EL PROCESO LABORAL EN ESPAÑA. (Y algunas cuestiones de

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EL PROCESO LABORAL
EN ESPAÑA.
(Y algunas cuestiones de
actualidad sobre los derechos
sustantivos tutelados).
Profesor Francisco Antonio Bellón Molina.
Doctor en Derecho.
Secretario Judicial.
Profesor Asociado Universidad de Castilla-La
Mancha.
Varsovia, 11, 12 y 13 de junio de 2009.
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ÍNDICE.
I.- CONSIDERACIONES PREVIAS.
II.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PROCESO LABORAL.
III.- EL PROCESO LABORAL Y LA LEY DE ENJUICIAMIENTO
CIVIL.
1.- IMPORTANCIA DE LA LEY DE ENJUICIAMIENTO CIVIL.
2.- LA LEC COMO LEY PROCESAL COMÚN. SIGNIFICADO.
3.- SUPLETORIEDAD DE LA NLEC EN EL PROCESO LABORAL.
3.1.- Diferencia entre remisión y supletoriedad.
3. 2.- Reglas básicas para la aplicación supletoria de la NLEC.
4.- NECESIDAD DE UNA NUEVA LPL.
IV.- LA JURISDICCIÓN SOCIAL.
1.- ÓRGANOS JURISDICCIONALES DEL ORDEN SOCIAL.
2.- EXTENSIÓN Y LÍMITES DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL.
3.- COMPETENCIA.
V.- LAS PARTES EN EL PROCESO LABORAL.
1.- CAPACIDAD PARA SER PARTE.
2.- CAPACIDAD PROCESAL.
3.- SUPUESTOS DE PLURALIDAD DE PARTES.
4.- SUCESIÓN PROCESAL.
5.- PODER DE DISPOSICIÓN DE LAS PARTES SOBRE EL PROCESO Y
SOBRE SUS PRETENSIONES.
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6.- REPRESENTACIÓN PROCESAL.
7.- DEFENSA TÉCNICA.
8.- BUENA FE PROCESAL. MULTAS POR SU INCUMPLIMIENTO.
9.- BENEFICIO DE JUSTICIA GRATUITA.
VI.- ACTOS PROCESALES.
1.- ACTUACIONES PROCESALES.
2.- ACTOS DE COMUNICACIÓN JUDICIAL.
3.- AUXILIO JUDICIAL.
4.- SUSTANCIACIÓN, VISTA Y DECISIÓN DE LOS ASUNTOS.
5.- RECONSTRUCCIÓN DE AUTOS.
VII.- RESOLUCIONES JUDICIALES.
1.- RESOLUCIONES JURISDICCIONALES Y GUBERNATIVAS.
2.- DILIGENCIAS DE ORDENACIÓN.
3.- PROPUESTAS DE RESOLUCIÓN.
4.- CLASES DE RESOLUCIONES JUDICIALES.
5.- FORMA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES.
I.- La reforma de la Oficina Judicial en España. Su estado en la
actualidad.
Documentos A.
6.- PLAZO PARA DICTAR LAS RESOLUCIONES JUDICIALES.
7.- EL NUEVO “RECURSO DE OMISIÓN DE PRONUNCIAMIENTO”.
VIII.- VÍAS PREVIAS EN EL PROCESO LABORAL.
1.- CONSIDERACIONES PREVIAS.
2.- CONCILIACIÓN PREVIA.
3
3.- RECLAMACIÓN PREVIA.
IX. SISTEMAS
CONFLICTOS.
EXTRAJUDICIALES
DE
SOLUCIÓN
DE
1.- DELIMITACIÓN DEL TEMA.
2.- MARCO LEGAL PARA EL ESTABLECIMIENTO CONVENCIONAL DE LOS
PROCEDIMIENTOS DE SOLUCIÓN EXTRAJUDICIAL DE CONFLICTOS
INDIVIDUALES.
3-. NOTAS, GARANTÍAS, CIRCUNSTANCIAS Y CUESTIONES A TENER EN
CUENTA A LA HORA DE ASUMIR LOS CONFLICTOS INDIVIDUALES.
X. EL PROCESO DECLARATIVO
PROCESOS ESPECIALES.
ORDINARIO
Y
LOS
1.- PROCESO ORDINARIO.
2.- PROCESOS ESPECIALES.
II.- Reformas laborales y abaratamiento del despido.
Documentos B.
III.- Permisos por maternidad y paternidad. Propuestas actuales
para lograr la igualdad.
Documentos C.
IV.- Reformas en materia de Seguridad Social. Su estado en la
situación de crisis económica actual.
Documentos D.
XI.- MEDIDAS CAUTELARES.
XII.- DEMANDA Y FASE INTERMEDIA.
1.- REQUISITOS DE LA DEMANDA.
2.- ADMISIÓN O INADMISIÓN DE LA DEMANDA.
3.- EFECTOS PROCESALES DE LA DEMANADA.
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4.- FASE INTERMEDIA.
XIII.- EL ACTO DEL JUICIO.
1.- SUSPENSIÓN E INCOMPARECENCIA DE LAS PARTES.
2.- CONCILIACIÓN.
3.- DESARROLLO DEL ACTO DEL JUICIO. EL ALLANAMIENTO.
4.- CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.
XIV.- LA PRUEBA.
1.- OBJETO DE LA ACTIVIDAD PROBATORIA.
1.1.- Hechos conformes.
1.2.- Hechos notorios.
1.3.- Derecho.
2.- CARGA DE LA PRUEBA.
2.1.- LEC: regla general y reglas específicas.
2.2.- Hechos negativos.
2.3.- Proceso laboral.
2.4.- Criterio de la proximidad o de la facilidad probatoria.
2.5.- Falta de colaboración probatoria.
2.6.- Presunciones.
3.- MEDIOS DE PRUEBA.
3.1.- Interrogatorio oral.
3.2.- Documental.
3.3.- Pericial.
3.4.- Reconocimiento judicial.
3.5.- Testifical.
5
3.6.- Medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los
instrumentos que permitan archivar y conocer o reproducir palabras, datos,
cifras y operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra
clase.
V.- Nuevas Tecnologías e ilicitud de la prueba obtenida
vulnerando el derecho del trabajador a su intimidad personal.
Documentos E.
XV.- DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER Y SENTENCIA.
1.- DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER.
2.- LA SENTENCIA.
3.- ACLARACIÓN Y RECTIFICACIÓN DE RESOLUCIONES JUDICIALES.
SUBSANACIÓN Y COMPLEMENTO DE SENTENCIAS Y AUTOS
DEFECTUOSOS O INCOMPLETOS.
XVI.- RECURSOS EN EL PROCESO LABORAL.
1.- DERECHO A RECURRIR.
2.- DESISTIMIENTO DE LOS RECURSOS.
3.- RECURSOS DE REPOSICIÓN Y SÚPLICA.
4.- RECURSO DE QUEJA.
5.- RECURSO DE SUPLICACIÓN.
6.- RECURSO DE CASACIÓN PARA LA UNIFICACIÓN DE DOCTRINA.
7.- AUDIENCIA AL DEMANDADO REBELDE.
8.- RECURSO DE REVISIÓN.
9.- NULIDAD DE ACTUACIONES.
XVII.- EJECUCIÓN PROVISIONAL.
XVIII.- EJECUCIÓN DEFINITIVA.
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1.- EL TÍTULO EJECUTIVO Y LA ACCIÓN EJECUTIVA.
2.- SUJETOS.
3.- SOLICITUD DE EJECUCIÓN. PLAZO DE ESPERA.
4.- OPOSICIÓN A LA EJECUCIÓN.
5.- SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN.
6.- EJECUCIÓN NO DINERARIA.
XIX.- EJECUCIÓN DINERARIA.
1.- AVERIGUACIÓN DE BIENES.
2.- EL EMBARGO.
3.- GARANTÍA DEL EMBARGO.
4.- REALIZACIÓN FORZOSA DE LOS BIENES EMBARGADOS.
5.- PAGO O DECLARACIÓN DE INSOLVENCIA.
6.- TASACIÓN DE COSTAS DE LA EJECUCIÓN.
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I.- CONSIDERACIONES PREVIAS.
- Proceso y procedimiento.
- Ley de Procedimiento Laboral.
- Delimitación del tema.
II.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PROCESO
LABORAL.
Para entender mejor el contenido de la acción formativa
debemos referirnos a la evolución histórica del proceso laboral,
aunque sea brevemente.
La Ley de 30-1-1900, de Prevención de los accidentes de
trabajo e indemnización a las víctimas de ellos, consagra el principio
de responsabilidad objetiva: el empresario responderá no porque se
le repute culpable del daño ocasionado, sino porque ha sido el
causante originario del “riesgo” producido por la máquina; y en
segundo lugar porque es el beneficiario económico de la
organización productiva, cuya rentabilidad aumenta. En el
Preámbulo del Proyecto de ley presentado a las Cortes en 30 de
Noviembre de 1899, se puede leer:
“Inútil será encarecer la importancia del proyecto de ley que el
Gobierno somete al estudio y resolución de los Cuerpos
Colegisladores. Después del descanso semanal, que restaura las
fuerzas del obrero consumidas, en seis días de labor incesante, y
de la protección que la menor edad y la debilidad del sexo han
exigido del legislador en todos los países cultos, ningún aspecto de
más vital interés ofrece la situación del obrero en la industria
moderna que el que se relaciona con los accidentes a que
constantemente se halla expuesto al utilizar los poderosos
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auxiliares que presta a la producción el no interrumpido adelanto de
la Mecánica, la Física y la Química.
No era posible cerrar los ojos al espectáculo frecuente de
seres humanos heridos, mutilados ó deshechos por la fuerza
incontrastable de las máquinas ó el poder expansivo y deletéreo de
sustancias aún más potentes y peligrosas, sin la esperanza siquiera
de que serían curadas sus lesiones, asegurada su incapacidad
contra el hambre, y amparada, durante su triste y forzada ociosidad
ó después de extinguida su vida, contra la indigencia la existencia
de sus familias. Así es que en la legislación de casi todos los países
cultos ha encontrado lugar muy
importante la destinada a
garantizar al operario y a su familia de las consecuencias
producidas por los inevitables accidentes industriales que todas las
disposiciones sobre las higiene y seguridad de los trabajadores no
podrán impedir por completo. España, que es en materia de
legislación social una triste excepción, no ha llegado aún a
conseguir lo que ya disfrutan tantas Naciones, y preciso será que
atendamos cuanto antes a esta necesidad tan hondamente sentida
en nuestras clases obreras”.
(Antes, art. 1902 CC, que exige culpa o negligencia, y proceso civil
lento y costoso). El empresario podía asegurar el riesgo, pero dicho
aseguramiento no será obligatorio hasta la Ley de 1932 (con
anterioridad, desprotección en caso de insolvencia).
En cualquier caso, lo importante es que de esta forma
surge un nuevo tipo de pleitos, y la Ley de 30-1-1900 se ve
obligada a establecer un cauce procesal para su conocimiento.
Y lo hace de la siguiente forma:
“Art. 14. Mientras se dictan las disposiciones relativas a los
Tribunales o jurados especiales que han de resolver los conflictos
que surjan en la aplicación de esta ley, entenderán en ellos los
Jueces de primera instancia, con arreglo a los procedimientos
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establecidos para los juicios verbales y con los recursos que
determina la Ley de Enjuiciamiento civil”.
Se elige el proceso declarativo más sencillo (el juicio verbal: 36
artículos)
A partir de la Ley de 30-1-1900, la evolución legislativa
posterior podía seguir uno de los dos modelos posibles:
a) continuar en el interior de la LEC, añadiendo especialidades
(camino seguido en Italia, con el Codice di procedura civile –CPC-);
b) en el exterior de la LEC, en un cuerpo legal separado y
autónomo
(camino
seguido
en
Alemania,
con
el
Arbeitsgerichtsgesetz). Como sabemos el legislador español
escogió el segundo camino.
La Ley de 19-5-1908 crea los Tribunales Industriales, en su
apartado IV (arts. 17 a 34) regula el “Procedimiento contencioso”; y
en el art. 34 establece: “En todo lo no previsto en esta ley se estará
a lo que dispone la de Enjuiciamiento civil”.
La situación es la misma, a los efectos que nos interesan, en la
Nueva Ley de Tribunales Industriales de 22-7-1908, que deroga la
de 19 de mayo. Apartado V (arts. 18 a 60), “Procedimiento
contencioso”. “Art. 60. En todo lo no previsto en esta ley, se estará a
lo que dispone la de Enjuiciamiento civil”.
El Código de Trabajo de 23-8-1926 regula en los arts. 450 y
siguientes el “Procedimiento contencioso”, disponiendo en su art.
498 “En todo lo no previsto en este Libro –se refiere al Libro IV “De
los Tribunales industriales”- se estará a lo que dispone la Ley de
Enjuiciamiento Civil”.
Tras diversas normas importantes en la materia:
D.L. de Organización Corporativa Nacional, de 26-11-1926,
crea los Comités paritarios, con funciones normativas delegadas,
conciliación de conflictos y también jurisdiccionales. Subsisten los
Tribunales industriales, aunque con competencia reducida casi
exclusivamente a los accidentes de trabajo.
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Ley de Jurados Mixtos de 27-11-1931. Los Jurados sustituyen
a los Comités paritarios, que desaparecen. Los Tribunales
industriales siguen subsistiendo.
Decreto de 11-3-1919, sobre retiro obrero, que atribuye el
conocimiento de los conflictos derivados de éste y otros seguros
sociales a “comisiones revisoras paritarias”, con recurso de alzada
ante la “Comisión paritaria superior” que funcionaba en el INP.
Decreto de 13-5-1938, que suprime los Jurados Mixtos y los
Tribunales Industriales, estableciendo que “la competencia atribuida
a unos y otros se confiere a los Magistrados de Trabajo que por
este Decreto se crean”.
La Ley de 24-4-1958 (art. 13) ordenó que se llevase a cabo la
refundición ordenada de las distintas disposiciones vigentes que
regulaban el Procedimiento Laboral; lo que se cumplió con el Texto
refundido del procedimiento laboral aprobado por Decreto de 4-71958. En su D.F. 1ª se establece: “En todo lo no previsto en esta
disposición legal y demás preceptos de legislación social se estará
a lo que dispone la Ley de Enjuiciamiento Civil”.
Dicha norma se mantiene con la misma redacción y ubicación
en el Texto refundido de Procedimiento Laboral aprobado por
Decreto de 17-1-1963; en el Texto articulado de Procedimiento
Laboral aprobado por Decreto de 21-4-1966 (Ley 193/1963, de 28
de diciembre, sobre Bases de la Seguridad Social); en el Texto
articulado de Procedimiento Laboral aprobado por Decreto de 17-81973; y en el Texto Refundido de la Ley de Procedimiento Laboral,
aprobado por Decreto Legislativo de 13-6-1980.
El Texto Articulado de la LPL, aprobado por Decreto 521/1990,
de 27 de abril, dispone en su Disposición Adicional 1ª, 1, que “En lo
no previsto en esta Ley regirá como supletoria la de Enjuiciamiento
Civil”. Idéntico es el texto y la ubicación de la norma en el vigente
Texto Refundido de la LPL aprobado por Decreto 2/1995, de 7 de
abril.
III.- EL PROCESO LABORAL Y LA LEY DE
ENJUICIAMIENTO CIVIL.
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1.IMPORTANCIA
DE
ENJUICIAMIENTO CIVIL.
LA
LEY
DE
Con la promulgación de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de
Enjuiciamiento Civil (en adelante NLEC), “se ha producido en el
último año del siglo XX el acontecimiento jurídico más importante de
este Siglo en España. Advertido que las Constituciones son
acontecimientos políticos, aunque sus consecuencias jurídicas sean
indudables, creemos que no se ha producido nada parangonable en
el mundo jurídico a la promulgación de la Ley 1/2000.
Naturalmente las consecuencias prácticas más importantes
han de producirse en el proceso civil que podemos llamar ordinario,
pero no puede desconocerse que el proceso laboral es un proceso
civil especial, por lo que también a éste ha de afectar la
promulgación de la nueva LEC”. (Montero Aroca, Juan. “Influencia
de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000 en la prueba del proceso
laboral”. En “Influencia de la Ley de Enjuiciamiento Civil en el orden
contencioso-administrativo y en el orden social”. Manuales de
Formación Continuada, nº. 7. CGPJ).
“En cualquier caso, la promulgación de la nueva LEC es un
acontecimiento importante ... para el jurista en general, sobre todo
los profesionales de lo civil ... para los laboralistas, debido a que el
proceso laboral ha sido y sigue siendo tributario del proceso civil: el
proceso social es, en rigor, una simplificación del proceso civil;
aunque haya ingredientes especiales de actitud y mentalidad
...”.(Ríos Salmerón, Bartolomé. “La incidencia de la nueva Ley de
Enjuiciamiento Civil en la ejecución laboral”. Revista de Derecho
Social, nº. 10).
La segunda gran crisis de la ley, y probablemente la más
grave, es la reflejada en una inflación desmedida de las leyes como
consecuencia de su multiplicación incontenible, acompañada de un
desarrollo desbocado de normas reglamentarias que complementan
o ejecutan las leyes. (García de Enterría, Eduardo. “Justicia y
seguridad jurídica en un mundo de leyes desbocadas”. Edit.
Civitas).
“Ametralladora que dispara leyes sin cesar. Esto conduce a
que el individuo no pueda proyectar su vida, y como eso es
precisamente la función más sustantiva del individuo, la legislación
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incontinente le desencaja de sí mismo, le impide ser”. (Carl
Schmitt). (1946, “legislación motorizada”).
2.- LA LEC COMO LEY PROCESAL COMÚN.
SIGNIFICADO.
Disposición adicional primera LPL. 1. “En lo no previsto en esta
Ley regirá como supletoria la de Enjuiciamiento Civil”.
Art. 4 NLEC. “Carácter supletorio de la Ley de Enjuiciamiento
Civil.
En defecto de disposiciones en las leyes que regulan los
procesos penales, contencioso-administrativos, laborales y
militares, serán de aplicación, a todos ellos, los preceptos de la
presente Ley”.
Exposición de Motivos NLEC.
“Es necesaria, sobre todo, una nueva Ley que afronte y dé
respuesta a numerosos problemas de imposible o muy difícil
resolución con la Ley del siglo pasado. Pero, sobre todo, es
necesaria una Ley de Enjuiciamiento Civil nueva, que, respetando
principios, reglas y criterios de perenne valor, acogidos en las leyes
procesales civiles de otros países de nuestra misma área cultural,
exprese y materialice, con autenticidad, el profundo cambio de
mentalidad que entraña el compromiso por la efectividad de la tutela
judicial, también en órdenes jurisdiccionales distintos del civil,
puesto que esta nueva Ley está llamada a ser ley procesal
supletoria y común”. (Apartado III, párrafo 2).
“En coincidencia con anteriores iniciativas, la nueva Ley de
Enjuiciamiento Civil aspira también a ser Ley procesal común, para
lo que, a la vez, se pretende que la vigente Ley Orgánica del Poder
Judicial, de 1985, circunscriba su contenido a lo que indica su
denominación y se ajuste, por otra parte, a lo que señala el
apartado primero del artículo 122 de la Constitución. La referencia
en este precepto al “funcionamiento” de los Juzgados y Tribunales
no puede entenderse, y nunca se ha entendido, ni por el legislador
postconstitucional ni por la jurisprudencia y la doctrina, como
referencia a las normas procesales, que en cambio, se mencionan
expresamente en otros preceptos constitucionales.
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Así, pues, no existe impedimento alguno y abundan las
razones para que la Ley Orgánica del Poder Judicial se desprenda
de normas procesales, no pocas de ellas atinadas, pero
impropiamente situadas y productoras de numerosas dudas al
coexistir con las que contienen las Leyes de Enjuiciamiento. Como
es lógico, la presente Ley se beneficia de cuanto positivo podía
hallarse en la regulación procesal de 1985”. (Apartado V, párrafos 2
y 3).
Supletoriedad reforzada, asumida por los operadores
jurídicos.
El art. 4 NLEC supone que la tradicional regla de supletoriedad
ha sido reforzada, y la Disposición adicional primera LPL se
convierte en una norma obsoleta, cuya desaparición no supondría
variación alguna en aquélla regla. Parece que dicha regla operará
con un mayor alcance en las instituciones propias del proceso
laboral.
3.- SUPLETORIEDAD
PROCESO LABORAL
DE
LA
NLEC
EN
EL
3. 1.- Diferencia entre remisión y supletoriedad.
La diferencia más profunda radica en la técnica o modo de
conexión que establecen entre textos o disposiciones. En la
remisión es el legislador quien precisa los supuestos de hecho a
los que se aplica el reenvío y quien determina los preceptos
aplicables, mencionándolos directamente o apuntándolos de
manera que puedan ser identificados sin especial dificultad. En la
supletoriedad, en cambio, estas tareas de determinación son
encargadas por el legislador al intérprete, que debe pronunciarse
tanto sobre la existencia o no de “defecto” en la legislación suplida,
como sobre la norma supletoria que le resulta aplicable. La
dificultad a veces es considerable (Martín Valverde).
3. 2.- Reglas básicas para la aplicación supletoria de la NLEC.
Criterios doctrinales.
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La sustitución, en la función de supletoriedad, de los preceptos
de la LEC-1881 por los de la NLEC tiene un impacto de mayor
extensión e intensidad de lo que pudiera parecer. Y dos de los
criterios metodológicos que pueden facilitar la realización con
ciertas garantías de las operaciones de aplicación supletoria a que
se ve abocado el intérprete a raíz de la entrada en vigor de la
NLEC, son los siguientes:
1.- “La aplicación supletoria no debe concebirse como una
simple operación mecánica de utilización de piezas normativas
aisladas, sino como una actividad sistemática complicada que
obliga a comparar dos conjuntos normativos emparentados pero
distintos.
El recurso a los preceptos supletorios de la NLEC sólo parece
posible cuando su transplante al proceso laboral no genere rechazo
por incompatibilidad con las normas de éste. Es más, la función de
supletoriedad de la NLEC sólo debe activarse cuando los criterios
hermenéuticos que ofrece la legislación procesal laboral no
permitan encontrar en ésta la norma aplicable. Entre estos criterios
hermenéuticos se encuentran, desde luego, los principios del
proceso laboral, algunos de ellos expresados en el art. 74 LPL, y
otros descubiertos por la jurisprudencia y doctrina científica.
2.- “Pero la prevención frente a las importaciones mecánicas al
proceso laboral de las innovaciones de la NLEC no debe tampoco
amparar posiciones inmovilistas frente a la NLEC. Las reglas
innovadoras de la NLEC que no sean incompatibles con el modelo
del proceso laboral y que colmen espacios no regulados en la
legislación procesal laboral deben ser incorporados a ésta por vía
de supletoriedad ... y la NLEC contiene muchas soluciones
aprovechables desde la perspectiva de la tutela judicial
efectiva”.(Martín Valverde).
Criterios jurisprudenciales.
1.- “Como este Tribunal ha afirmado en diversas Resoluciones,
el recurso de súplica no está expresamente mencionado en la Ley
de Procedimiento Laboral, pero el carácter supletorio de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, en virtud de la Disposición Adicional de la Ley
de Procedimiento Laboral, respecto del ordenamiento procesal
laboral, introduce con naturalidad la procedencia de este recurso”.
(STC 50/87, de 23 de abril).
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2.- La supletoriedad de la LEC “sólo puede entenderse para
todo aquello que no esté previsto en la ley especial, pero no puede
producir el efecto de suplantar a ésta en materia que por ella venga
regulada”. (STS 21-12-66, RA 5490)
3.- La LEC es supletoria de la LPL, y ello “quiere decir,
obviamente, que cuando exista normativa específica en el
ordenamiento procesal propio de este orden jurisdiccional, es ella la
que ha de observarse”. (STS 18-7-86, RA 4233).
“... el principio general de subsidiariedad recogido en la
Disposición final primera de la aludida Ley, en lo previsto en ella
serán aplicables las normas de la L.E.Civ., remisión que ha de
interpretarse moderadamente, en el sentido de que, aún existiendo
laguna legal en la regulación del proceso laboral, no podrá ser ésta
cubierta por los preceptos de la Ley supletoria si el acto que ha de
realizarse se rige por principios contrarios a los que inspira la Ley
Procesal Civil, ...”. (STS 29-1-77, RA 1348).
No puede admitirse la aplicación supletoria “respecto de
procedimiento que sólo tienen significación propia y pleno sentido
en el proceso civil, pero que pueden resultar contradictorias con
normas específicas o principios inspiradores del proceso laboral”.
(STS 12-2-94, RA 1031).
4.- NECESIDAD DE UNA NUEVA LPL.
Resulta “patente la necesidad de una reforma urgente de la
LPL, evitando situaciones indeseables de inseguridad jurídica, que
tienen especial transcendencia en materia procesal”. (Palomo
Balda, Emilio; p. 484).
Dada la gran dificultad que la muy compleja problemática de la
supletoriedad encierra y su indiscutible transcendencia, “sería
sumamente conveniente, o incluso necesario, para bien de todos
los iuslaboralistas españoles, que el Parlamento de la Nación
dictase en breve una nueva LPL, que se acomodase y coordinase
con los mandatos de la LEC-2000, fijando así de forma segura e
indubitada cuáles son las innovaciones de ésta que han de ser
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acogidas en el procedimiento laboral y qué otras son inoperantes en
él”. (Gil Suarez, Luis; p. 261).
“La más o menos posible o probable reforma de la Ley de
Procedimiento Laboral (LPL) que pueda plantearse a la vista de la
LEC-2000 no debería ceder apresuradamente y sin adecuado
control crítico al deslumbramiento de las fórmulas novedosas de
ésta”. (Martín Valverde, Antonio).
Con anterioridad la NLEC, la doctrina científica había
reclamado específicas y concretas reformas de la LPL. Los motivos
esgrimidos para ello también deben ser tenidos en cuenta en la
probable nueva LPL. (Editorial RDS, nº. 4).
La NLEC determina de forma primordial el que haya de
plantearse la reforma de la LPL. El redactor de la LEC, quizás por la
precipitación con la que por razones políticas actuó, no supo
equilibrar ambos textos legales. (Marin Madrazo).
Curso “Reforma de la Ley de Procedimiento Laboral”,
celebrado en el CEJAJ.
Debe plantearse si sigue siendo necesaria una ley procesal
distinta para el proceso laboral, o si ya no es necesaria (Barrio
Calle).
IV.- LA JURISDICCIÓN SOCIAL.
1.- ÓRGANOS JURISDICCIONALES DEL ORDEN
SOCIAL.
1.1.- Juzgados de lo Social.
1.2.- Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia de
las Comunidades Autónomas.
1.3.- Sala de lo Social de la Audiencia Nacional.
1.4.- Sala de lo Social del Tribunal Supremo.
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1.5.- Recurso de amparo.
2.- EXTENSIÓN Y LÍMITES DE LA JURISDICCIÓN
SOCIAL.
- Sentencia Juzgado de lo Social de Cuenca 23-7-2008.
JDO. DE LO SOCIAL N. 1
CUENCA
SENTENCIA: 00143/2008
N. AUTOS: DEMANDA 143/2008
En la ciudad de CUENCA, a veintitrés de julio de dos mil ocho.
