28 CAPITULO III FASES Y ESTRUCTURA DEL PROCESO MERCANTIL EJECUTIVO 1.- FASE COGNOSCITIVA O PROCEDIMIENTO PROPIAMENTE EJECUTIVO. Esta fase inicia con la interposición de la demanda, la cual se presentará a la Secretaría Receptora y Distribuidora de Demandas, que las distribuye equitativamente, la cual fue creada por acuerdo No 76-C del 25 de junio de 1990 de la Corte Suprema de Justicia. La fecha de interposición de la demanda es la que cuenta para la Prescripción o interrupción de la prescripción. Esta fase comprende el embargo, traba y depósito de los bienes del deudor, emplazamiento o notificación del decreto de embargo, oposición y excepciones de éste, prueba y termina con la ejecutoria de la sentencia definitiva o sentencia de remate. Como en todo juicio, para iniciarlo es necesario presentar una DEMANDA, entendida ésta como el acto que inicia el proceso, como el vehículo que transporta la pretensión, o lo que es lo mismo la petición que se hace al juez para que mande a dar, pagar, hacer o dejar de hacer una cosa Art. 191 Pr. C.; ahora debemos preguntarnos ¿Qué se puede pedir en la Demanda? Tomando en cuenta lo que es el juicio ejecutivo, lo que podemos pedir es que en sentencia definitiva, se condene al deudor a pagar la cantidad adeudada, los intereses convencionales o legales, y moratorios según el caso y las costas procesales; 29 pero para llegar a ese resultado que sería una sentencia, que puede ser estimativa o condenatoria y desestimativa o absolutoria, es necesario que dicha demanda recorra una serie de pasos o etapas que es lo que doctrinariamente de conoce como PROCESO, y precisamente la forma detallada y cronológica de las etapas que suceden dentro del Proceso mercantil ejecutivo, es lo que trataremos de explicar a continuación. (Ver Anexo 1). a.- DEMANDA. El Art. 192 Pr establece la forma como debe interponerse la Demanda y tratándose del juicio ejecutivo, ésta solo podrá ser interpuesta por escrito; así mismo el Art. 193 Pr. C. preceptúa los elementos que debe contener toda demanda. “Ver Anexo 2” 1) Recibo de la Demanda. Es el primer acto que se hace y consiste en una razón firmada y sellada por el Secretario del tribunal en la que hace constar el número de folios de que costa la demanda, y los documentos que la acompañan expresando el número de copias presentadas, tanto de la demanda como de los demás documentos. Especial cuidado tendrá al referirse al documento base de la acción, -aunque lo correcto es decir, documento base de la pretensión-, pues dejará constancia precisa en que consiste dicho documento y la cantidad que ampara; documento que desglosará inmediatamente dejando una razón de desglose en el mismo y lo guardará en la caja fuerte del Tribunal. Después de recibida la demanda por el 30 Secretario, la entrega a un auxiliar de Secretaría, que es un colaborador judicial, quien al tener la demanda forma el juicio original y el juicio copia ( procedimiento que se hace a partir del 6 de julio de 1993, fecha en que se reformó el Código de Procedimientos Civiles, estableciendo, específicamente en el Art. 195 Pr. C. Que en toda demanda y petición hecha por cualquiera de las partes o terceros, se acompañará de un número de copias firmadas igual al de las personas que constituyen la parte contraria mas dos; a la misma regla se sujetan los documentos que se presentaren. De esas dos, una es para formar el juicio copia y otra es para ser devuelta a la parte actora a la hora de presentar su demanda o su escrito, según el momento procesal de que se trate), asimismo formará un legajo que contendrá las copias que se deberán entregar a la parte demandada. También anotará en tres clases de libros que cada tribunal lleva en su control interno: (1) Libro de índice de demandados; (2) Libro de trabajo de control (que lo usa el archivista del tribunal); y (3) El libro de entrada. Al momento que el auxiliar haga el juicio, colocará un número o una letra en la esquina superior derecha del expediente, el cual indicará el número de resolutor o la inicial del nombre que para efectos internos cada colaborador del Juzgado tiene, esto para facilitarle el control al archivista al momento de CARGAR el juicio en el libro de trabajo o de control o para facilitar la ubicación del expediente cuando las partes lo presten. Es de hacer notar que la demanda no se presenta a ningún Juzgado 31 directamente, sino que ésta debe presentarse a la Secretaría Receptora y Distribuidora de Demandas, donde le asignan un número de referencia (clasificación del juicio), el cual se forma con el número correlativo EM (Ejecutivo Mercantil) y el año, por ejemplo si fue el número 123 del año 2000, la referencia o clasificación será: 123-EM-00; esto se hace antes de remitirlo al tribunal correspondiente, y que en la mayoría de los Juzgados de lo mercantil conservan el número de clasificación que trae de la Secretaría Receptora y Distribuidora de Demandas. 2) Examen de la Demanda. Una vez asignado el juicio a un resolutor, éste realizará una revisión o examen al mismo para determinar si se admite o se declara inadmisible dicha demanda. A esto se le conoce como juicio de procedencia o improcedencia de la demanda y tiene por objeto: a) En un primer examen: (1) Verificar la concurrencia de las formalidades esenciales de la demanda. Es decir, si ésta ha sido elaborada con apego a los requisitos establecidos por la ley, sin entrar a analizar el contenido de la pretensión en el caso concreto; en resumen, lo que se pretende con éste primer examen es determinar si la demanda llena los requisitos y formalidades señaladas en los artículos 101, 104, 193, 195, y 1274 Pr C., entre otras disposiciones. 32 (2) Si la persona que aparece como acreedora es la misma que entabla la acción. Es decir, si es portadora legítima del documento base de la pretensión. (3) Si el documento base de la pretensión, reúne los requisitos que la ley señala. Si es de los títulos con fuerza ejecutiva; si se trata de títulos valores, verificar si concurren en él, los requisitos requeridos para el título valor de que se trate. La falta de alguno de éstos requisitos produce en principio una especie de rechazo conocido como inadmisibilidad; pero en la práctica cuando se detecta que la demanda no cumple con alguno de los requisitos formales ya mencionados, lo que se hace es prevenir al actor para que subsane dicha prevención y posibilitar así su admisión. Si se trata de la falta de algún requisito al título valor, dependerá a cada caso en particular, para saber si se declara inadmisible o si por el contrario se previene para que subsane. b) En un segundo examen. Puede suceder que se declare improponible dicha demanda, - aunque lo correcto es decir que lo que se declara improponible es la pretensión y no la demanda -, por contener defectos de fondo, tal como lo prescribe el art. 197 Pr. C., el término de improponibilidad de la demanda es un vocablo nuevo que hace su aparición en el ordenamiento jurídico hasta en julio de 1993, puntualmente en el 33 artículo antes citado. La palabra improponibilidad no aparece registrada en la Real Academia de la Lengua Española, por lo que personalmente creo que es una palabra compuesta que ha sido desprendida del Código Procesal tipo para Iberoamérica en su art. 112. La improponibilidad implica un rechazo “IN LIMINE LITIS” o AB INITIO, es decir que se da al inicio del juicio y es ese el tenor literal del artículo en comento al decir “ Si al recibir el Tribunal la demanda… “ De lo que se colige que este rechazo se produce al inicio, al momento de realizarse el examen de procedencia o improcedencia de la presentación de la demanda es la etapa que determina si se continúa con el juicio o simplemente se niega el derecho a la jurisdicción. Consecuencia de declarar improponible una demanda son sus efectos y estos no pueden ser otros que el negarle al actor su día en el tribunal, es cerrarle el acceso a la justicia, al derecho de acción que toda persona tiene, en sencillas palabras es negarle el derecho a una Tutela Judicial Efectiva consagrada en el art. 2 Cn. Procesalmente hablando, la resolución que se pronuncia, después de notificada y habiendo transcurrido el término para interponer los recursos que la ley le confiere alcanza la calidad de cosa juzgada. Lo cual implicaría para el actor un daño irreparable a su pretensión; por ésta razón es que los tribunales no deberían declarar improponible una demanda, ( o una pretensión) a menos que la deficiencia de que adolezca sea de aquellas que no exista la posibilidad de ser subsanada. 34 Los términos “rechazo in limine de la pretensión”, deben reservarse para denotar que la demanda no es idónea definitivamente para que el proceso continúe su marcha en pos de la sentencia de mérito, debiendo entonces declararse extinguido. No se trata de rechazar la demanda propuesta por el actor, porque no le asiste la razón, sino porque el objeto de la pretensión no puede ser juzgado, es decir, cuando el tribunal se encuentra en la imposibilidad de juzgar el objeto de la pretensión propuesta lo que en doctrina se conoce como “defecto absoluto en la facultad de juzgar”. En el caso que declaren improponible la demanda, le queda expedito a la parte actora, el camino para poder recurrir si así lo estima conveniente. 