Oaxaca y Chiapas. Posteriormente aparecen los grandes centros de Teotihuacan y Cholula en el centro del país, ciudades como Palenque y Yaxchilán en la zona maya, y los grandes centros urbanos como Monte Albán, Tajín, etcétera. No es sino hasta 500-600d.c. en que Mesoamérica adquiere una configuración cercana a la que encuentran los españoles a su llegada a Veracruz constituida por la costa del golfo, el altiplano central, región oaxaqueña, región Maya y occidente de México. LECTURA 3: Fichas sobre los orígenes del hombre americano a. El origen autóctono 3 La posición del monogenismo considera que el hombre no surgió, como se cree corrientemente, en el Viejo Mundo, sino precisamente en América, pasando de éste a los restantes continentes en épocas y a través de rutas que vuelven a plantearnos los mismos problemas y posibles hipótesis. Esta fue la idea que plantearon los propios pueblos indígenas, como los toltecas o los mayas, quienes se decían descendientes de los dioses. También fue muy apoyada por algunos europeos que venían completas diferencias con las poblaciones de África, Asia y Europa, por ello se inclinaban a pensar que eran autóctonos. Es el caso del abad Brasseur de Bourbourg quien defendió en Francia, en los años 1860, la tesis de que la cuna de la cultura universal se encontraba en tierras mayas, y que eran los primeros hombres. En fin, esas ideas cobraron forma de teoría a partir de 1906, cuando el paleógrafo italo-argentino, Florentino Ameghino, publicó en los Anales del Museo Nacional de Buenos Aires, una serie de dibujos de fósiles que había encontrado en las pampas argentinas y que eran la prueba, según él irrefutable, de la existencia del Homunculus patagonicus, Anthropos perfectus. Un tipo de hombre que sería el padre de toda la humanidad, ya que su edad era más antigua que los restos humanos encontrados en Africa y Europa. Decía Ameghino que el primer hombre apareció en América del sur y que había evolucionado en ese lugar, procreando toda una línea de homínides que se habría dispersado en todo el mundo a principios del Pleistoceno, hace 600 000 años. Las pruebas no fueron refutadas por los especialistas de la época, tanto en Europa como en Estados Unidos, pero la idea de que el hombre sólo puedo aparecer en un solo lugar y en un solo momento, y que precisamente fue en las pampas argentinas resultaba suspecta. Sin embargo, esa tesis la sostuvo mediante múltiples pruebas a partir de excavaciones arqueológicas que venía realizando desde 1880. Junto con su teoría, de principios de siglo, publicó un árbol genealógico de la especie humana apoyado en diversos fósiles óseos; un atlas y un fémur encontrado en Monte Hermoso, un fragmento de casco de cráneo, encontrado en el 3 Tomado de Danièle Lavallée, Promesse d’Amérique, Paris, Hachette, 1995, pp.42-45. puerto de Buenos Aires y otro cráneo encontrado en un río... Ese era, según él, el primer hombre del que se desprendieron todos los demás... hasta el hombre de Java, descubierto en 1892, era descendiente del pampero. b.El origen único: Ales Hrdlicka A partir de Humboltd, la teoría de origen quedó bien fundamentada, produciéndose sin interrupción descubrimientos y estudios que la reforzaron, y así llegamos a la época actual, en que nadie niega ya que, por lo menos, una parte importante de la población americana tiene afinidades con los asiáticos y llegó a América por el noroeste. Pero al mismo tiempo la teoría iba completándose con multitud de ideas anexas. Entre ellas destaca: la unidad de la raza americana, que cuenta con rasgos y raíces asiáticas (mongoloide); el paso únicamente por el noroeste de América; la llegada en estado de atraso y el desarrollo autóctono de su civilización. Esta hipótesis del origen único no debe entenderse en el sentido de que la llegada se dio en un solo momento, de un núcleo de población mongoloide, del que derivara toda la población de América. Se acepta la idea que fueron varias oleadas y diversos grupos, pero todo con rasgos comunes. El principio que esta en la base del sistema de esta teoría es el de que los americanos forman una raza única. Según Ales Hrdlicka, las primeras emigraciones a América no pueden ser anteriores al neolítico, o, a lo más, al paleolítico más moderno de Europa, es decir, a una fecha aproximada de unos quince mil años. El mismo Hrdlicka propuso otra fecha aún más moderada, la de diez mil años. Ambas fechas fueron muy aceptadas. Hay otra razón para suponer tardío el poblamiento de América, y es que Asia, por lo menos la parte nordeste, se pobló también en época ya avanzada. En cuanto a las diferencias de tipos de la población americana, basado en la estructura craneana y ósea, Hrdlicka admite los cuatros siguientes: 1°.- Capa dolicocéfala, de la que se han derivado todos los dolicocéfalos americanos (algonquinos, iroqueses, siux, shoshones y pima-aztecas en América del norte, y representantes de la raza de Lagos Santa, que llegan hasta el extremo meridional de América del Sur). 2. Braquicéfalos del tipo tolteca, repartidos por todo el continente. 3. Braquicéfalos atapascos, los cuales ya no se hallan más que en Norte-América, como corresponde a su llegada más reciente, siendo sus representantes más meridionales los apaches del norte de México. 4. Los esquimales, tendrían también el mismo tipo racial. c. El origen múltiple: Paul Rivet A Rivet se deben principalmente los hallazgos de semejanzas lingüísticas que une a semejanzas antropológicas y etnográficas que otros estudiosos habían señalado. Después de bastantes años de investigaciones comparativas, Rivet reconoció una mayor extensión de la raza de Lagoa Santa y probó su parecido con las poblaciones hipsistenocéfalas de Melanesia y Australia. Según Rivet, los rasgos negroides se absorben por su cruzamiento, y esto explicaría la asimilación del factor negro con el contacto entre melanesios e indígenas americanos. Para las culturas peruanas, se atreve a sugerir que la inmigración melanesia en América tendría lugar hace unos cuatro mil años, y que el lugar de llegada sería la casta de Colombia, donde hay numerosos elementos culturales melanesios y donde la estatuaria de San Agustín muestra rasgos negroides. También aportó pruebas etnográficas, como hallazgos de objetos de carácter polinesio o melanesio en América. Así como la similitud de elementos que comparten las civilizaciones malaya, melanesia o polinesia, con los americanos. Entre ellos encontró la confección y uso de cerbatana, propulsor, maza anular y estrellada, arco para bolas, honda, lazo, azuela de mango acodado, palo balancín para transporte de fardos, puente de lianas, remo con travesaño, bote con haces de junco, piragua doble, decoración de ojos en la proa, casas sobre los postes y en los árboles, morteros, taburetes, hamaca, cepillo para el cabello mosquitero, uso de la corteza para el vestido y maza para prepararla, procedimiento textil, teñido ikatten y planghi, estuche para el peine, ornamento de la nariz, placa pectoral, decoloración artificial de las plumas en los pájaros vivos, cuerno de concha, tambor de madera, arco musical, base para ritmo, flauta de pan, tablilla con cavidades para el juego, zancos, volador, juego tika, preparación de las bebidas alcohólicas por masticación de tubérculos o granos, uso de la cal para masticar determinadas substancias, cultivo en terrazas por irrigación, pesca con veneno, uso de las conchas como ofrenda y como moneda, danza con máscaras, potlach, saludo con lágrimas, mitos diversos, deformación del tobillo por medio de ligaduras, incrustaciones en los dientes, ennegrecimiento de los mismos, tatuaje y motivos decorativos correspondientes, amputación de las falanges en señal de duelo, trepanación la sangría por medio del arco. Rivet proporcionó además pruebas lingüísticas y filológicas que muestran similitudes entre palabras y formulación de frases de las culturas melanesias y polinesias con las lenguas del llamado grupo hoka de América. Este grupo está formado por una serie de lenguas que se practican a lo largo de la costa del Pacífico, que corren desde la shasta del Oregon a la chontal del istmo de Tehuantepec, llegando hasta Nicaragua, si se acepta la reunión a dicho grupo de la lengua subtiaba, e incluso hasta Colombia con la lengua yurumangui. Comparando este vasto grupo con las leguas malayo-polinésicas, el sabio francés encontró hasta doscientas ochenta y una concordancia de raíces con escasa alteración de vocablos. Además, la morfología y la gramática muestran también curiosas coincidencias. Hay que advertir que el grupo malayo polinesio de Rivet comprende los pueblos indonesios, melanesios y polinesios. No descartó Rivet los elementos australoides en América. También arrancan de antiguo los primeros indicios de la presencia de tipos emparentados con los australianos en las comarcas meridionales de América. Topinard calificó de neandertaloides (sinónimo de australoides ) los cráneos patagones que público Moreno, y después otros autores pudieron confirmar el carácter platidolicocéfalo de cráneos de fueguinos y otros indios de Sudamérica: Verneau , Hultkrants, V. Leb zelter. El etnólogo francés incluyó estas teorías al conjunto. En fin, esgrimió razones etnográficas aportadas por la escuela histórico-cultural, quien las relaciones etnográficas entre algunas poblaciones de Sudamérica (los fueguinos concretamente) y los australianos. Ambos pueblos ignoran la cerámica y la hamaca, y usan mantas de piel, viven en habitaciones en forma de colmena, conocen el trenzado en espiral, los botes de corteza cosida y la obtención del fuego por barrena, practican la monogamia y la exogamia. Según Marcel Mauss, tienen en común algunas ceremonias religiosas y confeccionan armas parecidas al bumerang, sobre todo algunos pueblos sudamericanos. La lista de oleadas de población que admite provisionalmente Rivet se une a los elementos descritos: 1. El australiano 2. El del lenguaje malayo-polinesio 3. El Asiático y 4. El esquimal LECTURA 4.Fichas para las superáreas ARIDOAMÉRICA4 Paul Kirchhoff precisó el concepto de Aridoamérica en 1954. Consideró entonces que ésta superárea cultural se caracterizaba por la existencia de sociedades que vivían principalmente en regiones áridas y semiáridas, y que tenían una economía en la que predominaba la recolección de vegetales sobre la cacería. Incluyó también dentro de dicha superárea a pescadores y recolectores que cultivaban de manera incipiente. Con base en estos criterios económicos distinguía a los aridoamericanos otras sociedades nómadas del norte de América, por ejemplo, los cazadores de las praderas, cuyo recurso principal era el bisonte. Estimó que en Aridoamérica podían distinguirse nueve áreas: Centro de California, Sur de California, Gran Cuenca, noroeste de Arizona, Apachería, Baja California, Costa de Sonora y Sinaloa, norte de México y sur de Texas. Aridoamérica colindaba con sociedades pertenecientes a seis diferentes superáreas culturales: en el sur con las civilizaciones mesoamericanas; en el oriente, en una pequeña franja, con los pueblos del sureste de los Estados Unidos y, en un larguísimo corredor con los cazadores de las praderas; en el septentrión con los pueblos de la altiplanicie y con los pescadores de las Costa noroeste, y en su porción central con los cultivadores oasisamericanos. Sus costas eran muy extensas en el Océano Pacífico y en el Golfo de California; en cambio era reducido su litoral en el Golfo de México. Una parte importante de la alimentación de los hombres del desierto provenía de los agaves, los nopales, el mezquite, el pino y el abeto, a los que se sumaban otros muchos vegetales que provenían de frutos, bayas, raíces y semillas. La explotación era posible gracias a las hachas de mano, metates de laja y martillos de piedra con los cuales los hombres del desierto cortaban, trituraban, y obtenían las duras fibras vegetales necesarias para la producción de sandalias, redes para pesca y carga, bolsas mecapales, Los guajes eran ya en esa época un importante recurso para el transporte de agua. Era frecuente el uso de varas con puntas agudas endurecidas con el fuego. Se han encontrado dos tipos de propulsor de dardos. Por otra parte, puede pensarse que para la captura de las presas se usaban el bastón largo para hurgar en las madrigueras de los roedores, la maza y la trampa. Un inventó cambió fundamentalmente las técnicas de caza y aumentó los recursos del hombre: hacia el año 2000 a C. Se utilizaban ya el arco y la flecha. En el periodo de 7500 aC a 200dC. En este tiempo se produjeron considerables trastornos climáticos de desecación. Los cambios debieron de obligar a los hombres del desierto a responder con prácticas específicas: se 4 Leonardo López Luján, El pasado indígena, México, FCE, 1999, pp. ha supuesto un aumento en el radio del nomadismo y una mayor explotación de las plantas productoras de fibras largas. Los petograbados son, en su mayoría, geométricos, aunque los hay naturalistas, en formas de animales (venados, liebres, lagartijas, etc.) o de hombres, ya el cuerpo completo, ya pies y manos. En cambio, en las pinturas dominan las figuras naturalistas, tanto humanas como de borregos cimarrones, pumas, mantarrayas, ballenas, leones marinos y otros animales. Es interesante observar que estas últimas representaciones son dinámicas, mientras que las antropomorfas son estáticas. Los seres humanos están divididos longitudinalmente en una mitad roja y otra negra, lo que posiblemente se refiera a concepciones duales relacionadas con el cuerpo humano. OASISAMÉRICA5 Oasisamérica es la última superárea en formarse. Su origen tiene lugar 2000 años después de la separación de Mesoamérica y Aridomérica, es decir, hacia 500aC. A pesar de las plantas cultivadas, la agricultura y la cerámica llegaron muy probablemente desde Mesoamérica, las sociedades oasisamericanas adquirieron con el paso de los siglos un carácter propio. Grandes culturas como la anazasi, la hohokam y la mogollón imprimieron su sello peculiar en los áridos paisajes septentrionales con sus sistemas de control del agua y de la erosión. Canales, terrazas, represas, y camellones transformaron el desierto. En los valles, las mesetas y los acantilados se erigieron poblados con viviendas multifamiliares de varios pisos. Extensos y numerosos caminos enlazaban entonces los centros de poder con las comunidades dependientes. Oasisamerica incrementó los intercambios con las distintas sociedades mesoamericanas. Se supone que los principales contactos hacia el sur se entablaron con los pueblos de Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Nayarit. Con el flujo comercial arribaron también a Oasisamérica tradiciones religiosas mesoamericanas que se descubren en la proliferación de montículos rituales y de canchas de juego de pelota. Las influencias fueron recíprocas, pero siempre se mantuvieron autónomas y vigorosas las culturas septentrionales. Oasisamérica se erigió en una unidad histórica por derecho propio. Las nacientes sociedades agrícolas se enfrentaron a un medio adverso por su sequedad, en el que sólo en oasis o en zonas donde se empleaban los sistemas de irrigación se garantizaba la prosperidad de los sembradíos. La construcción de las obras de riego hizo que la expansión del territorio oasisamericano fuese muy gradual y difícil. Algunos grupos la adoptaron en fechas tan tardías como 600 dC. Y todos siguieron apoyando fuertemente su economía en la recolección y la caza. Oasisamérica ocupaba lo que hoy día se conoce como sureste de los Estados Unidos y noroeste de México: la parte de UTA, Arizona y Nuevo México, porciones importantes de Colorado, Sonora y Chihuahua, así como extensiones menores de California, Baja California y Texas. En términos generales, éste es un territorio semiárido y de clima extremoso. Las precipitaciones son escasas y se dan en forma torrencial en pocos meses del año Kirchhoff bautizó esta superárea cultural a partir de la existencia de pequeños oasis donde se concentraron algunas de las grandes poblaciones. El paso abrupto de la inexistencia de la agricultura a la agricultura compleja, con extensas redes de canales únicamente se explica como una importación tecnológica. La ruta propuesta es el largo corredor de sociedades sedentarias que habitaron la Sierra Madre Occidental. Los especialistas proponen el mismo camino para la alfarería. Las divisiones más modernas reúnen a los oasisamericanos de los siglos I al XVI en cinco grandes áreas: Anasazi (1, 2 y 3 de Kirchhoff), Hohokam (5 de Kirchhoff sin contar a los ópatas), Mogollón (4, 6 y ópatas), Pataya (7 de Kirchhoff) y Fremont. MESOAMÉRICA Kirchhoff empezó por identificar la superárea cultural con el nombre de Mesoamérica y reconocer a las sociedades que la integraron como “cultivadores superiores. Hizo notar que dichas sociedades eran muy diversas desde el punto de vista lingüístico, y las dividió en cinco grupos, uno de los cuales, por cierto, estaba integrado por las que hablaban lenguas hasta entonces no clasificadas. En cuanto al territorio que ocupaba la superárea a la llegada de los españoles, lo delimitó señalando la frontera norte como la formada por los ríos Sinaloa, Lerma y Pánuco, y la frontera sur una franja que iba del río Motagua hasta el Golfo de Nicoya, pasando por el lago de Nicaragua. Afirmó que era una superárea que había sido formada por inmigrantes diferentes entre sí que ingresaron en el territorio un diversas épocas, y que, al penetrar en la órbita estudiada, vivieron unidos por una historia común. 5 Leonardo López Luján, El pasado indígena,México, FCE, 19??, pp. Con los elementos comunes a Mesoamérica y otras superáreas hizo subgrupos, y así el cultivo del maíz, el fríjol y la calabaza integró a todas las superáreas en un conjunto, mientras que la organización por clanes tipo calpulli-ayllu a sólo reunió a Mesoamérica y a los Andes. En efecto, los primeros mesoamericanos se identifican como pueblos agricultores, descendientes de los nómadas recolectores-cazadores que habían habitado el mismo territorio durante milenios. Los antepasados nómadas habían domesticado y cultivado, entre otras plantas el maíz, el fríjol, la calabaza y el chile. Esta invaluable herencia constituyó la base de la alimentación mesoamericana. Los agricultores, como cultivadores de dichas plantas, pudieron desarrollar una tradición compartida, independiente de influencias extracontinentales, hasta el siglo XVI. Estos dos grande hitos históricos –sedentarismo agrícola e irrupción europea- son los límites temporales de Mesoamérica, que se inicia hacia 2500 a C. para desaparecer como tradición cultural autónoma a partir de 1521 dC. Puede afirmarse que buena parte de los elementos comunes de lo mesoamericano, de los componentes del núcleo duro de la tradición, se crearon y fortalecieron durante los 13 siglos de duración del periodo conocido como Preclásico Temprano, que arranca desde el inicio de la vida sedentaria agrícola hasta el nacimiento de las primeras sociedades jerarquizadas. Las técnicas de producción que se desarrollaron posteriormente, las formas de organización familiar, la cosmovisión y la religión hunden sus raíces en el lejano pensamiento de los primeros aldeanos. Sobre esta base mesoamericana se levantaron las tradiciones locales y regionales, derivadas de particularidades ecológicas, étnicas, culturales e históricas propias de radios más reducidos. Y sobre las tradiciones locales y regionales se extendieron fuerzas de otra naturaleza, aunque nuevamente generalizadoras. Fueron las de los “protagonistas”, sociedades que por distinto motivos tuvieron una influencia decisiva en épocas determinadas y sobre amplias extensiones de Mesoamérica. En lo que toca al aspecto territorial, Mesoamérica –como toda superárea cultural- cambió de dimensiones durante su existencia. La tradición de los agricultores fue extendiéndose gradualmente por toda la zona en que las aguas de temporal garantizaban las cosechas. Después, en el primer siglo de nuestra era, dominadas las técnicas de regadío y aprovechando las condiciones climáticas favorables, los agricultores avanzaron hacia al norte para alcanzar durante el Clásico sus posiciones más septentrionales. En su totalidad, Mesoamérica incluyó la mitad meridional de México, todo Guatemala, Belice y El Salvador, la parte occidental de Honduras, la costa pacífica de Nicaragua y el noroeste de Costa Rica. Sus fronteras tienen características muy particulares. La noroccidental llega hasta el territorio de pueblos agricultores, tanto serranos como costeños, que forman una franja de tradición intermedia entre Mesoamérica y Oasisamérica. La septentrional es la más variable de todas, debido a la avanzada y el repliegue mencionados, entre el siglo I y el X dC; en el tiempo de su mayor extensión se encontraban en ella sociedades de recolectores y cazadores y de agricultores sedentarios. Al sureste, donde la frontera mesoamericana era más firme que la anterior, lindaban con pueblos también agricultores, cultivadores de maíz, pero cuya tradición pertenecía a otra superárea: la chibcha. TEMA 3: Del nomadismo a la revolución agrícola y la creación de mitos unificadores La vida de algunos pueblos recolectores y cazadores comenzó a transformarse con lentitud milenaria, se modificaron las relaciones entre el hombre y su entorno, dándose el gran paso entre la mera apropiación y la producción agrícola. Este proceso constituye uno de los grandes acontecimientos de la evolución humana y la forma en que se dio gesta la diferencia entre las superáreas. Mientras algunos grupos –al norte del continente- siguieron desarrollándose con base en una economía de recolección y caza, otros realizaron una verdadera revolución al domesticar ciertos productos agrícolas –maíz y papa- e iniciar su cultivo. Esa actividad los transformó en sedentarios y contribuyó a crear una organización social jerarquizada y una cultural más compleja que se expresaron en la urbanización de sus espacios habitados, en sus concepciones del universo, sus prácticas religiosas y en formas originales de poder para gobernarse. Objetivo: Argumentar la importancia del mito en la formación de Mesoamérica. Conceptos: revolución agrícola, mitos, cosmovisión, organización social, manifestaciones culturales, religiosas y políticas de las sociedades bajo estudio. Habilidades: Clasificación, análisis y búsqueda de información sobre los contenidos históricos revisados; manifestación de un pensamiento inquisitivo acerca de los rasgos que definen una cultura y organización social determinada, así como de un sentido de ubicación de dichas manifestaciones en un contexto y momento histórico particular (proceso de empatía histórica y de comprensión de otros puntos de vista y formas de pensamiento). Actitudinales y valores: Comprensión crítica, respeto y apreciación de diferentes cosmovisiones y formas de organización social Ayuda didáctica para el alumno: Revisar las definiciones y nociones. En particular, el profesor apoya la comprensión de los conceptos centrales del tema: qué es una sociedad nómada, una sedentaria, cómo se define la “Revolución agrícola”. &ociones para reflexionar: • • • • Estereotipo: modelo o idea simplificada y comúnmente aceptada de algo. Arquetipo: tipo ideal de cualquier clase de cosas; particularmente referente a la belleza. Ejemplar real que reúne las condiciones necesarias como esenciales y características de su especie. En teología se habla de tipo soberano y eterno, que sirve de ejemplar y modelo al entendimiento y la voluntad de los hombres. Mito: son narraciones fundadoras que los miembros de una sociedad transmiten de generación en generación desde los tiempos más remotos. Para que un acontecimiento, una historia, una narración, singular en principio, se transforme en mito, deben satisfacerse dos condiciones. Que sus elementos entren en una relación de complementariedad semántica y formal con el conjunto de mitos de la población en cuestión y, de otra parte, que se olvide y borre su origen individual para convertirse en una historia colectiva. Estos dos aspectos se producen con el tiempo. Así los mitos se presentan como historias en las que se percibe, mejor que en cualquier narración, una visión completa y sistemática del universo. Son en los momentos de crisis social, cuando las sociedades se reorganizan, cuando resurgen mejor los aspectos ideológicos y el papel político de los mitos. Cuando el choque es brutal, la ruptura profunda, los mitos mueren. Son desechados por el grupo como fábulas, mentiras o poesía; cesan de animar el discurso y el pensamiento dominante, y se refugian en escuelas y capillas, donde se guarda, con el fin de un mundo religioso, lo que queda de religioso de ese mundo. (Traducción libre y abreviada del Dictionnaire de l’ethnologie et de l’Antropologie, Paris, Puf, 1991.). También se ven los mitos como narración o relato fabuloso, destinado a dar una explicación imaginativa y no racional de la realidad. Freud y Jung sostienen que el mito tiene realidad en la medida en que simboliza todo aquello que escapa a la formulación racional. Usualmente contiene una explicación de fenómenos naturales, de acciones de dioses o héroes, de actos o personas que por su trascendencia pasan a formar parte de la historia o a convertirse en prototipos. Los mitos son cosmogónicos cuando tratan la creación del mundo; etiológicos si explican el origen de los seres y las cosas; teogónicos si relatan la historia de los dioses; escatológicos si tratan del fin del mundo ¿Qué son los mitos en México? desde los tiempos más remotos, el mito es una de las principales expresiones de la mentalidad colectiva. Su rasgo distintivo es ser un medio de transmisión de memorias grupales o comunitarias. Todo acto o relato individual es un mito en potencia, pero sólo adquiere esa calidad los relatos que son adoptados repetidos por amplios sectores sociales. En contraste con la historia, que se refiere a hechos “verdaderamente ocurridos”, el contenido del mito puede ser un acontecimiento real o imaginario, o un episodio que nunca ocurrió pero que muchos piensan que efectivamente tuvo lugar. En otras palabras, la verdad del mito no esta en su contenido, sino en el hecho de ser una creencia aceptada por amplios sectores sociales. Su validez y eficacia residen en su credibilidad [...] En el México contemporáneo, una gran parte de la memoria colectiva está encapsulada en mitos. Podría decirse que las nociones y símbolos en que reposan nuestras identidades colectivas (patria, nación, héroes, símbolos nacionales), más que estar fundados en hechos positivos, son creencias colectivas que expresan la conciencia histórica de un pueblo. (Resumen de E. Florescano, “Prólogo” a Mitos mexicanos, México, Aguilar, 1995, p.910.) Métodos de la historia: • El trabajo de los arqueólogos: es buscar huellas de los hombres que vivieron en la prehistoria. Se entiende por prehistoria la época en la que el hombre no tenía escritura y no podía dejar testimonios escritos. Por medio de excavaciones, los científicos han encontrado numerosos restos de animales, plantas o humanos fosilizados, así como utensilios de piedra, cerámica o metal. También los han encontrado en los monumentos o zonas que antes fueron habitadas. Estudiando estos restos es como han reconstruido la vida del hombre primitivo: su apariencia, alimentación, instrumentos, fechas en que existió, flora y fauna de la época. Con distintos procedimientos –carbono 14, rayos infrarrojos, etc.- logran conocer la antigüedad de los objetos y aportar datos preciosos y precisos para re-construir una representación de la vida de esas sociedades en el tiempo. • Pueblos nómadas: los primitivos hombres fueron cazadores. Provistos de dardos y lanzas seguían la pista de animales salvajes. Otros grupos eran recolectores de granos y plantas silvestres y completaban su dieta con la caza de animales pequeños. Si escaseaban las presas o caían sequías se desplazaban para buscar su alimento. Se les llama pueblos nómadas. Estos pueblos siempre fueron famosos por ser agitados y peligrosos: los hebreos, los árabes, los turcos, apaches, Chichimecas. Transportan su patria con ellos, por eso siempre se encuentran en su casa, como los gitanos. Ibn Kaldoun pensaba que sus valores morales eran superiores a los de los pueblos sedentarios: “La vida sedentaria marca el principio de la decadencia”. En los países desarrollados cierta población se esta transformando en nómada, por las necesaria movilidad que les impone su trabajo (Traducción libre y abreviada de Les mots de la géographie. Dictionnaire critique,Paris, Reclus, 1992.) • Pueblos sedentarios: individuo o grupo que tiene un hábitat fijo. Se dice que la historia de la humanidad es también la historia de una largo movimiento de sedentarización. Todo Estado busca hacer sedentarias sus poblaciones para mejor controlarlas. Sabemos que Caín, el sedentario, mató a Abel, el nómada, en una especie de sacrificio necesario y simbólico de ese tránsito. • Revolución agrícola: es le momento en el que el hombre primitivo aprendió a domesticar las plantas por medio del cultivo. Esto marca el tránsito del nomadismo al sedentarismo. Un cazador y un recolector son esclavos de su medio: si la caza y la recolección son abundantes pueden vivir. Si disminuyen o desaparecen, los hombres están amenazados. Por eso los investigadores consideran a la agricultura como la primera gran revolución en la vida del hombre, revolución que en Europa y Asia se llevo acabo en el Neolítico, y que en América se dio alrededor del año cuatro mil. • La agricultura revoluciona la vida del hombre: En América, gracias a la agricultura comienzan a surgir las civilizaciones y culturas. Los hombres inventan instrumentos para los cultivos, como la coa y el hacha. Fabrican recipientes y objetos para guardar y prepara estos granos, piedras de moler, mano de piedra, metate, comales, ollas. Crean modos de cultivo, como las terrazas, las chinampas, la roza. La agricultura propicia también la aparición de las religiones: dioses, sacerdotes, ofrendas, sacrificios, oraciones. Se hacen sedentarios y comienzan a construir casa, sistemas urbanos. Investigan cómo cultivar mejor; cuándo hacerlo, entonces inventan la numeración, el calendario, la ciencia. La producción agrícola excedentaria deja a estos hombres tiempo libre; pueden entonces dedicarse a trabajos artísticos. Con más alimentos multiplican su población. Ya no es posible entonces vivir en grupos poco organizados (tribus, clanes). Surgen las primeras organizaciones sociales y políticas complejas (estados, imperios, etc.) (Resumen adaptado de Quiero vivir en América, Guatemala, Ed. Piedra Santa, 1985) Bibliografía de consulta para el alumno: Mitos mexicanos, México, Aguilar, 1995. Eduardo Matos Moctezuma . Ideas acerca del origen del hombre americano, México SEP 1987´Introducción. Pp11- 20 Pablo Escalante Gonzalbo. Los cazadores de la banda del valle. Historias de México volumen 1 tomo 1. México. F.C. E. Carlos Brockman . Xoi Yuun, un niño olmeca. Historias de México volumen 1. tomo2 México F.C.E. Federico Navarrete Cautivos en el Altiplano .Historias de México volumen 111 tomo 1 México. F.C.E. Leonardo López Luján. Viaje al mercado de México. Historias de México volumen 111. Tomo 2 México F.C.E. LECTURA 4. Fichas sobre mitos a. Lectura: Popol Vuh6 Capítulo Primero Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo. Esta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía. No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia. Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban. Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la obscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán. El primero se llama Caculhá-Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es Raxá-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo. Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento. -- ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe [el espacio], que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron. Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra: -- ¡Tierra! -- dijeron, y al instante fue hecha. Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montanas; y al instante crecieron las montañas. Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las montañas y los valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie. Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo : -- ¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú, Chipi-Caculhá, Raxá-Caculhá! -- Nuestra obra, nuestra creación será terminada -- contestaron. Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas. Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua. 6 Anonimo, Popol Vuh, Las antiguas historia de Quiché, Ed. Grijalbo, México, 2005, pp. 11-17. De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz terminación. Capítulo II Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles [víboras], guardianes de los bejucos. Y dijeron los Progenitores: -- ¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde. Asi dijeron cuando meditaron y hablaron en seguida. Al punto fueron creados los venados y las aves. En seguida les repartieron sus moradas a los venados y a las aves. -- Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque os multiplicaréis, en cuatro pies andaréis y os sostendréis-- . Y así como se dijo, se hizo. Luego designaron también su morada a los pájaros pequeños y a las aves mayores: -- Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis, allí os sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos --. Así les fue dicho a los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos. De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales de la tierra. Y estando terminada la creación de todos los cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por el Creador y el Formador y los Progenitores: -- Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno -- . Así les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes. -- Decid, pues, vuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra madre, vuestro padre. ¡Invocad, pues, a Huracán, Chipi-Calculhá, Raxa-Calculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, el Creador, el Formador, los Progenitores; hablad, invocadnos, adoradnos! -- les dijeron. Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y gramaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente. Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí : -- No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien --, dijeron entre sí los Progenitores. Entonces se les dijo : -- Seréis cambiados porque no se ha conseguido que habléis. Hemos cambiado de parecer : vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra habitación y vuestros nidos los tendréis, serán los barrancos y los bosques, porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis. Todavía hay quienes nos adoren, haremos otros [seres] que sean obedientes. Vosotros aceptad vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. Así será. Esta será vuestra suerte--. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequenos y grandes que hay sobre la faz de la tierra. Luego quisieron probar suerte nuevamente; quisieron hacer otra tentativa y quisieron probar de nuevo a que los adoraran. Pero no pudieron entender su lenguaje entre ellos mismos, nada pudieron conseguir y nada pudieron hacer. Por esta razón fueron inmoladas sus carnes y fueron condenados a ser comidos y matados los animales que existen sobre la faz de la tierra. Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores. -- ¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten -- . Así dijeron. Entonces fue la creación y la formación. De tierra, de lodo hicieron la carne [del hombre]. Pero vieron que no estaba bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener. Y dijeron el Creador y el Formador: -- Bien se ve que no podía andar ni multiplicarse. Que se haga una consulta acerca de esto, dijeron. Entonces desbarataron y deshicieron su obra y su creación. Y en seguida dijeron: -- ¿Cómo haremos para perfeccionar, para que salgan bien nuestros adoradores, nuestros invocadores?-- Así dijeron cuando de nuevo consultaron entre sí. -- Digámosles a Ixpiyacoc, Ixmucané, Hunahpú-Vuch, Hunahpú-Utiú : ¡Probad suerte otra vez! ¡Probad a hacer la creación! -- Así dijeron entre sí el Creador y el Formador cuando hablaron a Ixpiyacoc e Ixmucané. En seguida les hablaron a aquellos adivinos, la abuela del día, la abuela del alba, que así eran llamados por el Creador y el Formador, y cuyos nombres eran Ixpiyacoc e Ixmucané. Y dijeron Huracán, Tepeu y Gucumatz cuando le hablaron al agorero, al formador, que son los adivinos: -- Hay que reunirse y encontrar los medios para que el hombre que vamos a crear nos sostenga y alimente, nos invoque y se acuerde de nosotros. -- Entrad, pues, en consulta, abuela, abuelo, nuestra abuela, nuestro abuelo, Ixpiyacoc, Ixmucané, haced que aclare, que amanezca, que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos recordados por el hombre creado, por el hombre formado, por el hombre mortal, haced que así se haga. -- Dad a conocer vuestra naturaleza, Hunaphú-Vuch, Hunahpú-Utiú, dos veces madre, dos veces padre, Nim-Ac, Nimá-Tziís, el Señor de la esmeralda, el joyero, el escultor, el tallador, el Señor de los hermosos platos, el Señor de la verde jícara, el maestro de la resina, el maestro Toltecat, la abuela del sol, la abuela del alba, que así seréis llamados por nuestras obras y nuestras criaturas. -- Echad la suerte con vuestros granos de maíz y de tzité. Hágase así y se sabrá y resultará si labraremos o tallaremos su boca y sus ojos en madera--. Así les fue dicho a los adivinos. A continuación vino la adivinación, la echada de la suerte con el maíz y el tzité. ¡Suerte! ¡Criatura!, les dijeron entonces una vieja y un viejo. Y este viejo era el de las suertes del tzité, el llamado Ixpiyacoc. Y la vieja era la adivina, la formadora, que se llamaba Chiracán Ixmucané. Y comenzando la adivinación, dijeron así: -- ¡Juntaos, acoplaos! ¡Hablad, que os oigamos, decid, declarad si conviene que se junte la madera y que sea labrada por el Creador y el Formador, y si éste [el hombre de madera] es el que nos ha de sustentar y alimentar cuando aclare, cuando amanezca! Tú, maíz; tú, tzité; tú, suerte; tú, criatura; ¡uníos, ayuntaos! les dijeron al maíz, al tzité, a la suerte, a la criatura. ¡Ven a sacrificar aquí, Corazón del Cielo; no castiguéis a Tepeu y Gucumatz! Entonces hablaron y dijeron la verdad : -- Buenos saldrán vuestros muñecos hechos de madera; hablarán y conversarán vuestros muñecos hechos de madera, hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra. -- ¡Así sea! -- contestaron, cuando hablaron. Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera. Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie de la tierra. Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas. Ya no se acordaban del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia. Fue solamente un ensayo, un intento de hacer hombres. Hablaban al principio, pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían consistencia; no tenían sangre, ni substancia, ni humedad, ni gordura; sus mejillas estaban secas, secos sus pies y sus manos, y amarillas sus carnes. Por esta razón ya no pensaban en el Creador ni en el Formador, en los que les daban el ser y cuidaban de ellos. Estos fueron los primeros hombres que en gran número existieron sobre la faz de la tierra. LECTURA 5. Lengua memoria e Historia.7 Quienes buscan entender el papel de los hablantes mesoamericanos en los procesos culturales históricos. Tienen que tomar en cuenta el papel fundamental que guardan en el florecimiento de las culturas mesoamericanas desde el surgimiento hasta nuestros días. Para entender un texto debemos tomar en cuenta el contexto en el que fue elaborado y analizar la tradición de la escritura en la que se produjo, tomando en cuenta a que documentos corresponde. Dentro de las culturas mesoamericanas se tiene presente que las formas de escritura más antiguas se tiene con los Zapotecas ellos relacionan la escritura con el poder del Estado y con los señores que lo regían. Ello erigían grandes estelas de texto elogiando sus conquistas y el sacrificio de los señores conquistados. Dentro de los programas pictográficos del periodo clásico se muestran toponímicos de comunidades conquistadas, señores sacrificados, un señor de Monte Albán delante de un grupo de señores atados. Con estos textos, el Estado de Monte Albán quiso mostrar a sus pueblos sujetos lo que habían hecho y lo que podían hacer si uno de ello se rebelaba. Con el tiempo la escritura cambiaría no se utilizaban textos glificos sino solamente pictografía y los textos ya no eran del estado sino de carácter privado o individual, esto probablemente se hacia dada la heterogeneidad de la sociedad zapoteca para este periodo por lo cual se necesitaba una escritura que no estuviera basado en alguna lengua, como ocurre con el sistema glifico. También se supone que el poder del 7 Texto elaborado por: Mauricia Grande Coronel. estado estaba disminuyendo, lo cual permitía que los señores locales construyeran sus propias esferas de poder. La legitimidad de estos señores venía de sus descendencia de un ancestro fundador, que se convertía en el intermediario entre el pueblo y sus ancestros, quienes eran fundamentales para el bienestar del pueblo, por tal le pagaban tributos y le hacían servicios personales, de esta forma se explica la presencia de historias sagradas en los documentos pictográficos, los cuales funcionaban como pruebas de relación entre un gobernante y un fundador real. Hasta el establecimiento de la Colonia había estado controlada por los gobernante. Pero con la introducción de la escritura alfabética toda la población tenía acceso a esa forma de comunicación siendo documentos de carácter notarial. La escritura Maya se ha caracterizado por su belleza y complejidad denominándola, jeroglífica pues se le comparaba con la egipcia y se intento leerla fonéticamente, la escritura para muchos investigadores representa historias que relataban los principales hechos en la vida de los gobernantes mayas, se le da una antigüedad de 260 d.c. que los glifos representan una verdadera escritura y se utilizo poco después de la llegada de los españoles., para algunos epigrafistas la escritura jeroglífica contiene formas geométricas, variantes de cabeza y de cuerpo completo. Así una misma palabra se puede escribir de varias formas, se emplean pictogramas, , logogramas y fonéticamente. Los mayas a través de su escritura dejaron plasmada su historia, tal como vivieron. En tiempos mesoamericanos la producción retención y trasmisión de los saberes se realizaba esencialmente mediante dos medios de expresión y comunicación: la oralidad y la imagen . Por un lado, textos de diversa índole, memorialmente conservados en los corazones de los tlamatinime, se colaban en un orden verbal, pero también gestual dan cístico y musical, estos textos se configuraban en imágenes, generando aspectos importantes del pensamiento indígena. Con la llegada de los españoles y la aculturación progresiva de los tlahcuilos, pintores o escribas, los principios de la escritura indígena se vieron permeados por ciertas normas que derivaban del alfabeto, lo que tuvo como consecuencia un mestizaje expresivo particular. TEMA 4. Principales culturas de Mesoamérica Las sociedades agrícolas militaristas estatales sin duda alguna no aparecen en todo el continente americano; salvo en la superárea andina y en mesoamérica. Ahora bien, en cuanto a esta última ¿desde qué momento vemos sociedades con estos elementos? ¿cómo se da el cambio de sociedades aldeanas igualitarias a sociedades estratificadas?. En el tránsito de una sociedad igualitaria a una sociedad estratificada podemos observar un cambio fundamental que parte de las sociedades aldeanas no clasistas a sociedades con clases o estamentos, donde el estamento superior obtiene el poder general, creándose las relaciones de explotación entre el Estado y las comunidades. El Estado aparece como un instrumento coercitivo de poder apoyado en una serie de aparatos ideológicos y represivos que tenderán a darle cohesión y a tratar de lograr la reproducción del mismo. Este poder se manifiesta en la presencia de un soberano que ejerce el poder sobre un territorio delimitado y una población que comparte rasgos étnicos, lengua, tradiciones y un mito de origen. Estas características otorgaron una peculiar identidad a los distintos pueblos asentados en Mesoamérica: Olmecas, Mayas, Teotihuacanos, Cholultecas, Zapotecas, Mixtecas, Tlaxcaltecas, Chorotegas, etcétera. Objetivo: Distinguir las diferencias y etapas entre las culturas mesoamericanas Conceptos: Desarrollo histórico y características culturales y étnicas de los principales pueblos mesoamericanos: olmecas, mayas, teotihuacanos, toltecas, zapotecas, totonacas y huastecos. Habilidades: Identificación de rasgos propios que definen a las diversas culturas mesoamericanas; análisis crítico y contrastación de sus rasgos comunes y particulares; comparación con las etnias que perviven en el presente en el país; establecimiento de criterios múltiples para el análisis de las culturas bajo estudio. Actidudinales y valores: Valoración y reconocimiento del pasado indígena de México; aceptación de los grupos indígenas como iguales en relación con uno mismo y con otros grupos y estratos sociales; aprecio y respeto a los derechos y manifestaciones culturales y sociales de los diversos grupos, etnias y subculturas que conforman la sociedad mexicana. Ayuda didáctica para el alumno: Revisar las nociones .En particular, el profesor apoya la comprensión de los conceptos centrales del tema: qué es una sociedad teocrática y cómo se generaron las diferentes sociedades en Mesoaméricanas. &ociones para reflexionar • Sociedad teocrática: Teocracia es un término que viene del griego Theos, Dios, y Kratia, gobierno. Se trata de una ordenación política en la que el poder es ejercido en nombre de una autoridad divina, por hombres que se declaran representantes suyos en la tierra e incluso como su encarnación. Una característica del sistema teocrático es la posición preeminente que se reconoce a la jerarquía sacerdotal, la cual controla directa o indirectamente la entera vida social en sus aspectos tanto sagrados como profanos. No faltan en la historia ejemplos de regímenes teocráticos: el Tibet del Dalai Lama, el Japón imperial, el Egipto faraónico y, en términos más conspicuos, la organización política del pueblo hebreo durante el periodo sacerdotal. Por lo que respecta a la civilización occidental, el intento más claro para dar vida a un intento teocrático fue puesto en marcha por el papado entre fines del siglo XI y principios del XIV. Así el papa Bonifacio VIII definió los papeles de la iglesia y la monarquía: “sabemos por las palabras del Evangelio que en esta iglesia y en su poder existen dos espadas, una espiritual y otra temporal [...] ambas en poder de la iglesia; una debe ser empuñada por la iglesia; la otra desde la iglesia por la mano de reyes y caballeros, pero según la dirección y condescendencia del clero, porque es necesario que una espada dependa de la otra y que la autoridad temporal se someta a la espiritual”. La Reforma protestante, siglo XVI, al romper la unidad religiosa en Europa, marca el ocaso definitivo del sistema teocrático, aún cuando el poder de la iglesia se mantuvo en los países católicos, particularmente sostenidos por el Imperio español, hasta la Revolución francesa que barre definitivamente con la unidad Iglesia-Estado. (Resumen actualizado de Diccionario de política, México, Siglo XXI, 2000.) Métodos de la historia: ¿Cómo se generaron diferencias sociales en mesoamérica? Alrededor del año novecientos a.c. las comunidades agrícolas primitivas de América alcanzaron una gran prosperidad. Para esa época cultivaban ya numerosas plantas: chile, aguacate, maguey, zapotes, maíz, algodón. Habían asegurado su subsistencia. A partir de entonces aparecen los artesanos, los comerciantes, se afirman los sacerdotes y con ellos las diferencias sociales entre los habitantes. Esto es evidente en los restos arqueológicos: aparecen ahora figuritas de individuos que se diferencian de sus compañeros por el vestido y los adornos. Por primera vez se entierran personajes con señales de distinción: vasijas, jade, máscaras, espejos, etc. Otros están enterrados sin estas señales. Empieza a imponerse una estratificación social, donde los sacerdotes se imponen. Ellos dirigirán las sociedades mesoamericanas durante casi dos mil años. Los sacerdotes eran los especialistas en materia religiosa y todo lo concerniente a la religión (dioses, oraciones, ofrendas, templos) estaba a su cargo. Pero también ejercían funciones económicas al repartir tierras entre campesinos. Almacenaban los productos en el templo y organizaban su distribución. Indicaban a los agricultores los ciclos de su que hacer; cuándo desmontar los terrenos, sembrar y cosecharlos. Distribuían el riego y patrocinaban a los comerciantes. Ejercían además el poder político; establecían leyes, normas y alianzas con otros pueblos. De la misma manera que declaraban la guerra. Se trata de sociedades teocráticas. (Resumen adaptado de Quiero vivir en América, Guatemala, Ed. Piedra Santa, 1985) Bibliografía de consulta para el alumno: Alfredo López Austin, Edmundo O’ Gorman, Josefina Vázquez de Knauth., Un recorrido por la historia de México. Sep Setentas Diana 1981, pp49- 107 Miguel León Portilla, Historia y culturas de México prehispánico,México, Secretaría de Relaciones Exteriores México.1992. LECTURA 5 .Fichas sobre las culturas mesoamericanas. a. Los Olmecas, un pueblo de origen misterioso Los Olmecas, nombre que significa “habitante del país de hule”, fueron un pueblo cuyos vestigios arqueológicos aparecen en la costa del golfo de Campeche, entre ríos, lagunas, pantanos y bosques. Desconocemos su lengua y hasta su tipo físico, el cual, sin embargo, puede reconstruirse sin reservas analizando las figurillas de cerámica encontradas; de ellas deducimos que tenían ojos mongólicos, mejillas mofletudas y practicaban la deformación craneal. Posiblemente fueron rechonchos y de baja estatura. La enorme importancia de esta cultura estriba en que es la primera de Mesoamérica en que puede apreciarse la evolución desde las épocas más primitivas hasta alcanzar los centros ceremoniales. En una primera etapa (1500-1200 a. De C.), las antiguas poblaciones fueron elevándose culturalmente y produjeron una excelente cerámica, sobre todo utilería, y unas figurillas en las que se manifestaron los rasgos considerados antes.También surgió el jaguar como animal totémico, que después pasaría a ser una divinidad . En una segunda época (1200-600 a C.), la cultura continuó su evolución hacia formas más complicadas, con esculturas monumentales, centros ceremoniales, excedentes económicos y quizá una sociedad estratificada que sin duda ejerció una clase de poder sobre otras regiones mesoamericanas. Los centros ceremoniales se sitúan en San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes. Sus construcciones están orientadas en el sentido norte- sur obedecen a una planificación predeterminada y están dispuestas sobre enormes terrazas; en ellas aparecen ya las pirámides, por lo menos la escalonada de la Venta. Pero como es muy pequeño el número de viviendas que allí ha aparecido, se supone que otros pueblos, de algún modo bajo la dependencia de los olmecas, les ayudaron a realizar las construcciones . La tercera época (600-100 a. De C.) muestra la decadencia de esta cultura. La Venta se fue desplomando y lo mismo ocurrió en los demás centros, si bien Tres Zapotes tuvo la máxima aportación de los Olmecas: la cuenta larga, sistema de anotación a base de contar los días partiendo de una fecha del pasado que es más bien mítica. Este tipo de cronología también será usado por los mayas. Los Olmecas formaron un estado teocrático, con jefes que serían sumos sacerdotes, quienes reinarían sobre un pueblo constituido por diversos grupos de hombres diferenciados profesionalmente. Se ignora si toda la zona en que surgen los restos olmecas se constituyó en un solo estado o fueron ciudades estados unidas por intereses comunes. El vestido de estos hombres era parco según se desprende de las representaciones humanas; en cambio, se aprecia en grabados y estelas que se adornaban con tocados complicadísimos y de enorme tamaño, así como mutilaciones dentarias, pendientes y posiblemente narigueras. Desde el punto de vista artístico, no se empleó en las construcciones más que la tierra y el adobe, pues no existían piedras en la región; las pirámides son, pues, de tierra y están dispuestas alrededor de plazas. La escultura tuvo excelentes manifestaciones, tanto en cerámica como en piedra. Esta última cuenta con figuras humanas de gran realismo, como el llamado “luchador” de Santa María; las cabezas colosales con pesos de hasta 11 toneladas, que se suponen retratos de grandes sacerdotes o representaciones de dioses y tienen la parte superior cubierta con un casco y el ceño fruncido y sobresaliente, los llamados “altares”, que quizá fueron tronos y que son representaciones estilizadas de jaguares, en las bocas de los cuales asoman a veces personajes; por último, las estela, en que se representan escenas al parecer bélicas, carecen de la unidad de estilo de las demás manifestaciones artísticas, Junto a ello hay que destacar los bellísimos objetos de jade, material que supieron trabajar, también pulieron la serpentina, la obsidiana y la amatista. La religión , parece que el jaguar era objeto especial veneración, aunque seguramente sería en su origen un animal totémico; se le representa en estilizaciones , a veces antropomorfizadas, y en otras mezcladas con elementos de otros animales. Es posible que se efectuaran sacrificios sangrientos y hasta se ha aventurado la hipótesis de uqe los sacrificados fueran niños. Por otra parte se tiene dioses que posteriormente tendrán amplia proyección en mesoamérica, como son el dios del agua, Xipe-Tótec, Mictlantecutli y Quetzalcóatl. En los centros ceremoniales se han encontrado enterradas grandes cantidades de bloques de serpentina con una finalidad votiva. La cultura Olmeca, surgida y desarrollada en un lugar concreto del Golfo de México, tiene una trascendencia definitiva en el devenir de Mesoamérica, hasta el punto de ser considerada como la “Cultura Madre” de América. Dio origen a una serie de aportaciones que tendrán repercusiones posteriormente. Cabe mencionar las pirámides o basamentos para elevar las construcciones, la planificación de centros y ciudades tomando como eje una línea. El calendario, la escritura jeroglífica y la aparición de divinidades cuyo culto reaparecerá más adelante. b.Teotihuacan, la ciudad de los dioses A partir del siglo II a de C. Se inició en el Valle de Teotihuacan la primera cultura de la meseta del Anahuac o mexicana. El valle de Teotihuacan se abre entre el de México y el de Puebla y está recorrido por el río San Juan, que desemboca en el lago de Texcoco, que en época antigua era mucho mayor que en la actualidad y alcanzaba los límites del citado valle. Como otros puntos de Mesoamérica, dicho valle albergaba una población localizada en pequeñas aldeas de agricultores, pues también eran limitadas las extensiones de tierra aptas para el cultivo. Sin embargo, uno de esos poblados se especializó en la producción de objetos de obsidiana, en especial puntas y cuchillos obtenidos por percusión, y parece que su comercio pudo desencadenar el desarrollo de Teotihuacan. La ciudad surge como consecuencia de la fusión de varias aldeas e inician sus desenvolvimiento. Su disposición consiste en eje nortesur formada por la denominada Calle de los Muertos en realidad una serie de plazas unidas por escaleras para salvar los desniveles del terreno, que une la plaza y la pirámide de la Luna con el gran conjunto, formado por lo que se considera como los palacios de gobierno de la ciudad, el templo de Quetzalcóalt y, al otro lado de la calle de los muertos, el mercado. Se formaron también las avenidas este -oeste, con lo que la ciudad quedó dividida en cuatro partes. Más adelante se construyeron otros edificios que se han llamado palacios, algunos de los cuales sólo fueron conjuntos de habitaciones usadas como viviendas por los habitantes. Mirando hacia la pirámide de la Luna , a la derecha de la calle de los Muertos, pero separada de ella, se alza la pirámide del Sol, el edificio más colosal de la ciudad. Estas pirámides se rehicieron varias veces hasta alcanzar su forma definitiva, que en la del Sol es una masas de 222 x 225 m de base y 63 de altura. Son escalonadas y truncadas., y en el plano superior se levantaba el templo. El templo de Quetzalcoatl tiene una decoración escultórica basada en la representación de la serpiente emplumada, característica de aquella divinidad, y la de otra que se cree pertenece a Tláloc, el dios de las aguas. Todo ello corresponde a una ciudad de unos 200.000 habitantes, capital de un estado imperialista que debió de ampliar su influjo mediante la conquista y el comercio. El estado Teotihuacano debió de estar constituido por un grupo rector, que gobernaría tanto la ciudad como el imperio; otro sacerdotal, que regía todo lo concerniente al culto a los dioses y que se reservaba los conocimientos superiores; el estamento militar, imprescindible para conseguir y conservar el imperio, aunque quizá estuviera incorporado al cuerpo sacerdotal, y, por último, el conjunto de los grandes mercaderes, en quienes se cimentaban tanto el poderío como la expansión teotihuacana. Por debajo de ellos se extendía una masa de artesanos y de campesinos. Existe una floración de pinturas al fresco, que decoraban exteriores e interiores de edificios y en la que aparecen personajes con extrañas vestiduras y complicados tocados. Además hay una cerámica que por su belleza y suntuosidad, esta destinada a usos ceremoniales y de culto, ejemplo los braseros , además de las simples utilitarias. En el trabajo de piedra resaltan las máscaras funerarias, las representaciones de divinidades y las esculturas ornamentales de templos y palacios. La religión tiene aquí un doble sentido. Por una parte., el teotihuacano tiene un problema esencial, que es la falta de agua, que le lleva a divinizar este elemento y nos presenta a Tláloc, otro dios es el dios viejo del fuego Huehuetéolt. Existen, además representaciones de XipeTótec el Desollado, así como el de un dios de la muerte, de corazones humanos, de cuchillos de sacrificio, y de huellas de cabezas de trofeos y restos de canibalismo ritual .Pero hay otro aspecto religioso en Teotihuacan que es el misticismo que la transforma en ciudad santa y fuera el verdadero motivo de su desarrollo. Cuenta la leyenda que , en la última de las cinco creaciones del mundo los dioses tuvieron que sacrificarse para dar nacimiento al nuevo Sol, y la nueva humanidad. Y todo ello ocurrió en Teotihuacán. Ciudad de los dioses. Sea lo que fuere, en la segunda mitad del siglo VII d. De C. Se produce la caída de Teotihuacan. Parece que se debió a causas internas, y a la penetración de los pueblos que procedían del norte o noroeste, de cultura inferior pero que habían estado en contacto con la teotihuacana. Lo cierto es que la ciudad pereció destruida por el fuego y el saqueo. Los teotihuacanos influenciaron a todas las culturas mesoamericanas que les siguieron, tanto en sus instituciones, su arquitectura, escultura, cerámica, pintura mural, su religión y su organización política y social constituyen el modelo que será seguido más tarde. Su influencia llegó desde el valle de México, hasta Oaxaca, Veracruz y partes tan alejadas de Guatemala. C. Monte Albán y los zapotecas. El valle de Oaxaca está situado en la parte central del estado homónimo actual. En él se eleva un montículo, de unos 500m sobre el nivel del valle, en donde se halla asentada la ciudad de Monte Albán, en una meseta construida por el hombre en la cumbre del cerro y que comprende unos 600 por 400m. Monte Albán no fue nunca, en las diferentes etapas de su historia, un centro ceremonial, sino una verdadera ciudad, en la que vivía una población considerable (35 000 habitantes en su periodo culminante), incluso habilitando para ello pequeñas terrazas. Debió de vivir, pues el terreno de que se disponía en su asentamiento era mínimo, de la agricultura del valle, al que se sometería un proceso productivo exhaustivo. No se sabe quiénes fueron sus habitantes, en una primera época. Después, a partir del siglo I d. De C., reciben el nombre de los indígenas que encontraron allí los españoles: Zapotecas. En la cima del cerro de Monte Albán , los pobladores crearon una plaza pavimentada, y a su alrededor elevaron una serie de edificios, sobre los cuales se irá construyendo edificaciones en las laderas. Entre ellas esta el Templo de los Danzantes cuyos muros presentan lápidas de gran tamaño, cada una de las cuales tiene grabadas unas figuras, en las demás aparece una flor en vez de sexo y en casi todas ellas hay un texto y signos calendáricos. No hay seguridad acerca de su significado; las suposiciones van desde considerarlas plasmación de una castración colectiva, si tenemos en cuenta que las flores se han interpretado como representación de la sangre, hasta pensar que se trata de jefes de pueblos vencidos por los guerreros de Monte Albán. En cambio las inscripciones que ostentan, así como otras aparecidas en estelas, permiten afirmar que se trata de manifestaciones de la escritura más antigua de América. Es notable también el “Edificio J” cuya posición diferente de los demás de la plaza, y la presencia en él de unas galerías que lo atraviesan de parte a parte sugieren la posibilidad de que se trata de un observatorio astronómico. En su fachada posterior hay lozas con danzantes grabados y otras con jeroglíficos que indican fechas, un nombre y cabezas invertidas. Se han interpretado como signos de lugares conquistados por Monte Albán. Otro resto arqueológico interesante son las ruinas de Dainzú, sitio del mismo valle de Oaxaca que tiene un templo adornado con lajas en las que se representan los jugadores de pelota cuya cara esta protegida por un casco o una máscara. En muchas de estas figuras aparece lo que se tomaría por una cinta alrededor del cuello, como si sirviera para sujetar el casco. Se interpreta sin embargo, como una señal de sangre y en tal caso se trataría de decapitados. Aunque con diferencias, los danzantes de Monte Albán y los jugadores de Dainzú tiene tantos puntos en común, que deben pertenecer a la misma cultura. Los productos cerámicos son notables.. Aparecen recipientes trípodes, soportes de vasijas, vasos con tapas, representaciones de templos, vasijas que reproducen cabezas humanas. A partir del siglo I d. de C., y hasta el siglo VII, aparece en Monte Albán un pueblo al que se le ha dado el nombre de zapoteca, cuya cultura llega hasta la época de la conquista. En una primera época domina la influencia teotihuacana en su arte: cerámica, construcciones en talud y tablero, escaleras incluidas en la construcción y no sobrepuestas a ella, etc. Después esta influencia desaparece. De estas culturas es el primer juego de pelota que poseemos, cuya planta tiene forma de” I” mayúscula. Se encuentran pectorales de jade y se realizan en cerámica las llamadas urnas funerarias zapotecas, que nunca contienen restos humanos, por lo que se les suele llamar “acompañantes” del muerto. Se supone que representan divinidades o sacerdotes ataviados como dioses. El panteón de estas culturas es muy complicado. El número de dioses y diosas aumenta conforme se desarrolla esta cultura, se empieza siendo siete, todos masculinos, hasta alcanzar unos 38, con 11 femeninos, al final. Sus representaciones ostentan un barroquismo extremo en los detalles y adornos y se presentan, sentados con las manos en las rodillas, sobre blancos o una especie de bloques prismáticos. El más representativo es el dios de la lluvia Csijo, y la más conocida, la diosa 13 Serpiente. A comienzos del siglo VII empieza la decadencia de la ciudad por motivos desconocidos, aunque deben ser parecido a los de Teotihuacán. Sin embargo, aquí no se observa incendio ni destrucción, sino que el abandono es lento y paulatino. En torno al siglo Xl , los centros de cultura Zapoteca se han desplazado al valle de Oaxaca y comienza el periodo de dominio de Mitla con sus grandes palacios de la ciudad. En los siglos XLV y XV monte Albán y Mitla fueron ocupadas por los Mixtecas. d. La leyenda de Tula y los toltecas Fue ya en el periodo posclásico cuando los “nahuas”, muy influidos al principio por la cultura teotihuacana, erigieron la ciudad de Tula, cuyas ruinas aún se ven junto al cerro de Xicoco, a 80km al norte de la ciudad de México, en el actual estado de Hidalgo. Pero la zona por la que se extendió su dominio alcanza a parte del valle, recorrido por las aguas de un río que recibe asimismo el nombre de Tula. Su núcleo lo constituye una gran plaza, en cuyo centro todavía se aprecian los restos de un adoratorio de reducidas dimensiones, rodeada de importantes edificaciones. Por su parte este, la plaza está limitada por una pirámide que se supone está dedicada a Tonatiuh, el Sol, y al oeste, por el juego de pelota número 2 en muy mal estado de conservación, pero con su característica planta de doble T; entre sus ruinas se han encontrado las esculturas de un porta estandarte y un guerrero, y una lápida con un jugador de pelota. Al norte se eleva la pirámide de Quetzalcóatl en su advocación de “Señor de la Aurora”. En su decoración abunda águilas y zopilotes reales que devoran corazones sangrantes y alterna con serpientes emplumadas de cuyas luces salen rostros humanos. En la parte superior quedan restos templo doble que allí se edificó; había dos columnas en forma de serpientes emplumadas, con las cabezas apoyadas en el suelo y los cascabeles de sus colas en la parte alta. El primer recinto estaba sostenida por lo hoy denominados “Atlantes de Tula “, cuatro estatuas de gigantescos guerreros completamente armados. El techo del segundo se apoyaba en cuatro pilares recubiertos de relieves de escenas bélicas . A los píes de está pirámide se añadió un pórtico o columnata constituido por tres hileras de catorce columnas, que fue prolongada hasta la plaza por el lado este. En el sector norte de la pirámide se sitúa el “muro de las Serpientes”, de cuyas fauces, como en las anteriores, también salen cráneos humanos descarnados, aunque pueden apreciarse las extremidades. Ala izquierda de la misma pirámide está el “Palacio Quemado” con varias salas y tres patios. En una de aquéllas hay una banqueta con un relieve policromado en que se aprecian trece personajes provistos de lanzas y escudos. En el interior de otras se encontró un Chac Mool, que se interpreta como una divinidad del agua. La cerámica tolteca manifiesta al principio una gran influencia de Teotihuacan, pero después aparece un estilo propio que realiza trípodes, platos, incensarios, braseros y representaciones de dioses. En el panteón de los toltecas destaca en primer término Quetzalcóatl, representado de muchas formas y con atribuciones casi infinitas; le siguen en importancia los conocidos dioses de la lluvia Tláloc, y el dios viejo del fuego, huehuetéotl; se encuentra también Centéotl, dios del maíz; Izpápalotl, una diosa chichimeca, y Tonatiuh, el sol. La principal figura de la historia tolteca fue el príncipe I-Caña, Nuestro Príncipe, Quetzacóatl, cuyo nombre se confunde con el de la divinidad, que debió vivir en el siglo X, pero que habría tenido que huir de la ciudad. Sin embargo, dejó sucesores hasta el siglo XI, época en que, al parecer, penetraron nuevos chichimecas procedentes del norte, que convivieron en un primer tiempo pacíficamente con los toltecas y después se enzarzaron con ellos en duras luchas que provocaron la llamada “dispersión” de los toltecas (siglo XII) por el área mesoamericana. e. Chichimecas del altiplano mexicano Se considera chichimecas a los grupos de cazadores nómadas y recolectores de plantas silvestres del norte de México. Estas tribus se establecieron hacia 1170 en las riveras del río Colorado y avanzaron muy al sur, hasta el valle de México, a donde llegaron antes que los aztecas. Vivieron la influencia de las poblaciones del valle y algunos adoptaron su cultura, por ello hay distinción entre los “verdaderos chichimecas”, cazadores y recolectores y los aculturados que llegaron a tener mucha influencia como príncipes y guerreros y se enorgullecían de descender de los aguerridos y bravos chichimecas. El título de chichimecatl tecuhtli, príncipe chichimeca llego a ser el honorífico de los reyes de Texcoco. La mal conocida decadencia de los toltecas tiene uno de los principales puntos de explicación en la presencia de grupos seminómadas que atacaron desde el norte: eran las tribus chichimecas, que en tiempos del mítico caudillo Xólotl se expandieron con rapidez y establecieron su centro de operaciones en Tenayuca. En 1246 habían llegado al valle de México y poco después eran los señores del altiplano central. A partir de la época de Tlotzin, nieto de Xólotl, asistimos a un proceso de aculturación de los invasores y dominadores que adoptarán los contenidos y formas toltecas de cuya superioridad no tenían duda alguna. En realidad, la invasión chichimeca venía a poner de manifiesto el contraste entre los pueblos sedentarios de cultura desarrollada y los que aún vivían en una etapa casi de recolección y caza, como era el de los chichimecas, cuyos alimentos eran los animales capturados y los cactus, tunas y maíz silvestre. Eran para los pueblos del centro una especie de “bárbaros”. Sin embargo, la llegada chichimeca puso de relieve que la guerra era un elemento básico para la supervivencia de los pueblos mesoamericanos y ni siquiera los aztecas podrían sustraerse a ese requisito. A pesar de que los avances agrícolas fueron notorios, los chichimecas necesitaban de la lucha y la expansión territorial para regular el volumen de su población y mantener el sistema económico. De 1250 a 1327, nuevos pueblos intentan dominar a los chichimecas y lo consiguen en parte: tecpanecas, otomíes, colhuas y chimalpanecas. Finalmente, en 1428, habrían de reconocer el dominio azteca, que da paso al último gran capítulo de la historia del México precolombino. Por lo que se refiere a las culturas del Golfo de México, al sur del actual estado de Veracruz- floreció entre los siglos VI y XII la llamada cultura de el Tajín o totonaca antigua, cuyas pirámides y sentido decorativo han hecho pensar en influencias mayas y en relaciones con la meseta central. El periodo totonaca reciente siglos XII al XV- corresponde a la cultura de Cempoala, más parecida a las de la meseta, como muestra su pirámide o su cerámica, que recuerda la realizada por los alfareros de Cholula. Al norte de los totonacas, los huastecas, florecen entre los siglos XII y XV. Su cultura se caracteriza por un tipo de escultura en piedra que no puede ser calificado de relieve ni de bulto redondo, y por una cerámica con vasos esféricos ciertamente original. En la otra costa mexicana, las culturas del Pacífico se denominaron globalmente bajo el apelativo de tarasca, derivado del nombre de las tribus que habitan la mayor parte de la zona. Hoy sin embargo, el área de los tarascos se circunscribe a los alrededores del lago de Pátzcuaro, en Michoacán y a la zona de Chupícuaro, en Guanajuato. Junto a ella, se destacan las aportaciones de Colima Jalisco y Nayarit. En torno a los siglos XI y XII, donde la cerámica es tosca por sutécnica y rica por su decoración y son características una figurillas que representa personajes y animales de gran expresividad. Los chichimecas llevaban vida de cazadores, $o tenían casa, no tenían tierras, Su vestido no eran capas de algodón, Sólo pieles de animal, sólo capas hechas de heno. Comían tunas grandes, Bisnagas, raíces silvestres. Mucho se afanaron durante 364 años, Hasta que empezó al fin El señorío chichimeca en Cuautitlán. (Anales de Cuautitlán) f. Los totonacos o totonacas Este pueblo tuvo su origen en las montañas del norte del Estado de Puebla. Se cree que salieron del legendario Chicomóztoc y llegaron hacia las costas del golfo en el actual estado de Veracruz, a fines del siglo primero d.c., donde conquistaron a los nativos y se mezclaron con ellos. Su florecimiento se dio entre los siglos VI y XII, cuando crearon centros ceremoniales tan espectaculares como el de el Tajín y Yahualichan. Sus pirámides y su sentido decorativo tienen relación con influencias mayas. Se extendieron a Papantla, Cempoala, Nautla, Isla de Sacrificios y otros lugares que subsistieron hasta la llegada de los españoles. Una importante elemento de esta cultura que aún perdura es la danza de Los voladores, celebrada como rito religioso que reproduce su concepción cosmogónica. Completaban su atuendo con abanicos, pectorales y brazaletes de oro, cuentas de jadeíta, orejeras de obsidiana, etc. Eran politeístas y adoraban al Sol, la Luna y Venus. El periodo totonaca reciente –siglos XII al XV- corresponde a la cultura de Cempoala, más parecida a las de la meseta, como muestra su pirámide o su cerámica, que recuerda la realizada por los alfareros de Cholula. Cempoala fue la más importante de sus poblaciones activa a la llegada de los españoles. Cortés estableció una alianza con su dirigente: “El cacique Gordo”; allí tuvo lugar la batalla entre Cortés y Narváez y se edificó la primera capilla cristiana. (adaptación libre de Diccionario Porrúa, México, Porrúa, 1995.) g. Los huastecos Pueblos de origen olmeca que desde medio siglo antes de Cristo ocupaba la cuenca del río Pánuco y se extendió a parte de los actuales estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Hidalgo y Querétaro adquiriendo características culturales peculiares. Una de ellas era la redondez de muchas de sus manifestaciones arquitectónicas y artísticas. En montículos circulares levantaban sus templos, también circulares. Sus altares semejaban conos truncados. Sus chozas eran asimismo circulares. Usaban adornos semicirculares para la cabeza y hasta sombreros cónicos. Los cronistas indígenas y españoles hacían hincapié en lo espectacular de su vestimenta y adorno personal. Usaban lujosas capas y túnicas y adornos de cabeza hechas con plumas de aves entretejidas o adheridas a las telas de algodón. Se perforaban las narices y en los agujeros, que ampliaban con hojas de palma, se colocaban tubos de oro decorados con plumas de colores. Se teñían el pelo de rojo o amarillo. Sus sacerdotes tenían gran predilección por las ciencias ocultas. Eran magos, prestidigitadores, adivinos y brujos; adivinaban el porvenir, hipnotizaban y conocían bien las plantas. Posiblemente conocieron la fabricación del papel de amate y los códices. Tuvieron gran habilidad para tallar conchas marinas y produjeron también artísticas figuras y vasijas de cerámica. Los actuales huastecos, que ocupan prácticamente las mismas regiones de sus antepasados prehispánicos, conservan todavía muchas de las tradiciones y costumbres de aquéllos. En 1990 eran alrededor de 150 000. (adaptación libre de Diccionario Porrúa, México, Porrúa, 1995.) h. Los Mayas, esplendor y decadencia El pueblo maya es junto con el azteca, el máximo representante de las altas culturas en la zona mesoamericana; los conocimientos científicos y las realizaciones artísticas alcanzaron allí cimas más elevadas y cristalizaron en una civilización avanzada. Geográficamente los mayas se sitúan en una región comprendida, entre el Istmo de Tehuantepec y una línea que va hasta más allá de Honduras. Como en casi todas las culturas de Mesoamérica, se distinguen en ella los tres periodos el preclásico, clásico y posclásico. La sociedad maya parentesco y jerarquía La economía agraria del área es determinante a la hora de fijar un modelo social claramente jerarquizado y estratificado: la tierra y la fuerza de trabajo habían de ser necesariamente controladas para la supervivencia del conjunto social. El tiempo de trabajo se distribuía entre el necesario para obtener los principales bienes de consumo – maíz, calabazas, frijoles, árbol del pan, zapotes, etc.