Consejo Consultivo de Aragón DICTAMEN Nº 50 / 2013 Materia sometida a dictamen: Reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración derivada de daños y perjuicios por la inejecución de sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. ANTECEDENTES Primero.- Por escrito de fecha 19 de febrero de 2013 (con registro de entrada en el Consejo Consultivo de Aragón del día 28 de febrero de 2013), el Consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia, del Gobierno aragonés solicita Dictamen en relación a una propuesta de resolución de fecha 18 de febrero de 2013, formulada por el instructor del procedimiento 50/078/10, abierto a instancia de “Z”. Segundo.- El expediente remitido es precedido por una relación de documentación que consta de 652 folios numerados y viene acompañado de una propuesta de resolución. Para la más exacta comprensión de este asunto debe tenerse en cuenta que el Consejo Consultivo emitió el Dictamen 71/2011, de 24 de mayo, en el que se trató de un procedimiento de responsabilidad administrativa abierto a instancia de “Z” y en el que se contaba con una propuesta de resolución que rechazaba su petición con fundamento, entre otras cosas, en que habría prescrito la acción para reclamar. El Consejo Consultivo estimó que ello no era cierto y que la reclamación había sido interpuesta en el plazo correcto. Igualmente se contenían distintas consideraciones sobre el tema de fondo. La Administración autonómica ha aceptado la conclusión del Consejo y ha tramitado, a partir del dictamen, la reclamación de responsabilidad considerando si se daban los requisitos de la responsabilidad. A continuación en los siguientes antecedentes (tercero a octavo) se reproducen los hechos del Dictamen 71/2011. En el antecedente noveno se tratará brevemente del contenido de nuestro dictamen y en el décimo de lo que se deduce de la nueva tramitación del procedimiento administrativo de responsabilidad hasta llegar a la propuesta de 1 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN resolución (antecedente undécimo) consideraciones jurídicas. sobre la que deberemos dictaminar en las Tercero.- El procedimiento de reclamación de responsabilidad patrimonial se inicia con un escrito de la persona citada en el anterior antecedente y que tiene su fecha de entrada de 16 de julio de 2010 en el registro del Gobierno de Aragón de Zaragoza. En la reclamación se hace constar lo siguiente: a) Que el Tribunal Supremo, en fecha 8 de febrero de 2008, acordó no haber lugar al recurso de casación interpuesto por el letrado de la Comunidad Autónoma de Aragón y otras dos personas, contra la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón de 24 de octubre de 2002. Esta Sentencia se había dictado en los trámites iniciados por un recurso interpuesto por la SOCIEDAD ARAGONESA DE MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA (SAMFYC en adelante) contra la resolución de 23 de enero de 1998, de la Dirección General de Recursos Humanos del Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales por la que se convocaron las pruebas selectivas para cubrir, por el sistema de concurso-oposición, 163 plazas en el Cuerpo de Funcionarios Superiores de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, Escala Sanitaria Superior (Médicos de Atención Primaria) habiendo anulado la Sentencia citada dicha convocatoria por considerar que los méritos que podían alegarse (exclusivamente vinculados a la realización de servicios como Médicos Sanitarios Locales o Médicos de Atención Primaria) eran inconstitucionales por contravenir el principio de igualdad en el acceso a la función pública (cfr. art. 23.2 CE). (Las Sentencias citadas se encuentran en la documentación enviada a este Consejo Consultivo). b) Que con posterioridad, el 22 de julio de 2009 la reclamante de responsabilidad tuvo conocimiento del Auto de 30 de junio del mismo año, dictado por la Sala de lo ContenciosoAdministrativo del TSJA, en la pieza de ejecución nº 128 del año 2008, en virtud de la cual se declaró la inejecución de la Sentencia dictada el 24 de octubre de 2002 (también se encuentra este auto en la documentación remitida). c) Que esa declaración de inejecución le ha causado a la reclamante una lesión en sus bienes y derechos que no tiene el deber jurídico de soportar de acuerdo con lo dispuesto en el art. 106.2 CE por lo que interpone una reclamación de responsabilidad