Conclusiones

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LA REFORMA DE LA POLÍTICA
PESQUERA COMÚN DE CARA A 2013
Reform of the
Common Fisheries
Policy towards 2013
(English from page 121)
Este libro ha sido elaborado por el Equipo Técnico de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto
de Vigo, integrado por las siguientes personas y áreas de actividad:
José R. Fuertes Gamundi
Dirección Gerencia
José A. Suárez-Llanos Rodríguez
Gerencia Adjunta para asociaciones y organizaciones de productores
Reinaldo Iglesias Prieto
Gerencia Adjunta para Servicios de la Cooperativa
Hugo C. González García
Secretaría Técnica de las asociaciones de armadores
Edelmiro Ulloa Alonso
Secretaría Técnica de las asociaciones de armadores
Jorge Romón Olea
Departamento de I+D+i y ayudas FEP
Jaime Conde Solá
Asesoría Jurídica
ISBNN: 978 84 614 5294 1
DEPÓSITO LEGAL:
Hacia la sostenibilidad
medioambiental y
socio-económica a
través del mercado
único, común y
abierto de la pesca
comunitaria
ÍNDICE
Presentación. Por Javier Touza Touza,
presidente de la Cooperativa de
Armadores de Vigo (Arvi)
Introducción. Por los autores del libro
PREÁMBULO
El Clúster del Sector Pesquero
Extractivo y Productor (Clupesca)
2.3. Coordinación y eficacia
Pág. 31
Pág. 11
2.4. Soluciones
Pág. 32
Pág. 13
2.5. Conclusiones
Pág. 34
Pág. 19
1. Introducción
Pág. 19
2. Composición inicial del Clúster
Pág. 19
3. Experiencia e iniciativas de
investigación, innovación y
desarrollo tecnológico
4. Los fines y actividad del Clúster
del Sector Pesquero Extractivo
y Productor
Pág. 23
Pág. 23
SECCIÓN I: EL CONOCIMIENTO Y
LA TOMA DE DECISIONES EN LA
POLÍTICA PESQUERA COMÚN
CAPÍTULO 1
El conocimiento en la futura Política
Pesquera Común
CAPÍTULO 3
La gestión de los recursos en la nueva
PPC: La estabilidad relativa y el
mercado interior del pescado fresco
en la Unión Europea
3.1. Síntesis
Pág. 26
Pág. 26
1.2. Pasos a seguir
Pág. 27
1.3. Cómo investigar
Pág. 28
1.4. Conclusiones
Pág. 28
Pág. 29
Pág. 29
2.2. Comités de consulta y
asesoramiento
Pág. 29
Pág. 36
Pág. 36
3.1.2. Consecuencias biológicas
Pág. 37
3.1.3. Consecuencias económicas
Pág. 37
3.1.4. Distorsiones en la competencia
Pág. 37
Pág. 37
3.2.1. La estabilidad relativa:
acuerdo en 1983
Pág. 37
3.2.2. La entrada de España y
Portugal en la CE (1 de
Enero de 1986)
Pág. 38
3.3. Inconvenientes del sistema
de TACs y cuotas
Pág. 39
3.4. Consecuencias
socioeconómicas de la
estabilidad relativa
Pág. 39
3.5. Distorsión de la competencia
Pág. 43
3.6. Conclusiones
Pág. 43
CLUPESCA
2.1. Introducción
Pág. 36
3.1.1. La estabilidad relativa
3.2. Antecedentes históricos
1.1. Situación actual
CAPÍTULO 2
La gobernanza en la futura Política
Pesquera Común. Mejora del
funcionamiento de los comités
consultivos y asesores en el sector
pesquero de la Unión Europea
SECCIÓN II: LAS AGUAS
COMUNITARIAS: LA GESTIÓN DE
LOS RECURSOS Y DE LAS FLOTAS
7
ÍNDICE
CAPÍTULO 4
La sobrecapacidad de las flotas
comunitarias: un estudio comparativo
del esfuerzo de pesca y las cuotas en
la Unión Europea
Pág. 44
4.1. Introducción
Pág. 44
4.2. Potencia y cuotas de pesca
Pág. 44
4.3. Evolución de la reducción del
esfuerzo pesquero
Pág. 45
4.4. Caso hipotético de equilibrio
entre potencia y cuotas
Pág. 45
4.5. Necesidad de reformar la PPC
Pág. 47
4.6. Conclusiones
Pág. 47
6.5. Conclusiones
Pág. 55
SECCIÓN IV: EL RETO DE LA
COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS
PESQUERAS COMUNITARIAS
CAPÍTULO 7
Las exportaciones: un factor de
competitividad del sector pesquero
español
Pág. 57
Pág. 57
7.2. Evolución de las exportaciones
Pág. 57
7.3. Las exportaciones por grupos
de pescado
Pág. 59
7.4. Principales especies
Pág. 59
Pág. 48
7.5. Destino de las exportaciones
Pág. 60
5.1. Introducción
Pág. 48
7.6. Conclusiones
Pág. 60
5.2. De la percepción a la realidad
Pág. 48
5.3. La definición de flota artesanal
Pág. 50
5.3.1. Una definición descentralizada
y la aplicación de las Cuotas
Individuales Transferibles
(ITQs)
5.4. Conclusiones
CAPÍTULO 8
El comercio y el mercado de los
productos de la pesca en la futura
Política Pesquera Común
Pág. 61
8.1. Situación actual
Pág. 61
Pág. 50
8.2. Factores a tener en cuenta
Pág. 62
Pág. 50
8.3. Posibles estrategias de futuro
Pág. 63
8.3.1. La organización de la oferta
Pág. 63
8.3.2. Medidas de actuación de las
OPs (La caja de herramientas)
Pág. 63
Pág. 52
8.3.3. La diferenciación de producto
Pág. 64
6.1. Introducción
Pág. 52
8.3.4. La promoción
Pág. 64
6.2. Las cifras
Pág. 53
8.3.5. Un control más eficaz de las
importaciones
Pág. 65
6.3. Los objetivos
Pág. 53
SECCIÓN III: LAS AGUAS NO
COMUNITARIAS
CAPÍTULO 6
La dimensión exterior de la pesca
comunitaria: una estrategia necesaria
CLUPESCA
Pág. 55
7.1. Introducción
CAPÍTULO 5
La diferenciación de la flota artesanal
en la nueva Política Pesquera Común
8
6.4. Las estrategias
ÍNDICE
8.3.6. Nuevos mercados
8.4. Conclusiones
CAPÍTULO 9
La internacionalización de las empresas
en la reforma de la PPC: el paradigma de
las empresas pesqueras
comunitarias en terceros países
Pág. 66
11.2.1. Acuerdos de pesca sin
posibilidades de capturas
Pág. 76
11.2.2. Reciprocidad de las
inversiones
Pág. 76
11.3. La creación de puestos de
trabajo
Pág. 76
11.4. La buena gobernanza marítima
Pág. 76
Pág. 66
Pág. 67
9.1. Introducción
Pág. 67
9.2. Propuestas de actuación
Pág. 68
11.5. El suministro al mercado
comunitario
Pág. 77
9.3. Conclusiones
Pág. 69
11.6. Conclusiones
Pág. 77
CAPÍTULO 10
La ayuda financiera pública en la futura
Política Pesquera Común
Pág. 70
10.1. Introducción
Pág. 70
10.2. Ejes prioritarios en el futuro
Fondo Pesquero
Pág. 70
10.2.1. Ayudas para la sostenibilidad ambiental
Pág. 71
10.2.3. Ayudas para la sostenibilidad social
Pág. 72
Pág. 79
12.1. Introducción
Pág. 79
12.2. Objetivos
Pág. 79
12.3. Estrategias
Pág. 80
12.3.1. Aspecto medioambiental
Pág. 80
12.3.2. Aspectos económicos
Pág. 81
12.3.3. Aspectos sociales
Pág. 81
Pág. 73
12.4. Conclusiones
SECCIÓN V: COOPERACIÓN Y
DESARROLLO
CAPÍTULO 11
La inclusión de las sociedades mixtas en
la futura Política Pesquera Común
CAPÍTULO 12
El papel de la futura Política Pesquera
Común en la política marítima
integrada
Pág. 71
10.2.2. Ayudas para la sostenibilidad económica
10.3. Conclusiones
SECCIÓN VI: LA INTEGRACIÓN EN
OTRAS POLÍTICAS COMUNITARIAS
Pág. 75
11.1. Introducción
Pág. 75
11.2. Fomento de la inversión en los países terceros
Pág. 76
Pág. 81
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
Pág. 83
ANEXO I
Observaciones al Libro Verde sobre la
Reforma de la PPC.
(Presentadas por la Cooperativa de
Armadores del Puerto de Vigo ante la
Comisión Europea en 2009)
Pág. 90
CLUPESCA
9
PRESENTACIÓN
Ha llegado el momento de hacer cambios
profundos en la Política Pesquera Común
L
Por Javier Touza Touza
Presidente de la Cooperativa de Armadores
de Pesca del Puerto de Vigo (Arvi)
a gestión para un desarrollo sostenible comenzó a extenderse en el ámbito de la pesca en
la segunda mitad del siglo pasado. Desde finales de los años 70, la preocupación por la
conservación de los recursos pesqueros ha condicionado las políticas y las actividades empresariales y profesionales, con regulaciones de alcance internacional, como la Convención
Internacional sobre el Derecho del Mar de la ONU, la Política Pesquera Común (PPC) de la
UE, o las emitidas por las diferentes Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera en
las aguas internacionales.
Para un sector pesquero como el español, el nuevo contexto político como consecuencia de
la extensión de las aguas jurisdiccionales a las 200 millas y los enfoques de precaución en
la gestión, obligó a una importante reestructuración. En el caso español no era fácil la reconversión de la pesca hacia otras actividades, como sí sucedió en otros Estados europeos.
Si los puertos españoles dejasen de recibir pescado, las consecuencias se sentirían en otros
sectores, como la transformación y la comercialización. En algunas zonas, como Galicia,
estas consecuencias se multiplicarían, si tenemos en cuenta que más de medio centenar de
sectores de actividad mantienen una dependencia directa de la actividad pesquera.
Hablamos, por lo tanto, de una región altamente dependiente de la pesca. Pero, además, se
trata de una región en la que la pesca ha alcanzado unos niveles muy altos de competitividad.
Los principales factores para lograrlo han sido su capacidad de adaptación, su capacidad de
integración, la innovación tecnológica, la profundización en el conocimiento y su capacidad
de internacionalización.
Las claves de la supervivencia y del fortalecimiento del sector pesquero español, y por lo
tanto del sector pesquero europeo, coinciden plenamente con la estrategia plasmada por la
Comisión y refrendada por el Parlamento y el Consejo en el documento Europa 2020. Una
simple lectura de este texto nos reafirma en la idea de que la pesca es, y debe seguir siendo,
un sector estratégico para la UE. La apuesta que la Estrategia Europa 2020 hace por la consolidación del mercado interior, luchando contra los proteccionismos nacionales, y la clara
orientación hacia la internacionalización de las Pymes, son las referencias que necesita el
sector para seguir adelante.
CLUPESCA
Centrándonos en la próxima reforma de la Política Pesquera Común, tanto el Libro Verde
como una buena parte de las aportaciones a la discusión sobre sus contenidos son anteriores al establecimiento de la Estrategia Europa 2020. En el sector pesquero español estamos
convencidos de que la Comisión Europea hará un esfuerzo para adaptar los contenidos de
11
PRESENTACIÓN
su propuesta a estas directrices diseñadas para sacar a Europa de la crisis económica que
padece y que la puede situar en inferioridad con respecto a otros competidores.
Estamos convencidos de que la Comisión actuará en clave europea, y no solamente como
árbitro entre los diferentes intereses nacionales que confluyen en la UE. Creemos que hasta
ahora ha sido éste el principal freno al desarrollo de la pesca como una actividad sostenible, necesaria y rentable desde el punto de vista medioambiental, social y económico. La
Comisión debe decidir qué es lo mejor para Europa y, si lo hace, aceptará que ha llegado el
momento de hacer cambios profundos en la Política Pesquera Común.
Apostamos firmemente por la conservación de los recursos. Nuestra industria pesquera, por
su dimensión y características, tiene una visión a muy largo plazo y no se puede jugar su
futuro por una mala gestión en el presente. En cambio, hemos de rechazar cualquier intento
de presión desde la capacidad de influencia de los Estados que pueda distorsionar la competitividad del sector y el juego limpio en el mercado interior.
Una de las principales características de nuestra industria es el alto grado de dependencia
mutua con la sociedad. Cualquier decisión que se tome en política pesquera debe tener en
cuenta esa relación, que se extiende a todos los grupos e instituciones en los que esa sociedad está representada. Entre esas instituciones, quiero citar de forma especial a Caixanova,
cuyo apoyo y comprensión ha sido fundamental para el desarrollo de nuestra sector. Y quiero agradecer también la participación de Caixanova en la edición de este libro.
CLUPESCA
Europa necesita a la pesca, y la pesca necesita a Europa. Este libro es nuestra aportación a la
discusión sobre el futuro del sector pesquero comunitario desde el conocimiento y el rigor
técnico y científico. Creemos firmemente que podemos contribuir a crear una pesca más
sostenible, más justa y más competitiva, que pueda garantizar la supervivencia del recurso,
el suministro de un alimento necesario y saludable, y el mantenimiento de una estructura
social y económica rentable y eficaz.
12
INTRODUCCIÓN
La política pesquera debe avanzar hacia
una pesca sostenible y competitiva en
el marco del mercado único europeo
L
a pesca, como actividad económica dependiente de un recurso natural, requiere de una importante intervención pública. En nuestro sector, las leyes del libre mercado se ven condicionadas por las características de un recurso que no nos pertenece. No disponemos de
una propiedad para explotar, como tienen otros sectores primarios, como la agricultura o la
ganadería. En todo caso, hay quien nos compara con la minería, aunque nosotros tampoco
disponemos del mismo tipo de concesión para la explotación. Además, al contrario de lo que
sucede con el petróleo o el carbón, capturamos un recurso renovable. Por eso, nuestro sector
es un sector de capturas, y no extractivo, como se le suele llamar.
Somos conscientes, por lo tanto, de que debe existir un control público en la gestión de nuestra actividad. Y, además, somos partidarios de que lo haya.
Pero también somos conocedores de los peligros de la intervención pública sobre las actividades privadas, sobre todo en los ámbitos en los que confluyen intereses nacionales. Las
regulaciones anti-dumping son un claro ejemplo de cómo unos Estados han de defenderse
de un excesivo proteccionismo de otros sobre determinados sectores. El principal riesgo de
la intervención pública es la distorsión de la libre competencia.
La Comisión Europea se enfrenta, una vez más, a la revisión de la Política Pesquera Común
(PPC). Se trata de un marco de intervención pública en una actividad privada que afecta a 27
Estados, aunque no todos tienen los mismos intereses pesqueros.
La Unión Europea (UE) es una entidad política compleja, y una de sus principales asignaturas
pendientes es la de la creación de una identidad europea. En los mecanismos de toma de
decisiones que ha habido hasta ahora han prevalecido los Estados sobre los ciudadanos. En
los ámbitos económicos, han prevalecido los intereses nacionales de cada sector sobre los
intereses estratégicos de los sectores de actividad. No hay un sector pesquero europeo, sino
tantos sectores como Estados pesqueros hay en la UE.
Lo que se ha llamado “déficit democrático” ha sido uno de los principales frenos a los que se
ha tenido que enfrentar el modelo europeo de Administración.
CLUPESCA
Estos intereses nacionales tienen su reflejo en el Consejo Europeo, que hasta ahora ha tenido
siempre la última palabra en las decisiones. Desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa,
el Consejo ha de ponerse de acuerdo con el Parlamento en la mayor parte de las cuestiones,
en lo que se ha llamado “procedimiento de codecisión”. Los ciudadanos, por lo tanto, han
13
INTRODUCCIÓN
ganado protagonismo, ya que se supone que la Eurocámara es el reflejo de la voluntad popular.
Pero, a falta de un sentimiento de identidad europeo, el factor nacional sigue jugando un
papel muy importante en todas las discusiones.
Por eso, en la UE se creó una tercera institución, cuya principal función es la de alentar esa
identidad. La Comisión Europea actúa como salvaguarda de los Tratados por encima de los
intereses particulares. De su actuación y credibilidad depende el futuro de Europa.
A la Comisión le corresponde elaborar, desde un punto de vista europeo, las propuestas
que luego tienen que ser aprobadas por los Estados en el Consejo, y por los ciudadanos de
esos Estados en el Parlamento. Y para ser creíble tiene que poner el máximo empeño en que
tengan éxito las políticas de competencia exclusiva, tales como la pesca y la consolidación
del mercado interior.
Hasta ahora, la Política Pesquera Común ha sido un exponente del fracaso en ese cometido.
Dos han sido las principales preocupaciones de la Comisión con respecto a la pesca: por
una parte, conservar el recurso en términos de sostenibilidad y, por la otra, conjugar los
diferentes intereses nacionales con la garantía del cumplimiento del espíritu de libertad e
igualdad de oportunidades que se refleja en los Tratados. En ninguna de las dos ha logrado
los resultados esperados.
Compartimos plenamente la idea de que la prioridad de las políticas relacionadas con el
medio ambiente y los recursos naturales debe ser la preservación de los espacios y de los
hábitats. Tenemos la responsabilidad de garantizar el futuro de las generaciones venideras y
la obligación de avanzar hacia los recursos renovables, ya sea en energía o en cualquier tipo
de actividad productiva.
Y asumimos que hay también una responsabilidad con el presente, que se refiere al suministro de un alimento básico, necesario y saludable, al mantenimiento del medio de vida de
decenas de miles de profesionales, y a la generación de una riqueza fundamental para el
desarrollo de las comunidades dependientes de la pesca.
Es necesario hacer que estas dos responsabilidades, con el futuro y con el presente, sean
compatibles. Y es posible hacerlo, porque la pesca es un recurso renovable cuya conservación es posible con una buena gestión y con una actitud responsable por parte de la industria
y los profesionales. La mejora del conocimiento es la única vía para lograrlo. Y la incertidumbre puede garantizar la supervivencia del recurso, si se aplica un enfoque de precaución,
pero no nos permite cumplir con nuestra responsabilidad con el presente. Por eso no nos
podemos conformar con una política que base su actuación en la confianza en el enfoque de
precaución, sino en todo lo contrario: en la inversión y dotación de medios a la investigación
marina aplicada a la gestión de pesquerías.
CLUPESCA
El modelo de gestión, que se resume en un volumen de pesca de cada especie, el Total Admisible de Capturas (TAC), y en su reparto en cuotas para los Estados, a partir de recomendaciones científicas y criterios políticos, no ha servido para asegurar la sostenibilidad del recurso.
Las presiones de los intereses nacionales dieron origen en su día a un modelo de reparto
basado en una estabilidad relativa en la que una de las variables era la existencia de comu-
14
INTRODUCCIÓN
nidades altamente dependientes de la pesca en determinados Estados miembros en 1976.
Más tarde, fueron Estados como España o Portugal los que entraron en la UE, y tuvieron que
aceptar las condiciones establecidas. De hecho, las Preferencias de La Haya, que detallan
cuáles son las regiones europeas altamente dependientes de la pesca, no se han modificado
a día de hoy para aceptar que en España y Portugal hay zonas con estas características.
Como era de esperar, ese modelo de reparto de las posibilidades de pesca ha afectado a la
competitividad de los sectores pesqueros nacionales. Los datos que se presentan en este
libro demuestran que no se han logrado los objetivos de estabilidad mediante esas condiciones de reparto, ya que el peso relativo de los sectores pesqueros de cada Estado ha variado
sensiblemente como consecuencia de la estabilidad relativa.
Si existiera una verdadera preocupación por Europa, por la sociedad y por la economía europea, en este momento no existirían Estados en los que sobran posibilidades de pesca
mientras pescadores de otros han de irse al paro porque las cuotas que les asignan no son
suficientes. Esa es una de las consecuencias de la estabilidad relativa. Una situación injusta,
que claramente beneficia a los sectores pesqueros de unos Estados en detrimento de los de
otros. A la vista de las consecuencias económicas y sociales, no es difícil adivinar cuál va a
ser la postura de cada uno de ellos ante la reforma de la PPC.
Y, si las cuotas no reflejan la realidad socioeconómica, los TAC no se adecúan a las características de la actividad pesquera europea. En términos de actividad pesquera, la mayor parte
de la flota europea es multiespecífica. Es decir, sale al mar en busca de varias especies de
pescado. En cambio, los Totales Admisibles de Captura (TACs) se establecen por especie.
Esto provoca que, cuando se agota la cuota de una especie, se tengan que seguir capturando
aquellas en las que la cuota no se ha agotado. Esto causa una cantidad ingente de descartes,
ya que los ejemplares de la primera han de ser arrojados al mar. La situación todavía empeora si de alguna de estas especies no se dispone de cuota, ya que la obligación de su descarte
se produce desde el inicio de la actividad pesquera.
Un sistema de regulación del esfuerzo pesquero evitaría esta lamentable consecuencia del
actual modelo de gestión. Basta con que cada pescador conozca cuánto tiempo puede estar
pescando, con qué arte de pesca y con qué potencia, para garantizar los objetivos de conservación del recurso. También en este punto, las características de las flotas nacionales y sus
intereses particulares han condicionado hasta ahora la toma de decisiones.
Los defensores del mantenimiento del actual modelo de gestión de la Política Pesquera Común se amparan en pretextos medioambientales para defender sus posturas. Sin embargo,
todo lo dicho no tiene por qué afectar a los objetivos de conservación del recurso. No nos
hemos referido a cuánto se puede pescar sino a cómo se han de repartir las posibilidades
de pesca disponibles. Por lo tanto, nadie podrá decir que la razón por la que se interviene
es estrictamente medioambiental. Es más, da la impresión de que los intereses nacionales
de quienes se han visto favorecidos por la PPC han estado por encima de los objetivos de
conservación.
CLUPESCA
Este fracaso de la PPC es todavía más ostensible si tenemos en cuenta que los sectores
pesqueros han tenido que renunciar a algunos de los principios fundamentales del modelo
liberal de la UE. Hoy es todavía imposible que un pescador o una empresa pesquera de un
Estado miembro pueda adquirir cuotas a quien se las quiera vender de otro Estado miembro,
15
INTRODUCCIÓN
lo que impide que exista un mercado libre. El sistema de derechos de pesca individuales y
transferibles funciona en importantes países pesqueros del mundo donde existe una preocupación por la sostenibilidad, como Islandia o Nueva Zelanda. En todos los casos ha sido un
éxito. Además, es el que mejor se adaptaría al modelo económico europeo. Por lo tanto, no
existe ninguna razón de peso para que este modelo no se implante de una vez por todas en
la actual reforma de la PPC.
Siempre que el sector pesquero español denuncia la situación de desigualdad en la que
debe competir, con un reparto mediante la estabilidad relativa que beneficia a otros Estados,
con un sistema de gestión específico para una flota multiespecífica y sin poder comprar las
cuotas que necesita, se le responde que ha sido el más beneficiado por las ayudas europeas.
Pero lo cierto es que esas ayudas han sido concedidas en buena parte para adaptar la flota a
ese modelo, principalmente mediante la reducción de la capacidad. Es decir, han sido unas
ayudas con las que España ha tenido que financiar la pérdida de competitividad de uno de
sus sectores estratégicos, como es la pesca. En muchos casos, los verdaderos beneficiados
por esas ayudas han sido las otras flotas europeas competidoras, que han ganado peso específico.
Esto ha sido así durante más de 24 años, pero ha llegado el momento de cambiar la política,
si no queremos que Europa renuncie a un sector de una gran importancia social y económica, especialmente en zonas que todavía son altamente dependientes de la pesca.
Además, ha tenido que afrontar en mayor medida que otros el reto de la internacionalización. De acuerdo con la estrategia Europa 2020, el futuro económico de la UE pasa por el
conocimiento y por la internacionalización. Esa es la receta de Europa contra la crisis. Pero la
pesca española ha vivido su particular crisis desde que las Naciones Unidas extendieron la
Zona Económica Exclusiva a las 200 millas y, años después, España entró en la UE. Ambas
circunstancias obligaron a buscar alternativas para mantener la riqueza y el empleo de una
industria que supo acometer exitosos procesos de integración vertical. No sólo hablamos de
la pesca como actividad de captura, sino también de la transformación y la comercialización
de los productos del mar. Los deberes que Europa pone a los sectores económicos, la pesca
ya los ha tenido que hacer años atrás.
Para el mantenimiento y el suministro de esta industria ha sido necesario buscar fórmulas
como la de invertir en terceros países. Hoy son muchas las empresas comunitarias que participan con la aportación de capital, medios de producción y conocimiento, en sociedades
instaladas en países terceros que disponen de recursos pesqueros. El reconocimiento de
estas inversiones y sus beneficios para Europa (suministro de pescado, creación de trabajo
y valor añadido) y para el desarrollo de los terceros países ha de ser uno de los objetivos de
la reforma de la Política Pesquera Común.
El éxito en las estrategias de integración (vertical y horizontal) y de internacionalización da
una medida de la importancia competitiva que puede alcanzar la pesca si de una vez por
todas se afronta desde un punto de vista común europeo y sectorial.
CLUPESCA
La Comisión tiene en sus manos hacer un verdadero sector pesquero europeo en el que la
competitividad se mida por su capacidad de hacer frente a las industrias pesqueras de los
países terceros y no por las pugnas internas entre los productores de los Estados miembros.
Y puede hacerlo sin renunciar a los objetivos de conservación de los recursos. Independien-
16
INTRODUCCIÓN
temente de las posibilidades de pesca disponibles, es necesario garantizar un reparto que
favorezca la competitividad de Europa y es necesario un modelo de gestión que se adapte a
la flota europea en mejores condiciones para competir.
Se debe garantizar también una mejora del conocimiento científico, económico y social para
conseguir una flota que conjugue esas necesidades de competitividad con las del desarrollo
sostenible. Europa debe ayudar a que la flota se renueve sin que ello signifique una renuncia
a la sostenibilidad.
Hay que reconocerle a la Comisión la valentía de presentar en el Libro Verde todas estas
cuestiones conflictivas.
Si ahora la Comisión cae en la trampa de la inmovilidad, si no acepta un cambio en profundidad de la Política Pesquera Común, estará condenando a Europa a ser menos competitiva
para que unos pocos Estados puedan ganar un poco de peso específico en el ámbito pesquero interior. Estará favoreciendo que la Europa menos competitiva se aproveche de la
más competitiva mediante un proteccionismo inexplicable de algunos Estados miembros,
totalmente contrario al principio de mercado interior que debería ser el faro que ilumine la
nueva PPC.
La Administración comunitaria tiene también el compromiso y la responsabilidad de simplificar su acción de Gobierno, por una parte para hacer que las normas sean más asequibles y
comprensibles y, por la otra, para garantizar un ahorro en el gasto que implica una burocracia excesivamente complicada o una política económica excesivamente intervencionista. La
pesca es un sector maduro que puede asumir la gestión de su actividad bajo unas normas
claras y un control estricto. Esta es una de las grandes oportunidades que nos ofrece la reforma de la Política Pesquera Común, a la vista de que el actual modelo de intervención ha
obligado a gastar grandes cantidades de dinero público en la gestión de una flota privada,
sin lograr los objetivos de adaptar la capacidad pesquera a los recursos y distorsionando la
competencia.
El Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor (Clupesca) y la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (Arvi) representan la estrategia de integración horizontal que ha
fortalecido al sector pesquero español ante las amenazas a su competitividad. Y lo han hecho desde esa doble perspectiva del conocimiento y la internacionalización. Arvi cuenta con
una estructura profesional al servicio de sus asociados de la que forman parte economistas,
juristas, biólogos, expertos en recursos humanos, etc. Su departamento de Investigación,
Desarrollo e Innovación promueve y participa en más de medio centenar de proyectos destinados a lograr una pesca más sostenible, eficaz y competitiva.
Este libro es el resultado del trabajo conjunto de estos técnicos, y sus conclusiones han sido
discutidas y consensuadas con los profesionales de la pesca, cuyo conocimiento de la actividad debe constituir una de las fuentes principales de inspiración de las políticas pesqueras.
Los contenidos pretenden ser una aportación rigurosa y documentada a la discusión sobre
el Libro Verde y la fase posterior de consultas, que constituyen el cimiento sobre el que la
Comisión pretende construir la nueva Política Pesquera Común.
CLUPESCA
17
El Clúster del Sector
Pesquero Extractivo y Productor
1. Introducción
El Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor
(Clupesca), constituido el día 22 de junio de 2007, está
formado por la unión de organizaciones empresariales
del sector de la flota pesquera. Inicialmente, se han
adscrito a él la Cooperativa de Armadores de Pesca del
Puerto de Vigo y nueve asociaciones de armadores de
buques de diferentes tipos y modalidades de pesca,
así como dos organizaciones de productores de pesca
fresca y congelada. Nace con la intención de integrar
y aglutinar a otras organizaciones del sector pesquero extractivo y productor, por lo que invitamos desde
aquí a todas aquéllas que pudiesen estar interesadas
en formar parte del mismo.
y comunitaria, imprescindibles para tratar de orientar
el presente y el futuro de la Política Pesquera Común
(PPC); facilitar la gestión diaria ante dichas administraciones en todos los asuntos de interés para la flota y,
ahora, abordar el reto de la investigación y el desarrollo tecnológico en el sector de la flota pesquera.
2. Composición inicial del Clúster
Están representados en este Clúster la mayor parte de
los subsectores pesqueros que se dedican a la actividad de las flotas pesqueras: desde la flota de bajura
(cerco), pasando por las modalidades de pesca que
faenan en el litoral español y en aguas de Portugal;
la flota que faena en las aguas comunitarias de Gran
Sol, y la de palangre de superficie compuesta por buques de fresco y de congelado que faenan en todos los
océanos del mundo, hasta las flotas de altura y gran
altura españolas, que incluyen a empresas armadoras
de barcos bacaladeros y congeladores. Igualmente,
están representadas en este Clúster las empresas pesqueras españolas con inversiones en países terceros.
CLUPESCA
Hoy en día, la Cooperativa de Armadores, las asociaciones pesqueras y las organizaciones de productores
que integran este Clúster constituyen el grupo de armadores de buques pesqueros más relevante de España y uno de los más importantes de la Unión Europea.
Ello permite mantener una posición privilegiada en las
relaciones con las administraciones autónoma, central
PREÁMBULO
19
PREÁMBULO: Presentación del Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor
Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo, Sociedad Cooperativa Gallega (Arvi).
Fue constituida formalmente el día 2 de diciembre de 1964, con la finalidad de fomentar el
mejoramiento económico y social de sus asociados, mediante la acción conjunta de éstos,
aunando esfuerzos en una obra colectiva. Aparte de los distintos servicios que ofrece a empresas asociadas, desde hace siete años viene desarrollando actividades tecnológicas de investigación, desarrollo e innovación, y se ha constituido en Centro Tecnológico para el sector
pesquero.
Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Merluza (Anamer).
Abarca todo el territorio nacional y en ella se reúnen los armadores de buques congeladores
españoles dedicados principalmente a la pesca de merluza, cefalópodos (pota y calamar), gallineta, fletán negro y otras especies.
Tal como indica su nombre, la principal especie a la que se dedica la flota asociada a Anamer
es la merluza, que se procesa y congela a bordo, y se presenta entera, eviscerada y sin cabeza;
en filetes con y sin piel; en fish-blocks; en embutido, y en derivados, como alas, cocochas y
huevas. Pero esta flota produce también importantes cantidades de otras especies, entre las
que cabe citar el fletán negro, la gallineta oceánica, el calamar y la pota, cuyas cantidades desembarcadas llegan a cifras realmente importantes dentro del mercado de productos congelados. Los cefalópodos mencionados se presentan en la modalidad de “entera” o en la conocida
como “buto” o “vaina limpia”.
En el seno de esta asociación se encuentran los buques de mayor porte y de tecnología más
avanzada de toda la flota pesquera española. La duración media de las mareas realizadas por
estos barcos es de cinco meses.
Asociación de Armadores de Buques de Pesca en el Gran Sol (Anasol).
Pertenecen a ella los armadores de buques pesqueros que realizan su actividad en aguas de la
Unión Europea, no españolas, principalmente en las costas de Irlanda, Reino Unido y Francia,
zonas VI, VII y VIII del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM, ICES en sus
siglas en inglés). La mayoría de la flota está integrada por arrastreros, aunque también hay
barcos que utilizan la modalidad de palangre y, en menor medida, la de volantas.
Las mareas efectuadas por estos buques varían entre 10 y 18 días. Aportan al mercado diferentes especies de pescado para su comercialización en fresco, entre las que cabe destacar las siguientes: gallo, rape, merluza, pulpo, raya, pota, platija, jurel, caballa, maruca, cigala, abadejo,
escacho, cazón, besugo, calamar, bacaladilla, etc.
CLUPESCA
La mayoría de las empresas asociadas a Anasol tienen carácter familiar, como revela en esta
asociación el dato de “una empresa, un barco”.
20
PREÁMBULO: Presentación del Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor
Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesquerías Varias (Anavar).
De ámbito nacional, en ella se incluyen los arrastreros congeladores que alternan su actividad
en distintos caladeros de pesca y que capturan también especies diferentes.
Las unidades pesqueras que pertenecen a Anavar son arrastreros congeladores de tamaño
medio, y las principales especies que capturan son pota, calamar, pulpo, choco, merluza, meiga, raya, gallineta, brótola, fletán negro y camarón. Las mareas de esta flota varían según el
caladero y la especie sobre la que actúe cada unidad en un momento determinado. Puede
cifrarse en tres o cuatro meses la duración media de las mismas.
Asociación de Empresas Comunitarias en Sociedades Mixtas de Pesca (Acemix).