D. RAMON GONZALEZ DE LA ALEJA GONZALEZ DE LA ALEJA, Magistrado-Juez del
Juzgado de lo Social nº 1 de CUENCA, tras haber visto los presentes autos sobre RECLAMACION DE
CANTIDAD entre partes, de una y como demandante S.L., representada por el graduado social D.
Andrés, y de otra como demandado D. JONATHAN, que no comparece, EN NOMBRE DEL REY, ha
dictado la siguiente
SENTENCIA
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 25-2-08 tuvo entrada en este Juzgado de lo Social de Cuenca demanda
formulada por S.L. por la que, en base a los hechos y fundamentos en ella expuestos, suplica se dicte
sentencia que condene al demandado a abonar la cantidad de 749,98 €, con el incremento que
corresponda por mora.
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda, se señaló para el acto de conciliación y, en su caso,
juicio, la audiencia del día 16-7-08. Abierto el acto, la actora se afirmó y ratificó en su demanda, no
habiendo comparecido la demandada pese a estar citada en legal forma; recibido el pleito a prueba y en
trámite de conclusiones, la parte compareciente elevó las suyas a definitivas conforme al acta obrante en
autos.
TERCERO.- La cuestión debatida ha sido: Cantidades adeudadas por el trabajador a la empresa
demandante.
HECHOS PROBADOS
PRIMERO.- Que el trabajador, D. Jonathan ha prestado sus servicios profesionales para la
empresa “S.L.” mediante contrato temporal por circunstancias de la producción desde el 30 de julio de
2.007 al 17 de agosto de 2.008, fecha en la que fue dado de baja el trabajador por no haber superado el
período de prueba.
SEGUNDO.- Que la empresa alega que el trabajador realizó una apropiación ilícita de dinero de
la empresa, en cuantía de 1.177,71 euros, según consta en documento aportado a las actuaciones y que se
tiene por reproducido.
TERCERO.- Que la empresa, para obtener la compensación de la cantidad adeudada, descontó
la cantidad de 427,73 euros de la nómina del mes de agosto del trabajador, quedando pendiente la
cantidad de 749,98 euros que es la reclamada en este procedimiento.
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CUARTO.- Que se ha intentado la preceptiva conciliación ante el U.M.A.C., con el resultado de
intentada “sin efecto” por incomparecencia del demandado.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- El relato fáctico se ha obtenido en su integridad de la documental obrante en las
actuaciones y de la prueba practicada en el acto de juicio oral.
SEGUNDO.- Prima facie, siendo una cuestión de orden público procesal (artículo 9 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial) y, por tanto, apreciable de oficio (Sentencia del Tribunal Constitucional
224/1.993), dada la causa motivadora en la que se fundamenta la cantidad reclamada por la mercantil
demandante -apropiación indebida-, es dable analizar si esta jurisdicción es la competente para conocer
del supuesto planteado.
El artículo 2.a) de la Ley de Procedimiento Laboral (L.P.L.) establece que “Los órganos
jurisdiccionales del orden social conocerán de las cuestiones litigiosas que se promuevan: a) Entre
empresarios y trabajadores como consecuencia del contrato de trabajo”. En relación con ello el
demandante solicita al trabajador la cantidad de 1.177,71 euros, cantidad dineraria que le reclama, no
derivada de algún tipo de cuantía económica percibida por el trabajador nacida de la relación laboral o
derivada del contrato de trabajo que a ambas partes unía (anticipos salariales, por ejemplo), sino con
ocasión de una apropiación indebida de dinero, esto es, la actora fundamenta su pretensión en un acción
ilícita penal supuestamente cometida por el demandado en contra del patrimonio del demandante.
Estando, por tanto, el objeto de la acción que pretendidamente se interesa ejercitar allende de la materias
que pudieran dilucidarse en la jurisdicción laboral, siendo la penal o, eventualmente, la civil, donde la
procedencia de dicha reclamación debería dilucidarse.
TERCERO.- Se advertirá a las partes que contra la presente sentencia cabe recurso de
suplicación, conforme a lo dispuesto en el artículo 189.1 de la L.P.L. (Ley de Procedimiento Laboral).
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación,
FALLO
Declaro, de oficio, la incompetencia de la jurisdicción social para conocer de la demanda
presentada por la mercantil “S.L.”, por CANTIDAD, en contra de D. Jonathan, debiendo plantear la
demanda en la jurisdicción correspondiente.
Notifíquese la presente sentencia a las partes, haciéndoles saber que contra la misma pueden
interponer recurso de suplicación a través de este Juzgado y ante la Sala de lo Social de Tribunal Superior
de Justicia de Castilla-La Mancha, anunciándolo en el plazo de los cinco días siguientes a su notificación,
bastando para ello la mera manifestación de la parte o de su abogado o representante, o por medio de
comparecencia o escrito de las partes o de su abogado o representante, de acuerdo con lo dispuesto en los
artículo 192, 227, 228 y 229 de la Ley de Procedimiento Laboral. El nombramiento de Letrado debe
hacerse ante el Juzgado en el momento de anunciar el recurso.
Así por esta mi sentencia, lo pronuncio, mando y firmo.
3.- COMPETENCIA.
3.1.- Funcional.
3.2.- Territorial.
- Sentencia Juzgado de lo Social de Cuenca de 12-4-2005.
19
JDO. DE LO SOCIAL N. 1
CUENCA
SENTENCIA: 00134/2005
PROCEDIMIENTO NUM. 118 DE 2005.
SENTENCIA NUM. 134 DE 2005.
En la ciudad de Cuenca, a doce de Abril de dos mil cinco.
El ILMO. SR. D. JULIO ABOY LORENZO, Magistrado Juez del Juzgado
de lo Social de Cuenca y su provincia, habiendo visto los presentes
autos seguidos sobre DESPIDO entre partes, de una y como demandante D.
HERALDO,
asistido por el Letrado D. Vicente, y como demandado la
empresa S.L., que no comparece, EN NOMBRE DEL REY, ha pronunciado la
siguiente:
SENTENCIA:
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 21-02-05 tuvo entrada en este Juzgado de lo
Social demanda formulada por D. Heraldo, por la que, en base a los
hechos y fundamentos en ella expuestos, suplica se dicte sentencia en
la que se declare la improcedencia del despido, condenando a la
empresa
demandada
a
la
opción
entre
readmisión
o
abono
de
indemnización que legalmente corresponda, así como la condena al pago
de los salarios de tramitación y todo ello con los derecho inherentes
que lleve consigo y cuanto más proceda en derecho.
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda por resolución de la
misma fecha de su presentación, se señaló para la celebración del acto
de conciliación y juicio la audiencia del día 06-4-2005. La parte
actora se afirmó y ratificó en su demanda cuantificando el salario
diario a efectos de despido en 38,53 €, no compareciendo la parte
demandada; recibido el pleito a prueba y en trámite de conclusiones,
la parte actora elevó las suyas a definitivas, declarándose el juicio
concluso y visto para sentencia conforme al acta obrante en autos.
TERCERO.- La cuestión debatida ha sido: despido del trabajador,
baja en la Seguridad Social.
HECHOS PROBADOS
PRIMERO.- El actor D. Heraldo ha prestado servicios para la
demandada S.L. desde el 9/9/04 con categoría de albañil, su salario a
efectos de despido es de 38,53 € diarios.
SEGUNDO.- El 31/1/05 la empresa procediò a darle de baja en la
Seguridad Social y el 30/1/05 por telèfono le comunicò el cese por
terminaciòn de la obra o servicio para la que habìa sido contratado.
TERCERO.- Desde el 5/11/04 el actor permanece en situación de
Incapacidad Temporal por accidente de trabajo en dicha empresa.
CUARTO.- El objeto de la contratación consistia en Trabajos de
Prefabricados de tubos en la Base Ferrovial El Polìgono Industrial de
20
Seseña La Nueva (Toledo),actividad que se sigue
actualmente por tres grupos de 18 trabajadores cada uno.
desarrollando
QUINTO.- Mediante fax recibido en el Juzgado el 6/4/05, día
del acto del juicio oral, encabezado por Dª Marìa, quien dice actuar
en nombre de la empresa demandada, sin que se haya confirmado mediante
escrito con firma original, ni se compareciera al acto del juicio oral
para alegar y mantener la excepciòn de incompetencia por razòn del
territorio a que dicho escrito se refiere, y a mayor abundamiento
tampoco se acreditó previamente al juicio la representación de la
mercantil que dice ostentar; estando dicha demandada citada para los
actos de conciliación y juicio desde el día 24-2-05, según consta en
el aviso de recibo obrante en autos.
SEXTO.- La empresa se dedica a la actividad
prefabricadas de hormigón para el metro de Madrid.
de
piezas
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Conforme a la prueba practicada resulta acreditado que
el trabajador fuè contratado en la modalidad de obra o servicio
determinado, cuando realmente segùn la testifical practicada, se
trataba
de desarrollar una funciòn que constituía la actividad
esencial de la empresa, y a mayor abundamiento, cuando se da de baja
al actor en Seguridad Social, (lo que equivale a un despido tàcito), o
si se quiere verbalmente mediante el telèfono como expresó en su
demanda, esa actividad no habìa concluido pues de hecho siguen tres
turnos de 18 trabajadores cada uno llevándolo a cabo, lo que conlleva
la declaraciòn de despido improcedente con las consecuencias legales
inherentes, excepto la condena a los salarios de tramitación al
encontrarse el actor en situación de incapacidad temporal desde el 511-04. En todo caso la incomparecencia de la empresa, implica una
dejaciòn del derecho a ser oído en juicio, por lo que es de aplicación
la ficta confesiò del art 91, correspondiendo la carga de la prueba de
los hechos a la empresa al amparo del art. 108 LPL.
SEGUNDO.- De otra parte, conforme al hecho probado quinto, debe
tenerse a la empresa por no comparecida ya que el burofax remitido el
6/4/05 (día del acto de juicio oral) a este Juzgado no acredita la
representación de la sociedad en cuyo nombre la Dª María dice actuar,
y aunque el art. 230 LOPJ admite los medios informàticos, en relaciòn
con el art.135,5 de la LEC, de aplicación supletoria en el
procedimiento laboral, no se acredita ni puede dejar de hacerse la
representación que se invoca; estando citada además la demandante para
los actos de conciliación y juicio desde el día 24-2-05. Así mismo, el
art.10 de la LPL no establece que los mandatos sobre competencia
territorial tengan carácter imperativo, lo que conduce a señalar que
no pueden ser aplicados de oficio por el Juzgador o Tribunal
(Sentencia del Tribunal Supremo de 16-2-04, RJ 2004/2038), por lo que
teniéndose por incomparecido al demandado y no habiéndose alegado la
excepción en el acto del juicio, al que no compareciò como se ha
dicho, por lo mismo debe considerarse no alegada, sin que quepa
tràmite de subsanaciòn de defectos por lo expresado.
TERCERO.- Se advierte a las partes que contra la presente cabe
recurso de suplicación, conforme a lo dispuesto en el art. 189.1 de la
L.P.L.
21
Vistos los preceptos
pertinente aplicación
legales
citados
y
demás
de
general
y
FALLO
Estimo la demanda de D. Heraldo contra S.L., declaro
improcedente el despido del actor, condenando a la demandada S.L. a
que, a su opción que deberá realizar en el plazo de cinco días desde
la notificación de la sentencia, sin esperar a su firmeza, mediante
escrito o comparecencia en la Secretaría de este Juzgado, readmita al
trabajador o le abone 684,04 € en concepto de indemnización.
Notifíquese la presente sentencia a las partes, advirtiéndoles
que no es firme y que contra la misma cabe interponer recurso de
suplicación a través de este Juzgado y ante la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, anunciándolo en
el plazo de cinco días siguientes a su notificación, bastando para
ello la mera manifestación de las partes o de su abogado, o por medio
de comparecencia o escrito de las partes, sus representantes o su
abogado, previo ingreso si recurriera la/s empresa/s demandada/s, en
la cuenta de depósitos y consignaciones que este Juzgado tiene abierta
en la entidad BANESTO, oficina 1061 sita en calle Alonso Chirino nº 6
de Cuenca, haciendo constar la clave 1619000065011805, de la cantidad
importe de la condena que le ha sido impuesta, pudiéndose sustituir la
consignación en metálico por aval bancario, en el que deberá hacerse
constar la responsabilidad solidaria del avalista, más un nuevo
ingreso de 150,25 euros en concepto de depósito (haciendo constar la
clave 67), todo ello conforme a lo dispuesto en el TRLPL.
Así por esta mi sentencia lo pronuncio, mando y firmo.
3.3. Cuestiones prejudiciales.
V.- LAS PARTES
LABORAL.
EN
EL
PROCESO
1.- CAPACIDAD PARA SER PARTE.
2.- CAPACIDAD PROCESAL.
3.- SUPUESTOS DE PLURALIDAD DE PARTES.
4.- SUCESIÓN PROCESAL.
22
5.- PODER DE DISPOSICIÓN DE LAS PARTES
SOBRE
EL
PROCESO
Y
SOBRE
SUS
PRETENSIONES.
- La LPL regula determinados aspectos de la materia, lo que
debe tenerse en cuenta a la hora de aplicar los arts. 19 a 22
NLEC al proceso laboral, así como las limitaciones propias
de dicho proceso y su objeto.
- Transacción.
- Suspensión.
- Renuncia.
- Desistimiento.
- Allanamiento.
- Terminación del proceso por satisfacción extraprocesal o
carencia sobrevenida de objeto.
6.- REPRESENTACIÓN PROCESAL.
- Normas específicas LPL.
- Intervención no preceptiva de Procurador. No obstante, si se
le otorga la representación son aplicables supletoriamente
normas LEC.
- Poder “apud acta” en el proceso laboral: aplicable art. 18,1
LPL, no 24,1 LEC.
- Art. 281,3 LOPJ: la situación cambia con la modificación
llevada a cabo por la L.O. 19/03, de 23 de diciembre: art.
453,3 LOPJ vigente. Secretario Judicial competente para el
otorgamiento: STSJ EXTREMADURA 30-4-1997.
1384
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Extremadura núm. 309/1997 (Sala de lo
Social), de 30 abril
Jurisdicción: Social
Recurso de Suplicación núm. 233/1997.
Ponente: Ilmo. Sr. D. Pedro Bravo Gutiérrez.
23
PROCEDIMIENTO LABORAL: representación: poder otorgado ante Secretario de
Juzgado distinto del que tiene atribuido el conocimiento del asunto: validez: supuestos.
INDEFENSION: inexistencia: requisitos.
INFRACCION DE NORMAS SUSTANTIVAS: preceptos infringidos: no puede
ampararse en preceptos adjetivos.
ERROR DE HECHO: denegación.
LITIS CONSORCIO PASIVO NECESARIO: improcedencia.
SUBROGACION
EMPRESARIAL:
responsabilidad
solidaria:
desestimación:
obligaciones surgidas con posterioridad a la transmisión.
El TSJ desestima ambos recursos interpuestos por la entidad demandada y los
actores contra sentencia dictada por el Juzgado de lo Social núm. 1 de Badajoz, de
fecha 21-5-1993, en autos seguidos sobre despido.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO …
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- En los primeros motivos del recurso de la empresa condenada, por el cauce del apartado a)
del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995\1144 y 1563), la parte recurrente solicita
nulidad de actuaciones por infracción en el proceso de los artículos 281.3 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial (RCL 1985\1578, 2635 y ApNDL 8375) y 63 de Ley de Procedimiento Laboral antes citada,
pretensiones que no es posible atender por cuanto no se han producido las violaciones acusadas:
1.-Con carácter general el artículo 281.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que la
representación en juicio podrá conferirse en todos los procedimientos mediante comparecencia ante el
Secretario del Juzgado o Tribunal que haya de conocer del asunto, esto es, con referencia a un proceso
concreto y a una secretaría determinada. Con carácter especial el artículo 18.1 del Real Decreto
Legislativo 2/1995, de 7 abril, dice que la representación podrá conferirse mediante poder otorgado por
comparecencia ante el Secretario Judicial, es decir, y aparentemente, ante cualquier secretario judicial y
para todos los procesos. En el artículo 10 de la Ley de Procedimiento Laboral de 13 junio 1980 (RCL
1980\1719 y ApNDL 8311) se decía que la representación podía otorgarse «mediante comparecencia
ante el Secretario de cualquier Magistratura de Trabajo o, en su defecto, ante un Jugado de Distrito o de
Paz», dictándose después el artículo 281.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que es más restrictivo.
Después, el artículo 18.1 de la Ley de Procedimiento Laboral de 1990 (RCL 1990\922 y 1049) -y hoy el
mismo precepto del Real Decreto Legislativo 2/1995, de 7 abrilrealiza una cierta ampliación para el
proceso laboral.
En nuestra opinión, si el citado artículo 281.3 de una norma general, el artículo 18.1 de la Ley de
Procedimiento Laboral es una norma especial perfectamente admisible que atiende a la organización de
los Juzgados y Tribunales de lo Social. En efecto, radicados los Juzgados de lo social, normalmente, en
las capitales de provincia, no parece conveniente exigir que la representación «apud acta» haya de
conferirse precisamente ante el secretario del órgano competente para conocer del asunto, pues ello
obligaría en multitud de casos a que la parte se desplazara a esa capital provincial. Partiendo del
presupuesto anterior y no limitando el precepto que la representación se confiera para un proceso
preparado pero aún no iniciado, no cabria, con todo, admitir que la parte tuviera derecho a otorgar su
representación ante cualquier secretario de cualquier órgano judicial. En consecuencia: 1) En las
localidades donde haya un Juzgado de lo Social, la representación ha de otorgarse precisamente ante el
secretario del mismo; 2) En las localidades donde haya varios Juzgados de lo Social, la representación ha
de otorgarse ante el secretario del que está conociendo del asunto, si éste ya ha comenzado; y si no ha
comenzado ante cualquiera de ellos; y, 3) Si la parte tiene su domicilio en localidad distinta de la sede del
Juzgado de lo Social que va a conocer o ya estará conociendo del pleito, la representación puede
otorgarse ante el secretario del Juzgado de lo Social de su domicilio si existe y, en caso contrario ante el
secretario del Juzgado de Paz o de Primera Instancia radicados en esa localidad. En el caso de autos
esto último es lo que ha sucedido, ya que en Plasencia no existe Juzgado de lo Social radicado en dicha
localidad.
Por otra parte, aun cuando se hubiera cometido infracción -que no es el caso-, tampoco el primer motivo
del recurso hubiera podido prosperar; a) La parte recurrente señala que la violación le ha producido
indefensión, sin concretar cual haya sido ésta; no existe indefensión genérica, si no es señalando la
actividad que se ha impedido a la parte en defensa de sus derechos o intereses; b) No es de recibo que la
aludida parte alegue que hasta el momento de formulación del recurso no ha tenido conocimiento de la
infracción; una vez citada al juicio y tenida como parte, tuvo a su disposición todas las actuaciones y es
doctrina constitucional (Sentencias del Tribunal Constitucional 107/1987 [RTC 1987\107], 158/1987 [RTC
1987\158], 206/1987 [RTC 1987\206] y 86/1994 [RTC 1994\86], entre otras) expresiva de que la falta de
diligencia o incluso el error atribuible a una parte no puede eximirle de las consecuencias que establece la
Ley para el acto realizado; en particular la Sentencia del aludido Tribunal 21/1989 (RTC 1989\21), declara
que el derecho a la tutela judicial efectiva («ex» artículo 24 de la Constitución [RCL 1978\2836 y ApNDL
2875]) lleva a favorecer al litigante «siempre que el interesado actúe con diligencia» para evitar las
24
consecuencias nocivas de actos procesales no queridos; c) Relacionado con el apartado anterior, falta en
autos la preceptiva protesta para dar lugar a motivo articulado por esta vía… .
….
En consecuencia, procede la desestimación del recurso de los actores, y la confirmación de la sentencia
de instancia.
7.- DEFENSA TÉCNICA.
8.- BUENA FE PROCESAL. MULTAS POR SU
INCUMPLIMIENTO.
9.- BENEFICIO DE JUSTICIA GRATUITA.
VI.- ACTOS PROCESALES.
1.- ACTUACIONES PROCESALES.
- Lugar: materia no regulada por la LPL. Art. 44 LPL:
presentación escritos Juzgados o Sala de lo Social.
- Tiempo:
- Días hábiles: aplicable art. 130,2 LEC, con especialidad art.
43,4 LPL. Art. 182 LOPJ (redacción L.O: 19/03).
- Horas hábiles: aplicable art. 130,3 LEC: silencio LPL. Art.
182 LOPJ.
- Habilitación de días y horas inhábiles: aplicable art. 131 LEC
en lo no previsto en el art. 43,5 LPL. Art. 182 LOPJ.
- Plazos y términos: aplicables arts. 132, 133 y 136 LEC.
- Presentación de escritos: aplicable art. 135 LEC: polémica
superada: son aplicables los dos preceptos conjuntamente,
pero de forma alternativa, no acumulativa. ATS 24-7-01. ///
Art. 135,5 LEC: presentación de escritos por medios
técnicos. Constitucionalidad (art. 230 LOPJ). Correo
electrónico y fax: requisitos para su validez. /// Fecha de
25
presentación de escritos presentados ante Órganos
Judiciales diferentes a los establecidos en el art. 44 LPL,
registro de una Subdelegación de Gobierno, o remitidos a
través de la oficina de correos: la de la efectiva recepción en
el Juzgado o Sala correspondiente. ATS 17-3-04. ATS 16-104.
AS 2004\2059
RJ 2004\1495
Auto Tribunal Supremo (Sala de lo Social), de 16 enero 2004
Jurisdicción: Social
Recurso de Súplica núm. 4877/2003.
Ponente: Excmo. Sr. D. Benigno Varela Autrán.
PRESENTACION DE ESCRITOS EN JUZGADOS Y TRIBUNALES: por fax: lugar al
que ha de remitirse: constancia oficial.
El TS desestima el recurso de súplica (núm. 4877/2003) interpuesto por don Luis
Alberto contra el Auto de fecha 15-10-2003, del TS.
En la Villa de Madrid, a dieciséis de enero de dos mil cuatro.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO Por el Letrado D. Luis Alberto, actuando en su propio nombre, en escrito presentado en el
Registro General del Tribunal Supremo con fecha 11 de noviembre de 2003, se interpuso recurso de
SÚPLICA frente al Auto de esta Sala de fecha 15 de octubre de 2003, en el que se puso fin al trámite del
recurso de casación para unificación de doctrina preparado por Luis Alberto contra la sentencia de la Sala
de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, con sede en Valladolid, de fecha 7 de julio
de 2003, dictada en el recurso de suplicación núm. 464/03, frente a la resolución dictada en el proceso
núm. 512/02 ante el Juzgado de lo Social núm. 2 de León.
SEGUNDO Por Providencia de esta Sala de 19 de noviembre de 2003, se tuvo por interpuesto recurso de
Súplica contra el Auto mencionado.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO La parte hoy recurrente en Súplica, fue emplazada para comparecer ante esta Sala IV de lo
Social del Tribunal Supremo, el día 11 de septiembre del año 2003, por lo que en el plazo de 20 días
hábiles desde esa fecha debía haber interpuesto ante dicha Sala el recurso de casación para unificación
de doctrina, contra la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de
Castilla y León, con sede en Valladolid, de fecha 7 de julio de 2003.
Dicha parte recurrente, presentó mediante Fax emitido el día 4 de octubre de 2003 a las 13.08 h el escrito
de interposición del recurso unificador de doctrina que aparece registrado en este Tribunal Supremo y en
su Registro General el día 6 de octubre de 2003, con núm. de entrada 28.249.
En el escrito del recurso de Súplica se invocan como base del mismo, el art. 45 del vigente Texto
Refundido de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995\1144, 1563) en relación con los arts. 135-1, 2 y
5 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000\34, 962 y RCL 2001, 1892) , que se estima de aplicación
supletoria al caso enjuiciado en el presente recurso.
SEGUNDO Al respecto, es de significar que los escritos procesales para que produzcan todos sus efectos
deben presentarse en el lugar y en el tiempo que la Ley prevé para la realización de los actos procesales.
El art. 44 del Texto Refundido de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995\1144, 1563) establece que
«las partes habrán de presentar todos lo escritos y documentos en los Registros de los Juzgados y Salas
de lo Social» y, por su parte, los arts. 182 y 183 de la Ley Orgánica del Poder Judicial ( RCL 1985\1578,
2635) , señalan el tiempo hábil establecido para la presentación de dichos escritos y documentos.
No se ignora que el art. 230 de la misma Ley Orgánica del Poder Judicial ( RCL 1985\1578, 2635) en su
núm. 1 dice «que los Juzgados y Tribunales podrán utilizar cuales medios técnicos, electrónicos,
informáticos y telemáticos, para el desarrollo de su actividad y ejercicio de sus funciones» y el párrafo 4º
de dicho art. prevé, asimismo, que «las personas que demanden la tutela judicial de sus derechos o
intereses podrán relacionarse con la Administración de Justicia a través de los medios técnicos a que se
refiere el apartado primero cuando sean compatibles con los que dispongan los Juzgados y Tribunales...».
En consonancia con lo dispuesto en el citado art. 230 del La Ley Orgánica del Poder Judicial ( RCL
1985\1578, 2635) , el art. 135-5 de la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000\34, 962 y RCL
2001, 1892) , de aplicación supletoria a la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995\1144, 1563) ,
establece que «cuando los Tribunales y sujetos intervinientes en un proceso dispongan de medios
técnicos que permitan el envío y normal recepción de escritos y documentos, de forma tal que esté
garantizada la autenticidad de la comunicación y quede constancia fehaciente de la remisión y recepción
íntegras y de la fecha en que se hicieron, los escritos y documentos podrán enviarse por aquellos medios,
26
acusándose recibo del mismo modo y se tendrán por presentados, a efectos de ejercicios de los derechos
y cumplimiento de los deberes en el tiempo establecido conforme a Ley».
TERCERO Lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial ( RCL 1985\1578, 2635) , y también en la
Ley de Procedimiento Civil ( RCL 2000\34, 962 y RCL 2001, 1892) , requiere que los medios técnicos
utilizables por el litigante sean compatibles con los que dispongan los Órganos Judiciales y que, por tanto,
se respeten las garantía y requisitos previstos en el procedimiento de que se tratan. En este caso, no
cabe admitir que la remisión de un escrito a un Fax de este Tribunal sea suficiente para entender
cumplido el requisito de presentación en tiempo y forma, toda vez que el Registro General de este
Supremo Órgano Judicial, que es el único servicio autorizado para la recepción oficial de los escritos
procesales, no tiene establecido un servicio de Fax para esta recepción, por lo que el envío de dichos
escritos a cualquier otro Fax no equivale a la presentación en el Registro General de este Tribunal ni
cumple las garantías establecidas para la utilización de los medios técnicos y electrónicos conforme a lo
establecido en las ya citadas Ley Orgánica del Poder Judicial ( RCL 1985\1578, 2635) y la Ley de
Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000\34, 962 y RCL 2001, 1892) .
