Sea Wolves digital 2

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Mitos y Leyendas
pg 14
Entre garra y caudal
pg 2
Osos: grandes carnívoros terrestres
Campeando
pg 11
Un día en Picos de Europa
Al vuelo
pg 18
Los señores de las tinieblas
El rincón del pasado
pg 5
El Mioceno de Madrid
El doctor
pg 25
El anillamiento científico de Aves
Habitantes del frío: Belugas
De interés…
pg 47
Vuestro rincón
pg 38
Bichejos
¿Reptiles como mascotas?
El Gran Angular - pg 40
Nueva Edafología
pg 32
Entre garra y caudal
Osos: grandes carnívoros terrestres
La palabra Oso siempre evoca la imagen de un animal voluminoso, corpulento, fuerte,
poderoso, de garras y colmillos imponentes y andar pausado. En algunos provoca temor, en
otros ternura o fascinación, dejando difícilmente indiferente a nadie. Pero tras ese término se
esconden no una sino diversas especies con un amplio abanico de peculiaridades.
Taxonómicamente, los osos pertenecen al orden de los Carnívoros, un grupo de
Mamíferos caracterizado no por su tipo de alimentación –como podría desprenderse de su
nombre-, sino por la posesión de unas muelas de filo cortante especialmente diseñadas para
seccionar carne y tendones, denominadas carniceras y situadas en las posiciones P4/M1, es
decir cuarto premolar superior y primer molar inferior (Fernández-Salvador, 1996).
Existen diversos tipos de carnívoros, englobándose todos ellos en dos grandes grupos
o superfamilias: Caniformes y Feliformes. La primera de ellas, como su propio nombre indica,
comprende a los cánidos (familia Canidae), pero también a los osos (familias Ursidae,
Ailuropodidae y/o Ailuridae, según especies), mapaches (familia Procyonidae), mustélidos
(familia Mustelidae) y, con cierta controversia, a los muchas veces clasificados como
Pinnípedos fuera del orden de los carnívoros, es decir, focas, morsas y otáridos (familias
Phocidae, Odobenidae y Otariidae respectivamente). Los feliformes por su parte, comprenden
a los félidos (familia Felidae), hienas (familia Hyaenidae), ginetas (familia Viverridae) y
mangostas (familia Herpestidae).
Los osos, por tanto, pertenecen al grupo de los Caniformes y se encuentran
emparentados en mayor o menor grado con el resto de integrantes de dicho taxón. Aunque
tradicionalmente
se
ha
separado
a
los
osos
propiamente dichos y a los osos
panda en dos familias diferentes
(Ursidae
y
Ailuropodidae,
respectivamente),
análisis
genéticos recientes apoyan la
existencia de una única familia,
Ursidae.
Algunos
autores
incluso, asocian al Panda
gigante
(Ailuropoda
melanoleuca) con el resto de los
osos, separando al Panda rojo
(Ailurus fulgens) en una familia
monoespecífica
denominada
Ailuridae.
Oso pardo (Ursus arctos). Foto: Carmen M. Arija
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Independientemente de
la taxonomía y los criterios
empleados para establecerla,
existen 9 especies de osos
repartidas por diversos puntos
del globo aunque de forma
mayoritaria en el Hemisferio
Norte (Blanco, 1998). Son
animales potentes, pesados, de
grandes cabezas con ojos y orejas
de pequeño tamaño. Las patas son
cortas y gruesas, de estructura plantígrada –postura en la cual la planta del pie completa entra
en contacto con el suelo según Kardong (2001)-. No presentan ninguna reducción en el número
de dedos, poseyendo los cinco poderosas garras no retráctiles.
La especie más emblemática de este grupo es también el carnívoro de mayor tamaño
que existe, el oso pardo (Ursus arctos), oscilando su peso entre los 65-170 kg de las hembras
de osos pardos europeos (U. a. arctos) según apunta Blanco (1998) y los más de 800 kg de los
grandes ejemplares de oso Kodiak (U. a. middendorffi) –subespecie de oso pardo que rivaliza
por el record de peso y altura con el oso polar (Ursus maritimus)-. Esta especie se distribuye
por Eurasia y Norteamérica, poseyendo gran variabilidad no sólo en el tamaño, como
acabamos de ver, sino también en el color, comportamiento o alimentación, lo que ha llevado a
definir diversas subespecies, aunque en general se caracterizan por un notable herbivorismo,
no exento de aportes cárnicos ya sea mediante la caza, la pesca o el carroñeo, y por cierta
tendencia a la selección de hábitats forestales y grandes espacios abiertos con escasa
perturbación humana.
La segunda especie en cuanto al tamaño dentro de los úrsidos es el oso polar (Ursus
maritimus), cuyos machos suelen pesar entre 400 y 600 kg. En lo que sí ostenta el record es en
el grado de consumo de carne, componiendo esta la práctica totalidad de su dieta excepto
algunos vegetales que consume durante el verano en la tundra. Sus presas principales son las
focas anilladas (Pusa hispida), aunque también consumen focas barbudas (Erignathus
barbatus), capuchinas o de casco (Cystophora cristata), pías (Pagophilus groenlandicus),
morsas (Odobenus rosmarus), belugas (Delphinapterus leucas), narvales (Monodon
monoceros) así como restos de ballenas muertas, aves marinas, ungulados y desperdicios
humanos. Su distribución es circumpolar, ocupando áreas costeras, islas del Ártico, la placa de
hielo que cubre el mar así como bloques flotantes (Stewart, 2005).
Oso pardo y oso polar cuentan con representación en el continente americano, al igual
que ocurre con otras dos de las cinco especies restantes englobadas en la familia Ursidae: el
oso negro (Ursus americanus) y el oso andino u oso de anteojos (Tremarctos ornatus).
Oso de anteojos u oso andino (Tremarctos ornatus). Foto: Piero Durand
3
El oso americano se distribuye por gran parte de Norteamérica y México, mientras que
el de anteojos se encuentra presente en Sudamérica, siendo el único oso de dicha región y el
mayor mamífero terrestre tras el tapir con sus 140-175 kg (Burnie, 2003). Así mismo, el oso de
anteojos es el representante más herbívoro de la familia Ursidae y se encuentra limitado a las
áreas boscosas andinas probablemente por la presión humana. El oso negro, por su parte,
posee un peso que oscila entre los 90 y los 216 kg en función del sexo y la región geográfica, y
exhibe hábitos omnívoros aunque con un predominio de la materia de origen vegetal en su
dieta.
Oso pardo (Ursus arctos). Foto: Carlos Sanz – Lobo producciones
Las restantes especies –oso negro asiático u oso del Himalaya (Ursus thibetanus), oso
malayo (Helarctos malayanus), oso bezudo o perezoso (Melursus ursinus), panda gigante
(Ailuropoda melanoleuca) y el panda rojo o menor (Ailurus fulgens)- poseen áreas de
distribución circunscritas al continente asiático. El primero de ellos es similar al oso negro
americano (U. americanus) en aspecto y hábitos alimentarios, aunque resulta extremadamente
arborícola, pasando gran parte del tiempo en los árboles, y posee pesos menores que éste (90150 kg). El oso malayo o Helarctos malayanus, por su parte, es el representante de la familia
que presenta menor tamaño y peso –excepto si consideramos al panda rojo como un úrsido-,
con cifras que oscilan entre los 30 y los 65 kg. Ocupa las regiones boscosas del sureste
asiático y, al igual que el anterior, presenta hábitos marcadamente arborícolas y una dieta
omnívora. El oso bezudo (Melursus ursinus), por el contrario, presenta una marcada
preferencia por las termitas, hormigas y frutas como alimento y un peculiar pelo largo de color
oscuro con una mancha blanca en forma de U o Y en el pecho. Su peso oscila entre los 55 y
los 190 kg y su distribución comprende la India, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka, ocupando
praderas y bosques de llanura.
En cuanto a los pandas, el rojo o menor (Ailurus fulgens) ha sido clasificado en muchas
ocasiones junto a los mapaches (familia Procyonidae) debido a que comparten características
tanto con los osos como con estos últimos. Ocupa parte del Himalaya, China, la India y Nepal,
presenta un peso de 3 a 6 kg y se alimenta tanto de bambú como de pastos, raíces, frutas así
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como larvas, micromamíferos, aves, huevos, lagartijas, etc. A diferencia del amplio espectro
alimentario del panda rojo, el panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) consume casi
exclusivamente bambú (este vegetal constituye el 99% de su dieta), incorporando carroña,
huevos y larvas de forma esporádica. Esta especie es nativa de las regiones montañosas de
China, presentando pesos comprendidos entre los 70 y los 125 kg y un característico pelaje
blanco y negro. Ambas especies presentan el llamado “sexto dedo” o “falso pulgar” que no es
más que la modificación de un hueso sesamoideo de la muñeca, que se proyecta con forma de
almohadilla.
Bibliografía:
•
•
•
•
BLANCO, J. C. 1998. Mamíferos de España (volum. 1). Editorial Planeta. Barcelona.
BURNIE, D. (ed.). 2003. Animal. Santillana. México D.F.624 Pp.
FERNÁNDEZ-SALVADOR, R. 1996. Definición de las familias del orden Carnivora. En:
Carnívoros: evolución, ecología y conservación. García-Perea, R., Baquero, R.,
Fernández-Salvador, R. & Gisbert, J. (eds.). CSIC. Madrid. Pp 17-44.
STEWART, B. S. 2005. Oso polar y nutrias. En: Guía de los Mamíferos Marinos del
Mundo. Reeves, R. et all. Nacional Audubon Society. Ediciones Omega. Barcelona. Pp
36-48.
AUTOR
Carmen M. Arija es bióloga, especialista en
Zoología. Fundadora de Sea Wolves y Sea Wolves
digital. Enamorada de la fauna, especialmente de
Carnívoros y Cetáceos.
[email protected]
Foto: Carmen durante el censo de Zorro (Burgos)
El rincón del Pasado
El Mioceno de Madrid
Uno de los periodos geológicos más interesante en la historia de Madrid (España) es el
Mioceno Medio (15-12 ma.), ya que las faunas de este periodo representan el conjunto más
importante de yacimientos paleontológicos con mamíferos fósiles.
El Mioceno Medio es una de las subdivisiones en las que se separa un periodo más
amplio dentro del tiempo geológico, el Mioceno (ver figura 1).
El Mioceno (23-5 ma.) es la segunda serie o época del sistema o periodo Terciario (651’8 ma.), el cual se incluye dentro de la era Cenozoica (desde hace 65 ma. hasta la actualidad).
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Durante esta época geológica la elevación de las grandes cordilleras montañosas que
había comenzado durante el Oligoceno, siguió adelante, acabando de dar forma a los Alpes en
Europa, el Himalaya en Asia y las cadenas montañosas del continente americano. Los
sedimentos producidos por la erosión de estos sistemas se depositaron en cuencas marinas
poco profundas, para terminar convirtiéndose en la localización de ricos depósitos petrolíferos
en California, Rumania y la costa oeste del mar Caspio.
Eón
Era
Sistema
Cuaternario
Serie
Holoceno
Pleistoceno
Cenozoico
Terciario
Fanerozoico
Mesozoico
Paleozoico
Intervalo
(Millones de
años)
- 0.01
0.01 - 1.8
Plioceno
1.8 - 5
Mioceno
5 - 23
Oligoceno
23 - 37
Eoceno
37 - 55
Paleoceno
55 - 65
Cretácico
65 - 140
Jurásico
140 - 210
Triásico
210 - 250
Pérmico
250 - 290
Carbonífero
290 - 360
Devónico
360 - 410
Silúrico
410 - 440
Ordovícico
440 - 500
Cámbrico
500 - 590
FIGURA 1: Escala cronológica del tiempo geológico desde el Fanerozoico (modificado de
http://www.educarm.es/paleontologia/geotiempo.htm).
El clima del Mioceno era más fresco que el de la época precedente. En el hemisferio
sur se había establecido ya un sistema circumplanetario de corrientes oceánicas, que aislaba
a la Antártida de las corrientes más cálidas del resto del mundo. Esto favoreció la aparición
de un gran casquete de hielo antártico, mientras que en el hemisferio norte, grandes áreas
antes cubiertas por espesos bosques se convirtieron en grandes praderas.
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La fauna del Mioceno contempla la aparición del mastodonte, al igual que el mapache y
la comadreja. Durante esta época, los grandes simios, relacionados con el orangután, vivían en
Asia y en la parte sur de Europa.
El escenario en el que se desarrollaron las faunas de vertebrados miocenas de Madrid
comenzó a configurarse hace unos 20 ma., durante el Mioceno inferior.
FIGURA 2: Reconstrucción paleogeográfica global para el Mioceno medio (14 ma)
(SCOTESE).
Se estima que para el principio del Mioceno, Asia estaba entre 3º y 5º al sur de su
posición actual. Además durante este periodo, en Europa y oeste de Asia, el Mar Paratethys se
extendía desde el límite sudoeste de los Alpes hacia el noreste de los mismos, a través de
Europa central y hacia el área del actual Mar Aral. El Paratethys conectaba la cuenca
mediterránea, que más tarde formaría parte del Mar Tethys, con el Océano Índico como en la
figura 3.
FIGURA 3: Antes del Mioceno, Europa del Sur era un archipiélago donde mares someros (azul claro)
inundaban muchas zonas que posteriormente quedarían emergidas
(http://homepage.mac.com/uriarte/medsec.html)
7
En esta época la colisión entre las placas continentales de Africa-Arabia con la de Asia,
en el área de Turquía, interrumpió la continuidad marina del Tethys, al separar el Mediterráneo
del Océano Índico como se puede observar en la figura 4.
Esta nueva configuración va a condicionar de forma decisiva la evolución de las faunas
de mamíferos en Europa occidental, y por tanto en España. El pasillo de tierra formado servirá
de corredor para las grandes migraciones de mamíferos de la época, y jugará un papel
importante como filtro climático y biogeográfico durante la mayor parte del Mioceno.
A diferencia de grandes áreas de Europa que son casi irreconocibles durante gran parte
del Mioceno, lo que es hoy la Península Ibérica, en sus trazos generales se acerca mucho a su
configuración actual. Ya durante el Mioceno inferior y medio (23-12 ma.) se configuran las dos
grandes cuencas de la meseta: Duero y Tajo.
