sumario - Pérez

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Año XXXI • Número 7466 • Lunes, 13 de septiembre de 2010
www.diariolaley.es
WOLTERS KLUWER ESPAÑA, S.A. no se identifica necesariamente con las opiniones y criterios vertidos en los trabajos publicados.
Jurisprudencia
Doctrina
Anulación de la
declaración de utilidad
pública de central
térmica
La administración
judicial de bienes
embargados
4
Corresponsalías
autonómicas
Comunidad
Valenciana
6
TRIBUNA
sumario
LA LEY 8436/2010
La legitimación pasiva en la demanda
incidental de impugnación del informe
de la administración concursal
„
Laura RUIZ y Luis FRANCO
„
es, por tanto, un procedimiento colectivo, al que concurren,
además de la concursada y la administración concursal, todos los acreedores de aquélla, quienes están, ex art. 49 LC,
«incluidos de derecho en la masa pasiva del concurso», con
independencia de la calificación de su crédito.
I. INTRODUCCIÓN
El informe de la administración concursal es una clara manifestación de esta configuración del concurso de acreedores
como un procedimiento colectivo, ya que en el mismo se van
a fijar el importe y calificación de los créditos de cada uno
de los acreedores.
L
a actual coyuntura económica que atraviesa España ha
dotado de un notorio protagonismo a la normativa reguladora de las situaciones de insolvencia de personas
físicas y jurídicas, y ha puesto a prueba a la vigente L 22/2003,
de 9 de julio, Concursal (LC). A ello se une que algunos de los
concursos que se están tramitando corresponden a grandes
empresas que cuentan con cientos, o, a veces, miles de acreedores. Por esta razón, las cuestiones relativas a la legitimación
pasiva cobran una significación especial: ¿debe demandarse
en los incidentes a todos los posibles sujetos afectados por
el mismo, con la carga procesal que eso supondría para el
actor?, y ¿debe el juez realizar un emplazamiento a los cientos
o miles de acreedores del concurso?
II. LA ESPECIALIDAD DEL INCIDENTE
DE IMPUGNACIÓN DEL INFORME
DE LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL.
CARÁCTER COLECTIVO DEL CONCURSO
Como punto de partida, debe tenerse en cuenta que la LC
regula un procedimiento cuya principal finalidad es la «íntegra satisfacción de todos los acreedores» de la concursada, y
„
En este sentido, una de las cuestiones que pueden resultar
dudosas, con los problemas de índole práctica que puede conllevar, es cómo se produce la constitución de las relaciones
jurídico-procesales en los incidentes concursales de impugnación del informe de la administración concursal, por manifestarse en este trámite el carácter colectivo del concurso de
acreedores. Por un lado, todos los acreedores tienen intereses
en el concurso y, por otro, la administración concursal actúa
1
Jurisprudencia
Anulación de la
declaración de utilidad
pública de central térmica
4
«Grupo Sogecable»:
derecho a la revisión
salarial que prevé
el Convenio para 2009
5
Absolución de acusado
que se niega
a someterse a prueba
biológica y cuerpo
de escritura
6
Doctrina
La administración
judicial de bienes
embargados
M.ª José ACHÓN BRUÑÉN
„
La impugnación del informe de la administración concursal tiene una importancia capital dado que tras la misma,
quedarán fijados el inventario y la lista de acreedores que
contenga el informe de la administración concursal. La impugnación constituye una de las armas más importantes con
la que cuentan los acreedores para defender sus intereses
en el concurso, dado que en este incidente los acreedores
podrán discutir tanto la inclusión, exclusión o avalúo de bienes y derechos en el inventario; como la inclusión, exclusión,
cuantía o calificación, de los créditos reconocidos en la lista
de acreedores. En ambos casos, la impugnación podrá dirigirse
contra deudas o créditos propios del impugnante o ajenos.
Tribuna
La legitimación pasiva
en la demanda incidental
de impugnación
del informe de la
administración concursal
Laura RUIZ y Luis FRANCO
Abogados del Área de Litigación y Arbitraje PÉREZ-LLORCA
En este artículo se analizará lo que indica
la letra de la Ley y cómo los tribunales la han
venido interpretando en relación
con la impugnación del informe
de la administración concursal.
