revista jurídica veracruzana - Poder Judicial del Estado de Veracruz

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 REVISTA JURÍDICA VERACRUZANA
Organo doctrinario e informativo del H. TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA del Estado de Veracruz-Llave
NUMERO 81
TOMO LXV
CONSEJO DE LA JUDICATURA
MAGDO. RAUL I. AGUILAR MARABOTO
PRESIDENTE
MAGDA. CELSA GARCIA SERRANO
MAGDO. BENJAMIN GARCIMARRERO OCHOA
MAGDO. GUSTAVO KUBLI RAMIREZ
MAGDO. FERNANDO FIGUEROA BUJAIDAR
MAGDO. PEDRO LUIS REYES MARIN
LIC. LUIS GONZALEZ GUTIERREZ
SECRETARIO DE ACUERDOS
Director General
Magdo. Alfredo B. Garcimarrero Ochoa
Director Editorial.
Magdo. Raúl Pimentel Murrieta
Consejo Editorial
Magdo. Jose L. Alvarez Montero
Magdo. Gregorio Valerio Gómez
Magdo. Eugenio Vázquez Hernández
Magdo. Emilio A. Polanco Servín
Magdo. Reynaldo Madruga Picazzo
Magdo. Miguel Manzanilla Pavón
Magdo. Fernando A. Guzmán Calvo
XALAPA-EQUEZ, VER., OCTUBRE - DICIEMBRE 2001
Registrada como Articulo de 2ª clase, el 21 de febrero de 1938.- Esta Revista, que a la fecha es trimestral, fue creada por acuerdo de
sesión plenaria del H. Tribunal Superior, el 18 de noviembre de 1937.
INDICE
Pág.
EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3
DOCTRINA
- El estado de derecho y la seguridad pública en México . . . . . . . . . . .
Magdo. José Lorenzo Alvarez Montero.
5
- Dos problemas competenciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Magdo. Miguel Manzanilla Pavón.
-Necesidad de establecer organos jurisdiccionales . . . . . . . . . . . . . . . 30
para el control constitucional de la entidades federativas
Magdo. Raúl Pimentel Murrieta
- Un criterio judicial erróneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Magdo. Eugenio Vázquez Hernández.
- Derecho, verdad y sentencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Lic. Alfredo Hernández Campillo
35
38
LEGISLACION
- Código de procedimientos administrativos. . . . . . . . . . . . . . . . . 51
JURISPRUDENCIA Y TESIS AISLADAS
- En materia Civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
- En materia Mercantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
- En materia Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
DIRECTORIO
- Consejo de la Judicatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
- Tribunal Superior de Justicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
- Juzgados de Primera Instancia y Menores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
- Juzgados Municipales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
EDITORIAL Enaltece al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, la publicación
de un nuevo ejemplar de la Revista Jurídica Veracruzana, que demuestra que la obra contenida en
este órgano de difusión jurídico-cultural, no ha quedado en el pasado, sino que es fuente de inspiración que norma el ideario jurídico de magistrados, jueces, investigadores, doctrinarios y juristas,
que en el horizonte constituido por mas de sesenta y tres años de vida editorial, han colaborado a
través de su experiencia en el ámbito del derecho y la administración de justicia.
La obra jurídica veracruzana, que ha trascendido en el contexto nacional, no termina
hoy, ni empezó ayer, la iniciaron generaciones precedentes, a las cuales es justo rendir un homenaje, y por ello corresponde al actual Consejo Editorial integrado por Magistrados de este Tribunal
Superior de justicia, la prosecución de la obra, para cumplir con el tiempo de la historia y ofrecer a
los estudiosos del derecho una fuente genuina de conocimientos.
El Consejo Editorial, además de integrar artículos doctrinarios, publicar reformas y
legislaciones vigentes, así como criterios jurisprudenciales actuales, adquiere el firme compromiso de
superar en cada ejemplar su calidad jurídica, a fin de acrecentar el prestigio del derecho veracruzano,
que en forma permanente se ha mantenido a la vanguardia, porque como alguna vez expusiera
el destacado Maestro Veracruzano Licenciado Aureliano Hernández Palacios, que en una época
ocupara el sitial de Presidente del Tribunal superior de justicia,: “solo en el orden jurídico es posible
la libertad individual, con la vigencia de la ley se suprime la desigualdad, se asegura la autonomía
del pensamiento y la conciencia de los hombres y solo con el supremo imperio de la constitución
podemos progresar en la paz, crecer en la justicia y vivir en la democracia.
MAGISTRADO RAUL IVAN AGUILAR MARABOTO.
DOCTRINA
EL ESTADO DE DERECHO Y
LA SEGURIDAD
PUBLICA EN MÉXICO.
Dr.José Lorenzo Alvarez Montero* Con la finalidad de precisar el desarrollo de
la presente comunicación iniciaré por proponer
los elementos constitutivos y las definiciones
de los términos utilizados en el título correspondiente.
I.-EL ESTADO DE DERECHO.
El estado de derecho como realidad política
descansa en dos premisas fundamentales:
1. La vigencia de un orden jurídico que
tienda a la realización de la Seguridad Jurídica,
el bienestar público general y la justicia y
2. La observancia o cumplimiento de dicho
orden por parte de gobernantes y gobernados
y
I.A. VIGENCIA DEL ORDEN JURÍDICO
El primer elemento enunciado precisa que
no todo orden jurídico puede ser elemento
fundante del estado de derecho sino que es
indispensable que el mismo esté impregnado
de valores humanísticos y democráticos que
*Magistrado de la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia, Doctor
en filosofia con especialidad en educación, Maestría en educación con
especialidad en docencia universitaria, Especialidad en derecho fiscal y
constitucional, Diplomado en educación superior y Diplomado en «El
estado contemporaneo y su reconstrucción institucional».
aseguren el ejercicio de la libertad como condición para alcanzar los valores fundamentales
mencionados.
Aunado a lo anterior deben incorporarse al
citado orden principios que alcancen la plenitud
del derecho es decir, que cualquier problema
que se llegue a plantear tenga una solución, o
en otras palabras, que cualquier laguna jurídica
pueda ser colmada con la observancia de los
principios generales que informen el derecho
vigente.
Debe asimismo, tratarse de un derecho democrático, o sea, de un conjunto de disposiciones
jurídicas que hayan sido aprobadas o ratificadas
a través de procedimientos democráticos como
sería el referéndum o plebiscito.
También resulta necesario que el inicio de
vigencia de las leyes y demás disposiciones de
carácter general contengan una vacatio legis que
posibilite la explicación, difusión y conocimiento
de dichas leyes y disposiciones, de tal modo, que
exista el espacio temporal suficiente para que los
destinatarios de aquellas las comprendan debidamente y estén en la situación de cumplirlas. En
5
consecuencia deben desterrarse las dos practicas
autoritarias siguientes:
1. El inicio de vigencia el mismo día o al
siguiente de la publicación de las leyes y,
2. El principio de que la ignorancia de la ley
no exime su cumplimiento.
Finalmente debe agregarse que cuando se trate de disposiciones fundantes de procedimientos
judiciales o administrativos resulta necesaria
la capacitación de funcionarios y empleados y
en general de los servidores públicos que tendrán bajo su responsabilidad el conocimiento
y resolución de los asuntos planteados por los
gobernados.
I.B. CUMPLIMIENTO DEL ORDEN
JURÍDICO
administrativa a servidores públicos honestos y
honrados, con la preparación y el interés prioritario de cumplir con las leyes.
Finalmente el estado de derecho implica su
sometimiento a la jurisdicción, es decir, que
corresponde al poder judicial conocer y resolver
en última instancia todas las controversias que
se susciten con motivo de la infracción al orden
constitucional y legal vigente, por parte de gobernantes y gobernados.
Tomando en consideración lo anteriormente
señalado me permito proponer como aproximación a una definición del estado de derecho
la siguiente:
El estado de derecho, es aquélla organización
de la sociedad fincada en un orden jurídico cuyo
plexo axiológico se finca en la libertad como
medio para alcanzar la seguridad jurídica, el
bienestar público general y la justicia, así como
en el debido cumplimiento de aquel por parte
de gobernantes y gobernados, cuya conducta
transgresora es sometida a la Jurisdicción.
II. EN BUSCA DE UN CONCEPTO DE SEGURIDAD
PUBLICA. PRIMERA PROPUESTA.
No basta la existencia o vigencia formal del
orden jurídico sino que es indispensable su debido cumplimiento, como ya se afirmó por parte
de gobernantes y gobernados.
El artículo 128 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos prescribe que
todo funcionario público, sin excepción alguna,
antes de tomar posesión de su encargo, prestará
Por lo que se refiere a la expresión “seguridad
protesta de guardar la Constitución y las leyes pública” puede afirmarse que esta íntimamente
que de ella emanen, de tal forma que están relacionado con el problema de los límites en
obligados a cumplir y hacer cumplir el orden el ejercicio del poder político, lo que inevitableconstitucional del país.
mente nos conduce y ubica en la concepción del
El cumplimiento del derecho vigente, el cual estado de derecho, fundado en el principio del
incluye no solo el derecho legislado, reglamen- imperio de la ley, uniéndose así y estableciendo
una relación de dependencia
tario, jurisprudencial sino incluso el consuetuen
caso
de
que
no
fuera
así
el
entre los términos utilizados
dinario, debe ser en principio voluntario pero
cumplimiento debe ser sin o contra
en el presente trabajo.
No basta la existenla voluntad misma del destinatario
Efectivamente el Estado,
cia o vigencia formal
infractor. Solo así se salvaguardan
como
expresión suprema de
del orden jurídico sino
y procuran los valores fundamenla estructura social, conforma
que es indispensable
tales del derecho.
la persona moral de deresu debido cumplimiento.
La necesidad de salvaguardar
cho público, responsable
el estado de derecho a través del
de organizar la sociedad y
cumplimiento del orden constimantener el orden público,
tucional y legal, impone la necesidad de elegir, con el fin de lograr, en un ambiente de paz y
nombrar o designar a través de los procedimien- prosperidad, la seguridad jurídica, el bien común
tos de elección popular directa o indirecta o y la justicia.
Alcanzar tan elevados propósitos no es tarea
6
fácil. Se requiere de una serie de condiciones, organización social a través de un conjunto de
conductas y valores interrelacionados, conte- relaciones que se realizan entre el individuo, la
nidos en normas jurídicas eficaces, cuyo plexo sociedad y el gobierno.
axiológico gire alrededor de la persona humana;
Incorporada la Seguridad Pública a las funde directrices políticas, fundadas en la libertad ciones del Estado, ésta se procura a través de un
y la autonomía; de estructuras administrativas conjunto de principios, disposiciones, acciones
adecuadas, exentas de burocratismo asfixiante, y estructuras que deben normar, encausar y deasí como de la decidida participación responsa- sarrollar dicha función, es decir, que esta función
Para
la realización de
estatal debe desarrollarse con
ble de la
sociedad.
los valores fundamentales
base en un orden jurídico, de
...el poder público se ha
señalados, se necesita crear
acuerdo a ciertos principios
instaurado
para
beneficio
y mantener un ambiente
morales y de conformidad a un
de la sociedad...
que propicie el trabajo, las
plan y programas de naturaleinversiones, la tranquilidad
za político y administrativo.
y en general, el desarrollo
Sin ignorar que, como
permanente de todas las actividades sociales, afirma Lorenzo Thomás Torres, la seguridad pública, en sentido amplio, es una de las cuestiones
económicas, políticas y culturales.
De este requerimiento social, surge como de mayor complejidad conceptual y operativa
condición sine qua non del progreso colectivo, en cualquier comunidad,3 pues se trata de una
la seguridad pública como cualidad o caracte- noción que se construye a partir de objetivos
rística de un estado de cosas, que proporcione a específicos que implica la participación de la
los gobernados un ambiente sano que impulse administración pública a través del Ministerio
y propicie el desarrollo de las capacidades hu- Público, las policías preventivas y represivas y
del Poder Judicial, considero, que la Seguridad
manas.
La construcción y mantenimiento de este Pública como función a cargo del Estado se maambiente debe estar a cargo del Estado mexica- nifiesta en un conjunto de programas, acciones
no, en donde corresponsablemente participen y procesos tendientes a mantener la paz social
gobierno y sociedad, sin olvidar que en este bi- mediante la prevención y persecución de los
nomio, como lo señala el distinguido Dr. Serafín delitos, el respeto a la integridad física y moral de
Ortiz Ortiz, que el poder público se ha instaurado las personas, sus derechos, bienes y posesiones,
para beneficio de la sociedad, por tanto deben así como por conducto del restablecimiento del
orden jurídico vulnerado en cada caso particuprevalecer los intereses de la misma.1 La expresión seguridad pública requiere de lar.4 El concepto anterior, coincide con el de
una seria reflexión para fijar su alcance y contenido. Para poder penetrar en su complejidad, Lorenzo Thomas Torres, quien afirma que: “La
iniciemos por aproximarnos a su definición, seguridad pública, en sentido lato, es un servicio
partiendo del significado de los términos que público cuya prestación, en el marco de respeto a
las garantías individuales, corresponde en forma
lo integran.
Entendemos por “seguridad”, la exención exclusiva al Estado y tiene por objeto mantener el
de peligros, riesgos o daños, lo que ofrece pro- orden jurídico; proteger la vida e integridad física
tección, confianza, tranquilidad a las personas, de las personas, así como sus bienes y derechos;
proveniente de que no hay peligro que temer. Y prevenir la comisión de delitos e infracciones
por “Público” lo de la generalidad, lo relativo a la a los reglamentos gubernativos y de policía;
investigar y perseguir los delitos, administrar
comunidad, a la colectividad, lo de todos. 2 De lo anterior se colige que la seguridad pú- justicia para la sanción de éstos; y vigilar que los
blica se presenta como una función ligada a la sentenciados purguen las condenas que les sean
7
impuestas procurando la readaptación social de
los mismos.5 ”
En nuestro régimen jurídico, la Seguridad
Pública, de conformidad con lo dispuesto por el
párrafo quinto del artículo 21 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, es
una función a cargo de la Federación, el Distrito
Federal, los Estados y los Municipios, en sus respectivas competencias. Desafortunadamente, en
el mismo párrafo, parece que esta actividad se
reduce a las instituciones policiacas, cuando en
realidad la riqueza de dicha expresión deviene
en una serie de servicios más amplios que le dan
forma y contenido a la Seguridad Pública.
Efectivamente, en un punto y seguido se
dice “La actuación de las instituciones policiales
se regirá por los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y honradez”. Sin embargo,
tomando en consideración la aproximación al
concepto que hemos formulado líneas arriba,
partiendo de su contenido, la exención de peligros, riesgos o daños, lo mismo que lo que
ofrece protección, confianza y tranquilidad a la
sociedad no puede reducirse al ámbito policiaco.
Sin desconocer, desde luego, su importancia, el
elemento policial sería solo uno de los aspectos
que comprende la Seguridad Pública, indispensable cuando se evade el cumplimiento de la
ley y las ordenes de las autoridades judiciales
competentes.
Corroborando lo anterior, podemos leer
en la exposición de motivos de la reforma al
artículo 21 Constitucional, lo siguiente:
“la iniciativa plantea definir a nivel constitucional las bases sobre las cuales debe regirse la
seguridad pública en todo el país. El cambio que
se propone demanda una nueva concepción de
la profesionalización policial. Es preciso reforzar
los procedimientos de evaluación permanente
del desempeño profesional de los servidores públicos de seguridad. Se debe crear una verdadera
carrera policial sustentada en un régimen de
prestaciones económicas y sociales congruente
con la importancia y el riesgo de su labor. Es
necesario revalorar y dignificar al servidor de la
seguridad pública para atraer a esta actividad a
mexicanos que encuentren en ella un proyecto
digno de vida profesional, sentando las bases de
seguridad y reconocimiento social que merecen.
Es necesario hacerlo en el ámbito federal y promover, con respeto a la soberanía de los estados
y a la autonomía de los municipios, que estos
esquemas sean de adopción generalizada.
Por ello, la iniciativa propone establecer en
el artículo 21 constitucional, la obligación del
Estado de velar por la seguridad pública de los
gobernados, señalando el mandato para que
todos los cuerpos de seguridad pública que pertenezcan a la Federación, entidades federativas
y municipios se organicen bajo los principios
de legalidad, honestidad, eficiencia y eficacia.
En este sentido, se contempla la obligación de
la Federación, de las entidades federativas, del
Distrito Federal y de los municipios, para coordinarse en esta materia.
Ante la creciente capacidad organizativa
y movilidad de la delincuencia organizada, el
Estado mexicano no debe ni puede hacerle
frente mediante una estrategia desarticulada.
Es necesario que los tres niveles de gobierno
articulen sus potencialidades y compensen sus
insuficiencias en materia de seguridad pública.
La corresponsabilidad de cada uno de ellos
en un fin común garantiza que el sistema de
coordinación que se propone sea verdaderamente un esfuerzo nacional en que los órganos
constitucionales que dan cuerpo al federalismo
participen con iguales derechos y en condiciones
equitativas en la realización de un deber común:
garantizar la seguridad y la tranquilidad de la
población.
De ahí que la presente iniciativa proponga
facultar al Congreso de la Unión para expedir la
ley que fije las bases para la coordinación entre
los tres niveles de gobierno, en el marco de un
Sistema Nacional se Seguridad Pública.”
Complementando la idea anterior, los servicios, que desde nuestro punto de vista deben
estar comprendidos en la Seguridad Pública
son: la Procuración e impartición de justicia, así
como la prevención del delito, y la readaptación
social del infractor, valores sociales que le dan un
sustrato ético a la importante actividad de las
policías preventivas y persecutorias, de modo
que dicha seguridad es la manifestación de la ac8
ción gubernamental ejercida para salvaguardar ridad pública no solo como una función que
la integridad, interés, derechos y bienes de las comprende las actividades ejecutivas de prepersonas y de las entidades públicas y privadas vención, sino también las acciones sustantivas
cumpliéndose con responsabilidad, respetando de investigación y persecución para que los
las garantías individuales y evitando el abuso del delincuentes sean enjuiciados, sancionados y
poder para mantener el Estado de Derecho6 .
readaptados conforme a las leyes.
A esta concep
Esta proposición responde lo presción define a la seguEs necesario revalorar y dignificar al
crito por el artículo 3
ridad pública como
servidor
de
la
seguridad
pública
para
de la ley General que
todas aquellas activiatraer
a
esta
actividad
a
mexicanos
Establece las Bases de
dades encaminadas
que encuentre en ella un proyecto
Coordinación del Sisa prevenir y disminuir
tema Nacional de Selas infracciones y dedigno de vida profesional.
guridad Publica que al
litos así como las acefecto establece:
ciones que realizan el
Artículo 3º. Conforme al artículo 21 Constitu- Ministerio Público a través de la procuración de
cional y para los efectos de esta Ley, la seguridad justicia, las autoridades administrativas responpública es la función a cargo del Estado que tiene sables de la readaptación social del delincuente
como fines salvaguardar la integridad y derechos y la readaptación del menor infractor; así mismo
de las personas, así como preservar las libertades, la labor de las instituciones encargadas de la
el orden y la paz públicos.
protección de instalaciones y servicios estraté
Las autoridades competentes alcanzarán gicos del país y, en general, todas las que realicen
los fines de seguridad pública mediante la pre- directa o indirectamente, las dependencias y
vención, persecución y sanción de las infraccio- entidades que deban contribuir a los fines de la
nes y delitos, así como la reinserción social del seguridad pública en México.
delincuente y del menor infractor.
Es acertado decir que la institución del
El estado combatirá las causas que gene- ministerio público, cuando persiguen los delitos
ran la comisión de delitos y conductas antisocia- ya cometidos, por medio de la investigación de la
les y desarrollará políticas, programas y acciones policía judicial y luego, al ejercitar la acción penal,
para fomentar en la sociedad valores culturales y lo que busca es que aquellos se castiguen legalcívicos, que induzcan el respeto a la legalidad.
mente, que se sancionen conforme al código
La función de seguridad pública se rea- penal con todas las formalidades legales, porque
lizará en los diversos ámbitos de competencia, con esto, finalmente, contribuirá al mismo fin de
por conducto de las autoridades de policía pre- garantizar el orden jurídico y, por ende, la paz
ventiva, del Ministerio Público, de los tribunales, pública.
de las responsables de la prisión preventiva,
El concepto jurídico construido en la iniejecución de penas y tratamientos de menores ciativa, que recoge las ideas de muchos juristas
infractores, de las encargadas de protección de y legisladores, permite afirmar que la importanlas instalaciones y servicios estratégicos del país, tísima tarea de las autoridades judiciales, cuando
así como por las demás autoridades que en razón conocen y determinan la situación jurídica de los
de sus atribuciones, deben contribuir directa o enjuiciados y los sancionan, restituyen el orden
indirectamente al objeto de esta ley.
jurídico y con ello, innegablemente obsequia las
En la exposición de motivos de la citada finalidades de preservar la paz social.
ley, en la parte que nos interesa, se señala:
Debe reconocerse igualmente, con la
“En esta iniciativa se concibe a la segu- misma línea de pensamiento lógico y jurídico,
9
que la actuación de las autoridades encargadas
de la ejecución de las penas, lo que intenta es que
quienes hayan cometido ilícitos criminales, se
readapten para que no lo vuelvan a cometer y
con esta función imprescindible colaboran para
asegurar el orden y la tranquilidad social.
Podemos entender asimismo que cualquier otra acción, programa o política que realice
alguna autoridad de salud, de educación, o de
protección del medio ambiente, por ejemplo,
pretende capacitar, desarrollar y formar a una
sociedad imbuida de valores culturales y cívicos
que induzca una conducta colectiva y una actitud de respeto a la legalidad predispuesta hacia
la solidaridad social, lo que indudablemente se
traduce en una contribución a la preservación
del orden público y la paz social de la sociedad.
Por eso, la función de seguridad pública
estatal se concibe con un sentido preciso que la
entiende como la materia de prevenir y perseguir
delitos pero también con un sentido lato, la de
comprender el resto de las acciones que de una
manera conjunta confluyen a las finalidades
superiores de sus objetivos.
Más adelante indica: Es así, como con una
conclusión, que se ha estructurado el concepto
de la seguridad pública con dos ejercicios metodológicos: primero por sus acciones y segundo
por sus conductas; aquellas son las partes funcionales que componen la seguridad pública, estas
las autoridades a través de las cuales se realiza y
complementa la función.
La iniciativa de ley que se presenta a la
soberanía del Congreso de la Unión, busca la
consecución del bienestar social a través de la
protección de los derechos y bienes del individuo
y la preservación de los más altos valores de la
sociedad, que son, en última instancia los de la
justicia.
Agregando: Es indiscutible que la educación, como elemento de formación del ser
humano tiende a desarrollar y motivar el amor
a la patria y la conciencia en la justicia, como
premisas de conducta humana necesarias para
la practica de los más altos valores sociales. Por
esta razón, se incorpora como instrumento básico del Sistema Nacional de Seguridad Pública
la carrera policial obligatoria y permanente de
acuerdo con los mecanismos de coordinación,
integrando todas las instituciones en que se forme y desempeñen los elementos, sean federales,
locales o municipales.
La capacitación, el adiestramiento, la actualización y la especialidad de los mecanismos
y destrezas adquiridos por los elementos policiales, se desarrollaran a partir de los mecanismos
de coordinación y serán condiciones para lograr
ascensos y promociones; la especialización profesional redundará en la obtención de agentes
e instituciones más eficaces y de alta calidad en
beneficio de la comunidad.
El texto de la iniciativa concibe la carrera
policial como un servicio permanente de carácter profesional, que permite desarrollar todo un
ejercicio de vida por parte de los integrantes de
las corporaciones de seguridad pública del país
y que comprenda un conjunto de mecanismos
que vayan desarrollando el trabajo de las policías.
La especialización y los diferentes cursos teóricos
y prácticos que se impartan irán contribuyendo
a la formación policial, deberán aglutinarse y
concebirse con una misma visión integral, por
los planes y programas de estudio contenidos
formales, que puedan llegar a recibir el crédito de
escolaridad que toda tarea profesional exige.
Para esto habrá de crearse y establecerse
academias nacionales y regionales de policía,
que sumadas a las que ya existen y operan en los
Estados, vayan conduciendo, como un servicio
de apoyo nacional, el enfoque y los objetivos de
la formación policial y permitiendo así, el desarrollo de una verdadera carrera profesional.
Finalmente se hace referencia a la participación de la sociedad en los términos siguientes:
El Consejo Nacional tendrá el encargo de establecer los procedimientos necesarios que permitan
a la comunidad intervenir en la planeación de
políticas y medidas concretas para mejorar los
servicios de seguridad pública en sus respectivas localidades, auxiliar a las autoridades en sus
10
tareas y para participar en actividades que no
sean confidenciales o pongan en riesgos el buen
desempeño de la función de seguridad pública,
con lo cual se hace coparticipe al ciudadano de
esta importante tarea social, cuya naturaleza
debe reconocerse en la corresponsabilidad de
sociedad y gobierno.7
En el Estado de Veracruz, de acuerdo a
la Ley de Seguridad Pública para la entidad, esa
función es prioritaria, coincidiendo en su concepción general con lo dispuesto en el artículo
3 antes citado. Sin embargo, debo destacar que
en el artículo 5 de la ley local se dispone que la
preservación de la seguridad pública, se sustenta
en el constante y efectivo mejoramiento de las
condiciones de vida de la población, tomándose
en cuenta los requerimientos sustantivos para
el desarrollo de la existencia individual y de las
relaciones sociales en los diversos planes, programas y presupuestos del gobierno del Estado
y de los ayuntamientos de la entidad, de donde
resulta una connotación más amplia y completa
de la seguridad pública, disposición que no se
encuentra en la ley federal mencionada.
Atento a todo lo anterior, la primera propuesta sería reformar el párrafo quinto en la parte
que hemos venido señalando para indicar que,
la seguridad pública tiene como fines salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así
como preservar las libertades, el orden y la paz
públicos mediante la prevención, persecución y
sanción de las infracciones y delitos, así como la
reinserción social del delincuente y del menor
infractor.
La vigilancia, por parte de las fuerzas policiales y el funcionamiento de las instituciones
de procuración e impartición de justicia, para
hacer respetar el orden establecido por las leyes
deben ser objeto prioritario de las funciones de
gobierno para propiciar la “seguridad pública”.
Crear ese ambiente de confianza en el orden,
en los organismos y en las fuerzas policiales que
lo mantienen y restauran, es una cuestión de
inmediata y primordial atención.
El orden social establecido por las leyes es
resultado y condición de la seguridad pública. Es
resultado porque ésta lo procura. Es condición,
porque sin orden no puede hablarse de seguridad pública. Debe tenerse presente como lo
señaló el ilustre don José Ortega y Gasset que
“el orden no es una presión que desde fuera se
ejerce sobre la sociedad, sino un equilibrio que
se suscita en su interior” 8 De aquí que resulte importante para la sociedad, saber que el orden establecido por las leyes
se mantendrá y en caso de ser vulnerado, existen
disposiciones, órganos, procedimientos eficaces
y servidores públicos capaces de restaurarlo
oportunamente.
III.- LA JUSTICIA EN TODOS LOS TIEMPOS Y CAMINOS DE LA HISTORIA.
De conformidad con la reforma propuesta, la
administración de justicia es parte fundamental
de la Seguridad Pública. No debe olvidarse que
la justicia es y ha sido la aspiración constante de
todos los pueblos. La necesidad de justicia de
las sociedades recorre todos los caminos y los
tiempos de la historia. La justicia como requerimiento humano individual y social es universal
y permanente, por ello, las instituciones encargadas de procurar e impartir justicia a quienes
la reclaman, juegan un rol trascendental en la
seguridad pública.
Los actores principales de la procuración
e impartición de justicia son: los que la solicitan,
los que la procuran, los que la imparten y ejecutan.
Podemos así señalar, que las fases de la administración de justicia son: solicitud, procuración,
impartición y ejecución. Cada una de estas etapas debe estar regida por disposiciones jurídicas
armónicas que en su conjunto conformen un
código de justicia, que imponga por igual derechos y obligaciones a los actores del proceso:
peticionarios y abogados que los patrocinen,
servidores de la procuración de justicia, funcionarios judiciales y responsables de la ejecución
de las sentencias.
Debe tenerse presente que la Seguridad Pú-
11
blica tiene dos dimensiones, una objetiva y otra
subjetiva. La Primera consiste en la existencia
de leyes, y el funcionamiento adecuado de instituciones, procedimientos, planes, programas,
organización policial, que reconocen y protegen
los derechos de los gobernados, resguardan y
vigilan el orden social y en el supuesto de que la
ley o el orden social sean vulnerados persiguen y
sancionan a los delincuentes, restableciendo los
derechos conculcados y el orden social transgredido. La segunda deriva del conocimiento real
de la primera, es decir, de la existencia y funcionamiento de los elementos y condiciones de la
seguridad pública en su dimensión objetiva, se
propicia un ambiente de certeza de saber a que
atenerse, de confianza y de tranquilidad, por
parte de los gobernados y de la sociedad en su
integridad.
Sin elucubrar y profundizar sobre las distintas
concepciones del derecho, que pueden ilustrar
y orientar el trabajo legislativo, aquí reduciremos nuestro escenario al denominado derecho
vigente, entendido éste como el conjunto de
disposiciones jurídicas (imperativo-atributivas)
que en una época y lugar determinados, la autoridad política declara obligatorias.
Sin embargo, de acuerdo a la concepción neoiusnaturalista, aceptada y propuesta
por el suscrito, no cualquier disposición jurídica
merece la denominación de derecho, pues para
lograrlo, debe incorporar a su contenido valores
fundamentales, consecutivos, e instrumentales,
correspondiendo a la sociedad fijar el contenido
de dicho plexo axiológico, a través de su participación directa en la aprobación del orden
jurídico vigente.9 IV. UN PARADIGMA PARA LA SEGURIDAD PUAsí, podemos construir un derecho demoBLICA.
crático que responda a los efectivos intereses
sociales. Un derecho que contando con la aproFundado en la concepción anterior, para bación de las mayorías asegura, a su vez, su eficaz
poder proponer un esquema ético en el marco observancia.
de la Seguridad Pública en México, abordaré
Considero que las condicionantes políticas
someramente, los componentes del modelo actuales permiten repensar, para perfeccionar, el
aquí propuesto que pretende desterrar la visión pacto social histórico traído por los iusnaturalismaquiavélica de separar la moral, la política y el tas y el pacto social tácito o implícito de las seuderecho.
dodemocracias que nunca justificó la legitimidad
Sin desconocer que el derecho, la moral y la de mando de los gobernantes ni la obediencia
de los gobernados, para
cuentemente
política tenganresulta
ámbitos propios y que conseconstruir hoy, gobierno
conveniente distinEl
orden
social
establecido
por
las
y sociedad, el nuevo
guirlos, considero que
leyes
es
resultado
y
condición
de
la
pacto social expreso,
como manifestaciones
fundado en una nueva
seguridad pública.
de la cultura se enfilosofía del Estado, en
cuentran íntimamente
Es resultado porque ésta lo
el que la regla sea la maentrelazadas y que
procura. Es condición,, porque sin
nifestación expresa de
distinguir no neceorden no puede hablarse de seguridad
la opinión y la voluntad
sariamente nos lleva
pública
ciudadana, recuperana separar, sino por el
do así, su función de
contrario, existe una
paradigma moral.10 necesidad urgente e
imprescindible de converger en un amplio ámEsta regla de expresión directa de la voluntad
bito de la función pública.
ciudadana deberá reflejarse en las reformas a
IV. A.- DERECHO DEMOCRATICO, DERECHO JUS- la Constitución Política de los Estados Unidos
TO.
Mexicanos, como símbolo y estandarte del
12
nuevo pacto social entre los mexicanos. Así, las participación y cumplimiento de la ley, por lo que
necesidades o requerimientos sociales tendrán será necesario difundir y explicar el contenido de
ésta, precisar los mecanismos,
las propuestas de solución, procedentes de los
propios destinatarios de la
medios y procedimientos para
Los actores principales
norma jurídica y ésta, estará
el cumplimiento de la misma,
sustentada en valores sociales
de la procuración e
capacitando a los destinatarios
expresamente aceptados.11 de las normas para que cada uno
impartición de justicia
IV. B.- DERECHO Y MORAL
son: los que la solicitan
los que la procuran,
los que la imparten y
ejecutan
El derecho como producto
social se manifiesta en reglas jurídicas para ordenar el comportamiento humano, deviniendo
así el derecho, en un fenómeno ético que se
revela a través de su axiología y cuya obligatoriedad debe estar fundada, más que en la coerción,
en la moralidad que produce reconocimiento y
convergencia social.
De lo expuesto, resulta la indisoluble relación
entre derecho y moral, concebido aquel, como
una forma con las características de imperatividad y coercitividad, en tanto que ésta, como la
materia o contenido de dichas formas, que le da
validez intrínseca por los valores individuales y
sociales que encierra.12 Como lo ha señalado Pedro G. Zorrilla Martínez, no se trata de legalizar
la moral sino de moralizar el derecho.13 Sin embargo, no es suficiente la existencia de
un orden jurídico que tienda a la realización de la
justicia, el bien común y la seguridad jurídica, es
necesario, el comportamiento ético de quienes
tienen a su cargo las diversas funciones públicas
del Estado, entre ellas, la de Seguridad Pública,
así como el adecuado comportamiento de los
gobernados en el cumplimiento de la ley.
Sin desconocer que cada época y pueblo ha
desarrollado una moral individual y social de
acuerdo a su concepción sobre el ser humano,
el mundo e incluso el universo, la forma de
producción de bienes y servicios y los valores,
concebimos a la ética como una disciplina que
orienta el quehacer humano fundado en un
conjunto de principios morales que tienden al
respeto a la vida, la dignidad de la persona, la
libertad, derechos, bienes, posesiones, papeles,
asuma con responsabilidad la
parte que le corresponda.14 Así, existen en la ética, elementos dinámicos y cambiantes
y otros, permanentes y constantes que le dan validez universal,
que permiten formular un código de conducta que sirva de guía a los servidores
públicos en el ejercicio de sus atribuciones y
manifieste su compromiso e intención de cumplir con la sociedad, sirviéndola con lealtad y
diligencia, respetando sus derechos.
Efectivamente, el derecho, como condicionante de la actuación de los servidores públicos, es
causa eficiente pero no suficiente para alcanzar
la seguridad pública. El orden jurídico requiere
y exige, para cumplir sus fines, de destinatarios,
“gobernantes y gobernados”, que cumplan sus
disposiciones. Cuando unos u otros, o ambos,
no adecuan su conducta a las prescripciones
jurídicas, los propósitos de las leyes resultan
inalcanzables.15 Lo señalado pone de relieve la necesidad de
que paralelamente al diseño de un orden jurídico democrático se conforme un sólido cuerpo de
servidores públicos cuya conducta esté fundada
en el principio ético del “cumplimiento estricto
de la ley”.16
En nuestro país, la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como las leyes,
que de la misma derivan, y que necesariamente
requieren de una seria y profunda revisión para
reformarlas en lo que sea necesario, contienen
una serie de principios ético-jurídicos, como el
respeto a la vida y a la dignidad de la persona
13
humana, sus derechos, propiedades, posesiones,
papeles, domicilio, libertad, participación en la
vida política, económica y laboral, que procuran
la realización plena del ser humano. Sin embargo,
esta finalidad no es posible lograrla, y no se ha
logrado para la inmensa mayoría de mexicanos,
cuya actual situación ha empeorado a causa
de la incertidumbre e inseguridad en que se
vive, sí subsiste y no se combate la corrupción,
la negligencia y la ineficacia, entre otros aspectos obscuros, por parte de los encargados de
las acciones de Seguridad Pública, así como la
desidia, el desinterés y la falta de valor civil de
la sociedad.17 V.- DERECHO, MORAL Y POLITICA:
Como tercer elemento del modelo propuesto
debe incluirse la política, entendida como una
disciplina práctica, tendiente a la realización del
bien común público.
Como lo señala Paulette Dieterlen, “Los valores
políticos o de la vida pública son una continuación de los valores éticos o de la vida privada”.18 Por lo que se propone el diseño y aplicación de
planes y programas de Seguridad Pública que no
sometan, limiten o restrinjan en tiempo, espacio
y recursos económicos a las
14
15
entidades federativas o a los municipios, sino
por el contrario, que respeten su autonomía y
libertad. La desburocratización en las tomas de
decisión, tienen como resultado, oportunas y
eficaces acciones que coadyuvan al logro de la
Seguridad Pública19 .
Es decir, debe sumarse a lo señalado, la necesidad de un proyecto político-administrativo, sobre
la seguridad pública que respete la autonomía de
los Estados y la libertad de los municipios para
que de conformidad con sus propias realidades
de tiempo, espacio y características singulares,
puedan elaborar sus planes y programas sobre
este servicio público, que responda adecuada y
oportunamente a las necesidades sociales.20 En atención a lo anterior y, recordando la
teoría de los tres círculos de nuestro venerable
maestro, don Eduardo García Máynez, consideramos que la Seguridad Pública en México sólo
podrá lograrse cuando confluyan en ella, derecho democrático, ética en la actuación de gobernantes y gobernados, y políticas gubernativas,
fundadas en el respeto a la dignidad humana y a
los derechos que de la misma se derivan así como
a la autonomía estatal y a la libertad municipal.
La exclusión de uno de estos factores (Derecho,
Moral y Política), impedirá la realización o logro
efectivo de la seguridad pública, como se muestra en la figura siguiente.21 De acuerdo al modelo propuesto solo en
el área sombreada puede darse la Seguridad
Pública. Esta área es susceptible de ampliarse o
restringirse, según la confluencia o incidencia
mayor o menor de los tres elementos que la
integran.
D
E
p
Para lograr lo anterior, resulta necesario:
1. Adicionar los artículos 41, 71, 72, 135 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para incorporar el referendo, el plebiscito
y la iniciativa popular, teniendo así los instrumentos indispensables para la construcción del
derecho democrático y el plexo axiológico de la
sociedad.
2. Reformar el artículo 17 para precisar que a
la pronta, imparcial y completa procuración e impartición de justicia, deben concurrir y coadyuvar
quienes soliciten esos servicios, sus abogados
patrones y los servidores públicos, encargados
de dichas funciones, haciéndose responsables
de toda actuación contraria a dichos principios.
3. Reformar los Códigos de Procedimientos
Civiles y Penales, las leyes orgánicas del Poder
Judicial y de las Procuradurías de Justicia o
Ministerios Públicos, para disponer las responsabilidades y sanciones de los actores de la
administración de justicia.
4. Reformar o expedir las leyes de profesiones de los Estados y del Distrito Federal para
precisar las mencionadas responsabilidades y
sanciones.
5. Expedir códigos de conducta ética en la procuración e impartición de justicia y reglamentos
de peritos, policías preventivas y ministeriales de
observancia obligatoria para los correspondientes servidores públicos.
6. Diseñar programas de difusión y explicación
de las reformas para la formación y capacitación
de los servidores públicos encargados de la Seguridad Pública.
Las propuestas formuladas están estrechamente vinculadas a la necesidad de dar
respuestas a las cuestiones humanas más importantes de la vida cotidiana, por lo que deberán
propiciar la observancia de una conducta ética
fundada en el conocimiento, la participación
y en la responsabilidad de los actores. Conocimiento para actuar con fundamentos legales;
participación para proponer, aprobar u opinar
sobre las iniciativas de ley o reformas, y planes
y programas que tiendan a lograr la seguridad
16
pública. Responsabilidad, en cuanto a que las
conductas maliciosas, ilegales e irresponsables
serán sancionadas enérgicamente en términos
de la ley.
Debe reiterarse que todas las acciones
apuntadas tienden a procurar la seguridad y el
orden públicos en el Estado, protegiendo los derechos, propiedades, posesiones y especialmente la integridad física y mental de las personas.
Las finalidades citadas, le dan a la Seguridad Pública un sentido ético, fundamental para
el desarrollo integral de la sociedad, al procurar la
seguridad y el orden públicos, es decir, la confianza, la tranquilidad, la protección, eliminando los
peligros, los riesgos, los daños que se les pueden
causar a las personas.22 ejecución de las sentencias, su otorgamiento
queda condicionado a factores de diversas índole, totalmente ajenas a los intereses de quien
a obtenido una sentencia favorable.
Atento a ello se propone dotar al poder judicial de su propia fuerza policial para ejecutar
sus sentencias, solo así se logrará su autonomía
funcional y contribuirá efectivamente a la seguridad pública.
VII.- CONDUCTA MORAL DE LOS CUERPOS POLICIALES
Este punto merece capítulo especial por
su enorme trascendencia, y que para algunos
constituye la misión imposible del estado, pues
se trata precisamente de las actuaciones de las
VI.- SEGURIDAD PUBLICA Y EJECUCION DE LAS fuerzas policiales, en donde deben integrarse
tanto las policías preventivas como las persecuSENTENCIAS
toras o ministeriales.
Para recorrer el velo de tan entramado
Por cuanto hace a la ejecución de las sentencias, recordamos de nueva cuenta el artículo escenario, resulta oportuno preguntarnos ¿de
17 constitucional que dispone, que la impartición quién ó de quienes se debe cuidar, salvaguardar
de justicia será completa y las leyes federales y o proteger la sociedad?. Respuesta: De los que
la
plenaestablecerán
ejecución delos
susmedios necesarios para
con su conducta
locales
resoluciones.
violentan el orden
Reformar el artículo 17 para precisar
Como garantía de
jurídico y conseque
a
la
pronta,
imparcial
y
completa
justicia completa impocuentemente, el
procuración e impartición de justicia,
ne una obligación a las
orden social por
autoridades judiciales y
deben concurrir y coadyuvar quienes
él protegido, de
ejecutivas del país, que no
los que delinquen,
soliciten esos servicios, sus abogados
pueden oponer pretextos
de los infractores
patrones y los servidores públicos...
de ninguna índole para
de la ley y transproporcionar la fuerza
gresores del orden
policiaca cuando ésta sea
social. De aquí que
requerida para la ejecución de las sentencias sable saber cuales son las conductas
resulteprohibidas
indispendictadas por las autoridades judiciales. La segu- que provocan la perturbación del orden social
ridad pública exige que quien vulnere el orden y la violación de la ley, causando con ello daño
jurídico sea sancionado, ofreciendo al ofendido a la esfera jurídica de los gobernados: derechos,
la certeza de que sus derechos serán restituidos. propiedades, posesión, integridad corporal y
De poco o nada sirven las sentencias sin ejecutar, psíquica.
¿qué seguridad pueden ofrecer?
El delincuente, el violador del orden
Como en el modelo actual, en este jurídico y social, es un individuo que daña a la
aspecto, deja prácticamente a la voluntad del sociedad, a la comunidad y a sus miembros en
poder ejecutivo y de las dependencias para ello particular, valiéndose en dicha acción de todos
facultades, el apoyo de la fuerza pública para la los medios a su alcance y provocando una amplia
17
secuela de inseguridad.
El Estado a través del servicio de “Seguridad Pública”, debe proteger a la sociedad y a
las personas en particular, de los delincuentes,
estableciendo un sistema policial de observación, de prevención y de represión, por lo que
la policía no puede ser concebida ni vista como
una función o actividad del Estado para limitar
o reprimir los derechos de los gobernados, por
el contrario, debe ser la fuerza que proteja a la
sociedad y a sus miembros de cualquier infractor
y por ello, la policía debe estar a disposición de
los gobernados, debe actuar y acudir a su llamado, porque la seguridad pública es la seguridad
ciudadana.
Por otro lado, la represión a los delincuentes o infractores debe realizarse de acuerdo
a un sistema razonado y adecuado, es decir, la
conducta moral implica por parte del individuo y la sociedad una serie de consideraciones
axiológicas que induzcan al cumplimiento de
los deberes y a la decisión de actuar bien o en
bien de la comunidad a la que pertenecen y a la
que sirven. De modo que un sistema razonado,
es decir; que responda a la concepción de que
el delincuente, por malvado o perturbador que
resulte, es un ser humano y que como tal, tiene
derechos que deben ser respetados por las autoridades encargadas de aprehenderlo, juzgarlo
y readaptarlo. Un sistema adecuado, o sea, capaz
de resistir o soportar los ataques de que es objeto
por parte de los delincuentes, en otras palabras,
eficaz.
En esta dificultad de combinar lo razonado y lo adecuado, lo respetuoso y lo eficaz, se
debaten las instituciones y los hombres que las
encarnan. Unos, en aras de la eficacia, violentan
todo derecho, otros, en respeto de los derechos,
propician la ineficacia.
¿Cómo resolver este problema? O en
otros términos, ¿Cómo lograr que en la prevención y represión de los delitos, los miembros de
los cuerpos policiales observen una conducta
razonada y adecuada, es decir, respetuosa de
los derechos humanos y eficaz?. No tenemos
desde luego, como pienso que nadie tiene, una
respuesta absoluta, contundente, directa para
solucionar este problema tan complejo que responde a múltiples causas, pero no por ello vamos
a renunciar a su búsqueda y encuentro. La tiene
que haber, es cuestión de esforzarnos, actuando
con sinceridad de propósitos, con honestidad y
buena fe y deseo de hacer mejor el trabajo.
No podemos anular, ni renunciar a los
derechos humanos, porque sería condenarnos
a nosotros mismos, sería negar nuestra capacidad de pensar, actuar y sentir que es nuestra
esencia.23 Tampoco queremos estar expuestos a
la delincuencia ocasional, individual u organizada.24 En el debate realizado en sesión pública
ordinaria del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, celebrado el martes 5 de mayo
de 1996, con motivo de la acción de inconstitucionalidad promovida por integrantes de la LVI
Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión en contra de las fracciones III y
IV del artículo 12 de la Ley General que Establece
las Bases de Coordinación del Sistema Nacional
de Seguridad Pública, el Ministro Mariano Azuela
Güitrón advirtió que no debe existir pugna entre
seguridad pública y garantías individuales, por
el contrario se debe tratar de integrar esos dos
elementos que la Constitución está salvaguardando, pues no es posible que so pretexto de
seguridad pública se pueda atentar contra las
garantías individuales.25 SEGURIDAD PUBLICA. SU REALIZACIÓN
PRESUPONE EL RESPETO AL DERECHO Y EN ESPECIAL DE LAS GARANTIAS INDIVIDUALES.- El
análisis sistemático de los artículo 16, 21, 29,
89, fracción VI, 129 y 133, de la Constitución,
así como 2o., 3o., 5o., 9o., 10, 13 y 15, de la Ley
General que Establece las Bases de Coordinación
del Sistema Nacional de Seguridad Pública; 1o.,
2o., 3o.,10 y 11, de la Ley Orgánica del Ejercito y
Fuerza Aérea Mexicanos, y 1o., 2o., 9o. y 10 de la
Ley Orgánica de la Armada de México, se deduce que el Estado mexicano a través de sus tres
niveles de gobierno y de todas las autoridades
que tengan atribuciones relacionadas, directa
18
o indirectamente, con la seguridad pública,
debe coadyuvar a lograr los objetivos de ésta,
traducidos en libertad, orden y paz pública,
como condiciones imprescindibles para gozar
de las garantías que la Constitución reconoce
a los gobernados. El examen de los diferentes
preceptos citados, con los demás elementos
que permiten fijar su alcance, lleva a concluir
que jurídicamente, los conceptos de garantías
individuales y seguridad pública no solo no se
oponen sino se condicionan recíprocamente. No
tendría razón de ser la seguridad pública sino se
buscara con ella crear condiciones adecuadas
para que los gobernados gocen de sus garantías;
de ahí que el Constituyente originario y el Poder
Reformador de la Constitución, hayan dado las
bases para que equilibradamente y siempre en
el estricto marco del derecho se puedan prevenir, remediar y eliminar o, al menos disminuir,
significativamente, situaciones de violencias que
como hechos notorios se ejercen en contra de las
personas en su vida, libertad, posesiones, propiedades y derechos. Por ello, sería inadmisible en
el contexto jurídico constitucional interpretar la
seguridad pública como posibilidad de afectar a
los individuos en sus garantías, lo que daría lugar
a acudir a los medios de defensa que la propia
Constitución previene para corregir esas desviaciones. Consecuentemente, por el bien de la
comunidad a la que se debe otorgar la seguridad
pública, debe concluirse que resulta inadmisible
constitucionalmente un criterio que propicie la
proliferación y fortalecimiento de fenómenos
que atente gravemente contra los integrantes
del cuerpo social, así como de cualquier otro que
favoreciere la arbitrariedad de los órganos del
Estado que, so pretexto de la seguridad pública,
pudieran vulnerar las garantías individuales consagradas en el Código Supremo. Por tanto, debe
establecerse el equilibrio entre ambos objetivos:
defensa plena de las garantías individuales y
seguridad pública al servicio de aquellas. Ello
implica el rechazo a interpretaciones ajenas al
estudio integral del texto constitucional que se
traduzca en mayor inseguridad para los gobernados o en multiplicación de las arbitrariedades
de los gobernantes, en detrimento de la esfera de
derecho de los gobernados. Acción de inconstitucionalidad 1/96. Leonel Godoy Rangel y otros.
5 de marzo de 1996. Unanimidad de once votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria:
Mercedes Rodarte Magdaleno. El Tribunal Pleno
en su sesión privada celebrada el once de marzo
en curso, aprobó, con el número XXVI/1996, la
tesis que antecede; y determinó que la votación
es idónea para integrar tesis de jurisprudencia.
México, Distrito Federal, a once de marzo de mil
novecientos noventa y seis.26 Efectivamente, el ser humano y su dignidad deben estar en el centro y ser la última finalidad de la seguridad pública, cualquier conducta
contraria a este principio constituye una ofensa
intolerable al verdadero sentido de la justicia.
Esta es la muy difícil tarea de los cuerpos
policiales, porque la sociedad exige eficacia y
legalidad. Debe tenerse presente que cuando
los requerimientos adquieren connotaciones de
bien y mal, formando parte de las convicciones
de lo que debe ser y de lo que no debe ser, se
transforman en normas morales que imponen
límites y establecen valores a la conducta individual y social. De aquí la necesidad de que
la corrupción, la negligencia, la ineficacia, la
arbitrariedad, el abuso del poder, el enriquecimiento ilegitimo, sean vistas y calificadas como
males del Estado, que es necesario combatir y
sancionar. En tanto que, en respeto a la dignidad
de la persona y al ejercicio de sus derechos, la
honradez, la eficiencia, la eficacia, el respeto a la
ley, la diligencia y la honestidad, se conviertan en
valores comunes que es necesario construir, procurar, conservar y reconocer, pasando a formar
parte del código de conducta de los servidores
encargados de la seguridad pública.