patrimonial. (Hay que indicar que la reclamante en el presente procedimiento de responsabilidad, fue firmante en la convocatoria mencionada tal y como luego se precisa con mención a su situación particular). d) Que en la convocatoria del concurso-oposición mencionado se valoraba con 0’42 puntos por mes completo de servicios los méritos supra indicados, pudiendo obtenerse un total de 45 puntos, lo que equivalía al 45% de la puntuación total de la fase de oposición. No se valoraba ningún otro mérito, ni siquiera el disponer del título de Medicina Familiar y Comunitaria o el disponer de cualquier otra experiencia profesional en administración pública distinta a la de la Comunidad Autónoma o en cualquier centro sanitario privado. e) La reclamante obtuvo en la fase de oposición 66’12 puntos sobre el total de 100 posibles. En la fase de concurso obtuvo un total de 3’682 puntos lo que dio un total de 69’802 puntos, no siendo uno de los 163 seleccionados, pues el último de ellos obtuvo un total de 83’832 puntos. f) Posteriormente tuvieron lugar las sentencias y Auto cuyo contenido se resume en los antecedentes tercero y cuarto de este Dictamen. 2 Consejo Consultivo de Aragón g) En la reclamación se hace mención al tratamiento sufrido por otros aspirantes. Por ejemplo se menciona el supuesto de … que disconforme con los criterios de valoración de la convocatoria interpuso recurso que fue estimado por la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón de 18 de noviembre de 2003, ordenando la retroacción de las actuaciones administrativas al momento de la valoración de los méritos alegados. En ejecución de sentencia se valoraron los méritos de esta persona (distintos de los que figuraban en la convocatoria) obteniendo plaza en el concurso-oposición, y tomando posesión con fecha un mes posterior a la publicación en el BOA de su nombramiento (22 de septiembre de 2009) siendo los efectos de su nombramiento, sin embargo, de 7 de marzo de 2000, no constándole al reclamante que se eliminara a nadie de la lista original de aprobados debido a este posterior nombramiento. h) Posteriormente la reclamación de responsabilidad administrativa examina los requisitos jurídicos de dicho instituto, encontrando que se ha producido un funcionamiento anormal de los servicios públicos lo que le ha causado una lesión. En concreto observa que de los 208 aspirantes que superaron las pruebas de oposición, 98 de ellos obtuvieron puntuaciones inferiores a las suyas, es decir que tuvo el puesto 110 en la fase de oposición entre 208 opositores (remite al correspondiente BOA para probar ello). De esos 208 aspirantes, 89 incorporaron la máxima puntuación posible en la fase de concurso (45 puntos) pero de esos 89, 47 obtuvieron una puntuación inferior a la de la compareciente lo que supone que “en términos estrictos de igualdad de condiciones entre todos los aspirantes a la compareciente le habría correspondido una plaza entre los números 110 y 116 de las 163 previstas”. i) Afirma, además, que todo ello ha sido causa de que durante los últimos 10 años haya debido ejercer su profesión de médico en condiciones muy adversas, habiendo sido contratada en 58 ocasiones, 27 de cuyos contratos tuvieron una duración de un día; también ha trabajado para el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, para siete Centros de salud diferentes, un centro privado; ha trabajado como médico interino, titular y de refuerzo en centros urbanos y rurales, en jornadas de trabajo dispares, de mañanas, tardes y noches, según convinieses; ha estado en la situación de desempleo 173 días. j) Pasa a evaluar económicamente el daño sufrido, lo que construye a partir del concepto de “reparación integral” que aparece en la jurisprudencia contenciosoadministrativa sobre responsabilidad. Así, compara los ingresos reales recibidos por el reclamante durante los últimos 10 años y los dejados de percibir por no haber obtenido plaza en el concurso-oposición convocado. Esto desde que el reclamante pudo, hipotéticamente, tomar posesión, el 7 de marzo de 2000. Eso da un total de 257.239,81 euros (que se desglosan minuciosamente por años en su escrito de reclamación). Añade a ello la cantidad que se deduciría por los intereses sobre esa cantidad, lo que da un total de 38.933,97 euros. Suma los daños morales, que para él serían equivalentes al 5% (equivalencia sobre el premio de afección en la expropiación forzosa) sobre la cantidad dejada de percibir, lo que equivaldría a 12.861,99 euros. Todo ello hace un total de 309.035,77 euros que es en lo que cuantifica su reclamación. k) Indica que el derecho a reclamar no ha prescrito, pues el plazo del año debe computarse desde la notificación del Auto de 30 de junio de 2009, hecho que tuvo lugar el 22 de julio de 2009, a la representación procesal de SAMFYC. 