Año XXXI • Número 7466 • Lunes, 13 de septiembre de 2010 www.diariolaley.es WOLTERS KLUWER ESPAÑA, S.A. no se identifica necesariamente con las opiniones y criterios vertidos en los trabajos publicados. Jurisprudencia Doctrina Anulación de la declaración de utilidad pública de central térmica La administración judicial de bienes embargados 4 Corresponsalías autonómicas Comunidad Valenciana 6 TRIBUNA sumario LA LEY 8436/2010 La legitimación pasiva en la demanda incidental de impugnación del informe de la administración concursal Laura RUIZ y Luis FRANCO es, por tanto, un procedimiento colectivo, al que concurren, además de la concursada y la administración concursal, todos los acreedores de aquélla, quienes están, ex art. 49 LC, «incluidos de derecho en la masa pasiva del concurso», con independencia de la calificación de su crédito. I. INTRODUCCIÓN El informe de la administración concursal es una clara manifestación de esta configuración del concurso de acreedores como un procedimiento colectivo, ya que en el mismo se van a fijar el importe y calificación de los créditos de cada uno de los acreedores. L a actual coyuntura económica que atraviesa España ha dotado de un notorio protagonismo a la normativa reguladora de las situaciones de insolvencia de personas físicas y jurídicas, y ha puesto a prueba a la vigente L 22/2003, de 9 de julio, Concursal (LC). A ello se une que algunos de los concursos que se están tramitando corresponden a grandes empresas que cuentan con cientos, o, a veces, miles de acreedores. Por esta razón, las cuestiones relativas a la legitimación pasiva cobran una significación especial: ¿debe demandarse en los incidentes a todos los posibles sujetos afectados por el mismo, con la carga procesal que eso supondría para el actor?, y ¿debe el juez realizar un emplazamiento a los cientos o miles de acreedores del concurso? II. LA ESPECIALIDAD DEL INCIDENTE DE IMPUGNACIÓN DEL INFORME DE LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL. CARÁCTER COLECTIVO DEL CONCURSO Como punto de partida, debe tenerse en cuenta que la LC regula un procedimiento cuya principal finalidad es la «íntegra satisfacción de todos los acreedores» de la concursada, y En este sentido, una de las cuestiones que pueden resultar dudosas, con los problemas de índole práctica que puede conllevar, es cómo se produce la constitución de las relaciones jurídico-procesales en los incidentes concursales de impugnación del informe de la administración concursal, por manifestarse en este trámite el carácter colectivo del concurso de acreedores. Por un lado, todos los acreedores tienen intereses en el concurso y, por otro, la administración concursal actúa 1 Jurisprudencia Anulación de la declaración de utilidad pública de central térmica 4 «Grupo Sogecable»: derecho a la revisión salarial que prevé el Convenio para 2009 5 Absolución de acusado que se niega a someterse a prueba biológica y cuerpo de escritura 6 Doctrina La administración judicial de bienes embargados M.ª José ACHÓN BRUÑÉN La impugnación del informe de la administración concursal tiene una importancia capital dado que tras la misma, quedarán fijados el inventario y la lista de acreedores que contenga el informe de la administración concursal. La impugnación constituye una de las armas más importantes con la que cuentan los acreedores para defender sus intereses en el concurso, dado que en este incidente los acreedores podrán discutir tanto la inclusión, exclusión o avalúo de bienes y derechos en el inventario; como la inclusión, exclusión, cuantía o calificación, de los créditos reconocidos en la lista de acreedores. En ambos casos, la impugnación podrá dirigirse contra deudas o créditos propios del impugnante o ajenos. Tribuna La legitimación pasiva en la demanda incidental de impugnación del informe de la administración concursal Laura RUIZ y Luis FRANCO Abogados del Área de Litigación y Arbitraje PÉREZ-LLORCA En este artículo se analizará lo que indica la letra de la Ley y cómo los tribunales la han venido interpretando en relación con la impugnación del informe de la administración concursal. 