Artículos y Ensayos de Sociología Rural Departamento de Sociología Rural Ing. Jorge Torres Bribiesca Director Dr. Carlos Jiménez Solares Subdirector Académico Dr. Liberio Victorino Ramírez Subdirector de Investigación Dr. Jesús Soriano Fonseca Coordinador de Posgrado Lic. Martha Iglesias Islas Subdirectora de Administración Artículos y Ensayos de Sociología Rural es una revista que tiene como objetivo dar a conocer entre los miembros de la comunidad académica y particularmente entre los estudiantes de licenciatura y posgrado, los análisis y reflexiones que se han alcanzado en la docencia e investigación, así como las nuevas visiones y métodos empleados para abordar los problemas de la sociología, no sin dejar de plantear sus retos y limitaciones. En la revista se incluyen aquellos artículos y ensayos, productos del quehacer de la comunidad del Departamento de Sociología Rural, de otros departamentos de la Universidad Autónoma Chapingo y de otras instituciones, previamente dictaminados por especialistas en el tema, y que puedan contribuir a la discusión sobre las ciencias sociales hoy. Con esta serie editorial se intenta conformar un acervo teórico-conceptual básico que se constituya en memoria y punto de referencia para identificar aspectos que se habrán de mejorar y fortalecer en nuestra práctica académica y profesional, además de estimular el conocimiento, la reflexión y la comunicación entre los estudiosos y profesionales de las ciencias sociales. Artículos y Ensayos de Sociología Rural, Año 9, Núm. 18, julio-diciembre 2014, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma Chapingo a través del Departamento de Sociología Rural. km 38.5 Carretera México-Tezcoco, Chapingo, Edo. de México. C.P. 56230. Tel. 01 (595) 9521500 Ext. 1626 y 5092. Correo e: [email protected] Editor responsable: Jesús Soriano Fonseca. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2011-021511022200-102, ISSN: 2007-3836, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Núm. de Certificado de Licitud de Título y Contenido: 15515, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en el Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. km 38.5 Carretera MéxicoTezcoco, Chapingo, Edo. de México, C.P. 56230, este número se terminó de imprimir en diciembre de 2014 con un tiraje de 300 ejemplares. Distribuida por la Universidad Autónoma Chapingo a través del Departamento de Sociología Rural. km 38.5 Carretera México-Tezcoco, Chapingo, Edo. de México. C.P. 56230. Tel. 01 (595)9521500 Ext. 1626 y 5092. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma Chapingo. Directora: Elvira Mazcorro Velarde Coordinación de este número: Elvira Mazcorro Velarde Consejo Editorial José Alfredo Castellanos Suárez, Juan de la Fuente Hernández, Margarita González Huerta, Elvira Mazcorro Velarde, María Liliana Montaño Yáñez, Paula L. Ravest Balladares, Irma Salcedo Baca, Miguel Ángel Sámano Rentería, J. Gilberto Segura Gámez, Jesús Soriano Fonseca y Liberio Victorino Ramírez. Consejo Editorial Asesor Gabriela Kraemer Bayer, Héctor Ávila Sánchez, Gilberto Aboites Manrique, Horacio Mackinlay Grohmann, Armando Sánchez Albarrán, Ignacio Caamal Cauich y David Delgado Viveros. Portada: Industria Directora: Elvira Mazcorro Velarde Responsables: Diseño, formación e impresión digital: Fidel Carlos Romero Ponce Corrección de estilo: Patricia Castillejos Peral y Amaranta Luna Castillejos Fuente: www.buzos.com.mx/revhtml/r629/indus Índice Presentación 5 Tierra, desamortización y ley de hidrocarburos Juan Carlos Pérez Castañeda 7 La servidumbre legal y administrativa de hidrocarburos: una nueva forma de expropiación Estela Cessa Flores Por una Reforma Rural Integral. Notas sobre los avances de la reforma del campo Ernesto Ladrón de Guevara Alafita Una visión no convencional del comportamiento de la economía agrícola mexicana Víctor H. Palacio Muñoz, Carlos R. Menéndez Gámiz 29 38 49 Artículo de opinión Las Escuelas Normales Rurales en México: de proyecto revolucionario a enemigo del poder Gilberto Segura Gámez Los límites del antropocentrismo de Marx Guillermo Torres Carral Entorno educativo y redes sociales en la División de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo Gerónimo Barrios Puente Una mirada comparativa entre el sector rural de México y Ecuador, en el marco de la etapa de transición capitalista mundial Blanca Rubio 59 75 91 105 Semblanza de Fidel Márquez Sánchez León Márquez Ortiz Revueltas, el hombre II Enrique González Rojo Arthur Convocatoria para el número 19 de la revista Información para los autores 114 119 123 125 Presentación L a aprobación de las leyes reglamentarias de la reforma energética el pasado 11 de agosto del presente año, destacando entre ellas la Ley de Hidrocarburos, llamó la atención de intelectuales y organizaciones campesinas, por el impacto que podría tener con relación a la explotación de los bienes del subsuelo en la propiedad rural. A partir de esta reforma, quienes tienen la propiedad de la tierra ahora deberán subordinarse al interés de inversionistas nacionales y extranjeros interesados en la explotación de los hidrocarburos y otros materiales de interés económico que pudieran encontrarse bajo sus tierras. Se han impuesto límites legales al derecho de propiedad de los productores rurales y se ha restringido su posibilidad de participar de una manera justa, de las ganancias que se pudiesen generar dentro de sus predios. Además es importante destacar el hecho de que la aprobación de dichas leyes, se realiza en medio de la ausencia de propuestas de reformas del Estado acerca de temas como: seguridad, violencia, derechos humanos y justicia, lo cual ha dado lugar a una serie de movimientos sociales de protesta, que tienen como referente la ampliación de la pobreza, el vertiginoso ascenso del crimen organizado y su penetración en autoridades municipales, estatales y federales, la violación creciente de los derechos humanos, el número desmesurado de homicidios y de personas secuestradas y desaparecidas por el crimen organizado y por las fuerzas del Estado, así como la elevada impunidad por los delitos cometidos. En este contexto se propuso como tema central para el presente número: El medio rural ante las actuales reformas estructurales: problemas y perspectivas. Acerca de este tema central se incluyen cuatro contribuciones. En primer lugar el artículo de Juan Carlos Pérez Castañeda titulado Tierra, desamortización y ley de hidrocarburos, donde hace un recuento de los procesos de desamortización de la propiedad en nuestro país que se remonta al siglo XIX, para precisar las características actuales de este fenómeno, relacionados con las limitantes al derecho de propiedad y a los límites impuestos a los dueños de la tierra en la participación de las ganancias que se podrían generar en ella. Posteriormente, Estela Cessa Flores presenta un ensayo sobre La servidumbre legal y administrativa de hidrocarburos: una nueva forma de explotación, donde reflexiona sobre aspectos como la negociación entre desiguales: los propietarios del suelo y los del capital, en donde los segundos llevan todas las ventajas legales; además de señalar la necesidad de realizar estudios que profundicen sobre las características que presente este proceso en todo el país. Por su parte Ernesto Ladrón de Guevara nos pone al día con su ensayo Por una Reforma Rural Integral. Notas sobre los avances de la Reforma al Campo en el presente sexenio, donde hace un recuento de los hechos y las acciones realizadas desde que se anunció dicha reforma, así como las propuestas de las organizaciones campesinas y posibles escenarios sobre la etapa siguiente. Víctor Palacio y Carlos Menéndez con el artículo Una visión no convencional del comportamiento de la economía mexicana, realizan un diagnóstico actual del campo mexicano, desde la perspectiva de la economía política marxista, señalando las tendencias que muestran los principales indicadores económicos de la actividad agropecuaria en los últimos años. Enseguida se presenta el artículo de opinión de significativa actualidad preparado por Gilberto Segura sobre Las Escuelas Normales Rurales en México: de proyecto revolucionario a enemigo del poder donde, a partir de una reflexión sobre el caso Ayotzinapa, el autor analiza la trayectoria e importancia actual de ese sistema educativo. Esta contribución hace referencia al descontento social ante el ambiente de violencia desatada contra los estudiantes normalistas. 5 En el resto del número se incluyen aportaciones de distintos autores sobre temas diversos. En primer lugar Guillermo Torres Carral presenta el artículo Los límites del antropocentrismo de Marx, donde analiza el pensamiento de Carlos Marx en torno a la relación hombre-naturaleza, abordando dos niveles de análisis: como dueño o como usufructuario de la misma. Destaca que el hombre, en tanto no puede producir la tecnología que le proporcione lo que la naturaleza le da en términos de eficiencia y gratuidad, debe buscar su cooperación con ella. El artículo de Gerónimo Barrios que habla sobre el Entorno educativo y redes sociales en la División de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo, y señala la importancia de hacer funcionar un sistema de redes sociales, gestionadas de manera consciente con el fin de aumentar la capacidad de análisis de los individuos que participan en un grupo académico. Enseguida está el ensayo de Blanca Rubio: Una mirada comparativa entre el sector rural de México y Ecuador, en el marco de la etapa de transición capitalista mundial, en el cual analiza las diferentes formas como los campesinos de México y Ecuador han enfrentado el embate del modelo neoliberal en lo que va del siglo XXI, en un proceso en el cual mientras en México se profundiza este modelo, en Ecuador se ha impulsado uno neoliberal, que se encuentra fuera de las pautas que marca Estados Unidos. Finalmente presentamos dos escritos en homenaje a dos personajes de distintos perfiles profesionales de gran relevancia académica, política y cultural, tanto para nuestra universidad como para el país. El primero se refiere a la Semblanza de Fidel Márquez Sánchez escrita por su hijo, León Márquez, quien habla de los que considera los momentos más importantes en la trayectoria del reconocido investigador emérito de la UACh, quien falleció el pasado 15 de septiembre. Y, la contribución final la ofrece el escrito de Enrique González Rojo Arthur: Revueltas, el hombre II, que le sirvió como guión para un discurso-homenaje a José Revueltas por el primer centenario de su nacimiento. En él nos invita a reflexionar sobre la relevancia y actualidad del pensamiento de Revueltas y la necesidad de leer y releer su obra, sobre todo en la etapa actual de aguda polarización económica, social y política. Elvira Mazcorro Velarde 6 Tierra, desamortización y ley de hidrocarburos Juan Carlos Pérez Castañeda1 Resumen Dentro del grupo de ordenamientos en materia energética que fueron aprobadas el 11 de agosto de 2014, sin duda, la de mayor trascendencia es la Ley de Hidrocarburos, en virtud de sus implicaciones en lo relativo a la explotación de los bienes del subsuelo y la propiedad de la tierra. Contra lo que pareciera, esta ley no viene a acelerar el proceso de desamortización ni el de privatización, sino el acceso abusivo y discriminatorio a los recursos energéticos que yacen bajo el suelo de este país, lo cual se logra mediante el establecimiento de limitantes al derecho de propiedad, subordinando el interés de los dueños de la tierra al de los titulares de las concesiones de hidrocarburos. Ello se recrudece porque al mismo tiempo los propietarios son objeto de una expoliación jurídica de su legítimo derecho a beneficiarse en forma equitativa de las ganancias derivadas de la utilización de sus tierras. energy resources that lay under the nation’s soil. This effect will be achieved via limitations of property ownership law, subordinating the interests of landowners to the interests of hydrocarbon-concession holders. This outcome becomes exacerbated given that, simultaneously, landowners will becotme the object of judicial pillaging of their right to benefit equitably from gains derived from their land utilization. Key words: disentailment, serfdom, hydrocarbons, discrimination. Introducción El proceso de desamortización de la propiedad que se iniciado en el crepúsculo del siglo xviii, retomado por los gobiernos de los estados durante las primeras décadas de la Independencia y viabilizado en el ámbito federal por la Ley Lerdo y la Constitución de 1857, fue acelerado y profundizado por la dictadura porfirista durante las dos últimas décadas del siglo xix, mediante el acondicionamiento del marco jurídico. Ésta tuvo la finalidad de facilitar a los inversionistas — nacionales y extranjeros— el acceso a las tierras y a los recursos naturales del país, como componente estratégico de la política económica del régimen. Desde 1856-1857 —años en que se registró una transmisión de la propiedad sin precedentes—, el ritmo de la desamortización de la propiedad había disminuido notoriamente; con el ascenso al poder del general Díaz, la subdivisión, el reparto y la privatización de las tierras comunales de los pueblos (y la de los terrenos nacionales) comenzó a repuntar en las estadísticas. Palabras clave: desamortización, propiedad, servidumbre, hidrocarburos, discriminación Abstract Among the new energy regulations approved in August 2014, there isn’t doubt that the one with greatest significance is the Hydrocarbons Law, given its implications regarding the exploitation of underground and land resources. Against any appearances, this law will not accelerate the disentailment process, in course since 1992, but the abusive and discriminatory access to 1 Profesor-investigador del Departamento de Sociología, uam-Iztapalapa. Correo electrónico: [email protected] 7 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Aunque la Constitución Política de 1857 había dejado expedita la ruta para la desamortización civil, una vez restaurada la República y todavía al comenzar el Porfiriato no había alicientes efectivos que estimularan la incorporación masiva de tierras al comercio. La escasez de salidas y canales para comercializar los productos agropecuarios, la insuficiencia de mano de obra y las dificultades de comunicación que por lo regular mediaban entre las unidades productivas y los centros de consumo no hacían suficientemente atractiva la explotación de los recursos naturales mexicanos. De cara a la creciente integración del mercado mundial y a la expansión del capitalismo financiero, el gobierno del general Díaz buscó aprovechar la coyuntura que se presentaba en el escenario internacional atrayendo la mirada de los inversionistas extranjeros por medio de dos medidas estratégicas: la ejecución de un intenso y amplio programa de comunicaciones y el acondicionamiento del marco jurídico en sectores clave de la economía (San Juan Victoria y Velázquez Ramírez, 1987:289). Lo primero, que consistió básicamente en la construcción de la red nacional de ferrocarriles, así como en la apertura y mejoramiento de caminos, se hizo con la finalidad de que la producción del campo — incluyendo la minera— pudiera rebasar el ámbito regional y acercarse a los mercados nacionales e internacionales. Lo segundo —cristalizado mediante la adecuación de diversas leyes— tuvo el propósito de que los inversionistas no viesen en el orden legal una traba o amenaza que pusiera en riesgo sus capitales. La instrumentación de ambas medidas propició que en las dos últimas décadas del siglo xix el país entrara en una fase de crecimiento económico, durante el cual las actividades agropecuarias, mercantiles, manufactureras y mineras registraron una notable mejoría. Así pues, aunque la Ley Lerdo y la Constitución de 1857 posibilitaron jurídicamente la desamortización, ésta no alcanzó ritmos galopantes sino hasta que el Estado ofreció los incentivos mencionados. Ello quiere decir que la liberación de la propiedad no fomenta por sí misma su movilización e incorporación a los mercados, ni mucho menos atrae a los inversionistas. Es necesaria la existencia de medidas de carácter complementario que motiven a los propietarios o a quienes son dueños del capital para que la circulación de la tierra en los mercados se dinamice. A semejanza de lo ocurrido en 1856-1857, las reformas salinistas de 1992 al artículo 27 constitucional modificaron el sistema agrario de nuestro país y pusieron en marcha un nuevo proceso de desamortización. Si en aquellos años ésta se desplegó sobre las propiedades del clero y de los pueblos, a finales del siglo xx y principios del xxi lo ha venido haciendo sobre la propiedad ejidal y comunal. A poco más de dos décadas de la promulgación de las reformas, la circulación de las tierras de los núcleos agrarios es una realidad. Éstas son objeto cotidiano de innumerables transacciones jurídicas traslativas del dominio, del uso y/o del disfrute al interior de los mercados ejidales y comunales, así como de actos de privatización de su régimen jurídico, es decir, de conversión al dominio pleno, y de su circulación en dicho mercado. Respecto a la circulación de la tierra, los estudios revelan que, al finalizar la primera década del siglo xxi, la compra-venta se había convertido en práctica casi generalizada en el agro nacional, pues para el año 2007 se llevaba a cabo ya en dos tercios del total de los núcleos agrarios del país (Robles Berlanga, 2009: 27). Lo mismo ocurría en relación con el arrendamiento, la aparcería, la mediería y otras formas traslativas de los derechos de uso y usufructo, cuyo incremento había sido considerable. Aunque dicho porcentaje no revela la magnitud real de las operaciones legales que se efectúan día con día respecto de la propiedad ejidal y comunal, el dato ofrece una idea aproximada de lo que está ocurriendo en la estructura agraria del país, cuyo reacomodo es evidente. En cuanto a la privatización en pleno dominio, ésta había representado de 1993 al 2013 una superficie de 2 846 103 hectáreas (ran), la 8 Departamento de Sociología Rural / UACh cual si bien en términos cuantitativos no parece gran cosa respecto de la superficie total repartida, en términos cualitativos sí lo es, pues la mayor parte del área convertida al pleno dominio se había dado sobre tierras de considerable valor turístico, inmobiliario y/o agrícola. Ahora bien, puede decirse que hasta mediados de 2014 la incorporación efectiva de la propiedad ejidal y comunal al comercio inmobiliario sólo fue posible por la vía voluntaria, en virtud de que los mecanismos tutelares establecidos en la legislación para su salvaguarda así lo disponían. De esta suerte, el traspaso y ocupación de las propiedades de los núcleos agrarios bajo cualquier forma traslativa del dominio, del uso o del usufructo, sólo era posible con el consentimiento de sus dueños, circunstancia que orillaba a hacerlo de manera negociada. Con motivo de las reformas constitucionales en materia energética, publicadas en diciembre de 2013, y de su ley reglamentaria, promulgada en agosto de 2014, dicha situación cambió: desde el presente año la circulación de las superficies ejidales y comunales puede también darse de manera impositiva, sin necesidad de que se haga uso de la expropiación. Esto se consiguió creando una figura jurídica equivalente al arrendamiento forzoso, que viabilizó la desocupación expedita de la tierra de los núcleos agrarios en favor de los titulares de las asignaciones y contratos de hidrocarburos, y la cual consuma una desposesión legal de carácter temporal que opera en beneficio de intereses distintos a los de los propietarios de la tierra; lo anterior puede paragonarse — guardando las debidas distancias— con el acondicionamiento de que fue objeto el marco jurídico en las postrimerías del siglo xix para despejar el paso a los inversionistas nacionales y extranjeros. En efecto, el 11 de agosto de 2014 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación un paquete de leyes reglamentarias de carácter energético, en el que resaltan la de Hidrocarburos, la de la Industria Eléctrica y la de Energía Geotérmica. En éstas se otorga a las actividades que regulan el rango de actividades de interés público, haciendo de su realización una causa de utilidad pública, homologada a la actividad minera. Ello no sería cuestionable si no fuera porque, para la consecución de su cometido, la Ley de Hidrocarburos anula los dispositivos tutelares de la propiedad ejidal y comunal consagrados en la legislación agraria, dejándolos desprovistos de la protección legal que operaba como limitante frente a las pretensiones de terceros. Con ello, el proceso de desamortización neoliberal en México entra en una nueva fase, caracterizada por la coexistencia de las dos formas mencionadas de puesta en circulación de la tierra de los núcleos agrarios, a saber, la voluntaria y la forzosa, cuyas consecuencias son del todo imprevisibles. Lo anterior significa que, más allá de sus eventuales efectos negativos en las esferas ambiental, alimentaria y social —aspectos que con fundadas razones han sido objeto de acérrimas críticas—, el paquete de leyes energéticas, en general, y la Ley de Hidrocarburos, en particular, redondean el acondicionamiento del marco jurídico para asegurar el desembarazado despliegue de las actividades referidas, así como facilitar la ocupación de las tierras a los titulares de las asignaciones y contratos. Con la finalidad de prevenir eventuales confusiones y de facilitar al lector la mejor comprensión de este trabajo, es necesario iniciar precisando el contenido de algunos conceptos que, además, permitirán visualizar de manera integral el significado y las implicaciones de los fenómenos y procesos agrarios estructurales que se comentan. En segundo término, se describirán brevemente los diversos procesos de amortización y desamortización registrados en la historia de nuestro país hasta la actualidad, con el fin de ubicar correctamente el contexto en el que fue promulgada la Ley de Hidrocarburos, para cerrar con su análisis en materia de tierras en la última parte del artículo. 9 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Consideraciones conceptuales Para efectos de este artículo, los vocablos de amortización y desamortización se refieren a la condición o situación legal en que se encuentran los bienes inmuebles (terrenos y edificios) respecto a sus posibilidades jurídicas de circular libremente en los mercados de tierras y ser objeto de transferencias comerciales como cualquier mercancía. Cuando un bien de este tipo tiene impedida por la ley su circulación mercantil se dice que está amortizado. Por el contrario, si dicho bien es susceptible de actos traslativos del dominio, del uso y del usufructo, se dice que está jurídicamente desamortizado (Palomar de Miguel, 1981: 414). En relación con la amortización, ésta puede ser parcial o total, según se trate de los atributos de la propiedad que tienen prohibida su circulación. Como ejemplo de la amortización parcial se podría citar el caso de las propiedades eclesiásticas desde la Conquista hasta la Reforma (1521-1856), periodo en el que, si bien las fincas del clero no podían ser vendidas, sí podían ser arrendadas. Como modelo de la amortización total, puede invocarse la condición que guardó el ejido mexicano durante la era de la reforma agraria (1917-1992), cuya propiedad era inalienable (no podía venderse), imprescriptible (no se podía perder por la posesión de otros), inembargable (no podía ser objeto de garantías ni hipotecas), intransmisible (no se podía dar en arrendamiento, aparcería, etcétera, ni aportar en sociedad) e indivisible (no podía fraccionarse), de suerte que se trataba de una propiedad totalmente amortizada (Pérez Castañeda 2002). Al igual que su contracara, la desamortización de un bien inmueble puede ser total o parcial, según sea que pueda traspasarse su dominio (en propiedad) o sólo sus desmembramientos (uso y usufructo). El ejemplo típico de esta condición legal lo configura la clásica propiedad privada en pleno dominio, cuyos atributos jurídicos permiten a los predios de este régimen de tenencia circular en los mercados de tierras casi sin restricciones de ningún género. De lo arriba expuesto se infiere que desamortizar no es lo mismo que privatizar. Una propiedad paralizada puede ser movilizada en forma parcial, no necesariamente en forma total, autorizando a su dueño sólo a rentarla y sin darle facultades de transferir su dominio. La privatización se da sólo cuando el inmueble del que se trate se convierta al régimen jurídico de la propiedad privada en pleno dominio. Así, el hecho de que los ejidos no se privaticen en plena propiedad no quiere decir que no estén desamortizados y que no sean objeto de actos traslativos del dominio, del uso y del disfrute (o usufructo), hecho que se constata a diario en los mercados internos de los núcleos agrarios. Ahora bien, es importante aclarar que cuando la mayoría de la propiedad de la tierra en un contexto histórico determinado se encuentra amortizada, la estructura agraria que le corresponde tiende a perder dinamismo y a deprimir los mercados, sin que ello signifique que por sí misma constituya un lastre para el fluido desenvolvimiento de las actividades económicas, pues todo depende de las características específicas de la amortización de que se trate y del grado de apoyo institucional brindado para su explotación. Hay condiciones, sin embargo, en que el estancamiento masivo de la propiedad inmueble deviene una verdadera traba para el desarrollo, y su liberación se convierte en un factor dinamógeno de la economía al que debe recurrirse de modo irremediable (Pérez Castañeda y Mackinlay, 2014, mimeo). También es importante aclarar que el derecho de propiedad puede ser objeto de taxativas jurídicas desde dos perspectivas distintas: la horizontal y la vertical. Desde la primera, dicho derecho se circunscribe de manera exclusiva a la superficie de los terrenos y a lo que crece materialmente sobre ella —perspectiva en la que puede ser acotado a través de la imposición de restricciones legales asociadas a su extensión, a su aprovechamiento y/o a los mecanismos para su transmisión, como ya se ha visto—. En cambio, desde la perspectiva vertical, el derecho de propiedad es observable desde tres dimensiones 10 Departamento de Sociología Rural / UACh diferentes, a saber: la del vuelo, la del suelo y la del subsuelo, las cuales pueden vincularse entre sí o ser independientes unas de otras. En todo el mundo las naciones son dueñas exclusivas de su vuelo o espacio aéreo, por lo que las dimensiones susceptibles de adquisición en propiedad privada se reducen al suelo y al subsuelo. En ese sentido, existen países en los que el derecho de propiedad puede articular ambos planos, como en Estados Unidos, donde el dueño de la tierra puede apropiarse de lo que está debajo de ella; mientras que en otras latitudes —México, por ejemplo— este derecho se limita al suelo, donde la nación tiene el dominio del subsuelo. Desde esa perspectiva, tanto el suelo como el subsuelo pueden ser objetos de amortización y de desamortización. tierra se encontraba sustraída del comercio. La generalización de este fenómeno restaba fluidez a la economía, pues constituía un obstáculo para la generación de la riqueza. En ese sentido, desde mediados del siglo xviii, la escasa movilidad de la propiedad comenzó a ser vista en los círculos intelectuales y gubernamentales como un problema que debía superarse para estimular el crecimiento económico. En efecto, el estancamiento de la propiedad empezó a ser considerado un obstáculo para el desarrollo a partir de que los Borbones tomaron el poder y comenzaron a impulsar la reforma del Estado desde mediados del siglo xviii (Florescano y Gil Sánchez, 1981: 487). Acciones como la expulsión de los jesuitas de los dominios españoles (1767) o la expedición de la Cédula de Vales Reales (1798) han sido vistas como señas del inicio de un periodo de combate a la amortización y arranque de un proceso de desamortización de larga duración. Durante el último tercio del siglo xviii y la primera década del xix fueron dictados por la Corona diversos mandatos de corte desamortizador y antiamortizador. Sumados a las disposiciones de la Constitución de Cádiz (1812), éstos dan constancia fehaciente de que los planes de desamortización con propósitos económicos ya formaban parte estratégica de las políticas de fortalecimiento de la metrópoli, propósitos que fueron rápidamente asimilados por algunos sectores de la población novohispana, de manera que al estallar el movimiento de Independencia las ideas desamortizadoras ya habían trasminado la atmósfera local (Bazant, 1971: 5). Merced al influjo proveniente de la fase final del virreinato, más tardó la naciente república en celebrar su independencia que los gobiernos de las nuevas entidades federativas en comenzar a dictar leyes desamortizadoras de la propiedad, prioritariamente de la comunal. Así lo hicieron, por ejemplo, los estados de México (1824), Jalisco (1825), Veracruz (1826), Chiapas (1826), Michoacán (1827), Occidente (1828) y Zacatecas (1829), entre otros, en los que su aplicación, orientación y alcance fueron variados, Amortización y desamortización colonial (1521-1856) La consumación de la Conquista y la declaratoria de propiedad en favor de los monarcas españoles trajo consigo la implantación del sistema colonial de tenencia de la tierra mediante la creación de la propiedad, acontecimiento que representa, entre otros, el inicio de dos procesos agrarios estructurales en nuestro país: el de amortización y el de desamortización, los cuales coexistieron a lo largo de la Colonia con el aplastante predominio del primero, pues el impedimento de la circulación comercial afectaba todas las formas de propiedad, dejando en el mercado sólo una parte de la propiedad privada. El sesgo paternalista de la política agraria aplicada por los Habsburgo durante los siglos xvi y xvii, dio sustento para que la amortización de la tierra se mantuviera en constante crecimiento y sin representar ingreso alguno para el erario público. De hecho, la estructura agraria colonial —excepto en lo que concierne a la reducida movilización a través del arrendamiento— padecía una significativa esclerosis, debido a que la falta de circulación de la tierra afectaba a todo tipo de propiedad. Es decir, fuese de la Corona, del clero, de los pueblos o de los particulares, la situación era la misma: gran parte de la 11 Artículos y Ensayos de Sociología Rural dirigiéndose desde entonces hacia la movilización de la propiedad en México (Knowlton, 1991; Velasco Toro, 1979; De Vos, 1994; Radding, 1995; Sánchez Díaz, 1989; Antuñano Maurer, 1993). Ello fue posible gracias a que, al no ser una facultad reservada constitucionalmente a la Federación, los congresos locales pudieron legislar en materia de propiedad. De este modo, los primeros tres decenios de vida independiente de nuestro país fueron escenario de numerosos procesos locales de desamortización, sustentados en la aplicación de leyes emitidas por las legislaturas de los estados, las cuales —debe reconocerse— lograron un considerable avance en el deslinde, subdivisión y reparto de las tierras de los pueblos en la primera parte del siglo xix. había sido promulgada por el presidente Juárez, en 1863—, así como por la política de colonización activada por la ley de 1875, reguladora de esa materia. Sin embargo, con la política económica, sobre todo la de comunicaciones, anunciada a partir del ascenso a la Presidencia del general Díaz, el proceso de desamortización de la tierra (tanto la de los pueblos como la de la nación), junto con la intensificación del aprovechamiento de los recursos agroforestales y mineros, registró un paulatino repunte. Para obviar potenciales obstáculos que inhibieran el arribo de capitales, el marco jurídico asociado a la propiedad de la tierra y a la explotación de los recursos fue adaptado con premura a las necesidades de los inversionistas nacionales y extranjeros. Las principales regulaciones jurídicas promulgadas en ese periodo con dicha orientación fueron: la Ley de Colonización y Compañías Deslindadoras, de 1883; el Código Civil de 1884; las leyes mineras de 1884 y 1892; la Ley sobre Ocupación y Enajenación de Terrenos Baldíos, Nacionales y Demasías, de 1894; la Ley del Petróleo, de 1901, y la Ley de Bienes Muebles e Inmuebles de la Federación, de 1902, entre otras. Respecto a la propiedad del subsuelo, el Código Civil de 1884 adoptó el criterio romanista clásico y estableció, textualmente: “El propietario de un terreno es dueño de su superficie y de lo que está debajo de ella” (artículo 731), mientras que la Ley de Minas, promulgada el mismo año, dispuso: “La ley concede a los particulares […], la propiedad de las minas por tiempo ilimitado” (artículo 4º ). Esto amplió el derecho de propiedad de los particulares al extenderse en lo vertical para incluir al subsuelo, alejándose de la concepción heredada de la Colonia que tradicionalmente había considerado que las riquezas naturales ubicadas debajo de la superficie eran propiedad de la nación. Con lo anterior, el proceso de desamortización de la propiedad no sólo se aceleró, sino que además experimentó una profundización Desamortización liberal (1856-1917) Como parte de este continuo de larga duración, el 25 de junio de 1856 fue expedida la Ley sobre Desamortización de Bienes de Corporaciones Civiles y Religiosas (mejor conocida como Ley Lerdo), primera en su género de carácter federal (luego incorporada al artículo 27 de la Constitución Política de 1857), misma que dio carácter definitivo a las operaciones de fraccionamiento y adjudicación individual de las tierras de los pueblos realizadas al amparo de las leyes locales. Después de una intensa transferencia de la propiedad registrada durante los casi dos años de vigencia de esta ley (junio de 1856 a febrero de1858), afectando sobre todo fincas urbanas en beneficio de personalidades liberales, sobrevino una etapa en la que el ritmo de la desamortización agraria descendió sensiblemente (Bazant, 1971). La causa de esa contracción fue la inseguridad e inestabilidad política que predominaron en ese lapso, primero a causa de la Guerra de los Tres Años y enseguida debido a la Intervención Francesa. Una vez restaurada la República, el gobierno federal retomó la política de desamortización comunal, aunque ahora acompañada de la desincorporación de la propiedad pública, incentivada mediante la compraventa de terrenos nacionales —cuya primera ley 12 Departamento de Sociología Rural / UACh literal. Por un lado, la aceleración del ritmo de dicho proceso provino tanto de la vertiente de la propiedad civil, como de la pública, es decir, tanto como resultado de la subdivisión y reparto de las tierras de los pueblos, como a causa de las extensas superficies de terrenos nacionales (apartado que incluye las antiguas tierras eclesiásticas nacionalizadas en 1859), las cuales pasaron a manos de los particulares a raíz de la tmedición y deslinde de los terrenos baldíos, entrando al comercio en concepto de propiedad privada. Por otro lado, la desamortización profundizó su alcance en razón de que la propiedad del subsuelo fue jurídicamente vinculada a la de la superficie, acto de desposesión virtual por el cual la propiedad de las riquezas subterráneas salió del patrimonio de la nación y pasó a manos particulares. imperativa y cuya satisfacción, en teoría, no se puede regatear ni condicionar. En esa tesitura, el reparto agrario se dio por dos vías: la individual y la grupal, o, en otras palabras, la privada y la social. Mediante la primera se creaban propiedades privadas individuales a través de la adjudicación gratuita de terrenos nacionales que de modo automático entraban al comercio. Por medio de la segunda se restituían o se reconocían comunidades y se creaban ejidos, figuras mediante las cuales se dotaba de tierras a grupos de más de veinte campesinos y cuyos rasgos jurídicos imposibilitaban su circulación mercantil. El reparto individual se dio de 1923 a 1962, y fue cancelado a raíz de la derogación de la Ley de Terrenos Baldíos, Nacionales y Demasías, de 1951; mientras que el reparto grupal se extendió de 1917 a 1992 (Pérez Castañeda, 2002). Desde el momento de su creación, las propiedades ejidal y comunal quedaban ipso facto sustraídas del comercio inmobiliario en virtud de los rasgos jurídicos tutelares que revestían (inalienabilidad, imprescriptibilidad, intransmisibilidad, inembargabilidad, indivisibilidad), es decir, se amortizaban. Cada ejido dotado y comunidad reconocida se traducía en tierras que quedaban inmovilizadas de manera jurídica, puesto que no se podían vender, donar, ceder, rentar, aportar en sociedad, ofrecer en garantía, etcétera. La única forma legal de transmitirlas era la vía hereditaria y eso restringido al núcleo familiar. Por ello, la superficie paralizada a lo largo del proceso de reforma agraria —al igual que durante la época colonial— fue siempre creciente. Como se sabe, en los 75 años de reforma agraria fue entregada a los campesinos —en concepto de reparto social— una superficie de más de 103 millones de hectáreas, cifra superior a la mitad del territorio del país (Mackinlay, 1991: 122). Durante un tiempo, la escasa movilidad de la propiedad social no representó mayores trabas, tanto por el tamaño del área nacional amortizada, como por la orientación de las políticas públicas de desarrollo aplicadas a la Amortización social y reparto agrario (1917-1992) El triunfo del movimiento revolucionario de 1910-1917 representó la suspensión del proceso de desamortización y el inicio de uno de amortización sumamente importante, el cual se prolongó por casi 75 años, a cuya luz se llegó a inmovilizar una superficie que rebasaba los cien millones de hectáreas. Hacia finales del siglo xx, la extensión paralizada era superior a la mitad del territorio nacional, contando con muy escasas posibilidades de aprovecharse al máximo debido a las condiciones de descapitalización del campo y a la deficiencia de las políticas públicas de desarrollo rural. Cabe recordar que en nuestro país el proceso de reforma agraria tuvo un carácter redistributivo que fundamentalmente cristalizó mediante el reparto de la tierra. Si bien éste comenzó de manera legal con la Ley del 6 de enero de 1915, el punto formal de su partida debe fijarse en la fecha de su incorporación a la Constitución de 1917, pues a partir de ahí el derecho campesino a la tierra se convirtió en una garantía social, es decir, un derecho de contenido clasista consagrado en la Carta Magna por un Congreso Constituyente que mandata al Estado de forma 13 Artículos y Ensayos de Sociología Rural sazón. Sin embargo, luego de varias décadas de reparto, del progresivo aumento de la superficie sustraída de la circulación mercantil y debido a un sensible giro del modelo de desarrollo a partir de la década de 1940, la amortización devino un problema, pues, por lógica, el estancamiento comercial de más de la mitad del territorio del país esclerotizaba la estructura agraria y restaba fluidez a la actividad económica, desaprovechando gran parte de sus usos potenciales y posibles ventajas comparativas.2 La cancelación del reparto agrario, producto de la derogación de la fracción X del artículo 27 constitucional, en 1992, detuvo el proceso amortizador que durante tres cuartas partes del siglo xx experimentó el campo mexicano. Eso significa que, a partir de ese momento, el crecimiento progresivo e ininterrumpido de la superficie en condiciones de inmovilidad jurídica detuvo su marcha y —como veremos más adelante— merced a otras medidas incluidas en estas reformas fue virtualmente desamortizada. y se inauguró un nuevo proceso agrario de orden estructural: el de la desamortización de la propiedad (entre otros), mismo en el que nos encontramos inmersos desde hace más de una veintena de años, por lo que se puede hablar de una segunda etapa de la desamortización en México (Pérez Castañeda, 1997). De hecho, la propiedad ejidal y comunal fue desamortizada de manera virtual desde el momento en que se promulgaron las reformas a la Constitución, pues, si bien las tierras no se incorporaron a la circulación de manera directa e inmediata, su régimen jurídico se modificó en forma automática con el simple hecho de haberse viabilizado la posibilidad de esa decisión. Hogaño, las propiedades ejidal y comunal —con sus diferencias y especificidades— son alienables, prescriptibles, transmisibles, embargables y divisibles, pues para realizar cualquier operación jurídica sólo es necesaria la decisión de sus dueños, lo que significa que se encuentran virtualmente desamortizadas. Cabe aclarar que la desamortización de la propiedad no cristaliza sólo con la transferencia del dominio —dentro o fuera de los mercados ejidales o comunales—, sino también con la transmisión de los derechos de uso y usufructo. Es decir, la tierra se puede movilizar sin que sea necesario vender, a través de cualquier tipo de acto traslativo del uso o del usufructo (renta, mediería, aparcería). En la actualidad, esta potestad es reconocida por la ley a los ejidos y comunidades, ejidatarios y comuneros, sin más trámites que los normales. De ahí resulta que la desamortización constituye un estado jurídico generalizado en el sistema de propiedad vigente, se encuentre o no circulando de hecho en los mercados de tierras. Puesto que desamortización no es igual a privatización, la cifra de la superficie convertida al pleno dominio no es representativa de la superficie que en realidad está circulando, pero sí de la parte con más valor. A diferencia de la desamortización liberal promovida durante la Reforma —cuyo carácter fue obligatorio—, la comenzada en 1992 fue en un inicio de carácter voluntario, pues a los Desamortización neoliberal El 6 de enero de 1992 aparecieron publicadas en el Diario Oficial de la Federación diversas enmiendas al artículo 27 de la Constitución Política, las cuales modificaron el sistema legal agrario en su conjunto. Una de las reformas más importantes —además de la cancelación del reparto— consistió en la modificación del régimen jurídico de la propiedad ejidal y de la comunal, medida que tuvo como objetivo viabilizar legalmente la incorporación de las tierras del sector social agrario al comercio inmobiliario. En efecto, en 1992 fueron flexibilizadas las características del régimen jurídico de los ejidos y de las comunidades, con la intención de posibilitar la mercantilización de sus tierras, incluyendo la opción de su privatización en pleno dominio. Con esta medida se abrió la puerta a la movilización de lo antes amortizado 2 Para la reforma agraria, véase la colección coordinada por Carlota Botey y Everardo Escárcega (1988). Historia de la cuestión agraria mexicana. México: ceham /Siglo xxi. 14 Departamento de Sociología Rural / UACh pueblos (ejidos y comunidades) no se les forzó a la subdivisión, reparto y privatización de sus tierras en un plazo perentorio, como sucedió en 1856, sino que se dejó al libre albedrío de sus dueños la decisión sobre la circulación y la transformación o no de su régimen de propiedad. Sin embargo, a partir de 2014, con la publicación de la Ley de Hidrocarburos, la puesta en circulación de la propiedad ejidal y comunal se enfrenta a un nuevo escenario. realizado actos concretos con la intención de explotar los bienes del subsuelo (Castro, 2009: 224). A contracorriente, a finales de 1925, el gobierno de Calles promulgó una ley petrolera que desconocía el acuerdo sobre la no aplicación retroactiva de la Constitución y otorgaba el plazo de un año para que los titulares de las propiedades adquiridas con anterioridad a 1917 solicitaran el cambio de los títulos de propiedad por concesiones confirmatorias (Vázquez y Meyer, 1982: 153). Este ordenamiento fue impugnado de inmediato por las compañías de hidrocarburos mediante recursos de amparo ante la Suprema Corte de Justicia, misma que en 1927 resolvió declarar la inconstitucionalidad de la ley. No obstante, a partir del siguiente año las empresas del ramo empezaron a tramitar las concesiones (Hamilton 1998: 77). En consecuencia, si quienes se hicieron con tierras antes de 1917 y realizaron en ellas actos concretos encaminados a la explotación de los bienes del subsuelo habían adquirido derechos que debían respetarse, puede deducirse que los derechos adquiridos eran de dominio, por lo que, en ese sentido, se trataba de bienes jurídicamente privatizados. De no haber sido así —si no hubieren salido del dominio de la nación—, no se explicaría por qué, en 1938, el presidente Cárdenas expropió los bienes muebles e inmuebles de las compañías petroleras con la finalidad de nacionalizarlos. Es decir, con ese acto del Ejecutivo Federal se recuperó para la nación la propiedad de los bienes del subsuelo ubicados bajo la superficie de los predios que habían adquirido y puesto en explotación las compañías petroleras hasta antes de 1917. El noviembre de 1940, el párrafo cuarto del artículo 27 constitucional fue reformado para señalar que los hidrocarburos quedaban fuera del régimen de concesiones y que su explotación se reservaba al Estado. Desde entonces, ése es el criterio que ha imperado en materia de propiedad del subsuelo (Díaz y Díaz, 1995: 43). Con el ascenso de Carlos Salinas a la Presidencia de la República y la entronización La propiedad del subsuelo y los hidrocarburos Como reacción a la privatización de que fueron objeto los recursos del subsuelo durante la dictadura porfirista en favor de los dueños de la superficie, el Congreso Constituyente de 1917 los nacionalizó retomando el criterio que había regido en esta materia desde la Colonia hasta la República Restaurada. Así, el artículo 27 de la Constitución Política estableció que el dominio directo de los bienes del subsuelo pertenece a la nación y que su explotación por los particulares sólo puede llevarse a cabo mediante concesiones. El contenido de los tres primeros párrafos del artículo 27 constitucional regula lo que concierne a la propiedad del suelo, mientras que los párrafos cuarto, quinto y sexto, están relacionados con lo que se refiere a la propiedad del vuelo (espacio aéreo) y del subsuelo. De su lectura se desprende que sólo la tierra es susceptible de ser transmitida en propiedad a los particulares y que el dominio del espacio aéreo y de lo que está debajo de la superficie queda reservado a la nación, criterio que impera en la actualidad. Dicho precepto constitucional afectó los intereses de las compañías mineras y petroleras, las cuales se valieron de todo tipo de recursos legales y extralegales (políticos, económicos) para evitar su aplicación. Presionado por el gobierno estadounidense, su homólogo mexicano se comprometió, en 1923, a no aplicar la citada disposición —bajo el principio de irretroactividad de la ley—, así como a respetar los derechos adquiridos por quienes hubiesen 15 Artículos y Ensayos de Sociología Rural de las políticas neoliberales de desarrollo, el proceso de “acumulación por desposesión” (Harvey, 2004) de los recursos naturales aceleró su marcha. Al calor de ese influjo, en 1992 fue reformado el artículo 27 constitucional para viabilizar un paquete de adecuaciones al marco jurídico secundario asociado a la propiedad de los recursos naturales, el cual incluyó las leyes de tierras, de aguas, de minas y de bosques y selvas (Encinas, 1995). En ese contexto, en junio de 1992 fue publicada la Ley Minera actualmente en vigor. Ésta declaró de utilidad pública el ramo de las actividades primarias, otorgándole carácter preferente sobre cualquier otra actividad y exentándola de contribuciones estatales y municipales. Con ello, los concesionarios adquirieron el derecho de hacerse con las tierras comprendidas en los títulos respectivos, al grado de que, en caso de que los propietarios se resistiesen a negociar su compra o arrendamiento, podrían recurrir al Estado para tener acceso a la tierra mediante cualquiera de los actos de autoridad previstos en la Ley de Expropiación (ocupación temporal, servidumbre o expropiación). Con esta disposición dio inicio un proceso de desposesión de los derechos inherentes a la propiedad del subsuelo, la cual desde 1992 ha venido in crecendo. En el momento en que concedió un mayor peso a los derechos de explotación del subsuelo que a los de propiedad de la superficie — cualquiera que fuese el uso que se le estuviere dando—, la regulación de marras consumó un atropello en contra de los propietarios de la tierra en México, ya que la nación pasó por encima de sus intereses y derechos al privilegiar a los titulares de las concesiones mineras sin tomar en consideración la función insustituible de la superficie para penetrar al subsuelo. Es necesario decir que el hecho de que la nación sea dueña del subsuelo no le da derecho a minimizar en forma arbitraria los derechos de los propietarios del suelo, así sea en aras de una causa de utilidad pública, mucho menos para viabilizar el acceso expedito de terceros a la explotación de los minerales ahí depositados. Si bien de manera legal ello no configura un despojo —porque las riquezas del subsuelo son propiedad de la nación—, en los hechos constituye un abuso, pues la explotación se da sobre —y a costa— de terrenos cuya superficie y dominio pertenece a los particulares, mismos a los que se margina de los beneficios derivados del aprovechamiento aludido. Como ha sido dicho: “Aquí la indemnización que se pudiera pagar a los expropiados y su monto pasan a un segundo término ya que finalmente no se respetará su derecho de beneficiarse de los recursos existentes en sus tierras” (López Bárcenas y Eslava Galicia, 2011: 18). Como se ha constatado recientemente por diversos estudios e investigaciones, a más de dos décadas de la expedición de la Ley Minera, los resultados de su aplicación han sido desastrosos para los ejidos, comunidades y pequeños propietarios afectados, esto tanto en términos económicos y sociales como en ambientales, al punto de que se ha llegado a organizar un movimiento de resistencia en defensa del agua, de la tierra, de los bosques y selvas, así como de la biodiversidad, el cual ha bordado redes regionales que se han extendido en el territorio nacional y allende las fronteras. Los modernizadores actuales, en aras de lograr ciertas ventajas y beneficios para el conjunto económico (divisas, inversiones, empleos), han sacrificado —una vez más— al campo y a sus pobladores, lo que acentúa los desequilibrios y la desigualdad social, además de que deja en la ruina y en la exclusión a segmentos importantes de la sociedad rural. Una visión alternativa tendría que buscar este equilibrio y plantear una mayor igualdad y justicia social. Al amparo de la compulsión neoliberal privatizadora, desde inicios de la década pasada comenzó a intensificarse la propuesta de una reforma energética —con el epíteto de reforma estructural—, la cual, debido a la composición de las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión, no pudo prosperar sino hasta comienzos de la administración presidencial de Enrique 16 Departamento de Sociología Rural / UACh Peña Nieto, cuando la correlación de fuerzas favoreció esa tendencia. En ese marco, el 20 de diciembre de 2013, fueron publicadas reformas que modificaron los párrafos cuarto y quinto del artículo 27 y adicionaron uno nuevo. En éste se reitera que el petróleo y los hidrocarburos son propiedad de la nación y se ratifica la prohibición de su concesión a los particulares. Sin embargo, simultáneamente, se abrió la puerta para que las actividades de exploración y explotación se lleven a cabo mediante contratos de asignación celebrados con empresas privadas. En el artículo Octavo Transitorio del decreto correspondiente quedaron delineados los rasgos generales y el carácter que se le otorgó a la explotación de hidrocarburos, así como a la generación de energía eléctrica: entre los que sobresalen la Ley de Generación de Energía Geotérmica, la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos. En este grupo de disposiciones, en general, siguió incólume el dominio directo de la nación sobre los recursos del subsuelo, pero se abrió una ruta de acceso para su explotación por parte de agentes distintos al sector público. Aunque en materia de hidrocarburos el artículo 27 constitucional conserva textualmente la prohibición de su aprovechamiento mediante el régimen de concesiones, la nueva legislación da un rodeo y elude dicha limitante viabilizando la posibilidad legal de explotar los recursos petrolíferos y gasíferos de nuestro país con la participación de la iniciativa privada a través del régimen de asignaciones. Es decir, aunque el mecanismo para la acumulación por desposesión es distinto, el resultado es idéntico: la exacción de la riqueza nacional se da a través de la apropiación de la mayor parte del excedente generado con la explotación de los recursos del país. El carácter de actividad de interés social y de orden público conferido a la explotación de los hidrocarburos y a la generación de energía eléctrica y geotérmica, así como el acceso a sus beneficios mediante contratos de asignación, no es tanto lo que se ha prestado a duras críticas por parte de la opinión pública (además de su afectación a los derechos humanos, a la alimentación, al agua y al medio ambiente sano), sino las condiciones de privilegio extremo que para el efecto han sido otorgadas a los dueños del capital y de la tecnología. Octavo. Derivado de su carácter estratégico, las actividades de exploración y extracción del petróleo y de los demás hidrocarburos, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, a que se refiere el presente Decreto se consideran de interés social y orden público, por lo que tendrán preferencia sobre cualquier otra que implique el aprovechamiento de la superficie y del subsuelo de los terrenos afectos a aquéllas. La ley preverá los términos y las condiciones generales de la contraprestación que se deberá cubrir por la ocupación o afectación superficial o, en su caso, la indemnización respectiva. Los títulos de concesiones mineras que se encuentren vigentes a la entrada en vigor de este Decreto y aquellos que se otorguen con posterioridad, no conferirán derechos para la exploración y extracción del petróleo y los demás hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, sin perjuicio de los derechos previstos en sus propias concesiones. Los concesionarios deberán permitir la realización de estas actividades. Derivado de lo anterior, el 11 de agosto de 2014 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación un paquete de ordenamientos relacionados con la explotación de energéticos, Desamortización y Ley de Hidrocarburos Sin dejar de enfatizar la importancia de ahondar en el estudio de sus inevitables consecuencias en ámbitos tan trascendentales como el de los derechos humanos y el medioambiental —particularmente en lo que se refiere al aspecto hidráulico, los bosques, las selvas y la biodiversidad, en relación estricta con el tema que nos ocupa (tierra y desamortización)—, 17 Artículos y Ensayos de Sociología Rural la Ley de Hidrocarburos busca, entre otras cosas, allanar el camino para que las empresas beneficiadas con las asignaciones y contratos de exploración y extracción inicien sin trabas sus operaciones, para lo cual se establecen reglas a las que se deberá sujetar la adquisición de las superficies requeridas para el desarrollo de sus actividades, así como algunos de los términos de su negociación. En efecto, el capítulo iv (artículos del 100 al 117) de la Ley de Hidrocarburos, denominado “Del uso y ocupación superficial”, regula lo relacionado con la base material (territorial) utilizada en el proceso productivo del gas y el petróleo. En esos numerales, dicho ordenamiento establece los requerimientos necesarios para que los inversionistas del ramo ocupen la tierra una vez que tengan conocimiento de la asignación o el contrato que les benefició: la Procuraduría Agraria puede asesorar y representar a los propietarios ejidales y comunales (artículo 102). 