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Selección de las cuestiones más relevantes
de auditoría, contabilidad y sociedades
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Novedades
Sumario:
Modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles
Novedades
Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles. (BOE de 4 de abril) QC 2009/5130
Modificaciones estructurales de las
sociedades mercantiles
Opinión
La presente Ley tiene singular importancia por las siguientes razones:
- En primer lugar, por la especial sensibilidad para responder adecuadamente al creciente proceso de internacionalización de los operadores económicos.
En este sentido, a fin de garantizar la efectividad del mercado interior de la Unión
Europea, se incorpora a la legislación española la Directiva 2005/56/CE, relativa a
las fusiones transfronterizas de las sociedades de capital; y juntamente con ella, la
Directiva 2007/63/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de noviembre
de 2007, por la que se modifican las Directivas 78/855/CEE y 82/891/CEE del
Consejo, por lo que respecta al requisito de presentación de un informe de un perito independiente en caso de fusión o escisión de sociedades anónimas.
Aunque la práctica española conocía ya fusiones transfronterizas entre sociedades
sometidas a leyes de distintos Estados miembros de la Unión Europea, la incorporación de la Directiva es el cauce para armonizar estas complejas operaciones,
que la Ley no limita al ámbito comunitario, al contemplar expresamente las fusiones de sociedades españolas con sociedades extracomunitarias, las cuales se
regirán por las respectivas leyes personales. Pero, además, esa proyección internacional se manifiesta en la regulación —por primera vez en el Derecho español—
del traslado del domicilio de sociedades mercantiles españolas al extranjero y el
traslado a territorio español del domicilio de sociedades constituidas conforme a la
ley de otros Estados, para facilitar así la movilidad societaria.
Los bienes gananciales en la masa activa del concurso
Saioa Errazquin Mirón
LAZ WRUBE, Abogados de Empresa
Últimos criterios de la
Administración
Parámetros sobre el concepto de
importancia relativa
La jurisprudencia más reciente
Responsabilidad por no disolver la
sociedad
Avance Normativo
Normas estatales
Normas forales
Bizkaia
Gipuzkoa
Navarra
- En segundo lugar, la importancia de la Ley se manifiesta en la unificación y en la
ampliación del régimen jurídico de las denominadas «modificaciones estructurales», entendidas como aquellas alteraciones de la sociedad que van más allá de
las simples modificaciones estatutarias para afectar a la estructura patrimonial o
personal de la sociedad, y que, por tanto, incluyen la transformación, la fusión, la
escisión y la cesión global de activo y pasivo. También se regula en la presente
norma el traslado internacional del domicilio social que, aunque no siempre presente las características que permitan englobarlo dentro de la categoría de modificaciones estructurales, sus relevantes consecuencias en el régimen aplicable a la
sociedad aconsejan su inclusión en el mismo texto legal.
Aunque el régimen jurídico de estas operaciones societarias tiene como modelo
subyacente el de las sociedades de capital, se trata de una normativa general mercantil sobre modificaciones estructurales de las sociedades y, en cuanto ley general mercantil, aplicable a cualquier sociedad de esta naturaleza, con independencia de la forma o del tipo social, salvo que expresamente se establezca lo contrario, como acontece al ocuparse de las fusiones transfronterizas intracomunitarias.
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Este carácter general, unido a la extensión del articulado, explica que se haya optado por una ley específica —al igual que han hecho en ocasión similar otros Estados
miembros de la Unión Europea—, en lugar de incluir la materia regulada en el
Código de Comercio o en el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas, a
los que habrían de remitirse las demás leyes especiales. Constituye una solución
transitoria a la espera de que se refundan y armonicen en su totalidad las distintas
leyes que en estos momentos regulan nuestro Derecho de sociedades.
Para dar cumplimiento a la exigencia de incorporación del artículo 16 de la Directiva
2005/56/CE, en una materia tan importante y técnicamente tan compleja como la de
la participación de los trabajadores en la sociedad resultante de la fusión transfronteriza, se ha optado por integrar una disposición general en la presente Ley y modificar, a través de la Disposición final tercera, la Ley 31/2006, de 18 de octubre, sobre
implicación de los trabajadores en las sociedades anónimas y cooperativas europeas, introduciendo un nuevo Título IV sobre disposiciones aplicables a las fusiones
transfronterizas intracomunitarias de sociedades de capital.