1) ADMISION DE LA DEMANDA. Este tercer momento se produce cuando después de haber examinado la demanda y los documentos que la acompañan, especialmente el documento base de la pretensión, el resolutor elabora un proyecto de admisión de la demanda, cuidando sacar las copias que menciona el art. 195 Pr. C. y luego lo anota en el cuaderno que todo resolutor tiene para efectos de responder a la Secretaría del tiempo en que resolvió dicho juicio y saber en que sentido ha resuelto, seguidamente se lo lleva al despacho del Juez quien firmará, modificara o cambiará totalmente la resolución y la enviará al Secretario para que la firme. 35 2) Costura de la resolución. Una vez que ha sido firmada la resolución, tanto por el Juez como por el Secretario, pasa el juicio al ordenanza del tribunal, para que éste incorpore la resolución tanto al juicio original como al juicio copia, cosiéndola, devolverá el original al archivista y el copia y el legajo de copias se las devolverá al resolutor directamente para que las guarde en el archivo especial que se lleva para ese efecto, ya que al momento de ir a emplazar al demandado, será el resolutor el responsable de entregarlas al notificador. 3) Notificación de la resolución o Archivo para sacar datos para mandamiento de embargo. Después que ha sido cosida la resolución en el juicio, éste se devuelve al archivista, quien es la persona encargada de prestar y controlar los juicios (EXPEDIENTES), y según el caso, si se trata de una prevención o si se declaró inadmisible o improponible la demanda, necesariamente habrá que notificar dicha resolución, ya que el actor debe enterarse de lo que se ha resuelto, ya sea para que evacué la prevención o para que interponga los recursos que procedan. 36 Cuando se admite la demanda, en estricto derecho debería de notificarse, para dar cumplimiento al art. 1248 Pr. C. y de hecho hay una notificación, ya que es costumbre en los tribunales que al admitirse la demanda, el actor llega, presta el juicio y lo ve, eso equivaldría a una notificación, pero el notificador no levanta acta y por ello se dice que en puridad no hay una notificación aunque en la práctica si la hay, y ello porque quien le presta el juicio es el auxiliar de la secretaría y no el notificador, como sucede cuando hay prevención, inadmisibilidad o improponibilidad de la demanda. Cuando la demanda es admitida el archivista lo CARGARA A MANDAMIENTO DE EMBARGO, lo que significa que el juicio está listo para que el ejecutor de embargos que se ha nombrado en el auto de admisión, llegue a sacar los datos para elaborar el mandamiento de embargo, que debería de hacerlo el mismo juzgado, pero para efectos de rapidez, se acostumbra que sea el ejecutor de embargos quien lo haga, limitándose el juzgado, únicamente a revisar el mandamiento y luego firmarlo el Juez y el Secretario. 6) Fase impugnativa o Recursos. Como ya se dijo, cada resolución que se provea deberá notificarse a las partes, para cumplir con el Principio de Publicidad, para que interpongan los recursos que la ley les concede, si ésta causa perjuicio. De conformidad al art. 4 Pr. M. Que literalmente expresa “En lo Juicios Mercantiles tendrán lugar todos los recursos ordinarios y extraordinarios 37 establecidos para los juicios civiles, en cuanto les sea aplicable y con las modificaciones establecidas expresamente por la ley”. Por otra parte los arts. 503, 551, 600, 984, 987 Pr. C. Y 727 inc. 1º C.C. confirman la aseveración anterior. Es obvio pensar que cuando se dicta una inadmisibilidad o una improponibilidad de la demanda, el actor debe apelar y si lo hace, como consecuencia se remite el juicio al tribunal superior y habrá que esperar qué resuelve. Son cuatro las situaciones que se pueden dar en la Sentencia en apelación y son de conformidad con el art. 1089 Pr. C. a) Confirmar la sentencia; b) Reformar la sentencia; c) Revocar dicha sentencia, y; d) Declarar nula la sentencia. Si la sentencia que declara la inadmisibilidad o la improponibilidad de la demanda, fuere confirmada por el tribunal superior en grado, el juicio regresará al Juzgado y se archivará definitivamente, quedándole expedito el derecho al actor para controvertir en juicio ordinario la obligación que causó la ejecución. Arts. 599 Pr. C. y en Juicio Sumario, la obligación mercantil que causó la ejecución, arts. 62 y 122 L. Pr M. Si por el contrario se revoca, se admitirá la demanda y el proceso seguirá su curso normal. 38 7) Decreto de embargo. En el mismo auto que admite la Demanda, va incluido el decreto de embargo que no es otra cosa que la orden que da el juez para que se proceda a trabar el embargo en bienes propios del deudor o demandado, art. 612 Pr. C. Comisiónase a un ejecutor de embargos para que realice esa diligencia, librándose para tal efecto, el respectivo Mandamiento de Embargo. Art. 594 inc. 1º Pr. C. Sin hacerle saber a las partes ésta providencia y de manera especial, sin hacerle saber a la parte demandada, pues de hacerlo se corre el peligro de que éste venda todo lo que tiene y al momento que se fuere a trabar el embargo, no le encontrare nada que embargar. Para librar el mandamiento de embargo, es práctica en los tribunales de lo mercantil, que quien elabora el Mandamiento de Embargo es el Ejecutor nombrado en el auto de admisión y que generalmente es propuesto por el mismo actor, es más, en los casos en que es un Banco el que promueve el Juicio Ejecutivo, el Ejecutor de Embargo es un empleado del mismo Banco; pero indistintamente de quien sea el Ejecutor, para proceder a trabar el embargo, es necesario que el Juez de la causa lo autorice para hacerlo, para lo cual trae elaborado el mandamiento de embargo, el auxiliar de Secretaría lo revisa y si reúne los requisitos que el mismo Juzgado ha dado, así como los que enumera el art. 613 Pr. C., lo pasa al Juez para que lo firme y luego el Secretario se lo entrega al Ejecutor, anotando previamente en el Libro de Mandamientos de Embargo o de Ejecutores como se le llama en la practica (en éste libro 39 aparece cada uno de los nombres de los Ejecutores, la autorización dada por la Sala de lo Civil de la Honorable Corte Suprema de Justicia, la dirección y fecha en que recibe dicho Mandamiento. También firmará en el dorso de la copia del mandamiento, con una razón que diga “Recibí Mandamiento de Embargo” y la fecha en que lo recibe, todo de conformidad con el art. 614 Pr. C. “Ver Anexo 3”. ¿Qué es el Embargo? El art. 612 Pr. C. Establece: “Embargo es el secuestro judicial de bienes, que no podrá hacerse sin mandamiento de juez competente, cometido a un oficial público de juez ejecutor, y en su defecto a un juez de paz específicamente autorizado por un juez de la causa, en éste caso sin necesidad de información ni de caución”. 8) Traba del Embargo. Una vez que se ha entregado el Mandamiento de Embargo, al Ejecutor de Embargos, antes Oficial Público de Juez Ejecutor, éste debe proceder a su cumplimiento dentro de las veinticuatro horas a más tardar, más el término de la distancia, según lo ordena el art. 614 inc. 2º. Pr. C., y cuando tenga que trasladarse a otra jurisdicción deberá presentarse al Juez de Primera Instancia de la respectiva comprensión territorial para que él le otorgue el PASE, que se hará constar en el mandamiento y procederá a trabar el embargo, cuidando de apegar su conducta a lo ordenado por los arts. 614 al 632 Pr. C. 40 Es condición indispensable para el embargo de bienes, que éstos pertenezcan al deudor y es por ello que el Ejecutor debe estar seguro que al hacer la traba no embarga bienes ajenos, porque si embarga bienes de terceros, les nacería a ellos el derecho de entablar un Juicio Ordinario de Tercería de Dominio Excluyente, arts. 650, 651, 652 Pr. C. Si incumple sus obligaciones será sancionado con una multa de diez a veinticinco colones, sin perjuicio de la indemnización de perjuicios, de la acción criminal a que haya lugar y a ser destituido de su cargo. Art. 614 inc. 3º. y 4º. Pr. C. Asimismo deberá cuidar de no embargar aquellos bienes que según el art. 1488 C., no son embargables, quedando exceptuados los comprendidos en los numerales 3º y 4º del mismo artículo, los cuales podrán serlo siempre que estén empeñados por la deuda que se reclame. Art. 632 Pr. C. Los bienes embargados deben ser depositados en persona abonada, o sea un Depositario Judicial nombrado para tal efecto, teniendo en cuenta que ni el acreedor ni el deudor pueden ser depositarios, art. 614 obligación 2ª Pr. C. Si los bienes están en arrendamiento, deben quedar en poder del arrendatario pero con la obligación de cancelar el canon de arrendamiento al depositario que se hubiere nombrado, so pena de abonarlos de nuevo si los entregase a otra persona. Art. 620 Pr. C. 41 b.