3. En caso de que se llegue a un acuerdo dentro del término señalado, el asignatario o contratista debe presentar el convenio respectivo ante el Juzgado de Distrito (en el caso de los propietarios privados) o el Tribunal Unitario Agrario que corresponda (en el caso de los ejidos y comunidades), con el propósito de que se le homologue a sentencia y adquiera fuerza legal (artículo 105). 4. En caso de no concretarse ningún arreglo, el asignatario o contratista tiene dos opciones: a) La primera consiste en recurrir directamente ante un juzgado de Distrito o un Tribunal Unitario Agrario con la finalidad de que se instaure el procedimiento de constitución de la denominada servidumbre legal de hidrocarburos, por parte de asignatario o contratista (artículo 106, fracción i); b)La segunda, que procede sólo si está conforme el propietario de la tierra, consiste en reabrir un periodo de amigable composición de 30 días naturales pidiendo la mediación de la sedatu (artículo 106, fracción ii). En caso de no llegarse a un arreglo, la se puede solicitar a la sedatu que dé trámite al procedimiento administrativo de constitución de servidumbre de hidrocarburos (artículo 108). 1. El asignatario o contratista —es decir, el inversionista— está obligado a informar por escrito al dueño de la tierra acerca de su interés en la ocupación de su predio, bienes o derechos, haciendo una descripción del proyecto a desarrollar y una oferta concreta por la ocupación de su propiedad con la finalidad de llegar a un arreglo (artículo 101, fracciones I y II, y 104). Para enmarcar los términos de la negociación, la ley establece reglas para el cálculo de los avalúos, las vías legales para la transmisión de los bienes inmuebles, los montos de la participación en las utilidades, las sanciones por incumplimiento de los contratos, etc. (artículo 101, fracciones vi y vii). 2. A partir de la notificación se abre una etapa de negociación que no debe pasar de 180 días naturales, en cuyo transcurso pueden realizarse avalúos y diligencias diversas encaminadas a la concreción de un acuerdo, pudiendo contar con la asistencia de las Secretarías de Energía (se) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (sedatu), así como con la participación de testigos sociales (artículo 101, fracción iii). En este proceso 5. En el caso de la vía jurisdiccional, la constitución de la servidumbre de hidrocarburos se tramita según el régimen al que pertenezca el predio involucrado. Si se trata de una propiedad privada en pleno dominio, ello se hace ante el Juzgado de Distrito, a través del procedimiento contencioso previsto en el Código Federal de Procedimientos Civiles; si se trata de una propiedad ejidal o comunal (o de ejidatarios 18 Departamento de Sociología Rural / UACh y comuneros), el trámite se realiza ante el Tribunal Unitario Agrario mediante el juicio establecido en la Ley Agraria. 6. En el caso de la constitución de la servidumbre de hidrocarburos por la vía administrativa, ésta inicia con la solicitud presentada por la se ante la sedatu, la que debe instrumentar el procedimiento contemplado en el artículo 77 del Reglamento de la Ley de Hidrocarburos, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de octubre de 2014, que seguidamente se describe: acordarse, bajo el procedimiento administrativo de corta duración descrito líneas arriba. Al respecto, cabe afirmar que dicho procedimiento y sus directrices tienden a desposeer a los dueños de la tierra de los beneficios concomitantes a sus derechos de propiedad, mediante un mecanismo que equivale a una suerte de arrendamiento forzoso tramitado en forma sumaria. No se trata de la expoliación de su derecho a los bienes del subsuelo, puesto que no lo tienen, sino de los derechos consustanciales al de propiedad de la superficie bajo la que dichos bienes se encuentran, dimensión vertical que les pertenece y que literalmente constituye el conducto de acceso para la explotación de aquéllos. Sin entrar al estudio de otros rubros de vital importancia —sobre todo los ligados a los derechos humanos—, es factible decir que la viabilidad de que se habla será posible gracias a que la ley hace lo siguiente: a)En un plazo de quince días hábiles, contado a partir de la solicitud de la se, la sedatu emitirá un dictamen preliminar sobre la procedencia de decretar la servidumbre legal de hidrocarburos, debiendo notificarlo a la se, al asignatario o contratista y al titular de la tierra, bien o derecho de que se trate, para que en el plazo de diez días hábiles contado a partir de la fecha de la notificación del dictamen preliminar manifiesten lo que a su derecho corresponda (artículo 77, fracción i); b)Transcurrido el plazo anteriormente señalado, la sedatu contará con un término de quince días hábiles para emitir el dictamen definitivo sobre las condiciones en que deberá constituirse la servidumbre legal de hidrocarburos por la vía administrativa (artículo 77, fracción iii). a) Establece limitaciones al derecho de propiedad b) Anula los dispositivos protectores de la Ley Agraria c) Prioriza la modalidad del arrendamiento d) Excluye y discrimina a los propietarios de la tierra Con la conjugación de las anteriores cuestiones, el escenario rural que se avecina para los propietarios de la tierra en las regiones donde el subsuelo cuente con este tipo de recursos energéticos es sumamente incierto, por no decir desalentador y sombrío, como se explica en los puntos subsecuentes. Cabe señalar que si mientras se substancia el procedimiento de servidumbre legal de hidrocarburos y hasta en tanto se dicte la resolución definitiva, las partes llegaren a un arreglo, la solicitud de la se quedará sin efectos (artículo 77, fracción ii). Así pues, la Ley de Hidrocarburos y su Reglamento prevén lo relacionado con la adquisición de la tierra por parte de los asignatarios y contratistas, estableciendo criterios y normas encaminadas a regular los términos y condiciones en los que su transferencia debe • Limitaciones al derecho de propiedad La declaratoria de utilidad pública que eleva el estatus jurídico de la actividad de exploración y extracción de hidrocarburos se aúna a la sobrevaloración de que es objeto la explotación minera y la generación de energía eléctrica y geotérmica, en cuyo marco se explica la imposición de limitaciones al derecho de 19 Artículos y Ensayos de Sociología Rural propiedad en beneficio de los titulares de las concesiones y asignaciones de este tipo. Esto —según la Exposición de Motivos de la ley en cuestión— se lleva a cabo con la finalidad de atraer la inversión extranjera para dinamizar la economía del país, sentar bases para la creación de empleos y aprovechar las ventajas competitivas que ofrecen nuestros recursos naturales (emlhc, 2014). Con tal divisa, la Ley de Hidrocarburos otorga a quienes cuenten con una asignación de esta clase un derecho de preferencia de carácter exclusivo para el uso y aprovechamiento del suelo y la explotación del subsuelo —cualquiera que sea el régimen legal al que se pertenezca—, circunstancia que repercute en la composición del derecho de propiedad en tanto derecho subjetivo3 de orden civil y agrario. Con esa extraordinaria potestad jurídica, reconocida a los asignatarios y contratistas, las facultades de uso, de disfrute y de disposición de las que gozan los dueños de la tierra pierden significado. Dicha prerrogativa afecta a tal grado el derecho de propiedad que relativiza su contenido, convirtiéndolo prácticamente en un derecho sin fuerza, precario y devaluado (Merchand, 2013: 108). La prioridad reconocida para el uso del suelo a terceros ajenos a la titularidad del derecho de propiedad genera una alteración sustantiva de su estructura interna, la cual trae aparejada la depreciación del valor intrínseco y económico de la tierra. Por lógica, la imposición de cualquier taxativa jurídica a los derechos de propiedad en general (sean de ejidatarios, comuneros, colonos o propietarios privados), que acote o restrinja la capacidad de ejercicio de sus titulares, trastoca su concepción clásica en tanto derecho real,4 obligando a la revisión conceptual de su contenido. Incluso los rasgos de alienabilidad y de imprescriptibilidad de las tierras ejidales y comunales pierden relevancia si los concesionarios de explotaciones de hidrocarburos tienen derecho a disponer de ellas con mayor facilidad que sus propios dueños. El contrasentido es tal que cuando los terrenos a ocupar hayan sido previamente afectados por una concesión minera, los términos de la transferencia se negociarán entre los titulares de esta concesión y los asignatarios de los contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, relegando a los propietarios de la tierra a un segundo término (artículo 27, párrafos séptimo y octavo). Resulta de tal magnitud la nueva interpretación que la Ley de Hidrocarburos hace del derecho de propiedad rústica y de su importancia como activo fijo en el proceso productivo de dichas actividades, que ni siquiera se consideran las contraproducentes repercusiones de esa medida en el valor de la propiedad total del país pues, al facilitarse la ocupación forzosa de los inmuebles agrarios por parte de terceros ajenos a su titularidad, es obvio que el valor de la propiedad raíz nacional tenderá a depreciarse. Cuando eso ocurra, cada acto de ese tipo que se celebre irá disminuyendo el valor del territorio del que la nación es dueña. • Anulación de los dispositivos protectores de la ley agraria Otro de los efectos importantes de la Ley de Hidrocarburos, el cual evidencia la forma como se franqueó el camino para la explotación de nuestros recursos no renovables en beneficio de los portadores de la inversión y la tecnología, se concretó en el ámbito de los derechos de la propiedad ejidal y comunal, misma a la que despojaron de los mecanismos tutelares que en su favor establece la Ley Agraria, poniéndola en un plano de igualdad al de la propiedad privada (cuando la Constitución dicta lo contrario) y dejándola con ello a merced de las pretensiones de los favorecidos por una concesión en la actividad. Cabe recordar que uno de los mecanismos tutelares más relevantes concernientes a las tierras ejidales y comunales está relacionado 3 Derecho que tiene todo sujeto activo de exigir el cumplimiento de una norma jurídica (Peniche, 1972: 21). 4 Derecho que tiene como contenido la apropiación, aprovechamiento y regulación de una riqueza propia o ajena (Rojina Villegas, 1963: 24). 20 Departamento de Sociología Rural / UACh con la expropiación, la cual funge como un dispositivo que fortalece la posición de los núcleos agrarios en el proceso de negociación de las contraprestaciones correspondientes. Al estar sujeta a formalidades especiales, su tramitación requiere de un tiempo considerable (mediciones, avalúos, asambleas), lapso que normalmente opera en favor de estos grupos poblacionales, forzando a las autoridades expropiantes —o a las empresas interesadas— a mejorar las condiciones propuestas para agilizar su ocupación. Sin embargo, la Ley de Hidrocarburos anuló por completo dicha fortaleza a través de la servidumbre legal de hidrocarburos (regulada en los artículos del 108 al 110), a través de la cual —como ya se ha visto— se viabiliza la ocupación ventajosa y expedita de las tierras, haciendo innecesaria la expropiación —en el caso de los núcleos ejidales— y, por ende, la aplicación de la Ley Agraria. En efecto, la fracción vii del artículo 27 constitucional y la Ley Agraria brindan una protección especial a las tierras ejidales y comunales que las hace objeto de un tratamiento jurídico tutelar proyectado en diversos aspectos, uno de los cuales es el de la expropiación. Por ello, en este rubro, a los ejidos y comunidades no les es aplicable la ley de la materia (es decir, la Ley de Expropiación), sino los preceptos de la Ley Agraria. Esta última contiene un capítulo específico destinado a la expropiación y ocupación de las superficies propiedad de los núcleos agrarios (artículos 93 al 97), en el que se establece un procedimiento de contenido proteccionista cuya cumplimentación conlleva procedimientos y formalidades especiales. Al crear un mecanismo alterno que permite a los asignatarios de los contratos conseguir en forma relativamente sumaria la ocupación de la tierra, la Ley de Hidrocarburos deja por completo desarmados a los núcleos agrarios, pues propicia la evasión de las disposiciones jurídicas, cuya aplicación aseguraba un plazo suficiente para que los asignatarios y contratistas se sintiesen presionados y obligados a entrar en pláticas con los potenciales afectados; lo anterior significa que los núcleos poblacionales quedan sin la tutela de la legislación agraria y prácticamente a expensas de las condiciones que los titulares de las asignaciones de explotación de hidrocarburos quieran imponer. • Priorización de la modalidad del arrendamiento Dentro de las canonjías otorgadas por la Ley de Hidrocarburos para franquear el paso en lo jurídicamente posible a los asignatarios y contratistas, además de la eliminación de los eventuales obstáculos legales que pudieran frenar el despliegue de sus actividades (como la expropiación agraria), se encuentra la de convertir al arrendamiento (voluntario o forzoso) en el mecanismo principal o predominante para la ocupación del suelo. Esta providencia obra en detrimento de las modalidades de asociación y de la enajenación por compraventa y opera en beneficio de los inversionistas del ramo, toda vez que les abarata costos y les releva de responsabilidades ulteriores de corte conservacionista y ambiental. La lógica económica hace suponer que a los asignatarios y contratistas no les interesa mucho adquirir la propiedad de las superficies a ocupar, por un lado, porque los métodos no convencionales actualmente utilizados en la extracción de los hidrocarburos son de carácter migratorio, de modo que el uso de los terrenos —salvo raras excepciones— no requiere de plazos muy largos; por el otro, debido a que al adquirir la propiedad estarían obligados a la recuperación posterior de los terrenos, aspecto en el que las corporaciones del ramo prefieren no involucrarse. En contrapartida, a los propietarios rurales, en general, lo que menos les conviene es el arrendamiento de la tierra, no sólo porque generalmente los criterios establecidos en la ley para estimar su valor resultan del todo opuestos a sus intereses, sino además porque al vencer el plazo pactado para tal efecto y retornar a su poder las superficies de su propiedad, lo más probable será que el suelo se encuentre en 21 Artículos y Ensayos de Sociología Rural condiciones de agudo deterioro (contaminado, erosionado). Por ende, quizás en muchos casos la opción de la venta les cause un menor perjuicio, sobre todo considerando que la mayor parte de los dueños de la tierra supera los cincuenta años, de modo que lo más probable es que muchos de ellos fallezcan antes de que venzan los plazos de los arrendamientos. Lo peor de todo es que no les quedará otra opción, pues, en el supuesto de que no estén de acuerdo con los términos de la contraprestación ofrecida por los industriales del ramo en concepto de pago de renta, la compra de sus tierras no es forzosa ni necesaria, puesto que la figura de la servidumbre de hidrocarburos creada por esta ley permite a los asignatarios prescindir de la adquisición de la propiedad por compra o expropiación. Con esta forma especial de servidumbre, los titulares de los contratos de explotación pueden adquirir la tierra para su uso sin verse en la necesidad de comprarla, pues basta con demandar administrativa o jurisdiccionalmente la instauración del procedimiento respectivo para obtenerla de manera rápida, cubriendo a título de contraprestación tan sólo el pago de una renta mensual por su ocupación. Esta medida beneficia fundamentalmente a las corporaciones que explotan el gas y petróleo shale, pues el método de fracturación hidráulica que utilizan requiere de extensas superficies durante plazos más o menos cortos, debido a que las tasas de declinación de la productividad de los pozos de inyección son muy elevadas (pueden llegar a alcanzar entre 80 y 90 por ciento a tan sólo dos años de su operación). Ello obliga a las empresas a emigrar de forma constante de zonas productoras para la apertura de nuevos pozos, por lo que la adquisición permanente de las tierras les resulta antieconómica. De acuerdo con las reglas establecidas en la Ley de Hidrocarburos, los núcleos agrarios ejidales se verán obligados a acatar los términos que los dueños del capital y de la tecnología les quieran imponer en un momento dado, mediante la constitución de la servidumbre de hidrocarburos, dispositivo legal que anula la necesidad de recurrir a las opciones de expropiación y de enajenación onerosa de sus tierras, pues no es lo mismo lo que puede arrojar económicamente una servidumbre legal (equivalente al arrendamiento), que el monto a obtener en concepto de pago por compra o de indemnización por expropiación, sobre todo si existe la posibilidad de que las tierras sean devueltas en condiciones deplorables. • Exclusión de los propietarios de la tierra El tratamiento que la Ley de Hidrocarburos brinda a los propietarios de la tierra sólo puede calificarse como excluyente, en virtud de que se les deja fuera del negocio y a expensas de sus beneficios marginales, lo que contrasta con su acentuado sesgo proteccionista en favor de los asignatarios y contratistas: a) El artículo 75 de la Ley Agraria prevé la posibilidad de que los núcleos ejidales y comunales participen en sociedades civiles y mercantiles cuando les sea de manifiesta utilidad (artículo 75), precepto establecido hipotéticamente para viabilizar casos como éste. Si hasta ahora algunos ejidos y comunidades veían en la opción de la asociación la oportunidad esperada para sacar mayor provecho de sus tierras mediante la integración de sociedades mercantiles con los asignatarios o contratistas del ramo, aportándolas en concepto de capital social traducible en acciones “T”, la Ley de Hidrocarburos los excluye totalmente de esta posibilidad. En efecto, dicho ordenamiento expresa que para pactar el uso y goce de las tierras podrán emplearse las figuras de arrendamiento, servidumbre voluntaria, ocupación superficial, ocupación temporal, compraventa, permuta y cualquier otra que no contravenga la ley (lhd, 2014: artículo 101, fracción v), pero sin mencionar la sociedad mercantil. 22 Departamento de Sociología Rural / UACh Al analizar la norma transcrita, cualquiera diría que la posibilidad de la sociedad agraria a la que nos hemos referido queda contemplada en la frase que cierra el precepto, es decir, “cualquier otra que no contravenga la ley”. Sin embargo, ello sería incorrecto, pues si este numeral se correlaciona con el artículo 101, fracción vi, inciso b de la Ley de Hidrocarburos, en el que se señalan las modalidades que pueden adoptar las contraprestaciones, éstas se restringen a la “renta por concepto de ocupación, servidumbre o uso de la tierra”, sin mencionar el reparto de utilidades derivado de la sociedad mercantil agraria. Esto resulta legislativamente incongruente si se considera que la inclusión de dicha figura asociativa en la legislación de la materia se efectuó con la finalidad de viabilizar el mejor aprovechamiento de los bienes ejidales y comunales, así como para abrirles frentes más amplios de inversión, como puede corroborarse en la Exposición de Motivos del artículo 27 constitucional (Mackinlay, 1994). Sin embargo, la Ley de Hidrocarburos soslaya lo anterior y convierte lo que pudo haber sido una oportunidad de negocios para los núcleos agrarios, en verdaderas amenazas para su tranquilidad y patrimonio. Por consiguiente, se trata de una ley excluyente, pues cancela la posibilidad legal de que los núcleos agrarios, en general, y los ejidatarios y comuneros, en particular, participen como socios en los proyectos de explotación de hidrocarburos. ¿Por qué arrendadores, si podrían ser socios? Al omitir la posibilidad de que los ejidos y las comunidades obtengan por medio de la asociación productiva un mayor porcentaje de las utilidades netas —supuesto para el cual la Ley Agraria ofrece diversas alternativas, entre la que destaca la sociedad accionaria—, la Ley de Hidrocarburos revela una gran falta de imparcialidad y de equidad. arrendamiento por parte de las empresas asignatarias y contratistas, la Ley de Hidrocarburos establece que éstos deberán ser calculados “en función de la actividad habitual de dicha propiedad” (artículo 104, fracción V). Dicho criterio soslaya, por una parte, la posibilidad de que sobre los predios seleccionados pudieran desarrollarse proyectos productivos o de servicios, cuya futura rentabilidad superase a la de las actividades actualmente realizadas en forma habitual; y, por la otra, ignora el hecho de que sobre éstas se llevarán a cabo actividades productivas que generarán una enorme plusvalía, al ser usadas como base material del proceso de extracción de hidrocarburos, plataforma territorial imprescindible para su realización. Con ese criterio, los propietarios de tierras de baja calidad que resulten afectados están destinados a percibir una renta cuyo monto no los ayudará a elevar sus ingresos ni a incrementar su nivel de bienestar social. c) La Ley de Hidrocarburos establece que en los proyectos que alcancen la explotación comercial, además del pago del arrendamiento, los propietarios de la tierra podrán negociar hasta 3% de participación sobre las utilidades netas de las empresas, una vez descontados los pagos al Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, cuando se trate de gas natural no asociado, y hasta de 2% en los demás casos, sin que en ninguno de los dos supuestos sea inferior a 0.5% (artículo 101, fracción vi, inciso c, segundo párrafo). Sin duda, ello invade la esfera de los gobernados y viola el principio de la autonomía de la voluntad en detrimento de los propietarios, pues coarta el derecho de los dueños de la tierra a incrementar sus ingresos por vía de la negociación. Cabe recordar que, cuando se trata de relaciones comerciales de carácter privado entabladas entre dos actores o propietarios de b) Al indicar las consideraciones que deberán tomarse en cuenta en la elaboración de los avalúos para la fijación del monto del 23 Artículos y Ensayos de Sociología Rural medios de producción, el Estado carece de facultades para imponer reglas en perjuicio de ninguno de ellos. Al fijar un techo o tope límite al porcentaje de la participación que los dueños de la tierra pueden negociar en las contraprestaciones, la Ley de Hidrocarburos conculca la libertad contractual y priva a los propietarios del suelo del legítimo derecho que tienen de poner en juego sus habilidades y capacidades de negociación, así como de hacer valer el peso real de las ventajas competitivas de sus tierras, lo cual contraviene los principios de la equidad y de la libre competencia. Lo más grave es que, mientras a las empresas del ramo se les garantiza una retención mínima de 97 por ciento de las utilidades, a los núcleos agrarios se les asegura un “derecho” a sólo 3 por ciento sobre las mismas como máximo, porcentaje que equivale a un plato de lentejas, debido al volumen de las ganancias involucradas. Como puede apreciarse, se trata de un auténtico acto de expoliación del derecho de los propietarios a gozar de manera equitativa de los excedentes que emanen del uso y aprovechamiento de sus propiedades, lo que perpetra materialmente un despojo legal de la plusvalía generada por los bienes inmuebles. De lo anterior se concluye que el capítulo descrito de la Ley de Hidrocarburos brinda a los propietarios de la tierra —cualquiera que sea su régimen legal— un trato que sólo puede calificarse como injusto y discriminatorio; mientras que a los propietarios del capital y de la tecnología se les colma de consideraciones y prebendas. Ello refleja, por un lado, que la rancia visión paternalista del campesinado y el autoritarismo del aparato estatal perviven aún, y, por el otro, que la displicencia y el entreguismo oficial de la actualidad en favor de los grandes inversionistas es comparable con la que predominó entre finales del siglo xix e inicios del xx, cuando los recursos naturales del país fueron puestos en bandeja de plata para los capitales nacionales y extranjeros. En efecto, de nueva cuenta el Estado mexicano puso el sector rural a disposición del capital, como lo hizo en el crepúsculo decimonónico, adaptando las bases legales para que la apropiación del suelo y del subsuelo a manos de los particulares pudiera consumarse. En aquel momento, el desconocimiento de la personalidad jurídica de los pueblos y el deslinde de los terrenos baldíos y nacionales facilitaron la ocupación de las tierras y su adjudicación a las corporaciones extranjeras, algunas de las cuales, luego de haber agotado sus recursos superficiales (madereros, huleros, caucheros), las abandonaron para no tener que pagar impuestos. Todo parece indicar que en el siglo xxi ocurrirá una desposesión temporal de significativas extensiones de tierra perpetrada jurídicamente a través de un disfrazado arrendamiento forzoso, el cual opera en favor de los asignatarios y contratistas. Se trata de una condición de privilegio que permitirá a estos últimos no sólo disponer de la superficie que deseen para el cumplimiento de sus fines, sino, además, a bajos costos, debido al tope máximo establecido a las utilidades a las que los dueños de la tierra pueden aspirar, dejando la gran tajada del excedente en las manos de los dueños del capital. Conclusiones De manera sinóptica se puede decir que la primera etapa de la desamortización en nuestro país inició en el último tercio del siglo xviii y culminó al estallar el movimiento revolucionario en 1910, periodo en cuya última fase la Ley Lerdo configuró un facilitador y la política de comunicaciones (ferroviaria y caminera) de la dictadura porfirista, un catalizador o revulsivo. A ello le sucedió un intenso proceso de amortización prolongado hasta 1992, año en el que —merced a las reformas salinistas al artículo 27 constitucional— dio comienzo la segunda etapa de la desamortización en México, proceso estructural agrario en el que hoy nos encontramos inmersos. En ese contexto, la Ley de Hidrocarburos no viene a acelerar el proceso de desamortización ni el de privatización, sino a posibilitar el acceso abusivo, discriminatorio y depredador a los 24 Departamento de Sociología Rural / UACh recursos del subsuelo, lo cual hace subordinando de manera autoritaria los intereses de los dueños de la tierra a los de los portadores de la tecnología y del capital. Esta cuestionable situación se torna más delicada porque, de manera simultánea, se despoja a los propietarios de la tierra de su derecho a participar equitativamente en el reparto de la renta petrolera. Sin duda, la Ley de Hidrocarburos — complementada con las Leyes de la Industria Eléctrica y de Energía Geotérmica— viene a cerrar el ciclo legal abierto en 1992 con la Ley Minera, en el sentido de que con ella los recursos del subsuelo terminaron de ser puestos a disposición de los inversionistas nacionales y extranjeros en condiciones igual de ventajosas, hecho que acontece por segunda vez en la historia de nuestro país. De nueva cuenta, el marco jurídico relacionado con la propiedad de la tierra y la explotación de dichos recursos fue acondicionado para beneficio de éstos, con la diferencia de que, si a finales del siglo xix se hizo extendiendo de forma vertical el derecho de propiedad, en esta ocasión se logró imponiendo limitaciones al dominio del que gozan los dueños de la tierra. En efecto, la estrategia finisecular del Porfiriato para compartir con los inversionistas privados las riquezas de la nación se basó en la ampliación del alcance vertical del derecho de propiedad, otorgando a los dueños del suelo la propiedad de lo que había en el subsuelo, situación que auspiciaba la explotación de los recursos mineros y petroleros por las compañías foráneas al hacerse dueñas de las superficies. En cambio, la estrategia jurídica adoptada por la actual administración pública federal se sustentó en una restricción al derecho de propiedad, el cual afectó su alcance para facilitar la explotación de los recursos del subsuelo mediante el régimen de asignaciones. Esto significó una seria restricción para que los propietarios de bienes inmuebles agrarios hicieran uso de su legítimo derecho a beneficiarse en forma justa con los ingresos obtenidos por el uso de sus tierras. Desprovista del blindaje jurídico tutelar que caracterizó hasta 1992 a la propiedad ejidal y comunal, el desmantelamiento de los restos de su escudo protector ha sido cosa fácil: ni siquiera se requirió que se enmendara la Ley Agraria para anular su contenido e introducir una nueva nota distintiva al sistema de propiedad, maquinación legislativa que para los titulares de las asignaciones de hidrocarburos hizo innecesaria la adquisición de la tierra en propiedad y esfumó las eventuales trabas que pudiera conllevar el régimen ejidal y comunal, poniendo virtualmente a disposición de las compañías del ramo las extensiones territoriales de su interés. En consecuencia, del mismo modo en que la política porfirista de comunicaciones representó el catalizador para que pudiera darse proceso de desamortización hacia finales del siglo xix, todo parece indicar que la política energética de las últimas administraciones públicas se asemeja a aquélla respecto a la desamortización en curso. En ese escenario, el Congreso de la Unión ha reproducido en el ámbito parlamentario el cuadro histórico que imperaba en las postrimerías del México decimonónico, al acondicionar de manera muy condescendiente las leyes necesarias para posibilitar el retorno a nuestro territorio de las empresas que fueron expropiadas por el presidente Cárdenas y de nuevos grandes capitales foráneos y nacionales interesados en el ramo energético y minero. Ahora bien, lo anterior no significa que el ritmo de la desamortización ni el de la privatización —ni mucho menos los despojos— se vayan a acelerar con el impulso de la política energética. Lo que se agudizará serán las grandes desposesiones temporales de carácter forzoso bajo la forma de servidumbres de hidrocarburos. Por otro lado, dependiendo de la magnitud de las explotaciones, es posible que también presenciemos desplazamientos poblacionales que liberarán mano de obra barata, cuya contratación en algún momento podrá ser utilizada por los asignatarios y contratistas como parte de las contraprestaciones para la ocupación de la tierra, la cual quedará sujeta a la negociación entre las partes. 25 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Bibliografía Antuñano Maurer, Alejandro de (comp.) (1993). “Ley Desamortizadora y de Crédito Agrícola”. En: Antología del Liberalismo Social Mexicano. México: Fundación Cambio xxi, pp. 60-75. Bazant, Jean (1971). Los bienes de la Iglesia en México (1856-1857). México: El Colegio de México. Botey, Carlota y Everardo Escárcega (coords.) (1988). Historia de la cuestión agraria mexicana. México: ceham/Siglo XXI Cámara de Senadores (2014). Exposición de Motivos de la Iniciativa con proyecto de Decreto por el que se expide la Ley de Hidrocarburos y se reforman diversas leyes. 28 de abril. emlhc. Castro, Pedro (2009). Álvaro Obregón, fuego y cenizas de la Revolución Mexicana. México: Era/Conaculta. Coatsworth, John S. (1976). El impacto económico de los ferrocarriles en el Porfiriato. México: Era. Concheiro Bórquez, Luciano y Héctor Robles Berlanga (2014). “Tierra, territorio y poder a cien años de la reforma agraria en México: lucha y resistencia campesina frente al capital”. En: Guillermo Almeira et al. (coords.). Capitalismo: tierra y poder en América Latina (1982-2012). México: uam-x, pp. 181-224. Diario Oficial de la Federación (2014). Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Energía (11 de agosto de 2014). Diario Oficial de la Federación (2014). Ley de Hidrocarburos (LHD). 11 de agosto, pp. 37-41. Diario Oficial de la Federación (2014) Reglamento de la Ley de Hidrocarburos (RLDH). 31 de octubre. Díaz y Díaz, Martín (1995). El régimen jurídico ambiental del subsuelo en México. México: iij- unam/pemex. Serie E: Varios, núm. 69, pp. 25-45. Si durante el Porfiriato los inversionistas nacionales y extranjeros tuvieron acceso libre a la explotación de los recursos del subsuelo por conducto del régimen de propiedad, ahora la entrada se les da por medio del otorgamiento de privilegios sobre el derecho de propiedad de la tierra, lo cual les permite gozar de un derecho de preferencia para su ocupación, incluso en contra de la voluntad de los propietarios, de tal suerte que pesa más la tenencia de un contrato de asignación de hidrocarburos que la de un título de propiedad. Como se acaba de mencionar, es probable que ello no acelere el proceso de desamortización (cuyo ritmo ha adquirido cierta dinámica), ni mucho menos el de la privatización, así como tampoco profundizará la desamortización de la propiedad en el plano vertical, pues el subsuelo sigue perteneciendo a la nación. No obstante, lo que ya se vislumbra es que, del mismo modo en que durante las dos décadas postreras del siglo xix se registró un despojo de las tierras comunales que seguían la ruta del tendido de la línea ferroviaria (Coatsworth, 1976), en la actualidad se ha puesto en marcha un proceso de desposesión selectiva de los derechos subjetivos inherentes a la propiedad de la tierra, acompañado de desplazamientos poblacionales, el cual se focalizará principalmente en las regiones identificadas con potencial para la explotación de hidrocarburos. Así, a diferencia de las leyes de minería y de generación de energía eléctrica y geotérmica —a las que también se les otorga el rango de actividades de interés social y orden público—, la Ley de Hidrocarburos establece mecanismos que consuman y agilizan una desposesión temporal de la tierra, forzando a sus propietarios a someterse a condiciones leoninas para su desalojo, de ahí que será la que mayores repercusiones tenga en materia agraria durante los años venideros. Queda por ver cuál será la respuesta de los grupos sociales afectados. 26 Departamento de Sociología Rural / UACh Encinas, Alejandro (coord.). Juan de la Fuente, Horacio Mackinlay y Emilio Romero (comps.) (1995). El campo mexicano en el umbral del siglo xxi. México: Espasa Calpe. Florescano, Enrique e Isabel Gil Sánchez (1981). “La época de las reformas borbónicas y el crecimiento económico, 1750-1808”. En: Historia General de México. El Colegio de México, pp. 471-589. Hamilton, Nora (1998). México: Los límites de la autonomía del Estado. México: Era. Colección Problemas de México. Harvey, David (2004). El nuevo imperialismo, acumulación por desposesión. Socialist Register, Buenos Aires, flacso. Knowlton, Robert J. (1991). “La individualización de la propiedad corporativa civil en el siglo xix – Notas sobre Jalisco”. En: Los pueblos de indios y de comunidades. México: El Colegio de México. Lecturas de Historia Mexicana, pp. 121-143. López Bárcenas, Francisco y Mayra Montserrat Eslava Galicia (2011). El mineral o la Vida (La legislación minera en México). México: coapi. Mackinlay, Horacio (1994). “Las reformas de 1992 a la legislación agraria. El fin de la reforma agraria mexicana y la privatización del ejido”. En: Polis 93. Anuario de Sociología. Departamento de Sociología, uam-Iztapalapa, pp. 117-177. Mackinlay, Horacio (1991). “La política de reparto agrario en México (19171992) y las reformas al artículo 27 constitucional”. En: Procesos rurales y urbanos en el México actual. México: uam, pp 99-127. Merchand Rojas, Marco Antonio (2013). “El Estado en el proceso de acumulación por desposesión favorece las transnacionalización de la minería de oro y plata en México”: Paradigma Económico, Año 5, número 1, enerojunio 2013, pp. 107-141. Palomar de Miguel, Juan (1981). Diccionario para juristas. México: Mayo Ediciones. Peñiche López, Edgardo (1972). Introducción al Derecho. México: Porrúa. Pérez Castañeda, Juan Carlos (2002). El nuevo sistema de propiedad agraria en México. México: Palabra en Vuelo. Pérez Castañeda, Juan Carlos (1997). “La segunda etapa de la desamortización en México”, trabajo presentado en el Premio Nacional de Estudios Agrario 1997, organizado por la Procuraduría Agraria y acreedor al segundo lugar en la categoría de ensayo, mimeo (no publicado). Pérez Castañeda, Juan Carlos y Horacio Mackinlay (2014). Amortización y desamortización: conceptos y formas. Mimeo. Radding, Cynthia (1995). Entre el desierto y la sierra, las naciones o’ dham y tegüima de Sonora, (1830-1840). Colección Historia de los pueblos indígenas de México. México: ciesas-ini. Registro Agrario Nacional (ran). [http://www. ran.gob.mx/ran/pdf/Delegaciones/ SituacionAgraria.pdf]. Robles Berlanga, Héctor (2009). Saldos de las reformas de 1992 al artículo 27 constitucional. México: cedrssa/ Cámara de Diputados. Rojina Villegas, Rafael (1963). Compendio de Derecho Civil (Bienes, derechos reales y sucesiones). México: Porrúa. Sánchez Díaz, Gerardo (1989). “Los vaivenes del proyecto republicano, 1824-1855”. En: Historia general de Michoacán. México: Gobierno del Estado de Michoacán, tomo iii, pp. 3-25. San Juan Victoria, Carlos y Velázquez Ramírez, Salvador (1987). “El Estado y las políticas económicas del porfiriato”. En México en el siglo XIX (1821-1910), Ciro Cardoso (coordinador): Nueva Imagen, pp. 277-313. 27 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Tribunal Superior Agrario (2011). “Ley Agraria”. Revista de los Tribunales Agrarios. Núm. 55, Segunda Época. Año viii. Vázquez, Josefina Zoraida y Lorenzo Meyer (1982). México frente a Estados Unidos, un ensayo histórico (1776-1980). México: El Colegio de México. Velasco Toro, José (1979). “Indigenismo y rebelión totonaca de Papantla, 18851896”. En: América Indígena. Vol. xxix. Núm. 1, México: Instituto Indigenista Interamericano, pp. 81-105. Vos, Jan de (1994). Historia de los pueblos indígenas de México. Vivir en Frontera. La experiencia de los indios de Chiapas. México: ciesas/inah. 28 La servidumbre legal y administrativa de hidrocarburos: una nueva forma de expropiación Estela Cessa Flores1 Resumen El 11 de agosto de 2014 fue publicada la Ley de Hidrocarburos como parte de un paquete mayor conocido como Reforma Energética, la cual, en términos prácticos, privatiza la industria energética nacional. En el presente artículo se hace una revisión del capítulo iv (Uso y Ocupación Superficial de Tierras) de dicha Ley y se analizan las formas en que se procede al uso de tierras bajo cualquier régimen de propiedad, por encima de la decisión de sus propietarios mediante la Servidumbre de Hidrocarburos, que constituye una nueva forma de expropiación de la tierra. Key words: ownership of land, energy reform, Legal easement of hydrocarbons, looting. Introducción El nuevo sexenio sorprendió a los mexicanos con un paquete de reformas “de gran calado” —como lo definió el Presidente de la República—, que erosionan una a una las garantías sociales conquistadas mediante la Revolución. Los afectados directos ignoran las implicaciones de la Reforma Energética recién aprobada, pues ésta opera bajo un entramado de mecanismos confusos, entre los que se destacan: 1) la incorporación de conceptos nuevos que, además, son centrales en la redacción de los diferentes documentos que la componen; 2) la creación de un régimen especial que permite a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad organizarse y funcionar bajo sus propias leyes, y 3) la primacía de la actividad energética sobre cualquier otra de tipo lucrativa por ser “clave en el desarrollo del país” (2o Informe de Gobierno, 2014). La información confusa, así como las declaraciones con alto grado de optimismo que enfatizan los beneficios de la Reforma Energética, no permiten al ciudadano entender en qué consiste la reforma y cuáles son sus afectaciones naturales y sociales. En el proceso de análisis previo a la aprobación de la reforma, realizado por el Poder Legislativo, la parte opositora no logró incorporar cambios stustanciales a la Ley. La mayoría del Congreso, por el contrario, precisó algunos artículos para consolidar el despojo de Palabras clave: Tenencia de la tierra, Reforma Energética, servidumbre de hidrocarburos, despojo. Abstract Overview on 11 August of 2014 was posted the hydrocarbons law as part of one greater package known as the “energy reform” which, in practical terms, privatized the national energy industry. This article is an accurate revision of chapter IV use and surface occupation of lands of the law and discussed the ways in which proceeds to the use of land under any regime of property above the decision of their owners through the legal easement of hydrocarbons which constitutes a new form of expropriation of the land. 1 Estudiante del Doctorado en Ciencias Agrarias en el Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo, Correo electrónico: [email protected] 29 Artículos y Ensayos de Sociología Rural tierras, de hidrocarburos, de riqueza del subsuelo y de recursos naturales mediante la vía de la legalidad. La Reforma Energética va en contra de la soberanía del país, al aumentar la dependencia energética y, con ello, la imposibilidad de desarrollar tecnología propia para impulsar el uso de energías alternativas, a la vez que acelera el agotamiento de las reservas de petróleo nacionales. Los factores dignos de análisis son variados, por lo cual este trabajo se centrará en las afectaciones al medio rural, las cuales derivan sobre todo del Capítulo iv: Uso y Ocupación Superficial de la Ley de Hidrocarburos, en los artículos 100 al 117, que dan carta abierta al uso de suelo por encima de la decisión de los tenedores, propietarios, ejidatarios y comuneros. Respecto a la afectación a las tierras y a las distintas formas de propiedad, se señalan cuatro elementos: iniciativa de Ley y los dictámenes elaborados por el Poder Legislativo de la Federación. Del concepto servidumbre El concepto servidumbre no es privativo de la actividad energética, existen muchos tipos, y éstos son entendidos como “afectaciones en el cambio de uso de suelo del terreno de una persona para que otra persona pueda realizar actividades sobre ella, pueden ser temporales o a perpetuidad” (mem, 2008: 11), dependiendo del bien del suelo o subsuelo que se requiere extraer o explotar. En la legislación de otros países, se utilizan términos semejantes a los incluidos en la Ley de Hidrocarburos, entre ellos el de servidumbre; por ejemplo, la legislación venezolana establece: Las servidumbres que se requieren para las actividades con los hidrocarburos, son una especie de servidumbres administrativas, ya que como se explicará posteriormente, las mismas tienen su naturaleza en la propia Ley, se realizan para la constitución de una actividad de utilidad pública, pueden ser ejercidas coactivamente, y para su constitución y ejercicio el Estado se vale de potestades de carácter exorbitante. (Medina, 2003: 9) i) La actividad de exploración y extracción que afecta cualquier forma de propiedad de la tierra; ii) la negociación en términos desiguales, iii)la aplicación de un régimen especial que dota de autoridad sobre las diferentes formas de propiedad, y iv) los riesgos ambientales que pueden derivar de las actividades de extracción de hidrocarburos, las cuales están sujetas a la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del sector hidrocarburos. Para el caso de México, la servidumbre se entiende como “la ocupación temporal o permanente de bienes, cuando éstos sean de interés social y de orden público” (Secretaría de Energía, 2014) Se considera diferente de la expropiación, porque existe la posibilidad de que el propietario original recupere terrenos, bienes o derechos una vez terminado el contrato de uso y ocupación. Asimismo, puede renovarse el contrato si la empresa productiva del Estado manifiesta su voluntad de seguir realizando actividades en el predio en cuestión. Esta consideración no es suficiente, porque si bien con la expropiación del terreno, bien o derecho existe un pago por indemnización al Es importante señalar que, aunque el tema es de gran relevancia, la información es escasa, debido, sobre todo, a que los acontecimientos son recientes —apenas el 11 de agosto de 2014 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, el decreto por el que se expide la Ley de Hidrocarburos y se reforman diversas disposiciones de la Ley de Inversión Extranjera, así como la Ley Minera y la de Asociaciones Público Privadas—; por ello, este análisis se basa en la revisión de textos oficiales, tales como la 30 Departamento de Sociología Rural / UACh propietario, poseedor o titular, en la servidumbre hay mayores oportunidades de negociar un pago de indemnización o compensación mediante el acuerdo entre las partes; existen también maneras de ignorar estos reglamentos y de pasar a la siguiente fase, es decir, el trámite de una servidumbre por la vía legal o administrativa, en la cual se despoja de su predio a alguna persona, y por el carácter de la servidumbre no existe pago por afectación o por uso de suelo. La servidumbre termina operando como una forma de expropiación, pero con mayor posibilidad de evitar el pago por el usufructo del derecho, bien o terreno. Es una nueva forma de despojo, una expropiación sin pago. bienes o derechos y los asignatarios o contratistas. El artículo citado con anterioridad no es explícito en las formas de propiedad que pueden ser sujetas de exploración y extracción vía la contraprestación; sin embargo, tras la discusión del proyecto de ley en la Cámara de Senadores, se modificó para quedar como sigue: La contraprestación, los términos y las condiciones para la adquisición, uso, goce o afectación de los terrenos, bienes y derechos necesarios para realizar las actividades de Exploración y Extracción de Hidrocarburos serán negociados entre los propietarios, poseedores o titulares de dichos terrenos, bienes o derechos, incluyendo derechos reales, ejidales o comunales y los asignatarios o contratistas. Tratándose de propiedad privada, además podrá convenirse la adquisición. La actividad de exploración y extracción afecta cualquier forma de propiedad de la tierra La Reforma prevé una serie de mecanismos administrativos que, bajo la figura de Servidumbre Legal de Hidrocarburos y de ocupación temporal de tierras, permiten las actividades de exploración o extracción. Los procesos de despojo se perfeccionaron a medida que la iniciativa del Gobierno Federal sorteaba el cabildeo en las Cámaras de Senadores y Diputados. Un ejemplo muy claro es el capítulo iv, en el cual se definen los mecanismos para el Uso y Ocupación Superficial de Tierras; luego del análisis de las dos cámaras del Congreso de la Unión, en el mismo se especifican forma y modalidad de uso, figura jurídica y tipo de propiedad que puede ser sujeta de exploración y extracción. Textualmente, la iniciativa de Ley emitida por la Presidencia de la República decía: La última redacción de este artículo fue aceptada por el Congreso de la Unión y se firmó para legitimar el uso de cualquier forma de tenencia de la tierra: ejidal, comunal y propiedad privada. El tipo de servidumbre u ocupación no lo define el dueño, poseedor o titular —ni siquiera el asignatario o contratista—, éste es definido por el proyecto de asignación de áreas para exploración y extracción, con la aprobación de la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, bajo las figuras de arrendamiento, servidumbre voluntaria, ocupación superficial, ocupación temporal, compraventa y/o permuta. Un concepto fundamental en el proceso de negociación —y que no está claramente definido— es el de contraprestación. De acuerdo con el texto vigente de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, publicada el 11 de agosto de 2014, se define textualmente: “Contraprestación: aquella que se establezca en cada Contrato a favor del Estado o del Contratista”. En el texto de la Ley de Hidrocarburos se contemplan todas las La contraprestación, los términos y las condiciones para la adquisición, uso, goce, o afectación de los terrenos, bienes y derechos necesarios para realizar las actividades de Exploración y Extracción de Hidrocarburos serán negociados entre los propietarios, poseedores o titulares de dichos terrenos, 31 Artículos y Ensayos de Sociología Rural posibles situaciones que pueden impedir celebrar un acuerdo y contrato entre propietarios y titulares —asignatarios y contratistas—, pero no se estipulan, con carácter de obligatoriedad, los compromisos que adquiere la empresa encargada de realizar las actividades de exploración y extracción. analfabetas funcionales (Schmelkes, 2014). Los analfabetas funcionales son personas que, a pesar de saber leer, tienen dificultad para comprender el contenido de un texto por la poca práctica de lectura. En estas condiciones no se puede llevar a cabo una negociación en términos de equidad; es decir, cuando el propietario o titular del terreno, bien o derecho del que se trate, no sabe leer y escribir o es analfabeta funcional, tiene gran dificultad para conocer directamente la información del proyecto a desarrollar, y, pese a que la ley obliga al asignatario o contratista a explicar el proyecto en cuestión, se intuye que la explicación enfatizará los aspectos positivos del proyecto, minimizando los riesgos, consecuencias o afectaciones con el fin de obtener fácilmente la firma del titular o propietario. “El ejido, los ejidatarios, comunidades o comuneros pueden solicitar asesoría o en su caso representación a la Procuraduría Agraria, a fin de entender de manera precisa las condiciones del acuerdo propuesto por el asignatario” este órgano tiene un margen de acción limitado, se encuentra subordinado a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (sedatu) y su participación sólo es válida para ejidos y comunidades que no son todas las formas de propiedad que existen en México. Es necesario enfatizar que estas propiedades están insertas en un área mayor ya concesionada por la Comisión Nacional de Hidrocarburos, una “Empresa Productiva del Estado”2 y este antecedente genera confusión y desconcierto entre la población rural, pues suponen que la tierra ya fue otorgada, circunstancia ante lo cual no hay nada que hacer. De llegar a un acuerdo, la Secretaría de Energía -con aprobación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano- define los lineamientos y modelos de contrato a los que deben sujetarse las partes. Negociación en términos desiguales Los mecanismos de negociación para dar paso al uso y ocupación superficial de tierras para la actividad de exploración y extracción de hidrocarburos contenidos en el artículo 105 de esta ley se desarrollan en un marco de inequidad. En primer lugar, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (cnh) —organismo creado para poner en práctica gran parte de las nuevas reglamentaciones que operan bajo un régimen especial— es la responsable de desarrollar, administrar y publicar la información técnica sobre las áreas sujetas a exploración y extracción que, mediante licitación, se otorgarán a “empresas productivas del Estado”. En una segunda fase, el asignatario o contratista es quien abre el proceso de negociación al manifestar por escrito, al titular o propietario, la intención de uso del terreno bajo cualquiera de las modalidades establecidas en la Ley de Hidrocarburos. Tiene, además, la obligación de mostrar y describir el proyecto con el amparo de la asignación o contrato, así como de explicar los alcances, consecuencias y beneficios generados en caso de ejecutar las actividades de exploración y extracción. En este proceso de negociación, se apela a la transparencia y a la legalidad; sin embargo, en términos prácticos hay situaciones no establecidas en el marco regulatorio que pueden incidir, orientar y entorpecer el proceso. A continuación, se analizan algunas. La primera de ellas es el grado de analfabetismo en el medio rural. De acuerdo con la unesco, en las zonas rurales de México la tasa de analfabetismo alcanza hasta 50.3% de la población, del cual 27% está en zonas indígenas, además de un número inestimable de 2 La legislación secundaria aprobada crea la figura de Empresas Productivas del Estado, lo que les dará un carácter empresarial, así como un régimen especial nuevo y separado del resto de las entidades paraestatales. [http://www.energia.gob.mx/webSener/leyes_Secundarias/9214. html]. Este vocablo ha generado mucha polémica, porque no se alcanza a distinguir entre el esquema público y el privado. 