S UM A R I O iseri [OdRiae VIDA Y MISIÓN EN SON SERVERA (MALLORCA) COMUNIDAD DE SON SERVERA. DE IZQUIERDA A DERECHA: ROSA BONNÍN, ANTONIA ROMÁN, ENCARNACIÓN GARCÍA Y FLORA CASTILLO 5 11 13 15 iseri M EDITA: CONGREGACIÓN HERMANAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA C/ DEL NÉCTAR, 18 28022MADRID E-MAIL. [email protected] COORDINA: FRANCISCA ALOMAR GENOVART DISEÑO DE CUBIERTA: PAULA DALIÀ MARTORELL DEPÓSITO LEGAL 145/1984 COLABORA: ISABEL MARTÍNEZ MORENO Nº 42 - NOVIEMBRE 2010 [OdRiae 2 17 19 20 SOR ENCARNACIÓN, P L A N C H A N D O SOR ROSA, COSIENDO UN MANTEL PURIFICADORES PARA LA IGLESIA GRUPO DE NIÑOS DE LA ESCUELA INFANTIL, EN SON SERVERA LA COMUNIDAD DE FLORA CASTILLO. ARRIBA, VISITANDO A LOS ENFERMOS DE SAN LORENZO. ABAJO, AYUDANDO EN LA PARROQUIA DE S’ILLOT GRUPO DE CONFIRMACIÓN DE SON SEVERA iseri 4 A MIS HERMANAS Paulina Aguirre: «Adviento, camino de fraternidad» CAMINANDO Martha Cupido: «Un camino que habrá que recorrer» LA VIDA EN LAS DELEGACIONES Bolivia * Delegación de Bolivia: «Itinerario de sor Francisca Negre en Bolivia y Perú» * Mons.René Fernández: «Breve reseña histórica de la presencia en la ciudad de Padilla de las Religiosas Franciscanas Hijas de la Misericordia» * Eulalia Regaño-Mª Marisol Arancibia: «50 años. Compromiso con la vida y la misericordia» Mallorca-Menorca * Isabel Mª Picó: «Encuentro de superioras» Castilla * La Comunidad: «Festividad de san Francisco, en las Hurdes» COLABORACIONES Paco Ramis: «Miqueas, vocero del Reino de Dios» NUESTRA HISTORIA ♦María Rigo: «Actitudes pacificadoras en los Fundadores» QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN ♦Margarita Oliver: «María Ramis Ramis» ♦Micaela Riera: «Teresa Rodríguez» DESDE LOS COLEGIOS Equipo Directivo: «Colegio S’Francesc d’Assís, de Muro» OBITUARIOS ♦Alicia García: «Josefa Ruiz Solís» ♦Isabel Mª Picó: «María Vich Mercant» NUESTROS PUEBLOS ♦La Comunidad: «Son Servera» M 3 [OdRiae A MIS HERMANAS D esde mi infancia he sido testigo de la labor que las Religiosas Franciscanas desarrollaban en el pueblo de Petra, tanto en el convento como en la Parroquia. Todavía recuerdo la solemne novena de San Francisco en la bella capilla del convento donde la voz prodigiosa de sor María del Amor Hermoso cantaba «les llagues» de san Francisco. Años después me tocó compartir como párroco de Randa la importante labor de las religiosas Franciscanas de aquella hermosa aldea. Era un trabajo que daba unidad y cohesión al pequeño pueblo. Lo mismo asistían a un enfermo que atendían a niños en su pequeña escuela o cuidaban el templo parroquial. Conservo un gratísimo recuerdo de sor Pereta, sor Isabel y otras monjas. En mis muchos años como sacerdote en Son Servera he visto el trabajo abnegado de muchas religiosas que han pasado por el convento. Recuerdo con particular afecto a sor Martina, una religiosa bajita a quien conocí siendo ella muy mayor y que murió a los 98 años pero que gozaba de una lucidez envidiable, y a sus noventa y más años leía semanalmente los discursos del Papa en la revista Ecclesia y sintonizaba muy bien con la Iglesia universal. Ha sido siempre muy importante la labor de las religiosas en el colegio de Son Servera hasta nuestros días y el contacto de las religiosas con los padres y, especialmente, con las madres de los niños que han pasado por el colegio de Sant Francesc. Esta labor con los niños se ha prolongado siempre en la catequesis y en la «Misa Familiar» con los niños y sus padres. La parroquia ha contado siempre con alguna religiosa en la catequesis de confirmación. CATI VENY ROSSELLÓ 52 AÑOS. NATURAL DE MANACOR. EX-ALUMNA DE LAS FRANCISCANAS, CASADA Y MADRE DE FAMILIA. S oy una feligresa y colaboradora de la parroquia de S´Illot. De toda la vida, he tenido una fuerte vinculación con la Congregación de las religiosas Franciscanas. Una de mis tías, fue religiosa Franciscana:«Sor María Reparadora»; siempre estuvo en Horcajo de Santiago (Cuenca). Los últimos años de su vida los pasó en Son Servera, que por desgracia fueron muy pocos, pues falleció muy pronto. PEDRO POU GALMÉS SACERDOTE. PÁRROCO SON SERVERA. N ATURAL DE P ETRA (MALLORCA) DE El cuidado del templo parroquial ha sido siempre un desvelo de las RR. Franciscanas, especialmente en los ornamentos sagrados, decoración y sacristía en general. La visita a los ancianos y enfermos está ocupando largas horas de las religiosas; labor muy agradecida por las personas interesadas y un testimonio evangélico que considero muy necesario, pero que a veces corre el peligro de quedar algo desatendido a medida que los sacerdotes vamos siendo menos en número. Desde nuestro convento de Son Servera, único que queda en estos pueblos del Levante de Mallorca, se atiende también a las parroquias de S´Illot-Sa Coma y Sant Llorens. Esta presencia de vida religiosa femenina me parece importante en estas parroquias. En estos momentos de laicismo galopante creo importante mantener la presencia de la vida consagrada, aunque sea a un nivel modesto y sin grandes pretensiones. Creo que la simple presencia es hoy un gran testimonio. Quiero aprovechar esta ocasión que se me brinda, para manifestar mi gratitud a la Congregación de Franciscanas Hijas de la Misericordia por su presencia de 128 años en nuestra parroquia, con el deseo y la esperanza de que sea por muchos más años para bien de nuestro pueblo de Son Servera. Tanto yo como mis hijos nos educamos en el colegio san Francisco de Asís de Manacor. Cuando acabó la etapa escolar de mis hijos, hubo un punto y aparte bastante largo a mi fuerte vinculación con las Franciscanas. Hasta que por S´Illot llegó sor Flora. Ella es un puntal indispensable para el buen funcionamiento de las distintas parroquias de la zona. En ellas se desarrolla una gran tarea, concretamente en la de S´Illot, donde Flora lleva todo el peso de organización de los distintos actos religiosos, catequesis, limpieza. En silencio y buena cara, tanto si llueve como si hace sol, frío o calor, se desplaza a las parroquias procurando que estén siempre bien atendidas. ADVIENTO, CAMINO DE FRATERNIDAD «Servir al hermano es, para Francisco, el acto libre de una persona que sabe amar. Es, además, una acción que tiene una doble dirección («unos a otros») y que, por lo mismo, hace que el hermano no esté siempre a la expectativa de ser servido, quizás alegando derechos o privilegios, sino que, con la convicción de que es siervo, piense que también él tiene obligaciones y, por lo mismo, se adelante a servir a los demás. Más aún, es un servicio que se fundamenta en la confianza de los hermanos que mutuamente se manifiestan su necesidad: «Y confiadamente manifieste el uno al otro su necesidad para que le encuentre lo necesario y se lo suministre.» 1 I niciamos el Adviento del año 2010 reflexionando sobre el camino de fraternidad, de vida comunitaria, parte esencial para nuestra vida religiosa. El capítulo III de nuestras Constituciones ya nos describe la relación que hemos de mantener unas con otras. Empezando con el motivo principal que es: «El Espíritu del Señor nos ha convocado, por la participación en un mismo don de gracia, a vivir el seguimiento de Cristo en Comunidad de Hermanas.»2 Vivimos en común-unión porque el Señor nos ha llamado a la vida consagrada. Y compartimos todo lo que somos y tenemos como lo hicieron las primitivas comunidades eclesiales.3 Para crear y formar una fraternidad hemos de tener muy en cuenta la igualdad de trato. Todas somos hijas de Dios y merecemos el respeto debido a esa condición. Cada hermana, nos dice Francisco, ha de comportarse como «madre» con las hermanas. Además nos exhorta a aceptarnos todas como «don de Dios», como un regalo que se nos da a la fraternidad, aceptando nuestras diferencias. Cada actitud nos acerca a Dios y a los hermanos. La fraternidad también nos pide ser serviciales, compartir lo que somos y hacemos. Qué hermoso es poner nuestros talentos al servicio de la comunidad; de servir al hermano sin esperar recompensa, ya sea una palabra, un gesto. Por otra parte, aunque el hermano no lo iseri M 1 [OdRiae 22 1 R 9,10; cf. Frag. 2,20). 2 espere, qué grato es cuando agradecemos esos detalles, esos servicios que se nos dan gratuitamente. Si Dios nos da los dones y talentos gratuitamente nosotras hemos de hacer lo mismo. En la comunidad debería reinar un ambiente de obediencia mutua, no el querer dominar; actitud que alguna vez nos viene innata, sin pensar «mandamos»; o por aquello de que ya todas tenemos edad de saber «lo que tengo que hacer.» Y es que todas deberíamos poder decir y dar nuestra opinión en la comunidad (siempre respetando a quienes han sido nombradas responsables y que por Constituciones se le da la última palabra en las decisiones.) Vivir la vida en clave de obediencia evangélica significa no tanto aceptar lo que nos viene encima o lo que no queda más remedio para nosotras, sino más bien acoger la existencia como es, con sus luces y sus sombras, asumir que la realidad muchas veces es torpe e hiriente, pero que es una realidad habitada por Dios o por lo menos, donde Dios también ha puesto su morada, aunque aparentemente no lo parezca. A esta obediencia, sólo se llega desde el sufrimiento, la aceptación de la voluntad de Dios en nuestras vidas. Así ocurrió en Jesús que según el autor de la Carta a los Hebreos «aprendió sufriendo a obedecer.»4 En estas semanas previas a la Navidad trabajemos nuestras relaciones interpersonales para hacerlas más efectivas y familiares, Constituciones nº 30 3 Hechos 2, 44-47 4 pongamos en práctica estos puntos sencillos que tienen un valor sorprendente, como por ejemplo: Hablar con las personas, con alegría, con una sonrisa, usando palabras constructivas y amables. Testimoniar con ellas nuestra fraternidad. Ser cordiales, interesándonos por los demás, captando y acompañando sus sentimientos. Preocuparnos por todos, escuchando atentamente sin interrumpir. Pronunciar el nombre de mis hermanas/hermanos con agrado (¡es como música a sus oídos!) Cuando hablamos de reestructuración de la Congregación no sólo hablamos de reorganizar sino de revitalizar y renovar. Estamos expresando el deseo de resucitar a una vida nueva que da vigor, nueva fuerza, nueva energía, vitalidad a la que ya existe. Todas tenemos un gran amor a nuestra Congregación y por ese mismo motivo queremos que VIVA, que muestre VIDA, que dé VIDA. Como las plantas, el ser fraterno ha de ser alimentado, si no, muere. Que durante este tiempo de Adviento vivamos nuestra fraternidad como verdaderas hermanas, que evangelicemos con nuestra vida, para que c u a n d o celebremos el nacimiento del Señor podamos verle nacer de nuevo en todos los hermanos. PAULINA AGUIRRE,FHM SUPERIORA GENERAL Carta a los Hebreos iseri ¾¾¾ M NUESTROS PUEBLOS [OdRiae 3 CAMINANDO UN CAMINO QUE HABRÁ QUE RECORRER E xisten palabras y hechos que, si recorremos un poco nuestra propia historia, van siendo una constante en nuestra vida personal y, a los que, si estamos vigilantes, nos hacen percibir dos cosas: un mayor conocimiento de nosotras mismas, y el vislumbrar alguna pista de por dónde podemos y debemos seguir caminando. Yo creo que, a nivel de grupos y organizaciones también sucede lo mismo, por eso quiero indicar una palabra que en nuestra Congregación está empezando a ser una constante, es la palabra Revitalización/Reestructuración, a la que quisiera invitar a todas las hermanas a que le prestemos atención y agudicemos nuestras antenas para, descubrir ese doble enfoque: Un conocimiento más profundo y real de nosotras mismas, que repercuta en la vivencia de nuestras comunidades. Entrever hacia dónde y cómo caminar todas juntas en el hoy siendo fieles a la transmisión del Carisma de la Misericordia al estilo franciscano. Desde el Capítulo General del 2007, esta palabra ha ido formando explícitamente parte de nuestro lenguaje congregacional, aunque creo que ya antes del capítulo de forma difuminada y velada, quizás sin poder ponerle nombre quien más o quién menos, al ser consciente de nuestra propia realidad interna y externa nos haría expresar «… que algo habrá que hacer….», percepción que he podido confirmar ese verano del 2010 durante nuestro Consejo Plenario. Ha sido un tiempo y espacio en el que hemos podido respirar y gozar un ambiente de unidad y colaboración, como el Cuerpo Apostólico que somos condensando al unísono que, sí, es necesario poner manos a la obra en el proceso de Revitalización y Reestructuración, tomando a ésta no sólo como posibilidad de cambio, sino como un proceso de purificación y discernimiento que nos lleve a la regeneración para ir descubriendo lo que Dios en este momento de la historia nos pide, personal y Congregacionalmente. Hermanas, pero no pensemos en ella con un aire catastrófico o negativo, no, es una gran oportunidad a la que el Señor nos está llamando, no sólo a nosotras sino a toda la Vida Religiosa, pues son muchos los factores internos, eclesiales y sociales los que nos hacen abrir los ojos y buscar sobretodo «la fidelidad» a nuestra propia identidad no importa cuál sea la edad, la salud o falta de ella, ya que la identidad no se refiere a teorías o ideas de «cómo debería ser», sino a vida y corazón, tiene que ver con el significado que doy a lo que vivo aquí y ahora, no estamos a merced de los acontecimientos, sino que tenemos la capacidad de decidir lo que éstos van a significar para mí. Este camino es eso, una vía por la que estamos invitadas a empezar de nuevo nuestra propia reconstrucción, empezando ya por la personal, pues nuestro lugar en la historia no nos vendrá «desde fuera», «desde lo que hacemos», sino de reproducir con valor la audacia, la creatividad y santidad de nuestros fundadores, es recoger como raíz de mi respuesta cada día en mi vida esa pasión por Dios y por la humanidad que es, en definitiva lo que atravesó y convirtió a Francisco, a Don Gabriel y a Sor Concepción de San José. Ojalá y que nos entusiasmemos por buscar un calzado cómodo, levantar un pie y dar el primer paso para recorrer este camino, que como todo camino tendrá sus baches y sus zonas tenebrosas, por eso necesitamos hacerlo juntas, y desde aquí confiar en el Padre que ya hace 154 años que nos acompaña. ¡Adelante! MARTHA CUPIDO, FHM VICARIA GENERAL Desde el 2002, la Comunidad de Son Servera también atiende a tres parroquias de los alrededores: S´Illot, Sa Coma y San Lorenzo. Una hermana, actualmente Flora Castillo, atiende estas parroquias, según sus necesidades. Lleva la coordinación de la catequesis, participa en las reuniones, y los Consejos Parroquiales, visita a los enfermos y cuida del mantenimiento, limpieza, decoración de los templos, así como sus dependencias, y de la ropa de las mismos. S’Illot es un pueblo pequeño con mucha inmigración. Se trata de una parroquia sencilla, y con pocos recursos. Allí se atiende la Catequesis Infantil, martes y jueves. Los sábados se prepara la litur- gia y se participa en la Eucaristía, tratando de que la gente participe en la misma. En S’Illot se ayuda desde abrir y cerrar la iglesia, buscar lectores, dar la comunión hasta la recogida de la ropa para la fundación «Deixalles.» Sa Coma. Se atiende a la Catequesis Infantil todos los viernes. Los domingos por la mañana abrimos y cerramos la parroquia, preparamos la Liturgia de la Eucaristía y ayudamos a dar la comunión. San Lorenzo. Los miércoles se atiende la Catequesis Infantil. Y todos los primeros viernes de mes se lleva la comunión a todos los enfermos y la gente mayor que lo desea. LA COMUNIDAD [ ¿CÓMO NOS VEN EN EL PUEBLO? ] ANTONIA BLANQUER VIVES 60 AÑOS. NATURAL DE SON SERVERA. EX-ALUMNA DE LAS RR. FF. GOBERNANTA DE HOTEL. MIEMBRO DEL CONSEJO PARROQUIAL DE SON SERVERA. E ntre mis recuerdos más lejanos en el tiempo, figura la escuela de las Religiosas Franciscanas de Son Servera, a la que asistí desde los tres años. Recuerdo mis primeras maestras y las religiosas que acompañaron mi infancia. Años después, ya adolescente, aprendí música y labores hasta los catorce años. Después ayudé en el colegio en el cuidado de los párvulos. Recuerdo con especial afecto a sor Juana de la Merced, maestra muy exigente, pero que me enseñó a valorar muchas cosas en la vida. De ella aprendí mis primeras nociones de solfeo y el gusto por la música, que años después pude desarrollar en mis estudios musicales. Conservo también un recuerdo especial de una religiosa enfermera, sor Ana, que asistía a los enfermos, especialmente a los más graves. No puedo olvidar algunas excursiones que hicimos con el colegio. La solemnidad de nuestro patrón san Francisco de Asís, revestía una especial solemnidad; no sólo para las niñas que asistíamos al colegio de las RR. Franciscanas, sino también para muchas familias del pueblo. La capilla del convento resultaba demasiado pequeña para esta fiesta y muchas personas tenían que permanecer en la sala anterior a la capilla, e incluso en la portería. El contacto con las religiosas fue para mí una escuela de oración y la austeridad de vida de las monjas me ha enseñado el valor de los bienes que hoy tenemos. Aquella forma de valorar y aprovechar todo lo que llegaba al convento me ha hecho reflexionar muchas veces. A medida que pasan los años, más aprecio la entrega y la generosidad de unas mujeres que renunciaron a una maternidad personal para entregarse al bien de los niños y de otras personas necesitadas como los enfermos. El testimonio de entrega de las religiosas franciscanas sigue siendo hoy en nuestro pueblo de Son Servera, una manifestación del Evangelio en circunstancias muy diferentes a las que recuerdo de mi infancia. Espero y deseo que por muchos años las religiosas Franciscanas sigan dando testimonio de Jesús con su presencia y su entrega en Son Servera. iseri [OdRiae 4 M iseri M ¾¾¾ [OdRiae 21 NUESTROS PUEBLOS LA VIDA EN LAS DELEGACIONES ITINERARIO DE SOR FRANCISCA NEGRE EN BOLIVIA Y PERÚ SON SERVERA COMUNIDAD DE HERMANAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA S A petición del vicario del pueblo, Rdo. D. Jorge Oleza y del alcalde D. Pedro Nebot, las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, fueron requeridas