11
6
Corresponsalías
Autonómicas
Comunidad Valenciana
11
Tribunal Supremo
lasentenciadeldía
Estafa y atribución pública
de la cualidad de abogado
cometidas por el funcionario
que asesoraba e interponía
recursos contenciosos
en materia de extranjería
a cambio de dinero
Ponente: Monterde
Ferrer, Francisco.
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13
2
13 de septiembre de 2010
www.diariolaley.es
en interés de la masa (arts. 35 y 36
LC) y, por tanto, también de todos los
acreedores en su conjunto.
III. LAS PARTES EN EL INCIDENTE
CONCURSAL: RÉGIMEN
APLICABLE AL INCIDENTE
DE IMPUGNACIÓN DEL INFORME
DE LA ADMINISTRACIÓN
CONCURSAL
De conformidad con el art. 96.4 LC, la impugnación del inventario y/o de la lista
de acreedores se sustanciará por los trámites del incidente concursal regulado
en los arts. 192 y ss. LC. Así pues, la LC
no regula un trámite específico para las
impugnaciones del informe de la administración concursal, y remite aquéllas
al procedimiento general regulado para
los incidentes concursales.
A este respecto, la legitimación activa
para impugnar el inventario y la lista de
acreedores no plantea especiales problemas, toda vez que el art. 96 LC establece
que podrán impugnar el inventario y la
lista de acreedores las partes personadas en el concurso, así como «los demás
interesados». Por tanto, este precepto
otorga legitimación activa de una manera amplia. En todo caso, todos aquellos
sujetos que pretendan impugnar el inventario y la lista de acreedores deberán
acreditar que tienen un interés legítimo.
Más problemático resulta, sin embargo,
determinar la legitimación pasiva en la
impugnación de créditos de la lista de
acreedores. El art. 193 LC determina
que en los incidentes concursales serán
consideradas como partes demandadas
«aquéllas contra las que se dirija la demanda» pero también «cualesquiera
otras que sostengan posiciones contrarias a lo pedido por la actora».
Asimismo, y en relación con lo anterior,
procede traer a colación los dos posibles
efectos que, según reconoce la jurisprudencia (1), puede tener la impugnación
de la lista de acreedores. Por un lado, la
jurisprudencia se refiere al efecto directo,
que se proyecta esencialmente sobre el
deudor concursal y sobre aquel acreedor
cuyo crédito sea impugnado, pues es a
sus patrimonios a los que afectará de
manera directa la eventual resolución.
Por otro lado, se refiere al efecto indirecto o reflejo, proyectado sobre el resto
de acreedores, que simplemente verán
como aumentan o disminuyen las posibilidades de ver satisfecho su crédito.
En este sentido, para considerar que
una parte está legitimada pasivamente
en un incidente de impugnación de la
lista de acreedores, será necesario que
se dé alguna de las circunstancias indicadas por el art. 193 LC. Ahora bien,
no es tan evidente la respuesta a la
pregunta de si para ser considerado
parte pasiva legítima en un incidente
concursal es o no necesario que dicha
parte pueda verse afectada directamente por la resolución del incidente
de impugnación concreto.
Así las cosas, hay que señalar, en primer
lugar, que tanto el deudor concursado
como la administración concursal son
partes necesarias en el concurso de
acreedores, y que tienen tal condición
en todas las secciones del procedimiento, aun cuando no se hayan personado
formalmente en las mismas (art. 184.1
LC). Sobre estas cuestiones, existen pronunciamientos que no solo consideran
que la concursada y la administración
concursal son partes necesarias, sino que
son, además, partes únicas del incidente
concursal (2) (evidentemente, a salvo el
demandante).
Asimismo, hay motivos de peso para
que ambos sean partes necesarias en
el incidente de impugnación del informe de la administración concursal. En
cuanto a la concursada, cualquier incidente concursal tendrá una incidencia
directa sobre su patrimonio (3), mientras que el fundamento en el caso de la
administración concursal se encuentra
en el hecho de que es ella quien ostenta la autoría de los documentos cuyo
contenido se discute en la impugnación
de créditos, siendo, por tanto, la más
cualificada para defender el contenido
de los mismos (4).