Considero que para lograr lo anterior, la
educación en todos los niveles y modalidades,
como proceso de formación y perfeccionamiento humano, es el medio más adecuado. Educar
a la sociedad para que cumpla con el orden
jurídico vigente y educar al elemento humano
que tiene a su cargo el servicio de policía. La
educación sirve, no solo para saber más, sino
para ser mejores.
Debe, en consecuencia, fortalecerse la
educación cívica a todos los niveles escolares, y
19
de inmediato, al personal de los cuerpos policiales. Diseñar un amplio programa de observación
y prevención de la delincuencia, e involucrar a la
sociedad civil en su propia seguridad. Revisar la
estructura y atribuciones de los órganos de justicia y sus procedimientos, fortalecerla y ampliarla,
seleccionando
a sus fines.27 personal humano que responda
enero 1993, p. 16.
5 TORRES Thomas, Lorenzo; “Seguridad
Pública y Procuración de Justicia Jurídica”, núm.
27, Universidad Iberoamericana, México, 1997,
pp. 335-336.
y la política.
La función de Seguridad Pública debe
realizarse, desenvolverse y fundarse dentro de
un marco jurídico de respeto a la dignidad y
los derechos humanos que de ella se derivan.
Parafraseando al maestro Pericles Namorado
Urrutia puede afirmarse que en esta concepción,
pervive el ideal platónico: la aspiración suprema
del orden jurídico-político es la creación de un
orden moral, para la realización de la virtud de
la justicia. Por tanto, el verdadero Estado de derecho es aquel que procura para los gobernados
la justicia, el bienestar colectivo y la seguridad
pública.28 austral, número 181, novena edición, Editorial
Espasa Calpes S.A. Madrid, 1972, p. 18.
9 GARCÍA Máynez, Eduardo; “Filosofía del
Derecho”; Edit. Porrúa, México, 1999, p. 439.
10 KERN Lucian, Hans Petes Muller; “La Justicia
SÁNCHEZ Sandoval, Augusto; “Derechos Humanos, Seguridad Pública
y Seguridad
Nacional”;
Instituto
Nacional de
Ciencias
Penales, México, 2000, p.83
Sirvámonos de la educa 7
SÁNCHEZ Sandoval, AuLa educación sirve, no
ción para inculcar o transformar
gusto;
“Derechos Humanos,
solo para saber más, sino
la conducta de los gobernantes
Seguridad Pública y Seguridad
para ser mejores.
y gobernados a fin de lograr, en
Nacional”; Instituto Nacional
de Ciencias Penales, México,
un esfuerzo común, un amplio
2000. p 264.
8 Mirabean o el Político
en tríptico, colección
escenario de coincidencia del derecho, la moral
6
: ¿Discurso o Mercado? Los nuevos enfoques de la
teoría contractualista”; Edit. Gedisa S.A., Colección
Estudios Alemanes, Barcelona España, 1992.
11
DE LARA, Del toro, Pablo; “La interpretación
originalista de la Constitución (una aproximación
desde la filosofía del Derecho)”; Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, Madrid, 1998.
12 SANTIAGO Nino, Carlos, “Derecho, Moral
y Política, una revisión de la teoría general del
derecho”; Edit. Ariel, S. A., Barcelona España,
abril 1994.
13 El Derecho, los Valores y la Cultura. Importancia
del estado de Derecho; El Derecho y la Cultura, Núm.
1, Academia para el derecho, la educación y la cultura,
octubre-noviembre, México, 2000, pp. 11-13
1 ORTIZ, Ortiz, Serafín; “Función Policial y Seguridad Pública”, Mc Graw Hill, México, 1998, p.28
2
Diccionario de la Lengua Española; Real Academia Española, vigésima primera edición, Madrid,
España, 1992, p.1196 y 1317.
3 Seguridad Pública y Procuración de Justicia;
Jurídica Anuario de Derecho de la Universidad Iberoamericana, num. 27, México, 1997 y p. 305 y ss.
4ALVAREZ Montero, José Lorenzo; Revista
Presencia, num. 75, año IV, Xalapa, Veracruz,
14 VALVERDE, Carlos; “Etica y política”;
Cuadernos BAC, Madrid, 1999.
15 LAPORTA, Francisco; “Entre el Derecho
y la Moral”; 2da. Edi. Edit. Distribuciones Fontamara, S.A., Biblioteca de Ética , Filosofía del
Derecho y Política, México, 1995.
16 THOMPSON Dennis F.; “La Ética política
y el ejercicio de cargos públicos”; Edit. Gedisa,
serie: política, Barcelona España, 1999.
17 GONZALEZ Ruiz, Samuel y otros; “Seguridad Pública en México; Problemas, perspectivas
y propuestas”; Edit. Universidad Nacional Autónoma de México, serie: Justicia, México, 1994.
20
18 DIETERLEN, Paulette; “Relaciones entre la
ética y la política, Intersticios”, Escuela de Filosofía, Universidad Intercontinetal, México, 1995
19 ESQUIVEL, Javier; “Racionalidad Jurídica,
Moral y Política”; Edit. Distribuciones Fontamara,
S.A., Biblioteca de Ética , Filosofía del Derecho y
Política, México, 1996.
20 DIAZ, Elías; “Ética contra Política”; 2da.
Edi, Edit Biblioteca de Ética , Filosofía del Derecho y Política, México, junio 1998.
21 SANTIAGO Nino, Carlos, “Derecho, Moral
y Política, una revisión de la teoría general del
derecho”; Edit. Ariel, S. A., Barcelona España,
abril 1994.
22 NAKHNIKIAN, George; “El Derecho y las
Teorías Éticas Contemporáneas”; Edit Biblioteca
BIBLIOGRAFIA
de Ética , Filosofía del Derecho y Política, Distribuciones Fontamara, S.A., México, 1991.
23 FIORAVANTI, Mauricio; “Los Derechos
fundamentales. Apuntes de historia de las Constituciones”; Edit. Trotta, Madrid, 1997.
24 SÁNCHEZ Sandoval, Augusto; “Derechos
Humanos, Seguridad Pública y Seguridad Nacional”; Editado por el Instituto Nacional de Ciencias
Penales, México, 2000
25Sentencia, Acción de inconstitucionalidad
1/96. Promovida por: Leonel Godoy Rangel y
otros diputados federales, integrantes de la LVI
Legislatura. Ministro Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno.
Proyecto: Ariel Alberto Rojas Caballero. P 9 y ss.,
México, 1996
26 Pleno Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Epoca, Tomo III, marzo de
1996, Tesis P.XXVI/96, p: 471.
27 LUNA Arroyo, Antonio; “Concepto y Técnica del Civismo”; Biblioteca de Problemas Sociales
de México, Tomo III, México. D. . 1993.
MENSAJE pronunciado en el Primer Aniversario
de la reforma integral a la Constitución Política de
Veracruz; Gobierno del Estado de Veracruz, serie:
publicaciones cívicas número 4, febrero 2001, p. 29
yss.
28
21
22
DOS PROBLEMAS COMPETENCIALES
Lic.Miguel G. Manzanilla Pavón*
Siendo el derecho un producto social, es in-
cuestionable que no puede permanecer estático
y ajeno a la propia dinámica de la sociedad.
Por ello las reformas legales, cuando no obedecen a simples conveniencias políticas, son
siempre saludables y normalmente responden
a reclamos populares; sin embargo, y cuando no
se trata de nuevas leyes, las reformas o adiciones
a las ya existentes, con frecuencia dejan lagunas que sólo son apreciadas cuando se ponen
en vigor y su aplicación práctica nos revela la
deficiencia.
Esto es lo que ha sucedido en los temas materia de este trabajo, y que surgen de las reformas
al Código de Comercio de mayo de 1996, y de las
de la Constitución Política del Estado de Veracruz
de febrero del 2000, temas que se relacionan en
ambos casos, con problemas de competencia.
I.- El primero de los problemas a comentar
tiene que ver con las reformas al Código de Comercio arriba citadas, y fue planteado como ponencia en el XXI Congreso Nacional de Tribunales
Superiores de Justicia de la Nación celebrado
en Veracruz, Ver., en marzo de 1998, ponencia
aprobada por la mesa civil correspondiente, y
que se reproduce a continuación:
“El Código de Comercio fue substancialmente modificado por reformas, adiciones y
derogaciones publicadas en el Diario Oficial
de la Federación del 24 de Mayo de 1996 y que
en la actualidad se encuentran en vigor, con la
salvedad derivada del artículo 1° transitorio del
decreto en cuestión, relativa a su inaplicación a
créditos contratados con anterioridad a la reforma, o a las reestructuraciones o novaciones de
los mismos, problema este que ya ha sido motivo
de ponencias en nuestro congreso anterior.
La reforma en cuestión, cuya paternidad nunca ha sido debidamente publicitada, contiene
diversos aciertos, pero también innumerables
contradicciones y omisiones que sería prolijo
enumerar, y que no son del resorte de una simple
ponencia.
Así las cosas, en relación con la cuestión
competencial, la reforma a los artículos 1114,
1116 y 1117 del Código de Comercio, varió substancialmente el trámite de la declinatoria y de
la inhibitoria, estableciendo de entrada que no
suspende el procedimiento en que se opongan,
y que en ambos casos se resolverán en base a
un testimonio de constancias que se integra y
se remite al Tribunal de alzada, en donde tras
*Magistrado de la Cuarta Sala del Tribunal Superior de
Justicia.
23
un breve trámite se resolverá determinando cuál
es el Juez competente, con las consecuencias
inherentes.
integrar el testimonio de constancias aludido, y
el procedimiento que se sigue en el tribunal de
alzada hasta la resolución.
Así las cosas, según la reforma al artículo
1114 las cuestiones de competencia entre los
Tribunales de la Federación, entre éstos y los de
los estados, o entre los de un estado y otro, serán
resueltas por el Poder Judicial de la Federación,
en términos del artículo 106 Constitucional y
de las leyes secundarias relativas, lo que sólo
resulta claro en cuanto a que en efecto, cuando
dos jueces ubicados dentro de las hipótesis anteriores se nieguen a conocer, será finalmente
la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien
decidirá el conflicto, de acuerdo con lo que preve
la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal en su
artículo 21 fracción VI.
Sin embargo, de conformidad con el artículo
Pero lo anterior no clarifica, ni deslinda en
1114 del Código de Comercio, tal procedimiento modo alguno, cómo se van a substanciar tales
sólo es aplicable a las concontroversias, cuando por
troversias competenciales
ejemplo se plantean ante un
Siendo el derecho un
planteadas entre jueces que
Juez común que conoce del
producto social, es
pertenezcan a un mismo
juicio ya sea ejecutivo y ordiincuestionable que
estado, porque cuando la
nario mercantil, por razón de
no puede permanecer
controversia es entre jueces
la Jurisdicción concurrente, o
de diversas entidades fedeestático y ajeno a la
en otros términos, ¿cómo trarativas, entre los Tribunales
propia dinámica de la
mitará la declinatoria o la inhiFederales o entre éstos y
bitoria que se le propongan, si
sociedad.
los de los Estados, la norma
las únicas reglas establecidas
arriba citada establece que
en los artículos 1116 y 1117
corresponde al Poder Judicial de la Federación reformado, solo son aplicables a conflictos entre
resolver el conflicto en términos del artículo 106 Tribunales de un mismo estado?
de la Constitución y de las leyes secundarias
La norma en comento nos remite al artículo
respectivas.
106 Constitucional, y éste solo dice que corresAhora bien, en nuestro estado de Veracruz, ponde al Poder Judicial de la Federación en téry considero que lo mismo acontece en toda la minos de la ley respectiva dirimir las controverrepública, la mayor parte de las cuestiones de sias que por razón de competencia se planteen
competencia que surgen en los juicios mercan- entre los tribunales de la Federación, entre éstos
tiles, de los que conocemos vía la jurisdicción y los de los estados o del Distrito Federal, entre
concurrente, son conflictos con jueces de otra los de un estado y otro, o entre un estado y el
entidad, o bien entre el fuero común y el fede- Distrito Federal.
ral, a los que en consecuencia no se les aplica
Pero ¿cuál es la ley respectiva en tratándose
el procedimiento enunciado al inicio de este de la materia mercantil, si la reforma al Código
trabajo, como tampoco las reglas establecidas en de Comercio no estableció un procedimiento
los reformados artículos 1116 y 1117 del propio genérico y alteró lo establecido en los artículos
código, que están en relación con la forma de 1096 y 1114 al 1131, creando un procedimiento
24
solo aplicable a las contiendas entre jueces de un
mismo estado? ¿Cuáles son las leyes secundarias
a que se refiere el reformado artículo 1114?
El único ordenamiento que contiene un
tratamiento en relación a cuestiones de competencia entre el Poder Judicial Federal, es el
Código Federal de Procedimientos Civiles en
sus artículos 28 al 32, y podríamos estimar que
esa es la ley secundaria a que se refiere la norma
arriba citada, pero en contrapartida no debe
perderse de vista que el procedimiento previsto por los numerales arriba expuestos está en
relación a contiendas de naturaleza civil, y que
por otra parte, de acuerdo con el artículo 1054
del Código de Comercio, los Códigos Adjetivos
supletorios al mismo, son los locales, o sea, los
de los estados y no el Código Federal de Procedimientos Civiles.
En consecuencia, la declinatoria y la inhibitoria, cuando se plantean entre jueces de
diversas entidades, entre éstos y los Tribunales de
la Federación o el Distrito Federal ¿cómo deben
substanciarse?, ¿suspenden o no suspenden el
procedimiento?, ¿deben tramitarse como incidentes de acuerdo con el nuevo capítulo relativo,
que a su vez suprimió los de previo y especial
pronunciamiento en términos del artículo 1350
que señala que los incidentes se substanciarán
en la misma pieza de autos, sin que suspendan
el trámite del juicio en lo principal...?
El suscrito considera que en las hipótesis
anteriores como no es un tribunal de alzada
quien decide la competencia, sino que el propio juez debe pronunciarse ya sea declinando
o sosteniendo su competencia, aceptando o
rechazando la petición inhibitoria, el procedimiento tiene que substanciarse ante los propios
jueces, y necesariamente tiene que dar margen
a cuestiones incidentales.
Pero si el Código de Comercio es una
ley federal, aplicable en toda la república tanto
por los jueces federales, como por los del fuero
común, vía la jurisdicción concurrente que ha
invadido nuestros tribunales, no vemos la razón
del porque no establecer en el propio código el
procedimiento respectivo, esto es, tanto para el
caso que la competencia se plantee entre jueces
de una misma entidad, como ya lo hizo en sus
artículos 1116 y 1117, como cuando la contienda
sea entre jueces de diversas entidades, o entre
éstos y los del Poder Judicial Federal o del Distrito
Federal, precisando la forma de substanciarse
hasta que el Juez resuelva si declina o no su
competencia, o si acepta o rechaza la inhibitoria respectiva, así como los recursos admisibles,
lo que no resulta contradictorio con el artículo
106 Constitucional, pues resuelto lo anterior la
contienda entre jueces propiamente hablando
surge cuando aquel en cuyo favor se declinó la
competencia no la acepta, o bien cuando aquel
a quien se le solicita se inhiba no lo hace, en
cuya hipótesis será la Suprema Corte de Justicia
de la Nación quien dirima la controversia, pero
entre tanto el procedimiento para llegar hasta
tal hipótesis es el que no quedó determinado
en la ley reformada.
En consecuencia, la propuesta concreta sometida a la consideración de esta H. Mesa es que
se adicione el capítulo respectivo del Código de
Comercio, para establecer con precisión la forma
de substanciar las cuestiones de competencia, y
concretamente la declinatoria y la inhibitoria, así
como sus consecuencias, cuando estas se plantean en relación a jueces de diversas entidades
federativas, o entre éstos y los de la federación o
del Distrito Federal, o entre los tribunales federales entre sí, hasta que en su caso, se remitan los
25
autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de naturaleza administrativa, o a la inversa que
para la decisión consecuente.”
dentro del procedimiento administrativo se
II.- El segundo problema cuyo estudio plan- argumente que la contienda es de naturaleza
teamos se encuentra en relación con el Código civil surgiendo en ese momento el problema
Procesal Civil del Estado y las reformas a la Consti- que nos ocupa.
tución Política de la entidad, de marzo de 1997.
Los Jueces de Primera Instancia, cuando se les
Nuestra Ley Procesal Civil, en sus artículos ha planteado el problema, sin decir nada sobre
121,122,123,125 y 215 establece los procedi- su competencia, han optado por remitir el expemientos a seguir para dilucidar las cuestiones de diente al Tribunal Superior de Justicia, para que
competencia que se plantean entre los Jueces se resuelva por alguna de las Salas en Materia
Civiles del Estado, estableciendo la forma en que Civil, apoyándose para ello en el contenido del
debe substanciarse la inhibitoria y la declinatoria, artículo 215 del Código Procesal Civil, precepto
así como sus efectos.
inaplicable, pues como ya se dijo anteriormente,
Como se apuntó en el párrafo anterior, las tal numeral reglamenta el trámite de la declinanormas en cuestión se aplican a los conflictos toria de competencia cuando se plantea entre
competenciales que se presentan entre los Jue- jueces del mismo estado y obviamente de la
ces Civiles de la entidad, pues aún cuando no hay misma competencia civil, como se advierte del
norma que expresamente así lo diga, basta ana- propio contexto de la norma que señala que la
lizar el contenido de los numerales citados para declinatoria se propondrá ante el Juez que se
darse cuenta de ello, además de que los conflictos estime incompetente, y que en su momento el
de competencia con jueces de otras entidades superior decidirá determinando y enviando los
federativas, o bien con jueces federales, tienen autos al Juez que se considere competente, esto
que resolverse conforme a las reglas del Código es, la norma habla simplemente de Jueces y éstos
Federal de Procedimientos Civiles, que en sus ar- tienen que ser de la propia entidad por lo que ya
tículos 28 al 38 da las bases para ello, precisando se expresó con anterioridad.
específicamente las hipótesis correspondientes.
Pero tal precepto no puede aplicarse para
Finalmente, no podría el Tribunal Superior de una cuestión competencial entre un Juez Civil y
Justicia del Estado, a través de sus Tribunales una Sala Regional del Tribunal Contencioso AdColegiados Civiles,
ministrativo, o con
arrojar competenla propia Sala Sucia a jueces de otro
perior, porque una
Las reformas o adiciones a las ya
estado o de otro
Sala en materia civil,
existentes, con frecuencia dejan lagunas
fuero, que no cono puede arrojar
que sólo son apreciadas cuando se ponen
rresponden a su
competencia oblien
vigor
y
su
aplicación
práctica
nos
revejurisdicción.
gatoria a otro tribula la deficiencia.
Lo anterior renal de especialidad
sultaba claro y
diferente, como el
per fectamente
administrativo, pues
definido mediante los criterios reiterados de los no es su superior común.
Tribunales, sin embargo en la actualidad se preEl artículo 56 fracción XIII de la Constitución
senta, cada vez con más frecuencia, un conflicto del Estado vigente, señala que corresponde al
competencial que no resulta previsto por nuestra Poder Judicial resolver los conflictos de compeLey Adjetiva vigente.
tencia que se susciten entre los Tribunales del
En efecto, dentro de los litigios de naturaleza Estado y los Juzgados, y el artículo 38 fracción XV
civil, sucede con frecuencia que se plantee la de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado,
incompetencia alegándose que el asunto es señala que concretamente es competencia del
26
Pleno del H. Tribunal Superior de Justicia, resolver ciones innecesarias en los procedimientos que
los conflictos de competencia que surjan entre atentan en contra del espíritu del artículo 17
las Salas del Tribunal, entre los Tribunales de lo Constitucional, por lo que se hace imperativo
entre
éstos y los
Juzgados y de Conciliación,
una reforma al Código ProContencioso
Administrativo
y de los Juzgados entre
cesal Civil, para el efecto de
...se hace imperativo una
sí, por lo que a ese nivel
precisar la forma de subsreforma al Código Procesal
no hay duda de que fitanciar la inhibitoria o la
Civil, para el efecto de
nalmente y planteada la
declinatoria, cuando éstas
precisar la forma de subscontroversia entre un Juez
se plantean competentanciar la inhibitoria o la
Civil y un Tribunal de otra
cialmente en relación con
naturaleza, será el Pleno
declinatoria, cuando éstas se
tribunales diversos del escomo superior común el
tado, como el Contencioso
plantean competencialmente
que la dilucide, sin desAdministrativo y los Jueces
en relación con tribunales
conocer que conforme al
Civiles, para determinar su
diversos del estado...
artículo 55 de la propia
trámite y efectos hasta el
Constitución, el Tribunal de
momento en que surgido
lo Contencioso Administrativo forma parte del el conflicto real o sea, el momento en que dos
Poder Judicial, pero no del Tribunal Superior de autoridades pretendan conocer o se nieguen al
Justicia, pero como quiera, la Ley Orgánica del conocimiento del negocio, sea el Pleno quien
Poder Judicial que por ende si le es aplicable, resuelva lo conducente.
dio la competencia al Pleno para conocer de la
Esto se puede lograr modificándose en pricuestión.
mer término el artículo 121 del Código Procesal
Sin embargo, ello no resuelve el problema por Civil en su párrafo primero, para señalar “las
cuanto a de qué manera se substancia el proce- cuestiones de competencia, entre jueces del
dimiento hasta llegar al punto en que el pleno estado, podrán promoverse por inhibitoria o por
resuelva, porque las normas procesales civiles declinatoria”, con lo cual precisaríamos en primer
no contemplan la posibilidad de controversias término el trámite correspondiente a conflictos
distintas de las planteadas entre jueces y esto es entre Jueces Civiles de la entidad.
lógico, pues cuando el código fue promulgado,
Debe adicionarse, por otra parte, un artículo
en primer término no existían los Tribunales que podría ser el 121 Bis, o el 126 Bis, señalanadministrativos en el estado, y por otra parte, do: “cuando las cuestiones de competencia se
cuando éstos se crearon, no pasaron a formar planteen entre jueces del estado y tribunales
parte del Poder Judicial, sino que se trataba de estatales diversos, la declinatoria se propondrá
organismos autónomos regidos por su propia ante el Juez que se estima incompetente, pidiénley.
dole que se abstenga del conocimiento y remita
La ley de Justicia administrativa no contempla los autos al tribunal considerado competente,
disposición alguna relacionada con la compe- el Juez con suspensión del procedimiento y
tencia, y el Código de Procedimientos Adminis- vista a la parte contraria por tres días, resolverá
trativos para el Estado de Veracruz, que entró en lo conducente sosteniendo o declinando su
vigor el primero de Mayo del año en curso, solo competencia.
se refiere en sus artículos 312 y 331 a la incomEn caso de que el Tribunal al que se le declina
petencia por razón de territorio, no existiendo la competencia no acepte ésta, remitirá los autos
mención alguna a la incompetencia por razón al Tribunal Superior de Justicia del Estado, para
de la materia, que como ya dijimos se plantea que el Pleno resuelva lo conducente.
como un fenómeno real en la entidad.
La inhibitoria se planteará ante el Juez que se
Lo anterior esta generando confusión y dila27
estima competente, pidiéndole que dirija oficio
al Tribunal estimado incompetente para que se
abstenga del conocimiento y le remita los autos,
y en caso contrario para que los envie al Tribunal
Superior de Justicia para que el pleno determine
lo que proceda, comunicando lo conducente
al Juez requirente para que a su vez remita el
expediente formado.
Cuando un Juez del estado reciba un oficio
inhibitorio de otro tribunal estatal diverso, previa
vista a las partes y con suspensión de procedimiento, resolverá si se inhibe del conocimiento,
en cuyo caso le remitirá al requirente los autos
originales, o bien si sostiene su competencia, en
cuyo caso lo comunicará al requirente para que
envie el expediente formado al Tribunal Superior
de Justicia para que el Pleno resuelva lo conducente, enviando a su vez los autos originales para
la decisión respectiva.
Las resoluciones finales pronunciadas por el
Juez en los trámites de competencia referidos
serán apelables en ambos efectos.”
Creemos que también el nuevo Código de
Justicia Administrativa para el estado de Veracruz
debe ser adicionado, pues obviamente ante los
tribunales administrativos no solo se planteará
la incompetencia por razón de territorio, sino
también en razón de la materia, como ya viene
sucediendo.
Como se dijo al inicio de este trabajo, las
reformas que generaron los problemas comentados tuvieron como finalidad el mejoramiento
de la impartición de justicia en general, pero
es evidente que en lo particular presentan
deficiencias que la práctica nos ha enseñado,
y que la solución a las mismas tiene que darse
necesariamente por la vía legislativa, procurando
el perfeccionamiento de los sistemas, que necesariamente cambian ante la creación de nuevas
instituciones, de conformaciones diversas de los
organismos y de reclamos sociales distintos, siendo precisamente esa la finalidad que se persigue
al exponer los problemas planteados.
1.- CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO DE
VERACRUZ
2.- LEY ORGANICA DEL PODER JUDICIAL DEL
ESTADO.
3.- CODIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL
ESTADO
4.- LEY DE JUSTICIA ADMINISTRATIVA
5.- CODIGO DE PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS PARA EL ESTADO DE VERACRUZ.
LEYES:
28
29
“NECESIDAD DE ESTABLECER
ORGANOS JURISDICCIONALES PARA EL CONTROL CONSTITUCIONAL DE LAS ENTIDADES FEDERA TIVAS”
En una sola palabra se albergan a través de su
historia todos los ideales y esperanzas de la sociedad de cada Entidad Federativa, y esa palabra
se denomina JUSTICIA
Lic. Raul Pimentel Murrieta*
I.- ANTECEDENTE Y EVOLUCION DE LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA ESTATAL.
El Estado Mexicano, determinó en la Constitución redactada en el año de 1824 erigirse en
una República Federal. respetando la Soberanía
de cada una de las entidades federativas y su
derecho a legislar y disponer de sus propios
tribunales jurisdiccionales, puntualizando en su
articulo 160, lo siguiente: «El Poder Judicial de
cada Estado se ejercerá por los tribunales que
establezca o designe la Constitución; y todas las
causas civiles o criminales que pertenezcan al
conocimiento de esos tribunales, serán fenecidas
en ellos hasta su ultima ins
Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Catedrático de
la Universidad Xalapa, Secretario de Estudio y Cuenta del
Primer Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito, Integrante
del Primer Consejo de la Judicatura.
tancia y ejecución de la ultima sentencia.
Tal espíritu ha perdurado en esencia a lo largo
del recorrido histórico de la justicia de nuestro
país, por lo que, el Poder Constituyente de Querétaro, reiteró en la vigente Constitución Política
Mexicana, el respeto a la libertad y soberanía de
los estados en su régimen interior, plasmando en
el articulo 40 el sentimiento de la ciudadanía de
constituirse en República, Representativa, Democrática y Federal, compuesta de estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen
interior, pero unidos en una Federación.
La capacidad de legislar, existe como una
facultad para dictar la Constitución Local, en
carácter de norma suprema del
30
Estado. que aun cuando no puede contravenir los términos de la Constitución General de
la República, está legitimada para extender en
numero o alcance las garantías individuales; sin
soslayarse la circunstancia de que de la Constitución Estatal derivan las leyes que requieren los
asuntos de la competencia de las autoridades
locales, acorde a lo establecido en el articulo 124
de nuestra carta magna, al expresar que las materias que no corresponden expresamente a la
Federación serán competencia de los Estados.
A través del ejercicio de la soberanía, las entidades federativas han logrado innumerables
blasones en el universo de la justicia, entre los
cuales basta citar a titulo de antecedentes los
aspectos siguientes:
El Estado de Veracruz en el año de 1835, elaboró el primer Código Penal de México y segundo
de la América independiente.
El Estado de Yucatán en el año de 1841, instaló
la Suprema Corte de Justicia del Estado, para
Conocer del Amparo contra Leyes, facultando a
los Jueces de Primera Instancia para el trámite
de Juicios con motivo de la vulneración de los
derechos de los gobernados contra actos que
no correspondieran al orden judicial; estimándose como el primer antecedente del Juicio de
Amparo.
Asimismo cabe destacar, que cada una de
las entidades federativas, ha aportado a través
de sus gobernantes y Juristas ejemplares, instituciones y normas que han evolucionado la
esfera del derecho, dando origen a la justicia
alternativa; que comprende la conciliación, mediación y arbitraje, como instrumentos para la
ágil solución de controversias; redes informáticas
y tecnología de punta, instalación de consejos
consultivos; inamovilidad judicial; construcción
de juzgados tipo; fideicomisos de fondo auxiliar
para la administración de justicia, ley de justicia
indígena, ley de violencia Intrafamiliar, fondo
de compensación para las víctimas, ley de responsabilidades de los servidores públicos del
estado, independencia presupuestal, tribunales
especializados, unidad de jurisdicción, profesio-
nalización de la carrera judicial, y otros tantos
retos y perspectivas, que seria interminable
enunciar en su integridad, que Corresponden a
la correcta conducción de la nave en los mares
procelosos de la justicia.
II.- SISTEMA DE CONTROL CONSTITUCIONAL.
El control de la Constitución es el sistema establecido por la ley, la mayoría de las veces por
los legisladores constituyentes para mantener
incólume el orden constitucional y con el respeto
debido a la ley fundamental de un país, así como
a su exacto cumplimiento.
La exégesis del control constitucional se concentra en dos horizontes: proteger las Garantías
Individuales o evitar que se vulnere la soberanía
de los Estados que integran la Federación.
En tal consecuencia, resulta evidente que al
exstir órganos y reglamentación para el control
Constitucional Federal, en nada afecta y por el
contrario fortalece la autonomía de las Entidades Federativas la creación de normas jurídicas
y tribunales especializados para preservar las
garantías establecidas en las Constituciones
Políticas de cada Estado que, corresponde a
un girón territorial del mosaico de la República
Mexicana.
III.- CREACION DE UN ORGANO JURISDICCIONAL
ENCARGADO DEL CONTROL CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE VERACRUZ.
En la Constitución Política del Estado de Veracruz, vigente a partir del día cuatro de febrero
del año dos mil, para el establecimiento de un
Organo de control de la Carta Magna invocada,
se tuvo presente que una de las decisiones políticas fundamentales del Estado mexicano, es su
conformación en una Federación compuesta de
Estados Libres y Soberanos en todo lo concerniente a su. régimen interior.
La separación entre el área de la competencia
federal y el área de competencia de las entidades
31
federativas tiene, en la constitución una precisa
delimitación en el articulo 124, al precisar que las
facultades que no estén expresamente concedidas por la carta magna a los funcionarios federales se entienden reservadas a los estados.
Para lograr su propósito se faculta al Pleno
del Tribunal superior de Justicia del Estado, a
efecto de conocer de las controversias constitucionales que surjan entre dos o más Municipios,
un Municipio y el Poder Ejecutivo o Legislativo,
así como la contienda entre estos dos Poderes,
siempre que las controversias versen sobre
disposiciones generales de las dependencias
mencionadas y la resolución del Pleno las declare
inconstitucionales.
También se le otorga competencia para conocer de las acciones de inconstitucionalidad
en contra de leyes o decretos que se consideren contrarios a la constitución estatal y que se
ejerciten dentro de los treinta días siguientes a
su promulgación y publicación.
Se establece la facultad del Pleno para el conocimiento de acciones por omisión legislativa,
cuando se considere que el congreso no ha
aprobado alguna ley o decreto y su omisión afecte el debido cumplimiento de la constitución,
determinándose en la resolución un plazo que
comprenda dos periodos de sesiones ordinarias
del congreso para que expida la ley o decreto de
que se trate y para el caso de que no se atienda
la resolución, el Tribunal Superior de Justicia
dictará las bases a las que deban sujetarse las
autoridades, en tanto se expida el ordenamiento
legal correspondiente.
Para la tutela de los derechos individuales
que reconoce la actual Constitución, se instaura
el juicio de protección del que conocerá la Sala
Constitucional del Tribunal Superior de Justicia,
estableciendo un mecanismo para que las personas gocen de los derechos enunciados, así
como los que se reserve el pueblo de Veracruz,
porque un texto normativo supremo no se limita
a la regulación de los órganos de gobierno, sino
a la consagración, respeto y enaltecimiento de
los derechos del hombre, para permitir el reco-
nocimiento y protección de los derechos mas
recientes, relacionados con el ambiente, el honor,
la intimidad, el desarrollo de la personalidad y el
derecho a estar informados de las actividades
realizadas por sus representantes políticos.
De igual forma se faculta a la Sala Constitucional para sustanciar los procedimientos en
materia de controversias constitucionales, acciones de inconstitucionalidad y acciones por
omisión legislativa.
También se establece la posibilidad de impugnar por la vía jurisdiccional las resoluciones
del Ministerio Publico sobre la reserva de la
averiguación previa, el no ejercicio de la acción
penal y su desistimiento, que se tramitará en
única Instancia por la Sala Constituional.
Por otra parte, se garantiza el derecho de petición, al obligar a la autoridad a dar respuesta
escrita, motivada y fundada, en un máximo de
sesenta días naturales.
IV.- NECESIDAD DE ESTABLECER ORGANOS JURISDICCIONALES ENCARGADOS DEL CONTROL
CONSTITUCIONAL EN LAS ENTIDADES FEDERATIVAS DE LA REPUBLICA MEXICANA.
Al Tomar en consideración:
a). Que cada día en todo el orbe ganan mayor relevancia los tribunales especializados en
materia de justicia constitucional, pues éstos
no solamente asumen el gran reto de controlar
el apego a la constitución del legislador, depositario de la voluntad popular, sino también velan
que ninguno de los miembros de la sociedad
se vea reducido en el disfrute de sus derechos
fundamentales, a fin de garantizar la reflexiva
lectura de la Carta Magna y su interpretación
y aplicación uniforme, institucionalizándose
en forma detallada entre otros en los países de
Venezuela, Portugal y España
b ). Que se debe regular de modo coherente e
integral, todo el sistema de la jurisdicción constitucional, es decir, los principios básicos que
los rijan, su posición frente a los demás órganos
judiciales, sus limites, el régimen especifico de
32
competencias, los procedimientos que deban conferida por la historia, como lo ha logrado en
tramitarse y los efectos, en cada caso, de las este aspecto la Entidad Veracruzana, en donde
sentencias que se emitan.
si bien se encuentran pendientes de estudio y
c). Que cada entidad tiene su propio régimen aprobación por el Congreso del Estado, normas
legal, encabezado por una constitución local, con procedimentales que permitan el cumplimiento
una demarcación geográfica delimitada, con una estricto de sus atribuciones por la Sala Constitupoblación y una organización de poderes locales, cional, es evidente que al plasmarse en la Constiejecutivo, legislativo y judicial y una organización tución Local se enmarca el horizonte promitente
política y administrativa basada en el numero de para otorgar a los ciudadanos la justicia que se
municipios libres y autónomos que determina la reclama.
legislación de cada entidad federativa.
Ante tales premisas, en la cobertura del silogismo, se arriba a la conclusión de que las Entidades Federativas en uso de la soberanía de que
disfrutan consideren la posibilidad de establecer
órganos o mecanismos de control constitucional,
con la finalidad de salvaguardar los derechos que
. . .una ley federal no prevaen relación a la Justicia lolece sobre la local, sino que
cal y conforme a la historia
se aplica la expedida por la
les corresponde.
CONCLUSIONES:
autoridad competente
PRIMERA. El Estado Federal Mexicano se crea
en la Constitución Política y es la propia ley
fundamental la que constituye dos órdenes subordinados a ella: La Federación y las Entidades
Federativas, a las que señala su competencia y
limites, además de que entre estos dos órdenes
no existe subordinación sino coordinación, por
lo que se debe establecer como apotegma que
una ley federal no prevalece sobre la local, sino
que se aplica la expedida por la autoridad competente.
SEGUNDA. Es conveniente que los Estados
en la prosecusión del ejercicio de su Soberanía,
establezcan un órgano jurisdiccional encargado
del control de la Constitución Política Local.
TERCERA. En su consecuencia, es necesaria
una reforma sustancial en las constituciones
políticas de los Estados, para instaurar tribunales
que asuman la función de su especialización en
la materia, para cumplir con la obligación legal
33
34
En materia de reincidencia
UN CRITERIO JUDICIAL ERRONEO
Mag.Eugenio Vázquez Hernández*
Con fecha 22 de marzo del año en curso, el
Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito al resolver el juicio de amparo
directo número 75/2001, adoptó un criterio
a todas luces erróneo en relación al instituto
jurídico-penal de la reincidencia.
Ahí dejó establecido al interpretar el artículo
69 del Código Penal para el estado de veracruz,
que dicho precepto “se refiere a los delitos dolosos o intencionales y excluye a los culposos o
imprudenciales, pues respecto de éstos debe
tomarse en consideración la mayor o menor
gravedad de la culpa en que se haya incurrido”;
o sea, que no se puede sancionar a un sujeto
como reincidente, si el segundo delito por el que
se dicta sentencia en términos del artículo 25 de
la propia ley es culposo, o bien, cuando tanto
el primero como el segundo (o los que siguen)
son culposos; constriñendo la existencia de la
reincidencia únicamente para quienes cometan
ilícitos dolosos; en apoyo de lo cual invocó la tesis
emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación -Quinta Epoca- cuyo
rubro y texto son del tenor siguiente:
REINCIDENCIA, NO EXISTE EN LOS DELITOS
COMETIDOS POR IMPRUDENCIA.- Tratándose de delitos cometidos por imprudencia,
es decir, no intencionales, no es jurídico ni
legal considerar como reincidente al acusa-
do porque la reincidencia o reiteración en la
comisión de hechos delictuosos, sólo puede
referirse a delitos intencionales, de acuerdo
con el artículo 21 del Código Penal del Distrito Federal y de los antecedentes jurídicos y
filosóficos que informan tal precepto, ya que
en él se habla que se cometa un nuevo delito,
procedente de la misma pasión o inclinación
viciosa del agente.
Amparo penal directo 279/40. Mández
Campillo Melesio. 29 de marzo de 1940.
Unanimidad de cinco votos. La publicación
no menciona el nombre del ponente.
Ahora bien, en primer término debe decirse
que es diferente el contenido de los artículos
21 y 69 de los Códigos Penal para el Distrito Federal y Veracruz, respectivamente, en donde se
prescribe lo relativo a la reincidencia. En efecto,
el primero establece que “si el reincidente en el
mismo género de infracciones comete un nuevo
delito procedente de la misma pasión o inclinación viciosa, será considerado como delincuente
habitual, siempre que las tres infracciones se
hayan cometido en un periodo que no exceda de
diez años”, lo que se ha interpretado en el sentido
de la tesis invocada, es decir, que solamente puede haber reincidencia en tratándose de delitos
dolosos mas no culposos; en cambio, nuestra Ley
Magistrado integrante de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
35
Penal no hace distingos acerca de la naturaleza
de los delitos cometidos, y simplemente señala
que: “Al reincidente se le aplicará la sanción que
debiera imponérsele por el último delito cometido, la que podrá aumentarse hasta el máximo
de treinta ños de privación de libertad, según la
peligrosidad del delincuente”.
móviles del delito, los daños materiales y morales
causados, el peligro corrido, las circunstancias
que concurrieron en el hecho y las condiciones
personales del ofendido...”; por lo tanto, establece las mismas exigencias a la hora de aplicar el
arbitrio judicial -entre otras, tomar en cuenta la
peligrosidad como criterio principal de la política
punitiva-, lo mismo tratándose de delitos dolosos
que culposos. Sin embargo, la obligatoriedad
de considerar también el grado de la culpa en
tratándose de delitos imprudenciales, tiene su
origen en la jurisprudencia obligatoria -Sexta
Epoca de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuyo rubro y texto rezan así:
IMPRUDENCIA. DELITOS POR. INDIVIDUALIZACION DE LA PENA.- La mayor o menor gravedad de
la imprudencia es factor básico para individualizar la
pena que se aplique a los responsables de los delitos
culposos.
Sexta Epoca.
Amparo directo 2606/57.- Vicente Cuevas Hernández.- 21 de septiembre de 1957.- Unanimidad de cuatro votos.En Veracruz, el juzgador debe
Ponente:Juan José González Bustamente.
atender al momento de imponer las
sanciones a un acusado por un delito imprudencia, tanto a la gravedad
de la culpa como a la peligrosidad
de aquél...
Por otra parte, hay Estados como chihuahua, cuya
Ley Penal establece expresamente que los delitos imprudenciales deben sancionarse tomando en cuenta
el grado de culpa, y los dolosos con base en la
peligrosidad que se advierta en el sujeto activo
del delito; en otros, como el Estado de México
y San Luis Potosí, los ilícitos imprudenciales se
sancionan tomando en cuenta el grado de la
culpa y además la peligrosidad del acusado.
En Veracruz, el artículo 65 del Código
Penal prescribe que “Los jueces al pronunciar la
sentencia que corresponda, fijarán las sanciones
que estimen justas, dentro de los límites establecidos por este Código, apreciando conforme a su
prudente arbitrio, los antecedentes y condiciones
personales del responsable, su peligrosidad, los
Amparo directo 3189/56.- Manuel Navarro García.- 24 de septiembre de 1957.- Unanimidad de
cuatro votos.
Amparo directo 2754/57.- Marco Antonio Arteaga
Covian.- 26 de septiembre de 1957. Cinco votos.
Amparo directo 3729/57.- Angel Gutiérrez
Chávez.- 10 de junio de 1958.- Unanimidad de cuatro
votos.- Ponente: Rodolfo Chávez Sánchez.
Amparo directo 2032/59.- Adrián García Torres.- 1º
de octubre de 1959.- Cinco votos.- Ponente: Rodolfo
Chávez Sánchez.
36
De lo anterior se colige lógica y jurídicamente
que en Veracruz, el juzgador debe atender al
momento de imponer las sanciones a un acusado
por un delito imprudencial, tanto a la gravedad
de la culpa como a la peligrosidad de aquél, ya
que donde la ley no distingue el juzgador no
está autorizado a distinguir so pena de violar
la ley, máxime que la propia Suprema Corte ha
convalidado este criterio en jurisprudencia firme
y criterio aislado que son como siguen:
REINCIDENCIA, DECLARACIÓN DE LA. Para la declaratoria y punición de la reincidencia es indiferente
que los delitos que la motivan sean intencionales o
imprudenciales.
Sexta Época:
Amparo directo 260/59. Antonio López López. 2
de abril de 1959. Unanimidad de cuatro votos.
Amparo directo 7450/59. Carlo Romo Andrade. 12
de marzo de 1960. Unanimidad de cuatro votos.
Amparo directo 4643/61. Ramón Polanco Cárdenas. 21 de septiembre de 1961. Cinco votos.
Amparo directo 8168 /61. Eloy Vázquez Sánchez.
18 de enero de 1962. Unanimidad de cuatro votos.
Amparo directo 8271/62. Librado Zubia Ferrales.
21 de noviembre de 1963. Unanimidad de cuatro
votos.
REINCIDENCIA. Es cierto que algunos tratadistas
consideran no idónea la reincidencia si el antecedente
delictivo es de especie intencional y el nuevo de grado
culposo, en virtud de que el agente, sin querer el resultado lo realiza por imprudencia y por consiguiente
, agregan que, no se sabe si la pena se cumplió con la
finalidad correctiva o intimidatoria; sin embargo las
nuevas tendencias de política criminal consideran
que la represión de la conducta de un sujeto está
en función de la peligrosidad, de suerte que sea con
antecedente de culpa o por dolo, el agente amerita
aumento de sanción cuando recae. Pero esencialmente, si el legislador local no distingue al habler de
la reincidencia de las especies de la culpabilidad, sino
que lisa y llanamente se refiere a nuevo delito. Es indubitable que en el caso fue correcta la calificación del
sentenciador impuesta al acusado de ser reincidente,
en virtud de que consumó nueva infracción cuando
no había extinguido la anterior pena por haberse
acogido al beneficio de la condicional.
Amparo directo 2440/58.J.Cruz López. 21 de
enero de 1959. 5 votos. ponenete: Agustín Mercado
Alarcón.
puede sustentar otros cuatro en el mismo sentido en breve tiempo, y hacerlo obligatorio para
los jueces del orden común en términos del artículo 193 de la Ley de Amparo. Y es ese el motivo
de nuestra preocupación. Ya que de esa manera,
no sólo se estarían derogando en la práctica
algunos contenidos de nuestra Ley Penal, sino
abriendo una puerta más a la impunidad, a la vez
que se burlaría el sentir de la sociedad expresado
por voz del legislador que a diferencia de otros,
ha querido que en Veracruz a quien cometa un
delito cualesquiera que sea su naturaleza, después de otro por el que se le haya condenado
mediante sentencia ejecutoriada, se le castigue
como reincidente y se le imponga una sanción
privativa de libertad que sumada a la decretada
por el último delito, puede llegar hasta un máximo de treinta años según su peligrosidad.
Lo delicado del asunto es que el Tribunal
que emitió el criterio que ahora se critica, bien
37
Derecho, verdad y sentencia
Alfredo Hernández Campillo*
Puesto que cada uno es libre de interpretar muchas cosas a su modo,
el problema de la validez de la interpretación
constituye la obvia contraparte de una interpretación
potencialmente exenta de cualquier límite
Mauricio Ferraris
El siguiente ensayo gira en torno a una pregunta
surgida a raíz de la lectura de Interpretación and
Legal Theory de Andrei Marmor. La inquietud
tiene que ver con el derecho, sus posibles condiciones de verdad y la relación que guardan éstos
dos conceptos, con las sentencias emitidas por
los tribunales de nuestro país. La exposición que
desarrollaré, pretende también interrogar sobre
cómo son posibles sentencias en sentido lato,
que compartan un referente común denominado derecho y que a la vez giremos en el ejercicio
de éste, en torno al concepto de verdad como
elemento validador de una resolución judicial.
El desarrollo de la argumentación me impone la aceptación de una postura ontológica
del derecho y un nivel epistémico de abordaje
que a veces crea más compromisos que respuestas a los problemas planteados, por lo que desarrollaré un proceso analítico-descriptivo como
herramienta metodológica. Así que al preguntar,
he dejado que la misma problemática desarrolle los puntos centrales de estas líneas. Siendo
sustancialmente el de precisar los diferentes
niveles de interpretación del derecho en nuestra
contemporaneidad. Delimitar desde dónde se
pueden abordar las conceptualizaciónes de eso
que denominamos derecho y las problemáticas
que presentan. En la segunda parte expongo
cuatro de las posturas más importantes sobre
la verdad. Las cuales desde luego son mucho
más amplias y tienen muchos más matices de
los que yo enumero en este trabajo. No olvidemos que la filosofía siempre ha tenido un
enorme interés por el concepto de verdad, y
aun cuando existe ya una posibilidad de reconfortamiento en la epistemología, al considerar
que las posturas totales no pueden dar cuenta
de todo lo que denominamos de manera común
como realidad, en algunas partes de nuestra
construcción social como el derecho, siguen
firmemente arraigadas algunas de las ofertas
ofrecidas por la verdad. Y que no son otra cosa
que posturas con aspiraciones de totalidad y
certidumbre. El arraigamiento de las posturas
metafísicas no es en si mismo un problema, ya
que bien podemos transitar en un momento
*Licenciado en Derecho, Maestrías en Derecho Constitucional y Amparo(UAT) y en Filosofa(UV) alumno del Doctorado en Derecho Público en la Universidad Veracruzana.
38
dado y abandonar al menos en un primer intento esta postura; siempre hay algo que queda en
el lenguaje como remedo de una cosmovisión
que si bien puede ser abandonada, sigue viva
al estarla referenciando con conceptos que no
hemos podido sustituir. Los sustantivos al igual
que los adjetivos nos han hecho mucho bien,
pero también se han convertido en anclajes que
nos atan a conceptualizaciones que no puede
dar cuenta de su condición o pretensión. Y no es
sólo una postura que por un lado nos imponga
rechazar una determinada visión del derecho y
por el otro nos imponga la condición de seguir
utilizando el mismo lenguaje, es de alguna
manera una realidad que no se pude negar:
tenemos visiones nuevas con lenguajes viejos.
Pero es más que eso, es la inveterata consuetudo
de no reflexionar sobre las implicaciones que
nos impone un constructo lingüístico. Y si bien
como decía Nietzsche no podemos saltar fuera
de nuestra sombra, es claro que la visión de la
sombra puede ser modificada para redefinir
que es lo que esperamos del derecho. No quiero
con lo anterior decir que el derecho se sustenta
como dirían Dworkin en un problema de semántica; por el contrario el problema es mucho más
complejo, está imbricado de factores que no se
pueden trabajar con visiones reduccionistas.
Verlo como estructura, como organismo, como
adecuacionismo o como cosmovisión, no son
sino indicadores de la misma problemática que
éste tiene.
*
DERECHO.
Determinar en qué consiste el derecho
nos remite inmediatamente a otra pregunta ¿a
qué tipo de derecho nos referimos? ¿desde qué
postura teórica? ¿a cuál de todos los derechos?
¿de qué época? ¿de qué país? ¿al de un autor
en especial o de una escuela? ¿A un concepto
determinado de derecho dentro de una compleja teoría o al concepto que ofrece la teoría
en su conjunto?. Vemos claramente como dice
Gadamer en Verdad y método, en la pregunta
se halla sugerida la respuesta. Tenemos entonces que el derecho pide muchas cosas antes
de permitir siquiera ser delimitado. Por lo que
desde el mismo enfoque, estaríamos perfilando
el tipo de definición que daremos de derecho.
Muy bien podríamos hablar entonces de derechos en lugar de derecho. El sólo preguntar si
podemos referirnos en singular y no en plural
nos mete en un callejón metafísico, que bien
valdría la pena como tema de un ensayo futuro.
O sería prudente decir, si cuando definimos el
concepto de derecho, lo estamos haciendo en
un uso coloquial que nos refiere a un término
más o menos compartido por una comunidad
de estudiosos del tema, o nos referimos a una
postura muy personal que estamos desarrollando y que no es del todo conocida. En el Imperio
de la justicia ya Dworkin refirió que la mayoría
de los desacuerdo en el derecho son problemas
de interpretación que muchas veces se arreglan
siguiendo un patrón de estipulación conceptual
que nos defina qué es cada cosa, y que rol jugará
en el lenguaje jurídico. En el foro, tanto los litigantes, los que ejercen la representación social
o los que juzgan, no nos ponemos de acuerdo
sobre que es eso que denominamos derecho.
