1 TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN En Buenos Aires, a los 10 días del mes de febrero de 2012, reunidos los Vocales integrantes de la Sala “F”, Dres. Ricardo Xavier Basaldúa y Pablo A. Garbarino, para resolver en los autos caratulados “HOLGADO ALEJANDRA MARCELA C/ DIRECCION GENERAL DE ADUANAS s/ apelación”, expediente n° 27.069-A. El Dr. Ricardo Xavier Basaldúa dijo: I.- Que a fs. 49/52, Alejandra Marcela HOLGADO, por apoderado, interpone recurso de apelación contra el artículo nº 1 de la resolución-fallo nº 336 del Jefe de la División Aduana de Mendoza, recaída en el expediente SC38-04-161 (Actuación 12451-633-2006), que la condenó, en su carácter de despachante de aduana y en forma solidaria con la firma importadora IMAN S.A., al pago de una multa por infracción al art. 954, ap. 1, incs. a) y c), del C.A., ello por diferencia de valor en la mercadería declarada en los D.I. nº 00038 IC03 001234 G, 00038 IC03 001246 J, 01038 IC03 000030 A y 01038 IC05 000689 W. Se refiere a los antecedentes de la cuestión mencionando que Alejandra Marcela Holgado recibió copia de un proveído por el cual se le corría vista del sumario por el que se le imputaba la comisión de la infracción mencionada y se la intimaba al pago de la multa, por el hecho de que la Sección Fiscalización y Valoración de Importación había denunciado una presunta maniobra de subfacturación de importación en ocasión de la presentación de los despachos de importación previamente detallados, fundando su postura en la existencia de una planilla de recomposición de valor respecto a los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 (aunque por error consigna también el 18) del D.I. nº 01038 IC05 000689 W. En respuesta a este proveído produjo su descargo en el que solicitó que se dejara sin efecto la corrida de vista hasta tanto se indique qué mercadería estaba subvalorada, en qué proporción y en qué antecedente de precio se basó para determinar la existencia de subfacturación; solicitó se dispusiera su sobreseimiento toda vez que de las propias constancias del despacho surgía plenamente acreditado que ella había cumplido con sus deberes al haber declarado los precios de la reexpedición suministrada por el importador y conforme las instrucciones impartidas por éste. A través de un proveído posterior no se le hizo lugar a la impugnación por extemporánea, se declaró la cuestión de puro derecho y se procedió a resolver, dictándose la Resolución-Fallo nº 336/09, por la que se le impone una multa, que aquí se apela. Luego, procede a mencionar los diferentes agravios que le irroga la mencionada Resolución. En primer lugar se refiere a que se la condena al pago de una multa sin haberse probado que se haya realizado la conducta descripta por el art. 954, ap. 1 inc. a) y c), del C.A., esto se funda en el hecho de que el Administrador de la Aduana da por acreditadas las declaraciones inexactas de valor cuando realmente 2 son meros ajustes arbitrarios al valor de transacción. Agrega que es el propio Administrador el que reconoce que la cuestión ventilada en autos es una mera recomposición de valor. Cita jurisprudencia de este Tribunal. Agrega que los ajustes de valor realizados y convalidados por la Resolución que se apela, considerados fundamento de la sanción aplicada, no han sido fundados en ningún antecedente objetivo y comprobable de valor de mercadería alguna, lo que evidencia que los valores asignados a las mercaderías declaradas en los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 (aunque, por error, consigna también el 18) del D.I. nº 01 038 IC05 000689 W fueron arbitrarios, y la recomposición intentada contraria al art. VII del Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 aprobado por la ley nº 24.425. Cita nuevamente jurisprudencia de este Tribunal. Como segundo agravio menciona que no corresponde hacerla responsable de una supuesta infracción del importador achacándole el incumplimiento de un deber que no le ha sido impuesto. Adiciona que son hechos notorios, probados y consentidos por el Administrador que esta parte declaró conforme los datos de precio que surgían de la factura que el importador le suministró y le instruyó que presentara junto al despacho y que hizo que el importador constituyera garantías a las resultas de una eventual y definitiva determinación del valor, dando así cumplimiento a todos los deberes, que como mandataria del importador y auxiliar del servicio aduanero le imponían las Resoluciones Generales nº 743/99 y 857/00. Solicita se le conceda el beneficio de litigar sin gastos. Ofrece prueba, hace reserva del Caso Federal y solicita se revoque la resolución apelada, con costas. II.