-, cuyo posible excedente era administrado por el grupo dirigente, y el empleado en el cultivo de las parcelas pertenecientes a la casta, gran parte de ellas destinadas a productos que revestían un carácter de prestigio o suntuario –algodón, copal, cacao-.También era obligación de las familias campesinas y de los esclavos contribuir a la erección de los grandes centros ceremoniales políticos, en los que residían los gobernantes, o especializarse en trabajos artesanales para subvenir a las necesidades de esas ciudades. Lógicamente, el aparto burocrático fue cada vez más imprescindible y en el destacaban los administradores de territorios, que constituían el Ah Cuch Caboob, especie de “consejo de Estado”, los Ah Hopopoob o consultores políticos, los Batabes o jefes de explotaciones agrícolas, los Tupiles o alguaciles, etc. Las rivalidades tradicionales entre las ciudades-estado mayas se acentuaron así, y eso explica, al margen de las etapas en que tuvieron lugar invasiones foráneas, el papel social creciente de los guerreros, en especial de los jefes o Naciones. Comerciantes y militares se configuran en la última fase de la historia maya como grupos que modifican el orden jerárquico tradicional. Una cultura agraria y ritual Los mayas desarrollaron a lo largo de dieciocho siglos una cultura creativa, rica sugerente. Cultura esencialmente intelectual, fruto en sus formas más altas de la poderosa cohesión e influencia de sus sacerdotes; cultura uniforme, con las lógicas variantes regionales. El milagro de sus unificación se debe sin duda a los concilios sacerdotales, reunidos para confrontar resultados científicos, corregir la cuenta de los años y otros aspectos similares, ya que todo el panteón religiosos es una fabricación puramente sacerdotal. El maya, pueblo agrícola, precisaba una exacta cuenta del tiempo para prevenir las acciones en relación con los ciclos de cultivo. A esta necesidad dio la clase sacerdotal adecuada respuesta: el calendario y la invención de un sistema matemático. Cabe señalar que aunque algunos de sus hallazgos aparecen ya en otras culturas mesoamericanas, la complejidad y precisión del cómputo del tiempo son totalmente propios. En el campo de la aritmética, hija de la necesidad de contar la regularidad y frecuencia de las variaciones celestes, idearon un sistema de numeración que incluía el cero. Para las grandes fechas tenían otro sistema que se puede calificar de “arábigo”. Otra de las muestras del ingenio maya es su escritura jeroglífica –más de 700 signos- que aparece en piedra, en códices y el la superficie de algunos vasos de cerámica. Esta escritura aún no descifrada plenamente, tiene sin embargo su piedra de roseta en la Relación de las cosas del Yucatán de Landa. En el terreno de la construcción, fueron los únicos americanos que supieron cubrir espacios cerrados con materiales pétreos mediante falsas bóvedas de saledizo, construidas por aproximación de hiladas o grandes losas inclinadas. Esta es su gran aportación arquitectónica. En la arquitectura maya destacan los templos, palacios y juegos de pelota. Los templos –Palenque, Tikal, Chichén-Itzá-, sobre pirámides escalonadas, presentan en el periodo clásico, coronándolos, cresterías, también llamadas peines. Entre los palacios destacan el de Palenque, y el del Gobernador y el Cuadrángulo de las Monjas en Uxmal. Entre las obras escultóricas son notables los relieves, como el del templo de la Cruz Foliada de Palenque, las estelas de Piedras Negras y Tikal o el Frisco de los jaguares de Chichén-Itzá. Por desgracia, apenas quedan muestras de la pintura maya. En Bonampak, “la capilla sixtina” del arte maya, la habitación decorada con escenas en franjas basta por sí sola para mostrar el dominio maya en este arte. Asombra la sobriedad de líneas y la seguridad del trazo. Tenemos muestras de cómo utilizaban un lenguaje escrito por el libro de los Libros del Chilam Balam, y un verdadero monumento literario en el famoso Popol Vuh, que llegó hasta el siglo XVIII trasmitido secretamente por los indios de generación en generación y que tuvo la fortuna de ser rescatado por el dominico español F. Ximénez. TEMA 5: La sociedad Azteca. A pesar de ser una tribu chichimeca venida de Aztlán, y de llegar tardíamente al valle, el mayor logro de los aztecas fue haber creado una organización social capaz de darle cabida a la diversidad lingüística, política y cultural de las distintas etnias que poblaron Mesoamérica. Se valieron, para ello, de las redes y los mecanismos de intercambio, de la conversión del náhuatl en lengua dominante, de su capacidad de incorporar a su propia cultura las tradiciones y logros de los pueblos más adelantados con quienes convivían y rivalizaban, y se apoyaron también en sus mitos legitimadores que forjaron la idea de que ellos eran un pueblo predestinado a imperar sobre los demás. Así, en 1431, los Aztecas lograron establecer una alianza con otros señoríos –Acolhuacan y Tlacopan -, formaron un imperio que dominó la región central de Mesoamérica -desde las costas del Golfo hasta el Pacífico y algunas regiones de Guatemalaantes de la llegada de los españoles. Objetivo: Identificar las causas y los medios que llevaron a los Aztecas a convertirse en el grupo dominante de mesoamérica. Conceptos: Imperio azteca, señoríos de la región central mesoamericana, triple alianza, guerras floridas. Habilidades: Aprender a proyectar la evolución de una sociedad a partir de un elemento constitutivo de la misma; análisis de elementos de causalidad histórica en el desarrollo hegemónico del imperio azteca así como en su etapa de decadencia. Actitudinales y valores: desarrollar una actitud favorable hacia los principios de equidad, justicia social y convivencia pacífica entre los pueblos a través de contrastar una sociedad basada en la guerra, la dominación, el esclavismo y la injusticia social Métodos de la historia: ¿cómo se inicia una investigación histólica?8 "Hay muchas maneras de matar a una pulga, la mejor es la que uno conoce ...”Esta frase se puede aplicar a la práctica que realizan los historiadores para hacer sus investigaciones. Sin embargo hay ciertos pasos que cubrir que merece la pena recordar: 1. Se debe definir el tema y transformarlo en objeto de estudio. Para ello hay que delimitar el tema en el espacio y el tiempo - ¿qué aspecto de la sociedad quiero abordar?, ¿en qué región o localidad se encuentran? ¿qué años o periodo de su pasado me interesan?- y descubrir las relaciones que guarda con el conjunto de la sociedad - ¿con qué otros aspectos o temas se relaciona? ¿cuál es su importancia?-, así como valorar su peso en el pasado - ¿qué aporta ese tema o periodo a la historia global del tema y de la sociedad?-. 2. Se deben buscar fuentes para su estudio, es decir, huellas o testimonios en los que encontramos información sobre el objeto de estudio. Muchas veces, la mayoría, los historiadores encuentran límites o ventajas de las fuentes que consultan; "dime qué fuentes consultas y te diré el valor de tu investigación". Entre más originales, directas, completas y variadas sean las fuentes, los resultados serán de mayor calidad. Durante el siglo XIX se creía, y aún se sigue creyendo, que las fuentes de la historia eran solamente los documentos escritos o de archivo. Esta actitud, aún cuando es la base, se ha enriquecido con la incorporación de otras huellas, corno los relatos orales, la arquitectura, los instrumentos, la música, la fotografía y, más recientemente, el cine y la televisión. 3. La crítica de las fuentes es el método característico de la historia y su secreto es el de las vecindades: "no creer todo lo que se dice" o por lo menos "ponerlo en duda" y en primer lugar "buscar su verificación y comprobarlo". Para ello sirve la crítica de fuentes y la crítica a las historias que se conocen sobre el tema u objeto de estudio. 8 Texto elaborado especialmente para esta Guía por: Javier Pérez Siller 4. La crítica sin una actitud crítica no sirve para nada. "El buscador busca y para ello pregunta". De lo que se trata es de encontrar los hechos y hacer preguntas sobre ellos a las fuentes, pero hay que saber formularlas; "vale más una buena pregunta que mil respuestas". Las preguntas se construyen -aportan algo nuevo sobre los hechos que no se sabía -, al mismo tiempo que surgen de las preocupaciones que tienen los historiadores en el momento en que realizan su trabajo -el presente influye o se proyecta sobre el tipo de hechos que buscamos y lo que queremos saber de ellos y sobre ellos - de allí deriva su pertinencia. Recordemos "a preguntas tontas, respuestas estúpidas". 5. En realidad los hechos históricos se construyen, son fabricados por los historiadores o por las tradiciones que atribuyen a un acontecimiento el carácter de ser memorable, digno de ser recordado. La información que proporcionan las fuentes bajo las preguntas que les hacemos y la aplicación del método crítico ayudan a crear los hechos. Sabemos bien que si los historiadores hacen los hechos históricos, los maestros de historia trabajan sobre hechos ya hechos. Los estudiantes no deben aprenderlos, sino rehacerlos y reinventar con ellos una representación del objeto de estudio. 6. La construcción de la representación del objeto, o construcción discursiva o narrativa de la historia es, si no el fin, el objetivo de la investigación (de la misma forma que "una campana que no suena no es campana", una investigación que no se transforma en historia -que no integra en una narración sus resultados-, no es fecunda). En la construcción discursiva creamos la metamorfosis; el objeto de estudio se transforma en sujeto de la historia, es decir, describimos hasta qué punto es signo, consecuencia y causa del movimiento de la sociedad en el tiempo. Bibliografía de consulta para el alumno: Miguel León Portilla. Historia y culturas de México prehispánico, México, Secretaría de Relaciones Exteriores México,1992 pp34- 43. Alfredo López Austin , Edmundo O’ Gorman, Josefina Vázquez de Knauth. Un recorrido por la historia de México, México, Sep Setentas. 1981pp88-100. LECTURA 6. Fichas sobre aspectos de la sociedad mexica o azteca a.Ficha general: ¿Quiénes fueron los mexicas o aztecas? 9 Cuando los Aztecas llegaron al valle de México en el siglo XII d. c. eran portadores de conocimiento que durante muchos siglos habían acumulado los distintos pueblos mesoamericanos, especialmente los del altiplano central de México. Los Aztecas no eran un pueblo bárbaro, por las razones siguientes: poseían el calendario que es común a los pueblos cultivadores avanzados; conocían el trabajo agrícola intensivo (las chinampas); practicaban diversos sistemas de control de aguas que les serían indispensables para su asentamiento en medio del lago de Texcoco, y conocían las técnicas de construcción arquitectónica, la elaboración de la alfarería, y el trabajo en piedras duras. A ello se une todo el complejo mundo mítico y la organización social característica de los pueblos que la habían antecedido al azteca. El pueblo azteca fue tributario y cuando se logra liberar del yugo de los tepanecas de Azcapotzalco, alcanza una rápida expansión en todos los ordenes que lo lleva a controlar una buena parte de mesoamérica. Ese pueblo incorpora a su propia cultura elementos de civilizaciones anteriores, principalmente de los toltecas y trata de legitimar su ascendencia, justificando su procedencia y posición política, para lo cual acude a todo lo posible: hace suyos los mitos toltecas y les imita esculturas y aspectos arquitectónicos que están presentes en el Templo Mayor de Tenochtitlan De Teotihuacan va a tomar el trazo urbano para edificar Tenochtitlan : divide en cuatro cuadrantes : barrios a su ciudad, tal como lo ven en la ciudad creada por los dioses. Se reproducen esculturas como el dios viejo , Huehueteotl . El interés de un pueblo por su pasado, como es el de los aztecas y a los que no fueron ajenos otros grupos mesoamericanos, tiene un contenido que es esencial para la legitimación de varios aspectos, lo que le permite presentarse como pueblos elegidos por los dioses, de carácter divino o de descendencia de grandes pueblos y héroes para justificar de esa manera, ante sí mismo y ante los demás, un destino que conlleva el ser centro del universo y el control que de esto deriva. 9 Eduardo Matos Moctezuma, “Antecedentes prehispánicos”, en Breve historia de la Arqueología en México, México, Secretaria de Relaciones Exteriores, 1992, pp. 6 – 11. b. Estratificación social entre los Mexicas10 Cuando los Mexicas se liberaron de los Tepanecas de Azcapotzalco en 1428, se dio inicio a su etapa dominadora. Y en menos de un siglo , extendieron sus dominios desde las costas del golfo hasta el pacífico, llegando al sur hasta Guatemala. La ciudad de Tenochtitlan , vino a ser la ciudad más poderosa , sus templos sus palacios habrían de dejar estupefactos a los conquistadores españoles. La estratificación social El primer Tlatoani fue un noble culhuacano de origen tolteca llamado Acamapichtli. Habiendo procreado éste numerosos hijos con varias mujeres Mexicas, sus descendientes vinieron a construir el número de la clase social de los nobles o Pipiltin obteniendo un status social propio: los Pipiltin , que recibían una educación más esmerada, eran poseedores de tierras adjudicas en forma individual; eran ellos los que ejercían los más altos cargos en el gobierno y únicamente de ellos se podía elegir el Tlatoani. De entre los Pipiltin se escogían a quienes desempeñarían cargos como la de sumos Sacerdotes, jueces, comandantes de los ejércitos, etc. Los pipiltin ocuparon los principales puestos de la organización social ya sea en la administración civil, en el ejercito o en el sacerdocio y podían disfrutar de la propiedad privada de la tierra y de los artículos suntuarios especiales; no solo estaban exentos del pago de tributos y del trabajo y del trabajo agrícola, sino que podían llegar a ser tributados y disfrutar del servicio de otra gente. Desde el punto de vista social y económico, todos los que no son pipiltin son macehualtín. Un macehuallin, aunque podía ascender en la escala social, no conseguir nunca alterar la posición derivada de su casta. Sus ocupaciones se enmarcaban en la producción directa del sustento y de la riqueza social en diferentes servicios de tipo civil, militar y religioso. Los Macehualtin , o gente del pueblo que formaban clanes geográficos, o sea linaje de gente emparentada entre sí, con una determinada ubicación y una dotación de tierras poseída en forma comunal. Se ocupaban de la agricultura, formaban los ejércitos; los grupos de comerciantes y artesanos. Los Mayeques trabajaban la tierra en beneficio de otros. Los esclavos que eran bajo tiempos limitados y las causas eran : por robo, deudas, homicidio, juego y como escarmiento dado por su propia familia, su riesgo era que podía ser sacrificado en su estancia de esclavo. La mayoría de las víctimas rituales eran los cautivos de guerra. Los mayeques y los esclavos realmente no formaban clases sociales claramente definidas de los Macehualtin. El significado primordial de la guerra para los Aztecas confiere un papel importante a los soldados, integrados de acuerdo con sus hazañas y su valor en grupos u órdenes: guerrerosAguila y guerrerosTigre, para miembros de los sectores sociales dominantes, Cuachic y Café. La institución social más importante, en cuyo seno se estructuraban los grupos mencionados, era el Calpulli, que era un clan en el que imperaban linajes o grupos de familias, por lo que los lazos de parentesco aparecen como esenciales para la cohesión del calpulli. Es también una unidad agraria al margen de las 10 Miguel León Portilla, “El periodo de Máximo florecimiento Mexica”, en Historia y culturas de México prehispánico. México, Secretaria de Relaciones Exteriores, 1992, 34-35. comunales; una unidad social, con su propia organización , ceremonias, fiestas, ;una entidad administrativa, política y militar que disponía de funcionarios, representantes del poder central y unidades militares propias. La denominación del calpulli se refiere igualmente a los barrios o zonas de localización de estas comunidades. c. Arte Mexica11 Como en otros campos de la cultura, también en el de la creación artística destacaron los Mexicas ; por una parte como herederos de los pueblos que los habían precedido, y, por otra, enriqueciendo el antiguo legado con formas y estilos, fruto de su propia inspiración. Si bien los Mexicas destacaron en realizaciones urbanísticas, arquitectónicas, pintura mural, orfebrería arte plumario, y cerámica, fue la escultura en piedra tanto en bulto redondo como en relieve- el campo en que alcanzaron más renombre entre todos los pueblos de Mesoamérica. Era en los recintos sagrados donde se podía apreciar lo mejor de la arquitectura - pirámides, santuarios, altares, escuelas, juegos de pelota y otras edificaciones. La pintura mural y la escultura tenían un papel de suma importancia. Se sabe que las pirámides y templos estaban muchas veces recubiertas con pinturas y símbolos estrechamente relacionados con los dioses que alli se veneraban. Por lo que toca a la escultura, en el recinto del templo mayor había efigies taladas en piedra, i en bajo relieve allí estuvieron , la colosal escultura de la diosa Coatlicue, la Coyolxauhqui, la piedra de tízoc, el calendario azteca, o piedra del sol. La presencia de monumentos y esculturas en el templo mayor y en otros muchos santuarios que había en Tenochtitlan y en distintas poblaciones fuera de ellas, era completamente esencial en la concepción del espacio sagrado , en cuanto objetos de culto y a la vez representación plástica del mensaje religioso que se trasmitía a la comunidad entera. Se ha destacado, como rasgo sobresaliente en la escultura de procedencia Mexica, la frecuente presencia de formas geométricas , el empleo de elementos en apariencia naturalista, la tensión de contrarios. Todo ello integrado en imágenes que connotan el misterio. d. Economía agraria y mercantil12 La estructura económica Azteca responde a la de una sociedad preindustrial básicamente agrícola donde es clave la posesión de la tierra . En este sentido se puede hablar de tierras de propiedad comunal pertenecientes a cada calpulli, de ellas una parte se explotaban comercialmente para el pago de tributos, y el resto era entregada en usufructo a los miembros del grupo. Las tierras administradas por el estado eran las de los templos, las del señorío que eran arrendadas para sufragar los gastos del palacio, las tierras para sostener a los servidores de palacio, las pertenecientes a los jueces, las destinadas avituallamiento durante las guerras. Las tierras de propiedad privada pertenecían a los Pipiltin y algunos guerreros. El segundo pilar de la economía era el Comercio, para el pueblo se hacia por medio del trueque de artículos de primera necesidad. Para los grupos dirigentes que habían recibido artículos en calidad de tributos ya por los pueblos sometidos o por los macehultín , se obtenían cereales, ,para el sostenimiento del ejercito, de las fiestas, de los convites y del pueblo en épocas de sequía y objetos suntuarios , para atesorar u obsequiar. Las exigencias por las cosas suntuarias de parte de esta minoría encumbrada de la sociedad y el impulso dado ulteriormente a la expansión militarista, provocaron tanto el origen como la consolidación de la institución del comercio. La pochtecáyotl que cubría rutas que iban desde las costas del pacifico, a las del Golfo de México. Los comerciantes o pochtecas tenían ritos y ceremonias exclusivas de ellos, poseían sus propios tribunales, organizaban los diversos sistemas de intercambio comercial y desempeñaban con frecuencia las funciones de embajadores, emisarios y espías. Los pochtecas entre otras cosas, habían obtenido la exención de tributos personales, así como la posesión de tierras en forma individual, cosa que los colocaba a la par con los Pipiltin La actividad de los pochtecas estaba estrechamente ligada a la de los artesanos. Convivían con los artesanos de pluma , Amantecas. El lugar de intercambio a nivel local eran las plazas entre las que sobresalía la de México - Tlaltelolco. Aquí se vendían y se adquirían los más variados productos. Las dos áreas de máxima actividad comercial fueron Xicalanco, en el Golfo de México, en donde se adquirían productos provenientes de Yucatán , Honduras, y las Islas del Caribe y las costas del Pacífico donde se extraía el cacao, las plumas de quetzal, el jade y los metales preciosos. 11 12 Varios autores, Culturas Indígenas Americanas, España, Salvat, 1984. pp. 38 39. Varios autores, Culturas Indígenas Americanas, España, Salvat, 1984. pp. 34-35. e..Religión13 Para los Mexicas al igual que los demás pueblos Mesoaméricanos cuanto existía se hallaba integrado esencialmente en el universo sagrado, de ahí la importancia de la religión. está lejos de ser una Institución aislada , era el sustrato donde todo tenía fundamento y explicación. . Los cálculos del tiempo, las edades cósmicas, y cada una de las fechas eran portadoras de símbolos y realidades divinas . A través de los ciclos de fiestas se vivía de nuevo el misterio de los orígenes y de la actuación de los dioses. Los edificios sagrados evocaban, por sí solos la antigua concepción religiosa del Universo. Desde la infancia el hombre indígena quedaba de múltiples modos inserto en ese mundo de símbolos. La educación en el hogar y en las escuelas, el trabajo, el juego, la guerra, el acontecer entero, desde el nacimiento a la muerte, encontraban en lo religioso un sentido unitario. Dentro de sus deidades nos encontramos. Ometecuhtli - el señor, Omecihuatl - la señora, Xipe - el rojo ( es este ), Tezcatlipoca - el negro (el norte ) Huitzilopchtli - el azul. ( el sur) Quetzalcóatl el blanco ( el oeste ) el blanco ( el oeste ) Y las deidades cumplían un papel protector frente a las fuerzas naturales o la actividad agrícola: Huehueteotl - señor del año y de las estaciones; Xipe Tótec - el señor de la primavera y de los cultivos; Chalchiutlicue- diosa del agua; Tláloc dios de la lluvia; Xochipolli - dios de las flores, la danza y el amor; Mictlantecutli, señor de los infiernos. Los significados religiosos revistieron un carácter distinto para los círculos sacerdotales o para la gente común . Por ello en el mundo mexica coexistieron , influyéndose mutuamente en ocasiones, diversas creencias populares y verdaderos sistemas de pensamiento religiosos debidos a los sacerdotes y los sabios, que reelaboraron conceptualmente los antiguos mitos y doctrinas. La integridad de un pensamiento religiosos sistematizado se mantenía en gran parte gracias a un complejo y jerarquizado sistema sacerdotal a cuyo frente había dos supremos sacerdotes que llevaban el nombre de Quetzalcóatl y se dedicaban al culto especial de Huitzilopochtli, el Sol, y Tláloc, el dios de la lluvia. Por debajo, toda una serie de rangos con el Mexicatl teohuatzin, que regía el Calmécac o centro de enseñanza superior, los “guardianes del dios” o los “oferentes del fuego” y las mujeres consagradas al culto de la diosa Toci. En torno a la profundización del pensamiento religioso o la exaltación de una religiosidad belicosa y de los sacrificios surgieron obras de creación literaria de calidad. Así ,los cantos que incitaban a emprender “guerras floridas” para la captura de prisioneros destinados al sacrificio. La religiosidad de los Mexicas se traslucía no sólo en sus ceremonias de culto, sino también en cada momento de la existencia, en su reconocimiento y su actitud se hacia presente ante un Universo esencialmente sagrado. Sacrificios humanos entre los Aztecas. En esta piedra tendían a los desventurados de espaldas para sacrificar, y el pecho muy tenso, porque los tenían atados de los pies y las manos, y el principal sacerdote de los ídolos o su lugarteniente, que eran los que más ordinariamente sacrificaban, de presto con una piedra de pedernal con que sacan lumbre, de esta hecho un navajón como hierro de lanza, no mucho agudo, porque como es piedra muy recia y salta, no se puede hacer muy aguda; esto digo porque muchos piensan que eran de aquellas navajas de piedra negra, que en estas tierras las hay, y sácanlas con el filo tan delgado como de una navaja, y tan dulcemente corta como navaja, sino que luego saltan mellas; con aquel cruel navajón, como el pecho estaba tan tenso, con muchas fuerzas abrían al desventurado y de presto sacábanle el corazón. En esta fiesta sacrificaban de los tomados en guerra o esclavos, porque casi siempre eran éstos los que sacrificaban, según el pueblo, en unos veinte, en otros , en otros cuarenta y sesenta; en México sacrificaban ciento,y de ahí arriba (Fray Toribio de Benavente: Historia de los indios de Nueva España.) TEMA 6. Sociedad, cultura y civilización: Persistencia de la riqueza cultural de las sociedades mesoamericanas a) La formación ético-moral en la sociedad azteca. El proceso de colonización de los pueblos de mesoamérica y el establecimiento de la cultura occidental, en su versión hispánica, están en la raíz de lo que hoy es la sociedad mexicana. Los 13 Varios autores, Culturas Indígenas Americanas, España, Salvat, 1984. pp. 36-37. europeos también vinieron con esclavos africanos y ambos se mezclaron con los indígenas generando una complejidad étnica que ha sido desvanecida por las leyes igualitarias –fruto de los procesos liberales- y las prácticas de exclusión; se considera que lo único que quedó de la civilización mesoamericana es su pasado glorioso, materializado en los monumentos arqueológicos, sus tradiciones hoy con formas sincréticas, y “el indio” como población marginada. Pese a ello, perviven tradiciones y elementos culturales. ¿Cuánto sabemos sobre los pueblos indios?, ¿cuántos son?, ¿en qué regiones viven?, ¿qué etnias existen?, ¿qué lenguas se hablan aún?, ¿qué prácticas culturales realizan? Objetivos: Identificar los elementos culturales de las civilizaciones de mesoamericana que perviven en la actualidad. Conceptos: sociedad, cultura, civilización autóctona, sincretismo, mestizaje, marginación social, etnias nacionales. Habilidades: Clasificación e identificación de rasgos culturales propios de los grupos étnicos del pasado y presente mexicano; análisis crítico de los procesos de mestizaje y sincretismo cultural y religioso. Actitudinales y valores: Rechazo a la opresión y la marginación de los grupos humanos en una sociedad; valoración de tradiciones y elementos culturales sincréticos que han dado pie al surgimiento del México actual. &ociones para reflexionar: Cultura 14: viene de cultivar, de cuidar, pero en sociedad se emplea para designar el modo de ser de una colectividad en el tiempo. Incluye tradiciones, valores, saberes, un conjunto de aspectos que forman el espíritu de un pueblo y que se expresan, y reactivan, a través de sus creaciones, mitos, humor y hasta una forma de entender y hacer el amor. La cultura se reinventa y actualiza en cada momento, se reproduce y perdura. Pervive gracias a la memoria colectiva de los pueblos que conservan las tradiciones, las creencias, los relatos, el recuerdo de un pasado mítico-histórico. Ella da sentido a las prácticas individuales y colectivas, nos define con relación a los otros; es la herencia que nos hace ser, que nos permite explicarnos y dar forma a nuestro mundo social, natural y espiritual. Los pueblos generan cultura que los diferencia y los define; se habla así de cultura olmeca, zapoteca, maya. En sus manifestaciones se puede ver la singularidad de dicha cultura. Así se habla de cultura material –forma de producir, de intercambiar, etc.-, cultura espiritual –creencias, ritos, etc.-, de cultura política – conocimiento de orientaciones, normas, procedimientos, posturas referentes al poder-, en fin, hay tantos objetos de cultura –televisiva, musical, deportiva, sindical, etc.- como producciones y prácticas genere la colectividad. Civilización: la noción cristaliza en Europa a lo largo del siglo XVIII en el marco de una nueva ciencia, la historia filosófica o razonada, que trata de explicar en términos de distancias históricas la diferencia entre las sociedades “salvajes” y las de Europa occidental. La noción designa un cierto nivel de desarrollo, en el conjunto de adquisiciones técnicas, sociales e intelectuales que el progreso continuo de la razón ha permitido acumular. Supone una trayectoria lineal que conduce a ese nivel e implica la idea de alejamiento o distanciamiento del estadio dado por la naturaleza o el medio; de la misma manera que la educación permite al hombre ir más allá de su naturaleza animal y de las ideas recibidas de su medio, el proceso civilizatorio permite a las sociedades liberarse del peso de las costumbres propias al estadio salvaje. La civilización sería así un resultado, al mismo tiempo que un horizonte siempre inalcanzable. De aquí los dos sentidos que puede tener el término; la civilización, como ideal, o las civilizaciones como configuraciones históricas singulares que se asemeja, y con frecuencia se usa como sinónimo, con la de cultura. Desde el siglo XVIII el occidente se presenta como “la civilización” frente a la cual todos tienen que compararse. Noción que ha sido el fundamento para justificar las conquistas coloniales, por la misión altruista de civilizar a los pueblos primitivos o de cristianizarlos como fue en el caso hispano. Pero no es raro ver que los conquistadores se dejen civilizar por los vencidos; los romanos por los 14 Texto escrito para esta Guía por Javier Pérez Siller. griegos, los mongoles por los chinos, los aztecas por los toltecas. La oposición entre fuerza bruta y valores religiosos, morales, culturales y políticos está indicada en la etimología, civilis, que deriva de civis, ciudadano, y asociado a la noción de civilidad. (Traducción libre y abreviada del Dictionnaire de l’ethnologie et de l’Antropologie, Paris, Puf, 1991.). LECTURA 8. Lo indio en las ciudades 15 En las ciudades estaba presente el indio. La ciudad de México contaba con barrios y parcialidades habitados exclusivamente por población india. Había una segregación espacial que expresaba la naturaleza del orden colonial: el centro lo ocupaba la ciudad propiamente dicha, esto es, la ciudad española. De aquella separación quedan vestigios materiales en México y en otras ciudades; la traza reticular de la ciudad española, los nombres de los barrios y de los antiguos pueblos indios vecinos, absorbidos hoy por la expansión de la mancha urbana, las diferencias de arquitectura, la nomenclatura de muchas calles alguna garita que recuerda los límites de la ciudad original. Durante siglos, el indio urbanizado vivió en la ciudad, pero en una condición diferente a la del colonizador de origen europeo: vivió segregado, al margen de muchos aspectos de la vida citadina, porque la verdadera ciudad era el espacio del poder colonial prohibido al indio, al colonizado. Los viejos barrios indios se convirtieron en espacios codiciados cuando dejaron de ser la periferia y se incorporaron al centro de la Ciudad. Los pueblos aledaños, a su vez, fueron y siguen siendo engullidos por la voracidad sin control del crecimiento urbano. Pese a lo anterior, algunas comunidades resisten y otras se forman de nueva cuenta. No son barrios indios, en el sentido estricto del término, aunque históricamente provengan de antiguas comunidades indias. En muchos casos mantienen rasgos que prueban aquel origen. En algunas zonas urbanas se hablan las lenguas indígenas originales, tanto en las relaciones familiares como en ciertos espacios de la vida comunal. Por varios rumbos de la ciudad, y no sólo en la periferia más rural que urbana, subsisten las mayordomías para organizar las fiestas del santo local. La familia extensa cumple un papel todavía importante como forma de organizar la cooperación del grupo doméstico. Perduran ritos y celebraciones de estirpe india en el corazón mismo de las ciudades, como las ceremonias del día de muertos y las peregrinaciones a los grandes santuarios. Hay congregaciones que exaltan una identidad india genérica, no referida a ningún grupo en particular ni vinculada con alguna comunidad o región específica, a través de danzas y ritos de origen viejo, como los llamados "concheros" que reclutan buena parte de su membresía entre habitantes de las ciudades. Los mercados urbanos, al menos en el centro y sur del país, ofrecen siempre una gran diversidad de productos originados en la civilización mesoamericana. Ahí está la rica gama de alimentos que siguen siendo de consumo popular aunque menospreciados por otros sectores urbanos: los acociles y los nopales, el pulque y los tlacoyos, los huazontles y los capulines, las. tunas y las pencas de mezcal. Cuando se tiene la posibilidad de visitar mercados de otras latitudes se repara con asombro en el carácter profundamente indio del placerío urbano de México. Y todos estos rasgos son apenas una muestra pequeña del trasfondo que subyace en las ciudades como herencia y vivencia de una antigua población india, hoy desindianizada. Una aproximación a los barrios viejos de la ciudad nos permite entrever una forma de vida que es resultado de la adaptación de muchas formas culturales mesoamericanas al contexto urbano, durante largo tiempo y en condiciones de subordinación frente a la cultura dominante. En la vecindad, las habitaciones privadas se alinean alrededor de un patio común en el que se ubican servicios también comunes: baños, tomas de agua, lavaderos, espacios para jugar o trabajar. Todo ello tiende a reforzar las relaciones entre los habitantes de la vecindad y genera un espíritu de cuerpo que se debilita en los multifamiliares, donde se pretende que cada departamento cuente con todos los servicios indispensables para la vida cotidiana y que las áreas comunes sean sólo estacionamientos para automóviles, vías peatonales, zonas de comercio y, si acaso, áreas deportivas. Sólo los muy jóvenes, en los multifamiliares, llegan a desarrollar una cierta conciencia de grupo referida al sitio en que viven, por su necesidad de actividades gregarias y por el fácil contraste competitivo con grupos de jóvenes de otros edificios, otras unidades y otros barrios. 15 Guillermo Bonfil Batalla, México profundo, Grijalbo, México, 1990, pp. 82-89. Aquí están frente a frente dos maneras de entender y experimentar la vida vecinal: en un caso, el de los multifamiliares, el ámbito privilegiado es el departamento, espacio exclusivo de la familia nuclear; en el otro, en la vecindad, es el patio común, eje de una vida cotidiana que abarca a un conjunto de familias, muchas de las cuales son familias extensas. Detrás de esto hay orientaciones culturales diferentes: una corresponde al individualismo preponderante en la civilización temporánea, y la otra apunta hacia una sociedad local en la que los lazos por vecindad desempeñan un papel de la mayor importancia como en la civilización mesoamericana, y permiten la gestación de formas culturales propias en un ámbito más amplio que el que ofrece la familia nuclear. En estas ciudades, la presencia de lo indio marca la vida entera. Son indios la mayoría de los que transitan por las calles, los que acuden al mercado para vender y a las tiendas para comprar, los que se emplean en los oficios peor pagados, los que pueblan las cárceles y los que al caer la noche regresan dando traspiés, alcoholizados, a sus parajes. Pero también está presente lo indio en la conducta y el pensamiento del ladino urbano. En parte porque éste ha adoptado algunos rasgos de la cultura india regional, en la comida, en el lenguaje, en algunas creencias y prácticas simbólicas. Ser ladino no es ser algo específico, propio, sino únicamente no ser indio. Sin la presencia del indio, el ladino deja de ser, porque sólo existe en virtud de la dominación colonial que ejerce sobre el indio. El crecimiento acelerado de las grandes ciudades mexicanas en los últimos 50 años se debe ante todo, al arribo de emigrantes que proceden de zonas rurales, indias o mestizas. La dinámica de proceso migratorio obedece al empobrecimiento del campo y a la concentración en las urbes de actividades económicas y las oportunidades de verso tipo. Esta migración indianiza a la ciudad. En general, el recién llegado cuenta con familiares o amigos del mismo pueblo que llegaron antes: ellos le facilitan el primer contacto con la ciudad, la ambientación mínima, la búsqueda de trabajo, juntos forman un núcleo de gente identificada por la cultura local de origen. En este pequeño ámbito transterrado se puede hablar la lengua propia y se recrean, hasta donde el nuevo medio lo permite, usos y costumbres. En otro nivel, son muchas las organizaciones de "paisanos" emigrados a la ciudad que procuran hacer algo por el terruño: juntan dinero para cooperar en alguna obra pública, envían libros para crear la biblioteca, hacen gestiones ante las autoridades centrales, reciben y orientan a los recién llegados. Y el contacto, la relación cercana con la comunidad, no se pierde. Por el contrario, se renueva cada vez que es posible, porque el ir y venir de la gente permite mantenerse al día de las últimas noticias, de quién murió, se casó o se fugó, de que ha pasado con las tierras comunales invadidas por los ganaderos, o con el pleito por linderos con el pueblo vecino. Pero esa identidad subsiste, enmascarada, clandestina, y en virtud de ella se mantiene la pertenencia al grupo original, con todo lo significan las lealtades y reciprocidades, derechos y obligaciones, vinculación y práctica de una cultura común y exclusiva. Sin ese universo de relaciones vigentes, fincadas en la existencia de los pueblos indios, sería imposible la sobrevivencia de cientos de miles de habitantes indios en las ciudades mexicanas. Basta reparar en un dato revelador: la ciudad de México es la localidad con mayor número hablantes de lenguas aborígenes en todo el hemisferio. En una condición diferente están los estudiantes, indígenas, pocos en proporción, pero cuyo número crece constantemente, que de manera obligada llegan a la ciudad cuando logran continuar la enseñanza media y superior. Este grupo, agrandado con algunos profesionales y empleados de origen indio, ha sido el ámbito social del que han surgido recientemente nuevas formas de organización política basadas en la identidad étnica india. La presencia del indio en las ciudades no ha pasado desapercibida para las élites dominantes y privilegiadas. Si antes se le llamó "la plebe", hoy se emplea otro término que ya alcanzó arraigo: son "los nacos". La palabra, de innegable contenido peyorativo, discriminador y racista, se aplica preferentemente al habitante urbano desindianizado, al que se atribuyen gustos y actitudes que serían una grotesca imitación del comportamiento cosmopolita al que aspiran las élites. Lo naco, sin embargo, designa también a todo lo indio: cualquier rasgo que recuerde la estirpe original de la sociedad y la cultura mexicana, cualquier dato que ponga en evidencia el mundo indio presente en las ciudades, queda conjuntado con el simple calificativo de naco. a) La formación ético-moral en la sociedad azteca. LECTURA 9. De una madre azteca a su hija16 Hija mía, nacida de mi sustancia, alimentada con mi leche, he procurado criarte con el mayor esmero. Y tu padre te ha elaborado y pulido a guisa de esmeralda para que te presentes a los ojos de los hombres como una joya de virtud. Esfuérzate en ser siempre buena; por que si no lo eres ¿quién te querrá por mujer?. Todos te despreciarán. 16 Extraídas de las 7 pinturas de la colección Montezuma, citadas por Francisco Javier clavijero. Tomadas de Motolinia y Fray Bernardino de Sahagún. La vida es trabajosa y es necesario echar mano de todas nuestras fuerzas para obtener los bienes que los dioses nos quieren enviar; pero conviene no ser perezosa ni descuidada, sino diligente en todo. Se aseada y ten tu casa en buen orden. Da agua a tu marido para que se lave las manos y haz comida para tu famita. Donde quiera que vayas preséntate con modestia y compostura, sin apresurar el paso, sin reírte de las personas que encuentres, sin fijar las miradas en ellas. Responde cortésmente a quien te salude o pregunte algo. Empléate diligentemente a hilar, en tejer, en coser y en bordar; por que así serás estimada y tendrás lo necesario para comer y vestirte. No te des al sueño, ni te abandones al reposo, pues la inacción trae consigo la pereza y otros vicios. Cuando trabajes no piense más que en el servicio de los dioses y en el alivio de tus padres. Si te llaman ellos, no guardes a la segunda vez, sino acude pronto para saber lo que quieren y a fin de que tu tardanza no les cause disgusto.. no respondas con arrogancia , ni muestres repugnancia a lo que te ordenan: si no puedes hacerlo, excúsate con humildad. Si llaman a otra y no acude, responde tu: oye lo que mandan y hazlo bien. No reofrezcas nunca a lo que no puedes hacer. Vive en paz con todos: ama a tus semejantes honesta y discretamente, a fin de todos te amen. No seas avara de los bienes que los dioses te han concedido. Si ves que otras les dan, no sospeches mal de ello, por que los dioses, de quienes son todos los bienes, lo dan como y a quien les agrada. si quieres que los otros no te disgusten, no los disgustes tu a ellos. Evita la familiaridad indecente con los hombres, y no te abandones a los perversos apetitos de tu corazón, por que serás oprobio de tus padres y ensuciaras tu alma. No te acompañes con mujeres disolutas, ni con las embusteras, ni con las perezosas, por que infaliblemente infectaran tu corazón con su ejemplo. Cuida a tu familia y no salgas a vagas por a las calles y plazas del mercado, pues encontraras tu ruina. Considera que el vicio, como hierba venenosa, da muerte al que lo adquiere, y, una vez que se introduce en el alma, es difícil arrogarlo de ella. Si encuentras en la calle algún joven atrevido que y te insulta, no respondas y sigue adelante. No hagas caso de lo que te diga, si te sigue, no vuelvas el rostro a mirarlo, para que no se inflamen mas sus pasiones; así se detendrá y te dejara en paz. No entres en casa ajena sin urgente motivo por que no se diga o se piense algo contra tu honor: pero si entras en casa de tus parientes, salúdalos con respeto y no estés ociosa, y ayuda en lo que sea necesario. Cuando te cases respeta a tu marido, no le ocasiones disgustos ni te muestres desdeñosa y airada. Recíbelo amorosamente auque sea pobre y viva a tus expensas. Si en algo te apesadumbra, no le des a conocer tu desazón cuando te mande algo en presencia de otro; disimula por entonces y después le expondrás lo que sientes, a fin de que con tu suavidad se tranquilice y no te aflija más. Si alguna visita entra a tu casa muestra agradecida y obséquialo como puedas. Si tu marido es desacordado, se tu discreta. Si no maneja bien tus bienes, dale buenos consejos, pero es absolutamente para aquel encargo, tómalo por tu cuenta cuidando esmeradamente de tus posesiones, pagando exactamente tus cuentas. Guárdate de perder algo por tu descuido. Sigue, hija mía, los consejos que te doy. Tengo muchos años y bastante práctica del mundo. Soy tu madre y quiero que vivas bien. Fija estos avisos en tu corazón pues así vivirás alegre. Si por no querer escucharme o por descuidar mis instrucciones te sobrevienen desgracias, culpa tuya será y tú serás quien lo sufra. Hija mía, que los dioses te amparen. LECTURA 10. Exhortaciones que los padres aztecas prodigaban a sus hijos. 17 Hijo mío, has salido de tu madre como el pollo del huevo, creciendo como él, te preparadas a volar por el mundo, sin que nos sea dado a conocer por cuánto tiempo nos concederá el cielo el goce de la piedra preciosa que en ti poseemos; pero sea lo que fuere, procura tú vivir rectamente. Reverencia y saluda a tus mayores y nunca les des señales de desprecio. No estés mudo para con los pobres y atribulados, antes bien date prisa a consolarlos, con buenas palabras. Honra a todos, especialmente a tus padres, a quienes debes obediencia, temor y servicio. Guárdate de imitar el ejemplo de aquellos malos hijos, que a guisa de brutos, privados de razón, no reverencian a los que les han dado el ser, ni quieren someterse a sus correcciones: por que quien sigue sus huellas tendrá fin desgraciado y morirá lleno de despecho, o lanzado en un precipicio, o entre las garras de las fieras. No te burles, hijo mío, de los ancianos o de los que tienen una imperfección en su cuerpo. No te mofes del que veas cometer alguna culpa o flaqueza, ni se la eches en cara; confúndete, al contrario, y teme que te suceda lo mismo que te ofende en los otros. No vayas adonde no te llaman, ni en donde no te importa. En todas tus palabras y acciones procura demostrar tu buena crianza. Cuando converses con alguno, no lo molestes con tus manos, ni 17 Extraídas de las siete pinturas de la colección de Moctezuma, citados por Francisco Javier Clavijero. Tomadas de Motolinia y Fray Bernardino de Sahagún hables demasiado, ni interrumpas o perturbes a los otros con tus discursos: si oyes hablar desacertadamente, y no te toca corregirlo, calla: si te toca hablarle, considera antes lo que vayas a decir, y no hables con arrogancia, a fin de que sea más agradecida tu corrección. Cuando alguno hable contigo, óyelo atentamente y en actitud comedida, no jugando con los pies, ni moviéndola capa, ni escupiendo, ni al alzándote a cada instante si estas sentado; pues estas acciones son indicios de ligereza y mala crianza. Cuando te pongas a la mesa, no comas aprisa, ni des señales de disgusto si algo no te agrada. Si a la hora de comer viene alguno, comparte con él lo que tienes, y cuando alguno coma contigo no fijes en él tus miradas. Cuando camines, mira por donde vas para que no tropieces con los que pasa. Si ves venir alguno por el mismo camino, desvíate un poco para hacerle lugar. No pases nunca por delante de tus mayores, sino cuando sea absolutamente necesario, o cuando ellos te lo ordenen. Cuando comas en su compañía, no bebas antes que ellos y sírveles lo que necesiten. Cuando te den alguna cosa, acéptala con demostraciones de gratitud. Si es grande, no te envanezcas; si es pequeña, no la desprecies, no te indignes, ni ocasiones disgusto quien te favorece. Si te enriqueces no te insolentes con los pobres ni con los humildes, pues los dioses que negaron a otro las riquezas para dártelas a ti, disgustados de tu orgullo, pueden quitártelas para darlas a otros. Vive del fruto de tu trabajo, por que así te será más agradable el sustento. Yo, hijo mío, te he sustentado has ahora con mis sudores y en nada he faltado contigo a las obligaciones de padre, te he dado lo necesario sin quitárselos a otros: haz tú lo mismo. No mientas jamás. Cuando refieras a alguno lo que otro te ha comentado, di la verdad, pura sin añadir nada. No hables mal de nadie. Calla lo malo que observes en otro si no te toca corregirlo. No seas noticiero, ni amigo de sembrar discordias. Cuando lleves algún recado, si él sujeto a quien lo llevas se enfada y habla mal de quien lo envía no vuelvas a el con esta respuesta, sino procura suavizarla a fin de que no se susciten disgustos y escándalos de que tengas que arrepentirte. No te entretengas en el mercado más tiempo del necesario, pues en esos sitios abundan las ocasiones de cometer excesos. No seas disoluto por que se indignaran contra ti los dioses y te cubrirán de infamia. Reprime tus apetitos, hijo mío, pues aún eres joven y guarda a que llegue a edad oportuna la doncella que los dioses te han designado para mujer. Cuando llegue el tiempo de casarte no te atrevas a hacerlo sin el consentimiento de tus padres, por que serás infeliz. No hurtes, ni te des al robo, pues serás el oprobio de tus padres, debiendo más bien servirles de honra de galardón de la educación que te han dado. Si eres bueno, tu ejemplo confundirá a los malos no más, hijo mío: esto basta para cumplir las obligaciones de hijo. Con estos consejos quiero fortificar tu corazón. No los desprecies ni olvides, pues ellos dependen tu vida y toda tu felicidad. U&IDAD II. La &ueva España (1521-1760). E n esta unidad se analiza el proceso histórico de la expansión europea que conlleva a el surgimiento de la comunicación entre dos continentes el Europeo y el Americano, para insertar a los pueblos a un sistema mundo a nivel planetario y la creación de sociedades colonizadas. El imperio español rebasaría la península, haciéndose patente también en las Indias Occidentales y sus dominios de ultramar. El descubrimiento, la Conquista y la colonización de nuevas tierras contribuirían poco a poco a consolidar el imperio español, y serían base de la empresa comercial a la que se entregó inicialmente la Corona castellana para acrecentar su poderío. Los iberos conquistaron señoríos y confederaciones indígenas poderosas, sometieron a su población, le impusieron una lengua, una religión y establecieron instituciones. Las caras de la colonización son múltiples y sus efectos variados: destructivos -la catástrofe demográfica redujo la población de Mesoamérica de 20 millones de habitantes, por lo menos, a un millón, de sometimiento político y cultural -las órdenes religiosas y la Iglesia impusieron su ley espiritual, educativa y judicial, así como de construcción de los reinos -las capitanías y virreinatos. Todo ello creó una sociedad con carácter pluricultural, fruto del mestizaje entre indígenas, negros, europeos y criollos que se consolidó a lo largo de tres siglos. ¿cómo se adaptaron los europeos nacidos en estas tierras, dejaron de ser españoles? ¿desaparecieron las instituciones, la cultura y tradiciones indígenas? Las relaciones entre las potencias cambiaron en tres siglos. Francia, Holanda e Inglaterra resultaron beneficiadas de las riquezas que los iberos extrajeron de sus colonias, y ellas se lanzaron a conquistar otros espacios -el norte de América por los británicos y los galos, el centro por los holandeses y franceses y a disputar, mediante guerras, la supremacía ibérica socavando sus bases. En el siglo XVIII emerge hegemónica la Gran Bretaña e inicia el proceso de debilitamiento y desarticulación del imperio español. La independencia forma parte del conjunto de movimientos sociales que se extendieron desde las trece colonias británicas hasta Iberoamérica, pasando por Francia y Europa. Finalmente la unidad termina con la quiebra del imperio español y el logro de la independencia de la nación mexicana. Contenido Temático 1. inicio de la mundialización 2. Del poblamiento de América a su conquista 3. La conquista de mesoamérica. 4. Los diferentes aspectos de la colonización 5. Funcionamiento de la sociedad 6. La integración de la Nueva España al sistema mundo 7. La herencia de la cultura colonial. 7.1. Educación y marginación de las mujeres. 7.2. Expresiones estéticas y culturales Objetivo general: Reflexionar acerca de los elementos de la sociedad virreinal que perduran hasta el presente, y que han pasado a formar parte de la cultura nacional Conceptos: Mundialización, expansionismo, dominación, "descubrimiento", conquista, imperio, Mesoamérica, evangelización, encomienda, peonaje, hacienda, burocracia, estamento, sistema mundo, metrópoli, colonia, reino, virreinato, castas. Habilidades: comprender procesos históricos, identificar acontecimientos o eventos, hallar vínculos entre diferentes aspectos de un problema o situación, desarrollar actitudes de búsqueda y construcción de nuevos conocimientos, de investigación, análisis, reflexión, comparación entre pasado y presente. Actitudinales y valores: estimular valores como el rechazo a la dominación cultural, política y económica; reconocer los límites y virtudes del progreso como conquista para adaptarse al medio; justicia social, cooperación entre los pueblos, rechazo a la discriminación racial, respeto y tolerancia frente a las diferencias culturales y sus manifestaciones, respeto a la libre determinación de los pueblos. Tiempo: 19 sesiones. TEMA 1: Inicio de la mundialización. Desde los tiempos de Herodoto y Tolomeo, 400-250 a.C, hasta el siglo XVI, los europeos mantuvieron una representación del mundo en forma de círculo, con un territorio rodeado por mar, donde Europa estaba centrada sobre el mediterráneo. En el medioevo construyeron un mundo cristiano que disputó -mediante las cruzadas de los siglos IX al XIII- a los musulmanes árabes su hegemonía sobre ese espacio y las relaciones comerciales con África y Oriente. Fue durante el siglo que va de 1450 a 1550 cuando españoles y portugueses circunnavegaron África y la India, descubrieron América, dieron la vuelta al mundo, llegaron hasta China, expulsaron a los árabes de una gran parte de Europa y extendieron su presencia colonial hasta el Oriente. Con ello no sólo cambió la representación del mundo que se tenía y la cristiandad venció la hegemonía árabe, sino que los enormes recursos que produjeron las conquistas ayudaron además al proceso de expansión europea -que se consolidó hasta fines del siglo XIXy al inicio de la mundialización -integración y occidentalización de sociedades y pueblos- a escala planetaria. Objetivo: analizar el descubrimiento y conquista de América desde la perspectiva del inicio de la mundialización. Conceptos: circunnavegación, conquista, integración, mundialización. Habilidades: identificar las causas del descubrimiento de América, determinar la relación entre España y América, identificar los factores que influyeron en el descubrimiento, describir el descubrimiento de América Actitudinales y valores: respeto a la autonomía de los pueblos. Ayuda didáctica para el alumno: Las nociones que incluimos apoyan el estudio de los procesos de "descubrimiento " e inicio de la mundialización a escala planetaria. Su lectura cuidadosa te permitirá comprender ciertos aspectos de ellos y te ayudará a entender la "globalización " que hoy se desarrolla, aún cuando las definiciones que damos pueden mejorarse con tus sugerencias o con tus experiencias al usarlas. ¿Qué ideas tenías sobre esas nociones? ¿las podrías aplicar a tu vida cotidiana? &ociones para reflexionar 1: • Exploración: búsqueda de un nuevo espacio, un nuevo territorio, acontecimientos, elementos u objetos en un territorio. La etimología latina es explorare observar: examinar íntimamente una cosa para ver lo que hay en ella o cómo está. Pero también viene de "deplorar", lamentarse con la idea de cambiar de situación. La exploración es un descubrimiento. Se define como una primera búsqueda, la ubicación de una pregunta, un reconocimiento antes del conocimiento. La verdadera exploración es pensada y organizada como una expedición. Es así como los portugueses y españoles crearon numerosas rutas nuevas. 1 Textos elaborados para esta Guía por Javier Pérez Siller. • • • 2 Descubrimiento: acción de descubrir, particularmente tierras o cosas científicas que no se conocían o estaban encubiertas. En geografía es la toma de conciencia progresiva, para cada civilización, de la existencia, de la posición y de la organización de otras tierras, de otros pueblos. Esto supone que expediciones -organizadas con fines militares- parten a descubrir, a la aventura. Las relaciones de viaje de los primeros exploradores son los primeros textos geográficos, aún cuando los mitos transforman algo la realidad de trayectos: la leyenda de los Argonautas a la búsqueda del Vellocino de oro, exaltó la búsqueda de ese metal en el Mar Negro y la Odisea reúne las experiencias griegas en torno al Mediterráneo. Herodoto y Tolomeo, al reunir la literatura de viajes de los griegos, fenicios y romanos, pudieron describir el mundo conocido" hasta las primeras invasiones; los mapamundis medievales son más una visión teológica y simbólica que una representación del planeta. En ellos no caben los conocimientos aportados por Marco Polo, por Ibn Battuta o los vikingos, dan la impresión que "todo se ha visto, todo se conoce", todo está a la vista. El "descubrimiento" de América cambia definitivamente esa representación e incrementa las leyendas de gigantescas riquezas. Expansión: incremento de superficie, de volumen, de dimensión de un cuerpo, de un fenómeno. Cuando se usa para designar la conquista de colonias se habla de expansión colonial y su fin es el imperialismo. La expansión territorial es la extensión de superficie fuera de las fronteras iniciales, afectando al vecino. Expansión económica es el crecimiento del producto interno bruto, el desarrollo, lo que no se hace perjudicando al vecino y en ciertos casos lo favorece. Todo depende de si la expansión se realiza dentro de un mismo sistema cerrado, en cantidad limitada (la superficie del globo), o de un sistema que se encuentra en expansión (la producción mundial). La expansión puede ser también una forma de comunicación con el exterior, un carácter expansivo. El expansionismo es la tendencia a extender su territorio en nombre de la fuerza y, a veces, argumentando principios falaces como: el espacio vital, imperativos de la geografía, religiosos o derechos más antiguos. Mundialización 2: esta palabra designa la acción o efecto de extenderse al mundo entero. Hoy, en su fase llamada "globalización", se trata de un fenómeno histórico y complejo a considerar, que implica, o se explica, por la integración creciente de diferentes partes del mundo bajo los efectos de la aceleración de los intercambios, comerciales y financieros, provocada por las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, y por los modernos medios de transporte. Un fenómeno que influye a nivel planetario, de allí el calificativo de "globalización". Según el punto de vista que se adopte, la mundialización implica procesos bien específicos que, para algunos, prolonga tendencias antiguas, mientras que para otros marca un periodo nuevo. En economía se habla de globalización financiera; integración de mercados y de plazas bursátiles bajo el efecto de las políticas de apertura, de la aplicación de la informática y nuevas comunicaciones y la intensificación, en los últimos años, de flujos de inversiones v transferencias de capitales a escala planetaria. En geografía se habla de globalización para designar la integración de territorios locales a la dinámica mundial; es el caso de las maquíladoras que trabajan en pequeñas localidades para contribuir a un circuito mundializado. En relaciones internacionales se trata del fin de la bipolaridad, fin del tiempo de la guerra fría -que oponía los países capitalistas a los socialistas-, la separación Este-Oeste. Se acentúan los fenómenos transnacionales y la interdependencia que toman en cuenta las redes de sociedades o empresas a escala mundial, llamados multinacionales. Así como la interdependencia de los Estados, por ejemplo en la lucha por salvar el medio ambiente del planeta. En comunicaciones se habla de la tecnoglobalismo: es la fusión de innovaciones tecnológicas provenientes de numerosos territorios en un mismo saber; la puesta en funcionamiento de macro-sistemas técnicos, en los transportes, la producción, la comunicación, como la Internet. En filosofía se habla de la universalidad de valores, de formas de ser, bajo la palabra mundialidad. En historia la mundialización es un proceso plurisecular, que inicia con el capitalismo, donde la globalización sería una etapa. Y se refiere a áreas de desarrollo económico, pero también cultural, que forman una suerte de sistema-mundo que se ha venido ampliando desde el siglo XVI. Este proceso funciona bajo tres tendencias generales: 1) los ritmos en las transformaciones tecnológicas que acortan las distancias y mejoran los medios de comunicación; 2) la existencia sistemática de un centro hegemónico, de una metrópoli dominante; 3) la jerarquía de los espacios entre centros y periferias, de acuerdo a su mayor o menor integración al sistema-mundo dominante y a sus reglas de funcionamiento. El mundo actual se presentaría como un sistema-mundo en transición, cuyo centro se localiza en el este de los Estados Unidos. Desde esta perspectiva la globalización se inscribe en un Texto elaborado especialmente para esta guía por Javier Pérez Siller proceso de larga duración que sigue las pulsaciones del capitalismo y la cultura europeos y que, a partir del siglo XVI-XVII, extiende sus tentáculos a todo el planeta. El "descubrimiento" de América, en el siglo XV, marca el inicio de un proceso no lineal, pero si sucesivo de mundializaciones. La primera corresponde a la constitución de los imperios español y portugués; se fundó en la utilización de la carabela, la brújula, el intercambio desigual de productos tropicales y europeos, la conquista de tierras y la explotación de poblaciones que se cristianizaron. Los espacios americanos fueron creación de esta mundialización y se articularon a Europa cuyos centros fueron Amsterdam, durante el siglo XV-XVII, y su espacio el Atlántico. En la segunda mundialización, siglos XVIII-XIX, el centro se desplaza a Londres; el uso del vapor se generaliza en la industria, el transporte marítimo y ferroviario; las instituciones financieras se multiplican y crean mecanismos de flujos internacionales; los centros urbanos son la punta de lanza de este proceso integrador de territorios y pueblos en África, Asia y Australia. Es la época decisiva de la expansión occidental: "Europa se lanza a la conquista del mundo", que comparte la emergencia de nuevos modelos -liberal y republicano- y nuevos países. La hegemonía ya no es territorial. Durante el siglo XX, el centro del sistema-mundo se desplaza, primero, a Nueva York, y en el último tercio a la costa este de los Estados Unidos, la región de San Francisco, articulando los intercambios en el Pacífico. El fin de la guerra fría" y el mundo bipolar, encuentran una aceleración mayor con las mutaciones tecnológicas en las comunicaciones y la información. Esta fase, calificada de "globalización", tiende a integrar las economías del planeta, unificar las culturas (el pensamiento único) y exacerbar las identidades y soberanías nacionales. ¿Por qué el &uevo Mundo no lleva el nombre de Colón? Colón siempre pensó que la tierra encontrada formaba parte del fabuloso Catay, descrito por Marco Polo y que había descubierto la ruta hacia el Oriente. En cambio, Américo Vespucio se dio cuenta que era una tierra desconocida e independiente. Vespucio fue al Nuevo Mundo y participó en la expedición de Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa, 1499-1500. Recorrió la desembocadura del Orinoco y navegó, siguiendo la costa, hasta el lago de Maracaibo, al que denominó Venezuela. El viaje tuvo gran interés geográfico, ya que reportó un conocimiento más realista de las tierras descubiertas, mismas que Vespucio transmitió en unas cartas publicadas en 1503, donde transmitió la noción de la existencia de un continente nuevo. El geógrafo de Saint-Dié, Martín Waldseemüller, basado en las cartas del florentino, diseñó un globo terráqueo y publicó, en 1507, un mapa donde aparecen por primera vez representadas las tierras descubiertas como un continente independiente, a las que bautizó con el nombre de Vespucio: América. Ese nombre fue retomado en 1509 en un opúsculo publicado en Estrasburgo, el Glóbus Mundi Declaratio, después en los globos de Francois Boulanger d'Albi (1514) y de P. Apian en su edición de Solin (1520). Pero hay que esperar hasta 1538 para que Mercator extienda el nombre de América al conjunto de las nuevas tierras y no sólo a las islas o al golfo. Ese nombre apenas fue aceptado -acusando a Vespucio de plagiario- hasta fines del siglo XVI, gracias a los mapas de Mercator y Ortelius. ¿Sabes quienes son estos dos últimos personajes? Bibliografía recomendada para el alumno:. Javier Pérez Siller "El descubrimiento" en los libros de texto del Nuevo Mundo" en Conceptos, revista de la SEP del Estado de Puebla, Puebla, Año 2, no.4, dic. 1997, pp 3-14. LECTURA 1. El primer reparto del mundo entre las potencias europeas: 14943 Después del Descubrimiento " los reyes católicos tuvieron un conflicto con los de Portugal. El Papa Alejandro VI emitió tres bulas (documentos pontificios que llevan el sello y autoridad del Papa) donde otorgaba los derechos sobre las tierras descubiertas a los españoles. Pero los portugueses no las aceptaron. Hasta que el 7 de junio de 1494, por medio de la firma del Tratado de Tordesillas, se intentó efectuar un "reparto" del mundo conocido, y por conocer; entre Castilla y Portugal. Esta accedió a recorrer la línea divisoria al poniente, y se convino en fijarla a 3 70 leguas al oeste de las islas de cabo Verde. [Los procuradores de los reyes de España y Portugal] otorgan y consintieron, que se haga y señale por el dicho mar océano una raya o línea de polo a polo, convienen a saber, del polo ártico al polo antártico, que es de Norte a Sur, la cual raya o línea se haya de dar, […] a trescientas y setenta leguas de las islas del Cabo Verde, 3 Tomado de Quiero vivir en América, Ed. Piedrasanta, Guatemala, 1984 hacia la parte del Poniente, por grado o por otra manera como mejor y más presto se pueda dar […] y que todo lo hasta aquí se ha hallado y descubierto, y de aquí adelante se hallare y descubriere por el dicho señor de Portugal, y por sus navíos así islas como tierra firme, desde la dicha raya [ ... ] yendo por la dicha parte de levante [ ... ] que esto sea, y finque, y pertenezca al dicho señor Rey de Portugal y a sus sucesores, para siempre jamás, y que todo lo otro, así islas, como tierra firme, halladas y por hallar, descubiertas y por descubrir, que son o fueren halladas por los dichos señores rey y reina de Castilla y de Aragón, y por sus navíos desde la dicha raya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente […] que todo sea y finque, y prtenezca a los dichos señores rey y reina de Castilla, de León, etc., y a sus sucesores para siempre jamás …(fragmento del Tratado de Tordesillas.) TEMA 2: Del poblamiento de América a su conquista La conquista de América por los europeos no fue un episodio fulminante, sino un proceso que se extendió durante todo el siglo XVI; "el siglo de la conquista". En oleadas sucesivas, cientos de españoles, portugueses, franceses e ingleses, cargados de provisiones, pertrechos (animales, víveres, armamento y utensilios) y hasta sacerdotes y artesanos, llegaron a explorar, conquistar y fundar ciudades en el Nuevo Mundo, a partir de las cuales ampliaron su expansión. Asentados en las islas caribeñas de Española, hoy República Dominicana, y Fernandina, Cuba, los hispanos se adaptaron al nuevo medio y crearon un verdadero laboratorio para la conquista. Entre 1492 y 1550, salieron de allí las principales expediciones: Ponce de León fue a Puerto Rico y dominó la Florida, Vasco Núñez de Balboa rumbo al centro y descubrió el itsmo de Panamá; Juan Díaz de Solís, al sur, descubrió el Río de la Plata; Hernán Cortés, al golfo, conquistó Mesoamérica; Hernando de Soto, al norte, exploró el río Mississipi; Francisco Pizarro rumbo al sur, encontró y sometió al mítico imperio inca. ¿Cómo se desarrolló este proceso?, ¿en qué aspectos los españoles se adaptaron al medio físico y social o impusieron su forma de ser? ¿qué los movió para realizar semejante odisea? Objetivo: argumentar la importancia que tuvo la conquista para los españoles y para los pueblos indígenas. Conceptos: doblamiento, dominación y conquista espiritual. Habilidades: determinar los factores externos que influyeron en la conquista, contrastar las diferentes posturas sobre la conquista, inferir la significación de la conquista para los españoles y los indígenas. Actitudinales y valores: tolerancia a las diferentes interpretaciones de la conquista. Ayuda didáctica para el alumno: la conquista tiene un espacio, una tierra donde se realiza, y muchos actores -conquistadores y conquistados- que se pueden apreciar a través de las cronologías, los mapas, las estadísticas. Se te darán unos mapas sobre la progresión de la conquista de América por los españoles, así como una cronología de ella y unas figuras estadísticas del poblamiento del $uevo Mundo, con el fin de que trabajes en equipo para detectar los períodos o ritmos de estos procesos. Observa las figuras estadísticas y trata de comprender la composición demográfica de América. Para aprovechar mejor el ejercicio procura leer las nociones y los procesos históricos a considerar. Con ellos trata de imaginar ¿cómo se produjo el proceso de conquista? ¿duró más años o menos de los que tienes? ¿cuáles fueron los argumentos para Justificarla? &ociones para reflexionar: • Cronología: disciplina que se encarga de registrar o determinar las fechas, momentos o frecuencias de ciertos acontecimientos o fenómenos, ordenándolos en la serie en que ocurren en el tiempo. Por ello se dice que es una manera de ordenar y registrar el tiempo. Se refiere a una secuencia de hechos; la primera tarea del historiador es fechar, clasificar y ordenarlos. Así se logra identificar los ritmos de los procesos sociales en el tiempo, establecer cortes, identificar momentos, definir periodos. Mapas históricos: la historia es las transformaciones de las sociedades y de su espacio; "es la geografía en el tiempo", mientras que la geografía es el progresivo descubrimiento, transformación y significación del espacio por los hombres; "la historia en el espacio". Los mapas históricos representan los procesos de las sociedades en el espacio geográfico, ofrecen sus aspectos y sus ritmos, son imágenes sintéticas que ayudan a conocer y a pensar el pasado para representarlo. • Procesos históricos a considerar: El poblamiento de América: inicia desde el primer viaje de Colón, cuando dejó un pequeño grupo, guarnecido en un fuerte de madera, en la Española. En el segundo viaje, septiembre de 1493-junio 1497, Colón salió de Cádiz con 17 naves. Lo acompañaban más de 1500 hombres y gente de toda clase (buscadores de fama y fortuna y algunos eclesiásticos) con la finalidad de fundar una colonia permanente y proseguir los descubrimientos. En las bodegas llevaban caballos, vacas, ovejas, semillas para siembra, herramientas y víveres. En la Española encontró el fuerte Navidad destruido por los indígenas; fundó entonces otro poblado al que llamó Isabel, en honor a la reina. Descubrió después algunas islas del grupo de las Pequeñas Antillas: Dominica, Guadalupe, Antigua, San Cristóbal. Tomó posesión de ellas, así como de Jamaica y Puerto Rico. Al volver a la Española comprobó que el gobierno de su hermano Bartolomé había provocado disturbios entre los colonos. Se produjeron revueltas y se tejieron intrigas y calumnias contra el Almirante quien, finalmente, decidió volver a España en junio de 1497. Mientras tanto, decenas de navíos surcaron los mares para poblar las tierras descubiertas. La conquista erótica de las indias 4: "La desnudez de los habitantes los excitó en sumo grado. Aquellas mujeres eran muchas de ellas jóvenes y hermosas, aunque con la piel extremadamente morena; con los pechos al aire y las partes pudorosas del mismo modo, sin la menor señal de vello. Los soldados se sintieron fuertemente atraídos y comenzaron a meterse en el interior de las viviendas. Las indias mirábanlos con no poca extrañeza y curiosidad; aquellos hombres cubiertos de acero, con barbas, la mayoría con el cabello corto llamábanles mucho la atención. Ellos lo comprendían así y hacían esfuerzos por acercárseles, pero ellas huían... los conquistadores pasaron allí todo el día y toda la noche... La soldadesca satisfizo sus apetitos, sus hambres, sus pasiones. A la mañana, la masa indígena y la masa europea se mezclaban y se retorcían en la orgía placentera y bulliciosa. Era aquella la tierra de los encantos, de la molicie, de la dulzura". Esta es una crónica romántica, seguramente apócrifa, escrita por Diego Albéniz de la Cerrada dos siglos después de la época en que, supuestamente, ocurrieron los hechos. Describe una situación más o menos ideal, que, sin embargo, es probable que se haya dado en la realidad numerosas veces, aunque los cronistas del siglo XVI omitieran describirlas con tan generosos rasgos. Durante la campaña de México, un soldado de Palos de la Frontera, de quien el cronista Bernal Díaz del Castillo sólo recuerda su apellido, Álvarez, tuvo en tres años treinta hijos con hembras americanas. Las huestes españolas al mando de Álvaro de Luna -apenas un centenar de hombres- desarrollaron tal actividad sexual con mujeres aborígenes durante la conquista de Chile que, en su campamento, "hubo semanas que parieron setenta indias de las que estaban al servicio" de los soldados. En Asunción del Paraguay, mientras tanto, el presbítero Francisco González Paniagua, denunciaba en 1545 que el "español que está contento con cuatro indias es porque no puede tener ocho, y el que con ocho porque no puede tener dieciséis [ ... ] no hay quien baje de cinco y de seis mancebas indígenas". Estos son sólo algunos ejemplos de la infatigable actividad genésica de los conquistadores españoles con mujeres americanas desde el Descubrimiento hasta mediados del siglo XVI, que en conjunto constituye, probablemente, el festín licenciosos más grande y prolongado de la historia Casi cinco siglos más tarde, los frutos de aquel proceso de miscegenación comenzado con este ejercicio maratoniano del arte de amar están a la vista: decenas de millones de mestizos pueblan el continente americano como testimonio vivo del más gigantesco proceso de mezcla racial conocido que ha producido la Humanidad. Estos, relativamente pocos, varones españoles, consiguieron cambiar, con hembras indígenas, la 4 Ricardo Herren, La conquista erótica de las Indias, Planeta, México, 1992, pp.11-13. composición étnica del Nuevo Mundo: la absoluta mayoría indígena fue reemplazada, a lo largo de los siglos, por los mestizos. Hoy los indios puros son sólo una escueta minoría en el conjunto de Iberoamérica. ¿Quiénes fueron los conquistadores?: Si bien provenían de los sectores más diversos de la sociedad española, todos tenían algo en común: en ella no encontraban un lugar que les resultara aceptable. Los integrantes de las expediciones de conquista fueron, sobre todo, nobles sin riqueza suficiente, hidalgos que pretendían una vida como la de los nobles verdaderos y hombres del común que aspiraban al ascenso social. Aquellos que no tenían títulos los reclamaban a cambio de sus servicios. ¿Cuáles? Haber peleado por el rey y por la fe en la Reconquista, en las campañas de África o en las guerras de Italia. Los conquistadores eran hombres con entrenamiento y experiencia militar; no hubo, entre ellos, ni nobles principales (los "Grandes de España") ni burgueses prominentes. Pero también integraron el contingente conquistador aquellos que fueron trasladados en forma forzada: expresidiarios, reclutas e incluso esclavos. Y otros: los misioneros enviados por las órdenes religiosas a propagar la fe cristiana. Muchos provenían de Extremadura y Andalucía, las regiones menos desarrolladas de Castilla, aunque luego habrían de sumárseles otros castellanos y aun vascos y aragoneses. Los conquistadores fueron hombres individualistas y ambiciosos que compartían un ideal de vida caballeresco; buscaban en el Nuevo Mundo oro, pero también honor. LECTURA 2. El Requerimiento: o aceptas someterte, o ¡te sometemos! Después de agitados debates, sostenidos en Burgos y Valladolid, relativos a los derechos de conquista que tenía o no España, y a los métodos brutales que se utilizaban, en 1512 la Corona estableció el famoso "Requerimiento" redactado por el jurista Juan López de Palacios Rubios. Se trataba de un extenso documento que comenzaba relatando la creación del mundo y del hombre por obra de Dios y, luego de una prolongada exposición de la fe católica, se llegaba por fin a proclamar el señorío del Papa sobre aquellas tierras, cuya evangelización se había confiado a los reyes de España. Expresaba el documento que "Dios Nuestro Señor dio cargo a uno que fue llamado San Pedro para que de todos los hombres del mundo fuese Señor y Superior"; que el Papa Alejandro VI, sucesor de San Pedro "como Señor del mundo hizo donación de estas Islas y Tierras firmes" a los reyes de España y a sus descendientes; que en virtud de esa donación, contenida "en ciertas escrituras que podéis ver si queréis", los indios debían obediencia y sujeción a la corona de España. "En caso contrario certificaos que con la ayuda de Dios nosotros entraremos poderosamente contra vosotros e os haremos guerra por todas las partes e manera que pudiéremos, e vos sujetaremos al yugo e obediencia de la Iglesia y de sus majestades e tomaremos vuestras personas e las de vuestras mujeres e hijos, e los haremos esclavos , e como tales los venderemos e dispondremos de ellos como sus majestades mandaren, e tomaremos vuestros bienes e, haremos todos los males e daños que pudiéremos como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor". Este Requerimiento debía ser leído a los indios; si no acataban sus términos, entonces era lícito entrar en guerra con ellos y dominarlos. No es necesario aclarar que semejante medida, si en algo pudo calmar los escrúpulos de conciencia de los teólogos que defendían a los conquistadores, no produjo ningún resultado y cayó de inmediato en desuso. Mal podían entender los indígenas un lenguaje semejante; además, los propios conquistadores, ajenos al problema de fondo tratado en las reuniones de Burgos y Valladolid, tomaron en son de risa la real disposición... el dicho de "hágase la ley, pero no se cumpla” ¡se cumplió¡ LECTURA 3: La controversia de Valladolid Un gran debate desarrollado en Valladolid (1550-1551) opondrá a los partidarios de políticas indígenas diametralmente opuestas, encabezados los unos por Fray Bartolomé de las Casas, y los otros por el jurisconsulto Juan Ginés de Sepúlveda, imponiendo su concepción humanista cristiana y por lo tanto, la defensa y protección del indio. La legislación reglamentará y señalará los deberes y derechos de los encomenderos sobre los indios. Las Leyes de Indias se inspirarán en la ética del cristianismo, en una línea de continuidad que llegará hasta el siglo XVIII. La encomienda se extinguirá por sí misma. Los indios de encomienda serán reemplazados por peones mestizos; dentro de los grandes latifundios sólo cambiará la forma legal de su explotación. a. Motivos para la guerra justa: Ginés de Sepúlveda Será siempre justo y conforme el derecho natural que tales gentes bárbaras e inhumanas ajenas a la vida civil y a las costumbres pacíficas, se sometan al imperio de los príncipes y naciones más cultas y humanas, para que, merced a sus virtudes y a la prudencia de sus leyes, depongan la barbarie y se reduzcan a vida más humana y al culto de la virtud. Y, si rechazan tal imperio, se les puede imponer por medio de las armas, y tal guerra será justa, según el derecho natural lo declara, (Ginés de Sepúlveda. "Sobre las causas de las guerras contra los indios”.) b. Defensa de los indios Bartolomé de las Casas: La Condición Humana. Todas las naciones del mundo son hombres…todos tienen entendimiento, todos tienen cinco exteriores y sus cuatro interiores y se mueven por los objetos de ellos, todos huelgan en el bien y sienten placer con lo sabroso y alegre, y todos aborrecen y desechan el mal. No existe actualmente ninguna nación, ni puede existir – prescindiendo de las bárbaras, fieras y depravadas que pueden ser las costumbres- que no pueden ser atraídas y convertidas a todas las virtudes políticas y a toda la humanidad del hombre domestico, político y racional. (Bartolomé de Las Casas, Historia Apologética.) En este nuevo período de la controversia, el que más se destacó en defensa de los indios fue el jurisconsulto fray Francisco de Vitoria, quien ha sido, además, uno de los fundadores del moderno derecho internacional. Su pensamiento está expresado fundamentalmente en su obra "Relecciones sobre los Indios y el Derecho de la Guerra" (1539). Vitoria sentó, ante todo, la distinción entre "guerra injusta" y "guerra justa" sus afirmaciones eran, en realidad, un retorno al problema de los justos títulos, que aún no había tenido concreta solución. Consideraba "guerra injusta" la que pudiera hacerse contra los indios en virtud del poder imperial y de la donación papal "El emperador (Carlos V) no es, señor de todo el orbe; aunque fuera amo del mundo, no por eso podría ocupar las provincias de indios, ni instituir nuevos señores, ni imponer tributos; el Papa no es señor civil o temporal de todo el orbe; aunque tuviese potestad secular sobre el mundo, no podría transmitirla a los príncipes seculares; el Papa no tiene potestad temporal sobre los indios ni sobre los otros infieles..." Ni siquiera la negación de los indios a bautizarse y aceptar el Evangelio, cuya predicación era el motivo de la donación de Alejandro VI, podía autorizar a la violencia contra los indios: "Aunque se hubiera anunciado a los bárbaros la fe, no es lícito, porque ellos no la quieran recibir, perseguirles con la guerra y despojarlos de sus bienes". De Vitoria exponía luego ciertos derechos de los españoles: Los españoles tienen el derecho de recorrer las provincias de los bárbaros indios y de establecerse en ellas, pero sin daño de los naturales; es lícito a los españoles negociar en tierras de los sin prejuicio de la patria de los mismos: no deben ser hostilizados los indios ni privados de sus bienes, si libremente y sin obstáculos permiten predicar el evangelio, aunque ellos no reciban la fe; El Jurista y teólogo dominico sostenía que estas y otras cosas eran de derecho natural, y que los indios no podían impedir la libre intercomunicación de los pueblos. En caso de oponerse a ello con la violencia, sólo entonces podían recurrir los españoles a las armas para asegurar sus derechos naturales. TEMA 3. La Conquista de Mesoamérica. Los cálculos más conservadores estiman que cuando Cortés desembarcó en las costas de Yucatán vivían en Mesoamérica alrededor de 25 millones de indígenas. Se trataba de sociedades más complejas que las de las islas del caribe, con una organización jerarquizada, un gobierno centralizado, guerreros bien adiestrados, religiosos activos y con mucho poder; era una sociedad articulada en señoríos. Algunos establecieron alianzas con los Aztecas y formaron el imperio mexica, otros se sometieron a su poder. Por su parte, los españoles ya tenían 27 años instalados en la Española y en Cuba, existía una comunicación regular con España decenas de naves cruzaban el Atlántico y habían realizado exploraciones hacia el nuevo continente. Hernán Cortés tuvo una experiencia de colonizador, de 15 años, conocía bien el oficio y organizó su expedición con tanto cuidado como audacia y creatividad. En sólo tres años, 1519 a 1521, logró conquistar uno de los más importantes imperios del Nuevo Mundo. Resulta difícil explicar cómo fue posible que los españoles, muy inferiores en número, pudieran someter a millones de indígenas, ¿por qué los aztecas no lograron mantener su soberanía? ¿qué factores favorecieron la victoria española?