3 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN Cuarto.- Como se ha dicho anteriormente, SAMFYC (al que pertenece la reclamante como asociada) interpuso recurso contencioso-administrativo contra la convocatoria del concurso-oposición a las plazas mencionadas y el Tribunal Superior de Justicia de Aragón dictó sentencia el 24 de octubre de 2002 estimando el recurso y revocó íntegramente la convocatoria de 23 de enero de 1998 y también la resolución de 7 de octubre del mismo año que la confirmó. Del fundamento jurídico tercero de la Sentencia (Sentencia que recoge profusa doctrina del Tribunal Constitucional anterior) destacamos lo siguiente: “…Pero además se favorece a los funcionarios interinos respecto de aquellos ciudadanos que no tienen una relación previa con la Administración, pues para lograr la valoración de los cursos de formación se exige que guarden relación directa con las tareas propias de conjunto de puestos de trabajo que puedan ser desempeñados por los funcionarios de carrera de los Cuerpos y especialidades a los que optan. Al calificar de directa la relación que se exige entre los cursos y las plazas a que se opta es muy difícil, sino imposible, que se hayan podido realizar sin estar vinculado a la Administración, por lo que también se está favoreciendo a los funcionarios interinos. Se puede apreciar la escasa importancia dada a la superación de ejercicios de pruebas selectivas, de modo que con solo exigir el mínimo exigible en dicha fase se obtendría casi los 50 puntos, que unidos a los 45 de interinidad, daría un total de puntos que haría que el resto de los participantes, para poder optar al puesto deberían alcanzar una puntuación de 95 puntos sobre los 100 puntos posibles, haciendo de este modo prácticamente imposible el acceso a la función pública, si previamente no se ha desempeñado servicios como funcionario interino, siendo el baremo igualmente discriminatorio y contrario al artículo 23.2 de la Constitución en relación con el artículo 103.3 al no respetarse para el acceso a la función pública los principios de igualdad, mérito y capacidad, al imposibilitar el acceso a la función pública de quienes concurran desde fuera de la Administración, de modo que la valoración de la experiencia y de los cursos de formación se encuentran fuera de los límites constitucionalmente tolerables. Procediendo igualmente declarar la nulidad de las órdenes recurridas por este motivo”. Y el fundamento jurídico cuarto de esta Sentencia dice así: “Hemos de concluir que si bien desde un punto de vista estrictamente nominalista, nos hallamos ante un concurso de libre acceso a la función pública pues, efectivamente, personas sin vinculación alguna con la Administración pueden participar en el proceso, materialmente por la valoración efectuada en el baremo de los méritos y por la finalidad confesada del proceso selectivo, consolidación de empleo temporal, nos encontramos ante unas pruebas restringidas, pues como hemos señalado hacen prácticamente imposible el acceso a la función pública a personas ajenas a la Administración, y favorecen sin causa objetiva a los interinos respecto del resto de funcionarios de las demás Administraciones. La Administración acude a este procedimiento privilegiado para solucionar un problema concreto, que está constituido por la bolsa tan amplia de personal que ha accedido de forma provisional, interina, a la función pública sin sujeción a los principios de mérito y capacidad, o al menos sin que estos principios hayan podido ser contrastados mediante pruebas objetivas, antes de su selección”. 4 Consejo Consultivo de Aragón Quinto.