13/1973 - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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Núm. 73 • 73 H
ENFERMEDADES
DEL
ESPARRAGO
JOSE SALMERON DE DIEGO
Agente de Extensión Agraria
/
MINISTER1ODEAGR1CULTURA
ENFERMEDADES DEL ESPARRAGO
La cantidad de espárragos que producen las 8.000 hectáreas que, aproximadamente, se cultivan en España se ve
mermada sensiblemente por las plagas, pero no sólo son
las plagas las que causan daños a los espárragos, sino que
también las enfermedades pueden ocasionar pérdidas no despreciables en este cultivo.
Entre las enfermedades que afectan al espárrago, unas
son criptogámicas, otras viróticas, otras bacterianas y algunas de origen no muy conocido. A continuación se describen con cierto detenimiento las principales enferm°dades producidas por hongos y se recomienda el tratamiento
a seguir para evitar el daño que originan o al menos disminuirlo.
MAL VINOSO
El causante de esta enfermedad es el hongo Rhizoctonia
violacea que, por otra parte, es un hongo polífago, pues se
encuentra en varias plantas : patata, alfalfa, remolacha, etc.
Este hongo, en realidad, es la forma estéril de un hongo
saprofito que, en estado perfecta, es conocido por Helicobasidium purpureum.
En el espárrago, la enfermedad se manifiesta sobre los
turiones, que aparecen cortos, endurecidos y de un color
oscuro. También la parte aérea, sobre todo los tallos, se
deprimen y se secan prematuramente. A1 arrancar una planta puede comprobarse que las raíces se encuentran envueltas por una capa aterciopelada de color violáceo. Si el ata-
Fig. 1.-Raíces de esparraguera
atacada de Rhizoctonin violacea.
(Foto P. H. M.l.
que es muy continuada se obsei^va una desorganización total de las raíces.
Una característica de esta enfermedad es que su contaminación y propagación es muy lenta, por lo que se necesita que pasen varios meses para poder encontrar en las
raíces micelios del hongo productor del mal. En las plantas
de ciclo anual no se presentan daños en las partes aéreas;
como consecuencia de ello, existe el peligro de que se infesten los suelos por el hongo sin que se ponga de manifiesto. En el espárrago, por tratarse de una planta que permanece varios años en el mismo terreno, sí que aparecen
daños en los tallos aéreos, pero esto sucede al cabo dP los
dos o tres años de haber presentado síntomas de enfermedad la planta. La manifestación más clara del mal se ob-
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serva durante los meses de iulio-agosto, en que aparecen
una serie de rodales en los que las plantas empiezan a amarillear y acaban secándose.
La enfermedad permanece en el terreno durante mucho
tiempo.
En su propagación influye el pH del suelo, pues en terrenos ácidos es más fácil que dure e infeste los cultivos.
De aquí que las fuertes estercoladuras faciliten su propagación.
No se deben dedicar al cultivo de espárragos aquellas
parcelas en las que los cultivos anteriores hayan sufrido
ataques de mal vinoso.
También deben vigilarse las garras que se siembran y
procurar que estén exentas del mal. De todas formas, para
evitar disgustos posteriores, conviene realizar una sencilla
desinfección de las mismas antes de sembrarlas, introduciéndolas durante un cuarto de hora en una solución de
agua de Javel de 12° clorométricos (1), aclarando la "madre" después con agua clara. También pueden desinfectarse sumergiendo las "garras" en un caldo anticriptogámico
a base de Tiram del 80 por 100 de materia activa disuelto en
agua al 0,2 por 100; es decir, a razón de dos gramos por
litro de agua.
Como medida preventiva para evitar infecciones que vengan de fuera, puede realizarse sobre los lomos de los esparragales recién plantados un espolvoreo con Quintoceno del
20 por 100 a la dosis de 80 kilos por hectárea.
Cuando el esparragal esté ya implantado, debe mantenerse una estrecha vigilancia sobre el mismo para poder
descubrir, lo antes posible, cualquier síntoma de enfermedad que pueda presentarse con el fin de poner con rapidez
el remedio adecuado. Este consistirá en arrancar inmediatamente la planta afectada, así como las vecinas a ella en
un rodal de unos dos metros de radio. Se sacarán las plan(1) El agua de Javel es una solución de hipoclorito sódico en agua, que
se ^'ende en el comercio con este nombre y con graduaciones que oscilan
entre los 12°- v los 4i1° clorométricos.