CUARTO En base a cuanto se deja razonado, y teniendo en cuenta el criterio mantenido por este Tribunal
en sus autos de 23 de octubre de 1997, 14 de junio de 1999 ( RJ 1999\7159) , 2 de octubre de 2000 ( RJ
2000\9693) , 11 de enero de 2001 ( RJ 2001\836) y 5 de marzo de 2002 ( RJ 2002\3044) , es evidente
que el presente recurso de Súplica no puede ser admitido, toda vez que la única constancia de
presentación del escrito emitido por Fax de interposición del recurso de casación para unificación de
doctrina, tiene como fecha de Registro el 6 de octubre, fuera ya, por tanto, del plazo de 20 días
establecido para interponer dicho recurso.
Por lo expuesto, en nombre de SM El Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.
La sala acuerda:
Desestimar el recurso de Súplica interpuesto por D. Luis Alberto, frente al Auto de esta Sala de fecha 15
de octubre de 2003.
Así lo acordamos, mandamos y firmamos.
RJ 2004\1577
Auto Tribunal Supremo (Sala de lo Social), de 17 marzo 2004
Jurisdicción: Social
Recurso de Súplica núm. 5059/2003.
Ponente: Excmo. Sr. D. Aurelio Desdentado Bonete.
PRESENTACION DE ESCRITOS EN ORGANOS JURISDICCIONALES: lugar: Oficina
de Correos: efectos; recurso interpuesto fuera de plazo.
El TS desestima el recurso de súplica (núm. 5059/2003) interpuesto por don Enrique
contra el Auto de fecha 18-11-2003, del TS, que puso fin al trámite del recurso de
casación para la unificación de doctrina.
En la Villa de Madrid, a diecisiete de marzo de dos mil cuatro.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO El 18 de noviembre de 2003 de noviembre de 2003 se dictó auto por el que se acordaba poner
fin al trámite del recurso de casación para la unificación de doctrina preparado por D. Enrique contra la
sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana
de 23 de mayo de 2003, en el recurso de suplicación núm. 1300/03, frente a la resolución dictada en el
proceso núm. 529/2003, ante el Juzgado de lo Social núm. 12 de Valencia. Aunque en el auto de
referencia se padeció error en el nombre de la parte a la que se declaraba fin de trámite. Dicho error ha
sido subsanado por la representación del Sr. Enrique mediante la interposición del recurso de súplica al
que se refiere el hecho siguiente.
SEGUNDO Por providencia de 23 de enero de 2004, se tuvo por interpuesto el recurso de súplica por la
Letrada Sra. Pérez Gaspar en representación de D. Enrique, contra la resolución de 18 de noviembre de
2003.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
ÚNICO La parte recurrente fue emplazada el 8 de septiembre de 2003, por lo que cuando el escrito de
interposición del recurso tuvo entrada en este Tribunal el día 6 de octubre había transcurrido el plazo de
veinte días que para la interposición establece el artículo 221 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL
1995\1144, 1563) . La parte alega que presentó el escrito en la oficina de correos de Cullera el día 1 de
octubre. Pero esta presentación no es válida, pues, como ha señalado esta Sala con reiteración,
aplicando el artículo 44 de la Ley de Procedimiento Laboral, los escritos procesales han de presentarse en
los registros de los órganos judiciales y sólo a partir de esa presentación surten efectos ( autos de 15 de
febrero [ RJ 2000\2039] , 29 de marzo de 2000 y 20 de febrero de 2002 [ PROV 2002\62636] ). Se alega
también el artículo 135 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000\34, 962 y RCL 2001, 1892) , sobre la
recepción de escritos a través de los medios técnicos de que dispongan los órganos judiciales, pero la
27
oficina de correos no es un medio técnico ni un órgano de este Tribunal, sino un servicio público, que no
está homologado con los registros de los órganos judiciales a efectos de la presentación de escritos
procesales. Esta se rige por el artículo 44 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995\1144, 1563) , a
tenor del cual las partes habrán de presentar todos los escrito y documentos en los registros de los
Juzgados y Salas de lo Social.
Por lo expuesto, en nombre de SM El Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.
La sala acuerda:
Desestimar el recurso de súplica interpuesto por D. Enrique, contra la resolución de 18 de noviembre de
2003, por el que se acordaba poner fin al trámite del recurso de casación para la unificación de doctrina
preparado por dicha parte contra la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de
Justicia de la Comunidad Valenciana de 23 de mayo de 2003, en el recurso de suplicación núm. 1300/03,
frente a la resolución dictada en el proceso núm. 529/2003, ante el Juzgado de lo Social núm. 12 de
Valencia.
Así lo acordamos, mandamos y firmamos.
- Forma:
- Inmediación: aplicable art. 137 LEC, ante la falta de
regulación general de la LPL.
- Publicidad: aplicable art. 138 LEC.
- Información sobre las actuaciones: aplicable art. 140 LEC.
Art. 47,2 LPL modificado por LEC.
- Lengua oficial, intervención de intérpretes y documentos
redactados en idioma no oficial: aplicables arts. 142, 143 y
144 LEC sin problemas.
- Fe pública judicial: aplicable art. 145 que complementa lo
dispuesto en el art. 42 LPL. Tras entrada en vigor L.O.
19/03: arts. 452; 238,5º; y D.A. 6ª.
- Documentación de las actuaciones: aplicable art. 146 LEC,
números 1 y 2. No así el nº. 3 y art. 147, aplicables sólo
cuando el orden jurisdiccional social disponga de los medios
materiales y recursos humanos necesarios: Disposición
Adicional tercera LEC.
- Formación, custodia y conservación de los autos: arts. 47 y
48 LPL. Aplicable art. 148 LEC.
2.- ACTOS DE COMUNICACIÓN JUDICIAL.
- Clases: aplicable art. 149 LEC.
28
- Sujetos: Activo: Secretario o funcionario que designe. Art.
55 LPL.
- Pasivo: Arts. 54 LPL (partes y terceros) y 58,2 LPL (testigos
y peritos).
- Tiempo:: arts. 54,1 y 97,1 LPL.
- Lugar y forma: arts. 55 a 60 LPL.
- Nulidad y subsanación: regulada de manera semejante LPL
(art. 61) y LEC (166), pero en el proceso civil se exige
indefensión.
- Auto Juzgado de lo Social de Cuenca 15-9-06.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100490 /2006
38840
Nº AUTOS: DEMANDA 467 /2006.
MATERIA: ORDINARIO.
DEMANDANTE/S: DAMIAN
DEMANDADO/S: S.L.
AUTO
En Cuenca a quince de septiembre de dos mil seis.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Presentada la demanda el 18/8/2006, por D. DAMIÁN, sobre reclamación de
cantidad, a fecha de 1/9/06 se dictó resolución en la que se acordó: “Por repartida la precedente demanda
junto con los documentos que se acompañan, regístrese y fórmense los autos. Y como quiere que se
adviertan los siguientes defectos: Deberá designarse un domicilio en esta localidad para la práctica de
diligencias.No ha lugar por ahora a su admisión a trámite”.
SEGUNDO.- Presentado escrito el demandante recibió el 11/9/2006, por resolución de
12/9/2006 se estableció: “Visto el anterior escrito, únase a los autos de su razón. Se tiene por interpuesto
recurso de reposición por DAMIAN, contra la resolución de 1 de septiembre y visto el trámite en el que
se encuentran las actuaciones, queden los autos sobre la mesa de S.Sª Ilma para dictar resolución”.
RAZONAMIENTOS JURÍDICO
29
PRIMERO.- Impugna el recurrente la resolución de 1/9/2006 citado como infringido el art. 53.3
LPL. La norma general establece que si las partes comparecieren con representación o asistencia de
profesionales, el domicilio de éstos es el indicado para la práctica de los autos de comunicación, y la
doctrina judicial ha precisado que los profesionales a que se refiere la norma son los que tienen su
despacho profesional en la ciudad donde tiene su sede el Juzgado o Tribunal (en este sentido el auto de
18/04/2000, Recurso 12/2000, de la Sala de lo Social al Tribunal Superior de Justicia de Castilla La
Mancha). En el presente caso el demandante ha otorgado poder apud-acta al Graduado Social D. Javier,
sin despacho profesional en Cuenca, por lo que ello no le eximiría de designar domicilio en esta ciudad a
efectos de notificaciones como exige el art. 80.1 de LPL.
SEGUNDO.- Ahora bien, si comparece el demandado con asistencia o representación de
profesionales, designa de forma expresa en la demanda el domicilio de éstos, aunque el mismo no se
encuentre en la ciudad en la que tenga su sede el Juzgado, debe interpretarse que opera la excepción
contenida en el último inciso del art. 53.3 LPL, y cumplido el requisito exigido por la Ley. Desde esta
óptica debe estimarse el recurso de reposición.
TERCERO.- Notifíquese el presente auto a las partes, advirtiéndoles que no cabe contra el
mismo recurso alguno conforme a lo dispuesto en el TRLPL.
FALLO
SE ACUERDA: Estimar el recurso de reposición interpuesto por D. DAMIÁN VILLENA
LONCON, contra la resolución de 1/9/2006, que se repone en los términos citados, y dejar los autos sobre
la mesa por dictada resolución procedente.
Notifíquese esta resolución al actor haciéndole saber que contra la misma no cabe recurso
alguno.
Asi por este Auto lo acuerdo, mando y firmo
EL MAGISTRADO JUEZ
EL SECRETARIO
3.- AUXILIO JUDICIAL.
4.- SUSTANCIACIÓN,
ASUNTOS.
VISTA
Y
DECISIÓN
DE
LOS
5.- RECONSTRUCCIÓN DE AUTOS.
VII.- RESOLUCIONES JUDICIALES.
1.RESOLUCIONES
GUBERNATIVAS.
JURISDICCIONALES
30
Y
- Art. 244 LOPJ. Resolución que debe adoptarse para imposición de
sanciones por vulneración de las reglas de la buena fe procesal.
2.- DILIGENCIAS DE ORDENACIÓN.
3.- PROPUESTAS DE RESOLUCIÓN.
4.- CLASES DE RESOLUCIONES JUDICIALES.
I.- LA REFORMA DE LA OFICINA JUDICIAL EN
ESPAÑA. SU ESTADO EN LA ACTUALIDAD.
DOCUMENTOS A.
5.- FORMA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES.
6.PLAZO
JUDICIALES.
PARA
DICTAR
7.EL
NUEVO
“RECURSO
PRONUNCIAMIENTO”.
LAS
DE
RESOLUCIONES
OMISIÓN
DE
VIII.- VÍAS PREVIAS EN EL PROCESO LABORAL.
1.- CONSIDERACIONES PREVIAS.
2.- CONCILIACIÓN PREVIA.
31
A). Preprocesal.
B). Procesal.
3.- RECLAMACIÓN PREVIA.
IX. SISTEMAS EXTRAJUDICIALES
SOLUCIÓN DE CONFLICTOS.
DE
1.- DELIMITACIÓN DEL TEMA.
La Ley 11/94, de 19 de mayo, modificó el ET, aumentando la
capacidad de regulación del convenio colectivo, entre otros
extremos, precisamente en lo relativo a los sistemas de solución
extrajudicial de conflictos. A partir de aquí la negociación de los
Interlocutores Sociales llevó a la aprobación de Acuerdos sobre
procedimientos de solución extrajudicial de conflictos, tanto en el
ámbito nacional (ASEC) como en el autonómico.
El Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos (ASEC)
fue suscrito por las Organizaciones Sindicales y Empresariales más
representativas el 25 de enero de 1996.
En cuanto a los Acuerdos Autonómicos, todos responden a
la naturaleza de los llamados “acuerdos interprofesionales sobre
materias concretas” a que se refiere el art. 83,3 ET (así ASEC-CLM:
art. 3,2); pero no todos se aplican a los conflictos laborales
individuales.
2.- MARCO LEGAL PARA EL ESTABLECIMIENTO
CONVENCIONAL
DE LOS PROCEDIMIENTOS DE
SOLUCIÓN
EXTRAJUDICIAL
DE
CONFLICTOS
INDIVIDUALES.
32
En esta materia (solución conflictos individuales), el art. 91,5
ET dispone que aunque previstos para los conflictos colectivos, los
procedimientos que contempla serán también “utilizables en las
controversias de carácter individual, cuando las partes
expresamente se sometan a ellos”.
No se establece excepción alguna (sí en los colectivos: solo a
los de los arts. 91; 85,1; D.A. 3ª ET; art. 89,4 ET), por lo que dichos
procedimientos son aplicables a todos los conflictos individuales.
Además, en esta materia (tb. Colectivos) existe la posibilidad
de que la conciliación previa se atribuya al órgano de origen
convencional correspondiente, conforme al art. 63 LPL.
3-.
NOTAS,
GARANTÍAS,
CIRCUNSTANCIAS
Y
CUESTIONES A TENER EN CUENTA A LA HORA DE
ASUMIR LOS CONFLICTOS INDIVIDUALES.
3.1.- Tutela judicial efectiva.
3.2.- Eficacia.
3.3.- Personal laboral de las Administraciones Públicas.
3.4.- Cobertura del FGS y prestaciones por desempleo.
X.EL
PROCESO
DECLARATIVO
ORDINARIO
Y
LOS
PROCESOS
ESPECIALES.
1.- PROCESO ORDINARIO.
1.1.- Admisión de la demanda.
1.2.- Advertencia de defectos.
1.3.- Citación.
33
1.4.- Incomparecencia del demandante.
1.5.- Incomparecencia del demandado.
1.6.- Acumulación de autos.
1.7.- Conciliación procesal.
1.8.- Juicio.
1.8.1.- Alegaciones.
1.8.2.- Allanamiento.
1.8.3.- Reconvención.
1.8.4.- Prueba.
1.8.5.- Conclusiones.
1.8.6.- Acta.
1.9.- Diligencias para mejor proveer.
1.10.- Sentencia.
2.- PROCESOS ESPECIALES.
2.1.- Procesos de despido.
2.1.1.- Disciplinario.
2.1.2.- Acumulación de acciones.
2.1.3.- Inversión procesal.
2.1.4.- Sentencia.
2.1.5.- Otros despidos.
II.- REFORMAS LABORALES Y ABARATAMIENTO DEL
DESPIDO.
DOCUMENTOS B.
-------------------
34
- Real Decreto-Ley 5/2002, de 24 de mayo, de medidas
urgentes para la reforma del sistema de protección por
desempleo y mejora de la ocupabilidad.
- Ley 45/2002, de 12 de diciembre, de medidas urgentes para
la reforma del sistema de protección por desempleo y
mejora de la ocupabilidad.
Por sólo referirse al caso español en sus fechas más recientes, es
decir, a partir de la victoria en marzo del 2004 del PSOE y mientras
duraba la concertación sobre la reforma del mercado de trabajo
emprendida entre sindicatos y patronal, se pueden encontrar los
siguientes titulares de periódicos: “La OCDE aconseja a España
abaratar el coste del despido” (Cinco Días, 8 de julio 2004); “El
Banco Mundial constata que España es uno de los países de la
OCDE con mayor coste en despedir a un trabajador” (Expansión, 7
de octubre de 2005); “Pedro Solbes afirma que generalizar el coste
del despido a 33 días le parece positivo” (Cinco Días, 18 octubre
2005); “ La OCDE hace recomendaciones para abaratar las
elevadas indemnizaciones del sistema español” (Cinco Días, 10
noviembre 2005); “El Banco de España apuesta por abaratar los
costes de despido de los contratos indefinidos” (El Mundo, 7 de
noviembre de 2005); “Gary Becker, premio Nobel de economía,
apuesta por abaratar el despido para mejorar la tasa de desempleo
en una conferencia en la Fundación San Pablo-CEU de Madrid,
organizado por la FAES presidida por Jose María Aznar”
(www.eleconomista.com, 15 de junio de 2006); “El Fondo Monetario
Internacional aconseja a España abaratar el despido y contener el
35
gasto público” (El País, 14 de junio de 2006). Con la presencia
reciente de la crisis a mediados del 2008, esta relación entre la
reactivación del mercado y la economía y el coste del despido,
vuelve a producirse. Así, en la reunión de expertos llamados a la
Moncloa para conjurar la crisis, uno de los principales elementos
barajados por los “sabios” convocados era la reducción de las
indemnizaciones por el despido en el marco de la llamada
“flexibilidad laboral” (el País, 25 de julio de 2008). En medio del
desencuentro sobre el diálogo social, ya en el 2009, el presidente
de la CEOE, Díaz Ferrán, afirmaba con gran capacidad sintética:
“No pedimos el despido libre porque ya existe, lo que pasa es que
es carísimo” (Público, 18 de febrero de 2009).
2.2.- Sanciones.
2.3.- Reclamación contra el Estado de salarios de tramitación.
2.4.- Vacaciones.
2.5.- Permisos por lactancia y reducción de jornada por motivos
familiares.
III.- PERMISOS DE MATERNIDAD Y PATERNIDAD.
PROPUESTAS ACTUALES PARA LOGRAR LA
IGUALDAD.
DOCUMENTOS C.
36
2.6.- Electoral.
2.7.- Clasificación profesional.
2.8.- Movilidad y modificación de condiciones sustanciales de
trabajo.
2.9.- Procesos sobre Seguridad Social.
2.9.1.- Reclamación previa.
2.9.2.- Especialidades del procedimiento.
IV.-REFORMAS EN MATERIA DE SEGURIDAD SOCIAL.
SU ESTADO EN LA SITUACIÓN DE CRISIS
ECONÓMICA ACTUAL.
DOCUMENTOS D.
RJ 2008\7167
Sentencia Tribunal Supremo (Sala de lo Social, Sección 1), de 17 octubre
2008
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. De acuerdo con la relación de hechos probados, la trabajadora
celebró un contrato con la Jefatura Provincial de Tráfico de Valencia el 15-62005, para obra o servicio determinado, con jornada a tiempo completo y
duración hasta el 14-11- 2005. El objeto del contrato era mejorar la atención al
ciudadano mediante la atención a gestorías y autoescuelas, actualización del
fichero informático de expedientes sancionadores y tramitación derivada de los
acuerdos firmados para la tramitación de los canjes de los permisos de
conducir. Mediante escrito de 19-10-2005 la empresa le comunicó a la actora la
próxima extinción del contrato en la fecha pactada. En el momento de
efectuarse esa comunicación la actora estaba embarazada y a fecha 24-112005 su estado de gestación era de 9 semanas. El juez de instancia, tras
calificar de nula la causa de temporalidad del contrato porque la obra o servicio
contratado carecían de autonomía y sustantividad propias dentro de la
actividad de la empresa, consistiendo en unas funciones que luego vienen
desempeñando otros trabajadores con contrato eventual e ingresados con
posterioridad, declara la nulidad del despido y condena a la demandada a la
readmisión en las mismas condiciones que regían antes de producirse el
37
despido. La sentencia recurrida confirma íntegramente el fallo y en particular,
por lo que ahora interesa, no considera exigible el conocimiento por parte del
empleador del embarazo de la trabajadora para que el despido se declare nulo,
interpretando literalmente el art. 55.5 b) ET (RCL 1995\997).
Recurre en casación para la unificación de doctrina el Abogado del Estado, en
la representación que ostenta y señala como sentencia de contraste la de esta
Sala de 19 de julio de 2006 (RJ 2006\8040) (Rec. 1452/05), en la que se
discute la interpretación del art. 55.5.b) ET en los supuestos de despido de
mujeres embarazadas y, en concreto, si la declaración de nulidad precisa el
conocimiento del hecho de la gestación por parte del empresario, en un caso
como el presente en el que el empresario no conocía el estado de la
trabajadora despedida. Y lo hace revocando la sentencia recurrida que había
condenado a la empresa calificando el despido de nulo por el mero hecho de
que la trabajadora despedida estaba embarazada, sin que el empresario
conociera tal circunstancia. Esta Sala entiende que el presupuesto de que un
despido sea "motivado" por el embarazo de una trabajadora es el conocimiento
por parte del empresario que despide de dicho estado de gestación. De ahí que
para la Sala la tesis de la "nulidad objetiva" del despido por embarazo, que por
hipótesis prescinde del móvil de la decisión extintiva, no se ajuste a la finalidad
de la norma expresa e inequívocamente formulada en la parte expositiva de la
Ley.
En ambos casos se produce la identidad sustancial que exige el art. 217 LPL
(RCL 1995\1144, 1563), pues en los dos supuestos se trata de trabajadoras
que han sido despedidas, estando en ese momento en estado de gestación, sin
que en tal momento tuviese conocimiento de ello el empresario, debatiéndose
en ambos casos si, en tales circunstancias, el despido debe ser calificado como
nulo o como improcedente.
SEGUNDO La censura jurídica se concreta en la infracción del art. 55.5.b) del
Estatuto de los Trabajadores (RCL1995\997), en relación con el art. 9.3de la
Constitución Española (RCL 1978\2836), e invoca la jurisprudencia del Tribunal
Supremo (sentencia alegada de contraste) y las que cita del Tribunal
Constitucional (s. 41/2002, de 25 de febrero (RTC 2002\41) y 17/2003, de 23
de enero (RTC 2003\17)).
La cuestión había sido resuelta por esta Sala en el sentido de que en tales
supuestos no procedía la calificación de nulidad si no existía tal
conocimiento.(Sentencia dictada en Sala General de 19 de julio de 2006 (RJ
2006\8040), Rec. 1452/05, reiterada por la de 24 de julio de 2007 (RJ
2007\7382) (Rec. 2520/06).
Pero nuestra anterior doctrina tiene que ser modificada dada la doctrina que
ahora fija el Tribunal Constitucional, desde la perspectiva constitucional del
precepto, en sentencia 92/2008, de 31 de julio (RTC 2008\92), al estimar el
amparo en caso sustancialmente idéntico, de acuerdo con lo dispuesto en el
art. 5 de la LOPJ de 1 de julio de 1985 (RCL 1985\1578, 2635), sobre la
interpretación de las leyes conforme a la interpretación de los principios
constitucionales se haga por dicho Tribunal.
38
La doctrina del Tribunal Constitucional puede, con sus propias palabras,
resumirse así:
"Resultando inequívoco, conforme a nuestra doctrina, que un despido motivado
por el embarazo de la trabajadora -o por la concurrencia de bajas laborales
causadas por el embarazo(STC 17/2007, de 12 de febrero (RTC 2002\17),
Fj6), constituye una discriminación por razón de sexo, en el asunto ahora
considerado, como en los analizados en nuestras SSTC 41/2002, de 25 de
febrero, y 17/2003, de 30 de enero, así como, desde una perspectiva diferente,
en la STC 62/2007, de 27 de marzo (RTC 2007\62), la cuestión relativa al
conocimiento o no por la empresa de la situación de embarazo ha centrado en
buena medida el debate en la vía judicial. La importancia de dicha cuestión
viene determinada por el hecho de que, para entender vulnerado por la
empresa el derecho de la trabajadora a la no discriminación por razón de sexo,
no basta con el hecho de que la trabajadora haya sido despedida hallándose
embarazada. Como hemos señalado en otras ocasiones, al hecho del
embarazo y a la circunstancia concurrente del despido será preciso añadir
otros elementos que pongan indiciariamente en conexión lo uno (el factor
protegido -por cuanto que el estado de gestación constituye únicamente, en
principio, un presupuesto de la posibilidad misma de la lesión del art. 14 CE
(RCL 1978\2836), pero no un indicio de vulneración que por sí solo desplace al
demandado la obligación de probar la regularidad constitucional de su acto. En
palabras de nuestras SSTC 41/2002, de 25 de febrero (RTC 2002\41), FJ 4, y
17/2003, de 30 de enero (RTC 2003\17), FJ 4, "para que se produzca la
inversión pretendida por la recurrente, no basta con que la trabajadora esté
embarazada y demuestre tal dato objetivo, sino que, a partir de tal
constatación, es preciso alegar circunstancias concretas en las que
fundamentar la existencia de un presumible trato discriminatorio. En la medida
en que no basta la mera alegación, sino la muestra de un panorama indiciario,
no puede apreciarse una valoración incorrecta de la carga de la prueba por
parte de los órganos judiciales por el hecho de que la empresa no haya
probado la existencia de una causa real suficiente y seria de extinción que
acredite que el despido es ajeno a un motivo discriminatorio...
En definitiva, nuestra doctrina ha considerado necesario el conocimiento por
parte de la empresa del estado de embarazo de la trabajadora para apreciar la
existencia de un panorama indiciario de la lesión del derecho fundamental, bien
porque conste dicho conocimiento en los hechos probados de las resoluciones
recurridas, bien porque, aun no constando expresamente, existan otros datos
que permitan deducir la probabilidad de la lesión. En efecto, difícilmente puede
apreciarse la existencia de un tratamiento peyorativo basado en el embarazo
de la trabajadora cuando no haya quedado acreditado el conocimiento por la
empresa de dicho embarazo o de cualquier otra situación o circunstancia que
pudiera entenderse conectada con el mismo, ni existan otros datos de los que,
pese a la falta de constancia expresa del conocimiento, peuda deducirse la
probabilidad de la lesión...
La decisión de las resoluciones judiciales recurridas de no considerar
acreditada la existencia de un despido "motivado" por el embarazo es, por
39
tanto, conforme con nuestra doctrina, en los términos en que ha quedado
expuesta, al no haber aportado la trabajadora al proceso -como le incumbíaindicios de la vulneración de su derecho fundamental...
La anterior constatación no agota, sin embargo, el análisis de la demanda de
amparo, dado que en ésta, entremezclada con la queja anterior, se plantea por
la demandante una segunda queja, claramente diferenciada y que requiere de
un análisis específico. Según dicha queja las resoluciones judiciales recurridas
habrían vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24.1 CE (RCL
1978\2836)al no haber aplicado la norma que establece que el despido de una
trabajadora embarazada será nulo, exigiendo la acreditación del conocimiento
por el empresario de la situación de embarazo, requisito que no figura en el
precepto legal, el cual, por tanto, habría sido aplicado de manera arbitraria por
los órganos judiciales. Se plantea, en definitiva una posible vuleneración del
derecho a la tutela judicial efectiva de la trabajadora por la interpretación
efectuada por los órganos judiciales del art. 55.5 LET (RCL 1995\997), en la
redacción dada al mismo por la Ley 39/1999, de 5 de noviembre (RCL
1999\2800), de conciliación de la vida familiar y laboral de las personas
trabajadoras...
La modificación que introdujo la Ley 39/1999 consistió en añadir, a la
precedente cláusula de nulidad de los despidos discriminatorios o con
vulneración de derechos fundamentales, diversos supuestos de nulidad
relacionados con el embarazo, la maternidad y el disfrute de determinados
permisos parentales. Dichas modificaciones se introdujeron por el legislador,
como señala expresamente la exposición de motivos de la Ley, con objeto de
completar la transposición a la legislación española de las directrices marcadas
por diversas normas internacionales y comunitarias -citándose, expresamente,
las Directivas del Consejo 92/85/CEE, de 19 de octubre de 1992 (LCEur
1992\3598), relativa a la aplicación de medidas para promover la mejora de la
seguridad y de la salud en el trabajo de la trabajadora embarazada, que haya
dado a luz o en período de lactancia, y 96/34/CE (LCEur 1996\1756), del
Consejo, de 3 de junio de 1996, relativa al Acuerdo marco sobre el permiso
parental celebrado por la UNICE, el CEEP y la CES, y la Declaración de los
Estados reunidos en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres, celebrada en
Pekín en Septiembre de 1995-, superando los niveles mínimos de protección
previstos en las mismas. La propia exposición de motivos enmarca dichas
medidas en los derechos y principios contenidos en los arts. 14, 39.1 y 9.2 de
la Constitución (RCL 1978\2836)....