Suponemos que es un concepto compartido
y que está contenido en un corpus juridicus,
pero nunca dilucidamos sobre la consonancia
conceptual de lo que estamos entendiendo por
dicho término. Consideremos algunas situaciones que no permiten la facilidad en cuanto a la
estipulación de dicho contenido. Podemos decir
que el concepto derecho como construcción
social, ha transitado por muchos momentos
distintos. Y aun cuando éste se ha estudiado
con tintes de novedad, se puede decir que en
el siglo veinte nos son heredados tres troncos
en donde se consideran la mayoría de teorías
sobre el derecho: uno naturalista, uno religioso
y uno positivista. Y aun cuando nos apabulle
información sobre conceptos de derecho en Platón y Aristóteles, o visualizaciones del derecho
en la alta, media o la baja edad media; o en la
Ilustración o en el idealismo Alemán, en el rea39
lismo o en el historicismo; o en el normalicismo
o intuicionismo, todas estas conformaciones
están consideradas en los tres rubros antes
mencionados.
Cada momento histórico ha construido
una propuesta del derecho y ha luchado por
imponerla, no siendo en verdad esto lo más
destacable; sino la propuesta argumentativa
que el mismo concepto propone para validarse
a si mismo. Ya que a fin de cuentas, las posturas
teóricas a veces se imponen por otro tipo de
fuerzas, pero sus debilidades o fuerzas en su
argumentación se mantienen listas para ser
estudiadas.
Haciendo al respecto una apología de la
filosofía del derecho, y de los que la consideran
poco aportadora de soluciones a los problemas
añejos del derecho. Es pertinente mencionar
que todos los que ejercen de alguna manera el
derecho, sin considerarlo, están sujetos a las propuestas teóricas que se ofrecen. Y el considerar
que el ejercicio «práctico» del derecho es muy
superior al ejercicio «teórico», sólo es estar considerando la consecuencia y no la génesis. Así
que quienes están interesados por los aspectos
teóricos del derecho, tienen mejores posibilidades de entendimiento de las problemáticas, que
quienes sólo ponderan su aspecto práctico en
cualquiera de sus modalidades.
Así que para estar en condiciones de dilucidar qué es el derecho tentativamente en este
ensayo, tenemos entonces que referirnos a él
como una postura positivista la cual desde luego
acarrea toda la problemática de certidumbre
y verificabilidad que el positivismo tiene. Pero
aun así de acotado genera problemas, ya que
tenemos una teoría del derecho que lo concibe
como un sistema formalista al estilo de la lógica, generando una axiomatización del mismo
a niveles que desde luego lo alejan mucho del
referente inmediato de nuestra realidad. Existe
otra construcción del derecho que se apoya en
el historicismo, la cual plantea que el concepto
de derecho obedece en mucho al momento histórico en que se concibe la teoría. Esta postura
como se podrá entender ha sido atacada de
relativista, generando una interesante polémica
para determinar cual es la postura que asumen
los que la consideran inconstante. Existe otra
postura denominada naturalista que considera
el derecho como algo cuya condición nos es
natural, se le conoce también como jusnatural.
Existe otra visión del derecho que lo considera
como surgido de una visión teológica que desde
luego cada vez tienen mayores dificultades para
validar su postura. Hay quien considera otra
postura al referirse al derecho como algo que
está justificado desde la axiología, la cual como
se debe suponer, presenta serías dificultades racionales para justificar su postura jurídica a nivel
práctico. Lo anterior lo enumero para reflexionar
a qué nos referimos cuando tratamos de hablar
sobre el derecho, y asumimos apresuradamente
que nuestro interlocutor está hablando del mismo concepto de derecho, sin que en realidad
hayamos transigido ni estipulado, a qué tipo de
derecho nos estamos refiriendo.
El derecho visto como un objeto de
primer orden, colocado desde la filosofía de
la ciencia, la cual se ubica así misma en el segundo nivel, puede ser abordado de diversas
maneras. Tenemos así por ejemplo como ya
dijimos, un derecho construido sobre una base
naturalista. Donde los postulados principales y
su apelación van en el sentido de buscar valores que desde luego no tienen referentes que
nos permitan discutir en torno a algo común a
todos, al menos de primera intención, aquí ya
se mezclo jusnaturalismo con axiología. Esta
teorización del derecho soportada en valores
supremos, muy bien permite validar todo tipo
de supuestos. Ante la amplia y dúctil posibilidad
de justificar todo tipo de postulados sustentados en el ámbito de la naturaleza, el definir que
es eso que llamamos derecho resulta posible y
además fácil. Veamos por ejemplo la dificultad
que implica hablar del derecho definiéndolo
como algo justo. La justicia como avaladora del
derecho propicia que el definirlo desde este
tipo de sentidos, genere inconformidades con
40
respecto a lo que el derecho íncitamente ofrece.
La mayoría de las veces nuestra realidad en el
foro no corresponde con lo que el Dr Adolfo de
la Sienra denomina conocimiento preteórico. La
primera intuición de las personas que por una u
otra causa se acercan al derecho es sustentada
por esta visión de origen naturalista. Y es la más
compartida por la población.
En el ejercicio del derecho, una problemática se sitúa en la interpretación. El proceso
litigioso se desarrolla en términos de un escamoteo por posicionarse de la norma que mejor
conceptualice el caso de derecho que esté en
controversia. No ponemos en cuestión ni la
intencionalidad de la norma, ni el proceso con
el cual ésta se ha de interpretar, sólo debatimos
en torno a la interpretación de la misma norma.
Y en este momento tan básico del proceso legal, tampoco estamos a la consideración de si
la interpretación de la norma la tenemos que
hacer teleológica, contextual, histórica, literal,
referencial, metafísica, o sociológicamente etc.
Para los que ejercemos el derecho, la mayoría
de las veces estamos al referente literal, cuando
esto es posible, ya que al no serlo, surge entonces otra problemática. ¿Cómo tendremos que
interpretar la norma para estar en el mismo nivel
de consonancia interpretativa, y poder dirimir
las diferencias en cuanto al derecho aplicable?.
Lo anterior, es porque si ambas partes aducen
tener la razón en términos de interpretación de
una norma que les beneficia, puede ocurrir, que
el nivel de discusión sea un pseudoproblema,
generado por dos niveles de interpretación diferentes, pero vinculados a un mismo problema
jurídico. Pero la problemática no queda ahí, toda
vez que sobre el procedimiento en sentido general pueden ocurrir muchas cosas. Si el problema
de la interpretación en el derecho fuera exclusivamente sobre un solo punto, la cuestión podría
ser zanjada, pero tenemos que las discusiones
en la mayoría de los casos, obedecen a dos o
más puntos de diferencia que se dan entre los
litigantes, y que no necesariamente deberán ser
considerados a la hora de emitir una resolución
un juez. Tenemos entonces una multiplicidad
de interpretaciones sobre uno o varios puntos
en un litigio. La proveeduría de pruebas por
las partes, sólo es un indicador de los diversos
puntos de vista en cuanto a la interpretación del
derecho, donde no necesariamente se sigue que
uno de los dos tenga la razón, y eso suponiendo
que el derecho ya haya contemplado el caso
que está en disputa. Toda vez que puede estarse
litigando en un foro, un asunto que a la larga tal
vez siente un precedente judicial y que no está
contemplado en el derecho en el momento del
litigio. Una pregunta en este punto sería saber, si
dentro de la perfectibilidad del derecho, podemos considerar las lagunas que se detectan en
los procesos y que conformarán un precedente
a modo de tesis aislada. ¿De dónde surge la
confianza que le tenemos al derecho cuando lo
suponemos completo, y pese a ello consideramos que existen posibilidades de lagunas?.
Cuando en el ejercicio del derecho nos
enfrentamos a alguna resolución, siempre consideramos que el derecho es algo que se nos debe
otorgar en base a cierto tipo de manifestación
de agravios que referencian directamente a una
normatividad. El problema se complica, cuando
de las resoluciones referidas surgen condiciones
que no se ajustan a lo que consideran las partes
respecto de lo preceptuado en la norma. Si la
situación fuera tan simple como referirnos a
una norma, entonces no existirían diferencias
entre las partes e inconformidades con las resoluciones de las autoridades. Peleamos por
dos tipos de diferencias: una que se refiere a las
inconformidades del procedimiento incumplido
o cumplido de manera deficiente y otra que se
refiere a lo que consideramos que son los intereses que se defienden y que no tienen que ver con
el procedimiento sino con lo que se denomina
el fondo. Algunos el fondo lo confunden con
la justicia, y más adelante veremos porque se
da esta confusión. Sin embargo si ésta división
fuera tan simple y tan clara, el problema no sería
mayor, pero en la realidad esta diferencia teórica
se confunde de tal manera, que no se sabe cual
41
es el problema, si de fondo o de forma. Tenemos
por ejemplo una prueba rechazada por en juez,
por no ser ofrecida de acuerdo al procedimiento
marcado por la norma, pero que al desecharse
ésta afecta contundentemente al fondo. Ahora
bien, el problema no para ahí, si consideramos
además que litigantes y autoridades consideran
como compartido otro concepto y que en realidad no lo es todo se va complicando.
Tenemos entonces que las partes en
un proceso apelan a la verdad, se habla de la
verdad histórica, de la verdad en la sentencia,
se protesta lo necesarios que implica decir la
verdad, se habla de la verdad con la mayor de
las naturalidades; sin embargo, veamos a que
nos podemos referir con el concepto de verdad
y notaremos que la cosa no es tan clara.
**
VERDAD.
La verdad es otro elemento que presenta
dificultades para que lo utilicemos como una
referente común cuando hablamos de las sentencias. Tenemos por lo tanto desde la visión
griega cuatro posturas que nos indican posturas
de la verdad diferentes y que son vigentes en
nuestra contemporaneidad. Tenemos una verdad Ontológica que se sustenta en la relación
de la verdad con algo que se refiere al ser en
si mismo. Y el que utilicemos el lenguaje para
construir una explicación de lo verdad, no son
sino meros usos del lenguaje que son muy independientes de eso que se vincula con el Ser.
Cuando nos referimos a que algo es verdadero
desde esta postura, no estamos más que vinculándolo algo con una verdad que ya existe
en el Ser. Existe aquí la dificultad de justificar
cómo es que sabemos que existe ese referente
ontológico, y mucho más dificultades tenemos,
cuando en el litigio suponemos que las partes
y la autoridad están compartiendo el mismo
concepto ontológico de verdad.
Veamos ahora la verdad desde lo Epistemológico, la cual básicamente se refiere a que
las cosas tienen una correspondencia con algo
que les es verdadero. Es una relación fuertemente arraigada en la escolástica al decir que
la verdad es una relación de correspondencia
exclusivamente externa del entendimiento con
las cosas. Aquí cuando nos referimos al derecho
como algo verdadero lo que estamos haciendo
es hacerlo correspondiente con la norma. Por lo
que la verdad en el derecho desde esta postura
es la que se logra al hacerlo refractario con la
normatividad.
Tenemos además de lo anterior la verdad
como postura Lógica, la cual es engañosa, y se
refiere a que algo es verdadero cuando presenta
una situación coherente, consistente o compatible con proposiciones aceptadas con antelación
como verdaderas. De lo que se entiende que si
aceptamos como verdaderas las proposiciones
previas, entonces la conclusión es necesariamente aceptada. Una aplicación diferente pero
sustentada teóricamente en esta postura es
la que asumen las autoridades al resolver una
sentencia. Tenemos unos antecedentes que se
van considerando para validar los resultados que
concatenados y sustentados en el arbitrio judicial, de manera lógica se concluyen en los puntos
resolutivos. Si los considerandos están erróneos,
desde luego que la resolución será lógicamente
correcta, pero nos dejará inconformes con su
resultado. Por eso lo que está en debate en un
litigio, es la demostración o indemostración del
material probatorio que influirá en el animo del
juzgador. Se define el litigio en las pruebas, y
desde ahí se dan las pautas para los considerandos que de manera irremediable se reflejan
en la sentencia. Los agravios la mayoría de las
veces están centrados en la ponderación de las
pruebas, o sea en la aceptación o rechazo de las
premisas que validarán las sentencia. Esta postura puede permitir todo tipo de validaciones
de la verdad, pues si se me aceptan las premisas
necesariamente se me tiene que aceptar la con-
42
clusión. Y si se quiere manipulara la conclusión
se hace esto desde las premisas.
Tenemos finalmente la verdad Pragmática, postura que ha estado muy de moda y que
consiste en un uso de la teoría que busca sólo
validar lo que tiene un referente de tipo práctico.
La verdad será lo que la utilidad en su sentido
más practico determine que sea. Se convierte
así la idea de verdad, sólo en un medio para
conseguir otro tipo de prioridades mucho más
importantes. La idea que se tenga de derecho
desde esta postura, implica que represente una
realidad social y que se refleje de una manera
real desde lo teórico.
***
SENTENCIA.
Por lo que hace a las sentencia el problema
no es menos complejo, ya que de manera general se entiende que una sentencia no es más que
el resultado de la decisión de un juez sustentada
en el desarrollo de un proceso y que determina
su ánimo para emitir la resolución en un determinado sentido. Vista así la resolución no tendría
ningún juzgador mayor problema para emitir
su sentencia y sólo se debería circunscribir a lo
debatido por las partes, y buscar la legalidad
existente para emitir una sentencia que dejara
satisfecha a las partes. ¿Pero qué es lo que pasa
que en la mayoría de los casos las sentencia se
recurren? Creo que en este punto la pregunta
que nos debe dejar en una reflexión sería: ¿Si
los tribunales deben conocer de legalidad o de
justicia?: La pregunta formulada de esa manera
tan simple puede generar respuestas apresuradas que no refieran en realidad el problema. Si
contestamos que deben conocer de legalidad,
entonces toda la terminología que indica valores
debemos dejarla de lado, y junto con ella la visión
preteórica de una pueblo que considera que los
tribunales deben administrar justicia. Si decimos
que estamos a la justicia como fin de todo tribunal, entonces ¿Por que se definen tantos juicios
en términos de la legalidad?. Y si corremos la
tentación de decir que los tribunales buscan la
justicia sustentándose en la legalidad, entonces
tenemos el problema de delimitar cuando la
legalidad se usará y evitará que se dé la justicia,
y cuando por justificar la justicia, obviaremos la
legalidad. Dworkin adquirió tanta popularidad
precisamente por sostener teóricamente en Los
derechos en serio, que los jueces por sobre la
norma, resolvían con la moral. Y que todo juez
en casos de vacíos legales se apoyaba en cierta
concepción de la justicia, convirtiéndose en un
determinado momento, en un legislador al crear
derecho que no existía.
El problema creo es mucho más complejo, y lo quiero argumentar y justificar desde la
misma jurisprudencia mexicana. La cual desde
luego nos presenta un abanico de posibilidades
y gustos para conformar eso que denominamos
derecho o de cómo concebirlo. Aquí se puede
acotar que un tema interesante de unos años
para acá, ha sido el de si se debe o no reformular
la jurisprudencia en nuestro Sistema Jurídico
Mexicano, en cuanto a sus alcances y su estructura.
Si recentramos el tema de estas líneas y
preguntamos por el tipo de criterios que se utilizan para emitir las sentencias, y si estas deben
atender a la legalidad o la justicia, el resultado es
variado. Por lo que en éste apartado iniciaremos
con las posturas jurisprudenciales que respaldan
un sistema sustentado en la legalidad y arribaremos a posturas también jurisprudenciales que
proponen todo, menos un apego a al legalidad;
sino que se acercan más a posturas de tipo ético.
He decidido no reparar en si es una jurisprudencia o un precedente; si es del pleno, de una
sala o de un Tribunal Colegiado porque lo que
estoy tratando de puntualizar es la coherencia
del sistema, y no de reparar en sus niveles de
emisión de criterios
Tenemos así que en siguiente criterio, las
posturas jurisprudenciales indican las ideas de
verdad legal desde muy diversos ámbitos. Generando el consabido problema de no precisar
a que tipo de verdad se refieren, ni a que tipo
43
de legalidad están invocando:
CUERPO DEL DELITO, CUANDO EXISTE UNA VERDAD
LEGAL SOBRE LA COMPROBACIÓN DEL.
Si la Suprema Corte de Justicia niega el amparo
contra el auto de formal prisión, existe una verdad
legal establecida en cuanto a la comprobación de
los elementos constitutivos del cuerpo del delito y
debe tenerse por comprobado en el juicio de amparo directo, que se promueve contra la sentencia
que impuso pena.
TOMO LX, Pág. 2689. Vázquez Concepción.- 30 de junio de 1939.Unanimidad de cuatro votos.Instancia: Primera Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo
LX. Tesis: Página: 2689. Tesis Aislada.
FACULTAD DISCRECIONAL DE PROVEER SOBRE EL
DESAHOGO DE PRUEBAS PARA LLEGAR AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD. NINGÚN PERJUICIO LE
CAUSA AL QUEJOSO LA CIRCUNSTANCIA DE QUE
EL JUZGADOR NO HAGA USO DE LA. (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE CHIAPAS). Los artículos 286 y 287
del Código de Procedimientos Civiles para el Estado
de Chiapas, establecen una facultad discrecional a
proveer sobre el desahogo de pruebas para llegar
al conocimiento de la verdad, pero ello es una
facultad discrecional reservada al juzgador, que el
legislador le concedió con la finalidad de allegarse
de elementos para resolver con pleno conocimiento; por tanto, si ya fueron recepcionadas las pruebas
sin que el juzgador haya hecho uso de la facultad en
comento, ningún perjuicio le causa al quejoso.
existencia de la verdad legal, si se trata de amparo
concedidos contra sentencias definitivas en proceso o procesos que se hubieran seguido al quejoso
por los mismos hechos, y no cuando se trate de
amparo que han resuelto sobre simples autos de
formal prisión.
TOMO XLII, Pág. 1550.- Amparo Directo.- 10975/32 Sec. 2a.- Suaville Luis de.- 11 de octubre de 1934.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo XLII. Tesis: Página: 1550.
Tesis Aislada.
FALSEDAD EN DECLARACIONES JUDICIALES (VERDAD LEGAL).
Si se dice en la resolución reclamada, que los
testigos incurrieron en falsedad, por ser su afirmación contraria a la verdad legal, probada con una
escritura pública, cabe decir que la apreciación de
la Sala responsable acerca de que una escritura
constituye una verdad legal, es del todo infundada,
ya que sólo las sentencias ejecutorias dictadas en
juicio contradictorios, establecen la cosa juzgada,
sin que los testigos sean evidentemente aptos o
no para apreciar si existe o no cosa juzgada en un
documento público.
Sentencias, nos estemos refiriendo a lo
mismo.
TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CIRCUITO.
Amparo directo 960/94. Natividad Rivera viuda de Hernández.
16 de febrero de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Ángel
Suárez Torres. Secretario: Ronay de Jesús Estrada Solís.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época.
Tomo I, Abril de 1995. Tesis: XX.2 C Página: 153. Tesis Aislada.
VERDAD LEGAL. El artículo 129 de la Ley Reglamentaria del Amparo, establece el procedimiento que
debe seguirse cuando hubiere exceso o defecto en
la ejecución de una sentencia; pero esa Ley no contiene precepto alguno en el que pudiera fundarse
la reconsideración de las sentencias dictadas por la
Suprema Corte, una vez que han causado ejecutoria, son inatacables y constituyen la verdad legal.
TOMO XXVII, Pág. 2529.- Petición de reconsideración a la corte.Mosqueira Daniel.- 9 de Diciembre de 1929.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Epoca: Quinta Epoca. Tomo XXVII. Tesis: Página: 2529.
Tesis Aislada.
VERDAD LEGAL. Cuando el procesado alega que
diversos amparos ya han resultado la situación por
la cual se le procesa, solamente puede deducirse la
44
45
Amparo penal en revisión 3929/48. Robles Martínez León. 8 de
diciembre de 1950. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Luis Chico
Goerne. La publicación no menciona el nombre del ponente.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo CVI. Tesis: Página: 2264.
Tesis Aislada.
SENTENCIAS DICTADAS A VERDAD SABIDA (LEGISLACIÓN DE VERACRUZ). El artículo 762 del Código
de Procedimientos civiles dispone que las sentencias en los juicios de cuantía menor de quinientos
pesos, se dictarán a verdad sabida, sin necesidad
de sujetarse a las reglas sobre estimación de las
pruebas, sino apreciando los hechos según los
jueces lo creyeren debido en conciencia; pero esto
no significa que basta que el juzgador indique si
concede o no valor a las pruebas rendidas, sino que
está obligado a expresar los razonamientos lógicos
que lo llevaron a determinar su decisión, para que
la parte perjudicada pueda impugnarlos.
Amparo civil directo 2340/54. Lazcano viuda de Arenas Pomposa.
20 de enero de 1955. Unanimidad de cuatro votos. Relator: José
Castro Estrada.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo CXXIII. Tesis: Página: 383.
Tesis Aislada.
Tenemos otro criterio en donde se sostiene
que no solamente se tiene que buscar la verdad
sino que debe ser, la verdad legal. Es obvio que
este principio es de construcción eminentemente jurídico, pero refiere a la facultad que tienen la
autoridad jurisdiccional de suplir la queja en función de una verdad que se haya en la legalidad.
¿Qué tipo de discrecionalidad es la que utiliza el
juez para realizar este tipo de labor?. No acaso
busca un valor no referenciado de manera clara
que le permite no tan solo el libre ejercicio, sino
la profundidad y exhautividad en el ejercicio de
sus facultades. Lo adicionalmente destacable, es
la actitud que subyace a este criterio, al decir que
se debe en un afán de justicia moral, ayudar al
más débil o a los menores de edad. Y no estoy en
contra de la ley que protege a los menores o incapacitados; sino en contra de las ambigüedades o
anfibologías que la misma la ley y desde luego la
jurisprudencia presenta, al no definir conceptos
e intencionalidades. Leamos detenidamente el
criterio de el Tribunal Colegiado:
SUPLENCIA DE AGRAVIOS. FACULTAD DEL JUZGA-
DOR. CONSISTE EN UN ANÁLISIS OFICIOSO PARA
BUSCAR LA VERDAD LEGAL A FIN DE FAVORECER A
LA PARTE DÉBIL Y NO A LAS PARTES CONTENDIENTES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE QUERÉTARO). El
artículo 742 del Código de Procedimientos Civiles
para el Estado de Querétaro, prevé que el tribunal
deberá suplir la deficiencia de los agravios expresados cuando se trate de menores o incapacitados; lo
que pone de manifiesto la intención del legislador
para proteger de esta manera los intereses y derechos de aquellos, entendiéndose dicha facultad no
en el hecho de buscar el beneficio de alguna de las
partes, como erróneamente lo entendió la ad quem,
sino como la facultad del juzgador para, a través de
un análisis oficioso, buscar la verdad legal, a fin de
salvaguardar y favorecer a la parte débil (en el caso
los menores hijos de los contendientes), porque
en tal supuesto, la resolución que se emita incide
directamente en la situación de éstos.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SEGUNDO
CIRCUITO. XXII.1o.30 CAmparo directo 693/98.-Víctor Jaime
Salinas Urbiola.-24 de septiembre de 1998.-Unanimidad de
votos.-Ponente: Augusto Benito Hernández Torres.-Secretaria:
Leticia Morales García.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época.
Tomo IX, Mayo de 1999. Tesis: XXII.1o.30 C Página: 1078. Tesis
Aislada.
En la siguiente postura judicial emitida en
la octava época, se determina que la autoridad
aun cuando equivocó los preceptos legales de su
resolución, no se entiende que esto cause agravios. Tenemos entonces un abandono total de la
legalidad y un tránsito hacía las consideraciones
que se exponen en el mismo juicio. Aquí es claro
que no se está al principio de legalidad, sino a
un principio de congruencia entre lo actuado y
lo resuelto. ¿A que hora surgió este principio y
desplazó al de legalidad? ¿De qué criterio partimos para determinar que prevalece uno y no
el otro?. Si la congruencia es de imponerse por
sobre la legalidad, entonces, ¿por qué no resolver
con congruencia y dejar en segundo término la
legalidad? ¿Cómo argumentar el porque preferimos uno sobre el otro?.La respuesta no es
sencilla, veamos:
SENTENCIA, CITA ERRÓNEA DE PRECEPTOS LEGALES
EN LA. No es verdad como se alega que la responsable rebase la acusación del Ministerio Público por
el hecho de citar erróneamente determinados pre-
46
ceptos legales, pues esto no causa ningún agravio al
acusado, si de los términos literales de la sentencia
reclamada aparece que se trata de una verdadera
equivocación, consistente en que indebidamente
se invocan determinados artículos, debiendo entenderse que se trata de otros. En estas condiciones,
no amerita la concesión del amparo.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SÉPTIMO CIRCUITO.
Amparo directo 171/88. Juan Palomares González. 16 de marzo
de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Uribe García.
Secretario: Pedro Reyes Marín.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación. Epoca: Octava Epoca. Tomo I Segunda
Parte-2. Tesis: Página: 665. Tesis Aislada.
En los siguientes dos criterios judiciales
se expone otro problema con respecto a lo que
se considera la actividad jurisdiccional y tienen
que ver con lo que se denomina «la costumbre».
La cual desde luego como fuente del derecho
juega un papel importante, pero tampoco se
han delimitado sus alcances y cómo en éstos
casos termina siendo discrecional. En la primera
se sobrepone por encima de la costumbre el derecho, aduciendo que la costumbre que es contraria por pretender validar comportamientos
delictuosos. Aquí idea de costumbre debe ser
presionada para que la delimitemos, y debamos
considera que la costumbre es fuente del derecho, en tanto no contradiga principios de tipo
moral. ¿Sería prudente decir, que sólo se concibe
la moral como fuente del derecho en tanto tenga
una moral que la valide?. Veámoslas:
COSTUMBRE CONTRARIA A DERECHO. No son de
tomarse en consideración los argumentos que se
invoquen por lo que hace a costumbres que existan
en cierta región ni la supuesta idiosincrasia de sus
habitantes, para que se convaliden comportamientos delictuosos para repeler agravios, pues ello sería
justificar actos de venganza de represión, sin que el
hecho de punirlas conlleve a los infractores al desprecio público, dado que reconocer el derecho de
causar daño por ofensas, si no pretéritas, si evitables
por otros medios, equivale a tanto como contrariar
la norma de que nadie puede hacerse justicia por
su propia mano.
Amparo directo 2656/73. Bartolo Reséndiz Castillo. 16 de agosto de 1974. Mayoría de 3 votos. Ponente: Manuel Rivera Silva.
Disidente: Ezequiel Burguete Farrera.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Séptima Época. Volumen 68 Segunda Parte. Tesis:
Página: 18. Tesis Aislada.
COSTUMBRE, APLICACIÓN DE LA. Atento lo que
se dispone en el artículo 16 de la Ley Federal del
Trabajo, tratándose de un caso no previsto en la
propia legislación, las Juntas están facultadas para
resolver la cuestión de acuerdo con la costumbre
establecida, si con ello no se viola ningún principio
de derecho, ni se está en contravención con ninguna norma establecida.
Amparo directo 7755/ 63. Petróleos Mexicanos. 9 de mayo de
1966. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Ángel Carvajal.
Volumen XXXIX, Quinta Parte, Pág. 13. Amparo directo 875/59.
Petróleos Mexicanos. 5 de septiembre de 1960. Unanimidad de
4 votos. Ponente: Ángel Carvajal.
Instancia: Cuarta Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Sexta Época. Volumen CVII, Quinta Parte. Tesis:
Página: 11. Tesis Aislada.
Ahora revisaremos dos posturas, en donde
se descansa la decisión judicial en una condicione de verdad, y la autoridad asume que sabemos
a que se refiere, y que hay un compartimento
del concepto, que nos conlleva a hablar de lo
mismo.
PROTESTA DE DECIR VERDAD. Es un requisito formal
que debe manifestarse de manera expresa en el
escrito de demanda de amparo, que no puede ser
sustituido por la expresión final «protesto lo necesario» y cuya omisión puede llevar al juzgador de
amparo a tener por no interpuesta la demanda.
Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. Época: Novena Época. Tomo XI, Enero del 2000. Tesis:
P Página: 209. Tesis Aislada.
PROTESTA DE DECIR VERDAD EN LA DEMANDA
DE AMPARO. SU EXPRESIÓN DEBE CONSIDERARSE COMO UN REQUISITO DE CARÁCTER FORMAL
QUE NO REQUIERE SOLEMNIDAD NI FORMULA
SACRAMENTAL ALGUNA. Si bien la fracción IV del
artículo 116 de la ley de la materia establece que
en la demanda se indicará la ley o acto que de cada
autoridad se reclame y que se manifestará bajo
protesta de decir verdad los hechos o abstenciones
que le constan al quejoso y que constituyen los
antecedentes del acto reclamado o fundamentos
de los conceptos de violación, también es cierto
que el requisito esencial de la demanda de amparo
que dicha fracción contiene, es el de señalar la ley
o acto que de cada autoridad se reclama, mientras
que la expresión bajo protesta de decir verdad
debe considerarse como un requisito de carácter
formal que no requiere solemnidad ni fórmula
47
sacramental alguna para expresarse; además dicha
manifestación tampoco implica la veracidad de lo
afirmado y su omisión sólo produce el efecto de
ser sancionada conforme al artículo 211, fracción I,
de la citada ley. Por lo que, este Tribunal Colegiado
considera que con la expresión de «protesto lo
necesario» en la parte final del escrito de demanda
de garantías, se satisface el requisito formal a que
alude la fracción IV, del supraindicado artículo 116
de la ley de la materia.
OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Queja 33/95. Operadora de Espectáculos Real de México, S. A. de
C. V. 7 de septiembre de 1995. Mayoría de votos. Ponente: Guillermo Antonio Muñoz Jiménez. Disidente: José Luis Caballero
Cárdenas. Secretario: Alejandro Sánchez López.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época.
Tomo II, Noviembre de 1995. Tesis: I.8o.C.7 K Página: 576. Tesis
Aislada.
Revisemos ya casi para finalizar, el criterio
en el cual se considera el concepto de espíritu,
sin delimitárnoslo en que consiste y que alcances
tiene:
LEY CONSTITUCIONAL DE 23 DE DICIEMBRE DE
1931, ESPÍRITU DE LA. El espíritu de dicha reforma
constitucional, fue acabar, en beneficio, principalmente de la población agrícola de la República y del
País en general, con las trabas que los propietarios
afectados con dotaciones o restituciones de tierras
o aguas, oponían, de diversas maneras, a la resolución del problema agrario, y en modo alguno quitar
a los ejidatarios el derecho de promover los recursos
que les concede la ley, para obligara las autoridades
agrarias a cumplir las disposiciones legales de la
materia, puesto que, de lo contrario, no se llegaría
a la correcta solución de ese problema, que es de
interés público; y que al correr expresamente a
dichos propietarios afectados, todo recurso legal
ordinario y aun el extraordinario del amparo, contra
las expresadas dotaciones o restituciones de tierras
o aguas, reconociéndoles, únicamente cuando se
trata de dotación el derecho de ser indemnizados, la
propia reforma constitucional quiso proscribir para
ellos el juicio de garantías, no sólo contra las mismas
resoluciones dotatorias o restitutorias, sino también
contra los actos que tiendan a la realización de los
fines de la Ley Agraria de 6 de enero de 1915, o sean,
las dotaciones o restituciones de tierras o aguas, en
favor de los pueblos que carezcan de ellas, o que
no las tengan en cantidad suficiente para satisfacer
sus necesidades, ya de admitirse el juicio de amparo
contra estos últimos actos, dejarían de cumplirse los
propósitos de la expresada reforma constitucional,
o sean, la pronta y correcta resolución del problema agrario. Si el acto que se reclama consiste en
una sentencia judicial que nulificó una resolución
presidencial dotatoria de ejidos, en cuanto afectó
a una finca solamente en una cantidad de tierras,
inferior a la solicitada, con el único objeto de que se
dicte una nueva resolución más favorable al pueblo,
dándole tierras propias para el laboreo y próximas a
la población, resolución que necesariamente afectara en mayor extensión la finca de que se trata, es
notorio que tal acto reclamado tiene por objeto la
realización de los fines de la citada Ley Agraria, o
sea, la dotación de tierras propias para el cultivo y
para satisfacer las necesidades de los ejidatarios y es
claro que conforme a la interpretación dada por la
Suprema Corte a la reforma constitucional agraria,
el amparo tiene que se improcedente contra tal
acto; tanto más, cuanto que, contra la nueva resolución presidencial dotatoria de tierras, que se dictara
en cumplimiento de la sentencia judicial reclamada,
la parte quejosa no tendría más derecho que el de
ser indemnizada, por lo que la circunstancia de no
haber sido oída en el juicio en que se dictó la sentencia dicha no le ocasiona mayor perjuicio que se
lo hubiese sido, toda vez que en uno y otro casos,
contra la nueva resolución dotatoria no tendría
más derecho que el de reclamar la indemnización
correspondiente.
TOMO XXXIX, Pág. 147. Mier de Corcuera Guadalupe.- 7 de
septiembre de 1933.
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación. Época: Quinta Época. Tomo XXXIX. Tesis: Página:
147. Tesis Aislada.
Por último, vamos a terminar exponiendo
un criterio de la Quinta época, en donde se
determina que los criterios que no constituyan
jurisprudencia deben representar respetabilidad
para quien los lee. En este punto finales reconsideremos cómo es que hemos venido transitando
desde un concepto de legalidad un tanto duro,
hasta terminar con un concepto totalmente
laxo y apartado de toda legalidad. Donde sólo
se sopesa una opinión jurisprudencial como
respetable.
EJECUTORIAS DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA.
La circunstancia de que unas ejecutorias
48
no constituyan jurisprudencia conforme a
la ley, lo que obligaría a obedecer sus tesis,
no priva a las mismas de que se les tenga
como una opinión muy respetable, que
debe ser aceptada por los tribunales.
Amparo civil directo 6898/48. Luque Francisco G. 9 de septiembre de 1949. Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Hilario
Medina no votó por las razones que constan en el acta del día.
Ponente: Agustín Mercado Alarcón.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo CI. Tesis: Página: 2360.
Tesis Aislada.
Como pudimos apreciar, no se define
contundentemente que tipo de función harán
nuestro tribunales. Si son tribunales de legalidad
o tribunales de justicia. No se puede dejar de
hablar de nuestra perfectibilidad en el proceso
de las resoluciones; sino que debemos precisar en que sentido debemos definir el camino
que habrán de seguir las sentencias. También
tenemos que decir que de alguna manera, que
yo no puedo explicar en este momento, existe
un criterio muy amplio de lo que es Derecho,
de lo que es la verdad y de la finalidad de las
sentencias. Pero estamos obligados a seguir
delimitando en qué consiste este tipo de quehacer compartido. ¿Dónde está la ruptura entre
la intencionalidad inmediata y la teleología del
derecho?. Puntualizar el tipo de desacuerdos que
he mencionado en estos tres apartados no es en
si mismo complejo, sino la complejidad reside
en replicarme y justificar cómo es que funcionan
como funcionan. Debemos buscar la coherencia
que nos permita entender y dar sentido al debate
judicial de altura. Y que cuando nos refiramos
al Derecho, a la Verdad y a las Sentencias, nos
estemos refiriendo a lo mismo.
49
LEGISLACION
CODIGO DE PROCEDIMIENTOS
ADMINISTRATIVOS PARA EL ESTADO
DE VERACRUZ-LLAVE.
LIBRO PRIMERO
DISPOSICIONES PRELIMINARES
TITULO PRIMERO
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 1. Las disposiciones del presente
Código tienen por objeto Regular los actos y
procedimientos de la Administración Pública estatal, del organismo autónomo responsable de
la Fiscalización Superior en el Estado y el juicio
contencioso administrativo ante el órgano jurisdiccional competente; así como establecer las
bases generales de los actos y procedimientos
administrativos en los municipios de la entidad.
Los procedimientos administrativos regulados
por leyes especiales se regirán por éstas en lo
que no se opongan al presente Código y, en lo
no previsto en dichas leyes, se aplicarán las disposiciones de este ordenamiento.
Quedan excluidos de la aplicación de este
Código los actos administrativos y los procedimientos en materia laboral, electoral, de derechos
humanos, de procuración de justicia, así como los
actos de nombramiento y remoción de los servidores públicos estatales y municipales.
Artículo 2. Para efectos del presente Código,
se entenderá por:
I. Acto Administrativo: declaración unilateral de
voluntad, externa, particular y ejecutiva, emanada
de la Administración Pública, que tiene por objeto
crear, transmitir, reconocer, declarar, modificar o
extinguir una situación jurídica concreta para la
satisfacción del interés general;
II. Administración Pública: dependencias, entidades, órganos y servidores públicos del Poder
Ejecutivo, así como de los Ayuntamientos, en los
términos que establezcan las leyes;
III. Anulabilidad: reconocimiento de la Autoridad, en el sentido de que un acto administrativo
no cumple con los requisitos de validez que establecen este Código y demás leyes del Estado,
subsanable por la propia autoridad al cumplirse
dichos requisitos;
IV. Autoridad: órgano o servidores públicos,
estatales o municipales, así como las personas
físicas o morales de carácter privado que realicen funciones derivadas de la concesión de un
servicio público, que con fundamento en la ley
emiten actos administrativos que afectan la esfera
jurídica del gobernado, susceptibles de exigirse
mediante el uso de la fuerza pública o bien a
través de otras autoridades. También tendrá este
carácter el Organo de Fiscalización Superior del
Estado;
V. Código: el Código de Procedimientos Administrativos para el Estado de Veracruz-Llave;
VI. Formalidades: los principios esenciales
y bases del procedimiento administrativo y del
juicio contencioso, con apego a las garantías de
legalidad, seguridad jurídica, audiencia e irretroactividad, establecidos en las leyes, que deben
observarse para que los interesados o las partes
obtengan una decisión ajustada a derecho;
VII. Incidente: procedimiento que tiende a
resolver controversias de carácter accesorio,que
surge dentro del juicio contencioso, que no se
refiere al fondo del asunto, sino a la validez del
proceso en sí mismo;
VIII. Interesado: particular que tiene un interés
legítimo respecto de un acto, en el procedimiento
51
administrativo o en el juicio contencioso;
IX. Interés Legítimo: derecho de los particulares vinculado coon el interés público y protegido
por el orden jurídico, que les confiere la facultad
para activar la actuación pública administrativa,
respecto de alguna pretensión en particular;
X. Interlocutoria: resolución que se dicta dentro
del juicio contencioso que no resuelve la cuestión
principal;
XI. Juicio Contencioso: sucesión de actos jurisdiccionales, realizados conforme a este Código,
cuya finalidad es la restauración de un derecho
o la resolución de una controversia mediante la
sentencia;
XII. Juicio de Lesividad: procedimiento incoado
por la autoridad ante el Tribunal, para solicitar la
declaración de nulidad de resoluciones administrativas favorables a los particulares, por considerar que lesionan a la Administración Pública al
interés público;
XIII. Normas: Leyes, Reglamentos, Decretos,
Acuerdos, Bandos u otras disposicones de carácter general, que rijan en el Estado de Veracruz- Llave;
XIV. Nulidad: expresión, manifestación o reconocimiento emanados del órgano competente, en
el sentido de que un acto administrativo no cumple
con los elementos de validez que se establecen
en este Código y que por lo tanto no genera
efectos jurídicos;
XV. Oficina Ejecutora; autoridad fiscal estatal
o municipal que, de conformidad con las normas
aplicables, tiene atribuciones para ordenar y
substanciar el procedimiento administrativo de
ejecución;
XVI. Organo: autoridad encargada de la función de Fiscalización Superior en el Estado de
Veracruz-Llave;
XVII. Procedimiento Administrativo: conjunto
de actos y formalidades jurídicas realizados conforme a lo dispuesto por este Código, tendentes
a producir un acto de la Administración Pública;
XVIII. Resolución Administrativa: acto administrativo que pone fin a un procedimiento de
manera expresa o presunta en caso del silencio
de la autoridad, que decide todas y cada una de
las cuestiones planteadas por los interesados o
previstas por las normas;
XIX. Revocación: acto administrativo emitido
por la autoridad por virtud del cual se retira y extingue a otro que nació válido y eficaz, que tendrá
efectos sólo para el futuro, el cual es emitido por
causas supervenientes de oportunidad e interés
público previstos en las normas que modifican
las condiciones iniciales en que fue expedi do el
original;
XX. Servidores Públicos: las personas que
desempeñan un empleo, cargo o comisión de
cualquier naturaleza en las dependencias y entidades de la Administración Pública estatal o municipal, o en el Organo de Fiscalización Superior
de Estado; y
XXI. Tribunal: Tribunal de lo Contencioso
Administrativo del Poder Judicial del Estado de
Veracruz-Llave.
Artículo 3. La Administración Pública, conforme a los principios de descentralización, desconcentración, coordinación, cooperación, eficiencia
y eficacia, deberá abstenerse de prácticas que impliquen vías de hecho administrativas contrarias a
las garantías constitucionales, a las disposiciones
previstas en este Código o en otras normas.
El incumplimiento de las disposiciones previstas en este ordenamiento dará lugar a la responsabilidad de los servidores públicos, en términos
de la ley de la materia y este Código, sin perjuicio
de las demás responsabilidades que señalen las
leyes del Estado.
Artículo 4. El procedimiento administrativo y
el juicio contencioso se regirán por los principios
de legalidad, prosecución del interés público,
igualdad y proporcionalidad, imparcialidad, sencillez, celeridad, oficiosidad, eficacia, publicidad,
gratuidad y buena fe; en consecuencia:
I. Se ajustarán estrictamente a las disposiciones de este Código;
II. Sus trámites serán sencillos, evitando formulismos innecesarios;
III. Deberán tramitarse y decidirse de manera
pronta y expedita;
IV. Se impulsarán de oficio, sin perjuicio de la
intervención de las partes interesadas;
V. Se cuidará que alcancen sus finalidades y
52
efectos legales;
VI. Las actuaciones serán públicas, salvo
que la moral o el interés general exija que sean
secretas;
VII. Serán gratuitos, sin que pueda condenarse
al pago de gastos y costas; y
VIII. Las autoridades, el Órgano, el Tribunal
y las partes interesadas se conducirán en las
promociones y actuaciones, con honradez, transparencia y respeto.
TITULO SEGUNDO
DE LAS RELACIONES ENTRE LA
ADMINISTRACION PUBLICA Y
LOS PARTICULARES.
CAPITULO I
DE LOS DERECHOS DE LOS
PARTICULARES INTERESADOS
Artículo 5. En sus relaciones con la Administración Pública, los particulares tienen los
siguientes derechos:
I. Conocer, en cualquier momento, el
estado que guardan los expedientes en los que
acredite la condición de interesado, y obtener
copias certificadas de documentos contenidos en
ellos;
II. Identificar a la autoridad y al personal al
servicio de la administracióno pública bajo cuya
responsabilidad se tramiten los expedientes;
III. Obtener constancia de los documentos
que presenten;
IV. Utilizar la lengua nacional, o la del pueblo indígena al que pertenezcan, de conformidad
con las normas;
V. Aportar las pruebas que estimen pertinentes y formular alegatos;
VI. Abstenerse de presentar documentos
no exigidos por las normas aplicables, o que ya se
encuentren en poder de la autoridad actuante;
VII. Obtener información y orientación
acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que
las normas impongan a los proyectos, actuaciones o solicitudes que se propongan realizar; y
VIII. Abstenerse de comparecer ante la
autoridad cuando el citatorio no esté debidamente
fundado.
CAPITULO II
DE LAS OBLIGACIONES DE LA
ADMINISTRACION PUBLICA
Artículo 6. La Administración Pública, en
sus relaciones con los particulares, tendrá las
siguientes obligaciones:
I. Hacer constar en los citatorios por los
que se ordene la comparecencia de los particulares el lugar, fecha, hora y objeto de la misma,
así como los efectos de no atenderla;
II. Requerir informes, documentos y otros
datos durante la realización de verificaciones y
visitas domiciliarias, en los casos previstos por
este Código o en las normas;
III. Guardar absoluta reserva en lo concerniente a las declaraciones y datos suministrados
por los particulares o por terceros con ellos relacionados. Dicha reserva no será aplicable en los
casos en que deban ser suministrados a los seridores públicos encargados de la administración o
defensa de los intereses públicos, ni cuando sean
solicitados por autoridades competentes;
IV. Hacer del conocimiento de los particulares, cuando así lo soliciten, el estado de la tramitación de los expedientes en los que acrediten
la condición de interesados;
V. Hacer constar, en forma escrita, la recepción de los documentos que le presenten;
VI. Recibir las pruebas y alegatos que les
presenten; y
VII. Informar y orientar a los particulares
sobre el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.
TÍTULO TERCERO DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS
CAPÍTULO I
DE LOS ELEMENTOS Y LOS
REQUISITOS DE VALIDEZ
Artículo 7. Se considerará válido el acto
administrativo que contenga los siguientes elementos:
I. Que sea emitido por autoridad competente,
en términos de las normas aplicables;
II. Estar fundado y motivado;
III. Que sea expedido sin que en la manifestación de voluntad de la autoridad medie dolo, mala
fe o violencia, o que exista error de hecho o de
53
derecho sobre el objeto o fin del acto;
IV. Que su objeto sea posible de hecho y esté
previsto por la norma aplicable, determinado o
determinable y preciso en cuanto a las circunstancias de tiempo y lugar;
V. Cumplir con la finalidad de interés público,
sin que puedan perseguirse otros fines distintos
de los que justifican el acto;
VI. Constar por escrito en papel oficial, salvo
el caso de la negativa ficta;
VII. Contener firma autógrafa de la autoridad;
VIII. Expedirse, en caso de afirmativa ficta, la
certificación correspondiente de acuerdo con las
normas de este Código, relativas a la terminación
del procedimiento administrativo; y
IX. Expedirse de conformidad con el procedimiento administrativo que establezcan las normas
aplicables, en lo que no se opongan al presente
Código y, en su defecto, por lo dispuesto en este
ordenamiento.
Artículo 8. Son requisitos de validez del acto
administrativo escrito, los siguientes:
I. Señalar el lugar y la fecha de su emisión.
Tratándose de actos administrativos individuales
deberá hacerse mención, en la notificación, de
la oficina en que se encuentre y pueda ser consultado el expediente respectivo y, en su caso, el
nombre del interesado a quien vaya dirigido;
II. En el caso de actos administrativos que por
disposición legal deban ser notificados personalmente, se hará mención de esta circunstancia
en ellos;
III. Tratándose de actos administrativos recurribles, deberá mencionarse el término con que
se cuenta para interponer el recurso de revocación, así como la autoridad ante la cual debe ser
presentado; y
IV. Que sea expedido sin que medie error respecto a la referencia específica de identificación
del expediente, documento o nombre completo
del destinatario.
CAPITULO II
DE LA EFICACIA Y LA EJECUTIVIDAD
Artículo 9. El acto administrativo será válido
mientras su invalidez no haya sido declarada
por la autoridad competente o por el Tribunal, en
términos de las normas jurídicas aplicables o, en
su defecto, de este Código.
Artículo 10. El acto administrativo válido será
eficaz, ejecutivo y exigible desde el día siguiente
al en que surta sus efectos la notificación realizada de conformidad con las disposiciones de
este Código.
Artículo 11. Se exceptúan de lo dispuesto en
el artículo anterior, los siguientes actos administrativos:
I. Los que otorguen un beneficio, concesión,
licencia, permiso o autorización al interesado, en
cuyo caso su cumplimiento será exigible a partir
de la fecha de su emisión, de la certificación en
caso de afirmativa ficta, o cuando señale fecha
de inicio de vigencia; y
II. Los que ordenen la inspección, investigación
o vigilancia en los términos de este Código y demás normas aplicables. En este supuesto, dichos
actos serán exigibles desde la fecha en que los
expida la Administración Pública o el Órgano.
Artículo 12. Los actos administrativos, tales
como reglamentos, decretos, acuerdos, circulares, o cualesquiera otras disposiciones de observancia general, obligan y surten sus efectos,
tres días después de la fecha de su publicación
en la Gaceta Oficial del estado, a menos que en
ellos se señale expresamente el día de inicio de
su vigencia. En los lugares distintos del de publicación de ésta, además del plazo señalado, es
necesario que transcurra un día más por cada
cuarenta kilómetros de distancia, o fracción que
exceda de la mitad.
Los actos administrativos de carácter individual, cuando lo prevean los ordenamientos aplicables, deberán publicarse en el referido órgano
informativo oficial.
Los manuales, instructivos y formatos que,
para su organización y funcionamiento expida
la Administración Pública estatal y el Organo, se
publicarán en la Gaceta Oficial del estado previamente a su aplicación.
Los bandos de policía y gobierno, reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de
observancia general, expedidos por los ayuntamientos en sus respectivas jurisdicciones, surtirán
sus efectos tres días después de su publicación
en la Tabla de Avisos del Palacio Municipal.
Artículo 13. Los actos administrativos a
que se refiere los párrafos primero y cuarto del
54
artículo anterior, sólo podrán ser abrogados o
derogados por otro posterior que así lo declare
expresamente, o porque contenga disposiciones
total o parcialmente incompatibles con el anterior,
siempre que el acto anterior sea de igual o menor
jerarquía que el posterior.
Artículo 14. Los actos administrativos que
requieran para su validez de la aprobación de
uno o más órganos de la Administración Pública,
distintos de quien lo emitió, en términos de las
normas aplicables, únicamente tendrán eficacia
y ejecutividad una vez que se produzca dicha
aprobación.
Artículo 15. El acto administrativo válido es
ejecutivo cuando el ordenamiento jurídico aplicable reconoce a la Administración Pública la
facultad de obtener su cumplimiento mediante el
uso de medios de ejecución forzosa.
CAPÍTULO III
DE LA NULIDAD, ANULABILIDAD
Y REVOCACIÓN
Artículo 16. La omisión o irregularidad de cualquiera de los elementos de validez exigidos por
el artículo 7 de este Código, producirá la nulidad
del acto administrativo.
El acto administrativo que se declare jurídicamente nulo, será inválido; no se presumirá
legítimo ni ejecutable, ni podrá subsanarse, sin
perjuicio de que pueda emitirse un nuevo acto.