- Que a fs. 63/72 se presenta la representación fiscal y contesta el traslado del recurso conferido solicitando su rechazo, con costas. Hace una breve reseña de los hechos. Formula una negativa genérica de los argumentos de hecho y de derecho esgrimidos por la actora en su escrito de demanda. Menciona que la recurrente se agravia del fallo venido en apelación por cuanto considera que la condena se basó en una presunción de que el precio era vil o irrisorio y que la Aduana nunca acreditó tal extremo. Se agravia, también, del fallo aduanero por entender que no se acreditó el efectivo pago de un precio anormalmente disminuido. Cita jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Agrega que el sistema aduanero descansa sobre la base de la veracidad y exactitud de las declaraciones efectuadas acerca de la naturaleza, calidad y propiedades de las mercaderías que constituyen los objetos de las destinaciones u operaciones que se realizan en las aduanas, como también de todos los demás datos relevantes que puedan ser requeridos en la destinación u operación de que se trate. Por ende, es imprescindible que los despachantes, importadores, transportistas, agentes de transporte, entre otros, suministren 3 precisa y concretamente todos los elementos de juicio e informaciones necesarias que permitan al servicio aduanero ejercer sus facultades de control y determinar los tributos aplicables en caso que corresponda, siempre teniendo en cuenta la normativa vigente al efectuar la declaración. Es por esto que las declaraciones aduaneras que ellos realicen comprometen su responsabilidad, ya que las inexactitudes en que incurran en ellas son punibles si, como efecto de ellas y en caso de pasar inadvertidas, se produjere o hubiere podido producir un perjuicio fiscal, una transgresión a una prohibición a la importación o a la exportación o el ingreso o egreso desde o hacia el exterior de un importe pagado o por pagar, distinto del que efectivamente correspondiere. Transcribe parte del art. 954. ap. 1. Agrega que al haberse efectuado ante el servicio aduanero una declaración que difiere de lo comprobado, toda vez que se constató la existencia de valores de transacción anormalmente disminuidos frente a la realidad, produciéndose un perjuicio fiscal, se encuentra tipificada la infracción prevista y penada por el 954 inc. a) del C.A. Cita nuevamente jurisprudencia de la Cámara y de la Corte. Hace referencia a la valoración en aduana de las mercaderías y menciona que en el caso en cuestión el rechazo de valor de transacción contemplado en el criterio principal no se debió a la existencia de alguno de los impedimentos que menciona el art. 1º del Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VII del G.A.T.T., como así tampoco de los elementos del art. 8º, sino que se funda exclusivamente en que aquél resulta inferior a los precios corrientes de mercado para productos similares, en función de antecedentes, rechazando en consecuencia el precio que surge de las facturas comerciales. No obstante no darse ninguna de las circunstancias para desestimar el valor de transacción, tampoco debería aceptarse este cuando sea ostensible y considerablemente inferior a los precios o valores corrientes, estimándose a dicho precio como “vil, absurdo, irrisorio” amparándose para desestimarlo en la norma ampliatoria del Código de Valor del G.A.T.T., en donde se faculta a la Aduana a no aceptar dichos precios cuando existan razones fundadas que lleven a sospechar de la veracidad de los precios facturados y declarados y permite a la Aduana desestimarlos como base de valoración si su autenticidad no puede ser satisfactoriamente probada por el importador. Añade que la declaración inexacta ha quedado tipificada en tanto la diferencia de valor y, por ende, se abonaron menos tributos y un egreso menor de lo que correspondía. Adiciona a sus dichos que tampoco