32 Departamento de Sociología Rural / UACh Para el caso de las comunidades indígenas, lo dispuesto en el capítulo iv, sobre el Uso y Ocupación Superficial del Suelo, será aplicable tomando en cuenta los derechos que la Constitución, las leyes y los tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano reconocen a las comunidades indígenas. Este reconocimiento no pasa de ser una buena intención, porque ante el Tratado de Libre Comercio y la consideración especial a la actividad energética, como prioridad para el desarrollo de México y de utilidad pública, los derechos humanos e indígenas se subordinan a los intereses económicos particulares, por lo que el despojo se consolida mediante una negociación forzada. ¿Cómo procede esta negociación forzada? La Ley de Hidrocarburos, en su artículo 106, mandata que: “en caso de no existir un acuerdo entre las partes, transcurridos 180 días naturales contados a partir de la fecha de recepción del escrito, en donde se manifiesta la intención de uso, goce o afectación de la tierra, el Asignatario o Contratista podrá promover una servidumbre legal ante el juez de distrito en Materia Civil o ante el Tribunal Agrario competente, o, en su defecto, solicitar a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano que actúe como ‘mediador’, con el fin de continuar el proceso de contraprestación.” (Minuta a la Ley de Hidrocarburos, 19 julio 2014) La sedatu debe intervenir para que las partes alcancen una solución aceptable y voluntaria. Su mediación es muy cuestionable —funge como juez y parte—, pues la Ley le otorga demasiadas y variadas atribuciones, como son: paquete de la Reforma), y con esa base formular la propuesta de contraprestación. • Y, en el último de los casos, al no haber acuerdo entre las partes en un plazo de 30 días naturales contados a partir de la fecha de la propuesta de contraprestación, podrá tramitar ante el Ejecutivo Federal —por mandato de la Secretaría de Energía— una Servidumbre Legal de Hidrocarburos por vía administrativa. La sedatu está subordinada a la Secretaría de Energía, por lo tanto es comprensible que su mediación sea parcial. Funge como facilitadora del proceso de contraprestación mediante facultades que le permiten dirigirlo y que terminan por allanar el camino del asignatario o contratista. Asimismo, la Ley establece que debe existir un tabulador del valor promedio de la tierra, de acuerdo con las distintas zonas del país, el cual debe mantener actualizado el Instituto de Administración y Avalúo de Bienes Nacionales, con el fin de que se utilice como la base para el proceso de negociación entre propietarios, tenedores o poseedores y el asignatario y contratista; sin embargo, el valor de la tierra que se determine en caso de compra-venta no puede ser inferior al valor comercial del predio. Ahora, tomando en cuenta que en las últimas dos décadas el valor de las actividades agropecuarias ha mermado mucho, comercialmente su valor es bajo y éste es un criterio determinante cuando se acuerda la adquisición o contraprestación. De acuerdo con los tabuladores establecidos, el asignatario ofrece el precio más bajo posible al iniciar el proceso de negociación, pues existe la obligación de entregar la tierra; de esta manera, si al término de 30 días la servidumbre voluntaria no procede por acuerdo, la servidumbre legal de hidrocarburos puede hacerlo por vía jurisdiccional o administrativa. La obligación de entregar la tierra se encuentra latente mediante procedimientos legales, pero dolosos; las condiciones para proceder al uso de tierras son muy precisos en la Ley de Hidrocarburos • Dar su aprobación para definir lineamientos y modelos de contrato entre las partes. • Sugerir el monto de contraprestación de los bienes en cuestión. • Sugerir la modalidad de uso, goce o afectación. • Solicitar avalúo al Instituto de Administración y Avalúo de Bienes Nacionales (creado también dentro del 33 Artículos y Ensayos de Sociología Rural en su capítulo iv; en cambio los mecanismos de defensa del titular o propietario son laxos y confusos. las demás disposiciones del derecho mercantil y civil. En materia jurídica, este régimen especial permite que el Estado ceda el control del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos a empresas privadas, la mayoría de las cuales son trasnacionales. Un régimen especial Crear un régimen especial permite pasar por alto una serie de reglamentos y leyes generales en materia de propiedad de la tierra, en materia energética, en cuanto a derechos humanos y en lo que respecta a la legislación ambiental. La Presidencia de la República declaró que, con el fin de modernizar a Petróleos Mexicanos (pemex), así como hacerla una empresa productiva, rentable, eficiente y comercialmente exitosa, era necesario adoptar un marco jurídico flexible, con principios de derecho privado y de mínima regulación (Pricewaters House, 2014). Para ello, sometió a consideración del Legislativo nuevas leyes de ingresos sobre hidrocarburos y del Fondo Mexicano del Petróleo, junto con las modificaciones a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria que regirá a pemex y la Comisión Federal de Electricidad (cfe), las cuales se convierten en “empresas productivas del Estado con un régimen especial distinto” respecto al de los órganos de gobierno en términos fiscales. El nuevo régimen en un principio establece: “Se aplicará a las actividades y proyectos relacionados con actividades sustantivas de carácter productivo que, de acuerdo a lo establecido en el artículo 27, incluyen la petroquímica distinta de la básica, que en el reglamento de pemex se denomina como la Industria Petrolera Estatal”. En el caso de las actividades no incluidas en esta clasificación, se les aplicará el régimen jurídico general; en aquellas sí declaradas, se manejará un régimen especial, y en las indefinidas, se tendrá que determinar si una actividad forma parte de la cadena productiva y de valor de la industria. Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad se regirán, como cualquier empresa privada, por lo señalado en sus estatutos sociales (en este caso sus respectivas leyes), así como por La Legislación Secundaria establece que se formarán empresas totalmente privadas, con los recursos de la nación, por lo cual estas empresas extranjeras se quedarán con la renta y utilidades del petróleo y la electricidad y no serán empresas públicas, sino empresas privadas sujetas al derecho privado-mercantil, por lo que el pueblo de México, el Estado Mexicano, el Poder Legislativo y Judicial, no tendrán capacidad de exigir cuentas y ni siquiera información de su desempeño sobre bienes, infraestructura e industrias que pertenecen a la Nación. (Montoya, 2014). Aunque el artículo 101 de la Ley de Hidrocarburos establece porcentajes mínimos y máximos a pagar por la contraprestación bajo cualquier modalidad de uso, goce o afectación de un predio, éste sólo opera si el proyecto es para extracción comercial una vez que el asignatario o contratista haya descontado los pagos al Instituto Mexicano del Petróleo. Desde el inicio del artículo 101, se proponen una serie de acciones para una negociación transparente; sin embargo, en todos sus incisos se da la pauta para que sea el asignatario quien proponga las condiciones del acuerdo o negociación. Riesgos ambientales Como preámbulo al capítulo referente al Uso y Ocupación Superficial de Tierras, en el artículo 99 se reserva el derecho al Estado para “otorgar concesiones, licencias o permisos para la exploración, extracción y aprovechamiento de recursos naturales distintos de los Hidrocarburos dentro de las áreas comprendidas en los títulos de Asignación, Contratos para la Exploración y Extracción”. Las implicaciones de este artículo 34 Departamento de Sociología Rural / UACh han sido poco discutidas por las organizaciones campesinas y por ambientalistas y especialistas en la materia, a pesar de ser el más artero ecocidio en la historia del país, ya que, dentro de una misma área pueden extraerse hidrocarburos, agua, vegetación y recursos minerales, así como permitirle a una o varias empresas usufructuar los bienes de la nación. Esta forma de explotación de los recursos no está sujeta a ninguna reglamentación, por insertarse en un régimen especial y estar sujeta al artículo 95 de la Ley de Hidrocarburos. En dicho artículo se establece que la industria de hidrocarburos es de exclusiva jurisdicción federal; es decir, sólo el Gobierno Federal puede dictar las disposiciones técnicas, reglamentarias y de regulación en la materia, incluyendo las relacionadas con el desarrollo sustentable, el equilibrio ecológico y la protección al medio ambiente en el desarrollo de la industria. El paquete legislativo incluyó la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat). Esta medida debilita la política ambiental, ya que la agencia es un órgano desconcentrado con autonomía técnica y de gestión, con atribuciones de regulación y supervisión, pero cuyo titular será designado por el Ejecutivo. Bajo el régimen especial al que se sujeta la Ley de Hidrocarburos y la creación de la Agencia, quedan rezagadas la Ley de Cambio Climático, la Ley Federal de Aguas Nacionales y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente. Este hecho representa un gran retroceso para la legislación ambiental mexicana; otorga prioridad a la actividad de extracción de petróleo y gas natural a las “empresas productivas del Estado”, por encima de cualquier otro uso del territorio. Pone en riesgo áreas naturales protegidas, áreas forestales y permite el uso de aguas para la actividad de fractura hidráulica. Las opiniones en favor de la reforma aseguran que las actividades de la industria energética no generan daños al medio ambiente y que esto se puede prevenir implementando medidas de seguridad en instalaciones, equipos e infraestructura, acatando las mejores prácticas internacionales. Cabe mencionar que no existen en la legislación criterios específicos que obliguen a las empresas a realizar estudios de riesgo ambiental o evaluación de impacto del mismo. En el supuesto de que el gas natural sea más “limpio” -con el fin de convencer a la población de los beneficios de la reforma-, la experiencia internacional demuestra que no puede ser amigable con el ambiente por el alto consumo de agua y la contaminación de la misma con sustancias químicas en el proceso de extracción. En países como Rumania y Polonia se han registrado fuertes protestas en contra de la fractura hidráulica. Asimismo, habitantes de Estados Unidos se manifestaron en favor de México, pidiendo que se detuviera el proceso de apertura a esta dañina tecnología que consume grandes cantidades de agua, las cuales se vuelven inservibles por mezclarse con sustancias químicas altamente contaminantes. A pesar de que la Ley de Hidrocarburos contempla un capítulo (vii) respecto a la seguridad industrial y protección al medio ambiente, el cual consta de dos artículos contenidos en tres párrafos, las acciones y los criterios de responsabilidad para las empresas que realicen actividades de exploración y extracción son bastante ambiguos, pues no prevén todas las situaciones de riesgo ecológico y de afectación del medio ambiente en que pueden incurrir las empresas; al contrario, éstas consideran un mínimo de riesgo. En este tema, se refleja — en su máxima expresión— la pretensión del Gobierno Federal: “Marco jurídico flexible, bajo principios de derecho privado y de mínima regulación”. Como agregado, se debe considerar que, de acuerdo con el tlcan, en su artículo 1106, no se puede obligar a los inversionistas extranjeros a dar divisas al país, transferir tecnología, comprar materias primas a proveedores nacionales, ni a pagar impuestos en México; por lo tanto, es 35 Artículos y Ensayos de Sociología Rural prácticamente imposible exigir a una de estas empresas reparación de daños ambientales. limpios y baratos, carece de soporte si se analizan los precios internacionales de los hidrocarburos, ya que, con menos autonomía e intervención del Estado, la industria energética mexicana se encuentra a la deriva, a merced del mercado internacional. Así, los impactos positivos en el plano económico que traerá la Reforma Energética no se han podido justificar; en cambio, se vislumbran altos costos sociales y ecológicos en la aplicación del paquete de leyes que la conforman. Debido a la novedad del tema, no hay muchos casos prácticos en donde puedan evaluarse las repercusiones de la aplicación de la Ley de Hidrocarburos; sin embargo, es necesario estudiar con mayor profundidad el tema a partir de la revisión de los textos oficiales que integran la Reforma Energética. Conclusiones De acuerdo con lo analizado, se proponen algunas conclusiones. La Servidumbre Legal o Administrativa de Hidrocarburos es una nueva forma de expropiar los recursos energéticos, minerales y naturales del país; no sólo se da la explotación de la tierra, sino que ésta se extiende a los recursos naturales, por medio de la legislación y del Estado, el cual se reserva el derecho de concesionar vastas extensiones de tierra a empresas extranjeras para extraer recursos del subsuelo o cualquier recurso natural contenido en el área de asignación. La servidumbre Legal o Administrativa de Hidrocarburos es una forma de transformar la propiedad social en propiedad de corporaciones extranjeras con el aval del Estado mexicano; permite la consolidación del despojo de tierras, agua y riquezas del subsuelo en favor de empresas privadas y extranjeras. En suma, se consolida la explotación extrema de los recursos del subsuelo. El capítulo iv de la Ley de Hidrocarburos establece a detalle las condiciones necesarias para encaminar al poseedor o propietario a que acepte la contraprestación por el uso de tierras. La sedatu es un organismo facilitador del proceso, pues, en lugar de fungir como mediador, es legitimador de una negociación forzada, ante la cual los propietarios o poseedores de la tierra carecen de elementos claros para su defensa, pues las condiciones contempladas en la legislación son laxas y confusas. El régimen especial bajo el cual se rige la industria petrolera y energética del país constituye un retroceso en materia legislativa, pues relega diversas leyes de tipo ambiental y otorga libertad a las Empresas Productivas del Estado para operar en términos estrictamente mercantiles, sin ser sujetos de auditoría o rendición de cuentas. La idea de que la Reforma Energética traería beneficios para el pueblo, para los ciudadanos, así como la promesa de acceder a combustibles más Bibliografía citada Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2014). Ley de Ingresos sobre hidrocarburos. 11 de agosto de 2014. Consultado en: [http:// www.normateca.gob.mx/ Archivos/66_D_3906_20-08-2014. pdf]. Diario Oficial de la Federación (2014). Decreto por el que se expide la Ley de Hidrocarburos y se reforman diversas disposiciones de la Ley de Inversión Extranjera; Ley Minera y Ley de Asociaciones Público Privadas. México. 11 de agosto de 2014. Medina, Luis (2003). Análisis del fundamento constitucional del procedimiento judicial para el ejercicio de servidumbres necesarias para la ejecución de actividades relacionadas con los hidrocarburos, según el ordenamiento jurídico venezolano. Tesis de grado. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello. Ministerio de Energía y Minas (mem) (2008). Compensación, indemnización y Servidumbre. (Documento de difusión) Perú: Dirección General de Hidrocarburos. 36 Departamento de Sociología Rural / UACh pwc.com/es_MX/mx/internationalbusiness-center/archivo/2014-04infrastructure.pdf]. Schmelkes, Silvia (2014). “El proceso alfabetizador”. En: Revista México Social. Núm. Especial. Septiembre 2014. Consultado en: [http://www.mexicosocial. org/index.php/secciones/especial/ item/608-el-proceso-alfabetizador]. Secretaría de Energía. [http://www.energia.gob. mx/webSener/leyes_Secundarias/9214. html]. Senado de la República, 19 julio de 2014; Dictamen de las Comisiones Unidas de Energía y de Estudios Legislativos, Primera Minuta, por el que se expide la Ley de Hidrocarburos y se reforman diversas disposiciones de la Ley de Inversión Extranjera; Ley Minera y Ley de Asociaciones Público Privadas. Montoya, Alberto (2014). Impacto de la Reforma energética en el campo. Ponencia presentada en el Foro Nacional para una Reforma Progresista del Campo Mexicano. Xochitepec, Morelos, 1 y 2 de agosto de 2014. Presidencia de la República (2014). Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se expiden la Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión Federal de Electricidad y se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, la Ley de Adquisiciones Arrendamientos y Servicios del Sector Público y la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas. Consultado en: [http://cdn. reformaenergetica.gob.mx/4-ley-depetroleos-mexicanos.pdf]. Pricewaters House, S.C. (2014). Resumen del Plan Nacional de Desarrollo 20132018. Consultado en: [http://www. 37 Por una Reforma Rural Integral. Notas sobre los avances de la reforma del campo Ernesto Ladrón de Guevara Alafita1 Introducción Por los tiempos establecidos en la edición y publicación de esta revista, y toda vez que la llamada Reforma del Campo es aún una moneda en el aire, en esta primera parte se analizan las condiciones que dieron origen a dicha reforma; en la segunda se retoman los elementos para el diagnóstico del campo mexicano de distintas instituciones e instancias públicas, sociales y privadas, las cuales coinciden en que el campo mexicano atraviesa por una situación de emergencia; en el siguiente apartado se analizan algunas propuestas del movimiento campesino, así como los diferentes escenarios posibles para los cambios en el campo. Se pretende, en un segundo momento, cuando el Gobierno Federal presente la esperada reforma, proceder al análisis de dicha propuesta, como la segunda parte de este trabajo, ya que se avisó para el mes de septiembre esta iniciativa sin haberse presentado a la fecha. Se incorporan algunas referencias bibliográficas que aún son escasas, debido a la novedad del tema, pues únicamente existen algunos manifiestos de los diferentes bloques campesinos, trabajo conjunto de legisladores, instituciones y organizaciones campesinas que se encuentran en proceso de publicación o en versiones electrónicas. Debido a esto, se trata, en buena medida, de un caso de observación participante, debido al conocimiento de primera mano que el autor tiene de este tema. Caracterización de la Reforma del Campo Si tuviéramos que caracterizar la Reforma del Campo avisada por el gobierno federal y el contexto del momento en que se presentó, habría que destacar dos características: a) De todas las reformas presentadas por el licenciado Enrique Peña Nieto (11 en total), ésta es la única de la cual no se han definido su contenido y alcances. b) A diferencia del 2003, donde a raíz del “Movimiento el Campo No Aguanta Más” se pudo concretar la firma del Acuerdo Nacional para el Campo, ahora el aviso de reforma se presentó ante un escenario de desmovilización y descoordinación de las organizaciones campesinas. Si bien actualmente hay capacidad de propuesta, esta situación determinó otro tipo de negociación. Cabe destacar que, en los últimos meses (de junio a la fecha), la situación del movimiento campesino ha cambiado, pues se han realizado varias movilizaciones y manifestaciones demandando una nueva política rural. Los hechos y las acciones para la reforma del campo A continuación se presentan diferentes hechos y acciones que de alguna manera definen en qué punto estamos y cómo, a la vez, estos hechos podrían apoyar los diferentes escenarios posibles para anticipar qué pasará con la llamada Reforma del Campo. 1 Secretario Técnico de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado de la República. Correo electrónico: [email protected] 38 Departamento de Sociología Rural / UACh Primero: El licenciado Enrique Peña Nieto, en el acto agrario del 6 de enero en el puerto de Veracruz anunció que para 2014 se presentaría una profunda reforma para el campo mexicano; expresamente señaló: la reforma al artículo 27 constitucional de 1992 sólo significó la privatización de 3% de las parcelas ejidales. Esta declaración generó reacciones inmediatas de los diferentes actores sociales, al evidenciar que el propósito central de apoyar la privatización era disponer de las tierras necesarias para apoyar las reformas aprobadas anteriormente. […] 2014 debe ser un año que nos permita ir avanzando, insisto, de manera gradual, pero a paso firme, sin treguas, en la materialización de todo lo que se ha logrado. Y, también, debe ser un año que nos permita cerrar la brecha, sobre todo de cambios que aún hace falta llevar a cabo, en la instrumentación de la Legislación Secundaria a grandes cambios constitucionales que tuvieron lugar en el 2013, también a nuevos temas que deben de ser impulsados en este año, especialmente el del campo mexicano. […] quiero reiterar ante ustedes mi compromiso de impulsar en 2014, una profunda reforma del campo, que lo ponga al día y que lo haga más competitivo. A través del diálogo y el trabajo conjunto con las organizaciones campesinas y los Legisladores, este año impulsaremos la transformación al marco jurídico del sector agropecuario.2 Tercero: Otros actores sociales, como senadores (17), diputados federales (10), dirigentes de organizaciones campesinas (8), rectores (3) y ex rectores (5) de universidades rurales, enviaron una carta al Presidente de la República proponiendo la transparencia en el proceso de la reforma del campo, la incorporación de varias propuestas y la demanda de realizar un proceso amplio de participación social.3 Cuarto: En el Encuentro Nacional con Organizaciones Rurales, realizado el 5 de marzo en Manzanillo, Colima, el Presidente de la República definió con más claridad la reforma del campo como un cambio de políticas públicas sin trastocar la estructura agraria del país. En este sentido señaló: Evidentemente, el anuncio se dio al calor de la reforma energética promulgada 15 días antes (el 20 de diciembre de 2013). Como lo señaló en su discurso, la propuesta debía ser la continuidad de esos cambios constitucionales, y es muy claro y enfático al señalar que se trataría de una profunda reforma del campo, apoyada en el trabajo conjunto con organizaciones campesinas y legisladores. […] en donde coincidimos en la necesidad realmente de hacer ajustes en todo lo que permita, realmente lograr que tengamos un campo más productivo, más rentable, sustentable y que genere condiciones de vida digna a quienes viven y dependen de la actividad del campo. […] El compromiso que tiene el Gobierno de la República de hacer del campo una de sus mayores prioridades. De, realmente, emprender una reforma del campo, entendida como el acuerdo y el consenso necesario que nos permita hacer ajustes, tanto en las políticas públicas, como en los distintos ordenamientos legales, a partir de la experiencia que hemos vivido en la aplicación de las mismas normas; y Segundo: El licenciado Enrique Martínez y Martínez, Secretario de sagarpa, declaró el 8 de enero del presente año que la reforma del campo debía ser un cambio que acelerara, principalmente, la aplicación del dominio pleno sobre los derechos agrarios parcelarios, ya que 2 Discurso de Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en el acto agrario del 6 de enero de 2014, en el Puerto de Veracruz. 3 Carta a Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos sobre la Reforma del Campo. 39 Artículos y Ensayos de Sociología Rural que realmente nos permita liberar potencial, fortaleza y crecimiento de la actividad del campo. He escuchado con gran atención a quienes en representación de distintas organizaciones campesinas aquí han expresado y se han pronunciado. Lo han hecho con total apertura, transparencia, claridad, y sin censura alguna. y políticas públicas que tiene el Gobierno de la República que nos permiten, insisto, recoger la experiencia, recoger lo que no ha funcionado y qué debemos modificar para que nuestro campo sea más productivo. Un Gobierno que tiene un firme compromiso con el campo, no con el campo, sino con las familias que viven y dependen del campo de nuestro país. Los hechos anteriormente descritos marcaron el inicio del debate, la discusión y la propuesta de los diferentes bloques de organizaciones campesinas, quienes recibieron de forma positiva el anuncio de la Reforma del Campo, aunque existía cierta zozobra respecto a que ésta tenía como objetivo dar continuidad a la Reforma Agraria de 1992, en donde se buscaba pasar gran parte de la propiedad social y ejidal al esquema privado. Esta zozobra se vio minimizada cuando el Presidente de la República declaró: “el Gobierno de la República ni ha propuesto, ni propondrá iniciativa alguna que modifique el régimen de propiedad social que hay en nuestro país […] el Gobierno de la República de ninguna manera propondrá modificaciones a las modalidades de propiedad que actualmente prevé nuestra Constitución General de la República”. Asimismo, involucró a todo el sector público, al señalar: “insisto, a las políticas públicas que el Gobierno deba llevar a cabo, a través de las distintas dependencias a quienes corresponda actuar, no solo a la sagarpa, no solo a la sedatu, sino cualquier otra dependencia que deba tener involucramiento en la actividad del campo”. Y definió, claramente, que se trataba sobre todo de un cambio en las políticas públicas, al mencionar lo siguiente: También planteó un esquema de apertura para las propuestas e involucró a la academia al señalar: A partir de recoger las inquietudes y preocupaciones que ustedes tienen; a partir de recoger sus propuestas, varias aquí hoy escuchadas, que no son de ninguna manera las únicas, ni son limitantes a las varias más que pueda haber; que vale la pena recoger lo que la academia puede plantear, lo que especialistas en el campo también tienen que proponer. Finalmente, instó a todos los involucrados en el tema del campo a hacer propuestas para integrar la Reforma, e instruyó al titular de la sagarpa para que convocara a espacios de diálogo con organizaciones campesinas, instituciones académicas, legisladores, a los mismos campesinos inscritos bajo cualquier régimen de propiedad a que colaboraran con su experiencia y su conocimiento en un amplio proceso de consulta. Hasta ese momento, ésta era la expresión más clara de lo que representaba la Reforma del Campo en voz del Presidente de la República; de lo que debía de ser dicha reforma y la referencia para que los compromisos contraídos por el Gobierno Federal se cumplieran. Quinto: La Comisión de Desarrollo Rural del Senado de la República editó una compilación denominada: Propuestas para el Debate sobre el Futuro del Campo Mexicano, donde se incorporaron las aportaciones de los principales actores sociales, acerca de las tareas necesarias en el sector rural; éstas son las aportaciones: Cuando hemos hablado de una reforma al campo, insisto, debe de entenderse como un gran acuerdo de todos los sectores que representan al campo, a los productores del campo, a los propios productores, a las instancias del Gobierno, para revisar los distintos ordenamientos que hoy tenemos 40 Departamento de Sociología Rural / UACh a) Los resultados del Congreso Nacional de Políticas Públicas para el Campo que se llevó a cabo por las tres Universidades Agrarias más importantes del país, en coordinación con el Senado de la República, la Cámara de Diputados, específicamente con las Comisiones que atienden los temas rurales, agropecuarios y de alimentación. b) El documento denominado “Pacto Rural: Agenda Común de los Bloques Campesinos”, como resultado del consenso obtenido en el Congreso Agrario Permanente (cap), junto con el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (conoc) y el Comité Nacional de Organismos Rurales y Pesqueras (conorp) y c) El “Manifiesto Campesino”, suscrito por el Frente Auténtico del Campo (fac). aspiraciones de transformación que se esperaban de dicha reforma. Octavo: Se abrió la perspectiva de que se suscribiera el Acuerdo Marco por el Campo, por parte de los representantes de los organismos rurales y el Presidente de la República, y que dicho acuerdo estableciera los alcances de la reforma que habría de presentarse en los meses restantes del año al Congreso de la Unión. Dicha firma se proponía para el 8 de agosto de 2014, lo que significó un cambio en la dinámica de trabajo para consensar el llamado Acuerdo Marco e indiscutiblemente aquí se concentraron los esfuerzos de los diferentes actores sociales. Noveno: Se puso en práctica la llamada consulta para la reforma del campo, se llevaron a cabo: un foro nacional, 7 foros regionales, 8 foros temáticos y 32 foros estatales con un total de 36 000 participantes y 8 000 propuestas escritas,4 según los organizadores. Una de las características más sobresalientes de estos eventos fue la alta composición institucional de los participantes, por el gran número de funcionarios que abarrotaron las sedes y que saturaron las listas de ponencias. La segunda característica de este proceso fue que no arrojó propuestas específicas para la reforma del campo, al menos la institución encargada de la consulta no ha presentado ninguna propuesta resultado de la misma. Los documentos mencionados contienen importantes propuestas para una verdadera re-arquitectura del campo; muchas de ellas son ampliamente coincidentes y, sobre todo, reflejan la voluntad de las organizaciones campesinas de participar en una amplia reforma de las políticas y organismos del campo. Sexto: El 9 de abril se instaló la Comisión Permanente de la Reforma del Campo, integrada por un representante de cada bloque campesino (38 organizaciones); asimismo, del sector privado se incluyó al Consejo Nacional Agropecuario (cna) y la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (cnpr), además de nueve Legisladores y tres Secretarios de Estado con capacidad de convocar a todos los Servidores Públicos que se requirieran. Dicha Comisión se creó con la encomienda de elaborar el documento rector que se presentaría como propuesta de reforma del campo. Décimo: El Congreso aprobó las Leyes Reglamentarias de la Reforma Energética (11 nuevas y 10 reformadas), donde se considera la ocupación temporal como el principal mecanismo para disponer de las tierras de propiedad social y privada, para realizar la instalación de las explotaciones de petróleo y gas, así como de los ductos y líneas de conducción. Séptimo: El secretario de sagarpa planteó, formalmente, una conversión de la Reforma del Campo en una “Sinergia para la Transformación del Campo”, como actualmente se le denomina, lo que significa una apreciable reducción en las 4 Informe al concluir los foros de la consulta: “Reforma para la Transformación del Campo”, Guadalajara, Jalisco, 25 de julio de 2014. En: [http://www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/aguascalientes/boletines/ Paginas/B0812014.aspx]. 41 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Con ello, la preocupación gubernamental de asegurar los mecanismos para que las concesiones y permisos sobre hidrocarburos tuvieran la certidumbre de contar con las servidumbres de paso y la ocupación superficial para instalar la infraestructura requerida quedó satisfecha, pues se estableció que se dispone de 180 días para que el propietario y el concesionario lleguen a un acuerdo y, de no ser así, tendrán 30 días más para la conciliación. En caso de no darse esta conciliación, se podrá proceder a una orden judicial que impondrá dicha servidumbre. El aspecto central es la determinación legal de que se dispondrá de las tierras necesarias para la explotación en un plazo máximo de 210 días, independientemente de lo apropiado del proyecto que se presente, así como de si la afectación del territorio se da sobre los pueblos indígenas o de si existe afectación ambiental. En todos los casos, a pesar de haberse insertado varios mecanismos de acuerdo, existe un plazo fatal de 210 días. Esto puede tener un efecto contrario para los propietarios de las tierras, puesto que, al no existir un acuerdo, se asegura la disposición de sus tierras, ya que las empresas trasnacionales podrían, en los casos difíciles, proponer precios demasiado bajos para evitar el acuerdo y asegurar la disposición de la tierra por la vía judicial o administrativa en el plazo definido.5 programa financiero dirigido a los pequeños productores, el cual incluye tasas de interés de un dígito y el reconocimiento de la cosecha como garantía, propuestas que fueron una gran demanda de la sociedad rural en el terreno financiero. Décimo Tercero: La Secretaría de Desarrollo Social (sedesol) presentó la transformación del programa Oportunidades a prospera, mismo que ahora considera: • Ampliación de servicios de salud • Ampliación del número y monto de las becas en educación • Entrega de leche fortificada para atender alimentación y nutrición • Inclusión productiva: para incorporar 15 programas de sagarpa que consideran la producción • Inclusión financiera: en donde se incorpora un nuevo programa presentado por la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario • Inclusión laboral: que considera mejores condiciones para quienes forman parte del padrón de Prospera El diagnóstico y las prioridades del campo mexicano El campo enfrenta un serio rezago y abandono que lo colocan en los últimos lugares en condiciones de vida, productividad, desarrollo y alimentación. Ello genera un complicado diagnóstico en lo social, lo político, lo económico y lo ambiental; algunos de los principales problemas que se resienten en el medio rural serían los siguientes: Décimo Primero: Ya en este nuevo contexto, el debate sobre la Reforma del Campo asumió otra dinámica, por lo que se redujo el ritmo de trabajo y la Comisión Permanente de la Reforma del Campo nombró un grupo de redacción, el cual posteriormente presentó un texto denominado Acciones para la Transformación del Campo. Décimo Segundo: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (shcp) presentó, a través de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, el La crisis de seguridad que se vive en el país y en forma más marcada en el campo. Así, el caso Ayotzinapa, que se ha convertido en un tema mundial, refleja la gran inseguridad que hay en México; al tratarse de una Escuela Normal Rural y de la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de este sistema educativo, este 5 Sobre el Uso y Ocupación Superficial. Artículos 100 al 117 de la Ley de Hidrocarburos y 71 al 89 de la Ley de la Industria Eléctrica. 42 Departamento de Sociología Rural / UACh movimiento recibe la solidaridad de todos los sectores sociales y las movilizaciones se expresan ahora en todo el país. Pero la violencia existente en más de una década, las desapariciones forzadas que según cifras oficiales suman 24 800 personas, además de los muertos y ejecutados que rebasan ya los 60 000, han tenido una reiterada presencia rural, como lo demuestran los casos de Michoacán, Chihuahua, Veracruz, Guerrero y otras regiones. Auditoria Superior de la Federación, representa ya un porcentaje importante de las divisas generadas por la exportación del petróleo. Importamos 95% de la soya que consumimos, 80% del arroz, 56% del trigo, 33% del maíz, 25 del frijol, 40% de la carne de res y puerco, sólo por señalar los rubros más importantes; en casi todos fuimos autosuficientes hace varias décadas. La situación alimentaria es tal que, según el reporte Pobreza y Derechos Sociales de Niñas, Niños y Adolescentes (elaborado por unicef y coneval), uno de cada tres menores de edad en el país enfrenta “carencia de acceso a la alimentación” y no cuenta con acceso a los servicios de salud y uno de cada diez se encuentra en condiciones de rezago educativo.6 México ante el mundo. En los últimos años hemos obtenido varios primeros lugares a nivel mundial, que en nada deben enorgullecernos. Para muestra: • Contamos con el primer lugar en obesidad y malnutrición en el mundo. • Somos la nación con más connacionales en el extranjero: 12 millones de mexicanos, que equivalen a 10% de la población, en su mayoría jóvenes de 25 a 34 años de edad, es decir, una parte importante de nuestra población económicamente activa. • Ocupamos el primer lugar como importadores de leche en polvo. • El hombre más rico del mundo es mexicano. Deterioro de los recursos naturales. En el terreno de los recursos naturales, perdemos de forma acelerada una cantidad importante de estos recursos; así, pasamos de ser el cuarto país mega diverso en el mundo al quinto lugar, ocasionado principalmente por la pérdida de especies vegetales y animales en nuestro país. Aunado a ello, perdemos 100 000 hectáreas de bosque al año, producto de la deforestación. Además, 60% de las tierras del país presentan algún tipo de degradación. En relación con el agua, se presenta también una situación delicada, ya que 60% de las cuencas hidrológicas tiene graves problemas de contaminación; es el caso del río Sonora y la alarmante descarga de residuos realizada por la empresa minera Grupo México, lo cual representa el caso más escandaloso de contaminación de un río que satisface las necesidades de consumo de agua doméstica de la capital del estado. Asimismo, a nivel nacional, tenemos que la mayoría de las enfermedades gastrointestinales se originan por la falta de agua limpia. Ante esta compleja situación del campo, es conveniente actuar con base en prioridades, Incremento de la pobreza y dependencia alimentaria. Según datos del coneval, existen 28 millones de mexicanos en condiciones de pobreza alimentaria, es decir que no tienen acceso a tres comidas al día; es decir, uno de cada 4 mexicanos padece hambre, y, lo que es más importante destacar, 20 de los 28 millones señalados vive en el campo, precisamente donde se producen los alimentos. Por ello es fundamental remarcar que el hambre tiene un claro rostro rural. La dependencia alimentaria se ha convertido en un dato alarmante, pues en el 2013 llegó a representar 27 570 millones de dólares en importaciones agroalimentarias, cifra que supera ya las divisas generadas por las remesas de nuestros connacionales y que, según la 6 unicef. (2014). Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México, 2010-2012. octubre 30, 2014. En: [http://www.unicef.org/ mexico/spanish/UN_BriefPobreza_web.pdf]. 43 Artículos y Ensayos de Sociología Rural de las cuales se pueden señalar tres que deben resolverse si se quiere una verdadera reforma al campo: • El frente Auténtico del Campo (fac) presentó el documento denominado “Reforma para el Campo con Diálogo Democrático”, con 13 puntos de propuesta. • Por su parte, la Confederación Nacional Campesina (cnc) presentó cinco documentos de propuesta: 1. Reforma Profunda al Campo 2. Reordenación de la Política Agrícola para la Seguridad Alimentaria, la Competitividad y la Equidad Social 3. Plan Nacional de Desarrollo y la Reforma Profunda al Campo 4. Reforma Profunda al Campo ¿por qué, cómo y para qué? Un esfuerzo de muchos que requiere la participación de todos 5. Nueva política de crédito para la Financiera Nacional de Desarrollo (fndar). • La atención al problema de la pobreza alimentaria, misma que se concentra en el campo con 20 de los 28 millones de mexicanos en esta condición y 12.5 millones que padecen desnutrición crónica. • La reducción de la dependencia alimentaria, que llega actualmente a los 27 570 millones de dólares al año y que es superior en 18% a todo el presupuesto rural. • La recomposición de los mercados agroalimentarios, a partir del fortalecimiento de los mercados locales, las compras gubernamentales y el abasto desde los pequeños productores locales, todo ello ante una expectativa de precios volátiles en el mercado mundial y de inestabilidad. Así también presentaron propuestas otros núcleos de organizaciones como: Movimiento campesino y reforma del campo El anuncio de la reforma del campo ha propiciado que todas las expresiones sociales y representaciones campesinas tengan que opinar sobre dicha reforma. Al respecto, existe una recomposición de los diferentes bloques y en la mayoría de los casos se presentó una reacción divergente en torno a la asistencia o no al proceso de consulta. Sin embargo, independientemente de ello, a la mesa del Grupo de Redacción llegaron propuestas de consenso presentadas por tres grandes conglomerados: • La Red Mexicana por la Agricultura Familiar y Campesina (integrada por 50 organizaciones campesinas, organismos académicos, instituciones y especialistas). Esta red presentó una propuesta para la Reforma del Campo denominada “25 Acciones para la Agricultura Familiar y Campesina”. • La anacc: El Barzón con Principales Criterios para la Reforma del Campo. • La amucss presentó el documento “Servicios Financieros para Todos. Agricultura Familiar y Sistema Financiero Rural. Por un sistema financiero al servicio del desarrollo Rural; Crédito para la agricultura familiar e inclusión financiera para reducir la pobreza”. • El cna: Consulta de la Reforma para la Transformación del Campo. Propuestas Generales del Consejo Nacional Agropecuario. • Y la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (amsda) con: Elementos Centrales para la Firma del Acuerdo por la Transformación del Campo. • Propuestas de El Campo es de Todos, que surge del Movimiento en Defensa del Territorio y la Soberanía Alimentaria, integrado por organizaciones que forman parte del Congreso Agrario Permanente (cap), el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (conoc) y el Comité Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (conorp), así como unorca y otras organizaciones sin bloque, mediante el documento “12 Temas Estratégicos para la Mesa del Diálogo”. 44 Departamento de Sociología Rural / UACh En su conjunto, podemos decir que se trata de un importante cúmulo de propuestas de gran valor, suficientes para integrar un acuerdo marco. El otro aspecto importante es la gran coincidencia en las propuestas de las diferentes organizaciones campesinas. En el periodo comprendido de junio de 2014 a la fecha, se dio una serie de movilizaciones de las organizaciones campesinas, lo que coincide también con el periodo de la realización de sus asambleas anuales y congresos en varias organizaciones. Entre las principales movilizaciones están: de 1 560 delegados de todo el país, además de 56 organizaciones nacionales; en ella se aprobó un plan de trabajo y de acciones hasta el 10 de abril de 2015. Otro aspecto importante resultado de las movilizaciones y propuestas de las organizaciones campesinas son los puntos relevantes del documento denominado “Acciones para la Transformación del Campo”, aprobado por el grupo de redacción y consensado con sagarpa y que incorpora los siguientes objetivos y aspectos relevantes: Entre los objetivos del documento se encuentran: • La toma de las instalaciones en forma escalonada de sagarpa, de la Secretaría de Economía y el plantón en la Secretaría de Gobernación realizada por el Frente Auténtico del Campo (fac). • La marcha del 23 de julio a la Secretaría de Gobernación, organizada por el Movimiento por la Defensa del Territorio y la Soberanía Alimentaria. • La toma de las instalaciones de las delegaciones de sagarpa que realizó la unorca el 29 de julio pasado. • Transitar hacia un nuevo modelo agroalimentario. • Alcanzar, para el 2018, 75% de la participación de la producción nacional en la oferta total de los principales granos y 80% si se incluyen carne y leche. Entre los aspectos relevantes destacan: • Incorporar un capítulo de Agricultura Familiar y Productividad de los Pequeños Productores. • Reducir el proagro (antes procampo) a 20 hectáreas por unidad productiva, lo que significa una readecuación para apoyar principalmente a los pequeños productores. Igual acción debería hacerse en progan, apoyando hasta 30 cabezas de ganado mayor o sus equivalentes. • Se promoverá un sistema de financiamiento integral a partir de los cambios en las condiciones de crédito con tasa de interés a un dígito, con préstamos hasta 230 000 pesos y reconocimiento de garantías que no afecten el patrimonio. • Se promoverá un Sistema Nacional de Compras Públicas, que garantice los requerimientos de los gobiernos federal, estatal y municipal, a partir del abasto por pequeños productores. • La creación de una Red de Almacenes Públicos, Privados y Sociales. La mayoría de estas movilizaciones condujeron hacia el diálogo con la Secretaría de Gobernación, de donde surgieron varios acuerdo parciales. En este contexto, se presentó el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2015, el cual considera un presupuesto rural que sería inferior en 6 511 millones de pesos al de 2014 y cuya característica principal es que mantiene un carácter inercial con los mismos programas y con los mismos montos (incrementados sólo con la inflación estimada), por lo que se consideró que la respuesta ante la expectativa de la Reforma del Campo fue que no cambiara nada durante 2015, de acuerdo con la propuesta del Programa Especial Concurrente del Sector Rural presentado para su aprobación a la Cámara de Diputados. Como parte de este proceso, se realizó la Convención Nacional Campesina e Indígena del 14 y 15 de octubre de 2014, con la participación 45 Artículos y Ensayos de Sociología Rural • Se promoverá un nuevo competidor en el mercado agroalimentario, a partir de constituir una empresa pública que participe en el acopio, comercialización y venta al menudeo, principalmente de maíz, frijol, trigo, arroz, leche y café. • Se promoverá activamente el resurgimiento de las industrias nacionales de semillas y fertilizantes. • Se establecerá un programa de becas con las universidades y demás entidades educativas que se orientan a la enseñanza de la agronomía y el desarrollo rural para apoyar el desarrollo de capacidades de los productores y sus organizaciones económicas. • Y, en relación con el presupuesto, se plantea avanzar hacia una nueva estructura programática. • La generación de mercado interno como el eje central que nos permita revertir el círculo vicioso del hambre y la pobreza rural. Segundo: una readecuación de los programas para el campo Se necesita alinear los programas rurales para que estén acordes a la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, asimismo, se requiere que exista coordinación y concurrencia entre los programas de las diferentes instituciones, como lo establece el artículo 15 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, en la definición del Programa Especial Concurrente del Sector Rural (pec). En concreto, se debe concentrar la nueva política en dos grandes programas que correspondan a las prioridades señaladas: el Programa Nacional Alimentario y el Programa para la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena. Propuestas para una Reforma Rural Integral A continuación se esboza una propuesta de Reforma Rural Integral con cinco componentes, cuya principal característica es que incorpora los elementos de consenso de la mayoría de los actores sociales que opinaron en torno a lo que requiere el campo mexicano. Tercero: una profunda reestructuración del presupuesto rural La reforma al presupuesto y su reestructuración debe partir de la atención a las prioridades antes señaladas. Que las nuevas políticas definan los nuevos programas y que se garantice la complementariedad y la verdadera concurrencia de los programas. Primero: una profunda transformación de las políticas públicas rurales La construcción de nuevas políticas públicas deberá realizarse bajo los siguientes lineamientos: • Necesitamos sustituir las Reglas de Operación por un verdadero Reglamento de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, • Reorientar el presupuesto para las zonas más necesitadas y hacia los sectores con menor desarrollo. Enfatizar en que sea un presupuesto equitativo y justo. • Comprometer a las Universidades para que generen un área de vinculación con el campo y así brindar todos los servicios de apoyo equivalente al esquema de Extensionismo Rural. • Democratizar la producción del campo, garantizando la soberanía alimentaria, la planeación participativa, el desarrollo sustentable, el bienestar de la sociedad rural. • La necesidad de cambiar la política inercial con la que se atiende al campo mexicano. • Abandonar el carácter asistencial con que se atiende la pobreza, reconvirtiendo los programas hacia una acción productiva. • La implementación de políticas diferenciadas por región, por producto y por tipo de productor. Cuarto: una reforma institucional Requiere, fundamentalmente, un cambio de actitud de las instituciones hacia los productores 46 Departamento de Sociología Rural / UACh y la sociedad rural; para ello, es importante generar una nueva institucionalidad basada en la eliminación de la corrupción y que reoriente sus políticas públicas hacia los productores pequeños, por lo que esta reforma se cristaliza en las siguientes acciones: impidan que las tierras de propiedad social sean sujetas de expropiaciones u ocupaciones temporales, para ser entregadas a intereses particulares. • Aprobación de la Ley de Consulta y del consentimiento libre, previo e informado a los pueblos y comunidades indígenas conforme al Convenio 169 de la oit, así como para cumplir la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la onu para comunidades campesinas. • La creación de una empresa pública encargada de las compras gubernamentales realizadas a la agricultura familiar, campesina e indígena y la creación de la reserva estratégica de alimentos, que aminore la gran dependencia de los comportamientos especulativos de los mercados, internos y externos. • Crear una subsecretaría para la agricultura familiar campesina e indígena en sagarpa. • Crear un Banco del Campo a partir de la unificación de los diferentes fideicomisos que ahora operan en forma dispersa en varias secretarías: fira, firco, focir, Financiera Nacional Agropecuaria, Rural y Forestal e inaes. • Sectorizar a la conafor en sagarpa. • Constituir una verdadera instancia de apoyo a la comercialización con la reconversión de aserca, para que transite de ser la ventanilla para la entrega de recursos, hacia una institución de desarrollo estratégico comercial. • Crear un Instituto Mexicano de la Alimentación, encargado de aplicar las políticas públicas alimentarias del Estado mexicano (resulta lamentable que actualmente no exista ninguna instancia que lo realice). • En el mismo sentido, crear la instancia encargada de realizar la recuperación de tierras. Los posibles escenarios sobre la Reforma del Campo. A manera de conclusión Con los elementos presentados sobre los hechos y las acciones realizadas en torno a la reforma del campo, son factibles tres escenarios posibles de este proceso: Primero: Que el Presidente de la República presente el próximo 6 de enero de 2015 una compilación de los principales cambios de política en los programas del campo y cierre el capítulo de la Reforma del Campo. Con ello, incorporar la propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que hizo a través de la Financiera Nacional en el programa de financiamiento a pequeños productores, así como las iniciativas de sedesol, donde el programa Oportunidades se transforma en prospera y se incorporan los rubros de inclusión productiva, financiera y laboral. Respecto a la sagarpa, se le indica dar a conocer sus nuevas políticas, como la reducción del proagro a 20 hectáreas, y de la sedatu, para presentar un programa de asesoría a los ejidatarios y comuneros por la ocupación temporal de sus tierras, producto de la reforma energética. El quinto elemento es la agenda legislativa. Con las siguientes prioridades: • La aprobación de la Ley Reglamentaria del artículo 4º y la fracción xx del artículo 27 que da carácter constitucional al Derecho a la Alimentación. • Una Ley de Desayunos Escolares. • La Ley de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y pequeños productores. • La Ley que crea el Banco del Campo. • Modificaciones a la legislación agraria que 47 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Segundo: Que la Secretaría de Gobernación acepte los compromisos establecidos en el documento Acciones para la Transformación del Campo y se suscriba un acuerdo marco entre las organizaciones y el Presidente de la República, donde se instruya la implementación de los puntos considerados en el acuerdo. Tercero: Que las organizaciones campesinas, en su conjunto (participantes y no participantes en la consulta), presenten una Iniciativa Campesina e Indígena para la Transformación Rural Integral (con el aval de más de 107 000 firmas) al Congreso de la Unión. Se trata de una nueva modalidad sustentada en la reforma política y que todavía carece de reglamentación, pero se vuelve una opción factible a partir del empuje que ha tenido el movimiento campesino a partir del caso Ayotzinapa. el grave problema alimentario, identificar las oportunidades de reactivación de mercados locales y regionales, incentivar la producción de básicos, dar prioridad a la producción de alimentos. La Reforma del Campo se ve estancada frente a la crisis política que vive el país. Se requiere de un cambio brusco en la política rural, que haga de la reforma una solución al campo que rompa con la actual inercia institucional. Bibliografía Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2014). Ley de Ingresos sobre hidrocarburos. 