Artículos y ensayos de Sociología Rural. Número 18

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Artículos y Ensayos
de Sociología Rural
Departamento de Sociología Rural
Ing. Jorge Torres Bribiesca
Director
Dr. Carlos Jiménez Solares
Subdirector Académico
Dr. Liberio Victorino Ramírez
Subdirector de Investigación
Dr. Jesús Soriano Fonseca
Coordinador de Posgrado
Lic. Martha Iglesias Islas
Subdirectora de Administración
Artículos y Ensayos de Sociología Rural es una revista que tiene como objetivo dar a conocer entre
los miembros de la comunidad académica y particularmente entre los estudiantes de licenciatura y
posgrado, los análisis y reflexiones que se han alcanzado en la docencia e investigación, así como las
nuevas visiones y métodos empleados para abordar los problemas de la sociología, no sin dejar de
plantear sus retos y limitaciones. En la revista se incluyen aquellos artículos y ensayos, productos
del quehacer de la comunidad del Departamento de Sociología Rural, de otros departamentos
de la Universidad Autónoma Chapingo y de otras instituciones, previamente dictaminados por
especialistas en el tema, y que puedan contribuir a la discusión sobre las ciencias sociales hoy. Con
esta serie editorial se intenta conformar un acervo teórico-conceptual básico que se constituya
en memoria y punto de referencia para identificar aspectos que se habrán de mejorar y fortalecer
en nuestra práctica académica y profesional, además de estimular el conocimiento, la reflexión y la
comunicación entre los estudiosos y profesionales de las ciencias sociales.
Artículos y Ensayos de Sociología Rural, Año 9, Núm. 18, julio-diciembre 2014, es una publicación semestral
editada por la Universidad Autónoma Chapingo a través del Departamento de Sociología Rural. km 38.5
Carretera México-Tezcoco, Chapingo, Edo. de México. C.P. 56230. Tel. 01 (595) 9521500 Ext. 1626 y 5092.
Correo e: [email protected] Editor responsable: Jesús Soriano Fonseca. Reserva de Derechos
al Uso Exclusivo No. 04-2011-021511022200-102, ISSN: 2007-3836, ambos otorgados por el Instituto
Nacional del Derecho de Autor. Núm. de Certificado de Licitud de Título y Contenido: 15515, otorgado por
la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en
el Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. km 38.5 Carretera MéxicoTezcoco, Chapingo, Edo. de México, C.P. 56230, este número se terminó de imprimir en diciembre de 2014
con un tiraje de 300 ejemplares. Distribuida por la Universidad Autónoma Chapingo a través del Departamento
de Sociología Rural. km 38.5 Carretera México-Tezcoco, Chapingo, Edo. de México. C.P. 56230. Tel. 01
(595)9521500 Ext. 1626 y 5092. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura
del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e
imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma Chapingo.
Directora: Elvira Mazcorro Velarde
Coordinación de este número: Elvira Mazcorro Velarde
Consejo Editorial
José Alfredo Castellanos Suárez, Juan de la Fuente Hernández, Margarita González Huerta,
Elvira Mazcorro Velarde, María Liliana Montaño Yáñez, Paula L. Ravest Balladares,
Irma Salcedo Baca, Miguel Ángel Sámano Rentería, J. Gilberto Segura Gámez,
Jesús Soriano Fonseca y Liberio Victorino Ramírez.
Consejo Editorial Asesor
Gabriela Kraemer Bayer, Héctor Ávila Sánchez, Gilberto Aboites Manrique,
Horacio Mackinlay Grohmann, Armando Sánchez Albarrán,
Ignacio Caamal Cauich y David Delgado Viveros.
Portada: Industria
Directora: Elvira Mazcorro Velarde
Responsables:
Diseño, formación e impresión digital: Fidel Carlos Romero Ponce
Corrección de estilo: Patricia Castillejos Peral y Amaranta Luna Castillejos
Fuente: www.buzos.com.mx/revhtml/r629/indus
Índice
Presentación
5
Tierra, desamortización y ley de hidrocarburos
Juan Carlos Pérez Castañeda 7
La servidumbre legal y administrativa de
hidrocarburos: una nueva forma de expropiación
Estela Cessa Flores
Por una Reforma Rural Integral. Notas sobre los
avances de la reforma del campo
Ernesto Ladrón de Guevara Alafita
Una visión no convencional del comportamiento de la
economía agrícola mexicana
Víctor H. Palacio Muñoz, Carlos R. Menéndez Gámiz
29
38
49
Artículo de opinión
Las Escuelas Normales Rurales en México: de proyecto
revolucionario a enemigo del poder
Gilberto Segura Gámez
Los límites del antropocentrismo de Marx
Guillermo Torres Carral
Entorno educativo y redes sociales en la División de
Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad
Autónoma Chapingo
Gerónimo Barrios Puente
Una mirada comparativa entre el sector rural de
México y Ecuador, en el marco de la etapa de transición
capitalista mundial
Blanca Rubio
59
75
91
105
Semblanza de Fidel Márquez Sánchez
León Márquez Ortiz
Revueltas, el hombre II
Enrique González Rojo Arthur
Convocatoria para el número 19 de la revista
Información para los autores
114
119
123
125
Presentación
L
a aprobación de las leyes reglamentarias de la reforma energética el pasado 11 de agosto
del presente año, destacando entre ellas la Ley de Hidrocarburos, llamó la atención de
intelectuales y organizaciones campesinas, por el impacto que podría tener con relación a la
explotación de los bienes del subsuelo en la propiedad rural.
A partir de esta reforma, quienes tienen la propiedad de la tierra ahora deberán subordinarse
al interés de inversionistas nacionales y extranjeros interesados en la explotación de los
hidrocarburos y otros materiales de interés económico que pudieran encontrarse bajo sus tierras.
Se han impuesto límites legales al derecho de propiedad de los productores rurales y se ha
restringido su posibilidad de participar de una manera justa, de las ganancias que se pudiesen
generar dentro de sus predios.
Además es importante destacar el hecho de que la aprobación de dichas leyes, se realiza en
medio de la ausencia de propuestas de reformas del Estado acerca de temas como: seguridad,
violencia, derechos humanos y justicia, lo cual ha dado lugar a una serie de movimientos sociales de
protesta, que tienen como referente la ampliación de la pobreza, el vertiginoso ascenso del crimen
organizado y su penetración en autoridades municipales, estatales y federales, la violación creciente
de los derechos humanos, el número desmesurado de homicidios y de personas secuestradas y
desaparecidas por el crimen organizado y por las fuerzas del Estado, así como la elevada impunidad
por los delitos cometidos. En este contexto se propuso como tema central para el presente número:
El medio rural ante las actuales reformas estructurales: problemas y perspectivas.
Acerca de este tema central se incluyen cuatro contribuciones. En primer lugar el artículo de
Juan Carlos Pérez Castañeda titulado Tierra, desamortización y ley de hidrocarburos, donde
hace un recuento de los procesos de desamortización de la propiedad en nuestro país que se
remonta al siglo XIX, para precisar las características actuales de este fenómeno, relacionados
con las limitantes al derecho de propiedad y a los límites impuestos a los dueños de la tierra en la
participación de las ganancias que se podrían generar en ella.
Posteriormente, Estela Cessa Flores presenta un ensayo sobre La servidumbre legal y
administrativa de hidrocarburos: una nueva forma de explotación, donde reflexiona sobre
aspectos como la negociación entre desiguales: los propietarios del suelo y los del capital, en
donde los segundos llevan todas las ventajas legales; además de señalar la necesidad de realizar
estudios que profundicen sobre las características que presente este proceso en todo el país.
Por su parte Ernesto Ladrón de Guevara nos pone al día con su ensayo Por una
Reforma Rural Integral. Notas sobre los avances de la Reforma al Campo en el presente
sexenio, donde hace un recuento de los hechos y las acciones realizadas desde que se anunció
dicha reforma, así como las propuestas de las organizaciones campesinas y posibles escenarios
sobre la etapa siguiente.
Víctor Palacio y Carlos Menéndez con el artículo Una visión no convencional del
comportamiento de la economía mexicana, realizan un diagnóstico actual del campo mexicano,
desde la perspectiva de la economía política marxista, señalando las tendencias que muestran los
principales indicadores económicos de la actividad agropecuaria en los últimos años.
Enseguida se presenta el artículo de opinión de significativa actualidad preparado por
Gilberto Segura sobre Las Escuelas Normales Rurales en México: de proyecto revolucionario a
enemigo del poder donde, a partir de una reflexión sobre el caso Ayotzinapa, el autor analiza la
trayectoria e importancia actual de ese sistema educativo. Esta contribución hace referencia al
descontento social ante el ambiente de violencia desatada contra los estudiantes normalistas.
5
En el resto del número se incluyen aportaciones de distintos autores sobre temas diversos. En
primer lugar Guillermo Torres Carral presenta el artículo Los límites del antropocentrismo de
Marx, donde analiza el pensamiento de Carlos Marx en torno a la relación hombre-naturaleza,
abordando dos niveles de análisis: como dueño o como usufructuario de la misma. Destaca que
el hombre, en tanto no puede producir la tecnología que le proporcione lo que la naturaleza le da
en términos de eficiencia y gratuidad, debe buscar su cooperación con ella.
El artículo de Gerónimo Barrios que habla sobre el Entorno educativo y redes sociales en
la División de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo, y
señala la importancia de hacer funcionar un sistema de redes sociales, gestionadas de manera
consciente con el fin de aumentar la capacidad de análisis de los individuos que participan en un
grupo académico.
Enseguida está el ensayo de Blanca Rubio: Una mirada comparativa entre el sector rural de
México y Ecuador, en el marco de la etapa de transición capitalista mundial, en el cual analiza
las diferentes formas como los campesinos de México y Ecuador han enfrentado el embate del
modelo neoliberal en lo que va del siglo XXI, en un proceso en el cual mientras en México se
profundiza este modelo, en Ecuador se ha impulsado uno neoliberal, que se encuentra fuera de
las pautas que marca Estados Unidos.
Finalmente presentamos dos escritos en homenaje a dos personajes de distintos perfiles
profesionales de gran relevancia académica, política y cultural, tanto para nuestra universidad
como para el país. El primero se refiere a la Semblanza de Fidel Márquez Sánchez escrita por
su hijo, León Márquez, quien habla de los que considera los momentos más importantes en
la trayectoria del reconocido investigador emérito de la UACh, quien falleció el pasado 15 de
septiembre.
Y, la contribución final la ofrece el escrito de Enrique González Rojo Arthur: Revueltas, el
hombre II, que le sirvió como guión para un discurso-homenaje a José Revueltas por el primer
centenario de su nacimiento. En él nos invita a reflexionar sobre la relevancia y actualidad del
pensamiento de Revueltas y la necesidad de leer y releer su obra, sobre todo en la etapa actual de
aguda polarización económica, social y política.
Elvira Mazcorro Velarde
6
Tierra, desamortización y ley de hidrocarburos
Juan Carlos Pérez Castañeda1
Resumen
Dentro del grupo de ordenamientos en materia
energética que fueron aprobadas el 11 de agosto
de 2014, sin duda, la de mayor trascendencia
es la Ley de Hidrocarburos, en virtud de sus
implicaciones en lo relativo a la explotación
de los bienes del subsuelo y la propiedad de
la tierra. Contra lo que pareciera, esta ley no
viene a acelerar el proceso de desamortización
ni el de privatización, sino el acceso abusivo y
discriminatorio a los recursos energéticos que
yacen bajo el suelo de este país, lo cual se logra
mediante el establecimiento de limitantes al
derecho de propiedad, subordinando el interés
de los dueños de la tierra al de los titulares de las
concesiones de hidrocarburos. Ello se recrudece
porque al mismo tiempo los propietarios son
objeto de una expoliación jurídica de su legítimo
derecho a beneficiarse en forma equitativa de las
ganancias derivadas de la utilización de sus tierras.
energy resources that lay under the nation’s
soil. This effect will be achieved via limitations
of property ownership law, subordinating
the interests of landowners to the interests of
hydrocarbon-concession holders. This outcome
becomes exacerbated given that, simultaneously,
landowners will becotme the object of judicial
pillaging of their right to benefit equitably from
gains derived from their land utilization.
Key words: disentailment, serfdom,
hydrocarbons, discrimination.
Introducción
El proceso de desamortización de la propiedad
que se iniciado en el crepúsculo del siglo xviii,
retomado por los gobiernos de los estados
durante las primeras décadas de la Independencia
y viabilizado en el ámbito federal por la Ley
Lerdo y la Constitución de 1857, fue acelerado y
profundizado por la dictadura porfirista durante
las dos últimas décadas del siglo xix, mediante
el acondicionamiento del marco jurídico. Ésta
tuvo la finalidad de facilitar a los inversionistas —
nacionales y extranjeros— el acceso a las tierras y a
los recursos naturales del país, como componente
estratégico de la política económica del régimen.
Desde 1856-1857 —años en que se registró una
transmisión de la propiedad sin precedentes—,
el ritmo de la desamortización de la propiedad
había disminuido notoriamente; con el ascenso al
poder del general Díaz, la subdivisión, el reparto
y la privatización de las tierras comunales de los
pueblos (y la de los terrenos nacionales) comenzó a
repuntar en las estadísticas.
Palabras clave: desamortización, propiedad,
servidumbre, hidrocarburos, discriminación
Abstract
Among the new energy regulations approved in
August 2014, there isn’t doubt that the one with
greatest significance is the Hydrocarbons Law,
given its implications regarding the exploitation
of underground and land resources. Against
any appearances, this law will not accelerate
the disentailment process, in course since 1992,
but the abusive and discriminatory access to
1 Profesor-investigador del Departamento de Sociología, uam-Iztapalapa. Correo electrónico: [email protected]
7
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Aunque la Constitución Política de
1857 había dejado expedita la ruta para la
desamortización civil, una vez restaurada la
República y todavía al comenzar el Porfiriato
no había alicientes efectivos que estimularan la
incorporación masiva de tierras al comercio. La
escasez de salidas y canales para comercializar
los productos agropecuarios, la insuficiencia de
mano de obra y las dificultades de comunicación
que por lo regular mediaban entre las unidades
productivas y los centros de consumo no hacían
suficientemente atractiva la explotación de los
recursos naturales mexicanos.
De cara a la creciente integración del mercado
mundial y a la expansión del capitalismo
financiero, el gobierno del general Díaz buscó
aprovechar la coyuntura que se presentaba en
el escenario internacional atrayendo la mirada
de los inversionistas extranjeros por medio de
dos medidas estratégicas: la ejecución de un
intenso y amplio programa de comunicaciones
y el acondicionamiento del marco jurídico en
sectores clave de la economía (San Juan Victoria
y Velázquez Ramírez, 1987:289). Lo primero,
que consistió básicamente en la construcción de
la red nacional de ferrocarriles, así como en la
apertura y mejoramiento de caminos, se hizo con
la finalidad de que la producción del campo —
incluyendo la minera— pudiera rebasar el ámbito
regional y acercarse a los mercados nacionales
e internacionales. Lo segundo —cristalizado
mediante la adecuación de diversas leyes— tuvo
el propósito de que los inversionistas no viesen en
el orden legal una traba o amenaza que pusiera
en riesgo sus capitales. La instrumentación de
ambas medidas propició que en las dos últimas
décadas del siglo xix el país entrara en una
fase de crecimiento económico, durante el cual
las actividades agropecuarias, mercantiles,
manufactureras y mineras registraron una
notable mejoría.
Así pues, aunque la Ley Lerdo y la
Constitución de 1857 posibilitaron jurídicamente
la desamortización, ésta no alcanzó ritmos
galopantes sino hasta que el Estado ofreció
los incentivos mencionados. Ello quiere decir
que la liberación de la propiedad no fomenta
por sí misma su movilización e incorporación
a los mercados, ni mucho menos atrae a los
inversionistas. Es necesaria la existencia de
medidas de carácter complementario que
motiven a los propietarios o a quienes son dueños
del capital para que la circulación de la tierra en
los mercados se dinamice.
A semejanza de lo ocurrido en 1856-1857,
las reformas salinistas de 1992 al artículo 27
constitucional modificaron el sistema agrario
de nuestro país y pusieron en marcha un nuevo
proceso de desamortización. Si en aquellos
años ésta se desplegó sobre las propiedades del
clero y de los pueblos, a finales del siglo xx y
principios del xxi lo ha venido haciendo sobre la
propiedad ejidal y comunal. A poco más de dos
décadas de la promulgación de las reformas, la
circulación de las tierras de los núcleos agrarios
es una realidad. Éstas son objeto cotidiano de
innumerables transacciones jurídicas traslativas
del dominio, del uso y/o del disfrute al interior
de los mercados ejidales y comunales, así como
de actos de privatización de su régimen jurídico,
es decir, de conversión al dominio pleno, y de su
circulación en dicho mercado.
Respecto a la circulación de la tierra, los
estudios revelan que, al finalizar la primera
década del siglo xxi, la compra-venta se había
convertido en práctica casi generalizada en el
agro nacional, pues para el año 2007 se llevaba
a cabo ya en dos tercios del total de los núcleos
agrarios del país (Robles Berlanga, 2009: 27). Lo
mismo ocurría en relación con el arrendamiento,
la aparcería, la mediería y otras formas traslativas
de los derechos de uso y usufructo, cuyo
incremento había sido considerable. Aunque
dicho porcentaje no revela la magnitud real de
las operaciones legales que se efectúan día con
día respecto de la propiedad ejidal y comunal, el
dato ofrece una idea aproximada de lo que está
ocurriendo en la estructura agraria del país, cuyo
reacomodo es evidente.
En cuanto a la privatización en pleno
dominio, ésta había representado de 1993 al 2013
una superficie de 2 846 103 hectáreas (ran), la
8
Departamento de Sociología Rural / UACh
cual si bien en términos cuantitativos no parece
gran cosa respecto de la superficie total repartida,
en términos cualitativos sí lo es, pues la mayor
parte del área convertida al pleno dominio se
había dado sobre tierras de considerable valor
turístico, inmobiliario y/o agrícola.
Ahora bien, puede decirse que hasta
mediados de 2014 la incorporación efectiva
de la propiedad ejidal y comunal al comercio
inmobiliario sólo fue posible por la vía
voluntaria, en virtud de que los mecanismos
tutelares establecidos en la legislación para su
salvaguarda así lo disponían. De esta suerte, el
traspaso y ocupación de las propiedades de los
núcleos agrarios bajo cualquier forma traslativa
del dominio, del uso o del usufructo, sólo era
posible con el consentimiento de sus dueños,
circunstancia que orillaba a hacerlo de manera
negociada.
Con motivo de las reformas constitucionales
en materia energética, publicadas en diciembre
de 2013, y de su ley reglamentaria, promulgada
en agosto de 2014, dicha situación cambió:
desde el presente año la circulación de las
superficies ejidales y comunales puede también
darse de manera impositiva, sin necesidad
de que se haga uso de la expropiación. Esto
se consiguió creando una figura jurídica
equivalente al arrendamiento forzoso, que
viabilizó la desocupación expedita de la tierra de
los núcleos agrarios en favor de los titulares de
las asignaciones y contratos de hidrocarburos,
y la cual consuma una desposesión legal de
carácter temporal que opera en beneficio de
intereses distintos a los de los propietarios de
la tierra; lo anterior puede paragonarse —
guardando las debidas distancias— con el
acondicionamiento de que fue objeto el marco
jurídico en las postrimerías del siglo xix para
despejar el paso a los inversionistas nacionales y
extranjeros.
En efecto, el 11 de agosto de 2014 fue
publicado en el Diario Oficial de la Federación
un paquete de leyes reglamentarias de
carácter energético, en el que resaltan la de
Hidrocarburos, la de la Industria Eléctrica y la
de Energía Geotérmica. En éstas se otorga a las
actividades que regulan el rango de actividades
de interés público, haciendo de su realización
una causa de utilidad pública, homologada a
la actividad minera. Ello no sería cuestionable
si no fuera porque, para la consecución de su
cometido, la Ley de Hidrocarburos anula los
dispositivos tutelares de la propiedad ejidal y
comunal consagrados en la legislación agraria,
dejándolos desprovistos de la protección legal que
operaba como limitante frente a las pretensiones
de terceros.
Con ello, el proceso de desamortización
neoliberal en México entra en una nueva fase,
caracterizada por la coexistencia de las dos
formas mencionadas de puesta en circulación
de la tierra de los núcleos agrarios, a saber, la
voluntaria y la forzosa, cuyas consecuencias son
del todo imprevisibles.
Lo anterior significa que, más allá de sus
eventuales efectos negativos en las esferas
ambiental, alimentaria y social —aspectos
que con fundadas razones han sido objeto
de acérrimas críticas—, el paquete de
leyes energéticas, en general, y la Ley de
Hidrocarburos, en particular, redondean el
acondicionamiento del marco jurídico para
asegurar el desembarazado despliegue de las
actividades referidas, así como facilitar la
ocupación de las tierras a los titulares de las
asignaciones y contratos.
Con la finalidad de prevenir eventuales
confusiones y de facilitar al lector la mejor
comprensión de este trabajo, es necesario iniciar
precisando el contenido de algunos conceptos
que, además, permitirán visualizar de manera
integral el significado y las implicaciones de los
fenómenos y procesos agrarios estructurales que
se comentan. En segundo término, se describirán
brevemente los diversos procesos de amortización
y desamortización registrados en la historia de
nuestro país hasta la actualidad, con el fin de
ubicar correctamente el contexto en el que fue
promulgada la Ley de Hidrocarburos, para cerrar
con su análisis en materia de tierras en la última
parte del artículo.
9
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Consideraciones conceptuales
Para efectos de este artículo, los vocablos de
amortización y desamortización se refieren a la
condición o situación legal en que se encuentran
los bienes inmuebles (terrenos y edificios)
respecto a sus posibilidades jurídicas de circular
libremente en los mercados de tierras y ser objeto
de transferencias comerciales como cualquier
mercancía. Cuando un bien de este tipo tiene
impedida por la ley su circulación mercantil se
dice que está amortizado. Por el contrario, si
dicho bien es susceptible de actos traslativos del
dominio, del uso y del usufructo, se dice que
está jurídicamente desamortizado (Palomar de
Miguel, 1981: 414).
En relación con la amortización, ésta puede
ser parcial o total, según se trate de los atributos
de la propiedad que tienen prohibida su
circulación. Como ejemplo de la amortización
parcial se podría citar el caso de las propiedades
eclesiásticas desde la Conquista hasta la
Reforma (1521-1856), periodo en el que, si bien
las fincas del clero no podían ser vendidas,
sí podían ser arrendadas. Como modelo de
la amortización total, puede invocarse la
condición que guardó el ejido mexicano durante
la era de la reforma agraria (1917-1992), cuya
propiedad era inalienable (no podía venderse),
imprescriptible (no se podía perder por la
posesión de otros), inembargable (no podía ser
objeto de garantías ni hipotecas), intransmisible
(no se podía dar en arrendamiento, aparcería,
etcétera, ni aportar en sociedad) e indivisible
(no podía fraccionarse), de suerte que se trataba
de una propiedad totalmente amortizada (Pérez
Castañeda 2002).
Al igual que su contracara, la desamortización
de un bien inmueble puede ser total o parcial,
según sea que pueda traspasarse su dominio (en
propiedad) o sólo sus desmembramientos (uso y
usufructo). El ejemplo típico de esta condición
legal lo configura la clásica propiedad privada
en pleno dominio, cuyos atributos jurídicos
permiten a los predios de este régimen de
tenencia circular en los mercados de tierras casi
sin restricciones de ningún género.
De lo arriba expuesto se infiere que
desamortizar no es lo mismo que privatizar.
Una propiedad paralizada puede ser movilizada
en forma parcial, no necesariamente en forma
total, autorizando a su dueño sólo a rentarla y
sin darle facultades de transferir su dominio.
La privatización se da sólo cuando el inmueble
del que se trate se convierta al régimen jurídico
de la propiedad privada en pleno dominio. Así,
el hecho de que los ejidos no se privaticen en
plena propiedad no quiere decir que no estén
desamortizados y que no sean objeto de actos
traslativos del dominio, del uso y del disfrute (o
usufructo), hecho que se constata a diario en los
mercados internos de los núcleos agrarios.
Ahora bien, es importante aclarar que
cuando la mayoría de la propiedad de la tierra
en un contexto histórico determinado se
encuentra amortizada, la estructura agraria que
le corresponde tiende a perder dinamismo y a
deprimir los mercados, sin que ello signifique que
por sí misma constituya un lastre para el fluido
desenvolvimiento de las actividades económicas,
pues todo depende de las características
específicas de la amortización de que se trate y
del grado de apoyo institucional brindado para
su explotación. Hay condiciones, sin embargo,
en que el estancamiento masivo de la propiedad
inmueble deviene una verdadera traba para
el desarrollo, y su liberación se convierte en
un factor dinamógeno de la economía al que
debe recurrirse de modo irremediable (Pérez
Castañeda y Mackinlay, 2014, mimeo).
También es importante aclarar que el derecho
de propiedad puede ser objeto de taxativas
jurídicas desde dos perspectivas distintas: la
horizontal y la vertical. Desde la primera, dicho
derecho se circunscribe de manera exclusiva
a la superficie de los terrenos y a lo que crece
materialmente sobre ella —perspectiva en la que
puede ser acotado a través de la imposición de
restricciones legales asociadas a su extensión, a su
aprovechamiento y/o a los mecanismos para su
transmisión, como ya se ha visto—. En cambio,
desde la perspectiva vertical, el derecho de
propiedad es observable desde tres dimensiones
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Departamento de Sociología Rural / UACh
diferentes, a saber: la del vuelo, la del suelo y la
del subsuelo, las cuales pueden vincularse entre
sí o ser independientes unas de otras. En todo el
mundo las naciones son dueñas exclusivas de su
vuelo o espacio aéreo, por lo que las dimensiones
susceptibles de adquisición en propiedad
privada se reducen al suelo y al subsuelo. En
ese sentido, existen países en los que el derecho
de propiedad puede articular ambos planos,
como en Estados Unidos, donde el dueño de la
tierra puede apropiarse de lo que está debajo de
ella; mientras que en otras latitudes —México,
por ejemplo— este derecho se limita al suelo,
donde la nación tiene el dominio del subsuelo.
Desde esa perspectiva, tanto el suelo como el
subsuelo pueden ser objetos de amortización y de
desamortización.
tierra se encontraba sustraída del comercio. La
generalización de este fenómeno restaba fluidez
a la economía, pues constituía un obstáculo para
la generación de la riqueza. En ese sentido, desde
mediados del siglo xviii, la escasa movilidad de
la propiedad comenzó a ser vista en los círculos
intelectuales y gubernamentales como un
problema que debía superarse para estimular el
crecimiento económico.
En efecto, el estancamiento de la propiedad
empezó a ser considerado un obstáculo para
el desarrollo a partir de que los Borbones
tomaron el poder y comenzaron a impulsar la
reforma del Estado desde mediados del siglo
xviii (Florescano y Gil Sánchez, 1981: 487).
Acciones como la expulsión de los jesuitas de los
dominios españoles (1767) o la expedición de la
Cédula de Vales Reales (1798) han sido vistas
como señas del inicio de un periodo de combate
a la amortización y arranque de un proceso de
desamortización de larga duración.
Durante el último tercio del siglo xviii
y la primera década del xix fueron dictados
por la Corona diversos mandatos de corte
desamortizador y antiamortizador. Sumados a las
disposiciones de la Constitución de Cádiz (1812),
éstos dan constancia fehaciente de que los planes
de desamortización con propósitos económicos
ya formaban parte estratégica de las políticas
de fortalecimiento de la metrópoli, propósitos
que fueron rápidamente asimilados por algunos
sectores de la población novohispana, de manera
que al estallar el movimiento de Independencia
las ideas desamortizadoras ya habían trasminado
la atmósfera local (Bazant, 1971: 5).
Merced al influjo proveniente de la fase
final del virreinato, más tardó la naciente
república en celebrar su independencia que los
gobiernos de las nuevas entidades federativas en
comenzar a dictar leyes desamortizadoras de la
propiedad, prioritariamente de la comunal. Así
lo hicieron, por ejemplo, los estados de México
(1824), Jalisco (1825), Veracruz (1826), Chiapas
(1826), Michoacán (1827), Occidente (1828)
y Zacatecas (1829), entre otros, en los que su
aplicación, orientación y alcance fueron variados,
Amortización y desamortización
colonial (1521-1856)
La consumación de la Conquista y la declaratoria
de propiedad en favor de los monarcas españoles
trajo consigo la implantación del sistema colonial
de tenencia de la tierra mediante la creación de
la propiedad, acontecimiento que representa,
entre otros, el inicio de dos procesos agrarios
estructurales en nuestro país: el de amortización
y el de desamortización, los cuales coexistieron
a lo largo de la Colonia con el aplastante
predominio del primero, pues el impedimento de
la circulación comercial afectaba todas las formas
de propiedad, dejando en el mercado sólo una
parte de la propiedad privada.
El sesgo paternalista de la política agraria
aplicada por los Habsburgo durante los siglos xvi
y xvii, dio sustento para que la amortización de
la tierra se mantuviera en constante crecimiento
y sin representar ingreso alguno para el erario
público. De hecho, la estructura agraria colonial
—excepto en lo que concierne a la reducida
movilización a través del arrendamiento—
padecía una significativa esclerosis, debido a que
la falta de circulación de la tierra afectaba a todo
tipo de propiedad. Es decir, fuese de la Corona,
del clero, de los pueblos o de los particulares,
la situación era la misma: gran parte de la
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Artículos y Ensayos de Sociología Rural
dirigiéndose desde entonces hacia la movilización
de la propiedad en México (Knowlton, 1991;
Velasco Toro, 1979; De Vos, 1994; Radding,
1995; Sánchez Díaz, 1989; Antuñano Maurer,
1993). Ello fue posible gracias a que, al no ser
una facultad reservada constitucionalmente a
la Federación, los congresos locales pudieron
legislar en materia de propiedad. De este modo,
los primeros tres decenios de vida independiente
de nuestro país fueron escenario de numerosos
procesos locales de desamortización, sustentados
en la aplicación de leyes emitidas por las
legislaturas de los estados, las cuales —debe
reconocerse— lograron un considerable avance
en el deslinde, subdivisión y reparto de las tierras
de los pueblos en la primera parte del siglo xix.
había sido promulgada por el presidente
Juárez, en 1863—, así como por la política
de colonización activada por la ley de 1875,
reguladora de esa materia. Sin embargo,
con la política económica, sobre todo la de
comunicaciones, anunciada a partir del ascenso
a la Presidencia del general Díaz, el proceso
de desamortización de la tierra (tanto la de
los pueblos como la de la nación), junto con
la intensificación del aprovechamiento de los
recursos agroforestales y mineros, registró un
paulatino repunte. Para obviar potenciales
obstáculos que inhibieran el arribo de capitales,
el marco jurídico asociado a la propiedad de
la tierra y a la explotación de los recursos fue
adaptado con premura a las necesidades de los
inversionistas nacionales y extranjeros.
Las principales regulaciones jurídicas
promulgadas en ese periodo con dicha
orientación fueron: la Ley de Colonización y
Compañías Deslindadoras, de 1883; el Código
Civil de 1884; las leyes mineras de 1884 y
1892; la Ley sobre Ocupación y Enajenación de
Terrenos Baldíos, Nacionales y Demasías, de
1894; la Ley del Petróleo, de 1901, y la Ley de
Bienes Muebles e Inmuebles de la Federación, de
1902, entre otras.
Respecto a la propiedad del subsuelo,
el Código Civil de 1884 adoptó el criterio
romanista clásico y estableció, textualmente:
“El propietario de un terreno es dueño de
su superficie y de lo que está debajo de ella”
(artículo 731), mientras que la Ley de Minas,
promulgada el mismo año, dispuso: “La ley
concede a los particulares […], la propiedad de
las minas por tiempo ilimitado” (artículo 4º
). Esto amplió el derecho de propiedad de los
particulares al extenderse en lo vertical para
incluir al subsuelo, alejándose de la concepción
heredada de la Colonia que tradicionalmente
había considerado que las riquezas naturales
ubicadas debajo de la superficie eran propiedad
de la nación.
Con lo anterior, el proceso de desamortización
de la propiedad no sólo se aceleró, sino que
además experimentó una profundización
Desamortización liberal (1856-1917)
Como parte de este continuo de larga duración,
el 25 de junio de 1856 fue expedida la Ley sobre
Desamortización de Bienes de Corporaciones
Civiles y Religiosas (mejor conocida como
Ley Lerdo), primera en su género de carácter
federal (luego incorporada al artículo 27 de
la Constitución Política de 1857), misma que
dio carácter definitivo a las operaciones de
fraccionamiento y adjudicación individual de
las tierras de los pueblos realizadas al amparo
de las leyes locales. Después de una intensa
transferencia de la propiedad registrada durante
los casi dos años de vigencia de esta ley (junio
de 1856 a febrero de1858), afectando sobre todo
fincas urbanas en beneficio de personalidades
liberales, sobrevino una etapa en la que el
ritmo de la desamortización agraria descendió
sensiblemente (Bazant, 1971). La causa de esa
contracción fue la inseguridad e inestabilidad
política que predominaron en ese lapso,
primero a causa de la Guerra de los Tres Años y
enseguida debido a la Intervención Francesa.
Una vez restaurada la República, el gobierno
federal retomó la política de desamortización
comunal, aunque ahora acompañada de la
desincorporación de la propiedad pública,
incentivada mediante la compraventa de
terrenos nacionales —cuya primera ley
12
Departamento de Sociología Rural / UACh
literal. Por un lado, la aceleración del ritmo
de dicho proceso provino tanto de la vertiente
de la propiedad civil, como de la pública, es
decir, tanto como resultado de la subdivisión
y reparto de las tierras de los pueblos, como
a causa de las extensas superficies de terrenos
nacionales (apartado que incluye las antiguas
tierras eclesiásticas nacionalizadas en 1859),
las cuales pasaron a manos de los particulares
a raíz de la tmedición y deslinde de los
terrenos baldíos, entrando al comercio en
concepto de propiedad privada. Por otro lado,
la desamortización profundizó su alcance en
razón de que la propiedad del subsuelo fue
jurídicamente vinculada a la de la superficie, acto
de desposesión virtual por el cual la propiedad de
las riquezas subterráneas salió del patrimonio de
la nación y pasó a manos particulares.
imperativa y cuya satisfacción, en teoría, no se
puede regatear ni condicionar.
En esa tesitura, el reparto agrario se dio
por dos vías: la individual y la grupal, o, en
otras palabras, la privada y la social. Mediante
la primera se creaban propiedades privadas
individuales a través de la adjudicación gratuita
de terrenos nacionales que de modo automático
entraban al comercio. Por medio de la segunda
se restituían o se reconocían comunidades
y se creaban ejidos, figuras mediante las
cuales se dotaba de tierras a grupos de más
de veinte campesinos y cuyos rasgos jurídicos
imposibilitaban su circulación mercantil. El
reparto individual se dio de 1923 a 1962, y fue
cancelado a raíz de la derogación de la Ley de
Terrenos Baldíos, Nacionales y Demasías, de
1951; mientras que el reparto grupal se extendió
de 1917 a 1992 (Pérez Castañeda, 2002).
Desde el momento de su creación, las
propiedades ejidal y comunal quedaban ipso
facto sustraídas del comercio inmobiliario en
virtud de los rasgos jurídicos tutelares que
revestían (inalienabilidad, imprescriptibilidad,
intransmisibilidad, inembargabilidad,
indivisibilidad), es decir, se amortizaban.
Cada ejido dotado y comunidad reconocida se
traducía en tierras que quedaban inmovilizadas
de manera jurídica, puesto que no se podían
vender, donar, ceder, rentar, aportar en sociedad,
ofrecer en garantía, etcétera. La única forma
legal de transmitirlas era la vía hereditaria y
eso restringido al núcleo familiar. Por ello, la
superficie paralizada a lo largo del proceso de
reforma agraria —al igual que durante la época
colonial— fue siempre creciente.
Como se sabe, en los 75 años de reforma
agraria fue entregada a los campesinos —en
concepto de reparto social— una superficie de
más de 103 millones de hectáreas, cifra superior a
la mitad del territorio del país (Mackinlay, 1991:
122). Durante un tiempo, la escasa movilidad
de la propiedad social no representó mayores
trabas, tanto por el tamaño del área nacional
amortizada, como por la orientación de las
políticas públicas de desarrollo aplicadas a la
Amortización social y reparto
agrario (1917-1992)
El triunfo del movimiento revolucionario de
1910-1917 representó la suspensión del proceso
de desamortización y el inicio de uno de
amortización sumamente importante, el cual se
prolongó por casi 75 años, a cuya luz se llegó a
inmovilizar una superficie que rebasaba los cien
millones de hectáreas. Hacia finales del siglo xx,
la extensión paralizada era superior a la mitad del
territorio nacional, contando con muy escasas
posibilidades de aprovecharse al máximo debido
a las condiciones de descapitalización del campo
y a la deficiencia de las políticas públicas de
desarrollo rural.
Cabe recordar que en nuestro país el proceso
de reforma agraria tuvo un carácter redistributivo
que fundamentalmente cristalizó mediante el
reparto de la tierra. Si bien éste comenzó de
manera legal con la Ley del 6 de enero de 1915,
el punto formal de su partida debe fijarse en la
fecha de su incorporación a la Constitución de
1917, pues a partir de ahí el derecho campesino
a la tierra se convirtió en una garantía social,
es decir, un derecho de contenido clasista
consagrado en la Carta Magna por un Congreso
Constituyente que mandata al Estado de forma
13
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
sazón. Sin embargo, luego de varias décadas de
reparto, del progresivo aumento de la superficie
sustraída de la circulación mercantil y debido
a un sensible giro del modelo de desarrollo a
partir de la década de 1940, la amortización
devino un problema, pues, por lógica, el
estancamiento comercial de más de la mitad
del territorio del país esclerotizaba la estructura
agraria y restaba fluidez a la actividad económica,
desaprovechando gran parte de sus usos
potenciales y posibles ventajas comparativas.2
La cancelación del reparto agrario, producto
de la derogación de la fracción X del artículo
27 constitucional, en 1992, detuvo el proceso
amortizador que durante tres cuartas partes
del siglo xx experimentó el campo mexicano.
Eso significa que, a partir de ese momento, el
crecimiento progresivo e ininterrumpido de la
superficie en condiciones de inmovilidad jurídica
detuvo su marcha y —como veremos más
adelante— merced a otras medidas incluidas en
estas reformas fue virtualmente desamortizada.
y se inauguró un nuevo proceso agrario de
orden estructural: el de la desamortización de
la propiedad (entre otros), mismo en el que nos
encontramos inmersos desde hace más de una
veintena de años, por lo que se puede hablar
de una segunda etapa de la desamortización en
México (Pérez Castañeda, 1997).
De hecho, la propiedad ejidal y comunal
fue desamortizada de manera virtual desde el
momento en que se promulgaron las reformas
a la Constitución, pues, si bien las tierras no se
incorporaron a la circulación de manera directa
e inmediata, su régimen jurídico se modificó
en forma automática con el simple hecho de
haberse viabilizado la posibilidad de esa decisión.
Hogaño, las propiedades ejidal y comunal —con
sus diferencias y especificidades— son alienables,
prescriptibles, transmisibles, embargables y
divisibles, pues para realizar cualquier operación
jurídica sólo es necesaria la decisión de sus
dueños, lo que significa que se encuentran
virtualmente desamortizadas.
Cabe aclarar que la desamortización de la
propiedad no cristaliza sólo con la transferencia
del dominio —dentro o fuera de los mercados
ejidales o comunales—, sino también con la
transmisión de los derechos de uso y usufructo.
Es decir, la tierra se puede movilizar sin que sea
necesario vender, a través de cualquier tipo de
acto traslativo del uso o del usufructo (renta,
mediería, aparcería). En la actualidad, esta
potestad es reconocida por la ley a los ejidos y
comunidades, ejidatarios y comuneros, sin más
trámites que los normales. De ahí resulta que la
desamortización constituye un estado jurídico
generalizado en el sistema de propiedad vigente,
se encuentre o no circulando de hecho en los
mercados de tierras. Puesto que desamortización
no es igual a privatización, la cifra de la superficie
convertida al pleno dominio no es representativa
de la superficie que en realidad está circulando,
pero sí de la parte con más valor.
A diferencia de la desamortización liberal
promovida durante la Reforma —cuyo carácter
fue obligatorio—, la comenzada en 1992 fue
en un inicio de carácter voluntario, pues a los
Desamortización neoliberal
El 6 de enero de 1992 aparecieron publicadas
en el Diario Oficial de la Federación diversas
enmiendas al artículo 27 de la Constitución
Política, las cuales modificaron el sistema legal
agrario en su conjunto. Una de las reformas
más importantes —además de la cancelación
del reparto— consistió en la modificación del
régimen jurídico de la propiedad ejidal y de
la comunal, medida que tuvo como objetivo
viabilizar legalmente la incorporación de las
tierras del sector social agrario al comercio
inmobiliario.
En efecto, en 1992 fueron flexibilizadas
las características del régimen jurídico de los
ejidos y de las comunidades, con la intención
de posibilitar la mercantilización de sus tierras,
incluyendo la opción de su privatización en
pleno dominio. Con esta medida se abrió la
puerta a la movilización de lo antes amortizado
2 Para la reforma agraria, véase la colección coordinada por Carlota
Botey y Everardo Escárcega (1988). Historia de la cuestión agraria
mexicana. México: ceham /Siglo xxi.
14
Departamento de Sociología Rural / UACh
pueblos (ejidos y comunidades) no se les forzó
a la subdivisión, reparto y privatización de sus
tierras en un plazo perentorio, como sucedió
en 1856, sino que se dejó al libre albedrío de
sus dueños la decisión sobre la circulación y la
transformación o no de su régimen de propiedad.
Sin embargo, a partir de 2014, con la publicación
de la Ley de Hidrocarburos, la puesta en
circulación de la propiedad ejidal y comunal se
enfrenta a un nuevo escenario.
realizado actos concretos con la intención de
explotar los bienes del subsuelo (Castro, 2009:
224).
A contracorriente, a finales de 1925, el
gobierno de Calles promulgó una ley petrolera
que desconocía el acuerdo sobre la no aplicación
retroactiva de la Constitución y otorgaba el
plazo de un año para que los titulares de las
propiedades adquiridas con anterioridad a 1917
solicitaran el cambio de los títulos de propiedad
por concesiones confirmatorias (Vázquez y
Meyer, 1982: 153). Este ordenamiento fue
impugnado de inmediato por las compañías de
hidrocarburos mediante recursos de amparo
ante la Suprema Corte de Justicia, misma que
en 1927 resolvió declarar la inconstitucionalidad
de la ley. No obstante, a partir del siguiente año
las empresas del ramo empezaron a tramitar las
concesiones (Hamilton 1998: 77).
En consecuencia, si quienes se hicieron con
tierras antes de 1917 y realizaron en ellas actos
concretos encaminados a la explotación de los
bienes del subsuelo habían adquirido derechos
que debían respetarse, puede deducirse que
los derechos adquiridos eran de dominio, por
lo que, en ese sentido, se trataba de bienes
jurídicamente privatizados. De no haber sido
así —si no hubieren salido del dominio de la
nación—, no se explicaría por qué, en 1938, el
presidente Cárdenas expropió los bienes muebles
e inmuebles de las compañías petroleras con la
finalidad de nacionalizarlos. Es decir, con ese
acto del Ejecutivo Federal se recuperó para la
nación la propiedad de los bienes del subsuelo
ubicados bajo la superficie de los predios que
habían adquirido y puesto en explotación las
compañías petroleras hasta antes de 1917.
El noviembre de 1940, el párrafo cuarto del
artículo 27 constitucional fue reformado para
señalar que los hidrocarburos quedaban fuera
del régimen de concesiones y que su explotación
se reservaba al Estado. Desde entonces, ése es el
criterio que ha imperado en materia de propiedad
del subsuelo (Díaz y Díaz, 1995: 43).
Con el ascenso de Carlos Salinas a la
Presidencia de la República y la entronización
La propiedad del subsuelo y los
hidrocarburos
Como reacción a la privatización de que fueron
objeto los recursos del subsuelo durante la
dictadura porfirista en favor de los dueños de la
superficie, el Congreso Constituyente de 1917
los nacionalizó retomando el criterio que había
regido en esta materia desde la Colonia hasta la
República Restaurada. Así, el artículo 27 de la
Constitución Política estableció que el dominio
directo de los bienes del subsuelo pertenece a la
nación y que su explotación por los particulares
sólo puede llevarse a cabo mediante concesiones.
El contenido de los tres primeros párrafos
del artículo 27 constitucional regula lo que
concierne a la propiedad del suelo, mientras
que los párrafos cuarto, quinto y sexto, están
relacionados con lo que se refiere a la propiedad
del vuelo (espacio aéreo) y del subsuelo. De
su lectura se desprende que sólo la tierra es
susceptible de ser transmitida en propiedad a los
particulares y que el dominio del espacio aéreo
y de lo que está debajo de la superficie queda
reservado a la nación, criterio que impera en la
actualidad.
Dicho precepto constitucional afectó los
intereses de las compañías mineras y petroleras,
las cuales se valieron de todo tipo de recursos
legales y extralegales (políticos, económicos)
para evitar su aplicación. Presionado por
el gobierno estadounidense, su homólogo
mexicano se comprometió, en 1923, a no aplicar
la citada disposición —bajo el principio de
irretroactividad de la ley—, así como a respetar
los derechos adquiridos por quienes hubiesen
15
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
de las políticas neoliberales de desarrollo, el
proceso de “acumulación por desposesión”
(Harvey, 2004) de los recursos naturales aceleró
su marcha. Al calor de ese influjo, en 1992 fue
reformado el artículo 27 constitucional para
viabilizar un paquete de adecuaciones al marco
jurídico secundario asociado a la propiedad de
los recursos naturales, el cual incluyó las leyes de
tierras, de aguas, de minas y de bosques y selvas
(Encinas, 1995).
En ese contexto, en junio de 1992 fue
publicada la Ley Minera actualmente en vigor.
Ésta declaró de utilidad pública el ramo de
las actividades primarias, otorgándole carácter
preferente sobre cualquier otra actividad y
exentándola de contribuciones estatales y
municipales. Con ello, los concesionarios
adquirieron el derecho de hacerse con las tierras
comprendidas en los títulos respectivos, al
grado de que, en caso de que los propietarios
se resistiesen a negociar su compra o
arrendamiento, podrían recurrir al Estado para
tener acceso a la tierra mediante cualquiera de
los actos de autoridad previstos en la Ley de
Expropiación (ocupación temporal, servidumbre
o expropiación). Con esta disposición dio inicio
un proceso de desposesión de los derechos
inherentes a la propiedad del subsuelo, la cual
desde 1992 ha venido in crecendo.
En el momento en que concedió un mayor
peso a los derechos de explotación del subsuelo
que a los de propiedad de la superficie —
cualquiera que fuese el uso que se le estuviere
dando—, la regulación de marras consumó un
atropello en contra de los propietarios de la tierra
en México, ya que la nación pasó por encima
de sus intereses y derechos al privilegiar a los
titulares de las concesiones mineras sin tomar
en consideración la función insustituible de la
superficie para penetrar al subsuelo.
Es necesario decir que el hecho de que la
nación sea dueña del subsuelo no le da derecho
a minimizar en forma arbitraria los derechos
de los propietarios del suelo, así sea en aras de
una causa de utilidad pública, mucho menos
para viabilizar el acceso expedito de terceros a
la explotación de los minerales ahí depositados.
Si bien de manera legal ello no configura un
despojo —porque las riquezas del subsuelo
son propiedad de la nación—, en los hechos
constituye un abuso, pues la explotación se da
sobre —y a costa— de terrenos cuya superficie y
dominio pertenece a los particulares, mismos a
los que se margina de los beneficios derivados del
aprovechamiento aludido. Como ha sido dicho:
“Aquí la indemnización que se pudiera pagar a
los expropiados y su monto pasan a un segundo
término ya que finalmente no se respetará su
derecho de beneficiarse de los recursos existentes
en sus tierras” (López Bárcenas y Eslava Galicia,
2011: 18).
Como se ha constatado recientemente por
diversos estudios e investigaciones, a más de dos
décadas de la expedición de la Ley Minera, los
resultados de su aplicación han sido desastrosos
para los ejidos, comunidades y pequeños
propietarios afectados, esto tanto en términos
económicos y sociales como en ambientales,
al punto de que se ha llegado a organizar un
movimiento de resistencia en defensa del agua,
de la tierra, de los bosques y selvas, así como
de la biodiversidad, el cual ha bordado redes
regionales que se han extendido en el territorio
nacional y allende las fronteras.
Los modernizadores actuales, en aras de
lograr ciertas ventajas y beneficios para el
conjunto económico (divisas, inversiones,
empleos), han sacrificado —una vez más— al
campo y a sus pobladores, lo que acentúa los
desequilibrios y la desigualdad social, además de
que deja en la ruina y en la exclusión a segmentos
importantes de la sociedad rural. Una visión
alternativa tendría que buscar este equilibrio y
plantear una mayor igualdad y justicia social.