Fig. 2.-Para que sea rentable un
esparragal debe estar libre de
enfermedades.
tas completas, con sus raíces, y se quemarán en aquel mismo lugar, ya que ésta es la única manera de impedir que
se propague la enfermedad.
En resumen, no existen medios de lucha directa efectivos contra la enfermedad y todos los tratamientos que se
efectúen se harán con carácter preventivo.
FUSARIOSIS
Con este nombre se conoce una serie de enfermedades
producidas por distintos hongos del género Fusarium y con
características similares todas ellas. El que tiene interés
en el cultivo del espárrago es el Fusarium oxysporum, y
no sólo por el daño que causa, que no es despreciable, sino
también por facilitar la aparición y propagación del mal
vinoso.
Los síntomas que presentan los esparragales atacados
por Fusarium son los generales de la enfermedad, es decir,
amarilleamiento y desecación precoz de la parte aérea, con
el consiguiente marchitamiento de la planta. Los tallos cortados transversalmente presentan un oscurecimiento, sobre
todo a la altura del cuello de la planta, que a veces se hace
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visible también al exterior. Por último, sobre el sistema radicular aparecen manchas pardas en las raíces muertas.
Puede aparecer esta enfermedad tanto en el espárrago
común comestible como sobre las especies ornamentales de
esparraguera.
Este hongo puede vivir saprofito en el terreno; sin embargo, cuando las condiciones son favorables se comporta
como parásito y es cuando penetra en las plantas, invadiendo todo el sistema vascular, llegando a alojarse incluso en
las semillas, pudiendo, por tanto, ser éstas el vector de diseminación de la enfermedad.
De manera general, podemos decir que las condiciones
climáticas propicias para su desarrollo, coma para cualquier
otro hongo, son : humedad más bien elevada y temperaturas
altas ( entre 20 y 30" ). Por otra parte, favorecen el desarrollo de la enfermedad: los suelos mal drenados y, por consiguiente, con exceso de humedad; los terrenos de pH bajo,
o sea de reacción ácida, y aquellos en los que se manifiestan carencias de algunos elementos, como calcio, magnesio
y boro.
No existe método de lucha directo contra esta enfermedad y sólo los tratamientos y medidas culturales preventivos son aconsejables y económicos.
Entre dichas medidas está el d^jar descansar el terreno después de levantado un esparragal durante cuatro 0
cinco años, por lo menos, antes de volver a poner espárragos en él. Igualmente es necesario proceder a un drenado
y saneado de los terrenos que se encharquen.
Si la plantación se va a hacer con semilla, es conveniente desinfestar ésta con productos anticriptogámicos a base
de mercurio.
Si la plantación se hace con "garras", se procurará que
sean lo más sa.nas posible y que posean un buen sistema
radicular con numerosas raicillas secundarias. Pese a todo
ello, y para aumentar las probabilidades de éxito, es muy
conveniente someterlas a un tratamiento de desinfección
antes de plantar, sumergiéndolas en una solución de caldo
-^fungicida activo contra la fusariosis, como puede ser Tiram
( T.M.T.D. ), Zineb, Captan, etc., o bien introducirlas durante unos minutos en una solución de agua de Javel.
Durante la vegetación se hace necesario vigilar el esparragal y arrancar cualquier planta sospechosa y las de los
alrededores, quemándolas, para evitar la propagación.
ROYA
Esta enfermedad está producida por el hongo basidiomiceto Puccinia asparagi. Ataca a toda clase de esparraguera
e incluso también a algunas plantas de otras especies, como
cebolla y cebollinos.
Su ciclo evolutivo se desarrolla todo completo sobre el
mismo huésped, es decir, no necesita, como otras especies
de roya, el paso por un huésped secundario. Por ello durante todo el año se distinguen cuatro tipos de aparatos reproductores sobre el espárrago, con síntomas distintos, como
veremos a continuación.
