¿GUERRA CIVIL EN EL PERONISMO? COMANDO DE ORGANIZACIÓN contra MONTONEROS en los años setenta.Incluye: Entrevista a Alberto Brito Lima Dr. Pablo Anzaldi Junio de 2013 -ILa teoría de la lucha de clases se sustenta en el postulado de la existencia de las clases. El concepto de clase social, el concepto de lucha de clases y la caracterización de la lucha de clases como motor de la historia, otrora casi evidentes, hoy más bien aparecen como parte de un lenguaje inserto en correlaciones políticas concretas, como instrumento semántico de reforzamiento o proyección de una posición y no como constatación de una realidad empírica. Es decir, ha cambiado su estatuto teórico- epistemológico. Por ello, no interesa aquí el desarrollo de una nueva fundamentación de la teoría de las clases sociales sino más bien la elucidación de las clases sociales como unidad de sentido y representación funcionales a puestas en acto de la lucha política. En todo caso, queda incoada la posibilidad de interpretar a la lucha de clases como un modo de articulación y construcción de sentido de la movilización social y política. Es decir, la lucha de clases como una técnica. La tensión entre los conceptos de lucha de clases y de guerra civil los aproxima a un espacio común en el que se desenvuelve un conflicto de alta intensidad política, aunque de limitada densidad de fuego. La idea de la guerra revolucionaria como un conflicto de baja intensidad confunde la intensidad y la densidad, y suele estar en la base de las dificultades para conceptualizar las modalidades específicas de guerra de aniquilamiento con métodos no convencionales y baja densidad de fuego. 1 En el caso que nos ocupa, la idea de guerra civil no puede ser sostenida si no es sobre la base de la comprensión de la estructura espiritual del desgarramiento del movimiento peronista y del choque de posiciones radicalizadas en función de las direcciones irreductibles de avance. Son dos versiones de la conciencia revolucionaria, ambas nacidas y vinculadas a una cierta matriz común caracterizada por el nacionalismo argentino, una ortodoxa y tercerista y la otra marxista. Puede resultar exagerada la comparación, pero así como Tucídides expresó conceptos políticos desplegando figuras históricas, relevantes en el campo de las relaciones interestatales, Nolte, en plena era contemporánea, mostró el transfondo de guerra civil de lo que suele considerarse simplemente guerra interestatal. La diferencia central es la manifestación de las ideologías, algo extraño en el mundo griego. Los antecedentes pueden hallarse en El discurso sobre la Dictadura de Juan Donoso Cortés, en La Voluntad de Poder de Nietzsche, y en ciertos escritos de Carl Schmitt, apoyados en una filosofía de la historia de signo teológico. Las luchas en el interior de la comunidad política entendida como comunidad de sentido (trátese de un estado nacional o de Europa u occidente como un todo), comprendidas por el marxismo como lucha de clases o de sectores de clase, pueden interpretarse como momentos de un progresivo desgarramiento. Nos parece ser ese el sentido último de la apoyatura de Nolte en Nietzsche. Por cierto, queda solo planteada- mas no desarrollada- la cuestión acerca del fundamento religioso de las luchas. (Como dice Gadamer, en Schmitt la clave teológica posibilita una mayor comprensión de la distinción amigo-enemigo). Estas consideraciones abren la posibilidad teórica de una interpretación de las luchas políticas con arreglo a constelaciones de sentido muy distintas de la nuda diferencia de clases. En todo caso, las luchas políticas como lucha de clases son interpretaciones dotadas de un campo de validación y de crítica tanto como puede serlo la tesis de la guerra civil. Importa destacar, más que la cosa empírica, la unidad de sentido. Porque sólo la intensidad en el nivel de sentido puede dotar de significación política a la realidad. Desde el punto de vista militar es evidente la dificultad de sostener la tesis de una guerra civil cuando no existen frentes de guerra. En todo caso, lo que se considera frentes son ámbitos tales como la opinión pública, los barrios, las universidades, etc. Por lo tanto la tesis de la guerra civil- claramente para el enfrentamiento entre la patria peronista y la patria socialista- debe tomarse cum grano salis. Remite a una alta intensidad ideológica acompañada de despliegue de violencia. En todo caso lo que interesa para traer el concepto de guerra civil en sentido de Nolte es la intensidad de la contradicción ideológica y una cierta simetría de los contendientes. La idea de una guerra civil en el interior del peronismo es más fuerte por cierto que la algo descolorida lucha de clases. Por cierto que la idea de la guerra civil peronista puede plantearse en el transfondo de la neutralización de lo que puede caracterizarse de guerra civil peronismoantiperonismo. 2 Conviven en el peronismo una serie de unidades de sentido que entran en contradicción entre sí, y se diferencian, de lo que puede decirse desde el campo de la historiografía. El discurso de sentido no tiene por que sujetarse a los últimos desarrollos de corrientes historiográficas. Después de todo, la vida de los hombres en acción se comprende desde sí misma. Es la relación entre la historia de la salvación de acuerdo a las escrituras, por un lado, y la historiografía y sus hipótesis y eventuales descubrimientos, por otro. (En el peronismo la indagación teológico política está poco explorada y, sin embargo, su autointerpretación presenta un parentesco impresionante con la historia del cristianismo. El Dios Padre, la trinidad( las tres ramas), María Eva, la santidad femenina, el sacrificio, la execración del mundo, los mártires, el cultivo de la humildad, las pruebas de la fe, la partida y la segunda venida, el juicio que empieza por la casa, el pueblo peregrino en la historia, la Doctrina, etc.) En la presente investigación brindamos algunos elementos de juicio que ponen en cuestión la tradición bibliográfica que hace las veces de fuente ideológica originaria del fenómeno kirchnerista. En efecto, la saga Verbitsky- Bonasso- Galasso1 ha construido la ecuación histórico política: tendencia= clases populares= revolución= defensiva