- Además, la presente Ley incorpora la Directiva 2006/68/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 6 de septiembre de 2006, por la que se modifica la
Directiva 77/91/CEE del Consejo, en lo relativo a la constitución de la sociedad
anónima, así como al mantenimiento y modificaciones de su capital. En las disposiciones finales se da nueva redacción a algunos artículos de las leyes de sociedades de capital y se añaden otros nuevos para adecuar la legislación española a
esos postulados de mayor flexibilidad que han servido de fundamento a la ampliamente discutida modificación de la Segunda Directiva.
- Más allá de los compromisos de armonización, la Ley introduce otras modificaciones en el régimen de las aportaciones no dinerarias, con la adición de importantes
excepciones a la exigencia de informe del experto independiente, y en el régimen
de la autocartera y de la asistencia financiera, donde es patente aquel postulado
legislativo de mayor flexibilidad. Al mismo tiempo, el legislador español ha considerado oportuno introducir alguna norma de la Directiva 77/91/CEE, de 13 de
diciembre de 1976, como el principio de igualdad de trato, hasta ahora considerado un principio implícito, y adecuar la redacción de otras normas directamente relacionadas con las que debían ser objeto de incorporación y ha aprovechado la oportunidad, en fin, para adecuar el régimen del derecho de suscripción preferente y
de las obligaciones convertibles al pronunciamiento de la Sentencia del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea (Sala Primera), de 18 de diciembre de 2008.
Opinión
Los bienes gananciales en la
masa activa del concurso
Opinión
Los bienes gananciales en la masa activa del concurso
Saioa Errazquin Mirón
LAZ WRUBE, Abogados de Empresa
Introducción
Durante el ejercicio de una actividad empresarial, el titular de la misma puede encontrarse ante diversas situaciones económicas. La que cabe señalar es cuando dicha
actividad deja de ser rentable y comienza a generar deudas.
El cúmulo de estas circunstancias puede provocar un estado de insolvencia del deudor, que será relativa, o absoluta, dependiendo de las características que definan la
Directora Editorial: Sol Mena del Río.
Jefa de Sección Contable: Mónica Ollobarren Galaz.
Redacción: Ana Belén Pereiro Mato, Marta Pérez Gogénola, Laura Saez Anthonisen.
Director Comercial: Luis Ortiz Olmeda.
Director de Marketing: Iñigo de Juan Sainz-Planillo.
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misma. La primera nace de la falta de liquidez, mientras que la segunda deriva de la
insuficiencia de bienes patrimoniales en el haber del deudor.
Así, cuando se unen la insolvencia por un lado, y los acreedores con derecho a satisfacer su crédito por otro, el deudor puede optar por declararse en concurso voluntario1. En él se delimitará tanto la masa pasiva como la activa. Esta última está compuesta por los bienes y derechos de contenido patrimonial que posee el deudor, y
tiene como objetivo satisfacer las deudas que integran la masa pasiva. En este
punto, es importante determinar si el comerciante está casado, y sobre todo, si lo
está en régimen de gananciales. La relevancia de este dato estriba en la peculiar
composición del régimen-económico conyugal de gananciales, que comprende tres
patrimonios: los privativos de cada cónyuge, y el común a ambos. Si el concursado
se encuentra bajo este régimen matrimonial y en concurso por las deudas contraídas durante el ejercicio de su actividad económica, ¿cómo se satisface a los acreedores?, ¿cómo se compone la masa activa del concurso?, ¿exclusivamente con los
bienes privativos del cónyuge deudor?, ¿qué ocurre con los bienes gananciales del
comerciante que, por definición, posee junto a su cónyuge?.
Problemática que se plantea
La Ley Concursal 22/2003, de 9 de junio, en adelante LC, no obvia estas cuestiones.
Es más, en el artículo 6.2.2, segundo párrafo, dispone que si el deudor (solicitante
del concurso) es persona casada, debe indicarlo en la Memoria, determinando a su
vez la identidad del cónyuge, y el régimen económico del matrimonio. Por tanto,
podemos deducir, que la importancia de esta información radica en su influencia a la
hora de fijar los bienes que integran el patrimonio del deudor, ya que posteriormente, quedarán sujetos a la masa activa del concurso.