le asiste razón a la actora en su planteo, toda vez que ella no fue sancionada en función de una presunción legal sino por el contrario, el fallo aduanero posee sólidas y sobradas pruebas que le sirven de sustento. Relata que al despachante de aduana interviniente no le asiste derecho a argumentar que su declaración estaba comprometida conforme la documentación complementaria que le facilitó el 4 importador y que, por tal motivo, no ha incurrido en infracción alguna, toda vez que el mismo no actúa solamente como mandatario del exportador, sino que también es un profesional que se desempeña como auxiliar del servicio aduanero en el tráfico de importación y exportación de mercadería, motivo por el cual debió advertir que los precios no respondían al verdadero valor de transacción, considerando la naturaleza de la mercadería importada y la notable diferencia de valor observada. Cita jurisprudencia. Ofrece como prueba las actuaciones administrativas que por el mismo acto acompaña y solicita se confirme el fallo aduanero, con costas. III.- Que de la compulsa de las actuaciones administrativas SC38-04-161, surge que a fs. 1/2 la División Investigación, Control y Procedimientos Externos de Mendoza observó el valor de la mercadería documentada en los D.I. nº 0038 IC03 001234 G, 00038 IC03 001246 J, 01038 IC03 000030 A y 01038 IC05 000689 W (sobres contenedores anexos a las actuaciones administrativas), efectuando denuncia por presunta comisión de la infracción prevista en el art. 954, ap. 1, inc. c), del C.A. A fs. 4/6 obran las planillas de ajuste de valor preexistentes de la mercadería correspondiente a los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 del D.I. 01038 IC05 000689 W. A fs. 7/9 obran los comprobantes de pago de las liquidaciones manuales. A fs. 10 obra el Acta nº 002/2001. A fs. 13/14 se instruye sumario contra el importador y la despachante de aduana intervinientes, y, a fs. 15, se corre vista de todo lo actuado, resultando notificada la desapachante de aduana el 03/09/2008. A fs. 24/26 la despachante de aduana contesta la vista conferida. A fs. 29/30 obran prints de pantalla de consulta de empresas activas. A fs. 31 se declara la cuestión de puro derecho. A fs. 37, se decreta la rebeldía de la firma importadora. A fs. 39/41 obra el dictamen 159/09 y a fs.42/45 se dicta la Resolución Fallo nº 336/09, que aquí se apela. IV.- Que, a fs. 76 se elevan los autos a esta Sala "F" y pasan a sentencia. V.- Que corresponde a este Tribunal resolver si se ajusta o no a derecho la resolución apelada en autos, en cuanto condena a la aquí actora – en su carácter de despachante de aduana – al pago de una multa por presunta comisión de la infracción prevista en el art. 954, ap. 1, incs. a) y c), del C.A., respecto de la operación documentada mediante las destinaciones nº 0038 IC03 001234 G, 00038 IC03 001246 J, 01038 IC03 000030 A y 01038 IC05 000689 W. Que la referida norma que en su apartado 1 textualmente reza: “1. El que, para cumplir cualquiera de las operaciones o destinaciones de importación o de exportación, efectuare ante el servicio aduanero una declaración que difiera con lo que resultare de la comprobación y que, en caso de pasar 5 inadvertida, produjere o hubiere podido producir: a) un perjuicio fiscal, será sancionado con una multa de UNO (1) a CINCO (5) veces el importe de dicho perjuicio; (...) c) el ingreso o el egreso desde o hacia el exterior de un importe pagado o por pagar distinto del que efectivamente correspondiere, será sancionado con una multa de UNO (1) a CINCO (5) veces el importe de la diferencia”. Que para determinar la responsabilidad infraccional de la actora, corresponde en primer lugar dilucidar la procedencia o improcedencia del ajuste de valor efectuado por la aduana, por cuanto de ella derivará si ha existido la declaración inexacta imputada, el eventual perjuicio fiscal y la diferencia de valor, previstos en los incs. a) y c), ap. 1, del art. 954 del C.A. Que, mediante el D.I. nº 0038 IC03 001234 G, oficializado el 19/12/2000, se documentó la importación a consumo de mercadería originaria de China, con procedencia de Chile, con excepción de los ítem nº 11 y 12 cuyo país de origen es Indonesia, mediante el D.I. nº 00038 IC03 001246 J, oficializado el 21/12/2000; el D.I. nº 