10 181 Un Estudio Teórico del Potencial de Internet como Canal de Compra Arce-Urriza, M., Cebollada, J. (2010). “Un Estudio Teórico del Potencial de Internet como Canal de Compra”, EsicMarket, Vol. 135, pp. 181-214. Resumen El uso de Internet como canal de compra es cada vez más importante dentro del mundo de los negocios. Las empresas están incorporando el canal online a su conjunto de canales físicos tradicionales para alcanzar nuevos clientes y mejorar los servicios ofrecidos a sus clientes actuales. Los consumidores están descubriendo las posibilidades de Internet y están comenzando a comprar fuera del mundo físico. Desde un punto de vista teórico, este trabajo realiza una revisión crítica de Internet como canal de compra comparando sus características y potencial para comercializar productos con las de tiendas tradicionales. Esto permite determinar las características específicas del canal online y cómo éstas afectan a quienes compran online y su comportamiento. El perfil del comprador típico del canal online se analiza en relación a las características demográficas, rasgos de personalidad y la experiencia y actitud del individuo hacia Internet. Además, el trabajo incluye una aplicación empírica para una cadena de supermercados española que sustenta algunos de los argumentos teóricos analizados. Palabras clave: Canal de compra online, ventajas de la compra online, viabilidad de un producto de ser comercializado online, características del comprador online. Códigos JEL: M15 (IT Management), M31 (Marketing). Marta Arce-Urriza [email protected] Javier Cebollada [email protected] Campus de Arrosadia. Pamplona enero · abril 2010 · esic market [181] 182 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Introducción El objetivo de este artículo es realizar una revisión crítica de las capacidades del canal online (Internet) para comercializar productos y de su importancia actual y futura en el mundo de los negocios. Este objetivo se lleva a cabo mediante la comparación de las características específicas del canal online con las del canal offline (también denominado habitualmente como tradicional, convencional, físico o dentro-de-tienda), lo que consecuentemente muestra sus ventajas y desventajas como medio de compra, así como sus posibilidades para comercializar determinados tipos de productos. Esto ayudará a comprender mejor el perfil del comprador online y la cada vez mayor proporción de compras de ciertos productos en este canal. Como soporte empírico a este razonamiento teórico se presenta una aplicación a una cadena de supermercados española. En menos de una década, Internet ha visto incrementar su rol dentro de los negocios dados sus beneficios tanto para los consumidores como para las empresas. Por un lado, el canal online permite a los consumidores comprar desde cualquier lugar y en cualquier momento (Kalakota y Whinston, 1997). Por otro lado, Internet permite a las empresas actualizar fácilmente la información acerca de sus productos y personalizar sus estrategias de marketing para cada consumidor. Estos beneficios han incentivado a ambos agentes a participar e interaccionar en el mercado online. En marzo de 2007, Internet contenía alrededor de 86 millones de dominios activos, siendo el más importante el correspondiente a los .com (74.32%) (www.domaintools.com 2007). Al mismo momento, 1114 millones de personas eran usuarias de Internet, lo que supone una tasa de crecimiento del 208.7% entre 2000 y 2007 (www.internetworldstats.com 2007). Más importante aún, las cifras demuestran una importancia creciente de Internet en los negocios. En EEUU, las ventas online supusieron un 0.9% de las ventas totales en 2000, un 2.0% en 2004 y un 2.3% en 2005 (US Department of Commerce News 2002, 2006). El artículo está organizado de la siguiente manera: En primer lugar se examinan las características de Internet como canal de compra y se identifican sus ventajas y desventajas en comparación con el canal físico tradicional. En segundo lugar se determina la viabilidad de comercializar dife- [182] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 183 rentes tipos de productos en Internet atendiendo a las características particulares de los mismos. En tercer lugar, se esbozan las características de los compradores online. Después, se presenta una aplicación empírica para una cadena de supermercados española que proporciona un soporte empírico para los análisis teóricos presentados previamente. Finalmente, se concluye con un sumario del trabajo y algunos comentarios. Características de los canales online y físico “Un canal de marketing es un conjunto de organizaciones independientes comprometidas en el proceso de poner a disposición de los consumidores un producto o servicio para su consumo o uso” (Stern y El-Ansary, 1996). Para alcanzar este objetivo, un canal de marketing desarrolla tres funciones diferentes: operar como canal de comunicación, como canal transaccional y como canal de distribución (Peterson et al., 1997; Kiang et al., 2000). En este sentido, tanto el canal online como el canal físico permiten el intercambio de información, las actividades comerciales y el intercambio físico de productos/servicios – esto último limitado en el caso del canal online (Kiang et al., 2000). Sin embargo, cada canal tiene características únicas que le hacen satisfacer estas funciones de una manera diferente. La literatura existente en el área de marketing ha documentado estas características y, por tanto, las ventajas y desventajas de las tiendas online frente a las tiendas físicas. Por ejemplo, las tiendas online ofrecen a los consumidores la conveniencia de estar accesibles en cualquier momento y desde cualquier lugar, mientras que las tiendas físicas ofrecen una comunicación frente-a-frente (Grewal et al., 2004). En el presente artículo se caracteriza cada canal siguiendo los trabajos de Hoffman y Novak (1996), Alba et al. (1997), Peterson et al. (1997), Otto y Chung (2000), Kiang et al. (2000), Krishnamurthy (2003), Román (2005), Martín y Quero (2004), Grewal et al. (2004), Lozano y Fuentes (2005), Cristóbal (2006), Flavián y Guinalíu (2007), Ruiz y Sanz (2007) y Pérez (2007). En concreto, se presentan las ventajas y desventajas de cada canal de compra en relación al otro, clasificadas en las tres funciones anteriormente señaladas. Se adopta la perspectiva de los consumidores. enero · abril 2010 · esic market [183] 184 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra El canal online: Por definición, Internet fue diseñado para distribuir información de forma eficiente y para fomentar la conectividad (Peterson et al., 1997). De ahí que no resulte sorprendente que la mayoría de sus ventajas más notables procedan de la función de comunicación. Como canal de comunicación: • Para acceder, buscar, organizar y comunicar información [escrita y visual (ej. imágenes)] (Peterson et al., 1997; Alba et al., 1997; Kiang et al., 2000; Otto y Chung, 2000; Krishnamurthy, 2003; Grewal et al., 2004). El canal online permite un intercambio más efectivo y eficiente de información. Internet posee la habilidad de almacenar grandes cantidades de información. Al mismo tiempo, proporciona unas herramientas de búsqueda muy útiles que permiten a los consumidores examinar el surtido completo de un vendedor con un esfuerzo, nivel de inconveniencia e inversión de tiempo mínimos. Además, los consumidores pueden comprobar la disponibilidad de un producto y comparar sus características y precio entre distintos vendedores de una manera eficiente. Se trata, además, de una comunicación sin fronteras geográficas. En todo caso, ha de tenerse en cuenta que, si bien el canal online ofrece esta ventaja, ésta sólo será factible si se garantiza un buen diseño de la tienda online en relación a su diseño gráfico (ej. que se pueda usar cómodamente por personas discapacitadas), su usabilidad (ej. uso de lenguaje sencillo) y accesibilidad (ej. para consumidores con cualquier tipo de velocidad de conexión a Internet) (Cristóbal, 2006). • Interactividad y la habilidad de proveer información de forma inmediata (Hoffman y Novak, 1996; Peterson et al., 1997; Alba et al., 1997; Kiang et al., 2000). Internet posibilita una comunicación bidireccional entre vendedores y consumidores, en el sentido de que ambos pueden informar sobre los productos online. Los vendedores pueden informar sobre las características de sus productos y servicios. Análogamente, los consumidores pueden evaluar estos productos y servicios online, informando a los vendedores sobre su nivel de satisfacción. Al mismo tiempo, pueden proporcionar información sobre dichos productos y servi- [184] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 185 cios a otros consumidores que no hayan tenido experiencia con ellos. Finalmente, Internet permite una comunicación inmediata de los compradores con los vendedores, a quienes pueden preguntar en cualquier momento y desde cualquier lugar. • Facilita la relación con los clientes. Las empresas actuales no buscan sólo la consecución de la venta, sino también la satisfacción de las necesidades de los