11 6 Corresponsalías Autonómicas Comunidad Valenciana 11 Tribunal Supremo lasentenciadeldía Estafa y atribución pública de la cualidad de abogado cometidas por el funcionario que asesoraba e interponía recursos contenciosos en materia de extranjería a cambio de dinero Ponente: Monterde Ferrer, Francisco. 3652K13718 13 2 13 de septiembre de 2010 www.diariolaley.es en interés de la masa (arts. 35 y 36 LC) y, por tanto, también de todos los acreedores en su conjunto. III. LAS PARTES EN EL INCIDENTE CONCURSAL: RÉGIMEN APLICABLE AL INCIDENTE DE IMPUGNACIÓN DEL INFORME DE LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL De conformidad con el art. 96.4 LC, la impugnación del inventario y/o de la lista de acreedores se sustanciará por los trámites del incidente concursal regulado en los arts. 192 y ss. LC. Así pues, la LC no regula un trámite específico para las impugnaciones del informe de la administración concursal, y remite aquéllas al procedimiento general regulado para los incidentes concursales. A este respecto, la legitimación activa para impugnar el inventario y la lista de acreedores no plantea especiales problemas, toda vez que el art. 96 LC establece que podrán impugnar el inventario y la lista de acreedores las partes personadas en el concurso, así como «los demás interesados». Por tanto, este precepto otorga legitimación activa de una manera amplia. En todo caso, todos aquellos sujetos que pretendan impugnar el inventario y la lista de acreedores deberán acreditar que tienen un interés legítimo. Más problemático resulta, sin embargo, determinar la legitimación pasiva en la impugnación de créditos de la lista de acreedores. El art. 193 LC determina que en los incidentes concursales serán consideradas como partes demandadas «aquéllas contra las que se dirija la demanda» pero también «cualesquiera otras que sostengan posiciones contrarias a lo pedido por la actora». Asimismo, y en relación con lo anterior, procede traer a colación los dos posibles efectos que, según reconoce la jurisprudencia (1), puede tener la impugnación de la lista de acreedores. Por un lado, la jurisprudencia se refiere al efecto directo, que se proyecta esencialmente sobre el deudor concursal y sobre aquel acreedor cuyo crédito sea impugnado, pues es a sus patrimonios a los que afectará de manera directa la eventual resolución. Por otro lado, se refiere al efecto indirecto o reflejo, proyectado sobre el resto de acreedores, que simplemente verán como aumentan o disminuyen las posibilidades de ver satisfecho su crédito. En este sentido, para considerar que una parte está legitimada pasivamente en un incidente de impugnación de la lista de acreedores, será necesario que se dé alguna de las circunstancias indicadas por el art. 193 LC. Ahora bien, no es tan evidente la respuesta a la pregunta de si para ser considerado parte pasiva legítima en un incidente concursal es o no necesario que dicha parte pueda verse afectada directamente por la resolución del incidente de impugnación concreto. Así las cosas, hay que señalar, en primer lugar, que tanto el deudor concursado como la administración concursal son partes necesarias en el concurso de acreedores, y que tienen tal condición en todas las secciones del procedimiento, aun cuando no se hayan personado formalmente en las mismas (art. 184.1 LC). Sobre estas cuestiones, existen pronunciamientos que no solo consideran que la concursada y la administración concursal son partes necesarias, sino que son, además, partes únicas del incidente concursal (2) (evidentemente, a salvo el demandante). Asimismo, hay motivos de peso para que ambos sean partes necesarias en el incidente de impugnación del informe de la administración concursal. En cuanto a la concursada, cualquier incidente concursal tendrá una incidencia directa sobre su patrimonio (3), mientras que el fundamento en el caso de la administración