historia sociedad mexicana primera parte

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Historia de la sociedad
Mexicana
Primera parte
Guía para el alumno
Historia de México. Guía para el alumno del bachillerato Universitario, fue elaborada por la
Vicerrectoría de Docencia de la Universidad Autónoma de Puebla.
Comisión de Mejoramiento de los materiales didácticos de la Academia General de Historia de
México del nivel medio superior de la Universidad Autónoma de Puebla:
Nicolás Cerón Herrera
Jorge Cruz Vivanco
María Elena Mercado Juárez
Margarita Vara Álvarez
Silvia Villarreal Arriaga
Coordinación
Academia General de Historia de la Sociedad Mexicana
Revisión Pedagógica
Academia General de Historia de la Sociedad Mexicana
D. R. (c) Universidad Autónoma de Puebla, 2009
Calle 4 Sur N°. 104, Centro Histórico
C.P. 72000 Puebla, Pue.
Editorial UAP
ISBN 968-863-601-0
3ª. edición corregida
Impreso en México
Este libro ha sido elaborado por la Universidad Autónoma de Puebla, como parte de las acciones de
fortalecimiento del bachillerato Universitario. La edición e impresión de este libro no tiene carácter
lucrativo, es para uso exclusivo de alumnos de la UAP.
Los juicios y opiniones de la comunidad universitaria son indispensables para mejorar el contenido
de este libro, éstos pueden ser enviados a:
Vicerrectoría de Docencia
Av. Juan de Palafox y Mendoza N°. 218
Centro Histórico, C.P. 72000, Puebla, Pue.
Fax: 32-4070
Correo Electrónico; [email protected]
Historia de la Sociedad
Mexicana
TEXTO PARA EL ALUMNO
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
DIRECTORIO
Mtro. Roberto Enrique Agüera Ibáñez
Rector
Ramón Eguibar Cuenca
Secretario General
Mtro. José Jaime Vázquez López
Vicerrector de Docencia
Mtra. Georgina Maldonado Lima
Directora General de Educación Media Superior
INTRODUCCIÓN
La Benemérita Universidad Autónoma se ha distinguido por el impulso que ha otorgado al
trabajo colegiado que realizan las academias que integran el Nivel Medio Superior, entre
cuyos se encuentra la elaboración de las Guías Metodológicas para los alumnos.
La presente guía Metodológica esta dirigida especialmente a los alumnos del bachillerato
universitario de la BUAP., con el fin de ser un material de apoyo para el segundo año del
mismo. Esta representa el arduo trabajo de los maestros que integran la academia de Historia
de México.
El programa de Historia de la Sociedad Mexicana, consta en su primera parte de cuatro
unidades, que se ha estructurado enunciando los temas, los objetivos, los conceptos, las
habilidades y los valores, que se esperan desarrollar con la visión de lograr en los alumnos una
formación integral
La propuesta pretende responder a tres preguntas: ¿por qué enseñar Historia de la Sociedad
Méxicana a estudiantes de preparatoria?, ¿qué tipo de historia enseñar? y ¿cómo hacerlo? De
este modo nuestros estudiantes deben aprender a pensar históricamente plantearse el porque de
los acontecimientos y procesos, del como se dan los hechos y a que se debió que no se dieron
de otra manera, por que ciertos eventos del pasado están presentes y forman parte de la
realidad actual de la sociedad mexicana y han resistido el paso del tiempo a pesar de las
influencias del exterior que nos han invadido.
La Historia hoy en día se esta interpretando a la luz de nuevos enfoques críticos con una visión
de historia total, es decir, que incluye aspectos culturales que si bien, no se contemplan todos,
sirve de guía al estudiante para que de manera lúdica y ante situaciones-problema, aprendan,
motiven su espíritu de investigación y logren el conocimiento significativo.
Hay que recordar que la historia en el bachillerato coincide con los años en que te preparas
para iniciar una vida activa como ciudadano. Dejas de ser adolescente para convertirte en
alguien con derechos y responsabilidades para orientar la vida política de nuestro país. La
historia no sólo tiene la vocación de ayudarte a ubicarte en la sociedad en que vives, aprender
a conocerla, identificar sus problemas y rumbos, sino que además es un campo favorable para
practicar la crítica y aprender a pensar históricamente. Habilidades que te ayudarán para
ejercer tu compromiso de una manera autónoma.
Identificar el objetivo nos permitió acercarnos al tipo de historia que queremos proponerte. El
enfoque que se priorizó no fue el de una historia factual; rica en acontecimientos, datos, fechas
y personajes; una historia memorística que ciertamente amplía tu horizonte cultural pero que
no promueve la crítica. Se optó por la historia problema, basada en el enfoque constructivista
sociocultural, que considera el aprendizaje contextualizado dentro de comunidades de
práctica, esto permite reconsiderar que el salón de clases no es el único sitio donde se
promueve el conocimiento, sino que requiere de herramientas simbólicas de origen social.
Con esta orientación los alumnos desarrollan sus capacidades e intereses en torno a las
necesidades sociales; el maestro es investigador de su práctica, la cuestiona, la confronta y la
modifica. El aula es un taller donde se diseñan actividades para construir el conocimiento
histórico sobre problemas específicos, problemas sociales que se experimentan, más allá del
aula y que se sistematizan, discuten y resuelven en sentido critico, todo esto bajo los
postulados del quehacer científico y de la reconstrucción y construcción del conocimiento, se
establece que la orientación social participativa responda a los compromisos sociales. El rol
del maestro que enseña historia es el de ser un guía, un facilitador que contribuye a propiciar
situaciones instruccionales mediante una enseñanza indirecta. En cuanto al papel del alumno
este es un constructor activo de su propio conocimiento. En la construcción de los objetivos
necesariamente se plantea, al realizar las distintas actividades el desarrollo de habilidades que
permita a los educandos obtener un aprendizaje significativo para resolver problemas y al
mismo tiempo contribuir al desarrollo de su sociedad. Las habilidades quedan sujetas a la
planificación de los objetivos, para esto se elaboran objetivos instructivos y se introduce en
ejes transversales un sistema de valores. Los métodos de enseñanza son totalmente activos
donde se propicien situaciones experimentales para resolver problemas que dependen de cómo
de estructura la asignatura. El programa queda sujeto en su elaboración a los aportes que hacen
los maestros que pertenecen a la academia, para ello tendrán que cumplir una serie de
requisitos que los da el momento histórico de su elaboración y los elementos de forma que se
requiere de acuerdo a las exigencias del currículo implantado.
Cada unidad inicia con una presentación que te introduce en los problemas a tratar. Y enuncia
los temas específicos que te proponemos examinar. Los temas también cuentan con una
presentación donde se pone énfasis en los aspectos particulares a investigar y aporta algunas
preguntas para guiar tu búsqueda.
Como dice el refrán: "lo importante no es conseguir un pez para satisfacer el hambre,
sino aprender a pescar". Y para ello la Guía te brinda ayudas didácticas que van desde una
explicación detallada sobre la misión a cumplir, hasta definiciones de algunas nociones. No
olvides que la historia no se construye solamente con información y datos, no se limita a una
sucesión cronológica de hechos; requiere de una reflexión sobre el funcionamiento de las
sociedades y sus cambios en el tiempo. Los conceptos son como aparatos ópticos microscopio,
lupa o telescopio que amplifican la imagen de los procesos sociales y te permiten verlos con
mayor nitidez, identificar sus relaciones e inscribirlos en estructuras más amplias. Son
herramientas que puedes usar para analizar el pasado, recrear una versión histórica y, al mismo
tiempo, comprender el presente.
Para que los conozcas mejor incluimos en la presentación de cada unidad mapas
conceptuales, que ilustran su contenido.
Recuerda, la propuesta que te hacemos es aprender investigando. Seguimos la idea de
J.J. Rousseau de que "sólo aprendo cuando respondo a las preguntas que me hago";
aprendemos cuando resolvemos un problema por nosotros mismos, cuando enfrentamos y
superamos lo que los psicólogos llaman un "conflicto cognitivo". Cada periodo de la historia
encierra sus problemas, sus rompimientos, sus rupturas frente al antes y al después. Los
diferentes temas de cada unidad se convierten así en una posibilidad para que estudies la
problemática y comprendas la ruptura.
Port otro lado el criterio de la selección de las fuentes bibliográficas se centro en el uso
de publicaciones recientes de investigadores reconocidos y que sirvan al docente como un
complemento para profundizar en algunos temas o los alumnos manifiesten interés y requieran
de información adicional, Así pues están sujetas a consideración del profesor que pueda
integrar o cambiar las lecturas que se ofrecen, toda vez que la guía, si bien constituye un
valioso instrumento didáctico, se encuentra anualmente en constante proceso de revisión,
mejoramiento y reinterpretación de los acontecimientos como una nueva manera de
aprehender. Sin embargo, reconocemos que existen obras clásicas de la materia cuya consulta
es imprescindible para el acceso al conocimiento e interpretación de la historia.
Tenemos la firme convicción de que a través del trabajo constante, la critica y la
colaboración enriquecedora de nuestros compañeros, se podrá realizar una labor provechosa
en beneficio de nuestra juventud frente a los cambios históricos que ocurren en el país y que
nos exigen un análisis dinámico y veraz de la realidad mexicana.
I&DICE
PRIMERA UNIDAD: La Sociedad Prehispánica
1. Los pueblos originarios o “indios”, o cómo se han ido construyendo las identidades en
México.
2. De los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales
3. Del nomadismo a la revolución agrícola y la creación de mitos unificadores
4. Principales culturas de Mesoamérica
5. La sociedad azteca.
6. Sociedad, cultura y civilización: Persistencia de la riqueza cultural de las sociedades
Mesoamericanas.
a) - La formación ético-moral en la sociedad azteca.
SEGUNDA UNIDAD: La sociedad Colonial (1521-1760)
1. Inicio de la mundialización
2. Del poblamiento de América a su conquista
3. La conquista de mesoamérica.
4. Los diferentes aspectos de la colonización
5. Funcionamiento de la sociedad
6. La integración de la Nueva España al sistema mundo
7. La herencia de la cultura colonial.
7.1.Educación y marginación de las mujeres.
7.2.Expresiones estéticas y culturales
TERCERA UNIDAD: De la sociedad colonial a la sociedad nacional (1760-1867)
1. Problemas que plantea la construcción de una nación.
2. Las reformas borbónicas y el nacimiento del patriotismo criollo.
3. Desintegración del imperio español y la guerra de independencia.
4. Movimientos sociales: indígenas, guerra de castas, conspiraciones criollas.
5. Lucha de proyectos liberal y conservador (1821-1867) y sus contradicciones entre lo viejo y
lo nuevo.
6. Las intervenciones extranjeras.
7. La intervención francesa y el rescate de la soberanía nacional.
8. La consolidación del Estado nacional
CUARTA UNIDAD: De la republica restaurada a una sociedad moderna con privilegios y
exclusiones (1867-1910).
1 Republica restaurada
2 Del fracaso de la vía democrática a la dictadura del régimen de Díaz
3 La expansión de los nuevos imperios
4 La modernidad, progreso y privilegios
5 Contradicciones del régimen y los grupos sociales
6 Los movimientos sociales de oposición, el partido liberal, los obreros y las luchas
campesinas
U&IDAD I. La Sociedad Prehispánica
T
odo pueblo se pregunta por su pasado y busca sus orígenes. En las diferentes etapas que
ha vivido nuestro país se han dado respuestas acerca de las raíces de México. En el
caso de los colonizadores españoles quisieron borrar el pasado indígena; sin embargo,
éste será recuperado por los criollos y sobre todo por la Revolución popular de Hidalgo
y Morelos. En el siglo XIX los dos principales proyectos de país: el liberal y el conservador
darán también su versión del pasado. Para los liberales la etapa colonial era la más negativa y
había que sepultarla. Para los conservadores, en el período novohispano se encontraban
nuestros orígenes y la etapa posterior a la Colonia se había convertido en una verdadera
anarquía como consecuencia de las ideas liberales que habían conducido al caos. Ambos
proyectos negaban el pasado indígena.
Pese a todo, el pasado indígena sigue estando presente en la sociedad actual, en nuestra vida
diaria diversos aspectos culturales de la sociedad prehispánica siguen vigentes. Parte de
nuestra dieta alimenticia tiene orígenes prehispánicos, al idioma español se han incorporado
vocablos de origen indígena. Millones de indígenas forman parte de la población mexicana
actual, con sus lenguas, vestimentas, tradiciones y costumbres que deben ser preservadas.
Desde las más altas esferas del poder se pretende actualmente borrar de los programas de la
Historia Nacional el pasado de la sociedad prehispánica –que ya han empezado a ejecutar en el
nivel de Secundaria- que nos ha dado identidad como mexicanos y que ha hecho posible la
existencia de una sociedad multiétnica y pluricultural.
Como Academia de Historia de México reivindicamos la etapa de la sociedad prehispánica
como parte fundamental de nuestra Historia y de nuestros orígenes como mexicanos. De esta
manera estamos convencidos que el estudio de la sociedad antigua de México debe
mantenerse vigente en el programa actual de Historia de la Sociedad Mexicana, lo que
contribuirá a entender mejor nuestro presente y a que los alumnos analicen, expliquen,
interpreten y problematicen acerca del pasado precolombino y lo relacionen con la sociedad
mexicana actual.
A lo largo de la Primera Unidad se abordarán cuestiones tales como: el por qué es importante
estudiar a los pueblos originarios y cómo se han ido construyendo las identidades en México;
cómo se transitó de los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales; qué
papel desempeñó la revolución agrícola en la transición del nomadismo a la creación de
sociedades sedentarias y el surgimiento de mitos unificadores; cuáles son las culturas más
representativas de Mesoamérica, sus características, rasgos comunes y sus diferencias. Se
estudiará especialmente a la sociedad azteca por ser la última gran cultura mesoamericana y
por qué en ella se sintetizan todas las aportaciones culturales de las sociedades que le
precedieron, incluyendo la formación ético-moral. Por último debemos preguntarnos: ¿qué
persiste en nuestros días de la riqueza cultural de las sociedades mesoamericanas?
Contenido Temático
1. Los pueblos originarios o “indios”, o cómo se han ido construyendo las identidades en
México.
2. De los orígenes del hombre americano a la formación de áreas culturales
3. Del nomadismo a la revolución agrícola y la creación de mitos unificadores
4. Principales culturas de Mesoamérica
5. La sociedad azteca.
6. Sociedad, cultura y civilización: Persistencia de la riqueza cultural de las sociedades
Mesoamericanas.
a) - La formación ético-moral en la sociedad azteca.
Objetivo general: Valorar las transformaciones que ha tenido la sociedad en su etapa de
nómada a sedentaria.
Conceptos: Geografía, origen del hombre americano, Mesoamérica, nomadismo,
sedentarismo, revolución agrícola, áreas culturales, mitos.
Habilidades: Identificará los elementos que propiciaron el tránsito de una sociedad nómada a
una sociedad sedentaria; caracterizará los elementos comunes de los pueblos mesoamericanos
y sus diferencias; establecerá los aspectos más importantes de la sociedad azteca.
Actitudes/valores: Valorar la permanencia de la herencia cultural prehispánica.
Tiempo: 12 sesiones de una hora
TEMA 1. Los pueblos originarios o “indios”, o cómo se han ido
construyendo las identidades en México.
La conquista y colonización española cambiaron para siempre el destino de los pueblos
indígenas al imponer sobre ellos una nueva estructura económica y social y una diferente
representación del pasado. Sin embargo esta nueva representación absorbió algunos de los
antiguos valores que dotaban a los pueblos indígenas de identidad, articulando así el pasado
con el presente y construyendo así una identidad colectiva. ¿Qué tanto sabes acerca de los
valores y las identidades de los pueblos indígenas? ¿Dónde y cómo se vinculan estos valores e
identidades con tu vida presente? ¿De qué manera estas representaciones del pasado pueden
ayudarte a construir tu futuro?
Una de las primeras representaciones occidentales con las que nos encontramos es
aquella del origen del hombre americano. ¿Los pueblos indígenas son autóctonos de
América?. Muchas ideas se han manejado al respecto y esgrimido varias teorías. Lo que es
visible es que a lo largo de milenios, esas poblaciones transitaron de la caza y la recolección al
sedentarismo, se agruparon en comunidades y formaron superáreas bien diferenciadas
(Oasisamérica, Aridoamérica, Mesoamérica, Andina, Caribe, etcétera). ¿Cuáles son las
características de estas áreas? ¿Cómo se dio el proceso de diferenciación? ¿Qué papel jugó la
revolución agrícola? ¿Se transformaron los inmigrantes en autóctonos?
Objetivo: Explicar el surgimiento de la identidad mexicana a través de la problematización de
los acontecimientos históricos.
Conceptos: identidad individual, identidad social- colectiva, medio geográfico, tránsito
nomadismo – sedentarismo.
Habilidades: que aprendan a reflexionar sobre los distintos discursos historiográficos
estableciendo semejanzas y diferencias entre los fenómenos sociohistóricos así como entre las
distintas teorías que los explican.
Actitudinales y valores: respeto a los orígenes de las comunidades indígenas
Ayuda didáctica para el alumno: a lo largo de esta guía encontrarás una explicación breve
sobre los conceptos y nociones básicas de los temas del curso. La intención no es que los
memorices como definiciones rígidas, sino que reflexiones acerca de las mismas, que trates de
comprender el significado que encierran y vincularles la información con las lecturas y
actividades que vas relacionando. Puedes, además, enriquecer o replantear lo que aquí se
presenta como resultado de la consulta de otras fuentes o de la discusión con tus compañeros
y el profesor del grupo.
&ociones para reflexionar:
•
Autóctono: que es originario del lugar donde vive o se desarrolla. Era el nombre que los griegos
dieron a los pueblos que se decían originarios del país que habitaban y que se vanagloriaban de
no venir de otra parte. Esta palabra se compone de mismo y de tierra, quisiera decir nativo de la
•
•
•
•
•
misma tierra. Los romanos confundieron esa palabra con la de indígena, es decir, nacido en el
lugar.
Indígena: que nació o tuvo su origen en la tierra, la región o el país del que se trata; que se
relaciona con los pueblos y las culturas originarias del lugar.
Extranjero: aquel que nace en otra tierra o nación, en otro país o región del que se encuentra.
Los antiguos romanos, dice Cicerón, confundieron la palabra extranjero con la de “enemigo”.
Esta actitud también la tenían los griegos que no pudieron simpatizar con las personalidades de
origen extranjero; reprocharon a Hipócrates que su madre no era de Atenas, sino de Tracia. El
filósofo respondió que la madre de los dioses venía de la soledad de los montes de Ida y que no
por ello dejaba de ser respetada en toda la tierra. Alejandro Magno, al contrario, nunca se mostró
más digno de su apellido, Magno, que cuando declaró en un edicto que todas las personas de bien
eran parientes unos con otros, y que no había más que los maleantes que debían ser tratados de
extranjeros. Hoy que el comercio ha unido todo el universo, que la política ha sido ilustrada
sobre sus intereses, que el humanismo se expande a todos los pueblos no hay un soberano en
Europa que no piense como Alejandro. Nadie ignora que nada contribuye más al
engrandecimiento, el poder y la prosperidad de un estado que el acceso libre que el otorga a los
extranjeros de instalarse y fijarse en el país. (traducción libre de la Enciclopedia de Diderot y
D’Alambert, fines del siglo XVIII).
Mestizo: es un término genérico que se aplica a quien ha nacido de padres pertenecientes a razas
distintas. En América la persona que es hija de blanco e indígena.
Mexicano: persona que nació en los Estados Unidos Mexicanos o tiene esa nacionalidad.
Identidad: palabra que tiene dos sentidos. 1. la cualidad de ser algo igual a sí mismo, sentido de
similitud, idéntico. 2. La cualidad que distingue uno frente al otro, sentido de diferenciación o
singularidad. Conjunto de características que permite saber o reconocer quién es una persona, un
grupo social distinguiéndola de otras u otros grupos sociales para satisfacer necesidades afectivoespirituales. La búsqueda de la identidad individual y colectiva es una actitud permanente de la
humanidad; ella funda la distinción, la diferencia y, en contrapartida, la identidad se expresa por
ellas. Implica signos de reconocimiento como la lengua, la cultura, la religión, una manera de ser,
de hablar, un pasado compartido, etc.. Las identidades se exaltan en tiempos de dificultades, de
crisis, cuando se mueven o desvanecen las referencias. La identidad es una manera de definirse a
través de un discurso sobre sí mismo, en esencia de orden etnogeográfico sometido al mismo
tiempo a modelos y a los efectos de las modas; en algunos momentos y circunstancias buscamos
la identidad en las raíces. Muy a menudo la identidad va acompañada de la territorialidad y se
alimenta de la concepción que el individuo tiene de sí mismo y de su entorno social. Se habla así
de poblano, potosino, chiapaneco, etc., a lo que se puede agregar su pertenencia nacional,
francés, inglés, ruso, chino, japonés. También es frecuente definir la identidad por la pertenencia
étnica o el etnotipo: tlaxcalteca, cholulteca, totonaca, etc.
LECTURA 1. Persistencia y transformación de la identidad indígena 1
¿Cuáles fueron los mecanismos que permitieron a esos grupos sometidos a un poder extranjero conservar y
recrear su propia identidad? Para responder esa pregunta es necesario volver al altépetl, la unidad territorial sobre
la que se asentó la organización social y política de los grupos étnicos. Se distinguía por tres rasgos. En primer
lugar, disponía de un territorio propio. En segundo, albergaba en él una o más etnias que compartían un pasado y
tradiciones comunes. Y en tercero, estaba gobernado por un señor dinástico, el tlatoani.
1
Enrique Florescano, Etnia, Estado y $ación, Aguilar, México, 1997, pp. 318-329
En el centro de cada altépetl se levantaba un templo, que era a la vez la residencia de su dios tutelar y el símbolo
de la soberanía territorial del pueblo. En cada uno de los cuatro lados del altépeto se extendían los calpulli.
Altépetl agregó otros, religiosos y simbólicos, que lo transformaron en un condensador de la identidad colectiva
de sus pobladores.
Altépetl montaña o cerro con agua. En las tradiciones nahua y mixteca este jeroglífico es topónimo que
identifica a un reino o señorío. En la tradición totonaca, tepehua y otomí, la colina primordial es el lugar en cuyo
interior reposaban los alimentos esenciales (el maíz) y las aguas germinales. Es un símbolo de la fertilidad. Según
los mitos más antiguos, de su interior brotaron. Desde el origen de la civilización, la Primera Montaña Verdadera
simboliza a la tierra fértil, y es por tanto el lugar privilegiado de la habitación humana y la matriz del reino.
El Templo Mayor es entonces el lugar sagrado donde se conservan los alimentos esenciales y el símbolo del
poder mexica, 'Pero sobre todas las cosas, el Templo Mayor era la Primera Montaña Verdadera, la tierra misma,
el gran monstruo del que emanaban todas las manifestaciones de la vida, y la hendidura por donde
irremisiblemente desaparecían los seres humanos, las plantas y los astros".
En los pueblos de tradición agrícola, la creación de la aldea y el reino estaban indisolublemente ligados al
origen de la agricultura. En esta tradición, el origen del maíz, la fundación de la aldea y el nacimiento del reino
son una y la misma cosa.
Este símbolo de la identidad étnica mesoamericana fue también el polo articulador de la identidad indígena en
los tres siglos del dominio español. Altépetl, la cédula sobre la cual se edificaron las instituciones que organizaron
la vida de los pueblos indígenas en el virreinato: primero la encomienda, luego el distrito parroquial y más tarde
el cabildo español.
En la época prehispánica, el tlatoani acumulaba en su persona el gobierno vitalicio del altépetl y a la vez tenía
derecho al disfrute del servicio personal y los tributos de sus pobladores. Al instalarse el gobierno colonial, el
tlatoani perdió progresivamente esos derechos, pero el altépetl, conservó su estructura territorial y social. Bajo los
encomenderos españoles quedó una parte de los tributos y de la fuerza de trabajo de los miembros del altépetl, y
la otra parte (más reducida) la continúa otorgando al cacique del pueblo, vocablo que sustituye al antiguo tlatoani.
La Corona española retiene para sí el gobierno y la administración de la justicia, pues son sus funcionarios
quienes conceden las encomiendas y nombran a los caciques o al "gobernador", que es también un oficial
indígena designado por las autoridades españolas.
El cambio mayor adviene cuando en la estructura del altépetl se introducen las formas de gobierno del cabildo
español.
El modelo español fue modificado por el juego y la presión de los intereses indígenas. En Nueva España el
alcalde, la autoridad que impartía la justicia, tuvo un rango superior al de los regidores. En Nueva España los
Oficiales de República representaban a grupos étnicos o de parentesco, pero sobre todo a unidades geográficas y
políticas dotadas de cierta autonomía, a barrios y parcialidades que hacían valer sus derechos en el seno del
altépetl. Esta tendencia a la microetnicidad, mantener una representación separada para cada unidad social, abrió
el camino a una fragmentación progresiva del altépetl, un proceso que comenzó desde mediados del siglo XVI.
Debido a esta característica, el número de alcaldes y regidores creció tantas veces como unidades autónomas
había en el seno del altépetl. De este modo, una antigua cualidad del altépetl, la de estar constituido por unidades
sociales (calpulli) imbuidas de un fuerte espíritu de autonomía, se reprodujo en el cabildo.
Así, al incorporarse en el altépetl indígena las funciones políticas del cabildo español, la República de Indios
adquirió su personalidad política plena.
El espíritu corporativo era el rasgo más notable de estos pueblos y estaba presente en la mayoría de las
actividades. Las tareas agrícolas absorbían el esfuerzo colectivo, y ocupaban a todos los miembros de la familia.
La plaza y el templo eran el escenario donde anualmente tenía lugar la solemne ceremonia del cambio de
autoridades del cabildo, el momento en cada uno de sus miembros, vestido con ropa de gala de tradición
occidental (camisa, zaragüelles o calzones, jubones y sombrero), recibía la vara del mando y juraba honrar el
cargo que se le otorgaba. La mayor responsabilidad de los miembros del cabi1do era entonces la conservación de
esas tradiciones comunitarias: mantener el esplendor de las fiestas del santo patrono y del templo, realizar
periódicamente el tianguis o mercado y, sobre todo, defender las tierras del pueblo.
La República de Indios es, pues, una síntesis del proceso de aculturación efectuado a lo largo del virreinato,
una combinación de elementos prehispánicos y españoles. A su vez, ese proceso impulsó la aparición de una
nueva identidad local. Los pueblos ordenaron su memoria histórica y consignaron los símbolos y sucesos que
fortalecían la identidad pueblerina.
En primer lugar registran la fecha de la fundación del pueblo, que unos títulos remontan a tiempos prehispánicos
y otros al siglo XVI, a la época de las congregaciones. En este gran esfuerzo de reconstrucción de su pasado, los
pueblos indígenas integraron en los títulos primordiales la vieja memoria oral, las antiguas técnicas pictográficas
de sus antepasados y los nuevos procedimientos legales españoles que legitimaban los derechos a tierra. El
resultado fue la creación de una nueva memoria histórica, la historia del pueblo, centrada en sus derechos
ancestrales a la tierra.
TEMA 2. De los orígenes del hombre americano a la formación de áreas
culturales
Es común considerar a los indígenas como los pobladores originales de las tierras que hoy son
México, contraponiéndolos a los conquistadores españoles o a los europeos en general. Esta
suposición se basa en que nuestra mirada se posa sobre el periodo en que los pueblos
indígenas encontraron a los europeos, pero se omite buscar el origen de esos pueblos. ¿Son en
verdad autóctonos? Se han encontrado restos humanos que datan de más de 20 000 años, pero
no se tiene certeza sobre su origen. Muchas ideas se han manejado al respecto y esgrimido
varias teorías. Lo que es visible es que a lo largo de milenios, esas poblaciones transitaron de
la caza y recolección al sedentarismo, se agruparon en comunidades y formaron superáreas
culturales bien diferenciadas (Oasisamérica, Aridoamérica, Mesoamérica, Andina, Caribe).
¿Cuáles son las características de esas áreas?, ¿cómo se dio el proceso de su diferenciación?
¿qué papel jugó la revolución agrícola?, ¿se transformaron los inmigrantes en autóctonos?
Objetivo: Comparar las diferentes teorías sobre el origen del hombre americano y su
validez.
Conceptos: origen social, poblamiento, medio geográfico, sociedad, tránsito nomadismosedentarismo, áreas culturales.
Habilidades: reconocer la huella de los hombres en el espacio geográfico, desarrollo de un
pensamiento inquisitivo acerca de las diferentes tesis o teorías que explican el doblamiento del
actual continente americano y capacidad de plantear hipótesis o conjeturas fundamentadas
respecto de dicho proceso.
Actitudinales y valores: respeto y valoración de la riqueza cultural que representan las
diversas sociedades humanas asentadas en las llamadas áreas culturales del continente
americano.
Ayuda didáctica para el alumno: elaborar un texto o ensayo breve donde se pregunte al
estudiante si es poblano o mexicano. ¿De dónde eres? ¿tus padres son poblanos? ¿tus
abuelos? ¿desde qué generación eres poblano? ¿a partir de cuándo podemos decir que somos
de un lugar?
&ociones para reflexionar:
•
•
Originario: se aplica al país o sitio de donde procede una persona, del sitio de dónde
desciende. Puede usarse también oriundo que se aplica a las personas o familia que descienden
de cierto lugar.
Avecindado o avecinarse: establecerse como vecino en una población. Vecino se aplica a los
habitantes de cierta población. Existe un vocablo “vecino mañero” que, desde el siglo XVIII,
significa persona que se avecindaba en distintos sitos para eludir pagar tributos en cualquiera y
disfrutar en todos de las ventajas correspondientes.
•
•
&acionalidad: circunstancia de pertenecer una persona a una u otra nación. Estatuto jurídico
que vincula a una persona o entidad a un estado. Término que designa una comunidad histórica,
asentada en determinada región y con un estatuto de autonomía propio; se aplica, por ejemplo,
a las naciones indias: apaches, siux, aztecas, mayas, etc.
&ación: significa el grupo de individuos que tienen un mismo nacimiento (viene de natio). La
palabra encontró signo de nobleza en la época moderna, fines del siglo XVIII, para designar a
una comunidad de personas que unidas por una historia y una cultura comunes, que viven en un
mismo territorio y, en muchos casos, bajo la autoridad de un mismo estado y gobierno. En
lenguaje común nación significa un estado soberano, de los que participan en las Naciones
Unidas, que establecen tratados entre ellos y acuerdos comerciales. La idea subyacente es la de
Estado-nación, ideal forjado lentamente en Europa, consolidado con la Revolución francesa y
exportado al mundo, muchas veces sin que sus bases históricas hayan existido. La mayoría de
países de América latina tuvieron un Estado y un territorio antes de ser naciones, aún cuando
éstas terminaron por nacer a fines del siglo XIX. Estados africanos o asiáticos no tienen de
nación más que el aparato de estado. Inversamente, ciertos pueblos no disponen de dos de los
más importantes atributos de la nación, el territorio y el Estado, lo que provoca violentos
conflictos, como los de los Balcanes, que se denominan problemas nacionales. Algunos
pueblos no disponen de territorio ni de estado, sea porque fueron expulsados, como los judíos,
o las naciones indias de Estados Unidos. (Traducción libre y abreviada de Les mots de la
géographie. Dictionnaire critique,Paris, Reclus, 1992.)
&ociones para reflexionar:
•
•
Idea sobre algo: es el primero y más obvio de los actos del entendimiento que se limita al
simple conocimiento de una cosa. Es un concepto, una imagen o representación que queda en
nuestro entendimiento del objeto percibido.
Teoría: conjunto de conceptos organizados en un todo coherente que permite probar hipótesis
indispensables en la investigación científica. Una teoría tiene principios, leyes, un campo de
aplicación. Se aplica a una ciencia o a una proposición científica; puede haber una teoría de una
ciencia determinada y teorías diferentes para trabajar en esa misma ciencia. La teoría es una
construcción intelectual que proporciona luz a la reflexión y al análisis, pero es susceptible de
ser modificada por nuevos resultados generados por el razonamiento o por experiencias. Así las
teorías se afinan, se completan se enriqueces o se transforman y sustituyen. Una teoría
intangible –el origen del hombre remonta a Adán y Eva, “nuestros primeros padres”- es un
dogma. Existen grandes relaciones entre teoría y práctica, inclusive muchos escritos sobre la
teoría de la práctica y la práctica de la teoría. El mérito de ciertas aproximaciones que insisten
en el examen teórico de la práctica y en el arraigo de la teoría en la práctica social, es el de
insistir sobre el análisis teórico y práctico de las acciones humanas, de los actores sociales y de
sus estrategias. (Traducción libre y abreviada de Les mots de la géographie. Dictionnaire
critique, Paris, Reclus, 1992)
Métodos de la historia:
•
Superárea cultural: el poblamiento de América fue paulatino. A medida que los hombres se
confrontaron con el medio fueron desarrollando una relación que terminó por transformarlos y
genera una cultura, a veces singular y propia. Para reconocer las distintas culturas y regiones
geográficas los científicos, basados en sus rasgos, prácticas y creencias comunes, así como en el
tipo medio geográfico que habitan, las han agrupado en áreas. Los criterios para esa
clasificación fueron las determinantes geográfica y cultural. Así se habla de Aridamérica,
Mesoamérica, Oasisamérica. Según algunos autores fue Kirchhoff quien definió este concepto en
los años 1950.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Alfredo López Austin, Edmundo O Gorman, Josefina Vázquez de Knauth, Un recorrido por la historia de
México. México 1981. Sep Setentas Diana.
LECTURA 2: De las etapas del desarrollo cultural en el continente americano.2
Todas las poblaciones humanas se caracterizan por su historia biológica – cultural, relacionada con el medio
ambiente natural. En esta interacción existe una diferencia fundamental en cuanto al modo de transmisión de
una generación a otra tanto del patrimonio cultural como del biológico. Este último, por ser relativamente fijo,
pasa de padres a hijos por medio de la herencia codificada de los genes y, salvo algunas mutaciones, éstos se
combinan como unidades relativamente estables.
No ocurre lo mismo en la transmisión de los hábitos culturales. Aunque frecuentemente se dice que la
cultura se “hereda”: sin embargo no es así; no existe en esta transmisión una predisposición como la biológica o
genética. La cultura no se hereda, sino que se aprende, depende exclusivamente del medio ambiente social que
rodea al individuo desde su nacimiento (Faulhaber: 1994).
Conviene tener claro estos hechos inherentes a la vida humana, antes de pretender conocer la biología o
la cultura de poblaciones antiguas de las cuáles solo contamos con restos materiales que han perdurado hasta
nuestros días.
Desde sus orígenes más remotos hasta nuestros días y cualquiera que sea el medio en que se encuentre, el
hombre, creador de cultura vive y controla un espacio y un tiempo específico, que adquiere un carácter de tiempo
histórico por la acción del hombre, de la sociedad.
Esta cuestión nos lleva a clarificar el problema del desarrollo cultural que se ha dado en el continente
americano en el que podemos identificar tres etapas que se diferencian cualitativamente entre sí, en donde el
nombre asignado nos está indicando, por una parte, la base fundamental de su economía, y por la otra, las
relaciones existentes entre los miembros de esas sociedades. Estas son:
1. Etapa de cazadores – recolectores
2. Etapa de sociedades agrícolas igualitarias
3. Sociedades agrícolas- militaristas estatales
Cuando llegaron los españoles, portugueses e ingleses, el continente americano estaba habitado por
numerosos pueblos que se encontraban en alguna de las etapas arriba mencionadas.
Etapa de cazadores recolectores – igualitarios. Grupos que dependen fundamentalmente de la caza y la
recolección. Esta etapa es común a todo el continente, si bien presenta variantes en cuanto a determinados tipos
de instrumentos, materias primas, o tipo de fauna y flora según el área.
Semo (1981) nos ejemplifica la riqueza de variantes que presenta esta etapa. Así tenemos que, el
extremo norte del continente estaba habitado por los esquimales y aleutianos, pueblos dedicados principalmente a
la caza de osos, focas, morsas, y otros animales de la zona. Como armas utilizaban arpones fabricados con los
huesos de los mismos animales que cazaban, habitaban en iglús, vestían con las pieles de los mismos animales, la
grasa la utilizaban para cocinar y calentarse.
Hacia el sur, en las praderas de lo que actualmente es Estados Unidos encontramos entre otros, numerosos
grupos como los comanches cuya principal fuente de subsistencia era la caza de bisontes. ”La carne de esos los
animales les proporcionaba alimento y la piel les servía para fabricar vestidos, zapatos y tiendas. Sus armas, el
arco y la flecha, la lanza y el hacha, tenían punta de piedra y sus instrumentos eran también de ese material.
Hasta la llegada de los europeos, la caza era practicada a pié, con la ayuda de perros, y constituía una actividad
colectiva. Estaba estrictamente prohibido cazar bisontes individualmente (pag. 185-186).
En la parte sur del continente (Brasil, Argentina) habitaban pueblos con un incipiente desarrollo, para
alimentarse recolectaban plantas, raíces o moluscos de acuerdo al medio que habitaban. Mientras, en lo que hoy
conocemos como la región de las pampas encontramos numerosos grupos que vivían de la caza del guanaco. Su
principal instrumento de trabajo eran las boleadoras.
Podemos observar entonces que, a pesar de la diversidad que el medio ambiente produce, todos ellos son
pueblos con semejante nivel de desarrollo; dedicados a la caza o recolección, donde no existe la propiedad
privada, y las relaciones entre sus integrantes son igualitarias.
Etapa de sociedades agrícolas igualitarias. En esta etapa la agricultura va a provocar un cambio cualitativo en el
proceso de desarrollo que va a traer cambios en el seno de esas sociedades. El hombre poco a poco dependerá
más de la agricultura; surgen nuevos instrumentos y hay un arraigo mayor en la tierra que trae como
consecuencia un sedentarismo con el surgimiento de las primeras aldeas. El agua y la tierra se deifican cobrando
una importancia esencial dentro de la sociedad. Las relaciones sociales de producción son igualitarias pero con
características diferentes a las de la etapa anterior y no hay un estamento que aproveche para sí el trabajo de la
mayoría del grupo
2
Texto elaborado para esta guía por: Academia de Historia de México.
Esta etapa puede ser representada por los indios pueblo. Para Semo (1981) ya en el siglo VII
practicaban la agricultura de riego, cultivaban el maíz, frijol, calabaza, algodón. Sus viviendas se encontraban
sobrepuesta de manera que el techo de una servía de piso a la superior, este tipo de construcción en bloque les
permitía defenderse de los ataques del exterior.
Etapa de sociedades agrícolas militaristas estatales. Caracterizamos estas sociedades como dependientes
fundamentalmente de la agricultura y de la guerra, con la presencia de nuevas tecnologías agrícolas y un
incremento comercial importante. Se crean aparatos coercitivos o ideológicos que tendrán un papel básico dentro
de las sociedades y en relación con otras.
Surge el Estado que las controla, y las relaciones entre los miembros de la sociedad y en relación con
otras sociedades se establecen con base en la explotación y aprovechamiento de la mano de obra y la producción
ajena, de ahí el carácter clasista y estratificado de las mismas. El sistema tributario será indispensable para el
sostenimiento de los distintos estados que tienen su sede en centros urbanos, tributo que se logra principalmente a
través de la guerra vista como parte de la economía de estas sociedades.
Esta etapa sólo se da en ciertas partes del continente, en la superárea andina con características que le
son propias y en Mesoamérica. Así vemos que hay un cambio fundamental dentro del proceso que podríamos
caracterizar como el cambio de las sociedades aldeanas no clasistas por sociedades con clases o estamentos, en
donde el estamento superior va a tener el control general, creándose relaciones de explotación entre el Estado y
las comunidades, en donde el primero se apoya en una serie da aparatos ideológicos y represivos que le dan
cohesión.
(Matos, 1994) asienta que a partir el cambio cualitativo que conforma Mesoamérica estamos ante un
nuevo modo de producción que estará presente hasta el momento de la conquista española. Desde los olmecas
hasta los mexicas o aztecas en el proceso de desarrollo de estas sociedades no se presentó ningún cambio
fundamental que pueda sugerir algún nuevo modo de producción.
En cuanto a los límites mesomericanos las fluctuaciones de frontera fueron importantes. En los inicios
de la sociedad olmeca cubriría parte de la Costa del Golfo y de los estados de Guerrero y Morelos, además del
centro de México y parte de Oaxaca y Chiapas. Posteriormente aparecen los grandes centros de Teotihuacan y
Cholula en el centro del país, ciudades como Palenque y Yaxchilán en la zona maya, y los grandes centros
urbanos como Monte Albán, Tajín, etcétera. No es sino hasta 500-600d.c. en que Mesoamérica adquiere una
configuración cercana a la que encuentran los españoles a su llegada a Veracruz constituida por la costa del golfo,
el altiplano central, región oaxaqueña, región Maya y occidente de México.
LECTURA 3: Fichas sobre los orígenes del hombre americano
a. El origen autóctono 3
La posición del monogenismo considera que el hombre no surgió, como se cree corrientemente, en el Viejo
Mundo, sino precisamente en América, pasando de éste a los restantes continentes en épocas y a través de rutas
que vuelven a plantearnos los mismos problemas y posibles hipótesis. Esta fue la idea que plantearon los propios
pueblos indígenas, como los toltecas o los mayas, quienes se decían descendientes de los dioses. También fue
muy apoyada por algunos europeos que venían completas diferencias con las poblaciones de África, Asia y
Europa, por ello se inclinaban a pensar que eran autóctonos. Es el caso del abad Brasseur de Bourbourg quien
defendió en Francia, en los años 1860, la tesis de que la cuna de la cultura universal se encontraba en tierras
mayas, y que eran los primeros hombres. En fin, esas ideas cobraron forma de teoría a partir de 1906, cuando el
paleógrafo italo-argentino, Florentino Ameghino, publicó en los Anales del Museo Nacional de Buenos Aires,
una serie de dibujos de fósiles que había encontrado en las pampas argentinas y que eran la prueba, según él
irrefutable, de la existencia del Homunculus patagonicus, Anthropos perfectus. Un tipo de hombre que sería el
padre de toda la humanidad, ya que su edad era más antigua que los restos humanos encontrados en Africa y
Europa. Decía Ameghino que el primer hombre apareció en América del sur y que había evolucionado en ese
lugar, procreando toda una línea de homínides que se habría dispersado en todo el mundo a principios del
Pleistoceno, hace 600 000 años. Las pruebas no fueron refutadas por los especialistas de la época, tanto en
Europa como en Estados Unidos, pero la idea de que el hombre sólo puedo aparecer en un solo lugar y en un solo
momento, y que precisamente fue en las pampas argentinas resultaba suspecta. Sin embargo, esa tesis la sostuvo
mediante múltiples pruebas a partir de excavaciones arqueológicas que venía realizando desde 1880. Junto con su
teoría, de principios de siglo, publicó un árbol genealógico de la especie humana apoyado en diversos fósiles
óseos; un atlas y un fémur encontrado en Monte Hermoso, un fragmento de casco de cráneo, encontrado en el
3
Tomado de Danièle Lavallée, Promesse d’Amérique, Paris, Hachette, 1995, pp.42-45.
puerto de Buenos Aires y otro cráneo encontrado en un río... Ese era, según él, el primer hombre del que se
desprendieron todos los demás... hasta el hombre de Java, descubierto en 1892, era descendiente del pampero.
b.El origen único: Ales Hrdlicka
A partir de Humboltd, la teoría de origen quedó bien fundamentada, produciéndose sin interrupción
descubrimientos y estudios que la reforzaron, y así llegamos a la época actual, en que nadie niega ya que, por lo
menos, una parte importante de la población americana tiene afinidades con los asiáticos y llegó a América por el
noroeste. Pero al mismo tiempo la teoría iba completándose con multitud de ideas anexas.
Entre ellas destaca: la unidad de la raza americana, que cuenta con rasgos y raíces asiáticas
(mongoloide); el paso únicamente por el noroeste de América; la llegada en estado de atraso y el desarrollo
autóctono de su civilización. Esta hipótesis del origen único no debe entenderse en el sentido de que la llegada se
dio en un solo momento, de un núcleo de población mongoloide, del que derivara toda la población de América.
Se acepta la idea que fueron varias oleadas y diversos grupos, pero todo con rasgos comunes.
El principio que esta en la base del sistema de esta teoría es el de que los americanos forman una raza
única. Según Ales Hrdlicka, las primeras emigraciones a América no pueden ser anteriores al neolítico, o, a lo
más, al paleolítico más moderno de Europa, es decir, a una fecha aproximada de unos quince mil años. El mismo
Hrdlicka propuso otra fecha aún más moderada, la de diez mil años. Ambas fechas fueron muy aceptadas. Hay
otra razón para suponer tardío el poblamiento de América, y es que Asia, por lo menos la parte nordeste, se pobló
también en época ya avanzada.
En cuanto a las diferencias de tipos de la población americana, basado en la estructura craneana y ósea, Hrdlicka
admite los cuatros siguientes:
1°.- Capa dolicocéfala, de la que se han derivado todos los dolicocéfalos americanos (algonquinos,
iroqueses, siux, shoshones y pima-aztecas en América del norte, y representantes de la raza de Lagos
Santa, que llegan hasta el extremo meridional de América del Sur).
2. Braquicéfalos del tipo tolteca, repartidos por todo el continente.
3. Braquicéfalos atapascos, los cuales ya no se hallan más que en Norte-América, como corresponde a su
llegada más reciente, siendo sus representantes más meridionales los apaches del norte de México.
4. Los esquimales, tendrían también el mismo tipo racial.
c. El origen múltiple: Paul Rivet
A Rivet se deben principalmente los hallazgos de semejanzas lingüísticas que une a semejanzas antropológicas y
etnográficas que otros estudiosos habían señalado. Después de bastantes años de investigaciones comparativas,
Rivet reconoció una mayor extensión de la raza de Lagoa Santa y probó su parecido con las poblaciones
hipsistenocéfalas de Melanesia y Australia.
Según Rivet, los rasgos negroides se absorben por su cruzamiento, y esto explicaría la asimilación del factor
negro con el contacto entre melanesios e indígenas americanos. Para las culturas peruanas, se atreve a sugerir que
la inmigración melanesia en América tendría lugar hace unos cuatro mil años, y que el lugar de llegada sería la
casta de Colombia, donde hay numerosos elementos culturales melanesios y donde la estatuaria de San Agustín
muestra rasgos negroides.
También aportó pruebas etnográficas, como hallazgos de objetos de carácter polinesio o melanesio en
América. Así como la similitud de elementos que comparten las civilizaciones malaya, melanesia o polinesia, con
los americanos. Entre ellos encontró la confección y uso de cerbatana, propulsor, maza anular y estrellada, arco
para bolas, honda, lazo, azuela de mango acodado, palo balancín para transporte de fardos, puente de lianas, remo
con travesaño, bote con haces de junco, piragua doble, decoración de ojos en la proa, casas sobre los postes y en
los árboles, morteros, taburetes, hamaca, cepillo para el cabello mosquitero, uso de la corteza para el vestido y
maza para prepararla, procedimiento textil, teñido ikatten y planghi, estuche para el peine, ornamento de la nariz,
placa pectoral, decoloración artificial de las plumas en los pájaros vivos, cuerno de concha, tambor de madera,
arco musical, base para ritmo, flauta de pan, tablilla con cavidades para el juego, zancos, volador, juego tika,
preparación de las bebidas alcohólicas por masticación de tubérculos o granos, uso de la cal para masticar
determinadas substancias, cultivo en terrazas por irrigación, pesca con veneno, uso de las conchas como ofrenda
y como moneda, danza con máscaras, potlach, saludo con lágrimas, mitos diversos, deformación del tobillo por
medio de ligaduras, incrustaciones en los dientes, ennegrecimiento de los mismos, tatuaje y motivos decorativos
correspondientes, amputación de las falanges en señal de duelo, trepanación la sangría por medio del arco.
Rivet proporcionó además pruebas lingüísticas y filológicas que muestran similitudes entre palabras y
formulación de frases de las culturas melanesias y polinesias con las lenguas del llamado grupo hoka de América.
Este grupo está formado por una serie de lenguas que se practican a lo largo de la costa del Pacífico, que corren
desde la shasta del Oregon a la chontal del istmo de Tehuantepec, llegando hasta Nicaragua, si se acepta la
reunión a dicho grupo de la lengua subtiaba, e incluso hasta Colombia con la lengua yurumangui. Comparando
este vasto grupo con las leguas malayo-polinésicas, el sabio francés encontró hasta doscientas ochenta y una
concordancia de raíces con escasa alteración de vocablos. Además, la morfología y la gramática muestran
también curiosas coincidencias. Hay que advertir que el grupo malayo polinesio de Rivet comprende los pueblos
indonesios, melanesios y polinesios.
No descartó Rivet los elementos australoides en América. También arrancan de antiguo los primeros indicios
de la presencia de tipos emparentados con los australianos en las comarcas meridionales de América. Topinard
calificó de neandertaloides (sinónimo de australoides ) los cráneos patagones que público Moreno, y después
otros autores pudieron confirmar el carácter platidolicocéfalo de cráneos de fueguinos y otros indios de
Sudamérica: Verneau , Hultkrants, V. Leb zelter. El etnólogo francés incluyó estas teorías al conjunto.
En fin, esgrimió razones etnográficas aportadas por la escuela histórico-cultural, quien las relaciones
etnográficas entre algunas poblaciones de Sudamérica (los fueguinos concretamente) y los australianos. Ambos
pueblos ignoran la cerámica y la hamaca, y usan mantas de piel, viven en habitaciones en forma de colmena,
conocen el trenzado en espiral, los botes de corteza cosida y la obtención del fuego por barrena, practican la
monogamia y la exogamia. Según Marcel Mauss, tienen en común algunas ceremonias religiosas y confeccionan
armas parecidas al bumerang, sobre todo algunos pueblos sudamericanos.
La lista de oleadas de población que admite provisionalmente Rivet se une a los elementos descritos:
1. El australiano
2. El del lenguaje malayo-polinesio
3. El Asiático y
4. El esquimal
LECTURA 4.Fichas para las superáreas
ARIDOAMÉRICA4
Paul Kirchhoff precisó el concepto de Aridoamérica en 1954. Consideró entonces que ésta superárea cultural se
caracterizaba por la existencia de sociedades que vivían principalmente en regiones áridas y semiáridas, y que
tenían una economía en la que predominaba la recolección de vegetales sobre la cacería. Incluyó también dentro
de dicha superárea a pescadores y recolectores que cultivaban de manera incipiente. Con base en estos criterios
económicos distinguía a los aridoamericanos otras sociedades nómadas del norte de América, por ejemplo, los
cazadores de las praderas, cuyo recurso principal era el bisonte. Estimó que en Aridoamérica podían distinguirse
nueve áreas: Centro de California, Sur de California, Gran Cuenca, noroeste de Arizona, Apachería, Baja
California, Costa de Sonora y Sinaloa, norte de México y sur de Texas.
Aridoamérica colindaba con sociedades pertenecientes a seis diferentes superáreas culturales: en el sur
con las civilizaciones mesoamericanas; en el oriente, en una pequeña franja, con los pueblos del sureste de los
Estados Unidos y, en un larguísimo corredor con los cazadores de las praderas; en el septentrión con los pueblos
de la altiplanicie y con los pescadores de las Costa noroeste, y en su porción central con los cultivadores
oasisamericanos. Sus costas eran muy extensas en el Océano Pacífico y en el Golfo de California; en cambio era
reducido su litoral en el Golfo de México.
Una parte importante de la alimentación de los hombres del desierto provenía de los agaves, los nopales,
el mezquite, el pino y el abeto, a los que se sumaban otros muchos vegetales que provenían de frutos, bayas,
raíces y semillas. La explotación era posible gracias a las hachas de mano, metates de laja y martillos de piedra
con los cuales los hombres del desierto cortaban, trituraban, y obtenían las duras fibras vegetales necesarias para
la producción de sandalias, redes para pesca y carga, bolsas mecapales, Los guajes eran ya en esa época un
importante recurso para el transporte de agua.
Era frecuente el uso de varas con puntas agudas endurecidas con el fuego. Se han encontrado dos tipos
de propulsor de dardos. Por otra parte, puede pensarse que para la captura de las presas se usaban el bastón largo
para hurgar en las madrigueras de los roedores, la maza y la trampa. Un inventó cambió fundamentalmente las
técnicas de caza y aumentó los recursos del hombre: hacia el año 2000 a C. Se utilizaban ya el arco y la flecha.
En el periodo de 7500 aC a 200dC. En este tiempo se produjeron considerables trastornos climáticos de
desecación. Los cambios debieron de obligar a los hombres del desierto a responder con prácticas específicas: se
4
Leonardo López Luján, El pasado indígena, México, FCE, 1999, pp.
ha supuesto un aumento en el radio del nomadismo y una mayor explotación de las plantas productoras de fibras
largas.
Los petograbados son, en su mayoría, geométricos, aunque los hay naturalistas, en formas de animales
(venados, liebres, lagartijas, etc.) o de hombres, ya el cuerpo completo, ya pies y manos. En cambio, en las
pinturas dominan las figuras naturalistas, tanto humanas como de borregos cimarrones, pumas, mantarrayas,
ballenas, leones marinos y otros animales. Es interesante observar que estas últimas representaciones son
dinámicas, mientras que las antropomorfas son estáticas. Los seres humanos están divididos longitudinalmente en
una mitad roja y otra negra, lo que posiblemente se refiera a concepciones duales relacionadas con el cuerpo
humano.
OASISAMÉRICA5
Oasisamérica es la última superárea en formarse. Su origen tiene lugar 2000 años después de la separación de
Mesoamérica y Aridomérica, es decir, hacia 500aC. A pesar de las plantas cultivadas, la agricultura y la cerámica
llegaron muy probablemente desde Mesoamérica, las sociedades oasisamericanas adquirieron con el paso de los
siglos un carácter propio. Grandes culturas como la anazasi, la hohokam y la mogollón imprimieron su sello
peculiar en los áridos paisajes septentrionales con sus sistemas de control del agua y de la erosión. Canales,
terrazas, represas, y camellones transformaron el desierto. En los valles, las mesetas y los acantilados se erigieron
poblados con viviendas multifamiliares de varios pisos. Extensos y numerosos caminos enlazaban entonces los
centros de poder con las comunidades dependientes.
Oasisamerica incrementó los intercambios con las distintas sociedades mesoamericanas. Se supone que
los principales contactos hacia el sur se entablaron con los pueblos de Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Nayarit.
Con el flujo comercial arribaron también a Oasisamérica tradiciones religiosas mesoamericanas que se descubren
en la proliferación de montículos rituales y de canchas de juego de pelota. Las influencias fueron recíprocas, pero
siempre se mantuvieron autónomas y vigorosas las culturas septentrionales.
Oasisamérica se erigió en una unidad histórica por derecho propio. Las nacientes sociedades agrícolas se
enfrentaron a un medio adverso por su sequedad, en el que sólo en oasis o en zonas donde se empleaban los
sistemas de irrigación se garantizaba la prosperidad de los sembradíos. La construcción de las obras de riego hizo
que la expansión del territorio oasisamericano fuese muy gradual y difícil. Algunos grupos la adoptaron en fechas
tan tardías como 600 dC. Y todos siguieron apoyando fuertemente su economía en la recolección y la caza.
Oasisamérica ocupaba lo que hoy día se conoce como sureste de los Estados Unidos y noroeste de
México: la parte de UTA, Arizona y Nuevo México, porciones importantes de Colorado, Sonora y Chihuahua, así
como extensiones menores de California, Baja California y Texas. En términos generales, éste es un territorio
semiárido y de clima extremoso. Las precipitaciones son escasas y se dan en forma torrencial en pocos meses del
año Kirchhoff bautizó esta superárea cultural a partir de la existencia de pequeños oasis donde se concentraron
algunas de las grandes poblaciones.
El paso abrupto de la inexistencia de la agricultura a la agricultura compleja, con extensas redes de
canales únicamente se explica como una importación tecnológica. La ruta propuesta es el largo corredor de
sociedades sedentarias que habitaron la Sierra Madre Occidental. Los especialistas proponen el mismo camino
para la alfarería. Las divisiones más modernas reúnen a los oasisamericanos de los siglos I al XVI en cinco
grandes áreas: Anasazi (1, 2 y 3 de Kirchhoff), Hohokam (5 de Kirchhoff sin contar a los ópatas), Mogollón (4, 6
y ópatas), Pataya (7 de Kirchhoff) y Fremont.
MESOAMÉRICA
Kirchhoff empezó por identificar la superárea cultural con el nombre de Mesoamérica y reconocer a las
sociedades que la integraron como “cultivadores superiores. Hizo notar que dichas sociedades eran muy diversas
desde el punto de vista lingüístico, y las dividió en cinco grupos, uno de los cuales, por cierto, estaba integrado
por las que hablaban lenguas hasta entonces no clasificadas. En cuanto al territorio que ocupaba la superárea a la
llegada de los españoles, lo delimitó señalando la frontera norte como la formada por los ríos Sinaloa, Lerma y
Pánuco, y la frontera sur una franja que iba del río Motagua hasta el Golfo de Nicoya, pasando por el lago de
Nicaragua. Afirmó que era una superárea que había sido formada por inmigrantes diferentes entre sí que
ingresaron en el territorio un diversas épocas, y que, al penetrar en la órbita estudiada, vivieron unidos por una
historia común.
5
Leonardo López Luján, El pasado indígena,México, FCE, 19??, pp.
Con los elementos comunes a Mesoamérica y otras superáreas hizo subgrupos, y así el cultivo del maíz,
el fríjol y la calabaza integró a todas las superáreas en un conjunto, mientras que la organización por clanes tipo
calpulli-ayllu a sólo reunió a Mesoamérica y a los Andes.
En efecto, los primeros mesoamericanos se identifican como pueblos agricultores, descendientes de los
nómadas recolectores-cazadores que habían habitado el mismo territorio durante milenios. Los antepasados
nómadas habían domesticado y cultivado, entre otras plantas el maíz, el fríjol, la calabaza y el chile. Esta
invaluable herencia constituyó la base de la alimentación mesoamericana. Los agricultores, como cultivadores de
dichas plantas, pudieron desarrollar una tradición compartida, independiente de influencias extracontinentales,
hasta el siglo XVI. Estos dos grande hitos históricos –sedentarismo agrícola e irrupción europea- son los límites
temporales de Mesoamérica, que se inicia hacia 2500 a C. para desaparecer como tradición cultural autónoma a
partir de 1521 dC.
Puede afirmarse que buena parte de los elementos comunes de lo mesoamericano, de los componentes
del núcleo duro de la tradición, se crearon y fortalecieron durante los 13 siglos de duración del periodo conocido
como Preclásico Temprano, que arranca desde el inicio de la vida sedentaria agrícola hasta el nacimiento de las
primeras sociedades jerarquizadas. Las técnicas de producción que se desarrollaron posteriormente, las formas de
organización familiar, la cosmovisión y la religión hunden sus raíces en el lejano pensamiento de los primeros
aldeanos.
Sobre esta base mesoamericana se levantaron las tradiciones locales y regionales, derivadas de particularidades
ecológicas, étnicas, culturales e históricas propias de radios más reducidos. Y sobre las tradiciones locales y
regionales se extendieron fuerzas de otra naturaleza, aunque nuevamente generalizadoras. Fueron las de los
“protagonistas”, sociedades que por distinto motivos tuvieron una influencia decisiva en épocas determinadas y
sobre amplias extensiones de Mesoamérica.
En lo que toca al aspecto territorial, Mesoamérica –como toda superárea cultural- cambió de
dimensiones durante su existencia. La tradición de los agricultores fue extendiéndose gradualmente por toda la
zona en que las aguas de temporal garantizaban las cosechas. Después, en el primer siglo de nuestra era,
dominadas las técnicas de regadío y aprovechando las condiciones climáticas favorables, los agricultores
avanzaron hacia al norte para alcanzar durante el Clásico sus posiciones más septentrionales.
En su totalidad, Mesoamérica incluyó la mitad meridional de México, todo Guatemala, Belice y El
Salvador, la parte occidental de Honduras, la costa pacífica de Nicaragua y el noroeste de Costa Rica. Sus
fronteras tienen características muy particulares. La noroccidental llega hasta el territorio de pueblos agricultores,
tanto serranos como costeños, que forman una franja de tradición intermedia entre Mesoamérica y Oasisamérica.
La septentrional es la más variable de todas, debido a la avanzada y el repliegue mencionados, entre el siglo I y el
X dC; en el tiempo de su mayor extensión se encontraban en ella sociedades de recolectores y cazadores y de
agricultores sedentarios. Al sureste, donde la frontera mesoamericana era más firme que la anterior, lindaban con
pueblos también agricultores, cultivadores de maíz, pero cuya tradición pertenecía a otra superárea: la chibcha.
TEMA 3: Del nomadismo a la revolución agrícola y la creación de mitos
unificadores
La vida de algunos pueblos recolectores y cazadores comenzó a transformarse con lentitud
milenaria, se modificaron las relaciones entre el hombre y su entorno, dándose el gran paso
entre la mera apropiación y la producción agrícola. Este proceso constituye uno de los grandes
acontecimientos de la evolución humana y la forma en que se dio gesta la diferencia entre las
superáreas. Mientras algunos grupos –al norte del continente- siguieron desarrollándose con
base en una economía de recolección y caza, otros realizaron una verdadera revolución al
domesticar ciertos productos agrícolas –maíz y papa- e iniciar su cultivo. Esa actividad los
transformó en sedentarios y contribuyó a crear una organización social jerarquizada y una
cultural más compleja que se expresaron en la urbanización de sus espacios habitados, en sus
concepciones del universo, sus prácticas religiosas y en formas originales de poder para
gobernarse.
Objetivo: Argumentar la importancia del mito en la formación de Mesoamérica.
Conceptos: revolución agrícola, mitos, cosmovisión, organización social, manifestaciones
culturales, religiosas y políticas de las sociedades bajo estudio.
Habilidades: Clasificación, análisis y búsqueda de información sobre los contenidos
históricos revisados; manifestación de un pensamiento inquisitivo acerca de los rasgos que
definen una cultura y organización social determinada, así como de un sentido de ubicación
de dichas manifestaciones en un contexto y momento histórico particular (proceso de empatía
histórica y de comprensión de otros puntos de vista y formas de pensamiento).
Actitudinales y valores: Comprensión crítica, respeto y apreciación de diferentes
cosmovisiones y formas de organización social
Ayuda didáctica para el alumno: Revisar las definiciones y nociones. En particular, el
profesor apoya la comprensión de los conceptos centrales del tema: qué es una sociedad
nómada, una sedentaria, cómo se define la “Revolución agrícola”.
&ociones para reflexionar:
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Estereotipo: modelo o idea simplificada y comúnmente aceptada de algo.
Arquetipo: tipo ideal de cualquier clase de cosas; particularmente referente a la belleza.
Ejemplar real que reúne las condiciones necesarias como esenciales y características de su
especie. En teología se habla de tipo soberano y eterno, que sirve de ejemplar y modelo al
entendimiento y la voluntad de los hombres.
Mito: son narraciones fundadoras que los miembros de una sociedad transmiten de generación
en generación desde los tiempos más remotos. Para que un acontecimiento, una historia, una
narración, singular en principio, se transforme en mito, deben satisfacerse dos condiciones. Que
sus elementos entren en una relación de complementariedad semántica y formal con el conjunto
de mitos de la población en cuestión y, de otra parte, que se olvide y borre su origen individual
para convertirse en una historia colectiva. Estos dos aspectos se producen con el tiempo. Así los
mitos se presentan como historias en las que se percibe, mejor que en cualquier narración, una
visión completa y sistemática del universo. Son en los momentos de crisis social, cuando las
sociedades se reorganizan, cuando resurgen mejor los aspectos ideológicos y el papel político de
los mitos. Cuando el choque es brutal, la ruptura profunda, los mitos mueren. Son desechados
por el grupo como fábulas, mentiras o poesía; cesan de animar el discurso y el pensamiento
dominante, y se refugian en escuelas y capillas, donde se guarda, con el fin de un mundo
religioso, lo que queda de religioso de ese mundo. (Traducción libre y abreviada del
Dictionnaire de l’ethnologie et de l’Antropologie, Paris, Puf, 1991.).
También se ven los mitos como narración o relato fabuloso, destinado a dar una
explicación imaginativa y no racional de la realidad. Freud y Jung sostienen que el mito tiene
realidad en la medida en que simboliza todo aquello que escapa a la formulación racional.
Usualmente contiene una explicación de fenómenos naturales, de acciones de dioses o héroes,
de actos o personas que por su trascendencia pasan a formar parte de la historia o a convertirse
en prototipos. Los mitos son cosmogónicos cuando tratan la creación del mundo; etiológicos si
explican el origen de los seres y las cosas; teogónicos si relatan la historia de los dioses;
escatológicos si tratan del fin del mundo
¿Qué son los mitos en México? desde los tiempos más remotos, el mito es una de las principales
expresiones de la mentalidad colectiva. Su rasgo distintivo es ser un medio de transmisión de
memorias grupales o comunitarias. Todo acto o relato individual es un mito en potencia, pero
sólo adquiere esa calidad los relatos que son adoptados repetidos por amplios sectores sociales.
En contraste con la historia, que se refiere a hechos “verdaderamente ocurridos”, el contenido del
mito puede ser un acontecimiento real o imaginario, o un episodio que nunca ocurrió pero que
muchos piensan que efectivamente tuvo lugar. En otras palabras, la verdad del mito no esta en su
contenido, sino en el hecho de ser una creencia aceptada por amplios sectores sociales. Su
validez y eficacia residen en su credibilidad [...] En el México contemporáneo, una gran parte de
la memoria colectiva está encapsulada en mitos. Podría decirse que las nociones y símbolos en
que reposan nuestras identidades colectivas (patria, nación, héroes, símbolos nacionales), más
que estar fundados en hechos positivos, son creencias colectivas que expresan la conciencia
histórica de un pueblo. (Resumen de E. Florescano, “Prólogo” a Mitos mexicanos, México,
Aguilar, 1995, p.910.)
Métodos de la historia:
• El trabajo de los arqueólogos: es buscar huellas de los hombres que vivieron en la
prehistoria. Se entiende por prehistoria la época en la que el hombre no tenía escritura y no
podía dejar testimonios escritos. Por medio de excavaciones, los científicos han encontrado
numerosos restos de animales, plantas o humanos fosilizados, así como utensilios de piedra,
cerámica o metal. También los han encontrado en los monumentos o zonas que antes fueron
habitadas. Estudiando estos restos es como han reconstruido la vida del hombre primitivo: su
apariencia, alimentación, instrumentos, fechas en que existió, flora y fauna de la época. Con
distintos procedimientos –carbono 14, rayos infrarrojos, etc.- logran conocer la antigüedad de
los objetos y aportar datos preciosos y precisos para re-construir una representación de la vida
de esas sociedades en el tiempo.
• Pueblos nómadas: los primitivos hombres fueron cazadores. Provistos de dardos y lanzas
seguían la pista de animales salvajes. Otros grupos eran recolectores de granos y plantas
silvestres y completaban su dieta con la caza de animales pequeños. Si escaseaban las presas o
caían sequías se desplazaban para buscar su alimento. Se les llama pueblos nómadas. Estos
pueblos siempre fueron famosos por ser agitados y peligrosos: los hebreos, los árabes, los
turcos, apaches, Chichimecas. Transportan su patria con ellos, por eso siempre se encuentran en
su casa, como los gitanos. Ibn Kaldoun pensaba que sus valores morales eran superiores a los
de los pueblos sedentarios: “La vida sedentaria marca el principio de la decadencia”. En los
países desarrollados cierta población se esta transformando en nómada, por las necesaria
movilidad que les impone su trabajo (Traducción libre y abreviada de Les mots de la
géographie. Dictionnaire critique,Paris, Reclus, 1992.)
• Pueblos sedentarios: individuo o grupo que tiene un hábitat fijo. Se dice que la historia de la
humanidad es también la historia de una largo movimiento de sedentarización. Todo Estado
busca hacer sedentarias sus poblaciones para mejor controlarlas. Sabemos que Caín, el
sedentario, mató a Abel, el nómada, en una especie de sacrificio necesario y simbólico de ese
tránsito.
• Revolución agrícola: es le momento en el que el hombre primitivo aprendió a domesticar las
plantas por medio del cultivo. Esto marca el tránsito del nomadismo al sedentarismo. Un
cazador y un recolector son esclavos de su medio: si la caza y la recolección son abundantes
pueden vivir. Si disminuyen o desaparecen, los hombres están amenazados. Por eso los
investigadores consideran a la agricultura como la primera gran revolución en la vida del
hombre, revolución que en Europa y Asia se llevo acabo en el Neolítico, y que en América se
dio alrededor del año cuatro mil.
• La agricultura revoluciona la vida del hombre: En América, gracias a la agricultura
comienzan a surgir las civilizaciones y culturas. Los hombres inventan instrumentos para los
cultivos, como la coa y el hacha. Fabrican recipientes y objetos para guardar y prepara estos
granos, piedras de moler, mano de piedra, metate, comales, ollas. Crean modos de cultivo,
como las terrazas, las chinampas, la roza. La agricultura propicia también la aparición de las
religiones: dioses, sacerdotes, ofrendas, sacrificios, oraciones. Se hacen sedentarios y
comienzan a construir casa, sistemas urbanos. Investigan cómo cultivar mejor; cuándo hacerlo,
entonces inventan la numeración, el calendario, la ciencia. La producción agrícola excedentaria
deja a estos hombres tiempo libre; pueden entonces dedicarse a trabajos artísticos. Con más
alimentos multiplican su población. Ya no es posible entonces vivir en grupos poco
organizados (tribus, clanes). Surgen las primeras organizaciones sociales y políticas complejas
(estados, imperios, etc.) (Resumen adaptado de Quiero vivir en América, Guatemala, Ed. Piedra
Santa, 1985)
Bibliografía de consulta para el alumno:
Mitos mexicanos, México, Aguilar, 1995.
Eduardo Matos Moctezuma . Ideas acerca del origen del hombre americano, México SEP
1987´Introducción. Pp11- 20
Pablo Escalante Gonzalbo. Los cazadores de la banda del valle. Historias de México volumen 1 tomo 1.
México. F.C. E.
Carlos Brockman . Xoi Yuun, un niño olmeca. Historias de México volumen 1. tomo2 México F.C.E.
Federico Navarrete Cautivos en el Altiplano .Historias de México volumen 111 tomo 1 México. F.C.E.
Leonardo López Luján. Viaje al mercado de México. Historias de México volumen 111. Tomo 2
México F.C.E.
LECTURA 4. Fichas sobre mitos
a. Lectura: Popol Vuh6
Capítulo Primero
Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la
extensión del cielo.
Esta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces,
cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía.
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión.
No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada
dotado de existencia.
Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu,
Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y
azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta
manera existía el cielo y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban.
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la obscuridad, en la noche, y hablaron
entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron
sus palabras y su pensamiento.
Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre.
Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la
creación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.
El primero se llama Caculhá-Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es Raxá-Caculhá. Y estos tres son
el Corazón del Cielo.
Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará
para que aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento.
-- ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe [el espacio], que surja la tierra y que se
afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra
creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra: -- ¡Tierra! -- dijeron,
y al instante fue hecha.
Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montanas; y
al instante crecieron las montañas.
Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las montañas y los valles; y al instante
brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie.
Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo : -- ¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú,
Chipi-Caculhá, Raxá-Caculhá!
-- Nuestra obra, nuestra creación será terminada -- contestaron.
Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron
corriendo libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son
llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida
dentro del agua.
6
Anonimo, Popol Vuh, Las antiguas historia de Quiché, Ed. Grijalbo, México, 2005, pp. 11-17.
De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz
terminación.
Capítulo II
Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la
montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles [víboras], guardianes de los
bejucos.
Y dijeron los Progenitores: -- ¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en
lo sucesivo haya quien los guarde.
Asi dijeron cuando meditaron y hablaron en seguida. Al punto fueron creados los venados y las aves. En seguida
les repartieron sus moradas a los venados y a las aves.
-- Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas;
en el bosque os multiplicaréis, en cuatro pies andaréis y os sostendréis-- . Y así como se dijo, se hizo.
Luego designaron también su morada a los pájaros pequeños y a las aves mayores:
-- Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis, allí
os sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos --. Así les fue dicho a los venados y a los pájaros para
que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos.
De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales de la tierra. Y estando terminada la
creación de todos los cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por el Creador y el
Formador y los Progenitores:
-- Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno -- . Así
les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes.
-- Decid, pues, vuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra madre, vuestro padre. ¡Invocad, pues, a Huracán,
Chipi-Calculhá, Raxa-Calculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, el Creador, el Formador, los
Progenitores; hablad, invocadnos, adoradnos! -- les dijeron.
Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y gramaban; no se
manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.
Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí : -- No ha sido
posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien --, dijeron
entre sí los Progenitores.
Entonces se les dijo : -- Seréis cambiados porque no se ha conseguido que habléis. Hemos cambiado de parecer :
vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra habitación y vuestros nidos los tendréis, serán los barrancos y los
bosques, porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis. Todavía hay quienes nos adoren,
haremos otros [seres] que sean obedientes. Vosotros aceptad vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. Así
será. Esta será vuestra suerte--. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequenos y grandes
que hay sobre la faz de la tierra.
Luego quisieron probar suerte nuevamente; quisieron hacer otra tentativa y quisieron probar de nuevo a que los
adoraran.
Pero no pudieron entender su lenguaje entre ellos mismos, nada pudieron conseguir y nada pudieron hacer. Por
esta razón fueron inmoladas sus carnes y fueron condenados a ser comidos y matados los animales que existen
sobre la faz de la tierra.
Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al hombre por el Creador, el Formador y los
Progenitores.
-- ¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo
haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras,
nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora
a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten -- . Así dijeron.
Entonces fue la creación y la formación. De tierra, de lodo hicieron la carne [del hombre]. Pero vieron que no
estaba bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no
movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio
hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener.
Y dijeron el Creador y el Formador: -- Bien se ve que no podía andar ni multiplicarse. Que se haga una consulta
acerca de esto, dijeron.
Entonces desbarataron y deshicieron su obra y su creación. Y en seguida dijeron: -- ¿Cómo haremos para
perfeccionar, para que salgan bien nuestros adoradores, nuestros invocadores?-- Así dijeron cuando de nuevo
consultaron entre sí.
-- Digámosles a Ixpiyacoc, Ixmucané, Hunahpú-Vuch, Hunahpú-Utiú : ¡Probad suerte otra vez! ¡Probad a hacer
la creación! -- Así dijeron entre sí el Creador y el Formador cuando hablaron a Ixpiyacoc e Ixmucané.
En seguida les hablaron a aquellos adivinos, la abuela del día, la abuela del alba, que así eran llamados por el
Creador y el Formador, y cuyos nombres eran Ixpiyacoc e Ixmucané.
Y dijeron Huracán, Tepeu y Gucumatz cuando le hablaron al agorero, al formador, que son los adivinos: -- Hay
que reunirse y encontrar los medios para que el hombre que vamos a crear nos sostenga y alimente, nos invoque y
se acuerde de nosotros.
-- Entrad, pues, en consulta, abuela, abuelo, nuestra abuela, nuestro abuelo, Ixpiyacoc, Ixmucané, haced que
aclare, que amanezca, que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos recordados por el hombre
creado, por el hombre formado, por el hombre mortal, haced que así se haga.
-- Dad a conocer vuestra naturaleza, Hunaphú-Vuch, Hunahpú-Utiú, dos veces madre, dos veces padre, Nim-Ac,
Nimá-Tziís, el Señor de la esmeralda, el joyero, el escultor, el tallador, el Señor de los hermosos platos, el Señor
de la verde jícara, el maestro de la resina, el maestro Toltecat, la abuela del sol, la abuela del alba, que así seréis
llamados por nuestras obras y nuestras criaturas.
-- Echad la suerte con vuestros granos de maíz y de tzité. Hágase así y se sabrá y resultará si labraremos o
tallaremos su boca y sus ojos en madera--. Así les fue dicho a los adivinos.
A continuación vino la adivinación, la echada de la suerte con el maíz y el tzité. ¡Suerte! ¡Criatura!, les dijeron
entonces una vieja y un viejo. Y este viejo era el de las suertes del tzité, el llamado Ixpiyacoc. Y la vieja era la
adivina, la formadora, que se llamaba Chiracán Ixmucané.
Y comenzando la adivinación, dijeron así: -- ¡Juntaos, acoplaos! ¡Hablad, que os oigamos, decid, declarad si
conviene que se junte la madera y que sea labrada por el Creador y el Formador, y si éste [el hombre de madera]
es el que nos ha de sustentar y alimentar cuando aclare, cuando amanezca!
Tú, maíz; tú, tzité; tú, suerte; tú, criatura; ¡uníos, ayuntaos! les dijeron al maíz, al tzité, a la suerte, a la criatura.
¡Ven a sacrificar aquí, Corazón del Cielo; no castiguéis a Tepeu y Gucumatz!
Entonces hablaron y dijeron la verdad : -- Buenos saldrán vuestros muñecos hechos de madera; hablarán y
conversarán vuestros muñecos hechos de madera, hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra.
-- ¡Así sea! -- contestaron, cuando hablaron.
Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera. Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y
poblaron la superficie de la tierra.
Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni
entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas.
Ya no se acordaban del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia. Fue solamente un ensayo, un intento
de hacer hombres. Hablaban al principio, pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían consistencia;
no tenían sangre, ni substancia, ni humedad, ni gordura; sus mejillas estaban secas, secos sus pies y sus manos, y
amarillas sus carnes. Por esta razón ya no pensaban en el Creador ni en el Formador, en los que les daban el ser y
cuidaban de ellos.
Estos fueron los primeros hombres que en gran número existieron sobre la faz de la tierra.
LECTURA 5. Lengua memoria e Historia.7
Quienes buscan entender el papel de los hablantes mesoamericanos en los procesos culturales históricos. Tienen
que tomar en cuenta el papel fundamental que guardan en el florecimiento de las culturas mesoamericanas desde
el surgimiento hasta nuestros días.
Para entender un texto debemos tomar en cuenta el contexto en el que fue elaborado y analizar la tradición de
la escritura en la que se produjo, tomando en cuenta a que documentos corresponde.
Dentro de las culturas mesoamericanas se tiene presente que las formas de escritura más antiguas se tiene con
los Zapotecas ellos relacionan la escritura con el poder del Estado y con los señores que lo regían. Ello erigían
grandes estelas de texto elogiando sus conquistas y el sacrificio de los señores conquistados.
Dentro de los programas pictográficos del periodo clásico se muestran toponímicos de comunidades
conquistadas, señores sacrificados, un señor de Monte Albán delante de un grupo de señores atados. Con estos
textos, el Estado de Monte Albán quiso mostrar a sus pueblos sujetos lo que habían hecho y lo que podían hacer
si uno de ello se rebelaba. Con el tiempo la escritura cambiaría no se utilizaban textos glificos sino solamente
pictografía y los textos ya no eran del estado sino de carácter privado o individual, esto probablemente se hacia
dada la heterogeneidad de la sociedad zapoteca para este periodo por lo cual se necesitaba una escritura que no
estuviera basado en alguna lengua, como ocurre con el sistema glifico. También se supone que el poder del
7
Texto elaborado por: Mauricia Grande Coronel.
estado estaba disminuyendo, lo cual permitía que los señores locales construyeran sus propias esferas de poder.
La legitimidad de estos señores venía de sus descendencia de un ancestro fundador, que se convertía en el
intermediario entre el pueblo y sus ancestros, quienes eran fundamentales para el bienestar del pueblo, por tal le
pagaban tributos y le hacían servicios personales, de esta forma se explica la presencia de historias sagradas en
los documentos pictográficos, los cuales funcionaban como pruebas de relación entre un gobernante y un
fundador real.
Hasta el establecimiento de la Colonia había estado controlada por los gobernante. Pero con la introducción
de la escritura alfabética toda la población tenía acceso a esa forma de comunicación siendo documentos de
carácter notarial. La escritura Maya se ha caracterizado por su belleza y complejidad denominándola, jeroglífica
pues se le comparaba con la egipcia y se intento leerla fonéticamente, la escritura para muchos investigadores
representa historias que relataban los principales hechos en la vida de los gobernantes mayas, se le da una
antigüedad de 260 d.c. que los glifos representan una verdadera escritura y se utilizo poco después de la llegada
de los españoles., para algunos epigrafistas la escritura jeroglífica contiene formas geométricas, variantes de
cabeza y de cuerpo completo. Así una misma palabra se puede escribir de varias formas, se emplean pictogramas,
, logogramas y fonéticamente. Los mayas a través de su escritura dejaron plasmada su historia, tal como vivieron.