clientes, y el establecimiento de una relación mutuamente satisfactoria (Román, 2005). Para las empresas, mantener una buena relación con los clientes que son rentables es muy importante porque esto garantiza su futuro. El canal online, bajo la perspectiva de la página Web, se manifiesta como una buena herramienta relacional (Martín y Quero, 2004). Como canal transaccional: • Los vendedores pueden alcanzar a un mayor número de consumidores, dado que no existe ninguna limitación geográfica (Kiang et al., 2000; Otto y Chung, 2000). Los vendedores online pueden ofrecer sus productos a cualquier consumidor que tenga un acceso a Internet. Por ejemplo, un consumidor podría obtener la edición americana de un libro simplemente ordenando su compra desde Europa en una librería americana. • Conveniencia (Otto y Chung, 2000; Krishnamurthy, 2003; Grewal et al., 2004). Los canales online están abiertos 24 horas al día, 7 días a la semana y no requieren que los consumidores se desplacen para realizar las transacciones. Los consumidores más ocupados o simplemente aquéllos que no disfrutan comprando valorarán positivamente la conveniencia de comprar online. No se tienen que vestir, preocuparse por el tráfico, buscar una plaza de aparcamiento, cruzarse con una multitud de gente o sentir que han perdido el tiempo si el artículo que buscaban no está disponible en la tienda. Ruiz y Sanz (2007) reconocen la conveniencia como uno de los factores más importantes para la compra a través de un medio directo, como es el canal online, pero, curiosamente, en su aplicación empírica observan que éste no es uno de los motivos fundamentales para este tipo de enero · abril 2010 · esic market [185] 186 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra compra. Esto puede deberse a que el objeto del estudio fue la compra a través de televisión y no a través de Internet, que obviamente es un tipo de compra mucho más conveniente que la anterior. • Reduce la complejidad de las transacciones, el papeleo y los costes de transacción (Kiang et al., 2000). Un buen ejemplo de esta ventaja para el canal online es la reserva de vuelos. Internet ha permitido a los consumidores reservar sus vuelos directamente con las aerolíneas, evitando el coste adicional de gestión aplicado por las agencias de viaje. • Experiencia individualizada (Otto y Chung, 2000; Kiang et al., 2000). Internet permite a los vendedores online coleccionar una gran cantidad de información acerca de los consumidores como su nombre, dirección, etc., así como sus patrones de compra. De ahí que los vendedores online puedan ofrecer una experiencia de compra más personalizada, con promociones y técnicas de venta específicas. Como canal de distribución: • Un inventario más amplio (Otto y Chung, 2000). Los vendedores online pueden ofrecer un inventario de productos más amplio porque no están restringidos por el tamaño de la tienda. Incluso, pueden ofrecer productos a nichos de mercado que en una tienda física generarían pérdidas. De esta forma, se pueden satisfacer las necesidades de esos consumidores que no encuentran lo que buscan en el canal físico. • Permite una distribución inmediata para determinados productos como software, música o libros en formato electrónico (Peterson et al., 1997; Kiang et al., 2000). Estos productos pueden enviarse directamente al ordenador del cliente con un coste muy bajo y un tiempo muy reducido. • Como se puede observar, el canal online presenta importantes novedades y ventajas frente al canal offline. En cualquier caso, un detallista online ha de tener en cuenta que este canal es todavía relativamente nuevo para los consumidores y que, por lo tanto, si pretenden captar clientela y lograr su fidelidad deberán primero darse a conocerse bien (familiaridad) y ofrecer un alto grado de seguridad, calidad en los productos, etc. (reputación) (Flavián y Guinalíu, 2007). Asimismo han de tener en cuenta que, como reconocen Lozano y Fuentes (2005), los [186] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 187 compradores online prefieren empresas con renombre para sus transacciones comerciales en Internet. El canal offline: Como canal de comunicación: • Permite una inspección y experiencia real con los productos (Otto y Chung, 2000; Krishnamurthy, 2003; Grewal et al., 2004). En una compra física, los consumidores pueden oler, tocar y ver las características reales de la mercancía. Esto es de crucial relevancia para determinados tipos de productos. A pesar de permitir ciertas experiencias multimedia, el canal online sigue siendo deficiente a la hora de ofrecer una experiencia real para muchos productos como alimentos frescos, juguetes, ropa y muebles. En estos casos, el canal físico permite conocer cómo es el producto de una manera rápida y sencilla. • Permite una comunicación frente-a-frente e interaccionar socialmente con la familia y amigos (Otto y Chung, 2000; Grewal et al., 2004). Para algunos consumidores, la interacción personal con los dependientes en el canal físico es más atractiva que una interacción con un servidor Web en el canal online. En una interacción frente-a-frente, los consumidores pueden apreciar los cambios en el tono de la voz y el lenguaje corporal del personal de ventas. Por otro lado, algunas personas disfrutan cuando compran con familiares y amigos, considerando que existe una falta de contacto social en una compra online. Como canal transaccional: • Los consumidores perciben una mayor seguridad en las transacciones tanto en relación a los pagos (Otto y Chung, 2000; Grewal, 2004) como a la calidad de los productos adquiridos (Hanson, 2000). Por un lado, los consumidores se muestran menos preocupados por la privacidad y seguridad en el canal físico que en Internet. De hecho, el fraude bancario es una de las principales preocupaciones en la compra online. Según Swinyard y Smith (2003), al 70% de los no-compradores online (usuarios de Internet que no compran online) y al 33% de los compradores online les disgusta tener que dar el número de su tarjeta de crédito online. Por otro lado, los consumidores disponen de un mayor enero · abril 2010 · esic market [187] 188 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra número de indicadores/pistas sobre la calidad del producto que están comprando offline que online. • Una tienda física suele aceptar opciones de pago más amplias (Otto y Chung, 2000). Además del pago con tarjeta y cheque, una tienda física acepta el pago en metálico. Como canal de distribución: • Inmediatez y gratificación instantánea (Otto y Chung, 2000; Krishnamurthy, 2003; Grewal et al., 2004). Cuando un consumidor compra un producto en el canal físico, normalmente puede llevárselo a casa inmediatamente. Esto significa que una compra física proporciona una gratificación instantánea a los consumidores. Por el contrario, cuando un consumidor compra un producto en el canal online, el consumidor tiene que esperar un tiempo para disponer del producto porque su envío no es instantáneo. La única excepción serían los productos descargables a través de Internet. • Normalmente no existen costes de envío ni de embalaje (Otto y Chung, 2000; Grewal et al., 2004). Cuando se compra en el canal físico, los consumidores no suelen incurrir en costes adicionales de envío. Sin embargo, cuando se compra online, el precio de compra se ve incrementado con los costes de embalaje y envío. La Tabla 1 resume las ventajas del canal online (frente al físico) y las ventajas del canal físico (frente al online) que se han comentado en esta sección. Idoneidad de Internet para comercializar productos Una de las ventajas más importantes de Internet es su habilidad de almacenar grandes cantidades de información; sin embargo, sólo es capaz de comunicar información escrita y ciertos tipos de información visual como dibujos e imágenes. Para algunos productos estandarizados, como libros y CDs, la comercialización online parece viable, dado que prácticamente no existiría incertidumbre acerca del producto (Grewal et al., 2004). Sin embargo, la idoneidad del canal online es cuestionable para artículos como [188] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra una toalla, donde la experiencia directa con el producto antes de la compra es importante. Como no todas las piezas de información que serían relevantes para la elección pueden estar disponibles en Internet (no se pueden sentir, tocar, saborear o ver los productos físicamente online), los vendedores deben tener presente que ciertos productos presentan características que hacen su venta en este canal menos viable (Peterson et al., 1997)1. Diversos estudios han considerado la idoneidad de Internet para comercializar productos, proponiendo diferentes clasificaciones de bienes. A continuación hacemos una revisión de estas clasificaciones, siguiendo y completando el trabajo realizado por McCabe (2001). 