FIGURA 4: En el Mioceno final (6-5 ma.) la cuenca del Mar Mediterráneo, que era un remanente del antiguo mar
tropical de Tethys, sufrió una desecación muy importante. Se redujo considerablemente y quedó dividida en
varias subcuencas salobres que periódicamente quedaban inundadas, cuando el agua del Atlántico penetraba
por las aberturas del Rif y del Corredor Bético.
(http://homepage.mac.com/uriarte/medsec.html)
El tránsito del Mioceno inferior al Mioceno medio, hace unos 15 ma., marcó un profundo
cambio ambiental en la Península Ibérica. De un bioma húmedo y boscoso, con una alta
diversidad de especies, se pasó a un bioma mucho más seco y abierto. Las floras de esta
época, muestran una alta proporción de plantas arbustivas de hoja pequeña. Ello indica que la
estación seca era mucho más prolongada que en épocas anteriores. Los bosques, dominados
por mimosas y acacias, se habrían reducido a pequeños núcleos cerca de los cursos de agua.
La fauna de mamíferos estaba dominada por grandes herbívoros adaptados a una dieta
basada en arbustos. Al mismo tiempo, se produjo una drástica reducción de la diversidad
faunística, especialmente en lo que respecta a las especies asociadas al bosque.
El clima alcanza en este periodo un máximo relativo de aridez, aunque en la Península la
temperatura sigue siendo relativamente cálida, en algunas cuencas se llegan a registrar
ambientes semidesérticos como en la cuenca de Madrid.
El final del Mioceno medio y el inicio del Mioceno superior, hace unos 12 millones de
años, marca en la Península Ibérica el retorno al bioma húmedo y boscoso que caracterizara el
Mioceno inferior. Prueba de ello son los numerosos restos de castores que aparecen en
algunos yacimientos de esta época. Por entonces las copas de los árboles eran surcadas por
diversas especies de ardillas voladoras como las que actualmente pueblan los bosques del
sudeste asiático, también se encuentra una gran profusión de ciervos de diverso tipo. Se
siguen encontrando mastodontes de gran tamaño, los suidos (parientes de los actuales jabalís)
volvían a ser elementos dominantes en los bosques de este período, y los rinocerontes
acuáticos y de bosque vuelven a ser dominantes.
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Como se ha dicho al principio, el Mioceno medio de Madrid es muy importante
refiriéndonos a su comunidad de mamíferos; a grandes rasgos, las diferentes asociaciones de
vertebrados que se han registrado en el Mioceno medio de Madrid muestran composiciones
similares.
La mayoría de las especies presentes en el Mioceno medio de Madrid son herbívoros
terrestres de clima cálido. Algunos, como los grandes lirones, las ardillas terrestres y los
antílopes son propios de paisajes abiertos de medios áridos. Otros, como los ciervos, los
almizcleros y los pequeños lirones precisan un paisaje boscoso de medios húmedos. Los
anquiterios muestran rasgos mixtos entre animales de bosque (dientes ramoneadores
adaptados a vegetación blanda) y de pradera (patas largas con articulaciones mecanizadas
para la carrera).
Una posible forma de conciliar ambos tipos de paisajes en un clima tropical es una
sabana arbolada recorrida por bosques-galería a lo largo de los ríos. Pero en Madrid no había
ríos permanentes, como lo indican los sedimentos mal clasificados y sin canalizar, y la
ausencia de restos fósiles de peces y cocodrilos. Estos sedimentos parecen producidos por
coladas de derrubios propias de abanicos aluviales áridos, de gran extensión y capacidad
transporte. Había mucha agua, pero caía en episodios relativamente intensos y breves que
provocaban riadas en vez de ríos.
Los paisajes tropicales áridos del Mioceno de Madrid no serían desiertos, sin embargo.
Muchos y grandes herbívoros (mastodontes) y reptiles del suelo (ánguidos) indican que habría
zonas con una cubierta vegetal permanente y profunda. Si el sedimento estaba protegido por
un suelo importante y una cubierta vegetal, el agua tendría que arrancar esta protección para
transportar las masas de arena y arcilla que envuelven los huesos. Tenemos por tanto que
imaginar periodos estacionales contrastados, riadas muy fuertes y un paisaje formado por un
mosaico de ambientes diferenciados. No se han encontrado aún equivalentes actuales para
construir un modelo análogo al período Mioceno de la cuenca de Madrid.
Esta fase de clima relativamente árido, que se detecta en la Península Ibérica y en
otras regiones hace aproximadamente unos 14 millones de años, coincide con un enfriamiento
de los océanos. Hasta entonces el clima tropical húmedo había dominado incluso en latitudes
muy altas. Justo cuando en el Norte aparecen señales de clima templado y casquetes
glaciares, los vertebrados en Madrid testimonian la existencia de un periodo de aridez. El
binomio "enfriamiento al Norte - aridez al Sur" seguirá funcionando después, comprobándose
especialmente durante las glaciaciones cuaternarias. Inversamente, los periodos de
calentamiento se acompañan con un incremento de la humedad. Ello nos da una clave del
metabolismo del planeta, de gran interés para conocer su evolución futura.
BILIOGRAFIA
™ LÓPEZ-MARTÍNEZ, N. (1989). Tendencias en paleobiogeografía. El futuro de la
biogeografía del pasado. Paleontología. Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, Madrid. 282-283.
™ CASTILLA WANDOSELL, A. (2005). Un Paseo por el Cenozoico Español. Asociación
Cultural Murciana.
http://www.educarm.es/paleontologia/paseocenozoico.htm
™ SCOTESE, C. R. Paleomap project. www.sctese.com.
™ http://www.ucm.es/info/paleo/invest/somosag/reconstr.htm
™ http://es.wikipedia.org/wiki/Mioceno
™ http://www.astromia.com/tierraluna/cenozoico2.htm
™ http://es.wikipedia.org/wiki/Sabana
™ http://homepage.mac.com/uriarte/medsec.html
™ http://www.educarm.es/paleontologia/geotiempo.htm
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FIGURA 5: Sabana en el Parque Nacional de Tarangire en Tanzania (http://es.wikipedia.org/wiki/Sabana).
AUTOR
Bárbara Corrales Carretero es geóloga, especialista
en Paleontología. Ha trabajado en la restauración de
Dinosaurios, temática en la que realizó su D. E. A.
(Diploma de Estudios Avanzados), aunque su pasión
es la investigación de Mamíferos fósiles.
[email protected]
Foto: Bárbara en Israel.
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Campeando
Un día en Picos de Europa
El parque regional de Picos de Europa fue fundado en julio de 1994 y ocupa la región
nororiental de la provincia de León, vertiente sur de la cordillera cantábrica. En su seno acoge
una fauna y una vegetación sólo comparables a la magnitud de sus verdes y espectaculares
paisajes plagados de bosques y macizos rocosos. Hace milenios, la orogenia alpina elevó las
calizas, pizarras y cuarcitas que ahora podemos observar como moles rocosas sombrías en los
días de niebla, y que conforman el corazón de las montañas de la geografía de Picos. Sobre
estas tierras el hombre prosperó en el pasado. Con ayuda del fuego y del ganado transformó el
paisaje forestal virgen en un vergel de praderas y pastos verdes. Pero la trashumancia de
ovejas que en verano viajaban hacia el sur, a provincias como Badajoz, Sevilla o Huelva
pertenece al pasado. La ganadería de hoy, basada en las vacas y yeguas, no tiene nada que
ver con eso. Los pueblos conservan parte de su patrimonio cultural y arquitectónico por medio
de retazos del pasado. Las canciones que recuerda una anciana lugareña o el Hórreo en que
otro paisano almacena sus herramientas. Sin embargo, y pese a la presión humana, se trata de
una de las zonas boscosas mejor conservadas en la cordillera cantábrica, con una riqueza
geomórfica, paisajística, vegetativa y faunística sobresaliente. De esta forma, con el alma en
vilo y el corazón en un puño, nos montamos en nuestro vehículo, ya sea coche privado o
autobús público, dispuestos a disfrutar plenamente de Picos de Europa. Quizá durante alguna
de las numerosas caminatas que tenemos planeadas descubramos algunos de los tesoros que
estas desiguales tierras albergan en su seno.
Nuestro recorrido comienza en Riaño. Antaño pueblo esplendoroso encastrado en el
centro de un valle de altas paredes. La posterior y polémica construcción de un embalse de
grandes proporciones arrasó el antiguo pueblo (y otros cercanos), que hubo de ser trasladado
unos metros ladera arriba. Así sucedió con la ermita de San Martín de Pedrosa del Rey, que
también fue trasladada piedra a piedra hasta su situación actual. En Riaño bien vale la pena
disfrutar de las vistas desde los miradores. Cuando el embalse está lleno, los picos rocosos
que rodean el valle parecen emerger del agua misma, tan altos y agudos como si hendieran el
cielo; y en las frías mañanas las nubes bajas juegan a ocultarlos. Sin embargo, nosotros no
tenemos tanta suerte y la sequía que viene aquejando a la gran parte de la geografía española
se deja notar en los desnudos márgenes del embalse que rodean el agua en un desagradable
cinturón estéril. Sólo son afortunados aquellos aficionados a los deportes. En el embalse se
puede participar en actividades de aventura, windsurf, esquí acuático, vela, paseos en barca…
y en el corro de lucha leonesa uno puede presenciar un auténtico deporte centenario. La
fortuna será de nuevo generosa con aquél que llegue a Riaño a la hora de comer. En algunos
de sus numerosos hoteles y restaurantes se sirve una deliciosa comida montañesa.
Pero en otoño, los días ya no son tan largos y vale la pena no entretenerse por estos
parajes, llega la hora de adentrarse en la magnificencia de las montañas. Montamos en nuestro
vehículo y salimos de Riaño rumbo a Lario. Por el camino nuestra mirada se pierde entre
laderas verticales y frondosos bosques cuajados de pino silvestre (Pinus silvestris). En aquellas
zonas alejadas del centro del embalse, las antiguas praderas de pastos por donde transitaban
las torcidas carreteras de antaño y donde se asentaban los pueblos construidos con piedras, se
pueden observar los restos emergidos del agua por la sequía. Algunos lugareños, ancianos,
recuerdan entonces con melancolía el lugar en el que se encontraba su hogar de toda la vida.
En el camino pasamos por Burón y junto a Liegos. En ésta última asombra el monte en forma
de “Y” que la cubre desde el otro lado. En Lario visitamos la casa del Parque de Valdeburón.
Uno de los centros de interpretación del parque regional. En él nos acercamos un poco más al
conocimiento de la zona que estamos visitando y recogemos cuantiosa información sobre
11
rutas, senderos y caminos. Tras echarle un vistazo a los folletos elegimos la ruta que se nos
antoja perfecta: Maraña-Acebedo-Lois.
De nuevo en ruta
viajamos
durante
unos
pocos kilómetros por las
sinuosas carreteras que
rodean
campos
verdes
repletos de vacas o yeguas
pastando tranquilamente. En
ocasiones alguno de estos
animales nos hace esperar
con el coche parado en
medio de la carretera, ya
que las cruzan con total
naturalidad. Llegamos a
Maraña y descubrimos cómo
el valle se estrecha en ese
punto quedando el pueblo
escondido
entre
dos
altitudes rocosas. El pueblo
está situado a los pies de
una espectacular pared
Lois – Liegos. Foto: Nuria Prieto Bajo
vertical
llaman
Peña
Hoguera, y frente a ésta se pueden observar las imponentes cumbres del macizo Mampodre.
Con suerte y algo de paciencia podremos observar las siluetas de un alimoche (Neophron
percnopterus) en pleno vuelo o el esquivo treparriscos (Tichodroma muraria) encaramado a la
pared de la peña. Algo más habitual será ver buitres leonados (Gyps fulvus) sobrevolando a
gran altitud, ratoneros (Buteo buteo) apostados en busca de una presa, aguilillas calzadas
(Hieraaetus pennatus) o alguna escandalosa bandada de chovas piquirojas (Pyrrhocorax
pyrrhocorax). Por fin, nos calzamos las botas de montaña y nos ponemos las gafas de sol
dispuestos a disfrutar de uno de los mejores paisajes que verán nuestros ojos.
Salimos de Maraña por un sendero señalizado que nos llevará, a través de los
pastizales del fondo del valle hasta Acebedo. El terreno el liso y se camina bien. Junto a
nosotros el río de Maraña lleva suficiente agua para alborotar la mañana y albergar esquivos
individuos de nutria (Lutra lutra). En el pueblo nos avisan que las praderas son ricas en topillos
y que por lo tanto están plagadas de armiños, con suerte veremos alguno correteando. De lo
que si que están llenos los verdes pastos es de vacas y caballos, los cuales, en ocasiones se
asustan realizando unas espectaculares cabalgadas por la ladera. Justo cuando el terreno se
aleja del fondo del valle y comienza a ascender las laderas, aparecen los insomnes pinares.
Hermosos y verdes, son el cobijo de la fauna de ungulados del valle: Jabalíes (Sus Scrofa),
corzos (Capreolus capreolus) y ciervos (Cervus elaphus). Y más arriba aún, las desnudas rocas
calizas del macizo habitadas por el símbolo del parque, que también es un ungulado: el rebeco
(Rupicapra pyrenaica).
Llegamos a Acebedo a media mañana, desde allí, todo será subida hasta atravesar el
collado de Lois a unos 1585 metros. Paramos unos minutos para comer algo y reponer fuerzas
y proseguimos el camino. Al pasar sobre el arroyo de Erendia nos damos cuenta de que el
camino es diferente. Esta vez ascendemos por un sendero sinuoso la ladera misma del monte.
Entre las numerosas retamas que flanquean el camino espantamos a algunas vacas
despistadas que pacen tranquilamente con sus terneros. La vista se va haciendo más y más
impresionante a medida que el sendero asciende y rodea las lomas. Finalmente perdemos de
vista el Esla y Acebedo y ante nosotros se abre el valle de Cosalines, con el macizo del
Mampodre al fondo. La vista es verdaderamente hermosa cuando rodeamos La Matona. Una
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verde campiña se extiende a nuestros pies descendiendo levemente hasta internarse en un
espectacular hayedo a las orillas de un nuevamente tumultuoso arroyo Erendia. En las
sombras que proporcionan los árboles prosperan verdaderos pastos de helechos amarillentos y
rojizos y cruzar por el sendero se convierte en una verdadera entrada a un mundo mágico.