Al amparo de la compulsión neoliberal
privatizadora, desde inicios de la década pasada
comenzó a intensificarse la propuesta de una
reforma energética —con el epíteto de reforma
estructural—, la cual, debido a la composición
de las fuerzas políticas en el Congreso de la
Unión, no pudo prosperar sino hasta comienzos
de la administración presidencial de Enrique
16
Departamento de Sociología Rural / UACh
Peña Nieto, cuando la correlación de fuerzas
favoreció esa tendencia.
En ese marco, el 20 de diciembre de 2013,
fueron publicadas reformas que modificaron
los párrafos cuarto y quinto del artículo 27 y
adicionaron uno nuevo. En éste se reitera que
el petróleo y los hidrocarburos son propiedad
de la nación y se ratifica la prohibición de su
concesión a los particulares. Sin embargo,
simultáneamente, se abrió la puerta para que
las actividades de exploración y explotación se
lleven a cabo mediante contratos de asignación
celebrados con empresas privadas.
En el artículo Octavo Transitorio del decreto
correspondiente quedaron delineados los rasgos
generales y el carácter que se le otorgó a la
explotación de hidrocarburos, así como a la
generación de energía eléctrica:
entre los que sobresalen la Ley de Generación
de Energía Geotérmica, la Ley de la Industria
Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos. En este
grupo de disposiciones, en general, siguió
incólume el dominio directo de la nación sobre
los recursos del subsuelo, pero se abrió una
ruta de acceso para su explotación por parte de
agentes distintos al sector público.
Aunque en materia de hidrocarburos el
artículo 27 constitucional conserva textualmente
la prohibición de su aprovechamiento mediante
el régimen de concesiones, la nueva legislación
da un rodeo y elude dicha limitante viabilizando
la posibilidad legal de explotar los recursos
petrolíferos y gasíferos de nuestro país con la
participación de la iniciativa privada a través
del régimen de asignaciones. Es decir, aunque el
mecanismo para la acumulación por desposesión
es distinto, el resultado es idéntico: la exacción
de la riqueza nacional se da a través de la
apropiación de la mayor parte del excedente
generado con la explotación de los recursos del
país.
El carácter de actividad de interés social y
de orden público conferido a la explotación de
los hidrocarburos y a la generación de energía
eléctrica y geotérmica, así como el acceso a sus
beneficios mediante contratos de asignación, no
es tanto lo que se ha prestado a duras críticas
por parte de la opinión pública (además de
su afectación a los derechos humanos, a la
alimentación, al agua y al medio ambiente sano),
sino las condiciones de privilegio extremo que
para el efecto han sido otorgadas a los dueños del
capital y de la tecnología.
Octavo. Derivado de su carácter estratégico,
las actividades de exploración y extracción del
petróleo y de los demás hidrocarburos, así como
el servicio público de transmisión y distribución
de energía eléctrica, a que se refiere el presente
Decreto se consideran de interés social y orden
público, por lo que tendrán preferencia sobre
cualquier otra que implique el aprovechamiento
de la superficie y del subsuelo de los terrenos
afectos a aquéllas.
La ley preverá los términos y las condiciones
generales de la contraprestación que se deberá
cubrir por la ocupación o afectación superficial o,
en su caso, la indemnización respectiva.
Los títulos de concesiones mineras que se
encuentren vigentes a la entrada en vigor de
este Decreto y aquellos que se otorguen con
posterioridad, no conferirán derechos para la
exploración y extracción del petróleo y los demás
hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, sin
perjuicio de los derechos previstos en sus propias
concesiones. Los concesionarios deberán permitir
la realización de estas actividades.
Derivado de lo anterior, el 11 de agosto
de 2014 fue publicado en el Diario Oficial de
la Federación un paquete de ordenamientos
relacionados con la explotación de energéticos,
Desamortización y Ley de
Hidrocarburos
Sin dejar de enfatizar la importancia de ahondar
en el estudio de sus inevitables consecuencias
en ámbitos tan trascendentales como el de
los derechos humanos y el medioambiental
—particularmente en lo que se refiere al
aspecto hidráulico, los bosques, las selvas y la
biodiversidad, en relación estricta con el tema
que nos ocupa (tierra y desamortización)—,
17
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
la Ley de Hidrocarburos busca, entre otras
cosas, allanar el camino para que las empresas
beneficiadas con las asignaciones y contratos de
exploración y extracción inicien sin trabas sus
operaciones, para lo cual se establecen reglas a
las que se deberá sujetar la adquisición de las
superficies requeridas para el desarrollo de sus
actividades, así como algunos de los términos de
su negociación.
En efecto, el capítulo iv (artículos del 100 al
117) de la Ley de Hidrocarburos, denominado
“Del uso y ocupación superficial”, regula lo
relacionado con la base material (territorial)
utilizada en el proceso productivo del gas y el
petróleo. En esos numerales, dicho ordenamiento
establece los requerimientos necesarios para que
los inversionistas del ramo ocupen la tierra una
vez que tengan conocimiento de la asignación o
el contrato que les benefició:
la Procuraduría Agraria puede asesorar
y representar a los propietarios ejidales y
comunales (artículo 102).
3. En caso de que se llegue a un acuerdo
dentro del término señalado, el asignatario
o contratista debe presentar el convenio
respectivo ante el Juzgado de Distrito (en
el caso de los propietarios privados) o el
Tribunal Unitario Agrario que corresponda
(en el caso de los ejidos y comunidades),
con el propósito de que se le homologue a
sentencia y adquiera fuerza legal (artículo
105).
4. En caso de no concretarse ningún arreglo, el
asignatario o contratista tiene dos opciones:
a) La primera consiste en recurrir
directamente ante un juzgado de
Distrito o un Tribunal Unitario Agrario
con la finalidad de que se instaure
el procedimiento de constitución de
la denominada servidumbre legal de
hidrocarburos, por parte de asignatario o
contratista (artículo 106, fracción i);
b)La segunda, que procede sólo si está
conforme el propietario de la tierra,
consiste en reabrir un periodo de amigable
composición de 30 días naturales pidiendo
la mediación de la sedatu (artículo
106, fracción ii). En caso de no llegarse
a un arreglo, la se puede solicitar a la
sedatu que dé trámite al procedimiento
administrativo de constitución de
servidumbre de hidrocarburos (artículo
108).
1. El asignatario o contratista —es decir, el
inversionista— está obligado a informar
por escrito al dueño de la tierra acerca de su
interés en la ocupación de su predio, bienes
o derechos, haciendo una descripción del
proyecto a desarrollar y una oferta concreta
por la ocupación de su propiedad con la
finalidad de llegar a un arreglo (artículo 101,
fracciones I y II, y 104).
Para enmarcar los términos de la negociación,
la ley establece reglas para el cálculo de los
avalúos, las vías legales para la transmisión
de los bienes inmuebles, los montos de la
participación en las utilidades, las sanciones
por incumplimiento de los contratos, etc.
(artículo 101, fracciones vi y vii).
2. A partir de la notificación se abre una etapa
de negociación que no debe pasar de 180
días naturales, en cuyo transcurso pueden
realizarse avalúos y diligencias diversas
encaminadas a la concreción de un acuerdo,
pudiendo contar con la asistencia de las
Secretarías de Energía (se) y de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano (sedatu), así
como con la participación de testigos sociales
(artículo 101, fracción iii). En este proceso
5. En el caso de la vía jurisdiccional,
la constitución de la servidumbre de
hidrocarburos se tramita según el régimen
al que pertenezca el predio involucrado.
Si se trata de una propiedad privada en
pleno dominio, ello se hace ante el Juzgado
de Distrito, a través del procedimiento
contencioso previsto en el Código Federal
de Procedimientos Civiles; si se trata de una
propiedad ejidal o comunal (o de ejidatarios
18
Departamento de Sociología Rural / UACh
y comuneros), el trámite se realiza ante el
Tribunal Unitario Agrario mediante el juicio
establecido en la Ley Agraria.
6. En el caso de la constitución de la
servidumbre de hidrocarburos por la vía
administrativa, ésta inicia con la solicitud
presentada por la se ante la sedatu, la
que debe instrumentar el procedimiento
contemplado en el artículo 77 del
Reglamento de la Ley de Hidrocarburos,
publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 31 de octubre de 2014, que seguidamente
se describe:
acordarse, bajo el procedimiento administrativo
de corta duración descrito líneas arriba.
Al respecto, cabe afirmar que dicho
procedimiento y sus directrices tienden a
desposeer a los dueños de la tierra de los
beneficios concomitantes a sus derechos de
propiedad, mediante un mecanismo que equivale
a una suerte de arrendamiento forzoso tramitado
en forma sumaria. No se trata de la expoliación
de su derecho a los bienes del subsuelo,
puesto que no lo tienen, sino de los derechos
consustanciales al de propiedad de la superficie
bajo la que dichos bienes se encuentran,
dimensión vertical que les pertenece y que
literalmente constituye el conducto de acceso
para la explotación de aquéllos.
Sin entrar al estudio de otros rubros de
vital importancia —sobre todo los ligados a los
derechos humanos—, es factible decir que la
viabilidad de que se habla será posible gracias a
que la ley hace lo siguiente:
a)En un plazo de quince días hábiles,
contado a partir de la solicitud de la se, la
sedatu emitirá un dictamen preliminar
sobre la procedencia de decretar la
servidumbre legal de hidrocarburos,
debiendo notificarlo a la se, al asignatario
o contratista y al titular de la tierra, bien
o derecho de que se trate, para que en el
plazo de diez días hábiles contado a partir
de la fecha de la notificación del dictamen
preliminar manifiesten lo que a su derecho
corresponda (artículo 77, fracción i);
b)Transcurrido el plazo anteriormente
señalado, la sedatu contará con un término
de quince días hábiles para emitir el
dictamen definitivo sobre las condiciones en
que deberá constituirse la servidumbre legal
de hidrocarburos por la vía administrativa
(artículo 77, fracción iii).
a) Establece limitaciones al derecho de
propiedad
b) Anula los dispositivos protectores de la Ley
Agraria
c) Prioriza la modalidad del arrendamiento
d) Excluye y discrimina a los propietarios de la
tierra
Con la conjugación de las anteriores cuestiones,
el escenario rural que se avecina para los
propietarios de la tierra en las regiones donde
el subsuelo cuente con este tipo de recursos
energéticos es sumamente incierto, por no decir
desalentador y sombrío, como se explica en los
puntos subsecuentes.
Cabe señalar que si mientras se substancia
el procedimiento de servidumbre legal de
hidrocarburos y hasta en tanto se dicte la
resolución definitiva, las partes llegaren a un
arreglo, la solicitud de la se quedará sin efectos
(artículo 77, fracción ii).
Así pues, la Ley de Hidrocarburos y
su Reglamento prevén lo relacionado con
la adquisición de la tierra por parte de los
asignatarios y contratistas, estableciendo criterios
y normas encaminadas a regular los términos
y condiciones en los que su transferencia debe
• Limitaciones al derecho de propiedad
La declaratoria de utilidad pública que eleva el
estatus jurídico de la actividad de exploración
y extracción de hidrocarburos se aúna a la
sobrevaloración de que es objeto la explotación
minera y la generación de energía eléctrica
y geotérmica, en cuyo marco se explica la
imposición de limitaciones al derecho de
19
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
propiedad en beneficio de los titulares de las
concesiones y asignaciones de este tipo. Esto
—según la Exposición de Motivos de la ley en
cuestión— se lleva a cabo con la finalidad de
atraer la inversión extranjera para dinamizar la
economía del país, sentar bases para la creación
de empleos y aprovechar las ventajas competitivas
que ofrecen nuestros recursos naturales (emlhc,
2014).
Con tal divisa, la Ley de Hidrocarburos
otorga a quienes cuenten con una asignación de
esta clase un derecho de preferencia de carácter
exclusivo para el uso y aprovechamiento del
suelo y la explotación del subsuelo —cualquiera
que sea el régimen legal al que se pertenezca—,
circunstancia que repercute en la composición del
derecho de propiedad en tanto derecho subjetivo3
de orden civil y agrario. Con esa extraordinaria
potestad jurídica, reconocida a los asignatarios
y contratistas, las facultades de uso, de disfrute
y de disposición de las que gozan los dueños de
la tierra pierden significado. Dicha prerrogativa
afecta a tal grado el derecho de propiedad
que relativiza su contenido, convirtiéndolo
prácticamente en un derecho sin fuerza, precario
y devaluado (Merchand, 2013: 108).
La prioridad reconocida para el uso del suelo
a terceros ajenos a la titularidad del derecho de
propiedad genera una alteración sustantiva de
su estructura interna, la cual trae aparejada la
depreciación del valor intrínseco y económico de
la tierra. Por lógica, la imposición de cualquier
taxativa jurídica a los derechos de propiedad
en general (sean de ejidatarios, comuneros,
colonos o propietarios privados), que acote o
restrinja la capacidad de ejercicio de sus titulares,
trastoca su concepción clásica en tanto derecho
real,4 obligando a la revisión conceptual de su
contenido.
Incluso los rasgos de alienabilidad y de
imprescriptibilidad de las tierras ejidales
y comunales pierden relevancia si los
concesionarios de explotaciones de hidrocarburos
tienen derecho a disponer de ellas con
mayor facilidad que sus propios dueños. El
contrasentido es tal que cuando los terrenos
a ocupar hayan sido previamente afectados
por una concesión minera, los términos de la
transferencia se negociarán entre los titulares de
esta concesión y los asignatarios de los contratos
de exploración y extracción de hidrocarburos,
relegando a los propietarios de la tierra a un
segundo término (artículo 27, párrafos séptimo y
octavo).
Resulta de tal magnitud la nueva
interpretación que la Ley de Hidrocarburos
hace del derecho de propiedad rústica y de su
importancia como activo fijo en el proceso
productivo de dichas actividades, que ni siquiera
se consideran las contraproducentes repercusiones
de esa medida en el valor de la propiedad total
del país pues, al facilitarse la ocupación forzosa
de los inmuebles agrarios por parte de terceros
ajenos a su titularidad, es obvio que el valor de
la propiedad raíz nacional tenderá a depreciarse.
Cuando eso ocurra, cada acto de ese tipo que se
celebre irá disminuyendo el valor del territorio
del que la nación es dueña.
• Anulación de los dispositivos protectores
de la ley agraria
Otro de los efectos importantes de la Ley de
Hidrocarburos, el cual evidencia la forma como
se franqueó el camino para la explotación de
nuestros recursos no renovables en beneficio de
los portadores de la inversión y la tecnología,
se concretó en el ámbito de los derechos de la
propiedad ejidal y comunal, misma a la que
despojaron de los mecanismos tutelares que en
su favor establece la Ley Agraria, poniéndola en
un plano de igualdad al de la propiedad privada
(cuando la Constitución dicta lo contrario) y
dejándola con ello a merced de las pretensiones
de los favorecidos por una concesión en la
actividad.
Cabe recordar que uno de los mecanismos
tutelares más relevantes concernientes a las
tierras ejidales y comunales está relacionado
3 Derecho que tiene todo sujeto activo de exigir el cumplimiento de una
norma jurídica (Peniche, 1972: 21).
4 Derecho que tiene como contenido la apropiación, aprovechamiento
y regulación de una riqueza propia o ajena (Rojina Villegas, 1963: 24).
20
Departamento de Sociología Rural / UACh
con la expropiación, la cual funge como un
dispositivo que fortalece la posición de los
núcleos agrarios en el proceso de negociación de
las contraprestaciones correspondientes. Al estar
sujeta a formalidades especiales, su tramitación
requiere de un tiempo considerable (mediciones,
avalúos, asambleas), lapso que normalmente
opera en favor de estos grupos poblacionales,
forzando a las autoridades expropiantes —o a las
empresas interesadas— a mejorar las condiciones
propuestas para agilizar su ocupación. Sin
embargo, la Ley de Hidrocarburos anuló
por completo dicha fortaleza a través de la
servidumbre legal de hidrocarburos (regulada en
los artículos del 108 al 110), a través de la cual
—como ya se ha visto— se viabiliza la ocupación
ventajosa y expedita de las tierras, haciendo
innecesaria la expropiación —en el caso de los
núcleos ejidales— y, por ende, la aplicación de la
Ley Agraria.
En efecto, la fracción vii del artículo 27
constitucional y la Ley Agraria brindan una
protección especial a las tierras ejidales y
comunales que las hace objeto de un tratamiento
jurídico tutelar proyectado en diversos aspectos,
uno de los cuales es el de la expropiación. Por
ello, en este rubro, a los ejidos y comunidades
no les es aplicable la ley de la materia (es decir,
la Ley de Expropiación), sino los preceptos
de la Ley Agraria. Esta última contiene un
capítulo específico destinado a la expropiación
y ocupación de las superficies propiedad de los
núcleos agrarios (artículos 93 al 97), en el que
se establece un procedimiento de contenido
proteccionista cuya cumplimentación conlleva
procedimientos y formalidades especiales.
Al crear un mecanismo alterno que permite
a los asignatarios de los contratos conseguir
en forma relativamente sumaria la ocupación
de la tierra, la Ley de Hidrocarburos deja por
completo desarmados a los núcleos agrarios,
pues propicia la evasión de las disposiciones
jurídicas, cuya aplicación aseguraba un plazo
suficiente para que los asignatarios y contratistas
se sintiesen presionados y obligados a entrar en
pláticas con los potenciales afectados; lo anterior
significa que los núcleos poblacionales quedan sin
la tutela de la legislación agraria y prácticamente
a expensas de las condiciones que los titulares de
las asignaciones de explotación de hidrocarburos
quieran imponer.
• Priorización de la modalidad del
arrendamiento
Dentro de las canonjías otorgadas por la Ley
de Hidrocarburos para franquear el paso en
lo jurídicamente posible a los asignatarios y
contratistas, además de la eliminación de los
eventuales obstáculos legales que pudieran
frenar el despliegue de sus actividades (como
la expropiación agraria), se encuentra la de
convertir al arrendamiento (voluntario o forzoso)
en el mecanismo principal o predominante
para la ocupación del suelo. Esta providencia
obra en detrimento de las modalidades de
asociación y de la enajenación por compraventa
y opera en beneficio de los inversionistas del
ramo, toda vez que les abarata costos y les
releva de responsabilidades ulteriores de corte
conservacionista y ambiental.
La lógica económica hace suponer que a
los asignatarios y contratistas no les interesa
mucho adquirir la propiedad de las superficies
a ocupar, por un lado, porque los métodos no
convencionales actualmente utilizados en la
extracción de los hidrocarburos son de carácter
migratorio, de modo que el uso de los terrenos
—salvo raras excepciones— no requiere de
plazos muy largos; por el otro, debido a que al
adquirir la propiedad estarían obligados a la
recuperación posterior de los terrenos, aspecto
en el que las corporaciones del ramo prefieren no
involucrarse.
En contrapartida, a los propietarios rurales,
en general, lo que menos les conviene es el
arrendamiento de la tierra, no sólo porque
generalmente los criterios establecidos en la ley
para estimar su valor resultan del todo opuestos
a sus intereses, sino además porque al vencer
el plazo pactado para tal efecto y retornar a
su poder las superficies de su propiedad, lo
más probable será que el suelo se encuentre en
21
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
condiciones de agudo deterioro (contaminado,
erosionado). Por ende, quizás en muchos casos la
opción de la venta les cause un menor perjuicio,
sobre todo considerando que la mayor parte de
los dueños de la tierra supera los cincuenta años,
de modo que lo más probable es que muchos de
ellos fallezcan antes de que venzan los plazos de
los arrendamientos.
Lo peor de todo es que no les quedará otra
opción, pues, en el supuesto de que no estén de
acuerdo con los términos de la contraprestación
ofrecida por los industriales del ramo en
concepto de pago de renta, la compra de sus
tierras no es forzosa ni necesaria, puesto que
la figura de la servidumbre de hidrocarburos
creada por esta ley permite a los asignatarios
prescindir de la adquisición de la propiedad
por compra o expropiación. Con esta forma
especial de servidumbre, los titulares de los
contratos de explotación pueden adquirir la
tierra para su uso sin verse en la necesidad
de comprarla, pues basta con demandar
administrativa o jurisdiccionalmente la
instauración del procedimiento respectivo para
obtenerla de manera rápida, cubriendo a título
de contraprestación tan sólo el pago de una renta
mensual por su ocupación.
Esta medida beneficia fundamentalmente
a las corporaciones que explotan el gas y
petróleo shale, pues el método de fracturación
hidráulica que utilizan requiere de extensas
superficies durante plazos más o menos cortos,
debido a que las tasas de declinación de la
productividad de los pozos de inyección son
muy elevadas (pueden llegar a alcanzar entre
80 y 90 por ciento a tan sólo dos años de su
operación). Ello obliga a las empresas a emigrar
de forma constante de zonas productoras para
la apertura de nuevos pozos, por lo que la
adquisición permanente de las tierras les resulta
antieconómica.
De acuerdo con las reglas establecidas en
la Ley de Hidrocarburos, los núcleos agrarios
ejidales se verán obligados a acatar los términos
que los dueños del capital y de la tecnología
les quieran imponer en un momento dado,
mediante la constitución de la servidumbre
de hidrocarburos, dispositivo legal que anula
la necesidad de recurrir a las opciones de
expropiación y de enajenación onerosa de sus
tierras, pues no es lo mismo lo que puede
arrojar económicamente una servidumbre legal
(equivalente al arrendamiento), que el monto a
obtener en concepto de pago por compra o de
indemnización por expropiación, sobre todo
si existe la posibilidad de que las tierras sean
devueltas en condiciones deplorables.
• Exclusión de los propietarios de la tierra
El tratamiento que la Ley de Hidrocarburos
brinda a los propietarios de la tierra sólo puede
calificarse como excluyente, en virtud de que
se les deja fuera del negocio y a expensas de sus
beneficios marginales, lo que contrasta con su
acentuado sesgo proteccionista en favor de los
asignatarios y contratistas:
a) El artículo 75 de la Ley Agraria prevé la
posibilidad de que los núcleos ejidales y
comunales participen en sociedades civiles
y mercantiles cuando les sea de manifiesta
utilidad (artículo 75), precepto establecido
hipotéticamente para viabilizar casos
como éste. Si hasta ahora algunos ejidos
y comunidades veían en la opción de la
asociación la oportunidad esperada para
sacar mayor provecho de sus tierras mediante
la integración de sociedades mercantiles
con los asignatarios o contratistas del
ramo, aportándolas en concepto de capital
social traducible en acciones “T”, la Ley de
Hidrocarburos los excluye totalmente de esta
posibilidad.
En efecto, dicho ordenamiento expresa que
para pactar el uso y goce de las tierras podrán
emplearse las figuras de arrendamiento,
servidumbre voluntaria, ocupación superficial,
ocupación temporal, compraventa, permuta
y cualquier otra que no contravenga la ley
(lhd, 2014: artículo 101, fracción v), pero sin
mencionar la sociedad mercantil.
22
Departamento de Sociología Rural / UACh
Al analizar la norma transcrita, cualquiera
diría que la posibilidad de la sociedad agraria a
la que nos hemos referido queda contemplada en
la frase que cierra el precepto, es decir, “cualquier
otra que no contravenga la ley”. Sin embargo,
ello sería incorrecto, pues si este numeral se
correlaciona con el artículo 101, fracción vi,
inciso b de la Ley de Hidrocarburos, en el que se
señalan las modalidades que pueden adoptar las
contraprestaciones, éstas se restringen a la “renta
por concepto de ocupación, servidumbre o uso de
la tierra”, sin mencionar el reparto de utilidades
derivado de la sociedad mercantil agraria.
Esto resulta legislativamente incongruente
si se considera que la inclusión de dicha figura
asociativa en la legislación de la materia se
efectuó con la finalidad de viabilizar el mejor
aprovechamiento de los bienes ejidales y
comunales, así como para abrirles frentes más
amplios de inversión, como puede corroborarse
en la Exposición de Motivos del artículo
27 constitucional (Mackinlay, 1994). Sin
embargo, la Ley de Hidrocarburos soslaya lo
anterior y convierte lo que pudo haber sido
una oportunidad de negocios para los núcleos
agrarios, en verdaderas amenazas para su
tranquilidad y patrimonio.
Por consiguiente, se trata de una ley
excluyente, pues cancela la posibilidad legal
de que los núcleos agrarios, en general, y los
ejidatarios y comuneros, en particular, participen
como socios en los proyectos de explotación de
hidrocarburos. ¿Por qué arrendadores, si podrían
ser socios?
Al omitir la posibilidad de que los ejidos
y las comunidades obtengan por medio de la
asociación productiva un mayor porcentaje de
las utilidades netas —supuesto para el cual la
Ley Agraria ofrece diversas alternativas, entre
la que destaca la sociedad accionaria—, la Ley
de Hidrocarburos revela una gran falta de
imparcialidad y de equidad.
arrendamiento por parte de las empresas
asignatarias y contratistas, la Ley de
Hidrocarburos establece que éstos deberán
ser calculados “en función de la actividad
habitual de dicha propiedad” (artículo 104,
fracción V).
Dicho criterio soslaya, por una parte, la
posibilidad de que sobre los predios seleccionados
pudieran desarrollarse proyectos productivos o
de servicios, cuya futura rentabilidad superase a
la de las actividades actualmente realizadas en
forma habitual; y, por la otra, ignora el hecho
de que sobre éstas se llevarán a cabo actividades
productivas que generarán una enorme plusvalía,
al ser usadas como base material del proceso
de extracción de hidrocarburos, plataforma
territorial imprescindible para su realización.
Con ese criterio, los propietarios de tierras
de baja calidad que resulten afectados están
destinados a percibir una renta cuyo monto no
los ayudará a elevar sus ingresos ni a incrementar
su nivel de bienestar social.
c) La Ley de Hidrocarburos establece
que en los proyectos que alcancen la
explotación comercial, además del pago del
arrendamiento, los propietarios de la tierra
podrán negociar hasta 3% de participación
sobre las utilidades netas de las empresas, una
vez descontados los pagos al Fondo Mexicano
del Petróleo para la Estabilización y el
Desarrollo, cuando se trate de gas natural no
asociado, y hasta de 2% en los demás casos,
sin que en ninguno de los dos supuestos sea
inferior a 0.5% (artículo 101, fracción vi,
inciso c, segundo párrafo).
Sin duda, ello invade la esfera de los gobernados
y viola el principio de la autonomía de la
voluntad en detrimento de los propietarios,
pues coarta el derecho de los dueños de la
tierra a incrementar sus ingresos por vía de la
negociación. Cabe recordar que, cuando se trata
de relaciones comerciales de carácter privado
entabladas entre dos actores o propietarios de
b) Al indicar las consideraciones que deberán
tomarse en cuenta en la elaboración de
los avalúos para la fijación del monto del
23
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
medios de producción, el Estado carece de
facultades para imponer reglas en perjuicio de
ninguno de ellos.
Al fijar un techo o tope límite al porcentaje
de la participación que los dueños de la tierra
pueden negociar en las contraprestaciones,
la Ley de Hidrocarburos conculca la libertad
contractual y priva a los propietarios del suelo del
legítimo derecho que tienen de poner en juego
sus habilidades y capacidades de negociación, así
como de hacer valer el peso real de las ventajas
competitivas de sus tierras, lo cual contraviene los
principios de la equidad y de la libre competencia.
Lo más grave es que, mientras a las empresas
del ramo se les garantiza una retención
mínima de 97 por ciento de las utilidades, a
los núcleos agrarios se les asegura un “derecho”
a sólo 3 por ciento sobre las mismas como
máximo, porcentaje que equivale a un plato de
lentejas, debido al volumen de las ganancias
involucradas. Como puede apreciarse, se
trata de un auténtico acto de expoliación del
derecho de los propietarios a gozar de manera
equitativa de los excedentes que emanen del uso
y aprovechamiento de sus propiedades, lo que
perpetra materialmente un despojo legal de la
plusvalía generada por los bienes inmuebles.
De lo anterior se concluye que el capítulo
descrito de la Ley de Hidrocarburos brinda a
los propietarios de la tierra —cualquiera que
sea su régimen legal— un trato que sólo puede
calificarse como injusto y discriminatorio;
mientras que a los propietarios del capital y de
la tecnología se les colma de consideraciones
y prebendas. Ello refleja, por un lado, que la
rancia visión paternalista del campesinado y el
autoritarismo del aparato estatal perviven aún, y,
por el otro, que la displicencia y el entreguismo
oficial de la actualidad en favor de los grandes
inversionistas es comparable con la que
predominó entre finales del siglo xix e inicios del
xx, cuando los recursos naturales del país fueron
puestos en bandeja de plata para los capitales
nacionales y extranjeros.
En efecto, de nueva cuenta el Estado
mexicano puso el sector rural a disposición
del capital, como lo hizo en el crepúsculo
decimonónico, adaptando las bases legales para
que la apropiación del suelo y del subsuelo a
manos de los particulares pudiera consumarse.
En aquel momento, el desconocimiento de la
personalidad jurídica de los pueblos y el deslinde
de los terrenos baldíos y nacionales facilitaron la
ocupación de las tierras y su adjudicación a las
corporaciones extranjeras, algunas de las cuales,
luego de haber agotado sus recursos superficiales
(madereros, huleros, caucheros), las abandonaron
para no tener que pagar impuestos.
Todo parece indicar que en el siglo
xxi ocurrirá una desposesión temporal de
significativas extensiones de tierra perpetrada
jurídicamente a través de un disfrazado
arrendamiento forzoso, el cual opera en favor de
los asignatarios y contratistas. Se trata de una
condición de privilegio que permitirá a estos
últimos no sólo disponer de la superficie que
deseen para el cumplimiento de sus fines, sino,
además, a bajos costos, debido al tope máximo
establecido a las utilidades a las que los dueños de
la tierra pueden aspirar, dejando la gran tajada del
excedente en las manos de los dueños del capital.
Conclusiones
De manera sinóptica se puede decir que la
primera etapa de la desamortización en nuestro
país inició en el último tercio del siglo xviii y
culminó al estallar el movimiento revolucionario
en 1910, periodo en cuya última fase la Ley
Lerdo configuró un facilitador y la política
de comunicaciones (ferroviaria y caminera)
de la dictadura porfirista, un catalizador o
revulsivo. A ello le sucedió un intenso proceso
de amortización prolongado hasta 1992, año
en el que —merced a las reformas salinistas al
artículo 27 constitucional— dio comienzo la
segunda etapa de la desamortización en México,
proceso estructural agrario en el que hoy nos
encontramos inmersos.
En ese contexto, la Ley de Hidrocarburos no
viene a acelerar el proceso de desamortización
ni el de privatización, sino a posibilitar el acceso
abusivo, discriminatorio y depredador a los
24
Departamento de Sociología Rural / UACh
recursos del subsuelo, lo cual hace subordinando
de manera autoritaria los intereses de los dueños
de la tierra a los de los portadores de la tecnología
y del capital. Esta cuestionable situación se torna
más delicada porque, de manera simultánea,
se despoja a los propietarios de la tierra de su
derecho a participar equitativamente en el
reparto de la renta petrolera.
Sin duda, la Ley de Hidrocarburos —
complementada con las Leyes de la Industria
Eléctrica y de Energía Geotérmica— viene a cerrar
el ciclo legal abierto en 1992 con la Ley Minera,
en el sentido de que con ella los recursos del
subsuelo terminaron de ser puestos a disposición
de los inversionistas nacionales y extranjeros
en condiciones igual de ventajosas, hecho que
acontece por segunda vez en la historia de
nuestro país. De nueva cuenta, el marco jurídico
relacionado con la propiedad de la tierra y la
explotación de dichos recursos fue acondicionado
para beneficio de éstos, con la diferencia de que,
si a finales del siglo xix se hizo extendiendo de
forma vertical el derecho de propiedad, en esta
ocasión se logró imponiendo limitaciones al
dominio del que gozan los dueños de la tierra.
En efecto, la estrategia finisecular del
Porfiriato para compartir con los inversionistas
privados las riquezas de la nación se basó en la
ampliación del alcance vertical del derecho de
propiedad, otorgando a los dueños del suelo
la propiedad de lo que había en el subsuelo,
situación que auspiciaba la explotación de los
recursos mineros y petroleros por las compañías
foráneas al hacerse dueñas de las superficies. En
cambio, la estrategia jurídica adoptada por la
actual administración pública federal se sustentó
en una restricción al derecho de propiedad, el
cual afectó su alcance para facilitar la explotación
de los recursos del subsuelo mediante el régimen
de asignaciones. Esto significó una seria
restricción para que los propietarios de bienes
inmuebles agrarios hicieran uso de su legítimo
derecho a beneficiarse en forma justa con los
ingresos obtenidos por el uso de sus tierras.
Desprovista del blindaje jurídico tutelar que
caracterizó hasta 1992 a la propiedad ejidal y
comunal, el desmantelamiento de los restos
de su escudo protector ha sido cosa fácil: ni
siquiera se requirió que se enmendara la Ley
Agraria para anular su contenido e introducir
una nueva nota distintiva al sistema de
propiedad, maquinación legislativa que para los
titulares de las asignaciones de hidrocarburos
hizo innecesaria la adquisición de la tierra en
propiedad y esfumó las eventuales trabas que
pudiera conllevar el régimen ejidal y comunal,
poniendo virtualmente a disposición de las
compañías del ramo las extensiones territoriales
de su interés.
En consecuencia, del mismo modo en que la
política porfirista de comunicaciones representó
el catalizador para que pudiera darse proceso de
desamortización hacia finales del siglo xix, todo
parece indicar que la política energética de las
últimas administraciones públicas se asemeja a
aquélla respecto a la desamortización en curso.
En ese escenario, el Congreso de la Unión
ha reproducido en el ámbito parlamentario
el cuadro histórico que imperaba en las
postrimerías del México decimonónico, al
acondicionar de manera muy condescendiente
las leyes necesarias para posibilitar el retorno
a nuestro territorio de las empresas que fueron
expropiadas por el presidente Cárdenas y de
nuevos grandes capitales foráneos y nacionales
interesados en el ramo energético y minero.
Ahora bien, lo anterior no significa que
el ritmo de la desamortización ni el de la
privatización —ni mucho menos los despojos—
se vayan a acelerar con el impulso de la política
energética. Lo que se agudizará serán las grandes
desposesiones temporales de carácter forzoso
bajo la forma de servidumbres de hidrocarburos.
Por otro lado, dependiendo de la magnitud
de las explotaciones, es posible que también
presenciemos desplazamientos poblacionales que
liberarán mano de obra barata, cuya contratación
en algún momento podrá ser utilizada por los
asignatarios y contratistas como parte de las
contraprestaciones para la ocupación de la tierra,
la cual quedará sujeta a la negociación entre las
partes.
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Si durante el Porfiriato los inversionistas
nacionales y extranjeros tuvieron acceso libre a
la explotación de los recursos del subsuelo por
conducto del régimen de propiedad, ahora la
entrada se les da por medio del otorgamiento de
privilegios sobre el derecho de propiedad de la
tierra, lo cual les permite gozar de un derecho
de preferencia para su ocupación, incluso en
contra de la voluntad de los propietarios, de tal
suerte que pesa más la tenencia de un contrato de
asignación de hidrocarburos que la de un título
de propiedad.
Como se acaba de mencionar, es probable que
ello no acelere el proceso de desamortización
(cuyo ritmo ha adquirido cierta dinámica), ni
mucho menos el de la privatización, así como
tampoco profundizará la desamortización de la
propiedad en el plano vertical, pues el subsuelo
sigue perteneciendo a la nación. No obstante,
lo que ya se vislumbra es que, del mismo modo
en que durante las dos décadas postreras del
siglo xix se registró un despojo de las tierras
comunales que seguían la ruta del tendido
de la línea ferroviaria (Coatsworth, 1976),
en la actualidad se ha puesto en marcha un
proceso de desposesión selectiva de los derechos
subjetivos inherentes a la propiedad de la tierra,
acompañado de desplazamientos poblacionales,
el cual se focalizará principalmente en las
regiones identificadas con potencial para la
explotación de hidrocarburos.
Así, a diferencia de las leyes de minería y de
generación de energía eléctrica y geotérmica
—a las que también se les otorga el rango de
actividades de interés social y orden público—,
la Ley de Hidrocarburos establece mecanismos
que consuman y agilizan una desposesión
temporal de la tierra, forzando a sus propietarios
a someterse a condiciones leoninas para su
desalojo, de ahí que será la que mayores
repercusiones tenga en materia agraria durante
los años venideros. Queda por ver cuál será la
respuesta de los grupos sociales afectados.
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La servidumbre legal y administrativa de
hidrocarburos: una nueva forma de expropiación
Estela Cessa Flores1
Resumen
El 11 de agosto de 2014 fue publicada la Ley
de Hidrocarburos como parte de un paquete
mayor conocido como Reforma Energética, la
cual, en términos prácticos, privatiza la industria
energética nacional. En el presente artículo
se hace una revisión del capítulo iv (Uso y
Ocupación Superficial de Tierras) de dicha Ley
y se analizan las formas en que se procede al uso
de tierras bajo cualquier régimen de propiedad,
por encima de la decisión de sus propietarios
mediante la Servidumbre de Hidrocarburos, que
constituye una nueva forma de expropiación de
la tierra.
Key words: ownership of land, energy reform,
Legal easement of hydrocarbons, looting.
Introducción
El nuevo sexenio sorprendió a los mexicanos
con un paquete de reformas “de gran
calado” —como lo definió el Presidente de
la República—, que erosionan una a una las
garantías sociales conquistadas mediante la
Revolución. Los afectados directos ignoran las
implicaciones de la Reforma Energética recién
aprobada, pues ésta opera bajo un entramado de
mecanismos confusos, entre los que se destacan:
1) la incorporación de conceptos nuevos que,
además, son centrales en la redacción de los
diferentes documentos que la componen; 2) la
creación de un régimen especial que permite a
Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal
de Electricidad organizarse y funcionar bajo sus
propias leyes, y 3) la primacía de la actividad
energética sobre cualquier otra de tipo lucrativa
por ser “clave en el desarrollo del país” (2o
Informe de Gobierno, 2014).
La información confusa, así como las
declaraciones con alto grado de optimismo
que enfatizan los beneficios de la Reforma
Energética, no permiten al ciudadano entender
en qué consiste la reforma y cuáles son sus
afectaciones naturales y sociales.
En el proceso de análisis previo a la
aprobación de la reforma, realizado por el
Poder Legislativo, la parte opositora no logró
incorporar cambios stustanciales a la Ley. La
mayoría del Congreso, por el contrario, precisó
algunos artículos para consolidar el despojo de
Palabras clave: Tenencia de la tierra, Reforma
Energética, servidumbre de hidrocarburos,
despojo.
Abstract
Overview on 11 August of 2014 was posted the
hydrocarbons law as part of one greater package
known as the “energy reform” which, in practical
terms, privatized the national energy industry.
This article is an accurate revision of chapter IV
use and surface occupation of lands of the law
and discussed the ways in which proceeds to the
use of land under any regime of property above
the decision of their owners through the legal
easement of hydrocarbons which constitutes a
new form of expropriation of the land.
1 Estudiante del Doctorado en Ciencias Agrarias en el Departamento de
Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo, Correo electrónico:
[email protected]
29
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
tierras, de hidrocarburos, de riqueza del subsuelo
y de recursos naturales mediante la vía de la
legalidad.
La Reforma Energética va en contra de la
soberanía del país, al aumentar la dependencia
energética y, con ello, la imposibilidad de
desarrollar tecnología propia para impulsar el
uso de energías alternativas, a la vez que acelera
el agotamiento de las reservas de petróleo
nacionales. Los factores dignos de análisis son
variados, por lo cual este trabajo se centrará en
las afectaciones al medio rural, las cuales derivan
sobre todo del Capítulo iv: Uso y Ocupación
Superficial de la Ley de Hidrocarburos, en los
artículos 100 al 117, que dan carta abierta al
uso de suelo por encima de la decisión de los
tenedores, propietarios, ejidatarios y comuneros.
Respecto a la afectación a las tierras y a las
distintas formas de propiedad, se señalan cuatro
elementos:
iniciativa de Ley y los dictámenes elaborados por
el Poder Legislativo de la Federación.
Del concepto servidumbre
El concepto servidumbre no es privativo de la
actividad energética, existen muchos tipos, y
éstos son entendidos como “afectaciones en
el cambio de uso de suelo del terreno de una
persona para que otra persona pueda realizar
actividades sobre ella, pueden ser temporales o a
perpetuidad” (mem, 2008: 11), dependiendo del
bien del suelo o subsuelo que se requiere extraer
o explotar.
En la legislación de otros países, se utilizan
términos semejantes a los incluidos en la Ley de
Hidrocarburos, entre ellos el de servidumbre; por
ejemplo, la legislación venezolana establece:
Las servidumbres que se requieren para las
actividades con los hidrocarburos, son una
especie de servidumbres administrativas, ya
que como se explicará posteriormente, las
mismas tienen su naturaleza en la propia
Ley, se realizan para la constitución de
una actividad de utilidad pública, pueden
ser ejercidas coactivamente, y para su
constitución y ejercicio el Estado se vale de
potestades de carácter exorbitante. (Medina,
2003: 9)
i) La actividad de exploración y extracción que
afecta cualquier forma de propiedad de la
tierra;
ii) la negociación en términos desiguales,
iii)la aplicación de un régimen especial que dota
de autoridad sobre las diferentes formas de
propiedad, y
iv) los riesgos ambientales que pueden
derivar de las actividades de extracción de
hidrocarburos, las cuales están sujetas a la
Agencia Nacional de Seguridad Industrial y
de Protección al Medio Ambiente del sector
hidrocarburos.
Para el caso de México, la servidumbre se
entiende como “la ocupación temporal o
permanente de bienes, cuando éstos sean de
interés social y de orden público” (Secretaría de
Energía, 2014)
Se considera diferente de la expropiación,
porque existe la posibilidad de que el propietario
original recupere terrenos, bienes o derechos una
vez terminado el contrato de uso y ocupación.
Asimismo, puede renovarse el contrato si la
empresa productiva del Estado manifiesta su
voluntad de seguir realizando actividades en el
predio en cuestión.
Esta consideración no es suficiente, porque
si bien con la expropiación del terreno, bien o
derecho existe un pago por indemnización al
Es importante señalar que, aunque el tema es
de gran relevancia, la información es escasa,
debido, sobre todo, a que los acontecimientos
son recientes —apenas el 11 de agosto de
2014 se publicó, en el Diario Oficial de la
Federación, el decreto por el que se expide la
Ley de Hidrocarburos y se reforman diversas
disposiciones de la Ley de Inversión Extranjera,
así como la Ley Minera y la de Asociaciones
Público Privadas—; por ello, este análisis se basa
en la revisión de textos oficiales, tales como la
30
Departamento de Sociología Rural / UACh
propietario, poseedor o titular, en la servidumbre
hay mayores oportunidades de negociar un pago
de indemnización o compensación mediante
el acuerdo entre las partes; existen también
maneras de ignorar estos reglamentos y de pasar
a la siguiente fase, es decir, el trámite de una
servidumbre por la vía legal o administrativa, en
la cual se despoja de su predio a alguna persona,
y por el carácter de la servidumbre no existe pago
por afectación o por uso de suelo.
La servidumbre termina operando como
una forma de expropiación, pero con mayor
posibilidad de evitar el pago por el usufructo del
derecho, bien o terreno. Es una nueva forma de
despojo, una expropiación sin pago.
bienes o derechos y los asignatarios o
contratistas.
El artículo citado con anterioridad no es
explícito en las formas de propiedad que pueden
ser sujetas de exploración y extracción vía la
contraprestación; sin embargo, tras la discusión
del proyecto de ley en la Cámara de Senadores,
se modificó para quedar como sigue:
La contraprestación, los términos y las
condiciones para la adquisición, uso, goce o
afectación de los terrenos, bienes y derechos
necesarios para realizar las actividades de
Exploración y Extracción de Hidrocarburos
serán negociados entre los propietarios,
poseedores o titulares de dichos terrenos,
bienes o derechos, incluyendo derechos
reales, ejidales o comunales y los asignatarios
o contratistas. Tratándose de propiedad
privada, además podrá convenirse la
adquisición.
La actividad de exploración y
extracción afecta cualquier forma de
propiedad de la tierra
La Reforma prevé una serie de mecanismos
administrativos que, bajo la figura de
Servidumbre Legal de Hidrocarburos y de
ocupación temporal de tierras, permiten las
actividades de exploración o extracción. Los
procesos de despojo se perfeccionaron a medida
que la iniciativa del Gobierno Federal sorteaba
el cabildeo en las Cámaras de Senadores y
Diputados.
Un ejemplo muy claro es el capítulo iv, en
el cual se definen los mecanismos para el Uso
y Ocupación Superficial de Tierras; luego del
análisis de las dos cámaras del Congreso de
la Unión, en el mismo se especifican forma
y modalidad de uso, figura jurídica y tipo de
propiedad que puede ser sujeta de exploración y
extracción.
Textualmente, la iniciativa de Ley emitida por
la Presidencia de la República decía:
La última redacción de este artículo fue aceptada
por el Congreso de la Unión y se firmó para
legitimar el uso de cualquier forma de tenencia
de la tierra: ejidal, comunal y propiedad privada.
El tipo de servidumbre u ocupación no lo define
el dueño, poseedor o titular —ni siquiera el
asignatario o contratista—, éste es definido
por el proyecto de asignación de áreas para
exploración y extracción, con la aprobación
de la Secretaría de Energía y la Comisión
Nacional de Hidrocarburos, bajo las figuras
de arrendamiento, servidumbre voluntaria,
ocupación superficial, ocupación temporal,
compraventa y/o permuta.
Un concepto fundamental en el proceso
de negociación —y que no está claramente
definido— es el de contraprestación. De acuerdo
con el texto vigente de la Ley de Ingresos sobre
Hidrocarburos, publicada el 11 de agosto de
2014, se define textualmente: “Contraprestación:
aquella que se establezca en cada Contrato a
favor del Estado o del Contratista”. En el texto de
la Ley de Hidrocarburos se contemplan todas las
La contraprestación, los términos y las
condiciones para la adquisición, uso, goce, o
afectación de los terrenos, bienes y derechos
necesarios para realizar las actividades de
Exploración y Extracción de Hidrocarburos
serán negociados entre los propietarios,
poseedores o titulares de dichos terrenos,
31
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
posibles situaciones que pueden impedir celebrar
un acuerdo y contrato entre propietarios y
titulares —asignatarios y contratistas—, pero no
se estipulan, con carácter de obligatoriedad, los
compromisos que adquiere la empresa encargada
de realizar las actividades de exploración y
extracción.
analfabetas funcionales (Schmelkes, 2014). Los
analfabetas funcionales son personas que, a pesar
de saber leer, tienen dificultad para comprender
el contenido de un texto por la poca práctica
de lectura. En estas condiciones no se puede
llevar a cabo una negociación en términos de
equidad; es decir, cuando el propietario o titular
del terreno, bien o derecho del que se trate, no
sabe leer y escribir o es analfabeta funcional,
tiene gran dificultad para conocer directamente
la información del proyecto a desarrollar, y, pese
a que la ley obliga al asignatario o contratista a
explicar el proyecto en cuestión, se intuye que la
explicación enfatizará los aspectos positivos del
proyecto, minimizando los riesgos, consecuencias
o afectaciones con el fin de obtener fácilmente la
firma del titular o propietario.
“El ejido, los ejidatarios, comunidades o
comuneros pueden solicitar asesoría o en su caso
representación a la Procuraduría Agraria, a fin de
entender de manera precisa las condiciones del
acuerdo propuesto por el asignatario” este órgano
tiene un margen de acción limitado, se encuentra
subordinado a la Secretaría de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano (sedatu) y
su participación sólo es válida para ejidos y
comunidades que no son todas las formas de
propiedad que existen en México. Es necesario
enfatizar que estas propiedades están insertas en
un área mayor ya concesionada por la Comisión
Nacional de Hidrocarburos, una “Empresa
Productiva del Estado”2 y este antecedente genera
confusión y desconcierto entre la población
rural, pues suponen que la tierra ya fue otorgada,
circunstancia ante lo cual no hay nada que hacer.
De llegar a un acuerdo, la Secretaría de
Energía -con aprobación de la Secretaría de
Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano- define
los lineamientos y modelos de contrato a los que
deben sujetarse las partes.
Negociación en términos desiguales
Los mecanismos de negociación para dar paso
al uso y ocupación superficial de tierras para
la actividad de exploración y extracción de
hidrocarburos contenidos en el artículo 105 de
esta ley se desarrollan en un marco de inequidad.
En primer lugar, la Comisión Nacional de
Hidrocarburos (cnh) —organismo creado
para poner en práctica gran parte de las nuevas
reglamentaciones que operan bajo un régimen
especial— es la responsable de desarrollar,
administrar y publicar la información técnica
sobre las áreas sujetas a exploración y extracción
que, mediante licitación, se otorgarán a
“empresas productivas del Estado”.