10 189 (1) Un aspecto adicional que ha de tenerse en cuenta es que la búsqueda externa de información es mayor para bienes que para servicios (Pérez, 2007). Bienes de Búsqueda, Experiencia y Crédito Una de las clasificaciones más importantes es la que distingue entre bienes de búsqueda, experiencia y crédito (Nelson, 1970; 1974; Darby y Karni, 1973). Nelson (1970, 1974) clasificó los atributos de los productos entre búsqueda y experiencia, y a partir de ellos definió asimismo el concepto de bienes de búsqueda y experiencia. Los atributos de búsqueda son aquéllos que se pueden verificar en el proceso de búsqueda previo a la compra. Algunos ejemplos son el color de un vestido o el número de calorías por ración. Los atributos de experiencia son aquéllos que se pueden verificar sólo después de la compra, porque para percibirlos es necesaria la experiencia con los mismos. Esta definición de atributos o bienes de experiencia fue ampliada posteriormente por Wright y Lynch (1995), incluyendo “después del uso” en lugar de “después de la compra”, dado que la experiencia con el producto puede ocurrir sin una compra, como cuando los consumidores reciben una muestra gratuita. Un atributo de experiencia sería, por ejemplo, el sabor de una lata de atún o el crujiente de una chocolatina. Darby y Karni (1973) incorporaron un tercer tipo de propiedades: los atributos de crédito. Los atributos de crédito no se pueden verificar ni siquiera después de una compra o de un uso repetido. Un ejemplo de este tipo de atributo es la calidad de una reparación. Finalmente, de acuerdo a sus atributos, los productos pueden ser clasificados como bienes de búsqueda, experiencia o crédito. Alba et al. (1997) analizaron si la tricotomía entre bienes de búsqueda/experiencia/crédito podría definir la viabilidad enero · abril 2010 · esic market [189] 190 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra de vender un producto en Internet. Según estos autores, una conclusión “tentadora” e inmediata es considerar que los bienes de búsqueda y crédito son más factibles de vender online, frente a los bienes de experiencia cuya venta es más factible en el canal físico. Sin embargo, estos autores señalan que en el caso de los bienes de experiencia, las marcas pueden servir como indicadores de calidad. Así, consideran que después de una compra o uso la marca puede ser utilizada como un atributo de búsqueda que garantiza la calidad de los productos de experiencia en el canal online y, por lo tanto, cuestionan la conclusión anterior. Bienes Digitales y No-digitales Otra clasificación de productos es la que diferencia entre atributos (bienes) digitales y no-digitales (Lal y Sarvary, 1999). Esta clasificación está relacionada con la de Nelson (1970, 1974) pero difiere en dos aspectos importantes. Primero, la definición de Lal y Sarvary (1999) reconoce que la mayoría de los productos se localizan dentro de un continuo entre bienes digitales y no digitales, aceptando que un producto puede presentar ambos tipos de atributos. Segundo, consideran que los consumidores no tienen que comprar un bien para descubrir sus atributos no-digitales, simplemente necesitan inspeccionarlo físicamente. Centrándose en el contexto de Internet, los atributos digitales y no digitales se definen analizando cómo se puede adquirir información sobre ellos. Los atributos digitales son aquéllos que pueden ser comunicados online a un coste bajo, como descripciones, mientras que los atributos no-digitales son aquéllos que sólo pueden ser evaluados a través de una inspección física del producto, como la textura de un tejido. Ciertos autores también se refieren a estos atributos como informacionales y no-informacionales (Shapiro y Varian, 1998). Coste y frecuencia de compra, Valor y Grado de Diferenciación Peterson et al. (1997) admiten la utilidad de la clasificación de Nelson (1970, 1974) para evaluar la comercialización de los productos online pero proponen una nueva clasificación que consideran más idónea. Esta clasificación se sustenta en tres dimensiones continuas: coste y frecuencia de compra, valor, y grado de diferenciación. La primera dimensión considera [190] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 191 que los productos varían entre bienes de coste bajo y compra frecuente, y bienes de coste alto y compra infrecuente. Estos autores consideran que la venta en Internet de productos que requieren un envío físico será poco factible si su coste es pequeño y su compra frecuente (como consecuencia de los costes incurridos en su envío). La segunda dimensión considera que los productos varían de acuerdo a su valor, si son tangibles y físicos o intangibles e informacionales. Internet sería un buen canal de comercialización de productos intangibles e informacionales, dada su ventaja como canal de distribución para este tipo de productos. La tercera dimensión refleja el grado de diferenciación de un producto. Cuando un producto es capaz de emitir una señal de un alto grado de diferenciación, Internet parece ser un buen canal para transmitir esa diferenciación. Bienes Sensoriales y No-sensoriales Otras investigaciones han clasificado los atributos como sensoriales o nosensoriales (Degeratu et al., 2000), pudiéndose por tanto designar los bienes como sensoriales o no-sensoriales. Asumiendo que la información sobre atributos de experiencia y de crédito deben ser inferidos por los consumidores (ej. a partir de sus recuerdos) tanto en el canal online como en el físico, Degeratu et al. (2000) centran su atención en el rol de los atributos de búsqueda en estos dos canales. Dentro de los atributos de búsqueda, distinguen entre la marca, el precio, los atributos sensoriales y los no-sensoriales. Los atributos sensoriales se definen como aquéllos que se pueden percibir directamente por nuestros sentidos, particularmente el tacto y el olfato. Por ejemplo, el aroma de un detergente lo sería porque se puede percibir antes de la compra en el canal físico (los detergentes no suelen estar sellados). Hay que tener en cuenta que el aroma de un detergente es imposible de percibir online. En otros casos, como el papel higiénico estampado (otro atributo sensorial), el diseño exacto del papel sería, simplemente, más difícil de ver online que offline. Por otro lado, los atributos no-sensoriales se definen como aquéllos que pueden ser transformados fácilmente en información escrita (esto es, en palabras), como el contenido en grasa de una margarina, que es un dato que se puede transmitir sin dificultad online. Dadas estas definiciones, el canal online parece ofrecer una cantidad de información enero · abril 2010 · esic market [191] 192 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra relevante para la elección del consumidor para productos sensoriales menor que el canal físico. Por el contrario, para productos no-sensoriales, Internet parece ofrecer un nivel similar de información. Más aún, Degeratu et al. (2000) llegan a considerar que para estos productos el canal online puede ofrecer incluso más información total que el canal físico. Bienes Commodity (Indiferenciados), Casi-commodity, Ver-y-Sentir y Ver-y-Sentir con calidad heterogénea Las consideraciones anteriores sostienen ya la idea de que en Internet no todos los productos son iguales (De Figueiredo, 2000). No hay duda de que cuanto menor es la presencia de información relevante para la elección en un canal de compra tanto más difícil es verificar la calidad de un producto. Centrándose en la capacidad de los consumidores para percibir la calidad de los productos online, De Figueiredo (2000) señala que los productos pueden variar en un continuo entre bienes commodity y bienes cuya calidad difiere consumidor a consumidor y producto a producto, lo que él denomina como bienes sentir-y-ver con calidad heterogénea. Considerando esto, se centra en cuatro puntos concretos de este continuo: los dos extremos y dos puntos adicionales, los bienes casi-commodity y los bienes sentir-y-ver. Para los productos commodity, como un barril de crudo, su mera especificación (un barril de crudo de Texas) en Internet ofrece una información completa acerca del producto y su calidad. Los libros, vídeos o CDs pertenecen a otro tipo de productos, los casi-commodity. Aunque son productos diferenciados (un ensayo inglés no es una novela romántica), una vez que un libro es escogido, por ejemplo la 5ª edición de Análisis Econométrico, es idéntico sea cual sea el vendedor, como pasa con los productos commodity. Ésta debe de ser una de las razones clave por las que los productos casi-commodity experimentan elevadas ventas online. Por otro lado, los productos sentir-y-ver requieren que los consumidores los toquen, sientan, prueben o vean. Ejemplos de estos productos son los cosméticos y los trajes. Casi nadie compraría un traje sin habérselo probado antes. La calidad de los productos sentir-y-ver es difícil de comunicar online, sobre todo si se trata de productos sin una marca conocida. Finalmente, De Figueiredo (2000) propone la clase de productos sentir-y-ver con [192] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 193 calidad heterogénea. Dada la incapacidad de los fabricantes de garantizar una calidad consistente y homogénea para estos productos, los consumidores prefieren verlos, tocarlos y sentirlos antes de su compra incluso si conocen el producto