Es la de más reciente constitución y responde a la necesidad de agrupar a aquellos armadores
de buques congeladores de gran y medio porte que, por diversas circunstancias, han tenido
que constituir sociedades mixtas en los países terceros de todo el mundo (Argentina, Chile,
Perú, Namibia, Malvinas, Mozambique, Brasil, Sudáfrica, Marruecos, etc.). Se dedican a la captura de merluza, calamar, pota, rosada, brótola, etc.
Al situarse en aguas de países terceros, las mareas son de corta duración, entre uno y dos
meses.
Asociación Nacional de Armadores de Buques Palangreros de Altura (Anapa).
Fue constituida, con ámbito nacional, en abril de 1988, por interés de los armadores de buques
palangreros congeladores de altura, modalidad que ha tenido un intenso desarrollo en los
últimos años.
Los buques que pertenecen a esta asociación son todos ellos congeladores que operan en
la modalidad de palangre de altura, aunque pueden operar con otro tipo de artes de pesca.
Dedican su actividad a la captura de pez espada, marrajo y otros escualos, especies caracterizadas todas ellas por su condición de migradoras y su desplazamiento en superficie o en
medias aguas. La duración media de las mareas de esta flota se sitúa entre los 45 y 90 días.
Su actividad se diversifica entre los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.
Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao (Agarba).
De ámbito nacional, engloba a los buques pesqueros de bacalao que faenan en los caladeros
de Svalbard, Noruega, NAFO y los existentes en aguas internacionales. Las mareas que realizan las parejas bacaladeras oscilan entre los tres y seis meses. El bacalao se procesa al salazón,
en seco y, más recientemente, también en congelado.
CLUPESCA
21
PREÁMBULO: Presentación del Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor
Asociación Provincial de Armadores de Buques de Pesca del Litoral Español y Sur Portugal
de Pontevedra (Arposur).
Los buques adscritos a esta asociación son arrastreros que alternaron siempre su actividad
extractiva entre las aguas jurisdiccionales españolas, principalmente en las costas gallegas, y
las de Portugal. En la actualidad, existen censos de buques separados para el litoral español y
para las costas de Portugal.
Arposur tiene ámbito en la provincia de Pontevedra y su flota aporta al puerto pescado fresco.
Las principales especies que capturan estos buques son rape, merluza, pulpo, faneca, jurel y
cigala. Las mareas que realiza la flota de esta asociación oscilan entre uno y cuatro días para
los barcos que faenan en el litoral español, y hasta diez días para los que desarrollan su actividad en aguas de Portugal.
Asociación Provincial de Armadores de Buques de Palangre y otras Artes de Pontevedra
(Arpoan).
De ámbito en la provincia de Pontevedra, está compuesta por barcos que faenan con el arte de palangre de superficie. La actividad de la flota de Arpoan depende directamente de las especies a que
se dedica: pez espada, marrajo, tintoreta, palometa y bonito, todas ellas con un marcado carácter
migratorio. Debido a esta característica, los barcos de esta asociación tiene que efectuar grandes
desplazamientos al depender de la migración de dichas especies.
Asociación Provincial de Armadores de Buques de Cerco de Pontevedra (Cerco).
Con ámbito en la provincia de Pontevedra, reúne a barcos de bajura que faenan en la modalidad de cerco. Son barcos de muy diferente porte, desde catorce hasta cuarenta toneladas
de registro bruto. Esta flota desarrolla su actividad en aguas de las rías gallegas y del propio
litoral. Sus barcos se dedican principalmente a la sardina, aunque también pescan caballa, jurel, espadín y otras. La duración de sus mareas oscila entre las cuatro y doce horas, y aportan
siempre al puerto pescado fresco del día.
Organización de Productores de Buques Congeladores de Merlúcidos, Cefalópodos y
Especies Varias (OPPC-3).
Abarca todo el territorio nacional y fue constituida en 1986, tras la adhesión de España a la entonces Comunidad Económica Europea. La OPPC-3 agrupa a buques de la flota que presentan
sus capturas en estado de congelado de las modalidades de arrastre, palangre de superficie y
bacaladeros.
CLUPESCA
Las principales especies a las que se dedican los barcos incluidos en esta organización de productores son: merluza, calamar, pota, pez espada, fletán negro, gallineta, bacalao, etc. El objetivo primordial de la OPPC-3 es racionalizar el ejercicio de la pesca y mejorar las condiciones
de venta de la producción de sus asociados. Anualmente, esta organización realiza planes de
capturas con el fin de adaptar el volumen de la oferta a las necesidades del mercado en cada
momento.
22
PREÁMBULO: Presentación del Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor
Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4).
Constituida en el mes de julio de 1986, su ámbito abarca la provincia de Pontevedra. En ella
se incluyen barcos que, en distintas modalidades de pesca, dedican su actividad a capturas de
pescado fresco.
Las principales especies que captura la flota de esta organización de productores son: merluza,
gallo, rape, palometa, pez espada, sardina y caballa. Los barcos de la OPPF-4 faenan en varios
caladeros –aguas de la Unión Europea, aguas internacionales del Atlántico y litoral español– y
utilizan diferentes modalidades de pesca, como el arrastre, el palangre y el cerco.
Anualmente, esta organización de productores realiza planes de capturas para adaptar la oferta
a las necesidades del mercado y racionalizar el ejercicio de la pesca de sus barcos. Además,
la OPPF-4 establece topes de capturas en algunas especies para conseguir mayor estabilidad
en sus precios y, llegado el caso, aplica los mecanismos de retirada previstos en la normativa
comunitaria.
3. Experiencia e iniciativa de
investigación, innovación
y desarrollo tecnológico
La Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de
Vigo, así como las diversas asociaciones y organizaciones de productores que integran el Clúster, han
colaborado durante años en la investigación pesquera
en España, contribuyendo al desarrollo de diversos
proyectos de investigación realizados por diferentes
organismos de investigación.
La meta básica del Clúster no es otra que la de mejorar
el valor añadido (impacto) de los servicios que presta
a sus empresas asociadas (en cantidad y calidad de
proyectos de I+D+i) y al sector pesquero en general.
Este objetivo fundamental permitirá, por tanto, mejorar de manera más dinámica la competitividad del
sector pesquero español, así como incrementar la participación privada en la financiación de actividades de
I+D+i.
4. Los fines y actividades del
Clúster del Sector Pesquero
Extractivo y Productor
Los fines y actividades de la asociación son los siguientes:
•Realizar funciones de investigación, desarrollo
e innovación tecnológica, fundamentalmente en
CLUPESCA
A la vista de las resoluciones y documentos elaborados por las Naciones Unidas, la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO), la Comisión Europea y diversos organismos
de investigación acerca de la sostenibilidad de los
recursos pesqueros, pesca responsable, pesca ilegal,
cooperación internacional, medioambiente, etc., el
Clúster decidió, además de continuar con sus actividades anteriores de colaboración con la investigación
pesquera, liderar consorcios en proyectos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación (I+D+i),
divulgación y diseminación de resultados, concienciación de los pescadores en programas de formación,
intercambio de experiencias y fomento de buenas
prácticas entre el sector pesquero.
Los objetivos que guían las actuaciones del Clúster en
este campo están relacionados con la generación de
servicios de apoyo al desarrollo del sector pesquero
español, en el ámbito de la investigación, desarrollo
tecnológico e innovación.
23
PREÁMBULO: Presentación del Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor
los campos de control de calidad de los productos; normalización y homologación; producción
y transformación pesquera; transferencia de tecnología; innovación empresarial; energías renovables; protección ambiental; nuevos materiales
y cualquier otro que sirva para favorecer la competitividad y el desarrollo productivos del sector
pesquero.
•Contribuir a la transferencia de los resultados de la
investigación, el fomento de la cooperación investigadora entre las empresas y cualquier otro instrumento encaminado a elevar el nivel tecnológico y la
competitividad de las empresas pesqueras, prestando asistencia y servicios tecnológicos, tales como
calidad, organización de la producción, formación,
información, documentación, difusión, legislación,
diseño o medio ambiente.
•Velar por un mayor conocimiento y estudio de los
campos de la prospección científico-pesquera y de
investigación oceanográfica.
•Atender las necesidades tecnológicas de las entidades y empresas pesqueras que lo requieran.
•Fomentar la cooperación entre las empresas en labores de investigación, desarrollo e innovación tecnológica.
•Impulsar y facilitar la participación del sistema ciencia-tecnología-empresa en programas internacionales de cooperación en investigación científica y desarrollo tecnológico.
•Intensificar y extender la cultura de la cooperación
en investigación y desarrollo tecnológico entre todos los agentes del sistema ciencia-tecnología-empresa, favoreciendo proyectos más amplios y que
cubran el máximo de actividades de la cadena de
valor.
•Incentivar la realización de proyectos de investigación y desarrollo tecnológico que atiendan a la eficiencia energética, reduciendo los costes de producción y las emisiones de gases que provocan el efecto
invernadero.
CLUPESCA
•Desarrollar cualquier otra actividad cuyo resultado
24
sea mejorar el nivel tecnológico de las empresas radicadas en España, y lograr una posición más favorable de las mismas en los mercados.
•Fomentar el incremento de la cualificación y la formación continua de los recursos humanos, para lograr la mejora constante de la capacidad tecnológica
de las empresas pesqueras.
•Promover acciones dirigidas a mejorar la calidad y
los aspectos higiénicos sanitarios de los productos
de la pesca.
•Desarrollar aquellas otras actividades que complementen o mejoren los objetivos anteriormente
enunciados.
•Participar en la realización de proyectos de investigación, desarrollo e innovación, de interés para el
sector extractivo y productor de la pesca.
SECCIÓN I:
EL CONOCIMIENTO Y LA TOMA
DE DECISIONES EN LA POLÍTICA
PESQUERA COMÚN
CLUPESCA
25
El conocimiento en la
futura Política Pesquera Común
1.1. Situación actual
La Política Común europea para el sector pesquero se
ha traducido en un número muy elevado de reglamentos, directivas y decisiones1, que ocasiona unos gastos
muy importantes para las empresas comunitarias por
la burocracia que genera2.
Esta burocracia podría simplificarse si se tuviera un
mayor conocimiento científico, técnico, económico y
social del sector. En la actualidad, el 62% de las poblaciones pesqueras (stocks) son desconocidos por los
científicos por no tener datos suficientes. Es más, este
CAPíTULO 1
porcentaje de desconocimiento de las poblaciones en
los dictámenes científicos no sólo no ha disminuido
sino que ha ido aumentando a lo largo de esta década3, lo cual indica que no vamos en la buena dirección.
El Comité Científico Técnico y Económico (CCTEP) que
asesora a la Comisión sobre la pesca apenas dispone
de datos o informes socioeconómicos necesarios para
medir el impacto que supone la reducción de las posibilidades de pesca en las distintas áreas.
Normalmente, su asesoramiento se limita a los datos
biológicos suministrados por los dictámenes científicos del Consejo Internacional para la Explotación del
CLUPESCA
1La legislación comunitaria vigente agrupaba en 01/03/2009 un total de 795 actos relativos a la pesca. Ver COM (2009) 261 final.
2Por ejemplo, sólo el régimen actual de control supone para las empresas comunitarias unos gastos de 80 millones de euros al año. Ver COM (2009) 261 final, pág. 8.
3En el año 2003, las poblaciones desconocidas representaban el 53% del total. Ver COM (2010) 241 final (consulta sobre las posibilidades de pesca 2011).
26
CAPÍTULO 1: El conocimiento en la futura Política Pesquera Común
Mar (CIEM o ICES en sus siglas en inglés), a pesar de
que el mandato del Consejo, establecido en 2003, era
claro y preciso cuando afirmaba que “se consultaría
a intervalos regulares a este comité en relación con
asuntos sobre la conservación y gestión de los recursos acuáticos vivos, incluidos los aspectos biológicos,
económicos, medioambientales, sociales y técnicos”4.
Tampoco conoce el sector ningún tipo de informes o
documentos científicos que analicen la situación pesquería por pesquería para comparar la capacidad de
las flotas con las posibilidades reales de pesca y, en
consecuencia, deducir si existe o no sobrecapacidad
de las flotas y en qué zonas o áreas de pesca. La Comisión, en su Libro Verde sobre la Reforma de la Política
Pesquera Común (PPC), sólo habla de sobrecapacidad
en términos generales, pero no detalla qué flotas y en
qué áreas existe esa sobrecapacidad, lo cual dificulta
sobremanera que las empresas comunitarias pesqueras hagan planes de futuro.
Por otro lado, el conocimiento que deriva de los proyectos de I+D+i financiados en el VII Programa Marco
(2007-2010)5 no se ha coordinado ni relacionado debidamente con las prioridades del sector en las distintas
materias, lo cual tampoco es un buen indicador de que
se vaya por la vía correcta en la profundización del conocimiento del sector, tanto de los recursos como de
los aspectos sociales y económicos.
Deberíamos, por tanto, reconocer que el balance de
la política pesquera actual en materia de conocimiento científico, técnico, económico y social no goza de
buena salud, por lo que sería necesario un cambio radical si queremos proteger adecuadamente los recursos y salvaguardar la supervivencia de las empresas
pesqueras comunitarias, especialmente en las zonas
altamente dependientes de la pesca.
1.2. Pasos a seguir
Ante un déficit de conocimiento científico, técnico, económico y social como el que tiene el sector pesquero
comunitario, lo que suelen hacer otros sectores con
este problema es integrarse en las llamadas “Socieda-
des del Conocimiento” o “Triple Hélice” que, básicamente, suponen la actuación conjunta de la ciencia, la
Administración y el sector o sectores afectados.
Por ello, la nueva PPC debería apoyar la creación de
“casas comunes” para dar cabida a la “Triple Hélice”
en la búsqueda de un conocimiento más preciso y riguroso sobre la sostenibilidad de los recursos y sobre
los aspectos socioeconómicos que se derivan de las
medidas de gestión aprobadas en el marco de la PPC.
En particular, se trataría de crear, para cada pesquería
o área de pesca importante, comités constituidos conjuntamente por los científicos, las administraciones y
los sectores afectados, a través de sus asociaciones
más representativas.
CLUPESCA
4Artículo 33 del Reglamento (CE) Nº 2371/2002 del Consejo de 20 de diciembre de 2002. Este Reglamento es el que regula la actual PPC.
5Decisión 2006/1982/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 18/12/2006.
27
CAPÍTULO 1: El conocimiento en la futura Política Pesquera Común
Para ahorrar gastos, los actuales Consejos Consultivos Regionales (CCRs) podrían actuar como “casas
comunes” siempre y cuando los científicos y las administraciones fuesen miembros de pleno derecho y
participasen en la firma de los dictámenes que aprueben dichos comités. Si se actuase así, tendría que
haber dos niveles de discusión y análisis: el primero, entre los científicos, administraciones y sectores
afectados, y el segundo nivel, donde el resto de las
partes interesadas pudiesen dar sus opiniones y comentarios a los dictámenes elaborados en el primer
nivel.
Por otro lado, se necesita profundizar en el conocimiento marino para garantizar una sostenibilidad a
largo plazo de los recursos pesqueros. Quizás la mejor
estrategia pase por incentivar a los profesionales del
mar, que son los principales conocedores del día a día
en el mar, para que complementen su actividad pesquera con otras relacionadas con la protección y conocimiento del medio, aprovechamiento de las especies
destinadas a los descartes, colaboración directa con
los científicos, etc.6.
En cuanto al VIII Programa Marco de I+D+i que empezará en el año 20147, habría que cambiar el procedimiento de elección de los proyectos que se financien.
Se debería aplicar el principio de que los proyectos
“nazcan” en las empresas y se desarrollen en las instituciones y organismos de investigación. Esta forma
de selección, denominada “Living Lab”, se realizaría a
través de las Plataformas Tecnológicas de la Pesca, ya
que en ellas el principal componente son las empresas
de las que deben surgir los proyectos.
Por último, es muy importante la formación de los
profesionales del mar, no sólo en las actividades pesqueras y en la seguridad, sino también en actividades
relacionadas con la sostenibilidad del medio marino. La reforma de la PPC debería incluir el apartado
de Formación como uno de los principales objetivos
para que la actividad pesquera sea una actividad que
cuente en la formación y educación de los jóvenes, en
particular en las zonas altamente dependientes de la
pesca.
1.3. Cómo investigar
Normalmente, la Comisión encarga estudios e informes sobre distintas materias a Institutos de Investigación, Consultores, Universidades, etc., y estos centros
acuden siempre a las asociaciones, cooperativas, organizaciones de productores, cofradías, etc., para recabar información mediante cuestionarios. Es decir, la
labor de campo parte casi siempre de los profesionales del mar y/o de sus representantes.
Con el fin de ahorrar gastos en los presupuestos comunitarios, sería bueno que la Comisión utilizase con
más frecuencia los “paneles de expertos” formados
por los profesionales del mar y/o por sus representantes, que son los que, al fin y al cabo, realizan la parte
más importante de los trabajos.
1.4.
Conclusiones
El sector pesquero comunitario tiene un importante déficit de información y, por lo tanto, de
conocimiento en materia científica, tecnológica,
económica y social.
Implicar conjuntamente a los científicos, administraciones y sectores afectados es la mejor
forma de alcanzar un mayor grado de información y conocimiento del medio marino. La
“Triple Hélice”, que supone la colaboración de
administraciones, científicos y sector, actúa en
la dirección de buscar la mejor solución para las
tres partes implicadas, por lo que es una buena
herramienta para alcanzar un mayor conocimiento sobre el medio marino.
Por otro lado, hace falta un proceso de I+D+i
basado en el “Living Lab”, esto es, de “abajoarriba”, siendo las empresas las que marquen
la prioridades en el conocimiento, a través de
Plataformas Tecnológicas.
También se hace necesario mejorar la formación náutico-pesquera en temas relacionados
no sólo con la seguridad y la pesca, sino también con la sostenibilidad marina.
CLUPESCA
6Ver documento de la Comisión: “Orientaciones sobre iniciativas medioambientales efectivas a tomar por el sector pesquero (Guardianes del Mar)”.
7El actual VII Programa Marco tiene un periodo de ejecución que va de 2007 a 2013.
28
La gobernanza en la Política
Pesquera Común. Mejora del
funcionamiento de los Comités
Consultivos y Asesores en el
sector pesquero de la Unión Europea
2.1. Introducción
En la actualidad existen varios comités de consulta y
asesoría a la Comisión en el sector de la pesca cuya
función principal es la de contribuir al logro de los objetivos marcados en la Política Pesquera Común (PPC),
es decir, la sostenibilidad de los recursos a largo plazo
y la competitividad de la flota comunitaria. Sin embargo, su propia naturaleza y estructura no siempre funciona de forma coordinada, y a veces producen resultados contradictorios que dificultan la buena gestión
de los recursos pesqueros.
CAPíTULO 2
2.2. Comités de Consulta
y Asesoramiento
En la actualidad existen los siguientes comités:
• Comité Consultivo de la Pesca y Acuicultura
(CCPA)8
Creado en 1971 y renovado en 1999, está formado
por 21 miembros procedentes de diversos sectores,
entre ellos, el sector pesquero y acuícola, transformación y comercialización, sindicatos, ONGs, consumidores, banca, etc.
CLUPESCA
8Ver Decisión Nº 2004/864/CE de la Comisión.
29
CAPÍTULO 2: La gobernanza en la Política Pesquera Común. Mejora del funcionamiento
de los Comités Consultivos y Asesores en el sector pesquero de la Unión Europea
Los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM, ICES en sus siglas en inglés)
y de los institutos de investigación nacionales no son
miembros de este comité, aunque pueden participar
como expertos y/o como observadores.
El CCPA es un órgano consultivo de la Comisión y
está estructurado en cuatro grupos de trabajo: recursos, acuicultura, mercados y asuntos generales.
Cada uno de estos grupos suele reunirse unas tres
veces al año. El Comité Ejecutivo y la Asamblea (Plenario) también se reúnen ente tres y cuatro veces al
año.
Normalmente se aprueban dictámenes sobre los
asuntos pesqueros, pero es la Comisión la que decide hacerlos públicos o no.
• Los Consejos Consultivos Regionales (CCRs)
Los CCRs9 previstos en la Política Pesquera Común
se organizan sobre una base regional, aunque no
todos responden a este criterio. Existen siete CCRs:
Mar Báltico, Mar del Norte, Mediterráneo10, Aguas
del Atlántico Noroccidental, Aguas del Atlántico Sur,
Especies Pelágicas y Larga Distancia. En total, suman 2611 grupos de trabajo, que también se reúnen
unas tres veces al año cada uno de ellos.
A diferencia del CCPA, los CCRs no tienen un número limitado de miembros, si bien los dos tercios de
los miembros de cada CCR debe pertenecer al sector
pesquero y acuícola. El resto de los miembros está
compuesto por ONGs, administraciones nacionales, etc. También se aprueban dictámenes sobre los
asuntos pesqueros, pero en este caso pueden hacerse públicos sin consentimiento de la Comisión.
Los científicos del CIEM y de los institutos nacionales de investigación no son miembros de los CCRs12,
aunque sí pueden participar como expertos invitados.
• El Comité de Diálogo Social para la pesca
marítima
Creado en 1999, está formado por los interlocutores sociales (asociaciones empresariales y
sindicales). Entre las principales cuestiones que
aborda, están la formación profesional y diversos
aspectos relacionados con la salud, la higiene y la
seguridad a bordo de los buques.
Se reúne tres o cuatro veces al año.
• El Comité Científico Técnico y Económico
de la Pesca (CCTEP)
Creado en 1993 y renovado en 200513, el CCTEP es
un órgano científico de la Comisión, a la que asesora
en los temas científicos, técnicos y económicos del
sector pesquero. En la actualidad está formado por
32 miembros procedentes de institutos de investigación y universidades de la Unión Europea (UE).
En este comité no participa el sector como miembro,
aunque sí puede participar, en un número limitado,
como observador. Suele reunirse dos o tres veces
al año y centra su actividad en analizar y emitir un
dictamen sobre los informes científicos anuales del
Consejo Internacional para la Exploración del Mar.
• El Consejo Internacional para la Exploración
del Mar (CIEM, ICES en sus siglas en inglés)
Creado en 1902, es la organización que coordina y
promueve la investigación marina en el Atlántico
Norte, incluyendo el Mar del Norte y el Mar Báltico.
Sus decisiones descansan en más de 1.600 científicos pertenecientes a 20 países miembros, entre ellos
los de la UE.
Su estructura organizativa, recientemente modificada14, es criticada, a veces, por su excesiva burocracia
y por las fechas en que se aprueban los dictámenes
científicos que sirven de base para el establecimiento
de las medidas de gestión por parte de la Comisión.
CLUPESCA
9Ver Decisión 2004/585/CE del Consejo.
10El CCR del Mediterráneo todavía no ha entrado en funcionamiento operativo.
11El CCR del Mar Báltico dispone de tres grupos de trabajo; el del Mar del Norte, de cinco grupos; el de Especies Pelágicas, de dos; el de Aguas Suroccidentales dispone
de siete; el de Larga Distancia, de cinco grupos, y el de Aguas del Atlántico Noroccidental, de cuatro grupos.
12El artículo 6 de la Decisión 2004/585/CE del Consejo establece que los científicos son invitados pero no miembros.
13Decisión 93/619/CE de la Comisión, modificada por la Decisión 2005/629/CE.
14Los dictámenes científicos del CIEM eran aportados por tres comités consultivos expertos en Pesca, Ecosistemas y Medioambiente. Ahora, habrá un único Comité Consultivo (ACOM) que gestionará diferentes grupos subordinados encargados de la recopilación de datos, del análisis de la revisión y de la elaboración de los dictámenes.
Ver www.ices.dk.
30
CAPÍTULO 2: La gobernanza en la Política Pesquera Común. Mejora del funcionamiento
de los Comités Consultivos y Asesores en el sector pesquero de la Unión Europea
Por otro lado, el propio CIEM reconoce que una parte
importante de los dictámenes sobre los stocks-áreas
se basan en el principio de precaución, al no existir
datos suficientes sobre la biomasa y la mortalidad
de pesca.
El sector, a través de sus estructuras organizativas,
es invitado como observador a las reuniones de los
grupos de trabajo que se suelen reunir varias veces
al año. El CIEM tiene más de 100 grupos de trabajo.
• Comités de Comitología
Estos comités, formados por los representantes de
los Estados miembros y presididos por la Comisión,
son convocados para tratar asuntos relacionados
con la Política Pesquera Común. Hay tres comités15
que se encargan de la conservación de los recursos,
fondos estructurales y mercado. El sector no puede
asistir a ellos.
• Parlamento Europeo (PE) y Comité Económico
y Social Europeo (CESE)
Por último, hay que recordar que el PE y el CESE
también emiten dictámenes relacionados con la
PPC. Para ello, sus comités respectivos también deben reunirse varias veces al año.
2.3. Coordinación y eficacia
En nuestra opinión, el elevado número de comités y
grupos de trabajo existentes, así como el elevadísimo
número de reuniones que se producen al año (más de
cien), hacen muy difícil que exista una coordinación
eficaz entre todos ellos que permita alcanzar con éxito
los objetivos de la Política Pesquera Común. Esta falta
de coordinación está produciendo varios problemas,
que impiden en la práctica tener un horizonte claro sobre lo que se debe hacer, cuándo y cómo, respecto a la
sostenibilidad de los recursos y a la competitividad de
la flota. Algunos de estos problemas son:
•Elevado coste para el presupuesto comunitario, que
tiene que financiar la gran mayoría de las reuniones.
•Escasez de recursos humanos, tanto de la Comisión
como de los estados miembros, científicos, ONGs,
sector, etc. para atender a tantas reuniones.
•Duplicidades y solapamientos de temas que, a veces, se tratan repetidamente en distintas reuniones.
Por ejemplo, los temas directamente relacionados
con los CCRs (situación de las pesquerías, planes
de gestión, planes de recuperación, TACs, vedas,
medidas técnicas, etc.) son tratados en algunos casos por el Comité Consultivo de Pesca y Acuicultura
(CCPA) y por alguno de sus grupos de trabajo. Por
el contrario, temas relacionados con asuntos generales (crisis del sector, mercados, competitividad
de la flota, etc.) que normalmente se discuten en el
CCPA, también son tratados, a veces, en algunos de
los grupos de trabajo de los CCRs.
•Escasez de tiempo para tratar algunos temas que
necesitan periodos de reflexión más largos. En algunas ocasiones, la Comisión solicita con urgencia
el dictamen de algunos grupos de trabajo y/o del
CCPA y de los CCRs sin que haya mucho tiempo
para debatirlo en profundidad.
•Ausencia de una coordinación eficaz entre la Comisión, los estados miembros, los científicos y el
sector. No hay ningún comité o grupo de trabajo
en el que participen como miembros las administraciones, los científicos y el sector conjuntamente.
Esta situación está impidiendo una gestión basada
en la conocida “Triple Hélice” (Administración-ciencia-sector) que se realiza en el sector pesquero y en
otros sectores en la mayoría de los países desarrollados (EE UU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda,
Noruega, Islandia, etc.).
•Clara sensación por parte del sector de que, pese
a ser consultados muy a menudo, sobre muchos
temas y en muchos grupos de trabajo, se le tiene
en cuenta en pocas ocasiones. El sector no tiene
constancia de que se haga un seguimiento de los
dictámenes emitidos por los comités y/o grupos en
los que participa, con el fin de conocer aquéllos en
los que se le ha tomado en cuenta.
15Comité del Sector de la Pesca y de la Acuicultura, que se encarga de los fondos estructurales. El Comité de Pesca y Acuicultura se encarga del Reglamento base
(2371/2002) y el Comité de los Productos de la Pesca se encarga del mercado (Reglamento CE Nº 104/2000).
CLUPESCA
31
CAPÍTULO 2: La gobernanza en la Política Pesquera Común. Mejora del funcionamiento
de los Comités Consultivos y Asesores en el sector pesquero de la Unión Europea
2.4. Soluciones
En opinión del Clúster, la resolución de los problemas
planteados podría llevarse a cabo mediante alguna de
las siguientes opciones:
Opción A:
Consistiría en continuar igual en cuanto a la estructura organizativa de los comités y sus grupos de
trabajo, pero aumentando los recursos humanos
y estableciendo cronogramas que impidan solapamientos. Esta opción no solucionaría el problema de
la coordinación entre la Administración, los científicos y el sector, y sería más costosa para el presupuesto comunitario.
mas directamente relacionados con cada pesquería
(medidas técnicas, planes, TACs, ecosistemas, control, etc.). Estos dictámenes se enviarían al CIEM y
al Comité Consultivo de la Pesca y la Acuicultura
(CCPA) para que los tuviesen en cuenta. Finalmente,
el Comité Científico, Técnico y Económico (CCTEP)
emitiría el dictamen correspondiente para que la Comisión lo tuviese en cuenta y lo elevase al Consejo
de Ministros.
Se trataría de un proceso de decisión de abajo-arriba
que haría más fácil y comprensible la aceptación y el
cumplimiento de las normas de la PPC.
Opción B:
CCPA:
Supondría partir de cero, eliminando los comités y
grupos de trabajo en los que interviene el sector y
creando otros nuevos, de carácter mixto, es decir,
formados por la Comisión, administraciones, científicos y sector. Estos nuevos comités y grupos se planificarían de forma que se evitaran solapamientos.
Esta opción, sin embargo, resultaría bastante complicada de llevarse a la práctica, ya que no se pueden eliminar las estructuras actuales sin que pase un
tiempo prudencial y se haga de forma progresiva.
Comité Consultivo de Pesca y Acuicultura
CC:
Comités de Comitología (Estados miembros)
CDS:
Comité de Diálogo Social
CCTEP:
Opción C:
Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca
Consistiría en mantener los comités y grupos de
trabajo actuales, con un solo cambio: los Consejos
Consultivos Regionales (CCRs) tendrían a los científicos como miembros y no como expertos invitados.
CIEM:
Consejo Internacional para la Exploración del Mar
CCRs:
Los temas relacionados directamente con la sostenibilidad de los recursos en cada pesquería se tratarían en los CCRs y sus grupos de trabajo. El funcionamiento sería el siguiente:
CLUPESCA
Cada CCR, cuya estructura organizativa está abierta a todos los pescadores, emitiría dictámenes en
los que la Comisión, las administraciones, el sector,
otras partes interesadas y los científicos reflejasen,
a ser posible por consenso, sus opiniones sobre te-
32
Consejos Consultivos Regionales
CESE:
Consejo Económico y Social Europeo
CAPÍTULO 2: La gobernanza en la Política Pesquera Común. Mejora del funcionamiento
de los Comités Consultivos y Asesores en el sector pesquero de la Unión Europea
CLUPESCA
33
CAPÍTULO 2: La gobernanza en la Política Pesquera Común. Mejora del funcionamiento
de los Comités Consultivos y Asesores en el sector pesquero de la Unión Europea
2.5.
Conclusiones
El Clúster del Sector Pesquero Extractivo y Productor considera que el funcionamiento actual
de los distintos comités y grupos de trabajo
constituidos para alcanzar los objetivos de sostenibilidad de los recursos y competitividad de
la flota comunitaria, contemplados en la PPC,
tiene serios problemas de coordinación, eficacia, costes elevados y falta de tiempo para atender y analizar adecuadamente cada tema.
Asimismo, constata que, pese a que el sector
es convocado a numerosas reuniones para ser
consultado sobre muchos temas, los resultados
pocas veces tienen en cuenta su opinión.
En cuanto a los temas no relacionados directamente
con la gestión de los recursos, por ejemplo, mercados,
estructuras, política internacional, costes de explotación, organización del trabajo a bordo, formación profesional, etc., serían debatidos en el Comité Consultivo
de la Pesca y Acuicultura (CCPA) y en sus grupos de
trabajo, así como en el Comité de Diálogo Social. De
esta forma se evitarían solapamientos y duplicidades
entre los distintos grupos de trabajo.
En nuestra opinión, la opción C sería la más idónea,
por cuanto se gestionaría en base al modelo de la “Triple Hélice” y se evitarían sobrecargas de trabajo, solapamientos, duplicidades, etc.
Estos problemas podrían evitarse si se funcionase mediante un modelo de gestión conocido
como la “Triple Hélice”, en el que la Administración, la ciencia y el sector actúan de forma
coordinada desde el principio del proceso de
decisión.
Así, en nuestra opinión, la mejor solución pasaría por incluir a los científicos como miembros de
los CCRs e iniciar en ellos, que son abiertos a todas las partes interesadas, el proceso de análisis
conjunto entre la Comisión, administraciones nacionales, científicos, sector y otros agentes interesados, de los asuntos directamente relacionados
con la gestión de cada pesquería (planes, TACs,
medidas técnicas, controles, etc.), dejando al Comité Consultivo de la Pesca y la Acuicultura y al
Comité de Diálogo Social los temas relacionados
con el mercado, estructuras, asuntos generales y
condiciones sociolaborales.
CLUPESCA
De esta forma, se daría un proceso de decisión
de abajo-arriba que facilitaría en gran medida
la comprensión y aceptación de las normas por
parte del sector y, en definitiva, un mejor diseño
y cumplimiento de la PPC.
34
SECCIÓN II:
LAS AGUAS COMUNITARIAS:
LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS
Y DE LAS FLOTAS
CLUPESCA
35
La gestión de los recursos en
la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado
interior del pescado fresco en la Unión Europea
3.1. Síntesis
3.1.1. La estabilidad relativa
El Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera
Común (PPC) ha suscitado un debate en torno a uno de
sus pilares fundamentales: la estabilidad relativa.
Mediante este criterio, los Estados miembros mantienen inalterable desde 1983 el reparto de cuotas en
base a un porcentaje invariable del stock en cuestión
para cada Estado miembro. De forma voluntaria, está
permitido el intercambio entre los Estados de las cuo-
CLUPESCA
16Ver 6º y 7º Considerando del Reglamento (CE) nº 170/83.