Antes de continuar con nuestro análisis resulta preciso establecer que el canon
aplicable en este caso es el propio del art. 24.1en relación con el art. 14 CE,
canon que, de conformidad con nuestra reiterada doctrina, conlleva, en primer
lugar, el derecho a obtener una resolución fundada en Derecho, favorable o
adversa, que es garantía frente a la arbitrariedad e irrazonabilidad de los
poderes públicos(SSTC 112/1996, de 24 de junio (RTC 1996\112), FJ 2;
87/2000, de 27 de marzo (RTC 2000\87), FJ 6). Ello implica, en primer lugar,
que la resolución ha de estar motivada, es decir, contener los elementos y
razones de juicio que permitan conocer cuáles han sido los criterios jurídicos
que fundamentan la decisión(SSTC 58/1997, de 18 de marzo (RTC 1997\58),
40
FJ 2; 25/2000, de 31 de enero (RTC 2000\25), FJ 2); y en segundo lugar, que
la motivación debe contener una fundamentación en derecho(STC 147/1999,
de 4 de agosto (RTC 1999\147), FJ3), lo que conlleva la garantía de que la
decisión no sea consecuencia de una aplicación arbitraria de la legalidad, no
resulta manifiestamente irrazonada o irrazonable o incurra en un error patente,
ya que, en tal caso, la aplicación de la legalidad, seria tan solo mera
apariencia(SSTC 147/1999 de 4 de agosto, FJ3; 25/2000 de 31 de enero, FJ2;
87/2000, de 27 de marzo, FJ3; 82/2001, de 26 de marzo (RTC 2001\82), FJ2;
221/2001, de 31 de octubre (RTC 2001\221), FJ6; 55/2003 de 24 de marzo
(RTC 2003\55), FJ6 y 262/2006 de 11 de septiembre (RTC 2006\262), FJ5).
Se trata, no obstante, de un canon reforzado(SSTC 84/2001, de 26 de marzo
(RTC 2001\84), FJ3; 215/2001, de 29 de octubre (RTC 2001\215), FJ2;
203/2002 de 28 de octubre (RTC 2002\203), FJ3; y 28/2005 de 14 de febrero
(RTC 2005\28), FJ3) por tratarse de un supusto en el que está en juego el
derecho fundamental a la no discriminación por razón de sexo(art. 14 CE (RCL
1978\2836)). En efecto, no puede desconocerse que la interpretación efectuada
por los órganos judiciales en el presente procedimiento ha determinado la
desestimación de la pretensión de la trabajadora de que se declarara la nulidad
del despido del que fue objeto durante su embarazo, afectando con ello al
alcance y contenido de las garantias establecidas por el legislador para la
protección del derecho a la no discriminación por razón de sexo, del que
indudablemente forman parte las garantias frente al despido de las
trabajadoras embarazadas (entre otras muchas SSTC 175/2005, de 4 de julio
(RTC 2005\175), FJ3; 342/2006 de 11 de dicienbre (RTC 2006\342), FJ3; y
171/2007, de 12 de febrero (RTC 2007\171), FJ3). Nos encontramos, por tanto,
ante resoluciones judiciales especialmente cualificadas por razón del derecho
fundamental a cuya efectividad sirve el precepto legal cuya interpretación se
cuestiona, sin que a este Tribunal, garante último de los derechos
fundamentales a través del recurso de amparo, pueda resultarle indiferente
aquella cualificación cuando se impugnan ante él este tipo de resoluciones,
pues no solo se encuentra en juego el derecho a la tutela judicial efectiva, sino
que puede producirse un efecto derivado o reflejo sobre la reparación del
derecho fundamental cuya invocación sostenía la pretensión ante el órgano
judicial, con independencia de que la declaración de la lesión sea sólo una de
las hipótesis posibles"(SSTC 84/2001, de 26 de marzo (RTC 2001\84), FJ3;
112/2004, de 12 de julio (RTC 2004\112), FJ4; 28/2005, de 14 de febrero (RTC
2005\28) FJ3; 196/2005, de 18 de julio (RTC 2005\196) FJ3)...
Pues bien, resulta evidente que ninguna de dichas resoluciones judiciales
satisface las existencias del canon de motivación reforzado al que hemos
hecho referencia. Limitándonos a la Sentencia de Suplicación, única que
argumenta sobre la interpretación del art. 55.5 b) LET (RCL 1995\997), baste
para dicha conclusión por el momento, con tener en cuenta que la Directiva
comunitaria reseñada tiene por objeto el establecimiento de "disposiciones
mínimas" para proteger la seguridad y la salud de las trabajadoras
embarazadas, como corresponde al fundamento jurídico que la sustenta(art.
118 Adel Tratado de la Comunidad Europea (LCEur 1986\8)); que las
Directivas de la Unión Europea obligan a los Estados miembros destinatarios
"en cuanto al resultado que deba conseguirse, dejando, sin embargo, a las
41
autoridades nacionales la elección de las formas y de los medios"(art. 249del
Tratado de la Unión Europea); y que, en fin, la exposición de motivos de la Ley
39/1999 (RCL 1999\2800), que modificó la regulación del precepto legal, afirma
expresamente que con ella se procede a la transposición de la Directiva
"superando los niveles mínimos de protección previstos" en la misma. En
consecuencia, que la Directiva comunitaria contemple la exigencia de
comunicación por la trabajadora de su embarazo al empresario como requisito
para la activación de los derechos y garantías previstos en la misma no
constituye motivación suficiente, por sí misma y con exclusión de cualquier otro
criterio interpretativo, para afirmar la exigencia de idéntica condición en la
aplicación del art. 55.5 b) LET (RCL 1995\997)...
La garantía frente al despido del derecho a la no discriminación por razón de
sexo de las trabajadoras embarazadas no exige necesariamente un sistema de
tutela objetiva como el previsto por el legislador en la Ley 39/1999. Serían
posibles, desde esta perspectiva, otros sistemas de protección igualmente
respetuosos con el art. 14 CE como, en particular, el que estaba en vigor en el
momento de la reforma legal. Sin embargo, una vez que el legislador ha optado
por un desarrollo concreto del art. 14 CE, que incrementa las garantías
precedentes conectándolas con la tutela también reforzada de otros derechos y
bienes constitucionalmente protegidos, no puede el órgano judicial efectuar una
interpretación restrictiva y ajena a las reglas hermenéuticas en vigor que prive
al precepto legal de aquellas garantías establecidas por el legislador y con las
que la trabajadora podía razonablemente entenderse amparada en su
determinación personal, pues con ello se estaría impidiendo la efectividad del
derecho fundamental de acuerdo con su contenido previamente definido(STC
229/2002, de 9 de diciembre (RTC 2002\229), FJ 4). Tal decisión no satisface
las exigencias del canon de razonabilidad y motivación reforzadas y de
efectividad del derecho fundamental que impone la afectación -particularmente
intensa, en el presente caso- del derecho a la no discriminación por razón de
sexo de la trabajadora y de los restantes derechos y bienes
constitucionalmente relevantes implicados."
TERCERO De acuerdo con los anteriores razonamientos, y acomodando
nuestra doctrina a los parámetros constitucionales señalados, procede
desestimar el recurso e imponer las costas a la recurrente.
Por lo expuesto, en nombre de S. M. El Rey y por la autoridad conferida por el
pueblo español.
FALLAMOS
Desestimamos el recurso de casación para la unificación de doctrina
interpuesto por el Abogado del Estado, frente a la sentencia de la Sala de lo
Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de fecha
22 de febrero de 2007 (PROV 2007\115866), dictada en el recurso de
suplicación número 4535/2006, formulado por el Abogado del Estado, contra la
sentencia del Juzgado de lo Social número 5 de Valencia de fecha 14 de junio
de 2006, dictada en virtud de demanda formulada por Dª Rosario frente al
42
Ministerio del Interior (Jefatura de Tráfico). Se imponen a la parte recurrente las
costas del recurso.
Devuélvanse las actuaciones a la Sala de lo Social del Órgano Jurisdiccional
correspondiente, con la certificación y comunicación de esta resolución.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN
LEGISLATIVA, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
2.10.- Conflictos Colectivos.
2.11.- Procesos de oficio.
2.12.- Impugnación de Convenios Colectivos.
2.13.- Impugnación de Estatutos de los Sindicatos.
2.14.- Procesos de tutela de derechos fundamentales.
XI.- MEDIDAS CAUTELARES.
- LPL:
embargo
preventivo
(art.
79);
suspensión
procedimiento electoral (art. 132,1,c); suspensión efectos
acto impugnado en proceso de tutela de derechos
fundamentales (art. 178); embargo preventivo en procesos
sobre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales
(art. 141,1); y embargo en caso de audiencia al rebelde
(138,2).
- Aplicables normas LEC sobre medidas cautelares no
previstas LPL: art. 727 LEC: numerus apertus.
- Autos Juzgado de lo Social de Cuenca 21-4-08 y 3-10-05.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
Fax. : 969 22 38 53
N.I.G.: 16078 4 0100170 /2008
38300
Nº AUTOS: DEMANDA 163 /2008 .
43
MATERIA: ACTOS PREPARA.Y.MEDI.P .
DEMANDANTE/S: LUIS MIGUEL
DEMANDADO/S: S.L
AUTO
En CUENCA, a veintiuno de abril de dos mil ocho.
HECHOS
UNICO.- Por el Letrado D. Juan, representante procesal de D. Luis Miguel, se ha solicitado a este
Juzgado que, con el fin de fundamentar su demanda relativa a reclamación de diferencias salariales
correspondientes a pluses de nocturnidad, tiempo de presencia y horas extraordinarias, frente a S.L.,
pueda examinar documentación no obrante a su disposición consistente en discos tacógrafos de los
vehículos que conducía por cuenta de la demandada.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- El Art. 77 de la L.P.L., prevé que en todos aquellos supuestos en que el examen de libros
y cuentas o la consulta de cualquier otro documento se demuestre imprescindible para fundamentar su
demanda, quién pretenda demandar podrá solicitar del órgano judicial la comunicación de dichos
documentos, pudiendo el interesado acudir a dicho examen asesorado por un experto en la materia si se
tratase de documentos contables, que ha de llevarse a efecto sin que la documentación salga del poder de
su titular.
SEGUNDO.- La expresión "imprescindible" debe entenderse en el sentido de que sin el examen de la
documentación correspondiente, ni puede fundamentarse la demanda ni concretar la petición; y que no se
trata de una mera cuestión de utilidad o conveniencia del solicitante, sino de imposibilidad de redactar la
demanda completando todos sus requisitos.
TERCERO.- Es pacífico en la doctrina judicial y científica que la finalidad de los actos preparatorios
es únicamente preparar la demanda y no el juicio oral. No persiguen ni tienen finalidad probatoria, ni es
anticipación de prueba documental o pericial en modo alguno, tratándose simplemente de proporcionar al
futuro actor la base para que pueda cumplir todos los requisitos al redactar su demanda, en concreto, la
causa de pedir y el suplico.
CUARTO.- Pues bien, en el presente caso, visto la acción que se pretende ejercitar y la
documentación interesada, entiende este Juzgador que concurren los requisitos necesarios para acceder a
la práctica de los actos preparatorios interesados, expresando el solicitante que puede hacerse la
aportación a través de fotocopias de los tacógrafos, considerando esta fórmula la menos gravosa y
perjudicial para el demandado, procede acceder a lo pedido utilizándola, considerando así mismo
razonable fijar el plazo de 10 días hábiles.
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA.- Se accede a la práctica del acto preparatorio solicitado, requiriendo a S.L., para que
en el plazo de los 10 días siguientes a la notificación de la presente haga entrega a este Juzgado de
fotocopias de los discos diagrama de los tacógrafos de los vehículos matrículas 89-PB, 19-LR y 89-WF,
durante el periodo marzo de 2006 a febrero de 2007 respecto de los dos primeros y agosto de 2006
respecto del tercero; y únicamente de los correspondientes a D. Luis Miguel.
Notifíquese esta resolución a las partes.
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MODO DE IMPUGNARLA: mediante recurso de reposición a presentar en este Juzgado dentro de los
CINCO DIAS hábiles siguientes al de recibirla, cuya sola interposición no suspenderá la ejecutividad de
lo que se acuerda (artículo 184-1 de la Ley de Procedimiento Laboral).
Así, por este Auto, lo mando y firmo el Ilmo. Sr. Magistrado Don RAMON GONZALEZ DE LA
ALEJA GONZALEZ DE LA ALEJA. Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100744 /2005
38300
Nº AUTOS: DEMANDA 720 /2005 .
MATERIA: ORDINARIO .
DEMANDADO/S: S L
-AUTOEn CUENCA, a tres de octubre de dos mil cinco .
-HECHOS1.- En este Juzgado de lo Social se siguen autos nº 720/05, a instancia de D. José Antonio, frente a S.L.,
en reclamación de cantidad, en los que por auto de fecha 27-9-05, entre otros extremos, se acordó: “Al
segundo otrosí queden los autos sobre la mesa del proveyente para dictar la resolución que proceda”.
º
2.- Que en el referido segundo otrosí de la demanda solicita el embargo preventivo de bienes de la
empresa demandada, sin exponer motivo alguno en el que apoyar su solicitud.
-RAZONAMIENTOS JURIDICOS1.- El embargo preventivo es una medida cautelar consistente en una actividad procesal que tiende a
garantizar la ejecución de la sentencia que se dicte mediante la afección de bienes del demandado al
proceso, aunque sin que ello suponga privar de la facultad de disposición al titular de los mismos. Para
adoptar una medida cautelar deben concurrir unos presupuestos que habitualmente se designan con los
términos “fumus boni iuris”, “periculum in mora”, y prestación de caución. La LEC de 1881 regulaba los
presupuestos necesarios para decretar el embargo preventivo en los arts. 1400 y siguientes; y la vigente
dedica el titulo VI del Libro III a regular las medidas cautelares, refiriéndose a los citados requisitos en el
art. 728 y desarrollándolos en el resto del articulado. La LPL regula dicha institución en el art. 79, aunque
con un escueto régimen jurídico que debe completarse, supletoriamente (art. 4 LEC y D.A. 1ª,1, LPL),
por las normas del referido Título de la vigente LEC. Ahora bien, sin olvidar que “no puede admitirse tal
aplicación supletoria respecto de reglas de procedimiento que sólo tienen significación propia y pleno
sentido en el proceso civil, pero que pueden resultar contradictorias con normas especificas o principios
inspiradores del proceso laboral”. (STS 12-2-94).
2.- Así, en este orden jurisdiccional, en cuanto al requisito de apariencia de buen derecho, no es aplicable
el art. 728,2 LEC, que exige al demandante la presentación, junto a la solicitud de embargo preventivo, de
los “datos, argumentos y justificaciones documentales que conduzcan a fundar, por parte del tribunal, sin
prejuzgar el fondo del asunto, un juicio provisional e indiciario favorable al fundamento de su
pretensión”. La exigencia de dichos documentos haría imposible en la mayoría de los casos decretar el
embargo preventivo laboral. El art. 79 LPL nada dice del principio de prueba por escrito, y se mantiene
45
como especialidad en lo laboral la no necesidad de presentar un documento del que se desprenda
provisional e indiciariamente el fundamento de la pretensión.
3.- En cuanto al requisito de prestación de caución suficiente, tampoco es aplicable el art. 728,3 LEC. El
art. 79 LPL no se refiere al mismo y la especialidad del proceso laboral justifica su no exigencia.
4.- En cuanto al peligro por la mora procesal, el art. 79,1 LPL establece que podrá decretarse el embargo
preventivo cuando por el demandado “se realicen cualesquiera actos de los que pueda presumirse que
pretende situarse en estado de insolvencia o impedir la efectividad de la sentencia”. Deben existir por
tanto “actos” que no pueden ser objeto de mera alegación, sino que deben acreditarse, estando a cargo del
solicitante del embargo la actividad probatoria correspondiente.
5.- Otras especialidades del embargo preventivo en el proceso laboral, puestas de manifiesto por la
doctrina, son la posibilidad de decretarlo de oficio por el órgano jurisdiccional, la improcedencia de
solicitarlo antes de presentar la demanda, su adopción sin audiencia del demandado, y la no aplicación del
régimen de oposición a las medidas cautelares regulado en la LEC, (así, entre otros, Montero Aroca,
Alonso García y Luján Alcaraz). Una vez decretado el embargo, si resulta aplicable el art. 738 LEC, y el
mismo auto sirve de mandamiento para su práctica.
6.- En el presente caso no sólo no se ha probado ningún “acto” del que pueda presumirse que la
demandada pretende impedir la efectividad de la sentencia que en su día pueda dictarse, sino que ni
siquiera se ha alegado, por lo que la denegación del embargo preventivo solicitado resulta clara.
7.- Se advertirá a las partes que contra la presente resolución cabe interponer recurso de reposición,
conforme al art. 184 LPL.
-PARTE DISPOSITIVASE ACUERDA: Denegar el embargo preventivo de bienes de la demandada S.L., solicitado por el
demandante D. José Antonio.
Notifíquese esta resolución a las partes.
MODO DE IMPUGNARLA: mediante recurso de reposición a presentar en este Juzgado dentro de los
CINCO DIAS hábiles siguientes al de recibirla, cuya sola interposición no suspenderá la ejecutividad de
lo que se acuerda (artículo 184-1 de la Ley de Procedimiento Laboral).
Así, por este Auto, lo pronuncio, mando y firmo el Ilmo. Sr. Magistrado Don JULIO ABOY LORENZO.
Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL
XII.- DEMANDA Y FASE INTERMEDIA.
1.- REQUISITOS DE LA DEMANDA.
2.- ADMISIÓN O INADMISIÓN DE LA DEMANDA.
3.- EFECTOS PROCESALES DE LA DEMANADA.
46
4.- FASE INTERMEDIA.
XIII.- EL ACTO DEL JUICIO.
1.- SUSPENSIÓN E INCOMPARECENCIA DE LAS PARTES.
2.- CONCILIACIÓN.
3.- DESARROLLO
ALLANAMIENTO.
DEL
ACTO
DEL
4.- CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.
- Excepciones procesales:
- Excepciones materiales:
- Conclusiones.
XIV.- LA PRUEBA.
1.- OBJETO DE LA ACTIVIDAD PROBATORIA.
1.1.- Hechos conformes.
- Formalidades.
- Límites.
1.2.- Hechos notorios.
47
JUICIO.
EL
“Aquellos cuyo conocimiento forma parte de la cultura normal
propia de un determinado grupo social en el tiempo en que se
produce la decisión”, (Montero Aroca).
RJ 2004\4960
1.3.- Derecho.
A). Costumbre local y profesional.
B). Normas no publicadas.
C). Convenios Colectivos.
Sentencia Tribunal Constitucional núm. 151/1994 (Sala Primera ), de 23 mayo
“… De otra parte, la propia estructura del Estado obliga a valorar bajo nuevos criterios el esquema
de publicación de las normas. Disponiendo las Comunidades Autónomas de facultades propias de
regulación, en el ámbito reconocido en la Constitución y en sus respectivos Estatutos de Autonomía, ha
de afirmarse que los diarios oficiales autónomicos satisfacen esta exigencia de publicidad de las
normas, sirviendo a idénticos fines, y desplegando, respecto de las normas sujetas a ellos, la
máxima eficacia al principio iura novit curia, cuando menos, para los órganos judiciales cuya
competencia no excede del ámbito territorial de aquéllos…
…garantizada la publicidad de la norma y su general conocimiento a través de su inserción en el
«Diario Oficial», no puede el órgano judicial equiparar a la norma -y sin duda el Convenio lo es en
nuestro ordenamiento- con un hecho, y subordinar su aplicación a la prueba de su existencia. Ello
supone una denegación arbitraria de la justicia pedida, …”.
RJ 2001\1436
Sentencia Tribunal Supremo (Sala de lo Social), de 28 noviembre 2000
“ …El convenio citado no se ha incorporado a las actuaciones; no se ha publicado en el Boletín Oficial del
Estado y la parte recurrente no ha precisado ningún dato en relación con su publicación».
Haciendo propias aquellas consideraciones, debemos hacer hincapié en el hecho de que el Convenio
Colectivo sobre el que se ha fundamentado de forma principal el presente recurso y respecto del cual se
dicen infringidos sus arts. 29.3 y 32.b), no aparece incorporado a los autos ni ha sido publicado en el
BOE, ni ha sido identificado de forma que se pudiera identificar la fecha y el medio (Boletín Oficial) en que
el mismo fue publicado, con lo que la actitud de la recurrente hace imposible a la Sala, de conformidad
con tales carencias, conocer el texto exacto de aquellos preceptos y su posible incumplimiento, tanto más
cuanto que, como antes se indicó, ni siquiera se corresponden con los que citó la Sala de contraste para
fundar su decisión contradictoria. Por todo lo cual no es posible a la Sala suplir la deficiencia de la parte
en relación con la norma colectiva paccionada, dado que faltan los presupuestos mínimos establecidos en
la sentencia del Tribunal Constitucional 151/1994, de 23 de mayo (RTC 1994\151), para que el Tribunal
deba aplicar cualquier convenio colectivo, entre los que se hallan sin duda la carga de probar a quien lo
alega «los datos suficientes para identificar la norma sectorial» (fundamento jurídico segundo de la STC).”
JUR 2001\41294
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Comunidad Autónoma del País Vasco
(Sala de lo Social), de 26 septiembre 2000
“ …En todo caso, aplicando la doctrina sentada por el Tribunal Constitucional en su sentencia 151/1.994,
de 23 de mayo en relación a esta concreta materia de falta de aportación de convenio colectivo a autos de
convenio colectivo y el artículo 24 de la Constitución, como es el caso, se ha aplicar aquel convenio
colectivo de ámbito del Territorio Histórico de Vizcaya, aún y no haber sido aportado a autos, constando
su existencia, de conformidad con el citado artículo 3.1 del Estatuto …”.
48
D).Derecho extranjero.
2.- CARGA DE LA PRUEBA.
2.1.- LEC: regla general y reglas específicas.
2.2.- Hechos negativos.
RJ 1997\3394
Sentencia Tribunal Supremo (Sala de lo Social), de 16 abril 1997
“ …El supuesto conduce a aplicar la doctrina consistente en que si el trabajador acredita la racionalidad
de los indicios de discriminación que imputa a la conducta de la empresa, es a la demandada a la que
corresponde probar la rectitud y legalidad de su conducta, criterio establecido por el Tribunal
Constitucional, posteriormente matizado en la Sentencia de 20 septiembre 1993, núm. 266 (RTC
1993\266), en la que se niega que el empresario a quien se imputa un despido que viole derechos
fundamentales se vea sometido a la «prueba diabólica» de hechos negativos, sino que debe satisfacer la
prueba de la racionalidad de su medida sancionadora, para no quedar de manifiesto el uso desviado de la
facultad disciplinaria. Pues bien, en el presente supuesto ninguna satisfacción ha obtenido la empresa de
tal obligación procesal, que ella misma había casi imposibilitado con la indefinición de los incumplimientos
contractuales imputados…”.
2.3.- Proceso laboral.
2.4.- Criterio de la proximidad o de la facilidad probatoria.
RJ 2005\4257
- Administración.
-
Entidades Gestoras: proceso en materia de Seguridad
Social.
2.5.- Falta de colaboración probatoria.
RJ 2004\7201
2.6.- Presunciones.
RJ 2003\3086
Sentencia Tribunal Supremo (Sala de lo Social), de 6 febrero 2003
“ … nos estamos refiriendo a las reglas sobre carga de la prueba (en la nueva LECiv [RCL 2000\34, 962 y
RCL 2001, 1892], art. 217) y a las reglas sobre presunciones (LECiv, arts. 385 y 386). En ambos
supuestos, bien que con dudosa precisión, se habla de «prueba», y ésta versa normalmente sobre
«hechos»; pero no estamos refiriéndonos, se insiste, al establecimiento de los hechos discutidos, en
cuanto acontecimientos ubicados en el tiempo y en el espacio, para lo que el juez de instancia es
soberano; sino que nos estamos refiriendo a dos aspectos estrictamente jurídicos: a) las reglas sobre la
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carga de la prueba, que influyen en la formación interna de una sentencia; b) las reglas sobre
presunciones, que ya no son prueba en sentido estricto, sino mecanismos de fijación de los hechos, a la
manera en que asumen parecido papel la noción de «hechos notorios» o la de «admisión de hechos».
Formulada esta indicación preliminar, sobre la necesidad de unificar la disparidad que, en apreciaciones
jurídicas, muestran las sentencias de suplicación comparadas, abocamos al momento en que debemos
analizar los elementos de juicio que nos llevan a afirmar que la doctrina correcta se contiene en la
sentencia de comparación, o lo que es lo mismo, que no hay fraude alguno en el comportamiento de
la actora.
3. Ausente, porque el legislador lo ha querido, una previsión expresa sobre fraude resultante del
fenómeno de la sucesión de contratos, hemos de estar a lo que es doctrina constante en la materia, y que
esta Sala ha recordado en su relativamente reciente sentencia de 25 mayo 2000 (RJ 2000\4800) (rec.
2947/1999) de la manera siguiente: «Sabido es que la existencia de fraude o de abuso del derecho no
pueden presumirse. Sólo podrán declararse si existen indicios suficientes de ello que
necesariamente habrán de extraerse de hechos que aparezcan como probados en el
correspondiente relato fáctico de la sentencia» (F. 6º). Se cuestionaba entonces, respecto de las
prestaciones por desempleo de pago único, si era de necesaria la observancia de un orden temporal en
los acontecimientos, de manera tal que, primero se obtiene del INEM la concesión del beneficio, y
después se causa alta en Seguridad Social como miembro de una Cooperativa que se pensaba constituir.
El interesado en aquel litigio actuó al revés: causó alta en Seguridad Social antes de que el INEM hubiera
comunicado la concesión de la prestación. Proceder que, en todos sus aspectos, es analizado por la Sala
(por supuesto, sobre los hechos probados declarados como tal en la instancia), para concluir que no
existe el más mínimo atisbo de intención o comportamiento fraudulentos, incardinables en el art. 6.4 del
CC (LEG 1889\27).
Ahora bien: en la relación histórica de la sentencia recurrida, como en la de contraste, solamente
se noticia la existencia de dos contratos: uno primero, de carácter indefinido y de cierta antigüedad; otro
segundo, de índole temporal y de duración más breve. Sin que a ello se agregue matización alguna que
actúe como dato diferenciador entre uno y otro fallo, y menos para apoyar en el mismo una presunción
judicial (de hombre, se decía antes), la cual conecte efectivamente con un «novum» que sobrepase la
mera sucesión contractual, que en cuanto tal es absolutamente incolora. Ello es lo que nos conduce a dos
importantes conclusiones, que son propiciadas por la incorrección jurídica de que sufre la sentencia
recurrida.