- EMPLAZAMIENTO. Realizado el embargo, el actor deberá pedir que se emplace al demandado, es decir, pide que se le haga saber que se le ha entablado juicio por la cantidad que adeuda, presentando el escrito, el archivista carga nuevamente el juicio al resolutor para que éste examine si procede o no dictar el auto que ordene el Emplazamiento; si procede así lo ordenará, teniendo especial cuidado, pues de tratarse de un demandado que tenga su domicilio fuera de la comprensión territorial del Juzgado, tendrá que comisionar a otro Juzgado, generalmente se comisiona a un Juez de Paz Art. 27 Pr. C., librando para tal fin la respectiva Provisión u Orden. Si el demandado es del mismo domicilio del tribunal, consignará la dirección en la resolución para que el notificador lo verifique, dándole cumplimiento a lo que determinan los arts. 208 al 210 y 220 Pr. C. El procedimiento a seguir variará según la forma en que se verifique, así: 1) Por Comisión. Después de firmada la resolución donde se ordena el emplazamiento, el archivista cargará el juicio a una mecanógrafa para que haga la provisión y el Oficio de remisión de la misma, para hacer la provisión se sacará fotocopia de la Demanda, del auto de admisión de la demanda y del escrito donde se pide el emplazamiento y resolución que lo ordena; con ello se hará la provisión y una vez hecha se pasará al despacho del Juez para que lo firme juntamente con el Secretario, luego el archivista la carga a un 42 archivo que se denomina “para retirar oficio”, quedando listo para que el actor retire dicha provisión y sea él mismo quien la lleve al Juzgado comisionado; en la práctica es usual que sea la misma parte interesada la que lleve tal provisión, ya que de utilizarse el correo tardaría demasiado y es lógico pensar que al actor le interesa tramitar lo más rápidamente posible que se pueda, art. 209 Pr. C. 2) Si es el mismo Juzgado el que verifica el emplazamiento. Es el notificador del tribunal el encargado de realizar el Emplazamiento y es práctica generalizada que la parte actora se pone de acuerdo con el notificador en una hora y un día determinado, para ir a practicar el emplazamiento o el notificador va solo, que es como debería hacerse ya que es ese su trabajo. Independientemente de la forma que se emplazamiento, utilice para practicar el es indispensable que se respeten las formalidades exigidas por la ley en los arts. 208, 209, 210 y 220 Pr. C., de lo contrario se estaría violentando el principio constitucional de Defensa art. 11 Cn. y habría como consecuencia nulidad, art. 208 inc. final Pr. C. razón por la cual es importante que se cumplan las formalidades establecidas para dicha diligencia. Verificado el Emplazamiento por el Juzgado comisionado, la misma parte actora trae de regreso la provisión debidamente diligenciada, para que se agregue al proceso y poder continuar con la etapa siguiente. 43 c.- CONTESTACION DE LA DEMANDA. El art. 224 Pr. C. Define a la contestación como la respuesta que da el reo a la Demanda del actor, confesando o contradiciendo la acción y sus fundamentos. El término que la ley le concede al demandado para hacer uso de ese derecho, - es según el art. 595 Pr. C. -, de tres días para que comparezca a estar a derecho y, a contestar la Demanda, art. 211 Pr. C. Y 57 Pr. M. En este término pueden suceder dos situaciones a saber: 1) Que el demandado Conteste la demanda. Esto significa que el demandado ha atendido la invitación que el Juez le ha hecho para hacer uso de su derecho de defensa, quedando con la contestación trabada la litis, integrada la llamada “Relación Jurídico Procesal”. Y esa contestación de la demanda la puede hacer en cualquiera de las siguientes formas: a) Contesta afirmativamente. Esto es que comparece al tribunal, contesta la demanda y además confiesa su obligación. Arts. 230, 595 inc. 2º. Pr. C. y 57 inc. 2º. L. Pr. M. 44 b) Contesta negativamente. Significa que comparece al tribunal a contestar la Demanda pero niega que debe lo que se reclama en el juicio. Arts. 228, 595 inc. 2º. Pr. C. Y 57 inc. 2º. L. Pr. M. c) Simplemente se muestra parte. Sin afirmar, negar ni oponer excepciones. d) Contesta y opone excepciones. Lo que significa que comparece al tribunal a contestar la demanda y hace uso del medio de defensa que la ley le concede, es decir que opone excepciones; solo que en esta etapa procesal hay que hacer distinciones entre las excepciones que pueden oponerse y las que en atención a una ley especial no pueden oponerse. A manera de ejemplo si la acción ejecutiva es seguida en virtud de un título valor (letra de cambio, pagaré, cheque o factura cambiaria), las excepciones que pueden interponerse son las que taxativamente contempla el art. 639 Com. Y 54 L. Pr. M. Si es en virtud de créditos a la producción, podrá interponer la excepción de desmejora de la prenda y podrá pedir que rinda nueva fianza el deudor art. 55 L. Pr. M. Y si el juicio fuere de los promovidos por la Banca, el régimen de defensa cambia totalmente ya que según el art. 217 Lit. a) de la Ley de Bancos, solo pueden oponerse como excepciones la de pago efectivo, la prescripción de la acción y el error en la liquidación. 45 Para tener una idea más amplia de los medios de defensa o excepciones que encontramos en Doctrina y que son utilizados en otras legislaciones, haré una enumeración de los principales de ellos, que señala Novellino1 en su obra “Ejecución de Títulos Ejecutivos”: Que en nuestro código de comercio se encuentran en su mayoría en el art. 639 Com.// (1) Incompetencia. En primer término se debe aclarar que los efectos de la competencia en este tipo de juicios, se debe estar al juez del “Lugar en que deba cumplirse la obligación, expresa o implícitamente establecido conforme a los elementos aportados en el juicio y, en su defecto a elección del actor, el del domicilio del demandado o el del lugar del contrato, siempre que el demandado se encuentre en él, aunque sea accidentalmente, en el momento de la notificación…” Todo lo antes dicho está relacionado con la competencia territorial, que es la única prorrogable en asuntos exclusivamente patrimoniales, y por acuerdo de partes. (2) Falta de personería. No se ataca el título ejecutivo, sino la personería de quien lo presenta en juicio, (ejecutante), pero esta personería se amplía y 1 Novellino, Norberto J. “Ejecución de Títulos Ejecutivos y Ejecuciones Especiales” páginas 240 a 294. 46 comprende al ejecutado y a sus representantes o apoderados. Su naturaleza es eminentemente procesal y tiene por objeto evitar que se tramite un juicio que luego puede ser anulado por falta de un presupuesto procesal, como lo es el de la capacidad civil de quienes litigan o por insuficiencia de mandato. (3) Litispendencia. Refiriéndose a la existencia de otro juicio ejecutivo y por la misma obligación, en otro juzgado o tribunal competente. (4) Falsedad del título. Esta defensa se puede fundar únicamente en la alteración del documento, y debe ir acompañada del incidente de redargüir de falso el documento, por parte del ejecutado. (5) Inhabilidad del título. Esta excepción se encuentra limitada “a las formas intrínsecas del título, sin que pueda discutirse la legitimidad de la causa”. (6) Prescripción. Ésta se encuentra definida en el art. 2231 C. C. El que literalmente expresa: “Es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos 47 legales. Una acción o derecho se dice prescribir, cuando se extingue por la prescripción”. Las reglas generales para la prescripción están dadas en el art. 995 Com. y en lo demás, según como cada caso en particular que señala el mismo Código de Comercio. (7) Pago documentado total o parcial. (8) Compensación. Se debe tratar de un crédito líquido, que resulte de documento que traiga aparejada ejecución. “La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos personas por derecho propio, reúnen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente, siempre que sea de la misma naturaleza de la obligación que se ejecuta, y que el crédito en compensación esté justificado plenamente al deducir la excepción. Ella extingue con fuerza de pago, las dos deudas hasta donde alcance la menor, desde el tiempo en que ambas comenzaron a coexistir”. (9) Quita. Es la reducción de parte de la deuda, lograda en un acuerdo con el acreedor, celebrado con anterioridad a la intimación judicial de pago, aunque obviamente con posterioridad al acto de constitución del crédito. El documento que acredite dicha quita, debe bastar a sí mismo. 