30 de octubre de 2014. En: [http://www.diputados.gob.mx/ LeyesBiblio/pdf/LIH_110814.pdf]. Comisión de Desarrollo Rural-Senado de la República. Reforma del Campo. Micro sitio. [http:www.senado.gob.mx/ comisiones/desarrollo rural/eventos/ reforma del campo/compilación web]. sagarpa (2014). Inicia la transformación jurídica y productiva del campo mexicano: epn. 30 de octubre de 2014. En: [http://www. sagarpa.gob.mx/saladeprensa/2012/ Paginas/2014B010BIS.aspx]. sagarpa (2014). Reforma al Campo reflejará un marco jurídico moderno y dinámico. 30 de octubre de 2014. En: [http:// www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/ aguascalientes/boletines/Paginas/ B0812014.aspx]. unicef (2014). Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México, 2010-2012. 30 de octubre de 2014. En: [http://www.unicef.org/mexico/spanish/ UN_BriefPobreza_web.pdf]. Conclusiones generales Tras el anuncio de la Reforma del Campo, el 6 de enero de 2014 se activaron los sectores que tienen relación con la actividad agropecuaria, sobre todo las organizaciones campesinas; algunas de ellas se pronunciaron a favor de la reforma del campo y participaron en la consulta nacional; sin embargo, el compromiso de la contraparte, es decir del gobierno federal, se erosionó una vez aprobada la Ley de Hidrocarburos, la cual permite, mediante mecanismos legales, la ocupación temporal de las tierras. Ante la respuesta de las organizaciones campesinas, desde diferentes posturas, de emprender la Reforma del Campo y ante los manifiestos emitidos por los diferentes bloques campesinos, que proponían en forma consensuada acciones concretas de transformación del campo, el gobierno prefirió retirarse paulatinamente del diálogo y poner en práctica soluciones parciales a los problemas del campo. La reforma es una necesidad, ante el diagnóstico poco alentador de la situación del campo, el cual debe ser atendido desde un enfoque integral, que implica reconocer 48 Una visión no convencional del comportamiento de la economía agrícola mexicana Víctor H. Palacio Muñoz1 Carlos R. Menéndez Gámiz2 Resumen En este trabajo se utiliza una metodología alternativa a la convencional para un análisis económico, en particular, para el estudio del campo mexicano.3 Dicho análisis muestra lo siguiente: una gran concentración del excedente o plusvalía generada en el sector agropecuario; la productividad determina el crecimiento del sector; la tasa de plusvalía aumenta 50% en los años analizados; el coeficiente de realización calculado demuestra la existencia de altos niveles de inflación e incremento en las importaciones de alimentos; el grado de mercantilización de la agricultura es de 60%, y la distribución del ingreso es desigual. sector; the rate of surplus value increases 50% in the analyzed period; coefficient calculated embodiment demonstrates the existence of high levels of inflation and increased food imports; the degree of commercialization of agriculture is 60%; and income distribution is uneven. Key words: macroeconomics, social wealth, surplus, agriculture. Introducción En marzo del 2014, el gobierno hizo público el interés por iniciar una transformación del campo mexicano con el apoyo de los campesinos y agricultores de México, así como con sus organizaciones sociales, lo que llevó a un proceso de consulta ciudadana para conocer las propuestas de cambio y transformación. Cabe señalar que el país ha sufrido una serie de reformas estructurales de la mayor importancia en los ámbitos laboral, fiscal, político y energético, y aún quedan pendientes los ajustes y modificaciones en el marco institucional y de políticas públicas orientadas al sector rural y agropecuario. Al parecer, los lineamientos explícitos de la reforma en el campo han quedado para otro momento. Sin embargo, es necesario escudriñar en algunos de los problemas más acuciantes del campo mexicano. Palabras clave: macroeconomía, riqueza social, plusvalía, agricultura. Abstract In this paper an alternative to conventional methods for economic analysis is used in particular for the study of the Mexican countryside, found a high concentration of excess or surplus generated in the agricultural sector; productivity determines the growth of the 1 Profesor-Investigador del ciestaam de la UACh. Correo electrónico: [email protected] 2 Profesor de la Facultad de Estudios Superiores-Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México; Doctorante del Doctorado en Problemas Económico-Agroindustriales del ciestaam-uach. Correo electrónico: [email protected] 3 El análisis convencional es el que realiza la economía neoclásica, la cual se encuentra en la escuela ortodoxa del pensamiento económico; en tanto que la visión no convencional es la economía política clásica, la marxista, el keynesianismo y todas las corrientes de la economía crítica que conforman la tendencia heterodoxa en el pensamiento económico (Guerrero, 2008). La problemática y su contexto Desde el punto vista del Producto Interno Bruto (pib), el pib nacional tuvo una tasa media de crecimiento anual (tmca) de 2.4%, en tanto que el pib agropecuario creció 0.9%. Véase la 49 Artículos y Ensayos de Sociología Rural directa en el sector agropecuario creció más de 7 veces que la inversión interna: 19.7% anual (inegi, 2014; Secretaría de Economía, 2014, y banxico, 2014). Si se agrega esta información al papel de las importaciones, se comprende el grado de vulnerabilidad del ámbito agropecuario en nuestro país. Finalmente, las exportaciones agrícolas crecieron 4.7%, con lo que la apertura comercial, a través del tlcan, trajo un saldo favorable a los agroexportadores. correspondencia relativa de estas dos variables de 2006 a 2010, repuntando a un nivel mayor el pib agropecuario en 2012, lo que supone un comportamiento simétrico del ciclo de la economía nacional con el de las actividades agropecuarias. Gráfica 1. PIB total y agropecuario: 2004-2012 a precios constantes de 2008 (variación porcentual). Gráfica 2. PIB e importaciones agropecuarias: 2004-2012 a precios constantes de 2008 (variación porcentual). Fuente: INEGI, 2014. Así, puede verse que en 2005, el pib agropecuario cayó 3.7%, y el nacional creció 3.1%; de 2006 a 2010, las tendencias fueron de la mano, pero en 2011 el sector agropecuario tuvo una caída estrepitosa de -6.1% y el de la economía nacional aumentó 3.9%; finalmente, en 2012 se despegaron abruptamente: el pib agropecuario creció 8.2% y el nacional 4.0% (inegi, 2014). Ahora bien, si se revisa la oferta agregada, se tiene que el crecimiento de las importaciones agropecuarias es muy cercano al del pib agrícola: mientras que las importaciones agropecuarias crecieron a una tmca de 1.8%, el pib agropecuario lo hizo en 1.2%. Esto es, el déficit de la producción tuvo que cubrirse con importaciones. Por otra parte, al examinar el comportamiento de la demanda, se encuentra lo siguiente: el consumo privado del sector creció 1.3% en promedio anual (inegi, 2014), lo que indica que el aumento de 0.9% del pib no fue suficiente para satisfacer las necesidades de los consumidores y ello explica el aumento de las importaciones; la formación bruta de capital fijo o acumulación de capital (ak) se incrementó 2.7%, mientras que la inversión extranjera Fuente: INEGI, 2014. Objetivos y preguntas de investigación Esta investigación busca precisar cuál es el nivel de riqueza social producida en el sector agropecuario; sus fuentes de crecimiento; el grado de explotación y productividad sobre el que se finca dicha riqueza; las modalidades de reproducción en el sector; los márgenes de plusvalía producida y plusvalía realizada, así como el comportamiento del mercado y la distribución del ingreso. Para cumplir con estos objetivos, nos auxiliamos con las siguientes preguntas: ¿cómo se determina la riqueza social producida desde el punto de vista económico? ¿Cuáles son los determinantes del crecimiento en el sector? ¿Cuál es la magnitud de la plusvalía en el sector agropecuario? ¿Qué elementos coadyuvan a la realización de la plusvalía? ¿Cómo se comportan los mercados interno y externo? ¿Cómo se distribuye el ingreso en el campo mexicano? 50 Departamento de Sociología Rural / UACh La teoría La teoría que sirve de base para el análisis en este trabajo es la economía política marxista. Por ello, primero es necesario precisar el concepto de riqueza social: la noción hace referencia al nuevo valor creado en un periodo determinado (por lo regular, un año); este valor incluye el pago a los trabajadores (capital variable) y los excedentes o plusvalía generados (Marx, 1973, ii: 342). El crecimiento, por su parte, está determinado por la población económicamente activa y la productividad. Puede ser extensivo, si el crecimiento se debe a una mayor utilización de la mano de obra, o intensivo, si es consecuencia de una mayor productividad del trabajo (Valenzuela, 2005: 153-160). La tasa de explotación o plusvalía ayuda a determinar el comportamiento de la tasa de ganancia o beneficio, a entender los ritmos de acumulación y crecimiento, y fundamenta los patrones de distribución del ingreso. Esta tasa se obtiene al relacionar la plusvalía (excedentes) entre el capital variable pagado a los trabajadores (remuneraciones a los asalariados) (Marx, i, 1973: sección v). Por otro lado, el potencial de reproducción ampliada (pra) es la relación entre el producto excedente y el valor agregado bruto (vab). El pra incluye lo que la sociedad gasta en recursos productivos: medios de producción y fuerza de trabajo. Ésta es una relación importante, pues evidencia el máximo nivel de inversión y crecimiento al que se podría llegar en la rama económica que se estudie. Hablamos de cuál sería el nivel más alto al que podría arribar el proceso de acumulación. Por tanto, el pra nos indica el monto del producto excedente que se genera por unidad de producto agregado. Este coeficiente demuestra la capacidad potencial de la economía para generar excedentes. En otras palabras, indica el “máximo nivel de inversión y crecimiento al que podría llegar —bajo condiciones muy ideales— el sistema económico. En cierto sentido, podríamos hablar de un ‘techo’ al proceso de acumulación” (Valenzuela, 1999). Ahora bien, para que la economía pueda funcionar se requiere de una serie de gastos que coadyuven a la realización del excedente producido. Es decir, […] en una economía de mercado, para usar los productos que integran el excedente, primero hay que comprarlos. Esto, a su vez, significa que en tal momento los correspondientes valores de uso se realizan como valores. Para dar cuenta de este muy crucial fenómeno nos permitimos proponer una nueva categoría: gastos que realizan el excedente (gre). Se trata de aquellos gastos o componentes de la demanda global que compran los productos mercancías que integran el Producto Excedente (o “plusvalía potencial”) y que, por ende, transforman a las correspondientes mercancías en dinero, en trabajo intercambiable por los resultados de cualesquier otro trabajo. De este modo, el trabajo gastado o incorporado en esos bienes (gastado, inicialmente, a título privado) se reconoce como trabajo social. Es decir, como valor. (Valenzuela, 2007: 53) Los “gastos de realización del excedente (gre) son tres: a) la acumulación de capital; b) el saldo de la balanza comercial; c) los usos o gastos improductivos que están compuestos por tres rubros: consumo de los asalariados, consumo de los capitalistas y consumo del gobierno” (Valenzuela, 2007: 53-54). Los gastos que realizan el excedente (gre) determinan el nivel de “plusvalía realizada” (Pr), es decir, la que ha sido vendida, transformada en dinero. Estos gastos permiten transformar la plusvalía producida en plusvalía realizada y definen el nivel que alcanza esta última. Por otro lado, se tiene la plusvalía producida o potencial, es decir, la que se ha generado en un año. La plusvalía producida (Pp) se ubica en el pib. La relación entre ambas da un coeficiente, 51 Artículos y Ensayos de Sociología Rural denominado “coeficiente de realización” o (r). Así, (r) = Pr / Pp. Éste puede ser mayor, igual o menor que uno. Si es mayor que uno, señala que la demanda por los bienes que integran el plusproducto es superior a la oferta, lo cual se manifestará en problemas inflacionarios e incremento en las importaciones. Si es igual a uno, demanda y oferta coinciden y puede presumirse que la reproducción asume un curso equilibrado. Si el coeficiente de realización es inferior a uno, la oferta supera a la demanda. Es decir, no toda la plusvalía potencial o producida se transforma en plusvalía realizada y emergen problemas de realización (Valenzuela, 2006: 183). gráfica se presenta la gran brecha de desigualdad existente en el agro: durante el periodo, los excedentes que se llevan los capitalistas en el sector llegan —en promedio— a más de 300 mil millones de pesos; en tanto que las remuneraciones a los asalariados se encuentran en 50 mil millones de pesos aproximadamente. Si no hay mayor equidad en el campo, se acentuará la pobreza, migración, actividades ilícitas, etcétera. Gráfica 3. Brecha de desigualdad de ingresos en el campo mexicano: 2003-2012(millones de pesos a precios de 2008). La riqueza social producida La riqueza social producida es el excedente generado en el sector agropecuario. Del total del valor generado, los excedentes producidos representaron 82.1%%, mientras que las remuneraciones a los asalariados se quedaron con 17.9% de lo generado en el 2003; para el 2012, la proporción fue de 84.5% y 15.5%, respectivamente (inegi, 2014). Es decir, por cada peso que producen los campesinos, únicamente se quedan con 15 centavos. Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014. La tasa de explotación En 2003, en el ámbito rural mexicano, la tasa de explotación fue de 8.05. Esto es, por cada peso pagado a los trabajadores del campo, éstos produjeron $8.05. En 2012, la tasa se incrementó y, por ende, la explotación también. De esta manera, la tasa de explotación fue de 12.30, lo que indica que por cada peso pagado a los trabajadores del agro, se generaron excedentes por $12.30. La tasa de explotación es la esencia de la producción capitalista —en este caso de la producción agropecuaria—, e ilustra con claridad quiénes son los actores principales en este proceso, los que le dan viabilidad, sobre quiénes recae la responsabilidad de alimentar a la población mexicana y a su industria: los productores agropecuarios. Determinantes macro del crecimiento en el sector agropecuario Entre 2003 y 2012 la variación porcentual acumulada del pib agropecuario (a precios constantes de 2008) fue de 10.1%; la variación del empleo fue de 12.7%, y la productividad de la mano de obra llegó a 15% (cálculos nuestros, inegi, 2014). Así, el crecimiento del sector es atribuible en 11.2% al empleo y 88.8% a la productividad. Esto quiere decir que el determinante en el crecimiento del sector agropecuario es la productividad y, por tanto, la modalidad de reproducción en el campo es intensiva (se debe al trabajo de los productores). Si se articulan los elementos de generación de excedentes, empleo y productividad, el resultado evidencia el profundo nivel de desigualdad que existe en el campo mexicano. En la siguiente 52 Departamento de Sociología Rural / UACh Reproducción ampliada en el sector agropecuario. El potencial de reproducción ampliada en el sector agropecuario En 2003, el potencial de reproducción ampliada (pra) fue de 0.89; en tanto que en 2012 llegó a 0.92. Esto muestra que por cada unidad de producto agregado se generaron: 0.89 en 2003 y 0.92 centavos en 2012 de producto excedente. Dicho de otra manera, 90% de lo producido se convirtió en excedentes, los cuales se destinaron a consumo improductivo. Es decir, a pesar de que existía la posibilidad de invertir hasta 90%, se invirtió menots de 10% de los excedentes.4 de capital fijo (takf) = ak/Pp, se tiene que en 2003 la tasa de acumulación fue de 0.02. Es decir, por cada peso obtenido en excedentes, se invirtieron 2 centavos en activos fijos. Para el 2012, los cifras son: ak = 8 629 mp; Pp = 335 416 mp. De tal suerte que en 2012 la tasa de acumulación fue de 0.03. Es decir, por cada peso generado en excedentes, se invirtieron 3 centavos en la adquisición de activos fijos. La formación bruta de capital fijo en el sector debería representar, por lo menos, entre 25 y 30% de la plusvalía producida. Los gastos que realizan el excedente (gre) o la plusvalía realizada Es necesario hacer una precisión importante, los gre no son otra cosa más que la plusvalía realizada (Pr). Ésta aparecerá como un gasto de demanda. De esta forma, los productos agropecuarios tienen dos mercados: uno interno y otro externo. Del interno nos abocaremos en el siguiente apartado. Para lo que aquí interesa, es el sector externo el que se analizará. En dicho sector se trabaja con tres variables: exportaciones, importaciones y saldo de la balanza comercial agropecuaria. En este proceso, interesa destacar cuál es el movimiento que tiene cada variable en términos de tasa de crecimiento. Si las exportaciones crecen más aprisa que las importaciones, ello debe reflejar condiciones de mejoramiento para la estructura agraria mexicana; por el contrario, si las importaciones crecen más que las exportaciones las condiciones de dependencia se agudizan y el sector agropecuario se vuelve poco viable para los inversionistas nativos, y asequible para los capitales externos. En primer lugar, obsérvese el comportamiento de exportaciones e importaciones. Puede advertirse que las fluctuaciones son más intensas en las importaciones que en las exportaciones. Éstas últimas crecen más rápido que las primeras, lo que facilita el proceso de venta o realización de las mercancías agropecuarias en el exterior: 1.8% anual crecieron las importaciones y 4.7% las gre: sector externo: exportaciones (x) e importaciones (m) Elementos de los gre gre = Ak+(x-m)+cpob+Cg+pec donde: ak = acumulación de capital x = exportaciones m = importaciones cpob = consumo de la población Cg = consumo gobierno (pec) pec = programa especial concurrente del gobierno federal5 gre: la acumulación de capital (ak) Resulta sorprendente darse cuenta del bajísimo nivel de acumulación que existe en el conjunto del sector agropecuario mexicano. En 2003, la ak fue de 6 546 millones de pesos (mp) y la plusvalía producida (Pp) en el sector llegó a 295 593 mp.6 Si sabemos que la tasa de acumulación 4 El dato, por extravagante que parezca, no es tan imposible de lograr. Piénsese en la economía china, que durante una década creció a 10% anual. Crecimiento que fue posible con una inversión equivalente a 50% de su pib. 5 El Programa Especial Concurrente (pec) se creó para el desarrollo rural sustentable, con lo que se ordena el gasto del gobierno federal en el sector rural. El artículo 14 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable señala que el programa comprende: “las Políticas Públicas orientadas a generar y diversificar el empleo y a garantizar a la población campesina el bienestar y su participación e incorporación al desarrollo nacional, dando prioridad a las zonas de alta y muy alta marginación y a las poblaciones económica y socialmente débiles”. Aquí se le considera como un gasto improductivo, debido a que se reduce a actividades asistencialistas (cedrssa, 2014). 6 Los datos en todo este apartado son de inegi (2014), a menos que se señale lo contrario. 53 Artículos y Ensayos de Sociología Rural exportaciones. Sin embargo, vayamos un poco más al fondo de la cuestión. Gráfica 5. Exportaciones, importaciones y saldo de la balanza comercial (millones de pesos de 2008) Gráfica 4. Exportaciones e importaciones del sector agropecuario: 2004-2012 (variaciones porcentuales a precios del 2008). Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014. Si bien ha caído la participación del saldo comercial en el pib, el dato es relevante puesto que afecta de manera estructural al sector. El resultado señala que la pérdida absoluta en el sbc con respecto al pib se ha reducido. Sin embargo, el promedio de participación en los años de estudio es de -6.1%, lo que quiere decir que nuestro comercio exterior agropecuario pierde 6 de cada 100 dólares que comercia con los países socios. Finalmente, con las exportaciones e importaciones agropecuarias se tiene la posibilidad de precisar el nivel de transferencias que se hace a otros países (principalmente, Estados Unidos) vía precios. El promedio del periodo es alto: 21.3% de lo que se exporta se va al extranjero como producto de las relaciones asimétricas que tiene el sector externo. Dicho de otro modo, la quinta parte de nuestras exportaciones son transferidas a los países con los que comercializamos. No obstante, como se ve en el cuadro 2, las transferencias al exterior caen a menos de la mitad, lo que supone una tendencia de mejoría en este rubro. Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014. Al ver el comportamiento en números absolutos, resulta que se importa más de lo que se exporta y, en consecuencia, el saldo de la balanza comercial agropecuaria es negativo. La gráfica a continuación es ilustrativa en este sentido. Ahora bien, para ponderar en sus justos términos la importancia de la participación del saldo de la balanza comercial agropecuaria en la economía de este sector, relacionamos ambas variables; el resultado puede apreciarse en el cuadro 1. Cuadro 1. Porcentaje de participación del Saldo de la Balanza Comercial (sbc) agropecuaria en el pib agropecuario (millones de pesos de 2008). Años sbc pib % sbc en el pib 2003 -39 805 360 290 -11.04 2004 -31 403 364 847 -8.60 2005 -19 849 351 456 -5.64 2006 -17 354 373 045 -4.65 2007 -15 202 390 308 -3.89 2008 -30 469 392 984 -7.75 2009 -11 432 377 848 -3.02 2010 -13 596 390 856 -3.47 2011 -29 958 366 831 -8.16 2012 -20 020 397 078 -5.04 Fuente: Elaboración propia con datos de inegi, 2014. 54 Departamento de Sociología Rural / UACh menos de 2 500 habitantes, según conapo). Este gasto es lo que ejercieron los campesinos, independientemente de si su fuente de ingreso provino de actividades agropecuarias o no agropecuarias. Cuadro 2. Transferencias de recursos al exterior vía comercio exterior agropecuario: 2003-2012 (millones de pesos de 2008). Año Transferencias (porcentaje) Importaciones Exportaciones 2003 105 167 65 362 -37.8 2004 102 038 70 635 -30.8 2005 93 644 73 795 -21.2 2006 100 588 83 234 -17.2 2007 98 300 83 098 -15.5 2008 115 316 84 847 -26.4 2009 100 459 89 027 -11.4 2010 105 234 91 638 -12.9 2011 124 154 94 196 -24.1 2012 125 622 105 602 -15.9 Cuadro 3. Gastos Improductivos: 2003-2012 (a precios de 2008). Fuente: Elaboración propia con datos de inegi, 2014. gre: los gastos improductivos Estos gastos no afectan a la oferta, pero sí son un factor importante en la demanda y, por tanto, coadyuvan a la realización del excedente generado. Además, se elevan ante la incapacidad de otros egresos que permitan realizar o vender en el mercado los excedentes producidos. El crecimiento del gasto improductivo es resultado de una baja o de un estancamiento en la acumulación de capital (Valenzuela, 2007: 61-62) Los gastos improductivos que serán considerados para este análisis son el gasto en alimentos consignado en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares y el presupuesto ejercido en el Programa Especial Concurrente (pec). En esencia, ambos gastos son improductivos. Por un lado, si bien el gasto en alimentos en el ámbito rural ayuda a la reproducción de la fuerza de trabajo, no es un gasto que genere —en sentido estricto— riqueza; el pec resulta improductivo, pues la mayoría de sus rubros son infructuosos para los productores, y no son inversión productiva, en sentido estricto. En el cuadro 3 puede verse el nivel alcanzado por los gastos improductivos, sumando lo ejercido en el pec con el gasto en alimentos en el sector rural (población en comunidades de Gasto alimentos (2) Gastos improductivos total (3)=1+2 160 912 143 398 304 310 2004 149 540 152 745 302 285 2005 178 017 146 248 324 265 Año pec 2003 (1) 2006 178 680 134 818 313 499 2007 191 737 129 900 321 638 2008 204 000 122 908 326 908 2009 230 371 128 063 358 434 2010 247 382 127 985 375 368 2011 240 998 125 391 366 389 2012 240 188 131 145 371 334 Fuente: sagarpa, 2014; enigh, 2002-2012. Nota: pec = Programa Especial Concurrente; el gasto en alimentos fue obtenido de la enigh, 2002-2012. La realización de la plusvalía El coeficiente de realización es mayor a la unidad, lo que muestra que la demanda de los bienes agropecuarios es mayor que la oferta; esto provoca altos índices inflacionarios, aumento en las importaciones, y, como consecuencia, altos niveles de desnutrición y lacerantes índices de pobreza en el campo. 55 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Obsérvese cómo en la mayoría de los años del periodo el índice de precios al productor es mayor que los demás indicadores, esto evidencia la importancia de la inflación en los productos agropecuarios en este proceso y una inflación importada por el precio de los alimentos en el exterior. En suma, lo que hay es un exceso de demanda que no obtiene su contraparte en la oferta generada. Cuadro 4. Plusvalía producida y realizada, coeficiente de realización: 2003-2012 (millones de pesos de 2008). Pp= fbkf(2) año pib-ra(1) 2003 295 598 6 546 2004 299 068 6 453 gi(4) Var. Exists.(5) -39 805 304 310 -31 403 302 285 sbc(3) Pr (6)= 2+3+4+5 r=Pr/Pp (7)=1/2 37 569 308 620 1.04 38 121 315 456 1.05 2005 286 092 7 662 -19 849 324 265 27 054 339 132 1.18 2006 305 520 8 269 -17 354 313 499 50 515 354 929 1.16 2007 324 874 8 594 -15 202 321 638 42 011 357 041 1.09 2008 330 293 9 410 -30 469 326 908 55 905 361 754 1.09 2009 314 636 7 886 -11 432 358 434 24 836 379 724 1.20 2010 325 713 7 991 -13 596 375 368 37 633 407 396 1.25 2011 307 609 8 157 -29 958 366 389 18 862 363 450 1.18 2012 335 421 8 629 -20 020 371 334 36 599 396 542 1.18 La cuestión del mercado Desde la órbita del mercado, vale la pena considerar que, según el Censo Agropecuario 2007 del inegi, de un total de 3.7 millones de unidades de producción encuestadas, 2.2 millones destinan su producción a la venta local. Es decir, 59% de estas unidades realizan sus productos en el mercado, en tanto que 41% no participa en el mismo, sino que destina su producción al autoconsumo o al intercambio con las comunidades cercanas. Fuente: Elaboración propia con datos de inegi, 2014. Nota: Pp = plusvalía producida; pib = producto interno bruto; ra = remuneraciones a los asalariados; fbkf = formación bruta de capital fijo; sbc = saldo de la balanza comercial; gi = gastos improductivos (incluye el pec y el gasto de la población rural en alimentos); Pr = plusvalía realizada; Var. Exists.= variación de existencias en inventarios; r = coeficiente de realización. Los precios y el gasto de los hogares rurales En la esfera del mercado, los agricultores gastarán una parte de sus ingresos en la obtención de alimentos. Así, los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares de 2012 indican que el porcentaje del gasto destinado a la compra de alimentos, bebidas y tabaco —conforme al ingreso para las zonas urbanas— es de 30.1%, mientras que en los hogares rurales el porcentaje es mayor (37.8%); esto coloca en serios problemas a los hogares rurales, al considerar sus magros ingresos monetarios, los cuales son menores que los de los hogares urbanos (Menéndez-Gámiz y PalacioMuñoz, 2013b: 13). Veamos cómo se manifiestan los problemas inflacionarios en el sector. Gráfica 6. Realización de la plusvalía y problemas inflacionarios: 2004-2012 (en porcentaje). Esfera de la distribución del ingreso De acuerdo con los datos de la representación de la fao en México, presentados en mayo del 2014 (Urquía, 2014: 2), se destaca una estratificación de las unidades económicas rurales (uer) de producción de pequeña escala que poseen un carácter familiar. Las uer se conforman por Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, 2014. Nota: Pp = plusvalía producida; INPP = índice nacional de precios productor del sector agropecuario; Pr = plusvalía realizada; r = coeficiente de realización. 56 Departamento de Sociología Rural / UACh productores agrícolas, pecuarios, silvicultores, pescadores, artesanales y acuicultores que poseen, entre otros, los siguientes atributos: i) acceso limitado a tierra y capital; ii) uso preponderante de fuerza de trabajo familiar, y iii) el (la) jefe(a) de familia participa de manera directa en el proceso productivo. Con base en estos atributos, se desprenden los siguientes seis estratos que pueden verse. Ahora bien, la distribución del ingreso en el campo y la ciudad, así como los niveles de pobreza denotan que en la población rural se concentra el grueso de la pobreza. Gráfica 8. Participación de las unidades económicas rurales en las ventas totales: 2010. Gráfica 7. Distribución porcentual de las unidades de producción y del volumen de producción: 2010. Fuente: Elaboración propia con base en FAO, mayo 2014, (Urquía, 2014). Cuadro 5. México: Ingreso familiar mensual por hogar. Hogares urbanos y rurales (pesos 2012) Fuente: Elaboración propia con base en FAO, mayo 2014 (Urquía, 2014). La gran mayoría de las uer del país está conformada por agricultura familiar, y es quien mantiene el mayor potencial de mejora productiva por peso invertido, a diferencia de los segmentos pujante y dinámico, que se encuentran en el límite superior tecnológico. Las uer E1 y E2, son clave en la generación de empleo en el sector rural (por cuenta propia, temporal y permanente). Además de que desempeñan un papel fundamental en su distribución territorial, contribuyen a mantener las tradiciones y diversos valores culturales de gran contenido étnico y social, a la vez que coadyuvan al cuidado y preservación de los recursos naturales. En ambas gráficas puede apreciarse que tanto las uer E5 y E6 son las que tienen mayores volúmenes de producción y de ventas. Esto trae como consecuencia que la distribución del ingreso en el conjunto de los productores también sea desigual. Fuente: elaboración propia con base en el Censo Agropecuario 2007. INEGI. Conclusiones El sector agropecuario continúa teniendo serios y lacerantes problemas. La producción generada en el campo no alcanza para satisfacer las necesidades de alimentación y de materias primas que requieren la población y la industria. La base estructural en la que se da este proceso se encuentra en la generación de excedentes o plusvalía que muestra una relación de 12 a 1 respecto a los salarios pagados a los campesinos. Esto se relaciona con el hecho de que el determinante en el crecimiento del sector agropecuario es la productividad y, por tanto, la modalidad de reproducción en el campo es intensiva. Por su parte, el potencial de reproducción ampliada llega a 0.90, lo cual evidencia que por 57 Artículos y Ensayos de Sociología Rural cada unidad de producto agregado se generaron 0.90 centavos de producto excedente en el periodo analizado. Ahora bien, el coeficiente de realización de la plusvalía producida es mayor a la unidad, es decir, la demanda de los bienes agropecuarios es mayor que la oferta, lo cual genera altos índices inflacionarios y aumento en las importaciones. Este coeficiente se da en el ámbito del mercado. En éste se descubrió que el grado de mercantilización de las actividades agropecuarias en el país (los productos que llegan al mercado) es de 59%. Por tanto, la distribución del ingreso entre la población rural es bastante desigual, cuestión que demuestra la manera en que opera el modelo económico y la gravedad en que viven cotidianamente los campesinos en lo económico, social y político. El campo requiere un cambio radical; no obstante, es necesario que en esta transformación sean considerados sus pobladores; asimismo, las propuestas deben venir de abajo hacia arriba y considerar como actor principal al campesino. El sector agropecuario debe convertirse en motor del desarrollo productivo del país, fomentando la producción, invirtiendo en las distintas actividades primarias, para crear empleos y distribuir satisfactoriamente el ingreso. Esto traería como resultado el abatimiento de la pobreza y controlaría los flujos migratorios hacia el exterior, también detendría el avance de la producción de enervantes y el exceso de dependencia alimentaria. sector rural en México. vol. i. México: Cámara de Diputados. Guerrero, D. (2008). Historia del pensamiento económico heterodoxo. Argentina: Razón y Revolución. inegi (2012). Censo Agropecuario 2007. En: [www.inegi.org.mx]. inegi (2014). Banco de información económica. En: [http://www.inegi.org.mx]. inegi (2014). Sistema de cuentas nacionales de México. En: [www.inegi.org.mx]. enigh (2002-2012). Encuesta nacional de ingreso y gasto de los hogares. En: [http://www. inegi.org.mx]. Marx, Carlos (1973). El Capital. México: Fondo de Cultura Económica. Menéndez Gámiz, C. R. y V. H. Palacio Muñoz (2013a). Redimensionando lo rural desde el ingreso hasta el gasto de los hogares 2000-2010. 1-25, mimeo. Menéndez Gámiz, C. R. y V. H. Palacio Muñoz (2013b). “Ventajas comparativas en el comercio agroalimentario, México y EU 2007-2011”. En: cimexus. Vol. viii, núm. 1, enero-junio, pp. 29-46. sagarpa (2014). [www.sagarpa.gob.mx]. Secretaría de Economía (2014). [www.economia. gob.mx]. Urquía, N. (2014). Políticas para los agricultores de pequeña escala Agricultura Familiar. México: Foro de Expectativas Agroalimentarias. Valenzuela, José. (2007). Estancamiento y crisis en el México neoliberal. México: Universidad Autónoma Chapingo. Valenzuela, José (2006). Ensayos de economía marxista. México: Universidad Autónoma Metropolitana. Valenzuela, José (2005). Producto, excedente y crecimiento. México: Trillas. Valenzuela, José (1999). Explotación y despilfarro: análisis crítico de la economía mexicana. México: Plaza y Valdés. Bibliografía Banco de México (2014). En [http:// www.banxico.org.mx/ publicaciones-y-discursos/ publicaciones/informes-periodicos/ anual/%7B8E01B9AD-971C-FEF056A4-DA54C7106DF8%7D.pdf]. Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (cedrssa) (2014). Legislación sobre el 58 Artículo de opinión Las Escuelas Normales Rurales en México: de proyecto revolucionario a enemigo del poder J. Gilberto Segura Gámez1 La noche del 26 de septiembre de 2014 un grupo de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero desapareció, nadie volvió a saber de ellos, fue como si la tierra se los hubiese tragado. ¿Qué hay detrás de las desapariciones? Quizá todo el cúmulo de perversiones de la civilización actual: infundir miedo y zozobra para no protestar contra la estela de daños que causa la democracia moderna, contra el autoritarismo, la corrupción; el cretinismo y la mendacidad de los políticos, mediante lo cual conservan el poder. En la historia de las “desapariciones”, las que se pueden contar, casi siempre pertenecen a los estratos más débiles de la sociedad: en este caso estudiantes pobres, pero con un inmenso capital en capacidad de indignación y defensa de lo poco que tienen o han logrado sostener con sus luchas: la posibilidad de formarse como maestros rurales junto a sus comunidades hoy también agraviadas por la infamia. La protesta y acciones de indignación no gustan a los políticos, tampoco simpatizan con la educación popular e independiente fuera del canon educativo impuesto por los organismos internacionales interesados en que el país continúe siendo proveedor de mano de obra barata. No es la primera vez que en el estado de Guerrero se criminaliza la protesta y agrede a estudiantes y campesinos; esta entidad encabeza la lista de estados en México con más muertes por violencia y colecciona una serie de casos ominosos, que al quedar impunes permite su reiteración: la guerra sucia de las décadas sesenta y setentas, la matanza de Aguas Blancas y el asesinato de un buen número de líderes sociales. Este artículo analiza algunas pistas de la Educación Normal Rural como una aportación modesta a la lucha por la justicia que hoy libra la sociedad mexicana, para comprender mejor el porqué de la violencia desatada contra los estudiantes normalistas. Las escuelas normales rurales (ENR) Estas instituciones educativas producto de la Revolución Mexicana y de la construcción de la Escuela Rural Mexicana (ERM) en las décadas de los veinte y treinta del siglo pasado fueron promovidas y protegidas por el Estado, especialmente durante el mandato del General Lázaro Cárdenas quien instituyó la educación socialista en México. En esa época, no faltó presidente que inaugurara alguna de estas escuelas o las honrara con su visita, gozaban de prestigio y apoyo; sin imaginar que más tarde el propio Estado les daría la espalda y trataría por distintos medios de eliminarlas. Este proceso comenzó en los sesentas y continúa hasta la fecha, momento en que los métodos violentos siempre utilizados, ahora escalan para desaparecerlas. Las instituciones pilares de la ERM fueron (en orden de su fundación): las Misiones Culturales, las Escuelas Centrales Agrícolas, las Escuelas Normales Rurales y las Escuelas Regionales Campesinas. 1 Profesor-investigador del Departamento de Sociología Rural, UACh, correo electrónico: [email protected] 59 Departamento Artículos y Ensayos de Sociología de Sociología Rural /Rural UACh La historia comienza en 1921 con la creación de la Secretaría de Educación Pública, siendo Presidente de México Álvaro Obregón. El primer y flamante Secretario José Vasconcelos inspirado en la labor desarrollada por los misioneros franciscanos en la primera etapa de la conquista de México y en sus convicciones cristianas, creó las Misiones Culturales, las cuales constituyeron un proyecto que pretendía paliar la falta de maestros en el medio rural al mismo tiempo que mejorar las condiciones de vida de la población, así lo planteaba: Las misiones no fueron el único proyecto educativo en esa directriz, muy pronto se empiezan a crear las normales rurales siguiendo el mismo modelo, la primera de ellas en Tacámbaro, Michoacán en 1922 (esta escuela actualmente está ubicada en Tiripetío, Michoacán). Más tarde, y ya bajo el gobierno de Calles, le sigue San Antonio de la Cal, Oaxaca en 1925 y la de Tixtla, Guerrero en 1926 (3). El siguiente proyecto que entra en escena es el de las Escuelas Centrales Agrícolas bajo la égida de la Secretaría de Agricultura y Ganadería con el objetivo primero de capacitar técnicamente a campesinos, luego, dichas instituciones fueron fusionadas con las normales rurales para dar lugar a las Escuelas Regionales Campesinas (ERC) en 1936, bajo el gobierno cardenista. Estos tres proyectos educativos enunciados, convivieron y se complementaron durante la década de los veinte y treinta hasta 1940. En 1941 sufren una nueva transformación y se dividen en Escuelas Prácticas de Agricultura y en Normales Rurales (4). Por ello, muchas de estos planteles que se conocieron posteriormente tuvieron su origen en escuelas Centrales Agrícolas o en ERC. En una revisión de los informes de gobierno de Cárdenas se pudo constatar que la mayoría de ellas fueron fundadas en su gestión a cuyo término llegaron a treinta y tres (5). “…no teniendo otro material de qué echar mano, pensamos que lo mejor era combinar el personal, y a falta de un maestro completo como el fraile, que sabía cultivar un campo y aserrar, ensamblar la madera de una mesa, nosotros empezamos a mandar grupos de maestros: uno de artesanías que enseñara a labrar la tierra y forjar el hierro; otro que fuera artista y pudiese inspirar a la población el gusto por la belleza, único camino que le queda al laico para acercarse a las cosas de Dios, y otros más para que incitase a la acción social y a la colaboración en la obra patriótica; otro, finalmente, para las primeras letras y matemáticas. Y nació así el misionero de tipo moderno, por lo común un maestro normalista que hacía del jefe de grupo de educadores y convivía con los indios, ayudándolos a levantar la escuela con los recursos locales y enseñando los rudimentos de la pedagogía a jóvenes de cada localidad, que enseguida quedaban encargados de la incipiente enseñanza” (1) ¿Cuántas Escuelas Normales Rurales existieron en el país? El número exacto de escuelas es difícil conocerlo por ahora debido a las circunstancias siguientes: La urgencia de maestros se evidenciaba por las condiciones de analfabetismo que privaban en aquel momento, según el Censo de población de 1921 la mayor parte de la población no sabía leer ni escribir, del total de la población de 10 años y más, el 67 por ciento se encontraba en esta condición (2). El proyecto de las misiones era ambicioso, se planteaba una suerte de educación integral y vinculada estrechamente con las necesidades de las comunidades. • La inconsistencia e insuficiencia de la estadística oficial, por lo menos durante los primeros 60 años del siglo XX, las cuales no permiten realizar el seguimiento y comparación de los datos. El INEGI por ejemplo, empieza a desagregar las escuelas normales hasta el Censo de 1970. La información que se conoce de las ENR proviene de archivos históricos o testimonios, de lo cual todavía falta por descubrir. 60 Departamento de Sociología Rural / UACh • Existen evidencias de algunas escuelas que se fundaron y tuvieron una vida efímera, de las cuales poco se conoce y no se han consignado en la literatura especializada. • Por el origen y transformación de varias de ellas, que en algún momento de su trayectoria adoptaron alguna de estas modalidades: Escuelas Granja, Centrales Agrícolas, Escuelas Prácticas y Escuelas Regionales Campesinas; lo cual ha dado lugar a confusiones, algunos investigadores y periodistas han registrado Por las circunstancias anteriores, uno de los trabajos principales realizados para la formulación de este artículo fue la confirmación de los datos a través de fuentes indirectas, tales como: Informes de Gobierno del periodo cardenista, historia de los municipios y localidades, información de cronistas locales, periódicos, revistas locales y publicaciones especializadas. De esta revisión en cinco casos no se puedo establecer la fecha de fundación, sin embargo sí se constató su existencia. (Tabla 1, ver al final del artículo). De tal Ex Escuela Normal Rural de Palmira, Morelos/(G. Segura). más escuelas de las que realmente existieron, por la misma razón, la confusión se extiende a la imprecisión de la fecha de su fundación. • Los avatares de estas escuelas también tienen que ver con los cambios de sede, en la misma región e incluso hacia otra entidad federativa, por razones de cobertura, demandas de la población o por conveniencia política de las autoridades en turno, lo que también ha originado el sobre registro de las escuelas. En algunos casos, el nombre de la escuela también cambió. manera que se hace una aportación en cuanto al establecimiento del número de ENR más aproximado a la realidad que sin duda tendrá que seguirse investigando. Entonces, en este artículo se habla de la existencia histórica de 35 escuelas, número que es más congruente considerando la información que se asienta en los informes del periodo de Lázaro Cárdenas y las que posteriormente se fundaron. La fecha de su creación se estableció con independencia de la modalidad en que aparecieron por primera vez. De estos 35 61 Artículos y Ensayos de Sociología Rural planteles actualmente subsisten 16 (Tabla 2, ver al final del artículo), las demás fueron convertidas a escuelas secundarias o institutos técnicos a partir de 1969, proceso que continuó ininterrumpidamente, registrándose el último cierre en el año 2008 de la ENR del Mexe en el Estado de Hidalgo. Políticas y estrategias gubernamentales que contribuyeron a la debilitación de las escuelas normales Las reformas a la educación normal. Durante las décadas veinte y treinta, ante la urgencia de atender a una mayoría analfabeta, el ingreso a las normales era sumamente flexible sobre todo en el medio rural, y lo mismo se podía ingresar con secundaria que con primaria, incluso no terminada; en la propia Normal se completaban los estudios básicos. En la década de los sesenta se separó definitivamente el nivel básico de la normal, estableciéndose como requisito la secundaria terminada para ingresar a las escuelas normales. En 1984 desaparece la Normal básica y se implanta el bachillerato como requisito de ingreso ante la nueva política de profesionalizar la formación de profesores. Estos cambios sin duda impactaron a los potenciales aspirantes a ingresar a las Normales rurales, en general hijos de campesinos pobres que solo conocían esa profesión y que además les brindaba la ventaja del internado. Si se toma en cuenta que el mayor rezago educativo se localiza en el medio rural, las reformas emprendidas redujeron con mucho la oportunidad de ingreso a esta opción educativa para hijos de campesinos pobres que durante décadas fue lo más cercano a sus posibilidades. Movimientos sociales reprimidos y cierre de escuelas. Varias movilizaciones político-sociales importantes acontecidas durante la década de los sesenta y setenta protagonizadas por estudiantes y profesores le ganaron la fama a las Normales Rurales de ser “nido de guerrilleros”; entre ellas la guerrilla en el estado de Guerrero y el asalto al cuartel Madera en Chihuahua, así como su participación en el movimiento estudiantil de 1968. Además de la pérdida de vidas, desenlazaron en un cierre masivo de escuelas en el periodo del presidente Gustavo Díaz Ordaz de triste memoria, en esa época se cancelaron más de la mitad de las escuelas, algunas fueron cerradas definitivamente y otras se convirtieron en secundarias técnicas (7). Es pertinente recordar que de estas escuelas no solo egresaron futuros guerrilleros y auténticos líderes sociales; sino también diputados, gobernadores y dirigentes charros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), esto último, por cierto, no se publicita con la misma fruición. El epíteto de subversivos entraña un reduccionismo político que pasa por alto las causas y condiciones que dan origen a la sublevación, es decir, el atraso económico, la desigualdad social y la injusticia. Como bien lo advirtió Carlos Montemayor (8): “El razonamiento oficial tiende a apoyarse no en una comprensión de la naturaleza social del conflicto, sino en la necesidad de reducir al máximo los contenidos sociales y sus motivaciones políticas o morales. En la medida que se reduzcan al mínimo estos datos de causalidad social se favorece la aplicación de medidas solamente policiacas o militares.” Han transcurrido cuarenta años de aquellos acontecimientos, sin embargo, el estigma de sediciosos se continúa aplicando a los estudiantes de estas escuelas, no obstante hay que tener en cuenta que las condiciones de injusticia que vive el medio rural continúan prevaleciendo, de ello da cuenta con crudeza la Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición en el Medio Rural 1996 (Tabla 3, ver al final del artículo), que es la única en su tipo que se ha realizado en las últimas dos décadas y escasamente difundida. Como se puede ver, las entidades con mayores problemas son las de siempre, y en tan ominosas condiciones, en primer lugar Guerrero, que rebasa con mucho los promedios nacionales. Dieciocho años más tarde la situación no tuvo 62 Departamento de Sociología Rural / UACh cambios sustanciales, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (9) encontró que: de ahorcamiento y acoso para con las escuelas normales rurales, excepto en el periodo de Luis Echeverría que fue tolerante con ellas y en donde incluso por una intensa movilización campesina se funda una nueva escuela, la de Amilcingo, Morelos. Dicha estrategia se puede describir así: Escuela para pobres. A través del otorgamiento de raquíticos presupuestos que se expresan en un gasto de 50 pesos en promedio para cada día de alimentación por alumno, instalaciones viejas y precarias sin posibilidades “Guerrero se encontró en el primer lugar de las entidades con mayor proporción de hogares en alguna clasificación de inseguridad alimentaria en el ámbito nacional, pues 8 de cada 10 hogares se encuentran en inseguridad alimentaria y al menos dos de cada diez hogares reportó haber padecido hambre en los tres Escuela Normal Rural “Emiliano Zapata”, Amilcingo, Morelos/(G. Segura) de reparación y mantenimiento, talleres sin insumos y equipos adecuados y predios de cultivo también sin herramientas y maquinaria. En este sentido, la política gubernamental seguida ha sido mantener escuelas pobres para los pobres. Dicha estrategia ha provocado que cada año los estudiantes tengan la necesidad de movilizarse y salir a las calles para exigir el cumplimiento de un pliego petitorio, que además de no cumplirse o solo parcialmente, ha dado la oportunidad para que las autoridades reiteradamente los sigan exponiendo ante la opinión pública como violentos e irresponsables. Así configuran el ciclo perverso: «te restrinjo meses previos a la encuesta. Al igual que lo que ocurrió con otros indicadores de vulnerabilidad nutricia y de desarrollo social, los hogares de áreas rurales tuvieron mayor prevalencia de percepción de inseguridad alimentaria comparados con los hogares de áreas urbanas.” Se comprueba entonces que las desfavorables condiciones sociales subsisten, y que por lo tanto, como apunta Montemayor, los conflictos son recurrentes. En las décadas siguientes, tanto el gobierno federal como el estatal aplican una estrategia 63 Artículos y Ensayos de Sociología Rural tus derechos, te obligo a protestar, y luego, te criminalizo y/o amenazo con el cierre de la escuela». Ejemplo de estas medidas que se enmarcan simplemente en el autoritarismo y bajo la bandera de que la educación tecnológica es la solución para los problemas del país, algunas Normales Rurales han sido convertidas en Universidades o Institutos Tecnológicos, tal como sucedió con la escuela del Mexe, Hidalgo, que tras de varios años de resistencia junto con las comunidades campesinas, finalmente se cierra en el año 2008, para en su lugar instaurar una universidad politécnica. Paralelamente a este hecho, la Normal de Mactumactzá, Chiapas también la habían cerrado, abriéndose posteriormente pero ya sin el internado. Todavía hasta el año 2012 los egresados del Mexe luchaban por su reapertura, no fueron escuchados. Habrá que recordar que al calor de este conflicto, la lideresa magisterial se manifestó así: México como proveedor de mano de obra barata. Al mismo tiempo presagiaba el vendaval que vendría sobre los maestros poco tiempo después con las llamadas reformas estructurales, y que efectivamente, dieron un golpe certero al Normalismo en México, donde ni ella se salvó. La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM). Es la organización estudiantil que se han dado los estudiantes de las escuelas normales rurales, se fundó en 1935, en lo que fue su primer congreso en Roque, Guanajuato. No es casual que se autodenominen campesinos, porque en efecto son de origen netamente campesino y por añadidura pobres; socialistas porque surgen justamente en el periodo en que Cárdenas proclama que la educación en México debe ser socialista al reformar el Artículo tercero de la Constitución en diciembre de 1934, rezaba así: “Artículo 3o. La educación será socialista, y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social”. De hecho, los normalistas estaban estrenando la nueva norma. Los ejes de formación de los estudiantes son: político; académico, cultural, módulos de producción y deportivo, excepto el primero, todos los demás corresponden a la tradición de la Escuela Rural Mexicana, que no se circunscribía únicamente a la docencia sino también a una pedagogía de transformación social y económica de sus comunidades. La formación política evidentemente no forma parte del currículum oficial, es otro componente que corresponde al currículum oculto, y que explica al mismo tiempo, tanto su subsistencia por más de 80 años como la animadversión del gobierno que los ha llevado a su debacle. Durante todo el tiempo que permanecen los estudiantes en la escuela, de manera organizada, se estudia la ideología marxista-leninista y se repasan las biografías de “Queremos que las instituciones que hasta hoy eran Normales sean instituciones para técnicos en turismo, técnicos en actividades productivas, que ningún mexicano se encuentre sin empleo, que el que estudie encuentre el empleo, la plenitud y la felicidad que ello da y los recursos para cubrir sus necesidades materiales.”