Por otro lado, y en relación con las demás
partes personadas en el concurso que no
tienen la cualidad de necesarias, no existe
una postura doctrinal ni jurisprudencial
definida.
De una parte, hay una corriente doctrinal
(5) y jurisprudencial (6) que sostiene que
no es suficiente el hecho de que a una
parte pueda interesarle que se desestimen las pretensiones de la actora en el
incidente de impugnación del informe
de la administración concursal para que
se le atribuya legitimación pasiva, pues
para la defensa de estos intereses indirectos de los acreedores está la administración concursal, que tiene legitimación
pasiva en todo caso.
En sentido contrario, existe jurisprudencia que atribuye legitimación pasiva a
todos los acreedores concursales por el
mero hecho de serlo (7), es decir, sobre la
base de la proyección del efecto indirecto
sobre su patrimonio.
A continuación, se analizarán los dos
principales supuestos que se pueden
dar: que un acreedor quiera impugnar el
informe en relación con un crédito propio
o en relación con un crédito ajeno.
IV. LA LEGITIMACIÓN PASIVA
EN LA IMPUGNACIÓN DE CRÉDITOS
DEL PROPIO DEMANDANTE:
LEGITIMACIÓN PASIVA
DEL DEUDOR CONCURSADO
Y DE LA ADMINISTRACIÓN
CONCURSAL
En el supuesto en que un acreedor promueva la impugnación de sus propios
créditos (por ejemplo, para promover
que se incremente su cuantía o que se
mejore su calificación), la cuestión de la
legitimación pasiva no es excesivamente
problemática, dado que no hay terceros
acreedores que se vean directamente
afectados por el resultado de la demanda incidental.
Así pues, el único interrogante que habría
que resolver consiste en la necesidad de
dirigir la demanda contra el deudor concursado y la administración concursal.
Como ya se ha indicado, la mayor parte
de la doctrina y la jurisprudencia aceptan
que el deudor concursado y la administración concursal son partes necesarias
en todas las secciones del concurso y que,
en todo caso, deberán ser emplazadas en
los incidentes de impugnación de la lista de acreedores. Ahora bien, la LC nada
dice respecto de si es necesario dirigir la
demanda formalmente frente a ambas.
En relación con esta cuestión, se han
mantenido distintas posiciones. Una de
las posturas considera que necesariamente debe dirigirse la demanda frente
a la administración concursal y el deudor en concurso (8). En ese caso, si el
demandante no formula expresamente
su demanda contra ellas, se podría llegar
a alegar la existencia de defectos legales
en el modo de proponer la demanda.
Otra corriente jurisprudencial entiende
que, como la administración concursal y
la concursada son partes necesarias, no es
necesario dirigir formalmente la demanda
frente a ellas, de modo que será el Juez
quien, de oficio, las emplace como demandadas (9) al amparo del art. 184.1 LC.
Habida cuenta de lo señalado en los
párrafos anteriores, no se plantea la necesidad de demandar al resto de acreedores cuyos créditos no son objeto de
impugnación, toda vez que el patrimonio
de aquéllos no se verá afectado directamente por la sentencia que resuelva el incidente, y que, en cualquier caso, pueden
intervenir en el incidente si lo estiman
oportuno ex art. 193.1 LC.
Por todo lo anterior, ante la diversidad
de criterios defendidos, parece preferible
optar por dirigir expresamente la demanda contra la concursada y la administración concursal.
V. LA LEGITIMACIÓN PASIVA
EN LA IMPUGNACIÓN
DEL INFORME
DE LA ADMINISTRACIÓN
CONCURSAL QUE AFECTA
AL CRÉDITO DE OTRO ACREEDOR
Mayores dificultades presenta la cuestión
de si es necesario demandar formalmente al resto de acreedores personados en
el concurso cuando se impugnen sus créditos. No parece que haya una solución
unívoca a esta cuestión.