y reconocen su marca (ej. plátano marca Chiquita). Bienes Geométricos y Materiales Desde la psicología, y analizando los mecanismos de percepción que los consumidores emplean para percibir las características de los productos, Klatzky et al. (1993) clasifican los bienes como geométricos o materiales. Un bien geométrico es un producto cuyos atributos principales son el tamaño y/o la forma, como un refresco en lata. Un bien material es un producto cuyas propiedades fundamentales son la temperatura, el peso, y/o textura, como una prenda de vestir. Aunque los consumidores recopilan información acerca de los productos a través de múltiples sentidos, cada sentido provee de información óptima sobre propiedades concretas de los productos. De hecho, se considera que el sentido de la visión informa muy bien acerca de características geométricas, mientras que el tacto lo hace acerca de características materiales. Klatzky, et al. (1993) observan que, efectivamente, cuando los consumidores quieren informarse acerca de atributos geométricos, la visión juega el papel más relevante. Sin embargo, cuando quieren hacer lo propio con atributos materiales, confían más en el sentido del tacto. En las tiendas físicas, los consumidores pueden obtener información tanto del sentido de la vista como del tacto. Sin embargo, el canal online sólo permite obtener información visual. Así, los consumidores que compran productos materiales online deben confiar en el sentido de la visión aunque la información que obtengan pueda no ser suficiente. McCabe y Nowlis (2003) estudiaron cómo esto afectaba al comportamiento de compra de los consumidores, encontrando que éstos prefieren comprar los productos materiales en el canal físico. Sin embargo, no encontraron un canal preferido para la compra de productos geométricos. Bienes Visuales y Táctiles Fahy (2006) incluso utiliza los términos “visual” y “táctil” para referirse a una nueva clasificación de productos. En particular, Fahy (2006) considera enero · abril 2010 · esic market [193] 194 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra que la categoría tradicional de productos de búsqueda debería dividirse en dos nuevos subgrupos: bienes (de búsqueda) visual y bienes (de búsqueda) táctil. Las cualidades de los bienes visuales se pueden percibir mirando la imagen de un producto o leyendo su descripción, mientras que las cualidades de los bienes táctiles sólo se pueden juzgar en persona, como el ajuste de un par de pantalones. Fahy (2006) señaló que este último grupo es un subgrupo de los bienes de búsqueda porque estas características se pueden determinar de forma previa a la compra si los consumidores entran en contacto con el producto. Esta clasificación de bienes visuales/táctiles está muy relacionada con la propuesta por Degeratu et al. (2000). Sin embargo, difiere al considerar que los atributos visuales se pueden determinar no sólo mediante texto sino también mediante una imagen o dibujo. Bienes Utilitarios y Hedónicos Finalmente, otros trabajos han propuesto una clasificación de productos considerando que las actitudes de los consumidores hacia las compras pueden estar determinadas por motivaciones utilitarias o hedónicas (Batra y Ahtola, 1990; Dhar y Wertenbroch, 2000). Por ejemplo, un consumidor que esté eligiendo un dentífrico puede fijarse en sus cualidades utilitarias (ej. si previene las caries) así como sus cualidades hedónicas (ej. si es agradable su sabor) (Batra y Ahtola, 1990). De acuerdo a su naturaleza relativamente utilitaria o hedónica, los bienes pueden clasificarse como utilitarios o hedónicos. Los bienes utilitarios son aquéllos cuyo consumo o uso es principalmente instrumental o funcional, mientras que los bienes hedónicos son aquéllos que proveen de un consumo con experiencia (basado en atributos afectivos y sensoriales). De hecho, los aspectos hedónicos de un producto están frecuentemente relacionados con el sabor del producto, su sonido, aroma o textura. Sin embargo, a pesar de esta clasificación, lo que ha sido estudiado especialmente es la existencia de motivaciones hedónicas o utilitarias para la compra online (Childers et al., 2001). Childers et al. (2001) observan que Internet no sólo tiene importantes implicaciones en el comportamiento del consumidor en relación a sus aspectos utilitarios (ej. disponibilidad de información acerca de atributos digitales) sino también hedónicos (ej. la emergencia de Internet como medio de entretenimiento). [194] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 195 En particular, su trabajo indica que orientar Internet como un entorno hedónico sería especialmente interesante para productos con fuertes atributos hedónicos. Después de esta revisión de las ventajas y desventajas de Internet como canal de compra y el reconocimiento de que no todos los productos están igualmente adaptados para su comercialización online, nuestro siguiente paso consiste en esbozar las características de los consumidores que compran online y señalar el tipo de productos habitualmente comprados en este canal. El comprador online “Hoy, realizar una compra supone que el consumidor tiene que decidir qué necesita él o su familia, soportar el tráfico hasta la tienda, buscar aparcamiento, encontrar y seleccionar los artículos a comprar, llevarlos a la caja, esperar en la cola, pagar, meterlos en bolsas y llevarlos a casa” (Kalakota y Whinston, 1997). Seguramente, dicha compra supone un coste excesivo en tiempo y esfuerzo para una familia con ambos miembros trabajando fuera de casa. Por eso, es probable que los consumidores que disponen de poco tiempo libre encuentren la compra online muy conveniente. Por el contrario, es probable que los consumidores con mucho tiempo libre, como las personas mayores, encuentren la compra online poco útil y prefieran comprar en tiendas físicas. Diversos estudios han tratado de definir el perfil de los compradores online atendiendo a diversos criterios (Donthu y García, 1999; Kwak et al., 2002; Swinyard y Smith, 2003; Soopramanien y Robertson, 2007). En estos trabajos, las características de los compradores online se han determinado por comparación con las características de los buscadores online (aquéllos que buscan información online pero no compran online) y los no-usuarios de Internet (aquéllos que ni buscan información ni compran online). Algunos de ellos incluso reorganizan estos grupos de consumidores entre usuarios de Internet (compradores y buscadores online) vs. nousuarios de Internet, y entre compradores online vs. no-compradores online (buscadores online y no-usuarios de Internet). Utilizamos esta terminología a continuación. enero · abril 2010 · esic market [195] 196 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Se pueden evaluar al menos cuatro aspectos del perfil de los compradores online (Kwak et al., 2002): demográficos (ej. edad, género, nivel educativo, ingresos), rasgos psicográficos (ej. liderazgo, aversión al riesgo), experiencia con Internet (ej. conocimientos informáticos) y actitud del consumidor (ej. implicación con Internet, actitud hacia los anuncios en Internet). Demográficos Tradicionalmente, los usuarios de Internet han sido hombres jóvenes, con estudios y con un nivel económico elevado. Sin embargo, ¿cómo son los usuarios de Internet que compran en este canal? Hasta el momento, no existe un consenso generalizado acerca del perfil del comprador online, exceptuando su nivel económico. Donthu y García (1999) encuentran que, mientras los usuarios de Internet son más jóvenes que la población general, son los usuarios de Internet más adultos (y, por tanto, más ricos) quienes compran online. Esto es, observan que los compradores online son mayores y gastan más dinero que los buscadores online. Sin embargo, no ven que los compradores online difieran de los buscadores online en educación y género. Swinyard y Smith (2003) concluyen también que los compradores online son más ricos que los buscadores online pero encuentran que son más jóvenes. También, a diferencia de Donthu y García (1999), observan una diferencia entre ambos en relación a la educación: comparados con los buscadores online, los compradores online tienen niveles educativos superiores. Por su parte, Soopramanien y Robertson (2007) no encuentran que la edad o el género jueguen un papel significativo pero, como los trabajos anteriores, observan que los individuos que tienen niveles más elevados de renta son más propensos a comprar online. Asimismo, Kwak et al. (2002) observan que la edad no juega un papel relevante para comprar online. Tampoco encuentran un efecto significativo para la educación. En relación a las diferencias de género, sus resultados muestran que es más probable que un hombre compre online que una mujer. Finalmente, y como es de esperar, observan que los individuos con niveles elevados de renta compran más frecuentemente online. Forsythe y Shi (2003) investigan la naturaleza de los riesgos percibidos (financiero, funcionalidad del producto, psicológico y conveniencia) [196] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 197 en la compra online y