36
CAPíTULO 3
tas anuales sobrantes, pero no está permitido el intercambio y/o transferencia de cuotas entre las empresas
de distintos Estados miembros, lo que constituye una
excepción a los principios fundamentales del Tratado
de Roma y un obstáculo muy importante al mercado
interior, piedra angular del Tratado de Lisboa.
La noción de “estabilidad relativa” la interpretó el Consejo, en 1983, como aquella que “en función de la situación biológica momentánea de los stocks deberá
preservar las necesidades particulares de las regiones
cuyas poblaciones locales dependen especialmente de
la pesca y de sus industrias afines”16.
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
3.1.2. Consecuencias biológicas
A pesar de que la mayoría de los Estados miembros
sigue apoyando la estabilidad relativa como piedra
angular de la futura PPC, el sistema de TACs y cuotas,
en el que se basa la estabilidad relativa, es el principal
causante de los descartes, sobre todo en las pesquerías multiespecíficas.
Para todos los científicos queda claro que el reto para
alcanzar el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en
las pesquerías pasa necesariamente por una reducción progresiva de los descartes, objetivo que no es
compatible con un sistema de TACs y cuotas como el
actual.
3.1.3. Consecuencias socioeconómicas
El informe que hemos elaborado estudia la evolución
durante el periodo 1997-200817 de los elementos clave para medir la actividad socioeconómica de cualquier sector: el empleo y la actividad empresarial. Se
han comparado la evolución del número de barcos,
la potencia motriz y el empleo en los seis principales
Estados miembros que compiten en las capturas de
pescado fresco en las aguas comunitarias: Dinamarca,
Francia, Reino Unido, Holanda, Irlanda y España18.
Los resultados muestran una modificación importante en la estabilidad relativa de estos países en cuanto
a los aspectos socioeconómicos. Así, se observa para
este periodo que algunos Estados reducen su peso
específico relativo en cuanto a empleo, esfuerzo de
pesca o unidades productivas, mientras que otros los
aumentan.
3.1.4. Distorsiones en la competencia
A la vista de que unos Estados han perdido más empleo, más barcos o más potencia extractiva que otros,
tanto en valores absolutos como en valores relativos,
se observa que el mercado del pescado fresco está
sufriendo una alteración importante en la estabilidad
relativa de las poblaciones altamente dependientes de
la pesca. Todo ello deriva, a juicio del sector, de no poder variar los porcentajes de cuotas asignados a cada
Estado miembro ni tampoco poder comprar y vender esas cuotas entre empresas de distintos Estados
miembros. Estos efectos derivados de la estabilidad
relativa están distorsionando la competencia entre los
seis Estados, perdiendo unos peso específico a cambio de que otros lo ganen. Esta distorsión ya se veía
venir desde el primer momento. Es decir, el reparto invariable de los porcentajes de las cuotas ha sido muy
desigual y no equitativo ni acorde al peso específico
de la pesca de cada Estado miembro. Ha sido un reparto político y no basado en los derechos históricos
de cada flota.
En opinión del sector, esta situación perjudica gravemente la consolidación del mercado interior; no
se avanza hacia la sostenibilidad de los recursos, al
seguir persistiendo los descartes, y está provocando
una cierta deslocalización de unidades pesqueras por
motivos políticos y no económicos, con el consiguiente peligro para la supervivencia de algunas zonas altamente dependientes de la pesca, el fin que precisamente se perseguía al aprobar, en 1983, la estabilidad
relativa.
3.2. Antecedentes históricos
3.2.1. La estabilidad relativa: acuerdo en 1983
En diciembre de 1976, la Comisión proponía al Consejo el establecimiento de los TACs para las principales especies, sobre la base de los informes científicos
del Consejo Internacional para la Exploración del Mar
(CIEM o ICES en sus siglas en inglés) y del Comité
Científico y Técnico –hoy también Económico– de la
Pesca, dependiente de la Comisión.
Los TACs se repartían entre los Estados miembros mediante el establecimiento de cuotas por especies principales, pudiendo ser intercambiadas entre los Estados
que hiciesen conjuntamente la demanda. Sin embargo,
al igual que el debate sobre las condiciones de acceso,
tuvieron que pasar seis años antes de que el Consejo
adoptase las propuestas de la Comisión. En el Tratado
CLUPESCA
17Últimos datos disponibles en la página web de la DG Mare: http://ec.europa.eu/dgs/fisheries/index_en.htm.
18Los seis Estados miembros representan el 80% de las posibilidades de pesca en las aguas comunitarias.
37
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
de Adhesión de 1972, había un plazo (antes de 1978)
para que el Consejo, a propuesta de la Comisión, determinase “las condiciones de pesca con el fin de asegurar
la protección de las áreas de pesca y conservación de
los recursos”19.
No obstante, al ver que no se llegaría a ningún acuerdo antes del plazo fijado20, el Consejo decidió “parar
el reloj” hasta que, finalmente, se llegó a un consenso
para el reparto, plasmado en el Reglamento (CE) Nº
170/1983. Los criterios que se tuvieron en cuenta fueron los siguientes:
A. Actividades de pesca tradicionales.
Media de las capturas efectuadas durante el periodo
1973-1978, deducidas las capturas accesorias superiores a los límites autorizados, así como las especies capturadas con destino a la fabricación de harina y aceite de pescado.
B. Necesidades particulares de las regiones cuyas
poblaciones locales son particularmente dependientes de la pesca. Estas regiones las definía el Consejo
en las Preferencias de La Haya y se interpretaban de
la siguiente forma:
•Para Groenlandia: una parte importante de las posibilidades de pesca en sus aguas.
•Para Irlanda: el doble en 1979 del volumen de capturas efectuadas en 1975.
•Para el Norte de Gran Bretaña: el mantenimiento
de un potencial mínimo de capturas igual a los desembarcos efectuados en 1975 por los barcos menores de 24 metros, en los puertos de Irlanda del
Norte, Escocia y la costa Este de Inglaterra hasta
Bridlington.
C. Pérdida de potencial de capturas en las aguas
de países terceros21.
Es la diferencia entre lo que un Estado está efectivamente autorizado a pescar y lo que habría podido pescar en ausencia de la extensión de las 200 millas. Para
calcular el volumen teórico de estas capturas, se tomaba la media en porcentaje de la especie considerada,
para el periodo 1973-1976, multiplicado por el TAC de
la especie, si éste era conocido, o, en el caso contrario,
por su valor estimado22.
En definitiva, este régimen de reparto, conocido con el
nombre de “estabilidad relativa”, garantizaba a cada
Estado miembro un porcentaje invariable del stock en
cuestión, hasta que la Comisión realizase un informe,
antes del 31 de diciembre de 1991, sobre la situación
socioeconómica de las regiones litorales. En base
al mismo, el Consejo decidiría sobre los ajustes necesarios, si bien cabía la posibilidad de prorrogar el
régimen de las condiciones de acceso y los criterios
de reparto de las cuotas hasta el 31 de diciembre de
200223.
Como ya se ha dicho, la noción de “estabilidad relativa” la interpretaba el Consejo como aquella que “en
función de la situación biológica momentánea de los
stocks, deberá preservar las necesidades particulares
de las regiones cuyas poblaciones locales dependen
especialmente de la pesca y de sus industrias afines”,
tal como lo definió en el Compromiso de La Haya24.
3.2.2. La entrada de España y Portugal
en la CE (1 de enero de 1986)
Después de casi tres años de haberse aprobado el Reglamento (CE) 170/83, se aprueba el Tratado de Adhesión de España y Portugal a la CE. El artículo 166
CLUPESCA
19Artículo 102 del Tratado de Adhesión.
20Gran Bretaña e Irlanda defendían el principio de “contribución nacional a los recursos” de forma que el reparto de las cuotas debería tener en cuenta las capturas
realizadas en aguas británicas e irlandesas. A esto se oponían otros Estados y la Comisión, por entender que el principio de igualdad de acceso invalidaba el concepto de
contribución nacional. 21Este criterio fue el último que se incluyó debido a las presiones de Gran Bretaña y Alemania.
22En realidad, no se pudo compensar el 100% de las pérdidas de capturas por la extensión a las 200 millas por parte de los países ribereños. La insuficiencia de los recursos
comunitarios, con un grave empobrecimiento de los stocks, así como el posible perjuicio que se podría ocasionar a la pesca costera, impidieron que Gran Bretaña, Alemania
y Francia recibiesen el 100% de la compensación.
23La redacción del artículo 4 del Reglamento 170/83 es ambigua. El informe de la Comisión al que hace referencia el apartado 2 de este artículo puede ser el informe que
se hizo antes de 1992, o el que se tuvo que hacer antes del 31 de diciembre de 2002.
24Ver 6º y 7º Considerando del Reglamento (CE) nº 170/83.
38
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
de este Tratado25 dejaba muy claro que el régimen de
acceso de España a las aguas comunitarias, así como
el porcentaje de las capturas que le fueron asignadas,
expiraría el 31 de diciembre de 2002. Antes de esta
fecha, el Consejo, a la luz del Informe Social y Económico que la Comisión debía de elaborar sobre las
regiones litorales, realizaría los ajustes y adaptaciones
necesarias.
Pero lo cierto es que la asignación que en el Tratado
de Adhesión se le hizo a España, “no acorde con la
realidad ni en valores absolutos ni relativos y con un
periodo transitorio de 17 años”26 sigue estando vigente en la actualidad.
Algunas condiciones, como la prohibición de acceso
al “box” irlandés o los planes de pesca, fueron parcialmente suprimidos con anterioridad a esta fecha27,
pero otras no. Así, el porcentaje de las capturas asignadas a España, en el artículo 161, continúa vigente.
También la prohibición de acceso al Mar del Norte y
al Báltico, etc.
España, que tiene regiones altamente dependientes
de la pesca, negoció un sistema recíproco de acceso
a las aguas comunitarias por parte de la flota española, y de acceso a las aguas españolas por parte de las
flotas de otros Estados miembros. A cambio, España
renunciaba a sus derechos históricos en las aguas comunitarias, recogidos en el Convenio de Londres de
1964.
Otra gran contrapartida fue el mercado español. La
eliminación progresiva de aranceles permitió que las
capturas de otros Estados se destinasen a España,
gran consumidor de pescado en comparación con el
bajo consumo de estos países. De esta forma, España abrió progresivamente su mercado y, a cambio,
aceptó que hasta el 31 de diciembre de 2002 se mantuviesen las condiciones de acceso y de reparto de
cuotas previstas en el Tratado de Adhesión de España y Portugal.
3.3. Inconvenientes del sistema
de TACs y cuotas
Son varios los científicos y los estudios28 que destacan
los graves problemas biológicos que plantea el sistema de gestión de TACs y cuotas aprobado en 1983, en
el que se basa la estabilidad relativa.
Así, coinciden en señalar que este sistema origina descartes, en particular en las pesquerías mixtas, que producen –resaltan los científicos– una disminución de la
biomasa y del potencial reproductor de las especies
descartadas. Además, los descartes influyen en la calidad de los datos científicos, ya que a veces no se contabilizan, lo que altera las evaluaciones de la biomasa
de las pesquerías.
Por otro lado, los descartes suponen para la opinión
pública una crítica importante al sector por el mal uso
de los recursos biológicos.
Otros inconvenientes son la excesiva carga burocrática que conlleva este sistema, tanto para las administraciones como para el sector, así como el hecho de
que el reparto del TAC en cuotas no tenga en cuenta
la evolución, desde 1983, de las flotas, artes de pesca,
stocks, etc.
3.4. Consecuencias
socioeconómicas de
la estabilidad relativa
Si bien es cierto que, desde que se aplicó la estabilidad
relativa en 1983, las posibilidades de pesca han disminuido en las aguas comunitarias (ver Figura 1), también es cierto que aquellas flotas, como la española,
que han tenido un reparto de cuotas de carácter político y no ajustado a las capturas históricas en las aguas
comunitarias, están sufriendo, tanto en términos abso-
CLUPESCA
25Tratado de Adhesión, capítulo IV, Pesca, BOE del 01/01/1986.
26Ver Documento: “Revisión de la Política Pesquera Común”. SEGEMAR, diciembre 2009, pág. 23.
27El artículo 162 preveía la posibilidad de efectuar ajustes y adaptaciones al régimen de acceso y al reparto de las cuotas, surtiendo efecto el 01/01/1996.
28Ver, por ejemplo, M. Sissenwine and D. Symes: “Reflections on the Common Fisheres Policy”. July 2007. Fernández, Álvaro: “Is the UE policy on the management of
fishery resources a rational and Community Policy?”. House of Lords. European Union Committee, July 2008.
39
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
FIGURA 1
lutos como relativos, más que otros Estados miembros
la disminución de las posibilidades de pesca.
la estabilidad relativa, en 1983, tres años antes de
la entrada de España en la UE. (Ver Figura 1).
Es decir, España está perdiendo empleo, unidades de
captura y capacidad de esfuerzo más rápido que el resto de sus competidores en las aguas comunitarias, y
todo ello motivado por un reparto inicial de las cuotas
(1986) totalmente insuficiente para la mayoría de las
pesquerías en las que participa nuestra flota.
En la Figura 2 se puede observar cómo desde el
año 1997 al año 2008 el número de barcos y la potencia global de las seis flotas analizadas se han
reducido en un 26% y en un 21%, respectivamente. Pero, si analizamos el peso específico de cada
flota, vemos que España representaba el 42% del
número de barcos en el año 1997, mientras que en
el año 2008 este porcentaje pasa al 36%. Es decir,
España ha ido perdiendo hasta seis puntos porcentuales en su peso específico respecto al resto
de los otros cinco Estados miembros, entre 1997 y
2008. Dinamarca también perdió peso (-2) mientras
que Francia (+4), Reino Unido (+2), Irlanda (+2) y
Holanda (+1) han ganado peso respecto a 1997.
Esto se puede ver comparando la evolución de los elementos socioeconómicos (número de barcos, potencia y empleo) para un periodo de tiempo determinado29, entre las distintas flotas competidoras en aguas
comunitarias: francesa, danesa, holandesa, inglesa,
irlandesa y española. (Ver Figuras 2 y 3).
Así, partiendo del reparto porcentual de las cuotas de
pesca entre los Estados miembros, vemos que España,
principal país productor y consumidor de pescado de
la UE, sólo obtiene el 6% de las posibilidades de pesca
en aguas comunitarias, frente a otros Estados miembros que, con un número de barcos y una potencia
motriz mucho menor, tienen mayores posibilidades de
pesca, al haberse aprobado el reparto inicial en base a
En otras palabras, los seis países han disminuido
sus flotas, pero esta reducción no se ha hecho de
forma proporcional al tamaño que cada una tenía
en 1997, ya que unos pierden peso relativo y otros
lo ganan en 2008. Y España es la más afectada en
este cambio de la estabilidad relativa que se ha
producido en el número de barcos.
CLUPESCA
29Los periodos elegidos son los correspondientes a los últimos datos disponibles por la Comisión. Para la evolución del número de barcos y de la potencia motriz, el
periodo es 1997-2008, mientras que para la evolución del empleo el periodo es 1998-2004.
40
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
Lo mismo cabe decir de la capacidad de esfuerzo pesquero, concepto ligado directamente a la potencia de
las flotas. En la Figura 2 vemos cómo la potencia de la
flota española representaba el 31% del total de potencia de los seis países, mientras que en 2008 ese porcentaje se reduce en 4 puntos, pasando a representar
el 27% del total.
Holanda y Dinamarca reducen en un punto sus pesos relativos, mientras que Francia e Irlanda ganan 5
y 1 puntos, respectivamente. Tan sólo el Reino Unido
mantiene su peso específico en el reparto de la potencia motriz.
Es evidente que España está perdiendo peso econóFIGURA 2
CLUPESCA
41
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
FIGURA 3
mico en el sector pesquero, al reducir más deprisa sus
unidades de producción y sus capacidades para pescar diariamente, ya que también pierde potencia motriz
más deprisa que sus competidores.
¿Cómo se traducen estos datos en el empleo a bordo?.
La Figura 3 nos muestra que la evolución es similar a
la de la potencia y el número de unidades operativas.
En este caso, el último periodo del que se disponen
datos de empleo es el comprendido entre 1998 y 2004.
En este periodo, España pierde peso relativo en la bolsa de empleo global de los seis Estados analizados,
al pasar del 62% del empleo total en 1998 al 57% en
2004. En cambio, Francia aumenta su peso en este periodo en 4 puntos, Irlanda en 2 puntos, y Holanda en 1
punto. Dinamarca pierde peso en 2 puntos y el Reino
Unido se mantiene en los mismos porcentajes.
Como corolario a este estudio, la Figura 4 nos muestra cómo España ha perdido este peso específico en
la pesca en aguas comunitarias, al ser con gran diferencia el país que más ayuda pública ha destinado a
la retirada de su flota. Durante el periodo 1997-200730,
España retiró un 64% de la capacidad de la flota global
de los seis Estados miembros, medida en GTs. A gran
distancia, le siguen Francia, con un 11%; Holanda y el
Reino Unido, con un 9%; Dinamarca, con un 5%, e Irlanda con un 1%.
Este gran esfuerzo por contribuir a una pesca sostenible y responsable no ha sido seguido con la misma
intensidad por los otros cinco Estados miembros, lo
cual hace que el mapa pesquero en Europa se esté
modificando de forma gradual y progresiva.
CLUPESCA
30A estas retiradas habría que sumar las bajas que se van a producir en el marco del Programa de Adaptación de la Flota española (Reglamento CE Nº 741/2008).
42
CAPÍTULO 3: La gestión de los recursos en la nueva Política Pesquera Común:
la estabilidad relativa y el mercado interior del pescado fresco en la Unión Europea
FIGURA 4
3.6.
Conclusiones
La opinión del sector al que representamos es
que, para las flotas de altura que faenan en las
aguas comunitarias, un sistema de gestión basado solamente en el esfuerzo pesquero (medido en potencia y días de pesca) y un sistema de
derechos individuales de pesca que se puedan
transferir ente las empresas comunitarias (liberalizando así el mercado comunitario de los
derechos de pesca) permitirá una pesca sostenible, al facilitar el control y eliminar los descartes, así como la competencia en el mercado
en igualdad de condiciones y con la posibilidad
de transferir derechos de pesca de las unidades
menos eficientes a las más eficientes.
3.5. Distorsión de la competencia
Cabría preguntarse si una flota como la española, que
está perdiendo peso relativo respecto a sus más directos competidores, tanto en número de unidades como
en capacidad de esfuerzo y empleos, podría ser más
eficiente y, por tanto, más competitiva que antes.
De esta forma, la reestructuración necesaria en
algunas pesquerías la haría el mercado y no habría que deslocalizar empresas de unas regiones a otras. Es decir, este sistema garantizaría
los principios comunitarios de libertad de circulación de capitales, bienes y servicios en el
sector de la pesca, eliminando las excepciones
a estos principios que en la actualidad siguen
vigentes en la Política Pesquera Común.
Probablemente en otros sectores la respuesta sea
afirmativa, pero en el sector pesquero la pérdida de
peso específico respecto a las flotas de otros Estados
miembros se traduce forzosamente en una pérdida de
la competencia y, por tanto, del mercado. De hecho,
en determinadas regiones españolas, como Galicia, se
está produciendo una deslocalización de las unidades
pesqueras hacia otros Estados miembros, con el único
fin de poder seguir pescando y poder seguir siendo
operativos31.
Por tanto, en opinión del sector, la estabilidad relativa aprobada en 1983 para el reparto de cuotas está
produciendo progresivamente una distorsión de la
competencia entre flotas comunitarias, al haberse producido una alteración en la estabilidad relativa de las
flotas, de su capacidad de esfuerzo y de los empleos.
31En torno a 10 barcos gallegos han cambiado de bandera en el último año, pasando a integrarse en la flota francesa, inglesa o irlandesa, por falta de posibilidades de pesca en aguas comunitarias.
CLUPESCA
43
La sobrecapacidad de las
flotas comunitarias: un estudio
comparativo del esfuerzo de pesca
y las cuotas en la Unión Europea
4.1. Introducción
En conjunto, la flota de la Unión Europea (UE) tiene
una capacidad de esfuerzo de pesca de cerca de 7 millones de Kw32. El 55% de esta potencia se reparte entre los principales países competidores en el mercado
comunitario: Francia, Reino Unido, Irlanda, Holanda,
Dinamarca y España.
Este esfuerzo pesquero se utiliza para capturar los
TACs y cuotas que aprueba anualmente el Consejo y
que en el año 2008 alcanzaron 3.391.771 toneladas33
para toda la UE. El 59% de esta cantidad correspondió
a los seis Estados anteriormente citados.
CAPíTULO 4
Resulta interesante ver cómo se distribuye en cada
Estado miembro la potencia y las cuotas asignadas,
de tal forma que podamos analizar si el peso relativo
correspondiente a la potencia se corresponde o no con
el peso relativo de las cuotas asignadas a cada uno de
los seis Estados miembros.
4.2. Potencia y cuotas de pesca
Es lógico pensar que si un Estado tiene una mayor
capacidad de esfuerzo o, si se quiere, de días al año
para poder pescar más que otro Estado, la UE debería
asignarle más cuotas de pesca al primero que al se-
CLUPESCA
32Según la página web de la Comisión, en el año 2008 la potencia de la flota de la UE alcanzaba los 6.822.023 Kw. (Ver: La flota de pesca de la UE en cifras).
33Ver Reglamentos del Consejo Nº 2015/2006, 140/2007, 1579/2007 y 40/2008.
44
CAPÍTULO 4: La sobrecapacidad de las flotas comunitarias:
un estudio comparativo del esfuerzo de pesca y las cuotas en la Unión Europea
FIGURA 5
gundo. De la misma forma, parece lógico pensar que
si un Estado tiene una flota con un peso muy inferior
en capacidad de esfuerzo respecto a otro, el primero
debería tener una asignación de cuotas muy inferior
al segundo.
Sin embargo, en la Figura 5 podemos comprobar que
la lógica a veces tropieza con la realidad. De los Estados miembros estudiados, sólo España y Francia
tienen una capacidad de esfuerzo muy superior a las
cuotas que le corresponden en virtud de la estabilidad
relativa, mientras que los otros cuatro Estados disponen de unas cuotas que, en los casos de Irlanda y, sobre todo, Dinamarca, son muy superiores a sus capacidades de esfuerzo medidas en Kw.
En otras palabras, si no fuera porque existen especies
no sometidas a cuotas que se pueden capturar, España
y Francia tendrían todavía que adaptar en gran medida
su esfuerzo pesquero.
4.3. Evolución de la reducción del
esfuerzo pesquero
En la Figura 6 podemos observar que durante el pe-
riodo 1997-200834 los seis Estados miembros han
disminuido su potencia motriz, pero unos han hecho
un mayor esfuerzo que otros en la reducción. Así, Dinamarca, Países Bajos y España superaron el 30% de
reducción de capacidad de esfuerzo entre 1997 y 2008,
mientras que el Reino Unido redujo la potencia de su
flota en un 18% y Francia e Irlanda en sólo un 7%.
De esta forma, Francia pasa a ocupar el primer puesto, que ocupaba España en 1997, en cuanto a potencia motriz de la flota. En 2008, Francia dispuso de
1.070.815 Kw., mientras que España ocupó el segundo
lugar, con 1.023.366 Kw.
4.4. Caso hipotético de equilibrio
entre potencia y cuotas
Pongamos por caso que a España y a Francia –dada
la gran diferencia existente entre los porcentajes de
potencia y los porcentajes de cuota que representan,
cosa que no ocurre con el resto de los países estudiados– se les exigiese adaptar su capacidad de esfuerzo, medido en Kw, a las cuotas disponibles, y que la
búsqueda de ese equilibrio entre potencia y cuotas se
diera bajo las siguientes condiciones:
CLUPESCA
34Últimos datos disponibles en la página web de la Comisión.
45
CAPÍTULO 4: La sobrecapacidad de las flotas comunitarias:
un estudio comparativo del esfuerzo de pesca y las cuotas en la Unión Europea
FIGURA 6
A. Que la estabilidad relativa, esto es, el porcentaje
de las cuotas permaneciese invariable.
B. Que España pasase del 27% del total de la potencia de los seis Estados miembros a en torno al 8%
del total, es decir, dos puntos por debajo del porcentaje de la cuota que representa respecto al total
(10%).
C. Que Francia pasase del 29% a más o menos el
11%, dos puntos por debajo del porcentaje de cuota
que representa respecto al total de los seis países
(13%).
D. Que el resto de los países no tuviesen que adaptar
su capacidad de esfuerzo, puesto que es inferior al
porcentaje de cuota asignada a cada uno de ellos.
Bajo estas condiciones, que reflejarían un cierto equilibrio, salvo para Irlanda y Dinamarca, entre los por-
CLUPESCA
FIGURA 7
46
CAPÍTULO 4: La sobrecapacidad de las flotas comunitarias:
un estudio comparativo del esfuerzo de pesca y las cuotas en la Unión Europea
de pesca en dichas áreas. Sólo así, de forma global,
podríamos alcanzar el objetivo de reducir la sobrecapacidad de las flotas comunitarias en aquellas pesquerías donde sea preciso hacerlo. Además, habría que
incluir en las posibilidades de pesca de cada área las
cuotas sobrantes, de tal forma que se haga una asignación automática a las flotas deficitarias que pescan
en dicha pesquería.
centajes de cuotas y los de potencia, la Figura 7 nos
muestra un nuevo escenario, en el que España pasaría
a la última posición en cuanto a capacidad de esfuerzo, ya que habría tenido que reducir la potencia de su
flota en un 85% respecto a la potencia del año 2008.
El mismo porcentaje de reducción, un 85%, se tendría
que dar en el número de barcos, pasando de 11.402
barcos en 2008 a 1.735 en el año en que acabase el
ajuste35.
Pero lo absurdo de esta situación es que el Reino Unido, Países Bajos e Irlanda pasarían a una situación de
desequilibrio entre sus porcentajes de potencia, ahora
mayores, y sus porcentajes de cuotas, con lo cual el
desequilibrio va a seguir existiendo al tener que permanecer invariable la estabilidad relativa.
4.5. Necesidad de reformar la PPC
Estos desequilibrios36 se han agudizado al haber desaparecido en la actual PPC los Programas de Orientación Plurianuales (POPs) que fijaban unos objetivos de
reducción de GTs y Kws iguales para todos los Estados
miembros.
Por otro lado, cada año hay miles de toneladas sobrantes de pescado en la mayoría de los Estados
miembros37 que en alguna medida, insuficiente, suelen intercambiarse entre los Estados con carácter voluntario (quota swap).
La actual PPC ha dejado en manos de los Estados la
responsabilidad sobre la sobrecapacidad de su flota
en relación con los recursos disponibles. En nuestra
opinión, esta estrategia ha fracasado en su objetivo de
reducir la sobrecapacidad de las flotas comunitarias.
Podemos ver en la Figura 6 las grandes diferencias
existentes entre los Estados a la hora de reducir sus
capacidades de esfuerzo, una vez desaparecidos los
POPs.
Por ello, se debería analizar pesquería a pesquería cuál
es la capacidad de esfuerzo de las flotas que operan en
cada una de ellas y compararla con las posibilidades
4.6.
Conclusiones
Hemos visto cómo los seis principales Estados miembros competidores en el mercado
comunitario tiene fuertes desequilibrios, en la
mayoría de los casos, entre sus capacidades
de esfuerzo y sus cuotas, respectivamente. En
algunos Estados son mayores los porcentajes
de cuotas que los porcentajes de potencia, y en
otros ocurre lo contrario. Lo mismo cabría decir
si se hubiesen comparado la capacidad de pesca (GT) y las cuotas.
La desaparición de los POPs en la actual PPC
ha propiciado que cada Estado miembro haya
reducido su capacidad de flota, de forma independiente y sin contar con una norma que obligase a todos a reducir los mismos porcentajes
de GTs y Kws. En nuestra opinión, este factor ha
sido determinantes para que la actual PPC haya
fracasado en el objetivo de reducir la sobrecapacidad de las flotas comunitarias.
Hace falta, pues, una reforma en profundidad que
analice, pesquería por pesquería, cuáles son, por
un lado, las capacidades de esfuerzo pesquero
de las flotas que están operando en cada una de
ellas y, por otro lado, cuáles son las posibilidades reales de pesca existentes en esas pesquerías, incluyendo también a las cuotas sobrantes
que lógicamente deberían destinarse de forma
automática a las flotas deficitarias en cada área
de pesca. Entendemos que sólo así la UE podrá
afrontar una reducción de la sobrecapacidad de
las flotas, de manera seria, justa y equilibrada.
35En 2008, la media en Kw./barco de la flota española era de 90 Kw./barco. Ver página web de la Comisión: Análisis de la flota.
36Si se comparasen la capacidad medida en GTs con las cuotas, los desequilibrios siguen existiendo.
37Ver, por ejemplo, Reglamento (CE) Nº 649/2009 de la Comisión de 23/07/09, relativo a la adaptación de las cuotas.
CLUPESCA
47
La diferenciación de la flota
artesanal en la nueva Política
Pesquera Común
5.1. Introducción
Tradicionalmente, el concepto de proceso o producto
artesanal se utiliza en contraposición al de proceso o
producto industrial.
La percepción de la opinión pública sobre la flota artesanal es la de una flota económicamente vulnerable,
con una rentabilidad cercana al mínimo exigido, casi
de subsistencia, y situada en zonas costeras que básicamente dependen económica y socialmente de la
supervivencia de esta flota.
CLUPESCA
Además, en contraposición a la industrial, se vincula
necesariamente con la utilización de métodos de captura artesanales o tradicionales que, por sí mismos,
están dirigidos a capturar una parte mínima de los
48
CAPíTULO 5
stocks que se encuentran cercanos a la costa, por lo
que parece muy difícil que una flota artesanal realice
sobrepesca con los artes tradicionales.
5.2. De la percepción a la realidad
La realidad es que, hoy en día, muy pocas flotas consideradas artesanales en la Unión Europea (UE) cumplen con todos los parámetros señalados que son
percibidos por la opinión pública. En todo caso, no se
conocen estudios de la Comisión que confirmen los
mismos.
Por ello, una ayuda pública diferenciada para la flota
artesanal estaría justificada si:
CAPÍTULO 5: La diferenciación de la flota artesanal en la nueva Política Pesquera Común
•Su vulnerabilidad o debilidad económica es muy superior al resto de otras flotas consideradas como no
artesanales.
•
Con la crisis actual, la propia Comisión reconoce
que casi todos los segmentos de la flota europea
tienen graves problemas económicos, al estar muy
cercanos o, en algunos casos, por debajo del umbral
de rentabilidad. Por tanto, no parece, a priori, que el
segmento de la flota artesanal sea más vulnerable
que otros en la UE. En todo caso, debería realizarse un estudio que avalase esta debilidad económica
frente a otros segmentos de la pesca comunitarios,
con el fin de poder justificar una ayuda pública diferenciada.
La flota artesanal, al igual que el resto de las otras
flotas, está organizada en torno a las cofradías de
pescadores, organizaciones de productores, asociaciones pesqueras, etc., que pueden influir, en mayor
o menor medida, en la oferta del pescado que localmente se comercializa en las lonjas de las zonas
costeras.
Por ejemplo, la Organización Común de Mercados
(OCM) tiene instrumentos, si bien insuficientes, para
que las organizaciones de productores puedan regular la oferta. Sin embargo, todos los sectores, bien
de bajura o de altura, están sufriendo una caída de
precios en primera venta, por lo que no existe una
diferenciación en la competencia en el mercado de
unos y otros.
•Contribuye a fijar población y riqueza en las zonas
costeras de una forma más significativa que el resto
de las demás flotas.
Es evidente que esta afirmación no se puede generalizar. Por ejemplo, villas gallegas como A Guarda,
Aldán o Bueu dependen económica y socialmente
de su flota de altura, palangrera en el primer caso, y
congeladora y gransolera en los otros dos.
Las familias de A Guarda, de Aldán o de Bueu que
tienen a sus padres y/o hijos enrolados en barcos de
altura que van al Océano Índico, a NAFO o a Gran
Sol, ¿en qué se diferencian de las familias de Baiona
o de Moaña que tienen a sus padres y/o hijos enrolados en la flota de bajura del día? Entendemos
que todas las flotas contribuyen de la misma forma
a crear riqueza y fijar población en sus zonas respectivas.
Hay otros ejemplos de pueblos y villas en los que
coexisten flotas de gran altura, altura y artesanales. En esos casos, ¿habría que diferenciar las ayudas públicas? Si la respuesta fuese afirmativa, ¿en
base a qué patrones sociales se haría tal diferenciación?
•Es patente su debilidad frente a la competencia en
el mercado.
En este caso, los stocks más cercanos a la costa, que
habitualmente suelen ser zonas de reproducción y
están sometidas a otras actividades distintas a la
pesca que influyen negativamente en su sostenibilidad biológica (contaminación, extracciones, parques eólicos, etc.), necesitan una gestión eficaz que
sea aceptada por los propios pescadores.
Pero esta situación puede darse –y de hecho se da–
también en las pesquerías de altura o gran altura,
CLUPESCA
Hoy en día todos los segmentos de flota están expuestos a la competencia de productos procedentes
de otras flotas comunitarias y/o de países terceros.
•Se necesita una ayuda especial para una gestión
mas eficaz de los stocks cercanos a la costa.
49
CAPÍTULO 5: La diferenciación de la flota artesanal en la nueva Política Pesquera Común
individuales y transferibles a nivel comunitario y que
fuesen solamente aplicables a la flota de altura. En ese
caso, la parte de la flota considerada como artesanal
por un Estado miembro quedaría “blindada” en cuanto a no poder transferir sus cuotas a la otra parte de
la flota considerada como de altura por otro Estado
miembro. Es decir, en la práctica se estaría anulando la
posibilidad de transferir libremente cuotas o derechos
entre empresas comunitarias.
donde igualmente son necesarias medidas destinadas a la paralización definitiva o temporal de las
flotas, así como vedas, medidas técnicas, planes de
recuperación, etc.