En primavera, durante los meses de abril o mayo, aparecen sobre la parte aérea de la planta, que no fue cortada
durante el otoño, unas manchas de color verde claro que
cambia luego a naranja y se abultan un poco. Son los espermagonios y ecidios. A1 cabo de pocas semanas estas manchas toman un color pardo rojizo y forman una especie de
pústulas, son los uredosporos. Esta forma es la má ^ sencilla del hongo, pero, sin embargo, es la más perj udicial y
la que más dura, asegurando, por otra parte, la multiplicación rápida del parásito, pues cada diez-doce días hacen
su aparición nuevos uredosporos.
Durante julio se ven otras formas reproductoras del hongo, caracterizadas por su color negro oscuro y por estar dentro de los tallos e incluso a veces cubiertos por la epidermis,
la que rompen para expulsar los órganos reproductores. Este
tipo de fructificación son los teleutosporos, encargados de
asegurar la conservación invernal de la enfermedad. Las
esporas que produce esta fructificación son las teleutosporas que, tras pasar el invierno g^uarnecidas en la tierra o
Fig. 3.-Tallos y hojas de esparraguera con las típicas pústulas,
ocasionadas por la roya, en las
fases de uredospora y teleutospora. (De Informatore Fitopatologico).
partes secas de la planta, se encargan en la primavera siguiente de volver a producir espermag'onios y ecidios.
De este ciclo evolutivo es fácil deducir que los mayores
daños se producen en las plantaciones jóvenes, pues en las
que se encuentran en producción regular se rompe el ciclo
como ^consecuencia de la recogida de turiones y las condiciones de desarrollo no son favorables para el hongo.
Eri cambio presentan mucha gravedad los daños en los
semilleros, no sólo por el número de plantas que se pierden,
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sino también porque se ha comprobado que las plantas que
provienen de semilleros donde ha habido roya son más susceptibles de ser atacadas por- el mal vinoso.
Los síntomas que presentan las plantas atacadas son
color amarillento de hojas y tallos y la consiguiente desecación de los mismos.
En la lucha contra esta enfermedad, además de las medidas culturales preventivas, pueden utilizarse medios directos, consistentes en pulverizaciones con productos anticriptogámicos.
Las medidas preventivas consisten en arrancar las partes aéreas de las plantas atacadas y quemarlas. Igualmente deben de cortarse durante el invierno y quemarse todos
los tallos secos y enfermos.
Cemo se sabe, la humedad es una de las condi^iones necesarias para el buen desarrollo de los hongos ; por ello,
evitarla es tener ganada parte de la batalla ; de aquí la necesidad de hacer los caballones de las plantaciones de espárrago en la dirección de los vientos dominantes, pues de
esta manera la humedad del rocío permanece mucho menos
tiempo sobre la planta, con lo que se dificulta el desarrollo
del hongo, al producirse una desecación más rápida.
Con la planta en vegetación puede acudirse a pulverizaciones con caldo bordelés o bien con productos anticripto-
Fig. 4.-Detalle de las pústulas de roya sobre tallo de esparraguera. (Informatore Fitopatologico).
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gámicos orgánicos, como pueden ser : maneb, zineb, ziram,
etc., empezando los tratamientos a1 aparecer el mal y continuándolos cada quince días, según las condiciones climatológicas. Para dar mayor efectividad a estos productos y teniendo en cuenta la especial forma de hojas y tallos de la esparraguera, es aconsejable añadir a las soluciones un mojante.
Está en período de estudio y experimentación la adaptación de variedades resistentes a la roya, y ya existen algunas variedades americanas que parece se están comportandc como inmunes a la enfermedad.
MAL DEL ESCLEROCIO
El hongo Sclerotinia sclerotiorum es el causante de esta
enfermedad.
Se manifiesta principalmente en las raíces, pues las hojas no suelen presentar nada de particular, a no ser alguna clorosis, que puede incluso achacarse a cualquier otra
causa. Sin embargo, si se observan las raíces se puede ver
que están recubiertas de una masa afieltrada y blancuzca,
mientras que la médula presenta síntomas claros de podredumbre: masa carnosa blanda y color pardo oscuro tirando
a negro. Este hongo puede vivir como saprofito en el terreno, lo quP es un inconveniente a la hora de luchar contra él.
No existe tampoco medio directo de lucha contra esta
enfermedad, por lo que hemos de acudir a disminuir los
ataques por medios preventivos, como puede ser el arrancar las plantas atacadas quemándolas y hacer en estos rodales una desinfección del suelo con encalados fuertes.