La declaración de nulidad producirá efectos
retroactivos. En el caso de actos consumados,
o bien, de aquellos que, de hecho o de derecho
sean de imposible reparación, la declaración de
nulidad dará lugar a la responsabilidad del servidor público que lo hubiera emitido u ordenado y
a la responsabilidad patrimonial del Estado.
Artículo 17. La omisión o irregularidad de los
requisitos de validez señalados en el artículo 8
de este Código, producirá la anulabilidad del acto
administrativo.
El acto anulable se considerará válido; gozará
de presunción de legalidad y ejecutividad; y será
subsanable por la autoridad competente en el
momento que se percate de este hecho, mediante
el total cumplimiento de los requisitos exigidos por
el ordenamiento jurídico para la plena validez y
eficacia del acto.
El saneamiento del acto anulable, tendrá por
efecto que éste se considere como si siempre
hubiere sido válido.
Artículo 18. El superior jerárquico podrá, de
oficio, reconocer la anulabilidad o declarar la nulidad del acto en vía administrativa, cuando éste
no reúna los requisitos o elementos de validez que
señala este Código. También podrá revocarlo de
oficio, cuando sobrevengan cuestiones de oportunidad e interés público previstos en Ley.
Cuando se haya generado algún derecho o beneficio al interesado, no se podrá anular de oficio
el acto administrativo. En este caso, la autoridad,
para demandar su nulidad, tendrá que iniciar
juicio de lesividad ante el Tribunal, salvo en los
casos en que las nomas aplicables permitan a la
autoridad revocar o anular oficiosamente dichos
actos administrativos, o cuando el interesado se
haya conducido con dolo, mala fe o violencia para
obtener disolución favorable.
Artículo 19. Cuando se trate de actos favorables al particular, la autoridad podrá ejercitar su
acción ante el Tribunal, dentro de los cinco años
siguientes a la fecha en que haya sido notificada
la resolución. En caso de que dichos actos tengan
efectos de tracto sucesivo, la autoridad podrá
demandar su nulidad en cualquier momento, pero
la sentencia que el Tribunal dicte, sólo pódrá retrotraer sus efectos hasta los cinco años anteriores
a la presentación de la demanda.
CAPITULO IV
DE LA EXTINCION
Artículo 20. El acto administrativo de
carácter individual se extingue, sin necesidad de
declaracióno jurisdiccional, por cualquiera de los
siguientes supuestos:
I. El cumplimiento de su objeto, motivo o
fin;
II. La falta de realización de la condición
o término suspensivo dentro del plazo señalado
para tal efecto;
III. La realización de la condición resolutoria;
IV. La renuncia del interesado, cuando los
efectos jurídicos del acto administrativo sean de
interés exclusivo de éste, y no se cause perjuicio
al interés público;
55
V. La revocación o el rescate, según sea
el caso, por cuestiones supervenientes de oportunidad o interés público, en los términos de las
normas aplicables; o
VI. La conclusión de su vigencia.
TITULO CUARTO
DISPOSICIONES COMUNES
AL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y
AL JUICIO CONTENCIOSO
CAPITULO I
DE LAS FORMALIDADES
Artículo 21. Las promociones y actuaciones
deberán escribirse en idioma español. Los documentos redactados en otro idioma, se acompañarán de su correspondiente traducción; en
caso de que no se exhiba esta, la autoridad o el
Tribunal la obtendrán de manera oficiosa, a costa
del interesado.
Para el caso de las promociones y documentos que los integrantes de los pueblos indígenas
asentados en el Estado de Veracruz-Llave dirijan
a las autoridades o al Tribunal, se estará a lo que
disponga la ley de la materia.
Artículo 22. Las promociones y actuaciones
se harán en forma escrita. Cuando una diligencia
se practique de manera oral, su desarrollo deberá
documentarse inmediatamente; al efecto, podrán
utilizarse formas impresas que estén legalmente
autorizadas, así como los elementos incorporables a un sistema de compilación y reproducción
mecánico o electrónico, que garantice su conservación y recuperación completa y fidedigna.
Artículo 23. En las actuaciones, se escribirán
con letra las fechas y las cantidades. No se emplearán abreviaturas, ni se enmendarán las frases
equivocadas sobre las que sólo se pondrá una
línea delgada que permita la lectura, salvándose
al final con toda precisión el error cometido antes
de que se firmen.
Artículo 24. Toda promoción deberá contener
la firma autógrafa de quien la formule, requisito
sin el cual no se le dará curso. Cuando el promovente no sepa o no pueda firmar, estampará su
huella digital.
En caso de duda sobre la autenticidad de la
firma, la autoridad o el Tribunal podrán llamar al
interesado, dándole un plazo de tres días, para
que en su presencia ratifique la firma y el contenido del ocurso. Si el interesado negare la firma o
el contenido del escrito, se rehusare a contestar
o no compareciere, se tendrá por no presentada
la promoción.
Artículo 25. Las partes podrán consultar los
expedientes en que se cursa el procedimiento
administrativo o el juicio contencioso, y obtener,
previo pago de los derechos correspondientes,
copia certificada de los documentos y actuaciones
que lo integren.
Artículo 26. Cuando se destruyan o extravíen
los expedientes o alguna de sus piezas, las autoridades o el Tribunal ordenarán su reposición, de
oficio o a petición de parte.
CAPITULO II
DE LA LEGITIMACION DE LAS PARTES
Artículo 27. No procederá la gestión de negocios ante las autoridades o el Tribunal. Quien
promueva a nombre de otro, deberá acreditar que
la representación le fue otorgada a más tardar, en
la fecha de la presentación del escrito inicial, de la
demanda o de la contestación, en su caso.
La representación de los interesados se otorgará en escritura pública o carta poder firmada
ante dos testigos y ratificadas las firmas ante
notario o ante los secretarios del Tribunal, sin
perjuicio de lo que disponga la legislación de
profesiones.
Artículo 28. Los interesados podrán autorizar
para oír notificaciones en su nombre a cualquier
persona con capacidad legal, quien quedará facultada para ofrecer y rendir pruebas, presentar
alegatos, interponer recursos, comperecer a las
audiencias, recibir documentos y formular otras
promociones en el procedimiento administrativo,
pero no podrá desistirse del procedimiento ni
delegar sus facultades en terceros.
En el juicio contencioso, para el ejercicio de
estas mismas facultades, únicamente podrá
autorizarse a licenciados en derecho con cédula
profesional legalmente expedida.
Artículo 29. Los menores de edad, los sujetos a interdicción, las suceciones, los concursos
mercantiles y las personas morales, actuarán por
conducto de sus representantes, en términos de
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la legislación aplicable.
Artículo 30. Cuando una solicitud o promoción
se formule por dos o mas personas, deberán designar un representante común entre ellas. Si no
se hace el nombramiento la autoridad o el tribunal
tendrán como representante común a la persona
mencionada en primer término. Los interesados
podrán revocar, en cualquier momento, la designación del representante común, nombrando a
otro, lo que se hará saber por escrito a la autoridad o al Tribunal.
Artículo 31. En el juicio contencioso, las autoridades podrán acreditar delegados, atendiendo
a los requisitos establecidos en las normas aplicables y, en su caso, en este Código.
Los delegados tendrán amplias facultades
para ofrecer y rendir pruebas, presentar alegatos,
interponer recursos, comparecer a las audiencias,
recibir documentos y formular otras promociones;
pero no podrán desistirse del juicio de lesividad,
ni delegar sus facultades en terceros.
CAPITULO III
DE LAS ACTUACIONES
Artículo 32. Las promociones y actuaciones,
se efectuarán en días y horas hábiles. Serán días
hábiles todos los del año, excepto los sábados,
domingos y aquéllos que las normas declaren
inhábiles. La permanencia de personal de guardia no habilitará los días. Serán horas hábiles
las comprendidas entre las nueve y las dieciocho
horas.
Artículo 33. Las autoridades o el Tribunal podrán habilitar los días y horas inhábiles, cuando
hubiere causa urgente que lo exija. En el acuerdo
que al efecto se expida, se expresará la causa
de la habilitación y las diligencias que habrán de
practicarse, el cual se notificará personalmente
a los interesados. Si una diligencia se inició en
día y hora hábiles, puede continuarse hasta su
fin sin interrupción y sin necesidad de habilitación
expresa.
Queda prohibida la habilitación que produzca
o pueda producir el efecto de que se otorgue un
nuevo plazo o se amplíe éste para interponer
medios de impugnación.
Artículo 34. Cuando por culaquier circunstancia no se lleve a cabo una actuación o diligencia
en el día y hora señalados, las autoridades o el
Tribunal harán constar la razón por que no se
practicó.
Artículo 35. Las autoridades o el Tribunal
podrán ordenar, de oficio o a petición de parte,
subsanar las irregularidades u omisiones que
observen en la tramitación del procedimiento administrativo o del juicio contencioso para el sólo
efecto de su regularización, sin que ello implique
que puedan revocar sus propias resoluciones,
debiendo notificar personalmente a las partes.
Artículo 36. En el procedimiento administrativo no se pruducirá la caducidad por falta de
impulso.
En el juicio contencioso no se producirá la caducidad de la instancia por inactividad procesal
de las partes.
CAPITULO IV
DE LOS TERMINOS Y NOTIFICACIONES
Artículo 37. Las notificaciones se efectuarán,
a más tardar, el día hábil siguiente al en que se
dicte el acto administrativo o la resolución y se
harán:
I. Personalmente a los interesados y por oficio
a las autoridades, en su caso, cuando se trate
de emplazamientos, citaciones, requerimientos,
reposiciones de autos, regularización del procedimiento y demás resoluciones o actos administrativos que puedan ser impugnados. En estos casos,
también podrán efectuarse por correo registrado
con acuse de recibo;
II. Por edicto que se publique por una sola vez
en la Gaceta Oficial del Estado, y en uno de los
periódicos de mayor circulación estatal o nacional, tratándose de emplazamientos, citaciones,
requerimientos y demás resoluciones o actos
administrativos que puedan impugnarse, cuando
el interesado a quien deba notificarse haya desaparecido, se ignore su domicilio, se encuentre
fuera del territorio del Estado sin haber nombrado
representante legal, o hubiere fallecido y no se
conozca al albacea de la sucesión aquien deba
notificarse;
III. Por estrados ubicados en las oficinas de
la administración pública, del Organo o del Tribunal abiertas al público, cuando así lo señale
la parte interesada o se trate de actos distintos
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a emplazamientos, citaciones, requerimientos
y demás resoluciones o actos que puedan ser
impugnados; y
IV. En las oficinas de la administración pública,
del Organo o del Tribunal, si se presentan los interesados a quienes deba notificarse, incluyendo
las que deban practicarse personalmente o por
oficio.
Artículo 38. Las notificaciones personales
se harán en el domicilio que para tal efecto se
haya señalado. Tratándose del procedimiento
administrativo, cuando éste se inicie de oficio,
las notificaciones se practicarán en el domicilio
registrado ante las autoridades.
Las notificaciones se entenderán con la persona que deba ser notificada o su representante
legal; a falta de ellos, el notificador dejará citatorio
con cualquier persona que se encuentre en el domicilio para que se le espere a una hora fija del día
hábil siguiente, y de negarse a recibirlo, se fijará
en la puerta o lugar visible del propio domicilio. Si
quien haya de notificarse no atendiere el citatorio,
la notificación se hará por conducto de cualquier
persona que se encuentre en el domicilio en que
se realice la diligencia y, de negarse a recibirla, se
realizará por instructivo que se fijará en la puerta
de ese domicilio. En los casos en que el domicilio
se encontrare cerrado, la citación o notificación se
entenderá con el vecino más cercano, debiéndose
fijar una copia adicional en la puerta o lugar visible
del domicilio.
En el momento de la notificación se entregará
al norificado o a la persona con quien se entienda
la diligencia, copia simple del documento a que
se refiere la notificación.
El notificador asentará razón de todas y cada
una de las circunstancias observadas en la diligencia de notificación.
Artículo 39. Las notificaciones deberán
hacerse en días y horas hábiles, con una anticipación de cuarenta y ocho horas, por lo menos,
al momento en que deba efectuarse la actuación
o diligencia a que se refieren, excepto las que
se practiquen con motivo de las facultades de
comprobación de las autoridades competentes.
Artículo 40. Las notificaciones surtirán sus
efectos el día hábil siguiente al en que se practiquen o, en su caso, el día hábil siguiente al en que
el interesado o su representante legal se hagan
sabedores de la notificación emitida o irregular.
Artículo 41. Cuando la ley no señale plazo
para la práctica de alguna actuación o para el
ejercicio de un derecho, se tendrá el de tres días
hábiles.
Artículo 42. Transcurridos los plazos fijados
a las partes interesadas para ejercer un derecho
dentro del procedimiento administrativo del juicio
contencioso, sin que éste se haya hecho valer, se
tendrá por precuído, sin necesidad de declaración
expresa.
Artículo 43. El cómputo de los plazos se sujetará a las siguientes reglas:
I. Comenzarán a correr desde el día hábil siguiente al en que surta efectos la notificación y se
incluirán en ellos el día del vencimiento;
II. En los plazos fijados en días por éste Código, las autoridades o el Tribunal, sólo computarán
los días hábiles;
III. En los plazos señalados en años o meses
y en los que se fije una fecha determinada para
su extinción, se entenderán comprendidos los
días inhábiles; y
IV. Los plazos señalados en horas y los relativos al cumplimiento del acuerdo de suspensión
del acto impugnado, se contarán de momento a
momento.
Artículo 44. Cuando se alegue que un acto o
resolución definitivos no fue notificado o que lo
fue ilegalmente, se estará a lo siguiente:
I. Si el particular interesado afirma conocer
el acto o resolución definitivos, la impugnación
contra la notificación se hará valer mediante la
interposición del recurso administrativo o juicio
contencioso que proceda contra dicho acto o resolución, en el que manifestará la fecha en que lo
conoció. En caso de que también impugne el acto
o resolución, los agravios se expresarán en el citado recurso o juicio contencioso, conjuntamente
con los que se formulen contra la notificación;
II. Si el interesado niega conocer el acto o resolución, lo manifestará al interponer el recurso
administrativo o juicio contencioso ante las autoridades o el Tribunal, según sea el caso.
a) Tratándose del recurso administrativo,
la autoridad dará a conocer al interesado, el acto
junto con la notificación que del mismo se hubiera
practicado, para lo cual éste señalará en el escrito
de interposición del recurso, el domicilio en que
se le debe dar a conocer y el nombre de la persona facultada al efecto. Si no hace alguno de los
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señalamientos mencionados, la autoridad le dará
a conocer el acto o resolución por estrados.
b) En el caso del juicio contencioso, si el
demandante manifiesta que no conoce el acto
administrativo que pretende impugnar, así lo expresará en su demanda, señalando la autoridad
a quien atribuye su emisión, su notificación o su
ejecución. En este caso, al contestar la demanda, la autoridad acompañará constancia del acto
administrativo y de su notificación.
En ambos supuestos, el interesado tendrá
un plazo de diez días a partir del siguiente al en
que la autoridad o el Tribunal, según el caso, se
lo haya dado a conocer, para ampliar el recurso
administrativo o la demanda, impugnando el acto
y su notificación o sólo la notificación;
III. La autoridad o el Tribunal estudiarán los
agravios expresados contra la notificación, previamente al examen de la impugnación que, en su
caso, se haya hecho del acto administrativo;
IV. Si se resuelve que no hubo notificación o
que fue ilegal, se tendrá al recurrente o demandante como sabedor del acto o resolución desde
la fecha en que manifestó conocerlo, o en que se
le dio a conocer en los términos de la fracción II,
quedando sin efectos todo lo actuado con base en
aquélla y se procederá, en su caso, al estudio de
la impugnación que se hubiese formulado contra
dicho acto; y
V. Si se resuelve que la notificación fue legalmente practicada y, como consecuencia de ello,
la impugnación contra el acto o resolución se
interpuso extemporáneamente, se desechará el
recurso o sobreseerá el juicio.
CAPÍTULO V
DE LOS MEDIOS DE PRUEBA
SECCIÓN PRIMERA
DE LAS REGLAS GENERALES
Artículo 45. En el procedimiento administrativo, en el recurso de revocación y en el juicio
contencioso se admitirán toda clase de pruebas,
excepto la confesional de las autoridades mediante absolución de posiciones, las que no tengan
relación con el asunto, las que resulten inútiles
para la decisión del caso, así como las que sean
contrarias a la moral o al derecho.
Artículo 46. La autoridad o el Tribunal podrán
ordenar, en todo tiempo, sea cual fuere la natura-
leza del caso, la práctica, repetición o ampliación
de cualquier diligencia probatoria; o bien, acordar
la exhibición o desahogo de pruebas, siempre
que se estime necesario para el conocimiento
de la verdad sobre el asunto. El acuerdo relativo
se notificará a las partes, a fin de que puedan
intervenir, si así conviene a sus intereses.
Artículo 47. Los actos administrativos se
presumen legales; sin embargo, las autoridades
deberán probar los hechos que los motiven cuando el interesado los niegue lisa y llanamente, a
menos que la negativa implique la afirmación de
otro hecho.
Artículo 48. Sólo los hechos están sujetos a
prueba; el derecho lo estará únicamente cuando
se funde en leyes extranjeras.
Los hechos notorios no necesitan ser probados
y las autoridades o el Tribunal deben invocarlos,
aunque no hayan sido alegados por las partes.
Artículo 49. Los servidores públicos y los terceros están obligados en todo tiempo a prestar
auxilio a las autoridades o al Tribunal en la averiguación de la verdad; en consecuencia, deben, sin
demora, exhibir documentos y cosas que tengan
en su poder, cuando para ello fueren requeridos.
Las autoridades y el Tribunal tienen la facultad y
el deber de compeler a los servidores públicos
y a los terceros por los medios de apremio para
que cumplan con esta obligación; en caso de
oposición, oirán las razones en que la funden y
resolverán lo conducente sin ulterior recurso.
De la mencionada obligación están exentos los
ascendientes, descendientes, cónyuge, amasio,
concubino y personas que deban guardar secreto
profesional, en los casos en que se trate de probar
contra la parte con quien estén relacionados.
Artículo 50. Son medios de prueba:
I. La confesional;
II. Los documentos públicos o privados;
III. La testimonial;
IV. El reconocimiento o inspección;
V. La pericial;
VI. La presuncional;
VIl. Fotografías y demás elementos aportados
por la ciencia; y
VIII. Los demás medios que produzcan convicción.
Las actuaciones harán prueba plena y deberán ser tomadas en cuenta por la Autoridad o el
59
Tribunal al momento de resolver, sin necesidad
de ser ofrecidas como tales.
SECCIÓN SEGUNDA
DE LA CONFESIONAL
Artículo 51. La confesión puede ser expresa
o tácita: expresa, la que se hace al formular o
contestar un escrito o demanda, absolviendo posiciones o en cualquier otro acto del procedimiento
administrativo o del juicio contencioso; tácita, la
que se presume en los casos señalados por la
ley. La confesión sólo produce efectos en lo que
perjudica al que la hace.
Artículo 52. No se admitirá la confesional de
las autoridades mediante absolución de posiciones. No queda comprendida en esta excepción,
la petición de informes a las autoridades, respecto
de hechos que consten en sus expedientes, archivos o registros.
Artículo 53. Al ofrecerse la prueba confesional,
se presentará el pliego que contenga las posiciones en sobre cerrado, el que deberá guardarse y
permanecer así hasta la fecha en que hayan de
absolverse las posiciones.
Artículo 54. El interesado que haya de absolver posiciones será citado personalmente, a más
tardar, cuarenta y ocho horas antes de la señalada
para la diligencia, bajo el apercibimiento de que,
si dejare de comparecer sin causa justificada,
será tenido por confeso de las posiciones que
se califiquen como legales. El interesado estará
obligado a absolver personalmente las posiciones
cuando así lo exija el que las articula o cuando el
apoderado ignore los hechos.
Pueden articularse posiciones al mandatario,
siempre que tenga poder bastante para absolverlas o se refieran a hechos ejecutados por él en el
ejercicio del mandato.
Artículo 55. Si el citado para absolver posiciones comparece, la autoridad o el Tribunal abrirán
el pliego y procederán a realizar la calificación de
las posiciones.
Artículo 56. Las posiciones serán desechadas
cuando no cumplan con los requisitos siguientes:
I. Deberán articularse en términos precisos;
II. Deberán referirse a hechos propios del absolvente que sean objeto del procedimiento o de
la litis planteada; y
III. No deberán ser insidiosas ni contendrán
más que un solo hecho cada una.
Un hecho complejo podrá comprenderse en
una sola posición, cuando por la íntima relación
que exista entre los hechos que lo componen no
pueda afirmarse o negarse uno sin afirmar o negar
el otro. Se tendrán por insidiosas las preguntas
que se dirijan a ofuscar al que ha de responder,
con el objeto de obtener una confesión contraria
a la verdad.
Artículo 57. Si fueren varios los que han de
absolver posiciones al tenor de un mismo interrogatorio, las diligencias se practicarán separadamente y en un mismo día, siempre que sea
posible, evitando que los que absuelvan primero
se comuniquen con los que han de absolver
después.
Artículo 58. En ningún caso se permitirá que
la persona que ha de absolver posiciones esté
asistida por su abogado o apoderado, ni se le dará
traslado de las posiciones, ni termino para que
se aconseje; concediéndosele únicamente el uso
de la voz al final del desahogo de la prueba para
manifestarse respecto de las posiciones que a su
juicio hayan sido indebidamente calificadas. Si el
absolvente no habla español, podrá ser asistido
por un intérprete y, en este caso, la autoridad o
el Tribunal lo nombrarán.
Artículo 59. La autoridad o el Tribunal, previa
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toma de protesta de decir verdad al absolvente,
procederán al interrogatorio. El interrogatorio será
aclarado y explicado al absolvente al formulársele
cada pregunta, a fin de que conteste a cada una
de ellas con pleno conocimiento de causa.
Las respuestas serán en sentido afirmativo o
negativo, pudiendo quienes las hagan agregar
las explicaciones que consideren necesarias y,
en todo caso, darán las que la autoridad o el
Tribunal les pidan.
Artículo 60. Terminado el interrogatorio, la
parte que lo formuló podrá articular oral y directamente, en el mismo acto y previo permiso de
la autoridad o del Tribunal, nuevas posiciones al
absolvente, previa calificación de las mismas.
Artículo 61. Si la parte absolvente se niega a
contestar o contestare con evasivas o dijere ignorar los hechos propios, la autoridad o el Tribunal
la apercibirán de tenerla por confesa, si insiste
en su actitud.
Artículo 62. La autoridad o el Tribunal podrán,
en el acto de la diligencia, interrogar al absolvente
sobre todos los hechos y circunstancias que sean
conducentes a la averiguación de la verdad.
Artículo 63. Las respuestas a las posiciones
serán asentadas literalmente en el acta respectiva a medida que se vayan produciendo, y serán
firmadas al margen de las fojas en que se contengan. De igual forma, los absolventes firmarán
los pliegos de posiciones. Si no supieren firmar
pondrán su huella digital y si no quisieran hacer lo
uno ni lo otro, firmarán sólo el personal actuante
de la autoridad o del Tribunal y se hará constar
esta circunstancia. Firmada el acta y los pliegos
de posiciones, no podrá variarse su contenido.
Artículo 64. En caso de que la persona que
deba absolver posiciones no pueda ocurrir a la
diligencia por causa justificada, calificada por la
autoridad o el Tribunal, se señalará nueva fecha
para el desahogo de la prueba y, de subsistir el
impedimento, el personal actuante de la autoridad o del Tribunal se trasladará al lugar donde
la persona se encuentre para el desahogo de la
diligencia, a la que podrá asistir la otra parte.
Artículo 65. La persona legalmente citada a
absolver posiciones será declarada confesa de las
que sean calificadas como legales cuando:
I. Sin justa causa no comparezca;
II. Insista en negarse a declarar; o
III. Al declarar, insista en no responder afirma-
tiva o negativamente o en manifestar que ignora
los hechos.
Cuando el citado para absolver posiciones no
comparezca, el personal actuante de la autoridad
o del Tribunal abrirán el pliego y calificarán las
mismas antes de hacer la declaración de tener
por confeso al absolvente. En los demás casos,
al terminar la diligencia se hará la declaración.
No podrá ser declarado confeso el llamado a
absolver posiciones si previamente no hubiere
sido apercibido legalmente.
SECCIÓN TERCERA
DE LOS DOCUMENTOS PÚBLICOS
Y PRIVADOS
Artículo 66. Son documentos públicos aquellos cuya formulación está encomendada por
ley a las personas dotadas de fe pública y los
expedidos por servidores públicos en el ejercicio
de sus funciones.
La calidad de públicos se demuestra por la
existencia regular sobre los documentos, de
sellos, firmas u otros signos exteriores que, en
su caso, prevengan las normas, salvo prueba en
contrario.
Artículo 67. Los documentos públicos expedidos por autoridades de la Federación, de los
Estados, del Distrito Federal o de los municipios
harán fe en el Estado de Veracruz-Llave, sin necesidad de legalización.
Para que hagan fe los documentos procedentes
del extranjero, deberán presentarse debidamente
legalizados por las autoridades diplomáticas o
consulares, o ajustarse a los convenios que la
Federación haya celebrado en esta materia .
Artículo 68. Los documentos públicos se tendrán por legítimos y eficaces, salvo que se impugnare expresamente su autenticidad o exactitud
por la parte a quien perjudiquen. En este caso, se
ordenará el cotejo y se diligenciará la inspección
de los documentos públicos con los protocolos y
archivos en el local donde se halle la matriz, en
presencia de las partes, si concurrieren, a cuyo
fin se señalará previamente el día y la hora, salvo
cuando se hiciere en el acto de la audiencia de
pruebas.
Artículo 69. Son documentos privados los
que no reúnen las condiciones previstas para los
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documentos públicos.
Artículo 70. Los documentos que se ofrezcan
como prueba deberán acompañarse al escrito
inicial, al escrito de interposición del recurso de
revocación, a la demanda, a su contestación, o,
en su caso, a sus respectivas ampliaciones.
La presentación de documentos públicos podrá
hacerse en copia simple, si el interesado manifestare que carece del original o copia certificada,
pero no producirá ningún efecto si en la fase de
instrucción del procedimiento administrativo o
del recurso de revocación, o en la audiencia del
juicio contencioso, no se exhibiere el documento
en original o copia certificada.
Artículo 71. Cuando las pruebas documentales no obren en poder del oferente, o cuando
no hubiere podido obtenerlas a pesar de tratarse
de documentos que legalmente se encuentren
a su disposición, éste deberá señalar el archivo
o lugar de su ubicación, para que a su costa se
mande expedir copia certificada de ellos, o se
requiera su remisión cuando ésta sea legalmente
posible. Para este efecto, deberá indicar con toda
precisión los documentos y tratándose de los
que pueda tener a su disposición, bastará con
que acompañe copia de la solicitud debidamente
presentada por lo menos cinco días antes de la
presentación del escrito en que las ofrezca. Se
entiende que el interesado tiene a su disposición
los documentos, cuando legalmente pueda obtener copia autorizada de los originales o de las
constancias. En ningún caso se requerirá el envío
de un expediente administrativo.
Artículo 72. A fin de que las partes puedan
rendir sus pruebas, las autoridades tienen obligación de expedir con toda oportunidad las copias
de los documentos que les soliciten; si no se
cumpliera con esta obligación, la parte Interesada
solicitará a la autoridad o al Tribunal que requiera
a los omisos.
Cuando sin justa causa la autoridad requerida
no expida las copias de los documentos ofrecidos para probar los hechos que se le imputan y
siempre que los documentos solicitados hubieran
sido identificados con toda precisión tanto en sus
características como en su contenido, se presumirán ciertos los hechos que se pretendan probar
con esos documentos.
En los casos en que la autoridad requerida no
sea parte, la autoridad o el Tribunal podrán hacer
valer como medida de apremio la imposición de
una multa de cincuenta a cien días de salario
mínimo vigente en la capital del Estado a la autoridad omisa, sin perjuicio de las demás sanciones
que procedan por las responsabilidades en que
incurra.
Artículo 73. Presentado el escrito inicial, el
de interposición del recurso de revocación, el de
demanda, el de su contestación, o, en su caso, los
de sus respectivas ampliaciones, no se admitirán
otras pruebas documentales, excepto las que se
hallen en alguno de los casos siguientes:
I. Que sean de fecha posterior a dichos escritos;
II. Las de fecha anterior respecto de las cuales,
bajo protesta de decir verdad, la parte que las
presente asevere no haber tenido conocimiento
de su existencia, salvo prueba en contrario de
parte interesada, en su caso; o
III. Las que no haya sido posible obtener con
anterioridad, por causas que no sean imputables
a la parte interesada, siempre que se haya hecho
oportunamente el señalamiento del archivo o lugar en que se encuentren los originales.
Artículo 74. Los documentos que no se presenten en idioma español, deberán acompañarse de su traducción, de la que se mandará dar
vista a la parte contraria, en su caso, para que
dentro de tres días manifieste si está conforme.
Si lo estuviere o no contestase la vista, se estará
a la traducción aportada; en caso contrario, la
autoridad o el Tribunal nombrarán traductor, en
términos de lo dispuesto por el artículo 21 del
presente Código.
Artículo 75. Podrá pedirse el cotejo de firmas
y letras, siempre que se niegue o que se ponga
en duda la autenticidad de un documento privado,
o bien de un documento público que carezca de
matriz.
La persona que solicite el cotejo designará
el documento o documentos indubitados con
que deba hacerse, o pedirá a la autoridad o al
Tribunal que lIame al interesado para que en su
presencia ponga la firma o letras que servirán
para el cotejo.
Artículo 76. Se considerarán indubitados para
el cotejo:
I. Los documentos que las partes reconozcan
62
como tales, de común acuerdo;
II. Los documentos privados cuya letra o firma
hayan sido reconocidas en el procedimiento administrativo, en el recurso de revocación o en el
juicio contencioso por aquél a quien se atribuya
la dudosa;
III. El escrito impugnado en la parte en que
reconozca la letra como suya aquél a quien perjudique;
IV. Las firmas puestas en actuaciones, en
presencia de la autoridad o del secretario del
Tribunal, por la parte cuya firma o letra se trata
de comprobar; o
VI. En general, las firmas estampadas ante
fedatarios públicos.
Artículo 77. Las partes sólo podrán objetar los
documentos dentro de los cinco días siguientes al
en que surta sus efectos la notificación del acuerdo que los haya admitido como pruebas o, en su
caso, al contestar la demanda o su ampliación.
SECCION CUARTA
DE LA TESTIMONIAL
Artículo 78. Quienes tengan conocimiento de
los hechos que las partes deben de probar, están
obligados a declarar como testigos, que nunca
serán más de tres por cada hecho que exija distinto interrogatorio.
Artículo 79. La parte que ofrezca la prueba
testimonial deberá indicar el nombre y domicilio
de los testigos y tendrá la obligación de presentarlos.
Cuando se trate del juicio contencioso y el
oferente estuviere imposibilitado para presentar
a los testigos, lo manifestará así bajo protesta
de decir verdad y pedirá que se les cite, en
cuyo caso el Tribunal ordenará la citación, con
el apercibimiento de aplicación de las medidas
de apremio previstas por este Código, al testigo
que no comparezca sin causa justificada o que se
niegue a declarar. En caso de que el señalamiento
del domicilio de algún testigo resulte inexacto, o
de comprobarse que se solicitó su citación con
el propósito de retardar el juicio, se impondrá al
promovente multa de cincuenta a cien días de
salario mínimo general vigente en la capital del
Estado en la fecha de su imposición.
La prueba testimonial será declarada desierta
cuando el oferente no presente a declarar a sus
testigos ante la autoridad, o no se presenten a la
segunda citación del Tribunal, imponiéndose las
multas con que hubieren sido apercibidos como
medida de apremio.
La falta de cumplimiento de alguno de los
requisitos para el ofrecimiento de la prueba testimonial, dará lugar a su desechamiento.
Artículo 80. Los servidores públicos no están
obligados a declarar como testigos. Sólo cuando
la autoridad o el Tribunal lo estimen indispensable
para la investigación de la verdad, se les solicitará
que rindan su testimonio por oficio, conforme al
interrogatorio escrito que para tal efecto presente
el oferente de la prueba.
Artículo 81. La autoridad o el Tribunal señalarán día y hora para la recepción de la prueba
testimonial. Para el examen de los testigos se presentarán, al ofrecerse la prueba, interrogatorios
escritos. Las preguntas deberán tener relación
directa con los puntos controvertidos, no serán
contrarias al derecho o a la moral y deberán estar concebidas en términos claros y precisos, sin
que pueda ir implícita la respuesta en ellas ni se
comprenda en una sola más de un hecho.
La protesta y examen de los testigos se hará
en presencia de las partes que concurrieren. Al
final del examen de cada testigo, las partes podrán, por una sola vez y en forma oral, formularle
repreguntas, previa autorización de la autoridad o
del Tribunal. La autorización a una de las partes
implica la de la otra.
Artículo 82. Cuando el testigo resida en lugar
distinto al de la autoridad o del Tribunal, el promovente deberá, al ofrecer la prueba, presentar
sus interrogatorios por escrito con las copias
respectivas, para que las otras partes dentro de
los tres días siguientes al en que surta sus efectos la notificación del acuerdo correspondiente,
puedan presentar sus interrogatorios escritos de
repreguntas. En este caso, se librará exhorto u
oficio, en el que se incluirán, en pliego cerrado,
las preguntas y repreguntas.
Artículo 83. Serán desechadas las preguntas
y repreguntas, cuando:
I. No cumplan con los requisitos previstos en
el artículo 8l de este Código;
II. Se refieran a hechos o circunstancias que
ya constan en el expediente;
63
III. Sean contradictorias con una pregunta o
repregunta anterior; o
IV. Se refieran a opiniones o creencias de los
testigos.
Artículo 84. Después de tomarse al testigo la
protesta de conducirse con verdad y de advertirle
de las penas en que incurren los testigos falsos,
se hará constar su nombre y apellidos, edad,
estado civil, domicilio, ocupación, si es pariente
consanguíneo o afín de alguna de las partes y
en qué grado, si es dependiente o empleado del
que lo ofrece, o tiene con él sociedad o alguna
relación de intereses, si tiene interés directo o
indirecto en el asunto o en otro semejante y si es
amigo íntimo o enemigo de alguna de las partes.
A continuación se procederá al examen, previa
calificación de las preguntas.
Artículo 85. Los testigos serán examinados
separada y sucesivamente, sin que unos puedan
presenciar las declaraciones de los otros. A este
efecto, se fijará un solo día para que se presenten los testigos que deban declarar conforme a
un mismo interrogatorio, y se designará el lugar
en que deban permanecer hasta el final de la
diligencia.
Artículo 86. La autoridad o Tribunal tendrán la
más amplia facultad para hacer a los testigos las
preguntas que estimen conducentes a la investigación de la verdad, así como para cerciorarse
de la idoneidad de los mismos, asentándose todo
en el acta.
Artículo 87. Si el testigo no habla español,
rendirá su declaración por medio de intérprete,
quien será nombrado de oficio por la autoridad
o por el Tribunal. Cuando el testigo lo pidiere,
además de asentarse su declaración en español,
podrá escribirse en su propio idioma por él o por
el intérprete.
Artículo 88. Antes de rendir su declaración,
el testigo deberá firmar al margen el interrogatorio. Cada respuesta se hará constar en el acta
respectiva.
Artículo 89. Los testigos están obligados a dar
la razón de su dicho y la autoridad o el Tribunal
deberán exigirla, explicando previamente en qué
consiste.
Artículo 90. El testigo firmará su declaración al
margen de las hojas en que se contenga, después
de habérsele leído o de que la lea por sí mismo y
la ratifique; si no puede o no sabe leer, la decla-
ración le será leída por el personal actuante de la
autoridad o del Tribunal; y, si no puede o no sabe
firmar, imprimirá su huella digital. La declaración,
una vez firmada, no podrá variarse.
Artículo 91. En el acto del examen de un
testigo, las partes interesadas podrán atacar el
dicho de aquél por cualquier circunstancia que,
en su concepto, afecte su credibilidad, ofreciendo
en ese momento las pruebas que estimen conducentes. Una vez impugnado el dicho de un testigo,
se dará el uso de la palabra al oferente, quien en
ese acto podrá ofrecer las pruebas que al respecto
considere pertinentes, las que se desahogarán
dentro de los tres días siguientes.
Al valorar la prueba testimonial, la autoridad o
el Tribunal apreciará las impugnaciones y justificaciones que se hayan planteado.
Artículo 92. Si algún testigo no puede concurrir
a la diligencia, por causa justificada calificada por
la autoridad o el Tribunal, se señalará nueva fecha
para el desahogo de la prueba y de subsistir el
impedimento, se declarará desierta.
SECCIÓN QUINTA
DEL RECONOCIMIENTO O INSPECCIÓN
Artículo 93. La inspección podrá practicarse a
petición de parte, o de oficio, con citación previa
y expresa, para aclarar o fijar hechos relativos al
asunto que no requieran conocimientos técnicos
especiales, señalando para tal efecto día, hora y
lugar en que deba practicarse. Cuando la prueba
se ofrezca por alguna de las partes se indicará
con precisión el objeto de la misma, el lugar donde
deba practicarse y la relación con los hechos que
se quieran probar.
Las partes, sus abogados, representantes o
apoderados, podrán concurrir a la inspección y hacer las observaciones que estimen oportunas.
De la diligencia se levantará acta circunstanciada que firmarán los que en ella intervengan.
A criterio de la autoridad o del Tribunal, o a petición de parte, se levantarán planos u obtendrán
imágenes del lugar o bienes inspeccionados, que
se agregarán al acta.
SECCIÓN SEXTA
DE LA PERICIAL
Artículo 94. La prueba pericial procede cuando
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sean necesarios conocimientos especiales en alguna ciencia, técnica, arte, oficio o industria; más
no en lo relativo a conocimientos generales, por
lo que se desecharán de oficio aquellas periciales
que se ofrezcan para este tipo de conocimientos,
o en relación a hechos que se encuentren acreditados con otras pruebas, o si se refieren a simples
operaciones aritméticas o similares.
Los peritos deben tener cédula profesional que
los acredite en la especialidad a que pertenezca
la cuestión sobre la que habrán de rendir dictamen, si estuviere legalmente reglamentada; si la
especialidad no estuviere reglamentada, podrá
ser nombrada cualquier persona que, a criterio de
la autoridad o del Tribunal, posea conocimientos
en la misma.
Artículo 95. La prueba pericial se sujetará a
las siguientes reglas:
I. En su ofrecimiento, se señalará con toda
precisión la ciencia, arte, técnica, oficio o industria
sobre la cual deba practicarse; los puntos sobre
los que versará y las cuestiones que se deben
resolver; así como la cédula profesional, calidad
técnica, artística o industrial del perito que se
proponga, nombre, apellidos y domicilio de éste.
La falta de cualquiera de los requisitos anteriores
motivará el desechamiento de la prueba;
II. En caso de estar debidamente ofrecida, se
admitirá, requiriendo, en su caso, a la contraria
para que designe al perito que le corresponda
y adicione el cuestionario, quedando obligados
los oferentes a que sus peritos, dentro de los
tres días siguientes al en que surtan sus efectos
las notificaciones de los acuerdos respectivos,
presenten escrito en el que acepten el cargo
conferido y protesten su fiel y legal desempeño,
debiendo anexar copia de su cédula profesional
o documentos que acrediten su calidad de perito
en el arte, técnica, oficio o industria para el que se
les designa, manifestando, bajo protesta de decir
verdad, que conocen los puntos cuestionados y
pormenores relativos a la pericial, así como que
tienen la capacidad suficiente para emitir dictamen
sobre el particular, quedando obligados a rendir
su dictamen dentro de los diez días siguientes a
la fecha en que hayan presentado los escritos de
aceptación y protesta del cargo de peritos;
III. La autoridad o el Tribunal, podrán adicionar
los cuestionarios;
IV. Cuando los peritos rindan sus dictámenes,
y estos resulten contradictorios, la autoridad o el
Tribunal designarán un perito tercero en discordia
tomando en cuenta la ordenado por el articulo 97
de este Código;
V. La falta de aceptación y protesta del cargo
por el perito del oferente, dará lugar a que se
tenga por desierta la prueba. Si la contraria no
designare perito, o el perito por ésta designado,
no presentara el escrito de aceptación y protesta
del cargo, dará como consecuencia que se tenga
a ésta por conforme con el dictamen pericial que
rinda el perito del oferente.
VI. En el supuesto de que el perito designado
por alguna de las partes, que haya aceptado y protestado el cargo conferido, no presente su dictamen pericial en el plazo concedido, se entenderá
que dicha parte acepta a aquel que se rinda por el
perito de la contraria, y la pericial se desahogará
con ese dictamen. Si los peritos de ambas partes,
no rinden su dictamen dentro del plazo concedido,
se declarará desierta la prueba; y
VII. Las partes quedan obligadas a pagar los
honorarios de los peritos que hayan nombrado,
así como a presentarlos cuantas veces sea necesario. También quedarán obligadas a presentar
el dictamen pericial dentro del plazo señalado,
debiendo presentar los peritos el original de su
cédula profesional y de los documentos anexos a
sus escritos de aceptación y protesta del cargo.
Artículo 96. Las partes en cualquier momento
podrán convenir en la designación de un solo
perito para que rinda su dictamen al cual se sujetarán. También podrán manifestar su conformidad
con el dictamen del perito de la contraria y hacer
observaciones al mismo, que serán consideradas
en la valoración de pruebas.
Artículo 97. Cuando la autoridad o el Tribunal
consideren indispensable la prueba pericial para
la solución del asunto, determinarán de oficio su
procedencia. En esta caso, nombrarán al perito,
preferentemente de entre los que tengan adscritos, sin que sea necesario la designación de
otro perito.
Artículo 98. Los peritos no son recusables,
pero los nombrados por la autoridad o por el Tribunal deberán excusarse en las hipótesis previstas
por el artículo 128 de este Código o, en su caso,
por el artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder
65
Judicial del Estado.
SECCIÓN SÉPTIMA
DE LA PRESUNCIONAL
Artículo 99. Presunción es la consecuencia
que la ley establece expresamente; o la autoridad
o el Tribunal deducen de un hecho conocido, debidamente probado para averiguar la verdad de
otro desconocido que es consecuencia ordinaria
de aquel. La primera se llama legal y la segunda
humana.
Artículo 100. Quien haga valer una presunción
legal estará obligado a probar el hecho en que
la funda. Las presunciones humanas admitirán
prueba en contrario.
SECCIÓN OCTAVA
DE LAS FOTOGRAFÍAS Y DEMÁS
ELEMENTOS APORTADOS POR LA
CIENCIA
Artículo 101. Para acreditar hechos o circunstancias que tengan relación con el asunto que se
ventile, las partes podrán presentar fotografías,
copias fotostáticas, videos, cintas cinematográficas, discos compactos o magnéticos y cualquier
otro producto de almacenamiento de sonidos o
imágenes.
Artículo 102. Como medio de prueba deben
admitirse también los registros dactiloscópicos,
fonográficos y demás descubrimientos de la ciencia, técnica o arte que produzcan convicción en
el ánimo de la autoridad o del Tribunal.
Artículo 103. La parte que presente estos medios de prueba, deberá proporcionar a la autoridad
o al Tribunal, los aparatos o elementos necesarios
para que pueda apreciarse el valor de los registros
y reproducirse los sonidos e imágenes.
SECCIÓN NOVENA
DE LA VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS
Artículo 104. La autoridad y el Tribunal tendrán
la más amplia libertad para hacer el análisis de las
pruebas rendidas, mediante la aplicación de las
reglas de la lógica y de la sana crítica; así como
para determinar su valor, apreciándolas en su
conjunto, a menos que este Código establezca
las reglas específicas para hacer la valoración.
Artículo 105. No tendrán valor las pruebas
rendidas con infracción a lo dispuesto en este
Código, a menos que sean el único medio por el
que la autoridad o el Tribunal puedan formar su
convicción respecto a los hechos de que se trata.
En este caso, deberán fundar especial y cuidadosamente esta parte de su resolución.
Artículo 106. La confesión expresa hará
prueba plena cuando concurran en ella las circunstancias siguientes:
I. Que sea hecha por persona capaz y legitimada para hacerla;
II. Que sea hecha con pleno conocimiento y
sin coacción ni violencia; o
III. Que sea de hecho propio o, en su caso, del
representante, delegado o síndico y concerniente
al asunto.
Artículo 107. Los hechos propios de las partes
aseverados en sus promociones o en cualquier
otro acto del procedimiento administrativo, del
recurso de revocación o del juicio contencioso,
harán prueba plena en su contra, sin necesidad
de ofrecerlos como prueba.
Artículo 108. La confesión ficta produce el
efecto de una presunción cuando no haya pruebas
que la contradigan.
Artículo 109. Los documentos públicos hacen
prueba plena, sin perjuicio de lo dispuesto por el
artículo 68 de este Código.
Harán prueba plena los hechos legalmente
afirmados por la autoridad en documentos públicos, pero, si en estos últimos se contienen declaraciones de verdad o manifestaciones de hechos
de particulares, los documentos sólo prueban
plenamente que, ante la autoridad o fedatario
que los expidió, se hicieron tales declaraciones
o manifestaciones, pero no prueban la verdad de
lo declarado o manifestado.
Tratándose de actos de verificación o de
comprobación de las autoridades, se entenderán como legalmente afirmados los hechos que
constan en las actas respectivas.
Artículo 110. Las copias certificadas hacen fe
de la existencia de los originales.
Artículo 111. La documental privada, inspección, , pericial y testimonial serán valoradas
según el prudente arbitrio de la autoridad o del
Tribunal.
66
Artículo 112. Para que las presunciones sean
apreciables como medios de prueba, es indispensable que entre el hecho demostrado y aquél
que se trata de deducir haya un enlace preciso.
La autoridad o el Tribunal apreciarán en justicia
el valor de las presunciones.
Artículo 113. Las fotografías, copias fotostáticas, videos, cintas cinematográficas, discos compactos o magnéticos y demás pruebas aportadas
por la ciencia, técnica o arte quedan a la prudente
calificación de la autoridad o del Tribunal.
Artículo 114. La valoración de las pruebas se
hará de acuerdo con lo dispuesto en el presente
Código, a menos que por el enlace de las pruebas rendidas y de las presunciones formadas,
la autoridad o el Tribunal adquieran convicción
distinta respecto del asunto. En este caso. deberán motivar cuidadosamente esta parte de su
resolución.
CAPÍTULO VI
DE LOS MEDIOS DE APREMIO
Artículo 115. Las autoridades o el Tribunal,
para hacer cumplir sus determinaciones o para
imponer el orden podrán. según la gravedad de
la falta. hacer uso de alguno de los siguientes
medios de apremio y medidas disciplinarias:
I. Apercibimiento;
II. Amonestación;
III. Multa de cincuenta a cien días de salario
mínimo vigente en la capital del Estado; si el
infractor fuese jornalero, obrero o trabajador, no
podrá ser sancionado con multa mayor al importe
de su jornal o salario de un día; y tratándose de
trabajadores no asalariados, la multa no excederá
del equivalente a un día de su ingreso;
IV. Expulsión temporal de las personas del lugar donde se lleve a cabo la diligencia o actuación,
cuando ello sea necesario para su continuación;
V. Auxilio de la fuerza pública; o
VI. Los demás que establece este Código.
La multa a que se refiere la fracción II tendrá
el carácter de crédito fiscal y se fijará en cantidad
líquida, haciéndose efectivo conforme al procedimiento de ejecución.
CAPÍTULO VII
DE LAS RESOLUCIONES EN GENERAL
Artículo 116. Se entenderán como resoluciones definitivas aquellas que pongan fin al procedimiento administrativo o al juicio contencioso,
las que deberán fundarse y motivarse, ser claras,
precisas y congruentes, y decidirán todas las
cuestiones planteadas por las partes, así como
las derivadas del expediente.
Cuando se trate de cuestiones conexas que
no hubieran sido planteadas, las autoridades o el
Tribunal podrán pronunciarse sobre ellas, previa
vista a las partes por el plazo de cinco días para
que formulen lo que a su derecho convenga y
aporten, en su caso, los medios de prueba que
consideren oportunos.
Artículo 117. En los procedimientos administrativos incoados a petición del interesado, la resolución que sobre ellos recaiga será congruente
con las peticiones formuladas, sin que en ningún
caso pueda agravarse su situación inicial.
Artículo 118. Las resoluciones dictadas en
el procedimiento administrativo expresarán los
recursos o medios de defensa que contra las
mismas procedan, así como la autoridad o el
Tribunal ante el que deban presentarse y el plazo
para interponerlos.
Artículo 119. Las autoridades o el Tribunal en
ningún caso podrán abstenerse de dejar en estado de resolución los expedientes, bajo pretexto de
silencio, oscuridad o insuficiencia de los preceptos
legales invocados por las partes.
Artículo 120. Las autoridades o el Tribunal no
podrán variar ni modificar sus resoluciones después de dictadas y firmadas. No obstante, cuando
se trate de precisar algún concepto o suplir alguna
omisión, lo podrán hacer de oficio, dentro del día
siguiente a la notificación correspondiente, o a petición de parte interesada, por escrito presentado
dentro del mismo plazo, resolviéndose lo que se
estime procedente dentro del día siguiente a la
presentación del escrito.
Al hacer la aclaración, las autoridades o el
Tribunal, no podrán modificar los elementos
esenciales de la resolución, ni variar su substancia. El acuerdo que decida la aclaración de una
resolución, se considerará parte integrante de
ésta. Se tendrá como fecha de notificación de la
resolución, la del acuerdo que decida la aclaración
de la misma.
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LIBRO SEGUNDO
DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
TÍTULO PRIMERO DISPOSICIONES
GENERALES
CAPÍTULO I
Artículo 121. Las disposiciones de este
Código se aplicarán a los actos que emitan la
Administración Pública o el Órgano dentro del
procedimiento administrativo y que produzcan
efectos en la esfera jurídica de los particulares.
Artículo 122. El procedimiento administrativo
podrá iniciarse de oficio o a petición del interesado y tenderá a asegurar el cumplimiento de los
fines de la Administración Pública o del Órgano,
así como a garantizar los derechos e intereses
legítimos de los particulares, de conformidad con
lo dispuesto en las normas aplicables.
Artículo 123. Los informes, manifestaciones,
o declaraciones rendidos por los interesados a
la autoridad, se presumirán ciertos salvo prueba
en contrario; sin embargo, podrán ser objeto de
control y verificación por parte de la autoridad.