(10) Más tarde expresó: “Hemos planteado muchas veces a las autoridades que si se cierran algunas de las normales rurales va a haber mucho alboroto de los jóvenes. No se olviden que las normales rurales han sido semilleros de guerrilleros, pero si no hacemos esto van a seguir con lo mismo.”(11) Muchos consideraron que fueron exabruptos de la Maestra, pero más allá de su cretinismo, expresaba su beneplácito y complicidad con la política educativa marcada por organismos internacionales para seguir condenando a 64 Departamento de Sociología Rural / UACh ilustres revolucionarios como Hidalgo, Morelos, Zapata, Villa, Che Guevara, Lucio Cabañas y otros. La organización se rige por el Centralismo Democrático, lo que explica que en algunas épocas hayan pasado a la clandestinidad o semiclandestinidad. La FECSM es la organización estudiantil más antigua de México y quizá también la única que defiende la ideología socialista y se asumen como proletarios con un claro sentido de clase social que los hermana con los campesinos pobres de México. Sorprende que subsistan organizaciones de jóvenes de este tipo, donde en un amplio espectro de instituciones de educación superior han enterrado al marxismo-leninismo, o donde un gran número de jóvenes no conoce quiénes fueron estos personajes; también en la democracia actual, los partidos de izquierda que se presumen más revolucionarios carecen de una ideología de clase, menos aún representan los intereses de los más pobres. Asombra también que a propósito de la tragedia de Ayotzinapa, dichos partidos han tenido una respuesta tibia, melindrosa y pusilánime. La FECSM es una institución formativa, comenzando por la defensa y reivindicación de los derechos del estudiante, en primer lugar, por el derecho a la educación; que implica el ingreso, la permanencia y la calidad de la educación misma. Por ello en sus luchas de cada año defienden la conservación y aumento de la matrícula, que los aspirantes efectivamente sean los más pobres, por mejores servicios asistenciales. Así mismo, el sentido de clase los obliga a solidarizarse entre las escuelas cuando alguna de ellas enfrenta algún conflicto. La FECSM es una suerte de sindicato que defiende los intereses inmediatos y derechos de los estudiantes y un órgano político que construye ciudadanía entre ellos y sus comunidades plenamente identificadas con las escuelas. Es necesario tratar de explicar por qué la Federación ha subsistido por más de ocho décadas y las escuelas mismas que no están para nada alineadas con el canon educativo del neoliberalismo. Los propios estudiantes exponen sus razones: “mientras haya pobres en el campo seguirá persistiendo la necesidad de este tipo de escuelas, mientras se continúe avasallando las tierras de los campesinos para el “desarrollo” del país que beneficia a los empresarios, mientras se les expropien y contaminen sus recursos naturales por cualquier medio, seguirá siendo pertinente este tipo de educación.”(12) Situación general de la Educación Normal El subsistema de formación de profesores en general está pasando por un momento difícil, la reciente reforma educativa (más enfática en lo administrativo y laboral) canceló en forma definitiva las expectativas de un empleo automático al egresar de la escuela Normal, proceso que ya se venía fraguando años atrás al limitar el número de plazas disponibles, además de enfrentar la competencia con otros profesionistas que buscan trabajo, junto con egresados de la Universidad Pedagógica Nacional. Así, este sector enfrenta por primera vez en su historia una etapa dramática al ser arrojados al mercado laboral. En cuanto a la formación se refiere, en el periodo 1992 (fecha de la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal) al 2000, se reflejó un aumento significativo en matrícula, el número de maestros y escuelas (Tabla 4, ver al final del artículo). Sin embargo, a partir del año 2001 hasta la fecha, estos indicadores tuvieron una caída estrepitosa, especialmente en la matrícula y el cierre de escuelas; en este último periodo se cerraron 118 escuelas (donde se incluyen algunas normales rurales), es decir, un promedio de 10 escuelas por año. En este proceso la empresa privada ajustó en mayor proporción su capacidad instalada. ¿A qué se debe esta crisis en la escuela Normal? Es probable que exista una política deliberada de restringir la oferta en este subsistema, al menos así se ha constatado en las Normales Rurales que luchan por al menos conservar su matrícula histórica, pero que en muchos casos no se ha logrado y efectivamente 65 Artículos y Ensayos de Sociología Rural la han reducido de forma paulatina y a veces drástica. Sin embargo este criterio no aplicaría para el sector privado ya que para ellos entre más estudiantes tengan más ganancias pueden obtener, así que también está presente una baja en la demanda, entre cuyas causas vale la pena investigar: el descrédito de la profesión por la constante exposición de una imagen negativa de los maestros a través de los medios de comunicación; el hecho de que la profesión se haya transformado de una carrera corta a una de licenciatura y consecuentemente los jóvenes prefieran otras carreras con mayor prestigio y expectativas laborales, considerando que invertirían el mismo tiempo en cursarlas, y la cancelación de la posibilidad de obtener una plaza automática al egreso, entre otras. En el caso de las Normales Rurales, a partir de que se homologaron con el creación de un subsistema único, no existe información disponible que permita analizar su evolución al menos en sus indicadores básicos ya que entran a la misma “bolsa” de todas las escuelas normales; muy a pesar que en la práctica constituyen un proyecto educativo diferente. Se diferencian por su vinculación estrecha con las comunidades rurales e indígenas, por su formación técnica en varios talleres y actividades agropecuarias y por su formación ética, cívica y artística, componentes todos que no tienen las demás escuelas. En la Tabla 5 (ver al final del artículo), se detalla la matrícula y la ubicación de las 16 escuelas que sobreviven actualmente. En la Tabla 5 se específica la matrícula del ciclo escolar 2007-2008 que corresponde a la estadística más antigua publicada por la SEP, comparada con la del 2013-2014, se observa una Gráfica 1. Escuelas Normales en México por entidad federativa 2013 Fuente: SIBEN-SEP, 2013 diminución de 643 alumnos que corresponde aproximadamente a las últimas generaciones del Mexe (cerrado en 2008) y a la cancelación del programa semiescolarizado de la Normal de Tenería en el Estado de México. Se puede observar, que existen planteles que son exclusivamente de mujeres o solo para hombres, el resto son mixtas, lo cual en algunos casos corresponde a su tradición de origen. La Destaca también que el interés por la permanencia e impulso de la educación normal es muy desigual territorialmente, diez entidades concentran el 60% de escuelas (Gráfica 1). Así mismo, la formación de maestros como negocio privado ha dejado de interesar a los empresarios, ya que en 14 entidades su presencia es simbólica o nula. 66 Departamento de Sociología Rural / UACh mayoría de ellas ostentan un nombre que invoca su identidad y su lucha, referido a notables maestros o líderes revolucionarios de nuestra historia. En el medio rural solo 2 de cada 10 jóvenes cuentan con el nivel superior completo. Ante tales desafíos, la política de desaparecer estudiantes y escuelas normales rurales es incongruente y revela que la política educativa hacia las normales en general y en particular para las rurales es errática ante la tragedia educativa que vive actualmente el medio rural. La desventura de Ayotzinapa, su historia, asociados a esta penumbra educativa, abre un espacio a la reflexión para renovar e impulsar la Escuela Rural Mexicana en el contexto actual. En efecto, lo más importante ahora es que aparezcan los estudiantes, pero paralelamente se requiere pensar en cuál va ser el futuro inmediato y de los años por venir para las Escuelas Normales Rurales. Hasta ahora se ha cumplido la maldición de Elba Esther Gordillo, pero es obvio que esa no es la solución. El problema educativo actual en el medio rural No obstante que ya existe un desempleo palpable de maestros, aunque no sabemos a cuánto asciende, y de la negativa gubernamental a crear nuevas plazas, sin embargo el rezago educativo en el medio rural interpela la política que ha seguido el Estado, en el sentido de regatear el derecho a la educación y a una educación de calidad, sobre todo para los más pobres que habitan en las localidades más recónditas y marginadas del país. Interpela también la estrategia de exterminio hacia las Normales Rurales, cuyos egresados podrían contribuir de manera decisiva a la transformación de sus comunidades y a revertir dicho rezago. En la Tabla 6 (ver al final del artículo), se describen los indicadores más relevantes de la situación educativa de la población que habita en las localidades rurales, es decir aquellas menores a 2500 habitantes, en su mayoría indígenas. Los datos reflejan el atraso educativo, el olvido y la indiferencia hacia esta población. La mayor parte de la población rural está sumamente atomizada en este tipo de localidades al grado de representar el 97% del total en el país. En estos parajes no hay escuelas ni maestros dispuestos a incursionar en la sierra sin las comodidades del medio urbano, no existen profesores suficientes que hablen la variante de lengua indígena de las comunidades, donde además no hay energía eléctrica ni tampoco Internet. Son espacios marginados donde casi dos millones de niños y adolescentes no van a la escuela. La política gubernamental hacia esta población ha sido desde hace más de cuarenta años, proporcionarle una educación compensatoria, una educación pobre, multigrado; la cual siempre ha sido insuficiente para remontar su pobreza, menos aún la posibilidad de continuar su trayectoria educativa. Algunas conclusiones y propuestas En vista de que se ha comprobado que estas escuelas enfrentan desde hace décadas el hostigamiento, la amenaza de cierre, la represión policiaca y del ejército; la cancelación de algunos internados, la reducción de la matrícula, el financiamiento exiguo, y lo más inhumano que ha sido la muerte y desaparición de varios estudiantes; se precisa y urge que cese definitivamente toda esta violencia. Antes de dilucidar algún porvenir de estas escuelas, es conveniente y deseable que se genere un acuerdo político por parte del Estado que ofrezca garantías a sus estudiantes y maestros, para que en el futuro no sean objeto de acoso de ningún tipo, que exista un tiempo y espacio convenientes para que ellos discutan y deliberen qué tipo de educación y organización académica es lo más adecuado para su futuro. Si al Instituto Politécnico Nacional le han dado la oportunidad para refundar su proyecto, en términos de equidad, de justicia; por qué no darles la misma opción a los normalistas, ellos también tienen este mismo derecho. También se ha probado con las mismas cifras oficiales el ignominioso rezago educativo, social 67 Artículos y Ensayos de Sociología Rural y económico que enfrenta la población rural, especialmente los indígenas. Los normalistas rurales mejor que nadie, conocen y viven esta realidad, por lo que su función social está más que justificada para contribuir a transformar este escenario de atraso. Su pasado histórico los cobija y los engrandece, en los momentos en que en el país no había nada, cuando la mayoría de la población era analfabeta; fueron a los lugares más apartados e ignotos para enseñar las primeras letras y rudimentos de oficios diversos. Desde 1922 a 1940 hicieron una contribución social sobresaliente al país que debemos reconocer, la aportación que hizo la Escuela Rural Mexicana que contribuyó a amortiguar la difícil situación que atravesó la población rural de esa época, cuando los salarios eran raquíticos equivalentes a los de los peones, (“maestros de a peso”) cuando no había sistemas de incentivos, cuando no había caminos y carreteras, cuando prácticamente todo había que hacerlo con las manos, la mente lúcida y un claro compromiso social. La ERM también llamada La Escuela de la Patria Mexicana; la de Rafael Ramírez, de Gabriela Mistral, Moisés Sáenz, de Narciso Bassols, de Lázaro Cárdenas, junto con miles de maestros rurales (alrededor de 5000 en 1931); que no solo atendían el aula, sino también la salud, la producción agrícola, la artesanía y en general el mejoramiento de los pueblos; este proyecto estuvo allí. Las Escuelas Normales Rurales que subsisten actualmente son quizá las últimas herederas de la tradición de la ERM y que hoy ya se ha olvidado o se pretende olvidar. En 1921 cuando comenzó el periplo de la ERM había casi 7 millones de personas que requerían saber leer y escribir, no había escuelas. Hoy a casi cien años de distancia existe un número similar de habitantes en el medio rural con distintos matices de rezago educativo que demandan su derecho a la educación y a una educación de calidad, la presencia de los maestros hoy como en aquella época, sigue siendo vigente. A los maestros rurales no solo deben verse de manera convencional, es decir, en el aula, sino desde distintos ángulos: en su relación estrecha con las comunidades, como promotores y formadores de ciudadanía; tal y como se construyó su proyecto original. Si solo se les mira a los estudiantes como futuros simples maestros, da cabida al discurso de «para qué tantos maestros, si ya existen muchos y no pocos desempleados», pero paradójicamente allá, en las montañas, en las serranías, hacen falta otra vez los misioneros culturales conocedores y practicantes de la diversidad rural e indígena. Por otra parte, según datos del INEE (13), un 15% de los profesores ocupan dos o más plazas, o sea, más de 150 mil (10), a los cuales habría que agregar los famosos “comisionados” que no son pocos; probablemente en muchos casos se justifica, pero en otros tantos no, y que han sido frutos del corporativismo sindical para beneficiar a los testaferros de los líderes sindicales, allí hay recursos para el proyecto de las normales rurales, también los hay en las cuantiosas pensiones de los expresidentes y burócratas privilegiados. Se podría hacer eco de la demanda que enarbolaron los estudiantes politécnicos para cancelar las pensiones de los exdirectores. En fin, no se encuentra excusa para decir que no hay recursos para la educación si en otros muchos casos se dilapida impune e innecesariamente. Si realmente faltara el dinero, no se explica por qué la compra del avión presidencial o la Casa Blanca. Recientemente se anunció un presupuesto adicional de 400 millones de pesos para estas escuelas, a lo cual habrá que subrayar en primer lugar que es insuficiente para resarcir el deterioro provocado por el olvido de más de 40 años. En segundo lugar, no solo se trata de dinero para invertir en educación; también hace falta cambiar la situación socioeconómica y política del medio rural, mientras persista esta injusticia los conflictos continuarán. El proyecto de las Escuelas Normales Rurales es vigente y pertinente por las carencias que se viven en el medio rural. La sociedad, así como ha apoyado el movimiento de sus estudiantes para que aparezcan con vida los 43 que faltan, es necesario también que despliegue solidaridad y apoyo para la reconstrucción y vigencia de 68 Departamento de Sociología Rural / UACh su proyecto educativo. Una vez que pase la tormenta, quedará la pregunta ¿Qué pasará con las escuelas normales rurales? ¿Se convertirán en escuelas técnicas como sugirió la maestra Gordillo? Como efectivamente ha estado ocurriendo con la política actual en el nivel de educación superior que han proliferado como hongos los institutos técnicos con distinto nombre y que hoy, por el número de escuelas es el subsistema educativo dominante. ¿Qué tipo de educación requiere el país y el medio rural? En las respuestas se requiere la participación social y sobre todo de los estudiantes; es momento también de reivindicar una nueva educación, que la sociedad tome la palabra y las acciones que sean necesarias, acorde a nuestra realidad y no la que organismos internacionales impongan. Esta búsqueda de alternativas no está exenta de contradicciones, por una parte está la exigencia del derecho a la educación que ampara la Constitución y distintos ordenamientos del derecho internacional, en donde el Estado quien financia la educación se reserva el derecho sobre su contenido y organización; por otro lado están las condiciones sociales y económicas del medio rural que exigen una educación diferente e incompatible con la política educativa que actualmente impulsa el Estado lo cual limita u obstruye la libertad para decidir el tipo de educación que satisfaga las necesidades del pueblo. Todo lo cual deja abiertas preguntas como ¿es posible una educación alternativa con plena autonomía que sea apoyada por el Estado? ¿Es posible una educación alternativa sin la injerencia del Estado? Para ambas respuestas se pueden citar varios casos que implican teorías y planteamientos políticos diferentes; queda materia para seguir en el análisis de este problema que nos involucra a todos los mexicanos. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Referencias 1. Vasconcelos José (2000), El desastre, Editorial Trillas, México, página 146. 2. INEGI, DGE. Censo General de Habitantes 1921. Tabulados básicos. 69 Solana Fernando (Coord.) (2007) Historia de la educación pública en México, FCE-SEP, México, página 211. Ibíd., p. 213. Cárdenas Lázaro, (1978), Informes de gobierno y mensajes presidenciales de año nuevo 1928/1940, volumen 2, editorial Siglo XXI, página 307. Mar Velasco Patricia y Juan Francisco Meza Aguilar, Matrícula normalista y políticas públicas: 1970-2009, en Patricia Ducoing Watty, (coord.) 2013,La escuela normal: una mirada desde el otro, 1ª ed. México, D. F. UNAM, Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación, página 184. Zósimo Camacho / Julio César Hernández, La resistencia de las normales rurales, Revista Contralínea, abril, 2008. Montemayor Carlos (2007), La guerrilla recurrente, Random House Mondadori, México, p. 12. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 Resultados por entidad federativa. Guerrero, Primera edición electrónica, 2013, Instituto Nacional de Salud Pública, México. Pide SNTE desaparecer las escuelas normales - El Mexicano. www.el-mexicano.com.mx/ imprime-noticia/281275 La Jornada, El asalto a las normales rurales, 10 de agosto de 2010. FECSM, Las razones y la lucha de las normales rurales, Revista Contralínea 344 / julio 2013. Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, El Derecho a una Educación de Calidad. Informe 2014, Primera edición, 2014. Artículos y Ensayos de Sociología Rural Tablas Tabla 1. Escuelas normales rurales cerradas y/o transformadas en otro tipo de establecimiento escolar No Año de creación 1925 1 Ubicación de la escuela El Mexe, Hidalgo 2 Champusco, Puebla 1925 3 Santa Lucía Durango 1925 4 La Huerta, Michoacán 1925 5 El Roque, Guanajuato 1926 6 Xocoyucan, Tlaxcala 1926 Fuente Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983, México. Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983, México. Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983, México. Con datos de Zevada J. Ricardo, Calles el Presidente, Ed. Nuestro Tiempo, tercera edición, 1983, México http://www.itroque.edu.mx/ 7 San Juan del Río, Querétaro 1926 Rockwell, Elsle (2007). Hacer escuela, hacer Estado, la educación posrevolucionaria vista desde Tlaxcala, México: El Colegio de Michoacán/ CIESAS/ CINVESTAV Sin confirmar 8 Río Verde, San Luis Potosí 1927 Parte 4/5 Escuela Práctica de Agricultura. José de Jesús Alvarado Orozco, Río Verde en la Historia. 9 Salaices, Chihuahua 1927 10 Palmira, Morelos 1927 11 Actopan, Hidalgo 1928 12 Jalisquillo, Nayarit 1930 La antigua Escuela Normal de Salaices será declarada Patrimonio Cultural del Estado de Chihuahua. Comunidad, Revista digital de actualidad sociocultural (Cambió de ubicación: Cuernavaca-Oaxtepec-Palmira). La incorporación de la mujer morelense a la educación 1930-1990. Ana Esther Escalante Ferrer y Luz Marina Ibarra Uribe (UAEM) http://bvirtual.ucol.mx/descargables/676_incorporacion.pdf Originalmente fundada en Molango, Hidalgo en 1923). Con datos de Fell Claude, José Vasconcelos los años del águila, UNAM, 1989 http://www.e-local.gob.mx/ 13 Galeana, Nuevo León 1930 Sin confirmar 14 Santa Teresa, Coahuila 1938 http://www.seducoahuila.gob.mx/archivo/documentos/biografias/docjunto.pdf 15 San Diego, Tecax, Yucatán 1941 Por Esto! Diario de Yucatán. poresto.net/vernota.php?zona=yucatan&idSeccion=24&idTitulo 16 Perote, Veracruz 1952 17 Comitancillo, Oaxaca n/d (Fundada originalmente Ozuluama, pasa Misantla y luego a Perote, Veracruz) “Hubo una vez, una Escuela Normal Rural en Misantla” Salvador Hernández Mejía http://plumaslibres.com.mx/2014/08/29/presentan-libro-hubo-una-vez-una-escuela-normal-rural-enmisantla/ Sin confirmar 18 Reyes Mantecón, Oaxaca n/d Sin confirmar 19 Tolimán, Querétaro n/d Sin confirmar Fuente: Elaboración propia con base en la lista propuesta por Mar Velasco Patricia y Juan Francisco Meza Aguilar, Matrícula normalista y políticas públicas: 1970-2009, en Patricia Ducoing Watty, (coord.) 2013, La escuela normal: una mirada desde el otro, 1ª ed. México, D. F. UNAM, Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación, página 184, depurada y confirmada según las fuentes citadas en la tabla. (6) 70 Departamento de Sociología Rural / UACh Tabla 2. Escuelas Normales Rurales vigentes 6 Nombre de la Escuela Gral. Plutarco Elías Calles Gral. Lázaro Cárdenas del Río Profr. Raúl Isidro Burgos Ricardo Flores Magón Miguel Hidalgo de Atequiza Lic. Benito Juárez 7 Vanguardia El Quinto, Etchojoa, Sonora Tenería, Estado de México Ranchería Ayotzinapa, Tixtla de Guerrero, Gro. Agua Nueva Saucillo, Chihuahua Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco Panotla, Tlaxcala Villa de Tamazulapam del Progreso, Oaxaca 8 Vasco de Quiroga Tiripetío, Michoacán 9 J. Guadalupe Aguilera Gral. Emiliano Zapata San Rafael Canatlán, Durango Amilcingo Temoac, Morelos 11 Carmen Serdán 12 Justo Sierra Méndez 13 14 General Matías Ramos Santos Justo Sierra Méndez 15 Mactumactzá Chalahuico Teteles de Ávila Castillo, Puebla Blanca Flor, Hecelchakán, Campeche San Marcos, Bimbaletes Loreto, Zacatecas Cañada Honda, Aguascalientes, Ags. Adelita Mactumactzá, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas 16 Maestro Lauro Aguirre 1 2 3 4 5 10 Ubicación Ejido San José de las Flores, Guemez, Tamaulipas Año de creación Fuente 1931 (Fundada originalmente en Ures, Sonora) http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ 1927 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ 1926 Enciclopedia Guerrerense, Guerrero Cultural Siglo XXI, http://www.enciclopediagro.org/ 1931 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ 1934 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ 1938 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ (Originalmente se fundó en San Antonio de la Cal, Oaxaca). Con datos de Fell Claude, José Vasconcelos los años del águila, UNAM, 1989 (Originalmente se fundó en Tacámbaro, Michoacán). Con datos de Fell Claude, José Vasconcelos los años del águila, UNAM, 1989 1925 1922 1926 1974 1925 1930 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ Observatorio ciudadano de la educación, Treinta años de la normal rural Emiliano Zapata de Amilcingo, Morelos, Vol. V, número 146. México, ene/2005, Ricardo Amann Escobar. (Cambió de ubicación: Izúcar de Matamoros-XochiapulcoHueyapan-Teteles) Breve historia de Hecelchakán Cronista de Hecelchakán http://www.hecelchakan.net/ 1933 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ 1936 http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/ 1931 Lome, Emilio Ángel Historia de Chiapas para niños : Chiapas de la A a la Z : abecedario de haikús /Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México : CONACULTA, 2010 1926 Antonio Maldonado Cronista de Ciudad Victoria Fuente: elaboración propia con base en SIBEN-SEP y confirmación de fechas según las fuentes citadas en la tabla. 71 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Tabla 3. Estados con mayor prevalencia de desnutrición y condiciones sociales Condición Guerrero Yucatán Puebla Oaxaca Chiapas Nacional Viviendas con piso de tierra (%) 57.5 27.6 51.2 56.0 56.2 36.7 Viviendas sin agua potable (%) 57.6 30.0 46.7 51.5 42.8 44.1 Viviendas de calidad mala y muy mala (%) 69.0 36.8 57.6 62.6 59.3 41.9 Padre analfabeto (%) 53.4 46.7 43.1 41.6 46.7 38.5 Madre analfabeta (%) 54.7 53.1 44.9 45.7 51.6 37.9 Niños desnutridos peso/edad (%) 63.1 61.6 53.3 54.5 49.6 42.8 Niños desnutridos talla/edad (%) 71.3 73.1 66.5 69.9 71.6 55.9 Niños desnutridos de alto riesgo (%) 32.4 28.7 25.4 23.3 20.0 16.9 Gasto en alimentos (pesos per cápita/semana (%) 28.6 29.3 25.2 27.9 21.9 30.1 Consumo per cápita de leche (ml) 72.7 44.1 77.2 101.0 60.0 125.0 Familias que no consumen leche (%) 38.0 54.7 55.1 46.4 51.0 35.0 Fuente: Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán. Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición en el Medio Rural 1996. Recuperado de La desnutrición infantil en el medio rural mexicano, Abelardo Ávila Curiel, Teresa Shamah Levy, Carlos Galindo Gómez, Gerardo Rodríguez Hernández, Linda M. Barragán Heredia, Salud pública de México vol.40 n.2 Cuernavaca, Mor. Marzo 1998. Tabla 4. Indicadores del Subsistema de Educación Normal en México 1992-2013 Indicador 1992-1993 1999-2000 % (±) 2012-2013 % (±) Total Matrícula 110,975 215,506 94.2 134,420 -60.3 Pública 81,045 135,876 67.7 101,055 -34.5 Privada 29,930 79,630 166.1 33,365 -138.7 Total Maestros 12,188 17,481 43.4 16,956 -3.1 Pública 9,192 11,487 25.0 11,957 3.9 Privada 2,996 5,994 100.1 4,999 -19.9 Total Escuelas 473 607 28.3 489 -24.1 Pública 327 343 4.9 277 -23.8 Privada 146 264 80.8 212 -24.5 Fuente: Serie histórica del Sistema educativo nacional, SNIEE-SEP 72 Departamento de Sociología Rural / UACh Tabla 5. Matrícula de las Escuelas Normales Rurales No Nombre de la escuela Ubicación 1 Justo Sierra Méndez 2 Ciclo 2007-2008 Ciclo 2013-2014 H M Total H M Total Aguascalientes, Ags. 0 427 427 1 420 421 Justo Sierra Méndez Blanca Flor, Hecelchakan, Camp. 139 147 286 97 202 299 3 Mactumactzá Adelita, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas 142 97 239 146 129 275 4 Ricardo Flores Magón Agua Nueva, Saucillo Chihuahua 0 507 507 0 460 460 5 J. Guadalupe Aguilera San Rafael Canatlán, Durango 397 0 397 398 0 398 6 Prof. Raúl Isidro Burgos 519 0 519 522 0 522 7 Luis Villareal Ranchería Ayotzinapa, Tixtla de Guerrero, Gro. El Mexe Hidalgo 39 36 75 0 0 0 8 Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco Tenería, Estado de México 329 191 520 199 267 466 9 Miguel Hidalgo de Atequiza Gral. Lázaro Cárdenas del Río 543 0 543 552 0 552 Div. Semiescolarizada 123 441 564 0 0 0 10 Vasco de Quiroga Tiripetío, Michoacán 553 0 553 550 0 550 11 Gral. Emiliano Zapata Amilcingo Temoac, Morelos 0 349 349 0 361 361 12 Vanguardia 0 457 457 1 456 457 13 Carmen Serdán 0 443 443 0 386 386 14 Gral. Plutarco Elías Calles Villa de Tamazulapam del Progreso, Oaxaca Chalahuico Teteles de Ávila Castillo, Puebla Etchojoa, Sonora 235 0 235 244 94 338 15 Maestro Lauro Aguirre 88 136 224 59 153 212 16 Lic. Benito Juárez Ejido San José de las Flores, Güemes, Tamaulipas Panotla, Tlaxcala 0 310 310 0 318 318 17 General Matías Ramos Santos Bimbaletes Loreto, Zacatecas 367 203 570 291 269 560 3474 3744 7218 3060 3515 6575 TOTAL Fuente: Sistema de Información Básica de la Educación Normal, SIBEN (SEP) 73 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Tabla 6. Numeralia de los desafíos actuales de la educación en el medio rural Concepto Absoluto % Total de localidades en el país 107,458 100% Total de localidades menores a 2500 habitantes 103,810 97% Total de población que no asiste a la escuela en localidades de menos de 2,500 habitantes 1,952,879 Población indígena que no asiste a la escuela 3 a 17 años 1,043,000 Total de población indígena de 3 a 17 años en localidades de menos de 2,500 habitantes 644,233 Total de la población indígena de 25 años y más que cuenta con educación superior completa 284,220 5% Total de la población indígena de 25 años y más sin educación básica completa 3,753,846 70% Sin escuelas preescolares 58,297 56% Sin escuelas primarias 53,166 51% Sin escuelas secundarias 84,435 81% Sin escuelas de bachillerato 100,459 97% Total de localidades de menos de 2500 habitantes sin escuelas: Máximo nivel de estudios de la población rural de 18 a 24 años: Media superior completa 20.80% Superior completa 2.20% Escuelas primarias indígenas en condiciones deplorables 68% Total de profesores activos en educación básica 1,051,516 100% Total de profesores que trabajan en 2 o más centros escolares de educación básica 154,650 15% Fuente: Elaboración propia con datos del INEE (El derecho a una educación de calidad, informe 2014) y Localidades, población e indicadores que intervienen en el índice de marginación según tamaño de localidad, 2010, CONAPO. 74 Los límites del antropocentrismo de Marx Guillermo Torres Carral1 Introducción Resumen En este artículo se analiza el pensamiento de Carlos Marx en relación con la naturaleza; se puede apreciar que si bien descubre que el conflicto hombre-naturaleza —como producto del desarrollo capitalista— es la clave que explica la crisis ambiental global, en su obra pueden encontrarse dos niveles de análisis de la naturaleza: en tanto dueño y como usufructuario de la misma (ecocomunismo), de los cuales surgen dos interpretaciones de su obra. En ese sentido, es necesario avanzar en su actualización en el contexto actual tomando en cuenta las contribuciones presentes en ella. Este comunismo es, como naturalismo acabado=humanismo y como humanismo acabado=naturalismo. (Marx, 1966:82) El trabajador ya no se inserta, como intermediario entre la materia y él, el objeto natural transformado en herramienta; inserta ahora el proceso natural, que transforma en proceso industrial, como intermediario, entre él y toda la naturaleza, de la cual se ha hecho dueño. (Marx II, 1970:193) El tema de la naturaleza en la obra de Marx es fundamental y su discusión se encuentra en numerosos trabajos teóricos al respecto.2 Las distintas dimensiones de este problema tienen múltiples aristas que pueden encontrarse en la vasta producción del autor (junto con su camarada Federico Engels); en su obra analiza las más diversas disciplinas, siempre en la perspectiva de encontrar las bases para la construcción de una sociedad comunista. Dentro de aquellos aspectos, destaca, primeramente, por su trascendencia respecto a la catástrofe ecológica global, la ruptura que emprende en relación con la filosofía clásica alemana, en la cual plantea el método opuesto a Hegel en el prólogo de El capital (1974: xxiii).3 Para Marx, el sujeto (la humanidad) supone la unidad con Palabras clave: propiedad, dominio, naturaleza, economía ecológica, desarrollo sustentable Abstract This article analyses the thought of Karl Marx in relation with nature; it can be appreciate that even if he discovers the conflict man-nature (produced by capitalist development, as a key which explains at last the environmental crisis, we find in his work a double vision of nature: as ownership and as part of her (ecocomunism). In this sense it is necessary to actualize such ideas taking into account the contributions present in his work. Key words: property, dominium, nature, ecological economy, sustainable development 2 Véase, por ejemplo, El concepto de naturaleza en Marx, de Alfred Schmidt (1976). 3 “Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él” (Marx, 1974: xxiii). 1 Profesor-Investigador del Departamento de Sociología Rural, Universidad Autónoma Chapingo. Correo electrónico: [email protected] 75 Departamento Artículos y Ensayos de Sociología de Sociología Rural /Rural UACh la naturaleza (1974),4 pero en esta concepción el sujeto es parte del objeto y no se encuentra por encima de él,5 mientras que, para Hegel, la historia culmina con el “Saber Absoluto”: “El espíritu tiene para nosotros la naturaleza como su premisa, cuya verdad y, consiguientemente, cuya primacía absoluta es aquél” (Hegel, 1971:392). En segundo lugar, para Marx, la sociedad sin clases aparece como resultado de la negación de las relaciones de producción capitalistas constituidas como “ley natural” (Marx, 1974:xv) del periodo histórico cuya meta es el desarrollo de las fuerzas productivas del capital (“acumular por acumular”), de manera que, finalmente, aquéllas resultan en un obstáculo al verdadero desarrollo de las fuerzas productivas humanas: “todo ello se presenta como fuerza productiva del capital, no como fuerza productiva del trabajo” (Marx, 1985:59). Sin embargo, tales fuerzas se constituyeron, históricamente y en primera instancia, como la comunidad, y así se destaca en los Grundrisse: “La comunidad misma representa la primera gran fuerza productiva” (1970, i: 379).6 Todo lo anterior constituye una premisa del comunismo (“Socialismo Científico”), a partir de la negación de la negación (“expropiación de los expropiadores”), es decir de la negación del capitalismo (y la prevalencia de la propiedad social sobre la privada), que tuvo como precedente la expropiación de la masa del pueblo de sus medios de producción (Marx i, 1974:649). En relación con la filosofía de la historia (en tanto continuidad y superación de la filosofía de la naturaleza), Marx fundamenta que las clases sociales están determinadas por las condiciones histórico-concretas de la producción. Aquí destaca la consideración (siguiendo a Vico) de que la historia humana sólo puede entenderse como parte de la historia natural y no de manera independiente:7 “La historia humana se distingue de la historia natural en que la una está hecha por el hombre y la otra no” (Marx I, 1974:303). Esto resulta esencial para distinguir las leyes de la evolución natural de la humana: “Así como Darwin descubrió las leyes del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió las leyes de la naturaleza humana” (Engels, 1971:43).8 Por otra parte y en tercer lugar, destaca el papel de la naturaleza en el terreno de la economía política y su crítica, esto es, visualizándola desde la teoría del valor-trabajo renovada, básicamente distinguiendo entre el trabajo abstracto y concreto; el trabajo asalariado y el valor de la fuerza de trabajo, así como la diferencia entre la plusvalía y ganancia (como forma de esta última), superando así a la economía política clásica inglesa. En su obra, sobresale el hecho de que la naturaleza —aun careciendo de valor por no ser producto del trabajo humano— sí tiene precio, establecido mediante la ley de la oferta y la demanda como expresión de la ley del valor. Así, la renta del suelo (y de otro bien natural) resulta de la distribución de la plusvalía (ganancia extraordinaria que va a parar del arrendatario al terrateniente) y no constituye una creación de valor.9 Esto último es importante, pues está relacionado con la moda actual que caracteriza a los economistas ambientales y ecológicos (basados en la teoría neoclásica, la cual es una derivación lejana de la ricardiana de la renta de 4 “Las determinaciones que valen para la producción en general deben ser precisamente separadas a fin de que se pierda de vista la diferencia esencial en razón de la unidad, la cual se desprende ya del hecho de que el sujeto, la humanidad y el objeto, la naturaleza son los mismos” (Marx, 1974 (b): 238). 5 “La afirmación de que la vida física y espiritual del hombre se halla entroncada con la naturaleza no tiene más sentido que el que la naturaleza se halla entroncada consigo mismo, ya que el hombre es parte de la naturaleza” (Marx, 1966:67). Sin embargo, es el dueño de la misma. 6 Puede agregarse otra variante: “De todos los instrumentos de producción, la fuerza productivas más grande es la propia clase revolucionaria” (Marx, 1970:159). 7 E igualmente puede decirse que no se puede entender la naturaleza ignorando el proceso histórico: “Si nos fijamos en las representaciones abstractas e ideológicas de sus portavoces tan pronto se aventuran fuera del campo de su especialidad, advertimos en seguida los vicios de ese materialismo abstracto de los naturalistas que deja a un lado el proceso histórico” (Marx, 1974: 303). 8 “Pero el hombre no es solamente un ser natural, sino que es un ser natural humano; es decir, un ser genérico” (Marx, 1966:117). 9 “Uno de esos errores [de Malthus] reside en suponer que la renta es una ganancia líquida y constituye una nueva creación de riqueza […]. Ahora este valor es, desde luego, nominal, ya que no aumenta en nada la riqueza” (Ricardo, 1959: 297-298). 76 Departamento de Sociología Rural / UACh Además, debido a que el sujeto es el hombre, la naturaleza se presenta como inorgánica en relación con su subjetividad como ser humano. En este punto, se debe acotar que la apropiación de la naturaleza se limita a los ecosistemas. E incluso si la sociedad humana global fuera dueña (jurídica) del planeta, carecería de la posibilidad de imponerse sobre las leyes de la evolución.11 Por eso, tales expresiones como la de dueño son más una metáfora que algo cierto cuando vislumbramos a la naturaleza en su totalidad.12 Además, debe tomarse en cuenta que desde que Marx escribió su obra, el nivel de degradación de la Tierra ocasionado por la acción humana ha llevado a cambios planetarios cualitativos irreversibles (desde luego en el tiempo humano), de tal manera que la destrucción de la naturaleza puede ser contenida sólo hasta cierto punto. A eso se debe que Lovelock (2007:43) haya considerado el desarrollo sustentable como una “patraña”, pues no está a la altura de las circunstancias para enfrentar la verdadera problemática, la cual se encuentra en las tendencias de la civilización capitalista hacia su autocomplacencia y autodestrucción. la tierra, a través del marginalismo), quienes piensan que el problema ecológico-ambiental se debe a la gratuidad de la naturaleza y, por ende, la solución sería fijarle un precio a los bienes y servicios ambientales (por ejemplo, el precio de carbono para reducir las emisiones de dióxido de carbono); esto, desde luego, acerca más a la extinción que a la conservación de los bienes comunes (Ostrom, 2000), pues se entregan al mejor postor, a quien lo único que le interesa es el valor de cambio (la ganancia). En este punto el autor es claro: “Al llegar a la gran industria, aprende a hacer funcionar gratis, en gran escala, como una fuerza natural, el producto de su trabajo pretérito, ya materializado […] Y por cuanto menos valor transfiera, más productiva será la máquina y, por tanto, más se acercará su rendimiento a la de las fuerzas naturales” (Marx I, 1974: 318-319). Así el hombre jamás podrá producir la tecnología que representa la naturaleza, en cuanto a su eficacia y gratuidad; por ello, más que supeditación a la misma, lo que hay que pretender alcanzar es una cooperación con ella. Propiedad y apropiación de la naturaleza Como resultado de esas tres grandes preocupaciones teórico-metodológicas, para Marx la unidad sujeto-objeto puede ser entendida como la circunstancia en la cual el hombre se presenta como propietario de sus condiciones de producción (tanto naturales como sociales): “Por propiedad entendemos que el individuo se comporte como propietario respecto a las condiciones naturales del trabajo y de la reproducción, éstas forman el cuerpo objetivo, hallado plenamente dispuesto como naturaleza inorgánica de su subjetividad” (Marx, 1970 I:363). Tal propiedad —que presupone la apropiación ergo producción—10 tiene un doble carácter: como relación económica y jurídica. Necesidad y libertad En el capitalismo, la libertad personal —como derecho humano— radica meramente en la libre compra-venta de las mercancías (y flujos de capitales), especialmente de la fuerza de trabajo. Asimismo, se sabe que la economía mercantilcapitalista está orientada no al valor de uso sino al de cambio. De esta manera, la apariencia de libertad encubre la moderna esclavitud salarial. Esto significa que no puede haber libertad real si no se elimina el trabajo excedente; sólo de 11 “Los Estados Unidos están luchando por extender su dominio sobre la suma total de las cosas, por hacerse dueños íntegros y absolutos de la naturaleza, en todos sus aspectos […] ocupar el asiento de Dios, repetir sus hazañas, recrear un cosmos hecho por los hombres según las leyes humanas de lo racional, lo eficiente y lo predecible: éste es el objetivo último de Estados Unidos […] Destruir todo lo primitivo, todo cuanto nace en desordenada profusión, o evoluciona a través de pacientes mutaciones.” (Robert Junk, citado por John Passmore, 1997). 12 Vale la pena agregar la expresión (tachada) en “La ideología alemana”: “Mi actitud hacia mi medio ambiente es mi conciencia” (Marx y Engels, i, 1978:29). 10 “Toda producción es apropiación de la naturaleza por el individuo, en el interior y por medio de una determinada forma de sociedad.” (Marx, 1974:241). 77 Artículos y Ensayos de Sociología Rural esta forma el hombre deja de ser esclavizado por su propio trabajo. Así, la libertad presupone la reducción de la jornada laboral (Marx, 1974:439) y la abolición de la explotación humana –a la que hay que agregar– la de la naturaleza por el capital (O’Connor, 1992). Sin embargo, en el contexto actual resulta fundamental reconocer que con la destrucción socioambiental planetaria a partir del avance tecnológico de las últimas décadas (lo que conduce a incorporar el tiempo de trabajo que requiere la reposición de los bienes naturales en la determinación de la magnitud de valor de las mercancías), no podrá decirse que el “Reino de la Necesidad salte al Reino de la Libertad”, lo que presupondría la reducción de la jornada de trabajo (Marx I, 1974: 440): cambie de carácter, puesto que el trabajo deja de ser un simple medio.14 Es decir, de ahora en adelante, el mundo tendrá que pagar sus excesos relacionados con la devastación ecosocial. Esto modifica pasar de un escenario con una productividad ascendente a otro con productividad descendente (Marx, 1974:448) y precios altos, no bajos (como tendencia, no como mero fenómeno pasajero, como ocurrió en décadas precedentes); se asiste al fin de una era de abundancia y entramos a una de escasez, sobre todo por las condiciones naturales planetarias modificadas drásticamente, las cuales confluyen con el calentamiento global, debido a la acción de las actividades económicas. Todo ello hace imposible el ideal del comunismo decimonónico, el cual suponía que sólo bastaría la abolición de la propiedad privada para alcanzar el socialismo a partir de la base material heredada: “Hubo de pasar tiempo y acumularse experiencia antes de que el obrero supiese distinguir la maquinaria de su empleo capitalista” (Marx I, 1974: 355). No obstante, de manera simultánea, la hecatombe ecológica y social global crea una situación totalmente nueva en el mundo, la cual impone que el Reino de la Libertad se hará inalcanzable en el contexto actual porque la destrucción planetaria requiere la necesidad de más trabajo social15 (necesario y excedente) para enfrentar el cambio climático global y la crisis ambiental. En este punto es necesario destacar una contradicción —real o aparente— entre el arribo al Reino de la libertad (“más allá del Reino de la Necesidad”) y la idea planteada en su Crítica del Programa de Gotha, en el sentido de que la bandera del comunismo radica en el “cada quien según su capacidad a cada cual según sus necesidades”, mientras que en el socialismo La libertad en este terreno sólo puede consistir en que el hombre socializado, los productores asociados, regulen racionalmente este metabolismo suyo con la naturaleza poniéndolo bajo su control colectivo, en vez de ser dominados por él como un poder ciego; que lo lleven a cabo con el mínimo empleo de fuerzas y bajo las condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana. Pero éste siempre sigue siendo un reino de la necesidad. Allende el mismo empieza el verdadero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede florecer sobre aquel reino de la necesidad como su base. La condición de la jornada laboral es la condición básica. (Marx 8, 1985: 1044)13 Por lo contrario, en las condiciones de la destrucción planetaria, el Reino de la Libertad sólo podría alcanzarse dentro del mismo Reino de la Necesidad y no más allá de él, aunque éste 14 “Cuando el trabajo no sea un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera: ¡De cada cual según su capacidad; a cada cual según sus necesidades” (Marx, 1972 3: 15). Sin embargo, en esta cita se presenta una contradicción real o aparente con lo dicho en El capital, en relación con que la libertad está más allá del Reino de la Necesidad. 15 Para el posmodernismo se trataría del capital natural. 13También véase a Federico Engels en su Antidühring: “Termina la lucha por la existencia individual. Con esto el hombre se separa definitivamente, en cierto sentido, del reino animal y pasa de las condiciones de existencia animales a otras realmente humanas. El cerco de las condiciones de existencia que hasta ahora dominó a los hombres cae ahora bajo el dominio y el control de éstos, los cuales se hacen por primera vez conscientes y reales dueños de la naturaleza, porque y en la medida en que se hacen dueños de su propia asociación […] es el salto del reino de la necesidad al reino de la libertad” (1968: 280). 78 Departamento de Sociología Rural / UACh es el “cada quien según su trabajo”. De esa forma, se debe comprender que la oposición entre necesidad y libertad no niega su unidad, por lo cual la libertad radica en la satisfacción de necesidades y en la creación de otras nuevas (como la de proteger el planeta: “otro mundo es posible”), así como en la liberación de nuevas fuerzas productivas (la ciencia al servicio del hombre y no del capital). Por ello, el desarrollo de las fuerzas productivas cambia igualmente en el marco de una sociedad comunista, de fin a medio; mas no -como se encuentra en ciertas interpretaciones de Marx (Costanza et al., 1999)- donde se considera a aquéllas como un fin en sí mismas (aunque desde luego bloqueadas en el capitalismo maduro por las relatciones sociales de producción). En todo caso, las fuerzas productivas se vuelven más espirituales que materiales. Finalmente, la discusión alrededor del trabajo libre -en el sentido real- sólo se logra en ese Reino de la Libertad: mínimo de trabajo, reducción de la jornada y productividad e intensidad crecientes (Marx I, 1974:356). coadyuvan a un cambio del modo de producción sino a su conservación (de ahí la necesidad de acuerdos globales y regionales para eliminar las armas atómicas), mediante la economía de guerra, la preeminencia de los activos financieros tóxicos y el sobreconsumo concomitante (Torres, 2013:149), como pivotes del capitalismo contemporáneo (lo cual no niega el crecimiento general de la economía fincada en gran parte en el consumo improductivo). En este análisis, resulta primordial discutir los cambios en el capitalismo contemporáneo, así como su relación con la explotación capitalista de la naturaleza y el hombre. Quizás el aspecto más importante sea el nivel de destructividad alcanzado por el sistema global (Marcuse, 1993), su transfiguración ficticia, el hiperconsumismo y su carácter cada vez más no-reproductivo ecosocial,17 los cuales erosionan a la civilización occidental, en especial su fundamento eco-social, así como las bases de su prosperidad, y que además son uno de los fundamentos de la crisis mundial de 2008. Todo ello implica cambios en el funcionamiento contemporáneo de la ley del valor (no sólo por la presencia dominante del monopolio económico y político, sino, destacadamente, por la destrucción de la naturaleza). Para sostener este modelo destructivo y, en particular, el modelo de apropiación depredador en funciones (sea capitalismo privado, capitalismo de Estado, socialismo de Estado), se requiere de la transferencia del fondo La crítica de la economía política y el dominio de la naturaleza Lo anteriormente planteado es tan sólo un presupuesto para poder entender el comportamiento de la producción de plusvalía en la era de la degradación socioambiental exacerbada a nivel global, tal y como se atestigua en el mundo en la actualidad. Sin embargo, el avance científicotécnico contemporáneo no puede sin más constituirse como el fundamento de la nueva sociedad, ya que su orientación decisiva (concerniente a las innovaciones tecnológicas) es eminentemente bélica (lo que supone la guerra contra la naturaleza y los pueblos). Ello, desde luego, no impide la reproducción ampliada del capital global, ya que ésta sustenta al armamentismo (Boggs, 2005), pero este último socava sus bases materiales (y su basamento natural). Por lo anterior, las fuerzas productivas se han convertido en fuerzas de la destrucción,16 pues no surgen fuerzas productivas y medios de intercambio que, bajo las relaciones existentes, sólo pueden ser fuente de males, que no son ya tales fuerzas productivas sino más bien fuerzas destructivas” (Marx, 1978:36). En este punto destaca la reproducción ampliada negativa de Nicolai Bujarin (1974:27). 