En tiempos mesoamericanos la producción retención y trasmisión de los saberes se realizaba esencialmente
mediante dos medios de expresión y comunicación: la oralidad y la imagen . Por un lado, textos de diversa
índole, memorialmente conservados en los corazones de los tlamatinime, se colaban en un orden verbal, pero
también gestual dan cístico y musical, estos textos se configuraban en imágenes, generando aspectos importantes
del pensamiento indígena. Con la llegada de los españoles y la aculturación progresiva de los tlahcuilos, pintores
o escribas, los principios de la escritura indígena se vieron permeados por ciertas normas que derivaban del
alfabeto, lo que tuvo como consecuencia un mestizaje expresivo particular.
TEMA 4. Principales culturas de Mesoamérica
Las sociedades agrícolas militaristas estatales sin duda alguna no aparecen en todo el
continente americano; salvo en la superárea andina y en mesoamérica. Ahora bien, en cuanto
a esta última ¿desde qué momento vemos sociedades con estos elementos? ¿cómo se da el
cambio de sociedades aldeanas igualitarias a sociedades estratificadas?.
En el tránsito de una sociedad igualitaria a una sociedad estratificada podemos
observar un cambio fundamental que parte de las sociedades aldeanas no clasistas a
sociedades con clases o estamentos, donde el estamento superior obtiene el poder general,
creándose las relaciones de explotación entre el Estado y las comunidades. El Estado aparece
como un instrumento coercitivo de poder apoyado en una serie de aparatos ideológicos y
represivos que tenderán a darle cohesión y a tratar de lograr la reproducción del mismo.
Este poder se manifiesta en la presencia de un soberano que ejerce el poder sobre un
territorio delimitado y una población que comparte rasgos étnicos, lengua, tradiciones y un
mito de origen. Estas características otorgaron una peculiar identidad a los distintos pueblos
asentados en Mesoamérica: Olmecas, Mayas, Teotihuacanos, Cholultecas, Zapotecas,
Mixtecas, Tlaxcaltecas, Chorotegas, etcétera.
Objetivo: Distinguir las diferencias y etapas entre las culturas mesoamericanas
Conceptos: Desarrollo histórico y características culturales y étnicas de los principales
pueblos mesoamericanos: olmecas, mayas, teotihuacanos, toltecas, zapotecas, totonacas y
huastecos.
Habilidades: Identificación de rasgos propios que definen a las diversas culturas
mesoamericanas; análisis crítico y contrastación de sus rasgos comunes y particulares;
comparación con las etnias que perviven en el presente en el país; establecimiento de criterios
múltiples para el análisis de las culturas bajo estudio.
Actidudinales y valores: Valoración y reconocimiento del pasado indígena de México;
aceptación de los grupos indígenas como iguales en relación con uno mismo y con otros
grupos y estratos sociales; aprecio y respeto a los derechos y manifestaciones culturales y
sociales de los diversos grupos, etnias y subculturas que conforman la sociedad mexicana.
Ayuda didáctica para el alumno: Revisar las nociones .En particular, el profesor apoya la
comprensión de los conceptos centrales del tema: qué es una sociedad teocrática y cómo se
generaron las diferentes sociedades en Mesoaméricanas.
&ociones para reflexionar
•
Sociedad teocrática: Teocracia es un término que viene del griego Theos, Dios, y Kratia, gobierno.
Se trata de una ordenación política en la que el poder es ejercido en nombre de una autoridad divina, por
hombres que se declaran representantes suyos en la tierra e incluso como su encarnación. Una
característica del sistema teocrático es la posición preeminente que se reconoce a la jerarquía sacerdotal, la
cual controla directa o indirectamente la entera vida social en sus aspectos tanto sagrados como profanos. No
faltan en la historia ejemplos de regímenes teocráticos: el Tibet del Dalai Lama, el Japón imperial, el Egipto
faraónico y, en términos más conspicuos, la organización política del pueblo hebreo durante el periodo
sacerdotal. Por lo que respecta a la civilización occidental, el intento más claro para dar vida a un intento
teocrático fue puesto en marcha por el papado entre fines del siglo XI y principios del XIV. Así el papa
Bonifacio VIII definió los papeles de la iglesia y la monarquía: “sabemos por las palabras del Evangelio que
en esta iglesia y en su poder existen dos espadas, una espiritual y otra temporal [...] ambas en poder de la
iglesia; una debe ser empuñada por la iglesia; la otra desde la iglesia por la mano de reyes y caballeros, pero
según la dirección y condescendencia del clero, porque es necesario que una espada dependa de la otra y que
la autoridad temporal se someta a la espiritual”. La Reforma protestante, siglo XVI, al romper la unidad
religiosa en Europa, marca el ocaso definitivo del sistema teocrático, aún cuando el poder de la iglesia se
mantuvo en los países católicos, particularmente sostenidos por el Imperio español, hasta la Revolución
francesa que barre definitivamente con la unidad Iglesia-Estado. (Resumen actualizado de Diccionario de
política, México, Siglo XXI, 2000.)
Métodos de la historia:
¿Cómo se generaron diferencias sociales en mesoamérica?
Alrededor del año novecientos a.c. las comunidades agrícolas primitivas de América alcanzaron una gran
prosperidad. Para esa época cultivaban ya numerosas plantas: chile, aguacate, maguey, zapotes, maíz,
algodón. Habían asegurado su subsistencia. A partir de entonces aparecen los artesanos, los comerciantes, se
afirman los sacerdotes y con ellos las diferencias sociales entre los habitantes. Esto es evidente en los restos
arqueológicos: aparecen ahora figuritas de individuos que se diferencian de sus compañeros por el vestido y
los adornos. Por primera vez se entierran personajes con señales de distinción: vasijas, jade, máscaras,
espejos, etc. Otros están enterrados sin estas señales. Empieza a imponerse una estratificación social, donde
los sacerdotes se imponen. Ellos dirigirán las sociedades mesoamericanas durante casi dos mil años.
Los sacerdotes eran los especialistas en materia religiosa y todo lo concerniente a la religión (dioses,
oraciones, ofrendas, templos) estaba a su cargo. Pero también ejercían funciones económicas al repartir
tierras entre campesinos. Almacenaban los productos en el templo y organizaban su distribución. Indicaban
a los agricultores los ciclos de su que hacer; cuándo desmontar los terrenos, sembrar y cosecharlos.
Distribuían el riego y patrocinaban a los comerciantes. Ejercían además el poder político; establecían leyes,
normas y alianzas con otros pueblos. De la misma manera que declaraban la guerra. Se trata de sociedades
teocráticas. (Resumen adaptado de Quiero vivir en América, Guatemala, Ed. Piedra Santa, 1985)
Bibliografía de consulta para el alumno:
Alfredo López Austin, Edmundo O’ Gorman, Josefina Vázquez de Knauth., Un recorrido por la historia
de México. Sep Setentas Diana 1981, pp49- 107
Miguel León Portilla, Historia y culturas de México prehispánico,México, Secretaría de Relaciones
Exteriores México.1992.
LECTURA 5 .Fichas sobre las culturas mesoamericanas.
a. Los Olmecas, un pueblo de origen misterioso
Los Olmecas, nombre que significa “habitante del país de hule”, fueron un pueblo cuyos vestigios arqueológicos
aparecen en la costa del golfo de Campeche, entre ríos, lagunas, pantanos y bosques. Desconocemos su lengua y
hasta su tipo físico, el cual, sin embargo, puede reconstruirse sin reservas analizando las figurillas de cerámica
encontradas; de ellas deducimos que tenían ojos mongólicos, mejillas mofletudas y practicaban la deformación
craneal. Posiblemente fueron rechonchos y de baja estatura.
La enorme importancia de esta cultura estriba en que es la primera de Mesoamérica en que puede
apreciarse la evolución desde las épocas más primitivas hasta alcanzar los centros ceremoniales. En una primera
etapa (1500-1200 a. De C.), las antiguas poblaciones fueron elevándose culturalmente y produjeron una excelente
cerámica, sobre todo utilería, y unas figurillas en las que se manifestaron los rasgos considerados antes.También
surgió el jaguar como animal totémico, que después pasaría a ser una divinidad .
En una segunda época (1200-600 a C.), la cultura continuó su evolución hacia formas más complicadas,
con esculturas monumentales, centros ceremoniales, excedentes económicos y quizá una sociedad estratificada
que sin duda ejerció una clase de poder sobre otras regiones mesoamericanas.
Los centros ceremoniales se sitúan en San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes. Sus construcciones están orientadas
en el sentido norte- sur obedecen a una planificación predeterminada y están dispuestas sobre enormes terrazas;
en ellas aparecen ya las pirámides, por lo menos la escalonada de la Venta. Pero como es muy pequeño el número
de viviendas que allí ha aparecido, se supone que otros pueblos, de algún modo bajo la dependencia de los
olmecas, les ayudaron a realizar las construcciones .
La tercera época (600-100 a. De C.) muestra la decadencia de esta cultura. La Venta se fue desplomando y lo
mismo ocurrió en los demás centros, si bien Tres Zapotes tuvo la máxima aportación de los Olmecas: la cuenta
larga, sistema de anotación a base de contar los días partiendo de una fecha del pasado que es más bien mítica.
Este tipo de cronología también será usado por los mayas. Los Olmecas formaron un estado teocrático, con jefes
que serían sumos sacerdotes, quienes reinarían sobre un pueblo constituido por diversos grupos de hombres
diferenciados profesionalmente. Se ignora si toda la zona en que surgen los restos olmecas se constituyó en un
solo estado o fueron ciudades estados unidas por intereses comunes.
El vestido de estos hombres era parco según se desprende de las representaciones humanas; en cambio,
se aprecia en grabados y estelas que se adornaban con tocados complicadísimos y de enorme tamaño, así como
mutilaciones dentarias, pendientes y posiblemente narigueras. Desde el punto de vista artístico, no se empleó en
las construcciones más que la tierra y el adobe, pues no existían piedras en la región; las pirámides son, pues, de
tierra y están dispuestas alrededor de plazas. La escultura tuvo excelentes manifestaciones, tanto en cerámica
como en piedra. Esta última cuenta con figuras humanas de gran realismo, como el llamado “luchador” de Santa
María; las cabezas colosales con pesos de hasta 11 toneladas, que se suponen retratos de grandes sacerdotes o
representaciones de dioses y tienen la parte superior cubierta con un casco y el ceño fruncido y sobresaliente, los
llamados “altares”, que quizá fueron tronos y que son representaciones estilizadas de jaguares, en las bocas de los
cuales asoman a veces personajes; por último, las estela, en que se representan escenas al parecer bélicas, carecen
de la unidad de estilo de las demás manifestaciones artísticas, Junto a ello hay que destacar los bellísimos objetos
de jade, material que supieron trabajar, también pulieron la serpentina, la obsidiana y la amatista.
La religión , parece que el jaguar era objeto especial veneración, aunque seguramente sería en su origen
un animal totémico; se le representa en estilizaciones , a veces antropomorfizadas, y en otras mezcladas con
elementos de otros animales. Es posible que se efectuaran sacrificios sangrientos y hasta se ha aventurado la
hipótesis de uqe los sacrificados fueran niños. Por otra parte se tiene dioses que posteriormente tendrán amplia
proyección en mesoamérica, como son el dios del agua, Xipe-Tótec, Mictlantecutli y Quetzalcóatl. En los centros
ceremoniales se han encontrado enterradas grandes cantidades de bloques de serpentina con una finalidad votiva.
La cultura Olmeca, surgida y desarrollada en un lugar concreto del Golfo de México, tiene una
trascendencia definitiva en el devenir de Mesoamérica, hasta el punto de ser considerada como la “Cultura
Madre” de América. Dio origen a una serie de aportaciones que tendrán repercusiones posteriormente. Cabe
mencionar las pirámides o basamentos para elevar las construcciones, la planificación de centros y ciudades
tomando como eje una línea. El calendario, la escritura jeroglífica y la aparición de divinidades cuyo culto
reaparecerá más adelante.
b.Teotihuacan, la ciudad de los dioses
A partir del siglo II a de C. Se inició en el Valle de Teotihuacan la primera cultura de la meseta del Anahuac o
mexicana. El valle de Teotihuacan se abre entre el de México y el de Puebla y está recorrido por el río San Juan,
que desemboca en el lago de Texcoco, que en época antigua era mucho mayor que en la actualidad y alcanzaba
los límites del citado valle.
Como otros puntos de Mesoamérica, dicho valle albergaba una población localizada en pequeñas aldeas de
agricultores, pues también eran limitadas las extensiones de tierra aptas para el cultivo. Sin embargo, uno de esos
poblados se especializó en la producción de objetos de obsidiana, en especial puntas y cuchillos obtenidos por
percusión, y parece que su comercio pudo desencadenar el desarrollo de Teotihuacan. La ciudad surge como
consecuencia de la fusión de varias aldeas e inician sus desenvolvimiento. Su disposición consiste en eje nortesur formada por la denominada Calle de los Muertos en realidad una serie de plazas unidas por escaleras para
salvar los desniveles del terreno, que une la plaza y la pirámide de la Luna con el gran conjunto, formado por lo
que se considera como los palacios de gobierno de la ciudad, el templo de Quetzalcóalt y, al otro lado de la calle
de los muertos, el mercado. Se formaron también las avenidas este -oeste, con lo que la ciudad quedó dividida en
cuatro partes. Más adelante se construyeron otros edificios que se han llamado palacios, algunos de los cuales
sólo fueron conjuntos de habitaciones usadas como viviendas por los habitantes.
Mirando hacia la pirámide de la Luna , a la derecha de la calle de los Muertos, pero separada de ella, se
alza la pirámide del Sol, el edificio más colosal de la ciudad. Estas pirámides se rehicieron varias veces hasta
alcanzar su forma definitiva, que en la del Sol es una masas de 222 x 225 m de base y 63 de altura. Son
escalonadas y truncadas., y en el plano superior se levantaba el templo. El templo de Quetzalcoatl tiene una
decoración escultórica basada en la representación de la serpiente emplumada, característica de aquella
divinidad, y la de otra que se cree pertenece a Tláloc, el dios de las aguas. Todo ello corresponde a una ciudad de
unos 200.000 habitantes, capital de un estado imperialista que debió de ampliar su influjo mediante la conquista y
el comercio.
El estado Teotihuacano debió de estar constituido por un grupo rector, que gobernaría tanto la ciudad
como el imperio; otro sacerdotal, que regía todo lo concerniente al culto a los dioses y que se reservaba los
conocimientos superiores; el estamento militar, imprescindible para conseguir y conservar el imperio, aunque
quizá estuviera incorporado al cuerpo sacerdotal, y, por último, el conjunto de los grandes mercaderes, en quienes
se cimentaban tanto el poderío como la expansión teotihuacana. Por debajo de ellos se extendía una masa de
artesanos y de campesinos.
Existe una floración de pinturas al fresco, que decoraban exteriores e interiores de edificios y en la que
aparecen personajes con extrañas vestiduras y complicados tocados. Además hay una cerámica que por su
belleza y suntuosidad, esta destinada a usos ceremoniales y de culto, ejemplo los braseros , además de las simples
utilitarias. En el trabajo de piedra resaltan las máscaras funerarias, las representaciones de divinidades y las
esculturas ornamentales de templos y palacios. La religión tiene aquí un doble sentido. Por una parte., el
teotihuacano tiene un problema esencial, que es la falta de agua, que le lleva a divinizar este elemento y nos
presenta a Tláloc, otro dios es el dios viejo del fuego Huehuetéolt. Existen, además representaciones de XipeTótec el Desollado, así como el de un dios de la muerte, de corazones humanos, de cuchillos de sacrificio, y de
huellas de cabezas de trofeos y restos de canibalismo ritual .Pero hay otro aspecto religioso en Teotihuacan que
es el misticismo que la transforma en ciudad santa y fuera el verdadero motivo de su desarrollo. Cuenta la
leyenda que , en la última de las cinco creaciones del mundo los dioses tuvieron que sacrificarse para dar
nacimiento al nuevo Sol, y la nueva humanidad. Y todo ello ocurrió en Teotihuacán. Ciudad de los dioses.
Sea lo que fuere, en la segunda mitad del siglo VII d. De C. Se produce la caída de Teotihuacan. Parece
que se debió a causas internas, y a la penetración de los pueblos que procedían del norte o noroeste, de cultura
inferior pero que habían estado en contacto con la teotihuacana. Lo cierto es que la ciudad pereció destruida por
el fuego y el saqueo.
Los teotihuacanos influenciaron a todas las culturas mesoamericanas que les siguieron, tanto en sus
instituciones, su arquitectura, escultura, cerámica, pintura mural, su religión y su organización política y social
constituyen el modelo que será seguido más tarde. Su influencia llegó desde el valle de México, hasta Oaxaca,
Veracruz y partes tan alejadas de Guatemala.
C. Monte Albán y los zapotecas.
El valle de Oaxaca está situado en la parte central del estado homónimo actual. En él se eleva un montículo, de
unos 500m sobre el nivel del valle, en donde se halla asentada la ciudad de Monte Albán, en una meseta
construida por el hombre en la cumbre del cerro y que comprende unos 600 por 400m. Monte Albán no fue
nunca, en las diferentes etapas de su historia, un centro ceremonial, sino una verdadera ciudad, en la que vivía
una población considerable (35 000 habitantes en su periodo culminante), incluso habilitando para ello pequeñas
terrazas. Debió de vivir, pues el terreno de que se disponía en su asentamiento era mínimo, de la agricultura del
valle, al que se sometería un proceso productivo exhaustivo. No se sabe quiénes fueron sus habitantes, en una
primera época. Después, a partir del siglo I d. De C., reciben el nombre de los indígenas que encontraron allí los
españoles: Zapotecas.
En la cima del cerro de Monte Albán , los pobladores crearon una plaza pavimentada, y a su alrededor
elevaron una serie de edificios, sobre los cuales se irá construyendo edificaciones en las laderas. Entre ellas esta
el Templo de los Danzantes cuyos muros presentan lápidas de gran tamaño, cada una de las cuales tiene grabadas
unas figuras, en las demás aparece una flor en vez de sexo y en casi todas ellas hay un texto y signos
calendáricos.
No hay seguridad acerca de su significado; las suposiciones van desde considerarlas plasmación de una
castración colectiva, si tenemos en cuenta que las flores se han interpretado como representación de la sangre,
hasta pensar que se trata de jefes de pueblos vencidos por los guerreros de Monte Albán. En cambio las
inscripciones que ostentan, así como otras aparecidas en estelas, permiten afirmar que se trata de manifestaciones
de la escritura más antigua de América. Es notable también el “Edificio J” cuya posición diferente de los demás
de la plaza, y la presencia en él de unas galerías que lo atraviesan de parte a parte sugieren la posibilidad de que
se trata de un observatorio astronómico. En su fachada posterior hay lozas con danzantes grabados y otras con
jeroglíficos que indican fechas, un nombre y cabezas invertidas. Se han interpretado como signos de lugares
conquistados por Monte Albán.
Otro resto arqueológico interesante son las ruinas de Dainzú, sitio del mismo valle de Oaxaca que tiene
un templo adornado con lajas en las que se representan los jugadores de pelota cuya cara esta protegida por un
casco o una máscara. En muchas de estas figuras aparece lo que se tomaría por una cinta alrededor del cuello,
como si sirviera para sujetar el casco. Se interpreta sin embargo, como una señal de sangre y en tal caso se
trataría de decapitados. Aunque con diferencias, los danzantes de Monte Albán y los jugadores de Dainzú tiene
tantos puntos en común, que deben pertenecer a la misma cultura.
Los productos cerámicos son notables.. Aparecen recipientes trípodes, soportes de vasijas, vasos con tapas,
representaciones de templos, vasijas que reproducen cabezas humanas.
A partir del siglo I d. de C., y hasta el siglo VII, aparece en Monte Albán un pueblo al que se le ha dado
el nombre de zapoteca, cuya cultura llega hasta la época de la conquista. En una primera época domina la
influencia teotihuacana en su arte: cerámica, construcciones en talud y tablero, escaleras incluidas en la
construcción y no sobrepuestas a ella, etc. Después esta influencia desaparece. De estas culturas es el primer
juego de pelota que poseemos, cuya planta tiene forma de” I” mayúscula. Se encuentran pectorales de jade y se
realizan en cerámica las llamadas urnas funerarias zapotecas, que nunca contienen restos humanos, por lo que se
les suele llamar “acompañantes” del muerto. Se supone que representan divinidades o sacerdotes ataviados
como dioses.
El panteón de estas culturas es muy complicado. El número de dioses y diosas aumenta conforme se
desarrolla esta cultura, se empieza siendo siete, todos masculinos, hasta alcanzar unos 38, con 11 femeninos, al
final. Sus representaciones ostentan un barroquismo extremo en los detalles y adornos y se presentan, sentados
con las manos en las rodillas, sobre blancos o una especie de bloques prismáticos. El más representativo es el
dios de la lluvia Csijo, y la más conocida, la diosa 13 Serpiente.
A comienzos del siglo VII empieza la decadencia de la ciudad por motivos desconocidos, aunque deben ser
parecido a los de Teotihuacán. Sin embargo, aquí no se observa incendio ni destrucción, sino que el abandono es
lento y paulatino.
En torno al siglo Xl , los centros de cultura Zapoteca se han desplazado al valle de Oaxaca y comienza el periodo
de dominio de Mitla con sus grandes palacios de la ciudad. En los siglos XLV y XV
monte Albán y
Mitla fueron ocupadas por los Mixtecas.
d. La leyenda de Tula y los toltecas
Fue ya en el periodo posclásico cuando los “nahuas”, muy influidos al principio por la cultura teotihuacana,
erigieron la ciudad de Tula, cuyas ruinas aún se ven junto al cerro de Xicoco, a 80km al norte de la ciudad de
México, en el actual estado de Hidalgo. Pero la zona por la que se extendió su dominio alcanza a parte del valle,
recorrido por las aguas de un río que recibe asimismo el nombre de Tula.
Su núcleo lo constituye una gran plaza, en cuyo centro todavía se aprecian los restos de un adoratorio de
reducidas dimensiones, rodeada de importantes edificaciones. Por su parte este, la plaza está limitada por una
pirámide que se supone está dedicada a Tonatiuh, el Sol, y al oeste, por el juego de pelota número 2 en muy mal
estado de conservación, pero con su característica planta de doble T; entre sus ruinas se han encontrado las
esculturas de un porta estandarte y un guerrero, y una lápida con un jugador de pelota.
Al norte se eleva la pirámide de Quetzalcóatl en su advocación de “Señor de la Aurora”. En su
decoración abunda águilas y zopilotes reales que devoran corazones sangrantes y alterna con serpientes
emplumadas de cuyas luces salen rostros humanos. En la parte superior quedan restos templo doble que allí se
edificó; había dos columnas en forma de serpientes emplumadas, con las cabezas apoyadas en el suelo y los
cascabeles de sus colas en la parte alta. El primer recinto estaba sostenida por lo hoy denominados “Atlantes de
Tula “, cuatro estatuas de gigantescos guerreros completamente armados. El techo del segundo se apoyaba en
cuatro pilares recubiertos de relieves de escenas bélicas . A los píes de está pirámide se añadió un pórtico o
columnata constituido por tres hileras de catorce columnas, que fue prolongada hasta la plaza por el lado este. En
el sector norte de la pirámide se sitúa el “muro de las Serpientes”, de cuyas fauces, como en las anteriores,
también salen cráneos humanos descarnados, aunque pueden apreciarse las extremidades.
Ala izquierda de la misma pirámide está el “Palacio Quemado” con varias salas y tres patios. En una de
aquéllas hay una banqueta con un relieve policromado en que se aprecian trece personajes provistos de lanzas y
escudos. En el interior de otras se encontró un Chac Mool, que se interpreta como una divinidad del agua. La
cerámica tolteca manifiesta al principio una gran influencia de Teotihuacan, pero después aparece un estilo
propio que realiza trípodes, platos, incensarios, braseros y representaciones de dioses. En el panteón de los
toltecas destaca en primer término Quetzalcóatl, representado de muchas formas y con atribuciones casi infinitas;
le siguen en importancia los conocidos dioses de la lluvia Tláloc, y el dios viejo del fuego, huehuetéotl; se
encuentra también Centéotl, dios del maíz; Izpápalotl, una diosa chichimeca, y Tonatiuh, el sol. La principal
figura de la historia tolteca fue el príncipe I-Caña, Nuestro Príncipe, Quetzacóatl, cuyo nombre se confunde con
el de la divinidad, que debió vivir en el siglo X, pero que habría tenido que huir de la ciudad. Sin embargo, dejó
sucesores hasta el siglo XI, época en que, al parecer, penetraron nuevos chichimecas procedentes del norte, que
convivieron en un primer tiempo pacíficamente con los toltecas y después se enzarzaron con ellos en duras luchas
que provocaron la llamada “dispersión” de los toltecas (siglo XII) por el área mesoamericana.
e. Chichimecas del altiplano mexicano
Se considera chichimecas a los grupos de cazadores nómadas y recolectores de plantas silvestres del norte de
México. Estas tribus se establecieron hacia 1170 en las riveras del río Colorado y avanzaron muy al sur, hasta el
valle de México, a donde llegaron antes que los aztecas. Vivieron la influencia de las poblaciones del valle y
algunos adoptaron su cultura, por ello hay distinción entre los “verdaderos chichimecas”, cazadores y
recolectores y los aculturados que llegaron a tener mucha influencia como príncipes y guerreros y se
enorgullecían de descender de los aguerridos y bravos chichimecas. El título de chichimecatl tecuhtli, príncipe
chichimeca llego a ser el honorífico de los reyes de Texcoco.
La mal conocida decadencia de los toltecas tiene uno de los principales puntos de explicación en la
presencia de grupos seminómadas que atacaron desde el norte: eran las tribus chichimecas, que en tiempos del
mítico caudillo Xólotl se expandieron con rapidez y establecieron su centro de operaciones en Tenayuca. En 1246
habían llegado al valle de México y poco después eran los señores del altiplano central.
A partir de la época de Tlotzin, nieto de Xólotl, asistimos a un proceso de aculturación de los invasores y
dominadores que adoptarán los contenidos y formas toltecas de cuya superioridad no tenían duda alguna. En
realidad, la invasión chichimeca venía a poner de manifiesto el contraste entre los pueblos sedentarios de cultura
desarrollada y los que aún vivían en una etapa casi de recolección y caza, como era el de los chichimecas, cuyos
alimentos eran los animales capturados y los cactus, tunas y maíz silvestre. Eran para los pueblos del centro una
especie de “bárbaros”.
Sin embargo, la llegada chichimeca puso de relieve que la guerra era un elemento básico para la
supervivencia de los pueblos mesoamericanos y ni siquiera los aztecas podrían sustraerse a ese requisito. A pesar
de que los avances agrícolas fueron notorios, los chichimecas necesitaban de la lucha y la expansión territorial
para regular el volumen de su población y mantener el sistema económico. De 1250 a 1327, nuevos pueblos
intentan dominar a los chichimecas y lo consiguen en parte: tecpanecas, otomíes, colhuas y chimalpanecas.
Finalmente, en 1428, habrían de reconocer el dominio azteca, que da paso al último gran capítulo de la historia
del México precolombino.
Por lo que se refiere a las culturas del Golfo de México, al sur del actual estado de Veracruz- floreció
entre los siglos VI y XII la llamada cultura de el Tajín o totonaca antigua, cuyas pirámides y sentido decorativo
han hecho pensar en influencias mayas y en relaciones con la meseta central.
El periodo totonaca reciente siglos XII al XV- corresponde a la cultura de Cempoala, más parecida a las
de la meseta, como muestra su pirámide o su cerámica, que recuerda la realizada por los alfareros de Cholula. Al
norte de los totonacas, los huastecas, florecen entre los siglos XII y XV. Su cultura se caracteriza por un tipo de
escultura en piedra que no puede ser calificado de relieve ni de bulto redondo, y por una cerámica con vasos
esféricos ciertamente original.
En la otra costa mexicana, las culturas del Pacífico se denominaron globalmente bajo el apelativo de
tarasca, derivado del nombre de las tribus que habitan la mayor parte de la zona. Hoy sin embargo, el área de los
tarascos se circunscribe a los alrededores del lago de Pátzcuaro, en Michoacán y a la zona de Chupícuaro, en
Guanajuato. Junto a ella, se destacan las aportaciones de Colima Jalisco y Nayarit. En torno a los siglos XI y XII,
donde la cerámica es tosca por sutécnica y rica por su decoración y son características una figurillas que
representa personajes y animales de gran expresividad.
Los chichimecas llevaban vida de cazadores,
$o tenían casa, no tenían tierras,
Su vestido no eran capas de algodón,
Sólo pieles de animal, sólo capas hechas de heno.
Comían tunas grandes,
Bisnagas, raíces silvestres.
Mucho se afanaron durante 364 años,
Hasta que empezó al fin
El señorío chichimeca en Cuautitlán.
(Anales de Cuautitlán)
f. Los totonacos o totonacas
Este pueblo tuvo su origen en las montañas del norte del Estado de Puebla. Se cree que salieron del legendario
Chicomóztoc y llegaron hacia las costas del golfo en el actual estado de Veracruz, a fines del siglo primero d.c.,
donde conquistaron a los nativos y se mezclaron con ellos. Su florecimiento se dio entre los siglos VI y XII,
cuando crearon centros ceremoniales tan espectaculares como el de el Tajín y Yahualichan. Sus pirámides y su
sentido decorativo tienen relación con influencias mayas. Se extendieron a Papantla, Cempoala, Nautla, Isla de
Sacrificios y otros lugares que subsistieron hasta la llegada de los españoles. Una importante elemento de esta
cultura que aún perdura es la danza de Los voladores, celebrada como rito religioso que reproduce su concepción
cosmogónica. Completaban su atuendo con abanicos, pectorales y brazaletes de oro, cuentas de jadeíta, orejeras
de obsidiana, etc. Eran politeístas y adoraban al Sol, la Luna y Venus. El periodo totonaca reciente –siglos XII al
XV- corresponde a la cultura de Cempoala, más parecida a las de la meseta, como muestra su pirámide o su
cerámica, que recuerda la realizada por los alfareros de Cholula. Cempoala fue la más importante de sus
poblaciones activa a la llegada de los españoles. Cortés estableció una alianza con su dirigente: “El cacique
Gordo”; allí tuvo lugar la batalla entre Cortés y Narváez y se edificó la primera capilla cristiana. (adaptación libre
de Diccionario Porrúa, México, Porrúa, 1995.)
g. Los huastecos
Pueblos de origen olmeca que desde medio siglo antes de Cristo ocupaba la cuenca del río Pánuco y se extendió a
parte de los actuales estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Hidalgo y Querétaro adquiriendo
características culturales peculiares. Una de ellas era la redondez de muchas de sus manifestaciones
arquitectónicas y artísticas. En montículos circulares levantaban sus templos, también circulares. Sus altares
semejaban conos truncados. Sus chozas eran asimismo circulares. Usaban adornos semicirculares para la cabeza
y hasta sombreros cónicos. Los cronistas indígenas y españoles hacían hincapié en lo espectacular de su
vestimenta y adorno personal. Usaban lujosas capas y túnicas y adornos de cabeza hechas con plumas de aves
entretejidas o adheridas a las telas de algodón. Se perforaban las narices y en los agujeros, que ampliaban con
hojas de palma, se colocaban tubos de oro decorados con plumas de colores. Se teñían el pelo de rojo o amarillo.
Sus sacerdotes tenían gran predilección por las ciencias ocultas. Eran magos, prestidigitadores, adivinos y brujos;
adivinaban el porvenir, hipnotizaban y conocían bien las plantas. Posiblemente conocieron la fabricación del
papel de amate y los códices. Tuvieron gran habilidad para tallar conchas marinas y produjeron también artísticas
figuras y vasijas de cerámica. Los actuales huastecos, que ocupan prácticamente las mismas regiones de sus
antepasados prehispánicos, conservan todavía muchas de las tradiciones y costumbres de aquéllos. En 1990 eran
alrededor de 150 000. (adaptación libre de Diccionario Porrúa, México, Porrúa, 1995.)
h. Los Mayas, esplendor y decadencia
El pueblo maya es junto con el azteca, el máximo representante de las altas culturas en la zona mesoamericana;
los conocimientos científicos y las realizaciones artísticas alcanzaron allí cimas más elevadas y cristalizaron en
una civilización avanzada. Geográficamente los mayas se sitúan en una región comprendida, entre el Istmo de
Tehuantepec y una línea que va hasta más allá de Honduras. Como en casi todas las culturas de Mesoamérica, se
distinguen en ella los tres periodos el preclásico, clásico y posclásico.
La sociedad maya parentesco y jerarquía
La economía agraria del área es determinante a la hora de fijar un modelo social claramente jerarquizado y
estratificado: la tierra y la fuerza de trabajo habían de ser necesariamente controladas para la supervivencia del
conjunto social.
El tiempo de trabajo se distribuía entre el necesario para obtener los principales bienes de consumo –
maíz, calabazas, frijoles, árbol del pan, zapotes, etc.-, cuyo posible excedente era administrado por el grupo
dirigente, y el empleado en el cultivo de las parcelas pertenecientes a la casta, gran parte de ellas destinadas a
productos que revestían un carácter de prestigio o suntuario –algodón, copal, cacao-.También era obligación de
las familias campesinas y de los esclavos contribuir a la erección de los grandes centros ceremoniales políticos,
en los que residían los gobernantes, o especializarse en trabajos artesanales para subvenir a las necesidades de
esas ciudades.
Lógicamente, el aparto burocrático fue cada vez más imprescindible y en el destacaban los
administradores de territorios, que constituían el Ah Cuch Caboob, especie de “consejo de Estado”, los Ah
Hopopoob o consultores políticos, los Batabes o jefes de explotaciones agrícolas, los Tupiles o alguaciles, etc.
Las rivalidades tradicionales entre las ciudades-estado mayas se acentuaron así, y eso explica, al margen
de las etapas en que tuvieron lugar invasiones foráneas, el papel social creciente de los guerreros, en especial de
los jefes o Naciones. Comerciantes y militares se configuran en la última fase de la historia maya como grupos
que modifican el orden jerárquico tradicional.
Una cultura agraria y ritual
Los mayas desarrollaron a lo largo de dieciocho siglos una cultura creativa, rica sugerente. Cultura esencialmente
intelectual, fruto en sus formas más altas de la poderosa cohesión e influencia de sus sacerdotes; cultura
uniforme, con las lógicas variantes regionales. El milagro de sus unificación se debe sin duda a los concilios
sacerdotales, reunidos para confrontar resultados científicos, corregir la cuenta de los años y otros aspectos
similares, ya que todo el panteón religiosos es una fabricación puramente sacerdotal.
El maya, pueblo agrícola, precisaba una exacta cuenta del tiempo para prevenir las acciones en relación
con los ciclos de cultivo. A esta necesidad dio la clase sacerdotal adecuada respuesta: el calendario y la invención
de un sistema matemático. Cabe señalar que aunque algunos de sus hallazgos aparecen ya en otras culturas
mesoamericanas, la complejidad y precisión del cómputo del tiempo son totalmente propios.
En el campo de la aritmética, hija de la necesidad de contar la regularidad y frecuencia de las variaciones
celestes, idearon un sistema de numeración que incluía el cero. Para las grandes fechas tenían otro sistema que se
puede calificar de “arábigo”. Otra de las muestras del ingenio maya es su escritura jeroglífica –más de 700
signos- que aparece en piedra, en códices y el la superficie de algunos vasos de cerámica. Esta escritura aún no
descifrada plenamente, tiene sin embargo su piedra de roseta en la Relación de las cosas del Yucatán de Landa.
En el terreno de la construcción, fueron los únicos americanos que supieron cubrir espacios cerrados con
materiales pétreos mediante falsas bóvedas de saledizo, construidas por aproximación de hiladas o grandes losas
inclinadas. Esta es su gran aportación arquitectónica. En la arquitectura maya destacan los templos, palacios y
juegos de pelota. Los templos –Palenque, Tikal, Chichén-Itzá-, sobre pirámides escalonadas, presentan en el
periodo clásico, coronándolos, cresterías, también llamadas peines. Entre los palacios destacan el de Palenque, y
el del Gobernador y el Cuadrángulo de las Monjas en Uxmal.
Entre las obras escultóricas son notables los relieves, como el del templo de la Cruz Foliada de Palenque,
las estelas de Piedras Negras y Tikal o el Frisco de los jaguares de Chichén-Itzá. Por desgracia, apenas quedan
muestras de la pintura maya. En Bonampak, “la capilla sixtina” del arte maya, la habitación decorada con escenas
en franjas basta por sí sola para mostrar el dominio maya en este arte. Asombra la sobriedad de líneas y la
seguridad del trazo.
Tenemos muestras de cómo utilizaban un lenguaje escrito por el libro de los Libros del Chilam Balam,
y un verdadero monumento literario en el famoso Popol Vuh, que llegó hasta el siglo XVIII trasmitido
secretamente por los indios de generación en generación y que tuvo la fortuna de ser rescatado por el dominico
español F. Ximénez.
TEMA 5: La sociedad Azteca.
A pesar de ser una tribu chichimeca venida de Aztlán, y de llegar tardíamente al valle, el
mayor logro de los aztecas fue haber creado una organización social capaz de darle cabida a la
diversidad lingüística, política y cultural de las distintas etnias que poblaron Mesoamérica. Se
valieron, para ello, de las redes y los mecanismos de intercambio, de la conversión del náhuatl
en lengua dominante, de su capacidad de incorporar a su propia cultura las tradiciones y logros
de los pueblos más adelantados con quienes convivían y rivalizaban, y se apoyaron también en
sus mitos legitimadores que forjaron la idea de que ellos eran un pueblo predestinado a
imperar sobre los demás. Así, en 1431, los Aztecas lograron establecer una alianza con otros
señoríos –Acolhuacan y Tlacopan -, formaron un imperio que dominó la región central de
Mesoamérica -desde las costas del Golfo hasta el Pacífico y algunas regiones de Guatemalaantes de la llegada de los españoles.
Objetivo: Identificar las causas y los medios que llevaron a los Aztecas a convertirse en el
grupo dominante de mesoamérica.
Conceptos: Imperio azteca, señoríos de la región central mesoamericana, triple alianza,
guerras floridas.
Habilidades: Aprender a proyectar la evolución de una sociedad a partir de un elemento
constitutivo de la misma; análisis de elementos de causalidad histórica en el desarrollo
hegemónico del imperio azteca así como en su etapa de decadencia.
Actitudinales y valores: desarrollar una actitud favorable hacia los principios de equidad,
justicia social y convivencia pacífica entre los pueblos a través de contrastar una sociedad
basada en la guerra, la dominación, el esclavismo y la injusticia social
Métodos de la historia: ¿cómo se inicia una investigación histólica?8
"Hay muchas maneras de matar a una pulga, la mejor es la que uno conoce ...”Esta frase se puede aplicar a la
práctica que realizan los historiadores para hacer sus investigaciones. Sin embargo hay ciertos pasos que
cubrir que merece la pena recordar:
1. Se debe definir el tema y transformarlo en objeto de estudio. Para ello hay que delimitar el tema en el
espacio y el tiempo - ¿qué aspecto de la sociedad quiero abordar?, ¿en qué región o localidad se encuentran?
¿qué años o periodo de su pasado me interesan?- y descubrir las relaciones que guarda con el conjunto de la
sociedad - ¿con qué otros aspectos o temas se relaciona? ¿cuál es su importancia?-, así como valorar su peso
en el pasado - ¿qué aporta ese tema o periodo a la historia global del tema y de la sociedad?-.
2. Se deben buscar fuentes para su estudio, es decir, huellas o testimonios en los que encontramos información
sobre el objeto de estudio. Muchas veces, la mayoría, los historiadores encuentran límites o ventajas de las
fuentes que consultan; "dime qué fuentes consultas y te diré el valor de tu investigación". Entre más
originales, directas, completas y variadas sean las fuentes, los resultados serán de mayor calidad. Durante el
siglo XIX se creía, y aún se sigue creyendo, que las fuentes de la historia eran solamente los documentos
escritos o de archivo. Esta actitud, aún cuando es la base, se ha enriquecido con la incorporación de otras
huellas, corno los relatos orales, la arquitectura, los instrumentos, la música, la fotografía y, más
recientemente, el cine y la televisión.
3. La crítica de las fuentes es el método característico de la historia y su secreto es el de las vecindades: "no
creer todo lo que se dice" o por lo menos "ponerlo en duda" y en primer lugar "buscar su verificación y
comprobarlo". Para ello sirve la crítica de fuentes y la crítica a las historias que se conocen sobre el tema u
objeto de estudio.
8
Texto elaborado especialmente para esta Guía por: Javier Pérez Siller
4. La crítica sin una actitud crítica no sirve para nada. "El buscador busca y para ello pregunta". De lo que se
trata es de encontrar los hechos y hacer preguntas sobre ellos a las fuentes, pero hay que saber formularlas;
"vale más una buena pregunta que mil respuestas". Las preguntas se construyen -aportan algo nuevo sobre
los hechos que no se sabía -, al mismo tiempo que surgen de las preocupaciones que tienen los historiadores
en el momento en que realizan su trabajo -el presente influye o se proyecta sobre el tipo de hechos que
buscamos y lo que queremos saber de ellos y sobre ellos - de allí deriva su pertinencia. Recordemos "a
preguntas tontas, respuestas estúpidas".
5. En realidad los hechos históricos se construyen, son fabricados por los historiadores o por las tradiciones que
atribuyen a un acontecimiento el carácter de ser memorable, digno de ser recordado. La información que
proporcionan las fuentes bajo las preguntas que les hacemos y la aplicación del método crítico ayudan a
crear los hechos. Sabemos bien que si los historiadores hacen los hechos históricos, los maestros de historia
trabajan sobre hechos ya hechos. Los estudiantes no deben aprenderlos, sino rehacerlos y reinventar con
ellos una representación del objeto de estudio.
6. La construcción de la representación del objeto, o construcción discursiva o narrativa de la historia es, si no
el fin, el objetivo de la investigación (de la misma forma que "una campana que no suena no es campana",
una investigación que no se transforma en historia -que no integra en una narración sus resultados-, no es
fecunda). En la construcción discursiva creamos la metamorfosis; el objeto de estudio se transforma en
sujeto de la historia, es decir, describimos hasta qué punto es signo, consecuencia y causa del movimiento de
la sociedad en el tiempo.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Miguel León Portilla. Historia y culturas de México prehispánico, México, Secretaría de Relaciones Exteriores
México,1992 pp34- 43.
Alfredo López Austin , Edmundo O’ Gorman, Josefina Vázquez de Knauth. Un recorrido por la historia de
México, México, Sep Setentas. 1981pp88-100.
LECTURA 6. Fichas sobre aspectos de la sociedad mexica o azteca
a.Ficha general: ¿Quiénes fueron los mexicas o aztecas? 9
Cuando los Aztecas llegaron al valle de México en el siglo XII d. c. eran portadores de conocimiento que durante
muchos siglos habían acumulado los distintos pueblos mesoamericanos, especialmente los del altiplano central de
México. Los Aztecas no eran un pueblo bárbaro, por las razones siguientes: poseían el calendario que es común a
los pueblos cultivadores avanzados; conocían el trabajo agrícola intensivo (las chinampas); practicaban diversos
sistemas de control de aguas que les serían indispensables para su asentamiento en medio del lago de Texcoco, y
conocían las técnicas de construcción arquitectónica, la elaboración de la alfarería, y el trabajo en piedras duras.
A ello se une todo el complejo mundo mítico y la organización social característica de los pueblos que la habían
antecedido al azteca.
El pueblo azteca fue tributario y cuando se logra liberar del yugo de los tepanecas de Azcapotzalco,
alcanza una rápida expansión en todos los ordenes que lo lleva a controlar una buena parte de mesoamérica. Ese
pueblo incorpora a su propia cultura elementos de civilizaciones anteriores, principalmente de los toltecas y trata
de legitimar su ascendencia, justificando su procedencia y posición política, para lo cual acude a todo lo posible:
hace suyos los mitos toltecas y les imita esculturas y aspectos arquitectónicos que están presentes en el Templo
Mayor de Tenochtitlan De Teotihuacan va a tomar el trazo urbano para edificar Tenochtitlan : divide en cuatro
cuadrantes : barrios a su ciudad, tal como lo ven en la ciudad creada por los dioses. Se reproducen esculturas
como el dios viejo , Huehueteotl .
El interés de un pueblo por su pasado, como es el de los aztecas y a los que no fueron ajenos otros
grupos mesoamericanos, tiene un contenido que es esencial para la legitimación de varios aspectos, lo que le
permite presentarse como pueblos elegidos por los dioses, de carácter divino o de descendencia de grandes
pueblos y héroes para justificar de esa manera, ante sí mismo y ante los demás, un destino que conlleva el ser
centro del universo y el control que de esto deriva.
9
Eduardo Matos Moctezuma, “Antecedentes prehispánicos”, en Breve historia de la Arqueología en México,
México, Secretaria de Relaciones Exteriores, 1992, pp. 6 – 11.
b. Estratificación social entre los Mexicas10
Cuando los Mexicas se liberaron de los Tepanecas de Azcapotzalco en 1428, se dio inicio a su etapa dominadora.
Y en menos de un siglo , extendieron sus dominios desde las costas del golfo hasta el pacífico, llegando al sur
hasta Guatemala. La ciudad de Tenochtitlan , vino a ser la ciudad más poderosa , sus templos sus palacios habrían
de dejar estupefactos a los conquistadores españoles.
La estratificación social
El primer Tlatoani fue un noble culhuacano de origen tolteca llamado Acamapichtli. Habiendo procreado éste
numerosos hijos con varias mujeres Mexicas, sus descendientes vinieron a construir el número de la clase social
de los nobles o Pipiltin obteniendo un status social propio: los Pipiltin , que recibían una educación más
esmerada, eran poseedores de tierras adjudicas en forma individual; eran ellos los que ejercían los más altos
cargos en el gobierno y únicamente de ellos se podía elegir el Tlatoani.
De entre los Pipiltin se escogían a quienes desempeñarían cargos como la de sumos Sacerdotes, jueces,
comandantes de los ejércitos, etc.
Los pipiltin ocuparon los principales puestos de la organización social ya sea en la administración civil,
en el ejercito o en el sacerdocio y podían disfrutar de la propiedad privada de la tierra y de los artículos suntuarios
especiales; no solo estaban exentos del pago de tributos y del trabajo y del trabajo agrícola, sino que podían
llegar a ser tributados y disfrutar del servicio de otra gente.
Desde el punto de vista social y económico, todos los que no son pipiltin son macehualtín. Un
macehuallin, aunque podía ascender en la escala social, no conseguir nunca alterar la posición derivada de su
casta. Sus ocupaciones se enmarcaban en la producción directa del sustento y de la riqueza social en diferentes
servicios de tipo civil, militar y religioso.
Los Macehualtin , o gente del pueblo que formaban clanes geográficos, o sea linaje de gente
emparentada entre sí, con una determinada ubicación y una dotación de tierras poseída en forma comunal. Se
ocupaban de la agricultura, formaban los ejércitos; los grupos de comerciantes y artesanos.
Los Mayeques trabajaban la tierra en beneficio de otros.
Los esclavos que eran bajo tiempos limitados y las causas eran : por robo, deudas, homicidio, juego y
como escarmiento dado por su propia familia, su riesgo era que podía ser sacrificado en su estancia de esclavo.
La mayoría de las víctimas rituales eran los cautivos de guerra.
Los mayeques y los esclavos realmente no formaban clases sociales claramente definidas de los Macehualtin.
El significado primordial de la guerra para los Aztecas confiere un papel importante a los soldados, integrados de
acuerdo con sus hazañas y su valor en grupos u órdenes: guerrerosAguila y guerrerosTigre, para miembros de los
sectores sociales dominantes, Cuachic y Café.
La institución social más importante, en cuyo seno se estructuraban los grupos mencionados, era el
Calpulli, que era un clan en el que imperaban linajes o grupos de familias, por lo que los lazos de parentesco
aparecen como esenciales para la cohesión del calpulli. Es también una unidad agraria al margen de las
10
Miguel León Portilla, “El periodo de Máximo florecimiento Mexica”, en Historia y culturas de México
prehispánico. México, Secretaria de Relaciones Exteriores, 1992, 34-35.
comunales; una unidad social, con su propia organización , ceremonias, fiestas, ;una entidad administrativa,
política y militar que disponía de funcionarios, representantes del poder central y unidades militares propias. La
denominación del calpulli se refiere igualmente a los barrios o zonas de localización de estas comunidades.
c. Arte Mexica11
Como en otros campos de la cultura, también en el de la creación artística destacaron los Mexicas ; por una parte
como herederos de los pueblos que los habían precedido, y, por otra, enriqueciendo el antiguo legado con formas
y estilos, fruto de su propia inspiración.
Si bien los Mexicas destacaron en realizaciones urbanísticas, arquitectónicas, pintura mural, orfebrería
arte plumario, y cerámica, fue la escultura en piedra tanto en bulto redondo como en relieve- el campo en que
alcanzaron más renombre entre todos los pueblos de Mesoamérica.
Era en los recintos sagrados donde se podía apreciar lo mejor de la arquitectura - pirámides, santuarios,
altares, escuelas, juegos de pelota y otras edificaciones. La pintura mural y la escultura tenían un papel de suma
importancia. Se sabe que las pirámides y templos estaban muchas veces recubiertas con pinturas y símbolos
estrechamente relacionados con los dioses que alli se veneraban. Por lo que toca a la escultura, en el recinto del
templo mayor había efigies taladas en piedra, i en bajo relieve allí estuvieron , la colosal escultura de la diosa
Coatlicue, la Coyolxauhqui, la piedra de tízoc, el calendario azteca, o piedra del sol.
La presencia de monumentos y esculturas en el templo mayor y en otros muchos santuarios que había en
Tenochtitlan y en distintas poblaciones fuera de ellas, era completamente esencial en la concepción del espacio
sagrado , en cuanto objetos de culto y a la vez representación plástica del mensaje religioso que se trasmitía a la
comunidad entera.
Se ha destacado, como rasgo sobresaliente en la escultura de procedencia Mexica, la frecuente presencia
de formas geométricas , el empleo de elementos en apariencia naturalista, la tensión de contrarios. Todo ello
integrado en imágenes que connotan el misterio.
d. Economía agraria y mercantil12
La estructura económica Azteca responde a la de una sociedad preindustrial básicamente agrícola donde es clave
la posesión de la tierra . En este sentido se puede hablar de tierras de propiedad comunal pertenecientes a cada
calpulli, de ellas una parte se explotaban comercialmente para el pago de tributos, y el resto era entregada en
usufructo a los miembros del grupo.
Las tierras administradas por el estado eran las de los templos, las del señorío que eran arrendadas para
sufragar los gastos del palacio, las tierras para sostener a los servidores de palacio, las pertenecientes a los
jueces, las destinadas avituallamiento durante las guerras. Las tierras de propiedad privada pertenecían a los
Pipiltin y algunos guerreros.
El segundo pilar de la economía era el Comercio, para el pueblo se hacia por medio del trueque de
artículos de primera necesidad. Para los grupos dirigentes que habían recibido artículos en calidad de tributos ya
por los pueblos sometidos o por los macehultín , se obtenían cereales, ,para el sostenimiento del ejercito, de las
fiestas, de los convites y del pueblo en épocas de sequía y objetos suntuarios , para atesorar u obsequiar. Las
exigencias por las cosas suntuarias de parte de esta minoría encumbrada de la sociedad y el impulso dado
ulteriormente a la expansión militarista, provocaron tanto el origen como la consolidación de la institución del
comercio. La pochtecáyotl que cubría rutas que iban desde las costas del pacifico, a las del Golfo de México.
Los comerciantes o pochtecas tenían ritos y ceremonias exclusivas de ellos, poseían sus propios
tribunales, organizaban los diversos sistemas de intercambio comercial y desempeñaban con frecuencia las
funciones de embajadores, emisarios y espías. Los pochtecas entre otras cosas, habían obtenido la exención de
tributos personales, así como la posesión de tierras en forma individual, cosa que los colocaba a la par con los
Pipiltin
La actividad de los pochtecas estaba estrechamente ligada a la de los artesanos. Convivían con los
artesanos de pluma , Amantecas.
El lugar de intercambio a nivel local eran las plazas entre las que sobresalía la de México - Tlaltelolco.
Aquí se vendían y se adquirían los más variados productos.
Las dos áreas de máxima actividad comercial fueron Xicalanco, en el Golfo de México, en donde se
adquirían productos provenientes de Yucatán , Honduras, y las Islas del Caribe y las costas del Pacífico donde se
extraía el cacao, las plumas de quetzal, el jade y los metales preciosos.
11
12
Varios autores, Culturas Indígenas Americanas, España, Salvat, 1984. pp. 38 39.
Varios autores, Culturas Indígenas Americanas, España, Salvat, 1984. pp. 34-35.
e..Religión13
Para los Mexicas al igual que los demás pueblos Mesoaméricanos cuanto existía se hallaba integrado
esencialmente en el universo sagrado, de ahí la importancia de la religión. está lejos de ser una Institución aislada
, era el sustrato donde todo tenía fundamento y explicación. . Los cálculos del tiempo, las edades cósmicas, y
cada una de las fechas eran portadoras de símbolos y realidades divinas . A través de los ciclos de fiestas se
vivía de nuevo el misterio de los orígenes y de la actuación de los dioses. Los edificios sagrados evocaban, por sí
solos la antigua concepción religiosa del Universo.
Desde la infancia el hombre indígena quedaba de múltiples modos inserto en ese mundo de símbolos.
La educación en el hogar y en las escuelas, el trabajo, el juego, la guerra, el acontecer entero, desde el nacimiento
a la muerte, encontraban en lo religioso un sentido unitario.
Dentro de sus deidades nos encontramos. Ometecuhtli - el señor, Omecihuatl - la señora, Xipe - el rojo (
es este ), Tezcatlipoca - el negro (el norte ) Huitzilopchtli - el azul. ( el sur) Quetzalcóatl el blanco ( el oeste )
el blanco ( el oeste ) Y las deidades cumplían un papel protector frente a las fuerzas naturales o la actividad
agrícola: Huehueteotl - señor del año y de las estaciones; Xipe Tótec - el señor de la primavera y de los cultivos;
Chalchiutlicue- diosa del agua; Tláloc dios de la lluvia; Xochipolli - dios de las flores, la danza y el amor;
Mictlantecutli, señor de los infiernos.
Los significados religiosos revistieron un carácter distinto para los círculos sacerdotales o para la gente
común . Por ello en el mundo mexica coexistieron , influyéndose mutuamente en ocasiones, diversas creencias
populares y verdaderos sistemas de pensamiento religiosos debidos a los sacerdotes y los sabios, que reelaboraron
conceptualmente los antiguos mitos y doctrinas.
La integridad de un pensamiento religiosos sistematizado se mantenía en gran parte gracias a un complejo y
jerarquizado sistema sacerdotal a cuyo frente había dos supremos sacerdotes que llevaban el nombre de
Quetzalcóatl y se dedicaban al culto especial de Huitzilopochtli, el Sol, y Tláloc, el dios de la lluvia. Por debajo,
toda una serie de rangos con el Mexicatl teohuatzin, que regía el Calmécac o centro de enseñanza superior, los
“guardianes del dios” o los “oferentes del fuego” y las mujeres consagradas al culto de la diosa Toci.
En torno a la profundización del pensamiento religioso o la exaltación de una religiosidad belicosa y de los
sacrificios surgieron obras de creación literaria de calidad. Así ,los cantos que incitaban a emprender “guerras
floridas” para la captura de prisioneros destinados al sacrificio.
La religiosidad de los Mexicas se traslucía no sólo en sus ceremonias de culto, sino también en cada momento de
la existencia, en su reconocimiento y su actitud se hacia presente ante un Universo esencialmente sagrado.
Sacrificios humanos entre los Aztecas.
En esta piedra tendían a los desventurados de espaldas para sacrificar, y el pecho muy tenso, porque los tenían
atados de los pies y las manos, y el principal sacerdote de los ídolos o su lugarteniente, que eran los que más
ordinariamente sacrificaban, de presto con una piedra de pedernal con que sacan lumbre, de esta hecho un
navajón como hierro de lanza, no mucho agudo, porque como es piedra muy recia y salta, no se puede hacer muy
aguda; esto digo porque muchos piensan que eran de aquellas navajas de piedra negra, que en estas tierras las
hay, y sácanlas con el filo tan delgado como de una navaja, y tan dulcemente corta como navaja, sino que luego
saltan
mellas; con aquel cruel navajón, como el pecho estaba tan tenso, con muchas fuerzas abrían al desventurado y de
presto sacábanle el corazón.
En esta fiesta sacrificaban de los tomados en guerra o esclavos, porque casi siempre eran éstos los que
sacrificaban, según el pueblo, en unos veinte, en otros , en otros cuarenta y sesenta; en México sacrificaban
ciento,y de ahí arriba (Fray Toribio de Benavente: Historia de los indios de Nueva España.)
TEMA 6. Sociedad, cultura y civilización: Persistencia de la riqueza cultural
de las sociedades mesoamericanas
a) La formación ético-moral en la sociedad azteca.
El proceso de colonización de los pueblos de mesoamérica y el establecimiento de la cultura
occidental, en su versión hispánica, están en la raíz de lo que hoy es la sociedad mexicana. Los
13
Varios autores, Culturas Indígenas Americanas, España, Salvat, 1984. pp. 36-37.
europeos también vinieron con esclavos africanos y ambos se mezclaron con los indígenas
generando una complejidad étnica que ha sido desvanecida por las leyes igualitarias –fruto de
los procesos liberales- y las prácticas de exclusión; se considera que lo único que quedó de la
civilización mesoamericana es su pasado glorioso, materializado en los monumentos
arqueológicos, sus tradiciones hoy con formas sincréticas, y “el indio” como población
marginada. Pese a ello, perviven tradiciones y elementos culturales. ¿Cuánto sabemos sobre
los pueblos indios?, ¿cuántos son?, ¿en qué regiones viven?, ¿qué etnias existen?, ¿qué
lenguas se hablan aún?, ¿qué prácticas culturales realizan?
Objetivos: Identificar los elementos culturales de las civilizaciones de mesoamericana que
perviven en la actualidad.
Conceptos: sociedad, cultura, civilización autóctona, sincretismo, mestizaje, marginación
social, etnias nacionales.
Habilidades: Clasificación e identificación de rasgos culturales propios de los grupos étnicos
del pasado y presente mexicano; análisis crítico de los procesos de mestizaje y sincretismo
cultural y religioso.
Actitudinales y valores: Rechazo a la opresión y la marginación de los grupos humanos en
una sociedad; valoración de tradiciones y elementos culturales sincréticos que han dado pie al
surgimiento del México actual.
&ociones para reflexionar:
Cultura 14: viene de cultivar, de cuidar, pero en sociedad se emplea para designar el modo de ser de una
colectividad en el tiempo. Incluye tradiciones, valores, saberes, un conjunto de aspectos que forman el
espíritu de un pueblo y que se expresan, y reactivan, a través de sus creaciones, mitos, humor y hasta una
forma de entender y hacer el amor. La cultura se reinventa y actualiza en cada momento, se reproduce y
perdura. Pervive gracias a la memoria colectiva de los pueblos que conservan las tradiciones, las
creencias, los relatos, el recuerdo de un pasado mítico-histórico. Ella da sentido a las prácticas
individuales y colectivas, nos define con relación a los otros; es la herencia que nos hace ser, que nos
permite explicarnos y dar forma a nuestro mundo social, natural y espiritual. Los pueblos generan
cultura que los diferencia y los define; se habla así de cultura olmeca, zapoteca, maya. En sus
manifestaciones se puede ver la singularidad de dicha cultura. Así se habla de cultura material –forma de
producir, de intercambiar, etc.-, cultura espiritual –creencias, ritos, etc.-, de cultura política –
conocimiento de orientaciones, normas, procedimientos, posturas referentes al poder-, en fin, hay tantos
objetos de cultura –televisiva, musical, deportiva, sindical, etc.- como producciones y prácticas genere la
colectividad.
Civilización: la noción cristaliza en Europa a lo largo del siglo XVIII en el marco de una nueva ciencia,
la historia filosófica o razonada, que trata de explicar en términos de distancias históricas la diferencia
entre las sociedades “salvajes” y las de Europa occidental. La noción designa un cierto nivel de
desarrollo, en el conjunto de adquisiciones técnicas, sociales e intelectuales que el progreso continuo de
la razón ha permitido acumular. Supone una trayectoria lineal que conduce a ese nivel e implica la idea
de alejamiento o distanciamiento del estadio dado por la naturaleza o el medio; de la misma manera que
la educación permite al hombre ir más allá de su naturaleza animal y de las ideas recibidas de su medio,
el proceso civilizatorio permite a las sociedades liberarse del peso de las costumbres propias al estadio
salvaje. La civilización sería así un resultado, al mismo tiempo que un horizonte siempre inalcanzable.
De aquí los dos sentidos que puede tener el término; la civilización, como ideal, o las civilizaciones
como configuraciones históricas singulares que se asemeja, y con frecuencia se usa como sinónimo, con
la de cultura. Desde el siglo XVIII el occidente se presenta como “la civilización” frente a la cual todos
tienen que compararse. Noción que ha sido el fundamento para justificar las conquistas coloniales, por la
misión altruista de civilizar a los pueblos primitivos o de cristianizarlos como fue en el caso hispano.
Pero no es raro ver que los conquistadores se dejen civilizar por los vencidos; los romanos por los
14
Texto escrito para esta Guía por Javier Pérez Siller.
griegos, los mongoles por los chinos, los aztecas por los toltecas. La oposición entre fuerza bruta y
valores religiosos, morales, culturales y políticos está indicada en la etimología, civilis, que deriva de
civis, ciudadano, y asociado a la noción de civilidad. (Traducción libre y abreviada del Dictionnaire de
l’ethnologie et de l’Antropologie, Paris, Puf, 1991.).
LECTURA 8. Lo indio en las ciudades 15
En las ciudades estaba presente el indio. La ciudad de México contaba con barrios y parcialidades habitados
exclusivamente por población india. Había una segregación espacial que expresaba la naturaleza del orden
colonial: el centro lo ocupaba la ciudad propiamente dicha, esto es, la ciudad española.
De aquella separación quedan vestigios materiales en México y en otras ciudades; la traza reticular de la
ciudad española, los nombres de los barrios y de los antiguos pueblos indios vecinos, absorbidos hoy por la
expansión de la mancha urbana, las diferencias de arquitectura, la nomenclatura de muchas calles alguna garita
que recuerda los límites de la ciudad original. Durante siglos, el indio urbanizado vivió en la ciudad, pero en una
condición diferente a la del colonizador de origen europeo: vivió segregado, al margen de muchos aspectos de la
vida citadina, porque la verdadera ciudad era el espacio del poder colonial prohibido al indio, al colonizado.
Los viejos barrios indios se convirtieron en espacios codiciados cuando dejaron de ser la periferia y se
incorporaron al centro de la Ciudad. Los pueblos aledaños, a su vez, fueron y siguen siendo engullidos por la
voracidad sin control del crecimiento urbano.
Pese a lo anterior, algunas comunidades resisten y otras se forman de nueva cuenta. No son barrios indios, en
el sentido estricto del término, aunque históricamente provengan de antiguas comunidades indias. En muchos
casos mantienen rasgos que prueban aquel origen. En algunas zonas urbanas se hablan las lenguas indígenas
originales, tanto en las relaciones familiares como en ciertos espacios de la vida comunal. Por varios rumbos de la
ciudad, y no sólo en la periferia más rural que urbana, subsisten las mayordomías para organizar las fiestas del
santo local. La familia extensa cumple un papel todavía importante como forma de organizar la cooperación del
grupo doméstico. Perduran ritos y celebraciones de estirpe india en el corazón mismo de las ciudades, como las
ceremonias del día de muertos y las peregrinaciones a los grandes santuarios. Hay congregaciones que exaltan
una identidad india genérica, no referida a ningún grupo en particular ni vinculada con alguna comunidad o
región específica, a través de danzas y ritos de origen viejo, como los llamados "concheros" que reclutan buena
parte de su membresía entre habitantes de las ciudades. Los mercados urbanos, al menos en el centro y sur del
país, ofrecen siempre una gran diversidad de productos originados en la civilización mesoamericana. Ahí está la
rica gama de alimentos que siguen siendo de consumo popular aunque menospreciados por otros sectores
urbanos: los acociles y los nopales, el pulque y los tlacoyos, los huazontles y los capulines, las. tunas y las pencas
de mezcal. Cuando se tiene la posibilidad de visitar mercados de otras latitudes se repara con asombro en el
carácter profundamente indio del placerío urbano de México. Y todos estos rasgos son apenas una muestra
pequeña del trasfondo que subyace en las ciudades como herencia y vivencia de una antigua población india, hoy
desindianizada.
Una aproximación a los barrios viejos de la ciudad nos permite entrever una forma de vida que es resultado de
la adaptación de muchas formas culturales mesoamericanas al contexto urbano, durante largo tiempo y en
condiciones de subordinación frente a la cultura dominante. En la vecindad, las habitaciones privadas se alinean
alrededor de un patio común en el que se ubican servicios también comunes: baños, tomas de agua, lavaderos,
espacios para jugar o trabajar. Todo ello tiende a reforzar las relaciones entre los habitantes de la vecindad y genera un espíritu de cuerpo que se debilita en los multifamiliares, donde se pretende que cada departamento cuente
con todos los servicios indispensables para la vida cotidiana y que las áreas comunes sean sólo estacionamientos
para automóviles, vías peatonales, zonas de comercio y, si acaso, áreas deportivas. Sólo los muy jóvenes, en los
multifamiliares, llegan a desarrollar una cierta conciencia de grupo referida al sitio en que viven, por su necesidad
de actividades gregarias y por el fácil contraste competitivo con grupos de jóvenes de otros edificios, otras
unidades y otros barrios.
15
Guillermo Bonfil Batalla, México profundo, Grijalbo, México, 1990, pp. 82-89.
Aquí están frente a frente dos maneras de entender y experimentar la vida vecinal: en un caso, el de los
multifamiliares, el ámbito privilegiado es el departamento, espacio exclusivo de la familia nuclear; en el otro, en
la vecindad, es el patio común, eje de una vida cotidiana que abarca a un conjunto de familias, muchas de las
cuales son familias extensas. Detrás de esto hay orientaciones culturales diferentes: una corresponde al
individualismo preponderante en la civilización temporánea, y la otra apunta hacia una sociedad local en la que
los lazos por vecindad desempeñan un papel de la mayor importancia como en la civilización mesoamericana, y
permiten la gestación de formas culturales propias en un ámbito más amplio que el que ofrece la familia nuclear.
En estas ciudades, la presencia de lo indio marca la vida entera. Son indios la mayoría de los que transitan por
las calles, los que acuden al mercado para vender y a las tiendas para comprar, los que se emplean en los oficios
peor pagados, los que pueblan las cárceles y los que al caer la noche regresan dando traspiés, alcoholizados, a sus
parajes. Pero también está presente lo indio en la conducta y el pensamiento del ladino urbano. En parte porque
éste ha adoptado algunos rasgos de la cultura india regional, en la comida, en el lenguaje, en algunas creencias y
prácticas simbólicas. Ser ladino no es ser algo específico, propio, sino únicamente no ser indio. Sin la presencia
del indio, el ladino deja de ser, porque sólo existe en virtud de la dominación colonial que ejerce sobre el indio.
El crecimiento acelerado de las grandes ciudades mexicanas en los últimos 50 años se debe ante todo, al arribo de
emigrantes que proceden de zonas rurales, indias o mestizas. La dinámica de proceso migratorio obedece al
empobrecimiento del campo y a la concentración en las urbes de actividades económicas y las oportunidades de
verso tipo. Esta migración indianiza a la ciudad. En general, el recién llegado cuenta con familiares o amigos del
mismo pueblo que llegaron antes: ellos le facilitan el primer contacto con la ciudad, la ambientación mínima, la
búsqueda de trabajo, juntos forman un núcleo de gente identificada por la cultura local de origen. En este
pequeño ámbito transterrado se puede hablar la lengua propia y se recrean, hasta donde el nuevo medio lo
permite, usos y costumbres. En otro nivel, son muchas las organizaciones de "paisanos" emigrados a la ciudad
que procuran hacer algo por el terruño: juntan dinero para cooperar en alguna obra pública, envían libros para
crear la biblioteca, hacen gestiones ante las autoridades centrales, reciben y orientan a los recién llegados. Y el
contacto, la relación cercana con la comunidad, no se pierde. Por el contrario, se renueva cada vez que es posible,
porque el ir y venir de la gente permite mantenerse al día de las últimas noticias, de quién murió, se casó o se
fugó, de que ha pasado con las tierras comunales invadidas por los ganaderos, o con el pleito por linderos con el
pueblo vecino. Pero esa identidad subsiste, enmascarada, clandestina, y en virtud de ella se mantiene la
pertenencia al grupo original, con todo lo significan las lealtades y reciprocidades, derechos y obligaciones,
vinculación y práctica de una cultura común y exclusiva. Sin ese universo de relaciones vigentes, fincadas en la
existencia de los pueblos indios, sería imposible la sobrevivencia de cientos de miles de habitantes indios en las
ciudades mexicanas. Basta reparar en un dato revelador: la ciudad de México es la localidad con mayor número
hablantes de lenguas aborígenes en todo el hemisferio.
En una condición diferente están los estudiantes, indígenas, pocos en proporción, pero cuyo número crece
constantemente, que de manera obligada llegan a la ciudad cuando logran continuar la enseñanza media y
superior. Este grupo, agrandado con algunos profesionales y empleados de origen indio, ha sido el ámbito social
del que han surgido recientemente nuevas formas de organización política basadas en la identidad étnica india.
La presencia del indio en las ciudades no ha pasado desapercibida para las élites dominantes y privilegiadas.
Si antes se le llamó "la plebe", hoy se emplea otro término que ya alcanzó arraigo: son "los nacos". La palabra, de
innegable contenido peyorativo, discriminador y racista, se aplica preferentemente al habitante urbano
desindianizado, al que se atribuyen gustos y actitudes que serían una grotesca imitación del comportamiento
cosmopolita al que aspiran las élites. Lo naco, sin embargo, designa también a todo lo indio: cualquier rasgo que
recuerde la estirpe original de la sociedad y la cultura mexicana, cualquier dato que ponga en evidencia el mundo
indio presente en las ciudades, queda conjuntado con el simple calificativo de naco.
a) La formación ético-moral en la sociedad azteca.
LECTURA 9. De una madre azteca a su hija16
Hija mía, nacida de mi sustancia, alimentada con mi leche, he procurado criarte con el mayor esmero. Y tu padre
te ha elaborado y pulido a guisa de esmeralda para que te presentes a los ojos de los hombres como una joya de
virtud. Esfuérzate en ser siempre buena; por que si no lo eres ¿quién te querrá por mujer?. Todos te despreciarán.
16
Extraídas de las 7 pinturas de la colección Montezuma, citadas por Francisco Javier clavijero. Tomadas de Motolinia y Fray
Bernardino de Sahagún.
La vida es trabajosa y es necesario echar mano de todas nuestras fuerzas para obtener los bienes que los dioses
nos quieren enviar; pero conviene no ser perezosa ni descuidada, sino diligente en todo. Se aseada y ten tu casa
en buen orden. Da agua a tu marido para que se lave las manos y haz comida para tu famita. Donde quiera que
vayas preséntate con modestia y compostura, sin apresurar el paso, sin reírte de las personas que encuentres, sin
fijar las miradas en ellas. Responde cortésmente a quien te salude o pregunte algo. Empléate diligentemente a
hilar, en tejer, en coser y en bordar; por que así serás estimada y tendrás lo necesario para comer y vestirte. No te
des al sueño, ni te abandones al reposo, pues la inacción trae consigo la pereza y otros vicios.
Cuando trabajes no piense más que en el servicio de los dioses y en el alivio de tus padres. Si te llaman ellos, no
guardes a la segunda vez, sino acude pronto para saber lo que quieren y a fin de que tu tardanza no les cause
disgusto.. no respondas con arrogancia , ni muestres repugnancia a lo que te ordenan: si no puedes hacerlo,
excúsate con humildad. Si llaman a otra y no acude, responde tu: oye lo que mandan y hazlo bien. No reofrezcas
nunca a lo que no puedes hacer. Vive en paz con todos: ama a tus semejantes honesta y discretamente, a fin de
todos te amen.
No seas avara de los bienes que los dioses te han concedido. Si ves que otras les dan, no sospeches mal de ello,
por que los dioses, de quienes son todos los bienes, lo dan como y a quien les agrada. si quieres que los otros no
te disgusten, no los disgustes tu a ellos.
Evita la familiaridad indecente con los hombres, y no te abandones a los perversos apetitos de tu corazón, por que
serás oprobio de tus padres y ensuciaras tu alma. No te acompañes con mujeres disolutas, ni con las embusteras,
ni con las perezosas, por que infaliblemente infectaran tu corazón con su ejemplo.
Cuida a tu familia y no salgas a vagas por a las calles y plazas del mercado, pues encontraras tu ruina.
Considera que el vicio, como hierba venenosa, da muerte al que lo adquiere, y, una vez que se introduce en el
alma, es difícil arrogarlo de ella. Si encuentras en la calle algún joven atrevido que y te insulta, no respondas y
sigue adelante. No hagas caso de lo que te diga, si te sigue, no vuelvas el rostro a mirarlo, para que no se
inflamen mas sus pasiones; así se detendrá y te dejara en paz.
No entres en casa ajena sin urgente motivo por que no se diga o se piense algo contra tu honor: pero si entras en
casa de tus parientes, salúdalos con respeto y no estés ociosa, y ayuda en lo que sea necesario.
Cuando te cases respeta a tu marido, no le ocasiones disgustos ni te muestres desdeñosa y airada. Recíbelo
amorosamente auque sea pobre y viva a tus expensas. Si en algo te apesadumbra, no le des a conocer tu desazón
cuando te mande algo en presencia de otro; disimula por entonces y después le expondrás lo que sientes, a fin de
que con tu suavidad se tranquilice y no te aflija más. Si alguna visita entra a tu casa muestra agradecida y
obséquialo como puedas. Si tu marido es desacordado, se tu discreta. Si no maneja bien tus bienes, dale buenos
consejos, pero es absolutamente para aquel encargo, tómalo por tu cuenta cuidando esmeradamente de tus
posesiones, pagando exactamente tus cuentas. Guárdate de perder algo por tu descuido.
Sigue, hija mía, los consejos que te doy. Tengo muchos años y bastante práctica del mundo. Soy tu madre y
quiero que vivas bien. Fija estos avisos en tu corazón pues así vivirás alegre. Si por no querer escucharme o por
descuidar mis instrucciones te sobrevienen desgracias, culpa tuya será y tú serás quien lo sufra. Hija mía, que los
dioses te amparen.
LECTURA 10. Exhortaciones que los padres aztecas prodigaban a sus hijos.
17
Hijo mío, has salido de tu madre como el pollo del huevo, creciendo como él, te preparadas a volar por el
mundo, sin que nos sea dado a conocer por cuánto tiempo nos concederá el cielo el goce de la piedra preciosa
que en ti poseemos; pero sea lo que fuere, procura tú vivir rectamente. Reverencia y saluda a tus mayores y
nunca les des señales de desprecio. No estés mudo para con los pobres y atribulados, antes bien date prisa a
consolarlos, con buenas palabras. Honra a todos, especialmente a tus padres, a quienes debes obediencia, temor y
servicio. Guárdate de imitar el ejemplo de aquellos malos hijos, que a guisa de brutos, privados de razón, no
reverencian a los que les han dado el ser, ni quieren someterse a sus correcciones: por que quien sigue sus huellas
tendrá fin desgraciado y morirá lleno de despecho, o lanzado en un precipicio, o entre las garras de las fieras.
No te burles, hijo mío, de los ancianos o de los que tienen una imperfección en su cuerpo. No te mofes del que
veas cometer alguna culpa o flaqueza, ni se la eches en cara; confúndete, al contrario, y teme que te suceda lo
mismo que te ofende en los otros. No vayas adonde no te llaman, ni en donde no te importa. En todas tus palabras
y acciones procura demostrar tu buena crianza. Cuando converses con alguno, no lo molestes con tus manos, ni
17
Extraídas de las siete pinturas de la colección de Moctezuma, citados por Francisco Javier Clavijero. Tomadas de Motolinia
y Fray Bernardino de Sahagún
hables demasiado, ni interrumpas o perturbes a los otros con tus discursos: si oyes hablar desacertadamente, y no
te toca corregirlo, calla: si te toca hablarle, considera antes lo que vayas a decir, y no hables con arrogancia, a fin
de que sea más agradecida tu corrección.
Cuando alguno hable contigo, óyelo atentamente y en actitud comedida, no jugando con los pies, ni moviéndola
capa, ni escupiendo, ni al alzándote a cada instante si estas sentado; pues estas acciones son indicios de ligereza
y mala crianza. Cuando te pongas a la mesa, no comas aprisa, ni des señales de disgusto si algo no te agrada. Si a
la hora de comer viene alguno, comparte con él lo que tienes, y cuando alguno coma contigo no fijes en él tus
miradas. Cuando camines, mira por donde vas para que no tropieces con los que pasa. Si ves venir alguno por el
mismo camino, desvíate un poco para hacerle lugar. No pases nunca por delante de tus mayores, sino cuando sea
absolutamente necesario, o cuando ellos te lo ordenen. Cuando comas en su compañía, no bebas antes que ellos y
sírveles lo que necesiten.
Cuando te den alguna cosa, acéptala con demostraciones de gratitud. Si es grande, no te envanezcas; si es
pequeña, no la desprecies, no te indignes, ni ocasiones disgusto quien te favorece. Si te enriqueces no te
insolentes con los pobres ni con los humildes, pues los dioses que negaron a otro las riquezas para dártelas a ti,
disgustados de tu orgullo, pueden quitártelas para darlas a otros. Vive del fruto de tu trabajo, por que así te será
más agradable el sustento. Yo, hijo mío, te he sustentado has ahora con mis sudores y en nada he faltado contigo
a las obligaciones de padre, te he dado lo necesario sin quitárselos a otros: haz tú lo mismo.
No mientas jamás. Cuando refieras a alguno lo que otro te ha comentado, di la verdad, pura sin añadir nada. No
hables mal de nadie. Calla lo malo que observes en otro si no te toca corregirlo. No seas noticiero, ni amigo de
sembrar discordias. Cuando lleves algún recado, si él sujeto a quien lo llevas se enfada y habla mal de quien lo
envía no vuelvas a el con esta respuesta, sino procura suavizarla a fin de que no se susciten disgustos y
escándalos de que tengas que arrepentirte. No te entretengas en el mercado más tiempo del necesario, pues en
esos sitios abundan las ocasiones de cometer excesos. No seas disoluto por que se indignaran contra ti los dioses
y te cubrirán de infamia. Reprime tus apetitos, hijo mío, pues aún eres joven y guarda a que llegue a edad
oportuna la doncella que los dioses te han designado para mujer. Cuando llegue el tiempo de casarte no te atrevas
a hacerlo sin el consentimiento de tus padres, por que serás infeliz.
No hurtes, ni te des al robo, pues serás el oprobio de tus padres, debiendo más bien servirles de honra de
galardón de la educación que te han dado. Si eres bueno, tu ejemplo confundirá a los malos no más, hijo mío:
esto basta para cumplir las obligaciones de hijo. Con estos consejos quiero fortificar tu corazón. No los
desprecies ni olvides, pues ellos dependen tu vida y toda tu felicidad.
U&IDAD II. La &ueva España (1521-1760).
E
n esta unidad se analiza el proceso histórico de la expansión europea que conlleva a el
surgimiento de la comunicación entre dos continentes el Europeo y el Americano, para
insertar a los pueblos a un sistema mundo a nivel planetario y la creación de sociedades
colonizadas. El imperio español rebasaría la península, haciéndose patente también en las
Indias Occidentales y sus dominios de ultramar. El descubrimiento, la Conquista y la
colonización de nuevas tierras contribuirían poco a poco a consolidar el imperio español, y
serían base de la empresa comercial a la que se entregó inicialmente la Corona castellana
para acrecentar su poderío. Los iberos conquistaron señoríos y confederaciones indígenas
poderosas, sometieron a su población, le impusieron una lengua, una religión y establecieron
instituciones. Las caras de la colonización son múltiples y sus efectos variados: destructivos
-la catástrofe demográfica redujo la población de Mesoamérica de 20 millones de habitantes,
por lo menos, a un millón, de sometimiento político y cultural -las órdenes religiosas y la
Iglesia impusieron su ley espiritual, educativa y judicial, así como de construcción de los
reinos -las capitanías y virreinatos. Todo ello creó una sociedad con carácter pluricultural,
fruto del mestizaje entre indígenas, negros, europeos y criollos que se consolidó a lo largo de
tres siglos. ¿cómo se adaptaron los europeos nacidos en estas tierras, dejaron de ser
españoles? ¿desaparecieron las instituciones, la cultura y tradiciones indígenas?