Si los informes, manifestaciones o declaraciones proporcionados por el particular resultaren
falsos, se aplicarán las sanciones administrativas
correspondientes, sin perjuicio de lo dispuesto en
el Código Penal para el Estado Libre y Soberano
de Veracruz-Llave. Estas mismas sanciones se
aplicarán a los titulares, representantes legales
o delegados de las autoridades que rindan informes, manifestaciones o declaraciones falsas.
Artículo 124. Los interesados podrán participar
en el procedimiento administrativo con el carácter
de peticionario, afectado o tercero perjudicado.
Es peticionario quien dirige a la autoridad una
solicitud. Afectado es la persona perjudicada
por un acto administrativo en sus derechos e
intereses legítimos. El tercero perjudicado es
aquél que tiene una pretensión contraria con la
del peticionario.
Artículo l25. En los procedimientos administrativos no se podrán exigir mayores formalidades
y requisitos que los expresamente establecidos
en este Código y en las normas aplicables. En el
caso de revalidación de licencias, autorizaciones
o permisos, el trámite se podrá hacer mediante
una solicitud por escrito, que contendrá la manifestación del peticionario, bajo protesta de decir
verdad, en el sentido de que las condiciones
en que se le otorgó originalmente la licencia,
autorización o permiso de que se trate, no han
variado, debiendo acompañar una copia simple de dicho documento. Este trámite se podrá
realizar dentro de los quince días previos a la
conclusión de su vigencia, sin perjuicio del pago
de derechos que la revalidación origine y de las
facultades de verificación de las autoridades. El
procedimiento de revalidación no será aplicable
a las concesiones.
Artículo 126. Los interesados tienen en todo
momento el derecho de obtener información sobre
los procedimientos y el estado en que se encuentren, así como el acceso a los expedientes que
con motivo de sus solicitudes o por mandato legal,
formen las autoridades. Asimismo, se les podrán
expedir a su costa y siempre que así lo soliciten,
copias y certificaciones de los documentos que
obren en los expedientes, previo pago de los
derechos que correspondan.
Sólo podrá negarse la información o el acceso
a los expedientes, cuando: se involucren cuestiones relativas a la defensa o seguridad nacionales;
esté protegida dicha información por el secreto
industrial, comercial o por disposición legal; o
porque el solicitante no sea el interesado o su
causahabiente, o no acredite su interés legítimo
en el procedimiento administrativo.
Artículo 127. Las actuaciones se verificarán
en las oficinas de la autoridad. En el caso de que
la naturaleza de la diligencia así lo requiera, y sea
necesario o conveniente para agilizar el procedimiento, el desahogo de la diligencia podrá trasladarse a otro sitio, previa constancia debidamente
fundada y motivada de esta circunstancia.
CAPÍTULO II
DE LOS IMPEDIMENTOS, EXCUSAS
Y RECUSACIONES
Artículo 128. Los instructores de expedientes en el procedimiento administrativo deberán
manifestar que están impedidos para conocer
de los asuntos de su competencia, en los casos
siguientes:
I. Si tienen un interés directo o indirecto en el
68
asunto de que se trate o en otro semejante, cuya
resolución pudiera influir en la de aquél;
II. Si tienen interés directo o indirecto en el
asunto de que se trate: su cónyuge, sus parientes
consanguíneos en línea recta sin limitación de
grados, colaterales dentro del cuarto grado o los
afines dentro del segundo;
III. Cuando ellos, su cónyuge o alguno de sus
hijos, sea heredero, legatario, donante, donatario,
socio, acreedor, deudor, fiador, fiado, arrendador,
arrendatario, principal, dependiente o comensal
habitual de alguna de las partes, o administrador
actual de sus bienes;
IV. Si son administradores o accionistas de la
persona moral interesada en el expediente;
V. Cuando ellos, su cónyuge o alguno de sus
parientes consanguíneos en la línea recta, sin
limitación de grados, de los colaterales dentro
del segundo, o de los afines en el primero, sigan
contra alguna de las partes, o no haya pasado un
año de haber seguido, un juicio civil o una causa
criminal, como acusadores, querellantes o denunciantes, o se hayan constituido parte civil en causa
criminal seguida contra cualquiera de ellas;
VI. Cuando alguna de las partes o sus representantes o abogados, es o ha sido denunciante,
querellante o acusador del servidor público de
que se trate, de su cónyuge o de alguno de sus
expresados parientes, o se ha constituido parte
civil en causa criminal seguida contra cualquiera
de ellos;
VII. Si tuvieran parentesco de consanguinidad
dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del
segundo con cualquiera de los interesados, con
los administradores o accionistas de las personas
morales interesadas o con los asesores, representantes, abogados o personas autorizadas que
intervengan en el procedimiento;
VIII. Si tienen amistad estrecha o enemistad
manifiesta con alguna de las personas mencionadas en la fracción anterior;
IX. Si intervienen como peritos o como testigos;
X. Si tienen alguna relación, de cualquier
naturaleza, con las personas físicas o morales
interesadas directamente en el asunto;
XI. Si son tutores o curadores de alguno de los
interesados, o no han transcurrido tres años de
haber ejercido dicho encargo; o
XII. Por cualquier otra causa prevista en los
ordenamientos jurídicos aplicables.
Artículo 129. El instructor que se encuentre
en alguno de los supuestos que señala el artículo anterior, se excusará del asunto sin demora,
y lo comunicará a su superior jerárquico, quien
resolverá lo conducente dentro de los tres días
siguientes.
Artículo 130. En el caso de que se declare
improcedente la excusa planteada, el superior
jerárquico devolverá el expediente para que el
instructor continúe conociendo del mismo.
Tratándose de excusas procedentes, la resolución que se dicte deberá contener el nombre del
instructor que deberá conocer del asunto, quien
habrá de tener la misma jerarquía del impedido.
Si no existiera instructor de igual jerarquía al
impedido, el superior jerárquico conocerá directamente del asunto.
Artículo 131. Cuando el superior jerárquico
tenga conocimiento que sus subalternos se encuentran en alguno de los supuestos que establece el artículo 128 de este Código, ordenará que
se abstenga de intervenir en el negocio.
Artículo 132. Cuando el servidor público no se
abstenga de intervenir en un asunto, a pesar de
encontrarse en alguno de los supuestos que establece el artículo 128 de este Código, y sin perjuicio
de la responsabilidad en que haya incurrido, el
interesado podrá promover la recusación en cualquier momento de la secuela del procedimiento
administrativo, siempre que no se haya emitido la
resolución que en derecho corresponda.
El particular interesado tendrá la posibilidad de
alegar la recusación al interponer el recurso de
revocación en contra de la resolución que ponga
fin al procedimiento.
Artículo 133. La recusación deberá plantearse por escrito ante el superior jerárquico del
servidor público que se recusa. En este escrito
se expresará la causa o causas en que se funde
el impedimento, debiéndose ofrecer en el mismo
los medios probatorios pertinentes.
Al día siguiente de la presentación del ocurso
en los términos del párrafo anterior, el servidor
público que se recusa será emplazado para que
en el plazo de dos días haga las manifestaciones
que estime pertinentes.
Transcurrido este plazo, haya o no producido el
69
servidor público su informe, el superior jerárquico
señalará la fecha de la audiencia para desahogar
pruebas, recibir alegatos y pronunciar la resolución, la que deberá emitirse en un plazo no mayor
de cinco días.
Artículo 134. En el caso de que la recusación
sea procedente y fundada, la resolución respectiva señalará el servidor público que deba sustituir
al recusado en el conocimiento y substanciación
del procedimiento administrativo.
Artículo 135. Si se declarara improcedente o
infundada la causa de recusación que se hubiere
alegado, el recusante no podrá volver a hacer
valer alguna otra causa de recusación, en ese
procedimiento, a menos que sea superveniente
o que en su defecto, haya cambio de servidor
público, en cuyo caso podrá hacer valer la causal
de impedimento respecto a éste.
Artículo 136. La intervención del servidor público que se encuentre en alguno de los supuestos del artículo 128 de este Código, no implicará
la invalidez de los actos administrativos en que
haya intervenido, cuando éstos sean favorables al
particular, pero en todo caso dará lugar a responsabilidad administrativa, en términos del presente
Código o de las normas aplicables.
Artículo 137. En los casos en que se esté
conociendo de algún impedimento, el procedimiento en el cual se haya presentado la excusa
o la recusación se suspenderá hasta en tanto se
resuelve sobre ellas.
Artículo 138. Contra las resoluciones pronunciadas en materia de impedimentos, excusas y
recusaciones no procederá recurso alguno.
TÍTULO SEGUNDO
DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO
CAPÍTULO I
DEL INICIO Y SUBSTANCIACIÓN
Artículo 139. Cuando el procedimiento se
inicie a petición de parte y la ley de la materia no
señale los requisitos específicos, el escrito inicial
deberá cumplir con los siguientes:
I. La autoridad a la que se dirige;
II. El nombre, denominación o razón social
del interesado y, en su caso, del representante
legal, agregándose los documentos que acrediten la personería, así como la designación de la
persona o personas autorizadas para oír y recibir
notificaciones y documentos;
III. El domicilio para recibir notificaciones;
IV. La petición que se formula;
V. La descripción clara y sucinta de los hechos
y razones en los que se apoye la petición;
VI. Las pruebas que, en su caso, se ofrezcan;
y
VII. El lugar, fecha y firma del interesado o,
en su caso, la de su representante o apoderado
legal.
Artículo 140. Cuando el escrito inicial no
contenga los requisitos o no se acompañe de los
documentos previstos en el artículo anterior, la
autoridad prevendrá por escrito y por una sola vez
al interesado o, en su caso, a su representante
o apoderado legal, para que dentro del plazo de
cinco días siguientes al en que surta efectos la
notificación de dicha prevención, subsane la falta.
En el supuesto de que en el plazo señalado no se
cumpla con la prevención, la autoridad resolverá
que se tiene por no presentada la solicitud.
Si la promoción no fue firmada se estará a lo
dispuesto en el artículo 24 de este Código.
Contra el desechamiento o la negativa de dar
trámite a las solicitudes o promociones, procederá
el recurso de revocación.
Artículo 141. Los escritos iniciales deberán
presentarse en las unidades receptoras de la
autoridad; las subsecuentes promociones, en
el caso de que el interesado resida en lugar
distinto de aquéllas, podrán enviarse vía correo
registrado con acuse de recibo, siempre que el
envío se efectúe desde el lugar en que resida el
interesado.
Artículo 142. Cuando un escrito sea presentado ante una autoridad incompetente, dicha
autoridad deberá rechazar la promoción de
plano, indicando al promovente ante quién debe
presentarlo.
Artículo 143. Los escritos que se reciban vía
correo registrado con acuse de recibo, se considerarán presentados en la fecha que los reciba
la autoridad competente, salvo que se trate del
desahogo de requerimientos o de promociones
sujetas a término, en cuyo caso se tendrá como
fecha de presentación aquella en que se depositen en la oficina de correos.
Artículo 144. En ningún caso se podrán recha-
70
zar los escritos que se presenten en las unidades
receptoras de documentos de las autoridades
competentes. Será causa de responsabilidad
administrativa para el servidor público de la
autoridad competente, la negativa a recibir las
promociones de los particulares.
Artículo 145. Para el adecuado control de
los asuntos que se substancien a través de
procedimientos administrativos, se establecerá
un sistema de identificación de los expedientes
que comprenda, entre otros datos, los relativos
al número progresivo, al año y la clave de la materia que corresponda, mismos que deberán ser
registrados en un Libro de Gobierno. Asimismo,
se deberán agregar al expediente las constancias
de notificación, los acuses de recibo, todos los
documentos aportados como pruebas, así como
aquellos en que consten las diligencias practicadas en el procedimiento.
Artículo 146. En el despacho de los asuntos se deberá observar un orden riguroso en la
tramitación y resolución de los expedientes de
la misma naturaleza, que únicamente podrá modificarse cuando exista causa de orden público
debidamente fundada y motivada, de la que quede
constancia en el expediente. El incumplimiento de
esta disposición será causa de responsabilidad
para el servidor público que conozca del procedimiento.
Artículo 147. Iniciado el procedimiento, la
autoridad, a fin de asegurar la eficacia de la
resolución que pudiera recaer, podrá adoptar
las medidas provisionales establecidas en este
Código u otras normas aplicables, siempre que
existieren elementos suficientes.
Artículo 148. En las promociones, actuaciones
o resoluciones del procedimiento administrativo
podrán utilizarse formas impresas autorizadas
previamente y publicadas en la Gaceta Oficial,
las cuales serán distribuidas gratuitamente por
las autoridades. En caso de no existir formas
autorizadas, las promociones se presentarán en
escrito libre.
Artículo 149. Cuando así lo establezcan las
normas aplicables o se considere conveniente,
la autoridad que conozca del procedimiento administrativo solicitará de las demás autoridades,
informes u opiniones necesarios para resolver el
asunto, citándose el precepto normativo que así
lo establezca o motivando, en su caso, la conveniencia de solicitarlos.
Los informes u opiniones solicitados a que se
refiere el párrafo anterior, podrán ser obligatorios
o facultativos, vinculantes o no. Salvo disposición
legal en contrario, los informes y opiniones serán
facultativos y no vinculantes para la autoridad
que los solicitó y deberán incorporarse al expediente.
El servidor público al que se le solicite un informe u opinión, deberá emitirlo dentro del plazo
de diez días, salvo disposición que establezca
otro plazo.
Si transcurrido el plazo a que se refiere el párrafo anterior, no se recibiese el informe u opinión,
cuando se trate de aquellos de carácter obligatorio
o vinculante, se entenderá que no existe objeción
a las pretensiones del interesado.
Artículo 150. Con el escrito inicial se deberán
ofrecer pruebas, siempre que la naturaleza del
asunto así lo exija y lo prescriban las normas.
La autoridad acordará dentro de los tres días
siguientes sobre la iniciación del procedimiento
y, en su caso, sobre la admisión de las pruebas
ofrecidas, señalando día y hora para su desahogo, mismo que deberá verificarse dentro de los
quince días siguientes al en que surta efectos la
notificación al interesado del acuerdo inicial. Desahogadas todas las pruebas, se emitirá resolución
dentro del plazo de diez días.
Contra el desechamiento de pruebas no procederá recurso alguno, sin perjuicio de que esta
circunstancia se pueda alegar al impugnarse la
resolución administrativa.
Las pruebas supervenientes podrán ofrecerse
hasta antes de que se dicte resolución en el procedimiento administrativo.
CAPÍTULO II
DE LA TERMINACIÓN
Artículo 151. Ponen fin al procedimiento administrativo:
I. La resolución definitiva;
II. El desistimiento;
III. La imposibilidad material de continuarlo por
causas supervenientes;
IV. La configuración de la afirmativa ficta; o
V. La configuración de la negativa ficta.
71
Artículo 152. La resolución que ponga fin al
procedimiento indicará:
I. Lugar y fecha de emisión;
II. El nombre de la persona a la que se dirija;
cuando éste se ignore, se señalarán los datos
suficientes para su identificación;
III. La decisión de todas las cuestiones planteadas, en su caso;
IV. Los fundamentos y motivos que la sustenten;
V. Los puntos decisorios; y
VI. El nombre, cargo y firma autógrafa de la
autoridad que la emita.
Artículo 153. Cuando se impongan sanciones
administrativas, la motivación de la resolución
considerará las siguientes circunstancias:
I. La gravedad de la infracción en que se incurra;
II. Los antecedentes del infractor;
III. Las condiciones socioeconómicas del infractor;
IV. La reincidencia en el incumplimiento de
obligaciones, en su caso; y
V. El monto del beneficio, daño o perjuicio
económico, derivado del incumplimiento de obligaciones, si lo hubiere.
Artículo 154. Los actos administrativos serán
ejecutados por las autoridades en términos de ley,
salvo en los casos en que se otorgue legalmente
la suspensión. Para la ejecución de los actos, la
autoridad deberá notificar a los interesados el
mandamiento que la autorice.
Artículo 155. Todo interesado podrá desistirse
del procedimiento administrativo que promueva
cuando sólo afecte a sus intereses. En caso de
que existan varios interesados, el desistimiento
sólo operará respecto de quien lo hubiese formulado.
Artículo 156. El desistimiento deberá ser
presentado por escrito, ya sea por el interesado,
su representante legal o su apoderado con facultades para ello; y para que produzca efectos
jurídicos tendrá que ser ratificado por comparecencia ante la autoridad que conozca del procedimiento, dentro de los tres días siguientes a su
presentación.
Artículo 157. Cuando se trate de autorizaciones, licencias o permisos, las autoridades
deberán resolver el procedimiento administrativo
correspondiente, en los términos previstos por las
normas aplicables; y sólo que éstos no contemplen un plazo específico, deberá resolverse dentro
de los cuarenta y cinco días siguientes, contados
a partir de la presentación de la solicitud. En estos casos, si la autoridad no emite su resolución
dentro de los plazos establecidos, habiendo el
interesado cumplido los requisitos que prescriben
las normas aplicables, el silencio se entenderá
como resolución afirmativa ficta, en todo lo que
te favorezca, salvo en los siguientes casos:
I. Tratándose de materias relativas a la salubridad general o a las actividades riesgosas que se
definan en los diferentes ordenamientos jurídicos,
y a falta de definición, se considerarán como tales
aquellas que en forma directa o inminente pongan
en peligro la seguridad y tranquilidad públicas, o
alteren el orden público;
II. Tratándose del derecho de petición formulado por los particulares con fundamento en el
artículo 7 de la Constitución Política del Estado,
sin que la autoridad emita resolución expresa; o
III. En todos aquellos en que las normas establezcan que la falta de resolución tendrá efectos
de negativa ficta.
En los casos previstos en las fracciones I y II
de este artículo, el silencio de las autoridades se
considerará como negativa ficta, ante lo cual el
interesado podrá interponer los medios de defensa que en derecho correspondan.
En el caso de que se interponga el recurso de
revocación contra la negativa ficta, y este recurso
a su vez no sea resuelto expresamente, se estará
a lo previsto en el artículo 273 de este Código.
Artículo 158. Cuando por el silencio de la autoridad, en los términos señalados en el artículo
anterior, el interesado presuma que ha operado en
su favor la afirmativa ficta, deberá solicitar, para
la plena eficacia del acto presunto, en el plazo de
diez días, la certificación de que ha operado esta
resolución ficta.
El interesado deberá promover ante la Contraloría General o los órganos de control interno
de los ayuntamientos o ante quien, por acuerdo
del Cabildo, ejerza las funciones de control, en su
caso, la certificación de la afirmativa ficta, acompañando necesariamente el acuse de recibo de
la solicitud no resuelta. Dentro de las cuarenta y
ocho horas siguientes a que el respectivo órgano
de control reciba la solicitud de certificación, debe-
72
rá remitirla al superior jerárquico de la autoridad
omisa, quien en un plazo no mayor de cinco días,
contados a partir de que reciba dicha solicitud,
deberá proveer lo que corresponda, debiendo
enviar en todos los casos, copia de la proveído
al órgano de control requirente.
La certificación que se expida hará una relación
sucinta de la solicitud presentada y del procedimiento seguido, de la fecha de iniciación y de
vencimiento del plazo con que contó la autoridad
para dictar su resolución, así como la manifestación de que ha operado la afirmativa ficta.
Cuando el superior jerárquico niegue la expedición de la certificación solicitada, tendrá que fundar y motivar dicha negativa en su resolución.
Cuando se expida al interesado una certificación relativa a licencia, permiso, o autorización,
que genere el pago de contribuciones o derechos,
de conformidad con la ley de la materia, el superior jerárquico deberá señalar al interesado el
pago de los mismos, tomando en consideración
para su determinación, los datos manifestados
en la solicitud respectiva, así como la naturaleza
del acto.
La certificación de afirmativa ficta producirá
todos los efectos legales de una resolución favorable, por lo , que es deber de todas las personas
y autoridades su reconocimiento. Para la revalidación de una resolución afirmativa ficta, en caso
de que sea legalmente necesaria, la misma se
efectuará en los términos, plazos y condiciones
que señala el artículo 125 de este Código.
Si la certificación no fuese emitida en el plazo
que señala este artículo, la afirmativa ficta será
eficaz, y se podrá acreditar mediante la exhibición
de la solicitud del trámite respectivo y de la petición que se hizo de la certificación ante el superior
jerárquico. Dicha omisión será considerada como
una falta grave que deberá ser sancionada por la
Contraloría General o por los órganos internos de
control de los ayuntamientos, en su caso, en los
términos de la ley de la materia.
Artículo 159. No se configurará la resolución
afirmativa ficta, además de los casos señalados
en las fracciones I a III del artículo 157, en los
siguientes:
I. Tratándose de peticiones que impliquen la
adquisición de la propiedad o posesión de bienes
del Estado, municipios u organismos autóno-
mos;
II. El otorgamiento de concesiones para la
prestación de servicios públicos;
III. La autorización de fraccionamientos o subdivisiones de terrenos;
IV. La autorización de exenciones para el pago
de créditos fiscales;
V. Las solicitudes de devolución, de compensación y de autorización para el pago en parcialidades de créditos fiscales;
VI. La resolución del recurso administrativo de
revocación; o
VII. Cuando la petición se hubiere presentado
ante autoridad incompetente o el interesado no
haya reunido los requisitos que señalen las normas aplicables.
Artículo 160. Contra la negativa a otorgar la
certificación de afirmativa ficta o su omisión en
otorgarla, procederá el recurso de revocación
previsto en este Código o el juicio contencioso
ante el Tribunal.
Artículo 161. Incurren en responsabilidad
administrativa, sancionable conforme a la ley de
la materia, los servidores públicos encargados de
resolver los procedimientos administrativos, si no
emiten la resolución definitiva en el plazo previsto
en este Código.
TÍTULO TERCERO
DE LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
CAPÍTULO I
DE LAS FACULTADES DE
COMPROBACIÓN
Artículo 162. Las autoridades podrán, de
conformidad con las normas, verificar bienes,
personas y vehículos de transporte, con el objeto
de comprobar el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias de carácter local;
para lo cual, practicarán visitas de verificación
o domiciliarias, mismas que serán ordinarias o
extraordinarias. Las primeras se efectuarán en
días y horas hábiles; las segundas, en cualquier
tiempo.
Artículo 163. Toda visita de verificación o domiciliaria deberá ajustarse a los procedimientos y
formalidades que establezcan este Código y las
demás normas.
Artículo 164. La autoridad fiscal, a fin de com-
73
probar que los contribuyentes, los responsables
solidarios o los terceros con ellos relacionados
han cumplido con las disposiciones fiscales y, en
su caso, determinar las contribuciones omitidas
o los créditos fiscales, así como para comprobar
la comisión de infracciones a las disposiciones
fiscales, estará facultada para:
I. Rectificar los errores aritméticos, omisiones
u otros que aparezcan en los documentos a que
se refiere la fracción VIII del artículo 171 de este
Código, para lo cual podrá requerir al contribuyente su presentación;
II. Requerir informes o documentos a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros
con ellos relacionados, para que los exhiban en
su domicilio, establecimientos o en las oficinas de
la autoridad, a efecto de llevar a cabo la revisión
de su contabilidad;
III. Practicar visitas domiciliarias en los términos de este Código, así como para verificar el
cumplimiento de las obligaciones en materia de
expedición de comprobantes fiscales;
IV. Revisar los dictámenes formulados por contadores públicos sobre los estados financieros de
los contribuyentes, así como la declaratoria por
solicitudes de devolución de saldos a favor y cualquier otro dictamen que tenga repercusión para
efectos fiscales formulado por contador público y
su relación con el cumplimiento de disposiciones
fiscales;
V. Recabar de los servidores públicos y de los
fedatarios, los informes y datos que posean con
motivo de sus funciones; y
VI. Allegarse las pruebas necesarias para
formular la denuncia, querella o declaratoria ante
el ministerio público por la probable comisión de
delitos fiscales. Las actuaciones que practiquen
las autoridades fiscales tendrán pleno valor probatorio. La Secretaría de Finanzas y Planeación,
o las Tesorerías Municipales, en su caso, serán
coadyuvantes del ministerio público, en términos
del Código de Procedimientos Penales para el
Estado.
Las autoridades fiscales podrán ejercer estas
facultades conjunta, indistinta o sucesivamente,
entendiéndose que se inician con el primer acto
que se notifique al contribuyente.
SECCIÓN PRIMERA
DE LAS VISITAS DE VERIFICACIÓN
Artículo 165. Para practicar una visita de verificación, el personal actuante deberá estar provisto
de orden escrita con firma autógrafa expedida por
la autoridad competente en la que deberá precisarse el nombre, denominación o razón social de
la persona o personas a las que vaya dirigida, el
lugar o zona que ha de verificarse, el objeto de la
visita, el alcance que deba tener, su duración y las
disposiciones legales que la fundamenten.
Los propietarios, responsables, encargados u
ocupantes de establecimientos objeto de la verificación, estarán obligados a permitir el acceso
y dar facilidades e informes a los verificadores
para el desarrollo de su labor, así como a exhibir
la documentación que les sea requerida.
Artículo 166. Al iniciar la visita, el verificador
deberá exhibir credencial vigente con fotografía,
expedida por la autoridad que lo acredite para
desempeñar dicha función, así como la orden expresa a que se refiere el artículo anterior, de la que
deberá entregar copia al propietario, responsable,
encargado u ocupante del establecimiento.
Artículo 167. De toda visita de verificación
se levantará acta circunstanciada, en presencia
de dos testigos propuestos por la persona con
quien se hubiere entendido la diligencia o por
quien la practique, si aquélla se hubiere negado
a proponerlos.
De toda acta se dejará copia a la persona con
quien se entendió la diligencia, aunque se hubiere
negado a firmar, lo que no afectará la validez de
la diligencia ni del documento de que se trate,
siempre y cuando el verificador haga constar esta
circunstancia.
Artículo 168. En las actas de verificación se
hará constar:
I.Nombre, denominación o razón social del
visitado;
II. Hora, día, mes y año en que se inicie y
concluya la diligencia;
III. Calle, número, colonia, población, teléfono
u otra forma de comunicación disponible y código
postal en que se encuentre ubicado el lugar donde
se practique la visita;
IV. Número y fecha de la orden de verificación
y del oficio de comisión que la motivó;
V. Nombre y cargo de la persona con quien se
74
entendió la diligencia;
VI. Nombre, domicilio y documentos con que
se identificaron las personas que fungieron como
testigos;
VII. Hechos observados por el visitador durante
la diligencia;
VIII. En su caso, las observaciones del visitado
en relación a los hechos asentados en el acta; y
IX. Nombre y firma de quienes intervinieron en
la diligencia, incluyendo los de quien o quienes la
hubieren llevado a cabo.
Artículo 169. Los visitados a quienes se haya
levantado el acta de verificación podrán formular
observaciones en el acto de la diligencia y ofrecer
pruebas con relación a los hechos contenidos en
ella, o bien por escrito, así como
hacer uso de tal derecho dentro de los cinco
días siguientes a la fecha en que se hubiere levantado el acta de verificación.
Artículo 170. Las autoridades, con base en los
resultados de la visita de verificación o del informe
de la misma, podrán dictar medidas de seguridad
para corregir las irregularidades que se hubiesen
encontrado, notificando al interesado el acuerdo
correspondiente y otorgándole el plazo que señalen las normas de la materia. Dichas medidas
tendrán la duración estrictamente necesaria para
la corrección de las irregularidades detectadas.
Son medidas de seguridad las disposiciones
que dicte la autoridad para proteger la salud y la
seguridad públicas. Las medidas de seguridad se
establecerán en cada caso por las normas.
les podrán ser substituidos por la autoridad que
expidió la orden; en este caso, se comunicará
por escrito al visitado el nombre de los substitutos; y
c) Tratándose de visitas domiciliarias de carácter fiscal, las contribuciones cuyo cumplimiento
vaya a ser objeto de revisión y, en su caso, los
ejercicios a que deberá limitarse la visita. Esta
podrá ser de carácter general para verificar el
cumplimiento de las disposiciones fiscales en
determinado plazo o concretarse únicamente a
determinados aspectos, pero sólo en materia de
impuestos o derechos, incluso aquellos de carácter federal cuya administración le haya sido
SECCIÓN SEGUNDA
DE LAS VISITAS DOMICILIARIAS
Artículo 171. Las visitas domiciliarias para
comprobar que se han acatado las disposiciones legales o reglamentarias se sujetarán a lo
siguiente:
I. Sólo se practicarán por orden escrita de la
autoridad competente, en la cual se expresará:
a) El nombre, denominación o razón social
de la persona visitada y el lugar donde la visita
deba llevarse a cabo. Cuando se ignoren éstos,
se señalarán datos suficientes que permitan su
identificación;
b) El nombre de los auditores, inspectores o
visitadores que practicarán la diligencia, los cua-
75
encomendada al Estado, o aquellos impuestos
sobre los cuales tenga participación y se faculte
a las autoridades fiscales estatales o municipales
para su verificación;
II. La visita se realizará en el lugar o lugares
señalados en la orden;
III. Si al presentarse los auditores, inspectores
o visitadores al lugar en donde deba practicarse la
diligencia, no estuviere el visitado o su representante legal, dejarán citatorio con la persona que se
encuentre en dicho lugar para que el mencionado
visitado o su representante legal los esperen a
hora determinada del día siguiente para recibir la
orden de visita; si no lo hicieren, la visita se iniciará con quien se encuentre en el lugar visitado.
Si el domicilio donde deba practicarse la visita se
encontrare cerrado, el citatorio se dejará con el
vecino más próximo;
IV. Al iniciarse la visita en el domicilio señalado en la orden, los auditores, inspectores o
visitadores que en ella intervengan se identificarán debidamente ante la persona con quien
se entienda la diligencia, requiriéndola para que
designe dos testigos; si éstos no son designados
o los designados no aceptan servir como tales,
los auditores, inspectores o visitadores los designarán, haciendo constar esta circunstancia
en el acta que levanten, sin que ello invalide los
resultados de la visita;
V. Los testigos podrán ser sustituidos en cualquier tiempo por no comparecer al lugar donde
se esté llevando a cabo la visita, por ausentarse
antes de que concluya la diligencia o por manifestar su voluntad de dejar de ser testigo; en tales
circunstancias, la persona con la que se entienda
la visita deberá designar de inmediato a otros y
ante su negativa o impedimento de los designados, los auditores, inspectores o visitadores
podrán designar a quienes deban sustituirlos. La
sustitución de los testigos no invalida los resultados de la visita;
VI. En la práctica de visitas domiciliarias las
autoridades podrán solicitar el auxilio de otras
que sean competentes, para que continúen una
visita iniciada por aquéllas, notificando al visitado
la sustitución de autoridad y de auditores, inspectores o visitadores. Podrán también solicitarles
practiquen otras visitas para comprobar hechos
relacionados con la que estén practicando;
VII. Tratándose de visitas domiciliarias a esta-
blecimientos que expendan bebidas alcohólicas
y se encuentren funcionando sin autorización o
fuera de giro autorizado, la orden se entregará al
propietario o encargado del establecimiento;
VIII. Los libros, registros, sistemas, declaraciones fiscales, avisos, solicitudes y demás
documentos que integren su contabilidad, serán
examinados en el establecimiento, domicilio u
oficina del visitado. Los auditores, inspectores o
visitadores estarán facultados para obtener copias
de dicha contabilidad y demás documentos que
acrediten el cumplimiento de las disposiciones
aplicables, para que, previo cotejo con sus originales; sean certificadas por autoridad competente
o fedatario público;
IX. Al concluirse la visita, se levantará un acta
donde se harán constar los resultados en forma
circunstanciada;
X. El visitado, los testigos y los auditores,
inspectores o visitadores firmarán el acta. Si el
visitado o los testigos se niegan a firmar, así se
hará constar, sin que esta circunstancia afecte el
valor probatorio del documento. Un ejemplar del
acta se entregará, en todo caso, al visitado o a la
persona con la que se entienda la diligencia; y si
se negare a recibirla se enviará por correo registrado con acuse de recibo al día siguiente;
XI. Con las mismas formalidades indicadas en
la fracción anterior, se levantarán actas parciales
o complementarias para hacer constar hechos
concretos en el curso de una visita;
XII. Cuando en el desarrollo de una visita las
autoridades conozcan hechos u omisiones que
puedan entrañar incumplimiento de las normas,
los consignarán en forma circunstanciada en
actas parciales. También se asentarán en dichas
actas los hechos u omisiones que se conozcan
de terceros. En la última acta parcial que al efecto se levante, se hará mención expresa de tal
circunstancia y entre ésta y el acta final, deberán
transcurrir cuando menos veinte días, durante los
cuales el visitado podrá presentar los documentos, libros o registros que desvirtúen los hechos
u omisiones;
En materia fiscal, los contribuyentes visitados
dentro de este plazo probatorio podrán optar por
corregir su situación fiscal. Cuando se trate de
más de un ejercicio revisado o fracción de éste,
se ampliará el plazo por quince días más, siempre
76
que el visitado presente aviso dentro del plazo
inicial de veinte días;
XIII. Se tendrán por consentidos los hechos
consignados en las actas a que se refiere la
fracción anterior, si antes del cierre del acta final
el visitado no presenta los documentos, libros o
registros de referencia o no señala el lugar en que
se encuentren, siempre que éste sea el domicilio
fiscal o el lugar autorizado para llevar su contabilidad, o no prueba que éstos se encuentran en
poder de la autoridad; y
XIV. Las autoridades deberán concluir la visita
domiciliaria dentro de un plazo máximo de tres
meses contados a partir de que se le notifique al
visitado la orden de visita respectiva.
Artículo 172. Los visitados, sus representantes, o la persona con quien se entienda la visita
en el domicilio fiscal, están obligados a permitir
a los visitadores designados por las autoridades
fiscales el acceso al lugar o lugares objeto de la
misma, así como mantener a su disposición la
contabilidad y demás papeles que acrediten el
cumplimiento de las disposiciones fiscales de los
que los visitadores podrán sacar copias para que
previo cotejo con sus originales se certifiquen por
autoridad competente o fedatario público y sean
anexados a las actas finales o parciales que levanten con motivo de la visita. También deberán
permitir la verificación de los documentos, discos,
cintas o cualquier otro medio procesable de almacenamiento de dalos que tenga el contribuyente
en los lugares visitados.
Cuando los visitados lleven su contabilidad o
parte de ella con el sistema de registro electrónico, o microfilmen o graben en discos ópticos o
en cualquier otro medio que autorice la Secretaría
de Finanzas y Planeación, mediante reglas de
carácter general, deberán poner a disposición
de los visitadores el equipo de cómputo y sus
operadores, para que los auxilien en el desarrollo
de la visita.
Cuando se dé alguno de los supuestos que a
continuación se enumeran, los visitadores podrán
recoger u obtener copias de la contabilidad y demás papeles relacionados con el cumplimiento
de las disposiciones fiscales, para que, previo
cotejo con los originales, se certifiquen por los
visitadores:
I. El visitado, su representante o quien se en-
cuentre en el lugar de la visita se niegue a recibir
la orden;
II. Existan dos o más sistemas de contabilidad
con distinto contenido, sin que se puedan conciliar
con los datos que requieren los avisos o declaraciones presentados;
III. Se lleven dos o más libros sociales similares
con distinto contenido;
IV. No se hayan presentado todas las declaraciones a que obligan las leyes fiscales, por el
período al que se refiere la visita;
V. Los datos anotados en la contabilidad no
coincidan o no se puedan conciliar con los asentados en las declaraciones o avisos presentados
o cuando los documentos que amparen los actos
o actividades del visitado no aparezcan asentados en dicha contabilidad, dentro del plazo que
señalen las leyes fiscales, o cuando sean falsos
o amparen operaciones inexistentes;
VI. Se desprendan, alteren o destruyan parcial
o totalmente, sin autorización legal, los sellos o
marcas oficiales colocados por los visitadores o
se impida por medio de cualquier maniobra que se
logre el propósito para el que fueron colocados;
VII. Cuando el visitado sea emplazado a huelga
o suspensión de labores, en cuyo caso la contabilidad sólo podrá recogerse dentro de las cuarenta
y ocho horas anteriores a la fecha señalada para
el inicio de la huelga o suspensión de labores; o
VIII. Si el visitado, su representante o la persona con quien se entienda la visita se niega a
permitir a los visitadores el acceso a los lugares
donde se realiza la visita; así como a mantener a
su disposición la contabilidad, correspondencia o
contenido de cajas de valores.
En los supuestos a que se refieren las fracciones anteriores, se entenderá que la contabilidad
incluye, entre otros, los papeles, discos y cintas,
así como cualquier otro medio procesable de
almacenamiento de datos.
En el caso de que los visitadores obtengan
copias certificadas de la contabilidad, por encontrarse el visitado en cualquiera de los supuestos
previstos por el tercer párrafo de este artículo,
deberán levantar acta parcial al respecto, con
la que podrá terminar la visita domiciliaria en el
domicilio o establecimientos del visitado, pudiéndose continuar el ejercicio de las facultades de
comprobación en el domicilio del visitado o en
77
las oficinas de las autoridades fiscales, donde se
levantará el acta final, con las formalidades a que
se refiere el citado artículo.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no es aplicable cuando los visitadores obtengan copias de
sólo parte de la contabilidad. En este caso, se
levantará el acta parcial señalando los documentos de los que se obtuvieron copias, pudiéndose
continuar la visita en el domicilio o establecimientos del visitado.
Artículo 173. Las autoridades fiscales deberán
concluir la visita que se desarrolle en el domicilio
fiscal de los contribuyentes o la revisión de la
contabilidad, dentro del plazo a que se refiere la
fracción XIV del artículo 171 de este Código.
Lo antes dispuesto no es aplicable a aquellos
contribuyentes que estén obligados a dictaminar
sus estados financieros u opten por hacerlo en los
términos de la ley de la materia, por lo que en el
caso de visita o revisión a los mismos, las autoridades fiscales podrán continuar con el ejercicio
de sus facultades de comprobación sin sujetarse
a la limitación antes señalada.
El plazo a que se refiere el primer párrafo
de este artículo, podrá ampliarse por períodos
iguales hasta por dos ocasiones, siempre que
el oficio mediante el cual se notifique la prórroga
correspondiente sea expedido por el superior
jerárquico de la autoridad fiscal que ordenó la
visita o revisión.
Cuando las autoridades no cierren el acta final
de visita o no notifiquen el oficio de observaciones
o, en su caso, el de conclusión de la revisión dentro de los plazos mencionados, ésta se entenderá
concluida en esa fecha, quedando sin efectos la
orden y las actuaciones derivadas de dicha visita
o revisión.
Artículo 174. Las autoridades fiscales podrán
concluir anticipadamente la visita en el domicilio
fiscal cuando se dé alguno de los siguientes
casos:
I. Cuando el visitado antes del inicio de la visita
hubiere presentado aviso ante la Secretaría de
Finanzas y Planeación manifestando su deseo
de presentar sus estados financieros dictaminados por contador público autorizado, siempre
que dicho aviso se haya presentado en el plazo
y cumpliendo los requisitos que establecen las
leyes fiscales; o
II. En los casos a los que se refiere el artículo
18I de este Código.
En el caso de conclusión anticipada a que se
refiere la fracción I de este artículo se deberá
levantar acta en la que se señale esta situación.
SECCIÓN TERCERA
DEL CONTROL DE OBLIGACIONES
FISCALES
Artículo 175. Los sujetos pasivos y los responsables solidarios, en los casos que establezcan
las leyes tributarias, tendrán obligación de presentar declaraciones, manifestaciones o avisos en
las formas que al efecto aprueben las autoridades
fiscales y de proporcionar los datos, informes y
documentos que en dichas formas se requieran.
Las declaraciones, manifestaciones o avisos se
presentarán en las Oficinas de Hacienda, Tesorerías municipales, cobradurías o bancos que
correspondan al domicilio fiscal del contribuyente.
En todos los casos se devolverá al interesado una
copia sellada de su promoción.
Cuando las leyes tributarías no señalen plazo
para la presentación de declaraciones, manifestaciones o avisos, se tendrá por establecido el de
quince días siguientes a la realización del hecho
imponible o generador de la obligación de que
se trate.
Artículo 176. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos y demás
documentos no lo hagan dentro de los plazos
señalados en las leyes tributarias, las autoridades
fiscales exigirán la presentación del documento
respectivo ante las oficinas correspondientes,
procediendo en forma simultánea o sucesiva a
realizar uno o varios de los actos siguientes:
I. Cuando los contribuyentes omitan presentar
en el período de pago la declaración mensual
correspondiente, la autoridad fiscal competente
podrá hacer efectiva al contribuyente o responsable solidario que haya incurrido en la omisión,
una cantidad similar al de la última declaración
presentada o cualquiera de las seis últimas. En
caso de que el contribuyente no hubiere presentado anteriormente sus declaraciones, la autoridad
fiscal hará la determinación en forma presuntiva,
para lo cual el contribuyente deberá proporcionarle los datos de su contabilidad;
II. Tratándose de aquellos casos en que se co-
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nozca de manera fehaciente la cantidad a la que
le puede ser aplicada la tasa o cuota respectiva,
la propia autoridad fiscal podrá hacer efectiva al
contribuyente una cantidad igual a la contribución
que a éste le corresponda determinar;
III. Cuando el contribuyente omita presentar en
forma consecutiva las últimas tres declaraciones
de las contribuciones a que se encuentra obligado o cuando no atienda a dos requerimientos
de la autoridad en los términos que menciona
la fracción III de este artículo, la autoridad fiscal
competente podrá ordenar la práctica de visita
domiciliaria; o
IV. Requerir la presentación del documento
omitido en un plazo de quince días para el primer requerimiento, y de seis días para el subsecuente. Si no se atiende el requerimiento se
impondrá la multa correspondiente, en términos
de la ley de la materia. La autoridad en ningún
caso formulará más de dos requerimientos por
una misma omisión.
Artículo 177. Cuando las autoridades fiscales
soliciten de los contribuyentes, responsables solidarios o terceros, informes, datos o documentos
o pidan la presentación de la contabilidad o parte
de ella, para el ejercicio de sus facultades de
comprobación, fuera de una visita domiciliaria,
se estará a lo siguiente:
I. La solicitud se notificará en el domicilio
manifestado ante el Registro Estatal de Contribuyentes por la persona a quien va dirigida y en su
defecto, tratándose de personas físicas, también
podrá notificarse en su casa habitación o lugar
donde éstas se encuentren. Si al presentarse el
notificador en el lugar donde deba de practicarse
la diligencia, no estuviere la persona a quien va
dirigida la solicitud o su representante legal, se
dejará citatorio con la persona que se encuentre
en dicho lugar, para que el contribuyente, responsable solidario, tercero o representante legal lo
esperen a hora determinada del día siguiente para
recibir la solicitud; si no lo hicieren, la solicitud se
notificará con quien se encuentre en el domicilio
señalado en la misma;
II. En la solicitud se indicará el lugar y el plazo
en el cual se debe proporcionar los informes o
documentos;
III. Los informes, libros o documentos requeridos deberán ser proporcionados por la persona
a quien se dirigió la solicitud o por su representante;
IV. Como consecuencia de la revisión de
los informes, datos, documentos o contabilidad
requeridos a los contribuyentes, responsables
solidarios o terceros, las autoridades fiscales formularán oficio de observaciones, en el cual harán
constar en forma circunstanciada los hechos u
omisiones que se hubiesen conocido y entrañen
incumplimiento de las disposiciones fiscales del
contribuyente o responsable solidario;
V. Cuando no hubiere observaciones, la autoridad fiscalizadora comunicará al contribuyente o
responsable solidario, mediante oficio, la conclusión de la revisión de gabinete de los documentos
presentados;
VI. El oficio de observaciones se notificará
cumpliendo con lo señalado en la fracción I de
este artículo y en el lugar especificado en dicha
fracción. El contribuyente contará con un plazo de
cuando menos quince días por ejercicio revisado
o fracción de éste, sin que en su conjunto exceda
de un máximo de cuarenta y. cinco días contados
a partir del siguiente a aquél en el que se le notificó el oficio de observaciones, para presentar los
documentos, libros o registros que desvirtúen los
hechos u omisiones asentados en el mismo; y
VII. La resolución que determine las contribuciones omitidas se notificará cumpliendo con lo
señalado en la fracción I de este artículo y en el
lugar especificado en dicha fracción.
Artículo 178. En el caso de que con motivo de
sus facultades de comprobación, las autoridades
fiscales soliciten datos, informes o documentos
del contribuyente, responsable solidario o tercero,
se estará a los siguientes plazos:
I. Los libros y registros que formen parte de su
contabilidad, solicitados en el curso de una visita,
deberán presentarse de inmediato, así como los
diagramas y el diseño del sistema de registro
electrónico, en su caso;
II. Seis días contados a partir del siguiente a
aquel en que se le notificó la solicitud respectiva,
cuando los documentos sean de los que deba tener en su poder el contribuyente y se los soliciten
durante el desarrollo de una visita; y
III. Quince días contados a partir del siguiente a
aquel en que se le notificó la solicitud respectiva,
en los demás casos.
79
Los plazos a que se refieren las fracciones II y
III de este artículo, se podrán ampliar por las autoridades fiscales por diez días más, siempre que,
mediante escrito, sea solicitado por el interesado
antes de vencer el plazo de que dispone para
presentar la documentación solicitada, cuando
se trate de informes cuyo contenido sea difícil de
proporcionar o de difícil obtención.
Artículo 179. Se presumirán ciertos, salvo prueba en contrario, los hechos afirmados
en los dictámenes formulados por contadores
públicos sobre los estados financieros de los
contribuyentes; en cualquier otro dictamen que
tenga repercusión fiscal formulado por contador
público o relación con el cumplimiento de las
disposiciones fiscales; o bien en las aclaraciones
que dichos contadores formulen respecto de sus
dictámenes.
SECCIÓN CUARTA
DE LA DETERMINACIÓN PRESUNTIVA
Artículo 180. Las autoridades fiscales que,
al ejercer las facultades de comprobación, conozcan de hechos u omisiones que entrañen
incumplimiento de las disposiciones fiscales, determinarán las contribuciones omitidas mediante
resolución.
Cuando las autoridades fiscales conozcan de
terceros, hechos u omisiones que puedan entrañar incumplimiento de las obligaciones fiscales de
un contribuyente o responsable solidario sujeto
a las facultades de comprobación, le darán a
conocer a éste el resultado de aquella actuación
mediante oficio de observaciones, para que pueda
presentar documentación a fin de desvirtuar los
hechos consignados en el mismo, dentro del plazo
de quince días, por ejercicio fiscal revisado.
Artículo 181. Las autoridades fiscales podrán
determinar presuntivamente las contribuciones a
cargo de los sujetos pasivos, cuando éstos:
I. Se opongan u obstaculicen la iniciación o
desarrollo de las facultades de comprobación de
las autoridades fiscales; u omitan presentar la declaración de las contribuciones hasta el momento
en que se inicie el ejercicio de dichas facultades
y siempre que haya transcurrido más de un mes
desde el día en que venció el plazo para la presentación de la declaración de que se trate;
II. No presenten los libros y registros de contabilidad, la documentación comprobatoria de más
del tres por ciento de alguno de los conceptos de
las declaraciones, o no proporcionen los informes
relativos al cumplimiento de las disposiciones
fiscales; o
III. Se adviertan otras irregularidades en su
contabilidad que imposibiliten el conocimiento de
sus operaciones.
La determinación presuntiva a que se refiere
este artículo, procederá independientemente de
las sanciones a que haya lugar de conformidad
con la ley de la materia.
Artículo 182. Para los efectos de la determinación presuntiva a que se refiere el artículo anterior,
la autoridad fiscal calculará los ingresos brutos de
los contribuyentes por actividades sobre los que
proceda el pago de contribuciones, para el período o ejercicio de que se trate, indistintamente con
cualesquiera de los siguientes procedimientos:
I. Utilizando los datos de la contabilidad del
contribuyente;
II. Tomando como base los datos contenidos
en las declaraciones de pago correspondiente a
cualquier contribución, sea del mismo ejercicio o
de cualquier otro, con las modificaciones que, en
su caso, hubieran tenido con motivo del ejercicio
de las facultades de comprobación;
III. A partir de la información que proporcionen
terceros a solicitud de las autoridades fiscales,
cuando tengan relación de negocios con el contribuyente;
IV. Con otra información obtenida por las autoridades fiscales en el ejercicio de sus facultades
de comprobación; o
V. Utilizando medios indirectos de la investigación económica o de cualquier otra clase.
Artículo 183. Cuando en el desarrollo de una
visita en el domicilio fiscal, la autoridad fiscal se
dé cuenta de que el visitado se encuentra en alguna de las causales de determinación presuntiva
señalada en este Código, siempre que tenga elementos suficientes para apreciar en lo fundamental la situación fiscal del visitado, dicha autoridad
podrá proceder conforme a lo siguiente:
I. En un plazo que no excederá de quince días
después de iniciada una visita en el domicilio
fiscal, se le notificará al visitado, mediante acta
parcial, que se encuentra en posibilidad de que
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se le aplique la determinación presuntiva a que
se refiere este Código;
II. Dentro de los quince días siguientes a la
fecha de notificación del acta parcial, el visitado
podrá corregir su situación fiscal en las distintas
contribuciones que se causen por ejercicio a
que haya estado afecto en el periodo sujeto a
revisión, mediante la presentación de la forma
de corrección de su situación fiscal, de la que
proporcionará copia a los visitadores. Dicho plazo
podrá prorrogarse por una sola vez por quince
días más; y
III. La autoridad podrá concluir la visita o continuarla. En primer caso levantará el acta final
haciendo constar sólo el hecho de que el contribuyente corrigió su situación fiscal. En el caso de
que la autoridad continúe la visita, deberá hacer
constar en el acta final todas las irregularidades
que hubiera encontrado y señalará aquéllas que
hubiera corregido el visitado.
Concluida la visita en el domicilio fiscal, para
iniciar otra en la misma persona, se requerirá
nueva orden, inclusive cuando las facultades de
comprobación sean para el mismo ejercicio y por
las mismas contribuciones.