17 “Gran parte anual del producto que se consume como rédito y ya no regresa al proceso productivo en calidad de medios de producción, está compuesto de los productos (valor de uso) más nefastos, que satisfacen las pasiones, los caprichos ( fancies), etc., más deplorables. Este contenido es de todo punto indiferente para la determinación del trabajo productivo (aunque, naturalmente, al desarrollo de la riqueza se le aplicaría un freno si una parte desproporcionada se reprodujera de esta suerte, en lugar de convertirse nuevamente en medios de producción y de subsistencia que vuelvan a entrar en la reproducción ora de mercancías ora de la capacidad laboral misma; en otras palabras, en lugar de consumirse productivamente. Este género de trabajo productivo produce valores de uso, se objetiva en productos que están destinados solamente para el consumo improductivo y que, en realidad, en cuanto artículos, carecen de todo valor de uso para el proceso de reproducción” (Marx, 1985:85). 16 “En el desarrollo de las fuerzas productivas se llega a una fase en la que 79 Artículos y Ensayos de Sociología Rural de consumo de los trabajadores18 al fondo de acumulación (mediante procesos inflacionarios, bajas salariales, expropiación de los ahorros y pensiones, y prácticas enfocadas a fin de generar mayores exportaciones, vía depreciación monetaria, o sobrevaluación monetaria para acceder a mayores importaciones más baratas). Esto significa incrementar la pobreza de los trabajadores, como palanca del proceso de acumulación, lo que no impide que, de ese fondo, el flujo de recursos económicos se destine al creciente consumo improductivo. Lo anterior se presenta junto con el reto planetario de enfrentar los desastres naturales, mediante un mayor trabajo social (en su mayoría gratuito), que no puede ser totalmente desplazado por máquinas, en especial frente a medidas de adaptación al cambio climático, por ejemplo, el llenado de sacos de contención y su distribución espacial cuando se presentan inundaciones; la colocación de materia orgánica en las laderas o su reforestación; elaboración de compostas, etcétera. Cabe señalar que Marx descubrió que la autovalorización del capital, como ley absoluta del capitalismo, socava las condiciones históriconaturales de su existencia (al destruir el trabajo y la Tierra);19 a pesar de esto, considera también que el dominio de la naturaleza 20 es una herencia con la cual se posibilitaría cesar la explotación del hombre por el hombre, aunque esto se modifica por el tránsito de una reducida destrucción planetaria a una de tipo ilimitada. Sin embargo, confía más en la posibilidad de abundancia en la sociedad del futuro que en su estrechez (“crecimiento a chorros de la riqueza”), pues en su obra está presente la idea de una fecundidad permanente de la Tierra.21 Por ello, la perspectiva de una nueva relación con la naturaleza como una premisa que signifique el cese a su explotación (palabra cuyo sentido último es equivalente a explosión, extinción) es característica de los nuevos economistas, ahora economistas ecológicos y, en especial, del ecosocialismo (Bellamy, 2008:14). Cabe decir que, si bien Marx y Engels tuvieron una posición muy parecida respecto a la relación hombre-natura (véase La dialéctica de la naturaleza y los Manuscritos económico-filosóficos), el primero se ocupó más de la filosofía económica y el segundo de la filosofía natural, pues éste tenía mayor conocimiento sobre las ciencias de la naturaleza (1974), mientras que aquél desarrolló más las ciencias sociales.22 Como consecuencia, Engels delineó el conocimiento de las causas del problema ecológico, y Marx dibujó los trazos de lo que hoy es el desarrollo sustentable (Marx, 8, 1985:987). Sin embargo, la visión del dominio humano de la naturaleza es compartida por los dos. En Engels, destacan sus obras en donde no hay superación sino continuación del dominio (en la Dialéctica de la naturaleza y en Del socialismo utópico al socialismo científico). La economía política estudia las leyes que rigen las formas materiales que dan sustento a la reproducción humano-social, y que explican el origen, desarrollo, así como los límites históricos de la sociedad moderna. Ésta se funda en relaciones sociales cada vez más complejas y extensas que expresan la relación conflictiva hombre-natura. La economía ecológica desde la crítica de la economía política En la obra de Marx están presentes dos premisas básicas que expresan las condiciones históricas 18 “Gracias a esto, el fondo necesario de consumo del obrero, se convierte de hecho, dentro de ciertos límites, en un fondo de acumulación de capital” (Marx, 1974 I:505). 19 “Por tanto, la producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de producción socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hombre” (Marx, I, 1974:424). 20“Imagínese qué contrasentido sería el que, cuanto más va el hombre dominando la naturaleza por medio de su trabajo y cuanto más superfluos van haciéndose los milagros de los dioses, gracias a los milagros de la industria, el hombre tuviera que renunciar, en gracia a esas potencias, al goce de la producción y al disfrute del producto”(Marx, 1966:69). 21 “Todo progreso realizado en la agricultura capitalista […], es a la vez un paso en el agotamiento de las fuentes perennes que alimentan dicha fertilidad” (Marx I, 1974: 423). Es decir, a pesar de reconocer el carácter destructivo del capital, creía en la perennidad de la fecundidad de la tierra. 22 “La historia es de por sí una parte real de la historia natural, de la transformación de la naturaleza en hombre. Las ciencias naturales se convertirán con el tiempo en la ciencia del hombre, del mismo modo que la ciencia del hombre englobará las ciencias naturales, y sólo habrá entonces una ciencia.” 80 Departamento de Sociología Rural / UACh del desenvolvimiento económico y social de la relación hombre-natura. La primera se refiere, en general, a la alienación humana respecto a la naturaleza (en la Ideología alemana).23 La segunda, a las alienaciones, señaladas en los Manuscritos: 1) respecto al producto; 2) en relación con los medios de producción y de consumo, y 3) respecto al trabajo realizado (enajenado). Para Marx, la humanidad es parte24 de la naturaleza (Marx, 1966:78), y sostiene que la base de toda sociedad es la producción de valores de uso, soporte de toda forma de riqueza. Éstos son expresión del binomio: el trabajo (“el Padre”) y la Tierra (“la Madre”); dichos valores de uso pueden ser medios de producción o de consumo, lo que depende de sus propiedades materiales, así como de la satisfacción de las necesidades humanas que son dinámicas. Además, estos valores constituyen los soportes de toda forma de riqueza social (fincada en el valor de cambio). Asimismo, el descubrimiento de los nuevos valores de uso de los productos de la naturaleza es un hecho histórico (Marx II, 1970: 234). Así, el fundamento de toda forma social de desarrollo está fincada en el trabajo concreto, y éste significa que es ineludible la relación perenne con la Tierra. Por lo tanto, el hombre no puede dejar de mantener esta dependencia respecto a la naturaleza, ya que las condiciones naturales son parte integrante de la capacidad productiva del trabajo; de esta manera, a mayor capacidad productiva menor magnitud del valor individual, y a la larga del valor social (Marx I, 1974: 32); sucede lo mismo a la inversa, por lo tanto baja la magnitud del valor como producto del menor trabajo socialmente necesario, así como los precios de las mercancías (regulados por el valor de mercado). Lo anterior adquiere gran relevancia frente a los desastres naturales y el cambio climático, los cuales conducen al hecho de que para sostener la tasa de explotación es necesario aumentar la jornada global de trabajo, pero la magnitud del valor sube porque con el mismo trabajo se obtiene un menor resultado, con especial importancia en la agricultura (Podolinski, en Marx y Engels, 1975: 109), la cual se refleja en la explosión de precios de los alimentos (y materias primas). Todo ello, desde luego, ocurre simultáneamente frente a un acelerado cambio tecnológico en la industria (y agricultura industrial) que impulsa los precios a la baja conforme a la ley del valor. Como corolario, en la ruta de la crítica de la economía ecológica es necesario destacar el siguiente conjunto de problemas: 1. De entrada, destaca el postulado erróneo de que el valor económico de la naturaleza constituye su presencia física, y de que aquélla tiene un valor de cambio inherente, pero: “Hasta hoy ningún químico ha logrado descubrir valor de cambio en el diamante o en la perla” (Marx I, 1974: 47). 2. Una mejor comprensión de la importancia que para Marx tiene la naturaleza se encuentra en el capítulo sobre el proceso de trabajo: ahí la fuerza de trabajo es sujeto y objeto natural a la vez. En el trabajo se da “un intercambio de materias entre el hombre y la naturaleza” (Marx I, 1974: 289), donde aquél sólo cambia de forma lo que obtiene directamente de la naturaleza sea como objetos o medios de trabajo. A partir de ahí —y luego de definir el trabajo productivo— se traslada a lo que ocurre en el capitalismo. No obstante, en ese capítulo de El capital, si bien está presente la dependencia del hombre hacia natura, ésta aparece sólo como un conjunto de medios de producción y de consumo, y su reproducción (natural) todavía no se incluye dentro del proceso de trabajo, el cual debe contemplarse como parte de la reproducción de los ecosistemas. En ese capítulo, el objeto es la materia bruta transformada por el trabajo (materia 23 “[…] precisamente porque la naturaleza no ha sufrido aún modificación histórica alguna.” (Marx y Engels I, 1978:29).. 24 Lo que se interpretaría como que es la parte más importante de la naturaleza. 81 Artículos y Ensayos de Sociología Rural prima), pero ésta depende de un proceso de reproducción natural, del cual hace abstracción el autor. de plusvalía, pero sí como una condición fundamental para ello. Por lo tanto, la naturaleza es gratuita para el capital y el hombre, aunque haya costado mucho trabajo transformarla por millones de años: “Los productos naturales de la Tierra, pocos y totalmente independientes del hombre, son como una concesión de la naturaleza que podría compararse a esa pequeña suma de dinero que suele darse a los jóvenes para que trabajen y prueben su suerte” (James Stuart en Marx I, 1974:131). 3. Es necesario señalar que, en todo momento, las necesidades humanas son vistas como resultado de la producción, que es la que las crea (Marx, 1974:248). Sin embargo, se reconoce que la productividad natural del trabajo establece el mínimo histórico necesario aunque cambiante. Además, la naturaleza es una fuerza productiva que se anexa al capital —subsunción de la naturaleza al capital 25 (Marx I, 1974)—, por lo cual se transforma en fuerza productiva del mismo, como se vio antes. 4. Lo anterior se confirma cuando la naturaleza se convierte en un elemento que integra el fondo de acumulación.27 Así, si bien Inglaterra basó su desarrollo en la industria interna, sin la dependencia de las materias primas externas no sería nada. Ello se refleja en la importancia de las materias brutas (Marx I, 1974:131), las cuales son un factor crucial en el comportamiento del mercado mundial, como en la actualidad en el caso del petróleo, gas, carbón y minería: Para nuestro autor, la naturaleza representa una fuerza productiva gratuita (apropiada por el capital), y la mejor tecnología es la que se acerca a ella en cuanto a su funcionamiento, aunque desde luego nunca podrá igualarla, de ahí que se haya anticipado a la idea de la “sustentabilidad fuerte”. La importancia de lo anterior radica en que, conectada con la acción humana, establece a la productividad natural del trabajo como la capacidad del hombre para cubrir sus necesidades mediante la aplicación de su trabajo necesario, el cual determina la magnitud del trabajo excedente, mientras que la productividad social del trabajo implica la transformación de los medios de trabajo: “La productividad real del trabajo de que arranca este régimen como su base, no es precisamente un don de la naturaleza, sino producto de una historia que llena miles de siglos” (Marx I, 1974:428). Sin embargo, “La bondad de las condiciones naturales no hace más que crear, nunca la realidad del trabajo excedente” (Marx I, 1974:428).26 Así, como la naturaleza carece de valor, la acumulación depende de ésta no como creadora directa Habrá por tanto que explorar toda la naturaleza para descubrir objetos de propiedades y usos nuevos para intercambiar, a escala universal, los productos de todas las latitudes y de todos los países, y someter los frutos de la naturaleza a tratamientos (artificiales) a fin de darles valor de uso nuevo. Se explorará la Tierra en todo sentido, tanto para descubrir nuevos objetos útiles como para dar valor de uso nuevo a los antiguos objetos; se utilizarán éstos de alguna manera como materia prima; se desarrollará al máximo las ciencias de la naturaleza. Se tratará además, de descubrir, de crear y de satisfacer necesidades que se derivan de la sociedad misma. (Marx I, 1970:306). 5. Un aspecto donde se anticipa a la nueva era de la crisis de energía y ambiental es la importancia que se le da a los desechos 25 “Este régimen presupone el dominio del hombre sobre la naturaleza. Una naturaleza demasiado pródiga ‘lleva al hombre de la mano como a un niño en andaderas’” (Marx, I, 1974: 429). 26 Esto tiene que ver con la “maldición de los recursos naturales”. 27 “Aquí aparece también como fuente inmediata de nueva acumulación la acción directa del hombre sobre la naturaleza, sin que se interponga para nada un nuevo capital” (Marx I, 1974:509). 82 Departamento de Sociología Rural / UACh y a su aprovechamiento para incrementar o disminuir la tasa de ganancia. En este tenor, es de destacarse el reconocimiento al desempeño de la pequeña producción campesina en el reciclaje de dichos desechos (Marx 6, 1985:234). Asimismo, explica la relación de la tasa de ganancia con los sistemas de energía más eficientes, lo cual es una preocupación fundamental en la actualidad. y la demanda) y está referido a que su monto se modifica de manera inversa por los movimientos en la tasa de interés: la tierra no tiene valor, pero representa un capital imaginario expresado en un precio. Asimismo, considera que no hay una sola tendencia en la relación de la renta, puesto que ésta puede darse mediante precios constantes, crecientes y decrecientes, y con productividad (natural y real) constante, creciente y decreciente; así, el caso de la productividad descendente es sólo uno aunque —desde luego— real (y una tendencia que se agrava por el cambio climático global). Y reconoce a las mejoras del suelo como un gran logro, base de la prosperidad en una sociedad comunista del futuro, donde lo principal es el manejo del suelo mas no su propiedad (Marx 8, 1985:1070). Se llega al resultado de que se presenta la tendencia al aumento absoluto de la fertilidad y a la reducción en el diferencial de las malas y buenas tierras. Igualmente se asienta como un gran avance el hecho de que pueda producirse más en menor espacio (Hodgskin, en Marx, 1975). Y se plantea el concepto de productividad potencial, entendido como el reservorio de recursos naturales que permiten su mejor aprovechamiento (Marx II, 1974:219). Ello sería la clave de una sociedad del futuro, basada en el aprovechamiento más que en la explotación de la naturaleza. Adicionalmente, la Tierra tiene una multifuncionalidad, como se dice hoy, ya que produce alimentos y materias primas, reproduce al hombre (no sólo al agricultor), aporta fuerza de trabajo, es su morada y su laboratorio original. Es de señalarse la importancia que Marx le da al futuro de la agricultura, ya que es ahí donde la maquinaria produce una eficacia revolucionaria mayor que en la industria (Marx I, 1974:422). En consecuencia, están presentes las ventajas de la agricultura.29 6. Otro punto importante es cuando se señala la contradicción presente en la sociedad capitalista entre los ciclos de la naturaleza y la rotación del capital. Evidentemente ambos tiempos chocan. Aquí puede comprenderse la enorme dependencia hacia los bosques por parte de la agricultura y la ganadería (y de toda la economía debido a los servicios ambientales que aportan). 7. Igualmente, destaca la discusión alrededor de la renta del suelo en su producción teórica. En este aspecto, la Tierra tiene una connotación en el sentido de que en el capitalismo constituye un doble monopolio en tanto propiedad (real y jurídica), y con fines económicos; esto es, cuando está destinada a la valorización de la propiedad territorial. En este aspecto, la productividad natural de la Tierra se expresa como productividad natural del capital (terre-materiel/terre-capital),28 que explica que el capital está condicionado por la diferente fertilidad del suelo (“renta diferencial”). Posteriormente, ya establece el problema en términos de cómo se calcula el denominado valor económico ambiental; esto se resuelve mediante la capitalización de la renta que fija el precio de la tierra, manteniendo una determinada tasa de interés, y cómo lo que se valora no es realmente la tierra sino su propiedad; el precio es simbólico (aunque se fija mediante la oferta 29 “En el caso de un rápido desarrollo de la fuerza productiva, toda vieja máquina debe ser sustituida por otra más ventajosa, es decir que debe perderse. En cambio la tierra, correctamente tratada, mejora de continuo. La ventaja de la tierra, consiste en que sucesivas inversiones de capital pueden reportar mejoras sin que se pierdan las anteriores, implica al mismo tiempo la posibilidad de la diferencia de rendimiento entre suce- 28 Expresiones que planteó inicialmente Marx en su “Miseria de la filosofía” (1975:149). 83 Artículos y Ensayos de Sociología Rural 8. No obstante, se destaca que, aunque el capitalismo se basa en la generación de riqueza material (valores de uso), y ésta proviene del hombre y de la Tierra (Crítica del Programa de Gotha), este sistema conduce a la destrucción del hombre y la Tierra (Marx I, 1974:424). En cuanto al primero, ya se establece un criterio para entender la economía ecológica, en relación con el despilfarro de fuerza de trabajo que conduce a un acelerado desgaste de la misma y a su rápida dilapidación (Marx I, 1974:180). Asimismo, la eficiencia del capital se contrapone a la ineficiencia energética del obrero, ya que no se repone la energía gastada (la cual llega a ser inconmensurable). (Marx 1, 1975:345). Además, se establece que el futuro consiste en legar mejorada la Tierra a las siguientes generaciones, anticipándose al Informe Brundtland, pero mostrando su superioridad al decir “legarla mejorada”. Lo anterior implica cuestionar si basta con dejarles recursos a las siguientes generaciones; esto es, se está legando la Tierra, pero herida, además de que los derechos de propiedad en realidad son independientes, contrario a la idea de Coase (Jiménez Herrero, 1993:223) de que sin la redefinición de derechos de propiedad (privada) como ocurre con la llamada “La tragedia de los comunes” (Hardin, en Ostrom, 2000), no puede darse una protección ambiental. Por lo tanto, el conflicto humano con la naturaleza implica que éste no es sólo la prolongación de la inversión sujeto-objeto que nace en la producción y se extiende a la esfera de la circulación y a la producción en su conjunto, sino que está relacionado con la sujeción de la naturaleza al hombre de una manera también invertida, pues el hombre depende de la naturaleza en cuanto tal y no a la inversa. De ahí, entender que el hombre es parte de la historia de la Tierra, lo que estudia la Geognosis (Marx, 1966:97). 9. Por último, se subraya que el capitalismo se funda en dos hechos fundamentales: su carácter antinatural (de la Tierra y el hombre) y antihumano. Además, se parte de la disolución de la sociedad orgánica, la cual deberá restaurarse para resolver “el conflicto hombre-naturaleza.” (Marx, 1966:83),30 todo ello bajo la acción de la masa del pueblo (Marx I, 1974:649) y el liderazgo del proletariado. Sin embargo, se ha visto la insuficiencia de la lucha de clases, la cual es producto de las relaciones de producción. En este panorama, la educación para los trabajadores resulta fundamental, y, sobre todo, la difusión de una educación que incluya la técnica (en la misma Crítica del Programa de Gotha). Los límites del antropocentrismo en Marx y Engels No debemos olvidar que esas pequeñas comunidades estaban contaminadas por las diferencias de casta y por la esclavitud, que sometían al hombre a circunstancias exteriores en lugar de hacerlo soberano de dichas circunstancias, que convirtieron su estado social que se desarrollaba por sí solo en un destino natural e inmutable, creando así un culto embrutecedor a la naturaleza, cuya degradación salta a la vista en el hecho de que el hombre, el soberano de la naturaleza, cayese de rodillas, adorando al mono Hanumán y a la vaca Sabala […] Y sólo cuando una gran revolución social se apropie las conquistas de la época burguesa, el mercado mundial y las modernas fuerzas productivas, sometiéndolos al control común de los pueblos más avanzados, sólo entonces el progreso De esa forma, el comunismo se define —en el fondo— no como la simple abolición de la propiedad privada, sino como la libre asociación entre individuos plenamente desarrollados sivas inversiones de capital” (Marx, 8, 1985:993). 30 “Este comunismo es, como naturalismo acabado= humanismo y, como humanismo acabado= naturalismo; es la verdadera solución del conflicto del hombre y la naturaleza y del hombre contra el hombre, la verdadera solución a la pugna entre la existencia y la esencia, entre la objetivación y la afirmación de sí mismo, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. Es el secreto revelado de la historia y tiene la conciencia de ser esta solución” (Marx, 1966: 83). 84 Departamento de Sociología Rural / UACh humano habrá dejado de parecerse a ese horrible ídolo pagano que sólo quería beber el néctar en el cráneo del sacrificado. (Marx, “La dominación británica en la India” y ”Futuros resultados de la dominación británica en la India”, en Marx y Engels I, 1978: 504). Lo más destacable en la obra de Marx es que, como se asienta en el prólogo al tomo I de El capital, el proceso que explica el origen, la dinámica y la disolución del capitalismo es un proceso histórico-natural. De esa forma, la evolución humana sólo tiene sentido cuando se enmarca en el curso de la historia del planeta. En este proceso socioambiental, el hombre se autoafirma y se realiza sólo cuando somete a la naturaleza (en realidad coopera con ella).31 En esta lucha el desarrollo de las fuerzas productivas es atizado a la vez por la lucha de clases. De manera positiva, tal sometimiento se entendería como comprensión científica del funcionamiento de sus leyes. Sin embargo, si miramos tales leyes, no en la perspectiva baconiana,32 sino en la de la convivencia hombre-naturaleza, tampoco es necesario que el desenvolvimiento futuro del hombre siga montado sobre la potestad autoinventada de “apropiarse de todas las cosas” (Hegel; 1975), desde luego a partir de un mandato bíblico y ahora pretendidamente “científico”. Es verdad que en el mundo lo racional se presenta como irracional y a la inversa;33 esta inversión incluye trastocar el hecho de que el hombre no es superior a la naturaleza, ya que, como sujeto, es parte del objeto, y esto lo reconoce Marx (1966:78), lo que resulta contrario frente a la aseveración de Hegel, en su Fenomenología del Espíritu (1971), en el sentido de que el espíritu se encuentra por encima de la naturaleza. Pero se trata, más que de someter a la naturaleza, de someterse a sí mismo (como individuo y sociedad humana) y convivir sujetándose a las leyes de la naturaleza (entropía, etc.), voluntaria y conscientemente, y, además, todo ello como un hecho que revela el avance de la ciencia en esta materia, pues hoy es un paradigma cada vez más aceptado el servir a y no ser voraz con el planeta. Esto significa que lo racional es el cuidado de la naturaleza, no su depredación; lo racional no es imponerle a la naturaleza un fin humano (Lukács I, 1965: 234). En esa explicación fetichizada de la lucha contra la naturaleza34 surgió la civilización —“la guerra es anterior a la paz”, decía Marx (1974:134)—, y del dominio absoluto sobre ella nacería el comunismo institucional; aquí cabe también la idea de un cuidado de la Tierra, pero siempre como parte del verdadero objetivo que identifica el progreso con un desarrollo de las fuerzas productivas al servicio del hombre y desde un supuesto (posible sólo hasta cierto punto) dominio de la naturaleza. De ahí que el marxismo en este aspecto sea antropocéntrico,35 a pesar de aceptar sus impactos negativos, pero el comunismo sería un reforzamiento de aquél. Obviamente, esta insuficiencia es explicada y 31 “Esta interdependencia debe desligarse primeramente en toda su pureza antes que se pueda pensar en una verdadera comunidad social: todas las condiciones deben derivarse de la sociedad y dejar de ser determinadas por la naturaleza” (Marx I, 1970:194). 32 “Se eleva a un nivel social tal que todas las sociedades anteriores aparecen como los desarrollos puramente locales de la humanidad y como una idolatría de la naturaleza. En efecto la naturaleza deviene un puro objeto para el hombre, una cosa útil. Ya no se le reconoce como una fuerza. La inteligencia teórica de las leyes naturales tiene todos los aspectos de la astucia que trata de someter la naturaleza a las necesidades humanas, ya sea como objeto de consumo, ya sea como medio de producción. El capital […] arruina la exaltación de la naturaleza al mismo tiempo que las costumbres ancestrales […] derriba todo ello, y está él mismo en revolución constante, rompiendo todas las trabas al desarrollo de las fuerzas productivas, a la expansión de las necesidades, a la diversidad de la producción, a la explotación y al cambio de todas las fuerzas naturales y espirituales” (Marx I, 1970:307). 33 “Aquí tiene vigencia lo que dice Hegel con referencia a ciertas formas matemáticas, esto es, que lo que la razón humana corriente considera irracional, es lo racional, y que su racionalidad es la propia irracionalidad” (Marx 8, 1985:991). 34 “Así como el salvaje debe bregar con la naturaleza para satisfacer sus necesidades, para conservar y reproducir su vida, también debe hacerlo el civilizado, y lo debe de hacer en todas las formas de sociedad y bajo todos los modos de producción posibles“ (Marx 8, 1985:1044). 35 “Con el tiempo los hombres liquidarán todos los obstáculos que la naturaleza ha levantado en su camino. Unirán los ríos, moverán las montañas, abrirán los istmos, calentarán los golfos. Las vías marítimas y terrestres serán más cortas, seguras y cómodas. Los continentes y los países se acercarán más los unos a los otros. Y eso es muy necesario para que los hombres del futuro, quienes, cerrando filas en la legión única de la humanidad libre, seguirán obteniendo victorias sobre la naturaleza” (I. Adabáshev, 1989:121). 85 Artículos y Ensayos de Sociología Rural compartida por la época en que vivió, y que, en cierta forma, continúa, pues se mantiene la explotación del mundo humano y natural por el capital. El hombre en su historia (culminando en la civilización capitalista) y la historia de la Tierra se han separado, pero por la fuerza de su movimiento interno vuelven a juntarse. Es decir, llega a ser tanta la depredación que tal situación conduce a su superación mediante el fortalecimiento de su contrario: la ecología y el pensamiento ambiental (desde la economía política eco-ambiental). De ahí que sea natural que de la crítica a Marx surja su recuperación positiva en cuanto al entendimiento del funcionamiento de las leyes del capitalismo en su fase actual, aunque bajo el amparo que brinda una nueva forma de pensamiento con base en el método dialógico. Y, desde luego, rescatando la dialéctica de la afirmación que indica que la negación del capitalismo fue el socialismo, y la negación de ambos es una sociedad alternativa en la que “caben todos los mundos”, pero mediante un poderoso movimiento de reapropiación social (el cual, para que funcione, debe ser global también), centrado en el cese de la depredación tanto natural como humana, así como el inicio de una adecuada combinación entre mercado y necesidad social, vía Estado, empresas y organizaciones sociales (e individuos), con el fin de avanzar hacia una nueva organización económico-social. El acceso a una sociedad alterna debe reconocer las limitaciones del principio decimonónico de la lucha de clases, al poner éste por encima del de cooperación; sin embargo, es justamente al revés: el centro debe ser la cooperación al interior de la sociedad, y entre ésta y la naturaleza. El conflicto hombre-natura (que Marx comparte con Malthus) se resuelve mediante la extinción del capital; Malthus, no obstante, lo atribuye a una causa natural: el crecimiento natal mayor de lo que permite la “avaricia de la naturaleza”. Ahora, si bien esto último es falso, en última instancia es cierto que la humanidad no podría crecer ilimitadamente, aunque aumenta el aprovechamiento científico de los recursos naturales. Lo anterior significa que la estabilidad de la población es hasta cierto punto independiente de la acumulación (así como de sus tasas naturales de crecimiento), y correspondería a una maduración de la especie que pasa de una evolución natural y cultural a una moral, en el entendido de que para que sea posible se requiere un desarrollo compatible entre el hombre y la naturaleza. Lo anterior lleva a la reflexión central de la explicación del conflicto hombre-natura y a la necesidad de superar ese “secreto escondido” (Marx, 1966:83). Así, la solución estaría en el aforismo “humanización de la naturaleza y naturalización del hombre”.36 Sin embargo, la ecuación no es lineal porque no son equivalentes ni tienen el mismo peso. Es más, ambas oraciones resultan incompatibles entre sí puesto que, si bien la humanización de la naturaleza lleva a lo contrario —que es la naturalización del hombre—, el primer acierto es un concepto relegado al segundo. Es decir, el hecho de que el hombre ha logrado humanizar el mundo natural ha llevado a su degradación, por lo cual tiene claros límites no planteados por el autor (Heidegger, 1993). Y ello por no hablar de que la naturaleza es una “extensión del cuerpo humano”: que tiene aspecto positivo en términos del cuidado y respeto, pero siempre para constituirse el hombre a sí mismo como déspota (Passmore, 1997), y éste es el aspecto negativo. En otras palabras, humanizar la naturaleza está en contradicción con naturalizar al hombre, aunque pueden ser compatibles al nivel de la micronaturaleza; lo contrario ocurre al nivel de la macronaturaleza, en que lo macro subordina a lo micro. Ambos tópicos se separaron aunque ahora se vuelven a reunir bajo la mirada de 36 “Solamente así se convierte para él en existencia humana su existencia natural y la naturaleza se hace para el hombre. La sociedad es, por tanto la cabal unidad esencial del hombre con la naturaleza, la verdadera resurrección de la naturaleza, el acabado naturalismo del hombre y el acabado humanismo de la naturaleza” (Marx, 1966:84). 86 Departamento de Sociología Rural / UACh una economía política ambiental. Finalmente, esa contraposición no encuentra una solución simbiótica y en continuidad con El capital. Sintetizando, puede afirmarse que existen dos interpretaciones sobre la naturaleza en Marx: 1) en la que el sujeto es parte del objeto y 2) en la que prevalece el dominio (científico) de la naturaleza. La primera constituye un antecedente del Informe Brundtland y está presente en los Manuscritos económico-filosóficos;37 en la segunda, destaca la subsunción de la naturaleza al capital (o al plan), para alcanzar el socialismo.38 Así, después de todo lo anteriormente discutido, cabe confrontar un conocido pasaje de El capital con la prevalencia de la idea de dueño, propietario, lo que está ligado al dominio (económico-jurídico) de la naturaleza, en la mayoría de los textos aquí discutidos. En éste se acerca a la idea del Romanticismo y, al mismo tiempo, al avance de la ciencia en el terreno del aprovechamiento de los recursos naturales en la agricultura y con mayor fuerza en la industria (recursos no renovables): tanto de dominio) va contra el buen trato (“boni patres familia”) entre el hombre y la Tierra. En esta relación desparece la idea de amo, por la de padre de familia, y la de propiedad por la de usufructo. Lo importante es la idea de entregar la Tierra mejorada a las siguientes generaciones y no la forma específica de propiedad, mientras que en el Informe Brundtland (onu, 1987) y en Agenda 21 (onu, 1992) el desarrollo sustentable consiste en legar la Tierra, pero no mejorada (en realidad herida), y sin cambio en las relaciones sociales de producción. Además, dicho texto, deja ver dos lecturas de la naturaleza: 1) en la que prevalecen las leyes del capitalismo que descubre en su investigación, y 2) la crítica de esa concepción superior que aparecería hasta el comunismo. En esta fase, se requiere del dominio y propiedad del objeto, pero como medios de producción, no del planeta. Todo ello es independientemente de las fechas en que se escribieron los textos comentados en este artículo. Conclusiones Pero, concretamente, ¿qué será riqueza una vez despojada de su forma burguesa todavía limitada? […] será la dominación plenamente desarrollada del hombre sobre las fuerzas de la naturaleza, sobre la naturaleza propiamente dicha así como su propia naturaleza. (Marx I, 1970:372) Las sociedades humanas constituyen un complejo de fenómenos y realidades de interacción natural y social, que —dotadas de significados diversos— expresan la acción de múltiples procesos que chocan y convergen a la vez. Las leyes de la sociedad suponen la interacción de la economía con todas las esferas de la naturaleza, pero que —basadas en economías anti ecológicas— conducen a ampliar la contradicción hombre-sociedad-naturacultura. El análisis de las múltiples formas de la asociación de la sociedad-natura ha planteado distintas formas expresadas a través de los socioecosistemas. La separación hombre-natura en el pensamiento arranca desde los griegos y se desarrolla con el racionalismo, el liberalismo y el Desde el punto de vista de una formación económico-social superior, la propiedad privada del planeta en manos de individuos aislados parecerá tan absurda como la propiedad privada de un hombre en manos de otro hombre. Ni siquiera toda una sociedad, una nación, o es más, todas las sociedades contemporáneas reunidas, son propietarias de la tierra. Sólo son sus poseedoras, sus usufructuarias y deben legarla mejorada como boni patres familias (buenos padres de familia) a las generaciones venideras. (Marx, 1985 8:987) En esta cita, lo más interesante es la crítica tanto a la propiedad privada, como a la social. Destaca cómo toda forma de propiedad del planeta (por 37 “[la naturaleza] aparece como obra suya, como su realidad […] la naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre […] la naturaleza es su cuerpo” (Marx, 1966:67-68). 38 “No son las máquinas sino su empleo el causante de la explotación del obrero” (Marx I, 1974:355). Sin embargo, el socialismo impone un nuevo carácter a las fuerzas productivas (Bettelheim, 1979). 87 Artículos y Ensayos de Sociología Rural neoliberalismo (y marxismo institucional). Todos ellos se unifican en la idea del dominio humano sobre natura. Por su parte, Marx captó como parte de la esencia del capital la destrucción de la naturaleza (O’Connor, 1992), mas continuó con la idea del dominio de la misma, pero sobre todo los marxistas institucionales.39 Sin embargo, a pesar de denunciar la autovalorización del capital como ley absoluta de la civilización capitalista, y que aquél socava sus bases al romper continuamente los límites que se le presentan, Marx considera que el capital no tiene límites naturales sino sociales (Marx 6, 1985:321) y que la subsunción de la naturaleza (ahora sujeta al plan) es una herencia irrenunciable con la cual se posibilita cesar la explotación del hombre por el hombre, sólo que ahora de una manera científica en el socialismo. Lo anterior es expresado en una situación de relativamente reducida y limitada destrucción planetaria de su época, por lo que subraya el carácter positivo de la mundialización (mercado mundial). Sin embargo, la premisa de alcanzar una nueva relación con la naturaleza, debe entenderse como el cese a su explotación universal más no el dominio de aquélla como una precondición para construir el Socialismo Científico (Marx, II, 1970:193). Por último, es necesario destacar un punto para entender la profundidad de esta doble visión del autor de la relación del hombre con la naturaleza, la cual, más que un error es una realidad contradictoria que corresponde a las dos dimensiones de la actuación humana (y por tanto capitalista donde sobresale el sometimiento a natura): la primera, frente a la gran naturaleza, de la cual depende, y la segunda, frente a la pequeña, que puede relativamente dominar; pues, si bien el sujeto domina al objeto, considerando a éste como medios de producción, esto no ocurre en relación con la naturaleza en su totalidad, ya que el sujeto es parte del objeto, como lo establece en su crítica a la Fenomenología del espíritu de Hegel (1971); por ello, en la relación con el objeto, se confunde si se trata de una relación de dominio o de dependencia hacia la naturaleza. Esta ambivalencia no es, sin embargo, más que la expresión de dos lógicas íntimamente entrelazadas: la de la macro y micro natura (donde es esclavo y amo a la vez). Por ello, la economía política ecológica consiste en aprovechar económicamente a la naturaleza, pero con el menor daño posible (al hombre y a la Tierra), tanto en el plano del ecosistema y de las poblaciones, como del planeta. Si bien la visión del dominio de la naturaleza está presente (y es compartida por Engels), Marx habla de legar la Tierra mejorada (Marx 8, 1985:1048) a las siguientes generaciones, anticipadamente al Informe Brundtland, (onu, 1987), por lo que resulta evidente la actualidad y trascendencia actual de su pensamiento en este tema. Todo ello implica que las palabras cambian de significado en diferentes condiciones históricas, pero la lógica del mejoramiento (sustentabilidad, compatibilidad, “buen vivir”) es la única base de la supervivencia y adaptación del hombre a una naturaleza (ortogénesis) que se rige independientemente de nuestra voluntad (en todas las épocas); ello como única forma de remontar al capitalismo y “sus dos contradicciones”, las cuales emanan de la explotación del capital hacia el hombre y la Tierra (el planeta). Sin embargo, si bien el hombre destruye nuestra casa, también puede usufructuar el planeta sin ser su dueño, y sin ese pretendido dominio (imposible realmente). Todo ello siempre y cuando el sujeto humano sea dueño de su vida (como individuo y sociedad). Por todo ello, puede concluirse la presencia de la paradójica relación hombre natura y hombre sociedad, y una doble inversión presente en dichas relaciones. En la primera, la degradación humana consiste en la inversión que resulta del hecho de que, siendo dependiente de la naturaleza, se presenta 39 “El hombre es un titán que se enfrenta con los titanes de la Tierra y el cielo. Y ganará esa batalla, pues la razón humana es invencible” (Adabáshev, 1989:273). 88 Departamento de Sociología Rural / UACh como superior a ella. En la última se presenta una inversión donde el sujeto se degrada en objeto (inversión sujeto-objeto). La solución es doble: 1) reafirmar el dominio del sujeto humano sobre los medios de producción, y 2) la naturalización de la sociedad (limitando la humanización de la naturaleza). Por último, es necesario considerar otra ambivalencia: la que existe por el hecho de que el hombre haya dominado a los medios de producción como el objeto; no ocurre lo mismo cuando hablamos de la naturaleza, donde el dominio —más que realidad— constituye una aspiración utópica. Sin embargo, la idea de dominio es netamente una sombra del capitalismo, ya que, en el futuro, la Tierra tendría que dejar de ser monopolio de ciertas personas y entonces podría desaparecer el trabajo excedente. Finalmente puede concluirse: Bujarin, Nicolai (1974). “La economía del periodo de transición”. En: Cuadernos de Pasado y Presente, núm. 52, México. Costanza, Robert et al. (1999). Introducción a la economía ecológica. cecsa. México. Engels, Federico (1971). “Del socialismo utópico al socialismo científico”. En: Obras escogidas en tres tomos, tomo 3. Progreso, Moscú. Engels, Federico (1968). Antidühring. Grijalbo. México. Engels, Federico (1966). Dialéctica de la naturaleza. Grijalbo. México. Hegel, G.W.F. (1973). Filosofía del derecho. Porrúa. México. Hegel, G.F.W. (1972). Lecciones sobre filosofía de historia universal. Biblioteca de Ciencias Históricas. Revista de Occidente. Madrid. Hegel, G.W.F. (1971). Fenomenología del espíritu. fce. México. Heidegger, Martín (1993). La pregunta por la técnica. Tecnos. Madrid. Jiménez Herrero, Luis M. (1993). Desarrollo sostenible y economía ecológica. Síntesis. Málaga. Kwiatkowska, Teresa y Jorge Issa (comps.) (1997). Los caminos de la ética ambiental, vol. i. Plaza y Valdés/ conacyt/uam-i. México. Lovelock, James (2007). La venganza de la Tierra. Planeta. Madrid. Lúkacs, Georg (1965). Obras Completas, tomo i. Grijalbo. México. Marcuse, Herbert (1993). “La ecología y la crítica de la sociedad moderna”, en Revista Ecología Política, núm. 1. Icaria. Barcelona. pp.89-114. Marx, Carlos (1985). El capital. Siglo XXI. México. Marx, Carlos (1976). Libro primero de El capital. Capítulo sexto inédito. Siglo XXI. México. Marx, Carlos (1975). Teorías de la plusvalía. Cartago. Buenos Aires. Marx, Carlos (1974). El capital, fce, México. Marx, Carlos (1972). Contribución a la crítica de la economía política. Cultura Popular. México. a) Más que propietario de la naturaleza, el hombre es co-propietario junto con ella; en función de la emergencia de los Derechos de la Naturaleza. b) En vez de continuar con el dominio capitalista de la naturaleza (o del socialismo real), es necesario avanzar hacia una cooperación con ella. c) El dilema es: la separación hombre-naturaleza versus unidad. d) Asimismo, la explotación de la Tierra o su mejoramiento eco-social. Literatura citada Adabáshev, I. (1989). El hombre corrige el planeta. Progreso. Moscú. Baudrillard, Jean (2000). La economía política del signo. Siglo XXI. México. Bellamy Foster, John (2008). Marx’economy. Penguin. Nueva York. Bettelheim, Charles (1979). Las luchas de clases en la urss, tomo I. Siglo XXI. México. Boggs, Carl (2005). Imperial Delusions. American Militarism and Endless War. Rowman & Littlefield Publishers. Estados Unidos. 89 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Organización de las Naciones Unidas (1987). Informe Brundtland. Carta de la Tierra. Organización de las Naciones Unidas. Ostrom, Elinor (2000). El gobierno de los bienes comunes. fce. México. Passmore, John (1997). “El hombre como déspota”. En Teresa Kwiatkowska y Jorge Issa (comps.). Los caminos de la ética ambiental, vol. I. Plaza y Valdés/ conacyt/uam-i. México, pp. 85-161. Ricardo, David (1959). Principios de economía política. fce. México. Schmidt, Alfred (1976). El concepto de naturaleza en Marx. Siglo XXI. México. Torres, Guillermo (2006). Poscivilización: guerra y ruralidad. Universidad Autónoma Chapingo/Plaza y Valdez. México. Torres, Guillermo (2013), “Armamentismo y sobreconsumo en el capitalismo contemporáneo”, en Revista Economía: Teoría y Práctica, número 38, enerojunio, uam, México, pp. 149-182. Marx, Carlos (1970). Fundamentos de la crítica de la economía política. Biblioteca de Ciencias Sociales. La Habana. Marx, Carlos (1966), “Manuscritos económicofilosóficos”, en Carlos Marx y Federico Engels, Escritos económicos varios, Grijalbo, México. Marx, Carlos y Federico Engels (1975). Cartas sobre las ciencias de la naturaleza y las matemáticas. Anagrama. Barcelona. Marx, Carlos y Federico Engels (1978). Obras escogidas. 3 tomos. Progreso. Moscú. Mathus, Thomas Robert (1980). Ensayos sobre el principio de población. fce. México. O’Connor, James (1992). “Las dos contradicciones del capitalismo”. En: Revista Historia y Ecología, núm. 2, Icaria, Barcelona, pp. 111-113. Organización de las Naciones Unidas (1992). Agenda 21. “Cumbre de la Tierra”, Fundación Frederick Ebert, Río de Janeiro. 90 Entorno educativo y redes sociales en la División de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo Gerónimo Barrios Puente1 Abstract Establishing persisting links more or less direct, more or less remote, with matches from anywhere, it makes easy to reach individual or collective targets. This process can be made more powerful by constructing networks of collaborating because, in teaching-learning processes these contributions make synergies for to get over lacks attributed to a mode of managing and leading educative processes by the University or by the Government, or that they occur as a result of malfunction of economicsocial system. The procedure of summarizing the group interrelations, in a graphics or in a mathematic relation, it allows extracting a set of diverse complexity inferences about the community, from that one can to get some conclusions including new technologies, deletion of some anachronistic system, if it was necessary; policies counting in. A network, either social or of other kind as network of value, it is a very important tool for the analysis of the factors that make up a social group; in this way we can know the potential market niches or specific agreement to needs of this social group. Resumen El establecimiento de vínculos estables, más o menos directos y más o menos remotos, con pares de cualquier parte del mundo, facilita la consecución de objetivos personales o colectivos. Este proceso puede ser fortalecido mediante la creación de redes de colaboración, puesto que, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, estas redes contribuyen a crear sinergias para superar las carencias atribuidas a la manera de administrar y conducir los procesos educativos por parte de la Universidad o por parte del Estado, o que se presentan como resultado de las disfuncionalidades del sistema económico-social. El proceso de reducir las interrelaciones grupales a un grafo o a una relación matemática permite hacer una serie de conjeturas sobre el conjunto social correspondiente, de las cuales se pueden extraer conclusiones de complejidad diversa. El estudio de las redes nos permite comprender cosas de diferente naturaleza, desde el surgimiento de nuevas tecnologías, hasta los procesos políticos. Una red social es entonces un elemento importante para el análisis de las relaciones que dan vida a un grupo social, pero también sirve para conocer aspectos tales como el potencial del mercado o de nichos específicos. Key words: social networks, network of value, systems, nodes and links, schooling Palabras clave: red de valor, red social, sistemas, sinergias, nodos, educación Introducción La educación es importante porque constituye un factor de desarrollo personal y social. En el ámbito individual, la cantidad y calidad de la educación son un requisito indispensable para 1 Profesor investigador de la División de Ciencias EconómicoAdministrativas de la Universidad Autónoma Chapingo. [email protected], 91 Departamento Artículos y Ensayos de Sociología de Sociología Rural /Rural UACh su desenvolvimiento y, al mismo tiempo, una fuente de movilidad social.2 Para la sociedad, el nivel de educación es trascendental, porque se constituye en un activo (intangible), base de la actividad productiva, de la cultura, de la política y de la acción social: “el valor de la educación es reconocido universalmente; puede diferir en cuánto o para qué y para quiénes es valiosa, pero se sabe que en la construcción de la nación, en la realización del progreso y la modernización o la revolución, la educación de los jóvenes y del ciudadano es una de las tareas más importantes que debe emprender el gobierno” (Padua. 1998: 84).3 En sí, los procesos educativos formales e informales4 se basan, principalmente, en la creación de expectativas, y tienen entre sus objetivos la intención de dotar al individuo de la capacidad para superar su condición instintiva innata y desarrollar —hasta donde el entorno lo permita— todas las potencialidades del ser humano; sin embargo, el aprovechamiento de toda la capacidad adicional de trabajo, generada por la educación, está dejando mucho que desear en México. Esto se ve reflejado en que los sectores comercial, industrial y gubernamental fácilmente pudieron absorber, hasta la década de 1950, a los egresados de la enseñanza superior. Entre 1950 y 1960, la relación entre el número de empleados de nivel profesional y el de quienes egresaron de las instituciones de enseñanza superior (ies) era de 1.4, lo cual significa que durante esos años existía más de un puesto de trabajo de ese nivel para cada egresado de las ies. Esa relación se revirtió drásticamente a 0.27 en el periodo comprendido entre 1980 y 1990, es decir, la existencia de aproximadamente un puesto de trabajo por cada tres egresados de las ies; tendencia que persistió para las décadas siguientes5 (Muñoz, 1998: 180 y 181), como se ha visto evidenciado por las circunstancias actuales. Cuadro 1. Incrementos porcentuales en las tasas de retorno por nivel de instrucción por grupos de edad en México Nivel de instrucción 20-34 años 35-49 años 1 a 3 años de primaria 12.98 15.30 4 a 5 años de primaria 5.48 -4.64 Primaria completa 8.48 22.25 Primaria + capacitación 62.90 24.52 Secundaria incompleta 16.99 18.43 Secundaria completa -4.87 6.76 Preparatoria 12.68 12.84 Técnico medio 13.03 0.80 Técnico superior 3.66 -4.17 Universitaria 14.98 8.48 Fuente: Padua (1998: 129) Si bien en la educación existen factores motivacionales distintos a los recursos monetarios, la estructura de salarios constituye una fuente de incentivos para aumentar la productividad y calidad del servicio, y son importantes para atraer a la profesión a personas capacitadas (Montoya y Brassiolo, 1999: 78).6 Por ello, es posible relacionar las diferencias en las tasas de retorno a la escolaridad (cuadro 1) con el empleo, considerando que los empresarios 5 Esto quiere decir que, además del nivel educativo, hay algo que está impidiendo el ingreso de la población al sector productivo. Al respecto, Adelman y Taylor han descubierto que una política de salarios más altos produce un sorpresivo crecimiento relativo en los sectores productivos de bienes salario, especialmente en los sectores productores de alimentos (1990: 400). Esto llevaría a dinamizar todo el sistema económico, y, con ello, a la creación de más empleos. Lo anterior significa que un nuevo paradigma empresarial de contenido más social es factible. 6 Considerando la educación como un objetivo, los costos de la inversión vienen dados por los costos directos de la educación (colegiaturas, inscripciones, material didáctico, etc.), y los costos indirectos o de oportunidad consisten en los ingresos no ganados por el individuo durante el periodo del aprendizaje. Los beneficios de la educación consisten en el diferencial de ingresos que se logra como resultado del mayor nivel educativo (Zamudio. 1995: 49). 2 Pescador (1977) y Quintero (1978) mostraron que los subsidios a la educación superior estaban financiando la movilidad social aunque de manera desigual en favor de algunos grupos urbanos. 3 “La educación pública también es útil para el crecimiento, debido a que da a la juventud derechos de propiedad sobre su propio capital humano, los cuales son equivalentes a ingresos”. (Saint-Paul, 1994: i) 4 Aún ahora, en las comunidades rurales se puede encontrar indicios de la preocupación colectiva de educar a los individuos que no pudieron asistir a la escuela. En este contexto, la emigración frecuentemente forma parte sustancial de las estrategias comunitarias y familiares del proceso educativo. 