347.05-P739p-CAPITULO III

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CAPITULO III
FASES Y ESTRUCTURA DEL PROCESO MERCANTIL EJECUTIVO
1.- FASE COGNOSCITIVA O PROCEDIMIENTO PROPIAMENTE
EJECUTIVO.
Esta fase inicia con la interposición de la demanda, la cual se presentará a la
Secretaría
Receptora
y
Distribuidora
de
Demandas,
que
las
distribuye
equitativamente, la cual fue creada por acuerdo No 76-C del 25 de junio de 1990
de la Corte Suprema de Justicia. La fecha de interposición de la demanda es la
que cuenta para la Prescripción o interrupción de la prescripción. Esta fase
comprende el embargo, traba y depósito de los bienes del deudor, emplazamiento
o notificación del decreto de embargo, oposición y excepciones de éste, prueba y
termina con la ejecutoria de la sentencia definitiva o sentencia de remate.
Como en todo juicio, para iniciarlo es necesario presentar una DEMANDA,
entendida ésta
como el acto que inicia el proceso, como el vehículo que
transporta la pretensión, o lo que es lo mismo la petición que se hace al juez para
que mande a dar, pagar, hacer o dejar de hacer una cosa Art. 191 Pr. C.; ahora
debemos preguntarnos ¿Qué se puede pedir en la Demanda?
Tomando en
cuenta lo que es el juicio ejecutivo, lo que podemos pedir es que en sentencia
definitiva, se condene al deudor a pagar la cantidad adeudada, los intereses
convencionales o legales, y moratorios según el caso y las costas procesales;
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pero para llegar a ese resultado que sería una sentencia, que puede ser estimativa
o condenatoria y desestimativa o absolutoria, es necesario que dicha demanda
recorra una serie de pasos o etapas que es lo que doctrinariamente de conoce
como PROCESO, y precisamente la forma detallada y cronológica de las etapas
que suceden dentro del Proceso mercantil ejecutivo, es lo que trataremos de
explicar a continuación. (Ver Anexo 1).
a.- DEMANDA.
El Art. 192 Pr establece la forma como debe interponerse la Demanda y
tratándose del juicio ejecutivo, ésta solo podrá ser interpuesta por escrito; así
mismo el Art. 193 Pr. C. preceptúa los elementos que debe contener toda
demanda. “Ver Anexo 2”
1) Recibo de la Demanda.
Es el primer acto que se hace y consiste en una razón firmada y
sellada por el Secretario del tribunal en la que hace constar el número de
folios de que costa la demanda, y los documentos que la acompañan
expresando el número de copias presentadas, tanto de la demanda como
de los demás documentos. Especial cuidado tendrá al referirse al
documento base de la acción, -aunque lo correcto es decir, documento
base de la pretensión-, pues dejará constancia precisa en que consiste
dicho documento y la cantidad que ampara; documento que desglosará
inmediatamente dejando una razón de desglose en el mismo y lo guardará
en la caja fuerte del Tribunal.
Después de recibida la demanda por el
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Secretario, la entrega a un auxiliar de Secretaría, que es un colaborador
judicial, quien al tener la demanda forma el juicio original y el juicio copia (
procedimiento que se hace a partir del 6 de julio de 1993, fecha en que se
reformó
el
Código
de
Procedimientos
Civiles,
estableciendo,
específicamente en el Art. 195 Pr. C. Que en toda demanda y petición
hecha por cualquiera de las partes o terceros, se acompañará de un
número de copias firmadas igual al de las personas que constituyen la
parte contraria mas dos; a la misma regla se sujetan los documentos que
se presentaren. De esas dos, una es para formar el juicio copia y otra es
para ser devuelta a la parte actora a la hora de presentar su demanda o su
escrito, según el momento procesal de que se trate), asimismo formará un
legajo que contendrá las copias que se deberán entregar a la parte
demandada. También anotará en tres clases de libros que cada tribunal
lleva en su control interno: (1) Libro de índice de demandados; (2) Libro de
trabajo de control (que lo usa el archivista del tribunal); y (3) El libro de
entrada.
Al momento que el auxiliar haga el juicio, colocará un número o
una letra en la esquina superior derecha del expediente, el cual indicará el
número de resolutor o la inicial del nombre que para efectos internos cada
colaborador del Juzgado tiene, esto para facilitarle el control al archivista al
momento de CARGAR el juicio en el libro de trabajo o de control o para
facilitar la ubicación del expediente cuando las partes lo presten. Es de
hacer notar que la demanda no se presenta a ningún Juzgado
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directamente, sino que ésta debe presentarse a la Secretaría Receptora y
Distribuidora de Demandas, donde le asignan un número de referencia
(clasificación del juicio), el cual se forma con el número correlativo EM
(Ejecutivo Mercantil) y el año, por ejemplo si fue el número 123 del año
2000, la referencia o clasificación será: 123-EM-00; esto se hace antes de
remitirlo al tribunal correspondiente, y que en la mayoría de los Juzgados
de lo mercantil conservan el número de clasificación que trae de la
Secretaría Receptora y Distribuidora de Demandas.
2) Examen de la Demanda.
Una vez asignado el juicio a un resolutor, éste realizará una revisión o
examen al mismo para determinar si se admite o se declara inadmisible
dicha demanda. A esto se le conoce como juicio de procedencia o
improcedencia de la demanda y tiene por objeto:
a) En un primer examen:
(1) Verificar la concurrencia de las formalidades esenciales de
la demanda. Es decir, si ésta ha sido elaborada con apego a los
requisitos establecidos por la ley, sin entrar a analizar el contenido
de la pretensión en el caso concreto; en resumen, lo que se
pretende con éste primer examen es determinar si la demanda
llena los requisitos y formalidades señaladas en los artículos 101,
104, 193, 195, y 1274 Pr C., entre otras disposiciones.
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(2) Si la persona que aparece como acreedora es la misma que
entabla la acción. Es decir, si es portadora legítima del documento
base de la pretensión.
(3) Si el documento base de la pretensión, reúne los requisitos
que la ley señala. Si es de los títulos con fuerza ejecutiva; si se
trata de títulos valores, verificar si concurren en él, los requisitos
requeridos para el título valor de que se trate.
La falta de alguno de éstos requisitos produce en principio una especie
de rechazo conocido como inadmisibilidad; pero en la práctica cuando se
detecta que la demanda no cumple con alguno de los requisitos formales
ya mencionados, lo que se hace es prevenir al actor para que subsane
dicha prevención y posibilitar así su admisión. Si se trata de la falta de
algún requisito al título valor, dependerá a cada caso en particular, para
saber si se declara inadmisible o si por el contrario se previene para que
subsane.
b) En un segundo examen.
Puede suceder que se declare improponible dicha demanda,
-
aunque lo correcto es decir que lo que se declara improponible es la
pretensión y no la demanda -, por contener defectos de fondo, tal como
lo prescribe el art. 197 Pr. C., el término de improponibilidad de la
demanda es un vocablo nuevo que hace su aparición en el
ordenamiento jurídico hasta en julio de 1993, puntualmente en el
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artículo
antes citado. La palabra improponibilidad no aparece
registrada en la Real Academia de la Lengua Española, por lo que
personalmente creo que es una palabra compuesta que ha sido
desprendida del Código Procesal tipo para Iberoamérica en su art. 112.
La improponibilidad implica un rechazo “IN LIMINE LITIS” o AB INITIO,
es decir que se da al inicio del juicio y es ese el tenor literal del artículo
en comento al decir “ Si al recibir el Tribunal la demanda… “ De lo que
se colige que este rechazo se produce al inicio, al momento de
realizarse el examen de procedencia o improcedencia de la
presentación de la demanda es la etapa que determina si se continúa
con el juicio o simplemente se niega el derecho a la jurisdicción.
Consecuencia de declarar improponible una demanda son sus efectos
y estos no pueden ser otros que el negarle al actor su día en el tribunal,
es cerrarle el acceso a la justicia, al derecho de acción que toda
persona tiene, en sencillas palabras es negarle el derecho a una Tutela
Judicial Efectiva consagrada en el art. 2 Cn.
Procesalmente hablando, la resolución que se pronuncia, después
de notificada y habiendo transcurrido el término para interponer los
recursos que la ley le confiere alcanza la calidad de cosa juzgada. Lo
cual implicaría para el actor un daño irreparable a su pretensión; por
ésta razón es que los tribunales no deberían declarar improponible una
demanda, ( o una pretensión)
a menos que la deficiencia de que
adolezca sea de aquellas que no exista la posibilidad de ser subsanada.
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Los términos “rechazo in limine de la pretensión”, deben reservarse
para denotar que la demanda no es idónea definitivamente para que el
proceso continúe su marcha en pos de la sentencia de mérito, debiendo
entonces declararse extinguido. No se trata de rechazar la demanda
propuesta por el actor, porque no le asiste la razón, sino porque el
objeto de la pretensión no puede ser juzgado, es decir, cuando el
tribunal se encuentra en la imposibilidad de juzgar el objeto de la
pretensión propuesta lo que en doctrina se conoce como “defecto
absoluto en la facultad de juzgar”. En el caso que declaren improponible
la demanda, le queda expedito a la parte actora, el camino para poder
recurrir si así lo estima conveniente.
1) ADMISION DE LA DEMANDA.