Descendemos por el valle hasta el arroyo mismo y aprovechamos para descansar un rato y
beber algo de límpida agua. De nuevo el camino asciende, esta vez en línea casi recta por la
pared del Monte Cea. La subida es acusada y bien vale hacerla tranquilamente, lo que vendrá
después es más duro. Al subir, el valle queda a nuestras espaldas y el arroyo no es más que
una línea de agua entre canchales. A nuestra vista aparecen los más altos picos del macizo y
se divisa, imponente, el Pico de Peñalavela de 1639 metros, en el que está el collado de Lois.
Continuamos el ascenso por unas pistas rectas, interminables, que pronto dejan atrás la
vegetación arbórea y sólo son acompañadas por los arbustos rastreros. Casi exhaustos
llegamos al Collado de Lois, a 1585 metros. Es más de medio día y decidimos parar a
descansar un rato y comernos un bocadillo. Mientras tanto disfrutamos de las vistas. Desde allí
arriba se pueden ver casi todos los picos más importantes de la zona: Pico Burín, Peña Ten,
Pileñes y como no, los picos del Mampodre.
Tras hacernos unas fotos con el
cartel del collado, comenzamos el descenso
al Valle de Llorada. Nos llevará poco más de
dos horas si lo hacemos con tranquilidad, el
caso es que no queremos llegar a Lois muy
tarde, lo que hay allí merece la pena. El
camino se interna en un bosque de robles de
este lado de la montaña. El paseo de
descenso es extremadamente agradable.
Escuchar los sonidos de la naturaleza entre
los árboles se convierte en un placer para
los sentidos. Descendemos tranquilamente
observando las puntas rocosas de ese lado
de la montaña a través de los claros en el
camino. Cuando lo árboles son sustituidos
por el pasto nos damos cuenta de la
verdadera belleza del valle de Llorada.
Según nos contaron después allí han sido
hallados restos arqueológicos de la Edad de
Bronce. Una vez en el valle el camino circula
junto al arrollo de Llorada que se interna
entre dos paredes rocosas excavadas
durante miles de años. Tras esas paredes el
valle se vuelve a ensanchar justo en el lugar
donde antaño estaban las minas de cinabrio.
Rodeamos el macizo formado por los altos
Subida al Collado Lois. Foto: Nuria Prieto Bajo
de la Trapa, Montote y Peña Neblera y
caminamos junto al río Zaco hasta que éste
se hunde en otro valle. Desde la ladera de Peña Neblera tenemos una nueva panorámica
espectacular, con el valle del zoco en primer plano y la sierra de Crémenes al fondo. A la
derecha podemos ver perfectamente lo que queda del Castro de Lois, un alto rocoso más o
menos fortificado que servía de puesto de vigía en los cruces de caminos. El camino continúa
por la ladera de Cobarrubia hasta las mismas puertas de Lois.
Llegamos al fin del recorrido con los pies doloridos por la caminata y el desnivel, pero
nuestra visita a Picos aún no ha terminado. Lois resulta ser un pueblo muy digno de visitar. Es
conjunto histórico de interés cultural. A sus espaldas acumula una larga historia de casas
nobiliarias que han dejado restos en el pueblo actual. El más impresionante de todos ellos es la
13
iglesia de Santa María, llamada la Catedral de la Montaña. Pasear por sus calles y visitar los
monumentos es obligado para el viajero que llegue a Lois.
Anochece sobre las montañas, y nuestra visita termina. Estamos tristes cuando
volvemos a montarnos en el coche. Hemos disfrutado mucho con el paisaje, la fauna y la flora
de esta región, sin embargo se trata de una región tan extensa que tendremos que volver
varias veces para considerar que en verdad hemos visto el Parque Regional de Picos de
Europa.
AUTOR
David Díez del Molino es un estudiante de
Biología enamorado de los animales en general y
de los Carnívoros en particular.
[email protected]
Foto: David con su perro
Mitos y leyendas
Los “Señores de las Tinieblas”
El hombre, desde sus orígenes, ha sentido la imperiosa necesidad de explicar lo que
ve. A lo largo de la historia vive y siente fenómenos de la naturaleza cuyas causas no puede
dilucidar y por ello inventará mitos y transmitirá leyendas transformando los sucesos de su
entorno en personajes divinos, sobrehumanos y como resultado de poderes buenos o malos.
Particularmente extensos son los mitos, leyendas y supersticiones sobre los que se han
dado en llamar “Señores de las Tinieblas”. Murciélagos, rapaces nocturnas y mariposas
negras, son animales que han generado aversiones, desencadenando miedos, despertando
imaginaciones; se les ha atribuido un sin fin de poderes sobrenaturales y asociado a seres
mitológicos o del inframundo como diablos, brujas o duendes; se les ha vinculado con la
muerte, la magia, el mal agüero, la videncia… Todo ello ha creado alrededor de estos animales
un bagaje de “mala fama” cuya explicación hay que buscar tanto en las propias características
de estos animales como en las nuestras.
Biológicamente, los Homo sapiens somos una especie diurna, la línea evolutiva de la
que descendemos (Hominoidea) lleva unos 30 millones de años disfrutando de los rayos del sol
y buscando lugares seguros para descansar por la noche, la noche es para nosotros síntoma
de peligro y advertencia. No es de extrañar por tanto que ciertos animales de la noche sean
identificados con fuerzas sobrenaturales, con caracteres demoníacos, con la magia, o se les
busque alguna relación con el inframundo. Tampoco podemos olvidar que el hombre, aparte de
14
su naturaleza biológica, tiene una gran carga de condicionamiento cultural. Son diversas las
culturas que tejen mitos y leyendas en torno a todo tipo de animales, muchas especies,
particularmente las nocturnas, tienen sobre sí el peso de una verdadera “leyenda negra”
asociándolos con lo oculto, lo diabólico, la muerte o la brujería.
El murciélago es la típica representación del miedo. A ello seguramente han contribuido
sus especiales características de hábitos nocturnos, su negro e impreciso color, su estructura
facial semejante a los ratones, la conformación de sus extremidades, sus refugios oscuros y
apartados, su penetrante y agrio chillido e incluso su extraña forma de dormir. Elementos
suficientes para que se levantara a su alrededor la fábula del miedo y el terror.
Murciélago Vespertiliónido, detalle de la cabeza.
Foto: Carlos Sanz-Lobo Producciones.
Las rapaces nocturnas han generado igualmente un sin fin de supersticiones a lo largo
de la historia reflejadas en muchos mitos y leyendas que han llegado hasta la actualidad.
Probablemente se deba tanto a sus hábitos nocturnos como a la peculiaridad de sus cantos.
En cuanto a las mariposas, parece que las diurnas son del agrado de la mayoría de las
personas no siendo así para las polillas o mariposas negras, quienes en la mayoría de la gente
causan disgusto e incluso aversión. Quizás la razón sea que sus alas no poseen los luminosos
colores de las mariposas diurnas sino que son oscuras, de color negro, café o gris, siendo, por
lo general opacas; al posarse no colocan sus alas hacia arriba, sobre su tórax, sino que las
mantienen extendidas a los lados del cuerpo; las antenas de las diurnas son en forma de
“clavo” mientras que las de las polillas son “plumas”.
Todos estos elementos hacen de los “señores de las tinieblas” blanco de múltiples
supersticiones que se vienen generando desde la antigüedad y que en muchos casos persisten
hasta nuestros días.
15
Una antigua superstición arraigada en algunas comarcas rurales era la de clavar
murciélagos en las puertas para la protección contra demonios nocturnos y maléficos. Gotas de
sangre de murciélago bajo la almohada de una mujer aseguraban la bendición de tener hijos.
En Occidente se la ha considerado como una criatura siniestra que presuntamente se enreda
en los cabellos de los seres humanos. En Soria (España), cuando entra un murciélago en una
casa creen que va a morir uno de la familia, si se posa sobre algún familiar, el muerto será él.
En Cantabria se decía que eran criaturas sietemesinas de diablos que esperaban en el
crepúsculo a las brujas para acompañarlas a Cernégula (Burgos) cuando estaban colgados de
alguna viga. En muchos pueblos españoles, especialmente castellanos, tienen la costumbre de
clavar detrás de la puerta un murciélago que haya entrado en la casa, porque se considera un
amuleto de buena suerte. Pero el mito más vinculado a la imagen del murciélago quizás sea el
vampiro. Este mito se introdujo en la leyenda moderna cuando los exploradores de América
Central descubrieron unos murciélagos con “horribles” costumbres alimenticias: la familia
Desmodóstidos, que se alimentan de la sangre succionada a animales, incluido el ser humano.
La gravedad de su mordedura reside en la transmisión de enfermedades a través de la saliva;
la extraña sintomatología producida por algunas de ellas, como la rabia, inducían en las mentes
de la época la creencia de posesiones diabólicas en quienes la sufrían. Es a este
desafortunado murciélago al que se le ha asignado el papel de villano en las historias de terror
tradicionales. Drácula de Bram Stoker se ha fijado en la imaginación popular. Los relatos sobre
murciélagos vampiros chupadores de sangre han contribuido a que en Europa se considere
como criaturas terroríficas incluso a los inofensivos murciélagos exterminadores de mosquitos.
Las
rapaces
nocturnas
también han sido objeto de
supersticiones a lo largo de la
historia; muchas han generado mitos
y leyendas que han llegado hasta la
actualidad. El búho real (Bubo
bubo), la lechuza común (Tyto alba)
y el mochuelo (Athene noctua) son
las especies que en mayor medida
se han visto afectadas por estas
historias.
Al
búho,
independientemente del origen de la
leyenda, se le asocia con dos
conceptos normalmente opuestos:
por un lado, como símbolo de
protección y ayuda en la oscuridad,
y por otro, como mensajero de la
muerte. La lechuza ya desde el
antiguo Egipto representa la noche,
el frío, la muerte y la videncia.
Durante el cristianismo sus hábitos
nocturnos fueron tomados como
temor a la luz y por ello se le ha
Lechuza común (Tyto alba).
considerado como emisaria o agente del
Foto: Carlos Sanz-Lobo Producciones.
diablo. El folklore popular ha creado
numerosas historias fantasmagóricas
acerca de este ave, asegurando que su sola presencia anunciaba enfermedad y muerte.
También al mochuelo se le consideró bajo un signo siniestro y fúnebre. En las zonas rurales de
España existe la creencia de que las lechuzas se beben el aceite de las lamparillas de las
iglesias. En Marruecos creen que el canto de una nocturna puede matar a un niño. En Malasia
se creía que los búhos se comían a los recién nacidos y en Argentina temen tanto a los búhos
como a las lechuzas de forma extraordinaria.
16
Entre los mitos y leyendas atribuidos a las mariposas negras el más común y conocido
es aquel que señala que encontrar una mariposa negra descansando en el umbral de una
puerta, en una ventana o bajo los tejados y aleros es señal de mala suerte o de muerte
(explicable por la asociación que se da en la cultura occidental entre los colores oscuros y la
muerte o la pena). Otro mito muy conocido sobre las polillas señala que el “polvo” que
desprenden sus alas causa ceguera. O la creencia de que son venenosas, aunque hasta la
fecha no se conocen polillas venenosas, lo que sí tienen es un desagradable sabor,
generalmente muy amargo, desarrollado como mecanismo de defensa. Asociada a ésta, existe
la creencia de que las polillas escupen veneno, pero si no son venenosas ¿cómo se las
apañan? Esta idea proviene de que excretan un líquido llamado “meconio” de un color que
puede ir del café oscuro al rosado y con aspecto lechoso. Es una sustancia que ayuda en el
proceso de estirar las alas al salir del capullo, cuyos sobrantes son desechados. También se
les han atribuido costumbres vampiresas chupadoras de sangre, esta idea proviene de que en
regiones de clima caliente hay polillas con requerimientos alimenticios muy particulares que
completan su dieta con el sudor de los mamíferos grandes, que les suministra sales que no
pueden adquirir de otros alimentos. Al ver posarse el lepidóptero, mucha gente supone que
está chupando la sangre del mamífero. Esto es imposible, para poder hacerlo necesitaría de
dientes o alguna estructura en su aparato bucal que le permitiera, primero, hacer la herida y,
luego, succionar la sangre pero ningún lepidóptero tiene dientes, ni colmillos, ni estilete, ni
aguijón, su boca consiste en una espiritrompa con la que difícilmente chuparía la sangre de
nadie.
A pesar de nuestros hábitos diurnos, “paseamos en la oscuridad, cuando escuchamos
un chillido casi humano, en nuestro pavor, miramos al cielo donde descubrimos desplegarse
encima de nuestras cabezas unas fantasmagóricas alas blancas, a pesar del miedo que nos
infunde reconocemos a la lechuza, quién seguramente nos presagia algún infortunio. Corremos
a lugar seguro perseguidos por un murciélago que se nos enreda en los cabellos, pero
conseguimos llegar al umbral de nuestra puerta donde descubrimos posada en el alero de
nuestra ventana a una mariposa negra, sabemos que nos anuncia la muerte, y para nuestra
desesperación, mariposa y murciélago se disputan nuestro cuello para succionarnos la sangre.
Mañana saldré a la caza de algún murciélago para clavarlo en la puerta, quizás consiga alejar
los malos augurios…” O puede que mañana, con los rayos de sol entrando por mi ventana,
comprenda que los Señores de las Tinieblas merecen ser conocidos, y que en vez de verlos
como animales terribles o malignos, les vea como especies sensibles, algunas de ellas con
problemas de conservación graves, que requieren nuestro respeto, y que lejos de ser
monstruos de leyendas populares tienen, como cualquier elemento de la naturaleza, una
importancia capital para la vida de nuestro planeta.
AUTOR
María Jesús Hoyo Castro es historiadora y
estudiante de Antropología. “La vida de los
hombres se asemeja a la evolución humana,
según avanzamos hacia la muerte, comprendemos
la necesidad de respetar aquello que nos rodea”.
[email protected]
Foto: Mariaje con sus hijos, Maialen y Xabier.