Las relaciones entre las potencias cambiaron en tres siglos. Francia, Holanda e
Inglaterra resultaron beneficiadas de las riquezas que los iberos extrajeron de sus colonias, y
ellas se lanzaron a conquistar otros espacios -el norte de América por los británicos y los
galos, el centro por los holandeses y franceses y a disputar, mediante guerras, la supremacía
ibérica socavando sus bases. En el siglo XVIII emerge hegemónica la Gran Bretaña e inicia
el proceso de debilitamiento y desarticulación del imperio español. La independencia forma
parte del conjunto de movimientos sociales que se extendieron desde las trece colonias
británicas hasta Iberoamérica, pasando por Francia y Europa. Finalmente la unidad termina
con la quiebra del imperio español y el logro de la independencia de la nación mexicana.
Contenido Temático
1. inicio de la mundialización
2. Del poblamiento de América a su conquista
3. La conquista de mesoamérica.
4. Los diferentes aspectos de la colonización
5. Funcionamiento de la sociedad
6. La integración de la Nueva España al sistema mundo
7. La herencia de la cultura colonial.
7.1. Educación y marginación de las mujeres.
7.2. Expresiones estéticas y culturales
Objetivo general:
Reflexionar acerca de los elementos de la sociedad virreinal que perduran hasta el presente,
y que han pasado a formar parte de la cultura nacional
Conceptos: Mundialización, expansionismo, dominación, "descubrimiento", conquista,
imperio, Mesoamérica, evangelización, encomienda, peonaje, hacienda, burocracia,
estamento, sistema mundo, metrópoli, colonia, reino, virreinato, castas.
Habilidades: comprender procesos históricos, identificar acontecimientos o eventos, hallar
vínculos entre diferentes aspectos de un problema o situación, desarrollar actitudes de
búsqueda y construcción de nuevos conocimientos, de investigación, análisis, reflexión,
comparación entre pasado y presente.
Actitudinales y valores: estimular valores como el rechazo a la dominación cultural, política
y económica; reconocer los límites y virtudes del progreso como conquista para adaptarse al
medio; justicia social, cooperación entre los pueblos, rechazo a la discriminación racial,
respeto y tolerancia frente a las diferencias culturales y sus manifestaciones, respeto a la libre
determinación de los pueblos.
Tiempo: 19 sesiones.
TEMA 1: Inicio de la mundialización.
Desde los tiempos de Herodoto y Tolomeo, 400-250 a.C, hasta el siglo XVI, los europeos
mantuvieron una representación del mundo en forma de círculo, con un territorio rodeado por
mar, donde Europa estaba centrada sobre el mediterráneo. En el medioevo construyeron un
mundo cristiano que disputó -mediante las cruzadas de los siglos IX al XIII- a los musulmanes
árabes su hegemonía sobre ese espacio y las relaciones comerciales con África y Oriente. Fue
durante el siglo que va de 1450 a 1550 cuando españoles y portugueses circunnavegaron
África y la India, descubrieron América, dieron la vuelta al mundo, llegaron hasta China,
expulsaron a los árabes de una gran parte de Europa y extendieron su presencia colonial hasta
el Oriente. Con ello no sólo cambió la representación del mundo que se tenía y la cristiandad
venció la hegemonía árabe, sino que los enormes recursos que produjeron las conquistas
ayudaron además al proceso de expansión europea -que se consolidó hasta fines del siglo XIXy al inicio de la mundialización -integración y occidentalización de sociedades y pueblos- a
escala planetaria.
Objetivo: analizar el descubrimiento y conquista de América desde la perspectiva del inicio
de la mundialización.
Conceptos: circunnavegación, conquista, integración, mundialización.
Habilidades: identificar las causas del descubrimiento de América, determinar la relación
entre España y América, identificar los factores que influyeron en el descubrimiento,
describir el descubrimiento de América
Actitudinales y valores: respeto a la autonomía de los pueblos.
Ayuda didáctica para el alumno: Las nociones que incluimos apoyan el estudio de los
procesos de "descubrimiento " e inicio de la mundialización a escala planetaria. Su lectura
cuidadosa te permitirá comprender ciertos aspectos de ellos y te ayudará a entender la
"globalización " que hoy se desarrolla, aún cuando las definiciones que damos pueden
mejorarse con tus sugerencias o con tus experiencias al usarlas. ¿Qué ideas tenías sobre
esas nociones? ¿las podrías aplicar a tu vida cotidiana?
&ociones para reflexionar 1:
•
Exploración: búsqueda de un nuevo espacio, un nuevo territorio, acontecimientos, elementos u
objetos en un territorio. La etimología latina es explorare observar: examinar íntimamente una cosa
para ver lo que hay en ella o cómo está. Pero también viene de "deplorar", lamentarse con la idea de
cambiar de situación. La exploración es un descubrimiento. Se define como una primera búsqueda, la
ubicación de una pregunta, un reconocimiento antes del conocimiento. La verdadera exploración es
pensada y organizada como una expedición. Es así como los portugueses y españoles crearon
numerosas rutas nuevas.
1
Textos elaborados para esta Guía por Javier Pérez Siller.
•
•
•
2
Descubrimiento: acción de descubrir, particularmente tierras o cosas científicas que no se conocían o
estaban encubiertas. En geografía es la toma de conciencia progresiva, para cada civilización, de la
existencia, de la posición y de la organización de otras tierras, de otros pueblos. Esto supone que
expediciones -organizadas con fines militares- parten a descubrir, a la aventura. Las relaciones de viaje
de los primeros exploradores son los primeros textos geográficos, aún cuando los mitos transforman
algo la realidad de trayectos: la leyenda de los Argonautas a la búsqueda del Vellocino de oro, exaltó la
búsqueda de ese metal en el Mar Negro y la Odisea reúne las experiencias griegas en torno al
Mediterráneo. Herodoto y Tolomeo, al reunir la literatura de viajes de los griegos, fenicios y romanos,
pudieron describir el mundo conocido" hasta las primeras invasiones; los mapamundis medievales son
más una visión teológica y simbólica que una representación del planeta. En ellos no caben los
conocimientos aportados por Marco Polo, por Ibn Battuta o los vikingos, dan la impresión que "todo se
ha visto, todo se conoce", todo está a la vista. El "descubrimiento" de América cambia definitivamente
esa representación e incrementa las leyendas de gigantescas riquezas.
Expansión: incremento de superficie, de volumen, de dimensión de un cuerpo, de un fenómeno.
Cuando se usa para designar la conquista de colonias se habla de expansión colonial y su fin es el
imperialismo. La expansión territorial es la extensión de superficie fuera de las fronteras iniciales,
afectando al vecino. Expansión económica es el crecimiento del producto interno bruto, el desarrollo,
lo que no se hace perjudicando al vecino y en ciertos casos lo favorece. Todo depende de si la
expansión se realiza dentro de un mismo sistema cerrado, en cantidad limitada (la superficie del globo),
o de un sistema que se encuentra en expansión (la producción mundial). La expansión puede ser
también una forma de comunicación con el exterior, un carácter expansivo. El expansionismo es la
tendencia a extender su territorio en nombre de la fuerza y, a veces, argumentando principios falaces
como: el espacio vital, imperativos de la geografía, religiosos o derechos más antiguos.
Mundialización 2: esta palabra designa la acción o efecto de extenderse al mundo entero. Hoy, en su
fase llamada "globalización", se trata de un fenómeno histórico y complejo a considerar, que implica, o
se explica, por la integración creciente de diferentes partes del mundo bajo los efectos de la aceleración
de los intercambios, comerciales y financieros, provocada por las nuevas tecnologías de la información
y de la comunicación, y por los modernos medios de transporte. Un fenómeno que influye a nivel
planetario, de allí el calificativo de "globalización".
Según el punto de vista que se adopte, la mundialización implica procesos bien específicos que, para
algunos, prolonga tendencias antiguas, mientras que para otros marca un periodo nuevo. En economía
se habla de globalización financiera; integración de mercados y de plazas bursátiles bajo el efecto de
las políticas de apertura, de la aplicación de la informática y nuevas comunicaciones y la
intensificación, en los últimos años, de flujos de inversiones v transferencias de capitales a escala
planetaria. En geografía se habla de globalización para designar la integración de territorios locales a
la dinámica mundial; es el caso de las maquíladoras que trabajan en pequeñas localidades para
contribuir a un circuito mundializado. En relaciones internacionales se trata del fin de la bipolaridad,
fin del tiempo de la guerra fría -que oponía los países capitalistas a los socialistas-, la separación
Este-Oeste. Se acentúan los fenómenos transnacionales y la interdependencia que toman en cuenta las
redes de sociedades o empresas a escala mundial, llamados multinacionales. Así como la
interdependencia de los Estados, por ejemplo en la lucha por salvar el medio ambiente del planeta. En
comunicaciones se habla de la tecnoglobalismo: es la fusión de innovaciones tecnológicas
provenientes de numerosos territorios en un mismo saber; la puesta en funcionamiento de
macro-sistemas técnicos, en los transportes, la producción, la comunicación, como la Internet. En
filosofía se habla de la universalidad de valores, de formas de ser, bajo la palabra mundialidad.
En historia la mundialización es un proceso plurisecular, que inicia con el capitalismo, donde la
globalización sería una etapa. Y se refiere a áreas de desarrollo económico, pero también cultural, que
forman una suerte de sistema-mundo que se ha venido ampliando desde el siglo XVI. Este proceso
funciona bajo tres tendencias generales: 1) los ritmos en las transformaciones tecnológicas que acortan
las distancias y mejoran los medios de comunicación; 2) la existencia sistemática de un centro
hegemónico, de una metrópoli dominante; 3) la jerarquía de los espacios entre centros y periferias, de
acuerdo a su mayor o menor integración al sistema-mundo dominante y a sus reglas de
funcionamiento. El mundo actual se presentaría como un sistema-mundo en transición, cuyo centro se
localiza en el este de los Estados Unidos. Desde esta perspectiva la globalización se inscribe en un
Texto elaborado especialmente para esta guía por Javier Pérez Siller
proceso de larga duración que sigue las pulsaciones del capitalismo y la cultura europeos y que, a
partir del siglo XVI-XVII, extiende sus tentáculos a todo el planeta. El "descubrimiento" de América,
en el siglo XV, marca el inicio de un proceso no lineal, pero si sucesivo de mundializaciones. La
primera corresponde a la constitución de los imperios español y portugués; se fundó en la utilización
de la carabela, la brújula, el intercambio desigual de productos tropicales y europeos, la conquista de
tierras y la explotación de poblaciones que se cristianizaron. Los espacios americanos fueron creación
de esta mundialización y se articularon a Europa cuyos centros fueron Amsterdam, durante el siglo
XV-XVII, y su espacio el Atlántico. En la segunda mundialización, siglos XVIII-XIX, el centro se
desplaza a Londres; el uso del vapor se generaliza en la industria, el transporte marítimo y ferroviario;
las instituciones financieras se multiplican y crean mecanismos de flujos internacionales; los centros
urbanos son la punta de lanza de este proceso integrador de territorios y pueblos en África, Asia y
Australia. Es la época decisiva de la expansión occidental: "Europa se lanza a la conquista del mundo",
que comparte la emergencia de nuevos modelos -liberal y republicano- y nuevos países. La hegemonía
ya no es territorial. Durante el siglo XX, el centro del sistema-mundo se desplaza, primero, a Nueva
York, y en el último tercio a la costa este de los Estados Unidos, la región de San Francisco,
articulando los intercambios en el Pacífico. El fin de la guerra fría" y el mundo bipolar, encuentran una
aceleración mayor con las mutaciones tecnológicas en las comunicaciones y la información. Esta fase,
calificada de "globalización", tiende a integrar las economías del planeta, unificar las culturas (el
pensamiento único) y exacerbar las identidades y soberanías nacionales.
¿Por qué el &uevo Mundo no lleva el nombre de Colón?
Colón siempre pensó que la tierra encontrada formaba parte del fabuloso Catay, descrito por Marco Polo y que
había descubierto la ruta hacia el Oriente. En cambio, Américo Vespucio se dio cuenta que era una tierra
desconocida e independiente. Vespucio fue al Nuevo Mundo y participó en la expedición de Alonso de Ojeda y
Juan de la Cosa, 1499-1500. Recorrió la desembocadura del Orinoco y navegó, siguiendo la costa, hasta el lago
de Maracaibo, al que denominó Venezuela. El viaje tuvo gran interés geográfico, ya que reportó un conocimiento
más realista de las tierras descubiertas, mismas que Vespucio transmitió en unas cartas publicadas en 1503, donde
transmitió la noción de la existencia de un continente nuevo. El geógrafo de Saint-Dié, Martín Waldseemüller,
basado en las cartas del florentino, diseñó un globo terráqueo y publicó, en 1507, un mapa donde aparecen por
primera vez representadas las tierras descubiertas como un continente independiente, a las que bautizó con el
nombre de Vespucio: América. Ese nombre fue retomado en 1509 en un opúsculo publicado en Estrasburgo, el
Glóbus Mundi Declaratio, después en los globos de Francois Boulanger d'Albi (1514) y de P. Apian en su
edición de Solin (1520). Pero hay que esperar hasta 1538 para que Mercator extienda el nombre de América al
conjunto de las nuevas tierras y no sólo a las islas o al golfo. Ese nombre apenas fue aceptado -acusando a
Vespucio de plagiario- hasta fines del siglo XVI, gracias a los mapas de Mercator y Ortelius. ¿Sabes quienes son
estos dos últimos personajes?
Bibliografía recomendada para el alumno:.
Javier Pérez Siller "El descubrimiento" en los libros de texto del Nuevo Mundo" en
Conceptos, revista de la SEP del Estado de Puebla, Puebla, Año 2, no.4, dic. 1997, pp 3-14.
LECTURA 1. El primer reparto del mundo entre las potencias europeas: 14943
Después del Descubrimiento " los reyes católicos tuvieron un conflicto con los de Portugal. El Papa Alejandro
VI emitió tres bulas (documentos pontificios que llevan el sello y autoridad del Papa) donde otorgaba los
derechos sobre las tierras descubiertas a los españoles. Pero los portugueses no las aceptaron. Hasta que el 7 de
junio de 1494, por medio de la firma del Tratado de Tordesillas, se intentó efectuar un "reparto" del mundo
conocido, y por conocer; entre Castilla y Portugal. Esta accedió a recorrer la línea divisoria al poniente, y se
convino en fijarla a 3 70 leguas al oeste de las islas de cabo Verde.
[Los procuradores de los reyes de España y Portugal] otorgan y consintieron, que se haga y señale por el
dicho mar océano una raya o línea de polo a polo, convienen a saber, del polo ártico al polo antártico, que es de
Norte a Sur, la cual raya o línea se haya de dar, […] a trescientas y setenta leguas de las islas del Cabo Verde,
3
Tomado de Quiero vivir en América, Ed. Piedrasanta, Guatemala, 1984
hacia la parte del Poniente, por grado o por otra manera como mejor y más presto se pueda dar […]
y que
todo lo hasta aquí se ha hallado y descubierto, y de aquí adelante se hallare y descubriere por el dicho señor de
Portugal, y por sus navíos así islas como tierra firme, desde la dicha raya [ ... ] yendo por la dicha parte de levante
[ ... ] que esto sea, y finque, y pertenezca al dicho señor Rey de Portugal y a sus sucesores, para siempre jamás, y
que todo lo otro, así islas, como tierra firme, halladas y por hallar, descubiertas y por descubrir, que son o fueren
halladas por los dichos señores rey y reina de Castilla y de Aragón, y por sus navíos desde la dicha raya dada en
la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente […] que todo sea y finque, y prtenezca a los dichos
señores rey y reina de Castilla, de León, etc., y a sus sucesores para siempre jamás …(fragmento del Tratado de
Tordesillas.)
TEMA 2: Del poblamiento de América a su conquista
La conquista de América por los europeos no fue un episodio fulminante, sino un proceso que
se extendió durante todo el siglo XVI; "el siglo de la conquista". En oleadas sucesivas, cientos
de españoles, portugueses, franceses e ingleses, cargados de provisiones, pertrechos (animales,
víveres, armamento y utensilios) y hasta sacerdotes y artesanos, llegaron a explorar, conquistar
y fundar ciudades en el Nuevo Mundo, a partir de las cuales ampliaron su expansión.
Asentados en las islas caribeñas de Española, hoy República Dominicana, y Fernandina, Cuba,
los hispanos se adaptaron al nuevo medio y crearon un verdadero laboratorio para la
conquista. Entre 1492 y 1550, salieron de allí las principales expediciones: Ponce de León fue
a Puerto Rico y dominó la Florida, Vasco Núñez de Balboa rumbo al centro y descubrió el
itsmo de Panamá; Juan Díaz de Solís, al sur, descubrió el Río de la Plata; Hernán Cortés, al
golfo, conquistó Mesoamérica; Hernando de Soto, al norte, exploró el río Mississipi; Francisco Pizarro rumbo al sur, encontró y sometió al mítico imperio inca. ¿Cómo se desarrolló
este proceso?, ¿en qué aspectos los españoles se adaptaron al medio físico y social o
impusieron su forma de ser? ¿qué los movió para realizar semejante odisea?
Objetivo: argumentar la importancia que tuvo la conquista para los españoles y para los
pueblos indígenas.
Conceptos: doblamiento, dominación y conquista espiritual.
Habilidades: determinar los factores externos que influyeron en la conquista, contrastar las
diferentes posturas sobre la conquista, inferir la significación de la conquista para los
españoles y los indígenas.
Actitudinales y valores: tolerancia a las diferentes interpretaciones de la conquista.
Ayuda didáctica para el alumno: la conquista tiene un espacio, una tierra donde se realiza, y
muchos actores -conquistadores y conquistados- que se pueden apreciar a través de las cronologías,
los mapas, las estadísticas. Se te darán unos mapas sobre la progresión de la conquista de América
por los españoles, así como una cronología de ella y unas figuras estadísticas del poblamiento del
$uevo Mundo, con el fin de que trabajes en equipo para detectar los períodos o ritmos de estos
procesos. Observa las figuras estadísticas y trata de comprender la composición demográfica de
América. Para aprovechar mejor el ejercicio procura leer las nociones y los procesos históricos a
considerar. Con ellos trata de imaginar ¿cómo se produjo el proceso de conquista? ¿duró más años
o menos de los que tienes? ¿cuáles fueron los argumentos para Justificarla?
&ociones para reflexionar:
• Cronología: disciplina que se encarga de registrar o determinar las fechas, momentos o frecuencias de
ciertos acontecimientos o fenómenos, ordenándolos en la serie en que ocurren en el tiempo. Por ello se dice
que es una manera de ordenar y registrar el tiempo. Se refiere a una secuencia de hechos; la primera tarea del
historiador es fechar, clasificar y ordenarlos. Así se logra identificar los ritmos de los procesos sociales en el
tiempo, establecer cortes, identificar momentos, definir periodos.
Mapas históricos: la historia es las transformaciones de las sociedades y de su espacio; "es la geografía en el
tiempo", mientras que la geografía es el progresivo descubrimiento, transformación y significación del
espacio por los hombres; "la historia en el espacio". Los mapas históricos representan los procesos de las
sociedades en el espacio geográfico, ofrecen sus aspectos y sus ritmos, son imágenes sintéticas que ayudan a
conocer y a pensar el pasado para representarlo.
•
Procesos históricos a considerar:
El poblamiento de América: inicia desde el primer viaje de Colón, cuando dejó un pequeño grupo,
guarnecido en un fuerte de madera, en la Española. En el segundo viaje, septiembre de 1493-junio 1497,
Colón salió de Cádiz con 17 naves. Lo acompañaban más de 1500 hombres y gente de toda clase (buscadores
de fama y fortuna y algunos eclesiásticos) con la finalidad de fundar una colonia permanente y proseguir los
descubrimientos. En las bodegas llevaban caballos, vacas, ovejas, semillas para siembra, herramientas y
víveres. En la Española encontró el fuerte Navidad destruido por los indígenas; fundó entonces otro poblado
al que llamó Isabel, en honor a la reina. Descubrió después algunas islas del grupo de las Pequeñas Antillas:
Dominica, Guadalupe, Antigua, San Cristóbal. Tomó posesión de ellas, así como de Jamaica y Puerto Rico.
Al volver a la Española comprobó que el gobierno de su hermano Bartolomé había provocado disturbios entre
los colonos. Se produjeron revueltas y se tejieron intrigas y calumnias contra el Almirante quien, finalmente,
decidió volver a España en junio de 1497. Mientras tanto, decenas de navíos surcaron los mares para poblar
las tierras descubiertas.
La conquista erótica de las indias 4: "La desnudez de los habitantes los excitó en sumo grado. Aquellas
mujeres eran muchas de ellas jóvenes y hermosas, aunque con la piel extremadamente morena; con los pechos
al aire y las partes pudorosas del mismo modo, sin la menor señal de vello. Los soldados se sintieron
fuertemente atraídos y comenzaron a meterse en el interior de las viviendas. Las indias mirábanlos con no
poca extrañeza y curiosidad; aquellos hombres cubiertos de acero, con barbas, la mayoría con el cabello corto
llamábanles mucho la atención. Ellos lo comprendían así y hacían esfuerzos por acercárseles, pero ellas
huían... los conquistadores pasaron allí todo el día y toda la noche... La soldadesca satisfizo sus apetitos, sus
hambres, sus pasiones. A la mañana, la masa indígena y la masa europea se mezclaban y se retorcían en la
orgía placentera y bulliciosa. Era aquella la tierra de los encantos, de la molicie, de la dulzura".
Esta es una crónica romántica, seguramente apócrifa, escrita por Diego Albéniz de la Cerrada dos siglos
después de la época en que, supuestamente, ocurrieron los hechos. Describe una situación más o menos ideal,
que, sin embargo, es probable que se haya dado en la realidad numerosas veces, aunque los cronistas del siglo
XVI omitieran describirlas con tan generosos rasgos.
Durante la campaña de México, un soldado de Palos de la Frontera, de quien el cronista Bernal Díaz del
Castillo sólo recuerda su apellido, Álvarez, tuvo en tres años treinta hijos con hembras americanas. Las
huestes españolas al mando de Álvaro de Luna -apenas un centenar de hombres- desarrollaron tal actividad
sexual con mujeres aborígenes durante la conquista de Chile que, en su campamento, "hubo semanas que
parieron setenta indias de las que estaban al servicio" de los soldados. En Asunción del Paraguay, mientras
tanto, el presbítero Francisco González Paniagua, denunciaba en 1545 que el "español que está contento con
cuatro indias es porque no puede tener ocho, y el que con ocho porque no puede tener dieciséis [ ... ] no hay
quien baje de cinco y de seis mancebas indígenas". Estos son sólo algunos ejemplos de la infatigable actividad
genésica de los conquistadores españoles con mujeres americanas desde el Descubrimiento hasta mediados
del siglo XVI, que en conjunto constituye, probablemente, el festín licenciosos más grande y prolongado de la
historia
Casi cinco siglos más tarde, los frutos de aquel proceso de miscegenación comenzado con este ejercicio
maratoniano del arte de amar están a la vista: decenas de millones de mestizos pueblan el continente
americano como testimonio vivo del más gigantesco proceso de mezcla racial conocido que ha producido la
Humanidad. Estos, relativamente pocos, varones españoles, consiguieron cambiar, con hembras indígenas, la
4
Ricardo Herren, La conquista erótica de las Indias, Planeta, México, 1992, pp.11-13.
composición étnica del Nuevo Mundo: la absoluta mayoría indígena fue reemplazada, a lo largo de los siglos,
por los mestizos. Hoy los indios puros son sólo una escueta minoría en el conjunto de Iberoamérica.
¿Quiénes fueron los conquistadores?:
Si bien provenían de los sectores más diversos de la sociedad española, todos tenían algo en común: en ella no
encontraban un lugar que les resultara aceptable. Los integrantes de las expediciones de conquista fueron,
sobre todo, nobles sin riqueza suficiente, hidalgos que pretendían una vida como la de los nobles verdaderos y
hombres del común que aspiraban al ascenso social. Aquellos que no tenían títulos los reclamaban a cambio
de sus servicios. ¿Cuáles? Haber peleado por el rey y por la fe en la Reconquista, en las campañas de África o
en las guerras de Italia. Los conquistadores eran hombres con entrenamiento y experiencia militar; no hubo,
entre ellos, ni nobles principales (los "Grandes de España") ni burgueses prominentes. Pero también integraron el contingente conquistador aquellos que fueron trasladados en forma forzada: expresidiarios, reclutas e
incluso esclavos. Y otros: los misioneros enviados por las órdenes religiosas a propagar la fe cristiana.
Muchos provenían de Extremadura y Andalucía, las regiones menos desarrolladas de Castilla, aunque luego
habrían de sumárseles otros castellanos y aun vascos y aragoneses. Los conquistadores fueron hombres
individualistas y ambiciosos que compartían un ideal de vida caballeresco; buscaban en el Nuevo Mundo oro,
pero también honor.
LECTURA 2. El Requerimiento: o aceptas someterte, o ¡te sometemos!
Después de agitados debates, sostenidos en Burgos y Valladolid, relativos a los derechos de conquista que tenía o
no España, y a los métodos brutales que se utilizaban, en 1512 la Corona estableció el famoso "Requerimiento"
redactado por el jurista Juan López de Palacios Rubios.
Se trataba de un extenso documento que comenzaba relatando la creación del mundo y del hombre por
obra de Dios y, luego de una prolongada exposición de la fe católica, se llegaba por fin a proclamar el señorío del
Papa sobre aquellas tierras, cuya evangelización se había confiado a los reyes de España. Expresaba el
documento que "Dios Nuestro Señor dio cargo a uno que fue llamado San Pedro para que de todos los hombres
del mundo fuese Señor y Superior"; que el Papa Alejandro VI, sucesor de San Pedro "como Señor del mundo
hizo donación de estas Islas y Tierras firmes" a los reyes de España y a sus descendientes; que en virtud de esa
donación, contenida "en ciertas escrituras que podéis ver si queréis", los indios debían obediencia y sujeción a la
corona de España. "En caso contrario certificaos que con la ayuda de Dios nosotros entraremos poderosamente
contra vosotros e os haremos guerra por todas las partes e manera que pudiéremos, e vos sujetaremos al yugo e
obediencia de la Iglesia y de sus majestades e tomaremos vuestras personas e las de vuestras mujeres e hijos, e
los haremos esclavos , e como tales los venderemos e dispondremos de ellos como sus majestades mandaren, e
tomaremos vuestros bienes e, haremos todos los males e daños que pudiéremos como a vasallos que no obedecen
ni quieren recibir a su señor".
Este Requerimiento debía ser leído a los indios; si no acataban sus términos, entonces era lícito entrar en
guerra con ellos y dominarlos. No es necesario aclarar que semejante medida, si en algo pudo calmar los
escrúpulos de conciencia de los teólogos que defendían a los conquistadores, no produjo ningún resultado y cayó
de inmediato en desuso. Mal podían entender los indígenas un lenguaje semejante; además, los propios
conquistadores, ajenos al problema de fondo tratado en las reuniones de Burgos y Valladolid, tomaron en son de
risa la real disposición... el dicho de "hágase la ley, pero no se cumpla” ¡se cumplió¡
LECTURA 3: La controversia de Valladolid
Un gran debate desarrollado en Valladolid (1550-1551) opondrá a los partidarios de políticas indígenas
diametralmente opuestas, encabezados los unos por Fray Bartolomé de las Casas, y los otros por el jurisconsulto
Juan Ginés de Sepúlveda, imponiendo su concepción humanista cristiana y por lo tanto, la defensa y protección
del indio. La legislación reglamentará y señalará los deberes y derechos de los encomenderos sobre los indios.
Las Leyes de Indias se inspirarán en la ética del cristianismo, en una línea de continuidad que llegará hasta el
siglo XVIII. La encomienda se extinguirá por sí misma. Los indios de encomienda serán reemplazados por
peones mestizos; dentro de los grandes latifundios sólo cambiará la forma legal de su explotación.
a. Motivos para la guerra justa: Ginés de Sepúlveda
Será siempre justo y conforme el derecho natural que tales gentes bárbaras e inhumanas ajenas a la vida civil y a
las costumbres pacíficas, se sometan al imperio de los príncipes y naciones más cultas y humanas, para que,
merced a sus virtudes y a la prudencia de sus leyes, depongan la barbarie y se reduzcan a vida más humana y al
culto de la virtud. Y, si rechazan tal imperio, se les puede imponer por medio de las armas, y tal guerra será justa,
según el derecho natural lo declara, (Ginés de Sepúlveda. "Sobre las causas de las guerras contra los indios”.)
b. Defensa de los indios
Bartolomé de las Casas: La Condición Humana.
Todas las naciones del mundo son hombres…todos tienen entendimiento, todos tienen cinco exteriores y sus
cuatro interiores y se mueven por los objetos de ellos, todos huelgan en el bien y sienten placer con lo sabroso y
alegre, y todos aborrecen y desechan el mal. No existe actualmente ninguna nación, ni puede existir –
prescindiendo de las bárbaras, fieras y depravadas que pueden ser las costumbres- que no pueden ser atraídas y
convertidas a todas las virtudes políticas y a toda la humanidad del hombre domestico, político y racional.
(Bartolomé de Las Casas, Historia Apologética.)
En este nuevo período de la controversia, el que más se destacó en defensa de los indios fue el jurisconsulto
fray Francisco de Vitoria, quien ha sido, además, uno de los fundadores del moderno derecho internacional. Su
pensamiento está expresado fundamentalmente en su obra "Relecciones sobre los Indios y el Derecho de la
Guerra" (1539). Vitoria sentó, ante todo, la distinción entre "guerra injusta" y "guerra justa" sus afirmaciones
eran, en realidad, un retorno al problema de los justos títulos, que aún no había tenido concreta solución.
Consideraba "guerra injusta" la que pudiera hacerse contra los indios en virtud del poder imperial y de la
donación papal "El emperador (Carlos V) no es, señor de todo el orbe; aunque fuera amo del mundo, no por eso
podría ocupar las provincias de indios, ni instituir nuevos señores, ni imponer tributos; el Papa no es señor civil o
temporal de todo el orbe; aunque tuviese potestad secular sobre el mundo, no podría transmitirla a los príncipes
seculares; el Papa no tiene potestad temporal sobre los indios ni sobre los otros infieles..." Ni siquiera la negación
de los indios a bautizarse y aceptar el Evangelio, cuya predicación era el motivo de la donación de Alejandro VI,
podía autorizar a la violencia contra los indios: "Aunque se hubiera anunciado a los bárbaros la fe, no es lícito,
porque ellos no la quieran recibir, perseguirles con la guerra y despojarlos de sus bienes".
De Vitoria exponía luego ciertos derechos de los españoles: Los españoles tienen el derecho de recorrer las
provincias de los bárbaros indios y de establecerse en ellas, pero sin daño de los naturales; es lícito a los
españoles negociar en tierras de los sin prejuicio de la patria de los mismos: no deben ser hostilizados los indios
ni privados de sus bienes, si libremente y sin obstáculos permiten predicar el evangelio, aunque ellos no reciban
la fe; El Jurista y teólogo dominico sostenía que estas y otras cosas eran de derecho natural, y que los indios no
podían impedir la libre intercomunicación de los pueblos. En caso de oponerse a ello con la violencia, sólo
entonces podían recurrir los españoles a las armas para asegurar sus derechos naturales.
TEMA 3. La Conquista de Mesoamérica.
Los cálculos más conservadores estiman que cuando Cortés desembarcó en las costas de
Yucatán vivían en Mesoamérica alrededor de 25 millones de indígenas. Se trataba de
sociedades más complejas que las de las islas del caribe, con una organización jerarquizada,
un gobierno centralizado, guerreros bien adiestrados, religiosos activos y con mucho poder;
era una sociedad articulada en señoríos. Algunos establecieron alianzas con los Aztecas y
formaron el imperio mexica, otros se sometieron a su poder. Por su parte, los españoles ya
tenían 27 años instalados en la Española y en Cuba, existía una comunicación regular con
España decenas de naves cruzaban el Atlántico y habían realizado exploraciones hacia el
nuevo continente. Hernán Cortés tuvo una experiencia de colonizador, de 15 años, conocía
bien el oficio y organizó su expedición con tanto cuidado como audacia y creatividad. En sólo
tres años, 1519 a 1521, logró conquistar uno de los más importantes imperios del Nuevo
Mundo. Resulta difícil explicar cómo fue posible que los españoles, muy inferiores en número,
pudieran someter a millones de indígenas, ¿por qué los aztecas no lograron mantener su
soberanía? ¿qué factores favorecieron la victoria española?¿cómo la vivieron los mexicas y
sus pueblos sometidos?
Objetivo: reflexionar sobre las causas que propiciaron la derrota del Imperio Azteca.
Conceptos: conquista de mesoamérica, dominación, alianzas políticas y militares.
Habilidades: identificar las causas que propiciaron la conquista, comparar las diferencias de
cultura entre los Españoles y mesoamérica, comprender el proceso de conquista militar y
política.
Actitudinales y valores: reconocer y entender las causas que determinaron la victoria de los
conquistadores españoles sobre el imperio azteca.
Ayuda didáctica para el alumno: Se dice que "los hombres hacen su historia ", pero poco se
reflexiona si en la historia los héroes la hacen sólo por "sus propios destinos" o si el destino
esta plagado de factores, fuerzas e imprevistos frente a los cuales tienen que actuar para
convertirse en héroes. ¿Para Hernán Cortés o para Cuauhtémoc, los grandes héroes de la
conquista de Mesoamérica, cuáles fueron esos elementos que les ayudaron a permanecer en
la memoria colectiva? Descubre a los hombres: evalúa sus recursos humanos y sus medios
militares; identifica sus móviles religiosos, políticos y económicos; observa las diferencias
entre ellos y no olvides que los imprevistos ponen más a prueba tu creatividad que tú
inteligencia.
&ociones para reflexionar:
•
Conquista
5
:
"La conquista considerada en sí misma, es más bien la ocasión de adquirir la soberanía que la
causa inmediata de ella. La causa inmediata para adquirir la soberanía siempre es el
consentimiento explícito o tácito del pueblo; sin ese consentimiento el estado de guerra
subsistirá siempre entre dos enemigos, y no se podrá decir que uno debe obedecer al otro. Lo que
hay es que el consentimiento del vencido es arrebatado por la superioridad del vencedor".
2. "Toda conquista legítima supone que el vencedor tenga una justificación para hacer la guerra al
vencido; sin ella la conquista no se justifica; no se puede confiscar la soberanía de una nación
bajo la ley del más fuerte. Que no se hable de la gloria del príncipe" al hacer sus conquistas, su
gloria sería orgullo; una pasión y no un derecho legítimo. La calidad y el número de personas no
cambian la naturaleza de la acción; el injurio es el mismo, el crimen es igual. Si la guerra es
justa, la conquista también; ella es una consecuencia natural de la victoria y el vencedor que se
rinde al vencido, no hace más que rescatar su vida".
(Resumen y traducción libre de la Entyclopedie de Diderot et d' Alambert, del siglo XVIII).
1.
Actualmente, el derecho internacional no justifica la conquista por las armas, ya que se base en
la libre determinación de los pueblos. Los gobiernos vigilan el cumplimiento de este derecho
por medio de la Organización de Naciones Unidas, ONU, que rechaza todo empleo de la fuerza
contra un pueblo o nación, aún cuando acepte el derecho de injerencia militar por motivos
estratégicos -como en Irak-, diplomáticos -en el Medio Oriente- o humanitarios -en los
Balcanes o en Etiopía- y permanezca impotente, o al menos silencioso, ante las acciones bélicas
de algunas potencias como las realizadas por los Estados Unidos contra Irak.
Los medios para realizar las conquistas, así como sus formas, también han variado mucho. Si el
principal es el uso de la fuerza militar, hoy el más socorrido es el uso de la fuerza económica y,
5
Texto elaborado especialmente para esta Guía por Javier Pérez Siller.
sobre todo, financiera. En 1872, cuando el gobierno de Lerdo de Tejada examinaba otorgar o no
concesiones para la creación de una línea de trenes que uniera México a los Estados Unidos,
uno de los competidores, el general Rosenzcrans, pedía dinero al gobierno norteamericano y
decía que "ya no necesitamos invadir México con nuestros ejércitos, sino con nuestras
mercancías". El siglo XX inauguró las conquistas por medio de la invasión de capitales en
forma de inversiones directas; el siglo XXI confirma la conquista de mercados por los financieros; la retirada masiva de capitales de una bolsa de valores puede desequilibrar y ¡hasta
hundir la economía de un país! El uso de tan variados medios es muy probable que derive de la
más antigua de las conquistas: la del amor. Por eso se dice, “en el amor y en la guerra: ¡todo se
vale!”
Procesos históricos a considerar:
El "descubrimiento" y la conquista fueron la última cruzada 6
La historia de México empieza como episodio de la gran Odisea del descubrimiento y ocupación del
Nuevo Mundo. Antes de la llegada de los españoles, México no existía como nación; una multitud de
tribus separadas por ríos y montañas y por el más profundo abismo de sus trescientos dialectos, habitaba
las regiones que hoy forman el territorio patrio. Los aztecas dominaban apenas una zona de la meseta, en
constante rivalidad con los tlaxcaltecas, y al Occidente los tarascos ejercitaban soberanía independiente,
lo mismo que por el sur los zapotecas. Ninguna idea nacional emparentaba las castas; todo lo contrario,
la más feroz enemistad alimentaba la guerra perpetua, que sólo la conquista española hizo terminar.
Comenzaremos, pues, nuestra exposición con el punto en que México surge a la vista de la humanidad
civilizada. Empezaremos a verlo tal y como lo contemplaron los soldados de la conquista, según nos lo
dicen en sus amenas crónicas. Por fortuna, fueron españoles los que primero llegaron a nuestro suelo, y
gracias a ello, es rica la historia de nuestra región del Nuevo Mundo, como no lo es la zona ocupada por
los puritanos. Todavía a la fecha, cuando se escribe de historia mexicana antigua tiene que fundarse en
los relatos de los capitanes y los monjes de la conquista, guerreros y civilizadores, hombres de letras, a la
par que hombres de espada, según la clara exigencia de la institución de la caballería. Pues, propiamente,
fue
la de América una última cruzada en que los caballeros, flor de Europa, después de rebasar sobre el
moro ganaron para la cristiandad, con las naciones de América, el dominio del planeta, la supremacía del
futuro.
Episodio sobre la caída de Tenochtitlan y la conquista:
¿Durante la "$oche Triste" los indígenas lloraron?..
Del 30 de junio al 1 de julio de 1520. Se llama así en la historia de la Conquista la retirada de Cortés de
la ciudad de Tenochtitlán. Después de deliberaciones contradíctorias, se tomó la resolución de abandonar
la ciudad, disponiendo que fuera de noche. Antes de iniciar la marcha se reunió el tesoro acumulado y se
encargó a Alonso de Ávila y a Gonzalo Mejía la parte perteneciente al rey. Cortés hizo cargar su parte en
una yegua que encomendó a un tal Torrecicas, criado suyo. Salió a la vanguardia de la columna Gonzalo
de Sandoval, con 200 infantes y 20 jinetes. Esta avanzada llevaba el puente de madera portátil que iba a
ser el medio de atravesar los canales de la ciudad. Lo portaban 400 tlaxcaltecas y lo defendían 50
soldados, bajo la dirección de Magarino. En esta parte de la columna iban los cañones, al cuidado de 250
tlaxcaltecas y con defensa de 40 escuderos. Iban también los caballos que cargaban el tesoro real y de
Cortés las mujeres con Marina y dos hijas de Moctezuma. Las defendían 300 indios y 30 españoles. Iban
los prisioneros príncipes, como Chimalpopoca y Tlaltecatzin, hijo del rey de México, Cuicuitcatzin, rey
de Acolhuacán, nombrado por Cortés y otros de linaje real. Salieron del palacio de Axayácatl poco antes
de mediar la noche; siguieron por la ruta de la calzada de Tlacopan, que es en gran parte la calle de
Tacuba, y sus siguientes en la ciudad moderna. Al cruzar el primer canal, frente al actual edificio de
correos, fueron descubiertos por una mujer que dio la alarma, junto a un sacerdote que estaba en el
teocali de Huitzilopochtli. Y salieron los mexicanos armados para cerrar el paso. En el segundo paso,
donde hoy es el Hotel Cortés fueron atacados por tenochcas y tlatelolcas. Y para el tercero, no les sirvió
6
José Vasconcelos, Breve historia de México, CECSA, México, 1962.
el puente, pues el canal era muy ancho, y sucumbieron ante el ataque de los indígenas: allí murió el
mayor número de españoles, tlaxcaltecas y perdieron la mayor parte del tesoro. Ya en la madrugada del
1 de julio llegaron al canal llamado Petlalco, cerca del actual Panteón Inglés. Se repusieron un poco y,
antes de llegar a Popotla mataron a Chimalpopoca y a Tlaltecatzin, hijos de Moctezuma, que iban con
los conquistadores y les servían de guías. En seguida fueron de nuevo acometidos por los mexicas un
largo rato. Dejados en paz, se detuvieron bajo un ahuebuete que había en Popotla. Según la leyenda,
Cortés lloró. Más adelante el conquistador pasó revista a sus tropas: faltaban 600 españoles y más de 80
caballos. De los indios aliados no se tienen noticias. (Resumen del Diccionario Porrúa, Porrúa, México,
1995.)
Bibliografía de consulta para el alumno:
Miguel León Portilla. La visión de los vencidos, UNAM, México, 2000, pp. 159-163.
Bemal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la $ueva España, Porrúa, México, 1994, pp. 573-579.
CRO&OLOGÍA DE LA CO&QUISTA DE MÉXICO
1º marzo 1517
Salida de Cuba de Francisco
Hernández de Córdoba y Antón de
Alaminos.
23 abril 1518
De Cuba, salen Pedro de Alvarado, Fco.
Montejo, Alonso de Ávila y Alaminos.
Llegan a Isla de Cozumel.
Abril 1519
Salen de Cuba Hernán Cortés, Pedro de
Alvarado, Fco. Montejo, Diego de
Ordaz.
Llegan a la Isla de Cozumel.
Viernes Santo 1519
Hernán Cortés
Funda la Villa Rica de la Vera
Combaten contra los
tlaxcaltecas dirigidos por
Xicoténcatl..
31 ago.-7 sept. de 1519
Tropas españolas
Hacen una alianza con
tlaxcaltecas
23 septiembre 1519
Tropas españolas
Entrada a Tlaxcala.
Sale de Cholula.
13 octubre 1519
Parte del ejército Español
Matanza en la Plaza.
8 noviembre 1519
Cortés, sus aliados y tropas.
Llegan a Tenochtitlán.
Mayo 1520
Pánfilo de Narváez, enviado de Diego
Velázquez desde Cuba, parte a México.
Llega a costas mexicanas.
Principio junio 1520
Cortés sale a combatir las tropas de
Pedro de Alvarado realiza una
Mayor de Tenochtitlán.
24 junio 1520
Hernán Cortés.
30 junio 1520
Noche Triste
Julio 1520
Cortes y sus tropas.
.
Hernán Cortés se retira con sus aliados
indígenas.
mayo 1521
Construcción de 3 bergantines y pertrechos
30 mayo de 1521
13 agosto 1521
Tropas españolas y ejércitos aliados.
Tropas españolas y ejércitos aliados.
Tomado de Quiero vivir en América, Piedrasanta, Guatemala, 1984.
Arribo a Cabo Catoche.
Regresa a Tenochtitlán y
encuentra un ambiente de
rechazo.
Muere Moctezuma. Derrota
Prepara el asalto a
Tenochtitlán.
Inician el sitio de
Tenochtitlán.
Vencen a los defensores de
Tenochtitlán.
Cuauhtémoc es tomado
Preso
.
La conquista de Mesoamérica por todos los flancos 7
Hernán Cortés desembarcó en las costas del Golfo los días de Pascuas de 1519. Venía al mando de un
ejército de 508 soldados, 16 caballos, 14 piezas de artillería, 100 marineros y 11 navíos.... Dos años más
tarde, el 13 de agosto de 1521 a la cabeza de un numeroso ejército, con miles de indios aliados
(tlaxcaltecas, pero también totonacas y cholultecas) entraba triunfal a la ciudad capital del imperio. Y
cambió para siempre la vida de los aztecas e inició la conquista de Mesoamérica ¿Cómo fue posible?
Apenas terminada la conquista de Tenochtitlán Cortés envió a sus capitanes a continuar el sometimiento
de Mesoamérica:
Pedro de Alvarado fue enviado a la conquista de las tierras de la actual Guatemala. Sucesivamente venció
a los quichés, cakchiqueles, tzutuhiles. Fundó la ciudad de Santiago de los Caballeros y marchó a la
conquista de Paxaco y Cuscatlán.
Cristóbal de Olid fue otro de los capitanes enviados por Cortés a la conquista. desembarcó en costas
hondureñas y fundó la ciudad de Triunfo de la Cruz.
También por el sur avanzaron los españoles, esta vez desde Panamá.
Gil González, al mando de una expedición, salió de la isla de Las Perlas y desembarcó en tierras de la
actual Costa Rica. Penetró en el interior del territorio y continuó aún más lejos, hasta donde había oído
que gobernaba un cacique rico y poderoso: Nicaragua. Gil González venció a todas las tribus de estos
parajes, menos a Diriagen, cuya heroica resistencia lo obligó a regresar.
Hernández de Córdoba hizo un recorrido similar al de Gil González y fundó ciudades que aún hoy
existen, como Granada y León.
LECTURA 4. La caída de México-Tenochtitlán
Consulta en tu biblioteca y fotocopia el artículo de Alejandra Moreno Toscano, "La conquista de México
Tenochtitlan", en Historia General de México, Tomo 1, El Colegio de México, México, 1981, PP. 291-311.
LECTURA 5. Los actores de la conquista: sus circunstancias y acciones 8
La ciudad había sido prácticamente destruida. Poco tiempo después, Cortés puede decir que ha dominado
el antiguo imperio mexicano en toda su extensión geográfica.
Ésta sería la narración de los hechos, pero los hechos esconden procesos más complejos que los historiadores han tratado de descubrir para explicarlos. Así, retornemos algunos hilos de esta narración que
pueden ayudar a comprender el por qué de todo esto.
En primer lugar la lucha de Cortés por legitimar su conquista. Cuando Cortés llegó a Veracruz y
fundó la Villa Rica, dio un paso necesario para legitimarse como autoridad principal de la conquista.
Durante todo el proceso de conquista del Nuevo Mundo, la corona española, que no podía financiar los
gastos de las expediciones, estableció una serie de convenios con particulares -las capitulaciones- por
medio de los cuales les permitía financiar y llevar a cabo las expediciones. La corona se reservaba el
dominio de las tierras descubiertas y un quinto de los beneficios materiales. A cambio de ello, daba al
capitán que realizaba la conquista una serie de beneficios y derechos sobre las nuevas tierras y quienes las
habitaban. El caso es que quien había recibido los derechos para realizar las entradas a un territorio de
México no era Cortés, sino Diego Velásquez, el gobernador de Cuba. Así, cuando Cortés establece una
Villa, una Ciudad, no solamente desconoce abiertamente los fines originales de su expedición -los fines
ideados por Velásquez- de mero reconocimiento y trueque, sino que instituye una nueva fuente de donde
derivar su autoridad. Dentro de la antigua tradición municipal española, al fundar una ciudad los hombres
debían elegir a sus representantes y constituir un ayuntamiento. Así, los hombres de Cortés se
convirtieron en sus propias autoridades reconociendo sólo como superior a la corona española. De esa
nueva autoridad, creada por él mismo, Cortés recibirá los derechos para conquistar las nuevas tierras. Para
Cortés era, pues, muy importante que la corona reconociera el nuevo papel de ese ayuntamiento. Y con él,
su nombramiento de capitán elegido por la voluntad expresa de los vecinos de la nueva ciudad. Por ello su
primera preocupación será enviar a un procurador (escoge a Portocarrero) para establecer una
comunicación directa con la corte y no depender más de las decisiones emanadas desde las antillas. Sabe
Cortés que si recibe la aprobación real, Velásquez no podrá reclamar para sí ningún derecho sobre la
conquista.
Por ello también, cuando se encuentra en México-Tenochtitlán y recibe noticias de que su viejo
conocido Pánfilo de Narváez -juntos habían luchado en la conquista de Cuba- acababa de llegar a las
costas de Veracruz con
7
Tomado de Quiero vivir en América, Piedrasanta, Guatemala, 1984, p.60
Alejandra Moreno Toscano, "La conquista de México-Tenochtitlán", en Historia general de México.
Colegio de México, 1981, TI, pp. 310-313
8
orden de aprehenderlo deja la ciudad. Abandona su conquista pacífica y sale a enfrentarse a quien
seguramente consideraba como su principal enemigo.
Esto expresa claramente cómo la conquista de México no fue obra de un grupo que alguna vez
actuara sin conflictos internos, basta leer las Cartas de relación para registrar anécdotas de conspiraciones
descubiertas, de enfrentamientos y represiones violentas entre los españoles. Ahí quedó registrada la
historia de aquel a quien Cortés obligó a comerse una hoja de papel en donde estaban escritos los
nombres de los españoles que querían desconocerlo como capitán. Ya volveremos a referirnos a esos
conflictos.
De mayor trascendencia fue la división entre la nobleza indígena, que se manifiesta desde la
llegada de los españoles. Cuando Moctezuma reúne en consejo a su sobrino Cacama y a Cuitláhuac, su
hermano, para pedirles su opinión sobre la manera más conveniente de recibir a los españoles -entonces
va a las puertas de México-, Cuitláhuac sostiene la opinión de quienes pensaban que los españoles no
debían ser recibidos de ninguna manera. Cacama, a quien Gómara describe como "mancebo feroz de
ánimo y honra" sostuvo otra opinión, alegando que si los españoles estaban a las puertas de la ciudad
debía recibírseles como embajadores que eran de otro monarca. Pensaba Cacama que si los españoles, una
vez en México, intentaban cualquier cosa que molestara a Moctezuma, les podían enviar a castigar su
osadía teniendo tantos y tan valerosos hombres como tenía". Moctezuma aceptó el parecer de Cacama y
Cuitláhuac lanzó una última sentencia: “plega a nuestros dioses que no metáis en vuestra casa a quien os
eche de ella y os quite el reino, y cuando lo queráis remediar, no sea tiempo". Cuando Moctezuma vio que
muchos otros señores daban muestras de aprobar la postura de Cuitláhuac, le ordenó que fuera él
precisamente quien recibiera y alojara a los españoles en Iztapalapa, para evitar cualquier manifestación
pública de disidencia.
De la misma manera, la antigua rivalidad entre Ixtlixóchitl, hermano de Coanacoch, y Cacama
por el reino de Texcoco, se agudizó con la presencia de los españoles. Ixtlixóchitl había mantenido una
actitud hostil contra su hermano al grado de que "tenía gente de guarnición en las fronteras" y a la llegada
de los españoles decidió aliarse abiertamente con Cortés. Según un antiguo texto recogido en el Códice
Ramírez, Ixtlixóchitl invitó a los españoles a visitar Texcoco. La tradición cuenta que Ixtlixóchitl, para
sellar su amistad con Cortés, recibió el bautismo "y se llamó Hernando” y que su madre, Yocotzin, al
conocer la noticia dijo: “que había perdido el juicio, pues tan pronto se había dejado vencer de unos pocos
bárbaros que eran cristianos". Cortés escribió al rey que don Hernando Ixtlixochitl "tenía mucho amor a
los españoles y conocía la merced que en nombre de vuestra majestad se le había hecho en darle señorío
habiendo otros que le precedían en el derecho”. Por su parte, Cuauhtémoc llegó a poner precio a la vida
de lxtlixochitl llamándole traidor. Fue gracias a la colaboración de lxtlixochitl que los españoles
reconocieron y apresaron a Teplepanquétzal, heredero del reino de Tlacopan, a Tlacahuepantzin, hijo de
Moctezuma, y a Papantzin, mujer de Cuitláhuac, que habían tomado el partido de la defensa de los
tenochas. Con razón escribió Cortés: "Bien podrá V.M. considerar lo que sentirán los de Temixtitan en
ver venir contra ellos a los que tenían por vasallos y por amigos y por parientes y hermanos y aun padres
e hijos".
Estas divisiones en la casa reinante pueden ayudar a explicar por qué Tzihuacpopocatzin, el
Cihuacóatl, enviado por Moctezuma para encontrar a Cortés en las faldas de los volcanes, intentó suplantar al emperador para evitar que los españoles llegaran a México. Es posible también que esas divergencias entre la nobleza mexica expliquen ciertas actitudes titubeantes de Moctezuma, que
generalmente se han atribuido a su solo carácter. Sus dudas y titubeos reflejan una lucha interna, la
descomposición de un grupo dominante que no llegó a ponerse de acuerdo acerca de la política más
apropiada frente a los españoles.
Como lo expresara Cuitláhuac, para muchos tenochcas el hecho mismo de que los españoles
fueran recibidos en México significaba la derrota. Un episodio recogido por los informantes de Sahagún
sugiere la existencia de una duda generalizada sobre si se estaba siguiendo la política adecuada frente a
los españoles. Relata el texto cómo algunos hechiceros y adivinos, enviados por Moctezuma a detener a
Cortés cerca de Chalco, encontraron a un hombre que se detuvo a increparlos: "¿Qué es lo que hacer
procura Moctezuma ¿Es que aún ahora es un infeliz miedoso? Ha cometido errores, ha llevado allá lejos a
sus vasallos, ha destruido a las personas: unos con otros se golpean, unos con otros se amortajan, unos
con otros se revuelven, unos con otros se burlan. ¿Por qué en vano habéis venido a pararos aquí? ¡Ya
México no existirá más! ¡con esto se acabó para siempre!" Según el relato, los hechiceros comprendieron
el significado de esas razones y volvieron a México diciendo "no era un cualquiera ése... ése era el joven
Tezcatlipoca".
La ruptura de una parte de la nobleza indígena con su soberano se manifestaría pronto en una
resistencia más o menos hostil a sus órdenes. Alojados los españoles en las casas de Moctezuma, ordenó
éste que les dieran provisiones; pero “los principales a quienes mandaban esto, ya no le hacían caso, sino
que estaban airados, ya no le tenían acatamiento ya no estaban de su parte, ya no era obedecido”.Ese
sentimiento de rechazo no era unánime, pues otros señores se encargaron de abastecer a los españoles:
"Les entregaban cuanto habían menester, aunque con miedo, lo entregaban”. Cuando, después de la
matanza del Templo Mayor, Itzcuauhtzin, rey de Tlatelolco y prisionero con Moctezuma, intenta pacificar
a los mexicanos, el desconocimiento de la soberanía de Moctezuma sera definitivo: "¿Qué es lo que dice
ese ruin Moctezuma?, ya no somos sus vasallos".
Al romperse la unidad de la nobleza indigena inicia, por el proceso mismo de la guerra, una
nueva dirección política entre los mexicanos, que no habrán de consolidarse al sobrevenir la derrota. El
pueblo bajo, refugiado en Tlatelolco durante los últimos días de asedio, termina por hacerse responsable
de su propia defensa: "Poco nos queda, no hacemos más que guardar nuestras casas... lo que para vosotros
guardaba vuestro rey.. es vuestra propiedad". Durante este proceso comienzan a surgir algunos capitanes
que ganarán su posición por la sola fuerza de sus acciones en el combate. Como Tzilacatzin, vencedor de
los bergantines en XocotitIan, que acostumbraba disfrazarse para que no le reconocieran los enemigos
como Tzoyectzin y Temoctzin a quienes “nada les importaban los enemigos y ningún aprecio tenían de
sus propios cuerpos”. El mismo Cuauhtémoc durante los días más difíciles del sitio de México, concedió
las insignias de Ahuizot1 y el grado de capitán a Opochtzin tintorero de oficio". En una de las múltiples
en que Cortés intentó parlamentar con los tenochcas, preguntó si "estaban allí los señores que les
mandaban", la respuesta que obtuvo expresan bien los cambios que habían sobrevenido en la ciudad. Los
guerreros guerreros respondieron que "todos aquellos combatientes que miraba eran los señores de
México”. Esas divergencias que estamos muy lejos de conocer, explicarian mejor la serie de textos
indígenas que repiten reiteradamente cómo durante el asedio de la ciudad, “los mexicanos comenzaron a
hacer pleitos entre sí y a matarse mutuamente”.
Pero si hubo divergencias entre el grupo gobernante, las hubo también entre los señoríos sujetos y la
capital del imperio. Moctezuma lo sabía bien cuando le dijo a Cortés: "Muy bien sé todos los que vos han
ofrecido de Campotón acá…no creáis de aquellos que son mis enemigos, y algunos de ellos eran mis
vasallos y hánseme rebelado con vuestra venida".
Cuando se fractura el poder de los mexicas comienza el proceso de desintegración de las
antiguas alianzas. Los antiguos aliados abandonan a los de Tenochtitlan para que "solos y por sí mismos
vayan pereciendo". El temor de ser reconocidos como aliados de México se apodera de muchos pueblos.
Los mismos mexicanos "como gente de Cuautitlan,como de Tenayuca, de Azcapotzalco o de Coyoacan se
hacen pasar". antes de que terminara el sitio de México se habían aliado con Cortés, además de los de
Cempoala, Tlaxcala, Huexotzingo, Cholula y Texcoco, los de Chalco, Acolhuacan, Cuauhnáhuac,
Huexotla, Coatlinchan, Otumba, Nautla, Tizapan, Xochimilco, Mizquic, Culhuacan. Cuando Cuauhtemóc
es presentado ante Cortés en Acachinango lo acompañan solamente Tetlepanquetzal, de Tlacopan,
Coanacoch de Texcoco, Cihuacóatl de Tenochtitlan, el mismo que lo traicionaría en Acallan y que con el
nombre cristiano de Juan Velázquez sería nombrado por Cortés, a la muerte de Cuauhtémoc, señor de
México.
En los años siguientes a la conquista, el haber auxiliado a los españoles durante el sitio de
México se convirtió en una frase retórica más o menos utilizada por los grupos indígenas que pedían
algún favor al rey de España. Entre muchísimos otros, por ejemplo, en una carta fechada en 1563, los
caciques de Xochimilco alegan entre sus méritos haber ayudado a Cortés: le dimos dos mil canoas en la
laguna, cargadas de bastimentos, con doce mil hombres de guerra... como los tlaxcaltecas estaban ya
cansados... el verdadero favor, después de Dios, lo dio Xochimilco". Mientras duró el asedio de
Tenochtitlán, Cortés envió a algunos capitanes a someter a los territorios del interior. Ente 1521 y 1524 la
conquista del antiguo imperio mexicano pareció concluida.
TEMA 4: Los diferentes aspectos de la colonización
La conquista por la fuerza no es durable, ni se legitima. Los españoles emprendieron un
proceso de ocupación y poblamiento del territorio donde reconstruyeron, a su manera y
según los esquemas culturales que tenían, una sociedad, ahora con mayor territorio,
nuevos recursos y una población a explotar, pero al mismo tiempo a educar y, sobre
todo, a convertir al cristianismo. Ese gesto, imperativo para la "legal" posesión de las
tierras, se aplicó por muchos medios, algunos seductores evangelizadores, misioneros,
escuelas, otros también violentos sometimiento al tributo, al repartimiento, la esclavitud
y a la inquisición, en fin, los medios para orientar la economía haciendas, ranchos,
minas, comercios, mercados y organizar la población fundación de ciudades,
designación de cabildos, integración de pueblos que dejaron sus huellas, algunas
perceptibles aún. La colonización, a múltiples caras, fue un complejo proceso de
articulación de los elementos demográficos, materiales, técnicos y culturales de los
conquistadores, indígenas y otros inmigrantes, a un sistema orgánico legal,
administrativo y de gobierno bajo la hegemonía de la Corona española. ¿Qué sabemos
de las (inter)mediaciones de los indígenas en este proceso? ¿Cómo se fueron adaptando
o desechando sus formas de organización, su cultura y prácticas sociales y religiosas?
Objetivo: caracterizar los diferentes aspectos de la colonización y comprender el
proceso de creación de una sociedad multiétnica.
Conceptos: conquista espiritual, encomienda, república de indios y de españoles.
Habilidades: análisis y comparación de las formas de vida prehispánicas con las
impuestas por los españoles.
Actitudinales y valores: Reconocimiento del trabajo indígena en la creación de la
cultura colonial,
Ayuda didáctica para el alumno: La palabra historia se refiere a la disciplina que estudia las transformaciones de las sociedades en el tiempo, pero se refiere también a los
cambios mismos. Siguiendo a Pierre Vilar, la "historia designa a la vez el conocimiento
de una materia y la materia de ese conocimiento”. En este tema tendrás la oportunidad
de hacer historia en los dos sentidos: te invitaremos a realizar una investigación
histórica -articular, si no producir, ciertos conocimientos sobre un asunto relativo a las
transformaciones de tu ciudad durante el proceso de colonización-, al mismo tiempo
que expones un aspecto de cómo se dio ese proceso en toda la $ueva España. De esta
manera deseamos que ejercites tu imaginación y compares los procesos generales con
los particulares. Para que logres esta doble conquista te recomendamos utilizar tres
ingredientes: esfuerzo, creatividad y pasión.
&ociones para reflexionar:
•
•
•
Repartimiento: este sistema obligaba a los nativos a trabajar por temporadas en las haciendas,
regresando después a sus pueblos para trabajar su propio sustento y obtener también lo necesario
para el pago del tributo. Fue facultad de los Alcaldes mayores sacar determinado número de
indios para laborar en las haciendas, minas, o en obras urbanas durante una semanas; sin
embargo, los indios eran conducidos a lugares muy distantes de sus pueblos, explotados largas
jornadas de 2 y 3 semanas por una remuneración raquítica.
Tributo: impuesto personal que se aplicó a los indios y que podían cubrir en especie o en
trabajo. Su fruto significaba el vasallaje de los indios a la Corona, por ello la Real Hacienda lo
recuperaba. Duró los tres siglos que existió la Nueva España.
Evangelización: es el acto de difundir el Evangelio o predicar la doctrina cristiana entre el
pueblo. Un compromiso de los reyes católicos para que el papa Alejandro VI les adjudicara las
tierras “descubiertas” por Colón fue el de cristianizar a los naturales. Por ello desde los primeros
viajes del Almirante, lo acompañaron misioneros de órdenes mendicantes que velaron por la
evangelización de los indios. A México llegaron los frailes desde muy temprano: los
Franciscanos, el grupo más importante, arribaron en 1524, principalmente a las regiones de
Puebla, México, Michoacán, Jalisco y Yucatán. En el siglo XVI había más de mil franciscanos
en 144 doctrinas-conventos fundados por ellos. Los dominicos llegaron en 1526, también en
número de doce, y se fueron incrementando. Su acción cubrió las regiones de Puebla, México y
Oaxaca. En 1533 aparecieron los agustinos que, para mediados del siglo XVI ya eran más de
doscientos en las zonas de Puebla, México y Michoacán. En fin, los jesuitas se instalaron en la
ciudad de México en 1572, se orientaron principalmente a educar a los criollos y algunos
mestizos en las principales ciudades de españoles, aunque mantuvieron una misión en el norte.
Tardíamente llegaron los carmelitas descalzos, 1585, y los mercedarios, 1594, para atender a los
indios. (Resumen sacado de Francisco Morales y Oscar Mazín, "La Iglesia en Nueva España: los
modelos fundacionales", en Gran historia de México ilustrada,
Planeta-DeAgostini-CONACLTLTA-INAH, México, 2001, pp. 124-127).
No.
7,
Bibliografía de consulta para el alumno:
Bernardo García Martínez, «Trabajo y tributo en los siglos XVI y XVII», en Gran Historia deMéxico
Ilustrada, No. 4, Planeta-de Agostini-CONACULTA-INAH, México, 2001.
Francisco Morales y Oscar Mazín, «La Iglesia en Nueva España: los modelos fundacionales>,En Gran
Historia de México Ilustrada, No. 7, Planeta - de Agostini -CONACULTA-INAH, México, 2001.
LECTURA 6. La Conquista espiritual 9
España heredó la concepción universal, progresiva y providencial de la historia que había elaborado el
cristianismo y con ella se enfrentó al sorpresivo descubrimiento de nuevas tierras, y al aún menos previsible contacto con civilizaciones hasta entonces ignoradas.
La idea cristiana de la historia también apoyó la expansión imperial del poder español, infundiéndole
un sentido providencial y mesiánico. La iglesia cristiana medieval se consideraba universal, pero antes de
la era de los descubrimientos la cristiandad estaba confinada a una parte muy pequeña del mundo.
Sorpresivamente los descubrimientos de los siglos XV y XVI abrieron por primera vez la posibilidad de
expandir la cristiandad por vastas regiones y cumplir con las aspiraciones universales de la iglesia. Y
entre todas las naciones de la cristiandad, pocas como España vivieron tan intensamente el privilegio de
sentirse predestinadas a realizar ese ideal que los cristianos veían enunciado en las Sagradas Escrituras. El
descubrimiento de tierras ignotas y la conversión de pueblos paganos parecieron a los españoles un signo
claro de la misión providencial que Dios le había señalado al pueblo escogido.
La enseñanza de la doctrina cristiana en los pueblos indígenas
Los primeros frailes que llegaron a Nueva España vieron en los indígenas las cualidades más estimadas
por la grey cristiana: eran pobres, mansos, dóciles, humildes, obedientes, dúctiles como niños, y aptos
"como tabla rasa y cera muy blanda" para imprimir en ellos cualquier cosa que se deseara. En esta
interpretación se fincó la convicción de que los indios alcanzarían la perfección cristiana si quedaban bajo
la tutela exclusiva de los frailes, pues de este modo llegarían a ser “la mejor y más sana cristiandad y
policía del universo-mundo".
En las misiones y las parroquias los mismos mendicantes transmitieron a los nativos, en su propia
lengua y a través de imágenes, los rudimentos de la doctrina cristiana y establecieron escuelas para
enseñar a los catecúmenos. Los atrios de los monasterios y las iglesias se mudaron en aulas gigantescas
donde la instrucción colectiva se combino con él canto, el teatro y la fiesta.
De modo que una parte fundamental de la enseñanza religiosa se llevó a cabo a través imágenes como
en la antigüedad mesoamericana. Constantino Reyes Valerio observa que los miles de metros cuadrados
de pintura que cubren las paredes de los conventos, iglesias y capillas tuvieron la función de transmitir los
principios básicos del cristianismo en la población indígena. Señala también el papel que jugaron las
escenas religiosas pintadas en conventos. Estas escenas "no fueron distribuidas al azar sino que, por el
contrario, los misioneros las distribuyeron con la intención de que sirvieran para enseñar los fundamentos
de la doctrina por medio de ellas." En estas escenas predomina la Anunciación, el nacimiento de Cristo, la
Adoración de los Reyes, la Pasión de Cristo, la Última Cena, algunos episodios del Antiguo Testamento,
etcétera.
Como observa Serge Gruzinski, el cristianismo multiplica en todas partes sus imágenes, lo mismo en
las grandes ciudades como México y Puebla que en los pequeños poblados y en el campo donde se
erigieron los conventos o monasterios. A tal punto que el dominico Bartolomé de las Casas pudo escribir
hacia 1555 que él había visto “una buena parte de la doctrina cristiana representada en figuras e imágenes,
gracias a las cuales los indígenas la podían leer como yo la leo escrita con nuestros caracteres en una
página".
A pesar de su apariencia masiva, el adoctrinamiento de los frailes fue selectivo y estratégico. Los
mendicantes conocían la dificultad que representaba la conversión de los adultos y concentraron sus
esfuerzos en los niños, quienes no oponían esa resistencia, y eran más débiles a la seducción de los
regalos que les ofrecían. La educación concentrada en los niños y jóvenes produjo resultados que los
frailes, festejaron como milagros de la evangelización, pero que a nosotros no dejan de causarnos
malestar y repugnancia, por la forma insidiosa de oponer a los hijos contra los padres e incitar
deliberadamente la destrucción de las familias.
9
Enrique Florescano, "La Conquista y la Imposición de la Idea Cristiana de Historia", en Histona de las
historí^ Jornada, México, diciembre 8 del 2000.
Las escuelas de los mendicantes pronto se convirtieron en los centros de difusión de la lectura,
música, canto, teatro, artes y cultura occidentales. En ellas los niños y jóvenes indígenas aprendieron el
catecismo, los cantos y salmos cristianos, las técnicas y los oficios europeos, la danza, el teatro y el
manejo de instrumentos musicales de occidente, que también aprendieron a producir y a combinar con la
música y las tradiciones indígenas.
Los escenarios, los personajes y los símbolos de pintura occidental se aposentaron en las paredes los
conventos e iglesias novohispanos, y narraron para ilustración de las multitudes indígenas, los episodios
de la creación del mundo según el Antiguo-Testamento, el nacimiento de la humanidad según la Biblia, la
conformación del cielo y del infierno, las prédicas de los primeros apóstoles, los acontecimientos
dramáticos de la pasión y muerte de Jesucristo, el descubrimiento de América impulsado por los reyes
católicos, la irradiación del cristianismo por el Nuevo Mundo y la llegada portentosa de las órdenes
mendicantes y de la Iglesia católica a la Nueva España.
Quizá el cambio ideológico más importante que indujeron los evangelizadores fue la supresión del
antiguo calendario de rituales indígenas y su sustitución por las efemérides y festividades cristianas. Al
suprimir las antiguas fechas de culto, los religiosos rompieron la continuidad de la memoria que celebraba
los acontecimientos fundadores de la vida indígena. Y al encimar sobre esas fechas los cultos y
ceremonias cristianos, poco a poco impusieron las conmemoraciones, los ritos, las festividades y el
santoral cristiano: crearon un calendario que sólo recordaba los actos memorables del conquistador.
Al día siguiente de la toma de México-Tenochtitlan se manifestó el empeño de los conquistadores por
desaparecer los antiguos dioses, templos y cultos. Los franciscanos adoptaron la estrategia de quemar los
templos indígenas, arrasarlos y construir sobre sus restos las primeras ermitas e iglesias cristianas.
Bernardino de Sahagún refiere que los franciscanos eligieron tres antiguos adoratorios indígenas para
construir templos cristianos: el cerro de Tepeyac donde se rendía culto a Tonatzin; la sierra de Tlaxcala
donde se veneraba a Toci; y un lugar cercano al Popocatépetl donde se celebraba a Tezcatlipoca. Esta
política se multiplicó en todo el territorio.
Uno de los instrumentos más sutiles para borrar la memoria indígena e implantar la cristiana, fue la
manipulación del calendario. Poco a poco las festividades indígenas que celebraban el fin de la estación
seca y la llegada de las lluvias, las fiestas de la siembra y la cosecha de los granos, las ceremonias consagradas a la caza y la recolección de frutos, fueron sustituidas por celebraciones cristianas. La fiesta dedicada al dios tutelar del pueblo fue reemplazada por la fiesta del santo patrono cristiano. De este modo la
recordación de la antigua fundación prehispánica se transfiguró en remembranza de la evangelización
cristiana.
Una tras otra las antiguas festividades fueron reemplazadas por las ceremonias cristianas, o se amalgamaron y sincretizaron con los cultos católicos, en una simbiosis que aún no ha sido estudiada con la
atención que merece. Lo cierto es que mediante estas sustituciones el antiguo calendario político de los
pueblos indígenas fue borrado, y su calendario agrícola se transformó en un calendario de fiestas y ritos
cristianos, cuyo propósito fue hacer de los indios católicos fervorosos y vasallos apegados a las formas de
vida occidentales.
LECTURA 7. El doble proyecto fundacional de la Iglesia 10
Resulta muy natural que la fundación de la iglesia en Nueva España tomase la forma de un doble proyecto; por un lado, una iglesia misionera, local, auspiciada por los frailes, apoyada en el papado y
encaminada a lograr una primera evangelización de los indios; por el otro, una iglesia organizada en
diócesis, sometida a los obispos, es decir, jerárquica y que tendría a las catedrales por eje de un sistema
parroquial que sólo se fue conformando al cabo del tiempo. Debido a que las órdenes religiosas fueron
casi las únicas que trabajaron en la primera mitad del siglo XVI, el primer proyecto se consolidó con
mayor rapidez que el segundo.
El primer grupo religioso que vino a México fue el de doce franciscanos que llegaron en 1524. Les
habían precedido un año antes otros tres franciscanos, entre ellos fray Pedro de Gante. Aunque ya existía
una diócesis, la Carolingia, fundada en 1519, las actividades misionales de los franciscanos tuvieron
como ámbito geográfico no los confusos límites de ésa diócesis, sino el ámbito conventual de sus
comunidades religiosas. Así, sus primeros trabajos misioneros los realizaron desde cuatro conventos
fundados estratégicamente el mismo año de su llegada a cuatro pueblos indígenas de suma importancia.
México-Tenochtitlan, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo, lugares que no tenían nada que ver con la
primera diócesis. Esta estructura conventual se consolidó con la llegada de las siguientes órdenes
misioneras, los dominicos (1526) y los agustinos (1533), en tal forma que si se quiere conocer la fun10
Francisco Morales y Oscar Macín, "La Iglesia en Nueva España: los proyectos fundacionales", en Gran
Historia de México ilustrada, No.7, Planeta-DeAgostini-Conaculta-Inah, México, 2001, pp, 125-129
dación de las primeras comunidades cristianas indígenas hay que hacer un recorrido de los antiguos
conventos de las órdenes religiosas.
Pero no sólo fue el ámbito geográfico lo que le dio peculiaridad a estos primeros años de la iglesia
novohispana. Fueron sobre todo los privilegios que la Santa Sede concedió a los misioneros, privilegios
que, en cierto modo, hacían innecesaria la presencia de los obispos, pues a no ser los actos exclusivos del
orden episcopal, como era la ordenación de sacerdotes, todos los demás poderes eclesiásticos los
detentaban los misioneros.
El documento más representativo de estos privilegios es el breve de Adriano VI, Exponi nobis, mejor
conocido como "Bula Omnímoda", concedido a los franciscanos el 9 de mayo de 1522. Este breve es un
documento eminentemente misionero. Sus contenidos están relacionados no tanto con la fundación de una
iglesia, sino con la actividad misionera de los frailes, a quienes se les confiere independencia de sus
superiores provinciales en España y se les sujeta directamente a los ministros y capítulos generales de la
orden. En el último párrafo de este documento se expresa que, puesto que la ocupación principal de estos
religiosos será la conversión de los indígenas, el papa concede que sus superiores "tengan, así para los
frailes... como para los indios convertidos a la fe cristiana o cualquier otro cristiano que los acompañase
en la obra de conversión, toda nuestra omnímoda potestad y autoridad así en el fuero interior como en el
exterior".
Esta "omnímoda potestad", objeto posteriormente de acaloradas disputas entre obispos y frailes, fue el
instrumento con el que las ordenes religiosas construyeron con toda libertad una cristiandad indígena que
tenía más semejanzas con la estructura de sus conventos que con la de las parroquias. De hecho, da la
impresión que los frailes en cuanto les fue posible, reprodujeron su forma de vivir en estas comunidades .
La recitación del oficio divino en las escuelas de niños, los cantores y "menestriles" para los oficios
divinos y la disciplinada organización de las actividades religiosas los pueblos, por cierto siguiendo las
antiguas formas "de gobierno temporal” de los indígenas, formaron parte básica del modelo que los frailes
usaron para establecer la iglesia en México.
La pugna entre ambos proyectos de iglesia es, ciertamente, uno de los temas más recurrentes historia
de Nueva España. Como se ha señalad los enfrentamientos entre regulares y seculares no se originaron
en Nueva España. Habían aparecido en la edad media tardía, cuando las órdenes mendicantes penetraron
poco a poco en los enclaves urbanos .Ahora bien, la iglesia nueva, local y misionera de los regulares en
las Indias, que diera a estos gran sensibilidad y hondo conocimiento de los naturales, no llegó a plantear
una organización alternativa a la de la cristiandad europea. La organización por parroquias mediante
beneficios (cargo de ministerio de asistencia espiritual a los feligreses que lleva aparejada una retribución
para el sustento del pastor), sujeta a la jurisdicción ordinaria encabezada por los obispos, fue desde
antiguo una solución indiscutida en la cristiandad occidental. No obstante, los frailes del siglo XVI en
Nueva España se asumían como los protagonistas de una fase primitiva dominada por una especie de
autarquía ajena a toda sujeción a las catedrales o iglesias de los obispos. Si los indios por ellos
cristianizados edificaban, reparaban y adornaban las iglesias y habitaciones de los frailes era porque en
aquéllas se les impartían los sacramentos y se les daba el "pasto espiritual". Sin embargo, más temprano
que tarde, la iglesia de los frailes adoptó muchos de los rasgos de la cristiandad europea mediante la cura
de almas en las doctrinas, en la que los religiosos, originalmente refractarios a la intervención de los
obispos en sus iglesias-convento, no siempre pudieron resistirles.
Cada proyecto de iglesia tuvo una visión diferente de los pueblos indígenas. Para algunos clérigos
diocesanos, o seculares, los indios eran asimilables a las poblaciones de infieles sometidas en el reino de
Granada al final de la Reconquista. La fundación misma de la iglesia en Nueva España llegó a concebirse
por algunas fracciones del clero secular en continuidad con la antiquísima tradición ibérica. Es decir, las
costumbres que las iglesias diocesanas de las Indias tenían recibidas de España no se abrían de reputar ni
medir por el corto tiempo que tenían de fundadas, sino "por la antigüedad y prescripción legítima e
inmemorial" de las iglesias de la península. Consecuentemente, se veía en los indios a futuros labriegos
cristianos, habitantes de aglomeraciones urbanas, como en Castilla, a quienes no necesariamente tendría
que mantenerse siempre separados de los pobladores españoles. No obstante las diferencias entre sí, los
frailes, especialmente los franciscanos, no compartieron esta visión. En su afán por erigir una iglesia bajo
el modelo de la de los primeros tiempos, vieron en los indios a neófitos en la fe cuyas antiguas creencias y
costumbres era preciso conocer a fin de evangelizarlos.
En esta forma se intentó su separación de la población española mediante la "república de los indios",
condición fundamental para poner en práctica sus ideales evangelizadores.
LECTURA8: Organización espacial de los pueblos conquistados 11
11
René García Castro, "Los pueblos de indios", en Gran historia de México ilustrada, $o 8, México, PlanetaDeAgostini-Conaculta-Inah, 2001, pp. 142-146.
Las sociedades mesoamericanas que conocieron los españoles a finales del siglo XV y principios del XVI
se caracterizaban por su compleja organización social y política de tipo señorial. Esto es, las sociedades
de nivel estatal que estaban asentadas en gran parte del territorio de lo que hoy es México y
Centroamérica estaban organizadas en un sin número de señoríos y la relación entre sí daba lugar aun
verdadero sistema señorial. Una de las formas más frecuentes con que se expresaba este sistema era a
través de una alianza regional o confederación política entre diversos señoríos individuales. Dicha alianza
se formaba casi siempre con fines defensivos o expansioncitas, según el caso. A las confederaciones más
grandes y exitosas desde el punto de vista político y militar se les ha venido, llamando "imperios".
Los ejemplos más conocidos son el imperio tenochca o también llamado de la Triple Alianza, con sede
en la cuenca de México, y el imperio tarasco o michoaque, que tenía su capital en la cuenca lacustre de
Pátzcuaro. El primero alcanzó a dominar los altiplanos centrales y sus costas adyacentes hasta el sur de
México, y el segundo la parte noroeste de la región mesoamericana. Pero también hubo otros señoríos y
confederaciones contemporáneas a los ya mencionados, que aunque menos conocidos son dignos de
recordarse, como la confederación tlaxcalteca y la cholulteca en el valle poblano; el señorío de Meztitlán,
que se localizaba entre la cuenca de México y la huasteca: el de Tututepec y el de Yopitzinco en la
vertiente del Pacífico, y los de la zona maya yucateca. Todos se mantuvieron como independientes y por
mucho más tiempo fuera del alcance de los grandes imperios de esa época.
No obstante, la institución básica de toda esta organización social y política mesoamericana era el
señorío. Debido a que la mayoría de los imperios tenía como norma conservar a los señoríos domina dos
y a sus dirigentes en una situación de sometimiento sin aniquilarlos, quedaban en calidad de señoríos
potenciales; es decir, si un imperio se desmoronaba, los señoríos sometidos podían recobrar su soberanía,
o bien, formar parte de una nueva alianza.
De una manera sencilla se puede definir a un señorío como un conjunto de gente que estaba unida por
lazos políticos y dominaba un territorio determinado, siempre bajo la autoridad absoluta de u líder o un
señor. Un rasgo digno de mencionar de estos señoríos es su amplia composición social multiétnica, es
decir, tenían una gran flexibilidad política para integrar grupos humanos ajenos o de lenguas distintas a
las de los señoríos anfitriones. Los nahuas del centro de México designaban al señorío con el término
altepetl (en plural tlatoque), mientras que los mayas denominaban al primero con el término batabil y al
segundo con el de batab; de igual manera existen nombres correspondientes en casi todas las lenguas
vernáculas mesoamericanas.