¿cómo la vivieron los mexicas y sus pueblos sometidos? Objetivo: reflexionar sobre las causas que propiciaron la derrota del Imperio Azteca. Conceptos: conquista de mesoamérica, dominación, alianzas políticas y militares. Habilidades: identificar las causas que propiciaron la conquista, comparar las diferencias de cultura entre los Españoles y mesoamérica, comprender el proceso de conquista militar y política. Actitudinales y valores: reconocer y entender las causas que determinaron la victoria de los conquistadores españoles sobre el imperio azteca. Ayuda didáctica para el alumno: Se dice que "los hombres hacen su historia ", pero poco se reflexiona si en la historia los héroes la hacen sólo por "sus propios destinos" o si el destino esta plagado de factores, fuerzas e imprevistos frente a los cuales tienen que actuar para convertirse en héroes. ¿Para Hernán Cortés o para Cuauhtémoc, los grandes héroes de la conquista de Mesoamérica, cuáles fueron esos elementos que les ayudaron a permanecer en la memoria colectiva? Descubre a los hombres: evalúa sus recursos humanos y sus medios militares; identifica sus móviles religiosos, políticos y económicos; observa las diferencias entre ellos y no olvides que los imprevistos ponen más a prueba tu creatividad que tú inteligencia. &ociones para reflexionar: • Conquista 5 : "La conquista considerada en sí misma, es más bien la ocasión de adquirir la soberanía que la causa inmediata de ella. La causa inmediata para adquirir la soberanía siempre es el consentimiento explícito o tácito del pueblo; sin ese consentimiento el estado de guerra subsistirá siempre entre dos enemigos, y no se podrá decir que uno debe obedecer al otro. Lo que hay es que el consentimiento del vencido es arrebatado por la superioridad del vencedor". 2. "Toda conquista legítima supone que el vencedor tenga una justificación para hacer la guerra al vencido; sin ella la conquista no se justifica; no se puede confiscar la soberanía de una nación bajo la ley del más fuerte. Que no se hable de la gloria del príncipe" al hacer sus conquistas, su gloria sería orgullo; una pasión y no un derecho legítimo. La calidad y el número de personas no cambian la naturaleza de la acción; el injurio es el mismo, el crimen es igual. Si la guerra es justa, la conquista también; ella es una consecuencia natural de la victoria y el vencedor que se rinde al vencido, no hace más que rescatar su vida". (Resumen y traducción libre de la Entyclopedie de Diderot et d' Alambert, del siglo XVIII). 1. Actualmente, el derecho internacional no justifica la conquista por las armas, ya que se base en la libre determinación de los pueblos. Los gobiernos vigilan el cumplimiento de este derecho por medio de la Organización de Naciones Unidas, ONU, que rechaza todo empleo de la fuerza contra un pueblo o nación, aún cuando acepte el derecho de injerencia militar por motivos estratégicos -como en Irak-, diplomáticos -en el Medio Oriente- o humanitarios -en los Balcanes o en Etiopía- y permanezca impotente, o al menos silencioso, ante las acciones bélicas de algunas potencias como las realizadas por los Estados Unidos contra Irak. Los medios para realizar las conquistas, así como sus formas, también han variado mucho. Si el principal es el uso de la fuerza militar, hoy el más socorrido es el uso de la fuerza económica y, 5 Texto elaborado especialmente para esta Guía por Javier Pérez Siller. sobre todo, financiera. En 1872, cuando el gobierno de Lerdo de Tejada examinaba otorgar o no concesiones para la creación de una línea de trenes que uniera México a los Estados Unidos, uno de los competidores, el general Rosenzcrans, pedía dinero al gobierno norteamericano y decía que "ya no necesitamos invadir México con nuestros ejércitos, sino con nuestras mercancías". El siglo XX inauguró las conquistas por medio de la invasión de capitales en forma de inversiones directas; el siglo XXI confirma la conquista de mercados por los financieros; la retirada masiva de capitales de una bolsa de valores puede desequilibrar y ¡hasta hundir la economía de un país! El uso de tan variados medios es muy probable que derive de la más antigua de las conquistas: la del amor. Por eso se dice, “en el amor y en la guerra: ¡todo se vale!” Procesos históricos a considerar: El "descubrimiento" y la conquista fueron la última cruzada 6 La historia de México empieza como episodio de la gran Odisea del descubrimiento y ocupación del Nuevo Mundo. Antes de la llegada de los españoles, México no existía como nación; una multitud de tribus separadas por ríos y montañas y por el más profundo abismo de sus trescientos dialectos, habitaba las regiones que hoy forman el territorio patrio. Los aztecas dominaban apenas una zona de la meseta, en constante rivalidad con los tlaxcaltecas, y al Occidente los tarascos ejercitaban soberanía independiente, lo mismo que por el sur los zapotecas. Ninguna idea nacional emparentaba las castas; todo lo contrario, la más feroz enemistad alimentaba la guerra perpetua, que sólo la conquista española hizo terminar. Comenzaremos, pues, nuestra exposición con el punto en que México surge a la vista de la humanidad civilizada. Empezaremos a verlo tal y como lo contemplaron los soldados de la conquista, según nos lo dicen en sus amenas crónicas. Por fortuna, fueron españoles los que primero llegaron a nuestro suelo, y gracias a ello, es rica la historia de nuestra región del Nuevo Mundo, como no lo es la zona ocupada por los puritanos. Todavía a la fecha, cuando se escribe de historia mexicana antigua tiene que fundarse en los relatos de los capitanes y los monjes de la conquista, guerreros y civilizadores, hombres de letras, a la par que hombres de espada, según la clara exigencia de la institución de la caballería. Pues, propiamente, fue la de América una última cruzada en que los caballeros, flor de Europa, después de rebasar sobre el moro ganaron para la cristiandad, con las naciones de América, el dominio del planeta, la supremacía del futuro. Episodio sobre la caída de Tenochtitlan y la conquista: ¿Durante la "$oche Triste" los indígenas lloraron?.. Del 30 de junio al 1 de julio de 1520. Se llama así en la historia de la Conquista la retirada de Cortés de la ciudad de Tenochtitlán. Después de deliberaciones contradíctorias, se tomó la resolución de abandonar la ciudad, disponiendo que fuera de noche. Antes de iniciar la marcha se reunió el tesoro acumulado y se encargó a Alonso de Ávila y a Gonzalo Mejía la parte perteneciente al rey. Cortés hizo cargar su parte en una yegua que encomendó a un tal Torrecicas, criado suyo. Salió a la vanguardia de la columna Gonzalo de Sandoval, con 200 infantes y 20 jinetes. Esta avanzada llevaba el puente de madera portátil que iba a ser el medio de atravesar los canales de la ciudad. Lo portaban 400 tlaxcaltecas y lo defendían 50 soldados, bajo la dirección de Magarino. En esta parte de la columna iban los cañones, al cuidado de 250 tlaxcaltecas y con defensa de 40 escuderos. Iban también los caballos que cargaban el tesoro real y de Cortés las mujeres con Marina y dos hijas de Moctezuma. Las defendían 300 indios y 30 españoles. Iban los prisioneros príncipes, como Chimalpopoca y Tlaltecatzin, hijo del rey de México, Cuicuitcatzin, rey de Acolhuacán, nombrado por Cortés y otros de linaje real. Salieron del palacio de Axayácatl poco antes de mediar la noche; siguieron por la ruta de la calzada de Tlacopan, que es en gran parte la calle de Tacuba, y sus siguientes en la ciudad moderna. Al cruzar el primer canal, frente al actual edificio de correos, fueron descubiertos por una mujer que dio la alarma, junto a un sacerdote que estaba en el teocali de Huitzilopochtli. Y salieron los mexicanos armados para cerrar el paso. En el segundo paso, donde hoy es el Hotel Cortés fueron atacados por tenochcas y tlatelolcas. Y para el tercero, no les sirvió 6 José Vasconcelos, Breve historia de México, CECSA, México, 1962. el puente, pues el canal era muy ancho, y sucumbieron ante el ataque de los indígenas: allí murió el mayor número de españoles, tlaxcaltecas y perdieron la mayor parte del tesoro. Ya en la madrugada del 1 de julio llegaron al canal llamado Petlalco, cerca del actual Panteón Inglés. Se repusieron un poco y, antes de llegar a Popotla mataron a Chimalpopoca y a Tlaltecatzin, hijos de Moctezuma, que iban con los conquistadores y les servían de guías. En seguida fueron de nuevo acometidos por los mexicas un largo rato. Dejados en paz, se detuvieron bajo un ahuebuete que había en Popotla. Según la leyenda, Cortés lloró. Más adelante el conquistador pasó revista a sus tropas: faltaban 600 españoles y más de 80 caballos. De los indios aliados no se tienen noticias. (Resumen del Diccionario Porrúa, Porrúa, México, 1995.) Bibliografía de consulta para el alumno: Miguel León Portilla. La visión de los vencidos, UNAM, México, 2000, pp. 159-163. Bemal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la $ueva España, Porrúa, México, 1994, pp. 573-579. CRO&OLOGÍA DE LA CO&QUISTA DE MÉXICO 1º marzo 1517 Salida de Cuba de Francisco Hernández de Córdoba y Antón de Alaminos. 23 abril 1518 De Cuba, salen Pedro de Alvarado, Fco. Montejo, Alonso de Ávila y Alaminos. Llegan a Isla de Cozumel. Abril 1519 Salen de Cuba Hernán Cortés, Pedro de Alvarado, Fco. Montejo, Diego de Ordaz. Llegan a la Isla de Cozumel. Viernes Santo 1519 Hernán Cortés Funda la Villa Rica de la Vera Combaten contra los tlaxcaltecas dirigidos por Xicoténcatl.. 31 ago.-7 sept. de 1519 Tropas españolas Hacen una alianza con tlaxcaltecas 23 septiembre 1519 Tropas españolas Entrada a Tlaxcala. Sale de Cholula. 13 octubre 1519 Parte del ejército Español Matanza en la Plaza. 8 noviembre 1519 Cortés, sus aliados y tropas. Llegan a Tenochtitlán. Mayo 1520 Pánfilo de Narváez, enviado de Diego Velázquez desde Cuba, parte a México. Llega a costas mexicanas. Principio junio 1520 Cortés sale a combatir las tropas de Pedro de Alvarado realiza una Mayor de Tenochtitlán. 24 junio 1520 Hernán Cortés. 30 junio 1520 Noche Triste Julio 1520 Cortes y sus tropas. . Hernán Cortés se retira con sus aliados indígenas. mayo 1521 Construcción de 3 bergantines y pertrechos 30 mayo de 1521 13 agosto 1521 Tropas españolas y ejércitos aliados. Tropas españolas y ejércitos aliados. Tomado de Quiero vivir en América, Piedrasanta, Guatemala, 1984. Arribo a Cabo Catoche. Regresa a Tenochtitlán y encuentra un ambiente de rechazo. Muere Moctezuma. Derrota Prepara el asalto a Tenochtitlán. Inician el sitio de Tenochtitlán. Vencen a los defensores de Tenochtitlán. Cuauhtémoc es tomado Preso . La conquista de Mesoamérica por todos los flancos 7 Hernán Cortés desembarcó en las costas del Golfo los días de Pascuas de 1519. Venía al mando de un ejército de 508 soldados, 16 caballos, 14 piezas de artillería, 100 marineros y 11 navíos.... Dos años más tarde, el 13 de agosto de 1521 a la cabeza de un numeroso ejército, con miles de indios aliados (tlaxcaltecas, pero también totonacas y cholultecas) entraba triunfal a la ciudad capital del imperio. Y cambió para siempre la vida de los aztecas e inició la conquista de Mesoamérica ¿Cómo fue posible? Apenas terminada la conquista de Tenochtitlán Cortés envió a sus capitanes a continuar el sometimiento de Mesoamérica: Pedro de Alvarado fue enviado a la conquista de las tierras de la actual Guatemala. Sucesivamente venció a los quichés, cakchiqueles, tzutuhiles. Fundó la ciudad de Santiago de los Caballeros y marchó a la conquista de Paxaco y Cuscatlán. Cristóbal de Olid fue otro de los capitanes enviados por Cortés a la conquista. desembarcó en costas hondureñas y fundó la ciudad de Triunfo de la Cruz. También por el sur avanzaron los españoles, esta vez desde Panamá. Gil González, al mando de una expedición, salió de la isla de Las Perlas y desembarcó en tierras de la actual Costa Rica. Penetró en el interior del territorio y continuó aún más lejos, hasta donde había oído que gobernaba un cacique rico y poderoso: Nicaragua. Gil González venció a todas las tribus de estos parajes, menos a Diriagen, cuya heroica resistencia lo obligó a regresar. Hernández de Córdoba hizo un recorrido similar al de Gil González y fundó ciudades que aún hoy existen, como Granada y León. LECTURA 4. La caída de México-Tenochtitlán Consulta en tu biblioteca y fotocopia el artículo de Alejandra Moreno Toscano, "La conquista de México Tenochtitlan", en Historia General de México, Tomo 1, El Colegio de México, México, 1981, PP. 291-311. LECTURA 5. Los actores de la conquista: sus circunstancias y acciones 8 La ciudad había sido prácticamente destruida. Poco tiempo después, Cortés puede decir que ha dominado el antiguo imperio mexicano en toda su extensión geográfica. Ésta sería la narración de los hechos, pero los hechos esconden procesos más complejos que los historiadores han tratado de descubrir para explicarlos. Así, retornemos algunos hilos de esta narración que pueden ayudar a comprender el por qué de todo esto. En primer lugar la lucha de Cortés por legitimar su conquista. Cuando Cortés llegó a Veracruz y fundó la Villa Rica, dio un paso necesario para legitimarse como autoridad principal de la conquista. Durante todo el proceso de conquista del Nuevo Mundo, la corona española, que no podía financiar los gastos de las expediciones, estableció una serie de convenios con particulares -las capitulaciones- por medio de los cuales les permitía financiar y llevar a cabo las expediciones. La corona se reservaba el dominio de las tierras descubiertas y un quinto de los beneficios materiales. A cambio de ello, daba al capitán que realizaba la conquista una serie de beneficios y derechos sobre las nuevas tierras y quienes las habitaban. El caso es que quien había recibido los derechos para realizar las entradas a un territorio de México no era Cortés, sino Diego Velásquez, el gobernador de Cuba. Así, cuando Cortés establece una Villa, una Ciudad, no solamente desconoce abiertamente los fines originales de su expedición -los fines ideados por Velásquez- de mero reconocimiento y trueque, sino que instituye una nueva fuente de donde derivar su autoridad. Dentro de la antigua tradición municipal española, al fundar una ciudad los hombres debían elegir a sus representantes y constituir un ayuntamiento. Así, los hombres de Cortés se convirtieron en sus propias autoridades reconociendo sólo como superior a la corona española. De esa nueva autoridad, creada por él mismo, Cortés recibirá los derechos para conquistar las nuevas tierras. Para Cortés era, pues, muy importante que la corona reconociera el nuevo papel de ese ayuntamiento. Y con él, su nombramiento de capitán elegido por la voluntad expresa de los vecinos de la nueva ciudad. Por ello su primera preocupación será enviar a un procurador (escoge a Portocarrero) para establecer una comunicación directa con la corte y no depender más de las decisiones emanadas desde las antillas. Sabe Cortés que si recibe la aprobación real, Velásquez no podrá reclamar para sí ningún derecho sobre la conquista. Por ello también, cuando se encuentra en México-Tenochtitlán y recibe noticias de que su viejo conocido Pánfilo de Narváez -juntos habían luchado en la conquista de Cuba- acababa de llegar a las costas de Veracruz con 7 Tomado de Quiero vivir en América, Piedrasanta, Guatemala, 1984, p.60 Alejandra Moreno Toscano, "La conquista de México-Tenochtitlán", en Historia general de México. Colegio de México, 1981, TI, pp. 310-313 8 orden de aprehenderlo deja la ciudad. Abandona su conquista pacífica y sale a enfrentarse a quien seguramente consideraba como su principal enemigo. Esto expresa claramente cómo la conquista de México no fue obra de un grupo que alguna vez actuara sin conflictos internos, basta leer las Cartas de relación para registrar anécdotas de conspiraciones descubiertas, de enfrentamientos y represiones violentas entre los españoles. Ahí quedó registrada la historia de aquel a quien Cortés obligó a comerse una hoja de papel en donde estaban escritos los nombres de los españoles que querían desconocerlo como capitán. Ya volveremos a referirnos a esos conflictos. De mayor trascendencia fue la división entre la nobleza indígena, que se manifiesta desde la llegada de los españoles. Cuando Moctezuma reúne en consejo a su sobrino Cacama y a Cuitláhuac, su hermano, para pedirles su opinión sobre la manera más conveniente de recibir a los españoles -entonces va a las puertas de México-, Cuitláhuac sostiene la opinión de quienes pensaban que los españoles no debían ser recibidos de ninguna manera. Cacama, a quien Gómara describe como "mancebo feroz de ánimo y honra" sostuvo otra opinión, alegando que si los españoles estaban a las puertas de la ciudad debía recibírseles como embajadores que eran de otro monarca. Pensaba Cacama que si los españoles, una vez en México, intentaban cualquier cosa que molestara a Moctezuma, les podían enviar a castigar su osadía teniendo tantos y tan valerosos hombres como tenía". Moctezuma aceptó el parecer de Cacama y Cuitláhuac lanzó una última sentencia: “plega a nuestros dioses que no metáis en vuestra casa a quien os eche de ella y os quite el reino, y cuando lo queráis remediar, no sea tiempo". Cuando Moctezuma vio que muchos otros señores daban muestras de aprobar la postura de Cuitláhuac, le ordenó que fuera él precisamente quien recibiera y alojara a los españoles en Iztapalapa, para evitar cualquier manifestación pública de disidencia. De la misma manera, la antigua rivalidad entre Ixtlixóchitl, hermano de Coanacoch, y Cacama por el reino de Texcoco, se agudizó con la presencia de los españoles. Ixtlixóchitl había mantenido una actitud hostil contra su hermano al grado de que "tenía gente de guarnición en las fronteras" y a la llegada de los españoles decidió aliarse abiertamente con Cortés. Según un antiguo texto recogido en el Códice Ramírez, Ixtlixóchitl invitó a los españoles a visitar Texcoco. La tradición cuenta que Ixtlixóchitl, para sellar su amistad con Cortés, recibió el bautismo "y se llamó Hernando” y que su madre, Yocotzin, al conocer la noticia dijo: “que había perdido el juicio, pues tan pronto se había dejado vencer de unos pocos bárbaros que eran cristianos". Cortés escribió al rey que don Hernando Ixtlixochitl "tenía mucho amor a los españoles y conocía la merced que en nombre de vuestra majestad se le había hecho en darle señorío habiendo otros que le precedían en el derecho”. Por su parte, Cuauhtémoc llegó a poner precio a la vida de lxtlixochitl llamándole traidor. Fue gracias a la colaboración de lxtlixochitl que los españoles reconocieron y apresaron a Teplepanquétzal, heredero del reino de Tlacopan, a Tlacahuepantzin, hijo de Moctezuma, y a Papantzin, mujer de Cuitláhuac, que habían tomado el partido de la defensa de los tenochas. Con razón escribió Cortés: "Bien podrá V.M. considerar lo que sentirán los de Temixtitan en ver venir contra ellos a los que tenían por vasallos y por amigos y por parientes y hermanos y aun padres e hijos". Estas divisiones en la casa reinante pueden ayudar a explicar por qué Tzihuacpopocatzin, el Cihuacóatl, enviado por Moctezuma para encontrar a Cortés en las faldas de los volcanes, intentó suplantar al emperador para evitar que los españoles llegaran a México. Es posible también que esas divergencias entre la nobleza mexica expliquen ciertas actitudes titubeantes de Moctezuma, que generalmente se han atribuido a su solo carácter. Sus dudas y titubeos reflejan una lucha interna, la descomposición de un grupo dominante que no llegó a ponerse de acuerdo acerca de la política más apropiada frente a los españoles. Como lo expresara Cuitláhuac, para muchos tenochcas el hecho mismo de que los españoles fueran recibidos en México significaba la derrota. Un episodio recogido por los informantes de Sahagún sugiere la existencia de una duda generalizada sobre si se estaba siguiendo la política adecuada frente a los españoles. Relata el texto cómo algunos hechiceros y adivinos, enviados por Moctezuma a detener a Cortés cerca de Chalco, encontraron a un hombre que se detuvo a increparlos: "¿Qué es lo que hacer procura Moctezuma ¿Es que aún ahora es un infeliz miedoso? Ha cometido errores, ha llevado allá lejos a sus vasallos, ha destruido a las personas: unos con otros se golpean, unos con otros se amortajan, unos con otros se revuelven, unos con otros se burlan. ¿Por qué en vano habéis venido a pararos aquí? ¡Ya México no existirá más! ¡con esto se acabó para siempre!" Según el relato, los hechiceros comprendieron el significado de esas razones y volvieron a México diciendo "no era un cualquiera ése... ése era el joven Tezcatlipoca". La ruptura de una parte de la nobleza indígena con su soberano se manifestaría pronto en una resistencia más o menos hostil a sus órdenes. Alojados los españoles en las casas de Moctezuma, ordenó éste que les dieran provisiones; pero “los principales a quienes mandaban esto, ya no le hacían caso, sino que estaban airados, ya no le tenían acatamiento ya no estaban de su parte, ya no era obedecido”.Ese sentimiento de rechazo no era unánime, pues otros señores se encargaron de abastecer a los españoles: "Les entregaban cuanto habían menester, aunque con miedo, lo entregaban”. Cuando, después de la matanza del Templo Mayor, Itzcuauhtzin, rey de Tlatelolco y prisionero con Moctezuma, intenta pacificar a los mexicanos, el desconocimiento de la soberanía de Moctezuma sera definitivo: "¿Qué es lo que dice ese ruin Moctezuma?, ya no somos sus vasallos". Al romperse la unidad de la nobleza indigena inicia, por el proceso mismo de la guerra, una nueva dirección política entre los mexicanos, que no habrán de consolidarse al sobrevenir la derrota. El pueblo bajo, refugiado en Tlatelolco durante los últimos días de asedio, termina por hacerse responsable de su propia defensa: "Poco nos queda, no hacemos más que guardar nuestras casas... lo que para vosotros guardaba vuestro rey.. es vuestra propiedad". Durante este proceso comienzan a surgir algunos capitanes que ganarán su posición por la sola fuerza de sus acciones en el combate. Como Tzilacatzin, vencedor de los bergantines en XocotitIan, que acostumbraba disfrazarse para que no le reconocieran los enemigos como Tzoyectzin y Temoctzin a quienes “nada les importaban los enemigos y ningún aprecio tenían de sus propios cuerpos”. El mismo Cuauhtémoc durante los días más difíciles del sitio de México, concedió las insignias de Ahuizot1 y el grado de capitán a Opochtzin tintorero de oficio". En una de las múltiples en que Cortés intentó parlamentar con los tenochcas, preguntó si "estaban allí los señores que les mandaban", la respuesta que obtuvo expresan bien los cambios que habían sobrevenido en la ciudad. Los guerreros guerreros respondieron que "todos aquellos combatientes que miraba eran los señores de México”. Esas divergencias que estamos muy lejos de conocer, explicarian mejor la serie de textos indígenas que repiten reiteradamente cómo durante el asedio de la ciudad, “los mexicanos comenzaron a hacer pleitos entre sí y a matarse mutuamente”. Pero si hubo divergencias entre el grupo gobernante, las hubo también entre los señoríos sujetos y la capital del imperio. Moctezuma lo sabía bien cuando le dijo a Cortés: "Muy bien sé todos los que vos han ofrecido de Campotón acá…no creáis de aquellos que son mis enemigos, y algunos de ellos eran mis vasallos y hánseme rebelado con vuestra venida". Cuando se fractura el poder de los mexicas comienza el proceso de desintegración de las antiguas alianzas. Los antiguos aliados abandonan a los de Tenochtitlan para que "solos y por sí mismos vayan pereciendo". El temor de ser reconocidos como aliados de México se apodera de muchos pueblos. Los mismos mexicanos "como gente de Cuautitlan,como de Tenayuca, de Azcapotzalco o de Coyoacan se hacen pasar". antes de que terminara el sitio de México se habían aliado con Cortés, además de los de Cempoala, Tlaxcala, Huexotzingo, Cholula y Texcoco, los de Chalco, Acolhuacan, Cuauhnáhuac, Huexotla, Coatlinchan, Otumba, Nautla, Tizapan, Xochimilco, Mizquic, Culhuacan. Cuando Cuauhtemóc es presentado ante Cortés en Acachinango lo acompañan solamente Tetlepanquetzal, de Tlacopan, Coanacoch de Texcoco, Cihuacóatl de Tenochtitlan, el mismo que lo traicionaría en Acallan y que con el nombre cristiano de Juan Velázquez sería nombrado por Cortés, a la muerte de Cuauhtémoc, señor de México. En los años siguientes a la conquista, el haber auxiliado a los españoles durante el sitio de México se convirtió en una frase retórica más o menos utilizada por los grupos indígenas que pedían algún favor al rey de España. Entre muchísimos otros, por ejemplo, en una carta fechada en 1563, los caciques de Xochimilco alegan entre sus méritos haber ayudado a Cortés: le dimos dos mil canoas en la laguna, cargadas de bastimentos, con doce mil hombres de guerra... como los tlaxcaltecas estaban ya cansados... el verdadero favor, después de Dios, lo dio Xochimilco". Mientras duró el asedio de Tenochtitlán, Cortés envió a algunos capitanes a someter a los territorios del interior. Ente 1521 y 1524 la conquista del antiguo imperio mexicano pareció concluida. TEMA 4: Los diferentes aspectos de la colonización La conquista por la fuerza no es durable, ni se legitima. Los españoles emprendieron un proceso de ocupación y poblamiento del territorio donde reconstruyeron, a su manera y según los esquemas culturales que tenían, una sociedad, ahora con mayor territorio, nuevos recursos y una población a explotar, pero al mismo tiempo a educar y, sobre todo, a convertir al cristianismo. Ese gesto, imperativo para la "legal" posesión de las tierras, se aplicó por muchos medios, algunos seductores evangelizadores, misioneros, escuelas, otros también violentos sometimiento al tributo, al repartimiento, la esclavitud y a la inquisición, en fin, los medios para orientar la economía haciendas, ranchos, minas, comercios, mercados y organizar la población fundación de ciudades, designación de cabildos, integración de pueblos que dejaron sus huellas, algunas perceptibles aún. La colonización, a múltiples caras, fue un complejo proceso de articulación de los elementos demográficos, materiales, técnicos y culturales de los conquistadores, indígenas y otros inmigrantes, a un sistema orgánico legal, administrativo y de gobierno bajo la hegemonía de la Corona española. ¿Qué sabemos de las (inter)mediaciones de los indígenas en este proceso? ¿Cómo se fueron adaptando o desechando sus formas de organización, su cultura y prácticas sociales y religiosas? Objetivo: caracterizar los diferentes aspectos de la colonización y comprender el proceso de creación de una sociedad multiétnica. Conceptos: conquista espiritual, encomienda, república de indios y de españoles. Habilidades: análisis y comparación de las formas de vida prehispánicas con las impuestas por los españoles. Actitudinales y valores: Reconocimiento del trabajo indígena en la creación de la cultura colonial, Ayuda didáctica para el alumno: La palabra historia se refiere a la disciplina que estudia las transformaciones de las sociedades en el tiempo, pero se refiere también a los cambios mismos. Siguiendo a Pierre Vilar, la "historia designa a la vez el conocimiento de una materia y la materia de ese conocimiento”. En este tema tendrás la oportunidad de hacer historia en los dos sentidos: te invitaremos a realizar una investigación histórica -articular, si no producir, ciertos conocimientos sobre un asunto relativo a las transformaciones de tu ciudad durante el proceso de colonización-, al mismo tiempo que expones un aspecto de cómo se dio ese proceso en toda la $ueva España. De esta manera deseamos que ejercites tu imaginación y compares los procesos generales con los particulares. Para que logres esta doble conquista te recomendamos utilizar tres ingredientes: esfuerzo, creatividad y pasión. &ociones para reflexionar: • • • Repartimiento: este sistema obligaba a los nativos a trabajar por temporadas en las haciendas, regresando después a sus pueblos para trabajar su propio sustento y obtener también lo necesario para el pago del tributo. Fue facultad de los Alcaldes mayores sacar determinado número de indios para laborar en las haciendas, minas, o en obras urbanas durante una semanas; sin embargo, los indios eran conducidos a lugares muy distantes de sus pueblos, explotados largas jornadas de 2 y 3 semanas por una remuneración raquítica. Tributo: impuesto personal que se aplicó a los indios y que podían cubrir en especie o en trabajo. Su fruto significaba el vasallaje de los indios a la Corona, por ello la Real Hacienda lo recuperaba. Duró los tres siglos que existió la Nueva España. Evangelización: es el acto de difundir el Evangelio o predicar la doctrina cristiana entre el pueblo. Un compromiso de los reyes católicos para que el papa Alejandro VI les adjudicara las tierras “descubiertas” por Colón fue el de cristianizar a los naturales. Por ello desde los primeros viajes del Almirante, lo acompañaron misioneros de órdenes mendicantes que velaron por la evangelización de los indios. A México llegaron los frailes desde muy temprano: los Franciscanos, el grupo más importante, arribaron en 1524, principalmente a las regiones de Puebla, México, Michoacán, Jalisco y Yucatán. En el siglo XVI había más de mil franciscanos en 144 doctrinas-conventos fundados por ellos. Los dominicos llegaron en 1526, también en número de doce, y se fueron incrementando. Su acción cubrió las regiones de Puebla, México y Oaxaca. En 1533 aparecieron los agustinos que, para mediados del siglo XVI ya eran más de doscientos en las zonas de Puebla, México y Michoacán. En fin, los jesuitas se instalaron en la ciudad de México en 1572, se orientaron principalmente a educar a los criollos y algunos mestizos en las principales ciudades de españoles, aunque mantuvieron una misión en el norte. Tardíamente llegaron los carmelitas descalzos, 1585, y los mercedarios, 1594, para atender a los indios. (Resumen sacado de Francisco Morales y Oscar Mazín, "La Iglesia en Nueva España: los modelos fundacionales", en Gran historia de México ilustrada, Planeta-DeAgostini-CONACLTLTA-INAH, México, 2001, pp. 124-127). No. 7, Bibliografía de consulta para el alumno: Bernardo García Martínez, «Trabajo y tributo en los siglos XVI y XVII», en Gran Historia deMéxico Ilustrada, No. 4, Planeta-de Agostini-CONACULTA-INAH, México, 2001. Francisco Morales y Oscar Mazín, «La Iglesia en Nueva España: los modelos fundacionales>,En Gran Historia de México Ilustrada, No. 7, Planeta - de Agostini -CONACULTA-INAH, México, 2001. LECTURA 6. La Conquista espiritual 9 España heredó la concepción universal, progresiva y providencial de la historia que había elaborado el cristianismo y con ella se enfrentó al sorpresivo descubrimiento de nuevas tierras, y al aún menos previsible contacto con civilizaciones hasta entonces ignoradas. La idea cristiana de la historia también apoyó la expansión imperial del poder español, infundiéndole un sentido providencial y mesiánico. La iglesia cristiana medieval se consideraba universal, pero antes de la era de los descubrimientos la cristiandad estaba confinada a una parte muy pequeña del mundo. Sorpresivamente los descubrimientos de los siglos XV y XVI abrieron por primera vez la posibilidad de expandir la cristiandad por vastas regiones y cumplir con las aspiraciones universales de la iglesia. Y entre todas las naciones de la cristiandad, pocas como España vivieron tan intensamente el privilegio de sentirse predestinadas a realizar ese ideal que los cristianos veían enunciado en las Sagradas Escrituras. El descubrimiento de tierras ignotas y la conversión de pueblos paganos parecieron a los españoles un signo claro de la misión providencial que Dios le había señalado al pueblo escogido. La enseñanza de la doctrina cristiana en los pueblos indígenas Los primeros frailes que llegaron a Nueva España vieron en los indígenas las cualidades más estimadas por la grey cristiana: eran pobres, mansos, dóciles, humildes, obedientes, dúctiles como niños, y aptos "como tabla rasa y cera muy blanda" para imprimir en ellos cualquier cosa que se deseara. En esta interpretación se fincó la convicción de que los indios alcanzarían la perfección cristiana si quedaban bajo la tutela exclusiva de los frailes, pues de este modo llegarían a ser “la mejor y más sana cristiandad y policía del universo-mundo". En las misiones y las parroquias los mismos mendicantes transmitieron a los nativos, en su propia lengua y a través de imágenes, los rudimentos de la doctrina cristiana y establecieron escuelas para enseñar a los catecúmenos. Los atrios de los monasterios y las iglesias se mudaron en aulas gigantescas donde la instrucción colectiva se combino con él canto, el teatro y la fiesta. De modo que una parte fundamental de la enseñanza religiosa se llevó a cabo a través imágenes como en la antigüedad mesoamericana. Constantino Reyes Valerio observa que los miles de metros cuadrados de pintura que cubren las paredes de los conventos, iglesias y capillas tuvieron la función de transmitir los principios básicos del cristianismo en la población indígena. Señala también el papel que jugaron las escenas religiosas pintadas en conventos. Estas escenas "no fueron distribuidas al azar sino que, por el contrario, los misioneros las distribuyeron con la intención de que sirvieran para enseñar los fundamentos de la doctrina por medio de ellas." En estas escenas predomina la Anunciación, el nacimiento de Cristo, la Adoración de los Reyes, la Pasión de Cristo, la Última Cena, algunos episodios del Antiguo Testamento, etcétera. Como observa Serge Gruzinski, el cristianismo multiplica en todas partes sus imágenes, lo mismo en las grandes ciudades como México y Puebla que en los pequeños poblados y en el campo donde se erigieron los conventos o monasterios. A tal punto que el dominico Bartolomé de las Casas pudo escribir hacia 1555 que él había visto “una buena parte de la doctrina cristiana representada en figuras e imágenes, gracias a las cuales los indígenas la podían leer como yo la leo escrita con nuestros caracteres en una página". A pesar de su apariencia masiva, el adoctrinamiento de los frailes fue selectivo y estratégico. Los mendicantes conocían la dificultad que representaba la conversión de los adultos y concentraron sus esfuerzos en los niños, quienes no oponían esa resistencia, y eran más débiles a la seducción de los regalos que les ofrecían. La educación concentrada en los niños y jóvenes produjo resultados que los frailes, festejaron como milagros de la evangelización, pero que a nosotros no dejan de causarnos malestar y repugnancia, por la forma insidiosa de oponer a los hijos contra los padres e incitar deliberadamente la destrucción de las familias. 9 Enrique Florescano, "La Conquista y la Imposición de la Idea Cristiana de Historia", en Histona de las historí^ Jornada, México, diciembre 8 del 2000. Las escuelas de los mendicantes pronto se convirtieron en los centros de difusión de la lectura, música, canto, teatro, artes y cultura occidentales. En ellas los niños y jóvenes indígenas aprendieron el catecismo, los cantos y salmos cristianos, las técnicas y los oficios europeos, la danza, el teatro y el manejo de instrumentos musicales de occidente, que también aprendieron a producir y a combinar con la música y las tradiciones indígenas. Los escenarios, los personajes y los símbolos de pintura occidental se aposentaron en las paredes los conventos e iglesias novohispanos, y narraron para ilustración de las multitudes indígenas, los episodios de la creación del mundo según el Antiguo-Testamento, el nacimiento de la humanidad según la Biblia, la conformación del cielo y del infierno, las prédicas de los primeros apóstoles, los acontecimientos dramáticos de la pasión y muerte de Jesucristo, el descubrimiento de América impulsado por los reyes católicos, la irradiación del cristianismo por el Nuevo Mundo y la llegada portentosa de las órdenes mendicantes y de la Iglesia católica a la Nueva España. Quizá el cambio ideológico más importante que indujeron los evangelizadores fue la supresión del antiguo calendario de rituales indígenas y su sustitución por las efemérides y festividades cristianas. Al suprimir las antiguas fechas de culto, los religiosos rompieron la continuidad de la memoria que celebraba los acontecimientos fundadores de la vida indígena. Y al encimar sobre esas fechas los cultos y ceremonias cristianos, poco a poco impusieron las conmemoraciones, los ritos, las festividades y el santoral cristiano: crearon un calendario que sólo recordaba los actos memorables del conquistador. Al día siguiente de la toma de México-Tenochtitlan se manifestó el empeño de los conquistadores por desaparecer los antiguos dioses, templos y cultos. Los franciscanos adoptaron la estrategia de quemar los templos indígenas, arrasarlos y construir sobre sus restos las primeras ermitas e iglesias cristianas. Bernardino de Sahagún refiere que los franciscanos eligieron tres antiguos adoratorios indígenas para construir templos cristianos: el cerro de Tepeyac donde se rendía culto a Tonatzin; la sierra de Tlaxcala donde se veneraba a Toci; y un lugar cercano al Popocatépetl donde se celebraba a Tezcatlipoca. Esta política se multiplicó en todo el territorio. Uno de los instrumentos más sutiles para borrar la memoria indígena e implantar la cristiana, fue la manipulación del calendario. Poco a poco las festividades indígenas que celebraban el fin de la estación seca y la llegada de las lluvias, las fiestas de la siembra y la cosecha de los granos, las ceremonias consagradas a la caza y la recolección de frutos, fueron sustituidas por celebraciones cristianas. La fiesta dedicada al dios tutelar del pueblo fue reemplazada por la fiesta del santo patrono cristiano. De este modo la recordación de la antigua fundación prehispánica se transfiguró en remembranza de la evangelización cristiana. Una tras otra las antiguas festividades fueron reemplazadas por las ceremonias cristianas, o se amalgamaron y sincretizaron con los cultos católicos, en una simbiosis que aún no ha sido estudiada con la atención que merece. Lo cierto es que mediante estas sustituciones el antiguo calendario político de los pueblos indígenas fue borrado, y su calendario agrícola se transformó en un calendario de fiestas y ritos cristianos, cuyo propósito fue hacer de los indios católicos fervorosos y vasallos apegados a las formas de vida occidentales. LECTURA 7. El doble proyecto fundacional de la Iglesia 10 Resulta muy natural que la fundación de la iglesia en Nueva España tomase la forma de un doble proyecto; por un lado, una iglesia misionera, local, auspiciada por los frailes, apoyada en el papado y encaminada a lograr una primera evangelización de los indios; por el otro, una iglesia organizada en diócesis, sometida a los obispos, es decir, jerárquica y que tendría a las catedrales por eje de un sistema parroquial que sólo se fue conformando al cabo del tiempo. Debido a que las órdenes religiosas fueron casi las únicas que trabajaron en la primera mitad del siglo XVI, el primer proyecto se consolidó con mayor rapidez que el segundo. El primer grupo religioso que vino a México fue el de doce franciscanos que llegaron en 1524. Les habían precedido un año antes otros tres franciscanos, entre ellos fray Pedro de Gante. Aunque ya existía una diócesis, la Carolingia, fundada en 1519, las actividades misionales de los franciscanos tuvieron como ámbito geográfico no los confusos límites de ésa diócesis, sino el ámbito conventual de sus comunidades religiosas. Así, sus primeros trabajos misioneros los realizaron desde cuatro conventos fundados estratégicamente el mismo año de su llegada a cuatro pueblos indígenas de suma importancia. México-Tenochtitlan, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo, lugares que no tenían nada que ver con la primera diócesis. Esta estructura conventual se consolidó con la llegada de las siguientes órdenes misioneras, los dominicos (1526) y los agustinos (1533), en tal forma que si se quiere conocer la fun10 Francisco Morales y Oscar Macín, "La Iglesia en Nueva España: los proyectos fundacionales", en Gran Historia de México ilustrada, No.7, Planeta-DeAgostini-Conaculta-Inah, México, 2001, pp, 125-129 dación de las primeras comunidades cristianas indígenas hay que hacer un recorrido de los antiguos conventos de las órdenes religiosas. Pero no sólo fue el ámbito geográfico lo que le dio peculiaridad a estos primeros años de la iglesia novohispana. Fueron sobre todo los privilegios que la Santa Sede concedió a los misioneros, privilegios que, en cierto modo, hacían innecesaria la presencia de los obispos, pues a no ser los actos exclusivos del orden episcopal, como era la ordenación de sacerdotes, todos los demás poderes eclesiásticos los detentaban los misioneros. El documento más representativo de estos privilegios es el breve de Adriano VI, Exponi nobis, mejor conocido como "Bula Omnímoda", concedido a los franciscanos el 9 de mayo de 1522. Este breve es un documento eminentemente misionero. Sus contenidos están relacionados no tanto con la fundación de una iglesia, sino con la actividad misionera de los frailes, a quienes se les confiere independencia de sus superiores provinciales en España y se les sujeta directamente a los ministros y capítulos generales de la orden. En el último párrafo de este documento se expresa que, puesto que la ocupación principal de estos religiosos será la conversión de los indígenas, el papa concede que sus superiores "tengan, así para los frailes... como para los indios convertidos a la fe cristiana o cualquier otro cristiano que los acompañase en la obra de conversión, toda nuestra omnímoda potestad y autoridad así en el fuero interior como en el exterior". Esta "omnímoda potestad", objeto posteriormente de acaloradas disputas entre obispos y frailes, fue el instrumento con el que las ordenes religiosas construyeron con toda libertad una cristiandad indígena que tenía más semejanzas con la estructura de sus conventos que con la de las parroquias. De hecho, da la impresión que los frailes en cuanto les fue posible, reprodujeron su forma de vivir en estas comunidades . La recitación del oficio divino en las escuelas de niños, los cantores y "menestriles" para los oficios divinos y la disciplinada organización de las actividades religiosas los pueblos, por cierto siguiendo las antiguas formas "de gobierno temporal” de los indígenas, formaron parte básica del modelo que los frailes usaron para establecer la iglesia en México. La pugna entre ambos proyectos de iglesia es, ciertamente, uno de los temas más recurrentes historia de Nueva España. Como se ha señalad los enfrentamientos entre regulares y seculares no se originaron en Nueva España. Habían aparecido en la edad media tardía, cuando las órdenes mendicantes penetraron poco a poco en los enclaves urbanos .Ahora bien, la iglesia nueva, local y misionera de los regulares en las Indias, que diera a estos gran sensibilidad y hondo conocimiento de los naturales, no llegó a plantear una organización alternativa a la de la cristiandad europea. La organización por parroquias mediante beneficios (cargo de ministerio de asistencia espiritual a los feligreses que lleva aparejada una retribución para el sustento del pastor), sujeta a la jurisdicción ordinaria encabezada por los obispos, fue desde antiguo una solución indiscutida en la cristiandad occidental. No obstante, los frailes del siglo XVI en Nueva España se asumían como los protagonistas de una fase primitiva dominada por una especie de autarquía ajena a toda sujeción a las catedrales o iglesias de los obispos. Si los indios por ellos cristianizados edificaban, reparaban y adornaban las iglesias y habitaciones de los frailes era porque en aquéllas se les impartían los sacramentos y se les daba el "pasto espiritual". Sin embargo, más temprano que tarde, la iglesia de los frailes adoptó muchos de los rasgos de la cristiandad europea mediante la cura de almas en las doctrinas, en la que los religiosos, originalmente refractarios a la intervención de los obispos en sus iglesias-convento, no siempre pudieron resistirles. Cada proyecto de iglesia tuvo una visión diferente de los pueblos indígenas. Para algunos clérigos diocesanos, o seculares, los indios eran asimilables a las poblaciones de infieles sometidas en el reino de Granada al final de la Reconquista. La fundación misma de la iglesia en Nueva España llegó a concebirse por algunas fracciones del clero secular en continuidad con la antiquísima tradición ibérica. Es decir, las costumbres que las iglesias diocesanas de las Indias tenían recibidas de España no se abrían de reputar ni medir por el corto tiempo que tenían de fundadas, sino "por la antigüedad y prescripción legítima e inmemorial" de las iglesias de la península. Consecuentemente, se veía en los indios a futuros labriegos cristianos, habitantes de aglomeraciones urbanas, como en Castilla, a quienes no necesariamente tendría que mantenerse siempre separados de los pobladores españoles. No obstante las diferencias entre sí, los frailes, especialmente los franciscanos, no compartieron esta visión. En su afán por erigir una iglesia bajo el modelo de la de los primeros tiempos, vieron en los indios a neófitos en la fe cuyas antiguas creencias y costumbres era preciso conocer a fin de evangelizarlos. En esta forma se intentó su separación de la población española mediante la "república de los indios", condición fundamental para poner en práctica sus ideales evangelizadores. LECTURA8: Organización espacial de los pueblos conquistados 11 11 René García Castro, "Los pueblos de indios", en Gran historia de México ilustrada, $o 8, México, PlanetaDeAgostini-Conaculta-Inah, 2001, pp. 142-146. Las sociedades mesoamericanas que conocieron los españoles a finales del siglo XV y principios del XVI se caracterizaban por su compleja organización social y política de tipo señorial. Esto es, las sociedades de nivel estatal que estaban asentadas en gran parte del territorio de lo que hoy es México y Centroamérica estaban organizadas en un sin número de señoríos y la relación entre sí daba lugar aun verdadero sistema señorial. Una de las formas más frecuentes con que se expresaba este sistema era a través de una alianza regional o confederación política entre diversos señoríos individuales. Dicha alianza se formaba casi siempre con fines defensivos o expansioncitas, según el caso. A las confederaciones más grandes y exitosas desde el punto de vista político y militar se les ha venido, llamando "imperios". Los ejemplos más conocidos son el imperio tenochca o también llamado de la Triple Alianza, con sede en la cuenca de México, y el imperio tarasco o michoaque, que tenía su capital en la cuenca lacustre de Pátzcuaro. El primero alcanzó a dominar los altiplanos centrales y sus costas adyacentes hasta el sur de México, y el segundo la parte noroeste de la región mesoamericana. Pero también hubo otros señoríos y confederaciones contemporáneas a los ya mencionados, que aunque menos conocidos son dignos de recordarse, como la confederación tlaxcalteca y la cholulteca en el valle poblano; el señorío de Meztitlán, que se localizaba entre la cuenca de México y la huasteca: el de Tututepec y el de Yopitzinco en la vertiente del Pacífico, y los de la zona maya yucateca. Todos se mantuvieron como independientes y por mucho más tiempo fuera del alcance de los grandes imperios de esa época. No obstante, la institución básica de toda esta organización social y política mesoamericana era el señorío. Debido a que la mayoría de los imperios tenía como norma conservar a los señoríos domina dos y a sus dirigentes en una situación de sometimiento sin aniquilarlos, quedaban en calidad de señoríos potenciales; es decir, si un imperio se desmoronaba, los señoríos sometidos podían recobrar su soberanía, o bien, formar parte de una nueva alianza. De una manera sencilla se puede definir a un señorío como un conjunto de gente que estaba unida por lazos políticos y dominaba un territorio determinado, siempre bajo la autoridad absoluta de u líder o un señor. Un rasgo digno de mencionar de estos señoríos es su amplia composición social multiétnica, es decir, tenían una gran flexibilidad política para integrar grupos humanos ajenos o de lenguas distintas a las de los señoríos anfitriones. Los nahuas del centro de México designaban al señorío con el término altepetl (en plural tlatoque), mientras que los mayas denominaban al primero con el término batabil y al segundo con el de batab; de igual manera existen nombres correspondientes en casi todas las lenguas vernáculas mesoamericanas. Los señoríos estaban subdivididos a su vez en un número variable de grupos señoriales más pequeños, diferenciados unos de otros y que ocupaban una parte específica del territorio del altepetl, a los que se ha llamado casas señoriales. Había varias palabras en náhuatl que designaban a estas casas, según su tipo, su categoría y la región. Por ejemplo, entre los términos más conocidos están los de tecalli, tecpan, calpolli, tlaxilacalli, pilcalli y huehuecalli. A principios de la colonia dichas casas señoriales también eran conocidas como barrios, estancias o sujetos. Y cada casa también tenía un líder o señor de menor jerarquía que estaba subordinado al t1atoani, y al que se le denominaba en náhuatl como tecuhtli, calpoleque o pilli, según el caso. Dentro de cada señorío, y por supuesto dentro de cada casa señorial, convivían dos grupos o estratos sociales principales. Por un lado, estaba el estrato dominante compuesto por individuos cuyas relaciones de sangre y privilegios le daban el carácter de nobleza. Estos individuos eran designados de manera genérica como pipiltin. Y, por otro, estaba el estrato dominado compuesto por la gente común o plebeya, que tenía la obligación de pagar tributo y obedecer a los miembros de la nobleza. Estos individuos eran llamados macehualtin. A este tipo de organización social dividido en estratos perfectamente diferenciados y sancionados jurídicamente se le denomina de antiguo régimen, pero para diferenciarla de la sociedad europea se le ha llamado de "antiguo régimen indígena". Ahora bien, cuando los españoles iniciaron la conquista de México comenzaron por someter y aliarse con señoríos dominados y confederaciones enemigas de la Triple Alianza. Tomada la ciudad de Tenochtitlán en 1521, el imperio mexica fue derrotado de una vez por todas y para siempre, y a partir de entonces no se permitió bajo ningún motivo ni circunstancia la existencia de los niveles más altos, de la organización política indígena, excepción hecha de la confederación tlaxcalteca que sobrevivió como una corporación política muy particular durante toda la colonia. Los españoles denominaron a los aborígenes mesoamericanos con el término genérico de indios. Poco después de la caída de Tenochtitlán. Cortés, capitán general de esta conquista, mando reunir a todos los señores indios del centro México en su cuartel general de Coyoacán para confirmarles su autoridad al frente de sus respectivos altepeme. A partir de entonces a estos señores confirmados se les llamó caciques y a sus respectivos señoríos se les denominó pueblo de indios, pueblos de por sí o simplemente pueblos. Y algo muy importante, el conquistador puso a cada cacique bajo el mando y encomienda de un español quien supuestamente velaría por el bienestar físico espiritual de sus encomendados. En contraparte, el cacique de cada altepetl tenía ahora la obligación de entregar el tributo de sus macehuales (en especie y trabajo) a su nuevo amo, obedecer las órdenes de las autoridades coloniales y ser siempre fiel al rey español y a la religión cristiana. Cálculos recientes y aproximados registran una contabilidad de unos dos mil pueblos de indios reconocidos por el gobierno colonial en la zona mesoamericana de nuestro país a mediados del siglo XVI. Si se hace una recapitulación se puede observar que los imperios y las grandes confederaciones políticas mesoamericanas fueron vencidas por las fuerzas españolas a principios del siglo XVI. Sin embargo, los antiguos señoríos fueron reconocidos como organizaciones políticas básicas, sin nexo entre sí y con una gran dependencia al gobierno colonial y la corona española. Es decir los señoríos fueron convertidos en pueblos de indios autónomos unos de otros y este rasgo de atomización política y territorial no sólo les acompaño hasta el final del periodo colonial, sino que se a partir de la segunda mitad del siglo XVII. El gobierno indio: entre caciques y cabildos. Así como el establecimiento de la encomienda indiana ayudó a definir la conversión de los señoríos en pueblos de indios y la de los tlatoque en casiques locales, también otras instituciones españolas relacionadas con la administración de justicia y la organización religiosa (el corregimiento y la doctrina, respectivamente) se basaron en los caciques y otras autoridades nativas para afianzarse y expandirse dentro del mundo indígena. Este papel fundamental que jugó el gobierno nativo en épocas tan tempranas provocó que la corona española y los dos primeros virreyes lo protegieran y alentaran, otorgándole una personalidad jurídica propia dentro de] marco del derecho castellano. En cada pueblo o altepetl se fue adaptando un cabildo de indios, que era una forma de gobierno municipal de tipo español. Esto es, las distintas formas existentes de gobierno indio se fueron hispanizando, debido en gran parte a los esfuerzos de los misioneros y en particular de los franciscanos. Estos misioneros organizaron los primeros cabildos indios de Nueva España en Tlaxcala, el Valle de Puebla y la cuenca de México entre 1540 y 1550. No obstante, hay dos hechos relevantes en esta fase: uno, la transformación del cacique en gobernador, y dos, la creación de la figura de un juez alcalde indígena. El cargo de gobernador no existía en la tradición de los cabildos castellanos, pero representó una muy buena salida o adaptación funcional al principio de jerarquía piramidal del altepetl. Por ello se puede afirmar que el cabildo castellano se "1ndianizó" en México. En este proceso los herederos de los antiguos tlatoque fueron reconocidos a partir de esas fechas con el doble título de caciques---gobernadores. Sin embargo, desde entonces se buscó hacer una clara distinción entre su condición y su puesto. Por un lado, el concepto de cacique debía entenderse como sinónimo de noble con privilegios hereditarios y de sangre atribuibles a la calidad de la persona, y por el otro, el concepto de gobernador debía concebirse más bien como la función política que desempeñaba una autoridad delegada o elegida, pero que no necesariamente estaba determinada por los lazos de sangre. Esto es, la función política del gobernador era susceptible de ser retribuida y renovada como el resto de los cargos del cabildo de indios. LECTURA 9. Encomienda 12 Fue una de las instituciones más importantes que estableció la Corona en sus colonias. Consistía en encomendar un pueblo o grupo de indios, con sus tierras y posesiones, a un colono español, encomendero, quien podía explotarlo para su beneficio a cambio de ofrecer a los indios sustento y educación en la fe cristiana. Sistema de dominación y explotación de indios, apareció en 1503 en la Española; provocó la ira de los religiosos que vieron en él la causa origen de la desaparición de la población indígena. En Nueva España esa institución tomó visos menos esclavistas, pero no dejó de crear muchos problemas entre los indios que se sublevaron contra los abusos; los españoles que aceptando quedarse a colonizar, deseaban obtener mayor riqueza y poder; entre los misioneros que buscando evangelizar, entraban en conflicto con el encomendero y denunciaron sus abusos; en fin, planteo problemas muy complejos a la Corona para consolidar los territorios conquistados. Pero fue, sin embargo la institución base para vincular españoles e indios y fijarlos a la tierra. Fue el mismo Hernán Cortés quien dio a la encomienda un carácter no sólo económico sino también sociomisional, lo cual motivó al monarca a autorizar la institución de la encomienda en el resto de América a pesar de la resistencia que su solo nombre encontraba entre algunos de sus consejeros y muchos de los misioneros. El conquistador dictó en 1524 las "Ordenanzas de Buen Gobierno" y poco después las "Ordenanzas de buen Tratamiento a los Indios". Entre sus disposiciones estaban las que imponían al encomendero promover la conversión de sus indios y la educación de los hijos de caciques; debía sostener con su peculio la labor de los misioneros; no podía exigir oro a los indios bajo pena de perder la encomienda; toda diferencia entre él y sus encomendados debía ser resuelta por la justicia. También dispuso que los indios encomendados no podían ser empleados en las minas; que 12 Texto elaborado especialmente para esta Guía por Javier Pérez Siller. la jornada finalizara antes de la puesta de sol; que hubiera reposo al mediodía; que las mujeres y los niños sólo podían trabajar turnos espaciados cada treinta días, etc... Si bien los indios debían pagar el tributo personal al encomendero, éste debía asegurar la conversión, la instrucción y la progresiva adaptación del indio a la forma de vida de los europeos. La encomienda de indios se concedió primeramente en forma vitalicia: a la muerte del encomendero los indios quedaban liberados de su obligación y al servicio de la Corona. En 1536 se autorizó la encomienda por "dos vidas", se admitía que los indios pasasen a un sucesor, al morir éste pasaban a la corona que podía volverlos a encomendar, como fue costumbre. Es sistema fue suprimido paulatinamente a principios del siglo XVIII (por Real Cédula de 1720), así, los tributos que los indios pagaban al encomendero pasaron a engrosar las arcas de la Real Hacienda. LECTURA10. La minería colonial 13 Ante el agotamiento de los placeres auríferos, y de los indios, los españoles tornaron su mirada hacia el pariente pobre del metal amarillo: la plata. Ello significó, por fuerza, cambios significativos en lo concerniente a la organización del trabajo de extracción del metal. Cierto, en ocasiones se halló plata nativa cercana a la superficie, pero no olvidemos que ésta es una verdadera rareza; la obtención de ese metal en cantidades suficientes para su uso práctico supone necesariamente la explotación de vetas subterráneas en donde el mineral se halla con frecuencia en asociación química con otros elementos, en particular bajo la forma de sulfatos o cloruros, y acompañado por otros compuestos de otros metales, como plomo, el zinc, el estaño o el cobre. El paso del lavado de arenas auríferas a la explotación de minas de plata, a partir de una época tan temprana como la tercera década del siglo XVI, puede hasta cierto punto estimarse como "natural", si considera la abundancia de filones de plata que los españoles encontraron en el territorio de lo que fue Nueva España. Una simple mirada a la carta donde se nos representa la distribución de los "criaderos" argentíferos en el México actual, nos da cuenta del enorme número de los mismos, así como de lo homogéneo de su distribución tanto a lo largo y ancho de la Sierra Madre Occidental, como en la del Sur, en el Eje Neovolcánico, y en numerosas de las cadenas montañosas que atraviesan el gran altiplano septentrional. El inicio de la explotación en forma de este tipo de yacimientos en Nueva España debe fecharse hacia principios de la década de 1530 y es interesante constatar cómo existió, en realidad, una correlación bastante estrecha entre la explotación de placeres auríferos y la apertura de las primeras minas de plata en Nueva España. No es casual, en efecto, que muchas de las primeras minas de plata se descubrieran justo en regiones situadas sobre la vertiente occidental del eje Neovolcánico y muy especialmente en la Sierra Madre del Sur, es decir, en zonas muy cercanas a aquéllas en donde se explotaban más intensivamente los yacimientos de oro. Ejemplos de ello son Zunpango del Río (al sur del Balsas), Sultepec, Amatepec y, desde luego, Taxco, todas ellas descubiertas entre 1531 y 1532. Esta zona se convirtió rápidamente en la primera gran región platera de Nueva España, y a principios de la década 1540 aparecieron allí nuevos minerales, como los de Zacualpa, Tejupilco y Temascaltepec. La razón de esta primitiva distribución geográfica era de hecho muy simple: se trataba de aprovechar los sistemas de acopio de mano de obra forzada, que habían servido hasta entonces para la explotación de placeres. Sabemos positivamente que numerosos esclavos e indios de encomienda (que habían sido reducidos en los lavaderos a una virtual esclavitud) fueron empleados para la apertura de aquellas primeras minas de plata. De hecho, durante las décadas de 1530 y 1540, la mayor parte de la mano de obra en las minas de Taxco, Sultepec y otros reales de la zona fue esclava. Durante los primeros tiempos, la extracción de los minerales de plata no significó demasiadas complicaciones desde el punto de vista técnico. Al ser abundantes las vetas vírgenes, la explotación se realizaba de manera más o menos extensiva; se preferían los minerales blandos, ricos en compuestos de plata (en particular argentina y cerargirita) y fuertemente oxidados de la superficie. Cuando en alguna veta esta clase de minerales comenzaba a escasear, lo más simple era abandonar la mina y abrir otra en un lugar cercano para recomenzar el proceso. Además de la relativa facilidad con que eran arrancados, estos minerales superficiales tenían la ventaja de ser fácilmente procesables por medio de fundición. Para este proceso, el mineral era lavado para ser separado de su ganga, molido (a mano o con la ayuda de ruedas de molino), para después ser introducido en pequeños hornos alimentados por fuelles de cuero. Como puede verse, con todo y su abundancia, la obtención de plata era, ya de entrada, una tarea harto más compleja que la explotación de los placeres de oro y supuso, desde un principio, la organización de 13 Salvador Álvarez, "La minería colonial", en Gran historia de México ilustrada, No.11, Plantea-DeAgostiniConaculta-Inah, México, 2001. equipos de trabajo dotados de una cierta disciplina y de cuando menos un pequeño grado de especialización. Una vez localizada la veta era necesario, por principio de cuentas, dirigir los trabajos de modo que los barreteros encargados de arrancar directamente el mineral aprendieran a distinguir y seguir los filones más ricos y a seleccionar las mejores piedras. Es por ello que, desde un principio, el de barretero fue conformándose como una suerte de oficio especial dentro del trabajo minero, y algunos de ellos llegaron a ser muy apreciados por su habilidad y experiencia. Para el resto de las operaciones, como el transporte del mineral desde la mina hasta el lugar de su refinado, el molido del mismo, el corte de leña o la preparación de carbón, eran empleadas otras cuadrillas de trabajadores menos especializados. Sin embargo, muy pronto los mineros se dieron cuenta de que no todos los metales eran igualmente dóciles para el proceso de fundición. Conforme los minerales superficiales se agotaban, los trabajos mineros se hacían más profundos y se alejaban, por lo tanto, de las zonas de fuerte oxidación. Aparecían entonces minerales cada vez más duros y pobres y era necesario gastar mucha más leña o carbón vegetal, e incorporar fuertes cantidades de fundente, generalmente plomo o litargirio (óxido de plomo), para obtener plata pura. Todo ello significaba rápidos aumentos en las necesidades de mano de obra e implementos para los mineros. El abasto de implementos y, sobre todo, de mano de obra, se convirtió, desde un principio, en uno de los elementos primordiales para el éxito de cualquier explotación minera. Poco a poco, la actividad se fue extendiendo hacia zonas un tanto más alejadas de las regiones de los lavaderos de oro y los traslados de mano de obra forzada de unos a otros se hicieron más complejos. A principios de 1540 se abrieron, por ejemplo, las ricas minas de Ixmiquilpan, cercanas a otro mineral que pronto se haría famoso, que fue el de Pachuca, cuya explotación se inició formalmente en 1552. Sin embargo, el éxito y la permanencia de estos dos centros mineros, en particular el segundo, no hubiera sido posible de no haberse encontrado en pleno centro de una región densamente poblada, lo cual permitió que fueran abastecidos de mano de obra y alimentos, con recursos de los pueblos aledaños de encomienda y repartimiento. Este fue un sistema de abasto que si bien con el tiempo perdió una parte de su importancia, tuvo una larga vida; se sabe, por ejemplo, que todavía a principios del siglo XVII se enviaban a Pachuca tandas de 650 tributarios y se recogían para ese real 2,500 fanegas de maíz anuales de tributos de pueblos de indios. La fundación del real de Zacatecas en 1547 es, sin lugar a dudas, uno de los eventos más importantes en la historia de la minería novohispana. A pesar de su lejanía de los grandes centros de población, en 1550 ya existía allí un asentamiento de relativa importancia con 35 mineros poseedores de casas y cuadrillas de trabajadores en total, a lo que se sumaban otros 25 vecinos que poseían casas, mas no minas y 100 pobladores españoles más allegados a los primeros. Había en total 72 moradas de españoles, 235 casas para esclavos indios y 80 ingenios para metales. Cuatro años después, en 1554, se contaban ya 300 españoles y unos 1500 indios de servicio en las minas. A partir de entones, Zacatecas viviría un lago periodo de estabilidad en cuanto a población, situándose su número de vecinos en alrededor de 300, con una población española flotante cuando menos igualmente importante y con un par de miles de indios de servicio de planta; todo ello hizo de Zacatecas, y de lejos, el asentamiento más poblado de la Nueva Galicia. Por su parte, la extracción de plata en Zacatecas creció acorde a la importancia de su poblamiento. Hacia 1559, que es el primer año del que se cuenta con cifras fidedignas, la producción local totalizaba los 84,695 marcos (recordemos que un marco era igual a 8,125 pesos) para ubicarse al año siguiente en los 103,006 marcos y alcanzar su punto culminante en 1573, cuando llegó a los 165,910 marcos esto es 1, 348,018 pesos, con seis tomines. Sin embargo, el secreto del auge y rápido éxito de Zacatecas se encuentra en los grandes traslados de gente e insumos de todo tipo que llegaron hasta esas minas, de la Nueva Galicia, principalmente pero también de la propia Nueva España. Puede decirse que, a finales del siglo XVI, una primera geografía de la plata se había ya configurado para Nueva España en sus rasgos esenciales. En el centro de Nueva España, en la gobernación del mismo nombre, se hallaba en pleno funcionamiento una serie de importantes centros mineros, entre los que destacan los ya mencionados de Sultepec, Pachuca y Zumpango, junto con otros como Zacualpan, Cuautla, Tlalpujahua, Temaxcaltepec y Ozumatlán, por sólo citar algunos. A éstos habría que añadir otros dos importantes reales de minas que si bien se hallaban ubicados ya en los límites de la altiplanicie septentrional, pertenecían también a la gobernación de Nueva España: Guanajuato, abierto en 1550, y San Luis Potosí cuyo poblamiento original se inició hacia 1592. Eran todos éstos los que formaban en ese momento el "corazón" minero del virreinato, y eran m más importantes en conjunto que las minas norteñas, incluidas las de Zacatecas y las del resto de la Nueva Galicia y Nueva Vizcaya. Al alborear el siglo XVIII, la minería novohispana había alcanzado ya un cierto grado de madurez que la colocaba como una de las actividades básicas y permanentes en la vida del virreinato. La geografía de la plata se había extendido hacia nuevos horizontes y, aun con altibajos, los más importantes centros mineros fundados en los siglos anteriores no sólo seguían en pie, sino que poco a poco se había de- sarrollado en ellos una importante infraestructura: se encontraban en construcción grandes tiros y socavones y las haciendas de minas eran ya mucho mayores en tamaño y, desde luego, en capacidad de producción. Todo ello era el resultado de generaciones de esfuerzos acumulados. LECTURA11. El régimen de trabajo indígena: repartimiento y peonaje Consulta en tu biblioteca el artículo de Alejandra Moreno Toscano «La República de los españoles», en Historia General de México, Tomo 1, El Colegio de México, México,1981, pp. 427-450, y lee la parte relativa al Régimen de trabajo indígena: repartimiento y peonaje. LECTURA 12: Las haciendas 14 Los despojos a los pueblos de indios se hicieron cada vez más frecuentes en los lugares más densamente poblados desde tiempos prehispánicos. En los apartados y menos poblados, desiertos en gran medida, el simple avance de los cultivos y, sobre todo de los ganados, que se reproducían rápidamente al aprovechar pastos vírgenes, impusieron los ”límites". Se poseía sin títulos; pocas eran las propiedades cuyos títulos correspondían a su extensión, pese a las muchas mercedes de tierras que se otorgaron y se extendieron en los años posteriores la Conquista. Los propietarios españoles y criollos acusaban a los indios de maliciosos, de abusar de la protección que se les daba para defender sus tierras, pues extendían los límites más allá de lo que por derecho y por necesidad les pertenecía o debía pertenecerles. A los propietarios de ganados españoles sé les obligó legalmente a cercar sus tierras, con objeto de impedir los daños en las sementeras de los indios. Sea la que haya sido la política agraria, la protección a los indios, su malicia, la voracidad de los españoles y el celo de las autoridades, lo cierto es que los pleitos que se refieren a tierras y aguas continuaron. Hacia el norte la ocupación del terreno no conoció estas imitaciones. Ganados trashumantes que cruzaban las tierras de indios bárbaros no presentaban problema para las autoridades, al contrario, iban abriendo la posibilidad de asentamiento y aprovisionamiento para los reales mineros, enclavados en regiones inhóspitas. Pero hacia 1580 y años posteriores, de 1600 en adelante, los ocupantes de la tierra se vieron obligados a componer (éste fue el término, oficial que se usó) su situación frente a las autoridades; y al hacerlo se fueron convirtiendo en legítimos (no siempre legales) "señores de la tierra". El paso de la ocupación de hecho a la propiedad legal fue resultado de la política de la Corona, pues, urgida de fondos, vio en la venta de las tierras que conforme a derecho le pertenecían una entrada segura de recursos. Componían pagando un derecho sobre lo indebidamente poseído. Así, las confirmaciones y las composiciones fueron un ingreso para el Real Fisco. Pero el hecho es que por la amenaza de perder lo ya titulado, en ocasiones, o lo simplemente poseído, en otras, se trataba de legalizar una propiedad de la mayor extensión posible; se quería seguridad ante cualquier problema de límites. Hacia 1650 encontramos grandes extensiones apropiadas con títulos en las estepas del norte, en la Huasteca, y en otros lugares de menor población. La Mesta, que en España era la unión de dueños de ganados trashumantes, en Nueva España vino a ser la unión de estancieros; allá se perseguía el aprovechamiento de pastos comunes y rastrojos de los campos de cultivo, acá el fortalecimiento de propiedades en expansión. En el siglo XVII, la palabra hacienda, que significaba haber o riqueza personal en general, se fue aplicando para designar una propiedad territorial de importancia. La hacienda era el haber seguro, la tierra que podía exhibirse orgullosamente como propiedad de una familia. Pasó a ser la unidad económica por excelencia en Nueva España; se convirtió en unidad autosuficiente; atrajo población de pueblos de indios, y otra población dispersa se fue asentando también en las haciendas; mantuvo servicios religiosos y aprovisionamiento seguro. Todo esto, en estrecha relación con los cambios importantes en el régimen del trabajo, favoreció el desarrollo y estabilidad de la hacienda en el centro y el norte de la Nueva España. Los dueños adquirieron una autoridad de hecho parecida a la de los señores tradicionales; es sabido que los grandes hacendados llegaron a tener, ya desde el XVII, grupos de hombres armados y bien organizados para defender sus tierras y para imponer el orden dentro de la "jurisdicción" de la hacienda. Había un afán de acumulación de tierras, no tanto por su significado económico, sino por el prestigio y el poder, que servían para encubrir muchos remiendos económicos y legales de familias, cuyos bienes pasaban de prendas a embargos, como se advierte al seguir los documentos de los mayorazgos de la Nueva España. Hubo grandes propiedades territoriales organizadas como verdaderas empresas económicas. Pese a que las órdenes religiosas no tenían legalmente el derecho de comprar y vender tierras, se fueron adueñando de buenas extensiones, gracias a los mercedes que se les hacían y a las donaciones de piadosos creyentes. Las órdenes, como comunidades bien organizadas, resultaron mejores 14 Alejandra Moreno Toscano, “Las Haciendas”, en Historia general de México, T.I, El Colegio de México, México, 1976,pp. 427-450. administradores que los grandes señores. Como verdaderos maestros en la administración sobresalieron los jesuitas; sus propiedades fueron las más productivas. Los documentos de contabilidad de sus empresas sorprenden por su claridad: las construcciones, por su magnificencia y utilidad; los campos y ganados por su efectiva productividad; y en las relaciones de trabajo hubo un mejor orden y eficacia. La hacienda, ya en manos de particulares, ya en manos de órdenes religiosas, dominaría por siglos el paisaje de la producción agropecuaria del país. TEMA 5. Funcionamiento de la sociedad. La sociedad novohispana no es totalmente europea, ni totalmente india, es una sociedad heterogénea que contiene elementos españoles e indígenas, pero abundan en ella también los elementos árabes y africanos. Las jerarquías sociales se fueron imponiendo a partir del origen racial -las diversas castas-, territorial -peninsulares, criollos-, estamental -oficios, profesiones, puestos públicos, militares o eclesiásticos-, así como el lugar que ocuparon en las diferentes esferas sociales. Para reinar, la Corona estableció una organización política fincada en un gobierno -altos funcionarios, administradores y fiscales y una división administrativa del territorio -audiencias, provincias, ciudades, villas, pueblos y congregaciones-, a través de las cuales se agrupaba a la población y ejercía el poder en la Nueva España. Poco a poco, los diferentes actores y grupos fueron construyendo representaciones propias de la sociedad Y de su funcionamiento, que se expresaron en múltiples manifestaciones como la música, los bailes, las ceremonias o ritos religiosos, las bellas artes, y que alimentaron así una variada y rica vida cotidiana. ¿Cómo funciona esa compleja organización multiétnica? ¿Qué representaciones hemos retenido de ella? Objetivo: Caracterizar el funcionamiento de la sociedad colonial ( grupos sociales y estamentos) y su organización gubernamental. Conceptos: estratificación social, gobierno virreinal. Habilidades: identificar los grupos sociales que integran a la sociedad colonial, análisis del funcionamiento del gobierno y la administración virreinal. Actitudinales y valores: Respeto a las diferencias culturales y su forma de organización. Ayuda didáctica para el alumno: El virreinato contaba con formas de organización y, funcionamiento complejas, de las cuales aún quedan huellas, por ejemplo un cierto tipo de burocracia. En este tema te invitamos a identificar diversas estructuras del gobierno, de la administración y de la sociedad con el fin de que logres integrarlas en un todo para descubrir o imaginar la manera de funcionamiento de la sociedad novohispana. Además encontrarás algunas representaciones que se hicieron en esa época donde te sugerimos que trates de reconocer a la sociedad y evalúes las distancias que existen entre la representación de la sociedad y lo que conoces de ella. ¿Por qué existen esas distancias? ¿tienen alguna intención o significado?