17
Al vuelo
El anillamiento científico de Aves
Yo estaba en segundo de carrera en la Facultad de Biología de la Universidad
Autónoma de Madrid (UAM), cuando un día entraron a clase un par de estudiantes de cuarto
hablándonos de excursiones para observar aves, que yo antes conocía como simples pájaros,
y que éstas se iban a desarrollar el siguiente fin de semana en Picos de Europa (Asturias). Me
pareció algo realmente interesante, pasar unos días fuera de casa en el campo con
compañeros de clase y sobre todo aprender algo fuera de cuatro paredes mientras un profesor,
doctor, o catedrático hablaba. Me disponía a aprender algo sobre la naturaleza en la propia
naturaleza, la mejor profesora de todas. La cosa es que al final unos amigos y yo nos
apuntamos a la excursión y una vez allí fuimos recorriendo con el autobús los distintos puestos
y lugares para la observación de aves. Nos enseñaron a diferenciar una aves de otras, ya que
no todas son pájaros; a un gorrión común (Passer domesticus), a un herrerillo común (Parus
caeruleus) o a un carbonero común (Parus major), en definitiva unos paseriformes si los
podemos llamar pájaros, pero a un águila pescadora (Pandion haliaetus) o el águila real (Aquila
chrysaetos), las debemos llamar aves y no simplemente pájaros. Durante aquel viaje se
hablaba mucho de anillar: anillar aquí, allí, el fin de semana siguiente en no sé dónde…yo me
sentía algo tonto, porque todo el mundo daba por supuesto lo que era aquello y yo no tenía ni
idea, así que me dio por preguntar. Me contaron que era una herramienta científica para
marcar las aves y así obtener distintos datos sobre las mismas y poder así realizar estudios en
cuanto a su biología, conservación…
Como su propio nombre indica, es una técnica que consiste en ponerles un
determinado tipo de anilla a las aves para diferentes fines científicos. Sirve para conocer la
biogeografía, la dinámica poblacional o la migratología de las aves.
Pero claro, lo de poner una anilla a un ave está muy bien, ahora bien ¿como se la
pones? Las aves vuelan, el hombre aún no, claro hombre claro… hay que capturarlas. Más
adelante veremos las distintas técnicas de captura.
El trabajo de anillamiento lo llevan a cabo sobre todo no profesionales muy bien
preparados, cuya motivación no es de carácter económico, sino simplemente trabajar con aves
con la finalidad última de su conservación. La información científicamente sólida es la base
fundamental para cualquier política de conservación efectiva.
El anillamiento científico es un método de estudio basado en el marcaje de aves de
forma individual. El registro de un ave anillada, ya sea por recaptura con posterior liberación o
bien por captura final del ave muerta nos proporciona información sobre su vida, y en especial
acerca de sus movimientos. Trazando líneas de vuelo desde el lugar del anillamiento hasta el
lugar de recaptura, se podrán definir rutas migratorias así como sus áreas de descanso. Otra
información derivada de las recapturas incluye parámetros poblacionales (tasas de
supervivencia, éxito reproductor acumulado…)
Las aves migratorias no conocen fronteras políticas, y esto ha hecho imprescindible la
creación de una red internacional de estaciones y centrales de anillamiento perfectamente
coordinadas para la gestión del anillamiento científico en Europa. Todo esto, lo lleva a cabo
EURING, la Unión Europea para el Anillamiento de Aves.
18
Detalle del ala y el cuerpo de un Gorrión molinero (Passer montanus)
Foto: Gonzalo Marín
No solamente son las anillas el tipo de marcadores utilizados para las aves, además
también se utilizan otras técnicas como pueden ser:
COLLARES: Son anillas plásticas de gran tamaño, colocadas en el cuello de algunas
aves, para su lectura a gran distancia (Ansar común y Focha moruna).
BABEROS: Son muy parecidas a los collares, pero, en vez de tener forma cilíndrica,
tienen forma de babero.
PLACAS Y DISCOS NASALES: Dos placas plásticas fijadas a ambos lados del pico del
ave, a través de un pasador que las une por dentro de las narinas (fuertes polémicas).
MARCAS ALARES: Láminas de plástico coloreadas con algún tipo de inscripción.Se
colocan rodeando el húmero y se unen en sus extremos mediante remaches o
pegamentos instantáneos (Quebrantahuesos).
MARCAS ALARES PATAGIALES: Van unidas al patagio (piel) mediante un hilo de
nylon. Sólo son visibles por la parte superior del ala (Aguiluchos).
TINCIONES: Basado en la coloración de alguna parte del ave con tintes. El período de
duración de esta marca está determinado por la muda.
DECOLORACIÓN DE PLUMAS: Mediante la aplicación de algún producto químico se
produce la decoloración de una o varias partes de plumas. Tanto la tinción como la
decoloración se aplican principalmente en aves planeadoras de gran envergadura
(Buitres).
RADIO-EMISORES: El seguimiento se hace mediante receptores dotados de antenas
direccionales. Poseen una batería de duración limitada.
Las anillas menos resistentes son las de aluminio, seguidas de las aleaciones de
aluminio, alpaca y las de acero inoxidable. También se utilizan anillas de PVC, con lectura
vertical u horizontal y, con códigos numéricos o alfanuméricos.
Por ejemplo para aves marinas se utilizan aleaciones especiales más resistentes a la corrosión.
Para aves zancudas como la cigüeña blanca (Ciconia ciconia) o la cigüeña negra (Ciconia
nigra) se emplean materiales como el PVC. El tamaño de las anillas también es variable, en
base a los diferentes tamaños de los tarsos-metatarsos de las distintas especies. La elección
adecuada del tamaño de la anilla para cada especie es de vital importancia, ya que la portarán
de por vida.
19
Detalle del ala y el cuerpo de un Herrerillo común (Parus caeruleus)
Foto: Gonzalo Marín.
La ética del anillador es un aspecto que se ha de tener siempre presente. El objetivo de
este ha de ser el de realizar un “buen anillamiento” por lo que se entiende que es preferible
anillar menos aves, pero obtener más información sobre ellas, y que ésta sea de la mejor
calidad posible. Ha de tenerse siempre presente que ningún dato o anilla es más importante
que la vida del ave, y por ello se verá moralmente obligado a evitar situaciones que pongan en
peligro la vida de la misma.
Para poder anillar un ave, es preciso capturarla primero; bien pues vamos a ver cuáles son
los métodos de trampeo más empleados:
¾
Redes japonesas, verticales o de niebla
Se utiliza principalmente para capturar aves de pequeño tamaño. Se debe de tener en
cuenta el tipo de material y el tamaño de luz de la malla, con el fin de alterar lo menos
posible el plumaje del ave.
Consiste en una red de hilo muy fino en el que se insertan varios hilos más gruesos,
los tensores, rematados por unos lazos, las gazas, que insertados en unas varas,
mantienen toda la estructura en posición vertical. El ave queda capturada por
embolsamiento.
Ilustración 1: Esquema de red japonesa y ave capturada por embolsamiento en este
tipo de trampa
20
¾
Cepos malla
Se trata del tradicional cepo, ballesta o costilla, de gran tamaño y al que se le coloca
una red, de modo que el ave quede dentro del cepo y no pillada por el mismo. Según
las especies a capturar se utilizan diferentes cebos.
¾
Redes de tiro, abatibles o de libro y redes de cañón
Consiste en uno o dos paños de red, de dimensiones variables y tamaño de luz de
malla diferente, según las especies que pretendamos capturar. Estos paños se
montan sobre unas varillas y se disponen sobre el terreno, de modo que se abate a
distancia, tirando de una larga cuerda. Es interesante el uso de reclamos (cintas de
canto).
¾
Nasas
Así se denomina a las grandes trampas cebadas, con entrada en forma de embudo,
de forma que el ave encuentra la entrada fácilmente pero, luego no sabe salir (p.e.
Anátidas).
21
¾
Trampa Helgoland
Formada por una especie de gran túnel de red que se va estrechando hasta un
receptáculo que permite la captura de las aves. Se utiliza en islas y lugares de
vegetación baja, donde exista mucho viento y gran cantidad de aves migratorias.
¾
Red de cañón
Consiste en un gran paño de red sujeto al suelo por un extremo y recogido, de forma
que se despliega a distancia activando unos pequeños cañones que disparan unas
pesas a las que se sujeta el borde libre de la red. Se necesitan permisos especiales,
puesto que se utiliza material explosivo.
¾
Captura de pollos en nido
Una vez que se ha capturado el ave:
Lo primero que se hace es colocarle la anilla, porque puede darse el caso de que el
ave escape o vaya usted a saber que es lo puede ocurrir, para evitar que el stress producido al
ave sea en vano, se anillará inmediatamente y así no perder los datos. Lógicamente, no se
anillará ningún ave si no se sabe que especie es, esto es imprescindible.
A continuación se procederá a la toma de diferentes parámetros, que según unos
grupos de anilladotes u otros o incluso de la zona y la especie con la que se esté trabajando,
pueden variar un poco. Pero básicamente son:
• Estudio de la condición física: condiciona diferentes aspectos de la biología de las aves
(reproducción, migración, supervivencia, muda, etc…)
Peso.- se utilizan dinamómetros y básculas electrónicas de hasta 0,1 gramo de precisión.
Acumulación de grasa.- se trabaja con una escala cualitativa de 0 a 8, mediante la
observación de la grasa subcutánea que se acumula en dos zonas: zona interclavicular y
zona abdominal.
22
Estado muscular.- se mide de forma cualitativa con una escala de 0 a 3. En el músculo
pectoral, las aves acumulan gran cantidad de proteínas que pueden ser utilizadas como
fuente de energía, cuando las reservas grasas se agoten.
• Determinación de especie y subespecie.
Para aquellas especies más conflictivas, es importante el estudio de la fórmula alar.
• Determinación de edades.
- Plumaje
- Pneumatización craneal
- Coloración de partes no emplumadas (patas, pico, iris, anillo ocular, lengua,
etc…)
• Determinación del sexo
- Existencia de dimorfismo sexual.
- Observación de la placa incubatriz.
- Datos biométricos.
Medición de la cola, detalle de la cabeza y el ala de una Golondrina común (Hirundo rustica)
Foto: Gonzalo Marín.
Una vez que ya hemos aprendido las nociones básicas de lo que es anillamiento
científico de aves, podemos seguir aprendiendo en uno de los numerosos cursos que se
imparten por toda Europa acerca de esta técnica de marcaje. Un ejemplo de estos es el
impartido todas las primaveras por el grupo SEO Montícola, de la Universidad Autónoma de
Madrid, del cual son socios algunos anilladores encargados de impartir este curso
(www.uam.es/monticola). Si queremos seguir aprendiendo, no es necesario estudiar ninguna
carrera para ser anillador, es decir, no es preciso ser biólogo o estudiar Ciencias Ambientales
para serlo, si no que lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con algún
anillador y comentárselo. Seguramente, él o ella estará encantado/a de enseñarnos y
formarnos como anillador. Para llegar a ser uno de ellos es preciso, como es lógico, ir al campo
23
regularmente y lo primero observar cómo se hace, es decir, cómo se coloca una red o una
trampa, cómo se saca al ave de la misma, cómo se manipulan las aves, qué anillas debemos
poner, qué medidas debemos tomar y cómo se toman… Si esto lo haces regularmente, en
seguida aprenderás lo suficiente como para poder empezar a manipular tú mismo el ave. A
continuación, empezarás a anillar bajo supervisión, siempre y cuando el anillador titulado lo
considere oportuno.
Nuestro paso final antes de obtener el certificado que nos permita anillar por nosotros
mismos será:
•
•
Haber anillado bajo supervisión al menos 1000 aves de 100 especies
distintas. (El anillador que nos lleve, nos firmará unas hojas que lo
certifiquen)
Un examen teórico escrito en el que deberemos demostrar nuestros
conocimientos sobre las aves (nombre común y científico de las especies,
patrones de muda…), la normativa vigente y la burocracia (el cómo se
entregan los datos)
Parece que puede ser muy difícil, pero si realmente nos apasionan las aves y
queremos conservarlas, aprender en el campo no es tan difícil y se disfruta con ello. Como
decía Ramoncín: “Más vale pájaro en mano que pollo en fotografía”.
Bibliografía
o
o
o
o
o
o
o
Aragües, A. y Herranz, A. 1983. Los cepos malla como método de trampeo con fines
de anillamiento. Alytes, 1:87-101
Bernis, F. 1966. Migración en aves. SEO. Madrid.
Bub, H. 1991. Bird trapping and bird banding. Cornell University Press.
Cornwallis, R.K. y Smith, A.E. 1960. The Bird in the Hand. BTO Guide n.º 6. Oxford.
Davis, P.G. 1981. Trapping Methods for Bird Ringers. BTO. Tring.
Mead, C. 1974. Bird Ringing. BTO. Tring.
Pinilla, J. (Coord.). 2000. Manual para el anillamiento científico de aves. SEO/ BirdLife y
DGCN-MIMAM. Madrid.
AUTOR
Gonzalo Marín Raboso es Biólogo Marino y
presidente de Oceania. Apasionado del mar y de
sus costumbres.
[email protected]
Foto: Gonzalo en Tenerife.
24
El doctor
Habitantes del frío: Belugas
1. CLASIFICACIÓN
REINO ANIMMALIA
FILO CHORDATA
CLASE MAMMALIA
SUBORDEN
ODONTOCETI
ORDEN CETACEA
FAMILIA
MONODONTIDAE
GÉNERO, ESPECIE
Delphinapterus leucas
2. DESCRIPCIÓN
Delphinapterus leucas es el nombre científico de la común llamada beluga. Dicho
nombre procede de los términos:
-
Delphinapterus -> Delfín sin aleta
Leucas -> Blanco
El nombre común, beluga, procede del ruso “belukha”, que significa blanco.
La beluga es un cetáceo que nace de color oscuro pero que su tonalidad característica
(blanco o amarillento, según etapas) es adquirida con la edad. Tiene la cabeza redondeada y el
pico corto. Posee una fisura en el labio superior y su boca es muy flexible, lo que le permite
poner los labios en forma de “O”. Carece de aleta dorsal, pero en su defecto posee una cresta
baja a lo largo del dorso y centralmente a éste. Sus aletas pectorales son pequeñas,
redondeadas y curvadas en el extremo distal. Por otra parte, posee una muesca muy evidente
en su aleta caudal, en la que los extremos son convexos.
