El Poder de La Palabra-1ª. Parte

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El Poder de La Palabra-1ª. Parte
“Nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento".
Albert Einstein
Desde la creación del Universo, el don de “la palabra es poder”, a través de ella se ha dado vida, se ha
creado, orientado, dirigido, ensenado, amado, animado y también se ha juzgado, condenado, atado,
injuriado, destruido, etc.etc.
Son innumerables las consecuencias, tanto positivas como negativas que el uso de la “Palabra” ha traído
a la humanidad. Así mismo, ha sido usada “la palabra de Dios” como base de la religión a través de todos
los tiempos, especialmente identificada con el “Poder de la Oración". Es el medio de comunicación por
excelencia de los seres humanos.
Lo sorprendente es que los últimos descubrimientos de la física cuántica repiten con vehemencia gran
parte de la sabiduría tenida como esotérica durante largo tiempo: el pensamiento, a través de la palabra,
es creador, es decir, es capaz de alterar la realidad…
Desde los inicios de la humanidad hasta hoy, la palabra y el pensamiento son valorados como poderosos
instrumentos de transformación. La física cuántica demuestra que nuestra realidad se modifica al
tiempo que programamos nuestro cerebro en planteamientos y expresiones positivas.
Dicha “palabra” ha sido expresada con elocuencia a través de todas las culturas; asegurando además,
que no existe ninguna civilización en la que no se le haya reconocido su valía. Así lo
Anotaron los Dogones, tribu Africana aislada durante siglos en la frontera de Mali y Burkina Fasso:
“…el Séptimo día recibió pues el conocimiento de un verbo, no ya reservado a unos pocos, sino
destinado a la totalidad de los hombres…”
Simultáneamente, pero en otro campo del saber tan alejado como la arqueología, la interpretación de los
manuscritos del mar de Muerto, hallados a mediados del siglo XX en las cuevas de Qumeran, ha venido
a demostrar que los esenios, los “cristianos” originarios, tenían una manera diferente de orar a la actual.
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En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido y
realizado, una técnica muy utilizada actualmente en el ámbito del deporte de alta competición. Esta
regla, utilizada por la moderna PNL –Programación Neurolingüística–, recurre al presente, y no el
futuro, cuando se pretende conseguir algo, como si ya se hubiera cumplido, como si fuera realidad. Sin
embargo, si nos atenemos a este conjuro recogido por Martín Sevilla, procedente del Atharveda III, 23,
ya era conocida por las hechiceras de la antigua India.
La teoría, extraída de los experimentos de la física cuántica es que cuando enfocamos nuestra mente en
una de esas opciones, la hacemos real. Y al expresarla por medio del verbo, de la palabra, al
exteriorizarla en suma, ese pensamiento toma fuerza. Allí reside parte del poder del tradicional conjuro,
algo que se utiliza en psicología deportiva: los corrillos de los jugadores de baloncesto o los ya clásicos
All Blacks neozelandeses en el rugby ponen en marcha ese mecanismo antes de jugar, la creación a
través del sentimiento.
Según Braden, los antiguos esenios usaron las cualidades del pensamiento, de la emoción y el
sentimiento para describir cómo experimentamos la vida en este mundo. Los psicólogos y místicos
ligados a la cuántica afirman hoy que la emoción es el sistema energético que nos hace avanzar cada
día a través del deseo; el sistema de energía no tiene un direccionamiento hasta que se encauza
mediante el pensamiento.
Éste traduce el deseo en acción, ya sea del tipo negativo –“no soy capaz de hacerlo”, “va a salir mal”–,
como positivo –“me lo merezco”, “soy capaz”–. Cuando el pensamiento adquiere emoción se convierte en
sentimiento. La moderna física cuántica afirma que el sentimiento nos lleva a otro universo paralelo, a
otra realidad tanto para lo bueno –optimismo– como para lo malo –pesimismo–.
La PNL abunda en este mismo protocolo, afirmando que “con el lenguaje construimos nuestra realidad,
al igual que con los programas mentales, con los cuales elaboramos nuestras estrategias y secuencias
internas al llevar a cabo una tarea, operando de manera similar a un ordenador”.
El psicólogo Jim Loehr fue uno de los primeros en utilizar algunas de estas técnicas en el mundo del
deporte profesional. Concretamente, son famosos los vuelcos que experimentaron en sus carreras
tenistas como Ivan Lendl, Jim Courier o Martina Navratilova, al pasar por sus manos. A través del
fortalecimiento de su mente, de la repetición de una serie de movimientos rituales y de los gritos, tan
usuales hoy en el mundo del tenis, conseguían mejores golpes a la pelota.
Digamos que intensifica un golpe final al aumentar tanto la energía que se canaliza como la
concentración”. Las religiones orientales, de las que bebe en gran parte la moderna psicología
occidental a través de la gestalt y la psicología humanista, ya utilizaban hace milenios algunas de las
técnicas hoy empleadas para mejorar el rendimiento. Entre ellas, el uso de un mantra o palabra repetida
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hasta que la mente quede embebida en el sonido, que produce un estado de fluidez, en el cual la
creatividad fluye con facilidad.
Algunos de los mejores discos de los Beatles nacieron de sus viajes a la India para meditar con el
Maharishi, del cual fueron devotos, sobre todo, Lennon y Harrison –a Ringo Starr le aburría
soberanamente–. Así pues, el poder de la oración, como el del conjuro, pues ambas técnicas son
resultado de la misma lógica interna, reside en que visualicemos que lo que pedimos se ha cumplido y,
al mismo tiempo, inhalemos la emoción y el sentimiento para que “entre” en nuestra realidad,
“incorporándola”.
La física cuántica demuestra día tras día que nuestra realidad se modifica al tiempo que programamos
nuestro cerebro en planteamientos y expresiones positivas. Es increíble el efecto que producen las cosas
que decimos. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de lo que decimos y mucho menos de las
consecuencias.
Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos. Lo primero que nos ocurre es tener
un pensamiento que puede ser bueno o malo, luego, si no cortamos ese pensamiento, se puede
transformar en palabras y posteriormente en acciones. Por eso es importante inclusive revisar nuestros
pensamientos porque allí comienza todo.
Muchas veces lastimamos, ofendemos ó enredamos las cosas sólo con lo que decimos o dejamos de decir,
por eso tenemos que pensar antes de hablar. Una vez alguien dijo: "Dios nos dio dos oídos y una sola
boca, usémosla en esa misma proporción", es decir escuchemos más y hablemos menos.
Las palabras encierran un poder que desconocemos pero que cada día se comprueba más y más,
trabajan sobre nuestro cerebro constantemente enviándole información. Esta información genera en
nosotros sentimientos, actitudes, pensamientos, etc. Si hablamos cosas positivas, es mayor la
probabilidad de que sucedan cosas buenas, si hablamos cosas negativas, pues eso será lo que recibamos.
De ti depende si las usas para bien o para mal, tanto para ti como para los demás.
Nota: Este escrito es un compendio de diversos materiales de consulta acerca del Poder de la Palabra.
Adaptado por Gladys Ochoa en Octubre 18 de 2012.
Gladys Ochoa-Coach Personal y de Vida. “Coach de Inmigrantes”
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