Este tercer momento se produce cuando después de haber examinado
la demanda y los documentos que la acompañan, especialmente el
documento base de la pretensión, el resolutor
elabora un proyecto de
admisión de la demanda, cuidando sacar las copias que menciona el art.
195 Pr. C. y luego lo anota en el cuaderno que todo resolutor tiene para
efectos de responder a la Secretaría del tiempo en que resolvió dicho juicio
y saber en que sentido ha resuelto, seguidamente se lo lleva al despacho
del Juez quien firmará, modificara o cambiará totalmente la resolución y la
enviará al Secretario para que la firme.
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2) Costura de la resolución.
Una vez que ha sido firmada la resolución, tanto por el Juez como por
el Secretario,
pasa el juicio al ordenanza del tribunal, para que éste
incorpore la resolución tanto al juicio original como al juicio copia,
cosiéndola, devolverá el original al archivista y el copia y el legajo de
copias se las devolverá al resolutor directamente para que las guarde en
el archivo especial que se lleva para ese efecto, ya que al momento de ir a
emplazar al demandado, será el resolutor el responsable de entregarlas al
notificador.
3) Notificación de la resolución o Archivo para sacar datos para
mandamiento de embargo.
Después que ha sido cosida la resolución en el juicio, éste se devuelve
al archivista, quien es la persona encargada de prestar y controlar los
juicios (EXPEDIENTES), y según el caso, si se trata de una prevención o
si se declaró inadmisible o improponible la demanda, necesariamente
habrá que notificar dicha resolución, ya que el actor debe enterarse de lo
que se ha resuelto, ya sea para que evacué la prevención o para que
interponga los recursos que procedan.
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Cuando se admite la demanda, en estricto derecho debería de
notificarse, para dar cumplimiento al art. 1248 Pr. C. y de hecho hay una
notificación, ya que es costumbre en los tribunales que al admitirse la
demanda, el actor llega, presta el juicio y lo ve, eso equivaldría a una
notificación, pero el notificador no levanta acta y por ello se dice que en
puridad no hay una notificación aunque en la práctica si la hay, y ello
porque quien le presta el juicio es el auxiliar de la secretaría y no el
notificador, como sucede cuando hay prevención, inadmisibilidad o
improponibilidad de la demanda. Cuando la demanda es admitida el
archivista lo CARGARA A MANDAMIENTO DE EMBARGO, lo que
significa que el juicio está listo para que el ejecutor de embargos que se
ha nombrado en el auto de admisión, llegue a sacar los datos para
elaborar el mandamiento de embargo, que debería de hacerlo el mismo
juzgado, pero para efectos de rapidez, se acostumbra que sea el ejecutor
de embargos quien lo haga, limitándose el juzgado, únicamente a revisar
el mandamiento y luego firmarlo el Juez y el Secretario.
6) Fase impugnativa o Recursos.
Como ya se dijo, cada resolución que se provea deberá notificarse a
las partes, para cumplir con el Principio de Publicidad, para que
interpongan los recursos que la ley les concede, si ésta causa perjuicio.
De conformidad al art. 4 Pr. M. Que literalmente expresa “En lo Juicios
Mercantiles tendrán lugar todos los recursos ordinarios y extraordinarios
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establecidos para los juicios civiles, en cuanto les sea aplicable y con las
modificaciones establecidas expresamente por la ley”. Por otra parte los
arts. 503, 551, 600, 984, 987 Pr. C. Y 727 inc. 1º C.C. confirman la
aseveración anterior. Es obvio pensar que cuando se dicta una
inadmisibilidad o una improponibilidad de la demanda, el actor debe apelar
y si lo hace, como consecuencia se remite el juicio al tribunal superior y
habrá que esperar qué resuelve. Son cuatro las situaciones que se
pueden dar en la Sentencia en apelación y son de conformidad con el art.
1089 Pr. C.
a) Confirmar la sentencia;
b) Reformar la sentencia;
c) Revocar dicha sentencia, y;
d) Declarar nula la sentencia.
Si la sentencia que declara la inadmisibilidad o la improponibilidad de la
demanda, fuere confirmada por el tribunal superior en grado, el juicio
regresará al Juzgado y se archivará definitivamente, quedándole expedito
el derecho al actor para controvertir en juicio ordinario la obligación que
causó la ejecución. Arts. 599 Pr. C. y en Juicio Sumario, la obligación
mercantil que causó la ejecución, arts. 62 y 122 L. Pr M.
Si por el contrario se revoca, se admitirá la demanda y el proceso
seguirá su curso normal.
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7) Decreto de embargo.
En el mismo auto que admite la Demanda, va incluido el decreto de
embargo que no es otra cosa que la orden que da el juez para que se
proceda a trabar el embargo en bienes propios del deudor o demandado,
art. 612 Pr. C. Comisiónase a un ejecutor de embargos para que realice
esa diligencia, librándose para tal efecto, el respectivo Mandamiento de
Embargo. Art. 594 inc. 1º Pr. C. Sin hacerle saber a las partes ésta
providencia y de manera especial, sin hacerle saber a la parte
demandada, pues de hacerlo se corre el peligro de que éste venda todo lo
que tiene y al momento que se fuere a trabar el embargo, no le encontrare
nada que embargar. Para librar el mandamiento de embargo, es práctica
en los tribunales de lo mercantil, que quien elabora el Mandamiento de
Embargo es el Ejecutor nombrado en el auto de admisión y que
generalmente es propuesto por el mismo actor, es más, en los casos en
que es un Banco el que promueve el Juicio Ejecutivo, el Ejecutor de
Embargo es un empleado del mismo Banco; pero indistintamente de quien
sea el Ejecutor, para proceder a trabar el embargo, es necesario que el
Juez de la causa lo autorice para hacerlo, para lo cual trae elaborado el
mandamiento de embargo, el auxiliar de Secretaría lo revisa y si reúne los
requisitos que el mismo Juzgado ha dado, así como los que enumera el
art. 613 Pr. C., lo pasa al Juez para que lo firme y luego el Secretario se lo
entrega al Ejecutor, anotando previamente en el Libro de Mandamientos
de Embargo o de Ejecutores como se le llama en la practica (en éste libro
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aparece cada uno de los nombres de los Ejecutores, la autorización dada
por la Sala de lo Civil de la Honorable Corte Suprema de Justicia, la
dirección y fecha en que recibe dicho Mandamiento. También firmará en el
dorso de la copia del mandamiento, con una razón que diga “Recibí
Mandamiento de Embargo”
y la fecha en que lo recibe, todo de
conformidad con el art. 614 Pr. C. “Ver Anexo 3”.
¿Qué es el Embargo?
El art. 612 Pr. C. Establece: “Embargo es el secuestro judicial de
bienes, que no podrá hacerse sin mandamiento de juez competente,
cometido a un oficial público de juez ejecutor, y en su defecto a un juez de
paz específicamente autorizado por un juez de la causa, en éste caso sin
necesidad de información ni de caución”.
8) Traba del Embargo.
Una vez que se ha entregado el Mandamiento de Embargo, al Ejecutor
de Embargos, antes Oficial Público de Juez Ejecutor, éste debe proceder
a su cumplimiento dentro de las veinticuatro horas a más tardar, más el
término de la distancia, según lo ordena el art. 614 inc. 2º. Pr. C., y cuando
tenga que trasladarse a otra jurisdicción deberá presentarse al Juez de
Primera Instancia de la respectiva comprensión territorial para que él le
otorgue el PASE, que se hará constar en el mandamiento y procederá a
trabar el embargo, cuidando de apegar su conducta a lo ordenado por los
arts. 614 al 632 Pr. C.
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Es condición indispensable para el embargo de bienes, que éstos
pertenezcan al deudor y es por ello que el Ejecutor debe estar seguro que
al hacer la traba no embarga bienes ajenos, porque si embarga bienes de
terceros, les nacería a ellos el derecho de entablar un Juicio Ordinario de
Tercería de Dominio Excluyente, arts. 650, 651, 652 Pr. C. Si incumple sus
obligaciones será sancionado con una multa de diez a veinticinco colones,
sin perjuicio de la indemnización de perjuicios, de la acción criminal a que
haya lugar y a ser destituido de su cargo. Art. 614 inc. 3º. y 4º. Pr. C.
Asimismo deberá cuidar de no embargar aquellos bienes que
según el art. 1488 C., no son embargables, quedando exceptuados los
comprendidos en los numerales 3º y 4º del mismo artículo, los cuales
podrán serlo siempre que estén empeñados por la deuda que se reclame.
Art. 632 Pr. C.
Los bienes embargados deben ser depositados en persona
abonada, o sea un Depositario Judicial nombrado para tal efecto, teniendo
en cuenta que ni el acreedor ni el deudor pueden ser depositarios, art. 614
obligación 2ª Pr. C. Si los bienes están en arrendamiento, deben quedar en
poder del arrendatario pero con la obligación de cancelar el canon de
arrendamiento al depositario que se hubiere nombrado, so pena de
abonarlos de nuevo si los entregase a otra persona. Art. 620 Pr. C.
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b.- EMPLAZAMIENTO.