Delimitación de la masa activa
Bajo el prisma del articulo 76.1 de la LC, (así como del articulo 1911 del Código Civil2,
en lo sucesivo, CC), la masa activa se declara compuesta por los bienes y derechos
integrados en el patrimonio del deudor a la fecha de declaración de concurso y los
que se reintegren al mismo o adquiera hasta la conclusión del procedimiento (salvo
los inembargables3). Podemos constatar claramente que el procedimiento recae,
atendiendo al principio de universalidad patrimonial, sobre la totalidad de los bienes
y derechos del deudor. Si el concursado está casado en régimen de gananciales,
cabe cuestionarse qué patrimonio queda sujeto al citado precepto.
La propia LC es la que nos otorga una respuesta. En su artículo 77.2, podemos leer
que “si el régimen económico del matrimonio fuese el de sociedad de gananciales o
cualquier otro de comunidad de bienes, se incluirán en la masa, además, los bienes
gananciales o comunes cuando deban responder de obligaciones del concursado”.
Sin concretar la responsabilidad de los bienes gananciales, el precepto sigue diciendo que el cónyuge del deudor puede pedir la disolución de la sociedad o comunidad
conyugal (añadiendo que será el juez quien acuerde la liquidación o división del
patrimonio, una operación que realizará de forma conjunta con lo que resulte del convenio o la liquidación del concurso4 ).
Masa activa del concurso
Inclusión de los bienes
gananciales
1. Vid artículo 2 LC. Lectura recomendada: Obra Colectiva bajo la dirección de R. GARCIA VILLAVERDE,
A. ALONSO UREBA, J. PULGAR EZQUERRA: DERECHO COCURSAL. ESTUDIO SISTEMATICO DE LA
LEY 22/2003 Y DE A LEY 8/2003 PARA LA REFORMA CONCURSAL. Editorial Dilex, S.L. (61-96).
2. Artículo 1911 CC: “Del cumplimiento de las deudas responde el deudor con todos sus bienes presentes y futuros”. Más amplio que el artículo 76.1 LC.
3. Vid articulo 76.2 LC, en relación con los artículos 605 a 607 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC).
STC 113/1989 de 22 de junio sobre bienes inembargables.
4. En palabras de HERRERA CUEVAS, “la liquidación de la sociedad legal de gananciales… ni se antepone, ni se subordina a las obligaciones convenidas ni al plan de liquidación concursal, sino que se
efectúa en coherencia”.
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El artículo dicta tanto la sujeción de los bienes gananciales como una protección para
el cónyuge del deudor. Sin embargo, ante la poca precisión de la disposición, hay
que dilucidar cuándo deben responder los bienes gananciales de las deudas contraídas
por el cónyuge concursado. La LC responde a esta cuestión de la siguiente manera en su
artículo 94.2, segundo párrafo: “Cuando el concursado fuere persona casada en régimen
de gananciales o cualquier otro de comunidad de bienes, se relacionarán separadamente los créditos que sólo pueden hacerse efectivos sobre su patrimonio privativo y los que
pueden hacerse efectivos también sobre el patrimonio común”.
Responsabilidad de los
bienes gananciales
Ejecución de los bienes
gananciales
La vaguedad de la disposición permite interpretarla de diferentes maneras. Una
manera sería mediante la aplicación del artículo 1367 del CC, donde se dice que
“Los bienes gananciales responderán en todo caso (solidariamente) de las obligaciones contraídas por los dos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el consentimiento expreso del otro”. Sin embargo, la norma más completa y efectiva sería
la obtenida mediante la lectura del artículo 1373 del CC, pues dispone que “cada
cónyuge responde con su patrimonio personal de las deudas propias y, si sus bienes
privativos no fueran suficientes para hacerlas efectivas, el acreedor (subsidiariamente) podrá pedir el embargo de bienes gananciales, que será inmediatamente
notificado al otro cónyuge y éste podrá exigir que en la traba se sustituyan los bienes comunes por la parte que ostenta el cónyuge deudor en la sociedad conyugal,
en cuyo caso el embargo llevará consigo la disolución de aquélla5”. En consecuencia, podemos intuir que este precepto trata de mantener en una balanza nivelada
tanto el derecho del acreedor de satisfacer su crédito, como el derecho del cónyuge
del deudor a mantener intacta y protegida su cuota ganancial. Esta última afirmación
se ve respaldada por el artículo del que venimos hablando, ya que sigue diciendo
que “si se realizase la ejecución sobre bienes comunes, se reputará que el cónyuge
deudor tiene recibido a cuenta de su participación el valor de aquéllos al tiempo en
que los abone con otros caudales propios o al tiempo de liquidación de la sociedad
conyugal”. Respecto a la disolución expresada, cabe decir que tras la aplicación de
la misma se establece el régimen de separación de bienes, salvo que el cónyuge del
deudor, en el plazo de tres meses, opte en documento público por el comienzo de
una nueva sociedad de gananciales (artículo 1374CC).