4. En efecto: la conclusión a que se llega es la de que la formulación de una doctrina unificada es posible,
en el sentido de declarar doblemente: 1º) que no existe precepto alguno que someta al trabajador, en los
pleitos por desempleo, a justificar las razones por las que abandonó voluntariamente la anterior empresa;
desde luego, ello no sería una consecuencia del viejo art. 1214 del Código Civil (LEG 1889\27), ni del
nuevo art. 217 de la LECiv (RCL 2000\34, 962 y RCL 2001, 1892).- 2º) que no cabe presumir, por la mera
sucesión de contratos como los descritos, y sin ninguna circunstancia adicional relevante, la existencia de
fraude. Ello sin perjuicio de que en casos en que concurran circunstancias especiales o significativas, sí
quepa llevar a cabo una tal presunción.
5. El quebranto en la unidad de doctrina, en el sentido del art. 226.2 LPL (RCL 1995\1144, 1563), que
cabe predicar de la tesis sustentada por la sentencia recurrida tiene unas consecuencias humanas que un
tribunal de justicia no puede descuidar: trasciende perjudicialmente, y sin justificación plausible además,
al contexto social en que hoy se mueven los trabajadores; pues nada excluye, al menos razonablemente,
que en una concreta relación laboral indefinida, aparezcan momentos de crispación o desasosiego, que
lleven al trabajador a abandonar voluntariamente su puesto de trabajo; y después, a aceptar el que se le
ofrezca, aunque sea de índole temporal, acuciado por las necesidades propias y de los suyos. Declarar
que este trabajador, con ese simple comportamiento, se convierte en un fraudator y que soporta
procesalmente la carga de probar esa crísis personal, cuya justificación será muchas veces dificultosa; o
construir una presunción de fraude que solamente se apoya en la simple sucesión contractual de mérito;
ambas cosas, se insiste, serían algo carente del más mínimo apoyo en nuestro ordenamiento jurídico
vigente. Y desde luego no es adecuado acoger la alegación, de claro tinte asertivo, que el ente gestor
incluye en el trámite de contestación, donde quiso hacer ver que el fenómeno contractual descrito
«supone que el contrato temporal se instrumentaliza a los solos efectos de aparentar una situación de
desempleo.; ello necesitaba algún complemento probatorio. Lo que por supuesto se dice aquí dejando a
salvo -nunca sobrará la insistencia en este punto- de que en algún caso se constaten y adicionen
circunstancias especiales, con las que aquí no contamos. Y admitiendo que el Instituto sufre de análogas
dificultades; pero para suavizarlas se cuenta con el medio de una reforma legal.”
AS 2006\1636
3.- MEDIOS DE PRUEBA.
3.1.- Interrogatorio oral.
50
3.2.- Documental.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100508 /2006
09020
Nº AUTOS: DEMANDA 484 /2006 .
MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL .
AUTO
En CUENCA , a cinco de septiembre de dos mil seis .
HECHOS
PRIMERO.D./Dª. MUTUA presenta demanda contra JUAN,
INSTITUTO NACIONAL
SEGURIDAD SOCIAL, TESORERIA GENERAL SEGURIDAD SOCIAL , C.B. en materia de
SEGURIDAD SOCIAL
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Examinada la jurisdicción y competencia de este Juzgado respecto de la demanda
planteada, procede admitir la misma y señalar día y hora en que haya de tener lugar juicio, conforme se
establece en el Art. 82.1 de la L.P.L.
SEGUNDO.- Conforme al Art. 90-2 de la L.P.L. podrán las partes, asímismo, solicitar aquellas pruebas
que habiendo de practicarse en el mismo, requieren diligencias de citación o requerimiento, extremo
sobre del que igual forma debe resolverse.
TERCERO.- Al admitir la demanda a trámite como establece el Art. 142-1º de la L.P.L. se le reclamará
de oficio a la Entidad Gestora o Servicio Común la remisión en diez días del expediente original o copia
del mismo o de las actuaciones, y en su caso, informe de los antecedentes que posea en relación con el
contenido de la demanda.
Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación;
PARTE DISPOSITIVA
Por repartida la anterior demanda, con la que se formará el oportuno procedimiento, regístrese en el libro
registro correspondiente.
Se admite a trámite la demanda presentada y se señala para el acto de conciliación y, en su caso, juicio, en
única convocatoria la audiencia del día 25/10/2006 a las 11:00 , en la Sala de Audiencias de este Juzgado
sita en la calle Colón 57 de esta ciudad, debiendo citarse a las partes, con entrega a los demandados y a
los interesados de copia de la demanda y demás documentos aportados, con las advertencias previstas en
los Arts. 82.2 y 83 de la L.P.L.
Al primer otrosí se tiene por hecha la manifestación que en el mismo se contiene.
Al segundo otrosí estése a lo acordado al final de la resolución.
Al tercer otrosí únase vida laboral del demandado D. Juan.
51
Al cuarto otrosí cítese a los demandados que se indican, con los apercibimientos legales, para la práctica
de la prueba de interrogatorio de parte y requiérase al SESCAM para que aporten el expediente
administrativo. No ha lugar a requerir al Hospital Virgen de la Luz de Cuenca al objeto de que remita
copia del historial clínico e informes médicos que consten a nombre de D. Juan porque la petición de
expediente médicos pedidos como prueba por persona distinta de su titular, debe examinarse a la
luz de la vigente legislación y jurisprudencia sobre el derecho fundamental a la intimidad, y
accederse a la misma sólo en casos muy justificados, y ello sin perjuicio de que el codemandado,
voluntariamente, aporte los documentos que interesan a la actora, con o sin petición por parte de la
misma, siendo todo ello objeto de la valoración que proceda a la hora de dictar resolución
definitiva.
Notifíquese esta resolución a las partes.
Reclámese a la Entidad Gestora o Servicio Común la remisión en diez días del expediente original o copia
del mismo o de las actuaciones, y en su caso, informe de los antecedentes que posea en relación con el
contenido de la demanda.
Así, por este Auto, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100825 /2004
38300
Nº AUTOS: DEMANDA 812 /2004 .
MATERIA: ORDINARIO .
AUTO
En CUENCA , a treinta y uno de enero de dos mil cinco .
HECHOS
PRIMERO.- En los presentes autos seguidos a instancia de Dª María, contra la Junta de Comunidades de
Castilla la Mancha y Nuestra Señora sobre reclamación de cantidad se dictó con fecha 21 de diciembre de
2004 resolución en la que se acordó: “Vistas las actuaciones y en referencia al escrito presentado el
pasado día 10 por D. José, en nombre y representación de la codemandada Nuestra Señora, y una vez
subsanado el defecto advertido se acuerda:
A) Cítese a la actora, con los apercibimientos legales, para la práctica de la prueba de
interrogatorio de parte.
B) En cuanto a lo solicitado en el punto B) y el oficio que se interesa se libre a la Consejería de
Educación y Cultura y Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Comunidades de
Castilla la Mancha no ha lugar, al no tratarse de documentos preexistentes, debiendo, en su
caso, solicitar el interrogatorio oral de la codemandada, en la forma legalmente prevista.
C) No ha lugar a lo solicitado en el extremo C) al ser documentos que puede obtener la parte y
aportar en el momento procesal oportuno.”
SEGUNDO.- Mediante escrito presentado con fecha 4 de enero de 2005, el representante procesal de la
codemandada Colegio Nuestra Señora, interpuso recurso de reposición contra la citada resolución de 21
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de diciembre de 2004, dando traslado a las partes para su impugnación en su caso; lo que no han
realizado, una vez transcurrido el plazo concedido.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- En el extremo B) del escrito presentado con fecha 10-12-2004 por la recurrente solicita “
Que se certifique si Dª. María está incluida en la nómina de pago delegado y si la propia Consejería de
Educación y Cultura y la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y los salarios que les abona la
Consejería de Educación y Cultura y la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, son la que se
establece en el IV Convenio Colectivo de Empresas de Enseñanaza privada sostenida total o parcilmente
con fondos públicos”. La resolución impugnada acuerda al respecto que “En cuanto a lo solicitado en el
punto B) y el oficio que se interesa se libre a la Consejería de Educación y Cultura y Consejería de
Economía y Hacienda de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha no ha lugar, al no tratarse de
documentos preexistentes, debiendo, en su caso, solicitar el interrogatorio oral de la codemandada,
en la forma legalmente prevista”. La propia recurrente reconoce en el suplico de su escrito de recurso “
que no serán documentos preexistentes pero si una obligación asumida por la Junta”; alegando como
infringidos de forma genérica “el derecho de defensa como el de tutela judicial efectiva recogidos de
forma expresa en la Constitución Española, así como el 90.2 de la LPL”. Manifestando también que
“sobre la motivación de la denegación de una prueba, amen de haberse manifestado el Tribunal
Constitucional, citar Sentencias de la Sala de lo Social de Andalucia de fecha 6-11-95 (AS 4227) y
Navarra de fecha 7-6-95 (AS 2266)”. En primer lugar debe dejarse constancia de lo inadecuado, a efectos
de expresar “la infracción” en un recurso de reposición, de decir que sobre el asunto se ha pronunciado el
TC, sin añadir ni precisar nada más sobre su doctrina y concretas resoluciones; o citar sentencias de la
Salas de lo Social de los TSJ que, como es sabido, no constituyen jurisprudencia. En segundo lugar, en
cuanto a la alegación genérica de “el derecho de defensa como el de tutela judicial efectiva”; debe
ponerse de manifiesto que el derecho de las partes a utilizar medios de prueba no es absoluto, pues el
Juzgado no está sometido a un “mecanismo ciego” en la admisión de los medios de prueba, sino que ha
de respetar el sistema previsto en las leyes procesales (STC 176/1988); que el concepto de indefensión
debe completarse con la necesidad de diligencia de la parte; y que el derecho a la tutela judicial efectiva
no supone en todo caso el éxito de las pretensiones o de las razones de quien promueve la acción de la
justicia, sino que se satisface con una resolución razonada sobre la cuestión litigiosa.
Y en tercer lugar que el art. 90.2 LPL no ha podido ser infringido, ya que la prueba inadmitida no lo es
por razón del plazo –que es lo que regula dicho precepto-, sino por “no tratarse de documentos
preexistentes” como dice la resolución recurrida, motivando así la inadmisión. Al respecto debe
precisarse que debe distinguirse entre fuente y medio de prueba, siendo la primera una realidad
anterior al proceso y existiendo independientemente de él, mientras que el segundo se forma
durante el proceso y pertenece a él. Como ha afirmado la doctrina cienífica las fuentes de prueba
son los elementos que existen en la realidad, y los medios consisten en las actividades que es preciso
desplegar para incorporar las fuentes al proceso (Montero Aroca). Así, en la prueba testifical el testigo
y su conocimiento de los hechos (fuente) existe con anterioridad al proceso, y para servirse de esta fuente
la ley ofrece un método de aportarción consistente en la declaración del testigo, regulando esa actividad
como “prueba testifical”. Y en la confesión judicial o interrogatorio oral la fuente es el confesante y su
conocimiento y el medio su declaración. Y en la documental, la fuente es el documento y el medio la
actividad que debe realizarse para su aportación al juicio. El recurrente pretende incorporar al proceso
una fuente de prueba a través de un medio inadecuado para ello, lo que no es procesalmente irrelevante al
tener consecuencias importantes en orden a la práctica y a la valoración de la prueba, y en el proceso
laboral especialmente, al incidir directamente en el objeto del recurso de suplicación. El recurso pues, en
este punto, debe desestimarse; debiendo significarse que la resolución recurrida no impide traer al
presente procedimiento la fuente de prueba que solicita el recurente, sino hacerlo a través de un medio
inadecuado, indicando además cual es el legalmente apropiado.
SEGUNDO.- Y en el extremo C) del escrito presentado con fecha 10-12-04 por el recurrente, se solicita:
“Que se remita documento de concierto educativo firmado entre el centro concertado Colegio Nuestra
Señora y la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.
Dado que con independencia de la cuestión de fondo, el concepto por el que se reclama en la demanda de
Antigüedad vendría incluida, como diferenciada, en el apartado C del art. 13 del Reglamento sobre
Conciertos Educativos y de forma expresa para los centros concertados recogida en un fondo especial
general, a los intereses de defensa de esta parte, se solicita:
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Que se libren oficios dirigidos a las consejerías de Educación y Cultura, y Consejería de Economía y
Hacienda de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, interesando se certifique sobre los
siguientes extremos y se requiera la remisión y aportación a las actuaciones de la documentación
justificativa correspondiente:
a)
Fecha de creación y constitución en la Comunidad de Murcia del Fondo General, al que hace
referencia el art. 13 1 C del Real Decreto 2377/85 de 18 de diciembre por el que se aprueba el
Reglamento de Normas Básicas de Concierto Educativos, y en el que deben ir recogidas las cantidades
pertinentes para atender al pago de los conceptos de antigüedad entre otros.
b)
Dotación económica y cuantía existente en mencionado fondo en caso de estar constituido.
c)
De no estar constituido el Fondo General se certifique así de forma expresa.
d)
Si los salarios que les vienen abonando y figura en al nómina por la propia Consejería son los
que figuran el IV Convenio Colectivo de las Empresas de la Enseñanza Privada sostenidas total o
parcialmente con Fondos Públicos; así como el acuerdo del complemento autonómico firmado por las
Organizaciones Empresariales y Sindicales.
e)
Si la profesora Dª. María está incluida en la nómina de pago delegado”.
Y la resolución impugnada acuerda:” No ha lugar a lo solicitado en el extremo C) al ser documentos
que puede obtener la parte y aportar en el momento procesal oportuno.” La argumentación del
recurrente es la ya expuesta en el número anterior, por lo que también deben traerse aquí los argumentos
expuestos en el mismo para desestimar el motivo de recurso. A lo que debe añadirse que en el proceso
laboral, como se deduce de lo establecido en los arts. 89.1,c) 2º y 94,1 LPL, los documentos materiales
deben presentarse en el acto del juicio, siendo esta la regla general. Y además respecto de documentos
que puede obtener la propia parte, es ella quien por si misma debe pedir copia o certificación del
documento y presentarlo en el acto del juicio, sin que pueda admitirse traerlos al procedimiento con
anterioridad, habiendo estimado la jurisprudencia no admisible como prueba anticipada la aportación de
un testimonio de actuaciones judiciales, al poder ser expedido a petición del solicitante que fue parte en
los autos. El recurrente llega incluso a pedir “ que se remita documento de concierto educativo firmado
entre el centro concertado Colegio Nuestra Señora y la Consejería”, es decir de un documento firmado
por el mismo. El recurso por tanto debe ser desestimado en su integridad.
TERCERO.- Se advertirá a las partes que contra la presente resolución no cabe recurso (arts. 184 y 189
LPL).
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA: Desestimar en su integridad el recurso de reposición interpuesto por la representación
procesal del codemandado Colegío Nuestra, confirmanda en todos sus extremos la resolución dictada con
fecha 21-12-04
Notifíquese esta resolución a las partes, haciéndoles saber que contra la misma no cabe recurso alguno.
Así, por este Auto, lo pronuncio, mando y firmo el Ilmo Sr. Magistrado Don JULIO ABOY LORENZO .
Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL”.
AS 2003\3441
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Comunitat Valenciana núm. 911/2003
(Sala de lo Social, Sección Única), de 28 febrero
“… Esta modificación la basan en el informe de detectives unido a las actuaciones en el ramo de prueba
de la empresa demandada.
Sin embargo, tal informe no es medio hábil para lograr una modificación de los hechos declarados
probados, pues como ya ha declarado esta Sala en sentencias anteriores (14 de enero de 2000 [ AS
2000\2175] y la de 11 de enero del 2001, nº 111/01 [ AS 2001\1597] ), los informes de los detectives
privados, aun ratificados en juicio, no pierden su verdadera naturaleza de prueba testifical incapaz de
demostrar la equivocación evidente del juzgador conforme a lo prevenido por el apartado b) del artículo
191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995\1144, 1563) , tal y como afirma el Tribunal Supremo
en sus sentencias de 10 de febrero ( RJ 1990\889) y 6 de noviembre de 1990 ( RJ 1990\8552) . En efecto,
en esta última sentencia de la Sala 4ª del Tribunal Supremo, se señaló que tal medio de prueba «de
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habitual utilización ya y, en ocasiones, instrumento dotado de exclusividad para el eficaz control por el
empresario del exacto cumplimiento de los deberes exigibles al trabajador, no constituye, sin embargo,
modalidad fedataria alguna susceptible de conformar una prueba documental con garantía pública. En
este sentido es de señalar, reiterando un criterio unánimemente compartido por la doctrina y la
jurisprudencia, que dicha prueba no merece sino el calificativo de testifical».
- Documentos públicos.
AS 2003\1437
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Extremadura núm. 36/2003 (Sala de lo
Social, Sección 1ª), de 17 enero
“ … El Código Civil sólo nos da el concepto de documento público en el citado artículo 1216 del Código
Civil: "Son documentos públicos los autorizados por Notario o empleado público competente, con las
solemnidades requeridas por la Ley". Precepto que habría que poner en relación con el punto 3 del
artículo 596 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (RCL 2000\34 y RCL 2001, 1892) y hoy con el punto 5º del
artículo 317 de la Ley 1/2000, de 7 de enero: "Los expedidos por funcionarios públicos legalmente
facultados para dar fe en lo que se refiere al ejercicio de sus funciones".
El criterio básico de distinción del artículo 1216 es el del autor del documento que sea funcionario público,
al que se reconducen los otros dos; porque el funcionario público sólo actúa como tal, sólo "es"
funcionario público, cuando actúa dentro de los límites de su competencia y de acuerdo con las normas
que rigen su función. De donde se deduce: a) El documento ha de estar "autorizado" por el funcionario
público; este ha de ser el "autor" del documento mismo; por lo que si se limita a transcribir o a autorizar un
documento adicional como en el caso de autos: las listas y puntuación de las Mesas de Contratación, sólo
éste tendrá la consideración de documento público, y no el documento adicionado transcrito, que seguirá
siendo documento privado aunque vea incrementada su eficacia. B) El precepto separa al Notario de los
funcionarios públicos, pues aunque el Notario es funcionario público no lo es de la Administración. Y. C)
Por la clase de funcionario autorizante, los documentos públicos se subdividen en notariales, judiciales y
administrativos.
Por otro lado, el Notario o empleado público ha de ser "competente" y ello en diversos sentidos 1) La
competencia a que hace referencia no es la relativa al fondo del asunto, sino a la especial competencia
para autorizar documentos públicos. En este sentido, el punto 5 del artículo 317 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, considera públicos "los expedidos por funcionarios públicos legalmente facultados
para dar fe en lo que se refiere al ejercicio de sus funciones"; es decir, para expedir documentos públicos,
facultad que no se reconoce al Gerente de Área de Salud. 2) Dentro de esta competencia funcional
genérica para autorizar documentos públicos, el funcionario autorizante ha de tener la competencia
funcional específica para la clase de documentos de que se trate; porque salvo supuestos excepcionales
de mera oportunidad, la distribución de la competencia por razón de la materia entre las diversas
categorías de funcionarios públicos obedece a la naturaleza de aquélla y de éstos y a las solemnidades
de sus documentos respectivos. Y, 3) Habrá de agregarse, en su caso, competencia por razón del
territorio o territorial.”
- Copia simple (art. 268,2 LEC).
-
“Medios mecánicos de reproducción de la palabra, de la
imagen y del sonido” (art. 90 LPL). ¿Prueba documental?.
- Deber de exhibición de entidades oficiales.
- Impugnación y no reconocimiento o desconocimiento.
- Valoración:
o D. Públicos.
AS 2004\2086
o D. Privados.
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o Copias reprográficas.
o Tacógrafos.
AS 2001\3552
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Cataluña núm. 6209/2001 (Sala de lo
Social), de 17 julio
“ … de los discos tacográficos aportados tanto por el actor como por la demandada que, no sólo por su
especial naturaleza técnica únicamente constituyen un elemento o medio mecánico de fijación y
reproducción para cuya lectura y determinación de su contenido son necesarios y precisos determinados
conocimientos científicos o prácticos lo que, salvo su aportación acompañado del correspondiente
dictamen pericial resulta por su imposibilidad de valoración inaceptable como medio probatorio, sino que
además, su contenido se circunscribe y limita a determinar el tiempo que el motor del vehículo en que se
instalan está en marcha pero en modo alguno prueban o acreditan la jornada laboral de quien lo conduce
ni las horas de conducción de carga o descarga y simple presencia a disposición lo que les priva de todo
valor a efectos demostrativos de la realización de horas extraordinarias y en consecuencia y por no
apoyarse en medio alguno que lo acredite, el contenido del repetido ordinal fáctico sexto de los hechos
declarados como probados en la resolución de instancia ha de eliminarse o suprimirse, …”.
- Recurso de suplicación. Documentos hábiles para la
revisión fáctica.
3.4.- Pericial.
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Comunidad Autónoma del País Vasco
(Sala de lo Social), de 6 julio 2004
“ … en la práctica de la prueba pericial que se llevó a cabo previamente al acto del juicio, y que la actora
fue consciente de la misma prestándose voluntariamente a su realización, por lo que se ha confundido su
difusión con la prueba misma, y se ha primado el derecho de intimidad sobre el de la recurrente a
presentar todo tipo de elemento probatorio en su defensa….
… la empresa remite a la trabajadora un requerimiento fundado en el art. 13 del Convenio Colectivo, para
que se le reconozca por un doctor a los efectos de dicho precepto; y lo que realmente acontece no eso,
sino que se intenta buscar una prueba para esgrimir en el proceso,…
… conculcación básica de los derechos que constitucionalmente se recogen en nuestro texto
constitucional, y básicamente la dignidad de la persona, art. 10,1 en relación al art. 18,1 del derecho a la
intimidad personal del trabajador. Se evidencia un medio desproporcionado, en cuanto que no se ha
intentado un reconocimiento médico, sino la determinación de unas circunstancias particulares y
específicas de la persona que, aunque pudieran tener relación con su patología, no se adecuan a la
misma, en una desproporción que sobrepasa cualquier límite y, posteriormente esta prueba se ha
utilizado publicitándola, …
… Es un dato a tener en cuenta los efectos de la desproporción de la prueba el informe que, examinado
por la Sala en orden a la nulidad que se pretendía, evidencia jornadas de más de hora y media, con una
práctica de cuestiones que inciden sobre temas tan personales como las apetencias sexuales, las
relaciones personales e íntimas, y el desenvolvimiento de la persona en distintos ámbitos. Se desprende
de ello que ha existido un reconocimiento minucioso de los caracteres del sujeto, de sus circunstancias y
situaciones, en una clara intromisión de los ámbitos personales que configuran la propia personalidad
humana, en una trasgresión de lo que puede ser no sólo el análisis o circunstancias de la enfermedad del
sujeto, sino de su constitución personal. Por tanto, ha quedado rebasado el posible carácter organizativo
del empresario para conculcar derechos básicos del trabajador. ..”.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
56
Tfno. : 969 21 18 15
Fax. : 969 22 38 53
N.I.G.: 16078 4 0100378 /2007
21060
Nº AUTOS: DEMANDA 359 /2007.
MATERIA: DESPIDO.
AUTO
En CUENCA, a dos de noviembre de dos mil siete .
HECHOS
PRIMERO.- En los presentes autos seguidos a instancia de Dª Delfina contra Sociedad Cooperativa y D.
Antonio, sobre extinción de contrato, en los que se encuentra citado el Ministerio Fiscal; se dictó con
fecha 13-9-07 resolución en la que se acordó: “Dada cuenta, el anterior escrito únase a los autos de su
razón y entréguese la copia a la parte contraria. Visto el escrito presentado por las partes demandadas, en
fecha 26 de julio, y las alegaciones efectuadas por la actora se acuerda: 1.- No ha lugar a requerir a la
actora para que sea examinada por D.ª Elvira, al no existir obligación de la demandante a someterse al
examen solicitado. Naturalmente, sin perjuicio de que, pueda ser objeto de la valoración que proceda a la
hora de dictar resolución definitiva por este Juzgador. 2.- Respecto de los ordinales 2 y 3 y vista la acción
ejercitada, y conjugando el derecho a la intimidad con el también derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva, se acuerda librar los oficios interesados a los fines indicados”.
SEGUNDO.- La representación procesal de los demandados Sociedad Cooperativa y D. Antonio se
interpuso recurso de reposición contra la resolución de 13-9-2007 que, tramitado en legal forma, ha sido
impugnado por la parte actora.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Alegan los recurrentes como infringidos el art. 20.4 E.T., que establece el deber legal del
trabajador de someterse al reconocimiento del médico designado por el empresario, cuando aquél alega
motivos de salud para justificar sus faltas de asistencia al trabajo; y en caso de negativa no acude al
régimen general disciplinario sino que fija una sanción singular: suspensión de los derechos económicos.
SEGUNDO.- Aquí no nos encontramos ante una situación de ausencia al trabajo por I.T.; sino ante los
derechos fundamentales a la tutela judicial efectiva y a la intimidad, en conflicto. Y una vez que la parte
actora ha manifestado, en escrito presentado con fecha 11-9-07, su negativa a someterse al examen del
médico designado por los demandados; la decisión no puede ser otra que la adoptada por la resolución
recurrida: no haber lugar a requerir a la actora para que sea examinada por la Psicóloga Dª Elvira,
al no poder ser obligada a ello en contra de su voluntad, sin perjuicio de valorar su negativa por el
Juzgador a la hora de dictar resolución definitiva.
TERCERO.- Procede por tanto desestimar el recurso de reposición interpuesto; advirtiendo a las partes
que no cabe recurso (arts. 184 y 189 L.P.L.)
Por todo lo cual,
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA: Desestimar el recurso de reposición interpuesto por los demandados Sociedad y D.
Antonio contra la resolución de 13-9-07, que se mantiene en su integridad.
Notifíquese la presente resolución de las partes, haciéndoles saber que contra la misma no cabe recurso
alguno.
Así, por este Auto, lo mando y firmo el Ilmo. Sr. Magistrado D. RAMON GONZALEZ DE LA ALEJA
GONZALEZ DE LA ALEJA . Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL.
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- Sujetos periciables.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100339 /2005
09020
Nº AUTOS: DEMANDA 321 /2005.
MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL.
AUTO
En CUENCA, a diecisiete de mayo de dos mil cinco .
HECHOS
PRIMERO.- D./Dª. RUBEN presenta demanda contra INSTITUTO NACIONAL SEGURIDAD
SOCIAL, TESORERIA GENERAL SEGURIDAD SOCIAL , MUTUA, GRUPO S.L. en materia de
SEGURIDAD SOCIAL
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Examinada la jurisdicción y competencia de este Juzgado respecto de la demanda
planteada, procede admitir la misma y señalar día y hora en que haya de tener lugar juicio, conforme se
establece en el Art. 82.1 de la L.P.L.
SEGUNDO.- Conforme al Art. 90-2 de la L.P.L. podrán las partes, asímismo, solicitar aquellas pruebas
que habiendo de practicarse en el mismo, requieren diligencias de citación o requerimiento, extremo
sobre del que igual forma debe resolverse.
TERCERO.- Al admitir la demanda a trámite como establece el Art. 142-1º de la L.P.L. se le reclamará
de oficio a la Entidad Gestora o Servicio Común la remisión en diez días del expediente original o copia
del mismo o de las actuaciones, y en su caso, informe de los antecedentes que posea en relación con el
contenido de la demanda.
Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación;
PARTE DISPOSITIVA
Por repartida la anterior demanda, con la que se formará el oportuno procedimiento, regístrese en el libro
registro correspondiente.