48 (10) Espera. Es el nuevo plazo que en forma convencional o emanada de la voluntad del acreedor, es acordado al deudor para el cumplimiento de la obligación, sin que pueda exigirse antes de que venza. (11) Remisión. Habrá remisión de deuda, cuando el acreedor entregue voluntariamente al deudor, el documento original en el que consta la deuda, si el deudor no alegare que la ha pagado.. (12) Novación. Es la transformación de una obligación en otra. Al igual que todas las defensas precitadas, debe ser acreditada mediante prueba instrumental. (13) Transacción. “Es un acto jurídico bilateral por el cual las partes, haciendo concesiones recíprocas, extinguen obligaciones litigiosas o dudosas”. Aunque su validez depende de la presentación del escrito pertinente al Juez que interviene en el Juicio Ejecutivo de que se trate, siendo innecesaria su aprobación por parte del magistrado, la tarea de éste se debe limitar a examinar la concurrencia de los requisitos establecidos por la ley para la validez de la transacción, y la homologará o no. 49 (14) Conciliación. Según Bustos Berrondo, Horacio, la critica tanto o más que a la transacción, considerando que no se trata de una excepción autónoma. Desde el punto de vista procesal no se puede desconocer la existencia de ésta excepción, pero siempre que dicha conciliación se concrete fuera del expediente judicial y antes de la intimación de pago; de lo contrario si tal acuerdo se lleva a cabo con posterioridad y dentro del juicio, no cabría duda alguna de que no se trataría de una excepción, sino de uno de los modos anormales de terminación del proceso (15) Compromiso. Se refiere al supuesto de que el acreedor y deudor hayan sometido la solución de sus diferencias a la decisión de árbitros o amigables componedores. El compromiso deberá formalizarse por escritura pública o instrumento privado o por acta extendida ante el juez de la causa, o ante aquel a quien hubiese correspondido su conocimiento. (16) Cosa Juzgada. La finalidad de ésta excepción, consiste en evitar la anarquía de las decisiones judiciales que, una vez firmes, no pueden ser materia de otra controversia, pues de lo contrario y ante la 50 posibilidad de que haya un fallo opuesto al anterior, careceríamos de seguridad jurídica, sin la cual no resulta posible la vida. (17) Nulidad. Los únicos casos en que es procedente la excepción de nulidad son: el no haberse hecho legalmente la intimación de pago y el incumplimiento de las normas establecidas para la preparación de la vía ejecutiva.\\ e) Finalmente puede suceder que el demandado comparezca al tribunal y contrademande. Lo que es lo mismo que hacer una reconvención o mutua petición o la doble demanda como es conocido por los expositores del Derecho. Art 232 Pr. C. Al darse tal supuesto, el juicio se tramita como doble y se tendrá que emplazar al actor, que en virtud de la contrademanda se ha convertido en demandado. 2) Que el demandado no conteste la Demanda. Esta actitud implica que el demandado no aceptó la invitación que se le hizo para comparecer a hacer uso del derecho de defensa que la misma ley le otorga, se entiende que es desatento ya que al emplazarlo lo que se está haciendo es invitándolo para que forme parte de los sujetos intervinientes en el proceso arts. 228 Pr. C. y 57 inc. 2º L. Pr. M. 51 Como consecuencia por no comparecer a contestar la demanda, a petición de la parte actora, se declarará rebelde al demandado, lo que se conoce como DECLARATORIA DE REBELDÍA. La rebeldía ha venido siendo entendida como una sanción contra el demandado que se niega a colaborar en el proceso, ya que entorpece la buena administración de justicia, esta concepción se encuentra implícita con respecto al demandado en los arts. 217, 222 y 223 Pr. C. Dicho criterio ha de abandonarse conforme a una interpretación constitucional de los preceptos constitucionales procesales; desde ésta perspectiva, la declaratoria de rebeldía se hace necesaria para que el proceso continúe su curso, al tiempo que determina una situación específica al demandado, derivada de esa consecuencia. El fundamento legal de la declaración de rebeldía se encuentra en el art. 223, 531 y 532 Pr. C. Consecuencias Procesales según se contesta o no la Demanda. Conviene determinar cual es la consecuencia procesal inmediata de contestar en un sentido o no contestar la demanda, y está determinada por el art. 595 inc. 2º Pr. C. Y 57 inc 2º L. Pr. M. y es que si contesta afirmativa o negativamente o simplemente se muestra parte, NO HABRA TÉRMINO DEL ENCARGADO o término de prueba. 52 Si contesta la demanda y opone excepciones, tendrá necesariamente que abrirse el juicio a pruebas por ocho días con todos cargos art. 250 Pr. C. y el demandado podrá alegar nuevas excepciones y probarlas dentro del término probatorio art. 595 inc.3º Pr. C. en relación con el art. 57 inc. 3º L. Pr. M. En el caso de la contrademanda, habrá que esperar a que el actor, que en la reconvención de la demanda pasa a ser el demandado, conteste la demanda y oponga excepciones para que se pueda abrir a prueba, de lo contrario, tampoco habrá término del encargado. En conclusión, en atención al art. 595 inc. 2º y 3º Pr. C. y 57 Pr. M. en el Proceso Ejecutivo Mercantil solo habrá TERMINO DEL ENCARGADO, en el caso que se opongan excepciones, tal como claramente se deduce de la lectura del art. 57 inc. 3º L. Pr. M. Cualquiera que sea la forma en que el demandado conteste, el Juzgado tendrá que pronunciarse y notificar dicha resolución. Si es declarando rebelde al demandado, habrá que notificar al rebelde, tal como lo prescribe el art. 532 Pr. C.; si se abre a pruebas el juicio, habrá que notificárselo a las partes para que a partir del día siguiente al de la última notificación, les comience a correr el término, esto es así porque los ocho días ENCARGADOS, son fatales y comunes a las partes art. 596 Pr. C. 53 d.- TERMINO DE PRUEBA. Este es el momento procesal para vertir y presentar todas las pruebas que se tengan para poder probar los extremos pedidos en la demanda, asimismo para que el demandado desvirtúe lo aseverado por el actor en su pretensión y para ello hará uso de todos los medios de prueba contemplados por el derecho común, art. 253 Pr. C. Más los medios especiales del Derecho mercantil, art. 999 com. y art. 30 al 36 L. Pr. M. Por tratarse de juicios con prueba preconstituida se vuelve bastante difícil desvirtuarla, pero ello no impide que puedan oponerse todas las defensas o excepciones que la ley permite en cada caso en particular; a manera de ejemplo diremos que lo que más abunda como medio de prueba es la prueba por peritos, especialmente cuando el demandado opone la excepción contemplada en el Romano II del art. 639 com., es decir el cotejo pericial y éste se resuelve enviándole un oficio al Director de la Policía Nacional Civil, solicitándole nombres de peritos calígrafos o grafotécnicos, para que previo señalamiento de día y hora, determinen si la firma puesta en el título, es o no del demandado, quienes llegado el momento señalado piden al demandado que haga trazos, firmas y de esa manera determinar si la firma que consta en el título es o no del demandado. Terminado el cotejo, los peritos entregarán su dictamen al tribunal que los hubiere nombrado. Es bueno considerar que la gama de pruebas de las obligaciones mercantiles es más amplia que en materia civil, tal como lo señala el art.999 54 Com. y que cuando la ejecución se siga con títulos valores, solamente serán admisibles las excepciones contenidas en el art. 639 Com. en los demás casos se podrá hacer uso de cualquier medio probatorio de los permitidos en el art. 999 Com. El Término de Prueba en el Juicio Mercantil Ejecutivo, al igual que en el civil, es conocido con el nombre de término del encargado y es fatal y común a las partes, art. 246 inc. 3º Pr. C. razón por la cual no se pueden prorrogar por ningún motivo, y al establecer la ley que es común, está diciendo que no es privativo de una de las partes solicitar primero la prueba, sino que lo puede hacer cualquiera de las partes. Normalmente el término de prueba es de ocho días según el art. 596 Pr. C., excepcionalmente si el Juicio Ejecutivo Mercantil es seguido en virtud de un crédito a la producción, el término de prueba se reduce a cuatro días, art. 55 No 4) L. Pr. M. lo cual casi nunca ocurre, porque en el tribunal siempre dan los ocho días, además los que dan los créditos a la producción, generalmente son los bancos y con la nueva ley de bancos aprobada en septiembre de 1999, en su art. 217 literal a), el término de prueba será de ocho días, con lo cual se estandariza el término del encargado; En las ejecuciones seguidas por la banca, como excepciones únicamente se admitirán la de pago efectivo, la prescripción de la acción y el error en la liquidación, con lo cual quedan restringidas las defensas que se pueden interponer. 55 En la práctica en el 90% de los juicios ejecutivos que se tramitan, se declara rebelde al demandado, no habiendo de esa manera oposición y por lo tanto no hay término del encargado o de prueba como suele llamársele. Deseo hacer un paréntesis en cuanto a la Prescripción, en el sentido que ésta se interrumpe al presentar la demanda, pero sucede que muchas veces una vez iniciado el proceso, éste es abandonado por el actor y después de mucho tiempo se le vuelve a dar impulso, evadiendo de esa forma los efectos de la prescripción, pero eso puede ser atacado con lo que se conoce como caducidad de instancia, con fundamento en los arts. 468 y 469 Pr. C., el primero se refiere a la deserción, desamparo o abandono de la acción, que tiene relación con el art. 611 Pr. C. y el segundo a lo que se conoce como Caducidad de Instancia y dice así “En toda demanda en primera instancia, se tendrá por acabada y extinguida la acción, por no proseguirse en el término señalado por la ley para la prescripción”, esto relacionado con los arts. 2231 Pr. C., 995 Com. y 74 de la Ley de Bancos, nos dan la pauta para no permitir que se continúe con esa práctica. Cito textualmente lo que Bustos Berrondo entiende por Caducidad de Instancia …”Técnicamente no se trata de una excepción…” y que el legislador ha hecho bien en no incluirla entre las admisibles, agrega además en forma terminante “Tiene este instituto otra finalidad y otro trámite y no debe confundirse con ellas”. Pero el hecho de no considerar la caducidad de instancia dentro de las excepciones, no implica sostener que no se pueda 56 interponer en los juicios ejecutivos, sino que solo se trata de un instituto que tiene un procedimiento distinto, en tanto que se produce “cuando no se instare “ el curso de la instancia dentro de los plazos determinados. Es decir que la caducidad o perención de instancia puede ser deducida sin duda alguna en el juicio ejecutivo, pero no como excepción, sino como uno de los modos anormales de terminación del proceso. 