¿la sociedad mexicana que nos representamos corresponde realmente a la real? &ociones para reflexionar: Castas: palabra de origen portugués (casto que quiere decir puro) aplicada para designar el sistema de organización social de la India. Comprende una división rígida y jerarquizada de la población, un estatus hereditario y una especialidad funcional (la casta sacerdotal, guerrera, etc.). Las castas permanecen cerradas en sí mismas; las aristocráticas jamás se mezclan con las demás, aunque las demás puedan ser más flexibles entre ellas. En la Nueva España las castas se confunden con su origen racial y territorial; por la diversidad racial (españoles, indios y negros) existieron una gran variedad de clasificaciones. Así, se dice español, nacido en la península de padres españoles; criollo, hijo de españoles nacido en México; mestizo, hijo de español e india; castizo, hijo de mestizo y española; mulato, hijo de española y negro; morisco, español y mulata, etcétera. En general las castas ocuparon un lugar en la estratificación de la sociedad del que sólo algunos podían salir. Por ello ciertos estudiosos asimilan determinadas castas a la noción de clases sociales, apoyados más en su posición en las relaciones productivas. Lo cierto es que los negros y los indios fueron, son aún, las clases más desfavorecidas y explotadas. Administración: son los aparatos con los que cuenta el Estado, y que disponen los gobernantes, para ejercer el gobierno, es decir el poder en la sociedad. Su objetivo es servir a las necesidades sociales, por ello se habla de administración pública, diferenciándola de la administración privada. El poder del estado se ejerce por medio de la administración y la burocracia que maneja la administración es, también, un poder en el estado. Se dice tecnocracia al régimen donde los especialistas de la burocracia han concentrado el poder. También se dice "no hay peor lacra que la burocracia". Gobierno: tiene dos acepciones prácticas, designa al conjunto de las personas que ejercen el poder político, o sea que determinan la orientación política de una cierta sociedad, así como al conjunto de órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del poder, y en este caso se asocia la palabra poder del estado. Pero esto se aplica a los estados modernos, es decir a los aparecidos en occidente desde el siglo XVI. En el medioevo el gobierno se concentra en los señores feudales o en los nobles de las ciudades- Estado. En el siglo XVIII, se decía del gobierno "la manera en la que se ejerce la soberanía en cada estado"; pero se advierte que "la destrucción de un gobierno por la conquista prepara un nuevo gobierno; el uso de la fuerza no es más que una injusticia de más: toda potencia soberana y legítima debe emanar del consentimiento de los pueblos". Hay diferentes formas de gobierno -democracia, aristocracia, monarquía, tiranía, tecnocracia, etcétera- dependiendo en cuáles actores políticos deposite su soberanía el pueblo. Bibliografía de consulta para el alumno: Bernardo García Martínez, "La naciente Nueva España", en Gran historia de México ilustrada, No.2 Planeta-Conaculta-INAH, México, 2001. LECTURA 13. La división estamental del virreinato 15 La estructura social de la Nueva España se ha presentado bajo la forma gráfica de una pirámide. Su cúspide la ocupaba la minoría dirigente extranjera, que se diferenciaba del resto de la población por la tez blanca, la cultura y su posición social y económica. El virrey, los funcionarios de la Real Audiencia, los altos dignatarios de la Iglesia y de la Inquisición, los numerosos alcaldes mayores y magistrados judiciales, los directores de las instituciones religiosas y educativas componían al grupo de gobernantes europeos. Detrás de ellos brillaba el fulgor del monarca español, con todo el peso de su política y su dominio incontestado en los asuntos jurídicos, militares y hacendarios. A mediados del siglo XVI se consolidó el fenómeno social que acompañó a la dominación política: la diversidad étnica de la población nativa se multiplico con el arribo de contingentes blancos, negros y asiáticos que, al cruzarse entre sí (miscegenación), produjeron la contrastada población mestiza: llamadas "castas". De esos grupos, el más numerosos era el de los negros y mulatos, que desde principios siglo XVII sobrepasaba al de los blancos y mestizos. Era un grupo de gran movilidad social, que se mezcló, con rapidez con indios y blancos y ocupó los mandos medios en los trabajos de las áreas rurales y urbanas. Aun cuando las "castas" eran numérica y socialmente importantes desde mediados del siglo XVI, casi no se les registra en ese siglo ni en el siguiente. En la medida en que eran el fruto de relaciones sexuales no formalizadas, llevaron una vida social oculta o disfrazada. Este grupo vino a ser el más discriminado por las leyes escritas y no escritas, y contra el concentraron los mayores prejuicios sociales. De todos los grupos que en el siglo XVII participaron en la nueva configuración social del virreinato, el de los criollos fue el único que creó una identidad propia, interna y externamente recocida. La palabra. criollo significaba ser nacido en Nueva España de padres españoles o europeos. Los primeros criollos basaron su prestigio en las hazañas realizadas por sus padres, y por eso proclamaron con orgullo 15 Enrique Florescano, "La diversidad étnica y cultural del virreinato", en Etnia, Estado y $ación, Aguilar, México, 1999, pp. 09-242. su ascendencia hispánica. Siguiendo el modelo de los conquistadores, sus descendientes agregaron a las glorias de sus padres títulos imaginarios de nobleza y afirmaron que procedían de familias de buenos y viejos cristianos; en otras palabras, declararon que eran hidalgos, hijos de alguien que tenía el aura del abolengo. La posición de los criollos entró en crisis cuando la Corona española los despojó de las encomiendas e instaló en el virreinato una burocracia de funcionarios peninsulares que los excluía de los puestos directivos. A fines del siglo XVI, el resentimiento criollo por el deterioro de su situación social se expresó en coplas y refranes populares contra los "gachupines", los españoles que venían a "hacer la América", permanecían unos cuantos años en ella y regresaban enriquecidos a España. El problema que perturbó a las sucesivas generaciones de criollos fue de identidad. Los criollos eran americanos por nacimiento, y desde la segunda o tercera generación lo eran por destino: su vida y aspiraciones sólo podían cumplirse en la tierra donde habían nacido. Su identidad con la tierra propia se verificó a través de un mecanismo de apropiación física y cultural que poco a poco volvió entrañable el medio ajeno. A través de un proceso continuo, los criollos hicieron el inventario y la apología de la naturaleza americana, magnificaron sus diversos productos y crearon los primeros símbolos de identidad de la patria americana. En el siglo XVII, el propio crecimiento del grupo criollo, su asentamiento en el vasto territorio y su participación en las más diversas actividades lo convirtieron en parte del grupo gobernante. Un estudioso de la composición social del virreinato llegó a la conclusión de que en esa sociedad "el lugar de una persona no derivaba en última instancia de la función económica, sino de las cualidades étnicas y culturales reconocidas en la ley". La sociedad colonial estaba organizada por principios de orden y jerarquía rigurosos. Lo que distinguía a ese tejido era su composición estamental y su rigidez jerárquica. La división principal separaba al grupo gobernante de origen extranjero de la fraccionada población nativa. A su vez el grupo gobernante más amplio, integrado por la "gente de razón" española y americana, estaba partido en estamentos: altos funcionarios, clero, órdenes religiosas, comerciantes y un número infinito de cofradías, por ejemplo, fue un organismo estamental que floreció en grupos sociales muy variados, pues desde el siglo XVI las había de indios, negros y mulatos libres, o de grupos comerciantes blancos ricos y de artesanos pobres. Era una institución de origen español. En España y sus colonias, la sociedad, el derecho y el Estado no consideraban a los individuos en tanto tales, sino en cuanto pertenecientes a un estamento, grupo o corporación. Así la pertenencia a una cofradía otorgaba al individuo el acceso a una institución que brindaba formas de sociabilidad, de representación, protección y prestigio. Además, era requisito para pertenecer a una hermandad ser católico y persona reconocida en conducta personal y profesional; ser miembro entonces, equivalía a poseer un timbre de honor y dignidad. En lugar de pensarse partes de un mismo conjunto social, cada estamento hacía valer lo que lo distanciaba de los otros, y libraba una batalla insobornable para mantener sus privilegios. De este modo, los continuos conflictos entre los grupos provocaron el efecto de reafirmar sus diferencias. Paradójicamente, la estabilidad de esa sociedad se basó en la presencia de esas diferencias, pues se creó una suerte de pesos y contrapesos entre los grupos, regulados por la autoridad del monarca y sus representantes. Para ser respetado, el orden jerárquico tenía que ser reconocido por sus miembros y expresarse en imágenes aceptadas por la mayoría de la población. Para esos fines la sociedad colonial creó diversas representaciones que publicaban la desigualdad de su estructura social. Una de las más repetidas era la procesión, un desfile ordenado de sus diferentes cuerpos, donde cada uno ocupaba el lugar que correspondía a su rango. Al desfilar engalanada por las principales calles de la ciudad, con ocasión de una conmemoración especial, la sociedad se representaba a sí misma. Los "cuadros de castas" comenzaron a aparecer en México (y también en Lima, Quito y otras partes) en la primera mitad del siglo XVIII, y su propósito fue mostrar los distintos tipos raciales que resultaban de las relaciones sexuales entre las diversas razas. En todos los cuadros se representa a un hombre y a una mujer de procedencia racial distinta, y su progenie, señalado en cada caso el color de la piel, de las características físicas el tipo de indumentaria y las ocupaciones a que se dedicaban. Quienes primero estudiaron estas muestras de la variedad étnica americana las tomaron como testimonio fidedigno del mestizaje biológico, y propusieron complicadas estimaciones de la "sangre" o "raza" que le correspondía a cada casta. Los nombres que en estos cuadros se dan a las mezclas de las diferentes razas, con excepción algunos usados corrientemente (mestizo, castizo, mulato, morisco), eran tan rebuscados que no hay huella de uso en la realidad social de las ciudades americanas. Lo más seguro es que estas pinturas comenzaran a multiplicarse bajo la forma de “curiosidades americanas”, como pinturas “costumbristas" que la gente de la corte virreinal enviaba a sus equivalentes de España. Por ese origen y por sus características estilísticas e iconográficas, los "cuadros de mestizaje" pueden tomarse como una tipología de los grupos étnicos de Nueva España o del mundo colonial americano. No constituyen un retrato de la realidad social de esos países, y menos un método de clasificación racial riguroso. Pero en este caso, los “cuadros de mestizaje” fueron los retratos más convencionales que de sí misma fabricó esa sociedad. Más que flejar la variedad de la población de ese tiempo, son una muestra de los estilos pictóricos e iconográficos de moda entonces y un instrumento de los grupos dirigentes para consagrar la desigualdad social. Con todo y su rigidez estamental, la sociedad novohispana tenía gran movilidad y sus diferentes grupos eran continuamente transformados por la permeabilidad de los individuos, que se afanaban por subir de los peldaños más bajos a los más altos o en trocar su posición social disminuida por una más apreciada. Lectura 14: El Gobierno virreinal 16 Las instituciones y personas que gobernaron a la Nueva España durante la colonia fueron las siguientes, en orden de importancia. El rey. A lo largo de toda la historia colonial el rey de España fue la autoridad suprema. En la época de la conquista de México el monarca en quien recayó la responsabilidad efectiva del gobierno fue el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Su política fue fundamentalmente absolutista, es decir, concentrando en la corona poder absoluto, de manera que la voluntad real no tenía límites legales y constituía la ley suprema. Los reyes gobernaron, pues, a México desde España basándose en los informes que recibían, interviniendo personalmente en raras ocasiones ya que delegaron la autoridad en instituciones que actuaban en su nombre. Jamás un rey de España visitó México ni ninguna otra de las colonias españolas en América. El Real y Supremo Consejo de las Indias.Fue la autoridad subordinada de más alta categoría creada por el rey para gobernar las colonias en América, con un grupo de ministros nombrados por él. Las funciones del Consejo de Indias abarcaban toda clase de asuntos, incluso los relativos al aspecto administrativo y financiero de la Iglesia en las colonias. Las decisiones, sentencias, leyes y acuerdos del Consejo representaban de la manera más directa la voluntad real, y como el rey, el Consejo gobernaba desde España, donde tenía su asiento. La autoridad del Consejo era, pues, enorme y comprendía, para decir en términos actuales, la correspondiente a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La Audiencia. Durante La Conquista y su consolidación fue Hernán Cortés quien gobernó en la Nueva España, sin embargo muy pronto el rey lo privó de su autoridad al establecer un órgano gubernamental superior que se llamó la Audiencia de México. Este órgano, como el Consejo de Indias, estaba integrado por varios magistrados llamados oidores, fungiendo uno de ellos como y como el rey, el Consejo gobernaba desde España, donde tenía su asiento. La autoridad del Consejo era, pues, enorme y comprendía, para decir en términos actuales, la correspondiente a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. En la Nueva España hubo Audiencia antes de la creación del cargo de virrey, y en ese tiempo fue la autoridad más alta de la colonia, aunque, desde entonces, su poder no incluía asuntos militares, ya que estos correspondían al Capitán General (ejercido en un principio por Hernán Cortés) ni asuntos relativos a la hacienda y los impuestos, que estaban al cuidado de funcionarios llamados oficiales reales. El gobierno de la primera Audiencia fue desastroso por los terribles abusos que cometieron los oidores, al grado de que estuvieron a punto de provocar una rebelión. La segunda Audiencia, en cambio, fue ejemplar, de ella formó parte don Vasco de Quiroga que después fue obispo de Michoacán y un gran benefactor de los indios de esa región. Además de la Audiencia de México existió la que se llamó Audiencia de la Nueva Galicia, o sea la de Jalisco. Residía en la ciudad de Guadalajara y era subordinada de la Audiencia de México. Ambas se mantuvieron a lo largo de toda la historia colonial. El virrey y otros funcionarios. La pésima administración y desmanes de la primera Audiencia, entre otros factores, mostró la necesidad de que residiera en México un funcionario que representara en la colonia a la persona del monarca. El título que se le dio a ese funcionario fue el de virrey, palabra que, precisamente, quiere decir el que está en lugar del rey. Los poderes y facultades del virrey fueron muy amplios. En él se depositó toda la acción gubernamental y administrativa de la colonia que se había concedido a la Audiencia, y ésta quedó a ese respecto como un órgano que auxiliaba al virrey, puesto que éste era el presidente titular de la Audiencia. Sólo en los casos en que faltaba el virrey por muerte u otra circunstancia, la Audiencia recobraba provisionalmente su poder mientras el nuevo virrey tomaba las riendas del gobierno. El poder de la Audiencia como tribunal de justicia quedó intacto, porque en esos asuntos el virrey no tenía facultades. El virrey, además, ostentaba el cargo de capitán general y era el jefe supremo en asuntos militares. En una palabra, el virrey fue la autoridad local suprema y su poder subsistió durante todos los años de la historia colonial. Del virrey dependían una multitud de empleados y 16 http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/1536-El-gobierno-colonial autoridades subalternas por medio de las cuales gobernaba el enorme territorio bajo su mando. De esas autoridades las más importantes fueron los alcaldes mayores y los corregidores, que residían en las principales ciudades de provincia. En la época final de la colonia, las extensas regiones del norte del virreinato fueron sujetas a gobiernos especiales llamados Comandancias de las Provincias Internas, y además todo el territorio de la colonia fue dividido en porciones que se conocían con el nombre de Intendencias. Los funcionarios que gobernaban las nuevas entidades le restaron poder a los virreyes, aunque éste fuera de todos modos el jefe supremo. Visitadores. Eran enviados del rey, investidos de gran autoridad y su labor era la de inspeccionar y revisar la conducta de las autoridades, virrey incluido, y de imponer suspensiones y penas. Generalmente los visitadores eran enviados cuando ocurrían alborotos graves que alteraban la tranquilidad y el orden públicos, cuando había sospecha de malos manejos financieros, o cuando estaba en peligro la fidelidad de la colonia al rey, como en el sonado caso de la llamada "Conjuración del marqués del Valle" que fue el intento del hijo de Hernán Cortés y de un grupo de encomenderos ricos de separar la Nueva España para convertirla en un reino independiente o cuando José de Gálvez, villano visitador se encargó de la expulsión de los jesuitas. Juicio de residencia. Más que una institución era una instancia y consistía en una investigación pública acerca del modo en que un empleado o un funcionario había desempeñado su cargo, particularmente acerca del manejo de la hacienda. En casos importantes, como eran los relativos al gobierno y honradez de los virreyes, la investigación la llevaba a cabo un juez especial enviado desde España. El juicio se llamaba de residencia, porque se llevaba a cabo en el lugar en que había residido el funcionario enjuiciado y porque no se podía ausentar de él sin dejar un apoderado que respondiera a los cargos. Ayuntamientos. A las ciudades y pueblos se les reconocía personalidad como entidades independientes en todo lo relativo a sus intereses particulares. Para la representación legal y administración de esos intereses las ciudades o pueblos tenían unos funcionarios y empleados que, reunidos en un cuerpo de gobierno, tomaban el nombre de ayuntamiento, porque esta palabra significa, precisamente junta o reunión de personas. A los ayuntamientos, pues correspondía resolver, reglamentar y ejecutar todo lo concerniente a la vida de la ciudad y a su desarrollo físico. Es imposible enumerar la multitud y gran variedad de asuntos que caían bajo el gobierno del ayuntamiento, pero para dar una idea de ello pueden decirse que, en términos generales, eran los que hoy corresponden a los gobernadores actuales. Puesto que la ciudad de México era la mayor y principal de todas las ciudades de la Nueva España, su ayuntamiento también gozó de igual preeminencia. Pero a este respecto es muy necesario subrayar el otro motivo de su importancia en la vida de la colonia. En efecto, como el ayuntamiento era una autoridad que no procedía directamente del rey, sino que era de origen local y representativa de los colonos, inevitablemente se convirtió en el órgano defensa de los intereses de aquéllos en la creciente pugna con los intereses cada vez más absorbentes de la corona. Y fue así que, encabezando a los ayuntamientos de las otras ciudades, el de México adquirió una fuerza política y social a cuyo amparo se incubaron los anhelos de libertad y de independencia. TEMA 6. La integración de la &ueva España al sistema mundo En los últimos decenios se ha dado una discusión sobre el carácter de la Nueva España frente a su metrópoli. Algunos la consideran una colonia, equiparándola a las colonias de los imperios inglés o francés de los siglos XVII a XX; ponen el acento en las relaciones económicas o de dominación política que la hacen depender en su autonomía y en la utilización de su riqueza de la metrópoli, de "la madre patria". Frente a ellos existen otras opiniones que ven en el virreinato un reino unido a la corona española, una entidad con cierta autonomía que comparte, sin embargo, un horizonte cultural e histórico lengua, religión, instituciones, pasado común con otros reinos que forman parte del imperio español. ¿Cuál era el lugar que ocupaba la Nueva España al interior del Imperio? Y ¿qué relaciones tenía con el sistema mundo? Objetivo: evaluar el papel que desempeña la Nueva España al interior del imperio español y dentro del sistema mundo Conceptos: colonia, sistema mundo Habilidades: determinar los indicadores que determinaron la inserción de España al sistema mundo, elaborar juicios de cuando la Nueva España tenia sus colonias. Actitudinales y valores: respeto a la libre determinación de los pueblos. Ayuda didáctica para el alumno: La globalización que hoy vivimos no es un fenómeno propio a nuestra época. De lo que se trata en esta sesión es de invitarte a utilizar los conocimientos adquiridos a lo largo de la unidad con el fin de que puedas detectar el papel de la $ueva España al interior del Imperio español y del sistema-mundo. Algunos esquemas y lecturas te darán información. Esto te permitirá reflexionar sobre las diferencias o similitudes que existen entre los procesos que vivieron tus ancestros en el virreinato y los que vives hoy en día. &ociones para reflexionar:17 • Colonia: en un principio un colon es un agricultor; la raíz etimológica viene del verbo coloque, significa cultivar, cuidar, habitar. Es una persona enviada a cultivar, a valorizar tierras • • 17 nuevas, lejos del país o en territorios conquistados. La colonia romana era un establecimiento permanente de soldados campesinos instalados en las fronteras del imperio. Fue hasta la primera mitad del siglo XVII cuando los términos colonie y colony tomaron la acepción que les conocemos, usados para designar la expansión francesa e inglesa en América del Norte, donde fundaron colonias que responden a las necesidades de la metrópoli. La política de la metrópoli, de colonización, puede ser diversa: la más simple es sustituir la población nativa por los colonos, como sucedió en Australia o en los territorios actuales de Estados Unidos. Los españoles asociaron colonización con evangelización y practicaron una política de asentamiento que se acompañó de una explotación intensiva de la mano de obra, al tiempo que se dio un proceso de mestizaje. La llegada de esclavos africanos, mano de obra importada por los colonos, genera un mayor poblamiento. Esto sucede también con el desplazamiento de nativos a otras tierras, como fue el caso de los tlaxcaltecas, fundadores de ciudades en el norte de México. Además de poblar, el objetivo central es la administración de la colonia y la explotación de su riqueza; se dice que ella debe estar bajo la protección y dominio de su metrópoli, que ésta debe monopolizar su comercio e industrias. De esta manera se cumple el objetivo de su creación: aumentar las tierras de la metrópoli, dar medios de subsistencia a un número creciente de colonos y, al explotar sus riquezas, ofrecer mayor solidez al comercio de la metrópoli con otras potencias y naciones. Reino: la forma de organización, real o ficticia, de un solo pueblo bajo el mando de un rey; el rey y sus sujetos. Es un estado donde reina uno solo mediante leyes fijas y fundamentales. Si el soberano actúa por él mismo, es un reino patrimonial, si responde a leyes pactadas, constituciones, es un reino de usufructo. Imperio: en una de sus acepciones el término significa poder superior, capacidad eminente o derecho de sujeción. El titulo de imperator acompaña el derecho de ejercer el imperium. Un imperio es una forma de estado monárquica sobre el cual reina un emperador que determina, él mismo, la forma de organización política. También se dice del estado que adquiere esta forma. Pero más se usa para designar un conjunto constituido por una metrópoli con sus territorios y varios pueblos o reinos dependientes de un mismo poder superior; por ello al emperador se le dice "Rey de reyes". Una característica es que tenga una religión imperial que puede ser única o ecuménica, que integra, por medio de un panteón sincrético, los dioses de los pueblos sometidos. La unidad del imperio reposa en la existencia de una administración que como principal instrumento utiliza una lengua única. Con esa unificación lingüística se establecen Texto elaborado especialmente para esta guía por Javier Pérez Siller bases de una entidad cultural original que impone progresivamente sus modelos y normas a los pueblos dominados. Por ello Georges Dúby habla de que "el sistema imperial es un sistema político que realiza la unidad orgánica de un área de civilización". Además de la lengua, es necesaria una administración, así como un cuerpo de funcionarios cuya contratación depende del poder imperial, así aparece una ciudadanía del imperio que borra la inicial. La administración tiende a convertirse en el intermediario entre el emperador y la masa diversa de sujetos. La dominación del espacio es tan importante como la del tiempo; no existe imperio sin su calendario imperial. Todo proyecto imperial busca la identificación hacia "un mundo", único y excluyente, al que llegaron, por ejemplo, los hunos, los romanos o los incas, en menor medida Bizancio y los turcos otomanos, y para nada los grandes creadores de imperios Alejandro Magno, Gengis Khan, Tamerlán o Napoleón. Más allá del espacio del imperio, sólo existen los "salvajes" o "bárbaros" contra los que el mundo imperial, civilizado, debe ser protegido. Los imperios han existido en todas las fases de la historia humana. Los coloniales modernos, que se establecieron a partir de finales del siglo XVIII y subsistieron hasta el periodo de rápida descolonización tras la Segunda Guerra Mundial, estaban compuestos en general de unidades dispersas y no de territorios contiguos, como los imperios del mundo antiguo. Se habla así del imperio romano, de principios de la era cristiana; del imperio de Alejandro Magno, en el medioevo; del imperio español, que por ser tan extendido -de Europa a Filipinas, pasando por América- se decía de él "en donde el sol no se oculta jamás". Hoy, en cambio, se habla del imperio americano. Bibliografía de consulta para el alumno: Paul Kennedy, "El ascenso del mundo occidental “, en Auge y caída de las grandes potencias, Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1992. LECTURA 16. El moderno sistema mundo 18 Fue en el siglo XVI cuando apareció una economía mundo europea basada en el modo de producción capitalista. El aspecto más curioso de este periodo primitivo es que los capitalistas no exhibían sus colores ante el mundo. La ideología reinante no era la de la libre empresa, ni siquiera el individualismo, la ciencia, el naturalismo o el nacionalismo. Hasta el siglo XVIII ó XIX estos puntos de vista no madurarían para convertirse en mundiales. La característica distintiva de una economía-mundo capitalista es que las decisiones económicas están orientadas primariamente hacia la arena de la economía-mundo, mientras que las decisiones políticas están orientadas principalmente hacia las estructuras menores que tienen control legal, los Estados (naciones-Estado, ciudades-Estado, imperios), en el seno de la economía-mundo. La economía-mundo europea en su totalidad, consideramos a 1450-1640 la unidad de tiempo significativa durante la cual se creó una economía mundo capitalista, sin duda era, como dice Braudel, "basta pero débil". ¿Y dónde estaba esta economía-mundo europea? Eso es también difícil de contestar. Los continentes históricos no son necesariamente geográficos. A finales del siglo XVI la economía mundo europea incluía no sólo el noroeste de Europa y el Mediterráneo cristiano (comprendía la península ibérica) sino también Europa central y la región báltica. Incluía también ciertas regiones de las Américas: Nueva España, las Antillas, y Tierra Firme, Perú, Chile, Brasil; o, mejor dicho, aquellas partes de estas regiones sometidas a un control administrativo efectivo por parte de los españoles o de los portugueses. LECTURA 17: Cuando la &ueva España tenía colonias ... 19 En la época llamada Colonia, México no sólo disfrutó de autonomía interior, sino que pudo desarrollar su actividad en el sentido de toda nación pujante, o sea, mediante la expansión territorial. Nuestra historia, de la Independencia a la fecha, ha consistido en una serie de pérdidas de prestigio y de mutilaciones territoriales que pronto nos hicieron abdicar la posición del primer país del Nuevo Mundo, hasta la categoría presente, que ya no es ninguna. En la época colonial, en cambio, el proceso fue de continuo crecimiento: desde el área reducida del imperio azteca, hasta los reinos zapotecas y mayas del sur y la distante Honduras, visitada por Cristóbal de Olid y por Hernán Cortés. Ritmo aún más amplio tuvo la expansión por el Norte, desde los reinos tarascos de Michoacán hasta las Misiones de Sinaloa, Sonora y California, por un lado, y las de San Antonio de Béjar, por el Oriente. No debe olvidarse que por el Norte tuvimos de límite lo que hoy es 18 Imanuel Wallerstein, "La Nueva División Europea del Trabajo: 1450-1640”, en El moderno sistema mundial, Siglo XXI, México, 1987, pp. 93-95. 19 José Vasconcelos, Breve historia de México, CECSA, México, 1956, pp. 211-215. Alaska, al mismo tiempo que por el Noreste nuestra acción se extendía a la Luisiana, y existe constancia de que soldados de origen mexicano intervinieron en alguno de los episodios de la defensa de Florida contra bucaneros y escuadras enemigos. Casi ninguno de nuestros historiadores ha llamado la atención de nuestros estudiantes, sobre el hecho de que fue Cortés el primero que sentó los lineamientos del, mapa nacional del México de la colonia, gracias a sus viajes y fundaciones, desde Honduras hasta el Golfo que hoy llaman de California los poinsettistas y bastardos que han pretendido borrar toda memoria de las hazañas del gran conquistador y civilizador. Menos aún se han ocupado nuestros historiadores de lo que hizo la Nueva España como poder casi autónomo, en los mares que le pertenecieron, contribuyendo a la creación de establecimientos y fortalezas en el Golfo de México y en el Caribe y Las Antillas. La guerra que constantemente libramos en defensa de nuestro territorio amenazado por los bucaneros, cuenta con episodios gloriosos que no registra nuestra historia oficial. Lanceros mexicanos contribuyeron a la defensa de La Española, o sea lo que hoy es Santo Domingo por el año de 1691. Sólo una historia mexicana, y por cierto la mejor de ellas, la de Don José Bravo Ugarte, registra este suceso, así como el siguiente: "En los años de 1774, 1775 y 1779, partieron de San Blas, al mando respectivo de Juan Pérez Bruno de Zeta, Ignacio Arteaga, con dirección a las costas de Alaska, a efecto de localizar los establecimientos de los rusos, para desalojarlos, por fuerza, si era necesario. Pérez explora hasta el grado 56, sin encontrar a los rusos y ocupa región de Nutka y la Isla de la Margarita. El mismo Pérez entra a la Ensenada de Dixon.En tanto que Ezeta llega hasta el grado 58, plantado en el lugar cruces, y por último. Arteaga, con un comandante, bodega y cuadra, explora hasta grado 61. En 1788, 90 y 92, repiten las expediciones para arrojar a los rusos, habiendo estado la primera al mando de Esteban José Martínez y Gonzalo Gabriel López de Haro, que comprobaron que los rusos llevaban veinte años de establecidos; se les desconoció la posesión y volvió a hacerse a nombre de España". Fue sistemáticamente olvidada por los historiadores liberales del siglo XIX, llevados de su afán de ignorar la obra de la Madre Patria en el Nuevo Mundo, con lo que sin duda procuraban congraciarse con los ingleses. "El primer galeón que se dirigió a Filipinas, cruzó el Pacífico en 1565; el último entró al puerto de Acapulco en 1815. Cuando la línea comenzó sus viajes, el Rey de las Españas era Felipe II, y la Reina de Inglaterra se llamaba Isabel Tudor. En esa misma fecha, Hernán Cortés cumplió dieciocho años de muerto, y Pedro Menéndez de Avilés creaba las primeras fundaciones en San Agustín de la Florida. El de la compañía de los galeones coincide con el lanzamiento de Hidalgo en México y la conquista de de Nueva Orleans por virtud de la victoria de Andrés Jackson". Desde entonces, todo fue, para nuestro imperio, reducción y retroceso, así como avance y progreso para los ingleses y norteamericanos. Lo que había ocurrido antes, sin embargo, basta para dar orgullo y lustre al mejor pueblo de la tierra, y en aquella hazaña, la contribución de México, después de España, fue la primera. La línea de navegación establecida prácticamente por nosotros entre Manila y Acapulco duró en sus operaciones dos siglos y medio. Ninguna, otra línea marítima duró tanto; ninguna otra requirió esfuerzo ni ofreció mayores peligros. Docenas de barcos y millares de tripulantes, perecieron junto con tesoros valiosos. En la lucha de los barcos contra los asaltos de los ingleses, se perdieron cuatro, entre otros el Santísima Trinidad, que en 1762 era el barco mayor del mundo. Nuestra supremacía en el Pacífico, que de esta suerte duró dos siglos y medio, no significa nada para los bastardos que han escrito nuestra historia republicana. Pero estos barcos eran, para los pueblos de Hispanoamérica, las naves de China, o sea, los galeones de Manila, que les traían cargamentos de sedas y especias y otros artículos preciosos del Oriente. Para los pueblos del Oriente, los navíos nuestros eran los argonautas que transportaban pesos de plata acuñados en México y en el Perú, y que llegaron a convertirse en la moneda básica de aquellas costas. Para España, los Galeones eran el enlace de la Península con Filipinas y las Molucas. No es posible juzgar aquella grandeza imperial del México de la Colonia, que enviaba tropas a Santo Domingo y la Florida y a las Filipinas y las Molucas, mediante barcos de guerra y de comercio construidos, en gran parte, en nuestros astilleros, los pobres astilleros nacionales, que llevan un siglo sin haber construido siquiera un barco de cabotaje. Tema. 7. La herencia de la cultura colonial. México es un país plural y diverso en el que los atractivos son muy distintos y todos apetecibles, donde se esconden un conjunto de ciudades coloniales , que permiten conocer el pasado histórico de este país. Allí conviven templos aztecas, iglesias barrocas y modernos centros financieros. Hace años, durante el periodo precolombino, era conocida como Tenochtitlan. Se trata de una ciudad que vive los comienzos del siglo XXI con la confianza y la serenidad que le dan su pasado prehispánico y colonial. La presencia viva del pasado se refleja en sus calles adoquinadas, sus palacios con balconadas de hierro forjado y sus iglesias barrocas, asi como su legado cultural que recae en la sociedad mestiza, su forma de ser, su idioma, su forma de vestir, su religión, etc.. Por ello es necesario reconsiderar la herencia cultural de la colonia en nuestra nación actual. Objetivo: reflexionar acerca de los elementos de la sociedad colonial que perduran hasta el presente, y que han pasado a formar parte de la cultura nacional Conceptos: cultura, herencia, arte. Habilidades: analizar e identificar los elementos coloniales que perduran hasta nuestros días. Actitudinales y valores: respeto a los vestigios de los elementos de la sociedad colonial que perduran hasta el presente, y que han pasado a formar parte de la cultura nacional Subtemas 7.1. Educación y marginación de las mujeres. 7.2. Expresiones estéticas y culturales &ociones para reflexionar: Belleza20: Propiedad de las cosas que nos hace amarlas y provoca deleite. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras. Arte21 : Se le llama arte a las creaciones mediante las cuales el ser humano expresa una visión sensible en torno al mundo que lo rodea sea este real. Lectura 1 22: ¿QUE ES MÉXICO? En tan breve palabra, México promete una extensa e interminable fiesta de alegría y colorido a sus visitantes. Empezando por las costumbres, este país tiene una riqueza histórica tan grande, que es imposible conocerla sin haber visitado antes cada uno de sus 31 estados y el Distrito Federal. En México coexistieron vastas culturas indígenas y cada una de ellas se encargó de sembrar raíces profundas en todos los mexicanos. Los olmecas, chichimecas, mayas y aztecas, entre otros, colaboraron en la construcción de este país. Aún pueden verse sus vestigios en diversas zonas arqueológicas. Para conocer más es recomendable visitar el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México, ubicado en Chapultepec. La mezcla de razas dio pie al surgimiento de nuevos rasgos étnicos que llenan de variedad a una nación cuyos acentos y costumbres varían de un estado a otro. Y como no sólo de historia viven los mexicanos, continuemos hablando de las costumbres mexicanas. A partir de la conquista por los españoles, México se enriqueció con un legado cultural más amplio aún. La adoración de la Virgen de Guadalupe, y muchas fiestas y celebraciones mexicanas como el día del Santo, la Navidad, las pastorelas y posadas, los Reyes Magos, la Candelaria, y la Semana Santa, entre otras, son algunos de los divertidos festejos producto de la herencia cultural. Además del culto religioso, México heredó una gran obra arquitectónica a través de los edificios coloniales; así como en detalles, esculturas y pinturas que pueden observarse por toda la República Mexicana. Para conocer a este país, no basta con visitar sus zonas arqueológicas, es necesario 20 www.definicion.org/diccionario/141 es.wikipedia.org/wiki/Arte 22 Texto http://www.presidencia.gob.mx 21 conocer su arquitectura a través de ciudades coloniales como Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, San Luís Potosí, entre otras. Ciudades cuyo romanticismo y tradición minera nos habla de una época llena de leyendas: la época Colonial. Gran muestra de esta etapa histórica de México es la música y la comida. La música mexicana, con su riqueza y variedad, sus guitarras, sus trompetas y arpas, sus ritmos y letras, se formó en la Colonia. La música que trajeron los españoles fue el resultado de muchas influencias. Nuestra música combina ritmos africanos e indígenas con melodías de origen árabe y europeo. Sin embargo, hoy en día la música típica mexicana es el mariachi. En cuanto a la comida, el mole (que acompaña nuestras celebraciones) fue creado por monjas poblanas con productos indios, europeos y asiáticos. Los tacos, unen las tortillas y las salsas indígenas con la carne y la manteca de los animales llegados de Europa. La inmensa variedad de dulces mexicanos adapta las recetas europeas a los ingredientes del país. Igualmente, la artesanía mexicana habla de una tradición que une el barro y la alfarería con la pintura y el colorido heredado de la época colonial. Finalmente, México no sólo ofrece una riqueza y variedad en cuanto a la gente, la cultura, su historia, sus tradiciones, los museos, la música, la comida, sus festividades, las ciudades, etc. Todos estos rasgos que integran un país rico por tradición se acompaña del México Moderno, un pueblo adaptado a las necesidades actuales del mundo y que cuenta con una impresionante infraestructura hotelera, además de centros turísticos, playas y lugares para realizar convenciones y congresos. CIUDAD DE MÉXICO Desde la ventanilla de un avión que llega a la Ciudad de México, se contempla una infinidad de calles, edificios y espacios que apenas contienen las montañas y volcanes nevados que circundan una dilatada cuenca. En efecto, la ciudad se construyó sobre un desecado conjunto de lagos donde hoy viven más de 20 millones de habitantes a un ritmo acelerado y contrastante que se nota en la diversidad de actividades que transcurren en sus calles: automóviles en nervioso trayecto, innumerables peatones, comedores en las esquinas y vendedores de todo tipo. En este escenario tiene cabida la pobreza de muchos de sus habitantes, pero también el refinamiento y el lujo. Desde su fundación en el año 1325, la Ciudad de México ha tenido una vocación por la grandeza y en ella caben no sólo siglos de cambios, a veces radicales en su fisonomía, sino también una extensión que rebasa sus linderos políticos y funde pueblos antiguos o crea ciudades de la nada. Algunos la llaman el D.F., abreviatura de Distrito Federal, otros simplemente México como si todo el país le cupiera entre las calles. Esto último habla de una fuerte concentración de servicios, grupos provenientes de todas las regiones del país y un nutrido contingente de extranjeros, residentes y visitantes que convierten a la ciudad en un espacio cosmopolita. Lectura 223: Educación de la mujer durante la época colonial La tradición medieval española estimaba importante la instrucción de las mujeres casi nunca se especificaba, pero en la práctica ésta se refería únicamente a las de clase alta, pues se reconocía que ellas ejercían una influencia definitiva sobre sus maridos y sus hijos. Algunos escritores humanistas del siglo XVI, como Juan Luis Vives y fray Luis de León, muy leídos en Europa y en las colonias españolas en América, propusieron darle a la mujer un nivel de educación más amplio que el aceptado en su época: eran partidarios de enseñarle a leer, a dominar labores manuales, a preparar apetitosos platos y a tocar algún instrumento musical; y de que también aprendiera la doctrina cristiana y practicara las virtudes marianas de castidad, obediencia, laboriosidad y piedad. La idea de que se debían educar todas las mujeres, independientemente de su posición social, no surgió hasta fines del periodo colonial y fue uno de los cambios más importantes en la actitud de la sociedad frente al sexo femenino. En la Nueva Granada, entre las mujeres, como entre sus congéneres de la península y de las demás colonias españolas, se fomentaba la devoción; algunas hicieron votos perpetuos de castidad y obediencia en los conventos. Pero estos sitios, aunque no fueron tan numerosos e importantes como en Nueva España o en Perú, y es poco lo que se conoce de ellos, parece que experimentaron cierta decadencia durante el siglo XVII, y dieron escasa instrucción a las monjas. Sin embargo, a pesar de las carencias, fue en los conventos donde la educación femenina logró sus más importantes avances durante la colonia, pues las religiosas debían aprender a leer para poder rezar el Divino Oficio. Hasta fines del siglo XVIII, el propósito de dichas comunidades religiosas era la vida contemplativa y devota, no la educación o la asistencia social; situación que apenas varió al terminar el siglo XVIII, pero principalmente durante el siglo XIX. Sin embargo, gracias a que desde 1566 el obispo de Popayán había promovido la idea de fundar un monasterio de religiosas para educar a las hijas de los conquistadores, con tal fin donó algunas fincas y bienes que poseía, y en 1591 fue creado el Monasterio de la Encarnación bajo la orden de San Agustín. A 23 Patricia Londoño Vega, Profesora, Universidad de Antioquia | Fuente: Boletín Cultural y Bibliográfico. Número 37. Volumen XXXI - 1994 - editado en 1996 éste acudieron durante dos siglos jóvenes herederas de familias importantes, quienes por lo regular eran recibidas como internas a los doce o trece años, con el fin de aprender a leer y escribir, y a coser y desempeñar otras artes domésticas. Éste fue el único establecimiento creado para la educación de la mujer en la Nueva Granada durante el siglo XVII, mientras para varones existían varios seminarios y escuelas en las principales ciudades. Apenas una minoría de mujeres en la América española sabía escribir bien y acostumbraba a leer; en consecuencia, hubo muy pocas escritoras. Con estos antecedentes, puede entenderse por qué resultan tan excepcionales los casos de la escritora mística madre Josefa del Castillo y Guevara, más conocida como la madre Castillo; de Jerónima Nava y Saavedra, de la Madre Jerónima del Espíritu Santo y de María Petronila Cuéllar o la madre Petronila. La madre Francisca Josefa del Castillo (1671-1742). Ingresó a los diecinueve años de edad al Convento de Santa Clara, en Tunja. Había sido criada con gran recato y cuidado dentro del mayor encierro posible, como era lo acostumbrado entonces; y en el claustro encontró un ambiente en el que, al igual que en el resto de la sociedad, reinaba el prejuicio contra la instrucción femenina, hasta tal punto, que en el capítulo general de su comunidad se le acusó de haber enseñado a una novicia a escribir. Por eso, tal vez, leyó poco y sólo escritos anteriores a Luis de Góngora (1561-1627). Además de sus versos, Josefa del Castillo escribió su autobiografía en prosa, titulada Mi vida, gracias a la sugerencia de su confesor; y otra obra en prosa, Afectos, en la cual consignó sus sentimientos. Por otra parte, las referencias de sus escritos son todas místicas, no se ocupan para nada del entorno; pues, como lo señaló Rocío Vélez de Piedrahíta en un ensayo sobre esta escritora, para Francisca, Babilonia está en la esquina de enfrente; Nueva Granada no existe y, a pesar de que la obra sobre su vida fue publicada por la Imprenta de la Compañía de Jesús en 1740, que es la primera publicación que se conoce del Nuevo Reino de Granada, entre sus contemporáneos ésta fue bastante desconocida; Mi vida no fue reeditada hasta 1817, setenta y cinco años después de la muerte de su autora, y los Afectos apenas se publicaron en 1843. La madre Jerónima (1669-1727), fue una religiosa clarisa de Santafé y escribió un relato autobiográfico. La madre Petronila, nacida en Timaná (1761-1814) llegó a ser prefecta, superiora y priora del Colegio de la Enseñanza y escribió un manual para la educación de las monjas de su convento, titulado Riego espiritual para nuevas plantas. Algunos consideraron que la instrucción de las mujeres haría de ellas mejores madres. Además, en las monografías y crónicas sobre los centros urbanos del país se encuentran algunas referencias aisladas que señalan que en las principales poblaciones comúnmente se reunía a un grupo de niñas vecinas para asistir a la casa de alguna señora, que les indicaba las primeras letras, les hacía memorizar algo de doctrina cristiana y les enseñaba a hacer lomillo, cadeneta, dechado en punto de cruz y otras costuras; aunque lo usual era que las niñas aprendieran estos asuntos a través de la instrucción recibida en el hogar directamente de su madre. Como en el resto de la América española, durante la colonia los establecimientos, los tutores privados y las maestras seglares, que recibían en su casa un grupo de alumnas durante el día, dedicaban la mayor parte de su esfuerzo a enseñarles a las niñas labores de costura, tejido y bordado, tareas nada fáciles. Pero lo principal era cultivarles el carácter a través del aprendizaje de la doctrina cristiana, lo cual se lograba con la memorización de preguntas y respuestas del catecismo del padre Jerónimo Ripalda. Además les inculcaban nociones de urbanidad, moral e higiene; es decir, las preparaban para que conservaran las tradiciones familiares y la fe. Avances de la educación femenina bajo el influjo de la Ilustración En el virreinato de la Nueva Granada, al igual que en Europa y en las demás colonias americanas, las nuevas ideas de la Ilustración impulsaron la educación, pues ésta se concibió como un medio para alcanzar la felicidad y el progreso. El interés por la divulgación del conocimiento abarcó también al sexo femenino; y, desde mediados del siglo XVIII hasta la Independencia, los primeros periódicos publicados en las colonias españolas incluyeron artículos en los cuales se proponía un cambio en la instrucción de las mujeres, haciéndole eco al argumento, sustentado en Europa, de que así podrían ser mejores compañeras y formar mejores hijos, idea que se mantuvo hasta los primeros decenios del siglo XX. Más que plantear un contenido similar en la instrucción de ambos sexos, la renovación impulsada por la Ilustración consistió en crear conciencia sobre la necesidad de educar también a las mujeres. Sin embargo, este proceso se dio en forma desigual en las principales poblaciones de las colonias españolas, y cubrió sobre todo a la clase alta, aunque en México y Lima se capacitó también a algunas nativas y a mujeres de bajos recursos. A la luz de las nuevas ideas, se empezó a pensar que las mujeres, aparte de labores manuales y doctrina cristiana, debían aprender a leer y escribir. La ciudad en la cual este proceso se consolidó primero fue México, donde se llevaba un nivel de vida más refinado. Allí, en 1802, 3.100 niñas asistían a 70 establecimientos de diferente índole; en esa ciudad las religiosas de la Compañía de María habían fundado en 1753 el primer Colegio de la Enseñanza que hubo en América, y en 1767 la Confederación Vasca de Nuestra Señora de Aranzazu abrió el Colegio de San Ignacio de Loyola más conocido como el de las vizcaínas, planteles que recibían jovencitas entre los diez y los veinticinco años y las educaban dentro de la tradición hispana del enclaustramiento. Durante estos años disminuyó ligeramente en las colonias españolas la tasa de analfabetismo entre las mujeres de las clases acomodadas; para entonces, un mayor número de ellas firmaban al hacer sus testamentos. No obstante, el porcentaje de mujeres instruidas era relativamente bajo comparado con el de los varones, quienes desde tiempo atrás estaban recibiendo educación. En el caso de Santafé de Bogotá, el renacimiento cultural experimentado en la época de las reformas borbónicas afectó a un selecto grupo de mujeres, entre quienes se destacó Manuela Sáenz de Santamaría de González Manrique. Ella, naturalista y literata, conocía el latín, el italiano y el francés; y fundó la tertulia del Buen Gusto, a la que asistieron personajes que más tarde se destacaron en el período de la naturalista y literata, conocía el latín, el italiano y el francés; y fundó la tertulia del Buen Gusto, a la que asistieron personajes que más tarde se destacaron en el período de la Independencia y en la vida política de la nueva república, entre ellos: Frutos Joaquín Gutiérrez y su hermano José María, Camilo Torres, Manuel Rodríguez Torices, Custodio García Rovira y Miguel Pombo. En aquellos años, el influjo francés, con su refinamiento y elegancia, empezaba a transformar algunas costumbres sociales del virreinato. Comenta el historiador Gonzalo Hernández de Alba que: a pesar de sus limitaciones económicas Santafé quiso vivir la vida de una corte [...] se produjo entre sus más destacados habitantes una mayor ansia de lujo, un claro deseo de acomodarse a la vida de la nueva moda francesa llegada a través de Madrid y traída por los virreyes y sus familiares. En las casas más elegantes, la rústica cal de las paredes se cubrió con papeles de flores traídos de París, los saraos o veladas sociales se hicieron más frecuentes y las fiestas públicas se celebraron con mayor pompa. La política ilustrada de los Borbones estimuló en el virreinato de Nueva Granada la idea de crear escuelas públicas controladas por los cabildos de villas y ciudades. Se preguntaban qué necesidad tenía una dama de aprender a escribir y les parecía que más bien debía aprovecharse esa donación en favor de niñas pobres, de huérfanas o de viudas de buenas familias. La autorización se concedió por real cédula del 8 de febrero de 1770. La benefactora, al enterarse de la aprobación, inició la construcción de la sede del convento; para lo cual dispuso de las ganancias producidas por la explotación de una mina de oro situada en Chaparral y de una hacienda vecina, con ganado y plantaciones de cacao, pues, fuera de que no tenía descendientes, contaba con una considerable riqueza, heredada de su padre y de su primer esposo. Pero se presentaron otras dificultades, pues la real cédula no señalaba casa fundadora. Hubo que solicitar a Zaragoza el envío de dos religiosas. Cuando murió doña Clemencia, nueve años más tarde, en 1779, la construcción del convento no había sido terminada. En abril de 1783 fue inaugurado el colegio, con 75 alumnas distribuidas en dos secciones: pensionado y externado. Un mes después hicieron sus votos las diez primeras granadinas que tomaron el hábito con el propósito de dedicar su vida a la educación femenina. Con el fin de promover el convento, fueron colocados veinticinco carteles en las puertas de las iglesias y ermitas de la ciudad. No obstante las habladurías, la iniciativa fue bien acogida; trece años después eran ya treinta y siete religiosas, veinticuatro colegialas internas y doscientas niñas pobres que asistían a la escuela del convento. El internado tenía un ambiente hogareño, donde lo principal era la formación moral. Los estudios duraban seis años, las alumnas usaban uniforme y estudiaban de ocho a once de la mañana y de tres a cinco de la tarde, todos los días, excepto los festivos. Aprendían religión, aritmética, lectura, escritura y labores "propias del sexo femenino". Lectura 324: Arte colonial El arte colonial es el que se desarrolla en América durante el periodo de ocupación española, es decir que Cristóbal Colón, descubre el continente hasta que alcanza su independencia. América era un territorio plural, de gran diversidad geográfica, donde existía una población con múltiples culturas y religiones. El objetivo, más allá de asentarse en el territorio, será el de reducir la pluralidad peninsular y dar unidad al territorio americano. Comienza así la labor evangelizadora de conversión al cristianismo y de instalar el castellano como única lengua. La influencia española dominará y se impondrá a la autóctona. Desde España llegarán al Nuevo mundo numerosos artistas que formarán talleres y enseñaran a los nativos los modelos y estilos de la península, como son el gótico, renacimiento, manierismo, barroco y neoclasicismo. Hay que señalar la importancia de la pintura en el proceso de evangelización, ya que sus temas religiosos y didácticos tratan diferentes episodios de la vida de Jesús, de la Virgen y de los santos prehispánica de los cultos al aire libre. En la capilla abierta, el sacerdote era el único que estaba a cubierto. Los atrios aparecen amurallados y almenados, sirviendo de ciudadelas que recuerdan las fortificaciones medievales. Las iglesias reiteran la topología del templo gótico de una nave profunda, bóvedas de crucería y cabecera poligonal con contrafuertes. Las portadas presentan motivos del gótico isabelino, del renacimiento y del plateresco. Los espacios internos del convento, celdas oficinas, talleres, refectorio, portería, biblioteca, sanitarios, 24 http://www.arteesoana.com/artecolonial.htm. etc., se distribuyen alrededor del claustro. El Convento de Huejotzingo (1550-1570), en el estado de Puebla, es uno de los primeros conventos franciscanos y el que mejor se conserva. Se compone de atrio, capillas posas, iglesia, convento y claustro. La iglesia tiene una sola nave estrecha con cabecera poligonal y acceso a los pies. U&IDAD III: De la sociedad colonial a la sociedad nacional (17601867) E n la Tercera Unidad denominada de la Sociedad Colonial a la Sociedad Nacional (1765-1867), veremos precisamente el tránsito de una sociedad tradicional a una sociedad moderna. Se empezará por plantear una serie de aspectos que tienen que ver con la forma en que se concebía lo que era una nación hasta el siglo XVIII y cómo cambia esta concepción con el advenimiento del Estado Nacional. Se analizarán las Reformas de la familia de los Borbones, que lograron una mayor recaudación para la metrópoli y un mayor control sobre sus colonias, pero que produjeron un mayor descontento en las mismas. Descontento que afianzará aún más el patriotismo de los criollos, que había nacido de la reflexión de este grupo acerca de su identidad. Se abordarán los factores internos y externos que conducen finalmente a la desintegración del Imperio Español y al estallido de una Guerra de Independencia que se prolongará por más de una década y cuyo descenlase diferirá en mucho de su inicio. La formación del Estado Mexicano y la construcción de la nación es el hilo conductor del proceso que se extiende a lo largo de un siglo y que explicará el tránsito de una Sociedad Colonial a una Sociedad Nacional. Pero habrá una etapa en la que México vivirá una lucha entre dos proyectos de nación: liberal y conservador, precedida de contradicciones políticas entre republicanos y monarquistas, entre federalistas y centralistas. Sin duda será fundamental valorar el significado histórico de ambos proyectos puesto que el triunfo del proyecto liberal no significará necesariamente que lo nuevo o moderno haya beneficiado a todos los grupos de la sociedad; sobre todo en el caso de los pueblos indígenas padecerán los ataques del nuevo Estado Nacional. La creación del Estado, es decir, del “ordenamiento jurídico que tiene como finalidad general ejercer el poder sobre un determinado territorio y al que están subordinados de manera necesaria los individuos que le pertenecen”, requirió casi un siglo para hacerse efectiva y tuvo un costo social alto. Significó el enfrentamiento con la Iglesia, los cacicazgos regionales y las comunidades indígenas. A estas fuerzas corporativas tradicionales se sumó el inmenso poder político que adquirió el ejército en el transcurso del siglo XIX. Todo este proceso se dará en un contexto internacional desfavorable en el que el país sufrirá dos intervenciones armadas de Francia y una guerra de agresión por parte de Estados Unidos que provocará la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano. A pesar de todos los efectos negativos de estas invasiones extranjeras, en los habitantes de esta país se consolidará la idea de nación, y será una realidad la existencia de un Estado nacional. Contenido temático: 1. Problemas que plantea la construcción de una nación. 2. Las reformas borbónicas y el nacimiento del patriotismo criollo. 3. Desintegración del imperio español y la guerra de independencia. 4. Movimientos sociales: indígenas, guerra de castas, conspiraciones criollas. 5. Lucha de proyectos liberal y conservador (1821-1867) y sus contradicciones entre lo viejo y lo nuevo. 6. Las intervenciones extranjeras. 7. La intervención francesa y el rescate de la soberanía nacional. 8. La consolidación del Estado nacional Objetivos generales: 1. Valorar la transformación de la sociedad mexicana de colonial a nacional 2. Valorar el significado histórico de los proyectos liberal y conservador en la construcción de la nación y en la formación del Estado Mexicano. Conceptos: Estado-Nación, proyecto, patriotismo, Imperio, Independencia, Movimientos sociales, soberanía, República, liberalismo, formas de gobierno, centralismo, federalismo, Habilidades: Identificar las características y componentes de los proyectos liberal y conservador; comparar ambos proyectos a través de ciertos parámetros (forma de gobierno, relación Estado-Iglesia, tipo de educación, política económica); establecer semejanzas y diferencias entre los dos proyectos; arribar a conclusiones y emitir juicios propios. Actitudinales y valores: Reflexionar en torno al significado histórico de la construcción de una nación. Analizar críticamente la contribución de los proyectos liberal y conservador en la construcción de la nación y en la formación del Estado. Destacar el papel desempeñado por los movimientos sociales y populares en el desarrollo de la sociedad mexicana. Desarrollar valores nacionalistas, a través de la comprensión de las aportaciones de los proyectos liberal y conservador. Valorar las contribuciones de las luchas del pueblo mexicano en la formación de la nación y el espíritu de mexicanidad. Tiempo: 19 sesiones TEMA 1. Problemas que plantea la construcción de una nación En el caso de México, la construcción de la Nación será un proceso más difícil, en comparación con el de otros países, porque para el siglo XVIII los diversos grupos que conforman la sociedad colonial carecen de una identidad propia. Serán los criollos el grupo que elaborará un proyecto que unirá a los diferentes grupos a través de hacer suyo el pasado indígena –que arrebatará a los verdaderos descendientes de las grandes culturas mesoamericanas- y de apropiarse del culto guadalupano –que en un principio era fundamentalmente indígena- que convertirá en un culto patriótico al que se van a adherir tanto criollos, como mestizos, indios, negros y las diferentes castas. Al apropiarse del pasado indígena, los criollos le darán legitimidad histórica a sus propias demandas: el derecho de dirigir y gobernar el destino de su patria. Durante el virreinato no hubo una concepción precisa de la nación mexicana, ni una historia nacional o una historiografía nacionalista, por la sencilla razón de que el país era un virreinato, una colonia de España. Este vínculo de sumisión política impidió la aparición de la idea de nación, un concepto político que se manifiesta en situaciones de autonomía o de repulsa a la sujeción política que se padece. En 1808 España fue invadida por los ejércitos de Napoleón. El rey Carlos IV y el heredero Fernando VII cayeron prisioneros de los franceses. Las autoridades del virreinato declararon que la prisión del monarca no cambiaba en nada la situación política del virreinato y que todo continuaba igual. Pero los criollos afirmaron que había una situación política nueva, y señalaron que esa situación obligaba a plantear el problema de en quién residía la soberanía y quien la debería asumir en las circunstancias del momento. Por primera vez se planteó que el rey no ejercía la soberanía por derecho divino, sino que ésta le había sido otorgada por la voluntad expresa de la nación. También se afirmó entonces que el pacto original entre el rey y los gobernados no podía ser alterado por el monarca. El desarrollo de este debate político fue interrumpido por el golpe de Estado que llevó a cabo la oligarquía colonial encabezada por los comerciantes y los grupos adictos al antiguo régimen en 1808. Sin embargo, dos años más tarde, las ideas de este debate renacieron con la insurrección de Hidalgo y cobraron una dimensión nueva bajo el influjo de la participación popular. Por la vía de la acción transformadora de la Revolución, Hidalgo y Morelos proclamaron la independencia de la nación, reconocieron en el pueblo a la fuente original de la soberanía, repudiaron el gobierno del antiguo régimen y establecieron los principios básicos para organizar política y constitucionalmente a la nación liberada. En su discurso de apertura del Congreso de Chilpancingo (1813), después de referirse al país con su nombre antiguo (Anáhuac), Morelos relaciona a los indígenas víctimas de la conquista española con los caudillos insurgentes asesinados por los españoles, y establece una relación necesaria entre la antigua nación conquistada y el presente libertador en que los mexicanos decidieron declarar su independencia de España. De manera semejante al episodio traumático de la Conquista, la Revolución de Hidalgo y Morelos se instala en la memoria histórica como un parteaguas, como un acto negador de la sumisión colonial y fundador de la nación mexicana independiente. La Revolución de Independencia creó el mito de la nación libre (el antiguo Anáhuac), luego esclavizada y finalmente liberada por el Grito de Dolores. Antes de 1810, la Nueva España y los demás virreinatos americanos tenían un concepto antiguo de nación. La idea de nación que sostenían estos países era la de una sociedad estructurada en reinos y ciudades, en estamentos y corporaciones unidos por vínculos tradicionales hacia la patria, la religión, el rey y las leyes del reino. Es decir, se trataba de una nación forjada por la historia. Frente a esa idea de nación comenzó a definirse una nueva, fraguada en las Cortes de Cádiz y en las luchas independentistas americanas. Era una idea de nación emparentada con la nueva concepción formulada por la Revolución Francesa. Para esta corriente la nación “está formada por la unión voluntaria de individuos autónomos e iguales. La nación, por tanto, es una construcción libre que depende de la unión de voluntades individuales. Esta construcción puede inspirarse en la historia como una fuente de experiencias, pero no depende en su esencia de ella…” Objetivo: Conocer las representaciones e ideas que tienen sobre el nacimiento de la Nación mexicana, para que tomen conciencia de lo que saben y logren integrarlo en una representación sintética. Identificar las características del surgimiento de la nación mexicana. Conceptos: Estado-Nación, identidad, patriotismo, Ilustración, tradición, modernidad, Revolución, Independencia Habilidades: Determinar las ideas fundamentales acerca del nacimiento de la nación mexicana; representar los elementos del Estado-Nacional; explicar el surgimiento de la nación. Actitudinales y valores: Reflexionar en torno al significado histórico de la construcción de una nación. Fortalecer su identidad como mexicano. Ayuda didáctica para el alumno: Como individuo y futuro ciudadano, ya sea por haber nacido en el país o por radicar en él, hoy eres mexicano y formas parte de la $ación mexicana. Sin embargo, te has preguntado: ¿qué es la nación mexicana?, ¿quiénes formamos parte de ella?, ¿desde cuándo existe?, ¿desde los Aztecas?, ¿desde la Independencia?, ¿qué acontecimientos y actores contribuyeron a su creación? Recuerda que la historia la hacen los hombres, pero no a su libre arbitrio, sino bajo las circunstancias que encuentran, las fuerzas e intereses en los que se inscriben y las experiencias e ideas que tienen y que les han sido legadas. &ociones para reflexionar: • Estado-&ación: la palabra designa al mismo tiempo al pueblo que la forma -nación- y a la forma que toma el pueblo. Así se habla de nación apache o de Estado-nación mexicano. El Estado sería la unidad política superior, organizada y relativamente permanente que ejerce su autoridad en un territorio determinado con exclusión de cualquier otra. Con la influencia de las ideas liberales, los viejos reinos se transformaron en Estados y naciones. Por ello se dice que la creación de Estados Naciones es un fenómeno histórico nacido a fines del siglo XVIII que se consolidó en Occidente a lo largo del siglo XIX. Implica la existencia de un Estado que tiene control y autoridad sobre un pueblo, un territorio, una moneda, que genera una misma identidad que lo legitima. Bibliografía de consulta para el alumno: Josefina Zoraida Vázquez, et al, La fundación del Estado mexicano, Patria, México, 2004. Historia general de México, Versión 2000, El Colegio de México, México, 2008. Lectura 1. Los inicios de una Historia &acional1 El cambio que introdujo la política de los Borbones fue la sustitución del proyecto de crear un EstadoIglesia por el de implantar un Estado laico moderno, ya no dirigido por los valores y la moral religiosos, sino por los principios de la modernidad ilustrada. El nuevo Estado que proponían los Borbones no sólo era un Estado distanciado de la Iglesia sino un Estado que perseguía fines terrenos y promovía el progreso industrial, técnico, científico y educativo, no la salvación eterna o los valores religiosos y tradicionales. La intervención directa del Estado en la economía, la sociedad y las instituciones culturales le restó poder a la Iglesia, los comerciantes, los hacendados y la burocracia criolla. Esta vez los fines políticos del gobierno español se opusieron a los intereses de la oligarquía colonial. La secularización del pensamiento analítico es una de las manifestaciones más notables del gran cambio operado en la mentalidad de los grupos dirigentes del virreinato: a fines del siglo XVIII hay una progresiva secularización del orden social y político, de la educación, las ciencias, las artes y las costumbres. En las nuevas instituciones científicas y culturales que entonces se desarrollaron los criollos conocieron la filosofía, las ciencias y las técnicas que introdujo la Ilustración y se convirtieron en hábiles manejadores de los nuevos medios de difusión de la sociedad moderna: el periodismo y el libro. A fines del siglo XVIII, la memoria del pasado elaborada por los criollos dominaba en los libros de Historia. Pero no fue éste el único discurso, ni el más generalizado entre la población. A su lado se manifestó el multiforme discurso indígena y popular, cargado de símbolos y mensajes polivalentes y perturbadores: un discurso mucho más perturbador y difícil de captar porque había permanecido inatendido por los historiadores. Los rumores de sublevaciones, rebeliones y levantamientos indígenas habían sido comunes a lo largo de la tensa historia del virreinato. Lo nuevo a fines del siglo XVIII y principios del XIX fue la inseguridad y la creciente angustia de las autoridades virreinales ante estas manifestaciones del descontento social. Esa situación cambió de modo radical cuando se modificó la relación política con España en 1808. La aparición de un pensamiento político centrado en las ideas de soberanía de la nación y la formación de una nueva realidad política, producida por el movimiento insurgente, crearon las condiciones para que se desplegara con fuerza y tomara impulso la idea moderna de nación y la concepción de un proyecto histórico nacional. El Ayuntamiento de la Ciudad de México sorprendió a las más altas autoridades del virreinato cuando argumentó que las abdicaciones de Carlos IV y de Fernando VII eran nulas por ser “contrarias a los derechos de la nación a quien ninguno puede darle rey si no es ella misma, por el consentimiento universal de sus pueblos”. Estas ideas sobre la soberanía y el pacto social entre el rey y sus gobernados fueron la fuente de inspiración de los primeros teóricos de la Independencia. El licenciado Francisco Primo de Verdad y Ramos, síndico del ayuntamiento de la ciudad de México, sostenía en 1808 que “la autoridad le viene al rey de Dios, pero no de modo inmediato sino a través del pueblo”. Por su parte, Juan Francisco Azcárate, también abogado y regidor del Ayuntamiento, sostenía que en ausencia del rey la soberanía residía en el reino de Nueva España, en los tribunales que lo formaban y en los cuerpos que “llevan la voz pública”, que para Azcárate era el Ayuntamiento de la Ciudad de México. Explicó que existía un pacto entre la nación y el soberano que no podía romperse unilateralmente. En ausencia del rey, decía, la soberanía recaía otra vez en su fuente originaria: en la nación o en sus cuerpos constituidos, es decir en el cabildo de la ciudad de México. Lo que afirmaban los criollos era que el fundamento de la sociedad no radicaba ya en el rey, sino en la nación. Durante la Guerra de Independencia la virgen de Guadalupe consolidó su posición como reina y madre de los nacidos en México, se convirtió en emblema de los insurgentes, fue el imán carismático que llevó a las masas indígenas y populares a seguir a los ejércitos insurgentes, y encabezó una suerte de guerra santa contra los herejes gachupines. Los seguidores de Hidalgo y de Morelos eran masas movilizadas por creencias escatológicas, organizadas por hombres religiosos y dirigidos por fines tradicionales. Defendían la religión católica y a la virgen de Guadalupe, deseaban la instauración de un nuevo reino, pero en el sentido religioso, y querían seguir siendo indígenas, integrados a las tradiciones igualitarias y solidarias de sus comunidades. A las filas del movimiento de Independencia acudieron las masas indígenas, miles de trabajadores y desempleados del campo y de las minas, curas, letrados, militares, licenciados e individuos pertenecientes a los sectores medios y populares de las ciudades. Pero los letrados y buena parte de los 1 Enrique Florescano, Memoria mexicana, Taurus, México, 2001, pp. 481-548. sectores medios no compartían las creencias míticas de los grupos populares y campesinos. Eran hombres formados en las ideas de la Ilustración y del patriotismo criollo y tenían un proyecto político moderno y secular. En la confusión entre creencias religiosas tradicionales y aspiraciones políticas modernas, que es característica de esta época, la virgen de Guadalupe fue el símbolo que recogió tanto la carga mítica y escatológica de las masas indígenas y populares como las aspiraciones libertarias de los grupos políticos más desarrollados del virreinato. Si la Revolución de Independencia, en el momento en que se desencadena, traslada efectivamente la soberanía a las masas armadas que a partir de ese momento actúan por sí y transforman la realidad, las decisiones que va tomando Hidalgo en la guerra son consecuentes con esa nueva realidad y no hacen sino expresar la soberanía efectiva del pueblo. Desde su alocución del 16 de septiembre, la abolición del tributo simboliza la destrucción del derecho existente, la destrucción del orden antiguo. Con la autoridad que ejerce por aclamación de la nación, Hidalgo abolió la distinción de castas y la esclavitud, signos de la infamia y la opresión que ejercían las clases dominantes sobre los indios, negros y mestizos. En el caso de Morelos, la identificación con las aspiraciones del movimiento popular es aún más genuina, es el representante más auténtico de la conciencia popular. Morelos enuncia un proyecto político centrado en la soberanía popular y la desaparición de las desigualdades que dividían a la población. Traduce en letras la aspiración ancestral de las comunidades indígenas y de los grupos oprimidos de vivir en igualdad, y convierte en programa político las demandas sociales de los sectores populares más desprotegidos del virreinato. En los movimientos políticos posteriores desaparece la relación entre los anhelos de las masas y los programas de los dirigentes políticos. Sin embargo, aun cuando este proyecto no tuvo continuidad en el futuro inmediato, su carga ideológica estaría presente en todos los movimientos políticos y sociales posteriores. Creó también un panteón de héroes nacionales y el proyecto de construir una nación asentada en una historia antigua, destinada a vivir un futuro promisorio. No imaginaron una nación para una clase o un grupo restringido. Lucharon y murieron por un proyecto nacional que envolvía a la mayoría de los mexicanos. En cambio sí hubo un desarrollo de la noción de patria y se manifestó un sentimiento patriótico exaltado, aunque reducido a la identidad con el suelo donde se había nacido, asentado en un conjunto de valores religiosos compartidos (la unidad en torno de la fe católica y la virgen de Guadalupe), apoyado por una recuperación progresiva de la historia antigua de los pobladores originales y dirigido por las reivindicaciones ideológicas del grupo criollo. Era un concepto de patria limitado, no compartido por los demás grupos y que no salvaba las profundísimas divisiones étnicas, sociales, económicas y culturales que fragmentaban a la población. Primero en los decretos que Hidalgo y Morelos promulgaron durante la insurrección, luego en el Acta de Independencia y en los documentos previos al Congreso de Chilpancingo (Manifiesto del Congreso, Reglamento y Discurso de apertura del mismo), y finalmente en los Sentimientos de la $ación y en la Constitución de Apatzingán, los principios constitutivos de la nación entraron a formar parte de la memoria colectiva. México se proclamó una nación libre y soberana, pero se definió como una nación antigua, anterior a la Conquista española que la había sojuzgado. Por ello decía el Acta de Independencia que la América Septentrional había “recobrado el ejercicio de su soberanía usurpada”. Y por eso se asentó en la Constitución de Apatzingán que “ninguna nación tiene derecho a impedir a otra el uso de su soberanía. El título de Conquista no puede legitimar los actos de la fuerza: el pueblo que lo intenta debe ser obligado por las armas a respetar el derecho convencional de las naciones”. El principio de la soberanía popular fue el otro gran pilar sobre el que se hizo descansar el proyecto político de los insurgentes. Recogiendo el espíritu que animó a la insurrección popular, Morelos afirmo en los Sentimientos de la $ación que “La soberanía dimana inmediatamente del pueblo”. En la Constitución de Apatzingán se asentó que “la soberanía reside originariamente en el pueblo y su ejercicio en la representación nacional compuesta de diputados elegidos por los ciudadanos” A estos principios fundadores de la nación insurgente se unieron los provenientes de la gesta popular del pensamiento ilustrado de los criollos y del pensamiento político moderno. En conjunto, estos principios afirmaron la igualdad de los mexicanos ante la ley, ratificaron la unidad de la población en torno de la religión católica, declararon que el objetivo fundamental del Estado era la persecución del bien común y definieron la nueva organización política de la nación. La Revolución de Independencia y el pensamiento político que surgió de ella afirmaron las “características subjetivas” que, según los teóricos, subyacen la formación de una nación: la aspiración de la población a constituir una nación autónoma, la lealtad a la nación por sobre cualquier otro interés y la voluntad de mantenerla unida e independiente. Al mismo tiempo, la Revolución de Independencia consolidó y le dio una dimensión política moderna a las “características objetivas” que definen (aunque no explican) a la nación: una organización política refrendada por el consenso popular, una identidad territorial, una historia compartida y una lengua común. Por primera vez en la Historia de México los sentimientos patrióticos tradicionales (la identidad en torno a un territorio, religión, pasado y lengua compartidos) se integraron al proyecto político moderno de constituir una nación independiente, autónoma y dedicada a la persecución del bien común. Así apoyada en la movilización armada de la población y en un pensamiento político moderno y nacionalista, la nación se asumió libre, independiente y creo un porvenir para realizar en él un proyecto histórico propio, centrado en el Estado Nacional y en la nación autónoma. La independencia política de España y la decisión de realizar un proyecto político nacional crearon un sujeto nuevo de la narración histórica: el Estado Nacional. Por Primera vez, en lugar de un virreinato fragmentado internado y gobernado por poderes extraños, los mexicanos consideraron su país, el territorio, las diferentes partes que lo integraban, su población y su pasado como una entidad unitaria. A partir de entonces, independientemente de las divisiones y contradicciones internas, la nación se contempló como una entidad territorial, social y política que tenía un origen, un desarrollo en el tiempo y un futuro comunes. El surgimiento de una entidad política que integraba en sí misma a todas las partes de la nación fue, pues, el nuevo sujeto de la historia que unificó la diversidad social y cultural de la población en una búsqueda conjunta de identidad nacional. A su vez el surgimiento de una concepción del desarrollo histórico centrada en la nación provocó el nacimiento de una historia para sí, de una escritura de la historia hecha para la nación y elaborada por mexicanos. Este descubrimiento explica que la elaboración de una historia propia, concebida y escrita por mexicanos, corriera inextricablemente unida a la realización del proyecto político del Estado Nacional. La memoria del pasado, hasta entonces desmembrada y ajena, comenzó a ser una memoria recuperada y clasificada por instituciones nacionales (archivos y museos) y bajo la dirección de los intereses históricos de la nación. Desde la Independencia el pasado del país fue repensado y reescrito, pero ahora bajo la compulsión de crear una memoria histórica fundada en valores reconocidos como propios por la nación independiente. Lectura 2. La construcción de la &ación y el conflicto de identidades.2 Dice Enrique Florescano que este libro, Memoria Mexicana, nació en rebeldía contra la tesis que afirma que los mexicanos tenemos una identidad nacional única, basada en una memoria histórica común. Contra esa afirmación hace tiempo que comenzó a desarrollar la hipótesis de que en lugar de una memoria única, en el pasado mexicano habían coexistido múltiples memorias, sostenidas por los diversos grupos étnicos, sectores sociales, organizaciones políticas, localidades y entidades regionales que componían el país. En los tiempos prehispánicos, con excepción de los reinos absolutistas de la época clásica, que lograron imponer un canon historiográfico incontestado y un modo uniforme para colectar y transmitir la memoria del reino, la presencia de memorias locales y étnicas que resistieron los dictados hegemónicos de los poderes centrales fue constante. El choque de memorias más visible entonces fue el enfrentamiento entre la memoria de los pueblos sedentarios, a quienes se encomiaba como fundadores de la vida civilizada, y el modo de vida de los pueblos cazadores y recolectores, a quienes se denigraba con el calificativo de bárbaros. Esta pugna entre memorias contradictorias devino un combate continuo en los dos primeros siglos del virreinato, cuando la matriz indígena fue dislocada por la invasión de grupos étnicos europeos, africanos y asiáticos. Entonces convivieron por primera vez en la Nueva España las antiguas tradiciones indígenas con concepciones del pasado que provenían de regiones tan remotas y cargadas de historia como Europa, el antiguo Oriente o África. Se produjo entonces un choque entre distintas interpretaciones del pasado, un enfrentamiento entre concepciones del tiempo y de la historia nacidas en culturas hasta entonces apartadas por barreras físicas y culturales infranqueables. Esta colisión entre distintos pasados se agudizó cuando apareció la primera generación de gente mestiza: criollos, castas, mulatos… Como es natural, estos grupos mezclados se esforzaron por hacer valer nuevas identidades y reclamaron para sí partes del pasado de sus padres, al mismo tiempo que rechazaban porciones considerables de ese legado. Las naciones deberían tener variadas y plurales memorias del pasado, tantas como grupos étnicos moraron en su territorio. Sin embargo, al comenzar el siglo XXI, la paradoja es que México, el país plural formado por múltiples grupos y largos siglos de historia, tiene una historiografía centrada en narrar las hazañas de los vencedores de las luchas políticas de los siglos XIX y XX. Hay una memoria pobre de las poblaciones orientales en nuestra Historia. Más pobre aún es el registro de la Historia de la religión, la institución que durante milenios estableció las principales formas de participación, identidad 2 Ibidem. pp. 549-561. e integración de los distintos grupos sociales que conformaron la nación. Otro ejemplo notable de ocultamiento deliberado del pasado es el de los tres siglos de la dominación española. En los años que siguieron a la Independencia y el nacimiento de la República, la lucha política entre liberales y conservadores convirtió el pasado colonial en la época negra de la Historia mexicana. La contienda de esos años dividió al país entre quienes se obstinaban en edificar la nueva nación sobre sus antiguas raíces indígenas y quienes querían sustentarla exclusivamente en el legado hispánico. El triunfo de los liberales hizo que todo intento de reconstruir los tiempos de la dominación española concluyera en una condena de la Iglesia, las clases dirigentes y los valores hispanos. Para los liberales el virreinato vino a ser la época de la sumisión colonial, el tiempo del saqueo de las riquezas minerales, el origen de los latifundios y la cuna de las tradiciones conservadoras. La memoria histórica mexicana no ha podido aceptar aún los tres siglos que forjaron una nueva nación y, en consecuencia, no hemos podido elaborar una historia objetiva de la Conquista ni menos relatar comprensivamente cómo nació una nueva sociedad fundada en herencias culturales divergentes de la propia tradición ancestral. Es claro que para construir esta historia se requiere aceptar antes los valores políticos, sociales y culturales occidentales que los españoles fincaron en la Nueva España. Es decir, falta explicar cómo el mundo americano dejó de ser un mundo centrado en los valores indígenas y se transformó en una sociedad multiétnica, regida por los valores de la cultura occidental, pero en la cual sobrevivieron las antiguas tradiciones de los pueblos nativos. En tanto no reconozcamos este trasfondo sustantivo de nuestros orígenes continuaremos ignorando partes enteras del pasado que forjó a la nación real, que es una nación multicultural. La reconstrucción de la memoria mexicana, antes de ser continua y estar guiada por el raciocinio, ha sido conflictiva y parcial. Parece ser, sobre todo, una reconstrucción gobernada por las disrupciones políticas que modificaron el acontecer histórico. La primera interpretación duradera sobre la creación del cosmos, el origen de los seres humanos y el principio de los reinos la produjo el nacimiento del ancestral Estado olmeca, y más tarde el advenimiento del poderoso Estado teotihuacano, cuya vida se prolongó desde el siglo II hasta el VIII de la era actual. Esta concepción era una interpretación del pasado que hacía descender a los reyes de los dioses creadores, legitimaba la división entre gobernantes y gobernados, narraba la historia del grupo étnico y encomiaba los valores que sustentaron a esas sociedades y le dieron vida prolongada al reino. Después del derrumbe de los reinos de la época clásica (siglos VIII y IX) los nuevos estados asumieron una concepción semejante del cosmos y del origen de los grupos humanos. El mito de la creación del Quinto Sol que se originó en Teotihuacan fue adoptado por los nuevos Estados, pero en lugar de glorificar al rey cantó las hazañas de la nueva organización política que surgió entonces, convirtió las migraciones de los pueblos guerreros en epopeya conquistadora, narró los orígenes del grupo étnico y le asignó a los nuevos dirigentes la misión de conservar la vitalidad creadora del Quinto Sol. La conquista española cortó de tajo ese canon historiográfico y en su lugar impuso la concepción cristiana de la historia y la idea de un proceso histórico lineal. A mediados del siglo XVII, los pueblos indios reorganizados habían incorporado a su concepción del tiempo y del pasado fragmentos de la idea cristiana del acontecer histórico, a través de un complicado proceso de rechazos, sincretismos, resistencias e integraciones. El choque y la convivencia entre esas dos concepciones del mundo produjo una cosmovisión indígena anclada en el antiguo modo de vida campesino, íntimamente vinculada al ciclo agrícola del maíz y al calendario solar, y al mismo tiempo devota de los santos y festivales religiosos cristianos, fidelísima de las solidaridades pueblerinas, y asentada en formas de vida que mezclaban la tradición indígena con los legados del mundo occidental. Durante el virreinato, aún cuando los indígenas se convirtieron en la fuerza de trabajo de la nueva sociedad, sus modos de vida y sus tradiciones fueron respetados. Formaban parte de la sociedad colonial, si bien es cierto que ocupaban uno de sus escalones más bajos. La protección jurídica, política y social que disfrutaba el indígena en el virreinato se derrumbó por completo con el nacimiento de la república y la propuesta de los liberales de abolir las leyes que beneficiaban a grupos y corporaciones particulares. La independencia política de España condujo a la fundación del Estado autónomo y creó la perspectiva de un nuevo proyecto histórico fundado en la integridad de la nación. Este vuelco político inauguró otra etapa histórica y dio paso a un nuevo canon historiográfico: la historia de la nación, un relato que en principio debería abarcar los diversos grupos asentados en el territorio. Pero la realización de ese proyecto, en lugar de avanzar hacia una historiografía abierta a los distintos pasados del país, desembocó en un registro reduccionista de la historia cuya obsesión fue exaltar el triunfo del liberalismo y su propuesta de nación. Forjó también un modo intolerante de ver el pasado. 