Realizado el embargo, el actor deberá pedir que se emplace al
demandado, es decir, pide que se le haga saber que se le ha entablado juicio
por la cantidad que adeuda, presentando el escrito, el archivista carga
nuevamente el juicio al resolutor para que éste examine si procede o no dictar
el auto que ordene el Emplazamiento; si procede así lo ordenará, teniendo
especial cuidado, pues de tratarse de un demandado que tenga su domicilio
fuera de la comprensión territorial del Juzgado, tendrá que comisionar a otro
Juzgado, generalmente se comisiona a un Juez de Paz Art. 27 Pr. C., librando
para tal fin la respectiva Provisión u Orden. Si el demandado es del mismo
domicilio del tribunal, consignará la dirección en la resolución para que el
notificador lo verifique, dándole cumplimiento a lo que determinan los arts. 208
al 210 y 220 Pr. C. El procedimiento a seguir variará según la forma en que se
verifique, así:
1) Por Comisión.
Después de firmada la resolución donde se ordena el emplazamiento,
el archivista cargará el juicio a una mecanógrafa para que haga la provisión
y el Oficio de remisión de la misma, para hacer la provisión se sacará
fotocopia de la Demanda, del auto de admisión de la demanda y del escrito
donde se pide el emplazamiento y resolución que lo ordena; con ello se
hará la provisión y una vez hecha se pasará al despacho del Juez para que
lo firme juntamente con el Secretario, luego el archivista la carga a un
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archivo que se denomina “para retirar oficio”, quedando listo para que el
actor retire dicha provisión y sea él mismo quien la lleve al Juzgado
comisionado; en la práctica es usual que sea la misma parte interesada la
que lleve tal provisión, ya que de utilizarse el correo tardaría demasiado y
es lógico pensar que al actor le interesa tramitar lo más rápidamente
posible que se pueda, art. 209 Pr. C.
2) Si es el mismo Juzgado el que verifica el emplazamiento.
Es el notificador del tribunal el encargado de realizar el Emplazamiento
y es práctica generalizada que la parte actora se pone de acuerdo con el
notificador en una hora y un día determinado, para ir a practicar el
emplazamiento o el notificador va solo, que es como debería hacerse ya
que es ese su trabajo.
Independientemente de la forma que se
emplazamiento,
utilice para practicar el
es indispensable que se respeten las formalidades
exigidas por la ley en los arts. 208, 209, 210 y 220 Pr. C., de lo contrario
se estaría violentando el principio constitucional de Defensa art. 11 Cn. y
habría como consecuencia nulidad, art. 208 inc. final Pr. C. razón por la
cual es importante que se cumplan las formalidades establecidas para
dicha diligencia.
Verificado el Emplazamiento por el Juzgado comisionado, la misma
parte actora trae de regreso la provisión debidamente diligenciada, para
que se agregue al proceso y poder continuar con la etapa siguiente.
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c.- CONTESTACION DE LA DEMANDA.
El art. 224 Pr. C. Define a la contestación como la respuesta que da el reo
a la Demanda del actor, confesando o contradiciendo la acción y sus
fundamentos. El término que la ley le concede al demandado para hacer uso
de ese derecho, - es según el art. 595 Pr. C. -, de tres días para que
comparezca a estar a derecho y, a contestar la Demanda, art. 211 Pr. C. Y 57
Pr. M.
En este término pueden suceder dos situaciones a saber:
1) Que el demandado Conteste la demanda.
Esto significa que el demandado ha atendido la invitación que el Juez
le ha hecho para hacer uso de su derecho de defensa, quedando con la
contestación trabada la litis, integrada la llamada “Relación Jurídico
Procesal”. Y esa contestación de la demanda la puede hacer
en
cualquiera de las siguientes formas:
a) Contesta afirmativamente.
Esto es que comparece al tribunal, contesta la demanda y además
confiesa su obligación. Arts. 230, 595 inc. 2º. Pr. C. y 57 inc. 2º. L. Pr.
M.
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b) Contesta negativamente.
Significa que comparece al tribunal a contestar la Demanda pero
niega que debe lo que se reclama en el juicio. Arts. 228, 595 inc. 2º. Pr.
C. Y 57 inc. 2º. L. Pr. M.
c) Simplemente se muestra parte.
Sin afirmar, negar ni oponer excepciones.
d) Contesta y opone excepciones.
Lo que significa que comparece al tribunal a contestar la demanda
y hace uso del medio de defensa que la ley le concede, es decir que
opone excepciones; solo que en esta etapa procesal hay que hacer
distinciones entre las excepciones que pueden oponerse y las que en
atención a una ley especial no pueden oponerse. A manera de ejemplo
si la acción ejecutiva es seguida en virtud de un título valor (letra de
cambio, pagaré,
cheque o factura cambiaria), las excepciones que
pueden interponerse son las que taxativamente contempla el art. 639
Com. Y 54 L. Pr. M. Si es en virtud de créditos a la producción, podrá
interponer la excepción de desmejora de la prenda y podrá pedir que
rinda nueva fianza el deudor art. 55 L. Pr. M. Y si el juicio fuere de los
promovidos por la Banca, el régimen de defensa cambia totalmente ya
que según el art. 217 Lit. a) de la Ley de Bancos, solo pueden
oponerse como excepciones la de pago efectivo, la prescripción de la
acción y el error en la liquidación.
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Para tener una idea más amplia de los medios de defensa o
excepciones que encontramos en Doctrina y que son utilizados en
otras legislaciones, haré una enumeración de los principales de ellos,
que señala Novellino1 en su obra “Ejecución de Títulos Ejecutivos”:
Que en nuestro código de comercio se encuentran en su mayoría en el
art. 639 Com.//
(1) Incompetencia.
En primer término se debe aclarar que los efectos de la
competencia en este tipo de juicios, se debe estar al juez del “Lugar
en que deba cumplirse la obligación, expresa o implícitamente
establecido conforme a los elementos aportados en el juicio y, en
su defecto a elección del actor, el del domicilio del demandado o el
del lugar del contrato, siempre que el demandado se encuentre en
él,
aunque
sea
accidentalmente,
en
el
momento
de
la
notificación…”
Todo lo antes dicho está relacionado con la competencia
territorial, que es la única prorrogable en asuntos exclusivamente
patrimoniales, y por acuerdo de partes.
(2) Falta de personería.
No se ataca el título ejecutivo, sino la personería de quien lo
presenta en juicio, (ejecutante), pero esta personería se amplía y
1
Novellino, Norberto J. “Ejecución de Títulos Ejecutivos y Ejecuciones Especiales” páginas 240 a 294.
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comprende al ejecutado y a sus representantes o apoderados. Su
naturaleza es eminentemente procesal y tiene por objeto evitar que
se tramite un juicio que luego puede ser anulado por falta de un
presupuesto procesal, como lo es el de la capacidad civil de
quienes litigan o por insuficiencia de mandato.
(3) Litispendencia.
Refiriéndose a la existencia de otro juicio ejecutivo y por la
misma obligación, en otro juzgado o tribunal competente.
(4) Falsedad del título.
Esta defensa se puede fundar únicamente en la alteración del
documento, y debe ir acompañada del incidente de redargüir de
falso el documento, por parte del ejecutado.
(5) Inhabilidad del título.
Esta excepción se encuentra limitada “a las formas intrínsecas
del título, sin que pueda discutirse la legitimidad de la causa”.
(6) Prescripción.
Ésta se encuentra definida en el art. 2231 C. C. El que
literalmente expresa: “Es un modo de adquirir las cosas ajenas, o
de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído
las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos
durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos
47
legales. Una acción o derecho se dice prescribir, cuando se
extingue por la prescripción”.
Las reglas generales para la prescripción están dadas en el art.
995 Com. y en lo demás, según como cada caso en particular que
señala el mismo Código de Comercio.
(7) Pago documentado total o parcial.
(8) Compensación.
Se debe tratar de un crédito líquido, que resulte de documento
que traiga aparejada ejecución. “La compensación de las
obligaciones tiene lugar cuando dos personas por derecho propio,
reúnen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente, siempre
que sea de la misma naturaleza de la obligación que se ejecuta, y
que el crédito en compensación esté justificado plenamente al
deducir la excepción. Ella extingue con fuerza de pago, las dos
deudas hasta donde alcance la menor, desde el tiempo en que
ambas comenzaron a coexistir”.
(9) Quita.
Es la reducción de parte de la deuda, lograda en un acuerdo
con el acreedor, celebrado con anterioridad a la intimación judicial
de pago, aunque obviamente con posterioridad al acto de
constitución del crédito. El documento que acredite dicha quita,
debe bastar a sí mismo.
48
(10)
Espera.
Es el nuevo plazo que en forma convencional o emanada de la
voluntad del acreedor, es acordado al deudor para el cumplimiento
de la obligación, sin que pueda exigirse antes de que venza.
(11)
Remisión.
Habrá remisión de deuda, cuando el acreedor entregue
voluntariamente al deudor, el documento original en el que consta
la deuda, si el deudor no alegare que la ha pagado..
(12)
Novación.
Es la transformación de una obligación en otra. Al igual que
todas las defensas precitadas, debe ser acreditada mediante
prueba instrumental.
(13)
Transacción.
“Es un acto jurídico bilateral por el cual las partes, haciendo
concesiones
recíprocas,
extinguen
obligaciones
litigiosas
o
dudosas”. Aunque su validez depende de la presentación del
escrito pertinente al Juez que interviene en el Juicio Ejecutivo de
que se trate, siendo innecesaria su aprobación por parte del
magistrado, la tarea de éste se debe limitar a examinar la
concurrencia de los requisitos establecidos por la ley para la validez
de la transacción, y la homologará o no.