la influencia de estos riesgos en el comportamiento online. En este contexto, examinan el perfil del comprador online frecuente y moderado y del buscador online. Comparados con los compradores moderados y los buscadores online, los compradores online frecuentes son mayores, tienen una mayor experiencia con Internet, tienen más dinero y suelen ser hombres. Por el contrario, los buscadores online son más jóvenes, son usuarios nuevos de Internet y tienen menores ingresos. Los compradores online moderados tienen un perfil medio entre los compradores frecuentes y los buscadores online. Estos resultados están en línea con los obtenidos por Donthu y García (1999), que, como hemos visto, indicaban que los compradores online suelen tener una edad superior y unos niveles de renta más elevados que los buscadores online. Rasgos psicográficos Los rasgos psicográficos, como el liderazgo, la innovación y la aversión al riesgo, entre otros, definen el perfil psicográfico de los compradores online. A través de una encuesta a consumidores, Kwak et al. (2002) observan que los consumidores que se consideran a sí mismos líderes compran más online que el resto. Como señalan, “una relación positiva entre capacidad de liderazgo y la compra online es natural. Los innovadores son, por definición, los primeros adoptadores de nuevas tecnologías [en este caso, la compra online] y existe una correlación entre marcar tendencias y capacidad de liderazgo”. Además, también observan que los consumidores que asumen mayores riesgos son más propensos a comprar online. Del mismo modo, los resultados de Donthu y García (1999) revelan que los compradores online buscan más una compra conveniente, son más innovadores e impulsivos y buscan una mayor variedad en sus compras que los no-compradores online. Por el contrario son menos adversos al riesgo y se preocupan menos por el precio. Estos autores consideran que la menor sensibilidad al precio puede proceder del mayor nivel económico de los compradores online. El estudio más reciente de Soopramanien y Robertson (2007) coincide con los resultados de Kwak et al. (2002) y Donthu y García (1999). Sus resultados muestran que los compradores enero · abril 2010 · esic market [197] 198 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra online perciben que la compra online es más conveniente y menos arriesgada que los no-compradores online. Por ejemplo, los compradores online, a diferencia del resto, coinciden en señalar que los pagos son seguros online. Experiencia con Internet El nivel de conocimientos informáticos y experiencia con Internet también caracteriza a los compradores online. Kwak et al. (2002) muestran que los consumidores que acceden frecuentemente a la red compran más en el canal online que los consumidores que acceden a la misma con menor frecuencia. En particular, se observa que los consumidores que buscan información online acaban comprando en este medio. Los resultados de Swinyard y Smith (2003) están en esta misma línea. Comparados con los no-compradores, los compradores online tienen mayores conocimientos informáticos e invierten más tiempo en su ordenador e Internet. Por tanto, no sorprende el hecho de que los compradores online encuentren la compra online más fácil y entretenida que los no-compradores. Similarmente, Soopramanien y Robertson (2007) observan que, comparados con los compradores online, los no-compradores ven comprar online como una tarea difícil que, además, no se está volviendo más fácil. Entre los no-compradores online, resulta interesante señalar que los no-usuarios de Internet expresan con mayor énfasis que los buscadores online que comprar online no se está volviendo más fácil. Actitud del consumidor Kwak et al. (2002) encuentran evidencias de que la actitud hacia “Internet”, entendida como el grado de involucración con Internet y la actitud hacia la publicidad en Internet, influencia los patrones de compra online. En concreto, una alta involucración con Internet se relaciona positivamente con la compra en este canal. Sin embargo, la actitud hacia la publicidad en Internet no está relacionada con la compra online. Por el contrario, Donthu y García (1999) sí que encuentran dicha relación. Observan que los compradores online tienen una actitud más positiva hacia la publicidad y el marketing directo que los no-compradores online. [198] enero · abril 2010 · esic market 10 199 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Una aplicación empírica En esta sección presentamos una aplicación empírica para una cadena de supermercados española con el objetivo de sustentar de forma empírica los aspectos discutidos previamente. En concreto, nos centramos en el análisis del perfil del comprador típico online y las características de los productos que se compran más frecuentemente online. Descripción de los datos Los datos proceden de una de las cinco cadenas de supermercados más importantes en España. Tiene una presencia importante en la geografía española y fue pionera en la venta en Internet en España con la apertura de su tienda online en 2001. La mayoría de sus tiendas físicas están situadas en núcleos urbanos, dado que la cadena busca proporcionar una compra de fácil acceso. Por otro lado, es posible comprar en Internet en la mayoría de las ciudades donde existe una tienda física. El canal online ofrece una variedad y profundidad de líneas de producto y unos precios similares al canal físico. De esta cadena de supermercados, observamos las compras realizadas por un grupo de 2742 hogares durante los 12 meses comprendidos entre diciembre de 2002 y noviembre de 2003 en la ciudad de Barcelona2. Para ser incluidos en el panel, los hogares tenían que haber realizado al menos una compra en la tienda online de la cadena durante el año anterior a la recolección de los datos. Para estos hogares, se observan todas sus compras en las tiendas online y físicas de esta cadena y la composición de la cesta de compra. También se dispone de cierta información demográfica sobre estos hogares como el género del comprador principal, su edad, el número de miembros de la familia (y sus edades), su código postal y la fecha en la que obtuvieron la tarjeta de fidelidad de la cadena. (2) Esta aplicación forma parte de un estudio más amplio que investiga el comportamiento del consumidor online y offline. El comprador online Debido a los criterios de recolección de los datos, sólo existen 22 compradores offline puros en la muestra, lo que dificulta el estudio de diferencias entre el perfil de los compradores puros offline y los compradores puros online. De ahí que, para hacer el análisis plausible, dividimos los 2742 enero · abril 2010 · esic market [199] 200 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra hogares entre “Hogares propensos a comprar offline” y “Hogares propensos a comprar online” de acuerdo a su intensidad de compra online. Un hogar es considerado como un “Hogar propenso a comprar offline” si menos del 50% de sus compras son online. Análogamente, un hogar es considerado como un “Hogar propenso a comprar online” si el 50% o más de sus compras son online. La información demográfica obtenida (edad y género del comprador principal del hogar y composición del mismo) nos permite testar algunas de las características que hemos asociado previamente al perfil del comprador típico online. Como hemos visto, los estudios realizados hasta el momento no han sido concluyentes a la hora de determinar las características demográficas de los compradores online. En cualquier caso, sus resultados sugieren que los compradores online son más jóvenes que la población general (Donthu y García, 1999), aunque no está claro si son más jóvenes (Swinyard y Smith, 2003) o mayores (Forsythe y Shi, 2003; Donthu y García, 1999) que los buscadores online (usuarios de Internet que no compran online). Asímismo, estas investigaciones señalan que los compradores online suelen ser en mayor medida hombres (Kwak et al., 2002; Forsythe y Shi, 2003). Así, esperamos que, comparados con los hogares propensos a comprar offline, los hogares propensos a comprar online sean más jóvenes, tengan una mayor probabilidad de ser hombres y tengan un menor número de miembros – como consecuencia de ser familias más jóvenes. Por tanto, planteamos la siguiente hipótesis, que, a su vez, puede ser dividida en 3 sub-hipótesis: H1: Los hogares propensos a comprar online son más jóvenes, hombres, y tienen un menor número de miembros en la familia. H1a: Los hogares más propensos a comprar online son más jóvenes (tanto el comprador principal como sus otros miembros). H1b: En los hogares más propensos a comprar online su comprador principal tiene una mayor probabilidad de ser hombre. H1c: Los hogares más propensos a comprar online tienen menos miembros. [200] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 201 En relación con los rasgos psicográficos, parece claro que los compradores online buscan una compra más conveniente (Donthu y García, 1999; Soopramanien y Robertson, 2007) y que son más innovadores (Donthu y García, 1999; Kwak et al., 2002). Por tanto, esperamos que