para fundar una comunidad en el pueblo de Son Servera (Mallorca), para auxiliar y cuidar a los pobres enfermos y a la vez enseñar el catecismo a los niños y niñas de esta localidad. Con la respuesta afirmativa de los superiores, se llevó a cabo la fundación el 14 de septiembre de 1882, poniendo como titular de esta casa a san Antonio de Padua. Fue un día memorable, pues todos los vecinos salieron a recibir a las hermanas junto con las autoridades civiles y religiosas organizando una imponente procesión hasta la iglesia, donde se entonó un solemne Tedeum. Al principio, la Comunidad se instaló en la C/. Nueva, en una casa en la que se abrió, desde el primer momento, una escuela para niñas mayores y otra para niñas y niños más pequeños enseñándoles el catecismo, a leer, a escribir y toda clase de labores. Dada la gran misión que desplegaron las hermanas en el pueblo, esta primera casa – colegio se les hizo pequeña y a los siete años tuvieron que trasladarse al convento actual, edificado con la ayuda del pueblo, del vicario y del ayuntamiento. Pero pronto volvió a quedarse pequeña, dada la gran afluencia de niños y niñas que acudían al colegio, y se determinó comprar la casa colindante para ampliar las aulas del colegio. Son muchos los testimonios que recibimos de la gran labor que han realizado las hermanas en el pueblo a lo largo de los años, tanto a nivel de enseñanza como asistencia a enfermos, acción social y colaboración en todo con la parroquia, extendiendo por donde pasaban la misericordia del buen Padre-Madre Dios. Hicimos una gran fiesta en el 125 aniversario de la fundación de esta comunidad y fue reveladora la cantidad de testimonios a través de fotos, labores, catecismos y testimonios verbales que aportaron las familias que habían recibido educación ayuda y consuelo de las hermanas. En la actualidad, aunque los tiempos han cambiado, y aunque siendo menos, con la oración, dedicación y ayuda del Señor, sentimos la necesidad de dar respuesta a las nuevas necesidades de hoy siguiendo las directrices de nuestros Fundadores en el «aquí y ahora», dando testimonio del gran amor que Dios nos tiene haciendo patente, con nuestras obras, su infinita Misericordia para con todos sobre todo con los más débiles. Las hermanas, como titularidad del colegio de E. Infantil, participamos en las decisiones del Consejo Escolar, la administración, y el mantenimiento de todo lo necesario para el colegio. Procuramos también poner en contacto a empresas y familias que tienen personas impedidas, con padres-madres de nuestros alumnos que buscan trabajo, y con otras personas que llaman a nuestras puertas buscando solución a su crisis económica por su situación laboral. Llevamos también el comedor escolar, procurando que en toda esta misión que resplandezca nuestra opción preferencial por los inmigrantes, pobres y gente necesitada. Además, desde el colegio organizamos un día de merienda solidaria para un proyecto misionero con rifas, aportación de alimentos, etc., iniciando a nuestros alumnos y familias en la solidaridad con los que no tienen lo necesario. Posteriormente, todo lo recaudado, lo mandamos para dicho proyecto a la hermana encargada de MISOL. También, desde el colegio, damos ropa a niños necesitados. Cada curso, se organiza una campaña de recogida de ropa para todas las edades que esté en buen estado, y en conexión de una ONG se va distribuyendo a los necesitados. Además, nuestra misión se hace patente en la participación en la parroquia de Son Servera, en toda la actividades parroquiales. Estamos presentes en el Consejo Parroquial, en el coro, en la acción social, visitando impedidos y llevándoles la comunión a sus casas, juntamente con alimentos a quienes lo necesitan. Participamos también en la decoración, arreglo de la ropa, catequesis de confirmación, primera comunión y en todas aquellas actividades y misión que somos requeridas. or Francisca Negre llegó a Bolivia, en enero de l962, con destino a Padilla. Su misión desde que llegó allí fue la enseñanza, catequesis, clases de Religión en la Escuela Fiscal «Juana Azurduy de Padilla». También, excursiones al campo algunos fines de semana, sobretodo en las vacaciones, trabajando en la formación humana y cristiana de nuestros hermanos campesinos. En marzo de l969, por deseo del Cardenal José Clemente Maurer, viajó a Santiago de Chile para realizar un curso de Catequesis en ICLA (Instituto de Catequesis Latino Americano). El Cardenal se hizo cargo de todos los gastos. En agosto del mismo año tuvo que interrumpir el curso por haber sido elegida, por las Hermanas de esta Delegación, para asistir al Capítulo Especial de la Congregación. Desde Chile viajó a España. En marzo de l970, salía de España con destino a La Perla (Perú) para hacerse cargo del acompañamiento de las novicias. En aquel año, la Congregación unió la etapa de formación de los dos países. En marzo de l974, regresó a Padilla (Bolivia) para continuar el trabajo que había realizado anteriormente, esta vez asumiendo el cargo de la Dirección de la Escuela «San Pío X» y el de Responsable de la Comunidad. Además de llevar la coordinación de la Promoción de la Mujer Campesina. En enero de l979, fue destinada a la fundación de la Comunidad de La Paz, en la zona BOLIVIA periférica de Villa el Carmen. Su trabajo específico fue la Dirección de la Escuela «Irene Nava de Castillo», Pastoral Parroquial y durante unos años tuvo la responsabilidad de la Comunidad. A sus 71 años, por el Ministerio de Educación y Cultura, recibió su jubilación en el campo de la Enseñanza. El 2 de marzo de l991, dejó la Comunidad de La Paz, para ir a Cochabamba con la tarea de colaborar en la formación de las novicias y trabajar en la Pastoral Parroquial, coordinando esa labor, en la zona Villa Victoria. Fue destinada a la Comunidad de Sucre en 2003, incorporándose a ella el l8 de marzo, del año indicado. Su labor ahí, ha consistido en colaborar donde se la necesitaba y donde le permitían sus fuerzas. Con gran sentimiento salió de Bolivia, el 23 de junio de 2010. Cambiando sus planes para aceptar los de Dios, después de más de 48 años de servicio a esta Iglesia tan querida por ella y de haber visto nacer y crecer nuestra Delegación que tanto ama y seguirá amando. Le toca partir y dejarnos corporalmente a cada una de las que conformamos la Delegación en Bolivia. Que sin duda alguna su vida constantemente ha sido un desgastarse día a día en el trabajo por el Reino como testimonio vivo para cada una de nosotras y nuestra gente con quienes trabajamos. La Delegación hace su homenaje a través de esta frase titulada: LA VOLUNTAD DE DIOS ¿Qué es? Sólo los que saben leer la vida, la realidad y todo lo que acontece con los ojos de Dios pueden experimentar lo que es eso. Y saben acogerse con serenidad y paz a esa bella aventura; pueden comprender lo que Jesús vivió en Getsemaní: «Que se haga tu voluntad y no la mía.» Así está la Delegación de Bolivia en estos momentos, contemplando atónitas, una vez más, el paso del Señor entre nosotras. Esta vez pidiéndonos sabernos desprender de lo más querido y entrañable que tene- mos: Eso eres tú, sor Francisca. No lo habíamos imaginado, ni siquiera lo habíamos soñado, pero el anuncio llegó de forma silenciosa, queda y apaciblemente. ¡Otra llamada! ¡Una nueva respuesta! ¡Un desprendimiento! ¡Otro despojo! ¡Una nueva generosidad! ¡Un salto en el vacío! ¡Una entrega! Un «Hágase tu voluntad». Así nos dejas, como Jesús a los Apóstoles: ¿Mirando al cielo? ¡No! Mirando tu testimonio de vida, de fe profunda en el Señor, de andar sus caminos con sencillez y humildad, con ge- nerosidad y desprendimiento, con mucha gratitud siempre. Para nosotras siempre serás esa referencia donde podamos ver que es posible fiarse del Señor y seguir sus huellas sin temor de equivocarse. Es posible apuntarse a su Proyecto sabiendo que Él siempre está con nosotros. Es posible lanzarse en el vacío, sabiendo que Él te acoge. Mil gracias, sor Francisca. Te queremos mucho y estarás siempre entre nosotras. Con amor sincero, la Delegación. iseri [OdRiae 20 M iseri M DELEGACIÓN DE BOLIVIA [OdRiae 5 LA VIDA EN LAS DELEGACIONES OBITUARIOS Villamayor de Santiago, 23 de julio de 2010 N iseri M os hemos reunido, como tantas veces, para celebrar la muerte y resurrección del Señor, hoy para evocar también la de nuestra hermana Josefa. Tenemos la certeza de que nuestra hermana vive; por eso nuestra celebración, tiene también el consuelo de la esperanza y es acción de gracias al Padre de la Misericordia por haberla acogido en sus brazos. Nuestra oración no sólo quiere recomendarla a la misericordia y amor del Padre, sino que es también ya petición de ayuda e intercesión para que desde el cielo, junto a Dios y a los santos, nos ayude a quienes aún peregrinamos en la tierra. Josefa nació en Puertollano hace 84 años, aunque desde muy temprana edad vivió en Madrid. Ingresó en nuestra Congregación a la edad de 25 años. Emitió su primera profesión en el año 1952, opción que hizo definitiva en el año 1957, a los 31 años de edad. Nuestra acción de gracias al Padre es también hoy por tantos años de vida entregada; mujer alegre y trabajadora, ha ejercido su misión de misericordia, principalmente en tareas educativas, en muchos pueblos de Mallorca, en Menorca, Perú, Ciudad Real, Madrid, Puebla de Almoradiel, Corral de Almaguer, Lillo, Cuenca, Santa Cruz de la Zarza y por último aquí en Villamayor de Santiago donde se ha encontrado con la hermana muerte. Como tantas veces ella rezaría al finalizar el día, hoy en este inicio de su sueño eterno proclamamos: Gracias, porque al fin del día podemos agradecerte los méritos de tu muerte, y el pan de la Eucaristía, la plenitud de alegría de haber vivido tu alianza, la fe, el amor, la esperanza y esta bondad de tu empeño de convertir nuestro sueño en una humilde alabanza. ALICIA GARCÍA, FHM Son Espanyol, 21 de septiembre de 2010 S or María, hija de Pedro y Catalina, nació en Palma de Mallorca el día 2 de enero de 1927. El día 10 fue regenerada con las Aguas Bautismales y el día 26 de mayo de 1930 fue confirmada en la Fe de la Iglesia. El día 10 de octubre de 1947, cumplidos los 20 años, ingresó en nuestra Congregación en la que se consagró definitivamente al Señor el 9 de abril de 1949. Su primer destino fue el convento de Inca; después Es Carritxó; 10 años en Lluc; 5 en Mahón; 23 en Santa Cruz, Palma; y cuando la salud ya lo requería, en la Casa de oración y descanso de Son Espanyol, Palma. Mujer de silencio, dada a buscar la soledad, enfermiza de cuerpo y ferviente de espíritu, sirvió con pulcritud y gran delicadeza en las parroquias de las casas en las que fue destinada, manteniendo siempre limpios corporales, purificadores, manteles y albas de tal manera que, con cada lavado quedaban como nuevos. También ejerció como enfermera, sobre todo en Mahón (Menorca), ayudó en las escuelitas de niños o dando una mano en casa a fin de que todo estuviera a punto. En la misma casa de oración y descanso todavía dirigía la lavandería procurando que la ropa estuviera limpia y bien planchada. Su porte adusto hacía sorprendente el que, las tardes del domingo, gozara con las Hermanas jugando una inocente partida de cartas, tratando de ganar. El pasado domingo se sintió resfriada y pasó largo rato junto a Jesús del sagrario. ¡Quién sabe si preparando la despedida de esta tierra! Sesenta y tres años de vida consagrada han culminado -así lo pedimos- con el abrazo definitivo del Padre de la Misericordia para gozar eternamente con María, de la que llevaba el Nombre. Agradecemos a las Hermanas que cuidan a nuestras viejecitas, todo lo que hacen por ellas, el afecto que les dan, la ayuda en el camino hacia la Patria. Descanse en paz. ISABEL Mª PICÓ, FHM Reseñas leídas el día de su funeral. iseri rizada por el entusiasmo y la efusión, con cantos y flores. En un largo recorrido llegamos al templo donde se les dio la bienvenida. Pasados estos actos se las instaló en una sencilla vivienda alquilada, hasta que se construyera una nueva y más cómoda. La gente se mostró muy dadivosa. Pronto empezaron a conocer a la gente y a ambientarse en un mundo nuevo para ellas. Se iniciaron también sus actividades de orden pastoral. Eran seis religiosas: la Madre Superiora, Francisca Mestre; las hermanas, Francisca, María Dominga, Margarita, Alfonsa y María. Cada una de ellas tomó una responsabilidad específica: la Hna. Dominga era la enfermera, no sólo de la casa, sino del pueblo y de la campiña; la Hna. Margarita tomó a su cargo la Academia de Corte y Confección; estaba también encargada de la catequesis y del mantenimiento del templo; la Hna Francisca Negre, de la pastoral; la Hna. Alfonsa, del Kinder o Jardín de Niños; la Hna María, de los quehaceres de la casa; la Madre Superiora estaba presente en todos los grupos. La presencia de estas religiosas dio mucha vida a la pastoral parroquial. Posteriormente se trasladaron a su nueva casa construida exclusivamente para la comunidad. Se fundó una Escuela Primaria y un Liceo de Señoritas que sigue funcionando hasta el presente. Considero que su presencia y su acción apostólica han contribuido y siguen contribuyendo en forma efectiva a la labor pastoral. Que esta Fundación Religiosa sea bendecida con abundantes vocaciones. MONS. RENÉ FERNÁNDEZ ARZOBISPO EMÉRITO DE COCHABAMBA [OdRiae 6 SOR MARÍA VICH MERCANT SOR JOSEFA RUIZ SOLÍS E n el curso del tiempo se suceden muchos acontecimientos que quedan grabados en la mente y en el corazón y que vale la pena transmitirlos para formar la historia de esos hechos con el fin de que las futuras generaciones tengan conocimiento del pasado. En el presente caso quiero traer a la memoria, la llegada a la ciudad de Padilla, de un grupo de seis religiosas pertenecientes a la Congregación «Franciscanas Hijas de la Misericordia», el año 1960. Padilla es una pequeña ciudad, situada en el Departamento de Chuquisaca-Bolivia, capital de la Provincia Tomina; en ese tiempo contaba aproximadamente con unos 10.000 habitantes, con dos escuelas primarias, un colegio secundario y algunas otras instituciones. En lo eclesiástico era Vicaria Foránea con varias parroquias sufragáneas en otros pueblos vecinos. Era yo en ese tiempo, Vicario Foráneo. Dada la necesidad e importancia de incrementar la acción pastoral y misionera, sugerí al Sr. Arzobispo de Sucre que hiciera lo posible por conseguir una comunidad religiosa femenina para apoyar y fortificar la pastoral parroquial, especialmente en el campo juvenil y en la misión con la gente de la campiña. Nuestro pedido no fue vano: el Excmo. Arzobispo Mons. José Clemente Maurer, nombrado posteriormente Cardenal de Bolivia (de feliz memoria) hizo los trámites necesarios y consiguió que la Madre General de las «Franciscanas Hijas de la Misericordia», de Palma de Mallorca, aceptaran su pedido con el compromiso de enviar dos grupos de religiosas, para la atención del Seminario Nacional de Sucre y el otro grupo para la Vicaria Foránea de Padilla. Esta noticia causó una enorme alegría en la población. No pasó mucho tiempo y las religiosas estaban ya en marcha cruzando el inmenso océano. Contábamos los días hasta el arribo a su destino final; y llegó el día esperado: en Padilla, a la hora señalada, se concentró una enorme cantidad de gente; las autoridades, las escuelas, el colegio, etc., todos precedidos de la bendita imagen de Ntra. Sra. de Las Mercedes, Patrona de la Parroquia, salimos a la salida del pueblo. La recepción estaba caracte- † † M BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA PRESENCIA EN LA CIUDAD DE PADILLA DE LAS RELIGIOSAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA [OdRiae 19 DESDE LOS COLEGIOS ¾¾¾ risma y así hacer realidad el carácter propio: «los pobres serán nuestros preferidos». Hermanas, la crisis o el Espíritu nos sirve en bandeja la ocasión- no buscada- pero que acogida en clave profética puede ser para todos los que proclamamos que los centros son plataforma de Evangelización, una ocasión más de poner a prueba nuestro carisma de Caridad y Misericordia. Durante el presente curso trabajaremos el lema «Mon cor estima un arbre» (que son las primeras palabras del poema «Lo pi de Formentor» del poeta mallorquín Miguel Costa y Llobera) así pues nuestras actividades y celebraciones, a lo largo del curso, se centrarán en el estudio, respeto y cuidado de la naturaleza así como en el gran don del amor como fuerza que hace mover al mundo. Recordemos que el amor al prójimo, a la naturaleza, al trabajo y a uno mismo es el nuevo mandamiento de Jesús y en el amor reside, como dirá Juan, la salvación de Dios. Recientemente hemos celebrado la festividad de San Francisco. La comisión de pastoral del Centro programó una serie de actividades adaptadas a cada etapa educativa. La idea era aprovechar la celebración para relacionar el lema de este curso, el amor a los árboles y a los bosques, con el pensamiento ecologista de Francisco, resaltando la defensa que hizo de la naturaleza como la gran obra de Dios. Fuimos todos a la iglesia parroquial y junto a la capilla de San Francisco pusimos un enorme mural en el que había un pino pintado. Este fue el motivo central de la celebración que constó de cuatro partes: 1ª Representación teatral de San Francisco de Asís y sus seguidores. 2ª Cada curso de Educación Infantil ofreció los frutos del árbol que representa su clase. - La clase de Los Pinos, ofrecieron piñas y piñones. - La clase de Las Oliveras ofrecieron aceituna y aceite. - La clase de Las Higueras ofrecieron higos. - La clase de Los Almendros ofrecieron almendras, turrón y colonia de flor de almendro. El primer ciclo de Primaria, ofreció los frutos del otoño. 3ª El segundo ciclo de Primaria, ofreció y plasmó en el árbol el trabajo realizado en el aula sobre los valores: esfuerzo, responsabilidad y respeto, concretados en pequeños compromisos. Hemos escogido estos valores porque son el eje vertebrador de la programación por competencias que de manera paulatina empezamos ha introducir en el currículo. 