92 Departamento de Sociología Rural / UACh podrían estar ejerciendo sus preferencias, respecto a la edad y la escolaridad de sus empleados, creando una reserva excesiva de fuerza de trabajo, para cada tipo de empleos, así como en los rangos de edad de quienes, para sostenerse, han de refugiarse en el sector informal donde prevalecen los menores salarios (Muñoz, 1998: 189). En cuanto a las tasas de retorno a la educación en México, los datos del cuadro 1 representan sólo las diferenciales con respecto al nivel inmediato anterior, por lo cual la tasa de retorno total para un determinado nivel de educación es el resultado de sumar los números previos. Empero, según Muñoz, durante los últimos años, las tasas de rendimiento de las inversiones en educación han tendido hacia la baja (1998: 186) En este resultado también influye: años antes eran ocupados por individuos dotados de menor educación. (Todaro, 1987: 444) Cuadro 2. Escolaridad de la población que desempeña ocupaciones formales e informales, en los municipios de 100 mil y más habitantes (México, 1998) Escolaridad Ocupaciones Ocupaciones formales (%) informales (%) Sin escolaridad 2.2 9.0 1-3 grados 16.0 19.9 4-5 grados 3.8 8.4 6 grados 17.7 25.1 7-9 grados 8.4 11.1 10 y más grados 51.9 26.5 Fuente: (Muñoz I., 1998: 193). Asimismo, señala Muñoz, “en cambio, les exigen mayor escolaridad para el desempeño de labores rutinarias. Por tanto, los trabajadores son seleccionados de acuerdo con la escolaridad que han adquirido todos los que compiten por los distintos puestos [de un nivel específico]” (1998: 191). Por otra parte, de acuerdo con los datos del cuadro 2, de las personas que trabajan en actividades informales, 73.5% cuentan con nueve años de escolaridad o menos, en tanto que de la población ocupada en el sector formal sólo 48.9% corresponde a ese rango. De ahí se deriva que en un mercado laboral segmentado como el mexicano, carecer de educación formal, haber estado a punto de concluir un nivel de instrucción o haber cumplido la educación secundaria, deshabilita para el empleo, pero en mayor proporción en el sector formal. También se puede conjeturar que algunos egresados de las ies se desempeñan en el sector informal porque ahí está su verdadero costo de oportunidad, pero la gran mayoría se han refugiado en éste porque no han encontrado lugar en el sector formal. […] el hecho de que los más preparados se encuentren en una posición ventajosa y tengan mayores probabilidades de hallar empleos urbanos mejor remunerados, que los menos educados, debido no tanto a su adiestramiento superior sino además al fenómeno generalizado de la “filtración hacia abajo” o el “desplazamiento ocupacional” que caracteriza los mercados de mano de obra de los países menos desarrollados: Frente a un número de solicitantes mayor que el de los empleos disponibles, los gobiernos y los empleadores privados, para un determinado puesto de trabajo, tienden a seleccionar individuos con mayor nivel de escolaridad al requerido. En la medida en que la oferta de mano de obra urbana continúa superando a la demanda, se ponen en acción dos fuerzas; del lado de la demanda, los empleos que antes se cubrían con aspirantes poseedores de una escolaridad de primaria, por ejemplo, requieren ahora un certificado de la escuela secundaria y del lado de la oferta, los aspirantes a un empleo deben cursar ahora algunos años adicionales de educación, a fin de “calificar” para empleos que apenas unos Educación y capital humano Enfatizando las contribuciones del capital humano al crecimiento económico, Mercado 93 Artículos y Ensayos de Sociología Rural subraya que la competitividad, basada en la formación de recursos humanos,7 fue un rasgo sobresaliente del desarrollo mundial del último decenio; que la tasa de rendimiento de la educación tendía a subir, revalorando a los profesionistas y haciendo crecer la ventaja competitiva de las empresas (2002: 280, 281). Aunque los cambios de mediano plazo no necesariamente coinciden con las tendencias de largo plazo —en las cuales se observa la incapacidad del sistema para garantizar el empleo de toda la población económicamente activa—, otros autores han hecho resaltar la necesidad de coordinar la inversión en capital humano con las medidas de liberalización comercial y la inversión extranjera en los países en desarrollo, como una posible salida al problema planteado (O’Connor y Lunati, 2002: 298). Sin embargo, según los autores que comparten la opinión respecto a la importancia que el capital humano tiene en el contexto de globalización, en dicho ambiente, ha ido cobrando fuerza el hecho de concebir la educación como un bien comercial y la exigencia de nuevas demandas de eficacia y responsabilidad hacia el sistema educativo. También ha surgido una nueva versión de la teoría del capital humano, según la cual la educación se ha tornado un elemento central para elevar la productividad de la fuerza laboral y, en consecuencia, elevar la competitividad de un país, al mismo tiempo que se concibe como instrumento para erradicar la pobreza: “El avance tecnológico, un ambiente de mayor competitividad [y] los cambios [repentinos] en las preferencias del consumidor, han conducido a las empresas e instituciones a darse cuentan [de] que sus principales activos no son [los] materiales... sino el recurso humano” (Iturbide y Meyer, 1998: 38). Esto se ha centrado casi exclusivamente en el factor educativo, dejando de lado los otros elementos del capital humano (Lanusse, 2001: 81; Schotter, 1996: 637). En el mismo sentido, una visión restringida de la teoría del capital humano indica que el nivel de educación determina los ingresos de los trabajadores a lo largo del ciclo de vida laboral (Mendoza, 2002: 301). Esa teoría nace ante la necesidad de entender un remanente de la producción que no había sido posible explicar bajo los enfoques previamente existentes, el cual fue denominado en sus inicios como el factor X de la eficiencia (Levin, 1995: 17). No obstante, en la evolución reciente de la teoría del capital humano ha incidido la opinión de Hirschman, quien en 1958 atribuyó un papel central a las capacidades empresariales como un factor de desarrollo en las economías atrasadas.8 En una versión complementaria más reciente, la teoría del capital humano es concebida como el estudio del comportamiento de los individuos al invertir en educación, entrenamiento, capacitación o cualquier otra actividad que enriquezca o perfeccione sus habilidades para desempeñarse en el mercado laboral (Freyre y Vite, 1993: 1). Parte fundamental sobre la cual se ha desarrollado más recientemente el estudio del capital humano fue desarrollada por Bécker, quien, en 1975, definió inversión en capital humano como “toda aquella actividad que influye sobre el ingreso futuro monetario o en especie por medio de aumentos en los recursos de las personas […] y todas esas formas que puede tomar esa inversión incluyen escuela, entrenamiento en el trabajo, cuidado médico, migración, y búsqueda de información sobre precios e ingreso” (citado en Freyre y Vite, 1993: 7).9 7 En la actualidad, las empresas requieren de sistemas de administración competitivos que reconozcan la importancia del factor humano. “Es muy cierto que no existe una única forma de cómo las empresas pueden ganar flexibilidad. La mejor estrategia variará definitivamente con el giro de la empresa y el entorno en donde opera. Sin embargo, para que el cambio organizacional sea perdurable, debe incorporar una visión de eficiencia de largo plazo, que incluye la inversión en intangibles, tal como lo es la inversión en capital humano” (Iturbide y Meyer, 1998: 39 y 40). 8 “[…] la inversión [fuente del desarrollo económico] depende del ahorro y de otros factores, como la educación técnica, el saber cómo organizar una empresa […] la capacidad de un país para absorber capital puede ser menor que los fondos disponibles para la inversión a causa de la escasez de habilidades” (Hirschman, 1981: 45, 47). 9 El mecanismo crucial es, otra vez, la habilidad del capital para ganar ingresos: los retornos al capital humano son iguales al costo de adquirir educación del trabajador marginal; en tanto que el ingreso total para el capital humano está, por ello, determinado por la suma de las diferencias 94 Departamento de Sociología Rural / UACh Marco teórico de referencia Las instituciones dedicadas a la producción y transmisión del conocimiento han experimentado profundos cambios. No se trata sólo de su descentralización física y del hecho de que desarrollen cada vez más programas de educación a distancia, sino que, además, paralelamente otras organizaciones empiezan a ser reconocidas como “productoras” legítimas de conocimientos. En parte gracias al cuestionamiento ideológico de que han sido objeto las universidades y la enseñanza tradicional en su conjunto, y en parte debido a la emergencia de movimientos sociales activos en su voluntad de redefinir las condiciones del juego social, están surgiendo nuevos nodos, nuevos polos alrededor de los cuales se pueden construir redes de creación/ gestión /administración de conocimiento entre universidades y universitarios. En este sentido, el aprendizaje en el tiempo libre, la posibilidad de aprender entre iguales, la auto legitimación obtenida mediante la interacción directa con la realidad que se quiere conocer, todas ellas son formas de aprendizaje que cuestionan la hegemonía académica. No obstante, se debe tener en cuenta que ya en algunos lugares de la propia academia, especialmente en las ciencias sociales, se había empezado a considerar la necesidad de reconocer la capacidad de los actores sociales para producir conocimiento, especialmente el relacionado con su propia realidad. Al mismo tiempo, el sector rural continúa inmerso en un círculo de pobreza (cada vez vale menos lo que produce), lo cual acentúa la presión humana sobre el deterioro de los recursos. Esta situación no es exclusiva de México (se presenta a nivel mundial), la diferencia estriba en la forma en que cada país está enfrentando este problema. Los que cuentan con recursos fiscales, usan los subsidios como el instrumento principal para recuperar el poder adquisitivo perdido; otros sencillamente dejan que la población rural abandone el sector y con subsidios reducidos van manteniendo la producción de algunos bienes. En este contexto, el propósito de las redes de valor es proporcionar opciones a proveedores, productores, comercializadores y clientes, y de esa forma generar una alternativa para agregar valor a la producción del campo y de la agroindustria mexicana, así como fortalecer el sector agropecuario nacional. En este sentido, el papel de la Universidad debe ser reorientado. Aunque algunos autores identifican al servicio universitario como una función presente desde la fundación de nuestra universidad, en épocas recientes, el servicio universitario es una de las cuatro funciones sustantivas consideradas en la legislación universitaria. Este servicio es una actividad académica realizada por los universitarios, que, además de cubrir los aspectos formativos, beneficia a la sociedad, sobre todo, a la del medio rural. Por ello, el servicio debe ser prestado en aquellos lugares en donde la gente no sólo lo necesita, sino que no puede pagarlo. De esta manera, la identificación y análisis de redes sociales desempeña un papel prominente, pues proporciona elementos y vínculos para la gestión y socialización del conocimiento, los cuales son una fuente versátil e inagotable de nuevos conocimientos y desarrollo tecnológico. Así, la colaboración entre profesores y estudiantes de una misma institución o de distintas instituciones podrá verse materializada en equipos interdisciplinarios de investigación y servicio de proyectos educativos, los cuales son tanto o más importantes en el campo rural. En relación a la incorporación del cambio tecnológico al desarrollo rural, destacan las aportaciones hechas por Shultz (1961) y Mellor (1966). Ellos plantean que “pese a que la educación no es en sí misma una condición suficiente para el desarrollo de la agricultura, es ciertamente una condición necesaria. Casi todos los elementos que integran el complejo del desarrollo tienen su entre ese costo marginal y el propio costo de todos los trabajadores educados (Saint-Paul, 1994: 3). 95 Artículos y Ensayos de Sociología Rural ase en mejoras en la fuerza de trabajo, las que, a su vez, son producto de la educación”.10 Asimismo, de acuerdo con Padua: “Algunos de los procesos de cambio cultural en que la educación puede haber actuado como facilitador, a través de la difusión de innovaciones en el sistema productivo, podrían mostrar sus efectos midiendo los rendimientos diferenciales de los productos agrícolas [por hectárea] o industriales” (1998: 119). En el mismo sentido, Shultz (1961) “enfatizó el hecho de que mucho de lo que se denomina [gasto de] consumo, constituye en realidad una inversión en capital humano: la educación, la migración y la salud constituyen una inversión en la medida que esos gastos contribuyen a elevar la calidad del trabajo a través de la adquisición de conocimientos, habilidades y técnicas que influyen sobre la capacidad del hombre para trabajar; aumentan la productividad de la mano de obra y generan una tasa de rendimiento” (citado en Freyre y Vite, 1993: 6) semejante al que proporcionaría una inversión en capital físico. El funcionamiento de las redes sociales abona en la misma dirección: mantener una red permanente equivale a multiplicar n veces la capacidad individual de análisis, de estar virtualmente en varias situaciones a la vez y de pensar desde múltiples ángulos una multitud de soluciones reales a los problemas nodales. A esta cualidad contribuye de forma positiva el desarrollo actual de las tecnologías de la informática y de las comunicaciones, así como la educación cibernética (Reyes-Muro et al, 2009: 401). Por ello, una red social puede ser un sistema de valor gestionado de manera consciente; algo desarrollado de manera intencional formado por un número limitado de actores con un propósito específico.11 En este sentido, las redes están compuestas de nodos y de enlaces entre ellos, a los cuales se les denomina aristas o bordes —si son flechas que van de un nodo al otro— o bien arcos —si la relación es recíproca—. También debe entenderse que una red es una forma abstracta de visualizar una serie de sistemas simples o complejos. Un tema recurrente, a la hora de analizar el fenómeno de las redes de valor y las redes sociales, es el de las diversas posibilidades de gestión y dirección de las mismas. Las dos posturas más frecuentes al respecto son: a) redes que dependen de las instituciones o administraciones “formales”, y b) redes que dependen de manera directa y se inscriben dentro de los llamados movimientos sociales. Una toma de posición respecto a esta dicotomía implica plantear la cuestión implícita de la responsabilidad en la gestión del conocimiento. ¿Son las redes sociales estructuras piramidales con un vértice institucional que gestiona el saber y la productividad de una comunidad o se trata de un entramado horizontal, políticamente autónomo, y en constante cambio mediante el cual esta comunidad puede conocer y transformar su realidad? La respuesta es bivalente y certera en ambos casos. Se puede considerar que un elemento fundamental a la hora de comprender las dinámicas propias de las redes sociales y de valor es la producción, la trasformación y el intercambio de conocimiento que se da en su seno. Ello nos brinda la oportunidad de arrojar sobre ellas una mirada que va más allá de cuestiones organizativas o administrativas o, mejor dicho, que valora estas cuestiones a la luz de las interacciones como algo prioritario. El planteamiento derivado de esto supone que en una red lo más importante es la capacidad de vincular, así como el colectivo que se articula a través de ella, el cual debe determinar la gestión y la estructura técnica, no al revés. De esta manera, sea lo que sea la red, sólo lo es en tanto conjunto complejo, y no en virtud de ninguna de sus partes, sean éstas individuos, máquinas o instituciones que 10 Dado que la educación es de importancia crucial en el desarrollo agrícola y que requiere un capital considerable, es en realidad una ventaja que la educación vaya también directamente de acuerdo con los objetivos primordiales del proceso de desarrollo (Mellor, 1975: 336). 11 Por ejemplo, las cadenas lecheras están constituidas por varios tipos de actores: los ganaderos, las tecnologías y los territorios (Boucher y Brun, 2011: 17). 96 Departamento de Sociología Rural / UACh Desarrollo Diseño de encuesta. La encuesta estuvo constituida por 14 preguntas correspondientes a los ejes de amistad, estudio y recreación. Aplicación de la encuesta. Se aplicó la encuesta en la División de Ciencias EconómicoAdministrativas (dicea), en enero de 2006, a los alumnos del cuarto al sexto año de las diferentes carreras; se obtuvo un total de 289 individuos, sin contar con los alumnos de séptimo año, debido a que no se encontraban físicamente en la institución en ese periodo. La generación de cuarto año estuvo compuesta por cuatro grupos, mientras que las de quinto y sexto tuvieron un número de cinco o más grupos. Auditoría de la información. Las encuestas se auditaron con el fin de descartar las que no servían para el propósito de la investigación. Elaboración de base de datos. Se procesó la información con el programa Acces de Oficce con el fin de elaborar una base de datos ordenada. Auditoría de la base de datos. Se revisó la base de datos para descartar errores de captura y poder asegurar que los resultados fueran veraces. Procesamiento en el programa para análisis de redes Net Miner. Se procesó la información en el sistema de una matriz simétrica para analizar la información en forma de red y las correspondencias de la información. Dicha matriz es cuadrada por necesidad, para que el individuo pueda ser considerado como origen y destino de una relación social. le den más o menos apoyo, pues otorga prioridad al trabajo en equipo (Casas y Martínez, 2011: 100). En este contexto, además, resulta importante articular la relación entre la noción de información y la de conocimiento, pues resulta pieza clave para comprender cómo una red puede pasar de ser un mero canal de transmisión de datos a un lugar de producción y transformación colectiva de saberes. Asimismo, es necesario tener conciencia de que las redes de valor no son el único lugar en el que podemos localizar estas dinámicas, sino que probablemente ni siquiera es el primero en el que se piensa a la hora de tratar la cuestión de la producción e intercambio de conocimiento De hecho, contemplar las redes de valor desde esta perspectiva supone cuestionar las nociones tradicionales de saber y conocimiento y —tal vez más importante en el caso que nos ocupa— quiénes son sus productores legítimos. Metodología Para la obtención de la información se elaboró y aplicó una encuesta en enero de 2006. El total de cuestionarios aplicados fue de 289, de los cuales se descartaron cinco, debido a que carecían de alguna información solicitada o bien porque no fueron contestadas por los entrevistados. Se procesó la información y se elaboró una base de datos que sirve para el desarrollo de la red social correspondiente a los diferentes ejes ya mencionados. Para la obtención de los resultados se emplearon diferentes programas computacionales, como Microsoft Excel, Acces, Ciram, Net Miner, entre otros. Para el procesamiento en los diferentes programas computacionales, se ordenó la información en una matriz simétrica que contiene un número consecutivo correspondiente a cada uno de los participantes de la encuesta y se utilizó un lenguaje binario donde el número 1 corresponde a la afirmación y el número 0 a la negación. Dicha matriz es un cuadro de doble entrada en la cual el valor de los elementos a ij indica la existencia o no de una relación entre el j-ésimo y el k-ésimo individuos. Resultados y análisis Del procesamiento de los datos ha resultado que los elementos de toda la generación de 4º año pueden ser agrupados en una red de acuerdo con el tipo de relaciones o actitudes que ocurran entre ellos, tales como la amistad, la asociación al estudiar y el carácter optimista o pesimista, pero también se pueden configurar redes grupales y subredes. Así, en primer lugar resultó la configuración de una red de amistad correspondiente al grupo 01 del 4º año, tal como se aprecia en la figura 1. 97 Artículos y Ensayos de Sociología Rural En ese sentido, de acuerdo con la red descrita en la figura 1, todos los nodos tienen correspondencia y dirección, es decir, que en el caso de este grupo todos son considerados —al menos por otra persona— como amigo, por lo cual no hay nodos totalmente aislados en el gráfico, aunque se puede apreciar un agujero estructural de la red (lo cual significa que algunos individuos no tienen disposición para establecer una relación directa con otros). En dicha figura, los triángulos representan los nodos centrales de esta red. Cuadro 3. Estadísticos de la red de amistad del grupo 4° 01. Densidad de Red 0.132 Distribución gradual. Valor Medidas estadísticas Suma de valores Media Variación estándar Valor mínimo Valor máximo Nodos independientes Nodos dependientes Inclusividad (%) Figura 1. Red del grupo 01 del 4º año en relación a la amistad. Dentro de rango Fuera de rango 107 3.69 2.214 1 10 107 3.69 1.342 1 5 0 4 100 0 2 100 En la gráfica 2, se muestra la centralidad de uno de los nodos principales de la red; de esa manera, se puede calcular el grado y la centralidad de esa subred. La densidad muestra el grado de cohesión de la red, el cual tomaría el valor de 1.0 en caso de que todos los integrantes estuvieran relacionados con los demás, y el de 0.0 en el caso hipotético de que los integrantes de un grupo no estuvieran relacionados con ningún otro elemento de ese mismo grupo, en cuyo caso no sería una red. Vacío estructural Figura N° 2. Nodo central 17 de la red de amistad del grupo 4° 01 En el cuadro 3 se presentan las estadísticas que resultaron del procesamiento numérico de la relación de amistad entre los alumnos que conforman el grupo 01 del 4º año. 98 Departamento de Sociología Rural / UACh En la figura 2 se muestra uno de los dos nodos centrales y su respectiva subred de la red mayor de amistad del grupo 01 del 4º año, en este caso, el nodo central 17. Como ya se ha explicado, un nodo central es aquel elemento de una red sobre el cual recaen las preferencias de varios otros elementos, aunque entre los otros puede que no exista una relación directa. De acuerdo con el gráfico, se calcula el grado de la subred sumando el total de bordes que conectan sus nodos con el nodo central, en este caso, 10, y su centralidad de 5, debido a que se calcula restándole al grado de la red la cantidad de nodos con los que no hay una conexión completa (biunívoca). Para el caso del nodo 17, se presenta un nodo dependiente de éste, cuyo borde sólo corresponde a la entrada de información a la red y no es recíproca la relación; esto define a un nodo dependiente (el nodo 14). Ahora, debido a que en esta subred todos los nodos tienen correspondencias con el nodo central (aunque no recíproca), no existe un agujero estructural. En la figura 3, pueden observarse de manera clara varios subgrupos, cliques o pandillas formadas alrededor de algunos nodos, así como nodos aislados. Además de observarse los agujeros estructurales, también pueden verse los componentes de la red y las dependencias. Los nodos centrales están representados por triángulos y encarnan los núcleos de todo el grupo. En el ambiente de la población total, una pandilla o clique es un subgrupo que se organiza, fundamentalmente, de manera independiente aunque alguno de sus elementos pueda estar relacionado con otro subconjunto. El gráfico 3 muestra que en el clique [11, 13, 21, 24], el nodo dependiente es el 11, el nodo central es el 13 y en los nodos 21 y 24 se muestra un conexión completa, es decir, la relación de los actores es recíproca. Éste es un n-clique porque muestra las relaciones de afinidad de esos cuatro elementos en la actividad de estudio. Figura N° 3. Red del grupo 4° 01 en relación al estudio. Por otra parte, la figura 4 contiene el eigenvector en forma concéntrica, en el cual se muestra al nodo 17 representando el papel central de la red de estudio del grupo 4° 1. Según Jiménez (2008: 49), el eigenvector es una matriz que muestra la distancia de los demás nodos respecto al vector central (o estructural) en un sistema de ejes cartesianos. El diagrama significa la importancia de cada nodo en el funcionamiento de la subred, en cuyo caso el nodo 29 aparece sólo como un nodo dependiente, y como central en la subred correspondiente. Figura 4. Eigenvector de la subred centralizada alrededor del nodo 17. 99 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Para poder ver con más claridad el papel de los vectores centrales se presenta el gráfico de la figura 5, de manera que en ella se relacionan los cliques existentes en la red de estudio. Los nodos centrales se representan con triángulos. Cuadro 5. Tamaño, densidad y cohesión de los cliques que componen la red de estudio del grupo 4° 01. N-cliques Figura 5. Eigenvector de la red de estudio del grupo 4° 01 y cliques que lo componen. Tamaño Densidad Índice de cohesión K1 9 0.32 19.16 K2 6 0.33 5.75 K3 3 0.33 4.33 K4 5 0.45 27.00 K5 5 0.45 27.00 K6 4 0.42 20.83 K7 3 0.33 26.00 K8 3 0.50 ? K9 4 0.58 14.58 La figura 6 muestra a los nodos que fueron catalogados por más personas como optimistas; es decir, aquellos considerados personas que poseen una manera propositiva de pensar y quienes mantienen acuerdos con los otros, además de ser catalogados como líderes por los demás. Figura 6. Red de optimistas del grupo 4° 01. A continuación, se muestra el cuadro 4, en el cual se aprecia —como en la figura 5— que varios nodos, al mismo tiempo, forman parte de diferentes cliques de la red de estudio del grupo 4° 01. Cuadro 4. Miembros de los cliques que componen la red de estudio del grupo 4° 01. N-cliques Asimismo, se muestra la figura 7, la cual contiene los nodos catalogados como pesimistas, es decir, personas que regularmente se aíslan y prefieren no tomar partido en la toma de decisiones que afecten al grupo en su conjunto, y quienes se ajustan a las decisiones de los demás, pero cuyo precepto es considerar que el resultado de las decisiones será desfavorable. Miembros K1 6,5,7,17,4,15,3,25,28 K2 6,5,7,17,12,18 K3 6,9,12 K4 2,1,8,10,29 K5 1,9,29,10,8 K6 1,9,29,12 K7 11,13,21 K8 13,21,24 K9 16,15,17,25 100 Departamento de Sociología Rural / UACh Ahora bien, en una red que contemple a los cuatro grupos del cuarto año se pueden presentar otros resultados adicionales, los cuales en parte pueden atribuirse al mayor número de nodos. Primero se presenta la red de valor de amistad del cuarto año, en la cual resaltan los nodos centrales representados por triángulos (figura 8). Los nodos aislados se presentan generalmente en la periferia de la red, pero los centrales no tienen un orden específico de aparición. La probabilidad de que el nodo central de un subgrupo pequeño sea también el nodo central de un grupo es mayor que la de un nodo periférico, debido a la mayor cantidad de bordes que lo conectan de manera indirecta con los demás actores del grupo. En el gráfico de la figura 8 también se observa que el nodo 17 (esquina inferior derecha), perteneciente al grupo 4º 1, es también un nodo central de la red de cuarto año, puesto que se relaciona con otros dos nodos de grupos diferentes: el nodo 70, perteneciente al grupo 4º 03, y el nodo 103, que pertenece al grupo 4º 04, los cuales podrían estar relacionados con otros elementos pertenecientes a sus respectivos grupos. Figura 7. Red de pesimistas del grupo de 4° 01. En este caso, el rango más alto corresponde a las personas catalogadas como pesimistas, debido a la apatía en la participación y a que generalmente no están de acuerdo con la forma de actuar de los demás. Figura 8. Red de amistad de la generación del 4° año. Figura 9. Eigenvector de la red de estudio de la generación del 4° año. Sin embargo, aun en este caso, a través de algunos nexos la red pone de manifiesto que entre ellos también se dan relaciones de colaboración y liderazgo, aunque sea de manera esporádica y dispersa. 101 Artículos y Ensayos de Sociología Rural En la figura 9, se observa que los nodos centrales no son lo que anteriormente habían sido mencionados como tales, esto es debido a que a mayor tamaño de la red es menor la probabilidad de que los nodos centrales sean los mismos para los diferentes ejes de esta investigación. La mayoría de las relaciones de amistad se presentan en los clúster de 5º y 6º años; el 4º año no queda del todo aislado, pero sí con menor relación con el 5º, en comparación con el 6º. En cuanto a la asociación para el estudio, en la figura 12 la mayor cantidad de bordes en relación con la actividad de estudio se presentan entre los nodos del cuarto y sexto años. Figura 10. Red de pesimistas de la generación del 4° año Figura 12. Clúster de estudio de la DICEA 6° año 5° año Figura 11. Clúster de amistad de la DICEA 4° año 5° año 6° año Conclusiones Como es sabido, no siempre es posible extrapolar las tendencias de los resultados específicos; sin embargo, puede destacarse que el análisis de redes sociales es una herramienta muy útil para la comprensión del comportamiento de la sociedad, de los grupos sociales y de las empresas en conjunto, así como una base firme para la comprensión de las redes de valor. A su vez, el comportamiento de una población determinada puede ser analizado por medio de la representación abstracta de una red social. En este caso, el uso de gráficos facilita la comprensión de las diferentes variables analizadas en una red social. En la educación —y, específicamente, en el caso de la dicea—, el monitoreo de los cambios que ocurren al interior de una red puede ser útil para orientar los procesos de formación de asesores y orientadores vocacionales, así como de tutores. 4° año Debido a la gran cantidad de nodos, en la figura 11 sólo se presentan los clúster12 de los diferentes grados de estudio, así como los ejes principales de esta investigación, mediante gráficas tridimensionales, para tener un panorama general de las redes sociales entre los alumnos de la dicea. 12 Originalmente, el concepto fue de aplicación al ámbito empresarial, en el cual se entendía como el conjunto de empresas relacionadas con la cadena productiva organizada o no (Jiménez Merino, 2007: 21); aquí, sin embargo, se aplica a un conglomerado de agentes de la misma naturaleza. 102 Departamento de Sociología Rural / UACh No obstante, un beneficio importante puede estar constituido por las ganancias en investigación derivadas del trabajo colectivo. Esto coincide ampliamente con la tendencia en las políticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, las cuales pretenden valorar más el trabajo colectivo y la cooperación entre instituciones, que el trabajo individual y localista en términos de una ies en particular. También en el caso de la dicea, la detección de los vacíos estructurales puede ser útil en el diseño de estrategias para la conformación de equipos de trabajo que motiven la interrelación con personas con las cuales aparentemente no es fácil interactuar. En este sentido, el trabajo colectivo nos acerca y el logro de metas comunes, nos hermana. Sin embargo, no debe cometerse el error de querer establecer mecanismos de cooperación en donde las condiciones sugieren que no es posible hacerlo. Finalmente, en los procesos de mejora continua del desempeño de las ies, puede resultar provechoso orientar un mayor esfuerzo al fomento de las redes sociales. Freyre M., R. y N. Vite L. (1993). Capital Humano en un Modelo de Equilibrio General. Tesis de Licenciatura. México: Instituto Tecnológico Autónomo de México. Hirschman, Albert O. (1981). La Estrategia del Desarrollo Económico. FCE. México. Iturbide G., L. y E. Meyer G. (1998). “Capital Humano: el activo más importante”. En: Revista Examen. Una publicación por la democracia. Núm. 109. México: Partido Revolucionario Institucional, pp 36-48. Jiménez Merino, F. Alberto. (2007). Cadenas Productivas Agropecuarias y Acuícolas del Estado de Puebla. 1ª edición. México: Gobierno del Estado de Puebla. Jiménez Valdivia Francisco Arturo. (2008). Análisis de Redes Sociales como un Acercamiento a la Red de Valor, estudio de caso dicea. Universidad Autónoma Chapingo. México. Lanusse S., J. A. (2001). “Las reformas estructurales y las micro, pequeñas y medianas empresas: una agenda posible”. En: Contribuciones. Vol. 69, núm. 1. Buenos Aires: ciedla/ Fundación Konrad-Adenauer, pp 67-89. Levin, H. M. (1995). “Incrementando la productividad escolar: enfoque de eficiencia-X”. En: J.A. Tijerina G. y J. Meléndez B. Segundo Encuentro Internacional. Capital Humano, Crecimiento, Pobreza: Problemática Mexicana. Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León, pp 17-32. Mellor, J. W. (1975). Economía del Desarrollo Agrícola. México: Fondo de Cultura Económica. Mendoza C., J. E. (2002). “Educación, experiencia y especialización manufacturera en la Frontera Norte de México”. En: Revista Comercio Exterior. Vol. 52, núm. 4. México, pp. 300-308. Bibliografía Adelman I. y J. E. Taylor. (1990). “Is structrural adjustment with a human face possible? The case of Mexico”. En: Journal of Development Studies. No. 26. London, pp. 387-407. Boucher Francois y Virginie Brun (coords.) (2011). De la leche al queso. México: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura/ Miguel Ángel Porrúa. Casas Díaz Eduardo y Gregorio Martínez Valdés. (2011). Las ciencias agrícolas mexicanas y sus protagonistas. Segunda edición. Colegio de Postgraduados; Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura; Universidad Autónoma Chapingo; Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro; Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias y Mundi-Prensa. México. 103 Artículos y Ensayos de Sociología Rural Mercado, A. (2002).“Presentación”. En: Revista Comercio Exterior. Vol. 52, núm. 4. México, pp. 280 y 281. Montoya, S. y P. Brassiolo. (1999). “Estrategias para reorganizar la educación en la Argentina: el impacto de la gestión sobre la eficiencia”. En Contribuciones. Vol. 64, núm. 4. Buenos Aires: ciedla/ Fundación Konrad-Adenauer, pp 76-106. Muñoz I., C. (1998). “Efectos de la escolaridad en la fuerza de trabajo”. En P. Latapí S. (coord.). Un Siglo de Educación en México. México: conaculta/cfe, pp. 175-199. O’Connor, D. y M. R. Lunati. (2002). “Apertura económica y demanda de trabajo calificado en los países en desarrollo: teoría y hechos”. En: Revista Comercio Exterior. Vol. 52, núm. 4. México, pp. 282-298. Padua N., J. (1998). “La educación en las transformaciones sociales”. En: P. Latapí S. (coord.). Un Siglo de Educación en México. México: conaculta/cfe, pp. 84-149. Pescador O., J. A. (1977). “El efecto redistributivo del gasto en educación superior en México”. En: Revista del Centro de Estudios Educativos. Vol. viii, núm. 3, México, pp. 55-78. Quintero H., J. L. (1978). “Metas de igualdad y efectos de subsidio de la educación superior”. En: Revista del Centro de Estudios Educativos. Vol. viii, núm. 3, México, pp. 79-92. Reyes-Muro, Luis, et al. (2009). “Internet para el desarrollo rural en Aguascalientes, México”. En: Agricultura Técnica en México. Vol. 35, núm. 4. México: Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, pp. 401-407. Saint-Paul, G. (1994). “The role of rents to human capital in economic development”. En: Discussion Paper. Series Nº 923. London: Centre for Economic Policy Research. pp 229-249. Schotter, A. R. (1996). Microeconomía. Un enfoque moderno. México: cecsa. Schultz, T. (1961). Investment in human Capital. American Economiv Review. Vol. LI-1 Todaro, M. (1987). Economía para un Mundo en Desarrollo. Introducción a los principios, problemas y políticas para el desarrollo. México: Fondo de Cultura Económica. Zamudio C., A. (1995). “Rendimientos a la inversión educativa. El problema del sesgo por elección: estimaciones para México”. En: J.A. Tijerina G. y J. Meléndez B. Segundo Encuentro Internacional. Capital Humano, Crecimiento, Pobreza: Problemática Mexicana. Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León, pp. 49-60. 104 Una mirada comparativa entre el sector rural de México y Ecuador, en el marco de la etapa de transición capitalista mundial Blanca Rubio1 Resumen El objetivo del artículo consiste en llevar a cabo una comparación, desde una perspectiva integral, entre la situación rural de Ecuador y la de México, a partir de la instauración del modelo neoliberal, con el fin de contrastar dos realidades del campo latinoamericano en la fase de transición capitalista que atraviesa el mundo. Se trata de dos países con profundas similitudes en el ámbito económico, pero también marcadas diferencias en el plano político, toda vez que en México se ha profundizado la política neoliberal, mientras que Ecuador constituye uno de los países que ha impulsado un proyecto postneoliberal y, por tanto, no alineado a las pautas de dominio de Estados Unidos. Por ejemplo, se observa que, en México, la firma del tlcan afectó fuertemente a las unidades campesinas; asimismo, en Ecuador, la dolarización de la economía trajo consigo consecuencias funestas en los productores rurales; sin embargo, las políticas orientadas a fortalecer la soberanía alimentaria en este país han amortiguado el proceso de desestructuración de las unidades campesinas, mientras que en México dicho proceso se ha profundizado. Abstract This paper’s objective is to compare the rural situation in Ecuador and Mexico since the onset of the neoliberal mode in order to observe two realities of Latin American in the capitalist transition phase that the world faces. These are two countries with deep similarities in the economic scope but also marked differences in the political sphere, since the Neoliberal policy has deepened in Mexico while Ecuador is one of the countries that has driven postneoliberal project, and therefore not aligned with the guidelines of US dominance. It is noted that in Mexico, nafta strongly affected peasants units, while in Ecuador the dollarization of the economy had dire consequences for farmers. However, policies to strengthen food sovereignty in this country have cushioned the process of disintegration of peasant units while in Mexico the process has deepened. Key words: trade liberalization, dollarization, indigenous movements, postneoliberalism, comparative analysis. Introducción Apenas iniciado el siglo xxi, los campesinos latinoamericanos enfrentan una etapa de profundas transformaciones en su producción, sus formas de vida y las perspectivas que se vislumbran en el ámbito mundial y local. Después de veinte años de marginalidad productiva, precios deprimidos y políticas excluyentes, han emergido un conjunto de procesos mundiales que apuntan a modificar este panorama. Palabras clave: liberalización comercial, dolarización, movimientos indígenas, postneoliberalismo, análisis comparativo. 1 Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Agradece a Jorge Tripp el apoyo brindado en la búsqueda y sistematización de la información utilizada. 105 Departamento Artículos y Ensayos de Sociología de Sociología Rural /Rural UACh El origen de estos acentuados cambios radica, sin lugar a dudas, en el agotamiento de una forma de dominio de los países desarrollados sobre aquellos en vías de desarrollo, tanto en el ámbito general como en el agroalimentario. El aumento inusitado de los precios del petróleo y de las materias primas a partir del año 2003, así como la recomposición del mercado agroalimentario mundial, han socavado las bases que permitían marginar lo productivo agropecuario como fuente de acumulación y de empleo en nuestros países, con lo cual se abre un panorama que puede ser más incluyente para algunos productores rurales del continente. En este contexto, el objetivo del presente ensayo consiste en analizar de manera comparativa el sector rural de México y el de Ecuador, en el marco de los cambios ocurridos en el ámbito mundial. Dichos países muestran fuertes similitudes económicas y sociales, a la vez que grandes divergencias en el terreno político. En la actualidad, Ecuador y México se encuentran en la encrucijada de una nueva fase mundial que puede transformar las condiciones en las que se han desarrollado las unidades productivas agropecuarias, por lo que vale la pena preguntarse cuáles son las perspectivas que enfrentan. En el primer punto se analiza el contexto mundial desde la perspectiva de los cambios enunciados anteriormente, mientras que en el segundo se analizan las condiciones que enfrentan los países latinoamericanos en esta coyuntura de transición. En el tercer punto se lleva a cabo una mirada comparativa entre el sector rural de México y el de Ecuador, primero desde el punto de vista de las coincidencias y posteriormente desde el de las diferencias. En el cuarto punto se estudian las perspectivas que enfrentan, para finalmente adelantar algunas conclusiones. que prevalecieron por más de dos décadas, a la vez que se vislumbra el surgimiento de nuevos mecanismos de sometimiento del capital de punta sobre los sectores subalternos, y de los países desarrollados sobre los dependientes. Dos hechos históricos marcan el punto de inflexión de esta transición: por un lado, el ascenso sin precedentes de economías como las de China e India, que han incrementado fuertemente la demanda mundial de energéticos y materias primas, y, por otro, el declive de la hegemonía mundial de Estados Unidos, manifiesta –entre otros procesos– en la virtual derrota enfrentada en la guerra de Irak. Tales procesos han desembocado en un incremento estructural del precio del petróleo, pues mientras de 1985 a 1999 el barril no superó los 22.99 dólares, en 2008 llegó al tope de los 145 dólares. El aumento de los precios del hidrocarburo ha generado dos procesos esenciales para el objetivo de este trabajo: 1) un fuerte incremento en el precio de las materias primas en general y, en particular, de origen agropecuario, y 2) la orientación de granos y oleaginosas a la producción de agrocombustibles en los países desarrollados, como un mecanismo para contrarrestar el creciente poder de los países productores de crudo, así como para reducir el precio de los energéticos en el mediano plazo. Tales cambios mundiales han fracturado las bases sobre las que se cimentaba la forma de dominio que prevaleció en el orden agroalimentario mundial global, la cual reinó de 1982 al 2000. Esto se debe a que, en dicho orden mundial, los países desarrollados –con Estados Unidos a la cabeza– impusieron una forma de subordinación sustentada en el pago por debajo del costo de producción de los bienes básicos cultivados en sus economías. Las pérdidas que esto generaba a sus productores eran compensadas por medio de cuantiosos subsidios; al mismo tiempo, sus excedentes exportables a precios artificialmente bajos eran impuestos en el mercado mundial para pugnar por la hegemonía frente a sus rivales El contexto mundial en una etapa de transición Con la llegada del siglo xix, emergió una etapa de transición epocal, en la cual han empezado a agotarse las formas de dominio y subordinación 106 Departamento de Sociología Rural / UACh El panorama para los países latinoamericanos El declive de la hegemonía de Estados Unidos –y, con ello, el de una forma de dominio de los países desarrollados sobre aquellos en vías de desarrollo– ha generado un escenario distinto del que imperó durante el neoliberalismo para nuestros países. Ello tiene que ver, en primer término, con el hecho de que el alza en el precio de las materias primas y el ascenso de la demanda mundial que han generado las potencias asiáticas emergentes han propiciado un entorno económico más favorable para los países latinoamericanos. El reposicionamiento de los países petroleros, como Venezuela y Ecuador, de los productores de níquel, cobre y plata, así como de aquellos exportadores de bienes agropecuarios, como Argentina, Brasil y Chile, ha traído consigo el llamado proceso de reprimarización excluyente, según el cual las actividades primarias vuelven a tener importancia estratégica en los países de la región. Como puede observarse en el cuadro 1, mientras la participación del sector agropecuario en el pib total de América Latina había venido decreciendo, llegando al 5% en el año 2000, para el 2010 se mantenía igual a nivel general, pero ascendió en países como Argentina, El Salvador, Paraguay, Uruguay y Venezuela. del primer mundo, incrementar las ganancias de las grandes transnacionales agroalimentarias y controlar desde el ámbito alimentario a los países dependientes. Dicho dominio se sustentó en la forma de explotación por despojo sobre los productores rurales de los países dependientes, a quienes se les impuso el precio por debajo del costo de producción, sin la correspondiente compensación de los subsidios; de esta manera, fueron explotados, al extraer el excedente producido, y despojados, al extraer lo que invirtieron en parte de los medios de producción, así como en la fuerza de trabajo propia y ajena. Esta forma de dominio y explotación enfrenta dificultades para desarrollarse ante el incremento de los precios de los bienes agropecuarios en el ámbito mundial, pues resulta muy costoso mantener un mercado internacional a precios deprimidos artificialmente. Por otra parte, los países desarrollados están optando por utilizar agrocombustibles como mecanismo de lucha energética, con lo cual están ocurriendo importantes transformaciones en el mercado agroalimentario mundial. Por un lado, se ha estrechado la demanda mundial de cereales y alimentos básicos, en tanto resulta muy oneroso para los países dependientes seguir importando alimentos a precios encarecidos. Por otro lado, se han reducido las existencias de algunos cereales, entre ellos el maíz, debido a la disminución de los inventarios destinados a las exportaciones de Estados Unidos. De esta forma, al tiempo que declina una forma de dominio y explotación, empieza a germinar otra, en el marco del orden agroalimentario energético, impuesto por medio de monocultivos que requieren enormes extensiones de tierra, así como agua en abundancia, con lo cual se perfila una forma de dominio por despojo de los recursos naturales (Rubio, 2007: 2). Cuadro 1. Participación Porcentual del pib Agropecuario en el pib Total 1990-2010. País 107 1990 2000 2010 Argentina 6.3 3.8 7.1 Bolivia 15.4 13.0 10.4 Brasil 4.4 4.9 4.5 Chile 6.1 5.0 3.2 Colombia 11.0 8.3 6.5 Costa Rica 11.3 8.6 6.5 Cuba 12.0 6.6 3.6 Ecuador 20.5 15.4 9.7 El Salvador 17.1 9.8 11.6 Guatemala .. 14.1 11.1 Artículos y Ensayos de Sociología Rural País 1990 2000 2010 País Haití 29.7 22.6 .. El Salvador 32.9 Honduras 20.4 14.4 11.6 Guatemala 13.4 México 7.0 3.6 3.2 Haití Nicaragua 17.6 17.8 15.8 Honduras Panamá 8.1 6.3 3.4 México Paraguay 16.7 14.7 20.4 Nicaragua Perú 7.3 8.1 6.9 Rep. Dominicana 12.0 6.5 Uruguay 8.8 Venezuela A. Latina y el Caribe 2000 2005 2010 2012 21.6 51.9 45.3 50.8 36.5 15.4 13.7 14.6 13.6 25.2 27.2 31.9 32.1 5.3 13.4 54.1 98.4 65.5 52.6 23.8 26.1 ... 22.9 14.8 18.8 19.4 293.1 130.3 84.6 45.1 40.8 Panamá 58.0 92.3 48.2 49.0 38.6 30.0 5.7 Paraguay 19.4 28.8 35.0 30.9 18.6 15.3 5.9 6.9 Perú 57.3 78.1 52.5 36.1 27.8 28.8 5.9 3.9 5.4 6.7 5.0 5.0 República Dominicana 32.1 49.6 15.6 17.4 19.3 21.9 Uruguay 16.4 40.4 42.4 65.8 47.4 42.2 Venezuela 45.5 75.5 31.1 31.9 35.1 30.3 América Latina 26.5 41.0 34.7 24.7 19.9 21.0 Tales condiciones económicas se han expresado en el plano político en una mayor autonomía de los gobiernos, manifiesta en el ascenso de aquellos con orientación de izquierda o centro izquierda, como el de Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Ecuador; este fenómeno refleja con mucha claridad la fractura de los mecanismos de dominio que caracterizaron la relación nortesur durante el periodo neoliberal de las décadas de 1980 y 1990. Este proceso está permitiendo generar bloques de países que enfrentan las políticas intervencionistas de los países desarrollados y ponen un freno a los mecanismos de dominio que se habían venido impulsando, fundamentalmente en el plano de la apertura comercial y del control de los recursos naturales latinoamericanos. Cuadro 2. Participación Porcentual de la Deuda Externa en el pib Total (a precios corrientes). 1990 2000 2005 2010 2012 Argentina 13.1 47.9 54.5 62.1 34.9 29.6 Bolivia 46.7 77.6 80.3 80.3 29.9 23.2 Brasil 27.0 28.9 33.6 19.2 12.0 13.9 Chile 40.6 52.5 46.8 37.1 39.9 43.9 Colombia 20.4 31.5 36.2 26.3 22.6 21.2 Costa Rica 45.7 54.1 33.3 33.9 25.3 32.1 Cuba ... 35.9 13.8 Ecuador ... 72.1 41.5 ... 20.0 ... Fuente: cepalstats. Estadísiticas e indicadores económicos. Consultado el 05 de noviembre de 2014 http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/web_ cepalstat/estadisticasIndicadores.asp?string_ busqueda=deuda+externa Junto con ello, el declive de las tasas de interés en la década de 1990 –a la par con la posibilidad de varios países de renegociar sus deudas con el exterior– ha propiciado condiciones para alcanzar mayor autonomía financiera. Como puede observarse en el cuadro 2, la participación de la deuda en el pib de América Latina que había tenido un desarrollo ascendente hasta el año 2000 al alcanzar 34.7%, se redujo claramente en el año 2012 cuando llegó a representar 21.0%. Este mismo desempeño se observa casi en todos los países. 1980 26.0 1990 258.8 Fuente: cepalstats. Estadísticas e indicadores económicos. Consultado el 05 de noviembre de 2014, http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/web_ cepalstat/estadisticasIndicadores.asp?string_ busqueda=deuda+externa País 1980 Una mirada comparativa entre el campo de Ecuador y el de México La primera impresión que se tiene al comparar la situación rural de ambos países consiste en un amplio cúmulo de coincidencias. En un plano ... 