1. El conflicto entre el Estado-Nación y la memoria étnica. El Estado que surgió de la guerra de liberación nacional abrió una perspectiva política inusitada. Con la república se importaron los modelos del Estado moderno y se creó, simultáneamente, un sujeto nuevo en la narración histórica: la nación integrada por todas sus partes. Por primera vez, en lugar de un virreinato fragmentado y gobernado por poderes extraños, los mexicanos comenzaron a ver el territorio, las diferentes regiones que lo formaban, su diversa población y sus contradictorios pasados como una entidad unitaria. Poco a poco, a lo largo de un camino sembrado de escollos y a pesar de hondas divisiones internas, el Estado empezó a ser contemplado como una entidad territorial integrada social y políticamente, que tenía un origen, un desarrollo en el tiempo y un futuro comunes. En lugar de una imposible unidad cultural, el Estado que surgió de ese proceso se concibió como una comunidad política, o como una nación política. “Se ha dicho a veces –afirma Francois Xavier Guerra- que en la América hispana el Estado había precedido a la nación. Mejor sería decir que las comunidades políticas antiguas –reinos y ciudadesprecedieron tanto al Estado como a la Nación y que la gran tarea del siglo XIX para los triunfadores de las guerras de independencia será construir primero el Estado y luego, a partir de él, la nación moderna”. A fines del siglo XIX lleno de violencia, el Estado había doblegado a los hombres fuertes que antes imponían su ley en territorios dilatados y le había asestado un golpe fatal al poder económico y político de la Iglesia. Por primera vez el Estado logró que sus leyes y mandatos fueran obedecidos en los rincones más alejados de la república, y puso en pie un ejército moderno que instauró el orden en el territorio nacional. Sin embargo, ese mismo Estado poderoso seguía librando una guerra a sangre y fuego con los pueblos indígenas, principalmente en las tierras regadas por el río Yaqui y en la península de Yucatán. Las contrastantes ideas de nación que animaban a las élites dirigentes y a los pueblos indígenas y campesinos llevó a estos sectores al choque sangriento que dividió más al país y produjo una herida social que aún no hemos podido restañar. En el México de comienzos del siglo XIX, los pueblos indios, los mestizos, las castas, los criollos, las ciudades y las corporaciones sostenían ideas contradictorias de nación. Como afirma Francois-Xavier Guerra, desde mediados del siglo había por lo menos dos ideas de nación que luchaban entre sí. Por un lado, estaba la nación compuesta por estamentos y grupos corporativos, cuya unidad se fundaba en las costumbres y tradiciones colectivas instauradas por el propio desarrollo histórico. Esta nación era “el producto de una larga historia, a lo largo de la cual se han forjado sus valores, sus leyes, sus costumbres, es decir, su identidad”. Esta nación antigua era también una nación católica. Por otro lado, estaba la nación moderna, integrada por individuos iguales, el ideal al que aspiraba la ascendente clase política liberal. Esta nación, en contraste con la antigua, se pensaba secular, era una nueva “nación política”, que no incluía a sus sectores más antiguos. El enfrentamiento entre los grupos étnicos tradicionales y la nación se produjo cuando se creó el Estado moderno, el llamado Estado-Nación. Al contrario de la nación histórica, el Estado-Nación es concebido como una asociación de individuos que se unen libremente para construir un proyecto. En esta concepción, la sociedad no es más el complejo tejido de grupos, culturas y tradiciones formado a lo largo de la historia, sino un conglomerado de individuos que se asumen iguales. El Estado-Nación, en lugar de aceptar la diversidad de la sociedad real, tiende a uniformarla mediante una legislación general, una administración central y un poder único. La primera exigencia del Estado-Nación es entonces desaparecer la sociedad heterogénea y destruir los “cuerpos”, “culturas diferenciadas”, “etnias” y “nacionalidades”. La homogeneización de la sociedad se realiza sobre todo en el nivel cultural. Para construir a la nueva nación se unifica la lengua en primer lugar y enseguida el sistema educativo; luego se uniforma el país bajo un único sistema económico, administrativo y jurídico. Y en el caso de que en el mismo territorio convivan varias culturas y naciones, la cultura de la nación hegemónica sustituye a la multiplicidad de culturas nacionales. TEMA 2. Las Reformas Borbónicas y el nacimiento del patriotismo criollo. El ambicioso programa reformista que durante la segunda mitad del siglo XVIII pretendieron implantar los monarcas ilustrados de la casa de Borbón buscó transformar, de manera pacífica y paulatina, al imperio español en un estado moderno: pero esta transformación no se daría sino hasta años más tarde, y sólo mediante un rápido proceso de cambio en el que los reyes estuvieron notoriamente ausentes y en el que un programa de reformas se vio sustituido por un proyecto revolucionario. El proceso tuvo como marco un estado de guerra, primero en España y después en buena parte de su imperio, y no terminó sino con la pérdida de la mayor y más importante parte de sus dominios. En Nueva España, las reformas no sólo contribuyeron a aumentar las desigualdades sociales, entre los diferentes grupos, sino que favorecieron al surgimiento de un sentimiento de unidad entre criollos y mestizos, fundado en: la valoración de la riqueza del territorio, en el pasado indígena, y en el culto a la Virgen de Guadalupe, mismos que alimentaron un sentimiento patriótico. Objetivo: Evaluar las consecuencias de la aplicación de las Reformas Borbónicas, en la Nueva España, así como su impacto en el nacimiento del patriotismo criollo. Conceptos: Imperio, ilustración, despotismo ilustrado, patriotismo, liberalismo, mercantilismo, Reformas Borbónicas, castas. Habilidades: Identificar el contenido de la Reformas Borbónicas y consecuencias económicas, políticas y sociales de su aplicación; ubicar los cambios geopolíticos mundiales del siglo XVIII; Establecer el impacto del surgimiento del nacimiento del patriotismo criollo. Actitudinales y valores: Argumentar su posición ante las diferentes formas de discriminación. LECTURA 1. Las Reformas Borbónicas.3 El siglo XVIII fue una época de importantes cambios para España y sus colonias en América. Por un lado dejó de reinar la dinastía de los Habsburgos o Austrias para ceder su lugar a la de los Borbones. La llamada Guerra de Sucesión (1701-1714), llevó al trono de España a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, ya que recibió el apoyo de algunas potencias europeas interesadas en la riqueza del imperio Español. La llegada de Felipe V al trono español, marcó el inicio de una serie de cambios que aplicarían él, sus dos hijos, Carlos II (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808) y su nieto, Fernando VII (1808-1833) en el imperio español. Debido a que esta familia pertenecía a la dinastía de los Borbones, los cambios ocurridos en éste periodo se le conoce como, “Reformas Borbónicas”. La política aplicada por los Borbones, estuvo normada por las ideas de la ilustración. La ilustración fue una forma de pensamiento en la que el monarca hacía uso de herramientas racionalistas, tales como la especialización administrativa, la obediencia de reglas fijas, un mayor control sobre las provincias y una autoridad absoluta del rey. Los hombres de la ilustración tenían objetivos políticos bien definidos y de aplicación práctica. En el ámbito económico, la base de estas ideas era la doctrina económica conocida como mercantilismo.4 Para potenciar al máximo a la monarquía, este grupo de pensadores -que podían llamarse economistas- sugería que España hiciera de sus posesiones americanas meras proveedoras de materias primas (metales, tintes, tabaco, cacao, etc.) y que la metrópoli proporcionara manufacturas. Esto se lograría reduciendo los gravámenes, internos y externos que pagaba la industria española y fomentando el comercio entre las colonias y la metrópoli, también mediante estímulos de carácter fiscal. Se buscaba que el comercio entre España y América fuera de mercancías exclusivamente españolas, tanto peninsulares como del Nuevo Mundo, lo cual imprimiría un mayor dinamismo económico e incrementaría la riqueza de la Corona española. La propuesta de los economistas exigía un cambio administrativo, mismo que inició con el nombramiento de una comisión de tres visitadores para hacer diagnósticos parciales sobre la situación de las tesorerías novohispanas, La oposición en el virreinato a ese tipo de comisiones, hizo ineficaces las dos visitas ordenadas por Felipe V. 3 Tomado de Luis Jáuregui, Las reformas borbónicas, en Gran Historia de México ilustrada tomo III, El nacimiento de México 1750-1856, Coordinadora General Josefina Zoraida Vázquez, Planeta De Agostini, CONACULTA-INAH, España 2006, pp. 41-60. 4 Esta forma de pensamiento proponía la maximización del poder del Estado a través de su enriquecimiento en la forma de metales preciosos. La guerra de los Siete Años5 puso en evidencia la vulnerabilidad de los territorios hispanoamericanos. Por ello, la Corona decidió imprimirle mayor fuerza al cambio que desde hacía algunos años venía realizando sobre estas posesiones. En 1765 Carlos III, designó a José de Gálvez para que emprendiera una visita general a todos los tribunales y cajas reales de Nueva España al cual se le otorgaron amplios poderes –incluso por encima de la autoridad del virrey y de la audiencia- para evitar en parte los problemas que se habían suscitado en las dos visitas anteriores. La visita de Gálvez representó el paso más importante de la dinastía borbónica para la ampliación de su autoridad en Nueva España. Para satisfacer las necesidades económicas de España, la Real hacienda de Nueva España debía generar el superávit suficiente, así una de sus primeras reformas fue ampliar el monopolio del tabaco establecido dos años antes, una acción que dejó sin medio de vida a muchas personas de bajos ingresos, la Corona española para captar el máximo de excedentes económicos novohispanos, monopolizó la producción, manufactura y distribución de productos anteriormente manejados por particulares. En 1765-1768 se estatizó la renta de los naipes, con el argumento de que el juego de cartas sacaba provecho económico de la moral pública. En 1770 sucedió lo mismo con el expendio del papel sellado, que se utilizaba para los trámites legales. Estas medidas administrativas vinieron acompañadas de otras no menos importantes desde el punto de vista económico. Tal fue el caso de la expulsión de los jesuitas a mediados de 1767. La medida, de aparente corte político implicó la expropiación del vasto imperio económico de esta orden religiosa, que comprendía grandes y eficientes propiedades rurales así como el importante Fondo Piadoso de las Californias.6 Para la administración de las posesiones jesuitas confiscadas, la Corona creó la Dirección General de temporalidades y el Fondo Piadoso pasó a ser administrado por funcionarios de la Corona. Como parte de la estrategia para obtener mayores recursos del noroeste que, se imaginaba contaba con enormes riquezas minerales, Gálvez decidió establecer intendencias, así que en 1770 Pedro Corbalán fue el primer intendente de Nueva España, comisionado a la región de Sonora y Sinaloa. Las doce intendencias de Nueva España –incluida la de Sonora y Sinaloa- fueron reglamentadas en el año de 1786 mediante la Real Ordenanza para el Establecimiento e Instrucción de Intendentes de Ejército y provincia en el Reino de la Nueva España. Los primeros intendentes novohispanos no eran hombres muy preparados en asuntos de gobierno, pero casi todos contaban con el prestigio que daba una larga carrera militar. LECTURA 2. La expulsión de los jesuitas. 7 Las reformas borbónicas tuvieron como objetivo político final: cancelar una forma de gobierno e imponer otra; pero en el conjunto se pueden distinguir las encaminadas a transformar el régimen político implantado por los Habsburgos, las que afectaron al cuadro administrativo encargado de aplicar esa política, y las destinadas a modificar la economía y la Hacienda coloniales. Las diversas medidas cambiaron la situación de la Nueva España y desencadenaron múltiples procesos que marcaron la historia de este periodo. De acuerdo con la idea de que no podían existir poderes corporativos que rivalizaran con los del soberano, ni privilegios que atentaran contra el interés supremo del Estado, una de las primeras tareas de los Borbones fue recuperar las atribuciones que los Habsburgos había delegado en cuerpos y grupos. En Nueva España, la corporación más poderosa por su fuerza moral, por su riqueza y por las funciones políticas que desempeñaba, era la iglesia, y especialmente el clero regular. Desde las primeras décadas del siglo XVIII los Borbones intentaron reducir la fuerza del clero regular prohibiendo la fundación de nuevos conventos en América (1717). En 1734 se mandó que las órdenes religiosas no admitieran más novicios por un periodo de diez años. En 1754 se prohibió a las órdenes que intervinieran en la redacción de testamentos. A partir de 1760 los ataques a la iglesia fueron más violentos. La Compañía de Jesús la orden más conflictiva por su adhesión al papa (quien luchaba por mantener la independencia de la iglesia frente al Estado), por su influencia en la educación superior, por su riqueza y su carácter independiente, fue 5 Guerra en la que participó España al lado de Francia contra la Gran Bretaña y por la que, al triunfo de este país, la Corona española se vio obligada a ceder la Florida, a cambio de una gran parte de la Luisiana francesa. 6 Especie de fideicomiso para la evangelización de las zonas norteñas del virreinato. 7 Tomado de Enrique Florescano y Margarita Menegus. La época de las reformas borbónicas y el crecimiento económico (1750-1808) en Historia General de México, Versión 2000; El Colegio de México, pp. 368-369. sorpresivamente expulsada de los dominios americanos en 1767, por medio del documento Pragmática Sanción. En Nueva España, aun cuando la expulsión de cerca de 400 jesuitas se realizó con la misma eficacia que en otras partes, hubo rebeliones populares en Pátzcuaro, Uruapan, San Luis Potosí, Guanajuato y otros lugares, que fueron reprimidas con energía por las fuerzas regulares que habían llegado poco antes de España. El visitador José de Gálvez, quien había dirigido la expulsión de los jesuitas y la represión de los levantados, castigó a estos últimos con dureza inusitada: 86 fueron ahorcados, 73 azotados, 117 deportados y 674 condenados a diversas penas. A pesar de las vigorosas protestas que suscitaron estas medidas, la Corona decidió encarcelar en prisiones civiles a varios sacerdotes acusados de diversos delitos, y continuó royendo los privilegios de la más poderosa de las corporaciones coloniales. LECTURA 3. La economía &ovohispana en la segunda mitad del siglo XVIII. 8 Como resultado de las grandes transformaciones político-administrativas y económicas generadas por la Corona bajo el poder de los Borbones, se dio en la Nueva España un crecimiento económico notable, aunque desequilibrado, en casi todas las actividades. La agricultura, la producción minera, las manufacturas y el comercio experimentaron cambios cualitativos y cuantitativos que modificaron la estructura económica y social del país, durante la segunda mitad del siglo XVIII. La agricultura Impulsada por el crecimiento demográfico y por el dinamismo de otras actividades económicas como la minería, el comercio y las manufacturas, la agricultura tuvo un desarrollo notable en esta época, aunque éste no se presentó de manera uniforme en todas las regiones. A fines del siglo XVIII, el Bajío9 era considerado “el granero de la Nueva España”, es decir, la región más desarrollada y moderna, con una agricultura mestiza. La zona de mayor y más rápido desarrollo agrícola fue la de Jalisco, cercana a Guadalajara y la de Michoacán. El norte, la agricultura, y en particular la ganadería, lograron progresos notables y llegaron a constituir en conjunto la base económica de las amplias regiones norteñas, con diferencias marcadas en función de las características ambientales en cada región. En las provincias del noroeste (Durango, Arizpe, Nuevo México) las condiciones del suelo permitieron la multiplicación de haciendas, ranchos agrícolas y estancias ganaderas; en cambio, en las provincias de oriente (Nuevo Reino de León, Nueva Santander, Coahuila y Texas), aun cuando las haciendas y ranchos agrícolas no pudieron ser muy numerosos, se desarrolló de manera notable la cría de ganado, de modo que los grandes rebaños de ganado vacuno, caballar, ovino y caprino hicieron muy importante la comercialización, hacia el exterior, del ganado en pie, los cueros, la lana, y las carnes saladas. En cambio la zona centro-sur del virreinato, de poblamiento indígena tradicional, se mantuvo dentro de los niveles de crecimiento general, pero no a la misma velocidad de las otras regiones, y en algunas provincias hubo estancamiento. En la intendencia de México se desarrollaron dos grandes centros productores de cereales especializados en el cultivo del maíz: Chalco Atengo y el valle de Toluca, que satisfacían la demanda del gran mercado de la capital, pero el trigo y la cebada provenían del Bajío y del valle de Puebla. Hacia el sur de la Capital, el valle de Cuautla-Amilpas se convirtió en el mayor centro productor de caña de azúcar. En Oaxaca, el cultivo de los cereales se mantuvo como la principal actividad agrícola, aunque casi toda la producción se consumía en la misma región. En la península de Yucatán, la agricultura de tipo comercial sólo prosperó alrededor de las villas habitadas por población blanca y mestiza (Mérida, Valladolid, Campeche) y se especializó en el cultivo de maíz, frijol y legumbres, el resto de la zona estaba poblada por indígenas que mantenían sus cultivos tradicionales. Casi todo lo que se producía en Yucatán se consumía dentro de la región. En la intendencia de Veracruz el cultivo de cereales cubría de sobra las necesidades internas, y con frecuencia se quemaba parte de la producción de maíz por falta de compradores; en el siglo XVIII se 8 Tomado de Gloria M. Delgado de Cantú, La economía novohispana en la segunda mitad del siglo XVIII, en Historia de México: El proceso de gestación de un pueblo, Pearson/Prentice Hall, México, 2006, pp. 375-379. 9 Se conoce con el nombre de El Bajío a la región que conecta una serie de valles escalonados que, de este a oeste son: el valle de Celaya, el de Acámbaro, el de Salvatierra, el del Progreso, el de Santiago, el de Salamanca, el de Irapuato, el de Pénjamo y el de la Piedad de Cabadas. Se trata de una cuenca muy fértil, con un clima templado y semihúmedo. Cfr. Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, Tomo I, Porrúa, México, 1986, p. 274. desarrolló de manera notable la caña de azúcar en los alrededores de Jalapa y en una porción del norte de la región cobró importancia el cultivo de la vainilla. La minería El tema de la minería se enmarca en el contexto del comercio exterior, puesto que el desarrollo de esta actividad económica estuvo desde un principio ligado a su capacidad para exportar los metales preciosos extraídos de las minas novohispanas, en particular la plata. Este producto constituyó un factor importante que corregía la situación deficitaria de la balanza comercial en el siglo XVIII, pues se exportaba en grandes cantidades como moneda acuñada a España y a Oriente. La plata amonedada producía a la economía mexicana un excedente favorable en sus transacciones con el exterior y servía a la metrópoli para cubrir su déficit con Europa, al mismo tiempo que pagaba gran parte de los costos de administración y defensa. Hacia finales de siglo había unas 3 mil minas en explotación, dispersas en un vasto territorio, que en promedio producían 25 millones de pesos anuales y daban empleo a más de 15 mil trabajadores. En los reales mineros del norte y centro del virreinato vivía una población con alto poder adquisitivo que, a su vez, constituía uno de los mejores mercados para las manufacturas locales e importadas, y para todos los productos agrícolas. La fortuna minera más importante pertenecía a Antonio de Obregón, un criollo que en 1780 adquirió el título de conde de Valencia, y cuyas minas de plata, localizadas en Guanajuato, produjeron 30.9 millones de pesos en plata, en el periodo comprendido entre 1788 y 1809, y la cantidad de plata extraída en estas minas igualó la producción total del virreinato del Perú. Las manufacturas El notable crecimiento de la población, principalmente de las castas e indios, había creado durante el siglo XVIII una demanda constante de telas de algodón y lana que no pudo ser satisfecha por las exportaciones españolas, debido en parte a los altos precios que la metrópoli fijó a estos artículos. De manera que los productos textiles, fabricados en los talleres y obrajes novohispanos, disfrutaron sin competencia externa de un amplio mercado popular. Las guerras que enfrentó España con otras potencias europeas, ocasionó la interrupción del flujo comercial entre la metrópoli y el virreinato, y creó una coyuntura favorable para la expansión de las manufacturas producidas en México. Así, desde 1790 se dio un crecimiento considerable en varias regiones del virreinato y en el número de obrajes y talleres que fabricaban artículos de algodón y lana, al igual que se dio una mejoría técnica en la confección de los mismos. Al mismo tiempo aparecieron, con gran alarma para los fabricantes y comerciantes de España, artículos más finos “y tan bien acabados como los europeos”. Sin embargo, este auge de las manufacturas textiles se frenó bruscamente durante la primera década del siglo XIX, cuando por causa del bloqueo naval impuesto por Inglaterra, los comerciantes norteamericanos fueron autorizados a introducir en la Nueva España, con bandera de neutrales, una gran cantidad de ropa y telas de algodón y lana procedentes de Inglaterra y Norteamérica, que al contrario de las enviadas por España, eran muy baratas y de buena calidad. En resumen, a finales del siglo XVIII la economía novohispana mostraba en general signos de un crecimiento que, aunque desequilibrado regionalmente y desacelerado en el último cuarto de siglo, permitió dar una imagen de prosperidad que asombró a propios y extraños, no sólo por el esplendor de algunas de sus ciudades sino por la lujosa forma de vida de la élite novohispana de la época. Basta observar el panorama arquitectónico del país con su profusión de iglesias barrocas, ubicadas precisamente en los lugares de mayor auge, en done el complejo real minero-rancho agrícola-ganadero-centro de abasto, producía el capital suficiente para costear el riquísimo y sobrecogedor espectáculo del barroco mexicano; precisamente, en esas regiones donde los contrastes sociales tuvieron su más clara expresión. El siglo XVIII novohispano fue ciertamente un periodo de esplendor, pero al mismo tiempo se ha considerado como una “era de paradoja”, durante la cual se dieron notables desigualdades, y en la que los ricos se hicieron más ricos, frente a la enorme masa integrada por los indios y las castas, lastimada por el aumento de los precios del maíz, por los efectos de las crisis periódicas de la agricultura y, en general, por el recrudecimiento de las formas de sujeción colonial, derivadas de las reformas borbónicas. LECTURA 4. La sociedad colonial en el siglo XVIII10 10 Tomado de Gloria M. Delgado de Cantú, Sociedad y cultura en el siglo XVIII, en Historia de México: El proceso de gestación de un pueblo, Pearson/Prentice Hall, México, 2006, pp. 379-386. Distribución de la población novohispana El vasto y variado territorio de la Nueva España, que llegó a tener una extensión de 4 millones 156 mil 483 Kilómetros cuadrados, estaba ocupado en 1810 por una población de 6 millones 122 mil 354 habitantes, distribuidos en 30 ciudades, 95 villas, 4682 pueblos, y 165 misiones. Diferencias socioeconómicas y étnicas Las grandes diferencias de orden social, étnico y económico se reflejaban en una estratificación vertical donde se ubicaban los diversos grupos que componían la población de la Nueva España a fines del siglo XVIII. Los peninsulares El grupo de españoles peninsulares, en el que se concentraba el mayor poder económico y los más altos puestos de prestigio social era el más reducido; se calcula que hacia 1792 su número oscilaba entre 11 mil y 14 mil personas (0.2 por ciento de la población total, ver tabla), ubicados principalmente en la ciudad de México y en algunas capitales de provincia como Guanajuato, Puebla, Valladolid, Guadalajara y Oaxaca. Criollos El grupo inmediato en la jerarquía social era el de los criollos, formado por cerca de un millón de individuos que representaban el 16 por ciento de la población total y residían de preferencia en las intendencias de México, Guadalajara, Guanajuato, Valladolid y Puebla. La situación de este grupo, como la de la mayoría de los pobladores de la Nueva España, estaba determinada por el color de la piel y por la ocupación: aproximadamente el cinco por ciento de ese millón de criollos gozaba de un rango social semejante al que tenían los españoles peninsulares, no sólo porque eran tan blancos como éstos, sino que compartían sus aspiraciones sociales y mantenían estrechos vínculos económicos, políticos y a veces hasta familiares, con los miembros del grupo peninsular, lo cual permitió la formación de una poderosa oligarquía criolla. Los criollos enriquecidos se distinguieron de los peninsulares por el hecho de que sus intereses locales crearon en ellos un arraigo a la tierra mexicana que, obviamente, no podían tener los nacidos en España, y esto fue un factor notable de distanciamiento entre estos dos grupos, expresado sobre todo en los enfrentamientos cada vez más violentos con los comerciantes de la ciudad de México, cuyos intereses estaban completamente volcados hacia España. El resto de los criollos estaba en una situación más crítica, acentuada con la aplicación de la reformas borbónicas que afectó a quienes en el siglo XVII habían alcanzado una cierta prosperidad y prestigio; un sector criollo, ubicado en un nivel medio, se dedicaba al sacerdocio, la medicina, las leyes o la carrera militar, pero incluso en estas profesiones les estaba negado el acceso a los puestos principales, reservados a los nacidos en España. Sin embargo, dentro de este grupo destacaron muchos criollos que alcanzaron una significativa posición entre los intelectuales novohispanos del siglo dieciocho, educados por jesuitas, a quienes sirvieron sus conocimientos sobre la filosofía racionalista entonces en boga en Europa, para tomar conciencia de su condición de sometidos, frente al peninsular amparado por el regalismo español. Las castas A principios del siglo XIX, los diversos grupos producto de la mezcla de españoles , indios y negros, conocidos con el nombre genérico de “castas”, sumaban más de 1 millón 300 mil personas (22 por ciento de la población total). Las intendencias con mayor número de etnias mezcladas eran las de México, Yucatán, Guanajuato, Puebla y Michoacán, donde estos grupos constituían la principal fuerza de trabajo en las ciudades y en el campo. En las ciudades, los integrantes de las castas, hombres y mujeres, laboraban en los obrajes donde se fabricaban telas de algodón y lana, así como en las fábricas de tabaco y loza; se empleaban también como cocheros, mozos, artesanos, arrieros, panaderos, criados, y puede decirse que eran aptos para cualquier oficio. En las minas, ranchos y haciendas, los miembros de las castas constituían una fuerza permanente de trabajo, y con frecuencia llegaban a ocupar puestos de mediana importancia como administradores. Su relación con los grupos indígenas no fue favorable para éstos pues, aunque la “gente mezclada” tenía prohibido residir en los pueblos y comunidades de los indios, servían como intermediarios al llevar vender en los mercados urbanos los productos de los campesinos indígenas, siempre obteniendo mayor ventaja que los productores; en sentido inverso, al identificarse más con la cultura hispana, los miembros de las castas sirvieron como introductores de los artículos y las costumbres de la sociedad blanca en el mundo indígena, colaborando ellos, quizá involuntariamente, a la destrucción de las culturas autóctonas. Además, por su condición de gente sin tierra, los integrantes de “las mezclas” constituían una amenaza constante para las tierras indígenas. Los integrantes de las castas fueron objeto de la discriminación que la sociedad colonial impuso sobre todas las personas que no eran de piel blanca, e incluso en condiciones más desfavorables de las que tenían los indígenas que, después de todo, estaban protegidos por la ley. Como no siempre era fácil identificar los orígenes raciales de los miembros de las castas, se establecieron leyes que, con base en la inscripción en los padrones de tributo y en los registros parroquiales (cada parroquia llevaba libros donde se asentaban los bautizos, casamientos y defunciones de españoles, castas e indios), especificaban la clasificación de estas personas como “gente de color”. Desde su nacimiento, todo individuo de las castas quedaba marcado por un documento legal que declaraba su baja condición social y le impedía ejercer cualquier cargo público, ascender a la categoría de maestro en los gremios, o beneficiarse de los privilegios de que gozaban los criollos, o de las defensas que protegían a los indios. Los indios Éste fue el grupo cuyo número aumentó en mayor medida durante la segunda mitad del siglo XVIII, pues si en la centuria anterior, debido a las epidemias y las crisis agrícolas, la población indígena se llegó a reducir hasta un millón de personas, en los cálculos demográficos de 1810 alcanza la cifra de 3 millones 676 mil 280, representando más del 60 por ciento de la población total. En números absolutos, las intendencias con más población indígena eran las de México, Puebla, Oaxaca, Yucatán, Guanajuato, Guadalajara y Michoacán; estas regiones estaban habitadas por indígenas que residían en pueblos fundados desde el siglo XVI, generalmente en lugares donde antes se asentaron entidades de los antiguos señoríos mesoamericanos. El crecimiento general de la población indígena redujo a este grupo las posibilidades de adquirir tierras, lo cual por una parte provocó la emigración de muchos individuos de las nuevas generaciones, y por otra, originó continuas rivalidades en lucha por la tierra, que muchas veces desembocaron en serios altercados. A éste problema de las tierras indígenas, se agregaba el endémico asunto de la apropiación forzada de las mismas por parte de los grandes propietarios y rancheros, ahora presionados por el incremento de los productos agrícolas que trajo consigo el aumento demográfico general de la población novohispana. Al mismo tiempo, las nuevas y crecientes demandas del desarrollo económico durante ésta época, provocaron una explotación mayor de la fuerza de trabajo de los pueblos de indios y una presión constante de los comerciantes mestizos para controlar los productos indígenas. En consecuencia, se produjo una desestabilización profunda de la economía y de la sociedad indígena, y esto redundó en el incremento notable del número de los llamados “indios vagos” o “errantes” en los centros urbanos y mineros, como signo claro del rompimiento de la estructura comunal del pueblo indígena. Un signo más de ese rompimiento fueron las continuas rebeliones y sublevaciones indígenas contra el invasor de sus tierras, o contra funcionarios civiles y religiosos quienes, aparte de aumentar las formas de explotación, reprimían violentamente sus intentos por crear símbolos religiosos encaminados a forjarse una identidad propia, pero dentro de la religión impuesta por los conquistadores. El culto que ofrecían los indígenas a santos y vírgenes que, según decían, se aparecían en sus pueblos, fue severa y continuamente condenado y castigado por el clero secular. La estratificación vertical integrada por españoles, criollos, castas e indios se acompañó de otra igualmente rígida, creada en el interior de cada uno de estos grupos y basada en el nivel económico y social de los individuos y las familias. Todo español o criollo “blanqueado” era “gente de razón”, pero sólo los individuos o las familias que habían acumulado riqueza y pertenecían a un linaje de abolengo eran considerados miembros de la pequeña élite que acumulaba los prestigios y los más altos privilegios. Del mismo modo, todos los individuos de las castas nacían con el estigma de su color y esta marca los situaba en los escalones más bajos del rango social; pero quien ascendía económicamente podía comprar su “limpieza de sangre” y merecer un tratamiento social que le permitía distinguirse de sus congéneres. Asimismo, en el interior del grupo indígena se daba una diferencia muy grande entre los caciques o gobernadores y el resto de la población; en cada pueblo de indios, el sector de “principales” o autoridades locales disfrutaba de una posición y unos privilegios que los separaban de los otros, aún considerados como macehuales, casi seguramente para recordarles su condición de subordinados a los pipiltin. En resumen, la desigualdad original impuesta por los conquistadores se hizo más marcada al multiplicarse los elementos en el mosaico de grupos étnicos, y al crearse nuevas posiciones sociales y económicas, sancionadas por la ley, la moral, las costumbres, e incluso la religión, del grupo dirigente. Castas Europeos Africanos &úmeros absolutos 15 000 10 000 &úmeros relativos (%) 0.2 0.1 Indígenas Euromestizos Afromestizos Indomestizos Totales 3 676 281 1 092 367 624 461 704 245 6 122 354 60.0 17.9 10.1 11.5 100.0% FUENTE: Gonzalo Aguirre Bertrán, La población negra en México, Fondo de Cultura Económica, México, 1972, p. 233. LECTURA 5. La conciencia de patriotismo criollo11 Hay factores culturales bien conocidos que avivaron la conciencia de patriotismo criollo a lo largo de los siglos XVII y XVIII, como por ejemplo, el sistema educativo de los jesuitas, la devoción a la Virgen de Guadalupe y el resentimiento de los americanos por su exclusión de los puestos públicos, y la literatura que este descontento produjo: pero hubo también otros de carácter político o de dirección vertical que acabarían por tener un efecto contraproducente para los intereses de la Corona. La centralización administrativa y económica del reformismo borbónico, la expulsión de la Compañía de Jesús e incluso la difusión del liberalismo gaditano alentarán el malestar y las aspiraciones emancipadoras de los grupos criollos y sus pretensiones dirigentes. La modernidad, la religiosidad popular y el pasado indígena fueron conceptos centrales para definir los cimientos de los proyectos en debate. Pese a sus divergencias y antagonismos, estos dos proyectos (el monárquico, pactado en Iguala y encarnado en Agustín de Iturbide, y el republicano consagrado en Apatzingán y personificado por José María Morelos) compartían atributos doctrinales y simbólicos y sobre ellos habrían de encarrilar los destinos políticos de la nación emergente. La intención de constituir un nuevo Estado sobre los principios derivados del pensamiento naturalista racionalista europeo, y la preocupación por reafirmar su identidad sobre símbolos nativos, pertenecientes a la tradición o a la cultura mexicana, se fue formando durante el virreinato. El naciente Estado se quería a la vez “moderno” y “mexicano”. Se aspiraba a la modernidad por la adopción de los principios jurídico-racionalistas propios del Estado de Derecho que emergían en la historia política occidental, a saber: el reconocimiento de los derechos del Hombre (sufragio, igualdad, libertad, propiedad y privacidad); la consagración de la soberanía, nacional o popular; la aceptación de un gobierno representativo basado en elecciones populares; la división de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, con un predominio marcado del segundo. Por lo que toca a la consolidación simbólica de la identidad nacional, tanto los decenios preparatorios como los inaugurales del México independiente atestiguaron el resurgimiento del interés en el mundo prehispánico, en un proceso de búsqueda y apropiación de las raíces de la cultura nativa y la voluntad de defender y afirmar las figuras y los cultos propios de la religiosidad local. Uno de los expedientes simbólicos a los que el nuevo Estado recurrió para afirmar su identidad fue el uso reiterado de una ficción fundante: la existencia de un presunto imperio azteca al que destruyera la brutalidad de la conquista y cuya recuperación parecía asegurada al quedar rotas las “cadenas” de la dominación española. Las constantes referencias al Anáhuac como uno de los nombres para designar el Estado naciente y la declaración oficial aprobada por el Congreso para adoptar, como escudo nacional, las armas del México antiguo y colonial (el jeroglífico del águila sobre el nopal) son otras tantas confirmaciones del uso de aquel patrimonio legendario. El otro gran símbolo tradicional al que se apeló para consolidar la identidad patria fue, por supuesto, la Virgen de Guadalupe. Y si bien se requirió de muchos esfuerzos y de largos años para ir cerrando la brecha entre la doctrina y la praxis que pretendían otorgar una acepción política moderna al Estado mexicano, la construcción simbólica de la identidad nacional fue igual de ardua pero, comparativamente, más eficiente y exitosa. La formulación de lo que podríamos llamar hoy el patriotismo criollo fue un proceso lento, construido a lo largo de los siglos XVII y XVIII no siempre de una manera lineal, sino en el que se conjugaron distintos factores económico-sociales y culturales que marcaron una respuesta a la diferencia que se establecía entre los españoles peninsulares y los españoles americanos, forjando un vocabulario emblemático- nacionalista que los fue distinguiendo. TEMA 3. Movimientos Sociales: indígenas, guerra de castas, y conspiraciones Criollas La sociedad novohispana, desde su nacimiento, presentó una enorme división así como antagonismos profundos de toda índole, tanto social, económica y política, que tuvieron su origen como lo afirma Agustín Cue Cánovas, en las desigualdades de riqueza y en los privilegios políticos y jurídicos de los grupos que detentaban el poder. 11 Tomado de Esther Acevedo, Jaime Cuadriello y Fausto Ramírez: “Preámbulo” en Varios autores: Los pinceles de la Historia. De la Patria criolla a la $ación mexicana, Conaculta-INBA, México, 2000, pp. 23-30. Conspiraciones, tumultos, alzamientos, rebeliones violentas, etc., fueron constantes en el periodo colonial. En dichos movimientos participaron indios, negros y castas. Pero también ocurrieron rebeliones de españoles e insurrecciones y conspiraciones de criollos y euromestizos.12 Objetivo: Valorar la conjunción de los procesos sociales que culminaron en el desencadenamiento de las tensiones sociales, hasta producir una crisis generalizada. Conceptos: Movimiento social, conspiración, alzamiento, rebelión, sociedad secreta. Habilidades: Identificar los diferentes movimientos sociales; comparar sus demandas ; establecer las diferentes formas de manifestar su inconformidad; evaluar el impacto y las consecuencias de la crisis generada Actitudinales y valores: Adoptar una actitud crítica ante la intolerancia, valorar la libertad en todas sus expresiones y el derecho a la igualdad social. LECTURA 6. Movimientos sociales: indígenas y de castas La nueva España a principios del siglo XIX, era la más próspera de las colonias que tenía el imperio español, sin embargo, la mayor parte de la riqueza que se generaba en el campo, el comercio, los obrajes y la minería tenía como finalidad satisfacer las necesidades económicas de la Corona española, no obstante, Silvio Zavala nos dice que a pesar de ello, la desigualdad social era sorprendente, pues entre las calles de las ciudades se podían apreciar lujosos carruajes que pasaban junto a gente desnuda y hambrienta.13 Si bien, los criollos fueron discriminados y marginados de los altos cargos políticoadministrativos y religiosos, la situación de las castas, no fue mejor, ya que enfrentaron las consecuencias de la inequitativa distribución de la riqueza, la sobreexplotación, el hambre, la ignorancia y la indiferencia que hacían de éstos las autoridades virreinales. Mención especial merece la situación de los indígenas, quienes a pesar de ser protegidos por las Leyes de Indias, habían sido despojados de sus tierras, por lo que no les quedaba más que convertirse en peones de haciendas, con jornadas de trabajo inhumanas y condiciones de vida miserables. La situación anterior, provocó que durante esta época se desarrollaran una gran cantidad de rebeliones, de indígenas y de las castas, en contra del sistema establecido. Pese a la represión ejercida por parte de las autoridades, los levantamientos y protestas fueron constantes, la lucha por la recuperación de la tierra se transformó en la causa común que en más de un caso aumentó el descontento de los indígenas contra el régimen colonial, lo cual nos da una idea de la inquietud reinante, Así, la falta de atención a las demandas de los grupos menos favorecidos ocasionó varios levantamientos, Cue Cánovas hace referencia a 100 rebeliones de españoles, criollos y euromestizos, castas, indios y negros, ocurridas entre 1521 y 1832 de las cuales destacaremos las siguientes:14 • El del esclavo negro de nombre Yanga que en 1609, encabezó una sublevación en Orizaba, Veracruz; el movimiento fue reprimido, no obstante, a pesar de que fue sofocado, las autoridades virreinales tuvieron que permitir la creación de un pueblo denominado San Lorenzo de los negros. • Sublevación de indígenas en la provincia de Oaxaca, en 1661, se rebelaron a causa de la explotación de la que eran víctimas. • Motín de indígenas y mestizos en la ciudad de México en 1692, debido a la falta de maíz; el propio virrey vio incendiado el palacio, donde murieron diez personas. • Rebelión de los esclavos de las haciendas vecinas a Córdoba en 1735. • La rebelión de Jacinto Caneck en 1761 en Cisteil, Yucatán, en contra de la explotación a la que eran sujetos los indígenas mayas. • El motín de los mineros de Real del Monte ocurrido en 1766, en el que reclamaban mejores condiciones de trabajo. • Alzamiento de seris, pimas y sububapas en el pueblo de Suaqui, Sonora en 1766, provocada por la pena de azotes que se aplicó al indio gobernador del pueblo, por orden del padre jesuita de Suaqui. 12 Agustín Cue Cánovas, Historia social y económica de México 1521-1854, Trillas, México, 1975, p. 182. Silvio Zavala. Apuntes de historia nacional, SEP-Diana, México, 1992, p.10. 14 Agustín Cue Cánovas, Op. Cit., pp. 183-187. 13 • Motines contra la expulsión de los jesuitas, en Valladolid, Uruapan, Pátzcuaro, Guanajuato, San Luis de la Paz y San Luis Potosí en 1767. • La “gran hambre” de 1786, en la que murieron más de cien mil personas, fue motivo de disturbios y saqueos. • El levantamiento en la Sierra de Nayarit, encabezado por el indígena Mariano, hijo del gobernador de Tlaxcala, en 1801, quería convertirse en soberano, uniendo Colotlán y Nayarit, el movimiento fue sofocado. • La crisis agrícola de 1809, que acrecentó el descontento popular. • Rebelión de ópatas y mayos en 1822 • Rebeliones de indios yaquis en 1825-26 y en 1832. En ninguna otra colonia de España en América, se vivió tan intensamente un ambiente de rebelión como en Nueva España, sin embargo, los constantes y numerosos alzamientos principalmente de indígenas y hombres de casta fueron actos colectivos violentos y en la mayoría de los casos reducidos a ámbitos locales, los cuales fueron: o frenados violentamente por las autoridades coloniales para restaurar la tranquilidad pública o empleando medios no violentos, como el de recurrir a la intermediación de algún religioso, no había que olvidar que la iglesia jugó un papel importante como instrumento poderoso de negociación de la “paz social”. LECTURA 7. Conspiraciones criollas Conjura del ayuntamiento de la ciudad de México. Los acontecimientos en la Metrópoli y el papel que desempeñaron los soberanos, creó un ambiente de desconcierto por parte de la autoridades novohispanas que defendieron la idea de mantenerse leales al monarca hispano; pero el ayuntamiento de la ciudad de México junto con el virrey José de Iturrigaray se propusieron desobedecer las órdenes enviadas desde España y manifestaron su rechazo a esa postura. Conspiración de Valladolid. Surge en septiembre de 1809 una nueva conspiración que proponía: resistir a los franceses y conservar el poder a favor de Fernando VII, pero que si España no lograba librarse del invasor, se buscaría la separación definitiva del reino Destacan dentro de los conspiradores de Valladolid: Fray Vicente de Santa María, el cura Ruiz de Chávez, José María García Obeso y José Mariano Michelena. Al ser descubierta la conspiración, fueron encarcelados la mayoría de sus integrantes. Junta literaria de Querétaro. Ignacio Allende y Mariano Abasolo, formaron parte de la conspiración de Valladolid, a su vez participaban en las tertulias literarias que se organizaban en Querétaro, en ellas se discutía la conveniencia de desconocer a las autoridades virreinales; dichas reuniones se llevaban a cabo ya sea en la casa del corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez o en la del presbítero José María Sánchez o en la del licenciado Lorenzo Parra. Participaban además, la esposa del corregidor Josefa Ortiz de Domínguez, los hermanos Epigmenio y Emeterio González, Juan N. Mier Altamirano, Joaquín Arias, Mariano Lazo de la Vega, Francisco Araujo, Antonio Téllez, Ignacio Gutiérrez, Mariano Galván, Francisco Lanzagorta, Ignacio Pérez y fray José Lozano. Se unieron a éste grupo Juan e Ignacio Aldama, así también el cura de Dolores Miguel Hidalgo y Costilla. LECTURA 8. Las sociedades secretas15 El repetido fracaso de sus planes de los conspiradores criollos y la dureza y el rigor de la respuesta de las autoridades superiores a sus actividades, llevó a los descontentos novohispanos a replantear sus objetivos y buscar nuevas vías para alcanzarlos. Aprendieron cuán importante era actuar en secreto y bien organizados (…) La insurgencia les ofrecía dos caminos: romper abiertamente con el régimen colonial o luchar contra el régimen desde el centro mismo del poder colonial. Quienes escogieron esta segunda vía encontraron nuevas formas para el desarrollo de su actividad política, entre ellas organizar un grupo secreto bien estructurado y con objetivos bien definidos (…). Fueron dos las asociaciones secretas aparecidas en el virreinato: la conocida con el nombre de Los Guadalupes, que surgió en la ciudad de México, y la derivada de la Sociedad de los Caballeros Racionales de Cádiz, que se organizó en Jalapa. Ambas surgieron a poco de haberse iniciado la insurgencia y estuvieron directamente vinculados con este movimiento. Después aparecieron otras asociaciones, sin vinculación directa con la lucha armada, y relacionadas todas de una u otra manera con la masonería. 15 Tomado de Virginia Guedea, La crisis imperial española; las sociedades secretas, en Gran Historia de México, ilustrada tomo III, El nacimiento de México 1750-1856, Coordinadora General Josefina Zoraida Vázquez, Planeta De Agostini, CONACULTA-INAH, España 2006, pp. 75-80. Los Guadalupes. Surge, después de lo ocurrido en 1808, después del golpe de Estado, se comenzó a pasar de la simple crítica al sistema a precisar objetivos y a buscar vías de acción para alcanzarlos. Organizaron diversas tertulias, que permitían a sus integrantes reunirse con cierta periodicidad y sin llamar la atención. Fueron varias las líneas de acción que se trazó el grupo, como: envío y recepción de información, envío de personas, sobre todo abogados para apoyar en tareas concretas, envío de imprentas e impresores, que permitió a los insurgentes tener a su alcance un medio de difusión y defensa. A partir de septiembre de 1812, el grupo fijó su atención en Morelos, proporcionándole información que le hacían llegar mediante cartas. Varios de sus integrantes tomaron parte en procesos electorales que brindaban la posibilidad de ejercer una acción directa a nivel local o regional, así participaron en 1813 en el proceso electoral para designar el Ayuntamiento Constitucional. Ésta opción insurgente acabó por desaparecer después de la prisión y muerte de Morelos a fines de 1815. La sociedad de Jalapa. En la Sociedad de los Caballeros Racionales, surgida en Cádiz, fueron iniciados varios novohispanos, entre ellos Servando Teresa de Mier y Vicente Vázquez Acuña, éste último había sido remitido a España en 1809 por escribir pasquines sediciosos y por haber promovido una sublevación capitalina para que se coronara uno de los indios gobernadores, entró en la logia en septiembre de 1811 y poco tiempo después se le encomendó pasar a la Nueva España. A principios de 1812, Vázquez Acuña se encontraba ya en Jalapa y forma una sociedad cuyos integrantes debían ser decentes y honrados. Los juramentos exigidos a los iniciados fueron: defender la religión católica, no admitir dominación extranjera alguna, evitar la efusión de sangre y guardar el secreto, ya que de no hacerlo, el puñal o el veneno pondrían fin a la existencia del traidor. Además de la ceremonia de iniciación, la sociedad contó con gestos o símbolos para el reconocimiento de sus integrantes, que fueron los mismos que utilizaba la logia de los Caballeros Racionales establecida en Cádiz. Durante el breve periodo que funcionó la sociedad de Jalapa, de febrero a mayo de 1812, la mayor parte de sus energías se empleó en organizarla y en reclutar nuevos miembros. Sin embargo, sus integrantes alcanzaron a planear y a llevar a cabo algunas actividades concretas, casi todas ellas a favor de los insurgentes que merodeaban por los alrededores de Jalapa. Así, algunos socios les enviaron armas, pólvora, piedras de lumbre y cartuchos. Varios de sus miembros fueron acusados de actividades sospechosas, lo cual hizo que muchos suspendieran sus trabajos o se fugaran de la ciudad, otros más pasaron a unirse al movimiento insurgente. Masonería novohispana. En lo que respecta a la masonería novohispana, su aparición fue un tanto lenta y no se consolidó sino hasta que se estableció el régimen constitucional en 1820. A partir de entonces su presencia comenzó a notarse cada vez más, como ocurrió en la capital novohispana con la destitución del virrey Juan Ruiz de Apodaca, la que fue organizada por varios oficiales realistas que pertenecían a la masonería. Si bien las primeras sociedades secretas novohispanas no lograron del todo sus objetivos, en especial en el caso de la sociedad de Jalapa, las experiencias adquiridas no dejaron de resultar altamente enriquecedoras. A partir de ellas, esta nueva modalidad se iría refinando y adaptando a las nuevas circunstancias novohispanas hasta convertirse, una vez que la masonería se estableció formalmente, en la forma de organización política más poderosa y más eficiente que conociera el nuevo país durante sus primeros años de vida independiente. TEMA 4. Desintegración del Imperio español y Guerra de Independencia La acción militar a principios del siglo XIX de Napoleón contra Portugal, Austria, Inglaterra y Rusia tenía como objetivo, extender los dominios franceses en el mundo. Estas guerras no solo lograron cambios geopolíticos, sino que también se convirtieron en la vía de difusión, de las ideas liberales de la revolución. Inglaterra trató de mantener el equilibro y conservar su hegemonía. La política de la corona española, primero aliada a los ingleses y luego a los galos, desgastó su ya dañado poderío; la destrucción en 1805 de la armada franco-española en Trafalgar, y la ocupación de 1808 a 1813, de la península ibérica por las tropas de Napoleón, contribuyeron a la desarticulación del imperio hispano. Objetivo: Analizar los factores que intervinieron en la desintegración del imperio español y el proceso que termina haciendo posible la Independencia de México. Conceptos: Independencia, emancipación, soberanía, insurgente, realista, revolución, contrarrevolución. Habilidades: Establecer el impacto de la desintegración; identificar las causas internas y externas que intervinieron; establecer las diferentes etapas; caracterizar los escenarios del conflicto; comparar las propuestas y las corrientes que participaron en el movimiento de independencia. Actitudinales y valores: Valorar la justicia social y el derecho de una nación a elegir libremente su forma de gobierno. LECTURA 9. De la reforma a la revolución16 En el año de 1808 una serie de sucesos, inusitados en la historia de los reinos hispánicos, manifestaba la debilidad del imperio y, a la vez abría la posibilidad de cambios. El mes de marzo, las tropas de Napoleón entraban incontenibles en España. Carlos IV se apresuraba a abdicar la corona a favor de su hijo Fernando. Pero en abril, tanto éste como su padre emprendían el viaje a la frontera francesa para ganarse la corona a cambio de favorecer a Napoleón. La cabeza del imperio más grande de la cristiandad parecía haber renunciado a su dignidad y a su orgullo. El 2 de mayo, el pueblo español, abandonado por sus reyes, asume la iniciativa y en las calles de Madrid inicia la resistencia contra los invasores. (…) Los ciudadanos libres, en todas las regiones de la Península, forman juntas provisionales para guardar la soberanía en ausencia del monarca y liberar el país de los franceses. ¿Y en América? (…) Se hace sentir un enorme vacío que inquieta todas las conciencias, ¿a quién debe obediencia ahora el novohispano? En Nueva España dos partidos antagónicos dan diferentes respuestas. El primero tiene su portavoz en la Real Audiencia y recibe el apoyo firme de los funcionarios y grandes comerciantes de origen europeo. Para ella la sociedad entera debe quedar fija, sin admitir ningún cambio, mientras el heredero legítimo de la Corona ocupe de nuevo el trono. El gobierno del país se hará con la simple aplicación de los reglamentos vigentes. El país entero debe quedar en suspenso, manejado por la alta burocracia, que conserva la representación del rey. (…) De ese modo, el partido europeo pretende detener la posibilidad de cualquier cambio. La otra respuesta se manifiesta (…) en el ayuntamiento de la ciudad de México: Dirigido por dos letrados criollos; Francisco Primo de Verdad y Francisco de Azcárate, y apoyado por Jacobo de Villaurrutia, terrateniente y único oidor criollo, el ayuntamiento percibe el cambio de la situación y comprende que por fin se ha abierto la posibilidad de lograr reformas políticas (…) Algunos representantes del ayuntamiento y el oidor Villaurrutia, proponen la necesidad de que el virrey convoque a un “congreso” destinado a gobernar al país en ausencia del monarca y a guardar el reino para Fernando. Todos los del partido criollo parecen reconocer que la representación de la soberanía recae en los cuerpos constituidos. El ayuntamiento de México, por conducto del licenciado Primo de Verdad, tenía otra idea del “congreso”, argumentando que: puesto que la verdadera representación popular se encuentra en los ayuntamientos, por lo tanto, la junta que se planea deberá estar constituida fundamentalmente “de diputados de todos los cabildos, seculares y eclesiásticos, y otros grupos sociales y autoridades superiores de gobierno. El “congreso” se concibe así como una ampliación en el plano nacional de la representación popular que ostentan los ayuntamientos. Así, la clase media, que domina todos los cabildos, ve por primera vez abierta una oportunidad de participar activamente en la vida política del país. Y la idea del 16 Tomado de Luis Villoro, La revolución de independencia, en Historia General de México, El Colegio de México, Versión 2000, pp. 498-504. “congreso” se convierte en el instrumento político principal que buscará esa clase media para lograr su parte de poder. Así, dentro del mismo partido criollo, los dos proyectos, el de Villaurrutia y el de Primo de Verdad, respondían a intereses de grupos sociales distintos, cuyas divergencias se harían presentes más tarde. En las reuniones celebradas, el partido de las reformas parece estar en mayoría y contar con el apoyo del propio virrey. Sin embargo, una parte numerosa de los representantes de la oligarquía criolla se mostraba temerosa y vacilante. Les agradaba la creación de un organismo donde podrían tener una voz decisiva frente a la política de la Corona que tantos agravios les había causado; pero temían que las ideas se radicalizaran y que nacieran fuerzas subversivas. En efecto, fácil era prever que de las ideas moderadas del ayuntamiento pudiera llegarse a otras más peligrosas, como lo ilustran los escritos del fraile mercedario Melchor de Talamantes. Adelantándose a los letrados del cabildo, Talamantes ve en el congreso propuesto el primer paso hacia la independencia. Además, consideraba que la ausencia del monarca dejaba en libertad a la nación para constituirse de nuevo a sí misma. En sus Advertencias reservadas señala que “aproximándose ya el tiempo de la independencia de este reino, debe procurarse que el congreso que se forme lleve en sí mismo las semillas de esa independencia sólida, durable y que pueda sostenerse sin dificultad y sin efusión de sangre”. En rigor no era la proposición del ayuntamiento la que inquietaba a los más conservadores, sino lo que ella anunciaba. En una de las reuniones convocadas por el virrey, una sombra se proyecta por primera vez entre los congregados. Después, de que el licenciado Primo de Verdad terminó su discurso donde sostuvo que la soberanía había recaído en el “pueblo”, (…) la confusión fue general. Al través de los intentos de reforma, empieza a temerse la intervención de otras clases sociales. Algunos escriben que los indios ya no quieren pagar tributo y el propio Iturrigaray observa con alarma que empieza a hablarse de “independencia” y aun de “república”. Un día ante en el ayuntamiento de México, se presentó un indio que por ser descendiente de Moctezuma reclamaba el trono de sus mayores. El partido europeo encuentra en esos signos la mejor justificación para detener cualquier reforma. Los hacendados y el alto clero temen dar un paso que podría hacer intervenir al “pueblo” real, no al que se suponía que representaban los criollo letrados. La situación tenía que hacer crisis. El 15 de septiembre de 1808 un grupo de conspiradores, dirigidos por Gabriel de Yermo, rico hacendado español, y secundado por dependientes de las grandes casas de comercio, da un golpe de estado. Prenden y destituyen al virrey Iturrigaray y convocan a la Real Audiencia, que nombra nuevo virrey a Pedro Garibay. En espera del regreso del rey Fernando, reconoce a la Junta Central de España y suspende todos los proyectos de reforma. Desde ese momento, la Real Audiencia gobernará con mano fuerte; Primo de Verdad, Azcárate y Talamantes, son conducidos a prisión; Jacobo de Villaurrutia, enviado al destierro; un tribunal especial se encargó de juzgar a los disidentes, y somete a muchos criollos sospechosos a humillantes procesos. Después de unos meses de gobierno de Garibay, la Junta Central de España ordena su sustitución por el arzobispo Francisco de Lizana, tal vez con el objeto de suavizar la represión. Lizana trata con suavidad a los criollos, evita persecuciones e intenta apaciguar los ánimos. Todo ello desagrada al partido europeo y conspiran de nuevo contra el arzobispo-virrey, y logran su destitución en enero de 1810. Su sustituto, Francisco Javier Venegas, llega el 25 de agosto; mientras, la Real Audiencia gobierna de nuevo con mano fuerte. Estos acontecimientos y el cortar de raíz todo intento de reforma, tienen un efecto contrario: obligan a radicalizar la actitud de los criollos. Es evidente que el orden existente no puede sostenerse dentro de la estructura jurídica tradicional. (…) Desde entonces se agudiza también, en pasquines y folletos, la oposición ya antigua entre “criollos” y “gachupines”. El movimiento iniciado por el ayuntamiento de México continúa durante esos meses. Pero ahora cada vez son más numerosos los que creen que las vías de reforma están cerradas, y que precisa acudir a medios violentos. Los principios son los mismos manejados por el partido criollo en 1808. En septiembre de 1810 se descubre la conjura de Valladolid, encabezada por el capitán José María García Obeso y don José Mariano Michelena, en la que figuraban varios oficiales criollos y miembros del bajo clero. Su plan consistía en juntar un congreso, formado por vocales de las villas, que guardara en depósito la soberanía real, para ganar a los campesinos a su causa prometían la abolición del impuesto per cápita sobre los indios. Presos los conjurados y sometidos a proceso, son puestos en libertad por la intervención del conciliador Lizana, entonces aún virrey. Pero la conjura de Valladolid había logrado establecer contactos en otras ciudades, entre ellas Querétaro, donde se fraguaba otro complot semejante. En los primeros meses de 1810 empiezan a llegar noticias que de nuevo inquietan a la sociedad novohispana. Primero la ocupación por las tropas francesas de la mayor parte del territorio español, y luego la insurrección en varias ciudades de América del Sur. Los ayuntamientos sirven de portavoces a los criollos; en algunos, logran constituir juntas gubernativas semejantes a la que proponía el cabildo de México: en abril se forma la junta de Caracas, en mayo, la de Buenos Aires, en julio, la de Santa Fe de Bogotá, y la última, la de Quito. Pero en Nueva España la situación es distinta, la represión contra los intentos de reforma, obliga a los reformistas de clase media a aliarse con las clases trabajadores, recurso que en años pasados parecía innecesario, esto daría al nuevo intento de independencia un sesgo diferente al de las demás colonias americanas. Este proceso aparece claro en la conspiración de Querétaro. Aquí se reúnen regularmente varios criollos. Los más importantes son Miguel Hidalgo y Costilla, eclesiástico ilustrado, prototipo del “letrado”, ex rector del Colegio de San Nicolás de Valladolid, quien gozaba de gran prestigio intelectual; Ignacio Allende, oficial y pequeño propietario de tierras; y Juan Aldama, oficial también, hijo del administrador de una pequeña industria. Hidalgo y Allende habían aceptado un plan, tramado en México, para formar una junta “compuesta de regidores, abogados, eclesiástico y demás clases”. Pero la conspiración de Querétaro es descubierta. En ese momento sólo queda un recurso. La decisión la toma Hidalgo: la noche del 15 de septiembre, en la villa de Dolores, de la que es párroco, llama en auxilio a todo el pueblo, libera a los presos y se hace de las armas de la pequeña guarnición local. El movimiento había dado un vuelco. La insurrección ya no se restringe a los criollos letrados. A la voz del cura ilustrado, estalla súbitamente la cólera contenida de los oprimidos. La primera gran revolución popular de la América hispana se había iniciado. Guerra de Independencia LECTURA 10. Primera fase del movimiento insurgente17 Al ser descubierta la conspiración, Hidalgo decidió acelerar los acontecimientos. En la media noche entre los días 15 y 16 de septiembre de 1810, Hidalgo se reunió con Allende y Aldama, para comunicarles su decisión de iniciar el movimiento revolucionario. Con 10 hombres armados, los tres dirigentes se encaminaron a la cárcel para liberar a los reos, con lo que aumentó el grupo, al que se sumó luego un buen número de los hombres del pueblo, quienes acompañaron a los jefes rebeldes a realizar la aprehensión de los vecinos españoles. En la madrugada del domingo 16, Hidalgo llamó a misa, más temprano que de costumbre, y una vez congregado un buen número de personas que regularmente asistía los domingos a la parroquia de Dolores, dirigió una proclama en la que, de acuerdo con la tradición historiográfica, expresó: Mis amigos y compatriotas: no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos; esta gabela vergonzosa, que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos. Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si conocéis su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos. Pocas horas faltan para que me veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de ser libres. Os invito a cumplir con vuestro deber. Aquel momento ha sido relatado y escenificado un sinnúmero de veces, sobre todo, el instante en que Hidalgo pronunciara el “grito” que pasaría a la historia como el comienzo de la Independencia mexicana. Existen varias versiones sobre las palabras expresadas por el cura de Dolores en esa circunstancia particular, pero la más cercana a la realidad pudiera ser la siguiente, que se supone Hidalgo pronunciara: ¡Viva la religión. Viva nuestra madre santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII y muera el mal gobierno! Estas palabras concuerdan con los propósitos de los conspiradores de Querétaro, (…), es decir buscaban aprovechar la ausencia de Fernando VII para despojar a los peninsulares de los cargos público y establecer luego juntas gubernativas provisionales integradas por criollos, mientras se resolvía la crisis política en la metrópoli y regresaba el monarca de su cautiverio. (…) El primer contingente rebelde formado en dolores estaba compuesto por cerca de seiscientos campesinos provistos de picos, machetes y azadas, y también por los militares al mando de Allende y Aldama, quienes constituían la única fracción disciplinada del movimiento rebelde. Conforme avanzaban, (…) grandes masas de trabajadores se fueron sumando espontáneamente a la rebelión, con la esperanza de acabar con la opresión de que habían sido objeto durante tres siglos de dominación colonial. Esta circunstancia convirtió el movimiento, (…), en una verdadera revolución popular, integrada por una tuba 17 Gloria M. Delgado de Cantú, Op. Cit., pp. 407-412. frenética e incontrolable en muchos momentos, sobre todo cuando, al ser tomada una población, las masas enardecidas se dedicaban al pillaje y al saqueo. Tras la toma de Celaya, los caudillos principales nombraron a Hidalgo capitán general, otorgándole el título de “generalísimo”; (…) así quedaba con rango superior a Allende, a quien se designó teniente general, no obstante ser éste el conocedor de tácticas y disciplina militares.. De ahí partió el ejército insurgente hacia Guanajuato, en ese lugar se unieron al contingente los trabajadores de las minas y miles de indios de los lugares cercanos, estaba por consumarse uno de los actos más violentos protagonizado por movimiento revolucionario. El intendente Juan Antonio Riaño había decidido resistir el empuje de los rebeldes y, junto con las familias españolas de la ciudad, se refugió en un sólido edificio recién construido que estaba destinado a usarse como alhóndiga; la horda incontenible logró penetrar a aquélla improvisada fortaleza que fue tomada después de consumarse una terrible matanza de los 200 soldados realistas y 105 españoles que ahí se habían refugiado. Este hecho preocupó seriamente a los oficiales criollos, algunos de los cuales abandonaron el movimiento por considerar se había convertido éste en una insurrección popular muy alejada de los propósitos iniciales. En tanto, Allende comenzó a manifestar su disgusto contra los saqueos y asesinatos de españoles realizados por la tuba y permitidos por Hidalgo, generándose un distanciamiento entre ambos dirigentes. De Guanajuato, los insurgentes partieron hacia Valladolid, capital de la provincia de Michoacán, donde ya el obispo Manuel Abad y Queipo había decretado la excomunión contra Hidalgo y sus seguidores. La ciudad fue tomada sin resistencia el 18 de octubre, un día después, por disposición de Hidalgo se publica un decreto aboliendo la esclavitud, mostrando el enfoque social hacia el que se había orientado el movimiento encabezado por Hidalgo. De ahí en adelante, conforme avanzaban las fuerzas insurgentes, era abolida toda forma de esclavitud con base en la idea de que “todos los americanos debían ser iguales y no debía existir distinción de castas”, y se decretaban severas penas contra quienes mantuvieran personas en condición de esclavos. A fines de octubre, los insurgentes derrotaron a los realistas en el Monte de las Cruces, cerca de la ciudad de México, pero Hidalgo desistió de acercarse más a la capital y ordenó el regreso con rumbo a El Bajío. En Aculco, las fuerzas rebeldes fueron derrotadas por el ejército virreinal al mando de Félix María Calleja, y esto obligó a Hidalgo a huir a Valladolid, mientras que Allende se encaminaba a refugiarse en Guanajuato. No obstante, la rebelión se había extendido a otras regiones del país: Coahuila, Nuevo león, Tamaulipas y Texas. En el sur, el cura José María Morelos se levantó en armas, mientras en la intendencia de Guadalajara, José Antonio Torres tomaba la plaza preparando el camino para que las fuerzas de Hidalgo entraran a esa importante ciudad. En Guadalajara, Hidalgo constituyó el primer gobierno insurgente y promulgó un decreto por el cual declaraba abolida la esclavitud en todo el país y eliminaba los monopolios estatales en la producción y venta de tabaco y vino, además de reducir el monto de las alcabalas. En los días subsecuentes, Hidalgo dictó nuevas disposiciones: derogó los tributos y ordenó la restitución de las tierras a los indígenas, con la prohibición de volverlas a dar en arriendo; nombró ministros y oidores; designó un representante diplomático ante el gobierno de Estados Unidos y ordenó la edición de un periódico, El Despertador Americano, con el fin de difundir el espíritu libertario de la revolución y, con ello ganarse adeptos entre los criollos liberales que permanecían en el bando realista, o bien atraer de nuevo a aquellos que habían abandonado el movimientos. Sin embargo, las diferencias entre Hidalgo y allende se fueron acentuando, debido principalmente al enfoque social que el cura de Dolores imprimía al movimiento, Allende se había esforzado por organizar un movimiento ordenado, dirigido por los oficiales criollos, conducido por un camino legal mediante juntas gubernativas y cortes legislativas que, desconociendo al gobierno impuesto por Napoleón, se manejaran de manera autónoma mientras se restituía la monarquía española. Por ello, fue grande el disgusto de Allende cuando Hidalgo, empezó a dar muestras claras de rechazo hacia la idea de enaltecer la figura de Fernando VII. (…) Muchos criollos mostraban temor ante el rumbo por el que Hidalgo encaminaba la rebelión. Los acontecimientos se fueron mostrando desfavorables para la revolución, y el 17 de enero de 1811, las fuerzas de Hidalgo sufrieron una gran derrota en Puente Calderón, cerca de Guadalajara, las fuerzas insurgentes, severamente disminuidas, se encaminaron hacia el norte y, en el trayecto, los militares encabezados por Allende destituyeron a Hidalgo y ocuparon el mando de las tropas, y continuaron por Zacatecas y Saltillo, después se dirigieron hacia el noroeste con la posibilidad de acudir a Estados unidos en busca de apoyo y ayuda material para reiniciar la guerra. Al pasar por un lugar denominado Acatita de Baján, fueron sorprendidos por una emboscada y atacados sin tener oportunidad de defenderse; cientos de ellos fueron hechos prisioneros y los dirigentes (Allende, Aldama y Jiménez) conducidos a Chihuahua, y más tarde fusilados. Hidalgo fue sometido a un proceso religioso, por el cual se le degradó de su carácter sacerdotal, y a un juicio civil que decretó su fusilamiento. Concluía de esta manera la primera fase de la insurgencia; a pesar de aquel fracaso, la rebelión popular de Hidalgo había preparado el camino a otros que lucharían por la libertad de la América Mexicana. Decreto de Hidalgo Ordenando la devolución de las tierras a los pueblos indígenas 6 de diciembre de 1810 Miguel Hidalgo y Costilla Por el presente mando a los jueces y justicias del distrito de esta capital, que inmediatamente procedan a la recaudación de las rentas vencidas hasta el día, por los arrendatarios de las tierras pertenecientes a las comunidades de los naturales, para que enterándolas en la Caja Nacional se entreguen a los referidos naturales las tierras para su cultivo, sin que para lo sucesivo puedan arrendarse, pues es mi voluntad que su goce sea únicamente de los naturales en sus respectivos pueblos. Dado en mi cuartel General de Guadalajara, a 5 de diciembre de 1810 Miguel Hidalgo, Generalísimo de América Por mandato de Su Alteza Lic. Ignacio López Rayón DECRETO DE HIDALGO Contra la esclavitud, las gabelas y el papel sellado18 6 de diciembre de 1810 Miguel Hidalgo y Costilla Don Miguel Hidalgo y Costilla, Generalísimo de América, etcétera. Desde el feliz momento en que la valerosa nación americana tomó las armas para sacudir el pesado yugo que por espacio de tres siglos la tenía oprimida, uno de sus principales objetos fue exterminar tantas gabelas, con que no se podía adelantar su fortuna; más como en las críticas circunstancias del día no se pueden dictar las providencias adecuadas a aquel fin, por la necesidad de reales que tiene el reino para los costos de la guerra, se atiende por ahora a poner el remedio en lo más urgente por las declaraciones siguientes: 1º. Que todos los dueños de esclavos deberán darles libertad, dentro del término de diez días, so pena de muerte, la que se les aplicará por transgresión de este artículo. 