En una segunda fase, el asignatario
o contratista es quien abre el proceso de
negociación al manifestar por escrito, al titular
o propietario, la intención de uso del terreno
bajo cualquiera de las modalidades establecidas
en la Ley de Hidrocarburos. Tiene, además, la
obligación de mostrar y describir el proyecto
con el amparo de la asignación o contrato, así
como de explicar los alcances, consecuencias
y beneficios generados en caso de ejecutar las
actividades de exploración y extracción.
En este proceso de negociación, se apela a la
transparencia y a la legalidad; sin embargo, en
términos prácticos hay situaciones no establecidas
en el marco regulatorio que pueden incidir,
orientar y entorpecer el proceso. A continuación,
se analizan algunas.
La primera de ellas es el grado de
analfabetismo en el medio rural. De acuerdo
con la unesco, en las zonas rurales de México
la tasa de analfabetismo alcanza hasta 50.3%
de la población, del cual 27% está en zonas
indígenas, además de un número inestimable de
2 La legislación secundaria aprobada crea la figura de Empresas
Productivas del Estado, lo que les dará un carácter empresarial, así como
un régimen especial nuevo y separado del resto de las entidades paraestatales. [http://www.energia.gob.mx/webSener/leyes_Secundarias/9214.
html]. Este vocablo ha generado mucha polémica, porque no se alcanza a
distinguir entre el esquema público y el privado.
32
Departamento de Sociología Rural / UACh
Para el caso de las comunidades indígenas,
lo dispuesto en el capítulo iv, sobre el Uso
y Ocupación Superficial del Suelo, será
aplicable tomando en cuenta los derechos
que la Constitución, las leyes y los tratados
internacionales suscritos por el Estado mexicano
reconocen a las comunidades indígenas. Este
reconocimiento no pasa de ser una buena
intención, porque ante el Tratado de Libre
Comercio y la consideración especial a la
actividad energética, como prioridad para el
desarrollo de México y de utilidad pública, los
derechos humanos e indígenas se subordinan a
los intereses económicos particulares, por lo que
el despojo se consolida mediante una negociación
forzada.
¿Cómo procede esta negociación forzada?
La Ley de Hidrocarburos, en su artículo 106,
mandata que: “en caso de no existir un acuerdo
entre las partes, transcurridos 180 días naturales
contados a partir de la fecha de recepción del
escrito, en donde se manifiesta la intención de
uso, goce o afectación de la tierra, el Asignatario
o Contratista podrá promover una servidumbre
legal ante el juez de distrito en Materia Civil o
ante el Tribunal Agrario competente, o, en su
defecto, solicitar a la Secretaría de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano que actúe como
‘mediador’, con el fin de continuar el proceso
de contraprestación.” (Minuta a la Ley de
Hidrocarburos, 19 julio 2014)
La sedatu debe intervenir para que las partes
alcancen una solución aceptable y voluntaria. Su
mediación es muy cuestionable —funge como
juez y parte—, pues la Ley le otorga demasiadas
y variadas atribuciones, como son:
paquete de la Reforma), y con esa base
formular la propuesta de contraprestación.
• Y, en el último de los casos, al no haber
acuerdo entre las partes en un plazo de 30
días naturales contados a partir de la fecha
de la propuesta de contraprestación, podrá
tramitar ante el Ejecutivo Federal —por
mandato de la Secretaría de Energía— una
Servidumbre Legal de Hidrocarburos por vía
administrativa.
La sedatu está subordinada a la Secretaría de
Energía, por lo tanto es comprensible que su
mediación sea parcial. Funge como facilitadora
del proceso de contraprestación mediante
facultades que le permiten dirigirlo y que
terminan por allanar el camino del asignatario
o contratista. Asimismo, la Ley establece que
debe existir un tabulador del valor promedio
de la tierra, de acuerdo con las distintas zonas
del país, el cual debe mantener actualizado
el Instituto de Administración y Avalúo de
Bienes Nacionales, con el fin de que se utilice
como la base para el proceso de negociación
entre propietarios, tenedores o poseedores y
el asignatario y contratista; sin embargo, el
valor de la tierra que se determine en caso de
compra-venta no puede ser inferior al valor
comercial del predio. Ahora, tomando en
cuenta que en las últimas dos décadas el valor
de las actividades agropecuarias ha mermado
mucho, comercialmente su valor es bajo y éste
es un criterio determinante cuando se acuerda
la adquisición o contraprestación.
De acuerdo con los tabuladores establecidos,
el asignatario ofrece el precio más bajo posible al
iniciar el proceso de negociación, pues existe la
obligación de entregar la tierra; de esta manera, si
al término de 30 días la servidumbre voluntaria
no procede por acuerdo, la servidumbre
legal de hidrocarburos puede hacerlo por vía
jurisdiccional o administrativa. La obligación
de entregar la tierra se encuentra latente
mediante procedimientos legales, pero dolosos;
las condiciones para proceder al uso de tierras
son muy precisos en la Ley de Hidrocarburos
• Dar su aprobación para definir lineamientos
y modelos de contrato entre las partes.
• Sugerir el monto de contraprestación de los
bienes en cuestión.
• Sugerir la modalidad de uso, goce o
afectación.
• Solicitar avalúo al Instituto de
Administración y Avalúo de Bienes
Nacionales (creado también dentro del
33
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
en su capítulo iv; en cambio los mecanismos
de defensa del titular o propietario son laxos y
confusos.
las demás disposiciones del derecho mercantil y
civil. En materia jurídica, este régimen especial
permite que el Estado ceda el control del petróleo
y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos
o gaseosos a empresas privadas, la mayoría de las
cuales son trasnacionales.
Un régimen especial
Crear un régimen especial permite pasar por
alto una serie de reglamentos y leyes generales
en materia de propiedad de la tierra, en materia
energética, en cuanto a derechos humanos y en lo
que respecta a la legislación ambiental.
La Presidencia de la República declaró que,
con el fin de modernizar a Petróleos Mexicanos
(pemex), así como hacerla una empresa
productiva, rentable, eficiente y comercialmente
exitosa, era necesario adoptar un marco jurídico
flexible, con principios de derecho privado y de
mínima regulación (Pricewaters House, 2014).
Para ello, sometió a consideración del Legislativo
nuevas leyes de ingresos sobre hidrocarburos
y del Fondo Mexicano del Petróleo, junto con
las modificaciones a la Ley de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria que regirá a pemex
y la Comisión Federal de Electricidad (cfe), las
cuales se convierten en “empresas productivas
del Estado con un régimen especial distinto”
respecto al de los órganos de gobierno en
términos fiscales.
El nuevo régimen en un principio establece:
“Se aplicará a las actividades y proyectos
relacionados con actividades sustantivas
de carácter productivo que, de acuerdo a
lo establecido en el artículo 27, incluyen la
petroquímica distinta de la básica, que en el
reglamento de pemex se denomina como la
Industria Petrolera Estatal”.
En el caso de las actividades no incluidas
en esta clasificación, se les aplicará el régimen
jurídico general; en aquellas sí declaradas,
se manejará un régimen especial, y en las
indefinidas, se tendrá que determinar si una
actividad forma parte de la cadena productiva y
de valor de la industria.
Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de
Electricidad se regirán, como cualquier empresa
privada, por lo señalado en sus estatutos sociales
(en este caso sus respectivas leyes), así como por
La Legislación Secundaria establece que se
formarán empresas totalmente privadas, con
los recursos de la nación, por lo cual estas
empresas extranjeras se quedarán con la renta
y utilidades del petróleo y la electricidad y
no serán empresas públicas, sino empresas
privadas sujetas al derecho privado-mercantil,
por lo que el pueblo de México, el Estado
Mexicano, el Poder Legislativo y Judicial,
no tendrán capacidad de exigir cuentas y
ni siquiera información de su desempeño
sobre bienes, infraestructura e industrias que
pertenecen a la Nación. (Montoya, 2014).
Aunque el artículo 101 de la Ley de
Hidrocarburos establece porcentajes mínimos
y máximos a pagar por la contraprestación bajo
cualquier modalidad de uso, goce o afectación de
un predio, éste sólo opera si el proyecto es para
extracción comercial una vez que el asignatario o
contratista haya descontado los pagos al Instituto
Mexicano del Petróleo.
Desde el inicio del artículo 101, se proponen
una serie de acciones para una negociación
transparente; sin embargo, en todos sus incisos
se da la pauta para que sea el asignatario
quien proponga las condiciones del acuerdo o
negociación.
Riesgos ambientales
Como preámbulo al capítulo referente al Uso
y Ocupación Superficial de Tierras, en el
artículo 99 se reserva el derecho al Estado para
“otorgar concesiones, licencias o permisos para
la exploración, extracción y aprovechamiento de
recursos naturales distintos de los Hidrocarburos
dentro de las áreas comprendidas en los títulos
de Asignación, Contratos para la Exploración y
Extracción”. Las implicaciones de este artículo
34
Departamento de Sociología Rural / UACh
han sido poco discutidas por las organizaciones
campesinas y por ambientalistas y especialistas
en la materia, a pesar de ser el más artero
ecocidio en la historia del país, ya que, dentro de
una misma área pueden extraerse hidrocarburos,
agua, vegetación y recursos minerales, así como
permitirle a una o varias empresas usufructuar
los bienes de la nación.
Esta forma de explotación de los recursos
no está sujeta a ninguna reglamentación, por
insertarse en un régimen especial y estar sujeta
al artículo 95 de la Ley de Hidrocarburos.
En dicho artículo se establece que la industria
de hidrocarburos es de exclusiva jurisdicción
federal; es decir, sólo el Gobierno Federal puede
dictar las disposiciones técnicas, reglamentarias
y de regulación en la materia, incluyendo las
relacionadas con el desarrollo sustentable, el
equilibrio ecológico y la protección al medio
ambiente en el desarrollo de la industria. El
paquete legislativo incluyó la creación de la
Agencia Nacional de Seguridad Industrial y
de Protección al Medio Ambiente del Sector
Hidrocarburos como un órgano desconcentrado
de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (semarnat). Esta medida debilita
la política ambiental, ya que la agencia es un
órgano desconcentrado con autonomía técnica
y de gestión, con atribuciones de regulación y
supervisión, pero cuyo titular será designado por
el Ejecutivo. Bajo el régimen especial al que se
sujeta la Ley de Hidrocarburos y la creación de
la Agencia, quedan rezagadas la Ley de Cambio
Climático, la Ley Federal de Aguas Nacionales
y la Ley General de Equilibrio Ecológico y
Protección al Ambiente.
Este hecho representa un gran retroceso
para la legislación ambiental mexicana; otorga
prioridad a la actividad de extracción de petróleo
y gas natural a las “empresas productivas del
Estado”, por encima de cualquier otro uso
del territorio. Pone en riesgo áreas naturales
protegidas, áreas forestales y permite el uso de
aguas para la actividad de fractura hidráulica.
Las opiniones en favor de la reforma aseguran
que las actividades de la industria energética no
generan daños al medio ambiente y que esto
se puede prevenir implementando medidas
de seguridad en instalaciones, equipos e
infraestructura, acatando las mejores prácticas
internacionales. Cabe mencionar que no existen
en la legislación criterios específicos que obliguen
a las empresas a realizar estudios de riesgo
ambiental o evaluación de impacto del mismo.
En el supuesto de que el gas natural sea más
“limpio” -con el fin de convencer a la población
de los beneficios de la reforma-, la experiencia
internacional demuestra que no puede ser
amigable con el ambiente por el alto consumo
de agua y la contaminación de la misma con
sustancias químicas en el proceso de extracción.
En países como Rumania y Polonia se han
registrado fuertes protestas en contra de la
fractura hidráulica. Asimismo, habitantes de
Estados Unidos se manifestaron en favor de
México, pidiendo que se detuviera el proceso de
apertura a esta dañina tecnología que consume
grandes cantidades de agua, las cuales se vuelven
inservibles por mezclarse con sustancias químicas
altamente contaminantes.
A pesar de que la Ley de Hidrocarburos
contempla un capítulo (vii) respecto a la
seguridad industrial y protección al medio
ambiente, el cual consta de dos artículos
contenidos en tres párrafos, las acciones y los
criterios de responsabilidad para las empresas que
realicen actividades de exploración y extracción
son bastante ambiguos, pues no prevén todas las
situaciones de riesgo ecológico y de afectación
del medio ambiente en que pueden incurrir
las empresas; al contrario, éstas consideran un
mínimo de riesgo. En este tema, se refleja —
en su máxima expresión— la pretensión del
Gobierno Federal: “Marco jurídico flexible,
bajo principios de derecho privado y de mínima
regulación”.
Como agregado, se debe considerar que, de
acuerdo con el tlcan, en su artículo 1106, no
se puede obligar a los inversionistas extranjeros a
dar divisas al país, transferir tecnología, comprar
materias primas a proveedores nacionales, ni
a pagar impuestos en México; por lo tanto, es
35
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
prácticamente imposible exigir a una de estas
empresas reparación de daños ambientales.
limpios y baratos, carece de soporte si se analizan
los precios internacionales de los hidrocarburos,
ya que, con menos autonomía e intervención
del Estado, la industria energética mexicana
se encuentra a la deriva, a merced del mercado
internacional.
Así, los impactos positivos en el plano
económico que traerá la Reforma Energética no se
han podido justificar; en cambio, se vislumbran
altos costos sociales y ecológicos en la aplicación
del paquete de leyes que la conforman. Debido a la
novedad del tema, no hay muchos casos prácticos
en donde puedan evaluarse las repercusiones
de la aplicación de la Ley de Hidrocarburos;
sin embargo, es necesario estudiar con mayor
profundidad el tema a partir de la revisión de los
textos oficiales que integran la Reforma Energética.
Conclusiones
De acuerdo con lo analizado, se proponen
algunas conclusiones.
La Servidumbre Legal o Administrativa de
Hidrocarburos es una nueva forma de expropiar
los recursos energéticos, minerales y naturales
del país; no sólo se da la explotación de la tierra,
sino que ésta se extiende a los recursos naturales,
por medio de la legislación y del Estado, el
cual se reserva el derecho de concesionar vastas
extensiones de tierra a empresas extranjeras para
extraer recursos del subsuelo o cualquier recurso
natural contenido en el área de asignación.
La servidumbre Legal o Administrativa de
Hidrocarburos es una forma de transformar la
propiedad social en propiedad de corporaciones
extranjeras con el aval del Estado mexicano;
permite la consolidación del despojo de tierras,
agua y riquezas del subsuelo en favor de empresas
privadas y extranjeras. En suma, se consolida la
explotación extrema de los recursos del subsuelo.
El capítulo iv de la Ley de Hidrocarburos
establece a detalle las condiciones necesarias para
encaminar al poseedor o propietario a que acepte
la contraprestación por el uso de tierras. La
sedatu es un organismo facilitador del proceso,
pues, en lugar de fungir como mediador, es
legitimador de una negociación forzada, ante
la cual los propietarios o poseedores de la tierra
carecen de elementos claros para su defensa, pues
las condiciones contempladas en la legislación
son laxas y confusas.
El régimen especial bajo el cual se rige
la industria petrolera y energética del país
constituye un retroceso en materia legislativa,
pues relega diversas leyes de tipo ambiental y
otorga libertad a las Empresas Productivas del
Estado para operar en términos estrictamente
mercantiles, sin ser sujetos de auditoría o
rendición de cuentas.
La idea de que la Reforma Energética traería
beneficios para el pueblo, para los ciudadanos, así
como la promesa de acceder a combustibles más
Bibliografía citada
Cámara de Diputados del H. Congreso de
la Unión (2014). Ley de Ingresos
sobre hidrocarburos. 11 de agosto
de 2014. Consultado en: [http://
www.normateca.gob.mx/
Archivos/66_D_3906_20-08-2014.
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Decreto por el que se expide la Ley de
Hidrocarburos y se reforman diversas
disposiciones de la Ley de Inversión
Extranjera; Ley Minera y Ley de
Asociaciones Público Privadas. México.
11 de agosto de 2014.
Medina, Luis (2003). Análisis del fundamento
constitucional del procedimiento judicial
para el ejercicio de servidumbres
necesarias para la ejecución de actividades
relacionadas con los hidrocarburos, según
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Católica Andrés Bello.
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Servidumbre. (Documento de
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Hidrocarburos.
36
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Dictamen de las Comisiones Unidas
de Energía y de Estudios Legislativos,
Primera Minuta, por el que se expide
la Ley de Hidrocarburos y se reforman
diversas disposiciones de la Ley de
Inversión Extranjera; Ley Minera y Ley
de Asociaciones Público Privadas.
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energética en el campo. Ponencia
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una Reforma Progresista del Campo
Mexicano. Xochitepec, Morelos, 1 y 2
de agosto de 2014.
Presidencia de la República (2014). Iniciativa
con Proyecto de Decreto por el que se
expiden la Ley de Petróleos Mexicanos
y la Ley de la Comisión Federal de
Electricidad y se reforman y derogan
diversas disposiciones de la Ley Federal
de las Entidades Paraestatales, la Ley de
Adquisiciones Arrendamientos y Servicios
del Sector Público y la Ley de Obras
Públicas y Servicios Relacionados con las
Mismas. Consultado en: [http://cdn.
reformaenergetica.gob.mx/4-ley-depetroleos-mexicanos.pdf].
Pricewaters House, S.C. (2014). Resumen del
Plan Nacional de Desarrollo 20132018. Consultado en: [http://www.
37
Por una Reforma Rural Integral. Notas sobre
los avances de la reforma del campo
Ernesto Ladrón de Guevara Alafita1
Introducción
Por los tiempos establecidos en la edición y
publicación de esta revista, y toda vez que la
llamada Reforma del Campo es aún una moneda
en el aire, en esta primera parte se analizan las
condiciones que dieron origen a dicha reforma;
en la segunda se retoman los elementos para el
diagnóstico del campo mexicano de distintas
instituciones e instancias públicas, sociales y
privadas, las cuales coinciden en que el campo
mexicano atraviesa por una situación de
emergencia; en el siguiente apartado se analizan
algunas propuestas del movimiento campesino,
así como los diferentes escenarios posibles para
los cambios en el campo. Se pretende, en un
segundo momento, cuando el Gobierno Federal
presente la esperada reforma, proceder al análisis
de dicha propuesta, como la segunda parte
de este trabajo, ya que se avisó para el mes de
septiembre esta iniciativa sin haberse presentado
a la fecha.
Se incorporan algunas referencias
bibliográficas que aún son escasas, debido a la
novedad del tema, pues únicamente existen
algunos manifiestos de los diferentes bloques
campesinos, trabajo conjunto de legisladores,
instituciones y organizaciones campesinas que
se encuentran en proceso de publicación o en
versiones electrónicas. Debido a esto, se trata,
en buena medida, de un caso de observación
participante, debido al conocimiento de primera
mano que el autor tiene de este tema.
Caracterización de la Reforma del
Campo
Si tuviéramos que caracterizar la Reforma del
Campo avisada por el gobierno federal y el
contexto del momento en que se presentó, habría
que destacar dos características:
a) De todas las reformas presentadas por el
licenciado Enrique Peña Nieto (11 en total),
ésta es la única de la cual no se han definido
su contenido y alcances.
b) A diferencia del 2003, donde a raíz del
“Movimiento el Campo No Aguanta Más”
se pudo concretar la firma del Acuerdo
Nacional para el Campo, ahora el aviso
de reforma se presentó ante un escenario
de desmovilización y descoordinación de
las organizaciones campesinas. Si bien
actualmente hay capacidad de propuesta, esta
situación determinó otro tipo de negociación.
Cabe destacar que, en los últimos meses
(de junio a la fecha), la situación del
movimiento campesino ha cambiado, pues
se han realizado varias movilizaciones y
manifestaciones demandando una nueva
política rural.
Los hechos y las acciones para la
reforma del campo
A continuación se presentan diferentes hechos
y acciones que de alguna manera definen en
qué punto estamos y cómo, a la vez, estos
hechos podrían apoyar los diferentes escenarios
posibles para anticipar qué pasará con la llamada
Reforma del Campo.
1 Secretario Técnico de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado de la
República. Correo electrónico: [email protected]
38
Departamento de Sociología Rural / UACh
Primero: El licenciado Enrique Peña Nieto, en
el acto agrario del 6 de enero en el puerto de
Veracruz anunció que para 2014 se presentaría
una profunda reforma para el campo mexicano;
expresamente señaló:
la reforma al artículo 27 constitucional de 1992
sólo significó la privatización de 3% de las
parcelas ejidales.
Esta declaración generó reacciones inmediatas
de los diferentes actores sociales, al evidenciar
que el propósito central de apoyar la privatización
era disponer de las tierras necesarias para apoyar
las reformas aprobadas anteriormente.
[…] 2014 debe ser un año que nos permita ir
avanzando, insisto, de manera gradual, pero a
paso firme, sin treguas, en la materialización
de todo lo que se ha logrado. Y, también,
debe ser un año que nos permita cerrar la
brecha, sobre todo de cambios que aún hace
falta llevar a cabo, en la instrumentación de
la Legislación Secundaria a grandes cambios
constitucionales que tuvieron lugar en el
2013, también a nuevos temas que deben de
ser impulsados en este año, especialmente el
del campo mexicano.
[…] quiero reiterar ante ustedes mi
compromiso de impulsar en 2014, una
profunda reforma del campo, que lo ponga al
día y que lo haga más competitivo. A través
del diálogo y el trabajo conjunto con las
organizaciones campesinas y los Legisladores,
este año impulsaremos la transformación al
marco jurídico del sector agropecuario.2
Tercero: Otros actores sociales, como senadores
(17), diputados federales (10), dirigentes de
organizaciones campesinas (8), rectores (3)
y ex rectores (5) de universidades rurales,
enviaron una carta al Presidente de la República
proponiendo la transparencia en el proceso de
la reforma del campo, la incorporación de varias
propuestas y la demanda de realizar un proceso
amplio de participación social.3
Cuarto: En el Encuentro Nacional con
Organizaciones Rurales, realizado el 5 de marzo
en Manzanillo, Colima, el Presidente de la
República definió con más claridad la reforma
del campo como un cambio de políticas públicas
sin trastocar la estructura agraria del país. En
este sentido señaló:
Evidentemente, el anuncio se dio al calor de la
reforma energética promulgada 15 días antes (el
20 de diciembre de 2013). Como lo señaló en su
discurso, la propuesta debía ser la continuidad
de esos cambios constitucionales, y es muy
claro y enfático al señalar que se trataría de una
profunda reforma del campo, apoyada en el
trabajo conjunto con organizaciones campesinas
y legisladores.
[…] en donde coincidimos en la necesidad
realmente de hacer ajustes en todo lo que
permita, realmente lograr que tengamos
un campo más productivo, más rentable,
sustentable y que genere condiciones de
vida digna a quienes viven y dependen de la
actividad del campo. […] El compromiso que
tiene el Gobierno de la República de hacer
del campo una de sus mayores prioridades.
De, realmente, emprender una reforma
del campo, entendida como el acuerdo y el
consenso necesario que nos permita hacer
ajustes, tanto en las políticas públicas, como
en los distintos ordenamientos legales, a
partir de la experiencia que hemos vivido
en la aplicación de las mismas normas; y
Segundo: El licenciado Enrique Martínez y
Martínez, Secretario de sagarpa, declaró el
8 de enero del presente año que la reforma
del campo debía ser un cambio que acelerara,
principalmente, la aplicación del dominio pleno
sobre los derechos agrarios parcelarios, ya que
2 Discurso de Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos, en el acto agrario del 6 de enero de 2014, en
el Puerto de Veracruz.
3 Carta a Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados
Unidos Mexicanos sobre la Reforma del Campo.
39
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
que realmente nos permita liberar potencial,
fortaleza y crecimiento de la actividad del
campo.
He escuchado con gran atención a quienes
en representación de distintas organizaciones
campesinas aquí han expresado y se han
pronunciado. Lo han hecho con total
apertura, transparencia, claridad, y sin
censura alguna.
y políticas públicas que tiene el Gobierno
de la República que nos permiten, insisto,
recoger la experiencia, recoger lo que no ha
funcionado y qué debemos modificar para
que nuestro campo sea más productivo.
Un Gobierno que tiene un firme compromiso
con el campo, no con el campo, sino con las
familias que viven y dependen del campo de
nuestro país.
Los hechos anteriormente descritos marcaron
el inicio del debate, la discusión y la propuesta
de los diferentes bloques de organizaciones
campesinas, quienes recibieron de forma positiva
el anuncio de la Reforma del Campo, aunque
existía cierta zozobra respecto a que ésta tenía
como objetivo dar continuidad a la Reforma
Agraria de 1992, en donde se buscaba pasar gran
parte de la propiedad social y ejidal al esquema
privado. Esta zozobra se vio minimizada
cuando el Presidente de la República declaró:
“el Gobierno de la República ni ha propuesto,
ni propondrá iniciativa alguna que modifique
el régimen de propiedad social que hay en
nuestro país […] el Gobierno de la República de
ninguna manera propondrá modificaciones a las
modalidades de propiedad que actualmente prevé
nuestra Constitución General de la República”.
Asimismo, involucró a todo el sector público,
al señalar: “insisto, a las políticas públicas que
el Gobierno deba llevar a cabo, a través de las
distintas dependencias a quienes corresponda
actuar, no solo a la sagarpa, no solo a la sedatu,
sino cualquier otra dependencia que deba tener
involucramiento en la actividad del campo”.
Y definió, claramente, que se trataba sobre
todo de un cambio en las políticas públicas, al
mencionar lo siguiente:
También planteó un esquema de apertura para las
propuestas e involucró a la academia al señalar:
A partir de recoger las inquietudes y
preocupaciones que ustedes tienen; a partir
de recoger sus propuestas, varias aquí hoy
escuchadas, que no son de ninguna manera
las únicas, ni son limitantes a las varias más
que pueda haber; que vale la pena recoger
lo que la academia puede plantear, lo que
especialistas en el campo también tienen
que proponer.
Finalmente, instó a todos los involucrados en
el tema del campo a hacer propuestas para
integrar la Reforma, e instruyó al titular de la
sagarpa para que convocara a espacios de diálogo
con organizaciones campesinas, instituciones
académicas, legisladores, a los mismos campesinos
inscritos bajo cualquier régimen de propiedad
a que colaboraran con su experiencia y su
conocimiento en un amplio proceso de consulta.
Hasta ese momento, ésta era la expresión
más clara de lo que representaba la Reforma del
Campo en voz del Presidente de la República; de
lo que debía de ser dicha reforma y la referencia
para que los compromisos contraídos por el
Gobierno Federal se cumplieran.
Quinto: La Comisión de Desarrollo Rural del
Senado de la República editó una compilación
denominada: Propuestas para el Debate sobre
el Futuro del Campo Mexicano, donde se
incorporaron las aportaciones de los principales
actores sociales, acerca de las tareas necesarias en
el sector rural; éstas son las aportaciones:
Cuando hemos hablado de una reforma al
campo, insisto, debe de entenderse como
un gran acuerdo de todos los sectores que
representan al campo, a los productores
del campo, a los propios productores, a las
instancias del Gobierno, para revisar los
distintos ordenamientos que hoy tenemos
40
Departamento de Sociología Rural / UACh
a) Los resultados del Congreso Nacional de
Políticas Públicas para el Campo que se llevó
a cabo por las tres Universidades Agrarias
más importantes del país, en coordinación
con el Senado de la República, la Cámara
de Diputados, específicamente con las
Comisiones que atienden los temas rurales,
agropecuarios y de alimentación.
b) El documento denominado “Pacto Rural:
Agenda Común de los Bloques Campesinos”,
como resultado del consenso obtenido en el
Congreso Agrario Permanente (cap), junto
con el Consejo Nacional de Organizaciones
Campesinas (conoc) y el Comité Nacional
de Organismos Rurales y Pesqueras (conorp)
y
c) El “Manifiesto Campesino”, suscrito por el
Frente Auténtico del Campo (fac).
aspiraciones de transformación que se esperaban
de dicha reforma.
Octavo: Se abrió la perspectiva de que se
suscribiera el Acuerdo Marco por el Campo, por
parte de los representantes de los organismos
rurales y el Presidente de la República, y que
dicho acuerdo estableciera los alcances de la
reforma que habría de presentarse en los meses
restantes del año al Congreso de la Unión.
Dicha firma se proponía para el 8 de agosto de
2014, lo que significó un cambio en la dinámica
de trabajo para consensar el llamado Acuerdo
Marco e indiscutiblemente aquí se concentraron
los esfuerzos de los diferentes actores sociales.
Noveno: Se puso en práctica la llamada consulta
para la reforma del campo, se llevaron a cabo: un
foro nacional, 7 foros regionales, 8 foros temáticos
y 32 foros estatales con un total de 36 000
participantes y 8 000 propuestas escritas,4 según
los organizadores.
Una de las características más sobresalientes
de estos eventos fue la alta composición
institucional de los participantes, por el gran
número de funcionarios que abarrotaron las
sedes y que saturaron las listas de ponencias. La
segunda característica de este proceso fue que
no arrojó propuestas específicas para la reforma
del campo, al menos la institución encargada de
la consulta no ha presentado ninguna propuesta
resultado de la misma.
Los documentos mencionados contienen
importantes propuestas para una verdadera
re-arquitectura del campo; muchas de ellas son
ampliamente coincidentes y, sobre todo, reflejan
la voluntad de las organizaciones campesinas de
participar en una amplia reforma de las políticas
y organismos del campo.
Sexto: El 9 de abril se instaló la Comisión
Permanente de la Reforma del Campo,
integrada por un representante de cada bloque
campesino (38 organizaciones); asimismo, del
sector privado se incluyó al Consejo Nacional
Agropecuario (cna) y la Confederación Nacional
de Propietarios Rurales (cnpr), además de nueve
Legisladores y tres Secretarios de Estado con
capacidad de convocar a todos los Servidores
Públicos que se requirieran.
Dicha Comisión se creó con la encomienda de
elaborar el documento rector que se presentaría
como propuesta de reforma del campo.
Décimo: El Congreso aprobó las Leyes
Reglamentarias de la Reforma Energética (11
nuevas y 10 reformadas), donde se considera
la ocupación temporal como el principal
mecanismo para disponer de las tierras de
propiedad social y privada, para realizar la
instalación de las explotaciones de petróleo
y gas, así como de los ductos y líneas de
conducción.
Séptimo: El secretario de sagarpa planteó,
formalmente, una conversión de la Reforma del
Campo en una “Sinergia para la Transformación
del Campo”, como actualmente se le denomina,
lo que significa una apreciable reducción en las
4 Informe al concluir los foros de la consulta: “Reforma para la
Transformación del Campo”, Guadalajara, Jalisco, 25 de julio de 2014.
En: [http://www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/aguascalientes/boletines/
Paginas/B0812014.aspx].
41
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Con ello, la preocupación gubernamental de
asegurar los mecanismos para que las concesiones
y permisos sobre hidrocarburos tuvieran la
certidumbre de contar con las servidumbres de
paso y la ocupación superficial para instalar la
infraestructura requerida quedó satisfecha, pues
se estableció que se dispone de 180 días para
que el propietario y el concesionario lleguen
a un acuerdo y, de no ser así, tendrán 30 días
más para la conciliación. En caso de no darse
esta conciliación, se podrá proceder a una orden
judicial que impondrá dicha servidumbre.
El aspecto central es la determinación legal
de que se dispondrá de las tierras necesarias para
la explotación en un plazo máximo de 210 días,
independientemente de lo apropiado del proyecto
que se presente, así como de si la afectación del
territorio se da sobre los pueblos indígenas o de
si existe afectación ambiental. En todos los casos,
a pesar de haberse insertado varios mecanismos
de acuerdo, existe un plazo fatal de 210 días.
Esto puede tener un efecto contrario para los
propietarios de las tierras, puesto que, al no
existir un acuerdo, se asegura la disposición de
sus tierras, ya que las empresas trasnacionales
podrían, en los casos difíciles, proponer precios
demasiado bajos para evitar el acuerdo y asegurar
la disposición de la tierra por la vía judicial o
administrativa en el plazo definido.5
programa financiero dirigido a los pequeños
productores, el cual incluye tasas de interés de
un dígito y el reconocimiento de la cosecha
como garantía, propuestas que fueron una gran
demanda de la sociedad rural en el terreno
financiero.
Décimo Tercero: La Secretaría de Desarrollo
Social (sedesol) presentó la transformación del
programa Oportunidades a prospera, mismo
que ahora considera:
• Ampliación de servicios de salud
• Ampliación del número y monto de las becas
en educación
• Entrega de leche fortificada para atender
alimentación y nutrición
• Inclusión productiva: para incorporar 15
programas de sagarpa que consideran la
producción
• Inclusión financiera: en donde se incorpora
un nuevo programa presentado por
la Financiera Nacional de Desarrollo
Agropecuario
• Inclusión laboral: que considera mejores
condiciones para quienes forman parte del
padrón de Prospera
El diagnóstico y las prioridades del
campo mexicano
El campo enfrenta un serio rezago y abandono
que lo colocan en los últimos lugares en
condiciones de vida, productividad, desarrollo
y alimentación. Ello genera un complicado
diagnóstico en lo social, lo político, lo económico
y lo ambiental; algunos de los principales
problemas que se resienten en el medio rural
serían los siguientes:
Décimo Primero: Ya en este nuevo contexto,
el debate sobre la Reforma del Campo asumió
otra dinámica, por lo que se redujo el ritmo
de trabajo y la Comisión Permanente de la
Reforma del Campo nombró un grupo de
redacción, el cual posteriormente presentó
un texto denominado Acciones para la
Transformación del Campo.
Décimo Segundo: La Secretaría de Hacienda
y Crédito Público (shcp) presentó, a través
de la Financiera Nacional de Desarrollo
Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, el
La crisis de seguridad que se vive en el
país y en forma más marcada en el campo.
Así, el caso Ayotzinapa, que se ha convertido
en un tema mundial, refleja la gran inseguridad
que hay en México; al tratarse de una Escuela
Normal Rural y de la desaparición de 43 jóvenes
estudiantes de este sistema educativo, este
5 Sobre el Uso y Ocupación Superficial. Artículos 100 al 117 de la Ley de
Hidrocarburos y 71 al 89 de la Ley de la Industria Eléctrica.
42
Departamento de Sociología Rural / UACh
movimiento recibe la solidaridad de todos los
sectores sociales y las movilizaciones se expresan
ahora en todo el país. Pero la violencia existente
en más de una década, las desapariciones
forzadas que según cifras oficiales suman 24 800
personas, además de los muertos y ejecutados que
rebasan ya los 60 000, han tenido una reiterada
presencia rural, como lo demuestran los casos de
Michoacán, Chihuahua, Veracruz, Guerrero y
otras regiones.
Auditoria Superior de la Federación, representa
ya un porcentaje importante de las divisas
generadas por la exportación del petróleo.
Importamos 95% de la soya que consumimos,
80% del arroz, 56% del trigo, 33% del maíz,
25 del frijol, 40% de la carne de res y puerco,
sólo por señalar los rubros más importantes; en
casi todos fuimos autosuficientes hace varias
décadas.
La situación alimentaria es tal que, según el
reporte Pobreza y Derechos Sociales de Niñas,
Niños y Adolescentes (elaborado por unicef
y coneval), uno de cada tres menores de
edad en el país enfrenta “carencia de acceso a
la alimentación” y no cuenta con acceso a los
servicios de salud y uno de cada diez se encuentra
en condiciones de rezago educativo.6
México ante el mundo. En los últimos años
hemos obtenido varios primeros lugares a nivel
mundial, que en nada deben enorgullecernos.
Para muestra:
• Contamos con el primer lugar en obesidad y
malnutrición en el mundo.
• Somos la nación con más connacionales en
el extranjero: 12 millones de mexicanos,
que equivalen a 10% de la población, en su
mayoría jóvenes de 25 a 34 años de edad,
es decir, una parte importante de nuestra
población económicamente activa.
• Ocupamos el primer lugar como
importadores de leche en polvo.
• El hombre más rico del mundo es mexicano.
Deterioro de los recursos naturales. En
el terreno de los recursos naturales, perdemos
de forma acelerada una cantidad importante
de estos recursos; así, pasamos de ser el cuarto
país mega diverso en el mundo al quinto lugar,
ocasionado principalmente por la pérdida de
especies vegetales y animales en nuestro país.
Aunado a ello, perdemos 100 000 hectáreas de
bosque al año, producto de la deforestación.
Además, 60% de las tierras del país presentan
algún tipo de degradación.
En relación con el agua, se presenta también
una situación delicada, ya que 60% de las
cuencas hidrológicas tiene graves problemas de
contaminación; es el caso del río Sonora y la
alarmante descarga de residuos realizada por la
empresa minera Grupo México, lo cual representa
el caso más escandaloso de contaminación de
un río que satisface las necesidades de consumo
de agua doméstica de la capital del estado.
Asimismo, a nivel nacional, tenemos que la
mayoría de las enfermedades gastrointestinales se
originan por la falta de agua limpia.
Ante esta compleja situación del campo, es
conveniente actuar con base en prioridades,
Incremento de la pobreza y dependencia
alimentaria. Según datos del coneval, existen
28 millones de mexicanos en condiciones de
pobreza alimentaria, es decir que no tienen
acceso a tres comidas al día; es decir, uno de
cada 4 mexicanos padece hambre, y, lo que es
más importante destacar, 20 de los 28 millones
señalados vive en el campo, precisamente
donde se producen los alimentos. Por ello es
fundamental remarcar que el hambre tiene un
claro rostro rural.
La dependencia alimentaria se ha convertido
en un dato alarmante, pues en el 2013 llegó
a representar 27 570 millones de dólares en
importaciones agroalimentarias, cifra que
supera ya las divisas generadas por las remesas
de nuestros connacionales y que, según la
6 unicef. (2014). Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes
en México, 2010-2012. octubre 30, 2014. En: [http://www.unicef.org/
mexico/spanish/UN_BriefPobreza_web.pdf].
43
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
de las cuales se pueden señalar tres que deben
resolverse si se quiere una verdadera reforma al
campo:
• El frente Auténtico del Campo (fac) presentó
el documento denominado “Reforma para el
Campo con Diálogo Democrático”, con 13
puntos de propuesta.
• Por su parte, la Confederación Nacional
Campesina (cnc) presentó cinco documentos
de propuesta:
1. Reforma Profunda al Campo
2. Reordenación de la Política Agrícola
para la Seguridad Alimentaria, la
Competitividad y la Equidad Social
3. Plan Nacional de Desarrollo y la Reforma
Profunda al Campo
4. Reforma Profunda al Campo ¿por qué,
cómo y para qué? Un esfuerzo de muchos
que requiere la participación de todos
5. Nueva política de crédito para la Financiera
Nacional de Desarrollo (fndar).
• La atención al problema de la pobreza
alimentaria, misma que se concentra en
el campo con 20 de los 28 millones de
mexicanos en esta condición y 12.5 millones
que padecen desnutrición crónica.
• La reducción de la dependencia
alimentaria, que llega actualmente a los
27 570 millones de dólares al año y que es
superior en 18% a todo el presupuesto rural.
• La recomposición de los mercados
agroalimentarios, a partir del
fortalecimiento de los mercados locales, las
compras gubernamentales y el abasto desde
los pequeños productores locales, todo ello
ante una expectativa de precios volátiles en el
mercado mundial y de inestabilidad.
Así también presentaron propuestas otros núcleos
de organizaciones como:
Movimiento campesino y reforma
del campo
El anuncio de la reforma del campo ha
propiciado que todas las expresiones sociales y
representaciones campesinas tengan que opinar
sobre dicha reforma. Al respecto, existe una
recomposición de los diferentes bloques y en la
mayoría de los casos se presentó una reacción
divergente en torno a la asistencia o no al proceso
de consulta. Sin embargo, independientemente
de ello, a la mesa del Grupo de Redacción
llegaron propuestas de consenso presentadas por
tres grandes conglomerados:
• La Red Mexicana por la Agricultura
Familiar y Campesina (integrada por 50
organizaciones campesinas, organismos
académicos, instituciones y especialistas).
Esta red presentó una propuesta para la
Reforma del Campo denominada “25
Acciones para la Agricultura Familiar y
Campesina”.
• La anacc: El Barzón con Principales
Criterios para la Reforma del Campo.
• La amucss presentó el documento
“Servicios Financieros para Todos.
Agricultura Familiar y Sistema Financiero
Rural. Por un sistema financiero al servicio
del desarrollo Rural; Crédito para la
agricultura familiar e inclusión financiera
para reducir la pobreza”.
• El cna: Consulta de la Reforma para la
Transformación del Campo. Propuestas
Generales del Consejo Nacional Agropecuario.
• Y la Asociación Mexicana de Secretarios
de Desarrollo Agropecuario (amsda) con:
Elementos Centrales para la Firma del
Acuerdo por la Transformación del Campo.
• Propuestas de El Campo es de Todos,
que surge del Movimiento en Defensa
del Territorio y la Soberanía Alimentaria,
integrado por organizaciones que forman
parte del Congreso Agrario Permanente
(cap), el Consejo Nacional de Organizaciones
Campesinas (conoc) y el Comité Nacional de
Organismos Rurales y Pesqueros (conorp),
así como unorca y otras organizaciones sin
bloque, mediante el documento “12 Temas
Estratégicos para la Mesa del Diálogo”.
44
Departamento de Sociología Rural / UACh
En su conjunto, podemos decir que se trata
de un importante cúmulo de propuestas de
gran valor, suficientes para integrar un acuerdo
marco. El otro aspecto importante es la gran
coincidencia en las propuestas de las diferentes
organizaciones campesinas.
En el periodo comprendido de junio de 2014
a la fecha, se dio una serie de movilizaciones de
las organizaciones campesinas, lo que coincide
también con el periodo de la realización
de sus asambleas anuales y congresos en
varias organizaciones. Entre las principales
movilizaciones están:
de 1 560 delegados de todo el país, además de 56
organizaciones nacionales; en ella se aprobó un plan
de trabajo y de acciones hasta el 10 de abril de 2015.
Otro aspecto importante resultado de las
movilizaciones y propuestas de las organizaciones
campesinas son los puntos relevantes del
documento denominado “Acciones para la
Transformación del Campo”, aprobado por el
grupo de redacción y consensado con sagarpa y
que incorpora los siguientes objetivos y aspectos
relevantes:
Entre los objetivos del documento se
encuentran:
• La toma de las instalaciones en forma
escalonada de sagarpa, de la Secretaría
de Economía y el plantón en la Secretaría
de Gobernación realizada por el Frente
Auténtico del Campo (fac).
• La marcha del 23 de julio a la Secretaría de
Gobernación, organizada por el Movimiento
por la Defensa del Territorio y la Soberanía
Alimentaria.
• La toma de las instalaciones de las
delegaciones de sagarpa que realizó la
unorca el 29 de julio pasado.
• Transitar hacia un nuevo modelo
agroalimentario.
• Alcanzar, para el 2018, 75% de la
participación de la producción nacional en la
oferta total de los principales granos y 80% si
se incluyen carne y leche.
Entre los aspectos relevantes destacan:
• Incorporar un capítulo de Agricultura
Familiar y Productividad de los Pequeños
Productores.
• Reducir el proagro (antes procampo) a
20 hectáreas por unidad productiva, lo
que significa una readecuación para apoyar
principalmente a los pequeños productores.
Igual acción debería hacerse en progan,
apoyando hasta 30 cabezas de ganado mayor
o sus equivalentes.
• Se promoverá un sistema de financiamiento
integral a partir de los cambios en las
condiciones de crédito con tasa de interés
a un dígito, con préstamos hasta 230 000
pesos y reconocimiento de garantías que no
afecten el patrimonio.
• Se promoverá un Sistema Nacional de
Compras Públicas, que garantice los
requerimientos de los gobiernos federal,
estatal y municipal, a partir del abasto por
pequeños productores.
• La creación de una Red de Almacenes
Públicos, Privados y Sociales.
La mayoría de estas movilizaciones condujeron
hacia el diálogo con la Secretaría de Gobernación,
de donde surgieron varios acuerdo parciales.
En este contexto, se presentó el Proyecto de
Presupuesto de Egresos de la Federación 2015,
el cual considera un presupuesto rural que sería
inferior en 6 511 millones de pesos al de 2014 y
cuya característica principal es que mantiene un
carácter inercial con los mismos programas y con
los mismos montos (incrementados sólo con la
inflación estimada), por lo que se consideró que
la respuesta ante la expectativa de la Reforma
del Campo fue que no cambiara nada durante
2015, de acuerdo con la propuesta del Programa
Especial Concurrente del Sector Rural presentado
para su aprobación a la Cámara de Diputados.
Como parte de este proceso, se realizó la
Convención Nacional Campesina e Indígena del
14 y 15 de octubre de 2014, con la participación
45
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
• Se promoverá un nuevo competidor en
el mercado agroalimentario, a partir de
constituir una empresa pública que participe
en el acopio, comercialización y venta al
menudeo, principalmente de maíz, frijol,
trigo, arroz, leche y café.
• Se promoverá activamente el resurgimiento
de las industrias nacionales de semillas y
fertilizantes.
• Se establecerá un programa de becas con las
universidades y demás entidades educativas
que se orientan a la enseñanza de la
agronomía y el desarrollo rural para apoyar el
desarrollo de capacidades de los productores
y sus organizaciones económicas.
• Y, en relación con el presupuesto, se
plantea avanzar hacia una nueva estructura
programática.
• La generación de mercado interno como el
eje central que nos permita revertir el círculo
vicioso del hambre y la pobreza rural.
Segundo: una readecuación de los
programas para el campo
Se necesita alinear los programas rurales para
que estén acordes a la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable, asimismo, se requiere que exista
coordinación y concurrencia entre los programas
de las diferentes instituciones, como lo establece
el artículo 15 de la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable, en la definición del Programa
Especial Concurrente del Sector Rural (pec).
En concreto, se debe concentrar la nueva
política en dos grandes programas que
correspondan a las prioridades señaladas: el
Programa Nacional Alimentario y el Programa
para la Agricultura Familiar, Campesina e
Indígena.
Propuestas para una Reforma Rural
Integral
A continuación se esboza una propuesta de
Reforma Rural Integral con cinco componentes,
cuya principal característica es que incorpora
los elementos de consenso de la mayoría de los
actores sociales que opinaron en torno a lo que
requiere el campo mexicano.
Tercero: una profunda
reestructuración del presupuesto rural
La reforma al presupuesto y su reestructuración
debe partir de la atención a las prioridades antes
señaladas. Que las nuevas políticas definan
los nuevos programas y que se garantice la
complementariedad y la verdadera concurrencia
de los programas.
Primero: una profunda transformación
de las políticas públicas rurales
La construcción de nuevas políticas
públicas deberá realizarse bajo los siguientes
lineamientos:
• Necesitamos sustituir las Reglas de
Operación por un verdadero Reglamento de
la Ley de Desarrollo Rural Sustentable,
• Reorientar el presupuesto para las zonas
más necesitadas y hacia los sectores con
menor desarrollo. Enfatizar en que sea un
presupuesto equitativo y justo.
• Comprometer a las Universidades para
que generen un área de vinculación con
el campo y así brindar todos los servicios
de apoyo equivalente al esquema de
Extensionismo Rural.
• Democratizar la producción del campo,
garantizando la soberanía alimentaria,
la planeación participativa, el desarrollo
sustentable, el bienestar de la sociedad rural.
• La necesidad de cambiar la política inercial
con la que se atiende al campo mexicano.
• Abandonar el carácter asistencial con que
se atiende la pobreza, reconvirtiendo los
programas hacia una acción productiva.
• La implementación de políticas
diferenciadas por región, por producto y por
tipo de productor.
Cuarto: una reforma institucional
Requiere, fundamentalmente, un cambio de
actitud de las instituciones hacia los productores
46
Departamento de Sociología Rural / UACh
y la sociedad rural; para ello, es importante
generar una nueva institucionalidad basada en
la eliminación de la corrupción y que reoriente
sus políticas públicas hacia los productores
pequeños, por lo que esta reforma se cristaliza en
las siguientes acciones:
impidan que las tierras de propiedad social
sean sujetas de expropiaciones u ocupaciones
temporales, para ser entregadas a intereses
particulares.
• Aprobación de la Ley de Consulta y del
consentimiento libre, previo e informado
a los pueblos y comunidades indígenas
conforme al Convenio 169 de la oit, así
como para cumplir la Declaración Universal
de los Derechos Humanos de la onu para
comunidades campesinas.
• La creación de una empresa pública
encargada de las compras gubernamentales
realizadas a la agricultura familiar,
campesina e indígena y la creación de
la reserva estratégica de alimentos, que
aminore la gran dependencia de los
comportamientos especulativos de los
mercados, internos y externos.
• Crear una subsecretaría para la agricultura
familiar campesina e indígena en sagarpa.
• Crear un Banco del Campo a partir de la
unificación de los diferentes fideicomisos que
ahora operan en forma dispersa en varias
secretarías: fira, firco, focir, Financiera
Nacional Agropecuaria, Rural y Forestal e
inaes.