5.3. La definición de flota artesanal
Tal y como acabamos de ver, es muy difícil establecer
los parámetros que deben identificar a la flota artesanal, tales como la eslora, la pesca cercana a la costa,
la debilidad económica, la fijación de población en la
costa, etc., ya que estos mismos parámetros pueden
ser aplicados en la mayoría de los casos a otras flotas,
incluso a las que faenan cercanas a la costa y no son
percibidas hoy en día como flotas artesanales.
Una diferenciación entre flota artesanal y otras flotas,
con el único fin de darles un trato especial que se pueda traducir en unas ayudas públicas específicas, podría
ser considerada como un agravio comparativo para el
resto de las flotas que no percibirían tales ayudas.
En todo caso, una ayuda específica a la flota artesanal debería tener una justificación clara y precisa de
la misma.
5.3.1. Una definición descentralizada
y la aplicación de las Cuotas
Individuales Transferibles (ITQs)
Una definición no comunitaria (dejada a la libre decisión de los Estados miembros) del concepto de flota artesanal podría traer conflictos e incluso posibles
discriminaciones entre flotas que operan en la misma
zona y pertenecen a distintos Estados miembros.
Por ejemplo, si en las aguas comunitarias de Gran
Sol una parte de la flota es considerada por un Estado miembro como flota artesanal y otra parte perteneciente a otro Estado miembro es considerada como
flota de altura, podrían surgir problemas en el caso de
que, finalmente, la Política Pesquera Común (PPC) optase por un sistema de cuotas o derechos de pesca
5.4.
Conclusiones
No es fácil justificar, y menos en la situación
de crisis económica actual, una ayuda pública
específica para la flota artesanal. Primero, porque no es fácil definir el concepto a nivel comunitario, que sería el único modo de garantizar
que una ayuda pública comunitaria se aplique
de forma clara y uniforme en todos los Estados
miembros que quieran acogerse a la misma.
En segundo lugar, porque la justificación de
esta ayuda tendría que estar basada en un estudio que explicase con claridad la necesidad
de conceder una ayuda pública específica a un
segmento de flota, la artesanal, que cohabita en
algunas poblaciones costeras con otras flotas
que no van a recibir esa ayuda por no ser consideradas flotas artesanales y que, sin embargo,
tienen los mismos problemas económicas y
contribuyen a fijar población y a crear riqueza
en esas zonas costeras, de la misma manera
que la flota artesanal.
Quizás habría que reflexionar sobre el concepto
empresarial de las flotas, sean artesanales, de
altura o industriales. Si se llega a la conclusión
de que la mayoría de estas flotas se encuentran
encuadradas en lo que a nivel comunitario se
considera como microempresas, pequeñas y
medianas empresas (Pymes)38, entonces habría
que establecer una ayuda pública dirigida a las
Pymes en general, sin discriminación alguna
dentro de las mismas.
CLUPESCA
38La Recomendación de la Comisión de 6 de mayo de 2003 (D.O. L124, de 20/05/2003) define a la “microempresa” como una empresa que ocupa a menos de diez personas
y cuyo volumen de negocio anual o cuyo balance general anual no supera los dos millones de euros. Asimismo, se define una “pequeña empresa” como la que ocupa
menos de 50 personas y cuyo volumen de negocio o balance general anual no supera los 10 millones de euros.
50
SECCIÓN III:
LAS AGUAS NO COMUNITARIAS
CLUPESCA
51
La dimensión exterior de
la pesca comunitaria.
Una estrategia necesaria
6.1. Introducción
En un mundo globalizado, la Unión Europea (UE) necesita tener unas orientaciones claras y precisas en
todos los sectores productivos, incluido el sector pesquero. Así se deduce de la Estrategia 2020 aprobada
por la Comisión en marzo de 201039, que cuantifica una
serie de objetivos que se deberían alcanzar en el año
2020. Entre ellos destacan el empleo, la sostenibilidad
ambiental y la reducción de la pobreza en Europa.
La UE debería tener claro que el sector pesquero es un
sector de futuro y que puede contribuir al logro de los
objetivos de la Estrategia 2020, sobre todo en las zonas costeras altamente dependientes de la pesca. Las
CLUPESCA
39Ver COM (2010) 2020, del 03/03/2010.
52
CAPíTULO 6
FIGURA 8
CAPÍTULO 6: La dimensión exterior de la pesca comunitaria. Una estrategia necesaria
empresas pesqueras europeas suministran un producto sano y nutritivo cuyo consumo va en aumento40;
compiten en un mercado abierto donde las importaciones superan a las exportaciones –aunque éstas no
han parado de crecer en los últimos años41–, y tienen
lazos, no solamente comerciales sino también de producción pesquera, en muchos países del mundo.
Es, precisamente, en la dimensión externa de la futura
Política Pesquera Común (PPC) donde quiere incidir
este informe para poner de manifiesto la necesidad
de establecer una estrategia que permita a las empresas comunitarias con flotas o inversiones pesqueras
en aguas exteriores no comunitarias seguir aportando
empleo, riqueza y sostenibilidad al medio marino en
el ámbito internacional.
6.2. Las cifras
Desde hace más de 50 años, el continente asiático es el
líder, con diferencia respecto a los demás, en las capturas mundiales de pescado. En 200842, el 52% de las
capturas de pescado en los cinco continentes correspondió a Asia, con unos 47 millones de toneladas43.
A gran distancia, le sigue Europa, con 13 millones de
toneladas, es decir, tan sólo el 14% del total44.
En acuicultura, las diferencias son mucho más grandes. En 2008, de los 68,3 millones de toneladas de
producción acuícola mundial, 62,4 millones correspondieron a Asia y 2,3 millones a Europa, es decir, un
91% y un 3%, respectivamente45.
Por tanto, está claro que Europa tiene que dar la batalla para poder seguir siendo un socio importante en
el contexto mundial y seguir liderando la política de
sostenibilidad medioambiental que permita, a largo
plazo, seguir suministrando pescado salvaje a las futuras generaciones.
Partiendo del principio de soberanía alimentaria y del
deber de asegurar la protección de los ecosistemas
marinos, no podemos dejar en manos de las flotas
asiáticas la captura y el suministro de pescado a la población europea.
De los 13 millones de toneladas que captura Europa,
más de 7 millones corresponden a la UE y, de esos
7 millones, más de un cuarto46, es decir, más de 1,9
millones de toneladas de pescado corresponde a las
capturas en aguas no comunitarias47.
6.3. Los objetivos
La futura PPC, a través de su dimensión exterior, debería marcarse como doble objetivo la sostenibilidad del
medio marino en aguas no comunitarias y el apoyo a
las empresas pesqueras comunitarias que tienen sus
flotas operando en aguas exteriores y/o que tienen inversiones pesqueras en los países terceros.
40Ver Figura 8. La FAO pronostica que el consumo de pescado en el mundo seguirá creciendo progresivamente en las próximas décadas.
41Como veremos en el capítulo siguiente.
42Último año disponible en las estadísticas de capturas mundiales de la FAO.
43Por ejemplo, China capturó más de 15 millones de toneladas de pescado en 2008.
44Ver Figura 9.
45Ver Figura 10. Por ejemplo, China tuvo en el año 2008 una producción acuícola de más de 42 millones de toneladas.
46Ver página web de la DG Mare-Dimensión Exterior.
47Ver Figura 9.
CLUPESCA
53
CAPÍTULO 6: La dimensión exterior de la pesca comunitaria. Una estrategia necesaria
FIGURA 9
CLUPESCA
FIGURA 10
54
CAPÍTULO 6: La dimensión exterior de la pesca comunitaria. Una estrategia necesaria
La futura PPC debería tener un vínculo real con las empresas pesqueras comunitarias con intereses en aguas exteriores para garantizar su capacidad de influencia en la gobernanza de la pesca a nivel mundial y ejercer, asimismo,
una presencia activa en los foros internacionales.
6.4. Las estrategias
Para alcanzar estos objetivos, totalmente compatibles
con los objetivos de la Estrategia 2020, la Comisión
Europea debería primero consultar con las empresas
comunitarias con intereses en aguas exteriores, a través de sus asociaciones más representativas, cuáles
serían las estrategias más convenientes para alcanzar
el objetivo de sostenibilidad del medio marino en el
marco de la ONU, de las Organizaciones Regionales
de la Pesca (OROPs), de los Acuerdos Internacionales
de Pesca y, en su caso, en las aguas internacionales.
Tanto las OROPs como los Acuerdos Internacionales
de Pesca representan los instrumentos más valiosos
para realizar una gestión eficaz de las pesquerías en
aguas exteriores, dirigida a conseguir la sostenibilidad a largo plazo del medio marino. Pero, sin duda,
esa gestión saldría reforzada si la Comisión liderase
las OROPs y firmase los Acuerdos de Pesca, contando previamente con la colaboración de las empresas
comunitarias afectadas.
Esta consulta aportaría un conocimiento más práctico y profundo de la situación en cada área geográfica
del mundo y en cada país tercero y, al mismo tiempo,
la Comisión podría defender mejor los intereses pesqueros tanto de las empresas comunitarias que tienen
flotas faenando en aguas exteriores como de aquellas
que también tienen inversiones pesqueras en países
terceros. El conocimiento “in situ” de estas empresas
es un factor imprescindible para adoptar una política
adecuada que permita alcanzar la sostenibilidad del
medio marino en todas las partes del mundo.
6.5.
Conclusiones
Apoyar a las empresas comunitarias que tienen
flotas en aguas exteriores y/o que tienen inversiones pesqueras en países terceros es la mejor
estrategia para alcanzar el objetivo de sostenibilidad del medio marino en todos los mares y
océanos del mundo.
Ello permitiría a la Comisión establecer las medidas necesarias para contribuir eficazmente a
la consecución del objetivo señalado. No basta,
por tanto, con tener solamente una normativa
como la actual relativa a la pesca IUU (Ilegal,
no Declarada y no Reglamentada, en sus siglas
en inglés) para proteger de forma adecuada los
océanos.
Esta contribución a la gobernanza de la pesca
a nivel mundial traerá, sin duda, importantes
beneficios socioeconómicos no sólo a las poblaciones costeras de la UE, en particular a
aquellas que son altamente dependientes de la
pesca, sino también a las poblaciones locales
que viven de la pesca en los países terceros, en
particular en los países en desarrollo.
Así, el sector pesquero comunitario, en su dimensión exterior, estaría poniendo su grano
de arena para la consecución de los objetivos
previstos en la Estrategia 2020 impulsada por la
Comisión Europea para hacer frente a la crisis
económica actual.
CLUPESCA
Una vez diseñada la estrategia más adecuada para
cada área, región o país tercero, la misma debería ser
refrendada en el Consejo Consultivo Regional de Larga Distancia, en el que deberían tener cabida los científicos y las administraciones como miembros activos,
y no sólo como invitados, para facilitar la labor al Consejo y al Parlamento Europeo en esta materia.
55
SECCIÓN IV:
CLUPESCA
EL RETO DE LA COMPETITIVIDAD
DE LAS EMPRESAS PESQUERAS
COMUNITARIAS
56
Las exportaciones:
un factor de competitividad
del sector pesquero español
7.1. Introducción
España siempre ha sido un país consumidor de
pescado, entre 38 y 40 kgs. por habitante y año.
Además, desde la década de los 80, también se ha
convertido en un importador neto al no poder abastecer con nuestra flota el alto consumo de pescado.
El sector pesquero español es uno de los principales
exportadores de la UE. Las exportaciones en el año
2009 superaron el millón de toneladas, por un importe
de unos 2.216 millones de euros.
Ante la crisis actual, este informe trata de poner de
manifiesto la pujanza de un sector como el pesquero
que lleva varios años –antes y durante la crisis– incrementando sus exportaciones de pesca y aumentando
la tasa de cobertura, lo que da la prueba de su competitividad ante el resto de los demás países.
7.2. Evolución de las exportaciones
En la Figura 13 vemos cómo desde el año 2003 las
CLUPESCA
En los últimos años (el estudio que presentamos en
este capítulo abarca desde el año 2003 al año 2009),
las importaciones se sitúan en torno al millón y medio de toneladas (ver Figura 11) y la tasa de cobertura
(exportaciones/importaciones) se sitúa en una media
del 47,16% (ver Figura 12), en crecimiento constante
desde el año 2006, lo que da idea de la buena marcha
de nuestras exportaciones.
CAPíTULO 7
57
CAPÍTULO 7: Las exportaciones: un factor de competitividad del sector pesquero español
FIGURA 11
FIGURA 12
CLUPESCA
FIGURA 13
58
CAPÍTULO 7: Las exportaciones: un factor de competitividad del sector pesquero español
exportaciones han pasado de 847.000 toneladas a
1.023.000 toneladas en 2009. En valor, se ha pasado
de los 2.000 millones de euros en 2003 a 2.216 millones en 2009. Es decir, en este periodo 2003-2009 se
ha producido un incremento –incluso durante la crisis
2008-2009–, del 21% en cantidad y del 11% en valor.
FIGURA 14
7.3. Las exportaciones por grupos
de pescado (Figura 14)
El pescado entero congelado constituye el principal
grupo de pescado exportado (48%) en número de
toneladas. Le siguen las exportaciones de moluscos
(17%), conservas de pescado (12%) y pescado fresco
(10%).
En valor, el pescado entero congelado, con cerca del
26%, sigue siendo el primer grupo de pescado exportado. Las conservas de pescado (casi un 20%), los moluscos (16%) y el pescado fresco (casi el 15%) son los
siguientes grupos en valor del pescado exportado.
7.4. Principales especies (Figura 15)
Las exportaciones españolas de pescado están muy
diversificadas en cuanto a especies y presentaciones de pescado. Así, el 78% de las exportaciones se
refieren a productos con un peso en valor inferior al
2% del valor total exportado. Se exporta, entre otras,
jurel, pez espada, merluza argentina, merluza austral,
FIGURA 15
CLUPESCA
59
CAPÍTULO 7: Las exportaciones: un factor de competitividad del sector pesquero español
fletán negro, etc. El resto está formado por las conservas de atún (12,63%), el pulpo congelado (6,12%) y el
atún congelado (2,83%).En cantidades expresadas en
toneladas de pescado, la diversificación es la misma.
El 70% corresponde a especies con cantidades inferiores al 4% respecto al total. Del resto, las conservas de
atún (7,60%), las sardinas congeladas (6,73%), el atún
congelado (6,54%), la caballa congelada (5,35%) y los
mejillones (4,22%) son los principales productos exportados en cuanto a cantidad.
7.5. Destino de las exportaciones (Figura 16)
Italia, Portugal y Francia son los países a los que corresponde el 64% del valor de las exportaciones españolas. No obstante, cerca del 30% de las exportaciones se realizan a muy diversos lugares, como China,
Ecuador, Hong Kong, Estados Unidos, Croacia, Rusia,
Marruecos, etc.
Por tanto, el grado de dependencia del mercado comunitario sigue siendo importante, pero hay un número elevado de países terceros a los que también se
destinan nuestras exportaciones.
CLUPESCA
FIGURA 16
60
7.6.
Conclusiones
España ocupa el primer puesto en el ranking en
valor de pescado producido e importado, pero
también es uno de los principales exportadores
de este producto, lo que le confiere una ventaja
competitiva frente a los demás países.
Este factor de competitividad, crucial para salir de la crisis, debe ser reconocido y apoyado
por las administraciones, ya que el sector está
poniendo su grano de arena mediante un crecimiento sostenido de las exportaciones en los
últimos años –incluso en 2008 y 2009, en los
que otros sectores han frenado su impulso exportador–. Además, la tasa de cobertura está
creciendo continuamente desde el año 2006, lo
que hace que el déficit comercial se vaya reduciendo en el sector pesquero.
Consideramos, por lo tanto, que es necesario
el apoyo al sector pesquero español, que debe
contar entre los sectores productivos de futuro, en el marco de una economía sostenible. Se
debe tener en cuenta que el sector está contribuyendo con un gran esfuerzo a mantener una
actividad económica y social que suministra, no
sólo a la población española, sino también al
resto del mundo, unos productos de indudable
calidad y de un alto contenido nutritivo, esencial para la salud y el bienestar de los consumidores.
El comercio y el mercado de
los productos de la pesca en la
futura Política Pesquera Común
8.1. Situación actual
En un contexto en el que cada vez hay una mayor dependencia de las importaciones en la Unión Europea
(UE), el mercado español se caracteriza por:
A. Un incremento de las importaciones anuales, aunque no tan pronunciado como en el resto de la UE.
De hecho, hay que señalar que, tal como vimos en
el capítulo anterior, desde el año 2006 las importaciones están disminuyendo progresivamente,
mientras que las exportaciones españolas están
creciendo de tal forma que la tasa de cobertura del
comercio de pescado en España sigue una línea ascendente desde ese año. Esto no impide que, por
CAPíTULO 8
ejemplo, algunas importaciones procedentes de
países asiáticos, como el panga, hayan seguido creciendo en estos últimos años48.
B.La existencia de aproximadamente un 25% de las
importaciones de pescado congelado procedente
de sociedades mixtas creadas por empresas españolas en varios países terceros (Argentina, Namibia, Islas Malvinas, etc.).
C.Una oferta de producto nacional que en primera
venta alcanza unos precios bajos, tanto en pescado
fresco como en pescado congelado.
D.Unos costes de explotación en los buques de pes-
48Ver Figura 17.
CLUPESCA
61
CAPÍTULO 8: El comercio y el mercado de los productos de la pesca en la futura Política Pesquera Común
FIGURA 17
TOTALES
ca muy dependientes de las fluctuaciones del coste
del combustible, que no se pueden repercutir en el
precio de primera venta.
E. Una presentación del producto nacional en el mercado español que ha evolucionado poco en comparación con otros productos del sector primario o con
otros mercados de pescado europeos.
F. Un sistema de comercialización en primera venta
que se mantiene, a lo largo de los años, sin grandes modificaciones, tanto en el pescado fresco
(subasta en lonja) como en el pescado congelado.
CLUPESCA
49Es uno de los objetivos reservados al sector primario en el Tratado de Lisboa.
62
G.Una demanda creciente de pescado, aunque en los últimos años ha habido un cierto estancamiento y, en
algunos casos, una sustitución en el consumo de unos
productos por otros (caso del panga, la tilapia, etc.).
8.2. Factores a tener en cuenta
Antes de abordar las posibles estrategias de futuro
para mejorar la renta de los productores49 y la calidad
nutricional y medioambiental de los productos destinados al consumidor final, es preciso tener en cuenta
una serie de factores específicos del mercado de pescado. Entre ellos, se podrían destacar los siguientes:
CAPÍTULO 8: El comercio y el mercado de los productos de la pesca en la futura Política Pesquera Común
A.Frente a un crecimiento importante de las capturas
por parte de flotas de países emergentes y del aumento del cultivo de peces en dichos países, en Europa la tendencia es la contraria: menos flotas y una
acuicultura que no crece en la misma proporción
que la de los países terceros.
B.Una mayor especialización en las flotas europeas
que la habida en décadas anteriores. Hay un “knowhow” y una evolución constante en los métodos de
producción que permiten suministrar al mercado
un producto cada vez de mayor calidad, aunque
esta característica no siempre va acompañada de
un mayor valor añadido al mismo.
C.Un producto que nadie duda que es sano y nutritivo
pero cuyas vitaminas, ácidos grasos poliinsaturados (Omega 3), calorías, etc. no son aportados en
la misma cantidad por las distintas especies. El consumidor está acostumbrado a comprar “pescado”,
pero no a demandar “pescado alto en Omega-3, en
vitaminas A, B o C”, ya que no existe esta información en el mercado.
D.Lo mismo cabe decir de los aspectos medioambientales en la producción del pescado. Si bien en Europa hay cada vez más una concienciación de sostenibilidad del medio ambiente, tanto terrestre como
marítimo, en España todavía este factor de sostenibilidad no influye decisivamente en la adquisición
de uno u otro producto.
E.Una oferta que está condicionada a factores de riesgo e incertidumbre, sobre todo en la captura, que,
en ocasiones, desequilibra el mercado mayorista,
siempre demandante de continuidad en el suministro, cantidad, calidad y precio.
8.3. Posibles estrategias de futuro
Las soluciones a los problemas relacionados con el
mercado siempre dependerán del grado de consenso entre los sectores afectados. El punto de partida
en el que todo el sector coincide es que los precios
en primera venta tienen que ser rentables para las
empresas productoras y que las capturas tienen que
ser sostenibles para poder mantener el futuro del
sector.
Bajo estas premisas, se proponen las siguientes estrategias de actuación que, en algunos casos, supondrán
una modificación de la actual normativa comunitaria
sobre la Organización Común del Mercado (OCM)50 y
en otros no.
8.3.1. La organización de la oferta
Una oferta sujeta a la incertidumbre del mar, al no
saber exactamente cuánto se va a pescar ni cuántas
importaciones se van a producir, ni cuál va a ser la
reacción de la demanda, necesitaría, en primer lugar,
organizarse para poder tener un cierto peso específico
en el mercado.
Para ello, se requiere tener, en los casos en que el sector esté atomizado en pequeñas empresas, organizaciones fuertes con los instrumentos jurídicos necesarios para imponer, democráticamente, a sus socios las
normas de gestión necesarias para adaptar la oferta a
la demanda.
En consecuencia, la legislación comunitaria debería
dar más atribuciones a las organizaciones de productores para que los planes de gestión, las autorregulaciones, etc. sean respetadas y cumplidas por todas las
empresas que acuden a la primera venta del pescado,
en particular, en el caso de las lonjas.
8.3.2. Medidas de actuación de las OPs.
(La caja de herramientas)
Se deberían reforzar los actuales instrumentos que permiten a las Organizaciones de Productores (OPs) intervenir en la oferta: retiradas de pescado, bien para harina, beneficencia o para congelación, almacenamiento
(caso del pescado congelado), etc.
No debería haber limitaciones en cuanto a las especies
que pueden ser objeto de ayuda para retirar el pescado del mercado, ya que las especies son muy numerosas y varían de un mercado a otro. Lo importante es
CLUPESCA
50Reglamento (CE) Nº 104/2000 de 17/12/1999.
63
CAPÍTULO 8: El comercio y el mercado de los productos de la pesca en la futura Política Pesquera Común
que las OPs puedan adaptar la oferta a la demanda en
momentos puntuales, con independencia del nombre
de las especies51.
Por otro lado, se debe mantener la normativa que
permite extender a los no socios las reglas que impongan las asambleas de las OPs representativas, así
como las ayudas para que puedan seguir elaborando
planes o programas operativos para la producción
y/o comercialización de sus productos.
8.3.3. La diferenciación del producto
Se necesitaría hacer un esfuerzo para que el pescado
llegue al consumidor final con un mayor conocimiento e información sobre el mismo, al igual que ocurre
con otros productos del sector primario que se distinguen por su origen, calidad, marcas, etc.
Para ello, la legislación comunitaria debería apoyar a
las OPs para que a través de ellas se pudiesen impulsar procesos de diferenciación del producto “pescado” en cuanto a:
A.Su origen. Se puede referir a una denominación
bien de una zona de pesca costera, de un caladero o
de una zona más amplia (por ejemplo, NAFO, Gran
Sol, Mar del Norte, Malvinas, etc.).
B.Su calidad nutricional, mediante la certificación e
información de los componentes nutricionales básicos del pescado en cuestión: composición en vitaminas, Omega-3, calorías, etc.
C.Su calidad medioambiental, mediante la certificación e información de que ese pescado ha sido capturado de forma sostenible desde el punto de vista
medioambiental (ecoetiquetado u otros).
Para poner esto en marcha, sería necesario estudiar y
analizar la posibilidad de emitir estos certificados de
origen, calidad nutricional y calidad ambiental con las
garantías necesarias para evitar cualquier tipo de fraude al consumidor final.
8.3.4. La promoción
Si se lograse tener una diferenciación clara y transparente del pescado en los tres elementos anteriormente
citados, la fase posterior serían las medidas de apoyo
a la promoción del producto atendiendo a estos parámetros.
Habría que analizar, mercado a mercado, y producto a
producto las fórmulas más eficaces y eficientes, esto es,
buscar el mejor resultado con el menor coste posible.
Las promociones podrían ser a nivel local, regional,
nacional y comunitario y habría que considerar en
CLUPESCA
51Lo más operativo es que las OPs confeccionen sus listados de especies que directamente o a través de sus socios comercialicen en el mercado y que puedan ser objeto,
en un momento dado, de una retirada.
64
CAPÍTULO 8: El comercio y el mercado de los productos de la pesca en la futura Política Pesquera Común
cada una de ellas su destinatario: jóvenes, familias,
restauración, colegios, hospitales, catering, etc.
8.3.5. Un control más eficaz
de las importaciones
Todos los esfuerzos que las empresas pesqueras comunitarias pueden llevar a cabo a través de sus OPs, en
cuanto a planes de gestión, autorregulación, diferenciación del producto, etc., servirían de muy poco si las importaciones de productos pesqueros, tanto de captura
como de cultivo, siguen aumentando indiscriminadamente en el mercado comunitario.
Pero existen otros productos, sobre todo procedentes de las flotas asiáticas, que, en ocasiones, inundan
nuestro mercado sin que exista una razón, aparte del
precio, que lo justifique.
Por ello, habría que estudiar mejor las oscilaciones de
las importaciones, su origen, calidad, etc. En definitiva,
hace falta un control más riguroso de las importaciones, distinguiendo las que se conocen perfectamente
–por ejemplo, las procedentes de las sociedades mixtas– de las que tienen un origen dudoso.
CLUPESCA
Es cierto que, por ejemplo, la diferenciación en el
producto podría frenar en alguna medida aquellas
importaciones que, como el caso del panga, no pa-
recen cumplir los requisitos medioambientales exigidos a la acuicultura comunitaria. Si esta información
llegase al consumidor, probablemente la explotación
intensiva del panga y el método que se utiliza serían
un factor negativo para que el consumidor eligiese
esta opción.
65
CAPÍTULO 8: El comercio y el mercado de los productos de la pesca en la futura Política Pesquera Común
8.3.6. Nuevos mercados
En el capítulo anterior se pudo comprobar que las exportaciones españolas tienen una tendencia alcista,
sobre todo en los últimos años. Creemos que es importante, con la ayuda de las administraciones en los
casos de las pequeñas y medianas empresas, explorar
8.4.
El reto de los productores españoles de pescado es competir en un mercado cada vez más
globalizado y abierto, en el que cada año aumenta el número de países competidores como
consecuencia del aumento del consumo mundial de pescado.
3. Incorporar todas las especies comerciales de
interés en la aplicación de medidas de intervención.
Las empresas y sus organizaciones se tienen
que preguntar si en este nuevo escenario se
puede mantener el actual modelo de producción y de comercialización.
5. Mantener el funcionamiento de las OPs a través de planes o programas operativos para la
producción y comercialización.
Este sería, pues, el resumen de las principales
propuestas para la futura política común de los
mercados pesqueros:
1. Potenciar a las organizaciones pesqueras
(OPs). Ampliar sus atribuciones para organizar la oferta.
2. Reforzar los instrumentos de intervención de
las OPs.
CLUPESCA
El producto nacional que no alcanza un precio mínimo,
como ocurre en ocasiones, debería tener mercados
alternativos en los que está creciendo la demanda de
pescado, tanto fresco como congelado.
Conclusiones
Nosotros apostamos por reforzar el papel de las
organizaciones de productores en el mercado,
tratando de organizar la oferta y diferenciar el
producto en cuanto a su origen, calidad nutricional y calidad medioambiental, con el fin de
ser competitivos tanto en nuestro mercado
como en los nuevos que se están creando por
la demanda creciente de pescado en el mundo.
Entendemos que este es el mejor camino para
mantener el empleo y que nuestras empresas
puedan ser rentables en un mundo cada vez
más respetuoso con el medioambiente.
66
nuevos mercados que permitan mantener o aumentar
la rentabilidad de las mismas.
4. Mantener la normativa sobre la regla de extensión de las normas de comercialización.
6. Mayor información sobre el pescado al alcance del consumidor.
7. Impulsar procesos de diferenciación del producto pesquero.
8. Fomentar los proyectos orientados a viabilizar
la emisión de certificados de origen, calidad
nutricional y medioambiental en la comercialización de los productos pesqueros.
9. Establecer medidas de apoyo a la promoción
de los productos pesqueros.
10. Efectuar un control más riguroso de las importaciones.
11. Implantar políticas de fomento de iniciativas
orientadas a explorar nuevos mercados que
permitan mejorar la rentabilidad de las empresas.
La internacionalización de las
empresas en la reforma de la PPC:
el paradigma de las empresas
pesqueras comunitarias en terceros países
9.1. Introducción
Las empresas comunitarias están siendo duramente
afectadas por la crisis económica, y todos los sectores, incluido el pesquero, se enfrentan a los retos de
la mundialización para seguir siendo competitivos y
continuar generando riqueza y empleo. Por otro lado,
en los países emergentes, sus clases medias desarrollan e importan bienes y servicios en los que la Unión
Europea (UE) tiene una ventaja comparativa, dada su
experiencia y “know-how”.
Uno de los objetivos principales que la Comisión Europea planea en su “Estrategia para un crecimiento
inteligente, sostenible e integrado”, también deno-
CAPíTULO 9
minada Europa 202052, es la promoción de la internacionalización de las empresas comunitarias para
seguir siendo competitivas y así poder superar la
crisis.
En el sector pesquero comunitario, una parte importante de las empresas lleva ya muchos años apostando por la internacionalización a través de la inversión
en bienes de equipo (barcos, plantas de elaboración,
frigoríficos, etc.) en prácticamente todos los continentes del mundo. Su esfuerzo inversor les permite
abastecer al mercado comunitario productos pesqueros de indudable calidad y capturados de forma
sostenible en los países terceros donde se ubican estas inversiones.
52COM (2010) 2020, de 3 de marzo de 2010.
CLUPESCA
67
CAPÍTULO 9: La internacionalización de las empresas en la reforma de la PPC:
el paradigma de las empresas pesqueras comunitarias en terceros países
Por otro lado, en los últimos años, el ritmo de crecimiento de las exportaciones de pescado hacia
países terceros se ha incrementado, contribuyendo,
en algunos Estados miembros, a un menor déficit
comercial en productos de la pesca y de la acuicultura53.
Sin embargo, se da la paradoja de que, a pesar de
la experiencia existente en nuestro sector, la Comisión Europea no apuesta por la internacionalización
en el sector pesquero comunitario. En efecto, en el
Libro Verde para la Reforma de la Política Pesquera
Común54 no se hace mención alguna al apoyo y promoción de la internacionalización de las empresas
pesqueras, ni siquiera en su apartado dedicado a la
Dimensión Exterior de la Política Pesquera Común
(PPC).
Sorprende que la futura PPC, que en principio entrará en vigor el 1 de enero de 2013 y que podría tener una vigencia de 10 años, no aborde este aspecto
fundamental para la competitividad y el desarrollo
del sector pesquero comunitario. Por tanto, lo que
se pide en la estrategia Europa 2020 –el apoyo a la
internacionalización de las empresas– observamos
que no se recoge en el Libro Verde sobre la reforma
de la PPC.
9.2. Propuestas de actuación
La futura PPC debería tener un apartado dedicado al
fomento de la internacionalización de las empresas
pesqueras comunitarias. En particular, se solicita un
apoyo comunitario a:
gan las mismas reglas de juego que las empresas
nacionales.
•La adaptación de las inversiones realizadas a los requisitos medioambientales exigidos por la normativa comunitaria.
•El fomento de los flujos de importación de materias
primas provenientes de las inversiones pesqueras
realizadas en terceros países, así como de la exportación de los productos terminados de nuestras empresas.
Este apoyo permitiría garantizar el abastecimiento
de las plantas de elaboración en las que han invertido nuestras empresas pesqueras existentes en la
UE, las cuales serán las responsables de dar el valor
añadido al producto final, garantizando así el empleo comunitario.
•La financiación de las actividades de las empresas
en el exterior, mediante la creación de un Fondo
Comunitario para la Internacionalización de las empresas pesqueras comunitarias, que promueva las
operaciones de inversión y de exportación y reexportación de productos de la pesca.
Entendemos que estos apoyos ya se están produciendo en algunos Estados miembros, pero esto no ocurre
en el ámbito comunitario, donde deberían darse para
que todas las empresas tengan las mismas oportunidades de negocio en el exterior. Es indudable que, en
el caso de la pesca, el mejor marco institucional sería
la Política Pesquera Común.
•La inversión de las empresas pesqueras comunitarias en bienes de equipo en países terceros (adquisición de buques, renovación de la flota, modernización de buques, plantas de elaboración, frigoríficos,
etc.).
•Las garantías jurídicas necesarias para que las empresas comunitarias que inviertan en el exterior ten-
CLUPESCA
53Por ejemplo, en España la tasa de cobertura pasó del 43,72% en 2006 al 52,74% en 2009, año en el que España exportó más de un millón de toneladas de pescado.
54COM (2010) 163 final, de 22 de abril de 2009.
68
CAPÍTULO 9: La internacionalización de las empresas en la reforma de la PPC:
el paradigma de las empresas pesqueras comunitarias en terceros países
9.3.
Conclusiones
El sector pesquero comunitario necesita, como
cualquier otro sector, poder competir en el
mundo con las mismas oportunidades y herramientas que tienen las empresas de los demás
países.
Es importante, de cara a la competitividad de
nuestras empresas, promover su internacionalización mediante la aplicación de una política
comunitaria. Así lo reconoce la propia Comisión en su estrategia Europa 2020.
En el sector pesquero, este apoyo y promoción
debería darse en el marco de la futura Política
Pesquera Común, con el fin de que todas las empresas pesqueras europeas puedan dar el salto,
si lo desean, a otros mercados distintos al comunitario, invirtiendo y exportando sus productos
en ellos.