vs. Perón= orden burgués= reacción= ofensiva. Esas cadenas de significantes remiten a la antinomia izquierdaderecha, su correlato orgánico político tendencia versus derecha peronista y su apoyo social clase obrera y juventud versus grupos parapoliciales, burócratas sindicales y grupúsculos fascistas2. En términos escuetos, Verbitsky en su libro Ezeiza lanza la teoría de la conspiración de grupúsculos fascistas y su acción criminal contra la tendencia revolucionaria del peronismo. Bonasso, en El presidente que no fue, es el creador de la imagen de Cámpora y el camporismo como el peronista progresista que pudo haber sido pero no fue porque un Perón conservador creo la Triple A y empleó los últimos esfuerzos para desheredarlos. En el caso de Galasso en su biografía de Perón, más allá de las contradicciones con el planteo más frontal de Bonasso, se superpone la interpretación marxista de un Perón nacionalista burgués progresista con la idea 1 En adelante V-B-G. La puesta en cuestión de estos aspectos remite a la construcción de la hipótesis- trabajosa, poco simpática para unos y otros- de la debilidad militar de Montoneros, que intentó saldarse cuando el ascendiente y la capacidad de movilización de sus frentes de masas menguaban. Este no es el contexto ni el lugar, pero Montoneros combatió desastrosamente en Octubre de 1975, en Formosa, y durante la contraofensiva en 1979. Los hechos armados producidos por la Orga no pasaron de acciones de aniquilamiento selectivo, secuestro, robo de bancos y propaganda armada. Es decir, se correspondieron con una fase embrionaria de una estrategia revolucionaria. Sólo en función de esta hipótesis no llama la atención como, en Ezeiza, habiendo movilizado inmensas columnas bajo sus banderas, estando la organización en plenoel 17 de Noviembre de 1972 fue la mitad del aparato militar, según Perdía- fueron castigados tan duramente y demostraron tener tan poco poder de fuego. Y luego, ya en el enfrentamiento con el General Perón, tuvieron tan poca capacidad de respuesta político-militar ante la seguidilla de golpes lanzados desde las fuerzas peronistas y el gobierno mismo, particularmente, ante los derrocamientos de los gobernadores de la tendencia. 2 3 subyacente de un viraje a la derecha, sino del mismo Perón, si de las estructuras del movimiento peronista. En la ambigüedad de esa tradición interpretativa deambula la concepción kirchnerista, de evidente inspiración montonera. En la línea interpretativa Verbitzky-Bonasso-Galasso3 se destaca la fuerte capacidad de movilización popular de la tendencia pero se omite un análisis más específico de la composición social de sus integrantes. La idea de clase social, particularmente, de clase media y clase obrera, característicamente en un país de relativa equidad de ingresos como la Argentina de los años 60-70, tiende a disolver sus posibles referentes empíricos. Esto es cierto particularmente desde la estructura de ingresos, en la que no puede determinarse en rigor quien forma parte de la clase media y quien de la clase obrera. Más aún, la clase obrera parece no corresponderse con lo que denota la noción de clase baja. Sin embargo, más allá de las comparaciones y las estadísticas relativas a los ingresos, puede hablarse de constelaciones de significación e identificación como aspectos centrales de la cuestión. Es decir, la reconstrucción de la particular interpretación de los actores del proceso que estaban viviendo, de su propio rol y condición, así como del de sus enemigos, incluyendo no sólo la imagen del enemigo inmediato sino también la teoría de un enemigo detrás del enemigo. -IILa presente monografía rescata de la sombra de la literatura sobre los años setenta al nombre de una de las fuerzas más vapuleadas, silenciadas y nada investigadas, cuyo nombre aún hoy parece erizar la piel de los simpatizantes de la tendencia: el Comando de Organización ( C de O) y su histórico jefe, Alberto Brito Lima, fallecido el 28 de septiembre de 2012. Considerada por sus detractores como una agrupación ultraderechista y muy pesada, nunca se indagó acerca de su origen histórico, su relación con las organizaciones de la vieja Juventud Peronista, su vínculo con Perón, su particular fervor de Isabel, sus lazos con Montoneros, su militancia junto a Cámpora y contra Paladino ( que le costara la vida del militante Jorge Jiménez y heridas de bala a Brito Lima ), su enfrentamiento con Montoneros, su accionar en los trágicos sucesos de Ezeiza, su imagen de López Rega y el comisario Villar, la magnitud de su influencia, las características del enfrentamiento con Montoneros, sus muertos, la imagen de la composición social de sus miembros, su concepción ideológica más allá del rótulo. Por cierto que las respuestas a estos interrogantes quedan abiertas a ulteriores indagaciones. La transcripción de las opiniones de Alberto Brito Lima y Carlos Cejas- Jefe uno, cuadro destacado el otro- aportan elementos para 3 En adelante V-B-G. 4 poner en discusión esa ofensiva linealidad de las cosas. La historia argentina de los años setenta, aún en las partes más modestas, siempre puede intentar iluminarse desde otra perspectiva. La búsqueda de documentos de autoría del C de O es una tarea de resultado poco exitoso. Más dificultad existe, entonces, en el cotejo de las posiciones, acciones y decisiones en relación con la historia específica de su enfrentamiento con Montoneros y la tendencia. En principio, no podemos ensayar la reconstrucción de esa historia sino más bien recoger el testimonio directo de dos destacados protagonistas del C de O, en la certeza que deberían ampliarse con más documentos y testimonios de otros actores. Sin embargo, las entrevistas abren un nivel de historia oral en la presente investigación y entendemos que alcanzan a los efectos de construir un esbozo de validación de la hipótesis de la guerra civil peronista. En el caso del Comando de Organización su orientación ideológica es profundamente antiliberal y se mantiene en los cánones de la doctrina peronista de signo obrerista. Acaso la intensidad de la lucha contra la tendencia se debe a que ambos disputaron la influencia sobre lo que se entendía era la clase obrera y el pueblo. Por ello la lucha es por la