49
(14)
Conciliación.
Según Bustos Berrondo, Horacio, la critica tanto o más que a la
transacción, considerando que no se trata de una excepción
autónoma. Desde el punto de vista procesal no se puede
desconocer la existencia de ésta excepción, pero siempre que
dicha conciliación se concrete fuera del expediente judicial y antes
de la intimación de pago; de lo contrario si tal acuerdo se lleva a
cabo con posterioridad y dentro del juicio, no cabría duda alguna de
que no se trataría de una excepción, sino de uno de los modos
anormales de terminación del proceso
(15)
Compromiso.
Se refiere al supuesto de que el acreedor y deudor hayan
sometido la solución de sus diferencias a la decisión de árbitros o
amigables componedores. El compromiso deberá formalizarse por
escritura pública o instrumento privado o por acta extendida ante el
juez de la causa, o ante aquel a quien hubiese correspondido su
conocimiento.
(16)
Cosa Juzgada.
La finalidad de ésta excepción, consiste en evitar la anarquía de
las decisiones judiciales que, una vez firmes, no pueden ser
materia de otra controversia, pues de lo contrario y ante la
50
posibilidad de que haya un fallo opuesto al anterior, careceríamos
de seguridad jurídica, sin la cual no resulta posible la vida.
(17)
Nulidad.
Los únicos casos en que es procedente la excepción de nulidad
son: el no haberse hecho legalmente la intimación de pago y el
incumplimiento de las normas establecidas para la preparación de
la vía ejecutiva.\\
e) Finalmente puede suceder que el demandado comparezca al
tribunal y contrademande.
Lo que es lo mismo que hacer una reconvención o mutua petición o
la doble demanda como es conocido por los expositores del Derecho.
Art 232 Pr. C. Al darse tal supuesto, el juicio se tramita como doble y se
tendrá que emplazar al actor, que en virtud de la contrademanda se ha
convertido en demandado.
2) Que el demandado no conteste la Demanda.
Esta actitud implica que el demandado no aceptó la invitación que se le
hizo para comparecer a hacer uso del derecho de defensa que la misma
ley le otorga, se entiende que es desatento ya que al emplazarlo lo que se
está haciendo es invitándolo para que forme parte de los sujetos
intervinientes en el proceso arts. 228 Pr. C. y 57 inc. 2º L. Pr. M.
51
Como consecuencia por no comparecer a contestar la demanda, a
petición de la parte actora, se declarará rebelde al demandado, lo que se
conoce como DECLARATORIA DE REBELDÍA. La rebeldía ha venido
siendo entendida como una sanción contra el demandado que se niega a
colaborar en el proceso, ya que entorpece la buena administración de
justicia, esta concepción se encuentra implícita con respecto al demandado
en los arts. 217, 222 y 223 Pr. C.
Dicho criterio ha de abandonarse conforme a una interpretación
constitucional de los preceptos constitucionales procesales; desde ésta
perspectiva, la declaratoria de rebeldía se hace necesaria para que el
proceso continúe su curso, al tiempo que determina una situación
específica al demandado, derivada de esa consecuencia. El fundamento
legal de la declaración de rebeldía se encuentra en el art. 223, 531 y 532
Pr. C.
Consecuencias Procesales según se contesta o no la
Demanda.
Conviene determinar cual es la consecuencia procesal inmediata de
contestar en un sentido o no contestar la demanda, y está determinada por el
art. 595 inc. 2º Pr. C. Y 57 inc 2º L. Pr. M. y es que si contesta afirmativa o
negativamente o simplemente se muestra parte, NO HABRA TÉRMINO DEL
ENCARGADO o término de prueba.
52
Si contesta la demanda y opone excepciones, tendrá necesariamente
que abrirse el juicio a pruebas por ocho días con todos cargos art. 250 Pr. C. y
el demandado podrá alegar nuevas excepciones y probarlas dentro del término
probatorio art. 595 inc.3º Pr. C. en relación con el art. 57 inc. 3º L. Pr. M.
En el caso de la contrademanda, habrá que esperar a que el actor, que en
la reconvención de la demanda pasa a ser el demandado, conteste la
demanda y oponga excepciones para que se pueda abrir a prueba, de lo
contrario, tampoco habrá término del encargado.
En conclusión, en atención al art. 595 inc. 2º y 3º Pr. C. y 57 Pr. M. en el
Proceso Ejecutivo Mercantil solo habrá TERMINO DEL ENCARGADO, en el
caso que se opongan excepciones, tal como claramente se deduce de la
lectura del art. 57 inc. 3º L. Pr. M.
Cualquiera que sea la forma en que el demandado conteste, el Juzgado
tendrá que pronunciarse y notificar dicha resolución. Si es declarando rebelde
al demandado, habrá que notificar al rebelde, tal como lo prescribe el art. 532
Pr. C.; si se abre a pruebas el juicio, habrá que notificárselo a las partes para
que a partir del día siguiente al de la última notificación, les comience a correr
el término, esto es así porque los ocho días ENCARGADOS, son fatales y
comunes a las partes art. 596 Pr. C.
53
d.- TERMINO DE PRUEBA.
Este es el momento procesal para vertir y presentar todas las pruebas
que se tengan para poder probar los extremos pedidos en la demanda,
asimismo para que el demandado desvirtúe lo aseverado por el actor en su
pretensión y para ello hará uso de todos los medios de prueba contemplados
por el derecho común, art. 253 Pr. C. Más los medios especiales del Derecho
mercantil, art. 999 com. y art. 30 al 36 L. Pr. M.
Por tratarse de juicios con prueba preconstituida se vuelve bastante
difícil desvirtuarla, pero ello no impide que puedan oponerse todas las
defensas o excepciones que la ley permite en cada caso en particular; a
manera de ejemplo diremos que lo que más abunda como medio de prueba es
la prueba por peritos, especialmente cuando el demandado opone la
excepción contemplada en el Romano II del art. 639 com., es decir el cotejo
pericial y éste se resuelve enviándole un oficio al Director de la Policía
Nacional Civil, solicitándole nombres de peritos
calígrafos o grafotécnicos,
para que previo señalamiento de día y hora, determinen si la firma puesta en el
título, es o no del demandado, quienes llegado el momento señalado piden al
demandado que haga trazos, firmas y de esa manera determinar si la firma
que consta en el título es o no del demandado. Terminado el cotejo, los peritos
entregarán su dictamen al tribunal que los hubiere nombrado.
Es bueno considerar que la gama de pruebas de las obligaciones
mercantiles es más amplia que en materia civil, tal como lo señala el art.999
54
Com. y que cuando la ejecución se siga con títulos valores, solamente serán
admisibles las excepciones contenidas en el art. 639 Com. en los demás casos
se podrá hacer uso de cualquier medio probatorio de los permitidos en el art.
999 Com.
El Término de Prueba en el Juicio Mercantil Ejecutivo, al igual que en el
civil, es conocido con el nombre de término del encargado y es fatal y común
a las partes, art. 246 inc. 3º Pr. C. razón por la cual no se pueden prorrogar por
ningún motivo, y al establecer la ley que es común, está diciendo que no es
privativo de una de las partes solicitar primero la prueba, sino que lo puede
hacer cualquiera de las partes.
Normalmente el término de prueba es de ocho días según el art. 596
Pr. C., excepcionalmente si el Juicio Ejecutivo Mercantil es seguido en virtud
de un crédito a la producción, el término de prueba se reduce a cuatro días,
art. 55 No 4) L. Pr. M. lo cual casi nunca ocurre, porque en el tribunal siempre
dan los ocho días, además los que dan los créditos a la producción,
generalmente son los bancos y con la nueva ley de bancos aprobada en
septiembre de 1999, en su art. 217 literal a), el término de prueba será de ocho
días, con lo cual se estandariza el término del encargado;
En las ejecuciones seguidas por la banca,
como excepciones
únicamente se admitirán la de pago efectivo, la prescripción de la acción y el
error en la liquidación, con lo cual quedan restringidas las defensas que se
pueden interponer.
55
En la práctica en el 90% de los juicios ejecutivos que se tramitan, se
declara rebelde al demandado, no habiendo de esa manera oposición y por lo
tanto no hay término del encargado o de prueba como suele llamársele.
Deseo hacer un paréntesis en cuanto a la Prescripción, en el sentido que
ésta se interrumpe al presentar la demanda, pero sucede que muchas veces
una vez iniciado el proceso, éste es abandonado por el actor y después de
mucho tiempo se le vuelve a dar impulso, evadiendo de esa forma los efectos
de la prescripción, pero eso puede ser atacado con lo que se conoce como
caducidad de instancia, con fundamento en los arts. 468 y 469 Pr. C., el
primero se refiere a la deserción, desamparo o abandono de la acción, que
tiene relación con el art. 611 Pr. C. y el segundo a lo que se conoce como
Caducidad de Instancia y dice así “En toda demanda en primera instancia, se
tendrá por acabada y extinguida la acción, por no proseguirse en el término
señalado por la ley para la prescripción”, esto relacionado con los arts. 2231
Pr. C., 995 Com. y 74 de la Ley de Bancos, nos dan la pauta para no permitir
que se continúe con esa práctica.