Debemos añadir en este punto que la propia LC establece ciertos criterios de delimitación
de la masa activa cuando se trata de un concursado casado en régimen de gananciales.
Así, el artículo 86.3 exige a la administración concursal expresar respecto de cada uno de
los créditos incluidos en la lista (de acreedores), si estos pueden ser satisfechos exclusivamente con el patrimonio privativo del deudor, o también con los gananciales. Este artículo va unido al 82.1 LC, pues este señala que el mencionado órgano concursal, a la hora
de realizar el inventario incluirá en el mismo “la relación y el avalúo de los bienes y derechos privativos del deudor concursado, así como las de los bienes y derechos gananciales o comunes, con expresa indicación de su carácter”.
Presunción muciana
Esta labor encomendada a la administración concursal puede ser más complicada
de lo que parece a simple vista, pues atendiendo a las características de un concurso voluntario, no es difícil pensar en un fraude de acreedores. El CC, siendo consciente de esta peligrosa situación, expone en su artículo 1442 una presunción iuris
tantum que tiene como objetivo evitar que el deudor, a la vista de una próxima caída
en concurso, adquiera bienes mediante su cónyuge, estableciéndolos como privativos de este (eludiendo así la afectación de los mismos a la masa activa del concurso). Esta presunción, denominada muciana, dispone que los bienes adquiridos a título oneroso por el cónyuge del concursado durante el año anterior a la declaración de
concurso, se presumen en su mitad, donados por el cónyuge declarado en concurso. Al ser una presunción que admite prueba en contrario, se protege al cónyuge del
concursado que realmente adquirió los bienes por sus medios.
5. Vid. artículo 541.3 LEC (considerado desarrollo procesal del articulo 1373 CC. STS de 29 de abril
de 1994); y el articulo 144.1 del Reglamento Hipotecario.
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El artículo 1324 del mismo cuerpo jurídico también tiene como finalidad evitar que se
produzca un fraude de acreedores. Esta vez el CC limita el poder de prueba bastante
que tiene la confesión sobre la condición de los bienes, a una esfera privada en la
que sólo caben los cónyuges. Esto es, cuando el confesante admite que un bien es
propiedad del otro, este último se constituye como su titular, en virtud de la potestad
otorgada por esa confesión. Sin embargo, esta situación sólo es eficaz entre los cónyuges, ya que la confesión nunca puede perjudicar a los acreedores6 .
Confesión sobre la titularidad de
los bienes
El cónyuge comerciante y el no comerciante
Pese a que la nueva LC introduce una unidad de disciplina7, debemos advertir que
el CC separa la figura del cónyuge comerciante del que no lo es.
Nos referimos a la distinción que proclama el artículo 1365.2 del CC (situado dentro
de la sección tercera del capítulo cuarto del título tercero, titulada “De las cargas y
obligaciones de la sociedad de gananciales”), pues expone lo siguiente: “Los bienes
gananciales responderán directamente frente al acreedor de las deudas contraídas
por un cónyuge (…) 2. En el ejercicio ordinario de la profesión, arte u oficio o en la
administración ordinaria de los propios bienes. Si uno de los cónyuges fuera comerciante, se estará a lo dispuesto en el Código de Comercio”.