El art. 193.1 LC establece que son partes
demandadas no solo aquéllas contra las
que se dirige la demanda sino también
aquéllas que sostengan posiciones contrarias a lo pedido por la actora, y el art.
194.3 LC indica que el Juez debe emplazar a todas las partes personadas. Sobre
esta base, se analizará la diversidad doctrinal de esta cuestión desde la postura
del demandante y del demandado.
1. La postura del demandante
ante la impugnación del informe
de la administración concursal
que afecta al crédito de otro acreedor
A la hora de valorar contra quién debe
dirigir su demanda es previsible que el
demandante incidental tenga en cuenta
que el acreedor cuyo crédito se impugna
tendrá un interés en el incidente dado
13 de septiembre de 2010
3
www.diariolaley.es
que el resultado del mismo le afectará
directamente, por lo que no parece que
se le pueda negar legitimación en el proceso. Por ello, tendrá la posibilidad de dirigir la demanda contra dicho acreedor (a
pesar de la doctrina jurisprudencial que
considera que la concursada y la administración concursal son las únicas partes
del incidente concursal a la que ya se ha
hecho referencia).
Sin embargo, una cosa es que el demandante tenga la posibilidad de dirigir su
demanda contra dicho acreedor y otra
muy distinta es que exista un deber de
dirigir la demanda formalmente contra
él. El demandante podría entender que
no existe tal obligación dado que el art.
193.1 LC establece que, en los incidentes
concursales, serán consideradas como
partes demandadas, además de aquéllas
contra las que se dirija formalmente la
demanda, «cualesquiera otras que sostengan posiciones contrarias a lo pedido
por la actora», como sería el caso de
aquel acreedor cuyo crédito es objeto
de impugnación.
Esta tesis también puede sustentarse en
el art. 194.3 LC, que indica que el Juez
deberá emplazar a las partes personadas
en el concurso o al menos en la sección,
y no a las partes del incidente, dado que
en el momento de interponerse la demanda solo el actor está personado en el
mismo (10). Existe jurisprudencia que ha
indicado que la falta de emplazamiento
a todas las partes personadas en el concurso resulta incluso sancionable con la
nulidad de las actuaciones (11).
La interpretación conjunta de ambos
preceptos daría lugar a dos vías de que
un acreedor llegue a tener la condición
de parte: (i) por un lado, puede ser formalmente demandado; y (ii) por otro
lado, a los acreedores personados en
el concurso se les dará traslado de la
demanda incidental y serán emplazados (art. 194.3 LC) por lo que tendrán
la oportunidad de contestar a la mis-
Convocatoria
XXV
PREMIO
LA LEY
ma, sosteniendo, en su caso, posiciones
contrarias a lo pedido por la actora y
adquiriendo así la condición de parte
(art. 193.1 LC).
Así pues, sobre esta base legal podría argumentarse que el demandante puede,
pero no debe, dirigir su demanda contra
el acreedor cuyo crédito sea objeto de su
impugnación ya que los acreedores personados en el concurso serían emplazados y podrían contestar a la demanda si
ello conviniere a su derecho.
2. La postura del acreedor
—demandado o no inicialmente—
ante la impugnación de su crédito:
¿litisconsorcio pasivo necesario?
En vista de lo anterior, si el demandante
dirige formalmente su demanda contra el
acreedor cuyo crédito impugna, éste podrá contestar a la demanda y defender sus
intereses en el incidente. Lo mismo debería ocurrir si, pese a que el demandante no
dirija formalmente su demanda contra el
acreedor personado en el concurso, el Juez
realiza el emplazamiento a las partes personadas de conformidad con lo dispuesto
en el art. 194.3 LC. Es decir, parece que
el emplazamiento garantiza que, en todo caso, los acreedores tendrán conocimiento de la demanda y oportunidad de
contestarla. Por ello, desde un punto de
vista teórico podría plantearse que en este
contexto la figura del litisconsorcio pasivo
necesario no tendría cabida en el contexto
del incidente concursal.