La mundialización de la economía obliga a que
estemos preparados para este reto, que viene
siendo realizado desde hace ya muchos años
por algunas de estas empresas a través de inversiones en prácticamente todos los continentes del mundo, pero que ahora necesitan de un
apoyo institucional para seguir haciéndolo.
CLUPESCA
69
La ayuda financiera
pública en la futura Política
Pesquera Común
10.1. Introducción
La ayuda financiera pública a la Política Agrícola Común y a la Política Pesquera Común (PPC) se deriva
de los objetivos previstos en los tratados comunitarios
en materia agrícola y pesquera. El Tratado de Lisboa
recoge los mismos objetivos55 que ya se recogían en
el Tratado de Roma, por lo que la ayuda pública va a
seguir siendo necesaria para “garantizar así un nivel
de vida equitativo” en el sector primario.
Por otro lado, el sector pesquero de capturas56 es uno
de los pocos sectores que no es propietario de la materia prima (pez) ni tampoco la puede gestionar, ya que
CAPíTULO 10
se trata de un recurso público gestionado por las administraciones públicas. Por tanto, esta actividad sin
financiación pública no tendría ningún sentido económico, dado el elevado riesgo que conlleva invertir en
los medios de producción de un recurso del cual no se
tiene el derecho a la propiedad ni a su gestión.
10.2. Ejes prioritarios en el futuro Fondo Pesquero
La ayuda pública debería ir dirigida a favorecer la consecución de los objetivos de sostenibilidad ambiental,
CLUPESCA
55Art. 38 del Tratado de Lisboa.
56A veces se le denomina sector extractivo. Sin embargo, la actividad no es la extractiva, como puede ser la actividad minera, sino que es la captura de los peces.
70
CAPÍTULO 10: La ayuda financiera pública en la futura Política Pesquera Común
económica y social en el sector pesquero, sobre una
base de equilibrio que permita a largo plazo tener un
sector competitivo a nivel mundial, capaz de ser respetuoso con los ecosistemas marinos y con la conservación de los recursos.
En opinión del sector que representamos, es muy importante acertar en el proceso de transición del corto
y medio plazo al largo plazo. Si este proceso se hace
de forma traumática o radical, se podrían ver afectados, por un lado, los recursos –si no somos capaces
de adoptar medidas que permitan una recuperación
sostenida en el tiempo de aquellas especies que se
encuentren en peor situación– y, por otro lado, el
tejido económico y social, que se podría reducir en
proporciones muy superiores a lo que sería deseable, lo que impediría seguir manteniendo una cuota
importante en el mercado.
Por tanto, el proceso debería ser dinámico, progresivo y flexible, analizando pesquería por pesquería,
y viendo cómo se pueden ir encajando las capacidades de las flotas con las posibilidades reales de
pesca. Es decir, se necesitaría un conocimiento más
profundo de las flotas, los recursos y las áreas o zonas de pesca para poder acertar en este proceso de
transición.
Además, la premisa de partida debería ser que
aquellas zonas costeras altamente dependientes de
la pesca lo puedan seguir siendo y no tengan que
cambiar de actividad de forma radical, ya que ello
normalmente supone un importante quebranto de la
economía y de la cohesión social de las zonas afectadas.
10.2.1. Ayudas para la sostenibilidad
ambiental
Las prioridades en este campo serían:
•Ayudas destinadas al aprovechamiento de los descartes a bordo de los barcos y a la gestión de residuos y subproductos a bordo y en tierra.
•Ayudas destinadas a nuevos aparejos y equipos de
pesca que aumenten la selectividad, reduzcan el
descarte pesquero y sean más respetuosos con el
medio ambiente.
•Ayudas destinadas a la creación y/o mantenimiento
de comités mixtos formados por las administraciones, científicos y sectores afectados, con el fin de
buscar, conjunta y coordinadamente, las posibles
soluciones para cada pesquería con problemas.
•Ayudas por paralización temporal de la actividad.
Es preciso seguir manteniendo esta línea de ayudas
que, aplicada en determinadas situaciones, contribuye a la sostenibilidad ambiental (recuperación de
caladeros) y a la sostenibilidad económica.
•Ayudas a la paralización definitiva de buques pesqueros. Es necesario continuar con esta línea de
ayudas que fomenta la retirada de las embarcaciones, contribuyendo a disminuir el esfuerzo y la capacidad pesquera en aquellas pesquerías donde sea
necesario.
10.2.2. Ayudas para la sostenibilidad
económica
Es de destacar que en el anterior programa no se concedieron ayudas a la construcción de buques pesqueros ni a modernizaciones que implicaran aumentos de
capacidad aun cuando se aportaran bajas para acometer estas inversiones.
Se debería replantear esta situación, premiando a
aquellas flotas y Estados miembros que han realizado
un mayor esfuerzo en la reducción de su capacidad, y
permitir la recuperación de estas líneas de ayuda.
CLUPESCA
•Ayudas destinadas a aumentar la investigación aplicada en los océanos y mares, con el fin de conocer
“in situ” los ecosistemas marinos vulnerables, el
hábitat de los peces, las causas que influyen en la
biomasa y la mortalidad de los peces, etc. En definitiva, una ayuda para la I+D+i en el medio ambiente
marino.
•Ayudas destinadas a los profesionales del mar
(pescadores) para que complementen su actividad principal, la captura, con actividades destinadas a proteger adecuadamente el medio ambiente
marino. La formación profesional en estas tareas
sería un requisito imprescindible.
71
CAPÍTULO 10: La ayuda financiera pública en la futura Política Pesquera Común
promoción del consumo de pescado, medidas de
autorregulación dirigidas a mejorar la conservación de los recursos y la rentabilidad de su primera
comercialización, etc.57
Se deberían tener en cuenta las siguientes prioridades:
•Ayudas destinadas a la modernización de los medios de producción de las empresas pesqueras. Es
necesario apostar por barcos de pesca más seguros, menos contaminantes, más respetuosos con el
medio ambiente, que ofrezcan mayor comodidad
para las tripulaciones, mayor calidad para los productos almacenados y/o elaborados a bordo y mayor eficiencia en el ahorro energético y en la reducción de la contaminación (I+D+i). En este sentido,
determinadas modernizaciones que incrementan
la capacidad y el volumen del buque pueden ser
susceptibles de generar mejoras en los ámbitos
anteriormente mencionados. Por ejemplo, el alargamiento de un buque puede generar ahorro de
combustible en su explotación o permitir introducir mejoras en la transformación y la calidad de los
productos. Este tipo de modernizaciones, que hoy
en día no son subvencionables, deberían poder recibir ayuda pública.
•Por otro lado, hay que pensar que existen flotas
envejecidas o en camino de serlo, y que sin ayuda
pública va a ser muy difícil renovarlas, puesto que,
en las condiciones actuales, la empresa privada no
invierte en la construcción de barcos pesqueros, al
menos en Europa.
Por otro lado, tener buques eficientes energéticamente y mejor adaptados a una pesca sostenible
supone la nueva construcción de los mismos, aplicando tecnologías innovadoras que no pueden ser
aplicadas a un buque ya construido.
Hay que tener en cuenta que otros países terceros
emergentes están apostando decididamente por
hacerse con una flota moderna y competitiva que
terminará, si no hacemos nada, por echarnos del
mercado.
•Ayudas destinadas a las infraestructuras en tierra
del sector extractivo de las zonas altamente dependientes de la pesca (puertos, lonjas, frigoríficos, etc.). En el Fondo Europeo de la Pesca (FEP)
desaparecieron las ayudas para infraestructuras
privadas en equipamiento portuario existentes en
el antiguo Instrumento Financiero de Ordenación
Pesquera (IFOP). Esta situación se debería replantear y recuperarse esta línea de ayudas.
•Ayudas destinadas al mantenimiento de las empresas con capital mixto (socio país tercero y socio comunitario) en los países terceros de forma que se
pueda desarrollar el sector pesquero en estos países, bajo premisas de sostenibilidad medioambiental y socioeconómica.
10.2.3. Ayudas para la sostenibilidad social
Las prioridades serían:
•Ayudas destinadas a mantener el tejido social productivo en las zonas altamente dependientes de la
pesca. Se trataría de ayudas destinadas a la formación profesional y universitaria.
•En casos necesarios, en los que se hubiese debatido
ampliamente por las comunidades costeras, entre
las administraciones, científicos y sector, ayudas a
las prejubilaciones de las tripulaciones para el abandono del sector pesquero, motivado por la adopción
de medidas de paralización definitiva o por quebranto económico de las empresas pesqueras.
•Ayudas destinadas a las organizaciones profesionales (OPs, asociaciones, cooperativas, cofradías,
etc.) para que puedan mantener una oferta ajustada a la demanda. Aquí, cabrían las ayudas para
crear denominaciones de origen, ecoetiquetado,
CLUPESCA
57Muchas de estas ayudas ya están encuadradas en las acciones colectivas del FEP actual.
72
CAPÍTULO 10: La ayuda financiera pública en la futura Política Pesquera Común
10.3.
Conclusiones
El nuevo Fondo Europeo de la Pesca debería
apostar por la consecución de un triple objetivo:
la sostenibilidad medioambiental, la económica
y la social. Para ello, se establecerían tres ejes
prioritarios relacionados con el medio marino,
la economía y la cohesión social en las zonas
altamente dependientes de la pesca.
En definitiva, se trata de apostar por la permanencia de este sector en la UE, frente a flotas
de países terceros, tanto desarrollados como
emergentes, que, poco a poco, se van haciendo
con nuestro mercado de productos pesqueros,
apostando por un alimento sano y nutritivo que
en Europa tiene un gran futuro.
Por ello, se deben poner las herramientas y ayudas necesarias para que las empresas pesqueras comunitarias sigan en la vanguardia de este
sector, invirtiendo en más investigación, más
competitividad, más innovación y mejorando la
oferta de nuestros productos.
CLUPESCA
73
SECCIÓN V:
CLUPESCA
COOPERACIÓN Y DESARROLLO
74
La inclusión de las
Sociedades Mixtas en la
futura Política Pesquera Común
11.1. Introducción
El Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común (PPC)58 se pregunta cómo pueden conseguirse, en el marco de los futuros acuerdos de pesca
internacionales, objetivos tales como el fomento de
la inversión59, la creación de puestos de trabajo o el
fomento de la buena gobernanza marítima. Estos tres
objetivos son básicos para que los países en desarrollo con los que la UE haya firmado o vaya a firmar
acuerdos de pesca, puedan desarrollar sus sectores
pesqueros respectivos de forma responsable, duradera y productiva.
CAPíTULO 11
La UE debería demostrar al resto de países desarrollados que su política de exclusión de la pobreza en
los países costeros en desarrollo es eficaz cuando se
apuesta decididamente por el crecimiento sostenible
y dinámico de las zonas costeras de esos países, fijando población mediante las inversiones necesarias
para que los habitantes de esas comunidades tengan
un trabajo y salario dignos que les permitan salir de
la pobreza.
Este informe trata de responder a las preguntas del
Libro Verde, señalando qué instrumentos serían los
más idóneos para alcanzar los objetivos señalados.
CLUPESCA
58COM (2009) 163 final, pág. 26.
59Citando, entre otros, la creación de empresas mixtas.
75
CAPÍTULO 11: La inclusión de las Sociedades Mixtas en la futura Política Pesquera Común
11.2. Fomento de la inversión
en los países terceros
La experiencia de los últimos 30 años ha demostrado
que las inversiones pesqueras comunitarias en países
terceros han dado sus frutos en cuanto a creación de
riqueza y empleo, tanto en dichos países como en zonas europeas dependientes de la pesca.
Poblaciones costeras de Argentina, Namibia o zonas
aisladas como las Islas Falkland (Malvinas) han visto
cómo su crecimiento económico se ha debido fundamentalmente a las inversiones pesqueras comunitarias, tanto en tierra como en captura de especies realizadas por barcos aportados a sociedades con capital
mixto.
Por otro lado, zonas costeras comunitarias han visto
cómo su tejido económico-social relacionado con la
actividad pesquera ha sido favorecido por estas inversiones en países terceros, ya que han podido mantener la actividad de capturas y han suministrado la
mayoría de ellas al mercado europeo.
Por ello, en los acuerdos de pesca internacionales,
la UE debería fomentar estas inversiones, utilizando
tanto los fondos de los acuerdos de pesca como los
fondos de cooperación y desarrollo. De esta forma,
estas inversiones tendrían las garantías jurídicas que
se derivan de un acuerdo internacional y el apoyo financiero necesario para minimizar, en la medida de lo
posible, el riesgo que se asume cuando se invierte en
países en desarrollo.
11.2.1. Acuerdos de pesca sin
posibilidades de capturas
La UE también debería firmar acuerdos internacionales de pesca con aquellos países en los que ya están
repartidas las posibilidades de pesca y no caben nuevas cuotas.
CLUPESCA
La prioridad sería para aquellos países en los que ya
existan inversiones pesqueras comunitarias y el fin sería el mismo: dar garantías jurídicas a las inversiones
con capital comunitario y favorecer el mantenimiento
de estas inversiones mediante el fomento a la reno-
76
vación de las flotas, puertos, industrias de transformación, frigoríficos, etc. instaladas en dichos países.
11.2.2. Reciprocidad de las inversiones
La UE debería establecer acuerdos con países desarrollados, en los que la posibilidad de inversión en el
sector de capturas y/o de transformación y comercialización sea recíproca para ambas partes.
Hoy en día, algunos países como Canadá, EE UU,
Noruega, etc. no permiten una inversión con capital
mayoritario extranjero en la adquisición de barcos nacionales. Por tanto, se debería exigir la reciprocidad
en cualquier acuerdo que la UE firme con los países
desarrollados.
11.3. La creación de puestos
de trabajo
El fomento de las inversiones pesqueras comunitarias
traerá consigo la creación de miles de puestos de trabajo, tanto en tierra como a bordo de los buques, tal
como se puede constatar en todas las zonas costeras
de países en desarrollo en los que se han ubicado estas inversiones comunitarias.
Los acuerdos internacionales deben ser el punto de
arranque para la creación de estos empleos que fijen la
población en estas zonas y eviten su emigración a Europa. También deben favorecer aquellas zonas en las que
ya existen estos puestos de trabajo, dando las garantías jurídicas y el soporte financiero necesarios para que
esta inversiones puedan continuar en el tiempo.
El fin último debe ser la exclusión de la pobreza, creando unas condiciones de sostenibilidad medioambiental, económica y social en las actividades pesqueras
de estos países terceros.
11.4. La buena gobernanza marítima
El último objetivo de la pregunta de la Comisión en el
Libro Verde se refiere a cómo se puede alcanzar una
buena gobernanza marítima.
CAPÍTULO 11: La inclusión de las Sociedades Mixtas en la futura Política Pesquera Común
11.5. El suministro al mercado
comunitario
Si la UE apostase decididamente por establecer acuerdos de pesca internacionales en los que la prioridad
fuese el fomento de nuevas o de las existentes inversiones pesqueras comunitarias, tanto en tierra como
en el mar, llevados a cabo de manera sostenible, con
la creación o el mantenimiento de numerosos puestos
de trabajo y con el compromiso de luchar contra la
pesca IUU, estaría apostando decididamente por un
suministro de pescado procedente del exterior, con las
mejores garantías de calidad, cantidad y precio y en
las mejores condiciones higiénico-sanitarias.
El propio Comité económico y Social Europeo (CESE)
coincide con esta apreciación cuando recomienda que
las sociedades mixtas “pasen a ser definidas como un
vehículo de abastecimiento de mercado y acción sectorial integral del que dispone la Unión Europea...”61.
11.6.
Creemos que la buena gobernanza en la pesca es uno
de los principales objetivos para poder erradicar de
una vez la pesca ilegal, no controlada y no regulada
(pesca IUU).
La mejor manera de luchar contra la pesca IUU en
los países terceros con los que la UE tenga o vaya a
establecer acuerdos de pesca60 es favorecer las inversiones pesqueras comunitarias en el marco de dichos
acuerdos.
La experiencia, formación, profesionalización y especialización de las flotas comunitarias son la mejor
garantía para que los países terceros puedan luchar
contra la pesca ilegal.
Conclusiones
En relación con el sector exterior, el Libro Verde
se pregunta cómo se pueden mejorar los acuerdos internacionales de pesca para combatir la
pobreza, la pesca ilegal, frenar la inmigración,
garantizar el mejor suministro de pescado al
mercado comunitario, etc.
Creemos que la mejor respuesta pasa por la
apuesta clara y decidida de apoyar sin fisuras
las inversiones pesqueras comunitarias en los
países terceros. Ello proporcionará una pesca
responsable y sostenible, creará o mantendrá
miles de puestos de trabajo en el mar y en tierra, luchando así contra la pobreza, y nos garantizará un suministro de pescado62 sano, nutritivo y de calidad totalmente necesario para
aumentar la calidad de vida de los ciudadanos
comunitarios.
CLUPESCA
60Como ya hemos dicho, estos acuerdos pueden también establecerse sin que haya nuevas posibilidades de pesca para el sector comunitario.
61Ver las conclusiones del Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre “Sociedades Mixtas del sector pesquero comunitario. Situación actual y futuro”.
NAT/289.
62No hay que olvidar que el suministro de pescado al mercado comunitario procede mayoritariamente de países terceros.
77
SECCIÓN VI:
CLUPESCA
LA INTEGRACIÓN EN LAS
POLÍTICAS COMUNITARIAS
78
El papel de la futura Política
Pesquera Común en la Política
Marítima Integrada
12.1. Introducción
La Política Marítima Integrada (PMI) tiene como estrategia la formulación conjunta de las políticas relacionadas con el mar, con el objetivo de hacer frente a los
desafíos del deterioro del medio marino en el contexto
de la gobernanza y el cambio climático63.
El problema que se plantea es que la única política común relacionada con el mar es la pesquera, ya que
las otras políticas (transporte marítimo, energía, turismo, biotecnología marina, investigación, etc.) tienen
todavía muchos aspectos nacionales, por lo que van a
ser difíciles de encajar en una política conjunta como
pretende la PMI.
CAPíTULO 12
La futura Política Pesquera Común (PPC) debería contribuir al enfoque ecosistémico previsto en la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea (UE),
pero a veces se olvida que las otras actividades marinas distintas a la pesca también deberían contribuir
en la misma medida, sobre todo en el aspecto medioambiental, sin que recaiga todo el peso en el sector
pesquero y acuícola.
12.2. Objetivos
La Comisión deja claro que el enfoque ecosistémico
“es un instrumento destinado a la consecución del desarrollo sostenible en sus tres dimensiones, a saber,
63COM (2007) 575 final.
CLUPESCA
79
CAPÍTULO 12: El papel de la futura Política Pesquera Común en la Política Marítima Integrada
la protección del medio ambiente, la justicia y la cohesión social y la prosperidad económica”64. Estas metas
también se sitúan entre los objetivos de la Estrategia
de Desarrollo Sostenible de la UE65 y se consagran en
el Reglamento de base de la actual PPC66.
Por tanto, la PMI y la integración en ella de la PPC deben buscar un triple objetivo basado en el crecimiento económico sostenible, en la cohesión social y en la
sostenibilidad del medio ambiente.
12.3. Estrategias
¿Cómo alcanzar estos objetivos? Como ya dijimos
anteriormente, el enfoque ecosistémico debería ser
el instrumento que permita que todas las actividades
económicas relacionadas con el mar alcancen de forma coordinada, a través de la PMI, el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones. Estas actividades económicas son:
•Transporte Marítimo.
•Construcción Naval.
eficientes; la ordenación del territorio costero que evite aumentar la contaminación de las zonas costeras
provocadas por un aumento del turismo, etc.
•Energía.
•Pesca y Acuicultura.
•Turismo y zonas costeras.
•Nuevos recursos y biotecnología marina67.
12.3.1. Aspecto medioambiental
Se necesita una estrategia común que permita, en la
medida de lo posible, que todas las actividades mencionadas anteriormente reduzcan su actuación negativa con el medio ambiente marino. Por ejemplo, la
emisión CO2 de los buques mercantes, de pasaje y
pesqueros; la construcción de motores más limpios y
Respecto a la política pesquera, la mejor herramienta
para evitar el deterioro en el medio marino, tanto en
los ecosistemas de aguas profundas (corales) como
en la conservación sostenible de los recursos (Rendimiento Máximo Sostenible) es la profundización en el
conocimiento marino.
Las dos terceras partes del globo corresponden a
los océanos y mares y, sin embargo, los mayores
esfuerzos de la investigación e innovación mundial
están relacionados con actividades de tierra. Por
tanto, debemos aumentar los medios humanos, técnicos y financieros para conocer mejor el estado de
los stocks68, cuáles deben ser las áreas protegidas
(reservas marinas) o cuáles son los ecosistemas de
profundidad más vulnerables.
CLUPESCA
64COM (2008) 187 final, página 3: “El papel de la PPC en la aplicación de un enfoque ecosistémico a la ordenación del medio ambiente marino”.
65SEC (2005) 161 y COM (2001) 264 final.
66Reglamento (CE) 2371/2002, de 31/12/2002.
67Espacio Europeo para la Investigación marina y marítima. COM (2008) 534.
68En la actualidad, el 63% de las poblaciones no se conocen por no disponer de datos científicos suficientes. Ver COM (2020) 241 final: “Consulta sobre las posibilidades
de pesca 2011”.
80
CAPÍTULO 12: El papel de la futura Política Pesquera Común en la Política Marítima Integrada
en su caso, el empleo en estas zonas. La futura PPC
debería apoyar a estas zonas costeras altamente dependientes de la pesca, de forma específica, teniendo en
cuenta que algunas de ellas dependen tanto de la flota
industrial como de la flota artesanal, por lo que los incentivos no deberían ir sólo destinados a la flota artesanal en las citadas zonas. La cohesión social se consigue
apoyando a todo el sector pesquero de las zonas costeras y no sólo a una parte.
Pero, en momentos de crisis como la actual, la UE
debe ahorrar gastos y buscar los medios más eficientes para profundizar en el conocimiento del
medio marino y tomar las medidas más adecuadas
para preservarlo. El sector pesquero, por el tiempo
que pasa en el mar y porque vive de los recursos
que habitan en él, es quien mejor conoce el hábitat
marino y sus condiciones cambiantes.
Por ello, la mejor estrategia pasaría por incentivar
la transmisión a los científicos y a la sociedad en
general del conocimiento práctico de los profesionales del mar sobre mares y océanos. Así se podrían ahorrar costes en la construcción de nuevos
buques de investigación y se contaría con un mayor
conocimiento para conseguir que en el año 2020 se
alcance un “buen estado medioambiental” conforme a la Estrategia 202069.
12.3.2. Aspectos económicos
El sector pesquero interactúa no sólo en el ámbito
costero con otros sectores (acuicultura, construcción, energía eólica, etc.) sino también con el sector
energético tradicional y otros (cables submarinos,
gaseoductos, plantas petrolíferas, etc.).
Por tanto, la PMI debe coordinar que el crecimiento
sostenible de estos sectores sea equilibrado y no vaya
en detrimento del más débil.
Respecto a la futura PPC, ésta debería potenciar un
crecimiento económico sostenible de la pesca, mediante, en primer lugar, un apoyo decidido para mejorar el conocimiento de los stocks y de los ecosistemas
y, en segundo lugar, un apoyo al establecimiento de
políticas que no pongan trabas abusivas a la actividad
pesquera más allá de las necesarias para un correcto
control y seguimiento de las mismas.
12.3.3. Aspectos sociales
12.4.
Conclusiones
La futura PPC debe formar parte de la Política Marítima Integrada junto al resto de políticas relacionadas con las actividades en el
mar (transporte marítimo, energía, turismo,
etc.). Los beneficios económicos, sociales
y medioambientales que se deriven de la
implantación de la PMI en la UE dependerán de que se actúe de forma coordinada y
equilibrada en la consecución del desarrollo
sostenible en sus dimensiones medioambiental, económica y social.
El desarrollo sostenible debe implantarse,
pues, en esos tres ámbitos de actuación y
en todas y cada una de las actividades relacionadas con el mar, sin que la interacción
existente entre algunas de ellas (la pesca
con las zonas turísticas, los cables submarinos, energía eólica, etc.) vaya en detrimento
o menoscabo de los más débiles.
La mejor herramienta para conseguir estos
objetivos es el enfoque ecosistémico, que
debe basarse en un conocimiento profundo
y riguroso de los océanos y de los mares, y al
que puede contribuir la futura PPC si incentiva adecuadamente a los profesionales del
mar para que aporten su conocimiento práctico del día a día a la ciencia y a la sociedad.
La cohesión social de las zonas altamente dependientes de la pesca en la UE sólo se puede conseguir con
políticas activas que traten de mantener y aumentar,
69COM (2010) 2020 del 03/03/2010.
CLUPESCA
81
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
“La Comisión cree que una reforma integral y de la propia esencia de la Política Pesquera Común (PPC)
y una nueva movilización del sector pesquero pueden hacer realidad el cambio radical que se necesita
para invertir la situación actual. No debe tratarse de otra reforma fragmentaria y gradual, sino de un
“maremoto” cuyo alcance afecte a los factores fundamentales que se esconden detrás del circulo vicioso en el que ha permanecido atrapado el sector pesquero europeo en las últimas décadas” 1
Esta frase, contenida en el Libro Verde de la Comisión sobre la reforma de la PPC, resume con precisión lo que
hemos querido expresar en este libro. Con cifras y argumentos hemos pretendido demostrar el porqué del fracaso
de la actual PPC y la necesidad de un cambio radical que profundice en la gobernanza y en la comunitarización de
la pesca europea. Mayor confianza entre las partes afectadas y más Europa para la pesca es la receta que proponemos para hacer una protección más eficaz del medio marino y, al mismo tiempo, que nuestras empresas puedan
ser más competitivas en este mundo globalizado.
Si repasamos algunos de los elementos esenciales de la actual PPC2 , nos damos cuenta de dónde han podido estar los puntos débiles que pueden haber incidido en su poca eficacia para resolver los distintos problemas, desde
la sobreexplotación de los recursos hasta la competitividad de las empresas. Problemas que se arrastran desde
hace décadas y que, de seguir así, pueden acabar por producir daños irreparables para la sostenibilidad de los
recursos y la supervivencia del sector de capturas.
EL CONOCIMIENTO Y LA TOMA DE DECISIONES
Es cierto que la implantación de planes de gestión y de recuperación de algunas especies ha dado resultados
positivos, pero también es cierto que en varias ocasiones han sido rechazados por el sector porque no hubo un
consenso suficiente entre los científicos, las administraciones y el sector. Esta “desconfianza” no ayuda a llevar a
cabo una buena gestión de los recursos, ni siquiera con medidas más contundentes en el control de los mismos.
Además, todos los años asistimos a unos Consejos de Ministros, en el mes de diciembre, en los que se trata de
conseguir “regalos de Navidad” para el sector, intentando dulcificar las medidas solicitadas por los científicos. Es
1COM(2009) 163 final, pág 5.
2Reglamento (CE) Nº 2371/2002 del Consejo de 20 de diciembre de 2002.
CLUPESCA
83
Conclusiones y propuestas
verdad que se hace así porque los científicos sólo toman en consideración los datos biológicos de los que disponen (en la mayoría de los casos insuficientes) y el Consejo trata de tener en cuenta las consecuencias sociales y
económicas que se derivan, pero desde luego, esta forma de actuar se aleja del rigor y la transparencia y ofrece
una mala imagen a la opinión pública.
Por otro lado, la creación de los Consejos Consultivos Regionales (CCRs) en la PPC actual, ha posibilitado que todas las partes interesadas se reúnan en los grupos de trabajo y en los comités ejecutivos y asambleas de los CCRs,
pero, con frecuencia, se tiene la sensación de que al sector se le escucha pero no se le hace caso. Y esto es así porque, por un lado, los científicos que asisten en calidad de expertos a las reuniones de los CCRs no son miembros
y, por tanto, no firman los dictámenes que se emiten sobre diversas cuestiones relacionadas con la gestión de los
recursos. Por otro lado, la Comisión no hace pública una evaluación de los dictámenes emitidos por los CCRs, con
lo cual se desconoce el grado de aceptación por parte de la Comisión de dichos dictámenes.
También hay que señalar el elevado gasto que supone para el presupuesto comunitario el tener que financiar más
de cien reuniones anuales de los distintos CCRs y Comités Consultivos existentes en la Pesca3.
Por todo ello, proponemos simplificar el proceso de consulta para hacerlo más eficaz y menos gravoso para las
arcas comunitarias. En particular:
• Que se recurra más a los “paneles de expertos” constituidos por los representantes de las organizaciones más representativas del sector, ya que son los que conocen mejor el día a día de
la pesca.
• Que la I+D+i se lleve a cabo mediante un proceso de “abajo-arriba” o “living Lab”, esto es,
que partan de las empresas las prioridades en I+D+i y que sean recogidas en las Plataformas
Tecnológicas para que sean tenidas en cuenta en los futuros Programas Marco de I+D+i.
• Que en los CCRs se actúe mediante el modelo de gestión de la “triple hélice”, en el que las
administraciones, los científicos y el sector trabajen de forma coordinada desde el principio del
proceso de decisión. Para ello, los científicos tienen que ser miembros de los CCRs.
LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS Y DE LAS FLOTAS EN LAS AGUAS COMUNITARIAS
La actual PPC mantiene el sistema de TACs y cuotas, implantado en 1983, y el sistema de reparto de los mismos
entre los Estados miembros, en base a la estabilidad relativa, aprobada ese mismo año. Por primera vez, la Comisión abre el debate sobre estas cuestiones, añadiendo la posibilidad de implantar un sistema de gestión basado en
el esfuerzo de pesca (días de pesca/buque) y la posibilidad de liberalizar el mercado de la adquisición de derechos
de pesca, mediante un sistema comunitario de derechos individuales transferibles (ITQs).
En nuestro libro ponemos de manifiesto que es preferible, sobre todo en pesquerías multiespecificas, un sistema
basado en la gestión del esfuerzo, en vez del actual de TACs y cuotas. Y lo argumentamos porque el sistema actual
produce miles de toneladas de descartes al año y genera miles de toneladas al año que sobran en algunos Estados
miembros y que faltan en otros, debido a la rigidez de la estabilidad relativa. Rigidez que ha ocasionado una alteración importante en el peso específico de los principales Estados miembros pesqueros. Así, podemos afirmar
CLUPESCA
3Ver diagrama de la página 33.
84
Conclusiones y propuestas
que entre los años 1997 y 2008, el peso relativo que tenían los Estados en cuanto al número de barcos, capacidad
de esfuerzo (potencia motriz) y empleos a bordo, se ha modificado, en algunos casos, de forma sustancial. Es
decir, la estabilidad relativa de estos tres parámetros se ha modificado por la rigidez existente en el reparto de las
capturas establecido hace más de 27 años, lo que está provocando que algunos Estados miembros pierdan peso
en la pesca mientras que otros lo ganan.
En cuanto a la sobrecapacidad de la flota comunitaria, se puede comprobar cómo la reducción del esfuerzo pesquero ha sido desigual según el Estado del que se trate. Si con los Programas de Orientación Plurianuales (POPs),
que han sido eliminados en la actual PPC, se obligaba a todos los Estados a realizar el mismo esfuerzo de reducción para un periodo determinado, ahora, con la actual política pesquera, se puede observar que algunos Estados
han reducido hasta un 33% su potencia motriz, mientras que otros sólo lo han hecho en un 7% para el mismo
periodo de estudio.
Respecto a la diferenciación de la flota artesanal para la obtención de fondos públicos, llamamos la atención de
que en una misma zona costera, en un pueblo o en una ciudad, coexisten empresas familiares que tienen barcos
que se consideran tradicionales con empresas familiares que tienen flotas de altura. Entendemos que para una
misma zona podría ser discriminatorio favorecer a unas y a otras no, por el simple hecho de que los barcos capturen las especies cerca o lejos de la costa.
Toda esta problemática en la gestión actual de los recursos y de las flotas, nos lleva a proponer:
• La creación, a nivel comunitario, de un sistema de gestión de los recursos basado en el esfuerzo
pesquero (días de pesca/buque), sobre todo, para las pesquerías multiespecíficas.
• La flexibilización de la estabilidad relativa, adaptándola a la realidad actual.
• La liberalización del mercado de derechos de pesca, de conformidad con el principio de mercado único o mercado interior. Si en el mercado comunitario se pueden adquirir sin discriminación por la nacionalidad, licencias o derechos relativos a un sinfín de sectores (energía
eólica, telefonía móvil, industrias, servicios, etc.) es inexplicable que en el sector pesquero siga
existiendo esta excepción.
La creación de un sistema de derechos individuales transferibles a nivel comunitario, de forma que una empresa de un Estado miembro pueda adquirir un derecho de pesca en otra
empresa de otro Estado miembro sin tener que cambiar el pabellón del buque, haría que la
pesca europea ganase en responsabilidad, adaptándose a los recursos disponibles y fuese más
competitiva en el mercado, al igual que ocurre en otros países desarrollados en los que se ha
implantado con éxito este sistema.
• El estudio detallado, pesquería por pesquería, de las capacidades de las flotas y de las posibilidades de pesca, con el fin de adecuar las flotas a los recursos de forma progresiva y no traumática para las zonas altamente dependientes de la pesca, que deberían tener una mención
específica en la nueva PPC.
• Respecto a la diferenciación de la flota artesanal, se debería llevar a cabo teniendo en cuenta
el tamaño de las empresas (micro, pequeñas y medianas) y no en cuanto a parámetros de la
flota, cercanía, tripulantes, etc.