concursal se encuentra en el hecho de que es ella quien ostenta la autoría de los documentos cuyo contenido se discute en la impugnación de créditos, siendo, por tanto, la más cualificada para defender el contenido de los mismos (4). Por otro lado, y en relación con las demás partes personadas en el concurso que no tienen la cualidad de necesarias, no existe una postura doctrinal ni jurisprudencial definida. De una parte, hay una corriente doctrinal (5) y jurisprudencial (6) que sostiene que no es suficiente el hecho de que a una parte pueda interesarle que se desestimen las pretensiones de la actora en el incidente de impugnación del informe de la administración concursal para que se le atribuya legitimación pasiva, pues para la defensa de estos intereses indirectos de los acreedores está la administración concursal, que tiene legitimación pasiva en todo caso. En sentido contrario, existe jurisprudencia que atribuye legitimación pasiva a todos los acreedores concursales por el mero hecho de serlo (7), es decir, sobre la base de la proyección del efecto indirecto sobre su patrimonio. A continuación, se analizarán los dos principales supuestos que se pueden dar: que un acreedor quiera impugnar el informe en relación con un crédito propio o en relación con un crédito ajeno. IV. LA LEGITIMACIÓN PASIVA EN LA IMPUGNACIÓN DE CRÉDITOS DEL PROPIO DEMANDANTE: LEGITIMACIÓN PASIVA DEL DEUDOR CONCURSADO Y DE LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL En el supuesto en que un acreedor promueva la impugnación de sus propios créditos (por ejemplo, para promover que se incremente su cuantía o que se mejore su calificación), la cuestión de la legitimación pasiva no es excesivamente problemática, dado que no hay terceros acreedores que se vean directamente afectados por el resultado de la demanda incidental. Así pues, el único interrogante que habría que resolver consiste en la necesidad de dirigir la demanda contra el deudor concursado y la administración concursal. Como ya se ha indicado, la mayor parte de la doctrina y la jurisprudencia aceptan que el deudor concursado y la administración concursal son partes necesarias en todas las secciones del concurso y que, en todo caso, deberán ser emplazadas en los incidentes de impugnación de la lista de acreedores. Ahora bien, la LC nada dice respecto de si es necesario dirigir la demanda formalmente frente a ambas. En relación con esta cuestión, se han mantenido distintas posiciones. Una de las posturas considera que necesariamente debe dirigirse la demanda frente a la administración concursal y el deudor en concurso (8). En ese caso, si el demandante no formula expresamente su demanda contra ellas, se podría llegar a alegar la existencia de defectos legales en el modo de proponer la demanda. Otra corriente jurisprudencial entiende que, como la administración concursal y la concursada son partes necesarias, no es necesario dirigir formalmente la demanda frente a ellas, de modo que será el Juez quien, de oficio, las emplace como demandadas (9) al amparo del art. 184.1 LC. Habida cuenta de lo señalado en los párrafos anteriores, no se plantea la necesidad de demandar al resto de acreedores cuyos créditos no son objeto de impugnación, toda vez que el patrimonio de aquéllos no se verá afectado directamente por la sentencia que resuelva el incidente, y que, en cualquier caso, pueden intervenir en el incidente si lo estiman oportuno ex art. 193.1 LC. Por todo lo anterior, ante la diversidad de criterios defendidos, parece preferible optar por dirigir expresamente la demanda contra la concursada y la administración concursal. V. LA LEGITIMACIÓN PASIVA EN LA IMPUGNACIÓN DEL INFORME DE LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL QUE AFECTA AL CRÉDITO DE OTRO ACREEDOR Mayores dificultades presenta la cuestión de si es necesario demandar formalmente al resto de acreedores personados en el concurso cuando se impugnen sus créditos. No parece que haya una solución unívoca a esta cuestión. El art. 193.1 LC establece que son partes demandadas no solo aquéllas contra las que se dirige la demanda sino también aquéllas que sostengan posiciones contrarias a lo pedido por la actora, y el art. 194.3 LC indica que el Juez debe emplazar a todas las partes personadas. Sobre esta base, se analizará la diversidad doctrinal de esta cuestión desde la postura del demandante y del demandado. 