2º. Que cese para lo sucesivo la contribución de tributos, respecto de las castas que lo pagaban y toda exacción que a los indios se les exija. 3º. Que en todos los negocios judiciales, documentos, escrituras y actuaciones, se haga uso de papel común quedando abolido el del sellado. 4º. Que todo aquel que tenga instrucción en el beneficio de la pólvora, pueda 18 Tomado de Antología de Historia de México, SEP. México, 1993. labrarla, sin más obligación que la de preferir al gobierno en las ventas para el uso de sus ejércitos, quedando igualmente libres todos los simples de que se compone. Y para que llegue a noticia de todos y tenga su debido cumplimiento, mando se publique por bando en esta capital y demás villas y lugares conquistados, remitiéndose el competente número de ejemplares a los tribunales, jueces y demás personas a quienes corresponda su cumplimiento y observancia. Dado en la Ciudad de Guadalajara, a 6 de diciembre de 1810 Miguel Hidalgo, generalísimo de América Por mandato de Su Alteza Lic. Ignacio López Rayón Carta de excomunión a Hidalgo19 (fragmento) “(…) SEA MALDITO en vida y muerte. Sea maldito en todas las facultades de su cuerpo. Sea maldito comiendo y bebiendo, hambriento, sediento, ayunando, durmiendo, sentado, parado, trabajando o descansando y sangrando. Sea maldito interior y exteriormente; sea maldito en su pelo, sea maldito en su cerebro y en sus vértebras, en sus sienes, en sus mejillas, en sus mandíbulas, en su nariz, en sus dientes y muelas, en sus hombros, en sus manos y en sus dedos. Sea condenado en su boca, en su pecho, en su corazón, en sus entrañas y hasta en su mismo estómago. Sea maldito en sus riñones, en sus ingles, en sus muslos, en sus genitales, en sus caderas, en sus piernas, sus pies y uñas. Sea maldito en todas sus coyunturas y articulaciones de todos sus miembros; desde la corona de su cabeza hasta la planta de sus pies, no tenga un punto bueno. Que el hijo de Dios viviente con toda su majestad, le maldiga, y que los cielos de todos los poderes que los mueven, se levanten contra él, le maldigan y le condenen, a menos que se arrepienta y haga penitencia. Amén, así sea, Amén.” LECTURA 11. Segunda fase del movimiento insurgente20 Tras la muerte de los primeros caudillos insurgentes, tomó la dirección del movimiento Ignacio López Rayón, quién decidió crear una junta de gobierno con el propósito de organizar un mando central que reuniera a las fuerzas rebeldes. Así el 19 de agosto de 1811 fue creada en Zitácuaro, Michoacán, la “Suprema Junta Gubernativa de América”, encabezada por López Rayón, a la que se integró José María Liceaga y Morelos, y con la que colaborara la organización secreta de Los Guadalupes. (…) Cuando López Rayón creó la Junta de Zitácuaro, Morelos ya había realizado con éxito su primera campaña militar, al norte del actual estado de Guerrero, a la que siguieron otras campañas en las 19 Mateo A. Sáenz, en Un curso de Historia de México, citado por Manuel López Gallo, en Economía y política en la historia de México, Ediciones “El Caballito”, México, 1965, p. 111. 20 Gloria M. Delgado de Cantú, Op. Cit., pp. 412-419. cuales demostró sus grandes dotes de estratega, al tomar varias plazas importantes, constituyéndose en un enemigo mucho más temible de lo que suponían los jefes realistas. La participación de Morelos en el movimiento insurgente no fue sólo de índole militar; cumplió, además, un importante papel político, al crear el Congreso Supremo Nacional que proclamó la completa soberanía e independencia total de la “América Mexicana” y formular, en 1814, la Constitución de Apatzingán, el primer cuerpo de estatutos de clara tendencia liberal, en el que se proponía un gobierno republicano y se aprobaba una serie de medidas sociales y económicas manifiestamente anti-feudales, inspiradas en la Constitución francesa y, sobre todo, en el código que los liberales de España habían formulado en Cádiz en 1812. El 28 de junio de 1813, Morelos expidió en Acapulco un decreto en el que convocaba para septiembre de ese año un congreso a celebrarse en Chilpancingo y cuyo propósito sería el de crear un gobierno independiente. A pesar de que López Rayón consideraba que el congreso debía efectuarse al año siguiente. Morelos apresuró la convocatoria ante la necesidad de fortalecer y centralizar el movimiento para superar la anarquía entre los insurgentes, resultante de la carencia de un programa general que permitiera resistir el empuje cada vez más activo de las fuerzas realistas. El Congreso de Chilpancingo, proclamado como Supremo Congreso Nacional, se instaló el 14 de septiembre de 1813, y ese mismo día, Morelos dio a conocer a la Asamblea un programa al que tituló Sentimientos de la $ación, en el cual, aparte de declarar la independencia y soberanía de la América Mexicana y establecer un gobierno de representación popular con la división de poderes, prohibía para siempre la esclavitud, así como la división de la población en castas; sustituía los tributos por el impuesto único de cinco por ciento sobre las ganancias de cada individuo; decretaba que los empleos debían estar sólo en manos de americanos, y no se admitirían extranjeros, a menos que fuesen artesanos capaces de instruir. Declaraba que habrían de promulgarse leyes que comprendieran a todos sin excepción, destinadas a moderar la opulencia de los ricos y la indigencia de los pobres, para mejorar sus costumbres y alejarlos de la ignorancia. Promulgaba además la apertura de los puertos a las naciones extranjeras amigas, y exhortaba a honrar la memoria de Hidalgo y a conmemorar solemnemente cada año el 16 de septiembre. El Congreso nombró a Morelos Generalísimo de los Ejércitos Insurgentes, y puso en sus manos el poder ejecutivo, con lo cual se fortaleció el ala democrática del movimiento que optaba por la independencia total y el establecimiento del régimen republicano, a la que se oponía el ala moderada agrupada en torno a López Rayón, quien seguía considerando necesario reconocer a Fernando VII, pues suponía que de esa manera el movimiento tendría el apoyo de los criollos europeos. Morelos y sus partidarios lograron imponerse, y el 6 de noviembre de 1813 los miembros del Congreso proclamaron la completa soberanía e independencia de la América Mexicana. Al año siguiente, el 22 de octubre, el Congreso, reunido en la ciudad de Apatzingán a causa de la persecución de las tropas de Calleja, promulgó la primera Constitución de México, titulada Decreto constitucional para la libertad de la América Mexicana. Se basaba en los principios de la Constitución de Cádiz, aunque un tanto modificados, pues, a diferencia de la española, la de Apatzingán preveía la instauración del régimen republicano de gobierno y no sólo defendía el principio de la soberanía popular, sino también el derecho del pueblo a cambiar al gobierno según su voluntad. Se proclamaba la división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, considerando como órgano supremo al Congreso, compuesto por los diputados de las provincias, con facultades legislativas, políticas y administrativas, entre las cuales estaba la de nombrar a los miembros del Gobierno (ejecutivo) que debía estar formado por tres personas, alternándose éstas en la Presidencia cada cuatro meses, y del Supremo Tribunal de Justicia (Judicial) constituido por cinco personas. Se decretaba a la religión católica como única, y proclamaba asimismo la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, la libertad de palabra y de prensa y la inviolabilidad del domicilio. Pero la Constitución de Apatzingán se inspiró más en el modelo liberal-democrático de la constitución francesa y española, que en las ideas sociales y políticas de Morelos formuladas en el documento titulado Sentimientos de la $ación. Además de no proponer medidas para “moderar la opulencia de los ricos y la indigencia de los pobres”, punto central del pensamiento de Morelos, al depositar el Poder Ejecutivo en tres personas en vez de una sola, la Constitución de 1814 propiciaba la anarquía del movimiento insurgente que Morelos había tratado de evitar y limitaba su papel como líder revolucionario, entorpeciendo su acción militar y política. Precisamente, por tratar Morelos de proteger a los miembros del Congreso y facilitar su huida, cayó en poder de las fuerzas realistas, en noviembre de 1815. Sometido a un doble proceso, eclesiástico y civil, Morelos fue condenado a muerte y fusilado el 22 de diciembre de ese mismo año. LECTURA 12. Sentimientos de la &ación21 1. Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones. 2. Que la Religión católica sea la única, sin tolerancia de otras. 3. Que todos sus ministros se sustentan de todos y solos los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda. 4. Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los Obispos y los Curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó. 5. La soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los poderes de ella en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, eligiendo las Provincias sus vocales y éstos a los demás, que deben ser sujetos sabios y de probidad. 9. Que los empleos los obtengan sólo los americanos. 10. Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha. 11. Que la patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el gobierno, abatiendo al tiránico, substituyendo el liberal y echando fuera de nuestro suelo al enemigo español que tanto se ha declarado contra esta Nación. 12. Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto. 15. Que la esclavitud se prescriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro, el vicio y la virtud. 16. Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas (…). 17. Que a cada uno se el guárdenlas propiedades y respetos en su casa como en un asilo sagrado señalando penas a los infractores. 18. Que en la nueva legislación no se admita la tortura. 19. Que en la misma se establezca por la ley Constitucional la celebración del día 12 de diciembre en todos los pueblos, dedicado a la patrona de nuestra libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensual. 22. Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que más agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento en sus ganancias, u otra carga igual ligera, que no oprima tanto como la alcabala, el estanco, el tributo y otros, pues con esta corta contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empleados. 23. Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la independencia y nuestra santa libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se abrieron los labios de la Nación para reclamar sus derechos y empuñó la espada para ser oída, recordando siempre el mérito del gran héroe el señor don Miguel Hidalgo y Costilla y su compañero, don Ignacio Allende. LECTURA 13. Ultima fase del movimiento insurgente22 A la muerte de Morelos, dio comienzo la etapa de decadencia del movimiento insurgente, que fue dividido en varias facciones. Nicolás bravo se puso al frente del resto de la tropa de Morelos, pero los miembros del Congreso los destituyeron del mando militar, a lo cual respondió más tarde el general Manuel Mier y Terán disolviendo el Congreso. De ahí en adelante la insurgencia se caracterizó por una lucha de resistencia, en la que predominó la guerra de guerrillas, destacando tan sólo la participación de Francisco Javier Mina –revolucionario liberal español que se adhirió a la causa independentista de México y realizó una campaña de corta duración, pues, en poco tiempo, Mina fue derrotado por los realistas y fusilado-, y las campañas de Vicente Guerrero, quien todavía hacia 1820 se mantenía en pie de lucha en la región sur, cuando el movimiento insurgente estaba casi sofocado en todo el país. 21 Tomado de Álvaro Matute, Antología México en el siglo XIX. Fuentes e interpretaciones históricas, México, 1981, pp. 224-225. 22 Gloria M. Delgado de Cantú, Op. Cit., pp. 419-423. UNAM, En ese mismo año, un nuevo cambio de rumbo en la política de la metrópoli habría de ocasionar que la Independencia de México se consumara de forma muy distinta a como la planearan los criollos americanos. En el mes de marzo, una sublevación liberal en España obligó a Fernando VII a restaurar la Constitución de Cádiz, y esto colocó a las autoridades virreinales en una situación de aislamiento (…). La restauración de la Constitución de Cádiz era particularmente grave para la iglesia pues se anunciaban nuevas medidas contra ella al volver a reunirse en España las Cortes, tras el triunfo de la sublevación liberal; tales medidas eran: la expulsión de los jesuitas que habían regresado a España y sus dominios; la abolición de los fueros eclesiásticos; la supresión de conventos y órdenes monásticas así como la venta de sus bienes; y la reducción de los diezmos a la mitad. Además, los miembros del alto clero que habían apoyado en 1814 el golpe absolutista de Fernando VII temían represalias en su contra. La situación inquietó a los funcionarios peninsulares ante la posibilidad de un movimiento encabezado por el clero y respaldado por los miembros de la alta sociedad novohispana, por lo que algunos funcionarios, decididos a desconocer la Constitución, llevaron a cabo juntas clandestinas en el templo de La profesa, en la ciudad de México, encabezadas por Matías Monteagudo, rector de la Universidad de México y antiguo inquisidor. Pero la conjura de la profesa no era la única; por todas partes se hacían juntas clandestinas y, aunque existían diversas posiciones sobre el sistema de gobierno a seguir, se estaba generalizando entre los peninsulares y criollos europeos la idea de proclamar la independencia a fin de evitar que el régimen liberal español afectara sus intereses y les privara de sus privilegios. Agustín de Iturbide fue el escogido para llevar a cabo los planes de los nuevos interesados en separarse de la metrópoli. Este personaje, nacido en la michoacana Valladolid, en 1783, era un oficial militar criollo del bando realista, que en las luchas contra los insurgentes había destacado por su dureza y cuyas tendencias antiliberales le convertían en el candidato ideal para los propósitos de la aristocracia peninsular, Iturbide era uno de los criollos contrarios a la restauración del régimen constitucional que se habían mostrado a favor de la Independencia, por lo que, ante los ojos de los conspiradores de La Profesa, resultaba la persona más indicada para encabezar un levantamiento militar contra las autoridades de la metrópoli. Como primer paso, debía suprimir por completo al movimiento insurgente, representado ya sólo por Vicente Guerrero, quien dirigía unas tropas acantonadas en la región del río Balsas. Pero Iturbide prefirió atraerlo a su lado, en vez de continuar una lucha que podría prolongarse demasiado. En un principio, el jefe insurgente se negó, pero acabó creyendo que Iturbide estaba sinceramente interesado en la independencia, sin sospechar qué había detrás del repentino cambio del antiguo realista. Los dos ejércitos, antes rivales, se unieron bajo una sola bandera, a la que llamaron “Trigarante”, porque representaba para México la promesa de tres garantías: Religión, Independencia, Unión. Plan de Iguala En febrero de 1821 el nuevo “libertador” dio a conocer en Iguala el plan por el que se proclamaba la Independencia. El contenido del documento reflejaba un carácter totalmente opuesto a los ideales de los primeros caudillos, a quienes incluso Iturbide acusaba de haber ocasionado grandes calamidades y desórdenes en el país. En cambio se enaltecía a la colonización española, “creadora de la cultura y portadora de enormes beneficios para la tierra mexicana” Buscando atraer tanto al sector liberal como al realista, se establecía como gobierno una monarquía constitucional, invitando a ocupar el trono del imperio mexicano al propio rey Fernando VII y, en caso de que éste no aceptara, a algún otro príncipes de la casa reinante española. Se declaraba a la religión católica romana como religión oficial sin tolerancia de alguna otra, y se mantenía el fuero eclesiástico, garantizando al clero la posesión de sus bienes y privilegios. Se conservaba intacto el sistema interno de gobierno, y en el aparato administrativo se ratificaba a los miembros de la clase privilegiada, que seguirían en los mismos puestos y cargos civiles y militares que habían ocupado durante el régimen colonial. El Plan de Iguala no incluía, por supuesto, ninguno de los ideales políticos o sociales de Hidalgo y de Morelos; su contenido demuestra que la intención del grupo que apoyaba a Iturbide era separarse de España para conservar sus riquezas y privilegios. Con tal apoyo, el Ejército Trigarante pronto pudo derrotar a las tropas realistas, muchas de las cuales fueron pasando a su bando. Mientras, crecía la confusión entre los pocos dirigentes que quedaban para defender el régimen colonial, quienes desconfiaban del virrey en turno y lo destituían, aun sin esperar a recibir instrucciones del gobierno español, representado todavía en esa época por el régimen liberal surgido de la restaurada Constitución de Cádiz. En agosto de 1821 llegó a Nueva España Juan O’ Donojú, enviado por las cortes liberales españolas con el nombramiento de Jefe Político Superior, gobernador y capitán general (jerarquía con la que la Constitución de Cádiz sustituía el nobiliario título de virrey), con el propósito de que calmara el descontento que existía en la Nueva España, ya que la reconocida tendencia liberal de O’ Donojú permitiría establecer una alianza entre los grupos liberales de España y México, en un intento por reforzar la unión con la metrópoli. E n la villa de Córdoba, el 24 de agosto de 1821, O’ Donojú e Iturbide celebraron el llamado Tratado de Córdoba, en el que se reconocía la soberanía e independencia de México y su constitución en un Imperio bajo la forma de gobierno monárquico constitucional moderado. Se reafirmaba la invitación hecha en el Plan de Iguala a Fernando VII o alguno de sus parientes, pero Iturbide logró que se agregara una cláusula según la cual, en caso de no aceptar el trono el monarca o algún otro miembro de la casa reinante española, lo ocuparía “la persona que designaran las Cortes del Imperio Mexicano”. Con la aceptación de O’ Donojú sólo faltaba que éste convenciera a Francisco Novella, el virrey anterior (quien todavía se consideraba en funciones y defendía la sede del virreinato), para que reconociera el cargo conferido por el gobierno español a O’ Donojú. Esto sucedía el 10 de septiembre de 1821, y el día 23, el nuevo “jefe político” ordenó a la guarnición realista la evacuación de la ciudad de México, lo que permitió que el Ejército Trigarante encabezado por Iturbide entrara pacíficamente en la capital el 27 de septiembre. Un día después se formaron la Junta Provisional Gubernativa y la Regencia, ambas presididas por Iturbide e integradas por personas que habían pertenecido a la burocracia colonial. Una vez constituido el gobierno provisional, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. Concluía de esta manera una lucha que, iniciada con propósitos muy distintos y en diferentes circunstancias, se había prolongado durante 11 años. LECTURA 14. Plan de Iguala23 Americanos, bajo cuyo nombre comprendo no sólo los nacidos en América, sino a los europeos, africanos y asiático que en ella residen: tened la bondad de oírme (…). Trescientos años hace la América Septentrional de estar bajo la tutela de la nación más católica y piadosa, heroica y magnánima. La España la educó y engrandeció, formando esas ciudades opulentas, esos pueblos hermosos, esas provincias y reinos dilatados que en la historia del universo van a ocupar lugar muy distinguido. Aumentadas las poblaciones y las luces, conocidos todos los ramos de la natural opulencia del suelo, su riqueza metálica, las ventajas de su situación topográfica, los daños que origina la distancia del centro de su unidad, y que ya la rama es igual al tronco; la opinión pública y la general de todos los pueblos es la de la independencia absoluta de la España y de toda otra nación. Así piensa el europeo, así los americanos de todo origen. Esta misma voz que resonó en el pueblo de los Dolores, el año de 1810, y que tantas desgracias originó al bello país de las delicias por el desorden, el abandono y otra multitud de vicios, fijó también la opinión pública de que la unión general entre europeos y americanos, indios e indígenas, es la única base en que puede descansar nuestra común felicidad (…). Al frente de un ejército valiente y resuelto he proclamado la independencia de la América Septentrional. Es ya libre, es ya señora de sí misma, ya que no reconoce ni depende de la España, ni de otra nación alguna. Saludadla todos como independiente, y sean nuestros corazones bizarros los que sostengan esta dulce voz, unidos con las tropas que han resuelto morir antes que separarse de tan heroica empresa. (…) Oíd, escuchad las bases sólidas en que funda su resolución: 1. 2. 3. 4. La religión católica, apostólica, romana, sin tolerancia de otra alguna. La absoluta independencia de este reino. Gobierno monárquico templado por una Constitución al país. Fernando VII, y en sus casos los de su dinastía o de otra reinante serán los emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho y precaver los atentados funestos de la ambición. 5. Todos los habitantes de él, sin otra distinción que su mérito y virtudes, son ciudadanos idóneos para optar cualquier empleo. 6. Sus personas y propiedades serán respetadas y protegidas. 7. El clero secular y regular conservado en todos sus fueros y propiedades. 8. Todos los ramos del Estado y empleados públicos subsistirán como en el día, y sólo serán removidos los que se opongan a este plan, y sustituidos por los que más se distingan en su adhesión, virtud y mérito. 9. El ejército observará a la letra la Ordenanza, y sus jefes y oficiales continúan en el pie en que están, con la expectativa no obstante a los empleos vacantes y a los que se estimen de necesidad o conveniencia. 10. Como las Cortes que se han de formar son constituyentes deben ser elegidos los diputados bajo este concepto. La junta determinará las reglas y el tiempo necesario para el efecto. 23 Tomado de Álvaro Matute, Antología México en el siglo XIX. Fuentes e interpretaciones históricas, UNAM, México, 1981, pp. 227-230. Iguala, 24 de febrero de 1821, Agustín de Iturbide. Tema 5. Lucha de proyectos: liberal y conservador (1821-1867) y sus contradicciones, entre lo viejo y lo nuevo. México nace a la vida independiente en medio de grandes problemas, como consecuencia de una guerra que duró once años. El tránsito de una sociedad colonial a una nacional no será fácil ya que el país heredará una estructura social que prácticamente se mantendrá intacta, puesto que los españoles que se quedan en México y los criollos ricos conservarán sus grandes privilegios, mientras que los trabajadores de las haciendas y las minas seguirán en las mismas condiciones de explotación y miseria, los pueblos indios continuarán resistiendo los asedios de los grandes terratenientes que ambicionan sus tierras y que, en algunos casos, lograrán arrebatárselas; viéndose favorecido el despojo por algunas leyes que el mismo grupo liberal aprobará una vez que llega al poder. La etapa comprendida entre 1821 y 1854 ha sido denominada por algunos historiadores como la anarquía. Hubo, en verdad, anarquía; pero ésta tenía causas profundas que se resumían en la lucha entre lo viejo y lo nuevo. Lo viejo son las estructuras coloniales que pretenden subsistir, después de la separación de la metrópoli, ante los ataques de las clases emergentes que buscan un cambio hacia el capitalismo. Lo nuevo, las clases emergentes que pretenden instaurar el capitalismo y sus instituciones consiguientes. Se trata de un proceso de gestación de formas históricamente nuevas en la sociedad mexicana. No sólo se trata de llegar al capitalismo, sino a un tipo de éste: el capitalismo propio de un país dependiente inmerso en la división internacional del trabajo. Conforme esta nación avanza, a pesar de los numerosos obstáculos internos y externos, se va perfilando con mayor claridad el papel que le asignan las naciones poderosas, y ello en concordancia con las clases dirigentes e incluso con sus luchas al interior o al exterior. El período comprendido entre 1821 y 1854 ha sido explicado como de transición, no sólo en lo económico, sino también y principalmente en lo relativo a la formación del Estado nacional. Entre el Estado colonial y el Estado nacional, existe un período de formación.24 Las élites mexicanas no lograron encontrar formas para entenderse, ejercer el poder y dar cauces a la sociedad -crear un sistema estable de gobierno, de leyes y de instituciones articuladas en un Estado de derecho que permitieran proyectar y construir la nación a la que aspiraban. La herencia de instituciones hispanas que durante tres siglos contribuyeron a crear una sociedad, fueron violentadas por cambios radicales y bruscos inspirados en los modelos liberales; lo viejo y lo nuevo se enfrentaban. Toca en este tema analizar y reflexionar sobre las ideas, los objetivos y prácticas que animaron los principales actores que participaron en la construcción de la nación; conocer los modelos, las tradiciones y condiciones internas y externas que limitaron o dieron viabilidad a esas prácticas, así como evaluar su contribución a la construcción del Estado y la unión de la sociedad. 24 Miguel Ángel Gallo, Del México Antiguo a la República Restaurada (Historia de México I), Quinto Sol, México, 1998, pp. 247-248. Objetivo: Comparar los proyectos liberal y conservador estableciendo sus semejanzas y diferencias, a través de parámetros de comparación. Analizar críticamente la contribución de los proyectos liberal y conservador a la formación del Estado-Nación. Conceptos: Monarquía, República Federal, República Centralista, Estado de derecho, liberal, conservador, proyecto social, anarquía. Habilidades: Seleccionar los parámetros de comparación entre los proyectos liberal y conservador; identificar diferencias y semejanzas de proyectos sociales; determinar los elementos del análisis crítico. Actitudinales y valores: Tolerancia ante la diferencia de opiniones, tener apertura para entender las nuevas ideas, saber evaluar los elementos y tradiciones a conservar en una sociedad. Ayuda didáctica para el alumno: Para examinar los distintos aspectos y eventos que marcaron el período 1821 a 1861 te proponemos concentrarte en un episodio para que lo expongas en grupo, así con las demás exposiciones podrás tener un panorama global del período y que, a semejanza de los actores sociales que luchaban para imponer su proyecto de nación, fabriques un periódico —con las principales noticias, comentarios, editoriales, caricaturas—- para defender tus ideas sobre los eventos o el grupo político que te corresponda. Esta experiencia te ayudará a entender las distintas posiciones políticas enfrentadas &ociones para reflexionar: República25: forma de gobierno en la cual el pueblo, o una parte de él, tienen la soberanía. Cuando todo el pueblo tiene la potencia soberana se habla de democracia, cuando sólo un grupo la tiene es una aristocracia, pero se opone a monarquía donde la fuente de la soberanía no es el pueblo, sino el derecho divino hereditario. Las más antiguas repúblicas fueron las de Atenas y Roma. Con res publica los romanos definieron la nueva forma de organización del poder después de la expulsión de los reyes. Res publica destaca la cosa del pueblo, el bien común, el consenso a una ley común.. En la República federal, los estados y la federación tienen competencias diferentes y delimitadas de acuerdo a la Constitución; la voluntad de la federación es la concurrencia entre la voluntad de los estados (representada en el senado) y la de la nación (en la Cámara de diputados). La Revolución francesa, por su parte, afirmó el carácter único e indivisible de la República; la voluntad de los ciudadanos, una e indivisible, se representa en el Legislativo. Une así la "soberanía nacional" con la representación política y agrega ciertas novedades, los derechos del hombre y las consignas simbólicas "libertad, igualdad y fraternidad". Esos dos modelos fueron idealizados durante el siglo XIX, por oposición a la monarquía; en realidad ese siglo estuvo marcado por la lucha entre ambos regímenes. Pero la república no se define solamente por la forma de régimen, con la división de poderes —Ejecutivo, Legislativo y Judicial—, sino por incluir una economía republicana, un derecho, una filosofía, una moral, una religión y un imaginario. Los símbolos más característicos de este imaginario son la mujer republicana, llamada en Francia Marianne, y el gorro o bonete. Mientras que en el Viejo Mundo reinaron las monarquías hasta bien entrado el siglo XIX, en América desde las independencias los nuevos países adoptaron la república como régimen de gobierno y modelo social. Para combatir a sus opositores monárquicos, los republicanos desarrollaron una cultura política, adaptaron las ideas venidas de Francia o Estados Unidos, retomaron los símbolos —algunos los vemos en las monedas o en sus banderas— y trataron de 25 Texto elaborado por Javier Pérez Siller. aclimatar sus formas jurídicas y políticas a las características de las sociedades americanas. Así, en todos los países se habla de una historia republicana. En México, por ejemplo, desde Guadalupe Victoria hasta Juárez los republicanos lucharon contra los monárquicos para imponer esa forma de régimen y sociedad. Federalismo: es una forma de organización política territorial en la cual la unidad y la diversidad regional se acomodan dentro de un sistema político único, y el poder se distribuye entre una serie de gobiernos generales y regionales, de manera que se salvaguarde constitucionalmente la existencia y la autoridad de cada uno de ellos. Se aplica al grupo de Estados o provincias que ceden una mayor o menor parte de su soberanía a un Estado federal. Centralismo: sistema político en el cual las funciones de gobierno y de administración de una nación se concentran en un solo poder. Procesos históricos a considerar: Los Cangrejos: este arquetipo fue inventado y utilizado por los liberales durante el tiempo que combatieron a los conservadores. Los cangrejos eran la representación gráfica de aquellos animales que sólo sabían caminar arrastrándose hacia atrás: de los conservadores que querían regresar al antiguo régimen. Pero los liberales no sólo representaban el ánimo retrógrado de sus enemigos principales, sino también su cobardía, su carácter huidizo y menor. Guillermo Prieto dedicó a los cangrejos, en 1854, una de sus mejores canciones de propaganda. Casacas y sotanas Dominan donde quiera; Los sabios de montera Felices nos harán; Cangrejos, a compás, Marchemos para atrás, Zis, zis, zas. Marchemos para atrás. jOrden, gobierno fuete! Y en holgorio el jesuita Y el guardia de garita Y el fuero militar... Cangrejos, a compás, Marchemos para atrás. Sistemas políticos: Antonio López de Santa Anna se apoyó en la reacción en 1849; en 1865 ofreció sus servicios al imperio, y cuando Maximiliano lo rechazó, ofreció su ayuda a Juárez. Sostiene una bandera confeccionada con los retazos de las tres causas que abanderó en tres momentos de su vida: la reacción, representada por el bonete eclesiástico o morrión, el imperio, por la corona, y la República, por el gorro frigio. México Independiente Lectura 1. Situación económica del país26 26 Miguel Ángel Gallo, México I. Cómo se formó una nación, Quinto Sol, México, 2005, pp. 237-244. México se había independizado y sus dirigentes intentaban modernizarlo, ponerlo al día respecto a los progresos que lograban las grandes potencias. Se creía que México tenía recursos de sobra, que sus riquezas eran inmensas, lo que se convirtió en un mito que estaba fuertemente asentado en la mente de nacionales y extranjeros. Solamente había que poner a trabajar racionalmente dichos recursos. Los extranjeros que visitaron a nuestro país en aquellos años quedaron impresionados por la variedad climática, el bello paisaje y los recursos naturales que parecían inagotables, lo que contrastaba con la miseria de la mayoría de los mexicanos. A lo mejor hubiera sido preferible que las grandes potencias no creyeran en nuestra riqueza, así no habrán interferido como lo hicieron. La propiedad de la tierra y la agricultura La estructura de la propiedad de la tierra era profundamente desigual. Los grandes latifundios, muchos de ellos en manos de la Iglesia, no producían a toda su capacidad además, las técnicas eran obsoletas. El latifundio y la mano de obra semiesclava denominada peonaje, fueron de los lastres más pesados para el crecimiento agrícola. Frente al latifundio se encontraban las formas precapitalistas de producción, representadas por las comunidades indígenas, que habían sobrevivido al embate de los grandes propietarios durante tres siglos. Aunado a la producción con métodos sumamente primitivos, estas propiedades estaban, de hecho, sustraídas al mercado en tanto que eran autónomas, de autoconsumo. Fue una época clave para el desarrollo del latifundismo tanto laico como para el que estaba en manos de la Iglesia. La Guerra de Independencia y la consecuente inestabilidad de los años posteriores a ella provocaron la huída de españoles, muchos de ellos terratenientes. Por ello en el México Independiente se asiste al encumbramiento definitivo de los latifundistas criollos. El mercado interno capitalista solamente puede alcanzar su desarrollo pleno una vez que se han desplazado las formas precapitalistas de propiedad de la tierra. Esto no había sucedido en el México Independiente, ya que el latifundismo semifeudal de la Iglesia era muy poco productivo, mientras que el latifundismo laico estaba poco modernizado. Por otro lado, la penuria de los pequeños propietarios y el autoconsumo de las comunidades indígenas representaban también obstáculos al desarrollo del mercado interno. La minería La idea de las grandes riquezas de México se basaba fundamentalmente en los recursos minerales. Sin embargo, durante la guerra muchas minas fueron destruidas o abandonadas, de tal modo que independientemente de las riquezas que contuvieran habría que invertir mucho dinero para que volvieran a estar en condiciones de producir. Los gobiernos del México Independiente tomaron algunas medidas para promover la recuperación minera: en 1824 fueron sustituidas las cargas fiscales sobre la minería por un impuesto del 3 por ciento sobre el valor del metal y se estableció la libre importación del azogue. Otra medida fue eliminar los impuestos sobre cualquier artículo importado que se vendiera en un pueblo minero. Mas las medidas señaladas no fueron suficientes para desarrollar la minería. Hubo que esperar –y no mucho- a los capitales extranjeros, interesados por la minería de nuestro país. Para los ingleses había motivos de preocupación, ya que el tiempo pasaba y las minas no producían lo que se esperaba. Esto se debía al abandono en que se encontraban, a la desarticulación entre minas y haciendas y al mal estado de los caminos entre otras causas. Las minas se estaban convirtiendo en gravosas para los capitalistas extranjeros. La fiebre especulativa tuvo como una de sus manifestaciones que los capitalistas quisieron abarcar demasiado, en vez de dedicar atención y recursos a unas cuantas minas. Por ejemplo, una sola empresa, la Francoamericana, poseía 165 minas de las cuales solamente explotaba 17. Como consecuencia sobrevinieron las quiebras. Aunque este impulso exagerado de las inversiones provocó algunas frustraciones, esto no significó la total decadencia. Algunas empresas resistieron los primeros fracasos e invirtieron en tecnología, con resultados positivos. Así se estaban sentando las bases para el desarrollo de la minería que ocurriría en la segunda mitad del siglo XIX, pero cuyos beneficiarios serían principalmente capitalistas extranjeros. Comercio interior y exterior Numerosos obstáculos impedían el desarrollo de los intercambios comerciales al interior del país recién independiente. Por ejemplo, la existencia de regiones económicas más o menos autosuficientes como herencia de la etapa colonial. Superar este problema significaba invertir en caminos que unieran al país, pero el gobierno no se encontraba en condiciones de hacerlo. En el siglo XIX, como durante la Colonia, el comercio se efectuaba a través de caravanas de mulas que se internaban en los terrenos más difíciles, y que realizaban un movimiento de mercancías de considerables proporciones. Otro problema fue la inseguridad de los caminos. Como consecuencia de la guerra y las numerosas asonadas militares se crearon numerosas bandas de ladrones de caminos, varias de ellas con muchos integrantes y muy bien organizadas. Esto entorpecía el transporte tanto de mercancías como de viajeros. La falta de poder adquisitivo de la población mayoritaria y la alcabala (un odiado impuesto al comercio interno) fueron otros obstáculos al desarrollo comercial. Pese a que los distintos gobiernos (no importa si liberales o conservadores) trataron de imponer un sistema organizado y coherente que rigiera el comercio exterior, ello no era posible debido tanto a la triste realidad económica interna, como a que países como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, en vez de acogerse a las disposiciones oficiales, introducían de contrabando sus mercancías. El contrabando perjudicó gravemente la producción y el comercio nacionales, puesto que las mercancías aquí producidas pagaban impuestos y eran más caras que las extranjeras. Pese a lo señalado, hubiera sido peor optar por un comercio totalmente abierto, ya que la producción interior no hubiera sido capaz de competir con la extranjera, sobre todo la proveniente de las potencias industrializadas como Inglaterra y Francia. La crisis fiscal En cuanto a las finanzas públicas, lo normal era la penuria. Terminada la Guerra de Independencia los recursos del país se encuentran exhaustos, hay un peligro latente de invasiones extranjeras; en fin, hay muchas necesidades y muchos proyectos. Uno de los recursos que más utilizaron los nuevos gobernantes para ganar popularidad, fue el de reducir algunos impuestos, lo que trajo como consecuencia que a su vez se redujeran los ingresos. Los gastos, sin embargo, no disminuían. La burocracia absorbía una parte importante del presupuesto y el ejército significaba la derogación más considerable. En esta forma los sueños de riqueza comenzaban a esfumarse ante la penuria de cada día. Ante el déficit permanente, el gobierno se vio en la necesidad de acudir al expediente de los créditos, internos y externos. Los dos fueron contraproducentes aunque los primeros contribuyeron a crear o desarrollar a una clase social que posteriormente estaría en vías de impulsar el desarrollo del capitalismo: los usureros nacionales, con poco sentido nacionalista y mucho de comercial, se dieron cuenta del gran negocio que implicaba prestar al gobierno mexicano. Los créditos externos tuvieron peores implicaciones para la economía mexicana, ya que ponían en riesgo la integridad del país, lo hacían más vulnerable. Además de ser tan mermados los ingresos producidos por ambos créditos, una buena parte de éstos se dedicó a gastos ajenos a inversiones productivas (compra de fusiles de segunda, así como de uniformes, pagos atrasados, etc.), por lo que pronto México se vio imposibilitado a pagar. Desde entonces la famosa deuda externa sería para nuestro país una fuente de conflictos y problemas internacionales. Cambios de la economía mexicana Entre 1821 y 1854 hubo una serie de cambios en relación con la estructura colonial: - Fin del exclusivismo colonial en materia de comercio externo, lo que significa que termina la dependencia con España. - Disminución relativa de la concentración del poder económico y político de la ciudad de México. - Depresión y estancamiento de la producción de plata, con importantes fluctuaciones de corta duración a pesar de que dicho metal permaneció como el principal producto de exportación. - Eliminación parcial del grupo de españoles que en la etapa colonial detentaban el poder político y económico. Esto se logró por las leyes de expulsión de 1827 y 1829, o por haberse retirado ellos mismos, con sus capitales, durante la Guerra de Independencia. - Constitución progresiva de un grupo de comerciantes-prestamistas de nuevo tipo, que sobre todo a partir de 1850, multiplicarán sus inversiones productivas. Proyectos políticos: Monarquía y República Lectura 2: El Imperio de Iturbide27 27 Jan Bazant, et al, “De Iturbide a Juárez”, en Historia de México, Crítica, Barcelona, 2003, pp. 44-47. Según lo estipulado en el Plan de Iguala y en el Tratado de Córdoba, Iturbide escogió a los treinta y ocho miembros de la Junta Gubernativa. Esta Junta, presidida por Iturbide, declaró la independencia de México en un acto formal. Estaba compuesta por eclesiásticos, abogados, jueces, miembros de la nobleza mexicana y algunos oficiales. El Congreso Constitucional se reunió en la capital el 24 de febrero de 1822 para tratar la cuestión de la recesión económica y del déficit presupuestario. Ante la desagradable sorpresa de Iturbide, la mayoría de los diputados eran <<borbonistas>> -es decir, monárquicos proespañoles- o republicanos. Desde el primer día estuvieron en desacuerdo con él en diferentes cuestiones. España al rehusar aceptar la independencia y al no querer aprovechar la oportunidad de que México quedara en manos de los Borbones, le hizo el juego a Iturbide. En la noche del 18 de mayo de 1822, la guarnición militar local le proclamó emperador con el nombre de Agustín I y a la mañana siguiente, bajo una considerable presión militar y popular, el Congreso aceptó la situación y reconoció la nueva monarquía. El Imperio de Iturbide no perduraría. Desde el principio hubo grandes obstáculos para que sobreviviera. La nobleza mexicana anhelaba un príncipe europeo y miraba con desagrado a Iturbide, el hijo de un comerciante; los hacendados y los comerciantes, la mayoría de los cuales habían nacido en España, esperaban que un príncipe europeo los librara de préstamos forzosos y de otras cargas fiscales; por último, había un fuerte sector de republicanos que incluía a algunos prominentes periodistas, abogados y eclesiásticos progresistas como Servando Teresa de Mier que ocupó un asiento en el Congreso y propagó sus ideas republicanas con gran fuerza. Por consiguiente, no debe sorprender que la caída de Iturbide fuera incluso más rápida que su ascenso. Los borbonistas le culparon de haber violado su promesa de ofrecer el trono a un príncipe europeo. La propia arbitrariedad de Iturbide provocó la expansión de las ideas republicanas, que hasta entonces sólo habían sido profesadas por los intelectuales. Los ambiciosos oficiales del ejército tampoco estaban satisfechos: mientras que podían tolerar un príncipe extranjero, les resultaba en cambio difícil aceptar a uno de su propia clase como emperador; si no se podía conseguir traer a un príncipe extranjero, entonces la solución estaba en la república, que por lo menos era un sistema con el cual podían llegar a ser presidentes. Creció la oposición a Iturbide y, en una atmósfera de libertad de expresión restringida, proliferaron las conspiraciones. El 31 de octubre disolvió el conflictivo Congreso. Su posición se debilitó aún más al querer aplicar una serie de medidas fiscales confiscatorias, ya que los comerciantes que las padecieron –en su mayor parte españoles- buscaron apoyo en los borbonistas. La incapacidad de Iturbide de poner orden en el Tesoro fue una causa importante de su caída. En Veracruz, el 2 de diciembre de 1822, Antonio López de Santa Anna acusó públicamente a Iturbide de tirano. Proclamó la república y apeló por la reinstauración del Congreso. Cuatro días más tarde publicó un manifiesto más moderado y detallado, que sin hacer mención a una república, apelaba por la destitución del emperador. Guadalupe Victoria, que hacía poco se había escapado de la prisión, firmó el manifiesto de Santa Anna. Unas cuantas semanas más tarde, los generales Bravo y Guerrero, antiguos compañeros de armas de Morelos, manifestaron su apoyo al levantamiento de Veracruz. Finalmente, la mayoría del ejército, cuyos oficiales –muchos de ellos españoles de nacimiento- habían sido realistas y después apoyaron a Iturbide, se <pronunció> en su contra. El emperador abdicó el 19 de marzo de 1823. El 8 de abril el Congreso, reunido de nuevo, anuló el manifiesto de Iguala, así como también el Tratado de Córdoba, y decretó que México desde entonces era libre de adoptar el sistema constitucional que quisiera. La república era un hecho real. Así pues, Santa Anna desató un movimiento que produjo la caída del imperio de Iturbide y que terminó por implantar la república. Aunque el nuevo sistema político fue concebido por los intelectuales, fue el ejército el que lo hizo posible y a la vez quien se convirtió en su dueño. La rapidez con que triunfó señaló el camino de futuros levantamientos de oficiales militares desafectos. Lectura 3: La República Federal28 La amenaza de reconquista y el apoyo de la mayoría del ejército al gobierno provisional mantuvieron la unidad con la Constitución de 1824, que instituía un gobierno federal, pero debilitado para mitigar el confederalismo de Yucatán, Jalisco, Zacatecas y otros estados, que desconfiaban de la supremacía ejercida antes de las reformas borbónicas por el centro. Los legisladores de 1824 se inspiraron en la Constitución estadounidense, pero el federalismo mexicano no fue una simple copia, fue más radical. A diferencia del norteamericano, el gobierno federal no iba a gobernar a los ciudadanos, sino a los estados. Aquella concedía a la federación el derecho de cobrar impuestos a los individuos; esto le daba una base económica sólida. Como la federación mexicana 28 Josefina Zoraida Vázquez, et al, “De la difícil constitución de un Estado: México, 1821-1854” en La fundación del Estado Mexicano, Nueva Imagen, México, 2004, pp. 15-17. de 1824 gobernaba estados en lugar de ciudadanos, se condenó a depender de un contingente. Los estados lo entregaron con cierta regularidad sólo en los primeros tiempos, después la federación quedó reducida a la entrada de las aduanas y a los préstamos usuarios. El sistema estableció una clara supremacía del legislativo, considerando a los otros poderes como sus simples agentes. El ejecutivo era aún más débil que en el sistema estadounidense, de ahí que Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Valentín Gómez Farías y Antonio López de Santa Anna tuvieran que recurrir a poderes extraordinarios para poder gobernar. Estas facultades siempre fueron concedidas constitucionalmente hasta 1841, lo que no impidió que el ejecutivo fuera acusado de abuso de poder, con injusticia en la mayoría de los casos. En cambio, el Congreso se extralimitó muchas veces e invadió la esfera judicial o aprobó decisiones no constitucionales; tales son los casos de la aprobación de Guerrero como Presidente en 1828, su declaración de incapacidad para gobernar en 1830 y la decisión de asumir el carácter de constituyente en 1835. Por ser la primera experiencia política era natural que la Constitución de 1824 requiriera de ajustes ya que, entre otras imperfecciones, resultó demasiado rígida dada su exigencia en fijar un periodo determinado para hacer reformas. También mantuvo el voto universal masculino, inaplicable en la práctica, pero que sirvió para que los grupos populares fueran convocados a participar en movimientos políticos de todas clases. No obstante, amplios grupos populares, movilizados durante la Independencia, quedaron al margen de la participación política, por lo que recurrieron a periódicas rebeliones para presionar por la solución de sus problemas. La vieja polarización pondría frente a frente a la parte más tradicional de los realistas y privilegiados en contra de los iturbidistas e insurgentes que pugnaban por la expulsión de los españoles, costosa para la nación. El enfrentamiento se coronó con la violación de las elecciones de 1828, durante la primera sucesión del gobierno, el primer revés para el sistema federal. Don Vicente Guerrero fue impuesto Presidente, pero su gestión no logró sortear las pasiones partidistas, ni la penuria hacendaría que obstaculizaba la defensa nacional ante el intento de reconquista español y no tardó en ser sustituido por un régimen de “hombres de bien”, en el que el arquitecto de la política fue Lucas Alamán, quien pretendía purgar al sistema federal de sus extremismos: limitar el voto y las facultades de los ayuntamientos, fortalecer el ejecutivo, reducir gastos y arreglar la hacienda pública y profesionalizar al ejército para la defensa de la nación. El ministro Alamán tenía una clara idea de la proyección internacional de México y se propuso una diplomacia dirigida a reanudar lazos con las naciones hermanas para construir un frente común ante las amenazas extranjeras, conquistar los reconocimientos de España y el Vaticano, firmar tratados que permitieran atraer inversiones e incrementar el comercio y limitar la afluencia de estadounidenses a Texas, que empezaban a dar muestras de malas intenciones. Esta agenda inteligente fracasó por los métodos de control que Alamán utilizó para deshacerse de sus enemigos: disolver asambleas y sustituir gobiernos y mano dura contra los opositores al régimen. Causa de indignación fue la traición para apresar a Vicente Guerrero y su fusilamiento después de ser sometido a un juicio militar sumario. La Construcción del Estado: Los proyectos Liberal y Conservador. Lectura 1. Ideas, partidos y luchas políticas29 La política, las leyes y la ideología, reflejan claramente los intereses y las tendencias de las clases sociales y están al servicio de sus luchas. El momento histórico que examinamos no podía ser la excepción a la regla. Efectivamente, los gobiernos y las instituciones que se establecieron, las banderas y los principios que se defendieron en el lapso comprendido de 1821 a 1854, no eran más que la manifestación clara y exacta del choque entre dos órdenes que se excluían mutuamente: el de reminiscencias coloniales representado por los grupos privilegiados conservadores y el de pretensiones capitalistas encabezado por los intelectuales liberales y la naciente burguesía. Era la lucha entre lo viejo y lo nuevo. Mientras el primero se desmoronaba irremisiblemente, el segundo estaba en franco ascenso. Ideológicamente, los principios teóricos proclamados para mantener vigente la sociedad colonial, recibieron el nombre genérico de conservadurismo. En la contrapartida tenemos las ideas liberales que justificaban la implantación de una sociedad semejante a la de los países capitalistas altamente desarrollados. La corriente conservadora tenía sus raíces en el pasado español; rendía culto al despotismo y a la obediencia ciega; a la jerarquía y a los privilegios; confiaba en la validez universal del dogmatismo y de la verdad absoluta de la religión católica, de la enseñanza mística y anticientífica difundida por la iglesia. Asimismo nunca dejó de ser monárquica en sus ideas, si bien la realidad política la hizo disimular, cambiando a 29 Tomado de Ismael Colmenares, De Cuauhtémoc a Juárez y de Cortés a Maximiliano, Quinto Sol, México, 2002, pp.317-319. republicanismo centralista. Por el contrario, el liberalismo mexicano era una doctrina que se había nutrido directa o indirectamente en fuentes más modernas: la ilustración y la Enciclopedia francesas, los pensadores españoles del siglo XVIII y los norteamericanos como Jefferson, Franklin y Hamilton. La libertad de expresión y de pensamiento, la soberanía popular y la república, la educación laica y científica, la abolición de fueros y privilegios, fueron algunos de los puntos más sobresalientes que sirvieron como arma de combate a los liberales mexicanos en su afán de aniquilar lo establecido y allanar el camino a las nuevas formas de organización capitalista. La discusión y los planes para la realización de estos conceptos, tuvieron lugar en las logias masónicas, agrupaciones secretas de conspiración y adiestramiento político diseminados a lo largo y ancho del país. DOS fueron las logias principales que se enfrentaron: la del rito escocés, con antecedentes en los liberales españoles que llegaron al país antes de la Independencia; y la del rito yorkino fundada alrededor de 1825. En la primera se agruparon inicialmente algunos conservadores y centralistas, en la segunda los liberales, republicanos y federalistas. Si bien estas logias antecedentes de los partidos políticos, fueron prohibidas de participar políticamente en los años 30's, son importantes en cuanto que instrumentos de intervención de las potencias que entonces se disputaban el dominio sobre México: Inglaterra (logia escocesa) y Estados Unidos (logia yorkina). Además preparan el terreno para la organización más clara de los futuros grupos llamados "del orden" (conservadores) y "del progreso" (liberales). Ésta es una época en la que la lucha política se restringe a una pequeña élite, ilustrada o no pero que participaba activamente en las cuestiones gubernamentales. No olvidemos que la escasa población, el aislamiento y sobre todo el alto índice de analfabetismo limitaban la participación de las masas en la lucha, si bien ésta se expresa en algunos levantamientos campesinos y descontento popular. En torno a las ideas que hemos apuntado, los sectores más conscientes se acuerparon sobre todo en dos grupos políticos: el liberal y el conservador. Oscilando constantemente y confundiéndose a veces entre uno y otro extremo, se encontraba la posición intermedia de los moderados. No formaron partidos en el sentido estricto de la palabra; para alcanzar tal categoría siempre les faltó integrar una política nacional; no permitían la participación de las amplias masas populares ni representaban sus intereses; eran voceros de las facciones en pugna. Los árbitros entre estas últimas fueron el ejército y los caudillos, que habían proliferado escandalosa-mente desde los años del movimiento insurgente. Al conseguirse la separación entre México y España, el efímero imperio de Iturbide representó el primer ensayo de gobierno al servicio de las viejas estructuras coloniales defendidas por los conservadores. Posteriormente éstos, ya sin el ropaje monárquico promovieron el establecimiento del sistema centralista, o sea, la sujeción política y administrativa de las provincias por los poderes centrales del país. Las llamadas Siete Leyes constitucionales aprobadas en 1835 y las Bases Orgánicas promulgadas en 1842, contienen los principios jurídicos que justifican esta forma de gobierno, la que culminó y se hizo insoportable durante la dictadura del general Santa Anna en ocasión de su última estancia en el poder, de 1853 a 1855 Por su parte, la organización política enarbolada y puesta en práctica por los liberales, fue el federalismo republicano. Una de las características que lo distingue, al menos teóricamente, es la formación de estados soberanos con legislación propia para su administración local; sin embargo, están sujetos a las disposiciones generales que son comunes a todos los demás integrantes de la federación. La autonomía estatal de este sistema político, respondía plenamente a la medida de las aspiraciones hegemónicas de la joven burguesía mexicana y de los caciques de corte liberal, que tenían en las distintas regiones del país intereses creados que chocaban con los representados por el centralismo. Los fundamentos jurídicos que dieron vigencia al tipo de gobierno federal quedaron plasmados en el Acta Constitutiva de 1823, en la Constitución de 1824 y en el restablecimiento de ésta en 1842 durante la segunda administración de Gómez Farías. Pero no bastaba a los grupos en lucha diseñar e implantar las diversas formas de gobierno; era necesario además llevar adelante una política económica que respondiera a sus intereses concretes y a los de sus representados. Ardua labor en tanto que sin experiencia previa y con una mezcolanza de principios teóricos de economistas europeos ajenos a la realidad económica y social del país, dichos grupos tuvieron que adaptar esos principios y ponerlos en práctica en medio de un desorden político permanente, de una economía en crisis, de un erario en bancarrota y de las asechanzas de las grandes potencias. En términos generales podemos decir que por lo menos las vanguardias políticas tanto de liberales como de conservadores, aunque en mucho fueron cambiando algunos de sus postulados teóricos, respondieron a dos visiones diversas del crecimiento económico. Los conservadores buscaban tal crecimiento sin tocar la estructura de propiedad, dado que ello lesionaría sus intereses; abogaban por un proteccionismo estatal al comercio, a la industria y a la economía en general. Consideraban, incluso, que era posible llegar al capitalismo mediante la llamada vía "yunquer" (según Lenin, en Alemania los terratenientes semifeudales pudieron pasar a convertirse en capitalistas). Además, los conservadores creían que era posible promover la moderna industria nacional, si bien no para competir en el mercado internacional sí con miras al interno. Esta industria se crearía "desde arriba", con apoyo estatal. El Banco de Avío, fundado bajo la dirección de Lucas Alamán, es el ejemplo claro de esta política económica. También pensaban, al menos al principio, que había que desarrollar la minería como importante fuente de recursos. Por su parte los liberales creían necesario comenzar el desarrollo por la agricultura. Ahí precisamente chocaban con sus opuestos, ya que para ellos había que romper la vieja estructura de propiedad (Iglesia, terratenientes laicos aristócratas). Se precisaba, entonces, una reforma agraria que terminara con las formas de propiedad precapitalistas que impedían el desarrollo del mercado interno. Así, no solamente el latifundio eclesiástico sino también las tierras de las comunidades indígenas estaban destinados a desaparecer, según esta versión liberal. Ello nos explica más adelante, en la época de la Reforma, la Ley Lerdo y sus consecuencias prácticas. Si los conservadores pretendían la vía "yunquer", por su parte los liberales buscaban llegar al capitalismo en la agricultura mediante la vía "farmer" (granjero, pequeño propietario). Creían también en el librecambismo y en la abolición de trabas al desarrollo del mercado interno y, hasta el ensayo de Alamán en el Banco de Avío, comenzaron a considerar la posibilidad del desarrollo industrial como una de las bases del crecimiento. Asimismo, propugnaban una política de colonización extranjera que impulsara el desarrollo de regiones poco pobladas. Las bases del Estado nacional: triunfo de la Reforma: 1854- 1861. Lectura 2. De la Revolución de Ayutla a la Reforma30 El 1° de marzo de 1854, en la ciudad de Ayutla Guerrero, un grupo de liberales proclamó el Plan de Ayutla, cuya reivindicación esencial era el derrocamiento de Santa Anna y la convocatoria a un congreso para redactar una nueva constitución. La publicación del Plan fue la señal para la insurrección armada. El intento de Santa Anna por reprimir a los insurrectos en Guerrero fracasó totalmente. La insurrección se extendió con rapidez a otros estados y a mediados de 1855 la mayor parte del país estaba ya en manos de los liberales. Su ejército, formado por rancheros, campesinos indios del sur, artesanos e indigentes de la ciudad, obtuvo victoria tras victoria. En agosto de 1855 Santa Anna huyó de México y a comienzos de octubre del mismo año asumió la presidencia interina Juan Álvarez, quien formó su gobierno de «puros», Melchor Ocampo, Ponciano Arriaga, Benito Juárez, Guillermo Prieto. El 11 de diciembre de 1855, Álvarez, presionado por el ala derecha del Partido, entregó el poder a Comonfort, quien formó un nuevo gabinete solamente con «moderados». Cuando los «puros» estaban en el poder, a propuesta de Benito Juárez, el 23 de noviembre de 1855 fue aprobada una ley que abolía parcialmente los fueros del clero y de la oficialidad. A partir de entonces todas las personas eclesiásticas quedaron sometidas a la jurisdicción civil y no a la Iglesia. Fueron suprimidos los tribunales militares, excepto para delitos militares. El 25 de junio de 1856, el gobierno de Comonfort aprobó la «Ley de Desamortización de las fincas rústicas y urbanas propiedad de corporaciones civiles y eclesiásticas», llamada «Ley Lerdo». De acuerdo a esta Ley, todas las fincas pertenecientes a corporaciones eclesiásticas y civiles, deberían ser vendidas en el término de tres meses en subasta pública al mejor postor. A la Iglesia y a otras corporaciones se les prohibía, en adelante poseer fincas y otros bienes raíces. Poco después de la llegada de los liberales al poder, en febrero de 1856 quedó instalado el Congreso Constituyente, cuya misión, era redactar una nueva constitución. Tras largos debates entre <puros> y «moderados», el congreso aprobó el 5 de febrero de 1857 la nueva Carta Magna. La Constitución proclamaba que el Estado mexicano era una república representativa, democrática y federal, compuesta de estados libres y soberanos; que los derechos del hombre son la base de las instituciones sociales; y que todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio. La nueva constitución garantizaba a la población las libertades democráticas: libertad de expresión, de imprenta, de asociación y de reunión, la libertad del individuo. Derogaba los títulos hereditarios y los privilegios de la nobleza, suprimía tribunales especiales. Se concedía derecho a voto a todos los ciudadanos mexicanos varones a partir de los 21 años. Se abolía la esclavitud, suprimía trabajos personales obligatorios; abolía las alcabalas, estancos y monopolios; la enseñanza sería libre. La reacción acogió la nueva constitución con disgusto. En diciembre de 1857, los conservadores encabezados por el general Zuloaga se levantaron en armas y formularon un programa cuya 30 Tornado de Belenki A:B:, La Intervención Extranjera en México1861-1867, México, Ed. Cultura Popular, 1979, pp. 20-41 reivindicación esencial era la anulación de la Constitución. Esta rebelión marcó el principio de una cruenta guerra civil que se prolongó hasta finales de 1860. En enero de 1858, los conservadores, a quienes se había adherido Comonfort y muchos otros moderados, consiguieron apoderarse de la capital. Proclamaron Presidente a Zuloaga (quien al año siguiente fue sustituido por Miguel Miramón). Comonfort, comprometido ante los liberales, al no obtener el apoyo de los conservadores, huyó a Estados Unidos. De acuerdo con la nueva Constitución, legalmente asumió la presidencia de México, el Presidente de la Suprema Corte, Benito Juárez, quien formó nuevo gobierno en Guanajuato. En mayo de 1858 el gobierno de Juárez, formado por conocidos representantes de los «puros» se instaló en Veracruz. En México había dos gobiernos: el legítimo, en Veracruz y el gobierno conservador, en la capital. En manos de este último se hallaba la capital del país, estaba financiado por el clero y contaba con el reconocimiento de los principales países europeos. Recibía, además cierto apoyo de España y del Papa. Pero la mayor parte de los Estados del país y la mayoría de la población reconocía el gobierno de Juárez. En julio de 1859, en pleno fragor de la lucha, el gobierno de Juárez expidió las primeras «Leyes de Reforma». Su objetivo principal era privar a la Iglesia Católica de los recursos materiales que empleaba para atizar y apoyar la guerra. Una de estas leyes nacionalizaba, sin indemnización alguna, los bienes raíces y muebles de la Iglesia. Otras leyes implantaban la libertad de cultos, el matrimonio civil; disolvían las órdenes monásticas de hombres. El registro de los actos civiles y el control de los cementerios se ponían en manos de funcionarios civiles. Las Leyes de Reforma preveían la separación de la Iglesia y el Estado y privaban al clero de sus incalculables riquezas. El 3 de agosto de 1859 un nuevo decreto dispuso el retiro de la misión mexicana ante la Santa Sede. En el período inicial de la guerra civil, el ejército liberal sufrió no pocas derrotas, pues la mayoría de los oficiales de carrera y del ejército regular estaban al lado de los conservadores. Pero en el curso de la lucha, los ejércitos liberales se fueron fortaleciendo, se templaron y acumularon experiencia. Sus filas engrosaron continuamente con nuevos rancheros y campesinos. Las Leyes de Reforma contribuyeron a que se produjera un cambio sustancial en el ejército. La situación militar y financiera de los conservadores se hizo muy difícil. Para reponer su exhausto erario, el Presidente Miramón se vio obligado a adueñarse de los fondos que no le pertenecían. Como resultado de todo ello, a mediados de 1860 la correlación de fuerzas cambió a favor de los liberales. El 22 de diciembre de 1860 el general González Ortega derrotó al ejército conservador en San Miguel Calpulalpan. Miramón huyó de la capital, en la que entraron a finales de diciembre los ejércitos liberales. Así terminaba la guerra civil, con la victoria de los liberales. Lectura 3. ¿Quiénes eran los conservadores?31 La fracción conservadora se dio como jefe a un hombre extraordinariamente lúcido, pero ya viejo. Don Lucas Alamán poseía las virtudes necesarias para ser el líder de los intelectuales aristocráticos. Había nacido en la opulencia en 1792. Hizo estudios en Europa y se distinguió por su buen gusto literario. Lo hacía sobresalir aún más su presencia. Era solemne y muy religioso. Según don Arturo Araníz y Freg, por su "habilidad para penetrar en el alma de las gentes" y por "sobrio y reservado lo vieron con respeto sus mismos adversarios... A pesar de su crecida ambición de poderío, fue retraído... medroso y pacifista. Sabía adaptarse con delicada flexibilidad a las circunstancias [pero vivía] con angustiada inquietud la noción de la libertad interna de México". Contaba con la minoría intelectual más numerosa, que no la más dinámica. Lo seguían las sotanas y las charreteras de México, dos grupos soberbios que no activos. Los conservadores, quizá porque tenían mucho que perder, no querían aventurar al país por caminos ignotos y sin guía; suspiraban por la vuelta al orden español y por la sombra de las grandes monarquías del viejo mundo. Por tradicionalistas retrógrados y europeizantes, sus enemigos les pusieron los apodos de verdes, cangrejos y traidores. Su ideario lo sintetizó Alamán en siete puntos: 1. Queremos "conservar la religión cató1ica... sostener el culto con esplendor...impedir por la autoridad pública la circulación de obras impías e inmorales”. 2. “Deseamos que el gobierno tenga la fuerza necesaria… aunque sujeto a principios y responsabilidades que eviten los abusos”. 3. "Estamos decididos contra el régimen federal, contra el sistema representativo por el orden de elecciones... y contra todo lo que se llama elección popular." 4. "Creemos necesaria una nueva división territorial que confunda la actual forma de Estados y facilite la buena administración." 5. "Pensamos que debe de haber una fuerza armada en número suficiente para las necesidades del país..." 31 Tomado de Luís González y González, Todo es historia, Cal y Arena, México, 1989, pp. 101-102. 6. 7. "No queremos más Congresos... sólo algunos consejeros planificadores..." "Perdidos somos si la Europa no viene pronto en nuestro auxilio” Lectura 4. ¿Quiénes eran los liberales?32 Los liberales no tenían a mediados del siglo un jefe, pero ya asomaban entre ellos algunas eminencias cuarentonas como la de don Benito Juárez, hombre de acción, fuerte, tenaz y decidido, de origen rural, nacido el 21 de marzo de 1806, educado en el Seminario eclesiástico y en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, diputado al congreso oaxaqueño de 1832 a 1834 y al federal diez años después, y gobernador de 1847 a 1852; o menores de cuarenta años, como el eminente filósofo y naturalista don Melchor Ocampo, nacido en 1814, estudiante en el seminario eclesiástico de Morelia, rico en bienes materiales, lúcido, intransigente, satírico, ingenioso y gobernador de Michoacán entre 1846 y 1853; el dinámico don Miguel Lerdo de Tejada, nacido en el puerto de Veracruz en 1812, poseedor de un "raciocinio de acero", inclinado al estudio de la historia y la economía, autor de varias obras, presidente de la Compañía Lancasteriana y ministro de Fomento, y el general don Ignacio Comonfort, de la misma edad que Lerdo, pero al contrario de éste, dado a la moderación y a las componendas, sin asomos de jacobinismo y fanático de la honradez. Al contrario de los conservadores, los liberales negaban la tradición hispánica, indígena y cató1ica; creían en la existencia de un indomable antagonismo entre los antecedentes históricos de México y su engrandecimiento futuro, y en la necesidad de conducir a la patria por las vías del todo nuevas de las libertades del trabajo, comercio, educación y letras, la tolerancia de cultos la supeditación de la Iglesia al Estado, la democracia representativa, la independencia de los poderes, el federalismo, el debilitamiento de las fuerzas armadas, la colonización extranjera de las tierras vírgenes, la pequeña propiedad, la laicización de la sociedad, el cultivo de la ciencia, la difusión de la escuela y el padrinazgo de los Estados Unidos del Norte. Según uno de sus ideólogos, el vecino norteño "no sólo en sus instituciones, sino en sus prácticas civiles" debía ser el guía de los destinos de México. Todos los liberales coincidían en las metas, que no en los métodos. Unos querían "ir de prisa", querían implantar las aspiraciones del liberalismo a toda costa y en el menor tiempo posible; otros querían "ir despacio", querían imponer los mismos ideales al menor costo y sin prisa. Aquellos fueron llamados "puros" o "rojos" y éstos "moderados", y mientras puros y moderados disputaban entre sí, los conservadores que contaban con el clero, es decir, con una corporación poderosa y organizada, se hicieron del poder. Bibliografía de consulta para el alumno: Josefina Zoraida Vázquez, Romana Falcón y Lorenzo Meyer, Historia de México, Santillana, México, 1998. Miguel Ángel Gallo, Del México Antiguo a la República Restaurada (Historia de México I), Quinto Sol, México, 1998. Miguel Ángel Gallo, México I. Cómo se formó una nación, Quinto Sol, México, 2005. Jan Bazant, et al, “De Iturbide a Juárez”, en Historia de México, Crítica, Barcelona, 2003. Luís González y González, Todo es historia, Cal y Arena, México, 1989. TEMA 6. Las intervenciones extranjeras. El proceso de construcción del Estado y la nación mexicanos se dio paralelo a su inserción en el sistema mundo. Mientras en el interior se enfrentaban liberales y conservadores por imponer su proyecto de nación, en el exterior no fue fácil obtener el reconocimiento de las potencias europeas. Había que conquistar la soberanía nacional en un sistema mundial que estaba mudando en sus modelos, el liberalismo se imponía en geopolítica; Estados Unidos consolidaba su república federal, irradiaba su influencia en América e iniciaba su acelerada expansión; Francia e Inglaterra, potencias ya industriales, competían por conquistar territorios y abrir nuevos mercados en los cinco continentes; España, antigua metrópoli, se asociaba en la Santa Alianza con Rusia, Austria y Prusia para restaurar su monarquía y recuperar sus posesiones. En esa 32 Ibidem. compleja coyuntura la joven nación tenía una situación delicada para conservar la herencia territorial y el papel diplomático legada por el imperio hispano. En sus primeros decenios vivió la amenaza de la reconquista, enfrentó la secesión de Texas y la guerra con Estados Unidos, en fin, la Primera Intervención Francesa. Episodios que no solo definieron su lugar en el sistema mundo, sino que galvanizaron el patriotismo y contribuyeron a consolidar la unidad nacional, única fuente de soberanía. En este tema toca analizar la difícil construcción de la soberanía nacional, la inserción de México al sistema mundo y la conquista de su reconocimiento. ¿Qué actitud tomaron las potencias hegemónicas ante la joven nación? ¿Qué alianzas establecieron los países recién independientes? ¿Cuál fue la actitud de los grupos dirigentes ante el expansionismo de Estados Unidos?, ¿Cuál ante el de Francia? ¿Cómo afectó la lucha que los enfrentaba para imponer su proyecto de nación? ¿Desde cuándo podemos hablar de un patriotismo nacional? ¿En un mundo globalizado tiene sentido hablar de soberanía nacional? Objetivo: Analizar las dificultades para alcanzar la soberanía del nuevo país en el sistema mundo Conceptos: Intervención militar, soberanía nacional, patriotismo. Habilidades: Interpretar hechos históricos, determinar los factores de las intervenciones extranjeras, elaboración de ensayos. Actitudinales y valores: Promover el respeto a la libre determinación de los pueblos, resaltando el papel de México como un país pacifico. Ayuda didáctica para el alumno: en este tema te proponemos hacer un análisis de los argumentos de los actores sociales —liberales, conservadores, texanos, norteamericanos, franceses— que participaron en las diferentes intervenciones y guerras contra México, con el fin de conocer sus razones, sus estrategias y, sobre todo, con el fin de ayudarte a identificar y revivir la concepción que tenían de soberanía. ¿Era la misma para los liberales que acudieron a los Estados Unidos, que para los conservadores que se apoyaron en los franceses imperialistas? CRO&OLOGÍA DE LAS GUERRAS E I&TERVE&CIO&ES EXTRA&JERAS: 18211867 1821-36 1829 1829 1835 México vive bajo las amenazas de reconquista de España que se apoya en el poder militar de la Santa Alianza, hasta el momento en que reconoce la independencia de México. El español Isidro Barrada desembarca en Tampico, intentando volver a imponer el gobierno español en México. Fue vencido por Santa Anna. El presidente Vicente Guerrero decreta la abolición definitiva de la esclavitud, disposición proclamada por Hidalgo y Morelos, que afecta directamente a los colonos norteamericanos del estado de Coahuila y Texas. El Estado de Texas proclama su independencia de México, misma que es reconocido por los Estados Unidos; se opone al régimen centralista que han impuesto los conservadores. Se declara república independiente y nombra presidente a Sam Houston y vicepresidente al liberal mexicano Lorenzo de Zavala. 