4ª El tercer ciclo de Primaria trabajó el valor de la sensibilidad por la naturaleza recitando el poema «Lo pi de Fomentor» y la dimensión trascendente a través de la canción «Es tant a prop meu» Jesús está aquí. Después la fiesta continuó en el patio del colegio con un apetitoso «piscolabis» que tradicionalmente ofrecen las hermanas a todos los alumnos y profesores. 50 AÑOS COMPROMISO CON LA VIDA Y LA MISERICORDIA A l inicio del año Jubilar, las hermanas de la Delegación de Bolivia nos reunimos en PadillaChuquisaca, del 15 al 17 de octubre para celebrar con nuestra querida gente lo que significa estos 50 años de presencia en Bolivia. Si lo fue para nosotras, resultó un acto mucho más emotivo para las personas que compartieron con nuestras primeras hermanas, quienes dejaron recuerdos inolvidables; este día la gente de Padilla, emocionada, las recordaba entre alegría y llanto. En la mañana del sábado 16 de octubre los alumnos y profesores de la Unidad Educativa San Pío X, nos esperaban en todo el recorrido, como un signo de acogida: nos recibieron batiendo sus pañuelos blancos, acompañado de la banda del Colegio. Todas las hermanas íbamos en procesión hacia la parroquia, cogidas de nuestra Madre la Virgen de la Merced, patrona de Padilla; por las BOLIVIA calles nos esperaban los arcos con sus típicos aguayos, muñecos y campanitas y como signo de fiesta, los cohetes. Al inicio de la solemne Eucaristía, se hizo una breve reseña histórica de la llegada de las primeras hermanas: Francisca Mestre, Francisca Negre, María Pradillo, María Palau, Margarita Genovard y Alfonsa Real. ¡Gracias a nuestras hermanas que aún viven y a aquellas que pasaron a la casa del Padre!. La Delegación de Bolivia en este día recordó el paso de una gran mujer y hermana, «Madrecita querida», como la llamaba la gente que la recuerda, sor Francisca Negre. Tras la celebración Eucarística, invitamos a la gente a pasar por la comunidad donde había una exposición con todos los objetos y ornamentos que las hermanas trajeron desde España protegidos en dos baúles, y que se cuidan y conservan cuidadosamente. Posteriormente pasamos al comedor a compartir un exquisito almuerzo con la gente que nos acompañó. EQUIPO DIRECTIVO iseri [OdRiae 18 M iseri M ¾¾¾ [OdRiae 7 LA VIDA EN LAS DELEGACIONES DESDE LOS COLEGIOS No faltaron los detalles, nos obsequiaron con unos panes típicos de Padilla, hechos por las alumnas que compartieron los primeros años con las hermanas (1962). A continuación tuvimos una tarde recreativa en el patio de la Unidad Educativa San Pío X. Dicha actividad estuvo preparada por los profesores, alumnos, la junta Escolar de padres y Educación Técnica Alternativa. Al mismo tiempo, la gente expresó su cariño a través de unos obsequios, en agradecimiento al servicio y dedicación de las hermanas. La gente, incansable, nos sorprendió con una velada en la noche, donde fuimos compartiendo, diálogo y testimonio de la gente que tuvo la dicha de compartir con las primeras religiosas; también la experiencia vocacional de alguna de las hermanas y seguimos recordando algunas anécdotas vividas con sor Francisca Negre en sus primeros años. Todo esto animado por los profesores de música que daban la chispa al ambiente festivo de este encuentro. La comisión encargada de este año jubilar nos dio un programa a realizar durante el año, empezando por la celebración de apertura en cada comunidad con encuentros y celebraciones. Dentro de los trabajos está la motivación e inquietud de la pastoral vocacional, en la que tendremos encuentros con las jóvenes. Como primer paso, dos hermanas visitaron colegios e internados de las regiones del Villar y Sopachuy, teniendo buena acogiDIVERSOS MOMENTOS DE LA CELEBRACIÓN DEL 50 ANIVERSARIO da por parte de las promotoras, jóvenes y sus familias. Te bendecimos por hacer fecunda Con la canción, «Adiós con el corazón, que tu Palabra en hermanas peregrinas con el alma no puedo….», las jóvenes del internado que hacen vida TÚ San Pío X despedían con mucho cariño a las herma¡Misericordia! nas que nuevamente retornaban a sus comunidades. COLEGIO «SANT FRANCESC D’ASSÍS», MURO (MALLORCA) ¾¾¾ Te bendecimos, Señor, Por estos 50 años de vida en Bolivia: un grito de ayer y de hoy ¡Misericordia¡ Te bendecimos por suscitar en el tiempo y en la historia a nuestros fundadores como instrumentos de TÚ ¡Misericordia! Te bendecimos y te damos gracias en este año jubilar a Ti que eres el Dios de Misericordia por todos los siglos EULALIA REGAÑO, FHM-Mª MARISOL ARANCIBIA,FHM E l colegio San Francisco de Asís, esta situado en el corazón del pueblo de Muro. Acoge a alumnos de 2 a 12 años. La Educación Infantil se imparte en las dependencias de las Hermanas Franciscanas, calle Antonio Maura, nº 3 (a ca Ses Monges) y la Educación Primaria, se da un edificio histórico de propiedad municipal, con unas características arquitectónicas peculiares ya que se trata del Claustro de un exconvento de Mínimos, junto a la Iglesia de Santa Ana. Desde el día 31 de mayo del 1857 que el Padre Fundador, fundó la tercera comunidad de hermanas Franciscanas, la educación ha sido una tarea primordial dentro de la dedicación de las hermanas y de todos los profesionales que compartimos la práctica del carisma de la Misericordia. Sí, en aquella primavera empezó a gestarse lo que hoy es nuestro Colegio, cuando unas hermanas llenas de ilusión empezaron a enseñar, en condiciones muy precarias, las primeras letras a unas niñas del pueblo, entendiendo que a través de la educación también se hacía presente la Misericordia. Son muchos los cambios que hemos tenido que afrontar a lo largo de todos estos años, pero no por ello ha menguado la frescura, la ilusión y las ganas de poner en práctica nuestro carisma dedicándonos primordialmente a los más desfavorecidos y faltos de recursos. Hay que tener en cuenta que nuestro pueblo ha ido dejando progresivamente sus raíces agrícolas para dar paso a una economía basada en el turismo y la construcción. Este hecho ha provocado una fuerte inmigración, principalmente de origen magrebí, y que los valores sólidos y cristianos de aquellos hombres y mujeres del campo se hayan substituido por los valores estandarizados de la globalización y de la sociedad de consumo. Nuestro Centro, como se nos recordó en la reciente presentación del Carácter Propio, se esfuerza en ofrecer una interpretación cristiana de la vida, por ello brindamos a toda la comunidad educativa oportunidades y situaciones para aquellos que libremente quieran contribuir al crecimiento de la fe. De aquí la importancia que intentamos dar a los valores éticos, tan necesarios en nuestro mundo y tan olvidados en nuestra sociedad. Somos respetuosos con aquellos que, aún siendo de otras creencias religiosas y culturales, piden educación para sus hijos viniendo a un centro religioso. Nuestra labor educativa viene marcada por una serie de valores como sensibilidad, respeto, esfuerzo, responsabilidad y trascendencia, todo esto va creando una conciencia capaz de ser sensible a cualquier necesidad tanto a nivel humano como medio ambiental. La crisis también se hace presente en nuestros colegios. ¿Qué hacer pues? Nos está espabilando y nos pone nuevamente a prueba para buscar caminos eficaces y poner en práctica nuestro ca- iseri [OdRiae 8 M iseri M ¾¾¾ [OdRiae 17 Q UIÉN EN LA C ONGREGACIÓN ENCUENTRO DE SUPERIORAS, EN MARRATXINET TERESA RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ iseri M QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN Natural de Oruro (Challapata, Bolivia) donde nace el 26 de mayo de 1947. Ingresa en la Congregación 13 de febrero de 1977. Inicia el noviciado 31 de mayo de 1977 en Padilla (Bolivia) y emite su primera profesión el 15 de agosto de 1978, en Pina. Realiza su Profesión Perpetua el 10 de enero de 1985 en Villa Serrano (Bolivia). A lo largo de su vida ha sido destinada en Padilla, Serrano, La Paz, Cupilupaca (La Paz) donde reside en la actualidad y es la encargada del Centro San Francisco de Asís. A lo largo de su Vida Religiosa ha desempeñado su misión dedicándose a la promoción de la mujer, el comedor social, Internado, Parroquia, Casa de acogida. [OdRiae 16 P: ¿Cómo y cuándo experimentaste la llamada del Señor? R: No puedo decir exactamente cuándo experimenté la llamada de Dios. Pero, si tenía mucha admiración por las religiosas del colegio donde estudié y compartí con ellas algunos encuentros y retiros. P: ¿Por qué optaste por la vida Religiosa en esta Congregación? R: Yo sólo puse mi vida en las manos de Dios que dirige nuestra historia por sus caminos. P: ¿Qué rasgos te atraen más de esta familia religiosa? R: La sencillez, nuestro carisma de misericordia y la espiritualidad Franciscana P: ¿Qué da consistencia a tu vida como mujer consagrada?. R: El saberme acompañada y protegida por la bondad y el Amor de Dios que acompaña mi vida por el camino del bien. P: ¿Cuáles son tus expectativas, proyectos y deseos para el futuro, tanto en el ámbito profesional como en el espiritual? R: Sólo agradecer a Dios cada día de mi vida y vivir atenta al presente. Y siempre con la mirada puesta en la bondad y misericordia de Dios. P: ¿Qué ha supuesto para ti consagrar tu vida al Señor al servicio de los hermanos dentro de la Congregación? R: La Congregación me ha dado la oportunidad de poder conocer y servir a los demás desde el Carisma de Misericordia. P: ¿Hacia dónde crees que debería caminar hoy la vida religiosa? R: Una vida religiosa profética. Tenemos que ser signos de unidad para el mundo. Una vida religiosa que lea la vida desde la fe y la palabra MICAELA RIERA, FHM D el 10 al 12 de septiembre, en nuestra casa de Marratxinet, las Hermanas superioras de comunidad de la Delegación de Mallorca-Menorca, tuvimos unos días de formación que impartió la Hermana dominica, Oliva Vico. Nos acompañaba el Consejo de la Delegación y las consejeras generales, sor Francisca Alomar y sor María Soledad Camps. Como no suele ocurrir, empezamos con la comida fraterna del día 10 que, a través de la comunicación, de los sabrosos manjares y de la buena voluntad de todas, creó el ambiente apto para ponernos receptivas y con ánimo de colaborar. El cursillo se desarrolló claro, agradable, denso de contenido: La identidad de la superiora y la vivencia de los Acuerdos Capitulares. Podríamos, en algunas frases, sintetizarlo: 1) El hecho de haber recibido un cargo es, claramente, una llamada del Señor. Con Él podemos decir: «El Espíritu del Señor está sobre mí.» 2) La identidad de la superiora consiste en ser líder espiritual del grupo, con un liderazgo semejante al de Jesús, con un «pueblo» que salvar, con la misión de dinamizar en su entorno la vivencia de los MALLORCA-MENORCA Acuerdos Capitulares que son el Proyecto Congregacional que nos sirve de guía para cumplir la Voluntad de Dios. 3) Con el número 175 de las Constituciones, el documento de la CIVCSVA, 2008, y un artículo de José Cristo Rey, nos recalcó los compromisos que tenemos, nuestros deberes, el gozo de hacer este servicio como enviadas. 4) La lectura atenta, reflexionada, desmenuzada, de los Acuerdos, nos ayudó a tomar mayor conciencia, a animar nuestro espíritu hasta el entusiasmo, a reavivar la esperanza en el Dios de la Historia, presente en nuestra situación concreta y con una amor infinito para cada una de sus criaturas, para cada una de las Hermanas. Nos ayudó, y mucho, la liturgia bien preparada y no menos bien rezada. Agradecemos a quienes la prepararon los momentos intensos con el Señor. Desde aquí, no nos queda sino decir, de corazón: gracias. GRUPO DE HERMANAS JUNTO A OLIVA VICO, DURANTE EL ENCUENTRO DE S UPERIORAS , EN M ARRATXINET ISABEL Mª PICÓ, FHM iseri UIÉN ES M Q [OdRiae 9 LA VIDA EN LAS DELEGACIONES HORCAJO DE LAS HURDES (CÁCERES) FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO, EN LAS HURDES Q UIÉN ES CASTILLA DICEN LOS LIBROS DE HISTORIA: «LAS HURDES TIERRA DE NADIE». PERO NOSOTROS SABEMOS QUE ESO ES MENTIRA MUY GRANDE. PORQUE LAS HURDES DE SIEMPRE TUVIERON Y TIENEN AMO QUE ES EL SEÑOR DE LOS CIELOS Y EL SUDOR DE LOS HURDANOS. (EL PESCADOR- MISA HURDANA) UIÉN EN LA C ONGREGACIÓN MARÍA RAMIS RAMIS Natural de Llubí (Mallorca) Nace el 3 de febrero de 1923. Hizo los votos temporales en Pina, el día 29 de abril 1943, y los votos perpetuos, en Manacor, el día 14 de septiembre de 1947. N A provechando la oportunidad que nos brinda Misericordiae, la Comunidad de Horcajo de las Hurdes queremos hacernos presentes a través de unas pinceladas para dar a conocer las actividades que realizamos y costumbres de nuestra gente. La parroquia de Horcajo (las Hurdes) tiene como patrón a san Francisco de Asís. Dicen que cuando visitó España, pasó por las Hurdes. (Como dato curioso, se dice que las Hurdes altas son Carmelitas y las Hurdes bajas, donde estamos nosotras, son Franciscanas.) Por tal motivo, hay mucha devoción al Santo. ¿Cómo no aprovechar este fervor popular para venerar a nuestro Santo Patrono? Hicimos el triduo en su honor y una solemne Eucaristía, con la procesión de san Francisco, recorriendo las calles del pueblo acompañado con una banda de música. Esta fue muy concurrida. Nos acompañó gente de las distintas Alquerías. Fue una fiesta muy grande para el pueblo y para nosotras, las hermanas franciscanas. Terminamos compartiendo unos pinchos y unos dulces que aportó la gente. El trabajo de pastoral que realizamos tiene como prioridad la Celebración de la Palabra, especialmente donde no hay Eucaristía los domingos. También, como Jesús hacía (Mt 6. 6 - 9), las visitas y acompañamiento en las distintas Alquerías (un total de seis), a las que atendemos, ya que no hay presencia de sacerdote. Como todo trabajo de pastoral, no se percibe fácilmente el hambre y sed de la Palabra de Dios. Pero hemos de ofrecer la buena noticia del Reino a los más alejados. El lema de este año para el DOMUND lo podemos aplicar perfectamente a todos los ambientes en que vivimos. Nos dice el Papa: «Hay que ‘mostrarles’ a Jesús, de modo que ellos lo puedan Q ‘ver’ y puedan encontrar una respuesta adecuada a su soledad.» Como muy bien dice la estrofa de la canción, «Las Hurdes tierra de nadie», los habitantes de esta zona han estado abandonados y se merecen nuestra presencia para fortalecerlos y darles seguridad en sus quehaceres diarios. Aunque estamos un poco lejos, les invitamos a que nos visiten. Hay mucha agua, la tierra es muy fértil para la cereza, olivos, fruta de toda clase y castañas, que ahora empieza la temporada. Desde Horcajo de las Hurdes, un saludo fraterno para cada una de las personas que lean nuestro artículo. Con él hemos querido expresar en sencillas palabras nuestro quehacer diario y nuestro gozo por compartir con esta gente nuestra misión. ací en el seno de una familia muy cristiana. Nuestros padres, Gabriel y Esperanza, tanto a mí como a mis hermanas, nos enseñaron en la sencillez de la vida ordinaria, la confianza en la Providencia, nos formaron desde sus convicciones cristianas y buena fe. Yo siempre tuve un carácter alegre y tenía muchas amigas. A los 11 años me fui a Mancor de la Vall para hacer compañía a la señora que estaba sirviendo en la casa de la rectoría donde vivían tres sacerdotes (el rector y dos vicarios). Crecí en este ambiente, como si fuera mi familia. Allí se despertó mi vocación. Aunque las religiosas de este pueblo eran Agustinas, yo siempre quise ser Franciscana. Cuando se lo comuniqué a los sacerdotes me contestaron que, en la casa podía ser tan buena como en un convento. Para conquistar a mis padres utilicé toda mi habilidad, les pedí para ser monja de clausura, aunque quería ser Franciscana. Mis padres me contestaron: «¡Si al menos te hicieras Franciscana como las de Llubí!» Y así fue como los conquisté. Mi primer destino fue en casa Madre, en la calle Moral. Mi trabajo lo alternaba con otra hermana, por la mañana; íbamos a un comedor de niños pobres del que se cuidaban unas señoras, situado cerca la parroquia de san Miguel; les preparábamos la comida y la servíamos. Las ollas eran tan grandes que las levantábamos con una polea, por su elevado peso. Esta experiencia de trabajo me marcó en positivo; fue cuando de verdad descubrí mi vocación de servicio. Trabajaba con mucha ilusión, vivía mi vida religiosa con entusiasmo; la verdad, me entregaba con gusto sin calcular, ni medir, según mis posibilidades. Las tardes las dedicaba a visitar enfermos. Esto lo hice a lo largo de dos años. Después me destinaron en la Cruz Roja para ayudar en la tarea que allí se realizaba. Aquí fue donde de verdad aprendí a cuidar enfermos y disfruté de estar con ellos entregándome por entero. También trabajé en clínica Valdés a lo largo de dos años. Aquí tuve que interrumpir mi servicio, ya que me puse enferma. Por este motivo, me llevaron a son Espanyolet donde estuve dos años en cama escayolada. Cuando estuve más recuperada, me destinaron a Cala Ratjada, pero el clima no me favoreció y de allí pasé a Manacor. Poco a poco, volvía a mi vida normal, servir a los enfermos, ayudar en la escuela a lado de sor Jerónima Obrador unos tres años. En abril de 1961 fui destinada al Perú. ¡Cuántas cosas podría contar!... Lo primero doy gracias a Dios y a los superiores por tener la suerte de conocer otra realidad; de lo mucho que aprendí: lo primero, a amar y a ser más agradecida. Todavía hoy, después de 40 años, llevo el Perú dentro de mi corazón. Cuando las superioras pidieron voluntarias para ir yo no estaba segura si era apta para este servicio. Pero me ofrecí y cuando me llamaron me emocioné y entendí que sí estaba preparada. En Perú estuve siete años seguidos. Cuando regresé a España, ya no me volví a marchar porque la salud de mis padres se había deteriorado. En todos los destinos que he tenido, además de los mencionados, Ariany, Plaza Quadrado, María de la Salut, la Puebla, en Lloseta, mi misión principal ha sido el cuidado de las iglesias y los enfermos en estos campos. Siempre he trabajado con gusto e ilusión cuando servía a los enfermos, creo que no me cansaba de hacer todo cuanto podía y me sentía feliz. ¡Cuánto aprendí de ellos! Y puedo decir que he experimentado que es verdad que el que da recibe. En todos los destinos, además del cuidado de las iglesias y los enfermos, he ayudado donde hiciera falta: en el colegio, en los trabajos propios de la casa, en el ropero de ropa usada para gente que lo necesita, y en el trabajo con los emigrantes. MARGARITA OLIVER, FHM iseri [OdRiae 10 M iseri M LA COMUNIDAD [OdRiae 15 COLABORACIONES NUESTRA HISTORIA ¾¾¾ más íntimo de su ser, con idéntica actitud de su hermano, D. Gabriel, se dirige a D. José Fortuny con estos términos: «Pido a V. perdón de lo mucho he sido causa se incomodase V. asegurando a V. que si yo lo hubiera previsto en mi vida hubiera hablado de una tal cosa, pues prefiero a todos los bienes del mundo el vivir en paz con todos y más con V. que tan poco hace se desvelaba por la Congregación.» (Sor Concepción de San José, Documentos, 28-29) Considero significativos estos gestos de benevolencia y pacificación, manifestados por los Fundadores en determinados momentos de su vida. Gestos que despiertan nuestra admiración y merecen nuestro agradecimiento. Muestran la bondad de unos corazones que, como dice Sor Concepción de San José, «buscan sólo la gloria de Dios.» Actitud básica que siempre produce paz. 2.