01038 IC03 000030 A, oficializado el 09/01/2001 y el D.I. nº 01038 IC05 000689 W, oficializado el 09/02/2001, se documentó la importación a consumo de mercadería originaria de China, con procedencia de Chile. Las tres primeras destinaciones y los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 de la última de ellas, fueron objeto de ajuste de valor al estimarse que los precios documentados no concordaban con los usuales del mercado, apareciendo como anormalmente disminuidos, con sustento en los antecedentes de mercadería idéntica o similar comparable importada, habiéndose tomado como antecedente las planillas obrantes a fs. 4/6 de las actuaciones administrativas, que sólo se refieren a los ítems 2, 8, 14, 15 y 16 del D.I. nº 01038 IC05 000689 W. Que la valoración en aduana de mercaderías importadas debe realizarse de conformidad con lo dispuesto por el Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio de 1994, del que nuestro país es parte, conforme lo establece la ley 24.425 (B.O. 05/01/95), que establece que el valor de transacción es la primera base para la determinación del valor en aduana, ello es, el precio realmente pagado o por pagar por las mercancías cuando éstas se venden para su exportación al país de importación (arts. 1, 8 y 15 del Acuerdo y sus notas interpretativas). Que el sistema de valoración allí aprobado se basa en un criterio principal, contenido en el art. 1 y cuatro criterios secundarios, que deben aplicarse, en principio, sucesivamente en el mismo orden en que se los enumera (con la salvedad de la posibilidad de invertir el orden de aplicación prevista con relación a los arts. 5 y 6). 6 Que, en consecuencia, el “valor en aduana de las mercaderías importadas”, tal como se define en el art. 1, será el “valor de transacción” y constituye la primera base para la determinación del valor en aduana, considerado en conjunción con lo previsto en el artículo 8 – ajustes del precio pagado o por pagar – y recién cuando no pueda determinarse dicho valor en virtud del método previsto en el art. 1 se podrá recurrir a las otras bases de valoración previstas en forma sucesiva y excluyente en los artículos siguientes. Que, en el caso que nos ocupa, la División Investigación, Control y Procedimiento de la Aduana de Mendoza, en consideración con el análisis practicado sobre el valor documentado en los depachos referidos, entendió que existían motivos para dudar de su exactitud y/o veracidad en los términos previstos en el art. 17 del Acuerdo del GATT y rechazó el valor de transacción como primer método de valoración de la mercadería en trato y propuso los valores ajustados que da cuenta fs. 2 de las actuaciones administrativas. Que el rechazo del valor de transacción contemplado en el criterio principal no se debió a la concurrencia de alguna de las circunstancias previstas en el art. 1, párrafo primero del Acuerdo, ni a que de la investigación de valor surgiera la existencia de alguno de los elementos enunciados en el art. 8 de la norma, susceptibles de producir un ajuste del precio realmente pagado o por pagar, sino que se ha fundado exclusivamente en que aquél resulta inferior respecto del valor de transacción de mercancías idénticas o similares vendidas para la exportación al mismo país de importación y exportadas en el mismo momento que las mercancías objeto de valoración, o en un momento aproximado, arts. 2 y 3, párrafo 1 a), del Acuerdo citado. Que el Comité Técnico, a través de la opinión consultiva 2.1, sostiene el criterio de que “el mero hecho de que un precio sea inferior a los precios corrientes de mercado de productos idénticos, no es razón suficiente para rechazarlo, a efectos del artículo 1, sin perjuicio, desde luego, de lo dispuesto en el artículo 17 del Acuerdo”, norma esta última que expresamente dispone: “Ninguna de las disposiciones del presente Acuerdo podrá interpretarse en un sentido que restrinja o ponga en duda el derecho de las Administraciones de Aduanas de comprobar la veracidad o la exactitud de toda información, documento o declaración presentadas a efectos de la valoración en aduana”. Que se deduce de lo expuesto que las normas del Acuerdo determinan, en consecuencia, que si la diferencia de precio se debe a que se ha incumplido alguna de las condiciones del