- Y del Auto de 30 de junio de 2009 de la Sala de lo Contenciosoadministrativo del mismo Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma de Aragón, respondiendo a una petición del Letrado de la Comunidad Autónoma para que se declara inejecutable esa Sentencia, destacamos lo que dice su fundamento jurídico tercero: “Se sostiene igualmente por la Administración que existe una imposibilidad material de ejecución por cuanto supondría el cese de 163 médicos de atención primaria, con el consiguiente perjuicio para el servicio público sanitario y para cada uno de los afectados, negando que existe un beneficio concreto para la Sociedad recurrente o para sus asociados, e invocando la solución dada por este Tribunal en el recurso 940/1991. Frente a ello la Asociación recurrente, tras señalar que con la convocatoria litigiosa la Administración volvió a reiterar el mismo defecto que había sido corregido por el Tribunal Supremo sólo dos años antes, afirma que no existe imposibilidad sino solo dificultad de ejecución y que bastaría, por ejemplo, con pasar a la condición de interinos a los que obtuvieron plaza y conservando o no la validez de la fase de oposición reiterar la de concurso. Como señala la parte recurrente un supuesto análogo fue resuelto por este Tribunal por auto de 20 de diciembre de 1996 en el que se ponía de manifiesto que la no suspensión del proceso selectivo y/o de la resolución que puso término al mismo – en dicho supuesto transcurridos más de cinco años- había generado una situación de hecho en que la ejecución de la sentencia no resultaba factible, no tanto porque la ejecución de la sentencia en sus propios y literales términos fuera materialmente inejecutable, sino porque la aplicación de criterios de racionalidad y proporcionalidad, que no podían ser desconocidos a la hora de la aplicación del derecho, y hacían inviable la referida ejecución. Pues bien, este es el caso igualmente del supuesto enjuiciado, en el que el plazo transcurrido es el doble y la ejecución afectaría no sólo al servicio público, son también a los aspirantes que ajenos a la irregular actuación administrativa superaron el proceso selectivo y se encuentran integrados en la Administración de la Comunidad Autónoma, por lo que se estima procedente acordar la inejecución solicitada. Ciertamente la Asociación recurrente refiere una solución alternativa y apunta la posibilidad de adoptar otras, pero lo cierto es que la sentencia lo que hace es simple y llanamente anular la convocatoria, con todas las consecuencias inherentes a dicho pronunciamiento, sin que quepa la sustitución que se apunta por la parte ejecutada”. Y en el fundamento jurídico cuarto, tratando de la indemnización solicitada por SAMFYC (1.000.000 de euros y las costas) se dice lo siguiente: “…este Tribunal estima que son dos los conceptos que deben ser considerados para determinar la indemnización procedente, por un lado la actividad procesal y consiguientes gastos cuya esterilidad deriva de la inejecución de la sentencia, que han de ser concretados en los generados ante este Tribunal, incluidas las derivadas del presente incidente de ejecución, y por otro los daños propiamente morales generados a la Asociación recurrente, que a pesar de obtener judicialmente la satisfacción de su pretensión tras un largo plazo de tiempo –en el que se desenvuelven la impugnación 5 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN administrativa y las dos instancias jurisdiccionales- no ve materialmente satisfecha su pretensión anulatoria. Lo anteriormente expresado supone rechazar que la indemnización deba tener en cuenta los factores relacionados por la Asociación recurrente –concretos perjuicios en la vida profesional y personal de personas concretas que superaron la oposición y no pudieron obtener plaza, o que no se presentaron o no obtuvieron la plaza que hubieran deseado- ya que la indemnización no cabe cifrarla en atención de eventuales perjuicios de terceros, distintos a la Asociación recurrente como persona jurídica, lo cual supone el rechazo de la cantidad de 1.000.000 de euros que sin concreta justificación había peticionado dicha Asociación. Pues bien, en cuanto a los gastos procesales generados ante este Tribunal, incluidos los derivados del presente incidente de ejecución, habrán de determinarse en ejecución de sentencia, surgiendo el difícil problema de fijar la cantidad procedente por el segundo concepto antes referido que no cabe sino cifrarla en un tanto alzado que este Tribunal estima oportuno cuantificar en la suma de 15.000 euros”. Sexto.