Cito textualmente lo que Bustos Berrondo entiende por Caducidad de
Instancia …”Técnicamente no se trata de una excepción…” y que el legislador
ha hecho bien en no incluirla entre las admisibles, agrega además en forma
terminante “Tiene este instituto otra finalidad y otro trámite y no debe
confundirse con ellas”. Pero el hecho de no considerar la caducidad de
instancia dentro de las excepciones, no implica sostener que no se pueda
56
interponer en los juicios ejecutivos, sino que solo se trata de un instituto que
tiene un procedimiento distinto, en tanto que se produce “cuando no se instare
“ el curso de la instancia dentro de los plazos determinados.
Es decir que la
caducidad o perención de instancia puede ser deducida sin duda alguna en el
juicio ejecutivo, pero no como excepción, sino como uno de los modos
anormales de terminación del proceso. 2
e.- SENTENCIA DEFINITIVA O SENTENCIA DE REMATE.
Transcurrido el término de prueba y habiéndose vertido todas las que
eran pertinentes, la parte actora pedirá al juez que traiga el juicio para
sentencia, aunque eso pudo haberlo pedido al momento que pidió se declarara
rebelde al demandado; el juez accederá con un decreto de sustanciación en el
que resolverá traer el juicio para sentencia, dicha resolución será firmada por
el juez y el secretario, la cual se notificará a las partes presentes en el
proceso. Notificada esta última resolución se entregará el juicio al resolutor
para que lo estudie y pueda redactar el proyecto de la sentencia que conforme
a derecho corresponda, art. 597 Pr. C. “Vencido el término del encargado, el
juez, dentro de los tres días subsiguientes, sin admitir ninguna solicitud de las
partes, salvo lo dispuesto en los incisos 1º. Y 2º. Del art. 645, pronunciará
sentencia, condenando al demandado o declarando sin lugar la ejecución,
según el mérito de las pruebas, si se hubieren producido. En el mismo caso
ordenará la subasta y remate de los bienes embargados o la entrega de ellos
2
Novellino, Norberto José “Ejecución de Títulos Ejecutivos” 3ª Edición
57
al ejecutante cuando así proceda conforme a las disposiciones de éste
código”,
Sentencia que puede pronunciarse en dos sentidos:
1) Condenando al demandado o lo que en Doctrina se denomina
Sentencia Estimativa.
En este caso, ordenará la venta de los bienes embargados, es decir
que ordena que se siga adelante con la ejecución. Esta sentencia puede
ser de dos formas:
a) De Remate de los bienes embargados.
Que es la que se produce cuando el Juzgado ordena la venta de los
bienes, para pagar con su producto, todo lo que reclama el ejecutante.
b) De Pago.
Esta se da cuando el Juez ordena satisfacer la reclamación del
acreedor con el dinero, créditos, como sucede en los casos
contemplados por la Ley art. 633, Pr. C., en el que no hay necesidad
de subasta sino que una vez dictada la sentencia firme, se procede
directamente a hacer el pago al acreedor, y de allí que deriva su
nombre, “Sentencia de pago”.
2) Declarando sin lugar la ejecución o sentencia desestimativa.
Según el mérito de las pruebas, si se hubieren producido, o aún de
oficio, el Juez está obligado a declarar sin lugar la ejecución, aunque nada
58
haya dicho el deudor, cuando estando el juicio para sentencia, el Juez al
hacer un estudio detenido y minucioso del documento base de la
pretensión, llega al convencimiento de que carece de uno o más requisitos
de los que la ley exige para tenerlo como documento que trae aparejada
ejecución aunque se supone que este examen se hizo al momento de
recibir la demanda y que en ese preciso momento debió declararse
improponible o inadmisible, pero si no se hizo, lo puede hacer en el curso
del proceso “IN PERSIQUENDI LITIS” o al momento de dictarse la
sentencia. Cuando la obligación reclamada adoleciera de nulidad absoluta
art. 1318 C. Caso en el cual, conocido el vicio, el Juez está obligado
conforme al art. 1553 C. a reconocer y declarar de oficio dicha nulidad y lo
que debe hacer es declarar sin lugar la ejecución, sin entrar a declarar la
nulidad de la obligación, porque esto no corresponde hacerlo en un juicio
extraordinario como el Juicio Ejecutivo. El
art.
597
Pr.
C.
Transcrito
anteriormente, - en el literal e, - apunta a que la sentencia debe dictarse
dentro de los tres días que siguen a la notificación del “tráigase para
sentencia”, pero en la práctica no ocurre así ya que debido al excesivo
trabajo que los juzgados mantienen, es difícil proveerlas en dicho término y
lo normal es que se dicten dentro de los quince días que siguen a la
mencionada notificación.
Siempre que se pronuncie la sentencia, el juez tendrá que resolver en
lo accesorio de la misma, que será sobre intereses convencionales o
legales y moratorios, si los hubiere y las costas procesales art. 439 Pr. C.
59
Elaborado el proyecto de Sentencia por el Resolutor, se envía al
Juez para que apruebe o desapruebe dicho proyecto, si fuere aprobado lo
entregará al secretario para que se lo entregue al archivista y éste lo
cargue a una de las mecanógrafas del tribunal para que mecanografíe el
proyecto; después que la Sentencia ha sido mecanografiada, es
confrontada por la mecanógrafa y el Secretario para luego ser firmada;
seguidamente es cosida por el ordenanza para luego ser cargada al
notificador, para que éste haga saber a las partes dicha Sentencia.
f.- NOTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA.
Después
de
cosida
la
sentencia
y
CARGADO
EL
JUICIO
AL
NOTIFICADOR, éste procederá a notificar, dando cumplimiento al art. 220 Pr.
C. Aunque el demandado hubiere sido declarado rebelde, siempre deberá
notificársele la sentencia y es práctica generalizada en los tribunales que solo
se notifica a la parte presente y al rebelde lo único que se le notifica es el fallo
por medio de edicto de conformidad al art. 220 inc. 1º Pr. C., aunque el mismo
artículo en su parte final establece que tal notificación deberá hacerse
leyéndosela a la parte en persona, este quiere decir que había que hacerlo
personalmente, como si se tratase de un emplazamiento.
60
g.- FASE IMPUGNATIVA O RECURSOS.
Después que la sentencia ha sido notificada a las partes, les nace el
derecho a recurrir de dicha sentencia, -si es que les causa algún agravio -.
Pudiendo interponer los recursos que de acuerdo a la ley procedan.
“Eduardo Pallares considera que “Los recursos son los medios de
impugnación que otorga la ley a las partes y a los terceros para que obtengan
mediante ellos, la revocación o rescisión de una sentencia o en general de una
resolución judicial. Excepcionalmente, el recurso tiene por objeto el declarar
nula la resolución”.
Tales recursos tienen absoluta operancia en el Proceso Mercantil
Ejecutivos art. 4 L. Pr. M. considerando las modificaciones expresamente
citadas en la ley, señaladas en el numeral 5) de esta exposición. En esta
etapa pueden darse las situaciones siguientes:
1) Que ninguna de las partes recurra de la sentencia por considerar
que ha sido dictada apegada a derecho.
Y que en consecuencia no causa ningún agravio, dada esa situación el
proceso continúa su curso normal y pasa a la etapa que sigue.
2) Que cualquiera de las partes recurra dentro del término de ley
correspondiente y ante la autoridad competente para ello.
Cualquiera de los recursos que proceden, según los arts. 425, 426,
436, 443 inc. 4º, 496, 503, 808, 980, 1086, 1087 Pr. C. Si sucede que se
61
presenta algún recurso, el Juez tendrá que admitirlo o denegarlo. Si no
admite tal recurso tendrá que razonar su resolución, fundamentando en la
ley, los argumentos que tenga para no hacerlo, en ese caso si se trata de
un recurso de apelación, podrá el recurrente, negada la apelación por el
juez, presentarse al tribunal superior dentro de los tres días contados a
partir del día siguiente al de la notificación de la negativa, art. 1028 Pr. C.
En caso que la negativa del Juez no sea justificada, el tribunal superior
admitirá el recurso de apelación y recorrerá toda la segunda instancia tal
como lo establece la ley, es a lo que se le denomina apelación de hecho.
Ante la interposición de cualquier recurso, básicamente pueden
esperarse dos resultados:
a) Que se confirme la sentencia dada.
Lo que significa que el recurso no produjo el resultado esperado por
el recurrente, es decir que el recurrir fue inoficioso; esto puede ocurrir
ya sea porque dicho recurso era improcedente o simplemente porque
no tenía los argumentos suficientes para recurrir de la sentencia y solo
lo hizo para dilatar el proceso, si quien apeló con ésta intención fue el
demandado, complica la situación, porque lo que ha hecho es demorar
el proceso y con ello lo que ha conseguido es que se sigan cobrando
más intereses; como consecuencia el juicio se encuentra en el mismo
estado en que se encontraba al momento de interponer el recurso y el
proceso sigue la trayectoria normal.
62
b) Que se revoque la sentencia recurrida.
Esto es que el interponer el recurso produjo el resultado esperado,
pues se ha logrado cambiar en todo o en parte la sentencia que causó
el agravio al recurrente. Al producirse este resultado, el rumbo del juicio
cambia totalmente y puede suceder que se anule la sentencia y todo lo
que fuere su consecuencia o hasta anular todo el juicio o simplemente
reformar en una de sus partes la providencia alzada.
h.- EJECUTORIA DE LA SENTENCIA.