CLUPESCA
85
Conclusiones y propuestas
LA DIMENSIÓN EXTERIOR
Si los objetivos de sostenibilidad medioambiental y sostenibilidad socioeconómica deben ser los pilares de la
futura PPC en las aguas comunitarias, lo mismo cabe decir para las aguas no comunitarias o aguas exteriores. El
problema principal es que en las aguas exteriores la UE no gestiona ella sola; hay otros muchos países que tienen
flotas operando en los cinco continentes y no todos respetan las normas sobre pesca responsable de las Naciones
Unidas. Es más, la UE solamente es responsable del 2% de las capturas que se realizan en aguas exteriores. Los
países asiáticos, con el 52%, seguidos de América del Norte y América del Sur, con el 24%, son los principales
responsables de las capturas mundiales4.
La UE participa en las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROPs) y ha firmado Acuerdos de
Asociación Pesquera con varios países, pero todavía necesita tener más peso en el ámbito internacional para que
la protección del medio marino sea una realidad en todos los océanos y mares del mundo.
Por ello, proponemos que en la Política Pesquera Exterior, la Comisón, antes de participar y tomar posiciones
en los foros internacionales o en las relaciones con terceros países, establezca un procedimiento de consulta
sistemático con las empresas comunitarias con intereses en aguas exteriores a través de sus asociaciones más
representativas. De esta forma, se podría diseñar la estrategia más adecuada para cada zona geográfica del
mundo, y la Comisión podría defender mejor los intereses medioambientales y pesqueros de las empresas
comunitarias con flotas y/o inversiones en aguas no comunitarias.
Estas estrategias deberían posteriormente ser refrendadas en el Consejo Consultivo Regional de Larga Distancia, en
el que deberían ser miembros los científicos, de tal forma que pudiera hacerse operativo el modelo de gestión basado en la “triple hélice”, es decir, administraciones, sector y científicos coordinados para solucionar los problemas.
LA COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS COMUNITARIAS
La nueva PPC no puede volver a caer en el error de que lo único que importa es la conservación y protección del
medio marino, dejando en un segundo plano la competitividad del sector. Nuestras empresas pueden ser competitivas y rentables si hay recursos para pescar, si hay sostenibilidad en el medio en el que realizan su actividad, pero,
además, se necesitan otros elementos que favorezcan la competitividad, ya que estamos operando en un mercado
globalizado en el que un hueco que se deja inmediatamente es ocupado por otro competidor. No debemos olvidar
que el consumo de pescado ha crecido, está creciendo y va a seguir creciendo en el mundo, según las predicciones
de la FAO. Por tanto, hay que preservar el medio marino, tanto el que la PPC gestiona como el que se encuentra
en aguas exteriores, pero hay que tener, además, una “caja de herramientas” preparada para favorecer desde las
administraciones la competitividad de las empresas pesqueras comunitarias con el fin de que se puedan cumplir
los objetivos de la Estrategia Europa 20205.
En nuestra opinión, la nueva PPC debería:
• Ampliar las atribuciones de las organizaciones de productores y reforzar los instrumentos de
intervención (retiradas, almacenamiento, programas operativos, etc.) para organizar de manera más eficaz la oferta de pescado.
CLUPESCA
4Datos de la FAO, año 2008.
5COM (2010) 2020 del 03/03/2010.
86
Conclusiones y propuestas
• Promover una información de calidad para el consumidor final, para que sepa distinguir claramente el pescado por su origen, por su valor nutricional y que pueda conocer que ha sido
capturado respetando las normas medioambientales.
• Apoyar la promoción del consumo de los productos pesqueros, por sus beneficios para la
salud y la dieta.
• Efectuar un control más riguroso de las importaciones, en particular, de las procedentes de las
empresas asiáticas.
•Favorecer la internacionalización de las empresas, apoyando las exportaciones de pescado y
las inversiones en países terceros. La nueva PPC debería tener un apartado para recoger estos
apoyos de forma explícita que sirviesen de estímulo para consolidar el carácter exportador de
nuestras empresas, explorar nuevos mercados, invertir en países terceros o mantener con garantías jurídicas suficientes las inversiones ya realizadas en estos países. En definitiva, poder
hacerlas más competitivas.
• Establecer unas ayudas financieras públicas destinadas a favorecer la sostenibilidad ambiental
(investigación oceanográfica aplicada, incentivos a los profesionales del mar para que complementen su actividad con las de protección del medio ambiente, etc.), la sostenibilidad económica (modernización y renovación para que los buques sean menos contaminantes y más
seguros, infraestructuras en tierra, etc.) y la sostenibilidad social, destinada a mantener el tejido social productivo en las zonas altamente dependientes de la pesca (formación profesional y
universitaria, prejubilaciones, etc.).
LA COORDINACIÓN Y LA INTEGRACIÓN EN OTRAS POLÍTICAS
No cabe duda que la futura PPC no puede caminar por sí sola sin integrarla y coordinarla con otras políticas. Nos
estamos refiriendo a la Política de Cooperación y Desarrollo y a la Política Marítima Integrada (PMI).
Un componente esencial para luchar contra la pobreza en los países en desarrollo es la inversión pesquera que
permita un desarrollo sostenible del medio marino de las aguas de estos países y la creación de puestos de trabajo, tanto a bordo de los barcos como en plantas en tierra, que fijen población en estos territorios.
Por otro lado, existe ya una experiencia muy importante respecto a las inversiones de empresas pesqueras comunitarias en países como Namibia, Argentina, Marruecos, etc., con notable éxito en el desarrollo de las zonas en las
que se hicieron las inversiones.
Nosotros proponemos que la coordinación entre la futura PPC y la Política de Cooperación y Desarrollo se
debería enfocar hacia el estímulo y la promoción de inversiones pesqueras en países en desarrollo y al mantenimiento de las mismas, mediante Acuerdos que permitan una garantía jurídica y un apoyo financiero a estas
inversiones, siempre con el objetivo de la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la fijación de la población
autóctona.
CLUPESCA
87
Conclusiones y propuestas
En cuanto a la Política Marítima Integrada, la futura PPC debe formar parte de ella, junto al resto de políticas
relacionadas con el mar (transporte marítimo, energía, turismos, etc.).
Por ello, nuestra propuesta va dirigida a utilizar el enfoque ecosistémico en sus tres dimensiones: la
protección del medio marino, la justicia y la cohesión social y la prosperidad económica. De esta forma, nuestras empresas pesqueras podrán contribuir a que haya un conocimiento más profundo de los
océanos y mares y a que existan unas condiciones sociales y económicas más favorables en las zonas
altamente dependientes de la pesca.
CLUPESCA
Nos gustaría que este libro invitase a la reflexión sobre lo que se ha hecho y lo que queda por hacer. Hemos
querido poner nuestro grano de arena para que del “maremoto” del que nos habla la Comisión surja una
nueva PPC que tenga mucho sentido común y cimientos sólidos que permitan una protección eficaz del
medio marino y la competitividad de las empresas pesqueras comunitarias.
88
ANEXO I
CLUPESCA
89
Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la
Política Pesquera Común
TABLA DE CONTENIDO
Realizadas por la Cooperativa
de Armadores del Puerto de Vigo y presentadas
ante la Comisión Europea en junio de 2009
CLUPESCA
1. SÍNTESIS
2. OBSERVACIONES GENERALES
3. OBSERVACIONES PARTICULARES
3.1. La sobreexplotación de los recursos (punto 3 del Libro Verde)
3.2. El exceso de capacidad de las flotas (punto 4.1. del Libro Verde)
3.3. Los objetivos (punto 4.2. del Libro Verde)
3.4. El proceso de adopción de decisiones (punto 4.3 del Libro Verde)
3.5. Mayor responsabilidad para el sector (punto 4.4. del Libro Verde)
3.6. Cultura del cumplimiento (punto 4.5 del Libro Verde)
3.7. La gestión según el tamaño de las flotas (punto 5.1 del Libro Verde)
3.8. Los medios de gestión (punto 5.2 del Libro Verde)
3.9. La estabilidad relativa (punto 5.3 del Libro Verde)
3.10. El régimen de las 12 millas (punto 5.3 del Libro Verde)
3.11. Comercio y mercado (punto 5.4 del Libro Verde)
3.12. Integración de la PPC (punto 5.5 del Libro Verde)
3.13. Una política basada en el conocimiento (punto 5.6 del Libro Verde)
3.14. Política estructural y ayuda financiera pública (punto 5.7 del Libro Verde)
3.15. Dimensión exterior (punto 5.8 del Libro Verde)
3.16. Acuicultura (punto 5.9 del Libro Verde)
90
Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
1. Síntesis
El sector que representa la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo y sus asociaciones y organizaciones de
productores quieren contribuir al debate del Libro Verde con las siguientes observaciones:
EL CONOCIMIENTO
• Creemos que la base de cualquier reforma en cualquier sector que tenga una situación coyuntural o permanente de
crisis debe basarse en informes y/o estudios científicos y técnicos y no en percepciones, opiniones o intuiciones.
• A juicio del sector, el Libro Verde tiene muy pocas referencias a estudios que prueben o demuestren la validez de algunas afirmaciones que ponen o pueden poner en entredicho el futuro de las flotas extractivas de la
Unión Europea (UE).
• La futura Política Pesquera Común (PPC) debería apostar decididamente por ser eficaz en el logro de los objetivos. En opinión del sector, la mejor vía pasa por el diálogo y la búsqueda del consenso entre los científicos, las
administraciones, la Comisión y el sector. El conocimiento de los océanos y del propio sector se alcanzaría con
mayor eficacia y transparencia si se creasen “casas comunes” en donde se produjesen los debates necesarios
para alcanzar las metas previstas.
• La información práctica debe acompañar a la información teórica para tener un abanico más amplio y riguroso
del conocimiento. Por ello, la futura PPC debería apostar abiertamente por incentivar a las empresas pesqueras a que colaboren con los científicos y con las administraciones y la Comisión en el conocimiento integrado
de los recursos, ecosistemas y el socioeconómico del sector pesquero.
• Es preciso recuperar la confianza entre los científicos, las administraciones nacionales, la Comisión y el sector,
para obtener los mejores resultados. Seguir como hasta ahora, en una especie de desconfianza mutua, sólo
llevaría a la nueva PPC al fracaso.
• Las empresas extractivas tienen como actividad principal la pesca, en unas condiciones muy desfavorables
en relación con cualquier puesto de trabajo en tierra (alejamiento familiar, temporales, suelos flotantes,
incomodidades, etc.). Por ello, hay que incentivarlas para que complementen su actividad principal con
otras relacionadas con la protección y conocimiento del medio ambiente: limpieza de los mares, recogida
de datos, observación del medio marino, aprovechamiento de las especies destinadas a los descartes, colaboración directa con los científicos, etc.
Son muchas y variadas las tareas que las empresas pesqueras pueden llevar a cabo, pero tienen que tener una
compensación para poder hacerlo, ya que estas labores no constituyen el trabajo del que obtienen su rentabilidad
y, por tanto, su razón de ser para seguir adelante. Debería, por tanto, imponerse el conocimiento integrado.
LOS OBJETIVOS
• Si se creasen comités mixtos o “casas comunes”1, la formulación de los nuevos objetivos o fines de la futura
PPC tendría el respaldo de las tres partes (científicos, administraciones y sector) y, por tanto, su consecución
1Estos comités mixtos se pueden constituir a partir de los CCRs y el Comité Consultivo de la Pesca y Acuicultura, adoptándolos para ser más eficaces y en el logro de los
objetivos.
CLUPESCA
91
Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
sería más fácil, menos costosa y más eficiente. A juicio del sector, se debería definir un triple objetivo de desarrollo sostenible de los recursos, los ecosistemas y las flotas2, basado en una estrategia conjunta y coordinada
para que se tengan en cuenta las repercusiones que, sobre los recursos y ecosistemas, por un lado, y sobre
las empresas pesqueras, por otro, se derivan del logro de este triple objetivo de desarrollo sostenible a largo
plazo.
• El sector considera que si no se alcanza el consenso necesario entre las tres partes (científicos, gestores y
sector extractivo), el suministro de pescado salvaje puede sufrir un importante cambio al ir disminuyendo
las flotas comunitarias, que no ven un futuro claro, e ir aumentando el suministro de las flotas foráneas, que
querrán cubrir el hueco dejado por las primeras. La acuicultura de los países terceros puede jugar un papel
importante en las nuevas pautas de consumo si se deja “morir” a las empresas extractivas comunitarias.
• Al final de todo este proceso, los políticos que tomarán la última decisión deberían tener claro qué modelo de
consumo de pescado se quiere para Europa: el suministrado por nuestras flotas o por las de países terceros;
nuestra acuicultura como complemento o la de los otros países.
• Lo que debería quedar claro es que un modelo basado en una reducción drástica o sin limitaciones o a “ciegas” de las flotas comunitarias3 no llevaría aparejada una mayor rentabilidad para la flotas que sobrevivan
porque la oferta que disminuye se vería al instante sustituida por otra que viene de fuera y los que se queden
tendrán que competir con las nuevas importaciones. Así funciona el mercado del pescado, que sólo admite
continuidad en el suministro, cantidad, calidad y precio.
• Por tanto, si queremos intentar alcanzar el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) para los principales stocks
antes de 2015, se hace totalmente necesario un enfoque integrado en el que la economía, lo social y la ecología vayan de la misma mano.
LA SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS Y
LA SOBRECAPACIDAD DE LAS FLOTAS DE ALTURA Y ARTESANAL
• El Libro Verde da algunos datos sobre la sobreexplotación, pero no analiza en profundidad en qué ha fallado
la gestión de los recursos sobreexplotados o por qué se sigue aplicando para la mayoría de las especies el
criterio de precaución, es decir, por qué se dispone de datos escasos de la mayoría de las especies o cuál es la
evaluación reciente para las principales especies capturadas.
• Sobre la sobrecapacidad de las flotas comunitarias, el Libro Verde se limita a afirmar con rotundidad que la
flota está sobredimensionada, pero no hace referencia a ningún estudio o informe técnico y/o científico del
que se pueda extraer esta conclusión.
• En opinión del sector, el futuro de las empresas extractivas comunitarias y de sus trabajadores, pertenezcan
a la pesca de altura o a la artesanal, no puede ni debe basarse en percepciones u opiniones sin fundamento
científico alguno. Hace falta realizar estudios que, área por área y pesquería por pesquería, analicen qué flotas
comunitarias, sean de altura o artesanal, están sobredimensionadas y cuáles no, en relación a las disponibilidades de pesca. No pueden hacerse afirmaciones de carácter global porque las flotas pertenecen a cada
Estado miembro y cada Estado es dueño de las cuotas asignadas en virtud de la estabilidad relativa. Por tanto,
CLUPESCA
2Tal como viene definido en el Reglamento (CE) Nº 2371/2002.
3Esta reducción no se debería solamente a una política de desguaces. Si la nueva PPC elimina en gran parte las ayudas públicas, reduce los acuerdos de pesca, impone
nuevas tasas por pescar, cierra empresas por incumplir las normas, etc., estas medidas tendrían el mismo efecto que la paralización definitiva.
92
Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
el estudio debería hacerse por zonas o áreas de pesca, sobre la capacidad de las flotas en esas zonas y los recursos que puedan capturarse en las mismas. Sólo así se podrá conocer, por cada Estado miembro, cuál sería
la política a seguir sobre la capacidad de las flotas de altura y la de las flotas artesanales.
• Si no se actúa de esta forma, se correría el riesgo de distorsionar gravemente el mercado comunitario; de
perjudicar gravemente la cohesión social alcanzada en las zonas costeras dependientes de la pesca; de discriminar las flotas comunitarias sólo por el hecho de ser de altura o artesanales4, y de dejar el mercado en manos
de los países terceros.
EL PROCESO DE ADOPCIÓN DE DECISIONES
• La nueva PPC debería basar sus fundamentos en un nuevo modelo de toma de decisiones de “abajo-arriba”
y no como el actual de “arriba-abajo”. Para ello, podrían servir los comités consultivos actuales, con algunas modificaciones para que puedan trabajar conjuntamente los científicos, las administraciones, la Comisión y el sector. Estos comités5 deberían emitir dictámenes buscando el consenso.
• Este proceso facilitaría las decisiones tomadas en el Parlamento Europeo (temas de codecisión) y en el Consejo de Ministros y produciría resultados con menor coste, tanto político como económico y social, porque el
sector estaría jugando su papel desde el inicio del proceso de adopción de decisiones. Por otro lado, el sector
en su conjunto saldría reforzado ante la opinión pública, al tratarse de la aprobación de normas que contarían
con el mayor respaldo posible, evitando las discrepancis públicas entre los distintos actores.
• Otro efecto de este proceso de “abajo-arriba” sería el de una mayor responsabilidad de todas las partes –no
sólo del sector– y una mejora en el cumplimiento de las normas, al ser el sector uno de los precursores de las
mismas.
LOS MODELOS DE GESTIÓN
• Para el sector que representamos, el modelo basado en la gestión del esfuerzo pesquero (días en la mar)
facilitaría la eliminación de descartes, sobre todo en las pesquerías mixtas, y mejoraría el control y su cumplimiento, ahorrando costes derivados del mismo.
• Para especies pelágicas, dada la especificidad de estas pesquerías, podría seguir utilizándose el sistema de los
Totales Admisibles de Capturas (TACs) y cuotas.
LOS DERECHOS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES
• La gestión basada en derechos individuales transferibles puede ser útil para las flotas con problemas de sobrecapacidad, eliminación de descartes, etc. Para las regiones donde predominen las flotas artesanales se podría
poner un límite en la acumulación de derechos.
4Hay que recordar que el 98% de las empresas extractivas, sean de altura o artesanales, son pequeñas y medianas empresas (Pymes), por lo que no se las puede diferenciar
por el tamaño o la potencia del barco.
5El Comité Consultivo de la Pesca y la Acuicultura se ocuparía de los temas transversales, y los Comités Consultivos Regionales de los temas por pesquerías.
CLUPESCA
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
LA ESTABILIDAD RELATIVA
• El Libro Verde abre, por primera vez en una reforma de la PPC, el debate sobre la estabilidad relativa. Se hace
necesario porque no se pueden seguir basando las posibilidades de pesca de los Estados miembros en una
“foto” realizada hace más de 25 años. Las flotas han evolucionado; las regiones dependientes de la pesca han
cambiado; hay que actualizar los datos y dotar de una mayor flexibilidad a la estabilidad relativa para que se
busque un nuevo equilibrio entre las flotas y las posibilidades de pesca, y que no queden cuotas sin pescar ni
flotas sin poderlas pescar por no disponer de las mismas.
COMERCIO Y MERCADO
• En un mercado globalizado y prácticamente liberalizado como es el del pescado, en particular el no elaborado,
las Organizaciones de Productores (OPs) deben reforzar su posición en el mercado, teniendo más y mejores
herramientas para poder controlar la oferta de sus asociados y adaptarla en la medida de lo posible a la demanda. Hacen falta OPs más fuertes, con mayor poder para imponer las normas de limitación de oferta en los
casos que sea necesario y defender mejor los precios y las calidades de los productos pesqueros.
• Las OPs deberían apostar por la protección del medioambiente, para lo cual se necesitan incentivos que permitan a los asociados compatibilizar su actividad principal, la pesca, con tareas relacionadas con la obtención
de datos, limpieza de residuos, eliminación progresiva de los descartes, etc. El objetivo es que el consumidor
perciba que el producto que compra es compatible con la protección adecuada del medio marino, llevada a
cabo por los propios pescadores.
• Del lado de la demanda, hace falta que haya mayor y más precisa información al consumidor. El producto
que se comercializa no debe ser sólo “pescado”, sino que es necesario distinguir claramente los tipos y
categorías de pescado, su origen, su método de producción, sus aportes nutricionales, etc., como ocurre
con otros productos agrícolas y ganaderos. Esta es una labor que las OPs no pueden llevarla a cabo por sí
solas, sino que hace falta que las administraciones locales/nacionales y la Comisión colaboren activamente
en la proyección del pescado según sus clases y categorías para que el consumidor pueda elegir teniendo
en cuenta otros factores y no solamente el precio.
LA INTEGRACIÓN EN LA POLÍTICA MARÍTIMA
• El sector extractivo es uno de los pocos sectores marítimos con más conocimiento práctico sobre los océanos
y mares. Por tanto, si queremos que los descubrimientos del siglo XXI se centren en el medio marino, el sector
puede aportar una gran ayuda y colaboración si se le tiene en cuenta en la Política Marítima Integrada (PMI).
Para ello, hace falta desarrollar políticas activas que integren al sector extractivo en el conocimiento marino.
LA AYUDA PÚBLICA
CLUPESCA
• El Libro Verde cuestiona el futuro de las ayudas públicas al sector pesquero. Es evidente que un sector no
puede sobrevivir sólo a base de ayudas o subvenciones o que su rentabilidad dependa de las mismas. Por eso,
la futura PPC debe tener los mecanismos necesarios para que el sector pesquero extractivo deje de depender
progresivamente de dos factores exógenos que condicionan su futuro y no tenga que acudir a las ayudas públicas. Nos referimos a la propiedad de la materia prima (el recurso vivo) y a la incertidumbre en la producción
de pescado. Mientras el sector no sea dueño del recurso vivo y esté sujeto a una gestión en la que no toma
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
decisiones, sólo se le consulta y no siempre a tiempo, en la que los parámetros de captura pueden cambiar
bruscamente (reducción drástica de cuotas) y en la que priman las decisiones políticas, no podrán eliminarse
las ayudas.
• Hace falta, pues, una política que responsabilice más al sector mediante la participación activa en el diseño
de las distintas estrategias que deben integrarse en la futura PPC para alcanzar los objetivos de sostenibilidad
económica, social y ecológica.
LA DIMENSIÓN EXTERIOR Y LAS SOCIEDADES MIXTAS
• A juicio del sector, los acuerdos pesqueros deben tener un componente comercial y un componente de cooperación al desarrollo para aquellos países que lo necesiten. El objetivo debe ser claro: luchar contra la pobreza
mediante la fijación de la población autóctona en las zonas costeras. Los acuerdos deben incluir ayudas a las
infraestructuras y a las empresas pesqueras de los países en desarrollo para crear puestos de trabajo, con empresas que generen riqueza. En este campo, las empresas comunitarias podrían constituir sociedades mixtas
bajo el paraguas de los acuerdos de pesca, ya que la experiencia nos demuestra que allí donde se implantan
las sociedades mixtas se han creado miles de puestos de trabajo y numerosas empresas.
• Las flotas comunitarias siguen necesitando los acuerdos para poder pescar y mantener un tejido empresarial
y social en las zonas europeas dependientes de la pesca.
• Deberían poder firmarse acuerdos pesqueros sin contrapartida de posibilidades de pesca. Hay países en los
que las posibilidades de pesca ya están repartidas entre sus empresas pesqueras, algunas de ellas constituidas como sociedades mixtas. Pero estos países necesitan los acuerdos como garantía jurídica de las empresas
mixtas instaladas y como ayuda al desarrollo del sector pesquero local para que puedan seguir generando
riqueza y puestos de trabajo.
• Como potencia pesquera y uno de los principales mercados pesqueros del mundo, la UE tiene que tener como
objetivo principal liderar las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROPs). Para ello, es imprescindible que la Comisión destine más medios humanos.
• El proceso de decisión en la dimensión exterior debería ser similar al de la dimensión interna: creación de
comités mixtos para cada OROP o zona pesquera, formados por los científicos, administraciones, Comisión y
sector.
LA ACUICULTURA
• En opinión del sector, la acuicultura debería seguir siendo un complemento y no un sustituto de la actividad
extractiva, ya que existen notables diferencias entre ambos métodos de producción.
2. Observaciones generales
CLUPESCA
El sector que representa la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo considera que el Libro Verde presentado por la Comisión es ante todo un conjunto de “opiniones”, “reflexiones”, “afirmaciones rotundas” y, en
algunos casos, “calificativos duros” que muy pocas veces se habían escuchado con anterioridad en boca de
la Comisión.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Es verdad que con ello la Comisión intenta provocar el debate, con una inusitada valentía en algunos temas
“tabúes” que se obviaron en el debate de la actual PPC. Sin embargo, el futuro de cualquier sector de actividad
productivo, como es el caso de la pesca, no puede planificarse ni perfilarse con opiniones, afirmaciones, etc. sino
con un análisis profundo basado en datos reales y en estudios científicos.
Por ejemplo, el Libro Verde no tiene apenas referencias a estudios o informes en los que se puedan basar afirmaciones como ésta: “...hacer realidad el cambio radical que se necesita para invertir la situación actual. No
debe tratarse de otra reforma fragmentada y gradual, sino de un ´maremoto´ cuyo alcance afecte a los factores
fundamentales que se esconden detrás del círculo vicioso en el que ha permanecido atrapado el sector pesquero
europeo en las últimas décadas”.
El sector quiere transparencia y desea conocer cuáles son esos factores fundamentales a los que alude la Comisión. Los desea conocer con datos precisos para analizar en profundidad la situación real de la evaluación de
la flota de cada Estado miembro; las posibilidades de pesca en cada área geográfica y cómo afectan esas posibilidades a las flotas de los Estados miembros que operan en cada área o zona de pesca; dónde faltan y dónde
sobran recursos y cuotas, y por qué se da esa situación. Sólo así se podrá conocer qué flotas y qué Estados
están más afectados y cuáles tienen menos problemas. Sólo así se podrá conocer con la antelación suficiente
cuál va a ser el nuevo mapa geográfico de ubicación de las flotas de los Estados miembros y cuántos barcos se
tienen que desguazar para alcanzar el equilibrio entre recursos y capacidades.
En cualquier sector en crisis, se realiza un análisis en profundidad y se exponen los resultados a los afectados y a
la opinión pública en general. En este caso, el Libro Verde sólo aporta opiniones, en vez de estudios que las avalen.
Después, y sólo después de analizar las verdaderas causas que originan la crisis, se deben fijar los objetivos, las
estrategias, las acciones necesarias para solucionar la crisis del sector.
Por tanto, el sector entiende que la Comisión tiene que dar a conocer los datos de cada Estado miembro, cuotas y
áreas geográficas que permitan hacer un diagnóstico real de la situación actual y establecer los objetivos precisos
que garanticen los principios fundamentales de los Tratados, entre ellos la cohesión social de las comunidades
costeras de la UE, principio que cobra mayor relevancia en una situación de crisis económica generalizada.
3. Observaciones particulares
3.1. La sobreexplotación de los recursos (punto 3 del Libro Verde)
El Comité Consultivo de Pesca y Acuicultura (CCPA) afirma en su documento sobre la reforma de la PPC6 que “la
Comisión suele basarse en datos que no están debidamente actualizados”. A esta crítica hay que añadir que la
Comisión vuelve a afirmar en el Libro Verde que “el 88% de las poblaciones de peces de aguas comunitarias se
están explotando por encima del RMS”.
Dicho así, la Comisión está provocando una alarma que favorece su objetivo de reducir la flota comunitaria a
toda costa. Pero, si la afirmación anterior es cierta –porque hoy en día no hay ninguna especie con un plan en
marcha para alcanzar el RMS7– también es cierto que “la mayoría de las poblaciones de especies se sitúan por
encima de los límites biológicos de seguridad”. Esto lo dice el Consejo Internacional para la Exploración del
Mar (CIEM) respecto a las poblaciones de las que se dispone de información y, sin embargo, el Libro Verde no
lo menciona.
CLUPESCA
6Ver “Primeras reflexiones sobre los principales puntos que la Comisión tendría que tener en cuenta en su Libro Verde sobre la reforma de la PPC en 2012” EP (09) 10 final
de 03/03/2009.
7No olvidemos que la cumbre de Johannesburgo sitúa este objetivo en 2015.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Como sabe la Comisión, el CIEM, año tras año, sigue denunciando que para la mayoría de las poblaciones no
existe información, razón por la que se aplica la predicción más pesimista, esto es, el criterio de precaución.
Pero la Comisión dice que “no hay razón alguna para pensar que la situación es mejor en el caso de las poblaciones sobre las que la información es escasa”. El sector se pregunta: ¿en qué se basa la Comisión para hacer
esta afirmación? ¿No cabe pensar que una población de la que no se dispone de información se pueda encontrar
en buena situación? ¿Por qué?
En definitiva, la alarma que genera la Comisión no va en la dirección de aumentar la confianza del sector en las
medidas que propone el Libro Verde. Tampoco aumenta la confianza cuando se afirma que “se ha ejercitado a
nivel político una gran presión para incrementar las posibilidades de pesca a corto plazo a expensas de la sostenibilidad futura del sector”.
En primer lugar, la Comisión debería acompañar esta afirmación con datos sobre la evolución de los TACs de
las principales especies. Se puede comprobar que no siempre se aumentan los TACs a lo largo de los años de
vida de la PPC, sino más bien lo contrario.
En segundo lugar, la Comisión debería decir, si se quiere tener toda la información, que los informes científicos
en los que se basa para reducir los TACs no tienen en cuenta las consecuencias socioeconómicas a corto ni a
largo plazo. Por ello, el Consejo, con buen criterio, actúa de balanza para que, junto a la opinión puramente
técnica de los científicos, también cuenten las consecuencias socioeconómicas derivadas de unas predicciones
hechas en muchos casos sin datos o con escasos datos.
Otro ejemplo que tampoco fomenta la confianza en el sector es esta otra afirmación de la Comisión: “Los
ciudadanos europeos prácticamente pagan dos veces el pescado: una en las pescaderías y otra a través de
impuestos”. Sería muy interesante conocer los estudios que establecen con esa rotundidad lo que dice el Libro
Verde cuando afirma que en varios Estados miembros “el coste de la pesca para los presupuestos públicos es
superior al valor total de las capturas”. Habría que ver los datos y las razones y si a otros sectores primarios les
ocurre lo mismo.
Por otro lado, el Libro Verde no habla de los beneficios del suministro de pescado a los ciudadanos europeos
por parte de sus flotas, ni tampoco del método de cálculo utilizado para inferir que esta situación provoca que
los consumidores paguen dos veces por el pescado que consumen8.
Es evidente que todos estos ejemplos ayudan a que la opinión pública se posicione claramente en contra del
sector pesquero. Esto provocará a medio y largo plazo que, o bien se consuma menos pescado, o bien este consumo sólo proceda de las importaciones, cuyas producciones desconocemos si están mejor o peor gestionadas
que las comunitarias.
En definitiva, el sector no puede aceptar que estas afirmaciones las haga una institución que por mandato de los
Tratados debe defender los intereses pesqueros de la UE.
3.2. El exceso de capacidad de las flotas (punto 4.1. del Libro Verde)
Si bien es cierto que existe la idea generalizada de que hay un exceso de capacidad de flota en la UE, una vez
más el sector entiende que no se debe ir a ciegas en este aspecto vital para el futuro de la PPC y de miles de
empleos y empresas de la UE.
8Se supone que sólo pagan el doble por el pescado de las flotas de la UE, ya que las importaciones no son financiadas por los presupuestos públicos comunitarios.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Y esta opinión no es sólo del sector. También el Parlamento Europeo coincide al afirmar que “una de las primeras tareas que deben llevarse a cabo en el ámbito de la gestión de la pesca consiste en evaluar científicamente
si hay, y cuáles son, las flotas sobredimensionadas y los recursos sobreexplotados, con objeto de permitir la
adopción de medidas específicas adecuadas”9.
La Comisión debe ser consciente de que no hay una sola flota y que la decisión de los desguaces corresponde
a los Estados miembros y a sus sectores. Cada uno puede conocer o intuir si su flota en una pesquería determinada está o no bien dimensionada, pero desconoce lo que piensa o va a hacer el país vecino al respecto.
Si se produce un desmantelamiento “a ciegas” de las empresas pesqueras extractivas se corre el riesgo de
desajustes importantes en la composición actual de las flotas y, por tanto, en el abastecimiento a los mercados.
Es decir, que el abastecimiento de una parte del mercado que realizaban unas flotas lo hicieran otras distintas,
bien de otros Estados miembros o de países terceros.
Por otro lado, que algunas flotas europeas tengan una escasa rentabilidad no se debe sólo, como afirma el Libro
Verde, a la existencia de un desequilibrio entre la capacidad y los recursos, sino también a la existencia de importaciones que en muchos casos compiten sin las mismas condiciones sanitarias, técnicas, medioambientales,
etc. que se les exigen a nuestras flotas.
El Libro Verde no puede pasar por alto este aspecto a la hora de analizar la baja o alta rentabilidad de las flotas
de los Estados miembros. Desgraciadamente, en el mercado comunitario no se está compitiendo en igualdad
de condiciones con los terceros países y, al final, es el consumidor quien, sin una información transparente y
clara, consume, en algunos casos, productos de baja calidad y mínima salubridad si se los compara con el pescado salvaje capturado por las flotas comunitarias.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Debe limitarse la capacidad a través de la legislación? En caso afirmativo, ¿de
qué manera?
Respuesta.- El sector entiende que primero habría que hacer un estudio independiente que determinase,
zona por zona geográfica, las disponibilidades posibles de cada especie y las capacidades posibles que
permitan mantener el doble objetivo de sostenibilidad medioambiental y socioeconómica. Hoy en día,
ningún sector de actividad mide sus objetivos medioambientales sin tener en cuenta los aspectos del
empleo y la riqueza en las poblaciones en donde se ubican dichos sectores. Con la pesca debe pasar lo
mismo. El desarrollo sostenible debe implicar que las flotas puedan ser rentables al mismo tiempo que
se mantienen los recursos. Desde luego, esa es la filosofía del Rendimiento Máximo Sostenible y así se
debería funcionar.
Sólo después de hacer este estudio se podría elaborar, a nivel comunitario, una legislación sobre la limitación
de capacidades por cada área geográfica. Hacerlo sin datos, sin estudios rigurosos, sería injusto y puede que
discriminatorio para las distintas flotas que operan en una zona determinada. También habría que tener en
cuenta el esfuerzo que viene realizando cada Estado miembro en la reducción de sus flotas respectivas.
Pregunta.- El establecimiento de un fondo puntual para el desguace, ¿puede constituir una solución al problema?