conducción del mismo espacio, la clase trabajadora, las representaciones sindicales obreras y las administraciones de gobierno. En ése enfrentamiento, el C de O se concebirá a si mismo como pueblo y a los Montoneros como clase acomodada y a la inversa, los Montoneros calificaran al Comando de Organización de lúmpenes y se entenderán a si mismos como representantes de la clase obrera y el pueblo. Sólo en éste aspecto podemos afirmar que tiene sentido aquí la lengua de las clases. La particularidad es la inversión de la correlación entre condición social e ideología. Aunque se trate de caracterizaciones provisionales y sujetas a revisión, en este caso los más desfavorecidos socialmente parecen volcarse en las antípodas de la izquierda ideológica y ésta queda más bien reservada para sectores más identificables con una percepción de clase media. Por cierto que el C de O llevaba las de perder ante Montoneros en cuanto a las posibilidades de armar relatos y contar la historia. Casi no existe bibliografía sobre los 70 que no haya sido escrita para ratificar las ideas Montoneras de un Perón traidor, derechista, en el que lo poco que se dice del Comando de Organización está cubierto bajo un manto sombrío. Sin embargo, para Montoneros, Perón era aceptable en la medida en que era sopesado desde la teoría marxista, al modo en que Cristo era reconocido como un personaje notable por la historiografía pero nunca como el Mesías real. La tesis montonera otorga un puntaje a Perón a cada paso, siempre porque lo juzga desde afuera del peronismo. Para los entrevistados del C de O una idea de ese tipo era una herejía inaceptable: oculta bajo la forma de una afirmación parcial se escondía una desvirtuación real. -III- 5 Es casi un lugar común decir que los 70 fueron años políticamente intensos, en los que las contradicciones del peronismo y del país estallaron violentamente, al punto casi de abrir las puertas al golpe de estado de 1976. Acaso la visión hegemónica – incluso más allá de lo que hemos denominado la tradición bibliográfica V-B-G- ha destacado la contradicción violenta entre la derecha y la izquierda peronistas como un acontecimiento enmarcado en el contexto de una puja entre los sectores conservadores de la sociedad- cuando no directamente reaccionariosy los sectores revolucionarios, combinados en la denominada tendencia revolucionaria. La tradición bibliográfica V-B-G señala que el desarrollo revolucionario del peronismo fue astutamente alentado por el General Perón para presionar al régimen militar y luego desarmado por él mismo de un modo si no cruel, al menos implacable. En ésta interpretación, el General Perón aparece como el último guardián del orden burgués argentino: militar al fin, no representaría un serio desafío a la sociedad burguesa. El progresivo desplazamiento de los espacios de poder de la tendencia revolucionaria y las desautorizaciones sistemáticas lanzadas por el mismo General Perón, serían la prueba de su giro final a la derecha. La profusa literatura acerca de las organizaciones de cuadros que en los años 60-70 intervinieron en las luchas y los procesos de radicalización política, con distinto grado de uso de violencia, puede ser clasificada en una serie de géneros: crónica periodística, historia política, análisis político ideológico, testimonial, panegírico, etc. La enorme mayoría de los textos- nos parece- están dedicados a las organizaciones político-militares de izquierda, principalmente, Montoneros y PRT-ERP. Salvo algunas excepciones, pareciera que los protagonistas excluyentes de la década del 70, fuesen las organizaciones armadas de signo marxista. Por otro lado, la aparición de una determinada bibliografía simpatizante del proceso militar parece simplemente reforzar la sobreestimación de las fuerzas e influencia de las organizaciones armadas de izquierda a los efectos de justificar el accionar represivo. La tradición V-B-G plantea que las Organizaciones armadas de Izquierda se enfrentaron a grupos fascistas, parapoliciales, patotas de la burocracia sindical y fuerzas armadas y de seguridad. Es decir, un complejo de grupos cuyas características anticipan las características de los grupos de tareas de las Fuerzas Armadas excluyentes en represión a partir del golpe del 24 de marzo de 1976. En rigor, también esa mirada debiera corregirse, pues la retrospectiva acumula en un mismo bloque represivo fuerzas que se desplegaron en años y contextos políticos y de sentido distintos. Los grupos de tareas del proceso fueron organismos configurados de acuerdo a la doctrina militar, con todos los componentes del caso: comando, comunicación, control, grupo de apoyo, grupo de bloqueo, escalón de asalto, francotiradores, inteligencia, logística, etc. Los elementos que se enfrentaron con las organizaciones armadas de signo marxista en los años de Cámpora- Perón- Isabel por cierto incluyen a grupos parapoliciales y paramilitares con una creciente participación de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, las organizaciones armadas de izquierda tuvieron otro enemigo, no reductible a la imagen superestructural de bandas fascistas, grupos parapoliciales o patotas de la burocracia 6 sindical. Es el caso del Comando de Organización( CdeO), pero también de organizaciones como la Juventud Peronista de la República Argentina( JPRA), el Comando Evita, la Juventud Sindical Peronista( JSP), la Concentración Nacional Universitaria(CNU), o las más moderadas Organización Única para el Trasvasamiento Generacional( OUTG, ex Guadia de Hierro) y el Encuadramiento de Juventud Peronista( los Demetrios), que tuvieron un desarrollo orgánico y una inserción política que trasciende la caracterización de meras patotas o grupos marginales, casi exógenos al proceso político. En ese sentido, la literatura hegemónica sobre el período, focalizada en las organizaciones de izquierda, prolonga la tesis montonera de la irrepresentatividad de quienes enfrentaron a la tendencia, tributaria de la tesis de Cooke acerca de la burocracia sindical como lógica de funcionamiento y estructura de pensamiento, acaso radicalizada en la interpretación propiamente montonera como desconocimiento total del vínculo orgánico con las bases de los dirigentes