En consecuencia, los no comerciantes deberán regirse por lo dispuesto en el CC para
determinar cuándo se sujetan sus bienes gananciales a las deudas contraídas por uno de
los cónyuges durante el ejercicio ordinario de su profesión. Están a merced de una disposición clara y concisa, que anuncia sin dilaciones, que los bienes gananciales responden directa y solidariamente de estas deudas. El CC además, en su artículo 1347.1, fija
que el producto del trabajo (como rendimiento económico) constituye un bien ganancial
(STC Sala 1ª 7 de junio 1984; STS Sala 3ª 7 de junio de 1986). De todos modos, no hay
que confundirlo con lo producido por la capacidad laboral, ya que se comprende como un
derecho integrado en la persona del trabajador, y se incluye entre los bienes inherentes a
dicha persona (STS Sala 1º 25 marzo 1988).
Pero, volviendo a la remisión que hace el CC, ¿qué respuesta otorga el Código de
Comercio?, ¿cómo responden los bienes gananciales de las deudas contraídas por
el comerciante o empresario?. Antes de contestar a este interrogante, cabe hacer
una aclaración: pese a que el CC sólo haga referencia al comerciante, no debemos
olvidar que dentro de la misma acepción se encuentran los empresarios8 .
Para responder a la cuestión planteada, debemos acudir al artículo 6 del Código de
Comercio, donde se dispone que “En caso de ejercicio del comercio por persona
casada, quedarán obligados a las resultas del mismo los bienes propios del cónyuge que lo ejerza y los adquiridos con esas resultas, pudiendo enajenar e hipotecar
los unos y los otros. Para que los demás bienes comunes queden obligados, será
necesario el consentimiento de ambos cónyuges”. Por tanto, los frutos del comercio
pasarían a quedar obligados al mismo nivel que los privativos del deudor (solidariamente). Cuando dice “los demás bienes comunes” se refiere a que los frutos de la
actividad económica también lo son, pero que por su naturaleza, han de responder
solidariamente de las deudas sin necesidad del consentimiento arriba expresado.
Deudas contraidas en el ejercicio
de la profesión
Criterio del Código Civil
Criterio del Código de Comercio
En torno a esta cuestión, DIEZ-PICAZO y ANTONIO GULLON, se expresan de la
siguiente manera: “pensamos que debe valorarse el hecho de que la empresa pueda
ser ella misma un bien ganancial, y que la explotación regular de los negocios privados (art. 1362, causa 4º) constituye deuda a cargo de la sociedad de gananciales.
Por lo tanto, no existe fundamento para mantener un régimen distinto o privilegiado
6. Vid los artículos 95.4 y 144.2 del Reglamento Hipotecario.
7. Vid exposición de motivos II, de la LC.
8. “Se entiende por empresa todo conjunto organizado de bienes al servicio de de una actividad económica con vida propia y susceptible de ser explotado inmediatamente” (STS 26 de febrero de 1979).
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para el comerciante, y aquella remisión parece que se hace pensando en la futura
reforma del Código de Comercio9” .
No cabe duda de que el Código de Comercio es más flexible en esta esfera que el
CC10. Esta afirmación se sustenta en lo alegado hasta el momento, pero aun hay
más. Cuando se trata de un concursado en régimen de gananciales, como ya hemos
subrayado, entran en juego tres patrimonios. El Código de Comercio establece
reglas en base a cada uno de ellos (artículos del 6 al 12 C.com.11):
Consideración de tres
patrimonios distintos
• Los bienes propios del comerciante y los adquiridos por el ejercicio del comercio:
puede enajenar e hipotecar tanto los primeros como los últimos. (artículo 6 C.com.)
• Los bienes comunes: siempre que preste su consentimiento el cónyuge no comerciante (artículo 6 C.com.), presumiéndose otorgado este cuando el cónyuge
comerciante ejerza con conocimiento y sin oposición expresa del otro cónyuge
(artículo 7 C.com.), o cuando al contraer matrimonio se hallare ya ejerciendo el
comercio y lo continuare sin oposición del otro (artículo 8 C.com.).
• Los bienes propios del cónyuge no comerciante: siempre que éste preste su consentimiento expreso en cada caso. (artículo 9 C.com.)
Por su parte, no hay que olvidar que el cónyuge del comerciante puede revocar libremente el consentimiento expreso o presunto arriba expuestos (artículo 10 C.com.).
En cuanto a los actos del consentimiento, oposición y revocación, habrán de constar, a efectos de terceros, en escritura pública inscrita en el Registro Mercantil, no
pudiendo en ningún caso, los actos de revocación, perjudicar derechos adquiridos
con anterioridad (artículo 11 C.com.).