Los señoríos estaban subdivididos a su vez en un número variable de grupos señoriales más pequeños,
diferenciados unos de otros y que ocupaban una parte específica del territorio del altepetl, a los que se ha
llamado casas señoriales. Había varias palabras en náhuatl que designaban a estas casas, según su tipo, su
categoría y la región. Por ejemplo, entre los términos más conocidos están los de tecalli, tecpan, calpolli,
tlaxilacalli, pilcalli y huehuecalli. A principios de la colonia dichas casas señoriales también eran conocidas como barrios, estancias o sujetos. Y cada casa también tenía un líder o señor de menor jerarquía
que estaba subordinado al t1atoani, y al que se le denominaba en náhuatl como tecuhtli, calpoleque o
pilli, según el caso.
Dentro de cada señorío, y por supuesto dentro de cada casa señorial, convivían dos grupos o estratos
sociales principales. Por un lado, estaba el estrato dominante compuesto por individuos cuyas relaciones
de sangre y privilegios le daban el carácter de nobleza. Estos individuos eran designados de manera
genérica como pipiltin. Y, por otro, estaba el estrato dominado compuesto por la gente común o plebeya,
que tenía la obligación de pagar tributo y obedecer a los miembros de la nobleza. Estos individuos eran
llamados macehualtin. A este tipo de organización social dividido en estratos perfectamente diferenciados
y sancionados jurídicamente se le denomina de antiguo régimen, pero para diferenciarla de la sociedad
europea se le ha llamado de "antiguo régimen indígena".
Ahora bien, cuando los españoles iniciaron la conquista de México comenzaron por someter y aliarse
con señoríos dominados y confederaciones enemigas de la Triple Alianza. Tomada la ciudad de
Tenochtitlán en 1521, el imperio mexica fue derrotado de una vez por todas y para siempre, y a partir de
entonces no se permitió bajo ningún motivo ni circunstancia la existencia de los niveles más altos, de la
organización política indígena, excepción hecha de la confederación tlaxcalteca que sobrevivió como una
corporación política muy particular durante toda la colonia.
Los españoles denominaron a los aborígenes mesoamericanos con el término genérico de indios.
Poco después de la caída de Tenochtitlán. Cortés, capitán general de esta conquista, mando reunir a todos
los señores indios del centro México en su cuartel general de Coyoacán para confirmarles su autoridad al
frente de sus respectivos altepeme. A partir de entonces a estos señores confirmados se les llamó caciques
y a sus respectivos señoríos se les denominó pueblo de indios, pueblos de por sí o simplemente pueblos.
Y algo muy importante, el conquistador puso a cada cacique bajo el mando y encomienda de un español
quien supuestamente velaría por el bienestar físico espiritual de sus encomendados. En contraparte, el
cacique de cada altepetl tenía ahora la obligación de entregar el tributo de sus macehuales (en especie y
trabajo) a su nuevo amo, obedecer las órdenes de las autoridades coloniales y ser siempre fiel al rey
español y a la religión cristiana.
Cálculos recientes y aproximados registran una contabilidad de unos dos mil pueblos de indios
reconocidos por el gobierno colonial en la zona mesoamericana de nuestro país a mediados del siglo XVI.
Si se hace una recapitulación se puede observar que los imperios y las grandes confederaciones
políticas mesoamericanas fueron vencidas por las fuerzas españolas a principios del siglo XVI. Sin
embargo, los antiguos señoríos fueron reconocidos como organizaciones políticas básicas, sin nexo entre
sí y con una gran dependencia al gobierno colonial y la corona española. Es decir los señoríos fueron
convertidos en pueblos de indios autónomos unos de otros y este rasgo de atomización política y
territorial no sólo les acompaño hasta el final del periodo colonial, sino que se a partir de la segunda
mitad del siglo XVII.
El gobierno indio: entre caciques y cabildos.
Así como el establecimiento de la encomienda indiana ayudó a definir la conversión de los señoríos en
pueblos de indios y la de los tlatoque en casiques locales, también otras instituciones españolas
relacionadas con la administración de justicia y la organización religiosa (el corregimiento y la doctrina,
respectivamente) se basaron en los caciques y otras autoridades nativas para afianzarse y expandirse
dentro del mundo indígena. Este papel fundamental que jugó el gobierno nativo en épocas tan tempranas
provocó que la corona española y los dos primeros virreyes lo protegieran y alentaran, otorgándole una
personalidad jurídica propia dentro de] marco del derecho castellano.
En cada pueblo o altepetl se fue adaptando un cabildo de indios, que era una forma de gobierno municipal
de tipo español. Esto es, las distintas formas existentes de gobierno indio se fueron hispanizando, debido
en gran parte a los esfuerzos de los misioneros y en particular de los franciscanos. Estos misioneros
organizaron los primeros cabildos indios de Nueva España en Tlaxcala, el Valle de Puebla y la cuenca de
México entre 1540 y 1550. No obstante, hay dos hechos relevantes en esta fase: uno, la transformación
del cacique en gobernador, y dos, la creación de la figura de un juez alcalde indígena.
El cargo de gobernador no existía en la tradición de los cabildos castellanos, pero representó una muy
buena salida o adaptación funcional al principio de jerarquía piramidal del altepetl. Por ello se puede
afirmar que el cabildo castellano se "1ndianizó" en México. En este proceso los herederos de los antiguos
tlatoque fueron reconocidos a partir de esas fechas con el doble título de caciques---gobernadores. Sin
embargo, desde entonces se buscó hacer una clara distinción entre su condición y su puesto. Por un lado,
el concepto de cacique debía entenderse como sinónimo de noble con privilegios hereditarios y de sangre
atribuibles a la calidad de la persona, y por el otro, el concepto de gobernador debía concebirse más bien
como la función política que desempeñaba una autoridad delegada o elegida, pero que no necesariamente
estaba determinada por los lazos de sangre. Esto es, la función política del gobernador era susceptible de
ser retribuida y renovada como el resto de los cargos del cabildo de indios.
LECTURA 9. Encomienda 12
Fue una de las instituciones más importantes que estableció la Corona en sus colonias. Consistía en
encomendar un pueblo o grupo de indios, con sus tierras y posesiones, a un colono español, encomendero,
quien podía explotarlo para su beneficio a cambio de ofrecer a los indios sustento y educación en la fe
cristiana. Sistema de dominación y explotación de indios, apareció en 1503 en la Española; provocó la ira
de los religiosos que vieron en él la causa origen de la desaparición de la población indígena. En Nueva
España esa institución tomó visos menos esclavistas, pero no dejó de crear muchos problemas entre los
indios que se sublevaron contra los abusos; los españoles que aceptando quedarse a colonizar, deseaban
obtener mayor riqueza y poder; entre los misioneros que buscando evangelizar, entraban en conflicto con
el encomendero y denunciaron sus abusos; en fin, planteo problemas muy complejos a la Corona para
consolidar los territorios conquistados. Pero fue, sin embargo la institución base para vincular españoles e
indios y fijarlos a la tierra. Fue el mismo Hernán Cortés quien dio a la encomienda un carácter no sólo
económico sino también sociomisional, lo cual motivó al monarca a autorizar la institución de la encomienda en el resto de América a pesar de la resistencia que su solo nombre encontraba entre algunos de
sus consejeros y muchos de los misioneros. El conquistador dictó en 1524 las "Ordenanzas de Buen
Gobierno" y poco después las "Ordenanzas de buen Tratamiento a los Indios". Entre sus disposiciones
estaban las que imponían al encomendero promover la conversión de sus indios y la educación de los
hijos de caciques; debía sostener con su peculio la labor de los misioneros; no podía exigir oro a los
indios bajo pena de perder la encomienda; toda diferencia entre él y sus encomendados debía ser resuelta
por la justicia. También dispuso que los indios encomendados no podían ser empleados en las minas; que
12
Texto elaborado especialmente para esta Guía por Javier Pérez Siller.
la jornada finalizara antes de la puesta de sol; que hubiera reposo al mediodía; que las mujeres y los niños
sólo podían trabajar turnos espaciados cada treinta días, etc... Si bien los indios debían pagar el tributo
personal al encomendero, éste debía asegurar la conversión, la instrucción y la progresiva adaptación del
indio a la forma de vida de los europeos. La encomienda de indios se concedió primeramente en forma
vitalicia: a la muerte del encomendero los indios quedaban liberados de su obligación y al servicio de la
Corona. En 1536 se autorizó la encomienda por "dos vidas", se admitía que los indios pasasen a un
sucesor, al morir éste pasaban a la corona que podía volverlos a encomendar, como fue costumbre. Es
sistema fue suprimido paulatinamente a principios del siglo XVIII (por Real Cédula de 1720), así, los
tributos que los indios pagaban al encomendero pasaron a engrosar las arcas de la Real Hacienda.
LECTURA10. La minería colonial 13
Ante el agotamiento de los placeres auríferos, y de los indios, los españoles tornaron su mirada hacia el
pariente pobre del metal amarillo: la plata. Ello significó, por fuerza, cambios significativos en lo concerniente a la organización del trabajo de extracción del metal. Cierto, en ocasiones se halló plata nativa
cercana a la superficie, pero no olvidemos que ésta es una verdadera rareza; la obtención de ese metal en
cantidades suficientes para su uso práctico supone necesariamente la explotación de vetas subterráneas en
donde el mineral se halla con frecuencia en asociación química con otros elementos, en particular bajo la
forma de sulfatos o cloruros, y acompañado por otros compuestos de otros metales, como plomo, el zinc,
el estaño o el cobre.
El paso del lavado de arenas auríferas a la explotación de minas de plata, a partir de una época
tan temprana como la tercera década del siglo XVI, puede hasta cierto punto estimarse como "natural", si
considera la abundancia de filones de plata que los españoles encontraron en el territorio de lo que fue
Nueva España. Una simple mirada a la carta donde se nos representa la distribución de los "criaderos"
argentíferos en el México actual, nos da cuenta del enorme número de los mismos, así como de lo
homogéneo de su distribución tanto a lo largo y ancho de la Sierra Madre Occidental, como en la del Sur,
en el Eje Neovolcánico, y en numerosas de las cadenas montañosas que atraviesan el gran altiplano
septentrional.
El inicio de la explotación en forma de este tipo de yacimientos en Nueva España debe fecharse hacia
principios de la década de 1530 y es interesante constatar cómo existió, en realidad, una correlación
bastante estrecha entre la explotación de placeres auríferos y la apertura de las primeras minas de plata en
Nueva España.
No es casual, en efecto, que muchas de las primeras minas de plata se descubrieran justo en regiones
situadas sobre la vertiente occidental del eje Neovolcánico y muy especialmente en la Sierra Madre del
Sur, es decir, en zonas muy cercanas a aquéllas en donde se explotaban más intensivamente los
yacimientos de oro. Ejemplos de ello son Zunpango del Río (al sur del Balsas), Sultepec, Amatepec y,
desde luego, Taxco, todas ellas descubiertas entre 1531 y 1532. Esta zona se convirtió rápidamente en la
primera gran región platera de Nueva España, y a principios de la década 1540 aparecieron allí nuevos
minerales, como los de Zacualpa, Tejupilco y Temascaltepec. La razón de esta primitiva distribución
geográfica era de hecho muy simple: se trataba de aprovechar los sistemas de acopio de mano de obra
forzada, que habían servido hasta entonces para la explotación de placeres. Sabemos positivamente que
numerosos esclavos e indios de encomienda (que habían sido reducidos en los lavaderos a una virtual
esclavitud) fueron empleados para la apertura de aquellas primeras minas de plata. De hecho, durante las
décadas de 1530 y 1540, la mayor parte de la mano de obra en las minas de Taxco, Sultepec y otros reales
de la zona fue esclava.
Durante los primeros tiempos, la extracción de los minerales de plata no significó demasiadas
complicaciones desde el punto de vista técnico. Al ser abundantes las vetas vírgenes, la explotación se
realizaba de manera más o menos extensiva; se preferían los minerales blandos, ricos en compuestos de
plata (en particular argentina y cerargirita) y fuertemente oxidados de la superficie. Cuando en alguna
veta esta clase de minerales comenzaba a escasear, lo más simple era abandonar la mina y abrir otra en un
lugar cercano para recomenzar el proceso. Además de la relativa facilidad con que eran arrancados, estos
minerales superficiales tenían la ventaja de ser fácilmente procesables por medio de fundición. Para este
proceso, el mineral era lavado para ser separado de su ganga, molido (a mano o con la ayuda de ruedas de
molino), para después ser introducido en pequeños hornos alimentados por fuelles de cuero.
Como puede verse, con todo y su abundancia, la obtención de plata era, ya de entrada, una tarea harto
más compleja que la explotación de los placeres de oro y supuso, desde un principio, la organización de
13
Salvador Álvarez, "La minería colonial", en Gran historia de México ilustrada, No.11, Plantea-DeAgostiniConaculta-Inah, México, 2001.
equipos de trabajo dotados de una cierta disciplina y de cuando menos un pequeño grado de especialización. Una vez localizada la veta era necesario, por principio de cuentas, dirigir los trabajos de
modo que los barreteros encargados de arrancar directamente el mineral aprendieran a distinguir y seguir
los filones más ricos y a seleccionar las mejores piedras. Es por ello que, desde un principio, el de
barretero fue conformándose como una suerte de oficio especial dentro del trabajo minero, y algunos de
ellos llegaron a ser muy apreciados por su habilidad y experiencia.
Para el resto de las operaciones, como el transporte del mineral desde la mina hasta el lugar de su
refinado, el molido del mismo, el corte de leña o la preparación de carbón, eran empleadas otras
cuadrillas de trabajadores menos especializados.
Sin embargo, muy pronto los mineros se dieron cuenta de que no todos los metales eran igualmente
dóciles para el proceso de fundición. Conforme los minerales superficiales se agotaban, los trabajos
mineros se hacían más profundos y se alejaban, por lo tanto, de las zonas de fuerte oxidación. Aparecían
entonces minerales cada vez más duros y pobres y era necesario gastar mucha más leña o carbón vegetal,
e incorporar fuertes cantidades de fundente, generalmente plomo o litargirio (óxido de plomo), para
obtener plata pura. Todo ello significaba rápidos aumentos en las necesidades de mano de obra e
implementos para los mineros.
El abasto de implementos y, sobre todo, de mano de obra, se convirtió, desde un principio, en uno de
los elementos primordiales para el éxito de cualquier explotación minera. Poco a poco, la actividad se fue
extendiendo hacia zonas un tanto más alejadas de las regiones de los lavaderos de oro y los traslados de
mano de obra forzada de unos a otros se hicieron más complejos. A principios de 1540 se abrieron, por
ejemplo, las ricas minas de Ixmiquilpan, cercanas a otro mineral que pronto se haría famoso, que fue el de
Pachuca, cuya explotación se inició formalmente en 1552. Sin embargo, el éxito y la permanencia de
estos dos centros mineros, en particular el segundo, no hubiera sido posible de no haberse encontrado en
pleno centro de una región densamente poblada, lo cual permitió que fueran abastecidos de mano de obra
y alimentos, con recursos de los pueblos aledaños de encomienda y repartimiento. Este fue un sistema de
abasto que si bien con el tiempo perdió una parte de su importancia, tuvo una larga vida; se sabe, por
ejemplo, que todavía a principios del siglo XVII se enviaban a Pachuca tandas de 650 tributarios y se
recogían para ese real 2,500 fanegas de maíz anuales de tributos de pueblos de indios.
La fundación del real de Zacatecas en 1547 es, sin lugar a dudas, uno de los eventos más importantes
en la historia de la minería novohispana. A pesar de su lejanía de los grandes centros de población, en
1550 ya existía allí un asentamiento de relativa importancia con 35 mineros poseedores de casas y
cuadrillas de trabajadores en total, a lo que se sumaban otros 25 vecinos que poseían casas, mas no minas
y 100 pobladores españoles más allegados a los primeros. Había en total 72 moradas de españoles, 235
casas para esclavos indios y 80 ingenios para metales. Cuatro años después, en 1554, se contaban ya 300
españoles y unos 1500 indios de servicio en las minas. A partir de entones, Zacatecas viviría un lago
periodo de estabilidad en cuanto a población, situándose su número de vecinos en alrededor de 300, con
una población española flotante cuando menos igualmente importante y con un par de miles de indios de
servicio de planta; todo ello hizo de Zacatecas, y de lejos, el asentamiento más poblado de la Nueva
Galicia. Por su parte, la extracción de plata en Zacatecas creció acorde a la importancia de su
poblamiento. Hacia 1559, que es el primer año del que se cuenta con cifras fidedignas, la producción
local totalizaba los 84,695 marcos (recordemos que un marco era igual a 8,125 pesos) para ubicarse al año
siguiente en los 103,006 marcos y alcanzar su punto culminante en 1573, cuando llegó a los 165,910
marcos esto es 1, 348,018 pesos, con seis tomines.
Sin embargo, el secreto del auge y rápido éxito de Zacatecas se encuentra en los grandes traslados de
gente e insumos de todo tipo que llegaron hasta esas minas, de la Nueva Galicia, principalmente pero
también de la propia Nueva España.
Puede decirse que, a finales del siglo XVI, una primera geografía de la plata se había ya configurado
para Nueva España en sus rasgos esenciales. En el centro de Nueva España, en la gobernación del mismo
nombre, se hallaba en pleno funcionamiento una serie de importantes centros mineros, entre los que
destacan los ya mencionados de Sultepec, Pachuca y Zumpango, junto con otros como Zacualpan,
Cuautla, Tlalpujahua, Temaxcaltepec y Ozumatlán, por sólo citar algunos. A éstos habría que añadir otros
dos importantes reales de minas que si bien se hallaban ubicados ya en los límites de la altiplanicie
septentrional, pertenecían también a la gobernación de Nueva España: Guanajuato, abierto en 1550, y San
Luis Potosí cuyo poblamiento original se inició hacia 1592. Eran todos éstos los que formaban en ese
momento el "corazón" minero del virreinato, y eran m más importantes en conjunto que las minas
norteñas, incluidas las de Zacatecas y las del resto de la Nueva Galicia y Nueva Vizcaya.
Al alborear el siglo XVIII, la minería novohispana había alcanzado ya un cierto grado de madurez que
la colocaba como una de las actividades básicas y permanentes en la vida del virreinato. La geografía de
la plata se había extendido hacia nuevos horizontes y, aun con altibajos, los más importantes centros
mineros fundados en los siglos anteriores no sólo seguían en pie, sino que poco a poco se había de-
sarrollado en ellos una importante infraestructura: se encontraban en construcción grandes tiros y
socavones y las haciendas de minas eran ya mucho mayores en tamaño y, desde luego, en capacidad de
producción. Todo ello era el resultado de generaciones de esfuerzos acumulados.
LECTURA11. El régimen de trabajo indígena: repartimiento y peonaje
Consulta en tu biblioteca el artículo de Alejandra Moreno Toscano «La República de los españoles», en
Historia General de México, Tomo 1, El Colegio de México, México,1981, pp. 427-450, y lee la parte
relativa al Régimen de trabajo indígena: repartimiento y peonaje.
LECTURA 12: Las haciendas 14
Los despojos a los pueblos de indios se hicieron cada vez más frecuentes en los lugares más densamente
poblados desde tiempos prehispánicos. En los apartados y menos poblados, desiertos en gran medida, el
simple avance de los cultivos y, sobre todo de los ganados, que se reproducían rápidamente al aprovechar
pastos vírgenes, impusieron los ”límites". Se poseía sin títulos; pocas eran las propiedades cuyos títulos
correspondían a su extensión, pese a las muchas mercedes de tierras que se otorgaron y se extendieron en
los años posteriores la Conquista. Los propietarios españoles y criollos acusaban a los indios de
maliciosos, de abusar de la protección que se les daba para defender sus tierras, pues extendían los límites
más allá de lo que por derecho y por necesidad les pertenecía o debía pertenecerles. A los propietarios de
ganados españoles sé les obligó legalmente a cercar sus tierras, con objeto de impedir los daños en las
sementeras de los indios.
Sea la que haya sido la política agraria, la protección a los indios, su malicia, la voracidad de los
españoles y el celo de las autoridades, lo cierto es que los pleitos que se refieren a tierras y aguas
continuaron. Hacia el norte la ocupación del terreno no conoció estas imitaciones. Ganados trashumantes
que cruzaban las tierras de indios bárbaros no presentaban problema para las autoridades, al contrario,
iban abriendo la posibilidad de asentamiento y aprovisionamiento para los reales mineros, enclavados en
regiones inhóspitas.
Pero hacia 1580 y años posteriores, de 1600 en adelante, los ocupantes de la tierra se vieron obligados
a componer (éste fue el término, oficial que se usó) su situación frente a las autoridades; y al hacerlo se
fueron convirtiendo en legítimos (no siempre legales) "señores de la tierra". El paso de la ocupación de
hecho a la propiedad legal fue resultado de la política de la Corona, pues, urgida de fondos, vio en la
venta de las tierras que conforme a derecho le pertenecían una entrada segura de recursos. Componían
pagando un derecho sobre lo indebidamente poseído. Así, las confirmaciones y las composiciones fueron
un ingreso para el Real Fisco. Pero el hecho es que por la amenaza de perder lo ya titulado, en ocasiones,
o lo simplemente poseído, en otras, se trataba de legalizar una propiedad de la mayor extensión posible;
se quería seguridad ante cualquier problema de límites. Hacia 1650 encontramos grandes extensiones
apropiadas con títulos en las estepas del norte, en la Huasteca, y en otros lugares de menor población.
La Mesta, que en España era la unión de dueños de ganados trashumantes, en Nueva España vino a
ser la unión de estancieros; allá se perseguía el aprovechamiento de pastos comunes y rastrojos de los
campos de cultivo, acá el fortalecimiento de propiedades en expansión. En el siglo XVII, la palabra
hacienda, que significaba haber o riqueza personal en general, se fue aplicando para designar una
propiedad territorial de importancia. La hacienda era el haber seguro, la tierra que podía exhibirse
orgullosamente como propiedad de una familia. Pasó a ser la unidad económica por excelencia en Nueva
España; se convirtió en unidad autosuficiente; atrajo población de pueblos de indios, y otra población dispersa se fue asentando también en las haciendas; mantuvo servicios religiosos y aprovisionamiento seguro. Todo esto, en estrecha relación con los cambios importantes en el régimen del trabajo, favoreció el
desarrollo y estabilidad de la hacienda en el centro y el norte de la Nueva España. Los dueños adquirieron
una autoridad de hecho parecida a la de los señores tradicionales; es sabido que los grandes hacendados
llegaron a tener, ya desde el XVII, grupos de hombres armados y bien organizados para defender sus
tierras y para imponer el orden dentro de la "jurisdicción" de la hacienda.
Había un afán de acumulación de tierras, no tanto por su significado económico, sino por el prestigio
y el poder, que servían para encubrir muchos remiendos económicos y legales de familias, cuyos bienes
pasaban de prendas a embargos, como se advierte al seguir los documentos de los mayorazgos de la
Nueva España. Hubo grandes propiedades territoriales organizadas como verdaderas empresas económicas. Pese a que las órdenes religiosas no tenían legalmente el derecho de comprar y vender tierras, se
fueron adueñando de buenas extensiones, gracias a los mercedes que se les hacían y a las donaciones de
piadosos creyentes. Las órdenes, como comunidades bien organizadas, resultaron mejores
14
Alejandra Moreno Toscano, “Las Haciendas”, en Historia general de México, T.I, El Colegio de
México, México, 1976,pp. 427-450.
administradores que los grandes señores. Como verdaderos maestros en la administración sobresalieron
los jesuitas; sus propiedades fueron las más productivas. Los
documentos de contabilidad de sus empresas sorprenden por su claridad: las construcciones, por su
magnificencia y utilidad; los campos y ganados por su efectiva productividad; y en las relaciones de
trabajo hubo un mejor orden y eficacia. La hacienda, ya en manos de particulares, ya en manos de órdenes
religiosas, dominaría por siglos el paisaje de la producción agropecuaria del país.
TEMA 5. Funcionamiento de la sociedad.
La sociedad novohispana no es totalmente europea, ni totalmente india, es una sociedad
heterogénea que contiene elementos españoles e indígenas, pero abundan en ella
también los elementos árabes y africanos. Las jerarquías sociales se fueron imponiendo
a partir del origen racial -las diversas castas-, territorial -peninsulares, criollos-,
estamental -oficios, profesiones, puestos públicos, militares o eclesiásticos-, así como el
lugar que ocuparon en las diferentes esferas sociales. Para reinar, la Corona estableció
una organización política fincada en un gobierno -altos funcionarios, administradores y
fiscales y una división administrativa del territorio -audiencias, provincias, ciudades,
villas, pueblos y congregaciones-, a través de las cuales se agrupaba a la población y
ejercía el poder en la Nueva España. Poco a poco, los diferentes actores y grupos fueron
construyendo representaciones propias de la sociedad Y de su funcionamiento, que se
expresaron en múltiples manifestaciones como la música, los bailes, las ceremonias o
ritos religiosos, las bellas artes, y que alimentaron así una variada y rica vida cotidiana.
¿Cómo funciona esa compleja organización multiétnica? ¿Qué representaciones hemos
retenido de ella?
Objetivo: Caracterizar el funcionamiento de la sociedad colonial ( grupos sociales y
estamentos) y su organización gubernamental.
Conceptos: estratificación social, gobierno virreinal.
Habilidades: identificar los grupos sociales que integran a la sociedad colonial, análisis
del funcionamiento del gobierno y la administración virreinal.
Actitudinales y valores: Respeto a las diferencias culturales y su forma de
organización.
Ayuda didáctica para el alumno: El virreinato contaba con formas de organización y,
funcionamiento complejas, de las cuales aún quedan huellas, por ejemplo un cierto tipo de
burocracia. En este tema te invitamos a identificar diversas estructuras del gobierno, de la
administración y de la sociedad con el fin de que logres integrarlas en un todo para descubrir o
imaginar la manera de funcionamiento de la sociedad novohispana. Además encontrarás algunas
representaciones que se hicieron en esa época donde te sugerimos que trates de reconocer a la
sociedad y evalúes las distancias que existen entre la representación de la sociedad y lo que conoces
de ella. ¿Por qué existen esas distancias? ¿tienen alguna intención o significado?¿la sociedad
mexicana que nos representamos corresponde realmente a la real?
&ociones para reflexionar:
Castas: palabra de origen portugués (casto que quiere decir puro) aplicada para designar el sistema
de organización social de la India. Comprende una división rígida y jerarquizada de la población, un
estatus hereditario y una especialidad funcional (la casta sacerdotal, guerrera, etc.). Las castas
permanecen cerradas en sí mismas; las aristocráticas jamás se mezclan con las demás, aunque las
demás puedan ser más flexibles entre ellas. En la Nueva España las castas se confunden con su origen
racial y territorial; por la diversidad racial (españoles, indios y negros) existieron una gran variedad de
clasificaciones. Así, se dice español, nacido en la península de padres españoles; criollo, hijo de
españoles nacido en México; mestizo, hijo de español e india; castizo, hijo de mestizo y española;
mulato, hijo de española y negro; morisco, español y mulata, etcétera. En general las castas ocuparon
un lugar en la estratificación de la sociedad del que sólo algunos podían salir. Por ello ciertos
estudiosos asimilan determinadas castas a la noción de clases sociales, apoyados más en su posición en
las relaciones productivas. Lo cierto es que los negros y los indios fueron, son aún, las clases más
desfavorecidas y explotadas.
Administración: son los aparatos con los que cuenta el Estado, y que disponen los gobernantes,
para ejercer el gobierno, es decir el poder en la sociedad. Su objetivo es servir a las necesidades
sociales, por ello se habla de administración pública, diferenciándola de la administración privada. El
poder del estado se ejerce por medio de la administración y la burocracia que maneja la administración
es, también, un poder en el estado. Se dice tecnocracia al régimen donde los especialistas de la
burocracia han concentrado el poder. También se dice "no hay peor lacra que la burocracia".
Gobierno: tiene dos acepciones prácticas, designa al conjunto de las personas que ejercen el poder
político, o sea que determinan la orientación política de una cierta sociedad, así como al conjunto de
órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del poder, y en este caso se asocia la
palabra poder del estado. Pero esto se aplica a los estados modernos, es decir a los aparecidos en
occidente desde el siglo XVI. En el medioevo el gobierno se concentra en los señores feudales o en los
nobles de las ciudades- Estado. En el siglo XVIII, se decía del gobierno "la manera en la que se ejerce
la soberanía en cada estado"; pero se advierte que "la destrucción de un gobierno por la conquista
prepara un nuevo gobierno; el uso de la fuerza no es más que una injusticia de más: toda potencia
soberana y legítima debe emanar del consentimiento de los pueblos". Hay diferentes formas de
gobierno -democracia, aristocracia, monarquía, tiranía, tecnocracia, etcétera- dependiendo en cuáles
actores políticos deposite su soberanía el pueblo.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Bernardo García Martínez, "La naciente Nueva España", en Gran historia de México ilustrada, No.2
Planeta-Conaculta-INAH, México, 2001.
LECTURA 13. La división estamental del virreinato 15
La estructura social de la Nueva España se ha presentado bajo la forma gráfica de una pirámide. Su
cúspide la ocupaba la minoría dirigente extranjera, que se diferenciaba del resto de la población por la tez
blanca, la cultura y su posición social y económica. El virrey, los funcionarios de la Real Audiencia, los
altos dignatarios de la Iglesia y de la Inquisición, los numerosos alcaldes mayores y magistrados
judiciales, los directores de las instituciones religiosas y educativas componían al grupo de gobernantes
europeos. Detrás de ellos brillaba el fulgor del monarca español, con todo el peso de su política y su
dominio incontestado en los asuntos jurídicos, militares y hacendarios.
A mediados del siglo XVI se consolidó el fenómeno social que acompañó a la dominación
política: la diversidad étnica de la población nativa se multiplico con el arribo de contingentes blancos,
negros y asiáticos que, al cruzarse entre sí (miscegenación), produjeron la contrastada población mestiza:
llamadas "castas". De esos grupos, el más numerosos era el de los negros y mulatos, que desde principios
siglo XVII sobrepasaba al de los blancos y mestizos. Era un grupo de gran movilidad social, que se
mezcló, con rapidez con indios y blancos y ocupó los mandos medios en los trabajos de las áreas rurales y
urbanas.
Aun cuando las "castas" eran numérica y socialmente importantes desde mediados del siglo XVI,
casi no se les registra en ese siglo ni en el siguiente. En la medida en que eran el fruto de relaciones
sexuales no formalizadas, llevaron una vida social oculta o disfrazada. Este grupo vino a ser el más
discriminado por las leyes escritas y no escritas, y contra el concentraron los mayores prejuicios sociales.
De todos los grupos que en el siglo XVII participaron en la nueva configuración social del
virreinato, el de los criollos fue el único que creó una identidad propia, interna y externamente recocida.
La palabra. criollo significaba ser nacido en Nueva España de padres españoles o europeos. Los primeros
criollos basaron su prestigio en las hazañas realizadas por sus padres, y por eso proclamaron con orgullo
15
Enrique Florescano, "La diversidad étnica y cultural del virreinato", en Etnia, Estado y $ación, Aguilar,
México, 1999, pp. 09-242.
su ascendencia hispánica. Siguiendo el modelo de los conquistadores, sus descendientes agregaron a las
glorias de sus padres títulos imaginarios de nobleza y afirmaron que procedían de familias de buenos y
viejos cristianos; en otras palabras, declararon que eran hidalgos, hijos de alguien que tenía el aura del
abolengo.
La posición de los criollos entró en crisis cuando la Corona española los despojó de las
encomiendas e instaló en el virreinato una burocracia de funcionarios peninsulares que los excluía de los
puestos directivos. A fines del siglo XVI, el resentimiento criollo por el deterioro de su situación social se
expresó en coplas y refranes populares contra los "gachupines", los españoles que venían a "hacer la
América", permanecían unos cuantos años en ella y regresaban enriquecidos a España.
El problema que perturbó a las sucesivas generaciones de criollos fue de identidad. Los criollos
eran americanos por nacimiento, y desde la segunda o tercera generación lo eran por destino: su vida y
aspiraciones sólo podían cumplirse en la tierra donde habían nacido. Su identidad con la tierra propia se
verificó a través de un mecanismo de apropiación física y cultural que poco a poco volvió entrañable el
medio ajeno. A través de un proceso continuo, los criollos hicieron el inventario y la apología de la
naturaleza americana, magnificaron sus diversos productos y crearon los primeros símbolos de identidad
de la patria americana.
En el siglo XVII, el propio crecimiento del grupo criollo, su asentamiento en el vasto territorio y
su participación en las más diversas actividades lo convirtieron en parte del grupo gobernante.
Un estudioso de la composición social del virreinato llegó a la conclusión de que en esa sociedad
"el lugar de una persona no derivaba en última instancia de la función económica, sino de las cualidades
étnicas y culturales reconocidas en la ley". La sociedad colonial estaba organizada por principios de orden
y jerarquía rigurosos. Lo que distinguía a ese tejido era su composición estamental y su rigidez jerárquica.
La división principal separaba al grupo gobernante de origen extranjero de la fraccionada población
nativa. A su vez el grupo gobernante más amplio, integrado por la "gente de razón" española y americana,
estaba partido en estamentos: altos funcionarios, clero, órdenes religiosas, comerciantes y un número
infinito de cofradías, por ejemplo, fue un organismo estamental que floreció en grupos sociales muy
variados, pues desde el siglo XVI las había de indios, negros y mulatos libres, o de grupos comerciantes
blancos ricos y de artesanos pobres. Era una institución de origen español.
En España y sus colonias, la sociedad, el derecho y el Estado no consideraban a los individuos en
tanto tales, sino en cuanto pertenecientes a un estamento, grupo o corporación. Así la pertenencia a una
cofradía otorgaba al individuo el acceso a una institución que brindaba formas de sociabilidad, de
representación, protección y prestigio. Además, era requisito para pertenecer a una hermandad ser católico y persona reconocida en conducta personal y profesional; ser miembro entonces, equivalía a poseer
un timbre de honor y dignidad.
En lugar de pensarse partes de un mismo conjunto social, cada
estamento hacía valer lo que lo distanciaba de los otros, y libraba una batalla insobornable para mantener
sus privilegios. De este modo, los continuos conflictos entre los grupos provocaron el efecto de reafirmar
sus diferencias. Paradójicamente, la estabilidad de esa sociedad se basó en la presencia de esas
diferencias, pues se creó una suerte de pesos y contrapesos entre los grupos, regulados por la autoridad
del monarca y sus representantes.
Para ser respetado, el orden jerárquico tenía que ser reconocido por sus miembros y expresarse
en imágenes aceptadas por la mayoría de la población. Para esos fines la sociedad colonial creó diversas
representaciones que publicaban la desigualdad de su estructura social. Una de las más repetidas era la
procesión, un desfile ordenado de sus diferentes cuerpos, donde cada uno ocupaba el lugar que correspondía a su rango. Al desfilar engalanada por las principales calles de la ciudad, con ocasión de una
conmemoración especial, la sociedad se representaba a sí misma.
Los "cuadros de castas" comenzaron a aparecer en México (y también en Lima, Quito y otras
partes) en la primera mitad del siglo XVIII, y su propósito fue mostrar los distintos tipos raciales que
resultaban de las relaciones sexuales entre las diversas razas. En todos los cuadros se representa a un
hombre y a una mujer de procedencia racial distinta, y su progenie, señalado en cada caso el color de la
piel, de las características físicas el tipo de indumentaria y las ocupaciones a que se dedicaban. Quienes
primero estudiaron estas muestras de la variedad étnica americana las tomaron como testimonio fidedigno
del mestizaje biológico, y propusieron complicadas estimaciones de la "sangre" o "raza" que le
correspondía a cada casta.
Los nombres que en estos cuadros se dan a las mezclas de las diferentes razas, con excepción
algunos usados corrientemente (mestizo, castizo, mulato, morisco), eran tan rebuscados que no hay huella
de uso en la realidad social de las ciudades americanas. Lo más seguro es que estas pinturas comenzaran a
multiplicarse bajo la forma de “curiosidades americanas”, como pinturas “costumbristas" que la gente de
la corte virreinal enviaba a sus equivalentes de España.
Por ese origen y por sus características estilísticas e iconográficas, los "cuadros de mestizaje"
pueden tomarse como una tipología de los grupos étnicos de Nueva España o del mundo colonial
americano. No constituyen un retrato de la realidad social de esos países, y menos un método de
clasificación racial riguroso. Pero en este caso, los “cuadros de mestizaje” fueron los retratos más
convencionales que de sí misma fabricó esa sociedad. Más que flejar la variedad de la población de ese
tiempo, son una muestra de los estilos pictóricos e iconográficos de moda entonces y un instrumento de
los grupos dirigentes para consagrar la desigualdad social.
Con todo y su rigidez estamental, la sociedad novohispana tenía gran movilidad y sus diferentes
grupos eran continuamente transformados por la permeabilidad de los individuos, que se afanaban por
subir de los peldaños más bajos a los más altos o en trocar su posición social disminuida por una más
apreciada.
Lectura 14: El Gobierno virreinal 16
Las instituciones y personas que gobernaron a la Nueva España durante la colonia fueron las siguientes,
en orden de importancia.
El rey. A lo largo de toda la historia colonial el rey de España fue la autoridad suprema. En la época de la
conquista de México el monarca en quien recayó la responsabilidad efectiva del gobierno fue el
emperador Carlos I de España y V de Alemania. Su política fue fundamentalmente absolutista, es decir,
concentrando en la corona poder absoluto, de manera que la voluntad real no tenía límites legales y
constituía la ley suprema. Los reyes gobernaron, pues, a México desde España basándose en los informes
que recibían, interviniendo personalmente en raras ocasiones ya que delegaron la autoridad en
instituciones que actuaban en su nombre. Jamás un rey de España visitó México ni ninguna otra de las
colonias españolas en América.
El Real y Supremo Consejo de las Indias.Fue la autoridad subordinada de más alta categoría creada por
el rey para gobernar las colonias en América, con un grupo de ministros nombrados por él. Las funciones
del Consejo de Indias abarcaban toda clase de asuntos, incluso los relativos al aspecto administrativo y
financiero de la Iglesia en las colonias. Las decisiones, sentencias, leyes y acuerdos del Consejo
representaban de la manera más directa la voluntad real, y como el rey, el Consejo gobernaba desde
España, donde tenía su asiento. La autoridad del Consejo era, pues, enorme y comprendía, para decir en
términos actuales, la correspondiente a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
La Audiencia. Durante La Conquista y su consolidación fue Hernán Cortés quien gobernó en la Nueva
España, sin embargo muy pronto el rey lo privó de su autoridad al establecer un órgano gubernamental
superior que se llamó la Audiencia de México. Este órgano, como el Consejo de Indias, estaba integrado
por varios magistrados llamados oidores, fungiendo uno de ellos como y como el rey, el Consejo
gobernaba desde España, donde tenía su asiento. La autoridad del Consejo era, pues, enorme y
comprendía, para decir en términos actuales, la correspondiente a los poderes legislativo, ejecutivo y
judicial.
En la Nueva España hubo Audiencia antes de la creación del cargo de virrey, y en ese tiempo fue la
autoridad más alta de la colonia, aunque, desde entonces, su poder no incluía asuntos militares, ya que
estos correspondían al Capitán General (ejercido en un principio por Hernán Cortés) ni asuntos relativos a
la hacienda y los impuestos, que estaban al cuidado de funcionarios llamados oficiales reales. El gobierno
de la primera Audiencia fue desastroso por los terribles abusos que cometieron los oidores, al grado de
que estuvieron a punto de provocar una rebelión. La segunda Audiencia, en cambio, fue ejemplar, de ella
formó parte don Vasco de Quiroga que después fue obispo de Michoacán y un gran benefactor de los
indios de esa región. Además de la Audiencia de México existió la que se llamó Audiencia de la Nueva
Galicia, o sea la de Jalisco. Residía en la ciudad de Guadalajara y era subordinada de la Audiencia de
México. Ambas se mantuvieron a lo largo de toda la historia colonial.
El virrey y otros funcionarios. La pésima administración y desmanes de la primera Audiencia, entre
otros factores, mostró la necesidad de que residiera en México un funcionario que representara en la
colonia a la persona del monarca. El título que se le dio a ese funcionario fue el de virrey, palabra que,
precisamente, quiere decir el que está en lugar del rey. Los poderes y facultades del virrey fueron muy
amplios. En él se depositó toda la acción gubernamental y administrativa de la colonia que se había
concedido a la Audiencia, y ésta quedó a ese respecto como un órgano que auxiliaba al virrey, puesto que
éste era el presidente titular de la Audiencia. Sólo en los casos en que faltaba el virrey por muerte u otra
circunstancia, la Audiencia recobraba provisionalmente su poder mientras el nuevo virrey tomaba las
riendas del gobierno. El poder de la Audiencia como tribunal de justicia quedó intacto, porque en esos
asuntos el virrey no tenía facultades. El virrey, además, ostentaba el cargo de capitán general y era el jefe
supremo en asuntos militares. En una palabra, el virrey fue la autoridad local suprema y su poder subsistió
durante todos los años de la historia colonial. Del virrey dependían una multitud de empleados y
16
http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/1536-El-gobierno-colonial
autoridades subalternas por medio de las cuales gobernaba el enorme territorio bajo su mando. De esas
autoridades las más importantes fueron los alcaldes mayores y los corregidores, que residían en las
principales ciudades de provincia. En la época final de la colonia, las extensas regiones del norte del
virreinato fueron sujetas a gobiernos especiales llamados Comandancias de las Provincias Internas, y
además todo el territorio de la colonia fue dividido en porciones que se conocían con el nombre de
Intendencias. Los funcionarios que gobernaban las nuevas entidades le restaron poder a los virreyes,
aunque éste fuera de todos modos el jefe supremo.
Visitadores. Eran enviados del rey, investidos de gran autoridad y su labor era la de inspeccionar y
revisar la conducta de las autoridades, virrey incluido, y de imponer suspensiones y penas. Generalmente
los visitadores eran enviados cuando ocurrían alborotos graves que alteraban la tranquilidad y el orden
públicos, cuando había sospecha de malos manejos financieros, o cuando estaba en peligro la fidelidad de
la colonia al rey, como en el sonado caso de la llamada "Conjuración del marqués del Valle" que fue el
intento del hijo de Hernán Cortés y de un grupo de encomenderos ricos de separar la Nueva España para
convertirla en un reino independiente o cuando José de Gálvez, villano visitador se encargó de la
expulsión de los jesuitas.
Juicio de residencia. Más que una institución era una instancia y consistía en una investigación pública
acerca del modo en que un empleado o un funcionario había desempeñado su cargo, particularmente
acerca del manejo de la hacienda. En casos importantes, como eran los relativos al gobierno y honradez
de los virreyes, la investigación la llevaba a cabo un juez especial enviado desde España. El juicio se
llamaba de residencia, porque se llevaba a cabo en el lugar en que había residido el funcionario enjuiciado
y porque no se podía ausentar de él sin dejar un apoderado que respondiera a los cargos.
Ayuntamientos. A las ciudades y pueblos se les reconocía personalidad como entidades independientes
en todo lo relativo a sus intereses particulares. Para la representación legal y administración de esos
intereses las ciudades o pueblos tenían unos funcionarios y empleados que, reunidos en un cuerpo de
gobierno, tomaban el nombre de ayuntamiento, porque esta palabra significa, precisamente junta o
reunión de personas. A los ayuntamientos, pues correspondía resolver, reglamentar y ejecutar todo lo
concerniente a la vida de la ciudad y a su desarrollo físico. Es imposible enumerar la multitud y gran
variedad de asuntos que caían bajo el gobierno del ayuntamiento, pero para dar una idea de ello pueden
decirse que, en términos generales, eran los que hoy corresponden a los gobernadores actuales.
Puesto que la ciudad de México era la mayor y principal de todas las ciudades de la Nueva España, su
ayuntamiento también gozó de igual preeminencia. Pero a este respecto es muy necesario subrayar el otro
motivo de su importancia en la vida de la colonia. En efecto, como el ayuntamiento era una autoridad que
no procedía directamente del rey, sino que era de origen local y representativa de los colonos,
inevitablemente se convirtió en el órgano defensa de los intereses de aquéllos en la creciente pugna con
los intereses cada vez más absorbentes de la corona. Y fue así que, encabezando a los ayuntamientos de
las otras ciudades, el de México adquirió una fuerza política y social a cuyo amparo se incubaron los
anhelos de libertad y de independencia.
TEMA 6. La integración de la &ueva España al sistema mundo
En los últimos decenios se ha dado una discusión sobre el carácter de la Nueva España
frente a su metrópoli. Algunos la consideran una colonia, equiparándola a las colonias
de los imperios inglés o francés de los siglos XVII a XX; ponen el acento en las
relaciones económicas o de dominación política que la hacen depender en su autonomía
y en la utilización de su riqueza de la metrópoli, de "la madre patria". Frente a ellos
existen otras opiniones que ven en el virreinato un reino unido a la corona española, una
entidad con cierta autonomía que comparte, sin embargo, un horizonte cultural e
histórico lengua, religión, instituciones, pasado común con otros reinos que forman
parte del imperio español. ¿Cuál era el lugar que ocupaba la Nueva España al interior
del Imperio? Y ¿qué relaciones tenía con el sistema mundo?
Objetivo: evaluar el papel que desempeña la Nueva España al interior del imperio
español y dentro del sistema mundo
Conceptos: colonia, sistema mundo
Habilidades: determinar los indicadores que determinaron la inserción de España al
sistema mundo, elaborar juicios de cuando la Nueva España tenia sus colonias.
Actitudinales y valores: respeto a la libre determinación de los pueblos.
Ayuda didáctica para el alumno: La globalización que hoy vivimos no es un fenómeno propio a nuestra época. De lo que se trata en esta sesión es de invitarte a utilizar
los conocimientos adquiridos a lo largo de la unidad con el fin de que puedas detectar
el papel de la $ueva España al interior del Imperio español y del sistema-mundo. Algunos esquemas y lecturas te darán información. Esto te permitirá reflexionar sobre
las diferencias o similitudes que existen entre los procesos que vivieron tus ancestros
en el virreinato y los que vives hoy en día.
&ociones para reflexionar:17
• Colonia: en un principio un colon es un agricultor; la raíz etimológica viene del verbo
coloque, significa cultivar, cuidar, habitar. Es una persona enviada a cultivar, a valorizar tierras
•
•
17
nuevas, lejos del país o en territorios conquistados. La colonia romana era un establecimiento
permanente de soldados campesinos instalados en las fronteras del imperio. Fue hasta la primera
mitad del siglo XVII cuando los términos colonie y colony tomaron la acepción que les
conocemos, usados para designar la expansión francesa e inglesa en América del Norte, donde
fundaron colonias que responden a las necesidades de la metrópoli. La política de la metrópoli,
de colonización, puede ser diversa: la más simple es sustituir la población nativa por los colonos, como sucedió en Australia o en los territorios actuales de Estados Unidos. Los españoles
asociaron colonización con evangelización y practicaron una política de asentamiento que se
acompañó de una explotación intensiva de la mano de obra, al tiempo que se dio un proceso de
mestizaje. La llegada de esclavos africanos, mano de obra importada por los colonos, genera un
mayor poblamiento. Esto sucede también con el desplazamiento de nativos a otras tierras, como
fue el caso de los tlaxcaltecas, fundadores de ciudades en el norte de México. Además de
poblar, el objetivo central es la administración de la colonia y la explotación de su riqueza; se
dice que ella debe estar bajo la protección y
dominio de su metrópoli, que ésta debe monopolizar su comercio e industrias. De esta manera se
cumple el objetivo de su creación: aumentar las tierras de la metrópoli, dar medios de
subsistencia a un número creciente de colonos y, al explotar sus riquezas, ofrecer mayor solidez
al comercio de la metrópoli con otras potencias y naciones.
Reino: la forma de organización, real o ficticia, de un solo pueblo bajo el mando de un rey; el
rey y sus sujetos. Es un estado donde reina uno solo mediante leyes fijas y fundamentales. Si el
soberano actúa por él mismo, es un reino patrimonial, si responde a leyes pactadas,
constituciones, es un reino de usufructo.
Imperio: en una de sus acepciones el término significa poder superior, capacidad eminente o
derecho de sujeción. El titulo de imperator acompaña el derecho de ejercer el imperium. Un
imperio es una forma de estado monárquica sobre el cual reina un emperador que determina, él
mismo, la forma de organización política. También se dice del estado que adquiere esta forma.
Pero más se usa para designar un conjunto constituido por una metrópoli con sus territorios y
varios pueblos o reinos dependientes de un mismo poder superior; por ello al emperador se le
dice "Rey de reyes". Una característica es que tenga una religión imperial que puede ser única o
ecuménica, que integra, por medio de un panteón sincrético, los dioses de los pueblos
sometidos. La unidad del imperio reposa en la existencia de una administración que como
principal instrumento utiliza una lengua única. Con esa unificación lingüística se establecen
Texto elaborado especialmente para esta guía por Javier Pérez Siller
bases de una entidad cultural original que impone progresivamente sus modelos y normas a los
pueblos dominados. Por ello Georges Dúby habla de que "el sistema imperial es un sistema
político que realiza la unidad orgánica de un área de civilización". Además de la lengua, es
necesaria una administración, así como un cuerpo de funcionarios cuya contratación depende
del poder imperial, así aparece una ciudadanía del imperio que borra la inicial. La
administración tiende a convertirse en el intermediario entre el emperador y la masa diversa de
sujetos. La dominación del espacio es tan importante como la del tiempo; no existe imperio sin
su calendario imperial. Todo proyecto imperial busca la identificación hacia "un mundo", único
y excluyente, al que llegaron, por ejemplo, los hunos, los romanos o los incas, en menor medida
Bizancio y los turcos otomanos, y para nada los grandes creadores de imperios Alejandro
Magno, Gengis Khan, Tamerlán o Napoleón. Más allá del espacio del imperio, sólo existen los
"salvajes" o "bárbaros" contra los que el mundo imperial, civilizado, debe ser protegido. Los
imperios han existido en todas las fases de la historia humana. Los coloniales modernos, que se
establecieron a partir de finales del siglo XVIII y subsistieron hasta el periodo de rápida
descolonización tras la Segunda Guerra Mundial, estaban compuestos en general de unidades
dispersas y no de territorios contiguos, como los imperios del mundo antiguo. Se habla así del
imperio romano, de principios de la era cristiana; del imperio de Alejandro Magno, en el
medioevo; del imperio español, que por ser tan extendido -de Europa a Filipinas, pasando por
América- se decía de él "en donde el sol no se oculta jamás". Hoy, en cambio, se habla del
imperio americano.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Paul Kennedy, "El ascenso del mundo occidental “, en Auge y caída de las grandes potencias, Ed. Plaza y Janés,
Barcelona, 1992.
LECTURA 16. El moderno sistema mundo 18
Fue en el siglo XVI cuando apareció una economía mundo europea basada en el modo de producción
capitalista. El aspecto más curioso de este periodo primitivo es que los capitalistas no exhibían sus colores
ante el mundo. La ideología reinante no era la de la libre empresa, ni siquiera el individualismo, la
ciencia, el naturalismo o el nacionalismo. Hasta el siglo XVIII ó XIX estos puntos de vista no madurarían
para convertirse en mundiales. La característica distintiva de una economía-mundo capitalista es que las
decisiones económicas están orientadas primariamente hacia la arena de la economía-mundo, mientras
que las decisiones políticas están orientadas principalmente hacia las estructuras menores que tienen
control legal, los Estados (naciones-Estado, ciudades-Estado, imperios), en el seno de la
economía-mundo.
La economía-mundo europea en su totalidad, consideramos a 1450-1640 la unidad de tiempo significativa durante la cual se creó una economía mundo capitalista, sin duda era, como dice Braudel, "basta
pero débil".
¿Y dónde estaba esta economía-mundo europea? Eso es también difícil de contestar. Los continentes
históricos no son necesariamente geográficos. A finales del siglo XVI la economía mundo europea incluía
no sólo el noroeste de Europa y el Mediterráneo cristiano (comprendía la península ibérica) sino también
Europa central y la región báltica. Incluía también ciertas regiones de las Américas: Nueva España, las
Antillas, y Tierra Firme, Perú, Chile, Brasil; o, mejor dicho, aquellas partes de estas regiones sometidas a
un control administrativo efectivo por parte de los españoles o de los portugueses.
LECTURA 17: Cuando la &ueva España tenía colonias ... 19
En la época llamada Colonia, México no sólo disfrutó de autonomía interior, sino que pudo desarrollar su
actividad en el sentido de toda nación pujante, o sea, mediante la expansión territorial. Nuestra historia,
de la Independencia a la fecha, ha consistido en una serie de pérdidas de prestigio y de mutilaciones
territoriales que pronto nos hicieron abdicar la posición del primer país del Nuevo Mundo, hasta la
categoría presente, que ya no es ninguna.
En la época colonial, en cambio, el proceso fue de continuo crecimiento: desde el área reducida del
imperio azteca, hasta los reinos zapotecas y mayas del sur y la distante Honduras, visitada por Cristóbal
de Olid y por Hernán Cortés. Ritmo aún más amplio tuvo la expansión por el Norte, desde los reinos
tarascos de Michoacán hasta las Misiones de Sinaloa, Sonora y California, por un lado, y las de San
Antonio de Béjar, por el Oriente. No debe olvidarse que por el Norte tuvimos de límite lo que hoy es
18
Imanuel Wallerstein, "La Nueva División Europea del Trabajo: 1450-1640”, en El moderno sistema
mundial, Siglo XXI, México, 1987, pp. 93-95.
19
José Vasconcelos, Breve historia de México, CECSA, México, 1956, pp. 211-215.
Alaska, al mismo tiempo que por el Noreste nuestra acción se extendía a la Luisiana, y existe constancia
de que soldados de origen mexicano intervinieron en alguno de los episodios de la defensa de Florida
contra bucaneros y escuadras enemigos.
Casi ninguno de nuestros historiadores ha llamado la atención de nuestros estudiantes, sobre el hecho
de que fue Cortés el primero que sentó los lineamientos del, mapa nacional del México de la colonia,
gracias a sus viajes y fundaciones, desde Honduras hasta el Golfo que hoy llaman de California los
poinsettistas y bastardos que han pretendido borrar toda memoria de las hazañas del gran conquistador y
civilizador.
Menos aún se han ocupado nuestros historiadores de lo que hizo la Nueva España como poder casi
autónomo, en los mares que le pertenecieron, contribuyendo a la creación de establecimientos y fortalezas
en el Golfo de México y en el Caribe y Las Antillas. La guerra que constantemente libramos en defensa
de nuestro territorio amenazado por los bucaneros, cuenta con episodios gloriosos que no registra nuestra
historia oficial. Lanceros mexicanos contribuyeron a la defensa de La Española, o sea lo que hoy es Santo
Domingo por el año de 1691. Sólo una historia mexicana, y por cierto la mejor de ellas, la de Don José
Bravo Ugarte, registra este suceso, así como el siguiente: "En los años de 1774, 1775 y 1779, partieron de
San Blas, al mando respectivo de Juan Pérez Bruno de Zeta, Ignacio Arteaga, con dirección a las costas
de Alaska, a efecto de localizar los establecimientos de los rusos, para desalojarlos, por fuerza, si era
necesario. Pérez explora hasta el grado 56, sin encontrar a los rusos y ocupa región de Nutka y la Isla de
la Margarita. El mismo Pérez entra a la Ensenada de Dixon.En tanto que Ezeta llega hasta el grado 58,
plantado en el lugar cruces, y por último. Arteaga, con un comandante, bodega y cuadra, explora hasta
grado 61. En 1788, 90 y 92, repiten las expediciones para arrojar a los rusos, habiendo estado la primera
al mando de Esteban José Martínez y Gonzalo Gabriel López de Haro, que comprobaron que los rusos
llevaban veinte años de establecidos; se les desconoció la posesión y volvió a hacerse a nombre de
España".
Fue sistemáticamente olvidada por los historiadores liberales del siglo XIX, llevados de su afán de
ignorar la obra de la Madre Patria en el Nuevo Mundo, con lo que sin duda procuraban congraciarse con
los ingleses.
"El primer galeón que se dirigió a Filipinas, cruzó el Pacífico en 1565; el último entró al puerto de
Acapulco en 1815. Cuando la línea comenzó sus viajes, el Rey de las Españas era Felipe II, y la Reina de
Inglaterra se llamaba Isabel Tudor. En esa misma fecha, Hernán Cortés cumplió dieciocho años de
muerto, y Pedro Menéndez de Avilés creaba las primeras fundaciones en San Agustín de la Florida. El de
la compañía de los galeones coincide con el lanzamiento de Hidalgo en México y la conquista de
de Nueva Orleans por virtud de la victoria de Andrés Jackson".
Desde entonces, todo fue, para nuestro imperio, reducción y retroceso, así como avance y progreso
para los ingleses y norteamericanos. Lo que había ocurrido antes, sin embargo, basta para dar orgullo y
lustre al mejor pueblo de la tierra, y en aquella hazaña, la contribución de México, después de España, fue
la primera.
La línea de navegación establecida prácticamente por nosotros entre Manila y Acapulco duró en sus
operaciones dos siglos y medio. Ninguna, otra línea marítima duró tanto; ninguna otra requirió esfuerzo ni
ofreció mayores peligros. Docenas de barcos y millares de tripulantes, perecieron junto con tesoros
valiosos. En la lucha de los barcos contra los asaltos de los ingleses, se perdieron cuatro, entre otros el
Santísima Trinidad, que en 1762 era el barco mayor del mundo. Nuestra supremacía en el Pacífico, que de
esta suerte duró dos siglos y medio, no significa nada para los bastardos que han escrito nuestra historia
republicana. Pero estos barcos eran, para los pueblos de Hispanoamérica, las naves de China, o sea, los
galeones de Manila, que les traían cargamentos de sedas y especias y otros artículos preciosos del
Oriente. Para los pueblos del Oriente, los navíos nuestros eran los argonautas que transportaban pesos de
plata acuñados en México y en el Perú, y que llegaron a convertirse en la moneda básica de aquellas
costas.
Para España, los Galeones eran el enlace de la Península con Filipinas y las Molucas. No es posible
juzgar aquella grandeza imperial del México de la Colonia, que enviaba tropas a Santo Domingo y la
Florida y a las Filipinas y las Molucas, mediante barcos de guerra y de comercio construidos, en gran
parte, en nuestros astilleros, los pobres astilleros nacionales, que llevan un siglo sin haber construido
siquiera un barco de cabotaje.
Tema. 7. La herencia de la cultura colonial.
México es un país plural y diverso en el que los atractivos son muy distintos y todos
apetecibles, donde se esconden un conjunto de ciudades coloniales , que permiten
conocer el pasado histórico de este país. Allí conviven templos aztecas, iglesias barrocas
y modernos centros financieros. Hace años, durante el periodo precolombino, era
conocida como Tenochtitlan. Se trata de una ciudad que vive los comienzos del siglo
XXI con la confianza y la serenidad que le dan su pasado prehispánico y colonial. La
presencia viva del pasado se refleja en sus calles adoquinadas, sus palacios con
balconadas de hierro forjado y sus iglesias barrocas, asi como su legado cultural que
recae en la sociedad mestiza, su forma de ser, su idioma, su forma de vestir, su religión,
etc.. Por ello es necesario reconsiderar la herencia cultural de la colonia en nuestra
nación actual.
Objetivo: reflexionar acerca de los elementos de la sociedad colonial que perduran
hasta el presente, y que han pasado a formar parte de la cultura nacional
Conceptos: cultura, herencia, arte.
Habilidades: analizar e identificar los elementos coloniales que perduran hasta nuestros
días.
Actitudinales y valores: respeto a los vestigios de los elementos de la sociedad colonial
que perduran hasta el presente, y que han pasado a formar parte de la cultura nacional
Subtemas
7.1. Educación y marginación de las mujeres.
7.2. Expresiones estéticas y culturales
&ociones para reflexionar:
Belleza20: Propiedad de las cosas que nos hace amarlas y provoca deleite. Esta propiedad existe en la
naturaleza y en las obras.
Arte21 : Se le llama arte a las creaciones mediante las cuales el ser humano expresa una visión sensible
en torno al mundo que lo rodea sea este real.
Lectura 1 22: ¿QUE ES MÉXICO?
En tan breve palabra, México promete una extensa e interminable fiesta de alegría y colorido a sus
visitantes. Empezando por las costumbres, este país tiene una riqueza histórica tan grande, que es
imposible conocerla sin haber visitado antes cada uno de sus 31 estados y el Distrito Federal.
En México coexistieron vastas culturas indígenas y cada una de ellas se encargó de sembrar raíces
profundas en todos los mexicanos. Los olmecas, chichimecas, mayas y aztecas, entre otros, colaboraron
en la construcción de este país. Aún pueden verse sus vestigios en diversas zonas arqueológicas. Para
conocer más es recomendable visitar el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México,
ubicado en Chapultepec. La mezcla de razas dio pie al surgimiento de nuevos rasgos étnicos que llenan de
variedad a una nación cuyos acentos y costumbres varían de un estado a otro.
Y como no sólo de historia viven los mexicanos, continuemos hablando de las costumbres mexicanas. A
partir de la conquista por los españoles, México se enriqueció con un legado cultural más amplio aún. La
adoración de la Virgen de Guadalupe, y muchas fiestas y celebraciones mexicanas como el día del Santo,
la Navidad, las pastorelas y posadas, los Reyes Magos, la Candelaria, y la Semana Santa, entre otras, son
algunos de los divertidos festejos producto de la herencia cultural.
Además del culto religioso, México heredó una gran obra arquitectónica a través de los edificios
coloniales; así como en detalles, esculturas y pinturas que pueden observarse por toda la República
Mexicana.
Para conocer a este país, no basta con visitar sus zonas arqueológicas, es necesario
20
www.definicion.org/diccionario/141
es.wikipedia.org/wiki/Arte
22
Texto http://www.presidencia.gob.mx
21
conocer su arquitectura a través de ciudades coloniales como Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, San
Luís Potosí, entre otras. Ciudades cuyo romanticismo y tradición minera nos habla de una época llena de
leyendas: la época Colonial.
Gran muestra de esta etapa histórica de México es la música y la comida. La música mexicana, con su
riqueza y variedad, sus guitarras, sus trompetas y arpas, sus ritmos y letras, se formó en la Colonia. La
música que trajeron los españoles fue el resultado de muchas influencias. Nuestra música combina ritmos
africanos e indígenas con melodías de origen árabe y europeo. Sin embargo, hoy en día la música típica
mexicana es el mariachi.
En cuanto a la comida, el mole (que acompaña nuestras celebraciones) fue creado por monjas poblanas
con productos indios, europeos y asiáticos. Los tacos, unen las tortillas y las salsas indígenas con la carne
y la manteca de los animales llegados de Europa. La inmensa variedad de dulces mexicanos adapta las
recetas europeas a los ingredientes del país. Igualmente, la artesanía mexicana habla de una tradición que
une el barro y la alfarería con la pintura y el colorido heredado de la época colonial. Finalmente, México
no sólo ofrece una riqueza y variedad en cuanto a la gente, la cultura, su historia, sus tradiciones, los
museos, la música, la comida, sus festividades, las ciudades, etc. Todos estos rasgos que integran un país
rico por tradición se acompaña del México Moderno, un pueblo adaptado a las necesidades actuales del
mundo y que cuenta con una impresionante infraestructura hotelera, además de centros turísticos, playas y
lugares para realizar convenciones y congresos.
CIUDAD DE MÉXICO
Desde la ventanilla de un avión que llega a la Ciudad de México, se contempla una infinidad de calles,
edificios y espacios que apenas contienen las montañas y volcanes nevados que circundan una dilatada
cuenca. En efecto, la ciudad se construyó sobre un desecado conjunto de lagos donde hoy viven más de
20 millones de habitantes a un ritmo acelerado y contrastante que se nota en la diversidad de actividades
que transcurren en sus calles: automóviles en nervioso trayecto, innumerables peatones, comedores en las
esquinas y vendedores de todo tipo. En este escenario tiene cabida la pobreza de muchos de sus
habitantes, pero también el refinamiento y el lujo. Desde su fundación en el año 1325, la Ciudad de
México ha tenido una vocación por la grandeza y en ella caben no sólo siglos de cambios, a veces
radicales en su fisonomía, sino también una extensión que rebasa sus linderos políticos y funde pueblos
antiguos o crea ciudades de la nada. Algunos la llaman el D.F., abreviatura de Distrito Federal, otros
simplemente México como si todo el país le cupiera entre las calles. Esto último habla de una fuerte
concentración de servicios, grupos provenientes de todas las regiones del país y un nutrido contingente de
extranjeros, residentes y visitantes que convierten a la ciudad en un espacio cosmopolita.
Lectura 223: Educación de la mujer durante la época colonial
La tradición medieval española estimaba importante la instrucción de las mujeres casi nunca se
especificaba, pero en la práctica ésta se refería únicamente a las de clase alta, pues se reconocía que ellas
ejercían una influencia definitiva sobre sus maridos y sus hijos. Algunos escritores humanistas del siglo
XVI, como Juan Luis Vives y fray Luis de León, muy leídos en Europa y en las colonias españolas en
América, propusieron darle a la mujer un nivel de educación más amplio que el aceptado en su época:
eran partidarios de enseñarle a leer, a dominar labores manuales, a preparar apetitosos platos y a tocar
algún instrumento musical; y de que también aprendiera la doctrina cristiana y practicara las virtudes
marianas de castidad, obediencia, laboriosidad y piedad. La idea de que se debían educar todas las
mujeres, independientemente de su posición social, no surgió hasta fines del periodo colonial y fue uno de
los cambios más importantes en la actitud de la sociedad frente al sexo femenino. En la Nueva Granada,
entre las mujeres, como entre sus congéneres de la península y de las demás colonias españolas, se
fomentaba la devoción; algunas hicieron votos perpetuos de castidad y obediencia en los conventos. Pero
estos sitios, aunque no fueron tan numerosos e importantes como en Nueva España o en Perú, y es poco
lo que se conoce de ellos, parece que experimentaron cierta decadencia durante el siglo XVII, y dieron
escasa instrucción a las monjas. Sin embargo, a pesar de las carencias, fue en los conventos donde la
educación femenina logró sus más importantes avances durante la colonia, pues las religiosas debían
aprender a leer para poder rezar el Divino Oficio. Hasta fines del siglo XVIII, el propósito de dichas
comunidades religiosas era la vida contemplativa y devota, no la educación o la asistencia social;
situación que apenas varió al terminar el siglo XVIII, pero principalmente durante el siglo XIX. Sin
embargo, gracias a que desde 1566 el obispo de Popayán había promovido la idea de fundar un
monasterio de religiosas para educar a las hijas de los conquistadores, con tal fin donó algunas fincas y
bienes que poseía, y en 1591 fue creado el Monasterio de la Encarnación bajo la orden de San Agustín. A
23
Patricia Londoño Vega, Profesora, Universidad de Antioquia | Fuente: Boletín Cultural y Bibliográfico. Número
37. Volumen XXXI - 1994 - editado en 1996
éste acudieron durante dos siglos jóvenes herederas de familias importantes, quienes por lo regular eran
recibidas como internas a los doce o trece años, con el fin de aprender a leer y escribir, y a coser y
desempeñar otras artes domésticas. Éste fue el único establecimiento creado para la educación de la mujer
en la Nueva Granada durante el siglo XVII, mientras para varones existían varios seminarios y escuelas
en las principales ciudades. Apenas una minoría de mujeres en la América española sabía escribir bien y
acostumbraba a leer; en consecuencia, hubo muy pocas escritoras. Con estos antecedentes, puede
entenderse por qué resultan tan excepcionales los casos de la escritora mística madre Josefa del Castillo y
Guevara, más conocida como la madre Castillo; de Jerónima Nava y Saavedra, de la Madre Jerónima del
Espíritu Santo y de María Petronila Cuéllar o la madre Petronila.
La madre Francisca Josefa del Castillo (1671-1742). Ingresó a los diecinueve años de edad al
Convento de Santa Clara, en Tunja. Había sido criada con gran recato y cuidado dentro del mayor
encierro posible, como era lo acostumbrado entonces; y en el claustro encontró un ambiente en el que, al
igual que en el resto de la sociedad, reinaba el prejuicio contra la instrucción femenina, hasta tal punto,
que en el capítulo general de su comunidad se le acusó de haber enseñado a una novicia a escribir. Por
eso, tal vez, leyó poco y sólo escritos anteriores a Luis de Góngora (1561-1627). Además de sus versos,
Josefa del Castillo escribió su autobiografía en prosa, titulada Mi vida, gracias a la sugerencia de su
confesor; y otra obra en prosa, Afectos, en la cual consignó sus sentimientos. Por otra parte, las
referencias de sus escritos son todas místicas, no se ocupan para nada del entorno; pues, como lo señaló
Rocío Vélez de Piedrahíta en un ensayo sobre esta escritora, para Francisca, Babilonia está en la esquina
de enfrente; Nueva Granada no existe y, a pesar de que la obra sobre su vida fue publicada por la
Imprenta de la Compañía de Jesús en 1740, que es la primera publicación que se conoce del Nuevo Reino
de Granada, entre sus contemporáneos ésta fue bastante desconocida; Mi vida no fue reeditada hasta
1817, setenta y cinco años después de la muerte de su autora, y los Afectos apenas se publicaron en 1843.
La madre Jerónima (1669-1727), fue una religiosa clarisa de Santafé y escribió un relato autobiográfico.
La madre Petronila, nacida en Timaná (1761-1814) llegó a ser prefecta, superiora y priora del Colegio de
la Enseñanza y escribió un manual para la educación de las monjas de su convento, titulado Riego
espiritual para nuevas plantas.
Algunos consideraron que la instrucción de las mujeres haría de ellas mejores madres. Además, en las
monografías y crónicas sobre los centros urbanos del país se encuentran algunas referencias aisladas que
señalan que en las principales poblaciones comúnmente se reunía a un grupo de niñas vecinas para asistir
a la casa de alguna señora, que les indicaba las primeras letras, les hacía memorizar algo de doctrina
cristiana y les enseñaba a hacer lomillo, cadeneta, dechado en punto de cruz y otras costuras; aunque lo
usual era que las niñas aprendieran estos asuntos a través de la instrucción recibida en el hogar
directamente de su madre. Como en el resto de la América española, durante la colonia los
establecimientos, los tutores privados y las maestras seglares, que recibían en su casa un grupo de
alumnas durante el día, dedicaban la mayor parte de su esfuerzo a enseñarles a las niñas labores de
costura, tejido y bordado, tareas nada fáciles. Pero lo principal era cultivarles el carácter a través del
aprendizaje de la doctrina cristiana, lo cual se lograba con la memorización de preguntas y respuestas del
catecismo del padre Jerónimo Ripalda. Además les inculcaban nociones de urbanidad, moral e higiene; es
decir, las preparaban para que conservaran las tradiciones familiares y la fe.
Avances de la educación femenina bajo el influjo de la Ilustración En el virreinato de la Nueva Granada,
al igual que en Europa y en las demás colonias americanas, las nuevas ideas de la Ilustración impulsaron
la educación, pues ésta se concibió como un medio para alcanzar la felicidad y el progreso. El interés por
la divulgación del conocimiento abarcó también al sexo femenino; y, desde mediados del siglo XVIII
hasta la Independencia, los primeros periódicos publicados en las colonias españolas incluyeron artículos
en los cuales se proponía un cambio en la instrucción de las mujeres, haciéndole eco al argumento,
sustentado en Europa, de que así podrían ser mejores compañeras y formar mejores hijos, idea que se
mantuvo hasta los primeros decenios del siglo XX. Más que plantear un contenido similar en la
instrucción de ambos sexos, la renovación impulsada por la Ilustración consistió en crear conciencia sobre
la necesidad de educar también a las mujeres. Sin embargo, este proceso se dio en forma desigual en las
principales poblaciones de las colonias españolas, y cubrió sobre todo a la clase alta, aunque en México y
Lima se capacitó también a algunas nativas y a mujeres de bajos recursos. A la luz de las nuevas ideas, se
empezó a pensar que las mujeres, aparte de labores manuales y doctrina cristiana, debían aprender a leer y
escribir. La ciudad en la cual este proceso se consolidó primero fue México, donde se llevaba un nivel de
vida más refinado. Allí, en 1802, 3.100 niñas asistían a 70 establecimientos de diferente índole; en esa
ciudad las religiosas de la Compañía de María habían fundado en 1753 el primer Colegio de la Enseñanza
que hubo en América, y en 1767 la Confederación Vasca de Nuestra Señora de Aranzazu abrió el Colegio
de San Ignacio de Loyola más conocido como el de las vizcaínas, planteles que recibían jovencitas entre
los diez y los veinticinco años y las educaban dentro de la tradición hispana del enclaustramiento. Durante
estos años disminuyó ligeramente en las colonias españolas la tasa de analfabetismo entre las mujeres de
las clases acomodadas; para entonces, un mayor número de ellas firmaban al hacer sus testamentos. No
obstante, el porcentaje de mujeres instruidas era relativamente bajo comparado con el de los varones,
quienes desde tiempo atrás estaban recibiendo educación. En el caso de Santafé de Bogotá, el
renacimiento cultural experimentado en la época de las reformas borbónicas afectó a un selecto grupo de
mujeres, entre quienes se destacó Manuela Sáenz de Santamaría de González Manrique. Ella, naturalista y
literata, conocía el latín, el italiano y el francés; y fundó la tertulia del Buen Gusto, a la que asistieron
personajes que más tarde se destacaron en el período de la naturalista y literata, conocía el latín, el
italiano y el francés; y fundó la tertulia del Buen Gusto, a la que asistieron personajes que más tarde se
destacaron en el período de la Independencia y en la vida política de la nueva república, entre ellos:
Frutos Joaquín Gutiérrez y su hermano José María, Camilo Torres, Manuel Rodríguez Torices, Custodio
García Rovira y Miguel Pombo. En aquellos años, el influjo francés, con su refinamiento y elegancia,
empezaba a transformar algunas costumbres sociales del virreinato. Comenta el historiador Gonzalo
Hernández de Alba que: a pesar de sus limitaciones económicas Santafé quiso vivir la vida de una corte
[...] se produjo entre sus más destacados habitantes una mayor ansia de lujo, un claro deseo de
acomodarse a la vida de la nueva moda francesa llegada a través de Madrid y traída por los virreyes y sus
familiares.
En las casas más elegantes, la rústica cal de las paredes se cubrió con papeles de flores traídos de París,
los saraos o veladas sociales se hicieron más frecuentes y las fiestas públicas se celebraron con mayor
pompa. La política ilustrada de los Borbones estimuló en el virreinato de Nueva Granada la idea de crear
escuelas públicas controladas por los cabildos de villas y ciudades. Se preguntaban qué necesidad tenía
una dama de aprender a escribir y les parecía que más bien debía aprovecharse esa donación en favor de
niñas pobres, de huérfanas o de viudas de buenas familias.
La autorización se concedió por real cédula del 8 de febrero de 1770. La benefactora, al enterarse de la
aprobación, inició la construcción de la sede del convento; para lo cual dispuso de las ganancias
producidas por la explotación de una mina de oro situada en Chaparral y de una hacienda vecina, con
ganado y plantaciones de cacao, pues, fuera de que no tenía descendientes, contaba con una considerable
riqueza, heredada de su padre y de su primer esposo. Pero se presentaron otras dificultades, pues la real
cédula no señalaba casa fundadora. Hubo que solicitar a Zaragoza el envío de dos religiosas. Cuando
murió doña Clemencia, nueve años más tarde, en 1779, la construcción del convento no había sido
terminada. En abril de 1783 fue inaugurado el colegio, con 75 alumnas distribuidas en dos secciones:
pensionado y externado. Un mes después hicieron sus votos las diez primeras granadinas que tomaron el
hábito con el propósito de dedicar su vida a la educación femenina. Con el fin de promover el convento,
fueron colocados veinticinco carteles en las puertas de las iglesias y ermitas de la ciudad. No obstante las
habladurías, la iniciativa fue bien acogida; trece años después eran ya treinta y siete religiosas,
veinticuatro colegialas internas y doscientas niñas pobres que asistían a la escuela del convento. El
internado tenía un ambiente hogareño, donde lo principal era la formación moral. Los estudios duraban
seis años, las alumnas usaban uniforme y estudiaban de ocho a once de la mañana y de tres a cinco de la
tarde, todos los días, excepto los festivos. Aprendían religión, aritmética, lectura, escritura y labores
"propias del sexo femenino".
Lectura 324: Arte colonial
El arte colonial es el que se desarrolla en América durante el periodo de ocupación española, es decir que
Cristóbal Colón, descubre el continente hasta que alcanza su independencia.
América era un territorio plural, de gran diversidad geográfica, donde existía una población con múltiples
culturas y religiones. El objetivo, más allá de asentarse en el territorio, será el de reducir la pluralidad
peninsular y dar unidad al territorio americano. Comienza así la labor evangelizadora de conversión al
cristianismo y de instalar el castellano como única lengua.
La influencia española dominará y se impondrá a la autóctona. Desde España llegarán al Nuevo mundo
numerosos artistas que formarán talleres y enseñaran a los nativos los modelos y estilos de la península,
como son el gótico, renacimiento, manierismo, barroco y neoclasicismo. Hay que señalar la importancia
de la pintura en el proceso de evangelización, ya que sus temas religiosos y didácticos tratan diferentes
episodios de la vida de Jesús, de la Virgen y de los santos prehispánica de los cultos al aire libre. En la
capilla abierta, el sacerdote era el único que estaba a cubierto.
Los atrios aparecen amurallados y almenados, sirviendo de ciudadelas que recuerdan las fortificaciones
medievales. Las iglesias reiteran la topología del templo gótico de una nave profunda, bóvedas de
crucería y cabecera poligonal con contrafuertes. Las portadas presentan motivos del gótico isabelino, del
renacimiento y del plateresco.
Los espacios internos del convento, celdas oficinas, talleres, refectorio, portería, biblioteca, sanitarios,
24
http://www.arteesoana.com/artecolonial.htm.
etc., se distribuyen alrededor del claustro.
El Convento de Huejotzingo (1550-1570), en el estado de Puebla, es uno de los primeros conventos
franciscanos y el que mejor se conserva. Se compone de atrio, capillas posas, iglesia, convento y claustro.
La iglesia tiene una sola nave estrecha con cabecera poligonal y acceso a los pies.
U&IDAD III: De la sociedad colonial a la sociedad nacional (17601867)
E
n la Tercera Unidad denominada de la Sociedad Colonial a la Sociedad
Nacional (1765-1867), veremos precisamente el tránsito de una sociedad
tradicional a una sociedad moderna. Se empezará por plantear una serie de
aspectos que tienen que ver con la forma en que se concebía lo que era una nación
hasta el siglo XVIII y cómo cambia esta concepción con el advenimiento del Estado
Nacional. Se analizarán las Reformas de la familia de los Borbones, que lograron una
mayor recaudación para la metrópoli y un mayor control sobre sus colonias, pero que
produjeron un mayor descontento en las mismas. Descontento que afianzará aún más el
patriotismo de los criollos, que había nacido de la reflexión de este grupo acerca de su
identidad. Se abordarán los factores internos y externos que conducen finalmente a la
desintegración del Imperio Español y al estallido de una Guerra de Independencia que
se prolongará por más de una década y cuyo descenlase diferirá en mucho de su inicio.
La formación del Estado Mexicano y la construcción de la nación es el hilo conductor
del proceso que se extiende a lo largo de un siglo y que explicará el tránsito de una
Sociedad Colonial a una Sociedad Nacional. Pero habrá una etapa en la que México
vivirá una lucha entre dos proyectos de nación: liberal y conservador, precedida de
contradicciones políticas entre republicanos y monarquistas, entre federalistas y
centralistas. Sin duda será fundamental valorar el significado histórico de ambos
proyectos puesto que el triunfo del proyecto liberal no significará necesariamente que
lo nuevo o moderno haya beneficiado a todos los grupos de la sociedad; sobre todo en
el caso de los pueblos indígenas padecerán los ataques del nuevo Estado Nacional. La
creación del Estado, es decir, del “ordenamiento jurídico que tiene como finalidad
general ejercer el poder sobre un determinado territorio y al que están subordinados de
manera necesaria los individuos que le pertenecen”, requirió casi un siglo para hacerse
efectiva y tuvo un costo social alto. Significó el enfrentamiento con la Iglesia, los
cacicazgos regionales y las comunidades indígenas. A estas fuerzas corporativas
tradicionales se sumó el inmenso poder político que adquirió el ejército en el
transcurso del siglo XIX. Todo este proceso se dará en un contexto internacional
desfavorable en el que el país sufrirá dos intervenciones armadas de Francia y una
guerra de agresión por parte de Estados Unidos que provocará la pérdida de más de la
mitad del territorio mexicano.