sindicales- interpretados como mera burocracia sindical, es decir, parásito externo a la realidad obrera- y aún más acentuadamente, acerca de la real influencia política y presencia territorial y/o sindical de las organizaciones ante nombradas, retratadas más bien como “bandas fascistas” o “grupos marginales”. La lucha interna del peronismo de los años 70 apenas puede considerarse tal, pues nadie en rigor peleaba por ocupar posiciones en la endeble institucionalidad del Partido Justicialista. En las categorías actuales una lucha interna es una pelea por ocupar espacios en las listas o cargos en el aparato de gobierno, en lugares institucionales formales, etc. En aquélla circunstancia, el significado de lucha interna puede objetarse seriamente pues cabe interpretarse como lucha por el poder, en sentido revolucionario,e s decir, absoluto. Por ello fue la lucha entre la patria socialista y la patria peronista. La extensión y absorción del significante patria por el significante socialista y peronista muestra la intensidad y proyección de las conciencias en juego. Es decir, la naturaleza revolucionaria del enfrentamiento es absolutamente distinta a lo que puede entenderse hoy día como lucha interna en el interior de un partido político. En todo caso, la lucha se desarrolló a partir de distintas interpretaciones del peronismo, frente y en relación al General Perón, quien desautoriza a la tendencia emplazándola en una dinámica harto compleja de asumir una identidad política personalizada discutiendo cada vez más fuerte con la persona que le da su nombre, es decir, con Perón. A partir de ese momento, nos parece, la lucha se desarrolla en todos lados: estructuras del Estado (Ministerios, gobernaciones, Congreso), clase sindicalizada (JTP como “nueva CGT”), Universidad, en la opinión pública (medios de comunicación), territorios. Ponemos en último lugar el territorio pero en rigor se trata de un espacio social bastante sustraído a los controles patronales y en menor medida a las autoridades oficiales, dotado de ingentes potenciales de movilización, singularmente relevante en la política argentina. Sobre estas consideraciones, ensayamos una nueva caracterización de lo que se denomina sin mayor soporte teórico “estallido de las contradicciones” del peronismo o meramente lucha 7 interna. No se trató de una presión choque de izquierda obrera contra derecha burguesa, como en principio indicaría el término “contradicciones del peronismo”. En todo caso el plano ideológico ( derecha – izquierda) que también aparece como susceptible de relativización, estuvo lejos de representar una ecuación de clases. En cualquier caso, con todas las prevenciones y desconfianzas que merece un análisis de clase, las agrupaciones enfrentadas a la tendencia parecían estar integradas por sectores socialmente menos favorecidos que los integrantes de la tendencia, predominantemente provenientes de los sectores medios. Esa suerte de lucha de clases ideológicamente invertida es un leitmotiv recurrente de las críticas y chicanas contra la tendencia. En un contexto como el actual, signado por una fuerte identificación con los días de la primavera de Cámpora, en alguna medida intenta reforzarse el argumento de una decantación histórica de la tendencia con el imaginario nacional, popular y progresista, así como- por el otro lado- el devenir conservador de los otrora integrantes del peronismo tradicional u ortodoxo. Sin embargo, dígase lo que se diga, los personajes coinciden muy parcialmente con esa interpretación y los actores aparecen mezclados y refundidos en distintos ángulos de la actual circunstancia política. En todo caso, sería motivo de otra investigación indagar sobre el origen histórico político de los actuales actores enrolados con una u otra posición. La idea Cuba, de la Montoneros continuidad y ERP del aparece antiperonismo como en distintas la saga comunista, manifestaciones de mismo La enemigo. radicalidad ejercito en político interpretación idea un de la al servicio Montoneros especulativa del como trascendente sectarismo y las organizaciones otras la autointerpretación voluntad que de se del rol General vanguardia. Perón No a la vida lucha lo hacen estima, del especulan hay C se en el física de O como opone a la C O una de de Perón. El especialmente agresivo con con un uso de Perón. Los testimonios muestran también la trayectoria histórica de los protagonistas, su genuina identidad y compromiso. -IV- Testimonio de Alberto Brito Lima ( selección) (Nota aclaratoria: Los testimonios son extractos de tres entrevistas semiestructuradas. La primera de las cuales fue realizada junto con Eugenio Kvaternik y muchas de las más interesantes apreciaciones de Alberto Brito Lima se deben a sus expertas preguntas) 8 Sobre el Barrio Los Perales Veníamos del colegio en Cárdenas, a dos cuadras de casa, Avenida de los corrales. Contaba del barrio Los Perales, era previamente un campo que tuvo juegos en su momento, en su momento... Porque lo que encontré yo en mi infancia era algún que otro tobogán con gillette. Perón barrió con todo eso. E hizo un barrio espectacular, con unos caños abajo. Unos cuarenta y pico de monoblocks de tres pisos, sin ascensores: tenías que subir por escalera,¡ era la solución, semejante construcción!. En el medio, una plaza, una pileta de natación formidable, el correo, una biblioteca municipal muy completa, a la que yo iba a buscar los libros. Precisamente fue en el barrio Los Perales, tenía 6 años, ahí quede enamorado de Perón, la presencia y… la gente. Hasta entonces no tenia agua Los Perales y Perón hizo un enorme tanque. La gente estaba subida arriba del tanque, no se como hizo para subir, pero todo, todo, lleno de gente, una cosa de locos, no lo he visto más eso, esas manifestaciones. Porque estaba todos Los Perales lleno de gente y vino con una custodia de doce soldados granaderos de a pie. Se ve que creía que iba a ser un acto pequeño. Se enteraron que estaba él ¡Dios me libre! El barrio Los Perales fue un gran movimiento, ahí recuerdo que posteriormente estaba la compañera que vivía en el pabellón numero 2, ahí estaban todos los muchachos, ahí le hacíamos la guerra, a pedrada limpia. Una cosa nueva. Una cosa que era el