Artículo 184. Para la comprobación del pago
de las contribuciones, la autoridad fiscal presumirá, salvo prueba en contrario:
I. Que la información contenida en la contabilidad, documentación comprobatoria y correspondencia que se encuentren en poder del contribuyente, corresponde a operaciones celebradas
por él, aun cuando aparezcan sin su nombre o a
nombre de otra persona, siempre que se logre
demostrar que al menos una de las operaciones
o actividades contenidas en tales elementos, fue
realizada por el contribuyente;
II. Que la información contenida en los sistemas de contabilidad, a nombre del contribuyente,
localizados en poder de personas a su servicio, o
propietarios de la empresa, corresponde a operaciones del contribuyente;
III. Que los depósitos en la cuenta bancaria
del contribuyente que no correspondan a registros de su contabilidad que esté obligado a
llevar, son ingresos por los que se deben pagar
contribuciones;
IV. Que son ingresos del contribuyente por los
que se deben pagar contribuciones, los depósitos
hechos en cuenta de cheques personal de los
gerentes, administradores o terceros, cuando
efectúen pagos de deudas de la empresa con
cheques de dicha cuenta o depositen en la misma,
cantidades que correspondan al contribuyente y
ésta no los registre en contabilidad;
V. Que los cheques librados contra las cuentas
del contribuyente a prestadores de servicios al
mismo, que no correspondan a operaciones registradas en su contabilidad, son pagos por servicios
por los que el contribuyente obtuvo ingresos; y
VI. Que cuando los contribuyentes obtengan
salidas superiores a sus entradas, la diferencia
resultante es un ingreso omitido.
Artículo 185. Siempre que los contribuyentes
se coloquen en alguna de las causales de determinación presuntiva a que se refiere este Código y
no puedan comprobar por el período objeto de revisión sus ingresos así como el valor de los actos
o actividades por los que deban pagar contribuciones, se presumirá que son iguales al resultado
de alguna de las siguientes operaciones:
I. Si con base en la contabilidad y documentación del contribuyente o información de terceros
pudieran reconstruirse las operaciones correspondientes cuando menos a treinta días lo más
cercano posible al cierre del ejercicio, el ingreso
o el valor de los actos o actividades, se determinará con base en el promedio diario del período
reconstruido, el que se multiplicará por el número
de días que correspondan al período objeto de
la revisión; o
II. Si la contabilidad del contribuyente no permite reconstruir las operaciones del período de
treinta días a que se refiere la fracción anterior,
las autoridades fiscales tomarán como base la
totalidad de ingresos por los que debió pagar las
contribuciones que observen durante siete días
incluyendo los inhábiles, cuando menos, y el
promedio diario resultante se multiplicará por el
número de días que comprende el período objeto
de revisión.
Al ingreso o valor de los actos o actividades
estimados presuntivamente por alguno de los
procedimientos anteriores, se le aplicará la tasa
que corresponda.
Artículo 186. Para comprobar los ingresos
por los cuales se debió pagar las contribuciones,
la autoridad fiscal presumirá, salvo prueba en
contrario, que la información o documentos de
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terceros relacionados con el contribuyente, corresponden a operaciones realizadas por éste,
cuando:
I. Se refieran al contribuyente designado por
su nombre, denominación o razón social;
II. Señalen como lugar para la prestación de
servicios relacionados con las actividades del contribuyente, cualquiera de sus establecimientos,
aun cuando exprese el nombre, denominación o
razón social de un tercero, real o ficticio;
III. Señalen el nombre o domicilio de un tercero,
real o ficticio, si se comprueba que el contribuyente entrega o recibe bienes o servicios a ese
nombre o en ese domicilio; o
IV. Se refieran a cobros o pagos efectuados
por el contribuyente o por su cuenta, por persona
interpósita o ficticia.
Artículo 187. Las autoridades fiscales emitirán
la resolución al procedimiento a través del cual
ejerzan cualesquiera de las facultades de comprobación a que alude este Capítulo, dentro de
los quince días siguientes contados a partir de la
fecha del levantamiento del acta final u oficio de
observaciones, en su caso.
Los hechos que se conozcan con motivo del
ejercicio de las facultades de comprobación
previstas en este Código, o en las leyes fiscales, o bien que consten en los expedientes o
documentos que lleven o tengan en su poder las
autoridades fiscales, podrán servir para motivar
sus resoluciones.
Las copias o reproducciones que deriven del
microfilm o disco óptico de documentos que tengan en su poder las autoridades fiscales, tienen
el mismo valor probatorio que tendrían los originales, siempre que dichas copias o reproducciones
sean certificadas por autoridad competente.
Artículo 188. Las contribuciones omitidas que
la autoridad fiscal determine como consecuencia
del ejercicio de sus facultades de comprobación,
así como los demás créditos fiscales, deberán
pagarse o garantizarse, junto con sus accesorios,
dentro de los quince días siguientes a aquel en
que haya surtido efectos su notificación.
Artículo 189. Las facultades de la autoridad
fiscal para determinar las contribuciones omitidas
y sus accesorios, así como para imponer sanciones por infracciones a dichas disposiciones, se
extinguen en el plazo de cinco años contados a
partir del día siguiente a aquel en que:
I. Se presentó la última declaración de pago, o
se presentó la declaración del ejercicio cuando se
tenga obligación de hacerlo. En estos casos las
facultades se extinguirán por ejercicios completos,
incluyendo aquellas facultades relacionadas con
la exigibilidad de obligaciones distintas de la de
presentar la declaración del ejercicio.
No obstante lo anterior, cuando se presenten
declaraciones complementarias el plazo empezará a computarse a partir del día siguiente a
aquel en que se presentan, por lo que hace a los
conceptos modificados en relación con la última
declaración de esa misma contribución;
II. Se presentó o debió haberse presentado
declaración o aviso que corresponda a una contribución que no se calcule por ejercicios o a partir
de que se causaron las contribuciones cuando
no exista la obligación de pagarlas mediante
declaración;
III. Se hubiere cometido la infracción a las disposiciones fiscales; pero si la infracción fuese de
carácter continuo o continuado, el término correrá
a partir del día siguiente al en que hubiese cesado
la consumación o se hubiese realizado la última
conducta o hecho, respectivamente; o
IV. Se levante el acta de incumplimiento de
la obligación garantizada, tratándose de la exigibilidad de fianzas a favor de la Secretaría de
Finanzas y Planeación o Tesorerías municipales
constituidas para garantizar el interés fiscal, la
cual será notificada a la afianzadora.
Artículo 190. En los casos de responsabilidad
solidaria el plazo para la extinción de las facultades a que se refiere el artículo anterior será de
cinco años, contados a partir de que la garantía
del interés fiscal resulte insuficiente.
El plazo de caducidad no está sujeto a interrupción y sólo se suspenderá cuando se ejerzan las
facultades de comprobación de las autoridades
fiscales a que se refieren las fracciones II, III y
IV del artículo 164 de este Código, o cuando
se interponga el recurso de revocación o juicio
contencioso.
El plazo de caducidad, que se suspende con
motivo del ejercicio de las facultades de comprobación antes mencionadas, inicia con la notificación de su ejercicio y concluye cuando se notifique
la resolución definitiva por parte de la autoridad
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fiscal. La suspensión a que se refiere este párrafo
estará condicionada a que cada mes se levante
cuando menos un acta parcial o final, o se dicte la
resolución definitiva. De no cumplirse esta condición se entenderá que no hubo suspensión.
En todo caso, el plazo de caducidad que se
suspende con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación, adicionado con el plazo
por el que no se suspende dicha caducidad, no
podrá exceder de diez años.
Las facultades de las autoridades fiscales
para investigar hechos constitutivos de delitos
en materia fiscal, no se extinguirán conforme a
este artículo.
Los contribuyentes, transcurridos los plazos
a que se refiere este artículo, podrán solicitar se
declare que se han extinguido las facultades de
las autoridades fiscales.
Artículo 191. El crédito fiscal se extingue por
prescripción en el término de cinco años.
El término de la prescripción se inicia a partir
de la fecha en que el pago pudo ser legalmente
exigido y se podrá oponer como excepción en el
recurso de revocación. El término para que se
consuma la prescripción se interrumpe con cada
gestión de cobro que la autoridad notifique o haga
saber al deudor o por el reconocimiento expreso o
tácito de éste respecto a la existencia del crédito.
Se considera gestión de cobro cualquier actuación
de la autoridad dentro del procedimiento administrativo de ejecución, siempre que se haga del
conocimiento del deudor.
Los interesados podrán solicitar a la autoridad
la declaratoria de prescripción de los créditos
fiscales.
CAPÍTULO II
DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DE EJECUCIÓN
Artículo 192. Las autoridades fiscales competentes exigirán el pago de los créditos fiscales que
no hubieren sido cubiertos o garantizados dentro
de los plazos señalados por la ley, conforme al
procedimiento que señala este capítulo.
Los vencimientos que ocurran durante el procedimiento administrativo de ejecución, incluso
recargos, gastos de ejecución y otros accesorios,
se harán efectivos con el crédito inicial, sin nece-
sidad de ninguna formalidad especial.
Artículo 193. Cuando sea necesario emplear
el procedimiento administrativo de ejecución para
hacer efectivo un crédito fiscal, las personas físicas y las morales estarán obligadas a pagar el dos
por ciento del crédito fiscal por concepto de gastos
de ejecución, por cada una de las diligencias que
a continuación se indican:
I. Por requerimiento de pago;
II. Por embargo; y
III. Por remate, enajenación fuera de remate o
adjudicación al fisco.
Cuando el dos por ciento del crédito sea inferior
al importe de dos días de salario mínimo general
vigente en la capital del Estado, se cobrará este
importe en vez del dos por ciento.
En ningún caso los gastos de ejecución, por
cada una de las diligencias a que se refiere este
artículo, podrán exceder de la cantidad equivalente al salario mínimo general vigente en la capital
del Estado elevado al año.
Asimismo, se pagarán por concepto de gastos
de ejecución, los extraordinarios en que se incurra
con motivo del procedimiento administrativo de
ejecución, incluyendo, en su caso, los que deriven
de embargos, que únicamente comprenderán los
de transporte y almacenaje de los bienes embargados, de avalúos, de impresión y publicación
de convocatorias y edictos, de investigaciones,
de inscripciones o cancelaciones en el registro
público que corresponda, los erogados por la
obtención de certificados de liberación de gravámenes, los honorarios de los depositarios y de los
peritos, así como los honorarios de las personas
que contraten los interventores o administradores, salvo cuando dichos depositarios renuncien
expresamente al cobro de tales honorarios.
Los gastos de ejecución se determinarán por la
oficina ejecutora, debiendo pagarse junto con los
demás créditos fiscales salvo que se interponga
el recurso de revocación.
Los ingresos recaudados por concepto de gastos de ejecución, se destinarán a las autoridades
fiscales para el establecimiento de fondos de
productividad y para financiar los programas de
formación de servidores públicos del fisco, salvo
que por ley estén destinados a otros fines.
Artículo 194. Las autoridades fiscales, para
hacer efectivo un crédito fiscal exigible y el im-
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porte de sus accesorios legales, formularán el
mandamiento de ejecución, debidamente fundado y motivado, en el que se ordene requerir al
deudor para que efectúe su pago de inmediato,
con el apercibimiento de que si no lo hiciere, se
le embargarán bienes suficientes para garantizar
el monto del crédito y sus accesorios.
Artículo 195. El requerimiento de pago se hará
con las mismas formalidades de las notificaciones
personales. Se entregará a la persona con quien
se entienda la diligencia, copia del mandamiento
de ejecución y se levantará acta pormenorizada
del requerimiento, de la que también se le proporcionará copia.
Artículo 196. El embargo de bienes y negociaciones procederá:
I. Cuando no se efectúe el pago en los términos
del artículo 194 de este Código;
II. A petición del interesado, para garantizar un
crédito fiscal; o
III. Cuando a criterio razonado de la autoridad
fiscal hubiere peligro de que el obligado se ausente, enajene u oculte bienes o realice cualquier
maniobra tendente a evadir el cumplimiento del
crédito fiscal. La resolución que determine el
crédito se notificará al interesado dentro de los
treinta días posteriores a la fecha del embargo
precautorio. Si el crédito fiscal se cubre en la diligencia del requerimiento de pago, el deudor no
estará obligado a pagar gastos de ejecución.
Artículo 197. Las autoridades fiscales designarán por escrito a notificadores ejecutores
para que con ese carácter diligencien los actos
administrativos que les encomienden.
El notificador ejecutor designado por la oficina
en que sea radicado el crédito fiscal, se constituirá
en el domicilio del deudor, practicará la diligencia
de embargo y levantará acta pormenorizada de
la que se entregará copia a la persona con quien
se entienda la misma.
Si el requerimiento de pago se hizo por edicto, la diligencia de embargo se entenderá con
una autoridad administrativa estatal o municipal
de la circunscripción donde estén ubicados los
bienes, salvo que en el momento de iniciarse la
diligencia compareciera el deudor, en cuyo caso
se entenderá con él.
Artículo 198. El deudor o, en su defecto, la persona con quien se entienda la diligencia, tendrá
derecho a que en esta intervengan dos testigos
y a designar los bienes que deban embargarse,
siempre que se sujete al orden siguiente:
I. Los bienes muebles, inmuebles o la negociación, en los casos que estos se hayan ofrecido
como garantía del interés fiscal;
II. Los bienes inmuebles, cuando se trate de
contribuciones a la propiedad inmobiliaria; y
III. En los demás casos:
a) Dinero y metales preciosos;
b) Acciones, bonos, cupones vencidos, valores
mobiliarios y, en general, créditos de inmediato y
fácil cobro a cargo de entidades o dependencias
de la federación, estados o municipios o de personas físicas o morales de carácter privado de
reconocida solvencia;
c) Alhajas y objetos de arte;
d) Frutos o rentas de toda especie;
e) Bienes muebles no comprendidos en los
incisos anteriores;
f) Bienes inmuebles; y
g) Negociaciones comerciales, industriales o
agropecuarias.
Artículo 199. El notificador ejecutor podrá
señalar bienes sin sujetarse al orden establecido
en la fracción III del artículo anterior:
I. Si el deudor no señala bienes o los señalados
por éste no son suficientes a criterio del notificador
ejecutor o si no ha seguido el orden al hacer el
señalamiento; o
II. Si el deudor, teniendo otros bienes susceptibles de embargo, señalare:
a) Bienes ubicados fuera de la circunscripción
de la oficina ejecutora; o
b) Bienes que ya reportaren cualquier gravamen real.
Artículo 200. Si al estarse practicando la
diligencia de embargo, el deudor hiciere pago
del adeudo, el notificador ejecutor suspenderá
la diligencia y expedirá recibo de entero por el
importe del pago.
Artículo 201. Si al designarse bienes para el
embargo se opusiere un tercero, fundándose en
el dominio de ellos, no se practicará el embargo
si se demuestra en el mismo acto la propiedad
con prueba documental suficiente a criterio del
notificador ejecutor. La resolución dictada tendrá
el carácter de provisional y deberá ser sometida
a ratificación, en todos los casos, de la oficina
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ejecutora, a la que deberán allegarse los documentos exhibidos en el momento de la oposición.
Si a criterio razonado de la oficina ejecutora las
pruebas no son suficientes, ordenará al notificador
ejecutor que continúe con el embargo y notificará
al interesado que puede hacer valer el recurso
de revocación o el juicio contencioso. En todo
momento, los opositores podrán ocurrir ante la
oficina ejecutora haciéndole saber la existencia
de otros bienes propiedad del deudor del crédito fiscal, libres de gravamen y suficientes para
responder de las prestaciones fiscales exigidas.
Esas informaciones no obligarán a la ejecutora
a levantar el embargo sobre los bienes a que se
refiere la oposición.
Artículo 202. Si los bienes señalados para la
traba de ejecución estuvieren embargados por
otras autoridades no fiscales o sujetos a cédula
hipotecaria, se practicará no obstante el embargo.
Los bienes embargados se entregarán al depositario designado por la oficina ejecutora, excepto
en los casos en que exista un depositario judicial,
y se dará aviso a la autoridad correspondiente,
quien deberá notificar al o los interesados para
que puedan hacer valer el medio de impugnación
respectivo.
Si los bienes señalados para la ejecución
hubieren sido ya embargados por parte de otras
autoridades fiscales, federales o locales, se
practicará el embargo, entregándose los bienes
al depositario que designe la oficina ejecutora y
se dará aviso a dichas autoridades.
En caso de inconformidad, la controversia
resultante será resuelta por los tribunales competentes; en tanto se resuelve el procedimiento
respectivo, no se hará aplicación del producto
del remate.
Artículo 203. Quedan exceptuados de embargo:
I. El lecho cotidiano y los vestidos del deudor
y de sus familiares:
II. Los muebles de uso indispensable del deudor y de sus familiares, que no sean de lujo, a
criterio razonado del notiticador ejecutor;
III. Los libros, instrumentos, útiles y mobiliario
indispensables para el ejercicio de la profesión,
arte u oficio a que se dedique el deudor;
IV. La maquinaria, enseres y semovientes
propios para las actividades de las negociaciones
industriales, comerciales o agropecuarias, en
cuanto fueren necesarias para su funcionamiento, a criterio del notificador ejecutor, pero podrán
ser objeto de embargo con la negociación a que
estén destinados;
V. Los granos, mientras éstos no hayan sido
cosechados, pero no los derechos sobre las
siembras;
VI. El derecho de usufructo, pero no los frutos
de éste;
VII. Los derechos de uso o de habitación;
VIII. El patrimonio de familia en los términos
que establezcan las normas;
IX. Los sueldos y salarios, en los términos de
la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y de la Ley Federal del Trabajo;
X. Las pensiones de cualquier tipo; y
XI. Las tierras ejidales o comunales, en términos de la ley de la materia.
Artículo 204. El notificador ejecutor trabará
embargo en bienes suficientes para garantizar
las prestaciones pendientes de pago, los gastos
de ejecución y los vencimientos futuros, poniendo todo lo embargado, previo inventario, bajo la
guarda del o de los depositarios que fueren designados anticipadamente por la oficina ejecutora.
El nombramiento del depositario podrá recaer en
el ejecutado.
Artículo 205. El embargo de créditos será notificado personalmente por el notificador ejecutor
a los deudores de los créditos, para que hagan
el pago de las cantidades respectivas en la caja
de la oficina ejecutora, apercibidos de doble pago
en caso de desobediencia.
Cuando un deudor, en cumplimiento a lo dispuesto en el párrafo anterior, hiciere pago de un
crédito cuya cancelación deba anotarse en el
Registro Público que corresponda, el jefe de la
oficina ejecutora requerirá al acreedor embargado para que, dentro de los cinco días siguientes
al en que surta efectos la notificación, firme la
escritura de pago y cancelación o el documento
en que deba constar el finiquito, sin perjuicio de
las determinaciones de las autoridades jurisdiccionales competentes.
En el caso de abstención del acreedor, transcurrido el plazo indicado, el jefe de la oficina ejecutora firmará la escritura o documentos relativos
en rebeldía de aquél, lo que hará del conocimiento
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del Registro Público que corresponda para los
efectos procedentes.
Artículo 206. Cuando se embarguen dinero,
metales preciosos, alhajas, objetos de arte o valores mobiliarios, el nombramiento de depositario
no podrá recaer en el ejecutado. En todo caso, el
notificador ejecutor o el depositario los entregará
inmediatamente, previo inventario, en la caja de
la oficina ejecutora.
Las sumas de dinero objeto del embargo, así
como el importe de los frutos y productos de los
bienes embargados, o los resultados netos de
las negociaciones embargadas, se aplicarán a
cubrir el crédito fiscal en los términos del artículo
236 de este Código, al recibirse en la caja de la
oficina ejecutora.
Artículo 207. Si el deudor o cualesquiera otra
persona impidiere materialmente al notificador
ejecutor el acceso al domicilio de aquél o al lugar
en que se encuentren los bienes, siempre que el
caso lo requiera, el notificador ejecutor solicitará
el auxilio de la fuerza pública para llevar adelante
el procedimiento de ejecución.
Artículo 208. Si durante el embargo, la persona con quien se entienda la diligencia no abriere
las puertas de las construcciones, edificios o
casas señalados para la traba, en los que se
presuma existan bienes muebles embargables,
el notificador ejecutor, previo acuerdo fundado
y motivado del jefe de la oficina ejecutora, hará
que ante dos testigos sean rotas las cerraduras
que fuere necesario para que el depositario tome
posesión del inmueble o para que siga adelante
la diligencia.
En igual forma procederá el notificador ejecutor
cuando las personas con quienes se entienda
la diligencia no abrieren los muebles en los que
aquél suponga, por algún motivo, guarden dinero,
alhajas, objetos de arte u otros bienes embargables. Si no fuere factible romper o forzar las
cerraduras, el mismo notificador ejecutor trabará
embargo en los muebles cerrados y en su contenido, los sellará para garantizar su inviolabilidad
y los enviará en depósito a la oficina ejecutora,
donde serán abiertos en el plazo no mayor de tres
días por el deudor o su representante legal y, en
caso contrario, por un experto designado por la
propia oficina.
Si no fuere factible romper o forzar las cerradu-
ras de cajas y otros objetos unidos a un inmueble
o de difícil transportación, el notificador ejecutor
trabará embargo sobre ellos y su contenido y los
sellará; para su apertura se seguirá el procedimiento establecido en el párrafo anterior.
Artículo 209. El notificador ejecutor subsanará
cualquier otra dificultad que se suscite en la diligencia de embargo, dando aviso de inmediato al
jefe de la oficina ejecutora.
Artículo 210. El jefe de la oficina ejecutora,
bajo su responsabilidad, nombrará y removerá
libremente a los depositarios, quienes tendrán el
carácter de administradores en los embargos de
bienes inmuebles; o de interventores con cargo a
la caja o de administradores en los embargos de
negociaciones comerciales, industriales o agropecuarias, sin perjuicio, de las determinaciones de
las autoridades jurisdiccionales competentes.
Artículo 211. El embargo de bienes inmuebles,
de derechos reales o de negociaciones de cualquier género, se inscribirá en el Registro Público
que corresponda.
Cuando los bienes inmuebles, derechos reales
o negociaciones queden comprendidos en la jurisdicción de dos o más oficinas del Registro Público,
en todas ellas se inscribirá el embargo.
El nombramiento de depositario interventor
o administrador deberá anotarse en el Registro
Público que corresponda.
Artículo 212. El depositario desempeñará su
cargo conforme a las normas, con todas las facultades y responsabilidades inherentes, y tendrá
en particular las siguientes obligaciones:
I. Garantizar su manejo a satisfacción de la
oficina ejecutora;
II. Manifestar a la oficina ejecutora su domicilio,
así , como los cambios de éste;
III. Remitir a la oficina ejecutora inventarios de
los bienes o negociaciones objeto del embargo,
con expresión de los valores determinados en el
momento de la diligencia, incluso los de arrendamiento, si se hicieron constar en la misma o,
en caso contrario, luego que sean recabados.
En todo caso, en el inventario se hará constar la
ubicación de los bienes o el lugar donde se guarden, a cuyo respecto todo depositario dari cuenta
a la misma oficina ejecutora de los cambios de
localización que se efectuaren;
IV. Recaudar los frutos y productos de los
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bienes embargados y, después de separar las
cantidades que correspondan por concepto de
salarios y demás créditos preferentes a que se
refiere este Código, en su caso, retirar de la negociación intervenida o bien inmueble administrado,
el diez por ciento de los ingresos en dinero y
entregar su importe en la caja de la oficina ejecutora, diariamente o a medida que se efectúe la
recaudación, a efecto de que se destine a cubrir
el crédito fiscal;
V. Ejercitar ante las autoridades que correspondan las acciones y actos de gestión necesarios para hacer efectivos los créditos materia del
depósito o incluidos en él, así como las rentas,
regalías y cualesquiera otras prestaciones en
numerario o en especie;
VI. Erogar gastos de administración, mediante
aprobación de la oficina ejecutora, cuando sean
depositarios administradores, o ministrar el importe de tales gastos previa la comprobación procedente, si fueren depositarios interventores;
VII. Rendir cuentas mensuales comprobadas
a la oficina ejecutora;
VIII. El depositario interventor que tuviere
conocimiento de irregularidades en el manejo
de las negociaciones sujetas a embargo o de
operaciones que pongan en peligro los intereses
del fisco estatal o municipal, dictará las medidas
provisionales urgentes que estime necesarias
para proteger dichos intereses y dará cuenta a la
oficina ejecutora, la que podrá ratificarlas o modificarlas. Si estas medidas no fueren acatadas por el
deudor o el personal de la negociación, la oficina
ejecutora ordenará de plano que el depositario
interventor se convierta en administrador o sea
substituido por un depositario administrador, quien
tomará posesión de su cargo desde luego;
IX. El depositario administrador a que se refiere
la fracción anterior, no quedará supeditado en su
actuación al consejo de administración, asamblea
de accionistas, socios o partícipes;
X. El depositario administrador que se refiere la
fracción VIII de este artículo, tendrá las facultades
que normalmente corresponden a la administración de la sociedad y plenos poderes con las
facultades que requieran cláusula especial conforme a la ley, para ejercer actos de dominio y de
administración, para pleitos y cobranzas, otorgar
o suscribir títulos de crédito, presentar denuncias
y querellas, otorgar el perdón en estas últimas,
previo acuerdo de la oficina ejecutora, así como
para otorgar los poderes generales o especiales
que juzgue convenientes, revocar los otorgados
por la sociedad intervenida y los que él mismo
hubiere conferido;
XI. Tratándose de negociaciones que no constituyan una sociedad, el depositario administrador
tendrá todas las facultades de dueño para la conservación y buena marcha del negocio; y
Xll. El depositario administrador no podrá
enajenar los bienes del activo fijo. Cuando se den
los supuestos de enajenación de la negociación
intervenida a que se refiere el artículo 216 de
este Código, se procederá al remate de conformidad con las disposiciones contenidas en este
ordenamiento.
Artículo 213. Sin perjuicio de lo dispuesto por
la fracción VIII del artículo anterior, la asamblea
de accionistas y la administración de la sociedad
podrán continuar reuniéndose regularmente para
conocer de los asuntos que les competen y de los
informes que formule el depositario administrador
sobre el funcionamiento y las operaciones de la
negociación, así como para opinar de los asuntos
que les someta a su consideración. El depositario
administrador podrá convocar a asambleas de
accionistas, socios o partícipes y citar a la administración de la sociedad, con los propósitos
que considere necesarios o convenientes para
la buena marcha de la empresa.
Artículo 214. En caso de que la negociación
que se pretenda intervenir ya lo estuviera por
mandato de otra autoridad, la oficina ejecutora
nombrará no obstante un nuevo interventor, que
también lo será para otras intervenciones mientras
subsista la efectuada por dicha autoridad fiscal. La
designación o cambio de interventor se pondrá en
conocimiento de las autoridades que ordenaron
las anteriores o posteriores intervenciones.
Artículo 215. La intervención se levantará
cuando el crédito fiscal se hubiere satisfecho o
cuando de conformidad con este Código se haya
enajenado la negociación. En estos casos la oficina ejecutora comunicará el hecho al Registro
Público que corresponda para que se cancele la
inscripción respectiva.
Artículo 216. Las autoridades podrán proceder
a la enajenación de la negociación intervenida
87
cuando lo recuperado en tres meses no alcance
a cubrir por lo menos el veinticuatro por ciento del
crédito fiscal, salvo que se trate de negociaciones
que obtengan sus ingresos en determinado periodo del año, en cuyo caso el porcentaje será el que
corresponda al número de meses transcurridos a
razón del ocho por ciento mensual y siempre que
lo recaudado no alcance a cubrir el porcentaje de
crédito que resulte.
Artículo 217. Los embargos podrán ampliarse en cualquier momento del procedimiento de
ejecución, cuando la oficina ejecutora estime
razonadamente que los bienes embargados son
insuficientes para cubrir el crédito fiscal.
Artículo 218. La venta de bienes embargados,
procederá:
I. A partir del día siguiente al en que se hubiese
fijado la base para el remate en los términos del
artículo 222 de este Código;
II. En el supuesto previsto por la fracción I del
artículo 241 de este Código; o
III. Cuando quede firme la resolución dictada
en los medios de impugnación o defensa que se
hubieren hecho valer en contra del embargo, en
el caso de que se confirme su legalidad y la base
para el remate hubiese sido fijada de conformidad
con el artículo 222 de este Código.
Artículo 219. Salvo los casos que este Código
señala, toda venta se hará en subasta pública que
se celebrará en el local de la oficina ejecutora.
La autoridad fiscal podrá designar otro lugar
para la venta u ordenar que los bienes embargados se vendan en lotes o fracciones o en piezas
sueltas, con el objeto de obtener un mayor rendimiento.
Artículo 220. El fisco estatal o municipal tendrá
preferencia para recibir el pago de créditos provenientes de ingresos que debieron percibir, con
excepción de adeudos por alimentos, salarios o
sueldos devengados en el último año, de indemnizaciones a los trabajadores, de acuerdo con la
Ley Federal del Trabajo, o se trate de adeudos
garantizados con prenda o hipoteca.
Para que sea aplicable la excepción a que se
refiere el párrafo anterior, será requisito indispensable que, con anterioridad a la fecha en que surta
efectos la notificación del crédito fiscal, se haya
presentado la demanda ante la autoridad jurisdiccional competente respecto de los adeudos por
alimentos, salarios, sueldos o indemnizaciones
a los trabajadores, o que las garantías se hayan
inscrito con la misma antelación en el Registro
Público que corresponda.
La vigencia y exigibilidad del crédito cuya
preferencia se invoque deberá comprobarse en
forma fehaciente al hacerse valer el recurso de
revocación o el juicio contencioso.
En ningún caso, el fisco estatal o municipal entrarán en los juicios universales. Cuando se inicie
un juicio concursal, la autoridad jurisdiccional que
conozca del asunto, deberá dar aviso a las autoridades fiscales competentes para que, en su caso,
hagan exigibles los créditos fiscales a su favor a
través del procedimiento de ejecución.
Artículo 221. Las controversias que surjan
entre el fisco estatal y municipales, relativas al
derecho de preferencia para recibir el pago de
los créditos fiscales, se resolverán por el Tribunal
tomando en cuenta las garantías constituidas y
conforme a las siguientes reglas:
I. La preferencia corresponderá al fisco que
tenga a su favor créditos por impuestos sobre
la propiedad raíz, tratándose de los frutos de los
bienes in muebles o del producto de la venta de
éstos; y
II. En los demás casos, la preferencia corresponderá al fisco que tenga el carácter de primer
embargante y, en su caso, inscrito el embargo en
el Registro Público de la Propiedad.
Artículo 222. La base para el remate de los
bienes embargados será la que fijen de común
acuerdo la oficina ejecutora y el deudor. Si no
se pusieren de acuerdo, la oficina ejecutora y el
deudor designarán, cada uno, su perito valuador,
y el avalúo se practicará, en lo conducente, de
conformidad con las reglas establecidas para la
prueba pericial en este Código. La oficina ejecutora notificará personalmente al deudor el avalúo
fijado, para que en su caso pueda impugnarlo.
La oficina ejecutora obtendrá del Registro
Público que corresponda, certificado de gravámenes relativo a los bienes inmuebles embargados,
previo a la convocatoria de remate.
Artículo 223. El remate deberá ser convocado
para una fecha fijada dentro de los treinta días siguientes a la determinación del precio que deberá
servir de base. La publicación de la convocatoria
se hará cuando menos diez días antes de la fecha
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del remate.
La convocatoria se fijará en los estrados de
la oficina ejecutora y en los lugares públicos que
se estimen convenientes. Cuando el valor de los
bienes muebles o inmuebles exceda de la cantidad que corresponda a una vez el salario mínimo
general vigente en la capital del Estado elevado
al año, la convocatoria se publicará en la Gaceta
Oficial y en uno de los periódicos de mayor circulación donde resida la oficina ejecutora, por dos
veces con un intervalo de siete días.
En todo caso, a petición del deudor ya su costa,
la oficina ejecutora podrá ordenar una publicidad
más amplia, dentro del plazo señalado en el primer párrafo de este artículo.
Artículo 224. Los acreedores que aparezcan
en el certificado de gravámenes, serán citados
para el acto del remate y, en caso de no ser factible, se tendrá como citación la que se haga en
las convocatorias en que se anuncie el remate,
en las que deberá expresarse el nombre de los
acreedores.
Los acreedores a que alude el párrafo anterior,
tendrán derecho a concurrir al remate y hacer las
observaciones que estimen del caso, las cuales
serán resueltas por la oficina ejecutora en el acto
de la diligencia.
Artículo 225. Mientras no se finque el remate,
el deudor puede hacer el pago del crédito fiscal
y sus accesorios, caso en el cual se levantará el
embargo.
Una vez realizado el pago por el embargado,
éste deberá retirar los bienes motivo del embargo
en el momento en que la autoridad los ponga a
su disposición, y en caso de no hacerlo, se causarán derechos por el almacenaje a partir del día
siguiente.
Artículo 226. Es postura legal la que cubra
las dos terceras partes del valor señalado como
base para el remate.
En toda postura deberá ofrecerse de contado,
por lo menos, la parte suficiente para cubrir el
interés fiscal. Si la base fijada para la venta supera al monto del crédito fiscal, la diferencia se
reconocerá en favor del deudor ejecutado, con
los intereses correspondientes hasta por un año
de plazo, a partir de la fecha en que se hubiere
rematado o adjudicado el bien de que se trate.
Artículo 227. Al escrito en que se haga la
postura se acompañará un certificado de depósito
expedido por la oficina ejecutora, por un importe
del diez por ciento del valor fijado a los bienes en
la convocatoria.
El importe de los depósitos que se constituyan
de acuerdo con lo que establece el presente artículo, servirá de garantía para el cumplimiento de
las obligaciones que contraigan los postores por
el fincamiento del remate a su favor. Inmediatamente después del fincamiento, se devolverán los
certificados de depósito a los postores, excepto
el que corresponda al mejor postor, cuyo valor
continuará como garantía del cumplimiento de su
obligación y, en su caso, como parte del precio
de venta.
Artículo 228. Cuando el postor en cuyo favor
se hubiere fincado un remate no cumpla con las
obligaciones que este Código le señala, perderá el
importe del depósito que hubiere constituido y se
aplicará de plano, por la oficina ejecutora, a favor
del erario público. En este caso se reanudarán las
almonedas en la forma y plazos que señalan los
artículos respectivos.
Artículo 229. El escrito en que se haga la
postura deberá contener los siguientes datos:
I. Nombre, edad, nacionalidad, capacidad legal, estado civil, profesión o actividad y domicilio
del postor.
Si fuere una persona moral, los datos principales de su escritura constitutiva;
II. La cantidad que se ofrezca; y
III. La cantidad que se ofrezca de contado y los
términos en que haya de pagarse la diferencia.
Artículo 230. El día y hora señalados en
la convocatoria, el jefe de la oficina ejecutora,
después de pasar lista de las personas que se
hubieren presentado como postores, hará saber
a las que estén presentes cuáles posturas fueron
calificadas como legales y les dará a conocer
cuál de ellas es la mejor, concediendo plazos
sucesivos de cinco minutos cada uno, hasta que
la última postura no sea mejorada. El jefe de la
oficina ejecutora fincará el remate en favor de
quien hubiere hecho la mejor postura.
Si en la última postura se ofrece igual suma de
contado, por dos o más licitantes, se designará
por sorteo la que deba aceptarse.
Artículo 231. Fincado el remate de bienes
muebles, se aplicará el depósito constituido, y
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el postor, dentro de los tres días siguientes a la
fecha del remate, enterará en la caja de la oficina ejecutora, el saldo de la cantidad de contado
ofrecida en su postura o mejoras, y constituirá las
garantías a que se hubiere obligado por la parte
del precio que quedare adeudado.
Tan pronto como el postor hubiere cumplido
con los requisitos a que se refiere el párrafo
anterior, la oficina ejecutora procederá a la adjudicación y entrega de los bienes.
Una vez adjudicados los bienes al adquirente,
éste deberá retirarlos en el momento en que la
autoridad los ponga a su disposición; en caso de
no hacerlo, se causarán derechos por el almacenaje a partir del día siguiente. Cuando el monto
del derecho por el almacenaje sea igualo superior
al valor en que se adjudicaron los bienes, estos
se aplicarán a cubrir los adeudos que se hubieran
generado por dicho almacenaje.
Artículo 232. Fincado el remate de bienes inmuebles o negociaciones, se aplicará el depósito
constituido. Dentro de los diez días siguientes a
la fecha del remate, el postor enterará en la caja
de la oficina ejecutora el saldo de la cantidad
ofrecida de contado en su postura o la que resulte
de las mejoras.
Hecho el pago a que se refiere el párrafo anterior y designado, en su caso, el notario público
por el postor, se citará al ejecutado, para que,
dentro de un plazo de cinco días, otorgue y firme
la escritura de venta correspondiente, apercibido
de que. si no lo hace, el jefe de la oficina ejecutora
lo hará en su rebeldía. El ejecutado, aún en el
caso de rebeldía, responde por la evicción y los
vicios ocultos.
Artículo 233. Los bienes inmuebles pasarán a
ser propiedad del postor libres de todo gravamen,
y a fin de que se cancelen los que reportaren, el
jefe de la oficina ejecutora que finque el remate,
dentro de los diez días siguientes a la firma de
la escritura, comunicará al Registro Público de la
Propiedad la transmisión del dominio.
El Registro Público de la Propiedad inscribirá
las transmisiones de dominio de bienes inmuebles que resulten de los remates celebrados por
las oficinas ejecutoras, y procederá a hacer las
cancelaciones de gravámenes que sean conducentes como consecuencia de la transmisión o
adjudicación.
Artículo 234. Otorgada y firmada la escritura
en que conste la adjudicación de un inmueble, el
jefe de la oficina ejecutora dispondrá que se entregue al adquirente, dando las órdenes necesarias,
aún las de desocupación, si estuviere habitado
por el deudor o por terceros que no tuvieren contrato para acreditar el uso, inscrito en el Registro
Público con antelación a la fecha de notificación
del crédito fiscal.
Artículo 235. Los jefes de las oficinas ejecutoras y el personal de las mismas, así como las
personas que hubieren intervenido por parte del
fisco en los procedimientos de ejecución, no podrán adquirir los bienes objeto de un remate por
sí o por interpósita persona. El remate efectuado
con infracción a este precepto, será nulo y los infractores serán sancionados en términos de ley.
Artículo 236. El producto del remate se
apli
90
cará al pago del interés fiscal en el siguiente
orden:
I. Los gastos de ejecución;
II. Los recargos, multas y demás accesorios;
III. Los impuestos, derechos, aportaciones
de mejoras, aprovechamientos y cualquier otro
concepto que las leyes respectivas consideren
como crédito fiscal que motivaron el embargo,
por su orden de antigüedad; y
IV. Los vencimientos ocurridos durante el procedimiento administrativo.
Artículo 237. El fisco estatal o municipal tendrá preferencia para adjudicarse, en cualquier
almoneda, los bienes ofrecidos en remate, en los
siguientes casos:
I. A falta de postores, por la base de la postura legal que habría de servir para la almoneda
siguiente;
II. A falta de pujas, por la base de la postura
legal, no mejorada;
III. En caso de postura o pujas iguales, por la
cantidad en que se haya producido el empate; y
IV. Hasta por el monto del adeudo si este no
excede de la cantidad en que deba fincarse el
remate en la segunda almoneda.
Artículo 238. Causarán abandono en favor del
fisco estatal o municipal los bienes embargados
por las autoridades, en los siguientes casos:
I. Cuando habiendo sido enajenados o adjudicados los bienes al adquirente, no se retiren del
lugar en que se encuentren dentro de dos meses
contados a partir de la fecha en que se pongan
a su disposición;
II. Cuando el embargado efectúe el pago del
crédito fiscal u obtenga resolución o sentencia
favorable que ordene su devolución, derivada de
la interposición de algún medio de defensa, antes
de que se hubieren rematado, enajenado o adjudicado los bienes y no los retire del lugar en que
se encuentren dentro de dos meses contados a
partir de la fecha en que se pongan a disposición
del interesado; o
III. Cuando se trate de bienes muebles que no
hubieren sido rematados después de transcurridos dieciocho meses de practicado el embargo y
respecto de los cuales no se hubiere interpuesto
ningún medio de defensa.
Se entenderá que los bienes se encuentran
a disposición del interesado, a partir del día si-
guiente al en que surta efectos la notificación de
la resolución correspondiente.
Cuando los bienes embargados hubieran
causado abandono, las autoridades notificarán
personalmente o por correo registrado con acuse
de recibo a los propietarios de los mismos, que ha
transcurrido el plazo de abandono y que cuentan
con quince días para retirar los bienes, previo
pago de los derechos de almacenaje causados.
En los casos en que no se hubiera señalado domicilio o el señalado no corresponda a la persona, la
notificación se efectuará a través de estrados.
Los bienes que pasen a propiedad del fisco
estatal o municipal conforme a este artículo,
serán enajenados mediante subasta pública. El
producto de la venta se destinará a pagar los
cargos originados por el manejo, almacenaje,
custodia y gastos de venta de los citados bienes,
considerándose estos como gastos de ejecución;
el remanente se ingresará a la hacienda pública
que corresponda.
Los bienes que conforme a este artículo no
sean enajenados, podrán destinarse al uso de la
administración pública correspondiente o donarse
para obras o servicios públicos, o a instituciones
asistenciales o de beneficencia autorizadas conforme a las normas.
Artículo 239. Los plazos de abandono a que
se refiere el artículo anterior se interrumpirán
por la interposición del recurso de revocación o
la presentación de la demanda en el juicio que
proceda, siempre que la resolución definitiva que
recaiga no confirme, en todo o en parte, la que
se impugnó.
Artículo 240. Cuando no se hubiere fincado el
remate en la primera almoneda, se fijará nueva
fecha y hora para que, dentro de los quince días
siguientes, se lleve a cabo una segunda almoneda, cuya convocatoria se hará en términos del
artículo 223 de este Código, con la salvedad de
que la publicación se hará por una sola vez.
La base para el remate en la segunda almoneda se determinará deduciendo un veinte por
ciento de la señalada para la primera.
Si tampoco se fincare el remate en la segunda
almoneda, se considerará que el bien fue enajenado en un cincuenta por ciento del valor de
avalúo, aceptándose como dación en pago para
el efecto de que la autoridad pueda adjudicárselo,
91
y aplicarlo al pago del interés fiscal en el orden
señalado por el artículo 236 de este Código.
Artículo 241. Los bienes embargados podrán
venderse fuera de subasta, cuando:
I. El embargado proponga comprador antes
del día en que se finque el remate, se enajenen
o adjudiquen los bienes a favor del fisco, siempre
que el precio en que se vendan cubra el valor que
se haya señalado a los bienes embargados;
II. Se trate de bienes de fácil descomposición
o deterioro, semovientes o de materiales inflamables, siempre que en la localidad no puedan
guardarse o depositarse en lugares apropiados
para su conservación; o
III. Se trate de bienes que habiendo salido a
remate en segunda almoneda, no se hubieren
presentado postores.
Artículo 242. Las cantidades excedentes después de haber hecho la aplicación del producto
del remate, venta fuera de subasta o adjudicación de los bienes embargados, se entregarán al
ejecutado dentro de un plazo de diez días, salvo
que medie orden escrita de la autoridad que
corresponda o que el propio embargado acepte,
también por escrito, que se haga entrega total o
parcial del saldo a un tercero.
Vencido el plazo a que se refiere el párrafo
anterior, si la autoridad fiscal no hubiere hecho
entrega de las cantidades excedentes al interesado, ésta deberá cubrirle intereses conforme a las
tasas aplicables a los Certificados de la Tesorería
de la Federación a veintiocho días.
En caso de conflicto, el remanente quedará
depositado en la oficina ejecutora, en tanto resuelven los tribunales competentes.
Artículo 243. Las garantías constituidas para
asegurar el interés fiscal se harán efectivas a
través del procedimiento administrativo de ejecución.
Cuando la garantía fuere dinero en efectivo
depositado en la oficina ejecutora, se ordenará la
aplicación del depósito al pago del crédito fiscal
en el orden de prelación establecido en el artículo
236 de este Código.
Artículo 244. Se suspenderá el procedimiento
administrativo de ejecución durante la tramitación
del recurso de revocación o del juicio contencioso, cuando lo solicite el interesado y garantice el
crédito fiscal y los posibles recargos, en alguna de
las formas señaladas por la ley de la materia.
La suspensión podrá ser solicitada ante la
oficina ejecutora, acompañando copia del escrito de interposición del recurso o de la demanda
del juicio contencioso, así como la garantía del
interés fiscal. La oficina ejecutora suspenderá el
procedimiento administrativo de ejecución una
vez satisfechos estos requisitos.
No se exigirá garantía adicional si en el procedimiento administrativo de ejecución se hubieren
embargado bienes suficientes para garantizar el
interés fiscal.
CAPITULO III
DE LAS TERCERÍAS
Artículo 245. Los terceros a los que se hubieren embargado bienes de su propiedad y que
no tengan responsabilidad solidaria en el adeudo
por el que se siga el procedimiento administrativo
de ejecución, podrán promover, ante la oficina
ejecutora que siga dicho procedimiento, recurso
de revocación en el que hagan valer tercería excluyente de dominio. Dicho recurso podrá interponerse mientras no se haya fincado el remate.
La tercería excluyente de dominio sólo podrá
fundarse en la propiedad que tenga el tercerista
sobre los bienes embargados.
Artículo 246. La persona que tenga derecho
preferente al del fisco para ser pagada con el
producto del remate, podrá promover recurso de
revocación en el que haga valer tercería excluyente de preferencia, ante la oficina ejecutora que lo
haya practicado. Dicho recurso podrá interponerse siempre que no se haya aplicado el producto
del remate al pago del crédito fiscal.
Artículo 247. El recurso de revocación en el
que se haga valer una tercería, deberá promoverse por escrito ante el jefe de la oficina ejecutora,
acompañando título que compruebe la propiedad
de los bienes objeto de embargo, tratándose de
tercería excluyente de dominio, o los que acrediten el derecho preferente para ser pagados con el
producto del remate. La interposición del recurso
suspenderá el procedimiento administrativo de
ejecución, hasta que se dicte resolución.
Recibido el escrito y examinadas las pruebas
que el tercerista ofrezca, el jefe de la oficina
ejecutora dictará la resolución que corresponda,
92
en un plazo no mayor de cinco días, contados a
partir de la fecha en que se hubiere promovido
la tercería.
Artículo 248. Si la resolución dictada en
la tercería excluyente de dominio reconoce la
propiedad de los bienes a favor del tercerista,
ordenará que se levante el embargo, se entreguen los bienes a su propietario y se embarguen
otros bienes del deudor suficientes para cubrir el
crédito fiscal.
Si se declara improcedente la tercería, se
ordenará que continúe el procedimiento hasta el
remate de los bienes embargados.
Artículo 249. Si se trata de tercería excluyente
de preferencia, y en la resolución que se dicte se
reconoce el derecho preferente del tercerista para
ser pagado con el producto del remate, se mandará que, al efectuarse el pago, se cubra en primer
lugar el crédito del tercerista, y el remanente, si
lo hubiere, se aplique para cubrir el crédito fiscal.
Si dicho remanente no es suficiente para cubrirlo,
se ordenará que se embarguen nuevos bienes del
deudor que sean suficientes para garantizarlo.
Artículo 250. Para resolver sobre la preferencia de derechos, se estará a lo dispuesto por los
artículos 220 y 221 de este C6digo.
CAPITULO IV
DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
PARA EL FINCAMIENTO DE RESPOSABILIDADES A LOS SERVIDORES PUBLICOS
Artículo 251. Las autoridades, a través de sus
unidades de control interno, o el Órgano, serán
competentes para la determinación de responsabilidades a los servidores públicos y, en su caso,
para el fincamiento de las indemnizaciones y
sanciones administrativas que correspondan; así
como para promover ante las autoridades competentes el fincamiento de otras responsabilidades
y presentar las denuncias y querellas penales, en
términos de las normas aplicables.
Para efectos de lo señalado en el párrafo anterior, si de la revisión y fiscalización superior de las
Cuentas Públicas que apruebe el Congreso del
Estado, aparecieran irregularidades que permitan
presumir la existencia de hechos o conductas que
produzcan daños
y perjuicios en contra de las Haciendas Públicas estatal o municipales, al patrimonio de las
entidades paraestatales o al de los organismos
autónomos de el Estado, el Órgano procederá de
inmediato a iniciar las investigaciones del caso,
a la determinación de las responsabilidades y al
fincamiento de las indemnizaciones y sanciones
correspondientes.
Cuando se actualice alguno de los supuestos
previstos en los dos párrafos anteriores, las unidades de control interno de las autoridades o el
Órgano aprobarán el siguiente procedimiento:
I. Se citará personalmente al presunto responsable a una audiencia en la sede de la autoridad
o del Órgano, haciéndole saber los hechos u
omisiones que le imputan y que sean causa de
responsabilidad en los términos de ley, señalando el lugar, día y hora en que tendrá verificativo
dicha audiencia y su derecho a ofrecer pruebas
y formular alegatos, por sí o por medio de un
defensor; apercibido que de no comparecer sin
justa causa, se tendrá por precluido su derecho
para ofrecer pruebas y formular alegatos, y se
resolverá con los elementos que obren en el
expediente respectivo. Entre la fecha de citación
y la de la audiencia deberá mediar un plazo no
menor de diez ni mayor de quince días;
II. Celebrada la audiencia se emitirá resolución
dentro de los quince días siguientes en la que
se determinará la existencia o inexistencia de la
responsabilidad, y se fincará, en su caso, la indemnización y sanciones correspondientes, y se
notificará al responsable y al superior jerárquico
dicha resolución para los efectos que procedan;
cuando la resolución constituya, además, un
crédito fiscal, se remitirá un tanto autógrafo de
la misma a la oficina ejecutora que corresponda,
para el efecto de que si, en un plazo de quince
días siguientes a la fecha en que surta efectos la
notificación, éste no es cubierto, o no es impugnado y debidamente garantizado en términos de
las normas aplicables;
III. Si celebrada la audiencia, los órganos de
control interno de las autoridades o el Órgano,
no encontraren elementos suficientes para fincar
la responsabilidad, emitirán una resolución en
ese sentido, en el plazo señalado en la fracción
anterior; y
93
IV. En cualquier momento, previo o posterior al
citatorio al que se refiere la fracción I del presente artículo, los órganos de control interno de las
autoridades o el Órgano, podrán acordar como
medida precautoria la suspensión temporal de
los presuntos responsables, en sus cargos, empleos o comisiones, si a su juicio conviene para
la conducción o continuación de las investigaciones. La suspensión temporal no prejuzga sobre
la responsabilidad que se impute. El acuerdo que
al efecto se emita hará constar expresamente
esta salvedad.
