Lo que no mide el MIDE Dirección Nacional de Planeación y Estadística, Universidad Nacional de Colombia Julio 17 de 2015 El Modelo de Indicadores de Desempeño de la Educación Superior-MIDE presentado por el Ministerio de Educación Superior MEN y cuyo propósito, según esta entidad, es el de "… brindar información a la sociedad sobre el estado de algunas variables que explican la calidad de las IES, especialmente a estudiantes de colegios y padres de familia, para que cuenten con información pertinente y transparente al momento de tomar la decisión de dónde realizar sus estudios de educación superior", es una clasificación o “ranking” que ha despertado alto interés especialmente entre los medios de comunicación nacional al pretender ordenar las instituciones según sus niveles de calidad, de acuerdo a algunos variables e indicadores que permiten aproximarse a la medición de este concepto. Pero tanto interés generado en los medios y la forma en que se hizo la divulgación desdibuja el alcance y propósito de la herramienta. Esto último se ha prestado para interpretaciones divergentes y ha generado confusiones en la ciudadanía. La presentación y socialización de este modelo de aproximación a la medición de la calidad, más allá del interés nacional que ha despertado, exige un análisis a profundidad sobre las implicaciones que este tiene en aspectos centrales y tradicionales en al ámbito de la educación superior tales como: la forma como se han venido adelantando los procesos de medición y acreditación de la calidad y la gestión en las instituciones de educación superior. Así mismo, no está claro como la herramienta contribuye a lograr las apuestas definidas en el actual Plan Nacional de Desarrollo del gobierno nacional "Todos por un nuevo país: Paz, Equidad, Educación 2014-2018"; no toma en cuenta las inequidades socioeconómicas regionales ni las institucionales entre el sistema de educación superior y finalmente, las implicaciones sobre la forma como se debe medir la calidad de las instituciones vía indicadores cuantitativos y cualitativos. A continuación se presentan algunos elementos iniciales de discusión en cada uno de estos aspectos. Acreditación Institucional y de Programas Académicos Aunque el Ministerio de Educación ha sido claro en afirmar que el MIDE " no tiene relación directa con la acreditación, pues “representa una foto” (realmente es una radiografía) del resultado de algunas de las variables que pueden explicar la calidad en un momento específico". El hecho de que este instrumento mida algunas de las variables asociadas a la calidad de las IES sí implica, aunque indirectamente, una relación que entra a rivalizar con los actuales mecanismos de acreditación institucional y de programas académicos de pregrado y de postgrado vía el Consejo Nacional de Acreditación CNA. Es un hecho que existe una alta correspondencia entre las IES que se ubicaron en los primeros lugares del MIDE y el contar con una acreditación institucional de alta calidad; no obstante, esto era esperable pues ambos mecanismos buscan medir, según sus principios, objetivamente la calidad institucional. Lo preocupante no es la correspondencia esperada sino, la no correspondencia si esta llega a darse. ¿Qué va a pasar con el modelo de acreditación institucional del CNA, por ejemplo, si una IES acreditada se ubica en una posición de baja calidad según el MIDE o cómo podría interpretarse qué una IES con altos niveles de calidad según el MIDE no tenga acreditación de calidad según el CNA, lo cual es posible dado que la acreditación es voluntaria. Plan Nacional de Desarrollo del gobierno nacional "Todos por un nuevo país: Paz, Equidad, Educación 2014-2018" El Artículo 58 de la Ley 1753 de 2015 por el cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 20142018 “Todos por un nuevo país”, crea el "…Sistema Nacional de Calidad de la Educación Terciaria (Sisnacet), como instancia de integración y coordinación de los organismos, estrategias e instrumentos de educación terciaria, cuyo objeto es asegurar y promover la calidad de la misma". Más allá de la discusión sobre el mecanismo y la creación de de este Sistema, una pregunta que surge es si el MIDE se va a convertir en el referente para la medición de la calidad según este Sistema. De ser así, el país y las IES se verán enfrentadas a la medición de la calidad institucional a través de dos instrumentos con fuerza de Ley: el MIDE como es sistema de medición de gobierno y respaldado mediante la Ley 1753 de 2015 y el modelo