peronismo. Estaban los comunistas. Tenían una biblioteca en la calle Guaminí a dos cuadras de Alberdi. Y esa era comunista, comunista, iban todos los bichos ahí…que a esos les dimos, les dimos una flor de paliza porque se pusieron en contra de Perón. Hicieron un acto a dos cuadras de mi casa, avenida de los Corrales y Guaminí. Ahí vino la yuta, puteaban a Perón y ahí los cagamos. En la época de Perón… Sobre la Resistencia La primera fue una acción individual. Yo me compré un sello “Viva Perón” ponía eso porque el sello que me había comprado no me daba para poner mas letras y con un cuadernito cortado chiquitito lo tiraba al tranvía. Y me acuerdo siempre, la primera vez que tiré, los agarró el guarda del tranvía y fue hasta el motorman, a contarle: 9 “Bien, mirá esto”. Y eso me dio un impulso para seguir. Gobernaban los militares, Rojas, Aramburu. Yo estuve hasta los 15 años en el nacional numero 13 de Liniers, que en aquel entonces era de varones exclusivo. Ahí íbamos todos los muchachos, hasta el día de hoy somos amigos. El 16 de junio de 1955 yo salía del colegio y venia a pie para casa pero cuando llego a Tellier al 500 un avión se tira en picada sobre un camión que llevaba una ametralladora pesada, el camión era del ejército y el avión de la marina. Me acuerdo que los mata, tira y lo agarra. Está todavía que los balazos hicieron pomada la cortina del frente y aun hoy está el pedazo donde le pegaron…bueno ahí me fui para el centro y la policía no nos dejó entrar. Yo iba con un paquete de libros en la mano, la mayoría de los muchachos eran de acá de la provincia, eran muchachos de barrios peronistas. Muchos compañeros, ahí llevamos la lucha. Concretamente yo tome contacto en el centro, nos juntábamos diez, veinte, treinta compañeros de distintos lugares, solos, por si solos. Yo ya tenía mi equipo, de Avellaneda, había un compañero que lo mataron, le pegaron un tiro entrando a la casa en la vena de la pierna y murió ahí. El padre hizo todo lo posible, era chofer de Perón: Ferrando. Avellaneda y Mataderos había una diferencia y este flaco me hacía bien la gamba. El hermano segundo cae herido cuando vamos a Ezeiza. El hermanito más chico me viene a ver acá. Rulli, Spina cacho El Kadri, Alicia, la flaca Kennedy, la peticita, el pibe este que también lo matan. Dardo Cabo era bastante jodido. Hijo de un dirigente metalúrgico, Armando, que venía de Cuba. Y tenia su vinculación con Fidel, así que la historia esta viene desde un principio. Y bueno esa era la única forma que conocíamos, no había otra. Y llevan en cana, hicimos con Tito Bevilacqua, me llevan en cana pero así al boleo. Teníamos un error que era la corbata negra, por el duelo. Yo tenía un 32, lo quiero meter en el buzón que estaba en Callao a una cuadra antes de Corrientes, y no entraba el hijo de puta. Lo nuestro era pura y exclusivamente jóvenes. No le dábamos bola a los mas grandes. Al único tipo que le dábamos cierta bola era a Lagomarsino. Había un compañero que vive en Alberdi y Lacarra, tenía unos lotes, casas, ese tipo, bastante bueno. Sobre los Orígenes del Comando de Organización Ellos no querían Buenos Aires provincia y capital. No querían porque yo ahí tenía fuerza, mucha fuerza. Gustavo( Rearte) se dedicaba al bla bla bla y yo meta y ponga, 10 meta y ponga. Eran dos formas de trabajar, yo veía que eso no iba a ningún lado. En cambio, siendo una organización, íbamos a llegar. Después no llega la cosa porque a mi me pegan un tiro, tenía un yeso que iba de la punta del pie hasta acá, me escapo del Hospital Salaberry y voy a parar a la casa de mi tío en La Plata. Nuestra lucha fue al lado de los sindicatos, en el frigorífico, yo he sido afiliado al gremio de Gastronómicos, que en ese entonces eran dos hermanos. Barrionuevo liquidó al gremio y liquidó el porcentaje que teníamos por cada consumición. Porque ellos pertenecían a una clase social que no era la nuestra. Y tendientes a cambiar de vinculación. Estaban en un lado y en otro. Terminaron zurdos. Y como consecuencia- yo que permanecía con Perón desde los siete años- digo “no, esto es una joda grande”. Y se diferencia. Ellos me querían hacer pelota, con todo el interior. Pero yo era fuerte acá en Capital y el Gran Buenos Aires, tenía una fortaleza verdadera. Y en el interior la gente humilde estaba con nosotros, gente que realmente es del mismo palo porque son peronistas. En cambio esta gente se vio tensionada por el guevarismo. Yo estaba con ellos, pero cuando el ejército lo mata a Bevilaqcua y era el único tipo que medianamente me comprendió. Era de origen nacionalista, pero era un tipo amplio. Como era (José Luis) Nell, era nacionalista, pero el tipo también gira para la izquierda. Porque acá lo que hay que descifrar es el rol que cumple Fidel Castro. El tipo esta metido dentro de Estados Unidos, porque Cuba pertenece a Estados Unidos, y quiere jugar un papel independiente. Lo juega ¿por qué? Porque lo dejan los Estados Unidos. Pretendiente a “comerse” a toda la gente. Tal es así que los movimientos acá han terminado todos en un desastre completo. La matanza de los montos etc., terminaron así. No tienen una expresión popular. Ellos crecen a partir del momento que ocupan el peronismo. Porque hasta 1962-63, el peronismo combatía decididamente. Cuando ellos toman la conducción, se alían con el que después los manda en cana, con Videla, se alían con él. Tan es así que desfilan con las fuerzas armadas, pero los mismos montos desfilan uniformados adelante del tipo. “El elemento específico del Comando de Organización es su clase. La clase social a la que pertenecemos, que es el Pueblo. Ellos lo reivindican a Perón nada más que estratégicamente. Nosotros somos soldados de Perón. Ellos no. Para ellos eran un mero estandarte que llevaban.” Sobre el Peronismo Apuntes de historia militar es la historia del peronismo en sus nacientes, aún antes de Perón. Perón lo que hace es meterse en la historia a buscar los verdaderos 11 principios y traerlos al presente. Por eso Apuntes de Historia Militar es la base de nuestra ideología. Después Perón explaya en otros libros, Conducción Política, Comunidad organizada, etc. “Yo no estoy muy de acuerdo con el libro que ha aparecido ahora de Evita, Mi Mensaje. Ese yo no sé si