CLUPESCA
9Ver Informe sobre “La política pesquera común y el enfoque sistémico en la gestión de la pesca” AG-0485/2008 Parlamento Europeo (08/12/2008).
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Respuesta.- Una vez que se haya hecho el estudio y elaborado la legislación pertinente, se hace necesario
disponer de un fondo comunitario específico para lograr los objetivos que se deriven del estudio.
Pregunta.- ¿Podrían utilizarse en mayor medida los derechos transferibles (individuales o colectivos) para
contribuir a la reducción de la capacidad de las flotas de altura? En tal caso, ¿cómo podría llevarse a cabo
esa transición? ¿Qué cláusulas de salvaguardia deberían establecerse si se aplica dicho sistema? ¿Podrían
adoptarse otras medidas que surtieran el mismo efecto?
Respuesta.- Hay que insistir en que la implantación de un modelo de derechos transferibles debe hacerse una
vez que se conozcan las posibilidades reales de pesca para cada flota y para cada zona. Después de un reparto justo y equitativo que actualice la estabilidad relativa a las flotas que operan hoy en día y a los recursos que
los científicos y los Consejos Consultivos Regionales (CCRs) dictaminen como susceptibles de ser explotados
hoy en día, se puede establecer una legislación que permita a las empresas transferir sus derechos de pesca
a otras empresas comunitarias.
Podría establecerse un límite máximo de posesión de derechos en una pesquería determinada, por ejemplo, donde predominase la pesca artesanal, al objeto de evitar monopolios, aunque esta posibilidad habría
que estudiarla detenidamente para ver los pros y los contras del establecimiento de cláusulas de salvaguardia.
Pregunta.- Esta elección ¿debe corresponder por entero a los Estados miembros o se necesitan normas comunes a nivel de las regiones marinas o a nivel de la UE?
Respuesta.- La mejor forma de mantener la equidad y la transparencia del mercado de derechos sería a través de normas a nivel comunitario.
3.3. Los objetivos (punto 4.2. del Libro Verde)
En todos los sectores de actividad, la noción de desarrollo sostenible implica la adopción de objetivos socioeconómicos y medioambientales de forma coordinada, sin que uno prevalezca o se priorice sobre el otro.
Sin desarrollo económico no se pueden generar suficientes fondos para la sostenibilidad del medioambiente; pero si el desarrollo no es sostenible el medioambiente puede destruirse y con ello, el futuro del planeta.
Por tanto, un recurso como el pescado que, según el Libro Verde, es “la principal fuente de proteínas animales de alta calidad y de grasas saludables de que dispone la Humanidad”10 debe ser protegido y suministrado
por flotas con una legislación sobre la gestión, el control y la inspección que permita una sostenibilidad de
los ecosistemas marinos. No cabe duda que las flotas comunitarias están entre las que mejor cumplen estos
requisitos en todo el mundo. Pero la sostenibilidad ecológica debe hacerse compatible en el tiempo con la
sostenibilidad socioeconómica. De lo contrario, se corre el riesgo de acabar a corto y medio plazo con una
parte importante de las flotas comunitarias y dejar el hueco a flotas de países terceros que puedan tener una
legislación normativa, un control y una inspección más laxas y menos respetuosas con el medioambiente
marino.
10Ver página 3 del Libro Verde.
CLUPESCA
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Por ello, el sector considera que la mejor garantía para el consumidor europeo es la consecución del desarrollo
sostenible social, económico y medioambiental de las flotas comunitarias, en igualdad y sin priorizar uno sobre
los otros dos objetivos. Es decir, se debería mantener el fin principal de la actual PPC11.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Cómo se pueden definir de forma clara y por orden de prioridad los objetivos en
materia de sostenibilidad ecológica, económica y social, a fin de proporcionar orientaciones a corto plazo y
garantizar la sostenibilidad y la viabilidad de la pesca a largo plazo?
Respuesta.- Como ya hemos dicho, los objetivos ecológicos, económicos y sociales no se deben priorizar si
nos ajustamos a la definición de desarrollo sostenible que hacen todos los sectores productivos. Compatibilizar a corto, medio y largo plazo una pesca sostenible y unas flotas rentables es un objetivo que se puede
y debe alcanzar teniendo los datos necesarios sobre capacidades, recursos, condiciones del hábitat marino,
influencias distintas a la captura en los ecosistemas, etc. Como se sabe, existen modelos de gestión a largo
plazo que incluyen este triple objetivo.
Pregunta.- La futura PPC ¿debe fijarse como meta apoyar el empleo en el sector pesquero o bien crear empleos alternativos en las comunidades costeras a través de la PMI y de otras políticas de la UE?
Respuesta.- Dado que el pescado es un alimento saludable y nutritivo, la nueva PPC debe apostar claramente
por el empleo en el sector pesquero comunitario, promoviendo una pesca sostenible mediante incentivos al
cuidado del medioambiente marino. El documento de la Comisión “Orientaciones sobre iniciativas medioambientales efectivas a tomar por el sector pesquero”12 establece iniciativas para que los pescadores puedan
compaginar la pesca y la mejora del medioambiente marino, mediante incentivos financieros. Esta estrategia
ya existe en la Política Agrícola Común y se debería extender al sector pesquero a nivel comunitario. Otro
ejemplo lo constituye el “Contrato Azul” establecido en Francia, que remunera a los pescadores franceses
siempre que realicen un conjunto de actividades relacionadas con la protección del medio marino.
La creación de empleos alternativos al sector pesquero puede ser útil en aquellas zonas donde, de forma
voluntaria, se deje la actividad pesquera, pero, si no hay un objetivo claro, se corre el riesgo de que la flota
vaya desapareciendo y con ella el empleo, dejando la captura del pescado a flotas de terceros países menos
respetuosos con el medio marino.
Pregunta.- ¿Qué indicadores y objetivos de ejecución pueden definirse que sirvan de guía a efectos de la
adaptación de decisiones y la exigencia de responsabilidades? ¿De qué modo deben establecerse los plazos
temporales para alcanzar los objetivos?
Respuesta.- Como hemos comentado anteriormente, existen modelos de gestión a largo plazo que sirven
de guía para la adopción de decisiones a medida que avanza el tiempo. Por ejemplo, el sector considera
que el modelo denominado “Procedimiento de gestión”13 (Management Procedure-MP) o también llamado
“Evaluación Estratégica de Gestión” (Management Strategy Evaluation-MSE) puede ser utilizado en las pesquerías comunitarias. Este modelo, utilizado con éxito por la Comisión Internacional para la Conservación de
las Ballenas (IWC) o en las pesquerías de la merluza en Namibia, debería ser estudiado por la Comisión para
ver su utilidad como modelo de gestión a largo plazo para las pesquerías de la UE.
CLUPESCA
11Ver punto 1 del artículo 2 del Reglamento (CE) Nº 2371/2002 (D.O. de 31/12/2002).
12Ver www.ec.europa.eu/fisheries/publications/environment-es.pdf.
13Ver el artículo “Why a management procedur approach? Some positive and negative” de Doug. S. Butterworth. ICES, Journal Marine Science 64.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
3.4. El proceso de adopción de decisiones (punto 4.3 del Libro Verde)
El sector considera que el principio de buena gobernanza debería ser el faro que ilumine la adopción de decisiones. Para ello, es necesario establecer un marco normativo en el que las decisiones más importantes sobre
los objetivos y las estrategias de la PPC14 se traten en comités mixtos, formados por la Comisión, los científicos,
las administraciones nacionales y el sector. Estos comités podrían funcionar de forma similar a los CCRs, pero
incluyendo como miembros a los científicos. El consenso sería la base de funcionamiento de estos comités, que
podrían actuar de dos formas:
Para temas transversales: un solo comité, similar al Comité Consultivo de Pesca y Acuicultura, pero con algunas
modificaciones para hacerlo más operativo.
Para temas de cada pesquería (regionales): un comité para cada pesquería, similar a los CCRs existentes, pero
también con varias modificaciones para agilizar la toma de decisiones.
El funcionamiento de estos comités facilitaría el proceso de decisión, ya que los proyectos llegarían al Parlamento (en los casos de codecisión en virtud del Tratado de Lisboa) y al Consejo con un grado de consenso que
evitaría conflictos y tensiones en estas dos instituciones. Sería, por tanto, un proceso de “abajo-arriba” tan
demandado en la actualidad por los ciudadanos europeos.
Además, estos comités podrían a su vez crear grupos de trabajo para cuestiones menores, de forma que se
facilitaría mucho la “microgestión”, de forma regionalizada, bajo supervisión de la Comisión.
Pregunta del Libro Verde.- ¿De qué manera se podría clarificar la actual división de responsabilidades entre
adopción de decisiones y ejecución, con el fin de fomentar una visión a largo plazo y una mayor efectividad
en el logro de los objetivos? ¿Qué aspectos deberían delegarse en la Comisión (en consulta con los Estados
miembros), en los Estados miembros y en el propio sector?
Respuesta.- El proceso de “abajo-arriba” anteriormente citado, creando comités mixtos formados por la
Comisión, administraciones nacionales afectadas, científicos y sector, serviría para alcanzar los objetivos de
la PPC con mayor eficacia y menor coste, porque los temas se discuten previamente y se busca el consenso
antes de que se alcance el documento final y se lleve al Parlamento y/o al Consejo.
Pregunta.- ¿Considera que sería una buena idea la descentralización de las decisiones sobre cuestiones
técnicas? ¿Cuál sería la mejor opción para descentralizar la adopción de decisiones técnicas o de ejecución?
¿Sería posible que la competencia en materia de decisiones de ejecución fuera asumida por las autoridades
nacionales o regionales en el marco de una normativa comunitaria sobre principios generales? ¿Qué riesgos llevaría ello aparejado a efectos de control y observancia de la política y cómo podrían soslayarse tales
riesgos?
Respuesta.- Sí, sería bueno siempre y cuando se tratase de temas regionales y no transversales. Las decisiones deberían basarse en lo que establezcan los grupos de trabajo anteriormente citados.
Pregunta.- ¿De qué manera podría reforzarse el papel consultivo de los grupos interesados en relación con el
proceso de adopción de decisiones? ¿Cómo se adaptarían el CCPA y los CCRs al enfoque regionalizado?
14TACs, esfuerzo pesquero, otros modelos de gestión, capacidad de las flotas, planes de recuperación, planes multianuales, rendimiento máximo sostenible, derechos de
pesca, descartes, medidas técnicas, estabilidad relativa, control, inspección, sanciones, política exterior, mercados, importaciones, IUU, etc.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Respuesta.- El CCPA debería ocuparse de temas transversales. Su composición debería modificarse, de modo
que los científicos, las administraciones nacionales, el sector y la Comisión fuesen el núcleo fundamental de
este comité, que podría crear grupos de trabajo específicos para cada tema horizontal (control, pesca IUU,
importaciones, etc.).
Los CCRs, formados también por las administraciones nacionales afectadas, los científicos que sean expertos del área y/o especie considerada, el sector afectado y la Comisión, se ocuparían de los temas regionales,
creando grupos de trabajo para las cuestiones técnicas.
3.5. Mayor responsabilidad para el sector (punto 4.4 del Libro Verde)
Estamos de acuerdo con la idea de que si el sector asume una mayor responsabilidad en la aplicación de la PPC,
los objetivos se podrían conseguir con mayor eficacia. Pero para ello hay que hablar también de derechos y no
sólo de responsabilidades. El sector se hará responsable de los contenidos de la PPC siempre y cuando haya
tenido el derecho de participar y ser tenido en cuenta en la elaboración de la PPC. Si no, estamos de acuerdo en
que “muy poco se podrá conseguir si la próxima reforma no logra motivar al sector extractivo15”.
De poco vale que haya muchas reuniones para escuchar al sector si después se le tiene muy poco en cuenta.
Por ello, hay que insistir en la idea de los comités mixtos para garantizar un proceso de “abajo-arriba” de toma
de decisiones y no un “simulacro” de este proceso.
Es verdad que, en líneas generales, se necesita un cambio de mentalidad en los pescadores. Para ello, es necesario incentivar al pescador para que realice, junto a las actividades pesqueras, tareas que permitan una mayor
protección del medio marino. Nadie mejor que los pescadores conoce el hábitat en el que se encuentran los
peces. Por ello, sería muy útil aprobar un programa de incentivos con “derechos y obligaciones” del sector para
realizar actividades medioambientales.
Anteriormente, comentábamos que el “Contrato Azul” establecido en Francia o las “Orientaciones sobre iniciativas medioambientales efectivas a tomar por el sector pesquero” pueden ser buenos ejemplos para elaborar
un programa de estas características. Este proceso de cambio de mentalidad llevaría a una autogestión del
propio sector, ya que estaría implicado y responsabilizado de la protección del medio marino.
Pregunta del Libro Verde.- ¿De qué manera pueden conferirse más responsabilidades al sector, de forma que
disfrute de mayor flexibilidad, pero siga contribuyendo al logro de los objetivos de la PPC?
Respuesta.- Participando el sector desde el inicio del proceso de toma de decisiones y teniendo derecho a
buscar el consenso con los científicos, las administraciones nacionales y la Comisión, el sector será más responsable en sus actividades pesqueras.
Pregunta.- ¿Cómo puede estructurarse el sector extractivo de tal manera que pueda asumir la responsabilidad de su autogestión? ¿Deberían convertirse las OPs en órganos a través de los cuales el sector asuma
responsabilidades de gestión? ¿Cómo podría garantizarse la representatividad de las OPs?
CLUPESCA
15Página 12 del Libro Verde.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Respuesta.- Las OPs pueden servir para llevar a cabo en su seno los programas de incentivos destinados a la
participación activa de los pescadores en la protección del medio marino y la responsabilidad de sus actuaciones en el mar. Estos programas tendrán como objetivo un cambio en la mentalidad de los pescadores y
servirán para alcanzar la autogestión dentro de las OPs.
Pregunta.- ¿Qué tipo de salvaguardias y mecanismos de supervisión se necesitan para garantizar que la
autogestión por parte del sector extractivo no derive en fracaso y logre aplicar con éxito los principios y
objetivos de la PPC?
Respuesta.- Las propias OPs y las administraciones nacionales, supervisadas por la Comisión, podrían imponer los controles y sanciones necesarios para que alcancen los objetivos de la PPC, mediante la autogestión.
Para ello, haría falta dotar de mayor poder a las OPs.
Pregunta.- ¿Debería el sector extractivo asumir una mayor responsabilidad financiera, pagando por los derechos o compartiendo los costes de gestión, como los costes de control? ¿Debería aplicarse este principio
únicamente a la pesca a gran escala?
Respuesta.- El sector extractivo está dentro del sector primario que, no lo olvidemos, es el más frágil de
la economía y el primer eslabón de la cadena alimentaria. La asunción de riesgos por parte del sector
extractivo, tales como no ser propietario de la materia prima y la gran incertidumbre en cuanto a su producción, debería ser razón suficiente para no aumentar los costes, ya de por sí muy altos, asociados a esta
actividad.
Pedirle al sector que asuma parte de los costes de control es como pedirle a un ciudadano que paga sus
impuestos que, además, pague un impuesto especial por el control en las carreteras o por la policía de su
barrio. Por tanto, la idea es inasumible por el sector y crearía, de llevarse a cabo, discriminación respecto a
otros sectores productivos y discriminación dentro del propio sector extractivo si sólo se obligase a la pesca
de altura a afrontar este coste adicional. No debemos olvidar que la pesca de altura y gran altura se realiza
también por pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Pregunta.- Si se otorga más responsabilidad al sector, ¿de qué manera pueden ponerse en práctica los principios de mejor gestión y proporcionalidad, contribuyendo al mismo tiempo a la competitividad del sector?
Respuesta.- Mediante la creación de comités mixtos, se generaría más responsabilidad y más derechos para
el sector, lo que aumentaría la confianza en la nueva PPC.
Pregunta.- ¿Existen ejemplos de buenas prácticas en pesquerías concretas a los que se debería dar mayor
difusión? ¿Deberían establecerse incentivos para la aplicación de buenas prácticas? ¿De qué incentivos podría tratarse?
Respuesta.- Cada Estado miembro debe tener buenos ejemplos. Ya hemos dicho que el documento de buenas prácticas “Guardianes del Mar” o el “Contrato Azul” francés son buenos ejemplos para que se incentive
financieramente al sector.
En el caso de nuestra Organización de Productores de Pesca Fresca (OPPF-4), integrada en la Cooperativa de
Armadores de Pesca del Puerto de Vigo, llevamos cinco años limitando a nuestros socios, y aplicando la regla
de extensión a los no socios, las descargas de gallo de 20 cm. a 25 cm. De esta forma, se está sosteniendo el
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
recurso y se da mayor valor al pescado en la Lonja del Puerto de Vigo. La Comisión nunca ha dado difusión
a esta norma de nuestra OPPF-4.
3.6. Cultura del cumplimiento (punto 4.5. del Libro Verde)
La Comisión ha reaccionado al Informe del Tribunal de Cuentas sobre el Control16 con una propuesta de Reglamento (COM (2008) 721 final), que ha sido ampliamente criticada por las tres organizaciones representativas del
sector extractivo en la UE17 por varias razones: no sincronizar con la reforma de la PPC para el año 2012; estar
basada en estadísticas no actualizadas (no tienen en cuenta la importante reestructuración emprendida ya por
la flota europea ni los programas de desmantelamiento de la flota en curso de aprobación en el marco del FEP,
cuyo balance se efectuará en 201318), y no haber sido consultada al sector con la debida antelación.
Por tanto, la Comisión ha elegido la vía de no tener en cuenta la opinión del sector y aprobar una Propuesta de
Reglamento sobre el control, sin realizar previamente un estudio sobre la sobrecapacidad estructural en relación a la disponibilidad de los recursos en cada zona o área de pesca.
Es evidente que sin este estudio puede haber flotas que con la aplicación de la propuesta tengan prácticamente
que desaparecer por tener una sobrecapacidad estructural importante en relación a los recursos asignados. Es
evidente que también habrá otras flotas que no necesitarán reestructurarse por tener más posibilidades de pesca (cuotas) de las que realmente pueden pescar atendiendo a sus capacidades. Ya han quedado evidenciados
muchas veces en la Comunidad Europea estos desequilibrios, nunca hasta ahora resueltos.
Creemos, por tanto, que esta reforma del sistema de control no cuenta con la aprobación del sector extractivo
comunitario, por lo que muy difícilmente se alcanzarán los objetivos de la PPC.
Por otro lado, parece muy difícil implantar un sistema de control único, a nivel comunitario, sin convertir a las
flotas en una sola, con bandera única. Controlar de igual forma a flotas con desiguales oportunidades para
pescar en virtud de la estabilidad relativa, puede resultar injusto y discriminatorio si no se parte de una posición inicial de equidad en cuanto a las posibilidades de pesca en relación directamente proporcional con las
capacidades de las flotas.
Pregunta del Libro Verde.- ¿De qué modo pueden mejorarse los sistemas de recopilación de datos a corto
y medio plazo para garantizar que se disponga de información coherente a efectos de observancia?
Respuesta.- Para mejorar los datos es necesario conocer previamente, de forma clara y transparente, la situación de cada flota respecto a sus posibilidades de pesca y en cada área. Después de este estudio, las OPs
deberían seguir suministrando los datos pero salvaguardando la confidencialidad de los mismos.
Pregunta.- ¿Qué mecanismos de observancia podrían, en su opinión, garantizar mejor un elevado nivel de
cumplimiento de la normativa: mecanismos centralizados (por ejemplo, actuación directa de la Comisión,
controles nacionales o transnacionales) o descentralizados?
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16Informe Especial Nº 7/2007.
17Ver el Dictamen EP (09) 48/SP (09) 1811 realizado conjuntamente por Europêche, COGECA y la AEOP, el 30 de marzo de 2009.
18Reglamento (CE) Nº 744/2008 del Consejo de 24/07/2008.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Respuesta.- Mientras las flotas sean nacionales, los controles tendrán que ser nacionales. Puede haber un sistema de supervisión por parte de la Comisión, pero el control debe recaer en los Estados miembros.
Pregunta.- ¿Apoyaría usted el establecimiento de un vínculo entre el cumplimiento efectivo de la normativa
y las responsabilidades de control y el acceso a la financiación comunitaria?
Respuesta.- En las actuales condiciones de desconocimiento de la sobrecapacidad estructural de cada flota, el
sector no apoyaría el establecimiento de un vínculo entre la responsabilidad de control y el acceso a la financiación comunitaria, por cuanto podrían existir situaciones injustas y discriminatorias. Pensemos que puede darse
el caso de que una determinada flota esté sobredimensionada en relación a sus posibilidades de pesca.
En primer lugar, hay que darle las ayudas necesarias para que la adaptación de su capacidad no tenga que hacerse
de forma traumática, y después, exigir los controles nacionales necesarios para que esta flota se mantenga en
equilibrio con los recursos disponibles. Es decir, no se puede empezar la casa por el tejado: primero hay que poner
los cimientos que den estabilidad a la casa y luego controlar que esa estabilidad se mantenga en el tiempo.
Pregunta.- ¿Podría contribuir al logro de este objetivo una mayor autogestión por parte del sector? ¿Puede
contribuir a este mismo objetivo la gestión descentralizada a nivel de regiones geográficas? ¿Qué mecanismos pueden garantizar un elevado nivel de observancia?
Respuesta.- Ya lo dijimos anteriormente al hablar de los comités mixtos formados por la Comisión, administraciones nacionales, científicos y sector. En estas condiciones, el sector tendría derechos y responsabilidades. Tendría
el derecho a negociar y buscar el consenso en el seno de cada comité mixto y, posteriormente, la responsabilidad
de cumplir todo lo pactado. Esta forma de actuar ayudaría mucho a avanzar hacia la autogestión, ya que el sector
estaría involucrado desde el inicio del proceso de decisión y podría aportar sus datos, opiniones y reflexiones en
pie de igualdad con los que aportan los científicos y las administraciones.
También hemos dicho que para cuestiones regionales se deberían crear comités mixtos, similares a los CCRs,
que se ocupen no sólo de la gestión sino también de la elaboración de los mecanismos de control adecuados
a cada pesquería.
3.7. La gestión según el tamaño de las flotas (punto 5.1 del Libro Verde)
Cuando se habla de empleo en una zona costera, la Comisión debería tener en cuenta que los pescadores de un
buque de altura tienen los mismos derechos y obligaciones que los de un barco artesanal. Las condiciones salariales pueden ser distintas, las condiciones técnicas también, pero la legislación laboral es la misma para unos y para
otros. Por tanto, el criterio de reducir las flotas en función de que pesquen en la costa o más alejadas de ella o en
función del tamaño de las embarcaciones no tiene base científica que lo avale.
Es evidente que habrá pesquerías artesanales con una sobrecapacidad estructural y pesquerías de altura que
también tengan este problema con el medio marino. Pero hay que estudiar zona por zona, analizando las posibles soluciones, y no centrarse exclusivamente en las flotas de altura como si ellas fuesen “los malos de la
película”. No olvidemos que hay zonas costeras que sólo dependen de la flota artesanal19, otras que dependen
de las flotas de altura20 y otras que dependen de ambas a la vez.
19Habría que definir exactamente qué se entiende por flota artesanal.
20También habría que definir qué se entiende por flota de altura.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
La Comisión no debería poner en peligro el principio de cohesión social señalando qué zonas deben reducir el
empleo y la financiación pública y cuáles no lo deben reducir, sólo por el hecho del tipo de barco preponderante
en esas zonas.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Cómo puede adaptarse la capacidad global de la flota, abordando al mismo
tiempo los problemas sociales a los que deben hacer frente las comunidades costeras, teniendo en cuenta
la especial situación de las pequeñas y medianas empresas en este sector?
Respuesta.- El 98% de las empresas del sector extractivo son pequeñas y medianas empresas, tanto de flota artesanal como de flota de altura. Por tanto, una vez conocido qué flotas deberían afrontar una reestructuración, habría
que aprobar medidas de acompañamiento social, tanto si son pescadores de barcos de bajura como de altura.
Pregunta.- ¿Cómo sería el funcionamiento práctico de un régimen diferenciado?
Respuesta.- No estamos a favor de un régimen que diferencie entre flotas de altura y artesanales por las
razones expuestas anteriormente.
Pregunta.- ¿Cómo deberían definirse las pesquerías artesanales desde el punto de vista de sus vínculos con
las comunidades costeras?
Respuesta.- Deberían definirse de la misma forma que la pesca de altura. Incluso hay flotas de sociedades
mixtas en terceros países que dan trabajo a miles de europeos que viven en zonas costeras dependientes de
la pesca. Por ello, hay que insistir en que hay zonas costeras con fuertes vínculos con la flota artesanal, otras
con las flotas de altura y otras con ambas a la vez.
Pregunta.- ¿Qué nivel de orientación y de igualdad de reglas de juego se requeriría a escala de la UE?
Respuesta.- Las mismas para ambas flotas. Únicamente en el caso de implantación de un sistema de derechos individuales transferibles, aquellas zonas costeras en las que prevalezca la flota artesanal podrían
quedar excluidas de este sistema para garantizar la supervivencia de estas flotas, si bien antes habría que
definirlas con precisión y transparencia. Sin embargo, puede que dada las diferencias existentes entre los
Estados miembros se haga complicado definir las mismas reglas de juego a nivel comunitario.
3.8. Los medios de gestión (punto 5.2. del Libro Verde)
Para el sector que representamos, la gestión basada en el esfuerzo pesquero, limitando los días de pesca, sería
el modelo que evitaría los descartes, particularmente importantes en las pesquerías mixtas, y facilitaría mucho
el control y su cumplimiento. Quizás para las pesquerías pelágicas podría servir el modelo de TACs y cuotas,
pero para especies demersales, y sobre todo en pesquerías mixtas, la gestión por esfuerzo pesquero resolvería
muchos problemas de la actual PPC.
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Pregunta del Libro Verde.- ¿Cómo pueden desarrollarse en el marco de la futura PPC planes de gestión a
largo plazo para todas las pesquerías europeas? En la futura PPC, ¿deberían sustituirse los planes de gestión
de las poblaciones por planes de gestión de las pesquerías?
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Respuesta.- Ya hemos comentado que a largo plazo podría ser útil el llamado “Procedimiento de Gestión (MP)” o
también llamado “Evaluación Estratégica de Gestión (MSE)”21 que ya probó su éxito en otras pesquerías. Habría
que hacer un estudio preliminar para ver si este modelo a largo plazo es útil en las pesquerías comunitarias.
Pregunta.- ¿Debería la reforma de la PPC constar de dos fases, en primer lugar medidas específicas para
alcanzar el RMS antes de 2015 y, a continuación, medidas para mantener el RMS como nivel superior de
explotación después de esa fecha?
Respuesta.- El objetivo del RMS para 2015 no debe ser estricto en cuanto a la fecha, sino orientativo, al igual
que ocurre con otros objetivos y estrategias comunitarias, como la del pleno empleo en el año 201022 . Por tanto,
para avanzar en este objetivo hay que hacer estudios suficientes, incluidas las consecuencias socioeconómicas,
en vez de imponerlo sin rigor científico alguno y sin apoyo explícito del sector. No olvidemos que el RMS implica
un enfoque integrado entre los recursos sostenibles a largo plazo y la rentabilidad de las flotas.
Pregunta.- ¿Cómo podría aplicarse en las pesquerías mixtas el compromiso relativo al RMS evitando al mismo tiempo los descartes?
Respuesta.- Es necesario realizar estudios independientes que analicen estos objetivos.
Pregunta.- ¿Cuál debería ser el principal sistema de gestión para las pesquerías comunitarias y a qué pesquerías debería aplicarse? ¿Limitaciones de capturas? ¿Gestión del esfuerzo pesquero? ¿Una combinación
de ambos? ¿Existen otras opciones?
Respuesta.- Para las demersales, el sistema de gestión por esfuerzo pesquero, en particular en las pesquerías
mixtas. A largo plazo, el modelo MSE anteriormente citado podría ser analizado para ver su implantación en
la UE.
Pregunta.- ¿Qué medidas deberían adoptarse para eliminar en mayor medida los descartes en las pesquerías
de la UE? ¿Podría ser útil a este respecto la gestión a través de cuotas transferibles?
Respuesta.- Efectivamente, las cuotas transferibles podrían servir para reducir los descartes, tal como afirma
un estudio encargado por la Comisión sobre los derechos de pesca en los Estados miembros23. También un
modelo de gestión basado en el esfuerzo pesquero podría reducir en gran medida los descartes.
3.9. La estabilidad relativa (punto 5.3. del Libro Verde)
Por primera vez en un Libro Verde, la Comisión afronta con valentía esta cuestión que está encorsetando el
presente y el futuro de las pesquerías comunitarias con una “foto fija” hecha hace 26 años.
En primer lugar, hay que decir que la estabilidad relativa no es un principio jurídico que figure en la jurisprudencia comunitaria24.
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21Ver el artículo “Why a management procedur approach? Some positive and negative” de Doug. S. Butterworth. ICES, Journal Marine Science 64.
22Ver Estrategia de Lisboa.
23“An analysis of existing Rights Based Management (RBM) instruments in Member States and on setting up best practices in the EU”. Final Report February 2009
NOFISH/207/03.
24En efecto, el artículo 20 del Reglamento (CE) 2371/2002 habla de “estabilidad relativa”, no de “principio de estabilidad relativa”.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Coincidimos con la Comisión en que la estabilidad relativa ha generado “unas prácticas muy complejas, tales
como el intercambio de cuotas entre Estados miembros o la adaptación de otros pabellones por parte de los
agentes económicos del sector”. Es decir, lo que hace 26 años valía, ahora ya no vale. Los Estados miembros
y las flotas han cambiado, mientras que los porcentajes de las posibilidades de pesca asignadas a los Estados
miembros (la estabilidad relativa) han permanecido invariables en todos estos años. Esto ha traído consigo
que algunas flotas pudieran tener una sobrecapacidad estructural, ya que en base a la estabilidad relativa sus
porcentajes sobre las cuotas se han mantenido en el tiempo.
De esta forma, se puede comprobar que han existido y existen ciertos movimientos de empresas que invierten
en otras zonas costeras distintas a las que están instaladas, por el mero hecho de adquirir más posibilidades de
pesca. Es decir, se está produciendo una cierta “deslocalización” por motivos puramente políticos y no sociales
o económicos. Por ello, entendemos que el futuro de las flotas comunitarias debe pasar necesariamente por
una revisión en profundidad de la estabilidad relativa.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Qué forma podría adoptar la estabilidad relativa para contribuir en mayor medida
al logro de los objetivos de la PPC? ¿Debería desmantelarse o, por el contrario, convendría dotarla de mayor
flexibilidad y, en este último caso, de qué manera? ¿Cómo podrían implantarse todas estas alternativas?
Respuesta.- Debería hacerse un estudio para ver qué flotas están sobredimensionadas en relación a
los porcentajes invariables de cuotas asignadas a los Estados miembros y qué flotas no están en situación de sobrecapacidad. Conocido este análisis, la estabilidad relativa debería flexibilizarse tratando de
buscar una nueva estabilidad entre todas las flotas, mediante la asignación de derechos de pesca y/o
repartiendo entre las flotas con déficit de cuotas las posibilidades de pesca que en los últimos años no
hayan utilizado sus propietarios (Estados miembros).
3.10. El régimen de las 12 millas (punto 5.3. del Libro Verde)
Como dice el Libro Verde, este régimen constituye otra derogación histórica al principio de igualdad de acceso
a las aguas y a los recursos. Desde el año 197225, este principio ha ido posponiéndose en las sucesivas reformas
de la PPC, por lo que, más que una derogación, parece que la Comisión haya renunciado definitivamente a la
igualdad de acceso a las aguas y a los recursos como principio básico de la PPC.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Debería reservarse el acceso a la zona de las 12 millas náuticas a los buques de
pesca artesanal?
Respuesta.- Primero hay que definir qué se entiende por pesca artesanal y si nadie se siente perjudicado por
la derogación de este principio básico, habría que buscar una fórmula para que la derogación no fuera permanente pero al mismo tiempo se reservase el acceso a las 12 millas a este tipo de flotas.
3.11. Comercio y mercado (punto 5.4. del Libro Verde)
El análisis que hace la Comisión parece correcto: los precios bajos en primera venta son el reflejo de una
CLUPESCA
25Año en que se produjo la entrada de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca a la CEE de entonces.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
sobreoferta de pescado en relación con la demanda, motivada por las importaciones y por mayores cantidades capturadas por las flotas comunitarias para limitar los efectos negativos de los bajos precios. Como
no se es capaz de repercutir el alza de los costes de explotación en el precio, los productores comunitarios
se ven abocados a una baja rentabilidad, con algunas excepciones, y, por tanto, a la necesidad de seguir
contando con ayudas públicas como un elemento “integral y permanente de los planes económicos del
sector pesquero”, tal como afirma el Libro Verde.
La solución no es fácil, pero otras actividades del sector primario, distintas a la pesca, ya han dado importantes
pasos para ser competitivas y ofrecer productos de calidad que son apreciados por el consumidor europeo
(aceite, vino, leche, carne, etc.).
¿Qué pasos tendría que dar el sector extractivo?
En primer lugar, es necesario que la Comisión sea consciente y tenga la voluntad de apoyar con incentivos
financieros y de otro tipo los cambios en profundidad que necesita hacer el sector productor en el mercado.
Lo contrario sería dejar a medio plazo el mercado en manos exclusivamente de los países terceros, con lo
que nuevamente habría fracasado la PPC y se reduciría a nivel testimonial la presencia de las flotas comunitaria en los puertos de la UE.
En opinión del sector habría que favorecer:
•La concentración de la oferta, incentivando y favoreciendo organizaciones de productores fuertes y representativas que, si lo desean, puedan comercializar la producción de sus socios y negociar con la distribución
con mayor flexibilidad que si lo hiciesen por separado. Las cooperativas agrarias fuertes son las que mejor
están soportando las dificultades en los precios, aunque en esta crisis pocas recetas han servido para aguantar una oferta que está sobredimensionada.