- Como he dicho al inicio, no deben pasarnos inadvertidos ciertos acontecimientos y actitudes de los fundadores que, durante muchos años, han permanecido en la sombra y envueltos por el más absoluto silencio. Porque, como he comentado, también al inicio, la realidad de estos acontecimientos, esconden una actitud altamente conciliadora de D. Gabriel Mariano Ribas de Pina y Sor Concepción de San José Ribas de Pina. Sin ánimo de hacer importantes afirmaciones, ni tampoco descubrir nada nuevo, diré, en primer lugar, que siempre me ha llamado la atención, la inactividad aparente, silenciosa y oculta del Fundador, durante el tiempo que transcurrió desde su llegada a Mallorca, procedente de Italia, el día 13 de mayo de 1844, hasta el 18 de mayo de 1845. Día en que pronunció el primer sermón en Mallorca. Es verdad que es un periodo realmente corto. Que D. Gabriel vino de Italia muy enfermo. Pero también es verdad que fue para él un año lleno de novedades: su incorporación a la diócesis de Mallorca recién ordenado sacerdote. Los supuestos contactos con las autoridades de la misma. Los comentarios acerca de su persona y de cuánto le sucedió en Italia. Las distintas tendencias entre el clero diocesano. Susceptibilidades y presagios de toda índole. Diversas opiniones y sentimientos acerca de los presbíteros ordenados en Roma, etc. Sobre estas y otras circunstancias, D. Gabriel Mariano guarda silencio. Sólo dice que compuso el «Mes de María» que dio a la Estampa en el año 1846. Sin duda que sería un año entrañable, junto a su madre y hermanos. Sobre ello también guarda silencio. En este espacio de tiempo caracterizado por el silencio del Fundador, por mi parte resaltaría que se abrió, con ello, una nueva página de su vida, que hemos de leer con esta plegaría en los labios: «Que el Señor bendiga sus pasos y haga fructíferos sus sudores apostólicos.» De esta nueva página quiero recordar un hecho mucho más sorprendente: La concesión del Decretum Laudis al instituto de las Hijas de la Misericordia, el día 11 de marzo del año 1871. Lo sorprendente es que, hasta 50 años después, la Congregación no tuvo noticia de ello. Pere Fullana, en La Història de La Congregacion de les Filles de la Misericordia ( 1856-1921), ofrece una exhaustiva relación que no es el caso de repetir. Mi aportación a este tema es hacer la pregunta en sentido contrario ¿Por qué los Fundadores no comunicaron a la Congregació, la concesión del Decreto de Alabanza? Esta pregunta no es para obtener respuesta. Porque las actitudes de los Fundadores, de entonces y de siempre, son la mejor respuesta. Tengo la certeza de que el Fundador era un hombre capaz de aceptar en silencio la contradicción, la mentira, la adversidad y hasta la injusticia. Y que la Fundadora era una mujer de fe, humilde, enamorada del Crucificado, capaz de aceptar, también en silencio, el misterio de la cruz, en comunión con su hermano, el Fundador. Acepto plenamente que algo extraño sucedió al recibir nuestra Congregación el Decretum Laudis. Que alguien o algo se cruzó en el camino, y que los Fundadores no volvieron la vista atrás, en busca de los frutos por ellos conseguidos. Ni tampoco en busca de las ambigüedades e interferencias ajenas. Mas bien convierten en una realidad aquellas bellas palabras de Sor Concepción de San José: «Preferimos la paz a todas las cosas de este mundo.» Con el deseo de dar un paso más en el conocimiento de las actitudes pacificadoras de los Fundadores, indicaría un hecho en la vida de D. Gabriel, aparentemente de poca importancia. Y lo es. Pero forma parte de toda su historia. En este sentido, revelador de un designio particular de Dios sobre él. Todas sabemos que Mons. Francisco Ignacio Cabrera, fundó un colegio para jóvenes españoles candidatos al sacerdocio, en Génova (Italia) e invitó a D. Gabriel Mariano Ribas de Pina, para colaborar con él en esta obra. Porque, como le dijo Mons. Cabrera, «Buscaba personas como Tú» y efectivamente D. Gabriel ocupó un lugar destacado en este colegio (Doc. III, nota n1 79. Doc IV pág. 59-61). Mons. Cabrera regresó a Mallorca en 1848. Reunió un grupo de sacerdotes (Misioneros rurales) en el Santuario de Nuestra Señora de Montisión de Porreras dedicado a Misionar Mallorca. Celebró la primera misión rural en Rubers en 1849. Lugar muy frecuentado por el Fundador. Situado el hecho sale espontáneamente la pregunta: ¿Por qué D. Gabriel no formó parte de este grupo, considerada su relación y su amistad con Mons. Cabrera? De este grupo tampoco habló D. Gabriel. Lo cierto es que él, día 18 de mayo de 1845, inicia en solitario, su recorrido por toda Mallorca, como misionero de la misericordia y del perdón. Misión que finaliza el 17 de enero de 1873. Termino mi exposición sobre el tema arriba indicado. Dejo abiertos muchos interrogantes. Pero con la certeza que encontrarán la respuesta en el elocuente testimonio de los Fundadores. Los cuales, en ningún momento, anteponen las cosas terrenas al amor de Dios. Este es el secreto de su acción pacificadora. MIQUEAS, VOCERO DEL REINO DE DIOS C «DAR TESTIMONIO DE JESÚS Y TENER ESPÍRITU PROFÉTICO ES UNA MISMA COSA.» (AP 19,10) on frecuencia pensamos que los profetas dedicaron su vida a predecir el fututo por arte de magia. Sin embargo, al decir de la Escritura, el compromiso de los voceros de Dios recorrió una senda muy distinta. Los profetas no empeñan su vida en adivinar el mañana; la comprometen para dibujar ante los hombres de su tiempo el verdadero rostro de Dios: el Señor rico en misericordia, solidario con los débiles y valedor de la justicia. A mediados del siglo VIII a.C., el Reino de Judá atravesaba una situación difícil. El rey Ajaz, encerrado entre los muros de Jerusalén, temía el ataque de Siria e Israel; mientras la gran potencia del momento, Asiria, amenazaba los países del Próximo Oriente, entre ellos, Judá. Sin duda, el miedo carcomía el corazón de los habitantes de Judá, tanto del rey como del pueblo, amenazados por la brutalidad de una guerra que parecía inminente. Como señala la Escritura, el miedo constituye el contraluz de la fe. Quien tiene miedo desconfía del auxilio de Dios, cuando el verdadero creyente deposita su confianza en el Señor, por duras que sean las adversidades de la vida. No obstante, los moradores de Judá se dejaron atrapar por el miedo y desdeñaron, con el mayor desdén, el auxilio de Yahvé, su Dios. Atenazados por el miedo, los vecinos de Jerusalén intentaban sobrevivir entre las circunstancias adversas de su tiempo; cada uno buscaba su propio provecho, descuidaba las necesidades del prójimo y olvidaba el interés comunitario. El dramatismo de la situación engendró el egoísmo y la envidia que sembraron en Judá el germen de la injusticia y la idolatría. Casi todos parecían rechazar la bondad de Dios para dejarse caer en las manos de los falsos dioses: la mentira o la soberbia. No era sólo la amenaza de Asiria o la codicia de otros países lo que deshacía el Reino de Judá; el país se destejía, sobre todo, por la malandanza de sus habitantes, tan proclives al rencor y tan distantes de la solidaridad. Sin embargo, y como recalca la Escritura, lo más importante no es el pecado de Judá sino la misericordia de Dios. El Señor que había liberado al pueblo esclavizado en Egipto devolvería a la comunidad angustiada el gozo de vivir; los profetas, portavoces de la voluntad divina, injertarían al pueblo mendaz en el cauce de la justicia. Amós, Oseas, Isaías y Miqueas son los profetas más relevantes que contemplaron la historia del siglo VIII a.C. ¾¾¾ iseri [OdRiae 14 M iseri M MARÍA RIGO, FHM [OdRiae 11 COLABORACIONES NUESTRA HISTORIA ¾¾¾ iseri M FRANCESC RAMIS DARDER SACERDOTE DIOCESANO [OdRiae 12 ACTITUDES E PACIFICADORAS EN LOS FUNDADORES n ningún momento he considerado fácil desarrollar el presente tema y acertar en la exposición del mismo. Pues se trata de descubrir unas actitudes pacificadoras que damos por supuestas en los Fundadores. Pero esto no es fácil; porque no todo lo que ellos llevaban dentro, puede ser conocido con facilidad y acierto. Porque su vida lleva impreso el sello de Dios. Sólo desde la órbita de Dios, siempre misterio y pregunta, pueden darse respuestas acertadas. Hecha esta sencilla afirmación, cabe añadir que en los Fundadores son evidentes ciertas actitudes pacificadoras, que ellos mismos nos han revelado con palabras y hechos. Pero, no tengo reparos en afirmar que, en más de una ocasión, D. Gabriel y Sor Concepción de San José, revelan un talante conciliador, no sólo con palabras y hechos. Sino también con largos y elocuentes silencios. Digo esto, porque a mí personalmente, me resultan incomprensibles ciertas actuaciones de los Fundadores, ciertas circunstancias que son historia en nuestra Congregación, si no las atribuímos a una actitud altamente pacificadora por su parte. Si no las atribuimos a un corazón que perdona, excusa, calla, oculta, disimula, y esto es bondad. Esto es sembrar paz. En este sentido yo vería en los Fundadores una actitud altamente conciliadora. 1.- En primer lugar, intentaré indicar las actitudes pacificadoras claramente manifiestas en los Fundadores, y entre éstas daré primacía a las que ellos mismos prescribieron a las Hijas de la Misericordia en varios capítulos de sus Constituciones. Son reveladoras de una peculiar riqueza espiritual y de una gran altura de miras humanas. En el Capítulo XVIII, incluyen una sencilla práctica de caridad, la corrección fraterna, como medio eficaz y gratuito, a imitación de Jesucristo. Con una clara indicación: debe ser practicada con el único deseo de conseguir la paz. Esta sencilla práctica, denominada «corrección fraterna» si no nace de una intención pacificadora, dice el Fundador, es preferible no hacerla. Si no va acompañada de finura de ánimo, de humildad, de limpieza de corazón, del deseo de hacer el bien, «convendrá las más veces callar». La paz sólo se da con el amor. El espíritu conciliador de los Fundadores es también manifiesto en el Cap. XXIX de sus Constituciones, cuando escriben con entereza y autoridad: «Las Hijas de la Misericordia no se establecerán en lugar alguno donde haya otra Congregación de mujeres que practique los importantes servicios a que ellas están obligadas según estas Constituciones.» No menos exigentes se manifiestan en el Cap XXV. Aún tratándose del cuidado y arreglo de las iglesias, uno de los fines de la Congregación. Con fuerza y decisión advierten: «En el aseo y limpieza de la casa del Señor, las Hijas de la Misericordia, no se considerarán en lo más mínimo obligadas, si el Señor Cura no les confía el cuidado de las Iglesias.» Supone esta conducta una actitud de humildad que siempre produce paz. De armonía interior, de pequeñez y desasimiento. Nos conduce, el Fundador, ante la misma indicación de Jesús a sus discípulos: «No aspiréis a ocupar los primeros puestos.» Son exigentes estas prescripciones de los Fundadores. Antes que la caritativa corrección fraterna, debe reinar la paz. Antes que el servicio para gloria de Dios es preferible la paz. Porque la gloria de Dios pasa por la paz. La buena convivencia pasa por la humildad. El deseo de bien para las hermanas, pasa por la renuncia propia que conduce hacia el gozo de la paz interior. No obstante este espíritu conciliador, inclinado a la tolerancia y siempre dispuesto al perdón, los Fundadores no soportaron en silencio y pasivamente una extraña y dolorosa situación que, no sólo llenó de amargura sus corazones, sino que también sembró la cruz en los bellos inicios de las Hijas de la Misericordia. Situación motivada por la conducta del sacerdote D. José Fortuny, íntimo amigo de D. Gabriel Mariano Ribas de Pina; pero que, en un momento dado, se convirtió en su mayor adversario. El Fundador, con todos los medios a su alcance y redoblando aún más su estilo conciliador, intentó rehacer la amistad con él. Incluso usa de la corrección fraterna con el ánimo de restablecer la paz. Pero no lo consiguió. Ante la imposibilidad de un diálogo personal, el 12 de julio de 1858, le escribe largamente. En este escrito salta a la vista la sinceridad de D. Gabriel. Su dolorido corazón. Su ofrecimiento de perdón. La verdad probada con hechos concretos. Termina suplicándole que, al menos por espacio de un día, pueda gozar de la dicha de ser su caro amigo (Doc. I, 150-162 Llegó a tal extremo la adversidad de D. José Fortuny hacia los Fundadores y hacía su obra, que incluso obligó a salir de la Congregación a Sor Buenaventura de San Antonio (Religiosas Hijas de la Misericordia, n1. 24) y llegó también a tal extremo la actitud pacificadora de los Fundadores que, con ocasión de la huida de Sor Buenaventura, dejaron este bello testimonio: «Esperemos que el Señor continuará protegiendo su obra. Entendamos que la persecución, y más de los buenos, y es bueno y muy bueno nuestro antagonista, es una prueba de que es obra de Dios. Pidamos incesantemente por ese sacerdote, que por un celo equivocado nos aflige.»(Religiosas Hijas de la Misericordia,n1, 24, pág. 64) Sor Concepción de San José, primera Hija de la Misericordia, consciente de que la Congregación, era afligida en lo ¾¾¾ iseri feta guardó silencio y esperó otra proposición. El pueblo, desconfiando ya del perdón divino, desafió al profeta con una oferta desconcertante: «¿Ofreceré a Dios mi primogénito en pago de mi delito?». Las religiones antiguas trenzaban rituales desconcertantes para implorar el favor divino; el más cruel consistía en sacrificar al hijo primogénito sobre el altar del templo. Los habitantes de Jerusalén, imitando los cultos arcaicos, provocaban al profeta con el peor de los envites: la muerte del inocente. Miqueas, harto de preguntas tan grandiosas como banales, contesta la demanda popular con la más sagaz de las sentencias: «Se te ha hecho saber, hombre, lo que es bueno, lo que el Señor pide de ti: tan sólo respetar el derecho, amar la fidelidad y obedecer humildemente a tu Dios» (Miq 6,8). La respuesta del profeta no apela a grandes cuestiones teológicas, sino al sentido común. ¿Qué otras cosas, sino la justicia, la fidelidad y la humildad, pueden cambiar el corazón del hombre y conducir la humanidad por la senda solidaria? La vivencia de la justicia bíblica no se agota en la decisión de entregar a cada uno lo que le corresponde; abarca, sobre todo, la opción por los pobres para que toda la sociedad pueda gozar de la vida. La fidelidad implica la responsabilidad de mantenerse constantes a las grandes opciones que cada uno toma en su vida; y la humildad supone el empeño para hacer fructificar las cualidades humanas que todos hemos recibido de Dios en bien de nuestro prójimo. El aceite que arde en el candil del santuario o el holocausto que se consume sobre el altar no cambian por sí mismos el corazón humano. Sin embargo, la obediencia al Señor, expresada por el veredicto de Miqueas, transforma la sociedad anónima en el comunidad humana que recorre la senda de la bondad para plantar en el corazón del mundo la semilla del Reino de Dios, la única que tiene futuro. M El profeta Miqueas nació en la aldea de Moréset, al oeste de Hebrón, en territorio de Judá; de origen campesino, marchó a Jerusalén para amonestar al rey y al pueblo contra la injusticia y la idolatría que habían agostado el alma de la comunidad hebrea. El profeta sabía que el miedo y el olvido de Dios habían precipitado al pueblo en la desgracia; por eso, Miqueas comenzó su tarea recordando la grandeza de Dios, el único que devuelve la confianza al corazón humano y que abre las manos del hombre al abrazo de la solidaridad. La voz del profeta rememoró la ternura con que Dios había socorrido a su pueblo en momentos difíciles. Como recordó Miqueas, el Señor liberó a la nación cautiva en Egipto, la cuidó durante la travesía del desierto, la defendió de las insidias del rey de Moab, y le envió el consuelo del profeta Balaán (Miq 6,1-5). Sin duda, la palabra de Miqueas sembró en el alma del pueblo el deseo de encontrarse de nuevo con Yahvé, el Dios que tantas veces le había favorecido. La comunidad se preguntó cómo podía presentarse de nuevo ante Dios. Dijeron a Miqueas: «¿Me presentaré con holocaustos, con terneros añojos?». El holocausto de terneros añojos constituye un sacrificio complejo; consiste en sacrificar los animales para después quemar sus cuerpos sobre el altar. La ofrenda es cara y complicada; pero, y eso es lo importante, se reduce a un rito externo que no trasforma el corazón de quien lo celebra. Miqueas calló ante la propuesta y dejó que la comunidad le formulara una segunda cuestión. Inquirió el pueblo: «¿Complacerán al Señor miles de carneros, e innumerables ríos de aceite?». La decisión de sacrificar sobre el ara miles de carneros y quemar ríos de aceite en las lámparas del santuario supone una oblación magnificente, pero, como sucediera en el caso anterior, es incapaz de reformar el alma del ser humano. De nuevo, el pro- [OdRiae 13 COLABORACIONES NUESTRA HISTORIA ¾¾¾ iseri M FRANCESC RAMIS DARDER SACERDOTE DIOCESANO [OdRiae 12 ACTITUDES E PACIFICADORAS EN LOS FUNDADORES n ningún momento he considerado fácil desarrollar el presente tema y acertar en la exposición del mismo. Pues se trata de descubrir unas actitudes pacificadoras que damos por supuestas en los Fundadores. Pero esto no es fácil; porque no todo lo que ellos llevaban dentro, puede ser conocido con facilidad y acierto. Porque su vida lleva impreso el sello de Dios. Sólo desde la órbita de Dios, siempre misterio y pregunta, pueden darse respuestas acertadas. Hecha esta sencilla afirmación, cabe añadir que en los Fundadores son evidentes ciertas actitudes pacificadoras, que ellos mismos nos han revelado con palabras y hechos. Pero, no tengo reparos en afirmar que, en más de una ocasión, D. Gabriel y Sor Concepción de San José, revelan un talante conciliador, no sólo con palabras y hechos. Sino también con largos y elocuentes silencios. Digo esto, porque a mí personalmente, me resultan incomprensibles ciertas actuaciones de los Fundadores, ciertas circunstancias que son historia en nuestra Congregación, si no las atribuímos a una actitud altamente pacificadora por su parte. Si no las atribuimos a un corazón que perdona, excusa, calla, oculta, disimula, y esto es bondad. Esto es sembrar paz. En este sentido yo vería en los Fundadores una actitud altamente conciliadora. 