- La Secretaria General Técnica del Departamento de Salud y Consumo, por escrito de 23 de agosto de 2010, constata la interposición de tres reclamaciones de responsabilidad patrimonial por los mismos hechos, que corresponden a “X”, “Z” y “S”, y pregunta a la asesoría jurídica de la Administración de la Comunidad Autónoma, a quien correspondería la tramitación del procedimiento de responsabilidad patrimonial dado que podría corresponder tanto a ese Departamento como al de Presidencia (en función de quien convocó el concurso-oposición luego anulado). Un Letrado de la Dirección General de Servicios Jurídicos responde por escrito de 11 de octubre de 2010 que no corresponde a esa Dirección General informar sobre la cuestión solicitada, y que si hay discrepancias en torno a la competencia entre distintos Departamentos de la Administración de la Comunidad Autónoma, se deberá plantear el conflicto de competencias ante el Presidente del Gobierno de Aragón. Ante ello y por escrito de 22 de octubre de 2010, la Secretaría General Técnica del Departamento de Salud y Consumo se declara incompetente y envía la documentación a la Secretaría General Técnica del Departamento de Presidencia. El Secretario General Técnico del Departamento de Presidencia, por escrito de 1 de diciembre de 2010, devuelve la documentación a la Secretaría General Técnica del Departamento de Salud y Consumo acompañado de un informe del Servicio de Coordinación Administrativa y Régimen Jurídico del Departamento de Presidencia que señala que ese Departamento no tiene competencias para resolver el asunto. Finalmente, el Departamento de Salud y Consumo asume su competencia pues reclama de la Dirección General de Servicios Jurídicos, por escrito de 13 de diciembre de 2010, que le envíe los expedientes jurisdiccionales relativos a todos los procesos mencionados en la reclamación. Igualmente se solicita la remisión de documentación de la Dirección General de la Función Pública del Departamento de Presidencia. Y con fecha 10 de diciembre de 2010, la Secretaría General Técnica del Departamento de Salud y Consumo, se dirige a la reclamante indicándole que su reclamación ha sido admitida a trámite y le comunica la práctica del procedimiento de responsabilidad patrimonial así como otras circunstancias sobre el desarrollo del mismo. 6 Consejo Consultivo de Aragón Igualmente se comunica con fecha 13 de diciembre de 2010 la presentación de la reclamación a la compañía Zurich España S.A. y a la correduría de seguros AON GIL Y CARVAJAL S.A. Séptimo.- Consta, entonces, en el expediente remitido, toda la documentación administrativa y judicial generada en el proceso selectivo y en los distintos recursos formulados contra la convocatoria del concurso-oposición junto con las sentencias y autos que se han mencionado ya en estos antecedentes. Con fecha 7 de febrero de 2011, se ofrece por plazo de diez días hábiles trámite de audiencia a la interesada. Esta comparece por escrito de 1 de marzo de 2011 reiterando sus razones. Octavo.- La propuesta de resolución que acompaña al expediente remitido por la Consejera de Salud y Consumo, está suscrita por la Secretaria General Técnica del Departamento de Salud y Consumo y lleva fecha de 6 de abril de 2011. En ella se rechaza la petición de responsabilidad administrativa con fundamento en los siguientes argumentos: a) El primero es considerar que la acción de responsabilidad no se ha interpuesto dentro del plazo de un año al que hace referencia el art. 142.4 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Para ello se considera que el plazo debería contarse desde la Sentencia del Tribunal Supremo de 8 de febrero de 2008 y no desde el Auto del Tribunal Superior de Justicia de Aragón de 30 de junio de 2009 (y, añadimos nosotros, que fue notificado al recurrente el 22 de julio del mismo año). b) En segundo lugar se indica que no hay relación entre la actuación administrativa y el resultado lesivo producido. Para ello transcribimos la forma como ello se razona: “En definitiva, el elemento constitutivo del origen de los daños alegados cual es la imposibilidad de adquirir la condición de funcionario como consecuencia de la nulidad declarada por la jurisdicción revisora, no puede producirse por cuanto la convocatoria es declarada nula de pleno derecho en toda su extensión y, por lo tanto, no puede derivarse la adquisición de derecho alguno”. c) En tercer lugar y en cuanto a la cuantificación del daño, se indica que el amplio período de tiempo que se tiene en cuenta por la reclamante no ha sido responsabilidad de la Administración de la Comunidad Autónoma, sino que los retrasos se deben a la Administración