Se tratará igualmente de sembrar semillas libres de toda, sospecha e incluso, para mayor seguridad, convendrá
desinfectarlas a base de productos anticriptogámicos; en
seco puede utilizarse quintoceno ( P.C.N.B. ) a razón de 150250 gramos de producto por cada 100 kg. de semilla.
Una medida preventiva muy eficaz es evitar los abonados con estiércoles frescos, ya que éstos son portadores de
las esporas.
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NEGRON
El causante de esta enfermedad es el hongo ascomiceto
Stemprylium botriosum, cuya forma perfecta es Pleospora
herbarum. Produce el daño en la punta de los brotes y en
las ramificaciones del tallo, a los que marchita y ocasiona
la muerte.
Los médios de lucha han de ser similares a los utilizados
contra la roya, o sea pulverizaciones con fungicidas durante
la vegetación y destrucción por el fuego de las plantas dañadas al llegar el otoño.
Este hongo es clasificado por distintos autores unas veces como saprofito y otras como parásito; en general, es
^
parásito de las plantas débiles.
PODREDUMBRE DE LOS SEMILLEROS
Esta enfermedad no es específica del espárrago, pero sí
es bastante común en todos los semilleros de esta planta.
Aparece igualmente en otros semilleros, tanto al aire libre
como de cama caliente. El hongo causante del mal es Pythium debaryanum.
Las plantas jóvenes atacadas presentan como primer síntoma un encorvamiento del tallo hacia el suelo, aunque
les ocurre igual con otras enfermedades, por lo que habrá
que recurrir a otro síntoma más claro para determinar el
ataque. Este puede ser el observar si sabre el cuello de las
plantitas aparecen unas manchas pequeñas, blandas y oscuras que, a1 unirse, forman como un anillo alrededor del
mismo. Como consecuencia del corte de savia la planta cae,
se marchita, amarillea y muere.
A1 observar en un semillero la aparición de esta enfermedad, como primera medida debe procederse al arranque
de todas las plantas que presenten síntomas y destruirlas
por el fuego. Como medida preventiva de protección, deben
arrancarse también todas las de alrededor de las enferma,s.
Debe evitarse el exceso de humedad, que facilita el ataque
y propagación del mal.
Una medida que viene proporcionando muy buenos resultados, cuando existe el peligro de ataque, es sustituir
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la capa superior de mantillo del semillero por arena, pues
el hongo, al no tener materia orgánica donde desarrollarse
saprofíticamente, deja de existir y no se produce el ataque.
También puede prevenirse desinfestando el suelo con captan o faltan, soios o mezclados con tiram (T.M.T.D.).
ZOPFIAS
Dos hongos, Zopfias rhizophila y Zopfias variosporas,
pueden causar enfermedades criptogámicas en el espárrago.
Atacan principalmente a los esparragales viejos y producen
un decaimiento progresivo de la planta, que no llega a producir la muerte del vegetal, pero hace que la producción
disminuya debido al mal desarrollo del sistema radicular ;
con frecuencia aparecen asociados con la fusariosis.
PENICILLIUM
A veces sobre rizomas que acaban de plantarse y, generalmente, después de una helada aparecen unas podredumbres localizadas producidas por el hongo Penicillium
martensii. Esta podredumbre se localiza con preferencia al
nivel del suelo y es de color rojo anaranjado al principio y
gris ceniciento más tarde.
También suele aparecer como consecuencia de una desecación prolongada producida por haber transcurrido mucho tiempo desde el arranque de la "madre" h^ ^ta la plantación.
Lógicamente, una forma de evitarlo es no dejar que se
produzca esa desecación, plantando lo más r',pidamente posible después de arrancada la garra del serr.illero.
PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA
Bravo Murillo, 101 - Madrid-20
Se autoriza la reproducción írttegra
de esta publicación mencionando
su origen: nHojas Divuigadoras del
Ministerio de Agricultura^.
Neografis, S. L. - Santiago Estévez, 8
-
Madrid-19
I. S. B. N. 84-341-0459-8 - Depósito legal: M. 28.456-1973 ( 20.000 ejemplaresl
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