los hogares propensos a comprar online estén más orientados hacia la conveniencia y sean más innovadores. Estos conceptos se miden en este trabajo a partir de las siguientes variables. La orientación hacia la conveniencia se examina a partir de las distancias a la tienda física más cercana y a la tienda física más cercana que provee de diferentes servicios. Si un hogar propenso a comprar online es más innovador, se mide a través de la fecha en la que el hogar obtuvo su tarjeta de fidelidad de la cadena. Con la apertura de su tienda online en 2001, la cadena de supermercados observó un incremento muy notable de nuevas tarjetas de fidelidad. Dado que para comprar online en esta cadena de supermercados es necesario poseer una de estas tarjetas, se espera que los consumidores atraídos por la compra online tengan tarjetas de fidelidad más recientes. Se asume que la experiencia con Internet y la actitud hacia Internet, al igual que la innovación, quedan evaluadas también con esta variable. En este sentido, planteamos las siguientes hipótesis: H2: Los hogares más propensos a comprar online buscan la conveniencia. H3: Los hogares más propensos a comprar online son más innovadores. Los productos más comprados online Estos hogares compran en una amplia variedad de secciones de producto como Comida empaquetada (ej. galletas, atún en lata), Bazar (ej. sartenes, cucharas), Bebidas (agua mineral, zumo de naranja), Carne (ej. pollo fresco, carne de cerdo), Charcutería (ej. jamón serrano, chorizo), Fruta y vegetales (ej. manzanas, plátanos), Productos no alimenticios (ej. lejía, detergente), Panadería (ej. pan del día, magdalenas del día), Pescado (ej. merluza fresca, sardinas frescas) y Refrigerados (ej. batidos, yogures) en cualquier canal de compra. Sin embargo, la estructura de ventas por sección de producto difiere entre el canal online y el canal físico. La Figura 1 muestra esta circunstancia claramente. Por ejemplo, las ventas de comida empaquetada representan el 16% de las ventas totales en el canal físico, y enero · abril 2010 · esic market [201] 202 10 (3) Aunque una clasificación a nivel de la categoría de producto sería más rigurosa, esta clasificación a nivel de sección de producto servirá para evidenciar el impacto de las características de producto online. [202] un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra el 24 % de las ventas totales en el canal online. Por el contrario, las ventas de fruta y vegetales representan el 9% de las ventas totales en el canal físico y el 5% de las ventas totales en el canal online. De acuerdo con nuestra discusión teórica previa (por ejemplo, Degeratu et al. (2002), De Figueiredo (2000); McCabe y Nowlis (2003), estas diferencias en la estructura de ventas de los canales puede deberse al hecho de que “no todos los productos son iguales en Internet”. Esto podría dar un soporte empírico a nuestras consideraciones previas. Entre todas las clasificaciones de producto que se han revisado, utilizamos la clasificación sensorial/no-sensorial (Degeratu et al., 2002). Centrándonos en esta clasificación, dividimos las secciones de producto en las que compran nuestros hogares en estos dos grupos. La comida empaquetada, las bebidas, los productos no alimenticios, y los refrigerados se consideran secciones no-sensoriales porque se presentan habitualmente con un envase estándar y se comercializan bajo una marca que proporciona a los consumidores una información importante para la elección de compra. Por otro lado, la sección de bazar, carne, charcutería, fruta y vegetales, panadería y pescado se consideran secciones sensoriales porque se suelen comercializar sin envasar y habitualmente sin marca3. Por tanto, según nuestra discusión teórica, planteamos la siguiente hipótesis: H4: El peso de las ventas sensoriales será superior en el canal físico que en el canal online. Contraste de hipótesis La Tabla 2 muestra las características demográficas de los hogares propensos a comprar offline y online y la prueba t para la igualdad de medias entre estos dos grupos. Nuestros resultados proporcionan un soporte general a nuestras hipótesis acerca del comprador online. Los resultados muestran que el comprador principal de los hogares propensos a comprar online es significativamente más joven (H1a) y tiene una probabilidad mayor de ser un hombre que en los hogares propensos a comprar offline (H1b). Sin embargo, no existen diferencias significativas en relación al tamaño familiar entre los dos grupos, contrario a lo que se planteaba en H1c. En enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 203 cualquier caso, existen diferencias significativas en la composición de los miembros de los hogares. En un hogar propenso a comprar online hay más niños y jóvenes y menos gente adulta que en un hogar propenso a comprar offline, lo que sostiene aún más nuestra hipótesis H1a. Además, otros resultados muestran que los hogares propensos a comprar online viven significativamente más lejos de la tienda física más cercana con parking, significativamente más lejos de la tienda física más cercana que ofrece servicio de envío para compras offline y significativamente más cerca de la tienda física más cercana que permite la recogida de compras online (en caso de que no se quiera pagar por el envío) que los hogares propensos a comprar offline, lo que sugiere que los compradores propensos a comprar online puedan percibir la compra online como más conveniente (H2). Finalmente, los compradores propensos a comprar online presentan tarjetas de fidelidad más recientes, como se esperaba según la hipótesis H3. Por otro lado, los resultados de la Tabla 3 sustentan claramente la hipótesis concerniente a los productos más comercializados online. Los resultados muestran que las ventas sensoriales representan un 33% de las ventas totales del canal físico mientras que sólo un 13% de las ventas totales del canal online. Además, los valores de la prueba de Chi cuadrado verifican la dependencia entre las variables tipo de producto (sensorial/no-sensorial) y canal (físico/online), lo que confirma nuestra premisa teórica (H4). Resumen y conclusiones Desde la última década, Internet se ha incorporado como un nuevo canal de compra en el mundo de los negocios. Sin embargo, Internet presenta ciertas características diferentes a las del canal físico que le hacen más factible de usar por determinados tipos de consumidores y para la comercialización de ciertos productos. Este artículo ha examinado de forma teórica las ventajas y desventajas de Internet como canal de compra además de estudiar las características que hacen que un producto sea más viable de comercializar en este canal. Además, se ha analizado el perfil del comprador online y se han mostrado algunas estadísticas que corroboran los aspectos discutidos teóricamente. Nuestra revisión teórica nos lleva a las siguientes conclusiones: enero · abril 2010 · esic market [203] 204 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Como canal de comunicación y transacciones, Internet presenta una serie de ventajas muy importantes e interesantes frente al canal físico. Estas ventajas están relacionadas fundamentalmente con la capacidad de Internet de comunicar y organizar grandes cantidades de información escrita, lo que resulta muy conveniente para los consumidores. Sin embargo, el canal online también presenta una serie de desventajas importantes que han de ser tenidas en consideración, como la imposibilidad de que los consumidores tengan un contacto físico con el producto de forma previa a la compra. Sin embargo, es como canal de distribución donde la comparación con el canal físico es más negativa. Internet permite acceder a un inventario de productos extremadamente amplio pero sólo permite una recepción y gratificación inmediata para los productos en formato electrónico. Además, suelen existir costes adicionales de envío. Por otro lado, parece clara la existencia de productos cuya venta es más viable online que otros. Se han revisado ocho clasificaciones que analizan esta cuestión cuidadosamente. Según estas clasificaciones, los bienes de búsqueda y crédito, los bienes digitales, los productos con un coste suficiente como para que el coste de envío no suponga un coste proporcionalmente excesivo, los bienes intangibles e informaciones y los bienes con un alto grado de diferenciación, los bienes no-sensoriales, los bienes commodity y casi-commodity, los bienes geométricos, visuales y hedónicos presentan condiciones apropiadas para ser comercializados satisfactoriamente online. Además, y aunque no existe un claro consenso en la literatura, el comprador online típico parece ser un hombre joven, con un nivel socio-económico y educativo elevado. En relación a la edad, parece que los compradores online son más jóvenes que la población general pero que, a su vez, son los mayores entre los usuarios de Internet. Esto significa que los compradores online son mayores que los buscadores online. Así mismo, son más propensos a asumir riesgos, están más orientados hacia la conveniencia y son más innovadores e impulsivos que el resto de