1.- En primer lugar, intentaré indicar las actitudes pacificadoras claramente manifiestas en los Fundadores, y entre éstas daré primacía a las que ellos mismos prescribieron a las Hijas de la Misericordia en varios capítulos de sus Constituciones. Son reveladoras de una peculiar riqueza espiritual y de una gran altura de miras humanas. En el Capítulo XVIII, incluyen una sencilla práctica de caridad, la corrección fraterna, como medio eficaz y gratuito, a imitación de Jesucristo. Con una clara indicación: debe ser practicada con el único deseo de conseguir la paz. Esta sencilla práctica, denominada «corrección fraterna» si no nace de una intención pacificadora, dice el Fundador, es preferible no hacerla. Si no va acompañada de finura de ánimo, de humildad, de limpieza de corazón, del deseo de hacer el bien, «convendrá las más veces callar». La paz sólo se da con el amor. El espíritu conciliador de los Fundadores es también manifiesto en el Cap. XXIX de sus Constituciones, cuando escriben con entereza y autoridad: «Las Hijas de la Misericordia no se establecerán en lugar alguno donde haya otra Congregación de mujeres que practique los importantes servicios a que ellas están obligadas según estas Constituciones.» No menos exigentes se manifiestan en el Cap XXV. Aún tratándose del cuidado y arreglo de las iglesias, uno de los fines de la Congregación. Con fuerza y decisión advierten: «En el aseo y limpieza de la casa del Señor, las Hijas de la Misericordia, no se considerarán en lo más mínimo obligadas, si el Señor Cura no les confía el cuidado de las Iglesias.» Supone esta conducta una actitud de humildad que siempre produce paz. De armonía interior, de pequeñez y desasimiento. Nos conduce, el Fundador, ante la misma indicación de Jesús a sus discípulos: «No aspiréis a ocupar los primeros puestos.» Son exigentes estas prescripciones de los Fundadores. Antes que la caritativa corrección fraterna, debe reinar la paz. Antes que el servicio para gloria de Dios es preferible la paz. Porque la gloria de Dios pasa por la paz. La buena convivencia pasa por la humildad. El deseo de bien para las hermanas, pasa por la renuncia propia que conduce hacia el gozo de la paz interior. No obstante este espíritu conciliador, inclinado a la tolerancia y siempre dispuesto al perdón, los Fundadores no soportaron en silencio y pasivamente una extraña y dolorosa situación que, no sólo llenó de amargura sus corazones, sino que también sembró la cruz en los bellos inicios de las Hijas de la Misericordia. Situación motivada por la conducta del sacerdote D. José Fortuny, íntimo amigo de D. Gabriel Mariano Ribas de Pina; pero que, en un momento dado, se convirtió en su mayor adversario. El Fundador, con todos los medios a su alcance y redoblando aún más su estilo conciliador, intentó rehacer la amistad con él. Incluso usa de la corrección fraterna con el ánimo de restablecer la paz. Pero no lo consiguió. Ante la imposibilidad de un diálogo personal, el 12 de julio de 1858, le escribe largamente. En este escrito salta a la vista la sinceridad de D. Gabriel. Su dolorido corazón. Su ofrecimiento de perdón. La verdad probada con hechos concretos. Termina suplicándole que, al menos por espacio de un día, pueda gozar de la dicha de ser su caro amigo (Doc. I, 150-162 Llegó a tal extremo la adversidad de D. José Fortuny hacia los Fundadores y hacía su obra, que incluso obligó a salir de la Congregación a Sor Buenaventura de San Antonio (Religiosas Hijas de la Misericordia, n1. 24) y llegó también a tal extremo la actitud pacificadora de los Fundadores que, con ocasión de la huida de Sor Buenaventura, dejaron este bello testimonio: «Esperemos que el Señor continuará protegiendo su obra. Entendamos que la persecución, y más de los buenos, y es bueno y muy bueno nuestro antagonista, es una prueba de que es obra de Dios. Pidamos incesantemente por ese sacerdote, que por un celo equivocado nos aflige.»(Religiosas Hijas de la Misericordia,n1, 24, pág. 64) Sor Concepción de San José, primera Hija de la Misericordia, consciente de que la Congregación, era afligida en lo ¾¾¾ iseri feta guardó silencio y esperó otra proposición. El pueblo, desconfiando ya del perdón divino, desafió al profeta con una oferta desconcertante: «¿Ofreceré a Dios mi primogénito en pago de mi delito?». Las religiones antiguas trenzaban rituales desconcertantes para implorar el favor divino; el más cruel consistía en sacrificar al hijo primogénito sobre el altar del templo. Los habitantes de Jerusalén, imitando los cultos arcaicos, provocaban al profeta con el peor de los envites: la muerte del inocente. Miqueas, harto de preguntas tan grandiosas como banales, contesta la demanda popular con la más sagaz de las sentencias: «Se te ha hecho saber, hombre, lo que es bueno, lo que el Señor pide de ti: tan sólo respetar el derecho, amar la fidelidad y obedecer humildemente a tu Dios» (Miq 6,8). La respuesta del profeta no apela a grandes cuestiones teológicas, sino al sentido común. ¿Qué otras cosas, sino la justicia, la fidelidad y la humildad, pueden cambiar el corazón del hombre y conducir la humanidad por la senda solidaria? La vivencia de la justicia bíblica no se agota en la decisión de entregar a cada uno lo que le corresponde; abarca, sobre todo, la opción por los pobres para que toda la sociedad pueda gozar de la vida. La fidelidad implica la responsabilidad de mantenerse constantes a las grandes opciones que cada uno toma en su vida; y la humildad supone el empeño para hacer fructificar las cualidades humanas que todos hemos recibido de Dios en bien de nuestro prójimo. El aceite que arde en el candil del santuario o el holocausto que se consume sobre el altar no cambian por sí mismos el corazón humano. Sin embargo, la obediencia al Señor, expresada por el veredicto de Miqueas, transforma la sociedad anónima en el comunidad humana que recorre la senda de la bondad para plantar en el corazón del mundo la semilla del Reino de Dios, la única que tiene futuro. M El profeta Miqueas nació en la aldea de Moréset, al oeste de Hebrón, en territorio de Judá; de origen campesino, marchó a Jerusalén para amonestar al rey y al pueblo contra la injusticia y la idolatría que habían agostado el alma de la comunidad hebrea. El profeta sabía que el miedo y el olvido de Dios habían precipitado al pueblo en la desgracia; por eso, Miqueas comenzó su tarea recordando la grandeza de Dios, el único que devuelve la confianza al corazón humano y que abre las manos del hombre al abrazo de la solidaridad. La voz del profeta rememoró la ternura con que Dios había socorrido a su pueblo en momentos difíciles. Como recordó Miqueas, el Señor liberó a la nación cautiva en Egipto, la cuidó durante la travesía del desierto, la defendió de las insidias del rey de Moab, y le envió el consuelo del profeta Balaán (Miq 6,1-5). Sin duda, la palabra de Miqueas sembró en el alma del pueblo el deseo de encontrarse de nuevo con Yahvé, el Dios que tantas veces le había favorecido. La comunidad se preguntó cómo podía presentarse de nuevo ante Dios. Dijeron a Miqueas: «¿Me presentaré con holocaustos, con terneros añojos?». El holocausto de terneros añojos constituye un sacrificio complejo; consiste en sacrificar los animales para después quemar sus cuerpos sobre el altar. La ofrenda es cara y complicada; pero, y eso es lo importante, se reduce a un rito externo que no trasforma el corazón de quien lo celebra. Miqueas calló ante la propuesta y dejó que la comunidad le formulara una segunda cuestión. Inquirió el pueblo: «¿Complacerán al Señor miles de carneros, e innumerables ríos de aceite?». La decisión de sacrificar sobre el ara miles de carneros y quemar ríos de aceite en las lámparas del santuario supone una oblación magnificente, pero, como sucediera en el caso anterior, es incapaz de reformar el alma del ser humano. De nuevo, el pro- [OdRiae 13 COLABORACIONES NUESTRA HISTORIA ¾¾¾ más íntimo de su ser, con idéntica actitud de su hermano, D. Gabriel, se dirige a D. José Fortuny con estos términos: «Pido a V. perdón de lo mucho he sido causa se incomodase V. asegurando a V. que si yo lo hubiera previsto en mi vida hubiera hablado de una tal cosa, pues prefiero a todos los bienes del mundo el vivir en paz con todos y más con V. que tan poco hace se desvelaba por la Congregación.» (Sor Concepción de San José, Documentos, 28-29) Considero significativos estos gestos de benevolencia y pacificación, manifestados por los Fundadores en determinados momentos de su vida. Gestos que despiertan nuestra admiración y merecen nuestro agradecimiento. Muestran la bondad de unos corazones que, como dice Sor Concepción de San José, «buscan sólo la gloria de Dios.» Actitud básica que siempre produce paz. 2.- Como he dicho al inicio, no deben pasarnos inadvertidos ciertos acontecimientos y actitudes de los fundadores que, durante muchos años, han permanecido en la sombra y envueltos por el más absoluto silencio. Porque, como he comentado, también al inicio, la realidad de estos acontecimientos, esconden una actitud altamente conciliadora de D. Gabriel Mariano Ribas de Pina y Sor Concepción de San José Ribas de Pina. Sin ánimo de hacer importantes afirmaciones, ni tampoco descubrir nada nuevo, diré, en primer lugar, que siempre me ha llamado la atención, la inactividad aparente, silenciosa y oculta del Fundador, durante el tiempo que transcurrió desde su llegada a Mallorca, procedente de Italia, el día 13 de mayo de 1844, hasta el 18 de mayo de 1845. Día en que pronunció el primer sermón en Mallorca. Es verdad que es un periodo realmente corto. Que D. Gabriel vino de Italia muy enfermo. Pero también es verdad que fue para él un año lleno de novedades: su incorporación a la diócesis de Mallorca recién ordenado sacerdote. Los supuestos contactos con las autoridades de la misma. Los comentarios acerca de su persona y de cuánto le sucedió en Italia. Las distintas tendencias entre el clero diocesano. Susceptibilidades y presagios de toda índole. Diversas opiniones y sentimientos acerca de los presbíteros ordenados en Roma, etc. Sobre estas y otras circunstancias, D. Gabriel Mariano guarda silencio. Sólo dice que compuso el «Mes de María» que dio a la Estampa en el año 1846. Sin duda que sería un año entrañable, junto a su madre y hermanos. Sobre ello también guarda silencio. En este espacio de tiempo caracterizado por el silencio del Fundador, por mi parte resaltaría que se abrió, con ello, una nueva página de su vida, que hemos de leer con esta plegaría en los labios: «Que el Señor bendiga sus pasos y haga fructíferos sus sudores apostólicos.» De esta nueva página quiero recordar un hecho mucho más sorprendente: La concesión del Decretum Laudis al instituto de las Hijas de la Misericordia, el día 11 de marzo del año 1871. Lo sorprendente es que, hasta 50 años después, la Congregación no tuvo noticia de ello. Pere Fullana, en La Història de La Congregacion de les Filles de la Misericordia ( 1856-1921), ofrece una exhaustiva relación que no es el caso de repetir. Mi aportación a este tema es hacer la pregunta en sentido contrario ¿Por qué los Fundadores no comunicaron a la Congregació, la concesión del Decreto de Alabanza? Esta pregunta no es para obtener respuesta. Porque las actitudes de los Fundadores, de entonces y de siempre, son la mejor respuesta. Tengo la certeza de que el Fundador era un hombre capaz de aceptar en silencio la contradicción, la mentira, la adversidad y hasta la injusticia. Y que la Fundadora era una mujer de fe, humilde, enamorada del Crucificado, capaz de aceptar, también en silencio, el misterio de la cruz, en comunión con su hermano, el Fundador. Acepto plenamente que algo extraño sucedió al recibir nuestra Congregación el Decretum Laudis. Que alguien o algo se cruzó en el camino, y que los Fundadores no volvieron la vista atrás, en busca de los frutos por ellos conseguidos. Ni tampoco en busca de las ambigüedades e interferencias ajenas. Mas bien convierten en una realidad aquellas bellas palabras de Sor Concepción de San José: «Preferimos la paz a todas las cosas de este mundo.» Con el deseo de dar un paso más en el conocimiento de las actitudes pacificadoras de los Fundadores, indicaría un hecho en la vida de D. Gabriel, aparentemente de poca importancia. Y lo es. Pero forma parte de toda su historia. En este sentido, revelador de un designio particular de Dios sobre él. Todas sabemos que Mons. Francisco Ignacio Cabrera, fundó un colegio para jóvenes españoles candidatos al sacerdocio, en Génova (Italia) e invitó a D. Gabriel Mariano Ribas de Pina, para colaborar con él en esta obra. Porque, como le dijo Mons. Cabrera, «Buscaba personas como Tú» y efectivamente D. Gabriel ocupó un lugar destacado en este colegio (Doc. III, nota n1 79. Doc IV pág. 59-61). Mons. Cabrera regresó a Mallorca en 1848. Reunió un grupo de sacerdotes (Misioneros rurales) en el Santuario de Nuestra Señora de Montisión de Porreras dedicado a Misionar Mallorca. Celebró la primera misión rural en Rubers en 1849. Lugar muy frecuentado por el Fundador. Situado el hecho sale espontáneamente la pregunta: ¿Por qué D. Gabriel no formó parte de este grupo, considerada su relación y su amistad con Mons. Cabrera? De este grupo tampoco habló D. Gabriel. Lo cierto es que él, día 18 de mayo de 1845, inicia en solitario, su recorrido por toda Mallorca, como misionero de la misericordia y del perdón. Misión que finaliza el 17 de enero de 1873. Termino mi exposición sobre el tema arriba indicado. Dejo abiertos muchos interrogantes. Pero con la certeza que encontrarán la respuesta en el elocuente testimonio de los Fundadores. Los cuales, en ningún momento, anteponen las cosas terrenas al amor de Dios. Este es el secreto de su acción pacificadora. MIQUEAS, VOCERO DEL REINO DE DIOS C «DAR TESTIMONIO DE JESÚS Y TENER ESPÍRITU PROFÉTICO ES UNA MISMA COSA.» (AP 19,10) on frecuencia pensamos que los profetas dedicaron su vida a predecir el fututo por arte de magia. Sin embargo, al decir de la Escritura, el compromiso de los voceros de Dios recorrió una senda muy distinta. Los profetas no empeñan su vida en adivinar el mañana; la comprometen para dibujar ante los hombres de su tiempo el verdadero rostro de Dios: el Señor rico en misericordia, solidario con los débiles y valedor de la justicia. A mediados del siglo VIII a.C., el Reino de Judá atravesaba una situación difícil. El rey Ajaz, encerrado entre los muros de Jerusalén, temía el ataque de Siria e Israel; mientras la gran potencia del momento, Asiria, amenazaba los países del Próximo Oriente, entre ellos, Judá. Sin duda, el miedo carcomía el corazón de los habitantes de Judá, tanto del rey como del pueblo, amenazados por la brutalidad de una guerra que parecía inminente. Como señala la Escritura, el miedo constituye el contraluz de la fe. Quien tiene miedo desconfía del auxilio de Dios, cuando el verdadero creyente deposita su confianza en el Señor, por duras que sean las adversidades de la vida. No obstante, los moradores de Judá se dejaron atrapar por el miedo y desdeñaron, con el mayor desdén, el auxilio de Yahvé, su Dios. Atenazados por el miedo, los vecinos de Jerusalén intentaban sobrevivir entre las circunstancias adversas de su tiempo; cada uno buscaba su propio provecho, descuidaba las necesidades del prójimo y olvidaba el interés comunitario. El dramatismo de la situación engendró el egoísmo y la envidia que sembraron en Judá el germen de la injusticia y la idolatría. Casi todos parecían rechazar la bondad de Dios para dejarse caer en las manos de los falsos dioses: la mentira o la soberbia. No era sólo la amenaza de Asiria o la codicia de otros países lo que deshacía el Reino de Judá; el país se destejía, sobre todo, por la malandanza de sus habitantes, tan proclives al rencor y tan distantes de la solidaridad. Sin embargo, y como recalca la Escritura, lo más importante no es el pecado de Judá sino la misericordia de Dios. El Señor que había liberado al pueblo esclavizado en Egipto devolvería a la comunidad angustiada el gozo de vivir; los profetas, portavoces de la voluntad divina, injertarían al pueblo mendaz en el cauce de la justicia. Amós, Oseas, Isaías y Miqueas son los profetas más relevantes que contemplaron la historia del siglo VIII a.C. ¾¾¾ iseri [OdRiae 14 M iseri M MARÍA RIGO, FHM [OdRiae 11 LA VIDA EN LAS DELEGACIONES HORCAJO DE LAS HURDES (CÁCERES) FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO, EN LAS HURDES Q UIÉN ES CASTILLA DICEN LOS LIBROS DE HISTORIA: «LAS HURDES TIERRA DE NADIE». PERO NOSOTROS SABEMOS QUE ESO ES MENTIRA MUY GRANDE. PORQUE LAS HURDES DE SIEMPRE TUVIERON Y TIENEN AMO QUE ES EL SEÑOR DE LOS CIELOS Y EL SUDOR DE LOS HURDANOS. (EL PESCADOR- MISA HURDANA) UIÉN EN LA C ONGREGACIÓN MARÍA RAMIS RAMIS Natural de Llubí (Mallorca) Nace el 3 de febrero de 1923. Hizo los votos temporales en Pina, el día 29 de abril 1943, y los votos perpetuos, en Manacor, el día 14 de septiembre de 1947. N A provechando la oportunidad que nos brinda Misericordiae, la Comunidad de Horcajo de las Hurdes queremos hacernos presentes a través de unas pinceladas para dar a conocer las actividades que realizamos y costumbres de nuestra gente. La parroquia de Horcajo (las Hurdes) tiene como patrón a san Francisco de Asís. Dicen que cuando visitó España, pasó por las Hurdes. (Como dato curioso, se dice que las Hurdes altas son Carmelitas y las Hurdes bajas, donde estamos nosotras, son Franciscanas.) Por tal motivo, hay mucha devoción al Santo. ¿Cómo no aprovechar este fervor popular para venerar a nuestro Santo Patrono? Hicimos el triduo en su honor y una solemne Eucaristía, con la procesión de san Francisco, recorriendo las calles del pueblo acompañado con una banda de música. Esta fue muy concurrida. Nos acompañó gente de las distintas Alquerías. Fue una fiesta muy grande para el pueblo y para nosotras, las hermanas franciscanas. Terminamos compartiendo unos pinchos y unos dulces que aportó la gente. El trabajo de pastoral que realizamos tiene como prioridad la Celebración de la Palabra, especialmente donde no hay Eucaristía los domingos. También, como Jesús hacía (Mt 6. 