Número de registro: 554 Octava Época Instancia: Tribunales

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AMPARO DIRECTO 68/94.
Número de registro: 554
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: Tomo XIII, Junio de 1994
Página: 437
AMPARO DIRECTO 68/94. AARON JAVIER BALLEZA ROSALES Y OTROS.
CONSIDERANDO:
TERCERO.-Son infundados los agravios que anteceden.
Primeramente se destaca que no puede constituir agravio en revisión el argumento
consistente en que el Juez de Distrito, en la sentencia de amparo recurrida, viola lo
establecido en el artículo 19 constitucional, porque su función como órgano de control
constitucional es precisamente la de decidir si el auto de formal prisión reclamado vulnera o
no dicho dispositivo en perjuicio de los quejosos.
Ahora bien, contrariamente a lo sostenido por los imputados quejosos y pese a la inexistencia
de conceptos de violación en el amparo, el Juez Federal sí analizó y valoró debidamente los
datos que arrojó la averiguación previa y en los cuales se basó el auto de formal prisión
combatido, llegando a la conclusión acertada de que el mismo cumplía con los requisitos que
al efecto exige el artículo 19 constitucional.
En efecto, de las constancias que obran en el proceso instruido en contra de los quejosos y a
las cuales atendió el a quo, se advierte que el auto de formal prisión decretado a los ahora
inconformes por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de allanamiento de
morada, lesiones y daño en propiedad ajena, previstos por los artículos 295, 300 y 402 del
Código Penal vigente en el Estado, tuvo su basamento en los siguientes elementos: 1)
Denuncia formulada por Salvador Zapata Nava ante el Ministerio Público el cinco de abril de
mil novecientos noventa y dos, en contra de César, Javier y Gustavo Balleza Rosales, en la
que expresó que siendo aproximadamente las 23:30 horas del día anterior, se encontraba en
su domicilio ubicado en Nueva Independencia 117 Poniente de la colonia Independencia, de
esta ciudad, cuando escuchó que dentro del mismo estaban los denunciados golpeando a sus
hijos Miguel Angel y Francisco Zapata; que al tratar de intervenir, Javier le pegó, y en la
agresión quebraron el vidrio de una ventana y macetas, golpeando además a su esposa María
Dolores Hernández; 2) Declaración de María Dolores Hernández Pasillas, quien ante la
autoridad investigadora en esa misma fecha, señaló que siendo aproximadamente las 23:30
veintitrés horas con treinta minutos del día anterior, se encontraba en su domicilio celebrando
su cumpleaños en compañía de su familia; que sus hijos y yernos estaban en el porche asando
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carne, cuando le avisó su nuera que afuera estaban golpeando a su hijo y al salir, vio a
Gustavo Balleza agrediéndolo; que Javier y César hermanos del agresor estaban afuera en un
vehículo, y en ese momento brincaron la barda y la reja para introducirse al porche a agredir
también a sus hijos y a su esposo Salvador Zapata; que entraron a la casa y cerraron la puerta,
pero los agresores la empujaron y también se introdujeron, golpeándola César y causando
daños en diversos objetos de la casa; 3) Declaración vertida por Miguel Angel Zapata
Hernández, ante el agente del Ministerio Público, el diez de abril de mil novecientos noventa
y dos, en la que expresó que el día cuatro de ese mes se encontraba en su domicilio en
compañía de su familia asando carne en el porche, cuando escuchó ruidos y al salir vio a los
denunciados, quienes le dijeron "que qué veía, que si le importaba", y le empezaron a tirar
golpes y él se introdujo a su domicilio, siguiéndolo Javier, quien se brincó la barda con una
botella que rompió y con la que lo amenazó, que César también se introdujo y tomó por los
cabellos a la madre del deponente y la golpeó, logrando sacarlos al porche; que en eso salió
su papá que estaba dormido y también lo golpearon; que otro de los hermanos de los
agresores también se introdujo a su domicilio a pelear; 4) Testimonio emitido por Socorro
Castro Bravo ante el órgano investigador, quien dijo que el día de los hechos se encontraba
en su domicilio y siendo las veintitrés horas con treinta minutos aproximadamente, escuchó
ruidos y al salir vio que "Tavo" y "Púas" golpeaban a un hijo del señor Salvador Nava en su
domicilio; que otros dos sujetos brincaron también al domicilio de los denunciantes y