la población. Además, tienen mayores conocimientos informáticos, invierten más tiempo en su ordenador e Internet, y tienen una actitud más positiva hacia las nuevas tecnologías. [204] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 205 Finalmente, los resultados de una aplicación empírica para una cadena de supermercados española sustentan estas proposiciones teóricas. Implicaciones para la gestión Como hemos visto, una de las principales ventajas de Internet reside en su capacidad de comunicar una gran cantidad de información. Los detallistas online pueden beneficiarse de esta particularidad para la comercialización de determinados productos. Así, Internet se presenta como un buen canal de comercialización para productos con un contenido de información digitalizable elevado. Tal sería el caso de productos con características técnicas concretas como artículos electrónicos: DVDs, mini-cadenas, etc. o, incluso, en el caso particular de productos de supermercado, para artículos alimenticios o de higiene con un contenido de información importante en sus etiquetas, como la mayoría de productos empaquetados (ingredientes, contenido en grasa, etc.). Sin embargo, también se ha visto que Internet presenta importantes dificultades para la comercialización de productos con un alto contenido de información no digitalizable, es decir, con características materiales, sensoriales, táctiles, etc. como puede ser el caso de un perfume o de productos frescos como carne o pescado. Aún así, los detallistas pueden aprovecharse de la capacidad de comunicación de información escrita de Internet para la comercialización de estos productos. Por ejemplo, podrían utilizar Internet para difundir información sobre la procedencia de los mismos, su producción, sus productores, las ventajas de su consumo, etc. (ej. si es un producto ecológico, con un enlace a la Web del productor). De este modo, un detallista podría no sólo favorecer su diferenciación de otros, sino fomentar, por ejemplo, la diferenciación de un determinado artículo, aumentar su valor y disminuir la sensibilidad al precio de los consumidores. De hecho, Internet se presenta como un canal idóneo para mantener una comunicación fluida y eficaz con los clientes, puesto que permite ofrecer información sobre compras pasadas, establecer tarjetas de fidelidad y el envío de promociones. Por otro lado, una de las principales desventajas de Internet como canal de comercialización reside, aparentemente, en su función de distribución, puesto que sólo permite una distribución inmediata para productos en for- enero · abril 2010 · esic market [205] 206 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra (4) El término “La Larga Cola” fue acuñado por Anderson (2004) para describir un nuevo modelo económico favorecido por Internet. Según él, Internet y el entorno digital han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. La reducción en el coste de almacenamiento y distribución que permiten las nuevas tecnologías hace que no sea ya necesario focalizar el negocio en unos pocos productos de éxito, en los superventas. Hay que darse cuenta de que ahora existen dos mercados: uno centrado en el alto rendimiento de pocos productos y otro, nuevo y todavía no familiar, basado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos, que puede igualar o superar al primero. Son el antiguo mercado de masas y el nuevo nicho de mercados, representados por la cabeza y la cola de la conocida gráfica de distribución estadística. mato electrónico o digitales. Sin embargo, los detallistas han de tener en cuenta que Internet ofrece también ventajas en su función de distribución en numerosas circunstancias. Por ejemplo, permite la distribución de productos a clientes lejanos, como en el caso de un cliente chino que desea adquirir una edición americana de un libro. De la misma manera, el canal online permite vender productos de baja rotación, que pueden resultar no rentables en el canal físico (circunstancia que se denomina en el ámbito académico como “La Larga Cola”4), lo que podría derivar en la satisfacción de necesidades de determinados nichos de mercado. Adicionalmente, otra desventaja de la distribución de una compra efectuada en Internet es que los consumidores incurren habitualmente en costes adicionales de envío. Sin embargo, los detallistas no deberían considerar esto como un problema significativo para la comercialización de productos que el consumidor no puede adquirir de otra manera (como productos con características especiales), para productos pesados y voluminosos (como productos de supermercado como la leche o el papel higiénico), y para grupos de consumidores con un alto coste de oportunidad del tiempo y que valoran, consecuentemente, la conveniencia. Finalmente, los detallistas han de considerar que no todos sus clientes actuales y potenciales son igualmente propensos a comprar online, por lo que habrán de adaptar sus estrategias a esta circunstancia. Así, las empresas multicanal o empresas que se dirigen exclusivamente al mercado online deberán dirigirse a los segmentos más propensos a comprar online cuando diseñen su estrategia para este canal. Por otro lado, dado que son los jóvenes los más propensos a comprar online, se pronostica un buen futuro de la comercialización en este canal, puesto que los consumidores jóvenes de hoy son los compradores del mañana. Así mismo, también es importante señalar que los compradores online buscan la conveniencia, porque suelen tener un mayor coste oportunista del tiempo y una mayor renta, por lo que aparecen como un segmento de consumidores interesante para la mayoría de los detallistas. Limitaciones e investigaciones futuras En este trabajo, se ha presentado una revisión teórica de las características del comprador online y de los productos más adaptados a la comercializa- [206] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 207 ción en este canal, quedando demostrados estadísticamente, en el contexto de la comercialización de productos de supermercado, los aspectos más importantes discutidos teóricamente. Sin embargo, las conclusiones derivadas del estudio empírico han de considerarse dentro de las limitaciones propias del mismo, que, a su vez, indican nuevas líneas de investigación futura: Por un lado, los productos de supermercado son un tipo de producto concreto, por lo que las conclusiones no pueden ser generalizables. Por otro lado, los datos proceden de un solo detallista. Por lo tanto, sería conveniente analizar qué pasa en otro tipo de productos de gran consumo en Internet como viajes (billetes de avión, tren, reservas de hotel, etc.), productos financieros, ropa, productos electrónicos, libros, música, etc. y, en el caso de productos de supermercado, con otros detallistas. Es decir, sigue existiendo la necesidad de investigar más y profundizar en la comercialización de distintos productos online. Por otro lado, hemos utilizado una serie de variables concretas para estudiar determinados aspectos de los compradores online y de los productos comercializados online pero podrían haberse usado otras variables para medir estos conceptos, como es el caso de la conveniencia o la innovación. Así mismo, las características de nuestra base de datos no nos han permitido comparar a los compradores online con compradores puros del canal offline, por lo que nuestros resultados se derivan de la comparación entre consumidores más y menos propensos a comprar en Internet. De todas formas, esto no debería verse estrictamente como una limitación, puesto que es de esperar que con consumidores puros offline los resultados sean todavía más claros. Finalmente, resta señalar que existen muchos otros aspectos a tratar acerca de la compra online en investigaciones futuras como puede ser la sensibilidad al precio de los compradores online, el rol de los precios de referencia, la lealtad de los compradores al canal y el impacto de la lealtad a la marca, el posicionamiento de las marcas en general y de las marcas blancas en particular en este nuevo canal y si estos aspectos difieren por categoría de producto. enero · abril 2010 · esic market [207] 208 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Bibliografía ALBA, J., J. LYNCH, B. WEITZ, C. JANISZEWSKI, R. LUTZ, A. SAWYER and S. WOOD (1997). “Interactive Home Shopping: Consumer, Retailer, and Manufacturer Incentives to Participate in Electronic Marketplaces”, Journal of Marketing, Vol. 61 (July), pp. 38-53. ANDERSON, C. (2004). “The Long Tail”, Wired magazine, (October). BATRA, R. and O.T. AHTOLA (1990). “Measuring the Hedonic and Utilitarian Sources of Consumer Attitudes”, Marketing Letters, Vol. 2 (2), pp. 159-170. CHILDERS, T. L., C.L. CARR, J. PECK and S. CARSON (2001). “Hedonic and Utilitarian Motivations for Online Retail Shopping Behavior”, Journal of Retailing. Vol. 77, pp. 511-535. CRISTÓBAL FRANSI, E. (2006). “The online store merchandising: an approach to the design and the usability”, ESIC Market, 123, pp. 115138. DARBY, M.R. and E. KARNI (1973). “Free Competition and the Optimal Amount of Fraud”, Journal of Law and Economics, Vol. 