Resuelto el recurso de apelación o cualquiera otro que se hubiere
interpuesto o aún cuando no se hubiere recurrido, la parte actora pedirá que se
declare ejecutoriada la sentencia a fin de que tal sentencia quede firme, que
adquiera los efectos de inamovible aunque no de cosa juzgada, pues el art.
599 Pr. C. en relación con el 62 y 122 L. Pr. M., establecen: que la sentencia
dada en el juicio ejecutivo, no produce los efectos de cosa juzgada, dejando
expedito el derecho a las partes para controvertir en juicio sumario, la
obligación mercantil que causó la ejecución. Exceptúase el caso en que la
ejecución se funde en títulos valores, en el cual la sentencia producirá los
efectos de cosa juzgada.
63
El fundamento jurídico del porqué la sentencia dada en juicio ejecutivo,
adquiere la calidad de cosa juzgada, cuando el documento base de la
pretensión sea un título valor, es porque el ejecutado tiene la oportunidad de
oponer todas las excepciones señaladas en el art. 639 Com. y de allí que
puede hacer uso de todos esos medios de defensa dentro del juicio ejecutivo
razón por la cual no es posible que se le permita volver a iniciar otro juicio
sumario basado en el mismo Título Valor.
Ejecutoriada la sentencia definitiva o de remate como se le conoce, el
juicio ejecutivo pasa a su segunda fase que en doctrina se le conoce como
compulsiva o de ejecución.
2.- FASE COMPULSIVA O DE EJECUCION.
Principia con la orden que da el juez para iniciar el procedimiento para realizar
la venta en pública subasta, de los bienes que se le han embargado al deudor.
a.- ORDEN DE VENTA DE BIENES EMBARGADOS.
Inicia con la petición que hace al juez la parte actora, solicitando se
proceda a subastar los bienes que se han embargado en virtud del decreto de
embargo, el tribunal proveerá un auto que contiene tres órdenes:
1) Fijación de primeros carteles en el lugar del juicio (Tablero
judicial) y en el lugar de los bienes a subastarse.
Si se trata de bienes muebles en el lugar donde los tenga el Depositario
Judicial que se nombró en las Diligencias de Embargo; si es inmueble se
fijará el cartel en el lugar donde se encuentre ubicado dicho inmueble.
64
Estos carteles contendrán los nombres del ejecutante y del ejecutado, la
designación de los bienes que se venden y el Juzgado en que ha de
verificarse la venta. Art. 606 Pr. C.
2) Publicación de carteles.
Uno de los carteles enunciados en el literal anterior, se publicará por
tres veces en el Diario Oficial y en un Diario de circulación nacional, las
publicaciones deben ser alternas, so pena de nulidad, art. 606 Inc. 1º. Pr.
C.; esto se hace para lograr que más posibles compradores se enteren de
que se realizará la venta en pública subasta.
3) Informe al Registrador de la Propiedad Raíz e Hipotecas.
Si los bienes embargados fueren inmuebles, se pedirá al Registrador de
la Propiedad Raíz e Hipoteca correspondiente,
que informe al tribunal
sobre la situación jurídica de dicho inmueble, para saber si se hayan
inscritos a favor de otra persona, por derechos reales u otros que deban
respetarse, y si resultare afirmativo, deberá citarse en la forma debida,
para proceder a la subasta. Art. 645 inc. 3º Pr. C.
4) Valúo.
Puede contemplarse una cuarta orden y es la expresión del valúo que
dan a los bienes embargados. Como el 90% de los juicios mercantiles
ejecutivos que se tramitan en los juzgados son promovidos por la banca,
implica que en el momento en que nace la obligación cuyo cumplimiento se
reclama, se dio garantía sea prendaria o hipotecaria a favor del acreedor y
65
generalmente en ese mismo momento se le dio una valor a la garantía, por
lo que procesalmente hablando ya no habría necesidad de prevenirse que
expresen el valor que dan a tales bienes, a no ser que la relación causal
que dio origen a la acción haya sido un título valor y como consecuencia
no se dio garantía.
En el caso que los bienes embargados no se hayan valuado, en el
mismo auto en que se ordena la venta en pública subasta, se nombrará a
dos peritos para que den el justiprecio y practiquen el valúo de conformidad
con el art. 347 Pr. C. nombrados los peritos valuadores de los bienes
embargados, habrá que hacerles saber dicho nombramiento, para que
acepten y de ser así, sean juramentados en legal forma. Juramentados los
peritos, la parte actora pedirá señalamiento para proceder al valúo de los
bienes de que se trata. Los peritos practicarán el valúo y entregarán al juez
un informe firmado por ellos, donde expresarán el valor de los bienes, si
fueren varios bienes darán el precio de cada uno de los bienes por
separado, para efectos de facilitar las pujas o posturas al momento de
realizarse la subasta Art. 606 inc. 3º y 4º Pr. C.
El precio dado a los bienes en el valúo, servirá de base para la venta
en pública subasta, se calcularán las dos terceras partes de dicho valúo y a
partir de esa cantidad podrán empezar a pujar
los postores que se
presenten a la hora señalada para la subasta. Cabe señalar al respecto
que el art. 635 Pr. C. Establece que “No se admitirá postura por menos de
66
las dos terceras partes del valúo. Tampoco se admitirá la que no sea en
dinero de contado si no es con consentimiento del acreedor”.
Una vez dictada esta resolución el Juez autoriza la venta en pública
subasta, el juicio se carga a la mecanógrafa para que haga los carteles y el
oficio dirigido al Registrador de la Propiedad Raíz según el lugar en que se
encuentre ubicado el bien raíz y serán firmados por el juez y el secretario,
se guarda el juicio en el archivo denominado “para retirar oficios”,
esperando que la parte actora retire el oficio dirigido al registrador y lleve al
ordenanza del tribunal a fijar el cartel donde corresponda.
b.- SEÑALAMIENTO PARA LA SUBASTA.
Transcurridos quince días después de la última publicación en el Diario
Oficial, el Juez a solicitud de parte señalará día y hora para el remate de los
bienes embargados y mandará fijar los segundos carteles, expresando en los
mismos el valúo que se le da a los bienes embargados y la hora en que se
rematarán art. 607 Pr. C. Para este caso nuevamente se le cargará a la
mecanógrafa para que elabore nuevos carteles con expresión del día y hora
del remate y de igual forma que en la etapa anterior se irán a colocar los
carteles donde corresponda; asimismo el tribunal se cerciorará que el
registrador haya contestado el informe que se le pidió
sobre la situación
jurídica del inmueble, pues si en dicho informe se dice que el bien raíz se
encuentra inscrito a favor de otra persona, por derechos reales u otros que
deban respetarse, debe citarse a dicha persona, para proceder a la subasta; y
67
en caso que fuera acreedor hipotecario, se cubrirá su crédito con el precio del
remate en el orden de prelación establecido por las leyes sustantivas, arts. 645
inc. 3º. Pr. C. Y 2217 C.
Citaciones para señalamiento.
Habiéndose cumplido todas las formalidades legales para proceder a la
subasta, el notificador tendrá que citar a las partes para que comparezcan a la
venta en pública subasta, lo mismo que a las personas que resultaren tener
derechos en el inmueble de que se trata;
tal como se dijo en el párrafo
anterior, el actor deberá estar pendiente de que se hayan fijado los carteles en
la forma indicada en el numeral anterior y si éste se colocó en una
circunscripción territorial distinta a la del asiento del tribunal, debió haberse
comisionado al Juez de Paz respectivo y que la provisión se haya devuelto
debidamente diligenciada.
A esta altura de nuestro estudio, conviene observar que puede ocurrir
dentro del proceso lo que conocemos como LA DESERCIÓN, la cual está
regulada en el art. 611 Pr. C. “La deserción y la rebeldía se pronunciarán del
mismo modo y por los mismos trámites que en los casos comunes y
explicados; Pero la deserción en el juicio ejecutivo puede pedirse y declararse
en cualquier estado de la causa”. Y la deserción según el art. 468 Pr. C. Es el
desamparo o abandono que la parte hace de su derecho o acción, deducida
previamente ante los jueces y tribunales.
68
Y se produce sin necesidad de aceptación previa de la contraparte.
De conformidad al art. 536 Pr. C. La deserción procede cuando el actor
desampara la demanda después de contestada, dejando transcurrir seis o más
días sin pedir o hacer lo que, conforme a derecho sea necesario de su parte
para la continuación del juicio, y se requiere para declararla, que se prevenga
antes al actor que continúe su acción dentro de los tres días perentorios y si
los deja transcurrir sin hacerlo, la deserción se declara con costas si el
demandado lo pide, notificándose al actor la declaratoria, en la forma legal. Art.
537 Pr. C.
Es raro que la deserción se dé en el juicio ejecutivo, antes de la sentencia
definitiva, pero al contrario de lo que sucede en los demás juicios, sí puede
presentarse después de la sentencia ejecutoriada, pues mientras en éstos la
acción del actor queda
terminada con la sentencia definitiva, en el juicio
ejecutivo no sucede lo mismo, ya que como hemos señalado, una vez
ejecutoriada la sentencia que favorece al actor, comienza lo que hemos
llamado la fase compulsiva que termina con el remate o adjudicación de los
bienes del deudor. Y hay ciertos trámites que necesariamente los debe pedir el
actor para continuar con la ejecución hasta su completo fin; ejemplos de estos
son el valúo de los bienes por peritos, la petición de venta y señalamiento para
el remate de los bienes embargados, trámites que si no los pide el ejecutante
pueden dar lugar a que el ejecutado le acuse deserción y, si después de
habérsele prevenido no lo hace, debe declararse la deserción con costas.