Finalmente, tal y como dispone el Código de Comercio en su artículo 12, estas disposiciones deben entenderse sin perjuicio de pacto en contrario, contenidos en capitulaciones matrimoniales debidamente inscritas en el Registro Mercantil12.
Bien ganancial especial: la vivienda habitual
Vivienda habitual
El articulo 1320 del CC, tras la reforma de 1981, exige el consentimiento de ambos cónyuges (subsidiariamente, la autorización judicial) para los actos de disposición de derechos sobre la vivienda habitual, pese a que pertenezca a uno solo de los cónyuges. Este
precepto está dirigido a la protección de los intereses familiares, por lo que ese consentimiento, que ha de ser prestado por el otro cónyuge, no es considerado como complemento de la capacidad, sino una exigencia (STC 31 octubre de 1986, sala 2º). Sin embargo, el concurso no es propiamente un acto de disposición. Aun así, el articulo 78.4 de la
LC expresa una norma que deja entrever la especialidad de este bien, al establecer que
cuando la vivienda habitual del matrimonio tuviese carácter ganancial o les perteneciese
en comunidad conyugal y procediere la liquidación de la sociedad de gananciales o la
disolución de la comunidad, el cónyuge tendrá derecho a que se incluya la vivienda habitual con preferencia en su haber (derecho de atribución preferente), hasta donde alcance
o abonando el exceso13 .
Para finalizar, en cuanto al valor de la vivienda habitual, hay que subrayar que se
determina mediante el valor de adquisición actualizado, y no de mercado (78.3 LC).
9. DIEZ-PICAZO, Luís y GULLON, Antonio: Derecho de familia. Derecho de sucesiones, décima edición, año 2007, página 177.
10. Vid STS Sala 1º de lo civil nº 497/2008, de 6 de junio del 2008.
11. Los artículos del 6 al 12 fueron modificados por la Ley de 2 de mayo de 1975, pero no por la reforma de 1981 por la que se modificó el CC. De este desajuste deriva la desigual sujeción de los bienes
gananciales cuando se trata de las deudas de un cónyuge comerciante (C.com.), y cuando no (CC).
12. Vid artículos 21 del C.com, y 9 RRM.
13. En relación con el articulo 1407 del CC que concede al atributario más opciones de las que ofrece
la LC.
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mayo 2009 - 6
Últimos criterios de la Administración
Últimos criterios de la
Parámetros orientativos sobre el concepto de importancia relativa. Auditoría
Administración
Consulta del ICAC n.º 1 del BOICAC 76 (Auditoría) QC 2009/775
En cuanto a la utilización por los auditores de cuentas de los parámetros orientativos
incluidos en los Anexos de la Norma Técnica de Auditoría sobre el concepto de
importancia relativa, publicada por Resolución del ICAC de 14 de junio de 1999, en
los trabajos de auditoría de las Cuentas Anuales formuladas conforme al nuevo PGC,
el ICAC establece lo siguiente: en la determinación de las cifras de importancia relativa el auditor deberá seguir lo establecido en dicha Norma Técnica, que en su parte
sustantiva continúa plenamente vigente, si bien determinados conceptos o importes
base no podrán aplicarse en la forma prevista en la Norma al haberse modificado
tanto su denominación como su contenido. En todo caso, todo el procedimiento
seguido en la determinación de las cifras de importancia relativa debe ser razonable
y coherente y quedar debidamente documentado, dejando la correspondiente evidencia de ello en los papeles de trabajo del auditor.
La jurisprudencia más reciente
Responsabilidad del administrador por no disolver la sociedad. Sociedades
mercantiles.
Parámetros sobre el concepto de
importancia relativa
La jurisprudencia más
reciente
Sentencia del TS de 1 de abril de 2009 QC 2009/9633
El TS desestima el recurso de casación interpuesto por la acreedora demandante, confirmando la sentencia de instancia y de la AP, al haber prescrito la acción de reclamación de
la responsabilidad del administrador demandado por no haber disuelto la sociedad concurriendo causas legales para ello, ya que, pese a no haberse inscrito el cese en el
Registro, el acreedor conocía ese hecho y han transcurrido más de cuatro años, apreciándose, en su consecuencia, mala fe en la actuación del recurrente.