16 (April), pp. 66-86. DE FIGUEIREDO, J.M. (2000). “Using Strategic Tools to Generate Profits in E-Commerce”, Sloan School of Management E52-545. Massachusetts Institute of Technology. Draft: 11 March 2000. DEGERATU, A.M., A. RANGASWAMY and J. WU (2000). “Consumer Choice Behavior in Online and Traditional Supermarkets. The Effects of Brand Name, Price, and Other Search Attributes”, International Journal of Research in Marketing, Vol. 17, pp. 55-78. DHAR, R. and K. WERTENBROCH (2000). “Consumer Choice Between Hedonic and Utilitarian Goods”, Journal of Marketing Research, Vol. 37 (1), pp. 60-71. DONTHU, N. and A. GARCÍA (1999). “The Internet Shopper”, Journal of Advertising Researc, Vol. 39 (May), pp. 52-58. FAHY, C.A. (2006). “Internet versus Traditional Retailing: An Address Model Approach”, Journal of Economics & Business, Vol. 58, pp. 240-255. [208] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 209 FLAVIÁN, C. y M. GUINALÍU (2007). “Development and validation of familiarity, reputation and loyalty scales for internet relationships”, ESIC Market, 126, pp. 157-188. FORSYTHE, S.M. and B. SHI (2003). “Consumer Patronage and Risk Perceptions in Internet Shopping”, Journal of Business Research, Vol. 56, pp. 867-875. GREWAL, D., G. R. IYER and M. LEVY (2004). “Internet Retailing: Enablers, Limiters and Market Consequences”. Journal of Business Research, Vol. 57, pp. 703-713. HOFFMAN, D.L. and T.P. NOVAK (1996). “Marketing in Hypermedia Computer-Mediated Environments: Conceptual Foundations”, Journal of Marketing, Vol. 60 (July), pp. 50-68. KALAKOTA, R. and A.B. WHINSTON (1997). Electronic Commerce: A Manager’s Guide, Boston, Addison-Wesley. KIANG, M.Y., T.S. RAGHU and K. HUEI-MING SHANG (2000). “Marketing on the Internet – Who Can Benefit from an Online Marketing Approach?”, Decision Support Systems, Vol. 27, pp. 383-393. KLATZKY, R. L., S.J. LEDERMAN and D.E. MATULA (1993). “Haptic Exploration in the Presence of Vision”, Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance, Vol. 19 (4), pp. 726-743. KRISHNAMURTHY, S. (2003). E-Commerce Management: Text and Cases, Mason, Ohio, Thomson South-Western. KWAK, H., R.J. FOX and G.M. ZINKHAN (2002). “What Products Can Be Successfully Promoted and Sold Via the Internet?”, Journal of Advertising Research, Vol. 42 (1), pp. 23-38. LAL, R. and M. SARVARY (1999). “When and How is the Internet likely to Decrease Price Competition?”, Marketing Science, Vol. 18 (4), pp. 485-503. LOZANO GUTIÉRREZ, Mª C. y F. FUENTES MARTÍN (2005). “Brand image and evaluation of Internet companies”, ESIC Market. 121, pp. 219-240. MARTÍN ARMARIO, Julia y Mª J. QUERO GERVILLA (2004). “The website: a relationship marketing tool?”, ESIC Market, 119, pp. 131-144. enero · abril 2010 · esic market [209] 210 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra MCCABE, D.B. (2001). Online and Offline Decisions: The Effect of Product Category and Order of Information. Doctoral Dissertation, Arizona State University. MCCABE, D.B. and S.M. NOWLIS (2003). “The Effect of Examining Actual Products or Product Descriptions on Consumer Preference”, Journal of Consumer Psychology, Vol. 13 (4), pp. 431-439. NELSON, P. (1970). “Information and Consumer Behavior”, The Journal of Political Economy, Vol. 78 (2), pp. 311-329. NELSON, P. (1974). “Advertising as Information”, The Journal of Political Economy. 82 (4), pp. 729-754. OTTO, J.R. and Q.B. CHUNG (2000). “A Framework for CyberEnhanced Retailing: Integrating E-Commerce Retailing with Brick-andMortar Retailing”, Electronic Markets, Vol. 10 (3), pp. 185-191. PÉREZ-CABAÑERO, C. (2007). “A comparative study on the external search for goods and services”, ESIC Market, 127, pp. 27-44. PETERSON, R. A., S. BALASUBRAMANIAN and B.J. BRONNENBERG (1997). “Exploring the Implications of the Internet for Consumer Marketing”, Journal of the Academy of Marketing Science, Vol. 25 (4), pp. 329-346. ROMÁN NICOLÁS, S. (2005). “Conceptualization, implementation, benefits and limitations of relationship selling”, ESIC Market, 12, pp. 169192. RUIZ MAFÉ, C. y S. SANZ BLAS (2007). “Buying through direct methods: benefits and limitations from the consumer point of view”, ESIC Market, 126, pp. 95-124. SHAPIRO, C. and H. VARIAN (1998). Information Rules: A Strategic Guide to the Network Economy. Harvard Business School Publishing, Boston, MA. SOOPRAMANIEN, D.G.R. and A. ROBERTSON (2007). “Adoption and Usage of Online Shopping: An Empirical Analysis of the Characteristics of “Buyers”, “Browsers” and “Non-Internet Shoppers””, Journal of Retailing and Consumer Services, Vol. 14, pp. 73-82. STERN, L.W. and EL ANSARY, A.I. (1996). Marketing Channels, 5th Edition, Upper Saddle River, N. J., Prentice Hall. [210] enero · abril 2010 · esic market un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra 10 211 SWINYARD, W.R. and S.M. SMITH (2003). “Why People (Don’t) Shop Online: A Lifestyle Study of the Internet Consumer”, Psychology and Marketing, Vol. 20 (7), pp. 567-597. US DEPARTMENT OF COMMERCE NEWS/US CENSUS BUREAU NEWS (2002). February 20; “Retail E-Commerce Sales in Fourth Quarter 2001 were $10.0 Billion, up 13.1 Percent form Fourth Quarter 2000, Census Bureau Reports”. US DEPARTMENT OF COMMERCE NEWS/US CENSUS BUREAU NEWS (2006). February 17; “Quarterly Retail E-Commerce Sales 4th Quarter 2005”. WRIGHT, A. and J.G. LYNCH, Jr. (1995). “Communication Effects of Advertising Versus Direct Experience When Both Search and Experience Attributes are Present”, Journal of Consumer Research, Vol. 21 (March), pp. 708-718. www.domaintools.com (2007). Domain Counts and Internet Statistics, (accessed March 26, 2007), [available at http://www.domaintools.com/ internet-statistics/] www.internetworldstats.com (2007). Internet Usage Statistics –The Big Picture, (accessed March 26, 2007), [available at http://www.internetworldstats.com/stats.htm] enero · abril 2010 · esic market [211] 212 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Tablas Tabla 1. Ventajas del canal online y físico respecto al otro Función [212] Canal online: Canal físico: Canal • Para acceder, buscar, de comunicación organizar y comunicar información (texto e imágenes). • Interactividad y la habilidad de proveer de información inmediata. • Permite una inspección real de los productos. • Existe una comunicación frente-a-frente y permite una interacción social con familiares y amigos. Canal transaccional • Se puede alcanzar a más consumidores, dado que no existe una limitación geográfica. • Conveniencia. • Reduce el papeleo y los costes de transacción. • Experiencia individualizada. • Los consumidores perciben una mayor seguridad en las transacciones dentro de una tienda física, tanto en relación a los pagos como a la calidad del producto. • Una tienda física suele aceptar más tipos de pago que una tienda online. Canal de distribución • Inventario más amplio. • Sirve como canal de distribución inmediato de determinados productos (ej. software, música o libros en formato electrónico). • Inmediatez y gratificación instantánea. • Habitualmente no hay costes de envío y embalaje. enero · abril 2010 · esic market 10 213 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Tabla 2. Características demográficas por tipo de comprador Total Hogares propensos a comprar offline Hogares propensos a comprar online T-test para la igualdad de medias* (N=2742) N=1992) (N=750) Características Mean Mean Mean Sig. Edad del comprador principal % Compradores principales que son mujer Tamaño familiar # Niños (0-5) # Jóvenes (6-18) # Adultos (19-65) # Mayores (>65) Distancia a la tienda física más cercana (km) Distancia a la tienda física más cercana con parking (km) Distancia a la tienda física más cercana que permite la recogida de compras online (km) Distancia a la tienda física más cercana que ofrece envío a domicilio (km) Años con tarjeta de fidelidad 40,49 41,24 38,49 0,000 72,90 3,37 0,50 0,48 2,29 0,09 78,11 3,39 0,55 0,53 2,22 0,09 59,06 3,31 0,38 0,36 2,46 0,10 0,000 0,492 0,000 0,000 0,042 0,574 0,27 0,27 0,28 0,220 0,84 0,80 0,96 0,000 4,95 5,09 4,60 0,000 0,35 4,49 0,32 5,02 0,41 3,07 0,000 0,000 *Todos los tests asumen igualdad de varianzas a excepción del test para la variable # Mayores. Se aplica el test de Levene para la igualdad de varianzas. Tabla 3. Estructura de ventas del canal según la clasificación sensorial/no-sensorial Tipo de producto No-sensorial Sensorial Total enero · abril 2010 · esic market Canal físico Canal online 66,76 33,24 86,66 13,34 100 100 Prueba de chi cuadrado (Sig.) 0,001 [213] 214 10 un estudio teórico del potencial de internet como canal de compra Figuras Figura 1. Estructura de ventas de los canales según la sección de producto (atendiendo al gasto total en euros) Canal físico Comida empaquetada 17% 22% Bazar Bebidas 3% Carne 1% 3% Charcutería Fruta y vegetales 16% 11% Productos no alimenticios Panadería 9% Pescado 8% Refrigerados 10% Canal online Comida empaquetada 17% Bazar 25% 1% Bebidas 0% Carne 1% Charcutería Fruta y vegetales Productos no alimenticios 24% 20% Panadería Pescado 5% [214] 4% 3% Refrigerados enero · abril 2010 · esic market