2 e.- SENTENCIA DEFINITIVA O SENTENCIA DE REMATE. Transcurrido el término de prueba y habiéndose vertido todas las que eran pertinentes, la parte actora pedirá al juez que traiga el juicio para sentencia, aunque eso pudo haberlo pedido al momento que pidió se declarara rebelde al demandado; el juez accederá con un decreto de sustanciación en el que resolverá traer el juicio para sentencia, dicha resolución será firmada por el juez y el secretario, la cual se notificará a las partes presentes en el proceso. Notificada esta última resolución se entregará el juicio al resolutor para que lo estudie y pueda redactar el proyecto de la sentencia que conforme a derecho corresponda, art. 597 Pr. C. “Vencido el término del encargado, el juez, dentro de los tres días subsiguientes, sin admitir ninguna solicitud de las partes, salvo lo dispuesto en los incisos 1º. Y 2º. Del art. 645, pronunciará sentencia, condenando al demandado o declarando sin lugar la ejecución, según el mérito de las pruebas, si se hubieren producido. En el mismo caso ordenará la subasta y remate de los bienes embargados o la entrega de ellos 2 Novellino, Norberto José “Ejecución de Títulos Ejecutivos” 3ª Edición 57 al ejecutante cuando así proceda conforme a las disposiciones de éste código”, Sentencia que puede pronunciarse en dos sentidos: 1) Condenando al demandado o lo que en Doctrina se denomina Sentencia Estimativa. En este caso, ordenará la venta de los bienes embargados, es decir que ordena que se siga adelante con la ejecución. Esta sentencia puede ser de dos formas: a) De Remate de los bienes embargados. Que es la que se produce cuando el Juzgado ordena la venta de los bienes, para pagar con su producto, todo lo que reclama el ejecutante. b) De Pago. Esta se da cuando el Juez ordena satisfacer la reclamación del acreedor con el dinero, créditos, como sucede en los casos contemplados por la Ley art. 633, Pr. C., en el que no hay necesidad de subasta sino que una vez dictada la sentencia firme, se procede directamente a hacer el pago al acreedor, y de allí que deriva su nombre, “Sentencia de pago”. 2) Declarando sin lugar la ejecución o sentencia desestimativa. Según el mérito de las pruebas, si se hubieren producido, o aún de oficio, el Juez está obligado a declarar sin lugar la ejecución, aunque nada 58 haya dicho el deudor, cuando estando el juicio para sentencia, el Juez al hacer un estudio detenido y minucioso del documento base de la pretensión, llega al convencimiento de que carece de uno o más requisitos de los que la ley exige para tenerlo como documento que trae aparejada ejecución aunque se supone que este examen se hizo al momento de recibir la demanda y que en ese preciso momento debió declararse improponible o inadmisible, pero si no se hizo, lo puede hacer en el curso del proceso “IN PERSIQUENDI LITIS” o al momento de dictarse la sentencia. Cuando la obligación reclamada adoleciera de nulidad absoluta art. 1318 C. Caso en el cual, conocido el vicio, el Juez está obligado conforme al art. 1553 C. a reconocer y declarar de oficio dicha nulidad y lo que debe hacer es declarar sin lugar la ejecución, sin entrar a declarar la nulidad de la obligación, porque esto no corresponde hacerlo en un juicio extraordinario como el Juicio Ejecutivo. El art. 597 Pr. C. Transcrito anteriormente, - en el literal e, - apunta a que la sentencia debe dictarse dentro de los tres días que siguen a la notificación del “tráigase para sentencia”, pero en la práctica no ocurre así ya que debido al excesivo trabajo que los juzgados mantienen, es difícil proveerlas en dicho término y lo normal es que se dicten dentro de los quince días que siguen a la mencionada notificación. Siempre que se pronuncie la sentencia, el juez tendrá que resolver en lo accesorio de la misma, que será sobre intereses convencionales o legales y moratorios, si los hubiere y las costas procesales art. 439 Pr. C. 59 Elaborado el proyecto de Sentencia por el Resolutor, se envía al Juez para que apruebe o desapruebe dicho proyecto, si fuere aprobado lo entregará al secretario para que se lo entregue al archivista y éste lo cargue a una de las mecanógrafas del tribunal para que mecanografíe el proyecto; después que la Sentencia ha sido mecanografiada, es confrontada por la mecanógrafa y el Secretario para luego ser firmada; seguidamente es cosida por el ordenanza para luego ser cargada al notificador, para que éste haga saber a las partes dicha Sentencia. f.- NOTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA. Después de cosida la sentencia y CARGADO EL JUICIO AL NOTIFICADOR, éste procederá a notificar, dando cumplimiento al art. 220 Pr. C. Aunque el demandado hubiere sido declarado rebelde, siempre deberá notificársele la sentencia y es práctica generalizada en los tribunales que solo se notifica a la parte presente y al rebelde lo único que se le notifica es el fallo por medio de edicto de conformidad al art. 220 inc. 1º Pr. C., aunque el mismo artículo en su parte final establece que tal notificación deberá hacerse leyéndosela a la parte en persona, este quiere decir que había que hacerlo personalmente, como si se tratase de un emplazamiento. 60 g.- FASE IMPUGNATIVA O RECURSOS. Después que la sentencia ha sido notificada a las partes, les nace el derecho a recurrir de dicha sentencia, -si es que les causa algún agravio -. Pudiendo interponer los recursos que de acuerdo a la ley procedan. “Eduardo Pallares considera que “Los recursos son los medios de impugnación que otorga la ley a las partes y a los terceros para que obtengan mediante ellos, la revocación o rescisión de una sentencia o en general de una resolución judicial. Excepcionalmente, el recurso tiene por objeto el declarar nula la resolución”. Tales recursos tienen absoluta operancia en el Proceso Mercantil Ejecutivos art. 4 L. Pr. M. considerando las modificaciones expresamente citadas en la ley, señaladas en el numeral 5) de esta exposición. En esta etapa pueden darse las situaciones siguientes: 1) Que ninguna de las partes recurra de la sentencia por considerar que ha sido dictada apegada a derecho. Y que en consecuencia no causa ningún agravio, dada esa situación el proceso continúa su curso normal y pasa a la etapa que sigue. 2) Que cualquiera de las partes recurra dentro del término de ley correspondiente y ante la autoridad competente para ello. Cualquiera de los recursos que proceden, según los arts. 425, 426, 436, 443 inc. 4º, 496, 503, 808, 980, 1086, 1087 Pr. C. Si sucede que se 61 presenta algún recurso, el Juez tendrá que admitirlo o denegarlo. Si no admite tal recurso tendrá que razonar su resolución, fundamentando en la ley, los argumentos que tenga para no hacerlo, en ese caso si se trata de un recurso de apelación, podrá el recurrente, negada la apelación por el juez, presentarse al tribunal superior dentro de los tres días contados a partir del día siguiente al de la notificación de la negativa, art. 1028 Pr. C. En caso que la negativa del Juez no sea justificada, el tribunal superior admitirá el recurso de apelación y recorrerá toda la segunda instancia tal como lo establece la ley, es a lo que se le denomina apelación de hecho. Ante la interposición de cualquier recurso, básicamente pueden esperarse dos resultados: a) Que se confirme la sentencia dada. Lo que significa que el recurso no produjo el resultado esperado por el recurrente, es decir que el recurrir fue inoficioso; esto puede ocurrir ya sea porque dicho recurso era improcedente o simplemente porque no tenía los argumentos suficientes para recurrir de la sentencia y solo lo hizo para dilatar el proceso, si quien apeló con ésta intención fue el demandado, complica la situación, porque lo que ha hecho es demorar el proceso y con ello lo que ha conseguido es que se sigan cobrando más intereses; como consecuencia el juicio se encuentra en el mismo estado en que se encontraba al momento de interponer el recurso y el proceso sigue la trayectoria normal. 62 b) Que se revoque la sentencia recurrida. Esto es que el interponer el recurso produjo el resultado esperado, pues se ha logrado cambiar en todo o en parte la sentencia que causó el agravio al recurrente. Al producirse este resultado, el rumbo del juicio cambia totalmente y puede suceder que se anule la sentencia y todo lo que fuere su consecuencia o hasta anular todo el juicio o simplemente reformar en una de sus partes la providencia alzada. h.