La suspensión temporal a que se refiere esta
fracción, suspenderá los efectos del acto que
haya dado origen a la ocupación del empleo,
cargo o comisión, y regirá desde el momento en
que sea notificada al interesado. La suspensión
cesará cuando así lo resuelva fundada y motivadamente la autoridad que la haya acordado,
independientemente de la iniciación, continuación
o conclusión del procedimiento a que se refiere
el presente artículo.
Si los servidores públicos suspendidos temporalmente no resultaren responsables de la falta
que se les imputa, serán restituidos en el goce
de sus derechos y se les cubrirán las percepciones correspondientes al tiempo que estuvieron
suspendidos.
Si el nombramiento del servidor público de que
se trate corresponde al Gobernador del Estado,
se requerirá autorización de éste para dicha
suspensión. Si el nombramiento fue efectuado o
requirió ratificación por el Poder Legislativo, en los
términos de la Constitución Política del Estado, se
requerirá autorización del Congreso del Estado o,
en su caso, de la Diputación Permanente.
Artículo 252. Los titulares de las dependencias, entidades u órganos de la Administración
Pública observarán, en el ámbito de su competencia, las reglas contenidas en el presente Código
y las leyes del Estado, en los procedimientos que
se sigan para la investigación, determinación de
responsabilidades y aplicación de sanciones,
Artículo 253. De todas las diligencias que se
practiquen en el procedimiento a que se refiere
este Capítulo se levantará acta circunstanciada,
que suscribirán quienes intervengan en ellas.
Artículo 254. Los superiores jerárquicos de los
servidores públicos sujetos a un procedimiento
de responsabilidad, podrán designar un delegado
que participe en las diligencias, a quien se le dará
vista de las actuaciones.
Artículo 255. El procedimiento a que se refiere
este capítulo, se inscribirá en un registro, que contendrá la sección de procedimientos disciplinarios
y la correspondiente a las sanciones impuestas.
Artículo 256. En contra de las resoluciones
definitivas que se dicten en el procedimiento a
que se refiere este Capítulo, se podrá interponer
el recurso de revocación o el juicio contencioso
previstos en este Código.
Las resoluciones revocatorias o anulatorias
dictadas con motivo de la interposición del recurso
o del juicio, tendrán el efecto de restituir al servidor
publico en el goce de los derechos de que hubiese
sido privado por la ejecución de la sanción, sin
perjuicio de lo que establezcan otras normas.
Artículo 257. La ejecución de las sanciones
administrativas impuestas por resolución firme se
llevará a cabo de inmediato, en los términos que
la misma disponga. La suspensión, destitución o
inhabilitación que se imponga a los servidores públicos, surtirá efectos al notificarse personalmente
la resolución y se considerará de orden público.
En el caso de los servidores públicos de base,
la suspensión y la destitución se sujetarán a lo
previsto en la Ley de la materia.
El órgano, para efectos de lo dispuesto en el
segundo párrafo del artículo 251 de este Código,
fincará las indemnizaciones y sanciones correspondientes en un período no mayor de un año,
contado a partir de que se inicien las investigaciones.
Las sanciones económicas que se impongan
en las resoluciones dictadas en el procedimiento a
que se refiere este Capítulo, constituirán créditos
fiscales y se harán efectivas mediante el procedimiento administrativo de ejecución.
Artículo 258. Si el servidor público presunto
responsable, confesare su responsabilidad por
el incumplimiento de las obligaciones a que se
encuentra sujeto con motivo de su empleo, cargo
o comisión, se procederá de inmediato a dictar
resolución, a no ser que quien conozca del procedimiento disponga la recepción de pruebas para
acreditar la veracidad de la confesión o el monto
de los daños y perjuicios causados. En caso de
que se acepte la plena validez probatoria de la
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confesión, se impondrá al interesado dos tercios
de la sanción aplicable, si es de naturaleza económica; pero en lo que respecta a indemnización,
en todo caso, deberá ser suficiente para cubrir los
daños y perjuicios causados, y siempre deberán
restituirse los bienes o productos que se hubieren
percibido con motivo de la infracción.
Artículo 259. Las atribuciones de los órganos
de control interno de las autoridades y del superior
jerárquico para determinar responsabilidades e
imponer sanciones caducan en tres años, contados a partir de la fecha de la comisión de la
infracción.
TITULO CUARTO
DEL RECURSO DE REVOCACIÓN
Artículo 260. Los interesados afectados por
los actos o resoluciones definitivos de las autoridades, así como por los dictados en el procedimiento administrativo de ejecución, podrán, a
su elección, interponer el recurso de revocación
previsto en este Código o intentar el juicio contencioso ante el Tribunal. El recurso de revocación
tendrá por objeto que el superior jerárquico de la
autoridad emisora confirme, modifique, revoque
o anule el acto administrativo recurrido.
Artículo 261. El plazo para interponer el recurso de revocación será de quince días, contados
a partir del día siguiente a aquél en que surta
sus efectos la notificación de la resolución que
se recurra. o de que el recurrente tenga conocimiento de dicha resolución, excepto en los casos
en que a través de este recurso se hagan valer
tercerías en los términos de los artículos 245 y
246 de este Código.
Artículo 262. El recurso de revocación deberá
presentarse ante el superior jerárquico de la autoridad que emitió el acto o resolución.
Será competente para conocer y resolver este
recurso dicho superior jerárquico.
Artículo 263. En el escrito de interposición
del recurso de revocación, el interesado deberá
cumplir con los requisitos previstos en los artículos
21,22 y 24 de este Código y señalar además:
I. La autoridad a quien se dirige;
I.El nombre del recurrente, y del tercero perjudicado si lo hubiere, así como el domicilio que
señale para oír y recibir notificaciones y docu-
mentos; y
III. El acto o resolución administrativa que impugna, así como la fecha en que le fue notificado
o, en su caso, la declaratoria bajo protesta de decir verdad de la fecha en que tuvo conocimiento
del acto o resolución;
IV. La autoridad emisora del acto o resolución
que recurre;
V. La descripción de los hechos que son antecedentes del acto o resolución que recurre;
VI. Los agravios que le causan y los argumentos de derecho que se hagan valer en contra del
acto o resolución recurridas; y
VIl. Las pruebas que se ofrezcan, relacionándolas con los hechos que se mencionen.
Artículo 264. Con el escrito de interposición
del recurso de revocación se deberán acompañar:
I. Los documentos que acrediten la personería
del promovente, cuando actúe a nombre de otro
o de persona moral;
II. El documento en que conste el acto o la
resolución recurrida, cuando dicha actuación
haya sido por escrito. Tratándose de afirmativa
o negativa fictas deberá acompañarse el escrito
de iniciación del procedimiento, o el documento
sobre el cual no hubiere recaído resolución alguna; o, en su caso, la certificación o el escrito por
el cual ésta fue solicitada;
III. La constancia de notificación del acto impugnado, o la última publicación si la notificación
hubiese sido por edictos; y
II. Las pruebas que se ofrezcan.
Artículo 265. En caso de que el recurrente no
cumpliera con alguno de los requisitos o no acompañe los documentos que se señalan en loS dos
artículos anteriores, la autoridad que conozca del
recurso, deberá prevenirlo por escrito por una sola
vez para que en un plazo de cinco días subsane
la omisión. Si transcurrido este plazo el recurrente
no desahoga en sus términos la prevención, el
recurso se tendrá por no interpuesto.
Si el escrito de interposición del recurso no
aparece firmado por el interesado, o por quien
deba hacerlo, se tendrá por no interpuesto.
Artículo 266. El interesado podrá solicitar por
escrito la suspensión de la ejecución del acto o
de la resolución recurrida, en cualquier momento
hasta antes de que se resuelva la revocación.
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La autoridad que conozca del recurso deberá
acordar lo conducente dentro de los cinco días
siguientes a la solicitud.
Artículo 267. La autoridad que conozca del
recurso, al resolver sobre la solicitud de suspensión deberá señalar, en su caso, las garantías
necesarias para cubrir los daños y perjuicios que
pudieran ocasionarse con di cha medida. Tratándose de indemnizaciones y sanciones pecuniarias
y demás créditos fiscales, el recurrente deberá
garantizar el interés fiscal en cualquiera de las
formas previstas por la Ley de la materia.
En los casos que proceda la suspensión, pero
su otorgamiento pueda ocasionar daños o perjuicios a terceros, el interesado deberá otorgar
garantía bastante para reparar el daño e indemnizar los perjuicios que pudieran ocasionar con
dicha medida.
Artículo 268. No se otorgará la suspensión en
aquellos casos en que se cause perjuicio al interés
social, se contravengan disposiciones de orden
público o se deje sin materia el procedimiento.
Artículo 269. La suspensión tendrá como
efecto que las cosas se mantengan en el estado
en que se encuentran, en tanto se pronuncia la
resolución del recurso. Dicha suspensión podrá
revocarse si se modifican las condiciones bajo las
cuales se otorgó.
Artículo 270. El superior jerárquico, una vez
recibido el recurso, le solicitará al inferior un informe sobre el asunto y la remisión del expediente
respectivo, lo cual deberá cumplir en un plazo
de tres días.
El superior jerárquico emitirá acuerdo sobre la
admisión, prevención o desechamiento del recurso, dentro de los tres días siguientes contados a
partir de la recepción del informe, lo cual deberá
notificarse personalmente al recurrente.
Artículo 271. Se desechará por improcedente
el recurso cuando se interponga en contra de
actos o resoluciones:
I. Que no afecten el interés legítimo del recurrente;
II. Que sean dictadas en recursos administrativos o en cumplimiento de éstas o de sentencias;
III. Que hayan sido impugnados ante el Tribunal;
IV. En caso de que no se amplíe el recurso
administrativo o si en la ampliación no se expresa
agravio alguno, tratándose de lo previsto por la
fracción II del artículo 44 de este Código;
V. Que sean revocados por la autoridad o el
Órgano;
VI. Que sean materia de otro recurso que se
encuentre pendiente de resolución y que haya
sido promovido por el mismo recurrente por el
propio acto impugnado;
VII. Consumados de modo irreparable;
VIII. Que se hayan consentido, entendiéndose
por tales, aquellos respecto de los cuales no se
interpuso el recurso de revocación dentro del
plazo establecido por este Código; o
IX. Que sean conexos a otro que haya sido
impugnados por algún recurso o medio de impugnación diferente.
Artículo 272. Será sobreseído el recurso
cuando:
I. El promovente se desista expresamente;
II. El recurrente fallezca durante el procedimiento, si el acto o resolución impugnado sólo
afecta a su persona;
III. Durante el procedimiento sobrevenga alguna de las causas de improcedencia a que se
refiere el artículo anterior;
III. Hayan cesado los efectos del acto impugnado;
V. Falte el objeto o materia del acto; o
IV. No se probare la existencia del acto impugnado.
Artículo 273. El superior jerárquico deberá
resolver el recurso de revocación dentro de los
cuarenta y cinco días siguientes a la fecha de su
interposición o de que, en su caso, se hubiera
desahogado la prevención a que se refiere el
artículo 265 de este Código. Ante el silencio de
la autoridad, se entenderá confirmado el acto que
se Impugna.
El recurrente podrá esperar la resolución expresa o impugnar en cualquier tiempo la presunta
confirmación del acto impugnado.
Artículo 274. La resolución del recurso se
fundará en derecho y examinará todos y cada uno
de los agravios hechos valer por el recurrente,
teniendo la autoridad la facultad de invocar hechos notorios; pero cuando uno de los agravios
sea suficiente para desvirtuar la validez del acto
impugnado, bastará con el examen de dicho
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punto.
La autoridad, en beneficio del recurrente, podrá
corregir los errores que advierta en la cita de los
preceptos que se consideren violados y examinar
en su conjunto los agravios, así como los demás
razonamientos del recurrente, a fin de resolver la
cuestión efectivamente planteada, pero sin cambiar los hechos expuestos en el recurso.
Si la resolución ordena realizar un determinado
acto lo iniciar la reposición del procedimiento, deberá cumplirse dentro de un plazo de quince días
contados a partir de que se notifique al recurrente
dicha resolución.
Artículo 275. Las resoluciones que pongan fin
al recurso podrán:
I. Declararlo improcedente o sobreseerlo;
II. Confirmar el acto impugnado;
III. Declarar la nulidad o anulabilidad del acto
impugnado o revocarlo; o
IV. Modificar el acto impugnado, u ordenar
uno nuevo o; que lo sustituya, cuando el recurso
interpuesto sea total o parcialmente resuelto a
favor del recurrente; u ordenar la reposición del
procedimiento administrativo.
Artículo 276. No se podrán anular, revocar o
modificar los actos o resoluciones administrativos con argumentos que no haya hecho valer el
recurrente.
Artículo 277. Contra la resolución que recaiga
al recurso de revocación procede el juicio contencioso ante el Tribunal.
LIBRO TERCERO
DEL JUICIO CONTENCIOSO
CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 278. Los juicios que se promuevan
ante el Tribunal se regirán por las disposiciones
de este Código.
Artículo 279. Cuando la resolución recaída
al recurso de revocación no satisfaga el interés
legítimo a i del recurrente y éste la controvierta,
se entenderá que simultáneamente impugna la
resolución recurrida en la parte que continúe
afectándolo, pudiendo hacer valer conceptos de
impugnación no planteados en el recurso.
Artículo 280. Procede el juicio contencioso
en contra de:
I. Actos administrativos que dicte, ordene,
ejecute o trate de ejecutar la autoridad, por
violaciones cometidas en los mismos o durante
el procedimiento administrativo; en este último
caso cuando trasciendan al sentido de las resoluciones ;
II. Actos administrativos que dicte, ordene, ejecute o trate de ejecutar la autoridad, que afecten
derechos de particulares;
III. Actos que dicte, ordene, ejecute o trate
de ejecutar, de manera unilateral la autoridad,
respecto de contratos administrativos u otros
acuerdos de voluntad de la misma naturaleza
que se hayan celebrado con los particulares en
los renglones administrativo y fiscal;
IV. Actos administrativos que se configuren
por el silencio de la autoridad, en términos de
este Código;
V. Resoluciones dictadas por la autoridad que
impongan sanciones a los servidores públicos
que hayan incurrido en responsabilidad administrativa;
VI. Resoluciones favorables a los particulares
que causen lesión al interés público, cuya nulidad
demande la autoridad;
VII. Resoluciones definitivas dictadas en e!
recurso de revocación; y
V. Los demás actos y resoluciones que
señale la ley.
Artículo 281. Son partes en el juicio:
I. El actor o demandante;
II. El demandado. Tendrán este carácter:
a) La autoridad que dicte, ordene, ejecute o
trate de
ejecutar el acto impugnado;
b) La autoridad que omita dar respuesta a las
peticiones o instancias de los particulares; o
c) El particular a quien favorezca la resolución
cuya nulidad demande la autoridad; y
III. El tercero perjudicado que tenga un derecho
incompatible con la pretensión del demandante.
Artículo 282. Sólo podrán intervenir en juicio
quienes tengan un interés jurídico o legítimo que
funde su pretensión.
Artículo 283. Cuando las partes tengan reconocida la personería ante la autoridad demandada, ésta será admitida en el juicio, siempre que se
compruebe esa circunstancia con las constancias
97
respectivas.
Artículo 284. Las partes deberán señalar, en
el escrito inicial que presenten, domicilio en el
municipio donde resida la Sala del Tribunal ante
la que se promueva, para que en él se hagan
las notificaciones personales indicadas en este
Código. En caso contrario, se les requerirá para
que lo señalen en un plazo de tres días, con el
apercibimiento que de no hacerlo, las notificaciones que deban ser personales se efectuarán en
los estrados de la propia sala.
Los particulares podrán señalar los estrados
del Tribunal para recibir notificaciones.
Artículo 285. Las diligencias que deban practicarse fuera del recinto de las Salas del Tribunal,
se encomendarán a los secretarios de acuerdos
o actuarios de la Sala correspondiente.
Las diligencias que deban realizarse fuera del
territorio del Estado, se encomendarán por medio
de exhorto al Tribunal de lo Contencioso Administrativo o Tribunal Judicial de la entidad federativa
de que se trate. El Tribunal, a solicitud de parte,
podrá entregar el exhorto al interesado, quien bajo
su más estricta responsabilidad lo hará llegar al
Tribunal exhortado para su trámite, pudiéndose
devolver el documento diligenciado por conducto
del mismo interesado.
Artículo 286. Los magistrados del Tribunal
estarán impedidos para conocer de los juicios
en que intervengan, en los casos previstos por
la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
Cuando alguno de los magistrados del Tribunal se
encuentre impedido, hará la manifestación ante el
Presidente del Tribunal, quien la remitirá a la Sala
Superior para que califique la excusa de plano y,
cuando proceda, designe a quien deba sustituir
al magistrado impedido.
En el caso de que, presentándose un impedimento, el magistrado que conozca del asunto no
se excuse en los términos del párrafo anterior,
la parte perjudicada podrá recusarlo a través de
la interposición del incidente a que se refieren
los artículos 312, fracción V, 317 y 318 de este
Código.
Artículo 287. Los secretarios de acuerdos
autorizarán las actuaciones jurisdiccionales. También cuidarán que los expedientes sean foliados
al agregarse cada una de las hojas, las rubricarán
en el centro de lo escrito y pondrán el sello oficial
en el fondo del cuaderno, de manera que queden
selladas las dos caras.
Artículo 288. Las resoluciones del Tribunal
tendrán el carácter de
I. Acuerdos, las determinaciones de trámite;
II. Sentencias interlocutorias, las que no resuelven una cuestión principal; y
III. Sentencias definitivas, las que resuelven el
juicio o recurso en lo principal.
CAPÍTULO II
DE LA IMPROCEDENCIA Y DEL SOBRESEIMIENTO
Artículo 289. Es improcedente el juicio
contencioso ante el Tribunal, en los casos, por
las causales y contra los actos y resoluciones
siguientes:
I. Que no sean de la competencia del Tribunal;
II. Que hayan sido impugnados en un diverso
proceso jurisdiccional, siempre que exista sentencia ejecutoria que decida el fondo del asunto;
III. Que no afecten el interés legítimo del actor;
IV. Que se hayan consentido expresamente
por el actor, mediante manifestaciones escritas
de carácter indubitable;
V. Que se hayan consentido tácitamente,
entendiéndose por tales aquéllos contra los que
no se promueva recurso de revocación o juicio
contencioso en los plazos señalados por este
Código;
VI. Que hayan sido materia de sentencia pronunciada por el Tribunal, siempre que hubiera
identidad de partes y se trate del mismo acto impugnado, aunque los conceptos de impugnación
sean diversos;
VII. Que sean materia de un recurso o juicio
que se encuentre pendiente de resolución ante
una autoridad administrativa o ante el propio
Tribunal;
VIII. Que puedan impugnarse por medio de
algún recurso o medio de defensa, con excepción
de aquéllos cuya interposición sea optativa;
IX. Conexos a otro que haya sido impugnado
por medio de algún recurso o medio de defensa
diferente. Para los efectos de esta fracción, se
entiende que hay conexidad siempre que concu-
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rran las causas de acumulación previstas en el
artículo 314 de este Código;
X. Cuando no se hagan valer conceptos de
impugnación;
XI. Cuando de las constancias de autos apareciere claramente que no existe el acto o resolución
impugnados;
XII. Cuando el acto o resolución impugnados
no puedan surtir efecto alguno, legal o materialmente, por haber dejado de existir el objeto o
materia del mismo; o
XIII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición legal.
Artículo 290. Procede el sobreseimiento del
juicio:
I. Cuando el demandante se desista expresamente;
II. Cuando durante el juicio apareciere o sobreviniere alguna de las causales de improcedencia
a que se refiere el artículo anterior;
III. En el caso de que el demandante muera
durante el juicio, si su pretensión es intransmisible
o si su muerte deja sin materia el juicio;
IV. Si la autoridad demandada deja sin efectos
el acto impugnado; o
V. En los demás casos en que por disposición
legal haya impedimento para emitir resolución en
cuanto al fondo.
El sobreseimiento del juicio podrá ser total o
parcial.
Artículo 291. Contestada la demanda, el magistrado examinará el expediente y si encontrare
acreditada alguna causa evidente de improcedencia o sobreseimiento, a petición de parte o
de oficio, emitirá la resolución en la que se dé
por concluido el juicio. En caso de que la causal
no sea clara, ésta se decidirá en la sentencia
definitiva.
CAPÍTULO III
DE LA DEMANDA
Artículo 292. La demanda deberá formularse
por escrito y presentarse directamente ante la
Sala Regional con jurisdicción territorial en el
municipio en el que tenga su domicilio el demandante, dentro de los quince días siguientes al en
que surta efectos notificación del acto o resolución que se impugna, o al en que se haya tenido
conocimiento del mismo, con las excepciones
siguientes:
I. Tratándose de la resolución negativa o
afirmativa fictas, la demanda podrá presentarse
en cualquier tiempo, mientras no se notifique la
resolución expresa;
II. Cuando se pida la nulidad de una resolución
favorable a un particular, la demanda deberá
presentarse dentro los cinco años siguientes a
la fecha de su elrusión;
III. Si el particular afectado reside fuera del Estado, pero dentro del país y no tiene representante
en el mismo, el término para iniciar el juicio será
de treinta días a partir del día siguiente al en que
surta efectos su notificación; o
IV. Si el particular afectado reside en el extranjero y no tiene representante en el Estado o
en el país, el plazo para iniciar el juicio será de
cuarenta y cinco días a partir del día siguiente al
en que surta efectos su notificación.
La demanda podrá enviarse por correo registrado con acuse de recibo, y se tomará como
fecha de presentación aquella en que se deposite
en la oficina de correos.
Artículo 293. La demanda, además de los
requisitos previstos en los artículos 21,22 y 24 de
este Código, deberá señalar lo siguiente:
I. El nombre del actor o demandante, o de
quien promueva en su nombre, así como su domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones
y documentos;
II. El acto o resolución que se impugna;
III. Las autoridades o particulares a quienes
se demanden;
IV. El nombre y domicilio del tercero perjudicado, si lo hubiere;
V. Los hechos que sustenten la impugnación
del actor o demandante;
VI. Los conceptos de impugnación y las pretensiones que se deducen;
VII. La fecha en que se notificó o se tuvo conocimiento del acto o resolución que se impugne;
VIII. Las pruebas que se ofrezcan; y
IX. La solicitud de suspensión del acto impugnado, en su caso.
Cuando se omitan los requisitos a que se refieren las fracciones I, II y VI la Sala Regional desechará por improcedente la demanda interpuesta.
Cuando se omitan los requisitos previstos en las
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fracciones III, IV, V, VII y VIII la Sala Regional requerirá al promovente para que los señale dentro
del plazo de cinco días, apercibiéndolo que de no
hacerlo en tiempo se tendrá por no presentada la
demanda o por no ofrecidas las pruebas, según
el caso.
Artículo 294. El actor podrá incluir en las
pretensiones que se deduzcan en la demanda el
pago de daños y perjuicios que afirme se le hayan
causado en forma dolosa o culposa por algún servidor público, con la emisión o ejecución del acto
impugnado, ofreciendo las pruebas específicas
que acrediten la existencia de los mismos.
Artículo 295. El actor deberá adjuntar a la
demanda:
I. Una copia de la misma y de los documentos
anexos, para cada una de las partes;
II. El documento que acredite su personería,
cuando promueva a nombre de otro, o en el que
conste que le fue reconocida por la autoridad
demandada;
III. Constancia de la notificación del acto o
resolución que se impugne, excepto cuando
el demandante declare bajo protesta de decir
verdad que no recibió constancia o cuando se
hubiera realizado por correo. Si la notificación fue
por edictos deberá señalar la fecha de la última
publicación en la Gaceta Oficial del Estado y el
nombre del órgano en que ésta se hizo;
IV. El documento en que conste el acto o la
resolución impugnados o, en su caso, copia de la
instancia o solicitud no resuelta por la autoridad,
que incluya el sello o datos de su recepción;
V. Los documentos que ofrezca como prueba;
y
VI. El interrogatorio para los testigos y cuestionario para los peritos, en caso del ofrecimiento
de las pruebas testimonial o pericial.
Si no se adjuntan a la demanda los documentos a que se refiere este precepto, la Sala
Regional requerirá al promovente para que los
presente dentro del plazo de cinco días. Cuando el
promovente no los presente dentro de dicho plazo
y se trate de los documentos a que se refieren
las fracciones I a IV, se tendrá por no presentada la demanda. Si se trata de las pruebas a que
se refieren las fracciones V y VI, las mismas se
tendrán por no ofrecidas.
Artículo 296. Dentro de los tres días siguien-
tes a la presentación de la demanda, se dictará
acuerdo sobre su admisión. En el mismo acuerdo
se admitirán o desecharán las pruebas ofrecidas
y, en su caso, se dictarán las providencias necesarias para su desahogo. Asimismo, se proveerá
lo conducente sobre la suspensión del acto o resolución impugnados, cuando se hubiere solicitado
en la demanda o cuando proceda de oficio.
Artículo 297. La Sala Regional desechará la
demanda, cuando:
I. No contenga la firma autógrafa o huella digital
del promovente;
II. Encontrare motivo manifiesto e indudable
de improcedencia; o
III. En los casos a que se refieren los artículos
293 y 295 de este Código.
Artículo 298. Se podrá ampliar la demanda,
dentro de los diez días siguientes a aquél en que
surta efectos la notificación del acuerdo que admita su contestación, en los siguientes casos:
I. Cuando se impugne una negativa ficta;
II. Contra el acto principal del que derive el impugnado en la demanda, así como su notificación,
cuando se den a conocer en la contestación;
III. En los casos previstos por el artículo 44 de
este Código; o
IV. Cuando con motivo de la contestación, se
introduzcan cuestiones que sin violar lo dispuesto
por el artículo 303 de este Código no sean conocidas por el actor o demandante al presentar la
demanda.
En el escrito de ampliación de demanda se deberá señalar el nombre del actor y el juicio en que
se actúa, y le serán aplicables en lo conducente,
lo dispuesto en el último párrafo de los artículos
293 y 295 de este Código.
Artículo 299. El tercero perjudicado, dentro de
los quince días siguientes al en que surta efectos
la notificación que se le haga de la demanda,
podrá apersonarse en juicio, mediante escrito
que contendrá los requisitos de la demanda o de
la contestación, según sea el caso, así como la
justificación de su derecho para intervenir en el
asunto.
Deberá adjuntar a su escrito, el documento con
el que acredite su personería cuando no promueva en nombre propio, las pruebas documentales
que ofrezca, el interrogatorio para los testigos y el
cuestionario para a los peritos. Es aplicable en lo
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conducente, lo dispuesto en el último párrafo de
los artículos 293 y 295 del presente Código.
CAPÍTULO IV
DE LA CONTESTACIÓN DE DEMANDA
Artículo 300. Admitida la demanda se correrá
y traslado de ella a los demandados, emplazándolos para que la contesten dentro de los quince
días siguientes a o aquél en que surta efectos el
emplazamiento. Cuando fueren varios los demandados, el plazo correrá individualmente.
El plazo para la contestación de la ampliación
de demanda será de diez días posteriores al en
que surta efectos la notificación de dicha ampliación.
Si no se produce la contestación dentro del
plazo señalado, o esta no se refiere a todos los
hechos, se tendrán como ciertos los que el actor
impute de manera precisa al demandado, salvo
que por las pruebas rendidas o por hechos notorios resulten desvirtuados.
Cuando alguna autoridad que deba ser parte
en el juicio no fuese señalada por el actor como
demandada, de oficio se le correrá traslado de la
demanda para que la conteste en el plazo a que
se refiere el primer párrafo de este artículo.
Artículo 301. La contestación de demanda y
su ampliación, expresarán:
I. Los incidentes de previo y especial pronunciamiento a que haya lugar;
II. Las consideraciones que impidan se emita
decisión en cuanto al fondo del asunto, en su
caso;
III. La referencia concreta a cada uno de los
hechos que el demandante le impute de manera
expresa, afirmándolos, negándolos, expresando
que los ignora por no ser propios o señalando
cómo ocurrieron, según sea el caso;
IV. Los argumentos que tiendan a demostrar
la ineficacia de los conceptos de impugnación
del actor;
V. Las pruebas que el demandado ofrezca; y
VI. Nombre y domicilio del tercero perjudicado, cuando exista y no se haya señalado por el
demandante.
Artículo 302. El demandado deberá adjuntar
a su contestación:
I. Una copia de la misma y de los documentos
anexos, para cada una de las partes;
II. El documento con el que acredite su personería, cuando el demandado sea un particular y
no promueva en nombre propio;
III. Los documentos que ofrezca como prueba;
y
IV. El interrogatorio para los testigos y el cuestionario para los peritos o su correspondiente adición, en caso de ofrecimiento de estas pruebas.
Artículo 303. En la contestación de la demanda no podrán cambiarse los fundamentos de
derecho del acto o resolución impugnados.
En caso de resolución negativa ficta, la autoridad expresará los hechos y el derecho en que
se apoye la misma.
En la contestación de la demanda o antes del
cierre de la instrucción, la autoridad demandada
podrá allanarse a las pretensiones del demandante o revocar el acto o resolución impugnados.
Artículo 304. Se dictará acuerdo sobre la
contestación de demanda a más tardar al tercer
día siguiente al de su presentación. En el mismo
acuerdo se tendrán por admitidas o desechadas
las pruebas ofrecidas; se ordenarán, en su caso,
las providencias necesarias para su desahogo,
señalando el derecho del demandante para
ampliar su demanda y las consecuencias de no
hacerlo, y se fijará fecha para la audiencia del
juicio, la que deberá celebrarse dentro de los
treinta días siguientes; o cuarenta y cinco días en
el supuesto de ampliación de demanda. ambos
plazos contados a partir de la fecha de emisión
del acuerdo respectivo.
CAPÍTULO V
DE LA SUSPENSIÓN DEL ACTO
IMPUGNADO
Artículo 305. La suspensión del acto impugnado se decretará de oficio o a petición de parte.
Sólo procederá la suspensión de oficio cuando
se trate de multa excesiva, confiscación de bienes y actos que de llegar a consumarse hicieran
imposible restituir al actor en el pleno goce de
sus derechos. Esta suspensión se decretará de
plano por la Sala Regional, en el mismo acuerdo
en que se admita la demanda.
En los demás casos, la suspensión podrá
solicitarla el actor en el escrito de demanda o
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en cualquier momento, mientras se encuentre
en trámite el juicio contencioso, ante la Sala que
conozca del asunto.
Cuando se otorgue la suspensión, se comunicará sin demora a la autoridad demandada para
su inmediato cumplimiento.
Artículo 306. La suspensión tendrá por efecto mantener las cosas en el estado en que se
encuentren, en tanto se dicte sentencia. No se
otorgará la suspensión si se sigue perjuicio al
interés público, si se contravienen disposiciones
de orden público o se deja sin materia el juicio.
La suspensión podrá concederse con efectos
restitutorios siempre que proceda el otorgamiento
de la medida cautelar genérica, cuando se trate
de actos que afecten a particulares de escasos recursos económicos, o bien, cuando a criterio de la
Sala sea necesario otorgarle estos efectos Con el
objeto de conservar la materia del litigio o impedir
perjuicios irreparables al propio particular.
La suspensión podrá ser revocada o modificada por la Sala, en cualquier momento del juicio,
previa vista que se conceda a los interesados en
un plazo de tres días, si varían las condiciones
en las cuales se otorgó.
Artículo 307. Tratándose de multas, impuestos, derechos o cualquier otro concepto que de
conformidad con las leyes sea considerado crédito fiscal, la Sala podrá conceder la suspensión
del procedimiento administrativo de ejecución.
Cuando de conformidad con las leyes fuere necesario garantizar el interés fiscal, la suspensión
del acto reclamado se concederá, una vez que
éste se encuentre debidamente garantizado, en
cualquiera de las formas que se establecen en las
disposiciones fiscales relativas, a menos que la
garantía se hubiese constituido de antemano ante
la autoridad demandada. No obstante lo anterior,
la Sala que conozca del asunto podrá conceder
dicha suspensión sin necesidad de que se garantice el interés fiscal, por notoria insuficiencia
económica del demandante.
Artículo 308. En los casos en que proceda la
suspensión pero pueda ocasionar daños o perjuicios a terceros, se concederá si el actor otorga garantía bastante para reparar el daño e indemnizar
los perjuicios que con aquella se causaren, si no
obtuviere sentencia favorable en el juicio. Cuando
con la suspensión puedan afectarse derechos de
terceros no estimables en dinero, la Sala que
conozca del asunto fijará discrecionalmente el
importe de la garantía.
La suspensión otorgada quedará sin efecto
si el tercero otorga, a su vez, caución bastante
para que las cosas se mantengan en el estado
en que se encontraban al momento de la violación y para pagar los daños y perjuicios que
sobrevengan al actor, en el caso de que éste
obtenga sentencia favorable. Para que surta
efecto, la caución que ofrezca el tercero deberá
cubrir previamente el costo de la que hubiese
otorgado el actor.
Artículo 309. En los casos en que la suspensión sea procedente, se concederá en forma
que no impida la continuación del procedimiento
administrativo en el que se haya emitido el acto
impugnado hasta dictarse resolución que ponga
fin al mismo, a no ser que la continuación del
procedimiento deje irreparablemente consumado el daño o perjuicio que pueda ocasionarse
al actor.
Artículo 310. El acuerdo en el que se conceda la suspensión del acto impugnado, surtirá
sus efectos desde la fecha de su otorgamiento
y tendrá vigencia incluso durante la substanciación del recurso de revisión ante la Sala
Superior del Tribunal.
El acuerdo en que se niegue la suspensión
dejará expedita la facultad de la autoridad demandada para la ejecución del acto impugnado,
aún cuando se interponga el recurso de revisión; pero si la Sala Superior revoca el acuerdo
recurrido y concede la suspensión, esta surtirá
sus efectos de manera inmediata.
Artículo 311. Para hacer efectivas las garantías otorgadas con motivo de la suspensión,
el interesado deberá solicitarlo dentro de los
quince días siguientes al en que surta efectos
la notificación del auto que declare ejecutoriada
la sentencia.
La Sala, dentro de los tres días siguientes,
dará vista a las demás partes y citará a una
audiencia de pruebas y alegatos que deberá celebrarse dentro de los cinco días siguientes, en
la que dictará la resolución que corresponda.
CAPÍTULO VI
DE LOS INCIDENTES
102
Artículo 312. En el juicio contencioso serán
de previo y especial pronunciamiento, los incidentes de;
I. Incompetencia en razón del territorio;
II. Acumulación de autos;
III. Nulidad de notificaciones;
IV. Interrupción por causa de muerte, disolución, incapacidad o declaratoria de ausencia; y
V. Recusación por causa de impedimento.
Cuando la promoción del incidente sea frívola
o improcedente, se impondrá a quien lo promueva
una multa de cincuenta hasta cien días de salario
mínimo vigente en la capital del Estado.
Artículo 313. Cuando ante una de las Salas
Regionales se promueva juicio del que otra deba
conocer por razón de territorio, se declarará incompetente de plano y comunicará su resolución
a la que en su concepto corresponda ventilar el
negocio, enviándole los autos.
Si la Sala Regional requerida lo acepta, comunicará su resolución a la requirente y a las partes.
En caso de no aceptarlo, hará saber su resolución
a la sala requirente ya las partes y remitirá los
autos a la Sala Superior, para que ésta determine
la Sala Regional que deba conocer del asunto,
notificando su decisión a las partes y a las salas
respectivas.
Cuando una Sala Regional esté conociendo
de algún juicio que sea de la competencia de
otra, cualesquiera de las partes podrá ocurrir a la
Sala Superior, exhibiendo copia certificada de la
demanda y de las constancias que estime pertinentes. La Sala Superior resolverá la cuestión de
competencia y ordenará la remisión de los autos
a la Sala Regional que corresponda.
Artículo 314. La Sala Regional acordará la
acumulación de los autos de los juicios contenciosos que ante ella se sigan, de oficio o a petición
de parte, en los siguientes casos:
I. Cuando las partes sean las mismas y se
invoquen idénticos agravios;
II. Cuando, siendo diferentes las partes e invocándose distintos agravios, el acto impugnado
sea uno mismo, o se impugnen varias partes del
mismo acto; o
III. Independientemente de que las partes
y los agravios sean o no diversos, cuando se
impugnen actos que sean unos antecedentes o
consecuencia de otros.
Las solicitudes de acumulación notoriamente
infundadas se desecharán de plano.
Artículo 315. Las notificaciones dentro del
juicio contencioso que no fueren practicadas
conforme a lo dispuesto en este Código, serán
anulables. En este caso la parte perjudicada podrá
pedir que se declare su nulidad dentro de los tres
días siguientes a aquél en que tenga conocimiento
del acto, ofreciendo las pruebas pertinentes en el
mismo escrito en que se promueva el incidente
respectivo.
Si se admite el incidente de nulidad de notificaciones, la Sala resolverá lo procedente en un
plazo de tres días. En el caso de que se declare
la nulidad, la Sala ordenará la reposición del procedimiento a partir de la notificación anulada.
Artículo 316. La interrupción del juicio contencioso por causa de muerte, disolución, incapacidad o declaratoria de ausencia durará como
máximo un año y se sujetará a lo siguiente:
I. Se decretará por la Sala a partir de la fecha
en que ésta tenga conocimiento de la existencia
de alguno de los supuestos a que se refiere este
artículo; y
II. Si transcurrido el plazo máximo de interrupción, no comparece el albacea, el representante
legal o el tutor, la Sala acordará la reanudación
del juicio, ordenando que todas las notificaciones
se efectúen por estrados al representante de la
sucesión o de la liquidación, según sea el caso.
Artículo 317. Las partes podrán recusar a los
magistrados del Tribunal. cuando estén en alguno
de los casos de impedimento a que se refiere el
artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
del Estado.
Artículo 318. La recusación de magistrados
se promoverá mediante escrito que se presente
ante la Sala Regional en que se halle adscrito el
magistrado, acompañando las pruebas que se
ofrezcan. La Sala Regional, dentro de los cinco
días siguientes, enviará al Presidente del Tribunal,
el escrito de recusación junto con un informe que
el magistrado recusado debe rendir, a fin de que
se someta el asunto al conocimiento de la Sala
Superior. A falta de informe, se presumirá cierto
el impedimento. Si la Sala Superior considera
fundada la recusación, el magistrado recusado
será sustituido por quien esa designe.
Si la recusación se promueve contra algún ma-
103
gistrado de la Sala Superior, éste será sustituido
por el secretario de acuerdos del Tribunal. quien
integrará Sala para conocer de la recusación y,
de resultar esta fundada, sustituirá al magistrado
recusado.
Los magistrados que conozcan de una recusación serán irrecusables para ese sólo efecto.
Artículo 319. Las demás cuestiones que surjan dentro del juicio contencioso se decidirán de
plano, salvo las que trasciendan al resultado del
juicio, que se resolverán en la sentencia. Tales
cuestiones se harán valer a petición de parte
interesada dentro de los tres días siguientes a la
notificación del acuerdo respectivo.
CAPÍTULO VII
DE LA AUDIENCIA
Artículo 320. La audiencia del juicio tendrá
por objeto:
I. Desahogar las pruebas admitidas;
II. Resolver cualquier cuestión incidental que
se plantee en la audiencia; y
III. Oír los alegatos.
Artículo 321. Abierta la audiencia el día y hora
señalados, el secretario de acuerdos llamará a las
partes, peritos, testigos y demás personas que
por disposición de la ley deban de intervenir en el
juicio, y determinará quiénes deban permanecer
en el lugar en que se lleve a cabo la diligencia y
quiénes en lugar separado para ser introducidos
en su oportunidad. La falta de asistencia de las
partes no impedirá la celebración de la audiencia.
El desahogo de las pruebas admitidas se llevará a cabo de conformidad con lo establecido
en este Código.
Artículo 322. Concluido el desahogo de las
pruebas, las partes podrán alegar en forma escrita
o verbal, por sí o por medio de sus apoderados.
Los alegatos verbales no podrán exceder de quince minutos por cada una de las partes.
Artículo 323. Concluida la audiencia, los autos serán turnados para resolver, lo cual deberá
realizarse dentro de los diez días siguientes a la
fecha de celebración de la audiencia. Cuando por
el número de constancias que deban tomarse en
cuenta, no sea posible dictar sentencia dentro del
plazo señalado en los términos de este artículo,
este podrá ser ampliado hasta por diez días.
Artículo 324. En cualquier momento de la
tramitación del juicio contencioso, hasta antes del
cierre de la instrucción, las partes podrán llegar a
arreglos conciliatorios que pongan fin al asunto,
siempre que no sean contrarios a las normas. Los
convenios respectivos aprobados por el magistrado de la Sala del conocimiento producirán todos
los efectos jurídicos inherentes a una sentencia
ejecutoria, con autoridad de cosa juzgada.
CAPITULO VIII
DE LA SENTENCIA
Artículo 325. Las sentencias que dicte el Tribunal deberán contener:
I. Lugar, fecha y autoridad que la suscribe;
II. El análisis de las causales de improcedencia
o sobreseimiento del juicio, en su caso;
III. La fijación clara y precisa de los puntos
controvertidos;
IV. El análisis de todas y cada una de las
cuestiones planteadas por los interesados, salvo
que el estudio de una o algunas sea suficiente
para desvirtuar la validez del acto o resolución
impugnados;
V. El examen y valoración de las pruebas;
VI. La mención de las normas que la sustenten;
VII. La suplencia de la deficiencia de la queja
del particular, en los casos previstos por la ley,
pero sin cambiar los hechos planteados por las
partes; y
VIII. Los puntos resolutivos, en los que se
expresarán, según proceda la declaratoria de
sobreseimiento del juicio; los actos o resoluciones cuya validez se reconozca o cuya nulidad se
declare; la reposición del procedimiento que se
ordene; los términos de la modificación del acto
o resolución impugnados y la condena que, en
su caso, se decrete.
Artículo 326. Serán causas de nulidad de los
actos o resoluciones impugnados;
I. Incompetencia de la autoridad que los haya
dictado, ordenado, ejecutado o los trate de ejecutar;
II. Omisión de los requisitos formales que legalmente deban revestir los actos o resoluciones,
cuando ello afecte las defensas del particular y
104
trascienda al sentido de los mismos;
III. Vicios del procedimiento administrativo que
afecten las defensas del particular y trasciendan
al sentido de los actos o resoluciones;
IV. Si los hechos que los motivaron no se realizaron, fueron distintos o se apreciaron en forma
equivocada, o bien si se dictaron en contravención
de las normas aplicables o se dejaron de aplicar
las debidas; y
V. Arbitrariedad, desproporción, desigualdad,
injusticia manifiesta, desvío de poder o cualquier
otra causa similar a éstas.
Artículo 327. Las sentencias que declaren la
nulidad del acto impugnado precisarán la forma
y términos en que las autoridades demandadas
deben otorgar o restituir a los particulares en el
pleno goce de los derechos afectados. En caso
de que en la sentencia se condene al pago de
daños y perjuicios que se hayan causado, en
forma dolosa o culposa, por la emisión o ejecución del acto anulado, se cuantificará el monto
de los mismos, los cuales serán pagados por las
autoridades demandadas, sin perjuicio de que
estas repitan en contra de los servidores públicos
responsables.
Artículo 328. Las partes podrán formular
excitativa de justicia ante la Sala Superior, si el
magistrado de la sala regional no dicta sentencia
dentro del plazo legal respectivo.
Recibida la excitativa de justicia, el Presidente
de la Sala Superior solicitará informe al magistrado que corresponda, quien deberá rendirlo dentro
del plazo de tres días. Si se encuentra fundada
la excitativa, el Presidente otorgará al magistrado
un plazo que no excederá de tres días para que
dicte la resolución correspondiente.
Artículo 329. Causan ejecutoria las siguientes
sentencias:
I. Las que no admitan recurso alguno;
II. Las que, admitiendo algún recurso, no
fueren recurridas, o habiéndolas sido, se haya
desechado o hubiese resultado infundado; y
III. Las consentidas expresamente por las
partes o sus representantes legales.
una sentencia favorable al actor, la Sala Regional
competente la comunicará por oficio y sin demora
alguna, a las autoridades demandadas para su
cumplimiento.
En el propio oficio en que se haga la notificación a los demandados, se les prevendrá para
que informen sobre el cumplimiento que se dé a
la sentencia respectiva.
Artículo 331. Si dentro de los tres días siguientes a la notificación a los demandados, la sen
CAPÍTULO IX
DEL CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA
Artículo 330. Cuando haya causado ejecutoria
105
tencia no quedare cumplida o no se encontrare
en vías de cumplimiento, la Sala Regional competente, de oficio o a petición de parte, solicitará
un informe a las autoridades para que manifiesten
lo conducente. Se procederá de la misma forma,
cuando el actor manifieste que existe defecto o
exceso en la ejecución de la sentencia o que se
ha repetido el acto impugnado.
La Sala Regional resolverá si el demandado ha
I cumplido con los términos de la sentencia, si no
existe defecto o exceso en la ejecución de la misma o si no se ha repetido el acto impugnado; de lo
contrario, la requerirá para que cumpla la decisión
respectiva en un plazo de tres días posteriores al
en que surta efectos la notificación y previniéndola que, en caso de renuencia, se le impondrá
una multa de cincuenta hasta mil días de salario
mínimo vigente en la capital del Estado. Cuando
la naturaleza del acto lo permita, el magistrado
cornisionará al secretario de acuerdos o actuario
para que dé cumplimiento a la ejecutoria, en caso
de que no lo haga la autoridad en ese plazo.
Artículo 332. En el supuesto de que la autoridad o servidor público persistiere en su actitud, la
Sala Superior resolverá a instancia de la Sala Regional, solicitar del titular de la autoridad a quien
se encuentre subordinado, conmine al servidor
público responsable para que dé cumplimiento
a las determinaciones del Tribunal, en un plazo
de tres días siguientes al en que surta efectos la
notificación. Cuando los servidores públicos de la
autoridad no tuvieren superior, el requerimiento
se hará directamente con ellos.
Si no obstante los requerimientos anteriores,
no se da cumplimiento a la resolución, la Sala
Superior podrá decretar la destitución del servidor
público responsable, excepto que goce de fuero.
En este último caso, la Sala Superior formulará
ante el Congreso del Estado la solicitud de declaración de procedencia, en cuya tramitación y resolución se aplicará la Ley de Responsabilidades.
Las autoridades requeridas como superiores
jerárquicos incurren en responsabilidad, por falta
de cumplimiento de las ejecutorias, en los mismos
términos que las autoridades demandadas.
Artículo 333. Tratándose de actos de privación
de la propiedad de bienes inmuebles, la Sala Superior podrá determinar, de oficio o a petición de
cualquiera de las partes, el cumplimiento sustituto
de las ejecutorias, mediante el pago del valor
comercial de los inmuebles, cuando su ejecución
afecte gravemente a la sociedad o a terceros en
mayor proporci6n que los beneficios econ6micos
que pudiera obtener el actor.
Artículo 334. No podrá archivarse ningún
juicio contencioso sin que se haya cumplido
enteramente la sentencia ejecutoria en que se
haya declarado la nulidad del acto o resolución
impugnados.
Artículo 335. Las disposiciones anteriores
se aplicarán en lo conducente cuando no se dé
cumplimiento, se viole o exista exceso o defecto
en la ejecución del acuerdo de suspensión que se
hubiere decretado respecto del acto o resoluci6n
impugnados.
CAPÍTULO X
DE LOS RECURSOS
Artículo 336. En contra de las resoluciones
dictadas en el juicio contencioso administrativo
podrán interponerse los siguientes recursos:
I. Reclamación;
II. Queja; y
III. Revisión.
Artículo 337. El recurso de reclamación tiene
por objeto que las Salas Regionales o la Sala
Superior revoquen, modifiquen o confirmen sus
propios acuerdos.
Artículo 338. El recurso de reclamación es
procedente en contra de acuerdos de trámite
dictados por el Presidente del Tribunal, así como
en contra de aquellos pronunciados por las Salas
Regionales que:
I. Desechen la demanda;
II. Desechen la contestación de la demanda;
III. Denieguen la intervención del tercero perjudicado;
IV. Concedan o nieguen la suspensión o señalen el monto de las fianzas o contrafianzas; o
V. Desechen las pruebas ofrecidas hasta antes
de la celebración de la audiencia del juicio.
Artículo 339. El recurso de reclamación se
interpondrá por escrito, con expresión de agravios y acompañando las copias respectivas para
cada una de las partes, dentro del plazo de tres
días, contados a partir del siguientes al en que
surta efectos la notificación del acuerdo recurrido,
106
ante la Sala Superior o la Sala Regional, según
corresponda.
Artículo 340. El recurso se substanciará con
vista a las demás partes, por un plazo común de
tres días, para que expresen lo que a su derecho
convenga. Transcurrido dicho plazo y sin más
trámite se resolverá en tres días.
Artículo 341. El recurso de queja es procedente:
I. Contra actos de las autoridades por exceso o
defecto en la ejecución del auto en el que se haya
concedido la suspensión del acto o procedimiento
impugnado;
II. Contra actos de las autoridades por exceso
o defecto en la ejecución de las sentencias del
Tribunal que hayan declarado fundada la pretensión del actor; o
III. Contra actos de las autoridades tendentes
a repetir el acto o procedimiento anulado.
Artículo 342. El recurso de queja deberá interponerse por escrito, ante la Sala que conozca
o hubiere conocido del juicio, dentro de un plazo
de tres días contados a partir del día siguiente
al en que surta sus efectos la notificación de la
resolución recurrida, acompañando una copia del
recurso por cada una de las partes.
Artículo 343. Admitido el recurso, la Sala
requerirá a la autoridad contra la que se hubiere
interpuesto, para que rinda un informe con justificación sobre la materia de la queja, dentro de
un plazo de tres días y dentro de los tres días
siguientes dictará la resolución que proceda.
La falta de informes establece la presunción
de ser ciertos los hechos que el interesado le
impute a las autoridades. En este supuesto, las
autoridades omisas se harán acreedoras a una
multa de cincuenta a cien días de salario mínimo
vigente en la capital del Estado, que impondrá de
plano la Sala que conozca de la queja al resolver
el recurso.