1. La postura del demandante ante la impugnación del informe de la administración concursal que afecta al crédito de otro acreedor A la hora de valorar contra quién debe dirigir su demanda es previsible que el demandante incidental tenga en cuenta que el acreedor cuyo crédito se impugna tendrá un interés en el incidente dado 13 de septiembre de 2010 3 www.diariolaley.es que el resultado del mismo le afectará directamente, por lo que no parece que se le pueda negar legitimación en el proceso. Por ello, tendrá la posibilidad de dirigir la demanda contra dicho acreedor (a pesar de la doctrina jurisprudencial que considera que la concursada y la administración concursal son las únicas partes del incidente concursal a la que ya se ha hecho referencia). Sin embargo, una cosa es que el demandante tenga la posibilidad de dirigir su demanda contra dicho acreedor y otra muy distinta es que exista un deber de dirigir la demanda formalmente contra él. El demandante podría entender que no existe tal obligación dado que el art. 193.1 LC establece que, en los incidentes concursales, serán consideradas como partes demandadas, además de aquéllas contra las que se dirija formalmente la demanda, «cualesquiera otras que sostengan posiciones contrarias a lo pedido por la actora», como sería el caso de aquel acreedor cuyo crédito es objeto de impugnación. Esta tesis también puede sustentarse en el art. 194.3 LC, que indica que el Juez deberá emplazar a las partes personadas en el concurso o al menos en la sección, y no a las partes del incidente, dado que en el momento de interponerse la demanda solo el actor está personado en el mismo (10). Existe jurisprudencia que ha indicado que la falta de emplazamiento a todas las partes personadas en el concurso resulta incluso sancionable con la nulidad de las actuaciones (11). La interpretación conjunta de ambos preceptos daría lugar a dos vías de que un acreedor llegue a tener la condición de parte: (i) por un lado, puede ser formalmente demandado; y (ii) por otro lado, a los acreedores personados en el concurso se les dará traslado de la demanda incidental y serán emplazados (art. 194.3 LC) por lo que tendrán la oportunidad de contestar a la mis- Convocatoria XXV PREMIO LA LEY ma, sosteniendo, en su caso, posiciones contrarias a lo pedido por la actora y adquiriendo así la condición de parte (art. 193.1 LC). Así pues, sobre esta base legal podría argumentarse que el demandante puede, pero no debe, dirigir su demanda contra el acreedor cuyo crédito sea objeto de su impugnación ya que los acreedores personados en el concurso serían emplazados y podrían contestar a la demanda si ello conviniere a su derecho. 2. La postura del acreedor —demandado o no inicialmente— ante la impugnación de su crédito: ¿litisconsorcio pasivo necesario? En vista de lo anterior, si el demandante dirige formalmente su demanda contra el acreedor cuyo crédito impugna, éste podrá contestar a la demanda y defender sus intereses en el incidente. Lo mismo debería ocurrir si, pese a que el demandante no dirija formalmente su demanda contra el acreedor personado en el concurso, el Juez realiza el emplazamiento a las partes personadas de conformidad con lo dispuesto en el art. 194.3 LC. Es decir, parece que el emplazamiento garantiza que, en todo caso, los acreedores tendrán conocimiento de la demanda y oportunidad de contestarla. Por ello, desde un punto de vista teórico podría plantearse que en este contexto la figura del litisconsorcio pasivo necesario no tendría cabida en el contexto del incidente concursal. Al fin y al cabo, dirija o no el actor la demanda contra