69
La razón por la que el art. 611 Pr. C. dice que la deserción en el juicio
ejecutivo puede declararse en cualquier estado de la causa y no del juicio, es
porque éste conforme a la ley, termina con la sentencia de remate o de pago.3
c.- VENTA EN PÚBLICA SUBASTA O REMATE.
Llegado el día y hora señalado para verificar la subasta, el resolutor
revisará el expediente momentos antes de la hora indicada para el remate,
para asegurarse que se han cumplido con todas las formalidades legales y
proceder así a la venta. El art. 634 Pr. C. Preceptúa: “El juez se sentará con
mesa y
recado de escribir, a la puerta de su oficina acompañado de su
secretario, dos horas antes de la señalada para el remate y se darán pregones
anunciándose las posturas que se hicieren”.
También estará presente un colaborador judicial al que se le llama
pregonero, es quien leerá el cartel o pregón, las partes y todos los posibles
compradores que se hayan enterado; antes de leer el pregón, el secretario se
cerciorará de la capacidad económica de los postores, a fin de poder
determinar si cuentan con el dinero necesario para hacer las posturas o pujas,
es decir si cuentan con las dos terceras partes del valúo dado. Esta venta se
realizará como las ventas al martillo y se venderá al mejor postor, es decir al
que mejor postura haga, al que ofrezca la mayor cantidad, hasta que no haya
quien la mejore. Después que el Secretario la repita por tres veces y no
3
Tomasino, Humberto “El Juicio Ejecutivo en la Legislación Salvadoreña”
70
habiendo nadie que la supere, se entenderá que se remata a favor de él.
De todo lo actuado en la subasta se levantará un acta la cual será
firmada por el Juez, el comprador, las partes que hubieren concurrido, el
pregonero aunque la ley no lo contemple y el Secretario. Arts. 636 y 637 Pr. C.
En éste momento procesal, se pueden dar dos situaciones:
1) Que los bienes sacados a remate se vendan.
En tal caso el comprador pedirá la aprobación del remate, art. 642 Pr.
C.
2) Que los bienes sacados al remate no se vendan.
En este caso, al actor le quedan dos opciones:
a) Pedir que se le adjudiquen en pago los bienes embargados.
Por las dos terceras partes del valúo que sirva de base al remate
arts. 639 Pr. C. Y 217 de la Ley de Bancos; o,
b) Pedir que se saquen nuevamente los bienes a subasta.
Podrá pedir que se saquen nuevamente a subasta, previo
señalamiento de día y hora, cuantas veces lo solicite alguna de las
partes hasta que se vendan art. 638 inc. 1º Pr. C. Si sacado a Remate
el bien por tres veces, no se vendiere o no se adjudicare, se realizará
un nuevo valúo para otras subastas; este procedimiento se repite hasta
que se remate o se adjudique el bien, art. 217 literal c) de la Ley de
Bancos.
71
MODOS ANORMALES DE TERMINACIÓN DEL PROCESO.
Como lo afirma el jurisconsulto Manuel Osorio, la Sentencia es el modo
normal de extinción de la relación procesal. Es la decisión judicial que en la
instancia pone fin al pleito civil, resolviendo los derechos de cada litigante y la
condena o absolución del procesado. Sin embargo acontece en la práctica
tribunalística que no siempre el juicio se termina por Sentencia, sino que hay
maneras o modos anormales que le ponen fin al litigio, tales son:
1) Sobreseimiento.
“Consiste en la finalización del juicio ejecutivo, mediante pagos
hechos por el ejecutado, antes de que el comprador deposite en tiempo y
forma el saldo del precio; desinteresando al ejecutante, al martillero y al
mismo comprador de la manera estipulada por la ley”. “Ver Anexo 5”
Esta figura se encuentra contemplada en nuestra legislación en el
art. 645 inc 2º que literalmente señala: “Puede también el deudor, redimir
los bienes ejecutados, satisfaciendo la deuda y costas. En este caso se
SOBRESEERÁ en el procedimiento. Después de celebrado el remate,
queda hecha irrevocablemente la venta a favor del comprador”.
Conviene aclarar sobre este punto, que se puede pedir el
sobreseimiento, cuando la parte ha sido legalmente emplazada. Cuando la
parte demandada no ha sido emplazada, basta que el actor pida que se
declare extinguida la obligación contraida por los deudores y que se
levante el embargo declarado en sus bienes. “Ver anexo 2”.
72
Bustos Berrondo, Horacio,4 censura el hecho de que la norma
procesal lleve por título el sobreseimiento en el procedimiento, entendiendo
que debió ser el de liberación o rescate de bienes, por cuanto el
sobreseimiento es ajeno al procedimiento civil y porque además no se
encuentra comprendido en los modos anormales de terminación del
proceso, que son los que a continuación señalamos. Asimismo el precitado
autor destaca que no critica la incorporación al código de la posibilidad
acordada al deudor de rescatar sus bienes embargados, pues ha venido a
llenar un vacío que perjudicaba al ejecutado.
2) Desistimiento.
Es una forma de renuncia; en materia Procesal se habla del
desistimiento
del
proceso
y
desistimiento
del
derecho.
Nuestro
ordenamiento jurídico lo consagra en el art. 464 Pr. C. Que contempla el
apartamiento de alguna acción o recurso, pero que doctrinariamente
existen las dos clases de desistimiento siguientes:
a) Desistimiento del Proceso.
Es el acto por el cual el actor formula una inequívoca manifestación
de voluntad, tendiente a poner fin a la relación procesal, que en
principio tiende a afectar únicamente la relación procesal, dejando
incólume el derecho, no se renuncia al proceso, se renuncia a
continuar con él; en el caso que esta renuncia suceda antes de la
4
Bustos Berrondo, Horacio “El sobreseimiento en el Juicio Ejecutivo”
73
notificación, lo único que hace el actor renunciante es dejar de
estimular la función jurisdiccional, dejar de ejercitar la acción; pero si
sucede una vez trabada la litis, una vez integrada la relación jurídico procesal, en este caso para que dicha renuncia tenga efectos, se
requiere la conformidad del demandado; si éste no la presta, el proceso
continuará, si en cambio da el acuerdo, el Juez dictará una resolución
que no hará mérito de la cuestión de fondo y aunque declare extinguido
el proceso, no puede conferir efectos aniquilatorios inmediatos a la
relación procesal.
b) Desistimiento del Derecho.
Es equivalente a la renuncia de éste, obviamente lo extingue. Se
puede desistir del derecho, desde que éste existe en su mínima
expresión y hasta la sentencia definitiva y firme mientras resulte
ganancioso hasta ese momento, por haber sido acogida su pretensión.
No se requerirá la conformidad del demandado, debiendo el Juez
limitarse a examinar si el acto procede por la naturaleza del derecho en
litigio y a dar por terminado el juicio en caso afirmativo. Los principios
generales del Derecho Civil, establecen que puede renunciarse a todos
los derechos establecidos en interés particular de las personas, pero no
aquellos concedidos con mira al interés público. Art. 12 C.C.
74
3) Allanamiento.
“Es la conformidad con las pretensiones deducidas por la parte
contraria”
Podetti5 ha dicho que “allanarse es conocer como justa la
pretensión deducida en su contra, mediante una demanda principal o
incidental y aceptar que son a su cargo las obligaciones en ella
involucradas”. Agrega este autor que el actor puede allanarse a una
excepción y el demandado a una demanda
4) Transacción.
En
su
sustantivación,
deviene
de
transactio,
transactionis,
equivalente a trato, acuerdo, pacto. Es la concesión que se hace al
adversario, a fin de concluir una disputa, causa o conflicto, aún estando
cierto de la razón o justicia propia. Esto hay que relacionarlo con lo
dispuesto en el Título XL, art. 2192 y siguientes del Código Civil,
considerando además que ésta puede ser alegada como una excepción
perentoria en el curso del proceso, ya que es uno de los modos de
extinguir
las
obligaciones.
Pero
su
finalidad
principal
es
dirimir
controversias, con la presentación del convenio ante el juez, quien se
limitará a examinar los requisitos exigidos por la ley para su validez y la
homologará o no.
5
Tomado de Ejecución de Títulos Ejecutivo de Novellino
75
5) Conciliación.
Couture
6
la definió como “acuerdo o avenencia entre partes que,
mediante renuncia o desistimiento, allanamiento, o transacción, hacen
innecesario el litigio pendiente o evitan el litigio eventual”. Siempre será
potestativo de las partes y podrá utilizarse como defensa o excepción. En
nuestra ley procesal civil, art. 164 opera como un acto preparatorio para el
juicio, exceptuados los casos que señala el art. 165 Pr. C.
6) Caducidad de instancia.
Sucede cuando el actor no produce los actos impulsores
necesarios para que el proceso no se detenga momentánea o
definitivamente. “Cuando no se instare” el curso de la instancia dentro de
los plazos determinados, que en el art. 469 Pr. C. establece que se tendrá
por acabada y extinguida la acción, por no proseguirse en el término
señalado por la ley para la prescripción.