A pesar de todos los efectos negativos de estas invasiones extranjeras, en los habitantes
de esta país se consolidará la idea de nación, y será una realidad la existencia de un
Estado nacional.
Contenido temático:
1. Problemas que plantea la construcción de una nación.
2. Las reformas borbónicas y el nacimiento del patriotismo criollo.
3. Desintegración del imperio español y la guerra de independencia.
4. Movimientos sociales: indígenas, guerra de castas, conspiraciones criollas.
5. Lucha de proyectos liberal y conservador (1821-1867) y sus contradicciones entre lo
viejo y lo nuevo.
6. Las intervenciones extranjeras.
7. La intervención francesa y el rescate de la soberanía nacional.
8. La consolidación del Estado nacional
Objetivos generales:
1. Valorar la transformación de la sociedad mexicana de colonial a nacional
2. Valorar el significado histórico de los proyectos liberal y conservador en la
construcción de la nación y en la formación del Estado Mexicano.
Conceptos: Estado-Nación, proyecto, patriotismo, Imperio, Independencia,
Movimientos sociales, soberanía, República, liberalismo, formas de gobierno,
centralismo, federalismo,
Habilidades: Identificar las características y componentes de los proyectos liberal y
conservador; comparar ambos proyectos a través de ciertos parámetros (forma de
gobierno, relación Estado-Iglesia, tipo de educación, política económica); establecer
semejanzas y diferencias entre los dos proyectos; arribar a conclusiones y emitir juicios
propios.
Actitudinales y valores: Reflexionar en torno al significado histórico de la
construcción de una nación.
Analizar críticamente la contribución de los proyectos liberal y conservador en la
construcción de la nación y en la formación del Estado.
Destacar el papel desempeñado por los movimientos sociales y populares en el
desarrollo de la sociedad mexicana.
Desarrollar valores nacionalistas, a través de la comprensión de las aportaciones de los
proyectos liberal y conservador.
Valorar las contribuciones de las luchas del pueblo mexicano en la formación de la
nación y el espíritu de mexicanidad.
Tiempo: 19 sesiones
TEMA 1. Problemas que plantea la construcción de una nación
En el caso de México, la construcción de la Nación será un proceso más difícil, en
comparación con el de otros países, porque para el siglo XVIII los diversos grupos que
conforman la sociedad colonial carecen de una identidad propia. Serán los criollos el
grupo que elaborará un proyecto que unirá a los diferentes grupos a través de hacer
suyo el pasado indígena –que arrebatará a los verdaderos descendientes de las grandes
culturas mesoamericanas- y de apropiarse del culto guadalupano –que en un principio
era fundamentalmente indígena- que convertirá en un culto patriótico al que se van a
adherir tanto criollos, como mestizos, indios, negros y las diferentes castas. Al
apropiarse del pasado indígena, los criollos le darán legitimidad histórica a sus propias
demandas: el derecho de dirigir y gobernar el destino de su patria.
Durante el virreinato no hubo una concepción precisa de la nación mexicana, ni una
historia nacional o una historiografía nacionalista, por la sencilla razón de que el país
era un virreinato, una colonia de España. Este vínculo de sumisión política impidió la
aparición de la idea de nación, un concepto político que se manifiesta en situaciones de
autonomía o de repulsa a la sujeción política que se padece.
En 1808 España fue invadida por los ejércitos de Napoleón. El rey Carlos IV y el
heredero Fernando VII cayeron prisioneros de los franceses. Las autoridades del
virreinato declararon que la prisión del monarca no cambiaba en nada la situación
política del virreinato y que todo continuaba igual. Pero los criollos afirmaron que
había una situación política nueva, y señalaron que esa situación obligaba a plantear el
problema de en quién residía la soberanía y quien la debería asumir en las
circunstancias del momento.
Por primera vez se planteó que el rey no ejercía la soberanía por derecho divino, sino
que ésta le había sido otorgada por la voluntad expresa de la nación. También se
afirmó entonces que el pacto original entre el rey y los gobernados no podía ser
alterado por el monarca.
El desarrollo de este debate político fue interrumpido por el golpe de Estado que llevó
a cabo la oligarquía colonial encabezada por los comerciantes y los grupos adictos al
antiguo régimen en 1808. Sin embargo, dos años más tarde, las ideas de este debate
renacieron con la insurrección de Hidalgo y cobraron una dimensión nueva bajo el
influjo de la participación popular. Por la vía de la acción transformadora de la
Revolución, Hidalgo y Morelos proclamaron la independencia de la nación,
reconocieron en el pueblo a la fuente original de la soberanía, repudiaron el gobierno
del antiguo régimen y establecieron los principios básicos para organizar política y
constitucionalmente a la nación liberada.
En su discurso de apertura del Congreso de Chilpancingo (1813), después de referirse
al país con su nombre antiguo (Anáhuac), Morelos relaciona a los indígenas víctimas
de la conquista española con los caudillos insurgentes asesinados por los españoles, y
establece una relación necesaria entre la antigua nación conquistada y el presente
libertador en que los mexicanos decidieron declarar su independencia de España. De
manera semejante al episodio traumático de la Conquista, la Revolución de Hidalgo y
Morelos se instala en la memoria histórica como un parteaguas, como un acto negador
de la sumisión colonial y fundador de la nación mexicana independiente. La
Revolución de Independencia creó el mito de la nación libre (el antiguo Anáhuac),
luego esclavizada y finalmente liberada por el Grito de Dolores.
Antes de 1810, la Nueva España y los demás virreinatos americanos tenían un
concepto antiguo de nación. La idea de nación que sostenían estos países era la de una
sociedad estructurada en reinos y ciudades, en estamentos y corporaciones unidos por
vínculos tradicionales hacia la patria, la religión, el rey y las leyes del reino. Es decir,
se trataba de una nación forjada por la historia.
Frente a esa idea de nación comenzó a definirse una nueva, fraguada en las Cortes de
Cádiz y en las luchas independentistas americanas. Era una idea de nación
emparentada con la nueva concepción formulada por la Revolución Francesa. Para esta
corriente la nación “está formada por la unión voluntaria de individuos autónomos e
iguales. La nación, por tanto, es una construcción libre que depende de la unión de
voluntades individuales. Esta construcción puede inspirarse en la historia como una
fuente de experiencias, pero no depende en su esencia de ella…”
Objetivo: Conocer las representaciones e ideas que tienen sobre el nacimiento de la
Nación mexicana, para que tomen conciencia de lo que saben y logren integrarlo en una
representación sintética.
Identificar las características del surgimiento de la nación mexicana.
Conceptos: Estado-Nación, identidad, patriotismo, Ilustración, tradición, modernidad,
Revolución, Independencia
Habilidades: Determinar las ideas fundamentales acerca del nacimiento de la nación
mexicana; representar los elementos del Estado-Nacional; explicar el surgimiento de la
nación.
Actitudinales y valores: Reflexionar en torno al significado histórico de la
construcción de una nación.
Fortalecer su identidad como mexicano.
Ayuda didáctica para el alumno: Como individuo y futuro ciudadano, ya sea por
haber nacido en el país o por radicar en él, hoy eres mexicano y formas parte de la
$ación mexicana. Sin embargo, te has preguntado: ¿qué es la nación mexicana?,
¿quiénes formamos parte de ella?, ¿desde cuándo existe?, ¿desde los Aztecas?, ¿desde
la Independencia?, ¿qué acontecimientos y actores contribuyeron a su creación?
Recuerda que la historia la hacen los hombres, pero no a su libre arbitrio, sino bajo las
circunstancias que encuentran, las fuerzas e intereses en los que se inscriben y las
experiencias e ideas que tienen y que les han sido legadas.
&ociones para reflexionar:
• Estado-&ación: la palabra designa al mismo tiempo al pueblo que la forma -nación- y a la forma
que toma el pueblo. Así se habla de nación apache o de Estado-nación mexicano. El Estado sería la
unidad política superior, organizada y relativamente permanente que ejerce su autoridad en un
territorio determinado con exclusión de cualquier otra. Con la influencia de las ideas liberales, los
viejos reinos se transformaron en Estados y naciones. Por ello se dice que la creación de Estados
Naciones es un fenómeno histórico nacido a fines del siglo XVIII que se consolidó en Occidente a lo
largo del siglo XIX. Implica la existencia de un Estado que tiene control y autoridad sobre un
pueblo, un territorio, una moneda, que genera una misma identidad que lo legitima.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Josefina Zoraida Vázquez, et al, La fundación del Estado mexicano, Patria, México, 2004.
Historia general de México, Versión 2000, El Colegio de México, México, 2008.
Lectura 1. Los inicios de una Historia &acional1
El cambio que introdujo la política de los Borbones fue la sustitución del proyecto de crear un EstadoIglesia por el de implantar un Estado laico moderno, ya no dirigido por los valores y la moral religiosos,
sino por los principios de la modernidad ilustrada. El nuevo Estado que proponían los Borbones no sólo
era un Estado distanciado de la Iglesia sino un Estado que perseguía fines terrenos y promovía el
progreso industrial, técnico, científico y educativo, no la salvación eterna o los valores religiosos y
tradicionales. La intervención directa del Estado en la economía, la sociedad y las instituciones
culturales le restó poder a la Iglesia, los comerciantes, los hacendados y la burocracia criolla. Esta vez
los fines políticos del gobierno español se opusieron a los intereses de la oligarquía colonial.
La secularización del pensamiento analítico es una de las manifestaciones más notables del gran cambio
operado en la mentalidad de los grupos dirigentes del virreinato: a fines del siglo XVIII hay una
progresiva secularización del orden social y político, de la educación, las ciencias, las artes y las
costumbres. En las nuevas instituciones científicas y culturales que entonces se desarrollaron los
criollos conocieron la filosofía, las ciencias y las técnicas que introdujo la Ilustración y se convirtieron
en hábiles manejadores de los nuevos medios de difusión de la sociedad moderna: el periodismo y el
libro.
A fines del siglo XVIII, la memoria del pasado elaborada por los criollos dominaba en los libros de
Historia. Pero no fue éste el único discurso, ni el más generalizado entre la población. A su lado se
manifestó el multiforme discurso indígena y popular, cargado de símbolos y mensajes polivalentes y
perturbadores: un discurso mucho más perturbador y difícil de captar porque había permanecido
inatendido por los historiadores. Los rumores de sublevaciones, rebeliones y levantamientos indígenas
habían sido comunes a lo largo de la tensa historia del virreinato. Lo nuevo a fines del siglo XVIII y
principios del XIX fue la inseguridad y la creciente angustia de las autoridades virreinales ante estas
manifestaciones del descontento social.
Esa situación cambió de modo radical cuando se modificó la relación política con España en 1808. La
aparición de un pensamiento político centrado en las ideas de soberanía de la nación y la formación de
una nueva realidad política, producida por el movimiento insurgente, crearon las condiciones para que
se desplegara con fuerza y tomara impulso la idea moderna de nación y la concepción de un proyecto
histórico nacional.
El Ayuntamiento de la Ciudad de México sorprendió a las más altas autoridades del virreinato cuando
argumentó que las abdicaciones de Carlos IV y de Fernando VII eran nulas por ser “contrarias a los
derechos de la nación a quien ninguno puede darle rey si no es ella misma, por el consentimiento
universal de sus pueblos”.
Estas ideas sobre la soberanía y el pacto social entre el rey y sus gobernados fueron la fuente de
inspiración de los primeros teóricos de la Independencia. El licenciado Francisco Primo de Verdad y
Ramos, síndico del ayuntamiento de la ciudad de México, sostenía en 1808 que “la autoridad le viene al
rey de Dios, pero no de modo inmediato sino a través del pueblo”. Por su parte, Juan Francisco
Azcárate, también abogado y regidor del Ayuntamiento, sostenía que en ausencia del rey la soberanía
residía en el reino de Nueva España, en los tribunales que lo formaban y en los cuerpos que “llevan la
voz pública”, que para Azcárate era el Ayuntamiento de la Ciudad de México. Explicó que existía un
pacto entre la nación y el soberano que no podía romperse unilateralmente. En ausencia del rey, decía, la
soberanía recaía otra vez en su fuente originaria: en la nación o en sus cuerpos constituidos, es decir en
el cabildo de la ciudad de México. Lo que afirmaban los criollos era que el fundamento de la sociedad
no radicaba ya en el rey, sino en la nación.
Durante la Guerra de Independencia la virgen de Guadalupe consolidó su posición como reina y madre
de los nacidos en México, se convirtió en emblema de los insurgentes, fue el imán carismático que llevó
a las masas indígenas y populares a seguir a los ejércitos insurgentes, y encabezó una suerte de guerra
santa contra los herejes gachupines. Los seguidores de Hidalgo y de Morelos eran masas movilizadas
por creencias escatológicas, organizadas por hombres religiosos y dirigidos por fines tradicionales.
Defendían la religión católica y a la virgen de Guadalupe, deseaban la instauración de un nuevo reino,
pero en el sentido religioso, y querían seguir siendo indígenas, integrados a las tradiciones igualitarias y
solidarias de sus comunidades.
A las filas del movimiento de Independencia acudieron las masas indígenas, miles de trabajadores y
desempleados del campo y de las minas, curas, letrados, militares, licenciados e individuos
pertenecientes a los sectores medios y populares de las ciudades. Pero los letrados y buena parte de los
1
Enrique Florescano, Memoria mexicana, Taurus, México, 2001, pp. 481-548.
sectores medios no compartían las creencias míticas de los grupos populares y campesinos. Eran
hombres formados en las ideas de la Ilustración y del patriotismo criollo y tenían un proyecto político
moderno y secular. En la confusión entre creencias religiosas tradicionales y aspiraciones políticas
modernas, que es característica de esta época, la virgen de Guadalupe fue el símbolo que recogió tanto la
carga mítica y escatológica de las masas indígenas y populares como las aspiraciones libertarias de los
grupos políticos más desarrollados del virreinato.
Si la Revolución de Independencia, en el momento en que se desencadena, traslada efectivamente la
soberanía a las masas armadas que a partir de ese momento actúan por sí y transforman la realidad, las
decisiones que va tomando Hidalgo en la guerra son consecuentes con esa nueva realidad y no hacen
sino expresar la soberanía efectiva del pueblo. Desde su alocución del 16 de septiembre, la abolición del
tributo simboliza la destrucción del derecho existente, la destrucción del orden antiguo. Con la autoridad
que ejerce por aclamación de la nación, Hidalgo abolió la distinción de castas y la esclavitud, signos de
la infamia y la opresión que ejercían las clases dominantes sobre los indios, negros y mestizos. En el
caso de Morelos, la identificación con las aspiraciones del movimiento popular es aún más genuina, es
el representante más auténtico de la conciencia popular. Morelos enuncia un proyecto político centrado
en la soberanía popular y la desaparición de las desigualdades que dividían a la población. Traduce en
letras la aspiración ancestral de las comunidades indígenas y de los grupos oprimidos de vivir en
igualdad, y convierte en programa político las demandas sociales de los sectores populares más
desprotegidos del virreinato.
En los movimientos políticos posteriores desaparece la relación entre los anhelos de las masas y los
programas de los dirigentes políticos. Sin embargo, aun cuando este proyecto no tuvo continuidad en el
futuro inmediato, su carga ideológica estaría presente en todos los movimientos políticos y sociales
posteriores. Creó también un panteón de héroes nacionales y el proyecto de construir una nación
asentada en una historia antigua, destinada a vivir un futuro promisorio. No imaginaron una nación para
una clase o un grupo restringido. Lucharon y murieron por un proyecto nacional que envolvía a la
mayoría de los mexicanos.
En cambio sí hubo un desarrollo de la noción de patria y se manifestó un sentimiento patriótico
exaltado, aunque reducido a la identidad con el suelo donde se había nacido, asentado en un conjunto de
valores religiosos compartidos (la unidad en torno de la fe católica y la virgen de Guadalupe), apoyado
por una recuperación progresiva de la historia antigua de los pobladores originales y dirigido por las
reivindicaciones ideológicas del grupo criollo. Era un concepto de patria limitado, no compartido por los
demás grupos y que no salvaba las profundísimas divisiones étnicas, sociales, económicas y culturales
que fragmentaban a la población.
Primero en los decretos que Hidalgo y Morelos promulgaron durante la insurrección, luego en el Acta de
Independencia y en los documentos previos al Congreso de Chilpancingo (Manifiesto del Congreso,
Reglamento y Discurso de apertura del mismo), y finalmente en los Sentimientos de la $ación y en la
Constitución de Apatzingán, los principios constitutivos de la nación entraron a formar parte de la
memoria colectiva.
México se proclamó una nación libre y soberana, pero se definió como una nación antigua, anterior a la
Conquista española que la había sojuzgado. Por ello decía el Acta de Independencia que la América
Septentrional había “recobrado el ejercicio de su soberanía usurpada”. Y por eso se asentó en la
Constitución de Apatzingán que “ninguna nación tiene derecho a impedir a otra el uso de su soberanía.
El título de Conquista no puede legitimar los actos de la fuerza: el pueblo que lo intenta debe ser
obligado por las armas a respetar el derecho convencional de las naciones”.
El principio de la soberanía popular fue el otro gran pilar sobre el que se hizo descansar el proyecto
político de los insurgentes. Recogiendo el espíritu que animó a la insurrección popular, Morelos afirmo
en los Sentimientos de la $ación que “La soberanía dimana inmediatamente del pueblo”. En la
Constitución de Apatzingán se asentó que “la soberanía reside originariamente en el pueblo y su
ejercicio en la representación nacional compuesta de diputados elegidos por los ciudadanos”
A estos principios fundadores de la nación insurgente se unieron los provenientes de la gesta popular del
pensamiento ilustrado de los criollos y del pensamiento político moderno. En conjunto, estos principios
afirmaron la igualdad de los mexicanos ante la ley, ratificaron la unidad de la población en torno de la
religión católica, declararon que el objetivo fundamental del Estado era la persecución del bien común y
definieron la nueva organización política de la nación.
La Revolución de Independencia y el pensamiento político que surgió de ella afirmaron las
“características subjetivas” que, según los teóricos, subyacen la formación de una nación: la aspiración
de la población a constituir una nación autónoma, la lealtad a la nación por sobre cualquier otro interés y
la voluntad de mantenerla unida e independiente. Al mismo tiempo, la Revolución de Independencia
consolidó y le dio una dimensión política moderna a las “características objetivas” que definen (aunque
no explican) a la nación: una organización política refrendada por el consenso popular, una identidad
territorial, una historia compartida y una lengua común.
Por primera vez en la Historia de México los sentimientos patrióticos tradicionales (la identidad en torno
a un territorio, religión, pasado y lengua compartidos) se integraron al proyecto político moderno de
constituir una nación independiente, autónoma y dedicada a la persecución del bien común. Así apoyada
en la movilización armada de la población y en un pensamiento político moderno y nacionalista, la
nación se asumió libre, independiente y creo un porvenir para realizar en él un proyecto histórico propio,
centrado en el Estado Nacional y en la nación autónoma.
La independencia política de España y la decisión de realizar un proyecto político nacional crearon un
sujeto nuevo de la narración histórica: el Estado Nacional. Por Primera vez, en lugar de un virreinato
fragmentado internado y gobernado por poderes extraños, los mexicanos consideraron su país, el
territorio, las diferentes partes que lo integraban, su población y su pasado como una entidad unitaria. A
partir de entonces, independientemente de las divisiones y contradicciones internas, la nación se
contempló como una entidad territorial, social y política que tenía un origen, un desarrollo en el tiempo
y un futuro comunes. El surgimiento de una entidad política que integraba en sí misma a todas las partes
de la nación fue, pues, el nuevo sujeto de la historia que unificó la diversidad social y cultural de la
población en una búsqueda conjunta de identidad nacional.
A su vez el surgimiento de una concepción del desarrollo histórico centrada en la nación provocó el
nacimiento de una historia para sí, de una escritura de la historia hecha para la nación y elaborada por
mexicanos. Este descubrimiento explica que la elaboración de una historia propia, concebida y escrita
por mexicanos, corriera inextricablemente unida a la realización del proyecto político del Estado
Nacional. La memoria del pasado, hasta entonces desmembrada y ajena, comenzó a ser una memoria
recuperada y clasificada por instituciones nacionales (archivos y museos) y bajo la dirección de los
intereses históricos de la nación. Desde la Independencia el pasado del país fue repensado y reescrito,
pero ahora bajo la compulsión de crear una memoria histórica fundada en valores reconocidos como
propios por la nación independiente.
Lectura 2. La construcción de la &ación y el conflicto de identidades.2
Dice Enrique Florescano que este libro, Memoria Mexicana, nació en rebeldía contra la tesis que afirma
que los mexicanos tenemos una identidad nacional única, basada en una memoria histórica común.
Contra esa afirmación hace tiempo que comenzó a desarrollar la hipótesis de que en lugar de una
memoria única, en el pasado mexicano habían coexistido múltiples memorias, sostenidas por los
diversos grupos étnicos, sectores sociales, organizaciones políticas, localidades y entidades regionales
que componían el país.
En los tiempos prehispánicos, con excepción de los reinos absolutistas de la época clásica, que lograron
imponer un canon historiográfico incontestado y un modo uniforme para colectar y transmitir la
memoria del reino, la presencia de memorias locales y étnicas que resistieron los dictados hegemónicos
de los poderes centrales fue constante. El choque de memorias más visible entonces fue el
enfrentamiento entre la memoria de los pueblos sedentarios, a quienes se encomiaba como fundadores
de la vida civilizada, y el modo de vida de los pueblos cazadores y recolectores, a quienes se denigraba
con el calificativo de bárbaros.
Esta pugna entre memorias contradictorias devino un combate continuo en los dos primeros siglos del
virreinato, cuando la matriz indígena fue dislocada por la invasión de grupos étnicos europeos, africanos
y asiáticos. Entonces convivieron por primera vez en la Nueva España las antiguas tradiciones indígenas
con concepciones del pasado que provenían de regiones tan remotas y cargadas de historia como
Europa, el antiguo Oriente o África. Se produjo entonces un choque entre distintas interpretaciones del
pasado, un enfrentamiento entre concepciones del tiempo y de la historia nacidas en culturas hasta
entonces apartadas por barreras físicas y culturales infranqueables. Esta colisión entre distintos pasados
se agudizó cuando apareció la primera generación de gente mestiza: criollos, castas, mulatos… Como es
natural, estos grupos mezclados se esforzaron por hacer valer nuevas identidades y reclamaron para sí
partes del pasado de sus padres, al mismo tiempo que rechazaban porciones considerables de ese legado.
Las naciones deberían tener variadas y plurales memorias del pasado, tantas como grupos étnicos
moraron en su territorio. Sin embargo, al comenzar el siglo XXI, la paradoja es que México, el país
plural formado por múltiples grupos y largos siglos de historia, tiene una historiografía centrada en
narrar las hazañas de los vencedores de las luchas políticas de los siglos XIX y XX. Hay una memoria
pobre de las poblaciones orientales en nuestra Historia. Más pobre aún es el registro de la Historia de la
religión, la institución que durante milenios estableció las principales formas de participación, identidad
2
Ibidem. pp. 549-561.
e integración de los distintos grupos sociales que conformaron la nación. Otro ejemplo notable de
ocultamiento deliberado del pasado es el de los tres siglos de la dominación española. En los años que
siguieron a la Independencia y el nacimiento de la República, la lucha política entre liberales y
conservadores convirtió el pasado colonial en la época negra de la Historia mexicana. La contienda de
esos años dividió al país entre quienes se obstinaban en edificar la nueva nación sobre sus antiguas
raíces indígenas y quienes querían sustentarla exclusivamente en el legado hispánico. El triunfo de los
liberales hizo que todo intento de reconstruir los tiempos de la dominación española concluyera en una
condena de la Iglesia, las clases dirigentes y los valores hispanos. Para los liberales el virreinato vino a
ser la época de la sumisión colonial, el tiempo del saqueo de las riquezas minerales, el origen de los
latifundios y la cuna de las tradiciones conservadoras.
La memoria histórica mexicana no ha podido aceptar aún los tres siglos que forjaron una nueva nación
y, en consecuencia, no hemos podido elaborar una historia objetiva de la Conquista ni menos relatar
comprensivamente cómo nació una nueva sociedad fundada en herencias culturales divergentes de la
propia tradición ancestral. Es claro que para construir esta historia se requiere aceptar antes los valores
políticos, sociales y culturales occidentales que los españoles fincaron en la Nueva España. Es decir,
falta explicar cómo el mundo americano dejó de ser un mundo centrado en los valores indígenas y se
transformó en una sociedad multiétnica, regida por los valores de la cultura occidental, pero en la cual
sobrevivieron las antiguas tradiciones de los pueblos nativos. En tanto no reconozcamos este trasfondo
sustantivo de nuestros orígenes continuaremos ignorando partes enteras del pasado que forjó a la nación
real, que es una nación multicultural.
La reconstrucción de la memoria mexicana, antes de ser continua y estar guiada por el raciocinio, ha
sido conflictiva y parcial. Parece ser, sobre todo, una reconstrucción gobernada por las disrupciones
políticas que modificaron el acontecer histórico. La primera interpretación duradera sobre la creación
del cosmos, el origen de los seres humanos y el principio de los reinos la produjo el nacimiento del
ancestral Estado olmeca, y más tarde el advenimiento del poderoso Estado teotihuacano, cuya vida se
prolongó desde el siglo II hasta el VIII de la era actual. Esta concepción era una interpretación del
pasado que hacía descender a los reyes de los dioses creadores, legitimaba la división entre gobernantes
y gobernados, narraba la historia del grupo étnico y encomiaba los valores que sustentaron a esas
sociedades y le dieron vida prolongada al reino.
Después del derrumbe de los reinos de la época clásica (siglos VIII y IX) los nuevos estados asumieron
una concepción semejante del cosmos y del origen de los grupos humanos. El mito de la creación del
Quinto Sol que se originó en Teotihuacan fue adoptado por los nuevos Estados, pero en lugar de
glorificar al rey cantó las hazañas de la nueva organización política que surgió entonces, convirtió las
migraciones de los pueblos guerreros en epopeya conquistadora, narró los orígenes del grupo étnico y le
asignó a los nuevos dirigentes la misión de conservar la vitalidad creadora del Quinto Sol.
La conquista española cortó de tajo ese canon historiográfico y en su lugar impuso la concepción
cristiana de la historia y la idea de un proceso histórico lineal. A mediados del siglo XVII, los pueblos
indios reorganizados habían incorporado a su concepción del tiempo y del pasado fragmentos de la idea
cristiana del acontecer histórico, a través de un complicado proceso de rechazos, sincretismos,
resistencias e integraciones. El choque y la convivencia entre esas dos concepciones del mundo produjo
una cosmovisión indígena anclada en el antiguo modo de vida campesino, íntimamente vinculada al
ciclo agrícola del maíz y al calendario solar, y al mismo tiempo devota de los santos y festivales
religiosos cristianos, fidelísima de las solidaridades pueblerinas, y asentada en formas de vida que
mezclaban la tradición indígena con los legados del mundo occidental.
Durante el virreinato, aún cuando los indígenas se convirtieron en la fuerza de trabajo de la nueva
sociedad, sus modos de vida y sus tradiciones fueron respetados. Formaban parte de la sociedad
colonial, si bien es cierto que ocupaban uno de sus escalones más bajos. La protección jurídica, política
y social que disfrutaba el indígena en el virreinato se derrumbó por completo con el nacimiento de la
república y la propuesta de los liberales de abolir las leyes que beneficiaban a grupos y corporaciones
particulares. La independencia política de España condujo a la fundación del Estado autónomo y creó la
perspectiva de un nuevo proyecto histórico fundado en la integridad de la nación. Este vuelco político
inauguró otra etapa histórica y dio paso a un nuevo canon historiográfico: la historia de la nación, un
relato que en principio debería abarcar los diversos grupos asentados en el territorio. Pero la realización
de ese proyecto, en lugar de avanzar hacia una historiografía abierta a los distintos pasados del país,
desembocó en un registro reduccionista de la historia cuya obsesión fue exaltar el triunfo del liberalismo
y su propuesta de nación. Forjó también un modo intolerante de ver el pasado.
1. El conflicto entre el Estado-Nación y la memoria étnica.
El Estado que surgió de la guerra de liberación nacional abrió una perspectiva política inusitada. Con
la república se importaron los modelos del Estado moderno y se creó, simultáneamente, un sujeto nuevo
en la narración histórica: la nación integrada por todas sus partes. Por primera vez, en lugar de un
virreinato fragmentado y gobernado por poderes extraños, los mexicanos comenzaron a ver el territorio,
las diferentes regiones que lo formaban, su diversa población y sus contradictorios pasados como una
entidad unitaria. Poco a poco, a lo largo de un camino sembrado de escollos y a pesar de hondas
divisiones internas, el Estado empezó a ser contemplado como una entidad territorial integrada social y
políticamente, que tenía un origen, un desarrollo en el tiempo y un futuro comunes. En lugar de una
imposible unidad cultural, el Estado que surgió de ese proceso se concibió como una comunidad
política, o como una nación política.
“Se ha dicho a veces –afirma Francois Xavier Guerra- que en la América hispana el Estado había
precedido a la nación. Mejor sería decir que las comunidades políticas antiguas –reinos y ciudadesprecedieron tanto al Estado como a la Nación y que la gran tarea del siglo XIX para los triunfadores de
las guerras de independencia será construir primero el Estado y luego, a partir de él, la nación moderna”.
A fines del siglo XIX lleno de violencia, el Estado había doblegado a los hombres fuertes que antes
imponían su ley en territorios dilatados y le había asestado un golpe fatal al poder económico y político
de la Iglesia. Por primera vez el Estado logró que sus leyes y mandatos fueran obedecidos en los
rincones más alejados de la república, y puso en pie un ejército moderno que instauró el orden en el
territorio nacional. Sin embargo, ese mismo Estado poderoso seguía librando una guerra a sangre y
fuego con los pueblos indígenas, principalmente en las tierras regadas por el río Yaqui y en la península
de Yucatán.
Las contrastantes ideas de nación que animaban a las élites dirigentes y a los pueblos indígenas y
campesinos llevó a estos sectores al choque sangriento que dividió más al país y produjo una herida
social que aún no hemos podido restañar. En el México de comienzos del siglo XIX, los pueblos indios,
los mestizos, las castas, los criollos, las ciudades y las corporaciones sostenían ideas contradictorias de
nación. Como afirma Francois-Xavier Guerra, desde mediados del siglo había por lo menos dos ideas de
nación que luchaban entre sí. Por un lado, estaba la nación compuesta por estamentos y grupos
corporativos, cuya unidad se fundaba en las costumbres y tradiciones colectivas instauradas por el
propio desarrollo histórico. Esta nación era “el producto de una larga historia, a lo largo de la cual se
han forjado sus valores, sus leyes, sus costumbres, es decir, su identidad”. Esta nación antigua era
también una nación católica. Por otro lado, estaba la nación moderna, integrada por individuos iguales,
el ideal al que aspiraba la ascendente clase política liberal. Esta nación, en contraste con la antigua, se
pensaba secular, era una nueva “nación política”, que no incluía a sus sectores más antiguos.
El enfrentamiento entre los grupos étnicos tradicionales y la nación se produjo cuando se creó el Estado
moderno, el llamado Estado-Nación. Al contrario de la nación histórica, el Estado-Nación es concebido
como una asociación de individuos que se unen libremente para construir un proyecto. En esta
concepción, la sociedad no es más el complejo tejido de grupos, culturas y tradiciones formado a lo
largo de la historia, sino un conglomerado de individuos que se asumen iguales. El Estado-Nación, en
lugar de aceptar la diversidad de la sociedad real, tiende a uniformarla mediante una legislación general,
una administración central y un poder único. La primera exigencia del Estado-Nación es entonces
desaparecer la sociedad heterogénea y destruir los “cuerpos”, “culturas diferenciadas”, “etnias” y
“nacionalidades”.
La homogeneización de la sociedad se realiza sobre todo en el nivel cultural. Para construir a la nueva
nación se unifica la lengua en primer lugar y enseguida el sistema educativo; luego se uniforma el país
bajo un único sistema económico, administrativo y jurídico. Y en el caso de que en el mismo territorio
convivan varias culturas y naciones, la cultura de la nación hegemónica sustituye a la multiplicidad de
culturas nacionales.
TEMA 2. Las Reformas Borbónicas y el nacimiento del patriotismo
criollo.
El ambicioso programa reformista que durante la segunda mitad del siglo XVIII
pretendieron implantar los monarcas ilustrados de la casa de Borbón buscó transformar,
de manera pacífica y paulatina, al imperio español en un estado moderno: pero esta
transformación no se daría sino hasta años más tarde, y sólo mediante un rápido
proceso de cambio en el que los reyes estuvieron notoriamente ausentes y en el que un
programa de reformas se vio sustituido por un proyecto revolucionario. El proceso tuvo
como marco un estado de guerra, primero en España y después en buena parte de su
imperio, y no terminó sino con la pérdida de la mayor y más importante parte de sus
dominios.
En Nueva España, las reformas no sólo contribuyeron a aumentar las
desigualdades sociales, entre los diferentes grupos, sino que favorecieron al surgimiento
de un sentimiento de unidad entre criollos y mestizos, fundado en: la valoración de la
riqueza del territorio, en el pasado indígena, y en el culto a la Virgen de Guadalupe,
mismos que alimentaron un sentimiento patriótico.
Objetivo: Evaluar las consecuencias de la aplicación de las Reformas Borbónicas, en la
Nueva España, así como su impacto en el nacimiento del patriotismo criollo.
Conceptos: Imperio, ilustración, despotismo ilustrado, patriotismo, liberalismo,
mercantilismo, Reformas Borbónicas, castas.
Habilidades: Identificar el contenido de la Reformas Borbónicas y consecuencias
económicas, políticas y sociales de su aplicación; ubicar los cambios geopolíticos
mundiales del siglo XVIII; Establecer el impacto del surgimiento del nacimiento del
patriotismo criollo.
Actitudinales y valores: Argumentar su posición ante las diferentes formas de
discriminación.
LECTURA 1. Las Reformas Borbónicas.3
El siglo XVIII fue una época de importantes cambios para España y sus colonias en América. Por un lado
dejó de reinar la dinastía de los Habsburgos o Austrias para ceder su lugar a la de los Borbones.
La llamada Guerra de Sucesión (1701-1714), llevó al trono de España a Felipe de Anjou, nieto
de Luis XIV de Francia, ya que recibió el apoyo de algunas potencias europeas interesadas en la riqueza
del imperio Español.
La llegada de Felipe V al trono español, marcó el inicio de una serie de cambios que aplicarían
él, sus dos hijos, Carlos II (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808) y su nieto, Fernando VII (1808-1833) en
el imperio español.
Debido a que esta familia pertenecía a la dinastía de los Borbones, los cambios ocurridos en éste
periodo se le conoce como, “Reformas Borbónicas”.
La política aplicada por los Borbones, estuvo normada por las ideas de la ilustración. La
ilustración fue una forma de pensamiento en la que el monarca hacía uso de herramientas racionalistas,
tales como la especialización administrativa, la obediencia de reglas fijas, un mayor control sobre las
provincias y una autoridad absoluta del rey.
Los hombres de la ilustración tenían objetivos políticos bien definidos y de aplicación práctica.
En el ámbito económico, la base de estas ideas era la doctrina económica conocida como mercantilismo.4
Para potenciar al máximo a la monarquía, este grupo de pensadores -que podían llamarse
economistas- sugería que España hiciera de sus posesiones americanas meras proveedoras de materias
primas (metales, tintes, tabaco, cacao, etc.) y que la metrópoli proporcionara manufacturas. Esto se
lograría reduciendo los gravámenes, internos y externos que pagaba la industria española y fomentando el
comercio entre las colonias y la metrópoli, también mediante estímulos de carácter fiscal.
Se buscaba que el comercio entre España y América fuera de mercancías exclusivamente
españolas, tanto peninsulares como del Nuevo Mundo, lo cual imprimiría un mayor dinamismo
económico e incrementaría la riqueza de la Corona española.
La propuesta de los economistas exigía un cambio administrativo, mismo que inició con el
nombramiento de una comisión de tres visitadores para hacer diagnósticos parciales sobre la situación de
las tesorerías novohispanas, La oposición en el virreinato a ese tipo de comisiones, hizo ineficaces las
dos visitas ordenadas por Felipe V.
3
Tomado de Luis Jáuregui, Las reformas borbónicas, en Gran Historia de México ilustrada tomo III, El
nacimiento de México 1750-1856, Coordinadora General Josefina Zoraida Vázquez, Planeta De
Agostini, CONACULTA-INAH, España 2006, pp. 41-60.
4
Esta forma de pensamiento proponía la maximización del poder del Estado a través de su enriquecimiento en la
forma de metales preciosos.
La guerra de los Siete Años5 puso en evidencia la vulnerabilidad de los territorios
hispanoamericanos. Por ello, la Corona decidió imprimirle mayor fuerza al cambio que desde hacía
algunos años venía realizando sobre estas posesiones. En 1765 Carlos III, designó a José de Gálvez para
que emprendiera una visita general a todos los tribunales y cajas reales de Nueva España al cual se le
otorgaron amplios poderes –incluso por encima de la autoridad del virrey y de la audiencia- para evitar en
parte los problemas que se habían suscitado en las dos visitas anteriores.
La visita de Gálvez representó el paso más importante de la dinastía borbónica para la
ampliación de su autoridad en Nueva España. Para satisfacer las necesidades económicas de España, la
Real hacienda de Nueva España debía generar el superávit suficiente, así una de sus primeras reformas
fue ampliar el monopolio del tabaco establecido dos años antes, una acción que dejó sin medio de vida a
muchas personas de bajos ingresos, la Corona española para captar el máximo de excedentes económicos
novohispanos, monopolizó la producción, manufactura y distribución de productos anteriormente
manejados por particulares.
En 1765-1768 se estatizó la renta de los naipes, con el argumento de que el juego de cartas
sacaba provecho económico de la moral pública. En 1770 sucedió lo mismo con el expendio del papel
sellado, que se utilizaba para los trámites legales.
Estas medidas administrativas vinieron acompañadas de otras no menos importantes desde el
punto de vista económico. Tal fue el caso de la expulsión de los jesuitas a mediados de 1767. La medida,
de aparente corte político implicó la expropiación del vasto imperio económico de esta orden religiosa,
que comprendía grandes y eficientes propiedades rurales así como el importante Fondo Piadoso de las
Californias.6
Para la administración de las posesiones jesuitas confiscadas, la Corona creó la Dirección
General de temporalidades y el Fondo Piadoso pasó a ser administrado por funcionarios de la Corona.
Como parte de la estrategia para obtener mayores recursos del noroeste que, se imaginaba
contaba con enormes riquezas minerales, Gálvez decidió establecer intendencias, así que en 1770 Pedro
Corbalán fue el primer intendente de Nueva España, comisionado a la región de Sonora y Sinaloa.
Las doce intendencias de Nueva España –incluida la de Sonora y Sinaloa- fueron reglamentadas
en el año de 1786 mediante la Real Ordenanza para el Establecimiento e Instrucción de Intendentes de
Ejército y provincia en el Reino de la Nueva España. Los primeros intendentes novohispanos no eran
hombres muy preparados en asuntos de gobierno, pero casi todos contaban con el prestigio que daba una
larga carrera militar.
LECTURA 2. La expulsión de los jesuitas. 7
Las reformas borbónicas tuvieron como objetivo político final: cancelar una forma de gobierno e imponer
otra; pero en el conjunto se pueden distinguir las encaminadas a transformar el régimen político
implantado por los Habsburgos, las que afectaron al cuadro administrativo encargado de aplicar esa
política, y las destinadas a modificar la economía y la Hacienda coloniales.
Las diversas medidas cambiaron la situación de la Nueva España y desencadenaron múltiples
procesos que marcaron la historia de este periodo. De acuerdo con la idea de que no podían existir
poderes corporativos que rivalizaran con los del soberano, ni privilegios que atentaran contra el interés
supremo del Estado, una de las primeras tareas de los Borbones fue recuperar las atribuciones que los
Habsburgos había delegado en cuerpos y grupos.
En Nueva España, la corporación más poderosa por su fuerza moral, por su riqueza y por las
funciones políticas que desempeñaba, era la iglesia, y especialmente el clero regular. Desde las primeras
décadas del siglo XVIII los Borbones intentaron reducir la fuerza del clero regular prohibiendo la
fundación de nuevos conventos en América (1717). En 1734 se mandó que las órdenes religiosas no
admitieran más novicios por un periodo de diez años. En 1754 se prohibió a las órdenes que intervinieran
en la redacción de testamentos.
A partir de 1760 los ataques a la iglesia fueron más violentos. La Compañía de Jesús la orden
más conflictiva por su adhesión al papa (quien luchaba por mantener la independencia de la iglesia frente
al Estado), por su influencia en la educación superior, por su riqueza y su carácter independiente, fue
5
Guerra en la que participó España al lado de Francia contra la Gran Bretaña y por la que, al triunfo de este país, la
Corona española se vio obligada a ceder la Florida, a cambio de una gran parte de la Luisiana francesa.
6
Especie de fideicomiso para la evangelización de las zonas norteñas del virreinato.
7
Tomado de Enrique Florescano y Margarita Menegus. La época de las reformas borbónicas y el crecimiento
económico (1750-1808) en Historia General de México, Versión 2000; El Colegio de México, pp. 368-369.
sorpresivamente expulsada de los dominios americanos en 1767, por medio del documento Pragmática
Sanción.
En Nueva España, aun cuando la expulsión de cerca de 400 jesuitas se realizó con la misma
eficacia que en otras partes, hubo rebeliones populares en Pátzcuaro, Uruapan, San Luis Potosí,
Guanajuato y otros lugares, que fueron reprimidas con energía por las fuerzas regulares que habían
llegado poco antes de España. El visitador José de Gálvez, quien había dirigido la expulsión de los
jesuitas y la represión de los levantados, castigó a estos últimos con dureza inusitada: 86 fueron
ahorcados, 73 azotados, 117 deportados y 674 condenados a diversas penas.
A pesar de las vigorosas protestas que suscitaron estas medidas, la Corona decidió encarcelar en
prisiones civiles a varios sacerdotes acusados de diversos delitos, y continuó royendo los privilegios de la
más poderosa de las corporaciones coloniales.
LECTURA 3. La economía &ovohispana en la segunda mitad del siglo XVIII. 8
Como resultado de las grandes transformaciones político-administrativas y económicas generadas por la
Corona bajo el poder de los Borbones, se dio en la Nueva España un crecimiento económico notable,
aunque desequilibrado, en casi todas las actividades. La agricultura, la producción minera, las
manufacturas y el comercio experimentaron cambios cualitativos y cuantitativos que modificaron la
estructura económica y social del país, durante la segunda mitad del siglo XVIII.
La agricultura
Impulsada por el crecimiento demográfico y por el dinamismo de otras actividades económicas como la
minería, el comercio y las manufacturas, la agricultura tuvo un desarrollo notable en esta época, aunque
éste no se presentó de manera uniforme en todas las regiones.
A fines del siglo XVIII, el Bajío9 era considerado “el granero de la Nueva España”, es decir, la
región más desarrollada y moderna, con una agricultura mestiza. La zona de mayor y más rápido
desarrollo agrícola fue la de Jalisco, cercana a Guadalajara y la de Michoacán.
El norte, la agricultura, y en particular la ganadería, lograron progresos notables y llegaron a
constituir en conjunto la base económica de las amplias regiones norteñas, con diferencias marcadas en
función de las características ambientales en cada región. En las provincias del noroeste (Durango,
Arizpe, Nuevo México) las condiciones del suelo permitieron la multiplicación de haciendas, ranchos
agrícolas y estancias ganaderas; en cambio, en las provincias de oriente (Nuevo Reino de León, Nueva
Santander, Coahuila y Texas), aun cuando las haciendas y ranchos agrícolas no pudieron ser muy
numerosos, se desarrolló de manera notable la cría de ganado, de modo que los grandes rebaños de
ganado vacuno, caballar, ovino y caprino hicieron muy importante la comercialización, hacia el exterior,
del ganado en pie, los cueros, la lana, y las carnes saladas.
En cambio la zona centro-sur del virreinato, de poblamiento indígena tradicional, se mantuvo
dentro de los niveles de crecimiento general, pero no a la misma velocidad de las otras regiones, y en
algunas provincias hubo estancamiento. En la intendencia de México se desarrollaron dos grandes centros
productores de cereales especializados en el cultivo del maíz: Chalco Atengo y el valle de Toluca, que
satisfacían la demanda del gran mercado de la capital, pero el trigo y la cebada provenían del Bajío y del
valle de Puebla. Hacia el sur de la Capital, el valle de Cuautla-Amilpas se convirtió en el mayor centro
productor de caña de azúcar.
En Oaxaca, el cultivo de los cereales se mantuvo como la principal actividad agrícola, aunque
casi toda la producción se consumía en la misma región. En la península de Yucatán, la agricultura de
tipo comercial sólo prosperó alrededor de las villas habitadas por población blanca y mestiza (Mérida,
Valladolid, Campeche) y se especializó en el cultivo de maíz, frijol y legumbres, el resto de la zona estaba
poblada por indígenas que mantenían sus cultivos tradicionales. Casi todo lo que se producía en Yucatán
se consumía dentro de la región.
En la intendencia de Veracruz el cultivo de cereales cubría de sobra las necesidades internas, y
con frecuencia se quemaba parte de la producción de maíz por falta de compradores; en el siglo XVIII se
8
Tomado de Gloria M. Delgado de Cantú, La economía novohispana en la segunda mitad del siglo XVIII, en Historia
de México: El proceso de gestación de un pueblo, Pearson/Prentice Hall, México, 2006, pp. 375-379.
9
Se conoce con el nombre de El Bajío a la región que conecta una serie de valles escalonados que, de este a oeste
son: el valle de Celaya, el de Acámbaro, el de Salvatierra, el del Progreso, el de Santiago, el de Salamanca, el de
Irapuato, el de Pénjamo y el de la Piedad de Cabadas. Se trata de una cuenca muy fértil, con un clima templado y
semihúmedo. Cfr. Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, Tomo I, Porrúa, México, 1986,
p. 274.
desarrolló de manera notable la caña de azúcar en los alrededores de Jalapa y en una porción del norte de
la región cobró importancia el cultivo de la vainilla.
La minería
El tema de la minería se enmarca en el contexto del comercio exterior, puesto que el desarrollo de esta
actividad económica estuvo desde un principio ligado a su capacidad para exportar los metales preciosos
extraídos de las minas novohispanas, en particular la plata. Este producto constituyó un factor importante
que corregía la situación deficitaria de la balanza comercial en el siglo XVIII, pues se exportaba en
grandes cantidades como moneda acuñada a España y a Oriente. La plata amonedada producía a la
economía mexicana un excedente favorable en sus transacciones con el exterior y servía a la metrópoli
para cubrir su déficit con Europa, al mismo tiempo que pagaba gran parte de los costos de administración
y defensa.
Hacia finales de siglo había unas 3 mil minas en explotación, dispersas en un vasto territorio, que
en promedio producían 25 millones de pesos anuales y daban empleo a más de 15 mil trabajadores. En los
reales mineros del norte y centro del virreinato vivía una población con alto poder adquisitivo que, a su
vez, constituía uno de los mejores mercados para las manufacturas locales e importadas, y para todos los
productos agrícolas. La fortuna minera más importante pertenecía a Antonio de Obregón, un criollo que
en 1780 adquirió el título de conde de Valencia, y cuyas minas de plata, localizadas en Guanajuato,
produjeron 30.9 millones de pesos en plata, en el periodo comprendido entre 1788 y 1809, y la cantidad
de plata extraída en estas minas igualó la producción total del virreinato del Perú.
Las manufacturas
El notable crecimiento de la población, principalmente de las castas e indios, había creado durante el siglo
XVIII una demanda constante de telas de algodón y lana que no pudo ser satisfecha por las exportaciones
españolas, debido en parte a los altos precios que la metrópoli fijó a estos artículos. De manera que los
productos textiles, fabricados en los talleres y obrajes novohispanos, disfrutaron sin competencia externa
de un amplio mercado popular.
Las guerras que enfrentó España con otras potencias europeas, ocasionó la interrupción del flujo
comercial entre la metrópoli y el virreinato, y creó una coyuntura favorable para la expansión de las
manufacturas producidas en México. Así, desde 1790 se dio un crecimiento considerable en varias
regiones del virreinato y en el número de obrajes y talleres que fabricaban artículos de algodón y lana, al
igual que se dio una mejoría técnica en la confección de los mismos. Al mismo tiempo aparecieron, con
gran alarma para los fabricantes y comerciantes de España, artículos más finos “y tan bien acabados como
los europeos”.
Sin embargo, este auge de las manufacturas textiles se frenó bruscamente durante la primera
década del siglo XIX, cuando por causa del bloqueo naval impuesto por Inglaterra, los comerciantes
norteamericanos fueron autorizados a introducir en la Nueva España, con bandera de neutrales, una gran
cantidad de ropa y telas de algodón y lana procedentes de Inglaterra y Norteamérica, que al contrario de
las enviadas por España, eran muy baratas y de buena calidad.
En resumen, a finales del siglo XVIII la economía novohispana mostraba en general signos de un
crecimiento que, aunque desequilibrado regionalmente y desacelerado en el último cuarto de siglo,
permitió dar una imagen de prosperidad que asombró a propios y extraños, no sólo por el esplendor de
algunas de sus ciudades sino por la lujosa forma de vida de la élite novohispana de la época. Basta
observar el panorama arquitectónico del país con su profusión de iglesias barrocas, ubicadas precisamente
en los lugares de mayor auge, en done el complejo real minero-rancho agrícola-ganadero-centro de
abasto, producía el capital suficiente para costear el riquísimo y sobrecogedor espectáculo del barroco
mexicano; precisamente, en esas regiones donde los contrastes sociales tuvieron su más clara expresión.
El siglo XVIII novohispano fue ciertamente un periodo de esplendor, pero al mismo tiempo se
ha considerado como una “era de paradoja”, durante la cual se dieron notables desigualdades, y en la que
los ricos se hicieron más ricos, frente a la enorme masa integrada por los indios y las castas, lastimada por
el aumento de los precios del maíz, por los efectos de las crisis periódicas de la agricultura y, en general,
por el recrudecimiento de las formas de sujeción colonial, derivadas de las reformas borbónicas.
LECTURA 4. La sociedad colonial en el siglo XVIII10
10
Tomado de Gloria M. Delgado de Cantú, Sociedad y cultura en el siglo XVIII, en Historia de México: El proceso
de gestación de un pueblo, Pearson/Prentice Hall, México, 2006, pp. 379-386.
Distribución de la población novohispana
El vasto y variado territorio de la Nueva España, que llegó a tener una extensión de 4 millones 156 mil
483 Kilómetros cuadrados, estaba ocupado en 1810 por una población de 6 millones 122 mil 354
habitantes, distribuidos en 30 ciudades, 95 villas, 4682 pueblos, y 165 misiones.
Diferencias socioeconómicas y étnicas
Las grandes diferencias de orden social, étnico y económico se reflejaban en una estratificación vertical
donde se ubicaban los diversos grupos que componían la población de la Nueva España a fines del siglo
XVIII.
Los peninsulares
El grupo de españoles peninsulares, en el que se concentraba el mayor poder económico y los más altos
puestos de prestigio social era el más reducido; se calcula que hacia 1792 su número oscilaba entre 11 mil
y 14 mil personas (0.2 por ciento de la población total, ver tabla), ubicados principalmente en la ciudad de
México y en algunas capitales de provincia como Guanajuato, Puebla, Valladolid, Guadalajara y Oaxaca.
Criollos
El grupo inmediato en la jerarquía social era el de los criollos, formado por cerca de un millón de
individuos que representaban el 16 por ciento de la población total y residían de preferencia en las
intendencias de México, Guadalajara, Guanajuato, Valladolid y Puebla. La situación de este grupo, como
la de la mayoría de los pobladores de la Nueva España, estaba determinada por el color de la piel y por la
ocupación: aproximadamente el cinco por ciento de ese millón de criollos gozaba de un rango social
semejante al que tenían los españoles peninsulares, no sólo porque eran tan blancos como éstos, sino que
compartían sus aspiraciones sociales y mantenían estrechos vínculos económicos, políticos y a veces
hasta familiares, con los miembros del grupo peninsular, lo cual permitió la formación de una poderosa
oligarquía criolla.
Los criollos enriquecidos se distinguieron de los peninsulares por el hecho de que sus intereses
locales crearon en ellos un arraigo a la tierra mexicana que, obviamente, no podían tener los nacidos en
España, y esto fue un factor notable de distanciamiento entre estos dos grupos, expresado sobre todo en
los enfrentamientos cada vez más violentos con los comerciantes de la ciudad de México, cuyos intereses
estaban completamente volcados hacia España.
El resto de los criollos estaba en una situación más crítica, acentuada con la aplicación de la
reformas borbónicas que afectó a quienes en el siglo XVII habían alcanzado una cierta prosperidad y
prestigio; un sector criollo, ubicado en un nivel medio, se dedicaba al sacerdocio, la medicina, las leyes o
la carrera militar, pero incluso en estas profesiones les estaba negado el acceso a los puestos principales,
reservados a los nacidos en España. Sin embargo, dentro de este grupo destacaron muchos criollos que
alcanzaron una significativa posición entre los intelectuales novohispanos del siglo dieciocho, educados
por jesuitas, a quienes sirvieron sus conocimientos sobre la filosofía racionalista entonces en boga en
Europa, para tomar conciencia de su condición de sometidos, frente al peninsular amparado por el
regalismo español.
Las castas
A principios del siglo XIX, los diversos grupos producto de la mezcla de españoles , indios y negros,
conocidos con el nombre genérico de “castas”, sumaban más de 1 millón 300 mil personas (22 por ciento
de la población total). Las intendencias con mayor número de etnias mezcladas eran las de México,
Yucatán, Guanajuato, Puebla y Michoacán, donde estos grupos constituían la principal fuerza de trabajo
en las ciudades y en el campo. En las ciudades, los integrantes de las castas, hombres y mujeres,
laboraban en los obrajes donde se fabricaban telas de algodón y lana, así como en las fábricas de tabaco y
loza; se empleaban también como cocheros, mozos, artesanos, arrieros, panaderos, criados, y puede
decirse que eran aptos para cualquier oficio.
En las minas, ranchos y haciendas, los miembros de las castas constituían una fuerza permanente
de trabajo, y con frecuencia llegaban a ocupar puestos de mediana importancia como administradores. Su
relación con los grupos indígenas no fue favorable para éstos pues, aunque la “gente mezclada” tenía
prohibido residir en los pueblos y comunidades de los indios, servían como intermediarios al llevar
vender en los mercados urbanos los productos de los campesinos indígenas, siempre obteniendo mayor
ventaja que los productores; en sentido inverso, al identificarse más con la cultura hispana, los miembros
de las castas sirvieron como introductores de los artículos y las costumbres de la sociedad blanca en el
mundo indígena, colaborando ellos, quizá involuntariamente, a la destrucción de las culturas autóctonas.
Además, por su condición de gente sin tierra, los integrantes de “las mezclas” constituían una amenaza
constante para las tierras indígenas.
Los integrantes de las castas fueron objeto de la discriminación que la sociedad colonial impuso
sobre todas las personas que no eran de piel blanca, e incluso en condiciones más desfavorables de las que
tenían los indígenas que, después de todo, estaban protegidos por la ley. Como no siempre era fácil
identificar los orígenes raciales de los miembros de las castas, se establecieron leyes que, con base en la
inscripción en los padrones de tributo y en los registros parroquiales (cada parroquia llevaba libros donde
se asentaban los bautizos, casamientos y defunciones de españoles, castas e indios), especificaban la
clasificación de estas personas como “gente de color”. Desde su nacimiento, todo individuo de las castas
quedaba marcado por un documento legal que declaraba su baja condición social y le impedía ejercer
cualquier cargo público, ascender a la categoría de maestro en los gremios, o beneficiarse de los
privilegios de que gozaban los criollos, o de las defensas que protegían a los indios.
Los indios
Éste fue el grupo cuyo número aumentó en mayor medida durante la segunda mitad del siglo XVIII, pues
si en la centuria anterior, debido a las epidemias y las crisis agrícolas, la población indígena se llegó a
reducir hasta un millón de personas, en los cálculos demográficos de 1810 alcanza la cifra de 3 millones
676 mil 280, representando más del 60 por ciento de la población total. En números absolutos, las
intendencias con más población indígena eran las de México, Puebla, Oaxaca, Yucatán, Guanajuato,
Guadalajara y Michoacán; estas regiones estaban habitadas por indígenas que residían en pueblos
fundados desde el siglo XVI, generalmente en lugares donde antes se asentaron entidades de los antiguos
señoríos mesoamericanos. El crecimiento general de la población indígena redujo a este grupo las
posibilidades de adquirir tierras, lo cual por una parte provocó la emigración de muchos individuos de las
nuevas generaciones, y por otra, originó continuas rivalidades en lucha por la tierra, que muchas veces
desembocaron en serios altercados.
A éste problema de las tierras indígenas, se agregaba el endémico asunto de la apropiación
forzada de las mismas por parte de los grandes propietarios y rancheros, ahora presionados por el
incremento de los productos agrícolas que trajo consigo el aumento demográfico general de la población
novohispana. Al mismo tiempo, las nuevas y crecientes demandas del desarrollo económico durante ésta
época, provocaron una explotación mayor de la fuerza de trabajo de los pueblos de indios y una presión
constante de los comerciantes mestizos para controlar los productos indígenas.
En consecuencia, se produjo una desestabilización profunda de la economía y de la sociedad
indígena, y esto redundó en el incremento notable del número de los llamados “indios vagos” o “errantes”
en los centros urbanos y mineros, como signo claro del rompimiento de la estructura comunal del pueblo
indígena. Un signo más de ese rompimiento fueron las continuas rebeliones y sublevaciones indígenas
contra el invasor de sus tierras, o contra funcionarios civiles y religiosos quienes, aparte de aumentar las
formas de explotación, reprimían violentamente sus intentos por crear símbolos religiosos encaminados a
forjarse una identidad propia, pero dentro de la religión impuesta por los conquistadores. El culto que
ofrecían los indígenas a santos y vírgenes que, según decían, se aparecían en sus pueblos, fue severa y
continuamente condenado y castigado por el clero secular.
La estratificación vertical integrada por españoles, criollos, castas e indios se acompañó de otra
igualmente rígida, creada en el interior de cada uno de estos grupos y basada en el nivel económico y
social de los individuos y las familias. Todo español o criollo “blanqueado” era “gente de razón”, pero
sólo los individuos o las familias que habían acumulado riqueza y pertenecían a un linaje de abolengo
eran considerados miembros de la pequeña élite que acumulaba los prestigios y los más altos privilegios.
Del mismo modo, todos los individuos de las castas nacían con el estigma de su color y esta
marca los situaba en los escalones más bajos del rango social; pero quien ascendía económicamente podía
comprar su “limpieza de sangre” y merecer un tratamiento social que le permitía distinguirse de sus
congéneres. Asimismo, en el interior del grupo indígena se daba una diferencia muy grande entre los
caciques o gobernadores y el resto de la población; en cada pueblo de indios, el sector de “principales” o
autoridades locales disfrutaba de una posición y unos privilegios que los separaban de los otros, aún
considerados como macehuales, casi seguramente para recordarles su condición de subordinados a los
pipiltin.
En resumen, la desigualdad original impuesta por los conquistadores se hizo más marcada al
multiplicarse los elementos en el mosaico de grupos étnicos, y al crearse nuevas posiciones sociales y
económicas, sancionadas por la ley, la moral, las costumbres, e incluso la religión, del grupo dirigente.
Castas
Europeos
Africanos
&úmeros absolutos
15 000
10 000
&úmeros relativos (%)
0.2
0.1
Indígenas
Euromestizos
Afromestizos
Indomestizos
Totales
3 676 281
1 092 367
624 461
704 245
6 122 354
60.0
17.9
10.1
11.5
100.0%
FUENTE: Gonzalo Aguirre Bertrán, La población negra en México, Fondo de Cultura Económica, México, 1972, p.
233.
LECTURA 5. La conciencia de patriotismo criollo11
Hay factores culturales bien conocidos que avivaron la conciencia de patriotismo criollo a lo largo de los
siglos XVII y XVIII, como por ejemplo, el sistema educativo de los jesuitas, la devoción a la Virgen de
Guadalupe y el resentimiento de los americanos por su exclusión de los puestos públicos, y la literatura
que este descontento produjo: pero hubo también otros de carácter político o de dirección vertical que
acabarían por tener un efecto contraproducente para los intereses de la Corona. La centralización
administrativa y económica del reformismo borbónico, la expulsión de la Compañía de Jesús e incluso la
difusión del liberalismo gaditano alentarán el malestar y las aspiraciones emancipadoras de los grupos
criollos y sus pretensiones dirigentes.
La modernidad, la religiosidad popular y el pasado indígena fueron conceptos centrales para definir
los cimientos de los proyectos en debate. Pese a sus divergencias y antagonismos, estos dos proyectos (el
monárquico, pactado en Iguala y encarnado en Agustín de Iturbide, y el republicano consagrado en
Apatzingán y personificado por José María Morelos) compartían atributos doctrinales y simbólicos y
sobre ellos habrían de encarrilar los destinos políticos de la nación emergente. La intención de constituir
un nuevo Estado sobre los principios derivados del pensamiento naturalista racionalista europeo, y la
preocupación por reafirmar su identidad sobre símbolos nativos, pertenecientes a la tradición o a la
cultura mexicana, se fue formando durante el virreinato.
El naciente Estado se quería a la vez “moderno” y “mexicano”. Se aspiraba a la modernidad por la
adopción de los principios jurídico-racionalistas propios del Estado de Derecho que emergían en la
historia política occidental, a saber: el reconocimiento de los derechos del Hombre (sufragio, igualdad,
libertad, propiedad y privacidad); la consagración de la soberanía, nacional o popular; la aceptación de un
gobierno representativo basado en elecciones populares; la división de poderes: ejecutivo, legislativo y
judicial, con un predominio marcado del segundo.
Por lo que toca a la consolidación simbólica de la identidad nacional, tanto los decenios preparatorios
como los inaugurales del México independiente atestiguaron el resurgimiento del interés en el mundo
prehispánico, en un proceso de búsqueda y apropiación de las raíces de la cultura nativa y la voluntad de
defender y afirmar las figuras y los cultos propios de la religiosidad local.
Uno de los expedientes simbólicos a los que el nuevo Estado recurrió para afirmar su identidad fue el
uso reiterado de una ficción fundante: la existencia de un presunto imperio azteca al que destruyera la
brutalidad de la conquista y cuya recuperación parecía asegurada al quedar rotas las “cadenas” de la
dominación española. Las constantes referencias al Anáhuac como uno de los nombres para designar el
Estado naciente y la declaración oficial aprobada por el Congreso para adoptar, como escudo nacional, las
armas del México antiguo y colonial (el jeroglífico del águila sobre el nopal) son otras tantas
confirmaciones del uso de aquel patrimonio legendario.
El otro gran símbolo tradicional al que se apeló para consolidar la identidad patria fue, por supuesto,
la Virgen de Guadalupe. Y si bien se requirió de muchos esfuerzos y de largos años para ir cerrando la
brecha entre la doctrina y la praxis que pretendían otorgar una acepción política moderna al Estado
mexicano, la construcción simbólica de la identidad nacional fue igual de ardua pero, comparativamente,
más eficiente y exitosa. La formulación de lo que podríamos llamar hoy el patriotismo criollo fue un
proceso lento, construido a lo largo de los siglos XVII y XVIII no siempre de una manera lineal, sino en
el que se conjugaron distintos factores económico-sociales y culturales que marcaron una respuesta a la
diferencia que se establecía entre los españoles peninsulares y los españoles americanos, forjando un
vocabulario emblemático- nacionalista que los fue distinguiendo.
TEMA 3. Movimientos Sociales: indígenas, guerra de castas, y conspiraciones
Criollas
La sociedad novohispana, desde su nacimiento, presentó una enorme división así como
antagonismos profundos de toda índole, tanto social, económica y política, que tuvieron
su origen como lo afirma Agustín Cue Cánovas, en las desigualdades de riqueza y en
los privilegios políticos y jurídicos de los grupos que detentaban el poder.
11
Tomado de Esther Acevedo, Jaime Cuadriello y Fausto Ramírez: “Preámbulo” en Varios autores: Los
pinceles de la Historia. De la Patria criolla a la $ación mexicana, Conaculta-INBA, México, 2000, pp.
23-30.
Conspiraciones, tumultos, alzamientos, rebeliones violentas, etc., fueron constantes en
el periodo colonial. En dichos movimientos participaron indios, negros y castas. Pero
también ocurrieron rebeliones de españoles e insurrecciones y conspiraciones de criollos
y euromestizos.12
Objetivo: Valorar la conjunción de los procesos sociales que culminaron en el
desencadenamiento de las tensiones sociales, hasta producir una crisis generalizada.
Conceptos: Movimiento social, conspiración, alzamiento, rebelión, sociedad secreta.
Habilidades: Identificar los diferentes movimientos sociales; comparar sus demandas ;
establecer las diferentes formas de manifestar su inconformidad; evaluar el impacto y
las consecuencias de la crisis generada
Actitudinales y valores: Adoptar una actitud crítica ante la intolerancia, valorar la
libertad en todas sus expresiones y el derecho a la igualdad social.
LECTURA 6. Movimientos sociales: indígenas y de castas
La nueva España a principios del siglo XIX, era la más próspera de las colonias que tenía el imperio
español, sin embargo, la mayor parte de la riqueza que se generaba en el campo, el comercio, los obrajes
y la minería tenía como finalidad satisfacer las necesidades económicas de la Corona española, no
obstante, Silvio Zavala nos dice que a pesar de ello, la desigualdad social era sorprendente, pues entre las
calles de las ciudades se podían apreciar lujosos carruajes que pasaban junto a gente desnuda y
hambrienta.13
Si bien, los criollos fueron discriminados y marginados de los altos cargos políticoadministrativos y religiosos, la situación de las castas, no fue mejor, ya que enfrentaron las consecuencias
de la inequitativa distribución de la riqueza, la sobreexplotación, el hambre, la ignorancia y la indiferencia
que hacían de éstos las autoridades virreinales.
Mención especial merece la situación de los indígenas, quienes a pesar de ser protegidos por las
Leyes de Indias, habían sido despojados de sus tierras, por lo que no les quedaba más que convertirse en
peones de haciendas, con jornadas de trabajo inhumanas y condiciones de vida miserables.
La situación anterior, provocó que durante esta época se desarrollaran una gran cantidad de
rebeliones, de indígenas y de las castas, en contra del sistema establecido. Pese a la represión ejercida por
parte de las autoridades, los levantamientos y protestas fueron constantes, la lucha por la recuperación de
la tierra se transformó en la causa común que en más de un caso aumentó el descontento de los indígenas
contra el régimen colonial, lo cual nos da una idea de la inquietud reinante,
Así, la falta de atención a las demandas de los grupos menos favorecidos ocasionó varios
levantamientos, Cue Cánovas hace referencia a 100 rebeliones de españoles, criollos y euromestizos,
castas, indios y negros, ocurridas entre 1521 y 1832 de las cuales destacaremos las siguientes:14
• El del esclavo negro de nombre Yanga que en 1609, encabezó una sublevación en Orizaba, Veracruz;
el movimiento fue reprimido, no obstante, a pesar de que fue sofocado, las autoridades virreinales
tuvieron que permitir la creación de un pueblo denominado San Lorenzo de los negros.
• Sublevación de indígenas en la provincia de Oaxaca, en 1661, se rebelaron a causa de la explotación
de la que eran víctimas.
• Motín de indígenas y mestizos en la ciudad de México en 1692, debido a la falta de maíz; el propio
virrey vio incendiado el palacio, donde murieron diez personas.
• Rebelión de los esclavos de las haciendas vecinas a Córdoba en 1735.
• La rebelión de Jacinto Caneck en 1761 en Cisteil, Yucatán, en contra de la explotación a la que eran
sujetos los indígenas mayas.
• El motín de los mineros de Real del Monte ocurrido en 1766, en el que reclamaban mejores
condiciones de trabajo.
• Alzamiento de seris, pimas y sububapas en el pueblo de Suaqui, Sonora en 1766, provocada por la
pena de azotes que se aplicó al indio gobernador del pueblo, por orden del padre jesuita de Suaqui.
12
Agustín Cue Cánovas, Historia social y económica de México 1521-1854, Trillas, México, 1975, p. 182.
Silvio Zavala. Apuntes de historia nacional, SEP-Diana, México, 1992, p.10.
14
Agustín Cue Cánovas, Op. Cit., pp. 183-187.
13
•
Motines contra la expulsión de los jesuitas, en Valladolid, Uruapan, Pátzcuaro, Guanajuato, San Luis
de la Paz y San Luis Potosí en 1767.
• La “gran hambre” de 1786, en la que murieron más de cien mil personas, fue motivo de disturbios y
saqueos.
• El levantamiento en la Sierra de Nayarit, encabezado por el indígena Mariano, hijo del gobernador de
Tlaxcala, en 1801, quería convertirse en soberano, uniendo Colotlán y Nayarit, el movimiento fue
sofocado.
• La crisis agrícola de 1809, que acrecentó el descontento popular.
• Rebelión de ópatas y mayos en 1822
• Rebeliones de indios yaquis en 1825-26 y en 1832.
En ninguna otra colonia de España en América, se vivió tan intensamente un ambiente de rebelión como
en Nueva España, sin embargo, los constantes y numerosos alzamientos principalmente de indígenas y
hombres de casta fueron actos colectivos violentos y en la mayoría de los casos reducidos a ámbitos
locales, los cuales fueron: o frenados violentamente por las autoridades coloniales para restaurar la
tranquilidad pública o empleando medios no violentos, como el de recurrir a la intermediación de algún
religioso, no había que olvidar que la iglesia jugó un papel importante como instrumento poderoso de
negociación de la “paz social”.
LECTURA 7. Conspiraciones criollas
Conjura del ayuntamiento de la ciudad de México. Los acontecimientos en la Metrópoli y el papel que
desempeñaron los soberanos, creó un ambiente de desconcierto por parte de la autoridades novohispanas
que defendieron la idea de mantenerse leales al monarca hispano; pero el ayuntamiento de la ciudad de
México junto con el virrey José de Iturrigaray se propusieron desobedecer las órdenes enviadas desde
España y manifestaron su rechazo a esa postura.
Conspiración de Valladolid. Surge en septiembre de 1809 una nueva conspiración que proponía: resistir a
los franceses y conservar el poder a favor de Fernando VII, pero que si España no lograba librarse del
invasor, se buscaría la separación definitiva del reino Destacan dentro de los conspiradores de Valladolid:
Fray Vicente de Santa María, el cura Ruiz de Chávez, José María García Obeso y José Mariano
Michelena. Al ser descubierta la conspiración, fueron encarcelados la mayoría de sus integrantes.
Junta literaria de Querétaro. Ignacio Allende y Mariano Abasolo, formaron parte de la conspiración de
Valladolid, a su vez participaban en las tertulias literarias que se organizaban en Querétaro, en ellas se
discutía la conveniencia de desconocer a las autoridades virreinales; dichas reuniones se llevaban a cabo
ya sea en la casa del corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez o en la del presbítero José María
Sánchez o en la del licenciado Lorenzo Parra. Participaban además, la esposa del corregidor Josefa Ortiz
de Domínguez, los hermanos Epigmenio y Emeterio González, Juan N. Mier Altamirano, Joaquín Arias,
Mariano Lazo de la Vega, Francisco Araujo, Antonio Téllez, Ignacio Gutiérrez, Mariano Galván,
Francisco Lanzagorta, Ignacio Pérez y fray José Lozano. Se unieron a éste grupo Juan e Ignacio Aldama,
así también el cura de Dolores Miguel Hidalgo y Costilla.
LECTURA 8. Las sociedades secretas15
El repetido fracaso de sus planes de los conspiradores criollos y la dureza y el rigor de la respuesta de las
autoridades superiores a sus actividades, llevó a los descontentos novohispanos a replantear sus objetivos
y buscar nuevas vías para alcanzarlos. Aprendieron cuán importante era actuar en secreto y bien
organizados (…) La insurgencia les ofrecía dos caminos: romper abiertamente con el régimen colonial o
luchar contra el régimen desde el centro mismo del poder colonial. Quienes escogieron esta segunda vía
encontraron nuevas formas para el desarrollo de su actividad política, entre ellas organizar un grupo
secreto bien estructurado y con objetivos bien definidos (…).
Fueron dos las asociaciones secretas aparecidas en el virreinato: la conocida con el nombre de Los
Guadalupes, que surgió en la ciudad de México, y la derivada de la Sociedad de los Caballeros
Racionales de Cádiz, que se organizó en Jalapa. Ambas surgieron a poco de haberse iniciado la
insurgencia y estuvieron directamente vinculados con este movimiento. Después aparecieron otras
asociaciones, sin vinculación directa con la lucha armada, y relacionadas todas de una u otra manera con
la masonería.
15
Tomado de Virginia Guedea, La crisis imperial española; las sociedades secretas, en Gran Historia de México,
ilustrada tomo III, El nacimiento de México 1750-1856, Coordinadora General Josefina Zoraida Vázquez, Planeta De
Agostini, CONACULTA-INAH, España 2006, pp. 75-80.
Los Guadalupes. Surge, después de lo ocurrido en 1808, después del golpe de Estado, se comenzó a pasar
de la simple crítica al sistema a precisar objetivos y a buscar vías de acción para alcanzarlos. Organizaron
diversas tertulias, que permitían a sus integrantes reunirse con cierta periodicidad y sin llamar la
atención.
Fueron varias las líneas de acción que se trazó el grupo, como: envío y recepción de información,
envío de personas, sobre todo abogados para apoyar en tareas concretas, envío de imprentas e impresores,
que permitió a los insurgentes tener a su alcance un medio de difusión y defensa.
A partir de septiembre de 1812, el grupo fijó su atención en Morelos, proporcionándole información
que le hacían llegar mediante cartas. Varios de sus integrantes tomaron parte en procesos electorales que
brindaban la posibilidad de ejercer una acción directa a nivel local o regional, así participaron en 1813 en
el proceso electoral para designar el Ayuntamiento Constitucional. Ésta opción insurgente acabó por
desaparecer después de la prisión y muerte de Morelos a fines de 1815.
La sociedad de Jalapa. En la Sociedad de los Caballeros Racionales, surgida en Cádiz, fueron iniciados
varios novohispanos, entre ellos Servando Teresa de Mier y Vicente Vázquez Acuña, éste último había
sido remitido a España en 1809 por escribir pasquines sediciosos y por haber promovido una sublevación
capitalina para que se coronara uno de los indios gobernadores, entró en la logia en septiembre de 1811 y
poco tiempo después se le encomendó pasar a la Nueva España.
A principios de 1812, Vázquez Acuña se encontraba ya en Jalapa y forma una sociedad cuyos
integrantes debían ser decentes y honrados. Los juramentos exigidos a los iniciados fueron: defender la
religión católica, no admitir dominación extranjera alguna, evitar la efusión de sangre y guardar el
secreto, ya que de no hacerlo, el puñal o el veneno pondrían fin a la existencia del traidor. Además de la
ceremonia de iniciación, la sociedad contó con gestos o símbolos para el reconocimiento de sus
integrantes, que fueron los mismos que utilizaba la logia de los Caballeros Racionales establecida en
Cádiz.
Durante el breve periodo que funcionó la sociedad de Jalapa, de febrero a mayo de 1812, la
mayor parte de sus energías se empleó en organizarla y en reclutar nuevos miembros. Sin embargo, sus
integrantes alcanzaron a planear y a llevar a cabo algunas actividades concretas, casi todas ellas a favor de
los insurgentes que merodeaban por los alrededores de Jalapa. Así, algunos socios les enviaron armas,
pólvora, piedras de lumbre y cartuchos. Varios de sus miembros fueron acusados de actividades
sospechosas, lo cual hizo que muchos suspendieran sus trabajos o se fugaran de la ciudad, otros más
pasaron a unirse al movimiento insurgente.
Masonería novohispana. En lo que respecta a la masonería novohispana, su aparición fue un tanto lenta y
no se consolidó sino hasta que se estableció el régimen constitucional en 1820. A partir de entonces su
presencia comenzó a notarse cada vez más, como ocurrió en la capital novohispana con la destitución del
virrey Juan Ruiz de Apodaca, la que fue organizada por varios oficiales realistas que pertenecían a la
masonería.
Si bien las primeras sociedades secretas novohispanas no lograron del todo sus objetivos, en
especial en el caso de la sociedad de Jalapa, las experiencias adquiridas no dejaron de resultar altamente
enriquecedoras. A partir de ellas, esta nueva modalidad se iría refinando y adaptando a las nuevas
circunstancias novohispanas hasta convertirse, una vez que la masonería se estableció formalmente, en la
forma de organización política más poderosa y más eficiente que conociera el nuevo país durante sus
primeros años de vida independiente.
TEMA 4. Desintegración del Imperio español y Guerra de
Independencia
La acción militar a principios del siglo XIX de Napoleón contra Portugal, Austria,
Inglaterra y Rusia tenía como objetivo, extender los dominios franceses en el mundo.
Estas guerras no solo lograron cambios geopolíticos, sino que también se convirtieron
en la vía de difusión, de las ideas liberales de la revolución. Inglaterra trató de mantener
el equilibro y conservar su hegemonía. La política de la corona española, primero aliada
a los ingleses y luego a los galos, desgastó su ya dañado poderío; la destrucción en 1805
de la armada franco-española en Trafalgar, y la ocupación de 1808 a 1813, de la
península ibérica por las tropas de Napoleón, contribuyeron a la desarticulación del
imperio hispano.
Objetivo: Analizar los factores que intervinieron en la desintegración del imperio
español y el proceso que termina haciendo posible la Independencia de México.
Conceptos: Independencia, emancipación, soberanía, insurgente, realista, revolución,
contrarrevolución.
Habilidades: Establecer el impacto de la desintegración; identificar las causas internas
y externas que intervinieron; establecer las diferentes etapas; caracterizar los escenarios
del conflicto; comparar las propuestas y las corrientes que participaron en el
movimiento de independencia.
Actitudinales y valores: Valorar la justicia social y el derecho de una nación a elegir
libremente su forma de gobierno.
LECTURA 9. De la reforma a la revolución16
En el año de 1808 una serie de sucesos, inusitados en la historia de los reinos hispánicos, manifestaba la
debilidad del imperio y, a la vez abría la posibilidad de cambios. El mes de marzo, las tropas de Napoleón
entraban incontenibles en España. Carlos IV se apresuraba a abdicar la corona a favor de su hijo
Fernando. Pero en abril, tanto éste como su padre emprendían el viaje a la frontera francesa para ganarse
la corona a cambio de favorecer a Napoleón.
La cabeza del imperio más grande de la cristiandad parecía haber renunciado a su dignidad y a su
orgullo. El 2 de mayo, el pueblo español, abandonado por sus reyes, asume la iniciativa y en las calles de
Madrid inicia la resistencia contra los invasores. (…) Los ciudadanos libres, en todas las regiones de la
Península, forman juntas provisionales para guardar la soberanía en ausencia del monarca y liberar el país
de los franceses.
¿Y en América? (…) Se hace sentir un enorme vacío que inquieta todas las conciencias, ¿a quién
debe obediencia ahora el novohispano? En Nueva España dos partidos antagónicos dan diferentes
respuestas. El primero tiene su portavoz en la Real Audiencia y recibe el apoyo firme de los funcionarios
y grandes comerciantes de origen europeo. Para ella la sociedad entera debe quedar fija, sin admitir
ningún cambio, mientras el heredero legítimo de la Corona ocupe de nuevo el trono. El gobierno del país
se hará con la simple aplicación de los reglamentos vigentes. El país entero debe quedar en suspenso,
manejado por la alta burocracia, que conserva la representación del rey. (…) De ese modo, el partido
europeo pretende detener la posibilidad de cualquier cambio.
La otra respuesta se manifiesta (…) en el ayuntamiento de la ciudad de México: Dirigido por dos
letrados criollos; Francisco Primo de Verdad y Francisco de Azcárate, y apoyado por Jacobo de
Villaurrutia, terrateniente y único oidor criollo, el ayuntamiento percibe el cambio de la situación y
comprende que por fin se ha abierto la posibilidad de lograr reformas políticas (…)
Algunos representantes del ayuntamiento y el oidor Villaurrutia, proponen la necesidad de que el
virrey convoque a un “congreso” destinado a gobernar al país en ausencia del monarca y a guardar el
reino para Fernando. Todos los del partido criollo parecen reconocer que la representación de la soberanía
recae en los cuerpos constituidos.