Artículo 344. El recurso de revisión es procedente contra las resoluciones pronunciadas por
las Salas Regionales que:
I. Decreten o nieguen el sobreseimiento del
juicio;
II. Decidan la cuestión planteada, por violaciones cometidas en ellas o durante el procedimiento
del juicio, en este último caso, cuando hayan
dejado sin defensa al recurrente y trasciendan al
sentido de la sentencia; o
III. Pongan fin al procedimiento de ejecución
de la sentencia.
Artículo 345. El recurso de revisión podrá
ser interpuesto por cualquiera de las partes,
con expresión de agravios, dentro del plazo de
cinco días siguientes al en que surta efectos la
notificación de la resolución que se impugne. Se
presentará ante la Sala Regional correspondiente
para su remisión y posterior resolución de la Sala
Superior.
De ser procedente el recurso, el Presidente
de la Sala Superior designará a un magistrado
ponente y mandará correr traslado del mismo a
las demás partes por el plazo de cinco días posteriores al en que surta efectos la notificación, para
que expongan lo que a su derecho convenga.
Vencido dicho plazo, el magistrado ponente
formulará el proyecto de resolución y dará cuenta
del mismo a la Sala Superior en un plazo de diez
días, la cual dictará la resolución respectiva dentro
de los cinco días siguientes.
Artículo 346. Las partes podrán formular
excitativa de justicia ante la Sala Superior, si el
magistrado ponente no formula el proyecto de
resolución del recurso de revisión dentro del plazo
legal respectivo.
El Presidente de la Sala Superior examinará
dicha excitativa y si la encuentra fundada, otorgará un plazo que no excederá de tres días para
que el magistrado presente el proyecto correspondiente.
Artículo 347. Para la resolución del recurso
de revisión se observará lo siguiente:
I. Si se considera infundada alguna causal de
sobreseimiento del juicio, se modificará esta resolución cuando apareciere probado otro motivo
legal para ello, o bien se revocará la determinación, para emitir sentencia en la que decida la
cuestión planteada;
II. Si se acreditan violaciones cometidas durante el procedimiento del juicio, que hayan dejando
sin defensa al recurrente y trasciendan al sentido
de las sentencias, se revocarán éstas y se mandará reponer el procedimiento;
III. Cuando se estimen fundados los agravios
en los que se sostenga que se omitió el análisis
de determinados argumentos o la valoración de
algunas pruebas, se realizará el estudio de unos
107
y de otras;
IV. Sólo se tomarán en consideración las pruebas que se hubiesen aportado en el juicio respectivo, salvo que no se haya tenido la oportunidad
procesal para rendirlas; y
V. Se suplirá la deficiencia de los agravios del
particular demandante, en los casos previstos
por la ley.
TRANSITORIOS
Primero. El presente Código iniciará su vigencia el día uno de mayo del año dos mil uno.
Segundo. Se abroga la Ley de Justicia Administrativa para el Estado de Veracruz-Llave,
de fecha catorce de febrero de mil novecientos
ochenta y nueve.
Tercero. En los procedimientos administrativos
que se encuentren en trámite, el interesado podrá
optar por su continuación conforme a las disposiciones aplicables en el momento de su inicio o
a las de este Código.
Cuarto. Los recursos administrativos y juicios
contenciosos que se encuentren en trámite a la
vigencia de este ordenamiento, se substanciarán
y resolverán de conformidad con lo establecido en
las normas aplicables al momento de su inicio.
Quinto. Se derogan todas las disposiciones
que se opongan a lo previsto por este Código.
Dado en el salón de sesiones de la H. LIX Legislatura del Congreso del estado, en la ciudad
de Xalapa- Enríquez, Veracruz, a los dieciocho
días del mes de enero del año dos mil uno.
Alfonso Gutiérrez de Velasco Oliver, diputado
presidente.-Rúbrica. José Luis Salas Torres, diputado secretario.-Rúbrica.
108
JURISPRUDENCIA
Y
TESIS AISLADAS
MATERIA CIVIL
ALBACEA, REVOCACION DEL CARGO DE, POR
VOTO MAYORITARIO DE LOS HEREDEROS. Si bien
es cierto que de la lectura de los artículos 1678,
fracción VI y 1679 del Código Civil del Estado de
Veracruz, no se desprende de manera textual
que la revocación del nombramiento de albacea deba hacerse por mayoría o unanimidad de
votos de los herederos; no menos cierto resulta
que se estime que la intención del legislador
fue la de establecer la facultad de los herederos
de revocar el cargo de albacea, y que si por disposición de la ley, prevista en el precepto 1615
del aludido Código Civil local, que a la letra dice:
“Cuando el testador no hubiera designado albacea o el nombrado no desempeñare el cargo,
los herederos elegirán albacea por mayoría de
votos...”, los herederos pueden elegir albacea por
mayoría de votos, es dable aceptar que también
esa mayoría puede revocar tal nombramiento;
de ahí que de una correcta interpretación de
los numerales mencionados, sea innecesaria la
unanimidad de votos por parte de los herederos
para la procedencia de la revocación de albacea,
pues de aceptarse tal unanimidad se requeriría
también del voto del albacea que se niega a
ser destituido de su cargo, quien obviamente
votaría en contra, por lo que nunca operaría la
revocación; en tales condiciones es correcto que
la revocación del albacea debe llevarse a cabo
por el voto mayoritario de los herederos.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del séptimo Circuito.
PRECEDENTES:
Amparo en revisión civil 791/2000.- Mario
Alarcón Gutiérrez.- 18 de octubre del 2000.Unanimidad de votos.- Ponente: Magdo. Lic.
Clemente Gerardo Ochoa Cantú.- Secretaria: Lic.
Anastacia Dorantes Herbert.
PRESCRIPCION. EL RECONOCIMIENTO EXPRESO,
DE PALABRA O POR ESCRITO, O TACITAMENTE
POR HECHOS INDUDABLES, DEL DERECHO DE LA
PERSONA CONTRA QUIEN PRESCRIBE, LA INTERRUMPE. El artículo 1201 fracción III del Código
Civil para el Estado de Veracruz establece que la
prescripción se interrumpe cuando la persona
a cuyo favor corre ésta reconozca expresamente, de palabra o por escrito, o tácitamente por
hechos indudables, el derecho de la persona
contra quien prescribe; de donde se desprende
que si en diversos judicios civiles sobre petición
de herencia, en los que no se entró al estudio de
las acciones y excepciones hechas valer debido
a que no se integró la relación jurídica procesal,
la parte demandada reconoció que la actora
es hija del cujus y por tanto aceptó el derecho
a heredarlo, dicho reconocimiento expreso y
judicial interrumpe el término prescriptivo de
diez años para ejercitar la aludida acción, el cual
volvió a iniciarse desde el día en que se hiciera
ese reconocimiento, según lo dispuesto en el
último párrafo de la fracción III del artículo 1201
invocado; en la inteligencia de que las causas
que interrumpen la prescripción respecto de
uno de los deudores (demandados) solidarios,
la interrumpen respecto de los otros, conforme
al numeral 1202 ibidem.
Primer Tribunal Colegiado del Séptimo
Circuito.
PRECEDENTES:
Amparo directo civil 20/2001.- Maricela
Sánchez Oliveros.- 14 de febrero del 2001.- Unanimidad de votos.- Ponente: Magdo. Lic. Amado
Guerrero Alvarado.- Secretario: Lic. José angel
Ramos Bonifaz.
PRESCRIPCION. LA PRESENTACION DE DEMANDA LA INTERRUMPE, AUN CUANDO NO SE HAYA
RESUELTO EL FONDO DEL ASUNTO POR NO INTEGRARSE LA RELACION JURIDICA PROCESAL.
La interpretación armónica y hermeneutica de
los artículos 211 fracción I del Código de Pro-
111
cedimientos Civiles y 1201 fracción II, párrafo
inicial, del Código Civil ambos del Estado de
Veracruz, conlleva a concluir que aún cuando
no se integre la relación jurídica procesal, basta
la presentación de la demanda, ante autoridad
judicial competente, así como su notificación a la
contraparte, para interrumpir la prescripción de
la acción ejercitada, ello en virtud de constituir
una clara manifestación del interés que tiene la
parte actora de que se le reconozcan sus pretenciones y en su caso, de que se le satisfagan
por el demandado; y aunque el segundo de los
artículos citados en su parte final establezca,
como caso de excepción que lo anterior no
opera cuando fuese “desestimada” la demanda,
cabe precisar que gramaticamente este término
significa tener en poco, desechar, denegar, o no
recoger un juez o tribunal las peticiones de una
o de ambas partes; de ahí que para considerar
desestimada una demanda cuando no se integra
la relación jurídica procesal civil, previo trámite
del procedimiento correspondiente la sentencia
que lo concluye forzosamente debe ser aquella
que decida el negocio en lo principal, ocupandose para ello de la litis planteada mediante las
acciones deducidas y las excepciones opuestas
y respecto de la cual la ley común no conceda
ningún recurso ordinario por virtud del cual pueda ser modificada o revocada, ya condenando o
absolviéndolo, según proceda, en forma tal que
la litis quede definitivamente juzgada, ya que el
artículo 216 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Veracruz estatuye
que cuando en la resolución que ponga fin el
proceso se declare procedente una excepción
dilatoria, previa o procesal que no hubiere sido
resuelta en la audiencia prevista en el artículo
219 de ése Código, o hubiere ausencia de un
presupuesto procesal, o no se hubiere emplazado legalmente a alguna de las partes, o no
estuviere debidamente integrada la relación
jurídica procesal, se abstendrá el juez o tribunal
de fallar la cuestión principal y hará reserva de los
derechos de las partes. Es decir que la falta de la
integración de la relación jurídica procesal solo
tiene por efecto el de absolver de la instancia,
o sea, dejar a salvo los derechos de los contendientes, dado que esa excepción no destruye la
acción, por ser su efecto dilatorio únicamente;
de ahí que ese supuesto no pueda jurídicamente
tenerse por desestimada la acción ejercitada y
menos que no se interrumpiera el término de la
prescripción de ésta.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito.
PRECEDENTES:
Amparo directo civil 20/2001.- Maricela
Sánchez Oliveros.- 14 de febrero del 2001.- Unanimidad de votos.- Ponente: Magdo. Lic. Amado
Guerrero Alvarado.- Secretario: Lic. José Angel
Ramos Bonifaz.
ARRENDAMIENTO. TACITA RECONDUCCION, SU
INOPERANCIA. (LEGISLACION DE VERACRUZ). El
hecho de que la demanda de terminación del
contrato de arrendamiento se haya promovido
con posterioridad al término de diez días, no
implica que por ello opere la tácita reconducción, ya que si bien la demanda constituye la
más clara prueba de oposición, no es la única,
puesto que la misma puede manifestarse en
cualquier forma, al no existir alguna previamente
establecida o regulada por la ley, tal como se observa de los numerales 2419 y 2420 del Código
Civil veracruzano, que para mayor claridad se
trascriben: “2419.- Si después de terminado el
arrendamiento y su prórroga, si la hubo, continúa
el arrendatario sin oposición en el goce y uso del
precio, y éste es rústico, se entenderá renovado
el contrato por otro año”; y, 2420.- En el caso
112
del artículo anterior si el predio fuere urbano, el
arrendamiento continuará por tiempo indefinido, y el arrendatario deberá pagar la renta que
corresponde al tiempo que exceda al del contrato, con arreglo a lo que pagaba”; de ahí que, si en
la especie, se dio aviso al arrendatario dentro del
lapso de diez dias después del vencimiento del
contrato, de que era voluntad del arrendador dar
por terminado éste, ello constituye una evidente
renuencia a que subsista la relación arrendaticia
y es suficiente para que no se actualice la figura
jurídica de la tácita reconducción en favor del
inquilino.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito.
PRECEDENTES:
Amparo directo civil 1527/2000.- Rosa
Alarcón Grajales y otro.- 14 de febrero del 2001.Unanimidad de votos.- Ponente: Mgdo. Licc. Clemente G. Ochoa Cantú.- Secretaria: Lic. Anstasia
Dorantes Herbert.
PENSIÓN ALIMENTICIA. SU MONTO RESULTA
CORRECTO TOMANDO COMO BASE LA TOTALIDAD DE LAS PERCEPCIONES DEL DEUDOR
ALIMENTARlO, DISMINUYENDO DEDUCCIONES
DE CARÁCTER LEGAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE VERACRUZ) .-El artículo 242 del Código Civil
del Estado establece que los alimentos han de ser
proporcionados a la posibilidad del que debe darlos
y a la necesidad del que debe recibirlos; por su
parte, el diverso 210 del Código de Procedimientos
Civiles local prevé la reclamación sobre la pensión
alimenticia provisional fijada por la autoridad
competente; de la interpretación armónica de esos
preceptos se obtiene que el monto de la pensión
sólo resulta correcto si se señala como tal la cantidad o porcentaje que corresponda, tomando como
base la totalidad de las percepciones que el deudor
alimentario perciba, disminuyendo deducciones
de carácter legal no derivadas de obligaciones
personales impuestas al deudor alimentario como
podrían ser, entre otros, el impuesto al ingreso
por trabajo realizado. Por lo tanto, los derechos
personales derivados de las necesidades alimentarias, deben ser calculados del monto total de las
percepciones de carácter permanente.
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Séptimo Circuito.
VII.3o.C.13 C
Amparo en revisión 22/2001.-Gloria Olmedo Bautista. por su propio derecho y en representación de
su menor hija Silvia Carreón Olmedo-15 de febrero
de 2001.- Mayoría de votos.-Disidente. José de
Jesús López Arias.-Ponente de la mayoría. Hugo
Arturo Baizábal Maldonado, con el Voto particular
del Magistrado José de Jesús López Arias.
REGISTRO PÚBLICO. RESULTA ILEGAL
LA INMOVILIZACIÓN DE TRÁMITES
ADMINISTRATIVOS ORDENADA POR
UN ÓRGANO JURISDICCIONAL ANTE
ÉL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ) .Una correcta interpretación de los
artículos 2935, fracción 1, 2943, 2944, 2945,2946
y 2947 del Código Civil para la entidad, permite
concluir que entre las obligaciones del encargado
del Registro Público de la Propiedad está, entre
otras, la de inscribir los títulos por los cuales se
adquiere, transmite, modifica, grava o extingue el
dominio, la posesión o los demás derechos reales
sobre inmuebles, cuando se reúnan los requisitos
que la propia ley señala; en esas condiciones, resulta ilegal el mandato del órgano jurisdiccional
que ordena la inmovilización de cualquier trámite
administrativo ante dicha dependencia, porque
ello se aparta de lo dispuesto por los mencionados numerales, ya que sólo está facultado para
ordenar la anotación marginal correspondiente
en la. inscripción del inmueble que aparece en
los registros de la misma, con la finalidad de que
terceras personas puedan enterarse de la situación
que prevalece respecto de dicho bien.
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Septimo Circuito.
VII.2o.C.73 C
113
Amparo en revisión 908/2000.-Ramiro Sánchez
Galindo.-15 de enero de 200n - Unanimidad
de votos.-Ponente: Mario Galindo Arizmendi.Secretaria. Martha Reyes Peña.
114
MATERIA MERCANTIL
GASTOS Y COSTAS EN EL INCIDENTE DE LIQUIDACION DE SENTENCIA EN JUICIO EJECUTIVO
MERCANTIL, PARA SU CONDENA DEBE ESTARSE
AL PRINCIPIO DE TEMERIDAD O MALA FE Y NO
AL DE VENCIMIENTO. El artículo 1084 del Código de Comercio señala que la condenación en
costas se hará cuando así lo prevenga la ley, o
cuando a juicio del Juez se haya procedimdo
con temeridad o mala fe; y su fracción III estatuye que siempre será condenado el que fuese
vencido en juicio ejecutivo y el que lo intente si
no obtiene sentencia favorable. Del análisis de
la fracción anterior se desprende que las costas
a que se refiere, son aquellas que se originaron
en el juicio ejecutivo mercantil, sin que en la
misma se haga alusión a los incidentes promovidos después de concluido el juicio. empero,
en materia mercantil se sigue un sistema doble
para determinar la procedencia de la condena
al pago de costas en los juicios ejecutivos, que
incluyen los incidentes, el primero es un criterio
subjetivo, que se funda en la temeridad y mala
fe del que litiga, a sabiendas de que carece de
razón, conducta que se sanciona obligando a
pagar a la contraria los gastos que le ocasionó
el juicio; y el segundo es un criterio objetivo que
establece, como regla general, que el vencido
debe pagar las costas, independientemente de
que su conducta haya sido de buena o mala fe,
temeraria o no, representando esto una indemnización debida al vencedor de los gastos que al
obligarlo a litigar, le ha ocasionado el vencido,
por lo que la teoría del vencimiento regulada
en la citada fracción III sólo es operante en la
hipótesis de que exista sentencia de condena en
juicio ejecutivo, o cuando se intenta éste y no se
obtiene sentencia favorable. Sin embargo, para
determinar si en el incidente de mérito, que se
promovió después de dictada la sentencia,debe
condenarse o no al vencedor al pago de gastos y
costas respectivo, es pertinente que el Juez analice si el incidentista obró con temeridad o mala
fe al promoverlo, pero partiendo de la base de
que éste por tener derecho a ello, no lo hace con
el propósito de causar molestias a su contraparte
sin fundamento legal alguno.
Primero Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Séptimo Circuito.
PRECEDENTES:
Amparo en revisión civil 971/2000.Leticia Méndez Conde.- 29 de noviembre del
2000.- Unanimidad de votos.- Ponente: Mgdo.
Lic. Amado guerrero Alvarado.- Secretario: José
Angel Ramos Bonifaz.
116
INCIDENTE DE LIQUIDACION DE SENTENCIA. EL
PROMOVENTE NO ACTUA EN FORMA TEMERARIA Y DE MALA FE, TODA VEZ QUE SE FUNDA EN
SENTENCIA QUE LE ES FAVORABLE. Al formular
su planilla de liquidación respectiva con base en
la sentencia que le es favorable, el promovente
por lo general lo hace con total ausencia de una
conducta procesal temeraria o dolosa, por ser el
principal interesado en que aquélla esté ajustada
a la sentencia condenatoria a ejecutar, a fin de
que sea aprobada judicialmente desde su primera exhibición. El hecho de que esto último no lo
logre, tampoco conlleva a que sea condenado
en costas, en virtud de que de acuerdo a lo que
señala el artículo 1348 del Código de Comercio
se trata de un procedimiento sencillo y rápido
en que el juez fallará lo que en derecho corresponda; por lo tanto, es lógico y jurídico concluir
que en dicho incidente no opere la condena en
costas, ni contra el actor cuando no se le aprueba
su planilla, a pesar de su derecho a ello, ni contra
el demandado cuando es lo contrario, a pesar de
que en esta segunda hipótesis el demandante se
ve obligado procesalmente a llegar a tramitar
esa vía incidental para obtener el pago de lo
que se le debe, ante la conducta de impago de
su contrario, aun después de haber sido oído
y vencido en el juicio, dado que en ese tipo de
incidente lo único a determinar es la cantidad
líquida o precisa por la cual debe ejecurarse la
sentencia; liquidéz o precisión en la que el juez
del proceso debe vigilar que sea por la cantidad
que en realidad es, mas no necesariamente por
la que proponga la parte vencedora.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito.
PRECEDENTES: Amparo en revisión civil
971/2000. Leticia Méndez Conde.- 29 de noviembre del 2000.- Unanimidad de votos.- Ponente:
Mgdo. Lic. Amado Guerrero Alvarado.- Secretario:
Lic. José Angel Ramos Bonifaz.
117
CONTRATO DE CRÉDITO. VENCIMIENTO
ANTICIPADO DEL. SU AVISO POR ESCRITO AL ACREDITADO NO CONSTITUYE
UN REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD DE
DICHA ACCIÓN, SI ELLO NO FUE PUNTO
EXPRESAMENTE CONVENIDO POR LAS
PARTES EN LA ESTIPULACIÓN RELATIVA A LAS CAUSAS QUE LO MOTIVARÍAN
(APLICACIÓN SUPLETORIA DE LOS ARTÍCULOS 78 DEL CÓDIGO DE COMERCIO y
1851 A 1859 DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL
A LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO).-Aun cuando en el
contrato de crédito en que se funde la acción de
vencimiento anticipado, aparezca que en una de
sus cláusulas se convino que el banco quedaría
facultado para restringir el importe del crédito
o el plazo para hacer uso del mismo, o ambos, o
para denunciar el contrato en cualquier tiempo,
mediante aviso dado al acreditado por escrito
con acuse de recibo o ante fedatario. a elección
de la institución bancaria, pero esa convención
no se pactó en la diversa estipulación donde se
consignó la potestad de dicha acreedora para dar
por vencido anticipadamente el crédito. cuando el
acreditado incumpliera con alguna de las obligaciones asumidas de su parte en el referido acuerdo
de voluntades, es claro que en este último caso no
cobra aplicación lo relativo al aviso a que se refiere
la cláusula primeramente citada. Ello es así, porque
siguiendo las reglas que sobre interpretación de los
contratos establece el artículo 78 del Código de
Comercio, así como los diversos 1851 a 1859 del
Código Civil Federal, supletorios a la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito, conforme
a su artículo 20, las cláusulas de tales acuerdos
deben interpretarse de manera literal y en forma
aislada en tanto que su contenido es diferente y no
deja lugar a dudas, toda vez que si las partes en
los contratos mercantiles se obligan en la manera
y términos que aparezca que quisieron hacerlo,
sin que la validez del acto dependa de la observancia de formalidades o requisitos determinados,
debe entenderse, respecto de la primera cláusula
cita- da. que su hipótesis sólo se estableció para
cuando el banco pretendiera restringir el importe
del crédito o el plazo del mismo, o ambos, o para
de- nunciar el contrato, pero por voluntad propia y
de manera unilateral, es decir, sin haber mediado
causa imputable al acreditado, razón por la que el
contenido de esta cláusula no puede interpretarse
de manera conjunta y hacerse extensivo al caso del
vencimiento anticipado del crédito, en el que sólo
basta que el acreditado incurra en alguna de las
causas de incumplimiento que para el efecto convinieron las partes, sin que sea necesario el aviso
o notificación respectivo, pues ello no constituye
un requisito de procedibilidad para demandar judicialmente el vencimiento anticipado del crédito
de que se trate, al no haber sido establecido como
una formalidad en el contrato.
1a./J. 35/2001
Contradicción de tesis 55/99-PS.-Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Décimo Primer Circuito.-21 de febrero de 2001.- Mayoría de tres votos.-Disidentes:
Humberto Román Palacios y José de Jesús Gudiño
Pelayo.-Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.-secretario: Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 35/2001.-Aprobada por la
Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros. presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Oiga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino
V. Castro y Castro.
118
MATERIA PENAL
CAREOS. SU CELEBRACIÓN PUEDE VERIFICARSE A PETICIÓN DEL DEFENSOR.-EI
artículo 20, fracción IV; de la Constitución Federal,
establece: «En todo proceso de orden penal, tendrá
el inculpado las siguientes garantías: ...IV. Siempre
que lo solicite. será careado en presencia del Juez
con quienes depongan en su contra.». Por su parte,
el artículo 323 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua, dispone: «Cuando
exista contradicción entre las declaraciones de las
personas podrá practicarse careo entre ellas, que
se repetirá cuando surjan nuevos puntos de discrepancia o cuando el tribunal lo considere oportuno.
Sólo cuando lo solicite el inculpado se le careará
con quienes declararon en su contra.». Ahora bien,
atendiendo a que por su naturaleza jurídica el careo constitucional es un derecho fundamental a la
defensa de todo inculpado, que le permite conocer a las personas que deponen en su contra para
estar en la posibilidad jurídica de refutarles sus
imputaciones y de interrogarlos, y de esta manera
ejercer su derecho de defensa, la interpretación
de los preceptos anteriormente citados no debe
ser en el sentido de que tales careos tienen que
ser solicitados, exclusivamente, por el procesado
o inculpado, pues no es ese el alcance de ambos
preceptos, al establecer de manera similar que sólo
cuando lo solicite el inculpado será careado con
quienes declaren en su contra, sino que ese aspecto
sólo debe entenderse referido a que los careos no
pueden celebrarse en forma oficiosa, por parte del
Juez o a petición del agente del Ministerio Público, como parte en el proceso, en tanto que sólo
procede su celebración a petición del inculpado o
procesado, por sí, o por conducto de su defensor.
porque sólo a dicha parte le corresponde el derecho
de que se celebren.
Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo
Circuito. XVII.1o.6 P
Amparo directo 800/2000-15 de febrero de 2001.Unanimidad de votos.-Ponente. Manuel Armando
Juárez Morales-Secretaria. Lilia Isabel Barajas
Garibay.
ACCIÓN PENAL. ES PROCEDENTE EL
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO EN
CONTRA DE LA ABSTENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO DE PRONUNCIARSE
SOBRE EL EJERCICIO O NO EJERCICIO
DE AQUÉLLA.-EI Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación ha sostenido el criterio
de que el juicio de amparo indirecto es procedente
en contra de las determinaciones del Ministerio
Público sobre el no ejercicio o desistimiento de la
acción penal, mientras no se establezca el medio
ordinario de impugnación en la vía jurisdiccional.
Ahora bien, dicha procedencia debe hacerse extensiva en contra de la abstención del representante
social de pronunciarse sobre los resultados que
arroje la averiguación previa, en virtud de que tal
omisión tiene los mismos o más graves efectos,
que los de una resolución expresa de no ejercicio
o desistimiento. Esto es así, porque el gobernado
queda en completo estado de incertidumbre e inseguridad jurídica con respecto a la persecución de
los presuntos delitos por él denunciados, situación
que precisamente quiso evitar el Constituyente
Permanente al propugnar por la reforma del cuarto
párrafo del artículo 21 de la Constitución Federal,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el
31 de diciembre de 1994. En consecuencia, para
hacer efectivo el propósito del Constituyente Permanente, consistente en procurar que las denuncias
sean atendidas y que el Ministerio Público ejercite
las funciones de investigación que le encomienda
la ley, resulta procedente otorgar a los particulares
el derecho de recurrir la omisión de éste de emitir algún pronunciamiento como resultado de la
averiguación previa, a través del juicio de amparo
indirecto, hasta en tanto no se establezca el medio
ordinario de impugnación; pues, de lo contrario,
en nada beneficiaría al gobernado contar con el
derecho de impugnar la resolución expresa de no
ejercicio de la acción penal, si no cuenta con la
facultad de exigir su emisión.
1a./J. 16/2001.
Contradicción de Tesis 35/99.- Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y por el Segundo Tribunal Colegiado
120
Noveno Circuito.- 17 de enero de 2001.- Cinco
votos.- Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.Secretario: Miguel Angel Ramírez González.
Tesis de jurisprudencia 16/2001.- Aprobada por la
Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
diecisiete de abril de dos mil uno, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente
José de jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro
y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N.
Silva Meza y Olga Sánchez cordero de García
Villegas.
TERMINO CONSTITUCIONAL. DUPLICIDAD. EL
JUEZ DE LA CAUSA PUEDE RESOLVER LA SITUACIÓN JURÍDICA DEL INICIADO ANTES DE QUE
CONCLUYA LA AMPLIACIÓN SOLICITADA, SI
ÉSTE NO OFRECE PRUEBAS (LEGISLACIÓN DEL
ISTADO DE CHIHUAHUA).-De conformidad con
el artículo 19 de la Constitución Federal, ninguna
detención debe exceder de setenta y dos horas
desde que el inculpado quede a disposición
del tribunal de la causa, lo que constituye una
garantía constitucional, que el artículo 179 del
Código de Procedimientos Penales del Estado,
no sólo reproduce, sino que la amplía, por lo
que el Juez de la causa está obligado a respetar
el derecho a solicitar esa ampliación del término, con el objeto de que los indiciados ofrezcan
pruebas y aleguen en su defensa, siendo que
lo primero se debe realizar con tal oportunidad
que permita su preparación y desahogo, pues no
debe olvidarse que el Juez no puede excederse
del término legal ampliado de ciento cuarenta
y cuatro horas para resolver la situación jurídica,
por lo que resulta evidente que si los indiciados,
a pesar de que solicitaron la duplicidad del plazo
constitucional, no ofrecieron prueba alguna, el
Juez de la causa estuvo en lo justo al haber resuelto la situación jurídica de aquellos, mediante
el dictado del auto de formal prisión, pues no
existía justificación constitucional , ni legal para
que el juzgador retardara el pronunciamiento de
esa determinación.
REINCIDENCIA. NO EXISTE EN LOS DELITOS
CULPOSOS O IMPRUDENCIALES (LEGISLACION
DEL ESTADO DE VERACRUZ).- De conformidad
con lo dispuesto por el artículo 69 del Código
Penal para el Estado, al reincidente se le aplicará la sanción que le corresponda por el último
delito cometido, la que podrá aumentarse hasta
121
Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. XVII.2o.35 P.
Amparo en revisión 4092000-10 de febrero de
2001.-Unanimidad de votos.- Ponente. Gerardo
Dávila Gaona-Secretario: Hilario B. García Rivera.
COMPARECENCIA, ORDEN DE. SU LIBRAMIENTO
DEBE SER NOTIFICADO PERSONALMENTE AL INDICIADO EN VEZ DE LIBRAR OFICIO AL MINISTERIO PUBLICO PARA SU CUMPLIMIENTO (LEGISLACION DEL ESTADO DE VERACRUZ).- En tratándose
de delitos que se sancionan con pena alternativa
y sólo ameritan orden de comparecencia para
que el indiciado concurra a declarar en formal
preparatoria, el Juez de la causa penal debe señalar hora y fecha para la práctica de la citada diligencia y, previa notificación personal, aquél esté
en posibilidad de comparecer voluntariamente a
cumplir con el mandato judicial, sin que proceda
girar oficio al Ministerio Público para que ejecute
esa orden. Lo anterior, toda vez que desde el
punto de vista formal la orden de comparecencia
tiene como finalidad que el indiciado concurra
ante el a quo a declarar en preparatoria, lo que
desde el punto de vista material constituye un
verdadero acto de molestia, cuando la forma en
que se ordena su presentación es mediante su
detención, porque trae como consecuencia que,
aun cuando sea momentáneamente, se restrinja
su libertad, lo cual contraviene la garantía de
legalidad jurídica que establece el artículo 16
constitucional; máxime que en los artículos 77 al
87 del capítulo IX, título primero, del Código de
Procedimientos Penales del Estado, se establecen
las reglas específicas que los juzgadores deben
cumplir al ordenar la citación de las personas
obligadas a presentarse a declarar ante los tribunales o ante el Ministerio Público, como lo es
una orden de comparecencia.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito.
VII.1o.P.129 P
Amparo en revisión 259/2000.-17 de agosto de
2000.- Unanimidad de votos.-Ponente: Sofía
Virgen Avendaño.- Secretario: Marco Antonio
Ovando Santos.
Amparo en revisión 477/2000.-10 de enero 2001.
Unanimidad de votos.-Ponente: Heriberto Sánchez Vargas.- Secretario: Isaias N. Oficial Juesca.
122
HOMICIDIO CULPOSO (TRANSPORTE PUBLICO).
NO DEBE CONSIDERARSE GRAVE EN TERMINOS
DE LA FRACCION II DEL ARTICULO 13 DEL CODIGO PENAL PARA EL ESTADO DE VERACRUZ,
SI EL SUJETO ACTIVO NO PRESTO EL SERVICIO
A CAMBIO DE UNA REMUNERACION.- No debe
considerarse como delito grave culposo en términos de lo dispuesto por el artículo 13, fracción
II, del Código Penal para el Estado, el homicidio
de más de una persona, a consecuencia de la
conducta culposa del acusado, consistente en
conducir sin la debida precaución, un vehículo
destinado al servicio público de pasajeros en la
modalidad de taxi, si de autos quedó acreditado
que el activo del ilícito no prestó ese servicio a
cambio de una remuneración, sino que como
en el presente caso, se advierte que por distinta
razón a la económica, trasladó a más de dos
personas, de un lugar a otro.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito.
VII. 1o. P. 126 P
Amparo en revisión 411/2000.- 25 de octubre
de 2000.- Unanimidad de votos.- Ponente: Sofía
Virgen Avendaño.- Secretario: María de Jesús
Ruiz Marinero.
123
el máximo de treinta años de prisión, según el
grado de peligrosidad que revele. La interpretación jurídica del citado precepto legal permite
concluir que sólo se refiere a los delitos dolosos
o intencionales y excluye a los culposos o imprudenciales, pues respecto de éstos debe tomarse
en consideración la mayor o menor gravedad
de la culpa en que se haya incurrido, por lo que
si, como aconteció en el caso, la autoridad responsable consideró reincidente al quejosos y
aumentó la penalidad por tal concepto, con base
en que se le sentenció en diverso proceso penal
por el delito de daños culposos, tal consideración
carece de fundamento legal y es violatoria de la
garantía de la exacta aplicación de la ley tutelada
por el artículo 14 constitucional.
Primer Tribuna Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito.
VII.1o.P.132P
Amparo directo 75/2001.- 22 de marzo de 2001.Unanimidad de votos.- Ponente. Sofía Virgen
Avendaño.- Secretario: Marco Antonio Ovando
Santos.
AVERIGUACIÓN PREVIA. SU ACCESO A ELLA POR
PARTE DEL INCULPADO NO IMPLICA EL DERECHO
A QUE SE LE EXPIDAN COPIAS CERTIFICADAS DE
LA MISMA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ). De conformidad con lo dispuesto por el
articulo 128, párrafo quinto, de la ley procesal
de la entidad, a las actuaciones de averiguación
previa «sólo podrán tener acceso» el inculpado,
su defensor, la víctima u ofendido y su representante legal, esto es, para imponerse de esas
actuaciones y tornar los datos que estimen necesarios en relación únicamente con los hechos
que estén relacionados con los mismos, pero no
para que se le expidan copias o constancias de
dicha averiguación, sin que esto signifique que al
quejoso se le deje en estado de indefensión, habida cuenta de que no es ajeno al expediente.
Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito.
Amparo en revisión 288/99. Manuel Muñoz Vaquier. 20 de septiembre de 1999. Unanimidad
de votos. Ponente; Heriberto Sánchez Vargas.
Secretario: Isaías N. Oficial Huesca.
AUTO DE FORMAL PRISIÓN, EL ARTÍCULO 204
DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES
DEL ESTADO DE DURANGO TIENE APLICACIÓN
PREFERENTE AL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
POR OTORGAR MAYORES PRERROGATIVAS AL
INCULPADO EN EL DICTADO DEL. De acuerdo
con la reforma del artículo 19 constitucional del
ocho de marzo de mil novecientos noventa y
nueve, para dictar un auto de formal prisión se
exige que los datos que arroje la averiguación
previa deberán ser bastantes para comprobar el
cuerpo del delito penal y hacer probable la responsabilidad del indiciado; es decir, que en autos
se encuentren constancias que acrediten los elementos objetivos o externos que constituyen la
materialidad de la figura delictiva. Sin embargo,
el artículo 204 del Código de Procedimientos
Penales del Estado de Durango, aun exige como
requisito para emitir un auto de formal prisión,
124
la demostración de los elementos del tipo penal,
cuyo concepto jurídicamente incluye no sólo los
elementos objetivos, sino también los normativos y los subjetivos que contenga la figura típica
de que se trate. De lo anterior se desprende que
la legislación local en cita exige mayores requisitos que el precepto constitucional para dictar
un auto de formal prisión, otorgando mayores
prerrogativas al inculpado, toda vez que, en esa
medida, se extiende la garantía constitucional
que es el mínimo de derechos de que disponen
los gobernados, por lo que resulta preferente su
aplicación.
Tribunal Colegiado del Vigesimo Quinto Circuito.
Amparo en revisión 85/99.9 de febrero de 2000.
Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron
Petit. Secretario: Luis González Bardán.
125
DIRECTORIO
CONSEJO DE LA JUDICATURA
MAGDO. RAUL I. AGUILAR MARABOTO
PRESIDENTE
MAGDA. CELSA GARCIA SERRANO
MAGDO. BENJAMIN GARCIMARRERO OCHOA
MAGDO. GUSTAVO KUBLI RAMIREZ
MAGDO. FERNANDO FIGUEROA BUJAIDAR
MAGDO. PEDRO LUIS REYES MARIN
LIC. LUIS GONZALEZ GUTIERREZ
SECRETARIO DE ACUERDOS
127
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
PRESIDENTE
Magdo. Raul Ivan Aguilar Maraboto
PRIMERA SALA EN MATERIA PENAL
Magdo. Mario M. Gutiérrez Calderón
Magda. Sara Hilda Beltran Ramos
Magdo. Eugenio Vázquez Hernández
TERCERA SALA EN MATERIA PENAL
Magdo. Fernando A. Guzmán Calvo
Magdo. Hugo Montero Dominguez
Magdo. Julio Patiño Rodríguez
QUINTA SALA EN MATERIA PENAL
Magdo. Moises Cuevas Lara
Magdo. Daniel Ruíz Moráles
Magdo. Emilio Polanco Servín
128
SEGUNDA SALA EN MATERIA CIVIL
Magdo. Alejandro G. Hernández Viveros
Magdo. Reynaldo Madruga Picazzo
Magdo. Rene Poblete Dolores
CUARTA SALA EN MATERIA CIVIL
Magdo. Dionisio F. Gutierrez García
Magdo. Miguel H. Nava Oyarzabal
Magdo. Miguel G. Manzanilla Pavón
SEXTA SALA EN MATERIA CIVIL
Magda. Yolanda C. Castañeda Palmeros
Magdo. Roberto A. Martínez Sánchez
Magdo. José Lorenzo Alvaréz Montero
SALA CONSTITUCIONAL
Magda. Haiddé González Rebolledo
Magdo. Gregorio Valerio Gómez
Magdo. Vicente Morales Cabrera
SALA ELECTORAL
Magdo. Marco A. Domínguez Jiménez
Magdo. Emeterio López Marquez
Magdo. Ricardo R. Murga Contreras
129
MAGISTRADOS NUMERARIOS
Magda. Maria Concepción Flores Saviaga
Magdo. Raúl Pimentel Murrieta
TRIBUNAL DE LO CONTENICIOSO ADMINISTRATIVO
Magda. Emma Rodríguez Cañada
Magdo. Jose Luis Ocampo López
Magdo. Ignacio Bello Najera
SALA REGIONAL UNITARIA XALAPA
Magda. Irma Dinorah Guevara Trujillo
SALA REGIONAL UNITARIA TUXPAN
Magdo. Manuel G. Basilio de la Vega
Juárez No. 40 Segundo piso.
Zona Centro. Tuxpan, Ver.
Tel. 01-7 8-34-92-70
SALA REGIONAL UNITARIA ACAYUCAN
Magdo. Andres Cruz Ibarra
Juan de la Luz. Esq. Hidalgo
01-924 5-45-74
TRIBUNAL DE CONCILIACION Y ARBITRAJE
Magda. Irma Medel Barragán
Magdo. Jose Antonio López Villalba
Magdo. Andres Salomón Rodríguez
130
RELACION DE FUNCIONARIOS DE PRIMERA
INSTANCIA Y MENORES AL SERVICIO DEL
PODER JUDICIAL.
ACAYUCAN PRIMERO
JUEZ
LIC. BEATRIZ RIVERA HERNANDEZ
SECRETARIO LIC. ESTEBAN MARTINEZ VAZQUEZ
PROYECTISTA LIC. RUBEN REYES RODRIGUEZ
DEFENSOR
LIC. QUEREN ORTIZ GONZALEZ
TELEFONO
01-924-5-04-93, FAX 5-45-74 TRIBUNAL REGIONAL
UNITARIO, C.P. 96000
DOMICILIOPROLONG. GUILLERMO PRIETO S/N, ANEXO AL RECLUSORIO
REGIONAL
ACAYUCAN SEGUNDO
JUEZ
LIC. NICOLAS HERNANDEZ CONTRERAS
SECRETARIO LIC. MARIA LUISA HERNANDEZ CALDERON
PROYECTISTA LIC. DIANA SUAREZ PEREZ
TELEFONO
01-924-5-00-85 5-00-13 EXT. 34
C.P. 96000
DOMICILIO NICOLAS BRAVO ESQ. VICTORIA S/N, PLANTA ALTA,
PALACIO MUNICIPAL
ACAYUCAN MIXTO MENOR
JUEZ
LIC. BEATRIZ COLORADO MORENO
SECRETARIO LIC. WENCESLAO SOLANO SANTOS
DEFENSOR
LIC. DEMETRIO CUESTA MOLINA
TELEFONO
01-924-5-12-02
C.P. 96000
DOMICILIOPROLONG. GUILLERMO PRIETO S/N, ANEXO AL RECLUSORIO
REGIONAL
COATEPEC PRIMERO
JUEZ
LIC. ROSA MARIA HERNANDEZ MORA
SECRETARIO LIC. JAVIER DAYARSE MEDINA
PROYECTISTA LIC. ELOISA CAROLINA GOMEZ CALVO
DEFENSOR
LIC. HECTOR A. SERVIN RAMIREZ.
TELEFONO
01-28-16-41-73
131
DOMICILIOPLANTA ALTA PALACIO MUNICIPAL, C.P. 915000
COATEPEC SEGUNDO
JUEZ
LIC. HILARIO JIMENEZ CASTILLO
SECRETARIO LIC. MARIA GUADALUPE SANCHEZ ROA
TELEFONO
01-28-16-58-53
DOMICILIO
ALDAMA No. , C.P. 915000
COATZACOALCOS PRIMERO
JUEZ
LIC. LAURENTINO SOSA CAPISTRAN
SECRETARIO LIC. LUZ MARIA GARCIA PEREZ
DEFENSOR
LIC. ANTONIO HERRERA ACOSTA
TELEFONO
01-921-8-79-60
DOMICILIO
CARRETERA ANTIGUA A MINATITLAN KM. 17.5, C.P. 96400
COATZACOALCOS SEGUNDO
JUEZ
LIC. ARMANDO VIRGEN ALCALA
SECRETARIO LIC. SOCORRO MENDOZA MALERVA
PROYECTISTA LIC. ENRIQUE ANTONIO FRANCISCO
TELEFONO
01-921-2-03-56
C.P. 96400
DOMICILIO
GUTIERREZ ZAMORA No. 325 ESQ. CARRANZA, EDIF. AMADO
GUZMAN,
COATZACOALCOS TERCERO
JUEZ
LIC. VALENTIN BOLAÑOS LEAL
SECRETARIO LIC. BLANCA FLOR RAMON PERALTA
PROYECTISTA LIC. JULIO ALONSO GOMEZ
DEFENSOR
LIC. GONZALO MIJANGOS MALDONADO
TELEFONO
01-921-8-91-64
DOMICILIO
CARRETERA ANTIGUA A MINATITLAN KM. 17.5, C.P. 96400
COATZACOALCOS SEXTO
JUEZ
LIC. ADALBERTO LOPEZ POZOS
SECRETARIO LIC. TOMASA C. RODRIGUEZ CADILLO
PROYECTISTA LIC. VICTOR FERNANDEZ LUNA
TELEFONO
01-921- 3-09-51 FAX
C.P. 96400
DOMICILIO
GUTIERREZ ZAMORA No. 325 ESQ. CARRANZA, EDIF. AMADO
GUZMAN.
COATZACOALCOS MIXTO MENOR
JUEZ
LIC. SANTIAGO ARENAS VARGAS
SECRETARIO LIC. CHRISTIAN MAURICIO MENDOZA ESPINOSA
DEFENSOR
LIC. JESUS HERNANDEZ LEON
132
TELEFONO
01-921-8-79-60
DOMICILIO
CARRETERA ANTIGUA A MINATITLAN KM. 17.5, C.P. 96400
MINATITLAN CUARTO
JUEZ
LIC. JORGE LUIS GUEVARA COUBERT
SECRETARIO LIC. ALICIA CARAM CASTRO
PROYECTISTA LIC. MA. ALEJANDRA FERRUZCA TAPIA
TELEFONO
01-922-3-80-14
DOMICILIO BENITO JUAREZ No. 23 ALTOS, C.P. 96700
MINATITLAN MIXTO MENOR
JUEZ
LIC. EDUARDO JOACHIN HERNANDEZ
SECRETARIO LIC. ELIZABETH BLANCO CASTELLANOS
DEFENSOR
LIC. VICTERBO GUTIERREZ ALVARADO
TELEFONO
01-922-1-25-09
C.P. 96720
DOMICILIO
CARRET. TRANSISMICA S/N SALIDA A COSOLEACAQUE KM.2.64, COL. BENITO JUAREZ.
CORDOBA PRIMERO
JUEZ
LIC. JULIO LUIS BOUZAS GARCIA
SECRETARIO LIC. SERGIO FERRER GARCIA
DEFENSOR
LIC. IGNACIO JIMENEZ FLORES
TELEFONO
01-271-2-16-36
DOMICILIOCALLE 1 ENTRE AVS. 1 Y 3, BAJOS PALACIO MPAL.,
C.P. 94500
CORDOBA SEGUNDO
JUEZ
LIC. VICTOR MANUEL CESAR RINCON
SECRETARIO LIC. JOSE MANUEL JIMENEZ SANTES
PROYECTISTA LIC. ALEJANDRO ZEPEDA PINEDA
TELEFONO
01-271-2-27-66
PLANTA BAJA, C.P. 94500
DOMICILIOCALLE 1 No. 207 INT. ENTRE AVENIDAS 2 Y 4, EDIF.
MA. ISA
BEL PLAZA.
CORDOBA TERCERO
JUEZ
LIC. CESAREO PIO LILI
SECRETARIO LIC. GEORGINA ARREGUIN ZAVALETA
DEFENSOR
LIC. DAVID TEJEDA AYALA
TELEFONO
01-271-2-92-92
DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA,
C.P. 94500
CORDOBA CUARTO
JUEZ
LIC. SENEN LOEZA GUEVARA
SECRETARIO LIC. FERMIN MACHADO DORANTES
133
PROYECTISTA LIC. CLAUDIA REGINA BARRERA FAJARDO
TELEFONO
01-271- 2-35-50 FAX
C.P. 94500
DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA, 2º
PISO
CORDOBA PRIMERO MENOR
JUEZ
LIC. ANSELMO SANDOVAL BAZAN
SECRETARIO LIC. JACOBO GARCIA PEREZ
DEFENSOR
LIC. INES RANZAHUER OSORIO
TELEFONO
01-271-2-81-09
C.P. 94500
DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA,
2º PISO
CORDOBA SEGUNDO MENOR
JUEZ
LIC. MARIA EUGENIA EDITH ARRIOLA ORTIZ
SECRETARIO LIC. BERTHA OSEGUERA GARCIA
TELEFONO
01-271-
C.P. 94500
DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA,
2º PISO
COSAMALOAPAN PRIMERO
JUEZ
LIC. IGNACIO OCHOA JIMENEZ
SECRETARIO LIC. NATIVIDAD PEREZ TORRES
PROYECTISTA LIC. MARIA DE LOS ANGELES ESPINOSA CABRERA
DEFENSOR
LIC. HECTOR A. ARCHER RODRIGUEZ
TELEFONO
01-288-2-04-07
C.P. 95400
DOMICILIO
AV. TRIUNFO DE LA REVOLUCION ESQ. RUIZ CORTINES S/N ANEXO RECLUSORIO
MORELOS.
COSAMALOAPAN SEGUNDO
JUEZ
LIC. JOAQUIN RODRIGUEZ SANCHEZ
SECRETARIO LIC. LUIS LUCAS CRUZ
PROYECTISTA LIC. FELIX GARCIA CAZARIN
TELEFONO
01-288-2-34-00
DOMICILIOAV. TRIUNFO DE LA REVOLUCION No. 527 ALTOS, C.P.
95400
COSAMALOAPAN CUARTO RESIDENCIA TIERRA BLANCA
JUEZ
LIC. JUANA SAGREDO LUNA
SECRETARIO LIC. ZENON ROJAS SANCHEZ
TELEFONO
01-274-3-06-50
134
DOMICILIO
INDEPENDENCIA No. 229, C.P. 95100
COSAMALOAPAN MIXTO MENOR
JUEZ
LIC. JOSE DE JESUS TORRES KAULITZ
SECRETARIO LIC. DAVID HERNANDEZ GAMBOA
DEFENSOR
LIC. LUZ ILEANA DOMINGUEZ CORRO
TELEFONO
01-288- 2-07-35 M.P. 221-12 FAX
DOMICILIOAVENIDA TRIUNFO DE LA REVOLUCION No. 821, C.P.
95400
CHICONTEPEC MIXTO
JUEZ
LIC. GERARDO JESUS AGUILAR FLORES
SECRETARIO LIC. SOFIO SALAS VALDEZ
DEFENSOR
LIC. SANDRA EDITH BARRAGAN MEJIA
TELEFONO
01-789-2-01-72
DOMICILIO
PRIVADA LOPEZ MATEOS S/N, C.P. 92700
HUATUSCO MIXTO
JUEZ
LIC. ANGEL JAIME FERNANDEZ TOREA
SECRETARIO LIC. MARIA MAGDALENA ROMERO ESCALANTE
PROYECTISTA LIC. MARIA DOLORES DIAZ SANCHEZ
DEFENSOR
LIC. VICTORIA DEL PILAR BONILLA SALAZAR
TELEFONO
01-273-4-04-03
DOMICILIO
PALACIO MUNICIPAL ALTOS, C.P. 94100
HUAYACOCOTLA MIXTO
JUEZ
LIC. EDILBERTO GARCIA OSORIO
SECRETARIO LIC. RAFAEL IGNACIO GARCIA GOMEZ
DEFENSOR
LIC. ANGEL DOMINGUEZ SANTIAGO.
TELEFONO
01-775-8-00-96 80301 FAX
DOMICILIOCALLE BENITO JUAREZ No. 1 INTERIOR 6, C.P. 92600
JALACINGO MIXTO
JUEZ
LIC. BENITO VERGARA MORALES
SECRETARIO LIC. MARIA DEL ROSARIO ARCE CASTRO
PROYECTISTA LIC. MONICA SEGOVIA JACOME
DEFENSOR
LIC. ROBERTO CAMACHO HERNANDEZ.
TELEFONO
01-231-82112 82107 FAX
DOMICILIOCALLE URSULO GALVAN, BAJOS PALACIO MPAL., C.P.
93660
MISANTLA PRIMERO
JUEZ
LIC. HECTOR ESPINOSA ESPINO
SECRETARIO LIC. DOMINGA TRUJILLO TRUJILLO
PROYECTISTA LIC. OLIVERIO HERNANDEZ GREZ
135
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