•Potenciar las herramientas de las OPs para actuar en los mercados. Hace falta continuar con los mecanismos de intervención, como las retiradas, almacenamiento, etc., que permitan en casos puntuales, regular
la oferta ante situaciones no controlables por los propios productores, tales como las importaciones y/o las
sobreproducciones puntuales de las flotas que prefieren traer las capturas a puerto que aumentar los descartes.
•Incentivar a las OPs que establezcan planes medioambientales como complemento a la actividad pesquera.
Hace falta mentalizar a los pescadores y a las empresas de que la pesca puede ser una actividad perfectamente compatible con el cuidado del medio marino y de los ecosistemas. No bastan medidas punitivas; hay
que ir más allá y que quienes viven día a día en la mar nos transmitan sus conocimientos y lleven a cabo
labores de protección, vigilancia, obtención de datos, etc., relacionados con la protección del medio ambiente26.
•Continuar incentivando la calidad de los productos comunitarios desde el inicio (a bordo de los buques)
hasta el final de la cadena.
•Mejorar la información y la transparencia desde el inicio hasta el final de la cadena. Hace falta dar un paso
importante hacia el conocimiento y valorización del pescado por parte del consumidor final. Para ello, aparte de las campañas de promoción que son totalmente necesarias, se debe dar más información sobre los
26Hay que insistir en ejemplos como “Los guardianes del mar” o el “Contrato Azul” francés, porque van a ser beneficiosos tanto para el pescador como para el medio
marino.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
métodos de producción, los contenidos nutricionales del pescado, el respeto al medioambiente certificado
por informes científicos, etc. Herramientas como las denominaciones de origen, el ecoetiquetado, la trazabilidad, etc., deben potenciarse para dar al pescado el valor que se merece.
•Tener un Observatorio de precios, tanto de las producciones comunitarias como de las importaciones. Poder
hacer un seguimiento más cercano y más detallado de la evolución de los mercados, con el fin de poder tener
datos suficientes y a tiempo ante una crisis producida por un desequilibrio fuerte entre la oferta y la demanda.
Pregunta del Libro Verde.- ¿De qué modo podrían utilizarse los mecanismos del mercado para fomentar el
desarrollo de pesquerías que fuesen eficientes desde el punto de vista del mercado y, al mismo tiempo, se
explotasen de manera sostenible?
Respuesta.- Habría que empezar por dar mayor poder a las OPs para que puedan intervenir en la gestión de
las cuotas y en el mercado. Sólo de forma colectiva, a través de las OPs, se pueden conseguir actuaciones
eficaces tanto en la sostenibilidad de los recursos como en la oferta al mercado.
Sin embargo, creemos que este objetivo necesita un proceso, pues no se puede cambiar la mentalidad del
pescador de la noche a la mañana. Hay que incentivar acciones relacionadas con la protección del medio
marino, como los ya señalados.
Pregunta.- ¿Cuál sería el mejor modo de apoyar las iniciativas en materia de certificación y etiquetado en la futura PPC?
Respuesta.- Las OPs pueden realizar un papel importante en la certificación y etiquetado si disponen de los
medios necesarios.
Pregunta.- ¿Cuál es el modo más adecuado de fomentar la trazabilidad y la transparencia en la cadena de
producción?
Respuesta.- La seguridad alimentaria exige que se haga una trazabilidad en la que todos los eslabones de
la cadena sean responsables del producto que pasa por sus manos. Hay que darle mayor información útil al
consumidor para que las exigencias en los controles y autocontroles en cada eslabón sean mayores. Así, el
consumidor tiene que conocer cuáles son los métodos de producción del pescado, cuáles son sus elementos
nutricionales (vitaminas, ácidos grasos, calorías, etc.), cuál es el origen del producto, etc. Con todos estos
datos el consumidor podrá hacer su elección sin tener solamente en cuenta el precio. Así, garantizar que
toda esta información sea veraz exigiría mayores controles y autocontroles para asegurar la trazabilidad y la
transparencia.
Pregunta.- ¿Cómo puede la UE fomentar que los productos de la pesca procedan de pesquerías gestionadas
de manera sostenible de modo que se garanticen las mismas reglas de juego para todos?
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Respuesta.- Exigiendo a todos los productos, comunitarios o importados, las mismas condiciones de sostenibilidad medioambiental y socioeconómicas, tanto en el método de producción como en el producto final.
No se puede seguir con los brazos cruzados viendo cómo el pescado salvaje capturado de forma sostenible
por las flotas comunitarias compite con productos como el panga, cultivado en aguas contaminadas del río
Mekong y en unas condiciones sociales que en Europa estarían prohibidas. Lo mismo cabe decir del pescado
que viene de buena parte de la flota asiática.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Pregunta.- ¿Cómo pueden las OPs conseguir ajustar la producción a las necesidades del mercado? ¿Qué nuevos instrumentos políticos basados en el mercado pueden implantarse a través de las OPs? ¿Cómo pueden
los pescadores mejorar su posición en relación con la transformación y la distribución?
Respuesta.- La continuidad de las intervenciones (retiradas, almacenamiento, etc.) son fundamentales para
lograr este objetivo de ajuste, pero también puede lograrse con mayor poder dado por la legislación comunitaria a las OPs para que de forma democrática obliguen a cumplir las normas de ajuste de la oferta a la
demanda. Este poder existe en teoría, pero es muy difícil de llevar a la práctica al no tener las OPs herramientas suficientes para hacer cumplir las normas. Por ejemplo, un miembro que no cumpla las normas puede
irse a otra OP o seguir vendiendo su producción sin ningún problema y en cualquier mercado de la UE. Por
tanto, hace falta reforzar el poder de las OPs para que puedan ser eficaces en las intervenciones de ajuste de
la oferta.
Las ecoetiquetas podrían implantarse a través de las OPs. También los contratos con la transformación y la
distribución podrían incentivarse cuando las OPs hayan implantado normas que permitan una producción
sostenible (limitación de capturas, zonas prohibidas, recogida de datos para los científicos, etc.).
Para mejorar la posición de las OPs en relación con la transformación y la distribución, hay que incentivar la
constitución de OPs más representativas, con mayor número de socios. También las interprofesionales pueden jugar un papel de acercamiento de las posiciones del sector extractivo y de la industria y distribución.
Pregunta.- ¿Qué papel debe desempeñar la política comercial para equilibrar los intereses de los productores, los consumidores y nuestras relaciones con los países exportadores?
Respuesta.- La mejor forma es dar a conocer a los consumidores la realidad del producto que van a comprar
y luego consumir. Si se actuase de igual forma que en los sectores del vino, cárnico, lácteo, etc., en donde el
consumidor conoce la calidad, el origen, el contenido nutricional, etc. y paga en función de ese conocimiento
y no sólo por el precio, entonces se daría un paso muy importante para valorizar al alimento “pescado” y
ponerlo en el lugar que le corresponde.
En definitiva, la política comercial debe velar por la transparencia en la información al consumidor.
También, como dijimos anteriormente, se hace necesario exigir las mismas condiciones medioambientales y
sociales a los productos importados que a los comunitarios.
3.12. Integración de la PPC (punto 5.5. del Libro Verde)
Con su conocimiento del mar, el sector extractivo puede jugar un papel muy importante en la política marítima
si se le tiene en cuenta. Aparte de pescar, el sector puede aportar datos sobre el cambio climático, ecosistemas,
eficiencia energética, etc. Para ello, habría que establecer planes de actuaciones concretas e incentivar estas
actividades a realizar por el sector extractivo. Todo ello redundaría, sin duda, en un mayor y mejor conocimiento
de los océanos, al proporcionar información a los científicos en los distintos campos oceanográficos.
Pregunta del Libro Verde.- ¿En qué ámbitos se da una estrecha interacción entre el sector pesquero y otros
sectores? ¿Dónde se requiere de manera específica la integración dentro de la PMI?
CLUPESCA
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Respuesta.- El sector pesquero interactúa no sólo en el ámbito costero con otros sectores (acuicultura, construcción, energía eólica, etc.) sino también con el sector energético y otros (cables submarinos, gaseoductos,
plantas petrolíferas, etc.). Sin embargo, junto al sector de transporte marítimo (mercancías y pasajeros) es
el que mejor conoce el hábitat marino y las condiciones cambiantes de la mar porque es el único sector que
vive de los recursos que habitan en ella. Por tanto, su integración en la política marítima debería enmarcarse
en el área del conocimiento práctico y de su contribución a una mejor gestión de los recursos y de los ecosistemas marinos.
Pregunta.- ¿De qué manera puede contribuir la futura PPC a mantener el acceso de la pesca, incluidas tanto
las flotas pesqueras como la acuicultura, al espacio marino en el marco de una ordenación territorial integrada?
Respuesta.- La política marítima tiene que reconocer el doble papel que el sector extractivo juega en los
océanos: suministrador de un recurso saludable y nutritivo y conocedor del medio marino. Por tanto, siempre será positivo que el sector extractivo ocupe un lugar preferente, a través de la futura PPC, en la Política
Marítima Integrada.
Pregunta.- ¿De qué modo puede garantizar más adecuadamente la futura PPC la coherencia con la Directiva
marco sobre la estrategia marina y con su aplicación?
Respuesta.- Incentivando que el conocimiento práctico de los pescadores respecto a los hábitats marinos se
transmita a los científicos y a la sociedad en general.
Pregunta.- ¿De qué manera puede la futura PPC apoyar las adaptaciones al cambio climático y garantizar que
la pesca no mine la fortaleza de los ecosistemas marinos?
Respuesta.- Mediante los llamados “Contratos Azules” ya comentados se puede jugar un papel muy importante en el conocimiento y en el respeto por el medio ambiente y los ecosistemas.
No apostar por el sector extractivo comunitario como fuente de conocimiento de los océanos equivaldría a
cerrar las puertas a nuevos descubrimientos sobre los efectos del cambio climático, eficiencia energética,
protección de los ecosistemas, etc. Es evidente que toda esta información no la pueden recoger solamente
los buques de investigación oceanográficos, pues dado su escaso número en el mundo se reduciría mucho
el conocimiento científico. Por ello, hay que incentivar al sector extractivo para que aporte su conocimiento
y recoja los datos necesarios para una protección eficaz del medio marino.
3.13. Una política basada en el conocimiento (punto 5.6 del Libro verde)
El sector considera que éste debería ser el punto de partida del Libro Verde. Ya lo hemos dicho en las observaciones generales: las opiniones y afirmaciones tienen que basarse en informes, estudios, etc. No se puede
reformar ninguna política si no tenemos los datos que nos den la luz para buscar las mejores soluciones. Con
sólo percepciones e intuiciones no se puede diseñar el futuro de ningún sector.
CLUPESCA
Por eso, el sector echa en falta que el Libro Verde no apueste –y esta vez sí debería ser de forma radical– por
mayores medios financieros y humanos para tener un conocimiento riguroso y bien fundamentado sobre todas
las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad ecológica, social y económica. Por ejemplo, el sector lleva
muchos años demandando más campañas científicas para que se puedan establecer TACs con datos y no tener
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
que acudir al criterio de precaución. Hoy en día, el CIEM reconoce que la mayoría de los TACs se establecen
atendiendo al criterio de precaución porque no hay datos suficientes. Lo mismo cabe decir de los aspectos sociales y económicos: apenas hay estudios o informes que determinen con rigor las capacidades de las flotas, la
rentabilidad de las empresas, el empleo a bordo y en tierra, etc. La gran mayoría de las actuaciones políticas y
legislativas parecen basarse en percepciones, opiniones, intuiciones, etc. Ningún sector podría aguantar esta
situación y menos el pesquero.
Por tanto, hay que ser radical para dar un giro de 180 grados a esta falta de conocimiento y conseguir que la
nueva PPC se base en conocimientos científicos sólidos y rigurosos, y esté bien fundamentada tanto en el plano
medioambiental como en el social y económico.
Para ello, el sector también lleva años proponiendo un nuevo sistema de interacción entre los científicos, las
administraciones, la Comisión y el sector. Una “casa común” en la que las tres partes puedan intercambiar sus
datos y llegar a un consenso en los temas más importantes de la futura PPC. La actual composición y funcionamiento del CCPA y de los CCRs no da lugar a un conocimiento más sólido porque no se involucran las tres partes por igual y, además, se mezclan los elementos técnicos aportados por los científicos, las administraciones o
el propio sector, con elementos más emocionales o políticos que técnicos (por ejemplo, el papel de las ONGs).
Habría que distinguir dos niveles de debate:
•Un primer nivel, en donde los científicos, administraciones, Comisión y sector discutiesen los aspectos técnicos y científicos de cada pesquería y elaboraran un dictamen final.
•Un segundo nivel, en donde el resto de las partes interesadas pudiesen dar sus opiniones y hacer comentarios al dictamen elaborado de forma científica y técnica en el primer nivel. De esta forma, organizando mejor
el debate, se pueden conseguir resultados que contribuyan con más eficacia al logro de los objetivos de la
futura PPC.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Cómo pueden crearse las condiciones para conseguir en el futuro una investigación científica de alta calidad en materia de pesca, incluso en las regiones donde está actualmente ausente?
¿Cuál es el mejor modo de garantizar una adecuada coordinación dentro de la UE de los programas de investigación? ¿Cómo puede garantizarse que estén disponibles los recursos necesarios y que se formen jóvenes
investigadores en este ámbito?
Respuesta.- La futura PPC debería fijar sus objetivos y acciones sobre la base de un conocimiento sólido del
sector y de los recursos. Para ello, hacen falta más medios humanos y financieros focalizados a este fin. La
creación de una Plataforma Tecnológica Europea de la Pesca puede ser una herramienta útil para coordinar
las distintas líneas de investigación dentro de la UE. También hace falta incentivar la investigación aplicada
para tener un conocimiento práctico y no sólo teórico del medio y de los recursos.
Dar a conocer la importancia del sector pesquero en el conocimiento de los océanos e integrarlo de manera prioritaria en la Política Marítima, sin duda incentivaría el interés de los jóvenes investigadores por este campo.
Pregunta.- ¿Cómo puede optimizarse la disponibilidad y la utilización de los recursos existentes para proporcionar un asesoramiento pertinente y en el momento oportuno?
Respuesta.- La colaboración entre científicos y sector de forma permanente optimizaría el asesoramiento, ya
que los datos tendrían dos fuentes, la de las campañas de investigación y la de los barcos comerciales.
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Pregunta.- ¿Cuál es el mejor modo de fomentar la participación de los grupos interesados en los proyectos
de investigación y de incorporar sus conocimientos al asesoramiento basado en la investigación?
Respuesta.- Incentivar al sector pesquero a que realice, como complemento a su actividad principal, labores
relacionadas con la investigación y protección del medio ambiente (recogida de datos necesarios para los
modelos de predicción científica).
3.14. Política estructural y ayuda financiera pública (puntos 5.7. del Libro Verde)
En el Libro Verde se afirma que la reforma de la PPC de 2002 supuso un importante avance en la eliminación
de ayudas financieras que “contribuyen directamente al exceso de capacidad y de inversión”. Se refiere a las
ayudas a las nuevas construcciones, pero no cita que una de las principales ayudas destinadas a la reducción de
capacidad, las destinadas a la constitución de sociedades mixtas27, también fue eliminada, lo cual le quita cierta
coherencia al planteamiento de menos ayudas públicas, menos flota y más pescado.
También el Libro Verde destaca que el sector pesquero recibe una ayuda pública “sustanciosa” sin especificarla
ni compararla con las de otros subsectores del sector primario. Lo que no dice el Libro Verde es que la contribución pública al sector primario se debe a los objetivos previstos en la Política Agrícola Común y, por tanto, en la
PPC. La no propiedad del recurso vivo (materia prima) y la incertidumbre que rodea a la generación de riqueza
en el sector extractivo son elementos que explican por qué la UE prevé en sus Tratados ayudas públicas a este
sector, ayudas muy inferiores a las de otros subsectores primarios.
Pregunta del Libro Verde.- ¿Cuáles deben ser las prioridades principales de la futura financiación pública?
¿Por qué motivo? ¿Qué cambios no puede llevar a cabo por sí mismo el sector y requieren, por lo tanto, un
apoyo financiero público?
Respuesta.- Las prioridades deben fijarse en función de los objetivos de la futura PPC. Como ya dijimos, estos
objetivos deben establecerse teniendo en cuenta el desarrollo sostenible del recurso, de los ecosistemas y
de las flotas comunitarias.
Los tres objetivos deben ser compatibles entre sí y basarse en estudios o informes científicos que acrediten
qué flotas están sobredimensionadas y cuáles no lo están en relación a los recursos pesqueros.
Admitir la percepción de que la flota comunitaria tiene un exceso de capacidad, sin hacer un diagnóstico
preciso por áreas, especies y flotas, puede resultar muy arriesgado para el presente y futuro del sector
pesquero comunitario.
Por tanto, hay que analizar detenidamente el sector para poder sacar conclusiones sobre qué tipo de ayudas
seguirá necesitando o no.
Pregunta.- ¿Cómo puede modificarse la orientación de los recursos financieros comunitarios para fomentar
la innovación y la adaptación a nuevas políticas y circunstancias? ¿Es necesario financiar algún nuevo ám-
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27Las sociedades mixtas también han servido como lucha contra la pobreza en aquellas zonas costeras donde se instalaron, creando empleos autóctonos en tierra y a
bordo, contribuyendo de esta forma al mantenimiento del tejido social en esas zonas.
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bito político? ¿Debería centrarse el apoyo financiero público en actuaciones de transición concretas, tales
como la eliminación de los descartes en el sector pesquero?
Respuesta.- Para responder a esta pregunta hay que insistir en la necesidad de realizar los estudios pertinentes para conocer en profundidad al sector, como paso previo para extraer conclusiones precisas. Debería primar en la nueva PPC el apoyo al conocimiento riguroso del sistema pesca, de forma coordinada y atendiendo
a los objetivos de desarrollo sostenible ecológico, social y económico.
Pregunta.- ¿Cómo puede garantizarse la sinergia y la coherencia de posibles fondos de la PPC con otros
instrumentos nacionales y comunitarios?
Respuesta.- Debe haber un mecanismo de coordinación que evite solapamientos y favorezca la sinergia.
Pregunta.- ¿Cómo puede alcanzarse una sinergia entre los pilares de la futura PPC? ¿Debería supeditarse la
ayuda pública al logro por parte de los Estados miembros de los objetivos de esta política?
Respuesta.- La coordinación entre la política de conservación, la política estructural y la política de mercados
es lo que da sentido a una Política Común de Pesca. Sin esta coordinación no hay sinergia posible y no hay
política. Esto ocurre en todos los sectores de actividad, pero en el sector pesquero parece que todavía cuesta
la idea de interrelacionar los tres pilares. Incluso se ha puesto por delante una nueva política de control sin
haber reformado aún la actual PPC.
Teóricamente, supeditar la ayuda pública al logro de los objetivos de la PPC parece correcto. Sin embargo,
en la práctica, ¿quién evalúa el logro de los objetivos? ¿Cómo se evalúa? ¿Sólo los objetivos medioambientales? ¿Dónde se colocan los objetivos sociales y económicos? Parece, por tanto, muy complicado, salvo
que se tratase de objetivos justos y muy concretos (por ejemplo, con los antiguos Programas de Orientación
Plurianuales se podían medir los objetivos alcanzados por cada Estado miembro).
Pregunta.- ¿Cómo puede conseguirse que los recursos financieros de la UE ofrezcan la flexibilidad que se
necesita para responder con presteza en situaciones de crisis?
Respuesta.- Creando comités de crisis con suficiente autoridad para implementar las medidas necesarias.
Pregunta.- La ayuda financiera pública ¿debe concederse por igual a todos los sectores (flota costera y de
altura)? El Fondo Europeo de Pesca ¿debe mantener la distinción entre regiones incluidas en el objetivo de
convergencia y regiones no incluidas en él?
Respuesta.- No debe haber diferencias entre la flota costera y la flota de altura porque prácticamente todas
son pequeñas y medianas empresas (Pymes). Todas compiten en los mismos mercados y todas sufren la
competencia de los países terceros. Por tanto, todas, sean costeras o de altura, tienen los mismos problemas,
tanto en los recursos pesqueros como en los mercados. Creemos que el FEP debe seguir apoyando la cohesión social y que su distribución debe seguir teniendo en cuenta el tipo de regiones.
Pregunta.- La ayuda indirecta, tales como los servicios relacionados con la gestión de la pesca (acceso, investigación, control) ¿debe seguir prestándose de manera gratuita a la totalidad del sector?
Respuesta.- No es coherente decir que el sector tiene una baja rentabilidad y pedir al mismo tiempo que se
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
aumenten los gastos de las empresas. Hay que insistir en que el 98% de las empresas son Pymes y todas
tienen problemas financieros.
Lo que sí habría que hacer como política de ahorro de las ayudas públicas es incentivar la colaboración del
sector en tareas relacionadas con la gestión, investigación y el control. Es evidente que la colaboración del
sector abarataría los costes de estos servicios.
Pregunta.- ¿Deben suprimirse progresivamente las ayudas permanentes a la pesca y mantener, con carácter temporal, únicamente aquellas destinadas a mitigar las repercusiones sociales de la reestructuración
del sector?
Respuesta.- Mientras los objetivos de los tratados comunitarios referidos al sector primario (PAC y PPC) no se
modifiquen, las ayudas deben continuar para que los productores puedan tener una rentabilidad suficiente y
conseguir una sostenibilidad a largo plazo del recurso.
3.15. Dimensión exterior (punto 5.8 del Libro Verde)
El sector quiere recordar que la UE es uno de los principales mercados del mundo en consumo de pescado y
tiene también una de las principales flotas del mundo. Sin embargo, constatamos que, pese a nuestra relevancia a nivel mundial, el Libro Verde hace una autocrítica al referirse a la cada vez menor capacidad de influencia
de la UE en el plano exterior, cuando señala que “muchos socios internacionales, incluso sin poseer intereses
pesqueros, han demostrado su capacidad para influir en la gobernanza de la pesca a nivel mundial y ejercer
asimismo una presencia activa en los foros internacionales”.
Creemos que la UE no puede arrojar la toalla y ver que sus socios dominan el escenario internacional. Probablemente se trate de un problema de escasez de recursos humanos28 y, por ello, su prioridad debería ser dotarse
de mayor número de funcionarios dedicados a la acción exterior.
El sector tiene la experiencia y conoce numerosos ejemplos de que allí donde se ha instalado una sociedad
mixta se ha creado empleo, en tierra y a bordo de los barcos, y se ha reducido la pobreza y la emigración en
esas zonas costeras. Estos ejemplos deberían servir para reflexionar sobre qué Acuerdos de Pesca queremos
en la nueva PPC.
Rechazamos que se abandone la política de acuerdos pesqueros, porque el sector de aguas no comunitarias
tendría muchos problemas para mantenerse vivo. Ello daría lugar a que los países terceros acaparasen definitivamente el mercado comunitario con productos de dudosa calidad y capturados por flotas mucho menos
respetuosas con el medio marino que la flota comunitaria de aguas exteriores.
Los acuerdos pesqueros deben conservar su carácter comercial, pero deben ir dirigidos hacia el objetivo de
luchar contra la pobreza y el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Para ello, la Comisión debe coordinar adecuadamente las direcciones que se ocupan de la Cooperación y Desarrollo y de la Pesca, con el fin de
encontrar la sinergia necesaria que facilite el logro de estos objetivos.
También se deberían celebrar Acuerdos de Pesca sin tener necesariamente que obtener posibilidades de pesca
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28Si vemos el programa de trabajo de la DG-Mare para el año 2009 y parte el 2010, podemos comprobar que el 42% de las tareas (propuestas) se relacionan con la acción
exterior, pero solamente el 10% aproximado del total de funcionarios de la DG-Mare (unos 20 del total de 180 funcionarios) se dedican a la acción exterior.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
del país tercero. Estos acuerdos garantizarían las inversiones comunitarias en dichos países y estarían dirigidos
a potenciar la pesca y sus infraestructuras en dichos países. Es decir, contribuirían al objetivo de exclusión de
la pobreza.
La ayuda financiera de la UE debería tener los controles necesarios para comprobar si el destino de las ayudas
es el que figura en el Acuerdo o no. Hay que tener garantías de que la ayuda sirva para fijar población y reducir
la pobreza en esos países.
Respecto a los Acuerdos de Pesca con países desarrollados, el fin debe ser el comercial, tratando de equilibrar
las posiciones de ambas partes en cuanto al contenido de los mismos.
En cuanto a las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROPs), la UE tiene que tener por objetivo
liderarlas, sobre todo si la flota comunitaria es mayoritaria dentro de las mismas.
Tanto en los Acuerdos como en la política que se lleva a cabo en cada OROP, el sector, los científicos, las administraciones y la Comisión deberían planificar la estrategia a seguir, de manera coordinada y conjunta, para que
se puedan defender mejor los intereses de las flotas comunitarias. La creación de comités mixtos para estos
cometidos podría ser útil para alcanzar los objetivos deseados.
Pregunta del Libro Verde.- El objetivo esencial de la PPC es fomentar la pesca responsable y sostenible. ¿Hay
alguna razón que justifique que la dimensión exterior de la PPC se guíe por unos objetivos diferentes?
Respuesta.- Hay que recordar que la actual PPC define como principales objetivos la explotación sostenible que
facilite unas “condiciones económicas, medioambientales y sociales sostenibles”29. Para las flotas comunitarias
de aguas exteriores, los objetivos deben ser los mismos. Para los países en desarrollo, la exclusión de la pobreza
junto a una pesca responsable deberían ser los objetivos a perseguir.
Pregunta.- ¿De qué manera puede la UE reforzar su papel en la escena internacional para poder fomentar
una mejor gobernanza mundial del mar y, en particular, de la pesca?
Respuesta.- Primero reforzando el número de funcionarios dedicados a la acción exterior. En segundo lugar,
estableciendo los comités mixtos de coordinación anteriormente citados, para planificar las estrategias a
seguir en cada Acuerdo y en cada OROP.
Pregunta.- ¿Cómo puede la UE cooperar con sus socios para aumentar la eficacia de las OROPs?
Respuesta.- Con más medios humanos.
Pregunta.- A diferencia del principio de libre acceso a las aguas internacionales vigente en la actualidad, ¿deberían los pescadores pagar por el derecho a pescar en alta mar bajo la gobernanza de las OROPs?
Respuesta.- El sector no es dueño del recurso vivo en alta mar y por ello tampoco es el gestor que toma la
decisión final. Son las partes contratantes las que financian las OROPs y por ello son ellas las que gestionan
los recursos. Por tanto, no es sostenible que los pescadores tengan que pagar por los derechos a pescar en
alta mar.
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29Punto 1 del artículo 2 del Reglamento 2371/2002 (D.O. 31/12/02).
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Pregunta.- ¿Cómo pueden perseguirse, en el marco de los futuros acuerdos de pesca internacionales,
objetivos tales como el fomento de la inversión (creación de empresas mixtas, transferencia de tecnologías y conocimientos especializados; inversiones y gestión de la capacidad para el sector pesquero...),
la creación de puestos de trabajo (en los buques, en los puertos y en la industria de transformación) o el
fomento de la buena gobernanza marítima?
Respuesta.- En los Acuerdos de Pesca tienen que tener cabida las sociedades mixtas como vehículo principal
para la inversión en países que necesiten transferencia de tecnología, conocimientos especializados, infraestructuras, creación de puestos de trabajo, etc.
También hay que insistir en que los Acuerdos de Pesca deberían firmarse sin que haya a cambio posibilidades de pesca. Un acuerdo de pesca que permita financiar las infraestructuras del sector pesquero local
facilitaría la continuidad de las empresas pesqueras existentes en esos países y con ello se garantizaría la
continuidad de las inversiones y empleo.
Pregunta.- ¿Constituyen los Acuerdos de Asociación Pesquera (AAP) el mejor instrumento para lograr la sostenibilidad fuera de las aguas de la UE o deberían ser sustituidos por otras formas de cooperación? ¿Debería
explotarse la perspectiva regional para sustituir o complementar la perspectiva bilateral optimizada?
Respuesta.- La perspectiva regional parece difícil de alcanzar si hay que poner de acuerdo a un conjunto de
países que compiten entre sí. Creemos que las negociaciones serían mucho más complicadas.
En cuanto a los AAP, deberían negociarse en base a las estrategias que se definen en los comités mixtos
formados por los científicos, administraciones, Comisión y sector.
Pregunta.- ¿Cómo se podría dotar de mayor transparencia y eficiencia a la investigación científica para evaluar la sostenibilidad de las poblaciones de pesces y el contorl de la actividad pesquera?
Respuesta.- La transparencia se alcanza con la apertura de los organismos de investigación. La mejor herramienta es la creación de comités mixtos formados por los científicos, administraciones, Comisión y sector.
Pregunta.- ¿De qué manera se pueden mejorar la cooperación y el cumplimiento de las nuevas normas en
los países en desarrollo?
Respuesta.- La diplomacia debe jugar un papel importante para alcanzar una mejor cooperación. También el
sector puede jugar un papel de intermediador y conocedor de los temas pesqueros entre el país y la Comisión a la hora de establecer normas que después puedan cumplirse en la práctica.
Pregunta.- ¿Deberían los agentes económicos de la UE sufragar todos los gastos de sus actividades pesqueras en aguas de terceros países o debería seguir a cargo del presupuesto comunitario una parte de tales
gastos?
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Respuesta.- No es coherente el que el sector pague la totalidad de los gastos cuando se financia, aparte de
poder pescar, el desarrollo de inversiones e infraestructuras que permitan la exclusión de la pobreza. El esfuerzo financiero, como en cualquier otro sector, debe ser compartido.
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Observaciones al Libro Verde sobre la reforma de la Política Pesquera Común
Pregunta.- ¿Cómo se puede contribuir a aumentar la capacidad de gestión de la pesca de los países en vías
de desarrollo, a través, por ejemplo, de ayuda individualizada?
Respuesta.- La formación debe jugar un papel fundamental para que los países en desarrollo dispongan de
funcionarios que sepan gestionar bien sus recursos.
Pregunta.- La integración de los intereses europeos y de las flotas pesqueras europeas en terceros países
¿debería constituir un objetivo de especial interés de la dimensión exterior de la PPC, con vistas, en particular, a impulsar el desarrollo de los países socios de que se trate?
Respuesta.- Pensamos que la integración no sólo es buena para los terceros países, sino también para las
regiones de la UE dependientes de la pesca. El caso de las sociedades mixtas es el mejor ejemplo. Su integración en el tejido social y económico en las zonas costeras de los países en los que se han ubicado constituye
una fuente de riqueza y empleo para esas zonas. Al mismo tiempo, estas empresas siguen conservando lazos
sociales y económicos con las empresas comunitarias instaladas en las regiones europeas.
Por ello, las sociedades mixtas deberían constituir uno de los objetivos prioritarios de la dimensión exterior
de la PPC, como herramienta eficaz para alcanzar la exclusión de la pobreza.
Pregunta.- ¿Cómo pueden reforzarse las sinergias entre las diferentes formas de ayuda y los diferentes socios del sector pesquero y las estrategias de desarrollo de los países ribereños?
Respuesta.- Hay que insistir en la coordinación entre la DG de Cooperación y Desarrollo y la DG Mare para
cuestiones pesqueras. Es la mejor forma de producir sinergias entre el sector y los objetivos de crear riqueza
y empleo en los países costeros en desarrollo.
Pregunta.- ¿Debería incluirse la acuicultura en los acuerdos de asociación futuros?
Respuesta.- La acuicultura debe ser un complemento al sector extractivo y como tal debería contemplarse.
Pregunta.- ¿Cómo podría impulsarse el potencial de la pesca artesanal en los terceros países dados los beneficios sociales, ecológicos y de sostenibilidad que aporta?
Respuesta.- Primero habría que estudiar detenidamente si la pesca artesanal costera de cada país con los
que la UE tiene o va a tener Acuerdos de Pesca es una pesca sostenible o no. No se puede dar por hecho que
sea sostenible por tratarse de pesca artesanal. Después, la formación y el impulso para crear o ayudar a las
empresas pesqueras en estos países son la mejor vía para que los sectores de pesca artesanal puedan tener
un desarrollo sostenible desde el punto de vista ecológico, social y económico.
3.16. Acuicultura (punto 5.9 del Libro Verde)
Pregunta del Libro Verde.- ¿Qué papel debe desempeñar la acuicultura en la futura PPC? ¿Debe integrase
como pilar fundamental de esta política, con objetivos e instrumentos específicos o deben encargarse los
Estados miembros de su desarrollo sobre una base nacional? ¿Qué instrumentos se necesitan para integrar
la acuicultura en la PPC?
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Respuesta.- El sector extractivo considera que la acuicultura comunitaria debe servir como complemento y
nunca como sustituto de la pesca extractiva, ya que las diferencias son notables entre uno y otro método de
producción.
DEFINICIÓN DE LAS
SIGLAS UTILIZADAS
EN ESTE INFORME
AAP: Acuerdos de Asociación Pesquera.
CCPA: Comité Consultivo de Pesca y Acuicultura.
CCRs: Consejos Consultivos Regionales.
CIEM: Consejo Internacional para la Exploración del Mar.
FEP: Fondo Europeo de Pesca.
IWC: Comisión Internacional para la Conservación de las Ballenas.
MP: Management Procedure (Procedimiento de gestión).
MSE: Management Strategy Evaluation (Evaluación Estratégica de Gestión).
ONGs: Organizaciones No Gubernamentales.
OPs: Organizaciones de Productores.
OROPs: Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera.
PAC: Política Agrícola Común.
PMI: Política Marítima Integrada.
PPC: Política Pesquera Común.
RMS: Rendimiento Máximo Sostenible.
TAC: Total Admisible de Capturas.
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UE: Unión Europea.
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