el acreedor en cuestión, el mismo sería emplazado por el Juez y tendría la oportunidad de contestar a la demanda (12). Si no lo hace, no debería poder oponer la falta de litisconsorcio pasivo necesario ya que, tal y como ha establecido nuestro Tribunal Constitucional, no puede alegar indefensión quien se coloca a sí mismo en esa situación (13). ¿Tiene usted algún trabajo inédito? ¿Quiere darlo a conocer a sus colegas y otros profesionales del sector? la resolución que se dicte en el proceso. Es una exigencia de naturaleza procesal que se funda en el principio de audiencia y de prohibición de la indefensión y que robustece la eficacia del proceso evitando resultados procesales inútiles por no poder hacerse efectivos contra los que no fueron llamados a juicio e impidiendo sentencias contradictorias. Sin embargo, la realidad se impone y el emplazamiento, sobre todo en los concursos en los que se personan cientos de acreedores, no siempre se realiza. Es en este supuesto en el que el demandante no dirige su demanda formalmente contra el demandado, sin que tampoco el Juez realice el emplazamiento a todos los personados, en el que pueden plantearse dificultades. En esa situación, el acreedor podría desconocer totalmente la existencia de la demanda incidental que impugna su crédito y podría llegar a dictarse una resolución que acordase reducir su importe o modificar su calificación sin que el mismo haya tenido la oportunidad de defender su posición en el incidente. El punto de vista de estas resoluciones que estiman la excepción de litisconsorcio pasivo necesario es que la omisión en el emplazamiento no debe dar lugar a las devastadoras consecuencias de que se sustancie el incidente, con la eventual posibilidad de una sentencia condenatoria sin la presencia de los interesados. En esos casos, generalmente se ha admitido la posibilidad de ampliar la demanda contra los litisconsortes preteridos. Se han dictado resoluciones (14) sobre este tipo de supuestos en las que, reconociéndose la necesidad de realizar el emplazamiento a todos los personados en el concurso, se ha estimado la excepción de litisconsorcio pasivo necesario porque el emplazamiento a todos los personados en el concurso no se realizó, sino que solo se emplazó a la concursada y a la administración concursal. En caso de que al acreedor no se le dé traslado de la demanda incidental y en el seno del incidente recaiga una resolución que perjudique su interés directo, podría promover el incidente de nulidad de actuaciones en tanto que se habría visto vulnerado su derecho de defensa y el acreedor en cuestión no debería verse afectado por los rigores del efecto de cosa juzgada. La aplicación en este contexto de la figura del litisconsorcio pasivo necesario deriva de la doctrina (15) que entiende que el régimen general establecido en la LEC es de plena aplicación a los incidentes concursales por remisión directa del art. 194.1 LC, de modo que parecería que en el incidente concursal concurriría una situación de litisconsorcio necesario con aquellos sujetos frente a los que se solicita una tutela jurisdiccional (art. 5.2 LEC). De ello se desprende que habría que dirigir necesariamente la demanda contra el acreedor cuyo crédito se impugne. Según la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo (16), la doctrina del litisconsorcio pasivo necesario exige llamar al juicio a todas las personas que, en virtud de disposición legal o por no ser escindible la relación jurídica material, puedan estar interesadas directamente o puedan resultar afectadas en la misma medida por Una alternativa, no prohibida por la LC, es que los acreedores afectados soliciten su intervención voluntaria en aquel incidente en el que se impugne un derecho de crédito del que sean titulares, cuando no hayan sido demandados formalmente y siempre y cuando lleguen a tener conocimiento de la interposición de la demanda incidental. En conclusión, aunque desde un punto de vista puramente teórico podría entenderse que en el