es real porque fue hecho una vez muerto Perón. Entonces tenemos que ver que los tipos no terminan metiendo las manos. Que se comparece con el hecho que a Perón lo sacan del medio. A partir de ese momento: Eva Perón. ¿Y Perón?: cero. Pero Perón es el que se come los garrotazos. Le cortan las manos, las piernas, los brazos, eso es terrible y no está debidamente expuesto. No se pronuncia el Movimiento ni nadie sobre lo que le han hecho a Perón. Cuando estaba en la Chacarita íbamos todos juntos. Ahí Perón pronunciaba su cátedra de unidad. El acercamiento que yo tengo con Galimberti procede de eso. Yo tengo un discurso cuando hago la proposición de la unidad con Montos, Guardia de Hierro, todos, pero fue una circunstancia. Guardia de Hierro se refugia en sus abogados y diputados, todos ellos terminan en el régimen, de una manera o de otra, son del régimen. Los milicos en conjunto con los montos. Porque los montos se dedican a liquidarnos a nosotros. A mi me liquidaron a Víctor Sánchez ¿Quién lo liquida? A la salida de su audición de radio en Corrientes cuando pasa para el Chaco ahí lo mató uno que también murió, un monto, eran tres, dos mueren, y le tiran con una escopeta, fueron desde acá.También Campos estuvo con nosotros. A todos los tipos que veían soldados conmigo, trácate.” Ezeiza Yo lo voy a ver a Cámpora que era presidente, ya con sus comandantes de la marina, ejercito aeronáutica y todo su gabinete, entre ellos, el coso este, Righi. Vamos a verlo y nos querían apurar porque ellos pretendían hacer el acto en Plaza de Mayo. “Yo no lo veo”, le digo a Cámpora, pero ahí en el medio de la casa de gobierno. “Así que le vamos a preguntar al jefe, a Perón, lo que diga Perón, se hace”. Perón ya lo tenía cocinado a Cámpora, porque lo había traicionado porque no lo había llevado a ver al Papa. Perón estaba preparado, todo cambiadito, y le dice “y Cámpora ¿cuándo vamos?”, “no pero no vamos con usted General, voy yo”, y ahí lo quemó Perón para toda la cosecha. Si el hombre era Perón, el conductor. Entonces era lo que Perón ordenaba. Hacer el acto donde ÉL llegaba, que era Ezeiza. Llegaba a Ezeiza, tomaba el vehículo de la puerta del avión al palco. Y los montos se encargaron de impedir eso, a tiro limpio y ahí estuvieron nuestros muchachos haciéndole el aguante. Porque 12 estaban todas las entradas cerradas menos la 205 que estaba para entrada y salida de…y por ahí entra la columna Sur de ellos, con Troxler y Caride, en la columna. La gente iba a verlo a Perón, pero ellos le pusieron las cañas y armaron columnas y adelante iban los tipos con la cabeza de Perón, los rengos, que estaba llena de máquinas. Y estaban apoyados con gente en los árboles con plataformas. Nosotros estábamos en la escuela, pero ellos habían copado la parte exterior. Atrás de la escuela no hay salida porque esta el agua detrás. Nosotros nos establecimos en la escuela, con conexión al palco. Nuestros compañeros estaban alrededor y aguantábamos la presión de los que venían al frente de la columna, porque la gente venía invalidada no sabía que iba a haber semejante cosa. Tal es así que cuando Perón ve la cosa desde el avión se va a Morón. Yo no estaba, estaba con Perón en el avión. Pero lo que me dicen mis compañeros es que ellos tomaron una posición a la mañana y después otra a la tarde, cuando se dan cuenta que Perón no viene, se van. Pero en esas tres horas hubo una balacera de la gran puta. Ahí muere el capitán Chavarri. Avanza el capitán y lo matan.Estaban en los árboles tirándonos a nosotros, entonces Chavarri con un compañero van y lo matan. Tiraban desde los árboles hacia el palco, llevábamos el brazalete y dieron la orden de sacarnos el brazalete porque les tiraban. Nosotros ese día perdimos un solo compañero, que era de Chascomús. A Osinde yo lo encontré cuando llegué en Morón, “¿Usted que hace acá Osinde?”. Los mecánicos fueron armados…estábamos armados constantemente, no ese día, todos los días, cuando nos veían nos mataban, esa es una cosa que la tengo fijada. Donde nos veían, trácata! Y nosotros ídem ¿no? Cuando se largó la guerra, se largó la guerra. Los Montoneros El fenómeno monto no son los montos puros y simples. Viene la conjunción con los erpianos porque montoneros no fue sólo, ellos se mantenían así. Villar fue gran amigo. Iñiguez fue un traidor, porque jugaba con ellos. La hija de él era monto. Perón se manejaba con la gente que era leal, si hubiera sabido no lo hubiera aceptado nunca. Lo pone a Villar.¿Quién lo había sacado a Villar? Lanusse. Yo era muy amigo de Villar, pero amigo en la lucha. Era un hombre de la fuerza, pero que tomada la situación que se vivía jugó por el país. 13 Yo estuve cuando Perón habló ante los diputados de la tendencia. Mera Figueroa no fue porque se quedó dormido. Ellos dormían, como buenos atorrantes que son ¡ que se van a levantar a las ocho de la mañana! En Azul le mataron a Perón la continuidad militar, porque Perón tenía en Gay y Larrabure los hombres para el Comando superior. Cumplían dos años en Azul, que era el regimiento más importante de la Argentina y pasaban al estado mayor. Los matan a los dos, porque Perón les había dado el sable de teniente en su segundo gobierno. Los vio jóvenes, rectos, se mantuvieron leales todo el tiempo que Perón estuvo afuera, los tenía previsto para eso y los mataron. Yo estaba ahí, porque fuimos todos los integrantes del bloque. No había forma ninguna de hablar con los montoneros. Ellos respondían a una internacional. El hombre que nosotros le sacamos, es a Galimberti. Abal Medina era espantoso. Tremendamente... no sé, no quiero darle la razón al que muere primero porque murió…pero éste se mantuvo al margen, estuvo al lado de los militares para cagarnos a nosotros y ahora lo manda al hijo ahora a ser figura prominente. Arrancamos con este muchacho Galimberti pero se dejó llevar…fue a pelear al Líbano, estuvo muy metido. Pero, por la guita, no se si es por eso, tomó contacto con Born. Yo lo tuve como compañero tratando de hacer la gran cosa peronista y lo mataron. ¿Donde están las manos de Perón? ¿Quién fue?” -V- Testimonio de Carlos Cejas ( Selección) Después del 25 de Mayo de 1973 Cuando la conducción estratégica de la organización ve como se van a dar las cosas