El ayuntamiento de México, por conducto del licenciado Primo de Verdad, tenía otra idea del
“congreso”, argumentando que: puesto que la verdadera representación popular se encuentra en los
ayuntamientos, por lo tanto, la junta que se planea deberá estar constituida fundamentalmente “de
diputados de todos los cabildos, seculares y eclesiásticos, y otros grupos sociales y autoridades superiores
de gobierno. El “congreso” se concibe así como una ampliación en el plano nacional de la representación
popular que ostentan los ayuntamientos. Así, la clase media, que domina todos los cabildos, ve por
primera vez abierta una oportunidad de participar activamente en la vida política del país. Y la idea del
16
Tomado de Luis Villoro, La revolución de independencia, en Historia General de México, El Colegio de México,
Versión 2000, pp. 498-504.
“congreso” se convierte en el instrumento político principal que buscará esa clase media para lograr su
parte de poder.
Así, dentro del mismo partido criollo, los dos proyectos, el de Villaurrutia y el de Primo de
Verdad, respondían a intereses de grupos sociales distintos, cuyas divergencias se harían presentes más
tarde. En las reuniones celebradas, el partido de las reformas parece estar en mayoría y contar con el
apoyo del propio virrey. Sin embargo, una parte numerosa de los representantes de la oligarquía criolla se
mostraba temerosa y vacilante. Les agradaba la creación de un organismo donde podrían tener una voz
decisiva frente a la política de la Corona que tantos agravios les había causado; pero temían que las ideas
se radicalizaran y que nacieran fuerzas subversivas.
En efecto, fácil era prever que de las ideas moderadas del ayuntamiento pudiera llegarse a otras
más peligrosas, como lo ilustran los escritos del fraile mercedario Melchor de Talamantes. Adelantándose
a los letrados del cabildo, Talamantes ve en el congreso propuesto el primer paso hacia la independencia.
Además, consideraba que la ausencia del monarca dejaba en libertad a la nación para constituirse de
nuevo a sí misma. En sus Advertencias reservadas señala que “aproximándose ya el tiempo de la
independencia de este reino, debe procurarse que el congreso que se forme lleve en sí mismo las semillas
de esa independencia sólida, durable y que pueda sostenerse sin dificultad y sin efusión de sangre”. En
rigor no era la proposición del ayuntamiento la que inquietaba a los más conservadores, sino lo que ella
anunciaba.
En una de las reuniones convocadas por el virrey, una sombra se proyecta por primera vez entre
los congregados. Después, de que el licenciado Primo de Verdad terminó su discurso donde sostuvo que
la soberanía había recaído en el “pueblo”, (…) la confusión fue general. Al través de los intentos de
reforma, empieza a temerse la intervención de otras clases sociales. Algunos escriben que los indios ya no
quieren pagar tributo y el propio Iturrigaray observa con alarma que empieza a hablarse de
“independencia” y aun de “república”. Un día ante en el ayuntamiento de México, se presentó un indio
que por ser descendiente de Moctezuma reclamaba el trono de sus mayores.
El partido europeo encuentra en esos signos la mejor justificación para detener cualquier
reforma. Los hacendados y el alto clero temen dar un paso que podría hacer intervenir al “pueblo” real, no
al que se suponía que representaban los criollo letrados. La situación tenía que hacer crisis. El 15 de
septiembre de 1808 un grupo de conspiradores, dirigidos por Gabriel de Yermo, rico hacendado español,
y secundado por dependientes de las grandes casas de comercio, da un golpe de estado. Prenden y
destituyen al virrey Iturrigaray y convocan a la Real Audiencia, que nombra nuevo virrey a Pedro
Garibay. En espera del regreso del rey Fernando, reconoce a la Junta Central de España y suspende todos
los proyectos de reforma.
Desde ese momento, la Real Audiencia gobernará con mano fuerte; Primo de Verdad, Azcárate y
Talamantes, son conducidos a prisión; Jacobo de Villaurrutia, enviado al destierro; un tribunal especial se
encargó de juzgar a los disidentes, y somete a muchos criollos sospechosos a humillantes procesos.
Después de unos meses de gobierno de Garibay, la Junta Central de España ordena su sustitución
por el arzobispo Francisco de Lizana, tal vez con el objeto de suavizar la represión. Lizana trata con
suavidad a los criollos, evita persecuciones e intenta apaciguar los ánimos. Todo ello desagrada al partido
europeo y conspiran de nuevo contra el arzobispo-virrey, y logran su destitución en enero de 1810. Su
sustituto, Francisco Javier Venegas, llega el 25 de agosto; mientras, la Real Audiencia gobierna de nuevo
con mano fuerte.
Estos acontecimientos y el cortar de raíz todo intento de reforma, tienen un efecto contrario:
obligan a radicalizar la actitud de los criollos. Es evidente que el orden existente no puede sostenerse
dentro de la estructura jurídica tradicional. (…) Desde entonces se agudiza también, en pasquines y
folletos, la oposición ya antigua entre “criollos” y “gachupines”. El movimiento iniciado por el
ayuntamiento de México continúa durante esos meses. Pero ahora cada vez son más numerosos los que
creen que las vías de reforma están cerradas, y que precisa acudir a medios violentos. Los principios son
los mismos manejados por el partido criollo en 1808.
En septiembre de 1810 se descubre la conjura de Valladolid, encabezada por el capitán José María García
Obeso y don José Mariano Michelena, en la que figuraban varios oficiales criollos y miembros del bajo
clero. Su plan consistía en juntar un congreso, formado por vocales de las villas, que guardara en depósito
la soberanía real, para ganar a los campesinos a su causa prometían la abolición del impuesto per cápita
sobre los indios. Presos los conjurados y sometidos a proceso, son puestos en libertad por la intervención
del conciliador Lizana, entonces aún virrey. Pero la conjura de Valladolid había logrado establecer
contactos en otras ciudades, entre ellas Querétaro, donde se fraguaba otro complot semejante.
En los primeros meses de 1810 empiezan a llegar noticias que de nuevo inquietan a la sociedad
novohispana. Primero la ocupación por las tropas francesas de la mayor parte del territorio español, y
luego la insurrección en varias ciudades de América del Sur. Los ayuntamientos sirven de portavoces a
los criollos; en algunos, logran constituir juntas gubernativas semejantes a la que proponía el cabildo de
México: en abril se forma la junta de Caracas, en mayo, la de Buenos Aires, en julio, la de Santa Fe de
Bogotá, y la última, la de Quito.
Pero en Nueva España la situación es distinta, la represión contra los intentos de reforma, obliga
a los reformistas de clase media a aliarse con las clases trabajadores, recurso que en años pasados parecía
innecesario, esto daría al nuevo intento de independencia un sesgo diferente al de las demás colonias
americanas.
Este proceso aparece claro en la conspiración de Querétaro. Aquí se reúnen regularmente varios
criollos. Los más importantes son Miguel Hidalgo y Costilla, eclesiástico ilustrado, prototipo del
“letrado”, ex rector del Colegio de San Nicolás de Valladolid, quien gozaba de gran prestigio intelectual;
Ignacio Allende, oficial y pequeño propietario de tierras; y Juan Aldama, oficial también, hijo del
administrador de una pequeña industria. Hidalgo y Allende habían aceptado un plan, tramado en México,
para formar una junta “compuesta de regidores, abogados, eclesiástico y demás clases”.
Pero la conspiración de Querétaro es descubierta. En ese momento sólo queda un recurso. La
decisión la toma Hidalgo: la noche del 15 de septiembre, en la villa de Dolores, de la que es párroco,
llama en auxilio a todo el pueblo, libera a los presos y se hace de las armas de la pequeña guarnición
local. El movimiento había dado un vuelco. La insurrección ya no se restringe a los criollos letrados. A la
voz del cura ilustrado, estalla súbitamente la cólera contenida de los oprimidos. La primera gran
revolución popular de la América hispana se había iniciado.
Guerra de Independencia
LECTURA 10. Primera fase del movimiento insurgente17
Al ser descubierta la conspiración, Hidalgo decidió acelerar los acontecimientos. En la media noche entre
los días 15 y 16 de septiembre de 1810, Hidalgo se reunió con Allende y Aldama, para comunicarles su
decisión de iniciar el movimiento revolucionario. Con 10 hombres armados, los tres dirigentes se
encaminaron a la cárcel para liberar a los reos, con lo que aumentó el grupo, al que se sumó luego un
buen número de los hombres del pueblo, quienes acompañaron a los jefes rebeldes a realizar la
aprehensión de los vecinos españoles. En la madrugada del domingo 16, Hidalgo llamó a misa, más
temprano que de costumbre, y una vez congregado un buen número de personas que regularmente asistía
los domingos a la parroquia de Dolores, dirigió una proclama en la que, de acuerdo con la tradición
historiográfica, expresó:
Mis amigos y compatriotas: no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos; esta gabela vergonzosa,
que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de tiranía y
servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos. Llegó el momento de nuestra
emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si conocéis su gran valor, me ayudaréis a
defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos. Pocas horas faltan para que me veáis marchar a la
cabeza de los hombres que se precian de ser libres. Os invito a cumplir con vuestro deber.
Aquel momento ha sido relatado y escenificado un sinnúmero de veces, sobre todo, el instante en que
Hidalgo pronunciara el “grito” que pasaría a la historia como el comienzo de la Independencia mexicana.
Existen varias versiones sobre las palabras expresadas por el cura de Dolores en esa circunstancia
particular, pero la más cercana a la realidad pudiera ser la siguiente, que se supone Hidalgo pronunciara:
¡Viva la religión. Viva nuestra madre santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII y muera
el mal gobierno!
Estas palabras concuerdan con los propósitos de los conspiradores de Querétaro, (…), es decir
buscaban aprovechar la ausencia de Fernando VII para despojar a los peninsulares de los cargos público y
establecer luego juntas gubernativas provisionales integradas por criollos, mientras se resolvía la crisis
política en la metrópoli y regresaba el monarca de su cautiverio. (…)
El primer contingente rebelde formado en dolores estaba compuesto por cerca de seiscientos
campesinos provistos de picos, machetes y azadas, y también por los militares al mando de Allende y
Aldama, quienes constituían la única fracción disciplinada del movimiento rebelde. Conforme avanzaban,
(…) grandes masas de trabajadores se fueron sumando espontáneamente a la rebelión, con la esperanza de
acabar con la opresión de que habían sido objeto durante tres siglos de dominación colonial. Esta
circunstancia convirtió el movimiento, (…), en una verdadera revolución popular, integrada por una tuba
17
Gloria M. Delgado de Cantú, Op. Cit., pp. 407-412.
frenética e incontrolable en muchos momentos, sobre todo cuando, al ser tomada una población, las
masas enardecidas se dedicaban al pillaje y al saqueo.
Tras la toma de Celaya, los caudillos principales nombraron a Hidalgo capitán general,
otorgándole el título de “generalísimo”; (…) así quedaba con rango superior a Allende, a quien se designó
teniente general, no obstante ser éste el conocedor de tácticas y disciplina militares.. De ahí partió el
ejército insurgente hacia Guanajuato, en ese lugar se unieron al contingente los trabajadores de las minas
y miles de indios de los lugares cercanos, estaba por consumarse uno de los actos más violentos
protagonizado por movimiento revolucionario. El intendente Juan Antonio Riaño había decidido resistir
el empuje de los rebeldes y, junto con las familias españolas de la ciudad, se refugió en un sólido edificio
recién construido que estaba destinado a usarse como alhóndiga; la horda incontenible logró penetrar a
aquélla improvisada fortaleza que fue tomada después de consumarse una terrible matanza de los 200
soldados realistas y 105 españoles que ahí se habían refugiado.
Este hecho preocupó seriamente a los oficiales criollos, algunos de los cuales abandonaron el
movimiento por considerar se había convertido éste en una insurrección popular muy alejada de los
propósitos iniciales. En tanto, Allende comenzó a manifestar su disgusto contra los saqueos y asesinatos
de españoles realizados por la tuba y permitidos por Hidalgo, generándose un distanciamiento entre
ambos dirigentes.
De Guanajuato, los insurgentes partieron hacia Valladolid, capital de la provincia de Michoacán,
donde ya el obispo Manuel Abad y Queipo había decretado la excomunión contra Hidalgo y sus
seguidores. La ciudad fue tomada sin resistencia el 18 de octubre, un día después, por disposición de
Hidalgo se publica un decreto aboliendo la esclavitud, mostrando el enfoque social hacia el que se había
orientado el movimiento encabezado por Hidalgo. De ahí en adelante, conforme avanzaban las fuerzas
insurgentes, era abolida toda forma de esclavitud con base en la idea de que “todos los americanos debían
ser iguales y no debía existir distinción de castas”, y se decretaban severas penas contra quienes
mantuvieran personas en condición de esclavos.
A fines de octubre, los insurgentes derrotaron a los realistas en el Monte de las Cruces, cerca de
la ciudad de México, pero Hidalgo desistió de acercarse más a la capital y ordenó el regreso con rumbo a
El Bajío. En Aculco, las fuerzas rebeldes fueron derrotadas por el ejército virreinal al mando de Félix
María Calleja, y esto obligó a Hidalgo a huir a Valladolid, mientras que Allende se encaminaba a
refugiarse en Guanajuato. No obstante, la rebelión se había extendido a otras regiones del país: Coahuila,
Nuevo león, Tamaulipas y Texas. En el sur, el cura José María Morelos se levantó en armas, mientras en
la intendencia de Guadalajara, José Antonio Torres tomaba la plaza preparando el camino para que las
fuerzas de Hidalgo entraran a esa importante ciudad.
En Guadalajara, Hidalgo constituyó el primer gobierno insurgente y promulgó un decreto por el
cual declaraba abolida la esclavitud en todo el país y eliminaba los monopolios estatales en la producción
y venta de tabaco y vino, además de reducir el monto de las alcabalas.
En los días subsecuentes, Hidalgo dictó nuevas disposiciones: derogó los tributos y ordenó la
restitución de las tierras a los indígenas, con la prohibición de volverlas a dar en arriendo; nombró
ministros y oidores; designó un representante diplomático ante el gobierno de Estados Unidos y ordenó la
edición de un periódico, El Despertador Americano, con el fin de difundir el espíritu libertario de la
revolución y, con ello ganarse adeptos entre los criollos liberales que permanecían en el bando realista, o
bien atraer de nuevo a aquellos que habían abandonado el movimientos.
Sin embargo, las diferencias entre Hidalgo y allende se fueron acentuando, debido
principalmente al enfoque social que el cura de Dolores imprimía al movimiento, Allende se había
esforzado por organizar un movimiento ordenado, dirigido por los oficiales criollos, conducido por un
camino legal mediante juntas gubernativas y cortes legislativas que, desconociendo al gobierno impuesto
por Napoleón, se manejaran de manera autónoma mientras se restituía la monarquía española. Por ello,
fue grande el disgusto de Allende cuando Hidalgo, empezó a dar muestras claras de rechazo hacia la idea
de enaltecer la figura de Fernando VII. (…) Muchos criollos mostraban temor ante el rumbo por el que
Hidalgo encaminaba la rebelión.
Los acontecimientos se fueron mostrando desfavorables para la revolución, y el 17 de enero de
1811, las fuerzas de Hidalgo sufrieron una gran derrota en Puente Calderón, cerca de Guadalajara, las
fuerzas insurgentes, severamente disminuidas, se encaminaron hacia el norte y, en el trayecto, los
militares encabezados por Allende destituyeron a Hidalgo y ocuparon el mando de las tropas, y
continuaron por Zacatecas y Saltillo, después se dirigieron hacia el noroeste con la posibilidad de acudir a
Estados unidos en busca de apoyo y ayuda material para reiniciar la guerra.
Al pasar por un lugar denominado Acatita de Baján, fueron sorprendidos por una emboscada y
atacados sin tener oportunidad de defenderse; cientos de ellos fueron hechos prisioneros y los dirigentes
(Allende, Aldama y Jiménez) conducidos a Chihuahua, y más tarde fusilados. Hidalgo fue sometido a un
proceso religioso, por el cual se le degradó de su carácter sacerdotal, y a un juicio civil que decretó su
fusilamiento. Concluía de esta manera la primera fase de la insurgencia; a pesar de aquel fracaso, la
rebelión popular de Hidalgo había preparado el camino a otros que lucharían por la libertad de la América
Mexicana.
Decreto de Hidalgo
Ordenando la devolución de las tierras a los pueblos indígenas
6 de diciembre de 1810
Miguel Hidalgo y Costilla
Por el presente mando a los jueces y justicias del distrito de esta capital, que
inmediatamente procedan a la recaudación de las rentas vencidas hasta el día,
por los arrendatarios de las tierras pertenecientes a las comunidades de los
naturales, para que enterándolas en la Caja Nacional se entreguen a los referidos
naturales las tierras para su cultivo, sin que para lo sucesivo puedan arrendarse,
pues es mi voluntad que su goce sea únicamente de los naturales en sus
respectivos pueblos.
Dado en mi cuartel General de Guadalajara, a 5 de diciembre de 1810
Miguel Hidalgo, Generalísimo de América
Por mandato de Su Alteza
Lic. Ignacio López Rayón
DECRETO DE HIDALGO
Contra la esclavitud, las gabelas y el papel sellado18
6 de diciembre de 1810
Miguel Hidalgo y Costilla
Don Miguel Hidalgo y Costilla, Generalísimo de América, etcétera.
Desde el feliz momento en que la valerosa nación americana tomó las armas
para sacudir el pesado yugo que por espacio de tres siglos la tenía oprimida, uno
de sus principales objetos fue exterminar tantas gabelas, con que no se podía
adelantar su fortuna; más como en las críticas circunstancias del día no se
pueden dictar las providencias adecuadas a aquel fin, por la necesidad de reales
que tiene el reino para los costos de la guerra, se atiende por ahora a poner el
remedio en lo más urgente por las declaraciones siguientes:
1º. Que todos los dueños de esclavos deberán darles libertad, dentro del término
de diez días, so pena de muerte, la que se les aplicará por transgresión de este
artículo.
2º. Que cese para lo sucesivo la contribución de tributos, respecto de las castas
que lo pagaban y toda exacción que a los indios se les exija.
3º. Que en todos los negocios judiciales, documentos, escrituras y actuaciones,
se haga uso de papel común quedando abolido el del sellado.
4º. Que todo aquel que tenga instrucción en el beneficio de la pólvora, pueda
18
Tomado de Antología de Historia de México, SEP. México, 1993.
labrarla, sin más obligación que la de preferir al gobierno en las ventas para el
uso de sus ejércitos, quedando igualmente libres todos los simples de que se
compone.
Y para que llegue a noticia de todos y tenga su debido cumplimiento, mando se
publique por bando en esta capital y demás villas y lugares conquistados,
remitiéndose el competente número de ejemplares a los tribunales, jueces y
demás personas a quienes corresponda su cumplimiento y observancia.
Dado en la Ciudad de Guadalajara, a 6 de diciembre de 1810
Miguel Hidalgo, generalísimo de América
Por mandato de Su Alteza
Lic. Ignacio López Rayón
Carta de excomunión a Hidalgo19 (fragmento)
“(…) SEA MALDITO en vida y muerte. Sea maldito en todas las facultades de
su cuerpo. Sea maldito comiendo y bebiendo, hambriento, sediento, ayunando,
durmiendo, sentado, parado, trabajando o descansando y sangrando. Sea
maldito interior y exteriormente; sea maldito en su pelo, sea maldito en su
cerebro y en sus vértebras, en sus sienes, en sus mejillas, en sus mandíbulas, en
su nariz, en sus dientes y muelas, en sus hombros, en sus manos y en sus dedos.
Sea condenado en su boca, en su pecho, en su corazón, en sus entrañas y hasta
en su mismo estómago. Sea maldito en sus riñones, en sus ingles, en sus
muslos, en sus genitales, en sus caderas, en sus piernas, sus pies y uñas. Sea
maldito en todas sus coyunturas y articulaciones de todos sus miembros; desde
la corona de su cabeza hasta la planta de sus pies, no tenga un punto bueno. Que
el hijo de Dios viviente con toda su majestad, le maldiga, y que los cielos de
todos los poderes que los mueven, se levanten contra él, le maldigan y le
condenen, a menos que se arrepienta y haga penitencia. Amén, así sea, Amén.”
LECTURA 11. Segunda fase del movimiento insurgente20
Tras la muerte de los primeros caudillos insurgentes, tomó la dirección del movimiento Ignacio López
Rayón, quién decidió crear una junta de gobierno con el propósito de organizar un mando central que
reuniera a las fuerzas rebeldes. Así el 19 de agosto de 1811 fue creada en Zitácuaro, Michoacán, la
“Suprema Junta Gubernativa de América”, encabezada por López Rayón, a la que se integró José María
Liceaga y Morelos, y con la que colaborara la organización secreta de Los Guadalupes.
(…) Cuando López Rayón creó la Junta de Zitácuaro, Morelos ya había realizado con éxito su
primera campaña militar, al norte del actual estado de Guerrero, a la que siguieron otras campañas en las
19
Mateo A. Sáenz, en Un curso de Historia de México, citado por Manuel López Gallo, en Economía y política en la
historia de México, Ediciones “El Caballito”, México, 1965, p. 111.
20
Gloria M. Delgado de Cantú, Op. Cit., pp. 412-419.
cuales demostró sus grandes dotes de estratega, al tomar varias plazas importantes, constituyéndose en un
enemigo mucho más temible de lo que suponían los jefes realistas.
La participación de Morelos en el movimiento insurgente no fue sólo de índole militar; cumplió,
además, un importante papel político, al crear el Congreso Supremo Nacional que proclamó la completa
soberanía e independencia total de la “América Mexicana” y formular, en 1814, la Constitución de
Apatzingán, el primer cuerpo de estatutos de clara tendencia liberal, en el que se proponía un gobierno
republicano y se aprobaba una serie de medidas sociales y económicas manifiestamente anti-feudales,
inspiradas en la Constitución francesa y, sobre todo, en el código que los liberales de España habían
formulado en Cádiz en 1812.
El 28 de junio de 1813, Morelos expidió en Acapulco un decreto en el que convocaba para
septiembre de ese año un congreso a celebrarse en Chilpancingo y cuyo propósito sería el de crear un
gobierno independiente. A pesar de que López Rayón consideraba que el congreso debía efectuarse al año
siguiente. Morelos apresuró la convocatoria ante la necesidad de fortalecer y centralizar el movimiento
para superar la anarquía entre los insurgentes, resultante de la carencia de un programa general que
permitiera resistir el empuje cada vez más activo de las fuerzas realistas.
El Congreso de Chilpancingo, proclamado como Supremo Congreso Nacional, se instaló el 14 de
septiembre de 1813, y ese mismo día, Morelos dio a conocer a la Asamblea un programa al que tituló
Sentimientos de la $ación, en el cual, aparte de declarar la independencia y soberanía de la América
Mexicana y establecer un gobierno de representación popular con la división de poderes, prohibía para
siempre la esclavitud, así como la división de la población en castas; sustituía los tributos por el impuesto
único de cinco por ciento sobre las ganancias de cada individuo; decretaba que los empleos debían estar
sólo en manos de americanos, y no se admitirían extranjeros, a menos que fuesen artesanos capaces de
instruir. Declaraba que habrían de promulgarse leyes que comprendieran a todos sin excepción,
destinadas a moderar la opulencia de los ricos y la indigencia de los pobres, para mejorar sus costumbres
y alejarlos de la ignorancia. Promulgaba además la apertura de los puertos a las naciones extranjeras
amigas, y exhortaba a honrar la memoria de Hidalgo y a conmemorar solemnemente cada año el 16 de
septiembre.
El Congreso nombró a Morelos Generalísimo de los Ejércitos Insurgentes, y puso en sus manos
el poder ejecutivo, con lo cual se fortaleció el ala democrática del movimiento que optaba por la
independencia total y el establecimiento del régimen republicano, a la que se oponía el ala moderada
agrupada en torno a López Rayón, quien seguía considerando necesario reconocer a Fernando VII, pues
suponía que de esa manera el movimiento tendría el apoyo de los criollos europeos. Morelos y sus
partidarios lograron imponerse, y el 6 de noviembre de 1813 los miembros del Congreso proclamaron la
completa soberanía e independencia de la América Mexicana.
Al año siguiente, el 22 de octubre, el Congreso, reunido en la ciudad de Apatzingán a causa de la
persecución de las tropas de Calleja, promulgó la primera Constitución de México, titulada Decreto
constitucional para la libertad de la América Mexicana. Se basaba en los principios de la Constitución de
Cádiz, aunque un tanto modificados, pues, a diferencia de la española, la de Apatzingán preveía la
instauración del régimen republicano de gobierno y no sólo defendía el principio de la soberanía popular,
sino también el derecho del pueblo a cambiar al gobierno según su voluntad. Se proclamaba la división de
poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, considerando como órgano supremo al Congreso, compuesto
por los diputados de las provincias, con facultades legislativas, políticas y administrativas, entre las cuales
estaba la de nombrar a los miembros del Gobierno (ejecutivo) que debía estar formado por tres personas,
alternándose éstas en la Presidencia cada cuatro meses, y del Supremo Tribunal de Justicia (Judicial)
constituido por cinco personas. Se decretaba a la religión católica como única, y proclamaba asimismo la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, la libertad de palabra y de prensa y la inviolabilidad del
domicilio.
Pero la Constitución de Apatzingán se inspiró más en el modelo liberal-democrático de la
constitución francesa y española, que en las ideas sociales y políticas de Morelos formuladas en el
documento titulado Sentimientos de la $ación. Además de no proponer medidas para “moderar la
opulencia de los ricos y la indigencia de los pobres”, punto central del pensamiento de Morelos, al
depositar el Poder Ejecutivo en tres personas en vez de una sola, la Constitución de 1814 propiciaba la
anarquía del movimiento insurgente que Morelos había tratado de evitar y limitaba su papel como líder
revolucionario, entorpeciendo su acción militar y política. Precisamente, por tratar Morelos de proteger a
los miembros del Congreso y facilitar su huida, cayó en poder de las fuerzas realistas, en noviembre de
1815. Sometido a un doble proceso, eclesiástico y civil, Morelos fue condenado a muerte y fusilado el 22
de diciembre de ese mismo año.
LECTURA 12. Sentimientos de la &ación21
1. Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o
Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones.
2. Que la Religión católica sea la única, sin tolerancia de otras.
3. Que todos sus ministros se sustentan de todos y solos los diezmos y primicias, y el pueblo no
tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
4. Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los Obispos y los
Curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó.
5. La soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, que sólo quiere depositarla en sus
representantes dividiendo los poderes de ella en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, eligiendo las
Provincias sus vocales y éstos a los demás, que deben ser sujetos sabios y de probidad.
9. Que los empleos los obtengan sólo los americanos.
10. Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda
sospecha.
11. Que la patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el gobierno, abatiendo al
tiránico, substituyendo el liberal y echando fuera de nuestro suelo al enemigo español que
tanto se ha declarado contra esta Nación.
12. Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser
tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia y de tal
suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña
y el hurto.
15. Que la esclavitud se prescriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando
todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro, el vicio y la virtud.
16. Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas (…).
17. Que a cada uno se el guárdenlas propiedades y respetos en su casa como en un asilo sagrado
señalando penas a los infractores.
18. Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
19. Que en la misma se establezca por la ley Constitucional la celebración del día 12 de diciembre
en todos los pueblos, dedicado a la patrona de nuestra libertad, María Santísima de
Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensual.
22. Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que más agobian, y se señale a
cada individuo un cinco por ciento en sus ganancias, u otra carga igual ligera, que no oprima
tanto como la alcabala, el estanco, el tributo y otros, pues con esta corta contribución, y la
buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra
y honorarios de empleados.
23. Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario
en que se levantó la voz de la independencia y nuestra santa libertad comenzó, pues en ese día
fue en el que se abrieron los labios de la Nación para reclamar sus derechos y empuñó la
espada para ser oída, recordando siempre el mérito del gran héroe el señor don Miguel
Hidalgo y Costilla y su compañero, don Ignacio Allende.
LECTURA 13. Ultima fase del movimiento insurgente22
A la muerte de Morelos, dio comienzo la etapa de decadencia del movimiento insurgente, que fue
dividido en varias facciones. Nicolás bravo se puso al frente del resto de la tropa de Morelos, pero los
miembros del Congreso los destituyeron del mando militar, a lo cual respondió más tarde el general
Manuel Mier y Terán disolviendo el Congreso. De ahí en adelante la insurgencia se caracterizó por una
lucha de resistencia, en la que predominó la guerra de guerrillas, destacando tan sólo la participación de
Francisco Javier Mina –revolucionario liberal español que se adhirió a la causa independentista de
México y realizó una campaña de corta duración, pues, en poco tiempo, Mina fue derrotado por los
realistas y fusilado-, y las campañas de Vicente Guerrero, quien todavía hacia 1820 se mantenía en pie de
lucha en la región sur, cuando el movimiento insurgente estaba casi sofocado en todo el país.
21
Tomado de Álvaro Matute, Antología México en el siglo XIX. Fuentes e interpretaciones históricas,
México, 1981, pp. 224-225.
22
Gloria M. Delgado de Cantú, Op. Cit., pp. 419-423.
UNAM,
En ese mismo año, un nuevo cambio de rumbo en la política de la metrópoli habría de ocasionar
que la Independencia de México se consumara de forma muy distinta a como la planearan los criollos
americanos. En el mes de marzo, una sublevación liberal en España obligó a Fernando VII a restaurar la
Constitución de Cádiz, y esto colocó a las autoridades virreinales en una situación de aislamiento (…).
La restauración de la Constitución de Cádiz era particularmente grave para la iglesia pues se
anunciaban nuevas medidas contra ella al volver a reunirse en España las Cortes, tras el triunfo de la
sublevación liberal; tales medidas eran: la expulsión de los jesuitas que habían regresado a España y sus
dominios; la abolición de los fueros eclesiásticos; la supresión de conventos y órdenes monásticas así
como la venta de sus bienes; y la reducción de los diezmos a la mitad. Además, los miembros del alto
clero que habían apoyado en 1814 el golpe absolutista de Fernando VII temían represalias en su contra.
La situación inquietó a los funcionarios peninsulares ante la posibilidad de un movimiento
encabezado por el clero y respaldado por los miembros de la alta sociedad novohispana, por lo que
algunos funcionarios, decididos a desconocer la Constitución, llevaron a cabo juntas clandestinas en el
templo de La profesa, en la ciudad de México, encabezadas por Matías Monteagudo, rector de la
Universidad de México y antiguo inquisidor.
Pero la conjura de la profesa no era la única; por todas partes se hacían juntas clandestinas y,
aunque existían diversas posiciones sobre el sistema de gobierno a seguir, se estaba generalizando entre
los peninsulares y criollos europeos la idea de proclamar la independencia a fin de evitar que el régimen
liberal español afectara sus intereses y les privara de sus privilegios. Agustín de Iturbide fue el escogido
para llevar a cabo los planes de los nuevos interesados en separarse de la metrópoli. Este personaje,
nacido en la michoacana Valladolid, en 1783, era un oficial militar criollo del bando realista, que en las
luchas contra los insurgentes había destacado por su dureza y cuyas tendencias antiliberales le convertían
en el candidato ideal para los propósitos de la aristocracia peninsular, Iturbide era uno de los criollos
contrarios a la restauración del régimen constitucional que se habían mostrado a favor de la
Independencia, por lo que, ante los ojos de los conspiradores de La Profesa, resultaba la persona más
indicada para encabezar un levantamiento militar contra las autoridades de la metrópoli.
Como primer paso, debía suprimir por completo al movimiento insurgente, representado ya sólo
por Vicente Guerrero, quien dirigía unas tropas acantonadas en la región del río Balsas. Pero Iturbide
prefirió atraerlo a su lado, en vez de continuar una lucha que podría prolongarse demasiado. En un
principio, el jefe insurgente se negó, pero acabó creyendo que Iturbide estaba sinceramente interesado en
la independencia, sin sospechar qué había detrás del repentino cambio del antiguo realista. Los dos
ejércitos, antes rivales, se unieron bajo una sola bandera, a la que llamaron “Trigarante”, porque
representaba para México la promesa de tres garantías: Religión, Independencia, Unión.
Plan de Iguala
En febrero de 1821 el nuevo “libertador” dio a conocer en Iguala el plan por el que se proclamaba la
Independencia. El contenido del documento reflejaba un carácter totalmente opuesto a los ideales de los
primeros caudillos, a quienes incluso Iturbide acusaba de haber ocasionado grandes calamidades y
desórdenes en el país. En cambio se enaltecía a la colonización española, “creadora de la cultura y
portadora de enormes beneficios para la tierra mexicana” Buscando atraer tanto al sector liberal como al
realista, se establecía como gobierno una monarquía constitucional, invitando a ocupar el trono del
imperio mexicano al propio rey Fernando VII y, en caso de que éste no aceptara, a algún otro príncipes de
la casa reinante española. Se declaraba a la religión católica romana como religión oficial sin tolerancia
de alguna otra, y se mantenía el fuero eclesiástico, garantizando al clero la posesión de sus bienes y
privilegios. Se conservaba intacto el sistema interno de gobierno, y en el aparato administrativo se
ratificaba a los miembros de la clase privilegiada, que seguirían en los mismos puestos y cargos civiles y
militares que habían ocupado durante el régimen colonial.
El Plan de Iguala no incluía, por supuesto, ninguno de los ideales políticos o sociales de Hidalgo
y de Morelos; su contenido demuestra que la intención del grupo que apoyaba a Iturbide era separarse de
España para conservar sus riquezas y privilegios. Con tal apoyo, el Ejército Trigarante pronto pudo
derrotar a las tropas realistas, muchas de las cuales fueron pasando a su bando. Mientras, crecía la
confusión entre los pocos dirigentes que quedaban para defender el régimen colonial, quienes
desconfiaban del virrey en turno y lo destituían, aun sin esperar a recibir instrucciones del gobierno
español, representado todavía en esa época por el régimen liberal surgido de la restaurada Constitución de
Cádiz.
En agosto de 1821 llegó a Nueva España Juan O’ Donojú, enviado por las cortes liberales
españolas con el nombramiento de Jefe Político Superior, gobernador y capitán general (jerarquía con la
que la Constitución de Cádiz sustituía el nobiliario título de virrey), con el propósito de que calmara el
descontento que existía en la Nueva España, ya que la reconocida tendencia liberal de O’ Donojú
permitiría establecer una alianza entre los grupos liberales de España y México, en un intento por reforzar
la unión con la metrópoli. E n la villa de Córdoba, el 24 de agosto de 1821, O’ Donojú e Iturbide
celebraron el llamado Tratado de Córdoba, en el que se reconocía la soberanía e independencia de
México y su constitución en un Imperio bajo la forma de gobierno monárquico constitucional moderado.
Se reafirmaba la invitación hecha en el Plan de Iguala a Fernando VII o alguno de sus parientes, pero
Iturbide logró que se agregara una cláusula según la cual, en caso de no aceptar el trono el monarca o
algún otro miembro de la casa reinante española, lo ocuparía “la persona que designaran las Cortes del
Imperio Mexicano”.
Con la aceptación de O’ Donojú sólo faltaba que éste convenciera a Francisco Novella, el virrey
anterior (quien todavía se consideraba en funciones y defendía la sede del virreinato), para que
reconociera el cargo conferido por el gobierno español a O’ Donojú. Esto sucedía el 10 de septiembre de
1821, y el día 23, el nuevo “jefe político” ordenó a la guarnición realista la evacuación de la ciudad de
México, lo que permitió que el Ejército Trigarante encabezado por Iturbide entrara pacíficamente en la
capital el 27 de septiembre. Un día después se formaron la Junta Provisional Gubernativa y la Regencia,
ambas presididas por Iturbide e integradas por personas que habían pertenecido a la burocracia colonial.
Una vez constituido el gobierno provisional, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano.
Concluía de esta manera una lucha que, iniciada con propósitos muy distintos y en diferentes
circunstancias, se había prolongado durante 11 años.
LECTURA 14. Plan de Iguala23
Americanos, bajo cuyo nombre comprendo no sólo los nacidos en América, sino a los europeos, africanos
y asiático que en ella residen: tened la bondad de oírme (…).
Trescientos años hace la América Septentrional de estar bajo la tutela de la nación más católica y
piadosa, heroica y magnánima. La España la educó y engrandeció, formando esas ciudades opulentas,
esos pueblos hermosos, esas provincias y reinos dilatados que en la historia del universo van a ocupar
lugar muy distinguido. Aumentadas las poblaciones y las luces, conocidos todos los ramos de la natural
opulencia del suelo, su riqueza metálica, las ventajas de su situación topográfica, los daños que origina la
distancia del centro de su unidad, y que ya la rama es igual al tronco; la opinión pública y la general de
todos los pueblos es la de la independencia absoluta de la España y de toda otra nación. Así piensa el
europeo, así los americanos de todo origen. Esta misma voz que resonó en el pueblo de los Dolores, el
año de 1810, y que tantas desgracias originó al bello país de las delicias por el desorden, el abandono y
otra multitud de vicios, fijó también la opinión pública de que la unión general entre europeos y
americanos, indios e indígenas, es la única base en que puede descansar nuestra común felicidad (…).
Al frente de un ejército valiente y resuelto he proclamado la independencia de la América
Septentrional. Es ya libre, es ya señora de sí misma, ya que no reconoce ni depende de la España, ni de
otra nación alguna. Saludadla todos como independiente, y sean nuestros corazones bizarros los que
sostengan esta dulce voz, unidos con las tropas que han resuelto morir antes que separarse de tan heroica
empresa. (…)
Oíd, escuchad las bases sólidas en que funda su resolución:
1.
2.
3.
4.
La religión católica, apostólica, romana, sin tolerancia de otra alguna.
La absoluta independencia de este reino.
Gobierno monárquico templado por una Constitución al país.
Fernando VII, y en sus casos los de su dinastía o de otra reinante serán los emperadores, para
hallarnos con un monarca ya hecho y precaver los atentados funestos de la ambición.
5. Todos los habitantes de él, sin otra distinción que su mérito y virtudes, son ciudadanos idóneos
para optar cualquier empleo.
6. Sus personas y propiedades serán respetadas y protegidas.
7. El clero secular y regular conservado en todos sus fueros y propiedades.
8. Todos los ramos del Estado y empleados públicos subsistirán como en el día, y sólo serán
removidos los que se opongan a este plan, y sustituidos por los que más se distingan en su
adhesión, virtud y mérito.
9. El ejército observará a la letra la Ordenanza, y sus jefes y oficiales continúan en el pie en que
están, con la expectativa no obstante a los empleos vacantes y a los que se estimen de necesidad
o conveniencia.
10. Como las Cortes que se han de formar son constituyentes deben ser elegidos los diputados bajo
este concepto. La junta determinará las reglas y el tiempo necesario para el efecto.
23
Tomado de Álvaro Matute, Antología México en el siglo XIX. Fuentes e interpretaciones históricas,
UNAM, México, 1981, pp. 227-230.
Iguala, 24 de febrero de 1821, Agustín de Iturbide.
Tema 5. Lucha de proyectos: liberal y conservador (1821-1867) y sus
contradicciones, entre lo viejo y lo nuevo.
México nace a la vida independiente en medio de grandes problemas, como
consecuencia de una guerra que duró once años. El tránsito de una sociedad colonial a
una nacional no será fácil ya que el país heredará una estructura social que
prácticamente se mantendrá intacta, puesto que los españoles que se quedan en México
y los criollos ricos conservarán sus grandes privilegios, mientras que los trabajadores de
las haciendas y las minas seguirán en las mismas condiciones de explotación y miseria,
los pueblos indios continuarán resistiendo los asedios de los grandes terratenientes que
ambicionan sus tierras y que, en algunos casos, lograrán arrebatárselas; viéndose
favorecido el despojo por algunas leyes que el mismo grupo liberal aprobará una vez
que llega al poder.
La etapa comprendida entre 1821 y 1854 ha sido denominada por algunos
historiadores como la anarquía. Hubo, en verdad, anarquía; pero ésta tenía causas
profundas que se resumían en la lucha entre lo viejo y lo nuevo. Lo viejo son las
estructuras coloniales que pretenden subsistir, después de la separación de la metrópoli,
ante los ataques de las clases emergentes que buscan un cambio hacia el capitalismo. Lo
nuevo, las clases emergentes que pretenden instaurar el capitalismo y sus instituciones
consiguientes.
Se trata de un proceso de gestación de formas históricamente nuevas en la
sociedad mexicana. No sólo se trata de llegar al capitalismo, sino a un tipo de éste: el
capitalismo propio de un país dependiente inmerso en la división internacional del
trabajo. Conforme esta nación avanza, a pesar de los numerosos obstáculos internos y
externos, se va perfilando con mayor claridad el papel que le asignan las naciones
poderosas, y ello en concordancia con las clases dirigentes e incluso con sus luchas al
interior o al exterior.
El período comprendido entre 1821 y 1854 ha sido explicado como de
transición, no sólo en lo económico, sino también y principalmente en lo relativo a la
formación del Estado nacional. Entre el Estado colonial y el Estado nacional, existe un
período de formación.24
Las élites mexicanas no lograron encontrar formas para entenderse, ejercer el poder y
dar cauces a la sociedad -crear un sistema estable de gobierno, de leyes y de
instituciones articuladas en un Estado de derecho que permitieran proyectar y construir
la nación a la que aspiraban. La herencia de instituciones hispanas que durante tres
siglos contribuyeron a crear una sociedad, fueron violentadas por cambios radicales y
bruscos inspirados en los modelos liberales; lo viejo y lo nuevo se enfrentaban.
Toca en este tema analizar y reflexionar sobre las ideas, los objetivos y prácticas que
animaron los principales actores que participaron en la construcción de la nación;
conocer los modelos, las tradiciones y condiciones internas y externas que limitaron o
dieron viabilidad a esas prácticas, así como evaluar su contribución a la construcción del
Estado y la unión de la sociedad.
24
Miguel Ángel Gallo, Del México Antiguo a la República Restaurada (Historia de México I), Quinto Sol, México,
1998, pp. 247-248.
Objetivo: Comparar los proyectos liberal y conservador estableciendo sus semejanzas y
diferencias, a través de parámetros de comparación.
Analizar críticamente la contribución de los proyectos liberal y conservador a la
formación del Estado-Nación.
Conceptos: Monarquía, República Federal, República Centralista, Estado de derecho,
liberal, conservador, proyecto social, anarquía.
Habilidades: Seleccionar los parámetros de comparación entre los proyectos liberal y
conservador; identificar diferencias y semejanzas de proyectos sociales; determinar los
elementos del análisis crítico.
Actitudinales y valores: Tolerancia ante la diferencia de opiniones, tener apertura para
entender las nuevas ideas, saber evaluar los elementos y tradiciones a conservar en una
sociedad.
Ayuda didáctica para el alumno: Para examinar los distintos aspectos y eventos
que marcaron el período 1821 a 1861 te proponemos concentrarte en un episodio
para que lo expongas en grupo, así con las demás exposiciones podrás tener un
panorama global del período y que, a semejanza de los actores sociales que
luchaban para imponer su proyecto de nación, fabriques un periódico —con las
principales noticias, comentarios, editoriales, caricaturas—- para defender tus ideas
sobre los eventos o el grupo político que te corresponda. Esta experiencia te ayudará
a entender las distintas posiciones políticas enfrentadas
&ociones para reflexionar:
República25: forma de gobierno en la cual el pueblo, o una parte de él, tienen la soberanía.
Cuando todo el pueblo tiene la potencia soberana se habla de democracia, cuando sólo un grupo
la tiene es una aristocracia, pero se opone a monarquía donde la fuente de la soberanía no es el
pueblo, sino el derecho divino hereditario. Las más antiguas repúblicas fueron las de Atenas y
Roma. Con res publica los romanos definieron la nueva forma de organización del poder después
de la expulsión de los reyes. Res publica destaca la cosa del pueblo, el bien común, el consenso a
una ley común.. En la República federal, los estados y la federación tienen competencias
diferentes y delimitadas de acuerdo a la Constitución; la voluntad de la federación es la
concurrencia entre la voluntad de los estados (representada en el senado) y la de la nación (en la
Cámara de diputados). La Revolución francesa, por su parte, afirmó el carácter único e
indivisible de la República; la voluntad de los ciudadanos, una e indivisible, se representa en el
Legislativo. Une así la "soberanía nacional" con la representación política y agrega ciertas
novedades, los derechos del hombre y las consignas simbólicas "libertad, igualdad y fraternidad".
Esos dos modelos fueron idealizados durante el siglo XIX, por oposición a la monarquía; en
realidad ese siglo estuvo marcado por la lucha entre ambos regímenes. Pero la república no se
define solamente por la forma de régimen, con la división de poderes —Ejecutivo, Legislativo y
Judicial—, sino por incluir una economía republicana, un derecho, una filosofía, una moral, una
religión y un imaginario. Los símbolos más característicos de este imaginario son la mujer
republicana, llamada en Francia Marianne, y el gorro o bonete.
Mientras que en el Viejo Mundo reinaron las monarquías hasta bien entrado el siglo XIX, en
América desde las independencias los nuevos países adoptaron la república como régimen de
gobierno y modelo social. Para combatir a sus opositores monárquicos, los republicanos
desarrollaron una cultura política, adaptaron las ideas venidas de Francia o Estados Unidos,
retomaron los símbolos —algunos los vemos en las monedas o en sus banderas— y trataron de
25
Texto elaborado por Javier Pérez Siller.
aclimatar sus formas jurídicas y políticas a las características de las sociedades americanas. Así,
en todos los países se habla de una historia republicana. En México, por ejemplo, desde
Guadalupe Victoria hasta Juárez los republicanos lucharon contra los monárquicos para imponer
esa forma de régimen y sociedad.
Federalismo: es una forma de organización política territorial en la cual la unidad y la diversidad
regional se acomodan dentro de un sistema político único, y el poder se distribuye entre una serie
de gobiernos generales y regionales, de manera que se salvaguarde constitucionalmente la
existencia y la autoridad de cada uno de ellos. Se aplica al grupo de Estados o provincias que
ceden una mayor o menor parte de su soberanía a un Estado federal.
Centralismo: sistema político en el cual las funciones de gobierno y de administración de una
nación se concentran en un solo poder.
Procesos históricos a considerar:
Los Cangrejos: este arquetipo fue inventado y utilizado por los liberales durante el tiempo que
combatieron a los conservadores. Los cangrejos eran la representación gráfica de aquellos
animales que sólo sabían caminar arrastrándose hacia atrás: de los conservadores que querían
regresar al antiguo régimen. Pero los liberales no sólo representaban el ánimo retrógrado de sus
enemigos principales, sino también su cobardía, su carácter huidizo y menor. Guillermo Prieto
dedicó a los cangrejos, en 1854, una de sus mejores canciones de propaganda.
Casacas y sotanas
Dominan donde quiera;
Los sabios de montera
Felices nos harán;
Cangrejos, a compás,
Marchemos para atrás,
Zis, zis, zas.
Marchemos para atrás.
jOrden, gobierno fuete!
Y en holgorio el jesuita
Y el guardia de garita
Y el fuero militar...
Cangrejos, a compás,
Marchemos para atrás.
Sistemas políticos: Antonio López de Santa Anna se apoyó en la reacción en 1849; en 1865
ofreció sus servicios al imperio, y cuando Maximiliano lo rechazó, ofreció su ayuda a Juárez.
Sostiene una bandera confeccionada con los retazos de las tres causas que abanderó en tres
momentos de su vida: la reacción, representada por el bonete eclesiástico o morrión, el imperio,
por la corona, y la República, por el gorro frigio.
México Independiente
Lectura 1. Situación económica del país26
26
Miguel Ángel Gallo, México I. Cómo se formó una nación, Quinto Sol, México, 2005, pp. 237-244.
México se había independizado y sus dirigentes intentaban modernizarlo, ponerlo al día respecto a los
progresos que lograban las grandes potencias. Se creía que México tenía recursos de sobra, que sus
riquezas eran inmensas, lo que se convirtió en un mito que estaba fuertemente asentado en la mente de
nacionales y extranjeros. Solamente había que poner a trabajar racionalmente dichos recursos.
Los extranjeros que visitaron a nuestro país en aquellos años quedaron impresionados por la
variedad climática, el bello paisaje y los recursos naturales que parecían inagotables, lo que contrastaba
con la miseria de la mayoría de los mexicanos. A lo mejor hubiera sido preferible que las grandes
potencias no creyeran en nuestra riqueza, así no habrán interferido como lo hicieron.
La propiedad de la tierra y la agricultura
La estructura de la propiedad de la tierra era profundamente desigual. Los grandes latifundios,
muchos de ellos en manos de la Iglesia, no producían a toda su capacidad además, las técnicas eran
obsoletas. El latifundio y la mano de obra semiesclava denominada peonaje, fueron de los lastres más
pesados para el crecimiento agrícola.
Frente al latifundio se encontraban las formas precapitalistas de producción, representadas por
las comunidades indígenas, que habían sobrevivido al embate de los grandes propietarios durante tres
siglos. Aunado a la producción con métodos sumamente primitivos, estas propiedades estaban, de hecho,
sustraídas al mercado en tanto que eran autónomas, de autoconsumo.
Fue una época clave para el desarrollo del latifundismo tanto laico como para el que estaba en
manos de la Iglesia. La Guerra de Independencia y la consecuente inestabilidad de los años posteriores a
ella provocaron la huída de españoles, muchos de ellos terratenientes. Por ello en el México
Independiente se asiste al encumbramiento definitivo de los latifundistas criollos.
El mercado interno capitalista solamente puede alcanzar su desarrollo pleno una vez que se han
desplazado las formas precapitalistas de propiedad de la tierra. Esto no había sucedido en el México
Independiente, ya que el latifundismo semifeudal de la Iglesia era muy poco productivo, mientras que el
latifundismo laico estaba poco modernizado.
Por otro lado, la penuria de los pequeños propietarios y el autoconsumo de las comunidades
indígenas representaban también obstáculos al desarrollo del mercado interno.
La minería
La idea de las grandes riquezas de México se basaba fundamentalmente en los recursos
minerales. Sin embargo, durante la guerra muchas minas fueron destruidas o abandonadas, de tal modo
que independientemente de las riquezas que contuvieran habría que invertir mucho dinero para que
volvieran a estar en condiciones de producir.
Los gobiernos del México Independiente tomaron algunas medidas para promover la
recuperación minera: en 1824 fueron sustituidas las cargas fiscales sobre la minería por un impuesto del
3 por ciento sobre el valor del metal y se estableció la libre importación del azogue. Otra medida fue
eliminar los impuestos sobre cualquier artículo importado que se vendiera en un pueblo minero.
Mas las medidas señaladas no fueron suficientes para desarrollar la minería. Hubo que esperar –y
no mucho- a los capitales extranjeros, interesados por la minería de nuestro país.
Para los ingleses había motivos de preocupación, ya que el tiempo pasaba y las minas no
producían lo que se esperaba. Esto se debía al abandono en que se encontraban, a la desarticulación entre
minas y haciendas y al mal estado de los caminos entre otras causas. Las minas se estaban convirtiendo en
gravosas para los capitalistas extranjeros. La fiebre especulativa tuvo como una de sus manifestaciones
que los capitalistas quisieron abarcar demasiado, en vez de dedicar atención y recursos a unas cuantas
minas. Por ejemplo, una sola empresa, la Francoamericana, poseía 165 minas de las cuales solamente
explotaba 17. Como consecuencia sobrevinieron las quiebras.
Aunque este impulso exagerado de las inversiones provocó algunas frustraciones, esto no
significó la total decadencia. Algunas empresas resistieron los primeros fracasos e invirtieron en
tecnología, con resultados positivos. Así se estaban sentando las bases para el desarrollo de la minería
que ocurriría en la segunda mitad del siglo XIX, pero cuyos beneficiarios serían principalmente
capitalistas extranjeros.
Comercio interior y exterior
Numerosos obstáculos impedían el desarrollo de los intercambios comerciales al interior del país
recién independiente. Por ejemplo, la existencia de regiones económicas más o menos autosuficientes
como herencia de la etapa colonial. Superar este problema significaba invertir en caminos que unieran al
país, pero el gobierno no se encontraba en condiciones de hacerlo.
En el siglo XIX, como durante la Colonia, el comercio se efectuaba a través de caravanas de
mulas que se internaban en los terrenos más difíciles, y que realizaban un movimiento de mercancías de
considerables proporciones.
Otro problema fue la inseguridad de los caminos. Como consecuencia de la guerra y las
numerosas asonadas militares se crearon numerosas bandas de ladrones de caminos, varias de ellas con
muchos integrantes y muy bien organizadas. Esto entorpecía el transporte tanto de mercancías como de
viajeros.
La falta de poder adquisitivo de la población mayoritaria y la alcabala (un odiado impuesto al
comercio interno) fueron otros obstáculos al desarrollo comercial.
Pese a que los distintos gobiernos (no importa si liberales o conservadores) trataron de imponer
un sistema organizado y coherente que rigiera el comercio exterior, ello no era posible debido tanto a la
triste realidad económica interna, como a que países como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, en vez de
acogerse a las disposiciones oficiales, introducían de contrabando sus mercancías.
El contrabando perjudicó gravemente la producción y el comercio nacionales, puesto que las
mercancías aquí producidas pagaban impuestos y eran más caras que las extranjeras.
Pese a lo señalado, hubiera sido peor optar por un comercio totalmente abierto, ya que la
producción interior no hubiera sido capaz de competir con la extranjera, sobre todo la proveniente de las
potencias industrializadas como Inglaterra y Francia.
La crisis fiscal
En cuanto a las finanzas públicas, lo normal era la penuria. Terminada la Guerra de
Independencia los recursos del país se encuentran exhaustos, hay un peligro latente de invasiones
extranjeras; en fin, hay muchas necesidades y muchos proyectos.
Uno de los recursos que más utilizaron los nuevos gobernantes para ganar popularidad, fue el de
reducir algunos impuestos, lo que trajo como consecuencia que a su vez se redujeran los ingresos.
Los gastos, sin embargo, no disminuían. La burocracia absorbía una parte importante
del presupuesto y el ejército significaba la derogación más considerable. En esta forma los sueños de
riqueza comenzaban a esfumarse ante la penuria de cada día.
Ante el déficit permanente, el gobierno se vio en la necesidad de acudir al expediente de los
créditos, internos y externos. Los dos fueron contraproducentes aunque los primeros contribuyeron a crear
o desarrollar a una clase social que posteriormente estaría en vías de impulsar el desarrollo del
capitalismo: los usureros nacionales, con poco sentido nacionalista y mucho de comercial, se dieron
cuenta del gran negocio que implicaba prestar al gobierno mexicano.
Los créditos externos tuvieron peores implicaciones para la economía mexicana, ya que ponían
en riesgo la integridad del país, lo hacían más vulnerable.
Además de ser tan mermados los ingresos producidos por ambos créditos, una buena parte de
éstos se dedicó a gastos ajenos a inversiones productivas (compra de fusiles de segunda, así como de
uniformes, pagos atrasados, etc.), por lo que pronto México se vio imposibilitado a pagar. Desde entonces
la famosa deuda externa sería para nuestro país una fuente de conflictos y problemas internacionales.
Cambios de la economía mexicana
Entre 1821 y 1854 hubo una serie de cambios en relación con la estructura colonial:
- Fin del exclusivismo colonial en materia de comercio externo, lo que significa que termina la
dependencia con España.
- Disminución relativa de la concentración del poder económico y político de la ciudad de
México.
- Depresión y estancamiento de la producción de plata, con importantes fluctuaciones de corta
duración a pesar de que dicho metal permaneció como el principal producto de exportación.
- Eliminación parcial del grupo de españoles que en la etapa colonial detentaban el poder político
y económico. Esto se logró por las leyes de expulsión de 1827 y 1829, o por haberse retirado
ellos mismos, con sus capitales, durante la Guerra de Independencia.
- Constitución progresiva de un grupo de comerciantes-prestamistas de nuevo tipo, que sobre todo
a partir de 1850, multiplicarán sus inversiones productivas.
Proyectos políticos: Monarquía y República
Lectura 2: El Imperio de Iturbide27
27
Jan Bazant, et al, “De Iturbide a Juárez”, en Historia de México, Crítica, Barcelona, 2003, pp. 44-47.
Según lo estipulado en el Plan de Iguala y en el Tratado de Córdoba, Iturbide escogió a los treinta y ocho
miembros de la Junta Gubernativa. Esta Junta, presidida por Iturbide, declaró la independencia de México
en un acto formal. Estaba compuesta por eclesiásticos, abogados, jueces, miembros de la nobleza
mexicana y algunos oficiales.
El Congreso Constitucional se reunió en la capital el 24 de febrero de 1822 para tratar la cuestión
de la recesión económica y del déficit presupuestario. Ante la desagradable sorpresa de Iturbide, la
mayoría de los diputados eran <<borbonistas>> -es decir, monárquicos proespañoles- o republicanos.
Desde el primer día estuvieron en desacuerdo con él en diferentes cuestiones. España al rehusar aceptar la
independencia y al no querer aprovechar la oportunidad de que México quedara en manos de los
Borbones, le hizo el juego a Iturbide. En la noche del 18 de mayo de 1822, la guarnición militar local le
proclamó emperador con el nombre de Agustín I y a la mañana siguiente, bajo una considerable presión
militar y popular, el Congreso aceptó la situación y reconoció la nueva monarquía.
El Imperio de Iturbide no perduraría. Desde el principio hubo grandes obstáculos para que
sobreviviera. La nobleza mexicana anhelaba un príncipe europeo y miraba con desagrado a Iturbide, el
hijo de un comerciante; los hacendados y los comerciantes, la mayoría de los cuales habían nacido en
España, esperaban que un príncipe europeo los librara de préstamos forzosos y de otras cargas fiscales;
por último, había un fuerte sector de republicanos que incluía a algunos prominentes periodistas,
abogados y eclesiásticos progresistas como Servando Teresa de Mier que ocupó un asiento en el
Congreso y propagó sus ideas republicanas con gran fuerza.
Por consiguiente, no debe sorprender que la caída de Iturbide fuera incluso más rápida que su
ascenso. Los borbonistas le culparon de haber violado su promesa de ofrecer el trono a un príncipe
europeo. La propia arbitrariedad de Iturbide provocó la expansión de las ideas republicanas, que hasta
entonces sólo habían sido profesadas por los intelectuales. Los ambiciosos oficiales del ejército tampoco
estaban satisfechos: mientras que podían tolerar un príncipe extranjero, les resultaba en cambio difícil
aceptar a uno de su propia clase como emperador; si no se podía conseguir traer a un príncipe extranjero,
entonces la solución estaba en la república, que por lo menos era un sistema con el cual podían llegar a
ser presidentes. Creció la oposición a Iturbide y, en una atmósfera de libertad de expresión restringida,
proliferaron las conspiraciones. El 31 de octubre disolvió el conflictivo Congreso. Su posición se debilitó
aún más al querer aplicar una serie de medidas fiscales confiscatorias, ya que los comerciantes que las
padecieron –en su mayor parte españoles- buscaron apoyo en los borbonistas. La incapacidad de Iturbide
de poner orden en el Tesoro fue una causa importante de su caída.
En Veracruz, el 2 de diciembre de 1822, Antonio López de Santa Anna acusó públicamente a
Iturbide de tirano. Proclamó la república y apeló por la reinstauración del Congreso. Cuatro días más
tarde publicó un manifiesto más moderado y detallado, que sin hacer mención a una república, apelaba
por la destitución del emperador.
Guadalupe Victoria, que hacía poco se había escapado de la prisión, firmó el manifiesto de Santa
Anna. Unas cuantas semanas más tarde, los generales Bravo y Guerrero, antiguos compañeros de armas
de Morelos, manifestaron su apoyo al levantamiento de Veracruz. Finalmente, la mayoría del ejército,
cuyos oficiales –muchos de ellos españoles de nacimiento- habían sido realistas y después apoyaron a
Iturbide, se <pronunció> en su contra. El emperador abdicó el 19 de marzo de 1823. El 8 de abril el
Congreso, reunido de nuevo, anuló el manifiesto de Iguala, así como también el Tratado de Córdoba, y
decretó que México desde entonces era libre de adoptar el sistema constitucional que quisiera. La
república era un hecho real.
Así pues, Santa Anna desató un movimiento que produjo la caída del imperio de Iturbide y que
terminó por implantar la república. Aunque el nuevo sistema político fue concebido por los intelectuales,
fue el ejército el que lo hizo posible y a la vez quien se convirtió en su dueño. La rapidez con que triunfó
señaló el camino de futuros levantamientos de oficiales militares desafectos.
Lectura 3: La República Federal28
La amenaza de reconquista y el apoyo de la mayoría del ejército al gobierno provisional mantuvieron la
unidad con la Constitución de 1824, que instituía un gobierno federal, pero debilitado para mitigar el
confederalismo de Yucatán, Jalisco, Zacatecas y otros estados, que desconfiaban de la supremacía
ejercida antes de las reformas borbónicas por el centro.
Los legisladores de 1824 se inspiraron en la Constitución estadounidense, pero el federalismo
mexicano no fue una simple copia, fue más radical. A diferencia del norteamericano, el gobierno federal
no iba a gobernar a los ciudadanos, sino a los estados. Aquella concedía a la federación el derecho de
cobrar impuestos a los individuos; esto le daba una base económica sólida. Como la federación mexicana
28
Josefina Zoraida Vázquez, et al, “De la difícil constitución de un Estado: México, 1821-1854” en La fundación del
Estado Mexicano, Nueva Imagen, México, 2004, pp. 15-17.
de 1824 gobernaba estados en lugar de ciudadanos, se condenó a depender de un contingente. Los estados
lo entregaron con cierta regularidad sólo en los primeros tiempos, después la federación quedó reducida a
la entrada de las aduanas y a los préstamos usuarios.
El sistema estableció una clara supremacía del legislativo, considerando a los otros poderes
como sus simples agentes. El ejecutivo era aún más débil que en el sistema estadounidense, de ahí que
Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Valentín Gómez Farías y Antonio López de Santa Anna tuvieran
que recurrir a poderes extraordinarios para poder gobernar. Estas facultades siempre fueron concedidas
constitucionalmente hasta 1841, lo que no impidió que el ejecutivo fuera acusado de abuso de poder, con
injusticia en la mayoría de los casos. En cambio, el Congreso se extralimitó muchas veces e invadió la
esfera judicial o aprobó decisiones no constitucionales; tales son los casos de la aprobación de Guerrero
como Presidente en 1828, su declaración de incapacidad para gobernar en 1830 y la decisión de asumir el
carácter de constituyente en 1835.
Por ser la primera experiencia política era natural que la Constitución de 1824 requiriera de
ajustes ya que, entre otras imperfecciones, resultó demasiado rígida dada su exigencia en fijar un periodo
determinado para hacer reformas. También mantuvo el voto universal masculino, inaplicable en la
práctica, pero que sirvió para que los grupos populares fueran convocados a participar en movimientos
políticos de todas clases. No obstante, amplios grupos populares, movilizados durante la Independencia,
quedaron al margen de la participación política, por lo que recurrieron a periódicas rebeliones para
presionar por la solución de sus problemas.
La vieja polarización pondría frente a frente a la parte más tradicional de los realistas y
privilegiados en contra de los iturbidistas e insurgentes que pugnaban por la expulsión de los españoles,
costosa para la nación. El enfrentamiento se coronó con la violación de las elecciones de 1828, durante la
primera sucesión del gobierno, el primer revés para el sistema federal. Don Vicente Guerrero fue
impuesto Presidente, pero su gestión no logró sortear las pasiones partidistas, ni la penuria hacendaría que
obstaculizaba la defensa nacional ante el intento de reconquista español y no tardó en ser sustituido por un
régimen de “hombres de bien”, en el que el arquitecto de la política fue Lucas Alamán, quien pretendía
purgar al sistema federal de sus extremismos: limitar el voto y las facultades de los ayuntamientos,
fortalecer el ejecutivo, reducir gastos y arreglar la hacienda pública y profesionalizar al ejército para la
defensa de la nación. El ministro Alamán tenía una clara idea de la proyección internacional de México y
se propuso una diplomacia dirigida a reanudar lazos con las naciones hermanas para construir un frente
común ante las amenazas extranjeras, conquistar los reconocimientos de España y el Vaticano, firmar
tratados que permitieran atraer inversiones e incrementar el comercio y limitar la afluencia de
estadounidenses a Texas, que empezaban a dar muestras de malas intenciones. Esta agenda inteligente
fracasó por los métodos de control que Alamán utilizó para deshacerse de sus enemigos: disolver
asambleas y sustituir gobiernos y mano dura contra los opositores al régimen. Causa de indignación fue la
traición para apresar a Vicente Guerrero y su fusilamiento después de ser sometido a un juicio militar
sumario.
La Construcción del Estado: Los proyectos Liberal y Conservador.
Lectura 1. Ideas, partidos y luchas políticas29
La política, las leyes y la ideología, reflejan claramente los intereses y las tendencias de las clases sociales
y están al servicio de sus luchas. El momento histórico que examinamos no podía ser la excepción a la
regla. Efectivamente, los gobiernos y las instituciones que se establecieron, las banderas y los principios
que se defendieron en el lapso comprendido de 1821 a 1854, no eran más que la manifestación clara y
exacta del choque entre dos órdenes que se excluían mutuamente: el de reminiscencias coloniales
representado por los grupos privilegiados conservadores y el de pretensiones capitalistas encabezado por
los intelectuales liberales y la naciente burguesía. Era la lucha entre lo viejo y lo nuevo. Mientras el
primero se desmoronaba irremisiblemente, el segundo estaba en franco ascenso. Ideológicamente, los
principios teóricos proclamados para mantener vigente la sociedad colonial, recibieron el nombre
genérico de conservadurismo. En la contrapartida tenemos las ideas liberales que justificaban la
implantación de una sociedad semejante a la de los países capitalistas altamente desarrollados. La
corriente conservadora tenía sus raíces en el pasado español; rendía culto al despotismo y a la obediencia
ciega; a la jerarquía y a los privilegios; confiaba en la validez universal del dogmatismo y de la verdad
absoluta de la religión católica, de la enseñanza mística y anticientífica difundida por la iglesia. Asimismo
nunca dejó de ser monárquica en sus ideas, si bien la realidad política la hizo disimular, cambiando a
29
Tomado de Ismael Colmenares, De Cuauhtémoc a Juárez y de Cortés a Maximiliano, Quinto Sol,
México, 2002, pp.317-319.
republicanismo centralista. Por el contrario, el liberalismo mexicano era una doctrina que se había nutrido
directa o indirectamente en fuentes más modernas: la ilustración y la Enciclopedia francesas, los
pensadores españoles del siglo XVIII y los norteamericanos como Jefferson, Franklin y Hamilton. La
libertad de expresión y de pensamiento, la soberanía popular y la república, la educación laica y
científica, la abolición de fueros y privilegios, fueron algunos de los puntos más sobresalientes que
sirvieron como arma de combate a los liberales mexicanos en su afán de aniquilar lo establecido y allanar
el camino a las nuevas formas de organización capitalista. La discusión y los planes para la realización de
estos conceptos, tuvieron lugar en las logias masónicas, agrupaciones secretas de conspiración y
adiestramiento político diseminados a lo largo y ancho del país. DOS fueron las logias principales que se
enfrentaron: la del rito escocés, con antecedentes en los liberales españoles que llegaron al país antes de la
Independencia; y la del rito yorkino fundada alrededor de 1825. En la primera se agruparon inicialmente
algunos conservadores y centralistas, en la segunda los liberales, republicanos y federalistas.
Si bien estas logias antecedentes de los partidos políticos, fueron prohibidas de participar
políticamente en los años 30's, son importantes en cuanto que instrumentos de intervención de las
potencias que entonces se disputaban el dominio sobre México: Inglaterra (logia escocesa) y Estados
Unidos (logia yorkina). Además preparan el terreno para la organización más clara de los futuros grupos
llamados "del orden" (conservadores) y "del progreso" (liberales). Ésta es una época en la que la lucha
política se restringe a una pequeña élite, ilustrada o no pero que participaba activamente en las cuestiones
gubernamentales. No olvidemos que la escasa población, el aislamiento y sobre todo el alto índice de
analfabetismo limitaban la participación de las masas en la lucha, si bien ésta se expresa en algunos
levantamientos campesinos y descontento popular.
En torno a las ideas que hemos apuntado, los sectores más conscientes se acuerparon sobre todo en
dos grupos políticos: el liberal y el conservador. Oscilando constantemente y confundiéndose a veces
entre uno y otro extremo, se encontraba la posición intermedia de los moderados. No formaron partidos
en el sentido estricto de la palabra; para alcanzar tal categoría siempre les faltó integrar una política
nacional; no permitían la participación de las amplias masas populares ni representaban sus intereses;
eran voceros de las facciones en pugna. Los árbitros entre estas últimas fueron el ejército y los caudillos,
que habían proliferado escandalosa-mente desde los años del movimiento insurgente.
Al conseguirse la separación entre México y España, el efímero imperio de Iturbide representó el
primer ensayo de gobierno al servicio de las viejas estructuras coloniales defendidas por los
conservadores. Posteriormente éstos, ya sin el ropaje monárquico promovieron el establecimiento del
sistema centralista, o sea, la sujeción política y administrativa de las provincias por los poderes centrales
del país. Las llamadas Siete Leyes constitucionales aprobadas en 1835 y las Bases Orgánicas
promulgadas en 1842, contienen los principios jurídicos que justifican esta forma de gobierno, la que
culminó y se hizo insoportable durante la dictadura del general Santa Anna en ocasión de su última
estancia en el poder, de 1853 a 1855
Por su parte, la organización política enarbolada y puesta en práctica por los liberales, fue el
federalismo republicano. Una de las características que lo distingue, al menos teóricamente, es la
formación de estados soberanos con legislación propia para su administración local; sin embargo, están
sujetos a las disposiciones generales que son comunes a todos los demás integrantes de la federación. La
autonomía estatal de este sistema político, respondía plenamente a la medida de las aspiraciones
hegemónicas de la joven burguesía mexicana y de los caciques de corte liberal, que tenían en las distintas
regiones del país intereses creados que chocaban con los representados por el centralismo. Los
fundamentos jurídicos que dieron vigencia al tipo de gobierno federal quedaron plasmados en el Acta
Constitutiva de 1823, en la Constitución de 1824 y en el restablecimiento de ésta en 1842 durante la
segunda administración de Gómez Farías.
Pero no bastaba a los grupos en lucha diseñar e implantar las diversas formas de gobierno; era
necesario además llevar adelante una política económica que respondiera a sus intereses concretes y a los
de sus representados. Ardua labor en tanto que sin experiencia previa y con una mezcolanza de principios
teóricos de economistas europeos ajenos a la realidad económica y social del país, dichos grupos tuvieron
que adaptar esos principios y ponerlos en práctica en medio de un desorden político permanente, de una
economía en crisis, de un erario en bancarrota y de las asechanzas de las grandes potencias.
En términos generales podemos decir que por lo menos las vanguardias políticas tanto de liberales
como de conservadores, aunque en mucho fueron cambiando algunos de sus postulados teóricos,
respondieron a dos visiones diversas del crecimiento económico.
Los conservadores buscaban tal crecimiento sin tocar la estructura de propiedad, dado que ello
lesionaría sus intereses; abogaban por un proteccionismo estatal al comercio, a la industria y a la
economía en general. Consideraban, incluso, que era posible llegar al capitalismo mediante la llamada vía
"yunquer" (según Lenin, en Alemania los terratenientes semifeudales pudieron pasar a convertirse en
capitalistas). Además, los conservadores creían que era posible promover la moderna industria nacional,
si bien no para competir en el mercado internacional sí con miras al interno. Esta industria se crearía
"desde arriba", con apoyo estatal. El Banco de Avío, fundado bajo la dirección de Lucas Alamán, es el
ejemplo claro de esta política económica. También pensaban, al menos al principio, que había que
desarrollar la minería como importante fuente de recursos.
Por su parte los liberales creían necesario comenzar el desarrollo por la agricultura. Ahí precisamente
chocaban con sus opuestos, ya que para ellos había que romper la vieja estructura de propiedad (Iglesia,
terratenientes laicos aristócratas). Se precisaba, entonces, una reforma agraria que terminara con las
formas de propiedad precapitalistas que impedían el desarrollo del mercado interno. Así, no solamente el
latifundio eclesiástico sino también las tierras de las comunidades indígenas estaban destinados a
desaparecer, según esta versión liberal. Ello nos explica más adelante, en la época de la Reforma, la Ley
Lerdo y sus consecuencias prácticas.
Si los conservadores pretendían la vía "yunquer", por su parte los liberales buscaban llegar al
capitalismo en la agricultura mediante la vía "farmer" (granjero, pequeño propietario). Creían también en
el librecambismo y en la abolición de trabas al desarrollo del mercado interno y, hasta el ensayo de
Alamán en el Banco de Avío, comenzaron a considerar la posibilidad del desarrollo industrial como una
de las bases del crecimiento. Asimismo, propugnaban una política de colonización extranjera que
impulsara el desarrollo de regiones poco pobladas.
Las bases del Estado nacional: triunfo de la Reforma: 1854- 1861.
Lectura 2. De la Revolución de Ayutla a la Reforma30
El 1° de marzo de 1854, en la ciudad de Ayutla Guerrero, un grupo de liberales proclamó el Plan de
Ayutla, cuya reivindicación esencial era el derrocamiento de Santa Anna y la convocatoria a un congreso
para redactar una nueva constitución. La publicación del Plan fue la señal para la insurrección armada. El
intento de Santa Anna por reprimir a los insurrectos en Guerrero fracasó totalmente. La insurrección se
extendió con rapidez a otros estados y a mediados de 1855 la mayor parte del país estaba ya en manos de
los liberales. Su ejército, formado por rancheros, campesinos indios del sur, artesanos e indigentes de la
ciudad, obtuvo victoria tras victoria.
En agosto de 1855 Santa Anna huyó de México y a comienzos de octubre del mismo año asumió la
presidencia interina Juan Álvarez, quien formó su gobierno de «puros», Melchor Ocampo, Ponciano
Arriaga,
Benito Juárez, Guillermo Prieto. El 11 de diciembre de 1855, Álvarez, presionado por el ala derecha del
Partido, entregó el poder a Comonfort, quien formó un nuevo gabinete solamente con «moderados».
Cuando los «puros» estaban en el poder, a propuesta de Benito Juárez, el 23 de noviembre de 1855 fue
aprobada una ley que abolía parcialmente los fueros del clero y de la oficialidad. A partir de entonces
todas las personas eclesiásticas quedaron sometidas a la jurisdicción civil y no a la Iglesia. Fueron
suprimidos los tribunales militares, excepto para delitos militares.
El 25 de junio de 1856, el gobierno de Comonfort aprobó la «Ley de Desamortización de las fincas
rústicas y urbanas propiedad de corporaciones civiles y eclesiásticas», llamada «Ley Lerdo». De acuerdo
a esta Ley, todas las fincas pertenecientes a corporaciones eclesiásticas y civiles, deberían ser vendidas en
el término de tres meses en subasta pública al mejor postor. A la Iglesia y a otras corporaciones se les
prohibía, en adelante poseer fincas y otros bienes raíces.
Poco después de la llegada de los liberales al poder, en febrero de 1856 quedó instalado el Congreso
Constituyente, cuya misión, era redactar una nueva constitución. Tras largos debates entre <puros> y
«moderados», el congreso aprobó el 5 de febrero de 1857 la nueva Carta Magna. La Constitución
proclamaba que el Estado mexicano era una república representativa, democrática y federal, compuesta
de estados libres y soberanos; que los derechos del hombre son la base de las instituciones sociales; y que
todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio. La nueva constitución garantizaba
a la población las libertades democráticas: libertad de expresión, de imprenta, de asociación y de reunión,
la libertad del individuo. Derogaba los títulos hereditarios y los privilegios de la nobleza, suprimía
tribunales especiales. Se concedía derecho a voto a todos los ciudadanos mexicanos varones a partir de
los 21 años. Se abolía la esclavitud, suprimía trabajos personales obligatorios; abolía las alcabalas,
estancos y monopolios; la enseñanza sería libre.
La reacción acogió la nueva constitución con disgusto. En diciembre de 1857, los conservadores
encabezados por el general Zuloaga se levantaron en armas y formularon un programa cuya
30
Tornado de Belenki A:B:, La Intervención Extranjera en México1861-1867, México, Ed. Cultura Popular, 1979,
pp. 20-41
reivindicación esencial era la anulación de la Constitución. Esta rebelión marcó el principio de una
cruenta guerra civil que se prolongó hasta finales de 1860. En enero de 1858, los conservadores, a
quienes se había adherido Comonfort y muchos otros moderados, consiguieron apoderarse de la capital.
Proclamaron Presidente a Zuloaga (quien al año siguiente fue sustituido por Miguel Miramón).
Comonfort, comprometido ante los liberales, al no obtener el apoyo de los conservadores, huyó a Estados
Unidos. De acuerdo con la nueva Constitución, legalmente asumió la presidencia de México, el Presidente de la Suprema Corte, Benito Juárez, quien formó nuevo gobierno en Guanajuato. En mayo de 1858 el
gobierno de Juárez, formado por conocidos representantes de los «puros» se instaló en Veracruz. En
México había dos gobiernos: el legítimo, en Veracruz y el gobierno conservador, en la capital. En manos
de este último se hallaba la capital del país, estaba financiado por el clero y contaba con el
reconocimiento de los principales países europeos. Recibía, además cierto apoyo de España y del Papa.
Pero la mayor parte de los Estados del país y la mayoría de la población reconocía el gobierno de Juárez.
En julio de 1859, en pleno fragor de la lucha, el gobierno de Juárez expidió las primeras «Leyes de
Reforma». Su objetivo principal era privar a la Iglesia Católica de los recursos materiales que empleaba
para atizar y apoyar la guerra. Una de estas leyes nacionalizaba, sin indemnización alguna, los bienes
raíces y muebles de la Iglesia. Otras leyes implantaban la libertad de cultos, el matrimonio civil;
disolvían las órdenes monásticas de hombres. El registro de los actos civiles y el control de los
cementerios se ponían en manos de funcionarios civiles. Las Leyes de Reforma preveían la separación de
la Iglesia y el Estado y privaban al clero de sus incalculables riquezas.
El 3 de agosto de 1859 un nuevo decreto dispuso el retiro de la misión mexicana ante la Santa Sede.
En el período inicial de la guerra civil, el ejército liberal sufrió no pocas derrotas, pues la mayoría de
los oficiales de carrera y del ejército regular estaban al lado de los conservadores. Pero en el curso de la
lucha, los ejércitos liberales se fueron fortaleciendo, se templaron y acumularon experiencia. Sus filas
engrosaron continuamente con nuevos rancheros y campesinos. Las Leyes de Reforma contribuyeron a
que se produjera un cambio sustancial en el ejército. La situación militar y financiera de los
conservadores se hizo muy difícil. Para reponer su exhausto erario, el Presidente Miramón se vio
obligado a adueñarse de los fondos que no le pertenecían. Como resultado de todo ello, a mediados de
1860 la correlación de fuerzas cambió a favor de los liberales.
El 22 de diciembre de 1860 el general González Ortega derrotó al ejército conservador en San Miguel
Calpulalpan. Miramón huyó de la capital, en la que entraron a finales de diciembre los ejércitos liberales.
Así terminaba la guerra civil, con la victoria de los liberales.
Lectura 3. ¿Quiénes eran los conservadores?31
La fracción conservadora se dio como jefe a un hombre extraordinariamente lúcido, pero ya viejo.
Don Lucas Alamán poseía las virtudes necesarias para ser el líder de los intelectuales aristocráticos.
Había nacido en la opulencia en 1792. Hizo estudios en Europa y se distinguió por su buen gusto literario.
Lo hacía sobresalir aún más su presencia. Era solemne y muy religioso. Según don Arturo Araníz y Freg,
por su "habilidad para penetrar en el alma de las gentes" y por "sobrio y reservado lo vieron con respeto
sus mismos adversarios... A pesar de su crecida ambición de poderío, fue retraído... medroso y pacifista.
Sabía adaptarse con delicada flexibilidad a las circunstancias [pero vivía] con angustiada inquietud la
noción de la libertad interna de México". Contaba con la minoría intelectual más numerosa, que no la más
dinámica. Lo seguían las sotanas y las charreteras de México, dos grupos soberbios que no activos.
Los conservadores, quizá porque tenían mucho que perder, no querían aventurar al país por caminos
ignotos y sin guía; suspiraban por la vuelta al orden español y por la sombra de las grandes monarquías
del viejo mundo. Por tradicionalistas retrógrados y europeizantes, sus enemigos les pusieron los apodos
de verdes, cangrejos y traidores. Su ideario lo sintetizó Alamán en siete puntos:
1. Queremos "conservar la religión cató1ica... sostener el culto con esplendor...impedir por la
autoridad pública la circulación de obras impías e inmorales”.
2. “Deseamos que el gobierno tenga la fuerza necesaria… aunque sujeto a principios y
responsabilidades que eviten los abusos”.
3. "Estamos decididos contra el régimen federal, contra el sistema representativo por el orden de
elecciones... y contra todo lo que se llama elección popular."