de Justicia. Para ello se dedican una serie de razonamientos con referencia al “plazo razonable” de que trata el artículo 6.1 de la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Se añade, además, que no tiene sentido comparar las retribuciones del reclamante con las que hubiera podido percibir, dado que no se hubiera podido incorporar a la Administración al haberse declarado la 7 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN convocatoria nula. Por último, se dice que no procede la comparación con la situación del sr. … porque éste recurrió a la jurisdicción contencioso-administrativa contra la denegación de su previo recurso que formuló ante la Administración pública disconforme con la valoración de méritos, y la sra. ”Z” que también interpuso un recurso contra la valoración de sus méritos, dejó que ésta se configurara como firme dado que no interpuso contra la misma recurso contencioso-administrativo. Noveno.- Hasta aquí, y como se ha anunciado, los hechos de los que se partió para la emisión de nuestro Dictamen 71/2011. En el mismo, y como ya se ha advertido en el antecedente segundo, se defendió que la reclamación había sido formulada en el plazo jurídicamente adecuado y en relación al fondo del asunto se partía de la posibilidad de existencia de una lesión (se decía que se habría producido un evidente daño al patrimonio del reclamante de responsabilidad) pero advirtiendo que esa afirmación la pronunciábamos “con un condicionante: la convocatoria –y su desarrollo posterior- habría causado tal lesión con esas características de producirse un daño efectivo, individualizable y evaluable económicamente, si, efectivamente, los méritos que el reclamante aduce en comparación cuantitativa con los que se reconocieron a los que superaron el proceso, le hubieran dado derecho a situarse entre el lugar 110 y el 116 (o en el 163) de los 163 que superaron el proceso tal y como ella afirma y, aparentemente, prueba en su reclamación. Ello no nos es posible afirmarlo con rotundidad con la documentación aportada, ni tampoco es esa la función que debemos cubrir en este caso concreto. Es la Administración pública, en el caso de que acepte el principio general de la producción de responsabilidad administrativa que afirmamos en nuestro Dictamen, la que está en la mejor posición para llevar a cabo objetivamente tal proceso de valoración”. Pues bien, lo que la Administración Pública ha hecho es realizar tal proceso de valoración al que le invitábamos en el Dictamen 71/2011, y el resultado se explicita en el siguiente antecedente. Décimo.- La nueva intervención de la Administración se concreta en el “Informe del Servicio de Personal, Planificación y Coordinación sobre reclamaciones de responsabilidad patrimonial expedientes RPT 50/077/10, 50/078/10 y 50/080/10”, de 16 de noviembre de 2012, cuyo contenido se resume a continuación. En primer lugar se menciona que con fechas 4, 12 y 16 de abril de 2012, han tenido entrada en el Registro de Documentos del Gobierno de Aragón sendos escritos, idénticos en cuanto a argumentación, de “X”, “S” y “Z” (a quien se refiere este dictamen), en el que los tres manifiestan “que para la resolución del procedimiento de responsabilidad patrimonial, debe considerarse que, en base a la Sentencia del TSJA de 24 de octubre de 2002, que anulaba la base 6.2 de la convocatoria del concurso-oposición por no ajustarse a derecho, debería producirse una reordenación de los candidatos, pues entiende que debe retirarse a todos aquellos candidatos que en la fase de concurso obtuvieron 45 puntos sobre 100 por no haber prestado servicios como funcionarios interinos de la DGA. De esta manera, 90 candidatos de los 163 aprobados reducirían su puntuación global, quedando los interesados en los puestos nº 76, 107 y 88 respectivamente, por lo que habrían obtenido plaza en el proceso selectivo, y, por tanto, esa sería la referencia para fijar la indemnización que les correspondería por los daños y perjuicios sufridos al no haber disfrutado durante catorce años de una plaza a la que tenían derecho”. 