1836 1838 1839 1840 1841 1843 1846 1849 1845 1846 1847 1853 1854 Después de combatir a los federalistas, Santa Anna sale en campaña al frente de seis mil hombres para recuperar el estado insumiso. Vence en San Antonio de Béjar y masacra a los independentistas en el fuerte Álamo y en Goliad. El 21 de abril Santa Anna es derrotado por Houston en San Jacinto y hecho prisionero. Firma los Tratados de Velasco con los que se compromete a retirar de Texas el ejército mexicano y reconoce su independencia. Después de varios contactos, se firma en Madrid el Tratado definitivo de Paz donde España reconoce la Independencia de México. La santa Sede hace lo mismo. Intervención francesa llamada "Guerra de los pasteles" ocasionada por las exigencias de un tratado comercial favorable a Francia y las reclamaciones — exageradas— de súbditos galos, entre otras de un propietario de una pastelería destruida y quemada por oficiales militares mexicanos. El gobierno del rey Luis Felipe envió al barón Deffaudis para hacer efectivas las reclamaciones que fueron desatendidas; las escuadras francesas abrieron fuego en Veracruz. Santa Anna defendió la plaza y en su retirada perdió una pierna. El 9 de marzo el gobierno firmó un tratado comercial con Francia y se obligó a cubrir 600 mil pesos de reclamaciones. Yucatán se declaró separado de México mientras no se restablecieran las instituciones federales. El gobierno cerró los puertos de Campeche y Sisal al comercio extranjero y declaró piratas a los buques del estado de Yucatán. La Cámara de diputados de Yucatán aprobó que el estado se constituiría en república independiente de México. El gobierno celebró tratados con Yucatán para que permaneciera unido a la República. El 1º de enero Yucatán se declara separado de la República (se reintegra a la nación en diciembre) Continúa la guerra de castas en Yucatán, separado aun de la República. Se hicieron negociaciones y el 17 de agosto volvió a unirse. El 12 de abril de 1844 la República de Texas celebró un tratado con los Estados Unidos para unirse a él, mismo que fue ratificado por el congreso norteamericano el 3 de marzo de 1846, fijando sus límites hasta el río Bravo, lo que afectó parte del territorio mexicano. Inicia la guerra entre Estados Unidos y México. Después de ocupar varias ciudades y puertos importantes las tropas norteamericanas entran en la ciudad de México, vencen al ejército y el 14 de septiembre, enarbolan su bandera en Palacio Nacional. La ciudad será ocupada hasta la firma del tratado de Guadalupe Hidalgo donde México acepta la anexión de Texas, cede la Alta California y Nuevo México a cambio de 15 millones de pesos. El 13 de diciembre Su Alteza Serenísima Santa Anna firma el Tratado de La Mesilla por el que México vende el territorio de La Mesilla (grande como los estados de Puebla Y Chiapas juntos) a los Estados Unidos por 7 millones de pesos. El Conde Gastón Rousset de Boulbon, al mando de un grupo de franceses, desembarca en Guaymas con pretensión de apoderarse de Sonora. Fue vencido por el general José María Yáñez. &ociones para reflexionar • •Intervención: acto de intervenir y periodo que dura ese acto. Intervenir es la entrada del ejército de un país en otro, es vigilar y limitar el ejercicio de la soberanía de otro país, sin tener derecho a ello. Se dice del acto de inmiscuirse en algún asunto ya iniciado. Para el caso de México se habla de Intervención francesa, al episodio en el que el ejército de Napoleón III invadió el país para garantizar la instalación del imperio de Maximiliano solicitado por un grupo de conservadores. Los franceses le llaman Expedition du Mexique, expedición de México. Durante todo el siglo XIX, época de la consolidación de Estados naciones la palabra adquirió un carácter peyorativo. Para los años 1980 se habló del derecho de injerencia o intervención, en ocasión de acciones humanitarias organizadas por la ONU; su primera aplicación fue en Somalia, 1992, y para justificar la acción militar en la ex-Yugoslavia, 1993. Desde la guerra del Golfo, entre Irak y • • • 33 34 Kuwait, 1991, apelando al derecho de intervención los Estados Unidos bombardean sitios estratégicos en Irak. Separación: palabra que viene del latín, separare, que deriva de parare y significa disponer. Con el prefijo se quiere decir "disponer aparte". Es el acto de separar o separarse de un todo. Se usa la palabra secesión cuando se quiere indicar que la separación concierne a una parte de la nación; separar una porción de su territorio, en el que sus habitantes demandan la soberanía. La secesión es muy a menudo violenta, de causas endógenas y, a veces, muy a menudo con fuertes intereses externos. Colonización33: es el acto de colonizar, tiene dos sentidos: uno, el de poblar y, otro, el de dominar. El primero se dice cuando se establece un grupo de personas en un lugar distinto al de su procedencia con el fin de explotar sus recursos. La política de poblamiento, llamada de colonización, aplicada durante el siglo XIX por todos los gobiernos de América —desde Canadá y Estados Unidos hasta la Argentina— pretendía atraer personas o colonos para poblar, explotar y defender los territorios nacionales. Esta política tuvo mucho éxito en algunos países como Estados Unidos, Argentina o Uruguay y logró pocos resultados en México que, desde la independencia, ofreció tierras y excepciones de impuestos a las familias que quisieran venir a colonizar el territorio. Se crearon Sociedades de Colonización a las que el gobierno subsidió con recursos para el traslado de personas. Tenían que llenar algunos requisitos como respetar las leyes de la nación y, desde 1830, no tener esclavos, no asentarse cerca de las fronteras o puertos y, de preferencia, ser católicos. Esa política atrajo varios grupos que formaron "colonias" de franceses, italianos, polacos, chinos, libaneses, norteamericanos, entre otras muchas que se instalaron en el país. Algunas de ellas aún existen como: Jicaltepec, fundada por franceses en Veracruz, o Chipilo, por italianos en Puebla. El segundo significado de la palabra colonización es el de dominación que se refiere a la acción de ejercer un dominio económico, político, militar o cultural sobre territorios extranjeros. Así se dice que durante el siglo XIX las potencias expansionistas como Inglaterra o Francia crearon sus imperios coloniales, mientras que Estados Unidos conquistaba tierras para colonizarlas y expandirse. De tal suerte, a los individuos que viven en otras tierras se les puede llamar de dos maneras según su actitud y prácticas sociales: colonos serían aquellos que llegan, conocen, conviven y se integran en la sociedad (de hecho el origen de la palabra colono es latino, colonus, que se refiere al labriego de una tierra arrendada); en cambio, se les dice colonizadores a los que ejercen un dominio sobre ella. Soberanía34: del latin superianus, derivado de superior, soberano. Es la capacidad de una persona, una sociedad o un Estado para encontrarse en posibilidad de determinar por sí mismo su comportamiento, tomar sus propias decisiones y actuar sin que otra persona u otro Estado intervenga o lo influya. También se dice del poder eminente y exclusivo que se tiene sobre un territorio, así el Estado soberano se opone a la colonia, al protectorado. En principio todos los estados son soberanos, pero a muchos no se les reconoce ese carácter; un atributo de la soberanía del estado es la independencia en las decisiones en materia diplomática, militar y financiera. Visto así, habría pocos estados soberanos pues ellos establecen alianzas que los limitan, al grado que los más pobres se encuentran bajo la tutela de financieros y banqueros (como el Fondo Monetario Internacional). La soberanía del Estado lo autoriza a establecer compromisos internacionales libremente aceptados —por interés o la fuerza— que representan un abandono parcial de la soberanía. Desde el punto de vista político el término soberanía aparece en el siglo XVI, junto al de Estado, para indicar la unificación y concentración del poder en una sociedad. Pretende ser una racionalización jurídica del poder, en el sentido de transformar la fuerza en poder legítimo, el poder de hecho en poder de derecho. De aquí que la configuración de la soberanía dependa de las distintas formas de organización del poder. En el caso de América la soberanía sobre los pueblos y territorios la adquirieron las potencias europeas —española, portuguesa, inglesa o francesa— por derecho de guerra de conquista contra los pueblos indígenas que fueron sometidos. Impusieron su gobierno, su cultura y ejercieron la soberanía sobre los indios durante tres siglos. Las independencias buscaron transferir la soberanía de la Corona de esas potencias a los nuevos estados. En Hispanoamérica se abrió así una doble lucha: por un lado, la conquista del poder interior y la construcción de una forma de gobierno (de dominación) para el pueblo, que derive en continuas guerras civiles y golpes de estado; y, por otro lado, la lucha por conquistar la estima de la soberanía nacional en el exterior, es decir el respeto de las potencias hacia la libre determinación del nuevo Estado. Texto elaborado por Javier Pérez Siller. Ibid Procesos históricos a considerar: El destino manifiesto Desde su nacimiento, los dirigentes de los Estados Unidos creyeron y cultivaron la idea de que la Providencia les había destinado la conquista y explotación del continente americano. En 1786, Thomas Jefferson, padre de la independencia y futuro presidente, lo decía en estos términos: "Nuestra confederación ha de ser considerada como el nido del cual partirán los polluelos destinados a poblar América. El peligro actual no radica en el hecho de que España sea dueña de extensas posesiones americanas, sino en que la debilidad permita que caigan en otras manos antes de que seamos lo suficientemente fuertes para arrebatárselas parte por parte". La fortaleza y la ambición crecieron, para 1840 el presidente John Tyler promovió la anexión de Texas y desató una verdadera fiebre expansionista que fue bautizada como Destino manifiesto, disposición que les sirvió para inflamar en la población la política expansionista durante todo el siglo XIX y que está anclada en su patriotismo. Intentos de uniones en América: 1821-1826. Las colonias angloamericanas independientes fueron pronto un coloso. Las hispanoamericanas en cambio, después de su independencia, quedaron débiles y amenazadas por la reconquista española y las ambiciones territoriales de los Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Contra esos peligros se dieron varias alianzas: la Unión Económica Hispanoamericana intentada por Lucas Alamán que pretendía el desarrollo conjunto de las fuerzas exteriores de las naciones mediante el comercio y las marinas nacionales. Celebró un tratado con Colombia, 1823, pero dos años más tarde Inglaterra se opuso, e influyó en ella para que no lo ratificara. Alamán hizo un nuevo tratado con Perú, 1832, que también fracasó. La segunda fue la Unión hispano-americana a la que convocó Simón Bolívar en el Congreso de Panamá, 1826, al que concurrieron representantes de Colombia, Perú, Centroamérica y México y observadores de Inglaterra y Holanda. Se redactaron unos tratados que deberían ser firmados en Tacubaya a donde no concurrieron los representantes. El objetivo era hacer un frente para defenderse de las pretensiones europeas y un contrapeso a la expansión de los Estados Unidos. La doctrina Monroe. La llamada Doctrina Monroe, proclamada por el presidente de Estados Unidos, James Monroe; temiendo que la Santa Alianza intervendría en los asuntos de los nuevos países de América del Sur, y frente a las tentativas expansionistas de Rusia en el Pacífico, en su discurso al Congreso de diciembre de 1823, toma posición contra toda "colonización extranjera del continente americano"; la Doctrina Monroe contiene los puntos siguientes: a) el continente americano no es un territorio para futura colonización europea; b) en América hay un sistema político diferente en esencia al de Europa; c) Que los Estados Unidos considerarían toda tentativa europea por extender su influencia en América como peligrosa para su paz y seguridad. Dicha doctrina, contenida en la frase "América para los americanos", se convertía desde entonces, con las subsiguientes adaptaciones, en la base ideológica de los propósitos hegemonistas de la política exterior estadounidense en Latinoamérica. .Monroe proclama la neutralidad de los Estados Unidos en cualquier guerra europea. Lectura 1. México y el contexto mundial: 1821-5435 México había logrado sacudirse el yugo español e iniciaba así el doloroso proceso de construirse a si mismo como una nación independiente de corte liberal. Pero no sería fácil: a las contradicciones internas se agregaban nuevos problemas provenientes del exterior. Las potencias capitalistas, que habían influido de diversas formas y grados en el proceso independentista de las colonias españolas tenían ahora la oportunidad deseada: sustituir a la vieja Metrópoli con métodos más modernos de explotación, básicamente económica. Serán fundamentalmente Inglaterra y Francia, en Europa, y por este continente los Estados Unidos, quienes a lo largo del siglo XIX disputan el dominio de estas tierras y sus riquezas. 35 Tornado de Miguel Angel Gallo, "Introducci6n", en Ismael Colmenares, De Cuauhtémoc a Juárez y de Cortés a Maximiliano, Quinto Sol, México, 1986, pp. 320-322. Chile, Colombia y Perú, países hermanos, fueron los primeros en reconocer a México como independiente en el temprano 1822: la similitud de circunstancias históricas con ellos, hizo posible esta política solidaria. Sin embargo privaba una oscura amenaza. En el Congreso de Verona (octubre de 1822), la Santa Alianza (Rusia, Prusia y Austria) decidió ayudar a Fernando VII a restablecer su poder absoluto en España, lográndolo unos meses después. Se cernía sobre el naciente país la amenaza de reconquista española a la que agregaremos el no reconocimiento del Vaticano a la independencia de México, incómoda situación para un país católico como éste. Sin exagerar las cosas, diremos que esa inseguridad provocó en parte que nuestro país, carente de recursos, utilizara porcentajes importantes de los mismos en preparar ejércitos y armamentos para la defensa, distrayéndolos así de la posibilidad de utilizarlos en necesidades económicas urgentes. Inglaterra, Estados Unidos y Francia irían reconociendo la independencia de México mientras preparaban sus armas (diplomáticas, económicas, políticas o militares) a fin de utilizarlas para su provecho en contra de la joven nación. Como era desigual el desarrollo alcanzado por esos países, eran también diversos sus intereses lo mismo que los medios de que se valdrían. La Gran Bretaña estaba colocada como la máxima potencia mundial sobre todo desde que, al derrotar a Napoleón Bonaparte no tenía enemigo al frente. Su desarrollo económico, iniciado intensamente desde mediados del siglo XVIII con la Revolución Industrial, la había convertido en el país capitalista por excelencia: poseía maquinaria, colonias, capitales, la marina más poderosa y deseaba consolidar su dominio económico en Latinoamérica. Sus intereses en esta región (por tanto, en México) se centraban en el comercio y la inversión de capitales en sectores claves como la minería o mediante créditos al gobierno. Dentro de sus planes no se encontraban posibles invasiones armadas, por lo menos a México: de ahí su política ambivalente tendiendo a la conciliación, pero también su apoyo a la logia escocesa tras la que se ocultaban sus intereses. Estados Unidos era un país potencialmente fuerte, es decir que considerando su productividad, recursos, situación geográfica, tenía ya firmes bases para un gran desarrollo capitalista posterior. En este sentido no podía oponerse a la intervención europea en América por vías armadas, haciéndolo por el expediente diplomático. De ahí la famosa Doctrina Monroe (1823). En los inicios de México Independiente, Estados Unidos tenía puesta la mira básicamente en territorios; de ahí su agresiva política, así como su descarada injerencia en la lucha política mexicana (Poinsett y la logia yorkina), o el despojo de Texas y finalmente la guerra de 1846-48. De hecho, fue Estados Unidos el país de quien mayores agravios recibimos, empleando diversos métodos como la compraventa (la Luisiana 1803, la Mesilla, 1853); la colonización y el azuzamiento de colonos contra el gobierno mexicano, como sucedió con la pérdida de las Floridas (1819) y Texas (1836); la guerra de California y de Nuevo México (1848). Para 1838, Francia era otra de las naciones europeas que marchaban viento en popa por la ruta del capitalismo. Con el propósito de hacer patente ante los ojos del mundo sus pretensiones de disputar a sus competidores el dominio sobre México, hizo a este país una injusta agresión armada en aquel año. Las causas aparentes de la intromisión fueron las reclamaciones desmesuradas que formularon los súbditos franceses avecindados en suelo mexicano, cuyos bienes no habían escapado a los perjuicios inevitables de la contienda civil. Para ridiculizar el acto infame de la intervención, la historia lo ha consignado con el nombre de "La guerra de los pasteles" pues dentro de las exigencias figuraba también la reclamación por daños de un pastelero francés equivalente a la suma de 60 mil pesos. Lectura 2. La separación de Texas (1835-1836)36 La separación de Texas no fue un acontecimiento casual, sino que, fue resultado de un conjunto de factores internos y externos. Entre los internos tenemos la política que siguieron los diferentes gobiernos de México de alentar la colonización del territorio texano, al cual llegaron en gran número colonos de origen norteamericano que con el paso del tiempo serán los que plantearán independizarse de México; además, a la separación de Texas contribuirán la impericia y los errores del ejército mexicano, empezando por el jefe principal: Antonio López de Santa Anna. Entre los elementos externos debemos destacar fundamentalmente la intromisión del gobierno norteamericano, que alentó la independencia de los texanos a través de la dotación de recursos materiales, principalmente de armas. La participación de los Estados Unidos en este conflicto obedecía esencialmente a su política de expansión territorial, que se expresará más adelante, de manera abierta, provocando la guerra contra México, teniendo como sustento ideológico el Destino Manifiesto. La colonización de Texas por parte de norteamericanos se inició con Moisés Austin, quien había obtenido la autorización del gobierno mexicano para establecerse en este territorio; pero fue su hijo Esteban Austin quien la llevó a cabo junto con otros colonos. En la práctica los colonos de Texas nunca 36 Texto elaborado por el Profesor Jorge Cruz Vivanco. respetaron las prohibiciones establecidas por el gobierno mexicano: no importar esclavos y no vender tierras. Los texanos de origen norteamericano y partidarios de la anexión de Texas a los Estados Unidos, aprovecharon el establecimiento del régimen centralista en nuestro país en 1835, siendo presidente de la República Antonio López de Santa Anna, para declarar su independencia en marzo de 1836, argumentando que su decisión de permanecer independientes de México, se mantendría en tanto el sistema federal estuviera suprimido. Santa Anna preparó la ofensiva militar para someter a los texanos, con un ejército mal pertrechado, que aún así consiguió victorias en las primeras batallas; pero que sucumbió ante decisiones equivocadas de sus jefes como el fusilamiento de prisioneros de guerra como el ordenado en el Fuerte del Álamo –medida innecesaria que le acarreó el odio de texanos que hasta antes de ese hecho simpatizaban con la posición de seguir unidos a México-, descuidar la vigilancia en San Jacinto que propició la derrota del ejército mexicano y la aprehensión de Santa Anna. El final de la Guerra vendría con la firma de los Tratados de Velasco, en los que Santa Anna reconoció la Independencia de Texas y se comprometió a no iniciar ningún ataque contra los texanos. El Congreso mexicano desconoció estos Tratados, sin embargo, Texas jamás volvería a ser territorio nuestro. Lectura 3. La guerra de Estados Unidos contra México: 1846-184837 La pérdida del Territorio Mexicano. Dentro de la Historia de México, uno de los capítulos más injustos y dolorosos es sin duda, la forma amañada, traicionera e irreversible en la que los norteamericanos nos arrebataron una gran parte de nuestro territorio. En efecto, una vez lograda su independencia, los Estados Unidos orientaron sus ambiciosos objetivos hacia el afán expansionista para aumentar sus fronteras, de manera que por todos los medios obtuvieron espacios. La península de la Florida, antigua propiedad española, Louisiana, que en su momento perteneció a Francia, son solamente dos ejemplos que ilustran la ambición de EU, que no cejará hasta que finalmente obtuvo casi la mitad de nuestro territorio. Al principio, después que México logró su independencia, los embajadores norteamericanos insistieron ante los diferentes gobiernos para que les fueran cedidos o vendidos los vastos territorios mexicanos del sur, pero se encontraron con el hecho de que la opinión pública y los primeros gobiernos federales no querían ni oír hablar acerca de mutilar el territorio mexicano, de manera que el gobierno norteamericano decidió cambiar de táctica, esperar el momento conveniente y aprovechar el periodo de terrible inestabilidad política que vivió México a partir del establecimiento de la primera República Centralista, ya que durante la encarnizada disputa por el control del país, liberales y conservadores descuidaron y olvidaron nuestro valioso territorio, coyuntura que aprovechó inmediatamente el gobierno norteamericano para introducir, primero en Texas y después en el resto del territorio ambicionado, militares disfrazados de colonos, individuos bien aleccionados para maniobrar adecuadamente y en el momento oportuno canalizar los errores del ejército mexicano, al mando de uno de los personajes más ambiciosos, traidores y nefastos en la Historia de México: Antonio López Santa Anna Pérez Lebrón, quien no obstante su falta de patriotismo, principios y evidente deshonestidad y falta de talento para dirigir el país, ocupó en repetidas ocasiones la presidencia de México, a pesar de sus continuos errores, y considerando que Texas se había perdido por las equivocadas decisiones de Santa Anna. En este contexto, en 1846 el 25 de abril, una parte de la caballería mexicana en el sur de la frontera que se encontraba en el río Nueces, tuvo una escaramuza con el invasor norteamericano, lo que fue utilizado como pretexto por el presidente de Estados Unidos, James Polk, para declarar la guerra a México, ya que también a los esclavistas sureños les convenía ampliar sus posesiones. Desafortunadamente, el gobierno mexicano reacciona casi dos meses después de la declaración de guerra, con lo que EU lleva la ventaja, y esto mismo tiempo es aprovechado por Santa Anna, que vuelve de su exilio en Cuba para tomar nuevamente el poder, y en lugar de que los mexicanos defiendan el territorio mexicano y marchen unidos contra el invasor, las contradicciones políticas dominan: Mariano Paredes Arrillaga, aprovecha el mando del ejército para dar un golpe de estado al presidente José Joaquín de Herrera; Santa Anna y Valentín Gómez Farías llegan a la presidencia y cuando este último se percata de la falta de fondos públicos para enfrentar la guerra con EU, dicta leyes para obtener recursos de la iglesia católica, quien aliada al invasor debido a que los militares norteamericanos le garantizan no atentar contra sus bienes ni el culto, siempre y cuando el clero convenciera a los creyentes mexicanos de las ventajas de la rendición incondicional ante las tropas norteamericanas. 37 Texto elaborado por la Profesora Ma. Cecilia Vélez Guevara. Así, la guerra con EU que trae como consecuencia la pérdida del territorio se lleva a cabo en medio de una serie de traiciones, errores y derrotas en el campo de batalla: el 22 de febrero de 1847 en la Angostura, y a finales del mes, en Sacramento. Posteriormente el general Scott toma Veracruz y se dirige hacia el DF. Santa Anna pretende interceptarlo cerca de jalapa, en Cerro Gordo, pero errores tácticos propician la derrota mexicana, por lo que los norteamericanos ocupan Puebla el 15 de mayo. En la capital tiene lugar las batallas de Padierna, Churubusco. Molino del Rey y Chapultepec, donde mueren algunos cadetes del colegio militar. Bibliografía para el alumno: Juan Brom, Esbozo de Historia de México, Grijalvo, México, 1998. Gastón García Cantú, Las invasiones norteamericanas en México, FCE, México, 1991. Belenki A:B:, La Intervención Extranjera en México1861-1867, México, Ed. Cultura Popular, 197 Tema 7. La intervención francesa y el rescate de la soberanía nacional. Después de haber padecido una guerra injusta en la que se perdió la mitad del territorio nacional, la sociedad mexicana enfrentaría un nuevo conflicto internacional, en el que una de las grandes potencias del mundo, Francia, pretextando la exigencia del pago de una deuda, invadirá nuestro territorio e iniciará una guerra injusta y nunca declarada. Para ello contará con el apoyo decidido de los conservadores mexicanos que pretendían la instauración de un nuevo régimen monárquico que les devolviera los privilegios perdidos, sobre todo los de la Iglesia. La amarga experiencia vivida en la Guerra contra Estados Unidos había servido para hacer reflexionar a muchos mexicanos de la necesaria participación de todos para defender la integridad territorial. Para muchos mexicanos que vivieron esta Segunda Intervención Francesa, el triunfo de la República sobre los intervencionistas franceses y sus aliados conservadores, significó alcanzar la Segunda Independencia, rescatar la soberanía nacional que había sido puesta en entredicho y consolidar los sentimientos de mexicanidad. Objetivo: Valorar las contribuciones de las luchas del pueblo mexicano en la formación de la nación y el espíritu de mexicanidad. Conceptos: intervención militar, soberanía nacional, patriotismo, mexicanidad, integridad territorial. Habilidades: Realizar una lectura crítica de la Segunda Intervención Francesa, valorar la participación de un pueblo en una lucha de liberación. Actitudinales y valores: Fomentar el respeto a la soberanía nacional, estimular el espíritu de mexicanidad. Lectura 20. La Segunda Intervención Francesa (1862-1867)38 Una vez derrotados los conservadores en la Guerra de Reforma, el Presidente Juárez procedió a tomar medidas urgentes para sanear las finanzas públicas, ya que el gobierno se encontraba sin recursos para atender las necesidades económicas. Para esto decretó la suspensión del pago de la deuda pública externa. Se trataba de dejar de pagar sólo de manera temporal las deudas que se tenían con el exterior. Sin embargo, al conocerse en Europa el decreto mencionado, los gobiernos de Inglaterra, España y Francia decidieron nombrar a sus representantes para reunirse en la llamada Convención de Londres, donde determinaron formar una Alianza Tripartita (de los tres países) para exigir al gobierno republicano de Juárez el pago de la deuda que México tenía con ellos; comprometiéndose a respetar la soberanía y la integridad territorial de nuestro país. 38 Texto elaborado por el Profesor Jorge Cruz Vivanco Inglaterra era el país al que más se le debía (70 millones de pesos), a España se le debían 9 millones y a Francia 3; aunque Francia para incrementar sus presiones agregaba la deuda que había contraído el gobierno conservador de Miguel Miramón con un banquero suizo. Las tropas de los tres países arribaron a las costas mexicanas de Veracruz entre fines de 1861 y principios de 1862. De inmediato el gobierno liberal de Juárez decide negociar con los representantes de la Alianza Tripartita y evitar así una nueva guerra que sería de consecuencias graves para nuestro país. Convencidos los representantes de España y de Inglaterra de que el gobierno mexicano cumpliría sus compromisos, las tropas de estos dos países se marchan a Europa, no así las de Francia que en realidad buscaba algo más que el cobro de una deuda, como lo demostraría al iniciar una guerra injusta y nunca declarada contra México. La Segunda Intervención Francesa obedecía a los propósitos expansionistas del Imperio francés de Napoleón III, que pretendía convertir a nuestro país en una colonia francesa que alimentara con sus materias primas el desarrollo de la industria francesa, del capitalismo francés, saquear nuestro territorio con la complicidad de los conservadores mexicanos que llegaron al extremo de ofrecer la Corona del Imperio mexicano al archiduque Fernando Maximiliano de Austria, que vino a gobernar nuestro país apoyado por las tropas francesas y, quien de inmediato, entró en contradicciones con los conservadores por su política liberal que reafirmó las medidas reformistas adoptadas por Juárez como la separación de Iglesia y Estado, la desamortización y la nacionalización de los bienes eclesiásticos y la libertad de culto. De acuerdo con los Tratados de Miramar firmados entre Napoleón III y Maximiliano, el gobierno francés otorgaría un préstamo al gobierno imperial de Maximiliano, que éste devolvería con intereses a cargo del erario mexicano; también se establecieron en los Tratados otras condiciones lesivas para la economía mexicana como el pago de sueldos a los soldados franceses y la garantía de cubrir reclamaciones de súbditos franceses. Hubo, empero, voces en la misma Francia como la de Víctor Hugo que se opusieron a la Intervención y expresaron su apoyo al pueblo mexicano, ese pueblo que sin duda fue el protagonista esencial en la lucha liberadora, ya que nunca se dio por vencido, ni en los peores momentos. Fue el pueblo el que participó en la Batalla del 5 de Mayo de 1862 y en los largos cinco años que duró la Intervención, organizando grupos guerrilleros que se multiplicaron a lo largo y ancho del país para defender el suelo patrio, y que impidieron que los intervencionistas franceses y sus aliados conservadores dominaron por completo todo el territorio. El constante cambio de mando en el ejército francés –primero Lorencez, luego Forey y finalmente Bazaine- demuestran que nunca tuvieron el control total de la situación. Además de los factores internos –lucha incansable del pueblo mexicano, firmeza del gobierno republicano de Juárez, audacia de los generales liberales mexicanos, contradicciones entre Maximiliano y los conservadores, contradicciones por el mando militar entre Maximiliano y los generales franceses-, hubo factores externos que contribuyeron al fracaso de la Intervención y al derrumbe del Imperio de Maximiliano: los problemas de Napoleón III en Europa que debía enfrentar una guerra contra Prusia,lo que lo obliga a retirar sus tropas de México a partir de 1866; el fin de la Guerra de Secesión en Estados Unidos en 1865, cuyo gobierno le exigirá al gobierno francés el retiro de sus fuerzas militares de México. A diferencia de lo que había sucedido en la Guerra contra Estados Unidos, ahora la mayoría de los mexicanos se habían levantado en armas contra la Intervención Francesa, convencidos de que el suelo patrio se encontraba en peligro y demandaba la participación sin reservas de todos. El triunfo contra la Intervención significaba alcanzar la Segunda Independencia y que se había consolidado algo que se había venido gestando a lo largo del siglo XIX: el Estado-Nación. Tema 8: La Consolidación del Estado &acional Una vez derrotados los conservadores y sus aliados franceses, el grupo liberal se afianzará en el poder y, al mismo tiempo consolidará el Estado Nacional que había sido uno de sus objetivos fundamentales. El Estado moderno concebido por los liberales coincidía con el modelo de Estado-Nación surgido de la Revolución Francesa, para el que la unión de los ciudadanos que compartían el mismo territorio y estaban sujetos a las mismas leyes y a la misma autoridad, era lo prioritario. Para el nuevo Estado lo fundamental era uniformar los diversos aspectos de la sociedad como son la educación, el idioma, la legislación. En ello no cabía la diversidad; lo que condujo a que el Estado enfocará sus ataques contra los elementos que no se sometían a la uniformidad estatal: los pueblos indígenas. No es casual, entonces, que los gobiernos de Juárez, Lerdo y Porfirio Díaz llevaran a cabo una política de franca hostilidad hacia los pueblos indígenas, que incluyó la expropiación de tierras que habían pertenecido a las comunidades agrarias desde los tiempos de la sociedad prehispánica. La Revolución Mexicana volverá a poner en primer término a los pueblos indígenas despreciados por los gobiernos liberales. Objetivo: Valorar los elementos básicos que determinaron la consolidación del estado nacional. Conceptos: Estado-Nación, modernidad, Revolución Francesa, liberales, conservadores. Habilidades: Comparar las diversas concepciones de Estado-Nación, interpretar la concepción de nación plural. Actitudinales y valores: Reflexionar en torno al significado histórico de la construcción del Estado-Nación. Ayuda didáctica para el alumno: A través de los conocimientos y habilidades adquiridos pasa a integrarlos y a utilizar los conceptos que se fueron trabajando durante la unidad para determinar si la nación terminó de construirse en esa época o continuó en proceso de formación. Lectura: La consolidación del Estado-&ación39 El proyecto de Estado-Nación que maduró en México durante la segunda mitad del siglo XIX se impuso como primera tarea someter la diversidad de la nación a la unidad del Estado. Los constructores del Estado anhelaban una nación desprendida de las comunidades históricas que habían formado a la nación plural. Luis Villoro advierte que la “nación moderna no nace de la federación y convenio entre varias naciones históricas previas. En realidad, la constitución del nuevo Estado es obra de un grupo de criollos y mestizos que se impone a la multiplicidad de etnias y regiones del país, sin consultarlos. Los pueblos indios no son reconocidos en la estructura política y legal de la nueva nación”. El triunfo político de los liberales sobre los conservadores aceleró el proyecto de uniformar la diversidad social y las múltiples mentalidades e imaginarios que la expresaban. Los conceptos de patria y nación se redefinen entonces. Patria no es más el minúsculo lugar de origen, sino el territorio comprendido por la República Mexicana. Nación no es más el grupo social unido por la lengua, la etnia y un pasado compartido, sino el conjunto de los ciudadanos que conviven en el territorio. En lugar de la nación real disgregada en criollos, mestizos, indios y castas, se proclama un Estado integrado por ciudadanos iguales. En contraste con la nación escindida por el transcurrir histórico (el pasado prehispánico separado por la historia del virreinato, y éste por el pasado de la República), aparecen las primeras obras que unen esos pasados excluyentes en un discurso integrado. Era éste un discurso evolutivo y lineal que partía de la antigüedad prehispánica, continuaba con el virreinato y la guerra de independencia, seguía con los primeros años de la República y concluía con la época gloriosa de la Reforma. Las obras históricas y los museos que entonces fueron creados se propusieron unificar estos distintos pasados, integrar sus épocas más contradictorias y afirmar una sola identidad. La historia patria se convirtió en el instrumento idóneo para construir una nueva concepción de la identidad nacional, y el museo en un santuario de la historia patria. Esta última vino a ser el eje de un programa educativo que transmitió la idea de una nación integrada, definida por épocas históricas que se sucedían de modo evolutivo, y cohesionada por propósitos políticos comunes. Se forjó así una conciencia nacional asentada en una “comunidad imaginada”. De este modo, los gobiernos de fines del siglo XIX imprimieron en la población la imagen de un México integrado, la idea de un país sustentado en un pasado antiguo y glorioso, próspero en el presente y proyectado hacia el futuro. El nuevo canon de esta interpretación de la historia tenía como centro el Estado-Nación, y como postulados el patriotismo, la 39 Enrique Florescano, Memoria mexicana, Taurus, México, 2001, pp. 562-578. defensa de la integridad de la nación y el culto a los principios de la República y a sus héroes fundadores. Era una concepción de la historia cívica y laica cuyo objetivo principal era fortalecer la unidad política de la nación. La configuración de esta imagen de la nación, con su cauda de símbolos y emblemas nacionales, produjo la lista correlativa de los enemigos que se oponían a la nación moderna. En esta lista figuraban de manera prominente los pueblos indígenas. Liberales, conservadores y moderados, los distintos partidos políticos que competían en la arena nacional, coincidieron en señalar a los pueblos indígenas como el mayor fardo que arrastraba la nación y en ellos concentraron sus críticas. El ataque a las tradiciones y valores indígenas produjo como resultado una arremetida general contra las tierras que sustentaban a los pueblos y el nacimiento de una conciencia social intolerante. Esta obsesión por olvidar, oscurecer y rebajar el pasado nativo, esta visión negativa de la memoria indígena, explica que sólo ahora, cuando está por comenzar otro siglo de la dilatada historia mexicana, empecemos a descubrir la complejidad de esa memoria, a reconocer la fuerza que hizo llegar su mensaje recóndito a sus descendientes más distantes, y su poderosa presencia actual, en medio de concepciones de la historia que se obstinan por imponerle una memoria única a la nación plural. Así como el Estado-Nación se propuso uniformar la lengua, la educación, la hacienda pública y la justicia, del mismo modo apoyó la elaboración de una historiografía orientada a borrar el florecimiento de memorias regionales y empeñada en unificar las contradicciones que habían dividido el país. Fue José María Vigil quien advirtió que las pugnas por los distintos pasados del país impedían la formación de una identidad común entre los mexicanos. La historia abarcadora de todas las épocas y temas que solicitaba Larráinzar, y el relato integrador de las diversas raíces de la nación que pedía Vigil, se tornaron realidad en México a través de los siglos. El titulo y el subtítulo de esta obra monumental, dividida en cinco gruesos tomos lujosamente editados, era una respuesta a esas demandas: “Historia general y completa del desenvolvimiento social, político, religioso, militar, artístico, científico y literario de México desde la antigüedad más remota hasta la época actual”. Bibliografía de consulta para el alumno: Josefina Zoraida Vázquez, Romana Falcón y Lorenzo Meyer Historia de México, Santillana, México, 1998. Juan Brom, Esbozo de Historia de México, Grijalvo, México, 1998 U&IDAD IV: DE LA REPÚBLICA RESTAURADA A U&A SOCIEDAD MODER&A CO& PRIVILEGIOS Y EXCLUSIO&ES (1867-1910) P ara entender por qué la dictadura de Porfirio Díaz fue positiva en cierta medida para lograr la pacificación del país, debemos hacer memoria histórica y recordar que México nace como nación independiente en 1821 con graves problemas de inestabilidad política y económica, en una etapa conocida como de “anarquía y desorden”: hay un sin fin de levantamientos civiles y militares, varias guerras con el extranjero, pérdidas territoriales y sobre todo el antagonismo encarnizado entre los dos grupos responsables de la actividad política del México decimonónico, los liberales y los conservadores. En 1871 ante la reelección de Juárez, el General Porfirio Díaz proclama el Plan de la Noria, sin embargo, esta experiencia rebelde le sería adversa, por lo que volvió a intentarlo, ahora con éxito con el Plan de Tuxtepec, en el que utilizó curiosamente el lema «Sufragio efectivo, no reelección, que sería utilizado contra él mismo. Al triunfo de esta rebelión contra Lerdo de Tejada, Díaz sube a la presidencia de la República, cargo que no abandonaría, hasta 1911 mediante los Tratados de Ciudad Juárez cuando rebelión maderista lo obliga anunciar. Esta dictadura Porfirista se logra por la gran estabilidad primero política y luego social que logra, aun cuando el costo social sea pagado por los grupos de menores ingresos entre los que figuran obreros, campesinos y grupos indígenas El lema Orden y Progreso permeó a la sociedad en general, especialmente en la vida política que fue controlada de tal manera que el Congreso estuvo formado por incondicionales que al igual que los funcionarios envejecieron en sus puestos; la Constitución vigente de 1857 no fue respetada y con la complicidad de éstos, se le hicieron enmienda, para que Don Porfirio se reeligiera indefinidamente. A los críticos del régimen se les trató con todo rigor con políticas de «pan o palo» o «mátalos en caliente», combatió con eficacia el bandolerismo, mantuvo en paz al ejército con una serie de canonjías reduciendo gradualmente su poder al igual que a los gobernadores, hizo alianzas con los caciques; centralizó las decisiones, por lo que de 1877 a 1900 el presidente Díaz cambió la imagen interna y externa de México En sentido contrario por primera vez el país logra una gran estabilidad económica y una modernización, de la nación a través de la inversión extranjera, en el sector agrícola e industrial que le permitió a México por primera vez crecer, todo era grande, los negocios los éxitos económicos la corrupción que en cierta forma sirvieron para que el pueblo tuviera trabajo y pan, y una gran explotación de la mano de obra, según los poderosos, era «necesaria» la explotación de los peones y de los obreros, lo penoso del caso es que los dueños de las riquezas ni siquiera eran mexicanos La Bella Época se llamó a la vida cultural del México porfiriano, fue muy prolífica en la producción de intelectuales y artistas de gran talla en todos los ámbitos del arte y conocimiento. En educación fue muy importante la tarea de Justo Sierra quien funda un ministerio especial para la educación pública y en 1910 la Universidad Nacional. La Escuela Nacional Preparatoria fundada en 1867 por Gabino Barreda e inspirada en la filosofía positivista de francés Augusto Comte, dio a luz una generación que creyó firmemente en el Orden y el Progreso, entre sus gentes más destacadas se formó el grupo de los «científicos» que fue de gran apoyo para el régimen. En resumen, todo era grande el progreso a costa de la desaparición de los procedimientos democráticos estableciendo un capitalismo con una explotación de recursos naturales, se logró un importante crecimiento o económico pero un escaso desarrollo social A lo largo del tema de Porfiriato tendrás la oportunidad de hacer un balance personal sobre este tema donde analizaras, si es importante para nuestro país lograr un crecimiento económico para la gran industria y pequeños sectores burgueses, y por el contrario una pobreza generalizada en los sectores populares Contenido temático: Tema 1 Republica restaurada Tema 2 Del fracaso de la vía democrática a la dictadura del régimen de Díaz Tema 3 La expansión de los nuevos imperios Tema 4 La modernidad, progreso y privilegios Tema 5 Contradicciones del régimen y los grupos sociales Tema 6 Los movimientos sociales de oposición, el partido liberal, los obreros y las luchas campesinas Objetivo general: que el alumno comprenda como se instaura, consolida y encuentra límites el régimen Porfirista, evalúe las transformaciones sociales de su proceso de modernización así como su impacto en la historia y la cultura del país. Tiempo: 20 sesiones. Tema 1. La republica restaurada 1867-1876 La República Restaurada -periodo que empieza con el triunfo de los liberales sobre el imperio de Maximiliano, los nueve años transcurridos entre 1867 y 1876, en que se sucedieron los gobiernos de Benito Juárez, primero (1867-1872), y el de Sebastián Lerdo de Tejada después (1872-1876), con características muy similares. Ambos presidentes eran civiles, se propusieron construir un México moderno y poner en práctica los proyectos que desde la Revolución de Ayutla se planteaban. Primero Juárez, y luego Lerdo de Tejada, fueron los restauradores del gobierno republicano en la capital que Comorfort había perdido con su indecisión desde aquel enero de 1858, y que Juárez, en 1862, debiera abandonar amenazado por el ejercito franco-mexicano. En 1867 parecía que, ya sin tropiezos, el liberalismo mexicano sería una realidad, al menos en lo que se refiere a la forma republicana de gobierno.El triunfo de los liberales sobre el Imperio de Maximiliano representaba también la segunda independencia del país una gran derrota para el conservadurismo mexicano; se restauraba la República Federal y se consolidaba el poder de los liberales. Después de reinstalado el gobierno en la capital, Juárez se dispuso a poner en orden los asuntos administrativos y a reorganizar los proyectos del programa liberal que las circunstancias le habían impedido llevar a la práctica, desarrollando al país en base exclusivamente con capital mexicano y con la aplicación de la Constitución de 1857. Objetivos: Analizar los cambios que se dan en la republica restaurada Conceptos: República, reelección , democracia ,liberalismo. Habilidades: Identificar , determinar y describir Actitudinales y valores: Respeto a la participación ciudadana Ayuda didáctica para el alumno: En esta etapa los alumnos tendrán la oportunidad de ver por el proyecto liberal propuesto por Benito Juárez y Lerdo de Tejada van a poner en práctica la formación del Estado liberal y la constitución de 1857 Su propósito era establecer en México un gobierno centralista, fuerte y soberano. En su gobierno como presidente propósito era establecer en México un gobierno centralista, fuerte y soberano. Lectura 1 La república restaurada 1867-1876 1 La etapa que va desde el triunfo de los liberales sobre el imperio de Maximiliano, hasta el establecimiento del primer periodo presidencial del general Díaz se le conoce como la “República restaurada”.En este periodo Benito Juárez su primera actividad fue organizar la elección como presidente de la República, (I867-I871).Su propósito era establecer en México un gobierno centralista, fuerte y soberano. En su gobierno como presidente trato de imponer una política para tranquilizar al país, pero en la realidad suspendió las garantías individuales, controlo el número de tropas para mantener la paz y disminuyo su gasto en el ejército. En lo económico, recordemos que la finanzas de México no estaban bien y para resolver esta situación fomento la agricultura, y fracciono algunos latifundios y puso a la venta grandes haciendas, y siguió aplicando la ley Lerdo, que finalmente favoreció a la gente rica de país, propuso la ampliación de una red ferroviaria que comunicara las principales ciudades del país para desarrollar la industria en base siempre al capital nacional. En lo político, su principal propósito del gobierno de Juárez al instalarse en la ciudad de México en 1867 fue que el país recobrara su vida constitucional… En ella quedó incluido el programa político de Juárez, cuyo fin era reformar la Constitución de 1857 para robustecer el poder ejecutivo. Las propuestas eran cinco y consistían en: a) restablecer el Senado y así equilibrar el poder legislativo, que de acuerdo a la Constitución del 57 estaba sólo en la Cámara de Diputados; b) imponer el veto del ejecutivo sobre proyectos de Ley; c) autorizar a los ministros a contestar, en comunicaciones escritas, las preguntas del Congreso; d) limitar las facultades de la Comisión permanente para convocar sesiones extraordinarias del Congreso; e) variar la forma en que el Presidente de la República podía ser sustituido en ausencia. Las reformas no prosperaron, tanto porque implicaban un cambio al texto de la Constitución, misma que se había convertido en un símbolo del triunfo liberal. En el aspecto educativo destaco ampliamente el positivismo de Augusto Comte que influyo ampliamente en Gabino Barrera con al creación de la Escuela Nacional Preparatoria, También se creo una escuela para invidentes, se creo la Biblioteca Nacional de México El desarrollo de las instituciones Lancasterianas y el cierre de la Universidad Con respecto al campo de la economía, el gobierno de Juárez comenzó a pagar la deuda externa que se había contratado antes de 1858 y durante su gobierno; para ello reinició la expropiación y la venta de los bienes del clero Juárez en 1871 convoca a una nueva reelección El grupo liberal se divide; los Juaristas, los lerditas y los Porfirista quienes también aspiraban al poder, efectivamente Lerdo de tejada había aprendido de Juárez y 1 Texto elaborado para la guía de alumno por la Maestra Margarita Vara Álvarez. BUAP aprovecho sus puestos políticos para hacer su propio grupo y colocándolos en puestos importante, también Porfirio Díaz aspiraba a la Presidencia “El héroe del dos de abril” como se le conocía por su hazañas militares, y por sus facultades de organizado, atraía la atención pública. Juárez nuevamente gana para otro periodo (I871- I875), pero en la última no obtuvo la mayoría de los votos, por lo que el congreso de la unión designo a Presidente eligiendo a Benito Juárez, por cuarta ocasión. Estas fueron consideradas como fraudulentas por el grupo Porfirista y los hombres mas destacados apoyan el levantamiento del General Díaz con el “Plan de la Noria” la cual le sería adversa. Este plan rechazaba la reelección y manifestaba que “ningún ciudadano se le podía permitir imponerse o perpetuarse en el ejercicio de poder”.Díaz se retira a su hacienda la noria donde enfrenta problemas familiares y se dedica a fundir cañones y armas también a la agricultura. A la muerte de Juárez, en 1872, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Don Sebastián lerdo de tejada asume la presidencia manteniendo el mismo tipo de gobierno, ya que este era director de política de Juárez, Sin embargo tuvo que enfrentar levantamientos como el de Manuel Lozada llamado el “Tigre de Alica” que desde que había formado cacicazgos en Tepic y desde 1859 se había levantado en armas en contra del gobierno, nuevamente lo hizo en contra de Lerdo, expidió un Plan liberador en 1873 contra de las leyes de Reforma pero con contenido Agrario, proclamando restitución de tierras después de levantamiento con mas de 8 000 hombres marcho sobre Guadalajara donde finalmente acorralado fue fusilado en 1873 . La obras mas importantes de lerdo de tejada la mas importante darle un carácter Constitucional a las Leyes de Reforma, aplicando estrictamente su aplicación .Tanto el gobierno de Juárez, como el de Lerdo de tejada tuvieron un carácter civilista y aplicación del proyecto liberal que ellos propusieron. A acercarse el fin de su mandato Lerdo hace cambios con la finalidad de lograr su reelección, sin el general Díaz se convirtió en una de las figuras políticas más importantes del país. Ya que este siempre aspiró a obtener la presidencia de México. El general Díaz se pronuncio con “El plan de Tuxtepec”, tomó el poder político del país mediante el triunfo de la sublevación militar que surgió en contra de la reelección de Lerdo de Tejada, ya que estaba violentando la Constitución Una vez en el poder, Díaz actuó hábilmente para crear una red política que le permitiera establecer un cierto orden, y los mecanismos para permanecer en el poder por 34 años por más de ocho periodos, siete de manera consecutiva, lo que se conocería como la “Dictadura Porfirista” o Porfiriato Si bien el “Dictadura” impulsó un gran crecimiento económico, también dio por resultado una gran desigualdad socioeconómica, en la cual los únicos beneficiados fueron principalmente los científicos y la Burguesía extranjera Tema 2. Del fracaso de la vía democrática a la dictadura del régimen de Díaz Derrotados los conservadores, las distintas facciones del partido liberal competirán entre sí para conquistar el poder e imponer un estilo de gobierno. De 1867a 1876 se restaura la República y por vez primera los poderes del Estado y los diferentes niveles de gobierno -federal, estadual o municipal- disfrutan de una verdadera independencia y libertad. Es la época de la tan peleada libertad de prensa, de los grandes debates parlamentarios, de las controversias entre Ejecutivo y Legislativo, entre los gobiernos locales y el federal; es el tiempo del debate de ideas, de una democracia que nunca había existido, ni existirá después. Los periódicos participan en ella y se convierten en un verdadero contrapeso. Esa primavera -en la que no faltaron agitaciones militares, levantamientos contra el centralismo de Juárez, guerras cristeras contra las leyes de Reforma incluidas en la Constitución por Lerdo- será corrompida, sin embargo, por el golpe de Estado abanderado con el Plan de Tuxtepec que exige, paradójicamente, mayores libertades públicas. Ya en el poder, Porfirio Díaz irá cambiando el discurso radical y tejerá alianzas para consolidar su fuerza y eternizarse en la presidencia. ¿Cómo se da el tránsito entre la democracia y la dictadura? ¿cuáles fueron los métodos y recursos usados? ¿en qué grupos sociales se apoyaron los porfiristas? ¿con qué programa? ¿cómo lograron el consenso para reinar tantos años? Contenido temático: 1. El fracaso de la vía democrática: 1867-1876. 2. La Revolución de Tuxtepec y sus proyectos. 3. Consolidación del poder de Porfirio Díaz. Objetivos: Evaluar los elementos que obstaculizaron la vía democrática, conozcan los proyectos de la Revolución de Tuxtepec y comprendan las fuerzas sociales y los métodos que hicieron posible la consolidación del régimen de Díaz. Conceptos: Democracia, dictadura, consolidación de un régimen, porfirismo. Habilidades: Determinar, conceptualizar y elaborar juicios en función de criterios objetivos y subjetivos. Actitudinales y valores: Respeto a la ideología de los grupos políticos. Ayuda didáctica para el alumno: La caricatura política, que alguna vez habrás visto en los periódicos actuales, tomó mucha fuerza durante la República restaurada y afinó sus dardos contra el régimen de Porfirio Díaz. En esta secuencia didáctica te proponemos conocer el papel de la caricatura en esa época, así como analizar diferentes aspectos que favorecieron el poder de Díaz. Debes observar la caricatura del documento de lectura: identificar las imágenes, las situaciones, los símbolos y el mensaje, con el fin de poder descifrar el lenguaje de las imágenes y conocer las dimensiones de su crítica y su sentido en la coyuntura que describe. Para ello te proponemos hacer una investigación en biblioteca o Internet, y si te animas, realizar tus propias caricaturas con el fin de que puedas interpretar las caricaturas de hoy. &ociones para reflexionar Ley fuga: desde la República restaurada encontramos este concepto para designar un procedimiento ilegal, pero expedito, que se utilizó para hacer desaparecer a las bandas de forajidos o los opositores a la autoridad. Era un homicidio cometido por la autoridad que, después de haber atrapado al presunto culpable, bajo cualquier pretexto -traslado de prisión- lo invitaba a marcharse y lo acribillaba a tiros, dando después la explicación de que el reo había intentado fugarse. El régimen de Porfirio Díaz utilizó mucho este método al punto de atribuírsele la autoría. Lamentablemente el método se perfeccionó durante todo el siglo XX.. Psicología2: durante el porfiriato se llamó psicología a la práctica judicial de perseguir a los periódicos de oposición para callar sus noticias y editoriales. Esa tarea la realizaba el Juez de Distrito, Juan Pérez de Léon gracias a la reforma al artículo 7 de la Constitución que se realizó durante el gobierno del general Manuel González, en 1883. El artículo establecía en su párrafo final, que los delitos de imprenta serían juzgados por dos jurados populares; uno para calificar el hecho y otro para aplicar la ley y designar la pena. La reforma constitucional suprimió los jurados populares y declaró competentes a los tribunales para aplicar la legislación penal a los delitos de prensa, lo cual equivalía a dejar la libertad de prensa al arbitrio del gobierno. El licenciado Juan Pérez de León, juez de distrito se inventó una teoría psicológica que aplicó a los periódicos. "Esta teoría que estuvo en vigor durante toda la administración del general Díaz, hacía imposible la censura de los actos del gobierno, porque siendo los jueces nombrados directamente por el Ejecutivo, fácil le era encontrar quien declarara subversivo o injurioso para el gobierno o para la nación, cualquier escrito; y como al mismo tiempo los periodistas se aplicaban la teoría de la solidaridad penal, se enviaba a la cárcel al autor, al editor, a los impresores y hasta a los que repartían el periódico". Desde entonces, los 2 Tomado de Salvador Pruneda, La caricatura como arma política, INEHRM, México, 1958, pp.109-114. periodistas sufrieron persecución y penas a cumplir en las bartolinas de la famosa cárcel de Belén, o gozaron de subvenciones para escribir a favor de la continuidad del poder y el statu quo. Dictadura: gobierno de una persona o un grupo de personas que se arroga el poder del Estado lomonopoliza, ejerciéndolo sin restricción. En los tiempos romanos el dictador era un magistrado. Su mandato era temporal, auque ejercía un poder absoluto, no parecía como tirano, sino como salvador. Caudillismo: se le llama a los regímenes políticos dirigidos por caudillos. Pero se reconoce que es la tendencia política que adoptaron los países latinoamericanos a la caída del gobierno del imperio español; frente a la anarquía que creó el vacío de poder, el hombre fuerte o caudillo gobernó desde las regiones y, en ciertos casos logró imponerse a la nación, al margen de las formas legales y las normas constitucionales adoptadas. Considerado así, el caudillismo es un fenómeno histórico particular que va de las independencias a la consolidación de los Estados nacionales. Van a Belén a sufrir Del destino los rigores; Que supieron escribir Contra los aduladores. Cincuenta y dos mil del pico Nos da la Tesorería, Que es un bocado muy rico; Dame tu pico, perico, No diré esta boca es mía. VOTACIÓ& PRESIDE&CIAL CANDIDATO 1967 1871 Benito Juárez Porfirio Díaz Lerdo de Tejada Otros Total 7422 2709 5953 3544 2948 81 12526 250 10381 El Congreso en pleno tuvo que elegir al triunfador y se inclinó por el Benemérito, quien había concertado una alianza con el grupo de Lerdo de Tejada. Los porfiristas quedaron al margen del poder y el ambicioso héroe del 2 de abril, el joven general Porfirio Díaz, desde su hacienda llamó a un levantamiento nacional amparado en un programa donde emitió la célebre frase "Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder, y ésta será la última revolución". El levantamiento no ganó muchos adeptos y, finalmente, fue aplastado por el gobierno. LECTURA 2. ¿Quién era Profirió Díaz?3 Nacido en Oaxaca el 15 de septiembre de 1830, fue el penúltimo de siete hijos de una familia humilde. Protegido por su tío con miras a seguir la carrera eclesiástica, la abandonó influenciado por las ideas liberales para ingresar en la Universidad de Oaxaca a la carrera de leyes. Al adherirse al Plan de Ayutla inició una exitosa carrera militar que se vio coronada con su participación en la lucha contra Maximiliano de Habsburgo y la segunda intervención francesa. Sin embargo, le faltaba la carrera política que la rebelión de Tuxtepec en 1876 le facilitó para llegar al poder, que no abandonara por mas de treinta años, convirtiéndose en el hombre más poderoso de México. Apoyado en el cientificismo positivista y las fuerzas del capital extranjero, en la oligarquía, y en la jerarquía clerical con el fin de promover el desarrollo capitalista en México, reprimió rebeliones y voces opositoras, reduciendo a puro formalismo a las instituciones liberales. Benefició a los inversionistas extranjeros y a las clases privilegiadas nacionales, profundizando las injusticias y las desigualdades en la sociedad mexicana, mediante el despojo de las tierras a los campesinos, la explotación de la clase obrera, el sometimiento de las clases medias por medio de una brutal represión. Con el pago puntual de la deuda 3 Texto elaborado especialmente para esta guía por Ma. Elena Mercado Juárez, BUAP. externa y las prebendas al extranjero preferentemente estadounidense e ingles, en petróleo y redes ferroviarias, logró el crecimiento económico de México a costa de un nulo crecimiento social. En los últimos años de la dictadura, el descontento de las jóvenes minorías intelectuales que unidas a los sectores obreros y al movimiento reivindicativo agrario indígena, crearon una fuerte oposición que impide su séptima reelección provocando el estallido de una revolución que durante una década sacudió los cimientos del país. El anciano general de ochenta años renuncia el 25 de mayo de 1911 y se embarca en el Ipiranga rumbo a Europa estableciendo su residencia en Paris donde muere en julio de 1915. LECTURA 3. El fracaso de la vía democrática: 1867-18764 Los años que corrieron de 1867 a 1876 se caracterizaron por el resquebrajamiento de la alianza liberal en facciones personalistas que lucharon entre sí como habían peleado antes contra el partido conservador y la intervención extranjera. En realidad, aquella alianza era muy heterogénea pues estaba conformada por grupos disímbolos no sólo en la gama ideológica sino también en cuanto a formación y origen social y aun desde el punto de vista generacional. Así, por lo general los políticos que habían conformado el gobierno durante la guerra contra la intervención y el imperio pertenecían a la generación de la Reforma, mientras que los que habían luchado con las armas formaban parte de una nueva, la cual, una vez terminada la guerra, buscó desplazar a sus mayores en las riendas del gobierno. Estas diferencias se recrudecieron en el momento en que Benito Juárez decretó, el 27 de julio de 1867, la reorganización del ejército, por la cual el ejército se reduciría de ochenta mil elementos a cerca de veinte mil. Esta medida tendía a debilitar el ala militarista del partido liberal. El principal propósito del gobierno de Juárez al instalarse en la ciudad de México en 1867 fue que el país recobrara su vida constitucional. El 14 de agosto de ese año se publicó la convocatoria a elecciones para renovar los poderes del Estado. En ella quedó incluido el programa político de Juárez, cuyo fin era reformar la Constitución de 1857 para robustecer el poder ejecutivo. Las propuestas eran cinco y consistían en: a) restablecer el Senado y así equilibrar el poder Legislativo, que de acuerdo a la Constitución del 57 estaba sólo en la Cámara de Diputados; b) imponer el veto del Ejecutivo sobre proyectos de Ley; c) autorizar a los ministros a contestar, en nes escritas, las preguntas del Congreso; d) limitar las facultades de la Comisión permanente para convocar sesiones extraordinarias del Congreso; e) variar la forma en que el Presidente de la República podía ser sustituido en ausencia. Las reformas no prosperaron, tanto porque implicaban un cambio al texto de la Constitución, misma que se había convertido en un símbolo del triunfo liberal. Como por la manera que había de votarse. Juárez y Lerdo se enfrentaron, en medio de la plena libertad de expresión que existía en aquel momento, a una violentísima reacción del Congreso, de la prensa y de algunos gobernadores. La situación llegó a tal extremo que el Presidente retiro la propuesta. El 8 de diciembre el Presidente devolvió las facultades extraordinarias, de que gozaba desde tiempos de la intervención, al Congreso recién instalado, mismo que lo declaró Presidente Constitucional pocos días después. Porfirio Díaz, derrotado, se separó de la vida política, no así el grupo porfirista, el cual se hacía cada vez más importante en el Congreso y se opondría a todas las medidas dictadas por el ejecutivo, empezando por las reformas a la Constitución. Tan pronto inició Juárez su cuarto periodo presidencial, tuvo que decretar el estado de sitio y la suspensión de garantías en Yucatán, en donde hubo un intento de restauración imperialista., decreto con el cual atentó contra la soberanía estatal. Poco después estallaron algunas revueltas campesinas en varios estados y cundió el bandolerismo, por lo cual el Presidente tuvo que volver a pedir facultades extraordinarias para acabar con la sedición. Se le acusó entonces de desconocer el pacto federal al invocar una ley de validez nacional para problemas que incumbían solamente a algunos estados, los cuales eran libres y soberanos en su régimen interior. Es claro que el presidente había adoptado y promulgaba una política del centralismo ejecutivo para controlar el sistema político. Por ello en 1970 volvió a insistir en la importancia de la creación del Senado con miras a reforzar el ejecutivo. Al no lograrlo hizo uso del poder presidencial para apoyar a los gobernadores que colaboraban con él y destruir a los que no lo seguían. A pesar de este evidente autoritarismo, pensamos, como el historiador Brian Hamnett, que Juárez no estaba trabajando para construir una dictadura personal sino que buscaba alguna manera de lograr que el sistema constitucional funcionara y que la vida política se despersonalizara y se viera en un estado de derecho. Estos objetivos 4 Tomado de Antonia Pi-Suñer Llorens, La reconstrucción de la República. 1967-1876, en Gran Historia de México Ilustrada, Planeta/CONACULTA/INAH, México, 2001, p. 62-65. fueron la razón formal por la cual había decidido reelegirse en 1867 y en 1871, pues creía que era la persona indicada para lograrlos. Ante la decisión tomada por don Benito, su más cercano colaborador, Lerdo de Tejada, quien se sentía el heredero natural de la alianza y del programa liberal, decidió enfrentarse a Juárez en la contienda electoral, dimitiendo del gabinete en enero de 1871. El tercero en discordia fue Díaz, quien de nuevo enarboló la bandera del constitucionalismo, mientras Lerdo se escudó con la de la legalidad. La campaña electoral se desarrolló de enero a junio y fue larga y desgastante. La lucha política alcanzó altos niveles de violencia verbal tanto en los debates parlamentarios como en la prensa diaria. Ninguno de los contrincantes obtuvo la mayoría absoluta de votos por lo que tocó al Congreso declarar electo a uno de los tres. El 12 de octubre la elección recayó en Juárez. La oposición, tanto lerdista como porfirista, que además había hecho causa común en la Cámara, recalcó a diario el origen fraudulento de la reelección y creó una verdadera psicosis de guerra al asegurar que, contrariamente al lema electoral juarista de que "la reelección es la paz", ésta sería la guerra. En efecto, la sedición, que no había cesado, tomó características más violentas y desembocó en la revuelta de La Noria en noviembre de 1871. La nueva generación, encabezada por Díaz, al ver frustrada su intención de llegar al poder legalmente, había optado por la vía armada, enarbolando la bandera del constitucionalismo y la no reelección. La facción lerdista no la siguió en el levantamiento armado, por lo que la lucha fue ahora entre las fuerzas juaristas y las porfiristas. El presidente volvió a pedir facultades extraordinarias al Congreso para derrotar a la rebelión armada, y como el ejército había permanecido leal al gobierno gracias a Ignacio Mejía, la revuelta fue puesta en jaque ya que no había sido bien planeada y carecía de dirección. La rebelión de La Noria provocó que Juárez hiciera de nuevo hincapié en la necesidad de reformar la Constitución restableciendo el Senado. Así, en la apertura del Congreso el primero de abril de 1872, el presidente trató en vano de persuadir al legislativo respecto de que la reforma de la Carta Magna ayudaría a evitar los enfrentamientos entre el poder federal y los estados y a mediar en las disputas entre los poderes en el nivel estatal, ya que no existía autoridad alguna que pudiera hacerlo. Sin embargo, su propuesta no fue bien recibida. Desgastado física y moralmente por los acontecimientos, murió el18 de julio. La rebelión perdió su razón de ser, puesto que su bandera era la lucha contra la reelección del presidente. Aunque Juárez, Lerdo y Díaz parecían representar proyectos de país irreconciliables, los tres pertenecieron al llamado Partido Liberal, y que desde la promulgación de la Constitución de 1857 había quedado claro que las diferencias entre los liberales se localizaba más en la manera de instrumentar las medidas que permitieran que al fin México se encaminara en la ruta del progreso, medidas consistentes en recuperar la unidad nacional y establecer una paz permanente para que México se convirtiera en un país moderno. Los tres, compartieron esas metas, pero lo que los enfrentó fueron los métodos y los mecanismos que pusieron en marcha para alcanzarlas. Así mientras Juárez y Lerdo, buscaron alcanzar sus objetivos sin salirse de lo señalado por la Constitución, Díaz, sin abandonar el respeto formal a la Constitución, ejerció el poder de manera personal y autoritaria. Pero Díaz no se impuso solo: hubo un grupo de militares, caudillos, cacique regionales y jóvenes intelectuales que desde 1877 en adelante lo apoyaron y justificaron, por medio de la prensa o en la tribuna parlamentaria, imponiendo la necesidad histórica y científica de que México y los mexicanos pudieran tener al fin un gobierno estable, aunque ello significar la pérdida de la libertad política en aras de alcanzar un orden social y un progreso económico. Los liberales porfiristas enfrentaron a los liberales juaristas por la vía electoral y democrática en cinco ocasiones (1867, 1871 y 1872 para la presidencia de la República y en 1867 y 1873 para la presidencia de la Suprema corte de Justicia) y siempre fracasaron. El grupo porfirista debió recurrir entonces a la sublevación armada, y sólo así lograron triunfar. ¿Cómo logró Porfirio Díaz ese triunfo? Por un lado la revuelta tuxtepecana, que logró extenderse por gran parte del territorio nacional y durante casi un año puso en jaque al gobierno de Lerdo. Por el otro, gracias al favor de sus colegas militares y porque el movimiento contó con el apoyo del México rural, representado en las alianzas establecidas con los caudillos y caciques regionales que venían oponiéndose a las medidas instrumentadas por Juárez y Lerdo para limitar al ejercito y a quienes Díaz prometió respetar su autonomía municipal. Díaz tuvo éxito también porque prometió al resto de los mexicanos reformar la Constitución para incluir el principio de la no reelección para cualquier cargo popular, y porque prometió la supresión de la Ley del Timbre. Así, una vez celebradas las elecciones de 1877, en las que fue candidato único, a los 47 años de edad Porfirio Díaz se hizo presidente de la República. Tema 3 La expansión de los nuevos imperios. Con el triunfo de los republicanos sobre el Imperio se abre una nueva etapa en la historia de México: se ha conquistado la soberanía a nivel internacional. El gobierno de Juárez tiene la enorme tarea de reconstruir al Estado, organizar la administración y restablecer las relaciones con el mundo sobre bases nuevas. La coyuntura geopolítica ha, sin embargo, cambiado para el país y el mundo. La segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por la expansión de los modelos liberal y republicano, por las unidades nacionales y la emergencia de los estados nacionales y, sobre todo por la consolidación de los nuevos sistemas imperiales .Las potencias europeas aceleran la expansión iniciada desde la época de los "grandes descubrimientos"; para 1914 los imperios inglés, francés y alemán dominan dos tercios de la población mundial. Los Estados Unidos, después de terminar la conquista del oeste contra los indios y someter a los sudistas en la guerra de secesión (1861-1865), emergen como potencia económica; imponen su hegemonía en el continente y aceleran su expansión hacia el Pacífico. Esas tendencias tendrán un impacto directo en la manera como se articularán los actores sociales en nuestro país, sobre todo, en esos momentos de reconstrucción que se desean de "reconciliación". Si con la caída de Maximiliano se afirmaron la vía republicana y la soberanía nacional ¿cuáles fueron las actitudes de las élites mexicanas frente a esas tendencias geopolíticas? Objetivo Analizar las actitudes que tomaron las élites mexicanas ante la expansión de Estados Unidos y el cambio de relaciones con Europa y logren evaluar su impacto en la construcción de un nuevo régimen. Conceptos: geopolítica, nuevo imperialismo, soberanía nacional. Habilidades: descomponer, identificar, describir y determinar. Actitudinales y valores: respeto a la libre determinación de los pueblos. Ayuda didáctica para el alumno: Con el triunfo de los republicanos sobre el Imperio se abre una nueva etapa de la vida nacional. Después de muchos años de guerra civil y de intervención, el gobierno de Juárez enfrenta la tarea de reconstruir el país, organizar el gobierno y restablecer sus relaciones con el mundo a partir de nuevas bases: la soberanía conquistada. Sin embargo, la geopolítica había cambiado. Para comprender esos cambios se te darán algunos mapas donde debes identificar las nuevas tendencias de las potencias. ¿qué actitud deben tomar las elites dirigentes ¿qué política de alianzas diseñarías para esa época. ¿qué proposiciones haces para la actual? ¿cómo afecta la situación mundial en tu vida diaria? Identifica los problemas y reflexiona con tus compañeros. Procesos históricos a considerar5: Europa a la conquista del mundo.... "Un movimiento irresistible empuja las grandes naciones europeas a la conquista de nuevas tierras. Se trata de una fiebre hacia la ruta de lo desconocido. De 1815 a 1850, Europa era hogareña y no salía de sus fronteras. Hoy son continentes enteros que se anexan. La política colonial es una 5 Beverly Armento, et al, Ecos del pasado, Houghton Mifflin , Boston, 1992, pp.36-45. manifestación de las leyes de la competencia". Estas fueron las palabras que pronunció Jules Ferry, ministro de relaciones exteriores de Francia, en 1885. En ese discurso estableció las fronteras de la expansión colonial: ella comenzó en el siglo XVI y se detuvo con el Congreso de Viena, en 1815. La segunda colonización inició a mediados del siglo XIX y alcanzó su apogeo entre 1870 y 1914. Entonces, las grandes potencias del Viejo Continente estugar a cuarenta millones. El éxodo masivo tuvo un impacto en la composición demográfica del planeta; costumbres, lengua, religión y razas recibieron una gran influencia. Al mismo tiempo, la colonización revela diferencias, en ocasiones graves, entre un mundo en vías de industrialización y un mundo esencialmente agrícola. En este sentido, no es extraño que Gran Bretaña, primera potencia económica europea, haya conocido la más grande emigración. En México las políticas de colonización, es decir atraer inmigrantes al territorio para poblado, no prosperaron: entre 1850 y 1910 los extranjeros sólo llegaron a representar uno por ciento de la población; 120 mil según el censo de 1910. De ellos, los más numerosos fueron españoles, norteamericanos, guatemaltecos, chinos, ingleses y franceses. Estos últimos, que no pasaban de cuatro mil, se insertaron en actividades muy variadas en las capitales de los estados y las principales ciudades del país, donde contribuyeron a la modernización de la vida urbana (banca, industria, consumo, moda) y de su cultura. Introdujeron los grandes almacenes y un arte de vivir que las élites porfiristas calificaron de afrancesamiento. &ociones para reflexionar: Expansionismo: política seguida por un país, orientada a la expansión territorial, económica o ideológica más allá de sus fronteras. Imperialismo: expansión de un estado en el aspecto territorial, colonial, marítimo o económico y que tiende a poner a otros estados bajo su dependencia. La teoría marxista hace una distinción entre los imperios tradicionales, basados en el dominio territorial y el control comercial, y el imperialismo del siglo XIX que considera como el estadio supremo del capitalismo. Este se caracteriza por el dominio del capital financiero, de los trust, del desarrollo de las sociedades multinacionales y la multiplicación de las formas de guerra. Entre 1870 y 1914, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Rusia fueron las potencias imperialistas más importantes en Europa; los Estados Unidos, en América, y el Japón, en Asia. El imperialismo encuentra una fuerza en las diferencias entre la capacidad de consumo de la población nacional limitada y caprichosa- y la productividad de la economía -ilimitada y exigente-, contradicción que estimula la búsqueda de mercados en el exterior; anima los conflictos imperiales y contribuye a desatar guerras, como la Primera Guerra Mundial. Trust: se dice de una gran empresa, sociedad o firma organizada por su integración vertical y con múltiples sucursales, al estilo de un pulpo cuyo carácter específico es concentrar capitales y centralizar procesos productivos. El término se comienza a emplear a mediados del siglo XIX. En Estados Unidos, país de origen, la creación de trusts se acelera en los años 1880-1890. Considerando que estas sociedades representaban un peligro para las libertades económicas, especialmente para la libre competencia, algunos políticos apoyaron una ley anti-trust para impedir que esas compañías se convirtieran en monopolios; así desde 1890 se persiguió y trató de limitar la expansión de la Standard Oil; en 1895, esta ley también fue aplicada contra los sindicatos únicos porque lesionaban la libertad de contratación de las empresas y de representación de los obreros. En el siglo XX la palabra fue sustituida por sociedades multinacionales, que designa empresas y grupos industriales, comerciales o financieros cuyas actividades y capitales se distribuyen en varios países. En esta época de globalización las multinacionales ya no sólo cuentan con una integración vertical, sino que articulan empresas localizadas en diversos países que realizan procesos productivos complementarios (por ejemplo la VW de Puebla). Además de multinacionales industriales, las hay bancarias y las famosas maquiladoras, así como gigantescas empresas de alimento que son símbolo de la nueva cultura de consumo como la Coca-cola o los McDonald's. LECTURA 1 : El nuevo orden mundial de fines del XIX6 Ya desde finales del siglo XIX se encontraba vigente un nuevo orden mundial, en el cual junto a las potencias europeas, añejas como Francia e Inglaterra o de nuevo cuño como Alemania, comenzaron a figurar con una importancia creciente Estados Unidos y Japón. En Europa, a partir del Congreso de Viena (1814-1815) y como consecuencia de las nuevas 6 Jesús Monjarás-Ruiz, "Introducción", Del estallido de la revolución al asesinato de Madero. Una versión periodística alemana, F.C.E., México, 1988, n, p. 13-17. condiciones creadas por la embestida napoleónica, se inició el accidentado proceso de formación de los estados nacionales; por diferentes razones Alemania e Italia tardaron en unificarse, demora que les acarreó una desventajosa participación en el "banquete" colonialista. . Por lo que se refiere a Alemania, aunque existieron diversos intentos que se remontan a la Confederación Germánica (1815), no fue sino hasta los años sesenta del siglo XIX cuando la nobleza terrateniente, en gran medida modernizada, y la alta burguesía básicamente prusiana, encontraron en Otto von Bismarck (1815-1898), al hombre fuerte que, desde arriba, logró la unificación Alemania. Por otra parte, en diciembre de 1898, con la terminación de la guerra entre España y Estados Unidos, literalmente finalizó el colonialismo español en América y Asia. Lo que trajo como consecuencia un reforzamiento de la hegemonía .norteamericana en el continente y al mismo tiempo, apuntalaba con argumentos bélicos postulados de la “Doctrina Monroe". Materialmente, con la posesión de Puerto Rico y el control de Cuba, Estados Unidos se apoderó del Golfo de México y al quedar también bajo su férula el archipiélago de Filipinas y la isla de Guam, se le abrían otras puertas en Asia, digo otras ya que ese mismo año los norteamericanos se posesionaron, impunemente, del archipiélago de Hawai. A lo anterior es necesario agregar que, con la construcción del Canal de Panamá, su posición estratégica se volvió inexpugnable en el norte del continente americano. Para 1910 Estados Unidos se encontraba lleno en la competencia, aunque tal vez le estorbaba una piedrecilla en alguna de sus botas. En Asia, ya desde su victoria sobre China (1894–1895) Japón apuntaba para futura potencia; como resultado del tratado de paz de Schimonoseki, China renunció a cualquier derecho sobre Corea Y cedió su control sobre Formosa, las islas Pescadores y la península de Liotung. Ese acuerdo no dejó muy contentos a los países europeos, sobre todo a Rusia; sin embargo, en la guerra de 1904-1905, Rusia fue finalmente derrotada por los japoneses, victoria que en buena medida decidió en ese momento la supremacía en el Oriente en favor del Japón, ventaja para que los nipones se anexaran Corea en 1910. Preparado de esta forma el campo, en su afán por conseguir materias primas y mercados, las naciones industrializadas-capitalistas se lanzaron a una carrera por la hegemonía total,que, dejando de lado los enfrentamientos menores, condujo a la primera Guerra Mundial. LECTURA 2. Los extranjeros en México según el periódico satírico La Orquesta 18737. [...] estamos absolutamente de acuerdo, completamente, conformes, pues no cabe duda en que tenemos una grandísima necesidad de importar en la República datos y elementos civilizadores de los que se encuentran allende los mares. Pero es preciso no tratar estas cuestiones con ligereza, sino muy seria y concienzudamente, y comprender que si bien es cierto que necesitamos extranjeros, los necesitamos para que vengan á ser como mexicanos, ya que tanta necesidad tenemos los mexicanos de ser como extranjeros. No odiamos el elemento extranjero; comprendemos .su utilidad y desearíamos poder aceptar sin los inconvenientes gravísimos que la na, ia de aquel nos ha producido siempre. Lo que queremos es que los extranjeros no sean el todo y los mexicanos la parte, como ha sucedido hasta aquí. Lo que queremos es que esa gente que llega, llegue á traemos algo y no á quitamos todo, como ha sucedido siempre; nuestros deseos son que sean los auxiliares de nuestro progreso, y no los dueños exclusivos de nuestro provecho, como de hecho lo son. Queremos extranjeros para que vengan a servimos y a consultar nuestros positivos intereses, al mismo tiempo que procuren los suyos, pero no para que vengan a constituirse en un eterno aparato de absorción, que deja relegado al pobre mexicano a explotar únicamente lo que el extranjero le deja; seremos, como hemos sido los primeros en confesar, que nada haremos en México sin una inmigración bien ordenada, bien organizada, y que nos traigan con el elemento extranjero, no la más profunda depresión del elemento nacional, sino verdaderamente su apoyo y su principal auxilio. Todo es anómalo y fatal entre nosotros, y quisiéramos que los distinguidos ciudadanos que empiezan a constituirse en defensores ciegos y acérrimos del elemento extranjero, emitiesen su sabio dictamen para que dicho elemento no tuviese tanta vida y tanta prosperidad a expensas del nacional. LECTURA 3. La posición de Limantour frente a las inversiones extranjeras: 18778 En la conciencia de todo mexicano celoso de la independencia y prosperidad de su país, debe grabarse esta regla de conducta gubernamental ensanchar lo más posible nuestras relaciones diplomáticas, como precursoras de las comerciales, y tratar a todas las naciones, europeas o americanas, sobre el pie de H. más absoluta igualdad. El comercio busca, a la manera del consumidor particular, los efectos que necesita en donde se le venden mejores y más baratos. Para este fin, es necesario abrirle todas las puertas, bajo pena de coartar la elección y disminuir la competencia. Igual cosa debe hacerse con los capitales 7 8 La Orquesta, 26 de marzo de 1873. Elaborado para la guía del alumno por Mtra. Margarita Vara Álvarez. BUAP extranjeros, sin los cuales, preciso es confesado, nunca saldremos de nuestra vida inerte y raquítica. Ofrecerles debemos el vastísimo campo que presentan nuestras inexploradas riquezas, y quiera Dios que no tarde mucho el día en que se lo disputen los capitales del exterior, ya sean americanos, ingleses o franceses. No hay que preocuparse; los capitales extranjeros darán trabajo y crearán capitales mexicanos. Pero esto sólo se puede conseguir abriendo nuestras puertas al mundo entero, no por generosidad, sino por nuestro, propio interés. LECTURA 4. Inversiones Extranjeras9 El Gral.Porfirio Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país. La dictadura de Porfirio Díaz favoreció un importante crecimiento económico, que se vio favoreció por una gran etapa de estabilidad, y el pago de la deuda externa a Estados Unidos, ayudaron a tener gran confianza en el gobierno de Díaz, creando las condiciones mas apropiadas para las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, cobre, zinc y petróleo se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo consideramos que Díaz es el impulsar de la modernización de México a finales del siglo XIX. Así su mandato se caracterizó por un crecimiento económico sin precedentes en la historia de México gracias a la inversión extranjera, de Estados Unidos en un 38%, Inglaterra, Francia con el 55% de total , y Alemania, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición. Los capitales extranjeros tuvieron una gran importancia en la creación de vías de de ferrocarriles. En 1880 México había 1 100 kilómetros de vías férreas; para finales de la dictadura en 1910 existen ya 19 mil kilómetros (Gallo Miguel A 1982). Las compañías norteamericanas aprovecharon las facilidades que atorgaba el gobierno de Día, al trazar los ferrocarriles se impusieron sus intereses, estas vías de ferrocarril sirvieron para comunicar los centros de producción y comercio mas importantes del país se tazaron vías ferroviarias a la frontera norte, sin pretender comunicar las regiones del país que mas lo necesitaban. Ya en los años de 1909-1910, las inversiones norteamericanas dominaban casi totalmente las actividades extractivas. Para 1911, de los 286.3 millones de dólares invertidos en esta rama, 223 millones eran norteamericanos. (Gallo Miguel A 1982) Durante los gobiernos de Porfirio Díaz la inversión extranjera penetro en la economía mexicana constituyendo los principales sectores; a continuación la historia del petróleo De 1880 a 1890 empiezan a llegar a México ingenieros, técnicos y empresarios dispuestos a invertir gran cantidad de dólares para realizar la exploración y explotación del crudo, apoyados por Porfirio Díaz y el grupo de científicos, que se convirtieron en administradores o socios , el gobierno dio amplias facilidades para la explotación del petróleo a través de grandes concesiones de tierras, terrenos baldíos o tierras nacionales para las perforaciones que fueran necesarias, así como exenciones de impuesto y libre tránsito de maquinaria para realizar la extracción y exportación del crudo. Las inversiones más importantes fueron de los Estados Unidos, por ejemplo en los años del porfiriato (1876 - 1910): se invirtió en petróleo 58%, fábricas de fundición 72%, minería 78%; hacia 1912 y finales de la dictadura de Díaz, se observa que los ferrocarriles, minería y petróleo fueron los favoritos. 