se produce el acto del cementerio de flores. ¿Por qué? Porque nosotros vamos a rendir honores a uno que nos mato el marxismo, el tortuga Gatica, entonces nosotros le mostramos y le dijimos a los montos y a nuestros aliados, éste es el ejército que los va a parar, que políticamente los puede parar. Cuba 14 Cuando los jóvenes argentinos comienzan a viajar a Cuba y de Cuba se trasladan y formaron el m-26 y bajan a Bolivia. Santucho formó parte de la columna de Guevara, como apoyo logístico. Guevara estuvo en Montevideo, si venía acá lo mataban, ya no tenía pasaporte diplomático ni nada. Los orígenes Nosotros lo que deseábamos era volver a vivir lo que habían vivido nuestros padres y nuestros abuelos, la proyección de la Argentina en el contexto americano y en el plano internacional, porque teníamos todo. Volver a poner en funcionamiento la industria, volver a poner en funcionamiento los ferrocarriles que en el 62 habían desguasado. El Lisandro de la Torre era el único en toda america porque ni los norteamericanos lo tenían, una maquina que producía harina, calcio, para la industria farmacéutica y para la industria alimenticia. Alberto Brito Limá cumplió 70 años, yo tengo 57. Me incorpore al Comando en el 68. Tenía 13 años. Era una época que hoy no, pero en aquel entonces se hablaba mucho de política en las escuelas secundarias. Yo ya venia formado en el seno de mi familia, mis padres, mis abuelos, mis padres eran peronistas y mi abuelo era un caudillo radical en Córdoba, es el que me forma cuando vos dejás de ser niño y entras en la adolescencia. Me orienta. En el colegio religioso al que yo asistí desde los 4 años se daba mucha importancia a la historia. Si bien le dábamos duro a al educación religiosa ( Nuestra Señora de Lourdes, de Villa Madero), a la tarde asistía a las clases de historia una monja que era estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras que estaba haciendo la licenciatura, yo tenía 10 u 11 años y tenía una visión panorámica de la situación internacional, tuve el privilegio de tener muy buenos maestros. Cuando ingreso al Comando de Organización es por una amistad con mi profesor de Historia, Pedro Victorio Bevilacqua, “Tiki. Era el consejero político, formaba parte del Estado Mayor. Y el hermano era Andrés, y Tito, que lo mataron en el 62, en Azul, el oficial que estaba en la guardia dio la orden de tirar. Tito Bevilacqua, Jose Mario, es el que lo secunda a Alberto en la Secretaría Comando de Organización. La resistencia tenía cinco secretarias, una de ellas era el Comando de Organización que estaba a cargo de Alberto, el hombre que los acompañaba a todos lados era José Mario… en el 60 se abre, hasta ese momento la juventud no tenía una formación estructural, no había un hombre que condujera la Juventud Peronista y ahí es donde nace la organización como Juventud Peronista. El Comando de Organización es el Comando de Organización de la Juventud Peronista. 15 Los tiempos políticos marcaron que la lucha se debía seguir por otros canales, se había agotado ese esquema de lucha como tal de la resistencia. Cacho Envar el Kadre en ese momento era un hombre del bando nacional. Cacho Envar el Kadre le pifia, tuerce su camino, por una cuestión económica, no ideológica. Él quería ir a Argelia, cueste lo que cueste. A veces el hombre se obsesiona con los objetivos y no mide los medios. Y eso fue lo que le pasó a Cacho. No midió las consecuencias del acto que él iba a producir. O sea, la Federación Juvenil Comunista le financia el viaje a Argelia, todo, eh todo, pasaporte, todo. A el no le salió gratis, el paga eso participando en algunos actos. En el 68 teníamos un gran peso en los sindicatos, no solamente en lo político, estábamos en canillitas, construcción, metalúrgicos, la Gurmendi, la manejaba la comisión, el delegado general era compañero nuestro. Nosotros, el 90% de la organización eran todos laburantes. La primera charla que yo tengo con Pedro Bevilacqua justamente es una pregunta que el me hace. “¿Vos que pensás de Vandor?”. “ Mirá- le digo- es como levar el apellido de mi papa pero niego de mi papa, vivo de la economía de mi papa pero no lo quiero a mi papa”. Ése fue el pasaporte a la organización, porque había que ser, mas allá de las ansias de sumar jóvenes, también debías ser porque vos no sabías con quien estabas hablando. En aquél entonces, cosa que muy poco se ha dicho, muy poco se ha hablado, el Ejército trabajaba en los municipios, por ejemplo, a través de Defensa Civil. ¿Qué hacían en aquél entonces? Venían dos suboficiales del Ejército desde Defensa Civil y te daban toda una charla, sobre la defensa civil , etc. y de a poco te iban llevando a la situación nacional, que ellos iban haciendo un cuestionario no escrito pero si implícito, iban contestando los tipos y viendo quien era mas potable. Después te invitaban a una charla tipo seminario disfrazado, había seminaristas, no curas, por que el cura es más formal, ellos fueron inteligentes en eso. Iban a lo colegios, con preferencia a los colegios industriales y ahí iban captando. Yo los escuché a todos. Todavía vivía en Villa Madero. Nosotros nos reuníamos en Ciudad Evita en la casa de los compañeros en los chalet, los monoblock los hicieron los militares basados en el plan Marshall, ahora hay que tirarlos abajo. Y también nos reuníamos en los gremios. Cuando se da CGT argentinos nosotros nos quedamos de este lado. Yo me incorporé en Mayo, iba a la casa de Pedro y ahí me fui formando intelectualmente y a la vez todavía no había en esos momentos, porque la Revolución 16 Argentina de Ongana había congelado toda actividad política. El primer acto al que vamos es el de la soberanía nacional que se hizo en Pacheco el 20 de noviembre. Se conmemoraba la Vuelta de Obligado, un acto que organizó el Partido de Provincia de Buenos Aires y ya había problemas. Ya habían nacido los Demetrios, ya había nacido Guardia, ahí tuvimos un terrible enfrentamiento, ahí terminamos a los tiros. Porque ellos lo apoyaban a Paladino, Vandor lo apoyaba a Paladino, Vandor no nos quería vernos ni pintados. Los han financiado a ellos, tanto a los guardianes como a los Demetrios. El líder en ese momento era Grabois y el de los Demetrios era Demetrio Tarazzi, acá