8 Consejo Consultivo de Aragón Frente a esta alegación, el informe que mencionamos indica que esa no puede ser la conclusión a la que se llegue pues la Sentencia del TSJA no ha anulado la fase de concurso sino todo el proceso selectivo. Sin embargo y teniendo en cuenta la apelación que hace el TSJA a la STC 281/1993, se indica que valorar la experiencia en un proceso selectivo, no sólo no es contrario a la igualdad sino que “se cohonesta perfectamente con el artículo 14 de la Constitución y es condición de obligada referencia en atención a criterios tales como los de eficacia en la prestación de servicios por parte de la Administración Pública. La conclusión del informe es ésta: “Así pues, consideramos que la Sentencia lo que considera contrario al principio de igualdad es la valoración en la fase de concurso únicamente de los servicios prestados como Médicos Sanitarios Locales o en puestos de la clase de especialidad de Médicos de Atención Primaria, como establecían las bases de la convocatoria. Si se hubiesen valorado además otros méritos, como servicios prestados en otras Administraciones, no hubiese existido tal vulneración”. Lo que hace lógicamente la Administración a continuación es pasar a examinar los méritos de “Z” (y de las otras dos personas con los mismos argumentos) comprobando “que los interesados no habían acreditado ningún otro mérito que no hubiese sido objeto de valoración que hubiese determinado un cambio en la puntuación finalmente obtenida que los hubiese situado ente los 163 aspirantes con mayor puntación”. Por ello “concluimos que el resultado del proceso selectivo no habría sido diferente, y, por tanto, los reclamantes no hubiesen superado el mismo, por lo que no habrían accedido a la condición de funcionarios de carrera, ni, por consiguiente, habrían obtenido una plaza de Médico de Atención Primaria, por lo que no existiría, bajo este punto de vista, ningún daño indemnizable”. Undécimo.- La propuesta de resolución que con fecha 18 de febrero de 2013 firma el Secretario General Técnico del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, partiendo del anterior informe declara la inexistencia de lesión en el sentido técnico-jurídico que recoge la Ley 30/1992, arts. 139 y ss. Igualmente lleva a cabo una comparación de la situación de la reclamante, “Z”, con la de la persona que obtuvo sentencia favorable a sus intereses por parte del TSJA, …, y constata la imposibilidad de asimilar ambos supuestos, por lo que se concluye desestimando la solicitud de responsabilidad administrativa. CONSIDERACIONES JURIDICAS I El dictamen solicitado entra dentro de las competencias del Consejo Consultivo de Aragón tal y como se regula en el art. 15.10 de la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón, que dispone la necesidad de consulta preceptiva al Consejo en el 9 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN supuesto de “reclamaciones administrativas de indemnización de daños y perjuicios de cuantía superior a 6.000 euros”. Ello significa, dada la cuantía de la indemnización solicitada en este caso, el carácter preceptivo del Dictamen que se emite por este Consejo Consultivo de Aragón. En función de lo preceptuado en los arts. 19 y 20 de la misma Ley 1/2009, resulta competente la Comisión para la emisión del dictamen. II El Consejo Consultivo de Aragón ha de pronunciarse acerca de si, a la vista del procedimiento tramitado por el órgano competente de la Administración Autonómica, procede o no estimar la reclamación de indemnización económica presentada en relación con los daños sufridos por una persona que imputa lesión en sus bienes y derechos a la actuación de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón. Sabemos, en general, que los requisitos para que sea declarada la responsabilidad patrimonial de la Administración, según reiterada y pacífica formulación doctrinal y jurisprudencial, pueden resumirse del siguiente modo: 1º) la efectiva realización del daño o perjuicio evaluable económicamente e individualizado en relación con una persona o grupo de personas; 2º) que el daño o lesión sufrido por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación directa de causa a efecto sin intervención extraña que pueda influir en el nexo causal; 3º) que el daño o perjuicio no se hubiera producido por fuerza mayor; y 4º) que no haya prescrito el derecho a reclamar (cuyo plazo se fija legalmente en un año, computado desde la producción del hecho o acto que motive la indemnización o desde la manifestación de su efecto lesivo). III Lo que se ha hecho en el final de la anterior consideración jurídica es un recuerdo a los principios de la responsabilidad administrativa que, con origen en el art. 106.2 de la Constitución y desarrollo posterior