• Sectorizar a la conafor en sagarpa.
• Constituir una verdadera instancia de apoyo
a la comercialización con la reconversión
de aserca, para que transite de ser la
ventanilla para la entrega de recursos, hacia
una institución de desarrollo estratégico
comercial.
• Crear un Instituto Mexicano de la
Alimentación, encargado de aplicar
las políticas públicas alimentarias del
Estado mexicano (resulta lamentable que
actualmente no exista ninguna instancia que
lo realice).
• En el mismo sentido, crear la instancia
encargada de realizar la recuperación de
tierras.
Los posibles escenarios sobre la
Reforma del Campo. A manera de
conclusión
Con los elementos presentados sobre los hechos
y las acciones realizadas en torno a la reforma del
campo, son factibles tres escenarios posibles de
este proceso:
Primero: Que el Presidente de la República
presente el próximo 6 de enero de 2015 una
compilación de los principales cambios de
política en los programas del campo y cierre
el capítulo de la Reforma del Campo. Con
ello, incorporar la propuesta de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, que hizo a través
de la Financiera Nacional en el programa de
financiamiento a pequeños productores, así como
las iniciativas de sedesol, donde el programa
Oportunidades se transforma en prospera y se
incorporan los rubros de inclusión productiva,
financiera y laboral. Respecto a la sagarpa, se le
indica dar a conocer sus nuevas políticas, como
la reducción del proagro a 20 hectáreas, y de la
sedatu, para presentar un programa de asesoría
a los ejidatarios y comuneros por la ocupación
temporal de sus tierras, producto de la reforma
energética.
El quinto elemento es la agenda
legislativa. Con las siguientes
prioridades:
• La aprobación de la Ley Reglamentaria del
artículo 4º y la fracción xx del artículo 27
que da carácter constitucional al Derecho a
la Alimentación.
• Una Ley de Desayunos Escolares.
• La Ley de la Agricultura Familiar,
Campesina e Indígena y pequeños
productores.
• La Ley que crea el Banco del Campo.
• Modificaciones a la legislación agraria que
47
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Segundo: Que la Secretaría de Gobernación
acepte los compromisos establecidos en el
documento Acciones para la Transformación del
Campo y se suscriba un acuerdo marco entre las
organizaciones y el Presidente de la República,
donde se instruya la implementación de los
puntos considerados en el acuerdo.
Tercero: Que las organizaciones campesinas,
en su conjunto (participantes y no participantes
en la consulta), presenten una Iniciativa
Campesina e Indígena para la Transformación
Rural Integral (con el aval de más de 107 000
firmas) al Congreso de la Unión. Se trata de
una nueva modalidad sustentada en la reforma
política y que todavía carece de reglamentación,
pero se vuelve una opción factible a partir del
empuje que ha tenido el movimiento campesino
a partir del caso Ayotzinapa.
el grave problema alimentario, identificar las
oportunidades de reactivación de mercados
locales y regionales, incentivar la producción
de básicos, dar prioridad a la producción de
alimentos.
La Reforma del Campo se ve estancada frente
a la crisis política que vive el país. Se requiere de
un cambio brusco en la política rural, que haga
de la reforma una solución al campo que rompa
con la actual inercia institucional.
Bibliografía
Cámara de Diputados del H. Congreso de la
Unión (2014). Ley de Ingresos sobre
hidrocarburos. 30 de octubre de 2014.
En: [http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/pdf/LIH_110814.pdf].
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República. Reforma del Campo. Micro
sitio. [http:www.senado.gob.mx/
comisiones/desarrollo rural/eventos/
reforma del campo/compilación web].
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y productiva del campo mexicano: epn. 30
de octubre de 2014. En: [http://www.
sagarpa.gob.mx/saladeprensa/2012/
Paginas/2014B010BIS.aspx].
sagarpa (2014). Reforma al Campo reflejará un
marco jurídico moderno y dinámico.
30 de octubre de 2014. En: [http://
www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/
aguascalientes/boletines/Paginas/
B0812014.aspx].
unicef (2014). Pobreza y derechos sociales de
niñas, niños y adolescentes en México,
2010-2012. 30 de octubre de 2014. En:
[http://www.unicef.org/mexico/spanish/
UN_BriefPobreza_web.pdf].
Conclusiones generales
Tras el anuncio de la Reforma del Campo, el 6
de enero de 2014 se activaron los sectores que
tienen relación con la actividad agropecuaria,
sobre todo las organizaciones campesinas;
algunas de ellas se pronunciaron a favor de
la reforma del campo y participaron en la
consulta nacional; sin embargo, el compromiso
de la contraparte, es decir del gobierno
federal, se erosionó una vez aprobada la Ley
de Hidrocarburos, la cual permite, mediante
mecanismos legales, la ocupación temporal de las
tierras.
Ante la respuesta de las organizaciones
campesinas, desde diferentes posturas, de
emprender la Reforma del Campo y ante
los manifiestos emitidos por los diferentes
bloques campesinos, que proponían en
forma consensuada acciones concretas de
transformación del campo, el gobierno prefirió
retirarse paulatinamente del diálogo y poner en
práctica soluciones parciales a los problemas del
campo.
La reforma es una necesidad, ante el
diagnóstico poco alentador de la situación
del campo, el cual debe ser atendido desde
un enfoque integral, que implica reconocer
48
Una visión no convencional del comportamiento
de la economía agrícola mexicana
Víctor H. Palacio Muñoz1
Carlos R. Menéndez Gámiz2
Resumen
En este trabajo se utiliza una metodología
alternativa a la convencional para un análisis
económico, en particular, para el estudio del
campo mexicano.3 Dicho análisis muestra lo
siguiente: una gran concentración del excedente
o plusvalía generada en el sector agropecuario;
la productividad determina el crecimiento del
sector; la tasa de plusvalía aumenta 50% en los
años analizados; el coeficiente de realización
calculado demuestra la existencia de altos niveles
de inflación e incremento en las importaciones
de alimentos; el grado de mercantilización de
la agricultura es de 60%, y la distribución del
ingreso es desigual.
sector; the rate of surplus value increases 50%
in the analyzed period; coefficient calculated
embodiment demonstrates the existence of high
levels of inflation and increased food imports;
the degree of commercialization of agriculture is
60%; and income distribution is uneven.
Key words: macroeconomics, social wealth,
surplus, agriculture.
Introducción
En marzo del 2014, el gobierno hizo público
el interés por iniciar una transformación del
campo mexicano con el apoyo de los campesinos
y agricultores de México, así como con sus
organizaciones sociales, lo que llevó a un
proceso de consulta ciudadana para conocer las
propuestas de cambio y transformación.
Cabe señalar que el país ha sufrido una
serie de reformas estructurales de la mayor
importancia en los ámbitos laboral, fiscal,
político y energético, y aún quedan pendientes
los ajustes y modificaciones en el marco
institucional y de políticas públicas orientadas
al sector rural y agropecuario. Al parecer, los
lineamientos explícitos de la reforma en el campo
han quedado para otro momento. Sin embargo,
es necesario escudriñar en algunos de los
problemas más acuciantes del campo mexicano.
Palabras clave: macroeconomía, riqueza social,
plusvalía, agricultura.
Abstract
In this paper an alternative to conventional
methods for economic analysis is used in
particular for the study of the Mexican
countryside, found a high concentration of
excess or surplus generated in the agricultural
sector; productivity determines the growth of the
1 Profesor-Investigador del ciestaam de la UACh. Correo electrónico:
[email protected]
2 Profesor de la Facultad de Estudios Superiores-Aragón de la Universidad
Nacional Autónoma de México; Doctorante del Doctorado en Problemas
Económico-Agroindustriales del ciestaam-uach. Correo electrónico:
[email protected]
3 El análisis convencional es el que realiza la economía neoclásica, la cual
se encuentra en la escuela ortodoxa del pensamiento económico; en tanto
que la visión no convencional es la economía política clásica, la marxista, el
keynesianismo y todas las corrientes de la economía crítica que conforman
la tendencia heterodoxa en el pensamiento económico (Guerrero, 2008).
La problemática y su contexto
Desde el punto vista del Producto Interno Bruto
(pib), el pib nacional tuvo una tasa media de
crecimiento anual (tmca) de 2.4%, en tanto
que el pib agropecuario creció 0.9%. Véase la
49
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
directa en el sector agropecuario creció más de
7 veces que la inversión interna: 19.7% anual
(inegi, 2014; Secretaría de Economía, 2014, y
banxico, 2014). Si se agrega esta información
al papel de las importaciones, se comprende el
grado de vulnerabilidad del ámbito agropecuario
en nuestro país.
Finalmente, las exportaciones agrícolas
crecieron 4.7%, con lo que la apertura comercial,
a través del tlcan, trajo un saldo favorable a los
agroexportadores.
correspondencia relativa de estas dos variables
de 2006 a 2010, repuntando a un nivel mayor
el pib agropecuario en 2012, lo que supone
un comportamiento simétrico del ciclo de la
economía nacional con el de las actividades
agropecuarias.
Gráfica 1. PIB total y agropecuario: 2004-2012 a
precios constantes de 2008 (variación porcentual).
Gráfica 2. PIB e importaciones agropecuarias:
2004-2012 a precios constantes de 2008 (variación
porcentual).
Fuente: INEGI, 2014.
Así, puede verse que en 2005, el pib
agropecuario cayó 3.7%, y el nacional creció
3.1%; de 2006 a 2010, las tendencias fueron de
la mano, pero en 2011 el sector agropecuario
tuvo una caída estrepitosa de -6.1% y el de la
economía nacional aumentó 3.9%; finalmente,
en 2012 se despegaron abruptamente: el pib
agropecuario creció 8.2% y el nacional 4.0%
(inegi, 2014).
Ahora bien, si se revisa la oferta agregada, se
tiene que el crecimiento de las importaciones
agropecuarias es muy cercano al del pib
agrícola: mientras que las importaciones
agropecuarias crecieron a una tmca de 1.8%,
el pib agropecuario lo hizo en 1.2%. Esto es, el
déficit de la producción tuvo que cubrirse con
importaciones.
Por otra parte, al examinar el
comportamiento de la demanda, se encuentra lo
siguiente: el consumo privado del sector creció
1.3% en promedio anual (inegi, 2014), lo que
indica que el aumento de 0.9% del pib no fue
suficiente para satisfacer las necesidades de los
consumidores y ello explica el aumento de las
importaciones; la formación bruta de capital fijo
o acumulación de capital (ak) se incrementó
2.7%, mientras que la inversión extranjera
Fuente: INEGI, 2014.
Objetivos y preguntas de
investigación
Esta investigación busca precisar cuál es el
nivel de riqueza social producida en el sector
agropecuario; sus fuentes de crecimiento; el
grado de explotación y productividad sobre
el que se finca dicha riqueza; las modalidades
de reproducción en el sector; los márgenes de
plusvalía producida y plusvalía realizada, así
como el comportamiento del mercado y la
distribución del ingreso.
Para cumplir con estos objetivos, nos
auxiliamos con las siguientes preguntas: ¿cómo
se determina la riqueza social producida desde
el punto de vista económico? ¿Cuáles son los
determinantes del crecimiento en el sector?
¿Cuál es la magnitud de la plusvalía en el sector
agropecuario? ¿Qué elementos coadyuvan
a la realización de la plusvalía? ¿Cómo se
comportan los mercados interno y externo?
¿Cómo se distribuye el ingreso en el campo
mexicano?
50
Departamento de Sociología Rural / UACh
La teoría
La teoría que sirve de base para el análisis en
este trabajo es la economía política marxista.
Por ello, primero es necesario precisar el
concepto de riqueza social: la noción hace
referencia al nuevo valor creado en un periodo
determinado (por lo regular, un año); este
valor incluye el pago a los trabajadores (capital
variable) y los excedentes o plusvalía generados
(Marx, 1973, ii: 342).
El crecimiento, por su parte, está determinado
por la población económicamente activa y
la productividad. Puede ser extensivo, si el
crecimiento se debe a una mayor utilización de
la mano de obra, o intensivo, si es consecuencia
de una mayor productividad del trabajo
(Valenzuela, 2005: 153-160).
La tasa de explotación o plusvalía ayuda a
determinar el comportamiento de la tasa de
ganancia o beneficio, a entender los ritmos de
acumulación y crecimiento, y fundamenta los
patrones de distribución del ingreso. Esta tasa
se obtiene al relacionar la plusvalía (excedentes)
entre el capital variable pagado a los trabajadores
(remuneraciones a los asalariados) (Marx, i, 1973:
sección v).
Por otro lado, el potencial de reproducción
ampliada (pra) es la relación entre el producto
excedente y el valor agregado bruto (vab).
El pra incluye lo que la sociedad gasta en
recursos productivos: medios de producción
y fuerza de trabajo. Ésta es una relación
importante, pues evidencia el máximo nivel
de inversión y crecimiento al que se podría
llegar en la rama económica que se estudie.
Hablamos de cuál sería el nivel más alto al
que podría arribar el proceso de acumulación.
Por tanto, el pra nos indica el monto del
producto excedente que se genera por unidad
de producto agregado.
Este coeficiente demuestra la capacidad
potencial de la economía para generar
excedentes. En otras palabras, indica el “máximo
nivel de inversión y crecimiento al que podría
llegar —bajo condiciones muy ideales— el
sistema económico. En cierto sentido, podríamos
hablar de un ‘techo’ al proceso de acumulación”
(Valenzuela, 1999).
Ahora bien, para que la economía pueda
funcionar se requiere de una serie de gastos
que coadyuven a la realización del excedente
producido. Es decir,
[…] en una economía de mercado, para usar
los productos que integran el excedente,
primero hay que comprarlos. Esto, a su
vez, significa que en tal momento los
correspondientes valores de uso se realizan
como valores.
Para dar cuenta de este muy crucial
fenómeno nos permitimos proponer una
nueva categoría: gastos que realizan el
excedente (gre). Se trata de aquellos gastos
o componentes de la demanda global que
compran los productos mercancías que
integran el Producto Excedente (o “plusvalía
potencial”) y que, por ende, transforman a
las correspondientes mercancías en dinero,
en trabajo intercambiable por los resultados
de cualesquier otro trabajo. De este modo, el
trabajo gastado o incorporado en esos bienes
(gastado, inicialmente, a título privado) se
reconoce como trabajo social. Es decir, como
valor. (Valenzuela, 2007: 53)
Los “gastos de realización del excedente (gre)
son tres: a) la acumulación de capital; b) el saldo
de la balanza comercial; c) los usos o gastos
improductivos que están compuestos por tres
rubros: consumo de los asalariados, consumo
de los capitalistas y consumo del gobierno”
(Valenzuela, 2007: 53-54).
Los gastos que realizan el excedente (gre)
determinan el nivel de “plusvalía realizada” (Pr),
es decir, la que ha sido vendida, transformada
en dinero. Estos gastos permiten transformar
la plusvalía producida en plusvalía realizada y
definen el nivel que alcanza esta última.
Por otro lado, se tiene la plusvalía producida
o potencial, es decir, la que se ha generado en un
año. La plusvalía producida (Pp) se ubica en el
pib. La relación entre ambas da un coeficiente,
51
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
denominado “coeficiente de realización” o (r).
Así, (r) = Pr / Pp. Éste puede ser mayor, igual
o menor que uno. Si es mayor que uno, señala
que la demanda por los bienes que integran
el plusproducto es superior a la oferta, lo cual
se manifestará en problemas inflacionarios e
incremento en las importaciones. Si es igual a uno,
demanda y oferta coinciden y puede presumirse
que la reproducción asume un curso equilibrado.
Si el coeficiente de realización es inferior a uno,
la oferta supera a la demanda. Es decir, no toda
la plusvalía potencial o producida se transforma
en plusvalía realizada y emergen problemas de
realización (Valenzuela, 2006: 183).
gráfica se presenta la gran brecha de desigualdad
existente en el agro: durante el periodo, los
excedentes que se llevan los capitalistas en
el sector llegan —en promedio— a más de
300 mil millones de pesos; en tanto que las
remuneraciones a los asalariados se encuentran
en 50 mil millones de pesos aproximadamente.
Si no hay mayor equidad en el campo, se
acentuará la pobreza, migración, actividades
ilícitas, etcétera.
Gráfica 3. Brecha de desigualdad de ingresos en el
campo mexicano: 2003-2012(millones de pesos a
precios de 2008).
La riqueza social producida
La riqueza social producida es el excedente
generado en el sector agropecuario. Del total
del valor generado, los excedentes producidos
representaron 82.1%%, mientras que las
remuneraciones a los asalariados se quedaron
con 17.9% de lo generado en el 2003; para el
2012, la proporción fue de 84.5% y 15.5%,
respectivamente (inegi, 2014). Es decir, por cada
peso que producen los campesinos, únicamente
se quedan con 15 centavos.
Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014.
La tasa de explotación
En 2003, en el ámbito rural mexicano, la tasa
de explotación fue de 8.05. Esto es, por cada
peso pagado a los trabajadores del campo, éstos
produjeron $8.05. En 2012, la tasa se incrementó
y, por ende, la explotación también. De esta
manera, la tasa de explotación fue de 12.30,
lo que indica que por cada peso pagado a los
trabajadores del agro, se generaron excedentes
por $12.30.
La tasa de explotación es la esencia de la
producción capitalista —en este caso de la
producción agropecuaria—, e ilustra con
claridad quiénes son los actores principales en
este proceso, los que le dan viabilidad, sobre
quiénes recae la responsabilidad de alimentar
a la población mexicana y a su industria: los
productores agropecuarios.
Determinantes macro del
crecimiento en el sector
agropecuario
Entre 2003 y 2012 la variación porcentual
acumulada del pib agropecuario (a precios
constantes de 2008) fue de 10.1%; la variación
del empleo fue de 12.7%, y la productividad
de la mano de obra llegó a 15% (cálculos
nuestros, inegi, 2014). Así, el crecimiento
del sector es atribuible en 11.2% al empleo y
88.8% a la productividad. Esto quiere decir
que el determinante en el crecimiento del sector
agropecuario es la productividad y, por tanto, la
modalidad de reproducción en el campo es intensiva
(se debe al trabajo de los productores).
Si se articulan los elementos de generación de
excedentes, empleo y productividad, el resultado
evidencia el profundo nivel de desigualdad que
existe en el campo mexicano. En la siguiente
52
Departamento de Sociología Rural / UACh
Reproducción ampliada en el sector
agropecuario. El potencial de
reproducción ampliada en el sector
agropecuario
En 2003, el potencial de reproducción ampliada
(pra) fue de 0.89; en tanto que en 2012 llegó
a 0.92. Esto muestra que por cada unidad de
producto agregado se generaron: 0.89 en 2003
y 0.92 centavos en 2012 de producto excedente.
Dicho de otra manera, 90% de lo producido se
convirtió en excedentes, los cuales se destinaron
a consumo improductivo. Es decir, a pesar de
que existía la posibilidad de invertir hasta 90%,
se invirtió menots de 10% de los excedentes.4
de capital fijo (takf) = ak/Pp, se tiene que en
2003 la tasa de acumulación fue de 0.02. Es
decir, por cada peso obtenido en excedentes, se
invirtieron 2 centavos en activos fijos. Para el
2012, los cifras son: ak = 8 629 mp; Pp = 335
416 mp. De tal suerte que en 2012 la tasa de
acumulación fue de 0.03. Es decir, por cada peso
generado en excedentes, se invirtieron 3 centavos
en la adquisición de activos fijos. La formación
bruta de capital fijo en el sector debería
representar, por lo menos, entre 25 y 30% de la
plusvalía producida.
Los gastos que realizan el excedente
(gre) o la plusvalía realizada
Es necesario hacer una precisión importante,
los gre no son otra cosa más que la plusvalía
realizada (Pr). Ésta aparecerá como un gasto
de demanda. De esta forma, los productos
agropecuarios tienen dos mercados: uno interno
y otro externo. Del interno nos abocaremos en el
siguiente apartado. Para lo que aquí interesa, es el
sector externo el que se analizará.
En dicho sector se trabaja con tres variables:
exportaciones, importaciones y saldo de la
balanza comercial agropecuaria. En este proceso,
interesa destacar cuál es el movimiento que
tiene cada variable en términos de tasa de
crecimiento. Si las exportaciones crecen más
aprisa que las importaciones, ello debe reflejar
condiciones de mejoramiento para la estructura
agraria mexicana; por el contrario, si las
importaciones crecen más que las exportaciones
las condiciones de dependencia se agudizan
y el sector agropecuario se vuelve poco viable
para los inversionistas nativos, y asequible
para los capitales externos. En primer lugar,
obsérvese el comportamiento de exportaciones e
importaciones.
Puede advertirse que las fluctuaciones
son más intensas en las importaciones que
en las exportaciones. Éstas últimas crecen
más rápido que las primeras, lo que facilita
el proceso de venta o realización de las
mercancías agropecuarias en el exterior: 1.8%
anual crecieron las importaciones y 4.7% las
gre:
sector externo: exportaciones (x) e
importaciones (m)
Elementos de los gre
gre = Ak+(x-m)+cpob+Cg+pec
donde:
ak = acumulación de capital
x = exportaciones
m = importaciones
cpob = consumo de la población
Cg = consumo gobierno (pec)
pec = programa especial concurrente del
gobierno federal5
gre:
la acumulación de capital (ak)
Resulta sorprendente darse cuenta del bajísimo
nivel de acumulación que existe en el conjunto
del sector agropecuario mexicano. En 2003,
la ak fue de 6 546 millones de pesos (mp) y la
plusvalía producida (Pp) en el sector llegó a 295
593 mp.6 Si sabemos que la tasa de acumulación
4 El dato, por extravagante que parezca, no es tan imposible de lograr.
Piénsese en la economía china, que durante una década creció a 10%
anual. Crecimiento que fue posible con una inversión equivalente a 50%
de su pib.
5 El Programa Especial Concurrente (pec) se creó para el desarrollo rural
sustentable, con lo que se ordena el gasto del gobierno federal en el sector
rural. El artículo 14 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable señala que
el programa comprende: “las Políticas Públicas orientadas a generar y diversificar el empleo y a garantizar a la población campesina el bienestar y
su participación e incorporación al desarrollo nacional, dando prioridad
a las zonas de alta y muy alta marginación y a las poblaciones económica
y socialmente débiles”. Aquí se le considera como un gasto improductivo,
debido a que se reduce a actividades asistencialistas (cedrssa, 2014).
6 Los datos en todo este apartado son de inegi (2014), a menos que se
señale lo contrario.
53
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
exportaciones. Sin embargo, vayamos un poco
más al fondo de la cuestión.
Gráfica 5. Exportaciones, importaciones y saldo de la
balanza comercial (millones de pesos de 2008)
Gráfica 4. Exportaciones e importaciones del sector
agropecuario: 2004-2012 (variaciones porcentuales a
precios del 2008).
Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014.
Si bien ha caído la participación del saldo
comercial en el pib, el dato es relevante puesto
que afecta de manera estructural al sector. El
resultado señala que la pérdida absoluta en el sbc
con respecto al pib se ha reducido. Sin embargo,
el promedio de participación en los años de
estudio es de -6.1%, lo que quiere decir que
nuestro comercio exterior agropecuario pierde 6
de cada 100 dólares que comercia con los países
socios.
Finalmente, con las exportaciones e
importaciones agropecuarias se tiene la
posibilidad de precisar el nivel de transferencias
que se hace a otros países (principalmente,
Estados Unidos) vía precios.
El promedio del periodo es alto: 21.3% de lo
que se exporta se va al extranjero como producto
de las relaciones asimétricas que tiene el sector
externo. Dicho de otro modo, la quinta parte
de nuestras exportaciones son transferidas a los
países con los que comercializamos. No obstante,
como se ve en el cuadro 2, las transferencias al
exterior caen a menos de la mitad, lo que supone
una tendencia de mejoría en este rubro.
Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014.
Al ver el comportamiento en números
absolutos, resulta que se importa más de lo
que se exporta y, en consecuencia, el saldo de
la balanza comercial agropecuaria es negativo.
La gráfica a continuación es ilustrativa en este
sentido. Ahora bien, para ponderar en sus justos
términos la importancia de la participación del
saldo de la balanza comercial agropecuaria en
la economía de este sector, relacionamos ambas
variables; el resultado puede apreciarse en el
cuadro 1.
Cuadro 1. Porcentaje de participación del Saldo de
la Balanza Comercial (sbc) agropecuaria en el pib
agropecuario (millones de pesos de 2008).
Años
sbc
pib
% sbc en el pib
2003
-39 805
360 290
-11.04
2004
-31 403
364 847
-8.60
2005
-19 849
351 456
-5.64
2006
-17 354
373 045
-4.65
2007
-15 202
390 308
-3.89
2008
-30 469
392 984
-7.75
2009
-11 432
377 848
-3.02
2010
-13 596
390 856
-3.47
2011
-29 958
366 831
-8.16
2012
-20 020
397 078
-5.04
Fuente: Elaboración propia con datos de inegi, 2014.
54
Departamento de Sociología Rural / UACh
menos de 2 500 habitantes, según conapo).
Este gasto es lo que ejercieron los campesinos,
independientemente de si su fuente de ingreso
provino de actividades agropecuarias o no
agropecuarias.
Cuadro 2. Transferencias de recursos al exterior vía
comercio exterior agropecuario: 2003-2012 (millones
de pesos de 2008).
Año
Transferencias
(porcentaje)
Importaciones
Exportaciones
2003
105 167
65 362
-37.8
2004
102 038
70 635
-30.8
2005
93 644
73 795
-21.2
2006
100 588
83 234
-17.2
2007
98 300
83 098
-15.5
2008
115 316
84 847
-26.4
2009
100 459
89 027
-11.4
2010
105 234
91 638
-12.9
2011
124 154
94 196
-24.1
2012
125 622
105 602
-15.9
Cuadro 3. Gastos Improductivos: 2003-2012 (a precios
de 2008).
Fuente: Elaboración propia con datos de inegi, 2014.
gre:
los gastos improductivos
Estos gastos no afectan a la oferta, pero sí son
un factor importante en la demanda y, por
tanto, coadyuvan a la realización del excedente
generado. Además, se elevan ante la incapacidad
de otros egresos que permitan realizar o vender
en el mercado los excedentes producidos. El
crecimiento del gasto improductivo es resultado
de una baja o de un estancamiento en la
acumulación de capital (Valenzuela, 2007: 61-62)
Los gastos improductivos que serán considerados
para este análisis son el gasto en alimentos
consignado en la Encuesta Nacional de Ingreso y
Gasto de los Hogares y el presupuesto ejercido en el
Programa Especial Concurrente (pec).
En esencia, ambos gastos son improductivos.
Por un lado, si bien el gasto en alimentos en
el ámbito rural ayuda a la reproducción de la
fuerza de trabajo, no es un gasto que genere
—en sentido estricto— riqueza; el pec resulta
improductivo, pues la mayoría de sus rubros
son infructuosos para los productores, y no son
inversión productiva, en sentido estricto.
En el cuadro 3 puede verse el nivel alcanzado
por los gastos improductivos, sumando lo
ejercido en el pec con el gasto en alimentos en
el sector rural (población en comunidades de
Gasto
alimentos (2)
Gastos
improductivos total
(3)=1+2
160 912
143 398
304 310
2004
149 540
152 745
302 285
2005
178 017
146 248
324 265
Año
pec
2003
(1)
2006
178 680
134 818
313 499
2007
191 737
129 900
321 638
2008
204 000
122 908
326 908
2009
230 371
128 063
358 434
2010
247 382
127 985
375 368
2011
240 998
125 391
366 389
2012
240 188
131 145
371 334
Fuente: sagarpa, 2014; enigh, 2002-2012. Nota: pec =
Programa Especial Concurrente; el gasto en alimentos fue
obtenido de la enigh, 2002-2012.
La realización de la plusvalía
El coeficiente de realización es mayor a la
unidad, lo que muestra que la demanda de los
bienes agropecuarios es mayor que la oferta; esto
provoca altos índices inflacionarios, aumento en
las importaciones, y, como consecuencia, altos
niveles de desnutrición y lacerantes índices de
pobreza en el campo.
55
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Obsérvese cómo en la mayoría de los años
del periodo el índice de precios al productor es
mayor que los demás indicadores, esto evidencia
la importancia de la inflación en los productos
agropecuarios en este proceso y una inflación
importada por el precio de los alimentos en el
exterior. En suma, lo que hay es un exceso de
demanda que no obtiene su contraparte en la
oferta generada.
Cuadro 4. Plusvalía producida y realizada, coeficiente
de realización: 2003-2012 (millones de pesos de 2008).
Pp=
fbkf(2)
año
pib-ra(1)
2003
295 598
6 546
2004
299 068
6 453
gi(4)
Var.
Exists.(5)
-39 805
304 310
-31 403
302 285
sbc(3)
Pr (6)=
2+3+4+5
r=Pr/Pp
(7)=1/2
37 569
308 620
1.04
38 121
315 456
1.05
2005
286 092
7 662
-19 849
324 265
27 054
339 132
1.18
2006
305 520
8 269
-17 354
313 499
50 515
354 929
1.16
2007
324 874
8 594
-15 202
321 638
42 011
357 041
1.09
2008
330 293
9 410
-30 469
326 908
55 905
361 754
1.09
2009
314 636
7 886
-11 432
358 434
24 836
379 724
1.20
2010
325 713
7 991
-13 596
375 368
37 633
407 396
1.25
2011
307 609
8 157
-29 958
366 389
18 862
363 450
1.18
2012
335 421
8 629
-20 020
371 334
36 599
396 542
1.18
La cuestión del mercado
Desde la órbita del mercado, vale la pena
considerar que, según el Censo Agropecuario
2007 del inegi, de un total de 3.7 millones
de unidades de producción encuestadas, 2.2
millones destinan su producción a la venta
local. Es decir, 59% de estas unidades realizan
sus productos en el mercado, en tanto que 41%
no participa en el mismo, sino que destina su
producción al autoconsumo o al intercambio con
las comunidades cercanas.
Fuente: Elaboración propia con datos de inegi, 2014.
Nota: Pp = plusvalía producida; pib = producto interno
bruto; ra = remuneraciones a los asalariados; fbkf =
formación bruta de capital fijo; sbc = saldo de la balanza
comercial; gi = gastos improductivos (incluye el pec y el
gasto de la población rural en alimentos); Pr = plusvalía
realizada; Var. Exists.= variación de existencias en
inventarios; r = coeficiente de realización.
Los precios y el gasto de los hogares
rurales
En la esfera del mercado, los agricultores
gastarán una parte de sus ingresos en la
obtención de alimentos. Así, los resultados de
la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de
los Hogares de 2012 indican que el porcentaje
del gasto destinado a la compra de alimentos,
bebidas y tabaco —conforme al ingreso para
las zonas urbanas— es de 30.1%, mientras que
en los hogares rurales el porcentaje es mayor
(37.8%); esto coloca en serios problemas a los
hogares rurales, al considerar sus magros ingresos
monetarios, los cuales son menores que los de los
hogares urbanos (Menéndez-Gámiz y PalacioMuñoz, 2013b: 13).
Veamos cómo se manifiestan los problemas
inflacionarios en el sector.
Gráfica 6. Realización de la plusvalía y problemas
inflacionarios: 2004-2012 (en porcentaje).
Esfera de la distribución del ingreso
De acuerdo con los datos de la representación de
la fao en México, presentados en mayo del 2014
(Urquía, 2014: 2), se destaca una estratificación
de las unidades económicas rurales (uer) de
producción de pequeña escala que poseen un
carácter familiar. Las uer se conforman por
Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014.
Nota: Pp = plusvalía producida; INPP = índice nacional
de precios productor del sector agropecuario;
Pr = plusvalía realizada; r = coeficiente de realización.
56
Departamento de Sociología Rural / UACh
productores agrícolas, pecuarios, silvicultores,
pescadores, artesanales y acuicultores que poseen,
entre otros, los siguientes atributos: i) acceso
limitado a tierra y capital; ii) uso preponderante
de fuerza de trabajo familiar, y iii) el (la) jefe(a)
de familia participa de manera directa en el
proceso productivo. Con base en estos atributos,
se desprenden los siguientes seis estratos que
pueden verse.
Ahora bien, la distribución del ingreso en
el campo y la ciudad, así como los niveles de
pobreza denotan que en la población rural se
concentra el grueso de la pobreza.
Gráfica 8. Participación de las unidades económicas
rurales en las ventas totales: 2010.
Gráfica 7. Distribución porcentual de las unidades de
producción y del volumen de producción: 2010.
Fuente: Elaboración propia con base en FAO, mayo 2014,
(Urquía, 2014).
Cuadro 5. México: Ingreso familiar mensual por
hogar. Hogares urbanos y rurales (pesos 2012)
Fuente: Elaboración propia con base en FAO, mayo 2014
(Urquía, 2014).
La gran mayoría de las uer del país está
conformada por agricultura familiar, y es
quien mantiene el mayor potencial de mejora
productiva por peso invertido, a diferencia
de los segmentos pujante y dinámico, que se
encuentran en el límite superior tecnológico.
Las uer E1 y E2, son clave en la generación
de empleo en el sector rural (por cuenta
propia, temporal y permanente). Además de
que desempeñan un papel fundamental en su
distribución territorial, contribuyen a mantener
las tradiciones y diversos valores culturales de
gran contenido étnico y social, a la vez que
coadyuvan al cuidado y preservación de los
recursos naturales.
En ambas gráficas puede apreciarse que tanto
las uer E5 y E6 son las que tienen mayores
volúmenes de producción y de ventas. Esto
trae como consecuencia que la distribución
del ingreso en el conjunto de los productores
también sea desigual.
Fuente: elaboración propia con base en el Censo
Agropecuario 2007. INEGI.
Conclusiones
El sector agropecuario continúa teniendo serios
y lacerantes problemas. La producción generada
en el campo no alcanza para satisfacer las
necesidades de alimentación y de materias primas
que requieren la población y la industria.
La base estructural en la que se da este proceso se encuentra en la generación de excedentes
o plusvalía que muestra una relación de 12 a 1
respecto a los salarios pagados a los campesinos.
Esto se relaciona con el hecho de que el determinante en el crecimiento del sector agropecuario
es la productividad y, por tanto, la modalidad de
reproducción en el campo es intensiva.
Por su parte, el potencial de reproducción
ampliada llega a 0.90, lo cual evidencia que por
57
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
cada unidad de producto agregado se generaron
0.90 centavos de producto excedente en el
periodo analizado.
Ahora bien, el coeficiente de realización de
la plusvalía producida es mayor a la unidad, es
decir, la demanda de los bienes agropecuarios es
mayor que la oferta, lo cual genera altos índices
inflacionarios y aumento en las importaciones.
Este coeficiente se da en el ámbito del
mercado. En éste se descubrió que el grado de
mercantilización de las actividades agropecuarias
en el país (los productos que llegan al mercado)
es de 59%.
Por tanto, la distribución del ingreso entre
la población rural es bastante desigual, cuestión
que demuestra la manera en que opera el
modelo económico y la gravedad en que viven
cotidianamente los campesinos en lo económico,
social y político.
El campo requiere un cambio radical;
no obstante, es necesario que en esta
transformación sean considerados sus
pobladores; asimismo, las propuestas deben
venir de abajo hacia arriba y considerar como
actor principal al campesino.
El sector agropecuario debe convertirse
en motor del desarrollo productivo del país,
fomentando la producción, invirtiendo en
las distintas actividades primarias, para crear
empleos y distribuir satisfactoriamente el ingreso.
Esto traería como resultado el abatimiento de
la pobreza y controlaría los flujos migratorios
hacia el exterior, también detendría el avance
de la producción de enervantes y el exceso de
dependencia alimentaria.
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58
Artículo de opinión
Las Escuelas Normales Rurales en México: de
proyecto revolucionario a enemigo del poder
J. Gilberto Segura Gámez1
La noche del 26 de septiembre de 2014 un grupo
de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural
“Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero
desapareció, nadie volvió a saber de ellos, fue
como si la tierra se los hubiese tragado.
¿Qué hay detrás de las desapariciones? Quizá
todo el cúmulo de perversiones de la civilización
actual: infundir miedo y zozobra para no
protestar contra la estela de daños que causa la
democracia moderna, contra el autoritarismo, la
corrupción; el cretinismo y la mendacidad de los
políticos, mediante lo cual conservan el poder.
En la historia de las “desapariciones”, las que
se pueden contar, casi siempre pertenecen a los
estratos más débiles de la sociedad: en este caso
estudiantes pobres, pero con un inmenso capital
en capacidad de indignación y defensa de lo poco
que tienen o han logrado sostener con sus luchas:
la posibilidad de formarse como maestros rurales
junto a sus comunidades hoy también agraviadas
por la infamia.
La protesta y acciones de indignación no
gustan a los políticos, tampoco simpatizan con
la educación popular e independiente fuera del
canon educativo impuesto por los organismos
internacionales interesados en que el país continúe
siendo proveedor de mano de obra barata.
No es la primera vez que en el estado de
Guerrero se criminaliza la protesta y agrede a
estudiantes y campesinos; esta entidad encabeza
la lista de estados en México con más muertes
por violencia y colecciona una serie de casos
ominosos, que al quedar impunes permite su
reiteración: la guerra sucia de las décadas sesenta
y setentas, la matanza de Aguas Blancas y el
asesinato de un buen número de líderes sociales.
Este artículo analiza algunas pistas de la
Educación Normal Rural como una aportación
modesta a la lucha por la justicia que hoy libra
la sociedad mexicana, para comprender mejor
el porqué de la violencia desatada contra los
estudiantes normalistas.
Las escuelas normales rurales
(ENR)
Estas instituciones educativas producto de la
Revolución Mexicana y de la construcción
de la Escuela Rural Mexicana (ERM) en las
décadas de los veinte y treinta del siglo pasado
fueron promovidas y protegidas por el Estado,
especialmente durante el mandato del General
Lázaro Cárdenas quien instituyó la educación
socialista en México. En esa época, no faltó
presidente que inaugurara alguna de estas
escuelas o las honrara con su visita, gozaban
de prestigio y apoyo; sin imaginar que más
tarde el propio Estado les daría la espalda y
trataría por distintos medios de eliminarlas.
Este proceso comenzó en los sesentas y continúa
hasta la fecha, momento en que los métodos
violentos siempre utilizados, ahora escalan para
desaparecerlas.
Las instituciones pilares de la ERM fueron (en
orden de su fundación): las Misiones Culturales,
las Escuelas Centrales Agrícolas, las Escuelas
Normales Rurales y las Escuelas Regionales
Campesinas.
1 Profesor-investigador del Departamento de Sociología Rural, UACh,
correo electrónico: [email protected]
59
Departamento
Artículos y Ensayos
de Sociología
de Sociología
Rural /Rural
UACh
La historia comienza en 1921 con la creación
de la Secretaría de Educación Pública, siendo
Presidente de México Álvaro Obregón. El primer
y flamante Secretario José Vasconcelos inspirado
en la labor desarrollada por los misioneros
franciscanos en la primera etapa de la conquista
de México y en sus convicciones cristianas, creó
las Misiones Culturales, las cuales constituyeron
un proyecto que pretendía paliar la falta de
maestros en el medio rural al mismo tiempo que
mejorar las condiciones de vida de la población,
así lo planteaba:
Las misiones no fueron el único proyecto
educativo en esa directriz, muy pronto
se empiezan a crear las normales rurales
siguiendo el mismo modelo, la primera de
ellas en Tacámbaro, Michoacán en 1922 (esta
escuela actualmente está ubicada en Tiripetío,
Michoacán). Más tarde, y ya bajo el gobierno de
Calles, le sigue San Antonio de la Cal, Oaxaca
en 1925 y la de Tixtla, Guerrero en 1926 (3).
El siguiente proyecto que entra en escena es el
de las Escuelas Centrales Agrícolas bajo la égida
de la Secretaría de Agricultura y Ganadería con
el objetivo primero de capacitar técnicamente a
campesinos, luego, dichas instituciones fueron
fusionadas con las normales rurales para dar
lugar a las Escuelas Regionales Campesinas
(ERC) en 1936, bajo el gobierno cardenista.
Estos tres proyectos educativos enunciados,
convivieron y se complementaron durante la
década de los veinte y treinta hasta 1940. En
1941 sufren una nueva transformación y se
dividen en Escuelas Prácticas de Agricultura y
en Normales Rurales (4). Por ello, muchas de
estos planteles que se conocieron posteriormente
tuvieron su origen en escuelas Centrales
Agrícolas o en ERC. En una revisión de los
informes de gobierno de Cárdenas se pudo
constatar que la mayoría de ellas fueron fundadas
en su gestión a cuyo término llegaron a treinta y
tres (5).
“…no teniendo otro material de qué echar
mano, pensamos que lo mejor era combinar
el personal, y a falta de un maestro completo
como el fraile, que sabía cultivar un campo
y aserrar, ensamblar la madera de una mesa,
nosotros empezamos a mandar grupos de
maestros: uno de artesanías que enseñara
a labrar la tierra y forjar el hierro; otro que
fuera artista y pudiese inspirar a la población
el gusto por la belleza, único camino que le
queda al laico para acercarse a las cosas de
Dios, y otros más para que incitase a la acción
social y a la colaboración en la obra patriótica;
otro, finalmente, para las primeras letras y
matemáticas. Y nació así el misionero de tipo
moderno, por lo común un maestro normalista
que hacía del jefe de grupo de educadores y
convivía con los indios, ayudándolos a levantar
la escuela con los recursos locales y enseñando
los rudimentos de la pedagogía a jóvenes
de cada localidad, que enseguida quedaban
encargados de la incipiente enseñanza” (1)
¿Cuántas Escuelas Normales
Rurales existieron en el país?
El número exacto de escuelas es difícil conocerlo
por ahora debido a las circunstancias siguientes:
La urgencia de maestros se evidenciaba por las
condiciones de analfabetismo que privaban en
aquel momento, según el Censo de población de
1921 la mayor parte de la población no sabía leer
ni escribir, del total de la población de 10 años
y más, el 67 por ciento se encontraba en esta
condición (2). El proyecto de las misiones era
ambicioso, se planteaba una suerte de educación
integral y vinculada estrechamente con las
necesidades de las comunidades.
• La inconsistencia e insuficiencia de la
estadística oficial, por lo menos durante
los primeros 60 años del siglo XX, las
cuales no permiten realizar el seguimiento
y comparación de los datos. El INEGI
por ejemplo, empieza a desagregar las
escuelas normales hasta el Censo de 1970.
La información que se conoce de las ENR
proviene de archivos históricos o testimonios,
de lo cual todavía falta por descubrir.
60
Departamento de Sociología Rural / UACh
• Existen evidencias de algunas escuelas que
se fundaron y tuvieron una vida efímera,
de las cuales poco se conoce y no se han
consignado en la literatura especializada.
• Por el origen y transformación de varias de
ellas, que en algún momento de su trayectoria
adoptaron alguna de estas modalidades:
Escuelas Granja, Centrales Agrícolas, Escuelas
Prácticas y Escuelas Regionales Campesinas;
lo cual ha dado lugar a confusiones, algunos
investigadores y periodistas han registrado
Por las circunstancias anteriores, uno de los
trabajos principales realizados para la formulación
de este artículo fue la confirmación de los datos a
través de fuentes indirectas, tales como: Informes
de Gobierno del periodo cardenista, historia de los
municipios y localidades, información de cronistas
locales, periódicos, revistas locales y publicaciones
especializadas. De esta revisión en cinco casos
no se puedo establecer la fecha de fundación, sin
embargo sí se constató su existencia.
(Tabla 1, ver al final del artículo). De tal
Ex Escuela Normal Rural de Palmira, Morelos/(G. Segura).
más escuelas de las que realmente existieron,
por la misma razón, la confusión se extiende a
la imprecisión de la fecha de su fundación.
• Los avatares de estas escuelas también tienen
que ver con los cambios de sede, en la misma
región e incluso hacia otra entidad federativa,
por razones de cobertura, demandas de la
población o por conveniencia política de
las autoridades en turno, lo que también ha
originado el sobre registro de las escuelas.
En algunos casos, el nombre de la escuela
también cambió.
manera que se hace una aportación en cuanto
al establecimiento del número de ENR más
aproximado a la realidad que sin duda tendrá que
seguirse investigando.
Entonces, en este artículo se habla de la
existencia histórica de 35 escuelas, número que
es más congruente considerando la información
que se asienta en los informes del periodo de
Lázaro Cárdenas y las que posteriormente se
fundaron. La fecha de su creación se estableció
con independencia de la modalidad en que
aparecieron por primera vez. De estos 35
61
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
planteles actualmente subsisten 16 (Tabla 2,
ver al final del artículo), las demás fueron
convertidas a escuelas secundarias o institutos
técnicos a partir de 1969, proceso que continuó
ininterrumpidamente, registrándose el último
cierre en el año 2008 de la ENR del Mexe en el
Estado de Hidalgo.
Políticas y estrategias
gubernamentales que contribuyeron
a la debilitación de las escuelas
normales
Las reformas a la educación normal. Durante
las décadas veinte y treinta, ante la urgencia de
atender a una mayoría analfabeta, el ingreso a
las normales era sumamente flexible sobre todo
en el medio rural, y lo mismo se podía ingresar
con secundaria que con primaria, incluso no
terminada; en la propia Normal se completaban
los estudios básicos. En la década de los sesenta
se separó definitivamente el nivel básico de
la normal, estableciéndose como requisito la
secundaria terminada para ingresar a las escuelas
normales. En 1984 desaparece la Normal básica
y se implanta el bachillerato como requisito de
ingreso ante la nueva política de profesionalizar
la formación de profesores.
Estos cambios sin duda impactaron a los
potenciales aspirantes a ingresar a las Normales
rurales, en general hijos de campesinos pobres
que solo conocían esa profesión y que además les
brindaba la ventaja del internado. Si se toma en
cuenta que el mayor rezago educativo se localiza
en el medio rural, las reformas emprendidas
redujeron con mucho la oportunidad de ingreso
a esta opción educativa para hijos de campesinos
pobres que durante décadas fue lo más cercano a
sus posibilidades.
Movimientos sociales reprimidos y cierre de
escuelas. Varias movilizaciones político-sociales
importantes acontecidas durante la década
de los sesenta y setenta protagonizadas por
estudiantes y profesores le ganaron la fama a las
Normales Rurales de ser “nido de guerrilleros”;
entre ellas la guerrilla en el estado de Guerrero
y el asalto al cuartel Madera en Chihuahua,
así como su participación en el movimiento
estudiantil de 1968. Además de la pérdida de
vidas, desenlazaron en un cierre masivo de
escuelas en el periodo del presidente Gustavo
Díaz Ordaz de triste memoria, en esa época
se cancelaron más de la mitad de las escuelas,
algunas fueron cerradas definitivamente y otras
se convirtieron en secundarias técnicas (7). Es
pertinente recordar que de estas escuelas no solo
egresaron futuros guerrilleros y auténticos líderes
sociales; sino también diputados, gobernadores
y dirigentes charros del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), esto último, por cierto, no
se publicita con la misma fruición. El epíteto de
subversivos entraña un reduccionismo político
que pasa por alto las causas y condiciones que
dan origen a la sublevación, es decir, el atraso
económico, la desigualdad social y la injusticia.
Como bien lo advirtió Carlos Montemayor (8):
“El razonamiento oficial tiende a apoyarse
no en una comprensión de la naturaleza
social del conflicto, sino en la necesidad de
reducir al máximo los contenidos sociales
y sus motivaciones políticas o morales. En
la medida que se reduzcan al mínimo estos
datos de causalidad social se favorece la
aplicación de medidas solamente policiacas o
militares.”
Han transcurrido cuarenta años de aquellos
acontecimientos, sin embargo, el estigma de
sediciosos se continúa aplicando a los estudiantes
de estas escuelas, no obstante hay que tener en
cuenta que las condiciones de injusticia que vive
el medio rural continúan prevaleciendo, de ello
da cuenta con crudeza la Encuesta Nacional de
Alimentación y Nutrición en el Medio Rural
1996 (Tabla 3, ver al final del artículo), que es
la única en su tipo que se ha realizado en las
últimas dos décadas y escasamente difundida.
Como se puede ver, las entidades con mayores
problemas son las de siempre, y en tan ominosas
condiciones, en primer lugar Guerrero, que
rebasa con mucho los promedios nacionales.
Dieciocho años más tarde la situación no tuvo
62
Departamento de Sociología Rural / UACh
cambios sustanciales, la Encuesta Nacional de
Salud y Nutrición 2012 (9) encontró que:
de ahorcamiento y acoso para con las escuelas
normales rurales, excepto en el periodo de Luis
Echeverría que fue tolerante con ellas y en donde
incluso por una intensa movilización campesina
se funda una nueva escuela, la de Amilcingo,
Morelos. Dicha estrategia se puede describir así:
Escuela para pobres. A través del
otorgamiento de raquíticos presupuestos que se
expresan en un gasto de 50 pesos en promedio
para cada día de alimentación por alumno,
instalaciones viejas y precarias sin posibilidades
“Guerrero se encontró en el primer lugar
de las entidades con mayor proporción
de hogares en alguna clasificación de
inseguridad alimentaria en el ámbito
nacional, pues 8 de cada 10 hogares se
encuentran en inseguridad alimentaria
y al menos dos de cada diez hogares
reportó haber padecido hambre en los tres
Escuela Normal Rural “Emiliano Zapata”, Amilcingo, Morelos/(G. Segura)
de reparación y mantenimiento, talleres sin
insumos y equipos adecuados y predios de
cultivo también sin herramientas y maquinaria.