- EJECUTORIA DE LA SENTENCIA. Resuelto el recurso de apelación o cualquiera otro que se hubiere interpuesto o aún cuando no se hubiere recurrido, la parte actora pedirá que se declare ejecutoriada la sentencia a fin de que tal sentencia quede firme, que adquiera los efectos de inamovible aunque no de cosa juzgada, pues el art. 599 Pr. C. en relación con el 62 y 122 L. Pr. M., establecen: que la sentencia dada en el juicio ejecutivo, no produce los efectos de cosa juzgada, dejando expedito el derecho a las partes para controvertir en juicio sumario, la obligación mercantil que causó la ejecución. Exceptúase el caso en que la ejecución se funde en títulos valores, en el cual la sentencia producirá los efectos de cosa juzgada. 63 El fundamento jurídico del porqué la sentencia dada en juicio ejecutivo, adquiere la calidad de cosa juzgada, cuando el documento base de la pretensión sea un título valor, es porque el ejecutado tiene la oportunidad de oponer todas las excepciones señaladas en el art. 639 Com. y de allí que puede hacer uso de todos esos medios de defensa dentro del juicio ejecutivo razón por la cual no es posible que se le permita volver a iniciar otro juicio sumario basado en el mismo Título Valor. Ejecutoriada la sentencia definitiva o de remate como se le conoce, el juicio ejecutivo pasa a su segunda fase que en doctrina se le conoce como compulsiva o de ejecución. 2.- FASE COMPULSIVA O DE EJECUCION. Principia con la orden que da el juez para iniciar el procedimiento para realizar la venta en pública subasta, de los bienes que se le han embargado al deudor. a.- ORDEN DE VENTA DE BIENES EMBARGADOS. Inicia con la petición que hace al juez la parte actora, solicitando se proceda a subastar los bienes que se han embargado en virtud del decreto de embargo, el tribunal proveerá un auto que contiene tres órdenes: 1) Fijación de primeros carteles en el lugar del juicio (Tablero judicial) y en el lugar de los bienes a subastarse. Si se trata de bienes muebles en el lugar donde los tenga el Depositario Judicial que se nombró en las Diligencias de Embargo; si es inmueble se fijará el cartel en el lugar donde se encuentre ubicado dicho inmueble. 64 Estos carteles contendrán los nombres del ejecutante y del ejecutado, la designación de los bienes que se venden y el Juzgado en que ha de verificarse la venta. Art. 606 Pr. C. 2) Publicación de carteles. Uno de los carteles enunciados en el literal anterior, se publicará por tres veces en el Diario Oficial y en un Diario de circulación nacional, las publicaciones deben ser alternas, so pena de nulidad, art. 606 Inc. 1º. Pr. C.; esto se hace para lograr que más posibles compradores se enteren de que se realizará la venta en pública subasta. 3) Informe al Registrador de la Propiedad Raíz e Hipotecas. Si los bienes embargados fueren inmuebles, se pedirá al Registrador de la Propiedad Raíz e Hipoteca correspondiente, que informe al tribunal sobre la situación jurídica de dicho inmueble, para saber si se hayan inscritos a favor de otra persona, por derechos reales u otros que deban respetarse, y si resultare afirmativo, deberá citarse en la forma debida, para proceder a la subasta. Art. 645 inc. 3º Pr. C. 4) Valúo. Puede contemplarse una cuarta orden y es la expresión del valúo que dan a los bienes embargados. Como el 90% de los juicios mercantiles ejecutivos que se tramitan en los juzgados son promovidos por la banca, implica que en el momento en que nace la obligación cuyo cumplimiento se reclama, se dio garantía sea prendaria o hipotecaria a favor del acreedor y 65 generalmente en ese mismo momento se le dio una valor a la garantía, por lo que procesalmente hablando ya no habría necesidad de prevenirse que expresen el valor que dan a tales bienes, a no ser que la relación causal que dio origen a la acción haya sido un título valor y como consecuencia no se dio garantía. En el caso que los bienes embargados no se hayan valuado, en el mismo auto en que se ordena la venta en pública subasta, se nombrará a dos peritos para que den el justiprecio y practiquen el valúo de conformidad con el art. 347 Pr. C. nombrados los peritos valuadores de los bienes embargados, habrá que hacerles saber dicho nombramiento, para que acepten y de ser así, sean juramentados en legal forma. Juramentados los peritos, la parte actora pedirá señalamiento para proceder al valúo de los bienes de que se trata. Los peritos practicarán el valúo y entregarán al juez un informe firmado por ellos, donde expresarán el valor de los bienes, si fueren varios bienes darán el precio de cada uno de los bienes por separado, para efectos de facilitar las pujas o posturas al momento de realizarse la subasta Art. 606 inc. 3º y 4º Pr. C. El precio dado a los bienes en el valúo, servirá de base para la venta en pública subasta, se calcularán las dos terceras partes de dicho valúo y a partir de esa cantidad podrán empezar a pujar los postores que se presenten a la hora señalada para la subasta. Cabe señalar al respecto que el art. 635 Pr. C. Establece que “No se admitirá postura por menos de 66 las dos terceras partes del valúo. Tampoco se admitirá la que no sea en dinero de contado si no es con consentimiento del acreedor”. Una vez dictada esta resolución el Juez autoriza la venta en pública subasta, el juicio se carga a la mecanógrafa para que haga los carteles y el oficio dirigido al Registrador de la Propiedad Raíz según el lugar en que se encuentre ubicado el bien raíz y serán firmados por el juez y el secretario, se guarda el juicio en el archivo denominado “para retirar oficios”, esperando que la parte actora retire el oficio dirigido al registrador y lleve al ordenanza del tribunal a fijar el cartel donde corresponda. b.- SEÑALAMIENTO PARA LA SUBASTA. Transcurridos quince días después de la última publicación en el Diario Oficial, el Juez a solicitud de parte señalará día y hora para el remate de los bienes embargados y mandará fijar los segundos carteles, expresando en los mismos el valúo que se le da a los bienes embargados y la hora en que se rematarán art. 607 Pr. C. Para este caso nuevamente se le cargará a la mecanógrafa para que elabore nuevos carteles con expresión del día y hora del remate y de igual forma que en la etapa anterior se irán a colocar los carteles donde corresponda; asimismo el tribunal se cerciorará que el registrador haya contestado el informe que se le pidió sobre la situación jurídica del inmueble, pues si en dicho informe se dice que el bien raíz se encuentra inscrito a favor de otra persona, por derechos reales u otros que deban respetarse, debe citarse a dicha persona, para proceder a la subasta; y 67 en caso que fuera acreedor hipotecario, se cubrirá su crédito con el precio del remate en el orden de prelación establecido por las leyes sustantivas, arts. 645 inc. 3º. Pr. C. Y 2217 C. Citaciones para señalamiento. Habiéndose cumplido todas las formalidades legales para proceder a la subasta, el notificador tendrá que citar a las partes para que comparezcan a la venta en pública subasta, lo mismo que a las personas que resultaren tener derechos en el inmueble de que se trata; tal como se dijo en el párrafo anterior, el actor deberá estar pendiente de que se hayan fijado los carteles en la forma indicada en el numeral anterior y si éste se colocó en una circunscripción territorial distinta a la del asiento del tribunal, debió haberse comisionado al Juez de Paz respectivo y que la provisión se haya devuelto debidamente diligenciada. A esta altura de nuestro estudio, conviene observar que puede ocurrir dentro del proceso lo que conocemos como LA DESERCIÓN, la cual está regulada en el art. 611 Pr. C. “La deserción y la rebeldía se pronunciarán del mismo modo y por los mismos trámites que en los casos comunes y explicados; Pero la deserción en el juicio ejecutivo puede pedirse y declararse en cualquier estado de la causa”. Y la deserción según el art. 468 Pr. C. Es el desamparo o abandono que la parte hace de su derecho o acción, deducida previamente ante los jueces y tribunales. 68 Y se produce sin necesidad de aceptación previa de la contraparte. De conformidad al art. 536 Pr. C. La deserción procede cuando el actor desampara la demanda después de contestada, dejando transcurrir seis o más días sin pedir o hacer lo que, conforme a derecho sea necesario de su parte para la continuación del juicio, y se requiere para declararla, que se prevenga antes al actor que continúe su acción dentro de los tres días perentorios y si los deja transcurrir sin hacerlo, la deserción se declara con costas si el demandado lo pide, notificándose al actor la declaratoria, en la forma legal. Art. 537 Pr. C. Es raro que la deserción se dé en el juicio ejecutivo, antes de la sentencia definitiva, pero al contrario de lo que sucede en los demás juicios, sí puede presentarse después de la sentencia ejecutoriada, pues mientras en éstos la acción del actor queda terminada con la sentencia definitiva, en el juicio ejecutivo no sucede lo mismo, ya que como hemos señalado, una vez ejecutoriada la sentencia que favorece al actor, comienza lo que hemos llamado la fase compulsiva que termina con el remate o adjudicación de los bienes del deudor. Y hay ciertos trámites que necesariamente los debe pedir el actor para continuar con la ejecución hasta su completo fin; ejemplos de estos son el valúo de los bienes por peritos, la petición de venta y señalamiento para el remate de los bienes embargados, trámites que si no los pide el ejecutante pueden dar lugar a que el ejecutado le acuse deserción y, si después de habérsele prevenido no lo hace, debe declararse la deserción con costas. 