La beluga también es conocida como “Canario de Mar”, ya que es uno de los
odontocetos que posee un completo abanico de sonidos (gorjeos, chillidos, “risas”…). Estos
“cantos” pueden escucharse tanto dentro como fuera del agua. Todo ello es posible gracias a la
capacidad que tiene de modificar su frente desplazando el aire de los senos. Se ha llegado a
afirmar que el sistema de sonar de las belugas es el más versátil y sofisticado de todos los
cetáceos.
25
Esta especie de cetáceo, a parte de otras, no tiene las cervicales fusionadas, lo que le
permite una gran maniobrabilidad en aguas poco profundas, llegando a afirmar y a girar la
cabeza. Si nadie las molesta cuando varan, pueden sobrevivir hasta la siguiente pleamar.
Posee una fórmula dentaria de:
16 – 22
16 – 18
IDENTIFICACIÓN
-
Tonalidad del cuerpo: muy clara en adultos
Cabeza pequeña y redondeada
No posee aleta dorsal, en su lugar encontramos cresta dorsal
Comisura de la boca muy ancha
De fácil acercamiento (Whale watching)
Nada con lentitud, aunque puede alcanzar los 22 km/h
No es acróbata
3. CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y FISIOLÓGICAS
Foto: Carmen M. Arija
BELUGA (Delphinapterus leucas)
♂
♀
LIBERTAD
CAUTIVIDAD
TAMAÑO (m)
3,4 – 4,6
3–4
PESO (kg)
1500
1360
MADUREZ
SEXUAL (años)
8–9
6–7
GESTACIÓN
(meses)
14,5
15 – 17
PARTO
JULIO - SEPTIEMBRE
MAYO - SEPTIEMBRE
PERIODO DE
CRÍA
ABRIL – MAYO
FEBRERO – JUNIO
21
20
LONGEVIDAD
(años)
INTERVALO
ENTRE PARTOS
(años)
3
LACTANCIA
(meses)
24 – 36
4. COMPORTAMIENTO
Las belugas son animales sociales que forman grupos con individuos de la misma edad
y sexo. En verano se reúnen grandes grupos (pueden llegar a miles de individuos) para el
alumbramiento de las crías y la muda de piel.
26
5. ALIMENTACIÓN
Salmón
Bacalao Ártico
Arenque
Capelan
Calamares
Pulpos
Camarones
Cangrejos
Peces
Cefalópodos
Crustáceos
Gusanos marinos
Componentes del zooplancton de gran
tamaño
6. DISTRIBUCIÓN
La beluga es un cetáceo endémico del océano Ártico y de sus mares adyacentes:
•
•
•
•
•
•
•
Mar de Okhost
Mar de Bering
Golfo de Alaska
Mar de Beaufort
Bahía de Baffin
Bahía de Hudson
Golfo de San Lorenzo
También puede avistarse en determinados ríos, como el río Amur en Rusia o el Yukon y
San Lorenzo en Canadá. Excepcionalmente se han avistado belugas a 1995 km río arriba en el
Amun y 965 km río arriba en el Yukon.
7. HABITAT
Verano: la mayoría de las belugas prefieren aguas heladas del Ártico y Subártico,
donde la temperatura del agua no alcanza temperaturas superiores a 0ºC. También pueden
congregarse en aguas cálidas y cuencas de río.
Generalmente se encuentran en aguas costeras superficiales, aunque con frecuencia
es posible observarlas en aguas escasamente profundas (lo suficiente para cubrir sus
cuerpos). También es cierto que frecuentan aguas profundas.
8. MIGRACIONES
En esta especie de cetáceo existen poblaciones migradoras y “no migradoras”. Es
decir, algunas poblaciones realizan migraciones estacionales mientras que otras permanecen
en áreas relativamente pequeñas durante todo el año.
Estas migraciones vienen determinadas principalmente por el avance de las placas de
hielo en Otoño y por la búsqueda de zonas de aguas más o menos profundas.
27
9. POBLACIONES
Actualmente se desconoce el número exacto de belugas en el mundo (véase
distribución) pero podrían ser más de 100.000 individuos según Randall R.Reeves y sus
colaboradores (2005). Las poblaciones más grandes y estables son las de, en este orden:
•
•
•
•
Mar de Beaufort
Alto Ártico Canadiense oriental
Bahía de Hudson
Mar de Bering
En cambio, existen otras zonas donde las belugas están en peligro, principalmente en
las poblaciones de:
•
•
Ensenada de Cook
Bahía de Ungava
Cabe destacar que los individuos de las poblaciones del río San Lorenzo son
considerados desechos tóxicos tras su muerte debido a las altas tasas de contaminación. Esta
elevada contaminación produce cáncer en las belugas.
FAMILIA
Monodontidae
ESPECIE
Delphinapterus leucas
HÁBITAT
Semipelágico
ESTATUS
Localmente común
POBLACIÓN
>100.000 (R.R.Reeves&cia – 2005)
AMENAZAS
-
Destrucción del hábitat
Intromisión del hombre
Contaminación
Industria ballenera
10. ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y PARASITARIAS
A continuación se señalan las enfermedades infecciosas y parasitarias observadas y descritas
de las belugas:
11. BELUGAS EN CAUTIVIDAD
Las belugas fueron los primeros cetáceos exhibidos en condiciones controladas debido
a su alta capacidad de adaptación, no obstante necesitan condiciones especiales en sus
instalaciones, como por ejemplo que el agua del tanque no supere los 16ºC, que la salinidad
oscile entre 2,5% y 3,5% para facilitar la muda de piel, que el pH esté entre 7,5 y 8,2…etc.
Gracias a ello, se han conseguido grandes adelantos en el conocimiento de la fisiología, el
comportamiento y la biología reproductiva de esta especie, cosa casi imposible de estudiar en
libertad.
28
- Papillomavirus: Papilomas gástricos
- Adenovirus: Problemas intestinales
- Herpesvirus: Herpes
- Rhabdovirus
VIRUS
BACTERIAS
- Brucella spp: Abortos
- Vibrio spp: Septicemias
- Erysipelothrix: Lesiones dermatológicas,
leucocitosis y anorexia
- Mycobacterium marinum: Lesiones en la
piel
- Nocardia spp: Problemas pulmonares
- Staphylococcus aureus y Pseudomonas
aeroginosa: Neumonías
- Helicobacter spp: Gastritis y úlceras
gastrointestinales
HONGOS
Aspergillus fumigatus: Lesiones periauriculares y cerebrales
AGENTES
ETIOLÓGICOS
- Kyaroikeus cetarius: En espiráculo y
lesiones de piel
- Sarcocystis spp: En músculo
- Familia Anisakidae (principalmente
Anisakis): En tracto gastrointestinal
- Balbosoma spp.
PARÁSITOS
Hoy día son pocos los centros (zoológicos o de
investigación) que poseen ejemplares de beluga.
Concretamente, existen belugas en cautividad en centros
de investigación de Rusia y en los parques zoológicos y
aquariums canadienses, estadounidenses y japoneses
principalmente. En lo que concierne a España, poseemos
los 2 únicos ejemplares de beluga de Europa (un macho y
una hembra) en “L’Oceanogràfic” (Ciudad de las Artes y
de las Ciencias – Valencia), el mayor oceanográfico del
continente. Estos dos ejemplares proceden del “Mar del
Plata Aquarium” (Argentina).
Hembra de beluga de L’Oceanogràfic (Valencia)
Foto: Carmen M. Arija
29
SEXO
♂
♀
NOMBRE
Kairo
Yulka
EDAD
20
8
LONGITUD
4 metros
3,43 metros
PESO
817 kg
491 kg
En el oceanográfico de Valencia se está desarrollando un programa que pretende
descifrar el comportamiento acústico de las belugas en pro de conocer y entender la
comunicación de estos cetáceos para así, poder diseñar instrumentos para la protección de
ésta y otras especies en el medio natural y además, mejorar la calidad de vida en cautividad. El
equipo asegura haber descifrado vocalizaciones que indican cuándo están contentos y cuándo
tienen hambre.
Por otra parte, dentro del marco “Educación,
Investigación y Conservación”, esta entidad está llevando a
cabo un arduo programa de reproducción que está dando
sus primeros resultados. Es necesario decir que, desde
1998 hasta 2005 han sido alrededor de 20 los
alumbramientos de beluga en cautividad, dando a entender
la complejidad de la reproducción de esta especie. Sin
embargo, en nuestro país se ha conseguido que Yulka, la
“hembra valenciana” quede en estado de gestación y tras
16 meses, el pasado día 2 de Noviembre, de a luz una
pequeña cría. Con ello, esta hembra de beluga se ha
Beluga (Delphinapterus leucas)
convertido en el ejemplar mas joven del mundo en
Foto: Carmen M. Arija
cautividad en sacar adelante una gestación y también en
la primera mamá beluga europea. El hijo, del que aun no
se conoce el sexo, de Kairo y Yulka nació a las “23.08 horas, tras ocho horas de parto”. Pesó
90 kilos y midió 120 centímetros.
Yulka y su cría recién nacida en L’Oceanogràfic (Valencia)
Foto cortesía del Gabinete de Prensa de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
30
Como se comentaba en apartados anteriores, el nuevo integrante de las instalaciones
de L’Oceanogràfic tiene una coloración grisácea que aclarará con la edad. Aun así, hay que
andar con pies de plomo pues, la futura mamá es muy joven, quizás inexperta, y a esto se le
añade la alta mortalidad de esta especie al nacer incluso en estado natural. Sin embargo, se
puede considerar este nacimiento como un grandísimo logro a nivel de conservación y estudio
en las belugas.
Un equipo de cuidadores vigilará intensivamente a Yulka y a su pequeño en pro de
atender rápidamente cualquier problema, poder recoger datos que ayuden a entender la
relación madre-cría en las belugas y, por supuesto, supervisar el perfecto desarrollo de la
lactación. Para ello, y para conservar un ambiente tranquilo para el recién nacido, se prevé
cerrar, mínimo un mes, la instalación “Ártico” donde conviven belugas y morsas. Además de
estas medidas se ha optado por separar a Kairo horas antes del parto y no se reunirá con
Yulka y su hijo hasta que no se esté 100% seguro de que no existe ningún peligro en el
reencuentro de los individuos.
Si todo va bien, el nuevo inquilino de la instalación “Ártico” se incorporará al programa
que se lleva a cabo sobre el comportamiento acústico.
Fuentes del oceanográfico aseguran que en un determinado plazo de tiempo se
comenzarán a ver las posibilidades de desarrollar un plan de reproducción conjunto con
entidades extranjeras (núcleos zoológicos canadienses, japoneses y estadounidenses) como
ya se está haciendo con otras especies (orcas, delfines mulares, leones marinos…).
BIBLIOGRAFÍA
-
Leslie A.Dierauf y Frances M.D.Gulland. 2001. CRC Handbook of Marine Mammal
Medicine. 2ªEdición. Boca Raton (Florida). (Páginas 285 – 374)
Mark Carwardine. 1995. Manuales de identificación – Ballenas, Delfines y Marsopas.
Londres. (Páginas 90 – 99)
Nota de prensa de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (CAC). 03/11/06.
Nace la beluga en el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Valencia.
Humberto da Cruz. 1982. Guía de los Grandes Cetáceos y Actividad Ballenera. Madrid.
(Páginas 14 – 17)
Randall.R.Reeves y cia. 2002. Guía de los Mamíferos Marinos del Mundo. Nueva York.
(Páginas 316 – 321)
Zoo Aquarium Madrid. 2006. Curso de Manejo y Mantenimiento de Mamíferos Marinos.
Madrid. (Página 59)
Ciudad de las Artes y las Ciencias (CAC) [Consultado el día: 02/09/06 en URL:
http://www.cac.es]
Ecologistas
en
Acción.
[Consultado
el
día
19/09/06
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URL:
http://www.ecologistasenaccion.org]
Diario
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Mundo.
[Consultado
el
día
22/09/06
en
URL:
http://www2.elmundolibro.com/elmundo/2005/02/17/ciencia/1108659399.html]
Consumer
Eroski.
[Consultado
el
día
29/09/06
en
URL:
http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/2005/03/07/117860.php?print=true]
Diario
Las
Provincias.
[Consultado
el
dia
29/09/06
en
URL:
http://www.lasprovincias.es/valencia/pg060804/prensa/noticias/Ocio/200608/04/VALOCI-155.html]
31
AUTOR
Guillermo Sánchez Contreras es estudiante de
veterinaria y un apasionado de la medicina de
mamíferos marinos.
[email protected]
Foto: Guille con un mular del grupo de
delfinoterapia de Aqualand (Tenerife)
“Bichejos”
¿Reptiles como mascotas?
Los reptiles son un grupo muy
heterogéneo con una amplia gama
de especies tenemos desde
tortugas a serpientes pasando por
los
lagartos,
iguanas,
camaleones…, Podríamos decir
que desde siempre, han tenido
problemas en su relación con el
ser humano, ya que hay millones
de fábulas y leyendas que nos
cuentan que son animales dañinos
y peligrosos. Hay quienes no
pueden
evitar
mostrar
sus
prejuicios
ante
estas
frías,
húmedas e incluso peligrosas
criaturas, y encontramos un claro
ejemplo en las serpientes. Estos
animales suscitan de forma
generalizada rechazo o pavor ya
Gurripuyi, Iguana en cautividad
que se las considera peligrosas
Foto: Pablo Martín y Sara Álamo
pues encontramos especies que
son venenosas y las que no lo son, podríamos decir “que el cine no las ayuda mucho”, este
miedo es infundado y originado por la falta de conocimientos necesarios para diferenciar las
especies que son peligrosas de las que no lo son (por ejemplo, sólo el 10% son venenosas).
Si es cierto que los reptiles carecen de aquellas características más apreciadas en una
mascota perfecta, debido al atractivo que desprenden se están introduciendo en el mundo del
animal doméstico consiguiendo que nos familiaricemos más con ellos, y si bien muchas
personas jamás tendrían uno de estos animales en su casa cada vez son más las personas
que optan por adquirirlos como mascotas y están dispuestos a pagar mucho dinero por ellos.