Al fin y al cabo, dirija o no el actor la
demanda contra el acreedor en cuestión,
el mismo sería emplazado por el Juez y
tendría la oportunidad de contestar a la
demanda (12). Si no lo hace, no debería
poder oponer la falta de litisconsorcio
pasivo necesario ya que, tal y como ha
establecido nuestro Tribunal Constitucional, no puede alegar indefensión
quien se coloca a sí mismo en esa situación (13).
¿Tiene usted algún
trabajo inédito?
¿Quiere darlo a
conocer a sus colegas
y otros profesionales
del sector?
la resolución que se dicte en el proceso.
Es una exigencia de naturaleza procesal
que se funda en el principio de audiencia
y de prohibición de la indefensión y que
robustece la eficacia del proceso evitando resultados procesales inútiles por no
poder hacerse efectivos contra los que
no fueron llamados a juicio e impidiendo
sentencias contradictorias.
Sin embargo, la realidad se impone y el
emplazamiento, sobre todo en los concursos en los que se personan cientos de
acreedores, no siempre se realiza. Es en
este supuesto en el que el demandante
no dirige su demanda formalmente contra el demandado, sin que tampoco el
Juez realice el emplazamiento a todos los
personados, en el que pueden plantearse
dificultades. En esa situación, el acreedor
podría desconocer totalmente la existencia de la demanda incidental que impugna su crédito y podría llegar a dictarse
una resolución que acordase reducir su
importe o modificar su calificación sin
que el mismo haya tenido la oportunidad
de defender su posición en el incidente.
El punto de vista de estas resoluciones
que estiman la excepción de litisconsorcio pasivo necesario es que la omisión
en el emplazamiento no debe dar lugar
a las devastadoras consecuencias de que
se sustancie el incidente, con la eventual
posibilidad de una sentencia condenatoria sin la presencia de los interesados. En
esos casos, generalmente se ha admitido la posibilidad de ampliar la demanda
contra los litisconsortes preteridos.
Se han dictado resoluciones (14) sobre
este tipo de supuestos en las que, reconociéndose la necesidad de realizar el
emplazamiento a todos los personados
en el concurso, se ha estimado la excepción de litisconsorcio pasivo necesario
porque el emplazamiento a todos los
personados en el concurso no se realizó,
sino que solo se emplazó a la concursada
y a la administración concursal.
En caso de que al acreedor no se le dé
traslado de la demanda incidental y en
el seno del incidente recaiga una resolución que perjudique su interés directo,
podría promover el incidente de nulidad
de actuaciones en tanto que se habría
visto vulnerado su derecho de defensa y
el acreedor en cuestión no debería verse afectado por los rigores del efecto de
cosa juzgada.
La aplicación en este contexto de la figura del litisconsorcio pasivo necesario
deriva de la doctrina (15) que entiende
que el régimen general establecido en la
LEC es de plena aplicación a los incidentes concursales por remisión directa del
art. 194.1 LC, de modo que parecería que
en el incidente concursal concurriría una
situación de litisconsorcio necesario con
aquellos sujetos frente a los que se solicita una tutela jurisdiccional (art. 5.2 LEC).
De ello se desprende que habría que dirigir necesariamente la demanda contra el
acreedor cuyo crédito se impugne. Según
la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo (16), la doctrina del litisconsorcio
pasivo necesario exige llamar al juicio a
todas las personas que, en virtud de disposición legal o por no ser escindible la
relación jurídica material, puedan estar
interesadas directamente o puedan resultar afectadas en la misma medida por
Una alternativa, no prohibida por la LC,
es que los acreedores afectados soliciten
su intervención voluntaria en aquel incidente en el que se impugne un derecho
de crédito del que sean titulares, cuando
no hayan sido demandados formalmente y siempre y cuando lleguen a tener
conocimiento de la interposición de la
demanda incidental.
En conclusión, aunque desde un punto de
vista puramente teórico podría entenderse que en el contexto del incidente concursal la figura del litisconsorcio pasivo
necesario en relación con los acreedores personados no tiene cabida, se debe
tener en cuenta la posibilidad de que la
omisión en el emplazamiento (contraria
Envíenos sus trabajos.