artículo 1, no será aplicable el método del valor de transacción y si el motivo de la diferencia reside en que no se ha incluido en el precio pagado o por pagar alguno de los elementos que enumera el 7 art. 8, la Aduana deberá efectuar un ajuste para tener en cuenta la diferencia de precio. Si la diferencia se debe a cualquier otro motivo distinto de aquellos, el precio, en principio, será aceptable como valor de transacción, aunque sea inferior a los precios corrientes de mercado para artículos idénticos. Para poder rechazarse el precio por “otros motivos” – ésta sí es la situación bajo examen –, es necesario que la Aduana determine la falta de veracidad o exactitud de las informaciones, documentos o declaraciones que se hayan presentado y recién en este supuesto se legitima la utilización de un método distinto al del art. 1 del Acuerdo. Que, en ese orden de ideas, la resolución 986/97 (B.O. 02/04/97), vigente a la fecha que nos ocupa, aunque derogada en la actualidad, regulaba en su Anexo V lo atinente a la “Determinación de la base de valoración en el caso de existir motivos para dudar de la veracidad o exactitud del valor declarado”, es decir, el procedimiento a seguir, a los fines del control de la valoración, en el marco de lo previsto en el Artículo 17 del Acuerdo. En tal sentido, se prevía, entre otras medidas, el pedido al importador de explicación complementaria que haga a la probanza de la veracidad de los valores declarados y colaboración en el suministro de catálogos, folletos, listas de precios, literatura técnico-comercial, etc. Que, en el caso de autos, el servicio aduanero no siguió estrictamente el procedimiento establecido en la resolución citada, ya que no hay constancias de que se haya efectuado la citación reglada a la firma importadora. Sin embargo, ello no impidió a dicha parte ejercer su debido derecho de defensa, por cuanto, debe entenderse, principio de informalismo mediante, y en atención al procedimiento reglado para las infracciones que se llevó a cabo en sede aduanera, que ese procedimiento suplió a aquel específico de valoración. Que en efecto, en oportunidad de la corrida de vista de la instrucción de sumario, el servicio aduanero citó a la importadora y a la despachante de aduana, aquí actora, para que aportaran las pruebas y dieran las debidas explicaciones de la veracidad de los valores declarados. La despachante de aduana se presentó a fs. 24/26 y afirmó haber cumplido con las instrucciones dadas por su mandante y haberse ajustado a la documentación comercial que éste le aportara. En cuanto a la firma importadora, atento su incomparecencia – no obstante haber sido debidamente notificada (conforme consta a fs. 34 del expediente aduanero) – fue declarada rebelde a fs. 37 del mismo. De lo expuesto resulta que ninguna de las partes involucradas en el sumario dio explicación alguna acerca de los precios documentados, ni aportó documentación que los acreditara, de lo que se sigue, que la resolución dictada por el juez aduanero en dicho procedimiento, y aquí apelada, es la confirmación de la desestimación 8 aduanera de los valores documentados que resultó como consecuencia de un procedimiento en el cual los interesados tuvieron la posibilidad de aportar los elementos de juicio y/o explicaciones complementarias que permitieran arribar a un valor que reflejara el precio real, es decir justificar el valor de transacción documentado, antes que la Aduana adoptara la decisión de rechazar el valor declarado. Que, puede concluirse que la actora no sólo tuvo conocimiento de los fundamentos que habían propiciado el ajuste o recomposición de valor, sino además la oportunidad de rebatirlos, al contestar la vista corrida en los términos del art. 1101 del C.A., defensa que no ejerció en sede aduanera, ya que la misma versó sobre su alegada falta de responsabilidad por cumplimiento de los deberes a su cargo. VI.