Podríamos decir que se ha puesto de moda tener animales exóticos, extravagantes u originales
32
como animales de compañía, aunque seguramente en la mayoría de los casos pese más el
deseo de la originalidad y excentricidad que la verdadera afición por estas especies.
Esta “nueva moda” de tener especies extrañas o exóticas en casa está contribuyendo a
aumentar el comercio y tráfico ilegal de especies, y no sólo son los reptiles los que se están
viendo seriamente perjudicados por este mercado sino otros muchos otros animales que
resultan ser objeto “de deseo” por parte del hombre (colmillos, pieles…)
En los países como Estados Unidos, Canada, Japón, Australia y los componentes de la
Unión Europea existe una gran demanda de animales para su utilización como mascotas,
productos manufacturados y componentes para usos farmacéuticos, principalmente
procedentes de los países en vías de desarrollo. Con el fin de abastecer esta demanda,
paralelamente al comercio controlado por los organismos competentes, se ha generado un
comercio ilegal de especies comparable al tráfico de drogas o al de armas. Como resultado, los
ejemplares destinados a este comercio ilegal además de ser apartados de su ambiente natural,
sufren otras muchas consecuencias.
Todo este comercio supone un grave expolio de la fauna y flora de los lugares de origen y
por ello una clara amenaza para la biodiversidad. A pesar del gran negocio que genera el
tráfico ilegal de especies, los habitantes de las poblaciones locales en las áreas de origen, sólo
reciben una ínfima parte de los beneficios. Por otro lado, la expoliación de la fauna y de la flora
provoca en los países exportadores grandes pérdidas económicas y medioambientales. El
control de estas actividades suele ser dificultoso, pues normalmente se trata de países en vías
de desarrollo, por lo que los medios utilizados para combatirlos son escasos.
El comercio internacional de especies de flora y fauna supone anualmente un negocio de
aproximadamente 20.000 millones de euro. Anualmente se comercializan:
•
•
•
•
•
•
•
•
140.000 colmillos de elefante.
50.000 primates.
10 millones de pieles de reptiles.
15 millones de pieles de mamíferos.
9 millones de orquídeas.
7 millones de cactus.
135 millones de peces tropicales.
1,1 millón de aves vivas.
El contrabando de especies es la segunda mayor amenaza mundial para la vida
salvaje, después de la destrucción de su hábitat. A causa de este comercio ilegal, que supone
el mercado más lucrativo después de las armas y las drogas, se ha puesto al borde de la
extinción a unas 700 especies. Las pésimas condiciones de clandestinidad del transporte y
manipulación hacen que sólo un 10% de los animales capturados sobrevivan. Por ello, los
contrabandistas elevan el número de capturas, lo que agrava aún más la situación. Además,
los ecosistemas salen gravemente perjudicados: la disminución de ciertas especies afecta
negativamente a la cadena alimenticia y provoca el incremento de las plagas. Las especies
liberadas en un entorno al que no pertenecen se convierten en invasoras, poniendo en peligro
a las autóctonas y al hábitat de la zona.
A mediados de los años setenta empezó a tomarse conciencia de la influencia de estas
actividades sobre la supervivencia de las especies y con la intención de poner límites a este
expolio de biodiversidad, en 1975 se creó la Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies
Amenazadas
de
Fauna
y
Flora
Silvestres
(CITES).
Actualmente, 160 países han suscrito dicho convenio (España lo hizo en 1986) y se encarga de
prohibir el comercio internacional de especies amenazadas y reglamentar y vigilar el comercio
33
de las que puedan estarlo. La regulación se realiza por medio de apéndices o listados de las
plantas y animales, siguiendo criterios científicos. Los apéndices incluyen en la actualidad unas
5.000 especies de animales y 30.000 de plantas. Además, el certificado acuñado por CITES es
el único que demuestra que un ejemplar puede ser vendido legalmente al haber sido criado en
cautividad.
CITES
cataloga
las
especies en tres apéndices:
Apéndice I: Especies en
peligro de extinción
afectadas por el comercio.
Apéndice II: Especies que,
debido al comercio, pueden
llegar a estar en peligro.
Estas especies pueden ser
comercializadas
siempre
que se obtenga un permiso
de exportación o certificado
de reexportación y si las
autoridades
han
considerado
que
su
supervivencia en medio
silvestre
no
está
amenazada.
Apéndice
III:
Especies
protegidas
por
ciertos
países, que necesitan el
apoyo de otros. Sólo se
autoriza la comercialización
de estas especies si se han
obtenido
los
permisos
apropiados.
Eclosión de un huevo de serpiente del maíz.
Foto. María Sanz Fueyo
Muchos
expertos
consideran, cuatro décadas
después a la creación del convenio, que las medidas tomadas son insuficientes. Por ejemplo,
desde la firma del CITES, el tráfico de especies amenazadas constituye un delito: en la Unión
Europea (UE) supone desde 1997 penas de cárcel de hasta seis años, sin embargo, las bajas
multas para los infractores y la vulnerabilidad de los responsables de control aduanero facilitan
que las redes de contrabando sigan creciendo. El comercio internacional de especies de flora y
fauna supone anualmente un negocio de aproximadamente 20.000 millones de euros. Según
WWF/Adena, anualmente pueden comprarse y venderse ilegalmente en todo el mundo 5
millones de aves vivas, 10 millones de unidades de piel de reptil, 15 millones de pieles de
mamíferos y 350 millones de peces tropicales. España es uno de los países clave en el tráfico
de flora y fauna y se calcula que más del 30% de este contrabando pasa por sus fronteras. En
el control de este tráfico ilegal desempeñan un papel fundamental el Servicio de Aduanas de
Comercio Exterior o el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil).
34
Quizá por ello, otros organismos internacionales han apostado por suscribir acuerdos
similares, aunque a pequeña escala. Ello significa que, a nivel del comercio en criaderos o
tiendas de animales, la legislación imperante parece resumirse siempre a la propia de la
autonomía o región
Los consumidores tienen por su parte una responsabilidad fundamental a la hora de
combatir este problema. La adquisición de especies ilegales atenta contra la auténtica
conciencia ecológica, que asume que el mejor lugar para los animales y las plantas es su
propio hábitat. Por lo que la responsabilidad última recae en nosotros, si no se comprasen
especies amenazadas, no habría motivos para seguir promoviendo su contrabando y se dejaría
así de contribuir al tráfico ilegal de especies protegidas.
Considerando que los reptiles (clasificados CITES 1) se pueden comercializar siempre y
cuando hayan nacido en cautividad y los progenitores tengan su documentación en regla,
¿cuáles son las precauciones a tomar a la hora de adquirirlos?
Algunas consideraciones:
En el caso de comprarlo en una tienda, es preciso exigir una factura en la que consten:
• Nuestros datos personales: nombre y apellidos, dirección, teléfono y documento nacional de
identidad.
• La fecha de compra en cuestión.
• La cantidad de animales adquiridos.
• El nombre o nombre científico de éstos.
• Su número de CITES, si éstos lo precisan, y el CITES original dependiendo de la especie
(en caso de duda, consultar la web oficial en www.cites.org).
• El precio y demás requisitos económicos (impuestos indirectos como el IVA, por ejemplo).
• Y sin posible excepción, el sello de la tienda o un documento en el que figure el NIF del
comerciante.
Pogona en cautividad.
Foto: María Sanz Fueyo.
35
No obstante, en el caso de adquirir el animal de un particular, éste debe también adjuntar
una documentación de cesión para certificar que la especie sea considerada legal. Para ello, el
proceso debe incluir una copia de la factura de origen de la compra inicial, esto es, aquella
primera vez que salió de la tienda. Aunque resulte sorprendente, este requisito puede ayudar a
superar muchos problemas legales resultantes de que, por ejemplo, nuestra mascota favorita
de repente pueda ser considerada “especie protegida en vías de extinción”, como
recientemente ha ocurrido con las tortugas de Florida.
Cuidados necesarios:
Aparte de esto, algunos
usuarios recomiendan seguir
unas reglas básicas para el
cuidado de un reptil. La primera
y más importante es, sin duda,
proveerse
de
la
mayor
información
posible
para
asegurarse el mantenimiento
adecuado en un ecosistema
que, por supuesto, no es el
suyo. De este modo, no sólo
debemos conocer detalles tan
imprescindibles como aquello de
lo que se alimenta o cuál es el
tamaño máximo que nuestra
especie puede llegar a adquirir,
sino también todas y cada una
de
las
condiciones
medioambientales para que
pueda desarrollar su vida en
cautiverio.
Así pues, el mantenimiento
adecuado de su terrario es igual
de importante que el que
podemos llevar a cabo con el
animal en sí. Para ello, debemos
procurar replicar todas aquellas
condiciones
de
humedad,
temperatura y luz de las que
éste último podría gozar en
libertad. Del mismo modo, cobra
vital importancia la supervisión
de sus procesos dietéticos (a
veces, radicalmente distintos entre ciertas especies similares) y, ante todo, prever también la
posibilidad de que, en ciertas ocasiones del año, su alimento principal pueda escasear como
ocurre
en
las
temporadas
de
hibernación.………………………..
Terrario de Gurri.
Foto: Pablo Martín y Sara Álamo
Finalmente, se recomienda también buscar consejo de alguien con experiencia previa en el
proceso (ya sea, un conocido o el propio vendedor de la tienda) y, cuanto menos, mantener
siempre un contacto regular con el veterinario. En el caso de los reptiles, su constante actividad
es siempre síntoma de buena salud, y un animal despierto, alerta y huidizo será siempre un
animal sano. Asimismo, el brillo de su piel o la voracidad con que ingiere los alimentos son
36
otros indicadores sobre el estado de nuestro amigo de apariencia más peligrosa, pero no por
ello menos delicado.
Al igual que los demás
animales
que
podemos
considerar “de compañía”, es
preciso señalar que las distintas
especies de reptiles habitan en
los más variados ecosistemas
del mundo y que, por ello, tienen
necesidades distintas para su
atención.
Nunca
debemos
olvidar que su mantenimiento
puede
llegar
a
ser
extremadamente
estresante
tanto para ellos como para
nosotros.……
Por obvio que en ocasiones
pueda parecer, los reptiles no
son mascotas tal y como hoy en
día
comúnmente
podemos
entenderlo. Tenerlos en casa
supone una implicación especial en cuanto a que su cuidado va más allá de sacarlos a pasear,
mostrarlos a los amigos y familiares, o incluso presumir de ello, por lo que si queremos tenerlos
debemos plantearnos si somos lo suficientemente responsables como para cumplir con todos
las obligaciones que conllevan tener a uno de estos animales.
Gurri y Pablo.
Foto: Pablo Martín y Sara Álamo
Bibliografía:
o
o
o
www.cites.org
www.jccm.es
www.wwf.es
AUTOR
Alejandra Ramírez Segado es bióloga, especialista
en Zoología, y una enamorada de la naturaleza y los
bichos raros, aunque su gran pasión son los
cetáceos.
[email protected]
Foto: Ale, con su perra Dana, en el valle del Jerte (Cáceres)
37
Vuestro rincón
Pasatiempos
Busca en la sopa de letras los siguientes 20 nombres comunes de aves rapaces. Los
nombres pueden aparecer en horizontal, vertical u oblicuo, y tanto de arriba a abajo, como de
abajo a arriba, de izquierda a derecha o al contrario.
ALCOTÁN
HALCÓN
AUTILLO
GAVILAN
QUEBRANTAHUESOS
ELANIO
AGUILA
LECHUZA
BUHO
RATONERO
AZOR
CARABO
AGUILUCHO
MILANO
ESMEREJÓN
BUITRE
CERNÍCALO
CONDOR
ALIMOCHE
HARRIS
D
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La solución a esta sopa de letras estará disponible en el número 3 de Sea Wolves digital.
38
Solución del ejemplar número 1 de Sea Wolves digital
M
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D E R M O C H E L Y S
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Desde los ojos de un niño
Dibujos de Maialen (izquierda) y Xabier González (derecha),
de 10 y 7 años respectivamente.
39
Album de Fotos
Ejemplar de lagartija
con dos colas, enviado
por nuestro amigo Pablo
Molina desde Chile a
tenor
del
artículo
publicado en la sección
“Bichejos” del primer
número de Sea Wolves
digital: La solución a tus
problemas está en la
charca.
Lagartija de dos colas
Foto: Pablo Molina
El Gran Angular
Nueva Edafología
Introducción
Primera y segunda edición
Los suelos son considerados recursos naturales agotables y mantenibles sin embargo
cuando sufren deterioro, su recuperación tiene fuertes limitantes sobre todo económicos.
Nuestro país con cerca de 200 000,000 hectáreas, sólo un 12 por ciento se clasifican como
laborables, quedando el resto como sigue: 38 por ciento pastizales, 10 por ciento bosques, 11
por ciento incultas y 29 por ciento sin capacidad de uso agropecuario o forestal; es decir sólo el
71 por ciento del territorio es considerado para uso agropecuario según los Censos Nacionales
de 1971.
De los terrenos laborales, el 77 por ciento se dedica a cultivos anuales, el 6 por ciento a
frutales y agaves y el 17 por ciento a praderas. Esto sin considerar que el 70.9 por ciento del
total está sujeto a erosión acelerada según la extinta Dirección de Conservación del suelo y del
agua de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).
40
Del total de los 3´583,000 de hectáreas, de la superficie bajo riego, donde se obtienen
las cosechas que apoyan una parte importante de nuestra alimentación y la obtención de
divisas, el 20 por ciento se encuentra afectado por las sales.
En cuanto a las pérdidas agropecuarias censadas, el 80 por ciento son ocasionadas por agua,
divididas en un 75-90 por ciento por sequía y el resto por inundaciones. Únicamente el 30 por
ciento del territorio nacional recibe más de 800 milímetros de precipitación media anual (el
mínimo para la producción redituable del maíz). El 70 por ciento restante es árido o semiárido y
sujeto a la desertificación, aún no cuantificada a nivel nacional.
A nivel mundial se calcula que para el año dos mil se incrementarán las áreas desérticas en un
20 por ciento Esta situación indudablemente nos obliga a considerar más en serio al recurso
suelo.