El plazo termina
el 30 de octubre de 2010
HASTA EL 30 DE OCTUBRE DE 2010
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4
13 de septiembre de 2010
www.diariolaley.es
De todo lo anterior se puede apreciar que
la regulación de la constitución de las relaciones jurídico-procesales en el incidente
concursal de impugnación del informe de
la administración concursal que establece
la vigente L 22/2003, de 9 de julio, Concursal, puede plantear diversos interrogantes. Algunos de estos interrogantes parece
que han sido resueltos por la doctrina y la
jurisprudencia (e. g. la condición de parte
necesaria de la concursada y la administración concursal), mientras que existe una
disparidad de criterios doctrinales y jurisprudenciales en torno a otras cuestiones
(e. g. la necesidad de dirigir formalmente
la demanda en todo caso frente a la concursada, la administración concursal o el
titular del crédito impugnado).
Como se ha analizado a lo largo de este
artículo, la mayor parte de la doctrina y
de la jurisprudencia sostienen que tanto la
concursada como la administración concursal son partes necesarias en el incidente
concursal. Sin embargo, no es pacífica la
cuestión sobre si deben ser demandadas
expresamente o no.Asimismo, parece que
el acreedor cuyo crédito se impugne, debería tener la oportunidad de defenderse en
NOTAS
(1) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil
núm. 6 de Madrid, de 1 diciembre [LA LEY
319159, 2009].
(2) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil
núm. 1 de Oviedo, de 9 enero 2007 [AC 2007,
804], y del Juzgado de lo Mercantil núm. 1
de Madrid, de 25 mayo y 5 julio 2005
[AC 2005, 976 y AC 2005, 1148].
(3) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil
núm. 1 de Málaga, de 8 octubre [JUR 2008,
357110].
(4) VEIGA COPO, A., «La impugnación
de la lista de acreedores en el concurso.
Los legitimados», Diario LA LEY, núm. 7161,
Sección Doctrina, 24 de abril de 2009 [LA LEY
11341, 2009].
(5) VÁZQUEZ IRUZUBIETA, C., Comentarios
a la Ley Concursal, Dijusa, Madrid, 2003,
página 1095.
(6) Sentencia de la Audiencia Provincial
de Barcelona, de 13 octubre 2004 [LA LEY
211529/2004], que admitía la excepción
alegada de falta de legitimación pasiva
«por carencia de interés y afectación
por el fallo».
(7) Sentencia de la Audiencia Provincial
de Sevilla, de 2 diciembre 2008 [JUR 2009,
175861].
(8) VEIGA COPO, A., op. cit.
(9) Sentencia del Juzgado de lo Mercantil
núm. 1 de Oviedo, de 9 enero 2008
[AC 2008, 804].
Por último, es necesario plantear cuál
podría ser el motivo de tantas interrogantes: la naturaleza colectiva del procedimiento concursal, la parca regulación del incidente concursal frente a la
heterogeneidad de las acciones que se
pueden encauzar a través de esta vía y,
en particular, en relación con las especialidades que presenta el incidente de
impugnación del informe de la administración concursal. En este sentido, y para
evitar cierta inseguridad jurídica que rodea a estos incidentes, podría valorarse la
conveniencia de regular específicamente
los aspectos procesales del incidente de
impugnación del informe de la administración concursal. Habrá que esperar a la
anunciada reforma de la LC para comprobar si se toman en consideración algunas
de estas cuestiones. ■
(10) SENÉS, C., en ROJO, A. y BELTRÁN, E.,
Comentario de la Ley Concursal, Tomo II,
2004, Civitas Ediciones, S.L., página 2818.
(11) Sentencia de la Audiencia Provincial
de Sevilla, de 2 diciembre 2008 [JUR 2009,
175861], y de la Audiencia Provincial
de Pontevedra, de 2, 15, 16 y 17 diciembre
2009 [JUR 2010,35137, AC 2010, 310,
LA LEY 282060/2009 y LA LEY 282061/2009].
También en este sentido, MASCARELL
NAVARRO, M. J., «El incidente concursal»,
Práctica de Tribunales núm. 6, Editorial
LA LEY, Sección Estudios, junio 2004.
(12) En este sentido: (i) CALVO SÁNCHEZ, M.