6 - 9), las visitas y acompañamiento en las distintas Alquerías (un total de seis), a las que atendemos, ya que no hay presencia de sacerdote. Como todo trabajo de pastoral, no se percibe fácilmente el hambre y sed de la Palabra de Dios. Pero hemos de ofrecer la buena noticia del Reino a los más alejados. El lema de este año para el DOMUND lo podemos aplicar perfectamente a todos los ambientes en que vivimos. Nos dice el Papa: «Hay que ‘mostrarles’ a Jesús, de modo que ellos lo puedan Q ‘ver’ y puedan encontrar una respuesta adecuada a su soledad.» Como muy bien dice la estrofa de la canción, «Las Hurdes tierra de nadie», los habitantes de esta zona han estado abandonados y se merecen nuestra presencia para fortalecerlos y darles seguridad en sus quehaceres diarios. Aunque estamos un poco lejos, les invitamos a que nos visiten. Hay mucha agua, la tierra es muy fértil para la cereza, olivos, fruta de toda clase y castañas, que ahora empieza la temporada. Desde Horcajo de las Hurdes, un saludo fraterno para cada una de las personas que lean nuestro artículo. Con él hemos querido expresar en sencillas palabras nuestro quehacer diario y nuestro gozo por compartir con esta gente nuestra misión. ací en el seno de una familia muy cristiana. Nuestros padres, Gabriel y Esperanza, tanto a mí como a mis hermanas, nos enseñaron en la sencillez de la vida ordinaria, la confianza en la Providencia, nos formaron desde sus convicciones cristianas y buena fe. Yo siempre tuve un carácter alegre y tenía muchas amigas. A los 11 años me fui a Mancor de la Vall para hacer compañía a la señora que estaba sirviendo en la casa de la rectoría donde vivían tres sacerdotes (el rector y dos vicarios). Crecí en este ambiente, como si fuera mi familia. Allí se despertó mi vocación. Aunque las religiosas de este pueblo eran Agustinas, yo siempre quise ser Franciscana. Cuando se lo comuniqué a los sacerdotes me contestaron que, en la casa podía ser tan buena como en un convento. Para conquistar a mis padres utilicé toda mi habilidad, les pedí para ser monja de clausura, aunque quería ser Franciscana. Mis padres me contestaron: «¡Si al menos te hicieras Franciscana como las de Llubí!» Y así fue como los conquisté. Mi primer destino fue en casa Madre, en la calle Moral. Mi trabajo lo alternaba con otra hermana, por la mañana; íbamos a un comedor de niños pobres del que se cuidaban unas señoras, situado cerca la parroquia de san Miguel; les preparábamos la comida y la servíamos. Las ollas eran tan grandes que las levantábamos con una polea, por su elevado peso. Esta experiencia de trabajo me marcó en positivo; fue cuando de verdad descubrí mi vocación de servicio. Trabajaba con mucha ilusión, vivía mi vida religiosa con entusiasmo; la verdad, me entregaba con gusto sin calcular, ni medir, según mis posibilidades. Las tardes las dedicaba a visitar enfermos. Esto lo hice a lo largo de dos años. Después me destinaron en la Cruz Roja para ayudar en la tarea que allí se realizaba. Aquí fue donde de verdad aprendí a cuidar enfermos y disfruté de estar con ellos entregándome por entero. También trabajé en clínica Valdés a lo largo de dos años. Aquí tuve que interrumpir mi servicio, ya que me puse enferma. Por este motivo, me llevaron a son Espanyolet donde estuve dos años en cama escayolada. Cuando estuve más recuperada, me destinaron a Cala Ratjada, pero el clima no me favoreció y de allí pasé a Manacor. Poco a poco, volvía a mi vida normal, servir a los enfermos, ayudar en la escuela a lado de sor Jerónima Obrador unos tres años. En abril de 1961 fui destinada al Perú. ¡Cuántas cosas podría contar!... Lo primero doy gracias a Dios y a los superiores por tener la suerte de conocer otra realidad; de lo mucho que aprendí: lo primero, a amar y a ser más agradecida. Todavía hoy, después de 40 años, llevo el Perú dentro de mi corazón. Cuando las superioras pidieron voluntarias para ir yo no estaba segura si era apta para este servicio. Pero me ofrecí y cuando me llamaron me emocioné y entendí que sí estaba preparada. En Perú estuve siete años seguidos. Cuando regresé a España, ya no me volví a marchar porque la salud de mis padres se había deteriorado. En todos los destinos que he tenido, además de los mencionados, Ariany, Plaza Quadrado, María de la Salut, la Puebla, en Lloseta, mi misión principal ha sido el cuidado de las iglesias y los enfermos en estos campos. Siempre he trabajado con gusto e ilusión cuando servía a los enfermos, creo que no me cansaba de hacer todo cuanto podía y me sentía feliz. ¡Cuánto aprendí de ellos! Y puedo decir que he experimentado que es verdad que el que da recibe. En todos los destinos, además del cuidado de las iglesias y los enfermos, he ayudado donde hiciera falta: en el colegio, en los trabajos propios de la casa, en el ropero de ropa usada para gente que lo necesita, y en el trabajo con los emigrantes. MARGARITA OLIVER, FHM iseri [OdRiae 10 M iseri M LA COMUNIDAD [OdRiae 15 Q UIÉN EN LA C ONGREGACIÓN ENCUENTRO DE SUPERIORAS, EN MARRATXINET TERESA RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ iseri M QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓNQUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN Natural de Oruro (Challapata, Bolivia) donde nace el 26 de mayo de 1947. Ingresa en la Congregación 13 de febrero de 1977. Inicia el noviciado 31 de mayo de 1977 en Padilla (Bolivia) y emite su primera profesión el 15 de agosto de 1978, en Pina. Realiza su Profesión Perpetua el 10 de enero de 1985 en Villa Serrano (Bolivia). A lo largo de su vida ha sido destinada en Padilla, Serrano, La Paz, Cupilupaca (La Paz) donde reside en la actualidad y es la encargada del Centro San Francisco de Asís. A lo largo de su Vida Religiosa ha desempeñado su misión dedicándose a la promoción de la mujer, el comedor social, Internado, Parroquia, Casa de acogida. [OdRiae 16 P: ¿Cómo y cuándo experimentaste la llamada del Señor? R: No puedo decir exactamente cuándo experimenté la llamada de Dios. Pero, si tenía mucha admiración por las religiosas del colegio donde estudié y compartí con ellas algunos encuentros y retiros. P: ¿Por qué optaste por la vida Religiosa en esta Congregación? R: Yo sólo puse mi vida en las manos de Dios que dirige nuestra historia por sus caminos. P: ¿Qué rasgos te atraen más de esta familia religiosa? R: La sencillez, nuestro carisma de misericordia y la espiritualidad Franciscana P: ¿Qué da consistencia a tu vida como mujer consagrada?. R: El saberme acompañada y protegida por la bondad y el Amor de Dios que acompaña mi vida por el camino del bien. P: ¿Cuáles son tus expectativas, proyectos y deseos para el futuro, tanto en el ámbito profesional como en el espiritual? R: Sólo agradecer a Dios cada día de mi vida y vivir atenta al presente. Y siempre con la mirada puesta en la bondad y misericordia de Dios. P: ¿Qué ha supuesto para ti consagrar tu vida al Señor al servicio de los hermanos dentro de la Congregación? R: La Congregación me ha dado la oportunidad de poder conocer y servir a los demás desde el Carisma de Misericordia. P: ¿Hacia dónde crees que debería caminar hoy la vida religiosa? R: Una vida religiosa profética. Tenemos que ser signos de unidad para el mundo. Una vida religiosa que lea la vida desde la fe y la palabra MICAELA RIERA, FHM D el 10 al 12 de septiembre, en nuestra casa de Marratxinet, las Hermanas superioras de comunidad de la Delegación de Mallorca-Menorca, tuvimos unos días de formación que impartió la Hermana dominica, Oliva Vico. Nos acompañaba el Consejo de la Delegación y las consejeras generales, sor Francisca Alomar y sor María Soledad Camps. Como no suele ocurrir, empezamos con la comida fraterna del día 10 que, a través de la comunicación, de los sabrosos manjares y de la buena voluntad de todas, creó el ambiente apto para ponernos receptivas y con ánimo de colaborar. El cursillo se desarrolló claro, agradable, denso de contenido: La identidad de la superiora y la vivencia de los Acuerdos Capitulares. Podríamos, en algunas frases, sintetizarlo: 1) El hecho de haber recibido un cargo es, claramente, una llamada del Señor. Con Él podemos decir: «El Espíritu del Señor está sobre mí.» 2) La identidad de la superiora consiste en ser líder espiritual del grupo, con un liderazgo semejante al de Jesús, con un «pueblo» que salvar, con la misión de dinamizar en su entorno la vivencia de los MALLORCA-MENORCA Acuerdos Capitulares que son el Proyecto Congregacional que nos sirve de guía para cumplir la Voluntad de Dios. 3) Con el número 175 de las Constituciones, el documento de la CIVCSVA, 2008, y un artículo de José Cristo Rey, nos recalcó los compromisos que tenemos, nuestros deberes, el gozo de hacer este servicio como enviadas. 4) La lectura atenta, reflexionada, desmenuzada, de los Acuerdos, nos ayudó a tomar mayor conciencia, a animar nuestro espíritu hasta el entusiasmo, a reavivar la esperanza en el Dios de la Historia, presente en nuestra situación concreta y con una amor infinito para cada una de sus criaturas, para cada una de las Hermanas. Nos ayudó, y mucho, la liturgia bien preparada y no menos bien rezada. Agradecemos a quienes la prepararon los momentos intensos con el Señor. Desde aquí, no nos queda sino decir, de corazón: gracias. GRUPO DE HERMANAS JUNTO A OLIVA VICO, DURANTE EL ENCUENTRO DE S UPERIORAS , EN M ARRATXINET ISABEL Mª PICÓ, FHM iseri UIÉN ES M Q [OdRiae 9 LA VIDA EN LAS DELEGACIONES DESDE LOS COLEGIOS No faltaron los detalles, nos obsequiaron con unos panes típicos de Padilla, hechos por las alumnas que compartieron los primeros años con las hermanas (1962). A continuación tuvimos una tarde recreativa en el patio de la Unidad Educativa San Pío X. Dicha actividad estuvo preparada por los profesores, alumnos, la junta Escolar de padres y Educación Técnica Alternativa. Al mismo tiempo, la gente expresó su cariño a través de unos obsequios, en agradecimiento al servicio y dedicación de las hermanas. La gente, incansable, nos sorprendió con una velada en la noche, donde fuimos compartiendo, diálogo y testimonio de la gente que tuvo la dicha de compartir con las primeras religiosas; también la experiencia vocacional de alguna de las hermanas y seguimos recordando algunas anécdotas vividas con sor Francisca Negre en sus primeros años. Todo esto animado por los profesores de música que daban la chispa al ambiente festivo de este encuentro. La comisión encargada de este año jubilar nos dio un programa a realizar durante el año, empezando por la celebración de apertura en cada comunidad con encuentros y celebraciones. Dentro de los trabajos está la motivación e inquietud de la pastoral vocacional, en la que tendremos encuentros con las jóvenes. Como primer paso, dos hermanas visitaron colegios e internados de las regiones del Villar y Sopachuy, teniendo buena acogiDIVERSOS MOMENTOS DE LA CELEBRACIÓN DEL 50 ANIVERSARIO da por parte de las promotoras, jóvenes y sus familias. Te bendecimos por hacer fecunda Con la canción, «Adiós con el corazón, que tu Palabra en hermanas peregrinas con el alma no puedo….», las jóvenes del internado que hacen vida TÚ San Pío X despedían con mucho cariño a las herma¡Misericordia! nas que nuevamente retornaban a sus comunidades. COLEGIO «SANT FRANCESC D’ASSÍS», MURO (MALLORCA) ¾¾¾ Te bendecimos, Señor, Por estos 50 años de vida en Bolivia: un grito de ayer y de hoy ¡Misericordia¡ Te bendecimos por suscitar en el tiempo y en la historia a nuestros fundadores como instrumentos de TÚ ¡Misericordia! Te bendecimos y te damos gracias en este año jubilar a Ti que eres el Dios de Misericordia por todos los siglos EULALIA REGAÑO, FHM-Mª MARISOL ARANCIBIA,FHM E l colegio San Francisco de Asís, esta situado en el corazón del pueblo de Muro. Acoge a alumnos de 2 a 12 años. La Educación Infantil se imparte en las dependencias de las Hermanas Franciscanas, calle Antonio Maura, nº 3 (a ca Ses Monges) y la Educación Primaria, se da un edificio histórico de propiedad municipal, con unas características arquitectónicas peculiares ya que se trata del Claustro de un exconvento de Mínimos, junto a la Iglesia de Santa Ana. Desde el día 31 de mayo del 1857 que el Padre Fundador, fundó la tercera comunidad de hermanas Franciscanas, la educación ha sido una tarea primordial dentro de la dedicación de las hermanas y de todos los profesionales que compartimos la práctica del carisma de la Misericordia. Sí, en aquella primavera empezó a gestarse lo que hoy es nuestro Colegio, cuando unas hermanas llenas de ilusión empezaron a enseñar, en condiciones muy precarias, las primeras letras a unas niñas del pueblo, entendiendo que a través de la educación también se hacía presente la Misericordia. Son muchos los cambios que hemos tenido que afrontar a lo largo de todos estos años, pero no por ello ha menguado la frescura, la ilusión y las ganas de poner en práctica nuestro carisma dedicándonos primordialmente a los más desfavorecidos y faltos de recursos. Hay que tener en cuenta que nuestro pueblo ha ido dejando progresivamente sus raíces agrícolas para dar paso a una economía basada en el turismo y la construcción. Este hecho ha provocado una fuerte inmigración, principalmente de origen magrebí, y que los valores sólidos y cristianos de aquellos hombres y mujeres del campo se hayan substituido por los valores estandarizados de la globalización y de la sociedad de consumo. Nuestro Centro, como se nos recordó en la reciente presentación del Carácter Propio, se esfuerza en ofrecer una interpretación cristiana de la vida, por ello brindamos a toda la comunidad educativa oportunidades y situaciones para aquellos que libremente quieran contribuir al crecimiento de la fe. De aquí la importancia que intentamos dar a los valores éticos, tan necesarios en nuestro mundo y tan olvidados en nuestra sociedad. Somos respetuosos con aquellos que, aún siendo de otras creencias religiosas y culturales, piden educación para sus hijos viniendo a un centro religioso. Nuestra labor educativa viene marcada por una serie de valores como sensibilidad, respeto, esfuerzo, responsabilidad y trascendencia, todo esto va creando una conciencia capaz de ser sensible a cualquier necesidad tanto a nivel humano como medio ambiental. La crisis también se hace presente en nuestros colegios. ¿Qué hacer pues? Nos está espabilando y nos pone nuevamente a prueba para buscar caminos eficaces y poner en práctica nuestro ca- iseri [OdRiae 8 M iseri M ¾¾¾ [OdRiae 17 DESDE LOS COLEGIOS ¾¾¾ risma y así hacer realidad el carácter propio: «los pobres serán nuestros preferidos». Hermanas, la crisis o el Espíritu nos sirve en bandeja la ocasión- no buscada- pero que acogida en clave profética puede ser para todos los que proclamamos que los centros son plataforma de Evangelización, una ocasión más de poner a prueba nuestro carisma de Caridad y Misericordia. Durante el presente curso trabajaremos el lema «Mon cor estima un arbre» (que son las primeras palabras del poema «Lo pi de Formentor» del poeta mallorquín Miguel Costa y Llobera) así pues nuestras actividades y celebraciones, a lo largo del curso, se centrarán en el estudio, respeto y cuidado de la naturaleza así como en el gran don del amor como fuerza que hace mover al mundo. Recordemos que el amor al prójimo, a la naturaleza, al trabajo y a uno mismo es el nuevo mandamiento de Jesús y en el amor reside, como dirá Juan, la salvación de Dios. Recientemente hemos celebrado la festividad de San Francisco. La comisión de pastoral del Centro programó una serie de actividades adaptadas a cada etapa educativa. La idea era aprovechar la celebración para relacionar el lema de este curso, el amor a los árboles y a los bosques, con el pensamiento ecologista de Francisco, resaltando la defensa que hizo de la naturaleza como la gran obra de Dios. Fuimos todos a la iglesia parroquial y junto a la capilla de San Francisco pusimos un enorme mural en el que había un pino pintado. Este fue el motivo central de la celebración que constó de cuatro partes: 1ª Representación teatral de San Francisco de Asís y sus seguidores. 2ª Cada curso de Educación Infantil ofreció los frutos del árbol que representa su clase. - La clase de Los Pinos, ofrecieron piñas y piñones. - La clase de Las Oliveras ofrecieron aceituna y aceite. - La clase de Las Higueras ofrecieron higos. - La clase de Los Almendros ofrecieron almendras, turrón y colonia de flor de almendro. El primer ciclo de Primaria, ofreció los frutos del otoño. 3ª El segundo ciclo de Primaria, ofreció y plasmó en el árbol el trabajo realizado en el aula sobre los valores: esfuerzo, responsabilidad y respeto, concretados en pequeños compromisos. Hemos escogido estos valores porque son el eje vertebrador de la programación por competencias que de manera paulatina empezamos ha introducir en el currículo. 