En nuestro país, la utilización y manejo de los suelos está fuertemente limitada por
nuestra topografía irregular, lo que dificulta la generalización de estudios y recomendaciones;
sin embargo, y pese a ello, el aprendizaje de la Edafología es un factor importante en la
producción de muchos satisfactores y de la planeación adecuada de su manejo dependerá
nuestra supervivencia. Ello nos obliga a tratar de aprender a manejar mejor nuestros suelos,
sobre todo en el caso de áreas de riego y frutícolas donde los errores de planeación quizá se
presenten a los cuatro o siete años de haberse hecho la siembra o plantación, causando
grandes pérdidas al agricultor.
Desde luego, tampoco se deberá de olvidar que a nivel nacional tenemos entre otros
factores limitantes: el imperialismo sexenal, la "tenencia" de la tierra, la organización de
productores y el crédito. Consideramos imperialismo sexenal, el centralismo que ha evolucionado en México desde el imperio azteca, y que rige todas las actividades de nuestro país.
No es un secreto que todo se nombra y planifica desde la metrópoli.
Dentro de lo que es la "tenencia" de la tierra, podemos citar como un factor limitante al
minifundismo. Se estima que el 60 por ciento del total de pequeños propietarios y ejidatarios,
cultivan predios cuyo promedio de superficie es de 1.4 por hectárea. En algunos lugares
Indudablemente la superficie por predio es menor, como en el Valle de Oaxaca,
independientemente de la calidad de las mismas.
Aquí también cabe la aclaración que el eufemismo tenencia de la tierra, jurídicamente
no incluye al abuso que de ellas se hace y por lo tanto la ejidal es una forma de propiedad. Las
superficies ejidales y de pequeñas propiedades guardan actualmente una relación de 1: l.
La organización de productores como otros factores, ha sido muy descuidada y sólo en épocas
recientes ha tenido mayor impulso; pero existen muchos vicios políticos como el cacicazgo a
diversos niveles, paternalismo, coyotaje y manipulación. Esta labor aunque difícil, es
indudablemente de influencia decisiva en el manejo de los suelos.
.
En cuanto al crédito es insuficiente para solventar todas las necesidades de producción
del campo. Pero si al menos fuese operado adecuadamente podría ayudamos a promover un
mejor manejo de los suelos, incluso a considerar esto último entre las condiciones de los
convenios de crédito.
Sin embargo, a pesar de todo lo errático del apoyo que ha tenido el sector
agropecuario, no se puede dejar de mencionar que de 1940 a 1978 se tuvieron incrementos en
los rendimientos de un 250 por ciento para el maíz, un 100 por ciento para el frijol, un 600 por
ciento para el trigo, un 100 por ciento para la caña de azúcar y un 300 para el café. En la
población ganadera se ha obtenido un incremento de un 20 por ciento para el lanar, un 25 para
el caprino, un 100 por ciento para el vacuno, un 150 y un 500 para el porcino y para las aves,
respectivamente. Pero también cabe, añadir que estos esfuerzos han sido contrarrestados por
el incremento en el número de habitantes que en el mismo período se elevó a un 150 por
ciento.
En este aspecto, indudablemente que el suelo ha jugado un papel importante, incluso
como simple almacén de nutrimentos, cometiéndose el error de soslayar otros aspectos que se
incluyen en el concepto de manejo racional de los suelos.
Los proyectos de desarrollo al olvidarse de esta situación, en lugar de resolver estos problemas
únicamente han aumentado nuestra creciente hipoteca exterior, no sólo en el aspecto
monetario sino también en el alimenticio.
Por todo ello, el manejo racional de los suelos es un tema de interés para muchas personas
41
entre los que deben sobresalir: ecólogos, geógrafos, biólogos y agrónomos.
Desgraciadamente su conocimiento da la impresión de estar ensombrecido por un esoterismo,
que lo hace parecer un ente biológico mal definido, fuertemente influenciado por el
subjetivismo, y que puede también ser modificado drásticamente por el manejo.
En la actualidad existen dos corrientes en la docencia agrícola. Una que propugna por
la formación enciclopédica y otra que tiende a la especialización, ambas tienen pros y contras,
ambas utilizan el criterio analítico y casi nunca se llega a la síntesis como seria deseable. La
idea de estas líneas es plantear la elaboración de una síntesis aunque parcial, de los factores
limitantes para la producción agrícola y facilitamos su jerarquización como base para la planeación de proyectos de desarrollo y obviamente de investigación, enseñanza y extensión
agrícola.
Así, aún cuando un sistema de encuestas entre los productores dé una imagen parcial,
es común que las principales preocupaciones sean erróneamente las plagas y enfermedades,
en forma secundaria a
la fertilización y casi nunca de la calidad, la opinión del productor será importante para que
coopere posteriormente y poder aclararle sus dudas con suficientes argumentos si el agrónomo
las conoce por anticipado.
Porque es muy común que en los llamados marcos de referencia y similares, se
incluyan referencias o estudios de suelos y clima e inclusive análisis de fertilidad sin ninguna
aplicación, aún cuando este último caso tenga algunos supuestos erróneos No debemos
olvidar que el agrónomo, entre otras cosas utiliza el concepto suelo como punto de referencia
para extrapolar o interpolar sus recomendaciones de fertilización, labores culturales y la selección de especies y variedades, olvidando muchas veces que el ambiente del suelo es tan
complejo, como el existente sobre él.
Por ello, si bien el trabajo no es fácil, se puede simplificar si se maneja lo que en
medicina se conoce como la técnica de diagnóstico diferencial y que consiste en sospechar de
todos los agentes patológicos <con sintomatología similar> para luego eliminarlos después de
un análisis concienzudo. En nuestro caso, los agentes patológicos serían: erosión acelerada,
sequía intraestival, inundación, plagas y enfermedades, salinidad, horas frío o luminosidad, que
seleccionadas nos pueden ayudar u obligar a elegir las especies, que se adaptarán más o
menos bien a esos limitantes. Con ello, el agrónomo o biólogo de campo, deben tener criterio
para distinguir a graso modo entre enfermedades y deficiencias, saber consultar al especialista
y aun más, servir como vehículo adecuado para la comunicación entre el agricultor y el especialista.
Un recorrido inicial del campo, es una condición indispensable para cualquier persona
que trata de estudiar o participar en el estudio de un ecosistema o de resolver un problema
agro pecuario o forestal, ya sea el contador, el químico, el agrónomo, o el biólogo; pues
muchos problemas administrativos o de investigación, se presentan por el desconocimiento de
las condiciones de trabajo y de la importancia del problema a resolver.
Eckholm da la voz de alerta en "La tierra que perdemos" cuando asienta que "existe una
separación rígida entre las profesiones, inclusive entre los especialistas de una misma
profesión, 'divididas' en compartimentos estanco en el mundo académico y en las dependencias gubernamentales". Basta leer los análisis realizados por economistas, técnicos en
reforestación, ingenieros, agrónomos y ecólogos, para advertir cuan difícil es concebir que
todos hayan tratado de decir lo mismo acerca de un mismo país. Las medidas que adoptan los
expertos muchas veces muestran la misma falta de comprensión mutua y la total ausencia de
integración.
Los ingenieros construyen un dique tras otro, pero prestan escasa o ninguna atención a
las prácticas agrícolas o al talado de los bosques que puedan existir aguas arriba, los cuales
influirán fatalmente en los niveles de fango que arrastran los ríos y con ello determinarán la
mayor o menor duración del mismo dique.
Los economistas especializados en cuestiones del agro proyectan la producción
alimenticia de una región determinada con muchos años de antelación, con ayuda de
esquemas elaborados por las computadoras, pero no toman en cuenta el deterioro que se
produce en la calidad de los suelos o en el registro cada vez más frecuente de inundaciones.
Los especialistas en recursos hídricos perforan pozos y más pozos en el cinturón de los
42
desiertos, sin disponer previamente con qué alimentar los rebaños de la zona, con la cual no
hacen sino asegurar un mayor gasto de posturas y con el tiempo la producción de más franjas
desérticas.
Los técnicos en reforestación encargados de plantar árboles y protegerlos, tanto de la
depredación del ganado como de las que causan los campesinos en busca de leña, reciben
una excelente preparación en botánica y silvicultura, pero no aprenden nada de sociología
rural: los rebaños de ovejas o cabras y sus correspondientes pastores para procurarse el
combustible necesario en sus hogares, en pocas semanas harán desaparecer sus
plantaciones.
Así, muchos olvidan que están frente a un círculo no un cuadrado, de modo que el
problema no ofrece lados contrapuestos.
A esta altura de la evolución humana, la alternativa consiste en introducirse en ese
laberinto simultáneamente por todos los puntos de la circunferencia, para emprender después
un esfuerzo aunado común, tendiente a convertir en positiva la cadena negativa de las
reacciones inevitable. "
En el campo especifico de suelos, el recorrido citado anteriormente se puede
aprovechar para practicar algunas barrenaciones e ir relacionando las características de los
suelos con la vegetación, e incluso localizar un sitio representativo para excavar y describir un
perfil de suelo, si el trabajo lo amerita.
El recorrido es la primera etapa en la caracterización de un lugar, lo que posteriormente
nos permitirá planear el manejo de los suelos. También una revisión exhaustiva de las
mapotecas y estudios previos que en no pocas ocasiones son repetitivos, evitará muchas
duplicidades.
En estos apuntes por razones didácticas empezamos con un esbozo geológico que nos
permita conocer la historia del paisaje mexicano y explicamos el presente, junto con un estudio
de los demás factores de formación de suelos de México, para dar una base científica a
nuestros juicios, apoyados posteriormente en el análisis morfológico, mediante la descripción
de perfiles y criterios de análisis físicos y químicos, balance hídrico y conservación del suelo y
el agua; todo ello con la idea de formar un marco teórico que nos permita implementar
soluciones prácticas, o bien utilizar los servicios de una especialista con interrogantes
definidos.
No tratamos desde luego de sustituir a libros especializados en cada tema, los cuales
mencionaremos en las citas bibliográficas, sino que intentaremos hacer una síntesis que ayude
a la comprensión de la importancia del manejo adecuado de los suelos y al mismo tiempo nos
ubique en el marco general y los aspectos particulares de cada problema, facilitando su
investigación más profunda hasta donde nos permitan los conocimientos publicados.
En otras palabras, el factor limitante para el manejo racional de los suelos es la
educación en su sentido más amplio, en marcada o limitada por nuestro sistema político.
Esperamos que estas líneas ayuden en la medida de sus posibilidades a este fin.
Introducción
Tercera edición
La globalización financiera de nuestro mundo, independientemente de los contras y
pros, nos permite acercarnos a la conciencia de la globalidad del ambiente. Y entre las
responsabilidades que se adquieren bajo este nivel de conciencia, esta la necesaria
coexistencia con todo o al menos con los demás seres vivos. En esta realidad sobresale como
el ser viviente más grande del mundo y al que generalmente conocemos como suelo.
En la cultura occidental es la epidermis de la tierra o pedósfera con 400 millones de
años de antigüedad, la que a pesar de su grosor variable (más o menos 18 cm) y mas
aceptado, ha sido el sostén ignorado de nuestra existencia, a tal grado que hasta los
43
especialistas internacionales, polemizan sobre la crisis del agua sin vincularla a la del suelo.
Dicho ente vivo o ecosistema cuya influencia benéfica se extiende hacia arriba y hacia abajo
varios kilómetros, reclama con urgencia nuestra atención inteligente.
El suelo, conocido científicamente como solum, influye y soporta a dos grandes
fenómenos en su parte superior que amenazan con la desertización del planeta: la destrucción
de la capa de ozono y el calentamiento global por el efecto invernadero. En su parte inferior es
determinante en la calidad y cantidad de los acuíferos. Estos tres fenómenos afectan la
biodiversidad y han merecido la atención del programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente. Donde el cuidado del suelo tiene un papel preponderante, aunque generalmente la
preocupación se ha concentrado en la amenaza creciente del calentamiento global,
considerado como agente causal entre otros del mayor rigor y frecuencia de las sequías y los
ciclones, asunto que se describe más detalladamente en este libro.
Según la Convención de las Naciones Unidas en la lucha contra la desertización, ésta
se manifiesta en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas-secas que ocupan la mayor parte
de la extensión territorial del país. En este análisis se agregan nuestras escasas zonas
húmedas, como veremos en este libro, que también son afectadas por la contaminación, el
urbanismo y la erosión hídrica y por ende coadyuvantes de la desertización del planeta.
Una mejor comprensión de esta situación y la posibilidad de intervenir positivamente se daría al
cambiar el concepto suelo por el concepto más holístico de tierra, en donde se abarca al solum
y al ambiente que lo rodea, como se explica en el capítulo de Clasificación de suelos.
Este contexto y las investigaciones recientes, nos obligan a cambiar lo que quedó
expresado en las dos ediciones anteriores de este libro, sobre la erosión hídrica y su principal
agente causal, la deforestación, por lo afirmado en SEMARNAT-CP (2001-2002): el deterioro
de los suelos se debe principalmente a la pérdida de su fertilidad por el laboreo y el pastoreo
abusivo. Haciendo un paréntesis sobre la labranza, en Europa se le da la misma importancia
que al deterioro de los suelos por erosión.
El pastoreo extensivo, es una forma abusiva de aprovechamiento en continuo avance
en nuestro país, que debe considerarse responsable, entre otras cosas de la excesiva
producción de gas metano, una consecuencia de la digestión de los rumiantes, con efectos
más drásticos que el dióxido de carbono.
En síntesis el tratamiento que le damos al suelo tiene efectos sobre varios miles de
metros arriba de él y sobre todo el globo terráqueo, e incide en cientos de miles de metros
abajo, en la existencia y calidad de los mantos acuíferos. Conviene enfatizar que los terrenos
con poco valor agropecuario, como son por ejemplo las cumbres de las montañas, el mal país y
los desiertos, tienen sin embargo un papel determinante tanto en la captación de carbono,
como en el enriquecimiento de los mantos freáticos. Todo ello independiente de su innegable
valor estético, doble razón para considerar su tratamiento en los proyectos de desarrollo ya que
lamentablemente, el que se da al suelo es de expoliación.