En la práctica, de estos modos anormales de terminación de un juicio,
el que más opera es el sobreseimiento, entendido este como cualquier
arreglo al que hubieren llegado las partes, creemos que se utiliza éste por
ser el menos complejo, el más sencillo, pues basta que la parte actora lo
pida e incontinenti se resuelve, sobreseyendo al demandado, se notifica a
6
Couture, Eduardo J. “Estudio de Derecho Procesal Civil”
76
ambas partes y se libran los oficios correspondientes.
d.- APROBACIÓN DEL REMATE.
Si llegado el día y la hora señalados para la subasta, los bienes se
rematan, la etapa que continúa es la aprobación de dicho remate; por el
contrario si llegado día y hora para la subasta los bienes no se vendieron, el
actor puede pedir que se saquen nuevamente a subasta, en este caso se
vuelva a la etapa del literal b.- de ésta fase que nos ocupa, para luego seguir
con el procedimiento que es objeto de estudio.
El art. 642 Pr C. Literalmente dice “El comprador pedirá la aprobación del
remate dentro del tercero día, oblando el dinero que hubiere ofrecido de
contado para el pago de la deuda, sus intereses y costas. El dinero oblado se
pagará a quienes corresponda, con recibo, entregándose los bienes al
comprador”.
Esta etapa de dar por bueno el remate, es la venia que se le pide al Juez
respecto de la compra del bien embargado, y esto tendrá que pedirlo la
persona que compró el bien subastado y lo deberá hacer dentro de tercero día
contado a partir de aquel en que se efectuó la subasta; asimismo tendrá que
oblar o depositar el dinero que hubiere ofrecido, en efectivo o por medio de
cheque de caja o de gerencia, art. 825 y 837 Com. o con cheque certificado,
para el pago de la deuda.
77
Si el rematador o comprador no pide dentro del tercer día, que se
apruebe el remate, el Juez la dará de oficio, obligando al comprador a cumplir
con las condiciones del remate, aún con responsabilidad de costas, daños y
perjuicios, art. 643 Pr. C.
Para oblar la cantidad en que se remató el bien, es costumbre en los
juzgados de lo mercantil, que el pago se haga a través de este tipo de
cheques, para garantizar el fiel cumplimiento de la obligación; el cheque debe
librarse a favor de la Dirección General de Tesorería y cuando el tribunal lo
recibe, lo envía mediante un oficio, el cual se depositará en la Cuenta de
Fondos Ajenos en Custodia, para que luego se presente el actor a hacer suya
la cantidad adeudada, no sin antes esperar que se haga la respectiva
liquidación.
e.-
ENTREGA
DEL
BIEN
AL
COMPRADOR
O
AL
ADJUDICATARIO.
Después que se ha depositado el dinero donde corresponde, el comprador
(si se hubieren vendido los bienes), o el adjudicatario, pedirá al juez que se le
entreguen los bienes rematados; dicha entrega se hará según el tipo de bien
de que se trate, para el caso si se trata de un inmueble, el juez a instancia de
parte, lanzará previamente, sin forma de juicio, al ejecutado, agentes
dependientes, dependientes o criados, concediéndoles un breve término
prudencialmente y en caso muy necesario para que desocupen, art. 642 inc.
2º. Pr. C.
78
En la práctica no siempre se realiza éste lanzamiento, ya que lo normal
es que cuando se da ésta etapa del proceso, los ocupantes ya han
abandonado el inmueble. Cuando el inmueble se encontrare fuera del asiento
del tribunal, se comisionará al Juez de Paz del lugar, para que éste proceda al
lanzamiento. Indistintamente de quien haga el lanzamiento, siempre se
levantará acta de dicha diligencia, lo mismo que cuando se haga la entrega del
bien al comprador, en este caso será el título de dominio que tendrá el nuevo
propietario.
f.- ENTREGA DEL TÍTULO DE DOMINIO.
Para tener la titularidad del bien que se ha comprado, es necesario probar
la calidad de propietario, en tal sentido el interesado pedirá al Juez que le
extienda el Título de Dominio, para lo cual el Juez extenderá: Certificación del
acta del remate, escrito en el cual se pida la aprobación del remate y el Auto
donde se aprueba tal remate, si fuere el caso del comprador; si se trata del
adjudicatario se le extenderá senda Certificación del acta donde consta que no
se presentaron compradores a la hora señalada para la subasta, del escrito en
que se pide la adjudicación y del auto donde se ordena la adjudicación; en
ambos casos dicha Certificación le servirá de título de propiedad y posesión al
comprador o adjudicatario, art. 644 Pr. C.
g.- LIQUIDACIÓN.
Una vez que se ha entregado el justo título, es necesario determinar si el
producto de la venta o el precio del bien adjudicado, según el caso, ha cubierto
79
la cantidad adeudada, para lo cual se hace necesario practicar una liquidación
donde se calcule a cuanto asciende el monto adeudado. Para éste efecto, el
Juez señalará día y hora para tal diligencia, citando a las partes para que
comparezcan a la misma, pudiendo arrojar los resultados siguientes:
1) Que la cantidad adeudada sea igual o inferior al valor de los bienes
subastados o adjudicados.
Si ocurriera este caso, el remanente se le devolverá al deudor, lo
mismo que el documento base de la pretensión, con la respectiva razón de
ley. Art. 594 inc 2º Pr. C. Y tendrá como consecuencia que se ordene el
archivo definitivo del juicio, lo cual puede ordenarse por medio de un
decreto de sustanciación, cuidando que se hayan ordenado los oficios de
cancelación de hipotecas si hubo y embargos que pesaban sobre el bien,
igualmente que se haya enviado oficio al Depositario Judicial haciéndole
saber que ha cesado en el desempeño de sus funciones, este archivo
definitivo se da también con el juicio copia.
2) Puede suceder que el saldo arrojado en la liquidación sea superior
al valor del bien subastado o adjudicado.
En cuyo caso el actor podrá hacer dos cosas:
a) Conformarse con lo pagado.
Y pedir como consecuencia que se le devuelva el documento base
de la acción al deudor y se archive el juicio.
80
b) Pedir que se amplíe la ejecución.
De conformidad con los arts. 646 Pr. C. y 53 Pr. M., ante ésta
situación el Juez librará nuevo mandamiento de embargo y se
procederá a embargar otros bienes del deudor si los tuviere, con lo cual
se procederá en la misma forma explicada anteriormente desde lo que
es la Fase Compulsiva lit. a.- de éste trabajo y se procederá hasta
archivar el juicio, cuidando cada una de las etapas ya expuestas.
81
CONCLUSIONES
Después de investigar sobre el Proceso Mercantil Ejecutivo, concluyo lo
siguiente:
1.- Encontramos que hay mucho por hacer para que se cumpla con la agilidad que
exige el comercio, así como también que es necesario dedicar un esfuerzo
especial para plasmar la doctrina desarrollada hasta la fecha por los tribunales
salvadoreños y contar así con documentos que proporcionen los criterios
orientadores para iniciar, seguir y fenecer los Procesos Mercantiles Ejecutivos.
2.- Para llegar a tener dominio sobre el Proceso Mercantil, es necesario conocer
el Juicio Ejecutivo, primero desde la perspectiva Civil para luego aplicar las
modificaciones que expresamente señala la Ley de Procedimientos Mercantiles, y
que básicamente no varían, pues son solo algunas modificaciones las que lo
hacen especial.
3.- No es mi propósito reproducir todo lo que sobre el Juicio Ejecutivo se ha dicho,
sino de dar algunos elementos que nos guíen y nos refieran a donde sea
necesario para solucionar las dudas más comunes que se nos puedan presentar,
especialmente a los estudiantes de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y a aquellos
litigantes que muy probablemente tendrán que entablar un Juicio Mercantil
Ejecutivo, es para ellos ésta guía de trabajo que en forma breve y sencilla se
presentan las etapas que pueden darse en el mismo.
82
RECOMENDACIONES
1.- Que las Universidades suscriban acuerdos con la Honorable Corte Suprema de
Justicia, con el propósito de que les faciliten los Juicios a los estudiantes, para
fines didácticos.
2.- Recomiéndase a la Escuela de Capacitación Judicial, programar al Proceso
Mercantil Ejecutivo, dentro de sus cursos, a fin de poder invitar a los Jueces y
colaboradores de los juzgados en donde se ventilan éstos juicios, para lograr la
unificación de criterios en la tramitación de dichos procesos, en todos los juzgados
que son competentes para conocer en los juicios a que me he referido.
3.- Instar a las instituciones jurídicas, a preocuparse por el estudio de estos
procesos especiales, que si bien es cierto su tramitación no es nueva, por la poca
doctrina que hay, pareciera que lo son.
4.- Sugiérese a las comisiones revisadoras de Pénsum de la Universidades
Privadas, darle el contenido y tiempo necesario para desarrollar en las aulas, el
Proceso Mercantil Ejecutivo, para que los estudiantes conozcan con exactitud
dicho proceso.
5.- Que se continúe en futuros trabajos de interés profesional, depurando y
mejorando éste, para llegar a obtener un documento y bien revisado y
complementado que sea utilizado como guía de doctrina salvadoreña sobre los
Juicios Ejecutivos Mercantiles
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