del CNA como el mecanismo de medición de la calidad de las IES según el Estado y respaldado mediante la Ley 30 de 1992. Diferencias Regionales e Institucionales entre Instituciones de Educación Superior Un análisis rápido al grupo de las instituciones de educación superior que se ubicó en los primeros 10 lugares frente a aquellas que se ubicaron en los últimos lugares nos muestra, además de una debilidad evidente en la definición y aprobación de criterios mínimos para la apertura de instituciones y programas académicos en el país, una realidad regional imposible de desconocer: las ciudades y departamentos en donde se ubican las primeras 10 universidades presentan mejores indicadores socioeconómicos que aquellas, salvo algunas excepciones, en donde se ubican las de peor desempeño (ver Tabla 1). Tabla 1. Indicadores Sociales Ubicación en el MIDE Mejores IES Institución Universidad de los Andes Universidad Nacional de Colombia* Universidad del Rosario Universidad de la Sabana Universidad Javeriana* EAFIT Universidad de Antioquia Universidad CES Universidad ICESI Universidad Industrial de Santander “Peores” IES Corporación Universitaria de Ciencias Empresariales Educación y Salud CORSALUD Corporación Universitaria Reformada Corporación Universitaria Latinoamericana CUL Departamento Ubicación IES Cobertura Proporción de IES 2012 (17- personas con 21 años) NBI** (a 2011) Proporción de Personas en miseria (según NBI) (a 2011) % Pobreza 2012 Pobreza Pobreza Extrema Gini BogotáCundinamarca 91% 9,20% 1,38% 11,60% 2,00% 0,497 MedellínAntioquia 49% 22,96% 8,15% 26,80% 8,10% 0,529 37% 15,68% 3,49% 26,90% 7,40% 0,518 66% 21,93% 6,65% 20,80% 4,60% 0,487 43% 24,74% 8,14% 33,90% 4,70% 0,464 Cali - Valle del Cauca BucaramangaSantander BarranquillaAtlántico Centro de Educación Militar CEMIL Ejercito Nacional de Colombia Universitaria de Colombia Corporación Universitaria Autónoma de Nariño CORPOSUCRE: Corporación Universitaria Antonio José de Sucre Bogotá Cundinamarca 91% 9,20% 1,38% 11,60% 2,00% 0,497 23% 43,79% 17,18% 50,80% 17,20% 0,502 20% 54,86% 26,85% 51,50% 12,70% 0,483 Pasto-Nariño Sincelejo-Sucre Quibdó-Choco Universidad del Pacífico 25% 79,19% 32,24% 68% 40,70% 0,616 Fundación Universitaria de Estudios Espinal-Tolima Superiores Mons. Abraham Escudero FUNDES 33% 29,85% 10,48% 42,30% 15,30% 0,523 Corporación Universitaria Regional Del CartagenaCaribe Bolívar IAFIC 33% 46,60% 23,33% 44,20% 13,20% 0,507 Fuente: Cálculos propios con base en información del MEN y el DANE * Estas universidades tienen sedes en diferentes ciudades y regiones del país, para efectos de este artículo, se ubican en Bogotá por ser allí el lugar en donde alcanzan las mayores coberturas de matriculados. ** Necesidades básicas insatisfechas Según el MIDE existen en el país 7 de 202 (3.5%) universidades e instituciones universitarias con énfasis en investigación (Andes, Nacional, Antioquia, Javeriana, Norte, Valle y Pontificia Bolivariana). Esta proporción, que se aproxima a la existente en países desarrollados, al ser analizada en detalle muestra algunos rasgos que merecen la atención. Una universidad, según la metodología, es clasificada con énfasis en investigación si ha graduado anualmente durante los últimos tres años por lo menos 10 estudiantes o posee 10 o más programas de doctorado activos y tiene egresados en por lo menos 6 áreas del conocimiento. Estos criterios, más allá de si obedecen a estándares internacionales, presentan altas diferencias entre las universidades que conforman este selecto grupo y reflejan la baja capacidad del país para formar el talento humano avanzado que requiere una sociedad moderna para ser competitiva en la llamada era del conocimiento. Solo por citar un ejemplo, la Universidad Nacional de Colombia que es la que presenta la mayor capacidad en estos criterios de inclusión, para el año 2014 contaba con 58 programas de doctorado activos, graduó a 127 estudiantes de doctorado y gradúa a doctores en 6 de las 8 grandes áreas de conocimiento definidas por el MIDE. Ante tan inmensas diferencias en un mismo grupo queda abierta la pregunta de si esta es la mejor manera de configurar los grupos. Medición de la Calidad La medición de la calidad de las instituciones de educación superior del país cobró una alta importancia desde la promulgación de la ley 30 de 1992 y a partir de esta con la creación del Consejo Nacional de Acreditación CNA y la distribución de recursos vía indicadores de eficiencia institucional para el caso específico del Sistema