Otra parte a reflexionar resulta de nuestra posición en el contexto mundial, en el que
mantenemos una dependencia tecnológica del exterior, que va desde la industrialización del
petróleo, hasta la maquinaria e insumos de la producción rural. También a escala planetaria
está el éxodo de la población, en el que los que emigran provienen primordialmente del campo,
con el sabido abandono de las tierras de cultivo y el engrosamiento de los cinturones de
miseria de las grandes ciudades. Dicha locura ha sido favorecida por la especulación irracional
en las materias primas, por transnacionales que alteran hasta los precios de los alimentos, en
aras de la neurótica acumulación del poder vía las ganancias. Este último ha sido el objetivo
real de los genocidios y las guerras ya sea con burdos pretextos o actuando descaradamente.
Aunque dichos “negocios” hagan más agobiantes las sequías y hambrunas que asolan a
grandes regiones del planeta y con ellas la reaparición de la peste blanca o tuberculosis, que
es una de sus asociadas e inclusive ahora con cepas antibiótico resistentes, una de las
consecuencias de la sed desmedida de ganancias. Aunque fue considerada entre los flagelos
antiguos y ahora es rematada con los modernos como el SIDA.
Tal ha sido el contexto de la investigación científica en países como el nuestro. Pero en
forma específica respecto a los suelos, durante mucho tiempo se privilegió el análisis químico
de estos, que junto con las variedades “mejoradas”, la aplicación masiva de fertilizantes y otros
agroquímicos, siguen siendo los pasaportes para llegar al paraíso del modernismo
44
productivista. Sólo a mediados del siglo pasado comenzó el interés por las manifestaciones
físicas del suelo, aunque la biología de éste, como tal, no se hizo presente hasta finales del
mismo, aun esta empezando a dejar de ser una mera curiosidad descriptiva. El día de hoy se
dan al suelo propiedades multifuncionales, de importancia determinante para la permanencia
de la actual forma de vida sobre la tierra. Razón por la que en este libro comenzamos por el
capítulo de Biología de Suelos, en el que entre otros conceptos, revaloramos a los
invertebrados en tres asociaciones funcionales y su papel en el ciclo de la materia orgánica.
Con ello se espera estar contribuyendo a la propuesta de Eckholm: “convertir en positiva la
cadena negativa de reacciones inevitables” a la que aludimos en la introducción de las
ediciones anteriores y reestablecer la comunicación con Natura.
Aunque algunos de nosotros, ya hemos pasado la concepción de la tierra como bodega
de nutrimientos y agua e incluyendo ahora su relación con la cubierta vegetal y la producción
de oxígeno. Aún, sólo unos cuantos la consideramos como un ente vivo, el más grande que
existe, como se argumenta en el capítulo del Concepto de Suelo, ampliando en capítulos
posteriores su importancia en los climas locales, el secuestro del carbono y su influencia en el
calentamiento global, y en la zona “vadosa”. Así resaltamos que de la calidad del suelo
depende además de la calidad y cantidad de las cosechas, en gran medida la calidad de agua
y aire, recursos cada vez más limitados. Esta propuesta, indudablemente esta también
relacionada con el uso mas racional de la energía, sobre todo la de fuentes fósiles y sus
efectos secundarios.
Ello nos obliga a definir criterios y a establecer mecanismos operativos para optimizar
su aprovechamiento no sólo sustentable, aunque lo deseable sería promover, además del
concepto de calidad e importancia del suelo que se expone, la calidad de la vida en función de
la Seguridad Humana, según las Naciones Unidas. Esta puede ser el conjunto de
circunstancias y condiciones sociales que le brindan al animal humano, el ámbito sustentable
que le permita satisfacer desde sus necesidades básicas hasta las trascendentes, en el
ejercicio pleno de la libertad de ser él mismo y a la vez pertenecer a una sociedad global en
constante evolución y respetuosa de la armonía natural.
Uno de sus aportes inmediatos sería pasar del imperante eficientismo cuantitativo, a la
mejora de la calidad alimenticia de nuestras cosechas, lograda mediante la excelencia de la
nutrición vegetal, del riego y hasta del manejo de la salinidad, en su caso.
En el concepto calidad de vida convendría considerar, entre otros aspectos,
incrementar la proporción de nuestra ingesta cotidiana de proteínas, definitivamente
desbalanceada a favor de los carbohidratos amiláceos y grasas saturadas, que resulta evidente
casi a escala mundial. La oferta de cereales, hortalizas, frutas y oleaginosas de alto valor
nutritivo, puede contribuir a la disminución de ateroesclerosis, hipertensión y varias
enfermedades degenerativas actualmente en franco ascenso, aún en países pobres.
En otras palabras, revalorar la importancia de nuestros alimentos considerando la
máxima hipocrática de “Que el alimento sea tu medicina y tu medicina el alimento”.
De no menor importancia resulta la producción de forrajes con alto valor nutritivo,
porque disminuye la presión sobre los pastizales y las áreas cultivadas, elevando también la
calidad y abatiendo costos de los productos pecuarios, contribuyendo, además, a recuperar la
misión olvidada de “la agricultura guardiana de la salud humana” asignada por Pasteur hace ya
dos siglos.
En conclusión, se está empezando a trascender el calificativo del suelo como un
recurso más del Homo sapiens al reconocer su calidad de ser vivo, cambiando el “uso y
manejo” por “cuidado”, sin embargo aún falta mucho por hacer en este ámbito, buscando el
restablecimiento de una convivencia respetuosa y amplia con la tierra. Conviene enfatizar que
la historia olvidada, muestra que de la salud de la biota terrestre y desde luego la del animal
humano dependen la salud del suelo. Esta supeditación es de una magnitud tan grande como
lo es nuestra amnesia, como se comprueba sobre todo en el capítulo de la desertización. Una
disciplina que no reclama la calidad de ciencia, pero que puede auxiliarnos con conceptos
frescos a la ingente tarea de aproximarnos a esa convivencia respetuosa lo es la prospectiva,
aunque el reto puede parecer abrumador, las opciónes cotidianas no hacen justicia al Homo
sapiens.
45
Por lo que hace a esta tercera edición y en la búsqueda de proporcionar mas
elementos de juicio, en el segundo capítulo discutimos el concepto actual y el entorno
económico del uso y abuso de los suelos en México, después él de los factores de formación
que amplían la contextualización y facilitan la comprensión de los capítulos posteriores, donde
además se discute la relación que existe entre la vegetación y la formación de los diferentes
tipos de materia orgánica del suelo. El capítulo de Física de Suelos incluye conceptos
novedosos sobre la importancia del color, la organización estructural, y se integran otros como
la influencia del laboreo, el secuestro del dióxido de carbono y la formación del óxido nitroso.
En la actualización de las relaciones agua-suelo-planta-atmósfera está la descripción y
funciones de la zona vadosa, un experimento que une las bondades de la hidroponía con la
optimización del riego por goteo y se incluyen, además, notas sobre la sequía y la fertigación.
En el capítulo de la Desertización y Conservación de Suelos, se incluye el efecto del fuego.
Tengo en la presente edición el honor de presentar un capítulo de Calidad de Suelos, de la
autoría de Martha Angélica Bautista C., Jorge D. Etchevers B., y Miguel Ángel Vergara S. Y
finalmente una actualización de la propuesta del Diagnóstico Agroecológico.
AUTOR
Régulo León Arteta es Ingeniero Agrónomo
especialista en Suelos, realizó su Maestría en
Ciencias Agrícolas en la especialidad de Génesis,
Morfología y Clasificación de Suelos.
Es Catedrático titular de postgrado en la Escuela
Nacional de Fruticultura, subsede Xalapa Ver.
(México) e imparte cuatro cursos para Titulación de
Egresados
de
los
Institutos
Tecnológicos
Agropecuarios de Úrsulo Galván Ver. Y Huejutla
Hgo. Así mismo, entre otras actividades, ha sido
profesor de Licenciatura en la Facultad de Ciencias
Agrícolas de la Universidad Veracruzana, fundador
del Laboratorio de Suelos de la misma, profesor
investigador del CRUO -Universidad Autónoma de
Chapingo en Huatusco-, Jefe de la Academia de
Suelos, Premio Nacional de Literatura Forestal o
autor de libros como “Nueva Edafología”, “Manual
Edafológico de Campo” y de diversas publicaciones
científicas.
[email protected]
Foto: Régulo en un paisaje
de la Sierra Veracruzana (México)
46
De Interés…
Actividades
Noticias
Islandia reanuda la caza comercial de
ballenas tras 21 años
El pasado sábado 21 de Octubre, tras 21
años sin capturas para comercialización, un
pesquero islandés dio caza a un rorcual en
la costa occidental de su país. Han sido
muchos los países que han condenado la
captura (Alemania, Francia, Reino Unido…)
tras dos décadas de prohibición de caza de
ballenas. Aun así, Islandia se ha marcado
una cuota de capturas que asciende a 30
ballenas minke y 9 rorcuales hasta agosto de
2007, alegando que la captura de estos
grandes cetáceos es por dos motivos: el
interés para la industria pesquera y la amplia
población de minke. Sin embargo, la IUCN
(Unión Mundial para la Naturaleza) cataloga
a los rorcuales dentro de la lista roja de
especies amenazadas.
Foto: Carlos Sanz – Lobo Producciones
Ciclo de Conferencias sobre el Lobo
Los días 27 de noviembre al 1 de
diciembre, tendrá lugar el primer ciclo de
conferencias sobre el Lobo que Sea
Wolves organiza en Madrid. Así mismo, los
días 2 y 3 se viajará a Cantabria para
visitar el Parque de la Naturaleza de
Cabárceno, que acoge una manada de
lobos así como otras especies de
carnívoros tanto ibéricas como de diversos
puntos del planeta. En estas charlas
tendremos el placer de contar con
expertos de renombre en la temática del
lobo como Juan Carlos Blanco, Carlos
Sanz o Víctor Gutiérrez.
Climate Change Conference- Nairobi 2006
La cumbre del clima viaja a Kenia en
2006. En dicho evento, se tratarán de
alcanzar acuerdos de cumplimiento del
protocolo de Kioto y establecer acciones
futuras para frenar el calentamiento global.
Más información: www.seawolves.es
I Curso
Marinos
de
Grandes
Depredadores
Lince en Madrid
Un tercer análisis genético llevado a
cabo al excremento hallado en las
inmediaciones de la carretera de los
pantanos (Comunidad de Madrid, España)
confirma el primero: el resto fecal
corresponde a un ejemplar de Lince ibérico
(Lynx pardinus), especie endémica de la
Península Ibérica y catalogada desde 1996
como «el Felino más amenazado del
Planeta» por la UICN.
La presencia de la especie en la
Comunidad de Madrid implica la necesidad
de establecer un plan de conservación en la
misma.
Sea Wolves convoca la primera
edición
del
curso
de
Grandes
Depredadores Marinos del 15 al 20 de
diciembre en Tenerife. Éste contará con
salidas en barco para la observación de
cetáceos en estado silvestre y del trabajo
de un equipo científico local, así como con
una visita al Loro Parque para el estudio
en cautividad de diversas especies de
depredadores marinos (Orcas, delfines
mulares, tiburones, leones marinos, etc.)
Más información: www.seawolves.es
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Llamadas de atención
Anillas de Buitre leonado y Alimoche
El equipo de trabajo de SEAR (Sociedad para el Estudio de las Aves Rapaces) ha
anillado diversos ejemplares Buitre leonado (Gyps fulvus) y Alimoche (Neophron percnopterus)
en Vizcaya (España). Si alguna persona observa cualquiera de estas anillas, puede ponerse en
contacto con Iñigo Zuberogoitia en [email protected]
Alimoche
Neophron
percnopterus
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Buitre
leonado
Gyps fulvus
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4UX
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4P8
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4PA
4PC
4PF
4PH
4PJ
4PU
Agradecimientos
Sea Wolves digital envía su agradecimiento al equipo de prensa de la Ciudad de las
Artes y las Ciencias (Valencia, España) por la cesión de imágenes e información sobre el
reciente nacimiento de una beluga en sus instalaciones.
Gracias a María Sanz Fueyo, Pablo Martín Lambea y Sara Álamo Galván por
colaborar con fotos de sus mascotas en la sección “Bichejos”, así como a Carlos Sanz – Lobo
Producciones por la cesión de las fabulosas imágenes que ilustran nuestras páginas en cada
número. Gracias igualmente a Pablo Molina, Nuria Prieto y Piero Durand por sus fotos de la
lagartija de dos colas, la zona de Picos de Europa y de esa linda osa de anteojos,
respectivamente.
Nuestro más sincero agradecimiento a Régulo León por compartir con nosotros ese
pedacito de la “Nueva Edafología”, un valioso libro que recientemente ha vivido su tercera
reedición.
Y el mayor de nuestros “¡¡¡Gracias!!!” a todos los que hacen posible este boletín:
lectores y colaboradores de diversos lugares del planeta.
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Sea Wolves digital somos…
Alejandra Ramírez Segado
“Proyecto” de bióloga (Zoóloga) – España
Alberto Bañón
Biólogo – España
Álvaro Olivares Moreno
Veterinario – España
Bárbara Corrales Carretero
Geóloga (Paleontóloga) – España
Carmen M. Arija Hoyo
Bióloga (Zoóloga) – España
Cristina Rodríguez Refojos
Bióloga (Zoóloga) - España
David Díez del Molino
“Proyecto” de biólogo – España
Guillermo Sánchez Contreras
“Proyecto” de veterinario – España
Gonzalo Marín Raboso
Biólogo marino y fotógrafo - España
Javier González María
“El campeador” – España
Juan José Molina Pérez
Naturalista - España
Katharina Kurka
Bióloga – Alemania
María Jesús Hoyo Castro
Historiadora y “proyecto” de antropóloga – España
María José Serrano Suárez
“Proyecto” de bióloga - España
Mary Cruz Delgado Serrano
Bióloga – España
Miguel Bóveda García
“Proyecto” de biólogo - España
Pablo Molina Alfaro
“Proyecto” de ingeniero mecánico - Chile
Piero Durand Sal y Rosas
“Proyecto” de biólogo – Perú
Samuel Prieto Benítez
Biólogo (Zoólogo) - España/Dinamarca
Sandra Barba Lozano
“Proyecto” de ambientóloga – España
Sofía Fernández González
Bióloga (Zoóloga) – España/Dinamarca
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