4ª El tercer ciclo de Primaria trabajó el valor de la sensibilidad por la naturaleza recitando el poema «Lo pi de Fomentor» y la dimensión trascendente a través de la canción «Es tant a prop meu» Jesús está aquí. Después la fiesta continuó en el patio del colegio con un apetitoso «piscolabis» que tradicionalmente ofrecen las hermanas a todos los alumnos y profesores. 50 AÑOS COMPROMISO CON LA VIDA Y LA MISERICORDIA A l inicio del año Jubilar, las hermanas de la Delegación de Bolivia nos reunimos en PadillaChuquisaca, del 15 al 17 de octubre para celebrar con nuestra querida gente lo que significa estos 50 años de presencia en Bolivia. Si lo fue para nosotras, resultó un acto mucho más emotivo para las personas que compartieron con nuestras primeras hermanas, quienes dejaron recuerdos inolvidables; este día la gente de Padilla, emocionada, las recordaba entre alegría y llanto. En la mañana del sábado 16 de octubre los alumnos y profesores de la Unidad Educativa San Pío X, nos esperaban en todo el recorrido, como un signo de acogida: nos recibieron batiendo sus pañuelos blancos, acompañado de la banda del Colegio. Todas las hermanas íbamos en procesión hacia la parroquia, cogidas de nuestra Madre la Virgen de la Merced, patrona de Padilla; por las BOLIVIA calles nos esperaban los arcos con sus típicos aguayos, muñecos y campanitas y como signo de fiesta, los cohetes. Al inicio de la solemne Eucaristía, se hizo una breve reseña histórica de la llegada de las primeras hermanas: Francisca Mestre, Francisca Negre, María Pradillo, María Palau, Margarita Genovard y Alfonsa Real. ¡Gracias a nuestras hermanas que aún viven y a aquellas que pasaron a la casa del Padre!. La Delegación de Bolivia en este día recordó el paso de una gran mujer y hermana, «Madrecita querida», como la llamaba la gente que la recuerda, sor Francisca Negre. Tras la celebración Eucarística, invitamos a la gente a pasar por la comunidad donde había una exposición con todos los objetos y ornamentos que las hermanas trajeron desde España protegidos en dos baúles, y que se cuidan y conservan cuidadosamente. Posteriormente pasamos al comedor a compartir un exquisito almuerzo con la gente que nos acompañó. EQUIPO DIRECTIVO iseri [OdRiae 18 M iseri M ¾¾¾ [OdRiae 7 LA VIDA EN LAS DELEGACIONES OBITUARIOS Villamayor de Santiago, 23 de julio de 2010 N iseri M os hemos reunido, como tantas veces, para celebrar la muerte y resurrección del Señor, hoy para evocar también la de nuestra hermana Josefa. Tenemos la certeza de que nuestra hermana vive; por eso nuestra celebración, tiene también el consuelo de la esperanza y es acción de gracias al Padre de la Misericordia por haberla acogido en sus brazos. Nuestra oración no sólo quiere recomendarla a la misericordia y amor del Padre, sino que es también ya petición de ayuda e intercesión para que desde el cielo, junto a Dios y a los santos, nos ayude a quienes aún peregrinamos en la tierra. Josefa nació en Puertollano hace 84 años, aunque desde muy temprana edad vivió en Madrid. Ingresó en nuestra Congregación a la edad de 25 años. Emitió su primera profesión en el año 1952, opción que hizo definitiva en el año 1957, a los 31 años de edad. Nuestra acción de gracias al Padre es también hoy por tantos años de vida entregada; mujer alegre y trabajadora, ha ejercido su misión de misericordia, principalmente en tareas educativas, en muchos pueblos de Mallorca, en Menorca, Perú, Ciudad Real, Madrid, Puebla de Almoradiel, Corral de Almaguer, Lillo, Cuenca, Santa Cruz de la Zarza y por último aquí en Villamayor de Santiago donde se ha encontrado con la hermana muerte. Como tantas veces ella rezaría al finalizar el día, hoy en este inicio de su sueño eterno proclamamos: Gracias, porque al fin del día podemos agradecerte los méritos de tu muerte, y el pan de la Eucaristía, la plenitud de alegría de haber vivido tu alianza, la fe, el amor, la esperanza y esta bondad de tu empeño de convertir nuestro sueño en una humilde alabanza. ALICIA GARCÍA, FHM Son Espanyol, 21 de septiembre de 2010 S or María, hija de Pedro y Catalina, nació en Palma de Mallorca el día 2 de enero de 1927. El día 10 fue regenerada con las Aguas Bautismales y el día 26 de mayo de 1930 fue confirmada en la Fe de la Iglesia. El día 10 de octubre de 1947, cumplidos los 20 años, ingresó en nuestra Congregación en la que se consagró definitivamente al Señor el 9 de abril de 1949. Su primer destino fue el convento de Inca; después Es Carritxó; 10 años en Lluc; 5 en Mahón; 23 en Santa Cruz, Palma; y cuando la salud ya lo requería, en la Casa de oración y descanso de Son Espanyol, Palma. Mujer de silencio, dada a buscar la soledad, enfermiza de cuerpo y ferviente de espíritu, sirvió con pulcritud y gran delicadeza en las parroquias de las casas en las que fue destinada, manteniendo siempre limpios corporales, purificadores, manteles y albas de tal manera que, con cada lavado quedaban como nuevos. También ejerció como enfermera, sobre todo en Mahón (Menorca), ayudó en las escuelitas de niños o dando una mano en casa a fin de que todo estuviera a punto. En la misma casa de oración y descanso todavía dirigía la lavandería procurando que la ropa estuviera limpia y bien planchada. Su porte adusto hacía sorprendente el que, las tardes del domingo, gozara con las Hermanas jugando una inocente partida de cartas, tratando de ganar. El pasado domingo se sintió resfriada y pasó largo rato junto a Jesús del sagrario. ¡Quién sabe si preparando la despedida de esta tierra! Sesenta y tres años de vida consagrada han culminado -así lo pedimos- con el abrazo definitivo del Padre de la Misericordia para gozar eternamente con María, de la que llevaba el Nombre. Agradecemos a las Hermanas que cuidan a nuestras viejecitas, todo lo que hacen por ellas, el afecto que les dan, la ayuda en el camino hacia la Patria. Descanse en paz. ISABEL Mª PICÓ, FHM Reseñas leídas el día de su funeral. iseri rizada por el entusiasmo y la efusión, con cantos y flores. En un largo recorrido llegamos al templo donde se les dio la bienvenida. Pasados estos actos se las instaló en una sencilla vivienda alquilada, hasta que se construyera una nueva y más cómoda. La gente se mostró muy dadivosa. Pronto empezaron a conocer a la gente y a ambientarse en un mundo nuevo para ellas. Se iniciaron también sus actividades de orden pastoral. Eran seis religiosas: la Madre Superiora, Francisca Mestre; las hermanas, Francisca, María Dominga, Margarita, Alfonsa y María. Cada una de ellas tomó una responsabilidad específica: la Hna. Dominga era la enfermera, no sólo de la casa, sino del pueblo y de la campiña; la Hna. Margarita tomó a su cargo la Academia de Corte y Confección; estaba también encargada de la catequesis y del mantenimiento del templo; la Hna Francisca Negre, de la pastoral; la Hna. Alfonsa, del Kinder o Jardín de Niños; la Hna María, de los quehaceres de la casa; la Madre Superiora estaba presente en todos los grupos. La presencia de estas religiosas dio mucha vida a la pastoral parroquial. Posteriormente se trasladaron a su nueva casa construida exclusivamente para la comunidad. Se fundó una Escuela Primaria y un Liceo de Señoritas que sigue funcionando hasta el presente. Considero que su presencia y su acción apostólica han contribuido y siguen contribuyendo en forma efectiva a la labor pastoral. Que esta Fundación Religiosa sea bendecida con abundantes vocaciones. MONS. RENÉ FERNÁNDEZ ARZOBISPO EMÉRITO DE COCHABAMBA [OdRiae 6 SOR MARÍA VICH MERCANT SOR JOSEFA RUIZ SOLÍS E n el curso del tiempo se suceden muchos acontecimientos que quedan grabados en la mente y en el corazón y que vale la pena transmitirlos para formar la historia de esos hechos con el fin de que las futuras generaciones tengan conocimiento del pasado. En el presente caso quiero traer a la memoria, la llegada a la ciudad de Padilla, de un grupo de seis religiosas pertenecientes a la Congregación «Franciscanas Hijas de la Misericordia», el año 1960. Padilla es una pequeña ciudad, situada en el Departamento de Chuquisaca-Bolivia, capital de la Provincia Tomina; en ese tiempo contaba aproximadamente con unos 10.000 habitantes, con dos escuelas primarias, un colegio secundario y algunas otras instituciones. En lo eclesiástico era Vicaria Foránea con varias parroquias sufragáneas en otros pueblos vecinos. Era yo en ese tiempo, Vicario Foráneo. Dada la necesidad e importancia de incrementar la acción pastoral y misionera, sugerí al Sr. Arzobispo de Sucre que hiciera lo posible por conseguir una comunidad religiosa femenina para apoyar y fortificar la pastoral parroquial, especialmente en el campo juvenil y en la misión con la gente de la campiña. Nuestro pedido no fue vano: el Excmo. Arzobispo Mons. José Clemente Maurer, nombrado posteriormente Cardenal de Bolivia (de feliz memoria) hizo los trámites necesarios y consiguió que la Madre General de las «Franciscanas Hijas de la Misericordia», de Palma de Mallorca, aceptaran su pedido con el compromiso de enviar dos grupos de religiosas, para la atención del Seminario Nacional de Sucre y el otro grupo para la Vicaria Foránea de Padilla. Esta noticia causó una enorme alegría en la población. No pasó mucho tiempo y las religiosas estaban ya en marcha cruzando el inmenso océano. Contábamos los días hasta el arribo a su destino final; y llegó el día esperado: en Padilla, a la hora señalada, se concentró una enorme cantidad de gente; las autoridades, las escuelas, el colegio, etc., todos precedidos de la bendita imagen de Ntra. Sra. de Las Mercedes, Patrona de la Parroquia, salimos a la salida del pueblo. La recepción estaba caracte- † † M BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA PRESENCIA EN LA CIUDAD DE PADILLA DE LAS RELIGIOSAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA [OdRiae 19 NUESTROS PUEBLOS LA VIDA EN LAS DELEGACIONES ITINERARIO DE SOR FRANCISCA NEGRE EN BOLIVIA Y PERÚ SON SERVERA COMUNIDAD DE HERMANAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA S A petición del vicario del pueblo, Rdo. D. Jorge Oleza y del alcalde D. Pedro Nebot, las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, fueron requeridas para fundar una comunidad en el pueblo de Son Servera (Mallorca), para auxiliar y cuidar a los pobres enfermos y a la vez enseñar el catecismo a los niños y niñas de esta localidad. Con la respuesta afirmativa de los superiores, se llevó a cabo la fundación el 14 de septiembre de 1882, poniendo como titular de esta casa a san Antonio de Padua. Fue un día memorable, pues todos los vecinos salieron a recibir a las hermanas junto con las autoridades civiles y religiosas organizando una imponente procesión hasta la iglesia, donde se entonó un solemne Tedeum. Al principio, la Comunidad se instaló en la C/. Nueva, en una casa en la que se abrió, desde el primer momento, una escuela para niñas mayores y otra para niñas y niños más pequeños enseñándoles el catecismo, a leer, a escribir y toda clase de labores. Dada la gran misión que desplegaron las hermanas en el pueblo, esta primera casa – colegio se les hizo pequeña y a los siete años tuvieron que trasladarse al convento actual, edificado con la ayuda del pueblo, del vicario y del ayuntamiento. Pero pronto volvió a quedarse pequeña, dada la gran afluencia de niños y niñas que acudían al colegio, y se determinó comprar la casa colindante para ampliar las aulas del colegio. Son muchos los testimonios que recibimos de la gran labor que han realizado las hermanas en el pueblo a lo largo de los años, tanto a nivel de enseñanza como asistencia a enfermos, acción social y colaboración en todo con la parroquia, extendiendo por donde pasaban la misericordia del buen Padre-Madre Dios. Hicimos una gran fiesta en el 125 aniversario de la fundación de esta comunidad y fue reveladora la cantidad de testimonios a través de fotos, labores, catecismos y testimonios verbales que aportaron las familias que habían recibido educación ayuda y consuelo de las hermanas. En la actualidad, aunque los tiempos han cambiado, y aunque siendo menos, con la oración, dedicación y ayuda del Señor, sentimos la necesidad de dar respuesta a las nuevas necesidades de hoy siguiendo las directrices de nuestros Fundadores en el «aquí y ahora», dando testimonio del gran amor que Dios nos tiene haciendo patente, con nuestras obras, su infinita Misericordia para con todos sobre todo con los más débiles. Las hermanas, como titularidad del colegio de E. Infantil, participamos en las decisiones del Consejo Escolar, la administración, y el mantenimiento de todo lo necesario para el colegio. Procuramos también poner en contacto a empresas y familias que tienen personas impedidas, con padres-madres de nuestros alumnos que buscan trabajo, y con otras personas que llaman a nuestras puertas buscando solución a su crisis económica por su situación laboral. Llevamos también el comedor escolar, procurando que en toda esta misión que resplandezca nuestra opción preferencial por los inmigrantes, pobres y gente necesitada. Además, desde el colegio organizamos un día de merienda solidaria para un proyecto misionero con rifas, aportación de alimentos, etc., iniciando a nuestros alumnos y familias en la solidaridad con los que no tienen lo necesario. Posteriormente, todo lo recaudado, lo mandamos para dicho proyecto a la hermana encargada de MISOL. También, desde el colegio, damos ropa a niños necesitados. Cada curso, se organiza una campaña de recogida de ropa para todas las edades que esté en buen estado, y en conexión de una ONG se va distribuyendo a los necesitados. Además, nuestra misión se hace patente en la participación en la parroquia de Son Servera, en toda la actividades parroquiales. Estamos presentes en el Consejo Parroquial, en el coro, en la acción social, visitando impedidos y llevándoles la comunión a sus casas, juntamente con alimentos a quienes lo necesitan. Participamos también en la decoración, arreglo de la ropa, catequesis de confirmación, primera comunión y en todas aquellas actividades y misión que somos requeridas. or Francisca Negre llegó a Bolivia, en enero de l962, con destino a Padilla. Su misión desde que llegó allí fue la enseñanza, catequesis, clases de Religión en la Escuela Fiscal «Juana Azurduy de Padilla». También, excursiones al campo algunos fines de semana, sobretodo en las vacaciones, trabajando en la formación humana y cristiana de nuestros hermanos campesinos. En marzo de l969, por deseo del Cardenal José Clemente Maurer, viajó a Santiago de Chile para realizar un curso de Catequesis en ICLA (Instituto de Catequesis Latino Americano). El Cardenal se hizo cargo de todos los gastos. En agosto del mismo año tuvo que interrumpir el curso por haber sido elegida, por las Hermanas de esta Delegación, para asistir al Capítulo Especial de la Congregación. Desde Chile viajó a España. En marzo de l970, salía de España con destino a La Perla (Perú) para hacerse cargo del acompañamiento de las novicias. En aquel año, la Congregación unió la etapa de formación de los dos países. En marzo de l974, regresó a Padilla (Bolivia) para continuar el trabajo que había realizado anteriormente, esta vez asumiendo el cargo de la Dirección de la Escuela «San Pío X» y el de Responsable de la Comunidad. Además de llevar la coordinación de la Promoción de la Mujer Campesina. En enero de l979, fue destinada a la fundación de la Comunidad de La Paz, en la zona BOLIVIA periférica de Villa el Carmen. Su trabajo específico fue la Dirección de la Escuela «Irene Nava de Castillo», Pastoral Parroquial y durante unos años tuvo la responsabilidad de la Comunidad. A sus 71 años, por el Ministerio de Educación y Cultura, recibió su jubilación en el campo de la Enseñanza. El 2 de marzo de l991, dejó la Comunidad de La Paz, para ir a Cochabamba con la tarea de colaborar en la formación de las novicias y trabajar en la Pastoral Parroquial, coordinando esa labor, en la zona Villa Victoria. Fue destinada a la Comunidad de Sucre en 2003, incorporándose a ella el l8 de marzo, del año indicado. Su labor ahí, ha consistido en colaborar donde se la necesitaba y donde le permitían sus fuerzas. Con gran sentimiento salió de Bolivia, el 23 de junio de 2010. Cambiando sus planes para aceptar los de Dios, después de más de 48 años de servicio a esta Iglesia tan querida por ella y de haber visto nacer y crecer nuestra Delegación que tanto ama y seguirá amando. Le toca partir y dejarnos corporalmente a cada una de las que conformamos la Delegación en Bolivia. Que sin duda alguna su vida constantemente ha sido un desgastarse día a día en el trabajo por el Reino como testimonio vivo para cada una de nosotras y nuestra gente con quienes trabajamos. La Delegación hace su homenaje a través de esta frase titulada: LA VOLUNTAD DE DIOS ¿Qué es? Sólo los que saben leer la vida, la realidad y todo lo que acontece con los ojos de Dios pueden experimentar lo que es eso. Y saben acogerse con serenidad y paz a esa bella aventura; pueden comprender lo que Jesús vivió en Getsemaní: «Que se haga tu voluntad y no la mía.» Así está la Delegación de Bolivia en estos momentos, contemplando atónitas, una vez más, el paso del Señor entre nosotras. Esta vez pidiéndonos sabernos desprender de lo más querido y entrañable que tene- mos: Eso eres tú, sor Francisca. No lo habíamos imaginado, ni siquiera lo habíamos soñado, pero el anuncio llegó de forma silenciosa, queda y apaciblemente. ¡Otra llamada! ¡Una nueva respuesta! ¡Un desprendimiento! ¡Otro despojo! ¡Una nueva generosidad! ¡Un salto en el vacío! ¡Una entrega! Un «Hágase tu voluntad». Así nos dejas, como Jesús a los Apóstoles: ¿Mirando al cielo? ¡No! Mirando tu testimonio de vida, de fe profunda en el Señor, de andar sus caminos con sencillez y humildad, con ge- nerosidad y desprendimiento, con mucha gratitud siempre. Para nosotras siempre serás esa referencia donde podamos ver que es posible fiarse del Señor y seguir