Se admite a trámite la demanda presentada y se señala para el acto de conciliación y, en su caso, juicio, en
única convocatoria la audiencia del día 6/7/2005 a las 09:45 , en la Sala de Audiencias de este Juzgado
sita en la calle Colón 57 de esta ciudad, debiendo citarse a las partes, con entrega a los demandados y a
los interesados de copia de la demanda y demás documentos aportados, con las advertencias previstas en
los Arts. 82.2 y 83 de la L.P.L.
Al primer otrosí: 1.- No ha lugar, al no estar legalmente permitido, como prueba, la práctica del
interrogatorio oral de la propia parte; sin perjuicio de que solicitada por la parte contraria, y admitida,
pueda el letrado de la parte que declara formular nuevas preguntas (art. 306 LEC). 2.- Cítese al legal
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representante de la empresa codemandada, con los apercibimientos legales, para la práctica de la prueba
de interrogatorio de parte. 3.- Requiérase, igualmente, a la empresa codemandada, para que aporte los
documentos interesados, excepto el contrato de trabajo del actor, al ser un documentos que debe tener la
parte y aportarlo en el momento procesal oportuno, salvo que por la empresa se haya incumplido la
obligación en entregárselo, en cuyo caso debe reiterar la solicitud manifestándolo así expresamente.
Líbrense los oficios interesados a los fines indicados. 4.- y 5.- Respecto a la pericial-médica y citación
del Médico Forense, se acuerda hacer saber a la parte actora que la citación judicial de perito sólo
es procedente respecto de aquellos nombrados según el procedimiento establecido en el art. 341 y
siguientes L.E.C., debiendo pagar sus honorarios la parte que lo propone. Que las partes pueden
valerse de perito de su elección. Y que únicamente en el caso de acreditar tener reconocido el
beneficio de asistencia jurídica gratuita pueden solicitar la pericial del Médico Forense. No obstante,
de seguir interesándole, deberá asi manifestarlo nuevamente y se acordará lo procedente, siguiendo en
todo caso el procedmiento fijado en el art. 341 y siguientes de la LEC.
Al segundo otrosí se tiene por hecha la manifestación que en el mismo se contiene.
Notifíquese esta resolucióna a las partes.
Reclámese a la Entidad Gestora o Servicio Común la remisión en diez días del expediente original o copia
del mismo o de las actuaciones, y en su caso, informe de los antecedentes que posea en relación con el
contenido de la demanda.
Así, por este Auto, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL.
- Funcionarios,
organismos
o
servicios
dependientes de las Administraciones Públicas.
técnicos
- Médico Forense.
210
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
Fax. : 969 22 38 53
N.I.G.: 16078 4 0100388 /2007
21060
Nº AUTOS: DEMANDA 367 /2007.
MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL.
AUTO
En CUENCA, a cinco de diciembre de dos mil siete .
HECHOS
PRIMERO.- En los presentes autos seguidos a instancia de Mutua contra el INSS, TGSS, Sociedad
Cooperativa y D. Juan sobre incapacidad permanente, se dictó con fecha 31-10-07 resolución en la que se
acuerda: “Dada cuenta, el anterior escrito únase a los autos de su razón y entréguense las copias a las
partes contrarias, visto su contenido se acuerda:
1.- Expedir el testimonio que se interesa en el que se hará constar la finalidad para la que se solicita.
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2.- No ha lugar a la prueba solicitada en el extremo B) de su escrito, ya que acordar la pericial del
Médico Forense es facultad exclusiva de este Juzgador (“podrá” dice la norma); y no se ha
acreditado que a la entidad solicitante se le haya reconocido el beneficio de asistencia jurídica
gratuita. En caso de interesarle el nombramiento de perito en la forma establecida en el art. 341 y
siguientes LEC así deberá solicitarlo. También debe dejarse aquí constancia de que no existe obligación
del trabajador a someterse al examen médico que pidan las demás partes en el proceso; sin perjuicio,
naturalmente, de que, probada la negativa, en su caso, sea objeto de la valoración que proceda a la hora de
dictar resolución definitiva.”
SEGUNDO.- Mediante escrito presentado el 9-11-07 la representación procesal de la demandada
Sociedad Cooperativa interpuso recurso de reposición contra la referida resolución de 31-10-07. Admitido
y tramitado en legal forma, no ha sido impugnado.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Alega la recurrente como infringido el art. 339.2 LEC en relación con lo dispuesto en el
art. 78, 90.2 y 93.2 LPL. En primer lugar debe dejarse constancia de que su escrito presentado en fecha
29-10-07 en ningún momento se expresa, como ahora si dice en el escrito de recurso “designando
judicialmente el perito de entre los que formen la lista al efecto recabada en los términos establecidos en
el art. 341 de la LEC”. En aquél escrito se refiere al “Médico Forense o especialista en Traumatología
adscrito a la oficina judicial”. Y ello hasta tal punto es así que la resolución recurrida dice: “En caso de
interesarle el nombramiento de perito en la forma establecida en el art. 341 y siguientes LEC así deberá
solicitarlo”. Y el recurrente en lugar de pedirlo de esta forma, interpone recurso de reposición,
esgrimiendo como uno de los motivos que no se ha nombrado perito en la forma establecida en el art 341
de la LEC. A ello añadimos que es conocido por todos los operadores jurídicos que no existe
“especialista en Traumatología adscrito a la oficina judicial”, -como propone el recurrente-, ni ningún
facultativo diferente al Médico Forense. Además debe dejarse constancia que la demanda se presentó el
9-7-07, y la suspensión del juicio señalado para el 7-11-07 fue a petición suya.
SEGUNDO.- En cuanto a la inadmisión de la pericial del Médico Forense, ningún precepto se ha
infringido, al no haberse acreditado por la recurrente que se haya concedido el beneficio de asistencia
jurídica gratuita.
TERCERO.- El recurso por tanto debe desestimarse, reiterando lo ya expuesto en la resolución recurrida:
La parte a la que le interese el nombramiento de perito en la forma establecida en el art. 341 LEC, así
debe pedirlo, dentro del plazo legal señalado, pudiendo designarse únicamente, a la persona dispuesta a
actuar como perito que se encuentre en la relación a la que se refiere el precepto citado. A los efectos
correspondientes procede acordar que se haga constar por diligencia el listado de peritos médicos del
presente año.
CUARTO.- Contra la presente resolución no cabe recurso alguno (arts. 184 y 189 LPL).
Por todo lo cual,
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA: A) Desestimar el recurso de reposición interpuesto por Sociedad Cooperativa contra la
resolución de fecha 31-10-07, que se confirma en su integridad.
B) Hacer constar por diligencia el listado de peritos médico correspondientes al presente año.
Contra la presente resolución no cabe recurso alguno.
Así, por este Auto, lo mando y firmo el Ilmo. Sr. Magistrado D. RAMON GONZALEZ DE LA ALEJA
GONZALEZ DE LA ALEJA . Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL .
60
- Valoración.
3.5.- Reconocimiento judicial.
- Reconocimiento de las personas.
3.6.- Testifical.
- Testimonio documental.
- Derechos y deberes del testigo.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100029 /2003
38500
Nº AUTOS: DEMANDA 27 /2003 .
MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL .
DEMANDADO/S: INSTITUTO NACIONAL SEGURIDAD SOCIAL, TESORERIA GENERAL
SEGURIDAD SOCIAL , FREMAP , INSTITUTO PROVINCIAL SERVICIOS SOCIALES
PROVIDENCIA DEL
ILMO. SR. MAGISTRADO
D. RAMON GONZALEZ DE LA ALEJA GONZALEZ DE LA ALEJA
En CUENCA , a once de abril de dos mil tres .
Dada cuenta, por presentado el anterior escrito por el testigo D. Miguel Angel únase a los autos de su
razón y entréguense copias a las partes, visto lo solicitado en el mismo, se acuerda hacerle saber:
a) Que los testigos tienen derecho a obtener una indemnización por los gastos y perjuicios que su
comparecencia les haya ocasionado, que deberá hacer efectiva la parte que les propuso. Si
varias partes propusieren a un mismo testigo, el importe de la indemnización se prorrateará
entre ellos.
b) Que le testigo debe acreditar la suma a que ascienden los gastos y perjuicios, y el Juzgado a la
vista de los que resulten probados y los datos y circunstancias que se hubiesen aportado, fijará
el importe de la indemnización mediante auto, que sólo será suceptible de recurso de
reposición, y que se dictará una vez finalizado el juicio o la vista de que se trate.
c) Que si la parte o partes que hayan de indemnizar no lo hiciesen en el plazo de 10 días desde la
firmeza del auto citado, el testigo podrá instar directamente la vía de apremio.
d) Que el trabajador tiene derecho a la remuneración correspondiente de su empresa (art. 37, 3, d),
E.T.), y desde luego el eventual derecho al reintegro por parte del empresario no puede seguir el
cauce procesal expuesto en los extremos a) b) y c) anteriores, toda vez que no queda protegido
por el art. 375 L.E.C.
e) Que si la parte que propone al testigo es el trabajador o beneficiario del régimen público de
seguridad social, tambien esta obligado al pago de la indemnización correspondiente, porque se
trata de un gasto que no está comprendido en el derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Notifíquese esta resolución.
Lo manda y firma S.Sª. Doy fe.
MAGISTRADO-JUEZ
SECRETARIO JUDICIAL
61
- Testigo- perito.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
Fax. : 969 22 38 53
N.I.G.: 16078 4 0100432 /2007
21060
Nº AUTOS: DEMANDA 405 /2007 .
MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL .
DEMANDANTE/S: JUSTINO
DEMANDADO/S: INSTITUTO NACIONAL SEGURIDAD SOCIAL
AUTO
En CUENCA , a seis de noviembre de dos mil siete .
HECHOS
PRIMERO.- En los presentes autos seguidos a instancia de D. Justino contra el Instituto Nacional de la
Seguridad Social sobre Prestaciones de Incapacidad Permanente; se dicto resolución con fecha 26-9-07 en
la que se acordó: “Dada cuenta, por presentado el anterior escrito únase a los autos de su razón y dése
traslado de la copia a la demandada; y visto su contenido, acuerdo no haber lugar a la citación de los
“testigos-peritos” que propone para la práctica de dicha prueba en el acto del juicio oral. En el caso de la
compleja figura del testigo-perito, se trata de testigos cualificados por sus conocimientos científicos, pero
testigos al fin y al cabo, que debe ser examinado por tanto sobre hechos, y sólo después de ello podrán
admitirse las manifestaciones que “agregue” a sus respuestas sobre los hechos. La doctrina científica ha
manifestado que el testigo-perito no es la persona técnica que ha elaborado un informe médico; que se
trata de “una actividad espontánea del testigo que al responder a las preguntas que le son formuladas se ve
influenciado por los conocimientos técnicos que posee”; y que “debemos tener muy presente que estamos
en presencia de una prueba testifical si no queremos desvirtuar esta nueva posibilidad”. También se ha
afirmado que “en el ámbito laboral, este supuesto se da en materia de accidentes de trabajo cuando el
testigo está declarando cómo se produjo el accidente de su compañero, si además tiene conocimientos
técnicos o prácticos sobre la maquinaria causante del accidente, podrá también ilustrar al Tribunal como
perito” (Rodriguez Martín). Y que debe evitarse “el intento de una prueba pseudopericial que resulte
inoperante por la declaración de inadmisión de las preguntas o por efectos de lo dispuesto en el art.
369.1”, (Paz Rubio y otros).
En casos como el presente, los “testigos-peritos” que así los denomina el demandante, (psiquiatra y
psicólogo), deben ser personas que conocen las circunstancias en las que se produjeron los hechos, y que
además de poder ofrecer noticia sobre los mismos, agreguen a sus respuestas manifestaciones médicas
sobre las lesiones. La figura del testigo-perito se regula dentro del “interrogatorio de testigos”, en el art.
370 LEC, que rige la forma en que deben declarar los testigos; lo que también es relevante a efectos del
recurso de suplicación.
En conclusión, no puede admitirse como prueba testifical-pericial, la del psiquiatra o psicólogo que, sin
haber presenciado los hechos, ha intervenido en el proceso de curación de las lesiones de un trabajador, y
será interrogado sobre aspectos relacionados con el mismo; siendo la razón última de su llamada al
proceso precisamente su carácter de médico o psilólogo, y no el tener noticia sobre hechos concretos o
sobre particularidades o detalles históricos concretos. Y de admitirse se estarían desconociendo las
normas sobre la prueba pericial contenidas en la LEC y LPL, ya que siempre sería posible la declaración
como testigo-perito de cualquier médico que, por razón de su profesión, hubiera tratado al trabajador,
para interrogarle sobre algún aspecto relativo al proceso de curación –finalizado o no- de sus lesiones y
dolencias. Y ello con independencia de que el facultativo correspondiente perteneciera o no a las
instituciones sanitarias de la Seguridad Social; lo que podría conllevar además, sin duda, disfunciones en
el funcionamiento de éstas.
62
En caso de interesarle al demandante la testifical del psiquiatra o psicólogo designados en su escrito,
siempre en los términos expresados, así deberá solicitar su citación, precisando los hechos concretos
sobre los que deberán ser interrogados.”
SEGUNDO.- Con fecha 11-10-07 se dictó resolución en la que se establece: “Dada cuenta, el anterior
escrito únase a los autos de su razón y entréguese la copia a la parte contraria. Y visto su contenido, no ha
lugar a la citación solicitada de la Psiquiatra y Psicóloga que detalla en su escrito, ya que, aunque
formalmente propone la prueba como interrogatorio de testigos, se trata en realidad de una pericial que se
pide desconociendo totalmente lo establecido en el art. 341 LEC. No puede concluirse otra cosa vista la
acción ejercitada y lo que expone en el escrito presentado: “… a fin de que sean interrogadas sobre el
proceso de curación y tratamiento médico de la enfermedad común que padece el demandante, asi como
de las secuelas que presenta en la actualidad y la repercusión de las mismas en su capacidad de trabajo,
…”. Se reitera aquí, además, el contenido de la resolución de 26-9-07.”
TERCERO.- Mediante escrito presentado en fecha 16-10-07, la representación procesal del demandante
interpone recurso de reposición contra la resolución de 11-10-07 que, tramitado en legal forma, ha sido
impugnado por la demandada.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Alega la recurrente como infringidos los artículos 360 y 370 LEC. El recurso debe ser
desestimado por los argumentos contenidos en las resoluciones de 26-9-07 y 11-10-07 que se transcriben
en los hechos 1 y 2 del presenta auto. Criterio el de este Juzgado que también ha sido mantenido por la
doctrina judicial, como bien indica el Letrado de la entidad gestora demandada. Así la STSJ Castilla-León
(Valladolid) de 28-9-2004 número 1297/2004, afirma que “… el demandante, ahora recurrente, propuso a
los tres facultativos citados como testigos, sin duda, y así resulta del propio escrito de recurso, con el fin
de acreditar las dolencias del trabajador en el momento del hecho causante y sus consecuencia, y claro es
que tal objetivo no es propio de la prueba testifical sino de la pericial, pues no se trata de acreditar
determinados acontecimientos ocurridos durante la evolución de unas dolencias sino de, aplicando los
especiales conocimientos técnicos del médico, establecer unos diagnósticos y precisar las limitaciones
que conllevan. La misma lectura del artículo 370.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil lleva a la indicada
conclusión, al advertir, hablando del testigo perico, que, cuando el testigo posea conocimientos
científicos, técnicos artísticos o prácticos sobre la materia, el tribunal admitirá las manifestaciones que en
virtud de dichos conocimientos agregue el testigo a sus respuestas sobre los hechos, viniendo a poner de
manifiesto que, al existencia de la figura del testigo-perito presupone, necesariamente, que se trate de
persona ajena al proceso que haya tenido conocimiento de alguno de los extremos debatidos en juicio y
que pueda aportarlos sin necesidad de hacer uso de su especialidad científica, de tal manera que sólo
después de aportar tales conocimientos pueda agregar conclusiones basadas en su condición de médico
(en el supuesto que os ocupa). Cuando lo que se pretende del propuesto como testigo son sólo
aportaciones para las que resulta necesario la utilización de los tan reiterados conocimientos científicos
(supuesto de autos, en el que se debate, antecedentes al margen, sobre las reducciones anatómicas o
funcionales graves, que disminuyan o anulen la capacidad laboral del reclamante) la prueba testifical es
inadmisible (sólo un perito puede contestar a tales cuestiones), …”.
SEGUNDO.- Procede por tanto, como se ha dicho, la desestimación del recurso; debiendo la parte actora,
si a su derecho conviene, traer a juicio perito de su elección o solicitar su nombramiento en la forma
prevista en los arts. 341 y siguientes LEC.
TERCERO.- Contra la presente resolución no cabe recurso alguno (srts. 184 y 189 LPL).
Por todo lo cual,
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA: Desestimar el recurso de reposición interpuesto por la representación procesal del actor
D. Justino contra la resolución de fecha 11-10-2007, que se confirma en su integridad.
Notifíquese la presente resolución a las partes haciéndoles saber que contra la misma no cabe interponer
recurso alguno.
63
Así, por este Auto, lo mando y firmo el Ilmo. Sr. Magistrado D. RAMON GONZALEZ DE LA ALEJA
GONZALEZ DE LA ALEJA . Doy fe.
EL MAGISTRADO-JUEZ
EL SECRETARIO JUDICIAL
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
Fax. : 969 22 38 53
N.I.G.: 16078 4 0100432 /2007
38500
Nº AUTOS: DEMANDA 405 /2007 .
MATERIA: SEGURIDAD SOCIAL .
DEMANDANTE/S: JUSTINO
DEMANDADO/S: INSTITUTO NACIONAL SEGURIDAD SOCIAL
PROVIDENCIA DEL
ILMO. SR. MAGISTRADO
D. RAMON GONZALEZ DE LA ALEJA GONZALEZ DE LA ALEJA
En CUENCA , a diez de diciembre de dos mil siete .
Dada cuenta, los anteriores escritos presentados el pasado día hábil, siete de los corrientes, por la
Procuradora Sra. T., en la representación que ostenta del actor D. Justino, únanse, haciendo de las copias
el uso legal. En cuanto al de fecha 6-12-07 se tiene por aportado el dictamen médico que adjunta.
Respecto del escrito, de fecha 5-12-07, por que interpone recurso de reposición contra la resolución de
fecha 29-11-07, se acuerda inadmitirlo por los siguientes motivos:
a) Se trata de una cuestión ya planteada y decidida en los presentes autos como claramente se desprende
del contenido de las providencias de fecha 26-9-07 y 11-10-07 y Auto de 6-11-07.
b) Porque, como ya se ha dicho, y se reitera de nuevo, el perito puede ser designado directamente y
libremente por las partes, en cuyo caso deben cuidar de su comparecencia a juicio, resultando
completamente improcedente su citación judicial. O puede ser designado judicialmente de entre las
personas dispuestas a actuar como peritos incluidos en la lista a que se refiere el art. 341 LEC. Este es el
sistema diseñado por la Ley y resulta de toda parte inadmisible acudir a la designación judicial de los
peritos previamente elegidos libremente por la parte y que, además no han comunicado su disposición a
actuar como tales, y por ello no se encuentran en la lista a que se refiere el precepto citado.
En el presente caso la improcedencia de lo solicitado resulta todavía más clara: se trata de facultativos de
la sanidad pública, afectados, por tanto, por la Ley de incompatibilidades; con la jornada laboral
coincidente, en la mayoría de los casos, con las horas de señalamiento de los juicios.
c) Si bien no se estima que nos encontremos en el supuesto contemplado en el art. 11.2 LOPJ, el recurso
debe inadmitirse por los motivos expuestos.
Respecto de lo solicitado en el otrosí, habiéndose inadmitido el recurso, no ha lugar a la suspensión del
acto del juicio que viene señalado.
Notifíquese esta resolución.
MODO DE IMPUGNARLA: mediante recurso de reposición a presentar en este Juzgado dentro de los
CINCO DIAS hábiles siguientes al de recibirla, cuya sola interposición no suspenderá la ejecutividad de
lo que se acuerda (Artículo 184-1 de la Ley de Procedimiento Laboral).
Lo manda y firma S.Sª. Doy fe.
MAGISTRADO-JUEZ
SECRETARIO JUDICIAL.
- Detectives privados.
64
- Personas jurídicas y entidades públicas. Anterior prueba de
informes: hoy testifical.
- Valoración.
3.7.- Medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen,
así como los instrumentos que permitan archivar y conocer o
reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas
llevadas a cabo con fines contables o de otra clase.
- Documental o medio de prueba autónomo.
- Prueba obtenida con violación de derechos fundamentales
o libertades públicas.
V.- NUEVAS TECNOLOGÍAS E ILICITUD DE LA PRUEBA
OBTENIDA
VULNERANDO
EL
DERECHO
DEL
TRABAJADOR A SU INTIMIDAD PERSONAL.
DOCUMENTOS E.
AS 2004\1476
Sentencia Tribunal Superior de Justicia Comunitat Valenciana núm.
34/2004 (Sala de lo Social, Sección 1ª), de 14 enero
“…Pues bien, frente a tales alegaciones el Tribunal Constitucional recuerda en
su sentencia que «el derecho a la intimidad no es absoluto, como no lo es
ninguno de los derechos fundamentales, pudiendo ceder ante intereses
constitucionalmente relevantes, siempre que el recorte que aquél haya de
experimentar se revele como necesario para lograr el fin legítimo previsto,
proporcionado para alcanzarlo y, en todo caso, sea respetuoso con el
contenido esencial del derecho» ( SSTC 57/1994, F. 6 y 143/1994, F. 6, por
todas)». Se añade más adelante en la sentencia «que el poder de dirección del
empresario, imprescindible para la buena marcha de la organización productiva
(organización que refleja otros derechos reconocidos constitucionalmente en
los arts. 33 y 38 CE) y reconocido expresamente en el art. 20 LET, atribuye al
empresario, entre otras facultades, la de adoptar las medidas que estime más
65
oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento del trabajador de
sus obligaciones laborales. Mas esa facultad ha de producirse en todo caso,
como es lógico, dentro del debido respecto a la dignidad del trabajador, como
expresamente nos lo recuerda igualmente la normativa laboral -arts. 4.2.c) y
20.3 LET- (y que) de conformidad con la doctrina de este Tribunal, la
constitucionalidad de cualquier medida restrictiva de derechos fundamentales
viene determinada por la estricta observancia del principio de proporcionalidad.
A los efectos que aquí importan, basta con recordar que (como sintetizan las
SSTC 66/1995, de 8 de mayo, F. 5; 55/1996, de 28 de marzo, FF. 6, 7, 8 y 9;
207/1996, de 16 de diciembre, F. 4.e) y 37/1998, de 17 de febrero, F. 8) para
comprobar si una medida restrictiva de un derecho fundamental supera el juicio
de proporcionalidad, es necesario constatar si cumple los tres requisitos o
condiciones siguientes: si tal medida es susceptible de conseguir el objetivo
propuesto (juicio de idoneidad); si, además, es necesaria, en el sentido de que
no exista otra medida más moderada para la consecución de tal propósito con
igual eficacia (juicio de necesidad); y, finalmente, si la misma es ponderada o
equilibrada, por derivarse de ella más beneficios o ventajas para el interés
general que perjuicios sobre otros bienes o valores en conflicto (juicio de
proporcionalidad en sentido estricto)».
Pues bien, en el presente caso, al igual que ocurría con el analizado por
el Tribunal Constitucional en la sentencia transcrita, resulta que la medida
empresarial ahora cuestionada resultaba proporcional a los fines pretendidos y
cumplía con las tres condiciones exigidas por el Alto tribunal: estaba justificada
pues se asentaba sobre unas sospechas reales (toda vez que según se relata
en el hecho probado séptimo de la sentencia, el DIRECCION000 ya había visto
dormido al trabajador y sospechaba que podía tratarse de una conducta
habitual); era idónea para la finalidad pretendida (pues el actor disponía de
despacho propio, que era el lugar que elegía para dormitar); necesaria (pues la
grabación servía de prueba de la irregularidad) y equilibrada (en cuanto la
grabación se limitó a su despacho, a unos días concretos y se puso en
conocimiento del representante de los trabajadores). Por lo que no cabe
sostener que el actor viera vulnerado por la medida adoptada su derecho
fundamental a la intimidad personal consagrado en el artículo 18 de la
Constitución Española. Pues como señala el Tribunal Constitucional en la
sentencia 186/2000 traída a colación, «la intimidad del recurrente no resulta
agredida por el mero hecho de filmar cómo desempeñaba las tareas
encomendadas en su puesto de trabajo, pues esa medida no resulta arbitraria
ni caprichosa, ni se pretendía con la misma divulgar su conducta, sino que se
trataba de obtener un conocimiento de cuál era su comportamiento laboral,
pretensión justificada por la circunstancia de haberse detectado irregularidades
en la actuación profesional del trabajador, constitutivas de transgresión a la
buena fe contractual. Se trataba, en suma, de verificar las fundadas sospechas
de la empresa sobre la torticera conducta del trabajador, sospechas que
efectivamente resultaron corroboradas por las grabaciones videográficas, y de
tener una prueba fehaciente de la comisión de tales hechos, para el caso de
que el trabajador impugnase, como así lo hizo, la sanción de despido
disciplinario que la empresa le impuso por tales hechos».
RJ 2007\7514
66
Sentencia Tribunal Supremo (Sala de lo Social, Sección 1), de 26
septiembre 2007
Jurisdicción: Social
Recurso de casación para la unificación de doctrina núm. 966/2006.
Ponente: Excmo. Sr. D. Aurelio Desdentado Bonete.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA INTIMIDAD PERSONAL: alcance.
DERECHOS LABORALES DEL TRABAJADOR: inviolabilidad de la persona del
trabajador: registro de efectos personales: no tienen tal consideración los
ordenadores puestos a disposición de los trabajadores: inaplicación del art. 18
del ET; vulneración del derecho a la intimidad: registro del ordenador.
EMPRESA-EMPRESARIO: poder de vigilancia y control: límites.
El TS desestima el recurso de casación para la unificación de doctrina (núm.
966/2006) interpuesto por «Coruñesa de Etiquetas, SL» contra la Sentencia de
fecha 25-01-2006, del TSJ de Galicia, dictada en autos promovidos por don
Imanol contra la recurrente, sobre despido.
En la Villa de Madrid, a veintiséis de septiembre de dos mil siete.
Vistos los presentes autos pendientes ante esta Sala en virtud del recurso de
casación para la unificación de doctrina interpuesto por la empresa Coruñesa
de Etiquetas, SL, representada por el Procurador Sr. Vázquez Guillén y
defendida por Letrado, contra la sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal
Superior de Justicia de Galicia, de 25 de enero de 2006, en el recurso de
suplicación núm. 5844/05, interpuesto frente a la sentencia dictada el 30 de
septiembre de 2005 por el Juzgado de lo Social núm. 3 de A Coruña, en los
autos núm. 521/05, seguidos a instancia de D. Imanol contra dicha recurrente,
sobre despido.
Ha comparecido ante esta Sala en concepto de recurrido D. Imanol,
representado por la Procuradora Sra. Outeiriño Lago y defendido por Letrado.