En este sentido, la política gubernamental
seguida ha sido mantener escuelas pobres para
los pobres. Dicha estrategia ha provocado que
cada año los estudiantes tengan la necesidad
de movilizarse y salir a las calles para exigir
el cumplimiento de un pliego petitorio, que
además de no cumplirse o solo parcialmente, ha
dado la oportunidad para que las autoridades
reiteradamente los sigan exponiendo ante la
opinión pública como violentos e irresponsables.
Así configuran el ciclo perverso: «te restrinjo
meses previos a la encuesta. Al igual que
lo que ocurrió con otros indicadores de
vulnerabilidad nutricia y de desarrollo social,
los hogares de áreas rurales tuvieron mayor
prevalencia de percepción de inseguridad
alimentaria comparados con los hogares de
áreas urbanas.”
Se comprueba entonces que las desfavorables
condiciones sociales subsisten, y que por lo tanto,
como apunta Montemayor, los conflictos son
recurrentes.
En las décadas siguientes, tanto el gobierno
federal como el estatal aplican una estrategia
63
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
tus derechos, te obligo a protestar, y luego, te
criminalizo y/o amenazo con el cierre de la
escuela».
Ejemplo de estas medidas que se enmarcan
simplemente en el autoritarismo y bajo la bandera
de que la educación tecnológica es la solución
para los problemas del país, algunas Normales
Rurales han sido convertidas en Universidades
o Institutos Tecnológicos, tal como sucedió con
la escuela del Mexe, Hidalgo, que tras de varios
años de resistencia junto con las comunidades
campesinas, finalmente se cierra en el año 2008,
para en su lugar instaurar una universidad
politécnica. Paralelamente a este hecho, la
Normal de Mactumactzá, Chiapas también la
habían cerrado, abriéndose posteriormente pero
ya sin el internado. Todavía hasta el año 2012 los
egresados del Mexe luchaban por su reapertura,
no fueron escuchados. Habrá que recordar que al
calor de este conflicto, la lideresa magisterial se
manifestó así:
México como proveedor de mano de obra
barata. Al mismo tiempo presagiaba el vendaval
que vendría sobre los maestros poco tiempo
después con las llamadas reformas estructurales,
y que efectivamente, dieron un golpe certero al
Normalismo en México, donde ni ella se salvó.
La Federación de Estudiantes
Campesinos Socialistas de México
(FECSM).
Es la organización estudiantil que se han dado
los estudiantes de las escuelas normales rurales,
se fundó en 1935, en lo que fue su primer
congreso en Roque, Guanajuato. No es casual
que se autodenominen campesinos, porque en
efecto son de origen netamente campesino y
por añadidura pobres; socialistas porque surgen
justamente en el periodo en que Cárdenas
proclama que la educación en México debe
ser socialista al reformar el Artículo tercero de
la Constitución en diciembre de 1934, rezaba
así: “Artículo 3o. La educación será socialista,
y además de excluir toda doctrina religiosa
combatirá el fanatismo y los prejuicios, para
lo cual la escuela organizará sus enseñanzas
y actividades en forma que permita crear en
la juventud un concepto racional y exacto del
universo y de la vida social”. De hecho, los
normalistas estaban estrenando la nueva norma.
Los ejes de formación de los estudiantes
son: político; académico, cultural, módulos de
producción y deportivo, excepto el primero,
todos los demás corresponden a la tradición de la
Escuela Rural Mexicana, que no se circunscribía
únicamente a la docencia sino también a una
pedagogía de transformación social y económica
de sus comunidades. La formación política
evidentemente no forma parte del currículum
oficial, es otro componente que corresponde
al currículum oculto, y que explica al mismo
tiempo, tanto su subsistencia por más de 80 años
como la animadversión del gobierno que los ha
llevado a su debacle. Durante todo el tiempo
que permanecen los estudiantes en la escuela,
de manera organizada, se estudia la ideología
marxista-leninista y se repasan las biografías de
“Queremos que las instituciones que hasta
hoy eran Normales sean instituciones para
técnicos en turismo, técnicos en actividades
productivas, que ningún mexicano se
encuentre sin empleo, que el que estudie
encuentre el empleo, la plenitud y la felicidad
que ello da y los recursos para cubrir sus
necesidades materiales.”(10)
Más tarde expresó:
“Hemos planteado muchas veces a las
autoridades que si se cierran algunas de
las normales rurales va a haber mucho
alboroto de los jóvenes. No se olviden que
las normales rurales han sido semilleros de
guerrilleros, pero si no hacemos esto van a
seguir con lo mismo.”(11)
Muchos consideraron que fueron exabruptos
de la Maestra, pero más allá de su cretinismo,
expresaba su beneplácito y complicidad con
la política educativa marcada por organismos
internacionales para seguir condenando a
64
Departamento de Sociología Rural / UACh
ilustres revolucionarios como Hidalgo, Morelos,
Zapata, Villa, Che Guevara, Lucio Cabañas y
otros. La organización se rige por el Centralismo
Democrático, lo que explica que en algunas
épocas hayan pasado a la clandestinidad o
semiclandestinidad.
La FECSM es la organización estudiantil
más antigua de México y quizá también la única
que defiende la ideología socialista y se asumen
como proletarios con un claro sentido de clase
social que los hermana con los campesinos
pobres de México. Sorprende que subsistan
organizaciones de jóvenes de este tipo, donde en
un amplio espectro de instituciones de educación
superior han enterrado al marxismo-leninismo,
o donde un gran número de jóvenes no conoce
quiénes fueron estos personajes; también en la
democracia actual, los partidos de izquierda que
se presumen más revolucionarios carecen de una
ideología de clase, menos aún representan los
intereses de los más pobres. Asombra también
que a propósito de la tragedia de Ayotzinapa,
dichos partidos han tenido una respuesta tibia,
melindrosa y pusilánime.
La FECSM es una institución formativa,
comenzando por la defensa y reivindicación de
los derechos del estudiante, en primer lugar,
por el derecho a la educación; que implica
el ingreso, la permanencia y la calidad de la
educación misma. Por ello en sus luchas de cada
año defienden la conservación y aumento de
la matrícula, que los aspirantes efectivamente
sean los más pobres, por mejores servicios
asistenciales. Así mismo, el sentido de clase los
obliga a solidarizarse entre las escuelas cuando
alguna de ellas enfrenta algún conflicto. La
FECSM es una suerte de sindicato que defiende
los intereses inmediatos y derechos de los
estudiantes y un órgano político que construye
ciudadanía entre ellos y sus comunidades
plenamente identificadas con las escuelas.
Es necesario tratar de explicar por qué la
Federación ha subsistido por más de ocho
décadas y las escuelas mismas que no están
para nada alineadas con el canon educativo del
neoliberalismo. Los propios estudiantes exponen
sus razones: “mientras haya pobres en el campo
seguirá persistiendo la necesidad de este tipo de
escuelas, mientras se continúe avasallando las
tierras de los campesinos para el “desarrollo” del
país que beneficia a los empresarios, mientras
se les expropien y contaminen sus recursos
naturales por cualquier medio, seguirá siendo
pertinente este tipo de educación.”(12)
Situación general de la Educación
Normal
El subsistema de formación de profesores en
general está pasando por un momento difícil,
la reciente reforma educativa (más enfática
en lo administrativo y laboral) canceló en
forma definitiva las expectativas de un empleo
automático al egresar de la escuela Normal,
proceso que ya se venía fraguando años atrás
al limitar el número de plazas disponibles,
además de enfrentar la competencia con
otros profesionistas que buscan trabajo, junto
con egresados de la Universidad Pedagógica
Nacional. Así, este sector enfrenta por primera
vez en su historia una etapa dramática al ser
arrojados al mercado laboral.
En cuanto a la formación se refiere, en el
periodo 1992 (fecha de la firma del Acuerdo
Nacional para la Modernización de la Educación
Básica y Normal) al 2000, se reflejó un aumento
significativo en matrícula, el número de maestros
y escuelas (Tabla 4, ver al final del artículo). Sin
embargo, a partir del año 2001 hasta la fecha,
estos indicadores tuvieron una caída estrepitosa,
especialmente en la matrícula y el cierre de
escuelas; en este último periodo se cerraron 118
escuelas (donde se incluyen algunas normales
rurales), es decir, un promedio de 10 escuelas por
año. En este proceso la empresa privada ajustó en
mayor proporción su capacidad instalada.
¿A qué se debe esta crisis en la escuela
Normal? Es probable que exista una política
deliberada de restringir la oferta en este
subsistema, al menos así se ha constatado en
las Normales Rurales que luchan por al menos
conservar su matrícula histórica, pero que en
muchos casos no se ha logrado y efectivamente
65
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
la han reducido de forma paulatina y a veces
drástica. Sin embargo este criterio no aplicaría
para el sector privado ya que para ellos entre
más estudiantes tengan más ganancias pueden
obtener, así que también está presente una baja
en la demanda, entre cuyas causas vale la pena
investigar: el descrédito de la profesión por la
constante exposición de una imagen negativa
de los maestros a través de los medios de
comunicación; el hecho de que la profesión se
haya transformado de una carrera corta a una
de licenciatura y consecuentemente los jóvenes
prefieran otras carreras con mayor prestigio
y expectativas laborales, considerando que
invertirían el mismo tiempo en cursarlas, y la
cancelación de la posibilidad de obtener una
plaza automática al egreso, entre otras.
En el caso de las Normales Rurales, a partir
de que se homologaron con el creación de
un subsistema único, no existe información
disponible que permita analizar su evolución al
menos en sus indicadores básicos ya que entran a
la misma “bolsa” de todas las escuelas normales;
muy a pesar que en la práctica constituyen un
proyecto educativo diferente. Se diferencian por
su vinculación estrecha con las comunidades
rurales e indígenas, por su formación técnica
en varios talleres y actividades agropecuarias
y por su formación ética, cívica y artística,
componentes todos que no tienen las demás
escuelas. En la Tabla 5 (ver al final del artículo),
se detalla la matrícula y la ubicación de las 16
escuelas que sobreviven actualmente.
En la Tabla 5 se específica la matrícula del
ciclo escolar 2007-2008 que corresponde a la
estadística más antigua publicada por la SEP,
comparada con la del 2013-2014, se observa una
Gráfica 1. Escuelas Normales en México
por entidad federativa 2013
Fuente: SIBEN-SEP, 2013
diminución de 643 alumnos que corresponde
aproximadamente a las últimas generaciones
del Mexe (cerrado en 2008) y a la cancelación
del programa semiescolarizado de la Normal de
Tenería en el Estado de México.
Se puede observar, que existen planteles
que son exclusivamente de mujeres o solo para
hombres, el resto son mixtas, lo cual en algunos
casos corresponde a su tradición de origen. La
Destaca también que el interés por la permanencia
e impulso de la educación normal es muy desigual
territorialmente, diez entidades concentran el 60%
de escuelas (Gráfica 1). Así mismo, la formación
de maestros como negocio privado ha dejado de
interesar a los empresarios, ya que en 14 entidades
su presencia es simbólica o nula.
66
Departamento de Sociología Rural / UACh
mayoría de ellas ostentan un nombre que invoca
su identidad y su lucha, referido a notables
maestros o líderes revolucionarios de nuestra
historia.
En el medio rural solo 2 de cada 10 jóvenes
cuentan con el nivel superior completo.
Ante tales desafíos, la política de desaparecer
estudiantes y escuelas normales rurales es
incongruente y revela que la política educativa
hacia las normales en general y en particular para
las rurales es errática ante la tragedia educativa
que vive actualmente el medio rural. La
desventura de Ayotzinapa, su historia, asociados
a esta penumbra educativa, abre un espacio a
la reflexión para renovar e impulsar la Escuela
Rural Mexicana en el contexto actual. En efecto,
lo más importante ahora es que aparezcan los
estudiantes, pero paralelamente se requiere
pensar en cuál va ser el futuro inmediato y de
los años por venir para las Escuelas Normales
Rurales. Hasta ahora se ha cumplido la
maldición de Elba Esther Gordillo, pero es obvio
que esa no es la solución.
El problema educativo actual en el
medio rural
No obstante que ya existe un desempleo palpable
de maestros, aunque no sabemos a cuánto
asciende, y de la negativa gubernamental a crear
nuevas plazas, sin embargo el rezago educativo
en el medio rural interpela la política que ha
seguido el Estado, en el sentido de regatear
el derecho a la educación y a una educación
de calidad, sobre todo para los más pobres
que habitan en las localidades más recónditas
y marginadas del país. Interpela también la
estrategia de exterminio hacia las Normales
Rurales, cuyos egresados podrían contribuir
de manera decisiva a la transformación de sus
comunidades y a revertir dicho rezago.
En la Tabla 6 (ver al final del artículo), se
describen los indicadores más relevantes de la
situación educativa de la población que habita en
las localidades rurales, es decir aquellas menores
a 2500 habitantes, en su mayoría indígenas.
Los datos reflejan el atraso educativo, el olvido
y la indiferencia hacia esta población. La mayor
parte de la población rural está sumamente
atomizada en este tipo de localidades al grado de
representar el 97% del total en el país. En estos
parajes no hay escuelas ni maestros dispuestos a
incursionar en la sierra sin las comodidades del
medio urbano, no existen profesores suficientes
que hablen la variante de lengua indígena de
las comunidades, donde además no hay energía
eléctrica ni tampoco Internet. Son espacios
marginados donde casi dos millones de niños y
adolescentes no van a la escuela.
La política gubernamental hacia esta
población ha sido desde hace más de
cuarenta años, proporcionarle una educación
compensatoria, una educación pobre,
multigrado; la cual siempre ha sido insuficiente
para remontar su pobreza, menos aún la
posibilidad de continuar su trayectoria educativa.
Algunas conclusiones y propuestas
En vista de que se ha comprobado que estas
escuelas enfrentan desde hace décadas el
hostigamiento, la amenaza de cierre, la represión
policiaca y del ejército; la cancelación de algunos
internados, la reducción de la matrícula, el
financiamiento exiguo, y lo más inhumano
que ha sido la muerte y desaparición de
varios estudiantes; se precisa y urge que cese
definitivamente toda esta violencia. Antes de
dilucidar algún porvenir de estas escuelas, es
conveniente y deseable que se genere un acuerdo
político por parte del Estado que ofrezca
garantías a sus estudiantes y maestros, para que
en el futuro no sean objeto de acoso de ningún
tipo, que exista un tiempo y espacio convenientes
para que ellos discutan y deliberen qué tipo
de educación y organización académica es lo
más adecuado para su futuro. Si al Instituto
Politécnico Nacional le han dado la oportunidad
para refundar su proyecto, en términos de
equidad, de justicia; por qué no darles la misma
opción a los normalistas, ellos también tienen
este mismo derecho.
También se ha probado con las mismas cifras
oficiales el ignominioso rezago educativo, social
67
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
y económico que enfrenta la población rural,
especialmente los indígenas. Los normalistas
rurales mejor que nadie, conocen y viven esta
realidad, por lo que su función social está más
que justificada para contribuir a transformar este
escenario de atraso.
Su pasado histórico los cobija y los engrandece,
en los momentos en que en el país no había nada,
cuando la mayoría de la población era analfabeta;
fueron a los lugares más apartados e ignotos
para enseñar las primeras letras y rudimentos
de oficios diversos. Desde 1922 a 1940 hicieron
una contribución social sobresaliente al país
que debemos reconocer, la aportación que hizo
la Escuela Rural Mexicana que contribuyó a
amortiguar la difícil situación que atravesó la
población rural de esa época, cuando los salarios
eran raquíticos equivalentes a los de los peones,
(“maestros de a peso”) cuando no había sistemas
de incentivos, cuando no había caminos y
carreteras, cuando prácticamente todo había que
hacerlo con las manos, la mente lúcida y un claro
compromiso social. La ERM también llamada
La Escuela de la Patria Mexicana; la de Rafael
Ramírez, de Gabriela Mistral, Moisés Sáenz, de
Narciso Bassols, de Lázaro Cárdenas, junto con
miles de maestros rurales (alrededor de 5000 en
1931); que no solo atendían el aula, sino también
la salud, la producción agrícola, la artesanía y
en general el mejoramiento de los pueblos; este
proyecto estuvo allí. Las Escuelas Normales
Rurales que subsisten actualmente son quizá las
últimas herederas de la tradición de la ERM y
que hoy ya se ha olvidado o se pretende olvidar.
En 1921 cuando comenzó el periplo de la
ERM había casi 7 millones de personas que
requerían saber leer y escribir, no había escuelas.
Hoy a casi cien años de distancia existe un
número similar de habitantes en el medio rural
con distintos matices de rezago educativo que
demandan su derecho a la educación y a una
educación de calidad, la presencia de los maestros
hoy como en aquella época, sigue siendo vigente.
A los maestros rurales no solo deben verse
de manera convencional, es decir, en el aula,
sino desde distintos ángulos: en su relación
estrecha con las comunidades, como promotores
y formadores de ciudadanía; tal y como se
construyó su proyecto original. Si solo se les
mira a los estudiantes como futuros simples
maestros, da cabida al discurso de «para qué
tantos maestros, si ya existen muchos y no pocos
desempleados», pero paradójicamente allá, en
las montañas, en las serranías, hacen falta otra
vez los misioneros culturales conocedores y
practicantes de la diversidad rural e indígena.
Por otra parte, según datos del INEE (13), un
15% de los profesores ocupan dos o más plazas,
o sea, más de 150 mil (10), a los cuales habría
que agregar los famosos “comisionados” que no
son pocos; probablemente en muchos casos se
justifica, pero en otros tantos no, y que han sido
frutos del corporativismo sindical para beneficiar
a los testaferros de los líderes sindicales, allí
hay recursos para el proyecto de las normales
rurales, también los hay en las cuantiosas
pensiones de los expresidentes y burócratas
privilegiados. Se podría hacer eco de la demanda
que enarbolaron los estudiantes politécnicos para
cancelar las pensiones de los exdirectores. En fin,
no se encuentra excusa para decir que no hay
recursos para la educación si en otros muchos
casos se dilapida impune e innecesariamente.
Si realmente faltara el dinero, no se explica
por qué la compra del avión presidencial o la
Casa Blanca. Recientemente se anunció un
presupuesto adicional de 400 millones de pesos
para estas escuelas, a lo cual habrá que subrayar
en primer lugar que es insuficiente para resarcir
el deterioro provocado por el olvido de más
de 40 años. En segundo lugar, no solo se trata
de dinero para invertir en educación; también
hace falta cambiar la situación socioeconómica
y política del medio rural, mientras persista esta
injusticia los conflictos continuarán.
El proyecto de las Escuelas Normales Rurales
es vigente y pertinente por las carencias que se
viven en el medio rural. La sociedad, así como
ha apoyado el movimiento de sus estudiantes
para que aparezcan con vida los 43 que faltan,
es necesario también que despliegue solidaridad
y apoyo para la reconstrucción y vigencia de
68
Departamento de Sociología Rural / UACh
su proyecto educativo. Una vez que pase la
tormenta, quedará la pregunta ¿Qué pasará con
las escuelas normales rurales? ¿Se convertirán
en escuelas técnicas como sugirió la maestra
Gordillo? Como efectivamente ha estado
ocurriendo con la política actual en el nivel de
educación superior que han proliferado como
hongos los institutos técnicos con distinto
nombre y que hoy, por el número de escuelas es
el subsistema educativo dominante. ¿Qué tipo de
educación requiere el país y el medio rural? En
las respuestas se requiere la participación social
y sobre todo de los estudiantes; es momento
también de reivindicar una nueva educación, que
la sociedad tome la palabra y las acciones que
sean necesarias, acorde a nuestra realidad y no la
que organismos internacionales impongan.
Esta búsqueda de alternativas no está exenta
de contradicciones, por una parte está la
exigencia del derecho a la educación que ampara
la Constitución y distintos ordenamientos del
derecho internacional, en donde el Estado quien
financia la educación se reserva el derecho sobre
su contenido y organización; por otro lado
están las condiciones sociales y económicas del
medio rural que exigen una educación diferente
e incompatible con la política educativa que
actualmente impulsa el Estado lo cual limita
u obstruye la libertad para decidir el tipo de
educación que satisfaga las necesidades del
pueblo. Todo lo cual deja abiertas preguntas
como ¿es posible una educación alternativa con
plena autonomía que sea apoyada por el Estado?
¿Es posible una educación alternativa sin la
injerencia del Estado? Para ambas respuestas
se pueden citar varios casos que implican
teorías y planteamientos políticos diferentes;
queda materia para seguir en el análisis de
este problema que nos involucra a todos los
mexicanos.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
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Primera edición, 2014.
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Tablas
Tabla 1. Escuelas normales rurales cerradas y/o transformadas en otro tipo de establecimiento
escolar
No
Año de
creación
1925
1
Ubicación de la escuela
El Mexe, Hidalgo
2
Champusco, Puebla
1925
3
Santa Lucía Durango
1925
4
La Huerta, Michoacán
1925
5
El Roque, Guanajuato
1926
6
Xocoyucan, Tlaxcala
1926
Fuente
Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983,
México.
Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983,
México.
Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983,
México.
Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983,
México
http://www.itroque.edu.mx/
7
San Juan del Río, Querétaro
1926
Rockwell, Elsle (2007). Hacer escuela, hacer Estado, la educación posrevolucionaria vista desde Tlaxcala,
México: El Colegio de Michoacán/ CIESAS/ CINVESTAV
Sin confirmar
8
Río Verde, San Luis Potosí
1927
Parte 4/5 Escuela Práctica de Agricultura. José de Jesús Alvarado Orozco, Río Verde en la Historia.
9
Salaices, Chihuahua
1927
10
Palmira, Morelos
1927
11
Actopan, Hidalgo
1928
12
Jalisquillo, Nayarit
1930
La antigua Escuela Normal de Salaices será declarada Patrimonio Cultural del Estado de Chihuahua.
Comunidad, Revista digital de actualidad sociocultural
(Cambió de ubicación: Cuernavaca-Oaxtepec-Palmira). La incorporación de la mujer morelense a la
educación 1930-1990. Ana Esther Escalante Ferrer y Luz Marina Ibarra Uribe (UAEM)
http://bvirtual.ucol.mx/descargables/676_incorporacion.pdf
Originalmente fundada en Molango, Hidalgo en 1923). Con datos de Fell Claude, José Vasconcelos los
años del águila, UNAM, 1989
http://www.e-local.gob.mx/
13
Galeana, Nuevo León
1930
Sin confirmar
14
Santa Teresa, Coahuila
1938
http://www.seducoahuila.gob.mx/archivo/documentos/biografias/docjunto.pdf
15
San Diego, Tecax, Yucatán
1941
Por Esto! Diario de Yucatán. poresto.net/vernota.php?zona=yucatan&idSeccion=24&idTitulo
16
Perote, Veracruz
1952
17
Comitancillo, Oaxaca
n/d
(Fundada originalmente Ozuluama, pasa Misantla y luego a Perote, Veracruz) “Hubo una vez, una
Escuela Normal Rural en Misantla” Salvador Hernández Mejía
http://plumaslibres.com.mx/2014/08/29/presentan-libro-hubo-una-vez-una-escuela-normal-rural-enmisantla/
Sin confirmar
18
Reyes Mantecón, Oaxaca
n/d
Sin confirmar
19
Tolimán, Querétaro
n/d
Sin confirmar
Fuente: Elaboración propia con base en la lista propuesta por Mar Velasco Patricia y Juan Francisco Meza Aguilar,
Matrícula normalista y políticas públicas: 1970-2009, en Patricia Ducoing Watty, (coord.) 2013, La escuela normal: una
mirada desde el otro, 1ª ed. México, D. F. UNAM, Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación, página
184, depurada y confirmada según las fuentes citadas en la tabla. (6)
70
Departamento de Sociología Rural / UACh
Tabla 2. Escuelas Normales Rurales vigentes
6
Nombre de la
Escuela
Gral. Plutarco Elías
Calles
Gral. Lázaro
Cárdenas del Río
Profr. Raúl Isidro
Burgos
Ricardo Flores
Magón
Miguel Hidalgo de
Atequiza
Lic. Benito Juárez
7
Vanguardia
El Quinto, Etchojoa,
Sonora
Tenería, Estado de
México
Ranchería Ayotzinapa,
Tixtla de Guerrero, Gro.
Agua Nueva Saucillo,
Chihuahua
Ixtlahuacán de los
Membrillos, Jalisco
Panotla, Tlaxcala
Villa de Tamazulapam
del Progreso, Oaxaca
8
Vasco de Quiroga
Tiripetío, Michoacán
9
J. Guadalupe
Aguilera
Gral. Emiliano
Zapata
San Rafael Canatlán,
Durango
Amilcingo Temoac,
Morelos
11
Carmen Serdán
12
Justo Sierra Méndez
13
14
General Matías
Ramos Santos
Justo Sierra Méndez
15
Mactumactzá
Chalahuico Teteles de
Ávila Castillo, Puebla
Blanca Flor, Hecelchakán,
Campeche
San Marcos, Bimbaletes
Loreto, Zacatecas
Cañada Honda,
Aguascalientes, Ags.
Adelita Mactumactzá,
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
16
Maestro Lauro
Aguirre
1
2
3
4
5
10
Ubicación
Ejido San José de las
Flores, Guemez,
Tamaulipas
Año de
creación
Fuente
1931
(Fundada originalmente en Ures, Sonora)
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
1927
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
1926
Enciclopedia Guerrerense, Guerrero Cultural Siglo XXI,
http://www.enciclopediagro.org/
1931
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
1934
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
1938
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
(Originalmente se fundó en San Antonio de la Cal, Oaxaca).
Con datos de Fell Claude, José Vasconcelos los años del águila,
UNAM, 1989
(Originalmente se fundó en Tacámbaro, Michoacán). Con
datos de Fell Claude, José Vasconcelos los años del águila,
UNAM, 1989
1925
1922
1926
1974
1925
1930
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
Observatorio ciudadano de la educación, Treinta años de la
normal rural Emiliano Zapata de Amilcingo, Morelos, Vol.
V, número 146. México, ene/2005, Ricardo Amann
Escobar.
(Cambió de ubicación: Izúcar de Matamoros-XochiapulcoHueyapan-Teteles)
Breve historia de Hecelchakán Cronista de Hecelchakán
http://www.hecelchakan.net/
1933
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
1936
http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/
1931
Lome, Emilio Ángel Historia de Chiapas para niños :
Chiapas de la A a la Z : abecedario de haikús /Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas, México : CONACULTA, 2010
1926
Antonio Maldonado Cronista de Ciudad Victoria
Fuente: elaboración propia con base en SIBEN-SEP y confirmación de fechas según las fuentes citadas en la tabla.
71
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Tabla 3. Estados con mayor prevalencia de desnutrición y condiciones sociales
Condición
Guerrero
Yucatán
Puebla
Oaxaca
Chiapas
Nacional
Viviendas con piso de tierra (%)
57.5
27.6
51.2
56.0
56.2
36.7
Viviendas sin agua potable (%)
57.6
30.0
46.7
51.5
42.8
44.1
Viviendas de calidad mala y muy mala (%)
69.0
36.8
57.6
62.6
59.3
41.9
Padre analfabeto (%)
53.4
46.7
43.1
41.6
46.7
38.5
Madre analfabeta (%)
54.7
53.1
44.9
45.7
51.6
37.9
Niños desnutridos peso/edad (%)
63.1
61.6
53.3
54.5
49.6
42.8
Niños desnutridos talla/edad (%)
71.3
73.1
66.5
69.9
71.6
55.9
Niños desnutridos de alto riesgo (%)
32.4
28.7
25.4
23.3
20.0
16.9
Gasto en alimentos (pesos per cápita/semana (%)
28.6
29.3
25.2
27.9
21.9
30.1
Consumo per cápita de leche (ml)
72.7
44.1
77.2
101.0
60.0
125.0
Familias que no consumen leche (%)
38.0
54.7
55.1
46.4
51.0
35.0
Fuente: Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán. Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición en el Medio
Rural 1996. Recuperado de La desnutrición infantil en el medio rural mexicano, Abelardo Ávila Curiel, Teresa Shamah
Levy, Carlos Galindo Gómez, Gerardo Rodríguez Hernández, Linda M. Barragán Heredia, Salud pública de México vol.40
n.2 Cuernavaca, Mor. Marzo 1998.
Tabla 4. Indicadores del Subsistema de Educación Normal en México 1992-2013
Indicador
1992-1993
1999-2000
% (±)
2012-2013
% (±)
Total Matrícula
110,975
215,506
94.2
134,420
-60.3
Pública
81,045
135,876
67.7
101,055
-34.5
Privada
29,930
79,630
166.1
33,365
-138.7
Total Maestros
12,188
17,481
43.4
16,956
-3.1
Pública
9,192
11,487
25.0
11,957
3.9
Privada
2,996
5,994
100.1
4,999
-19.9
Total Escuelas
473
607
28.3
489
-24.1
Pública
327
343
4.9
277
-23.8
Privada
146
264
80.8
212
-24.5
Fuente: Serie histórica del Sistema educativo nacional, SNIEE-SEP
72
Departamento de Sociología Rural / UACh
Tabla 5. Matrícula de las Escuelas Normales Rurales
No
Nombre de la escuela
Ubicación
1
Justo Sierra Méndez
2
Ciclo 2007-2008
Ciclo 2013-2014
H
M
Total
H
M
Total
Aguascalientes, Ags.
0
427
427
1
420
421
Justo Sierra Méndez
Blanca Flor, Hecelchakan, Camp.
139
147
286
97
202
299
3
Mactumactzá
Adelita, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
142
97
239
146
129
275
4
Ricardo Flores Magón
Agua Nueva, Saucillo Chihuahua
0
507
507
0
460
460
5
J. Guadalupe Aguilera
San Rafael Canatlán, Durango
397
0
397
398
0
398
6
Prof. Raúl Isidro Burgos
519
0
519
522
0
522
7
Luis Villareal
Ranchería Ayotzinapa, Tixtla de
Guerrero, Gro.
El Mexe Hidalgo
39
36
75
0
0
0
8
Ixtlahuacán de los Membrillos,
Jalisco
Tenería, Estado de México
329
191
520
199
267
466
9
Miguel Hidalgo de
Atequiza
Gral. Lázaro Cárdenas del
Río
543
0
543
552
0
552
Div. Semiescolarizada
123
441
564
0
0
0
10
Vasco de Quiroga
Tiripetío, Michoacán
553
0
553
550
0
550
11
Gral. Emiliano Zapata
Amilcingo Temoac, Morelos
0
349
349
0
361
361
12
Vanguardia
0
457
457
1
456
457
13
Carmen Serdán
0
443
443
0
386
386
14
Gral. Plutarco Elías Calles
Villa de Tamazulapam del
Progreso, Oaxaca
Chalahuico Teteles de Ávila
Castillo, Puebla
Etchojoa, Sonora
235
0
235
244
94
338
15
Maestro Lauro Aguirre
88
136
224
59
153
212
16
Lic. Benito Juárez
Ejido San José de las Flores,
Güemes, Tamaulipas
Panotla, Tlaxcala
0
310
310
0
318
318
17
General Matías Ramos
Santos
Bimbaletes Loreto, Zacatecas
367
203
570
291
269
560
3474
3744
7218
3060
3515
6575
TOTAL
Fuente: Sistema de Información Básica de la Educación Normal, SIBEN (SEP)
73
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Tabla 6. Numeralia de los desafíos actuales de la educación en el medio rural
Concepto
Absoluto
%
Total de localidades en el país
107,458
100%
Total de localidades menores a 2500 habitantes
103,810
97%
Total de población que no asiste a la escuela en localidades de menos de 2,500 habitantes
1,952,879
Población indígena que no asiste a la escuela 3 a 17 años
1,043,000
Total de población indígena de 3 a 17 años en localidades de menos de 2,500 habitantes
644,233
Total de la población indígena de 25 años y más que cuenta con educación superior completa
284,220
5%
Total de la población indígena de 25 años y más sin educación básica completa
3,753,846
70%
Sin escuelas preescolares
58,297
56%
Sin escuelas primarias
53,166
51%
Sin escuelas secundarias
84,435
81%
Sin escuelas de bachillerato
100,459
97%
Total de localidades de menos de 2500 habitantes sin escuelas:
Máximo nivel de estudios de la población rural de 18 a 24 años:
Media superior completa
20.80%
Superior completa
2.20%
Escuelas primarias indígenas en condiciones deplorables
68%
Total de profesores activos en educación básica
1,051,516
100%
Total de profesores que trabajan en 2 o más centros escolares de educación básica
154,650
15%
Fuente: Elaboración propia con datos del INEE (El derecho a una educación de calidad, informe 2014) y Localidades,
población e indicadores que intervienen en el índice de marginación según tamaño de localidad, 2010, CONAPO.
74
Los límites del antropocentrismo de Marx
Guillermo Torres Carral1
Introducción
Resumen
En este artículo se analiza el pensamiento de
Carlos Marx en relación con la naturaleza;
se puede apreciar que si bien descubre que el
conflicto hombre-naturaleza —como producto
del desarrollo capitalista— es la clave que
explica la crisis ambiental global, en su obra
pueden encontrarse dos niveles de análisis de la
naturaleza: en tanto dueño y como usufructuario
de la misma (ecocomunismo), de los cuales
surgen dos interpretaciones de su obra. En ese
sentido, es necesario avanzar en su actualización
en el contexto actual tomando en cuenta las
contribuciones presentes en ella.
Este comunismo es, como naturalismo
acabado=humanismo
y como humanismo acabado=naturalismo.
(Marx, 1966:82)
El trabajador ya no se inserta, como intermediario
entre la materia y él, el objeto natural transformado
en herramienta; inserta ahora el proceso natural,
que transforma en proceso industrial, como
intermediario, entre él y toda la naturaleza, de la
cual se ha hecho dueño. (Marx II, 1970:193)
El tema de la naturaleza en la obra de Marx
es fundamental y su discusión se encuentra
en numerosos trabajos teóricos al respecto.2
Las distintas dimensiones de este problema
tienen múltiples aristas que pueden encontrarse
en la vasta producción del autor (junto con
su camarada Federico Engels); en su obra
analiza las más diversas disciplinas, siempre
en la perspectiva de encontrar las bases para la
construcción de una sociedad comunista.
Dentro de aquellos aspectos, destaca, primeramente, por su trascendencia respecto a la catástrofe ecológica global, la ruptura que emprende
en relación con la filosofía clásica alemana, en
la cual plantea el método opuesto a Hegel en el
prólogo de El capital (1974: xxiii).3 Para Marx,
el sujeto (la humanidad) supone la unidad con
Palabras clave: propiedad, dominio, naturaleza,
economía ecológica, desarrollo sustentable
Abstract
This article analyses the thought of Karl Marx
in relation with nature; it can be appreciate that
even if he discovers the conflict man-nature
(produced by capitalist development, as a key
which explains at last the environmental crisis,
we find in his work a double vision of nature: as
ownership and as part of her (ecocomunism). In
this sense it is necessary to actualize such ideas
taking into account the contributions present in
his work.
Key words: property, dominium, nature,
ecological economy, sustainable development
2 Véase, por ejemplo, El concepto de naturaleza en Marx, de Alfred
Schmidt (1976).
3 “Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él” (Marx,
1974: xxiii).
1 Profesor-Investigador del Departamento de Sociología Rural,
Universidad Autónoma Chapingo. Correo electrónico: [email protected]
75
Departamento
Artículos y Ensayos
de Sociología
de Sociología
Rural /Rural
UACh
la naturaleza (1974),4 pero en esta concepción
el sujeto es parte del objeto y no se encuentra
por encima de él,5 mientras que, para Hegel, la
historia culmina con el “Saber Absoluto”: “El
espíritu tiene para nosotros la naturaleza como su
premisa, cuya verdad y, consiguientemente, cuya
primacía absoluta es aquél” (Hegel, 1971:392).
En segundo lugar, para Marx, la sociedad
sin clases aparece como resultado de la negación
de las relaciones de producción capitalistas
constituidas como “ley natural” (Marx, 1974:xv)
del periodo histórico cuya meta es el desarrollo
de las fuerzas productivas del capital (“acumular
por acumular”), de manera que, finalmente,
aquéllas resultan en un obstáculo al verdadero
desarrollo de las fuerzas productivas humanas:
“todo ello se presenta como fuerza productiva del
capital, no como fuerza productiva del trabajo”
(Marx, 1985:59). Sin embargo, tales fuerzas
se constituyeron, históricamente y en primera
instancia, como la comunidad, y así se destaca en
los Grundrisse: “La comunidad misma representa
la primera gran fuerza productiva” (1970, i:
379).6
Todo lo anterior constituye una premisa del
comunismo (“Socialismo Científico”), a partir
de la negación de la negación (“expropiación de
los expropiadores”), es decir de la negación del
capitalismo (y la prevalencia de la propiedad
social sobre la privada), que tuvo como
precedente la expropiación de la masa del pueblo
de sus medios de producción (Marx i, 1974:649).
En relación con la filosofía de la historia (en
tanto continuidad y superación de la filosofía de
la naturaleza), Marx fundamenta que las clases
sociales están determinadas por las condiciones
histórico-concretas de la producción. Aquí
destaca la consideración (siguiendo a Vico) de
que la historia humana sólo puede entenderse
como parte de la historia natural y no de manera
independiente:7 “La historia humana se distingue
de la historia natural en que la una está hecha
por el hombre y la otra no” (Marx I, 1974:303).
Esto resulta esencial para distinguir las leyes de
la evolución natural de la humana: “Así como
Darwin descubrió las leyes del desarrollo de la
naturaleza orgánica, Marx descubrió las leyes de
la naturaleza humana” (Engels, 1971:43).8
Por otra parte y en tercer lugar, destaca
el papel de la naturaleza en el terreno de
la economía política y su crítica, esto es,
visualizándola desde la teoría del valor-trabajo
renovada, básicamente distinguiendo entre
el trabajo abstracto y concreto; el trabajo
asalariado y el valor de la fuerza de trabajo, así
como la diferencia entre la plusvalía y ganancia
(como forma de esta última), superando así a la
economía política clásica inglesa.
En su obra, sobresale el hecho de que la
naturaleza —aun careciendo de valor por no ser
producto del trabajo humano— sí tiene precio,
establecido mediante la ley de la oferta y la
demanda como expresión de la ley del valor. Así,
la renta del suelo (y de otro bien natural) resulta
de la distribución de la plusvalía (ganancia
extraordinaria que va a parar del arrendatario
al terrateniente) y no constituye una creación
de valor.9 Esto último es importante, pues está
relacionado con la moda actual que caracteriza
a los economistas ambientales y ecológicos
(basados en la teoría neoclásica, la cual es una
derivación lejana de la ricardiana de la renta de
4 “Las determinaciones que valen para la producción en general deben
ser precisamente separadas a fin de que se pierda de vista la diferencia
esencial en razón de la unidad, la cual se desprende ya del hecho de que
el sujeto, la humanidad y el objeto, la naturaleza son los mismos” (Marx,
1974 (b): 238).
5 “La afirmación de que la vida física y espiritual del hombre se halla
entroncada con la naturaleza no tiene más sentido que el que la naturaleza se halla entroncada consigo mismo, ya que el hombre es parte de
la naturaleza” (Marx, 1966:67). Sin embargo, es el dueño de la misma.
6 Puede agregarse otra variante: “De todos los instrumentos de producción, la fuerza productivas más grande es la propia clase revolucionaria”
(Marx, 1970:159).
7 E igualmente puede decirse que no se puede entender la naturaleza
ignorando el proceso histórico: “Si nos fijamos en las representaciones
abstractas e ideológicas de sus portavoces tan pronto se aventuran fuera
del campo de su especialidad, advertimos en seguida los vicios de ese
materialismo abstracto de los naturalistas que deja a un lado el proceso
histórico” (Marx, 1974: 303).
8 “Pero el hombre no es solamente un ser natural, sino que es un ser natural humano; es decir, un ser genérico” (Marx, 1966:117).
9 “Uno de esos errores [de Malthus] reside en suponer que la renta es una
ganancia líquida y constituye una nueva creación de riqueza […]. Ahora
este valor es, desde luego, nominal, ya que no aumenta en nada la riqueza” (Ricardo, 1959: 297-298).
76
Departamento de Sociología Rural / UACh
Además, debido a que el sujeto es el hombre,
la naturaleza se presenta como inorgánica en
relación con su subjetividad como ser humano.
En este punto, se debe acotar que la apropiación
de la naturaleza se limita a los ecosistemas. E
incluso si la sociedad humana global fuera dueña
(jurídica) del planeta, carecería de la posibilidad
de imponerse sobre las leyes de la evolución.11
Por eso, tales expresiones como la de dueño
son más una metáfora que algo cierto cuando
vislumbramos a la naturaleza en su totalidad.12
Además, debe tomarse en cuenta que desde que
Marx escribió su obra, el nivel de degradación
de la Tierra ocasionado por la acción humana
ha llevado a cambios planetarios cualitativos
irreversibles (desde luego en el tiempo humano),
de tal manera que la destrucción de la naturaleza
puede ser contenida sólo hasta cierto punto.
A eso se debe que Lovelock (2007:43) haya
considerado el desarrollo sustentable como
una “patraña”, pues no está a la altura de las
circunstancias para enfrentar la verdadera
problemática, la cual se encuentra en las
tendencias de la civilización capitalista hacia su
autocomplacencia y autodestrucción.
la tierra, a través del marginalismo), quienes
piensan que el problema ecológico-ambiental se
debe a la gratuidad de la naturaleza y, por ende,
la solución sería fijarle un precio a los bienes y
servicios ambientales (por ejemplo, el precio de
carbono para reducir las emisiones de dióxido
de carbono); esto, desde luego, acerca más a la
extinción que a la conservación de los bienes
comunes (Ostrom, 2000), pues se entregan al
mejor postor, a quien lo único que le interesa es
el valor de cambio (la ganancia).
En este punto el autor es claro: “Al llegar a la
gran industria, aprende a hacer funcionar gratis,
en gran escala, como una fuerza natural, el
producto de su trabajo pretérito, ya materializado
[…] Y por cuanto menos valor transfiera, más
productiva será la máquina y, por tanto, más
se acercará su rendimiento a la de las fuerzas
naturales” (Marx I, 1974: 318-319). Así el
hombre jamás podrá producir la tecnología que
representa la naturaleza, en cuanto a su eficacia
y gratuidad; por ello, más que supeditación a la
misma, lo que hay que pretender alcanzar es una
cooperación con ella.
Propiedad y apropiación de la
naturaleza
Como resultado de esas tres grandes
preocupaciones teórico-metodológicas, para
Marx la unidad sujeto-objeto puede ser
entendida como la circunstancia en la cual el
hombre se presenta como propietario de sus
condiciones de producción (tanto naturales
como sociales): “Por propiedad entendemos
que el individuo se comporte como propietario
respecto a las condiciones naturales del trabajo
y de la reproducción, éstas forman el cuerpo
objetivo, hallado plenamente dispuesto como
naturaleza inorgánica de su subjetividad” (Marx,
1970 I:363). Tal propiedad —que presupone la
apropiación ergo producción—10 tiene un doble
carácter: como relación económica y jurídica.
Necesidad y libertad
En el capitalismo, la libertad personal —como
derecho humano— radica meramente en la
libre compra-venta de las mercancías (y flujos de
capitales), especialmente de la fuerza de trabajo.
Asimismo, se sabe que la economía mercantilcapitalista está orientada no al valor de uso sino
al de cambio. De esta manera, la apariencia de
libertad encubre la moderna esclavitud salarial.
Esto significa que no puede haber libertad real
si no se elimina el trabajo excedente; sólo de
11 “Los Estados Unidos están luchando por extender su dominio sobre
la suma total de las cosas, por hacerse dueños íntegros y absolutos de la
naturaleza, en todos sus aspectos […] ocupar el asiento de Dios, repetir
sus hazañas, recrear un cosmos hecho por los hombres según las leyes humanas de lo racional, lo eficiente y lo predecible: éste es el objetivo último
de Estados Unidos […] Destruir todo lo primitivo, todo cuanto nace en
desordenada profusión, o evoluciona a través de pacientes mutaciones.”
(Robert Junk, citado por John Passmore, 1997).
12 Vale la pena agregar la expresión (tachada) en “La ideología alemana”:
“Mi actitud hacia mi medio ambiente es mi conciencia” (Marx y Engels,
i, 1978:29).
10 “Toda producción es apropiación de la naturaleza por el individuo, en
el interior y por medio de una determinada forma de sociedad.” (Marx,
1974:241).
77
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
esta forma el hombre deja de ser esclavizado por
su propio trabajo. Así, la libertad presupone la
reducción de la jornada laboral (Marx, 1974:439)
y la abolición de la explotación humana –a la que
hay que agregar– la de la naturaleza por el capital
(O’Connor, 1992).
Sin embargo, en el contexto actual resulta
fundamental reconocer que con la destrucción
socioambiental planetaria a partir del avance
tecnológico de las últimas décadas (lo que
conduce a incorporar el tiempo de trabajo que
requiere la reposición de los bienes naturales en
la determinación de la magnitud de valor de las
mercancías), no podrá decirse que el “Reino de
la Necesidad salte al Reino de la Libertad”, lo
que presupondría la reducción de la jornada de
trabajo (Marx I, 1974: 440):
cambie de carácter, puesto que el trabajo deja
de ser un simple medio.14 Es decir, de ahora
en adelante, el mundo tendrá que pagar sus
excesos relacionados con la devastación ecosocial. Esto modifica pasar de un escenario
con una productividad ascendente a otro con
productividad descendente (Marx, 1974:448)
y precios altos, no bajos (como tendencia, no
como mero fenómeno pasajero, como ocurrió en
décadas precedentes); se asiste al fin de una era
de abundancia y entramos a una de escasez, sobre
todo por las condiciones naturales planetarias
modificadas drásticamente, las cuales confluyen
con el calentamiento global, debido a la acción
de las actividades económicas. Todo ello hace
imposible el ideal del comunismo decimonónico,
el cual suponía que sólo bastaría la abolición de
la propiedad privada para alcanzar el socialismo
a partir de la base material heredada: “Hubo de
pasar tiempo y acumularse experiencia antes de
que el obrero supiese distinguir la maquinaria de
su empleo capitalista” (Marx I, 1974: 355).
No obstante, de manera simultánea, la hecatombe ecológica y social global crea una situación
totalmente nueva en el mundo, la cual impone
que el Reino de la Libertad se hará inalcanzable en el contexto actual porque la destrucción
planetaria requiere la necesidad de más trabajo
social15 (necesario y excedente) para enfrentar el
cambio climático global y la crisis ambiental.
En este punto es necesario destacar una
contradicción —real o aparente— entre el arribo
al Reino de la libertad (“más allá del Reino de
la Necesidad”) y la idea planteada en su Crítica
del Programa de Gotha, en el sentido de que
la bandera del comunismo radica en el “cada
quien según su capacidad a cada cual según
sus necesidades”, mientras que en el socialismo
La libertad en este terreno sólo puede
consistir en que el hombre socializado, los
productores asociados, regulen racionalmente
este metabolismo suyo con la naturaleza
poniéndolo bajo su control colectivo, en
vez de ser dominados por él como un poder
ciego; que lo lleven a cabo con el mínimo
empleo de fuerzas y bajo las condiciones más
dignas y adecuadas a su naturaleza humana.
Pero éste siempre sigue siendo un reino de
la necesidad. Allende el mismo empieza
el verdadero reino de la libertad, que sin
embargo sólo puede florecer sobre aquel reino
de la necesidad como su base. La condición
de la jornada laboral es la condición básica.
(Marx 8, 1985: 1044)13
Por lo contrario, en las condiciones de la
destrucción planetaria, el Reino de la Libertad
sólo podría alcanzarse dentro del mismo Reino
de la Necesidad y no más allá de él, aunque éste
14 “Cuando el trabajo no sea un medio de vida, sino la primera necesidad
vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos,
crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir
en su bandera: ¡De cada cual según su capacidad; a cada cual según sus
necesidades” (Marx, 1972 3: 15). Sin embargo, en esta cita se presenta
una contradicción real o aparente con lo dicho en El capital, en relación
con que la libertad está más allá del Reino de la Necesidad.
15 Para el posmodernismo se trataría del capital natural.
13También véase a Federico Engels en su Antidühring: “Termina la lucha
por la existencia individual. Con esto el hombre se separa definitivamente, en cierto sentido, del reino animal y pasa de las condiciones de existencia animales a otras realmente humanas. El cerco de las condiciones
de existencia que hasta ahora dominó a los hombres cae ahora bajo el
dominio y el control de éstos, los cuales se hacen por primera vez conscientes y reales dueños de la naturaleza, porque y en la medida en que
se hacen dueños de su propia asociación […] es el salto del reino de la
necesidad al reino de la libertad” (1968: 280).