10 , también llegaron capitales en electricidad, bancos. Industrias y comercio, el capital inglés invertía y competía en el mismo renglón lo que favoreció disputas entre ellos agudizados especialmente por el petróleo mexicano. Fue a partir de 1900 cuando se hace evidente la riqueza petrolera que tenía nuestro país, en estos años llega Eduardo Doheny, que empezó a realizar estudios de exploración para encontrar oro negro. Esta era un industrial californiano que se convirtió en el segundo petrolero después de Rochefeller, y sólo en unos años organizó "la Mexicana Petroleum Company", dedicada a la explotación del petróleo en la región del Ebano cerca de Tampico.11 Esta empresa llegó a contar con un capital de 24 millones 500 mil pesos y fue filial de "La Estándar Oil Company de Rockefeller". En los últimos años del porfiriato se dio gran impulso a los ferrocarriles, porque comunicaban las principales ciudades y centros de producción con los puertos y la frontera norte en el Paso, Texas para favorecer el comercio de productos primarios y petróleo. Los ferrocarriles ya usaban combustibles líquidos, que eran suministrados por la "Mexicana Petroleum Company", en 1905 se establecieron grandes filiales como la "Huasteca Petroleum Company", que llegaron a formar grandes monopolios. 12 9 Texto elaborado especialmente para esta guía por La Mtra Margarita Vara Álvarez., BUAP Colmenares Francisco, Petróleo y Lucha. Obra Cit. pág 18 11 Colmenares I. Gallo M. A., González F., Hernández L. en Cien Años de Lucha de Clases en México 1876 - 1976 Ed. Quinto Sol. tomo I, 5ª ed México 1985. pág. 50 12 IBIDEM 10 Las empresas petroleras contaban con gran extensión de tierras dedicadas a la exploración y explotación de crudo y una gran infraestructura como refinerías, oleoductos, carros de ferrocarril especiales para transportar el petróleo, el apoyo del Gobierno y de los científicos, desafortunadamente se inició en México la etapa de corrupción, porque se ordenaba a funcionarios públicos que obedecieran órdenes a cambio de dádivas económicas, amenazándolos, o bien comprando a un Juez, empleado o una autoridad. Otro personaje que se hizo extraordinariamente rico con la explotación del petróleo fue el inversionista ingles W.D. Pearson (Lord Cowdray), quien llegó a México por invitación del Presidente Porfirio Díaz para realizar obras y se dedicó al mismo tiempo a realizar exploraciones para encontrar petróleo, Al poco tiempo encontró petróleo y en 1906, abrió el pozo "Dos Bocas # 3 " en la Laguna de Tamiagua. 13 Con los años llegó la compañía "el Águila" cuya planta refinadora tenía una capacidad de 2 000 barriles diarios. La compañía fue muy importante y para 1910 controlaba el 58% de la extracción de petróleo en México, lo que molestaba a los norteamericanos, quienes querían ser los únicos beneficiados. Con los años llegó a transformarse en "La Compañía Mexicana de petróleo El Águila", que incluye entre sus socios al Presidente Díaz Tema 4. La Modernidad Porfirista: progreso y privilegios. Los resultados de la modernidad porfirista son aún visibles en el país. Se palpan en la infraestructura urbana y rural, en las redes de comunicaciones (telégrafos, trenes y teléfonos) y en la economía. Nacieron entonces grandes industrias y enormes almacenes de productos nacionales y extranjeros que generaron una cultura de consumo y un arte de vivir. El comercio se multiplicó por cinco enviando materias primas para obtener a cambio bienes de consumo, así como tecnología y maquinarias. Florecieron también los bancos regionales y se consolidaron los sistemas de finanzas públicas y privadas. Esos resultados, animados por la política de Limantour y los científicos, ayudaron a confortar el poder político del régimen y terminaron por crear un modelo económico que favoreció el crecimiento pero aumentó las desigualdades. ¿En qué elementos se basó ese modelo?, ¿cómo se fue articulando? ¿en qué favoreció la política de los científicos ¿qué actores nacionales y extranjeros participaron?, ¿cómo y cuándo se integraron sus capitales y su tecnología? ¿Quiénes se beneficiaron y quiénes quedaron excluidos de esa modernidad? Objetivo: Analizar los elementos del modelo de progreso, la importancia de la revolución ferroviaria y financiera, las inversiones extranjeras y sea capaz de reconocer los actores económicos y políticos que lo animaron este periodo así como de medir sus efectos sociales. Conceptos: Modelo de progreso, apertura económica, crecimiento, desarrollo. Habilidades: determinar, conceptualizar y elaborar juicios en función de criterios objetivos y subjetivos. Actitudinales y valores: tolerancia a la participación extranjera en el país. Ayuda didáctica para el alumno: En esta secuencia te proponemos realizar una pequeña investigación histórica sobre un aspecto de modelo de progreso del porfiriato. Para ello te ofrecemos documentos que te hablan del aspecto a investigar 13 IDEM , pág. 118 y te dan pistas. Antes de lanzarte a las bibliotecas o a Internet debes delimitar tu tema de estudio para convertido en objeto de investigación. Las preguntas de cuándo dónde, para qué y qué sentido tiene tu aspecto en el modelo de progreso son fundamentales para ello. Una vez elaboradas tus preguntas y una estrategia de investigación la información que encuentres tendrá sentido y, ya lo verás, cambiarás tus preguntas y en enriquecerá tus hipótesis. Lo importante del ejercicio es ir del plan a la información y de esta a una exposición global donde trates de explicar. $o olvides estas preguntas: ¿A quién beneficia el crecimiento, ¿a quién perjudica? ¿Por qué?. &ociones para reflexionar: Crecimiento: aumento de cantidad de medida, peso o superficie. Es natural hasta cierto punto, pero es también buscada por ella misma, como afirmación de sí. El crecimiento contiene una idea de dimensión, más que de calidad. Se habla de crecimiento de la población o del producto, pero no de crecimiento social, cultural, político. Se aplica al crecimiento urbano, proceso interrumpido, como el crecimiento demográfico. En economía el crecimiento se mide con diversos índices, como son: el aumento del producto nacional, de la capitalización, de las inversiones y, cuando es posible, del conjunto de esos valores, lo cual se expresa al mismo tiempo en volumen: PIB (producto interno bruto), como en relación al número de habitantes, crecimiento por habitante. Las economías que crecen son aquellas cuyo crecimiento económico es mayor que el demográfico. Progreso: palabra derivada de progredi, caminar adelante, y de gradi, andar; ir adelante o desarrollo de algo en el tiempo. En el siglo XIX la idea incluyó el camino de la sociedad hacia mejores formas de existencia, de conocimiento y de comportamiento moral acordes con la idea de civilización. Se aplica a cada aspecto de la humanidad: progreso científico, material, económico, cultural y espiritual., pero siempre se trata de un caminar hacia un ideal de civilización. En ciertos casos se usa la palabra como sinónimo del ideal a alcanzar. La sociedad occidental se fundó en la idea de una progreso ilimitado que se mide en los beneficios y el confort sociales alcanzados: condiciones de salud, aumento de la esperanza de vida, mejor formación y educación, nivel de vida, libertad individual, paz social. Sin embargo, los progresos también generan problemas para la vida humana y del planeta; la contaminación, la sobrepoblación, son algunos ejemplos. En este principio de siglo vemos multiplicarse las consecuencias negativas de las sociedades progresistas. Desarrollo: etimológicamente es la acción de desenvolver, alcanzar la plena extensión de algo que se encontraba enrollado, replegado o contenido hasta de forma virtual, como al revelar una fotografía. Tomado de la biología, el término se emplea en economía para designar el estado superior del crecimiento, cuando se alcanza un equilibrio estable y armónico de la producción, distribución y bienestar social. El concepto remplazó al de progreso al fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando los países industrializados tomaron conciencia de la distancia creciente que los separaba de los países africanos, asiáticos y latinoamericanos. Esta distancia tiene su origen en la revolución industrial, pero entonces apareció como insoportable y se comenzaron a buscar explicaciones. Así surgieron las teorías "desarrollistas"; algunos veían en los países subdesarrollados un atraso en el camino tomado por los países industrializados, un rezago en seguir un modelo que se pretende único; otros vieron más bien una relación injusta entre aquellos países y la pobreza del Tercer mundo o del mundo periférico, estimaron que el desarrollo del Tercer Mundo podría tomar otras vías. Actualmente el modelo neoliberal se presenta como la única vía posible para enfrentar la globalización y alcanzar el desarrollo, aún cuando la historia muestra ya los límites y fatales consecuencias de esa falsa creencia. Modernidad: el término moderno se emplea por primera vez en el siglo V, con el fin de delimitar el presente cristiano, que acaba de hacerse oficial, del pasado romano pagano. La modernidad expresa siempre la conciencia de una época, con contenidos cambiantes, que se pone en relación con la Antigüedad para concebirse a sí misma como el resultado de una transición de lo antiguo a lo nuevo. Se trata de un modo característico de la civilización occidental que se opone al modo de la tradición, a todas las culturas anteriores o tradicionales. Frente a la diversidad geográfica y simbólica de la cultura tradicional, la modernidad se impone como única y homogénea. Mito y realidad, la modernidad se expresa en todos los ámbitos: Estado moderno, técnica moderna, música y pintura modernas, costumbres e ideas modernas, .etcétera. Ella nace de profundos cambios sociales y se concreta a nivel material, técnico, científico, pero sobre todo a nivel de las costumbres, del modo de vida y de lo cotidiano. Nace en una crisis histórica estructural y es al mismo tiempo su síntoma y su expresión, una continua huida hacia delante. La modernidad se origina en Europa a partir del siglo XVI y toma su pleno "sentido a partir del XIX. Desde el Renacimiento se desarrolla una discusión entre lo antiguo y lo moderno. Sus primeros ecos se escuchan con la Reforma religiosa y la ruptura que ella inaugura en los países protestantes y católicos. Durante los siglos XVII y XVIII se introducen sus fundamentos filosóficos y políticos; es un periodo de secularización total de las ciencias y las artes, que cobra altura con el pensamiento racionalista e individualista de Descartes y de los Enciclopedistas. La modernidad es apenas una idea y un proyecto buscado por pensadores como Rousseau, Stendhal, Shakespeare y los románticos, considerados como los modernistas radicales. Un proyecto que va paralelo al de progreso. Con la Revolución Francesa toma un ropaje burgués y liberal que no abandonará. Cambian las concepciones de lo político -la soberanía recae en el pueblo-, de la relación entre los hombres -todos nacen iguales-, se construyen el concepto de ciudadano y nuevas formas de gobernar -la república democrática. Emerge así el Estado moderno, y la sociabilidad moderna que se transformarán en una forma de vida, en un modo de ser de las sociedades occidentales. Bibliografía de consulta para el alumno: Hans W Tobler, La revolución mexicana. Transformación social y cambio político 1876-1940, Alianza Editorial, México, 1997. LECTURA 1. México porfirista y el contexto mundia14l La época de finales del siglo y principios del presente corresponde a la fuerte expansión del capital monopolista de los Estados Unidos y de algunos países europeos: Inglaterra, Francia y Alemania, principalmente. En efecto, hacia la década de los años ochenta del siglo pasado, los países de economía más desarrollada estaban logrando franquear la etapa del capitalismo de concurrencia, para proyectarse, en forma franca y acelerada, hacia las formas de capitalismo monopolista. En cada uno de los países, el proceso de concentración económica estaba dando lugar a la formación de empresas cada vez más grandes en el ramo industrial, bancario, comercial y de servicios públicos, empresas que buscaban, por todos los medios a su alcance, elevar sus utilidades al máximo. El medio más eficaz para lograr los objetivos, de acuerdo con la dinámica del desarrollo capitalista, era aumentar la magnitud de sus operaciones e integrarse horizontalmente y verticalmente, asegurando mercados para sus productos y materias primas para mantener un creciente volumen de producción. Este proceso expansionista pronto tendió a rebasar los límites de las fronteras nacionales, proyectándose a todos los rincones de la tierra. Fue así como los monopolios de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania se lanzaron a la conquista de mercados y de materias primas en nuestro país. Los propósitos expansionistas de los monopolios internacionales encontraron condiciones propicias durante el gobierno del general Porfirio Díaz, por la estabilidad que se había logrado y por la política favorable a las inversiones extranjeras que adoptó dicho gobierno. El gobierno porfirista estaba fuertemente imbuido de las ideas del liberalismo económico, lo que favorecía la colocación de capitales extranjeros en nuestro país, ya que significaba que dicho capital contaba con un “Estado policía” dedicado a atender las tareas mínimas de la seguridad nacional y de aquellos servicios públicos que consideraba le eran propios, y que en materia económica se imponía la responsabilidad esencial de crear el clima favorable para que la inversión privada pudiera operar en condiciones óptimas de redituabilidad. De esta manera, la combinación de los factores externos e internos dio como resultado que en las tres décadas del gobierno del general Porfirio Díaz se produjera una considerable expansión de las inversiones monopolistas norteamericanas y europeas. Con el concurso de estas grandes inversiones, la economía mexicana registró un considerable desarrollo de carácter marcadamente capitalista y de subordinación al exterior, como correspondía a la esencia misma de dichas inversiones. El carácter capitalista del desarrollo registrado por México en esa época se manifestó en diversas formas: en el uso de la sociedad anónima como forma fundamental de la organización de las empresas en todos los ramos importantes de la economía; en el desarrollo de instituciones modernas de crédito y de financiamiento comercial, minero, industrial y agrícola; en el desarrollo del comercio, tanto interior como exterior, y finalmente, en la formación de fuertes grupos monopolistas que controlaron la actividad económica del país. La dependencia respecto al exterior, por otra parte, se manifestó en la orientación general de las inversiones y en la proyección de la economía nacional hacia el exterior. Fue así como las inversiones en 14 de Jose Luis Ceceña, México en la órbita imperial, México, « El caballito », 1975, pp. 49-51 la minería tendieron hacia la producción de metales industriales para la exportación hacia los países inversionistas; las colocadas en los ferrocarriles se orientaron en el sentido de facilitar la exportación de productos, por lo que su trazo siguió las rutas hacia el puerto de Veracruz y los puntos fronterizos más importantes de los Estados Unidos; los capitales colocados en empresas agrícolas se dirigieron a la producción de café, caco, algodón vainilla y otros productos de exportación; las inversiones en el sistema bancario tuvieron por objeto el financiamiento y consolidación de las empresas extranjeras y la captación de recursos internos para el mismo propósito, siendo además un instrumento de gran eficacia para ejercer influencia sobre el gobierno y la economía nacional en su conjunto. LECTURA 2 .Inversiones extranjeras15 El Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país. La dictadura de Porfirio Díaz favoreció un importante crecimiento económico, que se vio favoreció por una gran etapa de estabilidad, y el pago de la deuda externa a Estados Unidos que ayudaron a tener gran confianza en el gobierno de Díaz, creando las condiciones mas apropiadas para las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, cobre, zinc y petróleo se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo consideramos que Díaz es el impulsar de la modernización de México a finales del siglo XIX. Así su mandato se caracterizó por un crecimiento económico sin precedentes en la historia de México gracias a la inversión extranjera, de Estados Unidos en un 38%, Inglaterra, Francia con el 55% de total , y Alemania, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición. Los capitales extranjeros tuvieron una gran importancia en la creación de vías de de ferrocarriles. En 1880 México había 1 100 kilómetros de vías férreas; para finales de la dictadura en 1910 existen ya 19 mil kilómetros (Gallo Miguel A 1982). Las compañías norteamericanas aprovecharon las facilidades que atorgaba el gobierno de Día, al trazar los ferrocarriles se impusieron sus intereses, estas vías de ferrocarril sirvieron para comunicar los centros de producción y comercio mas importantes del país se tazaron vías ferroviarias a la frontera norte, sin pretender comunicar las regiones del país que mas lo necesitaban. Ya en los años de 1909-1910, las inversiones norteamericanas dominaban casi totalmente las actividades extractivas. Para 1911, de los 286.3 millones de dólares invertidos en esta rama, 223 millones eran norteamericanos. (Gallo Miguel A 1982) El Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país. La dictadura de Porfirio Díaz favoreció un importante crecimiento económico, que se vio favoreció por una gran etapa de estabilidad, y el pago de la deuda externa a Estados Unidos que ayudaron a tener gran confianza en el gobierno de Díaz, creando las condiciones mas apropiadas para las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, cobre, zinc y petróleo se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo consideramos que Díaz es el impulsar de la modernización de México a finales del siglo XIX. Así su mandato se caracterizó por un crecimiento económico sin precedentes en la historia de México gracias a la inversión extranjera, de Estados Unidos en un 38%, Inglaterra, Francia con el 55% de total , y Alemania, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición. Los capitales extranjeros tuvieron una gran importancia en la creación de vías de de ferrocarriles. En 1880 México había 1 100 kilómetros de vías férreas; para finales de la dictadura en 1910 existen ya 19 mil kilómetros (Gallo Miguel A 1982). Las compañías norteamericanas aprovecharon las facilidades que atorgaba el gobierno de Día, al trazar los ferrocarriles se impusieron sus intereses, estas vías de ferrocarril sirvieron para comunicar los centros de producción y comercio mas importantes del país se tazaron vías ferroviarias a la frontera norte, sin pretender comunicar las regiones del país que mas lo necesitaban. Ya en los años de 1909-1910, las inversiones norteamericanas dominaban casi totalmente las actividades extractivas. Para 1911, de los 286.3 millones de dólares invertidos en esta rama, 223 millones eran norteamericanos. (Gallo Miguel A 1982) LECTURA 3 .¿Inversiones extranjeras igual a crecimiento económico? 16 15 Texto elaborado especialmente para esta guía por La Mtra. Margarita Vara Álvarez, BUAP La característica distintiva de la economía porfiriana fue su crecimiento constante y relativamente fuerte. Este crecimiento fue de un promedio de 2.7% anual en el periodo comprendido entre 1877 y 1910, y llegó incluso a un 3.3% al año durante el último decenio del dominio porfirista, Dicho patrón de crecimiento, estaba estrechamente ligado a las inversiones extranjeras de capital, que aumentaron rápidamente desde la década de 1880. Mientras que en el año 1884 las inversiones extranjeras apenas alcanzaban 110 millones de pesos, en 1911 equivalían a más de 3 400 millones de pesos. Estas inversiones se repartían de la siguiente manera: 38% eran de Estados Unidos; 29% de Inglaterra y cerca del 27% de Francia. El 6% restante era de Alemania, Holanda y otros países europeos. Base y requisito elemental del crecimiento económico de México durante el Porfiriato, fue la construcción de ferrocarriles, que además constituyó el sector de inversiones más importante para el capital extranjero. Al asumir el poder Porfirio Díaz, México contaba con una red ferroviaria de 700 kilómetros de extensión, constituida por la línea que va del Puerto de Veracruz a la capital. En el año de 1885 las vías ya medían 6000 kilómetros; en 1900, casi 14 mil, y en el año de 1910, la red ferroviaria se había extendido a casi 20 mil kilómetros. Si bien la red de ferrocarriles se ajustó principalmente a las tradicionales vías de comunicación, la orientación geográfica de las líneas férreas, construidas principalmente por estadounidenses e ingleses constituyó la condición esencial para que el país fuera penetrado por capital y mercancías del exterior. La red ferroviaria respondió en primer lugar a las necesidades del sector de exportaciones y sólo al margen tomó en cuenta al mercado nacional. La orientación de los ferrocarriles mexicanos hacia el exterior no sólo se manifestó en beneficio de la exportación, en su dominio por empresas extranjeras y en la salida de ganancias y dividendos, sino sobre todo en la falta de impulsos para la industria independiente del país, ya que casi todos los bienes para la construcción de ferrocarriles fueron importados de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia, sin estimular de modo alguno la industria del país. Con el capital extranjero entrando a México y la construcción simultanea de ferrocarriles se formaron las bases para un “crecimiento económico hacia fuera” que a fines del siglo XIX y principios del XX no sólo caracterizó al México Porfiriano sino a otras economías latino americanas como Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. LECTURA 4 . Política agraria del porfiriato17 La política agraria porfirista se caracterizo por establecer todas las facilidades para la modernización económica del país utilizando los medios legales para colocar a las tierras comunales de los pueblos en el mercado capitalista, es decir que se pudieran comprar y vender libremente. Para lograr esta meta, la estrategia consistía en ir acabando con las costumbres y formas tradicionales de organización de las comunidades. Tal y como se había hecho desde el fin de la época colonial, se utilizó una poderosa herramienta: las leyes de desamortización que impedían poseer bienes raíces a todas las “corporaciones civiles y religiosas”, es decir, pueblos y ordenes religiosas. Así, con la Ley Lerdo de 1855 y la Ley de Nacionalización de bienes del clero se perjudicó seriamente no sólo a la Iglesia sino a muchas comunidades, sobre todo del centro del país, para las cuales las tierras comunales no sólo eran base de su subsistencia, sino también indispensables para preservar su cultura y su forma de ver el mundo. Es durante el gobierno implacable y centralizado del Porfiriato que esta política llegó a su punto culminante. La desamortización provocó que muchos pueblos fueran expropiados de sus recursos naturales, hubo sin embargo, grandes diferencias regionales en la aplicación de las leyes desamortizadoras. En el norte, con menor número de pueblos, la lucha por la tierra era menos aguda. Con excepción de las ricas zonas irrigadas como la Laguna en Durango y Coahuila, o en las riberas de los ríos Yaqui y Mayo en Sonora, no parecen haber existido grandes expropiaciones masivas de tierra pertenecientes a los pueblos. En cambio, en la zona central muchas comunidades perdieron la capacidad de mantenerse con sus propios terrenos e incluso les fue difícil sobrevivir. En 1877 había 6 937 propiedades comunales y 20 575 individuales; en 1910 las privadas subieron a 57 066 en detrimento de los pueblos. Otro de los recursos utilizados por el Porfiriato fue un programa de deslinde y venta de terrenos “baldíos” con el propósito de poner a “trabajar” todos los terrenos posibles, y poder allegarse de recursos. Así, todos aquellos terrenos que no estaban debidamente delimitados con bardas u otros límites y nadie 16 Tomado de Hans Werner Tobler, La revolución mexicana. Transformación social y cambio político 1876-1940, Alianza Editorial, México, 1994, pp. 61-73. 17 Texto elaborado por la Academia de Historia de México , BUAP. contaba con títulos claros que acreditaran su propiedad, eran considerados “baldíos”. En este periodo se dictaron leyes de colonización, bajo las cuales se formaron las llamada “compañías deslindadoras”, que debían deslindar las tierras baldías y traer colonos extranjeros para que las trabajaran, quedando ellas con el tercio de las tierras que deslindaran, como pago de su trabajo. Estas compañías, pertenecientes a una pequeña oligarquía, ligada al gobierno deslindaron hasta 1906 cerca de 49 millones de hectáreas, es decir la quinta parte del territorio nacional. Esta política consolidó a la propiedad privada y afectó negativamente a pueblos y rancheros, pues en realidad no había tal cantidad de tierras baldías, sino que las compañías fueron la forma organizada del despojo violento de tierras a los campesinos indios, a los pueblos y comunidades. Así llegaron a pertenecer hasta siete millones de hectáreas en el estado de Chihuahua a un solo individuo, esos inmensos latifundios incluían poblados y poblados en su territorio, cuyos habitantes automáticamente eran considerados trabajadores o peones de la hacienda. La tercera gran política porfirista hacia el campo, la colonización de tierras por parte de extranjeros, de preferencia europeos, católicos, blancos y emprendedores, ya que los campesinos indígenas mexicanos estaban poco capacitados para la gran tarea de la modernización agrícola y la ansiada modernización debía encargarse a quienes tenían ya una civilización aventajada, dispuesta a aportar su cultura, iniciativa, capital y tecnología. El precio de estas políticas fue trágico, al perder sus tierras, la vida tradicional de las comunidades se desorganizó y se acentuó la miseria, muchos antiguos comuneros acabaron siendo peones de haciendas y, en el peor de los casos, desempleados, vagos y bandoleros. Esta política agraria igual fortaleció el cacicazgo y la concentración de propiedades de tierra en manos de unos cuantos. Según el censo de 1910 había en el país una población total de 15 160 369 habitantes, de entre ellos sólo 840 eran considerados hacendados. Para que una persona se considerara a sí misma acreedora al título de hacendado, debía poseer una finca de miles de hectáreas ya que una propiedad de 1 000 o 2 000 hectáreas se llamaba rancho LECTURA 8 . La agricultura en el porfiriato: rezago y modernización18 La agricultura del norte era de tipo comercial, esencialmente fundada en la cría de ganado y en el cultivo de productos de exportación: algodón, tomate, trigo. Los propietarios eran frecuentemente extranjeros, españoles o norteamericanos. Las tierras de la Mesa Central estaban en manos de terratenientes mexicanos y se dedicaban a la agricultura de autoconsumo, en aquellas zonas en las que no se contaba con obras de irrigación. En las zonas irrigadas del centro del país se producían cultivos comerciales para surtir de granos a las ciudades del interior. En el sur y en el sureste de México, tanto terratenientes mexicanos como extranjeros, tenían una agricultura de exportación productora de henequén, café, tabaco y otras variedades de productos tropicales. De la zona central un caso peculiar era el Estado de Morelos, donde una industria capitalista muy próspera se desarrollo gracias a la coyuntura de la guerra de Cuba, que hizo posible la exportación azucarera de la región. Cada región guardaba, así, características propias: procesos particulares de concentración de la tierra; diferentes formas de relación con el mercado; tipos específicos de cultivos y formas distintas de producción. Los medieros, aparceros y arrendatarios predominaban en el norte; en la zona central, la mediería estaba bastante desarrollada, pero el peonaje era la pauta dominante; el trabajo forzado caracterizaba a la zona sur- sureste de los indios yaquis derrotados y vendidos como esclavos en Yucatán, los vagabundos que eran reclutados en las ciudades y enviados a Valle Nacional, los trabajadores de las fincas cafetaleras de Chiapas o de las monterías de Tabasco y Campeche, que eran capturados por los “enganchadores”. La hacienda representaba una unidad de producción completa. Contaba con una extensión territorial amplia que incluía una variedad extensa d4e recursos naturales: tierras laborables, pastizales, bosques y corrientes de agua. Su población rara vez era menor de cien habitantes y ocasionalmente mayor de varios miles. La hacienda constituía a veces un núcleo administrativo básico, una unidad de gobierno local, incorporada como municipio. Cuando éste era el caso, incluía los servicios municipales fundamentales: el almacén, la iglesia, la oficina de correos, el cementerio, la cárcel y, de vez en cuando, la escuela. La supervisión de la hacienda estaba en manos de un administrador, puesto que el propietario era frecuentemente ausentista. Bajo la dirección del administrador se encontraban varios mayordomos. Cuando la hacienda era muy grande, cada mayordomo era responsable de una fracción de la misma y tenía que rendir cuentas al administrador. Junto a los mayordomos estaban los caporales, encargados de la dirección de los diversos grupos de trabajo o cuadrillas. Había, también, secretarios, contadores, 18 . Tomado de Juan Felipe Leal, La Burguesía y el Estado Mexicano, « El Caballito », México, 1975, pp.93-99. encargados del almacén y, en algunas haciendas, un cura, una fuerza policíaca propia, y de vez en cuando, un maestro. En las haciendas los peones constituían la fuente más importante de mano de obra y eran de dos tipos: acasillados y alquilados. El peón acasillado formaba el núcleo de la mano de obra y estaba prácticamente atado a la tierra a través de un sistema de pagos en adelanto que, poco a poco, lo iban endeudando hasta que finalmente él y su familia terminaban viviendo permanentemente en la hacienda. Los peones acasillados tenían derecho a trabajo fijo, aunque con una remuneración menor a la que recibía el peón alquilado, tenía, en ocasiones, el permiso de trabajar un pedazo de tierra en el cual podía sembrar un poco de maíz, fríjol y chile para consumo doméstico. Esta práctica era considerada como un privilegio especial que sólo se reservaba a aquellos peones de confianza. Por el hecho de vivir en la hacienda, los peones residentes, se veían obligados a realizar una serie de tareas gratuitas llamadas faenas. Los peones alquilados no residían en las haciendas y generalmente vivían en los pueblos cercanos, yendo a trabajar a las haciendas temporalmente. En la misma hacienda existía otro tipo de labriego que era el mediero. Ya que en las haciendas se cultivaban únicamente las mejores tierras, el resto lo dejaban en manos de medieros y aparceros, cuyas prácticas y tipos de contrato variaban. Dentro de las instituciones de la hacienda, la tienda de raya ocupaba un lugar importante. Muchas de las haciendas eran tan grandes que no había posibilidades para que los campesinos compraran las mercancías más que en un sitio: la tienda de raya. En ella, todos los productos, todos los precios y todas las cuentas se hallaban bajo control del hacendado. Tan efectivo era el monopolio que ejercían los hacendados, que fueron capaces de mantener jornales relativamente estables durante cincuenta años mientras el costo de la vida aumentaba, como se puede ver a continuación: Precios de productos agrícolas alimenticios Mercancías 1792 1891 1908 Hectolitro de maíz 1.75 2.50 4.89 100 kilos de arroz 7.60 12.87 13.32 100 kilos de harina 2.71 10.87 21.89 100 kilos trigo 1.80 5.09 10.17 100 kilos de frijol 1.63 6.61 10.89 100 kilos de chile 26.08 27.13 57.94 Salario mínimo diario en centavos Año Agricultura Manufacturas Minería 1877 32 32 32 1885 27 34 31 1892 26 26 30 1898 37 50 47 1902 32 36 43 1911 27 36 72 La plantación difería de la hacienda en más de un sentido. En principio, era una unidad de producción orientada esencialmente hacia la exportación. Generalmente se trataba de una propiedad extensa y especializada en un solo producto, con una tecnología relativamente avanzada. La plantación existía, sobre todo, en las zonas costeras y en el sur y sureste de México, crecieron a costa de tierras comunales. La expansión de la agricultura comercial de exportación provocó en la costa del Golfo de México una gran demanda de mano de obra, de ahí que se desarrollaran sistemas de reclutamiento de trabajo forzado. Los propietarios de fincas y plantaciones también importaron grandes cantidades de trabajadores, de Jamaica y China. Además de la hacienda y la plantación existía el rancho. Este tenía una superficie bastante inferior a las cien hectáreas y era trabajado por el dueño y su familia, a veces con algunos aparceros y trabajadores asalariados. Tanto el rancho como las comunidades indias fueron víctimas de la expansión de la gran propiedad territorial. México cayó durante el porfiriato en un tipo de producción agrícola muy contrastada. En el caso de aquellos productos en verdad lucrativos como el algodón, el azúcar, el café, el henequén, el chicle, el garbanzo y el hule, el capital acudió presuroso. Pero en relación a los productos agrícolas y ganaderos de carácter alimenticio, es decir, los de consumo directo o indispensable para la población, se cultivaron en las peores tierras, se careció de capital y se aplicaron técnicas de cultivo atrasadas. La agricultura, progresaba en un sentido y se rezagaba en otro. México tenía que exportar maíz a Estados Unidos para abastecer el consumo local. TEMA 5. Contradicciones del régimen y los grupos sociales. En el porfiriato se manifiestan formas de vida antagónicas en la sociedad, crecimiento económico sostenido ante la ausencia de desarrollo, los problemas que enfrentaban las clases medias, la carencia de oportunidades para las nuevas generaciones, la situación del proletariado y el latifundismo entre otros muchos no eran resueltos. La imagen de un México próspero y moderno influenciado con las tendencias arquitectónicas y culturales europeas contrastaba con la vida sencilla y hasta paupérrima de grandes sectores de la población. En una sociedad de enorme desigualdad ante la aparición de grandes industrias, almacenes, bancos, una sociedad de consumo. ¿Quiénes realmente se beneficiaron y quiénes quedaron excluidos o afectados de esa modernidad? Objetivos: Evaluar las tensiones provocadas por el modelo de progreso así como las consecuencias sociales de la modernización que contribuyeron a la quiebra del régimen porfirista. Conceptos: Rupturas, sociedad autoritarismo, democracia, crisis estructural. Habilidades: Determinar los elementos que el porfiriato generaron las contradicciones del régimen así como la crisis estructural. Actitudinales y valores: emitir juicios sobre los elementos del progreso, y el reparto equitativo de la riqueza Ayuda didáctica para el alumno: ¿Te has preguntado sobre los límites que tienen las acciones de los hombres para conducir a la sociedad o, por lo menos resolver sus problemas para mejórala. Esta secuencia te permitirá analizar un aspecto que influyó en la quiebra del régimen porfirista. La lectura te sugerirá algunas pistas y reflexiones. Con tus compañeros busca información pero, sobre todo, trata de analizar tu aspecto como signo de las tensiones estructurales, consecuencia del modelo de progreso modernizador y causa del quiebre del régimen. Especula sobre qué medidas hubieras tomado para evitar o paliar esas contradicciones y presenta en periódico mural - con textos, ejemplos e ilustraciones- tus conclusiones. LECTURA 1. Liberales y Precursores19 Casi al despuntar el siglo XX cobró fuerza una de las vertientes opositoras del Porfiriato: la que abrevaba en los principios liberales que habían dado base a la Reforma. A lo largo de una década este grupo ofreció una gran resistencia al gobierno de Díaz y con gran perseverancia difundió entre la población sus críticas y propuestas para organizar el descontento. Sin el grupo fue modificando sus posiciones y 19 Extracto tomado de Josefina MacGregor, Gran Historia de México Ilustrada, Planeta/CONACULTA/INAH, México, 2001, tomo IV, pp. 272-278. reestructurándose, aun cuando no dejó de autodenominarse liberal. Atravesó por tres periodos perfectamente definidos: el primero en el que propiamente se definen los principios liberales plasmados en la constitución de 1857, va de 1900 al fundarse el club liberal Ponciano Arriaga a 1905 -1906, el segundo que se inicia en esas fechas cuando se dan a conocer las ideas que dan sustento al programa de Partido Liberal Mexicano y se prolongo hasta 1910, etapa en la que se formularon soluciones, para los problemas del país, que ya no correspondían al pensamiento liberal ortodoxo y el grupo se asume abiertamente anarquista, organiza había una intensa actividad armada y aparece el manifiesto en el que con toda claridad se asienta la nueva perspectiva Las tareas opositoras se remontaban a épocas anteriores aunque fueron realizadas en otro marco político. En 1892 los hermanos Flores Magón Jesús, Ricardo, y Enrique, este último muy joven participaron en las protestas estudiantiles por la tercera reelección de Díaz. Fue el primero de ellos quien inició a sus hermanos en el periodismo .de oposición, la más importante y valiosa arma de combate de esos hombres, aunque no todos los integrantes de la agrupación se mantuvieron unidos hasta el final, pues la radicalización fue empujando a que los individuos decantaran sus posiciones: unos optaron por las reformas a través de la acción política y otros por la ruptura mediante la insurrección. En agosto de 1900 el ingeniero Camilo Arriaga convocó a la conformación del Partido Liberal, así pues se organizaron cincuenta clubes liberales en catorce estados. Se invitaba a crear un partido nacional que enfrentara a la dictadura y al partido "científico" y a que sus integrantes expresaran abiertamente su descontento con las políticas del gobierno, fueran de acción o por omisión. La persecución oficial no se hizo esperar: se encarceló a Jesús y Ricardo Flores Magón y a otros líderes, y numerosos clubes fueron clausurados por la fuerza pública. Como respuesta, los periódicos liberales intensificaron la difusión de sus criticas, entre ellos Regeneración, El Porvenir, El Renacimiento, El Diario del Hogar, El Hijo de! Ahuizote, sorteaban como podían los cierres, eludían la acción policíaca, se trasladaban a otra población o reincidían en cuanto les era posible. En 1903 se reorganizó el club Liberal Ponciano Arriaga bajo el lema "Reforma, Unión y Libertad" con nuevos miembros como Santiago de la Hoz y Santiago R. De la Vega y se incluyo a mujeres en la mesa directiva como Elisa Acuña y Rosete, Juana Gutiérrez y Mendoza, y Ma. Del Refugio Vélez. Ese mismo año los líderes tuvieron que abandonar el país debido a las amenazas gubernamentales. Desde las ciudades estadounidenses se editaban y se enviaban a una gran cantidad de poblaciones mexicanas a través de una amplia red de simpatizantes conformada por ferrocarrileros obreros, mineros y artesanos, aunque también había profesionistas, comerciantes y algún pequeño propietario. Las discrepancias por la dirección y el carácter doctrinal empezaron a perfilar dos tendencias, una encabezada por Arriaga y otra por Flores Magón. Estas diferencias y la persecución policíaca los empujaron a desplazarse a diferentes ciudades. Para fines 1905 la Junta organizadora del partido Liberal Mexicano integrada por dos de los Flores Magón los primos Juan y Manuel Sarabia, Rivera, Bustamante y Antonio I. Villarreal, dio a conocer la bases para fundar la organización e intensifico su labor de proselitismo, pensando ya enfrentar al gobierno no solo desde la trinchera política y sindical sino también recurriendo a las armas. Se avanzó en la elaboración de un programa que fechado en 1906 da como resultado un profundo conocimiento de los problemas nacionales, un cuidado especial, merecían el trabajo femenino y el infantil; no se atacaba a la propiedad agraria, y si bien se cuestionaba la existencia de los latifundios; solo se exigía una intervención en contra de las tierras improductivas; Así como aplicar "la ley del jornal mínimo y el trabajo máximo". La riqueza del programa es muy grande refleja la larga e intensa actividad opositora de sus elaboradores, no recoge solo ideas personales sino también la experiencia histórica de toda una sociedad: de ahí su influencia en los años subsiguientes y su impronta a lo largo del periodo revolucionario. El Partido Liberal encauzó sus energías en preparar tres intentos revolucionarios -1906, 1908 y 1910- aunque en ninguno de ellos tuvo éxito. Además de la escasez de recursos, otra explicación del fracaso se encuentra en el hecho de que el gobierno porfiriano conocía todos los pasos que los liberales daban: Había puesto en marcha una poderosísima red de informantes que incluía a agentes secretos estadounidenses y mexicanos y al personal del servicio exterior. Habría que tomar en cuenta que el gobierno de Estados Unidos tenia interés en que la actividad de estos hombres no prosperara por sus ligas con el movimiento obrero estadounidense, sin embargo, a pesar de que fueron innumerables las ocasiones en que desde México se solicito la extradición de los liberales, nunca se atendieron las solicitudes, si bien los encarcelaba para que abortaran sus planes .Pero los magonistas -como se les empezaba a conocersiempre reavivaron sus esfuerzos organizativos. LECTURA 2. El ocaso del porfiriato. Díaz, continuó la reforma liberal y anticlerical de sus antecesores, restauró el orden e implantó la paz interior, atrayendo a los personajes más importantes e influyentes de la Burguesía nacional y consolidando un sistema que se basaba en las relaciones personales y en la fuerza militar, sin embargo Díaz siguió una propuesta de mucha administración y poca política. A pesar de ello bajo su gobierno estallaron numerosos conflictos. Jugaron un importante papel en la dictadura porfiriana un grupo de intelectuales y profesionales, los llamados científicos, que veían el porfiriato como instrumento necesario para la modernización y la democracia. El gobierno de Díaz, une el progreso y el conservadurismo estuvo lleno de contradicciones. Abandonó muchas de sus propuestas iniciales y obtuvo el apoyo de la Iglesia y los terratenientes. Bajo la dictadura porfiriana México consiguió un importante progreso económico, apoyado en gran medida por el alto crecimiento de población que experimentó el país en esas décadas. Aumentaron los latifundios a costa de las tierras de las comunidades indígenas, la desamortización de los bienes eclesiásticos y las tierras baldías. Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a la exportación y creció espectacularmente, sobre todo en la producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. Se favoreció la llegada e inversión de capital extranjero principalmente Norteamericano, Ingles y Francés. El Estado no intervenía en los conflictos obreros, dejando libertad de acción a los patronos. Se pagaban salarios bajos, lo que evitaba la llegada de inmigrantes y favorecía el empleo de mano de obra nacional y una alta rentabilidad. Y con ese capital extranjero se financiaba el programa de progreso, la construcción y expansión de la red de ferrocarriles concedidos a las compañías extranjeras y el desarrollo de la minería de plata. En los primeros años del siglo XX el gobierno de Porfirio Díaz se fue debilitando, tenía poca credibilidad y muchos opositores. Se recrudecieron los actos de represalia contra campesinos y trabajadores, como las matanzas de Río Blanco (1905) y Cananea (1906) y poco después el Partido Liberal Mexicano, bajo el liderazgo de los hermanos Flores Magón, publicaba un manifiesto de 28 puntos, considerando como el antecedente inmediato del levantamiento popular. En 1908, Francisco Ignacio Madero, hijo de un rico industrial y latifundista, publicó en 1908 un libro que pronto se hizo famoso, La sucesión presidencial en 1910, en el que condenaba el militarismo, rendía culto a la Constitución de 1857 y llamaba a la ciudadanía a organizarse de cara a las próximas elecciones políticas. Madero organizó el Partido Antireeleccionista, se entrevistó con Díaz y tras las elecciones, que volvió a ganar fraudulentamente el dictador, en julio de 1910 lanzó el llamado Plan de San Luis, en el que se reivindicaban, entre otras cosas, la devolución de las tierras a los campesinos y el "sufragio efectivo, no reelección", tan esgrimido por el propio Díaz en época anterior. El 20 de noviembre de 1910, siguiendo la llamada de Madero, se iniciaba la Revolución, que acabaría con el porfiriato, después de un breve pero intenso enfrentamiento político y militar. El 25 de mayo de 1911 la Cámara de Diputados recibió la renuncia formal a la presidencia de la República del general Porfirio Díaz. Esa misma noche salía rumbo a Veracruz, donde se embarcó con destino a Europa. LECTURA 3. El porfiriato y las diferencias sociales.20 No es un secreto que durante el porfiriato la sociedad mexicana experimentó una serie de cambios que a decir del gobierno significaban el progreso de la nación mexicana, no así para el pueblo en general quien fue el que tenia la mayor carga en ese tardado y difícil proceso, cambios como la libertad, la obsesión básica de los liberales en el periodo de la Republica Restaurada empezó a sufrir y el “dejar hacer” solo se mantuvo vigente en el campo de la economía. El bienestar, con todo alcanzó a poquísimos y a costa del bien de las mayorías, la superioridad y riqueza de algunos se baso en la inferioridad y pobreza de otros. El trabajo minucioso y paciente de los artesanos sobrevivió a la llegada de las improntas fabriles, la nueva hacienda capitalista no desalojo a la vieja hacienda patriarcal, con lo cual México se torno multicolor y la igualdad ya no cabía en el cuerno de la abundancia. No era igual la vida jornalera en las haciendas de “antes” y en las haciendas porfirianas, la población de las fincas abastecedoras de mercados, los gañanes de las plantaciones de algodón, azúcar, tabaco, henequén y mezcal, los operarios del progreso del país; fueron sometidos a un riguroso régimen de tareas de sol a sol, cárcel y servidumbre por deudas al patrono. Los esclavos del progreso capitalista no llegaron a disfrutar todo el esplendor del porfiriato: la paz, la libertad y el bienestar. La mayoría campesina que nacía, vicia y moría en haciendas y ranchos de la gente reacia al negocio y a la técnica, de ricos de abolengo, siguió sumisa a las costumbres de vestirse con los rayos del sol, vivir en jacales, y comer frijoles y chile. Podemos decir que la vida de los campesinos, obreros y empleados no fue remotamente feliz, ya que el desarrollo capitalista los sometió a muchos sacrificios, mientras que los patronos del progreso se sentían educadores, estaban temerosos de que sus dependiente tuvieran tiempo para el ocio y cayeran en los vicios tradicionales del pueblo, de los que habían sido rescatados, y solo tareas diarias de quince 20 Elaborado para la guía del alumno por la Mtra. Araceli Rojas Alonso, BUAP: horas con sueldos que ni de milagro alcanzaban para el sostenimiento de la familia, y no permitirles derroches, podían redimirlos de las feas costumbres de la embriaguez, la pereza y la lujuria. En suma, en México hubo prosperidad en la etapa e 1888 a 1904, pero esta bonanza económica únicamente beneficio a unos cuantos y dicho “progreso” se encumbro por haber en el país un gobierno extremadamente autoritario y unipersonal. TEMA 6. Los movimientos sociales de oposición, el partido liberal, los obreros y las luchas campesinas. Durante el porfiriato la incapacidad del gobierno para mejorar las condiciones de vida y resolver los reclamos de la mayor parte de la población, generaron: movimientos sociales, partidos de oposición como el Liberal Mexicano, Antirreleccionista, Constitucional Progresista, movimientos obreros y campesinos, y periodismo de oposición, que sufrieron persecuciones y represiones, estos movimientos a la vez ocasionaron la caída del régimen porfirista y el estallido de la Revolución Mexicana. Objetivos: analizar los principales movimientos sociales de oposición al régimen porfirista. Conceptos: rupturas, sociedad autoritarismo, democracia, crisis estructural. Habilidades: identificar las diferentes las condiciones de los trabajadores mexicanos en el régimen porfirista. Actitudinales/valores: respeto a la vida y a la libre expresión. Ayuda didáctica para el alumno: En estas dos sesiones te proponemos hacer una lectura y síntesis de los principales acontecimientos que se dieron como consecuencia en las huelgas de Cananea y Río Blanco anunciadoras de la Revolución Mexicana y que fueron influenciadas por la ideología anarquista de los hermanos Flores Magón a finales del siglo XIX. Lectura 1. Los obreros Desde 1906 el periódico el Imparcial escribió que el problema obrero ”quizás el mas difícil y trascendental de nuestra época” efectivamente los obrero del profiriato enfrentaban graves problemas laborales en las fabricas, con las largas jornadas de trabajo de 12, y hasta 14 horas diarias, y solo el sábado en algunas fabricas tenían menos horas de trabajo diariamente tenían dos descansos de 45 minutos para tomar sus alimentos no había descanso dominical, no se reconocían los accidentes de trabajo, en cuanto a su sueldo a veces era pagado en la tienda de raya, y se les descontaba una parte de su sueldo para las fiestas religiosas los daños efectuados a los instrumentos de trabajo eran descontados de su sueldo . Si la fábrica llegaba a tener casas para trabajadores como fue el caso de Fabricas textiles en Puebla, estas eran prestadas solamente y no podían recibir visitas. . Las políticas de higiene y seguridad en el trabajo no existían, los obreros no gozaban de salarios justos ni prestaciones. La clase media fue escasa y compuesta por modestos profesionistas y burócratas, de aquí resultaron grandes luchadores sociales opuestos al régimen como los hermanos Flores Magón. Los trabajadores de Rió Blanco eran los mejores pagados, ganaban 1.25.pesos diarios ,también en las minas de Cananea el salario de 3.00 pesos, pero tenían que trabajar hasta 12 horas diarias bajo tierra y sin embargo fue aquí donde estallaron las principales huelgas del Porfiriato LECTURA 2.El Partido Liberal Mexicano21 El Partido Liberal Mexicano (PLM) inicialmente fue un reorganizar a los simpatizantes del liberalismo que promulgó la constitución de 1857 desde 1901 inicio su participación en un congreso organizado por Camilo Arriaga, pero fue en 1905 cuando la semilla socialista se había introducido en México y los múltiples Clubes Liberales que se formaron en los siguientes años. El partido fue fundado en 1906, por los hermanos Ricardo, Jesús y Enrique flores Magon. A principios del siglo XX, decenas de clubes liberales se habían creado en todo el país, en San Luís Potosí, se intenta constituir la "Confederación de Círculos Liberales" y al siguiente año sus fundadores fueron aprehendidos. Porfirio Díaz reprimió severamente a toda la oposición. Hacia 1906 los obreros de la región de Orizaba Ver. Decidieron transformar su sociedad mutualista, en un sindicato creando el gran Circulo de obreros libres, de acuerdo a la ideología de los hermanos Magon, la cual llego a extenderse a los estado de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Oaxaca y México, en donde los obreros organizaron más de 80 sucursales . Los agentes de Díaz apoyados por autoridades estadounidenses persiguieron a los liberales en Texas, pero continuaron trabajando, así en septiembre de 1905en Saint Louis Missouri, E.U. el grupo de los Flores Magón redacta el manifiesto con el que se constituye la junta organizativa del PLM. Las tareas de esta consistían en convocar y articular a todas las fuerzas opositoras para preparar la lucha contra el dictador. En 1906, después de casi un año de discusión sobre la situación política, económica y social del país, se publicó el manifiesto y programa de PLM. Entre los principales postulados del programa estaban la jornada de ocho horas, prohibición del trabajo infantil, salario mínimo, indemnización patronal por accidente de trabajo, que se reflejarían en el art.123 constitucional educación laica obligatoria y gratuita. El PLM organizó varias sublevaciones contra el régimen de Porfirio Díaz desde 1906, todas fueron reprimidas violentamente, delegados del PLM en Veracruz y Tabasco. El 26 de septiembre fue la nueva fecha para iniciar la Revolución, un grupo de liberales atacó Jiménez pero después de unas horas arribaron fuerzas federales que los superaban en número y emprendió la retirada. Con resultados similares se realizaron otros ataques en Monclava y Piedras Coahuila El 30 de septiembre, estalla la rebelión en Acayucan, Minatitlan en el estado de Veracruz y Puerto México, impulsada por Hilario C: Salas y Cándido Donato Padua, delegados del PLM en Veracruz y Tabasco. En Acayucan los enfrentamientos contra el ejército duran 4 días. La mayoría de los rebeldes muere, algunos huyen a la sierra de Soteapan donde reorganizan una guerra de guerrillas que combate hasta 1911. El junio de 1908 atacan la población de Viesva Coahuila, pero son rechazados y derrotados. Los dirigentes son aprehendidos y remitidos a la prisión de San Juan de Ulúa de en Veracruz, donde eran llevados todos los presos políticos También tacaron el poblado Las Vacas hoy ciudad Acuña en Coahuila, y Casas Grandes Chihuahua Para el PLM, la lucha no solo era quitar a Díaz de poder, la lucha era por la libertad política, habría que tomar y defender la tierra con una lucha armada. Los grupos armados del PLM estaban organizados en la Confederación de grupos del ejército liberal que también se llamó Ejercito Libertario Mexicano. En 1911, la Junta Organizadora del PLM en los Ángeles E.U. publicó en periódico Regeneración un manifiesto libertario que llamaba a los mexicanos a luchar contra del Estado, el clero y el capital, bajo el lema "Tierra y Libertad", ideal que un mes más tarde haría eco en el Plan de Ayala promulgado por Zapata Las campañas militares del PLM, fracasaron una y otra vez debido a la falta de recursos, a la infiltración policíaca y también a la confusión ideológica de muchos de sus afiliados provocada por tácticas que al final resultaron contraproducentes, por ejemplo para abastecerse de armamento solían hacerse pasar por maderistas, al grado que algunos llegaban a combatir a sus propios compañeros liberales. LECTURA 3.Los campesinos 21 Elaboradora para la guia del alumno por la maestra Margarita Vara Álvarez .BUAP La hacienda representaba una unidad de producción mas importante completa de Porfiriato contaba con una extensión territorial e incluía una gran cantidad de recursos naturales: tierras laborables, pastizales, bosques y corrientes de agua, así como también una gran construcción de casa ,la cual generalmente tenia un gran patio central con habitaciones, iglesia, en algunos casos escuela y lugares para talleres, ya en la parte de atrás del casco de la hacienda los terrenos para la siembra y los corrales para el ganado, ya un poco más separado los terrenos para las casas de los peones acasillados y un pequeño terreno para sembrar su maíz, estas labores las hacían al salir de su trabajo normal . La hacienda constituía a veces un núcleo administrativo básico, una unidad de gobierno local, incorporada como municipio. Cuando éste era el caso, incluía los servicios municipales fundamentales: el almacén, la iglesia, la oficina de correos, el cementerio, la cárcel La supervisión de la hacienda estaba en manos de un administrador, ya que el dueño vivía en las ciudades importantes o en el extranjero. Bajo la dirección del administrador se encontraban varios mayordomos. cada uno era responsable de una fracción de la misma y tenía que rendir cuentas al administrador. Junto a los mayordomos estaban los caporales, encargados de la dirección de los diversos grupos de trabajo o cuadrillas. y, en algunas haciendas, , una fuerza policíaca propia, y de vez en cuando, un maestro. Ligado al desarrollo de esta, habia relaciones de explotacion de los trabajadores. Aquí los peones constituían la fuerza de trabajo mas importante y eran de dos tipos: acasillados y alquilados. El peón acasillado formaba el núcleo de la mano de obra y estaba prácticamente atado a la tierra a través de un sistema de pagos en la famosa “tienda de raya” en donde se les daba crédito en la compra de productos para consumo cotidiano a cambio de trabajos futuros, . En ella, todos los productos, todos los precios y todas las cuentas se hallaban bajo control del hacendados poco a poco, los peones se iban endeudando hasta que finalmente él y su familia terminaban viviendo permanentemente en la hacienda, logrando una nueva “esclavitud por deudas”, lo cual evitaba que pudieran irse a otros trabajos o haciendas . Los peones acasillados tenían derecho a trabajo fijo, aunque con una remuneración menor a la que recibía el peón. Y sus esposas e hijas a trabajar en las haciendas como sirvientas Esta práctica era considerada como un privilegio especial que sólo se reservaba a aquellos peones de confianza. Por el hecho de vivir en la hacienda, los peones residentes, se veían obligados a realizar una serie de tareas gratuitas llamadas faenas. Los peones alquilados no residían en las haciendas y generalmente vivían en los pueblos cercanos, yendo a trabajar a las haciendas temporalmente. En la misma hacienda existía otro tipo de labriego que era el mediero que se mantuvo por muchos años mas después de la revolución, eran para trabajadores que no tenían tierras y las pedían prestadas a cambio de productos que sembraban. Los servicios que prestaban en las haciendas eran de quince horas diarias con sueldos que ni de milagro alcanzaban para el sostenimiento de la familia, En suma, en México hubo prosperidad en la etapa e 1888 a 1904, pero esta bonanza económica únicamente beneficio a unos cuantos y dicho “progreso” se encumbro por haber en el país un gobierno extremadamente autoritario y unipersonal. Lectura 4.El movimiento obrero de los mártires de Rió Blanco22 Las fábricas del Valle de Orizaba, en el Estado de Veracruz, se consideraban las más modernas a fines del siglo XIX debido a la energía eléctrica que producía el Río Blanco, así como al ferrocarril de México a Veracruz que apareció por el valle a partir de 1872, había otras fábricas textiles aparte de la Río Blanco, como las de Santa Rosa, Cocolapan, Santa Gertrudis y el Yute. La fábrica de Río Blanco tenía condiciones laborales muy similares a las del resto del país, los salarios iban de 50 a 75 centavos diarios, con jornadas de 13 horas diarias, el pago no era igual para todos, existía explotación inhumana sobre todo para las mujeres y los niños que a veces eran tan pequeños, que tenían que ponerles cajones para que alcanzaran las máquinas, “la escuela era para los ricos y los pobres sólo tenían su trabajo”. Se utilizaba un sistema de multas del cual los obreros no tenían ningún medio de defensa, debían aceptar los castigos y las multas, las cuales establecidas en un catalogo podían ser: por jugar volados, leer el periódico, fumar en los telares, cantar, silbar, por escándalos en el salón, por decir versos, por correr, por visitar amigos, por mentir, por retardo. Además se pagaban 32 centavos cada mes como contribución al municipio, también se pagaba por los cuartos y la luz que la fábrica alquilaba a sus trabajadores, podían ser despedidos sin ningún motivo, la jornada iniciaba a las seis de la mañana, a la hora de la salida eran registrados por los guardias rurales, que se encontraban en la entrada de la fábrica. Se pagaba con semanalmente con vales para que se comprara en la tienda de raya de la fábrica, con los productos más caros. En 1898 la empresa aumentó el número de multas. Después de 1905 la situación de los trabajadores se volvió insostenible, por lo que los trabajadores en sus reuniones decidieron formar una asociación obrera, e invitaron a José Neyra que se había incorporado como trabajador, proveniente del Distrito Federal, quien se encontraba 22 Texto elaborado especialmente para esta Guía por la Profra. María Elena Mercado Juárez, BUAP. influenciado por las actividades de Camilo Arriaga y los hermanos Flores Magón. Sus ideas sobre como debían organizarse los trabajadores y el tipo de organización necesaria pronto convenció a la base de formar un organismo para defender sus derechos. Para abril de 1906 se formó la sociedad Gran Círculo de Obreros Libres (GCOL), el objetivo primordial quedó establecido en la Acta Constitutiva: organizar a todos los trabajadores del país para luchar contra el capitalismo y la dictadura de Porfirio Díaz. Los líderes del Gran círculo extendieron sus relaciones e invitaron a los trabajadores de las fábricas de la región a participar en su círculo además prepararon la publicación de un periódico para difundir sus ideas con los demás trabajadores “La Revolución Social” que incluía un artículo del periódico de oposición “El colmillo Público”. Al día siguiente de la primera publicación de la “Revolución Social” los líderes de la sucursal del GCOL de San Lorenzo de Nogales, organizaron una protesta contra el maltrato que recibían los obreros, pararon sus máquinas y realizaron una marcha para realizar un mitin frente a las oficinas de la Compañía Industrial de Orizaba S.A. (CIDOSA) formada por industriales franceses y un norteamericano. La compañía comprendía las fábricas de Cerritos, la Cocolapan especializadas en hilados y tejidos y la más importante del país la de Río Blanco que se dedicaba al blanqueo y estampado de telas, así como la fábrica Santa Gertrudis (El Yute) que producía alfombras, costales etc., y la de Cocolapan. Que eran consideradas las más modernas de México. Los trabajadores recibieron algunas concesiones y fueron convencidos de regresar a sus trabajos De inmediato fueron buscados los líderes por los rurales y la policía cateó las casas, se hicieron arrestos de algunos líderes y trabajadores, la correspondencia se revisaba escrupulosamente se detuvieron además a los periodistas Jesús Martínez Carreón quien murió en la cárcel de Belén y a los que imprimían la Revolución Social. Los trabajadores del Valle de Orizaba, continuaron sus labores y se solidarizaron con sus compañeros de Puebla y Tlaxcala que habían estallado una huelga el 4 de diciembre (los obreros únicamente pedían la aceptación de una representación obrera ante las empresas y evitar extremos en la privación de la libertad) enviándoles ayuda. Pero el día 24 de diciembre de 1906, al presentarse a trabajar se encontraron con las puertas cerradas de las fábricas del Valle, donde se comunicaba la suspensión de actividades hasta nuevo aviso. El paro patronal no era por motivo de los trabajadores, eso los desconcertaba, las mujeres se acercaban a la tienda de raya de la fábrica de Río Blanco donde eran ofendidas y corridas. El 6 de enero de 1907 los obreros acudieron al Teatro Gorostiza en Orizaba para llevar a cabo una reunión donde se leería el laudo del presidente Porfirio Díaz, que estaba a reventar, ya que resultó insuficiente para albergar a todos los trabajadores, que escucharon estupefactos la lectura: “El lunes 7 de enero todos los trabajadores debían regresar a sus puestos, que los reglamentos establecidos continuarían vigentes, pero a cambio se les prometía algunas reformas, se suprimirían los descuentos por concepto de médico, por fiestas, y se permitiría las visitas en las casas que la fábrica les alquilaba. Además se establecía el uso de libretas personales en las que el administrador anotaría la conducta, laboriosidad y eficacia. La manifestación de sus quejas podría hacerse únicamente en un escrito que se le entregaría al administrador que tendría quince días para contestarlo y daría solución a sus quejas y en caso de no quedar conformes, podrían separarse de su trabajo”. Al término de la lectura se hizo un silencio de desaprobación, y la gente empezó a gritar que no se aceptaba el reglamento, que “primero mártires que esclavos” La reunión terminó entre gritos de desaprobación y enojo, 7 de enero de 1907 En la puerta de la fábrica de Río Blanco se formaron en las entradas dos hileras de mujeres de ambos lados, gritándoles a los pocos obreros que pretendían entrar a trabajar “muertos de hambre”, “sinvergüenzas”, miserables, el escándalo aumentaba, conforme pasaba el tiempo y llegaban más trabajadores. Los porteros cerraron la puerta y en ese momento se escuchó el grito “a la tienda”, una mujer pedía al empleado que le fiara algunos alimentos, el empleado le contestó con ofensas, y al ver llegar a más gente un empleado en la tienda de raya descargó su pistola matando a un obrero, esto enardeció a la gente, rompieron los vidrios del aparador, y por ahí entraron los obreros, abrieron la puerta y saquearon la tienda. Llegó la policía trato de contener a los obreros, no pudo y llegaron los rurales con machetes en mano tratando de calmar la situación, la gente obligó a los rurales a retirarse, a pedradas y a presenciar de lejos lo que ocurría, los obreros acarreaban comestibles, tomaban el pulque, licores, sacaban las máquinas de cocer, de escribir, paraguas, cazos, lo que podían y finalmente prendieron fuego a la tienda de raya, que simbolizaba la explotación porfirista, no fue necesario, proclamas, convocatorias o arengas, el furor causado por el laudo, los gritos de impotencia de las mujeres que habían soportado el hambre junto a sus hijos, animaban a sus hombres a repudiar el laudo, El jefe político Carlos Herrera, se enteró y dio órdenes de que el 13° batallón se presentara en la fábrica, se dirigió a la fábrica y en las cercanías recibió varias pedradas, ya el conflicto se había escapado de control. Los obreros se dirigieron a Nogales, al palacio municipal donde pusieron en libertad a los presos y saquearon la casa de empeño, llegaron al “Centro Comercial” que también saquearon y quemaron, y que se encontraba frente a la fábrica San Lorenzo. Los obreros continuaron su avanzada se dirigieron a Santa Rosa seguidos de un gran número de mujeres, el contingente ascendía a más de mil personas, se dirigieron a la tienda “El Modelo”, que saquearon e incendiaron, el incendio cubrió toda la manzana, En las demás fábricas de la región también se quemaron las tiendas de raya, a semejanza de la de Río Blanco; Santa Rosa, Cocolapan, el Yute de Orizaba. Los incendios, fueron una característica de la jornada, ante la impotencia de la clase trabajadora y la necesidad que sentían de hacerse justicia por propia mano. En la curva de Nogales los soldados hicieron sus descargas a la multitud que se dirigía a Orizaba, matando niños mujeres y hombres, iniciando con esto una terrible persecución que continuó hasta el día 8, inclusive por los cerros donde la gente trataba de esconderse fueron perseguidos. Por la madrugada del día 8 de enero el ferrocarril enviado por el gobierno federal con dos compañías del 24° batallón, Se habían concentrado más de 4,000 soldados, el miedo se dejó sentir entre la gente, que trató de deshacerse de lo que había obtenido, de los saqueos. La brutalidad de los soldados enviados por el gobierno federal para acabar con el movimiento era terrible, cateaban las casas, recogían documentos y periódicos, sacaban a los heridos, se llevaban aún los cadáveres, se detenía a toda persona que fuera sospechosa la cacería se prologó hasta el amanecer, bajaban las cuerdas de presos a Orizaba los tranvías hacían sus recorridos cargados de soldados, llegaron de Veracruz, 200 soldados más dirigidos por los coroneles Joaquín Mass y Felipe Mier y al día siguiente 40 rurales de Tehuacan. En el ferrocarril urbano enviaba el presidente municipal de Santa Rosa los cadáveres de las víctimas a Orizaba. Y pasaban por Orizaba ante los ojos atónitos de la población los vagones del ferrocarril con los cadáveres de los obreros masacrados de las fábricas de Río Blanco, y otras como Santa Rosa que serían arrojados al mar en el puerto de Veracruz. En la mañana siguiente frente a las puertas de las tiendas de raya de las fábricas del valle de Orizaba, se escuchaban las descargas de las ejecuciones “ejemplares” de los dirigentes obreros entre ellos: Manuel Juárez y Rafael Troncoso en Santa Rosa, Rafael Moreno en Nogales, otros tres obreros frente al “Centro Comercial”, en Río Blanco otro más, y otros más cuando se encaminaban a la fábrica fueron fusilados de inmediato. De los 7083 obreros de las fábricas únicamente regresaron a trabajar 5 512, los 1571 restantes, huyeron, fueron consignados o muertos. Además de la población inerme que también perdió la vida, Todos los líderes fueron capturados uno por uno, les recogían documentos, periódicos y todo lo que los comprometiera y sirviera para capturar a otros. El GCOL desapareció pues servía de mal ejemplo, a los demás trabajadores. Lectura 6. LA HUELGA DE CA&A&EA23 La mina “Oversigth”, propiedad de “The Cananea Consolidated Copper Co.” Era dirigida por su presidente William C. Green coronel del ejército norteamericano, quien ejercía control absoluto sobre las dependencias del mineral. Los trabajadores eran explotados en forma inhumana, viviendo en condiciones deplorables, con jornadas de doce horas diarias de seis de la mañana a seis de la tarde o de seis de la tarde a las de la mañana, por tres pesos de salario. En reuniones secretas el 28 y 30 de mayo los trabajadores se habían puesto de acuerdo sobre sus demandas debido a la situación que estaban viviendo: sueldo mínimo de cinco pesos, jornada de ocho horas diarias, trato humanitario y que el 75% de los trabajadores fueran mexicanos A las cinco de la mañana del primero de junio de 1906, antes de concluir la jornada, los trabajadores de la mina suspenden sus actividades y abandonan la mina y estalla la Huelga al grito de “cinco pesos y ocho horas de trabajo, viva México”, y exigen la norma de a trabajo igual salario igual, debido a que los trabajadores extranjeros percibían siete pesos. Y los trabajadores mexicanos realizaban los trabajos más pesados. Por la mañana más de dos mil trabajadores realizan una marcha, recorriendo la zona minera productora de cobre, e invitando a sus compañeros que aún permanecían trabajando a unírseles para ir a las oficinas de la empresa a exponer sus demandas, a las diez de la mañana 14 representantes de los trabajadores hicieron saber sus demandas al apoderado de la empresa y al Presidente Municipal, las peticiones fueron calificadas de absurdas y rechazadas y los trabajadores amenazados, por lo que decidieron realizar un marcha por la zona buscando la unidad de la clase trabajadora. Por la tarde más de tres mil mineros realizaban una nueva marcha y al pasar por la maderería los hermanos George y William Metcalf altos empleados de las minas, mandan cerrar las puertas para no permitir la salida 23 Texto elaborado especialmente para esta Guía por la Profra. María Elena Mercado Juárez, BUAP. de los trabajadores que eran los únicos que faltaban de unirse a la huelga, con la intención de provocar la violencia y así tener motivo de acusación a los huelguistas, Al detenerse los huelguistas al frente de la maderería, los reciben a manguerazos de agua fría, usando mangueras de alta presión que empleaban para sofocar incendios, los manifestantes se lanzan a la puerta y los hermanos Metcalf con rifles en mano atacan a los manifestantes, matando a un minero e hiriendo a otros. Los trabajadores que se encontraban dentro, prenden fuego al lugar donde corrieron los Mecalf a refugiarse y cunde el incendio de inmediato. George Metcalf, salta por una ventana, es apedreado y muere con su propia arma, su hermano que siguió atacando a los trabajadores intentó huir pero es capturado y con su propio rifle lo matan. Los trabajadores con su compañero muerto y sus heridos se dirigen al Palacio Municipal a pedir justicia, y a unos cuantos metros son acribillados con balas dun dun cayendo muertos seis trabajadores, El 2 de junio el coronel Thomas Rynning al frente de 275 rangers (soldados de las fuerzas rurales de Arizona) llega a Cananea a proteger los intereses de la compañía minera, llamado por el gobernador de Sonora Rafael Izábal y con la complicidad del gobierno federal, en un tren especial y acompañados del gobernador, después de haber violado el derecho internacional al invadir México. Los trabajadores realizan un mitin para denunciar la traición del gobernador, los mineros que tomaron la palabra, son encarcelados. A partir de ese momento los trabajadores que intentaban realizar algún movimiento eran atacados por los soldados norteamericanos y la guardia personal de la empresa. Se organizó la cacería contra el pueblo indefenso, disparando a todo el que se encontraba en el pueblo, y Rafael Izábal ordenó la detención de los que consideraba responsables de los acontecimientos, el tiroteo duró toda la noche hasta el amanecer, cuando se fueron los soldados americanos. Por la mañana llegaron cientos de soldados del ejército mexicano a someter a la población Manuel Diéguez y José Ma. Ibarra adjudicados como responsables fueron sentenciados a quince años en el Castillo de San Juan de Ulúa, y muchos más a las cárceles de Sonora.La huelga de Cananea puso de manifiesto el descontento de la clase trabajadora contra el régimen de la dictadura porfirista, enarbolando por primera vez la demanda de ocho horas de trabajo como jornada diaria máxima y fueron los verdaderos precursores de la revolución mexicana.