sus huellas sin temor de equivocarse. Es posible apuntarse a su Proyecto sabiendo que Él siempre está con nosotros. Es posible lanzarse en el vacío, sabiendo que Él te acoge. Mil gracias, sor Francisca. Te queremos mucho y estarás siempre entre nosotras. Con amor sincero, la Delegación. iseri [OdRiae 20 M iseri M DELEGACIÓN DE BOLIVIA [OdRiae 5 CAMINANDO UN CAMINO QUE HABRÁ QUE RECORRER E xisten palabras y hechos que, si recorremos un poco nuestra propia historia, van siendo una constante en nuestra vida personal y, a los que, si estamos vigilantes, nos hacen percibir dos cosas: un mayor conocimiento de nosotras mismas, y el vislumbrar alguna pista de por dónde podemos y debemos seguir caminando. Yo creo que, a nivel de grupos y organizaciones también sucede lo mismo, por eso quiero indicar una palabra que en nuestra Congregación está empezando a ser una constante, es la palabra Revitalización/Reestructuración, a la que quisiera invitar a todas las hermanas a que le prestemos atención y agudicemos nuestras antenas para, descubrir ese doble enfoque: Un conocimiento más profundo y real de nosotras mismas, que repercuta en la vivencia de nuestras comunidades. Entrever hacia dónde y cómo caminar todas juntas en el hoy siendo fieles a la transmisión del Carisma de la Misericordia al estilo franciscano. Desde el Capítulo General del 2007, esta palabra ha ido formando explícitamente parte de nuestro lenguaje congregacional, aunque creo que ya antes del capítulo de forma difuminada y velada, quizás sin poder ponerle nombre quien más o quién menos, al ser consciente de nuestra propia realidad interna y externa nos haría expresar «… que algo habrá que hacer….», percepción que he podido confirmar ese verano del 2010 durante nuestro Consejo Plenario. Ha sido un tiempo y espacio en el que hemos podido respirar y gozar un ambiente de unidad y colaboración, como el Cuerpo Apostólico que somos condensando al unísono que, sí, es necesario poner manos a la obra en el proceso de Revitalización y Reestructuración, tomando a ésta no sólo como posibilidad de cambio, sino como un proceso de purificación y discernimiento que nos lleve a la regeneración para ir descubriendo lo que Dios en este momento de la historia nos pide, personal y Congregacionalmente. Hermanas, pero no pensemos en ella con un aire catastrófico o negativo, no, es una gran oportunidad a la que el Señor nos está llamando, no sólo a nosotras sino a toda la Vida Religiosa, pues son muchos los factores internos, eclesiales y sociales los que nos hacen abrir los ojos y buscar sobretodo «la fidelidad» a nuestra propia identidad no importa cuál sea la edad, la salud o falta de ella, ya que la identidad no se refiere a teorías o ideas de «cómo debería ser», sino a vida y corazón, tiene que ver con el significado que doy a lo que vivo aquí y ahora, no estamos a merced de los acontecimientos, sino que tenemos la capacidad de decidir lo que éstos van a significar para mí. Este camino es eso, una vía por la que estamos invitadas a empezar de nuevo nuestra propia reconstrucción, empezando ya por la personal, pues nuestro lugar en la historia no nos vendrá «desde fuera», «desde lo que hacemos», sino de reproducir con valor la audacia, la creatividad y santidad de nuestros fundadores, es recoger como raíz de mi respuesta cada día en mi vida esa pasión por Dios y por la humanidad que es, en definitiva lo que atravesó y convirtió a Francisco, a Don Gabriel y a Sor Concepción de San José. Ojalá y que nos entusiasmemos por buscar un calzado cómodo, levantar un pie y dar el primer paso para recorrer este camino, que como todo camino tendrá sus baches y sus zonas tenebrosas, por eso necesitamos hacerlo juntas, y desde aquí confiar en el Padre que ya hace 154 años que nos acompaña. ¡Adelante! MARTHA CUPIDO, FHM VICARIA GENERAL Desde el 2002, la Comunidad de Son Servera también atiende a tres parroquias de los alrededores: S´Illot, Sa Coma y San Lorenzo. Una hermana, actualmente Flora Castillo, atiende estas parroquias, según sus necesidades. Lleva la coordinación de la catequesis, participa en las reuniones, y los Consejos Parroquiales, visita a los enfermos y cuida del mantenimiento, limpieza, decoración de los templos, así como sus dependencias, y de la ropa de las mismos. S’Illot es un pueblo pequeño con mucha inmigración. Se trata de una parroquia sencilla, y con pocos recursos. Allí se atiende la Catequesis Infantil, martes y jueves. Los sábados se prepara la litur- gia y se participa en la Eucaristía, tratando de que la gente participe en la misma. En S’Illot se ayuda desde abrir y cerrar la iglesia, buscar lectores, dar la comunión hasta la recogida de la ropa para la fundación «Deixalles.» Sa Coma. Se atiende a la Catequesis Infantil todos los viernes. Los domingos por la mañana abrimos y cerramos la parroquia, preparamos la Liturgia de la Eucaristía y ayudamos a dar la comunión. San Lorenzo. Los miércoles se atiende la Catequesis Infantil. Y todos los primeros viernes de mes se lleva la comunión a todos los enfermos y la gente mayor que lo desea. LA COMUNIDAD [ ¿CÓMO NOS VEN EN EL PUEBLO? ] ANTONIA BLANQUER VIVES 60 AÑOS. NATURAL DE SON SERVERA. EX-ALUMNA DE LAS RR. FF. GOBERNANTA DE HOTEL. MIEMBRO DEL CONSEJO PARROQUIAL DE SON SERVERA. E ntre mis recuerdos más lejanos en el tiempo, figura la escuela de las Religiosas Franciscanas de Son Servera, a la que asistí desde los tres años. Recuerdo mis primeras maestras y las religiosas que acompañaron mi infancia. Años después, ya adolescente, aprendí música y labores hasta los catorce años. Después ayudé en el colegio en el cuidado de los párvulos. Recuerdo con especial afecto a sor Juana de la Merced, maestra muy exigente, pero que me enseñó a valorar muchas cosas en la vida. De ella aprendí mis primeras nociones de solfeo y el gusto por la música, que años después pude desarrollar en mis estudios musicales. Conservo también un recuerdo especial de una religiosa enfermera, sor Ana, que asistía a los enfermos, especialmente a los más graves. No puedo olvidar algunas excursiones que hicimos con el colegio. La solemnidad de nuestro patrón san Francisco de Asís, revestía una especial solemnidad; no sólo para las niñas que asistíamos al colegio de las RR. Franciscanas, sino también para muchas familias del pueblo. La capilla del convento resultaba demasiado pequeña para esta fiesta y muchas personas tenían que permanecer en la sala anterior a la capilla, e incluso en la portería. El contacto con las religiosas fue para mí una escuela de oración y la austeridad de vida de las monjas me ha enseñado el valor de los bienes que hoy tenemos. Aquella forma de valorar y aprovechar todo lo que llegaba al convento me ha hecho reflexionar muchas veces. A medida que pasan los años, más aprecio la entrega y la generosidad de unas mujeres que renunciaron a una maternidad personal para entregarse al bien de los niños y de otras personas necesitadas como los enfermos. El testimonio de entrega de las religiosas franciscanas sigue siendo hoy en nuestro pueblo de Son Servera, una manifestación del Evangelio en circunstancias muy diferentes a las que recuerdo de mi infancia. Espero y deseo que por muchos años las religiosas Franciscanas sigan dando testimonio de Jesús con su presencia y su entrega en Son Servera. iseri [OdRiae 4 M iseri M ¾¾¾ [OdRiae 21 A MIS HERMANAS D esde mi infancia he sido testigo de la labor que las Religiosas Franciscanas desarrollaban en el pueblo de Petra, tanto en el convento como en la Parroquia. Todavía recuerdo la solemne novena de San Francisco en la bella capilla del convento donde la voz prodigiosa de sor María del Amor Hermoso cantaba «les llagues» de san Francisco. Años después me tocó compartir como párroco de Randa la importante labor de las religiosas Franciscanas de aquella hermosa aldea. Era un trabajo que daba unidad y cohesión al pequeño pueblo. Lo mismo asistían a un enfermo que atendían a niños en su pequeña escuela o cuidaban el templo parroquial. Conservo un gratísimo recuerdo de sor Pereta, sor Isabel y otras monjas. En mis muchos años como sacerdote en Son Servera he visto el trabajo abnegado de muchas religiosas que han pasado por el convento. Recuerdo con particular afecto a sor Martina, una religiosa bajita a quien conocí siendo ella muy mayor y que murió a los 98 años pero que gozaba de una lucidez envidiable, y a sus noventa y más años leía semanalmente los discursos del Papa en la revista Ecclesia y sintonizaba muy bien con la Iglesia universal. Ha sido siempre muy importante la labor de las religiosas en el colegio de Son Servera hasta nuestros días y el contacto de las religiosas con los padres y, especialmente, con las madres de los niños que han pasado por el colegio de Sant Francesc. Esta labor con los niños se ha prolongado siempre en la catequesis y en la «Misa Familiar» con los niños y sus padres. La parroquia ha contado siempre con alguna religiosa en la catequesis de confirmación. CATI VENY ROSSELLÓ 52 AÑOS. NATURAL DE MANACOR. EX-ALUMNA DE LAS FRANCISCANAS, CASADA Y MADRE DE FAMILIA. S oy una feligresa y colaboradora de la parroquia de S´Illot. De toda la vida, he tenido una fuerte vinculación con la Congregación de las religiosas Franciscanas. Una de mis tías, fue religiosa Franciscana:«Sor María Reparadora»; siempre estuvo en Horcajo de Santiago (Cuenca). Los últimos años de su vida los pasó en Son Servera, que por desgracia fueron muy pocos, pues falleció muy pronto. PEDRO POU GALMÉS SACERDOTE. PÁRROCO SON SERVERA. N ATURAL DE P ETRA (MALLORCA) DE El cuidado del templo parroquial ha sido siempre un desvelo de las RR. Franciscanas, especialmente en los ornamentos sagrados, decoración y sacristía en general. La visita a los ancianos y enfermos está ocupando largas horas de las religiosas; labor muy agradecida por las personas interesadas y un testimonio evangélico que considero muy necesario, pero que a veces corre el peligro de quedar algo desatendido a medida que los sacerdotes vamos siendo menos en número. Desde nuestro convento de Son Servera, único que queda en estos pueblos del Levante de Mallorca, se atiende también a las parroquias de S´Illot-Sa Coma y Sant Llorens. Esta presencia de vida religiosa femenina me parece importante en estas parroquias. En estos momentos de laicismo galopante creo importante mantener la presencia de la vida consagrada, aunque sea a un nivel modesto y sin grandes pretensiones. Creo que la simple presencia es hoy un gran testimonio. Quiero aprovechar esta ocasión que se me brinda, para manifestar mi gratitud a la Congregación de Franciscanas Hijas de la Misericordia por su presencia de 128 años en nuestra parroquia, con el deseo y la esperanza de que sea por muchos más años para bien de nuestro pueblo de Son Servera. Tanto yo como mis hijos nos educamos en el colegio san Francisco de Asís de Manacor. Cuando acabó la etapa escolar de mis hijos, hubo un punto y aparte bastante largo a mi fuerte vinculación con las Franciscanas. Hasta que por S´Illot llegó sor Flora. Ella es un puntal indispensable para el buen funcionamiento de las distintas parroquias de la zona. En ellas se desarrolla una gran tarea, concretamente en la de S´Illot, donde Flora lleva todo el peso de organización de los distintos actos religiosos, catequesis, limpieza. En silencio y buena cara, tanto si llueve como si hace sol, frío o calor, se desplaza a las parroquias procurando que estén siempre bien atendidas. ADVIENTO, CAMINO DE FRATERNIDAD «Servir al hermano es, para Francisco, el acto libre de una persona que sabe amar. Es, además, una acción que tiene una doble dirección («unos a otros») y que, por lo mismo, hace que el hermano no esté siempre a la expectativa de ser servido, quizás alegando derechos o privilegios, sino que, con la convicción de que es siervo, piense que también él tiene obligaciones y, por lo mismo, se adelante a servir a los demás. Más aún, es un servicio que se fundamenta en la confianza de los hermanos que mutuamente se manifiestan su necesidad: «Y confiadamente manifieste el uno al otro su necesidad para que le encuentre lo necesario y se lo suministre.» 1 I niciamos el Adviento del año 2010 reflexionando sobre el camino de fraternidad, de vida comunitaria, parte esencial para nuestra vida religiosa. El capítulo III de nuestras Constituciones ya nos describe la relación que hemos de mantener unas con otras. Empezando con el motivo principal que es: «El Espíritu del Señor nos ha convocado, por la participación en un mismo don de gracia, a vivir el seguimiento de Cristo en Comunidad de Hermanas.»2 Vivimos en común-unión porque el Señor nos ha llamado a la vida consagrada. Y compartimos todo lo que somos y tenemos como lo hicieron las primitivas comunidades eclesiales.3 Para crear y formar una fraternidad hemos de tener muy en cuenta la igualdad de trato. Todas somos hijas de Dios y merecemos el respeto debido a esa condición. Cada hermana, nos dice Francisco, ha de comportarse como «madre» con las hermanas. Además nos exhorta a aceptarnos todas como «don de Dios», como un regalo que se nos da a la fraternidad, aceptando nuestras diferencias. Cada actitud nos acerca a Dios y a los hermanos. La fraternidad también nos pide ser serviciales, compartir lo que somos y hacemos. Qué hermoso es poner nuestros talentos al servicio de la comunidad; de servir al hermano sin esperar recompensa, ya sea una palabra, un gesto. Por otra parte, aunque el hermano no lo iseri M 1 [OdRiae 22 1 R 9,10; cf. Frag. 2,20). 2 espere, qué grato es cuando agradecemos esos detalles, esos servicios que se nos dan gratuitamente. Si Dios nos da los dones y talentos gratuitamente nosotras hemos de hacer lo mismo. En la comunidad debería reinar un ambiente de obediencia mutua, no el querer dominar; actitud que alguna vez nos viene innata, sin pensar «mandamos»; o por aquello de que ya todas tenemos edad de saber «lo que tengo que hacer.» Y es que todas deberíamos poder decir y dar nuestra opinión en la comunidad (siempre respetando a quienes han sido nombradas responsables y que por Constituciones se le da la última palabra en las decisiones.) Vivir la vida en clave de obediencia evangélica significa no tanto aceptar lo que nos viene encima o lo que no queda más remedio para nosotras, sino más bien acoger la existencia como es, con sus luces y sus sombras, asumir que la realidad muchas veces es torpe e hiriente, pero que es una realidad habitada por Dios o por lo menos, donde Dios también ha puesto su morada, aunque aparentemente no lo parezca. A esta obediencia, sólo se llega desde el sufrimiento, la aceptación de la voluntad de Dios en nuestras vidas. Así ocurrió en Jesús que según el autor de la Carta a los Hebreos «aprendió sufriendo a obedecer.»4 En estas semanas previas a la Navidad trabajemos nuestras relaciones interpersonales para hacerlas más efectivas y familiares, Constituciones nº 30 3 Hechos 2, 44-47 4 pongamos en práctica estos puntos sencillos que tienen un valor sorprendente, como por ejemplo: Hablar con las personas, con alegría, con una sonrisa, usando palabras constructivas y amables. Testimoniar con ellas nuestra fraternidad. Ser cordiales, interesándonos por los demás, captando y acompañando sus sentimientos. Preocuparnos por todos, escuchando atentamente sin interrumpir. Pronunciar el nombre de mis hermanas/hermanos con agrado (¡es como música a sus oídos!) Cuando hablamos de reestructuración de la Congregación no sólo hablamos de reorganizar sino de revitalizar y renovar. Estamos expresando el deseo de resucitar a una vida nueva que da vigor, nueva fuerza, nueva energía, vitalidad a la que ya existe. Todas tenemos un gran amor a nuestra Congregación y por ese mismo motivo queremos que VIVA, que muestre VIDA, que dé VIDA. Como las plantas, el ser fraterno ha de ser alimentado, si no, muere. Que durante este tiempo de Adviento vivamos nuestra fraternidad como verdaderas hermanas, que evangelicemos con nuestra vida, para que c u a n d o celebremos el nacimiento del Señor podamos verle nacer de nuevo en todos los hermanos. PAULINA AGUIRRE,FHM SUPERIORA GENERAL Carta a los Hebreos iseri ¾¾¾ M NUESTROS PUEBLOS [OdRiae 3 S UM A R I O iseri [OdRiae VIDA Y MISIÓN EN SON SERVERA (MALLORCA) COMUNIDAD DE SON SERVERA. DE IZQUIERDA A DERECHA: ROSA BONNÍN, ANTONIA ROMÁN, ENCARNACIÓN GARCÍA Y FLORA CASTILLO 5 11 13 15 iseri M EDITA: CONGREGACIÓN HERMANAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA C/ DEL NÉCTAR, 18 28022MADRID E-MAIL. [email protected] COORDINA: FRANCISCA ALOMAR GENOVART DISEÑO DE CUBIERTA: PAULA DALIÀ MARTORELL DEPÓSITO LEGAL 145/1984 COLABORA: ISABEL MARTÍNEZ MORENO Nº 42 - NOVIEMBRE 2010 [OdRiae 2 17 19 20 SOR ENCARNACIÓN, P L A N C H A N D O SOR ROSA, COSIENDO UN MANTEL PURIFICADORES PARA LA IGLESIA GRUPO DE NIÑOS DE LA ESCUELA INFANTIL, EN SON SERVERA LA COMUNIDAD DE FLORA CASTILLO. ARRIBA, VISITANDO A LOS ENFERMOS DE SAN LORENZO. ABAJO, AYUDANDO EN LA PARROQUIA DE S’ILLOT GRUPO DE CONFIRMACIÓN DE SON SEVERA iseri 4 A MIS HERMANAS Paulina Aguirre: «Adviento, camino de fraternidad» CAMINANDO Martha Cupido: «Un camino que habrá que recorrer» LA VIDA EN LAS DELEGACIONES Bolivia * Delegación de Bolivia: «Itinerario de sor Francisca Negre en Bolivia y Perú» * Mons.René Fernández: «Breve reseña histórica de la presencia en la ciudad de Padilla de las Religiosas Franciscanas Hijas de la Misericordia» * Eulalia Regaño-Mª Marisol Arancibia: «50 años. Compromiso con la vida y la misericordia» Mallorca-Menorca * Isabel Mª Picó: «Encuentro de superioras» Castilla * La Comunidad: «Festividad de san Francisco, en las Hurdes» COLABORACIONES Paco Ramis: «Miqueas, vocero del Reino de Dios» NUESTRA HISTORIA ♦María Rigo: «Actitudes pacificadoras en los Fundadores» QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN ♦Margarita Oliver: «María Ramis Ramis» ♦Micaela Riera: «Teresa Rodríguez» DESDE LOS COLEGIOS Equipo Directivo: «Colegio S’Francesc d’Assís, de Muro» OBITUARIOS ♦Alicia García: «Josefa Ruiz Solís» ♦Isabel Mª Picó: «María Vich Mercant» NUESTROS PUEBLOS ♦La Comunidad: «Son Servera» M 3 [OdRiae