78
Departamento de Sociología Rural / UACh
es el “cada quien según su trabajo”. De esa
forma, se debe comprender que la oposición
entre necesidad y libertad no niega su unidad,
por lo cual la libertad radica en la satisfacción
de necesidades y en la creación de otras nuevas
(como la de proteger el planeta: “otro mundo
es posible”), así como en la liberación de nuevas
fuerzas productivas (la ciencia al servicio del
hombre y no del capital).
Por ello, el desarrollo de las fuerzas productivas
cambia igualmente en el marco de una sociedad comunista, de fin a medio; mas no -como se encuentra en ciertas interpretaciones de Marx (Costanza et
al., 1999)- donde se considera a aquéllas como un
fin en sí mismas (aunque desde luego bloqueadas en
el capitalismo maduro por las relatciones sociales de
producción). En todo caso, las fuerzas productivas
se vuelven más espirituales que materiales.
Finalmente, la discusión alrededor del trabajo
libre -en el sentido real- sólo se logra en ese Reino
de la Libertad: mínimo de trabajo, reducción de
la jornada y productividad e intensidad crecientes
(Marx I, 1974:356).
coadyuvan a un cambio del modo de producción
sino a su conservación (de ahí la necesidad de
acuerdos globales y regionales para eliminar
las armas atómicas), mediante la economía de
guerra, la preeminencia de los activos financieros
tóxicos y el sobreconsumo concomitante
(Torres, 2013:149), como pivotes del capitalismo
contemporáneo (lo cual no niega el crecimiento
general de la economía fincada en gran parte en
el consumo improductivo).
En este análisis, resulta primordial discutir
los cambios en el capitalismo contemporáneo, así
como su relación con la explotación capitalista
de la naturaleza y el hombre. Quizás el aspecto
más importante sea el nivel de destructividad
alcanzado por el sistema global (Marcuse, 1993),
su transfiguración ficticia, el hiperconsumismo y
su carácter cada vez más no-reproductivo ecosocial,17 los cuales erosionan a la civilización
occidental, en especial su fundamento eco-social,
así como las bases de su prosperidad, y que
además son uno de los fundamentos de la crisis
mundial de 2008. Todo ello implica cambios en el
funcionamiento contemporáneo de la ley del valor
(no sólo por la presencia dominante del monopolio
económico y político, sino, destacadamente, por la
destrucción de la naturaleza).
Para sostener este modelo destructivo
y, en particular, el modelo de apropiación
depredador en funciones (sea capitalismo
privado, capitalismo de Estado, socialismo de
Estado), se requiere de la transferencia del fondo
La crítica de la economía política y el
dominio de la naturaleza
Lo anteriormente planteado es tan sólo un
presupuesto para poder entender el comportamiento de la producción de plusvalía en la era de
la degradación socioambiental exacerbada a nivel
global, tal y como se atestigua en el mundo en
la actualidad. Sin embargo, el avance científicotécnico contemporáneo no puede sin más constituirse como el fundamento de la nueva sociedad,
ya que su orientación decisiva (concerniente a
las innovaciones tecnológicas) es eminentemente
bélica (lo que supone la guerra contra la naturaleza y los pueblos). Ello, desde luego, no impide la
reproducción ampliada del capital global, ya que
ésta sustenta al armamentismo (Boggs, 2005),
pero este último socava sus bases materiales (y su
basamento natural).
Por lo anterior, las fuerzas productivas se han
convertido en fuerzas de la destrucción,16 pues no
surgen fuerzas productivas y medios de intercambio que, bajo las relaciones existentes, sólo pueden ser fuente de males, que no son ya tales fuerzas productivas sino más bien fuerzas destructivas” (Marx, 1978:36). En
este punto destaca la reproducción ampliada negativa de Nicolai Bujarin
(1974:27).
17 “Gran parte anual del producto que se consume como rédito y ya no
regresa al proceso productivo en calidad de medios de producción, está
compuesto de los productos (valor de uso) más nefastos, que satisfacen las
pasiones, los caprichos ( fancies), etc., más deplorables. Este contenido es
de todo punto indiferente para la determinación del trabajo productivo
(aunque, naturalmente, al desarrollo de la riqueza se le aplicaría un freno
si una parte desproporcionada se reprodujera de esta suerte, en lugar de
convertirse nuevamente en medios de producción y de subsistencia que
vuelvan a entrar en la reproducción ora de mercancías ora de la capacidad laboral misma; en otras palabras, en lugar de consumirse productivamente. Este género de trabajo productivo produce valores de uso, se
objetiva en productos que están destinados solamente para el consumo
improductivo y que, en realidad, en cuanto artículos, carecen de todo
valor de uso para el proceso de reproducción” (Marx, 1985:85).
16 “En el desarrollo de las fuerzas productivas se llega a una fase en la que
79
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
de consumo de los trabajadores18 al fondo de
acumulación (mediante procesos inflacionarios,
bajas salariales, expropiación de los ahorros
y pensiones, y prácticas enfocadas a fin de
generar mayores exportaciones, vía depreciación
monetaria, o sobrevaluación monetaria para
acceder a mayores importaciones más baratas).
Esto significa incrementar la pobreza de los
trabajadores, como palanca del proceso de
acumulación, lo que no impide que, de ese
fondo, el flujo de recursos económicos se destine
al creciente consumo improductivo.
Lo anterior se presenta junto con el reto
planetario de enfrentar los desastres naturales,
mediante un mayor trabajo social (en su
mayoría gratuito), que no puede ser totalmente
desplazado por máquinas, en especial frente a
medidas de adaptación al cambio climático,
por ejemplo, el llenado de sacos de contención
y su distribución espacial cuando se presentan
inundaciones; la colocación de materia orgánica
en las laderas o su reforestación; elaboración de
compostas, etcétera.
Cabe señalar que Marx descubrió que la
autovalorización del capital, como ley absoluta
del capitalismo, socava las condiciones históriconaturales de su existencia (al destruir el trabajo
y la Tierra);19 a pesar de esto, considera también
que el dominio de la naturaleza 20 es una
herencia con la cual se posibilitaría cesar la
explotación del hombre por el hombre, aunque
esto se modifica por el tránsito de una reducida
destrucción planetaria a una de tipo ilimitada.
Sin embargo, confía más en la posibilidad de
abundancia en la sociedad del futuro que en su
estrechez (“crecimiento a chorros de la riqueza”),
pues en su obra está presente la idea de una
fecundidad permanente de la Tierra.21 Por
ello, la perspectiva de una nueva relación con
la naturaleza como una premisa que signifique
el cese a su explotación (palabra cuyo sentido
último es equivalente a explosión, extinción)
es característica de los nuevos economistas,
ahora economistas ecológicos y, en especial, del
ecosocialismo (Bellamy, 2008:14).
Cabe decir que, si bien Marx y Engels tuvieron
una posición muy parecida respecto a la relación
hombre-natura (véase La dialéctica de la naturaleza
y los Manuscritos económico-filosóficos), el primero se
ocupó más de la filosofía económica y el segundo
de la filosofía natural, pues éste tenía mayor
conocimiento sobre las ciencias de la naturaleza
(1974), mientras que aquél desarrolló más las
ciencias sociales.22 Como consecuencia, Engels
delineó el conocimiento de las causas del problema
ecológico, y Marx dibujó los trazos de lo que hoy es
el desarrollo sustentable (Marx, 8, 1985:987).
Sin embargo, la visión del dominio humano
de la naturaleza es compartida por los dos. En
Engels, destacan sus obras en donde no hay
superación sino continuación del dominio (en
la Dialéctica de la naturaleza y en Del socialismo
utópico al socialismo científico). La economía
política estudia las leyes que rigen las formas
materiales que dan sustento a la reproducción
humano-social, y que explican el origen,
desarrollo, así como los límites históricos de la
sociedad moderna. Ésta se funda en relaciones
sociales cada vez más complejas y extensas que
expresan la relación conflictiva hombre-natura.
La economía ecológica desde la
crítica de la economía política
En la obra de Marx están presentes dos premisas
básicas que expresan las condiciones históricas
18 “Gracias a esto, el fondo necesario de consumo del obrero, se convierte
de hecho, dentro de ciertos límites, en un fondo de acumulación de capital” (Marx, 1974 I:505).
19 “Por tanto, la producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica
y la combinación del proceso social de producción socavando al mismo
tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hombre”
(Marx, I, 1974:424).
20“Imagínese qué contrasentido sería el que, cuanto más va el hombre
dominando la naturaleza por medio de su trabajo y cuanto más superfluos van haciéndose los milagros de los dioses, gracias a los milagros de la
industria, el hombre tuviera que renunciar, en gracia a esas potencias, al
goce de la producción y al disfrute del producto”(Marx, 1966:69).
21 “Todo progreso realizado en la agricultura capitalista […], es a la vez
un paso en el agotamiento de las fuentes perennes que alimentan dicha
fertilidad” (Marx I, 1974: 423). Es decir, a pesar de reconocer el carácter destructivo del capital, creía en la perennidad de la fecundidad de la
tierra.
22 “La historia es de por sí una parte real de la historia natural, de la
transformación de la naturaleza en hombre. Las ciencias naturales se convertirán con el tiempo en la ciencia del hombre, del mismo modo que la
ciencia del hombre englobará las ciencias naturales, y sólo habrá entonces
una ciencia.”
80
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del desenvolvimiento económico y social de la
relación hombre-natura. La primera se refiere,
en general, a la alienación humana respecto a la
naturaleza (en la Ideología alemana).23 La segunda,
a las alienaciones, señaladas en los Manuscritos:
1) respecto al producto; 2) en relación con
los medios de producción y de consumo, y 3)
respecto al trabajo realizado (enajenado).
Para Marx, la humanidad es parte24 de la
naturaleza (Marx, 1966:78), y sostiene que la
base de toda sociedad es la producción de valores
de uso, soporte de toda forma de riqueza. Éstos
son expresión del binomio: el trabajo (“el Padre”)
y la Tierra (“la Madre”); dichos valores de uso
pueden ser medios de producción o de consumo,
lo que depende de sus propiedades materiales,
así como de la satisfacción de las necesidades
humanas que son dinámicas. Además, estos
valores constituyen los soportes de toda forma
de riqueza social (fincada en el valor de cambio).
Asimismo, el descubrimiento de los nuevos
valores de uso de los productos de la naturaleza
es un hecho histórico (Marx II, 1970: 234).
Así, el fundamento de toda forma social de
desarrollo está fincada en el trabajo concreto, y
éste significa que es ineludible la relación perenne
con la Tierra. Por lo tanto, el hombre no puede
dejar de mantener esta dependencia respecto a
la naturaleza, ya que las condiciones naturales
son parte integrante de la capacidad productiva
del trabajo; de esta manera, a mayor capacidad
productiva menor magnitud del valor individual,
y a la larga del valor social (Marx I, 1974: 32);
sucede lo mismo a la inversa, por lo tanto baja
la magnitud del valor como producto del menor
trabajo socialmente necesario, así como los
precios de las mercancías (regulados por el valor
de mercado).
Lo anterior adquiere gran relevancia frente a
los desastres naturales y el cambio climático, los
cuales conducen al hecho de que para sostener
la tasa de explotación es necesario aumentar
la jornada global de trabajo, pero la magnitud
del valor sube porque con el mismo trabajo
se obtiene un menor resultado, con especial
importancia en la agricultura (Podolinski, en
Marx y Engels, 1975: 109), la cual se refleja en la
explosión de precios de los alimentos (y materias
primas).
Todo ello, desde luego, ocurre
simultáneamente frente a un acelerado cambio
tecnológico en la industria (y agricultura
industrial) que impulsa los precios a la baja
conforme a la ley del valor. Como corolario,
en la ruta de la crítica de la economía ecológica
es necesario destacar el siguiente conjunto de
problemas:
1. De entrada, destaca el postulado erróneo
de que el valor económico de la naturaleza
constituye su presencia física, y de que aquélla
tiene un valor de cambio inherente, pero:
“Hasta hoy ningún químico ha logrado
descubrir valor de cambio en el diamante o
en la perla” (Marx I, 1974: 47).
2. Una mejor comprensión de la importancia
que para Marx tiene la naturaleza se
encuentra en el capítulo sobre el proceso de
trabajo: ahí la fuerza de trabajo es sujeto y
objeto natural a la vez. En el trabajo se da
“un intercambio de materias entre el hombre
y la naturaleza” (Marx I, 1974: 289), donde
aquél sólo cambia de forma lo que obtiene
directamente de la naturaleza sea como
objetos o medios de trabajo. A partir de ahí
—y luego de definir el trabajo productivo—
se traslada a lo que ocurre en el capitalismo.
No obstante, en ese capítulo de El capital,
si bien está presente la dependencia del
hombre hacia natura, ésta aparece sólo como
un conjunto de medios de producción y
de consumo, y su reproducción (natural)
todavía no se incluye dentro del proceso de
trabajo, el cual debe contemplarse como
parte de la reproducción de los ecosistemas.
En ese capítulo, el objeto es la materia
bruta transformada por el trabajo (materia
23 “[…] precisamente porque la naturaleza no ha sufrido aún modificación histórica alguna.” (Marx y Engels I, 1978:29)..
24 Lo que se interpretaría como que es la parte más importante de la
naturaleza.
81
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
prima), pero ésta depende de un proceso
de reproducción natural, del cual hace
abstracción el autor.
de plusvalía, pero sí como una condición
fundamental para ello. Por lo tanto, la naturaleza
es gratuita para el capital y el hombre, aunque
haya costado mucho trabajo transformarla por
millones de años: “Los productos naturales de
la Tierra, pocos y totalmente independientes
del hombre, son como una concesión de la
naturaleza que podría compararse a esa pequeña
suma de dinero que suele darse a los jóvenes para
que trabajen y prueben su suerte” (James Stuart
en Marx I, 1974:131).
3. Es necesario señalar que, en todo momento,
las necesidades humanas son vistas como
resultado de la producción, que es la que
las crea (Marx, 1974:248). Sin embargo,
se reconoce que la productividad natural
del trabajo establece el mínimo histórico
necesario aunque cambiante. Además, la
naturaleza es una fuerza productiva que
se anexa al capital —subsunción de la
naturaleza al capital 25 (Marx I, 1974)—,
por lo cual se transforma en fuerza
productiva del mismo, como se vio antes.
4. Lo anterior se confirma cuando la naturaleza
se convierte en un elemento que integra
el fondo de acumulación.27 Así, si bien
Inglaterra basó su desarrollo en la industria
interna, sin la dependencia de las materias
primas externas no sería nada. Ello se refleja
en la importancia de las materias brutas
(Marx I, 1974:131), las cuales son un factor
crucial en el comportamiento del mercado
mundial, como en la actualidad en el caso del
petróleo, gas, carbón y minería:
Para nuestro autor, la naturaleza representa una
fuerza productiva gratuita (apropiada por el
capital), y la mejor tecnología es la que se acerca
a ella en cuanto a su funcionamiento, aunque
desde luego nunca podrá igualarla, de ahí que se
haya anticipado a la idea de la “sustentabilidad
fuerte”.
La importancia de lo anterior radica en que,
conectada con la acción humana, establece a
la productividad natural del trabajo como la
capacidad del hombre para cubrir sus necesidades
mediante la aplicación de su trabajo necesario,
el cual determina la magnitud del trabajo
excedente, mientras que la productividad social
del trabajo implica la transformación de los
medios de trabajo: “La productividad real del
trabajo de que arranca este régimen como su
base, no es precisamente un don de la naturaleza,
sino producto de una historia que llena miles de
siglos” (Marx I, 1974:428). Sin embargo, “La
bondad de las condiciones naturales no hace
más que crear, nunca la realidad del trabajo
excedente” (Marx I, 1974:428).26 Así, como
la naturaleza carece de valor, la acumulación
depende de ésta no como creadora directa
Habrá por tanto que explorar toda la naturaleza
para descubrir objetos de propiedades y usos
nuevos para intercambiar, a escala universal,
los productos de todas las latitudes y de todos
los países, y someter los frutos de la naturaleza
a tratamientos (artificiales) a fin de darles valor
de uso nuevo. Se explorará la Tierra en todo
sentido, tanto para descubrir nuevos objetos
útiles como para dar valor de uso nuevo a los
antiguos objetos; se utilizarán éstos de alguna
manera como materia prima; se desarrollará al
máximo las ciencias de la naturaleza. Se tratará
además, de descubrir, de crear y de satisfacer
necesidades que se derivan de la sociedad
misma. (Marx I, 1970:306).
5. Un aspecto donde se anticipa a la nueva
era de la crisis de energía y ambiental es
la importancia que se le da a los desechos
25 “Este régimen presupone el dominio del hombre sobre la naturaleza.
Una naturaleza demasiado pródiga ‘lleva al hombre de la mano como a
un niño en andaderas’” (Marx, I, 1974: 429).
26 Esto tiene que ver con la “maldición de los recursos naturales”.
27 “Aquí aparece también como fuente inmediata de nueva acumulación
la acción directa del hombre sobre la naturaleza, sin que se interponga
para nada un nuevo capital” (Marx I, 1974:509).
82
Departamento de Sociología Rural / UACh
y a su aprovechamiento para incrementar
o disminuir la tasa de ganancia. En este
tenor, es de destacarse el reconocimiento
al desempeño de la pequeña producción
campesina en el reciclaje de dichos desechos
(Marx 6, 1985:234). Asimismo, explica
la relación de la tasa de ganancia con los
sistemas de energía más eficientes, lo cual
es una preocupación fundamental en la
actualidad.
y la demanda) y está referido a que su monto se
modifica de manera inversa por los movimientos
en la tasa de interés: la tierra no tiene valor, pero
representa un capital imaginario expresado en un
precio. Asimismo, considera que no hay una sola
tendencia en la relación de la renta, puesto que
ésta puede darse mediante precios constantes,
crecientes y decrecientes, y con productividad
(natural y real) constante, creciente y decreciente;
así, el caso de la productividad descendente es
sólo uno aunque —desde luego— real (y una
tendencia que se agrava por el cambio climático
global). Y reconoce a las mejoras del suelo
como un gran logro, base de la prosperidad
en una sociedad comunista del futuro, donde
lo principal es el manejo del suelo mas no su
propiedad (Marx 8, 1985:1070).
Se llega al resultado de que se presenta la
tendencia al aumento absoluto de la fertilidad
y a la reducción en el diferencial de las malas y
buenas tierras. Igualmente se asienta como un
gran avance el hecho de que pueda producirse
más en menor espacio (Hodgskin, en Marx,
1975). Y se plantea el concepto de productividad
potencial, entendido como el reservorio de
recursos naturales que permiten su mejor
aprovechamiento (Marx II, 1974:219). Ello sería
la clave de una sociedad del futuro, basada en el
aprovechamiento más que en la explotación de la
naturaleza.
Adicionalmente, la Tierra tiene una
multifuncionalidad, como se dice hoy, ya que
produce alimentos y materias primas, reproduce
al hombre (no sólo al agricultor), aporta fuerza
de trabajo, es su morada y su laboratorio original.
Es de señalarse la importancia que Marx le da al
futuro de la agricultura, ya que es ahí donde la
maquinaria produce una eficacia revolucionaria
mayor que en la industria (Marx I, 1974:422). En
consecuencia, están presentes las ventajas de la
agricultura.29
6. Otro punto importante es cuando se señala
la contradicción presente en la sociedad
capitalista entre los ciclos de la naturaleza y
la rotación del capital. Evidentemente ambos
tiempos chocan. Aquí puede comprenderse
la enorme dependencia hacia los bosques
por parte de la agricultura y la ganadería (y
de toda la economía debido a los servicios
ambientales que aportan).
7. Igualmente, destaca la discusión alrededor de
la renta del suelo en su producción teórica. En
este aspecto, la Tierra tiene una connotación
en el sentido de que en el capitalismo
constituye un doble monopolio en tanto
propiedad (real y jurídica), y con fines
económicos; esto es, cuando está destinada a
la valorización de la propiedad territorial.
En este aspecto, la productividad natural de la
Tierra se expresa como productividad natural del
capital (terre-materiel/terre-capital),28 que explica
que el capital está condicionado por la diferente
fertilidad del suelo (“renta diferencial”).
Posteriormente, ya establece el problema en
términos de cómo se calcula el denominado valor
económico ambiental; esto se resuelve mediante
la capitalización de la renta que fija el precio
de la tierra, manteniendo una determinada
tasa de interés, y cómo lo que se valora no es
realmente la tierra sino su propiedad; el precio
es simbólico (aunque se fija mediante la oferta
29 “En el caso de un rápido desarrollo de la fuerza productiva, toda vieja
máquina debe ser sustituida por otra más ventajosa, es decir que debe
perderse. En cambio la tierra, correctamente tratada, mejora de continuo. La ventaja de la tierra, consiste en que sucesivas inversiones de capital pueden reportar mejoras sin que se pierdan las anteriores, implica al
mismo tiempo la posibilidad de la diferencia de rendimiento entre suce-
28 Expresiones que planteó inicialmente Marx en su “Miseria de la filosofía” (1975:149).
83
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
8. No obstante, se destaca que, aunque el
capitalismo se basa en la generación de
riqueza material (valores de uso), y ésta
proviene del hombre y de la Tierra (Crítica
del Programa de Gotha), este sistema conduce
a la destrucción del hombre y la Tierra
(Marx I, 1974:424). En cuanto al primero,
ya se establece un criterio para entender
la economía ecológica, en relación con el
despilfarro de fuerza de trabajo que conduce
a un acelerado desgaste de la misma y a su
rápida dilapidación (Marx I, 1974:180).
Asimismo, la eficiencia del capital se
contrapone a la ineficiencia energética del
obrero, ya que no se repone la energía gastada
(la cual llega a ser inconmensurable).
(Marx 1, 1975:345). Además, se establece que el
futuro consiste en legar mejorada la Tierra a las
siguientes generaciones, anticipándose al Informe
Brundtland, pero mostrando su superioridad
al decir “legarla mejorada”. Lo anterior implica
cuestionar si basta con dejarles recursos a las
siguientes generaciones; esto es, se está legando la
Tierra, pero herida, además de que los derechos
de propiedad en realidad son independientes,
contrario a la idea de Coase (Jiménez Herrero,
1993:223) de que sin la redefinición de
derechos de propiedad (privada) como ocurre
con la llamada “La tragedia de los comunes”
(Hardin, en Ostrom, 2000), no puede darse una
protección ambiental.
Por lo tanto, el conflicto humano con
la naturaleza implica que éste no es sólo la
prolongación de la inversión sujeto-objeto que
nace en la producción y se extiende a la esfera de
la circulación y a la producción en su conjunto,
sino que está relacionado con la sujeción
de la naturaleza al hombre de una manera
también invertida, pues el hombre depende de
la naturaleza en cuanto tal y no a la inversa.
De ahí, entender que el hombre es parte de la
historia de la Tierra, lo que estudia la Geognosis
(Marx, 1966:97).
9. Por último, se subraya que el capitalismo
se funda en dos hechos fundamentales:
su carácter antinatural (de la Tierra y el
hombre) y antihumano. Además, se parte
de la disolución de la sociedad orgánica,
la cual deberá restaurarse para resolver
“el conflicto hombre-naturaleza.” (Marx,
1966:83),30 todo ello bajo la acción de la masa
del pueblo (Marx I, 1974:649) y el liderazgo
del proletariado. Sin embargo, se ha visto la
insuficiencia de la lucha de clases, la cual es
producto de las relaciones de producción.
En este panorama, la educación para los
trabajadores resulta fundamental, y, sobre
todo, la difusión de una educación que
incluya la técnica (en la misma Crítica del
Programa de Gotha).
Los límites del antropocentrismo en
Marx y Engels
No debemos olvidar que esas pequeñas comunidades
estaban contaminadas por las diferencias de
casta y por la esclavitud, que sometían al hombre
a circunstancias exteriores en lugar de hacerlo
soberano de dichas circunstancias, que convirtieron
su estado social que se desarrollaba por sí solo en un
destino natural e inmutable, creando así un culto
embrutecedor a la naturaleza, cuya degradación
salta a la vista en el hecho de que el hombre, el
soberano de la naturaleza, cayese de rodillas,
adorando al mono Hanumán y a la vaca Sabala
[…] Y sólo cuando una gran revolución social
se apropie las conquistas de la época burguesa,
el mercado mundial y las modernas fuerzas
productivas, sometiéndolos al control común de los
pueblos más avanzados, sólo entonces el progreso
De esa forma, el comunismo se define —en
el fondo— no como la simple abolición de la
propiedad privada, sino como la libre asociación
entre individuos plenamente desarrollados
sivas inversiones de capital” (Marx, 8, 1985:993).
30 “Este comunismo es, como naturalismo acabado= humanismo y,
como humanismo acabado= naturalismo; es la verdadera solución del
conflicto del hombre y la naturaleza y del hombre contra el hombre, la
verdadera solución a la pugna entre la existencia y la esencia, entre la
objetivación y la afirmación de sí mismo, entre la libertad y la necesidad,
entre el individuo y la especie. Es el secreto revelado de la historia y tiene
la conciencia de ser esta solución” (Marx, 1966: 83).
84
Departamento de Sociología Rural / UACh
humano habrá dejado de parecerse a ese horrible
ídolo pagano que sólo quería beber el néctar en el
cráneo del sacrificado. (Marx, “La dominación
británica en la India” y ”Futuros resultados de
la dominación británica en la India”, en Marx y
Engels I, 1978: 504).
Lo más destacable en la obra de Marx es
que, como se asienta en el prólogo al tomo I
de El capital, el proceso que explica el origen,
la dinámica y la disolución del capitalismo es
un proceso histórico-natural. De esa forma, la
evolución humana sólo tiene sentido cuando se
enmarca en el curso de la historia del planeta.
En este proceso socioambiental, el hombre
se autoafirma y se realiza sólo cuando somete a
la naturaleza (en realidad coopera con ella).31 En
esta lucha el desarrollo de las fuerzas productivas
es atizado a la vez por la lucha de clases. De
manera positiva, tal sometimiento se entendería
como comprensión científica del funcionamiento
de sus leyes.
Sin embargo, si miramos tales leyes, no
en la perspectiva baconiana,32 sino en la de
la convivencia hombre-naturaleza, tampoco
es necesario que el desenvolvimiento futuro
del hombre siga montado sobre la potestad
autoinventada de “apropiarse de todas las
cosas” (Hegel; 1975), desde luego a partir de
un mandato bíblico y ahora pretendidamente
“científico”.
Es verdad que en el mundo lo racional se
presenta como irracional y a la inversa;33 esta
inversión incluye trastocar el hecho de que
el hombre no es superior a la naturaleza, ya
que, como sujeto, es parte del objeto, y esto
lo reconoce Marx (1966:78), lo que resulta
contrario frente a la aseveración de Hegel, en su
Fenomenología del Espíritu (1971), en el sentido
de que el espíritu se encuentra por encima de la
naturaleza.
Pero se trata, más que de someter a la
naturaleza, de someterse a sí mismo (como
individuo y sociedad humana) y convivir
sujetándose a las leyes de la naturaleza (entropía,
etc.), voluntaria y conscientemente, y, además,
todo ello como un hecho que revela el avance
de la ciencia en esta materia, pues hoy es un
paradigma cada vez más aceptado el servir a y
no ser voraz con el planeta. Esto significa que
lo racional es el cuidado de la naturaleza, no su
depredación; lo racional no es imponerle a la
naturaleza un fin humano (Lukács I, 1965: 234).
En esa explicación fetichizada de la lucha
contra la naturaleza34 surgió la civilización
—“la guerra es anterior a la paz”, decía Marx
(1974:134)—, y del dominio absoluto sobre ella
nacería el comunismo institucional; aquí cabe
también la idea de un cuidado de la Tierra,
pero siempre como parte del verdadero objetivo
que identifica el progreso con un desarrollo de
las fuerzas productivas al servicio del hombre
y desde un supuesto (posible sólo hasta cierto
punto) dominio de la naturaleza. De ahí que el
marxismo en este aspecto sea antropocéntrico,35
a pesar de aceptar sus impactos negativos, pero
el comunismo sería un reforzamiento de aquél.
Obviamente, esta insuficiencia es explicada y
31 “Esta interdependencia debe desligarse primeramente en toda su pureza antes que se pueda pensar en una verdadera comunidad social: todas
las condiciones deben derivarse de la sociedad y dejar de ser determinadas
por la naturaleza” (Marx I, 1970:194).
32 “Se eleva a un nivel social tal que todas las sociedades anteriores aparecen como los desarrollos puramente locales de la humanidad y como una
idolatría de la naturaleza. En efecto la naturaleza deviene un puro objeto
para el hombre, una cosa útil. Ya no se le reconoce como una fuerza. La
inteligencia teórica de las leyes naturales tiene todos los aspectos de la astucia que trata de someter la naturaleza a las necesidades humanas, ya sea
como objeto de consumo, ya sea como medio de producción. El capital
[…] arruina la exaltación de la naturaleza al mismo tiempo que las costumbres ancestrales […] derriba todo ello, y está él mismo en revolución
constante, rompiendo todas las trabas al desarrollo de las fuerzas productivas, a la expansión de las necesidades, a la diversidad de la producción,
a la explotación y al cambio de todas las fuerzas naturales y espirituales”
(Marx I, 1970:307).
33 “Aquí tiene vigencia lo que dice Hegel con referencia a ciertas formas
matemáticas, esto es, que lo que la razón humana corriente considera
irracional, es lo racional, y que su racionalidad es la propia irracionalidad” (Marx 8, 1985:991).
34 “Así como el salvaje debe bregar con la naturaleza para satisfacer sus
necesidades, para conservar y reproducir su vida, también debe hacerlo el
civilizado, y lo debe de hacer en todas las formas de sociedad y bajo todos
los modos de producción posibles“ (Marx 8, 1985:1044).
35 “Con el tiempo los hombres liquidarán todos los obstáculos que la
naturaleza ha levantado en su camino. Unirán los ríos, moverán las montañas, abrirán los istmos, calentarán los golfos. Las vías marítimas y terrestres serán más cortas, seguras y cómodas. Los continentes y los países
se acercarán más los unos a los otros. Y eso es muy necesario para que
los hombres del futuro, quienes, cerrando filas en la legión única de la
humanidad libre, seguirán obteniendo victorias sobre la naturaleza” (I.
Adabáshev, 1989:121).
85
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
compartida por la época en que vivió, y que,
en cierta forma, continúa, pues se mantiene la
explotación del mundo humano y natural por el
capital.
El hombre en su historia (culminando en
la civilización capitalista) y la historia de la
Tierra se han separado, pero por la fuerza de
su movimiento interno vuelven a juntarse. Es
decir, llega a ser tanta la depredación que tal
situación conduce a su superación mediante el
fortalecimiento de su contrario: la ecología y
el pensamiento ambiental (desde la economía
política eco-ambiental).
De ahí que sea natural que de la crítica a
Marx surja su recuperación positiva en cuanto
al entendimiento del funcionamiento de las
leyes del capitalismo en su fase actual, aunque
bajo el amparo que brinda una nueva forma de
pensamiento con base en el método dialógico.
Y, desde luego, rescatando la dialéctica de
la afirmación que indica que la negación del
capitalismo fue el socialismo, y la negación de
ambos es una sociedad alternativa en la que
“caben todos los mundos”, pero mediante un
poderoso movimiento de reapropiación social
(el cual, para que funcione, debe ser global
también), centrado en el cese de la depredación
tanto natural como humana, así como el inicio
de una adecuada combinación entre mercado
y necesidad social, vía Estado, empresas y
organizaciones sociales (e individuos), con el
fin de avanzar hacia una nueva organización
económico-social.
El acceso a una sociedad alterna debe
reconocer las limitaciones del principio
decimonónico de la lucha de clases, al poner éste
por encima del de cooperación; sin embargo,
es justamente al revés: el centro debe ser la
cooperación al interior de la sociedad, y entre
ésta y la naturaleza.
El conflicto hombre-natura (que Marx
comparte con Malthus) se resuelve mediante
la extinción del capital; Malthus, no obstante,
lo atribuye a una causa natural: el crecimiento
natal mayor de lo que permite la “avaricia
de la naturaleza”. Ahora, si bien esto último
es falso, en última instancia es cierto que la
humanidad no podría crecer ilimitadamente,
aunque aumenta el aprovechamiento científico
de los recursos naturales. Lo anterior significa
que la estabilidad de la población es hasta cierto
punto independiente de la acumulación (así
como de sus tasas naturales de crecimiento), y
correspondería a una maduración de la especie
que pasa de una evolución natural y cultural a
una moral, en el entendido de que para que sea
posible se requiere un desarrollo compatible entre
el hombre y la naturaleza.
Lo anterior lleva a la reflexión central de la
explicación del conflicto hombre-natura y a la
necesidad de superar ese “secreto escondido”
(Marx, 1966:83). Así, la solución estaría en el
aforismo “humanización de la naturaleza y
naturalización del hombre”.36 Sin embargo, la
ecuación no es lineal porque no son equivalentes
ni tienen el mismo peso. Es más, ambas
oraciones resultan incompatibles entre sí puesto
que, si bien la humanización de la naturaleza
lleva a lo contrario —que es la naturalización
del hombre—, el primer acierto es un concepto
relegado al segundo. Es decir, el hecho de que
el hombre ha logrado humanizar el mundo
natural ha llevado a su degradación, por lo cual
tiene claros límites no planteados por el autor
(Heidegger, 1993). Y ello por no hablar de
que la naturaleza es una “extensión del cuerpo
humano”: que tiene aspecto positivo en términos
del cuidado y respeto, pero siempre para
constituirse el hombre a sí mismo como déspota
(Passmore, 1997), y éste es el aspecto negativo.
En otras palabras, humanizar la naturaleza
está en contradicción con naturalizar al hombre,
aunque pueden ser compatibles al nivel de la
micronaturaleza; lo contrario ocurre al nivel de
la macronaturaleza, en que lo macro subordina
a lo micro. Ambos tópicos se separaron aunque
ahora se vuelven a reunir bajo la mirada de
36 “Solamente así se convierte para él en existencia humana su existencia natural y la naturaleza se hace para el hombre. La sociedad es, por
tanto la cabal unidad esencial del hombre con la naturaleza, la verdadera
resurrección de la naturaleza, el acabado naturalismo del hombre y el
acabado humanismo de la naturaleza” (Marx, 1966:84).
86
Departamento de Sociología Rural / UACh
una economía política ambiental. Finalmente,
esa contraposición no encuentra una solución
simbiótica y en continuidad con El capital.
Sintetizando, puede afirmarse que existen dos
interpretaciones sobre la naturaleza en Marx:
1) en la que el sujeto es parte del objeto y 2)
en la que prevalece el dominio (científico) de la
naturaleza. La primera constituye un antecedente
del Informe Brundtland y está presente en los
Manuscritos económico-filosóficos;37 en la segunda,
destaca la subsunción de la naturaleza al capital
(o al plan), para alcanzar el socialismo.38
Así, después de todo lo anteriormente
discutido, cabe confrontar un conocido pasaje
de El capital con la prevalencia de la idea de
dueño, propietario, lo que está ligado al dominio
(económico-jurídico) de la naturaleza, en la
mayoría de los textos aquí discutidos. En éste se
acerca a la idea del Romanticismo y, al mismo
tiempo, al avance de la ciencia en el terreno del
aprovechamiento de los recursos naturales en la
agricultura y con mayor fuerza en la industria
(recursos no renovables):
tanto de dominio) va contra el buen trato (“boni
patres familia”) entre el hombre y la Tierra. En
esta relación desparece la idea de amo, por la
de padre de familia, y la de propiedad por la de
usufructo.
Lo importante es la idea de entregar la Tierra
mejorada a las siguientes generaciones y no la
forma específica de propiedad, mientras que en
el Informe Brundtland (onu, 1987) y en Agenda
21 (onu, 1992) el desarrollo sustentable consiste
en legar la Tierra, pero no mejorada (en realidad
herida), y sin cambio en las relaciones sociales de
producción. Además, dicho texto, deja ver dos
lecturas de la naturaleza: 1) en la que prevalecen
las leyes del capitalismo que descubre en su
investigación, y 2) la crítica de esa concepción
superior que aparecería hasta el comunismo. En
esta fase, se requiere del dominio y propiedad
del objeto, pero como medios de producción, no
del planeta. Todo ello es independientemente
de las fechas en que se escribieron los textos
comentados en este artículo.
Conclusiones
Pero, concretamente, ¿qué será riqueza una vez
despojada de su forma burguesa todavía limitada?
[…] será la dominación plenamente desarrollada
del hombre sobre las fuerzas de la naturaleza, sobre
la naturaleza propiamente dicha así como su propia
naturaleza. (Marx I, 1970:372)
Las sociedades humanas constituyen
un complejo de fenómenos y realidades de
interacción natural y social, que —dotadas de
significados diversos— expresan la acción de
múltiples procesos que chocan y convergen
a la vez. Las leyes de la sociedad suponen
la interacción de la economía con todas las
esferas de la naturaleza, pero que —basadas en
economías anti ecológicas— conducen a ampliar
la contradicción hombre-sociedad-naturacultura. El análisis de las múltiples formas de la
asociación de la sociedad-natura ha planteado
distintas formas expresadas a través de los
socioecosistemas. La separación hombre-natura
en el pensamiento arranca desde los griegos y se
desarrolla con el racionalismo, el liberalismo y el
Desde el punto de vista de una formación
económico-social superior, la propiedad privada
del planeta en manos de individuos aislados
parecerá tan absurda como la propiedad
privada de un hombre en manos de otro
hombre. Ni siquiera toda una sociedad,
una nación, o es más, todas las sociedades
contemporáneas reunidas, son propietarias
de la tierra. Sólo son sus poseedoras, sus
usufructuarias y deben legarla mejorada como
boni patres familias (buenos padres de familia)
a las generaciones venideras. (Marx, 1985
8:987)
En esta cita, lo más interesante es la crítica tanto
a la propiedad privada, como a la social. Destaca
cómo toda forma de propiedad del planeta (por
37 “[la naturaleza] aparece como obra suya, como su realidad […] la
naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre […] la naturaleza es su
cuerpo” (Marx, 1966:67-68).
38 “No son las máquinas sino su empleo el causante de la explotación del
obrero” (Marx I, 1974:355). Sin embargo, el socialismo impone un nuevo
carácter a las fuerzas productivas (Bettelheim, 1979).
87
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
neoliberalismo (y marxismo institucional). Todos
ellos se unifican en la idea del dominio humano
sobre natura.
Por su parte, Marx captó como parte de la
esencia del capital la destrucción de la naturaleza
(O’Connor, 1992), mas continuó con la idea
del dominio de la misma, pero sobre todo los
marxistas institucionales.39 Sin embargo, a pesar
de denunciar la autovalorización del capital como
ley absoluta de la civilización capitalista, y que
aquél socava sus bases al romper continuamente
los límites que se le presentan, Marx considera
que el capital no tiene límites naturales sino
sociales (Marx 6, 1985:321) y que la subsunción
de la naturaleza (ahora sujeta al plan) es una
herencia irrenunciable con la cual se posibilita
cesar la explotación del hombre por el hombre,
sólo que ahora de una manera científica en el
socialismo.
Lo anterior es expresado en una situación de
relativamente reducida y limitada destrucción
planetaria de su época, por lo que subraya el
carácter positivo de la mundialización (mercado
mundial). Sin embargo, la premisa de alcanzar
una nueva relación con la naturaleza, debe
entenderse como el cese a su explotación
universal más no el dominio de aquélla como
una precondición para construir el Socialismo
Científico (Marx, II, 1970:193).
Por último, es necesario destacar un punto
para entender la profundidad de esta doble
visión del autor de la relación del hombre con
la naturaleza, la cual, más que un error es una
realidad contradictoria que corresponde a las
dos dimensiones de la actuación humana (y por
tanto capitalista donde sobresale el sometimiento
a natura): la primera, frente a la gran naturaleza,
de la cual depende, y la segunda, frente a la
pequeña, que puede relativamente dominar;
pues, si bien el sujeto domina al objeto,
considerando a éste como medios de producción,
esto no ocurre en relación con la naturaleza en
su totalidad, ya que el sujeto es parte del objeto,
como lo establece en su crítica a la Fenomenología
del espíritu de Hegel (1971); por ello, en la
relación con el objeto, se confunde si se trata de
una relación de dominio o de dependencia hacia
la naturaleza.
Esta ambivalencia no es, sin embargo, más
que la expresión de dos lógicas íntimamente
entrelazadas: la de la macro y micro natura
(donde es esclavo y amo a la vez). Por ello,
la economía política ecológica consiste en
aprovechar económicamente a la naturaleza,
pero con el menor daño posible (al hombre y
a la Tierra), tanto en el plano del ecosistema y
de las poblaciones, como del planeta. Si bien la
visión del dominio de la naturaleza está presente
(y es compartida por Engels), Marx habla de
legar la Tierra mejorada (Marx 8, 1985:1048) a
las siguientes generaciones, anticipadamente al
Informe Brundtland, (onu, 1987), por lo que
resulta evidente la actualidad y trascendencia
actual de su pensamiento en este tema.
Todo ello implica que las palabras cambian
de significado en diferentes condiciones
históricas, pero la lógica del mejoramiento
(sustentabilidad, compatibilidad, “buen
vivir”) es la única base de la supervivencia
y adaptación del hombre a una naturaleza
(ortogénesis) que se rige independientemente
de nuestra voluntad (en todas las épocas); ello
como única forma de remontar al capitalismo
y “sus dos contradicciones”, las cuales emanan
de la explotación del capital hacia el hombre
y la Tierra (el planeta). Sin embargo, si bien el
hombre destruye nuestra casa, también puede
usufructuar el planeta sin ser su dueño, y sin
ese pretendido dominio (imposible realmente).
Todo ello siempre y cuando el sujeto humano
sea dueño de su vida (como individuo y
sociedad).
Por todo ello, puede concluirse la presencia
de la paradójica relación hombre natura
y hombre sociedad, y una doble inversión
presente en dichas relaciones. En la primera,
la degradación humana consiste en la
inversión que resulta del hecho de que, siendo
dependiente de la naturaleza, se presenta
39 “El hombre es un titán que se enfrenta con los titanes de la Tierra
y el cielo. Y ganará esa batalla, pues la razón humana es invencible”
(Adabáshev, 1989:273).
88
Departamento de Sociología Rural / UACh
como superior a ella. En la última se presenta
una inversión donde el sujeto se degrada en
objeto (inversión sujeto-objeto). La solución
es doble: 1) reafirmar el dominio del sujeto
humano sobre los medios de producción, y 2)
la naturalización de la sociedad (limitando la
humanización de la naturaleza).
Por último, es necesario considerar otra
ambivalencia: la que existe por el hecho de
que el hombre haya dominado a los medios de
producción como el objeto; no ocurre lo mismo
cuando hablamos de la naturaleza, donde el
dominio —más que realidad— constituye
una aspiración utópica. Sin embargo, la idea
de dominio es netamente una sombra del
capitalismo, ya que, en el futuro, la Tierra tendría
que dejar de ser monopolio de ciertas personas y
entonces podría desaparecer el trabajo excedente.
Finalmente puede concluirse:
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México.
a) Más que propietario de la naturaleza, el
hombre es co-propietario junto con ella; en
función de la emergencia de los Derechos de
la Naturaleza.
b) En vez de continuar con el dominio
capitalista de la naturaleza (o del socialismo
real), es necesario avanzar hacia una
cooperación con ella.
c) El dilema es: la separación hombre-naturaleza
versus unidad.
d) Asimismo, la explotación de la Tierra o su
mejoramiento eco-social.
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Janeiro.
90
Entorno educativo y redes sociales en la
División de Ciencias Económico-Administrativas
de la Universidad Autónoma Chapingo
Gerónimo Barrios Puente1
Abstract
Establishing persisting links more or less
direct, more or less remote, with matches from
anywhere, it makes easy to reach individual
or collective targets. This process can be made
more powerful by constructing networks of
collaborating because, in teaching-learning
processes these contributions make synergies
for to get over lacks attributed to a mode of
managing and leading educative processes by the
University or by the Government, or that they
occur as a result of malfunction of economicsocial system. The procedure of summarizing
the group interrelations, in a graphics or in
a mathematic relation, it allows extracting a
set of diverse complexity inferences about the
community, from that one can to get some
conclusions including new technologies, deletion
of some anachronistic system, if it was necessary;
policies counting in.
A network, either social or of other kind as
network of value, it is a very important tool for
the analysis of the factors that make up a social
group; in this way we can know the potential
market niches or specific agreement to needs of
this social group.
Resumen
El establecimiento de vínculos estables, más o
menos directos y más o menos remotos, con
pares de cualquier parte del mundo, facilita la
consecución de objetivos personales o colectivos.
Este proceso puede ser fortalecido mediante
la creación de redes de colaboración, puesto
que, en los procesos de enseñanza-aprendizaje,
estas redes contribuyen a crear sinergias para
superar las carencias atribuidas a la manera de
administrar y conducir los procesos educativos
por parte de la Universidad o por parte del
Estado, o que se presentan como resultado de las
disfuncionalidades del sistema económico-social.
El proceso de reducir las interrelaciones
grupales a un grafo o a una relación matemática
permite hacer una serie de conjeturas sobre el
conjunto social correspondiente, de las cuales
se pueden extraer conclusiones de complejidad
diversa. El estudio de las redes nos permite
comprender cosas de diferente naturaleza, desde
el surgimiento de nuevas tecnologías, hasta los
procesos políticos. Una red social es entonces
un elemento importante para el análisis de las
relaciones que dan vida a un grupo social, pero
también sirve para conocer aspectos tales como el
potencial del mercado o de nichos específicos.
Key words: social networks, network of value,
systems, nodes and links, schooling
Palabras clave: red de valor, red social, sistemas,
sinergias, nodos, educación
Introducción
La educación es importante porque constituye
un factor de desarrollo personal y social. En el
ámbito individual, la cantidad y calidad de la
educación son un requisito indispensable para
1 Profesor investigador de la División de Ciencias EconómicoAdministrativas de la Universidad Autónoma Chapingo. [email protected],
91
Departamento
Artículos y Ensayos
de Sociología
de Sociología
Rural /Rural
UACh
su desenvolvimiento y, al mismo tiempo, una
fuente de movilidad social.2 Para la sociedad, el
nivel de educación es trascendental, porque se
constituye en un activo (intangible), base de la
actividad productiva, de la cultura, de la política
y de la acción social: “el valor de la educación
es reconocido universalmente; puede diferir en
cuánto o para qué y para quiénes es valiosa, pero
se sabe que en la construcción de la nación, en
la realización del progreso y la modernización o
la revolución, la educación de los jóvenes y del
ciudadano es una de las tareas más importantes
que debe emprender el gobierno” (Padua. 1998:
84).3
En sí, los procesos educativos formales e
informales4 se basan, principalmente, en la
creación de expectativas, y tienen entre sus
objetivos la intención de dotar al individuo de la
capacidad para superar su condición instintiva
innata y desarrollar —hasta donde el entorno
lo permita— todas las potencialidades del ser
humano; sin embargo, el aprovechamiento de
toda la capacidad adicional de trabajo, generada
por la educación, está dejando mucho que desear
en México.
Esto se ve reflejado en que los sectores
comercial, industrial y gubernamental fácilmente
pudieron absorber, hasta la década de 1950, a
los egresados de la enseñanza superior. Entre
1950 y 1960, la relación entre el número de
empleados de nivel profesional y el de quienes
egresaron de las instituciones de enseñanza
superior (ies) era de 1.4, lo cual significa que
durante esos años existía más de un puesto de
trabajo de ese nivel para cada egresado de las
ies. Esa relación se revirtió drásticamente a 0.27
en el periodo comprendido entre 1980 y 1990,
es decir, la existencia de aproximadamente un
puesto de trabajo por cada tres egresados de
las ies; tendencia que persistió para las décadas
siguientes5 (Muñoz, 1998: 180 y 181), como se ha
visto evidenciado por las circunstancias actuales.
Cuadro 1. Incrementos porcentuales en las tasas de
retorno por nivel de instrucción por grupos de edad en
México
Nivel de instrucción
20-34 años
35-49 años
1 a 3 años de primaria
12.98
15.30
4 a 5 años de primaria
5.48
-4.64
Primaria completa
8.48
22.25
Primaria + capacitación
62.90
24.52
Secundaria incompleta
16.99
18.43
Secundaria completa
-4.87
6.76
Preparatoria
12.68
12.84
Técnico medio
13.03
0.80
Técnico superior
3.66
-4.17
Universitaria
14.98
8.48
Fuente: Padua (1998: 129)
Si bien en la educación existen factores
motivacionales distintos a los recursos
monetarios, la estructura de salarios
constituye una fuente de incentivos para
aumentar la productividad y calidad del
servicio, y son importantes para atraer a la
profesión a personas capacitadas (Montoya
y Brassiolo, 1999: 78).6 Por ello, es posible
relacionar las diferencias en las tasas de
retorno a la escolaridad (cuadro 1) con el
empleo, considerando que los empresarios
5 Esto quiere decir que, además del nivel educativo, hay algo que está
impidiendo el ingreso de la población al sector productivo. Al respecto,
Adelman y Taylor han descubierto que una política de salarios más altos
produce un sorpresivo crecimiento relativo en los sectores productivos
de bienes salario, especialmente en los sectores productores de alimentos
(1990: 400). Esto llevaría a dinamizar todo el sistema económico, y, con
ello, a la creación de más empleos. Lo anterior significa que un nuevo
paradigma empresarial de contenido más social es factible.