18.2 108 Departamento de Sociología Rural / UACh general, tanto en México como en Ecuador se instauró el neoliberalismo en la década de 1980, y tuvo su fase de consolidación en la de 1990. En el caso de México, con el gobierno de Salinas de Gortari, y en el de Ecuador con el de Durán Ballén. De igual forma, fueron de los numerosos países de América Latina que ingresaron al ciclo de la deuda externa en la década de 1980, lo cual constituyó el grillete fundamental para acatar las medidas de política impuestas por el fmi y el bm, a través del paquete conocido como Ajuste Estructural, centrado en el control de la inflación, la reducción del gasto social y la privatización o desaparición de las empresas estatales, sobre todo aquellas dedicadas al sector agropecuario. Así, mientras en México se desmantelaron empresas como conasupo, fertimex, anagsa, banrural, proquivemex, tabamex, inmecafe, etc., en Ecuador compañías como enac, enoprovit, fertisa, emade, emesemilla, corrieron la misma suerte. Vale mencionar también que a inicios del siglo xxi, ambos países lograron reducir el peso de la deuda externa en sus finanzas internas, como puede verse en el cuadro 2. Por otra parte, en los dos países se impulsó un cambio legislativo de gran envergadura durante el periodo de consolidación del neoliberalismo: en México con las transformaciones al Artículo 27 constitucional en 1992, las cuales dieron por terminado el reparto agrario, permitieron la renta y venta de parcelas, así como la inversión de sociedades anónimas en terrenos rústicos; en Ecuador con la promulgación de la Ley de Desarrollo Agrario en 1994, la cual permitió el registro de la propiedad privada de tierras comunales, la venta de tierras estatales a particulares, así como la libre importación y distribución de insumos y semillas (Shimizu, 2003:145). Otra gran coincidencia que unifica el desarrollo de estos países lo constituye su riqueza petrolera. En consecuencia, enfrentaron también el declive de los precios del crudo en las décadas de 1980 y 1990, a la vez que se han beneficiado, a partir del año 2003, del ascenso de las cotizaciones internacionales. En este marco de coincidencias, ambos países han tenido un fuerte peso en la agricultura de exportación: en Ecuador con el plátano, el café y el cacao; en México con el café, las hortalizas y las frutas; en ambos países las flores se han agregado recientemente a los productos que exportan. Sin embargo, una de las coincidencias que los distinguen de otros países de América Latina lo constituye la importancia que tiene la presencia campesina e indígena. En el caso de Ecuador, 88% de las unidades productivas eran de pequeños campesinos con parcelas menores a 20 hectáreas para el año 2000 y 66.8% menores a 5 hectáreas (Chiriboga, 2005b: 303). En el caso de México, 67.8% de las unidades de producción tienen 5 hectáreas o menos. Como se señaló antes, en el modelo neoliberal los campesinos e indígenas han enfrentado una forma de explotación por despojo por parte de las empresas agroalimentarias, las cuales han impuesto precios bajos y paquetes tecnológicos muy agresivos que contaminan el ambiente y desgastan la capacidad productiva de los suelos. En México, empresas como Maseca, Minsa, Bimbo han privilegiado la compra externa de granos básicos distribuidos por transnacionales como Cargill y adm a precios devaluados que han generado la ruina de los pequeños productores. Asimismo, en Ecuador, pronaca, agripac, Exportadora Novoa, Nestlé, etc., también han impulsado la explotación por despojo en los productores de maíz, plátano, leche y otros productos, así como formas de sobreexplotación hacia los jornaleros asalariados que contratan en sus empresas. El dominio de las grandes empresas sobre los productores rurales se ha fincado también en el fuerte impulso de las importaciones de granos, fundamentalmente de maíz. Mientras para el 2013 en México se importó 26% de las necesidades internas de consumo, en Ecuador para el 2005 las importaciones de este grano representaban 42.8% de la demanda total (Rubio, Campana y Larrea, 2008). En esta línea de coincidencias, puede afirmarse también que Ecuador y México son 109 Artículos y Ensayos de Sociología Rural dos países heridos. El primero por el proceso de dolarización impuesto en el año 2000, el cual ató la moneda nacional al dólar provocando el aumento de los precios internos y los insumos importados, además de generar la dificultad para utilizar la devaluación de la moneda como un mecanismo para incrementar la competitividad de las exportaciones, lo cual ocasionó un proceso de encarecimiento interno, alza de costos y ruina de pequeñas empresas urbanas y campesinas. En el caso de México, por la firma del tlcan en 1994, el cual eliminó los aranceles a la mayoría de los productos importados de Estados Unidos y Canadá, de tal suerte que para el 2008 quedaron liberados productos como los cereales, la leche, el azúcar, el pollo, la carne, etcétera. Tal proceso generó que los productores mexicanos fueran sometidos a la competencia desleal de las importaciones estadounidenses y canadienses, las cuales –como ya se ha señalado– tienen precios por debajo del costo. Este proceso trajo consigo la devastación del campo mexicano y la agudización de la pobreza rural. Entre 2006 y 2008, la parte de la población rural considerada en “pobreza alimentaria” –los que ganan menos de los suficiente para adquirir una dieta mínima– se incrementó de 24.5% a 31.2% y esto fue antes de que se sintiera lo peor de la actual crisis económica. (Fox y Haight, 2010:15) Los procesos de la dolarización y firma del tlcan en el marco del neoliberalismo han generado también un fortalecimiento de la diáspora rural, fundamentalmente de corte internacional. Ambos países tienen una larga tradición migratoria, en el caso de México ésta casi siempre con destino hacia Estados Unidos, y en el de Ecuador a dicho país en la primera etapa (1950-1999) y a Europa –España e Italia– en la segunda (2000-2006) (Acosta, López y Villamar, 2006); sin embargo, se observa un fortalecimiento de la migración a partir de los fenómenos mencionados al punto de que, en ambos países, las remesas son la segunda fuente de divisas, superadas sólo por el petróleo. Finalmente, una de las coincidencias más importantes entre estas naciones la constituye la histórica tradición de lucha de sus organizaciones campesinas e indígenas. En la década de 1990, tanto México como Ecuador se pusieron a la cabeza del movimiento indígena mundial: uno de los bastiones de lucha más importantes contra el neoliberalismo y la globalización. El ezln, en México, y la conaie, en Ecuador, impulsaron importantes movilizaciones con una característica particular: construir movimientos no sólo de corte indígena y sectorial, sino con la capacidad de convocar contingentes nacionales para la transformación política, los cuales incluían en sus programas de lucha demandas del conjunto de las clases explotadas y de los sectores excluidos. Otra coincidencia más constituye el reflujo que enfrentan estos movimientos recién iniciado el siglo xxi. La conaie atravesó una fuerte crisis, derivada, entre otras causas, de la alianza que estableció con el Gobierno de Lucio Gutiérrez, quien una vez en el poder traicionó los objetivos de los sectores que lo apoyaron, generando con ello fuertes procesos de división y desgaste en el movimiento. En el caso de México, el ezln enfrentó un proceso de desgaste debido a su deslinde del movimiento cívico que intentó llevar a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. En consecuencia, dicha crisis del movimiento indígena con discurso indianista (Martínez, 2005) se ha visto acompañada por el resurgimiento de movimientos y organizaciones cuya relevancia en el ámbito rural es importante, y que reivindican la integración productiva de los agricultores, la soberanía alimentaria y la defensa de los recursos naturales; en el caso de México, se da el caso del movimiento “El campo no aguanta más”, el cual enarboló la bandera de la renegociación del tlcan y, después de una fractura en el año 2005, volvió a reunirse – aunque no con el mismo nombre– para enfrentar la apertura total del tlcan en enero del 2008; por su parte, en Ecuador, se tiene el ejemplo del ascenso y fortalecimiento de la fenocin, una organización indígena también, la cual ha puesto 110 Departamento de Sociología Rural / UACh el énfasis en las demandas de corte campesino, y apoyó la campaña presidencial de Rafael Correa. En cuanto a las diferencias en el desarrollo económico y político de ambos países, aquí únicamente se analizarán las más importantes para el objetivo de este ensayo. La diferencia más importante consiste en que en México se observa una penetración más profunda del capitalismo en el campo, y, por ende, una mayor desestructuración de las unidades campesinas, tanto por el capital que produce insumos químicos, como por el capital agroindustrial y comercial; este hecho se evidencia, en primer término, en una mayor pérdida de la diversidad productiva de los agricultores, así como en una tendencia marcada al monocultivo. La diversidad productiva que aún se conserva en las comunidades incluye 4 o 5 cultivos como maíz, frijol, calabaza, café, chile; mientras que en Ecuador la diversidad productiva de comunidades ubicadas en la Sierra puede abarcar hasta 10 cultivos. Tal es el caso de Pichincha, donde productores que venden su fuerza de trabajo producen papas, maíz, cebada, trigo, habas, frijol, alfalfa, quinua, arvejas y chocho (Rubio, Campana y Larrea, 2008). En segundo término, la penetración más fuerte del capital en el caso de México se observa en una mayor descomposición de las unidades campesinas, manifiesta entre otros aspectos en la fuerte migración rural que se ha generado. En este país, alrededor de 45% de los migrantes que van a Estados Unidos son de origen rural, mientras que, en Ecuador, la migración de la segunda etapa (2000-2006) es de corte fundamentalmente urbana, como puede apreciarse en la siguiente cita: Gran parte de la emigración a EE.UU. se realizó por tierra, suponiendo costos relativamente bajos, por lo que el elemento financiero no representaba un problema infranqueable en las primeras migraciones a Norteamérica. Se puede entonces afirmar que esta emigración estuvo compuesta en buena parte de sectores pobres de la población (primero campesinos, y luego poblaciones afectadas por la crisis de la deuda). En cambio, en el reciente proceso, los emigrantes provienen sobre todo de los sectores de ingresos medios y medio bajos, empobrecidos por la crisis financiera, y, en menor medida por los más pobres, debido a que estos no tienen posibilidades de acceder al financiamiento necesario, que para emigrar a España es mucho más elevado. (Acosta, López y Villamar, 2006: 87) La penetración más rápida del capital en el campo mexicano tiene que ver sin duda con la firma del tlcan, el cual permitió la entrada sin arancel de bienes abaratados que llevaron a la ruina a gran parte de los pequeños y medianos productores. En Ecuador, en 2005 se impulsaron las negociaciones para la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pero fueron suspendidas ese mismo año por este último país, debido al conflicto ocasionado por la exigencia del gobierno ecuatoriano para definir los términos de las concesiones a las petroleras, después del aumento del precio del crudo, situación que estalló en relación con la petrolera Oxy. Las pláticas se encuentran suspendidas desde entonces, mientras el gobierno de Rafael Correa rechazó la apertura comercial desde su campaña, en la primera etapa del gobierno. El hecho de encontrarse al margen de una apertura indiscriminada, como la de México, ha ocasionado que en Ecuador el capitalismo penetre de manera más lenta. Asimismo, las empresas florícolas, bananeras, productoras de alimentos balanceados, etc., fincan su proceso de acumulación en el establecimiento de bajos salarios a los trabajadores que contratan, cuyo nivel es posible debido a la persistencia de las unidades campesinas diversificadas, las cuales de esta manera complementan el salario, a pesar de que también sufren fuertes procesos de descomposición de sus unidades productivas (Rubio, Campana y Larrea, 2008). En un plano político, la diferencia fundamental que distingue a ambos países la constituye el hecho de que, mientras Ecuador forma parte de los gobiernos latinoamericanos de izquierda, en el caso de México, el fraude 111 Artículos y Ensayos de Sociología Rural electoral perpetrado contra Andrés Manuel López Obrador trajo consigo la continuidad del PAN, primero, y luego el ascenso del PRI en el gobierno, ambos caracterizados por una política sumisa ante Estados Unidos, fincada en el neoliberalismo, a pesar de sus signos de agotamiento y con un claro sesgo anticampesino. prima para su elaboración, sin que hasta la fecha adoptara una posición con políticas reales para impulsar la autosuficiencia alimentaria, con la finalidad de no depender del mercado exterior. En cuanto al petróleo, ha impulsado la reforma energética en el 2014, con lo cual abre a las empresas extranjeras nuestras riquezas del subsuelo en detrimento de la soberanía energética del país. Esta política de sumisión a una potencia en declive resulta muy peligrosa para el país y su población, porque se sitúa a contracorriente de las tendencias mundiales y puede generar procesos de retroceso en el desarrollo del país, en detrimento de las mayorías marginadas. Perspectivas de los productores rurales en el nuevo siglo La fase de transición capitalista actual, basada en elevados precios de las materias primas, exige mayor capacidad productiva alimentaria a los países para abastecer a sus poblaciones, a riesgo de perder las divisas obtenidas en la importación encarecida de dichos bienes. Por ello, las naciones que saldrán mejor libradas serán aquellas que logren fortalecer su autosuficiencia alimentaria para depender menos del mercado internacional. En un plano más general, los países petroleros que logren utilizar la ventaja de los altos precios para fortalecer sus economías tendrán sin duda una oportunidad histórica en esta etapa. En este contexto, consideramos que Ecuador tiene mejores perspectivas y con él su población rural, fundamentalmente porque la orientación más autónoma de su gobierno ha llevado al establecimiento del Plan Agrario y al impulso de una Nueva Constituyente, hecho que generó condiciones para un proceso más incluyente. Sin embargo, ésta no es una tarea fácil, ya que el poder de los grupos hegemónicos se encuentra intacto y el gobierno enfrenta enormes presiones para intentar sostener el modelo neoliberal. Existen en disputa dos modelos: uno centralizador estatista, regido por visiones de eficiencia y rentabilidad de corto plazo, y otro democratizador de desarrollo lento, donde privan visiones de equidad y desarrollo desconcentrado y descentralizado (Hidalgo, 2007). En el caso de México, el gobierno actual apostó al sostenimiento del modelo neoliberal en declive, a la vez que, en el plano agropecuario, pretende engarzarse en el nuevo orden energético mundial promoviendo la producción de agrocombustibles o la exportación de la materia A manera de conclusión En esta rápida mirada comparativa entre Ecuador y México, una verdad queda clara: lo más valioso que tienen estos países es, sin duda alguna, su población y, en el caso que nos ocupa, la de índole rural e indígena. Se trata de sociedades rurales con una larga tradición de lucha, las cuales no se someten fácilmente a los designios del poder y que han puesto en jaque a los gobernantes en múltiples ocasiones. Por eso, ya sea desde un gobierno de izquierda o de derecha, la participación de las organizaciones campesinas e indígenas va a tener mucha relevancia en el rumbo que tomen las políticas públicas en esta etapa de crisis capitalista. Tanto en México como en Ecuador, se está enfrentando una coyuntura de transición, en la cual se juega fundamentalmente la posibilidad para los pequeños y medianos productores de alcanzar un papel productivo que les permita superar la profunda exclusión que han sufrido durante más de veinte años de neoliberalismo. Éste es el reto que enfrentan hoy las organizaciones indígenas y campesinas. Bibliografía Acosta, Alberto, Susana López y David Villamar (2006). La migración rural en el Ecuador: oportunidades y amenazas. Ecuador: Centro de Estudios Internacionales-Universidad Andina 112 Departamento Artículos y Ensayos de Sociología de Sociología Rural /Rural UACh Simón Bolívar/Corporación Editora Nacional. Bretón, Víctor (2006). “Globalidad y reforma agraria: ¿De nuevo el problema irresuelto de la tierra?” En: Revista Íconos. No. 24. Ecuador: flacso. pp. 59- 69. __________ (2001). Cooperación al desarrollo y demandas étnicas en los Andes Ecuatorianos. Ecuador: flacso. Chiriboga, Manuel (2005a). “Posibles efectos del tlc sobre el sector agropecuario de Ecuador.” En: tlc en lo agrario. Evidencias y amenazas. Ecuador: Foro de Chorlavi-sipae. __________ (2005b). “El sector agropecuario y rural de Ecuador: situación y alternativas”. En: Revista alasru. Nueva Época. No. 1. México: alasru, pp. 297-322. __________ (2004). “Mercados, mercadeo y economías campesinas”. En: Revista Debate Agrario. Ecuador: Centro Andino de Acción Popular. Agosto, pp. 217-234. Fox, Jonathan y Libby Haight (2010). Subsidios para la desigualdad: las políticas públicas del maíz en México a partir del libre comercio. Washington: Woodrow Wilson International Center for Scholars. García Pascual, Francisco (2006). “El sector agrario del Ecuador. Incertidumbre (riesgos) ante la globalización”. En: Revista Íconos. No. 24. Ecuador: flacso, pp. 71-88. Hidalgo Flor, Francisco (2013). “Neodesarrollismo, cuestión agraria y Bien Vivir”. En: Revista alasru. Nueva Época. No. 7. Agosto. México: alasru, pp. 49-74. __________ (2007). “El desarrollo rural en el Ecuador en la coyuntura”. Ponencia presentada en el Seminario Internacional sobre desarrollo rural, celebrado en la ciudad de Zacatecas, el 17 de octubre de 2007. Larrea, Fernando (1996). Estado Neoliberal y movimiento indígena: ¿Una nueva política de administración de poblaciones? Ecuador: flacso. Martínez Valle, Luciano (2005). “El movimiento indígena ecuatoriano en la encrucijada”. En: Revista alasru. Nueva Época. No. 2. Diciembre. México: alasru, pp. 121-141. __________ (2003). Dinámicas rurales del Subtrópico. Ecuador: Centro Andino de Acción Popular. Mittal, Anuradha y Rosset, Peter. (2003). “Perdiendo nuestra tierra: la ley agrícola de 2002”. En: Armando Bartra (coord.). Cosechas de ira. Economía política de la contrarreforma agraria. México: Ítaca/ Instituto Maya A. C., pp. 111-131. Rubio, Blanca (2014). El dominio del hambre. Crisis de hegemonía y alimentos. México: uach/uaz/Colpos Puebla/Juan Pablos. __________ (2007). “¿Hacia un orden agroalimentario energético mundial?”. En: Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios. Buenos Aires: piea, pp. 5-22. Rubio, Blanca, Florencia Campana, y Fernando Larrea (2008). Formas de explotación y condiciones de reproducción de la economía campesina en Ecuador. Ecuador: Ediciones La tierra. sagarpa (2001). Programa Sectorial de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación 2001-2006. México: sagarpa. Shimizu, Tasuya (2003). “La reforma estructural y la competitividad en el sector agrícola de Ecuador”. En: Revista Debate Agrario. Agosto, pp. 143-150. sipae (2005). tlc en lo agrario. Evidencias y amenazas. Ecuador: Foro de Chorlavi/ sipae. Turrent, César (2006). “Escenarios de mercados mundiales de energía y alimentos. Repercusiones en México”. En: Revista Rumbo Rural. Año 2. No. 5, México: pp.76-93. 113 Semblanza de Fidel Márquez Sánchez León Márquez Ortiz1 Su origen Agrónomo por vocación y chapinguero por pasión, Fidel Márquez Sánchez fue el primer hijo de una pareja de profesores rurales –el ex militar y participante en la Revolución Mexicana, Leonardo Márquez Chiñas, oriundo de Tehuantepec, Oaxaca, y Esperanza Márquez Salazar, quien nació en las Islas Marías–. Debido al trabajo de sus padres, vivió en diversos lugares de México: Ixtlahuacán y Colima, estado de Colima; Rioverde, San Luis Potosí y Emiliano Zapata, Morelos, en los que siempre tuvo como condiscípulos a los hijos de los campesinos de la región que asistían a las escuelas donde su padre impartía clases. Acostumbrado a vagar por los campos de cultivo en compañía de su hermano menor, es quizás ahí donde por primera vez se despertó su interés por el mundo rural. A ello hay que sumar el hecho de que su abuelo materno, Alfredo Sánchez, era profesor de campo en la Escuela Regional Campesina Buenavista, de Tecomán, Colima. Habría también que destacar que, gracias a las políticas educativas de la época cardenista, la familia Márquez tuvo la oportunidad de que todos sus hijos pudieran estudiar, los tres hombres fueron internos en la Escuela Práctica Agrícola, Chapingo, el Colegio Militar y el internado Rafael Dondé –lo que solventaba en gran medida los gastos educativos–, mientras que las mujeres también realizaron estudios profesionales en diversas disciplinas. Pasado el tiempo, la familia –que ya incluía otros cinco hermanos– se radicó en la Ciudad de México, en la colonia 20 de Noviembre. Ya en el Distrito Federal, Fidel completó la primaria en la afamada escuela Michoacana, ubicada en la colonia aledaña del mismo nombre. Al entrar a la secundaria, se combinaron varias circunstancias que despertaron su interés por estudiar en la Escuela Nacional de Agricultura. Primero, conoció, por medio de una tía materna, a unos estudiantes de Chapingo; después, uno de sus compañeros de la secundaria –dos grados delante de él– ingresó también a la ena; asimismo, alumnos de la ena, conocidos de la familia y provenientes de la Escuela Regional Campesina de Tecomán, visitaban continuamente a su abuela materna, Mamá Lolita –quien al morir su esposo se había trasladado al Distrito Federal–, y, finalmente, cuenta Fidel, que los sábados veía pasar a un estudiante uniformado que regresaba de Chapingo a pasar el fin de semana en su casa: era el destacado investigador del Colegio de Postgraduados Josué Kohashi, vecino de la misma colonia. Ya decidido su futuro profesional y con la firme intención de estudiar en la ena –por consejo de su tío Juan Aguirre, a la sazón director de la Escuela Práctica Agrícola de Rioverde, S.L.P.–, ingresó a dicho plantel para completar el ciclo preparatorio agrícola, equivalente al grado de secundaria. Ahí tuvo contacto, nuevamente, con los hijos de los campesinos e indígenas huastecos de la región. Después, siempre con el propósito de entrar a Chapingo, pasó a la Escuela Práctica de Agricultura de La Huerta, 1 Encargado del Programa Editorial de la Dirección de Centros Regionales Universitarios. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Méx. 114 Departamento de Sociología Rural / UACh Mich., donde se impartía el ciclo preparatorio y el propedéutico, que daba la oportunidad de pasar directamente a las escuelas de agricultura Antonio Narro, en Saltillo, Coah., y Hermanos Escobar, en Ciudad Juárez, Chih., así como de tener el derecho para presentar el examen de admisión a la ena. De esta manera, se podría decir que, a partir de los 15 años, el joven Fidel ya estaba de lleno estudiando materias teóricas y prácticas que lo llevarían por el camino de las ciencias agronómicas, y, a la par que sus condiscípulos, macheteaba arduamente en las noches para llegar bien preparado a la prueba de ingreso. Finalmente, en 1952, presentó y aprobó el examen de admisión, con una calificación de 9.2; la notificación que le indicaba las instrucciones para inscribirse le llegó poco tiempo después por correo. Oteiza –destacado investigador en genética– las materias de Genética general, Genética aplicada, Experimentación Agrícola y Ecología vegetal; la influencia del profesor De la Loma, junto con una estancia en periodo vacacional que realizó en el campo agrícola experimental de Santiago Ixcuintla, Nayarit, del Instituto de Investigaciones Agrícolas, definieron tempranamente su gusto por la investigación. Además del aprendizaje académico, en Chapingo, Fidel se interesó junto con algunos de sus compañeros, en actividades que hoy se considerarían de formación integral: la literatura, el cine, la música popular y clásica, así como el ballet. De todos estos temas fue un apasionado seguidor hasta la última etapa de su vida. Leía sobre todo novelas: clásicas, del boom latinoamericano, así como de autores mexicanos. Aún quedan en su biblioteca personal aquellas primeras ediciones de pasta dura del Fondo de Cultura Económica, entre las que se encuentran desde Cómo escuchar la música, del compositor Aaron Copland, hasta las colecciones de Teatro mexicano del siglo xx, pasando por La región más transparente, de Carlos Fuentes, las novelas de Luis Spota, la totalidad de la obra de Jorge Ibargüengoitia, William Faulkner, Ernest Hemingway, y el escritor satírico español Enrique Jardiel Poncela. Además, era apasionado lector de aquellas ediciones de Marx y Lenin publicadas por la Editorial Progreso, de Moscú, y empedernido lector de Los Agachados y Supermachos de Rius, así como de las recopilaciones de las tiras cómicas de Charlie Brown y Mafalda. En 1958, con la fundación del Colegio de Postgraduados, se decidió que aquellos pasantes que quisieran trabajar en mejoramiento genético se inscribieran como alumnos de aquél, sin embargo, Fidel Márquez, junto con otros pasantes que querían adquirir experiencia profesional en campo, se incorporó por un tiempo a la Oficina de Estudios Especiales (oee), previo a la obtención de su grado académico como Ingeniero Agrónomo Especialista en Fitotecnia. En la oee, trabajó en el programa de En Chapingo Su estancia en Chapingo fue de acuerdo con los cánones de aquella época: disciplina militar, pambas, novatadas y mucho estudio. El hecho de tener relación familiar con la vida militar le hizo llevadero ese aspecto de la ena, e incluso formó parte de la banda de guerra, primero como tambor y después como comandante. En cambio, siempre detestó las novatadas y pambas, “tradiciones” que siempre le parecieron deleznables y que, por lo tanto, nunca aplicó cuando tuvo el “derecho” de hacerlo o por lo menos no de una forma tradicional; es decir, cuando estuvo autorizado a novatear, su método era llevar a los pelones a la redacción de la revista Chapingo –de la que era director– y ponerlos a ordenar los cientos de clisés y negativos utilizados en la impresión de los números anteriores de la publicación. En el ciclo preparatorio de la ena tuvo destacados profesores, entre los que podemos nombrar, entre otros, a Efrén Fierro Camargo, Cezslawa Prywer, Efraím Hernández Xolocotzi, Andrés Oteiza, Jesús Alarcón, Jesús Muñoz Vázquez y Gabriel Hernández Itié. Ya en la especialidad de Fitotecnia, cursó con el maestro José Luis de la Loma y 115 Artículos y Ensayos de Sociología Rural mejoramiento de maíz para el trópico húmedo, Es pertinente mencionar que, a pesar de las en el campo experimental Cotaxtla, cercano múltiples actividades que desarrolló durante al puerto de Veracruz, bajo la dirección del toda su vida laboral, tuvo siempre una alta ingeniero Pedro Reyes Castañeda. Al poco producción científica gracias a su organizada tiempo, éste último partió a Estados Unidos, a forma de trabajar, lo que le llevó finalmente a ser realizar sus estudios de posgrado en la Iowa State nombrado Investigador Nacional Emérito, por University. parte del Sistema Nacional de Investigadores del Una vez graduado, Fidel Márquez siguió Conacyt, miembro de la Academia Mexicana trabajando en la oee, la cual, al fusionarse de Ciencias y Fellow de la American Society of con el Instituto de Investigaciones Agrícolas, Agriculture. Nunca dejó de lado, por ejemplo, se convirtió en el su acercamiento Instituto Nacional de teórico a los principios Investigaciones Agrícolas del mejoramiento (inia). Laboró como fitogenético. fitomejorador en el campo A su regreso del experimental de Culiacán, doctorado, trabajó en Sin., antes de partir, la ena, dando clases becado por la Fundación en Fitotecnia y como Rockefeller, a Estados investigador del Colegio Unidos, precisamente a de Postgraduados – la Iowa State University recordemos que éste (isu), institución situada era parte de la ena, en en el corazón de la su rama de Genética–. faja maicera, donde se Al morir el ingeniero encontraban algunos Gilberto Palacios de la de los más destacados Rosa, quien había sido investigadores en director de la Escuela mejoramiento de maíz. durante nueve años, Una vez obtenido el grado diversos grupos de las de maestro en ciencias, diferentes especialidades regresó al inia, donde le plantearon su apoyo laboró en el Campo para ser candidato a Agrícola Experimental de director, en las elecciones Celaya, Gto. que por primera vez se En 1966, partió realizarían para tal efecto; nuevamente a isu así, con más de la mitad Dr. Márquez/UACh, G. Aragón para realizar estudios de votos en su favor frente de doctorado. De regreso en México, trabajó a los otros tres candidatos, y previa anuencia en el Colegio de Postgraduados de Chapingo, del secretario de atgricultura, Manuel Bernardo donde desarrolló labores de investigación en Aguirre, tomó posesión del cargo en 1974. Genotecnia Vegetal. Por su trabajo en esta área se hizo acreedor al Premio Banamex de Ciencia y De apagafuegos Tecnología. Participó en innumerables reuniones Un incidente que siempre recuerdo, pinta de científicas y escribió artículos científicos cuerpo entero a mi padre. Fue en una kermesse y de divulgación en las más prestigiadas escolar, cuando, repentinamente, debido a un publicaciones de su área de investigación. flamazo de un sartén lleno de aceite hirviendo, el 116 Departamento de Sociología Rural / UACh puesto en el que vendían quesadillas y pambazos se incendió. Como siempre sucede en estos casos, la gente salió corriendo ante las llamaradas, pero cual osado bombero, el profesor Márquez subió de un brinco a la mesa, agarró la tela que servía como techo y a fuerza de trapazos contra el origen del incendio apagó el fuego. Cuando le preguntamos por qué lo había hecho, dijo: “Estaban los tanques de gas, imagínense que explotan”. Creo que esa visión fue la que aplicó en su vida laboral, sobre todo ante situaciones que lo requerían. Como director de la ena, su labor se enfocó sobre todo en reorganizar los rubros académico y administrativo, así como realizar proyectos de más largo alcance, sobre todo la fundación de la Universidad Nacional Autónoma Rural de México (unram), “propuesta del presidente Echeverría, aunque los actuales chapingueros, profesores e investigadores digan que fue una propuesta de ellos”.2 El problema toral en la fundación de aquel modelo universitario fue la pugna que existía en lo referente a las autoridades universitarias, pues mientras la ena pugnaba por una Asamblea General Conjunta (agc), el Colegio de Postgraduados proponía un cuerpo colegiado parecido al H. Consejo Directivo. Debido a la problemática existente y a las presiones de los diferentes grupos que intervenían en el proceso, finalmente, en 1975, en una sesión del Consejo, mandó por un tubo a algunos consejeros proclives al grupo que ahora se hace llamar Antorcha Campesina, quienes cuestionaron sus métodos ante la problemática que existía en esos momentos. Así, dando un puñetazo contra uno de los vidrios de las puertas de la dirección, se despidió de Chapingo. Invitado por Mario Castro Gil, destacado investigador y en aquel entonces director de la Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro, se mudó a Saltillo, Coah., donde también desarrolló proyectos de fitomejoramiento; sin embargo, al poco tiempo regresó a Chapingo, nuevamente como director del Departamento de Fitotecnia. La tensión en la Universidad iba en aumento, hasta que, finalmente, los seguidores de Aquiles Córdova se enfrentaron al grupo contrario que había tomado el Edificio Principal y estalló la violencia. En medio de esa situación, y gracias a su prestigio entre ambos grupos, el Dr. Márquez participó tratando de llamar a la calma, sin embargo, lo único que pudo hacer fue sacar de Chapingo –manejando su vocho– a algunos de los dirigentes del aquilismo, a quienes sus opositores persiguieron con ánimos más de linchamiento que conciliadores. Nuevamente fuera de Chapingo, trabajó en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Cuautitlán de la unam (hoy fes-Cuautitlán), en su escuela de Agronomía, y posteriormente ingresó al Colegio de Postgraduados, donde siguió desarrollando su trabajo de investigación. Solidaridad con Nicaragua Habría que destacar que Fidel Márquez Sánchez actuó siempre de acuerdo con sus ideas. Socialista convencido, más que unirse a un grupo o partido político, aportaba su visión sobre temas determinados, pero sobre todo lo que él consideraba más valioso: su trabajo. Así, durante la revolución sandinista, conformó en Chapingo, junto con Juan Pablo de Pina y otras personas, un comité de apoyo que se encargaba de reunir fondos para enviarlo directamente a aquella organización. Después del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (fsln), solicitó ir a Nicaragua, país devastado por la guerra, a realizar labores en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, impartiendo clases en el nivel de posgrado y de licenciatura. Además, inició un programa de mejoramiento de maíz y sorgo e hizo gestiones para que estudiantes nicaragüenses pudiesen realizar estudios de licenciatura en Chapingo y en el Colegio Superior de Agricultura Tropical, así como 2 El árbol de los recuerdos, editado por la Universidad Autónoma Chapingo. 2008. p. 134. 117 Artículos y Ensayos de Sociología Rural de maestría en el Colegio de Postgraduados. Asimismo, llevó a cabo trabajos teóricos sobre heterosis y la retrocruza limitada para el desarrollo de variedades criollas mejoradas de maíz. Cabe resaltar que las zonas donde sembraba sus experimentos estaban muy cerca de la frontera con Honduras, región donde tenía fuerte presencia la contra financiada por el gobierno de Ronald Reagan; además, como habitante en aquel momento del país centroamericano, asistía regularmente a los ejercicios militares que el ejército impartía a los civiles para el caso de una invasión armada. Ello resalta el compromiso que siempre tuvo con su forma de pensar. de diversas regiones de México, pues uno de sus objetivos profesionales siempre fue que los campesinos tuvieran acceso a este tipo de variedades mejoradas. Pese a estar ya jubilado y trabajar por honorarios, se presentaba diariamente en su oficina. En esta etapa de su vida regresó a sus raíces católicas, aunque nunca dejó de lado su vocación por lo social; acostumbrado a decir lo que pensaba, criticó el lado oscuro del socialismo –al que apenas veinte años antes había alabado–, al darse cuenta de que la realidad era otra. Siempre fue opositor al pri, sus simpatías partidistas fueron, sobre todo, hacia el Partido Mexicano de los Trabajadores, del ingeniero Heberto Castillo. Comprometido con lo que pensaba y, en este caso, con lo que creía, su vocación de maestro lo llevó a impartir clases de catecismo a los niños de la iglesia a la que acostumbraba asistir, lo que no minó de ninguna forma su espíritu de búsqueda científica, el cual mantuvo hasta el momento en que la enfermedad le impidió seguir trabajando. Amante de la literatura, el cine y la música; compositor y pintor por afición, el doctor Márquez falleció el 15 de septiembre de 2014, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, después de una fecunda vida profesional y personal. Su última voluntad –además de que en su velorio se tocara la música que él tenía ya preparada y que la gente no llorara sino “que riera y platicara”–, la cual retrata de cuerpo entero su pasión por Chapingo, la ciencia y la agricultura, fue que sus cenizas fueran esparcidas en una parcela de maíz del campo experimental de la uach. De nuevo en Chapingo Después de su estancia en Nicaragua, regresó al Colegio de Postgraduados, de donde salió por discrepancias administrativas respecto a su viaje hacia Nicaragua. Así, ingresó al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Forestales y Pecuarias –sucesor del inia–, como experto en su programa de mejoramiento de maíz en la región sur del país. Al poco tiempo fue enviado a Guadalajara, Jal., como director del inifapJalisco, ciudad donde radicó en la etapa final de su vida. Poco tiempo después, reingresó a la uach, en su calidad de profesor investigador del Centro Regional Universitario Occidente, donde trabajó en mejoramiento de maíz y planteó el proyecto del Centro Nacional de Rescate y mejoramiento de Maíces Criollos para seguir desarrollando trabajos teóricos y de mejoramiento de variedades criollas de maíz 118 Revueltas, el hombre II Enrique González Rojo Arthur1 Como se sabe, la familia Revueltas es extraordinaria en la cultura mexicana. Cuatro hermanos —para no hablar de otros miembros de la misma— Silvestre, Rosaura, Fermín y José juegan un papel señaladísimo en la cultura nacional: Silvestre, en la música; Rosaura, en la actuación; Fermín, en la pintura, y José — personaje muy complejo— en la literatura (cuento, novela, ensayo), la teoría política, el cine y la militancia política de por vida. José era hijo del semi-acomodado comerciante duranguense José Revueltas Espinosa y de Romana Sánchez, quienes se exiliaron de su entidad natal y vinieron a residir a la Ciudad de México a finales de la década de 1920. José nació el 20 de noviembre de 1914 y tenía 14 años cuando llegó al D.F. Inicialmente, en su hogar, mostró mucho interés por las cuestiones religiosas, pero, después, tras haber leído algunos panfletos y textos sobre cuestiones sociales, su preocupación derivó hacia la injusticia en que vivían los obreros y campesinos, los pobres, los menesterosos, los dejados de la mano de Dios. La palabra independencia tuvo especial significación para Revueltas durante prácticamente toda su vida. La consideraba un objetivo central a conquistar por parte del proletariado y el pueblo en general. Se puede decir que este interés por la independencia de la clase trabajadora respecto a la burguesía (ya que la ideología de la Revolución Mexicana o el nacionalismo revolucionario ha sido la causa esencial de la enajenación de la clase trabajadora) tuvo dos etapas principales: a) Una fase espontánea y concorde con la línea del VI Congreso de la Internacional Comunista. Espontánea porque el joven Revueltas, antes de ingresar al Partido Comunista Mexicano (pcm), intuyó que los trabajadores debían organizarse y luchar contra sus enemigos de clase de manera independiente. En esta intención coincidió con —o se vio influido por— la política sectaria de “lucha de clase contra clase”, preconizada por la Unión Soviética y la dirección del pcm. Durante esta etapa (1928-1932), José —extremadamente joven— manifestó su rebeldía sin titubeos o medias tintas. A los 14 años ingresó motu proprio al Socorro Rojo Internacional, organización que prestaba ayuda a los políticos que hacían la propaganda a la Unión Soviética y a la Internacional Comunista. En una ocasión, mientras José Revueltas arengaba a una pequeña concentración en el zócalo, un grupo de comunistas logró colocar en la torre más alta de la Catedral una bandera con la hoz y el martillo; un puñado de policías se acercó a José y lo arrastró hasta el reformatorio donde se le internó por más de un año (ésta fue la primera ocasión que estuvo encarcelado). Se dice que el joven Revueltas se pasaba los días a las puertas del local del pcm, solicitando su ingreso, pues, debido a su edad, la organización se resistía a incorporarlo, hasta que, en la época de la ilegalidad del pcm (1929-1934), logró que lo aceptaran y militó fervorosamente. A las puertas de la fábrica El Buen Tono, Pepe y otros organizaban mítines y pláticas de 1 Apuntes para el homenaje a José Revueltas realizado en la Casa Lamm el 29 de septiembre de 2014. 119 Departamento Artículos y Ensayos de Sociología de Sociología Rural /Rural UACh concientización política. En uno de ellos, los Comunista y la dirección del pcm. Esta fase se esbirros del gobierno aprehendieron a José — inició en 1957 y continuó hasta su muerte. quien entonces tenía 18 años—, y, tras llevarlo a Es importante afirmar, sin embargo, que el Santiago, Tlatelolco, lo trasladaron a Mazatlán VII Congreso de la Comintern, el cual rechazó y de ahí a Islas Marías (en éstas se inspiró la línea aprobada en el Congreso anterior, influyó para escribir, más tarde, en 1940, Los muros de poderosamente durante algún tiempo —de agua). Ahí formó círculos de estudio. La cárcel 1943 a inicios de 1950— en Revueltas, quien le sirvió, además, había formado parte cono universidad de la delegación —a él que no había comunista mexicana estudiado sino parte a este Congreso de la primaria—; en (1935); esta ella estudió filosofía, influencia puede marxismo y empezó apreciarse en la a leer la literatura de aceptación por la época. Luego de parte de José de la seis meses alegando línea derivada del su minoría de edad, VII Congreso de el general Múgica — la Internacional (el quien se encontraba llamado a constituir al frente del Frentes Populares reclusorio— logró la en todas partes) y libertad de Pepe. con las posiciones de En 1934, en Lombardo Toledano, Ciudad Anáhuac, quien le otorgaba Nuevo León, más importancia José se relacionó a la contradicción con trabajadores imperialismo/nación agrícolas en huelga. que a la de capital/ Al poco tiempo, un trabajo. Éste es grupo de pistoleros el único periodo lo secuestró y las en que José no autoridades lo pone el acento en deportaron por la independencia, segunda vez a Islas embebido —como Marías, ahora por estaba— en la 10 meses. La última creencia del carácter José Revueltas/CNL-IMBA, anónimo de sus prisiones, conocida progresivo de la burguesía por todos, fue Lecumberri, con motivo del en el poder, así como en la necesidad de cerrar movimiento estudiantil del sesenta y ocho. Cabe filas con ella; esto último lo llevó a formar parte señalar que, aunque se liberó a Revueltas, el juicio de la Mesa Redonda de los Socialistas de 1948 penal no había finiquitado y Pepe murió con la —donde defendió las posiciones lombardistas— amenaza de que lo volvieran a tomar preso. y a adherirse al Partido Popular, con el que b) La segunda forma de asumir la noción tiempo después acabó rompiendo de manera y necesidad de la independencia proletaria tajante, precisamente argumentando que lo es consciente y discorde con la Internacional fundamental era conquistar la independencia 120 Departamento de Sociología Rural / UACh de la clase trabajadora. No obstante, este momento de confusión le sirvió para conocer los planteamientos del reformismo demo-burgués — como le llamaba— y volver a su vieja concepción de la necesidad de la independencia de clase, pero ahora de manera más avanzada teóricamente y con mayor profundidad. La tesis de la inexistencia histórica del pcm vuelve a poner el acento en la autonomía de la clase, ya que ésta es la conditio sine qua non para la existencia de una clase con potencialidad revolucionaria. La independencia de la clase trabajadora respecto a la burguesía es condición necesaria pero no suficiente para conformar un partido real (destructivo, en el sentido de ser capaz de anular el sistema capitalista, no de aniquilar a las personas), debido a que la clase independiente, para conservar y extender su independencia, necesita una cabeza, una dirección, que exprese sus intereses y sea el Gran Estratega (la conciencia comunista organizada) que conduzca atinadamente —desde el punto de vista táctico y estratégico— en la difícil lucha contra su enemigo. La independencia de la clase se genera no sólo deslindándose de la burguesía pro-imperialista (o neoliberal, diríamos ahora), sino de la burguesía nacional. Pepe opinaba que la burguesía nacional era la clase en el poder y que —respondiendo a sus intereses coyunturales— a veces hacía una política progresista y a veces una reaccionaria. El proletariado consciente debería conservar su independencia tanto frente a la política reaccionaria de la burguesía nacional como ante su política progresista. Esta última debía ser apoyada, pero sin enajenar una independencia que la clase debía cuidar como a “la niña de sus ojos”. La política de “clase contra clase” era sectaria. Aun suponiendo que el proletariado lograra hacerla suya, esto llevaría a los obreros a aislarse, a impedir la necesaria acumulación de fuerzas y a actuar sin la táctica y la estrategia pertinentes. Resulta muy significativo el hecho de que el único periodo en el que Revueltas no estuvo en la cárcel fue cuando —coincidiendo con Vicente Lombardo Toledano y Ramírez y Ramírez— dejó momentáneamente de poner en primer lugar la independencia de la clase trabajadora. Sus cárceles, insistiré, tuvieron lugar cuando luchaba por la separación política de los trabajadores del bloque democrático burgués, no cuando defendió circunstancialmente la teoría y la práctica del Frente Popular. En resumen, fueron el producto de su lucha por la independencia de la clase (aunque dentro del sectarismo de 1926 del pcm, primeramente) y después, en el 68, de su pugna por lo mismo pero asumida de manera consciente y como parte de una noción global y muy estructurada de la lucha anticapitalista. En la última época de Revueltas, la concepción de la independencia de clase pasó a un primer lugar con la idea de la autogestión. La noción de la independencia se profundizó y se transformó en autonomía. A partir de las ideas de Pepe en esta fase, yo he planteado que si la teoría leninista del partido preconizaba el deslinde de los trabajadores de la ideología de los dueños del capital, al mismo tiempo ponía el acento en la dependencia de la base del partido y la clase respecto a la intelectualidad revolucionaria (la alta burocracia) que encabezaba al partido dirigente. Muy diferente es el caso de la autonomía. La autogestión de los de abajo implica cuatro factores: autoorganizarse, autogobernarse, autogestionarse y autovigilarse (de no caer en ninguna dependencia). Una célula del partido vanguardia lucha contra la burguesía, pero obedece a su élite. En el fondo es organizada por otros, gobernada por otros, gestionada por otros. El partido leninista se organiza de acuerdo con el llamado centralismo democrático, que, a fin de cuentas, es heterogestionario o verticalista. Una célula autogestiva pugna contra todo tipo de poder no sólo el que aparece y opera en la sociedad sino el que aparece y opera en una organización. La red de células, comités o comunas se organiza de acuerdo con la democracia centralizada, es decir, con el “mandar obedeciendo”. Una última cosa. Si el partido real del que hablaba Revueltas es un partido interesado sobre todo en la destrucción (del capitalismo), la autogestión se preocupa por la construcción (del 121 Artículos y Ensayos de Sociología Rural auténtico socialismo). Ambas posiciones están en flagrante contradicción: una cree que basta con destruir para construir, y la otra piensa que se puede construir sin destruir. Revueltas, en su última etapa, tocó las puertas del anarquismo. Pero dejo aquí las cosas con la conciencia de que hay mucho por decir, aclarar, reflexionar. José no tuvo nunca la pretensión de decir últimas palabras. Su discurso es propositivo y abierto. Como era enemigo declarado del dogma, sus discípulos no nos sentimos incómodos al descubrir una limitación en su teoría, porque esta última no sólo permite sino exige que aquélla sea superada, para que el propósito fundamental del José marxista —conocer la realidad para transformarla— no quede trunco. Si se aprehende el sentido último de las reflexiones de Revueltas, no podemos dejar de advertir la actualidad de las mismas. ¿No es acaso la necesidad de que obreros, campesinos, indígenas, etc. —o sea los de abajo y a la izquierda— se autogestionen, la necesidad fundamental de nuestro tiempo? Enrique González-Rojo/Círculo de poesía Revueltas está más vivo que nunca. Su integridad intelectual, su amor a México y su obra literaria, por un lado, así como su producción teórica y propuestas políticas por el otro, nos invitan a leerlo y releerlo constantemente como una guía para luchar en estos momentos cataclísmicos por los que atraviesa nuestro país. 122 Departamento de Sociología Rural / UACh El Consejo Editorial de la revista Artículos y Ensayos de Sociología Rural del Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo CONVOCA A investigadores, docentes y estudiantes a enviar artículos académicos con avances o resultados de investigación, ensayos de opinión y reseñas para el Número 19 de la revista de Artículos y Ensayos de Sociología Rural que se publicará el mes de junio de 2015. Los interesados podrán enviar sus contribuciones hasta el 13 de marzo de 2015 de acuerdo con las siguientes BASES: 1. Las aportaciones deberán ser inéditas y originales. 2. Los trabajos podrán inscribirse en alguna de las siguientes secciones: A. La sección temática específica: Sectores sociales vulnerables del medio rural ante la crisis actual. En esta sección, las contribuciones podrán inscribirse en alguno de los siguientes ejes de análisis: 1. Perspectivas teórico-conceptuales que aborden y profundicen en el análisis y debate sobre la condición de vulnerabilidad de los diferentes sectores sociales del medio rural. 2. Estudios de caso y experiencias empíricas centradas en alguno de los grupos vulnerables (niños, jóvenes, mujeres, indígenas, migrantes, entre otros). 3. Políticas públicas y alternativas de atención a grupos vulnerables. Evaluaciones y estados del arte en materia de las políticas nacionales, regionales o internacionales orientadas a la atención de estos sectores de la población rural. B. Sección permanente. En acuerdo con la temática general de la revista y sus propósitos, los autores podrán enviar contribuciones y análisis teórico-conceptuales sobre el campo de las ciencias sociales y las humanidades, trabajos inscritos en el análisis sociológico en el área del desarrollo rural, así como estudios de corte empírico cuyo sustento teórico y metodológico contribuya a la ampliación del conocimiento del fenómeno estudiado. C. Sección de reseñas. También se recibirán reseñas bibliográficas o documentales inscritas en el campo temático de la revista. Estas contribuciones deberán realizarse en un máximo de dos cuartillas e incluir los datos generales del autor. Su dictaminación estará a cargo del Consejo Editorial de la revista. 3. Los artículos académicos y ensayos deberán ceñirse rigurosamente a los criterios editoriales definidos por el Consejo Editorial de la revista. 4. Los autores deberán consultar las Normas editoriales para autores que están publicadas en el Número 18 la revista, así como en la liga de la revista que aparece en la página Web del Departamento de Sociología: http://portal. chapingo.mx/sociologia/ 5. La recepción de los trabajos no implica ningún compromiso del Consejo Editorial en cuanto a su publicación. 123 Artículos y Ensayos de Sociología Rural 6. Todas las contribuciones deberán enviarse en archivo electrónico al siguiente correo electrónico: revista19sociologia@ outlook.com. En el mismo correo, como archivo adjunto, los autores deberán enviar sus datos personales, teléfono fijo o celular, así como una breve reseña curricular con los datos académicos y laborales básicos. 7. Todos los artículos se someterán al proceso de dictaminación establecido por el Consejo Editorial y en el que participan especialistas en la materia. 8. El resultado del dictamen podrá ser: a) Aceptado sin modificaciones b) Condicionado a revisión e introducción de modificaciones c) No aceptado 9. Los resultados del proceso de dictaminación se darán a conocer a los autores el 17 de abril de 2015. 10. Los autores de los artículos aceptados dispondrán de 12 días hábiles para, en su caso, realizar las modificaciones sugeridas en el proceso de dictaminación. 11. Las aportaciones que sean favorablemente dictaminadas se publicarán en el Número 19 de la revista Artículos y Ensayos de Sociología Rural. 12. El Consejo Editorial de la revista no recibirá aportaciones después de la fecha indicada en la presente convocatoria. Más informes: consultar el link de la revista Artículos y Ensayos de Sociología Rural en: http://portal.chapingo.mx/ sociologia/ o tomar contacto con la directora de la revista, Elvira Mazcorro Velarde ([email protected]). 124 Departamento de Sociología Rural / UACh Información para los autores Normas editoriales de la revista Artículos y Ensayos de Sociología Rural 8. En hoja separada deberá incluirse una referencia curricular sobre el autor con una extensión máxima de cien palabras. 9. Solo se podrá dar crédito a tres autores por artículo, a excepción de documentos que formen parte de alguna memoria, o que sea resultado directo de discusiones, o debates. 10.Solo se publicarán artículos de un mismo autor en números consecutivos o en un mismo número de la revista cuando, previa evaluación del Consejo Editorial, se esté en riesgo de incurrir en un retraso significativo en la publicación de un número de la misma y que la calidad del artículo lo justifique. 11.Los archivos electrónicos podrán ser enviados al correo electrónico: articulosyensayos@ yahoo.com.mx 12.Los artículos serán sometidos a evaluación por tres integrantes del cuerpo de dictaminadores de la revista. 13.Los criterios de evaluación de los artículos será los siguientes: • Apego a la temática y propósito de la revista. • Relevancia del tema e interés para la disciplina. • Uso adecuado del instrumental teórico y metodológico. • Pertinencia y actualidad de la bibliografía. • Redacción y ortografía. • Relación adecuada entre el título del artículo y su contenido. • Congruencia. 1. El contenido de los artículos que se propongan, deberá ser compatible con la temática y propósito de la revista: “coadyuvar a la difusión de los temas de análisis y de debate que hoy en día tienen lugar en las ciencias sociales y las humanidades”, tratando de dar cabida “tanto a proyectos y avances de investigación como a artículos de opinión de los especialistas en estos campos”. 2. Los artículos deberán tener una extensión máxima de treinta cuartillas tamaño carta, incluyendo las referencias bibliográficas, con letra Times New Roman de doce puntos, interlineado de 1.5, sin justificar. Deberán ser entregados en versión impresa y electrónica. 3. Se adjuntará un resumen en español y un abstract (en inglés) con una extensión no mayor a 150 palabras, más cinco palabras clave. 4. Los títulos se escribirán en altas y bajas y se destacarán con letra Times New Roman, negrita de 14 puntos, y los subtítulos en Times New Roman, negrita de 12 puntos. 5. Las referencias bibliográficas se harán en formato APA, tanto dentro del cuerpo del documento, como en la bibliografía final. 6. La bibliografía final sólo hará referencia a las obras citadas en el artículo. 7. Cuando el artículo contenga imágenes, deberá entregarse una versión impresa con las imágenes integradas al texto en el lugar que corresponda, y los archivos electrónicos de cada imagen por separado (un archivo independiente por tcada imagen). Las fotografías (en formato .Tif, o .jpg), las gráficas y cuadros (en formato PDF o de Excel). 14.Los árbitros dispondrán de un mes (natural) para emitir su dictamen, a partir de la fecha en que hayan recibido el artículo que van a evaluar. 15.El resultado del dictamen podrá ser: a) Aceptado sin modificaciones b) Condicionado a revisión e introducción de modificaciones c) No aceptado 125