golpearon a sus hijos, que "César" traía una pala y le pegaba a Miguel Angel, viendo que se
metieron a la casa, y los agresores también se querían introducir, causando destrozos en el
domicilio del señor Salvador Zapata; 5) Declaración de María Luisa Mendoza Quiroz, la que
dijo ser vecina de los denunciantes y que el día de los hechos vio que los hermanos César,
Javier y Gustavo Balleza se introdujeron al domicilio contiguo a pelear con Miguel Angel
Zapata y otras personas que estaban en el interior, causando destrozos en la casa del señor
Salvador Nava; 6) Francisco González García, por su parte expresó, que el día de los hechos
se encontraba en el domicilio de los ofendidos, al que se introdujeron Javier, César y Gustavo
Balleza a golpear a los moradores, causando además destrozos en diversos objetos, como una
mesa de centro, mosquiteros, etcétera; 7) Dictámenes médicos respecto de las lesiones que
presentaron María Dolores Hernández, Miguel Angel Zapata y Salvador Nava (fojas 10, 20 y
21); y, 8) Diligencias practicadas por el Ministerio Público, en las que dio fe de los daños
ocasionados en el interior del domicilio de los ofendidos, así como del automóvil
Volkswagen, modelo 1977, placas de circulación RRF400 (fojas 31 y 87).
Como se ve, las anteriores probanzas, ciertamente evidencian que el día de los hechos, los
imputados quejosos se introdujeron violentamente y sin permiso de la persona autorizada
para ello a la casa habitación ubicada en la calle Nueva Independencia número 117 Poniente
de la colonia Independencia de esta ciudad; que en dicho domicilio causaron daños materiales
a diversos objetos propiedad del señor Salvador Zapata; y, que en el mismo evento causaron
lesiones a Salvador Zapata Nava, María Dolores Hernández y Miguel Angel Zapata. Así,
debe estimarse probado tanto los elementos integradores de los tipos penales descritos por los
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artículos 295, 300 y 402 del Código Penal del Estado relativos al allanamiento de morada,
lesiones y daño en propiedad ajena, como la probable responsabilidad de los ahora
recurrentes y por ende, el auto de formal prisión que así lo estimó, como bien lo sostuvo el
Juez del amparo, no es violatorio de garantías.
No es óbice a lo anterior el hecho de que los quejosos, al rendir su declaración conjunta en su
escrito que obra a foja 33, hayan negado su responsabilidad en los hechos, pues las
manifestaciones en él vertidas, por sí solas, no tienen el alcance de invalidar el cúmulo de
elementos que en contra de los mismos se alzan y que hacen presumir que se introdujeron a
un domicilio ajeno; que causaron destrozos en el mismo y lesionaron a Salvador Zapata,
María Dolores Hernández y Miguel Angel Zapata; además, se trata de una simple negativa de
su participación en los hechos investigados, dando una explicación no corroborada con
prueba alguna, y de admitir como válidas tales manifestaciones unilaterales, sería destruir
todo el mecanismo de la prueba presuncional y facilitar la impunibilidad de cualquier
inculpado, ya que toda una cadena de presunciones se volvería ineficaz por la sola
manifestación de los producentes, situación jurídicamente inadmisible; en otras palabras,
amén de que no hay ninguna prueba que robustezca sus dichos, el auto de formal prisión no
requiere que se tengan pruebas completamente claras que establezcan de modo indudable la
culpabilidad del reo, sino que requiere únicamente que los datos arrojados por la
averiguación previa, como en la especie, sean suficientes para comprobar el cuerpo del delito
y hacer probable la responsabilidad del inculpado. Así, el concepto de violación relativo, es
infundado.
En las apuntadas condiciones, ante lo infundado de los agravios expresados y no
advirtiéndose deficiencia que suplir, se impone confirmar la resolución constitucional
recurrida.
Por lo expuesto y con apoyo en el artículo 91 de la Ley de Amparo, se resuelve:
UNICO.-Se confirma la sentencia recurrida en lo que fue materia de la revisión.
Notifíquese.
ASI por unanimidad de votos lo resolvieron los Magistrados que integran el Segundo
Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito, licenciados Enrique Arizpe Narro, Leandro
Fernández Castillo y Arturo Barocio Villalobos, siendo ponente el último de los nombrados,
los que firman con el secretario de Acuerdos que actúa y da fe.
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