contexto del incidente concursal la figura del litisconsorcio pasivo necesario en relación con los acreedores personados no tiene cabida, se debe tener en cuenta la posibilidad de que la omisión en el emplazamiento (contraria Envíenos sus trabajos. El plazo termina el 30 de octubre de 2010 HASTA EL 30 DE OCTUBRE DE 2010 DOTACIÓN: 12.000 € LAS BASES DE LA CONVOCATORIA LAS PUEDE ENCONTRAR EN: www.laley.es Un paso por delante Los textos completos de los documentos extractados están disponibles en www.diariolaley.es 4 13 de septiembre de 2010 www.diariolaley.es De todo lo anterior se puede apreciar que la regulación de la constitución de las relaciones jurídico-procesales en el incidente concursal de impugnación del informe de la administración concursal que establece la vigente L 22/2003, de 9 de julio, Concursal, puede plantear diversos interrogantes. Algunos de estos interrogantes parece que han sido resueltos por la doctrina y la jurisprudencia (e. g. la condición de parte necesaria de la concursada y la administración concursal), mientras que existe una disparidad de criterios doctrinales y jurisprudenciales en torno a otras cuestiones (e. g. la necesidad de dirigir formalmente la demanda en todo caso frente a la concursada, la administración concursal o el titular del crédito impugnado). Como se ha analizado a lo largo de este artículo, la mayor parte de la doctrina y de la jurisprudencia sostienen que tanto la concursada como la administración concursal son partes necesarias en el incidente concursal. Sin embargo, no es pacífica la cuestión sobre si deben ser demandadas expresamente o no.Asimismo, parece que el acreedor cuyo crédito se impugne, debería tener la oportunidad de defenderse en NOTAS (1) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil núm. 6 de Madrid, de 1 diciembre [LA LEY 319159, 2009]. (2) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Oviedo, de 9 enero 2007 [AC 2007, 804], y del Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Madrid, de 25 mayo y 5 julio 2005 [AC 2005, 976 y AC 2005, 1148]. (3) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Málaga, de 8 octubre [JUR 2008, 357110]. (4) VEIGA COPO, A., «La impugnación de la lista de acreedores en el concurso. Los legitimados», Diario LA LEY, núm. 7161, Sección Doctrina, 24 de abril de 2009 [LA LEY 11341, 2009]. (5) VÁZQUEZ IRUZUBIETA, C., Comentarios a la Ley Concursal, Dijusa, Madrid, 2003, página 1095. (6) Sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, de 13 octubre 2004 [LA LEY 211529/2004], que admitía la excepción alegada de falta de legitimación pasiva «por carencia de interés y afectación por el fallo». (7) Sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla, de 2 diciembre 2008 [JUR 2009, 175861]. (8) VEIGA COPO, A., op. cit. (9) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Oviedo, de 9 enero 2008 [AC 2008, 804]. Por último, es necesario plantear cuál podría ser el motivo de tantas interrogantes: la naturaleza colectiva del procedimiento concursal, la parca regulación del incidente concursal frente a la heterogeneidad de las acciones que se pueden encauzar a través de esta vía y, en particular, en relación con las especialidades que presenta el incidente de impugnación del informe de la administración concursal. En este sentido, y para evitar cierta inseguridad jurídica que rodea a estos incidentes, podría valorarse la conveniencia de regular específicamente los aspectos procesales del incidente de impugnación del informe de la administración concursal. Habrá que esperar a la anunciada reforma de la LC para comprobar si se toman en consideración algunas de estas cuestiones. ■ (10) SENÉS, C., en ROJO, A. y BELTRÁN, E., Comentario de la Ley Concursal, Tomo II, 2004, Civitas Ediciones, S.L., página 2818. (11) Sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla, de 2 diciembre 2008 [JUR 2009, 175861], y de la Audiencia Provincial de Pontevedra, de 2, 15, 16 y 17 diciembre 2009 [JUR 2010,35137, AC 2010, 310, LA LEY 