6 Considerando la educación como un objetivo, los costos de la inversión vienen dados por los costos directos de la educación (colegiaturas,
inscripciones, material didáctico, etc.), y los costos indirectos o de oportunidad consisten en los ingresos no ganados por el individuo durante
el periodo del aprendizaje. Los beneficios de la educación consisten en
el diferencial de ingresos que se logra como resultado del mayor nivel
educativo (Zamudio. 1995: 49).
2 Pescador (1977) y Quintero (1978) mostraron que los subsidios a la
educación superior estaban financiando la movilidad social aunque de
manera desigual en favor de algunos grupos urbanos.
3 “La educación pública también es útil para el crecimiento, debido a que
da a la juventud derechos de propiedad sobre su propio capital humano,
los cuales son equivalentes a ingresos”. (Saint-Paul, 1994: i)
4 Aún ahora, en las comunidades rurales se puede encontrar indicios de
la preocupación colectiva de educar a los individuos que no pudieron
asistir a la escuela. En este contexto, la emigración frecuentemente forma
parte sustancial de las estrategias comunitarias y familiares del proceso
educativo.
92
Departamento de Sociología Rural / UACh
podrían estar ejerciendo sus preferencias,
respecto a la edad y la escolaridad de sus
empleados, creando una reserva excesiva de
fuerza de trabajo, para cada tipo de empleos,
así como en los rangos de edad de quienes,
para sostenerse, han de refugiarse en el sector
informal donde prevalecen los menores salarios
(Muñoz, 1998: 189). En cuanto a las tasas de
retorno a la educación en México, los datos
del cuadro 1 representan sólo las diferenciales
con respecto al nivel inmediato anterior,
por lo cual la tasa de retorno total para un
determinado nivel de educación es el resultado
de sumar los números previos. Empero, según
Muñoz, durante los últimos años, las tasas de
rendimiento de las inversiones en educación
han tendido hacia la baja (1998: 186)
En este resultado también influye:
años antes eran ocupados por individuos
dotados de menor educación. (Todaro, 1987:
444)
Cuadro 2. Escolaridad de la población que desempeña
ocupaciones formales e informales, en los municipios
de 100 mil y más habitantes (México, 1998)
Escolaridad
Ocupaciones
Ocupaciones
formales (%)
informales (%)
Sin escolaridad
2.2
9.0
1-3 grados
16.0
19.9
4-5 grados
3.8
8.4
6 grados
17.7
25.1
7-9 grados
8.4
11.1
10 y más grados
51.9
26.5
Fuente: (Muñoz I., 1998: 193).
Asimismo, señala Muñoz, “en cambio, les
exigen mayor escolaridad para el desempeño de
labores rutinarias. Por tanto, los trabajadores son
seleccionados de acuerdo con la escolaridad que
han adquirido todos los que compiten por los
distintos puestos [de un nivel específico]” (1998:
191).
Por otra parte, de acuerdo con los datos
del cuadro 2, de las personas que trabajan en
actividades informales, 73.5% cuentan con
nueve años de escolaridad o menos, en tanto
que de la población ocupada en el sector formal
sólo 48.9% corresponde a ese rango. De ahí se
deriva que en un mercado laboral segmentado
como el mexicano, carecer de educación formal,
haber estado a punto de concluir un nivel de
instrucción o haber cumplido la educación
secundaria, deshabilita para el empleo, pero en
mayor proporción en el sector formal. También
se puede conjeturar que algunos egresados de las
ies se desempeñan en el sector informal porque
ahí está su verdadero costo de oportunidad, pero
la gran mayoría se han refugiado en éste porque
no han encontrado lugar en el sector formal.
[…] el hecho de que los más preparados
se encuentren en una posición ventajosa y
tengan mayores probabilidades de hallar
empleos urbanos mejor remunerados, que
los menos educados, debido no tanto a su
adiestramiento superior sino además al
fenómeno generalizado de la “filtración hacia
abajo” o el “desplazamiento ocupacional”
que caracteriza los mercados de mano de
obra de los países menos desarrollados: Frente
a un número de solicitantes mayor que el de
los empleos disponibles, los gobiernos y los
empleadores privados, para un determinado
puesto de trabajo, tienden a seleccionar
individuos con mayor nivel de escolaridad al
requerido.
En la medida en que la oferta de mano
de obra urbana continúa superando a la
demanda, se ponen en acción dos fuerzas;
del lado de la demanda, los empleos que
antes se cubrían con aspirantes poseedores
de una escolaridad de primaria, por ejemplo,
requieren ahora un certificado de la escuela
secundaria y del lado de la oferta, los
aspirantes a un empleo deben cursar ahora
algunos años adicionales de educación, a fin
de “calificar” para empleos que apenas unos
Educación y capital humano
Enfatizando las contribuciones del capital
humano al crecimiento económico, Mercado
93
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
subraya que la competitividad, basada en
la formación de recursos humanos,7 fue un
rasgo sobresaliente del desarrollo mundial del
último decenio; que la tasa de rendimiento
de la educación tendía a subir, revalorando a
los profesionistas y haciendo crecer la ventaja
competitiva de las empresas (2002: 280, 281).
Aunque los cambios de mediano plazo no
necesariamente coinciden con las tendencias
de largo plazo —en las cuales se observa la
incapacidad del sistema para garantizar el empleo
de toda la población económicamente activa—,
otros autores han hecho resaltar la necesidad de
coordinar la inversión en capital humano con las
medidas de liberalización comercial y la inversión
extranjera en los países en desarrollo, como una
posible salida al problema planteado (O’Connor
y Lunati, 2002: 298).
Sin embargo, según los autores que comparten
la opinión respecto a la importancia que el capital
humano tiene en el contexto de globalización,
en dicho ambiente, ha ido cobrando fuerza el
hecho de concebir la educación como un bien
comercial y la exigencia de nuevas demandas
de eficacia y responsabilidad hacia el sistema
educativo. También ha surgido una nueva versión
de la teoría del capital humano, según la cual
la educación se ha tornado un elemento central
para elevar la productividad de la fuerza laboral
y, en consecuencia, elevar la competitividad
de un país, al mismo tiempo que se concibe
como instrumento para erradicar la pobreza:
“El avance tecnológico, un ambiente de mayor
competitividad [y] los cambios [repentinos] en las
preferencias del consumidor, han conducido a las
empresas e instituciones a darse cuentan [de] que
sus principales activos no son [los] materiales...
sino el recurso humano” (Iturbide y Meyer, 1998:
38). Esto se ha centrado casi exclusivamente en
el factor educativo, dejando de lado los otros
elementos del capital humano (Lanusse, 2001:
81; Schotter, 1996: 637).
En el mismo sentido, una visión restringida
de la teoría del capital humano indica que el
nivel de educación determina los ingresos de los
trabajadores a lo largo del ciclo de vida laboral
(Mendoza, 2002: 301). Esa teoría nace ante
la necesidad de entender un remanente de la
producción que no había sido posible explicar
bajo los enfoques previamente existentes, el cual
fue denominado en sus inicios como el factor X
de la eficiencia (Levin, 1995: 17).
No obstante, en la evolución reciente de la
teoría del capital humano ha incidido la opinión
de Hirschman, quien en 1958 atribuyó un papel
central a las capacidades empresariales como un
factor de desarrollo en las economías atrasadas.8
En una versión complementaria más reciente, la
teoría del capital humano es concebida como el
estudio del comportamiento de los individuos
al invertir en educación, entrenamiento,
capacitación o cualquier otra actividad que
enriquezca o perfeccione sus habilidades para
desempeñarse en el mercado laboral (Freyre y
Vite, 1993: 1).
Parte fundamental sobre la cual se ha
desarrollado más recientemente el estudio del
capital humano fue desarrollada por Bécker,
quien, en 1975, definió inversión en capital
humano como “toda aquella actividad que
influye sobre el ingreso futuro monetario o en
especie por medio de aumentos en los recursos
de las personas […] y todas esas formas que
puede tomar esa inversión incluyen escuela,
entrenamiento en el trabajo, cuidado médico,
migración, y búsqueda de información sobre
precios e ingreso” (citado en Freyre y Vite, 1993:
7).9
7 En la actualidad, las empresas requieren de sistemas de administración
competitivos que reconozcan la importancia del factor humano. “Es muy
cierto que no existe una única forma de cómo las empresas pueden ganar
flexibilidad. La mejor estrategia variará definitivamente con el giro de la
empresa y el entorno en donde opera. Sin embargo, para que el cambio
organizacional sea perdurable, debe incorporar una visión de eficiencia
de largo plazo, que incluye la inversión en intangibles, tal como lo es la
inversión en capital humano” (Iturbide y Meyer, 1998: 39 y 40).
8 “[…] la inversión [fuente del desarrollo económico] depende del ahorro
y de otros factores, como la educación técnica, el saber cómo organizar
una empresa […] la capacidad de un país para absorber capital puede ser
menor que los fondos disponibles para la inversión a causa de la escasez
de habilidades” (Hirschman, 1981: 45, 47).
9 El mecanismo crucial es, otra vez, la habilidad del capital para ganar
ingresos: los retornos al capital humano son iguales al costo de adquirir
educación del trabajador marginal; en tanto que el ingreso total para el
capital humano está, por ello, determinado por la suma de las diferencias
94
Departamento de Sociología Rural / UACh
Marco teórico de referencia
Las instituciones dedicadas a la producción
y transmisión del conocimiento han
experimentado profundos cambios. No se trata
sólo de su descentralización física y del hecho
de que desarrollen cada vez más programas
de educación a distancia, sino que, además,
paralelamente otras organizaciones empiezan a
ser reconocidas como “productoras” legítimas de
conocimientos.
En parte gracias al cuestionamiento ideológico
de que han sido objeto las universidades y la
enseñanza tradicional en su conjunto, y en
parte debido a la emergencia de movimientos
sociales activos en su voluntad de redefinir las
condiciones del juego social, están surgiendo
nuevos nodos, nuevos polos alrededor de los
cuales se pueden construir redes de creación/
gestión /administración de conocimiento entre
universidades y universitarios.
En este sentido, el aprendizaje en el tiempo
libre, la posibilidad de aprender entre iguales,
la auto legitimación obtenida mediante la
interacción directa con la realidad que se quiere
conocer, todas ellas son formas de aprendizaje
que cuestionan la hegemonía académica.
No obstante, se debe tener en cuenta que ya
en algunos lugares de la propia academia,
especialmente en las ciencias sociales, se había
empezado a considerar la necesidad de reconocer
la capacidad de los actores sociales para producir
conocimiento, especialmente el relacionado con
su propia realidad.
Al mismo tiempo, el sector rural continúa
inmerso en un círculo de pobreza (cada vez vale
menos lo que produce), lo cual acentúa la presión
humana sobre el deterioro de los recursos. Esta
situación no es exclusiva de México (se presenta
a nivel mundial), la diferencia estriba en la forma
en que cada país está enfrentando este problema.
Los que cuentan con recursos fiscales, usan
los subsidios como el instrumento principal
para recuperar el poder adquisitivo perdido;
otros sencillamente dejan que la población rural
abandone el sector y con subsidios reducidos van
manteniendo la producción de algunos bienes.
En este contexto, el propósito de las redes de
valor es proporcionar opciones a proveedores,
productores, comercializadores y clientes,
y de esa forma generar una alternativa para
agregar valor a la producción del campo y de la
agroindustria mexicana, así como fortalecer el
sector agropecuario nacional.
En este sentido, el papel de la Universidad
debe ser reorientado. Aunque algunos autores
identifican al servicio universitario como una
función presente desde la fundación de nuestra
universidad, en épocas recientes, el servicio
universitario es una de las cuatro funciones
sustantivas consideradas en la legislación
universitaria. Este servicio es una actividad
académica realizada por los universitarios,
que, además de cubrir los aspectos formativos,
beneficia a la sociedad, sobre todo, a la del
medio rural. Por ello, el servicio debe ser
prestado en aquellos lugares en donde la
gente no sólo lo necesita, sino que no puede
pagarlo. De esta manera, la identificación y
análisis de redes sociales desempeña un papel
prominente, pues proporciona elementos y
vínculos para la gestión y socialización del
conocimiento, los cuales son una fuente
versátil e inagotable de nuevos conocimientos
y desarrollo tecnológico. Así, la colaboración
entre profesores y estudiantes de una misma
institución o de distintas instituciones
podrá verse materializada en equipos
interdisciplinarios de investigación y servicio
de proyectos educativos, los cuales son tanto o
más importantes en el campo rural.
En relación a la incorporación del cambio
tecnológico al desarrollo rural, destacan las
aportaciones hechas por Shultz (1961) y Mellor
(1966).
Ellos plantean que “pese a que la educación
no es en sí misma una condición suficiente para
el desarrollo de la agricultura, es ciertamente una
condición necesaria. Casi todos los elementos
que integran el complejo del desarrollo tienen su
entre ese costo marginal y el propio costo de todos los trabajadores educados (Saint-Paul, 1994: 3).
95
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
ase en mejoras en la fuerza de trabajo, las que, a
su vez, son producto de la educación”.10
Asimismo, de acuerdo con Padua: “Algunos
de los procesos de cambio cultural en que la
educación puede haber actuado como facilitador,
a través de la difusión de innovaciones en el
sistema productivo, podrían mostrar sus efectos
midiendo los rendimientos diferenciales de los
productos agrícolas [por hectárea] o industriales”
(1998: 119).
En el mismo sentido, Shultz (1961) “enfatizó
el hecho de que mucho de lo que se denomina
[gasto de] consumo, constituye en realidad una
inversión en capital humano: la educación, la
migración y la salud constituyen una inversión
en la medida que esos gastos contribuyen a elevar
la calidad del trabajo a través de la adquisición
de conocimientos, habilidades y técnicas que
influyen sobre la capacidad del hombre para
trabajar; aumentan la productividad de la mano
de obra y generan una tasa de rendimiento”
(citado en Freyre y Vite, 1993: 6) semejante
al que proporcionaría una inversión en capital
físico.
El funcionamiento de las redes sociales
abona en la misma dirección: mantener una
red permanente equivale a multiplicar n veces
la capacidad individual de análisis, de estar
virtualmente en varias situaciones a la vez y de
pensar desde múltiples ángulos una multitud
de soluciones reales a los problemas nodales.
A esta cualidad contribuye de forma positiva
el desarrollo actual de las tecnologías de la
informática y de las comunicaciones, así como la
educación cibernética (Reyes-Muro et al, 2009:
401).
Por ello, una red social puede ser un sistema
de valor gestionado de manera consciente; algo
desarrollado de manera intencional formado por
un número limitado de actores con un propósito
específico.11 En este sentido, las redes están
compuestas de nodos y de enlaces entre ellos, a
los cuales se les denomina aristas o bordes —si
son flechas que van de un nodo al otro— o bien
arcos —si la relación es recíproca—. También
debe entenderse que una red es una forma
abstracta de visualizar una serie de sistemas
simples o complejos.
Un tema recurrente, a la hora de analizar
el fenómeno de las redes de valor y las redes
sociales, es el de las diversas posibilidades de
gestión y dirección de las mismas. Las dos
posturas más frecuentes al respecto son: a)
redes que dependen de las instituciones o
administraciones “formales”, y b) redes que
dependen de manera directa y se inscriben
dentro de los llamados movimientos sociales.
Una toma de posición respecto a esta dicotomía
implica plantear la cuestión implícita de la
responsabilidad en la gestión del conocimiento.
¿Son las redes sociales estructuras piramidales
con un vértice institucional que gestiona el saber
y la productividad de una comunidad o se trata
de un entramado horizontal, políticamente
autónomo, y en constante cambio mediante
el cual esta comunidad puede conocer y
transformar su realidad? La respuesta es bivalente
y certera en ambos casos.
Se puede considerar que un elemento
fundamental a la hora de comprender las
dinámicas propias de las redes sociales y de
valor es la producción, la trasformación y el
intercambio de conocimiento que se da en su
seno. Ello nos brinda la oportunidad de arrojar
sobre ellas una mirada que va más allá de
cuestiones organizativas o administrativas o,
mejor dicho, que valora estas cuestiones a la luz
de las interacciones como algo prioritario.
El planteamiento derivado de esto supone que en una red lo más importante es la
capacidad de vincular, así como el colectivo
que se articula a través de ella, el cual debe
determinar la gestión y la estructura técnica,
no al revés. De esta manera, sea lo que sea la
red, sólo lo es en tanto conjunto complejo, y
no en virtud de ninguna de sus partes, sean
éstas individuos, máquinas o instituciones que
10 Dado que la educación es de importancia crucial en el desarrollo agrícola y que requiere un capital considerable, es en realidad una ventaja
que la educación vaya también directamente de acuerdo con los objetivos
primordiales del proceso de desarrollo (Mellor, 1975: 336).
11 Por ejemplo, las cadenas lecheras están constituidas por varios tipos de actores: los ganaderos, las tecnologías y los territorios (Boucher y Brun, 2011: 17).
96
Departamento de Sociología Rural / UACh
Desarrollo
Diseño de encuesta. La encuesta estuvo
constituida por 14 preguntas correspondientes a
los ejes de amistad, estudio y recreación.
Aplicación de la encuesta. Se aplicó la
encuesta en la División de Ciencias EconómicoAdministrativas (dicea), en enero de 2006, a los
alumnos del cuarto al sexto año de las diferentes
carreras; se obtuvo un total de 289 individuos,
sin contar con los alumnos de séptimo año,
debido a que no se encontraban físicamente en
la institución en ese periodo. La generación de
cuarto año estuvo compuesta por cuatro grupos,
mientras que las de quinto y sexto tuvieron un
número de cinco o más grupos.
Auditoría de la información. Las encuestas
se auditaron con el fin de descartar las que no
servían para el propósito de la investigación.
Elaboración de base de datos. Se procesó
la información con el programa Acces de
Oficce con el fin de elaborar una base de datos
ordenada.
Auditoría de la base de datos. Se revisó la base
de datos para descartar errores de captura y
poder asegurar que los resultados fueran veraces.
Procesamiento en el programa para análisis
de redes Net Miner. Se procesó la información
en el sistema de una matriz simétrica para
analizar la información en forma de red y las
correspondencias de la información. Dicha
matriz es cuadrada por necesidad, para que el
individuo pueda ser considerado como origen y
destino de una relación social.
le den más o menos apoyo, pues otorga prioridad al trabajo en equipo (Casas y Martínez,
2011: 100). En este contexto, además, resulta
importante articular la relación entre la noción de información y la de conocimiento, pues
resulta pieza clave para comprender cómo
una red puede pasar de ser un mero canal de
transmisión de datos a un lugar de producción
y transformación colectiva de saberes. Asimismo, es necesario tener conciencia de que las
redes de valor no son el único lugar en el que
podemos localizar estas dinámicas, sino que
probablemente ni siquiera es el primero en el
que se piensa a la hora de tratar la cuestión de
la producción e intercambio de conocimiento
De hecho, contemplar las redes de valor desde
esta perspectiva supone cuestionar las nociones
tradicionales de saber y conocimiento y —tal
vez más importante en el caso que nos ocupa— quiénes son sus productores legítimos.
Metodología
Para la obtención de la información se elaboró y
aplicó una encuesta en enero de 2006. El total de
cuestionarios aplicados fue de 289, de los cuales
se descartaron cinco, debido a que carecían de
alguna información solicitada o bien porque no
fueron contestadas por los entrevistados.
Se procesó la información y se elaboró una
base de datos que sirve para el desarrollo de
la red social correspondiente a los diferentes
ejes ya mencionados. Para la obtención de los
resultados se emplearon diferentes programas
computacionales, como Microsoft Excel, Acces,
Ciram, Net Miner, entre otros.
Para el procesamiento en los diferentes
programas computacionales, se ordenó la
información en una matriz simétrica que
contiene un número consecutivo correspondiente
a cada uno de los participantes de la encuesta y
se utilizó un lenguaje binario donde el número
1 corresponde a la afirmación y el número 0 a la
negación. Dicha matriz es un cuadro de doble
entrada en la cual el valor de los elementos a ij
indica la existencia o no de una relación entre el
j-ésimo y el k-ésimo individuos.
Resultados y análisis
Del procesamiento de los datos ha resultado
que los elementos de toda la generación de
4º año pueden ser agrupados en una red de
acuerdo con el tipo de relaciones o actitudes
que ocurran entre ellos, tales como la amistad,
la asociación al estudiar y el carácter optimista
o pesimista, pero también se pueden configurar
redes grupales y subredes. Así, en primer lugar
resultó la configuración de una red de amistad
correspondiente al grupo 01 del 4º año, tal como
se aprecia en la figura 1.
97
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
En ese sentido, de acuerdo con la red
descrita en la figura 1, todos los nodos tienen
correspondencia y dirección, es decir, que en el
caso de este grupo todos son considerados —al
menos por otra persona— como amigo, por
lo cual no hay nodos totalmente aislados en el
gráfico, aunque se puede apreciar un agujero
estructural de la red (lo cual significa que
algunos individuos no tienen disposición para
establecer una relación directa con otros). En
dicha figura, los triángulos representan los nodos
centrales de esta red.
Cuadro 3. Estadísticos de la red de amistad del grupo
4° 01. Densidad de Red 0.132 Distribución gradual.
Valor
Medidas estadísticas
Suma de valores
Media
Variación estándar
Valor mínimo
Valor máximo
Nodos independientes
Nodos dependientes
Inclusividad (%)
Figura 1. Red del grupo 01 del 4º año en relación a la
amistad.
Dentro de
rango
Fuera de
rango
107
3.69
2.214
1
10
107
3.69
1.342
1
5
0
4
100
0
2
100
En la gráfica 2, se muestra la centralidad
de uno de los nodos principales de la red; de
esa manera, se puede calcular el grado y la
centralidad de esa subred. La densidad muestra
el grado de cohesión de la red, el cual tomaría el
valor de 1.0 en caso de que todos los integrantes
estuvieran relacionados con los demás, y el de 0.0
en el caso hipotético de que los integrantes de
un grupo no estuvieran relacionados con ningún
otro elemento de ese mismo grupo, en cuyo caso
no sería una red.
Vacío
estructural
Figura N° 2. Nodo central 17 de la red de amistad del
grupo 4° 01
En el cuadro 3 se presentan las estadísticas
que resultaron del procesamiento numérico de
la relación de amistad entre los alumnos que
conforman el grupo 01 del 4º año.
98
Departamento de Sociología Rural / UACh
En la figura 2 se muestra uno de los dos
nodos centrales y su respectiva subred de la red
mayor de amistad del grupo 01 del 4º año, en
este caso, el nodo central 17. Como ya se ha
explicado, un nodo central es aquel elemento de
una red sobre el cual recaen las preferencias de
varios otros elementos, aunque entre los otros
puede que no exista una relación directa.
De acuerdo con el gráfico, se calcula el grado
de la subred sumando el total de bordes que
conectan sus nodos con el nodo central, en este
caso, 10, y su centralidad de 5, debido a que se
calcula restándole al grado de la red la cantidad
de nodos con los que no hay una conexión
completa (biunívoca).
Para el caso del nodo 17, se presenta un
nodo dependiente de éste, cuyo borde sólo
corresponde a la entrada de información a la red
y no es recíproca la relación; esto define a un
nodo dependiente (el nodo 14). Ahora, debido
a que en esta subred todos los nodos tienen
correspondencias con el nodo central (aunque no
recíproca), no existe un agujero estructural.
En la figura 3, pueden observarse de manera
clara varios subgrupos, cliques o pandillas
formadas alrededor de algunos nodos, así
como nodos aislados. Además de observarse los
agujeros estructurales, también pueden verse
los componentes de la red y las dependencias.
Los nodos centrales están representados por
triángulos y encarnan los núcleos de todo el
grupo.
En el ambiente de la población total, una
pandilla o clique es un subgrupo que se organiza,
fundamentalmente, de manera independiente
aunque alguno de sus elementos pueda estar
relacionado con otro subconjunto. El gráfico 3
muestra que en el clique [11, 13, 21, 24], el nodo
dependiente es el 11, el nodo central es el 13 y
en los nodos 21 y 24 se muestra un conexión
completa, es decir, la relación de los actores es
recíproca. Éste es un n-clique porque muestra las
relaciones de afinidad de esos cuatro elementos
en la actividad de estudio.
Figura N° 3. Red del grupo 4° 01 en relación al estudio.
Por otra parte, la figura 4 contiene el eigenvector
en forma concéntrica, en el cual se muestra al
nodo 17 representando el papel central de la red
de estudio del grupo 4° 1. Según Jiménez (2008:
49), el eigenvector es una matriz que muestra la
distancia de los demás nodos respecto al vector
central (o estructural) en un sistema de ejes
cartesianos. El diagrama significa la importancia
de cada nodo en el funcionamiento de la subred,
en cuyo caso el nodo 29 aparece sólo como un
nodo dependiente, y como central en la subred
correspondiente.
Figura 4. Eigenvector de la subred centralizada
alrededor del nodo 17.
99
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
Para poder ver con más claridad el papel de
los vectores centrales se presenta el gráfico de la
figura 5, de manera que en ella se relacionan los
cliques existentes en la red de estudio. Los nodos
centrales se representan con triángulos.
Cuadro 5. Tamaño, densidad y cohesión de los cliques
que componen la red de estudio del grupo 4° 01.
N-cliques
Figura 5. Eigenvector de la red de estudio del grupo 4°
01 y cliques que lo componen.
Tamaño
Densidad
Índice de cohesión
K1
9
0.32
19.16
K2
6
0.33
5.75
K3
3
0.33
4.33
K4
5
0.45
27.00
K5
5
0.45
27.00
K6
4
0.42
20.83
K7
3
0.33
26.00
K8
3
0.50
?
K9
4
0.58
14.58
La figura 6 muestra a los nodos que fueron
catalogados por más personas como optimistas;
es decir, aquellos considerados personas que
poseen una manera propositiva de pensar y
quienes mantienen acuerdos con los otros,
además de ser catalogados como líderes por los
demás.
Figura 6. Red de optimistas del grupo 4° 01.
A continuación, se muestra el cuadro 4, en el
cual se aprecia —como en la figura 5— que
varios nodos, al mismo tiempo, forman parte de
diferentes cliques de la red de estudio del grupo
4° 01.
Cuadro 4. Miembros de los cliques que componen la
red de estudio del grupo 4° 01.
N-cliques
Asimismo, se muestra la figura 7, la cual contiene
los nodos catalogados como pesimistas, es decir,
personas que regularmente se aíslan y prefieren
no tomar partido en la toma de decisiones que
afecten al grupo en su conjunto, y quienes se
ajustan a las decisiones de los demás, pero cuyo
precepto es considerar que el resultado de las
decisiones será desfavorable.
Miembros
K1
6,5,7,17,4,15,3,25,28
K2
6,5,7,17,12,18
K3
6,9,12
K4
2,1,8,10,29
K5
1,9,29,10,8
K6
1,9,29,12
K7
11,13,21
K8
13,21,24
K9
16,15,17,25
100
Departamento de Sociología Rural / UACh
Ahora bien, en una red que contemple a los
cuatro grupos del cuarto año se pueden presentar
otros resultados adicionales, los cuales en parte
pueden atribuirse al mayor número de nodos.
Primero se presenta la red de valor de amistad del
cuarto año, en la cual resaltan los nodos centrales
representados por triángulos (figura 8).
Los nodos aislados se presentan generalmente
en la periferia de la red, pero los centrales no
tienen un orden específico de aparición.
La probabilidad de que el nodo central de
un subgrupo pequeño sea también el nodo
central de un grupo es mayor que la de un nodo
periférico, debido a la mayor cantidad de bordes
que lo conectan de manera indirecta con los
demás actores del grupo.
En el gráfico de la figura 8 también se observa
que el nodo 17 (esquina inferior derecha),
perteneciente al grupo 4º 1, es también un
nodo central de la red de cuarto año, puesto
que se relaciona con otros dos nodos de grupos
diferentes: el nodo 70, perteneciente al grupo
4º 03, y el nodo 103, que pertenece al grupo 4º
04, los cuales podrían estar relacionados con
otros elementos pertenecientes a sus respectivos
grupos.
Figura 7. Red de pesimistas del grupo de 4° 01.
En este caso, el rango más alto corresponde a las
personas catalogadas como pesimistas, debido a
la apatía en la participación y a que generalmente
no están de acuerdo con la forma de actuar de los
demás.
Figura 8. Red de amistad de la generación del 4° año.
Figura 9. Eigenvector de la red de estudio de la
generación del 4° año.
Sin embargo, aun en este caso, a través de
algunos nexos la red pone de manifiesto
que entre ellos también se dan relaciones de
colaboración y liderazgo, aunque sea de manera
esporádica y dispersa.
101
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
En la figura 9, se observa que los nodos centrales
no son lo que anteriormente habían sido
mencionados como tales, esto es debido a que a
mayor tamaño de la red es menor la probabilidad
de que los nodos centrales sean los mismos para
los diferentes ejes de esta investigación.
La mayoría de las relaciones de amistad se
presentan en los clúster de 5º y 6º años; el 4º
año no queda del todo aislado, pero sí con menor
relación con el 5º, en comparación con el 6º.
En cuanto a la asociación para el estudio,
en la figura 12 la mayor cantidad de bordes en
relación con la actividad de estudio se presentan
entre los nodos del cuarto y sexto años.
Figura 10. Red de pesimistas de la generación del 4° año
Figura 12. Clúster de estudio de la DICEA
6° año
5° año
Figura 11. Clúster de amistad de la DICEA
4° año
5° año
6° año
Conclusiones
Como es sabido, no siempre es posible extrapolar
las tendencias de los resultados específicos;
sin embargo, puede destacarse que el análisis
de redes sociales es una herramienta muy útil
para la comprensión del comportamiento de la
sociedad, de los grupos sociales y de las empresas
en conjunto, así como una base firme para la
comprensión de las redes de valor.
A su vez, el comportamiento de una
población determinada puede ser analizado
por medio de la representación abstracta de
una red social. En este caso, el uso de gráficos
facilita la comprensión de las diferentes variables
analizadas en una red social.
En la educación —y, específicamente, en el
caso de la dicea—, el monitoreo de los cambios
que ocurren al interior de una red puede ser útil
para orientar los procesos de formación de asesores
y orientadores vocacionales, así como de tutores.
4° año
Debido a la gran cantidad de nodos, en la
figura 11 sólo se presentan los clúster12 de los
diferentes grados de estudio, así como los ejes
principales de esta investigación, mediante gráficas
tridimensionales, para tener un panorama general
de las redes sociales entre los alumnos de la dicea.
12 Originalmente, el concepto fue de aplicación al ámbito empresarial,
en el cual se entendía como el conjunto de empresas relacionadas con la
cadena productiva organizada o no (Jiménez Merino, 2007: 21); aquí, sin
embargo, se aplica a un conglomerado de agentes de la misma naturaleza.
102
Departamento de Sociología Rural / UACh
No obstante, un beneficio importante
puede estar constituido por las ganancias en
investigación derivadas del trabajo colectivo.
Esto coincide ampliamente con la tendencia en
las políticas del Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología, las cuales pretenden valorar
más el trabajo colectivo y la cooperación entre
instituciones, que el trabajo individual y localista
en términos de una ies en particular.
También en el caso de la dicea, la detección
de los vacíos estructurales puede ser útil en el
diseño de estrategias para la conformación de
equipos de trabajo que motiven la interrelación
con personas con las cuales aparentemente no
es fácil interactuar. En este sentido, el trabajo
colectivo nos acerca y el logro de metas comunes,
nos hermana. Sin embargo, no debe cometerse
el error de querer establecer mecanismos de
cooperación en donde las condiciones sugieren
que no es posible hacerlo.
Finalmente, en los procesos de mejora
continua del desempeño de las ies, puede
resultar provechoso orientar un mayor esfuerzo al
fomento de las redes sociales.
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Crecimiento, Pobreza: Problemática
Mexicana. Monterrey: Universidad
Autónoma de Nuevo León, pp. 49-60.
104
Una mirada comparativa entre el sector rural
de México y Ecuador, en el marco de la etapa
de transición capitalista mundial
Blanca Rubio1
Resumen
El objetivo del artículo consiste en llevar a
cabo una comparación, desde una perspectiva
integral, entre la situación rural de Ecuador y
la de México, a partir de la instauración del
modelo neoliberal, con el fin de contrastar dos
realidades del campo latinoamericano en la fase
de transición capitalista que atraviesa el mundo.
Se trata de dos países con profundas similitudes
en el ámbito económico, pero también
marcadas diferencias en el plano político,
toda vez que en México se ha profundizado
la política neoliberal, mientras que Ecuador
constituye uno de los países que ha impulsado
un proyecto postneoliberal y, por tanto, no
alineado a las pautas de dominio de Estados
Unidos. Por ejemplo, se observa que, en México,
la firma del tlcan afectó fuertemente a las
unidades campesinas; asimismo, en Ecuador,
la dolarización de la economía trajo consigo
consecuencias funestas en los productores
rurales; sin embargo, las políticas orientadas a
fortalecer la soberanía alimentaria en este país
han amortiguado el proceso de desestructuración
de las unidades campesinas, mientras que en
México dicho proceso se ha profundizado.
Abstract
This paper’s objective is to compare the rural
situation in Ecuador and Mexico since the onset
of the neoliberal mode in order to observe two
realities of Latin American in the capitalist
transition phase that the world faces. These
are two countries with deep similarities in the
economic scope but also marked differences in the
political sphere, since the Neoliberal policy has
deepened in Mexico while Ecuador is one of the
countries that has driven postneoliberal project,
and therefore not aligned with the guidelines
of US dominance. It is noted that in Mexico,
nafta strongly affected peasants units, while in
Ecuador the dollarization of the economy had dire
consequences for farmers. However, policies to
strengthen food sovereignty in this country have
cushioned the process of disintegration of peasant
units while in Mexico the process has deepened.
Key words: trade liberalization, dollarization,
indigenous movements, postneoliberalism,
comparative analysis.
Introducción
Apenas iniciado el siglo xxi, los campesinos
latinoamericanos enfrentan una etapa de
profundas transformaciones en su producción,
sus formas de vida y las perspectivas que se
vislumbran en el ámbito mundial y local.
Después de veinte años de marginalidad
productiva, precios deprimidos y políticas
excluyentes, han emergido un conjunto de
procesos mundiales que apuntan a modificar este
panorama.
Palabras clave: liberalización comercial,
dolarización, movimientos indígenas,
postneoliberalismo, análisis comparativo.
1 Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Agradece a Jorge Tripp el apoyo brindado en la búsqueda y sistematización de la información utilizada.
105
Departamento
Artículos y Ensayos
de Sociología
de Sociología
Rural /Rural
UACh
El origen de estos acentuados cambios radica,
sin lugar a dudas, en el agotamiento de una
forma de dominio de los países desarrollados
sobre aquellos en vías de desarrollo, tanto en el
ámbito general como en el agroalimentario.
El aumento inusitado de los precios del
petróleo y de las materias primas a partir del año
2003, así como la recomposición del mercado
agroalimentario mundial, han socavado las
bases que permitían marginar lo productivo
agropecuario como fuente de acumulación y de
empleo en nuestros países, con lo cual se abre
un panorama que puede ser más incluyente para
algunos productores rurales del continente.
En este contexto, el objetivo del presente
ensayo consiste en analizar de manera
comparativa el sector rural de México y el de
Ecuador, en el marco de los cambios ocurridos
en el ámbito mundial. Dichos países muestran
fuertes similitudes económicas y sociales, a la vez
que grandes divergencias en el terreno político.
En la actualidad, Ecuador y México se
encuentran en la encrucijada de una nueva fase
mundial que puede transformar las condiciones
en las que se han desarrollado las unidades
productivas agropecuarias, por lo que vale la
pena preguntarse cuáles son las perspectivas que
enfrentan.
En el primer punto se analiza el contexto
mundial desde la perspectiva de los cambios
enunciados anteriormente, mientras que en el
segundo se analizan las condiciones que enfrentan
los países latinoamericanos en esta coyuntura
de transición. En el tercer punto se lleva a cabo
una mirada comparativa entre el sector rural de
México y el de Ecuador, primero desde el punto
de vista de las coincidencias y posteriormente
desde el de las diferencias. En el cuarto punto
se estudian las perspectivas que enfrentan, para
finalmente adelantar algunas conclusiones.
que prevalecieron por más de dos décadas, a la
vez que se vislumbra el surgimiento de nuevos
mecanismos de sometimiento del capital de
punta sobre los sectores subalternos, y de los
países desarrollados sobre los dependientes.
Dos hechos históricos marcan el punto de
inflexión de esta transición: por un lado, el
ascenso sin precedentes de economías como
las de China e India, que han incrementado
fuertemente la demanda mundial de energéticos
y materias primas, y, por otro, el declive de
la hegemonía mundial de Estados Unidos,
manifiesta –entre otros procesos– en la virtual
derrota enfrentada en la guerra de Irak.
Tales procesos han desembocado en un
incremento estructural del precio del petróleo,
pues mientras de 1985 a 1999 el barril no superó
los 22.99 dólares, en 2008 llegó al tope de los
145 dólares.
El aumento de los precios del hidrocarburo
ha generado dos procesos esenciales para el
objetivo de este trabajo: 1) un fuerte incremento
en el precio de las materias primas en general
y, en particular, de origen agropecuario, y
2) la orientación de granos y oleaginosas a la
producción de agrocombustibles en los países
desarrollados, como un mecanismo para
contrarrestar el creciente poder de los países
productores de crudo, así como para reducir el
precio de los energéticos en el mediano plazo.
Tales cambios mundiales han fracturado
las bases sobre las que se cimentaba la forma
de dominio que prevaleció en el orden
agroalimentario mundial global, la cual reinó de
1982 al 2000.
Esto se debe a que, en dicho orden mundial,
los países desarrollados –con Estados Unidos a la
cabeza– impusieron una forma de subordinación
sustentada en el pago por debajo del costo de
producción de los bienes básicos cultivados en
sus economías. Las pérdidas que esto generaba
a sus productores eran compensadas por medio
de cuantiosos subsidios; al mismo tiempo, sus
excedentes exportables a precios artificialmente
bajos eran impuestos en el mercado mundial
para pugnar por la hegemonía frente a sus rivales
El contexto mundial en una etapa de
transición
Con la llegada del siglo xix, emergió una etapa
de transición epocal, en la cual han empezado a
agotarse las formas de dominio y subordinación
106
Departamento de Sociología Rural / UACh
El panorama para los países
latinoamericanos
El declive de la hegemonía de Estados Unidos
–y, con ello, el de una forma de dominio de los
países desarrollados sobre aquellos en vías de
desarrollo– ha generado un escenario distinto
del que imperó durante el neoliberalismo para
nuestros países.
Ello tiene que ver, en primer término, con el
hecho de que el alza en el precio de las materias
primas y el ascenso de la demanda mundial que
han generado las potencias asiáticas emergentes
han propiciado un entorno económico más
favorable para los países latinoamericanos.
El reposicionamiento de los países petroleros,
como Venezuela y Ecuador, de los productores
de níquel, cobre y plata, así como de aquellos
exportadores de bienes agropecuarios, como
Argentina, Brasil y Chile, ha traído consigo el
llamado proceso de reprimarización excluyente,
según el cual las actividades primarias vuelven a
tener importancia estratégica en los países de la
región.
Como puede observarse en el cuadro 1,
mientras la participación del sector agropecuario
en el pib total de América Latina había venido
decreciendo, llegando al 5% en el año 2000, para
el 2010 se mantenía igual a nivel general, pero
ascendió en países como Argentina, El Salvador,
Paraguay, Uruguay y Venezuela.
del primer mundo, incrementar las ganancias de
las grandes transnacionales agroalimentarias y
controlar desde el ámbito alimentario a los países
dependientes.
Dicho dominio se sustentó en la forma de
explotación por despojo sobre los productores
rurales de los países dependientes, a quienes
se les impuso el precio por debajo del costo de
producción, sin la correspondiente compensación
de los subsidios; de esta manera, fueron
explotados, al extraer el excedente producido, y
despojados, al extraer lo que invirtieron en parte
de los medios de producción, así como en la
fuerza de trabajo propia y ajena.
Esta forma de dominio y explotación enfrenta
dificultades para desarrollarse ante el incremento
de los precios de los bienes agropecuarios en
el ámbito mundial, pues resulta muy costoso
mantener un mercado internacional a precios
deprimidos artificialmente.
Por otra parte, los países desarrollados están
optando por utilizar agrocombustibles como
mecanismo de lucha energética, con lo cual están
ocurriendo importantes transformaciones en el
mercado agroalimentario mundial.
Por un lado, se ha estrechado la demanda
mundial de cereales y alimentos básicos, en tanto
resulta muy oneroso para los países dependientes
seguir importando alimentos a precios
encarecidos. Por otro lado, se han reducido las
existencias de algunos cereales, entre ellos el
maíz, debido a la disminución de los inventarios
destinados a las exportaciones de Estados
Unidos.
De esta forma, al tiempo que declina una
forma de dominio y explotación, empieza
a germinar otra, en el marco del orden
agroalimentario energético, impuesto por
medio de monocultivos que requieren enormes
extensiones de tierra, así como agua en
abundancia, con lo cual se perfila una forma de
dominio por despojo de los recursos naturales
(Rubio, 2007: 2).
Cuadro 1. Participación Porcentual del pib
Agropecuario en el pib Total 1990-2010.
País
107
1990
2000
2010
Argentina
6.3
3.8
7.1
Bolivia
15.4
13.0
10.4
Brasil
4.4
4.9
4.5
Chile
6.1
5.0
3.2
Colombia
11.0
8.3
6.5
Costa Rica
11.3
8.6
6.5
Cuba
12.0
6.6
3.6
Ecuador
20.5
15.4
9.7
El Salvador
17.1
9.8
11.6
Guatemala
..
14.1
11.1
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
País
1990
2000
2010
País Haití
29.7
22.6
..
El Salvador
32.9
Honduras
20.4
14.4
11.6
Guatemala
13.4
México
7.0
3.6
3.2
Haití
Nicaragua
17.6
17.8
15.8
Honduras
Panamá
8.1
6.3
3.4
México
Paraguay
16.7
14.7
20.4
Nicaragua
Perú
7.3
8.1
6.9
Rep. Dominicana
12.0
6.5
Uruguay
8.8
Venezuela
A. Latina y el Caribe
2000
2005
2010
2012
21.6
51.9
45.3
50.8
36.5
15.4
13.7
14.6
13.6
25.2
27.2
31.9
32.1
5.3
13.4
54.1
98.4
65.5
52.6
23.8
26.1
...
22.9
14.8
18.8
19.4
293.1
130.3
84.6
45.1
40.8
Panamá
58.0
92.3
48.2
49.0
38.6
30.0
5.7
Paraguay
19.4
28.8
35.0
30.9
18.6
15.3
5.9
6.9
Perú
57.3
78.1
52.5
36.1
27.8
28.8
5.9
3.9
5.4
6.7
5.0
5.0
República
Dominicana
32.1
49.6
15.6
17.4
19.3
21.9
Uruguay
16.4
40.4
42.4
65.8
47.4
42.2
Venezuela
45.5
75.5
31.1
31.9
35.1
30.3
América Latina
26.5
41.0
34.7
24.7
19.9
21.0
Tales condiciones económicas se han expresado
en el plano político en una mayor autonomía de
los gobiernos, manifiesta en el ascenso de aquellos
con orientación de izquierda o centro izquierda,
como el de Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina,
Brasil, Uruguay y Ecuador; este fenómeno refleja
con mucha claridad la fractura de los mecanismos
de dominio que caracterizaron la relación nortesur durante el periodo neoliberal de las décadas
de 1980 y 1990.
Este proceso está permitiendo generar
bloques de países que enfrentan las políticas
intervencionistas de los países desarrollados
y ponen un freno a los mecanismos de
dominio que se habían venido impulsando,
fundamentalmente en el plano de la apertura
comercial y del control de los recursos naturales
latinoamericanos.
Cuadro 2. Participación Porcentual de la Deuda
Externa en el pib Total (a precios corrientes).
1990
2000
2005
2010
2012
Argentina
13.1
47.9
54.5
62.1
34.9
29.6
Bolivia
46.7
77.6
80.3
80.3
29.9
23.2
Brasil
27.0
28.9
33.6
19.2
12.0
13.9
Chile
40.6
52.5
46.8
37.1
39.9
43.9
Colombia
20.4
31.5
36.2
26.3
22.6
21.2
Costa Rica
45.7
54.1
33.3
33.9
25.3
32.1
Cuba
...
35.9
13.8
Ecuador
...
72.1
41.5
...
20.0
...
Fuente: cepalstats. Estadísiticas e indicadores
económicos. Consultado el 05 de noviembre de
2014 http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/web_
cepalstat/estadisticasIndicadores.asp?string_
busqueda=deuda+externa
Junto con ello, el declive de las tasas de
interés en la década de 1990 –a la par con
la posibilidad de varios países de renegociar
sus deudas con el exterior– ha propiciado
condiciones para alcanzar mayor autonomía
financiera.
Como puede observarse en el cuadro
2, la participación de la deuda en el pib de
América Latina que había tenido un desarrollo
ascendente hasta el año 2000 al alcanzar
34.7%, se redujo claramente en el año 2012
cuando llegó a representar 21.0%. Este mismo
desempeño se observa casi en todos los países.
1980
26.0
1990
258.8
Fuente: cepalstats. Estadísticas e indicadores
económicos. Consultado el 05 de noviembre de
2014, http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/web_
cepalstat/estadisticasIndicadores.asp?string_
busqueda=deuda+externa
País 1980
Una mirada comparativa entre el
campo de Ecuador y el de México
La primera impresión que se tiene al comparar
la situación rural de ambos países consiste en un
amplio cúmulo de coincidencias. En un plano
...
18.2
108
Departamento de Sociología Rural / UACh
general, tanto en México como en Ecuador se
instauró el neoliberalismo en la década de 1980,
y tuvo su fase de consolidación en la de 1990.
En el caso de México, con el gobierno de Salinas
de Gortari, y en el de Ecuador con el de Durán
Ballén. De igual forma, fueron de los numerosos
países de América Latina que ingresaron al ciclo
de la deuda externa en la década de 1980, lo cual
constituyó el grillete fundamental para acatar
las medidas de política impuestas por el fmi y el
bm, a través del paquete conocido como Ajuste
Estructural, centrado en el control de la inflación,
la reducción del gasto social y la privatización o
desaparición de las empresas estatales, sobre todo
aquellas dedicadas al sector agropecuario.
Así, mientras en México se desmantelaron
empresas como conasupo, fertimex, anagsa,
banrural, proquivemex, tabamex, inmecafe,
etc., en Ecuador compañías como enac,
enoprovit, fertisa, emade, emesemilla,
corrieron la misma suerte.
Vale mencionar también que a inicios del siglo
xxi, ambos países lograron reducir el peso de la
deuda externa en sus finanzas internas, como
puede verse en el cuadro 2.
Por otra parte, en los dos países se impulsó un
cambio legislativo de gran envergadura durante
el periodo de consolidación del neoliberalismo:
en México con las transformaciones al Artículo
27 constitucional en 1992, las cuales dieron
por terminado el reparto agrario, permitieron
la renta y venta de parcelas, así como la
inversión de sociedades anónimas en terrenos
rústicos; en Ecuador con la promulgación de
la Ley de Desarrollo Agrario en 1994, la cual
permitió el registro de la propiedad privada de
tierras comunales, la venta de tierras estatales
a particulares, así como la libre importación y
distribución de insumos y semillas (Shimizu,
2003:145).
Otra gran coincidencia que unifica el desarrollo
de estos países lo constituye su riqueza petrolera. En
consecuencia, enfrentaron también el declive de los
precios del crudo en las décadas de 1980 y 1990, a
la vez que se han beneficiado, a partir del año 2003,
del ascenso de las cotizaciones internacionales.
En este marco de coincidencias, ambos países
han tenido un fuerte peso en la agricultura de
exportación: en Ecuador con el plátano, el café y
el cacao; en México con el café, las hortalizas y las
frutas; en ambos países las flores se han agregado
recientemente a los productos que exportan.
Sin embargo, una de las coincidencias que los
distinguen de otros países de América Latina lo
constituye la importancia que tiene la presencia
campesina e indígena. En el caso de Ecuador,
88% de las unidades productivas eran de
pequeños campesinos con parcelas menores a 20
hectáreas para el año 2000 y 66.8% menores a
5 hectáreas (Chiriboga, 2005b: 303). En el caso
de México, 67.8% de las unidades de producción
tienen 5 hectáreas o menos.