Es Magistrado Ponente el Excmo. Sr. D. Aurelio Desdentado Bonete
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El 25 de enero de 2006 la Sala de lo Social del Tribunal Superior
de Justicia de Galicia dictó sentencia, en virtud del recurso de suplicación
interpuesto contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 3 de A Coruña,
en los autos núm. 521/05, seguidos a instancia de D. Imanol contra dicha
recurrente, sobre despido. La parte dispositiva de la sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de Galicia es del tenor literal siguiente: «Que, con
desestimación del recurso de suplicación, planteado por la empresa Coruñesa
de Etiquetas, SL, contra la sentencia, dictada por el Ilmo. Sr. Magistrado-Juez
de lo Social núm. 3 de A Coruña, en fecha 30 de septiembre de 2005; debemos
confirmar y confirmamos el fallo de la misma».
SEGUNDO.- La sentencia de instancia, de 30 de septiembre de 2005, dictada
por el Juzgado de lo Social núm. 3 de A Coruña, contenía los siguientes
67
hechos probados: «1º. El actor prestó servicios para la demandada desde abril
de 2004, mediante contrato de trabajo de Alta Dirección, con la categoría de
Director General, por un período de cinco años, percibiendo un salario mensual
neto prorrateado de 2.103,5. Igualmente tendrá derecho a percibir una
retribución anual del 0,80% sobre el beneficio de la empresa, antes de
impuestos, con un mínimo de una mensualidad de su salario. --2º. El actor
prestaba sus servicios en un despacho sin llave, en el que disponía de un
ordenador, carente de clave de acceso, y conectado a la red de la empresa,
que a su vez dispone de ADSL. El ordenador tiene antivirus propio. ---3º. El día
11 de mayo pasado, un técnico de la empresa SOFT HARD EQUIPOS Y
PROGRAMACION, SL fue requerido para comprobar los fallos en un ordenador
que la empresa señaló como del actor, comprobación, que según dicho técnico,
D. Eloy se llevó a cabo a las cinco de la tarde del citado día. En dicha
comprobación se constató la existencia de virus informáticos, como
consecuencia de la navegación por páginas poco seguras de internet. A
presencia del Administrador de la empresa comprueba la existencia en la
carpeta de archivos temporales de antiguos accesos a páginas pornográficas,
que procede a almacenar en un dispositivo USB y a su impresión en papel.
Dichos archivos se corresponden con imágenes y videos de carácter
pornográfico. El dispositivo USB es llevado a un notario para su custodia, así
como la relación de páginas que en el mismo se contiene. Las operaciones
llevadas a cabo en el ordenador se hicieron sin la presencia del actor ni de
representantes sindicales ni trabajador alguno. ---4º. El ordenador fue retirado
de la empresa para su reparación y el 30 de mayo, una vez devuelto, se
procede a la misma operación esta vez a presencia de dos delegados de
personal, grabándose otro USB con las páginas almacenadas en el archivo
temporal, y depositándole ante el notario, con el listado de paginas que se
señalan. Tampoco estaba el actor presente. ---5º. En fecha 20 de agosto de
1991 se constituye la empresa CORUÑESA DE ETIQUETAS, SL por los socios
D. Eusebio y su esposa Dª Flor y D. Alberto y su esposa Dª Natalia. Cada
matrimonio se adjudica 500 participaciones de las 1000 que constituyen el
capital social. Se nombra Administradores Solidarios a D. Eusebio y D. Alberto.
Por fallecimiento de D. Eusebio el día 3 de noviembre de 2003, el día 27 se
acuerda en Junta Universal el nombramiento de su esposa Dª Flor
Administradora Solidaria en sustitución del fallecido, juntamente con el anterior
administrador, acuerdo elevado a público el 22 de diciembre de 2003. El día 16
de abril de 2004, el actor es contratado por la demandada como Director
General, suscribiendo con la Administradora Dª Flor contrato de Alta Dirección
con duración de 5 años, a partir del citado día. Se acuerda que el directivo
realizará su jornada dentro de la general de la empresa, pero con la flexibilidad
que derive de la condición del cargo. Para los supuestos de extinción del
contrato se aplican los siguientes criterios:
Si se extingue por desistimiento de la empresa, deberá mediar un preaviso de
tres meses, teniendo derecho el directivo a una indemnización de 90.151 si la
extinción no está refrendada por el 100% de las participaciones sociales. En
caso contrario, la indemnización será equivalente a 60 días de salario por año
de servicio.
68
Si se trata de extinción por voluntad del Directivo concurriendo algunas de las
causas señaladas en el contrato se aplicará el apartado anteriormente
reseñado.
Si bien el contrato lo firma uno sólo de los Administradores, el otro tenía
conocimiento de su contenido y dio su conformidad al mismo.
El mismo día 16 de abril, Dª Flor, en su calidad de Administradora Solidaria
otorga poder a D. Imanol y a la trabajadora Dª Mariana, para que de forma
solidaria puedan desempeñar las amplísimas facultades que en dicho poder se
recogen, y que dada su extensión y obrar unida a los autos se da por
reproducido.
El 18 de mayo de 2004 en reunión de la Junta General a la que asiste
únicamente el letrado hoy compareciente en representación de la empresa, y
entonces del matrimonio Alberto Natalia, con asistencia de notario, se acuerda
el cese y separación como Administradora Solidaria de Dº Flor por deslealtad y
riesgo ejerciendo la acción social de responsabilidad contra ella. Los motivos
son la falta de preparación e idoneidad de los contratos suscritos con la actora
y D. Imanol, así como haberles otorgado poderes. Estos poderes fueron
revocados por el Administrador Sr. Alberto en sendas escrituras de 28 de mayo
y 27 de abril de 2004.
El actor tenía asignado su puesto de trabajo compartido con la Sra. Mariana; en
visita de la Inspección de Trabajo girada el día 30 de junio se comprueba que
en el citado despacho en el que ocupan sendas mesas sobre las mismas no
hoy papel alguno, como tampoco en el armario de doble cuerpo existente.
La Inspección de Trabajo levantó acta de infracción en fecha 18 de agosto de
2004, por actuación de acoso laboral, e incumplimiento del art. 4, 2.e) del
Estatuto de los Trabajadores, que establece el derecho de estos, a la
consideración debida a su dignidad, por importe de 6.000, acta no firme.
--6º. Por este juzgado se dictó sentencia, hoy firme, declarando extinguida la
relación laboral de la trabajadora Sra. Mariana por incumplimientos graves de
la empresa al no facilitar a la trabajadora ocupación efectiva, con abono de la
indemnización fijada en el contrato. ---7º. El actor es yerno de la socia Dª Flor.
Su horario de trabajo era de 8 a 16 horas».
El fallo de dicha sentencia es del tenor literal siguiente: «Que desestimando la
excepción de incompetencia de jurisdicción y estimando la demanda formulada
por D. Imanol declaro la improcedencia de su despido y sin opción por la
indemnización para la empresa Coruñesa de Etiquetas, SL a salvo lo dispuesto
en el artículo 11.3 del Real Decreto 1382/85 la condena a abonarle la cantidad
de 90.151
en concepto de indemnización sin derecho a salarios de
tramitación».
TERCERO.- El Procurador Sr. Vázquez Guillén, en representacion de la
empresa Coruñesa de Etiquetas, SL, mediante escrito de 16 de marzo de
2006, formuló recurso de casación para la unificación de doctrina, en el que:
69
PRIMERO. Se alega como sentencia contradictoria con la recurrida la dictada
por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 13 de
noviembre de 2001. SEGUNDO. Se alega la infracción de los artículos 18,
20.3, 4.1.e), 5.a), 54.2.d) y 55.4 del Estatuto de los Trabajadores, así como del
artículo 90.1 de la Ley de Procedimiento Laboral y del artículo 18 de la
Constitución Española.
CUARTO.- Por providencia de esta Sala de 30 de marzo de 2006 se tuvo por
personado al recurrente y por interpuesto el presente recurso de casación para
la unificación de doctrina.
QUINTO.- Evacuado el traslado de impugnación, el Ministerio Fiscal emitió
informe en el sentido de considerar improcedente el recurso, e instruido el
Excmo. Sr. Magistrado Ponente, se declararon conclusos los autos,
señalándose para la votación y fallo el día 20 de septiembre actual, en cuya
fecha tuvo lugar.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- En los hechos probados de la sentencia de instancia consta que el
actor, Director General de la empresa demandada, prestaba servicios en un
despacho sin llave, en el que disponía de un ordenador, carente de clave de
acceso y conectado a la red de la empresa que dispone de ADSL. Consta
también que un técnico de una empresa de informática fue requerido el 11 de
mayo para comprobar los fallos de un ordenador que «la empresa señaló como
del actor». En la comprobación se detectó la existencia de virus informáticos,
como consecuencia de «la navegación por páginas poco seguras de Internet».
En presencia del administrador de la empresa se comprobó la existencia en la
carpeta de archivos temporales de «antiguos accesos a páginas
pornográficas», que se almacenaron en un dispositivo de USB, que se entregó
a un notario. La sentencia precisa que «las operaciones llevadas a cabo en el
ordenador se hicieron sin la presencia del actor, de representantes de los
trabajadores ni de ningún trabajador de la empresa». El ordenador fue retirado
de la empresa para su reparación y, una vez devuelto, el 30 de mayo se
procedió a realizar la misma operación con la presencia de delegados de
personal. La sentencia recurrida confirma la decisión de instancia que ha
considerado que no es válida la prueba de la empresa porque ha sido obtenida
mediante un registro de un efecto personal que no cumple las exigencias del
artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores.
Para acreditar la contradicción se aporta la sentencia de la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 13 de noviembre de 2001, en la que
se enjuicia un caso en el que en las horas y fechas que se señalan el actor
procedió a descargar y visualizar los ficheros de contenido pornográfico. La
sentencia considera el despido procedente, apreciando el grave incumplimiento
que se produce como consecuencia de la realización de esa actividad durante
el tiempo de trabajo y en un instrumento proporcionado por la empresa,
valorando, por una parte, la reducción del tiempo de trabajo y el injustificado
gasto para la empresa, y, de otra, la perturbación de la disponibilidad del
equipo informático en una materia tan grave como el aterrizaje y el despegue
70
de aviones. La sentencia de contraste excluye la aplicación de las garantías del
artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, porque el ordenador no es un
efecto personal del trabajador, sino una «herramienta de trabajo» propiedad de
la empresa.
Es en este último punto en el que hay que plantear la contradicción, porque en
el presente recurso no se trata de valorar la conducta del trabajador a efectos
disciplinarios, sino de resolver un problema previo sobre el alcance y la forma
del control empresarial sobre el uso por el trabajador del ordenador que se ha
facilitado por la empresa como instrumento de trabajo y en este punto la
identidad puede apreciarse en lo sustancial y las diferencias actuarían además
reforzando la oposición de los pronunciamientos, porque en la sentencia
recurrida el control se produce en el curso de una reparación, lo que no consta
en la sentencia de contraste. Lo mismo sucede con el dato de que el ordenador
en el caso de la sentencia recurrida no tuviera clave personal de acceso y en el
de la de contraste sí. Hay que insistir en que no estamos ante el enjuiciamiento
de una conducta a efectos disciplinarios desde la perspectiva del alcance de la
protección de un derecho fundamental, como en el caso decidido por la
sentencia de 20 de abril de 2005, sino ante un problema previo sobre la
determinación de los límites del control empresarial sobre un ámbito que,
aunque vinculado al trabajo, puede afectar a la intimidad del trabajador.
SEGUNDO.- Establecida la contradicción en los términos a que se ha hecho
referencia, hay que entrar en el examen de la infracción que se denuncia del
artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores en relación con el artículo 90.1 de
la Ley de Procedimiento Laboral y con el artículo 18 de la Constitución. Como
ya se ha anticipado, la sentencia recurrida funda su decisión en que en la
obtención del medio de prueba, a partir del cual podría acreditarse la conducta
imputada por la empresa para justificar el despido, no se han respetado las
exigencias del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, ya que: 1º) no se
demuestra que fuera necesario llevar a cabo en ese momento y sin la
presencia del trabajador el examen del ordenador o al menos la continuación
del examen una vez que aparecieron los archivos temporales, 2º) no consta
que todo el proceso de control se realizara en el lugar y en el tiempo de trabajo,
pues el ordenador fue retirado para su reparación; 3º) tampoco se respetó la
dignidad del trabajador al haber realizado el control sin su presencia y 4º) el
control se efectuó sin la presencia de un representante de los trabajadores.
La cuestión debatida se centra, por tanto, en determinar si las condiciones que
el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores establece para el registro de la
persona del trabajador, su taquilla y sus efectos personales se aplican también
al control empresarial sobre el uso por parte del trabajador de los ordenadores
facilitados por la empresa. Pero el problema es más amplio, porque, en
realidad, lo que plantea el recurso, desde la perspectiva de ilicitud de la prueba
obtenida vulnerando los derechos fundamentales (artículo 91.1 de la Ley de
Procedimiento Laboral), es la compatibilidad de ese control empresarial con el
derecho del trabajador a su intimidad personal (artículo 18.1 de la Constitución
o incluso con el derecho al secreto de las comunicaciones (artículo 18.3 de la
Constitución Española), si se tratara del control del correo electrónico. El
artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos
71
establece también que toda persona tiene derecho al respeto de la vida privada
y familiar y prohibe la injerencia que no esté prevista en la Ley y que no se
justifique por razones de seguridad, bienestar económico, defensa del orden,
prevención de las infracciones penales, protección de la salud, de la moral o de
los derechos y libertades de los demás. El derecho a la intimidad, según la
doctrina del Tribunal Constitucional, supone «la existencia de un ámbito propio
y reservado frente a la acción y el conocimiento de los demás, necesario,
según las pautas de nuestra cultura, para mantener una calidad mínima de la
vida humana» y ese ámbito ha de respetarse también en el marco de las
relaciones laborales, en las que «es factible en ocasiones acceder a
informaciones atinentes a la vida íntima y familiar del trabajador que pueden
ser lesivas para el derecho a la intimidad» (SSTC 142/1993, 98/2000 [RTC
2000\98] y 186/2000). De ahí que determinadas formas de control de la
prestación de trabajo pueden resultar incompatibles con ese derecho, porque
aunque no se trata de un derecho absoluto y puede ceder, por tanto, ante
«intereses constitucionalmente relevantes», para ello es preciso que las
limitaciones impuestas sean necesarias para lograr un fin legítimo y sean
también proporcionadas para alcanzarlo y respetuosas con el contenido
esencial del derecho. En el caso del uso por el trabajador de los medios
informáticos facilitados por la empresa pueden producirse conflictos que
afectan a la intimidad de los trabajadores, tanto en el correo electrónico, en el
que la implicación se extiende también, como ya se ha dicho, al secreto de las
comunicaciones, como en la denominada «navegación» por Internet y en el
acceso a determinados archivos personales del ordenador. Estos conflictos
surgen porque existe una utilización personalizada y no meramente laboral o
profesional del medio facilitado por la empresa. Esa utilización personalizada
se produce como consecuencia de las dificultades prácticas de establecer una
prohibición absoluta del empleo personal del ordenador como sucede también
con las conversaciones telefónicas en la empresa y de la generalización de una
cierta tolerancia con un uso moderado de los medios de la empresa. Pero, al
mismo tiempo, hay que tener en cuenta que se trata de medios que son
propiedad de la empresa y que ésta facilita al trabajador para utilizarlos en el
cumplimiento de la prestación laboral, por lo que esa utilización queda dentro
del ámbito del poder de vigilancia del empresario, que, como precisa el artículo
20.3 del Estatuto de los Trabajadores, implica que éste «podrá adoptar las
medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el
cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales»,
aunque ese control debe respetar «la consideración debida» a la «dignidad»
del trabajador.
TERCERO.- Estas consideraciones muestran que el artículo 18 del Estatuto de
los Trabajadores no es aplicable al control por el empresario de los medios
informáticos que se facilitan a los trabajadores para la ejecución de la
prestación laboral. El artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores establece
que «sólo podrán realizarse registros sobre la persona del trabajador, en sus
taquillas y efectos particulares, cuando sean necesarios para la protección del
patrimonio empresarial y del de los demás trabajadores de la empresa, dentro
del centro de trabajo y en horas de trabajo», añadiendo que en la realización de
estos registros «se respetará al máximo la dignidad e intimidad del trabajador y
se contará con la asistencia de un representante legal de los trabajadores o, en
72
su ausencia del centro de trabajo, de otro trabajador de la empresa, siempre
que ello fuera posible». El supuesto de hecho de la norma es completamente
distinto del que se produce con el control de los medios informáticos en el
trabajo. El artículo 18 está atribuyendo al empresario un control que excede del
que deriva de su posición en el contrato de trabajo y que, por tanto, queda
fuera del marco del artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores. En los
registros el empresario actúa, de forma exorbitante y excepcional, fuera del
marco contractual de los poderes que le concede el artículo 20 del Estatuto de
los Trabajadores y, en realidad, como ha señalado la doctrina científica,
desempeña no sin problemas de cobertura una función de «policía privada» o
de «policía empresarial» que la Ley vincula a la defensa de su patrimonio o del
patrimonio de otros trabajadores de la empresa. El régimen de registros del
artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores aparece así como una excepción al
régimen ordinario que regula la Ley de Enjuiciamiento Criminal (artículo 545 y
siguientes). Tanto la persona del trabajador, como sus efectos personales y la
taquilla forman parte de la esfera privada de aquél y quedan fuera del ámbito
de ejecución del contrato de trabajo al que se extienden los poderes del artículo
20 del Estatuto de los Trabajadores. Por el contrario, las medidas de control
sobre los medios informáticos puestos a disposición de los trabajadores se
encuentran, en principio, dentro del ámbito normal de esos poderes: el
ordenador es un instrumento de producción del que es titular el empresario
«como propietario o por otro título» y éste tiene, por tanto, facultades de control
de la utilización, que incluyen lógicamente su examen. Por otra parte, con el
ordenador se ejecuta la prestación de trabajo y, en consecuencia, el
empresario puede verificar en él su correcto cumplimiento, lo que no sucede en
los supuestos del artículo 18, pues incluso respecto a la taquilla, que es un bien
mueble del empresario, hay una cesión de uso a favor del trabajador que
delimita una utilización por éste que, aunque vinculada causalmente al contrato
de trabajo, queda al margen de su ejecución y de los poderes empresariales
del artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores para entrar dentro de la esfera
personal del trabajador. De ahí que los elementos que definen las garantías y
los límites del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, no sean aplicables
al control de los medios informáticos. En primer lugar, la necesidad del control
de esos medios no tiene que justificarse por «la protección del patrimonio
empresarial y de los demás trabajadores de la empresa», porque la legitimidad
de ese control deriva del carácter de instrumento de producción del objeto
sobre el que recae. El empresario tiene que controlar el uso del ordenador,
porque en él se cumple la prestación laboral y, por tanto, ha de comprobar si su
uso se ajusta a las finalidades que lo justifican, ya que en otro caso estaría
retribuyendo como tiempo de trabajo el dedicado a actividades extralaborales.
Tiene que controlar también los contenidos y resultados de esa prestación. Así,
nuestra sentencia de 5 de diciembre de 2003, sobre el telemarketing telefónico,
aceptó la legalidad de un control empresarial consistente en la audición y
grabación aleatorias de las conversaciones telefónicas entre los trabajadores y
los clientes «para corregir los defectos de técnica comercial y disponer lo
necesario para ello», razonando que tal control tiene «como único objeto...la
actividad laboral del trabajador», pues el teléfono controlado se ha puesto a
disposición de los trabajadores como herramienta de trabajo para que lleven a
cabo sus funciones de «telemarketing» y los trabajadores conocen que ese
teléfono lo tienen sólo para trabajar y conocen igualmente que puede ser
73
intervenido por la empresa. El control de los ordenadores se justifica también
por la necesidad de coordinar y garantizar la continuidad de la actividad laboral
en los supuestos de ausencias de los trabajadores (pedidos, relaciones con
clientes..), por la protección del sistema informático de la empresa, que puede
ser afectado negativamente por determinados usos, y por la prevención de
responsabilidades que para la empresa pudieran derivar también algunas
formas ilícitas de uso frente a terceros. En realidad, el control empresarial de
un medio de trabajo no necesita, a diferencia de lo que sucede con los
supuestos del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, una justificación
específica caso por caso. Por el contrario, su legitimidad deriva directamente
del artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores.
En segundo lugar, la exigencia de respetar en el control la dignidad humana del
trabajador no es requisito específico de los registros del artículo 18, pues esta
exigencia es general para todas las formas de control empresarial, como se
advierte a partir de la propia redacción del artículo 20.3 del Estatuto de los
Trabajadores. En todo caso, hay que aclarar que el hecho de que el trabajador
no esté presente en el control no es en sí mismo un elemento que pueda
considerarse contrario a su dignidad.
En tercer lugar, la exigencia de que el registro se practique en el centro de
trabajo y en las horas de trabajo tiene sentido en el marco del artículo 18, que
se refiere a facultades empresariales que, por su carácter excepcional, no
pueden ejercitarse fuera del ámbito de la empresa. Es claro que el empresario
no puede registrar al trabajador o sus efectos personales fuera del centro de
trabajo y del tiempo de trabajo, pues en ese caso sus facultades de policía
privada o de autotutela tendrían un alcance completamente desproporcionado.
Lo mismo puede decirse del registro de la taquilla, aunque en este caso la
exigencia de que se practique en horas de trabajo tiene por objeto permitir la
presencia del trabajador y de sus representantes. En todo caso hay que aclarar
que las exigencias de tiempo y lugar del artículo 18 del Estatuto de los
Trabajadores no tienen por objeto preservar la intimidad del trabajador
registrado; su función es otra: limitar una facultad empresarial excepcional y
reducirla al ámbito de la empresa y del tiempo de trabajo. Esto no sucede en el
caso del control de un instrumento de trabajo del que es titular el propio
empresario.
Por último, la presencia de un representante de los trabajadores o de un
trabajador de la empresa tampoco se relaciona con la protección de la
intimidad del trabajador registrado; es más bien, como sucede con lo que
establece el artículo 569 Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEG 1882\16) para
intervenciones similares, una garantía de la objetividad y de la eficacia de la
prueba. Esa exigencia no puede, por tanto, aplicarse al control normal por el
empresario de los medios de producción, con independencia de que para lograr
que la prueba de los resultados del control sea eficaz tenga que recurrirse a la
prueba testifical o pericial sobre el control mismo.
No cabe, por tanto, aplicación directa del artículo 18 del Estatuto de los
Trabajadores al control del uso del ordenador por los trabajadores, ni tampoco
74
su aplicación analógica, porque no hay ni semejanza de los supuestos, ni
identidad de razón en las regulaciones (artículo 4.1 del Código Civil).
CUARTO.- El control del uso del ordenador facilitado al trabajador por el
empresario no se regula por el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores,
sino por el artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores y a este precepto hay
que estar con las matizaciones que a continuación han de realizarse. La
primera se refiere a los límites de ese control y en esta materia el propio
precepto citado remite a un ejercicio de las facultades de vigilancia y control
que guarde «en su adopción y aplicación la consideración debida» a la
dignidad del trabajador, lo que también remite al respeto a la intimidad en los
términos a los que ya se ha hecho referencia al examinar las sentencias del
Tribunal Constitucional 98 y 186/2000. En este punto es necesario recordar lo
que ya se dijo sobre la existencia de un hábito social generalizado de tolerancia
con ciertos usos personales moderados de los medios informáticos y de
comunicación facilitados por la empresa a los trabajadores. Esa tolerancia crea
una expectativa también general de confidencialidad en esos usos; expectativa
que no puede ser desconocida, aunque tampoco convertirse en un
impedimento permanente del control empresarial, porque, aunque el trabajador
tiene derecho al respeto a su intimidad, no puede imponer ese respeto cuando
utiliza un medio proporcionado por la empresa en contra de las instrucciones
establecidas por ésta para su uso y al margen de los controles previstos para
esa utilización y para garantizar la permanencia del servicio. Por ello, lo que
debe hacer la empresa de acuerdo con las exigencias de buena fe es
establecer previamente las reglas de uso de esos medios con aplicación de
prohibiciones absolutas o parciales e informar a los trabajadores de que va
existir control y de los medios que han de aplicarse en orden a comprobar la
corrección de los usos, así como de las medidas que han de adoptarse en su
caso para garantizar la efectiva utilización laboral del medio cuando sea
preciso, sin perjuicio de la posible aplicación de otras medidas de carácter
preventivo, como la exclusión de determinadas conexiones. De esta manera, si
el medio se utiliza para usos privados en contra de estas prohibiciones y con
conocimiento de los controles y medidas aplicables, no podrá entenderse que,
al realizarse el control, se ha vulnerado «una expectativa razonable de
intimidad» en los términos que establecen las sentencias del Tribunal Europeo
de Derechos Humanos de 25 de junio de 1997 (caso Halford) y 3 de abril de
2007 (caso Copland) para valorar la existencia de una lesión del artículo 8 del
Convenio Europeo par la protección de los derechos humanos.
La segunda precisión o matización se refiere al alcance de la protección de la
intimidad, que es compatible, con el control lícito al que se ha hecho referencia.
Es claro que las comunicaciones telefónicas y el correo electrónico están
incluidos en este ámbito con la protección adicional que deriva de la garantía
constitucional del secreto de las comunicaciones. La garantía de la intimidad
también se extiende a los archivos personales del trabajador que se
encuentran en el ordenador. La aplicación de la garantía podría ser más
discutible en el presente caso, pues no se trata de comunicaciones, ni de
archivos personales, sino de los denominados archivos temporales, que son
copias que se guardan automáticamente en el disco duro de los lugares
visitados a través de Internet. Se trata más bien de rastros o huellas de la
75
«navegación» en Internet y no de informaciones de carácter personal que se
guardan con carácter reservado. Pero hay que entender que estos archivos
también entran, en principio, dentro de la protección de la intimidad, sin
perjuicio de lo ya dicho sobre las advertencias de la empresa. Así lo establece
la sentencia de 3 de abril de 2007 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
cuando señala que están incluidos en la protección del artículo 8 del Convenio
Europeo de derechos humanos «la información derivada del seguimiento del
uso personal de Internet» y es que esos archivos pueden contener datos
sensibles en orden a la intimidad, en la medida que pueden incorporar
informaciones reveladores sobre determinados aspectos de la vida privada
(ideología, orientación sexual,
aficiones personales, etc.). Tampoco es
obstáculo para la protección de la intimidad el que el ordenador no tuviera clave
de acceso. Este dato unido a la localización del ordenador en un despacho sin
llave no supone por sí mismo una aceptación por parte del trabajador de un
acceso abierto a la información contenida en su ordenador, aunque ello suscite
otros problema en los que en este recurso no cabe entrar sobre la dificultad de
la atribución de la autoría al demandante.