4. "Creemos necesaria una nueva división territorial que confunda la actual forma de Estados y
facilite la buena administración."
5. "Pensamos que debe de haber una fuerza armada en número suficiente para las necesidades del
país..."
31
Tomado de Luís González y González, Todo es historia, Cal y Arena, México, 1989, pp. 101-102.
6.
7.
"No queremos más Congresos... sólo algunos consejeros planificadores..."
"Perdidos somos si la Europa no viene pronto en nuestro auxilio”
Lectura 4. ¿Quiénes eran los liberales?32
Los liberales no tenían a mediados del siglo un jefe, pero ya asomaban entre ellos algunas eminencias
cuarentonas como la de don Benito Juárez, hombre de acción, fuerte, tenaz y decidido, de origen rural,
nacido el 21 de marzo de 1806, educado en el Seminario eclesiástico y en el Instituto de Ciencias y Artes
de Oaxaca, diputado al congreso oaxaqueño de 1832 a 1834 y al federal diez años después, y gobernador
de 1847 a 1852; o menores de cuarenta años, como el eminente filósofo y naturalista don Melchor
Ocampo, nacido en 1814, estudiante en el seminario eclesiástico de Morelia, rico en bienes materiales,
lúcido, intransigente, satírico, ingenioso y gobernador de Michoacán entre 1846 y 1853; el dinámico don
Miguel Lerdo de Tejada, nacido en el puerto de Veracruz en 1812, poseedor de un "raciocinio de acero",
inclinado al estudio de la historia y la economía, autor de varias obras, presidente de la Compañía
Lancasteriana y ministro de Fomento, y el general don Ignacio Comonfort, de la misma edad que Lerdo,
pero al contrario de éste, dado a la moderación y a las componendas, sin asomos de jacobinismo y
fanático de la honradez.
Al contrario de los conservadores, los liberales negaban la tradición hispánica, indígena y
cató1ica; creían en la existencia de un indomable antagonismo entre los antecedentes históricos de
México y su engrandecimiento futuro, y en la necesidad de conducir a la patria por las vías del todo
nuevas de las libertades del trabajo, comercio, educación y letras, la tolerancia de cultos la supeditación
de la Iglesia al Estado, la democracia representativa, la independencia de los poderes, el federalismo, el
debilitamiento de las fuerzas armadas, la colonización extranjera de las tierras vírgenes, la pequeña
propiedad, la laicización de la sociedad, el cultivo de la ciencia, la difusión de la escuela y el padrinazgo
de los Estados Unidos del Norte. Según uno de sus ideólogos, el vecino norteño "no sólo en sus
instituciones, sino en sus prácticas civiles" debía ser el guía de los destinos de México. Todos los liberales
coincidían en las metas, que no en los métodos. Unos querían "ir de prisa", querían implantar las
aspiraciones del liberalismo a toda costa y en el menor tiempo posible; otros querían "ir despacio",
querían imponer los mismos ideales al menor costo y sin prisa. Aquellos fueron llamados "puros" o
"rojos" y éstos "moderados", y mientras puros y moderados disputaban entre sí, los conservadores que
contaban con el clero, es decir, con una corporación poderosa y organizada, se hicieron del poder.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Josefina Zoraida Vázquez, Romana Falcón y Lorenzo Meyer, Historia de México, Santillana,
México, 1998.
Miguel Ángel Gallo, Del México Antiguo a la República Restaurada (Historia de México I), Quinto Sol,
México, 1998.
Miguel Ángel Gallo, México I. Cómo se formó una nación, Quinto Sol, México, 2005.
Jan Bazant, et al, “De Iturbide a Juárez”, en Historia de México, Crítica, Barcelona, 2003.
Luís González y González, Todo es historia, Cal y Arena, México, 1989.
TEMA 6. Las intervenciones extranjeras.
El proceso de construcción del Estado y la nación mexicanos se dio paralelo a su
inserción en el sistema mundo. Mientras en el interior se enfrentaban liberales y
conservadores por imponer su proyecto de nación, en el exterior no fue fácil obtener el
reconocimiento de las potencias europeas. Había que conquistar la soberanía nacional
en un sistema mundial que estaba mudando en sus modelos, el liberalismo se imponía
en geopolítica; Estados Unidos consolidaba su república federal, irradiaba su influencia
en América e iniciaba su acelerada expansión; Francia e Inglaterra, potencias ya
industriales, competían por conquistar territorios y abrir nuevos mercados en los cinco
continentes; España, antigua metrópoli, se asociaba en la Santa Alianza con Rusia,
Austria y Prusia para restaurar su monarquía y recuperar sus posesiones. En esa
32
Ibidem.
compleja coyuntura la joven nación tenía una situación delicada para conservar la
herencia territorial y el papel diplomático legada por el imperio hispano. En sus
primeros decenios vivió la amenaza de la reconquista, enfrentó la secesión de Texas y la
guerra con Estados Unidos, en fin, la Primera Intervención Francesa. Episodios que no
solo definieron su lugar en el sistema mundo, sino que galvanizaron el patriotismo y
contribuyeron a consolidar la unidad nacional, única fuente de soberanía.
En este tema toca analizar la difícil construcción de la soberanía nacional, la inserción
de México al sistema mundo y la conquista de su reconocimiento. ¿Qué actitud tomaron
las potencias hegemónicas ante la joven nación? ¿Qué alianzas establecieron los países
recién independientes? ¿Cuál fue la actitud de los grupos dirigentes ante el
expansionismo de Estados Unidos?, ¿Cuál ante el de Francia? ¿Cómo afectó la lucha
que los enfrentaba para imponer su proyecto de nación? ¿Desde cuándo podemos hablar
de un patriotismo nacional? ¿En un mundo globalizado tiene sentido hablar de
soberanía nacional?
Objetivo: Analizar las dificultades para alcanzar la soberanía del nuevo país en
el sistema mundo
Conceptos: Intervención militar, soberanía nacional, patriotismo.
Habilidades: Interpretar hechos históricos, determinar los factores de las
intervenciones extranjeras, elaboración de ensayos.
Actitudinales y valores: Promover el respeto a la libre determinación de los
pueblos, resaltando el papel de México como un país pacifico.
Ayuda didáctica para el alumno: en este tema te proponemos hacer un análisis
de los argumentos de los actores sociales —liberales, conservadores, texanos,
norteamericanos, franceses— que participaron en las diferentes intervenciones y
guerras contra México, con el fin de conocer sus razones, sus estrategias y,
sobre todo, con el fin de ayudarte a identificar y revivir la concepción que tenían
de soberanía. ¿Era la misma para los liberales que acudieron a los Estados
Unidos, que para los conservadores que se apoyaron en los franceses
imperialistas?
CRO&OLOGÍA DE LAS GUERRAS E I&TERVE&CIO&ES EXTRA&JERAS: 18211867
1821-36
1829
1829
1835
México vive bajo las amenazas de reconquista de España que se apoya en el
poder militar de la Santa Alianza, hasta el momento en que reconoce la
independencia de México.
El español Isidro Barrada desembarca en Tampico, intentando volver a imponer
el gobierno español en México. Fue vencido por Santa Anna.
El presidente Vicente Guerrero decreta la abolición definitiva de la esclavitud,
disposición proclamada por Hidalgo y Morelos, que afecta directamente a los
colonos norteamericanos del estado de Coahuila y Texas.
El Estado de Texas proclama su independencia de México, misma que es
reconocido por los Estados Unidos; se opone al régimen centralista que han
impuesto los conservadores. Se declara república independiente y nombra
presidente a Sam Houston y vicepresidente al liberal mexicano Lorenzo de
Zavala.
1836
1838
1839
1840
1841
1843
1846
1849
1845
1846
1847
1853
1854
Después de combatir a los federalistas, Santa Anna sale en campaña al frente de
seis mil hombres para recuperar el estado insumiso. Vence en San Antonio de
Béjar y masacra a los independentistas en el fuerte Álamo y en Goliad. El 21 de
abril Santa Anna es derrotado por Houston en San Jacinto y hecho prisionero.
Firma los Tratados de Velasco con los que se compromete a retirar de Texas el
ejército mexicano y reconoce su independencia.
Después de varios contactos, se firma en Madrid el Tratado definitivo de Paz
donde España reconoce la Independencia de México. La santa Sede hace lo
mismo.
Intervención francesa llamada "Guerra de los pasteles" ocasionada por las
exigencias de un tratado comercial favorable a Francia y las reclamaciones —
exageradas— de súbditos galos, entre otras de un propietario de una pastelería
destruida y quemada por oficiales militares mexicanos. El gobierno del rey Luis
Felipe envió al barón Deffaudis para hacer efectivas las reclamaciones que
fueron desatendidas; las escuadras francesas abrieron fuego en Veracruz. Santa
Anna defendió la plaza y en su retirada perdió una pierna.
El 9 de marzo el gobierno firmó un tratado comercial con Francia y se obligó a
cubrir 600 mil pesos de reclamaciones.
Yucatán se declaró separado de México mientras no se restablecieran las
instituciones federales. El gobierno cerró los puertos de Campeche y Sisal al
comercio extranjero y declaró piratas a los buques del estado de Yucatán.
La Cámara de diputados de Yucatán aprobó que el estado se constituiría en
república independiente de México.
El gobierno celebró tratados con Yucatán para que permaneciera unido a la
República.
El 1º de enero Yucatán se declara separado de la República (se reintegra a la
nación en diciembre)
Continúa la guerra de castas en Yucatán, separado aun de la República. Se
hicieron negociaciones y el 17 de agosto volvió a unirse.
El 12 de abril de 1844 la República de Texas celebró un tratado con los Estados
Unidos para unirse a él, mismo que fue ratificado por el congreso
norteamericano el 3 de marzo de 1846, fijando sus límites hasta el río Bravo, lo
que afectó parte del territorio mexicano.
Inicia la guerra entre Estados Unidos y México.
Después de ocupar varias ciudades y puertos importantes las tropas
norteamericanas entran en la ciudad de México, vencen al ejército y el 14 de
septiembre, enarbolan su bandera en Palacio Nacional. La ciudad será ocupada
hasta la firma del tratado de Guadalupe Hidalgo donde México acepta la anexión
de Texas, cede la Alta California y Nuevo México a cambio de 15 millones de
pesos.
El 13 de diciembre Su Alteza Serenísima Santa Anna firma el Tratado de La
Mesilla por el que México vende el territorio de La Mesilla (grande como los
estados de Puebla Y Chiapas juntos) a los Estados Unidos por 7 millones de
pesos.
El Conde Gastón Rousset de Boulbon, al mando de un grupo de franceses,
desembarca en Guaymas con pretensión de apoderarse de Sonora. Fue vencido
por el general José María Yáñez.
&ociones para reflexionar
•
•Intervención: acto de intervenir y periodo que dura ese acto. Intervenir es la entrada del ejército
de un país en otro, es vigilar y limitar el ejercicio de la soberanía de otro país, sin tener derecho a
ello. Se dice del acto de inmiscuirse en algún asunto ya iniciado. Para el caso de México se habla
de Intervención francesa, al episodio en el que el ejército de Napoleón III invadió el país para
garantizar la instalación del imperio de Maximiliano solicitado por un grupo de conservadores.
Los franceses le llaman Expedition du Mexique, expedición de México. Durante todo el siglo
XIX, época de la consolidación de Estados naciones la palabra adquirió un carácter peyorativo.
Para los años 1980 se habló del derecho de injerencia o intervención, en ocasión de acciones
humanitarias organizadas por la ONU; su primera aplicación fue en Somalia, 1992, y para
justificar la acción militar en la ex-Yugoslavia, 1993. Desde la guerra del Golfo, entre Irak y
•
•
•
33
34
Kuwait, 1991, apelando al derecho de intervención los Estados Unidos bombardean sitios
estratégicos en Irak.
Separación: palabra que viene del latín, separare, que deriva de parare y significa disponer. Con
el prefijo se quiere decir "disponer aparte". Es el acto de separar o separarse de un todo. Se usa la
palabra secesión cuando se quiere indicar que la separación concierne a una parte de la nación;
separar una porción de su territorio, en el que sus habitantes demandan la soberanía. La secesión
es muy a menudo violenta, de causas endógenas y, a veces, muy a menudo con fuertes intereses
externos.
Colonización33: es el acto de colonizar, tiene dos sentidos: uno, el de poblar y, otro, el de
dominar. El primero se dice cuando se establece un grupo de personas en un lugar distinto al de
su procedencia con el fin de explotar sus recursos. La política de poblamiento, llamada de
colonización, aplicada durante el siglo XIX por todos los gobiernos de América —desde Canadá
y Estados Unidos hasta la Argentina— pretendía atraer personas o colonos para poblar, explotar
y defender los territorios nacionales. Esta política tuvo mucho éxito en algunos países como
Estados Unidos, Argentina o Uruguay y logró pocos resultados en México que, desde la
independencia, ofreció tierras y excepciones de impuestos a las familias que quisieran venir a
colonizar el territorio. Se crearon Sociedades de Colonización a las que el gobierno subsidió con
recursos para el traslado de personas. Tenían que llenar algunos requisitos como respetar las
leyes de la nación y, desde 1830, no tener esclavos, no asentarse cerca de las fronteras o puertos
y, de preferencia, ser católicos. Esa política atrajo varios grupos que formaron "colonias" de
franceses, italianos, polacos, chinos, libaneses, norteamericanos, entre otras muchas que se
instalaron en el país. Algunas de ellas aún existen como: Jicaltepec, fundada por franceses en
Veracruz, o Chipilo, por italianos en Puebla. El segundo significado de la palabra colonización es
el de dominación que se refiere a la acción de ejercer un dominio económico, político, militar o
cultural sobre territorios extranjeros. Así se dice que durante el siglo XIX las potencias
expansionistas como Inglaterra o Francia crearon sus imperios coloniales, mientras que Estados
Unidos conquistaba tierras para colonizarlas y expandirse. De tal suerte, a los individuos que
viven en otras tierras se les puede llamar de dos maneras según su actitud y prácticas sociales:
colonos serían aquellos que llegan, conocen, conviven y se integran en la sociedad (de hecho el
origen de la palabra colono es latino, colonus, que se refiere al labriego de una tierra arrendada);
en cambio, se les dice colonizadores a los que ejercen un dominio sobre ella.
Soberanía34: del latin superianus, derivado de superior, soberano. Es la capacidad de una
persona, una sociedad o un Estado para encontrarse en posibilidad de determinar por sí mismo su
comportamiento, tomar sus propias decisiones y actuar sin que otra persona u otro Estado
intervenga o lo influya. También se dice del poder eminente y exclusivo que se tiene sobre un
territorio, así el Estado soberano se opone a la colonia, al protectorado. En principio todos los
estados son soberanos, pero a muchos no se les reconoce ese carácter; un atributo de la soberanía
del estado es la independencia en las decisiones en materia diplomática, militar y financiera.
Visto así, habría pocos estados soberanos pues ellos establecen alianzas que los limitan, al grado
que los más pobres se encuentran bajo la tutela de financieros y banqueros (como el Fondo
Monetario Internacional). La soberanía del Estado lo autoriza a establecer compromisos
internacionales libremente aceptados —por interés o la fuerza— que representan un abandono
parcial de la soberanía.
Desde el punto de vista político el término soberanía aparece en el siglo XVI, junto al de Estado,
para indicar la unificación y concentración del poder en una sociedad. Pretende ser una
racionalización jurídica del poder, en el sentido de transformar la fuerza en poder legítimo, el
poder de hecho en poder de derecho. De aquí que la configuración de la soberanía dependa de las
distintas formas de organización del poder.
En el caso de América la soberanía sobre los pueblos y territorios la adquirieron las potencias
europeas —española, portuguesa, inglesa o francesa— por derecho de guerra de conquista contra
los pueblos indígenas que fueron sometidos. Impusieron su gobierno, su cultura y ejercieron la
soberanía sobre los indios durante tres siglos. Las independencias buscaron transferir la soberanía
de la Corona de esas potencias a los nuevos estados. En Hispanoamérica se abrió así una doble
lucha: por un lado, la conquista del poder interior y la construcción de una forma de gobierno (de
dominación) para el pueblo, que derive en continuas guerras civiles y golpes de estado; y, por
otro lado, la lucha por conquistar la estima de la soberanía nacional en el exterior, es decir el
respeto de las potencias hacia la libre determinación del nuevo Estado.
Texto elaborado por Javier Pérez Siller.
Ibid
Procesos históricos a considerar:
El destino manifiesto
Desde su nacimiento, los dirigentes de los Estados Unidos creyeron y cultivaron la idea de que la
Providencia les había destinado la conquista y explotación del continente americano. En 1786,
Thomas Jefferson, padre de la independencia y futuro presidente, lo decía en estos términos:
"Nuestra confederación ha de ser considerada como el nido del cual partirán los polluelos
destinados a poblar América. El peligro actual no radica en el hecho de que España sea dueña de
extensas posesiones americanas, sino en que la debilidad permita que caigan en otras manos
antes de que seamos lo suficientemente fuertes para arrebatárselas parte por parte". La fortaleza y
la ambición crecieron, para 1840 el presidente John Tyler promovió la anexión de Texas y desató
una verdadera fiebre expansionista que fue bautizada como Destino manifiesto, disposición que
les sirvió para inflamar en la población la política expansionista durante todo el siglo XIX y que
está anclada en su patriotismo.
Intentos de uniones en América: 1821-1826.
Las colonias angloamericanas independientes fueron pronto un coloso. Las hispanoamericanas en
cambio, después de su independencia, quedaron débiles y amenazadas por la reconquista
española y las ambiciones territoriales de los Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Contra esos
peligros se dieron varias alianzas: la Unión Económica Hispanoamericana intentada por Lucas
Alamán que pretendía el desarrollo conjunto de las fuerzas exteriores de las naciones mediante el
comercio y las marinas nacionales. Celebró un tratado con Colombia, 1823, pero dos años más
tarde Inglaterra se opuso, e influyó en ella para que no lo ratificara. Alamán hizo un nuevo
tratado con Perú, 1832, que también fracasó. La segunda fue la Unión hispano-americana a la
que convocó Simón Bolívar en el Congreso de Panamá, 1826, al que concurrieron representantes
de Colombia, Perú, Centroamérica y México y observadores de Inglaterra y Holanda. Se
redactaron unos tratados que deberían ser firmados en Tacubaya a donde no concurrieron los
representantes. El objetivo era hacer un frente para defenderse de las pretensiones europeas y un
contrapeso a la expansión de los Estados Unidos.
La doctrina Monroe.
La llamada Doctrina Monroe, proclamada por el presidente de Estados Unidos, James Monroe;
temiendo que la Santa Alianza intervendría en los asuntos de los nuevos países de América del Sur, y
frente a las tentativas expansionistas de Rusia en el Pacífico, en su discurso al Congreso de diciembre de
1823, toma posición contra toda "colonización extranjera del continente americano"; la Doctrina Monroe
contiene los puntos siguientes: a) el continente americano no es un territorio para futura colonización
europea; b) en América hay un sistema político diferente en esencia al de Europa; c) Que los Estados
Unidos considerarían toda tentativa europea por extender su influencia en América como peligrosa para
su paz y seguridad. Dicha doctrina, contenida en la frase "América para los americanos", se convertía
desde entonces, con las subsiguientes adaptaciones, en la base ideológica de los propósitos hegemonistas
de la política exterior estadounidense en Latinoamérica. .Monroe proclama la neutralidad de los Estados
Unidos en cualquier guerra europea.
Lectura 1. México y el contexto mundial: 1821-5435
México había logrado sacudirse el yugo español e iniciaba así el doloroso proceso de construirse a si
mismo como una nación independiente de corte liberal. Pero no sería fácil: a las contradicciones internas
se agregaban nuevos problemas provenientes del exterior. Las potencias capitalistas, que habían influido
de diversas formas y grados en el proceso independentista de las colonias españolas tenían ahora la
oportunidad deseada: sustituir a la vieja Metrópoli con métodos más modernos de explotación,
básicamente económica. Serán fundamentalmente Inglaterra y Francia, en Europa, y por este continente
los Estados Unidos, quienes a lo largo del siglo XIX disputan el dominio de estas tierras y sus riquezas.
35
Tornado de Miguel Angel Gallo, "Introducci6n", en Ismael Colmenares, De Cuauhtémoc a Juárez y de Cortés a
Maximiliano, Quinto Sol, México, 1986, pp. 320-322.
Chile, Colombia y Perú, países hermanos, fueron los primeros en reconocer a México como
independiente en el temprano 1822: la similitud de circunstancias históricas con ellos, hizo posible esta
política solidaria. Sin embargo privaba una oscura amenaza. En el Congreso de Verona (octubre de
1822), la Santa Alianza (Rusia, Prusia y Austria) decidió ayudar a Fernando VII a restablecer su poder
absoluto en España, lográndolo unos meses después. Se cernía sobre el naciente país la amenaza de
reconquista española a la que agregaremos el no reconocimiento del Vaticano a la independencia de
México, incómoda situación para un país católico como éste. Sin exagerar las cosas, diremos que esa
inseguridad provocó en parte que nuestro país, carente de recursos, utilizara porcentajes importantes de
los mismos en preparar ejércitos y armamentos para la defensa, distrayéndolos así de la posibilidad de
utilizarlos en necesidades económicas urgentes.
Inglaterra, Estados Unidos y Francia irían reconociendo la independencia de México mientras
preparaban sus armas (diplomáticas, económicas, políticas o militares) a fin de utilizarlas para su
provecho en contra de la joven nación. Como era desigual el desarrollo alcanzado por esos países, eran
también diversos sus intereses lo mismo que los medios de que se valdrían.
La Gran Bretaña estaba colocada como la máxima potencia mundial sobre todo desde que, al derrotar
a Napoleón Bonaparte no tenía enemigo al frente. Su desarrollo económico, iniciado intensamente desde
mediados del siglo XVIII con la Revolución Industrial, la había convertido en el país capitalista por
excelencia: poseía maquinaria, colonias, capitales, la marina más poderosa y deseaba consolidar su
dominio económico en Latinoamérica. Sus intereses en esta región (por tanto, en México) se centraban en
el comercio y la inversión de capitales en sectores claves como la minería o mediante créditos al
gobierno. Dentro de sus planes no se encontraban posibles invasiones armadas, por lo menos a México:
de ahí su política ambivalente tendiendo a la conciliación, pero también su apoyo a la logia escocesa tras
la que se ocultaban sus intereses.
Estados Unidos era un país potencialmente fuerte, es decir que considerando su productividad,
recursos, situación geográfica, tenía ya firmes bases para un gran desarrollo capitalista posterior. En este
sentido no podía oponerse a la intervención europea en América por vías armadas, haciéndolo por el
expediente diplomático. De ahí la famosa Doctrina Monroe (1823). En los inicios de México
Independiente, Estados Unidos tenía puesta la mira básicamente en territorios; de ahí su agresiva política,
así como su descarada injerencia en la lucha política mexicana (Poinsett y la logia yorkina), o el despojo
de Texas y finalmente la guerra de 1846-48. De hecho, fue Estados Unidos el país de quien mayores
agravios recibimos, empleando diversos métodos como la compraventa (la Luisiana 1803, la Mesilla,
1853); la colonización y el azuzamiento de colonos contra el gobierno mexicano, como sucedió con la
pérdida de las Floridas (1819) y Texas (1836); la guerra de California y de Nuevo México (1848).
Para 1838, Francia era otra de las naciones europeas que marchaban viento en popa por la ruta del
capitalismo. Con el propósito de hacer patente ante los ojos del mundo sus pretensiones de disputar a sus
competidores el dominio sobre México, hizo a este país una injusta agresión armada en aquel año. Las
causas aparentes de la intromisión fueron las reclamaciones desmesuradas que formularon los súbditos
franceses avecindados en suelo mexicano, cuyos bienes no habían escapado a los perjuicios inevitables de
la contienda civil. Para ridiculizar el acto infame de la intervención, la historia lo ha consignado con el
nombre de "La guerra de los pasteles" pues dentro de las exigencias figuraba también la reclamación
por daños de un pastelero francés equivalente a la suma de 60 mil pesos.
Lectura 2. La separación de Texas (1835-1836)36
La separación de Texas no fue un acontecimiento casual, sino que, fue resultado de un conjunto de
factores internos y externos. Entre los internos tenemos la política que siguieron los diferentes gobiernos
de México de alentar la colonización del territorio texano, al cual llegaron en gran número colonos de
origen norteamericano que con el paso del tiempo serán los que plantearán independizarse de México;
además, a la separación de Texas contribuirán la impericia y los errores del ejército mexicano, empezando
por el jefe principal: Antonio López de Santa Anna.
Entre los elementos externos debemos destacar fundamentalmente la intromisión del gobierno
norteamericano, que alentó la independencia de los texanos a través de la dotación de recursos materiales,
principalmente de armas. La participación de los Estados Unidos en este conflicto obedecía esencialmente
a su política de expansión territorial, que se expresará más adelante, de manera abierta, provocando la
guerra contra México, teniendo como sustento ideológico el Destino Manifiesto.
La colonización de Texas por parte de norteamericanos se inició con Moisés Austin, quien había
obtenido la autorización del gobierno mexicano para establecerse en este territorio; pero fue su hijo
Esteban Austin quien la llevó a cabo junto con otros colonos. En la práctica los colonos de Texas nunca
36
Texto elaborado por el Profesor Jorge Cruz Vivanco.
respetaron las prohibiciones establecidas por el gobierno mexicano: no importar esclavos y no vender
tierras.
Los texanos de origen norteamericano y partidarios de la anexión de Texas a los Estados Unidos,
aprovecharon el establecimiento del régimen centralista en nuestro país en 1835, siendo presidente de la
República Antonio López de Santa Anna, para declarar su independencia en marzo de 1836,
argumentando que su decisión de permanecer independientes de México, se mantendría en tanto el
sistema federal estuviera suprimido.
Santa Anna preparó la ofensiva militar para someter a los texanos, con un ejército mal
pertrechado, que aún así consiguió victorias en las primeras batallas; pero que sucumbió ante decisiones
equivocadas de sus jefes como el fusilamiento de prisioneros de guerra como el ordenado en el Fuerte del
Álamo –medida innecesaria que le acarreó el odio de texanos que hasta antes de ese hecho simpatizaban
con la posición de seguir unidos a México-, descuidar la vigilancia en San Jacinto que propició la derrota
del ejército mexicano y la aprehensión de Santa Anna.
El final de la Guerra vendría con la firma de los Tratados de Velasco, en los que Santa Anna
reconoció la Independencia de Texas y se comprometió a no iniciar ningún ataque contra los texanos. El
Congreso mexicano desconoció estos Tratados, sin embargo, Texas jamás volvería a ser territorio nuestro.
Lectura 3. La guerra de Estados Unidos contra México: 1846-184837
La pérdida del Territorio Mexicano.
Dentro de la Historia de México, uno de los capítulos más injustos y dolorosos es sin duda, la forma
amañada, traicionera e irreversible en la que los norteamericanos nos arrebataron una gran parte de
nuestro territorio.
En efecto, una vez lograda su independencia, los Estados Unidos orientaron sus ambiciosos
objetivos hacia el afán expansionista para aumentar sus fronteras, de manera que por todos los medios
obtuvieron espacios. La península de la Florida, antigua propiedad española, Louisiana, que en su
momento perteneció a Francia, son solamente dos ejemplos que ilustran la ambición de EU, que no cejará
hasta que finalmente obtuvo casi la mitad de nuestro territorio.
Al principio, después que México logró su independencia, los embajadores norteamericanos
insistieron ante los diferentes gobiernos para que les fueran cedidos o vendidos los vastos territorios
mexicanos del sur, pero se encontraron con el hecho de que la opinión pública y los primeros gobiernos
federales no querían ni oír hablar acerca de mutilar el territorio mexicano, de manera que el gobierno
norteamericano decidió cambiar de táctica, esperar el momento conveniente y aprovechar el periodo de
terrible inestabilidad política que vivió México a partir del establecimiento de la primera República
Centralista, ya que durante la encarnizada disputa por el control del país, liberales y conservadores
descuidaron y olvidaron nuestro valioso territorio, coyuntura que aprovechó inmediatamente el gobierno
norteamericano para introducir, primero en Texas y después en el resto del territorio ambicionado,
militares disfrazados de colonos, individuos bien aleccionados para maniobrar adecuadamente y en el
momento oportuno canalizar los errores del ejército mexicano, al mando de uno de los personajes más
ambiciosos, traidores y nefastos en la Historia de México: Antonio López Santa Anna Pérez Lebrón,
quien no obstante su falta de patriotismo, principios y evidente deshonestidad y falta de talento para
dirigir el país, ocupó en repetidas ocasiones la presidencia de México, a pesar de sus continuos errores, y
considerando que Texas se había perdido por las equivocadas decisiones de Santa Anna.
En este contexto, en 1846 el 25 de abril, una parte de la caballería mexicana en el sur de la
frontera que se encontraba en el río Nueces, tuvo una escaramuza con el invasor norteamericano, lo que
fue utilizado como pretexto por el presidente de Estados Unidos, James Polk, para declarar la guerra a
México, ya que también a los esclavistas sureños les convenía ampliar sus posesiones.
Desafortunadamente, el gobierno mexicano reacciona casi dos meses después de la declaración de guerra,
con lo que EU lleva la ventaja, y esto mismo tiempo es aprovechado por Santa Anna, que vuelve de su
exilio en Cuba para tomar nuevamente el poder, y en lugar de que los mexicanos defiendan el territorio
mexicano y marchen unidos contra el invasor, las contradicciones políticas dominan: Mariano Paredes
Arrillaga, aprovecha el mando del ejército para dar un golpe de estado al presidente José Joaquín de
Herrera; Santa Anna y Valentín Gómez Farías llegan a la presidencia y cuando este último se percata de
la falta de fondos públicos para enfrentar la guerra con EU, dicta leyes para obtener recursos de la iglesia
católica, quien aliada al invasor debido a que los militares norteamericanos le garantizan no atentar contra
sus bienes ni el culto, siempre y cuando el clero convenciera a los creyentes mexicanos de las ventajas de
la rendición incondicional ante las tropas norteamericanas.
37
Texto elaborado por la Profesora Ma. Cecilia Vélez Guevara.
Así, la guerra con EU que trae como consecuencia la pérdida del territorio se lleva a cabo en
medio de una serie de traiciones, errores y derrotas en el campo de batalla: el 22 de febrero de 1847 en la
Angostura, y a finales del mes, en Sacramento. Posteriormente el general Scott toma Veracruz y se dirige
hacia el DF. Santa Anna pretende interceptarlo cerca de jalapa, en Cerro Gordo, pero errores tácticos
propician la derrota mexicana, por lo que los norteamericanos ocupan Puebla el 15 de mayo. En la capital
tiene lugar las batallas de Padierna, Churubusco. Molino del Rey y Chapultepec, donde mueren algunos
cadetes del colegio militar.
Bibliografía para el alumno:
Juan Brom, Esbozo de Historia de México, Grijalvo, México, 1998.
Gastón García Cantú, Las invasiones norteamericanas en México, FCE, México, 1991.
Belenki A:B:, La Intervención Extranjera en México1861-1867, México, Ed. Cultura Popular, 197
Tema 7. La intervención francesa y el rescate de la soberanía nacional.
Después de haber padecido una guerra injusta en la que se perdió la mitad del territorio
nacional, la sociedad mexicana enfrentaría un nuevo conflicto internacional, en el que
una de las grandes potencias del mundo, Francia, pretextando la exigencia del pago de
una deuda, invadirá nuestro territorio e iniciará una guerra injusta y nunca declarada.
Para ello contará con el apoyo decidido de los conservadores mexicanos que pretendían
la instauración de un nuevo régimen monárquico que les devolviera los privilegios
perdidos, sobre todo los de la Iglesia.
La amarga experiencia vivida en la Guerra contra Estados Unidos había servido para
hacer reflexionar a muchos mexicanos de la necesaria participación de todos para
defender la integridad territorial. Para muchos mexicanos que vivieron esta Segunda
Intervención Francesa, el triunfo de la República sobre los intervencionistas franceses y
sus aliados conservadores, significó alcanzar la Segunda Independencia, rescatar la
soberanía nacional que había sido puesta en entredicho y consolidar los sentimientos de
mexicanidad.
Objetivo: Valorar las contribuciones de las luchas del pueblo mexicano en la formación
de la nación y el espíritu de mexicanidad.
Conceptos: intervención militar, soberanía nacional, patriotismo, mexicanidad,
integridad territorial.
Habilidades: Realizar una lectura crítica de la Segunda Intervención Francesa, valorar
la participación de un pueblo en una lucha de liberación.
Actitudinales y valores: Fomentar el respeto a la soberanía nacional, estimular el
espíritu de mexicanidad.
Lectura 20. La Segunda Intervención Francesa (1862-1867)38
Una vez derrotados los conservadores en la Guerra de Reforma, el Presidente Juárez procedió a tomar
medidas urgentes para sanear las finanzas públicas, ya que el gobierno se encontraba sin recursos para
atender las necesidades económicas. Para esto decretó la suspensión del pago de la deuda pública externa.
Se trataba de dejar de pagar sólo de manera temporal las deudas que se tenían con el exterior.
Sin embargo, al conocerse en Europa el decreto mencionado, los gobiernos de Inglaterra, España
y Francia decidieron nombrar a sus representantes para reunirse en la llamada Convención de Londres,
donde determinaron formar una Alianza Tripartita (de los tres países) para exigir al gobierno republicano
de Juárez el pago de la deuda que México tenía con ellos; comprometiéndose a respetar la soberanía y la
integridad territorial de nuestro país.
38
Texto elaborado por el Profesor Jorge Cruz Vivanco
Inglaterra era el país al que más se le debía (70 millones de pesos), a España se le debían 9
millones y a Francia 3; aunque Francia para incrementar sus presiones agregaba la deuda que había
contraído el gobierno conservador de Miguel Miramón con un banquero suizo.
Las tropas de los tres países arribaron a las costas mexicanas de Veracruz entre fines de 1861 y
principios de 1862. De inmediato el gobierno liberal de Juárez decide negociar con los representantes de
la Alianza Tripartita y evitar así una nueva guerra que sería de consecuencias graves para nuestro país.
Convencidos los representantes de España y de Inglaterra de que el gobierno mexicano cumpliría sus
compromisos, las tropas de estos dos países se marchan a Europa, no así las de Francia que en realidad
buscaba algo más que el cobro de una deuda, como lo demostraría al iniciar una guerra injusta y nunca
declarada contra México.
La Segunda Intervención Francesa obedecía a los propósitos expansionistas del Imperio francés
de Napoleón III, que pretendía convertir a nuestro país en una colonia francesa que alimentara con sus
materias primas el desarrollo de la industria francesa, del capitalismo francés, saquear nuestro territorio
con la complicidad de los conservadores mexicanos que llegaron al extremo de ofrecer la Corona del
Imperio mexicano al archiduque Fernando Maximiliano de Austria, que vino a gobernar nuestro país
apoyado por las tropas francesas y, quien de inmediato, entró en contradicciones con los conservadores
por su política liberal que reafirmó las medidas reformistas adoptadas por Juárez como la separación de
Iglesia y Estado, la desamortización y la nacionalización de los bienes eclesiásticos y la libertad de culto.
De acuerdo con los Tratados de Miramar firmados entre Napoleón III y Maximiliano, el
gobierno francés otorgaría un préstamo al gobierno imperial de Maximiliano, que éste devolvería con
intereses a cargo del erario mexicano; también se establecieron en los Tratados otras condiciones lesivas
para la economía mexicana como el pago de sueldos a los soldados franceses y la garantía de cubrir
reclamaciones de súbditos franceses.
Hubo, empero, voces en la misma Francia como la de Víctor Hugo que se opusieron a la
Intervención y expresaron su apoyo al pueblo mexicano, ese pueblo que sin duda fue el protagonista
esencial en la lucha liberadora, ya que nunca se dio por vencido, ni en los peores momentos. Fue el
pueblo el que participó en la Batalla del 5 de Mayo de 1862 y en los largos cinco años que duró la
Intervención, organizando grupos guerrilleros que se multiplicaron a lo largo y ancho del país para
defender el suelo patrio, y que impidieron que los intervencionistas franceses y sus aliados conservadores
dominaron por completo todo el territorio. El constante cambio de mando en el ejército francés –primero
Lorencez, luego Forey y finalmente Bazaine- demuestran que nunca tuvieron el control total de la
situación.
Además de los factores internos –lucha incansable del pueblo mexicano, firmeza del gobierno
republicano de Juárez, audacia de los generales liberales mexicanos, contradicciones entre Maximiliano y
los conservadores, contradicciones por el mando militar entre Maximiliano y los generales franceses-,
hubo factores externos que contribuyeron al fracaso de la Intervención y al derrumbe del Imperio de
Maximiliano: los problemas de Napoleón III en Europa que debía enfrentar una guerra contra Prusia,lo
que lo obliga a retirar sus tropas de México a partir de 1866; el fin de la Guerra de Secesión en Estados
Unidos en 1865, cuyo gobierno le exigirá al gobierno francés el retiro de sus fuerzas militares de México.
A diferencia de lo que había sucedido en la Guerra contra Estados Unidos, ahora la mayoría de
los mexicanos se habían levantado en armas contra la Intervención Francesa, convencidos de que el suelo
patrio se encontraba en peligro y demandaba la participación sin reservas de todos. El triunfo contra la
Intervención significaba alcanzar la Segunda Independencia y que se había consolidado algo que se había
venido gestando a lo largo del siglo XIX: el Estado-Nación.
Tema 8: La Consolidación del Estado &acional
Una vez derrotados los conservadores y sus aliados franceses, el grupo liberal se
afianzará en el poder y, al mismo tiempo consolidará el Estado Nacional que había sido
uno de sus objetivos fundamentales. El Estado moderno concebido por los liberales
coincidía con el modelo de Estado-Nación surgido de la Revolución Francesa, para el
que la unión de los ciudadanos que compartían el mismo territorio y estaban sujetos a
las mismas leyes y a la misma autoridad, era lo prioritario. Para el nuevo Estado lo
fundamental era uniformar los diversos aspectos de la sociedad como son la educación,
el idioma, la legislación. En ello no cabía la diversidad; lo que condujo a que el Estado
enfocará sus ataques contra los elementos que no se sometían a la uniformidad estatal:
los pueblos indígenas. No es casual, entonces, que los gobiernos de Juárez, Lerdo y
Porfirio Díaz llevaran a cabo una política de franca hostilidad hacia los pueblos
indígenas, que incluyó la expropiación de tierras que habían pertenecido a las
comunidades agrarias desde los tiempos de la sociedad prehispánica. La Revolución
Mexicana volverá a poner en primer término a los pueblos indígenas despreciados por
los gobiernos liberales.
Objetivo: Valorar los elementos básicos que determinaron la consolidación del
estado nacional.
Conceptos: Estado-Nación, modernidad, Revolución Francesa, liberales,
conservadores.
Habilidades: Comparar las diversas concepciones de Estado-Nación, interpretar la
concepción de nación plural.
Actitudinales y valores: Reflexionar en torno al significado histórico de la
construcción del Estado-Nación.
Ayuda didáctica para el alumno: A través de los conocimientos y habilidades
adquiridos pasa a integrarlos y a utilizar los conceptos que se fueron trabajando
durante la unidad para determinar si la nación terminó de construirse en esa época
o continuó en proceso de formación.
Lectura: La consolidación del Estado-&ación39
El proyecto de Estado-Nación que maduró en México durante la segunda mitad del siglo XIX se impuso
como primera tarea someter la diversidad de la nación a la unidad del Estado. Los constructores del
Estado anhelaban una nación desprendida de las comunidades históricas que habían formado a la nación
plural. Luis Villoro advierte que la “nación moderna no nace de la federación y convenio entre varias
naciones históricas previas. En realidad, la constitución del nuevo Estado es obra de un grupo de criollos
y mestizos que se impone a la multiplicidad de etnias y regiones del país, sin consultarlos. Los pueblos
indios no son reconocidos en la estructura política y legal de la nueva nación”.
El triunfo político de los liberales sobre los conservadores aceleró el proyecto de uniformar la diversidad
social y las múltiples mentalidades e imaginarios que la expresaban. Los conceptos de patria y nación se
redefinen entonces. Patria no es más el minúsculo lugar de origen, sino el territorio comprendido por la
República Mexicana. Nación no es más el grupo social unido por la lengua, la etnia y un pasado
compartido, sino el conjunto de los ciudadanos que conviven en el territorio. En lugar de la nación real
disgregada en criollos, mestizos, indios y castas, se proclama un Estado integrado por ciudadanos
iguales. En contraste con la nación escindida por el transcurrir histórico (el pasado prehispánico
separado por la historia del virreinato, y éste por el pasado de la República), aparecen las primeras obras
que unen esos pasados excluyentes en un discurso integrado. Era éste un discurso evolutivo y lineal que
partía de la antigüedad prehispánica, continuaba con el virreinato y la guerra de independencia, seguía
con los primeros años de la República y concluía con la época gloriosa de la Reforma.
Las obras históricas y los museos que entonces fueron creados se propusieron unificar estos distintos
pasados, integrar sus épocas más contradictorias y afirmar una sola identidad. La historia patria se
convirtió en el instrumento idóneo para construir una nueva concepción de la identidad nacional, y el
museo en un santuario de la historia patria. Esta última vino a ser el eje de un programa educativo que
transmitió la idea de una nación integrada, definida por épocas históricas que se sucedían de modo
evolutivo, y cohesionada por propósitos políticos comunes. Se forjó así una conciencia nacional
asentada en una “comunidad imaginada”. De este modo, los gobiernos de fines del siglo XIX
imprimieron en la población la imagen de un México integrado, la idea de un país sustentado en un
pasado antiguo y glorioso, próspero en el presente y proyectado hacia el futuro. El nuevo canon de esta
interpretación de la historia tenía como centro el Estado-Nación, y como postulados el patriotismo, la
39
Enrique Florescano, Memoria mexicana, Taurus, México, 2001, pp. 562-578.
defensa de la integridad de la nación y el culto a los principios de la República y a sus héroes
fundadores. Era una concepción de la historia cívica y laica cuyo objetivo principal era fortalecer la
unidad política de la nación.
La configuración de esta imagen de la nación, con su cauda de símbolos y emblemas nacionales,
produjo la lista correlativa de los enemigos que se oponían a la nación moderna. En esta lista figuraban
de manera prominente los pueblos indígenas. Liberales, conservadores y moderados, los distintos
partidos políticos que competían en la arena nacional, coincidieron en señalar a los pueblos indígenas
como el mayor fardo que arrastraba la nación y en ellos concentraron sus críticas. El ataque a las
tradiciones y valores indígenas produjo como resultado una arremetida general contra las tierras que
sustentaban a los pueblos y el nacimiento de una conciencia social intolerante.
Esta obsesión por olvidar, oscurecer y rebajar el pasado nativo, esta visión negativa de la memoria
indígena, explica que sólo ahora, cuando está por comenzar otro siglo de la dilatada historia mexicana,
empecemos a descubrir la complejidad de esa memoria, a reconocer la fuerza que hizo llegar su mensaje
recóndito a sus descendientes más distantes, y su poderosa presencia actual, en medio de concepciones
de la historia que se obstinan por imponerle una memoria única a la nación plural.
Así como el Estado-Nación se propuso uniformar la lengua, la educación, la hacienda pública y la
justicia, del mismo modo apoyó la elaboración de una historiografía orientada a borrar el florecimiento
de memorias regionales y empeñada en unificar las contradicciones que habían dividido el país.
Fue José María Vigil quien advirtió que las pugnas por los distintos pasados del país impedían la
formación de una identidad común entre los mexicanos. La historia abarcadora de todas las épocas y
temas que solicitaba Larráinzar, y el relato integrador de las diversas raíces de la nación que pedía Vigil,
se tornaron realidad en México a través de los siglos. El titulo y el subtítulo de esta obra monumental,
dividida en cinco gruesos tomos lujosamente editados, era una respuesta a esas demandas: “Historia
general y completa del desenvolvimiento social, político, religioso, militar, artístico, científico y literario
de México desde la antigüedad más remota hasta la época actual”.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Josefina Zoraida Vázquez, Romana Falcón y Lorenzo Meyer Historia de México, Santillana, México,
1998.
Juan Brom, Esbozo de Historia de México, Grijalvo, México, 1998
U&IDAD IV: DE LA REPÚBLICA RESTAURADA A U&A SOCIEDAD
MODER&A CO& PRIVILEGIOS Y EXCLUSIO&ES (1867-1910)
P
ara entender por qué la dictadura de Porfirio Díaz fue positiva en cierta medida
para lograr la pacificación del país, debemos hacer memoria histórica y recordar
que México nace como nación independiente en 1821 con graves problemas de
inestabilidad política y económica, en una etapa conocida como de “anarquía y
desorden”: hay un sin fin de levantamientos civiles y militares, varias guerras con el
extranjero, pérdidas territoriales y sobre todo el antagonismo encarnizado entre los dos
grupos responsables de la actividad política del México decimonónico, los liberales y
los conservadores.
En 1871 ante la reelección de Juárez, el General Porfirio Díaz proclama el Plan
de la Noria, sin embargo, esta experiencia rebelde le sería adversa, por lo que volvió a
intentarlo, ahora con éxito con el Plan de Tuxtepec, en el que utilizó curiosamente el
lema «Sufragio efectivo, no reelección, que sería utilizado contra él mismo. Al triunfo
de esta rebelión contra Lerdo de Tejada, Díaz sube a la presidencia de la República,
cargo que no abandonaría, hasta 1911 mediante los Tratados de Ciudad Juárez cuando
rebelión maderista lo obliga anunciar.
Esta dictadura Porfirista se logra por la gran estabilidad primero política y luego
social que logra, aun cuando el costo social sea pagado por los grupos de menores
ingresos entre los que figuran obreros, campesinos y grupos indígenas
El lema Orden y Progreso permeó a la sociedad en general, especialmente en
la vida política que fue controlada de tal manera que el Congreso estuvo formado por
incondicionales que al igual que los funcionarios envejecieron en sus puestos; la
Constitución vigente de 1857 no fue respetada y con la complicidad de éstos, se le
hicieron enmienda, para que Don Porfirio se reeligiera indefinidamente. A los críticos
del régimen se les trató con todo rigor con políticas de «pan o palo» o «mátalos en
caliente», combatió con eficacia el bandolerismo, mantuvo en paz al ejército con una
serie de canonjías reduciendo gradualmente su poder al igual que a los gobernadores,
hizo alianzas con los caciques; centralizó las decisiones, por lo que de 1877 a 1900 el
presidente Díaz cambió la imagen interna y externa de México
En sentido contrario por primera vez el país logra una gran estabilidad económica y una
modernización, de la nación a través de la inversión extranjera, en el sector agrícola e
industrial que le permitió a México por primera vez crecer, todo era grande, los
negocios los éxitos económicos la corrupción que en cierta forma sirvieron para que el
pueblo tuviera trabajo y pan, y una gran explotación de la mano de obra, según los
poderosos, era «necesaria» la explotación de los peones y de los obreros, lo penoso del
caso es que los dueños de las riquezas ni siquiera eran mexicanos
La Bella Época se llamó a la vida cultural del México porfiriano, fue muy
prolífica en la producción de intelectuales y artistas de gran talla en todos los ámbitos
del arte y conocimiento. En educación fue muy importante la tarea de Justo Sierra quien
funda un ministerio especial para la educación pública y en 1910 la Universidad
Nacional. La Escuela Nacional Preparatoria fundada en 1867 por Gabino Barreda e
inspirada en la filosofía positivista de francés Augusto Comte, dio a luz una generación
que creyó firmemente en el Orden y el Progreso, entre sus gentes más destacadas se
formó el grupo de los «científicos» que fue de gran apoyo para el régimen. En resumen,
todo era grande el progreso a costa de la desaparición de los procedimientos
democráticos estableciendo un capitalismo con una explotación de recursos naturales,
se logró un importante crecimiento o económico pero un escaso desarrollo social
A lo largo del tema de Porfiriato tendrás la oportunidad de hacer un balance personal
sobre este tema donde analizaras, si es importante para nuestro país lograr un
crecimiento económico para la gran industria y pequeños sectores burgueses, y por el
contrario una pobreza generalizada en los sectores populares
Contenido temático:
Tema 1 Republica restaurada
Tema 2 Del fracaso de la vía democrática a la dictadura del régimen de Díaz
Tema 3 La expansión de los nuevos imperios
Tema 4 La modernidad, progreso y privilegios
Tema 5 Contradicciones del régimen y los grupos sociales
Tema 6 Los movimientos sociales de oposición, el partido liberal, los obreros y las
luchas campesinas
Objetivo general: que el alumno comprenda como se instaura, consolida y encuentra
límites el régimen Porfirista, evalúe las transformaciones sociales de su proceso de
modernización así como su impacto en la historia y la cultura del país.
Tiempo: 20 sesiones.
Tema 1. La republica restaurada 1867-1876
La República Restaurada -periodo que empieza con el triunfo de los liberales sobre el
imperio de Maximiliano, los nueve años transcurridos entre 1867 y 1876, en que se
sucedieron los gobiernos de Benito Juárez, primero (1867-1872), y el de Sebastián
Lerdo de Tejada después (1872-1876), con características muy similares. Ambos
presidentes eran civiles, se propusieron construir un México moderno y poner en
práctica los proyectos que desde la Revolución de Ayutla se planteaban. Primero Juárez,
y luego Lerdo de Tejada, fueron los restauradores del gobierno republicano en la capital
que Comorfort había perdido con su indecisión desde aquel enero de 1858, y que
Juárez, en 1862, debiera abandonar amenazado por el ejercito franco-mexicano. En
1867 parecía que, ya sin tropiezos, el liberalismo mexicano sería una realidad, al menos
en lo que se refiere a la forma republicana de gobierno.El triunfo de los liberales sobre
el Imperio de Maximiliano representaba también la segunda independencia del país una
gran derrota para el conservadurismo mexicano; se restauraba la República Federal y
se consolidaba el poder de los liberales.
Después de reinstalado el gobierno en la capital, Juárez se dispuso a poner en orden los
asuntos administrativos y a reorganizar los proyectos del programa liberal que las
circunstancias le habían impedido llevar a la práctica, desarrollando al país en base
exclusivamente con capital mexicano y con la aplicación de la Constitución de 1857.
Objetivos: Analizar los cambios que se dan en la republica restaurada
Conceptos: República, reelección , democracia ,liberalismo.
Habilidades: Identificar , determinar y describir
Actitudinales y valores: Respeto a la participación ciudadana
Ayuda didáctica para el alumno: En esta etapa los alumnos tendrán la oportunidad
de ver por el proyecto liberal propuesto por Benito Juárez y Lerdo de Tejada van a
poner en práctica la formación del Estado liberal y la constitución de 1857 Su
propósito era establecer en México un gobierno centralista, fuerte y soberano. En su
gobierno como presidente propósito era establecer en México un gobierno
centralista, fuerte y soberano.
Lectura 1 La república restaurada 1867-1876 1
La etapa que va desde el triunfo de los liberales sobre el imperio de Maximiliano, hasta el
establecimiento del primer periodo presidencial del general Díaz se le conoce como la “República
restaurada”.En este periodo Benito Juárez su primera actividad fue organizar la elección como
presidente de la República, (I867-I871).Su propósito era establecer en México un gobierno centralista,
fuerte y soberano. En su gobierno como presidente trato de imponer una política para tranquilizar al país,
pero en la realidad suspendió las garantías individuales, controlo el número de tropas para mantener la
paz y disminuyo su gasto en el ejército.
En lo económico, recordemos que la finanzas de México no estaban bien y para resolver esta situación
fomento la agricultura, y fracciono algunos latifundios y puso a la venta grandes haciendas, y siguió
aplicando la ley Lerdo, que finalmente favoreció a la gente rica de país, propuso la ampliación de una
red ferroviaria que comunicara las principales ciudades del país para desarrollar la industria en base
siempre al capital nacional.
En lo político, su principal propósito del gobierno de Juárez al instalarse en la ciudad de México en 1867
fue que el país recobrara su vida constitucional… En ella quedó incluido el programa político de Juárez,
cuyo fin era reformar la Constitución de 1857 para robustecer el poder ejecutivo. Las propuestas eran
cinco y consistían en: a) restablecer el Senado y así equilibrar el poder legislativo, que de acuerdo a la
Constitución del 57 estaba sólo en la Cámara de Diputados; b) imponer el veto del ejecutivo sobre
proyectos de Ley; c) autorizar a los ministros a contestar, en comunicaciones escritas, las preguntas del
Congreso; d) limitar las facultades de la Comisión permanente para convocar sesiones extraordinarias del
Congreso; e) variar la forma en que el Presidente de la República podía ser sustituido en ausencia.
Las reformas no prosperaron, tanto porque implicaban un cambio al texto de la Constitución, misma que
se había convertido en un símbolo del triunfo liberal. En el aspecto educativo destaco ampliamente el
positivismo de Augusto Comte que influyo ampliamente en Gabino Barrera con al creación de la Escuela
Nacional Preparatoria, También se creo una escuela para invidentes, se creo la Biblioteca Nacional de
México
El desarrollo de las instituciones Lancasterianas y el cierre de la Universidad
Con respecto al campo de la economía, el gobierno de Juárez comenzó a pagar la deuda externa que se
había contratado antes de 1858 y durante su gobierno; para ello reinició la expropiación y la venta de los
bienes del clero
Juárez en 1871 convoca a una nueva reelección El grupo liberal se divide; los Juaristas, los lerditas y los
Porfirista quienes también aspiraban al poder, efectivamente Lerdo de tejada había aprendido de Juárez y
1
Texto elaborado para la guía de alumno por la Maestra Margarita Vara Álvarez. BUAP
aprovecho sus puestos políticos para hacer su propio grupo y colocándolos en puestos importante,
también Porfirio Díaz aspiraba a la Presidencia “El héroe del dos de abril” como se le conocía por su
hazañas militares, y por sus facultades de organizado, atraía la atención pública. Juárez nuevamente gana
para otro periodo (I871- I875), pero en la última no obtuvo la mayoría de los votos, por lo que el congreso
de la unión designo a Presidente eligiendo a Benito Juárez, por cuarta ocasión.
Estas fueron consideradas como fraudulentas por el grupo Porfirista y los hombres mas destacados
apoyan el levantamiento del General Díaz con el “Plan de la Noria” la cual le sería adversa. Este plan
rechazaba la reelección y manifestaba que “ningún ciudadano se le podía permitir imponerse o
perpetuarse en el ejercicio de poder”.Díaz se retira a su hacienda la noria donde enfrenta problemas
familiares y se dedica a fundir cañones y armas también a la agricultura.
A la muerte de Juárez, en 1872, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Don Sebastián
lerdo de tejada asume la presidencia manteniendo el mismo tipo de gobierno, ya que este era director de
política de Juárez, Sin embargo tuvo que enfrentar levantamientos como el de Manuel Lozada llamado el
“Tigre de Alica” que desde que había formado cacicazgos en Tepic y desde 1859 se había levantado en
armas en contra del gobierno, nuevamente lo hizo en contra de Lerdo, expidió un Plan liberador en 1873
contra de las leyes de Reforma pero con contenido Agrario, proclamando restitución de tierras después de
levantamiento con mas de 8 000 hombres marcho sobre Guadalajara donde finalmente acorralado fue
fusilado en 1873 .
La obras mas importantes de lerdo de tejada la mas importante darle un carácter Constitucional a las
Leyes de Reforma, aplicando estrictamente su aplicación .Tanto el gobierno de Juárez, como el de Lerdo
de tejada tuvieron un carácter civilista y aplicación del proyecto liberal que ellos propusieron.
A acercarse el fin de su mandato Lerdo hace cambios con la finalidad de lograr su reelección, sin el
general Díaz se convirtió en una de las figuras políticas más importantes del país. Ya que este siempre
aspiró a obtener la presidencia de México.
El general Díaz se pronuncio con “El plan de Tuxtepec”, tomó el poder político del país mediante el
triunfo de la sublevación militar que surgió en contra de la reelección de Lerdo de Tejada, ya que estaba
violentando la Constitución
Una vez en el poder, Díaz actuó hábilmente para crear una red política que le permitiera establecer un
cierto orden, y los mecanismos para permanecer en el poder por 34 años por más de ocho periodos, siete
de manera consecutiva, lo que se conocería como la “Dictadura Porfirista” o Porfiriato
Si bien el “Dictadura” impulsó un gran crecimiento económico, también dio por resultado una gran
desigualdad socioeconómica, en la cual los únicos beneficiados fueron principalmente los científicos y la
Burguesía extranjera
Tema 2. Del fracaso de la vía democrática a la dictadura del régimen
de Díaz
Derrotados los conservadores, las distintas facciones del partido liberal competirán entre
sí para conquistar el poder e imponer un estilo de gobierno. De 1867a 1876 se restaura
la República y por vez primera los poderes del Estado y los diferentes niveles de
gobierno -federal, estadual o municipal- disfrutan de una verdadera independencia y
libertad. Es la época de la tan peleada libertad de prensa, de los grandes debates
parlamentarios, de las controversias entre Ejecutivo y Legislativo, entre los gobiernos
locales y el federal; es el tiempo del debate de ideas, de una democracia que nunca
había existido, ni existirá después. Los periódicos participan en ella y se convierten en
un verdadero contrapeso. Esa primavera -en la que no faltaron agitaciones militares,
levantamientos contra el centralismo de Juárez, guerras cristeras contra las leyes de
Reforma incluidas en la Constitución por Lerdo- será corrompida, sin embargo, por el
golpe de Estado abanderado con el Plan de Tuxtepec que exige, paradójicamente,
mayores libertades públicas. Ya en el poder, Porfirio Díaz irá cambiando el discurso
radical y tejerá alianzas para consolidar su fuerza y eternizarse en la presidencia. ¿Cómo
se da el tránsito entre la democracia y la dictadura? ¿cuáles fueron los métodos y
recursos usados? ¿en qué grupos sociales se apoyaron los porfiristas? ¿con qué
programa? ¿cómo lograron el consenso para reinar tantos años?
Contenido temático:
1. El fracaso de la vía democrática: 1867-1876.
2. La Revolución de Tuxtepec y sus proyectos.
3. Consolidación del poder de Porfirio Díaz.
Objetivos: Evaluar los elementos que obstaculizaron la vía democrática, conozcan
los proyectos de la Revolución de Tuxtepec y comprendan las fuerzas sociales y los
métodos que hicieron posible la consolidación del régimen de Díaz.
Conceptos: Democracia, dictadura, consolidación de un régimen, porfirismo.
Habilidades: Determinar, conceptualizar y elaborar juicios en función de criterios
objetivos y subjetivos.
Actitudinales y valores: Respeto a la ideología de los grupos políticos.
Ayuda didáctica para el alumno: La caricatura política, que alguna vez habrás
visto en los periódicos actuales, tomó mucha fuerza durante la República restaurada
y afinó sus dardos contra el régimen de Porfirio Díaz. En esta secuencia didáctica te
proponemos conocer el papel de la caricatura en esa época, así como analizar
diferentes aspectos que favorecieron el poder de Díaz. Debes observar la caricatura
del documento de lectura: identificar las imágenes, las situaciones, los símbolos y el
mensaje, con el fin de poder descifrar el lenguaje de las imágenes y conocer las
dimensiones de su crítica y su sentido en la coyuntura que describe. Para ello te
proponemos hacer una investigación en biblioteca o Internet, y si te animas, realizar
tus propias caricaturas con el fin de que puedas interpretar las caricaturas de hoy.
&ociones para reflexionar
Ley fuga: desde la República restaurada encontramos este concepto para designar un procedimiento
ilegal, pero expedito, que se utilizó para hacer desaparecer a las bandas de forajidos o los opositores
a la autoridad. Era un homicidio cometido por la autoridad que, después de haber atrapado al
presunto culpable, bajo cualquier pretexto -traslado de prisión- lo invitaba a marcharse y lo
acribillaba a tiros, dando después la explicación de que el reo había intentado fugarse. El régimen de
Porfirio Díaz utilizó mucho este método al punto de atribuírsele la autoría. Lamentablemente el
método se perfeccionó durante todo el siglo XX..
Psicología2: durante el porfiriato se llamó psicología a la práctica judicial de perseguir a los
periódicos de oposición para callar sus noticias y editoriales. Esa tarea la realizaba el Juez de
Distrito, Juan Pérez de Léon gracias a la reforma al artículo 7 de la Constitución que se realizó
durante el gobierno del general Manuel González, en 1883. El artículo establecía en su párrafo final,
que los delitos de imprenta serían juzgados por dos jurados populares; uno para calificar el hecho y
otro para aplicar la ley y designar la pena. La reforma constitucional suprimió los jurados populares
y declaró competentes a los tribunales para aplicar la legislación penal a los delitos de prensa, lo cual
equivalía a dejar la libertad de prensa al arbitrio del gobierno. El licenciado Juan Pérez de León, juez
de distrito se inventó una teoría psicológica que aplicó a los periódicos. "Esta teoría que estuvo en
vigor durante toda la administración del general Díaz, hacía imposible la censura de los actos del
gobierno, porque siendo los jueces nombrados directamente por el Ejecutivo, fácil le era encontrar
quien declarara subversivo o injurioso para el gobierno o para la nación, cualquier escrito; y como al
mismo tiempo los periodistas se aplicaban la teoría de la solidaridad penal, se enviaba a la cárcel al
autor, al editor, a los impresores y hasta a los que repartían el periódico". Desde entonces, los
2
Tomado de Salvador Pruneda, La caricatura como arma política, INEHRM, México, 1958, pp.109-114.
periodistas sufrieron persecución y penas a cumplir en las bartolinas de la famosa cárcel de Belén, o
gozaron de subvenciones para escribir a favor de la continuidad del poder y el statu quo.
Dictadura: gobierno de una persona o un grupo de personas que se arroga el poder del Estado
lomonopoliza, ejerciéndolo sin restricción. En los tiempos romanos el dictador era un magistrado. Su
mandato era temporal, auque ejercía un poder absoluto, no parecía como tirano, sino como salvador.
Caudillismo: se le llama a los regímenes políticos dirigidos por caudillos. Pero se reconoce que es la
tendencia política que adoptaron los países latinoamericanos a la caída del gobierno del imperio
español; frente a la anarquía que creó el vacío de poder, el hombre fuerte o caudillo gobernó desde
las regiones y, en ciertos casos logró imponerse a la nación, al margen de las formas legales y las
normas constitucionales adoptadas. Considerado así, el caudillismo es un fenómeno histórico
particular que va de las independencias a la consolidación de los Estados nacionales.
Van a Belén a sufrir
Del destino los rigores;
Que supieron escribir
Contra los aduladores.
Cincuenta y dos mil del pico
Nos da la Tesorería,
Que es un bocado muy rico;
Dame tu pico, perico,
No diré esta boca es mía.
VOTACIÓ& PRESIDE&CIAL
CANDIDATO
1967
1871
Benito Juárez
Porfirio Díaz
Lerdo de Tejada
Otros
Total
7422
2709
5953
3544
2948
81
12526
250
10381
El Congreso en pleno tuvo que elegir al triunfador y se inclinó por el Benemérito, quien había
concertado una alianza con el grupo de Lerdo de Tejada. Los porfiristas quedaron al margen del poder y
el ambicioso héroe del 2 de abril, el joven general Porfirio Díaz, desde su hacienda llamó a un
levantamiento nacional amparado en un programa donde emitió la célebre frase "Que ningún ciudadano
se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder, y ésta será la última revolución". El levantamiento no
ganó muchos adeptos y, finalmente, fue aplastado por el gobierno.
LECTURA 2. ¿Quién era Profirió Díaz?3
Nacido en Oaxaca el 15 de septiembre de 1830, fue el penúltimo de siete hijos de una familia humilde.
Protegido por su tío con miras a seguir la carrera eclesiástica, la abandonó influenciado por las ideas
liberales para ingresar en la Universidad de Oaxaca a la carrera de leyes. Al adherirse al Plan de Ayutla
inició una exitosa carrera militar que se vio coronada con su participación en la lucha contra Maximiliano
de Habsburgo y la segunda intervención francesa. Sin embargo, le faltaba la carrera política que la
rebelión de Tuxtepec en 1876 le facilitó para llegar al poder, que no abandonara por mas de treinta años,
convirtiéndose en el hombre más poderoso de México.
Apoyado en el cientificismo positivista y las fuerzas del capital extranjero, en la oligarquía, y en
la jerarquía clerical con el fin de promover el desarrollo capitalista en México, reprimió rebeliones y
voces opositoras, reduciendo a puro formalismo a las instituciones liberales. Benefició a los inversionistas
extranjeros y a las clases privilegiadas nacionales, profundizando las injusticias y las desigualdades en la
sociedad mexicana, mediante el despojo de las tierras a los campesinos, la explotación de la clase obrera,
el sometimiento de las clases medias por medio de una brutal represión. Con el pago puntual de la deuda
3
Texto elaborado especialmente para esta guía por Ma. Elena Mercado Juárez, BUAP.
externa y las prebendas al extranjero preferentemente estadounidense e ingles, en petróleo y redes
ferroviarias, logró el crecimiento económico de México a costa de un nulo crecimiento social.
En los últimos años de la dictadura, el descontento de las jóvenes minorías intelectuales que
unidas a los sectores obreros y al movimiento reivindicativo agrario indígena, crearon una fuerte
oposición que impide su séptima reelección provocando el estallido de una revolución que durante una
década sacudió los cimientos del país. El anciano general de ochenta años renuncia el 25 de mayo de
1911 y se embarca en el Ipiranga rumbo a Europa estableciendo su residencia en Paris donde muere en
julio de 1915.
LECTURA 3. El fracaso de la vía democrática: 1867-18764
Los años que corrieron de 1867 a 1876 se caracterizaron por el resquebrajamiento de la alianza liberal en
facciones personalistas que lucharon entre sí como habían peleado antes contra el partido conservador y la
intervención extranjera. En realidad, aquella alianza era muy heterogénea pues estaba conformada por
grupos disímbolos no sólo en la gama ideológica sino también en cuanto a formación y origen social y
aun desde el punto de vista generacional. Así, por lo general los políticos que habían conformado el
gobierno durante la guerra contra la intervención y el imperio pertenecían a la generación de la Reforma,
mientras que los que habían luchado con las armas formaban parte de una nueva, la cual, una vez
terminada la guerra, buscó desplazar a sus mayores en las riendas del gobierno. Estas diferencias se
recrudecieron en el momento en que Benito Juárez decretó, el 27 de julio de 1867, la reorganización del
ejército, por la cual el ejército se reduciría de ochenta mil elementos a cerca de veinte mil. Esta medida
tendía a debilitar el ala militarista del partido liberal.
El principal propósito del gobierno de Juárez al instalarse en la ciudad de México en 1867 fue
que el país recobrara su vida constitucional. El 14 de agosto de ese año se publicó la convocatoria a
elecciones para renovar los poderes del Estado. En ella quedó incluido el programa político de Juárez,
cuyo fin era reformar la Constitución de 1857 para robustecer el poder ejecutivo. Las propuestas eran
cinco y consistían en: a) restablecer el Senado y así equilibrar el poder Legislativo, que de acuerdo a la
Constitución del 57 estaba sólo en la Cámara de Diputados; b) imponer el veto del Ejecutivo sobre
proyectos de Ley; c) autorizar a los ministros a contestar, en
nes escritas, las preguntas del Congreso; d) limitar las facultades de la Comisión permanente para
convocar sesiones extraordinarias del Congreso; e) variar la forma en que el Presidente de la República
podía ser sustituido en ausencia.
Las reformas no prosperaron, tanto porque implicaban un cambio al texto de la Constitución,
misma que se había convertido en un símbolo del triunfo liberal. Como por la manera que había de
votarse. Juárez y Lerdo se enfrentaron, en medio de la plena libertad de expresión que existía en aquel
momento, a una violentísima reacción del Congreso, de la prensa y de algunos gobernadores. La situación
llegó a tal extremo que el Presidente retiro la propuesta.
El 8 de diciembre el Presidente devolvió las facultades extraordinarias, de que gozaba desde
tiempos de la intervención, al Congreso recién instalado, mismo que lo declaró Presidente Constitucional
pocos días después. Porfirio Díaz, derrotado, se separó de la vida política, no así el grupo porfirista, el
cual se hacía cada vez más importante en el Congreso y se opondría a todas las medidas dictadas por el
ejecutivo, empezando por las reformas a la Constitución. Tan pronto inició Juárez su cuarto periodo
presidencial, tuvo que decretar el estado de sitio y la suspensión de garantías en Yucatán, en donde hubo
un intento de restauración imperialista., decreto con el cual atentó contra la soberanía estatal. Poco
después estallaron algunas revueltas campesinas en varios estados y cundió el bandolerismo, por lo cual
el Presidente tuvo que volver a pedir facultades extraordinarias para acabar con la sedición. Se le acusó
entonces de desconocer el pacto federal al invocar una ley de validez nacional para problemas que
incumbían solamente a algunos estados, los cuales eran libres y soberanos en su régimen interior.
Es claro que el presidente había adoptado y promulgaba una política del centralismo ejecutivo
para controlar el sistema político. Por ello en 1970 volvió a insistir en la importancia de la creación del
Senado con miras a reforzar el ejecutivo. Al no lograrlo hizo uso del poder presidencial para apoyar a los
gobernadores que colaboraban con él y destruir a los que no lo seguían. A pesar de este evidente
autoritarismo, pensamos, como el historiador Brian Hamnett, que Juárez no estaba trabajando para
construir una dictadura personal sino que buscaba alguna manera de lograr que el sistema constitucional
funcionara y que la vida política se despersonalizara y se viera en un estado de derecho. Estos objetivos
4
Tomado de Antonia Pi-Suñer Llorens, La reconstrucción de la República. 1967-1876, en Gran Historia de México
Ilustrada, Planeta/CONACULTA/INAH, México, 2001, p. 62-65.
fueron la razón formal por la cual había decidido reelegirse en 1867 y en 1871, pues creía que era la
persona indicada para lograrlos.
Ante la decisión tomada por don Benito, su más cercano colaborador, Lerdo de Tejada, quien se
sentía el heredero natural de la alianza y del programa liberal, decidió enfrentarse a Juárez en la contienda
electoral, dimitiendo del gabinete en enero de 1871. El tercero en discordia fue Díaz, quien de nuevo
enarboló la bandera del constitucionalismo, mientras Lerdo se escudó con la de la legalidad. La campaña
electoral se desarrolló de enero a junio y fue larga y desgastante. La lucha política alcanzó altos niveles de
violencia verbal tanto en los debates parlamentarios como en la prensa diaria. Ninguno de los
contrincantes obtuvo la mayoría absoluta de votos por lo que tocó al Congreso declarar electo a uno de
los tres. El 12 de octubre la elección recayó en Juárez. La oposición, tanto lerdista como porfirista, que
además había hecho causa común en la Cámara, recalcó a diario el origen fraudulento de la reelección y
creó una verdadera psicosis de guerra al asegurar que, contrariamente al lema electoral juarista de que "la
reelección es la paz", ésta sería la guerra. En efecto, la sedición, que no había cesado, tomó características
más violentas y desembocó en la revuelta de La Noria en noviembre de 1871. La nueva generación,
encabezada por Díaz, al ver frustrada su intención de llegar al poder legalmente, había optado por la vía
armada, enarbolando la bandera del constitucionalismo y la no reelección. La facción lerdista no la siguió
en el levantamiento armado, por lo que la lucha fue ahora entre las fuerzas juaristas y las porfiristas. El
presidente volvió a pedir facultades extraordinarias al Congreso para derrotar a la rebelión armada, y
como el ejército había permanecido leal al gobierno gracias a Ignacio Mejía, la revuelta fue puesta en
jaque ya que no había sido bien planeada y carecía de dirección.
La rebelión de La Noria provocó que Juárez hiciera de nuevo hincapié en la necesidad de
reformar la Constitución restableciendo el Senado. Así, en la apertura del Congreso el primero de abril de
1872, el presidente trató en vano de persuadir al legislativo respecto de que la reforma de la Carta Magna
ayudaría a evitar los enfrentamientos entre el poder federal y los estados y a mediar en las disputas entre
los poderes en el nivel estatal, ya que no existía autoridad alguna que pudiera hacerlo. Sin embargo, su
propuesta no fue bien recibida. Desgastado física y moralmente por los acontecimientos, murió el18 de
julio. La rebelión perdió su razón de ser, puesto que su bandera era la lucha contra la reelección del
presidente.
Aunque Juárez, Lerdo y Díaz parecían representar proyectos de país irreconciliables, los tres
pertenecieron al llamado Partido Liberal, y que desde la promulgación de la Constitución de 1857 había
quedado claro que las diferencias entre los liberales se localizaba más en la manera de instrumentar las
medidas que permitieran que al fin México se encaminara en la ruta del progreso, medidas consistentes en
recuperar la unidad nacional y establecer una paz permanente para que México se convirtiera en un país
moderno. Los tres, compartieron esas metas, pero lo que los enfrentó fueron los métodos y los
mecanismos que pusieron en marcha para alcanzarlas. Así mientras Juárez y Lerdo, buscaron alcanzar sus
objetivos sin salirse de lo señalado por la Constitución, Díaz, sin abandonar el respeto formal a la
Constitución, ejerció el poder de manera personal y autoritaria. Pero Díaz no se impuso solo: hubo un
grupo de militares, caudillos, cacique regionales y jóvenes intelectuales que desde 1877 en adelante lo
apoyaron y justificaron, por medio de la prensa o en la tribuna parlamentaria, imponiendo la necesidad
histórica y científica de que México y los mexicanos pudieran tener al fin un gobierno estable, aunque
ello significar la pérdida de la libertad política en aras de alcanzar un orden social y un progreso
económico.
Los liberales porfiristas enfrentaron a los liberales juaristas por la vía electoral y democrática en
cinco ocasiones (1867, 1871 y 1872 para la presidencia de la República y en 1867 y 1873 para la
presidencia de la Suprema corte de Justicia) y siempre fracasaron. El grupo porfirista debió recurrir
entonces a la sublevación armada, y sólo así lograron triunfar.
¿Cómo logró Porfirio Díaz ese triunfo? Por un lado la revuelta tuxtepecana, que logró extenderse
por gran parte del territorio nacional y durante casi un año puso en jaque al gobierno de Lerdo. Por el
otro, gracias al favor de sus colegas militares y porque el movimiento contó con el apoyo del México
rural, representado en las alianzas establecidas con los caudillos y caciques regionales que venían
oponiéndose a las medidas instrumentadas por Juárez y Lerdo para limitar al ejercito y a quienes Díaz
prometió respetar su autonomía municipal. Díaz tuvo éxito también porque prometió al resto de los
mexicanos reformar la Constitución para incluir el principio de la no reelección para cualquier cargo
popular, y porque prometió la supresión de la Ley del Timbre. Así, una vez celebradas las elecciones de
1877, en las que fue candidato único, a los 47 años de edad Porfirio Díaz se hizo presidente de la
República.
Tema 3 La expansión de los nuevos imperios.
Con el triunfo de los republicanos sobre el Imperio se abre una nueva etapa en la
historia de México: se ha conquistado la soberanía a nivel internacional. El gobierno de
Juárez tiene la enorme tarea de reconstruir al Estado, organizar la administración y
restablecer las relaciones con el mundo sobre bases nuevas. La coyuntura geopolítica
ha, sin embargo, cambiado para el país y el mundo. La segunda mitad del siglo XIX se
caracteriza por la expansión de los modelos liberal y republicano, por las unidades
nacionales y la emergencia de los estados nacionales y, sobre todo por la consolidación
de los nuevos sistemas imperiales .Las potencias europeas aceleran la expansión
iniciada desde la época de los "grandes descubrimientos"; para 1914 los imperios inglés,
francés y alemán dominan dos tercios de la población mundial. Los Estados Unidos,
después de terminar la conquista del oeste contra los indios y someter a los sudistas en
la guerra de secesión (1861-1865), emergen como potencia económica; imponen su
hegemonía en el continente y aceleran su expansión hacia el Pacífico. Esas tendencias
tendrán un impacto directo en la manera como se articularán los actores sociales en
nuestro país, sobre todo, en esos momentos de reconstrucción que se desean de
"reconciliación". Si con la caída de Maximiliano se afirmaron la vía republicana y la
soberanía nacional ¿cuáles fueron las actitudes de las élites mexicanas frente a esas
tendencias geopolíticas?
Objetivo Analizar las actitudes que tomaron las élites mexicanas ante la expansión
de Estados Unidos y el cambio de relaciones con Europa y logren evaluar su impacto
en la construcción de un nuevo régimen.
Conceptos: geopolítica, nuevo imperialismo, soberanía nacional.
Habilidades: descomponer, identificar, describir y determinar.
Actitudinales y valores: respeto a la libre determinación de los pueblos.
Ayuda didáctica para el alumno: Con el triunfo de los republicanos sobre el
Imperio se abre una nueva etapa de la vida nacional. Después de muchos años de
guerra civil y de intervención, el gobierno de Juárez enfrenta la tarea de reconstruir
el país, organizar el gobierno y restablecer sus relaciones con el mundo a partir de
nuevas bases: la soberanía conquistada. Sin embargo, la geopolítica había
cambiado. Para comprender esos cambios se te darán algunos mapas donde debes
identificar las nuevas tendencias de las potencias. ¿qué actitud deben tomar las elites
dirigentes ¿qué política de alianzas diseñarías para esa época. ¿qué proposiciones
haces para la actual? ¿cómo afecta la situación mundial en tu vida diaria? Identifica
los problemas y reflexiona con tus compañeros.
Procesos históricos a considerar5:
Europa a la conquista del mundo....
"Un movimiento irresistible empuja las grandes naciones europeas a la conquista de nuevas tierras.
Se trata de una fiebre hacia la ruta de lo desconocido. De 1815 a 1850, Europa era hogareña y no
salía de sus fronteras. Hoy son continentes enteros que se anexan. La política colonial es una
5
Beverly Armento, et al, Ecos del pasado, Houghton Mifflin , Boston, 1992, pp.36-45.
manifestación de las leyes de la competencia". Estas fueron las palabras que pronunció Jules Ferry,
ministro de relaciones exteriores de Francia, en 1885. En ese discurso estableció las fronteras de la
expansión colonial: ella comenzó en el siglo XVI y se detuvo con el Congreso de Viena, en 1815. La
segunda colonización inició a mediados del siglo XIX y alcanzó su apogeo entre 1870 y 1914.
Entonces, las grandes potencias del Viejo Continente estugar a cuarenta millones. El éxodo masivo
tuvo un impacto en la composición demográfica del planeta; costumbres, lengua, religión y razas
recibieron una gran influencia. Al mismo tiempo, la colonización revela diferencias, en ocasiones
graves, entre un mundo en vías de industrialización y un mundo esencialmente agrícola. En este
sentido, no es extraño que Gran Bretaña, primera potencia económica europea, haya conocido la más
grande emigración. En México las políticas de colonización, es decir atraer inmigrantes al territorio
para poblado, no prosperaron: entre 1850 y 1910 los extranjeros sólo llegaron a representar uno por
ciento de la población; 120 mil según el censo de 1910. De ellos, los más numerosos fueron
españoles, norteamericanos, guatemaltecos, chinos, ingleses y franceses. Estos últimos, que no
pasaban de cuatro mil, se insertaron en actividades muy variadas en las capitales de los estados y las
principales ciudades del país, donde contribuyeron a la modernización de la vida urbana (banca,
industria, consumo, moda) y de su cultura. Introdujeron los grandes almacenes y un arte de vivir que
las élites porfiristas calificaron de afrancesamiento.
&ociones para reflexionar:
Expansionismo: política seguida por un país, orientada a la expansión territorial, económica o
ideológica más allá de sus fronteras.
Imperialismo: expansión de un estado en el aspecto territorial, colonial, marítimo o económico y
que tiende a poner a otros estados bajo su dependencia. La teoría marxista hace una distinción entre
los imperios tradicionales, basados en el dominio territorial y el control comercial, y el imperialismo
del siglo XIX que considera como el estadio supremo del capitalismo. Este se caracteriza por el
dominio del capital financiero, de los trust, del desarrollo de las sociedades multinacionales y la
multiplicación de las formas de guerra. Entre 1870 y 1914, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Rusia
fueron las potencias imperialistas más importantes en Europa; los Estados Unidos, en América, y el
Japón, en Asia.
El imperialismo encuentra una fuerza en las diferencias entre la capacidad de consumo de la
población nacional limitada y caprichosa- y la productividad de la economía -ilimitada y exigente-,
contradicción que estimula la búsqueda de mercados en el exterior; anima los conflictos imperiales y
contribuye a desatar guerras, como la Primera Guerra Mundial.