69 La razón por la que el art. 611 Pr. C. dice que la deserción en el juicio ejecutivo puede declararse en cualquier estado de la causa y no del juicio, es porque éste conforme a la ley, termina con la sentencia de remate o de pago.3 c.- VENTA EN PÚBLICA SUBASTA O REMATE. Llegado el día y hora señalado para verificar la subasta, el resolutor revisará el expediente momentos antes de la hora indicada para el remate, para asegurarse que se han cumplido con todas las formalidades legales y proceder así a la venta. El art. 634 Pr. C. Preceptúa: “El juez se sentará con mesa y recado de escribir, a la puerta de su oficina acompañado de su secretario, dos horas antes de la señalada para el remate y se darán pregones anunciándose las posturas que se hicieren”. También estará presente un colaborador judicial al que se le llama pregonero, es quien leerá el cartel o pregón, las partes y todos los posibles compradores que se hayan enterado; antes de leer el pregón, el secretario se cerciorará de la capacidad económica de los postores, a fin de poder determinar si cuentan con el dinero necesario para hacer las posturas o pujas, es decir si cuentan con las dos terceras partes del valúo dado. Esta venta se realizará como las ventas al martillo y se venderá al mejor postor, es decir al que mejor postura haga, al que ofrezca la mayor cantidad, hasta que no haya quien la mejore. Después que el Secretario la repita por tres veces y no 3 Tomasino, Humberto “El Juicio Ejecutivo en la Legislación Salvadoreña” 70 habiendo nadie que la supere, se entenderá que se remata a favor de él. De todo lo actuado en la subasta se levantará un acta la cual será firmada por el Juez, el comprador, las partes que hubieren concurrido, el pregonero aunque la ley no lo contemple y el Secretario. Arts. 636 y 637 Pr. C. En éste momento procesal, se pueden dar dos situaciones: 1) Que los bienes sacados a remate se vendan. En tal caso el comprador pedirá la aprobación del remate, art. 642 Pr. C. 2) Que los bienes sacados al remate no se vendan. En este caso, al actor le quedan dos opciones: a) Pedir que se le adjudiquen en pago los bienes embargados. Por las dos terceras partes del valúo que sirva de base al remate arts. 639 Pr. C. Y 217 de la Ley de Bancos; o, b) Pedir que se saquen nuevamente los bienes a subasta. Podrá pedir que se saquen nuevamente a subasta, previo señalamiento de día y hora, cuantas veces lo solicite alguna de las partes hasta que se vendan art. 638 inc. 1º Pr. C. Si sacado a Remate el bien por tres veces, no se vendiere o no se adjudicare, se realizará un nuevo valúo para otras subastas; este procedimiento se repite hasta que se remate o se adjudique el bien, art. 217 literal c) de la Ley de Bancos. 71 MODOS ANORMALES DE TERMINACIÓN DEL PROCESO. Como lo afirma el jurisconsulto Manuel Osorio, la Sentencia es el modo normal de extinción de la relación procesal. Es la decisión judicial que en la instancia pone fin al pleito civil, resolviendo los derechos de cada litigante y la condena o absolución del procesado. Sin embargo acontece en la práctica tribunalística que no siempre el juicio se termina por Sentencia, sino que hay maneras o modos anormales que le ponen fin al litigio, tales son: 1) Sobreseimiento. “Consiste en la finalización del juicio ejecutivo, mediante pagos hechos por el ejecutado, antes de que el comprador deposite en tiempo y forma el saldo del precio; desinteresando al ejecutante, al martillero y al mismo comprador de la manera estipulada por la ley”. “Ver Anexo 5” Esta figura se encuentra contemplada en nuestra legislación en el art. 645 inc 2º que literalmente señala: “Puede también el deudor, redimir los bienes ejecutados, satisfaciendo la deuda y costas. En este caso se SOBRESEERÁ en el procedimiento. Después de celebrado el remate, queda hecha irrevocablemente la venta a favor del comprador”. Conviene aclarar sobre este punto, que se puede pedir el sobreseimiento, cuando la parte ha sido legalmente emplazada. Cuando la parte demandada no ha sido emplazada, basta que el actor pida que se declare extinguida la obligación contraida por los deudores y que se levante el embargo declarado en sus bienes. “Ver anexo 2”. 72 Bustos Berrondo, Horacio,4 censura el hecho de que la norma procesal lleve por título el sobreseimiento en el procedimiento, entendiendo que debió ser el de liberación o rescate de bienes, por cuanto el sobreseimiento es ajeno al procedimiento civil y porque además no se encuentra comprendido en los modos anormales de terminación del proceso, que son los que a continuación señalamos. Asimismo el precitado autor destaca que no critica la incorporación al código de la posibilidad acordada al deudor de rescatar sus bienes embargados, pues ha venido a llenar un vacío que perjudicaba al ejecutado. 2) Desistimiento. Es una forma de renuncia; en materia Procesal se habla del desistimiento del proceso y desistimiento del derecho. Nuestro ordenamiento jurídico lo consagra en el art. 464 Pr. C. Que contempla el apartamiento de alguna acción o recurso, pero que doctrinariamente existen las dos clases de desistimiento siguientes: a) Desistimiento del Proceso. Es el acto por el cual el actor formula una inequívoca manifestación de voluntad, tendiente a poner fin a la relación procesal, que en principio tiende a afectar únicamente la relación procesal, dejando incólume el derecho, no se renuncia al proceso, se renuncia a continuar con él; en el caso que esta renuncia suceda antes de la 4 Bustos Berrondo, Horacio “El sobreseimiento en el Juicio Ejecutivo” 73 notificación, lo único que hace el actor renunciante es dejar de estimular la función jurisdiccional, dejar de ejercitar la acción; pero si sucede una vez trabada la litis, una vez integrada la relación jurídico procesal, en este caso para que dicha renuncia tenga efectos, se requiere la conformidad del demandado; si éste no la presta, el proceso continuará, si en cambio da el acuerdo, el Juez dictará una resolución que no hará mérito de la cuestión de fondo y aunque declare extinguido el proceso, no puede conferir efectos aniquilatorios inmediatos a la relación procesal. b) Desistimiento del Derecho. Es equivalente a la renuncia de éste, obviamente lo extingue. Se puede desistir del derecho, desde que éste existe en su mínima expresión y hasta la sentencia definitiva y firme mientras resulte ganancioso hasta ese momento, por haber sido acogida su pretensión. No se requerirá la conformidad del demandado, debiendo el Juez limitarse a examinar si el acto procede por la naturaleza del derecho en litigio y a dar por terminado el juicio en caso afirmativo. Los principios generales del Derecho Civil, establecen que puede renunciarse a todos los derechos establecidos en interés particular de las personas, pero no aquellos concedidos con mira al interés público. Art. 12 C.C. 74 3) Allanamiento. “Es la conformidad con las pretensiones deducidas por la parte contraria” Podetti5 ha dicho que “allanarse es conocer como justa la pretensión deducida en su contra, mediante una demanda principal o incidental y aceptar que son a su cargo las obligaciones en ella involucradas”. Agrega este autor que el actor puede allanarse a una excepción y el demandado a una demanda 4) Transacción. En su sustantivación, deviene de transactio, transactionis, equivalente a trato, acuerdo, pacto. Es la concesión que se hace al adversario, a fin de concluir una disputa, causa o conflicto, aún estando cierto de la razón o justicia propia. Esto hay que relacionarlo con lo dispuesto en el Título XL, art. 2192 y siguientes del Código Civil, considerando además que ésta puede ser alegada como una excepción perentoria en el curso del proceso, ya que es uno de los modos de extinguir las obligaciones. Pero su finalidad principal es dirimir controversias, con la presentación del convenio ante el juez, quien se limitará a examinar los requisitos exigidos por la ley para su validez y la homologará o no. 5 Tomado de Ejecución de Títulos Ejecutivo de Novellino 75 5) Conciliación. Couture 6 la definió como “acuerdo o avenencia entre partes que, mediante renuncia o desistimiento, allanamiento, o transacción, hacen innecesario el litigio pendiente o evitan el litigio eventual”. Siempre será potestativo de las partes y podrá utilizarse como defensa o excepción. En nuestra ley procesal civil, art. 164 opera como un acto preparatorio para el juicio, exceptuados los casos que señala el art. 165 Pr. C. 6) Caducidad de instancia. Sucede cuando el actor no produce los actos impulsores necesarios para que el proceso no se detenga momentánea o definitivamente. “Cuando no se instare” el curso de la instancia dentro de los plazos determinados, que en el art. 469 Pr. C. establece que se tendrá por acabada y extinguida la acción, por no proseguirse en el término señalado por la ley para la prescripción. En la práctica, de estos modos anormales de terminación de un juicio, el que más opera es el sobreseimiento, entendido este como cualquier arreglo al que hubieren llegado las partes, creemos que se utiliza éste por ser el menos complejo, el más sencillo, pues basta que la parte actora lo pida e incontinenti se resuelve, sobreseyendo al demandado, se notifica a 6 Couture, Eduardo J. “Estudio de Derecho Procesal Civil” 76 ambas partes y se libran los oficios correspondientes. d.