en los arts. 139 y ss. de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, serían los que, en su caso, deberíamos apreciar aquí a los efectos de concluir en la existencia, o no, de responsabilidad de la Administración. Sobre ello decimos inicialmente que el procedimiento se ha tramitado de forma correcta, llevándose a cabo las actuaciones ordenadas por la normativa aplicable y ofreciéndose el trámite de audiencia a los interesados que ha sido utilizado por el reclamante. IV Pues bien, a los efectos de este Dictamen debemos tratar solamente de las novedades que en la propuesta de resolución se incluyen respecto a lo que ya debimos examinar en nuestro Dictamen 71/2011. Esas novedades están íntimamente relacionadas con el nuevo Informe que la Administración ha confeccionado sobre el contenido de los 10 Consejo Consultivo de Aragón méritos de “Z” que hemos resumido en el antecedente décimo de este Dictamen y sobre todo ello debemos decir: a) Que la Sentencia del TSJA de 24 de octubre de 2002, no anuló solamente la fase de concurso de la convocatoria del proceso selectivo a la que se refiere este Dictamen, sino la convocatoria misma, por tanto con referencia a las fases tanto de concurso como de oposición. Consiguientemente no es posible solucionar el problema planteado –tal y como quiere el reclamante- considerando inexistente la valoración de méritos hecha en su momento y atendiendo, solamente, a las puntuaciones de la fase de oposición. b) Porque, también efectivamente, tener en cuenta en un proceso selectivo la experiencia habida en el desempeño de determinados puestos en la Administración Pública, no es en sí mismo ilegal o violentador de principio constitucional alguno. Lo que puede serlo es tener en cuenta solo determinados méritos de tal forma que a sus poseedores se les coloque en una posición de privilegio en relación a los que no los tienen de tal forma que se haga ilusoria la competencia entre los mismos y, de esa forma, se afecte al principio de igualdad en el acceso a los cargos y funciones públicos expresamente previsto en el art. 23 CE. c) Con esas premisas, la posición del reclamante en el presente procedimiento de responsabilidad administrativa no es diferente de la de las personas que superaron la convocatoria, puesto que él no tenía méritos a computar relativos al desempeño de puestos de trabajo semejantes al servicio de otras Administraciones Públicas distintas de la Administración autonómica aragonesa. De tal forma que, realmente, está en posición de absoluta “igualdad” en relación al resto de personas que, en su conjunto, superaron la convocatoria. d) De la misma forma y desde otra perspectiva, no es en absoluto comparable su posición con la de quien formulando recurso administrativo primero y, posteriormente recurso contencioso-administrativo, consiguió del tribunal competente la valoración de ciertos méritos que le han hecho superar la convocatoria. Al contrario, el reclamante no formuló sino recurso de alzada, que fue rechazado, consintiendo tal rechazo al no formular recurso contencioso-administrativo alguno. Por todo ello y teniendo en cuenta el fundamental Auto de 30 de junio de 2009, del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, en el que se declaró inejecutable la Sentencia del mismo Tribunal de 24 de octubre de 2002 concediéndose una indemnización a la Asociación recurrente, debe concluirse en que una vez examinados –tal y como se indicaba en nuestro Dictamen 71/2011- los méritos del reclamante, no se aprecia la existencia de lesión en el sentido técnico-jurídico que permita la afirmación de la existencia de responsabilidad y conduzca, por tanto, al otorgamiento de una indemnización. Por último debemos destacar la actuación de la Administración Pública autonómica que ha conducido con todas las garantías el presente procedimiento de responsabilidad administrativa, aceptando las razones expuestas por este Consejo Consultivo en su Dictamen 71/2011, y llevando a cabo, consiguientemente, las actuaciones que procedían. 11 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN En mérito a lo expuesto, la Comisión del Consejo Consultivo de Aragón emite el siguiente DICTAMEN: Que de conformidad con la propuesta del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, procede desestimar la solicitud de responsabilidad patrimonial formulada por “Z”. En Zaragoza, a treinta de abril del año dos mil trece. 12