Trust: se dice de una gran empresa, sociedad o firma organizada por su integración vertical y con
múltiples sucursales, al estilo de un pulpo cuyo carácter específico es concentrar capitales y
centralizar procesos productivos. El término se comienza a emplear a mediados del siglo XIX. En
Estados Unidos, país de origen, la creación de trusts se acelera en los años 1880-1890. Considerando
que estas sociedades representaban un peligro para las libertades económicas, especialmente para la
libre competencia, algunos políticos apoyaron una ley anti-trust para impedir que esas compañías se
convirtieran en monopolios; así desde 1890 se persiguió y trató de limitar la expansión de la
Standard Oil; en 1895, esta ley también fue
aplicada contra los sindicatos únicos porque lesionaban la libertad de contratación de las empresas y
de representación de los obreros. En el siglo XX la palabra fue sustituida por sociedades
multinacionales, que designa empresas y grupos industriales, comerciales o financieros cuyas
actividades y capitales se distribuyen en varios países. En esta época de globalización las
multinacionales ya no sólo cuentan con una integración vertical, sino que articulan empresas
localizadas en diversos países que realizan procesos productivos complementarios (por ejemplo la
VW de Puebla). Además de multinacionales industriales, las hay bancarias y las famosas
maquiladoras, así como gigantescas empresas de alimento que son símbolo de la nueva cultura de
consumo como la Coca-cola o los McDonald's.
LECTURA 1 : El nuevo orden mundial de fines del XIX6
Ya desde finales del siglo XIX se encontraba vigente un nuevo orden mundial, en el cual junto a las
potencias europeas, añejas como Francia e Inglaterra o de nuevo cuño como Alemania, comenzaron a
figurar con una importancia creciente Estados Unidos y Japón.
En Europa, a partir del Congreso de Viena (1814-1815) y como consecuencia de las nuevas
6
Jesús Monjarás-Ruiz, "Introducción", Del estallido de la revolución al asesinato de Madero. Una versión
periodística alemana, F.C.E., México, 1988, n, p. 13-17.
condiciones creadas por la embestida napoleónica, se inició el accidentado proceso de formación de los
estados nacionales; por diferentes razones Alemania e Italia tardaron en unificarse, demora que les
acarreó una desventajosa participación en el "banquete" colonialista. .
Por lo que se refiere a Alemania, aunque existieron diversos intentos que se remontan a la
Confederación Germánica (1815), no fue sino hasta los años sesenta del siglo XIX cuando la nobleza
terrateniente, en gran medida modernizada, y la alta burguesía básicamente prusiana, encontraron en Otto
von Bismarck (1815-1898), al hombre fuerte que, desde arriba, logró la unificación Alemania.
Por otra parte, en diciembre de 1898, con la terminación de la guerra entre España y Estados Unidos,
literalmente finalizó el colonialismo español en América y Asia. Lo que trajo como consecuencia un
reforzamiento de la hegemonía .norteamericana en el continente y al mismo tiempo, apuntalaba con
argumentos bélicos postulados de la “Doctrina Monroe". Materialmente, con la posesión de Puerto Rico
y el control de Cuba, Estados Unidos se apoderó del Golfo de México y al quedar también bajo su férula
el archipiélago de Filipinas y la isla de Guam, se le abrían otras puertas en Asia, digo otras ya que ese
mismo año los norteamericanos se posesionaron, impunemente, del archipiélago de Hawai. A lo anterior
es necesario agregar que, con la construcción del Canal de Panamá, su posición estratégica se volvió
inexpugnable en el norte del continente americano. Para 1910 Estados Unidos se encontraba lleno en la
competencia, aunque tal vez le estorbaba una piedrecilla en alguna de sus botas.
En Asia, ya desde su victoria sobre China (1894–1895) Japón apuntaba para futura potencia; como
resultado del tratado de paz de Schimonoseki, China renunció a cualquier derecho sobre Corea Y cedió
su control sobre Formosa, las islas Pescadores y la península de Liotung. Ese acuerdo no dejó muy
contentos a los países europeos, sobre todo a Rusia; sin embargo, en la guerra de 1904-1905, Rusia fue
finalmente derrotada por los japoneses, victoria que en buena medida decidió en ese momento la
supremacía en el Oriente en favor del Japón, ventaja para que los nipones se anexaran Corea en 1910.
Preparado de esta forma el campo, en su afán por conseguir materias primas y mercados, las naciones
industrializadas-capitalistas se lanzaron a una carrera por la hegemonía total,que, dejando de lado los
enfrentamientos menores, condujo a la primera Guerra Mundial.
LECTURA 2. Los extranjeros en México según el periódico satírico La Orquesta 18737.
[...] estamos absolutamente de acuerdo, completamente, conformes, pues no cabe duda en que tenemos
una grandísima necesidad de importar en la República datos y elementos civilizadores de los que se
encuentran allende los mares. Pero es preciso no tratar estas cuestiones con ligereza, sino muy seria y
concienzudamente, y comprender que si bien es cierto que necesitamos extranjeros, los necesitamos para
que vengan á ser como mexicanos, ya que tanta necesidad tenemos los mexicanos de ser como
extranjeros. No odiamos el elemento extranjero; comprendemos .su utilidad y desearíamos poder aceptar
sin los inconvenientes gravísimos que la na,
ia de aquel nos ha producido siempre. Lo que queremos es que los extranjeros no sean el todo y los
mexicanos la parte, como ha sucedido hasta aquí. Lo que queremos es que esa gente que llega, llegue á
traemos algo y no á quitamos todo, como ha sucedido siempre; nuestros deseos son que sean los
auxiliares de nuestro progreso, y no los dueños exclusivos de nuestro provecho, como de hecho lo son.
Queremos extranjeros para que vengan a servimos y a consultar nuestros positivos intereses, al mismo
tiempo que procuren los suyos, pero no para que vengan a constituirse en un eterno aparato de absorción,
que deja relegado al pobre mexicano a explotar únicamente lo que el extranjero le deja; seremos, como
hemos sido los primeros en confesar, que nada haremos en México sin una inmigración bien ordenada,
bien organizada, y que nos traigan con el elemento extranjero, no la más profunda depresión del elemento
nacional, sino verdaderamente su apoyo y su principal auxilio.
Todo es anómalo y fatal entre nosotros, y quisiéramos que los distinguidos ciudadanos que empiezan
a constituirse en defensores ciegos y acérrimos del elemento extranjero, emitiesen su sabio dictamen para
que dicho elemento no tuviese tanta vida y tanta prosperidad a expensas del nacional.
LECTURA 3. La posición de Limantour frente a las inversiones extranjeras: 18778
En la conciencia de todo mexicano celoso de la independencia y prosperidad de su país, debe grabarse
esta regla de conducta gubernamental ensanchar lo más posible nuestras relaciones diplomáticas, como
precursoras de las comerciales, y tratar a todas las naciones, europeas o americanas, sobre el pie de H.
más absoluta igualdad. El comercio busca, a la manera del consumidor particular, los efectos que necesita
en donde se le venden mejores y más baratos. Para este fin, es necesario abrirle todas las puertas, bajo
pena de coartar la elección y disminuir la competencia. Igual cosa debe hacerse con los capitales
7
8
La Orquesta, 26 de marzo de 1873.
Elaborado para la guía del alumno por Mtra. Margarita Vara Álvarez. BUAP
extranjeros, sin los cuales, preciso es confesado, nunca saldremos de nuestra vida inerte y raquítica.
Ofrecerles debemos el vastísimo campo que presentan nuestras inexploradas riquezas, y quiera Dios que
no tarde mucho el día en que se lo disputen los capitales del exterior, ya sean americanos, ingleses o
franceses. No hay que preocuparse; los capitales extranjeros darán trabajo y crearán capitales mexicanos.
Pero esto sólo se puede conseguir abriendo nuestras puertas al mundo entero, no por generosidad, sino
por nuestro, propio interés.
LECTURA 4. Inversiones Extranjeras9
El Gral.Porfirio Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de
nuestro país. La dictadura de Porfirio Díaz favoreció un importante crecimiento económico, que se vio
favoreció por una gran etapa de estabilidad, y el pago de la deuda externa a Estados Unidos, ayudaron a
tener gran confianza en el gobierno de Díaz, creando las condiciones mas apropiadas para las
inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles,
se elevó el desarrollo de la minería de plata, cobre, zinc y petróleo se instaló la primera línea telefónica,
inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal
motivo consideramos que Díaz es el impulsar de la modernización de México a finales del siglo XIX.
Así su mandato se caracterizó por un crecimiento económico sin precedentes en la historia de México
gracias a la inversión extranjera, de Estados Unidos en un 38%, Inglaterra, Francia con el 55% de total , y
Alemania, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también
por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición.
Los capitales extranjeros tuvieron una gran importancia en la creación de vías de de ferrocarriles. En
1880 México había 1 100 kilómetros de vías férreas; para finales de la dictadura en 1910 existen ya 19
mil kilómetros (Gallo Miguel A 1982). Las compañías norteamericanas aprovecharon las facilidades que
atorgaba el gobierno de Día, al trazar los ferrocarriles se impusieron sus intereses, estas vías de
ferrocarril sirvieron para comunicar los centros de producción y comercio mas importantes del país se
tazaron vías ferroviarias a la frontera norte, sin pretender comunicar las regiones del país que mas lo
necesitaban.
Ya en los años de 1909-1910, las inversiones norteamericanas dominaban casi totalmente las actividades
extractivas. Para 1911, de los 286.3 millones de dólares invertidos en esta rama, 223 millones eran
norteamericanos. (Gallo Miguel A 1982)
Durante los gobiernos de Porfirio Díaz la inversión extranjera penetro en la economía mexicana
constituyendo los principales sectores; a continuación la historia del petróleo De 1880 a 1890 empiezan a
llegar a México ingenieros, técnicos y empresarios dispuestos a invertir gran cantidad de dólares para
realizar la exploración y explotación del crudo, apoyados por Porfirio Díaz y el grupo de científicos, que
se convirtieron en administradores o socios , el gobierno dio amplias facilidades para la explotación del
petróleo a través de grandes concesiones de tierras, terrenos baldíos o tierras nacionales para las
perforaciones que fueran necesarias, así como exenciones de impuesto y libre tránsito de maquinaria para
realizar la extracción y exportación del crudo.
Las inversiones más importantes fueron de los Estados Unidos, por ejemplo en los años del
porfiriato (1876 - 1910): se invirtió en petróleo 58%, fábricas de fundición 72%, minería 78%; hacia 1912
y finales de la dictadura de Díaz, se observa que los ferrocarriles, minería y petróleo fueron los favoritos.
10
, también llegaron capitales en electricidad, bancos. Industrias y comercio, el capital inglés invertía y
competía en el mismo renglón lo que favoreció disputas entre ellos agudizados especialmente por el
petróleo mexicano.
Fue a partir de 1900 cuando se hace evidente la riqueza petrolera que tenía nuestro país, en estos
años llega Eduardo Doheny, que empezó a realizar estudios de exploración para encontrar oro negro. Esta
era un industrial californiano que se convirtió en el segundo petrolero después de Rochefeller, y sólo en
unos años organizó "la Mexicana Petroleum Company", dedicada a la explotación del petróleo en la
región del Ebano cerca de Tampico.11 Esta empresa llegó a contar con un capital de 24 millones 500 mil
pesos y fue filial de "La Estándar Oil Company de Rockefeller".
En los últimos años del porfiriato se
dio gran impulso a los ferrocarriles, porque comunicaban las principales ciudades y centros de producción
con los puertos y la frontera norte en el Paso, Texas para favorecer el comercio de productos primarios y
petróleo. Los ferrocarriles ya usaban combustibles líquidos, que eran suministrados por la "Mexicana
Petroleum Company", en 1905 se establecieron grandes filiales como la "Huasteca Petroleum Company",
que llegaron a formar grandes monopolios. 12
9
Texto elaborado especialmente para esta guía por La Mtra Margarita Vara Álvarez., BUAP
Colmenares Francisco, Petróleo y Lucha. Obra Cit. pág 18
11
Colmenares I. Gallo M. A., González F., Hernández L. en Cien Años de Lucha de Clases en México 1876 - 1976
Ed. Quinto Sol. tomo I, 5ª ed México 1985. pág. 50
12
IBIDEM
10
Las empresas petroleras contaban con gran extensión de tierras dedicadas a la exploración y
explotación de crudo y una gran infraestructura como refinerías, oleoductos, carros de ferrocarril
especiales para transportar el petróleo, el apoyo del Gobierno y de los científicos, desafortunadamente se
inició en México la etapa de corrupción, porque se ordenaba a funcionarios públicos que obedecieran
órdenes a cambio de dádivas económicas, amenazándolos, o bien comprando a un Juez, empleado o una
autoridad.
Otro personaje que se hizo extraordinariamente rico con la explotación del petróleo fue el
inversionista ingles W.D. Pearson (Lord Cowdray), quien llegó a México por invitación del Presidente
Porfirio Díaz para realizar obras y se dedicó al mismo tiempo a realizar exploraciones para encontrar
petróleo, Al poco tiempo encontró petróleo y en 1906, abrió el pozo "Dos Bocas # 3 " en la Laguna de
Tamiagua. 13 Con los años llegó la compañía "el Águila" cuya planta refinadora tenía una capacidad de 2
000 barriles diarios.
La compañía fue muy importante y para 1910 controlaba el 58% de la extracción de petróleo en México,
lo que molestaba a los norteamericanos, quienes querían ser los únicos beneficiados. Con los años llegó a
transformarse en "La Compañía Mexicana de petróleo El Águila", que incluye entre sus socios al
Presidente Díaz
Tema 4. La Modernidad Porfirista: progreso y privilegios.
Los resultados de la modernidad porfirista son aún visibles en el país. Se palpan en la
infraestructura urbana y rural, en las redes de comunicaciones (telégrafos, trenes y
teléfonos) y en la economía. Nacieron entonces grandes industrias y enormes almacenes
de productos nacionales y extranjeros que generaron una cultura de consumo y un arte
de vivir. El comercio se multiplicó por cinco enviando materias primas para obtener a
cambio bienes de consumo, así como tecnología y maquinarias. Florecieron también los
bancos regionales y se consolidaron los sistemas de finanzas públicas y privadas. Esos
resultados, animados por la política de Limantour y los científicos, ayudaron a confortar
el poder político del régimen y terminaron por crear un modelo económico que
favoreció el crecimiento pero aumentó las desigualdades. ¿En qué elementos se basó ese
modelo?, ¿cómo se fue articulando? ¿en qué favoreció la política de los científicos ¿qué
actores nacionales y extranjeros participaron?, ¿cómo y cuándo se integraron sus
capitales y su tecnología? ¿Quiénes se beneficiaron y quiénes quedaron excluidos de esa
modernidad?
Objetivo: Analizar los elementos del modelo de progreso, la importancia de la
revolución ferroviaria y financiera, las inversiones extranjeras y sea capaz de
reconocer los actores económicos y políticos que lo animaron este periodo así como
de medir sus efectos sociales.
Conceptos: Modelo de progreso, apertura económica, crecimiento, desarrollo.
Habilidades: determinar, conceptualizar y elaborar juicios en función de criterios
objetivos y subjetivos.
Actitudinales y valores: tolerancia a la participación extranjera en el país.
Ayuda didáctica para el alumno: En esta secuencia te proponemos realizar una
pequeña investigación histórica sobre un aspecto de modelo de progreso del
porfiriato. Para ello te ofrecemos documentos que te hablan del aspecto a investigar
13
IDEM , pág. 118
y te dan pistas. Antes de lanzarte a las bibliotecas o a Internet debes delimitar tu
tema de estudio para convertido en objeto de investigación. Las preguntas de cuándo
dónde, para qué y qué sentido tiene tu aspecto en el modelo de progreso son
fundamentales para ello. Una vez elaboradas tus preguntas y una estrategia de
investigación la información que encuentres tendrá sentido y, ya lo verás, cambiarás
tus preguntas y en enriquecerá tus hipótesis. Lo importante del ejercicio es ir del
plan a la información y de esta a una exposición global donde trates de explicar. $o
olvides estas preguntas: ¿A quién beneficia el crecimiento, ¿a quién perjudica? ¿Por
qué?.
&ociones para reflexionar:
Crecimiento: aumento de cantidad de medida, peso o superficie. Es natural hasta cierto punto, pero
es también buscada por ella misma, como afirmación de sí. El crecimiento contiene una idea de
dimensión, más que de calidad. Se habla de crecimiento de la población o del producto, pero no de
crecimiento social, cultural, político. Se aplica al crecimiento urbano, proceso interrumpido, como el
crecimiento demográfico. En economía el crecimiento se mide con diversos índices, como son: el
aumento del producto nacional, de la capitalización, de las inversiones y, cuando es posible, del
conjunto de esos valores, lo cual se expresa al mismo tiempo en volumen: PIB (producto interno
bruto), como en relación al número de habitantes, crecimiento por habitante. Las economías que
crecen son aquellas cuyo crecimiento económico es mayor que el demográfico.
Progreso: palabra derivada de progredi, caminar adelante, y de gradi, andar; ir adelante o desarrollo
de algo en el tiempo. En el siglo XIX la idea incluyó el camino de la sociedad hacia mejores formas
de existencia, de conocimiento y de comportamiento moral acordes con la idea de civilización. Se
aplica a cada aspecto de la humanidad: progreso científico, material, económico, cultural y
espiritual., pero siempre se trata de un caminar hacia un ideal de civilización. En ciertos casos se usa
la palabra como sinónimo del ideal a alcanzar. La sociedad occidental se fundó en la idea de una
progreso ilimitado que se mide en los beneficios y el confort sociales alcanzados: condiciones de
salud, aumento de la esperanza de vida, mejor formación y educación, nivel de vida, libertad
individual, paz social. Sin embargo, los progresos también generan problemas para la vida humana y
del planeta; la contaminación, la sobrepoblación, son algunos ejemplos. En este principio de siglo
vemos multiplicarse las consecuencias negativas de las sociedades progresistas.
Desarrollo: etimológicamente es la acción de desenvolver, alcanzar la plena extensión de algo que
se encontraba enrollado, replegado o contenido hasta de forma virtual, como al revelar una
fotografía. Tomado de la biología, el término se emplea en economía para designar el estado superior
del crecimiento, cuando se alcanza un equilibrio estable y armónico de la producción, distribución y
bienestar social. El concepto remplazó al de progreso al fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando
los países industrializados tomaron conciencia de la distancia creciente que los separaba de los
países africanos, asiáticos y latinoamericanos. Esta distancia tiene su origen en la revolución
industrial, pero entonces apareció como insoportable y se comenzaron a buscar explicaciones. Así
surgieron las teorías "desarrollistas"; algunos veían en los países subdesarrollados un atraso en el
camino tomado por los países industrializados, un rezago en seguir un modelo que se pretende único;
otros vieron más bien una relación injusta entre aquellos países y la pobreza del Tercer mundo o del
mundo periférico, estimaron que el desarrollo del Tercer Mundo podría tomar otras vías.
Actualmente el modelo neoliberal se presenta como la única vía posible para enfrentar la
globalización y alcanzar el desarrollo, aún cuando la historia muestra ya los límites y fatales
consecuencias de esa falsa creencia.
Modernidad: el término moderno se emplea por primera vez en el siglo V, con el fin de delimitar el
presente cristiano, que acaba de hacerse oficial, del pasado romano pagano. La modernidad expresa
siempre la conciencia de una época, con contenidos cambiantes, que se pone en relación con la
Antigüedad para concebirse a sí misma como el resultado de una transición de lo antiguo a lo nuevo.
Se trata de un modo característico de la civilización occidental que se opone al modo de la tradición,
a todas las culturas anteriores o tradicionales. Frente a la diversidad geográfica y simbólica de la
cultura tradicional, la modernidad se impone como única y homogénea. Mito y realidad, la
modernidad se expresa en todos los ámbitos: Estado moderno, técnica moderna, música y pintura
modernas, costumbres e ideas modernas, .etcétera. Ella nace de profundos cambios sociales y se
concreta a nivel material, técnico, científico, pero sobre todo a nivel de las costumbres, del modo de
vida y de lo cotidiano. Nace en una crisis histórica estructural y es al mismo tiempo su síntoma y su
expresión, una continua huida hacia delante.
La modernidad se origina en Europa a partir del siglo XVI y toma su pleno "sentido a partir del XIX.
Desde el Renacimiento se desarrolla una discusión entre lo antiguo y lo moderno. Sus primeros ecos
se escuchan con la Reforma religiosa y la ruptura que ella inaugura en los países protestantes y
católicos. Durante los siglos XVII y XVIII se introducen sus fundamentos filosóficos y políticos; es
un periodo de secularización total de las ciencias y las artes, que cobra altura con el pensamiento
racionalista e individualista de Descartes y de los Enciclopedistas. La modernidad es apenas una idea
y un proyecto buscado por pensadores como Rousseau, Stendhal, Shakespeare y los románticos,
considerados como los modernistas radicales. Un proyecto que va paralelo al de progreso. Con la
Revolución Francesa toma un ropaje burgués y liberal que no abandonará. Cambian las
concepciones de lo político -la soberanía recae en el pueblo-, de la relación entre los hombres -todos
nacen iguales-, se construyen el concepto de ciudadano y nuevas formas de gobernar -la república
democrática. Emerge así el Estado moderno, y la sociabilidad moderna que se transformarán en una
forma de vida, en un modo de ser de las sociedades occidentales.
Bibliografía de consulta para el alumno:
Hans W Tobler, La revolución mexicana. Transformación social y cambio político 1876-1940, Alianza
Editorial, México, 1997.
LECTURA 1. México porfirista y el contexto mundia14l
La época de finales del siglo y principios del presente corresponde a la fuerte expansión del capital
monopolista de los Estados Unidos y de algunos países europeos: Inglaterra, Francia y Alemania,
principalmente. En efecto, hacia la década de los años ochenta del siglo pasado, los países de economía
más desarrollada estaban logrando franquear la etapa del capitalismo de concurrencia, para proyectarse,
en forma franca y acelerada, hacia las formas de capitalismo monopolista. En cada uno de los países, el
proceso de concentración económica estaba dando lugar a la formación de empresas cada vez más
grandes en el ramo industrial, bancario, comercial y de servicios públicos, empresas que buscaban, por
todos los medios a su alcance, elevar sus utilidades al máximo. El medio más eficaz para lograr los
objetivos, de acuerdo con la dinámica del desarrollo capitalista, era aumentar la magnitud de sus
operaciones e integrarse horizontalmente y verticalmente, asegurando mercados para sus productos y
materias primas para mantener un creciente volumen de producción. Este proceso expansionista pronto
tendió a rebasar los límites de las fronteras nacionales, proyectándose a todos los rincones de la tierra. Fue
así como los monopolios de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania se lanzaron a la conquista de
mercados y de materias primas en nuestro país.
Los propósitos expansionistas de los monopolios internacionales encontraron condiciones
propicias durante el gobierno del general Porfirio Díaz, por la estabilidad que se había logrado y por la
política favorable a las inversiones extranjeras que adoptó dicho gobierno. El gobierno porfirista estaba
fuertemente imbuido de las ideas del liberalismo económico, lo que favorecía la colocación de capitales
extranjeros en nuestro país, ya que significaba que dicho capital contaba con un “Estado policía”
dedicado a atender las tareas mínimas de la seguridad nacional y de aquellos servicios públicos que
consideraba le eran propios, y que en materia económica se imponía la responsabilidad esencial de crear
el clima favorable para que la inversión privada pudiera operar en condiciones óptimas de redituabilidad.
De esta manera, la combinación de los factores externos e internos dio como resultado que en las tres
décadas del gobierno del general Porfirio Díaz se produjera una considerable expansión de las inversiones
monopolistas norteamericanas y europeas. Con el concurso de estas grandes inversiones, la economía
mexicana registró un considerable desarrollo de carácter marcadamente capitalista y de subordinación al
exterior, como correspondía a la esencia misma de dichas inversiones.
El carácter capitalista del desarrollo registrado por México en esa época se manifestó en diversas formas:
en el uso de la sociedad anónima como forma fundamental de la organización de las empresas en todos
los ramos importantes de la economía; en el desarrollo de instituciones modernas de crédito y de
financiamiento comercial, minero, industrial y agrícola; en el desarrollo del comercio, tanto interior como
exterior, y finalmente,
en la formación de fuertes grupos monopolistas que controlaron la actividad económica del país.
La dependencia respecto al exterior, por otra parte, se manifestó en la orientación general de las
inversiones y en la proyección de la economía nacional hacia el exterior. Fue así como las inversiones en
14
de Jose Luis Ceceña, México en la órbita imperial, México, « El caballito », 1975, pp. 49-51
la minería tendieron hacia la producción de metales industriales para la exportación hacia los países
inversionistas; las colocadas en los ferrocarriles se orientaron en el sentido de facilitar la exportación de
productos, por lo que su trazo siguió las rutas hacia el puerto de Veracruz y los puntos fronterizos más
importantes de los Estados Unidos; los capitales colocados en empresas agrícolas se dirigieron a la
producción de café, caco, algodón vainilla y otros productos de exportación; las inversiones en el sistema
bancario tuvieron por objeto el financiamiento y consolidación de las empresas extranjeras y la captación
de recursos internos para el mismo propósito, siendo además un instrumento de gran eficacia para ejercer
influencia sobre el gobierno y la economía nacional en su conjunto.
LECTURA 2 .Inversiones extranjeras15
El Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro
país. La dictadura de Porfirio Díaz favoreció un importante crecimiento económico, que se vio favoreció
por una gran etapa de estabilidad, y el pago de la deuda externa a Estados Unidos que ayudaron a tener
gran confianza en el gobierno de Díaz, creando las condiciones mas apropiadas para las inversiones de
capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el
desarrollo de la minería de plata, cobre, zinc y petróleo se instaló la primera línea telefónica, inauguró la
comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo
consideramos que Díaz es el impulsar de la modernización de México a finales del siglo XIX.
Así su mandato se caracterizó por un crecimiento económico sin precedentes en la historia de México
gracias a la inversión extranjera, de Estados Unidos en un 38%, Inglaterra, Francia con el 55% de total , y
Alemania, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también
por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición.
Los capitales extranjeros tuvieron una gran importancia en la creación de vías de de ferrocarriles. En
1880 México había 1 100 kilómetros de vías férreas; para finales de la dictadura en 1910 existen ya 19
mil kilómetros (Gallo Miguel A 1982). Las compañías norteamericanas aprovecharon las facilidades que
atorgaba el gobierno de Día, al trazar los ferrocarriles se impusieron sus intereses, estas vías de
ferrocarril sirvieron para comunicar los centros de producción y comercio mas importantes del país se
tazaron vías ferroviarias a la frontera norte, sin pretender comunicar las regiones del país que mas lo
necesitaban.
Ya en los años de 1909-1910, las inversiones norteamericanas dominaban casi totalmente las actividades
extractivas. Para 1911, de los 286.3 millones de dólares invertidos en esta rama, 223 millones eran
norteamericanos. (Gallo Miguel A 1982)
El Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro
país. La dictadura de Porfirio Díaz favoreció un importante crecimiento económico, que se vio favoreció
por una gran etapa de estabilidad, y el pago de la deuda externa a Estados Unidos que ayudaron a tener
gran confianza en el gobierno de Díaz, creando las condiciones mas apropiadas para las inversiones de
capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el
desarrollo de la minería de plata, cobre, zinc y petróleo se instaló la primera línea telefónica, inauguró la
comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo
consideramos que Díaz es el impulsar de la modernización de México a finales del siglo XIX.
Así su mandato se caracterizó por un crecimiento económico sin precedentes en la historia de México
gracias a la inversión extranjera, de Estados Unidos en un 38%, Inglaterra, Francia con el 55% de total , y
Alemania, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también
por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición.
Los capitales extranjeros tuvieron una gran importancia en la creación de vías de de ferrocarriles. En
1880 México había 1 100 kilómetros de vías férreas; para finales de la dictadura en 1910 existen ya 19
mil kilómetros (Gallo Miguel A 1982). Las compañías norteamericanas aprovecharon las facilidades que
atorgaba el gobierno de Día, al trazar los ferrocarriles se impusieron sus intereses, estas vías de
ferrocarril sirvieron para comunicar los centros de producción y comercio mas importantes del país se
tazaron vías ferroviarias a la frontera norte, sin pretender comunicar las regiones del país que mas lo
necesitaban.
Ya en los años de 1909-1910, las inversiones norteamericanas dominaban casi totalmente las actividades
extractivas. Para 1911, de los 286.3 millones de dólares invertidos en esta rama, 223 millones eran
norteamericanos. (Gallo Miguel A 1982)
LECTURA 3 .¿Inversiones extranjeras igual a crecimiento económico? 16
15
Texto elaborado especialmente para esta guía por La Mtra. Margarita Vara Álvarez, BUAP
La característica distintiva de la economía porfiriana fue su crecimiento constante y relativamente fuerte.
Este crecimiento fue de un promedio de 2.7% anual en el periodo comprendido entre 1877 y 1910, y llegó
incluso a un 3.3% al año durante el último decenio del dominio porfirista,
Dicho patrón de crecimiento, estaba estrechamente ligado a las inversiones extranjeras de
capital, que aumentaron rápidamente desde la década de 1880. Mientras que en el año 1884 las
inversiones extranjeras apenas alcanzaban 110 millones de pesos, en 1911 equivalían a más de 3 400
millones de pesos. Estas inversiones se repartían de la siguiente manera: 38% eran de Estados Unidos;
29% de Inglaterra y cerca del 27% de Francia. El 6% restante era de Alemania, Holanda y otros países
europeos.
Base y requisito elemental del crecimiento económico de México durante el Porfiriato, fue la
construcción de ferrocarriles, que además constituyó el sector de inversiones más importante para el
capital extranjero. Al asumir el poder Porfirio Díaz, México contaba con una red ferroviaria de 700
kilómetros de extensión, constituida por la línea que va del Puerto de Veracruz a la capital. En el año de
1885 las vías ya medían 6000 kilómetros; en 1900, casi 14 mil, y en el año de 1910, la red ferroviaria se
había extendido a casi 20 mil kilómetros. Si bien la red de ferrocarriles se ajustó principalmente a las
tradicionales vías de comunicación, la orientación geográfica de las líneas férreas, construidas
principalmente por estadounidenses e ingleses constituyó la condición esencial para que el país fuera
penetrado por capital y mercancías del exterior. La red ferroviaria respondió en primer lugar a las
necesidades del sector de exportaciones y sólo al margen tomó en cuenta al mercado nacional. La
orientación de los ferrocarriles mexicanos hacia el exterior no sólo se manifestó en beneficio de la
exportación, en su dominio por empresas extranjeras y en la salida de ganancias y dividendos, sino sobre
todo en la falta de impulsos para la industria independiente del país, ya que casi todos los bienes para la
construcción de ferrocarriles fueron importados de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia, sin
estimular de modo alguno la industria del país.
Con el capital extranjero entrando a México y la construcción simultanea de ferrocarriles se
formaron las bases para un “crecimiento económico hacia fuera” que a fines del siglo XIX y principios
del XX no sólo caracterizó al México Porfiriano sino a otras economías latino americanas como Brasil,
Argentina, Chile y Uruguay.
LECTURA 4 . Política agraria del porfiriato17
La política agraria porfirista se caracterizo por establecer todas las facilidades para la modernización
económica del país utilizando los medios legales para colocar a las tierras comunales de los pueblos en el
mercado capitalista, es decir que se pudieran comprar y vender libremente. Para lograr esta meta, la
estrategia consistía en ir acabando con las costumbres y formas tradicionales de organización de las
comunidades. Tal y como se había hecho desde el fin de la época colonial, se utilizó una poderosa
herramienta: las leyes de desamortización que impedían poseer bienes raíces a todas las “corporaciones
civiles y religiosas”, es decir, pueblos y ordenes religiosas. Así, con la Ley Lerdo de 1855 y la Ley de
Nacionalización de bienes del clero se perjudicó seriamente no sólo a la Iglesia sino a muchas
comunidades, sobre todo del centro del país, para las cuales las tierras comunales no sólo eran base de su
subsistencia, sino también indispensables para preservar su cultura y su forma de ver el mundo.
Es durante el gobierno implacable y centralizado del Porfiriato que esta política llegó a su punto
culminante. La desamortización provocó que muchos pueblos fueran expropiados de sus recursos
naturales, hubo sin embargo, grandes diferencias regionales en la aplicación de las leyes
desamortizadoras. En el norte, con menor número de pueblos, la lucha por la tierra era menos aguda. Con
excepción de las ricas zonas irrigadas como la Laguna en Durango y Coahuila, o en las riberas de los ríos
Yaqui y Mayo en Sonora, no parecen haber existido grandes expropiaciones masivas de tierra
pertenecientes a los pueblos. En cambio, en la zona central muchas comunidades perdieron la capacidad
de mantenerse con sus propios terrenos e incluso les fue difícil sobrevivir. En 1877 había 6 937
propiedades comunales y 20 575 individuales; en 1910 las privadas subieron a 57 066 en detrimento de
los pueblos.
Otro de los recursos utilizados por el Porfiriato fue un programa de deslinde y venta de terrenos
“baldíos” con el propósito de poner a “trabajar” todos los terrenos posibles, y poder allegarse de recursos.
Así, todos aquellos terrenos que no estaban debidamente delimitados con bardas u otros límites y nadie
16
Tomado de Hans Werner Tobler, La revolución mexicana. Transformación social y cambio político 1876-1940,
Alianza Editorial, México, 1994, pp. 61-73.
17
Texto elaborado por la Academia de Historia de México , BUAP.
contaba con títulos claros que acreditaran su propiedad, eran considerados “baldíos”. En este periodo se
dictaron leyes de colonización, bajo las cuales se formaron las llamada “compañías deslindadoras”, que
debían deslindar las tierras baldías y traer colonos extranjeros para que las trabajaran, quedando ellas con
el tercio de las tierras que deslindaran, como pago de su trabajo. Estas compañías, pertenecientes a una
pequeña oligarquía, ligada al gobierno deslindaron hasta 1906 cerca de 49 millones de hectáreas, es decir
la quinta parte del territorio nacional. Esta política consolidó a la propiedad privada y afectó
negativamente a pueblos y rancheros, pues en realidad no había tal cantidad de tierras baldías, sino que
las compañías fueron la forma organizada del despojo violento de tierras a los campesinos indios, a los
pueblos y comunidades. Así llegaron a pertenecer hasta siete millones de hectáreas en el estado de
Chihuahua a un solo individuo, esos inmensos latifundios incluían poblados y poblados en su territorio,
cuyos habitantes automáticamente eran considerados trabajadores o peones de la hacienda.
La tercera gran política porfirista hacia el campo, la colonización de tierras por parte de
extranjeros, de preferencia europeos, católicos, blancos y emprendedores, ya que los campesinos
indígenas mexicanos estaban poco capacitados para la gran tarea de la modernización agrícola y la
ansiada modernización debía encargarse a quienes tenían ya una civilización aventajada, dispuesta a
aportar su cultura, iniciativa, capital y tecnología.
El precio de estas políticas fue trágico, al perder sus tierras, la vida tradicional de las
comunidades se desorganizó y se acentuó la miseria, muchos antiguos comuneros acabaron siendo peones
de haciendas y, en el peor de los casos, desempleados, vagos y bandoleros. Esta política agraria igual
fortaleció el cacicazgo y la concentración de propiedades de tierra en manos de unos cuantos. Según el
censo de 1910 había en el país una población total de 15 160 369 habitantes, de entre ellos sólo 840 eran
considerados hacendados. Para que una persona se considerara a sí misma acreedora al título de
hacendado, debía poseer una finca de miles de hectáreas ya que una propiedad de 1 000 o 2 000 hectáreas
se llamaba rancho
LECTURA 8 . La agricultura en el porfiriato: rezago y modernización18
La agricultura del norte era de tipo comercial, esencialmente fundada en la cría de ganado y en el cultivo
de productos de exportación: algodón, tomate, trigo. Los propietarios eran frecuentemente extranjeros,
españoles o norteamericanos. Las tierras de la Mesa Central estaban en manos de terratenientes
mexicanos y se dedicaban a la agricultura de autoconsumo, en aquellas zonas en las que no se contaba
con obras de irrigación. En las zonas irrigadas del centro del país se producían cultivos comerciales para
surtir de granos a las ciudades del interior. En el sur y en el sureste de México, tanto terratenientes
mexicanos como extranjeros, tenían una agricultura de exportación productora de henequén, café, tabaco
y otras variedades de productos tropicales.
De la zona central un caso peculiar era el Estado de Morelos, donde una industria capitalista muy
próspera se desarrollo gracias a la coyuntura de la guerra de Cuba, que hizo posible la exportación
azucarera de la región.
Cada región guardaba, así, características propias: procesos particulares de concentración de la
tierra; diferentes formas de relación con el mercado; tipos específicos de cultivos y formas distintas de
producción. Los medieros, aparceros y arrendatarios predominaban en el norte; en la zona central, la
mediería estaba bastante desarrollada, pero el peonaje era la pauta dominante; el trabajo forzado
caracterizaba a la zona sur- sureste de los indios yaquis derrotados y vendidos como esclavos en Yucatán,
los vagabundos que eran reclutados en las ciudades y enviados a Valle Nacional, los trabajadores de las
fincas cafetaleras de Chiapas o de las monterías de Tabasco y Campeche, que eran capturados por los
“enganchadores”.
La hacienda representaba una unidad de producción completa. Contaba con una extensión
territorial amplia que incluía una variedad extensa d4e recursos naturales: tierras laborables, pastizales,
bosques y corrientes de agua. Su población rara vez era menor de cien habitantes y ocasionalmente mayor
de varios miles. La hacienda constituía a veces un núcleo administrativo básico, una unidad de gobierno
local, incorporada como municipio. Cuando éste era el caso, incluía los servicios municipales
fundamentales: el almacén, la iglesia, la oficina de correos, el cementerio, la cárcel y, de vez en cuando,
la escuela. La supervisión de la hacienda estaba en manos de un administrador, puesto que el propietario
era frecuentemente ausentista. Bajo la dirección del administrador se encontraban varios mayordomos.
Cuando la hacienda era muy grande, cada mayordomo era responsable de una fracción de la misma y
tenía que rendir cuentas al administrador. Junto a los mayordomos estaban los caporales, encargados de la
dirección de los diversos grupos de trabajo o cuadrillas. Había, también, secretarios, contadores,
18
. Tomado de Juan Felipe Leal, La Burguesía y el Estado Mexicano, « El Caballito », México, 1975, pp.93-99.
encargados del almacén y, en algunas haciendas, un cura, una fuerza policíaca propia, y de vez en cuando,
un maestro.
En las haciendas los peones constituían la fuente más importante de mano de obra y eran de dos
tipos: acasillados y alquilados. El peón acasillado formaba el núcleo de la mano de obra y estaba
prácticamente atado a la tierra a través de un sistema de pagos en adelanto que, poco a poco, lo iban
endeudando hasta que finalmente él y su familia terminaban viviendo permanentemente en la hacienda.
Los peones acasillados tenían derecho a trabajo fijo, aunque con una remuneración menor a la que recibía
el peón alquilado, tenía, en ocasiones, el permiso de trabajar un pedazo de tierra en el cual podía sembrar
un poco de maíz, fríjol y chile para consumo doméstico. Esta práctica era considerada como un privilegio
especial que sólo se reservaba a aquellos peones de confianza. Por el hecho de vivir en la hacienda, los
peones residentes, se veían obligados a realizar una serie de tareas gratuitas llamadas faenas. Los peones
alquilados no residían en las haciendas y generalmente vivían en los pueblos cercanos, yendo a trabajar a
las haciendas temporalmente. En la misma hacienda existía otro tipo de labriego que era el mediero. Ya
que en las haciendas se cultivaban únicamente las mejores tierras, el resto lo dejaban en manos de
medieros y aparceros, cuyas prácticas y tipos de contrato variaban.
Dentro de las instituciones de la hacienda, la tienda de raya ocupaba un lugar importante.
Muchas de las haciendas eran tan grandes que no había posibilidades para que los campesinos compraran
las mercancías más que en un sitio: la tienda de raya. En ella, todos los productos, todos los precios y
todas las cuentas se hallaban bajo control del hacendado.
Tan efectivo era el monopolio que ejercían los hacendados, que fueron capaces de mantener
jornales relativamente estables durante cincuenta años mientras el costo de la vida aumentaba, como se
puede ver a continuación:
Precios de productos agrícolas alimenticios
Mercancías
1792
1891
1908
Hectolitro de maíz
1.75
2.50
4.89
100 kilos de arroz
7.60
12.87
13.32
100 kilos de harina
2.71
10.87
21.89
100 kilos trigo
1.80
5.09
10.17
100 kilos de frijol
1.63
6.61
10.89
100 kilos de chile
26.08
27.13
57.94
Salario mínimo diario en centavos
Año
Agricultura
Manufacturas
Minería
1877
32
32
32
1885
27
34
31
1892
26
26
30
1898
37
50
47
1902
32
36
43
1911
27
36
72
La plantación difería de la hacienda en más de un sentido. En principio, era una unidad de
producción orientada esencialmente hacia la exportación. Generalmente se trataba de una propiedad
extensa y especializada en un solo producto, con una tecnología relativamente avanzada. La plantación
existía, sobre todo, en las zonas costeras y en el sur y sureste de México, crecieron a costa de tierras
comunales. La expansión de la agricultura comercial de exportación provocó en la costa del Golfo de
México una gran demanda de mano de obra, de ahí que se desarrollaran sistemas de reclutamiento de
trabajo forzado. Los propietarios de fincas y plantaciones también importaron grandes cantidades de
trabajadores, de Jamaica y China.
Además de la hacienda y la plantación existía el rancho. Este tenía una superficie bastante
inferior a las cien hectáreas y era trabajado por el dueño y su familia, a veces con algunos aparceros y
trabajadores asalariados. Tanto el rancho como las comunidades indias fueron víctimas de la expansión de
la gran propiedad territorial.
México cayó durante el porfiriato en un tipo de producción agrícola muy contrastada. En el caso
de aquellos productos en verdad lucrativos como el algodón, el azúcar, el café, el henequén, el chicle, el
garbanzo y el hule, el capital acudió presuroso. Pero en relación a los productos agrícolas y ganaderos de
carácter alimenticio, es decir, los de consumo directo o indispensable para la población, se cultivaron en
las peores tierras, se careció de capital y se aplicaron técnicas de cultivo atrasadas. La agricultura,
progresaba en un sentido y se rezagaba en otro. México tenía que exportar maíz a Estados Unidos para
abastecer el consumo local.
TEMA 5. Contradicciones del régimen y los grupos sociales.
En el porfiriato se manifiestan formas de vida antagónicas en la sociedad, crecimiento
económico sostenido ante la ausencia de desarrollo, los problemas que enfrentaban las
clases medias, la carencia de oportunidades para las nuevas generaciones, la situación
del proletariado y el latifundismo entre otros muchos no eran resueltos. La imagen de
un México próspero y moderno influenciado con las tendencias arquitectónicas y
culturales europeas contrastaba con la vida sencilla y hasta paupérrima de grandes
sectores de la población. En una sociedad de enorme desigualdad ante la aparición de
grandes industrias, almacenes, bancos, una sociedad de consumo. ¿Quiénes realmente se
beneficiaron y quiénes quedaron excluidos o afectados de esa modernidad?
Objetivos: Evaluar las tensiones provocadas por el modelo de progreso así como las
consecuencias sociales de la modernización que contribuyeron a la quiebra del
régimen porfirista.
Conceptos: Rupturas, sociedad autoritarismo, democracia, crisis estructural.
Habilidades: Determinar los elementos que el porfiriato generaron las
contradicciones del régimen así como la crisis estructural.
Actitudinales y valores: emitir juicios sobre los elementos del progreso, y el
reparto equitativo de la riqueza
Ayuda didáctica para el alumno: ¿Te has preguntado sobre los límites que tienen
las acciones de los hombres para conducir a la sociedad o, por lo menos resolver sus
problemas para mejórala. Esta secuencia te permitirá analizar un aspecto que influyó en la quiebra del régimen porfirista. La lectura te sugerirá algunas pistas y
reflexiones. Con tus compañeros busca información pero, sobre todo, trata de
analizar tu aspecto como signo de las tensiones estructurales, consecuencia del
modelo de progreso modernizador y causa del quiebre del régimen. Especula sobre
qué medidas hubieras tomado para evitar o paliar esas contradicciones y presenta
en periódico mural - con textos, ejemplos e ilustraciones- tus conclusiones.
LECTURA 1. Liberales y Precursores19
Casi al despuntar el siglo XX cobró fuerza una de las vertientes opositoras del Porfiriato: la que abrevaba
en los principios liberales que habían dado base a la Reforma. A lo largo de una década este grupo ofreció
una gran resistencia al gobierno de Díaz y con gran perseverancia difundió entre la población sus críticas
y propuestas para organizar el descontento. Sin el grupo fue modificando sus posiciones y
19
Extracto tomado de Josefina MacGregor, Gran Historia de México Ilustrada, Planeta/CONACULTA/INAH,
México, 2001, tomo IV, pp. 272-278.
reestructurándose, aun cuando no dejó de autodenominarse liberal. Atravesó por tres periodos
perfectamente definidos: el primero en el que propiamente se definen los principios liberales plasmados
en la constitución de 1857, va de 1900 al fundarse el club liberal Ponciano Arriaga a 1905 -1906, el
segundo que se inicia en esas fechas cuando se dan a conocer las ideas que dan sustento al programa de
Partido Liberal Mexicano y se prolongo hasta 1910, etapa en la que se formularon soluciones, para los
problemas del país, que ya no correspondían al pensamiento liberal ortodoxo y el grupo se asume
abiertamente anarquista, organiza había una intensa actividad armada y aparece el manifiesto en el que
con toda claridad se asienta la nueva perspectiva
Las tareas opositoras se remontaban a épocas anteriores aunque fueron realizadas en otro marco
político. En 1892 los hermanos Flores Magón Jesús, Ricardo, y Enrique, este último muy joven
participaron en las protestas estudiantiles por la tercera reelección de Díaz. Fue el primero de ellos quien
inició a sus hermanos en el periodismo .de oposición, la más importante y valiosa arma de combate de
esos hombres, aunque no todos los integrantes de la agrupación se mantuvieron unidos hasta el final, pues
la radicalización fue empujando a que los individuos decantaran sus posiciones: unos optaron por las
reformas a través de la acción política y otros por la ruptura mediante la insurrección.
En agosto de 1900 el ingeniero Camilo Arriaga convocó a la conformación del Partido Liberal,
así pues se organizaron cincuenta clubes liberales en catorce estados. Se invitaba a crear un partido
nacional que enfrentara a la dictadura y al partido "científico" y a que sus integrantes expresaran
abiertamente su descontento con las políticas del gobierno, fueran de acción o por omisión. La
persecución oficial no se hizo esperar: se encarceló a Jesús y Ricardo Flores Magón y a otros líderes, y
numerosos clubes fueron clausurados por la fuerza pública. Como respuesta, los periódicos liberales
intensificaron la difusión de sus criticas, entre ellos Regeneración, El Porvenir, El Renacimiento, El
Diario del Hogar, El Hijo de! Ahuizote, sorteaban como podían los cierres, eludían la acción policíaca, se
trasladaban a otra población o reincidían en cuanto les era posible.
En 1903 se reorganizó el club Liberal Ponciano Arriaga bajo el lema "Reforma, Unión y Libertad" con
nuevos miembros como Santiago de la Hoz y Santiago R. De la Vega y se incluyo a mujeres en la mesa
directiva como Elisa Acuña y Rosete, Juana Gutiérrez y Mendoza, y Ma. Del Refugio Vélez. Ese mismo
año los líderes tuvieron que abandonar el país debido a las amenazas gubernamentales. Desde las
ciudades estadounidenses se editaban y se enviaban a una gran cantidad de poblaciones mexicanas a
través de una amplia red de simpatizantes conformada por ferrocarrileros obreros, mineros y artesanos,
aunque también había profesionistas, comerciantes y algún pequeño propietario.
Las discrepancias por la dirección y el carácter doctrinal empezaron a perfilar dos tendencias,
una encabezada por Arriaga y otra por Flores Magón. Estas diferencias y la persecución policíaca los
empujaron a desplazarse a diferentes ciudades. Para fines 1905 la Junta organizadora del partido Liberal
Mexicano integrada por dos de los Flores Magón los primos Juan y Manuel Sarabia, Rivera, Bustamante
y Antonio I. Villarreal, dio a conocer la bases para fundar la organización e intensifico su labor de
proselitismo, pensando ya enfrentar al gobierno no solo desde la trinchera política y sindical sino también
recurriendo a las armas. Se avanzó en la elaboración de un programa que fechado en 1906 da como
resultado un profundo conocimiento de los problemas nacionales, un cuidado especial, merecían el
trabajo femenino y el infantil; no se atacaba a la propiedad agraria, y si bien se cuestionaba la existencia
de los latifundios; solo se exigía una intervención en contra de las tierras improductivas; Así como aplicar
"la ley del jornal mínimo y el trabajo máximo". La riqueza del programa es muy grande refleja la larga e
intensa actividad opositora de sus elaboradores, no recoge solo ideas personales sino también la
experiencia histórica de toda una sociedad: de ahí su influencia en los años subsiguientes y su impronta a
lo largo del periodo revolucionario.
El Partido Liberal encauzó sus energías en preparar tres intentos revolucionarios -1906, 1908 y
1910- aunque en ninguno de ellos tuvo éxito. Además de la escasez de recursos, otra explicación del
fracaso se encuentra en el hecho de que el gobierno porfiriano conocía todos los pasos que los liberales
daban: Había puesto en marcha una poderosísima red de informantes que incluía a agentes secretos
estadounidenses y mexicanos y al personal del servicio exterior. Habría que tomar en cuenta que el
gobierno de Estados Unidos tenia interés en que la actividad de estos hombres no prosperara por sus ligas
con el movimiento obrero estadounidense, sin embargo, a pesar de que fueron innumerables las ocasiones
en que desde México se solicito la extradición de los liberales, nunca se atendieron las solicitudes, si bien
los encarcelaba para que abortaran sus planes .Pero los magonistas -como se les empezaba a conocersiempre reavivaron sus esfuerzos organizativos.
LECTURA 2. El ocaso del porfiriato.
Díaz, continuó la reforma liberal y anticlerical de sus antecesores, restauró el orden e implantó la paz
interior, atrayendo a los personajes más importantes e influyentes de la Burguesía nacional y
consolidando un sistema que se basaba en las relaciones personales y en la fuerza militar, sin embargo
Díaz siguió una propuesta de mucha administración y poca política.
A pesar de ello bajo su gobierno estallaron numerosos conflictos. Jugaron un importante papel
en la dictadura porfiriana un grupo de intelectuales y profesionales, los llamados científicos, que veían el
porfiriato como instrumento necesario para la modernización y la democracia.
El gobierno de Díaz, une el progreso y el conservadurismo estuvo lleno de contradicciones.
Abandonó muchas de sus propuestas iniciales y obtuvo el apoyo de la Iglesia y los terratenientes.
Bajo la dictadura porfiriana México consiguió un importante progreso económico, apoyado en gran
medida por el alto crecimiento de población que experimentó el país en esas décadas. Aumentaron los
latifundios a costa de las tierras de las comunidades indígenas, la desamortización de los bienes
eclesiásticos y las tierras baldías. Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a la exportación y
creció espectacularmente, sobre todo en la producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. Se
favoreció la llegada e inversión de capital extranjero principalmente Norteamericano, Ingles y Francés. El
Estado no intervenía en los conflictos obreros, dejando libertad de acción a los patronos. Se pagaban
salarios bajos, lo que evitaba la llegada de inmigrantes y favorecía el empleo de mano de obra nacional y
una alta rentabilidad. Y con ese capital extranjero se financiaba el programa de progreso, la construcción
y expansión de la red de ferrocarriles concedidos a las compañías extranjeras y el desarrollo de la minería
de plata.
En los primeros años del siglo XX el gobierno de Porfirio Díaz se fue debilitando, tenía poca credibilidad
y muchos opositores. Se recrudecieron los actos de represalia contra campesinos y trabajadores, como las
matanzas de Río Blanco (1905) y Cananea (1906) y poco después el Partido Liberal Mexicano, bajo el
liderazgo de los hermanos Flores Magón, publicaba un manifiesto de 28 puntos, considerando como el
antecedente inmediato del levantamiento popular.
En 1908, Francisco Ignacio Madero, hijo de un rico industrial y latifundista, publicó en 1908 un
libro que pronto se hizo famoso, La sucesión presidencial en 1910, en el que condenaba el militarismo,
rendía culto a la Constitución de 1857 y llamaba a la ciudadanía a organizarse de cara a las próximas
elecciones políticas. Madero organizó el Partido Antireeleccionista, se entrevistó con Díaz y tras las
elecciones, que volvió a ganar fraudulentamente el dictador, en julio de 1910 lanzó el llamado Plan de
San Luis, en el que se reivindicaban, entre otras cosas, la devolución de las tierras a los campesinos y el
"sufragio efectivo, no reelección", tan esgrimido por el propio Díaz en época anterior.
El 20 de noviembre de 1910, siguiendo la llamada de Madero, se iniciaba la Revolución, que
acabaría con el porfiriato, después de un breve pero intenso enfrentamiento político y militar. El 25 de
mayo de 1911 la Cámara de Diputados recibió la renuncia formal a la presidencia de la República del
general Porfirio Díaz. Esa misma noche salía rumbo a Veracruz, donde se embarcó con destino a Europa.
LECTURA 3. El porfiriato y las diferencias sociales.20
No es un secreto que durante el porfiriato la sociedad mexicana experimentó una serie de
cambios que a decir del gobierno significaban el progreso de la nación mexicana, no así para el pueblo en
general quien fue el que tenia la mayor carga en ese tardado y difícil proceso, cambios como la libertad, la
obsesión básica de los liberales en el periodo de la Republica Restaurada empezó a sufrir y el “dejar
hacer” solo se mantuvo vigente en el campo de la economía. El bienestar, con todo alcanzó a poquísimos
y a costa del bien de las mayorías, la superioridad y riqueza de algunos se baso en la inferioridad y
pobreza de otros.
El trabajo minucioso y paciente de los artesanos sobrevivió a la llegada de las improntas fabriles,
la nueva hacienda capitalista no desalojo a la vieja hacienda patriarcal, con lo cual México se torno
multicolor y la igualdad ya no cabía en el cuerno de la abundancia. No era igual la vida jornalera en las
haciendas de “antes” y en las haciendas porfirianas, la población de las fincas abastecedoras de mercados,
los gañanes de las plantaciones de algodón, azúcar, tabaco, henequén y mezcal, los operarios del progreso
del país; fueron sometidos a un riguroso régimen de tareas de sol a sol, cárcel y servidumbre por deudas
al patrono. Los esclavos del progreso capitalista no llegaron a disfrutar todo el esplendor del porfiriato: la
paz, la libertad y el bienestar. La mayoría campesina que nacía, vicia y moría en haciendas y ranchos de
la gente reacia al negocio y a la técnica, de ricos de abolengo, siguió sumisa a las costumbres de vestirse
con los rayos del sol, vivir en jacales, y comer frijoles y chile.
Podemos decir que la vida de los campesinos, obreros y empleados no fue remotamente feliz, ya
que el desarrollo capitalista los sometió a muchos sacrificios, mientras que los patronos del progreso se
sentían educadores, estaban temerosos de que sus dependiente tuvieran tiempo para el ocio y cayeran en
los vicios tradicionales del pueblo, de los que habían sido rescatados, y solo tareas diarias de quince
20
Elaborado para la guía del alumno por la Mtra. Araceli Rojas Alonso, BUAP:
horas con sueldos que ni de milagro alcanzaban para el sostenimiento de la familia, y no permitirles
derroches, podían redimirlos de las feas costumbres de la embriaguez, la pereza y la lujuria. En suma, en
México hubo prosperidad en la etapa e 1888 a 1904, pero esta bonanza económica únicamente beneficio a
unos cuantos y dicho “progreso” se encumbro por haber en el país un gobierno extremadamente
autoritario y unipersonal.
TEMA 6. Los movimientos sociales de oposición, el partido liberal, los obreros y
las luchas campesinas.
Durante el porfiriato la incapacidad del gobierno para mejorar las condiciones de vida y
resolver los reclamos de la mayor parte de la población, generaron: movimientos
sociales, partidos de oposición como el Liberal Mexicano, Antirreleccionista,
Constitucional Progresista, movimientos obreros y campesinos, y periodismo de
oposición, que sufrieron persecuciones y represiones, estos movimientos a la vez
ocasionaron la caída del régimen porfirista y el estallido de la Revolución Mexicana.
Objetivos: analizar los principales movimientos sociales de oposición al régimen
porfirista.
Conceptos: rupturas, sociedad autoritarismo, democracia, crisis estructural.
Habilidades: identificar las diferentes las condiciones de los trabajadores mexicanos
en el régimen porfirista.
Actitudinales/valores: respeto a la vida y a la libre expresión.
Ayuda didáctica para el alumno: En estas dos sesiones te proponemos hacer una
lectura y síntesis de los principales acontecimientos que se dieron como
consecuencia en las huelgas de Cananea y Río Blanco anunciadoras de la
Revolución Mexicana y que fueron influenciadas por la ideología anarquista de
los hermanos Flores Magón a finales del siglo XIX.
Lectura 1. Los obreros
Desde 1906 el periódico el Imparcial escribió que el problema obrero ”quizás el mas difícil y
trascendental de nuestra época” efectivamente los obrero del profiriato enfrentaban graves problemas
laborales en las fabricas, con las largas jornadas de trabajo de 12, y hasta 14 horas diarias, y solo el
sábado en algunas fabricas tenían menos horas de trabajo diariamente tenían dos descansos de 45
minutos para tomar sus alimentos no había descanso dominical, no se reconocían los accidentes de
trabajo, en cuanto a su sueldo a veces era pagado en la tienda de raya, y se les descontaba una parte de su
sueldo para las fiestas religiosas los daños efectuados a los instrumentos de trabajo eran descontados de
su sueldo .
Si la fábrica llegaba a tener casas para trabajadores como fue el caso de Fabricas textiles en
Puebla, estas eran prestadas solamente y no podían recibir visitas.
. Las políticas de higiene y seguridad en el trabajo no existían, los obreros no gozaban de
salarios justos ni prestaciones. La clase media fue escasa y compuesta por modestos profesionistas y
burócratas, de aquí resultaron grandes luchadores sociales opuestos al régimen como los hermanos Flores
Magón.
Los trabajadores de Rió Blanco eran los mejores pagados, ganaban 1.25.pesos diarios ,también en las
minas de Cananea el salario de 3.00 pesos, pero tenían que trabajar hasta 12 horas diarias bajo tierra y sin
embargo fue aquí donde estallaron las principales huelgas del Porfiriato
LECTURA 2.El Partido Liberal Mexicano21
El Partido Liberal Mexicano (PLM) inicialmente fue un reorganizar a los simpatizantes del liberalismo
que promulgó la constitución de 1857 desde 1901 inicio su participación en un congreso organizado por
Camilo Arriaga, pero fue en 1905 cuando la semilla socialista se había introducido en México y los
múltiples Clubes Liberales que se formaron en los siguientes años. El partido fue fundado en 1906, por
los hermanos Ricardo, Jesús y Enrique flores Magon.
A principios del siglo XX, decenas de clubes liberales se habían creado en todo el país, en San Luís
Potosí, se intenta constituir la "Confederación de Círculos Liberales" y al siguiente año sus fundadores
fueron aprehendidos. Porfirio Díaz reprimió severamente a toda la oposición.
Hacia 1906 los obreros de la región de Orizaba Ver. Decidieron transformar su sociedad mutualista, en un
sindicato creando el gran Circulo de obreros libres, de acuerdo a la ideología de los hermanos Magon, la
cual llego a extenderse a los estado de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Oaxaca y México, en donde los obreros
organizaron más de 80 sucursales .
Los agentes de Díaz apoyados por autoridades estadounidenses persiguieron a los liberales en Texas, pero
continuaron trabajando, así en septiembre de 1905en Saint Louis Missouri, E.U. el grupo de los Flores
Magón redacta el manifiesto con el que se constituye la junta organizativa del PLM. Las tareas de esta
consistían en convocar y articular a todas las fuerzas opositoras para preparar la lucha contra el dictador.
En 1906, después de casi un año de discusión sobre la situación política, económica y social del país, se
publicó el manifiesto y programa de PLM. Entre los principales postulados del programa estaban la
jornada de ocho horas, prohibición del trabajo infantil, salario mínimo, indemnización patronal por
accidente de trabajo, que se reflejarían en el art.123 constitucional educación laica obligatoria y gratuita.
El PLM organizó varias sublevaciones contra el régimen de Porfirio Díaz desde 1906, todas fueron
reprimidas violentamente, delegados del PLM en Veracruz y Tabasco.
El 26 de septiembre fue la nueva fecha para iniciar la Revolución, un grupo de liberales atacó Jiménez
pero después de unas horas arribaron fuerzas federales que los superaban en número y emprendió la
retirada. Con resultados similares se realizaron otros ataques en Monclava y Piedras Coahuila El 30 de
septiembre, estalla la rebelión en Acayucan, Minatitlan en el estado de Veracruz y Puerto México,
impulsada por Hilario C: Salas y Cándido Donato Padua, delegados del PLM en Veracruz y Tabasco. En
Acayucan los enfrentamientos contra el ejército duran 4 días. La mayoría de los rebeldes muere, algunos
huyen a la sierra de Soteapan donde reorganizan una guerra de guerrillas que combate hasta 1911.
El junio de 1908 atacan la población de Viesva Coahuila, pero son rechazados y derrotados. Los
dirigentes son aprehendidos y remitidos a la prisión de San Juan de Ulúa de en Veracruz, donde eran
llevados todos los presos políticos También tacaron el poblado Las Vacas hoy ciudad Acuña en
Coahuila, y Casas Grandes Chihuahua
Para el PLM, la lucha no solo era quitar a Díaz de poder, la lucha era por la libertad política, habría que
tomar y defender la tierra con una lucha armada. Los grupos armados del PLM estaban organizados en la
Confederación de grupos del ejército liberal que también se llamó Ejercito Libertario Mexicano.
En 1911, la Junta Organizadora del PLM en los Ángeles E.U. publicó en periódico Regeneración un
manifiesto libertario que llamaba a los mexicanos a luchar contra del Estado, el clero y el capital, bajo el
lema "Tierra y Libertad", ideal que un mes más tarde haría eco en el Plan de Ayala promulgado por
Zapata
Las campañas militares del PLM, fracasaron una y otra vez debido a la falta de recursos, a la infiltración
policíaca y también a la confusión ideológica de muchos de sus afiliados provocada por tácticas que al
final resultaron contraproducentes, por ejemplo para abastecerse de armamento solían hacerse pasar por
maderistas, al grado que algunos llegaban a combatir a sus propios compañeros liberales.
LECTURA 3.Los campesinos
21
Elaboradora para la guia del alumno por la maestra Margarita Vara Álvarez .BUAP
La hacienda representaba una unidad de producción mas importante completa de Porfiriato
contaba con una extensión territorial e incluía una gran cantidad de recursos naturales: tierras laborables,
pastizales, bosques y corrientes de agua, así como también una gran construcción de casa ,la cual
generalmente tenia un gran patio central con habitaciones, iglesia, en algunos casos escuela y lugares para
talleres, ya en la parte de atrás del casco de la hacienda los terrenos para la siembra y los corrales para el
ganado, ya un poco más separado los terrenos para las casas de los peones acasillados y un pequeño
terreno para sembrar su maíz, estas labores las hacían al salir de su trabajo normal .
La hacienda constituía a veces un núcleo administrativo básico, una unidad de gobierno local,
incorporada como municipio. Cuando éste era el caso, incluía los servicios municipales fundamentales: el
almacén, la iglesia, la oficina de correos, el cementerio, la cárcel La supervisión de la hacienda estaba en
manos de un administrador, ya que el dueño vivía en las ciudades importantes o en el extranjero. Bajo la
dirección del administrador se encontraban varios mayordomos. cada uno era responsable de una
fracción de la misma y tenía que rendir cuentas al administrador. Junto a los mayordomos estaban los
caporales, encargados de la dirección de los diversos grupos de trabajo o cuadrillas. y, en algunas
haciendas, , una fuerza policíaca propia, y de vez en cuando, un maestro. Ligado al desarrollo de esta,
habia relaciones de explotacion de los trabajadores.
Aquí los peones constituían la fuerza de trabajo mas importante y eran de dos tipos: acasillados y
alquilados. El peón acasillado formaba el núcleo de la mano de obra y estaba prácticamente atado a la
tierra a través de un sistema de pagos en la famosa “tienda de raya” en donde se les daba crédito en la
compra de productos para consumo cotidiano a cambio de trabajos futuros, . En ella, todos los productos,
todos los precios y todas las cuentas se hallaban bajo control del hacendados poco a poco, los peones se
iban endeudando hasta que finalmente él y su familia terminaban viviendo permanentemente en la
hacienda, logrando una nueva “esclavitud por deudas”, lo cual evitaba que pudieran irse a otros trabajos o
haciendas . Los peones acasillados tenían derecho a trabajo fijo, aunque con una remuneración menor a
la que recibía el peón. Y sus esposas e hijas a trabajar en las haciendas como sirvientas Esta práctica era
considerada como un privilegio especial que sólo se reservaba a aquellos peones de confianza. Por el
hecho de vivir en la hacienda, los peones residentes, se veían obligados a realizar una serie de tareas
gratuitas llamadas faenas. Los peones alquilados no residían en las haciendas y generalmente vivían en
los pueblos cercanos, yendo a trabajar a las haciendas temporalmente. En la misma hacienda existía otro
tipo de labriego que era el mediero que se mantuvo por muchos años mas después de la revolución, eran
para trabajadores que no tenían tierras y las pedían prestadas a cambio de productos que sembraban.
Los servicios que prestaban en las haciendas eran de quince horas diarias con sueldos que ni de
milagro alcanzaban para el sostenimiento de la familia, En suma, en México hubo prosperidad en la etapa
e 1888 a 1904, pero esta bonanza económica únicamente beneficio a unos cuantos y dicho “progreso” se
encumbro por haber en el país un gobierno extremadamente autoritario y unipersonal.
Lectura 4.El movimiento obrero de los mártires de Rió Blanco22
Las fábricas del Valle de Orizaba, en el Estado de Veracruz, se consideraban las más modernas a fines del
siglo XIX debido a la energía eléctrica que producía el Río Blanco, así como al ferrocarril de México a
Veracruz que apareció por el valle a partir de 1872, había otras fábricas textiles aparte de la Río Blanco, como
las de Santa Rosa, Cocolapan, Santa Gertrudis y el Yute.
La fábrica de Río Blanco tenía condiciones laborales muy similares a las del resto del país, los salarios iban
de 50 a 75 centavos diarios, con jornadas de 13 horas diarias, el pago no era igual para todos, existía
explotación inhumana sobre todo para las mujeres y los niños que a veces eran tan pequeños, que tenían que
ponerles cajones para que alcanzaran las máquinas, “la escuela era para los ricos y los pobres sólo tenían su
trabajo”.
Se utilizaba un sistema de multas del cual los obreros no tenían ningún medio de defensa, debían aceptar los
castigos y las multas, las cuales establecidas en un catalogo podían ser: por jugar volados, leer el periódico,
fumar en los telares, cantar, silbar, por escándalos en el salón, por decir versos, por correr, por visitar
amigos, por mentir, por retardo. Además se pagaban 32 centavos cada mes como contribución al municipio,
también se pagaba por los cuartos y la luz que la fábrica alquilaba a sus trabajadores, podían ser despedidos
sin ningún motivo, la jornada iniciaba a las seis de la mañana, a la hora de la salida eran registrados por los
guardias rurales, que se encontraban en la entrada de la fábrica. Se pagaba con semanalmente con vales para
que se comprara en la tienda de raya de la fábrica, con los productos más caros.
En 1898 la empresa aumentó el número de multas. Después de 1905 la situación de los trabajadores se volvió
insostenible, por lo que los trabajadores en sus reuniones decidieron formar una asociación obrera, e invitaron
a José Neyra que se había incorporado como trabajador, proveniente del Distrito Federal, quien se encontraba
22
Texto elaborado especialmente para esta Guía por la Profra. María Elena Mercado Juárez, BUAP.
influenciado por las actividades de Camilo Arriaga y los hermanos Flores Magón. Sus ideas sobre como
debían organizarse los trabajadores y el tipo de organización necesaria pronto convenció a la base de formar
un organismo para defender sus derechos.
Para abril de 1906 se formó la sociedad Gran Círculo de Obreros Libres (GCOL), el objetivo primordial
quedó establecido en la Acta Constitutiva: organizar a todos los trabajadores del país para luchar contra el
capitalismo y la dictadura de Porfirio Díaz. Los líderes del Gran círculo extendieron sus relaciones e
invitaron a los trabajadores de las fábricas de la región a participar en su círculo además prepararon la
publicación de un periódico para difundir sus ideas con los demás trabajadores “La Revolución Social” que
incluía un artículo del periódico de oposición “El colmillo Público”.
Al día siguiente de la primera publicación de la “Revolución Social” los líderes de la sucursal del GCOL de
San Lorenzo de Nogales, organizaron una protesta contra el maltrato que recibían los obreros, pararon sus
máquinas y realizaron una marcha para realizar un mitin frente a las oficinas de la Compañía Industrial de
Orizaba S.A. (CIDOSA) formada por industriales franceses y un norteamericano.
La compañía comprendía las fábricas de Cerritos, la Cocolapan especializadas en hilados y tejidos y la más
importante del país la de Río Blanco que se dedicaba al blanqueo y estampado de telas, así como la fábrica
Santa Gertrudis (El Yute) que producía alfombras, costales etc., y la de Cocolapan. Que eran consideradas las
más modernas de México. Los trabajadores recibieron algunas concesiones y fueron convencidos de regresar a
sus trabajos
De inmediato fueron buscados los líderes por los rurales y la policía cateó las casas, se hicieron arrestos de
algunos líderes y trabajadores, la correspondencia se revisaba escrupulosamente se detuvieron además a los
periodistas Jesús Martínez Carreón quien murió en la cárcel de Belén y a los que imprimían la Revolución
Social.
Los trabajadores del Valle de Orizaba, continuaron sus labores y se solidarizaron con sus compañeros de
Puebla y Tlaxcala que habían estallado una huelga el 4 de diciembre (los obreros únicamente pedían la
aceptación de una representación obrera ante las empresas y evitar extremos en la privación de la libertad)
enviándoles ayuda. Pero el día 24 de diciembre de 1906, al presentarse a trabajar se encontraron con las
puertas cerradas de las fábricas del Valle, donde se comunicaba la suspensión de actividades hasta nuevo
aviso. El paro patronal no era por motivo de los trabajadores, eso los desconcertaba, las mujeres se acercaban
a la tienda de raya de la fábrica de Río Blanco donde eran ofendidas y corridas.
El 6 de enero de 1907 los obreros acudieron al Teatro Gorostiza en Orizaba para llevar a cabo una reunión
donde se leería el laudo del presidente Porfirio Díaz, que estaba a reventar, ya que resultó insuficiente para
albergar a todos los trabajadores, que escucharon estupefactos la lectura:
“El lunes 7 de enero todos los trabajadores debían regresar a sus puestos, que los reglamentos establecidos
continuarían vigentes, pero a cambio se les prometía algunas reformas, se suprimirían los descuentos por
concepto de médico, por fiestas, y se permitiría las visitas en las casas que la fábrica les alquilaba. Además
se establecía el uso de libretas personales en las que el administrador anotaría la conducta, laboriosidad y
eficacia. La manifestación de sus quejas podría hacerse únicamente en un escrito que se le entregaría al
administrador que tendría quince días para contestarlo y daría solución a sus quejas y en caso de no quedar
conformes, podrían separarse de su trabajo”.
Al término de la lectura se hizo un silencio de desaprobación, y la gente empezó a gritar que no se aceptaba el
reglamento, que “primero mártires que esclavos” La reunión terminó entre gritos de desaprobación y enojo,
7 de enero de 1907
En la puerta de la fábrica de Río Blanco se formaron en las entradas dos hileras de mujeres de ambos lados,
gritándoles a los pocos obreros que pretendían entrar a trabajar “muertos de hambre”, “sinvergüenzas”,
miserables, el escándalo aumentaba, conforme pasaba el tiempo y llegaban más trabajadores. Los porteros
cerraron la puerta y en ese momento se escuchó el grito “a la tienda”, una mujer pedía al empleado que le
fiara algunos alimentos, el empleado le contestó con ofensas, y al ver llegar a más gente un empleado en la
tienda de raya descargó su pistola matando a un obrero, esto enardeció a la gente, rompieron los vidrios del
aparador, y por ahí entraron los obreros, abrieron la puerta y saquearon la tienda. Llegó la policía trato de
contener a los obreros, no pudo y llegaron los rurales con machetes en mano tratando de calmar la situación,
la gente obligó a los rurales a retirarse, a pedradas y a presenciar de lejos lo que ocurría, los obreros
acarreaban comestibles, tomaban el pulque, licores, sacaban las máquinas de cocer, de escribir, paraguas,
cazos, lo que podían y finalmente prendieron fuego a la tienda de raya, que simbolizaba la explotación
porfirista, no fue necesario, proclamas, convocatorias o arengas, el furor causado por el laudo, los gritos de
impotencia de las mujeres que habían soportado el hambre junto a sus hijos, animaban a sus hombres a
repudiar el laudo,
El jefe político Carlos Herrera, se enteró y dio órdenes de que el 13° batallón se presentara en la fábrica, se
dirigió a la fábrica y en las cercanías recibió varias pedradas, ya el conflicto se había escapado de control.
Los obreros se dirigieron a Nogales, al palacio municipal donde pusieron en libertad a los presos y saquearon
la casa de empeño, llegaron al “Centro Comercial” que también saquearon y quemaron, y que se encontraba
frente a la fábrica San Lorenzo.
Los obreros continuaron su avanzada se dirigieron a Santa Rosa seguidos de un gran número de mujeres, el
contingente ascendía a más de mil personas, se dirigieron a la tienda “El Modelo”, que saquearon e
incendiaron, el incendio cubrió toda la manzana,
En las demás fábricas de la región también se quemaron las tiendas de raya, a semejanza de la de Río Blanco;
Santa Rosa, Cocolapan, el Yute de Orizaba. Los incendios, fueron una característica de la jornada, ante la
impotencia de la clase trabajadora y la necesidad que sentían de hacerse justicia por propia mano.
En la curva de Nogales los soldados hicieron sus descargas a la multitud que se dirigía a Orizaba, matando
niños mujeres y hombres, iniciando con esto una terrible persecución que continuó hasta el día 8, inclusive por
los cerros donde la gente trataba de esconderse fueron perseguidos.
Por la madrugada del día 8 de enero el ferrocarril enviado por el gobierno federal con dos compañías del 24°
batallón, Se habían concentrado más de 4,000 soldados, el miedo se dejó sentir entre la gente, que trató de
deshacerse de lo que había obtenido, de los saqueos.
La brutalidad de los soldados enviados por el gobierno federal para acabar con el movimiento era terrible,
cateaban las casas, recogían documentos y periódicos, sacaban a los heridos, se llevaban aún los cadáveres, se
detenía a toda persona que fuera sospechosa la cacería se prologó hasta el amanecer, bajaban las cuerdas de
presos a Orizaba los tranvías hacían sus recorridos cargados de soldados, llegaron de Veracruz, 200 soldados
más dirigidos por los coroneles Joaquín Mass y Felipe Mier y al día siguiente 40 rurales de Tehuacan.
En el ferrocarril urbano enviaba el presidente municipal de Santa Rosa los cadáveres de las víctimas a
Orizaba. Y pasaban por Orizaba ante los ojos atónitos de la población los vagones del ferrocarril con los
cadáveres de los obreros masacrados de las fábricas de Río Blanco, y otras como Santa Rosa que serían
arrojados al mar en el puerto de Veracruz.
En la mañana siguiente frente a las puertas de las tiendas de raya de las fábricas del valle de Orizaba, se
escuchaban las descargas de las ejecuciones “ejemplares” de los dirigentes obreros entre ellos: Manuel Juárez
y Rafael Troncoso en Santa Rosa, Rafael Moreno en Nogales, otros tres obreros frente al “Centro Comercial”,
en Río Blanco otro más, y otros más cuando se encaminaban a la fábrica fueron fusilados de inmediato.
De los 7083 obreros de las fábricas únicamente regresaron a trabajar 5 512, los 1571 restantes, huyeron,
fueron consignados o muertos. Además de la población inerme que también perdió la vida, Todos los líderes
fueron capturados uno por uno, les recogían documentos, periódicos y todo lo que los comprometiera y
sirviera para capturar a otros.
El GCOL desapareció pues servía de mal ejemplo, a los demás trabajadores.
Lectura 6. LA HUELGA DE CA&A&EA23
La mina “Oversigth”, propiedad de “The Cananea Consolidated Copper Co.” Era dirigida por su presidente
William C. Green coronel del ejército norteamericano, quien ejercía control absoluto sobre las dependencias
del mineral.
Los trabajadores eran explotados en forma inhumana, viviendo en condiciones deplorables, con jornadas de
doce horas diarias de seis de la mañana a seis de la tarde o de seis de la tarde a las de la mañana, por tres pesos
de salario.
En reuniones secretas el 28 y 30 de mayo los trabajadores se habían puesto de acuerdo sobre sus demandas
debido a la situación que estaban viviendo: sueldo mínimo de cinco pesos, jornada de ocho horas diarias, trato
humanitario y que el 75% de los trabajadores fueran mexicanos
A las cinco de la mañana del primero de junio de 1906, antes de concluir la jornada, los trabajadores de la mina
suspenden sus actividades y abandonan la mina y estalla la Huelga al grito de “cinco pesos y ocho horas de
trabajo, viva México”, y exigen la norma de a trabajo igual salario igual, debido a que los trabajadores
extranjeros percibían siete pesos. Y los trabajadores mexicanos realizaban los trabajos más pesados.
Por la mañana más de dos mil trabajadores realizan una marcha, recorriendo la zona minera productora de
cobre, e invitando a sus compañeros que aún permanecían trabajando a unírseles para ir a las oficinas de la
empresa a exponer sus demandas, a las diez de la mañana 14 representantes de los trabajadores hicieron saber
sus demandas al apoderado de la empresa y al Presidente Municipal, las peticiones fueron calificadas de
absurdas y rechazadas y los trabajadores amenazados, por lo que decidieron realizar un marcha por la zona
buscando la unidad de la clase trabajadora.
Por la tarde más de tres mil mineros realizaban una nueva marcha y al pasar por la maderería los hermanos
George y William Metcalf altos empleados de las minas, mandan cerrar las puertas para no permitir la salida
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Texto elaborado especialmente para esta Guía por la Profra. María Elena Mercado Juárez, BUAP.
de los trabajadores que eran los únicos que faltaban de unirse a la huelga, con la intención de provocar la
violencia y así tener motivo de acusación a los huelguistas, Al detenerse los huelguistas al frente de la
maderería, los reciben a manguerazos de agua fría, usando mangueras de alta presión que empleaban para
sofocar incendios, los manifestantes se lanzan a la puerta y los hermanos Metcalf con rifles en mano atacan a
los manifestantes, matando a un minero e hiriendo a otros.
Los trabajadores que se encontraban dentro, prenden fuego al lugar donde corrieron los Mecalf a refugiarse y
cunde el incendio de inmediato. George Metcalf, salta por una ventana, es apedreado y muere con su propia
arma, su hermano que siguió atacando a los trabajadores intentó huir pero es capturado y con su propio rifle lo
matan.
Los trabajadores con su compañero muerto y sus heridos se dirigen al Palacio Municipal a pedir justicia, y a
unos cuantos metros son acribillados con balas dun dun cayendo muertos seis trabajadores,
El 2 de junio el coronel Thomas Rynning al frente de 275 rangers (soldados de las fuerzas rurales de Arizona)
llega a Cananea a proteger los intereses de la compañía minera, llamado por el gobernador de Sonora Rafael
Izábal y con la complicidad del gobierno federal, en un tren especial y acompañados del gobernador, después
de haber violado el derecho internacional al invadir México.
Los trabajadores realizan un mitin para denunciar la traición del gobernador, los mineros que tomaron la
palabra, son encarcelados. A partir de ese momento los trabajadores que intentaban realizar algún movimiento
eran atacados por los soldados norteamericanos y la guardia personal de la empresa.
Se organizó la cacería contra el pueblo indefenso, disparando a todo el que se encontraba en el pueblo, y
Rafael Izábal ordenó la detención de los que consideraba responsables de los acontecimientos, el tiroteo duró
toda la noche hasta el amanecer, cuando se fueron los soldados americanos.
Por la mañana llegaron cientos de soldados del ejército mexicano a someter a la población Manuel Diéguez y
José Ma. Ibarra adjudicados como responsables fueron sentenciados a quince años en el Castillo de San Juan
de Ulúa, y muchos más a las cárceles de Sonora.La huelga de Cananea puso de manifiesto el descontento de la
clase trabajadora contra el régimen de la dictadura porfirista, enarbolando por primera vez la demanda de ocho
horas de trabajo como jornada diaria máxima y fueron los verdaderos precursores de la revolución mexicana.
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