C., «El procedimiento abreviado y el incidente
concursal en la nueva L 22/2003, de 9 de
julio, Concursal», en Estudios de derecho de
obligaciones. Homenaje al Profesor Mariano
Alonso Pérez, edición núm. 1, Editorial LA LEY,
Madrid, diciembre 2006 [LA LEY 1181/2003];
y (ii) MASCARELL NAVARRO, M. J.,
«El incidente concursal», Práctica
de Tribunales núm. 6, Editorial LA LEY,
Sección Estudios, junio 2004.
(13) Sentencias del Tribunal Constitucional
[RTC1996, 210] de 17 enero 2000 [RTC
2000,15].
(14) Auto del Juzgado de lo Mercantil núm. 9
de Madrid, de 29 marzo 2010.
(15) SENÉS, C., op. cit., pág. 2818.
(16) Entre otras, Sentencias del Tribunal
Supremo de 4 noviembre 2002 [RJ 2002,
9630], 2 abril 2003 [RJ 2003, 3000], 18
junio 2003 [RJ 2003, 5647], 31 mayo 2006
[RJ 2006, 3506] y 7 septiembre 2006 [RJ
2006, 6521].
Tribunal Supremo
TS Sala Tercera, de lo ContenciosoAdministrativo, Secc. 3.ª, S 22 Mar. 2010
Ponente: Espín Templado, Eduardo.
LA LEY 17002/2010
Consulte los textos íntegros en
VI. CONCLUSIÓN
el incidente. Por ello, si la demanda no fuera dirigida expresamente contra él, el Juez
debería emplazarle para que conteste a la
demanda incidental. Existe una disparidad
de criterios doctrinales y jurisprudenciales
en relación con la necesidad de dirigir la
demanda en todo caso frente a aquellas
partes indicadas en los puntos anteriores.
La manera más prudente de actuar ante
la perspectiva de interponer un incidente
concursal pasaría por dirigir la demanda
frente a la concursada, la administración
concursal de aquélla, y el titular o titulares
de los créditos cuya reducción, exclusión o
distinta calificación se solicite (siempre y
cuando no exista una determinada estrategia o política en relación con las costas
procesales, que recomiende otra vía de
actuación).
www.diariolaley.es
a la LC) pueda dar lugar a que se estime la excepción de litisconsorcio pasivo
necesario. En definitiva, es preferible que
se imponga la prudencia y adoptar en
los incidentes las mismas precauciones
respecto a quién demandar que en los
procedimientos regidos por la LEC.
El Tribunal Supremo anula
la declaración de utilidad pública
de la central térmica de Morata
de Tajuña
RESUMEN DEL FALLO:
El Tribunal Supremo estima el recurso contencioso-administrativo interpuesto contra el
acuerdo del Consejo de Ministros de 15 de junio de 2007 por el que se declara de utilidad
pública la Central térmica de ciclo combinado de Morata de Tajuña, declarando su nulidad.
DISPOSICIONES APLICADAS:
Arts. 140 y 143 RD 1955/2000 de 1 Dic. (actividades de transporte, distribución,
comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de
energía eléctrica) (LA LEY 3622/2000).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA:
Sentencia del TS, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 3.ª, 23 Mar.
2010 (Rec. 512/2007)
Sentencia del TS, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 3.ª, 24 Mar.
2010 (Rec. 479/2007)
Sentencia del TS, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 3.ª, 25 May.
2010 (Rec. 517/2007)
sumario
EXPROPIACIÓN FORZOSA.—Sector energético.—Declaración de utilidad pública.—Requiere la aprobación simultánea del proyecto de ejecución con el fin de identificar los bienes y derechos que habrán de ser
expropiados, aprobación que en el caso no consta se haya realizado.
Con independencia de la ausencia de justificación en el propio acto impugnado
de la utilidad pública de la central de producción eléctrica, tanto por sí misma
como en su ponderación con el interés público de la concesión minera afectada,
debe estimarse el recurso por haberse declarado la utilidad pública de la central
eléctrica en tramitación, contraviniendo las exigencias derivadas de los arts. 140
y 143 RD 1955/2000 de 1 Dic. (actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de energía
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