QUINTO.- A partir de las consideraciones anteriores la pretensión impugnatoria
debe ser desestimada, pues, de acuerdo con una reiterada doctrina de esta
Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los fundamentos jurídicos de la
sentencia recurrida y este fallo es correcto, pues la empresa no podía recoger
la información obrante en los archivos temporales y utilizarla con la finalidad
que lo ha hecho. Esa actuación en el presente caso ha supuesto una
vulneración de su derecho a la intimidad. En efecto, en el supuesto de que
efectivamente los archivos mencionados registraran la actividad del actor, la
medida adoptada por la empresa, sin previa advertencia sobre el uso y el
control del ordenador, supone una lesión a su intimidad en los términos a que
se ha hecho referencia en los anteriores fundamentos. Es cierto que la entrada
inicial en el ordenador puede justificarse por la existencia de un virus, pero la
actuación empresarial no se detiene en las tareas de detección y reparación,
sino que, como dice con acierto la sentencia recurrida, en lugar de limitarse al
control y eliminación del virus, «se siguió con el examen del ordenador» para
entrar y apoderarse de un archivo cuyo examen o control no puede
considerarse que fuera necesario para realizar la reparación interesada. De
esta forma, no cabe entender que estemos ante lo que en el ámbito penal se
califica como un «hallazgo casual» (sentencias de 20 de septiembre, 20 de
noviembre y 1 de diciembre de 2006, pues se ha ido más allá de lo que la
entrada regular para la reparación justificaba.
El recurso debe, por tanto, desestimarse con las consecuencias que de ello se
derivan en orden a la imposición de las costas a la empresa recurrente, con
pérdida del depósito constituido para recurrir y manteniéndose el aval en
garantía del cumplimiento de la condena.
Por lo expuesto, en nombre de SM El Rey y por la autoridad conferida por el
pueblo español.
FALLAMOS
76
Desestimamos el recurso de casación para la unificación de doctrina
interpuesto por la empresa CORUÑESA DE ETIQUETAS, SL, contra la
sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, de
25 de enero de 2006, en el recurso de suplicación núm. 5844/05, interpuesto
frente a la sentencia dictada el 30 de septiembre de 2005 por el Juzgado de lo
Social núm. 3 de A Coruña, en los autos núm. 521/05, seguidos a instancia de
D. Imanol contra dicha recurrente, sobre despido. Decretamos la pérdida del
depósito constituido para recurrir, manteniéndose el aval como garantía del
cumplimiento de la condena. Condenamos a la empresa recurrente al abono de
los honorarios del Letrado de la parte recurrida en la cuantía que, dentro de los
límites legales, fijará la Sala si a ello hubiera lugar.
Devuélvanse las actuaciones y el rollo de suplicación a la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Galicia, con la certificación y comunicación de
esta resolución.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN
LEGISLATIVA, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
XV.- DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER
Y SENTENCIA.
1.- DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER.
2.- LA SENTENCIA.
3.- ACLARACIÓN Y RECTIFICACIÓN DE RESOLUCIONES
JUDICIALES.
SUBSANACIÓN
Y
COMPLEMENTO
DE
SENTENCIAS Y AUTOS DEFECTUOSOS O INCOMPLETOS.
XVI.- RECURSOS
LABORAL.
EN
EL
1.- DERECHO A RECURRIR.
2.- DESISTIMIENTO DE LOS RECURSOS.
77
PROCESO
3.- RECURSOS DE REPOSICIÓN Y SÚPLICA.
- Decisiones recurribles: reposición art. 184,1 y 3 LPL y
súplica art 185,1 y 3 LPL.
- Procedimiento: arts. 452 y 453 LEC.
4.- RECURSO DE QUEJA.
- Decisiones recurribles: arts. 193,2 y 3; 207, 2 y 3 LPL.
- Tramitación: art. 187 LPL: remisión alterada por LEC.
5.- RECURSO DE SUPLICACIÓN.
- Reglas de determinación de la cuantía: arts. 251 a 253 LEC.
- Consignación importe de la condena art. 228 LPL: aplicable
art. 449,5 LEC.
ATS 3-2-04.
RJ 2004\1071
Auto Tribunal Supremo (Sala de lo Social), de 3 febrero 2004
Jurisdicción: Social
Recurso de Queja núm. 60/2003.
Ponente: Excmo. Sr. D. Gonzalo Moliner Tamborero.
CONSIGNACION PARA RECURRIR: cantidad objeto de condena: sustitución por
otros medios válidos: no lo es el simple ofrecimiento de bienes inmuebles.
El TS desestima el recurso de queja (núm. 60/2003) interpuesto por «Losecan
Inmobiliaria, SL» contra el Auto de fecha 12-09-2003, del TSJ de la Comunidad
Valenciana, que tuvo por no preparado el recurso de casación para la unificación de
doctrina.
En la Villa de Madrid, a tres de febrero de dos mil cuatro.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO Con fecha 28 de mayo de 2003 la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana dictó sentencia por la que, estimando en parte el recurso de suplicación
interpuesto por el demandante contra la sentencia de instancia, declaró la responsabilidad solidaria de las
empresas «Envase y Etiquetas S.L.» y «Losecan Inmobiliaria S.L.», y acordó ampliar a dichas empresas
la condena derivada de la declaración de improcedencia del despido enjuiciado en cuantía que ascendía
a 676.966?54 euros.
SEGUNDO Contra la indicada resolución se presentó por la representación de la empresa «Losecan
Inmobiliaria S.L.» escrito preparando recurso de casación para la unificación de doctrina, al que
acompañaba otro escrito de la misma fecha donde se solicitaba que se tuviera por efectuada la
consignación del importe de la condena mediante el ofrecimiento de una serie de bienes inmuebles con el
objeto de que se constituyera sobre ellos una hipoteca unilateral o se trabaran con un embargo
preventivo, acompañando al ofrecimiento certificaciones registrales y valoración de dichos bienes.
TERCERO Por Auto de 12 de septiembre de 2003 la Sala acordó tener por no preparado el recurso de
casación por aquella parte pretendido por entender que la misma no había cumplido con el requisito de la
consignación exigido por el art. 228 de la LPL ( RCL 1995\1144, 1563) , al considerar insuficiente para
cumplimentar dicho requisito el ofrecimiento de bienes inmuebles que dicha empresa había realizado.
78
Contra dicho Auto interpuso la indicada empresa recurso de reposición que fue desestimado por Auto de
6 de noviembre de 2003, y contra dicho Auto el presente recurso de queja, en el que en sustancia
defiende la viabilidad de aceptar como equivalente a la consignación la oferta de bienes inmuebles que
hizo en su escrito adicional al de preparación del recurso.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO 1.- Como se señala en el Auto de 12 de septiembre de 2003 dictado por la Sala de origen, el
problema que aquí se plantea tiene un amplio recorrido que parte de la exigencia contenida en el art. 170
de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995\1144, 1563) que para poder recurrir en suplicación o
casación había que efectuar «la consignación en metálico del importe de la condena», sin otra alternativa
válida y con un veinte por ciento de recargo. Esta exigencia fue matizada por la STCº 3/1983, de 25 de
enero ( RTC 1983\3) , seguida de otras muchas con el mismo contenido, en el sentido de entender que,
siendo la consignación requisito compatible con el derecho a la tutela judicial que allí se cuestionaba,
debían admitirse otras posibles soluciones alternativas a la mera y exclusiva consignación allí prevista
«en tanto no se produzca la necesaria reforma legislativa», sobre el argumento básico de que la garantía
que se pretende conseguir con la consignación no puede constituir un obstáculo insuperable para el
acceso del empresario al recurso, imponiéndole cargas irrazonables, ni como un privilegio del trabajador.
La reforma legislativa recomendada en tales sentencias se produjo en 1989 a medio de la Ley 7/1989, de
12 de abril ( RCL 1989\816) , de Bases del Procedimiento Laboral en cuya Base Trigesimosexta, después
trasladada al Texto articulado de 1990 ( RCL 1990\922, 1049) se previó que para recurrir en suplicación o
en casación, el condenado que no gozara del beneficio de justicia gratuita habría de consignar el importe
de la condena o aportar un aval bancario, responsabilidad solidaria del avalista, ofreciendo por lo tanto
dos soluciones alternativas que son las que contempla en la actualidad el art. 288 del Texto Refundido de
1995 vigente ( RCL 1995\1144, 1563) . Entre tanto, la sentencia 30/1994, de 27 de enero ( RTC 1994\30)
, del Tribunal Constitucional aceptó como posibilidad alternativa a la consignación y al aval bancario
legalmente establecido, la posibilidad de que aquella exigencia garantista se entendiera cumplida también
por medio de la constitución de una hipoteca unilateral de máximo que cubría con creces el importe de la
condena, contemplando la especial situación allí contemplada de una empresa en quiebra voluntaria, que
había acreditado la negativa de varias entidades bancarias a constituir el aval por ella solicitado y en un
supuesto en el que la cantidad a consignar ascendía a más de seiscientos millones de pesetas. Dicha
sentencia pudo mover al legislador de 1995 a incluir dentro de las medidas de aseguramiento de la
posible ejecución futura en que consiste la exigencia de consignación, también la hipoteca unilateral pero
no ocurrió así con el nuevo art. 228 LPL ( RCL 1995\1144, 1563) como se ha visto, con lo cual no puede
sino sostenerse que conforme a la legislación ordinaria los únicos medios garantistas válidamente
aceptables son los dos que se expresan en dicho precepto legal, aunque pueda seguir aceptándose que
el algún caso extremo como el contemplado por la STCº 30/1994 ( RTC 1994\30) precitada pudiera
aceptarse también la hipoteca unilateral. Esta ha sido la doctrina seguida por esta Sala al resolver por
Auto de 13 de marzo de 1998 ( RJ 1998\2567) el recurso de queja núm. 3097/1998, muy semejante al
actual, al señalar que no puede considerarse como medio alternativo válido «el simple ofrecimiento de un
bien inmueble sin ampararse tal ofrecimiento en algún instituto jurídico que pudiera darle forma y prestarle
efectividad mediante la aplicación, si fuere llegado el caso, de sus normas reguladoras» por constituir
«una mera oferta sin traducción jurídica actual que sea cierta y eficaz». Y, cerrando el ciclo interpretativo,
también se ha pronunciado en el mismo sentido el propio Tribunal Constitucional en su sentencia
64/2000, de 13 de marzo ( RTC 2000\64) en la que, analizando la situación específica que dio lugar a la
STCº 30/1994 precitada, estimó que en cualquier situación no comparable con aquélla, no puede
atenuarse el rigor del requisito legal contenido en el art. 228 LPL ( RCL 1995\1144, 1563) .
2. En el presente caso la empresa no se halla en quiebra, y se limita a alegar, sin acreditar, que no ha
podido obtener el aval bancario requerido, y a ofrecer unos bienes inmuebles en garantía del
cumplimiento de la condena junto a tasaciones de los mismos que en principio parecen suficiente
garantía. Pero este ofrecimiento no puede aceptarse como sustituto válido de la «consignación o el aval
bancario con garantía solidaria» a los que se refiere el art. 228 LPL ( RCL 1995\1144, 1563) , por cuanto
tal ofrecimiento no es suficiente para cubrir la fundamental razón de ser de aquellas garantías pues, como
dijo la STCº 99/1989, de 5 de junio ( RTC 1989\99) , en palabras que la STCº 64/2000 ( RTC 2000\64)
hace suya, «la finalidad de la consignación no es simplemente la de garantizar la ejecución de la
sentencia, sino más propiamente la de asegurar la "inmediata" ejecución y ello solamente se obtiene con
la constitución previa del depósito de la condena, lo cual resulta así de ineludible cumplimiento...», y,
obviamente, la garantía real en que consiste una oferta de hipoteca o de embargo, con independencia del
riesgo de que los bienes se deprecien, no ofrece aquella garantía de inmediata ejecución que los medios
legales específicamente previstos sí que aseguran.
3. En definitiva, de todo lo indicado se desprende que sólo en supuestos muy excepcionales como los
contemplados por la STCº 30/1994 ( RTC 1994\30) cabría aceptar como sustituto válido de la
consignación y el aval bancario legalmente previstos, un supuesto de garantía real, al tenor de la finalidad
por la que se han establecido tales exigencias legales. En el presente caso ya se ha dicho que la
dificultad de liquidez y de obtención del aval únicamente se han alegado y en una empresa con plena
actividad y con los bienes que alega poseer no es razonable pensar que se halle ante la imposibilidad de
conseguir el metálico o los avales que le hubieran permitido cumplir con todas las exigencias legales
estudiadas en relación con el aseguramiento de la condena; pero, en cualquier caso, tampoco dicha
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oferta cubre las exigencias finalistas que se hallan en la base de aquellas medidas de aseguramiento
legalmente establecidas, por lo que no puede aceptarse como válido sustituto de las mismas.
SEGUNDO Los anteriores argumentos conducen a la conclusión de entender que el recurso de queja no
puede ser aceptado, sino que por el contrario habrá de ser desestimado por no cubrir las exigencias
legales y constitucionales señaladas, por lo que procederá acordar sin más argumentos la desestimación
del mismo.
Por lo expuesto, en nombre de SM El Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.
La sala acuerda:
Desestimar el recurso de queja interpuesto por Losecan InmobiliariA, SL contra el Auto dictado el 12 de
septiembre de 2003, en el que la mencionada Sala acuerda tener por no preparado recurso de casación
para la unificación de doctrina interpuesto contra la sentencia de 28 de mayo de 2003.
Así lo acordamos, mandamos y firmamos.
6.- RECURSO DE CASACIÓN PARA LA UNIFICACIÓN DE
DOCTRINA.
7.- AUDIENCIA AL DEMANDADO REBELDE.
8.- RECURSO DE REVISIÓN.
9.- NULIDAD DE ACTUACIONES.
- Auto Juzgado de lo Social de Cuenca de 24-1-07.
JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 57 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100085 /2006 38300
Nº AUTOS: DEM 79 /2006 .
Nº EJECUCION: 112 /2006 .
MATERIA: ORDINARIO .
DEMANDADO/S: ANTONIO
AUTO
En CUENCA , a veinticuatro de enero de dos mil siete .
HECHOS
PRIMERO.- En los presentes autos seguidos sobre reclamación de cantidad por D. Moisés
contra D. Antonio, se designó en la demanda como domicilio del demandado en "Cuenca, Polígono Villa
Román III (Subcontrata Grupo G.V)". Por resolución de 17-2-06 se advirtió al demandante del siguiente
defecto: "Deberá designar con precisión el domicilio del demandado"; y por escrito presentado el 24-22006 aquél comunica al Juzgado como domicilio del demandado el siguiente: "C/ Ramón y Cajal nº 9;
C.P. 46007 -VALENCIA".
SEGUNDO.- Librada la correspondiente citación al demandado al domicilio indicado, el aviso
de recibo fue devuelto con la expresión "desconocido". Librado exhorto al Juzgado de lo Social Decano
de Valencia, interesando la citación del demandado, fue devuelto con resultado negativo, constando en la
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correspondiente diligencia que "el portero de la finca manifiesta desconocer al demandado, que allí no
vive, tampoco en los bajos comerciales".
TERCERO.- Por edicto publicado en el B.O.P. de Valencia se citó al demandado; celebrándose
el juicio oral el 18-5-06, dictándose sentencia con la misma fecha, en cuyo fallo se dispuso: "Estimo la
demanda formulada por D. MOISÉS contra la empresa ANTONIO a quien condeno a que abone al actor
la cantidad de 753,91 euros, más 75,39 euros en concepto de intereses. Absuelvo al FOGASA de la
presente demanda, sin perjuicio de las responsabilidades legales que en su caso le correspondiese asumir
en caso de insolvencia de la empresa demandada".
CUARTO.- Solicitada por el demandante, por Auto de 1-9-06 se acordó la ejecución de la
sentencia dictada, por importe de 829,30 euros de principal, más 82,93 euros de intereses y 49,75 euros
para costas provisionales. Con fecha 29-9-06 se ingresó en la cuenta-expediente de los presentes autos la
suma de 961,98 euros. La AEAT ingresó 78,03 euros, correspondiente a devoluciones tributarias del
ejecutado.
QUINTO.- Con fecha 18-10-06 el ejecutado D. Antonio compareció en este Juzgado, otorgando
poder apud-acta a la Graduada Social Dª Mª José y designando ésta como domicilio para oír
notificaciones el sito en "Valencia, C.P. 46007, C/ Gran Vía Ramón y Cajal nº 9, 3º izqda".
SEXTO.- El ejecutado, mediante escrito presentado el 24-10-06, solicita la nulidad de
actuaciones, en base a que no fue citado a juicio, por indicar el actor un domicilio incorrecto. Consta
anotado en el Registro de Bienes Muebles de Valencia el embargo decretado sobre el vehículo matrícula
GU-81-E. Con fecha 29-11-06 se ingresó en la cuenta-expediente la suma de 883,95 euros por la AEAT
por el concepto de devoluciones tributarias. Por resolución de 21-12-2006 se acordó: "Vistas las
actuaciones practicadas, se acuerda requerir a la parte actora para que en el plazo de los cinco días
siguientes a la notificación de la presente, manifieste la causa por la que designó como domicilio del
demandado C/ Ramón y Cajal nº 9 de Valencia (C.P. 46007).
Devuélvase al demandado D. Antonio la suma de 994,28 euros, exceso del principal reclamado, intereses
y costas provisionales, expidiéndose el oportuno mandamiento de devolución". Con fecha 17-1-2007 la
actora presenta escrito en el que manifiesta que “el motivo de indicar como domicilio del demandado el
de la C/ Ramón y Cajal nº 9 de Valencia, se debió exclusivamente a la información otorgada por uno de
los encargados de la obra en la que actor venía prestando sus servicios, ya que en ningún momento existía
documentación alguna que viniera a determinar el domicilio de la demandada".
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- El art. 241, 1 de la LOPJ en sus párrafos 1 y 2 dispone: ”No se admitirán con
carácter general incidentes de nulidad de actuaciones. Sin embargo, excepcionalmente, quienes sean parte
legítima o hubieran debido serlo, podrán pedir por escrito que se declare la nulidad de actuaciones
fundada en defectos de forma que hayan causado indefensión o en la incongruencia del fallo, siempre que
los primeros no hayan podido denunciarse antes de recaer resolución que ponga fin al proceso y que, en
uno u otro caso, ésta no sea susceptible de recurso ordinario ni extraordinario.
Será competente para conocer de este incidente el mismo juzgado o tribunal que dictó la resolución que
hubiere adquirido firmeza. El plazo para pedir la nulidad será de 20 días, desde la notificación de la
resolución o en todo caso, desde que se tuvo conocimiento del defecto causante de indefensión, sin que,
en este último caso, pueda solicitarse la nulidad de actuaciones después de transcurridos cinco años desde
la notificación de la resolución” y en el número 2 establece que contra la resolución que resuelva el
incidente no cabrá recurso alguno.
SEGUNDO.- Tramitado el incidente de nulidad de actuaciones instado por el ejecutado, y vistas
las actuaciones practicadas; se concluye que el actor indicó un domicilio del demandado que era
incorrecto, por indicación verbal de un encargado, por lo que finalmente debió ser citado por edictos.
Consta en autos copias de partes de alta (21-12-2005) y baja (15-12-2005) por contingencias
profesionales del actor, así como de comunicación de la empresa al actor de fecha 1-12-05 (la demanda se
presentó el 17-2-06), en los que consta que el domicilio del demandado es C/ Esperanza nº 52, 1º de
Benimamet -Valencia, 46035. Cumplidos los requisitos de tiempo y forma, y no cabiendo contra la
sentencia dictada recurso de suplicación, debe decretarse la nulidad de actuaciones solicitada por el
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demandado, como se hará en la parte dispositiva; al haberle causado indefensión la poco diligente
actuación del actor al designar el domicilio en el que debía ser citado.
TERCERO.- Los principios de celeridad (art. 74,1 LPL y de economía procesal (art. 24,2 CE),
obligan a señalar fecha para los actos de conciliación y juicio en la presente resolución; y acordar las
consecuencias derivadas de la declaración de nulidad, como son el levantamiento de los embargos
decretados, la cancelación de la anotación ya practicada y la devolución al demandado D. Antonio
Martínez Castillo de la suma de 929,68 euros consignada".
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA:
A) Declarar la nulidad de las actuaciones practicadas desde la celebración del juicio oral
inclusive.
B) Levantar los embargos decretados en los presentes autos, debiendo librarse el
correspondiente mandamiento al Registro de Bienes Muebles de Valencia para cancelar la anotación
practicada sobre el vehículo matrícula GU-81-E.
C) Hacer entrega al demandado D. Antonio de la suma de 929,68 euros consignada en
autos, librándose el oportuno mandamiento de devolución.
D) Archívese la presente ejecución, sin más trámite, dejando nota en el Libro correspondiente.
E) Regístrese en Libro de Procedimientos Reabiertos de este Juzgado y se acuerda señalar para
la celebración de los actos de conciliación y en su caso, juicio, la audiencia del próximo día 15 de
MARZO DE 2007 a las 10,30 horas, con citación a las partes y con los apercibimientos contenidos en la
inicial citación.
Notifíquese esta resolución a las partes.
MODO DE IMPUGNARLA: Contra la presente resolución no cabe recurso alguno.
Así, por este Auto, lo mando y firmo el Ilmo. Sr./Sra. Magistrado Don/Doña FERNANDO CLEMENTE
NAVARRO OCHANDO . Doy fe.
EL/LA MAGISTRADO-JUEZ
EL/LA SECRETARIO JUDICIAL
XVII.- EJECUCIÓN PROVISIONAL.
XVIII.- EJECUCIÓN DEFINITIVA.
1.- EL TÍTULO EJECUTIVO Y LA ACCIÓN EJECUTIVA.
- Sentencia, conciliación y laudos.
- Títulos extrajudiciales.
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- Acción ejecutiva: art. 241 LPL.
2.- SUJETOS.
- Juzgado competente: art. 235 LPL. Art. 546 LEC: examen
de oficio de la competencia territorial.
- Partes. Supuestos contemplados en la LEC aplicables en el
proceso laboral.
- Tercerías de dominio.
-
Tercerías de mejor derecho.
3.- SOLICITUD DE EJECUCIÓN. PLAZO DE ESPERA.
-Auto Juzgado de lo Social de Cuenca 7-5-01.
.JUZGADO
DE LO SOCIAL Nº 1
CUENCA
C/ COLÓN 53 2º
Tfno. : 969 21 18 15
N.I.G.: 16078 4 0100011 /2001 38300
Nº AUTOS: DEM 10 /2001 .
Nº EJECUCION: 29 /2001 .
MATERIA: DESPIDO .
DEMANDADO/S: S.L.
AUTO
En CUENCA , a siete de Mayo de dos mil uno .
HECHOS
PRIMERO.- Con fecha 28-3-01, se dictó auto en cuya parte dispositiva se acordó "Poner a disposición
del actor D. Juan la cantidad que se encuentra consignada de 242.184 ptas, como pago de parte de
condena. Para lo que se expedirá el correspondiente mandamiento de devolución a su favor".
SEGUNDO.- Mediante escrito presentado con fecha 11-4-01, se interpone por la ejecutada recurso de
reposición contra el citado Auto, que se tuvo por interpuesto en tiempo y forma por resolución de la
misma fecha, dando traslado a la actora para su impugnación en su caso, lo que ha realizado mediante
escrito presentado con fecha 2-5-01.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Solicita el recurrente la reposición del Auto de fecha 28-3-01,alegando en primer lugar
como infringidos los arts.24,1 y 2 CE, alegando indefensión, que obviamente no se ha producido, como
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prueba el hecho de estar resolviendo el recurso por aquél interpuesto; y de haberse tramitado el
procedimiento con la intervención activa del mismo.
SEGUNDO.- Siendo firme una sentencia; y lo es en este caso desde el día 28-3-01, y pedida la ejecución
-que es lo que hace la actora en su escrito de 28-3-01, aunque hable de "requerir"-, y no constando el total
pago de las cantidades reclamadas, la única resolución procedente es la dictada, que en cumplimiento de
lo establecido en el art.249 LPL debe fijar intereses y costas provisionales.
TERCERO.-También alega como infringido, en este caso con mayor consistencia, el art.548 LEC..Y
ciertamente, al no existir en la LPL ninguna disposición sobre el "plazo de espera", puede defenderse la
aplicación de la norma contenido en dicho precepto. No obstante la opinión de este Juzgado es la
contraria, por las siguientes razones:
a) el caracter cuasi-alimenticio que ordinariamente revisten los créditos del trabajador o beneficiario del
sistema público de Seguridad Social; b) que no ha puesto de manififiesto el TS no puede admitirse la
aplicación supletoria de la LEC respecto de reglas de procedimiento que sólo tienen significación propia y
pleno sentido en el proceso civil, pero que pueden resultar contradictorias con normas espedificas o
principios inspiradores del proceso laboral; c) no existiendo doctrina judicial sobre este punto, por
razones evidentes; la cientifica se ha pronunciado en el sentido que se defiende ( Así Rios Salmeron).
CUARTO.- El recurso de reposición debe ser por tanto desistimado, al no haberse infringido el art.548
LEC, no haberse causado indefensión a la ejecutado en ningún trámite.
QUINTO.-No obstante ello, en el escrito de impugnación la parte ejecutante solicita se le entregue la
cantidad consignada, se devuelva lo ingresado por intereses y costas a la ejecutada y se archiven los autos,
por lo que procede acordarlo así, y en la presente resolución, por congruencia y economia procesal.
SEXTO.- Se advertirá a las partes que contra la presente resolución cabe recurso de suplicación conforme
al art.189,2 LPL.
PARTE DISPOSITIVA
SE ACUERDA :
A) Desestimar el recurso de reposición interpuesto la ejecutada S.L., contra el Auto de fecha 28-3-01,
manteniendo el mismo en su integridad.
B) Hacer entrega al ejecutante de la cantidad de 351.229 ptas.
C) Devolver a la ejecutada la suma de 61.464 ptas.
D) Archivar los autos una vez firma la presente ejecución.
Notifíquese esta resolución a las partes, advirtiéndoles que no es firme y que contra la misma cabe
recurso de suplicación en el plazo de cinco días, a través de este Juzgado y ante la Sala lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha.
Así, por este Auto, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. Doy fe.
EL/LA MAGISTRADO-JUEZ
EL/LA SECRETARIO JUDICIAL
4.- OPOSICIÓN A LA EJECUCIÓN.
5.- SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN.
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6.- EJECUCIÓN NO DINERARIA.
XIX.- EJECUCIÓN DINERARIA.
1.- AVERIGUACIÓN DE BIENES.
- Tramitación de oficio.
- Manifestación de bienes del ejecutado.
- Investigación judicial del patrimonio del ejecutado y deber de
colaboración.
2.- EL EMBARGO.
- Reglas sobre inembargabilidad de bienes.
- Principio de proporcionalidad: art. 584 LEC.
- Arts. 575,1 LEC y 249 LPL compatibles: límite máximo
intereses y costas.
- Orden legal: art. 592 LEC.
- Momento del embargo: art. 587,1 LEC.
3.- GARANTÍA DEL EMBARGO.
- Bienes muebles: depósito judicial: arts. 626 a 628 LEC:
aplicables en cuanto completen LPL.
- Bienes inmuebles: anotación preventiva de embargo: art.
629 LEC y 253 LPL.
4.REALIZACIÓN
EMBARGADOS.
FORZOSA
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DE
LOS
BIENES
- Avalúo: supuestos en que no es axigible: arts. 634 y 635
LEC. Sustitución por acuerdo de las partes: art. 637 LEC.
Procedimiento para la valoración.
- Procedimientos de realización de los bienes embargados.
- La subasta judicial.
5.- PAGO O DECLARACIÓN DE INSOLVENCIA.
6.- TASACIÓN DE COSTAS DE LA EJECUCIÓN.
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