en el Once ellos a nosotros para hacernos… yo recuerdo que yo caminaba por el Once y caminábamos de a dos nosotros, generalmente íbamos de a dos, pero los enfrentamientos eran de dos a diez, nos enfrentábamos. ¡A nosotros nos quisieron borrar del mapa en serio! Los Demetrios después el 73-74 necesitaban una excusa para poder salir a justificar los asesinatos que habían programado. Entonces los montos para justificar todo eso, son los creadores de la triple A. ¿que sucede? La Marina se lo dice a López Rega, él aprovecha la bolada muy estúpidamente en nombre de las AAA. Que mucho de esas cosas se las quisieron endilgar al CNU pero como Giovenco y Dubchak y Juan Carlos Gómez- de La Plata, interventor de canal 11- esos eran los dirigentes del CNU en La Plata y muchos años después aparecen en gastronómicos. Nuestra formación era estudiarlo a Perón: Conducción Política, Política y Estrategia, Apuntes de Historia Militar, La razón de mi vida de Evita, La comunidad organizada y el Manual de adoctrinamiento, ¿Por qué? Porque el Manual de Adoctrinamiento, junto a Política y Estrategia son las bases de cualquier cuadro de inteligencia. Y el otro, que fue el primero que yo leo, es Tres Revoluciones Militares, después comenzamos con La fuerza es el derecho de las bestias y La Hora de los Pueblos. La Hora de los Pueblos fue usado por los montos para desvirtuación del momento político. Ahí es cuando se comienza a desvirtuar. Yo recuerdo en las charlas de adoctrinamiento, nosotros no solamente teníamos charlas sino que teníamos cursos de adoctrinamiento, nosotros no somos antiizquierda no somos antiderecha, no somos de centro, no somos peronistas de izquierda ni peronistas de derecha, nosotros somos peronistas. Tuve suerte porque Alberto (Brito Lima) me mandó, o sea me manda Pedro, Pedro me lleva, a un curso de adoctrinamiento del Partido cuando funcionaba en avenida La Plata, yo estudié con Cavallieri, estaba él, el del seguro, Valle, después el negro Ponseco, de UPCN, después estuvo uno que se torció, que perdió por tarado a mano de Victor de Genaro en ATE, era un cajetilla tremendo, buen tipo, viste Cuando se da el Cordobazo nosotros lo que vimos es que la clase obrera, el laburante ya estaba hasta acá, ya era insoportable, la gente en la calle, porque la gente produce 17 la caída de Ongana, produce la caída de Levingston y en ese periodo 68 al 70 es la frase profética de Perón: “el pueblo marchará inexorablemente con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”. Y eso fue lo que sucedió, porque la gente empujó a los dirigentes. Los dirigentes eran todos tira petardos, mucho ruido, pero todos vivían negociando. Cuando matan a Aramburu nuestra reacción fue expectante, porque la organización siempre tuvo canales de comunicación, tuvo siempre muchos coroneles que siempre observaron el accionar de la organización y siempre transmitían cosas que podían suceder, entonces nosotros tuvimos una situación de expectativa. No provenía el hecho… si bien era una organización guerrillera, los que habían producido el hecho eran profesionales. Nosotros comenzamos a seguir, incluso nosotros nos damos cuenta, este se junta con este. Los del Movimiento Federal se empiezan a juntar con universitarios de Recoleta, Abal Medina, Arrostito, se juntan pero a ella la trae Mujica. Nosotros lo conocimos a él, acá en la Catedral, porque él era el consejero espiritual en el Nacional Buenos Aires, ellos nacen acá en el nacional Buenos Aires (Colegio). Pero el verdadero líder de los montos era Capuano Martínez, que lo matan en Willliam Morris. El negro Avalos, Albornoz, se juntan con estos desde Ciudad Evita y se vienen al centro, se juntan con este cura, y después empezás a sacar la cuenta ¿viste? Avalos no va al ministerio del interior pero si los otros, tenían chapa del ministerio, ¡chapa!. Cuando nosotros hablamos, Alberto (Brito Lima) se reúne con el loco éste, Galimberti, cuando era JAEN. Lo invitan a Alberto, que se reúne con ellos acá en Recoleta, después Galimberti viene a …nosotros nos reuníamos en Bartolo, en un edificio cedido por la Unión Ferroviaria, en Sánchez de Bustamante y Bartolomé Mitre, ya estábamos ahí en el año 70, Esteban Rolando, el pampa, el manejaba la Unión Ferroviaria, fue secretario y diputado nacional después. Guardia (de Hierro) en los enfrentamientos callejeros se manejaba hasta por ahí nomás. Tercera Presidencia de Perón Nosotros después de lo de Azul, después de Ezeiza viene el ataque a Azul, ahí es cuando Perón hace una reunión que es posterior a la reunión de juventud, en la que López Rega le impide entrar a Alberto, simplemente porque López Rega era un sorete de tipo y Norma Kennedy estaba con López. Después de esa reunión donde ellos sacan 18 en la revista El Descamisado “no pudo entrar y bocha Venturino entró por la ventana”, y es cierto, se escabulló y entró por la ventana. Cuando se produce lo de Azul, Perón manda dos coroneles, lo había citado a Firmenich y al guacho de Kunkel y vienen. Los tipos no quieren venir, se hacen los giles. Perón manda dos coroneles y los coroneles se los traen a Perón. Entonces Perón ese día le dice: “mirá guacho de mierda, la próxima vez no te mando a buscar, voy yo y te meto un tiro en la cabeza. Acá se acaba todo.” Nosotros con Alberto (Brito Lima) fuimos testigos de eso, donde el croata Ante Pavelic le dice: “yo lo único que necesito, General, es un Juez y las cámaras de canal siete, para que los fusile y los vean el país y el mundo entero. Ése día le dijo el croata a Alberto: “prepárate que yo consigo los fusiles, pero Perón frenó todo. Uno de los Coroneles era Martínez, jefe de la casa militar (después vino el mayor González) y el otro era el edecán. a Alberto a España fue una, dos, con el regreso tres veces. La primera vez es en el 64, después del fallido operativo retorno. El que lo introduce a Alberto a la casa es Carlos Acuña, porque Remorino y el otro turro de Jorge Antonio no querían que entrase, porque ellos ya sabían quien era Alberto. Nosotros si bien tomamos las armas fue para la defensa natural de la persona, donde íbamos siempre terminaba mal. El objetivo era el retorno de Perón. Eso fue irrenunciable, nosotros llegamos a juntar diario y cartón para mandarlo 19