Avance normativo
Normas estatales
Responsabilidad por no disolver la
sociedad
Avance normativo
Normas estatales
Orden EHA/1030/2009
Orden EHA/1030/2009, de 23 de abril, por la que se eleva el límite exento de
la obligación de aportar garantía en las solicitudes de aplazamiento o fraccionamiento a 18.000 euros. (BOE de 30 de abril) QC 2009/9504
La presente Orden será de aplicación a las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento de pago de las deudas de derecho público gestionadas por la Agencia
Estatal de Administración Tributaria, y por los órganos u organismos de la
Hacienda Pública Estatal, con exclusión de las deudas a que se refiere el
Reglamento CEE 2913/1992, del Consejo, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Código Aduanero Comunitario, que se regularán por lo dispuesto en dicho
Reglamento, salvo las que se contraigan en aplicación del artículo 220 del mismo.
No se exigirán garantías para las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento de
pago de las deudas antes mencionadas cuando su importe en conjunto no exceda
de 18.000 euros y se encuentren tanto en período voluntario como en período ejecutivo de pago, sin perjuicio del mantenimiento, en este último caso, de las trabas
existentes sobre bienes y derechos del deudor en el momento de la presentación
de la solicitud.
A efectos de la determinación de la cuantía señalada se acumularán en el momento de la solicitud, tanto las deudas a que se refiere la propia solicitud como cualesquiera otras del mismo deudor para las que se haya solicitado y no resuelto el
aplazamiento o fraccionamiento, así como el importe de los vencimientos pendientes de ingreso de las deudas aplazadas o fraccionadas, salvo que estén debidamente garantizadas.
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mayo 2009 - 7
Normas forales
Bizkaia
Orden Foral 897/2009, de 27 de marzo, por la que se aprueba el modelo 308
de solicitud de devolución régimen especial recargo de equivalencia, artículo 30 bis del Reglamento del Impuesto sobre el Valor Añadido y sujetos pasivos ocasionales del Impuesto sobre el Valor Añadido. (BOB de 6 de abril)
QC 2009/5165
Orden Foral 1017/2009, de 7 de abril, por la que se aprueba el modelo 100 de
autoliquidación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondiente al período impositivo 2008. (BOB de 15 de abril) QC 2009/6721
Gipuzkoa
Orden Foral 323/2009, de 23 de abril, por la que se establece el Procedimiento
para la Revocación del Régimen Especial de las Sociedades de Promoción
de Empresas. (BOG de 7 de mayo) QC 2009/11688
Avance normativo
Normas forales
Bizkaia
OF 897/2009
OF 1017/2009
Gipuzkoa
OF 323/2009
Navarra
OF 45/2009
OF 46/2009
OF 47/2009
OF 59/2009
Navarra
Orden Foral 45/2009, de 30 de marzo, del Consejero de Economía y Hacienda,
por la que se dictan las normas para la presentación de las declaraciones del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondientes al año
2008. (BON de 6 de abril) QC 2009/5118
Orden Foral 46/2009, de 30 de marzo, del Consejero de Economía y Hacienda,
por la que se regula la presentación telemática de declaraciones del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondientes al período impositivo 2008. (BON de 6 de abril) QC 2009/5119
Orden Foral 47/2009, de 30 de marzo, del Consejero de Economía y Hacienda,
por la que se aprueba el modelo de declaración correspondiente al Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas del ejercicio 2008. (BON de 6 de abril)
QC 2009/5120
Orden Foral 59/2009, de 23 de abril, del Consejero de Economía y Hacienda,
por la que se aprueba el modelo del Impuesto sobre Sociedades y del
Impuesto sobre la Renta de No Residentes correspondiente a
Establecimientos Permanentes S-90, de autoliquidación para los períodos
impositivos iniciados entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2008, y se
dictan las normas para la presentación de las declaraciones. (BON de 1 de
mayo) QC 2009/10537
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mayo 2009 - 8
Boletín contable Quantor
Impreso en España
Depósito Legal: BI - 2855 - 02
Franqueo concertado 01/2747
Edita: Grupo Editorial El Derecho y Quantor, S.L.
ISSN: 1696-6856
Imprime: Gestingraf
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