282060/2009 y LA LEY 282061/2009]. También en este sentido, MASCARELL NAVARRO, M. J., «El incidente concursal», Práctica de Tribunales núm. 6, Editorial LA LEY, Sección Estudios, junio 2004. (12) En este sentido: (i) CALVO SÁNCHEZ, M. C., «El procedimiento abreviado y el incidente concursal en la nueva L 22/2003, de 9 de julio, Concursal», en Estudios de derecho de obligaciones. Homenaje al Profesor Mariano Alonso Pérez, edición núm. 1, Editorial LA LEY, Madrid, diciembre 2006 [LA LEY 1181/2003]; y (ii) MASCARELL NAVARRO, M. J., «El incidente concursal», Práctica de Tribunales núm. 6, Editorial LA LEY, Sección Estudios, junio 2004. (13) Sentencias del Tribunal Constitucional [RTC1996, 210] de 17 enero 2000 [RTC 2000,15]. (14) Auto del Juzgado de lo Mercantil núm. 9 de Madrid, de 29 marzo 2010. (15) SENÉS, C., op. cit., pág. 2818. (16) Entre otras, Sentencias del Tribunal Supremo de 4 noviembre 2002 [RJ 2002, 9630], 2 abril 2003 [RJ 2003, 3000], 18 junio 2003 [RJ 2003, 5647], 31 mayo 2006 [RJ 2006, 3506] y 7 septiembre 2006 [RJ 2006, 6521]. Tribunal Supremo TS Sala Tercera, de lo ContenciosoAdministrativo, Secc. 3.ª, S 22 Mar. 2010 Ponente: Espín Templado, Eduardo. LA LEY 17002/2010 Consulte los textos íntegros en VI. CONCLUSIÓN el incidente. Por ello, si la demanda no fuera dirigida expresamente contra él, el Juez debería emplazarle para que conteste a la demanda incidental. Existe una disparidad de criterios doctrinales y jurisprudenciales en relación con la necesidad de dirigir la demanda en todo caso frente a aquellas partes indicadas en los puntos anteriores. La manera más prudente de actuar ante la perspectiva de interponer un incidente concursal pasaría por dirigir la demanda frente a la concursada, la administración concursal de aquélla, y el titular o titulares de los créditos cuya reducción, exclusión o distinta calificación se solicite (siempre y cuando no exista una determinada estrategia o política en relación con las costas procesales, que recomiende otra vía de actuación). www.diariolaley.es a la LC) pueda dar lugar a que se estime la excepción de litisconsorcio pasivo necesario. En definitiva, es preferible que se imponga la prudencia y adoptar en los incidentes las mismas precauciones respecto a quién demandar que en los procedimientos regidos por la LEC. El Tribunal Supremo anula la declaración de utilidad pública de la central térmica de Morata de Tajuña RESUMEN DEL FALLO: El Tribunal Supremo estima el recurso contencioso-administrativo interpuesto contra el acuerdo del Consejo de Ministros de 15 de junio de 2007 por el que se declara de utilidad pública la Central térmica de ciclo combinado de Morata de Tajuña, declarando su nulidad. DISPOSICIONES APLICADAS: Arts. 140 y 143 RD 1955/2000 de 1 Dic. (actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de energía eléctrica) (LA LEY 3622/2000). JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Sentencia del TS, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 3.ª, 23 Mar. 2010 (Rec. 512/2007) Sentencia del TS, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 3.ª, 24 Mar. 2010 (Rec. 479/2007) Sentencia del TS, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 3.ª, 25 May. 2010 (Rec. 517/2007) sumario EXPROPIACIÓN FORZOSA.—Sector energético.—Declaración de utilidad pública.—Requiere la aprobación simultánea del proyecto de ejecución con el fin de identificar los bienes y derechos que habrán de ser expropiados, aprobación que en el caso no consta se haya realizado. Con independencia de la ausencia de justificación en el propio acto impugnado de la utilidad pública de la central de producción eléctrica, tanto por sí misma como en su ponderación con el interés público de la concesión minera afectada, debe estimarse el recurso por haberse declarado la utilidad pública de la central eléctrica en tramitación, contraviniendo las exigencias derivadas de los arts. 140 y 143 RD 1955/2000 de 1 Dic. (actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de energía