- APROBACIÓN DEL REMATE. Si llegado el día y la hora señalados para la subasta, los bienes se rematan, la etapa que continúa es la aprobación de dicho remate; por el contrario si llegado día y hora para la subasta los bienes no se vendieron, el actor puede pedir que se saquen nuevamente a subasta, en este caso se vuelva a la etapa del literal b.- de ésta fase que nos ocupa, para luego seguir con el procedimiento que es objeto de estudio. El art. 642 Pr C. Literalmente dice “El comprador pedirá la aprobación del remate dentro del tercero día, oblando el dinero que hubiere ofrecido de contado para el pago de la deuda, sus intereses y costas. El dinero oblado se pagará a quienes corresponda, con recibo, entregándose los bienes al comprador”. Esta etapa de dar por bueno el remate, es la venia que se le pide al Juez respecto de la compra del bien embargado, y esto tendrá que pedirlo la persona que compró el bien subastado y lo deberá hacer dentro de tercero día contado a partir de aquel en que se efectuó la subasta; asimismo tendrá que oblar o depositar el dinero que hubiere ofrecido, en efectivo o por medio de cheque de caja o de gerencia, art. 825 y 837 Com. o con cheque certificado, para el pago de la deuda. 77 Si el rematador o comprador no pide dentro del tercer día, que se apruebe el remate, el Juez la dará de oficio, obligando al comprador a cumplir con las condiciones del remate, aún con responsabilidad de costas, daños y perjuicios, art. 643 Pr. C. Para oblar la cantidad en que se remató el bien, es costumbre en los juzgados de lo mercantil, que el pago se haga a través de este tipo de cheques, para garantizar el fiel cumplimiento de la obligación; el cheque debe librarse a favor de la Dirección General de Tesorería y cuando el tribunal lo recibe, lo envía mediante un oficio, el cual se depositará en la Cuenta de Fondos Ajenos en Custodia, para que luego se presente el actor a hacer suya la cantidad adeudada, no sin antes esperar que se haga la respectiva liquidación. e.- ENTREGA DEL BIEN AL COMPRADOR O AL ADJUDICATARIO. Después que se ha depositado el dinero donde corresponde, el comprador (si se hubieren vendido los bienes), o el adjudicatario, pedirá al juez que se le entreguen los bienes rematados; dicha entrega se hará según el tipo de bien de que se trate, para el caso si se trata de un inmueble, el juez a instancia de parte, lanzará previamente, sin forma de juicio, al ejecutado, agentes dependientes, dependientes o criados, concediéndoles un breve término prudencialmente y en caso muy necesario para que desocupen, art. 642 inc. 2º. Pr. C. 78 En la práctica no siempre se realiza éste lanzamiento, ya que lo normal es que cuando se da ésta etapa del proceso, los ocupantes ya han abandonado el inmueble. Cuando el inmueble se encontrare fuera del asiento del tribunal, se comisionará al Juez de Paz del lugar, para que éste proceda al lanzamiento. Indistintamente de quien haga el lanzamiento, siempre se levantará acta de dicha diligencia, lo mismo que cuando se haga la entrega del bien al comprador, en este caso será el título de dominio que tendrá el nuevo propietario. f.- ENTREGA DEL TÍTULO DE DOMINIO. Para tener la titularidad del bien que se ha comprado, es necesario probar la calidad de propietario, en tal sentido el interesado pedirá al Juez que le extienda el Título de Dominio, para lo cual el Juez extenderá: Certificación del acta del remate, escrito en el cual se pida la aprobación del remate y el Auto donde se aprueba tal remate, si fuere el caso del comprador; si se trata del adjudicatario se le extenderá senda Certificación del acta donde consta que no se presentaron compradores a la hora señalada para la subasta, del escrito en que se pide la adjudicación y del auto donde se ordena la adjudicación; en ambos casos dicha Certificación le servirá de título de propiedad y posesión al comprador o adjudicatario, art. 644 Pr. C. g.- LIQUIDACIÓN. Una vez que se ha entregado el justo título, es necesario determinar si el producto de la venta o el precio del bien adjudicado, según el caso, ha cubierto 79 la cantidad adeudada, para lo cual se hace necesario practicar una liquidación donde se calcule a cuanto asciende el monto adeudado. Para éste efecto, el Juez señalará día y hora para tal diligencia, citando a las partes para que comparezcan a la misma, pudiendo arrojar los resultados siguientes: 1) Que la cantidad adeudada sea igual o inferior al valor de los bienes subastados o adjudicados. Si ocurriera este caso, el remanente se le devolverá al deudor, lo mismo que el documento base de la pretensión, con la respectiva razón de ley. Art. 594 inc 2º Pr. C. Y tendrá como consecuencia que se ordene el archivo definitivo del juicio, lo cual puede ordenarse por medio de un decreto de sustanciación, cuidando que se hayan ordenado los oficios de cancelación de hipotecas si hubo y embargos que pesaban sobre el bien, igualmente que se haya enviado oficio al Depositario Judicial haciéndole saber que ha cesado en el desempeño de sus funciones, este archivo definitivo se da también con el juicio copia. 2) Puede suceder que el saldo arrojado en la liquidación sea superior al valor del bien subastado o adjudicado. En cuyo caso el actor podrá hacer dos cosas: a) Conformarse con lo pagado. Y pedir como consecuencia que se le devuelva el documento base de la acción al deudor y se archive el juicio. 80 b) Pedir que se amplíe la ejecución. De conformidad con los arts. 646 Pr. C. y 53 Pr. M., ante ésta situación el Juez librará nuevo mandamiento de embargo y se procederá a embargar otros bienes del deudor si los tuviere, con lo cual se procederá en la misma forma explicada anteriormente desde lo que es la Fase Compulsiva lit. a.- de éste trabajo y se procederá hasta archivar el juicio, cuidando cada una de las etapas ya expuestas. 81 CONCLUSIONES Después de investigar sobre el Proceso Mercantil Ejecutivo, concluyo lo siguiente: 1.- Encontramos que hay mucho por hacer para que se cumpla con la agilidad que exige el comercio, así como también que es necesario dedicar un esfuerzo especial para plasmar la doctrina desarrollada hasta la fecha por los tribunales salvadoreños y contar así con documentos que proporcionen los criterios orientadores para iniciar, seguir y fenecer los Procesos Mercantiles Ejecutivos. 2.- Para llegar a tener dominio sobre el Proceso Mercantil, es necesario conocer el Juicio Ejecutivo, primero desde la perspectiva Civil para luego aplicar las modificaciones que expresamente señala la Ley de Procedimientos Mercantiles, y que básicamente no varían, pues son solo algunas modificaciones las que lo hacen especial. 3.- No es mi propósito reproducir todo lo que sobre el Juicio Ejecutivo se ha dicho, sino de dar algunos elementos que nos guíen y nos refieran a donde sea necesario para solucionar las dudas más comunes que se nos puedan presentar, especialmente a los estudiantes de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y a aquellos litigantes que muy probablemente tendrán que entablar un Juicio Mercantil Ejecutivo, es para ellos ésta guía de trabajo que en forma breve y sencilla se presentan las etapas que pueden darse en el mismo. 82 RECOMENDACIONES 1.- Que las Universidades suscriban acuerdos con la Honorable Corte Suprema de Justicia, con el propósito de que les faciliten los Juicios a los estudiantes, para fines didácticos. 2.- Recomiéndase a la Escuela de Capacitación Judicial, programar al Proceso Mercantil Ejecutivo, dentro de sus cursos, a fin de poder invitar a los Jueces y colaboradores de los juzgados en donde se ventilan éstos juicios, para lograr la unificación de criterios en la tramitación de dichos procesos, en todos los juzgados que son competentes para conocer en los juicios a que me he referido. 3.- Instar a las instituciones jurídicas, a preocuparse por el estudio de estos procesos especiales, que si bien es cierto su tramitación no es nueva, por la poca doctrina que hay, pareciera que lo son. 4.- Sugiérese a las comisiones revisadoras de Pénsum de la Universidades Privadas, darle el contenido y tiempo necesario para desarrollar en las aulas, el Proceso Mercantil Ejecutivo, para que los estudiantes conozcan con exactitud dicho proceso. 5.- Que se continúe en futuros trabajos de interés profesional, depurando y mejorando éste, para llegar a obtener un documento y bien revisado y complementado que sea utilizado como guía de doctrina salvadoreña sobre los Juicios Ejecutivos Mercantiles