Como se señaló antes, en el modelo neoliberal
los campesinos e indígenas han enfrentado una
forma de explotación por despojo por parte de
las empresas agroalimentarias, las cuales han
impuesto precios bajos y paquetes tecnológicos
muy agresivos que contaminan el ambiente y
desgastan la capacidad productiva de los suelos.
En México, empresas como Maseca, Minsa,
Bimbo han privilegiado la compra externa de
granos básicos distribuidos por transnacionales
como Cargill y adm a precios devaluados
que han generado la ruina de los pequeños
productores. Asimismo, en Ecuador, pronaca,
agripac, Exportadora Novoa, Nestlé, etc.,
también han impulsado la explotación por
despojo en los productores de maíz, plátano,
leche y otros productos, así como formas de
sobreexplotación hacia los jornaleros asalariados
que contratan en sus empresas.
El dominio de las grandes empresas sobre
los productores rurales se ha fincado también
en el fuerte impulso de las importaciones de
granos, fundamentalmente de maíz. Mientras
para el 2013 en México se importó 26% de las
necesidades internas de consumo, en Ecuador
para el 2005 las importaciones de este grano
representaban 42.8% de la demanda total
(Rubio, Campana y Larrea, 2008).
En esta línea de coincidencias, puede
afirmarse también que Ecuador y México son
109
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
dos países heridos. El primero por el proceso de
dolarización impuesto en el año 2000, el cual
ató la moneda nacional al dólar provocando el
aumento de los precios internos y los insumos
importados, además de generar la dificultad para
utilizar la devaluación de la moneda como un
mecanismo para incrementar la competitividad
de las exportaciones, lo cual ocasionó un proceso
de encarecimiento interno, alza de costos y ruina
de pequeñas empresas urbanas y campesinas.
En el caso de México, por la firma del tlcan en
1994, el cual eliminó los aranceles a la mayoría
de los productos importados de Estados Unidos y
Canadá, de tal suerte que para el 2008 quedaron
liberados productos como los cereales, la leche, el
azúcar, el pollo, la carne, etcétera.
Tal proceso generó que los productores
mexicanos fueran sometidos a la competencia
desleal de las importaciones estadounidenses y
canadienses, las cuales –como ya se ha señalado–
tienen precios por debajo del costo. Este proceso
trajo consigo la devastación del campo mexicano
y la agudización de la pobreza rural.
Entre 2006 y 2008, la parte de la población
rural considerada en “pobreza alimentaria” –los
que ganan menos de los suficiente para adquirir
una dieta mínima– se incrementó de 24.5% a
31.2% y esto fue antes de que se sintiera lo peor
de la actual crisis económica. (Fox y Haight,
2010:15)
Los procesos de la dolarización y firma del
tlcan en el marco del neoliberalismo han
generado también un fortalecimiento de la
diáspora rural, fundamentalmente de corte
internacional.
Ambos países tienen una larga tradición
migratoria, en el caso de México ésta casi
siempre con destino hacia Estados Unidos, y
en el de Ecuador a dicho país en la primera
etapa (1950-1999) y a Europa –España e Italia–
en la segunda (2000-2006) (Acosta, López y
Villamar, 2006); sin embargo, se observa un
fortalecimiento de la migración a partir de los
fenómenos mencionados al punto de que, en
ambos países, las remesas son la segunda fuente
de divisas, superadas sólo por el petróleo.
Finalmente, una de las coincidencias más
importantes entre estas naciones la constituye la
histórica tradición de lucha de sus organizaciones
campesinas e indígenas. En la década de 1990,
tanto México como Ecuador se pusieron a la
cabeza del movimiento indígena mundial: uno
de los bastiones de lucha más importantes contra
el neoliberalismo y la globalización.
El ezln, en México, y la conaie, en Ecuador,
impulsaron importantes movilizaciones con una
característica particular: construir movimientos
no sólo de corte indígena y sectorial, sino con la
capacidad de convocar contingentes nacionales
para la transformación política, los cuales
incluían en sus programas de lucha demandas del
conjunto de las clases explotadas y de los sectores
excluidos.
Otra coincidencia más constituye el reflujo que
enfrentan estos movimientos recién iniciado el siglo
xxi. La conaie atravesó una fuerte crisis, derivada,
entre otras causas, de la alianza que estableció con
el Gobierno de Lucio Gutiérrez, quien una vez en
el poder traicionó los objetivos de los sectores que
lo apoyaron, generando con ello fuertes procesos de
división y desgaste en el movimiento. En el caso de
México, el ezln enfrentó un proceso de desgaste
debido a su deslinde del movimiento cívico que
intentó llevar a Andrés Manuel López Obrador a la
Presidencia de la República.
En consecuencia, dicha crisis del movimiento
indígena con discurso indianista (Martínez,
2005) se ha visto acompañada por el
resurgimiento de movimientos y organizaciones
cuya relevancia en el ámbito rural es importante,
y que reivindican la integración productiva de
los agricultores, la soberanía alimentaria y la
defensa de los recursos naturales; en el caso de
México, se da el caso del movimiento “El campo
no aguanta más”, el cual enarboló la bandera
de la renegociación del tlcan y, después de
una fractura en el año 2005, volvió a reunirse –
aunque no con el mismo nombre– para enfrentar
la apertura total del tlcan en enero del 2008;
por su parte, en Ecuador, se tiene el ejemplo del
ascenso y fortalecimiento de la fenocin, una
organización indígena también, la cual ha puesto
110
Departamento de Sociología Rural / UACh
el énfasis en las demandas de corte campesino, y
apoyó la campaña presidencial de Rafael Correa.
En cuanto a las diferencias en el desarrollo
económico y político de ambos países, aquí
únicamente se analizarán las más importantes
para el objetivo de este ensayo.
La diferencia más importante consiste en
que en México se observa una penetración
más profunda del capitalismo en el campo,
y, por ende, una mayor desestructuración de
las unidades campesinas, tanto por el capital
que produce insumos químicos, como por el
capital agroindustrial y comercial; este hecho
se evidencia, en primer término, en una mayor
pérdida de la diversidad productiva de los
agricultores, así como en una tendencia marcada
al monocultivo. La diversidad productiva que
aún se conserva en las comunidades incluye 4
o 5 cultivos como maíz, frijol, calabaza, café,
chile; mientras que en Ecuador la diversidad
productiva de comunidades ubicadas en la Sierra
puede abarcar hasta 10 cultivos. Tal es el caso
de Pichincha, donde productores que venden su
fuerza de trabajo producen papas, maíz, cebada,
trigo, habas, frijol, alfalfa, quinua, arvejas y
chocho (Rubio, Campana y Larrea, 2008).
En segundo término, la penetración más
fuerte del capital en el caso de México se
observa en una mayor descomposición de las
unidades campesinas, manifiesta entre otros
aspectos en la fuerte migración rural que se ha
generado. En este país, alrededor de 45% de
los migrantes que van a Estados Unidos son
de origen rural, mientras que, en Ecuador, la
migración de la segunda etapa (2000-2006) es
de corte fundamentalmente urbana, como puede
apreciarse en la siguiente cita:
Gran parte de la emigración a EE.UU. se
realizó por tierra, suponiendo costos relativamente
bajos, por lo que el elemento financiero no
representaba un problema infranqueable en las
primeras migraciones a Norteamérica. Se puede
entonces afirmar que esta emigración estuvo
compuesta en buena parte de sectores pobres
de la población (primero campesinos, y luego
poblaciones afectadas por la crisis de la deuda).
En cambio, en el reciente proceso, los emigrantes
provienen sobre todo de los sectores de ingresos
medios y medio bajos, empobrecidos por la
crisis financiera, y, en menor medida por los más
pobres, debido a que estos no tienen posibilidades
de acceder al financiamiento necesario, que para
emigrar a España es mucho más elevado. (Acosta,
López y Villamar, 2006: 87)
La penetración más rápida del capital en el
campo mexicano tiene que ver sin duda con la
firma del tlcan, el cual permitió la entrada sin
arancel de bienes abaratados que llevaron a la
ruina a gran parte de los pequeños y medianos
productores.
En Ecuador, en 2005 se impulsaron las
negociaciones para la firma del Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos, pero fueron
suspendidas ese mismo año por este último
país, debido al conflicto ocasionado por la
exigencia del gobierno ecuatoriano para definir
los términos de las concesiones a las petroleras,
después del aumento del precio del crudo,
situación que estalló en relación con la petrolera
Oxy. Las pláticas se encuentran suspendidas
desde entonces, mientras el gobierno de Rafael
Correa rechazó la apertura comercial desde su
campaña, en la primera etapa del gobierno.
El hecho de encontrarse al margen de una
apertura indiscriminada, como la de México,
ha ocasionado que en Ecuador el capitalismo
penetre de manera más lenta. Asimismo, las
empresas florícolas, bananeras, productoras de
alimentos balanceados, etc., fincan su proceso
de acumulación en el establecimiento de bajos
salarios a los trabajadores que contratan, cuyo
nivel es posible debido a la persistencia de las
unidades campesinas diversificadas, las cuales
de esta manera complementan el salario, a
pesar de que también sufren fuertes procesos
de descomposición de sus unidades productivas
(Rubio, Campana y Larrea, 2008).
En un plano político, la diferencia
fundamental que distingue a ambos países la
constituye el hecho de que, mientras Ecuador
forma parte de los gobiernos latinoamericanos
de izquierda, en el caso de México, el fraude
111
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
electoral perpetrado contra Andrés Manuel
López Obrador trajo consigo la continuidad
del PAN, primero, y luego el ascenso del PRI
en el gobierno, ambos caracterizados por una
política sumisa ante Estados Unidos, fincada
en el neoliberalismo, a pesar de sus signos de
agotamiento y con un claro sesgo anticampesino.
prima para su elaboración, sin que hasta la
fecha adoptara una posición con políticas reales
para impulsar la autosuficiencia alimentaria,
con la finalidad de no depender del mercado
exterior. En cuanto al petróleo, ha impulsado la
reforma energética en el 2014, con lo cual abre
a las empresas extranjeras nuestras riquezas del
subsuelo en detrimento de la soberanía energética
del país. Esta política de sumisión a una potencia
en declive resulta muy peligrosa para el país y
su población, porque se sitúa a contracorriente
de las tendencias mundiales y puede generar
procesos de retroceso en el desarrollo del país, en
detrimento de las mayorías marginadas.
Perspectivas de los productores
rurales en el nuevo siglo
La fase de transición capitalista actual, basada
en elevados precios de las materias primas, exige
mayor capacidad productiva alimentaria a los
países para abastecer a sus poblaciones, a riesgo
de perder las divisas obtenidas en la importación
encarecida de dichos bienes. Por ello, las naciones
que saldrán mejor libradas serán aquellas que
logren fortalecer su autosuficiencia alimentaria
para depender menos del mercado internacional.
En un plano más general, los países petroleros
que logren utilizar la ventaja de los altos precios
para fortalecer sus economías tendrán sin duda
una oportunidad histórica en esta etapa. En
este contexto, consideramos que Ecuador tiene
mejores perspectivas y con él su población
rural, fundamentalmente porque la orientación
más autónoma de su gobierno ha llevado al
establecimiento del Plan Agrario y al impulso
de una Nueva Constituyente, hecho que generó
condiciones para un proceso más incluyente.
Sin embargo, ésta no es una tarea fácil, ya que el
poder de los grupos hegemónicos se encuentra
intacto y el gobierno enfrenta enormes presiones
para intentar sostener el modelo neoliberal.
Existen en disputa dos modelos: uno
centralizador estatista, regido por visiones de
eficiencia y rentabilidad de corto plazo, y otro
democratizador de desarrollo lento, donde privan
visiones de equidad y desarrollo desconcentrado
y descentralizado (Hidalgo, 2007).
En el caso de México, el gobierno actual
apostó al sostenimiento del modelo neoliberal en
declive, a la vez que, en el plano agropecuario,
pretende engarzarse en el nuevo orden energético
mundial promoviendo la producción de
agrocombustibles o la exportación de la materia
A manera de conclusión
En esta rápida mirada comparativa entre
Ecuador y México, una verdad queda clara:
lo más valioso que tienen estos países es, sin
duda alguna, su población y, en el caso que nos
ocupa, la de índole rural e indígena. Se trata de
sociedades rurales con una larga tradición de
lucha, las cuales no se someten fácilmente a los
designios del poder y que han puesto en jaque a
los gobernantes en múltiples ocasiones.
Por eso, ya sea desde un gobierno de izquierda
o de derecha, la participación de las organizaciones
campesinas e indígenas va a tener mucha
relevancia en el rumbo que tomen las políticas
públicas en esta etapa de crisis capitalista.
Tanto en México como en Ecuador, se está
enfrentando una coyuntura de transición, en la
cual se juega fundamentalmente la posibilidad
para los pequeños y medianos productores de
alcanzar un papel productivo que les permita
superar la profunda exclusión que han sufrido
durante más de veinte años de neoliberalismo.
Éste es el reto que enfrentan hoy las
organizaciones indígenas y campesinas.
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113
Semblanza de Fidel Márquez Sánchez
León Márquez Ortiz1
Su origen
Agrónomo por vocación y chapinguero por
pasión, Fidel Márquez Sánchez fue el primer
hijo de una pareja de profesores rurales –el
ex militar y participante en la Revolución
Mexicana, Leonardo Márquez Chiñas, oriundo
de Tehuantepec, Oaxaca, y Esperanza Márquez
Salazar, quien nació en las Islas Marías–. Debido
al trabajo de sus padres, vivió en diversos lugares
de México: Ixtlahuacán y Colima, estado de
Colima; Rioverde, San Luis Potosí y Emiliano
Zapata, Morelos, en los que siempre tuvo como
condiscípulos a los hijos de los campesinos de
la región que asistían a las escuelas donde su
padre impartía clases. Acostumbrado a vagar
por los campos de cultivo en compañía de su
hermano menor, es quizás ahí donde por primera
vez se despertó su interés por el mundo rural.
A ello hay que sumar el hecho de que su abuelo
materno, Alfredo Sánchez, era profesor de campo
en la Escuela Regional Campesina Buenavista,
de Tecomán, Colima.
Habría también que destacar que, gracias a
las políticas educativas de la época cardenista,
la familia Márquez tuvo la oportunidad de
que todos sus hijos pudieran estudiar, los tres
hombres fueron internos en la Escuela Práctica
Agrícola, Chapingo, el Colegio Militar y el
internado Rafael Dondé –lo que solventaba en
gran medida los gastos educativos–, mientras
que las mujeres también realizaron estudios
profesionales en diversas disciplinas.
Pasado el tiempo, la familia –que ya incluía
otros cinco hermanos– se radicó en la Ciudad de
México, en la colonia 20 de Noviembre. Ya en el
Distrito Federal, Fidel completó la primaria en
la afamada escuela Michoacana, ubicada en la
colonia aledaña del mismo nombre. Al entrar a la
secundaria, se combinaron varias circunstancias
que despertaron su interés por estudiar en la
Escuela Nacional de Agricultura. Primero,
conoció, por medio de una tía materna, a unos
estudiantes de Chapingo; después, uno de sus
compañeros de la secundaria –dos grados delante
de él– ingresó también a la ena; asimismo,
alumnos de la ena, conocidos de la familia y
provenientes de la Escuela Regional Campesina
de Tecomán, visitaban continuamente a su
abuela materna, Mamá Lolita –quien al morir su
esposo se había trasladado al Distrito Federal–,
y, finalmente, cuenta Fidel, que los sábados veía
pasar a un estudiante uniformado que regresaba
de Chapingo a pasar el fin de semana en su
casa: era el destacado investigador del Colegio
de Postgraduados Josué Kohashi, vecino de la
misma colonia.
Ya decidido su futuro profesional y con la
firme intención de estudiar en la ena –por
consejo de su tío Juan Aguirre, a la sazón director
de la Escuela Práctica Agrícola de Rioverde,
S.L.P.–, ingresó a dicho plantel para completar el
ciclo preparatorio agrícola, equivalente al grado
de secundaria. Ahí tuvo contacto, nuevamente,
con los hijos de los campesinos e indígenas
huastecos de la región. Después, siempre con
el propósito de entrar a Chapingo, pasó a la
Escuela Práctica de Agricultura de La Huerta,
1 Encargado del Programa Editorial de la Dirección de Centros
Regionales Universitarios. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo,
Méx.
114
Departamento de Sociología Rural / UACh
Mich., donde se impartía el ciclo preparatorio
y el propedéutico, que daba la oportunidad de
pasar directamente a las escuelas de agricultura
Antonio Narro, en Saltillo, Coah., y Hermanos
Escobar, en Ciudad Juárez, Chih., así como de
tener el derecho para presentar el examen de
admisión a la ena. De esta manera, se podría
decir que, a partir de los 15 años, el joven Fidel
ya estaba de lleno estudiando materias teóricas
y prácticas que lo llevarían por el camino de
las ciencias agronómicas, y, a la par que sus
condiscípulos, macheteaba arduamente en las
noches para llegar bien preparado a la prueba
de ingreso. Finalmente, en 1952, presentó
y aprobó el examen de admisión, con una
calificación de 9.2; la notificación que le indicaba
las instrucciones para inscribirse le llegó poco
tiempo después por correo.
Oteiza –destacado investigador en genética–
las materias de Genética general, Genética
aplicada, Experimentación Agrícola y Ecología
vegetal; la influencia del profesor De la Loma,
junto con una estancia en periodo vacacional
que realizó en el campo agrícola experimental
de Santiago Ixcuintla, Nayarit, del Instituto
de Investigaciones Agrícolas, definieron
tempranamente su gusto por la investigación.
Además del aprendizaje académico, en
Chapingo, Fidel se interesó junto con algunos
de sus compañeros, en actividades que hoy
se considerarían de formación integral: la
literatura, el cine, la música popular y clásica,
así como el ballet. De todos estos temas fue
un apasionado seguidor hasta la última etapa
de su vida. Leía sobre todo novelas: clásicas,
del boom latinoamericano, así como de autores
mexicanos. Aún quedan en su biblioteca personal
aquellas primeras ediciones de pasta dura del
Fondo de Cultura Económica, entre las que se
encuentran desde Cómo escuchar la música, del
compositor Aaron Copland, hasta las colecciones
de Teatro mexicano del siglo xx, pasando por La
región más transparente, de Carlos Fuentes, las
novelas de Luis Spota, la totalidad de la obra
de Jorge Ibargüengoitia, William Faulkner,
Ernest Hemingway, y el escritor satírico
español Enrique Jardiel Poncela. Además,
era apasionado lector de aquellas ediciones
de Marx y Lenin publicadas por la Editorial
Progreso, de Moscú, y empedernido lector de Los
Agachados y Supermachos de Rius, así como de
las recopilaciones de las tiras cómicas de Charlie
Brown y Mafalda.
En 1958, con la fundación del Colegio
de Postgraduados, se decidió que aquellos
pasantes que quisieran trabajar en mejoramiento
genético se inscribieran como alumnos de
aquél, sin embargo, Fidel Márquez, junto con
otros pasantes que querían adquirir experiencia
profesional en campo, se incorporó por un
tiempo a la Oficina de Estudios Especiales (oee),
previo a la obtención de su grado académico
como Ingeniero Agrónomo Especialista en
Fitotecnia. En la oee, trabajó en el programa de
En Chapingo
Su estancia en Chapingo fue de acuerdo con
los cánones de aquella época: disciplina militar,
pambas, novatadas y mucho estudio. El hecho
de tener relación familiar con la vida militar le
hizo llevadero ese aspecto de la ena, e incluso
formó parte de la banda de guerra, primero
como tambor y después como comandante.
En cambio, siempre detestó las novatadas y
pambas, “tradiciones” que siempre le parecieron
deleznables y que, por lo tanto, nunca aplicó
cuando tuvo el “derecho” de hacerlo o por lo
menos no de una forma tradicional; es decir,
cuando estuvo autorizado a novatear, su método
era llevar a los pelones a la redacción de la revista
Chapingo –de la que era director– y ponerlos a
ordenar los cientos de clisés y negativos utilizados
en la impresión de los números anteriores de la
publicación.
En el ciclo preparatorio de la ena tuvo
destacados profesores, entre los que podemos
nombrar, entre otros, a Efrén Fierro Camargo,
Cezslawa Prywer, Efraím Hernández
Xolocotzi, Andrés Oteiza, Jesús Alarcón,
Jesús Muñoz Vázquez y Gabriel Hernández
Itié. Ya en la especialidad de Fitotecnia,
cursó con el maestro José Luis de la Loma y
115
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
mejoramiento de maíz para el trópico húmedo,
Es pertinente mencionar que, a pesar de las
en el campo experimental Cotaxtla, cercano
múltiples actividades que desarrolló durante
al puerto de Veracruz, bajo la dirección del
toda su vida laboral, tuvo siempre una alta
ingeniero Pedro Reyes Castañeda. Al poco
producción científica gracias a su organizada
tiempo, éste último partió a Estados Unidos, a
forma de trabajar, lo que le llevó finalmente a ser
realizar sus estudios de posgrado en la Iowa State
nombrado Investigador Nacional Emérito, por
University.
parte del Sistema Nacional de Investigadores del
Una vez graduado, Fidel Márquez siguió
Conacyt, miembro de la Academia Mexicana
trabajando en la oee, la cual, al fusionarse
de Ciencias y Fellow de la American Society of
con el Instituto de Investigaciones Agrícolas,
Agriculture. Nunca dejó de lado, por ejemplo,
se convirtió en el
su acercamiento
Instituto Nacional de
teórico a los principios
Investigaciones Agrícolas
del mejoramiento
(inia). Laboró como
fitogenético.
fitomejorador en el campo
A su regreso del
experimental de Culiacán,
doctorado, trabajó en
Sin., antes de partir,
la ena, dando clases
becado por la Fundación
en Fitotecnia y como
Rockefeller, a Estados
investigador del Colegio
Unidos, precisamente a
de Postgraduados –
la Iowa State University
recordemos que éste
(isu), institución situada
era parte de la ena, en
en el corazón de la
su rama de Genética–.
faja maicera, donde se
Al morir el ingeniero
encontraban algunos
Gilberto Palacios de la
de los más destacados
Rosa, quien había sido
investigadores en
director de la Escuela
mejoramiento de maíz.
durante nueve años,
Una vez obtenido el grado
diversos grupos de las
de maestro en ciencias,
diferentes especialidades
regresó al inia, donde
le plantearon su apoyo
laboró en el Campo
para ser candidato a
Agrícola Experimental de
director, en las elecciones
Celaya, Gto.
que por primera vez se
En 1966, partió
realizarían para tal efecto;
nuevamente a isu
así, con más de la mitad
Dr. Márquez/UACh, G. Aragón
para realizar estudios
de votos en su favor frente
de doctorado. De regreso en México, trabajó
a los otros tres candidatos, y previa anuencia
en el Colegio de Postgraduados de Chapingo,
del secretario de atgricultura, Manuel Bernardo
donde desarrolló labores de investigación en
Aguirre, tomó posesión del cargo en 1974.
Genotecnia Vegetal. Por su trabajo en esta área
se hizo acreedor al Premio Banamex de Ciencia y
De apagafuegos
Tecnología. Participó en innumerables reuniones
Un incidente que siempre recuerdo, pinta de
científicas y escribió artículos científicos
cuerpo entero a mi padre. Fue en una kermesse
y de divulgación en las más prestigiadas
escolar, cuando, repentinamente, debido a un
publicaciones de su área de investigación.
flamazo de un sartén lleno de aceite hirviendo, el
116
Departamento de Sociología Rural / UACh
puesto en el que vendían quesadillas y pambazos
se incendió. Como siempre sucede en estos casos,
la gente salió corriendo ante las llamaradas,
pero cual osado bombero, el profesor Márquez
subió de un brinco a la mesa, agarró la tela que
servía como techo y a fuerza de trapazos contra
el origen del incendio apagó el fuego. Cuando
le preguntamos por qué lo había hecho, dijo:
“Estaban los tanques de gas, imagínense que
explotan”. Creo que esa visión fue la que aplicó
en su vida laboral, sobre todo ante situaciones
que lo requerían.
Como director de la ena, su labor se enfocó
sobre todo en reorganizar los rubros académico
y administrativo, así como realizar proyectos
de más largo alcance, sobre todo la fundación
de la Universidad Nacional Autónoma Rural
de México (unram), “propuesta del presidente
Echeverría, aunque los actuales chapingueros,
profesores e investigadores digan que fue una
propuesta de ellos”.2
El problema toral en la fundación de aquel
modelo universitario fue la pugna que existía
en lo referente a las autoridades universitarias,
pues mientras la ena pugnaba por una
Asamblea General Conjunta (agc), el Colegio
de Postgraduados proponía un cuerpo colegiado
parecido al H. Consejo Directivo.
Debido a la problemática existente y a
las presiones de los diferentes grupos que
intervenían en el proceso, finalmente, en 1975,
en una sesión del Consejo, mandó por un tubo a
algunos consejeros proclives al grupo que ahora
se hace llamar Antorcha Campesina, quienes
cuestionaron sus métodos ante la problemática
que existía en esos momentos. Así, dando un
puñetazo contra uno de los vidrios de las puertas
de la dirección, se despidió de Chapingo.
Invitado por Mario Castro Gil, destacado
investigador y en aquel entonces director de
la Escuela Superior de Agricultura Antonio
Narro, se mudó a Saltillo, Coah., donde también
desarrolló proyectos de fitomejoramiento; sin
embargo, al poco tiempo regresó a Chapingo,
nuevamente como director del Departamento de
Fitotecnia.
La tensión en la Universidad iba en aumento,
hasta que, finalmente, los seguidores de Aquiles
Córdova se enfrentaron al grupo contrario que
había tomado el Edificio Principal y estalló la
violencia. En medio de esa situación, y gracias a
su prestigio entre ambos grupos, el Dr. Márquez
participó tratando de llamar a la calma, sin
embargo, lo único que pudo hacer fue sacar de
Chapingo –manejando su vocho– a algunos
de los dirigentes del aquilismo, a quienes sus
opositores persiguieron con ánimos más de
linchamiento que conciliadores.
Nuevamente fuera de Chapingo, trabajó en
la Escuela Nacional de Estudios Profesionales
Cuautitlán de la unam (hoy fes-Cuautitlán),
en su escuela de Agronomía, y posteriormente
ingresó al Colegio de Postgraduados, donde
siguió desarrollando su trabajo de investigación.
Solidaridad con Nicaragua
Habría que destacar que Fidel Márquez Sánchez
actuó siempre de acuerdo con sus ideas.
Socialista convencido, más que unirse a un
grupo o partido político, aportaba su visión sobre
temas determinados, pero sobre todo lo que él
consideraba más valioso: su trabajo. Así, durante
la revolución sandinista, conformó en Chapingo,
junto con Juan Pablo de Pina y otras personas,
un comité de apoyo que se encargaba de reunir
fondos para enviarlo directamente a aquella
organización.
Después del triunfo del Frente Sandinista
de Liberación Nacional (fsln), solicitó ir a
Nicaragua, país devastado por la guerra, a
realizar labores en la Facultad de Agronomía
de la Universidad Nacional Autónoma de
Nicaragua, impartiendo clases en el nivel de
posgrado y de licenciatura. Además, inició
un programa de mejoramiento de maíz y
sorgo e hizo gestiones para que estudiantes
nicaragüenses pudiesen realizar estudios de
licenciatura en Chapingo y en el Colegio
Superior de Agricultura Tropical, así como
2 El árbol de los recuerdos, editado por la Universidad Autónoma
Chapingo. 2008. p. 134.
117
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
de maestría en el Colegio de Postgraduados.
Asimismo, llevó a cabo trabajos teóricos
sobre heterosis y la retrocruza limitada para
el desarrollo de variedades criollas mejoradas
de maíz. Cabe resaltar que las zonas donde
sembraba sus experimentos estaban muy cerca
de la frontera con Honduras, región donde
tenía fuerte presencia la contra financiada
por el gobierno de Ronald Reagan; además,
como habitante en aquel momento del país
centroamericano, asistía regularmente a los
ejercicios militares que el ejército impartía a los
civiles para el caso de una invasión armada. Ello
resalta el compromiso que siempre tuvo con su
forma de pensar.
de diversas regiones de México, pues uno de
sus objetivos profesionales siempre fue que
los campesinos tuvieran acceso a este tipo de
variedades mejoradas.
Pese a estar ya jubilado y trabajar por
honorarios, se presentaba diariamente en su
oficina. En esta etapa de su vida regresó a sus
raíces católicas, aunque nunca dejó de lado
su vocación por lo social; acostumbrado a
decir lo que pensaba, criticó el lado oscuro del
socialismo –al que apenas veinte años antes había
alabado–, al darse cuenta de que la realidad era
otra. Siempre fue opositor al pri, sus simpatías
partidistas fueron, sobre todo, hacia el Partido
Mexicano de los Trabajadores, del ingeniero
Heberto Castillo. Comprometido con lo que
pensaba y, en este caso, con lo que creía, su
vocación de maestro lo llevó a impartir clases
de catecismo a los niños de la iglesia a la que
acostumbraba asistir, lo que no minó de ninguna
forma su espíritu de búsqueda científica, el cual
mantuvo hasta el momento en que la enfermedad
le impidió seguir trabajando.
Amante de la literatura, el cine y la música;
compositor y pintor por afición, el doctor
Márquez falleció el 15 de septiembre de 2014,
en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, después
de una fecunda vida profesional y personal. Su
última voluntad –además de que en su velorio se
tocara la música que él tenía ya preparada y que
la gente no llorara sino “que riera y platicara”–,
la cual retrata de cuerpo entero su pasión por
Chapingo, la ciencia y la agricultura, fue que
sus cenizas fueran esparcidas en una parcela de
maíz del campo experimental de la uach.
De nuevo en Chapingo
Después de su estancia en Nicaragua, regresó
al Colegio de Postgraduados, de donde salió
por discrepancias administrativas respecto a su
viaje hacia Nicaragua. Así, ingresó al Instituto
Nacional de Investigaciones Agrícolas, Forestales
y Pecuarias –sucesor del inia–, como experto
en su programa de mejoramiento de maíz en la
región sur del país. Al poco tiempo fue enviado
a Guadalajara, Jal., como director del inifapJalisco, ciudad donde radicó en la etapa final
de su vida. Poco tiempo después, reingresó a
la uach, en su calidad de profesor investigador
del Centro Regional Universitario Occidente,
donde trabajó en mejoramiento de maíz y
planteó el proyecto del Centro Nacional de
Rescate y mejoramiento de Maíces Criollos
para seguir desarrollando trabajos teóricos y de
mejoramiento de variedades criollas de maíz
118
Revueltas, el hombre II
Enrique González Rojo Arthur1
Como se sabe, la familia Revueltas es
extraordinaria en la cultura mexicana. Cuatro
hermanos —para no hablar de otros miembros
de la misma— Silvestre, Rosaura, Fermín y
José juegan un papel señaladísimo en la cultura
nacional: Silvestre, en la música; Rosaura, en
la actuación; Fermín, en la pintura, y José —
personaje muy complejo— en la literatura
(cuento, novela, ensayo), la teoría política, el cine
y la militancia política de por vida.
José era hijo del semi-acomodado comerciante
duranguense José Revueltas Espinosa y de
Romana Sánchez, quienes se exiliaron de su
entidad natal y vinieron a residir a la Ciudad
de México a finales de la década de 1920. José
nació el 20 de noviembre de 1914 y tenía 14
años cuando llegó al D.F. Inicialmente, en su
hogar, mostró mucho interés por las cuestiones
religiosas, pero, después, tras haber leído algunos
panfletos y textos sobre cuestiones sociales, su
preocupación derivó hacia la injusticia en que
vivían los obreros y campesinos, los pobres, los
menesterosos, los dejados de la mano de Dios.
La palabra independencia tuvo especial
significación para Revueltas durante
prácticamente toda su vida. La consideraba
un objetivo central a conquistar por parte del
proletariado y el pueblo en general. Se puede
decir que este interés por la independencia de
la clase trabajadora respecto a la burguesía (ya
que la ideología de la Revolución Mexicana o
el nacionalismo revolucionario ha sido la causa
esencial de la enajenación de la clase trabajadora)
tuvo dos etapas principales:
a) Una fase espontánea y concorde con la línea
del VI Congreso de la Internacional Comunista.
Espontánea porque el joven Revueltas, antes de
ingresar al Partido Comunista Mexicano (pcm),
intuyó que los trabajadores debían organizarse y
luchar contra sus enemigos de clase de manera
independiente. En esta intención coincidió con
—o se vio influido por— la política sectaria de
“lucha de clase contra clase”, preconizada por la
Unión Soviética y la dirección del pcm. Durante
esta etapa (1928-1932), José —extremadamente
joven— manifestó su rebeldía sin titubeos o
medias tintas. A los 14 años ingresó motu proprio
al Socorro Rojo Internacional, organización
que prestaba ayuda a los políticos que hacían
la propaganda a la Unión Soviética y a la
Internacional Comunista. En una ocasión,
mientras José Revueltas arengaba a una pequeña
concentración en el zócalo, un grupo de
comunistas logró colocar en la torre más alta de
la Catedral una bandera con la hoz y el martillo;
un puñado de policías se acercó a José y lo
arrastró hasta el reformatorio donde se le internó
por más de un año (ésta fue la primera ocasión
que estuvo encarcelado).
Se dice que el joven Revueltas se pasaba los
días a las puertas del local del pcm, solicitando su
ingreso, pues, debido a su edad, la organización
se resistía a incorporarlo, hasta que, en la época
de la ilegalidad del pcm (1929-1934), logró que lo
aceptaran y militó fervorosamente.
A las puertas de la fábrica El Buen Tono,
Pepe y otros organizaban mítines y pláticas de
1 Apuntes para el homenaje a José Revueltas realizado en la Casa Lamm
el 29 de septiembre de 2014.
119
Departamento
Artículos y Ensayos
de Sociología
de Sociología
Rural /Rural
UACh
concientización política. En uno de ellos, los
Comunista y la dirección del pcm. Esta fase se
esbirros del gobierno aprehendieron a José —
inició en 1957 y continuó hasta su muerte.
quien entonces tenía 18 años—, y, tras llevarlo a
Es importante afirmar, sin embargo, que el
Santiago, Tlatelolco, lo trasladaron a Mazatlán
VII Congreso de la Comintern, el cual rechazó
y de ahí a Islas Marías (en éstas se inspiró
la línea aprobada en el Congreso anterior, influyó
para escribir, más tarde, en 1940, Los muros de
poderosamente durante algún tiempo —de
agua). Ahí formó círculos de estudio. La cárcel
1943 a inicios de 1950— en Revueltas, quien
le sirvió, además,
había formado parte
cono universidad
de la delegación
—a él que no había
comunista mexicana
estudiado sino parte
a este Congreso
de la primaria—; en
(1935); esta
ella estudió filosofía,
influencia puede
marxismo y empezó
apreciarse en la
a leer la literatura de
aceptación por
la época. Luego de
parte de José de la
seis meses alegando
línea derivada del
su minoría de edad,
VII Congreso de
el general Múgica —
la Internacional (el
quien se encontraba
llamado a constituir
al frente del
Frentes Populares
reclusorio— logró la
en todas partes) y
libertad de Pepe.
con las posiciones de
En 1934, en
Lombardo Toledano,
Ciudad Anáhuac,
quien le otorgaba
Nuevo León,
más importancia
José se relacionó
a la contradicción
con trabajadores
imperialismo/nación
agrícolas en huelga.
que a la de capital/
Al poco tiempo, un
trabajo. Éste es
grupo de pistoleros
el único periodo
lo secuestró y las
en que José no
autoridades lo
pone el acento en
deportaron por
la independencia,
segunda vez a Islas
embebido —como
Marías, ahora por
estaba— en la
10 meses. La última
creencia del carácter
José Revueltas/CNL-IMBA, anónimo
de sus prisiones, conocida
progresivo de la burguesía
por todos, fue Lecumberri, con motivo del
en el poder, así como en la necesidad de cerrar
movimiento estudiantil del sesenta y ocho. Cabe
filas con ella; esto último lo llevó a formar parte
señalar que, aunque se liberó a Revueltas, el juicio
de la Mesa Redonda de los Socialistas de 1948
penal no había finiquitado y Pepe murió con la
—donde defendió las posiciones lombardistas—
amenaza de que lo volvieran a tomar preso.
y a adherirse al Partido Popular, con el que
b) La segunda forma de asumir la noción
tiempo después acabó rompiendo de manera
y necesidad de la independencia proletaria
tajante, precisamente argumentando que lo
es consciente y discorde con la Internacional
fundamental era conquistar la independencia
120
Departamento de Sociología Rural / UACh
de la clase trabajadora. No obstante, este
momento de confusión le sirvió para conocer los
planteamientos del reformismo demo-burgués —
como le llamaba— y volver a su vieja concepción
de la necesidad de la independencia de clase, pero
ahora de manera más avanzada teóricamente y
con mayor profundidad.
La tesis de la inexistencia histórica del pcm
vuelve a poner el acento en la autonomía de la
clase, ya que ésta es la conditio sine qua non para
la existencia de una clase con potencialidad
revolucionaria. La independencia de la clase
trabajadora respecto a la burguesía es condición
necesaria pero no suficiente para conformar
un partido real (destructivo, en el sentido de
ser capaz de anular el sistema capitalista, no
de aniquilar a las personas), debido a que la
clase independiente, para conservar y extender
su independencia, necesita una cabeza, una
dirección, que exprese sus intereses y sea el Gran
Estratega (la conciencia comunista organizada)
que conduzca atinadamente —desde el punto
de vista táctico y estratégico— en la difícil lucha
contra su enemigo.
La independencia de la clase se genera no sólo
deslindándose de la burguesía pro-imperialista (o
neoliberal, diríamos ahora), sino de la burguesía
nacional. Pepe opinaba que la burguesía nacional
era la clase en el poder y que —respondiendo a
sus intereses coyunturales— a veces hacía una
política progresista y a veces una reaccionaria.
El proletariado consciente debería conservar
su independencia tanto frente a la política
reaccionaria de la burguesía nacional como ante su
política progresista. Esta última debía ser apoyada,
pero sin enajenar una independencia que la clase
debía cuidar como a “la niña de sus ojos”. La
política de “clase contra clase” era sectaria. Aun
suponiendo que el proletariado lograra hacerla
suya, esto llevaría a los obreros a aislarse, a impedir
la necesaria acumulación de fuerzas y a actuar sin
la táctica y la estrategia pertinentes.
Resulta muy significativo el hecho de que el
único periodo en el que Revueltas no estuvo en
la cárcel fue cuando —coincidiendo con Vicente
Lombardo Toledano y Ramírez y Ramírez—
dejó momentáneamente de poner en primer lugar
la independencia de la clase trabajadora. Sus
cárceles, insistiré, tuvieron lugar cuando luchaba
por la separación política de los trabajadores
del bloque democrático burgués, no cuando
defendió circunstancialmente la teoría y la
práctica del Frente Popular. En resumen, fueron
el producto de su lucha por la independencia de
la clase (aunque dentro del sectarismo de 1926
del pcm, primeramente) y después, en el 68, de
su pugna por lo mismo pero asumida de manera
consciente y como parte de una noción global y
muy estructurada de la lucha anticapitalista.
En la última época de Revueltas, la
concepción de la independencia de clase pasó a
un primer lugar con la idea de la autogestión. La
noción de la independencia se profundizó y se
transformó en autonomía. A partir de las ideas de
Pepe en esta fase, yo he planteado que si la teoría
leninista del partido preconizaba el deslinde de
los trabajadores de la ideología de los dueños
del capital, al mismo tiempo ponía el acento en
la dependencia de la base del partido y la clase
respecto a la intelectualidad revolucionaria (la alta
burocracia) que encabezaba al partido dirigente.
Muy diferente es el caso de la autonomía. La
autogestión de los de abajo implica cuatro factores:
autoorganizarse, autogobernarse, autogestionarse
y autovigilarse (de no caer en ninguna
dependencia). Una célula del partido vanguardia
lucha contra la burguesía, pero obedece a su élite.
En el fondo es organizada por otros, gobernada
por otros, gestionada por otros. El partido
leninista se organiza de acuerdo con el llamado
centralismo democrático, que, a fin de cuentas,
es heterogestionario o verticalista. Una célula
autogestiva pugna contra todo tipo de poder no
sólo el que aparece y opera en la sociedad sino
el que aparece y opera en una organización. La
red de células, comités o comunas se organiza de
acuerdo con la democracia centralizada, es decir,
con el “mandar obedeciendo”.
Una última cosa. Si el partido real del que
hablaba Revueltas es un partido interesado
sobre todo en la destrucción (del capitalismo), la
autogestión se preocupa por la construcción (del
121
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
auténtico socialismo). Ambas posiciones están
en flagrante contradicción: una cree que basta
con destruir para construir, y la otra piensa que
se puede construir sin destruir. Revueltas, en su
última etapa, tocó las puertas del anarquismo.
Pero dejo aquí las cosas con la conciencia de que
hay mucho por decir, aclarar, reflexionar.
José no tuvo nunca la pretensión de decir
últimas palabras. Su discurso es propositivo y
abierto. Como era enemigo declarado del dogma,
sus discípulos no nos sentimos incómodos al
descubrir una limitación en su teoría, porque esta
última no sólo permite sino exige que aquélla
sea superada, para que el propósito fundamental
del José marxista —conocer la realidad
para transformarla— no quede trunco. Si se
aprehende el sentido último de las reflexiones
de Revueltas, no podemos dejar de advertir
la actualidad de las mismas. ¿No es acaso la
necesidad de que obreros, campesinos, indígenas,
etc. —o sea los de abajo y a la izquierda— se
autogestionen, la necesidad fundamental de
nuestro tiempo?
Enrique González-Rojo/Círculo de poesía
Revueltas está más vivo que nunca. Su
integridad intelectual, su amor a México y
su obra literaria, por un lado, así como su
producción teórica y propuestas políticas
por el otro, nos invitan a leerlo y releerlo
constantemente como una guía para luchar
en estos momentos cataclísmicos por los que
atraviesa nuestro país.
122
Departamento de Sociología Rural / UACh
El Consejo Editorial de la revista Artículos y Ensayos de Sociología Rural del Departamento
de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo
CONVOCA
A investigadores, docentes y estudiantes a enviar artículos académicos con avances o resultados de investigación,
ensayos de opinión y reseñas para el Número 19 de la revista de Artículos y Ensayos de Sociología Rural que se
publicará el mes de junio de 2015.
Los interesados podrán enviar sus contribuciones hasta el 13 de marzo de 2015 de acuerdo con las siguientes
BASES:
1. Las aportaciones deberán ser inéditas y originales.
2. Los trabajos podrán inscribirse en alguna de las siguientes secciones:
A. La sección temática específica: Sectores sociales vulnerables del medio rural ante la crisis actual.
En esta sección, las contribuciones podrán inscribirse en alguno de los siguientes ejes de análisis:
1. Perspectivas teórico-conceptuales que aborden y profundicen en el análisis y debate sobre la condición de
vulnerabilidad de los diferentes sectores sociales del medio rural.
2. Estudios de caso y experiencias empíricas centradas en alguno de los grupos vulnerables (niños, jóvenes,
mujeres, indígenas, migrantes, entre otros).
3. Políticas públicas y alternativas de atención a grupos vulnerables. Evaluaciones y estados del arte en materia de las
políticas nacionales, regionales o internacionales orientadas a la atención de estos sectores de la población rural.
B. Sección permanente.
En acuerdo con la temática general de la revista y sus propósitos, los autores podrán enviar contribuciones y análisis
teórico-conceptuales sobre el campo de las ciencias sociales y las humanidades, trabajos inscritos en el análisis
sociológico en el área del desarrollo rural, así como estudios de corte empírico cuyo sustento teórico y metodológico
contribuya a la ampliación del conocimiento del fenómeno estudiado.
C. Sección de reseñas.
También se recibirán reseñas bibliográficas o documentales inscritas en el campo temático de la revista. Estas
contribuciones deberán realizarse en un máximo de dos cuartillas e incluir los datos generales del autor. Su
dictaminación estará a cargo del Consejo Editorial de la revista.
3. Los artículos académicos y ensayos deberán ceñirse rigurosamente a los criterios editoriales definidos por el
Consejo Editorial de la revista.
4. Los autores deberán consultar las Normas editoriales para autores que están publicadas en el Número 18 la
revista, así como en la liga de la revista que aparece en la página Web del Departamento de Sociología: http://portal.
chapingo.mx/sociologia/
5. La recepción de los trabajos no implica ningún compromiso del Consejo Editorial en cuanto a su publicación.
123
Artículos y Ensayos de Sociología Rural
6. Todas las contribuciones deberán enviarse en archivo electrónico al siguiente correo electrónico: revista19sociologia@
outlook.com. En el mismo correo, como archivo adjunto, los autores deberán enviar sus datos personales, teléfono
fijo o celular, así como una breve reseña curricular con los datos académicos y laborales básicos.
7. Todos los artículos se someterán al proceso de dictaminación establecido por el Consejo Editorial y en el que
participan especialistas en la materia.
8. El resultado del dictamen podrá ser:
a) Aceptado sin modificaciones
b) Condicionado a revisión e introducción de modificaciones
c) No aceptado
9. Los resultados del proceso de dictaminación se darán a conocer a los autores el 17 de abril de 2015.
10. Los autores de los artículos aceptados dispondrán de 12 días hábiles para, en su caso, realizar las modificaciones
sugeridas en el proceso de dictaminación.
11. Las aportaciones que sean favorablemente dictaminadas se publicarán en el Número 19 de la revista Artículos y
Ensayos de Sociología Rural.
12. El Consejo Editorial de la revista no recibirá aportaciones después de la fecha indicada en la presente convocatoria.
Más informes: consultar el link de la revista Artículos y Ensayos de Sociología Rural en: http://portal.chapingo.mx/
sociologia/ o tomar contacto con la directora de la revista, Elvira Mazcorro Velarde ([email protected]).
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Departamento de Sociología Rural / UACh
Información para los autores
Normas editoriales de la revista Artículos y
Ensayos de Sociología Rural
8. En hoja separada deberá incluirse una
referencia curricular sobre el autor con una
extensión máxima de cien palabras.
9. Solo se podrá dar crédito a tres autores por
artículo, a excepción de documentos que
formen parte de alguna memoria, o que sea
resultado directo de discusiones, o debates.
10.Solo se publicarán artículos de un mismo
autor en números consecutivos o en un
mismo número de la revista cuando,
previa evaluación del Consejo Editorial,
se esté en riesgo de incurrir en un retraso
significativo en la publicación de un
número de la misma y que la calidad del
artículo lo justifique.
11.Los archivos electrónicos podrán ser enviados
al correo electrónico: articulosyensayos@
yahoo.com.mx
12.Los artículos serán sometidos a evaluación
por tres integrantes del cuerpo de
dictaminadores de la revista.
13.Los criterios de evaluación de los artículos
será los siguientes:
• Apego a la temática y propósito de la revista.
• Relevancia del tema e interés para la
disciplina.
• Uso adecuado del instrumental teórico y
metodológico.
• Pertinencia y actualidad de la bibliografía.
• Redacción y ortografía.
• Relación adecuada entre el título del artículo
y su contenido.
• Congruencia.
1. El contenido de los artículos que se
propongan, deberá ser compatible con
la temática y propósito de la revista:
“coadyuvar a la difusión de los temas
de análisis y de debate que hoy en día
tienen lugar en las ciencias sociales
y las humanidades”, tratando de dar
cabida “tanto a proyectos y avances de
investigación como a artículos de opinión
de los especialistas en estos campos”.
2. Los artículos deberán tener una extensión
máxima de treinta cuartillas tamaño carta,
incluyendo las referencias bibliográficas, con
letra Times New Roman de doce puntos,
interlineado de 1.5, sin justificar. Deberán
ser entregados en versión impresa y
electrónica.
3. Se adjuntará un resumen en español y un
abstract (en inglés) con una extensión no
mayor a 150 palabras, más cinco palabras
clave.
4. Los títulos se escribirán en altas y bajas
y se destacarán con letra Times New
Roman, negrita de 14 puntos, y los
subtítulos en Times New Roman, negrita
de 12 puntos.
5. Las referencias bibliográficas se harán en
formato APA, tanto dentro del cuerpo del
documento, como en la bibliografía final.
6. La bibliografía final sólo hará referencia a las
obras citadas en el artículo.
7. Cuando el artículo contenga imágenes,
deberá entregarse una versión impresa
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lugar que corresponda, y los archivos
electrónicos de cada
imagen por separado (un archivo
independiente por tcada imagen). Las
fotografías (en formato .Tif, o .jpg), las gráficas
y cuadros (en formato PDF o de Excel).
14.Los árbitros dispondrán de un mes (natural)
para emitir su dictamen, a partir de la fecha
en que hayan recibido el artículo que van a
evaluar.
15.El resultado del dictamen podrá ser:
a) Aceptado sin modificaciones
b) Condicionado a revisión e introducción de
modificaciones
c) No aceptado
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