- Que, aclarado lo anterior, corresponde determinar si los antecedentes considerados por la aduana resultan suficientes, a la luz del procedimiento de valoración previsto en el Acuerdo del GATT, para desestimar el valor declarado. Que la imposibilidad de desestimar directamente el precio de transacción sobre la base de antecedentes no implica que deba aceptarse sin más, como base de valoración al precio facturado y/o declarado valor de transacción cuando éste sea considerablemente inferior a precios o a valores de “antecedentes”, o a los precios corrientes o bien a la cotización internacional de la mercadería, pues, en suma, ese precio inferior es el que inicial y razonablemente podría estimarse como vil, absurdo, irrisorio, poco creíble o – al menos – como sospechoso en su veracidad, y por ello en principio abiertamente contradictorio o incompatible con los principios y disposiciones generales del Acuerdo, que podrían sintetizarse en la finalidad de un sistema “equitativo” de valoración con exclusión de valores arbitrarios o ficticios, es decir, alejados de la realidad del mercado de libre competencia salvo, en tal supuesto, que el importador pudiera justificar debida y adecuadamente las razones de mercado o de otra índole valedera que hubieran podido lícita y razonablemente motivar el apartamiento (del precio pactado) de aquellos precios corrientes o de antecedentes; de forma tal que si tal justificación no se diera y/o igualmente subsistieran “dudas razonables sobre la veracidad o exactitud” del precio facturado, podrá desestimarse el valor declarado con arreglo al art. 1 del Acuerdo (conforme lo resuelto en la Sala “G” de este Tribunal, in re: “GABENARA, ALBERTO CESAR”, expte. N° 7.756-A, sentencia de fecha 24/06/97; Sala “F” in re: “KREVISKY IMPORT S.R.L., expte. Nº 10.318-A, sentencia de fecha 18/05/01, entre otros). Que, como se señalara, el servicio aduanero desestimó los valores declarados en los D.I. nº 0038 IC03 001234 G, 00038 IC03 001246 J, 9 01038 IC03 000030 A y en los ítem 2, 8, 14, 15 y 16 del D.I. 01038 IC05 000689 W, según surge de fs. 2 de las actuaciones administrativas, tomando como antecedentes las operaciones cuyas impresiones de pantalla obran agregadas a fs. 4/9 de las mencionadas actuaciones. Ahora bien, los antecedentes solamente se refieren al D.I.01038 IC05 000689 W, sin hacerse mención a los restantes. X.- Que resultando entonces improcedente el ajuste de valor efectuado por el servicio aduanero, y no habiéndose configurado la infracción prevista en el art. 954, ap. 1, incs. a) y c), del C.A., no corresponde analizar la responsabilidad de la aquí actora. Que por todo lo expuesto VOTO por: 1.- Revocar la Resolución Fallo nº 336/09, en cuanto ha sido materia de agravio, dictada en el expediente SC38-04-161 (luego expte. Nº 12451-633-2006). 2.- Costas a la demandada. 3.- Regular los honorarios del Dr. Fernando Daniel Seleme, por su actuación en esta instancia en el doble carácter de letrado apoderado y patrocinante de la parte actora, en la suma de UN MIL CUATROCIENTOS SESENTA PESOS ($ 1.460) y los del Dr. Carlos Agustín Parma por su actuación en esta instancia en el carácter de letrado patrocinante de la parte actora, en la suma de OCHOCIENTOS DIEZ PESOS ($ 810), importe al que deberá adicionarse la correspondiente al I.V.A. en caso de que los mencionados profesionales revistan la condición de responsables inscriptos ante el impuesto. El Dr. Garbarino dijo: Que adhiere al voto precedente. Que, en virtud del acuerdo que antecede, SE RESUELVE: 1.- Revocar la Resolución Fallo nº 336/09, en cuanto ha sido materia de agravio, dictada en el expediente SC38-04-161 (luego expte. Nº 12451-633-2006). 2.- Costas a la demandada. 3.- Regular los honorarios del Dr. Fernando Daniel Seleme, por su actuación en esta instancia en el doble carácter de letrado apoderado y patrocinante de la parte actora, en la suma de UN MIL CUATROCIENTOS SESENTA PESOS ($ 1.460) y los del Dr. Carlos Agustín Parma por su actuación en esta instancia en el carácter de letrado patrocinante de la parte actora, en la suma de OCHOCIENTOS DIEZ PESOS ($ 810), importe al que deberá adicionarse la correspondiente al I.V.A. en caso de que los mencionados profesionales revistan la condición de responsables inscriptos ante el impuesto. 10 Suscriben la presente los Dres. Ricardo Xavier Basaldúa y Pablo A. Garbarino, por encontrarse en uso de licencia el Dr. Christian M. González Palazzo (art. 59, pfo. 3°- AA-840/93 y art. 1162 del C.A.). Regístrese y notifíquese. Firme que quede la presente, por Secretaria General de Asuntos Aduaneros, devuélvanse las actuaciones administrativas y, oportunamente, archívese.