Universitario Estatal. Desde hace más de dos décadas se han venido depurando diferentes propuestas de modelos de medición y de indicadores que se aproximan a la medición objetiva de la calidad de las IES y de los programas académicos del país. Misión, estudiantes, profesores, procesos académicos, visibilidad nacional e internacional, investigación, organización, administración, gestión, recursos financieros, planta física y bienestar, son algunas de las categorías de medición que se han considerado fundamentales para la medición de la calidad de una IES o un programa académico. No obstante, una mirada en detalle a los 18 indicadores contenidos por las 6 dimensiones propuestas por el MIDE (desempeño en las pruebas SaberPRO, egresados, docencia, investigación, presencia y atracción e internacionalización), permiten observar que éstos se concentran en la medición de resultados hecho de por sí interesante pero que desconoce algunos aspectos de alta relevancia. Al concentrarse únicamente en los resultados se están desconociendo las capacidades desiguales que poseen las diferentes instituciones del país para producir dichos resultados. Por ejemplo, las universidades públicas cuya población estudiantil en general proviene de colegios públicos y pertenece a estratos 1, 2 y 3 presenta altas debilidades en inglés hecho que no se presenta en buena parte de las universidades privadas y en especial en aquellas de élite en dónde sus estudiantes provienen, en su mayoría, de colegios bilingües. La responsabilidad del bilingüismo debe asumirla la educación básica y media y no debe cargarse a las instituciones de educación superior que lo que tratan es de subsanar dichas falencias con sus propios recursos, sin que este asunto sea en estricto sentido su misión. Al incluir como indicador del MIDE los resultados de los estudiantes en inglés, en las pruebas Saber Pro, sin tener en cuenta esta realidad se estaría juzgando como igual a instituciones en desigualdad de condiciones para competir en términos de calidad. Este hecho no significa que una alta competencia en inglés no sea un indicador de alta importancia en términos de calidad pues en un mundo globalizado como el actual esta competencia ya no es un valor agregado sino una necesidad; lo importante acá es el reconocimiento de que los jugadores analizados en el MIDE están en desigualdad de condiciones para competir en términos de calidad. Lo mismo puede decirse del capital social, del capital cultural previo y de otras dotaciones iniciales que son inequitativas en los estudiantes al entrar al sistema. Al no centrar el análisis en valor agregado por la institución, asunto sobre el cual viene trabajando el ICFES, en realidad se está evaluando es a todo el sistema educativo de la región y no al sistema de educación superior. Las Instituciones de Educación Superior del País son altamente dispersas y en especial existen altas diferencias en términos de las normas legales y de gestión entre las públicas y las privadas que no permiten competir en igualdad de condiciones. Una planta docente congelada desde hace más de una década, salarios de enganche bajos y atados a una normativid rígida que no permite ser competitivos en un mercado de conocimiento escaso y de alto valor, una gestión densa y altamente regulada y unos costos que crecen a un ritmo significativamente mayor a los de la inflación nacional , son tan sólo algunos de los aspectos que a diario viven las instituciones de educación superior públicas de este país y los cuales no son tenidos en cuenta en este modelo de medición que básicamente, como se mencionaba arriba, se concentra en la medición de resultados Que entre las 10 mejores universidades según el MIDE existan tres públicas (Nacional, Antioquia y UIS) y que dentro de las 7 con enfoque en investigación existan tres públicas (Nacional, Antioquia y Valle) para algunos puede ser síntoma de preocupación y de hecho lo es, dada las diversas realidades y contextos de las mismas, dicho dato en cambio para nosotros es motivo de orgullo pues representa un mayor valor agregado misional. Conocer los detalles de las variables consideradas, los métodos de ponderación y el efecto que tiene en el modo de conformar los grupos basados en las variables escogidas será útil para un análisis más profundo. Este agrupamiento al comienzo, con variables que son manipulables, ya de por sí puede sesgar toda la medición. Cuando se socialice técnicamente el modelo podremos hacer un mejor análisis y sugerencias para mejorarlo.